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Maximiliano Gallardo Hermeneutica PDF
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HERMENEUTICA BIBLICA
INDICE
Prefacio……………………………………………………………………………………..7
La hermenéutica bíblica.........................................................................9
Conclusiones...........................................................................................21
Análisis estructural.................................................................................38
Conclusiones exegéticas......................................................................44
Aplicaciones prácticas.........................................................................45
Análisis estructural..............................................................................55
Conclusiones exegéticas.....................................................................58
Aplicaciones prácticas........................................................................58
Análisis estructural...........................................................................67
Conclusiones exegéticas..................................................................69
Aplicaciones prácticas....................................................................69
Análisis estructural.........................................................................77
Contexto histórico..........................................................................77
Conclusiones exegéticas.................................................................78
Aplicaciones prácticas....................................................................79
Análisis estructural.........................................................................85
5
Contexto histórico.........................................................................85
Conclusiones exegéticas...............................................................86
Implicaciones hermenéuticas.......................................................86
Análisis estructural......................................................................91
Contexto histórico.......................................................................91
Pasajes paralelos.........................................................................92
Conclusiones exegéticas.............................................................92
Aplicaciones prácticas................................................................92
Análisis estructual......................................................................97
Pasajes paralelos......................................................................97
Conclusiones exegéticas..........................................................98
Implicaciones hermenéuticas...................................................98
Análisis estructural..................................................................100
Contexto histórico...................................................................100
Conclusiones exegéticas.........................................................101
Implicaciones hermenéuticas..................................................101
Bibliografía selecta.........................................................................................................102
7
PREFACIO
Estas notas sobre interpretación bíblica llevan el objetivo de llenar una necesidad de proveer un
libro texto para la materia de Hermenéutica Avanzada del Instituto de Superación Ministerial.
Tal necesidad nace del hecho que no existe un libro en español que combine los aspectos
introductorios a la hermenéutica bíblica con aquellos metodológicos.
Estas notas serán de provecho en la medida en que el lector estudie el texto en el orden en que
aparece. Esto porque cada capítulo está de alguna manera apoyado en el que le precede.
CAPITULO 1
ASUNTOS INTRODUCTORIOS
Como humanos Dios nos dotó con la habilidad de comunicarnos. Ejercemos tal facultad
constantemente en nuestras vidas. A cada momento alguien está enviando un mensaje y otro está
captando e interpretando los elementos de tal mensaje. Así, debemos reconocer que la
interpretación forma parte de lo cotidiano en la vida humana alrededor del mundo.
Lo arriba expuesto nos lleva a comprender que enfrentamos constantes procesos comunicativos
que, a través de múltiples códigos y canales, hacen que nuestra existencia cobre sentido. Por
ejemplo, al conducir un vehículo, debemos estar atentos a las señales del tránsito, a las señales
que los otros conductores emiten y a veces aún estar dispuestos a percibir el “estado psicológico”
del que va adelante o atrás de nuestro automóvil. Lo interesante es que percibimos sin la
conciencia de que somos “intérpretes” de la realidad puntual que nos rodea. Esto se debe a que
“cuando una persona está bien familiarizada con los materiales que lee u oye, el proceso de
comprensión se lleva a cabo sin esfuerzo. La interpretación se encuentra presente pero funciona
en forma tan espontánea que no se hace evidente”1
La Hermenéutica Bíblica
La situación descrita arriba se presenta con el lector de la Biblia ya que los textos bíblicos
fueron escritos hace siglos, en culturas, entornos y situaciones diferentes a las que se
experimentan hoy. Por lo tanto la Hermenéutica Bíblica proporciona al lector de las Sagradas
Escrituras las herramientas necesarias para lograr superar el “vacío” que lo separa de la óptima
comprensión de estas.
1B. Ramm, "Interpretación Bíblica" en Hermenéutica Bíblica por R. G. Turnbull, ed., pág. 6.
2Aunque el término "hermenéutica" se ha extendido en los últimos años hacia todo el proceso de la comunicación
humana, bajo la influencia de los filósofos M. Heidegger, G. Ebeling y H. G. Gadamer entre otros.
4Al decir adopción se asume que el intérprete se identifica con un método determinado que, a su parecer, es el que
más le ayuda a encontrar el correcto sentido al texto bíblico. En la historia de la Iglesia se han adoptado
popularmente método alegórico con el método gramático histórico. El primero fue popularizado en la iglesia de
Alejandría por Clemente y Orígenes bajo la influencia del filósofo judío Filón. Comentando el método de Orígenes,
Justo L. González afirma: "La alegoría es el método exegético característico del gran maestro alejandrino, y de ella
hace uso a cada paso. Esta alegoría tomada en parte de Filón y en parte de Clemente alcanza vuelos nunca antes
igualados en la exégesis cristiana, y en ella Orígenes encuentra el medio de justificar y apoyar mediante textos
bíblicos más de una doctrina totalmente extraña a las Escrituras, hasta el punto que ha sido posible interpretar su
pensamiento como un sistema filosófico que poco tiene que ver con el Cristianismo" (J. L. González, Historia del
Pensamiento Cristiano, I, pág. 209). El método alegórico deja de lado el sentido literal de un pasaje e intenta buscar
"sentidos más profundos o espirituales." Este método llegó a dominar la lectura de la Biblia durante la Edad Media
al punto que era posible apoyar cualquier doctrina apelando al "sentido espiritual." La alegoría atribuye significados
al texto bíblico que están en la mente del lector antes que en el sentido natural de la Escritura. Este método nunca ha
dejado de estar presente en la Iglesia y no es confiable para entender la Biblia. El método gramático-histórico
también tiene una tradición antigua representada en los primeros siglos del cristianismo por la Iglesia de Antioquía.
Este método asume que la revelación de Dios nos llega en formulaciones idiomáticas, y que tales formulaciones
cobran sentido en la medida que se conozca el contexto histórico que rodeó los mensajes, o situaciones, a través de
las cuales Dios habló, y nos habla hoy. Así, este método toma seriamente la tarea de estudiar los idiomas originales
en que se escribieron los libros de la Biblia, considerando las reglas lingüísticas de comprensión de un escrito, y al
mismo tiempo asume que la reconstrucción del entorno histórico de un determinado libro o pasaje arrojará el sentido
que el autor original tuvo en mente, al dejar tal registro escrito. De esta manera el método gramático-histórico es el
más confiable porque el intérprete busca discernir el sentido del autor que es la forma correcta de entender cualquier
escrito, cuanto más si este es la revelación del Soberano Dios del universo. Para una reseña cuidadosa de estos
métodos (y otros más recientes, incluyendo el método histórico-crítico) y su desarrollo vea Hermenéutica Bíblica
por J. M. Martínez, págs. 65-130. Para una visión breve de la historia de la interpretación bíblica ver H. E. Dana,
Escudriñando las Escrituras (El Paso: Casa Bautista de Publicaciones, 1969).
5A. C. Thiselton, The Two Horizons, pág. 11. Las cursivas son del autor.
11
La tarea hermenéutica como se ve tiene entonces dos fases que reciben los nombres de: exégesis
y aplicación. La exégesis consiste en determinar el significado original del texto. Significa que la
exégesis trata con la determinación del sentido que el autor bíblico tuvo en mente al escribir tal o
cual pasaje. La exégesis no se preocupa de la aplicación del texto a la realidad del intérprete hoy,
sino por el contrario procura determinar lo más exactamente posible lo que el autor quiso decir a
sus receptores originales. Esto se lleva a cabo haciendo uso del método gramático-histórico que
toma seriamente las características idiomáticas de las Escrituras y el entorno histórico en el cual
se produjeron.
La aplicación6 del texto bíblico es la tarea que sigue a la exégesis, y consiste en reconocer la
implicaciones contemporáneas de los principios contenidos en el pasaje estudiado. En esta labor
es crucial reconocer el género literario y lenguaje usado por los escritores, para no caer en
aplicaciones literalistas o alegóricas que no hacen justicia al objetivo del autor. Además es vital
reconocer los principios reflejados en las formas culturales de los tiempos bíblicos, evitar
confundirlos y reconocer que tales principios pueden tomar formas culturales distintas en el
mundo del intérprete.
La Hermenéutica Bíblica debe entonces preocuparse de entregar los principios, normas y reglas
necesarias para llevar adelante tanto la tarea exegética como la de aplicación. En el siguiente
capítulo volveremos a considerar más cuidadosamente los factores que toman lugar en el proceso
interpretativo.
¿Por qué debemos estudiar principios de interpretación para comprender la Biblia? Además de lo
ya expuesto, la necesidad del lector de las Sagradas Escrituras de estar familiarizado con la
Hermenéutica radica en los siguientes factores:
Los evangélicos somos “el pueblo del Libro”. Es típico ver a cada familia o creyente evangélico
asistir a los servicios religiosos con su Biblia bajo el brazo, pero ¿leemos los cristianos las
Sagradas Escrituras? Un investigador católico hizo la observación de que los evangélicos
amábamos la Biblia, la distribuíamos, fomentábamos su lectura, pero en términos reales la
leíamos poco. Si tal aseveración tiene algo de razón, y una de las principales causas sería la falta
de enseñanza sobre principios para interpretar la Biblia. Más de una vez nos hemos encontrado
con creyentes que nos dicen: “Leo la Biblia, pero no la entiendo por más que trato”, Así es fácil
desanimarse y abrir el Libro sólo cuando el predicador va a exponer un pasaje en el culto.
2. El abuso que las sectas de trasfondo cristiano hacen de la Biblia. Más de un creyente
evangélico ha quedado admirado de la aparentemente experta habilidad de los Testigos de
Jehová en el uso de la Biblia. Las sectas se especializan en la manipulación de pasajes fuera de
su contexto original para construir su estructura doctrinal. Sólo el uso de la correcta
hermenéutica va a asegurar el librar al creyente de la duda.
Es triste aceptar que en nuestro medio se han levantado personas que al afirmar “la Biblia dice...”
han extraviado de la verdad a creyentes sencillos. Esto porque tanto el líder como quienes le
siguen desconocen los fundamentos básicos en el estudio de la Palabra de Dios y terminan
engañados por el error. Recordemos que Satanás también conoce las Escrituras y las usa para
extraviar a los creyentes, basta ver el caso de la tentación que fue objeto nuestro Señor Jesús. El
diablo le dijo: “Escrito está...”, pero el Señor supo responder con el uso correcto de la Escritura
(Ver Mateo 4:6-7).
Capítulo 2
La precomprensión puede ser definida como el bagaje cognoscitivo y experiencias que una
persona posee al momento de interpretar un texto o aún la realidad que le rodea. Ningún ser
humano puede librarse de esta situación al acercarse a la Palabra de Dios. Por tal razón es que la
primera tarea del intérprete es reconocer que la objetividad absoluta no es posible ya que es
estorbada por su formación como individuo. Lo que corresponde entonces es asumir que al leer
la Biblia estos presupuestos serán traídos consigo y el lector sincero debe luchar por la
objetividad. Tal realidad debe producir entonces una actitud humilde frente a los principios
bíblicos, para que sean estos los que confirmen, modifiquen o sencillamente censuren algunos de
nuestros prejuicios, presupuestos o predeterminaciones.
El efecto contrario produce que el intérprete “utilice” el texto, a través de una lectura prejuiciada,
para que se conforme a sus propias ideas. Así la Palabra es manipulada y no se cumple el
objetivo de Dios de hablar a través de ella a las personas. Gordon Fee lo explica de la siguiente
forma:
La primera razón que hay que aprender en cuanto a la interpretación es que, aunque no se
quiera, todo lector es al mismo tiempo intérprete. Esto es, la mayoría de nosotros
suponemos al leer que también entendemos lo que leemos. También tenemos la tendencia
a pensar que lo que nosotros entendemos es lo mismo que se proponía el Espíritu Santo o
el autor humano. Sin embargo, siempre traemos al texto todo lo que somos, con todas
nuestras experiencias, cultura, y comprensión anterior de palabras e ideas. Algunas veces
lo que traemos al texto, sin intención, nos descarría, o nos hace poner en el texto toda
clase de ideas extrañas.8
8G. Fee y D. Stuart, La Lectura Eficaz de la Biblia, pág. 12. Cursivas del autor.
14
El campo que abarca el concepto de precomprensión es tan vasto como la totalidad de las
impresiones registradas en la personalidad. Así es que cosas tales como, la educación, trasfondo
teológico, experiencias normales y traumáticas, formación familiar, nacionalismo, racismo,
elementos simbólicos, etnocentrismo y socialización, son traídas al encuentro con la Palabra de
Dios. La vasta mayoría de esto se trae, por supuesto, inconscientemente. Pero, para que la
Escritura cumpla su propósito en nosotros, necesitamos reconocer que todo eso está ahí y dejar
que sea la Palabra misma la que los evalúe y los cambie al ir renovando nuestra mente.
Algunas de las actitudes deseables con las cuales el intérprete debe acercarse a las Escrituras son:
humildad frente a la grandeza de la revelación, sinceridad consigo mismo y con el texto bíblico;
enseñabilidad para dejar que la Palabra nos transforme; determinación de obedecer a la Escritura
en la medida en que vamos entendiendo sus principios; perseverancia y persistencia en buscar
conocer más y más la revelación de Dios; sentido de dependencia de la gracia de Dios y su
Espíritu Santo. Esdras nos deja un gran modelo de un estudioso de las Escrituras, “Porque Esdras
había preparado su corazón para inquirir en la ley de Jehová y para cumplirla, y para enseñar en
Israel sus estatutos y decretos” (Esd. 7:10).
El autor de la epístola a los Hebreos nos dice que “Dios habiendo hablado muchas veces y de
muchas maneras a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el
Hijo,...” (Heb.1:1-2a). La Biblia es el testimonio de que Dios ha hablado, esta registra el modo y
la forma en que la Deidad se ha revelado al hombre. Al considerar la Biblia como la revelación
de Dios es importante entender dos verdades al respecto.
... el hecho que Dios se reveló progresivamente en evento y en Escritura, culminando los
eventos con la muerte, resurrección y exaltación de Cristo, y culminando las Escrituras
con el cierre del canon. El resultado es que los caminos y propósitos de Dios se
cumplieron progresivamente no sólo en eventos redentores sino también en la explicación
escrita. La revelación más temprana prepara la que le sigue; esta última progresa y en
alguna forma explica la primera.10
Aunque tal progresión se aprecia obviamente entre ambos Testamentos, esta se observa aún
dentro del Nuevo Testamento. Jesucristo dijo a sus discípulos: “Aún tengo muchas cosas que
deciros ... pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda verdad...” (Jn. 16:12-13).
La enseñanza de Jesús se completa con la enseñanza que él mismo entregó a través del Espíritu
Santo a los apóstoles. Desde esa perspectiva los Evangelios son clarificados a través de la
enseñanza de los Hechos y las Epístolas.
9B. Ramm. La Revelación Especial y la Palabra de Dios, pág. 31. Cursivas del autor. Este libro fue escrito por uno
de los más claros y al mismo tiempo profundos eruditos bíblicos. Su lectura completa será de tremenda ayuda en la
formación del intérprete de las Escrituras.
10D. A. Carson, "Unity and Diversity in the New Testament" en Scripture and Truth D. A. Carson y J. D.
Woodbridge, eds., pág. 83.
16
1) Las Sagradas Escrituras presentan una gran variedad de géneros literarios. Leyes,
narrativa, poesía, sabiduría, profecía, evangelios, epístolas, y literatura apocalíptica, están
presentes en la Palabra de Dios reflejando su itinerario histórico, cultural, y teológico. Cuando se
aborda el estudio de un pasaje de la Biblia, lo primero que se debe discernir es el género al que
pertenece, para así ordenar su estudio a través de la adecuada metodología.
También es importante considerar la función original que el pasaje o libro que se está estudiando
tuvo en la comunidad de creyentes que lo preservó, aunque su función en la vida de la Iglesia
hoy sea diferente. El uso litúrgico o festivo de un salmo o la función del libro de Proverbios en la
educación de los jóvenes hebreos, el uso de parábolas en la enseñanza de Jesús, o de las epístolas
en las primeras congregaciones cristianas ayudan en la exégesis.
2) La Biblia como canon. También se debe tomar en cuenta la función que tales
documentos cumplen hoy como parte de la colección de escritos reconocidos como inspirados
por la iglesia, es decir su función canónica dentro del espectro revelador de las Escrituras,
considerando el carácter progresivo de la revelación bíblica.
Los libros ya han dejado de circular independientemente y forman parte de un libro al que
conocemos como La Biblia. El ordenamiento que estos tienen en su división más básica Antiguo
y Nuevo Testamento conforman un todo que encierra la revelación completa. El canon y la
revelación progresiva nos recuerdan que la función original de ciertos libros ya no es la misma
hoy. Por ejemplo, el libro de Proverbios tuvo la función de entregar formación ética a los jóvenes
hebreos (Pr. 1:4) y, aunque tiene mucho que decir hoy a los jóvenes cristianos, la base de la ética
de estos debe estar basada primeramente en las enseñanzas éticas de Jesucristo y los apóstoles
como Pablo o Pedro.
Esto significa que la fuerza teológica o normativa que se va a otorgar a un pasaje bíblico estará
relacionado con su posición dentro de la progresión de la revelación canónica. De esta manera
como bien afirma Bernard Ramm “ la ubicación de un texto en el total de la revelación determina
el modo que ha de ser exegetizado y el peso teológico que se le debe atribuir.”11
3) Toda la Biblia es inspirada por Dios. La consideración seria de esta verdad, afirmada
por la misma Escritura (ver 1Tim 3:16), es importante. Aunque como se afirma más arriba hay
diversos grados de peso teológico o normativo en la Escritura, variando de su ubicación dentro
de la progresión de la revelación, esto no significa que haya partes de la Biblia más “inspiradas”
que otras.
11B. Ramm, "Interpretación Bíblica" en Hermenéutica por R. G. Turnball (Ed.), pág. 15.
17
12Aunque reconocemos como válida la formula trinitaria de Mateo, no es correcto argumentar su superioridad sobre
las palabras de Pedro al descalificar la capacidad del apóstol de reconocer la correcta fórmula o enseñar otra falsa.
Es preferible asumir que Pedro no estaba pensando en fórmulas doctrinales al enseñar el bautismo en el nombre de
Jesús, sino en términos de diferenciar el bautismo cristiano de otros "bautismos", como el de los fariseos, por
ejemplo.
18
CAPITULO 3
LA CRITICA TEXTUAL
El pastor tomó su Biblia y anunció desde el púlpito: “Busque, hermano, el pasaje que está en el
capítulo cuarenta , versículos uno al once, del libro de Isaías. Está en la página seiscientos
setenta y nueve en la Versión Reina y Valera. Allí estará basado el sermón de esta noche”.
Expresiones semejantes se oyen casi en cada reunión en nuestras iglesias. Tenemos la tremenda
bendición de acudir a nuestros cultos con la Biblia bajo el brazo y seguir atentamente la lectura
de ésta desde nuestro asiento.
La situación en la Iglesia del primer siglo fue muy diferente. La Biblia, como la conocemos hoy,
no existía; primero, porque el Nuevo Testamento aún no estaba completo o reconocidos todos
sus libros; segundo, porque no todos los libros de las Sagradas Escrituras, que hoy nosotros
llamamos Antiguo Testamento, estaban a la disposición de cada creyente, sino conservados en
las sinagogas judías. Tercero, los libros en aquel entonces eran de alto costo13 y pocos podían
tener acceso a ellos. Por último, la imprenta aún no había sido inventada. Una Biblia
encuadernada y en nuestro propio idioma es un producto de los últimos cuatro siglos solamente.
En vista de lo expuesto, es obvio preguntarnos ¿Cómo fue que nos llegó la Biblia? ¿Qué
itinerario cumplió para llegar a su actual presentación? Para ello tenemos que examinar, en
primer lugar, lo que medió entre el autor original de un libro bíblico (llamado también autógrafo)
y su posterior preservación. También tenemos que introducirnos un poco en la ciencia de la
traducción bíblica.
Los materiales usados por los autógrafos bíblicos para escribir sus obras fueron frágiles y
perecederos, por lo que hace ya muchos siglos que fueron destruidos por el tiempo. Para llegar a
nosotros, generaciones de creyentes anónimos se dedicaron a copiar manualmente las Escrituras.
Esta noble y crucial tarea se llevó a cabo primero por los escribas hebreos y posteriormente por
generaciones de cristianos. Un papel importante cumplieron los monasterios medievales en esta
obra preservadora.
Aunque los copistas tuvieron gran cuidado en hacer correctamente su labor, inevitablemente, la
tarea de preservación sufrió las consecuencias de la falibilidad humana. Como bien afirma G. L.
Archer:
13El etíope que volvía de Jerusalén leyendo al profeta Isaías (Hechos 8:26-40) es toda una excepción. El podía tener
tal posibilidad por su aventajada posición económica (tesorero real). Sólo personas adineradas podían adquirir libros
de tal magnitud. El apóstol Pablo contaba con algunos libros y manuscritos también, producto tal vez de su
educación rabínica (2 Tim. 4:13).
19
Algunos errores de pluma se filtraron en las primeras copias que se hicieron de los
manuscritos originales, a los cuales posteriormente se sumaron los errores de transmisión,
en las copias de las copias. Fue un hecho casi inevitable que ocurriera de esa manera. No
hay ningún ser humano que pueda copiar sin un solo error, el texto íntegro de un libro.
(¡Invitamos a quienes duden de la anterior afirmación a que lo hagan!) Nada, a no ser un
milagro, garantizaría la infalibilidad en la copia de un manuscrito original.14
De ahí que debemos reconocer que no todos los copistas fueron tan esmerados y que algunos de
ellos modificaron el texto copiado ya sea deliberadamente (añadiendo a veces glosas marginales
que con el correr del tiempo fueron incluidas por otros copistas en el texto original), por
descuido (el cansancio les pudo llevar a confundir letras o palabras), por problemas visuales
(algunos pudieron tener problemas de visión en su ancianidad que afectó su tarea), o por el
simple hecho que como dice Archer más arriba: “No hay ser humano que pueda copiar sin un
solo error el texto integro de un libro”. De tal manera entonces, que hoy nos encontramos con el
hecho que aunque contamos con una gran cantidad de manuscritos, preservados a través de
sucesivas copias, se aprecian diferencias de lectura en algunos pasajes de un mismo libro.
Gracias a Dios contamos con la bendición de tener acceso a cerca de cuatro mil manuscritos
bíblicos (libros completos o pasajes) del Nuevo Testamento. Tal garantía es inigualada en la
preservación de libros antiguos. También tenemos la gracia de acceder a manuscritos de
considerable antigüedad (algunos del N. T. van al s. II d.C.).
En cuanto al Antiguo Testamento tenemos el Texto Masorético, que aunque cuya copia más
antigua se remonta al siglo X d.C., el reciente descubrimiento de manuscritos
veterotestamentarios mucho más antiguos, en las cuevas de Qumran, cercanas al monasterio
esenio ubicado cerca del Mar Muerto, ha otorgado gran autoridad a la calidad de la preservación
masoreta. Por ejemplo, el texto completo del profeta Isaías encontrado en Qumran (que se
remonta al s. II a.C.) difiere insignificantemente con el preservado en el Texto Masorético. Los
manuscritos del Mar Muerto han ayudado mucho para la investigación de la transmisión del
texto del Antiguo Testamento.
Otra fuente para los estudios textuales del A. T. la constituye la llamada Versión Septuaginta. Es
una traducción del texto hebreo al idioma griego, que tradicionalmente se atribuye su origen a la
labor de eruditos judíos en Alejandría en el s. III a.C., de la cual se han conservado algunas
copias que pueden ser fechadas por el s. II de nuestra era. Por el carácter misionero de la Iglesia
Primitiva la Versión Septuaginta, se constituyó en las Sagradas Escrituras que ellos usaron en su
predicación al mundo de habla griega, de ahí a que la mayor parte de las citas que hacen los
autores del N. T. proviene de esta fuente.
Otras ayudas en el estudio del texto bíblico son diferentes traducciones que se llevaron a cabo,
tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento, al principio de la era cristiana. También las citas
bíblicas que los padres de la Iglesia en los primeros siglos incluyeron en sus escritos constituye
otra fuente de información sobre el texto del Nuevo Testamento.
Es importante también considerar que el acceso a la cantidad de fuentes de información del texto
bíblico que hemos visto es algo que se ha alcanzado mas bien en el último siglo. Las facilidades
de impresión, el descubrimiento de nuevos manuscritos y la tecnología computacional para
manejar la vasta información, son ventajas que progresivamente se fueron produciendo. Por
ejemplo, dos de los códices más antiguos que se poseen hoy no estuvieron al alcance de los
eruditos hasta el último cuarto del siglo XIX, me refiero a los Códices Sinaítico y Vaticano.
Al considerar lo antes expuesto, los eruditos bíblicos han desarrollado toda una ciencia en torno a
la evaluación de los manuscritos. Tratan de identificar, en aquellos casos donde existen
diferentes lecturas de un mismo pasaje (estas reciben el nombre técnico de variantes), cuál pudo
haber sido la redacción original del autógrafo. Esta tarea es sumamente importante, pero también
compleja y no siempre se produce consenso en algunos casos. Por esto es que los eruditos en
crítica textual han desarrollado variadas técnicas para facilitar su labor de depuración del Texto
Bíblico.15
Los traductores de los textos bíblicos deben asumir su tarea considerando un texto base del cual
traducir. Las traducciones completas del Antiguo o Nuevo Testamento reciben el nombre de
versiones. Estas deben establecer de antemano qué texto base van a usar en su tarea. En este
momento los dos textos base reconocidos son el llamado Texto Recibido (Textus Receptus) y el
Texto Crítico (Textus Criticus). El Texto Recibido fue redactado en el siglo XVI y es en el cual
se basan las traducciones más antiguas como la alemana hecha por Martín Lutero, la inglesa
King James Version, y la española Reina-Valera. En cambio, las versiones más recientes
prefieren el Texto Crítico, ya que este refleja todo el cúmulo de información que ha aparecido en
materia de manuscritos bíblicos en los dos últimos siglos. Indudablemente, que el Texto Crítico
no estaba al alcance de los traductores del s. XVI.
La versión de las Escrituras más conocida por nosotros es la llamada Reina-Valera, esto porque
fue traducida por Casiodoro de Reina en 1569 y revisada posteriormente por Cipriano de Valera
en 1602. Más adelante fue revisada por sucesivos comités de las Sociedades Bíblicas Unidas en
1862, 1909, 1960 y 1995. La revisión de 1960 es la Biblia que usamos generalmente en la
mayoría de las iglesias de latinoamérica. Hace algunos años apareció una revisión de la Reina
Valera llamada Reina Valera Actualizada, que generó alguna polémica por su uso del Texto
Crítico y no del Texto Recibido. La versión Reina Valera 1995 hace uso de los descubrimientos
textuales posteriores en sus notas de estudio, pero no en el texto, que sigue siendo el Recibido.
Los católicos también han producido numerosas versiones de la Biblia en español, algunas de las
más prestigiosas son la Versión Nacar y Colunga y la Versión Biblia de Jerusalén.
15Para una descripción detallada del método de la Crítica Textual vea Hermenéutica Bíblica por J. M. Martínez,
págs. 129-133.
21
Ultimamente, han aparecido nuevas versiones evangélicas como Dios Habla Hoy, La Biblia de
las Américas y está en preparación la Nueva Versión Internacional. Esta versiones hacen uso del
Texto Crítico, de ahí que en algunos pasajes difieran de la versión Reina-Valera. Esto porque en
algunos manuscritos más antiguos, a los que no tuvieron acceso Reina y Valera, se encuentra una
lectura diferente y se ha preferido a la del Texto Recibido. Por ejemplo, estas versiones más
recientes no incluyen el pasaje de 1 Jn. 5:7, ya que no se encuentra en los manuscritos más
confiables por su antigüedad y preservación. Por otro lado, es importante considerar que estas
versiones también han aportado a mejorar la lectura, reconociendo pasajes que no se encontraban
en copias menos antiguas y que claramente son fiables, por ejemplo la versión Dios Habla Hoy
traduce Jn. 1:18: “Nadie ha visto jamás a Dios; el Hijo único, que es Dios y que vive en íntima
comunión con el Padre, es quien nos lo ha dado a conocer”.16 Esta lectura, de acuerdo a
investigaciones recientes, es la más probable; reforzando así la doctrina de la deidad de
Jesucristo.
Por otro lado, es también cierto que el Texto Crítico arroja dudas sobre pasajes que han sido
tradicionalmente muy apreciados, y muchos creyentes se sienten preocupados por este hecho.
Por ejemplo, este Texto considera la última parte de Mt. 6:13 (“...porque tuyo es el reino el poder
y la gloria, por todos los siglos. Amén) como una adición posterior y no lo incluye en el texto
canónico. Antes de reaccionar con rechazo frente a tal proposición, es importante recordar que
nosotros hemos favorecido la lectura de Mateo sobre el Padre Nuestro y hemos olvidado que el
evangelista Lucas no incluye dicha expresión en su Evangelio (vea Luc. 11:2-3). Bueno es
considerar y evaluar las evidencias antes de manifestar rechazo a tal conclusión.
El uso de la investigación llevada a cabo por la crítica textual es muy importante en la tarea
exegética. El intérprete debe estar seguro que el pasaje sobre el cual va a predicar o basar su
enseñanza no tiene problemas de variantes más confiables que la lectura que aparece en la
Versión Reina Valera. Somos responsables de ser fieles al mensaje del autor bíblico.
El intérprete no necesita ser un experto en hebreo o griego para hacer uso de los estudios en
crítica textual, algunas de las versiones en castellano traen numerosas ayudas textuales al pie de
la página. Las más aventajadas en este aspecto son la Biblia de Jerusalén y la Reina Valera
Actualizada.
Conclusiones
• Ninguno de los problemas de variantes afecta las doctrinas fundamentales de nuestra fe.
• La Crítica Textual o Baja Crítica no pretende destruir la Biblia sino ayudar a reconocer
lo que pudo alterar el texto original y recuperar la obra del autógrafo. En este sentido no
nos está alejando del texto bíblico sino al contrario nos asiste para depurarlo.
• Debemos dar gracias a Dios por la bendición de tener tal acceso a las Escrituras y
usarlas con confianza para la edificación personal y la enseñanza. Al mismo tiempo
debemos estar conscientes de las limitaciones propias de la falibilidad humana en la
preservación del Texto Bíblico y considerar todas las ayudas que podamos recibir en la
recuperación de la lectura más probable donde existan problemas textuales.
23
CAPITULO 4
Así una información óptima del mundo político, cultural, social, geográfico y religioso será de
inestimable ayuda para clarificar nuestro estudio de algún pasaje bíblico. Por ejemplo, si
entendemos la naturaleza del culto cananeo a Baal y el hecho que este era el dios cananeo
conectado con la fertilidad de la tierra, comprendemos mejor la constante tentación hebrea de
dejarse arrastrar por esta religión y dejar a Jehová. Debido a las presiones que significaba la
subsistencia agrícola, los israelitas absurdamente pensaban asegurar su preservación adorando al
dios local sin dejar totalmente de lado a Jehová. La ciencia de la arqueología ha ayudado mucho
para una visión más clara de los eventos narrados en la Biblia.
17La mejor exposición sobre los elementos que el contexto histórico considera en la interpretación bíblica se
encuentra en el libro Hermenéutica Bíblica de J. M. Martínez, págs. 193-213.
18Duncan S. Ferguson, Biblical Hermeneutics: An Introduction (Hermeneútica bíblica: Una introducción), pág. 71.
24
El uso correcto del contexto va a depender mucho del género literario del pasaje que se está
leyendo. En las Epístolas el contexto es en realidad la carta completa (además del contexto
inmediato de cada sección), En el caso de los Profetas el contexto se limita al oráculo o profecía
entregada. En los textos narrativos a la narración completa de un evento, en la literatura
apocalíptica el contexto es generalmente la visión recibida o un conjunto de visiones
relacionadas (ver Zac. 1:7-6:8).
El uso del contexto será explicado con mayor detalle más adelante en conexión con la
metodología exegética aplicada a cada género.
La mejor forma de utilizar este recurso interpretativo es comenzar por buscar algún paralelo en el
propio libro.. Si queremos mayor luz sobre “lo sacrificado a los ídolos” en 1 Cor. 8:1, junto con
el contexto inmediato (vv. 2-13) debemos leer también 10:16-11:1. Si no se encuentra paralelos
en el libro mismo se debe consultar con escritores contemporáneos. Por ejemplo, los detalles de
las visiones de Zacarías 1-6 se aclaran a la luz de la consulta de Esdras 1-6 y el libro del profeta
Hageo.
Las enseñanzas claras en la Biblia deben servir de referencia para interpretar las oscuras y no al
revés. El bautismo por los muertos de 1 Cor. 15:29 debe interpretarse a la luz de los pasajes
bíblicos que claramente enseñan sobre el bautismo en agua. Lo mismo debe aplicarse al texto de
1 Tim. 2:15 donde se dice que la mujer “se salvará engendrando hijos”. Es la enseñanza del resto
de la Biblia sobre la doctrina salvación la que debe usarse como referencia para este texto
oscuro.
Este ejemplo muestra como la consulta de paralelos nos ayuda a clarificar el concepto de
“anciano” en Tito 1:5.
Por esta causa te dejé en Creta, para que corrigieses lo deficiente, y establecieses ancianos en
cada ciudad, así como te mandé. (Tito 1:5).
Los ancianos aparecen en el Antiguo Testamento como hombres de experiencia y sabiduría (Ex.
4:28.29; 24:1), tenían responsabilidades de tipo jurisprudente y de liderazgo (Jer. 19:1: Isa. 3:2;
Sal. 107:32).
En los Evangelios se usa esta expresión en dos sentidos: para referirse a los maestros
preservadores de la tradición (rabinos) y para los miembros del Sanedrín (Mt. 15:2; 16:21;
26:57).
El apóstol Pablo organizaba las nuevas congregaciones estableciendo ancianos en cada ciudad
como autoridad sobre estas (Hch. 14:2). Esta categoría de dirigentes ya existía en la iglesia de
Jerusalén por la época del Primer Concilio (15: 4-6, 22).
26
Los ancianos reciben también la denominación de obispos (Tit. 1:7; 1 Tim. 5:17-19; Hch. 20:17,
28) y pastores (1 P. 5:1-5). Esta última cita contiene orientaciones sobre el ejercicio del oficio
pastoral.
Debía darse sostenimiento económico a los ancianos, especialmente los que gobernaban bien y
los que trabajaban en predicar y enseñar (1 Tim. 5:17-18). Los ancianos podían ser disciplinados,
y aun exhortados públicamente si no había sujeción a la autoridad apostólica (1 Tim. 5:19.20).
Conclusiones
La institución de ancianos era una antigua tradición entre los hebreos, por lo cual no es raro que
se usase el mismo tipo de líderes, considerando que gran parte de los miembros de las
congregaciones primitivas eran judíos.
Parece ser que el hecho que casi siempre se les mencione en plural nos indica que había más de
un anciano por congregación y que lo más posible es que hayan constituido una especie de
consejo administrativo o presbiterio.
Pablo instituyó ancianos en las iglesias fundadas por él. También permitió que algún colaborador
suyo hiciese lo mismo. No se nos dice como se efectuaba la sucesión
Se demandaba de los ancianos o pastores una alta exigencia en su testimonio, métodos y modelo.
Parece plausible asumir que los ancianos mencionados en Tito 1:5 eran los pastores de las
congregaciones.
4. Debe determinarse la naturaleza del lenguaje usado por el autor bíblico. Esto es crucial
para no caer en desviaciones de sentido. Es importante reconocer si se hace uso de lenguaje
figurado o literal. Un conocimiento básico de las figuras literarias como metáforas, símiles,
personificaciones, eufemismos, metonimias, pleonasmos, etc. y también algunas características
culturales típicas del idioma hebreo como los llamados hebraismos, solucionarán muchos
problemas de interpretación. Nos encargaremos de repasar las principales figuras retóricas en el
siguiente capítulo.
27
CAPITULO 5
Tal como se afirmó al final del capítulo pasado el reconocimiento del uso que el escritor bíblico
hace del lenguaje es muy importante al momento de establecer el sentido del pasaje.
En términos generales los seres humanos usamos lenguaje literal o figurado. El primero señala
que lo que decimos debe tomarse al pie de la letra. Por ejemplo, si alguien dice: “Vamos a
sentarnos en nuestras sillas”, y resulta que tenemos una silla a nuestra espalda, lo obvio es que
tomemos literalmente tal sugerencia y ocupemos una silla; pero, si luego la misma persona dice:
“Ahora vamos a abrir nuestros corazones”, nadie está pensando buscar un objeto filoso para
sacarse el corazón y luego partirlo por la mitad. Sabemos que no sería posible hacer tal cosa y
sobrevivir! Esto último se toma en sentido figurado, el anfitrión nos está invitando a hablar con
sinceridad y confianza.
¿Por qué usamos los seres humanos lenguaje figurado? Es difícil dar una respuesta definitiva sin
entrar en asuntos relacionados con teoría del lenguaje y la comunicación. J. M. Martínez explica:
Este fenómeno lingüístico es universal, ya que no existe ninguna lengua en la que haya
una palabra para cada concepto, material o abstracto. Una persona de mediana cultura
tiene a su disposición un caudal de veinte mil a treinta mil palabras. Pero suman cientos
de miles los objetos, hechos, ideas, sentimientos y experiencias que en un momento dado
ha de poder identificar o expresar mediante el lenguaje.19
Lo que está claro es que sin el lenguaje figurado la comunicación sería tal vez fría y poco vivaz.
Podemos imaginar lo que sería, si en lugar de decir que mi esposa es como “una suave paloma”,
diga: “mi esposa es una persona cariñosa.” Sin duda que el lenguaje figurado otorga una calidad
imaginativa o pictórica, y una vivacidad tal a la comunicación que difícilmente logra el lenguaje
literal.
En su sentido más amplio el lenguaje figurado consiste en cualquier intento de usar las palabras
separándolas de su uso y asociación natural o común, para asociarlas con otra esfera de
significado, con el objeto de otorgar mayor fuerza a lo que se quiere decir.
A las variadas formas de lenguaje figurado se las llama también figuras literarias o tropos. Es de
suma importancia para el intérprete saber cuando una palabra o expresión se usa en sentido
figurado o literal. Los oyentes y aun los discípulos de Jesús se equivocaban al interpretar
literalmente lo que el Señor habló en forma figurada (Ver Mr. 8:14-21; Jn. 4:10-15; 31-34; 6:54-
63).
Uno de los problemas que se enfrenta con el lenguaje figurado es que cada cultura tiene
imágenes diferentes a las cuales apela para conformar las figuras. A veces se asocia al entorno
ecológico, la religión, las tradiciones, leyendas, y a casi cada institución social algún pueblo
Por ejemplo, el Salmo 18 dice que Jehová es una “roca.” Es fácil asociar esta imagen con el
mundo del lector y no con el mundo del texto bíblico. Para el lector moderno occidental lo más
probable es que al pensar en “roca” piense en un fundamento firme, pero para un judío habitante
de Palestina el ver a Dios como una “roca” está asociando el elemento físico con protección y
refugio. Jehová es una roca porque es su protección. Esto debido a las condiciones ecológicas de
Palestina donde una roca servía como refugio en una tormenta u otorgaba sombra ante el sol
abrazador.
L. Berkhof entrega algunos importantes principios para interpretar el lenguaje figurado los que se
entregan en forma condensada a continuación:
El lenguaje figurado es más frecuente en la literatura bíblica de carácter poético, tal como los
Salmos (Sal. 1) y los escritos sapienciales (Pr. 3:1-3), pero es bastante frecuente también en los
mensajes de los profetas (Amós 6:12) y aún en escritos tan teológicos como la Epístola a los
Romanos (Ro. 6:16-18).
A continuación se presentan las principales figuras literarias recurrentes en los escritos bíblicos.
1. El símil. Es una figura que aparece frecuentemente en la Biblia. Declara que algo o
alguien es semejante a otro. El Salmo 1:3-4 dice que el varón piadoso “será como árbol plantado
junto a corrientes de agua.” Es importante al momento de discernir el sentido del pasaje no forzar
el símil más allá de los límites que la lógica o el pasaje otorgan. En este caso, la extensión del
símil se da en la esfera de la permanente fructificación, “da su fruto en su tiempo, y su hoja no
cae; y todo lo que hace prosperará.” Algunos símiles más extensos caen en la categoría de
“símiles parabólicos” (ver la serie de estos símiles presentados en Mateo 13:24-52).
21L. Berkhof, Principios de Interpretación Bíblica, págs. 103-104. Las cursivas son del autor.
29
2. La metáfora. Esta figura es realmente la base de todo lenguaje figurado. Varias otras
figuras son tipos especiales de metáforas tales como la personificación, el apóstrofe, la
metonimia, la sinécdoque y la alegoría. La metáfora es una analogía implícita en la cual una
palabra que pertenece a un objeto particular se aplica a otro. Se diferencia del símil en que
desaparece la palabra “como” o su derivado. Jesús hablando de sus discípulos dijo que estos son:
“la sal de la tierra”, “la luz del mundo” (Mt. 5:13-14). Dijo, además, que el ojo es “la lámpara del
cuerpo” (Mt. 6:22). Nuevamente es importante no extender excesivamente la esfera de sentido de
las metáforas. Cuando Jesús afirmó que los discípulos eran “la luz del mundo” no tenía en mente
otra cosa que los hombres viesen “sus buenas obras.” No debe buscarse analogías extras en la
naturaleza física de la luz, como el hecho que esta viaja, se mueve como onda y se comporta
como partícula, los distintos tipos de energía que dan luz, etc. Esto ya forzaría la metáfora en una
alegoría absolutamente impropia y ajena a la intención de las palabras de Jesucristo, quien no
daba un discurso científico sobre la luz.
5. La metonimia y la sinécdoque: Dos figuras que están estrechamente ligadas que hace
que en algún libro un ejemplo de sinécdoque aparezca como metonimia en otro. La metonimia es
la substitución de la cosa significada por algo estrechamente asociado, la relación que se forma
es más de signo que física. E. Lund afirma: “Empléase esta figura cuando se pone la causa por el
efecto, o la señal o símbolo por la realidad que indica el símbolo.”22 Por ejemplo, la expresión
“la cruz de Cristo” en 1 Cor. 1:17, no se refiere a la cruz de madera literal donde Jesús fue
clavado hasta morir, sino sirve como signo de la obra expiatoria de Cristo o del mensaje del
Evangelio de Cristo.
En cambio en la sinécdoque se usa una parte para significar el todo o el todo para una parte.
Entonces la relación es más física a diferencia de la metonimia. En la expresión de Ro. 1:16, “al
judío primeramente, y también al griego” se usa el singular para significar el plural, “los judíos”,
“los griegos.” Sería correcto afirmar que la sinécdoque es una clase de metonimia. Laurence
Perrine afirma que “La metonimia y la sinécdoque se asemejan tanto que la distinción entre
ambas está desapareciendo, y se está designando a ambas como metonimias.”23
9. El eufemismo: En toda cultura hay asuntos sobre los cuales es de mal gusto usar un
lenguaje directo, el eufemismo lleva el objetivo de suavizar tales cosas para no parecer chocante.
El eufemismo típico del Antiguo Testamento es el uso de la palabra “conocer” para designar las
relaciones sexuales, “Conoció Adán a su mujer Eva, la cual concibió y dio a luz a Caín” (Gen.
4:1). También se prefiere usar la expresión “la costumbre de las mujeres” para el periodo
menstrual (Gen. 31:35).
10. La ironía: Esta figura busca expresar lo contrario de lo que se dice y enfatizar por
contraste indirecto. Elías se burlaba de vanos intentos de los profetas de Baal de hacer caer fuego
del cielo diciendo: “Gritad en alta voz, porque dios es; quizá está meditando, o tiene algún
trabajo, o va de camino; tal vez duerme, y hay que despertarle” (1 R. 18:27).
11. La alegoría: La alegoría consiste en una serie de metáforas unidas por un motivo o
idea central. Las más conocidas en la Biblia son las alegorías pastoriles del Evangelio de Juan en
el capítulo 10, y la de la Vid y los Pámpanos en capítulo 15:1-17. La “alegoría” de Gálatas 4:21-
31 cae más dentro de la categoría de una lectura tipológica que alegórica.
Lo primero que debemos considerar es la ocasión en que la parábola fue presentada. No siempre
aparece en los Evangelios, pero cuando ocurre da mucha luz sobre la intención de la ilustración.
Por ejemplo, las tres parábolas de Lucas 15 sobre una oveja, una moneda y un hijo perdidos y
luego recuperados, se encuentran en los primeros versículos donde se dice que “Se acercaban a
Jesús todos los publicanos y pecadores para oírle, y los fariseos y los escribas murmuraban,
diciendo: Este a los pecadores recibe, y con ellos come” (vv. 1-2). Las parábolas llevan el
objetivo de mostrar el amor permanente de Dios hacia el “perdido.”
Otra consideración importante es que hay diversos tipos de parábolas y de acuerdo a la clase de
parábola es el criterio con que deben interpretarse. Encontramos símiles parabólicos como los
que aparecen en Mateo 13:31-52. Estos son más breves y debe establecerse el tema central sin
dar importancia a los detalles. Por ejemplo, la parábola de la semilla de mostaza muestra el
nacimiento humilde del reino y su posterior grandeza. No ayuda a la interpretación atribuir
significado a los nidos o los pájaros ya que solo son adornos de la ilustración.
Otras parábolas llevan el objetivo de resaltar algún aspecto del carácter de sus protagonistas
para presentarlo como lección. Así, en la parábola del mayordomo infiel (Lucas 16:1-8) lo que
Jesús hizo notar fue el carácter previsor del mayordomo malo y no su deshonestidad. También en
la parábola del la viuda y el juez injusto se resaltan la constancia de la viuda y la impiedad del
juez en contraste con la solicitud amorosa de Dios (Luc. 18:1-8). Nuevamente se debe evitar
encontrar significados en cada detalle, o atribuir significado ajeno al propósito de la parábola.
Por ejemplo, en la parábola de la moneda perdida, la moneda representa al pecador perdido y
hallado, no es símbolo de otra cosa perdida como un don espiritual o algo similar, ni tampoco el
barrer (¡ni la luz encendida!) tienen algún significado. El sentido de la parábola es: hay gozo en
el cielo cuando se arrepiente un pecador.
Existen también otra clase de parábolas donde, aunque hay un tema central, algunos de sus
elementos tienen un significado reconocible. Estas parábolas se acercan un poco más a la
alegoría, sin llegar al nivel excesivamente detallista de esta. Nuestro Señor Jesús explicó dos
parábolas: el sembrador, y el trigo y la cizaña. Ambas fueron interpretadas por Jesús
reconociendo los elementos principales y atribuyéndoles un significado. Por ejemplo, en la
parábola del sembrador Jesús reconoció a la semilla como la palabra de Dios, el sembrador como
el que siembra la palabra (seguramente él mismo), los corazones de los oyentes son los diferentes
terrenos, y la producción de fruto como la reacción frente a la palabra (Mr. 4:14-20). Otras
parábolas en esta línea son las parábolas de los labradores malvados y la fiesta de bodas (Mateo
21:33-22:14), y en menor medida la parábola del hijo pródigo (Luc. 15.11-32). Este tipo de
parábolas debe interpretarse con sobriedad, sin caer en la alegorización o imaginación antojadiza.
Cuatro o cinco elementos reconocibles son suficientes para captar el mensaje de la parábola.
este es un símbolo profético. “Los tipos están conectados con aquellos elementos históricos que
fueron centrales en la revelación previa, luego sus correspondencias (antitipos) también ocupan
una posición similar en la salvación revelada en Jesucristo. Significa que hay razón para asumir
que los tipos pueden ser ‘considerados como modelos o representaciones divinamente
establecidas’.”24
El uso de eventos y figuras del pasado en una forma renovada a la luz de una nueva situación o
revelación se encuentra en la literatura profética (por ejemplo el uso tipológico del éxodo y el
viaje por el desierto en Isaías, [Is. 43:15-20]), pero especialmente en el Nuevo Testamento donde
eventos y personajes del Antiguo Testamento cobran un nuevo sentido en el mensaje de Cristo y
los apóstoles. Por ejemplo, el evento del juicio de Dios sobre Israel en el desierto, a través de
serpientes, y su posterior liberación por mirar la serpiente de bronce levantada por Moisés, cobra
un sentido profético al estar relacionado con la obra de Cristo en la cruz (Juan 3:14). El autor de
la Epístola a los Hebreos hace uso extenso de tipos en su exposición sobre la superioridad de
Jesucristo sobre el pacto mosaico.
El uso sano de los tipos en la interpretación debe tener como principio fundamental reconocer
sólo aquellos tipos que el Nuevo Testamento explícitamente identifica como tal, y no especular
sobre aquellas cosas que no son mencionadas como tales.
24M. Gallardo, ¿Did Paul use Midrashic Interpretation? A Study on the Exegetical Techniques of the Apostle Paul
(Tesis de grado [MA] no publicada, Londres: London Bible College, 1991) pág.67.
33
El lenguaje figurado está presente en toda comunicación humana oral o escrita y es parte
sustancial de las Escrituras. El correcto reconocimiento de las figuras literarias y su apropiada
interpretación serán de invaluable ayuda para la determinación del sentido original del autor
bíblico, lo que es el corazón mismo de la exégesis.
34
CAPITULO 6
Una de las debilidades más frecuentes de los libros acerca de interpretación bíblica es el
problema de metodología. Es decir, se entrega mucha información sobre las herramientas que la
hermenéutica provee, tal como el uso del contexto histórico y el gramatical, el lugar de la crítica
textual, consulta de paralelos, reconocimiento de lenguaje figurado, etc., pero no se ofrece al
lector un orden metodológico para llevar adelante la exégesis.
La gran excepción a esta situación es el libro Exégesis del Nuevo Testamento por Gordon Fee.
En esta obra se explican los diferentes géneros literarios neotestamentarios y la metodología
exegética apropiada a cada uno de ellos. Además entrega excelentes sugerencias para la tarea
exegética en el texto griego. La debilidad de esta se evidencia, sin embargo, en su falta de
ejemplos de exégesis y por su diagramación que, al tratar de evitar la redundancia, pierde
continuidad y claridad.
El lector familiarizado con las obras de Fee notará inmediatamente la influencia que este erudito
ha ejercido en el autor de estas notas. Tal vez la contribución que los siguientes capítulos sobre
metodología hacen es simplificar un poco la metodología, para hacerla más accesible al lector
que no domina los idiomas bíblicos originales, y entregar ejemplos a seguir en algunos géneros
literarios bíblicos.
¿Por qué es importante identificar el género? La revelación de Dios nos lleva a través de las
Escrituras, y estas se expresan a través de variadas formas literarias que reflejan la dinámica de
la revelación. Es así que encontramos Palabra de Dios en un salmo, una epístola o un pasaje
profético, pero cada una de estas formas literarias tienen peculiaridades y sutilezas de expresión
que hacen necesario comprender su naturaleza para entenderlas en profundidad. Aun los
principios básicos de interpretación como el contexto, por ejemplo, funcionan en forma diferente
de acuerdo al género. Así, el uso del contexto en los libros proféticos está condicionado al
reconocimiento del oráculo donde se encuentra el pasaje; en cambio en una epístola el contexto
en el sentido más pleno es la epístola completa y sus partes se iluminan mutuamente. En cambio
35
en los proverbios el contexto casi no funciona debido a que los proverbios son dichos breves
aislados.
En segundo lugar, se debe determinar el objetivo de la exégesis. Es decir cuál es el uso que se le
dará a las conclusiones. ¿Serán usadas para un sermón? ¿Llevan el objetivo de escribir un
comentario? ¿Se desea clarificar un aspecto específico del pasaje para escribir un artículo o una
monografía? Esto es importante porque determinará la orientación que se le dará a las
conclusiones para encajar en el objetivo. También podría determinar la profundidad de la
exégesis. Por ejemplo, una exégesis con el fin de servir como base para un sermón será menos
exhaustiva que la que tiene como objeto el escribir un comentario. Por otro lado, una exégesis
para su uso en una monografía contemplará rigurosidad académica.
En tercer lugar, debemos identificar todos los factores que otorgan ayuda a la exégesis,
considerando el género y el objetivo. El contexto histórico está presente siempre junto con el
análisis del contexto y la consulta de paralelos. En algunos géneros se hace más uso del
reconocimiento de lenguaje figurado (poesía, sabiduría, profecía), mientras que en otros se ocupa
bastante tiempo en el análisis de la estructura del libro (epístolas y evangelios).
Por último, se debe investigar los factores, en el orden apropiado, tomar apuntes de los
diferentes pasos, y culminar por poner por escrito las conclusiones exegéticas, basando estas en
la investigación previa. Toda exégesis debe culminar enriqueciendo las conclusiones con la
consulta de comentarios bíblicos o ayudas similares, y buscando aplicaciones prácticas de los
principios reflejados en la Escritura estudiada.
El uso de los variados factores que ayudan a la exégesis se ha comparado frecuentemente con el
uso que un cocinero hace de los ingredientes de una receta. Aunque la analogía no es
completamente apropiada, sí nos ayuda para entender el proceso. Al momento de preparar una
receta el cocinero tiene sobre su mesa todos los ingredientes que necesita, pero no hará el mismo
uso de cada uno de ellos. Si tiene un kilo de harina a su disposición, puede que la receta demande
sólo una cuarta parte de este y el resto quedará para otra receta. Es decir, frecuentemente el
cocinero pone varios ingredientes sobre su mesa, pero no usará la misma cantidad de cada uno de
ellos.
Ocurre lo mismo al momento de hacer una exégesis, sobre nuestro escritorio tenemos
información sobre el contexto histórico, datos sobre el contexto, algunos pasajes paralelos,
características del género literario, etc. Sin embargo, al momento de escribir nuestras
conclusiones seguramente no haremos uso de todo lo que sabemos sobre el contexto histórico, o
el análisis del contexto, pero tal vez ocuparemos casi toda la información que tenemos de los
pasajes paralelos.
36
Decimos esto porque una de las frecuentes preguntas que el estudiante se hace es, “¿Por qué
tengo que buscar tanta información, si no voy a usarla toda?” Exactamente como el cocinero, el
intérprete queda con “excedentes” sobre su escritorio que será valiosa información para otra
exégesis del mismo libro o pasaje.
También la analogía del cocinero nos ayuda a explicar por qué no todos manifiestan la misma
habilidad al momento de hacer una exégesis. Primero que nada debemos asumir la realidad que
no todos son buenos cocineros. Depende de muchos factores, entre ellos la información previa,
experiencia, familiaridad con los ingredientes, las facilidades de la cocina, etc. En la exégesis es
lo mismo, algunos estudiantes parecen volar mientras que otros apenas caminan. Tenemos que
reconocer que el elemento de información o experiencia previa ayudan enormemente. Es muy
difícil que un estudiante que no está acostumbrado a leer variada literatura y no sabe tomar
apuntes, logre hacer buenas exégesis desde el principio. Si un creyente acostumbra a evitar
pensar por sí mismo, y siempre espera que otros le den las respuestas, sin hacer un esfuerzo
personal por buscarlas, seguramente se le dificultará la tarea exegética cuando tenga que decidir
sobre el significado de una palabra o expresión. Por esto el estudio de las Escrituras demanda
paciencia y persistencia para introducirnos en una disciplina a la que muchos no están
acostumbrados. Todos pueden aprender si tienen la determinación de hacerlo.
En estas notas se abordará la metodología exegética orientada por el género que representa el
pasaje, seguida, en algunos casos, de un ejemplo práctico como modelo. Se comenzará por el
género de Epístolas, el cual será el modelo maestro del cual todos los otros enfoques
metodológicos evolucionarán.
37
38
CAPITULO 7
La epístola es un género fácil de reconocer. Consiste en una carta formal escrita por una
autoridad apostólica y enviada originalmente a una congregación (Romanos), un grupo de
iglesias (Gálatas), o a una persona en particular (Tito). Por lo general, contiene el nombre de
quien la envía, un saludo para los receptores, una exposición doctrinal seguida o alternada con
exhortaciones prácticas, saludos particulares y despedida.
Comúnmente, las epístolas tienen un tema central alrededor del cual se construye la exposición
doctrinal y ética, aunque esto puede cambiar como es el caso de la Epístola de Santiago, donde
se presentan varios tópicos de discusión. La situación que la iglesia experimentaba es clave para
interpretar correctamente la función que el escrito tuvo en dicha comunidad de creyentes.
Indudablemente el escritor esperaba producir un impacto espiritual en tal congregación y para
ello tuvo que tener una óptima información sobre las necesidades de los receptores.
Otra de las características importantes de las epístolas es que son documentos, que al haber sido
redactados de una vez, sus partes se iluminan mutuamente. Esto significa que al leer la carta
debemos estar siempre conscientes en qué forma el pasaje específico se relaciona con el resto de
la epístola. Por lo tanto el contexto literario, en su plena expresión, es la epístola completa.
Las Epístolas son altamente estimadas en el canon de las Escrituras debido a su fuerte
orientación eclesiástica. Son en realidad, documentos cuya función original es casi idéntica a la
que cumplen hoy en la vida de la Iglesia: enseñar principios doctrinales y exhortar a un vida
acorde a la fe. Por tal razón, las epístolas constituyen una importante fuente para el estudio de la
teología neotestamentaria y las implicaciones éticas del Evangelio hoy.
Una metodología exegética para el estudio de las Epístolas consideraría los siguientes pasos y en
el orden presentado:
I. ANALISIS ESTRUCTURAL.
El análisis estructural consiste en el reconocimiento del flujo de las ideas del autor de la epístola
y recibe también el nombre de Bosquejo Sintético.
Se lleva a cabo mediante la elaboración de un bosquejo del contenido de la carta, que incluye
divisiones principales y secundarias. El contenido se debe presentar en el mismo orden en que
aparece en la carta, no es un bosquejo temático u homilético Dicho bosquejo dará al lector una
idea general de la carta y ayudará para reconocer el lugar que el pasaje a estudiar tiene en el
argumento total de la epístola.
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Como ejemplo se entrega a continuación el bosquejo del contenido de la Epístola a los Romanos:
A partir de una lectura completa y cuidadosa de la carta, sin consultar ayudas externas como
comentarios, etc., el intérprete procurará identificar los siguientes detalles:
A. Autor: Anotar todos los datos personales que el autor entrega sobre sí mismo en
la carta, incluya la cita donde aparece.
NOTA: El análisis de la estructura y elementos claves de la epístola se debe llevar a cabo sin
consultar comentarios. Recordemos que es nuestra exégesis y no la copia de la que otro ha
hecho.
B. Persona: En los casos que en la carta está dirigida a un líder, como es el caso de
las cartas a Timoteo y Tito, es útil estudiar brevemente los pasajes paralelos donde se menciona a
los tales. Así conoceremos más de la personalidad, carácter y trasfondo de estos colaboradores
apostólicos.
NOTA: En este paso de la exégesis obligatoriamente debemos consultar todas aquellas fuentes
que puedan ayudarnos a tener una razonable información de estos detalles. Especialmente útiles
41
son los diccionarios bíblicos, las introducciones en los comentarios y datos obtenidos en libros
de historia.
Aquí corresponde hacer un reconocimiento preliminar de las generalidades del pasaje antes de
analizarlo en detalle. Incluye los siguientes puntos:
A. Determinar los límites del pasaje a estudiar. Consiste en determinar el número de
versículos que se considerarán para la exégesis. El intérprete, al momento de escoger un pasaje
para estudiar o exponer, verificará la extensión del mismo, tratando de integrar las ideas
completas y evitando el tomar textos aislados. Un buen análisis estructural es clave para
reconocer las unidades de pensamiento.
C. Reconocer los párrafos que componen el pasaje. Como se indica, esto se refiere a
dividir el pasaje en los párrafos principales que lo componen. Así se aprecia mejor la transición
de ideas del autor. En oportunidades ayuda el poner título a los párrafos, R. A. Traina da las
siguientes sugerencias al respecto:
El título de un párrafo debe tener las siguientes características: brevedad, dos o tres
palabras solamente de ser posible; recordación, imaginativo, pegajoso; singularidad,
aplicable solamente a un párrafo; sugerente, que recuerde el contenido del párrafo;
apropiado, que venga bien al párrafo; e individualidad, conveniente a la persona que lo
utilice. Algunas veces es posible nombrar dos párrafos en tal forma que se sugiera la
relación entre ellos.25
25Robert A. Traina, Método para el estudio de la Biblia, pág. 57. Este libro aunque un poco complejo, y a veces
difícil de asimilar, es una ayuda invaluable para aprender a analizar meticulosamente el texto bíblico.
42
A. Análisis del texto en griego. Reconocer detalles gramaticales claves tales como
sustantivos, verbos, preposiciones, etc. Chequee problemas textuales. Si adopta una versión
particular como base, mencione posibles problemas de traducción. Indudablemente, si no se tiene
un conocimiento del idioma griego, el estudiante hará uso de una versión y procurará tener a su
alcance otras traducciones como referencia.
frase - grupo de dos o más términos formando una unidad parcial de pensamiento y
expresión
cláusula - grupo de términos incluyendo un sujeto, un verbo, y algunas veces uno o más
complementos que constituyen una unidad parcial o completa de pensamiento y
expresión
oración - una o más cláusulas que constituyen una unidad de pensamiento y expresión
Por supuesto que la presencia de estas unidades estructurales va a estar ligada a la extensión del
libro bíblico. Por ejemplo, es difícil encontrar secciones y subsecciones en libros como
Filipenses, pero sí están presentes en libros extensos como 1 Samuel. En el caso de las epístolas
frecuentemente las secciones y divisiones son equivalentes.
Sin embargo no sólo es necesario reconocer tales unidades estructurales sino apreciar en qué
forma pueden estar relacionadas entre sí. Tal relación se puede dar a nivel de las unidades más
breves hasta las más extensas. Algunas de las relaciones más comunes que se dan son:
comparación, contraste, repetición, continuación, causa y efecto, argumentación, singularización
y generalización.27
Al hacer uso del texto griego se debe cuidar el intérprete del estudio etimológico de las palabras.
Esto porque la etimología nos ayuda a comprender el origen de una palabra, pero no nos ayuda a
entender el uso semántico que el autor hace. Por ejemplo, en castellano la palabra caballero se
origina etimológicamente con un hombre que usa un caballo como cabalgadura. Posteriormente
se usó el término para designar a los miembros de las antiguas órdenes de caballería. En la
actualidad tal palabra se usa para designar ya sea un varón “Hay un caballero en la puerta” o una
persona amable “Este señor es todo un caballero”. Nadie asocia ya el término con un caballo, a
menos que el uso de la palabra esté asociado con esto (El comentar la obra literaria Don Quijote
de la Mancha, por ejemplo, donde se narra las aventuras de un caballero andante chiflado). De la
misma forma los términos usados por los autores bíblicos cobran sentido en el contexto que se
usan y no en su etimología. En vista de lo anterior, el autor de estas notas no alienta al estudio
etimológico de palabras, pero sí al estudio del uso cotidiano de las palabras bíblicas por parte de
los contemporáneos de los escritores bíblicos, como las obras del historiador judío Josefo por
ejemplo.
NOTA: Como fue el caso de I y II esta etapa de la exégesis debe hacerse sin consultar
comentarios. La ayuda de un léxico o concordancia griega será de mucha utilidad.
27Para una mayor explicación y detalle de cómo las unidades estructurales de un texto están relacionadas ver R.A.
Traina, Idem. Págs. 39-42.
44
Esto consiste en reconocer ayudas de índole histórico, cultural, social, geográfico, etc. que el
pasaje demanda para clarificar algún aspecto. Por ejemplo, una adecuada comprensión de
Gálatas 4:1-7 exige investigar sobre las costumbres familiares judías o grecorromanas respecto
del reconocimiento social de los herederos de las familias y el lugar de los esclavos en la
educación de los hijos. Los diccionarios o enciclopedias bíblicas son muy útiles para esto.
También los libros que tratan sobre las culturas y costumbres de los tiempos bíblicos serán de
mucho provecho.
Como ya vimos anteriormente, el orden más apropiado para buscar pasajes paralelos es el
siguiente:
NOTA: En el uso de pasajes paralelos debe argumentarse en qué forma son útiles para
clarificar el pasaje que está siendo estudiado. No consulte comentarios, una concordancia será de
más utilidad.
A esta altura corresponde poner por escrito las conclusiones alcanzadas. Dichas conclusiones
pueden reflejar asuntos como: el uso del contexto histórico general y particular al pasaje, la
apreciación del argumento, principio o situación contenida en los versículos considerados, su
conexión con la situación de la iglesia y el resto de la carta. Además debe presentar el enfoque
para la solución de las dificultades exegéticas encontradas. En esta etapa de la exégesis se debe
hacer uso de toda la investigación previa, es decir ver en que forma el análisis estructural, el
reconocimiento de elementos claves, el contexto histórico, los pasos del análisis contextual
básico y el detallado y la consulta de paralelos ayudan en la interpretación del pasaje.
Sólo en esta última etapa se hace necesario comparar nuestras propias conclusiones con aquellas
encontradas en los comentarios bíblicos. Si incluye notas tomadas de libros o comentarios debe
incluir autor, obra y página(s) como referencia.
De esta manera una vez que el estudiante ha hecho el esfuerzo por entender el texto bíblico
puede hacer uso de lo que los eruditos han escrito al respecto. No se deje amedrentar si sus
conclusiones varían de aquellas alcanzadas por los escritores en los comentarios bíblicos, sino
evalúe con la mayor objetividad posible en qué medida Ud. ha considerado aspectos que tales
45
eruditos no habían hecho, o también en qué medida Ud. necesita reconsiderar sus conclusiones
para ceder a una mejor coherencia exegética dada por un comentarista.
X. APLICACIONES PRACTICAS.
I. Saludo 1: 1-2.
También había problemas en las familias, las esposas estaban adoptando una actitud y apariencia
indecorosa en el culto (2:9-15), los esposos estaban teniendo estorbos serios en sus oraciones
(2:8). Por esto se encarece a los líderes a que gobiernen bien sus hogares (3:4-5, 12). Todo esto
se agudizaba por la enseñanza contra el matrimonio de los falsos maestros.
Otro problema que aquejaba la iglesia era una crisis de autoridad. Se refleja en los detallados
requisitos de los líderes (3:1-13), el hecho que se le demande sujeción a las esposas (2:11-12), el
peligro de despreciar la autoridad de Timoteo debido a su juventud (4:12), la advertencia a no
delegar autoridad con ligereza (5:22), los esclavos no debían despreciar la autoridad de sus amos
(6:1-2) ni los ricos debían considerarse superiores (6:16).
CONTEXTO HISTORICO
A. CIUDAD: Efeso era una de las principales ciudades del Asia Menor. C. R.
Erdman afirma:
En tiempo de Pablo era, junto con Alejandría y Antioquía, uno de los tres grandes
emporios comerciales del Mediterráneo oriental. Era la capital comercial, además de
47
política, de Asia. Sin embargo, su importancia se debía todavía en gran parte al interés
religioso que se centraba en la ciudad. El templo erigido en ella a la diosa Diana
(Artemisa) era una de las Siete Maravillas del Mundo.28
La ciudad fue fundada por los griegos por el s. XII A. C. Estuvo en manos del reino de Lidia, de
los persas y de Alejandro el Grande sucesivamente. Finalmente fue entregada a los Romanos por
Atalo III rey de Pérgamo en 133 A. C..
Esto es claramente visible en Hechos 19:18-19 donde encontramos que “muchos de los que
habían creído venían, confesando y dando cuenta de sus hechos. Asimismo muchos de los que
habían practicado la magia trajeron los libros y los quemaron delante de todos; y hecha la cuenta
de su precio, hallaron que era cincuenta mil piezas de plata”.
B. PERSONA: Timoteo nació en Listra, hijo de madre judía y padre griego Hch.
16:1). Era tenido en alta estima por los creyentes de Listra e Iconio Hch. 16:2). Fue circuncidado
por Pablo (Hch. 16:3) y llegó a ser su compañero y ayudante (Fil. 2:19-22). Se le menciona
cumpliendo importantes misiones asignadas por Pablo (1Tes. 3:1-5; 1Cor. 4:17; 16:10).
El apóstol utilizó una escuela de filosofía como centro de predicación. Dios manifestó su poder
grandemente a favor de Pablo en liberación y sanidad. Lo acontecido a una familia de exorcistas
judíos ambulantes fue motivo de un avivamiento. Los practicantes de artes mágicas que se
habían convertido quemaron públicamente sus libros confesando su pecado, así la Palabra de
Dios “crecía y prevalecía poderosamente” (Hch. 19:21).
Un importante acontecimiento fue el alboroto provocado por los negociantes de ídolos quienes,
al ver su negocio en peligro, conmocionaron a la ciudad entera. Esto motivó el adelanto de los
planes de Pablo de pasar para Macedonia (Hch. 20:1). Algunos meses después el apóstol advirtió
a los pastores de la iglesia en Efeso sobre los problemas que enfrentarían con falsos maestros
(Hch. 20:28-31)
C. PáRRAFOS:
2:8 ándras, traducido como “hombres”, se puede también traducir como “esposos”.
hosíous jeíras jorís orgés kai dialogismoú, “manos santas sin ira ni contienda”, lo dice en
relación a los varones.
2: 9-12 gunaikas, se puede también traducir como “esposas”. metá aidoús kai
sophrosúnes, “con pudor y modestia”. didáskein dé gunaikí ouk epitrépo, “porque no permito a
la mujer enseñar”. oudé authentein andrós, “ni ejercer autoridad sobre el marido” es otra
traducción posible. La forma verbal authentein aparece sólo en esta ocasión en el Nuevo
Testamento.
2:13-15 sothésetai dé diá tes teknogonías, “pero será salvada (¿el sujeto es Eva?)
mediante el tener hijos” también se puede traducir “mediante el engendramiento”. eán meímosin,
“si permaneciere” no es la traducción literal, el verbo en griego está en plural “si permanecieren
o permanecen” sería una mejor traducción (puede referirse a todas las mujeres o a los esposos).
49
Quiero pues
que los hombres
oren
en todo lugar
levantando
manos santas
sin
ira
ni
contienda
Asimismo
que las mujeres
se atavíen
de ropa decorosa
con pudor y modestia
no con
peinado ostentoso
ni oro
ni perlas
ni vestidos costosos
sino
con buenas obras
como corresponde a mujeres
que profesan
piedad
la mujer
aprenda
en silencio
con
toda sujeción
Porque
no permito
a la mujer
enseñar
ni
ejercer dominio
sobre el hombre
sino
estar en silencio
Porque
Adán
fue formado
primero
después
50
Eva
y
Adán
no fue engañado
sino
que la mujer
siendo engañada
incurrió
en transgresión
pero
se salvará
engendrando hijos
si permaneciere
en
fe,
amor
y santificación
con modestia
Pablo hace uso de la narración de Génesis 2 y 3 sobre la creación del hombre y la mujer,
enfatizando el hecho que Adán fue creado primero y el hecho que la mujer al ser engañada cayó
en transgresión. Al parecer Pablo no está interesado en su argumentación de mostrar la caída de
Adán que claramente enseña en otros pasajes de sus epístolas (Ro. 5:12-19).
Asumiendo que Pablo habla aquí de la armonía de relación entre esposos, es importante
considerar las costumbres sociales del primer siglo. Dos aspectos deben ser tomados: (1) el
comportamiento social entre esposos en público y (2) el estilo litúrgico llevado a cabo en las
asambleas cristianas primitivas. N. J. Hommes plantea el problema enfrentado por el apóstol
como un mal comportamiento en público de esposas que habían mal entendido la libertad que
tenían en Cristo y estaban influenciadas por la falsa enseñanza respecto del matrimonio. En su
opinión, Pablo censura una mala conducta local.30
30N.J. Hommes, “Let Women be Silent in Church”, Calvin Theological Journal 4 (1) (1969) 5-22.
51
CONCLUSIONES EXEGETICAS
El pasaje tiene claramente amplitud de contexto. En los versículos anteriores (2:1-7) Pablo
exhorta a orar “por todos los hombres” (Gr. anthropoi) especialmente por los que están en
autoridad. La base para esta orden está en que Dios desea que la salvación alcance a todos los
hombres. Jesucristo es el único mediador entre Dios y “los hombres”. El versículo siete da la
clave para el énfasis de Pablo, “todos los hombres” incluye en forma especial a los gentiles.
En 2: 8-15 Pablo retoma nuevamente el tema de la oración, esta vez orientando la argumentación
al específico papel que los cónyuges deben tomar en el culto. Los esposos (Gr. andras) deben
orar “levantando manos santas sin ira ni contienda” y las esposas (Gr. gynaikas) deben
manifestar una actitud de sobriedad a través de una apariencia piadosa y una actitud de sujeción a
sus esposos.
Esto significa que las esposas no deben tomar participación de la enseñanza en los cultos,
considerando el estilo informal de participación colectiva, cosa que desde el punto de vista
cultural del siglo primero implicaría desafiar la autoridad de sus esposos. Tal actitud puede tener
su explicación en una mala interpretación de su posición en Cristo, la cual les libraría de estar
sujetas a sus cónyuges. El problema de autoridad y la enseñanza de los falsos maestros sobre el
matrimonio contribuía a alentar esta mala actitud.
Pablo apela al hecho que Adán fue formado primero, por lo cual le corresponde un papel que la
esposa no debe desafiar. De ahí, el uso del verbo authentein que implica usurpación de
autoridad, y al ejemplo histórico de Eva la cual fue engañada e incurrió en transgresión, debido a
su error de actuar antes de aprender. Por esto las esposas deben aprender en actitud sumisa
considerando el precedente nefasto de Eva.
52
Los últimos dos versículos son oscuros y es difícil determinar que es lo que Pablo quería decir.
Dos expresiones son claves, una de ellas es de dia tes teknogonias, ¿En qué sentido es la mujer
salva a través “del tener hijos” o “del engendramiento”? ¿Se refiere Pablo a toda mujer o a Eva?.
La otra palabra clave es meímosin, Pablo ha venido hablando en singular, pero abruptamente
cambia al plural, ¿Quiénes deben “permanecer en fe ...etc.”? ¿Son los hijos? ¿Son las mujeres?
¿Son los cónyuges?.
Si se adopta la idea que Pablo aún se refirie a Eva, se interpretaría la expresión como una
esperanza para ella. Eva se salvará por el “engendramiento del hijo” (Gr. tes teknogonías), lo que
apuntaría a Jesucristo, en quien se cumple la profecía dada por Dios (Gen.3:15). Si el plural del
verbo se refiere a los cónyuges, se podría concluir que la salvación escatológica de Eva es
anticipada en la relación armónica de los cónyuges quienes deben permanecer (Gr. meimosin) en
fe, amor y santificación, con modestia.
Por otro lado, si el apóstol está pensando en las esposas, se podría derivar que el cumplir
propiamente su papel de madre es la parte que a las mujeres les corresponde en el nuevo orden.
Esta enseñanza se entendería a la luz de las falsas doctrinas que prohibían el casamiento (1Tim.
4: 1-3).
D. J. Moo resume las principales proposiciones exegéticas sobre los últimos versículos del pasaje
que estudiamos, aunque él defiende la interpretación literal del pasaje, sin considerar elementos
culturales. El resume las distintas interpretaciones como sigue:
1) A pesar del juicio pronunciado sobre la mujer (Gen. 3:6), las mujeres cristianas serán
preservadas durante la experiencia del tener hijos.
2) Las mujeres cristianas experimentaran salvación aunque ellas deben tener hijos (Gen.
3:16).
4) Las mujeres cristianas son salvadas a través de las buenas obras figurativamente
representadas por teknogonias.
5) A pesar de los desastrosos resultados del engaño de Eva, las mujeres cristianas serán
salvas a través de el engendramiento, la venida del Mesías, tal como fue prometido en el
protoevangelio (Gen. 3:15).
31D.J. Moo, “Timothy 2:11-15: Meaning and Significance,” Trinity Journal 1 (1980) 62-93
53
Algunas de estas ideas podrían acercarse al sentido original, pero no podemos estar totalmente
seguros. La variedad de interpretaciones muestra la complejidad de sentido del pasaje.
APLICACIONES PRACTICAS
CAPITULO 8
El género de los Evangelios es difícil de enmarcar dentro de la literatura del primer siglo de
nuestra era. No son exactamente biografías, aunque contienen elementos de carácter biográfico,
no consisten en relatos con rigurosidad cronológica de los acontecimientos narrados, ya que hay
un fuerte sentido de adaptación de los eventos a las necesidades particulares de la comunidad a la
cual fue dirigida el documento originalmente.
Además del problema de definición está el hecho que la Iglesia ha reconocido cuatro evangelios
como inspirados, y al menos uno de ellos posee características muy especiales, como es el
Evangelio de Juan.
Cada evangelista organizó el material incluido en su Evangelio en forma particular. Aunque hay
elementos comunes a todos los Evangelios, no todos siguen el mismo orden de los
acontecimientos o incluyen las mismas cosas, de ahí que se hace necesario considerar
cuidadosamente los asuntos relacionados con los énfasis particulares de cada evangelista, la
organización del contenido y la posible comunidad original receptora del evangelio a estudiar.
En relación a esto, Gordon Fee correctamente afirma: “Los evangelistas seleccionaron,
organizaron, y adaptaron los materiales no solo para registrar o conservar la vida y enseñanzas
de Jesucristo sino también para presentar a Jesús a sus lectores con sus propios intereses
distintivos y desde su peculiar punto de vista.”32
Este estudio debe cubrir los elementos históricos generales de los evangelios. Asuntos que caen
bajo esta categoría son los presentados en forma muy completa por Merrill Tenney en la primera
parte de su obra Nuestro Nuevo Testamento. Algunos de estos son la situación política,
elementos culturales judíos de Palestina, situación religiosa, sectas religiosas y políticas,
economía, y leyes civiles y religiosas.
33Para una mayor información sobre los Evangelios como género y sus características vea “El evangelio cuadruple”
por F.F. Bruce en Nuevo Comentario Bíblico, D. Guthrie y J.A. Mottyer, eds., págs. 61-67 y G. Fee y D. Stuart La
Lectura Eficaz de la Biblia, págs. 99-118.
56
Como ya fue expresado, el género de los Evangelios es más complicado que el de Epístolas por
el sentido de adaptación del material que cada evangelista usó para componer su obra. Esto es lo
que debe estar presente con más fuerza en la mente del intérprete mientras estudia un particular
Evangelio.
Debido a su complejidad y extensión, es difícil llegar, como en el caso de las Epístolas, a una
óptima percepción de las características o énfasis particulares que cada evangelista dio al
material que incluyó en su evangelio, a través de sucesivas lecturas solamente. De ahí que se
hace necesario consultar obras de eruditos que han dedicado mucho tiempo al estudio de estas
cosas. Información útil puede ser encontrada en libros tales como introducciones al Nuevo
Testamento, comentarios, o diccionarios bíblicos.
Los elementos a considerar en esta fase de preparación para el análisis exegético del pasaje son:
Esta sección es semejante a lo que se hace en las Epístolas, con la diferencia que los Evangelios
reflejan menos dependencia entre sus partes. Se dará comentario extra a lo que necesita mayor
clarificación debido a la diferencia de género.
A. Determinar los límites del pasaje. Esto no ofrece problemas por la característica
de presentar eventos, enseñanzas, parábolas o narraciones sin excesiva conexión entre sí.
34J.M. Martínez da un buen comentario sobre las peculiaridades de cada Evangelio en Hermenéutica Bíblica, págs.
381-405.
57
A. Análisis del texto en griego. Reconocer detalles gramaticales claves tales como
sustantivos, verbos, preposiciones, etc. Chequee problemas textuales. Si adopta una versión
particular como base, mencione posibles problemas de traducción.
Esto consiste en reconocer ayudas de índole histórico, cultural, social, geográfico, etc. que el
pasaje que se está estudiando demanda para clarificar algún aspecto de este. Por ejemplo,
conocer las características del camino de Jerusalén a Jericó, la rivalidad entre samaritanos y
judíos y las costumbres relacionadas con las posadas, ayudará a entender mejor la parábola del
Buen Samaritano
El uso de pasajes paralelos en la exégesis en los Evangelios cobra especial significado, dado que
los Evangelistas a veces usan narraciones o dichos de Jesús en diferentes contextos y aun
diferentes palabras.
58
Especialmente útiles en esta fase son las obras de consulta llamadas Armonías de los Evangelios.
En la exégesis en los Evangelios la consulta de paralelos lleva el objetivo de ver el particular
tratamiento que cada Evangelista da al material común entre ellos.
Recuerde que este proceso es para arrojar luz sobre el especial uso que el Evangelio que estamos
analizando da a algún evento o dicho de Jesucristo. El objetivo no es “armonizar” sino
comprender mejor que es lo que ya sea Mateo, Marcos o Lucas querían comunicar a la específica
comunidad que ellos tenían en mente al escribir.
Ahora llega el momento de escribir las conclusiones asumidas luego del estudio detallado del
pasaje y sus paralelos. Especial cuidado debemos poner aquí al significado del pasaje en el
contexto teológico, eclesiológico y cultural del Evangelista y la comunidad receptora del
Evangelio en particular.
Sólo en esta última etapa se hace necesario comparar nuestras propias conclusiones con aquellas
encontradas en los comentarios bíblicos. Si incluye notas tomadas de libros o comentarios debe
incluir autor, obra y página(s).
MARCOS 8:27-9:1
I. LA PREPARACION 1:1-13
V. LA CONSUMACION 16:1-20
A. La resurrección 16:1-8
B. El epílogo 16:9-20
El propósito de Marcos parece ser presentar el mensaje medular del Evangelio y preparar los
receptores para seguir el camino de rechazo y sufrimiento que experimentó su maestro. De esta
manera presenta a Jesucristo como el Siervo sufriente, a quien se debe seguir aunque no se tenga
la completa comprensión espiritual de su persona.
El evangelio de Marcos es terso, claro y certero, con un estilo adecuado para apelar a la
mente romana que se impacientaba con disertaciones abstractas o de índole literaria. Se
encuentran muchos latinismos en Marcos, tales como modius en lugar de “almud” o
“celemín” (4:21), census por “tributo” 12:14), speculator por “uno de la guardia” (6:27),
centurio por centurión“ 15:39, 44, 45) y otros. Para la mayor parte de estos términos
había equivalentes griegos. Según parece, Marcos usó estos términos latinos porque le
eran más comunes o más familiares.38
37Ibid. Pág. 31
38M. Tenny, Nuestro Nuevo Testamento, pág. 191
61
B. AMPLITUD DE CONTEXTO.
Existe mas bien una asociación literaria. El episodio del ciego sanado progresivamente en
Betsaida parece ser una transición a la confesión de Pedro. La paulatina apertura de la visión
espiritual de los discípulos está figurativamente representada en la sanidad de este hombre.
C. PARRAFOS.
Prospectivamente 8:27-9:1 da una gran luz sobre lo que viene en el evangelio. Muestra lo
inevitable del destino de Jesús, él debe enfrentar el rechazo, sufrimiento y muerte (12: 1-12),
pero también se ve que él triunfará sobre la muerte y volverá en gloria. También anticipa la
naturaleza del discipulado el cual recibe mayor atención en los siguientes capítulos. Parece ser
que la mayor proyección del pasaje hacia adelante es hacia la ultima sección del evangelio donde
se produce el publico reconocimiento de Jesús como Mesías por sus discípulos 11:9-10) y por
Jesús mismo frente a sus acusadores (14:61-62).
1) 8:27 => tina me légousin hoi anthropoi; “¿Quién dicen los hombres que
yo soy?”
4) 8:31 => hoti dei tov huion tou anthrópou polla pathein; “le era necesario
al Hijo del Hombre padecer mucho”.
Por lo extenso del texto solo daré algunos pasajes como ejemplo.
Y comenzó
a enseñarles
que
le era necesario
padecer
mucho
y ser desechado
por los ancianos
por los sacerdotes
y por los escribas
y ser muerto
y resucitaría
después
de tres días
y llamando
a la gente
y a sus discípulos
les dijo:
Si alguno
quiere
venir en pos de mi,
niéguese a si mismo
tome su cruz
y sígame.
63
D. Se presenta el Reino de Dios en sus dos aspectos presente (9:1) y futuro (8:38)
Mateo es quien presenta mayor variante en relación a Marcos. El presenta la confesión como
producto de una revelación, agregando el enigmático dicho acerca de la roca, el fundamento de
la Iglesia y las llaves del reino (Mt. 16:17-18). Lucas presenta la pregunta de Jesús luego de un
momento de oración (Luc. 9:18) y excluye el engorroso episodio de la reconvención de Pedro a
Jesús. Es interesante apreciar que si Pedro está tras la tradición del Evangelio de Marcos no
menciona el asunto de las “llaves”, cosa que podría haberle dado prestigio extra.
Parece ser que Marcos está interesado en presentar el episodio como un descubrimiento a medias
de la persona de Jesús por parte de sus discípulos, Pedro reacciona frente a la idea del
sufrimiento de Jesús mirando las cosas desde el punto de vista meramente humano.
La confesión de Pedro y la posterior enseñanza sobre el discipulado son claves para entender el
todo del Evangelio de Marcos. La dureza de entendimiento de los discípulos hace necesario un
milagro semejante a la sanidad del ciego de Betsaida. Tal milagro ilustra que a Jesús no debe
mirársele de acuerdo al criterio de los hombres, estos se equivocan en sus apreciaciones sobre su
persona (8:27-28). La súbita apertura de entendimiento de los discípulos se debe en gran parte a
la influencia divina, pero aún así no es suficiente para comprender con cabalidad y en
profundidad la verdad acerca del Hijo del Hombre que debe padecer. Pedro y sus compañeros
necesitan desatarse de un falso concepto de Mesías, aún ponen la mirada en las cosas de los
hombres y no en las de Dios (8:33). Tal situación ha de persistir por el resto del evangelio (9:10,
32), pero sería clarificado después de la resurrección (9:9).
64
La irrupción de la idea de un Mesías sufriente es impactante a quien lee por primera vez el libro.
El que es presentado como el Hijo de Dios en el prólogo (1:1) y quien progresa raudamente en la
narración triunfando sobre las fieras, el diablo, los demonios y las enfermedades y quien asombra
a sus adversarios con su sabiduría y acciones, súbitamente revela que es necesario morir. Es
paradógico que cuando los discípulos duros de entendimiento logran vislumbrar algo crucial
sobre su maestro, éste anuncia la inesperada visión de un Mesías que tiene que morir.
Literariamente el pasaje cumple una función maestra para presentar la verdadera esencia del
Mesías, la salvación y el discipulado.
La revelación del Mesías sufriente no sólo afecta el concepto mesiánico judío tradicional, sino al
mismo tiempo esto es presentado como el camino que el discípulo debe seguir. El camino del
Mesías es el camino de sus seguidores.
Pero la revelación considera al mismo tiempo que este es el camino para la victoria del Mesías y
por ende la de sus discípulos, por lo cual estos no deben avergonzarse de su Maestro, pues el
Mesías que muere resucitará y retornará en gloria.
El pasaje finaliza con palabras de aliento para algunos que verán el Reino de Dios venido con
poder, lo que posiblemente apunta al episodio de la Transfiguración, donde algunos contemplan
la gloria divina velada por el ropaje de humanidad.
Prospectivamente 8:27-9:1 da una gran luz sobre lo que viene en el evangelio. Muestra lo
inevitable del destino de Jesús, él debe enfrentar el rechazo, sufrimiento y muerte (12: 1-12),
pero también se ve que él triunfará sobre la muerte y volverá en gloria. También anticipa la
naturaleza del discipulado el cual recibe mayor atención en los siguientes capítulos. Parece ser
que la mayor proyección del pasaje hacia adelante es hacia la última sección del evangelio donde
se produce el público reconocimiento de Jesús como Mesías por sus discípulos (11:9-10) y por
Jesús mismo frente a sus acusadores (14:61-62).
Ahora viene la gran confesión del mesianismo de Jesús por parte de Pedro en el camino a
Cesarea de Filipo, y la primera predicción clara de Jesús a sus discípulos de su pronta
muerte. No es por accidente, en todo caso, que estas declaraciones están juntas. Si los
dicípulos ven a Jesús como el Mesías, es esencial que estos le vean como el Cristo de
Dios y no un cristo humano, y al mismo tiempo entiendan el camino del mesianismo que
ha sido ordenado por Dios. La mente humana nunca objeta el concepto de un mesías, en
tanto éste sea un mesías que se ajusta a tal mente natural. La cuidadosa explicación de
Jesús fue sin duda muy importante, no solo para que los discípulos se mantuviesen aparte
de nacionalismo u otra malinterpretación del mesianismo, sino también porque el camino
de Cristo determinaría el de ellos.39
También este pasaje es una advertencia para no dejarnos engañar contra conceptos
distorsionados sobre el discipulado. En estos momentos cuando en lugar de sufrimiento y costo
algunos predican un evangelio de prosperidad, salud total y éxito, las palabras de Jesús nos
recuerdan que no debemos poner nuestra vista en las cosas de los hombres sino en las de Dios.
Debemos estar dispuestos a pagar el precio de lo que significa seguir a Jesucristo en medio de
una generación confundida por el consumismo y la inmoralidad.
CAPITULO 9
Antes tratar los asuntos relacionados con la metodología exegética, es importante considerar
aquellas características propias de este género bíblico.
profética. El profeta presenta los eventos en tal forma que pareciera que van a ocurrir el
mismo día, pero están separados por cientos de años. Por ejemplo en el oráculo de Isaías
61:1-4 se presentan profecías acerca del ministerio del Mesías junto con mensajes
relacionados con el retorno del cautiverio babilonio y aún con el día del Juicio (“...el día
de la venganza del Dios nuestro”).
Las siguientes consideraciones deben tomarse en cuenta al hacer una exégesis de pasajes
contenidos en los libros proféticos.
I. ANALISIS ESTRUCTURAL.
El análisis estructural es útil en la exégesis en los llamados Profetas Menores, los cuales por su
brevedad y temática son semejantes a una epístola. Sin embargo el análisis de la estructura en los
Profetas Mayores no es tan útil debido al carácter recopilativo de los oráculos, los cuales no
guardan directa relación unos con otros y a veces no están contextualizados en la misma
situación histórica.
Es importante tener claro lo que es un “oráculo”. Un oráculo es un mensaje específico dado por
un profeta y que quedó registrado como parte de un libro en que se recopiló la totalidad de las
profecías dadas por tal profeta (Isaías o Jeremías por ejemplo).
Aquí cobra suma importancia el determinar la situación histórica en la cual estuvo inmerso el
profeta. especialmente en lo relacionado a la tensión política internacional, y la situación
espiritual y social del pueblo.
68
A. Determinar los límites del pasaje, considerando primero la extensión del oráculo.
Esta tarea no es siempre fácil, pero es trascendental. Tal determinación puede concluirse al
examinar el comienzo de una declaración que parta diciendo “Así ha dicho Jehová”,
considerando el contenido o al entregar el profeta el contexto histórico de tal oráculo (Jer. 21:1).
Se debe hacer una exégesis de un oráculo a la vez.
A. Análisis del texto. Reconocer detalles gramaticales claves tales como sustantivos,
verbos, preposiciones, etc. Chequee problemas textuales (aquí se puede usar una versión con un
buen aparato crítico como la Biblia de Jerusalén o la Reina-Valera Actualizada). Si adopta una
versión particular como base, mencione posibles problemas de traducción.
Detalles del pasaje pueden demandar información sobre asuntos geográficos, históricos,
religiosos o sociales específicos.
E. Evaluar posible uso del pasaje en el Nuevo Testamento, identificando si hay algún
sensus plenior.
A esta altura corresponde poner por escrito las conclusiones alcanzadas. Dichas conclusiones
incluyen la apreciación del argumento contenido en el oráculo considerado, su conexión con el
resto del libro (más en los Profetas Menores que en los Mayores) y el enfoque para la solución de
las dificultades exegéticas encontradas. Por supuesto que debe usarse la información obtenida en
los previos pasos.
Sólo en esta última etapa se hace necesario comparar nuestras propias conclusiones con aquellas
encontradas en los comentarios bíblicos. No olvide reconocer la cita adecuadamente.
ANALISIS ESTRUCTURAL.
Isaías 9: 1-7 forma parte de una extensa serie de oráculos que comienza en 7:1 y se extiende
hasta 11:16. Estos oráculos son dirigidos mayormente contra Israel, el reino del Norte.
con el objetivo de remover a Acaz y poner un rey títere en su lugar, pero con resultados
infructuosos.
El resultado de todo esto es que Acaz se convirtió en vasallo de Asiria y el rey asirio pudo
justificar su ataque sobre Siria e Israel.
En 732 A.C. los asirios capturaron Damasco y se anexaron el norte de Israel, dejando a
Oseas para gobernar el del reino del Norte como su vasallo. Cuando él se reveló,
Salmanazar V (727-722 A.C.) puso sitio a Samaria, y su sucesor Sargón II (722-705
A.C.) la capturó en el año de su ascensión al trono.40
El pasaje que será estudiado forma parte de un oráculo contra el reino de Israel que tiene
su comienzo en 8:1 y se extiende hasta 9:7.
De lo expuesto más arriba se deriva que la amplitud de contexto debe ser tomada en
cuenta. El pasaje es la última parte de un largo oráculo que incluye el capítulo anterior
completo.
C. RECONOCER PARRAFOS.
D. IRREGULARIDADES CONTEXTUALES.
No se aprecian
40N.H. Ridderbos, (“Isaiah” en The Illustrated Bible Dictionary, Vol II, pág. 698.
71
El pueblo
que andaba
en tinieblas
vió gran luz
los que moraban
en tierra
de sombra
de muerte
luz resplandeció
sobre ellos
Porque
un niño
nos es nacido
hijo
nos es dado
y el principado
sobre su hombro
y se llamará
su nombre
Admirable
Consejero
Dios Fuerte
Padre
eterno
Príncipe
de paz
Lo dilatado
de su imperio
y la paz
no tendrán
límite
sobre
el trono
72
de David
y sobre
su reino
disponiéndolo
en juicio
y en justicia
desde
ahora
y para
siempre.
El celo
de Jehová
de los ejércitos
hará
esto
C. PERSPECTIVA PROFETICA.
La ubicación geográfica de los lugares mencionados muestra que fueron las primeras
regiones en recibir el ataque asirio que descendió desde Siria.
B. LIBROS HISTORICOS: Las secciones mas útiles son 1 Reyes 16:1-18:41 y 2 Cr.
28:1-27, donde se narra la crisis de las invasiones asirias y sus consecuencias para Israel
especialmente. Jueces 13:18 es importante por el título “admirable”.
D. EL RESTO DE LAS ESCRITURAS: Dt. 6:10; Josué 24:3 y Luc. 16:24 para
aclarar el uso de la expresión “Padre eterno”.
SENSUS PLENIOR.
En Mateo 4:14-16 encontramos que el evangelista presenta la profecía de Isaías como cumplida
en el hecho que el ministerio de Jesús tomase como base la ciudad de Capernaum, en Galilea.
Originalmente la profecía de restauración política tomó cumplimiento en la consolidación de la
autonomía de la región bajo Juan Hircano en el siglo II A.C., pero la oportunidad para la
restauración espiritual tuvo que esperar la venida del Mesías.
CONCLUSIONES EXEGETICAS
Isaías 9:1-7 es parte final de un oráculo que comienza en 8:1 y está inmerso en una serie de
oráculos sobre Israel que comienzan en 7:1 y se extienden hasta 11:16. Tiene la finalidad de
decretar el juicio que ha de venir sobre Israel. Se profetiza que el reino del Norte será invadido y
saqueado por los ejércitos del rey de Asiria. Dicha invasión afectará seriamente la parte norte, la
región de Zabulón y Neftalí, la cual quedaría sumida en tinieblas y angustia, una forma
metafórica de expresar la dominación extranjera (8:21-22).
Nuestro pasaje comienza afirmando: “Mas no habrá siempre oscuridad”, el oráculo de juicio
termina con esperanza, práctica común de los profetas. La profecía promete una futura
restauración de la región afectada por las invasiones. Se aproxima un futuro promisorio para
ellos en el cual serán librados de la opresión extranjera. El cumplimiento para el cercano futuro
tomó lugar durante el periodo en que se logró cierta autonomía política bajo Juan Hircano en el
siglo II A.C.
Parte sobresaliente en el pasaje es la promesa acerca del “niño” cuyo nombre abarca importantes
aspectos de la naturaleza de Dios mismo. “Admirable” fue la expresión que usó el ángel de
Jehová cuando anunció el nacimiento de Sansón a sus padres (Jueces 13:18), por lo cual este
título apunta a la deidad. Lo mismo puede decirse de las expresiones “Consejero” y “Dios
Fuerte.” El título “Padre eterno” guarda relación con el liderazgo o linaje, y evoca la idea de
“padre Abraham” (Dt. 6:10; Josué 24:3; Luc.16:24), sirve para enfatizar la gran diferencia entre
el liderazgo de los impíos reyes de Israel y Judá y el de este rey prometido. “Príncipe de Paz”
apunta al carácter del reinado del Mesías (Is. 11: 1-5 y 42: 1-9).
74
Esta parte del oráculo sobre Israel lleva el objetivo de mostrar la gracia de Dios para con su
pueblo, pero al mismo tiempo se proyecta en un sentido más pleno al ministerio de Jesucristo
(Mateo 4: 14-16), el cual tuvo su centro en Capernaum. Sólo el Mesías puede traer a un
cumplimiento más pleno las esperanzas de restauración y van mucho más allá de una mera
liberación política, la victoria del “niño” apunta también a la gran liberación espiritual que la
humanidad completa estaba esperando.
Las profecías relativas al “niño” se cumplen en la persona de Jesucristo el Rey divino, pero los
beneficios del reino son parcialmente recibidos y tendrán su expresión completa durante el
milenio, donde la justicia reinará.
Derek Kinder comenta los versículos sobre el “niño” en el Nuevo Comentario Bíblico de la
siguiente manera:
IMPLICACIONES HERMENEUTICAS
Es reconfortante ver la historia de la Redención desde la perspectiva del principal evento como
ya consumado. El “niño” ya vino y su reino ya está en acción en las vidas y la comunidad de los
redimidos. Aunque esperamos para el futuro la manifestación plena del reinado de paz y justicia,
estas realidades deben formar parte ya de la conducta normal de quienes están en el reino de
Dios. El reinado del Mesías es el modelo para las relaciones entre los creyentes y también para el
ejercicio del liderazgo. Esto conlleva la responsabilidad como creyentes de vivir vidas justas,
reflejar un amor por la equidad, preocuparnos por el que sufre y ser instrumentos de paz en
medio de una sociedad en tensión.
41D. Kinder, “Isaías” en Nuevo Comentario Bíblico, D. Guthrie y J.A. Motyer (Eds.)
75
76
CAPITULO 10
La Poesía Hebrea, como sucede con toda expresión poética, es reflejo de los sentimientos o
estados psicológicos del poeta y puede ser de cualquier índole. Lo que hace la diferencia con la
poesía del Antiguo Testamento. es que se desarrolla en torno a Dios y a las experiencias del
creyente hebreo. Por lo general las expresiones poéticas son oraciones cantadas que pueden
llevar la intención de comunicar a Dios frustraciones, enojos angustias, gozo, confianza,
seguridad, u otro estado emocional, pero su supremo objetivo es la adoración a Jehová, como
bien afirma J. G. Thomson respecto de los Salmos:
Aquí están reflejados los ideales de piedad religiosa y comunión con Dios; de dolor por el
pecado y la búsqueda de perfección; de caminar en la oscuridad, sin temor, a través de la
lámpara de la fe; de obediencia a la ley de Dios; deleite en la adoración a Dios y la
comunión con los amigos de Dios, y la reverencia a la Palabra de Dios; de humildad
frente al castigo, confianza cuando la maldad triunfa y los malos prosperan; y de
serenidad en medio de la tormenta.42
También la poesía en la cultura hebrea podía ser usada con fines didácticos como ocurre con los
Salmos 1 y 119 que consisten en una apología a los beneficios de obedecer a la Ley.
Debe tenerse en cuenta que en oportunidades se pueden encontrar pasajes que reflejan
inspiración profética y se perciben como respuesta de Dios (ver por ejemplo Sal. 32:8-9; 91:14-
16).
Los profetas dieron a veces forma poética a sus oráculos, pero la función de sus oráculos es
diferente a la que cumplía un Salmo o un canto compuesto espontáneamente (ver Ex. 15:1-21).
Sin embargo, aunque los salmos ocupaban un lugar diferente en la vida espiritual de los hebreos
se encuentran también en ellos profecías mesiánicas.
Al examinar las características estilísticas de la poesía hebrea se aprecia una clara diferencia con
la poesía occidental. John Stek afirma al respecto:
La poesía hebrea carece de rima y métrica regular. Su rasgo principal y más distintivo es
el paralelismo. Sus lineas poéticas están compuestas generalmente de dos (a veces tres)
segmentos equilibrados (el equilibrio a veces se pierde, ya que el segundo segmento es
comúnmente algo más corto que el primero). El segundo segmento puede hacer, ya sea,
eco (paralelismo sinónimo), contraste (paralelismo antitético), o completar
sintácticamente el primero (paralelismo sintético). Estos tres tipos son generalizaciones, y
no son plenamente adecuados para describir la rica variedad que la creatividad de los
poetas ha alcanzado, dentro de la línea de estructura básica de dos segmentos. Sin
embargo, ellas pueden servir como distintivos generales que pueden ayudar al lector.44
Los libros considerados como poéticos en las Escrituras son los Salmos, Lamentaciones, y el
Cantar de los Cantares. Sobre los Salmos ya se han introducido sus características más arriba.
Las Lamentaciones fue una elegía compuesta por Jeremías ante la caída de Jerusalén en manos
de los babilonios en 586 A. C. Consiste en una serie de lamentos que vindican la justicia de Dios
frente a la catástrofe. Es por el pecado del pueblo que tal situación ha acontecido. Dios sigue
siendo justo, bueno y misericordioso.
Una lectura cuidadosa debe hacerse del Cantar de los Cantares. El libro guarda una relación de
estilo con una ópera. En este Cantar intervienen el esposo, la esposa y un coro, que de tanto en
tanto participa haciendo comentarios sobre lo que está pasando (Can. 1:4b, 8; 8:5-9). Esta
hermosa poesía con características alegóricas tiene como centro el amor matrimonial,
especialmente el amor sexual. El esposo y la esposa se elogian mutuamente, reconociendo lo que
llama su atención en el físico del cónyuge (1:2, 9-11; 4:1-5). Aunque se ha querido ver en este
libro una alegoría del amor entre Dios e Israel, o entre Cristo y la Iglesia, es preferible leerlo
desde la perspectiva de la felicidad matrimonial que se puede alcanzar y que en definitiva es una
gracia de Dios.
También se debe considerar que aunque la Literatura Sapiencial está expresada en lenguaje
poético, cumplía también una función diferente.
Tomando los Salmos como la poesía hebrea por excelencia, veremos algunos principios
exegéticos para su estudio.
I. ANALISIS ESTRUCTURAL
El análisis estructural no es de utilidad en esta exégesis debido al carácter de los salmos los
cuales son unidades independientes.
No siempre es fácil determinar el contexto histórico de algún salmo. Algunos de ellos incluyen
notas de orientación sobre esto (ver Sal. 3, 7, 30, 51), pero debemos tener en cuenta que no se les
puede considerar como inspirados y definitivos ya que fueron adiciones posteriores.
En otros casos se percibe por el contenido. Como el Salmo 137 que está contextualizado en el
Cautiverio Babilónico. Lecturas sucesivas del salmo a estudiar para reconocer los elementos de
tipo histórico que contiene pueden ser de mucha ayuda.
A. Considerar el carácter general del salmo. Esto apunta a reconocer el tono general
del salmo si es súplica, alabanza, acción de gracias o lamentación, etc.
A. Análisis del texto. Aquí se debe prestar especial cuidado al cambio de estados
emocionales del salmista. A veces las reacciones emocionales se encuentran contrapuestas. (ver
Sal. 27, 42, 43, 73).
Especialmente importante es el uso que el Nuevo Testamento hace de pasajes de los salmos,
generalmente orientados al cumplimiento profético en la vida del Señor Jesucristo.
45Ver los distintos tipos de paralelismos en Claves de Interpretación Bíblica por De la Fuente, págs. 137-143.
46Para una buena introducción a los contenidos teológicos de los Salmos vea Hermenéutica Bíblica por J.M.
Martínez págs. 325-328.
79
Al momento de escribir las conclusiones, debe otorgarse especial cuidado a distinguir entre lo
que es confirmación de la voluntad de Dios y lo que es mas bien el profundo deseo del salmista.
También considere los conceptos teológicos contextualizados en la revelación limitada del
salmista.
Compare sus propias conclusiones con aquellas encontradas en los comentarios bíblicos.
La aplicación contemporánea de los salmos no es tan fácil como parece, ya que se debe tener en
cuenta que el lenguaje del salmista tiende a ser absoluto. Ver por ejemplo la declaración de
confianza del salmista en el Salmo 91 donde se presenta una protección total frente a toda
dificultad, situación que no siempre se produce (vea Hebreos 11:32.38).
ANALISIS ESTRUCTURAL.
CONTEXTO HISTORICO.
El encabezamiento del salmo atribuye al rey David su composición. Por el contenido se puede
apreciar que el autor hace mención del templo (ver. 4), lo que provoca problemas considerando
que el edificio fue construido por Salomón después de la muerte de David. Aunque la mención
del tabernáculo en los versículos 5 y 6 podría interpretarse como la tienda que el rey levantó para
acoger los muebles del original tabernáculo, destruido seguramente por los filisteos. Desde esta
perspectiva podría ser que si el autor es David, él tuviese en mente esta tienda al ocupar el
término “templo”.
El hecho que el autor utilice frecuentemente lenguaje de tipo bélico o militar como: “fortaleza”
(una fortificación), “ejército”, “guerra”, “enemigos”, indicaría al menos que tal creyente tuvo
experiencia en esta área. El frecuente acceso a los aposentos consagrados al culto (“tabernáculo”)
no es necesariamente evidencia de un trasfondo sacerdotal del autor, ya que David por su
posición tendría también acceso privilegiado al lugar.
A. Carácter general del salmo: En general se puede decir que el Salmo 27 es una
súplica por liberación.
B. Párrafos.
D. Tema general del Salmo: Confianza y súplica frente al ataque de los enemigos.
A. Texto.
Se aprecian los sentimientos encontrados de urgencia por respuesta de Dios en una difícil
situación y la declaración de confianza en la comunión con Jehová y la eventual liberación. En
81
momentos la demora en la respuesta de Dios puede provocar una pasajera incertidumbre, pero
Dios no falla (v. 10).
B. Género y retórica.
1. Paralelismos:
2. Figuras:
CONCLUSIONES EXEGETICAS.
El salmista está enfrentando una situación de apremio que le lleva a seguir el testimonio de su
corazón de buscar “el rostro del Señor” (ver. 8). Comienza su oración con una larga declaración
de confianza sobre lo que Dios es y lo que puede hacer por él. Al mismo tiempo se anticipa la
82
Los enemigos son considerados como bestias salvajes (ver. 2), un ejército (ver. 3), testigos falsos
(ver. 12) y gente cruel (ver. 12).
Reconociendo que la espera puede ser difícil, el poeta se anima con declaraciones de seguridad
en la fidelidad de Dios (ver. 10). Presenta como la clave para su liberación la comunión que goza
con Dios en su templo, su confianza en que su causa es justa y que Dios muestra su bondad a sus
criaturas (ver. 12).
Kyle M Yates, Jr expresa lo siguiente en el Comentario Bíblico Moody del Antiguo Testamento:
El marcado contraste entre los vv.1-6 y 7-14 ha llevado a la mayor parte de comentaristas
a que designen este salmo como un compuesto de partes distintas. Tanto el contenido
como el espíritu de estas secciones son inmensamente diferentes. El talante cambia desde
una confianza gozosa a un temor ansioso. No obstante, dos elementos relacionan estas
partes disimilares: unos enemigos similares y la confianza en Dios.
APLICACIONES PRACTICAS
Este Salmo es de gran aliento para el creyente hoy al identificarnos con la realidad que el
creyente se fortalece, en su lucha por mantener su fe en un situación difícil, al considerar la
misericordia y fidelidad de Dios.
84
CAPITULO 11
La sabiduría, como expresión de la tendencia natural en el hombre a filosofar sobre los asuntos
propios de la existencia humana, se encuentra presente en todas las culturas. Los griegos, por
ejemplo, dedicaron sus esfuerzos para reflexionar sobre el origen de la materia, la percepción de
la realidad, la ética, y la problemática del ser, junto con disciplinas de tipo científico tales como
geometría, matemáticas, física, biología y elementos básicos de química. Aunque la Biblia
menciona que Salomón incursionó en estudios semejantes (1 Reyes 4:33), se puede decir con
cierta seguridad que el encontrar explicación a los fenómenos naturales del mundo físico no fue
la mayor preocupación de los pensadores hebreos. La sabiduría en el AT está relacionada más
bien con el consejo correcto para la vida próspera, inteligencia para la vida cotidiana. Como W.
Zimmerli afirma:
Aunque se encuentran también reflexiones sobre asuntos existenciales tales como el problema
del sufrimiento humano (Job) y la falta de sentido e insatisfacción de la vida (Eclesiastés), la
literatura de sabiduría que encontramos en las Sagradas Escrituras está cerca de lo que
denominaríamos sabiduría proverbial.
Toda cultura sobre la tierra tiene formas de educar a los miembros de su sociedad para preservar
la armonía social y cultural. Al mismo tiempo mucha de esta educación viene a través de los
consejos. Los orientales aprecian la forma proverbial porque se logra una mayor afianzamiento
en la mente de los miembros más jóvenes de la comunidad. Expresiones tales como: “Tanto va el
cántaro al agua, que al final se quiebra”, “Agua que no has de beber déjala correr”, “No dejes
para mañana lo que puedes hacer hoy”,“Dime con quien andas y te diré quién eres”, etc., tienen
sus equivalentes de país en país o de cultura en cultura. Sabiduría para enfrentar asuntos
prácticos en la vida queda grabada con más fuerza a través de estos dichos breves. Otras
expresiones literarias semejantes son las fábulas las que terminan siempre con una moraleja
práctica.
La sabiduría en las Escrituras están concentradas en tres principales obras que son el libro de
Job, Proverbios y Eclesiastés. En cada uno de estos libros de una u otra forma se deja ver la
reflexión en torno a la vida humana.
la vida. Proverbios contiene tantos dichos breves como argumentaciones más elaboradas, su
principal énfasis está en la fuente de la sabiduría y la correcta motivación para adquirirla. Este
último cubre una gama de temas mucho más extensa que los primeros y su tendencia es hacia el
lado práctico en la solución de los problemas.
¿Quiénes son los “sabios hebreos”? Son personas que han vivido los suficiente como para
reconocer ciertos principios de causa y efecto que inciden en la vida del individuo y la sociedad,
para bien o para mal. Son personas que conocen a Dios y creen que sin el “temor de Jehová”,
como fundamento no hay forma de vivir con cordura. Son profundos observadores de lo que les
rodea, tanto de la humanidad como de la creación. “Puesto que todos los fines terrenales
expresaban la presencia personal de Dios y su interés en la vida de una persona (Pr. 5:21). había
una motivación muy amplia para tratar de ver en los sucesos más ordinarios de la vida un reflejo
de algo más profundo y significativo”.49
La sabiduría, con su consejo, abarca casi todo aspecto de las relaciones sociales. La familia, los
negocios, la fidelidad matrimonial, la pureza sexual, la sensibilidad social, la buena
comunicación, las buenas virtudes, etc., se combinan en la principal colección de sabiduría
proverbial, el libro de Proverbios.
Una importante advertencia debe tenerse en cuenta al leer la sabiduría presentada en estos libros.
Tal como en el caso de los Salmos, el sabio, autor de alguna reflexión o proverbio, en
oportunidades, refleja una sabiduría de parcial normatividad. Debido a que esta sabiduría es fruto
de la observación y experiencia, que no siempre se puede aplicar a todos los casos. Por ejemplo,
se hace notar que la pobreza viene como consecuencia de la pereza (Pr. 24:33-34), en la realidad
esto no es siempre cierto (ver el caso de Job, por ejemplo). También se asegura que el justo no
tendrá problemas económicos y que le irá mal al impío (Pr. 13:22-25), en ocasiones la situación
es lo contrario, el justo sufre precisamente por su justicia (Heb. 11:36-37).
Como puede fácilmente ser percibido, no hay un denominador común entre estos libros, de tal
manera que cada uno de ellos debe ser considerado dentro de su propio contexto para una óptima
exégesis.
I. ANALISIS ESTRUCTURAL.
No es crucial en el estudio de estos libros hacer el estudio estructural por si mismo, de tal manera
que no es problema consultar ayudas externas para esto. Job y Proverbios evidencian claramente
las transiciones dentro de su estructura, pero Eclesiastés es más complicado.
Tal como fue expuesto en la exégesis de la Poesía, se debe discernir entre lo que es experiencia
del sabio y lo que es voluntad de Dios.
Compare sus conclusiones con las que se encuentran en los comentarios bíblicos.
La sabiduría del AT. tiene sus limitaciones, ya que no obstante la observación puede llevar a
recibir revelación, esta pronto encontrará contradicciones propias de la enajenada existencia
humana, y sin una revelación superior es fácil desencadenar en el escepticismo del autor de
Eclesiastés. Además las explicaciones de causa y efecto no siempre son uniformes.
En vista de lo anterior se debe guardar mucha precaución con reconocer lo realmente normativo
y relativizar lo que no es uniforme en su cumplimiento.
87
APENDICE
LA INTERPRETACION DE ECLESIASTES
Hace mucho tiempo un creyente daba testimonio de la sabiduría de Salomón cuando escribió en
Eclesiastés 7:28 “...un hombre entre mil he hallado, pero mujer entre todas éstas nunca hallé”,
seguramente el pobre hermano tenía problemas matrimoniales o fuertes prejuicios contra las
mujeres que hacían que se identificase con la experiencia del autor del libro al respecto.
Sin lugar a dudas el tono de Eclesiastés es lo que llama más la atención al leerlo. El fuerte
sentido de la falta de satisfacción que el hombre experimenta en esta vida satura todo el mensaje
de “el Predicador” (Kohélet en hebreo). El autor se presenta a si mismo no sólo como un
observador profundo de la frustración innata que acompaña la existencia (1:8, 12-15; 5:8), sino
también como quien ha experimentado en carne propia todas aquellas cosas que pareciesen traer
la felicidad pero que al final se convierten en una carga (1:16-2:11). Pero al mismo tiempo se
aprecia en todo el libro el hecho que a pesar de la falta de sentido que la vida tiene, hay un Dios
que conoce todas las cosas que los humanos no entendemos (1:13; 3:13-18; 5:1-7; 7:13, 29; 8:12-
13; 9:1) y que lo mejor es servirle desde la juventud (12:1).
Ha sido materia de discusión determinar cuál fue el propósito del autor de Eclesiastés.
Algunos estudiosos opinan que el objetivo del libro es apologético, “Eclesiastés puede
considerarse como una apología dirigida a los hombres cuya visión no llega mas allá del sol. El
autor les demuestra la vanidad de la filosofía que abrazan, y subraya la futilidad del materialismo
y de una vida sin Dios.”50 El problema con esta idea es que “el Predicador” se presenta como un
creyente y aún da consejos sobre la piedad personal (5:1-7), lo que parece contradictorio
considerando que supuestamente se estaría poniendo en la posición de un materialista.
Otros afirman que el libro refleja el pesimismo de un hombre que no guardó una comunión
óptima con Dios, como dice Gillis: “El extremo pesimismo del libro en muchas partes resulta de
que Kohélet (el Predicador) realmente había experimentado todo lo que describe en el libro,
habiendo descuidado a Dios con el fin de entregarse totalmente a las actividades del hombre
natural.”51 La dificultad en este caso se presenta cuando vemos al Predicador preocupado de
entender la acción de Dios en las vidas humanas (2:26; 3:18).
Otra posición interpretativa es que el autor de Eclesiastés escribe sus reflexiones en forma
progresiva. Es decir, las verdades que importan son las que se presentan al final del libro, donde
el autor logra finalmente superar las dudas planteadas en el resto da la obra. Sin embargo el
estribillo pesimista con que inicia su obra está de nuevo presente en 12:8.
Eruditos menos conservadores aún creen ver en este libro la mano de dos autores uno pío y el
otro secular, se supone que el creyente piadoso interpoló la obra pesimista del escéptico y de ahí
provienen las contradicciones que la obra presenta, pero uno se preguntaría que objeto puede
haber tenido el tratar de “rescatar” la obra de un judío escéptico para transformarla en un libro
devocional.52
Parece ser que es más adecuado considerar que Eclesiastés refleja la visión de un creyente que
procura encontrar sentido a la vida en el marco de la revelación limitada que poseyó. Sus
observaciones son agudas y cargadas de realismo, producto de la percepción parcial del plan de
Dios para la humanidad, él ve las cosas como las percibe: “...bajo el sol”. Será el mensaje de
Jesucristo lo que traerá el sentido a la vida que “el Predicador” trató de encontrar (ver por
ejemplo la visión de 1:24 contrastada con Mt. 6:25-34), como bien afirma Delitsch:
El Libro de Kohélet es, por un lado, una prueba del poder de la religión revelada la cual
fundamenta la fe en Dios, el único Dios, el Omnisapiente Creador y Gobernador del
mundo, tan profunda y firmemente arraigada en la conciencia religiosa, que aún las más
disonantes y confusas impresiones del mundo presente no pueden conmoverla. Por el otro
lado, es una prueba de la limitación de la revelación en su expresión veterotestamentaria,
porque el descontento y la angustia, la monotonía, la confusión y la miseria que esta
tierra provoca, permanecen en forma desequilibrada, hasta que los eventos de la historia
de la redención sean consumados, y revelados los cielos sobre la tierra.53
52Ver la crítica a esta posición por J. Ellul en su libro La Razón de Ser (Barcelona: Herder, 1989)
53F. Delitsch, The Song of Songs and Ecclesiastes pág. 184.
89
declaraciones sobre las riquezas (6:1-2), las mujeres (7:27-28) y la adolescencia (11:9-10). El
autor presenta inquietudes que reflejan sus propios conflictos de fe.
El libro de Eclesiastés tiene enorme valor el día de hoy en nuestra “cultura cristiana
latinoamericana” donde la falta de conocimiento de la Palabra de Dios y del único Dios revelado
en las Escrituras, hace que la visión imperfecta de la vida de Kohélet se haya masificado en el
mundo que nos rodea. Todos los elementos que intervienen en la falta de satisfacción
presentados en este libro forman parte de la vida cotidiana de millones. Eclesiastés ayuda a
entender el mundo de hoy como casi ningún otro libro. Merece ser estudiado para entender mejor
a quienes hemos de ministrar la visión completa del propósito de la vida y sus tribulaciones a
través de la obra salvadora de Jesucristo.
El apóstol Pablo en Romanos 8 reconoce las tribulaciones propias de esta vida, considerando que
la creación fue sujeta por Dios a vanidad. Pero al mismo tiempo los creyentes al llegar a ser hijos
de Dios les espera un futuro glorioso. Sin embargo, no óolo Dios ha prometido un futuro
escatológico glorioso sino también nos da la ventaja de contar con el Espíritu Santo para
ayudarnos a movernos dentro de la vanidad que nos rodea exitosamente. El Espíritu nos ayuda al
asesorarnos en nuestra oración (8:26,27) y Dios promete intervenir en todas las cosas que
pertenecen al orden temporal para conformarnos a la imagen de su Hijo como destino último
(8:28). Por último todas las inquietudes existenciales de Kohélet se esfuman al entender que “en
todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó”(Ro. 8:14-39.)
90
CAPITULO 12
EXEGESIS EN LA LEY
Los textos concernientes a disposiciones legales para el pueblo hebreo se encuentran repartidos
entre Exodo 20 y Deuteronomio 33. La Ley redactada por Moisés, bajo la dirección de Dios,
especifica (a través de mandamientos e instrucciones) el significado ético y religioso del Pacto
entre Dios y su pueblo. A esta serie de leyes se les ha clasificado en: El Código del Pacto (leyes
que aparecen el libro de Exodo), El Código de Santidad (el libro de Levítico) y el Código
Deuteronómico (el libro de Deuteronomio).
El Pacto no sólo llevaba el objetivo de clarificar a los hebreos acerca de la naturaleza del Dios a
quien sirven, sino también regular todos los aspectos de su vida civil y religiosa. Respecto de la
naturaleza ética de la Ley T. B. Maston afirma:
...el hebreo sabía que “lo que es bueno es lo que Dios requiere; lo que es malo es lo que
Dios prohibe.” Sin formulación sistemática alguna de su ética “ningún otro pueblo tuvo
algo que remotamente se aproximase a Israel en la profundidad y vitalidad de los
fundamentos éticos de su vida.” Esta profundidad y particularmente la vitalidad resultó
de la relación de Israel con su Dios. El mismo es el punto central de referencia en el
Antiguo Testamento tanto para la teología como para la ética. El contenido ético del
Antiguo Testamento estaba basado en la naturaleza de Dios y su voluntad, y se derivaba
de estas.54
La ley refleja lo que Dios pide de su pueblo para que este muestre ante las naciones lo bueno que
es servir a Jehová como Moisés lo expresó:
Mirad, yo os he enseñado estatutos y decretos, como Jehová mi Dios me mandó, para que
hagáis así en medio de la tierra en la cual entráis para tomar posesión de ella. Guardadlos,
pues, y ponedlos por obra; porque esta es vuestra sabiduría y vuestra inteligencia ante los
ojos de los pueblos, los cuales oirán todos estos estatutos, y dirán: Ciertamente pueblo
sabio y entendido, nación grande es esta. Porque ¿qué nación grande hay que tenga dioses
tan cercanos a ellos como lo está Jehová nuestro Dios en todo cuanto le pedimos? Y
¿qué nación grande hay que tenga estatutos y juicios justos como es toda esta ley que yo
pongo hoy delante de vosotros? Dt. 4:8.
Debido a que no hay otra alternativa de bien para el pueblo fuera de Jehová es que Israel debe
servir a su libertador y ser fiel a su compromiso en el pacto, guardando los estatutos y
mandamiento de la Ley.
Sin lugar a dudas que el criterio para leer y aplicar los textos legales desde el punto de vista
cristiano, debe tomar seriamente en consideración que La Torah como estilo de vida global
(incluido lo ceremonial) no fue la norma predicada por la Iglesia Apostólica. La Ley fue
condensada por Jesucristo en los dos mandamientos de amor (Mt. 22:40) y el Concilio de
Jerusalén determinó que los no judíos no estaban obligados a vivir bajo las normas legales judías
Hch. 15), de esta manera se entendió que la práctica del amor era la suma de toda la Ley (Ro.
13:8-10).
En términos generales se puede clasificar las leyes entre apodícticas y casuísticas. Las primeras
presentan mandamientos que “...tienen aplicaciones generales que les dicen a los israelitas las
cosas que deben hacer o evitar para cumplir su parte del pacto con Dios”55 (vea Lev. 19:1-4). En
contraste las casuísticas apuntan a situaciones particulares que merecen especial consideración
(Lea Dt. 21:10-14).
I. ANALISIS ESTRUCTURAL.
El estudio de la estructura de los libros donde aparecen los textos legales no es clave en su
exégesis, sin embargo es importante considerar el carácter general del contenido del libro en el
cual se encuentra el pasaje a estudiar.
Detalles semejantes de la vida de los pueblos de Oriente puede ser útil para comprender mejor la
sociedad hebrea. Es posible hoy encontrar estudios comparativos entre Israel y sus vecinos. Debe
tenerse en cuenta, sin embargo, que por lo general los eruditos que hacen tales investigaciones
tienen presupuestos liberales o neo-ortodoxos y hay que separar cuidadosamente el trigo de la
paja.
C. Reconocer párrafos.
V. CONCLUSIONES EXEGETICAS.
CONTEXTO HISTORICO.
El libro de Levítico contiene en su mayor parte instrucciones a los sacerdotes para llevar adelante
todos las actividades relacionadas con su posición dentro de la vida hebrea. Así encontramos
CONTEXTO HISTORICO.
El pueblo necesita leyes específicas que les regularán al tomar posesión de la Tierra Prometida.
Esta ley impide la eventual desigualdad y problemas sociales en que la nación podría caer. Tales
regulaciones eran comunes en los pueblos semíticos de la región por aquella época.
C. Párrafos.
1. Elementos apodícticos:
a. No a la usura. v. 36-37.
b. Transacciones comerciales justas. v.14-17.
94
2. Elementos casuísticos
a. El rescate de propiedades. vv. 24-28
b. Disposiciones sobre propiedades urbanas. vv. 29-34
c. Leyes sobre la esclavitud. vv. 39-55.
PASAJES PARALELOS.
Considerando el interés particular de esta exégesis en el Año del Jubileo se dará mayor
consideración para las conclusiones el uso tipológico que tanto Isaías como Lucas hacen de esta
ley.
CONCLUSIONES EXEGETICAS.
La sociedad hebrea está en este punto en proceso de organizar los aspectos propios de la vida de
una nación. El pasaje apunta al ordenamiento de Dios sobre el concepto de propiedad de la tierra
y de las personas.
La tierra es un don de Dios para su pueblo. El les ha sacado para llevarles a una tierra donde
fluye leche y miel, allí los hebreos heredarían ciudades y campos, pero se hace necesario
clarificar lo que Dios espera de su pueblo en relación a asuntos cruciales como: la tierra,
propiedad, esclavitud y pobreza.
El hecho que los hebreos vienen de una situación de esclavitud demanda que les sean definidos
los parámetros que han de regular el nuevo estado de cosas que se presentarán en el asentamiento
en la tierra de Canaán.
El año del Jubileo fue establecido por Dios para regular la vida social, económica y espiritual del
pueblo hebreo.
Tempranamente se había establecido la ley del Séptimo Año (Ex. 23:10-11). Esta hacía provisión
para los pobres de la tierra y aún para las bestias del campo. También el concepto del Séptimo
año hacia provisión para la liberación de esclavos (Ex. 21:2-11; Dt. 15:12-18) y el perdón de
deudas Dt. 15:1-6). No hay seguridad si las disposiciones para la liberación de esclavos y perdón
de deudas coincidía cronológicamente con el año sabático, pero parece ser que funcionaban
separadamente.
95
El Jubileo operaba mayormente para impedir la acumulación de la tierra en una pocas manos.
Dios dice que la tierra no pertenece a los hebreos sino a Jehová (25:23), por lo tanto no se
vendería a perpetuidad. Cada cincuenta años cada propietario que hubiese perdido su tierra, sus
descendientes tendrían el derecho de recibirla de vuelta. Esto muestra el cuidado especial de
Dios para con los pobres y oprimidos, lo que también se refleja en las disposiciones sobre la
usura y la esclavitud por problemas económicos (25:35-40).
Además el Jubileo sería utilizado para las transacciones de tierra, la propiedad tenía más o menos
valor en relación a la fecha del futuro Jubileo. De esta manera lo que se valorizaba era el número
de cosechas obtenidas y no la tierra en si (25:14-17).
El año de Jubileo debía ser consagrado a buscar a Jehová, sería “santo” 21:12). Se aprecia
entonces no sólo un interés agrícola, sino espiritual, el pueblo debía consagrarse ese año sin
afanes económicos a Jehová.
Aunque las disposiciones relativas a la liberación de esclavos muestran que esta tomaba lugar
cada 50 años las leyes complementarias que se hallan en otros pasajes clarifican que tal
liberación se producía también al cabo de siete años de servicio, tal vez en el año del Jubileo,
había una liberación generalizada, en contraste con las particulares que cada hebreo que había
comprado esclavos tenía que realizar. La liberación mencionada en el pasaje incluye la familia
del esclavo, cosa que no permitía la ley de Ex. 21:1-4.
Tipológicamente el Jubileo ya había sido utilizado por Isaías al proclamar la liberación que
serían objeto los hebreos cautivos en Babilonia (Is. 61:1-2), el “año de la buena voluntad de
Jehová” fue el año del término de la cautividad babilónica y la tierra de Judá les fue devuelta por
Jehová. Pero es en el evangelio de Lucas donde encontramos la final tipología del Jubileo, el
gran jubileo fue el que Jesucristo el Hijo de Dios trajo a la humanidad esclava por el pecado y
destituida de la gloria de Dios (Luc. 4:16-21).
APLICACIONES PRACTICAS.
Los principios encontrados aquí en relación con las regulaciones económicas son permanentes.
La transacción justa, el respeto por los más débiles, y la regulación para evitar la acumulación
excesiva de bienes en pocas manos, dan claras señales que Dios se preocupa de la justicia y
censura el aprovechamiento económico del prójimo en desgracia. Por otro lado el jubileo
espiritual que Jesucristo nos trajo nos da confianza para predicar un mensaje de esperanza,
liberación y sanidad.
96
CAPITULO 13
La Literatura Apocalíptica constituye uno de los géneros más complicados y al mismo tiempo el
que produce mayor fascinación entre algunos creyentes. Sectas modernas como La Iglesia
Adventista y Los Testigos de Jehová nacieron como producto de la “interpretación” de pasajes
apocalípticos. Por el lado conservador el dispensacionalismo despertó renovado interés en el
Apocalipsis y las visiones del profeta Daniel. Tal interés continúa presente hoy especialmente
cuando nos aproximamos al final del segundo milenio.
Las visiones apocalípticas son difíciles de interpretar, aun los receptores originales tuvieron
dificultad en entender el mensaje contenido en las visiones (Dan. 7:15-16, 19; Zac. 4:1-5, 11-14).
Las visiones narradas en los pasajes apocalípticos son extrañas, fantásticas, arrobadoras,
sobrecogedoras o aun grotescas, lo que marca la diferencia con otro tipo de visiones en la
Escritura. A veces el receptor original llega a ser parte de las visiones (Is. 6:1-8; Zac. 2:1-3; Ap.
5:1-4).
La apocalíptica está directamente asociada con la profecía, tanto así que algunos eruditos la
consideran una forma de profecía.
encuentran presentes. El problema en el caso del libro de Apocalipsis es que no hay forma de
verificar canónicamente tales rasgos lo que hace el reconocimiento algo especulativo.
I. ANALISIS ESTRUCTURAL.
Este estudio no es crucial en la comprensión de las visiones, así es que no se requiere trazar la
estructura del libro que incluye tales visiones por sí mismo; aunque puede reconocerse una
estructura evidente en el libro de Apocalipsis (Sellos, copas y trompetas), que se debe ser tomar
en cuenta.
B. Interpretar los símbolos de la visión a la luz del contexto histórico y por el trasfondo
judeo-cristiano.
V. PASAJES PARALELOS
Evaluar el uso de elementos comunes a otras visiones apocalípticas, como, por ejemplo, los
paralelos entre Ezequiel, Daniel y Apocalipsis. Esto debe usarse sólo como referencia y no se
debe esperar que los elementos mantengan su simbología en forma constante.
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Por lo general los comentarios sobre pasajes apocalípticos o el libro de Apocalipsis están ya
identificados con alguna escuela de interpretación, sea esta preterista, futurista o simbólica. En
todo caso evalúe la metodología exegética que el autor emplea para comparar sus conclusiones.
CAPITULO 14
Gran parte de las Escrituras consiste en pasajes que pueden definirse como narrativos. Las
narraciones son historias que giran en torno a algún personaje o un evento y su principal objetivo
es presentar la acción de Dios ya sea en armonía o en contradicción con su voluntad. Dios puede
aprobar o desaprobar las acciones de los involucrados en la narración, pero no siempre se
clarifica esto y muchas veces está más bien implícito en los detalles del relato.
El principal protagonista en las narraciones bíblicas es Dios, aunque no sea siempre evidente. Un
ejemplo se encuentra en el libro de Ester, donde ni siquiera se le menciona, pero su acción es
indudable
Las narraciones en primer lugar forman parte de un todo en el cual se aprecia la acción de Dios
en la historia al llevar adelante su plan de salvación para la humanidad. Por otra parte, también
están relacionadas con las etapas en el desarrollo de ese plan y que revelan sus variados grados
de progreso. Esto no significa que cada narración lleva el objetivo de mostrar algún aspecto
particular de tal plan, algunas de ellas muestran sólo lo que ocurrió dentro de una etapa
determinada.
Los autores bíblicos presentan los eventos tal como ocurrieron y es labor del intérprete evaluar
los hechos desde la perspectiva ética neotestamentaria.
También se debe considerar el hecho que narraciones aparecen en géneros literarios que como un
todo presentan un objetivo diferente, por ejemplo los Evangelios consisten mayormente en
narraciones sobre la vida de Jesucristo, pero el objetivo de su agrupamiento es diferente al que se
hace de los eventos narrados en el libro de los Jueces o en Génesis.
I. ANALISIS ESTRUCTURAL.
Este análisis es más o menos útil dependiendo del libro donde se encuentre la narración que se
estudiará. En términos generales es preferible examinar la estructura del libro, aunque no sea
crucial hacerlo por sí mismo.
El estudio del contexto histórico ha de incluir todos los detalles que guardan relación con la
geografía, situación política, elementos culturales e información arqueológica entre otros. Para
mayor información sobre detalles del contexto histórico ver a J. M. Martínez, Hermenéutica
Bíblica, págs. 193-213.
101
C. Reconocer párrafos.
V. CONCLUSIONES EXEGETICAS.
Además de un breve resumen del relato considerado se debe incluir especialmente los puntos A y
B del análisis contextual detallado.
Recuerde que las narraciones no reflejan siempre la aprobación de Dios a los eventos relatados,
el hecho que Jacob haya tenido preferencia por su hijo José no es apoyo para tener hijos
preferidos (¡especialmente el primogénito!). También hay que cuidarse de las alegorizaciones.
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