3-8 Variables incontrolables: Sistemas magnéticos

En las secciones anteriores hemos visto ejemplos de varios sistemas específicos que ponen de relieve
la gran diversidad de tipos de sistemas a los que se aplica la termodinámica e ilustran las limitaciones
de la modelización analítica de sistemas simples. En esta sección se da un ejemplo de un sistema
magnético. Aquí tenemos un propósito adicional, ya que aunque la estructura general de la
termodinámica está representada por los ejemplos ya dados, las "idiosincrasias" particulares están
asociadas con ciertos parámetros de termodinámica. Los sistemas magnéticos son particularmente
propensos a tales peculiaridades individuales, e ilustran bien las consideraciones especiales que
ocasionalmente se requieren.
Para asegurar la homogeneidad magnética centramos la atención en las muestras elipsoidales en
campos externos homogéneos, con un eje de simetría de la muestra paralelo al campo externo. Por
simplicidad asumimos que no hay anisotropía magneto-cristalina, o, si la hay, que el "eje fácil" es
paralelo al campo externo. Además, inicialmente consideramos sólo los sistemas paramagnéticos o
diamagnéticos -es decir, sistemas en los que la magnetización se desvanece en ausencia de un campo
magnético impuesto externamente-, En nuestra eventual consideración de las transiciones de fase
incluiremos la transición a la fase ferromagnética, en la que el sistema desarrolla una magnetización
espontánea.
Como se muestra en el Apéndice 𝐵, el parámetro extensivo que caracteriza el estado magnético es el
momento dipolar magnético 𝐼 del sistema. La ecuación fundamental del sistema es de la forma 𝑈 =
𝑈(𝑆, 𝑉, 𝐼, 𝑁), En el caso más general de una muestra elipsoidal que no es coaxial con el campo
externo, el único parámetro 𝐼 sería sustituido por las tres coordenadas cartesianas del momento
magnético: 𝑈(𝑆, 𝑉, 𝐼𝑥 , 𝐼𝑦 , 𝐼𝑧 , 𝑁). La estructura termodinámica del problema se ilustra más
convenientemente en el caso de un solo parámetro.
El parámetro intensivo que se conjuga con el momento magnético 𝐼 es 𝐵𝑒 , el campo magnético
externo que existiría en ausencia del sistema.
𝜕𝑈
𝐵𝑒 = ( )
𝜕𝐼 𝑆,𝑉,𝑁
𝐽
La unidad del 𝐵𝑒 es el tesla (𝑇), y las unidades del 𝐼 son Joules/Tesla (𝑇).

Es necesario notar una sutileza en la definición implícita de estas identificaciones de parámetros

extensos e intensivos (véase el apéndice 𝐵). La energía 𝑈 se interpreta como la energía del sistema
material únicamente; además, al "vacío" ocupado por el sistema se le debe asignar una energía
1 −1 2 𝑇𝑚
𝜇 𝐵𝑒 𝑉 (donde 𝜇0 la permeabilidad del espacio libre, tiene el valor 𝜇0 = 4𝜋 × 10−7 𝐴 ). Así, la
2 0
1
energía total dentro de la región espacial ocupada por un sistema es 𝑈 + 𝜇0−1 𝐵𝑒2 𝑉 . El hecho de que
2
el "término vacío" en la energía se asocie con el sistema se trate por separado (como lo hacemos
nosotros) es una cuestión de elección arbitraria, pero puede surgir una considerable confución si no
se distinguen cuidadosamente las diferentes convenciones. Para repetir, la energía 𝑈 es el cambio de
energía dentro de una región particular del campo cuando se introduce el sistema material; excluye la
1
energía 2 𝜇0−1 𝐵𝑒2 𝑉 de la región anterior a la introduccion del sistema.

La relación de Euler para un sistema magnético es ahora

 𝑈 = 𝑇𝑆 − 𝑃𝑉 + 𝐵𝑒 𝐼 + 𝜇𝑁 (3.64)
Y la relación Gibbs-Duhem es
𝑆𝑑𝑇 − 𝑉𝑑𝑃 + 𝐼𝑑𝐵𝑒 + 𝑁𝑑𝜇 = 0 (3.65)
La "idiosincrasia" de los sistemas magnéticos se hace evidente si intentamos considerar problemas
análogos a los de las secciones 2.7 y 2.8 -a saber, la condición de equilibrio de dos subsistemas tras
la eliminación de una restricción. Descubrimos que no tenemos la capacidad de restringir el momento
magnético; ¡en la práctica el momento magnético es siempre ilimitado!. Podemos especificar y
controlar el campo magnético aplicado a una muestra (de la misma manera que podemos controlar la
presión), y por lo tanto podemos lograr un valor deseado del momento magnético. Incluso podemos
mantener constante ese valor del momento magnético controlando su valor y ajustando
continuamente el campo magnético- de la misma manera que podemos mantener constante el
volumen de un sistema mediante un mecanismo de retroalimentación que ajusta continuamente la
presión externa. Pero eso es muy diferente a simplemente cerrar el sistema en una pared restrictiva.
No existen paredes restrictivas con respecto al momento magnético.
A pesar de que el momento magnético es una variable ilimitada, la estructura general de la teoría
termodinámica todavía se aplica. La ecuación fundamental, las ecuaciones de estado, las relaciones
de Gibbs-Duhem y Euler mantienen sus relaciones mutuas. La no disponibilidad de paredes
restrictivas del momento magnético puede considerarse como una "mera rareza experimental", que
no influye significativamente en la aplicabilidad de la teoría termodinámica.
Por último, para anclar la discusión sobre los sistemas magnéticos en un ejemplo explícito, la
ecuación fundamental de un sistema modelo paramagnético simple es:
𝑆 𝐼2
𝑈 = 𝑁𝑅𝑇0 [ − 2 2]
𝑁𝑅 𝑁 𝐼0

Donde 𝑇0 y 𝐿0 son constantes positivas. Este modelo no describe ningún sistema de conocimiento en
particular- sino que se ha concebido para proporcionar un modelo simple y manejable en el que
puedan basarse los ejemplos y problemas, y para ilustrar las interacciones termomagnéticas
características. Dejaremos que los problemas exploren algunas de estas propiedades.
Con el caso magnético siempre en mente como un prototipo para las generalizaciones, volvemos a la
consideración explícita de los sistemas simples.