La arquitectura es el arte y técnica de diseñar y proyectar edificios, otras estructuras y
espacios que forman el entorno humano. Es imposible diseñar un edificio o una casa sin la presencia de la física. La física es usada en la arquitectura cuando se tiene en cuenta la innovación de nuevos materiales para construir y diseñar, como el uso de diferentes tipos de vidrio en los exteriores de los edificios o los diseños metálicos . La función de la física en la arquitectura radica en hacer diseños nuevos y que la estructura del edificio siga siendo segura, por ejemplo los edificios con pisos de vidrio, los inventos de nuevos materiales e innovaciones físicos hacen que un material resista mas de una manera por la forma de su posición y asi facilitan el trabajo de los arquitectos; también influye en que puede aportar mayor eficiencia energética, como las estructuras de vidrio, el vidrio calienta puede ser eficiente en el invierno como método natural de calefacción y en el verano se abren las puertas de vidrio para tener mayor ventilación. La física colabora en la arquitectura en la investigación y desarrollo de nuevos materiales susceptibles de ser utilizados en edificios , los materiales utilizados en el exterior de un edificio como: el vidrio, aplacado cerámicos, láminas titánio, zinc o acero inoxidable, paneles de aluminio, entre otros. La física es muy importante en la arquitectura a la hora de desarrollar nuevos materiales y técnicas de construcción. El arquitecto necesita más conocimientos de termodinámica para que el sistema energético del edificio se integre como debe en el diseño. la energía mide la capacidad de un sistema para realizar trabajo en el entorno que lo rodea. Las implicaciones de la energía en la arquitectura , la capacidad de esta para realizar trabajo, como un sistema, en un entorno determinado, van más allá de las condiciones de confort o del consumo de energía de los edificios. Éstos, en realidad, son nodos de unos flujos de energía y materia mucho mayores. los arquitectos necesitan tener en cuenta las implicaciones de la segunda ley de la termodinámica. La estructura disipativa y lejos del equilibrio de la realidad plantea unos objetivos radicalmente diferentes a los formulados por las nociones de energía que se basan en el equilibrio y su meta inherente de alcanzar balances con un valor neto de cero. En conclusión con la física es posible seleccionar los mejores materiales para tener la durabilidad, flexibilidad y resistencia que se necesita y permite la construcción de estructuras capaces de soportar trabajos y cargas.