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Universidad de la Salle

Licenciatura en Ciencias Religiosas


Curso: Evangelización, sociedad del conocimiento y de
la información
Presentado a: Yebrail Castañeda
Por: Edwin Andréz Gil Gil
Fecha: 6 Abril de 2017

Realizar un comentario crítico sobre la evangelización con el texto de Ingles


sobre la disrupción y otros conceptos del mundo virtual.

Evangelizar es comunicar el Evangelio, pero esta comunicación no es sencilla. Nos


podemos encontrar con indiferencia, precaución, rechazo educado o incluso
enfrentamientos violentos. Si el Evangelio es un mensaje que nos da sentido y nos llena
de.
La razón de cualquier actitud negativa frente al Evangelio son los prejuicios. Es decir,
la incapacidad de entender y discernir lo que nos comunican. Cuando aparece en
nosotros una señal de alarma, los prejuicios toman el lugar del entendimiento y
bloquean toda posibilidad de comunicación. La pregunta que nos podemos hacer es
¿Cómo saltarnos los prejuicios? Y la respuesta que doy es que es casi imposible con
las fuerzas humanas. Sólo la Gracia de Dios puede hacer que el corazón de esa persona
se abra al mensaje Cristiano. Nos toca tener paciencia y esperanza. Dios puede darnos
una sorpresa cualquier día de estos. Lo que no hay que hacer es ofuscarse.
En la parábola del Gran Banquete veremos que muchos fueron los invitados, pero pocos
aceptaron la invitación. Estos han sido los elegidos para probar el Banquete del Reino.
Tal como dice el Señor es la parábola, los que han declinado la invitación no probarán la
comida que se les había ofrecido. Esto sucede igual cuando evangelizamos. Nosotros
somos los mensajeros del Reino. Cada persona a que le ofrezcamos participar puede
aceptar o rechazar la invitación. Lo que no podemos es pararnos a convencer a alguien
que no desea venir. Hay tantas personas que dirán que sí, que no podemos demorarnos
demasiado.
Entonces mi pregunta parte, ¿Qué sentido tiene discutir en las redes sobre el
Evangelio? No tiene sentido alguno. Quien lo acepta irá al Banquete, quien lo rechaza,
habrá perdido la oportunidad. Ahora, otra cosa es dialogar. El diálogo aparece cuando
una persona está interesada, pero necesita saber más o tiene dudas. En el diálogo
podemos aprender unos de otros y encontrar a Cristo en nuestro hermano. No
debemos rechazar el diálogo, sino propiciarlo.
Hay que tener en cuenta que dialogar no conlleva llegar a acuerdos que vayan contra la
Palabra de Dios, Tradición Apostólica y Magisterio Eclesial. Más bien se trata de ser
fiel y mostrar lo grande que es Dios dándonos discernimiento y guía para nuestra vida.
Si somos capaces de comunicar la Esperanza contenida en el Mensaje Cristiano,
estaremos preparados para mostrar esta Esperanza a los demás.

El proyecto de evangelización en las redes nos vemos impotentes a la hora de


conseguir que se nos “oiga” a través del inmenso ruido mediático que existe. Crear un
primer espacio de comunicación a través del que difundir nuestro mensaje, materiales,
etc. es algo relativamente sencillo. Se puede hacer utilizando nuestro propio perfil en
cualquier red social o creando un perfil “institucional” que dé la cara por nosotros. Por
ejemplo, podemos crear una página de Facebook llamada: "Evangelización activa",
“hermanos hoy y siempre” y empezar a publicar en la misma, esperando que otras
personas lo vean y se “enganchen” a lo que publicamos. Por desgracia esto no funciona
de una forma tan sencilla y podemos desanimarnos con facilidad.
Dicho todo esto, las herramientas y la planificación es la parte final de un proceso que
debería iniciarse con nuestro compromiso espiritual con el Señor. Oración, negación de
nosotros mismos, docilidad a la voluntad de Dios son el 90% del camino de santidad del
cristiano. Después en cuando las herramientas y los planes pueden tener su espacio. Le
presento una serie de pasos que es necesario dar para empezar a tener posibilidades
de comunicar más allá el evangelio:

 Crear un espacio de comunicación desde dónde difundir nuestros mensajes o


materiales. Este espacio puede ser una página web, un blog, una página de Facebook, un
perfil, una cuenta de twitter, etc. Lo importante es tener una primera base de
operaciones.
 Crear una red de espacio de comunicación. Cuanta mayor difusión demos de
nuestros mensajes, tendremos más oportunidades de llegar a las personas
interesadas. Así que nunca viene mal tener cuentas en diversas redes sociales:
twitter, Facebook, Google+, etc.
 Existen aplicaciones como ifttt.com que permiten enlazar todos estos espacios
sociales, de forma que lo que publiquemos en el espacio principal, se traslade de forma
automática a todos ellos.
 Existe la posibilidad de tener estratégicas de acción ligeramente diferentes en
las diferentes redes.
 Buscar a personas que nos ayuden a difundir nuestro proyecto.
 La estrategia de reacción nos permite contestar a quienes comparten nuestros
materiales dándoles la gracias, responder a los mensajes que nos llegan, buscar
posibles colaboraciones con otros proyectos que se complementen con el nuestro, etc.
Para ello es imprescindible tener a una o a dos personas atentas a generar feedback,
realimentación, compromiso, empatía, etc.
 La comunicación que genera compromiso siempre es positiva.
 La estrategia de respuesta nunca puede ser la confrontación, sino la propuesta
positiva de algo que tiene valor por sí mismo.
 Hay que ser paciente.

Evangelizar es parte de nuestro camino hacia la santidad, debemos darle la


importancia real que tiene y saber que el hecho de estar intentando evangelizar, es
una gracia de Dios.

Las redes sociales han existido siempre, aunque nos parezcan hoy en día algo
cotidiano. La plaza de un pueblo, donde las personas se reúnen a hablar, parece que no
es una red social, pero es una de las más poderosas que han existido. Las reuniones
familiares y con amigos son otra de las redes sociales más poderosas y antiguas. En
estas reuniones, los primeros cristianos difundieron la buena noticia a quienes
desconocían todo de Jesús de Nazaret.
Hoy en día tenemos medios de comunicación social que conforman un espacio de
evangelización privilegiado. El evangelizador del siglo XXI es un evangelizador capaz
de comunicar la Buena Noticia en cualquier formato digital y en cualquier espacio
social.

Ventajas de las redes sociales y espacios virtuales:


 La presencia masiva de un cristianismo socio-cultural de bajo nivel, impide
comunicar lo que tantas personas saben, pero no hacen de ello centro de su vida.
 La sociedad ha creado prejuicios que actúan como anticuerpos que impiden que
el Mensaje Cristiano sea efectivo. Entre los prejuicios está la desconfianza generada
debido a la continua exposición de casos de corrupción y delitos realizados por unos
pocos “aprovechados”, que utilizan el cristianismo para sus intereses.
 Nos han convencido que la única forma de vivir mejor es a través de la dinámica
socio-política. El ámbito espiritual se denigra o se desprecia como intrascendente. El
estado se ha convertido en el generador de bienes y con ello, se propone como única
herramienta de salvación material del ser humano.
 Las postmodernidad nos lleva a cerrarnos a las razones y a encerrarnos en las
emotividades. Por ello es muy complicado luchar contra los prejuicios con razones e
incluso con evidencias palpables.
 El cristianismo conlleva negarse a sí mismo y aceptar la cruz. Esto es
inaceptable en una sociedad narcisista que sólo valora lo placentero.

Mi experiencia me lleva continuamente a la parábola del sembrador como modelo de la


acción evangelizadora. El evangelizador tiene el encargo de lanzar las semillas del
Reino, que caerán en todo tipo de terreno. Quienes se acercan para conocer el
Mensaje Cristiano, son aquellas personas que han sido tierra favorable y la semilla ha
germinado. Seguramente nos desanimemos cuando vemos qué poco hemos conseguido
con años de sembrado diario. No pasa nada, porque en la parábola del Banquete de
Bodas vemos que las invitaciones no reciben respuesta y que al final muchos son los
llamados y pocos aquellos que terminan sentándose realmente a la mesa del banquete.
El cristianismo nunca ha sido una fe de multitudes, aunque en el pasado, cuando el
estado imponía la fe cristiana, existió una apariencia falsa de universalidad de la fe.
La pregunta más evidente es ¿Para qué evangelizar entonces? Porque Cristo nos lo
pide:
Después se apareció a los once mismos cuando estaban sentados a la mesa, y los
reprendió por su incredulidad y dureza de corazón, porque no habían creído a los que
le habían visto resucitado. Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a
toda criatura. El que crea y sea bautizado será salvo; pero el que no crea será
condenado. Y estas señales acompañarán a los que han creído: en mi nombre echarán
fuera demonios, hablarán en nuevas lenguas; tomarán serpientes en las manos, y
aunque beban algo mortífero, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán las manos,
y se pondrán bien. (Mc 16, 14-18)

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