Está en la página 1de 7

DAVID DE NOREÑA Y MARCOS RÍOS LAGO / ACCIÓN PSICOLÓGICA, junio 2007, vol. 4, n.

o 3, 9-15 9

EL PAPEL DEL NEUROPSICÓLOGO

THE ROLE OF THE NEUROPSYCHOLOGIST


DAVID DE NOREÑA (1) Y MARCOS RÍOS LAGO (1, 2)
(1) Unidad de Daño Cerebral. Hospital Beata María Ana. Madrid. C/Vaquerias, s/n. 28007 Madrid
e-mail: danomar78@yahoo.es

(2) Departamento Psicología Básica II. Facultad de Psicología. UNED. C/Juan del Rosal, 10. 28040 Madrid.

Resumen Abstract
La neuropsicología es la disciplina científica Neuropsicology is the scientific discipline
que estudia las relaciones entre los procesos that studies the ties between the cognitive
cognitivos y las emociones y su sustrato en el processes, emotions and their substrate in the
sistema nervioso central. La alta prevalencia de central nervous system. The high prevalence of
los trastornos neurológicos (daño cerebral ad- the neurological disorders (i.e. acquired brain
quirido, demencias, trastornos del desarrollo, damage, dementias, developmental
etc.) hace que la presencia de los neuropsicólo- impairments, etc.) does that the presence of the
gos en distintos recursos asistenciales se haya neuropsychologists in different welfare
incrementado en los últimos años. Entre sus resources has been increased in the last few
funciones principales se encuentran la de eva- years. Among its main functions they are the
luar pacientes y diseñar y llevar a cabo progra- one to evaluate patients and to design and to
mas de rehabilitación neuropsicológica. De carry out programs of neuropsicological
igual modo, el papel del neuropsicólogo como rehabilitation. Moreover, the neuropsychologist
investigador cobra una gran importancia, espe- as a researcher receives a great importance,
cialmente en el trabajo multidisciplinar. En el specially in a multidisciplinary context. In the
presente trabajo se revisan algunas de estas fun- present work some of these functions are
ciones. reviewed.

Palabras Clave Key Words


Neuropsicología, investigación, evaluación, Neuropsychology, research, clinical
rehabilitación. assessment, rehabilitation.
10 DAVID DE NOREÑA Y MARCOS RÍOS LAGO / ACCIÓN PSICOLÓGICA, junio 2007, vol. 4, n.o 3, 9-15

Aplicaciones de la neuropsicología sicos y la investigación sobre procesos alterados.


En el primero de los casos, el objetivo del estu-
La neuropsicología es la especialidad de la dio es establecer la relación entre un determi-
psicología que estudia las relaciones entre fun- nado proceso cognitivo y las estructuras o los
ciones cognitivas y estructuras y procesos cere- procesos cerebrales involucrados, en población
brales. En la actualidad el papel del neuropsi- normal. En el segundo, el objeto de estudio es la
cólogo está cada vez más presente en el ámbito observación de las alteraciones cognitivas que se
sanitario, debido fundamentalmente tanto al producen cuando algo falla en el sistema (el ce-
creciente número de personas que sobreviven a rebro), así, los sujetos experimentales en estos
un traumatismo cranoencefálico (Jennett, 1996; estudios son personas con daño cerebral o con
Kraus, 1993; Moreno Gea & Blanco Sánchez, trastornos mentales (por ejemplo, la esquizofre-
1997), como a la prevalencia de las demencias nia). En ambos casos, el neuropsicólogo se sirve
en una población cada vez más envejecida de técnicas que van desde el simple «lápiz y pa-
(Chapman, Williams, Strine, Anda, & Moore, pel», los propios instrumentos de evaluación
2006; Gauthier et al., 2006). Por otra parte, el neuropsicológica, hasta sofisticadas herramien-
auge actual de las neurociencias ha convertido a tas de neuroimagen como la resonancia mag-
este profesional en una figura de referencia en nética o la magnetoencefalografía. En este con-
la investigación sobre el cerebro. Así pues, algu- texto, el neuropsicólogo forma a menudo parte
nos de los campos más importantes de aplica- de un equipo interdisciplinar de investigadores
ción de la neuropsicología son dos: la evalua- que, desde sus distintas profesiones y enfoques,
ción y rehabilitación de personas que han comparten el interés por las neurociencias.
sufrido daño cerebral, es decir, la aplicación clí-
nica, y la investigación.
Neuropsicología en el ámbito clínico
En relación con el primer campo de aplica-
ción, el neuropsicólogo es el profesional encar- La labor del neuropsicólogo en las
gado de valorar el funcionamiento cognitivo y unidades de daño cerebral
conductual de los pacientes que han sufrido
daño cerebral y de llevar a cabo la consiguiente El paciente que ha sufrido daño cerebral so-
rehabilitación neuropsicológica. Hoy por hoy, brevenido pasa por distintas fases en su evolu-
la mayor área de aplicación de la neuropsicolo- ción, que a su vez se suelen corresponder con
gía es el daño cerebral sobrevenido (adquirido), distintos servicios de atención sanitaria. En un
si bien el rol del neuropsicólogo está cada vez primer momento, los servicios de urgencia se
más presente en el diagnóstico de las demen- centran en mantener al paciente con vida y bus-
cias y otras enfermedades neurodegenerativas car la estabilidad en sus constantes vitales; es lo
y en la planificación de programas de rehabili- que se conoce como fase aguda, y en esta situa-
tación o estimulación cognitiva en estas perso- ción el abordaje es puramente médico y far-
nas. Asimismo, en el ámbito forense el neurop- macológico. En este nivel no se plantea una re-
sicólogo tiene también un importante papel en habilitación más allá de la supervivencia del
la valoración de discapacidades y secuelas, así paciente y de evitar daños añadidos en el cere-
como en la evaluación de la capacitación en per- bro, hecho relativamente común tras una lesión
sonas que han sufrido daño cerebral (Fernández cerebral (Urigen Saiz, 1998).
Guinea, 2001; Muñoz Cespedes & Paul Lapredi-
za, 2001). En estos casos, el examen neurop- Cuando el paciente sale de la fase crítica y es
sicológico proporciona al tribunal una informa- trasladado a la planta de hospitalización co-
ción muchas veces imprescindible a la hora de mienza la labor de un equipo de profesionales,
tomar una decisión. en su mayoría médicos y otras profesiones sani-
tarias, cuyo objetivo es la rehabilitación inte-
El segundo gran campo de aplicación de la gral del paciente. Sólo tras abandonar los servi-
neuropsicología es la investigación. En relación cios de urgencia, puede realmente hacerse una
con este punto, cabe hacer una breve diferen- primera valoración del alcance de las lesiones
ciación entre la investigación sobre procesos bá- cerebrales así como de sus consecuencias más
DAVID DE NOREÑA Y MARCOS RÍOS LAGO / ACCIÓN PSICOLÓGICA, junio 2007, vol. 4, n.o 3, 9-15 11

inmediatas. En los casos más graves, el paciente estudiarán con detalle aquellos puntos
quedará en una situación conocida como estado fuertes, o capacidades preservadas con las
vegetativo persistente, la mayoría de las veces que puedan compensar sus déficits (Le-
irreversible. En esta situación, los beneficios de zak, 1995). La valoración del estado fami-
la rehabilitación serán mínimos. En los demás liar del paciente será otro punto clave, de-
casos, el alcance de las secuelas y otros factores bido al importante papel que juega la
como la disponibilidad de centros en su lugar de familia en la recuperación del paciente
origen, o el apoyo económico y legal, determi- (Franulic, Horta, Maturana, Scherpenis-
nará si el paciente regresa al domicilio y al mun- se, & Carbonell, 2000; Godfrey, Knight, &
do laboral, a un centro de día o a una unidad de Bishara, 1991; Vilkki et al., 1994).
daño cerebral. Es en este punto, la fase post-
aguda, cuando el neuropsicólogo intervendrá en – La valoración de estos aspectos permitirá
la recuperación de estos pacientes. el establecimiento de los objetivos de la
rehabilitación.
En una unidad de daño cerebral, el neuropsi-
– Una vez establecidos los objetivos, co-
cólogo trabaja junto a un equipo de profesionales
menzará la rehabilitación propiamente
de la salud en la recuperación integral del pa-
dicha desde las distintas áreas de inter-
ciente. Este equipo interdisciplinar está formado
vención.
generalmente por médicos rehabilitadores, psi-
quiatras, neurólogos, neuropsicólogos, fisiotera- – Tras un tiempo se llevará a cabo una re-
peutas, logopedas, terapeutas ocupacionales así evaluación del paciente, con el fin de de-
como trabajadores sociales y personal auxiliar y terminar hasta donde se ha podido llegar
de enfermería, que trabajan en la rehabilitación en la consecución de los objetivos plante-
del paciente desde sus distintas áreas pero con ados en un primer momento, y cuales son
objetivos comunes y en estrecha coordinación. las secuelas permanentes.
De acuerdo con los criterios de la Unión Europea
(2000), los objetivos de la rehabilitación en una – La última fase de la rehabilitación será el
unidad de daño cerebral son cuatro: alta y el seguimiento periódico del pa-
ciente. Los distintos profesionales decidi-
1. Asegurar la autonomía personal y favo- rán conjuntamente si el paciente ya ha al-
recer la socialización. canzado el nivel óptimo de autonomía y
funcionamiento. En ocasiones esto signi-
2. Favorecer la estimulación de las funcio- ficará que ha recuperado unos niveles fun-
nes cognitivas superiores. cionales similares a los que tenía antes de
3. Acompañar a la persona en la toma de la lesión cerebral. En la mayoría de oca-
conciencia de sus dificultades. siones, no obstante, se dará el alta cuando
el paciente alcance una «meseta» en su re-
4. Acompañar a la persona y a sus allegados cuperación, es decir, cuando los costes del
en el trabajo de elaborar un nuevo pro- proceso terapéutico ya no compensen los
yecto de vida. cada vez más pequeños avances funciona-
les.

Rehabilitación neuropsicológica Como especialista de la conducta y la cogni-


ción, el neuropsicólogo clínico es el profesional
encargado de valorar y rehabilitar las alteracio-
El papel del neuropsicólogo en la evaluación
nes cognitivas que presentan los pacientes con
y rehabilitación del paciente se puede describir
daño cerebral; las más comunes de estas altera-
en los siguientes puntos que describen el proce-
ciones pueden encuadrarse en los siguientes
so:
grupos de procesos cognitivos afectados:
– En primer lugar, realiza una evaluación – Desorientación y confusión.
exhaustiva del estado del paciente. Esta
evaluación no se limitará a valorar las al- – Atención y velocidad de procesamiento: al-
teraciones del paciente, sino también se teraciones en la capacidad para atender a
12 DAVID DE NOREÑA Y MARCOS RÍOS LAGO / ACCIÓN PSICOLÓGICA, junio 2007, vol. 4, n.o 3, 9-15

la información relevante y evitar las dis- de funcionamiento y autonomía previos a la le-


tracciones, mantener la concentración en sión. (Muñoz Céspedes, Ríos , Ruano, & More-
una tarea durante periodos prolongados no, 1999; Muñoz-Céspedes, Rios, Ruano, & Mo-
de tiempo, así como una adecuada veloci- reno, 1998). Por ello el terapeuta debe mantener
dad de respuesta, etc. (Ríos & Muñoz- en todo momento un enfoque positivo pero rea-
Céspedes, 2004). lista y ajustado a las posibilidades del paciente,
con el fin de ayudarle a obtener el nivel óptimo
– Memoria: dificultades en la adquisición de de funcionamiento dada su situación, sus nece-
nuevos aprendizajes (amnesia anterógra- sidades y el alcance de sus alteraciones. En este
da), la recuperación de información anti- proceso tiene una importancia capital la crea-
gua (amnesia retrógrada),la memoria ción de hábitos y rutinas, ya que este tipo de
prospectiva u orientada al futuro, fabula- aprendizaje, llamado procedimental, suele en-
ciones o intrusiones en el recuerdo, etc. contrarse preservado incluso tras aquellas lesio-
(Wilson, 1987). nes más graves, y también debido a que en
– Lenguaje y Comunicación: dificultades en nuestra vida diaria, igual que en la de los pa-
la expresión y comprensión lingüística, al- cientes, la mayoría de las acciones que lleva-
teraciones de la lectura y escritura, altera- mos a cabo y nos permiten llevar una vida autó-
ciones de los aspectos pragmáticos, etc. noma son rutinarias y muchas veces
(Muñoz-Cespedes & Melle, 2003). automáticas (Muñoz-Cespedes, Paul Laprediza,
Pelegrin-Valero, & Tirapu-Ustarroz, 2001).
– Percepción: alteraciones en el reconoci-
miento de objetos, en las distintas modali- Para alcanzar los objetivos anteriormente ci-
dades sensoriales (visual, auditiva, etc.), tados, el neuropsicólogo se vale de tres estrate-
conocidas como agnosias. gias diferenciadas: la restauración, o entrena-
miento de las funciones alteradas; la
– Praxias: alteraciones en la ejecución de
compensación, o entrenamiento de las habili-
movimientos voluntarios previamente
dades alternativas y, por último, el empleo de
aprendidos, problemas en la secuen-
ayudas externas.
ciación motora, etc.
– Funciones Ejecutivas: alteraciones en los – El entrenamiento de las funciones altera-
procesos necesarios para la conducta inte- das o restauración parte de la base de que
ligente y dirigida a metas (capacidad de los procesos deteriorados pueden ser res-
anticipar y planificar, resolver problemas, taurados, al menos parcialmente, median-
inhibir las respuestas automáticas, auto- te la estimulación y la práctica continua.
rregular el comportamiento, etc.) (Muñoz- – El entrenamiento de habilidades alternati-
Céspedes & Tirapu Ustarroz, 2004; Tira- vas o compensación pone el énfasis en la
pu, Muñoz-Cespedes, & Pelegrin, 2002). recuperación no tanto de los procesos al-
– Conciencia de las limitaciones: alteracio- terados sino de la función, el resultado fi-
nes en la percepción de las propias difi- nal, que se ve mermada por dichas altera-
cultades y de sus repercusiones en la vida ciones; para ello se entrenan estrategias
diaria. Ajuste de las expectativas de futuro alternativas y se intenta minimizar la im-
tras el daño cerebral (Muñoz-Cespedes, plicación de los procesos deficitarios.
García Valcárcel, Urruticoechea-Sarriegui, Como ejemplo de compensación, se po-
& Iruarrizaga, 1999). dría entrenar a un paciente con proble-
mas visoespaciales y de orientación topo-
El objetivo principal de la rehabilitación gráfica a usar claves verbales para evitar
neuropsicológica es que el paciente con daño perderse en un determinado trayecto fre-
cerebral consiga alcanzar el máximo grado de cuentado habitualmente por él.
autonomía posible. No obstante, es extremada-
mente raro que tales pacientes, especialmente – El empleo de ayudas externas tales como
en los casos más graves, logren una recupera- agendas, grabadoras, sistemas de voz asis-
ción completa y alcancen en su vida los niveles tida por ordenador, etc, es fundamental
DAVID DE NOREÑA Y MARCOS RÍOS LAGO / ACCIÓN PSICOLÓGICA, junio 2007, vol. 4, n.o 3, 9-15 13

para la compensación de los déficits y, en tivos y emocionales del familiar con daño cere-
algunas ocasiones representa la única al- bral, que no consiguen comprender; asimismo
ternativa posible para mejorar la calidad se frustran ante la lentitud del proceso de recu-
de vida y autonomía del paciente. Es parte peración y ante la sensación de que el tiempo
del trabajo del neuropsicólogo entrenar al pasa y el familiar afectado no consigue volver a
paciente en el uso de estos instrumentos y la situación previa a la lesión. Es por ello que la
lograr asimismo que sea capaz de utilizar- educación de las familias es una de las pri-
los en su vida diaria de forma espontánea meras labores que se deben llevar a cabo desde
y rutinaria. la atención al daño cerebral, con el fin de redu-
cir la incertidumbre que les genera el estado del
La utilización de una estrategia u otra de- paciente y sus conductas y eliminar en la medi-
penderá de diversos factores tales como el pro- da de lo posible las creencias erróneas que mu-
ceso afectado, el tiempo transcurrido desde la chas veces subyacen en relación que establecen
lesión, la severidad de la misma o el tiempo que con su familiar.
dispongamos para rehabilitar al paciente. No
obstante, son dos de estos factores, la gravedad Asimismo, el neuropsicólogo debe estar pre-
de la lesión y el tiempo transcurrido desde la sente para solucionar aquellos problemas pun-
misma, los que con mayor peso determinarán lo tuales que en el transcurso de la rehabilitación
apropiado de una estrategia u otra. A menor planteen los familiares acerca de las conductas o
gravedad y menor tiempo transcurrido aumen- problemas de su ser querido que vayan surgien-
tan las posibilidades de recuperar al menos par- do, y poner su formación y experiencia al servi-
cialmente un proceso y, por lo tanto, la efectivi- cio del consejo familiar cuando así lo de-
dad de las estrategias de restauración. manden. En los momentos de mayor impacto
Asimismo, una mayor gravedad de las altera- emocional y dificultades de adaptación a la nue-
ciones y un mayor tiempo transcurrido desde va situación, o en el caso de que los familiares
la lesión harán de la compensación la estrategia tomen una decisión de relevancia para el pa-
candidata. La realidad es que en la mayoría de ciente, el neuropsicólogo debe mostrarles su
los casos, el neuropsicólogo se servirá de las tres apoyo.
estrategias en un mismo paciente (Muñoz-Cés-
pedes, 1996; Muñoz-Cespedes & Tirapu, 2001). A pesar de todo lo reseñado, el trabajo con
las familias no termina aquí, y en muchos casos
los problemas que surgen cuando un ser queri-
do ha sufrido daño cerebral hacen necesario
Intervención con las familias que el familiar recurra a la ayuda de otros pro-
fesionales (por ejemplo, terapeutas sistémicos
El daño cerebral no afecta únicamente a la y de pareja) y de grupos de familias u otras or-
persona que ha sufrido la lesión. La familia es la ganizaciones que puedan darles el soporte emo-
receptora inmediata del impacto emocional que cional y el consejo que necesitan.
supone la aparición de daño cerebral en uno de
sus miembros y es, a la vez, el pilar de apoyo en
el que se sustenta buena parte del proceso de re-
cuperación. Es por ello que parte de las funcio-
Investigación y neuropsicología
nes del neuropsicólogo y otros profesionales es
prestar atención, educación, orientación y ayu- En el ámbito de la investigación científica,
da a las familias de estos pacientes (Hoofien, no es infrecuente que el neuropsicólogo forme
Vakil, Gilboa, Donovick, & Barak, 2002; Marsh, parte de equipos interdisciplinares, en los que
Kersel, Havill, & Sleigh, 1998; Muñoz-Cespedes participan también radiólogos, neurólogos, in-
& Tirapu, 2001). formáticos, físicos y otros profesionales cuyo
denominador común es el interés por las neu-
A lo largo del proceso de evolución del pa- rociencias. Como especialista cuya formación
ciente surgen distintas necesidades y demandas de base es la psicología, el neuropsicólogo es el
por parte de sus allegados. Al principio suelen profesional que aporta el conocimiento teórico y
mostrarse confundidos ante los cambios cogni- práctico acerca de las funciones cognitivas y de
14 DAVID DE NOREÑA Y MARCOS RÍOS LAGO / ACCIÓN PSICOLÓGICA, junio 2007, vol. 4, n.o 3, 9-15

cómo estas se implementan en estructuras y básica, a su vez, proveerá al clínico de herra-


procesos cerebrales. Independientemente de si mientas y un corpus teórico necesario para lle-
es en equipos multidisciplinares o en grupos es- var a cabo eficientemente su trabajo (Taub &
pecíficos de neuropsicólogos, el trabajo investi- Morris, 2001; Taub, Uswatte, & Elbert, 2002).
gador puede tomar dos grandes enfoques: En el estudio del cerebro muchas veces se con-
firma la máxima de que la única forma de com-
La investigación básica: El objetivo de los prender el funcionamiento de una máquina es
trabajos que se enmarcan en este enfoque es es- observarla cuando se estropea.
tablecer relaciones entre modelos de funciona-
miento cognitivo normal y estructuras y proce-
sos cerebrales; así pues se parte de teorías y
modelos de las psicología cognitiva y se ponen a Conclusión
prueba las hipótesis de la investigación en suje-
tos generalmente sanos en un contexto de labo- En los últimos años, la neuropsicología se ha
ratorio. En algunas ocasiones se hacen servir constituido como una disciplina de gran peso
técnicas de registro de la actividad cerebral (ta- tanto desde un punto de vista clínico como en la
les como la resonancia magnética o la electro- investigación básica...El neuropsicólogo abarca
encefalografía) y se relacionan patrones de acti- un amplio espectro de funciones que van desde
vidad con la intervención de determinados la evaluación y rehabilitación en pacientes con
procesos cognitivos mientras los sujetos realizan daño cerebral al estudio de los procesos cogni-
tareas diseñadas por el experimentador. En tivos y de su implementación biológica median-
otros casos las técnicas implicadas se limitan al te técnicas de neuroimagen funcional...
«lápiz y papel» y a la aplicación de pruebas neu-
El neuropsicólogo constituye, en estos ca-
ropsicológicas estandarizadas.
sos, uno de los engranajes que conforman los
La investigación aplicada, por otra parte equipos multidisciplinares. Su función, como
implica la utilización de los conocimientos ad- especialista en el estudio de los procesos cogni-
quiridos sobre funciones cognitivas en la clínica tivos, es aportar sus conocimientos y su expe-
del daño cerebral. Una diferencia con respecto a riencia profesional al conjunto de los profesio-
la anterior es que en este caso se abordan pro- nales que conforman el equipo, ya sea con el
blemas más específicos (por ejemplo «¿hasta fin de... La eficacia de estos grupos se ha visto
qué punto tiene efecto la intervención X sobre confirmada por la enorme productividad inves-
las alteraciones de la esfera de Y?» o «¿Cuál es tigadora de la última década así como por la
la correlación entre la prueba neuropsicológica presencia cada vez más extendida de centros in-
X y el funcionamiento en la vida diaria del gru- terdisciplinares de atención al daño cerebral...
po de pacientes Y?»)
A pesar de esta diferencia, en el campo de la
Referencias
neuropsicología, al igual que en buena parte de
las disciplinas científicas, hay una interacción
estrecha entre ambos enfoques, en muchas oca- Chapman, D. P., Williams, S. M., Strine, T. W., Anda,
siones indisociables (para una discusión sobre R. F., & Moore, M. J. (2006). Dementia and its im-
este punto ver Powell, Hunt, & Pepping, 2004). plications for public health. Prev Chronic Dis,
Un ejemplo de este hecho es que habitualmente 3(2), epub.
se parte de modelos de funcionamiento cogniti- Fernández Guinea, S. (2001). La neuropsicología fo-
vo que se han diseñado en un entorno de labo- rense: considereaciones básicas y campos de apli-
ratorio y con el fin de explicar determinados cación. Rev Neurol, 32(8), 783-.
procesos en la población «normal», carente de
ningún tipo de patología. La observación de los Franulic, A., Horta, E., Maturana, R., Scherpenisse,
casos clínicos dará validez a estos modelos, lle- J., & Carbonell, C. (2000). Organic personality di-
vará a la modificación de los mismos o a su sorder after traumatic brain injury: cognitive,
abandono y a su vez sugerirá nuevos enigmas anatomic and psychosocial factors. A 6 month
para la investigación básica. Esta investigación follow-up. Brain Inj, 14(5), 431-439.
DAVID DE NOREÑA Y MARCOS RÍOS LAGO / ACCIÓN PSICOLÓGICA, junio 2007, vol. 4, n.o 3, 9-15 15

Gauthier, S., B., R., Zaudig, M., Petersen, R. C., Rit- Muñoz-Cespedes, J. M., & Melle, N. (2003). Altera-
chie, K., Broich, K., et al. (2006). Mild Cognitive ciones del lenguaje y comunicación en adultos
Impairment. Lancet, 367(9518), 1262-1270. con traumatismo craneoencefálico. In M. Puyue-
Godfrey, H. P., Knight, R. G., & Bishara, S. N. (1991). lo & J. A. Rondal (Eds.), Manual de desarrollo y al-
The relationship between social skill and family teraciones del lenguaje. Barcelona: Masson.
problem-solving following very severe closed head Muñoz-Cespedes, J. M., Paul Laprediza, N. M., Pele-
injury. Brain Inj, 5(2), 207-211. grin-Valero, C., & Tirapu-Ustarroz, J. (2001). Fac-
Hoofien, D., Vakil, E., Gilboa, A., Donovick, P. J., & tores de pronóstico en los traumatismos craneo-
Barak, O. (2002). Comparison of the predictive encefálicos. Revista de Neurología, 32(4), 351-364.
power of socio-economic variables, severity of in- Muñoz-Céspedes, J. M., Rios, M., Ruano, A., & Mo-
jury and age on long-term outcome of traumatic reno, F. (1998). Déficit cognitivo e integración la-
brain injury: sample-specific variables versus fac- boral de las personas con daño cerebral traumá-
tors as predictors. Brain Inj, 16(1), 9-27. tico. Polibea, 48, 38-43.
Jennett, B. (1996). Epidemiology of head injury. J
Muñoz-Cespedes, J. M., & Tirapu, J. (2001). Rehabili-
Neurol Neurosurg Psychiatry, 60(4), 362-369.
tación neuropsicológica. Madrid: Síntesis.
Kraus, J. F. (1993). Epidemiology of head injury. In P.
Muñoz-Céspedes, J. M., & Tirapu Ustarroz, J. (2004).
R. Cooper (Ed.), Head Injury (3rd ed.). Baltimore:
Rehabilitación de las funciones ejecutivas. Rev
William Wilkins.
Neurol, 38(07), 656-663.
Lezak, M. D. (1995). Neuropsychological Assessment.
New York: Oxford University Press. Powell, J. M., Hunt, E., & Pepping, M. (2004). Colla-
boration between cognitive science and cognitive
Marsh, N. V., Kersel, D. A., Havill, J. H., & Sleigh, J. rehabilitation: a call for action. J Head Trauma
W. (1998). Caregiver burden at 1 year following Rehabil, 19(3), 266-276.
severe traumatic brain injury. Brain Inj, 12(12),
1045-1059. Ríos , M., & Muñoz-Céspedes, J. M. (2004). La Aten-
ción y el control ejecutivo despues de un trauma-
Moreno Gea, P., & Blanco Sánchez, M. C. (1997). Cla-
tismo craneoencefálico. Madrid: Fundación Map-
sificación y epidemiología de los traumatismos
fre Medicina.
craneoencefálicos. In C. Pelgrin, J. M. M. Céspe-
des & J. I. Quemada (Eds.), Neuropsiquiatría del Taub, E., & Morris, D. M. (2001). Constraint-indu-
daño cerebral traumático (pp. 11-33). Barcelona: ced movement therapy to enhance recovery after
Prous Science. stroke. Curr Atheroscler Rep, 3(4), 279-286.
Muñoz Cespedes, J. M., & Paul Laprediza, N. (2001). Taub, E., Uswatte, G., & Elbert, T. (2002). New treat-
La deteccion de los posibles casos de simulacion ments in neurorehabilitation founded on basic
despues de un traumatismo craneoencefalico. Rev research. Nat Rev Neurosci, 3(3), 228-236.
Neurol, 32(8), 773-778.
Tirapu, J., Muñoz-Cespedes, J. M., & Pelegrin, C.
Muñoz Céspedes, J. M., Ríos , M., Ruano, A., & Mo- (2002). Funciones ejecutivas: necesidad de una
reno, F. (1999). Las alteraciones emocionales y integración conceptual. Revista de Neurología,
la integración laboral de las personas con daño 34(7), 673-685.
cerebral traumático. Polibea, 50, 10-18.
Urigen Saiz, I. (1998). Traumatismos craneoencefáli-
Muñoz-Céspedes, J. M. (1996). Rehabilitación neu- cos. Revisión fisiopatológica, clasificación y pre-
ropsicológica: un enfoque centrado en las activi- sentación clínica. Medicine, 7(90), 4200-4208.
dades de la vida diaria. En F. M. Medicina (Ed.),
Daño cerebral traumático y calidad de vida. Ma- Vilkki, J., Ahola, K., Holst, P., Ohman, J., Servo, A., &
drid: Mapfre. Heiskanen, O. (1994). Prediction of psychosocial
recovery after head injury with cognitive tests
Muñoz-Cespedes, J. M., García Valcárcel, M., Urruti-
and neurobehavioral ratings. J Clin Exp Neu-
coechea-Sarriegui, I., & Iruarrizaga, I. (1999). La
ropsychol, 16(3), 325-338.
conciencia de los déficit en la rehabilitación de
las personas con un daño cerebral. Ansiedad y es- Wilson, B. (1987). Rehabilitation of memory. New
trés, 5(2-3), 313-325. York: Guilford Press.

También podría gustarte