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(Ensayo)
Introducción.
Lo largo de los procesos de los juicios en el sistema, son por demás obsoletos
en nuestro país, y es por eso hemos comenzado a adoptar los juicios orales que
son aquellos juicios en los que sus etapas o procedimientos se llevan a cabo en
forma verbal y se rigen por los principios de oralidad. Para la mejor comprensión
de este ensayo comenzaré por definir qué es la oralidad, cuya forma de
comunicación es más natural, elemental y original del lenguaje humano, puesto
que existe por sí misma y no necesita de complementos para expresar con
claridad el mensaje, característica que la diferencia de la escritura la cual no se
habría originado sin expresión oral. Para esto se ha implantado el nuevo
Sistema Acusatorio Adversarial, que es el proceso que da las bases necesarias
para tener un sistema procesal oral acusatorio que es lo que se conoce también
como juicio oral, con el que se explicará y tratará de defender en todo momento
la presunción de inocencia del imputado. Estos juicios están revolucionando
completamente nuestro sistema penal, haciendo que los procesos sean más
rápidos y prácticos.
Los juicios orales tanto como la oralidad, han estado presentes desde la
antigüedad, ya que desde las primeras civilizaciones y el desarrollo de un
lenguaje oral, se han llevado a cabo de manera inconsciente.
El objetivo de los juicios orales en nuestro país es muy claro, acelerar los
procesos penales así como hacerlos más prácticos, ya que en la mayoría de los
estados del país se sigue utilizando el sistema penal inquisitorio, que continua
entorpeciendo nuestro sistema de justicia.
En México, los rasgos del proceso inquisitivo se caracterizan, entre otras cosas,
por la importancia plena de los elementos probatorios que se allega el agente
del Ministerio Público en la etapa de la averiguación previa, en ocasiones con
valor probatorio pleno, con cuya base se sustentan las sentencias
condenatorias, sin que se garantice plenamente el derecho a la adecuada
defensa.
Por lo tanto, las pruebas dadas por el acusado carecían de valor para demostrar
su inocencia. Ello propiciaba que el juez emitiera su sentencia en base a la
prueba del Ministerio Público, dejando en desventaja al indiciado. Cabe señalar,
que inclusive la Suprema Corte de Justicia de la Nación en una jurisprudencia
sobre el Principio de Inmediatez, se refería a que las pruebas obtenidas por el
Ministerio Público tan pronto se asemejan a los hechos delictivos, tendrán valor
probatorio que aquellos que se obtuvieron después, por ello no importaba que
las segundas fueran contrarias a las primeras, porque el de mayor valor
probatorio eran las primeras. Esto eso sucedía que, una vez detenido una
persona y si este en su primera declaración manifestaba que era culpable de un
delito, o inclusive si se queda callado había prueba suficiente para decretar la
presunción de culpabilidad del acusado. Debido a eso, es como al Ministerio
Público se le atribuía mayor credibilidad en sus investigaciones, ya que en las
pruebas que presentaba por escrito en la averiguación previa, él sabía que de
alguna manera el juez le daría a tales pruebas un valor imprescindible, y
difícilmente la defensa del acusado pueda superar.
Por otro lado, se ha dicho que este sistema relativamente nuevo, consta de una
nueva estructura o modalidades diferentes en su procedimiento, tales etapas
son: la Etapa de Investigación, la Etapa Intermedia y la Etapa de Juicio Oral.
Ellas se encuentran en el Código Nacional de Procedimientos Penales. Son
pues, las fases que rigen este Proceso Penal Acusatorio. La Etapa de
investigación, no tiene mucha diferencia en cuanto a su inicio ya que como en el
sistema inquisitivo mixto, para su comienzo se requiere se presente la denuncia
o querella, ante el Ministerio Público. Sin embargo, el Ministerio Público tiene la
opción de: no iniciar la investigación; sucede cuando los hechos no son delitos o
ya no hay responsabilidad penal por ellos, pero eso no impide que la víctima
impugne tal decisión; archivar temporalmente, puede que cuando los datos o
indicios sean insuficientes para esclarecer los hechos, o no se cuenta con
medios de convicción que coadyuven al avance de la investigación, ésta se
podrá archivar provisionalmente, en caso de contar con nuevos elementos se
podrá solicitar la reapertura de la investigación; la aplicación de un criterio de
oportunidad, generalmente cuando los acontecimientos suscitados no sean de
alto impacto social, y en estos casos el ofensor haya reparado el daño a la
víctima u ofendido, el Ministerio Público podrá abstenerse de iniciar la
persecución penal o abandonar la ya iniciada mediante una resolución bien
fundada y motivada, de igual forma, si la víctima está inconforme con ello lo
puede impugnar ante el Juez de Control; iniciar la investigación, el Ministerio
Público inicia la investigación para que se aclare el hecho delictivo y sus
responsables.
En esta parte, el Juez de control (quien preside la Etapa Inicial e Intermedia) una
vez que se le pone a su disposición al imputado, califica de legal o no la
detención llevada a cabo por el ministerio público, si el juez decreta que esa
detención es legal, el Ministerio Público puede formular la imputación, pero si es
todo lo contrario, el juez puede dejarlo en libertad, con las reservas de ley a su
favor; así es como la presunción de inocencia del imputado es salvaguardado
por el juez de control, situación diferente en el viejo sistema, donde el Ministerio
Público detenía al acusado pero no como un inocente, sino como un
delincuente, ya que en aquél momento no existía la figura del juez de control,
pero ahora el sistema penal es mucho más estricto en cuanto al respeto a los
derechos humanos consagrados en la constitución y demás leyes, esto para que
se cumpla el debido proceso, por ello, es que el Ministerio Público tiene que
tener mayor preparación en el presente Sistema Penal para defender a las
víctimas bajo su custodia, y de igual manera tiene que abandonar el viejo
sistema con el que en algún momento operó, para hacer frente al nuevo sistema,
se formula imputación al Imputado, siempre que el Ministerio Público tenga
datos de pruebas que justifiquen que evidentemente es la persona que cometió
el delito, por lo que él puede contestar sobre los hechos que le son imputados
para esclarecerlos. Una vez que ya es formulada la imputación, en ese mismo
momento el Ministerio Público puede pedir al juez se vincule a proceso al
imputado, en esta fase, lo que tiene por efecto es que si bien al imputado se le
investiga como tal de un hecho delictuoso, lo que se previene es que no se
estropee el proceso, en otras palabras procede la fase de la medidas cautelares,
que pueden consistir en sus bienes, como el embargo, para garantizar la
reparación del daño de la víctima, o en su persona, evitando se fugue o intente
dañar a la víctima.
Conclusión