Está en la página 1de 4

Políticas públicas y transversalidad

Uno de los principales problemas al momento de realizar y diseñar políticas


públicas en el gobierno es la fragmentación entre todos sus organismos e
instituciones que perjudica su operación, sus acciones y reduce la eficiencia y
calidad de la operabilidad de la dirección gubernamental.

Esta fragmentación es uno de los impedimentos más grandes para que el Estado
demuestre ser un actor con buena organización y de utilidad social fundamental,
además de estar a la altura y los retos de los problemas sociales para producir
resultados loables.

A diferencia de décadas pasadas, donde la importancia del aparato del Estado iba
relacionado con su tamaño institucional y capacidad administrativa para dar
legitimidad democrática, ahora se analiza la eficacia del gobierno por su
productividad y liderazgo directivo, es decir, la gobernabilidad como detonante de
excelentes productos sociales.

El Problema

Una mirada a la estructura institucional y administrativa del gobierno, nos


muestran los siguientes problemas:

● Fragmentación de gobierno entre una gran cantidad de organismos que


tienen diferentes funciones publicas ademas de que los programas y
servicios son diferentes en objetivos e instrumentos.
● Fragmentación de los organismos públicos en una gran cantidad de
unidades administrativas (subsecretarías, coordinaciones, direcciones,
áreas, departamentos, etcétera)
● Fragmentación del gobierno del Estado entre diversos órdenes o niveles de
gobierno (federales, estatales, locales y que reproducen en su interior la
inconexión de sus organismos y políticas. Es común la incoordinación entre
estos órdenes.

Las causas de estos problemas se atribuyen al resultado de varios hechos


políticos, institucionales y administrativos, de igual manera las podemos enumerar
estos y ver su evolución hacia la contraposición de organismos, funciones y
responsabilidades del gobierno.

a) Es el resultado del notable crecimiento que experimentó el aparato


gubernamental de los Estados sociales del siglo xx, que hicieron crecer a
sus gobiernos y diversificaron su composición a fin de dar respuesta a los
derechos sociales de los ciudadanos, que son concretamente demandas
por bienes y servicios materiales y por beneficios de tipo económico (salud,
educación, vivienda, infraestructura, alimentación, seguridad social contra
riesgos de enfermedad, invalidez, desempleo, vejez sin ingresos, muerte).
b) Es también el resultado de la reforma administrativa de tipo gerencial que
se llevó a cabo en los últimos treinta años, la reforma administrativa de la
Nueva Gestión Pública.
c) También resultado de modo como se lleva a cabo su formulacion,
implementacion y evaluacion de las políticas públicas.

El antiguo enfoque tradicional de la administración pública no considero los


problemas y la evolución de los organismos, políticas y programas hacia su
diferenciación y desfragmentación y como representaba un riesgo para la unidad
estructural y operativa del gobierno, mermando eficacia, por el contrario se
pensaba que podían ser controlados por el formato jerárquico de la organización y
por las decisiones de gasto y operación en la alta cúpula de la dirección
gubernamental.

“La Nueva Gestión Pública consideraba que la autonomía decisoria y operativa


otorgada a entidades administrativas específicas a fin de realizar con mayor
eficacia objetivos específicos de interés público era, por mucho, más importante
que la integración general de la administración pública”.

Cabe mencionar que no hay evidencia de que la centralización del aparato


administrativo público asegure una eficacia económica y social.
La gestión interorganizacional: la primera respuesta

Desde el punto de vista administrativo dos son las grandes líneas de


respuesta: a) la gestión interorganizacional y) la transversalidad, que terminan en
la práctica por ser interdependientes.

“La gestión interorganizacional es una actividad gerencial o directiva que se refiere


a las organizaciones que componen un gobierno particular, reconoce la diferencia
e independencia de las operaciones de las unidades administrativas, jurídicamente
establecida, y consiste en establecer y coordinar relaciones de interdependencia
entre los organismos públicos singulares con el fin de integrar sus recursos y
acciones y mejorar de este modo la eficacia de las actividades directivas del
gobierno”.

El fin último es promover y asegurar una cooperación entre todos los organismos
públicos mediante reglamentos, instrucciones y estándares para incentivar u
obligar acoplar sus programas, capacidades, recursos legales, financieros,
cognoscitivos, materiales y humanos.

La transversalidad: segunda respuesta

“La transversalidad, vista desde un enfoque administrativo pero también


institucional, consiste en reconocer que hay determinados valores públicos que no
pueden afirmarse socialmente, así como determinados problemas públicos que no
pueden ser resueltos satisfactoriamente, a menos que sean valores que
reconocen todas las unidades del gobierno en sus actividades y problemas que
atacan todas las unidades, políticas y programas del gobierno y que cuentan
además con los recursos necesarios para que los valores sean asegurados y
resueltos los problemas”. La transversalidad se exige pro que existen valores
públicos universales.

Conclusión
Es necesario integrar y evitar una desfragmentación en la administración y que
está a su vez junto con las instituciones y organismos públicos conjugan su
objetivos en una línea general con la autoridad para un mejor alcance de metas
comunes que beneficien al Estado y a su gente, y que además de todas estas
ventajas también veamos un significativo aumento de la eficacia del aparato
gubernamental que a su vez coordinen políticas públicas.

También podría gustarte