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CONSEJOS PARA AYUDAR A LOS ALUMNOS AVENTAJADOS

1. 1. Recurre al trabajo colaborativo. Al trabajar en grupos equilibrados, los alumnos se


ayudan y aprenden unos de otros, cada uno aporta su forma de trabajar y sus fortalezas.
Un alumno con más facilidad para comprender conceptos o resolver problemas
transmitirá sus conocimientos y ayudará al resto a avanzar. Pero, además, al ejercer de
tutor, estructurará y explicará sus conocimientos, lo que contribuirá a que los afiance y
se sienta valorado y seguro de sí mismo. Y, como en cualquier trabajo realizado en común,
también aprenderá cosas, descubrirá nuevas formas de llegar a la solución, nuevas
técnicas de documentación y mejorará sus habilidades sociales y cooperativas. En este
documento del Laboratorio de Innovación Educativa (Lab!), José Ramón Otero detalla en
qué consiste el aprendizaje cooperativo, por qué es útil y cómo aplicarlo. También pueden
ayudarte estos diez consejos para aplicar el aprendizaje colaborativo en el aula o
estas cinco recomendaciones para trabajar con grupos.
2. 2. Prueba nuevas metodologías. Si innovas en la estructura o la organización de tus
clases motivarás no solo a los alumnos con dificultades sino también a aquellos
estudiantes que van más avanzados y han asimilado ya los conceptos esenciales. La
pedagogía inversa o flipped classroom, el aprendizaje basado en proyectos o la teoría de
las inteligencias múltiples aplicada en el aula pueden ayudarte a captar la atención y
trabajar no solo los contenidos de la asignatura sino también competencias básicas,
destrezas y habilidades.
3. 3. Utiliza las TIC. Las nuevas tecnologías llaman la atención de los nativos digitales y les
proporcionan herramientas para aprender, investigar, completar sus conocimientos etc.
En las aulas, te permiten además personalizar el aprendizaje y dan a los alumnos más
aventajados la posibilidad de profundizar más en los temas que les interesan,
practicarlos de un modo diferente o aprender cosas nuevas a su ritmo y según sus
necesidades. Puedes recurrir a diferentes herramientas como:- Espacios web de
documentación como el Banco de contenidos de aulaPlaneta o
enciclopedias online especializadas en los temas que vayan a trabajar tus alumnos:
naturaleza, historia, arte, geografía…
– Laboratorios, experimentos, juegos, aplicaciones, webquests y otras propuestas que
permitan explorar, investigar y divertirse mientras se aprende. En la sección
de Recursos de nuestro blog tienes muchas ideas.
– Bancos de recursos abiertos donde puedes encontrar interactivos, actividades y
materiales de todo tipo para practicar todas las
asignaturas. Procomún, Averroes o Educarex son buenos ejemplos.En la sección
de Herramientas digitales abiertas de nuestro Manual de ayuda cuentas con muchos
enlaces interesantes para buscar recursos e instrumentos. Este documento del Centro
Territorial de Recursos para la Orientación, la Atención a la Diversidad y la
Interculturalidad también recopila muchas ideas.
4. 4. Promueve la integración. Los alumnos más capacitados o aventajados en ocasiones
pueden sentirse aislados en el aula. Para evitarlo en la medida de lo posible, es importante
emprender actividades que promuevan la integración de todos los estudiantes, trabajen
las habilidades sociales y mejoren el clima de la clase. Los siguientes enlaces pueden
ayudarte:- Orientaciones para mejorar el clima de una clase.
– 18 actividades para promover la socialización y la resolución de conflictos.
– El desarrollo de las habilidades sociales como estrategia para la integración en el grupo-
clase en Secundaria.
– El docente como gestor del clima del aula.
5. 5. Trabaja las técnicas de estudio. Los alumnos con facilidad para aprender y recordar
pueden descuidar los hábitos de estudio, lo que puede derivar en fracaso cuando alcanzan
cursos avanzados. Es importante que incidas en este tema y les enseñes estrategias para
organizarse, planificar y establecer una rutina de estudio. En este video encontrarás diez
consejos para estudiar mejor:

Lo primero es reconocer que el aprendizaje no se limita a transmitir información, sino que


consiste en el desarrollo de actividades vinculadas con el mundo real, que permitan a los
estudiantes participar y hacer contribuciones en función de sus puntos fuertes.

¿Por ejemplo?
Pensemos en el rodaje de una película. Se necesitan personas que actúen, que escriban el
guión, que filmen… Todos ellos contribuyen de manera significativa en el proceso, pero
cada uno de ellas desarrolla diferentes tareas. Y así es la vida real. Por tanto, en las
escuelas deberían impulsarse proyectos reales, en los que los estudiantes puedan
contribuir al desarrollo de tareas que aporten valor.
¿Cómo podemos ayudar a los niños a reconocer sus fortalezas?
Se pueden desarrollar proyectos vinculados a muchas actividades para dejar que los
trabajen fuera de su zona de comprensión y así permitir que fracasen. De esta manera
contribuimos a que puedan descubrir lo que no les gusta o las actividades en las que
realmente son buenos.
Fracasar no está bien visto…
Por esto las escuelas deben alejarse de la competición, en la que solo los que obtengan
mejores notas son reconocidos. Al fin y al cabo en el mundo real deberán encontrar un
trabajo para muchos años que sea capaz de motivarles. Y para ello, ya desde la escuela,
hay que conseguir que puedan descubrir lo que les gusta hacer y con lo que puedan tener
éxito, aunque ello pueda derivar en algún fracaso momentáneo.
¿Están los profesores preparados para satisfacer las necesidades actuales o debemos
mejorar su formación?
Cada vez están mejor preparados pero, aun así, debemos mejorar su
formación básicamente en los programas docentes de nivel universitario. Actualmente el
principal problema es que los profesores se limitan a repetir lo que se lleva haciendo
desde hace 200 años.
En este sentido, ¿qué cambios deben aplicarse?
Mi trabajo se basa en la idea de que todo el mundo viene a este mundo con una
contribución única a realizar, por lo que los profesores deben enfocar su enseñanza en
base a las contribuciones únicas de sus alumnos y olvidarse de las cosas que los niños no
pueden hacer. Básicamente deben dejar de ver a sus alumnos como ganadores y
perdedores y observarles como personas que tienen algo que aportar. En este proceso, su
papel es ayudarles a encontrar sus fortalezas.

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