Está en la página 1de 9

Gracia y el Forastero: Amor, rebeldía y dolor en la adolescencia

Por: Silvana Lorca Núñez.

En el presente análisis, se expondrán aspectos importantes de la obra Gracia y el forastero (1964)


del autor Guillermo Blanco Martínez (1926-2010), para esto, se realizará principalmente un
recorrido por la vida y producción literaria del autor, junto a la generación a la cual perteneció y
los estilos de narración que acuñó, como también aquellas corrientes de las cuales se tomó para
escribir esta trágica novela adolescente. Se abordarán además, las temáticas más importantes de
la obra, como la adolescencia, el dolor, la representación de la mujer, el sin sentido de la vida, las
costumbres y las clases sociales. Para profundizar el análisis se utilizarán autores tales como:
Contardo (1973), Camus (1942), Bécquer (1871), Alegría (1972), entre otros.

Guillermo Blanco Martínez (1926-2010) fue un conocido escritor, periodista y profesor


universitario chileno oriundo de la ciudad de Talca. Miembro de la Academia Chilena de la
Lengua (1971) y ganador del Premio Nacional de Periodismo en 1999. Autor de una vasta
producción de cuentos como Pesadilla (1954), Adiós a Ruibarbo (1956), La espera (1956) Solo
un hombre y el mar (1957), Cuero de Diablo (1966) y novelas tales como Misa de réquiem
(1959), gracias a la cual obtuvo el premio Alerce. Además de narrativa, dedicó gran parte de su
vida a actividades ligadas al periodismo, se destacó en revistas como Finis Terrae, El sur de
Concepción, Mensaje y Revista Ercilla. En 1971 fue nombrado miembro de la Academia Chilena
de la Lengua, sin embargo, en 1973 con la dictadura existente en Chile, solo se desenvolvió como
columnista en la revista Hoy, finalmente, en 1999 es ganador del Premio Nacional de Periodismo
por su amplia trayectoria.

El ‘’artesano de la palabra’’, tal como se autodenominaba, perteneció a la generación de 1950


junto a otros escritores como Enrique Lihn, Marta blanco, José Donoso, Jorge Teillier, entre
otros. Este grupo, según Memoria Chilena (2018), se caracterizaba por buscar superar el
criollismo para volver la mirada a la literatura norteamericana y a los clásicos rusos, otorgando
especial atención al psicoanálisis de Sigmund Freud, al determinismo científico y el
existencialismo, dejando atrás la tradición literaria local. Fueron tildados de despreocupados
frente a los problemas sociales que aquejaban a Chile y el mundo, es debido ante este escenario
que el grupo de dramaturgos, poetas, ensayistas y críticos adoptaran la idea de la realidad como
una máscara, subjetivando la noción de la conciencia humana. En este sentido, Blanco se destacó
con su obra más conocida titulada Gracia y el Forastero, publicada en 1964, la cual ha superado
a la fecha las más de 600.000 ejemplares con ediciones cada año, convirtiéndose en un clásico de
la literatura chilena. Esta novela causó un gran revuelo debido a su inesperado y controvertido
final. No obstante, el mismo año de su publicación alcanza el Premio de la Academia Chilena de
la Lengua.

Gracia y el forastero (1964) es un clásico entre la literatura juvenil, se convirtió en una novela
que es leída por diversas generaciones. En palabras del mismo autor:

Es un libro por medio del cual logré comunicarme con la gente joven, cosa que es una
gracia a mi edad. Es un libro de mi generación y resulta hermoso que existan ciertas
cosas comunes entre ella y la juventud actual. Es un libro en que el amor está mirado
como tal y no como simple pasión sexual (Contardo, pág. 21, 1973)

Refiriéndose al amor como un tema y un sentimiento que va más allá de la edad o las
generaciones, sino como algo que es transversal a lo largo de toda la vida y que, gracias a él,
pudo comunicarse con mucha gente joven y probablemente seguirá haciéndolo. Sin embargo, esta
novela no trata solo de un desventurado amor de verano, sino que es mucho más, es dolor,
esperanza, emoción y lucha.

Guillermo Blanco (1964), nos presenta la gran aventura de amor entre dos jóvenes
adolescentes que pertenecen a diferentes clases sociales, por un lado, Gabriel, un muchacho
estudiante de humanidades que proviene de una familia de esfuerzo y por otro lado, Gracia, una
señorita acomodada hija de un general del ejército de Chile, el cual le impone casarse con uno de
sus subalternos para otorgarle un futuro asegurado. La narración contiene variados detalles de
diferentes emociones y lugares que llevan al lector a inmiscuirse en este fatal romance.

La historia comienza cuando Gracia y Gabriel se conocen gracias a un encuentro casual entre
los padres de ambos, pues eran viejos amigos. Los dos adolescentes comienzan una amistad
debido a diferentes encuentros fortuitos, posteriormente, comienzan a sentir atracción por el otro
hasta que Gabriel, nota que ella está comprometida con Max, un teniente con el cual el General
contaba para entregarle a su hija. No obstante, la muchacha desecha tal compromiso debido a la
falta de amor hacia él, por lo que decide tener un romance a escondidas con Gabriel, quien busca
a través de todos sus medios poder casarse con ella para poder estar juntos. Ambos cuentan con el
apoyo del padre del muchacho y deciden que la mejor forma de lograr su cometido es realizar una
boda simbólica y tener un hijo, pero tal romance prohibido por el cura y por el general, se
apacigua con la orden de este último de volver a Santiago, en donde tiene a su hija vigilada la
mayor parte del tiempo. Gabriel la sigue y logra comunicarse con ella mediante cartas, sin
embargo, Gracia no soporta muy bien las discusiones con su padre. Son estas mismas disputas las
que llevan a la joven a la muerte. En su intento de huir, cae por las escaleras y muere desangrada
con su hijo en el vientre. Este hecho es el más importante de la narración, pues quien nos cuenta
esta fatídica historia desde el dolor es el mismo Gabriel a través de sus escritos.

Esta gran novela corta, está organizada a través de veintisiete capítulos que, como se
mencionó anteriormente, son escritos por Gabriel quien decide retratar su malaventurada historia
de amor con Gracia. Al estar escrita en primera persona y en pasado, se logra que el lector se
involucre y empatice con lo que se está narrando. Bajo esta lógica, se logra un juego de
perspectivas narrativas en donde se encuentra por un lado aquel Gabriel, adolescente e ingenuo
que descubre y vive la experiencia mágica del amor, por el otro lado está este Romero adulto, el
cual en el retiro espiritual evoca maduramente recuerdos dolorosos. Es narrador y testigo al
mismo tiempo, se deja llevar por la conciencia en aquel laberinto de razonamientos y costumbres.
Lo mismo sucede con el Lazarillo de Tormes (1554), ambas son novelas con un mismo narrador
que es capaz de desdoblarse para vivir experiencias y para retratarlas. Son similares además en la
forma en que reviven su pasado, ya que lo hacen a través de cartas, sin embargo, son diferentes
en contenido.

Gracia y el Forastero (1964) carece de fotografías, conclusiones e índices, solo contiene un


poema de 14 versos al principio de la historia, el cual enfatiza en el Romero, como una metáfora
al apellido de Gabriel y su padre. El poema realza el dolor, el crecimiento y la superación, invita
al lector a seguir aventurándose en los caminos de la vida. El libro presenta también un prólogo
realizado por César García Álvarez (1964), proveniente de la Universidad Metropolitana de
Ciencias en Educación, en donde explica las cuatro grandes temáticas que posee la novela. En
primer lugar, se encuentra la dualidad del narrador anteriormente mencionada, en segundo lugar,
el dolor y amor adolecente, en donde la idealización del amor por parte de Gabriel se separa
radicalmente de la percepción que tienen los adultos de este. Esto se debe porque la adolescencia
es una etapa de la vida humana que se convierte en poesía en forma de diálogo y descripciones, lo
cual hace que sea una novela recibida por todo público. No obstante, todo este amor al terminar
en tragedia no se desvanece, sino que se transforma en dolor, no es hasta aquí cuando el
muchacho comprende y crea una visión positiva de este, creando para sí una religión. La novela
se inmiscuye en el dolor de dos jóvenes que no tenían miedo de ser lastimados, tal como señala
Romero padre ‘’no debemos rehuir lo que es duro solo porque es duro. Casi siempre vale la pena
pagar el precio de una hora amarga por un poco de grandeza’’ (Blanco, pág. 45, 1964)
Contribuyendo, de esta forma, al romance prohibido de los dos adolescentes. El dolor es
transformador, Gabriel luego de sufrir la muerte de su novia, pasa a ser un ‘’forastero’’ del
mundo, es decir, un caminante que deambula por el mundo del sin sentido y del absurdo luego de
vivir la trágica perdida, en sus palabras:

‘’Por primera vez sentía de modo palpable la enorme distancia que me separaba de la
vida práctica; el abismo que se abría entre mi personalidad de muchacho y la realidad de
hombre que me guardaban en alguna parte del futuro, y ahora parecía venírseme
encima’’ (Blanco, pág132, 1964)

Esta falta de significado es posible apreciarla también en obras como El extranjero (1942) de
Albert Camus, en donde el personaje principal se sumerge de lleno en el existencialismo y la falta
de dirección luego de la pérdida de su madre. En la otra vereda, se encuentra Gracia, donde el
dolor se hace presente de distinta forma, pues es quien reencarna la tragedia, es comparable con
Melibea, Julieta e incluso Marianela, tal como señalaba el padre de Gabriel, es aquella que está
más cerca de la sobrehumanidad por el sufrimiento vivido. No obstante, ambos adolescentes
tenían esperanza, son personajes intensos que, de cierta manera, romantizan el dolor.

En tercer lugar, se encuentra la mujer como clave o contextura del mundo, García Álvarez
(1964) considera en su prólogo que Gracia es vista como la responsable de la tragedia, pues ella
es quien se acerca a Gabriel, cambiándolo positivamente, el cual la ve como un ‘’milagro’’ o una
muchacha muy parecida a un retrato. Este la idealiza pues no había cruzado muchas palabras con
ella, pero en ocho capítulos que bien podrían traducirse a ocho días, el joven se enamora
profundamente. Es tanta la idealización de la muchacha en la obra, que hasta su nombre posee un
significado, el cual es la agraciada. Sin embargo, es solo una chica en un mundo de hombres, el
autor de la novela introduce en la narración la tradición neoplatónica de la mujer proveniente de
Gustavo Adolfo Bécquer (1871), en donde se le considera como la clave del mundo para los
hombres y la fundadora de algo, esto se evidencia además en obras de autores como Garcilaso,
Quevedo o Neruda. En palabras de González (2015)

El amor idealizado, es un amor más bien contemplativo, que se nutre de contactos


inocentes, desprovisto de erotismo y sensualidad. Físicamente, este arquetipo femenino
suele representarse con los cabellos rubios y los ojos claros y la tez tan pálida que le
confiere un aspecto casi enfermizo Son damas delicadas e inexpertas en las artes
amatorias, que despiertan en el amado un amor puro, platónico -en tanto que ideal e
inalcanzable- e intenciones honestas y actos caballerosos. (pág. 28)

Existen muchas semejanzas con Bécquer (1871), puesto que a Gracia se le describe como una
joven de aspecto angelical y siempre con su pelo al viento, vestida de blanco. El amor entre ella y
Gabriel es tan puro que el erotismo no aparece ni siquiera cuando consuman su amor. En cuanto a
lo platónico de su amor, esto se deja ver en la medida en que ellos luchan por derribar las barreras
que los separan. Es inalcanzable en el trágico final que ambos obtienen.

Finalmente, en cuarto lugar se encuentra la búsqueda de lo sorprendente y lo mágico, el cual


se relaciona directamente con la generación de 1950, en donde perciben el mundo como un
laberinto exterior e interior, vinculado a la conciencia. Pero esto ya se ha mencionado con
anterioridad, no obstante se debe hacer énfasis no solo en la dualidad del narrador, sino de los
personajes y los mundos a los que pertenecen, Existe por un lado, el mundo de las costumbres y
el de la rebeldía, al primero pertenecían los adultos y sus normas, el padre de Gracia obligándola
a contraer matrimonio con un teniente que ella no quería, el párroco que se opuso a casarlos y
Romero padre, quien a pesar del apoyo que les brindaba tenía miedo de que su hijo repitiera su
misma historia, mientras que el segundo pertenece a los jóvenes enamorados en busca de estar
juntos ante los diversos problemas. Respecto al primer mundo, Flash (1968) señala que

Aquí el autor nos presenta con exquisita sensibilidad la manera de sentir de estos dos
jóvenes, la profundidad de sus sentimientos y el daño que pueden causar los padres al no
enfrentar una realidad: mirar a sus hijos no como una cosa que les pertenece, sino como
seres humanos independientes y ansiosos de vivir una realidad con limpieza, sin
presiones, lo que les dará la seguridad de ser verdaderamente ellos. (pág. 23)
Refiriéndose a las costumbres que presentan los padres al mantener al margen de la vida a sus
propios hijos, los cuales no enfrentan la realidad por más que sus retoños se esfuercen, como es el
caso de esta novela en donde esta misma falta de empatía termina en desastre. Otro mundo
presente en la narración es la separación de las clases sociales, por un lado el General, quienes
eran de una clase acomodada que solo se involucraban con gente como ellos y por el otro
Gabriel y su padre, quienes eran pobres, trabajadores y honrados que no temían involucrarse con
otras personas. Sin embargo, esta diferenciación entre las clases sociales es un obstáculo para los
muchachos y a la vez, es un recordatorio para el lector que no todo es mágico. Siguiendo esta
lógica la generación del 1950, es una oposición a la razón y las costumbres las cuales
inexorablemente se entrelazan en el mundo narrativo.

Estos cuatro tópicos presentes en la novela representan su complejidad. No obstante a pesar de


ser un libro adolescente, está dirigido para todo mundo. Es una obra que invita a pensar y a llorar
a los jóvenes, mientras que a los adultos les recuerda la valentía que se debe tener para llorar. Es
a la vez, un libro actual porque toca temas que no pasan de moda, como el amor, la rebeldía y la
tragedia. Alegría (1972) señala que: ‘‘la novela será tomada en serio por todos los jóvenes, hasta
por los coléricos porque no hay parte alguna del relato que no entrañe sinceridad: nada de falso,
mucho de candor, nada de malicia, mucho de inocencia y de humanidad’’ (pág. 16) Explicando,
de esta forma, que la obra será para todo tipo de público pues es exploratoria, recorre los
recovecos del alma humana, es sencilla y a la vez compleja pues entre sus líneas guarda diversas
perspectivas narrativas.

En consideración a estos puntos, es necesario esclarecer una postura. Gracia y el forastero


(1964) es un libro romántico, sin embargo, el final que posee es trágico. Esto es uno de los
hechos más importantes de la narración y cabe destacar cómo este se dio por parte de los
personajes. Dicho hecho, no hubiese sido aquel de no ser por el padre de Gracia, quien la dejó
morir a modo de venganza por desobedecerla, tal como lo señala la obra:

Un padre, haciendo eso. Yo sí entendía. Para él, ésta era una oportunidad única: un
hecho consumado, que pondría fin a ese otro hecho consumado frente al cual lo
colocaríamos su hija y yo. Al bastardo. Sería suficiente con dejar que la naturaleza
siguiera su curso. Un aborto espontáneo, nadie tendría por qué enterarse, lo libraría de la
deshonra y de la humillación. Gracia podría cumplir la palabra empeñada con Max
(Blanco, pág. 155, 1964)

La muchacha, no murió por el accidente en la escalera, sino que falleció por el descuido de su
padre. Este es un caso verdaderamente impactante sobre hasta dónde puede llegar el egoísmo de
un hombre al ver que una mujer toma una decisión en la que no tiene jurisdicción. El General,
junto al teniente, demuestran que la joven es una subalterna, pues no la ven como un individuo
que sabe lo que quiere y que es capaz de ver por sí misma. Se comprende que la época en la que
fue escrita la obra es en 1967, y que la visión de los hombres ante las mujeres era muy diferente a
la del siglo XXI. Sin embargo, ambos, eran los únicos incapaces de ver a un ser humano
consciente de sus acciones. Esto se relaciona, además, con la separación de mundos narrativos en
el texto, en donde Romero hijo y padre, veían en Gracia a una mujer capaz de valerse por sí
misma, inteligente, apasionada y decidida. En cambio, el General y Max, en la otra vereda solo la
observaban como una niña encaprichada, tal como lo señala el teniente cuando descubre el
amorío de su prometida ‘‘déjela mi general, déjela que medite y se tranquilice’’ (Blanco, pág.
130, 1964) confirmando que es solo una muchacha en un mundo de hombres.

A pesar de lo poético que es la forma de escribir del autor, la idealización de Gracia por parte
de Gabriel, es absoluta. No se comprende de buena manera la relación que hace de ella con el
retrato de Madam Henriot, puesto que, pareciera como si Gabriel se enamorara de ella solo por su
apariencia, debido al parecido y a la poca conversación que habían cruzado en apenas dos días.
Se le describe siempre como blanca, con su pelo al aire. La única vez que no fue descrita de esa
forma es cuando se rebela contra su padre para contarle sobre su amor con Gabriel. Sin embargo,
en todas las descripciones anteriores, se le define como delicada y pura. Se entiende que sea una
novela de amor y que se relaciona estrechamente con la tradición neoplatónica de la mujer de
Becquer pero, es justamente esta forma de representación la que desencadenó la muerte de Gracia
y junto a ella, el dolor de Gabriel y el sinsentido sobre su vida. Considero que todo gira en torno a
la mujer, es ella la precursora de todo lo que pasa en esta novela. Para Gabriel, Gracia es amor y
esperanza de una nueva vida, es su complemento, por lo que, al perderla se ve envuelto en una
vida carente de sentido y llena de miseria. Muy diferente de otras novelas que, también de amor,
muestran el quiebre de una relación como es Palomita Blanca, de Lafourcade, en donde es la
protagonista la que idealiza al hombre y es ella quien, al finalizar el encuentro amoroso, sigue
con su vida sin caer en la falta de significado de esta.

La mujer, es imprescindible en esta obra, sin ella no existiría el dolor, el amor, lo mágico y la
rebeldía. Gabriel, es solo un mediador que relata lo sucedido a través de sus escritos, pero quien
le dio vida a aquellos fue Gracia. En un segundo está el Gabriel enamorado y en el otro está
aquel hombre dolido. Es ella quien expone lo mejor del hombre y muchacho a la vez, le hace
crecer, madurar y enfrentarse a la vida con otros ojos, unos que ya conocieron la magia y la
perdieron, pero a la vez aquellos que, perdidos en la melancolía y el dolor, siguen subsistiendo
cómo pueden en su etapa adulta. Quizás eso es lo que quiso retratar también Guillermo Blanco, la
magia de la adolescencia y como esta se pierde cuando ocurre un suceso trágico, obligando al
joven a convertirse en adulto. Es por esto que cuando vuelve a casa con su padre, ambos lloran,
porque en ese momento el lector puede notar que entre padre e hijo, dos adultos, entienden lo que
ha ocurrido.

En conclusión, Gracia y el forastero es una obra muy completa, posee romance, tragedia,
magia, costumbres, disputas entre clases sociales, etc. Está dirigida a adolescentes, pero es apta
para todo público. Una novela tan compleja en cuanto a transtextualidad debe ser leída con toda
la atención posible, pues, si se es mirada superficialmente, el lector se estaría perdiendo de todas
estas relaciones literarias que hemos nombrado con anterioridad. Es en el caso de las escuelas en
donde se debe poner énfasis en esta forma de analizar la obra, se debe conversar con los
adolescentes sobre su perspectiva sobre el amor y el mundo, dejando de lado el análisis
estructuralista y centrándose en aquello que ellos ven y sienten. Guillermo Blanco, fue uno de los
pioneros en la generación del 50 en preguntarse sobre el mundo adolescente y logró inmiscuirse
tanto en él, que terminó por convencer a cientos de jóvenes con su novela, la cual en muy poco
tiempo se convirtió en todo un éxito entre ellos. A pesar de ser escrita hace más de 40 años, toca
temas que son muy recientes y que la mantendrán siempre como una de las novelas más
importantes entre adolescentes. Además, su vinculación con el existencialismo y la visión
neoplatónica de la mujer, son aspectos que están dentro de la vida de los jóvenes y aunque
muchas veces ellos no lo noten, hacen que esta línea que separa la ficción de la realidad
disminuya.
Lista de referencias

Alegría, B (1972) Gracia continúa Gustando. Santiago, Chile. Revista Ercilla. No. 1926.
Recuperado de: http://www.bibliotecanacionaldigital.gob.cl/bnd/628/w3-article-216991.html

Anónimo (1554) El lazarillo de Tormes. Santiago, Chile: Editorial Zig- Zag.

Bécquer, G. ( 1871) Rimas. Santiago, Chile: Editorial Zig- Zag.

Blanco, G. (1964) Gracia y el forastero. Santiago, Chile: Editorial Zig- Zag.

Camus, A. (1942) El extranjero. Santiago, Chile: Editorial Planeta lector.

Contardo, M. (1973) Guillermo Blanco: un escritor para todos los géneros. La Segunda,
Recuperado de: http://www.memoriachilena.gob.cl/602/w3-article-92527.html

Flash, G (1968) Gracia y el forastero. Santiago, chile. La segunda. Recuperado de:


http://www.bibliotecanacionaldigital.gob.cl/bnd/628/w3-article-246339.html

González, D. (2015) La representación de la figura femenina en la obra de G. A. Bécquer: mujer


fatal, mujer ideal y mujer poesía. Tesis de grado, Universidad de la Laguna. Recuperado de:
https://riull.ull.es/xmlui/bitstream/handle/915/1593/La%20representacion%20de%20la%20figura
%20femenina%20en%20la%20obra%20de%20G.%20A.%20Becquer%20mujer%20fatal%2C%20mujer
%20ideal%20y%20mujer-poesia.pdf?sequence=1&isAllowed=y

Memoria Chilena (2018) La generación de 1950. Santiago, Chile. Recuperado de:


http://www.memoriachilena.gob.cl/602/w3-printer-3434.html

Solar, C. (1968) Diccionario de la literatura Chilena. La estrella, Diario: Valparaíso, Chile.


Recuperado de: http://www.bibliotecanacionaldigital.gob.cl/bnd/628/w3-article-586940.html

También podría gustarte