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ORIENTACIÓN EDUCATIVA

ALUMNADO CON FALTA DE


MOTIVACIÓN:
QUE PUEDO HACER?
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CÓMO MOTIVAR A NUESTRO ALUMNADO


Desde este punto de vista, el profesor debe plantearse un triple objetivo en su acción
motivadora:

1. Suscitar el interés
2. Dirigir y mantener el esfuerzo
3. Lograr el objetivo de aprendizaje prefijado

La motivación por tanto no debe ser solo al principio, en la actividad inicial (o


motivacional como también se le llamaba), sino que debe mantenerse hasta el final , y ser el
punto de partida, si el proceso de aprendizaje tiene éxito, de nuevas motivaciones para nuevos
procesos.

Por lo tanto,es más importante crear interés por la actividad que por el mensaje ,para
ello hay que apoyarse en los intereses de los alumnos y conectarlos con los objetivos del
aprendizaje o con la misma actividad. Los alumnos no se motivan por igual, por lo que es
importante buscar y realizar actividades motivadoras que impliquen mayor participación del
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alumno. El alumnado se motiva más y mejor cuantas mayores y mejores experiencias vive en el
aula. No se trata de motivar a los estudiantes, sino más bien, de crear un ambiente que les
permita motivarse a sí mismos. Tiene mucho más sentido centrar nuestro interés en el entorno
o en la situación de aprendizaje. ¿Cómo podemos hacerlo?

1. Seleccionando aquellas actividades o situaciones de aprendizaje que ofrezcan retos y desafíos


razonables por su novedad,variedad o diversidad
2. Ayudando a los estudiantes en la toma de decisiones
3. Fomentando su responsabilidad e independencia

ESTRATÉGIAS BASICAS:
1. Empezar conociendo a los estudiantes y a su situación inicial: será necesario primero
conocerlos y saber de sus habilidades y fortalezas, para poder ofrecerles un tipo u otro de
recursos
2. Intentar individualizar la enseñanza en la medida de lo posible. Dedicar tiempo a cada
estudiante: todos los estudiantes quieren satisfacer sus necesidades, y hay que recordar que
cada alumno y cada clase son diferentes.
3. Tratar a los estudiantes con respeto y confianza.Los comentarios a los estudiantes pueden
hacerse, pero nunca de forma peyorativa. Nunca ridiculizar a un estudiante en público. En ese
caso, el alumno, en vez de orientar su energía al aprendizaje, la dedicará a sus sentimientos.
Mejor decir las cosas en privado. Si el alumno hace una cosa bien, felicitarle; le dará confianza
(en la materia y en el profesor). Démosle al estudiante su dignidad y él nos recompensará con
su esfuerzo. Si detectamos una debilidad en el estudiante, dejarle claro que tus comentarios se
refieren a un trabajo determinado determinado, pero no al estudiante como persona. Apoyarle
al alumno, en vez de juzgarle.
4. Señalar la importancia de la asignatura.Explicar en detalle por qué la materia es importante.
Señalar ejemplos de su utilidad en su vida profesional. Realizar problemas prácticos de
aplicación. Todo esto desde el primer día hasta el último, pero siendo realista, analizándolo en
el contexto de la titulación.
5. Variar los métodos de enseñanza: se trata de evitar el aburrimiento, la rutina. Que cada clase
sea una aventura nueva. Estamos acostumbrados a las clases magistrales en las que los
alumnos son meros oyentes. Pero el estudiante aprende haciendo, construyendo, diseñando,
creando, resolviendo, el aprendizaje mejora si se obliga al alumno a utilizar varios sentidos. La
pasividad de las clases magistrales acaba con lla motivación y la curiosidad de los estudiantes.
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6. Utilizar la curiosidad como recurso. Proponemos para ello comenzar las clases con una
pregunta que llame la atención de los alumnos y que se pueda convertir en una herramienta
para captar y despertar la motivación del alumnado sobre un tema.
7. La comunicación con los estudiantes debe ser bidireccional. Los alumnos deben ser parte
activa del proceso de enseñanza-aprendizaje, que exista retroalimentación en el proceso de
comunicación y que ésta sea permanente para que no pierdan la motivación: hacerles saber en
qué aciertan y se equivocan, en qué necesitan profundizar, etc.
8. La importancia de los refuerzos positivos. Premiar y agradecer a los alumnos su
participación e interés en el aula. Mostrar que confiamos en ellos para que aprendan a confiar
en sí mismos. Hacerles sentir que son imprescindibles y demostrarles que sus opiniones
cuentan. Fomentaremos su autoestima y ganarán en seguridad.
9. Crear expectativas. Esta fórmula aumenta la curiosidad, el interés y, sobre todo, la atención
de los alumnos, pero sin olvidar que estas expectativas deben cumplirse en algún momento. Se
pueden crear expectativas indicando que para el próximo día hemos preparado una sorpresa,
mediante algún juego, etc.
10. Analizar sus diferentes capacidades y adaptar las tareas a ellas utilizando diferentes
metodologías. Tratar a los estudiantes de forma personalizada en la medida de lo posible.
Intentar realizar variaciones en los métodos de enseñanza para que todos los alumnos puedan
disfrutar aprendiendo.
11. Aprovechar las nuevas tecnologías y no tener miedo a innovar en el aula. Usar los
espacios de forma creativa, cambiar de escenario y, sobre todo, romper las rutinas para
mantener la capacidad de sorpresa y captar su atención.
12. Relacionar los contenidos que enseñamos con las vivencias de los estudiantes como
recurso educativo. De este modo retendrán mejor los conocimientos adquiridos y
fomentaremos la utilidad de esos contenidos académicos.
13. Sacarlos de su zona de confort con objetivos exigentes, pero que al mismo tiempo sean
alcanzables. El proceso de educación les debe suponer un esfuerzo, pero al mismo tiempo hay
que controlar que éste no se convierta en frustración. Hay una delgada línea roja entre desafío
y frustración que no hay que sobrepasar.
14. El profesor es un profesional que necesita estar en constante evolución. Quien no lo hace
es incapaz de motivar a sus alumnos. El docente necesitar ser capaz de adaptarse a todas las
circunstancias de aprendizaje de su grupo para mantener esa conexión con ellos que alimente
su motivación.
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15. Ayudarles a superar el miedo a equivocarse enseñándoles que éste forma parte del
proceso de aprendizaje.
16. Fomentar la disciplina y la capacidad de superar las adversidades y transformarlas en
oportunidades para la consecución de los logros educativos. Aprenderán a valorar la
recompensa al esfuerzo que supone este proceso de aprendizaje.
17. Encontrar el equilibrio entre la concentración y el descanso. Para que los alumnos no
pierdan la motivación debemos encontrar el equilibro entre ambos, pues la pérdida de atención
puede conllevar asimismo la pérdida de motivación debido al cansancio.
18. Que los estudiantes sepan qué se va a tratar en la siguiente sesión, pero sin saber cómo.
19. Refuérzalos positivamente: Les será muy difícil creer en ellos mismos si no lo haces tú antes,
por lo que además debes demostrarlo con cierta frecuencia.
20. Da feedback a tus alumnos: Es muy importante que les expliques dónde se han equivocado y
cómo pueden mejorar para la siguiente ocasión, o pueden sentirse perdidos y perder la
motivación pronto.
21. Marca objetivos alcanzables: Los retos que plantees deben de ser lo suficientemente difíciles
como para que requieran un esfuerzo importante, pero lo suficientemente realistas como para
que no acaben siempre en frustración

La manera en que un estudiante aprende no depende sólo de su inteligencia o de su


educación anterior, sino de su estilo preferido de aprendizaje. Hay que preguntar a los alumnos
cómo aprenden mejor.

Tipos de aprendizaje fundamentales:

– Visual: aprenden mejor viendo y leyendo lo que estás tratando de enseñar.

– Auditivo: aprenden mejor escuchando.

– Táctil y psicomotor: aprenden mejor haciendo.

Herramientas que se pueden utilizar:

– Clase magistral

– Clase magistral con discusión.

– Panel de expertos.

– Brainstorming (lluvia de ideas).

– Videos.
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– Discusión en clase.

– Discusión en pequeños grupos.

– Análisis de casos.

– Role-playing.

– Ejercicios-problemas de análisis.

– Problemas de diseño-problemas complejos abiertos.

– Simulaciones

– Prácticas de laboratorio, visitas a empresas.

Por qué introducir el trabajo en grupo: los estudiantes aprenden mejor cuando reflexionan,
dialogan , preguntan, escriben, resumen y crean su propio conocimiento. Modos de introducir el
trabajo en grupo: parejas, PBL, estudio de casos, juegos, simulaciones. El PBL es una técnica
en la que se le da un problema al estudiante antes de estudiar los conocimientos necesarios
para resolverlo.

https://www.campuseducacion.com/blog/revista-digital-docente/la-desmotivacion-escolar/
#Posibles_soluciones_ante_la_desmotivacio

https://sede.educacion.gob.es

http://blog.tiching.com/10-estrategias-para-motivar-tus-estudiantes/

https://ideasqueinspiran.com/2016/01/22/doce-consejos-para-mantener-la-motivacion-de-los-estudiantes/

https://archivos.csif.es

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