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Africa en Su Historia Correo Unesco
Africa en Su Historia Correo Unesco
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Africa en su historia
TESOROS
DEL ARTE
MUNDIAL
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Malí
Madre e hijo
Esta estatuilla de madera
inspirarse en su complejo
sistema religioso, en el que
entra como elemento
fundamental el culto a los
antepasados.
Colección privada
Foto © Gallimard
La Photothèque París
página
ei Correo ^ k unesc°
5 "LA HISTORIA GENERAL DE AFRICA"
AGOSTO-SEPTIEMBRE 1979 AÑO XXXII por Amadou-Mahtar M'Bow
Venta y distribución :
Unesco, place de Fontenoy, 75700 París 27 LOS ARTISTAS DEL NEOLÍTICO,
Subjefe de redacción :
Olga Rodel 60 EL FABULOSO IMPERIO DEL MALI
Secretaria de redacción :
por Djibríl Tamsir Niane
Gillian Whitcomb
66 LA CIVILIZACIÓN SWAHILI
Redactores principales :
Español : Francisco Fernández-Santos (París) por Victor V. Matveiev
Francés :
MITOS y prejuicios de toda laya han ocultado al Todo ello realza la importancia de la Historia general de
mundo durante largo tiempo el verdadero rostro Africa cuya publicación en ocho volúmenes está iniciando
de Africa. Se consideraba a las sociedades la Unesco.
africanas como sociedades sin historia. Pese a los
importantes estudios realizados desde los primeros Los especialistas de diferentes países que han
decenios de nuestro siglo por precursores tales como Leo colaborado en ella se dedicaron ante todo a sentar las
Frobenius, Maurice Delafosse y Arturo Labriola, entre bases teóricas y metodológicas de la obra. Su
otros, numerosos especialistas no africanos sostenían, preocupación era impugnar las simplificaciones abusivas a
partiendo de los prejuicios originados en su propio medio, que había dado lugar una concepción lineal y limitativa de
que por carecer de fuentes y de documentos escritos esas la historia universal y restablecer la verdad de los hechos
sociedades no podían constituir objeto de un estudio cada vez que fuera necesario y posible. Al mismo tiempo
científico. Se negaban a ver en los africanos a los se esforzaron por descubrir los datos históricos que
creadores de culturas originales que se han desarrollado y permiten seguir mejor la evolución de los diferentes
perpetuado a través de los siglos por senderos que les son pueblos africanos dentro de su especificidad socio-
propios y que, por lo mismo, el historiador no puede cultural.
Con sus dunas movedizas de arena y polvo de roca (arriba), el Sahara mayor desierto del
planeta se Interpone entre el Mediterráneo y el mundo tropical africano. Habitado por
nómadas y atravesado por las rutas de las caravanas, fue, a lo largo de la historia, más que
una barrera, una suerte de filtro que contenía la penetración de las influencias mediterráneas
en las reglones meridionales. También los grandes ríos de Africa, pese a constituir Importantes
vías de comunicación en sus trechos navegables, desempeñaron su papel en la
compartimentación geográfica del continente. Las cataratas del Nilo, las cascadas y rápidos
del Zambeze y el Senegal, el Orange y el Limpopo, particularmente en su curso inferior, fueron
en el pasado verdaderas barreras Infranqueables. En las cataratas Victoria (a la derecha), una
de las maravillas naturales del mundo, el Zambeze se lanza desde una altura de 100 metros al
fondo de un abrupto precipicio que llega a tener 1.700 metros de ancho; la fuerza del agua
levanta nubes de vapor que a veces pueden verse a más de 60 kilómetros de distancia.
Un continente en busca
de su pasado
por Joseph Ki-Zerbo
8
La palabra escrita
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Jeroglífico Cursiva computadora
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La escritura bamum (arriba a la izquierda) fue inventada en 1895 por el sultán Njoya de Fumbán (Camerún). El Drimer silaba- .
rio contenia más de 1 .000 signos pero las simplificaciones sucesivas los han reducido a 70. A la derecha, el sonido "ka" repre¬ Los siete versículos de la primera sura del Corán
sentado en nueve lenguas indígenas del Africa occidental. reproducidos en caligrafía de estilo magrebino.
mo esas máscaras africanas sustraídas a la
devoción de los fieles para exponerlas a la
curiosidad de los no iniciados : pierde su
cuota de sentido vital. Pero por el mismo
carácter de su vida, porque la asumen ince¬
santemente nuevos testigos que se encar¬
gan de su transmisión, la tradición se adap¬
ta en espera de nuevos auditorios. Y el con¬
tenido mismo del mensaje suele ser hermé¬
tico e incluso esotérico.
Cerrojo de puerta de los samos (Alto Volta) que representa a una mujer
con su peculiar tocado. El arte del Africa negra ha ido siempre profunda¬
mente unido a la vida de sus habitantes, desde los objetos más sencillos
de uso cotidiano hasta los que les sirven en sus ceremonias y actos ri¬
tuales y religiosos.
10
de las culturas materiales y espirituales, es¬
tán jalonados por la distribución de vo¬
cablos afines. Ello explica la importancia
del análisis lingüístico diacrónico y de la
glotocronología para el historiador que
quiera captar la dinámica y el sentido de la
evolución.
Esta tradición oral rígida, institucionaliza¬ Más que una ciencia auxiliar, la aisladas.
da y formal resulta mejor estructurada y lingüística es para la Historia de Africa una Al embate, en fin, de una dialéctica
sostenida cuando tiene el apoyo de la músi¬ disciplina autónoma, si bien la conduce en implacable, el objeto mismo de la etnología
ca ritual, que se funde con ella y la escande derechura a la esencia de su propio objeto. se fue desvaneciendo bajo la influencia co¬
en fragmentos de carácter didáctico y Desde luego, hay mucho que hacer en este lonial. Los indígenas primitivos que vivían
artístico. Algunos de los instrumentos utili¬ campo, empezando por la fijación científica de frutos y raíces silvestres y de la caza se
zados, son, por su antigüedad, monumen¬ de las lenguas. No procede, en efecto, convertían gradualmente en subproletarios
tos dignos de una investigación de tipo ar¬ sacrificar el criterio descriptivo en aras del de los centros periféricos de un sistema
queológico. Vectores de la palabra históri¬ criterio comparativo y sintético con preten¬ mundial de produción cuyos polos están si¬
ca, estos instrumentos son venerados y siones tipológicas y genéticas. Solamente tuados en el hemisferio norte. Reducidos a
sagrados. De hecho, forman un solo cuer¬ por medio de un análisis ingrato y minu¬ la función de objetos, los africanos resol¬
po con el artista, y su puesto es tanto más cioso de cada lengua, "con su caudal de vieron, por tanto, iniciar una ruta autóno¬
esencial en el mensaje por cuanto merced a consonantes, de vocales y de tonos, con la ma, como sujetos de la historia. Es sufi¬
su tonalidad la música es directamente in¬ latitud de combinaciones de sus esquemas ciente reconocer que si bien la entidad de
teligible y el instrumento se convierte en la sintagmáticos y con su significado vivido los africanos es la misma del homo
voz del artista sin que éste tenga que pro¬ por la respectiva comunidad parlante", sapiens su "ser en el mundo" es diferen¬
nunciar palabra. pueden bosquejarse extrapolaciones hacia te: entonces pueden afinarse utensilios
los orígenes, operación que suele dificultar nuevos para apreciar la singularidad de su
En resumen, la tradición oral no es una
la falta de profundidad histórica en el cono¬ evolución.
fuente a la que se recurre, a falta de otra
cimiento de estas lenguas.
mejor, como último recurso. Es una fuente
en sí, cuya metodología ya está establecida Los estudios lingüísticos muestran, por
y que confiere a la historia del continente otra parte, que los caminos y los itinerarios
africano una poderosa originalidad. de las migraciones, así como la proyección SIGUE EN LA PAG. 70
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Tiempo mítico y tiempo
dad sigue siendo contemporáneo. La lugares que él y repetir los gestos y los tra¬
sangre de los sacrificios de hoy reconforta bajos que hizo conscientemente en su vida
a los antepasados de ayer. Y aun en diurna. En el curso de esas peregrinaciones
nuestros días exhortan los africanos a sus el doble encuentra a las fuerzas del Bien y
familiares a no descuidar las ofrendas en del Mal, a los genios benéficos y a los bru¬
honor de los difuntos, ya que quienes nada jos que se comen a los dobles ("cerko" en
reciben forman la clase pobre de ese mun¬ las lenguas songai y zarma). Es en su
do paralelo de los muertos y se ven obliga¬ doble donde reside la personalidad del
dos a vivir de la caridad de los privilegiados hombre. Cuando los songais dicen de al¬
en cuyo nombre se han hecho "sacrificios" guien que su doble o "bia" es pesado o li¬
generosos.
viano, quieren significar que su personali¬
dad es fuerte o débil, y la finalidad de los
De una manera aun más profunda, algu¬
amuletos es proteger y fortalecer al doble.
nas cosmogonías atribuyen a un tiempo El ideal consiste en llegar a confundirse con
mítico progresos alcanzados en un tiempo el propio doble, a fundirse en él hasta for¬
histórico que, al no ser percibido como tal mar una sola entidad que adquiere así un
por cada individuo, es suplantado por la grado sobrehumano de sabiduría y de fuer¬
memoria ahistórica del grupo. Tal sucede
za. Sólo el gran iniciado, el maestro, alcan¬
con la leyenda giyuku sobre la aparición de za ese estado en el cual el tiempo (al igual
la técnica del hierro. Mogai (Dios) había que el espacio) deja de constituir un obstá¬
distribuido los animales entre los hombres
culo.
y las mujeres. Pero éstas eran tan crueles
El tiempo social Historia así vivi¬
que sus animales escaparon y se volvieron
do por el grupo, acumula un poder que el
salvajes. Los hombres intercedieron ante
patriarca, el jefe del clan o el rey transmite a
Mogai en favor de sus mujeres diciendo:
su sucesor. Puede ser una bola de oro'
"Queremos sacrificar en tu honor un corde¬
guardada en un "tobal" o tambor de guerra
ro, pero no quisiéramos hacerlo con un
junto con partes arrancadas al cuerpo de
cuchillo de madera para no correr el mismo
un león, de un elefante o de una pantera.
riesgo que nuestras mujeres." Mogai les fe¬
Entre los songai-zarma es una varilla de
licitó por su cordura y les enseñó a fundir el
hierro afilada por una punta. Entre los sor-
hierro a fin de que dispusieran de armas
kos del antiguo imperio de Gao era un ídolo
más eficaces.
en forma de un pez grande con un aro en la
Esta concepción mítica y colectiva del boca. Entre los herreros, es una fragua
tiempo hacía de éste un atributo de la mítica que a veces emite durante la noche
soberanía. El rey Shiluk era el depositario resplandores rojos para expresar su cólera.
mortal de un poder inmortal ya que abarca¬ La transferencia de tales objetos constituía
ba en sí el tiempo mítico (él era la encarna¬ la transmisión legal del poder.
ción del héroe fundador) y el tiempo social El caso más sorprendente es el de los so-
considerado como fuente de la vitalidad del
niankés, descendientes de Sonni Ali, que
grupo.
poseen cadenas de oro, plata o cobre, cada
Pero hay que elevarse hasta la concep¬ uno de cuyos eslabones representa a un
ción general del mundo para comprender la antepasado y el conjunto la línea dinástica
visión del tiempo de los africanos y la signi¬ que va hasta Sonni el Grande. Durante Las
ficación profunda que para ellos tiene. Se ceremonias mágicas, los celebrantes vom?
13
tan esas magníficas cadenas ante un públi¬ fico del poder. La sabiduría popular recoge ción por generaciones ( en número de 5,
co atónito; y cuando va a morir un patriarca esta noción en numerosos cuentos cuyos cada una de las cuales "reina" 9 años) si¬
sonianké, éste expulsa por última vez de su protagonistas son jefes despóticos al final gue en vigor, incluso cuando se trata de ta¬
boca la cadena que hace tragar, por el otro castigados sacando de ello la correspon¬ reas de tipo moderno, como la construc¬
extremo, a aquél que ha escogido para su- diente moraleja. ción, los festejos por la obtención de un
cederle. Una vez pasada su cadena a quien Esta visión del mundo según la cual las título o por un ascenso, etc.
debe continuar la sucesión, muere inme¬ exigencias y los valores éticos forman parte La conciencia del tiempo pasado era muy
diatamente. Este tipo de testamento- integrante de la ordenación misma del viva entre los africanos. Ese tiempo que pe¬
acción ilustra elocuentemente la fuerza que mundo puede parecer mítica. Mas tal visión sa sobre el presente pero que no destruye
tiene la concepción africana del tiempo ejerce una influencia real en el comporta^ su dinamismo, como lo atestiguan numero¬
mítico y del tiempo social. miento de los hombres y particularmente sos proverbios. La concepción del tiempo,
Ha podido pensarse que semejante vi¬ en el de muchos dirigentes políticos africa¬ tal como se advierte en las sociedades afri¬
sión del proceso histórico era estática y es¬ nos. En este sentido puede decirse que si la canas, no es inherente ni consubstancial a
téril , en la medida en que, al situar la per¬ historia es frecuentemente una justificación una especie de "naturaleza" africana. Es la
fección del arquetipo en el pasado, en el del pasado también es una exhortación pa¬ marca de una etapa del desarrollo económi¬
principio de los tiempos, parece asignar co¬ ra el porvenir. co y social. Ahí están para probarlo las dife¬
mo ideal a las generaciones sucesivas la re¬ En los sistemas preestatales la autoridad rencias flagrantes que se advierten incluso
petición mecánica de los gestos y de la ges¬ moral que garantiza o, en caso necesario, hoy día entre el tiempo-dinero de los africa¬
ta del antepasado. ¿ No sería el mito el mo¬ corrige la dirección de las cuestiones públi¬ nos de la ciudad y el tiempo tal como lo
tor de una Historia inmóvil? De todos mo¬ comprenden sus contemporáneos y herma¬
cas la asumían sociedades especiales, a ve¬
dos, como veremos más adelante, no ces secretas, como el Lo de los senufos o el nos de las aldeas del interior.
puede el pensamiento histórico de los afri¬ Poro de la Alta Guinea. Esos grupos Lo esencial es que esté presente la idea
canos limitarse a esta sola concepción. constituían a menudo poderes paralelos a de desarrollo a partir de los orígenes. Aun
Hay que reconocer que la concepción los cuales se podía apelar al margen del sis¬ bajo la cascara de los cuentos y leyendas o
mítica se encuentra en el origen de la Histo¬ tema establecido. Pero terminaban a veces la escoria de los mitos, hay un esfuerzo por
por substituir clandestinamente al poder racionalizar el desarrollo social. A veces se
ria de todos los pueblos. Toda historia es,
al comienzo, una historia sagrada. Pero constituido. Entones aparecían a los ojos han realizado incluso esfuerzos más positi¬
¿puede considerarse el tiempo africano co¬ de la gente como centros ocultos de deci¬ vos para tratar de calcular el tiempo históri¬
mo un tiempo histórico? Algunos lo han sión que arrebataban al pueblo el control de co. Este puede estar relacionado con el es¬
negado, sosteniendo que el africano no su propia historia. pacio, como cuando se habla del tiempo de
concibe el mundo sino como una reproduc¬ Dentro del mismo tipo de sociedades, la
dar un paso para significar una duración
mínima. Puede también relacionarse con la
ción de lo que fue. Así pues, no sería más organización de grupos de edad es de pri¬
que un incorregible discípulo del pasado vida biológica, como cuando se habla del
mera importancia para establecer la historia
que justificara todos sus hechos y gestos del pueblo. Esa estructura, en la medida en
tiempo de una inspiración o de una expira¬
diciendo: "Así lo hicieron nuestros antepa¬ ción. Pero a menudo la relación es con fac¬
que se atenía a una periodicidad conocida,
sados". tores exteriores al individuo, haciéndose re¬
permite remontarse en la historia de los
ferencia a fenómenos cósmicos, climáticos
El propio carácter social de la concepción pueblos hasta el siglo XVIII. Pero también
africana de la Historia le confiere una di¬ desempeñaba un papel específico en la vi¬ y sociales, particularmente cuando éstos se
da de las sociedades. En efecto, incluso en repiten. En la llanura sudanesa los adeptos
mensión histórica indiscutible, puesto que
las colectividades rurales sin grandes inno¬
a las religiones tradicionales africanas
la Historia es la vida en expansión del gru¬
vaciones técnicas y, en consecuencia, bas¬
cuentan generalmente la edad por el núme¬
po. A este respecto puede decirse que para
ro de estaciones de lluvia. Para indicar que
el africano el tiempo es dinámico. Tanto tante estables, los conflictos entre genera¬
alguien es de edad avanzada, se señala el
para la concepción tradicional como para la ciones no dejaron de presentarse. Había
número de esas estaciones que ha vivido o,
concepción islámica que iba a influir sobre pues que asumirlos, por así decir, ordenan¬
de manera más elíptica, se dice que "ha be¬
África, el hombre no es un ser condenado a do el flujo de las generaciones y estructu¬
bido mucha agua".
la inmovilidad ni a repetir siempre los mis¬ rando sus relaciones para que no degenera¬
mos gestos. ran en enfrentamientos violentos ni en un A veces se han elaborado sistemas de
Es evidente que en ausencia de la noción cambio brusco. La generación que se en¬ cómputo más perfeccionados. Así, los
carga de la acción social delega a uno de akan (frantis, ashantis, etc.) disponían de
del tiempo matemático y físico contabiliza¬
do mediante la suma de unidades homogé¬ sus miembros ante la generación que le si¬ un calendario complejo, con la semana de
gue. La misión de ese adulto no consiste en siete días, el mes de seis semanas y el año
neas y medido con instrumentos espe¬
ciales, el tiempo sigue siendo lo vivido, lo calmar la impaciencia de los jóvenes sino de nueve meses, reajustado periódicamen¬
social. Pero no se trata, en tal sentido, de en canalizar su fogosidad irreflexiva a fin de te al ciclo solar según un método que hasta
que no resulte nefasta para la sociedad en ahora no ha sido completamente elucida¬
un elemento neutro e indiferente. Según la
concepción global del mundo de los africa¬ su conjunto ni impida la preparación de los do. Pero el paso decisivo en esta materia
jóvenes para asumir sus responsabilidades no se dará sino con la utilización de la escri¬
nos el tiempo es el lugar donde el hombre
puede siempre luchar contra el agotamien¬ públicas. Por ejemplo, entre los aladianes tura. Aunque la existencia de una clase ins- w
to y por el aumento de su energía vital. Tal de Moosu (cerca de Abidjan)., la organiza truida no garantiza en modo alguno que to- r
14
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( do un pueblo tome conciencia de una his¬
toria colectiva, por lo menos permite jalo¬
nar el flujo histórico con puntos de referen¬
cia que organicen mejor su curso.
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16
Los archivos orales
de la historia
por Amadou Hampaté Ba
17
( Contra lo que algunos pudieran pensar, la tradición oral africana Síntesis de todo lo que existe, receptáculo por antonomasia de
no se limita a una serie de cuentos, leyendas o incluso relatos la Fuerza Suprema al mismo tiempo que punto de confluencia de
míticos o históricos ; y los "griots" están muy lejos de ser los úni¬ todas las fuerzas existentes, Maa, el Hombre, recibió como heren¬
cos conservadores y transmisores patentados de ella. cia una parte de la potencia creadora divina, el don del Espíritu y de
la Palabra.
La tradición oral es la gran escuela de la vida, todos cuyos as¬
pectos abarca y engloba. Puede parecer un caos a quien no es ca¬ Maa Ngala enseñó a Maa, su interlocutor, las leyes según las
paz de penetrar su secreto y desconcertar al espíritu cartesiano cuales se formaron y continúan existiendo todos los elementos del
acostumbrado a dividir todo en categorías bien definidas. En ella, cosmos. Le nombró guardián de su Universo y le encargó que ve¬
efectivamente, lo espiritual y lo material no están disociados. lara por el mantenimiento de la Armonía Universal. Por eso repre¬
senta tan pesada carga el hecho de ser Maa.
Pasando de lo esotérico a lo exotérico, la tradición oral sabe po¬
nerse al alcance de los hombres, hablarles según su entendimiento Iniciado por su creador, Maa transmitió después a su descen¬
y desarrollarse en función de sus aptitudes. Es a la vez religión, co¬ dencia la suma total de sus conocimientos. Se inició así la larga ca¬
nocimiento, ciencia de la naturaleza, iniciación a los oficios, histo¬ dena de la transmisión oral iniciática, uno de cuyos continuadores
ria, diversión y recreo. afirma ser la orden del Komo (como las del Ñama, del Koré, etc.,
en el Malí).
Basada en la iniciación y la experiencia, afecta al hombre en su
totalidad y, en tal sentido, cabe decir que ha contribuido a crear un Cuando Maa Ngala hubo creado a su interlocutor Maa, le habló
tipo de hombre peculiar, a esculpir el alma africana. y, al mismo tiempo, le dotó de la facultad de responder. Así se en-
"Pero, por desgracia, ninguna de esas veinte primeras criaturas "La puerta del Génesis" podría con toda propiedad llamarse esta
mostró aptitud para convertirse en el interlocutor (Kuma-nyon) puerta de granero dogón (Malí). La visión cosmológica de su
que Maa Ngala deseaba para sí. pueblo ha guiado al escultor africano al tallar en la madera la
compleja geometría de su obra. En ella se representan los
"Entonces tomó una parte de cada una de las veinte criaturas
sistemas del mundo. Las hileras de personajes simbolizan a los
existentes, las mezcló e, insuflando en esa mezcla una chispa de su
hombres y mujeres del mundo entero nacidos de los primeros
propio soplo ígneo, creó un nuevo ser, el Hombre, al que dio una antepasados. La cerradura es el altar de estos hombres
parte de su propio nombre : Maa. De modo que el nuevo ser primigenios. Los dos cabrios o maderos escuadrados a ambos
contenía, en virtud de su nombre y de la chispa divina en él intro¬ lados del panel central simbolizan el fluir del agua y de la
ducida, algo de Maa Ngala mismo". palabra. Las tortugas de los laterales evocan al patriarca de cada
familia, al que sustituyen durante sus ausencias.
18
Los artesanos africanos tradicionales acompañan su trabajo con
cantos rituales o palabras rítmicas sacramentales; y los gestos de
cada oficio reproducen el misterio de la creación primordial
vinculada al poder de la Palabra. Así, se dice: "El herrero forja la
Palabra / el tejedor la teje / el zapatero la alisa curtiéndola".
El tejedor africano de casta (véase la foto) es depositario de los
secretos de su telar. El armazón de éste se compone de 8
maderos principales : 4 verticales que simbolizan los cuatro
elementos (tierra, agua, aire, fuego) y los cuatro puntos
cardinales, y 4 transversales que simbolizan los cuatro puntos
colaterales. El tejedor representa al Hombre primordial, Maa,
situado en el centro de las 8 direcciones del espacio. Antes de
comenzar, debe tocar cada pieza pronunciando palabras o
salmodias correspondientes a las fuerzas de la vida que
encarnan. El vaivén de sus pies levantándose y bajando al
accionar los pedales recuerda el ritmo original de la Palabra
creadora.
19
, citarse rítmicamente porque el movimiento necesita del ritmo, que
a su vez se basa en el secreto de los números. Es preciso que la pa¬
labra reproduzca ese vaivén que es la esencia del ritmo.
20
Un oficio de primordial importancia para la cultura oral
africana es el del herrero, el "Señor del Fuego",
depositario del secreto de las transmutaciones. Sus
conocimientos, como los del tejedor, se remontan a
Maa, el primer hombre, al que su creador Maa Ngala
enseñó los secretos de la forja. De ahi que la fragua se
llame en bambara Fan, nombre del Huevo Primordial del
que salió todo el universo y que fue así la primera fragua
sagrada. En el extremo izquierdo, un niño dogón acciona,
casi como jugando, el rudimentario fuelle de una fragua;
la fragua, como el hogar mismo o los otros lugares de
trabajo, sirve para que los mayores transmitan a los
niños, a menudo mediante el juego, los valores culturales
del grupo. A la izquierda, otro fuelle de fragua, de
Gabón, auténtica obra de arte en madera con una cabeza
humana tallada en lo alto. Abajo, una
original muestra de la artesanía africana del hierro
forjado: un báculo para sacerdote de Ife (Nigeria), con
sus dos aves estilizadas en la parte superior.
En mayor grado que cualquier otro individuo, los doma están su¬
jetos a esta obligación, ya que, en cuanto Maestros iniciados, son
los grandes depositarios de la palabra, principal agente activo de la
vida humana y de las mentes. Son los herederos de las palabras
sagradas y mágicas transmitidas por la cadena de los antepasados
y cuyo origen se sitúa en las primeras vibraciones sagradas emiti¬
das por Maa, el primer hombre.
21
, ña")*. Estos no están sometidos a la disciplina de la verdad y la tra¬ Autorizados a tener "dos lenguas en su boca", pueden en caso ne¬
dición les reconoce el derecho de disfrazarla o de embellecerla, cesario desdecirse sin que nadie se lo reproche, cosa que no podría
incluso de manera tosca, siempre que logren distraer o interesar a hacer un noble a quien no se permite volverse inopinadamente de
sus oyentes, como veremos más adelante. "AI griot le está permiti¬ la palabra dada o cambiar de decisión. Ocurre incluso que los
do se dice tener dos lenguas". griots asuman una falta que no han cometido con el fin de poner
remedio a una situación comprometida o dejar a salvo el prestigio
En cambio, a ningún africano de formación tradicional se le
de los nobles.
pasaría por las mientes poner en duda la veracidad de las palabras
de un tradicionalista-o'oma, particularmente cuando se trata de Su nombre en bambara, dieli, significa "sangre". En efecto,
transmitir conocimientos hßrederados a través de la cadena de los igual que la sangre, circulan por el cuerpo de la sociedad a la que
antepasados. pueden curar o poner enferma, según que atenúen o ¿viven sus
conflictos con sus palabras y sus cantos.
Antes de hablar, el doma se dirige con deferencia a las almas de
los antecesores para pedirles que vengan a ayudarle a fin de que no Apresurémonos a decir, de todos modos, que éstas son
se le trabe la lengua o tenga un fallo de memoria que le haga olvi¬ características generales y que no todos los griots son necesa¬
darse de algo. riamente cínicos y desvergonzados. Por el contrario, entre ellos
existen hombres a los que se llama dielí-faama, o griots-reyes, que
Por ejemplo, un tradicionalista-cfoma que no sea herrero de naci¬
en modo alguno les van a la zaga a los nobles en materia de valor,
miento pero que conozca las ciencias relativas a la forja dirá, antes
moralidad, virtudes y prudencia y que no abusan nunca de los de¬
de hablar de ella : "Debo esto a Fulano, que se lo debe a Menga¬
rechos que les otorga la costumbre.
no, etc.". Rendirá homenaje al antepasado de los herreros mante¬
niéndose, como signo de sumisión, en cuclillas y con el codo de¬ Los griots participaron en todas las batallas de la historia junto a
recho apoyado en el suelo y el antebrazo levantado. sus señores cuyo valor aguijoneaban recordándoles su genealogía
y las hazañas de sus padres : tan grande es el poder de la evoca¬
Siempre hay una referencia a la cadena en la que el doma mismo
ción del nombre para el africano, a quien justamente se le saluda y
es sólo un eslabón.
alaba con la repetición del nombre de su linaje.
En todas las ramas del conocimiento tradicional la cadena de
El secreto del poder y de la influencia de los dieli sobre los horon
transmisión reviste una importancia fundamental. Si no hay trans¬
(nobles) radica en el conocimiento de su genealogía y de la historia
misión normal, no hay "magia" : sólo charla o cuento. En tal caso
de su familia. De ahí que algunos de ellos hayan convertido ese co¬
la palabra resulta inoperante. La palabra transmitida por la cadena
nocimiento en una auténtica especialidad. Este tipo de griots no
lleva en sí desde la transmisión original una fuerza que la hace ope¬
suelen pertenecer a ninguna familia y recorren el país a la bús¬
rante y sacramental.
queda de informaciones históricas cada vez más vastas.
Es esta noción de "respeto de la cadena" o de "respeto de la
Así, los griots genealogistas, especializados en el conocimiento
transmisión" lo que hace que, en general, el africano no acultura-
de la historia de las familias y dotados a menudo de una memoria
do tienda a repetir un relato en la forma misma en que lo ha oído,
prodigiosa, han podido convertirse naturalmente de alguna mane¬
ayudado en esto por la prodigiosa memoria de los analfabetos. Y si
ra en los archiveros de la sociedad africana y, a veces, en grandes
le contradicen, se limitará a contestar : "Fulano me lo ha contado
historiadores. Pero recordemos que no son los únicos que poseen
así", citando siempre su fuente.
tales conocimientos. Así pues, cabe en última instancia llamar
Aparte del valor moral propio de los tradicionalistas-cfo/na y de "tradicionalistas" a los griots-historiadores, pero con la salvedad
su sumisión a una "cadena de transmisión, hay una garantía de de que se trata de una rama puramente histórica de la tradición,
autenticidad suplementaria que proporciona el control permanente que engloba otras muchas ramas.
ejercido por sus padres o por los ancianos que les rodean, los
El hecho de nacer griot (dieli) no convierte necesariamente a un
cuales velan celosamente por la autenticidad de lo que transmiten
individuo en historiador, pero le predispone a serlo ; tampoco hace
y los corrigen al menor error.
de él, ni mucho menos, un sabio en materias tradicionales, un
Los iniciados y los neófitos que acompañan al tradicionalista "Conocedor". En general, la casta de los dieli es la más ajena a las
aprenden las nuevas palabras, de modo que todos los cantos del cuestiones iniciáticas, ya que éstas exigen silencio, discreción y
Komo son conocidos y se conservan en las memorias. dominio de la propia palabra.
Si las ciencias ocultas y esotéricas son patrimonio de los De todos modos, a los dieli, como a cualquier otra persona, no
"maestros del cuchillo" y de los cantores de los dioses, la música, les está prohibido, convertirse en "Conocedores". Así como un
la poesía lírica y las narraciones que animan las diversiones popula¬ tradicionalista-c/oma (el "Conocedor tradicional" en el auténtico
res, así como también a menudo la historia, son asunto de los sentido de la palabra) puede ser al mismo tiempo un gran genealo¬
griots, especie de trovadores o de ministriles que recorren el país o gists e historiador, un griot, como cualquier miembro de cualquier
que se hallan vinculados a una familia. categoría social, puede igualmente llegar a ser tradicionalista-
doma si sus aptitudes se lo permiten y si ha pasado por las corres¬
¿ Quiénes son los griots ? Cabe dividirlos en tres categorías : los
pondientes iniciaciones (con la excepción, sin embargo, de la ini¬
griots músicos, los griots "embajadores" y cortesanos, y los griots ciación del Komo, que le está prohibida).
genealogistas, historiadores o poetas (o las tres cosas a la vez),
que suelen ser también narradores y grandes viajeros. El griot que es al mismo tiempo tradicionalista-o'oma es una
fuente de información digna de plena confianza, ya que su cuali¬
La tradición les confiere un estatuto particular en el seno de la
dad de iniciado le confiere un alto valor moral y le somete a la
sociedad. En efecto, al contrario que los horon (nobles), tienen de¬
prohibición de mentir. Se convierte así en otro hombre. Es ese
recho a mostrarse cínicos y desvergonzados y gozan de una
"griot-rey" de que antes hablaba, al que se consulta por su pru¬
grandísima libertad de palabra. Pueden dejar de lado toda clase de
dencia y sus conocimientos y que, aun sabiendo distraer, no abusa
conveniencias, y a veces ocurre que bromeen con las cosas más nunca de sus derechos consuetudinarios.
serias o sagradas sin que ello se les tenga en cuenta. No están so¬
metidos ni a la discreción ni al respeto absoluto de la verdad. Cuando un griot cuenta una historia, se le suele preguntar :
Pueden en ocasiones mentir con aplomo y nadie tiene derecho a "¿ Es historia de los dieli o de los doma ?" Si se trata de "historia
reprenderlos por ello. "Es un dicho del dieli. Por tanto, no es la ver¬ de los dieli', se contesta : "Es dicho de los dieli", y en tal caso es
dad auténtica, pero lo aceptamos tal cual". Esta máxima muestra normal que se produzcan algunos retoques de la verdad para em¬
claramente hasta qué punto admite la tradición las fabulaciones de bellecerla, poniéndose de relieve el papel de esta o aquella familia,
los dieli que, se añade, "tienen la boca rasgada". cosa que no haria un tradicionalista-r/oma, cuya principal preocu¬
pación es la transmisión verídica de sucesos y conocimientos.
Basándose fundamentalmente la sociedad africana en el diálogo
entre los individuos y entre las comunidades o etnias, los dieli o En este punto hay un distingo que hacer. Cuando estamos ante
griots son los agentes activos y naturales de ese intercambio oral. un griot historiador, debemos saber si es un griot ordinario o un
griot-crbma. No obstante, hay que reconocer que raramente se
transforma la base de los hechos, sino que esa base sirve de
trampolín a una inspiración poética o panegírica que, si no falsea
(*) Los Woloso (literalmente "nacidos en la casa") o "cautivos de cabana" eran sir¬ realmente aquélla, al menos la "adorna".
vientes o familias de sirvientes que de generación en generación dependían de la mis¬
ma familia. La tradición les reconocía una libertad total de gestos o de palabras, así co¬ En general, no se convierte uno en tradicionalista-dbma quedán¬
mo amplios derechos materiales sobre los bienes de sus amos. dose en su aldea. El hombre que viaja descubre y vive otras ini-
22
ciaciones, observa las diferencias o las similitudes, ensancha el
campo de su comprensión. Allí por donde pasa, participa en las
reuniones, oye los relatos históricos, pasa largos ratos con un
transmisor experimentado en iniciaciones o en genealogía y, de es¬
te modo, toma contacto con la historia y las tradiciones de los
países que recorre.
Molom Gaolo murió a los 105 años, según creo hacia 1968. Su
hijo, Mamadu Gaolo, que hoy tiene 50 años, vive en el Malí donde
prosigue la labor de su padre, por los mismos medios puramente
orales (también él es analfabeto).
23
Los homínidos africanos contra
una teoría errónea
DURANTE mucho tiempo los histo¬ pecto material de las culturas. Para esos Egipto, y a los habashats y los mehris que
riadores tuvieron la convicción de autores, la difusión de los adelantos cultu¬ penetraron en las tierras altas de Etiopía.
que los pueblos africanos no rales se efectuó principalmente por medio Los últimos en llegar fueron los árabes, en
habían desarrollado una historia autónoma de las migraciones. Sus teorías sobre Áfri¬ el siglo Vil. Todos esos pueblos habrían
en el marco de una evolución específica. ca se resumen así: introducido en el continente africano
24
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fuera de ella. Pero esa teoría iba a des¬ Sahara aportan una demostración del mᬠdel Magreb y contemporáneo del de la
moronarse entre las dos guerras mundiales. ximo alcance. Europa meridional y del de Cirenaica
(Libia).
El descubrimiento del australopiteco en En cuanto a la antigüedad de los vesti¬
1924 en la provincia del Cabo dio la señal gios arqueológicos, no cabe ni la sombra Más notables aun son las conclusiones
para el ataque contra ella. Vinieron luego de una duda ya que a la cronología relativa, que se desprenden del análisis de los restos
otros descubrimientos, tanto en el norte relacionada con la fabricación de los obje¬ orgánicos encontrados en solares
como en el sur de Africa, y particularmente tos y con su ubicación en el interior de los neolíticos de la Baja Nubia. Se calcula que
en el este, en Tanzania, Kenia y Etiopía. estratos geológicos, se añade hoy día la 13.000 años antes de la era cristiana se
Todos esos hallazgos establecen de mane¬ cronología absoluta, fundada en métodos practicaba ya en esa región la recolección y
ra irrefutable que, incluso en el interior del cronométricos científicos como los del car¬ la preparación de semillas de gramíneas sil¬
continente, hay huellas del desa¬ bono 14 y del potasio-argón. El panorama vestres.
rrollo del hombre y de todos los tipos ra¬ de la evolución cultural de los pueblos afri¬
ciales desde sus orígenes. La teoría de las canos quedó así totalmente transformado. Es posible que haya que reajustar algu¬
olas migratorias provenientes del extranjero Por ejemplo, se ha advertido que en las lati¬ nos esquemas cronológicos en virtud de las
quedaba así completamente destruida. tudes saharianas y sahelianas el Neolítico precisiones que se obtengan en los años
Africa es, en efecto, el único continente data de una época más antigua de lo que se próximos. Pero desde ahora puede afirmar¬
donde se encuentran, en una línea de evo¬ creía, lo que altera el cuadro del desarrollo se que las hipótesis sobre la manera como
lución sin solución de continuidad, todas africano en relación con el mundo medite¬ se fue poblando el Viejo Mundo, expuestas
las etapas del desarrollo humano; australo¬ rráneo y, particularmente, con el Cercano hasta ahora, han quedado superadas. En
pitecus, pitecántropos, neandertalenses y Oriente. su lugar hay que reconocer que África fue
homo sapiens se suceden allí con sus herra¬ el foco de propagación de los hombres y de
Los vestigios descubiertos en Tassili las técnicas manuales en el periodo más an¬
mientas correspondientes, desde las épo¬
n'Ajjer así como en Tadrart-Acacus, en los tiguo de la historia humana (el Paleolítico
cas más remotas hasta el Neolítico.
confines de Argelia y de Libia, constituyen inferior). Y no es sino en épocas muy pos¬
Esos descubrimientos probaban de ma¬ la prueba concluyente: el análisis de los ho¬ teriores cuando van a producirse corrientes
nera palpable cuan absurdo era negar a gares y de los restos de cerámica revela el migratorias en sentido inverso, de retorno a
Africa un desarrollo cultural endógeno. A empleo de la alfarería hace 8.000 años. De
su continente de origen, el africano.
este respecto, las pinturas y grabados ru¬ ahí que el Neolítico en Tassili n'Ajjer y en
pestres del Atlas, del Africa austral y del Ennedi parezca ser más antiguo que el D.A. Olderogge
26
'ir
EN cuanto aparece el hombre, hay he¬ cias a los trabajos de los prehistoriadores prehistórico en secuencias temporales inte¬
rramientas, pero también una pro¬ franceses, italianos, anglosajones y, en nú¬ ligibles, hay que recurrir primero a un crite¬
ducción artística. Homo faber, mero creciente, africanos : en Argelia, el rio geológico y económico, ya que lo que
homo artifex. Esto se aplica, por supuesto, Oranesado meridional y Tassili n'Ajjer constituía e imponía el marco general de
a la prehistoria africana. (Jabbaren, Sefar, Tissukai, Djanet, etc.), el existencia era precisamente el medio am¬
sur de Marruecos, el Fezzan (Libia), Air y biente) mucho más determinante que hoy
En general, el arte prehistórico africano
Teneré (Niger), Tibesti (Chad), Nubia, el para unos pueblos que entonces estaban
corresponde al Africa de las mesetas y de
macizo abisinio, Dhar Tichitt (Mauritania) y también técnicamente peor dotados. El ar¬
las cordilleras y esta localizado esencial¬
Mocamedes (Angola). te rupestre africano es muy posterior. Si
mente en los acantilados que limitan las
bien ciertos autores piensan que sus
tierras altas. Los dos focos principales son El segundo epicentro importante está si¬
orígenes se remontan al epipaleolítico, lo
el Africa sahariana y el Africa austral. tuado en el cono meridional de Africa,
cierto es que caracteriza esencialmente al
entre el océano Indico y el Atlántico, abar¬
Entre el Atlas y el bosque tropical, por un neolítico.
cando Lesotho, Botswana, Malawi, Ngna-
lado, y el mar Rojo y el Atlántico, por otro,
ne, Namibia y la República de Sudáfrica,
se han localizado centenares de lugares Se suele bautizar los grandes periodos
singularmente el Estado Libre de Orange, la
que contienen decenas o quizás cientos de del arte rupestre con el nombre de un ani¬
región del Vaal y del Transvaal, etc.
miles de grabados y pinturas. Algunos de mal, que sirve de referencia tipológica ; así
ellos son ya mundialmente conocidos gra Para clasificar los elementos del arte se han definido cuatro secuencias en fun-
27
> ción del búbalo, el buey, el caballo y el ca¬ para ello grandes capacidades atléticas. En
mello. el Wad Djerat, hay un techo pintado de la
El búbalo era una especie de búfalo gi¬ época caballar con una fuerte inclinación
gantesco que, según los paleontólogos, que tiene 9 metros de extensión. En ciertos
data de comienzos del Cuaternario. Está puntos de Tassili (por ejemplo, en
representado desde los principios del arte Tissukai), las pinturas están a más de
cuatro metros de altura, como si se hubiera
rupestre (hacia 7000 a.C.) hasta el año
4000, aproximadamente. Los animales que querido evitar que las zonas inferiores
caracterizan este periodo son el elefante y quedaran al alcance del hombre, lo que exi¬
el rinoceronte. En cuanto al buey, se trata gió ciertamente el empleo de escaleras rús¬
ticas e incluso de andamios.
del Bos ibericus o brachyceros, de cuernos
cortos y gruesos, o bien del Bos africanus, Se han encontrado vestigios de talleres.
que tiene unos cuernos magníficos en for¬ En l-n-ltinen, por ejemplo, se han exhuma¬
ma de lira. El buey aparece hacia el año do pequeñas muelas planas con minúscu¬
4000. los trituradores, para moler la roca, así co¬
El caballo, que a veces tira de un carro, mo pequeños cubiletes de pintura. La ga¬
hace su aparición hacia el año 1500, es de¬ ma, relativamente rica, se basa en varios
cir cuando estamos ya desde hace mucho colores básicos : el rojo y el marrón, proce¬
tiempo en la era histórica, en la cual desa¬ dentes de ocres obtenidos con óxido de
aristas angulosas que reproducen exacta¬ Cabe formular como principio general la
mente el caparazón del animal. necesidad de interpretar el arte prehistórico
En cuanto a las pinturas, los esbozos africano partiendo ante todo de las referen¬
grabados en ciertas paredes permiten su¬ cias autóctonas. Únicamente cuando no se
poner que los artistas grababan antes de haya encontrado la respuesta a un proble-»
pintar. También en este caso se requerían ma en el entorno espacial, temporal y cul-l
28
que debió proliférer en el Sahara durante
el Neolítico. El autor de esta obra maestra
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29
>tural local, regional o continental, habrá saheliano". En la época del caballo y de los esa caza no se libraban animales gigantes
que buscar las causas en otro sitio. carros encontramos algunas representa¬ como el elefante, de lo que da fe la gran es¬
ciones de árboles por ejemplo, cena de caza del Alto Mertutek. En casi to¬
¿ En qué sentido puede decirse que el ar¬ palmeras que indican indudablemente la das partes las trampas van asociadas a los
te prehistórico africano es la edición ilustra¬ existencia de oasis. signos de los cazadores en un bloque cultu¬
da del primer libro de Historia de Africa ? ral muy original, que ha cubierto casi toda
En el Africa austral, el estilo nórdico (lla¬ Africa durante decenas de miles de años
Tenemos, para empezar, una especie de mado rhodesiano) abunda en dibujos de ár¬ hasta muy entrada ya la era histórica, como
película documental sobre la infraestructu¬ boles, algunos de los cuales pueden identi¬ indica la leyenda de Sunyata. (Véase el art.
ra de las primeras sociedades que vivieron ficarse. Hay, pues, una fauna muy rica y de la p. 60).
en este continente, por ejemplo, sobre su variada en los refugios de lugares hoy de¬
entorno ecológico. En un yacimiento de siertos, con lo que se produce una especie
Adrar Bus, fechado hace 5.140 años con el de resurrección del Arca de Noé, un jardín
Estas representaciones nos indican tam¬
carbono 14, H. Lhote ha encontrado bién el paso gradual de la vigilancia o
zoológico petrificado : peces grabados,
huesos de hipopótamo. Esto confirma, por "cautiverio" de los animales a su domesti¬
animales salvajes, hirsutos y poderosos,
ejemplo, la autenticidad histórica del grupo cación y más tarde a su aprovechamiento.
como el antiguo búfalo con sus grandes
de hipopótamos representado en Assadjen cuernos (hasta tres metros de distancia Así, puede verse un hombre armado con
Uan Mellen. Ahora bien, este animal es un un arco y que lleva un animal atado con
entre uno y otro), felinos como la onza y la
verdadero indicador ecológico, ya que ne¬ una cuerda, y en Tissukai se caza el mus¬
cinhiena, monos cercopitecos o cinocéfa¬
cesita aguas perpetuas. Algo parecido món utilizando perros. El perro, dibujado
los, avestruces, buhos, etc. Por doquiera
ocurre con el . elefante, que consume a en plena acción en Sefar, con su rabo re¬
pueden verse escenas de caza que repre¬
diario cantidades enormes de productos torcido, ha atravasado los siglos como
sentan el gran enfrentamiento original
vegetales. Quiere ello decir que el Sahara compañero del hombre del desierto. Tam¬
entre el hombre y el animal.
de las pinturas prehistóricas era un gran bién hay ovinos, caprinos, etc. Existe inclu¬
parque de vegetación mediterránea, algu¬ Esta profusión de cuadros cinegéticos, so un esbozo de embarcaciones, con un
nos de cuyos vestigios han sobrevivido que va desde el Nilo hasta el Atlántico pone perfil que recuerda los barcos de papiro de
hasta la fecha. Esta ecología cederá cada claramente de manifiesto la existencia de los lagos y ríos del Sudán chadiano y de
vez más el sitio a un biotopo "sudanés y una auténtica civilización de cazadores. De Nubia.
30
En l-n-ltinen hay pinturas de hombres figurado en forma esquemática mediante en el misterio de los mitos. ¿ Qué represen¬
agachados, manejando herramientas aco¬ semiesferas que representan chozas en las tan los bueyes bicéfalos o provistos de un
dadas que recuerdan las escenas de reco¬ cuales pueden verse muebles y también es¬ cuerpo doble hermafrodita y una sola cabe¬
lección con hoces de los bajorrelieves fa¬ cenas familiares. za del Wad Djerat ? ¿ Qué significan las es¬
raónicos. pirales espléndidamente grabadas que lle¬
Delante de las chozas están sentadas
van numerosos animales, por ejemplo, el
con sus hijos mujeres de formas opulentas
En Battle Cave, unas jóvenes san van a búbalo del Wad Djerat ? A juicio de algu¬
y bien alimentadas de leche : se ven terne¬
recoger frutos llevando al hombro un bas¬ nos, la espiral simboliza la continuidad de la
ros cuidadosamente atados en línea con
tón para cavar. En todo caso, simplemente vida. En cuanto al vínculo umbilical que se
una cuerda, y los hombres se dedican a or¬
la profusión de objetos de arte rupestre o observa en todos los personajes, por
deñar las vacas. Se trata de una escena del
mobiliario descubiertos en grandes re¬ ejemplo a partir de la intersección de los
atardecer, de gran serenidad pastoral.
giones de Africa, particularmente en las muslos de una mujer para llegar al ombligo
que son hoy desérticas, nos da una idea in¬ En el grandioso fresco del refugio de Ihe- de un arquero cazador, parece significar un
teresante de la densidad demográfica de ren, que es una de las cumbres de la pintu¬ flujo místico que va de la madre en oración,
esas regiones. Por su enorme tamaño su¬ ra prehistórica, pueden verse unos bueyes con las manos alzadas al cielo, a su hijo,
gieren a veces producciones semiin- finamente enjaezados, llevando en su lomo que se halla en situación peligrosa.
dustriales. odres de agua y mujeres ricamente ata¬
Análogamente, en el Africa meridional
viadas. Hay animales que se inclinan hacia
El arte prehistórico africano es muy elo¬ (en Botswana) puede verse un animal pro-
el abrevadero mientras avanza apacible¬
cuente también respecto de la vestimenta piciador de la lluvia, conducido con una
mente un inmenso hato. Unas mujeres con
de los hombres de entonces. Gracias a él cuerda por una procesión de personajes de
adornos están instaladas indolentemente
mirada viva. Los motivos solares corres¬
sabemos que, como suele ocurrir al princi¬ delante de su choza, y unos cuantos
pio, los hombres llevaban un atuendo más ponden a ese mismo fondo religioso. La
hombres, tocados con plumas, parecen ha¬
rico que el de las mujeres, hasta la época clave de ciertas pinturas que siguen siendo
berse detenido a saludarlas.
bovidiana, momento en el cual parece in¬ enigmáticas sólo puede obtenerse en rela¬
vertirse esta tendencia. En cuanto a la magia y la religión, preciso ción con el contexto de la cultura y del cul¬
es reconocer que muchas pinturas siguen to propiamente africanos. Esto es lo que
En cuanto al habitat, se halla a menudo conservando su secreto por estar inmersas occurrió cuando A. Hampaté Ba reconoció
si LOS ARTISTAS DEL NEOLÍTICO
en una escena de Tin Tazarift, conocida Es cierto que Egipto ejerció una influen¬
hasta entonces con el nombre de "los cia extraordinaria, si bien probablemente li¬
bueyes esquemáticos" (se suponía que es¬ mitada, hacia el interior de Africa ; pero
taban agachados porque sus patas parecen más evidente todavía es la anterioridad de
32
CS?
33
PAGINAS EN COLOR
Página de la derecha
Este arquero que parece surgir
fantasmalmente de la roca fue
Páginas centrales
Como un saludo que nos hiciera el hombre prehistórico, aun La similitud, o el paralelismo, en el
pueden verse las huellas de sus manos impresas en la roca en espíritu y el estilo de las dos
Jabbaren, en el Sahara argelino. La impresión se obtenía cabezas aquí reproducidas parece
soplando con la boca un pigmento blanco sobre las manos indiscutible. Y, sin embargo, miles de
apoyadas en la pared de' piedra. kilómetros y casi treinta siglos las
separan en el espacio y en el tiempo.
En la página de la izquierda, una
cabeza de barro cocido procedente
de Owo (Nigeria), probablemente del
, Africa del Sur, en la cual sólo es blanca la Valdría la pena volver a introducir este siglo XV d.C. En la de la derecha, el
cara, y que recordaba a Breuil los frescos arte, al menos a través de los planes dé dios Amón con los rasgos de
de Knossos, con el "paso de columnas de Tutankamón (hacia 1350 a.C), cabeza
estudio escolares, en la vida de los africa¬
de arenisca rosa de un clasicismo y
prospectores procedentes del Golfo Pér¬ nos, que están separados de él por una dis¬
una serenidad admirables. Desde la
sico", representan seguramente sacerdo¬ tancia que solamente pueden recorrer los
más remota antigüedad, aun antes
tes, cazadores o jóvenes africanas que especialistas y los expertos de los países del establecimiento del Imperio
salen de las ceremonias de iniciación, tal ricos.
faraónico, profundas corrientes
como pueden verse todavía hoy pintadas étnicas, comerciales y culturales han
Y habría que protegerlo celosamente
con caolín blanco, ya que este color simbo¬ unido Egipto no sólo con el Africa del
contra los deterioros de todo tipo que le
liza la muerte de la personalidad anterior Norte (cosa ésta manifiesta sobre
amenazan constantemente, porque consti¬
para pasar a un nuevo estado. todo a partir de la expansión del
tuye un patrimonio inestimable. Islam) sino también con el Africa
En el ámbito estético propiamente dicho, En la medida en que el arte prehistórico negra o subsahariana. Ello echa por
este arte es una de las fuentes del arte afri¬ es un testimonio completo del nombre afri¬ tierra la idea que algunos han
expresado de que Egipto pertenece
cano actual. Todavía hoy se encuentran cano de los orígenes, desde su medio eco¬
históricamente más bien al mundo
sus colores característicos en la paleta cro¬ lógico hasta sus emociones más altas, en la
mediterráneo que al de Africa.
mática de las máscaras y de los ornamen¬ medida en que la imagen es un signo a ve¬
tos de los danzantes. El arte prehistórico ces tan elocuente como la escritura, cabe Foto © Andró Held, Lausana. Museo Nacional
africano no ha muerto. . Sigue siendo afirmar que el arte rupestre africano es el de Lagos, Nigeria
actual, siquiera sea en los nombres toponí¬ primer libro de historia de este continente. Foto © Arpag Mekhitarian, Bruselas. Museo
micos, que todavía perduran. Un valle del Pero se trata, por supuesto, de un testimo¬ de El Cairo
afluente del Wad Djerat, llamado Tin Tehed nio ambiguo e insondable, que hay que res¬
es decir el lugar de la burra se carac¬ paldar con otras fuentes de información,
teriza efectivamente por un bello grabado tales como la paleontología, la climato¬
con un burro. logía, la arqueología, la tradición oral, etc.
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De la naturaleza
bruta a la
humanidad liberada
PESE a que en África las excava¬ sobre todo, África a causa de su importan¬
Página en color
ciones están sólo empezando y a te penetración en el hemisferio sur, escapa¬
La forma suprema del arte africano
que la acidez de los suelos devora ban a las condiciones climáticas prohibiti¬
es sin duda alguna la escultura y,
gran número de restos fósiles, los hallazgos vas de las zonas boreales. Las latitudes tro¬
dentro de ella, la talla de máscaras.
Instrumento sagrado o ritual,
efectuados hasta ahora hacen de este con¬ picales gozaban entonces de un clima
utilizado en las ceremonias místico- tinente uno de los principales, si no el prin¬ "templado" favorable a la vida animal y a
religiosas, en las danzas o en otras cipal foco del fenómeno de la hominiza- su desarrollo. Y, en efecto, el motor de la
actividades sociales, la máscara ción. Así ocurre ya con el keniapiteco (Ke- aparición del hombre hay que buscarlo en
presenta en Africa una infinidad de nyapithecus Wichen': 14 millones de años primer lugar en el medio geográfico y eco¬
formas. He aquí sólo dos ejemplos.
de antigüedad), que para algunos es el ini¬ lógico, teniendo luego en cuenta la
(Véase también El Correo de la
ciador de la especie humana. Pero tal aser¬ tecnología y, finalmente, el medio social.
Unesco de mayo de 1977, pág. 16). A
to se confirma sobre todo con el australopi- La adaptación al medio fue uno de los
la izquierda, máscara bambara
decorada con conchas de cauri, de la teco (Australipithecus Africanus o Afaren- factores que más poderosamente contribu¬
sociedad iniciática juvenil del sis), que es sin discusión posible el primer yeron a modelar al hombre desde sus
N'Domo, "imagen del hombre tal homínido, bípedo explorador de las saba¬ orígenes. Los rasgos morfosomáticos de
como salió de las manos de Dios". En nas de Africa oriental y central en el que la las poblaciones africanas hasta nuestros
cuanto a la de la derecha, se trata de
superficie endocraneana muestra un de¬ días fueron elaborados en ese periodo capi¬
una máscara-yelmo atribuida a los sarrollo de los lóbulos frontales y parietales
tételas, etnia de la región centro-
tal de la Prehistoria. Así, la piel sin vello, su
del cerebro que dan fe del nivel ya elevado color moreno, cobrizo o negro, su riqueza
meridional de Zaire. Encima de los
de sus facultades intelectuales. Vienen des¬
dos rostros que miran a izquierda y en glándulas sudoríparas, la nariz y la boca
derecha hay otros dos más pequeños pués los zinjántropos y el Homo habi/is, el amplias y carnosas de gran número de afri¬
orientados hacia adelante y hacia primer hombre, que representa un nuevo canos, más el cabello rizado, ondulado o
atrás, con lo que la máscara mira en salto adelante en la larga marcha hacia el crespo, son rasgos que provienen de las
las cuatro direcciones. Abajo, un hombre moderno.
condiciones tropicales. Por ejemplo, la me-
recipiente (¿una lámpara de aceite?)
A continuación hay que situar a los ar- lanina y el pelo crespo protegen contra el
de bronce en forma de caracola,
cantrópidos (pitecántropos y atlántropos), calor.
procedente de Igbo Ukwu (Nigeria),
que data del siglo IX. Lo corona un los paleoantrópidos o neandertalenses y, Por otro lado, la postura vertical o de pie
animal moteado, probablemente un por último, el Homo sapiens sapiens que constituyó una etapa tan decisiva del
leopardo. (hombre de Elmenteita en Kenia y de Kibish proceso de hominización y que suscitó o
en Etiopía), respecto del cual son muchos supuso una nueva organización de la
Foto © Museo del Hombre, París
los autores que han señalado sus rasgos a economía de los huesos de la cintura pel¬
menudo negroides en el primer auriñacien- viana está ligada, según algunos prehisto¬
Foto José Oster © Museo del Hombre, París
se. Todos los especialistas reconocen que riadores, a la adaptación al medio grográfi-
Foto © André Held, Suiza. Museo Nacional
es en Africa donde se encuentran reunidos co de las sabanas de altas hierbas de las
de Lagos, Nigeria los eslabones de la cadena que nos une a mesetas de Africa oriental : había que po¬
los más antiguos homínidos y nerse en pie para poder mirar por encima
prehomínidos. de las hierbas y poder saltar sobre la presa
o huir de las fieras amenazantes.
Justamente, en Africa , encontramos
todavía a los "antepasados" o, más bien, a El medio tecnológico, creado por ellos,
los presuntos primos del hombre. Según fue el segundo factor que permitió a los ho¬
W.W. Howells, "los grandes monos de mínidos africanos dominar la naturaleza y,
Africa, el gorila y el chimpancé, están inclu¬ para empezar, distinguirse de ella.
so más cerca del hombre que ninguno de
los tres lo está del orangután de Indonesia"
{El Correo de la Unesco, agosto-septiembre
de 1972, p. 5). i Y no podía ser de otra ma¬
nera I Asia en sus latitudes inferiores y. SIGUE EN LA PAG. 42
39
LA PREHISTORIA DE AFRICA Y
PRINCIPALES SITIOS
HOMÍNIDOS (procedencia de los restos encontrados)
ARQUEOLÓGICOS
Neolítico
Hombre
Africa
(de izq. a der. :
de Atar
Niger, Africa central, central
Senegal) (Mauritania)
Iberomaurusiano
(ext. izq. : Magreb) Afalu
(Argelia)
Capsiano
(cent, e izq. : Argelia)
00
el
sigue en la pág. 44
41
África es un continente en que los Sin negar que haya habido casos de
hombres han viajado en todas las direc¬ autocracia sanguinaria, la autoridad estatal
VIENE DE LA PAG. 39 ciones, como aspirados por los inmensos en el Africa negra adopta casi siempre la
horizontes de tan vasta tierra. El inextri¬ forma de una monarquía templada, apoya¬
cable embrollo de entrelazamientos que da en una serie de cuerpos constituidos y
Porque fue faber (artesano), el hombre hoy presenta el mapa étnico de Africa es el en un substrato de costumbres, verdaderas
se convirtió en sapiens (inteligente). Las resultado de este movimiento browniano constituciones no escritas, casi siempre
manos del hombre, liberadas, descargan a de los pueblos que ha durado varios mile¬ surgidas de la organización o de la estratifi¬
los músculos, así como a los huesos de los nios. Por lo que se nos alcanza, las prime¬ cación social anterior. Incluso cuando im¬
maxilares y del cráneo, de numerosos tra¬ ras pulsaciones migratorias parece que par¬ perios prestigiosos y eficaces como el del
bajos. De donde una liberación y un creci¬ tieron de los "bantúes" del este y del no¬ Malí, descrito con admiración por el viajero
miento de la caja craneana en que los reste para extenderse hacia el oeste y el y geógrafo árabe Ibn Batuta en el siglo XIV,
centros sensitivo-motores de la corteza ce¬ norte. Luego, a partir del Neolítico, la ten¬ abarcaban inmensos territorios, su delibe¬
rebral se van desarrollando. dencia general parece ser descender hacia rada descentralización permitía a las comu¬
Tras la talla tosca de la piedra propia de el sur como bajo un efecto de repulsión del nidades de base funcionar con una
la llamada "pebble culture" (cultura de las gigantesco desierto, terrible faja ecológica autonomía muy auténtica.
guijas) del hombre de Olduvai, los hombres que atraviesa y domina soberanamente el
En todo caso, como en general se utiliza¬
prehistóricos africanos pasaron a una fase continente. Este reflujo hacia el este y el sur
ba poco la escritura y las técnicas y medios
más consciente del trabajo creador. (sudaneses, bantúes, nilotas, etc.) va a
de desplazamiento se hallaban poco de¬
continuar durante el periodo histórico has¬
El dominio del hombre prehistórico sobre sarrollados, el imperio de las metrópolis
ta el siglo XIX en que las últimas olas
las herramientas experimenta un progreso quedaba siempre atenuado por la distancia.
venían a morir en las costas del mar austral.
constante. Desde los primeros pasos, reco¬ Gracias a ella la amenaza permanente por
nocemos en el cambio de materiales, en el Esas migraciones, consecuencia del éxi¬ parte de los subditos de sustraerse por la
to (o del fracaso) en el medio originario, da¬ huida a una eventual autocracia resultaba
ajuste de los utensilios y de las armas, esa
rán finalmente resultados ambiguos. Efecti¬
preocupación por conseguir una eficacia muy concreta.
vamente, por un lado crean el progreso
cada vez mayor y más exacta y por adaptar¬ Por otro lado, el producto excedentario
porque sus olas sucesivas y convergentes
se a unos fines cada vez más complejos de las comunidades de base africanas pare¬
permiten poco a poco la toma de posesión,
que es la marca misma de la inteligencia y ce que era modesto, salvo cuando existía
si no el dominio, del continente y, gracias a
que permite al hombre apartarse de los es¬ un monopolio de Estado sobre materias o
los intercambios a que dan lugar, exaltan
tereotipos del instinto. artículos preciosos como el oro en Ghana o
las innovaciones por una especie de efecto
El conjunto de esos progresos, caracteri¬ acumulativo. en Ashanti, el marfil, la sal, etc. Pero ni si¬
zado por intercambios e imitaciones múl¬ quiera en este caso debe olvidarse la
Pero, por otro lado, al diluir la densidad
tiples, se presenta más bien en forma de contrapartida de los servicios prestados por
de la población en un espacio inmenso, las
olas de inventos de gran alcance histórico, los jefes locales (seguridad, justicia, merca¬
migraciones impiden a los grupos humanos
que se entremezclan a veces y se sitúan en dos, etc.) ni minimizar el hecho de que una
alcanzar el nivel de concentración a partir
una curva ascendente general, cuyo de¬ buena parte de las contribuciones y cáno¬
del cual el hormiguero humano se ve obli¬
senlace es el periodo histórico de la Anti¬ nes se redistribuía durante las fiestas tradi¬
gado a inventar para sobrevivir. La disemi¬
güedad, una vez que el hombre africano ha cionales de acuerdo con el código del ho¬
nación en el medio geográfico incrementa
dominado las técnicas agrícolas y ganade¬ nor aplicable a quienes deben vivir noble¬
la influencia de éste y tiende a retrotraer a
ras y que ha inventado la alfarería. El culti¬ mente. Ello explica la espléndida generosi¬
los primeros clanes africanos hacia los
vo del trigo, la cebada y las plantas textiles dad de Kanku Mussa el Magnífico, empera¬
orígenes oscuros en que el hombre se abría
como el lino de Fayum se propagaba por dor del Malí, durante su fastuosa peregri¬
penosamente un camino a través de la cor¬
Africa, así como la cría de animales domés¬ nación de 1324. (Véase el artículo de la
teza opaca de un universo sin inteligencia.
ticos. p. 60.)
Si fechamos el comienzo de la Historia a
Dos focos principales de selección y de Por su parte, ¿ existió en Africa el siste¬
partir del empleo de los objetos de hierro,
explotación agrícolas ejercieron segura¬ ma de producción esclavista ? También en
puede decirse que la Prehistoria se prolon¬
mente una influencia notable desde el sex¬
gó en numerosas regiones de Africa hasta este punto hemos de responder negativa¬
to o el quinto milenio antes de Cristo : el los alrededores del año 1000. Todavía en el mente. En casi todas las sociedades al sur
valle del Nilo y el meandro del Niger. Se del Sahara la esclavitud sólo desempeñó un
siglo XIX, muchos grupos africanos que no
cultivan entonces por primera vez el sorgo, papel marginal. Los esclavos o, mejor, los
eran solamente "paleonigríticos" poseían
el mijo, ciertas variedades de arroz, el sésa¬ cautivos son casi siempre prisioneros de
unas fuerzas productivas y unas relaciones
mo y, más al sur, el ñame, la palmera de guerra. Ahora bien, la cautividad no reduce
socioeconómicas que en lo sustancial no
aceite y, quizá, una cierta variedad de algo¬ a un hombre al estado de propiedad pura y
eran distintas de las de la Prehistoria, salvo
dón. El valle del Nilo se benefició además
en lo que concierne a la utilización de los simple tal como lo definió el romano Catón.
de los hallazgos efectuados en Mesopota¬ instrumentos metálicos. Las técnicas de El esclavo africano también gozaba a me¬
mia, como el "emmer" (trigo), la cebada, la nudo de un cierto derecho de propiedad ;
caza de los pigmeos reproducen en pleno
cebolla, las lentejas y el guisante, el melón no se le explota como un instrumento o un
siglo XX, a través de los milenios, las técni¬
y los higos, mientras que de Asia llegaban cas mismas de los africanos de la Prehisto¬ animal.
también la caña de azúcar, otras variedades
ria. En Ashanti, para reforzar la integración
de arroz y el banano, éste seguramente a
Más allá de la cima resplandeciente que "nacional" se hallaba rigurosamente prohi¬
través de Etiopía. En este último país se de¬
representa la civilización egipcia y de las bido aludir al origen servil de alguien. De
sarrolló asimismo el cultivo del café.
eminentes o gloriosas realizaciones de tan¬ modo que un antiguo cautivo podía llegar a
Numerosas plantas domesticadas duran¬ tos reinos e imperios africanos, la realidad ser jefe de aldea. "La condición de cautivo,
te la prehistoria subsisten aun en formas a profunda es ésa, la que presta su cuerpo y aunque general en Africa, no entrañaba el
veces mejoradas y sirven hasta nuestros su textura a la línea de desarrollo de las so¬ papel determinado en la producción que
días de alimento a los africanos. Ellas origi¬ ciedades africanas y que vamos a examinar caracteriza a una clase social" (J. Suret-
naron la fijación y la estabilización de los como conclusión. Canale).
hombres, sin las cuales no hay civilización En la etapa de la comunidad primitiva,
Allí donde la esclavitud adquiere un ca¬
progresiva. El verdadero Neolítico, que en contrariamente a las formas europeas (anti¬
rácter masivo y cualitativamente diferente
Europa occidental sólo se desarrolló entre gua y germánica) que se distinguen por el
como en Dahomey, Ashanti y Zanzíbar en
3000 y 2000 a.C, se inició tres mil años an¬ hecho de que en ellas la apropiación priva¬
los siglos XVIII y XIX, se trata de estructu¬
tes en Egipto. Ahora bien, la alfarería de El- da del suelo se desarrolla ya en el seno de la
ras propias ya del modo de producción do¬
menteita (Kenia), que data seguramente de propiedad común, la realidad africana no
minante, el capitalismo, y generadas en
hace 5.000 años, es uno de los elementos muestra trazas de tal apropiación. Efectiva¬
realidad por la influencia de economías ex¬
que permiten deducir que el conocimiento mente, en las comunidades aldeanas de
teriores.
de esa artesanía, innovación revoluciona¬ Africa, la autoridad superior, el Estado, no
ria, llegó al Sahara y a Egipto a partir de las es más propietario del suelo que los parti¬ Por último, deben tenerse en cuenta cier¬
altas mesetas del Africa oriental. culares. tas estructuras socioeconómicas como el
42
HISTORIA
sistema familiar matrilineal que tan vigoro¬ A causa de los obstáculos naturales, el
samente caracteriza a las sociedades africa¬ tráfico comercial de largo alcance no adqui¬
nas, al menos en su origen, antes de que rió nunca suficiente importancia y tuvo por
otras influencias como la del Islam, la civili¬ objeto productos de lujo que a menudo se
zación occidental, etc., impongan poco a limitaban a los oasis económicos de los
200 000
poco el sistema patrilineal. Esta estructura palacios. Pero, cada vez que se suprimie¬
social, tan importante como base del papel ron total o parcialmente obstáculos ecoló¬
destacado de la mujer en la comunidad, gicos, como en el valle del Nilo y, en menor
tenía asimismo consecuencias económi¬ escala, en el del Niger, la dinámica social se
cas, políticas y espirituales, por la función puso en marcha aprovechando el aumento
notable que ejercía tanto en la transmisión concomitante de la densidad humana y el
de los bienes como en la de los derechos a desarrollo de la propiedad privada.
la sucesión real (por ejemplo, en Ghana). Así pues, cabe decir que, en general, en
'500.000- Ahora bien, el parentesco uterino parece el Africa (negra) no hubo ni etapa escla¬
haber surgido de las profundidades de la vista ni etapa feudal como en Occidente. Ni
prehistoria africana en el momento en que siquiera puede afirmarse que los modos de
la sedentarización del Neolítico realzó las
producción africanos sean modalidades de
funciones domésticas de la mujer hasta el esos sistemas socioeconómicos, pues fal¬
punto de convertirla en el elemento central tan a menudo elementos constitutivos
del cuerpo social. esenciales.
43
LA PREHISTORIA DE AFRICA Y LA EVOLUCIÓN DEL HOMBRE
Hachas de mano
de 200.000 (Tachenghit, Argelia)
a 1.500.000 de artos
Hachas
(Tihodaine, Argelia)
J Guii
Guijarros
de 1.500.000
desbastados
a 2.500.000 de anos
(Ain Hanech y Aulef,
Argelia)
de 2 a 3 millones
Astillas de cuarzo
de anos (Orno, Etiopía)
<;
de 3 a 4 millones
de anos a
ö
Australopithecus
Boisei
Olduvai
(Orno, Etiopia)
(Tanzania)
Homo Habilis *£ ;^«av-
(Lago Turkana, Kenia)
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Australopithecus Orno
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Africanus (Etiopía)
(Taung, Botswana)
Australopithecus
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(Hadar, Etiopia)
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Foto Maximilien Bruggmann © La Spirale, Lausana
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El aprovechamiento del papiro constituyó en Egipto una auténtica industria. El uso de esta
planta acuática no se limitaba a la fabricación de cables, de barcos y, sobre todo, del
"papiro", papel ligero y flexible pero frágil que iba a convertirse en el mejor soporte para
la escritura en la Antigüedad. Además, los tallos de papiro se utilizaban en arquitectura
para formar pilares, reuniéndolos en haces. Los arquitectos clásicos se inspiraron en esas
formas vegetales para erigir sus columnas de piedra, como lo demuestran estos capiteles
de las columnas del deambulatorio del templo de Isis, en Filae. El mismo motivo se repite
a menudo en los objetos de uso cotidiano. A la izquierda, imitando una umbela de papiro,
el mango de un espejo principesco adornado con oro y turquesas (Imperio Medio).
Artes y oficios
del Egipto faraónico
por Rachid S. El-Nadury, con la ayuda de Jean Vercoutter
47
( pasaron de Egipto al mundo mediterráneo. ganancias en razón de la calidad del trabajo faraónicos pasan a los artesanos de la épo¬
En efecto, resulta difícil pensar que no de los tejedores egipcios. Podemos aquí ca helenística que inventan el vidrio "sopla¬
fuera en Egipto o por lo menos en un apreciar concretamente una de las maneras do". Alejandría de Egipto se convierte en¬
medio profundamente impregnado de cul¬ como se transmitió el "legado egipcio". tonces en el centro de fabricación más, im¬
tura egipcia como la franja sirio- Entre las otras contribuciones de Egipto portante de objetos de vidrio, que se expor¬
palestina donde los talladores de vasos a la civilización mundial figuran las técnicas tan hasta China ; el emperador Aureliano
cretenses aprendieron su oficio ; las formas del vidrio. Es cierto que Mesopotamia y las impondrá un gravamen a los vidrios egip¬
mismas del vaso que esculpen en la antigua civilizaciones del Indo también conocieron cios importados por Roma. El Imperio
Minos delatan su origen egipcio. muy temprano la técnica del esmaltado que Meroítico importará objetos de vidrio de
La habilidad del tallador de piedras duras se sitúa en el origen de la del vidrio, pero no Alejandría, pero adoptará sobre todo las
pasará a los escultores. Aquella se mani¬ es menos cierta la habilidad manifestada técnicas de fabricación y las difundirá en el
fiesta en la gran escultura egipcia en piedra muy pronto por los vidrieros egipcios. Des- alto valle del Nilo.
dura, desde el Kedrén del Cairo, en diorita, de la época predinástica (hacia 3500 a.C.) Una de las industrias más importantes de
hasta los grandes sarcófagos en basalto parece comprobarse la existencia en Egipto los antiguos egipcios fue la del papiro, que
negro de los toros Apis ; se transmitirá pri¬ de objetos de vidrio cuentas aunque ellos inventaron. No hay planta que haya
mero a los escultores ptolomeicos, y luego no se tenga la seguridad de que sean resul¬ desempeñado un papel más importante en
a la estatuaria del Imperio Romano. tado de una creación voluntaria del artesa¬ Egipto. Sus fibras servían para fabricar los
no. El vidrio en cuanto tal, conocido en la V barcos, para hacer mechas destinadas a las
El cultivo temprano del lino hizo que los
dinastía (hacia 2500 a.C), se difunde a par¬ lámparas de aceite, esteras, cestos, cuer¬
egipcios adquirieran muy pronto una gran
tir del Nuevo Imperio (hacia 1600 a.C). Es das, cables. Los cables que sirvieron para
habilidad en el hilado y en el tejido. Este úl¬
utilizado entonces no solamente para fabri¬ amarrar el puente de barcos que Jerjes in¬
timo ya se conoce en el Neolítico, hacia
car cuentas sino también vasos cuyas for¬ tentó lanzar a través del Helesponto habían
1500 a.C, y su origen se confunde enton¬
mas varían mucho, desde el elegante cáliz sido trenzados en Egipto con fibras de pa¬
ces con la aparición de la civilización en el
con pie hasta los vasos en forma de pez. piro. Reunidos en haces, sus tallos habían
valle del Nilo. Son las mujeres las que hilan
Muy a menudo son polícromos y siempre servido como pilares en la arquitectura pri¬
el lino, y de manera muy hábil, puesto que
opacos. El vidrio transparente aparece bajo mitiva, antes de que los arquitectos clási¬
a menudo manejan dos husos a la vez.
Tutankamón (hacia 1300 a.C). A partir de cos se inspiraran en ellos para sus colum¬
Para los faraones las telas constituían aproximadamente 700 a.C, los vasos de nas fasciculadas o simples, con capiteles
uno de los medios de intercambio más vidrio egipcios del tipo llamado en forma de flores cerradas o abiertas. La
apreciados en el extranjero. La más fina de "alabastro", polícromos, se difunden en planta servía sobre todo para la fabricación
esas telas, el bissus, fabricado en los todo el Mediterráneo. Son copiados por los del "papiro", de donde proviene nuestra
templos, era objeto de particular estima¬ fenicios quienes hacen de ellos una de sus palabra "papel".
ción. Los ptolomeicos vigilaban los talleres industrias.
48
Estas cañas que surgen en la
base de las poderosas
columnas del templo de Edfú
recuerdan a la vez el pantano
primitivo de la cosmogonía
egipcia y las orillas del Nilo
tutelar. El templo de Edfú,
situado en el Alto Egipto, es el
mayor y mejor conservado de
todo el país. Pertenece a uno
de los últimos periodos de la
civilización egipcia, la época
ptolomeica (siglos IV a I a.C),
y es, por la perfección de su
estilo, la riqueza de su
decoración y el número de sus
inscripciones, una auténtica
suma del arte faraónico.
Veinte hojas reunidas entre sí cuando rios, sus bibliotecas, lo cual representa cen¬ fosas cavadas en plena roca y cubiertas de
aún estaban frescas constituían un rollo cu¬ tenares de kilómetros de papiro, que sin enormes losas de piedra caliza. En las fosas
ya longitud variaba entre tres y seis metros. duda alguna existieron a pesar de que sólo se habían colocado desarmados pero
Era posible adosar varios rollos : algunos se han encontrado unos cuantos centena¬ completos, con remos, cabinas y timo¬
papiros miden 30 y hasta 40 metros de lon¬ res de metros. nes los barcos mismos que había utiliza¬
gitud. El papiro, utilizado en Egipto desde la pri¬ do Keops. Uno de los barcos fue sacado de
El rollo constituía el "libro" egipcio. Se mera dinastía, es decir desde aproximada¬ la fosa y vuelto a armar. El otro sigue espe¬
sostenía con la mano izquierda y se iba mente 3000 a.C, hasta el final de la historia rando ser extraído de su "tumba".
desplegando a medida que avanzaba la lec¬ faraónica, será adoptado por los griegos, El barco de Keops, instalado actualmen¬
tura. El "volumen" de la Antigüedad clási¬ los romanos, los coptos, los bizantinos, los te en un museo especial, ha sido vuelto a
ca es su heredero directo. árameos y los árabes. Gran parte de la lite¬ armar. Está compuesto de 1 .224 piezas de
De- todos los soportes utilizados para ratura helenística y latina ha llegado hasta madera que parcialmente habían sido de¬
escribir en la Antigüedad, el papiro resulta nosotros en papiros. Los rollos de papiro sarmadas y colocadas en trece capas su¬
ciertamente el más práctico. Es flexible y li¬ constituían una de las exportaciones impor¬ perpuestas en la fosa. Mide 43,40 m de lar¬
viano ; su único inconveniente es su fragili¬ tantes de Egipto ; indiscutiblemente es uno go, 5,90 m de ancho y pesaba más o me¬
dad. A la larga resiste mal a la humedad y de los legados más importantes del Egipto nos 40 toneladas. Las tablas de borda
es de fácil combustión. Se ha calculado faraónico a la civilización. tienen de 13 a 14 cm de espesor. El barco
que para tener al día las listas de materiales La maestría de los egipcios en el trabajo no tiene quilla y su fondo es plano y
de un pequeño templo egipcio, hacían falta de la madera se afirma de manera notoria estrecho. Lo más notable es que fuera
10 metros de papiro por mes. Los notarios en la construcción naval. Las necesidades construido sin la ayuda de un solo clavo.
de provincia, en la época ptolomeica, utili¬ mismas de la vida cotidiana en el valle del Desde la V dinastía, y seguramente des¬
zaban de seis a trece rollos, o sea de 25 a 57 Nilo, donde la única vía de comunicación de antes, los egipcios supieron adaptar sus
metros por día : de 750 a 1 .600 metros por cómoda era el río, hicieron de los egipcios naves a la navegación de altura. Los barcos
mes. Ahora bien, toda propiedad o finca expertos en navegación desde el alba de la de Saburé demuestran que para la navega¬
importante, el palacio real y todos los historia. En 1954, a lo largo del flanco sur ción marítima se disminuyó sobremanera la
templos tenían sus registros, sus inventa de la gran pirámide, se descubrieron dos altura de la pro3 y de la popa que superan I
49
comendaban que se dejara actuar a la natu¬
raleza.
50
WMÊM
m
llevadas o traídas por la crecida del Nilo. En Aparte unos cuantos vestigios, nada nos queda de las casas del Egipto faraónico.
realidad, al igual que las matemáticas, la Construidas con materiales poco resistentes, no estaban hechas para "sobrevivir"
geometría egipcia es empírica. En los trata¬ a sus propietarios. Sólo los planos de las antiguas ciudades desenterradas y
diversos documentos y objetos hallados en las excavaciones dan hoy fe de la
dos antiguos se procura ante todo propor¬
calidad de los urbanistas y de la técnica de los arquitectos civiles egipcios. 1) En
cionar al escriba la "receta" para hallar rápi¬
la ciudad de Kahun, construida por orden de Sesostris II (1897-1879 a.C), en la
damente la superficie de un campo, el volu¬ región de Fayum, había, además de la residencia real, las de numerosos escribas,
men de los granos contenidos en un silo, el empleados de oficina, obreros y artesanos. Este plano de los vestigios de la
número de ladrillos necesarios para la cons¬ ciudad pone de manifiesto la existencia de viviendas realizadas en serie y
trucción de un edificio. Para lograrlo el correspondientes a las diversas categorías de la población. La morada principesca
escriba jamás sigue un razonamiento abs¬ (la "Acrópolis" del plano) cuenta con unas 70 habitaciones o vestíbulos, pero su
tracto sino que presenta los medios prácti¬ concepción y su estilo son los mismos que los de las casas de importancia
intermedia, de dos a nueve habitaciones (a la derecha, foto 2), que forman una
cos para llegar a la solución : da cifras. De
verdadera ciudad obrera en el ángulo noroeste de la ciudad. 3) Esta "casa de
todos modos, comprobamos que los egip¬
alma" descubierta en una tumba de la XVIII dinastía (1570-1320 a.C.) representa
cios sabían calcular perfectamente la su¬ una casa rural o, al menos, una vivienda de suburbio, situada en medio de un
perficie del triángulo y del círculo, el volu¬ jardín. A la terraza, donde por la noche se reunía la familia, se llega por una
men del cilindro, de la pirámide, del tronco escalera interior protegida por un pequeño edículo. 4) Corte de una casa de varios
de pirámide y seguramente de la semiesfe- pisos de la ciudad de Tebas (pintura de la XVIII dinastía). El "piso noble", más
ra. Procedían sustrayendo una novena par¬ alto, estaba iluminado y ventilado por ventanillos abiertos en lo alto de los muros.
te del diámetro y elevando ese resultado al En las terrazas se alinean los silos para el grano, accesorio indispensable en la
cuadrado, lo cual equivale a dar a 7t el va¬ casa urbana. La planta baja parece estar destinada a los trabajos domésticos.
51
Rostros
del Egipto
faraónico
3 - Foto Unesco
53
gunda dinastía se utilizó la piedra caliza pa¬ influencia en el desarrollo de la arquitectu¬
ra construir los muros de las tumbas. ra. Por ejemplo, los antiguos egipcios to¬
VIENE DE LA PAG. 51 Una nueva fase arquitectónica se maron la idea de columna de los atados de
inauguró durante la tercera dinastía. Fue un plantas silvestres como la caña y el papiro.
evento capital de la historia de Egipto ya Tallaron los capiteles de la columnas en for¬
Este aspecto está lejos de ser desdeñable. que se trataba de la construcción del primer ma de flores de loto, de papiro y de plantas.
El año civil egipcio estaba dividido en tres edificio totalmente de piedra : la pirámide Las columnas estriadas y los capiteles en
estaciones, de cuatro meses de treinta días escalonada de Saqqara, que constituye forma de loto,, de papiro y de palma son
cada uno ; a estos 360 días se añadían cin¬ una parte del gran complejo funerario del también innovaciones arquitectónicas que
co días al final del año. Este año de 365 rey Djeser. constituyen una contribución a la arquitec¬
días, el más exacto que conoció la Anti¬ Es a Imhotep, arquitecto y sin duda visir tura mundial.
güedad, es el origen de nuestro año, pues¬ del rey Djeser (hacia 2580 a.C.), a quien de¬ Los conocimientos técnicos adquiridos
to que sirvió de base a la reforma juliana de bemos este complejo de la pirámide escalo¬
por los egipcios tanto en la construcción
47 a.C. primeramente y luego a la reforma nada donde aparece por primera vez la
como en la irrigación gracias a la excava¬
gregoriana de 1582. Además del calendario piedra de sillería que entonces tiene pe¬
ción de canales y a la erección de diques y
civil, los egipcios utilizaban también un ca¬ queñas dimensiones. Parece como si fuera
represas se encuentran también en otros
lendario litúrgico lunar y sabían prever las una imitación en piedra caliza del ladrillo
campos anexos a la arquitectura.
fases lunares con una aproximación sufi¬ crudo, utilizado anteriormente en la ar¬
ciente. quitectura funeraria. De igual manera, las Desde 2550 a.C. los egipcios fueron ca¬
paces de construir con sillares una represa
Desde la expedición de Bonaparte a columnas entregadas y las vigas maestras
del cielo raso son copias en piedra de los en una corriente de agua cerca de El Cairo.
Egipto, los europeos se han mostrado
haces de plantas y de las vigas utilizadas en Un poco más tarde, sus ingenieros abrían
sorprendidos por la exactitud de la orienta¬
la construcción primitiva. Todo indica que canales navegables entre las rocas de la Pri¬
ción de los edificios faraónicos, y particu¬
es a Egipto a quien debemos la primera ar¬ mera Catarata de Asuán. Todo hace supo¬
larmente por la de las Pirámides, cuyas ca¬
quitectura de sillares en hiladas regulares. ner que hacia 1740 a.C. lograron establecer
ras están vueltas hacia los cuatro puntos
un dique en el propio Nilo, en Semneh (re¬
cardinales. En efecto, la desviación con La arquitectura civil hasta la época de la
gión de Nubia), para facilitar la navegación
respecto al verdadero norte de las grandes conquista romana permanece fiel al ladrillo
hacia el sur. Finalmente y siempre en la
pirámides siempre es inferior al grado. Tal crudo que incluso se emplea para los pala¬
misma época, construían paralelamente a
precisión sólo pudo obtenerse mediante la cios reales. Los edificios anexos del Rames.-
la Segunda Catarata un "camino de tierra"
observación astronómica. sén de Tebas, así como las grandes fortale¬
sobre el cual, aprovechando la fluidez del li¬
zas de Nubia, nos dan una ¡dea de los re¬
Los antiguos Egipcios aplicaron sus co¬ mo del Nilo, hacían deslizar sus barcos. Es¬
nocimientos matemáticos a la extracción, cursos ofrecidos por ese material, que per¬
ta ruta de varios kilómetros, verdadera pre¬
mite alcanzar un refinamiento extremo, co¬
al transporte y a la colocación de los enor¬ figuración de lo que será el dio/kos griego
mo lo demuestra el Palacio de Amenofis IV
mes bloques de piedra que utilizaban para del istmo de Corinto, les permitía salvar el
sus empresas arquitectónicas. Poseían una en Tell-el-Amarna, con sus pavimentos y
obstáculo de los rápidos de la Segunda Ca¬
cielos rasos decorados con pinturas.
larga tradición del empleo del ladrillo crudo tarata.
LA región del Dongola y de las cuencas desarrollarse bajo el reinado de sus suceso¬
cercanas al curso medio del Nilo, hoy res, los dos hijos de Peye : Shabakaka
i sumamente aisladas por el desierto y (696-690) y el glorioso Taharka (690-664).
las barreras casi infranqueables de las cata¬ Taharka, cuyo nombre se encuentra en
ratas segunda, tercera y cuarta del gran río, numerosos monumentos a lo largo del
fue antaño el centro de poderosas y ricas valle, construye santuarios al pie del Gebel
formaciones políticas. La cultura llamada Barkal, la montaña venerada que domina la
de Kerma corresponde a un reino fuerte y gran cuenca fértil del Napata. En la región
próspero de la primera mitad del segundo de Tebas levanta columnatas en los cuatro
milenio antes de la era cristiana : el reino de
puntos cardinales del templo de Karnak y
Kush de que hablan los textos egipcios. erige numerosos oratorios donde se asocia
La prospección arqueológica de esa re¬ el culto de Amón con el de Osiris. La
55
Kush, como se designa a sí mismo, con el nishajeto. Sus esposos permanecen en la y de la reina Amanishajeto se leen en el
antiguo nombre indígena de la región. Al sombra ; se ignora incluso el nombre del de Templo T de Kawa. A esa soberana se atri¬
comienzo la capital se mantiene en Napata, la segunda ; el trono va a estar también buye un palacio/ciescubierto hace pocos
al pie de la montaña sagrada del Gebel Bar- ocupado durante algunos años por el años en Uad ben Naga, en las cercanías in¬
kal. Luego, seguramente en el siglo VI príncipe, ya coronado, Akinidad, hijo de la mediatas del río. La pirámide, precedida al
a.C, se traslada mucho más al sur, a Me¬ reina Amanirenas y del rey Teritekas. Sin este por el oratorio y el pilón tradicional, es
roe, no lejos de la sexta catarata del Nilo. embargo, es importante el orden en que se una de las más imponentes de la capital :
El traslado de la capital parece explicarse suceden esas dos reinas o "Candaces" de ella tomó en 1834 el aventurero italiano
por razones climáticas y económicas. Las (transcripción del título meroítico de Kdke Ferlini las joyas de recargado lujo que hoy
estepas ofrecían a Meroe una extensión que encontramos en los autores clásicos). se exhiben como piezas célebres en los mu¬
mucho más vasta que las cuencas vecinas Una de esas reinas protagonizó con seos de Munich y de Berlín.
de Napata encajonadas en el corazón del Augusto un episodio célebre, uno de los ra¬
Natakamani, yerno y sucesor de Ama¬
desierto. A los recursos de la ganadería se ros en que Meroe aparece en el escenario
nishajeto, y su esposa la reina Amanitere
sumaban los de la agricultura, perfecta¬ de la historia universal. Tras el saqueo por
(12 a.C. - 12 d.C) fueron también grandes
mente viable en esa zona de lluvias estiva¬ los meroítas (es sin duda entonces cuando
constructores ; sus nombres son sin duda
les. En las cercanías de los lugares más im¬ se llevaron la estatua de Augusto cuya ca¬
los que con más frecuencia se mencionan
portantes se excavaron grandes estanques beza fue encontrada bajo el umbral de un
en los monumentos kushitas de las grandes
de riego. El comercio debió de ser muy acti¬ palacio de Meroe), Petronio, prefecto del
ciudades, que a través de todo el imperio
vo : Meroe se encontraba en el cruce de los
Egipto ya romano, emprendió una expedi¬
dan fe del poderío de una dinastía en su
caminos que recorrían las caravanas, entre ción de represalia y se apoderó de Napata
apogeo. La pareja real emprendió la re¬
el mar Rojo, el curso superior del. Nilo y el en el año 23 antes de la era cristiana. Los
Chad.
construcción de Napata, devastada por la
romanos instalaron en Prinis (Qasr Ibrim)
expedición de Petronio, y en particular la
Con la reina Shanakdajete (170-160) pa¬ una guarnición que resistió a los ataques de
restauración del templo de Amón.
rece afirmarse plenamente el poderío de un los meroítas. Se concluyó un tratado de
matriarcado típicamente local. En una paz, negociado- en Samos, donde a la sa¬ En Naga, la gran ciudad de las estepas, al
construcción erigida en su honor, en Naga, zón se encontraba Augusto (21-20 a.C). Al sur de Meroe, se erigió el templo de Amón
aparecen inscripciones grabadas con parecer, se hizo retirar la guarnición roma¬ en cuyo pilón la decoración concilia las
jeroglíficos egipcios, pero que tienen valo¬ na, se renunció a exigir un tributo a los influencias egipcias con características lo¬
res diferentes : hay que leerlos en sentido meroítas y, finalmente, se fijó en Hierasika- cales típicas. El edificio más célebre es el
contrario, lo cual puede ser indicio de una minos (Maharraqa) la frontera entre el Im¬ Templo del León cuyos relieves figuran
deliberada voluntad de diferenciación. A perio Romano y el de Meroe. ¿ Llegará a entre los más representativos del arte
esos jeroglíficos corresponde una escritura saberse algún día si fue Amanirenas o meroítico. En Meroe se han identificado las
cursiva, de una grafía a menudo elemen¬ Amanishajeto la "Candace" tuerta y de pirámides del rey, de la reina y de los
tal ; los signos parecen derivar en parte de apariencia hombruna, esa mujer enérgica y príncipes. Los dos soberanos gustan de
la escritura demótica que se empleaba en el heroica que, según Estrabón, Plinio y Dion aparecer en esas representaciones acom¬
Egipto de entonces para la redacción de Casio, llevó a cabo las negociaciones con pañados por uno de los príncipes reales,
documentos oficiales y privados. De todos los invasores romanos ? que varía según los monumentos. ¿ Eran
modos, la lengua meroítica, cuya naturale¬ En torno a los comienzos de la era cris¬
los príncipes virreyes de las provincias en
za se nos escapa todavía, y su sistema grᬠcuyos templos principales estaban repre¬
tiana se sitúa un periodo que constituye
fico difieren totalmente de los de Egipto. sentados ?
uno de los puntos culminantes de la civili¬
Dos reinas ocupan hacia esa época un lu¬ zación meroítica. De ello dan fe varias Muy poco es lo que sabemos de los últi¬
gar preponderante : Amanirenas y Ama- construcciones. Los nombres de Akinidad mos siglos de Meroe. El control de las rutas
seguidas por las caravanas entre el valle del
Nilo, el mar Rojo y la llanura que se extien¬
de entre el Nilo y el Chad base económi¬
ca del Imperio no se ejercía probable¬
mente sin dificultades. Las pirámides reales
que se construyen son cada vez más pe¬
queñas y más pobres. La escasez de obje¬
tos egipcios y mediterráneos indica una in¬
terrupción de las influencias extranjeras,
causa o consecuencia de la decadencia.
tiiiítiátHrtt*}
Este coloso de granito negro es un expresivo retrato de Taharka
(690-664 a.C). rey de la XXV dinastía. La estatua, que tiene unos
cuatro metros, proviene del templo del Gebel Barkal, cerca de
Napata. Bajo el doble uraeus, emblema de los soberanos
egipcios, Taharka porta un típico gorro etíope. Antiguamente
completaban su tocado unas grandes plumas de piedra, atributos
del dios guerrero Unorls.
57
EL rasgo más sobresaliente del poder
político en Nubia y en el Sudán
central entre los siglos VIII
antes de la era cristiana parece haber sido
su estabilidad y su continuidad excepciona¬
les. A diferencia de muchos otros reinos de
y IV
El gobierno
la antigüedad, el país escapó a los trastor¬
nos que suelen acompañar a los cambios
de dinastías súbitos. Y puede estimarse
que fue esencialmente la misma familia la
de las Candaces
que reinó sin interrupción, manteniendo así
la tradición.
hermanos del rey antes de que fuera entre¬ pilastra de un ángulo del templo
gada a la generación siguiente, como lo de¬ (a la derecha). En los pilones de
la entrada (arriba), la efigie del rey
muestra el hecho de que, de los veintisiete
Natakamani y la de la reina
soberanos que reinaron antes de Nastasen, Amanitere (pilón de la derecha). El
catorce fueron hermanos de los reyes pre¬ papel destacado que las reinas
cedentes. Hay, evidentemente, algunas ex¬ madres o Candaces
cepciones, cuando uno u otro rey usurpa el desempeñaban dentro del sistema
trono, pero en semejantes casos el sobera¬ monárquico meroítico está
no trata siempre de justificar y legalizar su sugerido por la similitud de las'
actitud. dos figuras : la reina, grande e
Imperiosa como su esposo,
destruye con Igual gesto soberano
a los enemigos del reino. Aunque
el estilo en su conjunto denota la
influencia del arte egipcio, los
AHMED M. AU HAKEM, sudanés, es director
adornos y otros detalles son
del Departamento de Historia de la Universidad
típicamente merofticos. Además,
de Jartum (Sudán). Ha publicado artículos y
las formas majestuosas de la reina
libros en relación con el Sudán antiguo.
Amanitere contrastan con la
IVAN HRBEK, checoslovaco, es profesor del concepción del cuerpo humano
Instituto Oriental de la Universidad Carolina, de del arte faraónico.
Praga. Ha publicado varios libros de historia de
Africa y de los países árabes. Fotos © Almasy, París
58
mejantes a éstas se hallan en los reinos y ranas, llegando hasta el punto de adoptar el jete, hay toda una serie de reinas reinantes
clanes de muchos lugares de Africa. título real de "Hijo de Re, Señor de Dos pero a partir de Amanirenas (siglo I a.C.)
No aparece claramente en ninguna parte Tierras" o de "Hijo de Re y de Rey". Gran parece producirse un hecho nuevo. Se tra¬
cuál era exactemente el papel que desem¬ número de ellas gozaron de celebridad y, ta de la asociación estrecha entre la primera
peñaban en el reino las mujeres de sangre en la época greco-romana, Meroe era co¬ esposa del rey y su primogénito que apare¬
real durante los periodos anteriores, pero nocida por haber estado gobernada por ce en numerosos monumentos importan¬
numerosas indicaciones permiten pensar una estirpe de Candaces, título que viene tes, lo que sugiere la idea de cierto grado
que ocupaban cargos elevados y que de¬ de la palabra meroíta ktke o kdke que signi¬ de co-regencia puesto que la esposa, que a
sempeñaban altas funciones. Durante la fica "reina-madre". menudo sobrevive a su marido, llega a ser
dominación kushita en Egipto, por la Candace reinante. De todos modos, este
Otro título, el de "jefe" (gerel, no fue uti¬
ejemplo, la función de gran sacerdotisa de sistema no duró más de tres generaciones y
lizado sino cuando hizo su aparición la
Amón en Tebas correspondía a la hija del parece terminar después de Natekamani,
escritura meroítica y, en realidad, sólo hay
rey, lo cual le confería una gran influencia Amanitere y Sherakarer, hacia la primera
cuatro reinas conocidas por haberlo osten¬
económica y política. Incluso después de la mitad del siglo I de la era cristiana. Es po¬
tado : Amanirenas, Amanishajeto, Nawide-
pérdida de Egipto y de la desaparición de sible que nos encontremos ante la evolu¬
mak y Maleque-arabar; mas todas ellas
aquella dignidad, las mujeres de sangre real ción interna de una institución local y no
son, por definición, candaces.
siguieron ocupando puestos muy impor¬ ante un procedimiento que de pronto se
tantes en la clerecía de los templos de Interesa señalar que las sepulturas reales hubiera imitado de los extranjeros, por
Amón en Napata y otros lugares y ejercien¬ de Nuri primera de las cuales es la de ejemplo de los Ptolomeos de Egipto y Cleo¬
do al mismo tiempo un poder considerable. Taharka (hacia el año 664 a.C.) y la última patra. Por el contrario, cabe observar que
la de Nastasen (hacia el 310 a.C) no per¬ esas instituciones fueron adquiriendo con
La reina-madre siguió desempeñando un
miten concluir que hubo una reina reinante los siglos una complejidad cada vez mayor.
papel tan importante en la ceremonia de
coronación de su hijo, como en el caso de durante ese periodo, pues ninguna recibió
Taharka y de Anlamani, que no puede du¬ sepultura como monarca. La más antigua
El sistema de elección del soberano que
darse de su influencia decisiva ni de su po¬ reina reinante de que se tiene noticia es
regía en Kush ofrece ciertas ventajas en
sición legal específica. Por otra parte, me¬ Shanakdejete, a comienzos del siglo II an¬
comparación con las imposiciones rígidas
diante un complejo sistema de adopción, la tes de la era cristiana, quien recibió sepul¬
de la estricta sucesión directa, puesto que
reina-madre, con el título de "Señora de tura real en Begrawiya Norte. Es muy pro¬
elimina el peligro de un sucesor indeseable,
Kush", adoptaba a la esposa de su hijo. bable que en un principio el título y la fun¬
ya se trate de un menor de edad o de un
ción no significaran más que reina-madre,
La iconografía confirma el prestigio de personaje impopular. La inyección de
encargada de la educación de los hijos del
que gozaba: en las escenas religiosas que sangre nueva en la familia real estaba ase¬
rey.
adornan las paredes de los templos, la gurada por el sistema de adopción,
reina-madre ocupa una posición destacada La reina disponía así de un poder y de mientras que los diferentes contrapesos y
pues aparece inmediatamente después del una influencia considerables, como lo de¬ controles incorporados al sistema, la posi¬
rey. En las pinturas de los oratorios de las muestra el papel especial que desempeña¬ ción prominente de la reina-madre y la im¬
pirámides, la reina aparece detrás del rey ba en la ceremonia de la coronación y en la portancia concedida a la legitimidad
difunto como la principal portadora de adopción de la esposa de su hijo. Esas mu¬ mantenían a la misma familia real en el po¬
ofrendas. jeres debieron, tarde o temprano, adquirir der. Quizás quepa ver en ello una de las ra¬
Más tarde, esas reinas o "más importancia que su hijo o su esposo y, zones de la continuidad y de la estabilidad
esposas comenzaron a asumir el poder llegado el momento propicio, adueñarse de de que Napata y Meroe gozaron durante
político y se proclamaron a sí mismas sobe todo el poder. Comenzando por Shanakde tantos siglos. D
59
El fabuloso Imperio
del Malí
por Djibril Tamsir Niane
TIDA la tradición histórica del Man- riores a su tiempo. En todo caso, la consti¬ autonomía relativa ; el nombre de Manding
ding enseñada por los griots gira en tución y las estructuras administrativas del o Malí se extendió a todos los países habi¬
torno al personaje de Sunyata, Imperio del Malí son esencialmente obra tados por un gran número de mandingues,
fundador del Imperio del Malí. Cabe supo¬ suya. y el título oficial del Emperador fue Be Mara
ner que si los árabes Ibn Batuta, en 1353, y Mansa (Emperador de todos los pueblos).
La tradición sitúa en Kurikan Fuga la
posteriormente Ibn Jaldún, en 1376, no hu¬
Gran Asamblea o Gbara, que tuvo auténti¬ El historiador árabe Al Umari, secretario
bieran mencionado al gran conquistador en
co carácter constituyente. Sunyata fue de los sultanes de El Cairo y de Damasco,
sus escritos, los historiadores clásicos
proclamado solemnemente Mansa, es de¬ nos ha dejado una lista de 12 provincias y
habrían seguido considerando a Sunyata
cir, Emperador, Rey de Reyes, y cada uno de 14 ciudades. No ha sido posible identifi¬
como a un antepasado mítico o legendario:
de los aliados rey o gobernador ifarin) de car todas ellas (la lectura de los manuscri¬
tal es la importancia que le atribuye la tradi¬
su territorio. En realidad, los únicos que lle¬ tos árabes es difícil porque la mayoría de
ción en la historia del Manding o del Malí.
varon el título de rey fueron los jefes de los autores árabes fuente de la historia
Cuenta la historia que Naré Fa Maghan, Moma y de Waggadú. del Malí fueron traducidos en una época
rey de los malinkés (1218-1230), tuvo varias en la cual se conocían mal la toponimia y la
La Asamblea decretó que el Emperador
mujeras, una de las cuales se llamaba So- geografía sudanesas).
había de ser elegido necesariamente dentro
golón Conté. Esta dio a luz un niño enfer¬
de la estirpe de Sunyata, que la primera Es indudable que la ciudad de Nyeni de
mo, Sunyata, que no aprendió a caminar
mujer de un príncipe debía pertenecer Al Umari es la Niani actual, pequeña aldea
hasta haber cumplido diez años. Esa invali¬
siempre al clan conde (en recuerdo del feliz situada en los confines guineo-malianos. El
dez le salvó la vida cuando Sonmavao, rey
matrimonio de Naré Fa Maghan y Sogolón secretario de los mamelucos escribe : "La
del pueblo vecino de los soso, invadió el
Conde, padres de Sunyata) y que, en con¬ ciudad de Nyeni es muy extensa a lo largo y
Malí.
sonancia con la antigua tradición, la suce¬ a lo ancho : un berid (23 km) en ambas di¬
Según la tradición, Sunyata, deseoso de
sión sería fratrilineal y el Mansa el juez recciones. No está circundada por un recin¬
socorrer a su país, pidió una barra de hierro
supremo, el patriarca, el padre de todos sus to y sus casas suelen estar aisladas. El rey
para erguirse sobre sus piernas. La barra se subditos; de ahí la fórmula M'Fa Mansa dispone de una serie de palacios, rodea¬
dobló bajo su peso. Entonces alguien gritó:
(Rey, padre mío) que se empleaba al hablar dos por un muro circular. Un brazo del Nilo
"Dadle el cetro de su padre para que se yer-
con el rey. (el Niger) circunvala la ciudad...
ga apoyándose en él". Y apoyándose en la
insignia real, Sunyata se puso en pie. Los malinkés y sus aliados fusionados "Las casas de esta ciudad son de banco
fueron divididos en 16 clanes de hombres (tierra apisonada), como los jardines de Da¬
Pero las exacciones de Sonmavao conti¬
libres o nobles, esto es, los 16 clanes porta¬ masco. Las construyen con arcilla hasta
nuaron y Sunyata partió al destierro. Los
dores de carcaj. Los cinco clanes marabúti- una altura de dos tercios de codo, luego se
malinkés enviaron a Mema, donde había fi¬
cos, primeros aliados de Sunyata entre deja secar, y se añaden nuevas capas hasta
jado su domicilio, una delegación de repre¬
ellos los tures y los beretes, que habían par¬ la terminación del edificio. Los techos son
sentantes de sus clanes que le pidió que en¬
ticipado activamente en la búsqueda de de cañizo y vigas, la mayoría de ellos en
cabezara la rebelión contra Sonmavao. En
Sunyata en exilio fueron proclamados forma de cúpula o de lomo de camello, se¬
la batalla de Kirina, planicie situada entre
guardianes de la Fe. Los menestrales mejantes a arcos de bóveda. El suelo es de
Bomako y Kangaba, en la orilla izquierda
quedaron divididos en cuatro clanes : poe¬ tierra mezclada con arena".
del Niger, los rebeldes derrotaron a las tro¬
tas, músicos (griots), zapateros y herreros.
pas del invasor, sentando así las bases del La excavación de los túmulos de Niani no
Imperio del Malí. Como dice la tradición, Sunyata "repar-. deja lugar a dudas. Los cimientos de piedra
Según la tradición del Manding, Sunya¬ tió el mundo", es decir, fijó los derechos y bajo el amasijo de tierra apisonada, los resi¬
ta, joven vencedor de Kirina, codificó las deberes de cada clan. Se tomó una medida duos de alfarería de bella confección y has¬
costumbres y las sanciones que regulan to¬ concreta : los vencidos fueron distribuidos ta vasijas enteras, el plano de una mezquita
davía las relaciones entre los clanes man- entre los clanes de oficio o castas, y su y del recinto del Palacio permiten afirmar
dingues, y entre ellos y los demás del Oeste territorio fue declarado dominio imperial. hoy que Sunyata asentó a orillas del Sanka-
africano. Se han atribuido a este émulo de rani su capital, que fue durante más de un
Esta constitución tuvo un gran alcance e
Alejandro Magno varios hechos muy poste- siglo el centro político del Sudán occiden¬
importancia. En primer lugar, reproducía .el tal.
esquema secular del Imperio de Ghana,
que reconocía la personalidad de cada re¬ Tras su victoria, Sunyata decidió estable¬
DJIBRIL TAMSIR NIANE, senegalés, es direc¬
gión. Pero, sobre todo, Sunyata codificó el cer su capital en el país de Mani, en el terri¬
tor general de la Fundación L.S. Senghor de Da¬
kar. Ha publicado una "Historia del Africa occi¬ sistema de clanes de oficio, y la profesión torio de los cámaras. El pueblo de Mani,
dental en la época de los grandes imperios del pasó a ser hereditaria. En el Imperio de que ha dado su nombre al territorio que
siglo XI al XVI", así como varías obras sobre las Ghana todo hombre podía elegir su oficio. engloba Tigan y Salefu, entre el Sankarani
tradiciones orales madingues y una serie de tex¬ y el Niger, era rico en oro y en hierro
En adelante, el hijo tenía que ejercer el de
tos literarios sobre los mandes. Participa en el
su padre, en particular en los cuatro clanes
establecimiento del corpus de las tradiciones re¬ El emplazamiento de Niani era de una
o castas de oficio.
lativas al mundo mandíngue. Dirige el Volumen extraordinaria belleza : una inmensa llanu¬
IV de la Historia general de Africa de la Unesco. Cada provincia o reino conservó una ra, a lo largo del Sankarani, delimitada por
60
.
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De la aureola de prestigio internacional que rodeaba al Imperio del Malí en el siglo XIV da
fe el célebre atlas catalán que Abraham Cresques realizó en 1375 para el rey Carlos V de
Francia. La parte aquí reproducida cartografía el reino del Malí ("ciutat de Melli", escribe
Cresques), con la figura del Emperador o Mansa coronado a la europea y con una pepita
de oro en la mano (el Imperio era entonces famoso por su oro), frente a un jefe tuareg
sobre un camello.
una medialuna de colinas, y entre ellas des¬ la evitan prudentemente. A ambas orillas Dulin o Mansa Uali, tomó el poder y reinó
filaderos dominados por una cresta rocosa. del río, los keitas han creado un lugar de de 1250 a 1270, aproximadamente. Le su¬
El Sankarani es profundo y navegable du¬ culto, con altares de piedra, y periódica¬ cedieron otros soberanos de poca enverga¬
rante todo el año. mente, en las grandes ocasiones, los des¬ dura. Pero hacia 1307 pasó a ocupar el tro¬
cendientes privilegiados del Conquistador no un sobrino de Sunyata, Kanku Mussa,
Mani limitaba con la selva (guineo- conocido con el nombre de Mansa Musa I,
se reúnen allí para inmolar pollos, corderos
marfileña) por la que llegaban el oro, el que reinó de 1307 a 1337, más o menos, al¬
o bueyes.
aceite de palma y los mercaderes que canzando entonces su apogeo el Malí. Su
Esencialmente, en el momento de su
acudían a vender tejidos de algodón y obje¬ pereginación a La Meca en 1325 y, sobre
tos de cobre. Por aquel entonces, Mani era apogeo, el Malí dominaba el Sudán occi¬
todo, su estancia en El Cairo, durante la
sólo una pequeña ciudad, célebre por la re¬ dental desde las salinas de Teghaza en el
cual repartió oro hasta el punto de que bajó
Sahara hasta el sur forestal marfiloguineo,
sistencia que había opuesto su rey contra el precio del precioso metal, le valieron un
de oeste a este desde el Atlántico (Tekrur,
Somaro. Al instalarse en ella, Sunyata le renombre extraordinario.
dio el nuevo nombre de Niani, que en ma- Gambia, Bambadinka o Guinea-Bissau)
linké quiere decir "sufrimiento" ; en la tra¬ hasta el Air en la región de Es-Suk, cuyas Esta peregrinación tuvo múltiples conse¬
dición recibe el nombre de Niani ma bori, el minas de cobre estaban entonces en plena cuencias para la historia ulterior del Sudán
actividad.
exilio de Sunyata (la huida de la miseria). occidental. En efecto, a partir de entonces
Este nuevo nombre indicaba que el con¬ Es difícil calcular la población del Impe¬ el Sudán empezó a fascinar a todo el mun¬
quistador estaba ya al cabo de sus penas. rio : en el siglo XVI, Mahmud Kati afirmaba do : Egipto, el Magreb, Portugal y las
Niani se desarrolló rápidamente en la llanu¬ que en el Malí había 400 ciudades ; es indu¬ ciudades comerciales de Italia se interesa¬
ra y al pie de las montañas, gracias a dos dable que el Imperio estaba muy poblado, ron cada vez más por el Malí. Mansa Mus¬
puertos sobre el Sankarani, el del norte y el especialmente en el valle del Niger, entre sa, que se sentía orgulloso de su poderío,
del sur, y a su enlace con el Manding (Buré) Djenné y Tombuctú. Tekrur y Casamancia contribuyó a dar a su Imperio la apariencia
por la ruta del Manding, y con el valle del tenían una fuerte población rural. En su de un Eldorado.
Niger por la de las sarakollés. Niani atrajo a apogeo, en el siglo XIV, Niani y su sinfín de Mansa Mussa preparó minuciosamente
la vez a los mercaderes negros y a los ara- ciudades debían de tener por lo menos
su viaje a la Meca. Siguiendo la tradición,
bebereberes. 100.000 habitantes ; los pueblos se hacina¬ pidió una contribución especial a cada
ban a lo largo de los ricos valles del Niger y ciudad comercial y a todas las provincias.
Circulan varias leyendas sobre la muerte
del Senegal. Cuando salió de Niani llevaba un séquito
del héroe Sunyata. Es casi seguro que pe¬
reció ahogado en el Sankarani, unos 10 km Después de la muerte de Sunyata dejó extraordinario. Aunque las cifras de los
aguas arriba de Niani, en un lugar llamado de respetarse el viejo principio de la suce¬ autores árabes parecen excesivas, indican
Sunyata-dum (el bajío de Sunyata) ; esta sión política fratrilineal. Su hijo mayor, de todos modos la fuerza movilizadora del |
parte del río es muy profunda y las piraguas Mansa Yerelinkon, llamado también Mansa Malí : 600.000 porteadores y 500 servidores I
61
Djenné, de la que el historiador
árabe del siglo XIV Es Saadl
afirmaba que era "uno de los
mayores mercados del mundo
musulmán", muestra hoy al
visitante algunos Importantes
monumentos, en particular su
original mezquita, que es, con la
de Tombuctú, la muestra más
notable del llamado "estilo
sudanés". Data de 1905 y está
construida, como los famosos
monumentos de la época del
Emperador Kanku Mussa, con
"banco", es decir tierra
apisonada, consolidada con
maderos salientes que le prestan
su original aspecto erizado.
Arriba en la página siguiente, una
vista general de la mezquita. A la
derecha una de las puertas de
acceso al techo. Abajo, abrigo
para proteger del sol.
62
Cercana al rio Niger, Djenné,
una de las principales ciudades
del antiguo Imperio del Malí,
más tarde capital del Imperio
Songal, mantiene todavía hoy
una gran actividad comercial. En
la foto de la derecha, una
escena del mercado de Djenné,
con su espléndida mezquita.
Todos los lunes se reúnen en la
gran plaza, entre gritos, risas y
chalaneos, centenares de
vendedores y clientes peules,
bozos, tuaregs y bambaras con
su abigarrada Indumentaria,
venidos a veces desde lejanas
aldeas.
<£ a/' \ * -^ ^ , /
\tSijilmasa -\A V »A
t /
I Koumbi-Saleh
ej / ^Tombuctú '
GHANA .* ¿-/Gao
k \ YEMEN
1 Aden.-Ow
X Cuero O P/afa
arabescos de vivos colores, hizo de ella un el sur, es como una mota blanca en el pela¬ no se desinteresaron de los problemas de la
admirable monumento. El sultán se mostró je de una vaca negra". Le constaba perfec¬ navegación marítima.
muy complacido y dio a Tuedjin doce mil tamente la existencia en el sur de un gran El gran peregrino atrajo a su corte a un
mizcales de oro en polvo, en testimonio de número de pueblos y de poderosos reinos buen número de eruditos ; él mismo lo era
su satisfacción". y, sobre todo, la fuerte densidad demogrᬠen árabe, pero recurría siempre a un in¬
fica del Sudán occidental.
térprete al hablar con los árabes. Tuvo sus
El arquitecto del Emperador empleó in¬
dudablemente el material más corriente en El soberano declaró también que tenía cadíes, sus secretarios, y verdaderos diva¬
una ciudad llamada Tiggida (la actual Aze- nes, pero en realidad todo ello era más bien
esta parte del Sudán, esto es, la tierra api¬
lik), "en la cual hay una mina de cobre rojo puro boato.
sonada. Los monumentos construidos de
este modo requieren, en la latitud de Niani, que traen en barras a Niani. No hay nada en Después de esta célebre peregrinación,
constantes retoques o restauraciones. Más todo mi imperio me dijo el sultán que los merénidas de Fez y las ciudades comer¬
al norte, la débil pluviometría permite una me proporcione tantos impuestos como los ciales del Magreb se interesaron a su vez vi¬
mejor conservación de los edificios, como que produce la exportación de este cobre vamente por el Malí, y hubo un canje de re¬
ocurre con las mezquitas de Djenné, Tom¬ bruto : lo extraen de esa mina y de ninguna galos y de embajadas entre soberanos.
buctú y Gao. A falta de piedra, la tierra api¬ otra. Lo enviamos al país de los negros pa¬ Mansa Mussa abrió escuelas coránicas pa¬
sonada se consolida con una armazón de ganos, y se lo vendemos a razón de un miz- ra las que había comprado un gran número
madera ; de ahí ese estilo original de las cal por dos tercios de su peso en oro; así de obras en los santos lugares y en El
mezquitas sudanesas, erizadas de madera. que cambiamos el cobre contra sesenta Cairo. Probablemente fue durante su reina¬
Debido a las destrucciones sucesivas que mizcales y dos tercios de oro" (Al Umari). do cuando Ualata adquirió importancia y
ha padecido Niani, después de desaparecer Djenné y Tombuctú iniciaron su auge, para
También en El Cairo, Mansa Mussa reve¬
el revestimiento de yeso, la obra del poeta convertirse en centros urbanos de fama
ló que su predecesor en el trono había
arquitecto iba a quedar reducida, como la mundial un siglo más tarde.
muerto en una expedición marítima, "por¬
mayoría de los monumentos de Niani, a un que este soberano no aceptaba que fuera Gran constructor. Mansa Mussa ha deja¬
amasijo de arcilla, bajo la cual los arqueólo¬ imposible llegar al otro extremo del Mar Cir¬ do una obra perdurable, y su huella persiste
gos descubrirán quizás un día los cimientos cundante ; él quiso llegar y se empeñó en todavía en todas las ciudades sudanesas,
de piedra del célebre 'monumento que en¬ su empresa" (Al Umari). gracias a esos monumentos de tierra eriza¬
cantó a Mansa Mussa. dos de madera. Las mezquitas de Djenné y
El propio emperador dirigió las opera¬
de Tombuctú son los prototipos de lo que
En El Cairo, Mansa Mussa se prestó de ciones, pertrechó dos mil barcos y se hizo a se ha dado en llamar el estilo sudanés.
buen grado a las preguntas de los sabios y la mar. No volvió nunca. ¿Cuál fue el desti¬
cortesanos que gravitaban en torno suyo. no de esta expedición y qué crédito nos Mecenas y amigo de las letras. Mansa
Les dio muchos detalles sobre su imperio, merece el relato de Mansa Mussa ? Hay Mussa es el origen mismo de la literatura
no sin cierta exageración. Afirmó, por autores como Wiener y Jeffers que han negroarábiga, que hubo de dar sus mejores
ejemplo, que tenía "un derecho exclusivo propuesto la hipótesis de que los malinkés frutos en los siglos XV y XVI, en las citadas
sobre el oro y que se lo daban como tribu¬ ciudades de Djenné y Tombuctú.
descubrieron América. Según esta teoría,
to". Mansa Mussa exageró las dimensiones I los negros llegaron a las costas america¬ Fue bajo el Imperio del Malí cuando co¬
de su imperio : "Los habitantes son muy nas dos siglos antes que Colón I En todo menzó verdaderamente el desarrollo urba¬
numerosos dijo una muchedumbre caso, esta anécdota nos demuestra que, al no en el Sudán. Djenné, el gran centro de
inmensa, Pero, si se compara con la pobla¬ establecerse en la costa, en particular en caravanas prómixo al Niger, y Tombuctú,
ción negra que le rodea y que se adentra en Gambia, los conquistadores mandingues en el meandro del río, iniciaron su expan-
64
sión. Pero el principal punto de encuentro Existían en el Imperio varios sistemas sobre todo un gran exportador de oro. An¬
de los mercaderes era sin la menor duda monetarios. Las cintas de tejido de algo¬ tes del descubrimiento de América, el Su¬
Niani, capital del imperio en el siglo XIV. dón, las barras de hierro retorcidas y, sobre dán era casi el único país que alimentaba el
todo, el cauri (concha de molusco) eran las tráfico aurífero árabe-mediterráneo. En el
El Islam se implanta vigorosamente en
monedas más utilizadas ; también servía de siglo XV las ciudades mercantiles de Italia y
las ciudades. Así, el rey de Djenné, vasallo
del Malí, se convirtió hacia el año 1300. moneda la sal gema en pequeños trozos. los reyes de Portugal pondrán todo su ar¬
Igual que sus precursores de Ghana, los dor en tener acceso al fabuloso Sudán.
Aunque el oro desempeñó un papel
Emperadores del Malí tenían un derecho de Esta gran actividad comercial confiere un
esencial en el desarrollo del comercio tran-
regalía sobre el oro y el cobre. Las aduanas, gran impulso a las ciudades del Malí :
sahariano, no debe olvidarse que la
poderosamente organizadas, velaban sobre Niani, Djenné, Gao y Tombuctú atraían a
economía del Sudán se basaba en otras
la importación y la exportación de produc¬ un número cada vez mayor de árabe-
muchas riquezas.
tos y mercaderías. Las exportaciones hacia bereberes, mientras los malinkés y serako-
Desde Sunyata la agricultura conocía un el norte pagaban derechos de aduana muy lés instalaban mercados y ferias en toda la
gran florecimiento ; el algodón, introduci¬ altos. Ibn Batuta pudo observar con qué ri¬ franja de la selva. De ahí la gran expansión
do por los árabes ya antes del siglo X, se gor inspeccionaba las caravanas el gober¬ de los mandingues a los que se podía hallar
cultivaba en la zona sudanesa-saheliana ; el nador de Ualata.
tanto en las costas de Gambia como en las
tejido y el tinte se convirtieron pronto en regiones auríferas del país ashanti.
Los Emperadores de Ghana y, tras ellos,
especialidades de determinados clanes. Al los Mansa del Malí tenían clara conciencia Ciertos autores estiman excesivas las ra¬
Umari e Ibn Batuta, otro historiador y geó¬
de la importancia del oro en sus transac¬ ras cifras qu'¿ podemos descubrir en los
grafo árabe de la época, nos hablan del cul¬
ciones con los árabebereberes; de ahí que escritos árabes. A fines del siglo XIV, el
tivo del arroz, del mijo y del fonio. El delta
prohibieran sistemáticamente el acceso de gran historiador árabe Ibn Jaldún habla de
interior del Niger, en la región de Djenné,
las regiones auríferas a los negociantes del caravanas de... | 12.000 camellos !
era el granero de arroz del Imperio ; esta norte. El dominio de los sudaneses sobre
ciudad, que se daba en dote a las empe¬ En todo caso, el esplendor del Malí conti¬
las salinas saharianas les proporcionaba un
ratrices, aumentaba en importancia de día nuó hasta el siglo XVI. Sus mercaderes
poder aun mayor, ya que la sal escaseaba
en día, convirtiéndose en una especie de al¬ fueron a veces rivales de los portugueses,
enormemente en el Africa interior ; este
macén o depósito para la exportación de ya que controloban las fuentes del oro en el
artículo de primerísima necesidad era para
víveres, aceite, arroz, cola, mijo y miel ha¬ Africa interior. Entre 1550 y 1559 los últi¬
los mercaderes fuente de cuantiosos ingre¬
cia la regiones semidesérticas de Tombuc¬ mos soberanos del Imperio intentaron en
sos. De ahí que todos los Imperios sudane¬
tú. Las regiones occidentales o atlánticas, vano devolver al Malí la importancia que tu¬
ses se esforzaran en someter a control el
sobre todo Gambia y Casamancia, vo en otros tiempos. La época de la gran¬
comercio de la sal.
producían gran cantidad de arroz y algo¬ deza había terminado.
dón. Pero para la Europa medieval el Malí era D. T. Niana
El peso de
la sabiduría
65
Este fez de colores abigarrados, atuendo del último sultán
de Kilwa, es típico de la cultura swahili : hecho de abalorios
africana tiene la forma del gorro árabe
característico. Kilwa, una ciudad-Estado marítima situada
en la isla de Kilwa Kisiwani, frente a la costa de la Tanzania
actual, fue un floreciente centro comercial que alcanzó su
apogeo entre el siglo XII y er XV.
La
civilización
swahili
EL periodo que va del siglo XII al XV es atañe al plano étnico : al fondo indígena Los swahilis del pueblo vivían en cabanas
particularmente interesante en lo constituido por una población de lengua de madera y tierra, cubiertas con hojas de
que toca a la historia del litoral orien¬ bantú vienen a añadirse elementos prove¬ palmera o con hierba. Los grupos de caba¬
tal de África y de las islas cercanas. Es la nientes tanto del interior del continente co¬ nas constituían las aldeas y ciudades.
época en que se crea en esas regiones una mo de ultramar : árabes, persas, indios...
comunidad étnica cuyo nombre más apro¬ En el plano social, existe una masa formada Las fuentes árabes nos informan asimis¬
66
zadas en Kilwa Kisiwani, pequeña isla si¬ yos centros de fabricación eran probable¬ región swahili sino también el desarrollo de
tuada en la costa oriental, muestran que la mente Kilwa y Mogadishu. la arquitectura de piedra.
ciudad de Kilwa era en el siglo XIII el princi¬ Monedas de ese tipo se han encontrado Sus comienzos datan del siglo XII y apa¬
pal centro comercial. Se han descubierto en numerosos centros comerciales, como rece en Gedi, Zanzíbar y Kilwa. El primer
gran número de corTchas que se exporta¬ Kilwa Kisiwani, Kisiwani Mafia, Kiwa (en la periodo se caracteriza por una técnica de
ban al Sudán occidental, piezas de cerámi¬ isla Djwani), las islas de Zanzíbar y de Pem- construcción consistente en fijar losas de
ca de tipo islámico-sasánida, celadones de ba y también en Kenia. Cabe suponer que coral con arcilla roja. El único monumento
Hué, objetos de cristal y, en pequeña canti¬ el comercio local se había desarrollado con¬ de esa época es la gran mezquita de Kilwa
dad, cuentas de vidrio, cornalina o cuarzo y siderablemente en el litoral y las islas veci¬ que desgraciadamente ha sido reconstruida
vajilla de esteatita procedente de Madagas¬ nas y que las exigencias propias del comer¬ varias veces sin que subsista nada de la
car.
cio hacían necesaria la adopción de las mo¬ construcción original. Es el único monu¬
nedas de metal. Estas debieron de tener un mento mencionado en las fuentes. Otro
Por aquella época reinaba en Kilwa la
dinastía de los "chirazianos", de la que valor de cambio mayor que las conchas de vestigio del siglo XII es una inscripción pro¬
también parecía depender la isla de Mafia. cauri, lo que parece demostrar la importan¬ cedente de la mezquita de Kizimkazi, en
Pues bien, a mediados del siglo XIII se pro¬ cia de cada transacción comercial. Esta hi¬ Zanzíbar, en la que figura la fecha 1107, y
duce una lucha entre Kilwa y el pueblo pótesis está confirmada por el hecho de que adorna actualmente una mezquita del
Chang, que muy probablemente era la que la principal mercancía de Kilwa era el siglo XVIII.
población de la isla de Samjo-ya-Kati. Cabe oro, artículo de valor intrínseco muy eleva¬ Hacia el siglo XIII habían cambiado relati¬
suponer que el objeto de esa lucha era do¬ do. Por otra parte, la abundancia del oro vamente las técnicas de construcción ; por
minar las corrientes comerciales que pasa¬ considerado como mercancía debió de ser ejemplo, se fijaban con cal grandes losas de
ban por la región. Según la Crónica de Kil¬ un obstáculo para que se utilizara como coral en forma de cubos de 25 a 30 cm de
toria tuvo al parecer como consecuencia el Por su naturaleza misma el comercio per¬ En el siglo XIV, Kilwa, que era el centro
florecimiento del comercio y de la civiliza¬ mitió establecer contactos con diferentes principal del comercio, atravesó un periodo
ción swahilis, florecimiento que data de co¬ civilizaciones, en particular la árabe, la per¬ de gran florecimiento comercial y de de¬
mienzos del siglo XIV y coincide con la ac¬ sa y la india, de las que se tomaron algunos sarrollo arquitectónico. Se utilizaban en¬
cesión al poder de una nueva dinastía, la de elementos. Por lo que respecta a China, pe¬ tonces simples piedras naturales, de di¬
Abu-I-Mawahib.
se a la gran cantidad de objetos provenien¬ mensiones más o menos iguales, que se fi¬
tes de ella que se han encontrado en las ex¬ jaban con mortero. Aparecen así elementos
En lo que a ese periodo toca, nuestra
cavaciones, no participó en el comercio arquitectónicos nuevos : cúpulas esféricas
fuente más importante en lengua árabe es
con Africa antes del siglo XV. Entre los o puntiagudas, arcos de medio punto, co¬
la obra de Ibn Batuta, que visitó Africa
siglos V y XI los barcos mercantes chinos lumnas de piedra, bajorrelieves ornamenta¬
oriental en 1332. La descripción que hace
no sólo no viajaban hasta el golfo Pérsico les... Estas innovaciones parecen limitarse
de Mogadishu (la actual Mogadiscio) es la
sino que no iban más allá de las islas de Su¬ a Kilwa ya que en el resto del país se
de un gran centro comercial.
matra, al sur, y de Java al oeste, es decir seguían construyendo techos planos.
Sabido es que en el siglo XV cantidades que no llegaban a las costas de Africa Durante el siglo XIV Kilwa se transforma
considerables de telas de algodón llegaban oriental. Los primeros indicios ciertos del en una gran ciudad donde abundan las ca¬
a Mombassa y a Kilwa, de donde eran reex¬ arribo de una flota china a la costa oriental sas de piedra, signo de su creciente opulen¬
pedidas a Sofala. Cabe juzgar del importan¬ de Africa datan de 1417-1419 y de 1421- cia. El desarrollo de la arquitectura conti¬
te papel que primitivamente se concedía a 1422. núa durante la primera mitad del siglo XV
esa mercadería por el texto de la Crónica de acompañado de un perfeccionamiento de
La penetración del islamismo comienza
Kilwa en el que se nos dice que un árabe, las técnicas de construcción, por ejemplo,
Husein Ben Ali, expresó el deseo de
probablemente a fines del siglo Vil y princi¬
una mezcla de mortero y grava que, vertida
comprar la pequeña isla de Kilwa Kisiwani,
pios del VIII. Al-Masudi menciona en el
en un elemento de encofrado, permitía
a lo que el jefe africano local contestó que
siglo X la presencia en la isla de Kambala de
incluso la edificación de cúpulas . En cuan¬
musulmanes que hablaban una lengua afri¬
estaba dispuesto a vendérsela por una to a las columnas, hasta entonces
cana, y hacia esa época se fija generalmen¬
pieza de tela lo bastante larga para rodear la monolíticas, se las construirá en lo sucesivo
te la difusión del islamismo en las islas del
isla. Husein cumplió lo convenido y tomó con una amalgama de piedras y mortero.
litoral oriental. En el siglo XIII comienza a
posesión de la isla como base comercial.
difundirse también en la costa propiamente Las casas conservan, básicamente, sus
Los productos de exportación eran sobre dicha. características generales pero pueden
todo el oro y el marfil, los cuernos de rino¬ constar ahora de uno o de dos pisos. Un
Se trataba sin duda de un islamismo dife¬
ceronte, el ámbar gris, las perlas, las detalle característico de la época es la utili¬
rente del de los países árabes. Probable¬
conchas y, en las regiones septentrionales, zación de vasos de cerámica esmaltada de
mente lo que interesaba al comienzo era ser
las pieles de leopardo. A todo ello hay que China o de Persia incrustados como deco¬
considerado como musulmán y esa religión
añadir los esclavos (Ibn Batuta describe ración de bóvedas y cúpulas. La "casa-
coexistía con los cultos tradicionales. La
justamente una razzia de esclavos). mezquita" de Makutani es típica de la ar- ,
influencia del islamismo fue más profunda
quitectura de ese periodo de Kilwa.
Las regiones auríferas del Zambeze y del a medida que aumentaban sus adeptos. La
prueba material de esos cambios puede en¬ La Gran Mezquita de Kilwa una de las
territorio de Zambia fueron seguramente
contrarse en el aumento del número de obras maestras de la arquitectura swahili de
las primeras con las que se establecieron
Africa oriental fue enteramente termina¬
relaciones comerciales, como lo demuestra mezquitas, particularmente en Mogadishu,
Gedi, Kaole, Kilwa, Sanje Magoma, etc. da, tras su reconstrucción, bajo el reinado
el descubrimiento de conchas de cauri que
del sultán Soleimán Ibn Mohammed el Ma¬
se cambiaban por oro y marfil. Si damos crédito a Ibn Batuta, que se re¬
lik el Adil (1412-1442), periodo durante el
Las excavaciones realizadas en una aldea fiere a la existencia de cadíes en Mogadishu
cual adquirió el aspecto que conserva ac¬
comercial de la región de Engaruka, en la y Kilwa, debemos deducir que la sociedad tualmente.
Kenia actual, han revelado la existencia de swahili había adoptado algunos elementos
Según fuentes portuguesas, las calles de
conchas de cauri y de cuentas de vidrio del sistema jurídico musulmán, aunque no
Kilwa eran estrechas, bordeadas de casas
(siglos XV y XVI) similares a las encontra¬ todo el sistema en su conjunto.
de adobe, cubiertas con ramas de palma
das en Kilwa y otras ciudades del litoral. La introducción del islamismo y su -pro¬ que formaban los techos y sobresalían de
Las conchas de cauri servían de moneda pagación en un ambiente de intensas rela¬ las paredes. Las puertas de los edificios
ciones comerciales explica también el gran eran de madera o estaban recubiertas con
en las relaciones comerciales ; se las en¬
número de palabras tomadas del árabe, elementos decorativos en madera ricamen¬
cuentra en todas las excavaciones y no sólo
en las costas sino también en el interior del particularmente en las esferas del comer¬ te esculpida. Es muy frecuente encontrar
cio, la religión y el derecho. Más aun, la ese tipo de decoración, aun hoy día, en di¬
continente. Un papel análogo desempeña¬
lengua swahili adoptó una escritura basada versos lugares de la costa y particularmente;
ban, al parecer, las cuentas de vidrio y, más
en la grafía árabe. en Bagamoyo y en Zanzíbar.
tarde, la porcelana de China. En las re¬
giones donde el comercio era más intenso La difusión del islamismo dio como resul¬ El aspecto de las ciudades causó w
apareció una nueva moneda, de metal, cu tado no sólo la aparición de mezquitas en la asombro a los portugueses, así como la ri- F
67
La gran
mezquita
de Kilwa
68
, queza de sus habitantes y la elegancia de tiempo una desventaja ; en efecto, esa civi¬ gunos autores, la invasión de los zimbas y
[sus vestidos, de seda o de algodón, profu¬ lización no estuvo vinculada al desarrollo la disminución de las precipitaciones son
samente bordados de oro. Las mujeres lle¬ de las fuerzas productivas indígenas. circunstancias que pusieron un freno a la
vaban en las muñecas y en los tobillos bra¬ Cuando se estudia el grado de desarrollo de actividad de las ciudades del litoral.
zaletes y cadenas de oro y de plata y en las la población local, se deduce que las técni¬
orejas pendientes de piedras preciosas. Sin negar la importancia que tales cir¬
cas de producción evolucionaron poco,
como lo demuestra el escaso número de cunstancias pudieron tener en el proceso
El mobiliario de las habitaciones estaba de la decadencia, cabe atribuir la razón
herramientas de hierro y de otros metales
formado por alfombras y esteras, a veces principal a la eliminación del comercio marí¬
encontradas en las excavaciones. La mayor
taburetes y camas suntuosas con incrusta¬ timo por pane de los portugueses. Sus
parte de la producción agrícola y los pro¬
ciones de marfil, nácar, plata u oro. En las buques, bien armados, concebidos para los
ductos mineros estaban destinados a la
casas de ricos se encontraba vajilla impor¬ combates navales, equipados con artillería,
exportación. Ei comercio por sí solo no
tada, lozas y porcelanas de Irán, Irak y Chi¬ constituían una fuerza invencible. La expe¬
podía asegurar ni la base ni el desarrollo de
na, así como de Egipto y Siria. dición dirigida por Ruy Lurenço Ravasco, la
esa civilización. Bastaba con que el acceso
a las rutas comerciales fuera prohibido o
detención de 20 buques cargados de mer¬
Las ciudades swahilis de Africa oriental,
cancías, la destrucción de numerosas
que eran lugares de intercambio comercial que se interrumpieran los circuitos comer¬
embarcaciones que componían la flotilla de
y centros de difusión del islamismo, fueron ciales para que se produjera, junto con la
Zanzíbar, el saqueo y destrucción de ciuda¬
también a menudo unidades administrati¬ ruina del comercio, el deterioro de los ele¬
des del litoral oriental y particularmente de
vas o capitales de pequeños Estados gober¬ mentos básicos de la civilización. Y, como
Kilwa, son otros tantos golpes de los que el
nados por dinastías musulmanas locales. se sabe, tal fue precisamente la suerte que
corrieron las ciudades de Africa oriental. comercio marítimo no se recuperaría jamás
El desarrollo y el florecimiento de la civili¬ y bajo los cuales iba a perecer también la
zación swahili dependieron de la expansión Se ha atribuido a diversas causas la de¬ civilización swahili medieval.
del comercio, lo cual constituía al mismo cadencia de la civilización swahili. Para al V. V. Matveiev
69
VIENE DE LA PAG. 11
Cuatro grandes principios'deben orientar del ganado y de la gente. Cada hora se defi¬ los últimos decenios, esta historia no se
la investigación si se quiere asignar una ne por actos concretos. En Burundi, por amoldó a las fronteras fijadas por la coloni¬
nueva frontera al frente avanzado de la ejemplo, Amakana (momento del ordeño) zación por la sencilla razón de que la
historiografía africana. marca las 7 ; Maturuka (salida de los reba¬ implantación territorial de los pueblos afri¬
ños), las 8 ; Kuasase (sol naciente), las 9 ; canos desborda por todas partes los límites
En primer lugar, la interrelación de las
Kumusase (sol sobre las colinas), las 10, heredados del reparto colonial.
disciplinas, cuya importancia es tal que casi
etc., etc. En este país rural el paso del tiem¬
constituye, por sí misma, una fuente espe¬ En el marco general del continente habrá
po se corresponde con las secuencias de la que poner, por lo tanto, el acento en los
cial. Por ejemplo, la sociología política,
vida pastoril y agrícola. factores comunes resultantes de orígenes
aplicada al estudio de la tradición oral del
reino de Segu, enriquece considerablemen¬ Esa concepción del tiempo es histórica comunes y de intercambios interregionales
te una visión que, en caso contrario, se en muchos aspectos. En las sociedades y milenarios de personas, de víveres, de
limitaría a las líneas esqueléticas de un ár¬ africanas gerontocráticas, la prelación en el técnicas y de ideas : de bienes materiales y
bol genealógico marcado por unos cuantos tiempo tiene más transcendencia que en espirituales, en una palabra. Pese a los obs¬
hechos estereotipados. Y un elemento de ninguna otra, puesto que la edad funda¬ táculos naturales y al bajo nivel de las técni¬
antropología natural (el texto ritual de la ini¬ menta derechos sociales como el de hacer cas, ha existido desde la prehistoria cierta
ciación de los pastores peules) ha permitido uso de la palabra en público, participar en solidaridad histórica continental entre el
a ciertos prehistoriadores interpretar una danza reservada o comer determinados valle del Nilo y el Sudán hasta la selva de
correctamente los enigmas de los frescos alimentos, contraer matrimonio, disfrutar Guinea, entre ese mismo valle y el Africa
de Tassili : los animales sin patas de la pin¬ del respecto de los demás, etc. Por otra oriental, con acontecimientos tales, entre
tura denominada "El buey y la hidra", la U parte, como la primogenitura no atribuye otros, como la dispersión de los ivos ; entre
mágica de Uan Derbauen, etc. un derecho exclusivo a la sucesión real, el el Sudán y el Africa central por la diaspora
número de los pretendientes (tíos, herma¬ de los bantús; y entre la fachada atlántica y
La expansion de los bantús, confirmada
nos, hijos) es siempre muy elevado, y la la costa oriental por el comercio transconti¬
por las fuentes concordantes de la
edad es un factor en el marco de una com¬ nental a través del Shaba. Por otra parte,
lingüística, la tradición oral, la arqueología
petencia muy abierta. De ahí la significa¬ los fenómenos migratorios desplegados en
y la antropología, y por las primeras fuentes
ción singular de la cronología. gran escala de espacio y de tiempo no de¬
escritas árabes, portuguesas, británicas y
ben analizarse como marejadas de masas
africanas, se hace realidad palpable y orde- Otra exigencia imperativa es que esta
desbordantes atraídas por el vacío o que lo
nable dentro de una síntesis cuyas facetas historia se vea, al fin, desde dentro, a partir
engendran a su paso.
realzan el nexo entre los distintos planos. del polo africano, en lugar de medirse
Análogamente, los argumentos lingüísticos siempre con el rasero de valores foráneos : Esta historia tendrá que evitar sobrecar¬
convergen con los de la tecnología para su¬ la concienciación y el derecho de una per¬ garse de acontecimientos porque correría
gerir la difusión de los gongs reales y de las sonalidad colectiva autónoma. Por supues¬ el peligro de exagerar las influencias y los
campanas geminadas de gala desde el Afri¬ to, la opción y la óptica del autoexamen no factores exteriores. Claro que establecer
ca occidental hacia el Zaire inferior, Shaba consisten en abolir artificialmente los nexos los hechos determinantes es tarea primor¬
y Zambia, pero pruebas arqueológicas históricos de África con los otros continen¬ dial e indispensable incluso para destacar el
aportarían una corroboración inestimable. tes del Viejo y del Nuevo Mundo, pero esas perfil original de la evolución de Africa. Pe¬
conexiones se analizarán como intercam¬ ro lo esencial serán las civilizaciones, las
Una demostración excelente de esta
bios recíprocos e influencias multilaterales instituciones, las estructuras : técnicas
conjugación de todas las fuentes dispo¬
en que aparezcan sin falta los aportes posi¬ agrarias y metalúrgicas, artes y artesanía,
nibles es la que permite establecer una
tivos de Africa al desarrollo de la humani¬ circuitos comerciales, concepciones y es¬
tipología diacrónica de los estilos pictóricos
dad. quemas del poder, cultos y pensamiento fi¬
y las cerámicas y cotejarlos a fin de deducir
losófico y religioso, problema de las na¬
una serie cronológica que se extiende a lo Esta historia ha de ser imprescindible¬
ciones y prenaciones, técnicas de moderni¬
largo de ocho milenios, ilustrado todo ello mente la historia del conjunto de los
zación, etc. Esta opción metodológica re¬
mediante sondeos estratigráficos y confir¬ pueblos africanos, concebida como una to¬
quiere con más insistencia todavía el enfo¬
mado con las fechas y con el estudio de la talidad que abarca la masa continental pro¬
que interdisciplinario.
flora, la fauna, los asentamientos humanos piamente dicha y las islas vecinas, como
y la tradición oral. Madagascar. La historia de Africa integra Finalmente ¿ por qué este retorno a las
evidentemente el sector mediterráneo en fuentes africanas ? Si la investigación de
En ocasiones, el mapa de los eclipses ho¬
una unidad consagrada por multiples lazos este pasado puede obedecer en un extran¬
mologados y visibles según las zonas per¬
milenarios en ocasiones, sangrientos, jero a la curiosidad, o constituir un ejercicio
mite observar concordancias excepcionales
pero casi siempre para mutuo beneficio intelectual tonificante el interrogatorio de la
cuando esos fenómenos están ligados con
el reinado de uno u otro dinasta. que hacen de Africa, a uno y a otro lado de esfinge para un cerebro ardiente, el sentido
la bisagra del Sahara, los dos batientes de de empresa debe transcender esos objeti¬
Por otra parte, es menester reinsertar to¬ una misma puerta, el anverso y el reverso vos puramente individuales porque la histo¬
da la corriente del devenir histórico en el
de una misma medalla. ria de Africa es imprescindible para
contexto del tiempo africano. Los africanos comprender la historia universal, en la que
Historia de los pueblos, porque en Africa
tienen una ¡dea del tiempo fundada en el muchas secuencias seguirán siendo enig¬
el despotismo de ciertas dinastías estuvo
principio de causalidad, pero éste se aplica mas opacos mientras no se despeje el hori¬
siempre mitigado por la distancia, por la
según normas originales en las que el con¬ zonte histórico del continente africano.
ausencia de esos medios técnicos que
tagio del mito impregna y desvirtúa la de¬ J. Ki-Zarbo
agravan el rigor de la centralización y por la
ducción lógica ; la elementalidad de la eta¬
perennidad de las democracias aldeanas,
pa económica no provoca la necesidad del
hasta el punto de que a todos los niveles,
tiempo cifrado, materia prima de la retribu¬
de la base a la cúspide, el consejo reunido
ción ; los calendarios no son abstractos ni
por y para la plática constituye el cerebro
universalistas, sino que se subordinan a los
del organismo político.
fenómenos naturales (fases de la luna y del
sol, períodos de sequía), a los movimientos Historia de los pueblos, porque, salvo en
70
TRES LIBROS DE LA
UNESCO
SOBRE AFRICA
Y AMERICA LATINA
He aquí tres publicaciones de la Unesco en las que se trata de la
influencia de lo africano en América Latina en diversas esferas y desde
distintos puntos de vista.
Unesco en las libarías o directamente Ceiba, oficina 804, calle 52, N" 47-28, Medellín. 1, apartado postal 244, Guatemala. HONDURAS.
COSTA RICA. Librería Trejos S.A., apartado 1313, Librería Navarro, 2" Avenida N° 201, Comayaguela,
al agente general de la Organización.
San José. CUBA. Ediciones Cubanas, O'Reilly No. Tegucigalpa. JAMAICA. Sangster's Book Stores
Los nombres de los agentes que no
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figuren en esta lista se comunicarán al Constitución N° 7, Casilla 13731, Santiago (21). MARRUECOS. Librairie "Aux Belles Images", 281,
que los pida por escrito. Los pagos REPÚBLICA DOMINICANA. Librería Blasco, avenue Mohammed V, Rabat ; "El Correo de la
pueden efectuarse en la moneda de Avenida Bolívar, No. 402, esq. Hermanos Deligne, Unesco" para el personal docente : Comisión Marroquí
cada país. Santo Domingo. ' ECUADOR. Revistas solamente : para la Unesco, 19, rue Oqbà, B.P. 420, Rabat (C.C.P.
RAYD de Publicaciones, García 420 y 6 de Diciembre, 324-45). - MEXICO. SABSA, Insurgentes Sur, No.
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postal 4415, La Paz ; Avenida de las Heroínas 3712, Universidad 13, Barcelona 7. - ESTADOS UNIDOS rua do Carmo 70, Lisboa. - REINO UNIDO. H.M.
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Alegre, Curitiba, Belo Horizonte, Recife l'Unesco, 7, place de Fontenoy, 75700 Paris (CCP Paris transversal, "Quinta Irenalis" Los Palos Grandes,
COLOMBIA. Editorial Losada, calle 18 A, No. 7-37, 12.598-48). - GUATEMALA. Comisión Guatemalteca Caracas 106.
Este esqueleto, desenterrado en 1974 en Hadar (Etiopía), es el de una joven
australopiteca de 20 años de edad y de 3 millones de años de antigüedad a la que se ha
dado el nombre de Lucie (Australopithecus Afarensis). Era un bipedo permanente,
habitaba en la sabana, medía 1,30m de alto y sufría de artritis. Los australopitecus vivían
en el Africa austral (de ahí su nombre) y oriental, en un periodo que va de hace 7
millones a 1 millón de años. Estos homínidos son quizá los antecesores del hombre.