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1. ¿Se deben enseñar las colocaciones en el aula de forma explícita?

En mi opinión creo que sí, pero sólo en los niveles más altos. Como no hay reglas para
estudiarlas lo mejor es que vayan introduciéndose poco a poco tras conocer el significado
concreto de las palabras por separado. Seguramente algunas colocaciones léxicas muy
utilizadas (como tocar un instrumento) pueden ya aparecer desde niveles más básicos sin
necesidad de afirmar que son colocaciones léxicas: simplemente se puede decir que así es
como se dice. Con estas colocaciones léxicas básicas me refiero a aquellas que parecen no
tener otra alternativa que pueda hacer dudar al alumno; por ejemplo, “tocar” es el único verbo
para referirse al uso musical de los instrumentos (se “toca” desde el clarinete al piano),
mientras que, podría ser dudoso para un alumno saber qué verbo usar para mantener un
estado de ánimo ( se puede “mantener” la calma y “conservar” el buen humor).

2. ¿Qué criterios se deben tener en cuenta en la selección de las colocaciones para presentar
en clase?

Creo que, en primer lugar, como he dicho antes, se deben considerar aquellas colocaciones
léxicas que no pueden comportar duda, dividiéndolas en verbos básicos y vocabulario básico
que no hace falta explicitar como colocaciones léxicas: “tocar” un instrumento, “vino tinto”,
“café cortado”.

En segundo lugar, en un nivel más elevado, se pueden introducir las colocaciones léxicas que
traten los nombres para referirse a grupos (racimo de uvas, jauría de perros, bandada de
pájaros, etc.) y a divisiones (loncha de jamón, rodaja de limón, diente de ajo, etc.).

En tercer lugar, las enseñaría, sin necesidad de explicitarlo, dentro del vocabulario más
especializado (como capilla ardiente al hablar sobre arquitectura religiosa o como sierra de
mano al hablar sobre herramientas).

Ya en cuarto lugar enseñaría explícitamente las colocaciones léxicas que pueden llevar más
dudadas, como las construidas a partir de verbo+ adverbio (como saludar efusivamente o
negar rotundamente) o las que comportan verbos poco comunes (como rescindir un contrato
o acaparar la atención).

3. ¿Qué metodología se debe utilizar en la enseñanza de colocaciones?

Creo que la imagen, como hemos ido viendo en este curso, es un recurso demasiado preciado
para obviarlo. En varias colocaciones léxicas se puede utilizar una imagen “literal” para captar
al estudiante (como, por ejemplo, poner peces sentados sobre un banco para hablar de un
banco de peces). En otras ocasiones, donde resulte muy complicado apoyarse en imágenes, se
puede optar en enseñar los usos más peculiares de verbos básicos (dar, tomar, tocar, etc.). Ya
con el resto de colocaciones léxicas creo que lo mejor sea proceder por la experiencia práctica
y por ensayo y error, haciendo hablar a los alumnos e ir indicando las correcciones pertinentes,
leyendo libros o viendo películas.

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