Este documento describe el contexto histórico de la violencia doméstica y el maltrato infantil. A lo largo de la historia, el maltrato a los niños ha sido común y legalmente aceptado, pero en el siglo XIX comenzó a recibir atención jurídica y médica. En la década de 1960 surgió el concepto moderno de maltrato infantil y se establecieron los derechos de los niños.
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Este documento describe el contexto histórico de la violencia doméstica y el maltrato infantil. A lo largo de la historia, el maltrato a los niños ha sido común y legalmente aceptado, pero en el siglo XIX comenzó a recibir atención jurídica y médica. En la década de 1960 surgió el concepto moderno de maltrato infantil y se establecieron los derechos de los niños.
Este documento describe el contexto histórico de la violencia doméstica y el maltrato infantil. A lo largo de la historia, el maltrato a los niños ha sido común y legalmente aceptado, pero en el siglo XIX comenzó a recibir atención jurídica y médica. En la década de 1960 surgió el concepto moderno de maltrato infantil y se establecieron los derechos de los niños.
Este documento describe el contexto histórico de la violencia doméstica y el maltrato infantil. A lo largo de la historia, el maltrato a los niños ha sido común y legalmente aceptado, pero en el siglo XIX comenzó a recibir atención jurídica y médica. En la década de 1960 surgió el concepto moderno de maltrato infantil y se establecieron los derechos de los niños.
A lo largo de la historia en la década de 1970 analizaron el alcance de la violencia
domestica (considerada como un fenómeno exclusivamente masculino) se crearon centros de acogido y ayuda para las mujeres que fueron maltratados con sus hijos. Aquí vemos una descripción histórica de este fenómeno y el gran interés que suscita en la actualidad, debido a las graves consecuencias que implica. Los daños que se han presentado contra la infancia son tan antiguos como la humanidad misma. En el derecho romano antiguo el “Pater Familiae” era el propietario de los hijos, pudiendo decidir libremente su destino. Tenía derecho: de vida, muerte y castigo corporal, de vender a los hijos en esclavitud, de abandonarlos, o cederlos como garantía a un acreedor. En la literatura se relata cómo se utilizaban infantes para el sacrificio a los dioses, (Fontana, 1979; Loredo, 1994). También se les agredía con el objetivo de enseñarles disciplina (Corral, Frías, Romero y Muñoz, 1995; Fontana, 1979; Levav, Guerrero, Phebo, Coe y Cerqueira, 1996; Loredo, 1994; Muller, Hunter y Stollak, 1995). Es en la segunda mitad del siglo XIX cuando los menores que sufrían maltrato comenzaron a recibir atención jurídica y médica. Nueva York reconoció por primera vez el maltrato infantil, gracias al caso de Mary Ellen. Una niña maltratada física y psicológicamente, que recibió apoyo de la ley por ser parte del reino animal y merecer, por ese motivo, la defensa de su integridad física y moral (Watkin, 1990). Pero no es hasta el siglo siguiente que se reconocerán los derechos en la infancia. El concepto de malos tratos, tal y como se entiende actualmente, no surge hasta la década de los sesenta del siglo pasado. El 20 de Noviembre de 1959, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Declaración de los Derechos del Niño. En 1968, Helfer y Kempe describieron por vez primera el “Síndrome del Niño Apaleado”. Posteriormente, Kempe, Silverman, Steele, Droegemueller y Silver (1962) acuñaron el término de “Síndrome del Niño Maltratado”, especificando que se trataba de niños agredidos por sus propios padres o cuidadores. A partir de ahí comenzó la investigación sobre este problema social. En 1989, la Convención de los Derechos de los Niños de Naciones Unidas en su artículo 19, solicitó a los Estados miembros adoptar “todas las medidas