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La Jerusalén que vió Jesús

Por: Fabiana Sofrán

Profesor: Lic. H. Elías Botella

Monografía

Presentada en cumplimiento parcial

De los requisitos exigidos para aprobar la materia

Introducción a la Biblia y Métodos de Estudio

Instituto Bíblico Buenos Aires

Buenos Aires – Agosto de 2012


Tabla de contenido.

1. Introducción.

2. Jerusalén se convierte en Capital de Israel, una reseña histórica.

3. La Ciudad. Ubicación y estructura de Jerusalén.

4. Elementos que conforman la ciudad de Jerusalén.

a. Muros.

b. Puertas y Torres.

c. Las Calles.

d. Agua, pozos y estanques.

e. El Templo.

f. Viviendas.

I. Viviendas de ladrillo.

II. Viviendas de los ricos.

5. Conclusión.

Tabla de Imágenes.

Imagen I. Estructura de Jerusalén.

Imagen II. Esquema de la plataforma del templo.

Imagen III. El templo de Herodes.

Imagen IV. Vivienda sencilla.

Imagen V. Casa de los ricos.

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1. Introducción.

Jerusalén es el lugar sagrado para tres grandes religiones, el judaísmo, el cristianismo y el

islam. Para los judíos es la cuidad de la colina del templo, el más sagrado de los lugares

sagrados. Los musulmanes creen que Mahoma ascendió al cielo desde aquí para recibir

instrucciones de Alá sobre cómo deberían rezar sus seguidores. Para los cristianos es el

lugar de la crucifixión y resurrección de Jesús.

En la actualidad, Jerusalén es un mosaico de diversa gente, religiones y nacionalidades.

Pero no siempre fue así. La primera mención histórica de Jerusalén está en la Biblia1, en la

era de los patriarcas. El rey David declara Jerusalén capital de Israel2, conocida también a

partir de ese momento como Sión3. Su hijo, el rey Salomón construyó el primer templo4.

Pero el primer templo fue destruido por los babilonios en el año 586 a.c. y los judíos

desterrados5. La declaración del rey Ciro II permitió a los judíos volver y construir un

segundo templo6 entre el 536 y 400 a.c. Las conquistas de Alejandro Magno incluyeron

Jerusalén, sin embargo, sus sucesos profanaron el templo, esto desencadenó la revuelta

1 Josué 15.63
2 2° Samuel 5.6
3 2° Samuel 5.7
4
2° Samuel 6.1
5 2° Reyes 25.8-9
6
2° Crónicas 36.22-23

3
de los macabeos contra la imposición del helenismo7. El imperio romano tomó el control.

El rey Herodes renovó el templo y realizó varias construcciones importantes8.

Es en este contexto que llegó Jesús a conocer Jerusalén. Diversas fuentes nos proveen

datos sobre cuántas veces llegó a pisar Jesús esta ciudad. Los evangelios de San Mateo9 y

San Marcos10 nos relatan sólo la última semana de vida de Jesús en la Ciudad de David.

San Lucas, en cambio, por su trabajo más de investigación, nos dice que “Cuando se

cumplieron los ocho días… José y María llevaron al niño a Jerusalén para presentarlo al

Señor”11, también cuenta que “subían todos los años a Jerusalén para la fiesta de la

pascua. Cuando cumplió doce años, fueron allá según era la costumbre”12. Una vez

iniciado su ministerio Lucas nos relata el firme propósito de Jesús en llegar Jerusalén13 y su

entrada triunfal14. Es el evangelio de San Juan que nos provee más datos, en

complementación con San Lucas, sobre cuántas veces llegó a la ciudad santa.

Considerando que Juan nos cuenta que Jesús subió a Jerusalén para las fiestas peregrinas

y otras fiestas, y que Lucas confirma que era su costumbre hacerlo cada año, podemos

entender que fueron muchas las oportunidades que tuvo de llegar allá. Por lo menos una

vez cada año.

7 The Times, Atlas de la Biblia, p. 146


8 The Times, Atlas de la Biblia, p. 158
9 Mateo 21.1-9
10 Marcos 11.1-10
11 Lucas 2.21
12 Lucas 2.22
13 Lucas 9.51, 13.22
14 Lucas 19.28-38

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Los historiadores reconocen tres momentos en los que Jesús pudo haber estado. Cuarenta

días después de nacer para ser presentado en el templo, a los 12 años y la última semana

de su vida, donde entró triunfante y salió para morir.

Ahora bien, ¿Podemos conocer la Jerusalén que vió Jesús?, ¿Podemos saber cómo se

estructuraba?, ¿Cómo eran sus calles, las casas, los edificios importantes?, ¿Es posible

imaginarse cómo vivenciaban sus habitantes un día común?

Es nuestro propósito poder acercarnos a esta ciudad importante de los tiempos bíblicos, y

aproximarnos a los lugares y la cultura que vivió Jesús. Creemos que esta investigación nos

ayudará a comprender varios de los sucesos bíblicos. Pues, hoy, leemos e interpretamos la

biblia desde nuestra mirada occidental, pero en verdad, es un producto de una cultura

muy diferente a la nuestra y escrita en un tiempo bastante lejano a los tiempos modernos.

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2. Jerusalén se convierte en capital de Israel, una reseña histórica.

Mientras reinaba en Hebrón, territorio de Judá, David fue elegido rey de todas las tribus

de Israel. Hacia el 997 a.c. decidió conquistar Jerusalén; en esa época se llamaba Jebús,

era territorio de los jebuseos, un pueblo cananeo que dominaba aquella ciudad.

La designación como capital de una ciudad perteneciente a cualquiera de las tribus podría

haber sido un motivo de disensión que habría puesto en peligro la precaria unidad del

pueblo. Este lugar privilegiado emplazamiento estratégico era una solución ideal. Ya que

hasta ese momento estaba poblado por jebuseos y por lo tanto no era propiedad de

ninguna tribu israelita.

Tras llevar a cabo la conquista, trasladó su corte y la proclamó capital de Israel. La Ciudad

de David se reducía a la colina de Ofel, de 6 hectáreas. Más tarde ampliada por Salomón a

16 al anexionar el monte del templo, el monte Moriah; la convirtió en una de las ciudades

más importante y hermosas del mundo.

Después de la división del reino, Jerusalén llegó a ser sólo la capital de Judá. Es bajo el

reinado de Uzías cuando la ciudad llega a triplicar su superficie. Fue fortificada por Uzías,

Joás y Ezaquías.

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3. La Ciudad. Ubicación y estructura de Jerusalén.

Jerusalén está emplazada entre la “llanura de Benjamín” y los montes de Judá; delimitada

por el valle de Cedrón al este y el valle de Hinom al sur, con cursos de agua y afluentes a

40 km. que desembocan en el Mar Muerto. En medio de estos valles se encuentra una

colina de 750 m de altitud sobre el nivel del mar, donde se construyó el templo de

Salomón.

Está ubicada sobre dos rutas comerciales importantes. Una, rumbo al oeste, conduce

hacia el Mediterráneo, con sus rutas comerciales y puertos marítimos, y un eje comercial

Norte-Sur, que los conectaba con fenicia y siria al norte y arabia al sur.

Si bien Jerusalén fue fundada sobre la base de un poblado existente, la ciudad que se

conformó hacia el primer siglo de la era cristiana, es una ciudad que se adaptó a su

situación geográfica. Tanto las calles como las casas respetan el escarpado relieve,

generando calles escalonadas y sectores de vivienda en terrazas en distintos niveles. La

muralla también fue tomando la recortada forma del terreno. Contaba con siete puertas

situadas en los caminos que la conectaban con las ciudades vecinas.

La mejor ubicación es para el Templo, en la cima del monte Moriah hacia el oeste de la

ciudad. Este monte es significativo para los hebreos porque fue donde Abraham intentó

sacrificar a su hijo Isaac. Entre los edificios importantes se encuentran La Fortaleza

Antoniana en el extremo este del templo, el Palacio Asmoneo está en el centro de la

ciudad, el Palacio de Herodes al oeste y la Casa del Consejo cerca del Templo. (Imagen I).

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Los espacios de encuentro y mercado se generaban en las puertas, que es donde la calle

se hacía más ancha, como una especie de plaza seca. Jerusalén contaba con varios

estanques importantes y otras reservas de agua menores.

Cada elemento se analizará con más detalle para poder comprender su importancia en la

ciudad y la cultura.

Estanque a Jericó El Monte de


Betsaida Betania
los olivos
Fortaleza
Antonian El Templo
a Getsemaní
a Damasco,
Cesarea

Casa del
Consejo

El Gólgota
Palacio
Asmoneo
N
Estanque de
Palacio de
Siloé
a Jope Herodes

al Mar
Muerto

a Belén,
Hebrón, Gaza

Imagen I. Estructura de Jerusalén.

Muralla Puertas Templo


Caminos Edificios importantes
Plazas
Calles Estanques

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4. Elementos que conforman la ciudad de Jerusalén.

a. Muros.

Las grandes murallas que delimitaban la ciudad santa, seguían la forma irregular

del asentamiento y el escabroso terreno. Es probable que hayan sido construidos

por el rey Ezequías y reforzados por Herodes. Pero es una investigación difícil de

asegurar. La destrucción, reconstrucción y expansión de la ciudad y sus muros

tiene una larga historia.

Algunos restos de la época nos indican que pudo haber tenido 7 metros de ancho y

11,55 de altura y servían de protección contra el enemigo. Estuvo hecho de

bloques de piedra labrados asentados sin mezcla. Encerraban cerca de 142

hectáreas.

b. Puertas y Torres.

Los Muros eran atravesados por grandes puertas que constituían un punto débil

para la defensa. Poseer la puerta equivalía la posesión de la ciudad.

Generalmente tiene un dintel curvo u ojival y están hechas de dos hojas madera

revestidas de cobre o algún otro metal. Una gruesa barra de hierro las mantiene en

su lugar y se aseguraban con barras y cerrojos de bronce o hierro.

Las inmensas puertas se cerraban con la puesta del sol como medida de seguridad.

Algunas tenían una entrada pequeña llamada “aguja” que servía para el viajero

9
que llegaba tarde. El espacio era demasiado pequeño, por lo que ninguna otra cosa

podía pasar, ni animales, ni equipaje, menos un camello. Es sobre esta aguja que se

refirió Jesús en los evangelios diciendo: “Es más fácil pasar un camello por un ojo

de aguja, que un rico entrar en el reino de Dios”15.

El centro social y administrativo de la comunidad era a la entrada de la ciudad. El

clima era propicio para hablar en público, conversar, y se solía dispensar justicia.

Incluso era útil para descansar en los momentos tranquilos; las torres y la gran

muralla arrojaban sombra creando un espacio fresco para cualquier actividad.

En el recorrido longitudinal de las murallas se encontraban diversas torres. Unas

servían para la estabilidad del muro o para establecer los quiebres y cambio de

sentido. Otras servían de fortín y se encontraban sobre la puerta o escoltándola.

Eran más altas que el muro; desde allí observaban aproximarse al enemigo y

defendían la ciudad con armas y proyectiles.

En los tiempos de Jesús, Jerusalén contaba con 7 puertas. La puerta de los esenios

al oeste donde se encontraba el camino que conduce a Belén, Hebrón y Gaza. La

puerta de Gennat, camino a Jope. Al norte la Puerta de Damasco que nos lleva a

Damasco y Cesarea. Una puerta que conectaba La Fortaleza Antonia con la ciudad.

Y tres puertas más hacia el oeste y sud-oeste que dirigían a los caminos que llevan

al mar Muerto (sur), Betania (oeste) y Jericó (norte).

15 Mateo 19.24

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c. Las Calles.

Comúnmente las calles que transitó el mesías eran largas, angostas y escalonada o

con pendiente. Las casas se construían muy cerca unas de otras y la calle era el

espacio que quedaba entre ellas para acceder a éstas, muchas veces se creaban

pasadizos que conducían a la parte trasera de las viviendas. Se organizaba

entonces un sistema de red complejo con vías principales y secundarias, además

de callejuelas estrechas. Para los nuevos visitantes les resultaba difícil encontrar su

camino.

Transitar por éstas calles no resultaba un paseo muy agradable ni saludable,

puesto que no se encontraban pavimentadas y la gente tiraba sus desperdicios. En

época invernal se convertían en lodazales y en verano, con el calor y el vapor

emanaba los olores. Esto llevó a la gente a realizar sus tareas fuera de la ciudad.

Por las noches, su estrechez y oscuridad hizo que prosperara la violencia. Sólo

algunas calles de Jerusalén estaban empedradas, las que tenían conexión con el

templo y algunos edificios públicos.

Las vías principales eran las que conducían a las puertas que llevaban a los pueblos

vecinos. Al desembocar en las puertas, las calles se ensanchaban formando una

especie de plazas secas y era en este punto, como mencionamos antes donde la

“vida” de la metrópolis se encontraba.

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Una calle de 9 mts de ancho y 900 mts de largo fue descubierta en sucesivas

excavaciones que corría paralela al muro oeste del templo. Funcionaba como

centro comercial y se relacionaba con la vida espiritual del templo. Durante las

fiestas peregrinas grandes cantidades de visitantes realizaban sus compras y

ventas en esta vía; era el corazón de Jerusalén. Fue conocida como la “calle de

Herodes”. El examen de los restos en la calle ayudó a identificar que en el extremo

sur del camino se erigía el “Arco de Robinson”. Una gran escalera de varios tramos

que servía de entrada al templo y que medía 15 mts de altura y unos 12 mts de

desarrollo.

d. El Templo.

Unos años antes al nacimiento de Cristo, Herodes remodeló el templo y lo

agrandó. Fuentes judías no hacen demasiada referencia a sus obras, ellos amaban

su templo y repudiaban todo lo referente a Herodes. No obstante, investigaciones

científicas y descubrimientos arqueológicos, no revelas que el rey de judea

prácticamente hizo un nuevo templo.

Para los judíos sólo existía una posible ubicación del templo, el monte Moriah. Fue

así que para emprender su grandiosa obra fue necesario agrandar la montaña. La

estructura que realizó fue una verdadera obra de ingeniería. Generó cuatro niveles

de arcos y salas abovedadas rodeadas por murallas. Cada arco medía 6 m de ancho

por 6 m de altura, esta técnica era muy empleada por los romanos. Se usó piedra

12
caliza local para los arcos y los muros, éstos tenían un grosor de 4,50 m y una

altura de 36 m. La plataforma ahora construida era de 360 x 270 m; podía albergar

250.000 personas. Sobre ella edificó un templo dos veces más alto que el de

Salomón.

Imagen II. Esquema de la plataforma del templo.

Para la construcción del edificio del templo fue necesario adiestrar 1000

sacerdotes como canteros por su carácter sagrado. El patio de los gentiles era el

primer lugar donde todos podían acceder, judíos y no judíos, por eso lleva ese

nombre. Allí se encontraba una inscripción en griego que prohibía a los gentiles y

extranjeros con pena de muerte entrar a los recintos del templo. Atravesando la

siguiente puerta se accedía al patio de las mujeres, último lugar donde las mujeres

podían llegar. Aquí se encontraba la Puerta la hermosa, un gran pórtico decorado y

un basamento de 15 peldaños semicirculares que conducía al patio de Israel donde

sólo accedían los judíos varones purificados, según el ritual. Sólo hasta este punto

accedió Jesús porque solo los sacerdotes ingresaban al patio del templo. El Sumo

Sacerdote era el único autorizado a ingresar al Lugar Santísimo. Este se encontraba

en la parte trasera del templo y el Sumo Sacerdote sólo ingresaba una vez al año

para el día de la expiación.

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Años de investigación fueron los que invirtieron arqueólogos, científicos y

constructores de modelos en 3D para lograr la imagen del templo que conoció

Jesús. Este edifico, junto con las tablas y el arca de pacto significaba todo para los

judíos, era la presencia de Dios en medio del pueblo. La vida misma giraba en

torno a sus ritos religiosos.

Imagen III. El Templo de Herodes.

e. Agua, pozos y estanques.

La vida diaria de los judíos rondaba en la necesidad de abastecer de agua. Era el

recurso más preciado en todo Israel. Jerusalén es una zona desértica que se

encuentra a 750 m sobre el nivel del mar y a unos 40 km del torrente más cercano.

En estos territorios donde abundan las piedras calizas, se encuentran depósitos

naturales y subterráneos de agua que alimentan manantiales que brotan de la

tierra o de las rocas. Los israelitas acostumbraban a cavar pozos para encontrar

14
este recurso. Era una bendición de Dios los tiempos de lluvia y un castigo divino los

largos períodos de sequía.

En los tiempos del rey Herodes era probable que algunas familias ricas en sus casas

contaran con pozos propios. Los pozos comunes se encontraban fuera de la

ciudad. Eran las hijas mayores solteras las que comúnmente buscaban el agua para

las tareas domésticas en vasijas que cargaban sobre sus cabezas o en las caderas.

Jerusalén está llena de estos pozos o cisternas, aún así no era suficiente para

abastecer a una población de 30.000 habitantes. En tiempos de fiestas, en especial

las pascuas, la ciudad llegaba a contener cerca de 300.000 personas entre

lugareños y visitantes, el agua se convertía entonces en un recurso muy costoso.

Para el israelita el agua era muy importante dentro de sus rituales religiosos. A

través de un baño ritual que consistía en sumergirse en la mikve16 y de cambiar

luego sus vestiduras, quedaban puros al atardecer y desde luego para ingresar al

templo.

La metrópolis contaba con varios estanques, los más conocidos son el estanque de

Siloé al sur y el estanque de Betania al norte, cerca del templo. El estanque de

Siloé fue construido por el rey Ezequías. Estaba abastecido por un túnel que

llevaba agua extraída de un manantial subterráneo. Fue una de las grandes obras

hidráulicas que se realizó para abastecer a la ciudad en tiempos de sitio.

16Mikve: palabra hebrea que se usa tanto para la acción del baño ritual como para el recipiente o receptáculo donde se
realiza el baño.

15
f. Viviendas.

Para la construcción de sus viviendas, los israelitas desarrollaron técnicas con los

materiales del lugar. Las construcciones de Jerusalén se adaptaban a la alternancia

térmica17 que sufrían entre el día y la noche por encontrarse en zona de montañas

y por su clima árido. Este tipo de viviendas que se adecuan a su hábitat se

denominan vernáculas.

Poseer la propia casa constituía un don de Dios.

I. Viviendas de ladrillo.

Inicialmente las casas se realizaban de ladrillo secados al sol y a medida que fue

avanzando la tecnología se hizo posible cocerlos en hornos. Un paso más fue

construirlas de piedra.

Los gruesos muros eran estructura suficiente para sostener el techo. En verano

servían para mantener el calor fuera y en invierno acumulaban radiación

durante el día que luego transmitían al interior de la casa.

Eran pocas y pequeñas las aberturas que se realizaban en los muros debido al

primitivo sistema estructural, a lo costoso resultan y a que abrían a la calle. La

ventana se situaba en lo más alto y se cerraba con celosías de madera que se

17 Alternancia térmica: variación considerable de la temperatura entre las horas del día y las de la noche.

16
tapaba con tela o pieles en época de invierno para aislarla de las filtraciones. La

puerta era la única entrada de luz durante el día. Por la mañana se dejaba

abierta indicando también que estaba dispuesta a recibir invitados. Al caer el

sol se cerraba y trababa con palos.

Las viviendas de los pobres eran de una habitación. Las familias más prósperas

tenían dos habitaciones, y algunas un patio.

Los pisos eran de tierra apisonada en la entrada. En la parte posterior de la

habitación se levantaba el nivel del piso con piedra; este sector servía para las

actividades de sentarse y comer, también dormir cuando solo poseían un

cuarto. En el sector de tierra se realizaban varias de las actividades domésticas,

como encender el fuego para cocinar, esto hacía que las paredes y techo

quedaran ennegrecidas. Además en este lugar quedaban los animales por la

noche.

Todas las casas tenían una escalera exterior que llevaba al techo. La estructura

de estos techos era con vigas de madera de sicómoro. De ramas y barro se

hacían las cubiertas, y como no eran impermeables se disponía de un rodillo

que servía para apisonar el barro luego de las lluvias. Era común ver pastizales

en los techos, debido a las semillas que germinaban en el barro, esto a la vez

servía de aislante las épocas de calor.

17
Las cubiertas planas tenían sus beneficios, podían ser útiles para la vigilancia,

un lugar fresco para dormir la siesta o las noches de verano, o propicio para la

adoración como lo hizo Pedro. También podía servir para secar la cosecha y

almacenarla. Fue así como Rajab escondió a los espías entre los manojos de

lino.

Imagen IV. Vivienda sencilla.

II. Viviendas de los ricos.

Las casas de los ricos se diferenciaban principalmente en que poseían un patio.

Esto les permitía otras comodidades, como abrir más ventanas, realizar las

tareas domésticas afuera evitando el humo en el interior, también los animales

ocupaban este sitio.

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Gozar de un patio les generaba la posibilidad de tener varias habitaciones que

abrieran hacia él, y su posición económica les permitía tener un aposento alto

e incluso generar una entrada o zaguán entre las habitaciones que se ubicaban

al frente.

Imagen V. Casa de los ricos.

Se realizaba con muros portantes de piedra o bien con un sistema más

avanzado de columnas y vigas de madera que permitía tener habitaciones más

amplias y realizar galerías donde se decoraban con capiteles, basamentos y

fustes tallados. Las paredes se revocaban y el suelo se cubría con piedras o

19
algunos sectores con baldosas o mosaicos de piedrecitas de colores formando

un dibujo.

Exteriormente la casa solo mostraba la puerta de entrada realizada en cedro y

vigilada por un portero que se sentaba en el zaguán esperando reconocer la

voz del que llegara. Así como Rone reconoció la voz de Pedro cuando salió de la

cárcel.

Una de las evidencias de que en Jerusalén habría muchas familias ricas es

porque se encontraron alrededor de la ciudad muchas tumbas bastante

elaboradas.

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5. Conclusión.

El conocer un poco más de cerca el trasfondo de la cultura que aprendió y vivió el Hijo

de Dios nos lleva a comprender muchos de los relatos bíblicos. Poder identificar los

lugares y hacerse una imagen de lo que vio Jesús y lo que vieron los israelitas nos

permite vivenciar de otra forma las historias que tantas veces hemos leído.

Las evidencias arqueológicas y las investigaciones realizadas por eruditos traen a

nuestros días información muy valiosa que testifican y aclaran la veracidad de las

creencias de los cristianos.

Nos encontramos también con la realidad que muchos de los datos son en verdad

conjeturas o teorías de lo que los restos y testimonios escritos nos pueden decir. Otros

tantos son, y tal vez serán un misterio sin descubrir.

Pero transitar por un siglo donde la tecnología y la inversión de grandes sumas de

dinero nos permiten hoy caminar en nuestras mentes por las calles que caminó Jesús,

es un privilegio que sólo los que se atreven a encontrarlas en las páginas de los libros,

son capaces de vivirlas.

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Bibliografía utilizada

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