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Tipos de ejercicio

Lo fundamental en este punto es tratar de incorporar el

ejercicio como parte de la rutina diaria del estilo de vida en

el adulto mayor, incluso en el ancianos con limitación de la

funcionalidad. Escoger el mejor ejercicio es importante, ya

que de eso deriva que sea seguro, sostenible y divertido.

A continuación se presentan algunos tipos de ejercicios

recomendados en adultos mayores, pero deben indicarse

según lo que se busque: mejorar masa muscular,

mejorar capacidad aeróbica, mejorar cifras tensionales,

etc.: caminata, natación, bicicleta, ejercicios aeróbicos en

agua, yoga, Tai Chi. Lo más importante es que dentro del

plan de ejercicio que se inicie para los ancianos deben

incluirse ejercicios de equilibrio y resistencia (si no hay

contraindicación establecida).

Seguridad en el ejercicio

Iniciar una actividad sin tomar precauciones puede terminar

en una lesión. Hay que organizar la actividad física,

para empezar no debe realizarse diario, para permitir

la recuperación de los músculos, y debe ir incrementándose

paulatinamente. Dentro de la organización de la

actividad física siempre hay que recomendar el calentamiento

y el estiramiento, y al terminar el ejercicio hay

que realizar una actividad para enfriar los músculos y

prevenir calambres.

Programa de ejercicio

Antes de iniciar un programa de ejercicio es recomendable

una valoración física completa, e instruir sobre la presencia

de los siguientes síntomas: dolor torácico, dificultad


para respirar, dolor de piernas, palpitaciones. Algunos

to habitual, por lo que requiere un elevado índice de

sospecha y definitivamente es uno de los diagnósticos

que deben descartarse en la evaluación de un enfermo

con síntomas inespecíficos, en particular si se instalan

de manera aguda. En el caso del herpes, el dolor precede

a la aparición de las vesículas, es necesario tener

en mente que éstas son unilaterales y siguen los dermatomas.

Variaciones en relación con la actividad física: se refiere

al cambio que presenta el síntoma relacionado con las

actividades que realiza el paciente, en particular si se

incrementa durante los esfuerzos o si mejora con el

reposo físico. Es importante anotar que aunque en los

jóvenes el dolor anginoso asociado al ejercicio es frecuente

indicador de enfermedad coronaria, en los

ancianos no es tan evidente debido a la marcada disminución

en la actividad física.

Antecedentes personales: incluye investigar la comorbilidad

del paciente, sobre todo si existe el antecedente

conocido de cardiopatía isquémica o enfermedad vascular,

y en general la evaluación de los factores de riesgo

cardiovasculares (hipertensión arterial sistémica, dislipidemia,

diabetes mellitus, tabaquismo), factores predisponentes

(obesidad, inactividad física, historia familiar

de cardiopatía isquémica prematura) o factores condicionantes

(hipertrigliceridemia, hiperhomocisteinemia,

hiperfibrinogenemia o elevación de la proteína C reactiva).

Es importante determinar los fármacos que recibe

el paciente, sobre todo el uso crónico del ácido acetilsalicílico


o anticoagulantes.

ÉNFASIS EN EL EXAMEN FÍSICO

En los signos vitales: a menos que se trate de un infarto

extenso, en el que se pueden encontrar signos de insuficiencia

cardiaca aguda, o un infarto de localización

inferior con compromiso isquémico del nodo sinusal,

en donde se esperaría encontrar bradicardia e inclusive

algún grado de bloqueo cardiaco, en general los signos

vitales pueden ser normales, a reserva de una ligera tendencia

a la taquicardia, particularmente en el paciente

ansioso o que se presenta con dolor típico.

Manifestaciones generales: constituyen los denominados

equivalentes anginosos, y algunos datos como palidez,

diaforesis, náuseas, cianosis (en caso de compromiso

importante del ventrículo derecho) y datos clínicos

relacionados con insuficiencia cardiaca aguda como

hipotensión arterial sistémica, congestión venosa pulmonar

e hipoxemia. En los ancianos, el evento coronario

agudo con frecuencia se acompaña de delirium,

o incluso puede ser su única manifestación.

En el sitio afectado: en algunos pacientes se puede auscultar

la presencia de un tercer ruido que indica estado

hiperdinámico como parte de los mecanismos

compensatorios. Si se ausculta un cuarto ruido (conocido

como ritmo de galope) o un soplo sistólico de

insuficiencia valvular mitral de reciente aparición,

entonces la posibilidad de isquemia miocárdica es

mucho mayor. Es importante realizar inspección y

palpación de la zona para descartar trauma o patología


musculoesquelética.

REMISION AL SERVICIO DE URGENCIAS

CON LA SOSPECHA

Todo paciente con sospecha de evento coronario agudo,

tromboembolismo pulmonar, derrame pericárdico, pericarditis,

traumatismo agudo o maltrato, debe ser referido a

urgencias, considerando que el evento agudo en los ancianos

puede manifestarse exclusivamente con delirium.

Se debe descartar la posibilidad de SICA en todo

paciente con dolor precordial (o sus equivalentes), y la

evaluación deberá incluir en todos los casos un electrocardiograma

de 12 derivaciones, y en una proporción

decreciente de casos, la determinación de marcadores

enzimáticos de daño miocárdico e inclusive ingreso hospitalario

para vigilancia estrecha y realización de estudios

de imagen adicionales.

CASOS EN QUE LA REFRENCIA NO ES

URGENTE, PERO SÍ ACONSEJABLE

Dolor torácico persistente, aunque no tenga compromiso

hemodinámico. Ante la nula mejoría del síntoma a

pesar de un diagnóstico y tratamiento establecido

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