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ESTADO DE LA INVESTIGACIÓN 25

PAVIS, P. (2000), "Dos tipos de análisis" en El análisis de los espectáculos. Barcelona.


Paidós. Pp.25-27.

1.3. Dos TIPOS DE ANÁLISIS

El análisis-reportaje

Respondería al modelo de reportaje deportivo que se realiza en directo en la radio;


comentaría el desarrollo de la representación como un partido de fútbol, indicando lo
que ocurre en el escenario entre los jugadores, aclarando la estrategia utilizada y des-
tacando el resultado, los objetivos/goles alcanzados/marcados por los equipos en liza.
Se trataría de captar el espectáculo desde su interior, la vivacidad de la acción, y de res-
tituir el detalle y la fuerza de los acontecimientos, experimentando concretamente lo
que el espectador siente durante la representación, cuál es su punctum y cómo es in-
terpelado emocional y cognitivamente por la dinámica del juego y por las ondas de sen-

4. Marco De Marinis, Serniotica del teatro, Milán, Bompiani, 1982.


5.Roland Barthes, La chambre claire, París, Gallirnard/Seuil, 1980 (trad. cast.: La cámara lúcida,
Barcelona, Paidós, 1990).
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LAS CONDICIONES DEL ANÁLISIS

tidos y de sensaciones generadas por la multiplicidad y la simultaneidad de los signos. lar se convierte en objeto de conocimiento, en un objeto teórico que sustituye al ob-
Idealmente, la encuesta-reportaje se debería efectuar durante el espectáculo, jeto empírico que fue el espectáculo. Sin embargo, por muy útil e importante que
cuando el espectador reacciona de inmediato, y deberíamos prestar atención a sus re- sea el enunciado de estos grandes 'principios, o de sus intenciones y efectos, no
acciones justo después de su manifestación, anotando la «puntuación emocional», constituye todavía un análisis del espectáculo, sino más bien un marco teórico que
tanto de la puesta en escena como del espectador. Aunque se practique poco durante el analista utilizará en cuanto desee detallar ciertos aspectos de la representación.
el espectáculo -sólo para grabar médicamente los cambios fisiológicos de los suje- El análisis-reconstrucción se dedica especialmente al estudio del contexto de la
tos que observan, o sus reacciones psicológicas sumarias-, el reportaje accede al co- representación, con la finalidad de conocer la naturaleza y la extensión del o de los
razón del sujeto y localiza y observa in situ sus reacciones vivas ante los aconteci- contextos implicados. Se puede tratar del lugar y del público de una noche determi-
mientos escénicos. Se le escapan sin embargo muchos de los rastros que dejan estas nada, de sus expectativas, de su composición sociocultural, pero también del lugar y
reacciones, pues, en la cultura occidental, el espectador de teatro (al menos, el adul- las circunstancias concretas de la representación. Es evidente que no es fácil resta-
to), y especialmente de teatro de texto, apenas está autorizado a manifestar en voz alta blecer estos contextos ni los comportamientos que los engendraron. La noción de
y a cuerpo descubierto sus impresiones, reacciones y comentarios; se le ruega que es- «restauración del.comportamiento de Richard Schechner permite imaginar y «res-
p.ere al final de la representación para expresarlos. Una parte importante de las impre- taurar» los comportamientos de los actores y de todos los artistas que participan en
siones en caliente de este análisis-reportaje se pierde para siempre o queda enterrada las diversas performances. Pero estos contextos y estos comportamientos son extre-
bajo los recuerdos y las racionalizaciones a posteriori de las emociones pasadas. Uno madamente variables, potericialmente infinitos y propiamente inconmensurables:
de los deberes del análisis consiste en atestiguar su emergencia y su influencia en la «Aun cuando la memoria humana pueda mejorar gracias al uso del cine o de una no-
formación del sentido (y de los sentidos). La crítica dramática, por lo que tiene de in- tación exacta, una representación (performance) l siempre tiene lugar en el interior de
mediato y de espontáneo, conserva a veces un precioso rastro de ellas, cuando su es- varios contextos, y éstos no.5o~ fáciles de controlar. Las circunstancias sociales cam-
critura alcanza a restituir el espectáculo como una metáfora de la primera impresión. bian ... »7 Estos contextos, ya los concibamos como comportamientos restaurados
(Schechner), como códigos socioculturales o como «contexto social»,8 nos sitúan en
El análisis-reconstrucción una perspectiva serniológica o, más exactamente, sociosemiótica. Sin duda, ésta no
es la única metodología existente para el análisis de espectáculos, pero posee un con-
Occidente tiende a conservar y almacenar los documentos, o a cuidar de los mo- junto completo de técnicas de análisis el que tenemos que dar cuenta. En lugar de
numentos históricos. El análisis-reconstrucción es una especialidad occidental y se una exposición en regla de todas estas técnicas, que ya se conocen por los trabajos
aproxima a las reconstrucciones históricas de las representaciones del pasado. Se rea- de Kowzan, Ubersfeld, Elam o De Marinis, haremos de ellas un balance crítico con
liza siempre post festum y reúne una colección de indicios, reliquias o documentos el modesto fin de medir sus aportaciones y de no olvidar lo que el método semioló-
de la representación, así como las declaraciones de intenciones de los artistas escri- gico nos enseña, aun cuando esto resulte evidente hoy en día. Al evaluar los inicios,
tas durante la preparación del espectáculo y las grabaciones mecánicas efectuadas las palabras y los debates de la semiología, también esperamos superar algunos pre-
desde todos los ángulos y todas las formas posibles (banda sonora, vídeo, película, juicios dogmáticos que enumeraremos para recordarlos y no volver a caer en ellos.
CD-ROM, ordenador). Semejante studium6 no tiene fin, pero la dificultad -lo ve- ,
;
remos en el capítulo 2- estriba en aprovechar el estudio de todos estos documen-
1.4. LA SEMIOLOGÍA: AUGE y CRISIS
tos con el fin de restituir una parte de la experiencia estética que tuvo el público. Y
es que una puesta en escena, ya sea de ayer o date de la época griega, se acaba para
siempre y dejamos de sentir la experiencia estética y de tener acceso a la materiali- Durante los años sesenta y setenta se desarrolla el análisis estructural del relato,
dad viva del espectáculo. Por eso debemos contentamos con una relación mediati- aplicado a los campos literarios y artísticos más diversos: cuento, cómic, filme, artes
zada y abstracta con el objeto y la experiencia estéticos, lo que ya no permite juzgar plásticas, etc. El teatro -texto y puesta en escena- no se libra de esta sistematiza-
datos estéticos objetivos sino, en el mejor de los casos, las intenciones de los crea- ción, y los primeros tratados pretenden comprobar la hipótesis de un signo teatral.9
dores o los efectos que han producido en el público. Tanto en la descripción de una
puesta en escena a la que se ha asistido, como en la reconstrucción de una obra del
7. Richard Schechner. Between Theater and Anthropology, University of Pennsylvania Press, 1985,
pasado, sólo algunos grandes principios se restituyen realmente, y no el aconteci- pág. 43.
miento auténtico. Una vez establecidos estos grandes principios, el texto espectacu- 8. Patrice Pavis, op. cit., págs. 250-294.
9.Tadeusz Kowzan, «Le signe au théátre», en Diogéne, vol. LXI, 1968, Y Sémiologie du théátre,
6. Ibídem, pág. 50. París, Nalhan: 1992; Patrice Pavis, Problémes de sémiologie théátrale, Presses de l'Université du Qué-
bec, 1976; y Anne Ubersfeld, Lire le théátre, París, Éditions Sociales, 1977.

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