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El estallido social desde una perspectiva Nietzscheana,

El Estado ha muerto.

El objetivo de este ensayo es orientar el pensar preparatorio del que Heidegger habla
en el texto Caminos de Bosque cuando hace alusió n a la Frase de Nietzsche Dios Ha
Muerto, en vistas de la situació n social que vive Chile. Para así, hacer una reflexió n
desde la Voluntad de Poder respecto de las causas, hechos y consecuencias del
estallido, sin perder de vista la perspectiva de la Filosofía Moral que nos invita a
pensar nuestra realidad desde pará metros políticos, éticos y morales.
El Nihilismo, por las palabras de Nietzsche refiere a la desvalorizació n de los valores
en un proceso histó rico donde los valores supremos pierden su posició n en el mundo
suprasensible como rectores de la forma de concebir nuestra situació n. La frase má s
connotada en este á mbito es “Dios Ha Muerto”, y para nuestro parecer, así como Dios
ha muerto en la conciencia de las personas, el Estado en Chile ha ocupado la fosa de
podredumbre del olvido de los valores y principios.
El pensamiento preparatorio.
Desde 1989 con la toma de poder de Patricio Aylwin, en Chile, comienza un proceso de
transició n a la democracia (punto que no debatiremos aquí, si no que nombramos
có mo hito de la historia de chile). Así, Chile comienza con una vida democrá tica en un
modelo econó mico neoliberalista y un Estado 1 subsidiario2, el cual no ha hecho má s
que generar a gran escala la desigualdad a partir de privatizaciones de empresas y
recursos naturales, llevando así a la segregació n de personas agrupadas en clases
sociales.
El día 6 de octubre se hizo eficaz el alza de treinta pesos en el pasaje del metro,
llegando a una tarifa de ochocientos pesos en la hora punta. Detonando una serie de
manifestaciones en contra de este abuso por parte de estudiantes secundarios, que se
agrupaban dentro de las estaciones del metro para evadir el pago y propagar el
rechazo frente al alza.
El gobierno regional tomó medidas al respecto llevando a la yuta 3 a reprimir a los
lugares donde jó venes y adultos hacían valer sus derechos al manifestarse
pasivamente recibiendo de parte de los asesinos diferentes formas de agresiones.
Todas estas circunstancias derivaron paralelamente en una masiva ola de violencia
afectando el orden y seguridad pú blica, culminando la noche del dieciocho de octubre
en un Estado de Excepció n que militarizó las calles de Chile. Al día de escribir este
texto, el pueblo sigue en las calles manifestando su descontento.
1
Decimos Estado de forma ajena a los ciudadanos, dado que ya no se evidencia la posibilidad de que la
sociedad civil se sienta parte de él.
2
El Estado interviene solo en las actividades que el sector privado no puede suplir.
3
Policía estatal, carabineros.
Una persona piensa su realidad y comparte su pensamiento con otro, este compartir
puede sustentarse en medios diferentes como la conversació n, la protesta y la
divulgació n, entre tantos. Heidegger propone que “la colaboració n pensante, por muy
torpe y vacilante que sea, constituye una ayuda esencial” [CITATION Hei \p 158 \l 13322 ]
en vistas de un pensar preparatorio que permita el pensamiento de la esencia del
hombre, esto es, un pensar donde se apele a la persona en cuanto voluntad poniendo
en tensió n lo que ocurre con ella y la voluntad propia de otros pensamientos
colectivos.
Si la colaboració n pensante, o pensar colectivo constituyen una ayuda esencial,
podemos decir; que esta forma de pensar nos ayudará a comprender los procesos de
descontento social y las relaciones entre las personas, las instituciones y los valores;
dado que “al pensar preparatorio le interesa iluminar el terreno de juego en donde el
ser podría volver a inscribir al hombre en una relació n originaria en lo tocante a su
esencia.” [CITATION Hei \p 158 \l 13322 ] De esta forma, consideramos que alcanzar el
pensar preparatorio nos abre paso a comprender có mo se dan las tensiones en las
relaciones humanas, apuntando a la formació n de una semilla en el pensamiento que
constituya el devenir de la realidad.
La semilla es el producto del pensar colectivo que nos ubica en una posició n donde la
acció n volitiva de los individuos si importa, pero “a la siembra le precede el
arado”[CITATION Hei \p 158 \l 13322 ], lo que implica que al pensar preparatorio le
precede un paso, que nos invita a comprender las causas de los pensamientos.
Aquí, consideramos que los pensamientos provienen de la voluntad de poder, el
devenir, que implica transformació n constante de la realidad en donde surgen
voluntades previas al pensamiento que constituirá n el pensar de los individuos y
posteriormente, de los colectivos, dando pie a la semilla y la siembra, en el confluir de
los pensamientos individuales dentro del pensar colaborativo.

El Nihilismo y la transvalorización de los valores.


En palabras de Heidegger (2010), “el movimiento fundamental de la historia de
Occidente” (pag. 168), que consideramos como nuestro en vistas de que nuestra
historia reciente ha apuntado a una vida occidental. Todo movimiento tiene un
destino, y a nuestro parecer, el de la historia es el nihilismo.
Sin embargo, hay dos formas de concebir el Nihilismo claras, el completo y el
incompleto, el primero supone que el espacio que queda luego de la muerte de Dios
quede vacío, ya no hay sustento de la realidad má s allá de la nada; el segundo nos
propone que algo, un nuevo valor supremo o valores, ocupen ese espacio.
Si el Estado ha muerto en la conciencia de las personas, existe la necesidad de que ese
lugar sea ocupado con nuevas posibilidades, voluntades y pensamientos. Solo de esa
forma parece posible una consecució n de la sociedad.
Proponemos que, en Chile, ya se da una transvalorizació n del valor del Estado,
sustituyéndolo por nuevas formas de relació n entre personas y fuerzas, el pueblo ya
no es quien es defendido por el Estado, sino quien intenta fervientemente que cambie.
De este modo, también ha perdido su valor el texto que sustenta la vida política
institucional del país, y se ha requerido el cambio a una nueva Constitució n.
Por lo anterior, nos posicionamos desde el punto de vista del nihilismo incompleto,
aquel donde se ocupa el lugar del Estado muerto. El Estado ya no representa a las
personas ni permite su participació n.
Solo de momento esperamos la llegada de aquel nihilismo incompleto para la
renovació n de los derechos fundamentales, violados, asesinados por parte de este
Estado chileno, ya que en Chile vivir cuesta un ojo de la cara.
Concluyendo en un pensamiento colectivo las instituciones tradicionales, en general,
han perdido su valor, surgiendo en los lugares nuevas formas de instituir las
relaciones sociales y políticas, los cabildos, los capuchas, centros informales de
atenció n en primeros auxilios, judicial y psicoló gica; ollas comunes; nuevas formas de
ocupar el lenguaje, apareciendo nuevos términos con carga conceptual e ideoló gica, la
“yuta”, “paco culiao”, el “mentholatum4”, “el chaleco amarillo” y la “primera línea”.
El Estado ha matado y no huelen la putrefacció n de los cuerpos, se hace el sordo y el
ciego ante la sangre derramada por el pueblo que juró defender. El Estado ha muerto
y ya podemos oler su cuerpo putrefacto.

Referencias
Deleuze, G. (2019). Nietzsche. (P. A. Ires, Trad.) Buenos Aires: Cactus.
Heidegger, M. (2010). Caminos de Bosque. (H. C. Leyte, Trad.) Madrid: Alianza Editorial.

4
Cocaína o pasta base.

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