En economía, la hiperinflación es una inflación muy elevada,
fuera de control,1 en la que los precios aumentan rápidamente al mismo tiempo que la moneda pierde su valor real y la población tiene una evidente reducción en su patrimonio monetario.
Este término se refiere al alza elevada y sin detención que
presenta la inflación de un país, donde los precios de los productos crecen de manera incontrolable, mientras el valor de la moneda se devalúa constantemente y los ciudadanos sufren una grave reducción de su patrimonio monetario. Es obligatorio para un país medir el alza de la inflación, que en una economía estable y normal debe variar anualmente, sin embargo, al sufrir de hiperinflación los economistas deben medir ésta en períodos de tiempo más corto, en los casos más extremos se debe realizar mensualmente. ¿QUE ES LA HIPERINFLACIÓN ALEMANA?
El periodo de hiperinflación en la República de
Weimar aconteció entre 1921 y 1923 en la República de Weimar, nombre histórico con el que se identifica a Alemania durante el período de entreguerras.
No fue la primera ni la más fuerte de la serie de hiperinflaciones que
asolaron Europa en los años 1920, pero es el caso más destacado de la historia, ya que en ella se sucedieron situaciones tales como aumento de los precios, de los tipos de interés, modificaciones del tipo de cambio y abandono de la moneda como unidad de intercambio.
Desde los días de la Primera Guerra Mundial el Goldmark, la
moneda del Imperio alemán había sufrido una grave pérdida de valor real y de poder adquisitivo, pues el gobierno germano emitió papel moneda para hacer frente a sus necesidades derivadas de la guerra, llamando Papiermark a estas nuevas emisiones.
Debido a las urgencias nacidas del conflicto, el Papiermark carecía
de respaldo en oro y no era convertible en este metal precioso, lo cual era una situación inusual para la época, donde el esquema del patrón oro requería que todas las emisiones de papel moneda de un país estuvieran respaldadas en oro, precisamente para garantizar su valor.
CAUSAS DE INFLACIÓN ALEMANA DESPUÉS DE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL
¿La Causa principal de la gran inflación en Alemania fue la deuda
que debían pagar a Francia entre los años, 1923 y 1930?
En octubre de 1923 se produjo una reforma monetaria donde se
emitieron nuevos marcos, siendo los anteriores irrecuperables. Los más perjudicados de esta hiperinflación fueron aquellos ciudadanos que habían comprado los bonos de Estado emitidos para financiar la guerra, aquellos que tenían cuentas corrientes en marcos y los acreedores de hipotecas.
Los beneficiados fueron los deudores, ya que debido a la inflación
sus deudas perdieron mucho valor.
La hiperinflación alemana llevo al país al colapso, y estuvo a punto
de la bancarrota. Hecho histórico que nadie puede olvidar, y hay que tener en cuenta que la solución a los problemas, tanto financieros, como económicos, no es la emisión de más y más dinero.
Fin de la inflación
La hiperinflación alcanzó su máximo en noviembre de 1923, pero fue
suprimida con una nueva moneda: el Rentenmark, que entró en circulación el 15 de noviembre de 1923. El gobierno se apoyó en esta nueva moneda, de valor fijo, finalmente aceptada, mientras se puso fin a la emisión de billetes.
Bajo inspiración del presidente del Banco Central, el
economista Hjalmar Schacht, se determinó que era inviable continuar con la impresión de papel moneda que carecía de todo valor, y que los daños en la economía alemana habían forzado a varias localidades a instituir mecanismos de trueque, en tanto el dinero perdía significado.
La solución propuesta por Schacht consistía en que el gobierno
impusiera una hipoteca legal sobre las tierras y bienes industriales existentes en el país, que servirían como respaldo de la nueva moneda, por un valor total de 3.2 billones de Rentenmark. Esta solución recordaba el rol de los fracasados asignados durante la Revolución Francesa, pero en la Alemania de 1920 ya había suficiente uso de papel moneda como para evitar las distorsiones del siglo XVIII. Esta conversión impidió la emisión de más papel moneda sin respaldo, y solucionaba el problema de la carencia de oro que respaldase al dinero como era común en todo el mundo antes del Crac del 29.
casos más dramáticos de Hiperinflación de la
Historia:
Todos hemos escuchado hablar de la hiperinflación alemana e
incluso de la de Zimbawe. Pero el país que tiene el peor registro de la historia, es Hungría.
En general, podemos ver que los grandes momentos de
hiperinflación han tenido que ver con finalización de guerras y el posterior intento de estabilizar las finanzas de cada país. Este es el caso de Hungría, Alemania, Grecia y la Ciudad de Danzig. Pero también vemos que ha sido la consecuencia de la constitución de nuevos países luego de eventos bélicos (Yugoslavia y la República Srpska) o la independencia de otros (Armenia y Turkmenistán al independizarse de la Unión Soviética).
Lamentablemente hay una nutrida y reciente historia de este
fenómeno. Hoy, el único país con riesgo de volver a atravesar un fenómeno similar, es Argentina. Todavía estamos muy lejos de esa situación, pero podríamos acercarnos peligrosamente si el gobierno no consigue contener las negociaciones salariales.
Venezuela aparece también como un candidato a llegar a esta
situación, ya que hiperinflación es sinónimo de pérdida absoluta de confianza en el gobierno, sumado a escasez de productos y grandes emisiones de dinero.
Dicho esto, por el momento no hay ningún indicio en firme de que
vaya a haber un fenómeno hiperinflacionario. Pero debemos estar atentos para entender los signos que la pueden presagiar. Si en algún momento sentimos que "la plata nos quema" y que debemos gastarla para no perder, quizá ya estemos inmersos en una dinámica de la que no podremos escapar.