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Psicosis No Desencadenadas PDF
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Introducción
Las presentaciones clínicas de la psicosis no siempre son evidentes, numerosos casos
de psicosis se presentan con un modo de funcionamiento que suele obstaculizar la
definición del diagnóstico diferencial, nos referimos a aquellos sujetos que presentan
una estructura psicótica pero que no manifiestan una psicosis clínica, son las llamadas
psicosis no desencadenadas. La noción de desencadenamiento de la estructura
psicotica es un concepto introducido por Lacan, no presente en la clínica psiquiatrita.
Con él se designa un punto de quiebre en el estado del sujeto, a partir del cual se inicia
la psicosis con sus manifestación clínicas. Ahora bien, ¿Cuáles son las coordenadas
que posibilitan establecer un diagnostico de psicosis no desencadenada? El presente
trabajo tiene por fin reflexionar sobre la noción de psicosis no desencadenadas para
producir una aproximación lo mas exhaustiva posible sobre algunas consecuencias
clínicas y teóricas que implica dicho termino, interrogándonos de este modo sobre
hechos clínicos de la práctica actual. Para ello el esquema de investigación que se
utiliza es de tipo exploratorio, dado que permite evolucionar sobre el conocimiento del
problema expuesto, además habilita a desarrollar hipótesis de trabajo para una
posterior investigación
Este artículo muestra algunos aspectos de la investigación del proyecto doctoral “La relación entre el
fenómeno y la estructura en la psicosis no desencadenada” (UNLP).
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Javier Aguirre, Lic. en Psicología, docente de la Faculta de Psicología de la UNC, doctorando en
Psicología en la Facultad de Psicología de la UNLP. javierluisaguirre@yahoo.es
nosografías más usuales descriptas por la psiquiatría clásica, mientras que la segunda
engloba ciertas variedades de psicosis que no lo aparentan.
Podemos encontrar en la psiquiatría clásica algunos intentos de clasificación de las
psicosis normalizadas, entre los cuales se destacan los trabajos de Trélat, quien ya en
el año 1861 hablaba de las “locuras lucidas”. Se trata de una presentación de la
psicosis que no aparentan ser tal “Estos enfermos deliran en sus actos pero no en sus
palabras” (Trélat, 2007: 379). Otras categorías que se inscriben en esta línea son la
“locura parcial” y la “forma simple y latente de la esquizofrenia” propuesta por Bleuler.
Si bien la psiquiatría ya advertía sobre estas formas de la psicosis, a la hora dar cuenta
de ellas mostró grandes dificultades, una de las razones deriva de sus criterios de
análisis, prestando atención a los signos clásicos de las enfermedades y dejando de
lado las experiencias más singulares de los sujetos.
También algunas líneas del psicoanálisis han intentado aprehender las presentaciones
clínicas de las psicosis sin desencadenar, asignándole a dichas formas diversos
nombres según la posición teóricas de los autores. Podemos ubicar aquí la categoría
de “psicosis blanca” de Donnet y Green (1973). Estos autores a través de una larga
entrevista, realizada después de una presentación de enfermos, intentan determinar la
estructura “de una potencialidad psicótica” que podría actualizarse. Otra categoría son
las llamadas “psicosis frías”, (keestemberg, Decobert, 2001) la cual se funda sobre el
modelo de la anorexia mental, también busca capturar el terreno de las psicosis no
delirantes. Igualmente encontramos en esta línea las “estructuras bordeline”, entendidas
como estados fronterizos entre la neurosis y la psicosis. Otro de los intentos de
clasificación que pretenden conceptualizar las presentaciones clínicas que
mencionamos son las personalidades narcisista, de Kemberg, incluida dentro del DSM
IV bajo la categoría de “trastorno de personalidad narcisista”. Maleval (2002) sostiene
que quienes defienden estas categorías critican la posibilidad de una estructura
psicótica permanente o la factibilidad de su distinción antes de la psicosis declarada.
1
Lacan identifica la forclusión (rechazo) del significante del Nombre del Padre como la operación propia
de la psicosis. Sostiene (1955-56) que aquello que es forcluido en lo simbólico retorna en lo real. Una de
las formas de este retorno es a través de los fenómenos elementales. Este mecanismo traduce la franja
entre la neurosis y la psicosis, es decir, su imposibilidad de reversibilidad.
2
Lacan utilizó esta noción en diferentes momentos de su enseñanza (1931,1932, 1954, 1955, 1956) Se
encuentra en su enseñanza la insistencia de localizar estos fenómenos para definir el diagnóstico de
psicosis, pues para Lacan la presencia de ellos es consecuencia de la forclusión del significante del
Nombre del Padre.
De acuerdo a esta conceptualización de Lacan, la orientación lacaniana se ha ocupado
en los últimos años de despejar las formas de las psicosis no desencadenadas. Las
discusiones más recientes sobre el tema, en el campo del psicoanálisis, se centran en
la categoría de la psicosis ordinaria “sinthomathizadas” o “suplementada” (Miller, y
otros 2003).” Con el término “psicosis ordinaria” se hace referencia a aquellas psicosis
donde no es evidente la correspondencia de los fenómenos clínicos con el diagnóstico.
De esta manera, se pretende oponerlas a las psicosis “extraordinarias” que son
aquellas que manifiestan los fenómenos psicóticos “a flor de piel. Su referencia abraca
las psicosis no desencadenadas como las ya comenzadas (Mazzuca, 2001: 182). Otra
de las nociones que se inscriben en esta línea son las de “enganches, desenganches y
renganches” de Castanet y De Georges. Dichos términos pretenden formular los modos
de anudamiento y desanudamiento de un elemento de la estructura del sujeto 3.
También estos autores acuñan el concepto de “neodesencadenamiento” para referirse
al desabrochamiento de aquello que constituía un punto de basta en el sujeto;
extendiendo la conceptualización de Lacan sobre el modo de desencadenamiento de la
psicosis. Por su lado, Laurent (2007) sostienen que la psicosis ordinaria no es una
categoría diagnostica pero si un programa de investigación que modifica el abordaje de
la cura (Laurent, 2007), la cual pasaría de considerar solo el S1- el fenómeno
elemental- al par S1-a. Según Álvarez (2006) quienes suscriben al concepto, el uso de
esta noción tiende a producir generalización del diagnostico de psicosis, lo que trae
graves prejuicios a pacientes neuróticos, afectando además, la concepción tradicional
de neurosis.
Aunque la categoría de psicosis ordinaria es de gran importancia para la clínica
psicoanalítica, ya que posibilita extender las conceptualizaciones a presentaciones de la
psicosis que no coinciden con las nosografías hasta ahora conocidas, creemos que la
misma tiende no solo a generalizar el diagnostico de psicosis cuando el mismo presenta
3
Este concepto puede compararse con la noción del fenómeno elemental, aunque no lo so sustituye,
sino que amplia el alcance del mismo. Contrariamente al fenómeno elemental nacido de la clínica
psiquiátrica, estos términos nacen del discurso psicoanalítico, ampliando la acepción del concepto de
fenómeno elemental (Maleval, 2005, inédito).
dificultades, sino también a superponerse con la noción de psicosis no desencadenada,
de manera tal que el limite de su extensión queda indefinido.
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