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Como motivar a tus alumnos en clase: recursos y estrategias

La motivación es una cuestión ante todo emocional. O sea, que de nada sirven (o muy poco) las motivaciones
racionales del tipo “si estudias tendrás buenas notas, y así lo tendrás más fácil en la secundaria, podrás elegir
la carrera que quieras y elegir la profesión que prefieras”. Demasiados pasos para un fin demasiado lejano que
a un niño con digamos nueve años, seamos honestos, no le importa en absoluto.
Este estupendo artículo dirigido a profes da las claves de la motivación. Nosotros no podemos aplicarlo tal cual
en casa, pero sí tener en mente estos siete pasos hacia la motivación:
Curiosidad (hay que atraer esa curiosidad innata)
Interés (tiene que resultarle interesante)
Desafío (ni demasiado difícil ni demasiado fácil)
Participación (un aprendizaje activo es mejor)
Progreso (la perseverancia debe reforzarse)
Satisfacción (ha de darse cuenta de que aprende)
Utilidad (ayudar a aprender a los demás)
La motivación escolar es una complicada receta en la que participa no sólo el que aprende; también los que
ayudan a aprender (el profe, pero también los padres, los amigos, la familia) y su entorno. Jugar con esos
elementos y reforzar aquel que vemos que flojea en el caso de nuestro hijo (hay niños muy curiosos pero poco
constantes, por ejemplo) es el mejor camino para conseguirlo.

Ceder el protagonismo a los estudiantes


Aunque de vez en cuando pueda ser necesario, e incluso estimulante, alguna clase de tipo «magistral» donde
el profesor se limite a exponer sus teorías, conceptos, análisis y conclusiones, lo más recomendable es hacer a
los alumnos muy partícipes de la clase. Los alumnos tienen que poder  preguntar y opinar si ningún miedo, ni
sentirse cohibidos. Un feedback activo, donde todos, en la medida de sus posibilidades, puedan aportar algo
hará las clases mucho más amenas, interesantes y provechosas.
Un ejercicio interesante y altamente motivador es pedir a los alumnos (individualmente o por grupos)
que aporten y creen un producto cultural relacionado con las materias que se están explicando. Hoy en día
existen muchos proyectos interesantes y distintos a la típica redacción u opinión personal por escrito. Por
ejemplo, la elaboración de un blog interactivo o un vídeo.
Evitar dar demasiada importancia a las evaluaciones
Además de evitar la ansiedad y una competencia excesiva entre compañeros, los alumnos que estudian con el
único objetivo de sacar buenas notas, además de ser  más fácil que pierdan la motivación en algún
momento, no disfrutan del placer de aprender por el mero hecho de hacerlo e incluso por diversión.
Trasladar la propia motivación a los estudiantes
La motivación también se contagia. Por este motivo, una estrategia muy eficaz es que el profesor comunique
su propio interés por la materia a los alumnos. Los chicos son los primeros en detectar la pasión de un profesor
por la asignatura, pero también su desgana o falta de interés.
Usar conceptos novedosos
Los recursos tecnológicos y las TICs (tecnologías de la información y comunicación) hace ya tiempo que
entraron en el aula. Sin embargo, no se utilizan en todo su potencial. El material interactivo y audiovisual, sobre
todo si implica la participación activa de los estudiantes, es una apuesta segura para despertar el interés y la
motivación de alumnos de todas las edades. En este tema, la imaginación del profesor o profesora para usar
estos recursos con un toque original y motivador es fundamental, Por ejemplo, se puede utilizar el visionado de
un vídeo de una película histórica para que los alumnos encuentren fallos e incongruencias, fomentando al
mismo tiempo su espíritu crítico.
Nuevo modelo de profesor: Características
Experto en la materia.
Conocedor de estrategias para enseñar la asignatura: de comunicación, de aprendizaje, de motivación,
técnicas pedagógicas-didácticas.
Conocedor de cómo aprenden los estudiantes.
Con conocimiento curricular de la titulación en la que transmite sus conocimientos.
Preocupado por la formación continua, crítico y comprometido.

Todo ello va a llevar al profesorado a una mayor dedicación de tutorías, atención personalizada, organización
docente, desarrollo y evaluación de actividades prácticas, actividades semi-presenciales, virtuales,
conocimiento y manejo de TICS, movilidad, conocimiento de idiomas, preparación y orientación de trabajos…..
Y un problema importante: ¿Cómo inculcar la cultura del esfuerzo en el alumnado?
Y un aspecto final: la historia del rosbif: “Una señora estaba preparando la cena. Estaba haciendo rosbif y cortó
un trozo grande antes de cocinarlo. Cuando se le preguntó la razón dijo que era lo que hacía siempre su
madre. Al preguntarle a su madre ella dijo que lo hacía porque a su vez lo hacía su madre. Por fin, al plantearle
el interrogante a la abuela, respondió: porque era la única manera de que cupiera en el recipiente”.
Esta historia indica que, cuando aprendemos algo, puede haber una razón para que tenga sentido en un
contexto en ese momento. Lo que queremos hacer es dar a nuestros alumnos información de manera que,
aunque el contexto cambie, siga siendo de utilidad para ellos.

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