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JONATAN DAVID MARTÍNEZ MARTÍNEZ

CARNÉ 2990-12-8540
SECCION “A”
24-MAYO-2014

CAPITULO DIEZ
COMO SER UN PENSADOR POSITIVO
Parece que algunos son por naturaleza pensadores positivos, en tanto que otros aprenden a
serlo mediante rudo esfuerzo. El ser humano está dotado de la facultad de romper viejos
hábitos y de formar otros nuevos, de modo que cualquier hábito se puede modificar.  Aun
cuando a veces son profundas las huellas cerebrales que dejan los procesos habituales de
pensamiento, están sin embargo sujetas a revisión si es fuerte el deseo de revisarlas, la
voluntad firme y la imaginación aguda. Así pues, quiero recalcar este hecho básico: Usted
puede cambiar su pensamiento negativo por pensamiento positivo y gozar de las
bendiciones que esta conversión trae.  Esto es posible aun cuando durante mucho tiempo y
de manera muy completa haya sido usted pensador negativo.  La máxima prioridad para
convertirse en una persona positiva es la voluntad.  Es necesario que usted quiera ser una
persona positiva con tanta vehemencia que se resuelva a empezar inmediatamente el
proceso de cambiar su modo de ser. El presente libro lo escribí en parte como respuesta a
muchas preguntas, especialmente sobre cómo puede un individuo volverse pensador
positivo y seguir siendo positivo en medio de las alzas y bajas de la vida.  Así pues, ¿cómo
puede usted volverse en pensador positivo y permanecer como tal?. Como ya lo he dicho, la
máxima prioridad es la voluntad, pero aun eso no basta.  Se necesita intensidad del deseo.  
Para ser un pensador positivo, usted tiene que querer serlo, no a medias y
melancólicamente, sino con toda la fuerza del deseo de que usted sea capaz.  Si su deseo es
intenso, las probabilidades de buen éxito serán mínimas.  En cambio, con deseo intenso y
sostenido, ya tiene usted el primer ingrediente para llegar a ser una persona positiva. Desde
luego, es preciso saber exactamente qué es lo que uno desea tan intensamente. ¿Qué es al
fin y al cabo el pensamiento positivo? Lo definiré describiendo a un pensador positivo: Es
una persona vigorosa, resistente, mentalmente recia, que ve todas las dificultades pero las
ve como son.  No desmaya ante ninguna adversidad, revés o situación en apariencia
imposible de superar, sabiéndose perfectamente capaz, con la ayuda de Dios, de ver
claramente toda dificultad, analizarla y vencerla.  Para el pensador positivo siempre hay un
camino, siempre una solución.  Frente a un problema difícil dice: “Ya sé que es difícil, pero
hay remedio”, y agrega: “Lo que es imposible para los hombres, posible es para Dios” (S.
Lucas 18:27), o bien “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Fil. 4:13).  Y después
¿qué hace el pensador positivo? Sencillamente, sigue adelante y alcanza sus metas. El
pensamiento positivo es todo lo contrario del pensamiento negativo.  El negativista es un
descreído mientras que el positivista es un creyente; el uno esta lleno de dudas sobre sí
mismo, el otro lleno de confianza en sí mismo.  El uno se da por vencido cuando se
encuentra en una dificultad; el otro se pone a la altura de las circunstancias cuando las cosas
marchan mal.  El pensador negativo con su desesperanza cierra el flujo de la potencia
creadora.  El pensador positivo, apoyándose en la fe en Dios y en sí mismo, abre del todo
los canales por donde fluyen la potencia y la creatividad que producen resultados
sorprendentes. Efectuar el cambio de negativo a positivo requiere, al principio, empezar a
alimentar ideas positivas acerca de las cosas pequeñas.  Ataque su vieja actitud mental
negativa con pequeños proyectiles positivos, tales como “Sí puedo”, “Sí es posible”, “Esto
va a resultar bien”. 
JONATAN DAVID MARTÍNEZ MARTÍNEZ
CARNÉ 2990-12-8540
SECCION “A”
24-MAYO-2014

13.18 El hombre inteligente está siempre atento a las ideas nuevas. En realidad, las
busca (18:15).
10.13 El consejo oportuno es tan deseable como manzana de oro en cesto de plata (25:11).
6.4 Dios bendice a quienes le obedecen: dichoso el hombre que pone su confianza en el
Señor (16:20).

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