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¿Cómo puedo ayudar al mundo?

– ¿Cómo puedo ayudar al mundo?


– Comprendiéndolo, replicó el Maestro.
– ¿Y cómo puedo comprenderlo?
– Apartándote de él.
– Pero, entonces, ¿cómo voy a servir a la humanidad?
– Comprendiéndote a ti mismo.

Tu eliges estar triste o vivir con alegría


Se dice que el discípulo de un venerable sabio, estaba extrañado y sorprendido de que su
maestro estuviese siempre sonriente y feliz, a pesar de las dificultades que tenía en la
vida.
Intrigado, un día, le preguntó:
– Maestro, ¿cómo es que siempre se te ve tan contento y satisfecho?
El maestro le respondió:
– Amigo mío, no hay secreto alguno en esto.
– Cada mañana cuando me despierto, me hago la misma pregunta a mí mismo.
– ¿Qué escojo hoy? Alegría o tristeza?
– Y siempre escojo alegría.

¿Quieres ser feliz?…


Un discípulo preguntó a su instructor:
– Maestro, quiero saber lo que más le sorprende de los seres humanos.
Su maestro contestó:
– Se confunden mucho y siempre hacen todo al revés.
Y sigue el maestro:
– Tienen prisa por crecer, y después suspiran por la infancia perdida.
– Pierden la salud para tener dinero y después pierden el dinero para tener salud.
– Piensan tan ansiosamente en el futuro que descuidan el presente, y así, no viven ni el
presente ni el futuro.
– Viven como si no fueran a morir nunca y mueren como si no hubiesen vivido.

REFLEXION: Poco a poco, cuando nos hacemos adultos, nuestra percepción se va


nublando y se vuelve poca precisa.
Ya no nos dejamos guiar por nuestros sentidos, por lo que ocurre aquí y en este momento.
Ya no vivimos las cosas como si fuera la primera vez con total apertura y sin juzgar. Nos
alejamos de la realidad.
Empezamos a ver lo que queremos ver.
Se van imponiendo nuestras interpretaciones y creencias, nuestra actitud de «ya sé»,
juzgamos a todo y a todos y priorizamos lo propio frente al ajeno… El futuro se vuelve más
importante que el presente y aceleramos nuestra vida para conseguir un máximo de…
propiedades, dinero, relaciones, títulos, impactos de ocio… y un largo etcétera.
Mientras tanto perdemos de la vista las cosas que realmente nos pueden hacer feliz:
– conocerse a uno mismo, aceptarse y amarse
– vivir el momento y agradecer lo que nos llega a cada instante
– dar y compartir y cuidar tus relaciones
– cuidar tu salud física (ejercicio, alimentos, hábitos saludables)
Hacer realidad los sueños
Un arquero quiso cazar la luna.
Noche tras noche, sin descansar, lanzó sus flechas hacia el astro.
Los vecinos comenzaron a burlarse de él.
Inmutable, siguió lanzando sus flechas.
Nunca cazó la luna, pero se convirtió en el mejor arquero del mundo.

REFLEXION: Entre las siete actitudes que te ayudarán a cultivar la conciencia plena,


están la paciencia y vivir el momento, no buscar solo resultados, sino observar el
proceso y hacer las cosas tan bien como sabes, confiar en tí mismo y en la vida.
Aunque nos digan que “estamos locos” haciendo lo que hacemos o eligiendo caminos
diferentes… si confiamos en nuestra sabiduría interna y seguimos nuestros sueños no
únicamente nos estaremos ocupando de lo que realmente nos gusta y lo que tiene
sentido, sino tarde o temprano destacaremos en ello y nos encontraremos con nuestro
propósito.

Ser tú… sin más


En ocasiones los ruidosos visitantes ocasionaban un verdadero alboroto que acababa con
el silencio del monasterio. Aquello molestaba bastante a los discípulos; no así al Maestro,
que parecía estar tan contento con el ruido como con el silencio.
Un día, ante las protestas de los discípulos, les dijo:
El silencio no es la ausencia de sonido, sino la ausencia de ego.

REFLEXION:
No somos nuestros pensamientos, ni nuestras emociones. Tampoco somos todas aquellas
cosas que nos han enseñado o que nos han hecho creer, estas cosas con las que te
identificas tanto…
Para poder descubrir lo que somos de verdad solamente hay que dedicarse tiempo y
empezar a mirar hacia dentro. Es probable que así puedas, poco a poco, ir quitando tus
identificaciones y ser tú… sin más.
Este cuento nos habla sobre la ausencia de las identificaciones, la ausencia del ego.

¿Hago bien en no tener pensamientos?


Se aproximó el discípulo al maestro y le preguntó:
– Maestro, ¿hago bien en no tener ideas?
El maestro rió y le dijo:
– ¡Deshecha esa idea!
– Pero si te he dicho que no tengo ideas, ¿qué podría deshechar?
Y el maestro dijo:
– Naturalmente eres libre de seguir con esa idea inútil de la no idea.
– ¡Alla tú!
Maestro: si nos descuidamos, llega un momento en que la idea toma el lugar de la
realidady el concepto usurpa el espacio de lo que es. Hay que aprender a utilizar las
opiniones e ideas en su justa medida.
REFLEXION:
No se puede parar los pensamientos, que nos llegan en forma de palabras, imágenes
o películas. Opiniones sobre miles de cosas, ideas geniales, soluciones prácticas,
fantasías, preocupaciones…
Hay una fábrica de pensamientos en nosotros que produce cada día más de
50.000 pensamientos, sin parar nunca.
No somos nuestros pensamientos, así que es mejor dejar de identificarnos con ellos.
Ya hemos visto que es imposible parar la fábrica de pensamientos, pero si podemos
dejar de hacer caso a aquellos pensamientos que no nos son útiles o que no son
verdad.

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