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Introducción a la Responsabilidad
Social Corporativa
INDICE
1. Introducción
2. La Empresa
2.1. Antecedentes históricos: industrialización y primeras empresas
“responsables” en Inglaterra
2.2. El concepto de cooperativismo francés, alemán y español
2.3. Los grandes filántropos norteamericanos
2.4. La empresa tradicional en una sociedad capitalista
2.5. Hacia un nuevo paradigma: retos económicos, sociales y ambientales
Bibliografía
Introducción a la
Responsabilidad Desde hace ya varios años el concepto de Responsabilidad Social
Corporativa (RSC) ha adquirido una gran relevancia en el mundo
Social Coporativa entero. Existen innumerables definiciones de lo que se entiende
por RSC y no importa tanto que se llegue a una definición única ya
que lo relevante es saber lo que hacen las empresas en la práctica
por ser responsables. La concepción resulta importante a la hora de
1. Introducción elegir entre las innumerables actividades de la empresa y definir las
que encajan en el concepto que la empresa tiene de responsabilidad
social. Evidentemente estas prácticas también varían de país a país
y de cultura a cultura, y tienen un papel diferente en cada contexto
y de manera inicial deben situarse en el contexto de las políticas
públicas y del desarrollo institucional de cada país. Así, las prácticas
deben adaptarse al medio en el que se opera y la definición de lo que
es responsabilidad de la empresa varía en cada contexto.
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empresarial de la RSC. La visión a corto plazo y la necesidad de medir y mostrar resultados inmediatos conspiran
contra las prácticas responsables es por ello que el argumento empresarial se hace necesario.
En este capitulo mostraremos como la concepción de la empresa responsable debe tener una visión amplia a largo
plazo, tomando en cuenta tanto los impactos tangibles como los intangibles, tanto los medibles a corto plazo como
los que no se ven los resultados hasta que pase un tiempo. No podemos tener la idea de que si no se puede medir,
no existe, que si no se puede contar, no cuenta. Si bien es deseable que esas prácticas se reflejen en ese aumento
de valor para que sean sostenibles y no efímeras, también es cierto que la responsabilidad no puede estar basada
solamente en la demostración de ese nexo a corto plazo. Esperamos que este capitulo contribuya a demostrar que la
RSC no es el perjuicio que se le hace al beneficio, es el beneficio que se hace al beneficio.
“Es verdad que se ha considerado por mucho tiempo que los objetivos económicos y sociales son distintos y a menudo
compiten entre sí. Pero ésta es una dicotomía falsa. Representa una perspectiva cada vez más obsoleta en un mundo
de competencia abierta basada en el conocimiento. Las empresas no funcionan aisladas de la sociedad que las rodea.
De hecho, su habilidad para competir depende considerablemente de las circunstancias de los lugares donde operan.”
—Michael E. Porter y Mark R. Kramer 2002
Introducción a la
Responsabilidad 2.1. Antecedentes históricos: industrialización y primeras
empresas “responsables” en Inglaterra
Social Coporativa
2. La Empresa
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Niños trabajando en la fábrica de textil
Cabe resaltar que aunque esta era la generalidad en la sociedad de la época, había excepciones que quizás nos ayudan
a vislumbrar como se fue desarrollando hace siglos el concepto de RSC. El caso de Robert Owen (1771 – 1858) es un
buen ejemplo de un empresario con conciencia social que a diferencia de sus contemporáneos, pensaba que no
era necesario que los empleados sufrieran para generar riqueza, ya que creía que los beneficios de un hombre no
implican las perdidas de otro. Este personaje hizo una critica muy fuerte al proceso de industrialización (promovió
sistemas alternativos al capitalismo basados en sociedades cooperativas) y fue promotor de la educación y de la
satisfacción de sus empleados ya que eso hacia que ellos fueran mas eficientes.
El Sr. Owen gerenció a principios del siglo XIX una empresa textil con más de 2.000 empleados ubicada en Gran
Bretaña, que eran en su mayoría menores de edad que empezaban a trabajar a los 5 años de edad. Su primera
iniciativa fue la de prohibir el trabajo de menores y reducir las horas de trabajo, sin embargo sus socios que no creían
en sus reformas sociales, le pusieron muchos impedimentos hasta que en 1814 consiguió cambiar de socios y dio
entrada a accionistas que creían en las reformas sociales, lo que le llevo a poner en marcha iniciativas como:
• Disminuyó la duración de la jornada de los adultos a 10.30 horas (frente a las 14 h de la competencia).
Otros empresarios que desarrollaron iniciativas similares en esa época fueron los hermanos Cadbury, que en 1878
crearon una empresa de producción de chocolate en Birmingham que consiguió resultados muy positivos debido en
gran parte a sus prácticas responsables. Entre ellas resaltamos:
• Creación de una “ciudad jardín” para los empleados promoción de una auténtica ciudad jardín para los obreros,
que a fecha de hoy ya tiene 400 hectareas y cuenta con mas de 7.600 habitantes.
• Seguro médico y pensiones.
• Formación a cargo de la empresa en horario nocturno pero también laboral (dos horas semanales).
• Semana de cinco días y medio (la empresa fue la primera en dar feriado el sábado por la tarde).
Como podemos observar existieron a mediados del siglo XIX empresas británicas con buenas practicas sociales, que
a su vez se extendieron a las colonias británicas. Estas prácticas socialmente responsables pudieron ser exportadas
a otros lugares del imperio británico. Por ejemplo en la India, el hijo menor de Jasetji Tata (1839-1904), creador de la
Tata Iron and Steel Co., Ratan Tata (1871-1918) invitó a los fundadores de la London School of Economics and Political
Science, Beatriz y Sydney Webb a preparar en 1912 un Memorándum de Salud para la compañía y el pueblo que se
había creado a su alrededor, Jamshedpur, donde se construyeron casas, escuelas y un hospital. A cambio, Sir Ratan
realizó una donación a la London con la que se creó el Ratan Tata Department (más tarde denominado Department
of Social Sciences) con el objetivo de estudiar las causas de la pobreza y cómo remediarla. En el mismo año, se
introdujeron la siguientes buenas prácticas:
• Vacaciones pagadas.
• Fondo de pensiones.
Estas buenas prácticas británicas que podríamos calificar como responsables, son los antecedentes directos del
concepto de cooperativismo que a continuación desarrollamos.
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• El color rojo representaba el fuego y el amor que une a las personas.
• El Azul Marino o Índigo encarnaba el valor que nos impulsa a buscar nuevas rutas.
Paralelo a este desarrollo del cooperativismo alemán, se desarrollaron iniciativas similares en Francia y España. No se
puede olvidar que en esta época nacieron entidades mutuas y cooperativas que se consolidaron como cajas de ahorro
orientadas a promocionar el ahorro y generar beneficios a las comunidades locales, como por ejemplo en Hamburgo
en 1778, Berna en 1787, Kiel en 1796, 1834 en Jerez de la Frontera y 1838 en Madrid. Estas últimas dos en España a
mediados del siglo XIX estuvieron asociadas a los Montes de Piedad, de origen medieval, creados en su momento para
luchar contra la usura y para desarrollar actuaciones de beneficencia.
El objetivo de las cajas era conceder préstamos con prenda, con lo que suministraban liquidez a artesanos, minoristas
y, sobre todo, a empleados del servicio doméstico. Sus excedentes tenían que destinarse, como fundaciones, a su
refuerzo patrimonial y a la financiación de bienes y servicios sociales para la comunidad donde estuvieran ubicadas.
Este esquema cooperativo es el que aun tiene las cajas de ahorros que destinan sus beneficios, una vez pagados los
impuestos y constituidas las reservas, a la “Obra Social”, que abarca generalmente el compromiso con actividades de
cultura y tiempo libre, asistencia social y sanitaria, educación e investigación, patrimonio histórico artístico y medio
ambiente natural.
Es importante destacar el vínculo que existe entre la RSC y el concepto de sociedad cooperativa. Ambas están creadas
con los mismos principios cooperativos. Encontramos en autores como Carrasco (2007), afirmaciones que indican que
el cooperativismo y la RSC de las empresas han bebido de las mismas fuentes y tienen muchos elementos comunes.
En este mismo sentido se expresan los autores A. Mozas Moral y R. Puentes Poyatos: “En definitiva, la RSC se configura
como un aspecto intrínseco a la propia naturaleza de las sociedades cooperativas, forma parte de su razón de ser o
ADN. Las sociedades cooperativas por naturaleza han de desarrollar su actividad de forma responsable, tanto con
socios como con la sociedad en general, sin renunciar a su viabilidad económica, y esta responsabilidad es la guía de
sus actuaciones empresariales” (Mozas Moral y Puentes Poyatos 2010: 93-94).
Un claro ejemplo lo encontramos con los Srs. Rockefeler y Carnegie, que fueron promotores del movimiento asistencial
y paternalista, fundando las bases de la filantropía corporativa. Ellos realizaron en su época grandes donaciones a
Universidades en Estados Unidos y en estas instituciones fue donde nacieron las primeras grandes voces de apoyo
al principio del siglo XX a la RSC. En este contexto, el comienzo de siglo fue donde se empezó a desarrollar la idea de
la empresa como servicio para la sociedad, y no exclusivamente creada para generar ganancias para sus dueños. Un
ejemplo claro lo vemos en las declaraciones de Henry Ford, que exponía que el servicio, como base de la búsqueda de
beneficio, está empezando a ser reconocido como el verdadero motivo para crear industria. En todo caso el mismo
Henry Ford rechazaba las donaciones puras y duras, porque ellas generaban dependencia, decía que dar es fácil, lo
difícil es convertir la donación en innecesaria.
En lo que se refiere a los teóricos de la época, encontramos en distintos autores elementos que hoy podríamos
relacionar con el concepto de RSC:
Oliver Sheldon en su obra “The Philosophy of Management
(1924) explica que la idea de la responsabilidad de la empresa
para con la sociedad, pues no sólo debe atender a las necesidades
económicas sino también a otras necesidades de las personas y
de las comunidades; la idea de que la ética y los valores son
indispensables para una buena gestión de las empresas y por eso los
gerentes deben tratar a sus subordinados con justicia y honestidad.
Fábrica de Nuestra Señora del Carmen, en el Desierto (Barakaldo, Bizkaia) según grabado de 1882
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2.4. La empresa tradicional en el sistema capitalista
Empecemos con la definición clásica que encontramos en Wikipedia: “Una empresa es una organización, institución
o industria, dedicada a actividades o persecución de fines económicos o comerciales, para satisfacer las necesidades
de bienes o servicios de los demandantes, a la par de asegurar la continuidad de la estructura productivo-comercial
así como sus necesarias inversiones.”
Las definiciones mas conocidas de empresa contienen las mismas ideas centradas en el objetivo de “ganar dinero”
a través de una “organización” conformada por unos “socios” o “accionistas” que “desarrolla actividades” por lo que
tiene “trabajadores” y “clientes” que se mueven en un “mercado” . Esta definición que aun tiene vigencia aunque deje
muchos elementos fundamentales fuera, es similar a la que el Economista Milton Friedman defendía en los años 70:
“What does it mean to say that “business” has responsibilities? Only people can have responsibilities. A corporation is
an artificial person and in this sense may have artificial responsibilities, but “business” as a whole cannot be said to
have responsibilities, even in this vague sense.” The New York Times Magazine, September 13, 1970. Copyright @ 1970
by The New York Times Company.” The Social Responsibility of Business is to Increase its Profits.
Esta posición reduce el papel de las compañías a la creación de valor para el negocio y su contribución al desarrollo a
través de los mecanismos de mercado. En esta visión de empresa clásica, la empresa debe limitarse a cumplir con lo
que la legislación delimita y la generación de valor se refleja a través del pago de impuestos y la creación de empleo.
Según Friedman las empresas y quienes las dirigen deben servir a los accionistas y por tanto enfocar sus actividades
únicamente hacia la obtención de utilidades bajo los principios éticos que enmarca la ley. Él afirma que “...existe una y
solo una responsabilidad social para los negocios: usar sus recursos e involucrarse en actividades dirigidas a aumentar
ganancias, mientras respete las reglas del juego, es decir, involucrarse en una abierta y libre competencia sin practicar
actividades fraudulentas... porque el negocio del negocio es el negocio...”Adicionalmente, Friedman afirmó que era
irresponsable para cualquier tomador de decisiones empresariales decidir la donación o gasto del dinero, el cual
pertenece a los accionistas, en actividades no directamente asociadas con el manejo del negocio.
Todos estos ingredientes de la concepción tradicional de la empresa continúan teniendo plena vigencia. Pero, como
se decía en la introducción, y sin entrar en si alguna vez esta concepción de la empresa ha sido suficiente, resulta hoy
en día totalmente limitada. En los años recientes la lógica del “negocio del negocio es el negocio” en cierta medida ha
discrepado con la conducta asumida por muchas empresas que están comprometidas con la RSC y que son cada vez
más conscientes de su importancia estratégica. En el siguiente punto veremos las razones que están llevando a que
cambiemos este paradigma empresarial.
Este nuevo paradigma que conlleva a una renovación en la manera de entender las empresas y surge por cambios
físicos, políticos, sociales, económicos y tecnológicos que se están produciendo en los albores del nuevo siglo. A
continuación presentamos un resumen de los principales elementos que han llevado al cambio de paradigma:
• Calentamiento global: no hay dudas de que nuestro planeta esta inmerso en un proceso de calentamiento
global y esta realidad bien conocida gracias a la última obra del ex vicepresidente de Estados Unidos Al Gore.
El calentamiento global junto con el degradamiento ambiental del planeta generan una gran preocupación
que se traduce en una exigencia de responsabilidad hacia las empresas para que trabajen para mejorar su
“huella ecológica”. Esta huella ecológica es una herramienta que sirve para medir y analizar el consumo de
naturaleza que implica la forma actual de generar riqueza. En otras palabras, se trata de una evaluación
cuantitativa del área productiva biológica requerida para producir los recursos (alimento, energía, materiales,
etc.) y absorber los desechos de un individuo, un país o la humanidad en su conjunto. Según este indicador los
seres humanos estamos usando un 39% de recursos naturales más que los ofrecidos por el planeta. Es decir,
estamos consumiendo capital natural en lugar de vivir con los réditos del mismo. En resumen, actualmente
necesitaríamos 1,39 planetas Tierra para que nuestro consumo de naturaleza fuera sostenible. Además, dicho
consumo no es equitativo: por ejemplo, un norteamericano consume, por término medio, unas diez veces más
recursos naturales y un español unas cinco veces más que un hindú.
• Revaluación del poder económico de las empresas, y concentración, por sectores económicos, en pocos
grupos a nivel planetario.
• Nuevos agentes que interfieren en la actividad empresarial: la información económica, las ONGs, los
consumidores, la red de internet, la transparencia y la presión de la información en la sociedad de la información.
Todos estos elementos de la realidad en nuestro planeta hacen que estemos presenciando un nuevo paradigma
de empresa donde los valores tradicionales se modifican para adaptarse a esta nueva realidad. Por lo tanto la
problemática económica, social y medioambiental de nuestro entorno y las consecuencias de la globalización hacen
que la concepción tradicional de la empresa resulte, hoy en día, insuficiente. Si lo vemos desde un punto de vista ético,
el nuevo e inmenso poder que tienen las empresas actualmente conlleva a que las organizaciones asuman mayor
responsabilidad sobre el entorno en el que operan. Asimismo, la sociedad exige, dado las facilidades de comunicación
que existen actualmente, que las empresas se comporten de acuerdo a dicha responsabilidad.
Otro punto fundamental es que una empresa es una institución creada para permanecer en el tiempo de forma
ilimitada, por lo tanto en este sentido es lógico que la empresa busque para ser sostenible en el tiempo aplicar las
mejores y mas responsables practicas sociales y ambientales. Esta nueva concepción de la empresa es la condición
esencial y fundamental para su legitimidad en nuestros días y, por ende, para la legitimidad del sistema de libre
mercado del cual la empresa es la piedra angular. Por lo tanto la nueva empresa debe tener en cuenta la apertura y
sensibilidad hacia el entorno, el sentido de comunidad, la capacidad innovadora, la consideración del largo plazo y la
creación de valor, como elementos fundamentales en su proceso de ser sostenible en el tiempo.
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Introducción a la
Responsabilidad 3.1. Responsabilidad y Sostenibilidad: conceptos
y elementos esenciales
Social Coporativa En el capitulo anterior observamos una serie de retos a los que se
enfrenta la humanidad y la idea cada vez mas instaurada en nuestra
sociedad de que la empresa debe desempeñar un importante papel
3. La Responsabilidad Social a la hora de abordar estos retos planetarios. De esta realidad se
desprende el concepto que entendemos como Responsabilidad
Corporativa Social Corporativa, Responsabilidad Social Empresarial o
simplemente Responsabilidad Corporativa. Nosotros usamos el
primero, no porque sea más correcto que los demás, sino porque
es el más extendido. Lo importante no es tanto como le llamemos
al término, sino que entendamos los mismo cuando hablamos de él.
1
El Forum EMPRESA es una red hemisférica de organizaciones empresariales que
promueven la RSE en las Américas. En 2007 contaba con 22 organizaciones que
representan a 20 países en la región y reúne cerca de 3.500 empresas a través de las
organizaciones miembros. Página de Internet del Fórum EMPRESA, http://www.empresa.
org, accesada en abril de 2007.
2
La asociación Business for Social Responsibility (BSR) es una organización de fomento de
prácticas de negocios que consideran los valores éticos, las personas, las comunidades y
el medio ambiente. Por medio de herramientas, entrenamientos y servicios de asesoría, el
BSR apoya las empresas miembras en el desarrollo de sus políticas y prácticas de negocios
responsables. Página de Internet de BSR, http://www.bsr.org, accesada en abril de 2007.
comerciales, y otras que la sociedad tiene de los negocios, y haciendo decisiones que balancean de modo justo las
demandas de todos los grupos involucrados”.
Otra definición bastante amplia de la RSE proviene del Instituto Ethos de Brasil: “La responsabilidad social empresarial
es la forma de gestión definida a partir de la relación ética y transparente de la empresa con todos los grupos con los
cuales ella está relacionada y por el establecimiento de objetivos empresariales compatibles con el desarrollo social
sostenible, conservando recursos ambientales y culturales para las futuras generaciones, respetando la diversidad y
fomentando la reducción de las desigualdades sociales.”3
Podemos también hacer referencia a la definición del World Business Council for Sustainable Development (WBCSD)4,
que define la RSE como “... el continuo compromiso de los negocios para conducirse éticamente y contribuir al
desarrollo económico mientras mejoran la calidad de vida de sus empleados y familias, así como de la comunidad
local y sociedad en general”. De aquí resaltamos que no existe una definición única de lo que significa la RSC, pues
generalmente ésta depende de la cultura, religión o tradición de cada sociedad.
De estas definiciones podemos extraer elementos comunes que ayudan a ver la transversalidad del concepto:
a) Se relaciona la RSE con el compromiso de gestionar actuaciones que vayan mas allá de la legislación y que
generen valor social al entorno.
b) La adopción de practicas responsables en las empresas es a la fecha de hoy una decisión voluntaria.
c) El enfoque de las empresas responsables se dirige a generar beneficios para los diversos grupos involucrados
(stakeholders): es hacia los grupos de interés internos y externos donde deben dirigirse los esfuerzos de la
compañía.
d) El tema del buen gobierno corporativo es fundamental para conseguir la licencia para operar de una
compañía, y todas las actividades vinculadas con la RSE deben poder medirse cualitativa o cuantitativamente.
f) La RSC de las empresas difiere de una empresa a otra: depende siempre del contexto y las particularidades
en las que se mueva la organización, sin embargo el enfoque organizacional debe estar relacionado con el Core
Business para que genere valor y no se trate de actividades aisladas de filantropía o altruismo.
Las definiciones que hemos presentado anteriormente nos dan una luz sobre los elementos que convergen en el
concepto de RSC:
Voluntaria
Impacto (mesurable)
Más allá de laLey
Elementos Esenciales
3 El Instituto Ethos de Empresas y Responsabilidad Social es una asociación de empresas, sin fines lucrativos, creada con la misión de movilizar, sensibilizar
y ayudar a las empresas a gestionar sus negocios de forma socialmente responsable. Con este propósito ha desarrollado una serie de indicadores de
responsabilidad social. Página de Internet del Instituto Ethos, http://www.ethos.org.br, accesada en abril de 2007.
4 El World Business Council for Sustainable Development (WBCSD) es una asociación global que trata de la inserción del desarrollo sostenible en los negocios.
Actualmente cuenta con aproximadamente 190 empresas asociadas. Página de Internet del WBCSD, http://www.wbcsd.ch, accesada en abril de 2007.
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Ahora bien, una definición bastante extendida de este concepto indica que la RSE es “la integración voluntaria por
parte de las empresas, de las preocupaciones sociales y medioambientales de los diferentes grupos de interés en
sus operaciones comerciales y en sus relaciones con sus interlocutores” (Libro Verde de la Comisión Europea, 2001),
entendiendo por grupos de interés todos aquellos colectivos u organizaciones que tienen algún tipo de interés en las
actividades de la empresa o que pueden verse afectados por éstas.
“La RSE es una forma de gestión que se define por la relación ética de la empresa con
INSTITUTO ETHOS DE EMPRESAS Y todos los públicos con los cuales ella se relaciona, y por el establecimiento de metas
RESPONSABILIDAD SOCIAL empresariales compatibles con el desarrollo sostenible de la sociedad; preservando la
diversidad y promoviendo la reducción de las desigualdades sociales.”
PRINCE OF WALES “La RSE es el conjunto de prácticas empresariales abiertas y transparentes basadas
LEADERS FORUM en valores éticos y en el respeto hacia los empleados, las comunidades y el ambiente.”
BOSTON COLLEGE CENTER FOR “La RSE hace referencia a la manera en que la empresa integra valores sociales básicos
CORPORATE CITIZENSHIP con sus prácticas comerciales, operaciones y políticas cotidianas.”
En algunos casos, las motivaciones de las empresas para desarrollar actuaciones en el ámbito de la RSE no son
intrínsecas, sino que se derivan de los entornos en los que operan. Estas exigencias pueden ser legales dado que cada
día se acentúa más la importancia de la RSE en los procesos de contratación pública (licitaciones, ley de contratos
del sector público, ley de contratación pública verde, etc.), a la vez que se empiezan a desarrollar ventajas fiscales
orientados a beneficiar a las empresas que desarrollan temas de RSC (beneficios fiscales en la compra de vehículos
verdes, derechos de emisión, entre otros). Por otra parte, también hay que tener en cuenta que los requerimientos de
compras de grandes empresas han empezado a contemplar cláusulas ambientales y sociales en sus relaciones con
proveedores.
En paralelo existen cada vez más empresas que enfocan la RSC de forma proactiva, buscando ventajas competitivas
sostenibles que les permitan ampliar sus oportunidades de negocio. Estas ventajas competitivas están basadas en
un nuevo modelo de gestión que tiene en cuenta no sólo los resultados financieros, sino también los aspectos éticos,
económicos, sociales y medioambientales, de forma que se puedan obtener beneficios tales como los siguientes:
• Incremento de las ventas, por atracción de consumidores con mayor concienciación ética, social y
medioambiental.
• Mejora de la calidad los productos y de los procesos de producción, al incluir en los mismos estándares de
sostenibilidad y responsabilidad.
• Ahorro en costes y mayor rentabilidad por un uso más eficiente de los recursos.
• Mayor facilidad en el acceso a las fuentes de financiación como consecuencia de una mejor gestión de los
riesgos.
• Creación de nuevas oportunidades de negocio a través de ideas innovadoras para poder adaptarse a los
cambios que experimenta la sociedad (lucha contra el cambio climático, medidas de conciliación familiar, etc.).
• Generación de confianza y mejora de la imagen y reputación a través de la colaboración con los grupos de
interés (clientes, cadena de suministro, otras empresas, administraciones, entre otros).
Aunque el fenómeno de la RSC haya surgido principalmente en grandes empresas, no es impedimento para que
Pymes u organizaciones no empresariales puedan incorporarse a él, para que su impacto sea real y promueva un
modelo de desarrollo sostenible llegando a todo el sector organizativo.
Es evidente que el crecimiento de las prácticas de RSC, de las investigaciones, foros, debates y políticas de RSC en
todo el mundo acredita que se trata de un movimiento profundo, de largo alcance y estructural. Aunque a la RSC
se llega desde ópticas ideológicas y razonamientos muy distintos, puede afirmarse que estamos ante un tema de
importancia estratégica, que afecta a planos muy diversos de la gestión empresarial y que integran todo un conjunto
de actividades y enfoques en la dirección de las empresas.
No hay una foto fija para la RSC. No existe una meta, sino un camino a seguir en la búsqueda de la gestión sostenible
de las organizaciones.
La RSC es esencialmente un proceso de avance en la mejora de las actuaciones de la empresa en sus relaciones con
sus stakeholders. Es un proceso de diálogo con las demandas explícitas e implícitas de los diversos grupos de interés,
en una interacción continua con todos ellos.
La RSC debe ser entendida como un marco de mutuas exigencias entre administraciones públicas y empresas. No
se trata sólo de desarrollar esta idea en una única dirección: las exigencias de la sociedad hacia las empresas. Estas
también pueden y deben exigir a la sociedad y a sus instituciones, un habitat jurídico y social en el que su función
social sea reconocida y facilitada.
Puede afirmarse así que la RSC constituye un propósito de interés común para la sociedad y para las empresas.
Concebida desde una perspectiva pública, la participación de las empresas en las mejoras del medio ambiente y
de la cohesión social, resultará fundamental en todos los casos. Vista desde la perspectiva interna o privada de las
empresas, la RSE es y lo será más progresivamente, condición “sine qua non” de competitividad internacional, hasta el
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punto de que los esfuerzos en RSE son ya, en muchos casos, fuertemente compensados en términos de reputación
y valor corporativo.
Pero la RSC es una práctica voluntaria de las empresas. Partimos de este hecho incontrovertible y consecuente con
la naturaleza de la cuestión. Tratándose de una tendencia a la excelencia en las relaciones con sus grupos de interés,
estamos hablando de superación de la legalidad que, a efectos de concebir y evaluar la RSC, tiene el valor de suelo
mínimo sobre el que construir la estrategia de RSC.
Es precisamente de su carácter voluntario, de donde surge la discusión sobre la conveniencia o no de las políticas
públicas de fomento de la RSC. Si afirmamos la conveniencia de la RSC tanto desde la perspectiva pública como
empresarial, debemos asumir la necesidad de una política que la fomente, la favorezca y la desarrolle. Vamos a
presentar a continuación el desarrollo de modelos relacionados con la RSC en diferentes países en Europa.
En la última década del siglo XX, los gobiernos empezaron a considerar la importancia de los actores económicos,
sobre todo de las empresas, en la dinamización y resolución de los problemas sociales.
Tanto Finlandia como Suecia y los Países Bajos dieron una respuesta nacional al Libro Verde. En estos países, se
plantean las políticas públicas de RSE en el marco de los asuntos sociales y laborales (incluidos los recursos humanos),
desde una perspectiva influida por el rol que, presumiblemente, asumirán las multinacionales como embajadoras de
la RSE. Asimismo, se implica en gran medida a los gobiernos locales, responsables de la canalización de la formación
de partenariados, favoreciendo de esta manera la idea de corresponsabilidad social entre administraciones, empresas
y organizaciones sociales. El fomento de los partenariados se convierte así en el eje central de las políticas públicas de
promoción de la RSE en estos países.
El cambio hacia la RSE implica, sobre todo, un cambio de actitud por parte de los actores sociales (empresas, sindicatos
y organizaciones sociales) para asumir su corresponsabilidad en el desarrollo de una sociedad más inclusiva, con un
mercado laboral dinámico e integrador.
Los gobiernos, siguiendo la opinión expresada por la UE en el Libro Verde, consideran que la elaboración de una
legislación y unas normas, en principio, no es el medio más adecuado para fomentar la RSE. En su opinión, son las
propias empresas las que deben tener iniciativa y responsabilidad en esta materia.
Los gobiernos de Dinamarca, Finlandia, Islandia, Noruega y Suecia (más allá de la composición de la UE) establecen
vínculos entre sí mediante encuentros regulares en los que comparten sus experiencias en políticas públicas de RSE.
En su definición, han tenido especial relevancia CSR Europe, The Copenhagen Centre (a iniciativa de este centro
danés, se desarrolló en Finlandia la campaña “It simply works better, Campaign report on European CSR Excellence
2003- 2004”) y el International Leaders Forum. Precisamente, estos últimos impulsaron campañas como la “Business
Maratón Campaign”, que se llevó a cabo en Finlandia en el 2002.
Entre los aspectos que mas se relatan del desarrollo de políticas en RSE en estos países tenemos:
• Estructuración del Punto Nacional de Contacto de forma que incluya a los partenariados sociales.
• Creación de organizaciones como The Compenhagen Centre para la promoción de partenariados sociales.
• Partenariado.
• Directrices de la OCDE.
• Programa de investigación.
• Campaña.
• Misión CEO.
• Memorial social.
• Actuaciones responsables.
Tanto en el Reino Unido como en Irlanda, la acción gubernamental se concibe como promotora, facilitadora,
incentivadora de la RSC y fomenta los partenariados publico-privados.
Otra idea importante en estos países con respecto a la actuación gubernamental en RSC es la del desarrollo de
proyectos de partenariado entre el sector público y el privado, y también con el tercer sector. Se trata de resolver
conjuntamente problemas vinculados a la exclusión social, a la pobreza, a la falta de servicios sociales y a la calidad
de vida de áreas económicamente desfavorecidas. Las empresas colaboran en proyectos de partenariado con los
gobiernos locales en la formación de sus trabajadores, la creación de empresas y en la inversión en áreas urbanas o
rurales desfavorecidas.
Uno de los elementos más importantes de este modelo ha sido, en el caso del Reino Unido, la institucionalización de un
alto cargo gubernamental responsable de la RSE: el secretario de Estado para la RSE (Minister for CSR). De esta forma,
el Gobierno del Reino Unido ha sido el primero en crear la función de un alto responsable político de RSE, un cargo
que gestiona un grupo importante de programas y proyectos vinculados a esta materia que se implementan desde
diferentes ministerios. El secretario de Estado para la RSE orienta los programas vinculados a ésta y los incorpora a
una red transversal sobre la materia de políticas y proyectos del Gobierno británico.
Desde el punto de vista de las acciones que se desarrollan en la estrategia británica de RSE, el gobierno británico ha
creado un marco de acción nacional de RSE que incorpora en un eje los instrumentos y políticas siguientes:
• Marco legal.
• Instrumentos fiscales.
• Trabajo en partenariado.
• Transparencia y reporting.
• Desarrollo sostenible.
• Implicación en la comunidad.
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• Desarrollo de habilidades y formación de los trabajadores.
• Origen de la RSC para resolver problemas de gobernanza social frente a las crisis económicas, el
empobrecimiento y la exclusión social a finales del siglo XX.
• Vinculación directa entre la RSC y el desarrollo sostenible: contribución de las empresas al desarrollo sostenible.
• Importancia del impulso de la presión de la sociedad civil en el papel de la empresa con relación al desarrollo
sostenible (medioambiente, derechos humanos, consumo responsable, inversión socialmente responsable).
• La RSC implica relaciones de partenariado entre los gobiernos locales y las empresas con proyectos concretos.
• Apoyo a iniciativas de acción social de la empresa: voluntariado social de tos trabajadores en proyectos sociales
y cesión de personal (employee volunteering y staff secondment).
• Política de facilitación e intervención suave (soft interventions), apoyo fiscal y de incentivos empresariales.
En este modelo, la acción de los gobiernos se basa ante todo en el fomento de la RSC y en la creación de incentivos
que ayuden a las empresas a asumir su responsabilidad social. No obstante, la aproximación de los gobiernos a la RSC
puede tener un carácter voluntario – como en el caso de Alemania, Austria, Bélgica o Luxemburgo – o tener un mayor
componente normativo, como es el caso de Francia.
Se trata de un modelo propio de países con una importante experiencia en el ámbito del desarrollo sostenible que
integran la RSC en ese marco. Son también países con una fuerte tradición en la vinculación de sus empresas con las
instituciones locales.
Un examen más detenido de este modelo nos obliga a distinguir los dos grandes países a los que hacen referencia:
• FRANCIA El Gobierno francés alude a la RSC con la denominación de responsabilidad social y medioambiental.
Al abordar el planteamiento de este Gobierno en relación con el desarrollo de esta materia, deben destacarse tres
elementos fundamentales: la RSC forma parte de la política social, constituye uno de los instrumentos de la acción
empresarial en el marco general de su política de desarrollo sostenible y se incorpora a la política francesa con un
marcado carácter normativo.
A pesar de que el desarrollo sostenible y la RSC se han abordado en gran medida desde un enfoque multistakeholder
y participativo, es evidente que el verdadero impulsor de todo lo relacionado con estos asuntos es el Gobierno.
La secretaria de Estado de Desarrollo Sostenible del Ministerio de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible defendió
que las autoridades públicas están llamadas a desempeñar un papel importante en la integración de la RSC en las
empresas y que la intención del Gobierno francés es crear un marco y establecer una política en este sentido.
Desde el punto de vista de la estructura gubernamental, el Ministerio de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible se
responsabiliza de todo lo relacionado con la sostenibilidad. Los aspectos relativos a la RSC quedan bajo la supervisión
del Ministerio de Empleo, Trabajo y Cohesión Social (METCS). Mediante el Informe sobre RSC (METCS, 2004) elaborado
por el grupo de trabajo interministerial, el Gobierno francés ha iniciado la búsqueda de un marco apropiado para
desarrollar una estrategia de RSC que encaje en el contexto más amplio de la estrategia nacional de desarrollo
sostenible.
En cuanto a sus políticas y programas, el gobierno francés ha desarrollado abundante legislación, directa o
indirectamente relacionada con la RSC: Ley de Fondos de Ahorro Personal; Ley obligando a determinadas empresas
a publicar informes de sostenibilidad; Decreto sobre un código que regula la contratación pública y los criterios de
desarrollo sostenible; Inversiones socialmente responsables en relación con el desarrollo sostenible, etc.
• ALEMANIA En Alemania, la RSC adquiere la forma de ciudadanía corporativa (CC), un concepto según el cual las
empresas deberían actuar como buenas ciudadanas en su ámbito social más próximo y en la sociedad, además de
contribuir a la creación de capital social.
Como en Alemania siempre se ha considerado que la CC forma parte del ámbito del voluntariado, las autoridades
alemanas han respaldado la creación de instituciones como, por ejemplo, la comisión de estudio parlamentaria en el
seno de la comisión parlamentaria dedicada a Familia, Tercera Edad, Mujer y Juventud, y la Comisión Asesora Nacional
del Ministerio Federal de Familia, Tercera Edad, Mujer y Juventud, que es el principal actor gubernamental en materia
de voluntariado.
La preocupación principal en Alemania es la sostenibilidad del Estado de bienestar. Quizá eso explica también por qué
el desarrollo sostenible parece tener mayor presencia que la RSC o la CC en los debates.
En cuanto a las políticas de RSC, hay que decir que no existe una clara diferenciación entre las medidas que pertenecen
a cada uno de los tres ámbitos: el de voluntariado, el de la CC y el del desarrollo sostenible.
Hay en Alemania muchos premios y patrocinios públicos para favorecer la RSC. En cuanto a medidas reguladoras,
solo cabe destacar los esfuerzos para la reducción de la burocracia y la promoción del voluntariado entre personas,
ONG y empresas. Quizá sea la reducción de la carga fiscal a empresas y personas el esfuerzo más importante que se
ha realizado en este sentido; a ello hay que sumar, por otra parte, la regulación de exenciones fiscales por labores de
voluntariado. En la misma línea, el Gobierno alemán ha promulgado una ley de apoyo a la familia con objeto de facilitar
la compatibilidad de la vida familiar, el trabajo y las actividades de voluntariado.
Desde la perspectiva de lo que se suele entender en Europa como RSC, hay que apuntar otras medidas reguladoras,
entre ellas la ley sobre buen gobierno corporativo y los cambios aplicados en el seguro privado de pensiones.
Además, el Gobierno alemán ha establecido unas directrices que instan a los poderes públicos a tener en cuenta
criterios de carácter ecológico, social y político en las ayudas a la exportación otorgadas a empresas internacionales.
Por último conviene destacar que los gobiernos locales y regionales tienen una importante actividad en el desarrollo
y fomento de las políticas de RSE.
Cabe afirmar que en estos países, el desarrollo de la idea RSE ha empezado más tarde que en otros países de Europa,
que están en fase de estudio, aunque se conocen iniciativas concretas de apoyo y fomento a la RSE y que, en general,
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se está construyendo un marco de políticas públicas en base a un diálogo multistakeholders, con agentes sociales,
expertos en empresas, etc, para definir la estrategia nacional de la RSC.
En el caso de España las instituciones no abordaron este debate, hasta bien entrado 2002. Las principales iniciativas
que hubo en la década pasada en el ámbito público son las siguientes:
1) El Foro Social creado en el Ministerio de Trabajo (encargado en el Gobierno de la gestión de este asunto).
2) El compromiso para abordar este tema en el Diálogo Social, entre CEOE, CCOO y UGT.
3) La subcomisión creada en el Congreso de los Diputados que publico el Libro Blanco de la RSC en España.
4) La elaboración por parte de la Comisión Nacional del Mercado de Valores que ha dirigido un “Comité de
Sabios”, de un Código de Buen Gobierno y Transparencia para las empresas cotizadas.
5) Las políticas públicas iniciadas en varias Comunidades Autónomas y en alguna institución local.
Junto a las iniciativas institucionales, se han producido diversas actividades en el plano privado. Destacan las
agrupaciones empresariales, sectoriales o no, las tareas de investigación en las cátedras universitarias, los cursos
de RSC en universidades post grado, la tarea divulgativa en múltiples foros y la fuerza de la RSC en el movimiento
asociativo de la sociedad civil (ONGs, consumidores, etc). Paralelamente, la RSC ha sido incorporada a las principales
empresas españolas y es notable el camino recorrido, en tan poco tiempo, por muchas de ellas.
1) La creación de una estructura política de fomento de la RSE, en el seno del Gobierno del Estado, con facultades
de intervención horizontal.
2) La inclusión creciente de criterios de sostenibilidad medioambiental en las relaciones con las administraciones
públicas: adjudicaciones, compras, subvenciones, etc
3) La creación de un Foro de Consulta y Seguimiento con los stakeholders nacionales, para acordar y acompañar
la política de RSE.
4) Las Comunidades Autónomas y algunas instituciones locales, están intensificando su actuación en esta
materia y se esperan nuevas iniciativas en el campo de la difusión del concepto y de las buenas prácticas, y en
el de las medidas de fomento y estímulo a las empresas RSC.
5) La progresiva implantación entre las empresas cotizadas de las recomendaciones del Código Conthe. Aunque
el carácter de este código voluntario, se producirá un efecto “arrastre” y un perjuicio de imagen de transparencia
para aquellas empresas que no lo sígan.
6) La misma consideración cabe hacer sobre la conveniencia de la elaboración de la triple memoria de resultados:
financieros, sociolaborales y medioambientales por parte de las empresas que cotizan en Bolsa.
7) Las grandes empresas seguirán mareando el camino de la aplicación de RSC. A ellas se deberá el proceso
de sensibilización, formación, exigencia e intercambio de las buenas prácticas en RSC. Especial importancia
adquirirá, a este respecto, la traslación de criterios de RSC a los proveedores. Este será un tema crucial en la
expansión de la RSC a las pymes.
10) Es previsible una intervención normativa en materia de Inversiones Socialmente Responsables, bien dirigida
a los fondos de pensiones, bien a la regulación de fondos públicos (seguridad social, etc) o bien, otro tipo de
recomendaciones al ahorro.
11) De igual manera, existe un amplio consenso para favorecer con estímulos fiscales o primas en la contratación
con las administraciones públicas a las empresas que incorporen a su gestión criterios de RSE.
12) El Punto Nacional de Contacto de la OCDE adquirirá mayor presencia, organización y presupuesto como
instrumento de aplicación de las Directrices de OCDE a las empresas multinacionales.
13) El cumplimiento del suelo mínimo de la dignidad humana: Derechos Humanos, Convenios OIT, Normas de
Naciones Unidas, Directrices OCDE, etc, será, cada vez más, una exigencia fundamental de los mercados y de
las sociedades.
14) Es previsible alguna intervención pública en materia de reparto y verificación de las memorias sostenibles
de las empresas (quizás quepa un acuerdo de autorregulación con las empresas auditoras)
15) En materia de Acción Social, las instituciones públicas valoran crecientemente la inserción laboral de la
discapacidad y la colaboración de las empresas en la inclusión social del fracaso escolar y excluidos en general
16) En materia laboral, la RSE valora crecientemente la reducción de la siniestralidad laboral, la calidad y
estabilidad en la contratación laboral y la regulación mediante negociación colectiva, de las condiciones de
trabajo.
17) La igualdad de géneros en el seno de las empresas, la conciliación con la familia y con la vida personal y la
formación profesional continua, se destacan como los elementos de mayor sensibilidad en una política de RSC
de excelencia.
18) Se promoverán alianzas público- privadas en la solución de los grandes problemas planetarios: la cumbre
de Johannesburgo de 2002 sobre Desarrollo Sostenible recomendaba la suma de esfuerzos público- privados
y algunos programas internacionales, como los objetivos del milenio de Naciones Unidas son una magnífica
oportunidad para esa experiencia.
19) En este terreno, la colaboración con las organizaciones no gubernamentales es una forma de hacer más
efectivas las políticas de las empresas en esas materias. No se descarta que se establezcan normas que primen
los criterios de RSC y la colaboración con la Agencia Española de Cooperación al Desarrollo, en la concesión de
ayudas públicas a través de organismos como el CESCE, el ICEX o COFIDES.
20) Las instituciones públicas, empresas públicas y organizaciones públicas en general, empezarán a introducir
criterios de RSE en su funcionamiento interior.
3.3.1. Pacto internacional sobre los Derechos económicos, sociales y culturales. Adoptado en la
asamblea general de Naciones Unidas en 1966 y ratificado por España en el año de 1977
Se trata de una normativa de 31 artículos que se centran en materias de desarrollo económico y social de la carta
fundacional de la ONU y la declaración de derechos humanos. El mayor aporte de este pacto es el importante valor
normativo que para los estados miembros, que incluyen a España, al ser un tratado cuyo instrumento se ha ratificado
e incorporado como norma jurídica del Derecho nacional, significo un sustancial avance respecto de la responsabilidad
y el resguardo de los bienes colectivos.
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3.3.2. El Informe Brundtland (1987) y la Cumbre de Rio (1992)
Desarrollaron un concepto de desarrollo que va más allá del crecimiento económico inspirado solo en elementos
financieros, e incluyeron conceptos como desarrollo sostenible que definieron como el desarrollo que satisface las
necesidades del presente sin poner en peligro las de un futuro. Además incorporaron conceptos como calidad de vida,
equidad y solidaridad.
- Principio 1: Apoyar y respetar la protección de los derechos humanos internacionales en su esfera de influencia.
- Principio 2: Asegurarse de que sus propias corporaciones no son cómplices de prácticas abusivas contra los
derechos humanos.
- Principio 8: Poner en marcha iniciativas para promover una mayor responsabilidad medioambiental.
- Principio 10: Promover la lucha contra la corrupción y el desarrollo de las mejores prácticas en conducta y ética
empresarial.
De manera resumida, el Pacto Mundial busca que las empresas contribuyan a la consecución de los “Objetivos del
Milenio”. En España actualmente la agenda del Pacto Mundial gira en torno a “la Mesa Cuadrada del Pacto Mundial”
que gestiona el Instituto de Empresa. Existen en España mas de mil organizaciones adheridas a esta iniciativa.
Cabe resaltar que la ONU presento a finales del 2013 unas Normas sobre las responsabilidades de las empresas
multinacionales y otras empresas con respecto a los derechos humanos. Se trataría una vez aprobado, de un Código
de Conducta Universal vinculado a la RSC que sería de obligatorio cumplimiento para las empresas. Es una iniciativa
muy interesante porque apunta a las multinacionales y aclara los requisitos mínimos en derechos humanos que de
no ser respetados las compañías podrían sufrir procesos penales en su contra. De esta manera se rompe el carácter
voluntario de la RSC entrando en un marco normativo de sanciones a las empresas irresponsables.
La declaración contiene un planteamiento global de los retos del planeta, así como propuestas de cambios y de
objetivos compartidos que pueden ayudar a resolverlos. La Carta de la Tierra no pretende ser la única respuesta
posible a los problemas actuales de la humanidad, y tampoco ser exhaustiva. No obstante, al tener un contenido
consistente, trabajado, fruto de un diálogo internacional muy amplio, goza de aceptación generalizada. Se ha ido
desarrollando a la vez un movimiento internacional que trabaja para poner en práctica sus principios. Esta red civil
global es conocida como la Iniciativa de la Carta de la Tierra. A continuación presentamos los principales principios:
RESPETO Y CUIDADO DE LA COMUNIDAD DE LA VIDA:
d. Asegurar que los frutos y la belleza de la Tierra se preserven para las generaciones presentes y futuras.
INTEGRIDAD ECOLÓGICA
a. Proteger y restaurar la integridad de los sistemas ecológicos de la Tierra, con especial preocupación por la
diversidad biológica y los procesos naturales que sustentan la vida.
b. Evitar dañar como el mejor método de protección ambiental, y cuando el conocimiento sea limitado, proceder
con precaución.
c. Adoptar patrones de producción, consumo y reproducción que salvaguarden las capacidades regenerativas
de la Tierra, los derechos humanos y el bienestar comunitario.
b. Asegurar que las actividades e instituciones económicas, a todo nivel, promuevan el desarrollo humano de
forma equitativa y sostenible.
c. Afirmar la igualdad y equidad de género como pre-requisitos para el desarrollo sostenible, y asegurar el
acceso universal a la educación, el cuidado de la salud y la oportunidad económica.
d. Defender el derecho de todos, sin discriminación, a un entorno natural y social que apoye la dignidad humana,
la salud física y el bienestar espiritual, con especial atención a los derechos de los pueblos indígenas y las
minorías.
a. Fortalecer las instituciones democráticas en todos los niveles y brindar transparencia y rendimiento de
cuentas en la gobernabilidad, participación inclusiva en la toma de decisiones y acceso a la justicia.
b. Integrar en la educación formal y en el aprendizaje a lo largo de la vida, las habilidades, el conocimiento y los
valores necesarios para un modo de vida sostenible.
- El desarrollo de un consenso internacional sobre lo que significa la RSC y los asuntos de RSC que las
organizaciones necesitan abordar.
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- El aporte de una guía para la traducción de los principios en acciones efectivas.
- La afinación de las mejores prácticas que ya han evolucionado y la difusión de la información en todo el
mundo para el bien de la comunidad internacional.
Esta norma internacional proporciona orientación sobre los principios que subyacen en la responsabilidad social, las
materias fundamentales y sobre las maneras de integrarla en las estrategias, sistemas, prácticas y procesos de la
organización.
2 .Términos y definiciones.
- Gobernanza.
- Derechos Humanos.
- Medio ambiente.
- Practicas laborales.
- Productos.
- Consumidores.
- Comunidades.
Dentro de este marco se encuentra la Estrategia de Desarrollo Sostenible, aprobada por el Consejo Europeo, en junio
del 2001 en Goteburgo, Suecia cuyo propósito fundamental era el avance del crecimiento económico, la cohesión
social y la protección medioambiental a nivel europeo.
Es importante resaltar que la más reciente versión del GRI, el G4, añade más indicadores vinculados con la ética
empresarial y la cadena de valor y se centra en la importancia de la identificación de la materialidad de las
organizaciones, es decir en identificar qué es lo más importante para las organizaciones después de consultar a sus
diversos grupos de interés. Uno de los elementos que añade la última versión del GRI es que además de incluir en los
Informes de Sostenibilidad que asuntos son materiales para la organización, también debe indicar en que parte del
proceso ese asunto es importante, para que la información sea exhaustiva y se sepa en que impacta y la organización,
y donde dentro de su cadena de valor.
La importancia de esta iniciativa es evidente ya que marco la hoja de ruta de los países y las empresas proponiendo el
fomento de buenas prácticas y de modelos de alianzas (Partnering). Además también se enfoca en la promoción de
herramienta de evaluación, promoción de desarrollo sostenible, desarrollar foros multi stakeholder y la incorporación
de practicas de RSC en la acción gubernamental.
- La voluntariedad de la RSC.
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- El acercamiento a las PYMES.
- El respaldo y seguimiento a los acuerdos internacionales existentes por parte de los Estados.
Sin embargo en los años 80s y a raíz de las iniciativas que vimos en el punto anterior, esta visión cambió hacia un
enfoque mucho más estratégico y relacionado con la competitividad.
A. Primera generación: Se define como filantrópica, donde se desarrollan actividades al margen del negocio, sin
ninguna connotación estratégica y con costos relativamente insignificantes. Los conceptos mas claros de esta
aproximación son filantropía, administración del riesgo en el corto plazo, estándares de la industria.
B. Segunda generación: se caracteriza por un análisis más profundo de los costos y beneficios de la RSC, y una
relación mucho más cercana entre la conducta responsable y los beneficios para la empresa. La responsabilidad
a este nivel involucra un pensamiento estratégico, análisis de riesgos, y normalmente mayores costos (aunque
no necesariamente). Igualmente las oportunidades de ganar u obtener beneficios son también más elevados,
ya sea vía mejoras en la reputación, fortalecimiento de las marcas, o a través de la innovación en productos,
servicios y procesos. Definen esta generación conceptos como diálogo con los grupos de interés, auditoría y
reportes de sostenibilidad e inversión social.
C. Tercera generación, que es las mas reciente, involucra la necesidad de alianzas estratégicas entre las
empresas y públicos de interés alineadas hacia el logro del negocio con una competitividad responsable. En esta
generación la responsabilidad se da a una escala más amplia que en cierta forma desdibuja la frontera entre
empresa y sociedad. Este modelo de tercera generación no sólo reconoce la importancia de la RSC a escala
individual de las compañías, sino que se direcciona a remodelar los mercados para asegurar que los negocios
responsables obtengan beneficios competitivos. Esta generación de empresas responsables y sostenibles
comprenden el desarrollo de redes de RSC en la comunidad de negocios, el diálogo y convenios con los
públicos de interés, y la participación del gobierno a través de políticas públicas, de tal modo que se redefinan
los mercados de manera que se premien los comportamientos responsables y se castiguen socialmente los
no responsables. Por lo tanto esta idea es claramente estratégica y se relaciona con la competitividad. Esta
manera de gestionar las empresas implica una optima gestión transversal de la organización: desde el recurso
humano, la administración ambiental, el desarrollo de proveedores, la ética, hasta el manejo de las relaciones
con los clientes e inversionistas, entre otros temas. Debido a esta extensión del concepto y del efecto que
pueden tener las prácticas de RSC en distintas áreas del negocio, las empresas que sobresalen por sus prácticas
socialmente responsables han conseguido integrar las expectativas, asuntos, preocupaciones de lo diversos
grupos de interés en sus estrategia de negocio y mantienen integradas sus iniciativas sociales y ambientales en
su negocio. Definiríamos esta tercera generación como competitividad responsable.
De manera resumida podríamos indicar que la diferencia entre filantropía y RSC se centra en dos elementos básicos:
- La creación simultánea de distintos tipos de valor para los grupos de interés y la compañía.
Por lo tanto, podemos concluir que las actividades filantrópicas poco tienen que ver con el negocio de una organización,
mientras que la RSC estratégica está integrada en la estructura organizacional de una compañía. También es
fundamental que aunque la filantropía puede llegara a generar valor social, no implican necesariamente la creación
de valor económico, es decir que la RSC estratégica permite la creación simultánea de valor para el negocio y valor
para las sociedades.
Cuando hablamos de la creación de valor social a lo que nos referimos es esencialmente en iniciativas que sirven
para cambiar para bien las vidas de los individuos o de la sociedad en general, mediante la consecución de objetivos
socialmente deseables. Por lo tanto el valor social está relacionado a la inclusión y el acceso. El valor social es “la
búsqueda del progreso social, mediante la eliminación de barreras que dificultan la inclusión, la ayuda a aquellos
temporalmente debilitados o que carecen de voz propia y la mitigación de efectos secundarios indeseables de la
actividad económica”. (Austin et al., 2006) .
La creación de valor y la generación de beneficios a partir de la introducción de la RSC puede ser pensada desde dos
dimensiones: desde la perspectiva de la empresa (“Business case”) y desde la perspectiva de los grupos de interés que
están relacionados con la organización (valor social de la RSC).
En los siguientes módulos de este curso haremos un análisis de lo que se denomina el Buen Gobierno Corporativo,
es decir todas las prácticas de buena conducta empresarial (el llamado “Business Case”), y a continuación haremos
un análisis de las implicaciones que la RSC tiene sobre los diversos grupos de interés tanto internos como externos.
Medio Ambiente
Prácticas Laborales
Prácticas Operacionales
Justas
Medio Ambiente
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Bibliografía
• Elkington, J. (1998). Cannibals with forks: The Triple Bottom Line of 21st
Century Business. Gabriola Island: New Society Publishers.
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Bibliografía
• Prahalad, C.K (2005). The Fortune at the Bottom of the Pyramid. Upper
Slade River:Wharton School Publishing.