Está en la página 1de 2

EL DROGADICTO,

UN ENFERMO DE AMOR

A poco que ahondemos y profundicemos en la vida del drogadicto,


nos encontraremos con un corazón "enfermo de amor":
"Fundamentalmente el drogadicto es un "enfermo de amor"; no ha
conocido el amor, no sabe amar adecuadamente porque no ha sido
amado de forma adecuada".

Juan Pablo II en su primera Carta Encíclica "fledemptor Hominis"


escribía:
"El hombre no puede vivir sin amor, permanece para sí mismo un
ser incomprensible, su vida está privada de sentido, si no le es
revelado el amor, si no se encuentra con el amor, si no lo
experimenta y no lo hace propio, si no participa en él vivamente".

Si examinamos la vida del drogadicto, descubriremos que en el


fondo vive una carencia amorosa. Porque simplemente no se ha
sentido suficientemente amado o porque lo han amado de una
manera indebida. Porque no olvidemos que muchas veces amamos
mal.

Nos imaginamos que amar es dejarle hacer todo lo que quiere. Nos
imaginamos que amar es consentirle todo. Y amor significa también
decir no. No sólo se ama diciendo sí. También amar es decir no.

Es frecuente creer que amamos porque se lo damos todo y no le


falta nada. Y amar no es darlo todo. Amar es darnos a nosotros
mismos. No amamos con las cosas. Amamos como personas. El amor
es una relación personal y no la relación que establecemos regalando
cosas.

- No amamos cuando no le damos suficiente de nuestro tiempo.


- No amamos cuando no le damos la suficiente presencia de
nosotros mismos en su vida.
- No amamos cuando no disponemos de tiempo para escuchar.
No amarnos cuando exigimos su esfuerzo.
- No amamos cuando no le hacemos sentir que lo queremos, lo
valoramos y que es lo mejor de nuestras vidas.
- No amamos cuando les ofrecemos un hogar sin cariño, sin
ternura, sin amor, sino un hogar lleno de tensiones, de
violencias, un hogar inestable o simplemente roto ya por el
divorcio o la separación de los padres.

Un joven "enfermo de amor" es un joven que difícilmente logrará


su propia identidad y el equilibrio de sus relaciones interpersonales.
Un joven "enfermo de amor" es un joven inmaduro, vacío y carente
de sentido en la vida. Incapaz de establecer verdaderas relaciones
personales termina por vivir un mundo relacional ficticio, engañoso,
con quienes, al igual que él viven y arrastran la misma dolencia del
corazón, "enfermos de amor".

También podría gustarte