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ROBERT OWEN: EMPRESA NEW LANARK

BARQUISIMETO, FEBRERO DE 2015


Robert Owen

Robert Owen nació en Newtown, en Gales, en 1771. Era un pueblo de


unos mil habitantes, centro de comercio de una comarca rural. Su padre
tenía un negocio de guarnicionería y ferretería. En la escuela del pueblo
aprendió lo básico, pero tenía acceso a las bibliotecas de la gente ilustrada
del pueblo, y solía leer una novela cada día. Con nueve años dejó la escuela,
en la que destacaba tanto como para que el maestro le tomase, desde los
siete años, como ayudante para enseñar a leer, escribir y la aritmética a los
demás niños.
Entró a trabajar de aprendiz en una de las tiendas importantes del
pueblo, trabajando todos los días pero viviendo con sus padres. Con
recomendaciones familiares consiguió trabajo de aprendiz en Stamford, una
"ciudad de provincias". Su contrato era por tres años; el primero sin paga, el
segundo con un salario anual de 8 libras, y 10 libras el tercero. Todo ello con
alojamiento, comida y lavado de ropa en la casa. Con las recomendaciones
de McGuffon entró a trabajar en una gran tienda de tejidos de Londres, "Flint
and Palmer", en London Bridge. Owen utilizó sus recomendaciones y
consiguió trabajo en un comercio importante de Manchester, con un salario,
además del alojamiento, de 40 libras anuales, que ya era dinero. Las
condiciones de trabajo eran buenas, los empleados solían ser de buena
familia, y Owen trabajó allí hasta los 18 años.
Entonces, uno de los proveedores le habló de la nueva maquinaria
que el industrial e inventor Richard Arkwright estaba introduciendo en la
fabricación de tejidos, y le propuso dedicarse fabricar y vender esas
máquinas. Owen pidió prestadas 100 libras a su hermano en Londres y se
embarcó en su primera aventura empresarial. Pronto tenían cuarenta
empleados, compraban a crédito la madera y el hierro, y el negocio funcionó
bien. Pero era él quien lo llevaba: su socio era bueno en asuntos mecánicos,
pero llevar las cuentas y dirigir al personal era tarea de Owen, que no
entendía de máquinas pero se aplicó con intensidad. Considerándose
bastante mejor empresario que su socio, Owen, en cuanto pudo, se
estableció por su cuenta como empresario textil, utilizando tres de las
máquinas producidas por su antigua empresa y que recibió como
recuperación del capital invertido (pp. 31-32).
A los veinte ya era director de una fábrica de tejidos en Manchester.
Adquirió participaciones de la fábrica textil de New Lanark (Escocia). En 1799
contrajo matrimonio con la hija del dueño.
La fábrica consiguió fama internacional gracias al experimento que
realizó, consistente en mejorar las condiciones de los trabajadores y
conseguir un aumento de productividad y beneficios simultáneamente. En
1823, propuso remediar la miseria en Irlanda mediante la formación de
colonias comunistas, y llevó a cabo una estimación completa de los costes
de fundarlas, el gasto anual de las mismas, y el rendimiento esperado.
En 1825 compró 8.100 ha de tierra en Indiana y fundó la Comunidad
de New Harmony. Sin embargo la población que voluntariamente se había
sumado al proyecto no tardó en perder el entusiasmo inicial. También
destacó como escritor. Su obra Libro del nuevo orden moral (1826-1844)
contiene la formulación más completa de su doctrina.
En 1833 tomó parte en la fundación del primer sindicato británico, que
fracasó poco después. Gracias a sus ideas apareció el movimiento
cooperativo internacional, que comenzó a operar en Rochdale (Inglaterra) en
1844.
Robert Owen falleció el 17 de noviembre de 1858 en Newtown

Robert Owen: Empresa New Lanark


New Lanark es un pequeño pueblo escosés (en su época de bonanza
tuvo más de 2.000 habitantes) construido originalmente para acoger a los
trabajadores de la industria algodonera que allí fue ubicada. Surgió 4 años
después del nacimiento de Owen, a manos del que sería su suegro, David
Dale.
En el año 1799, las industrias fueron adquiridas por su yerno,
pudiendo realizar una serie de reformas sociales, que harían que fuera
conocido como el paraíso utópico del pensamiento socialista, y como todo un
ejemplo para la revolución industrial que surgiría en Gran Bretaña.
Como hemos adelantado, Owen comenzó a trabajar desde que era un
niño y quizás por ello consideró importante realizar modificaciones relevantes
respecto al trabajo infantil, adelantándose a las modificaciones legales.
Prohibió la contratación de niños menores 10 años y abrió en el pueblo la
primera escuela del país para niños de corta edad.
Sus reformas sociales no terminaron ahí, y demostrando la
importancia que le daba a la formación, impartió clases nocturnas para todos
los empleados analfabetos. Además, se hicieron fuertes esfuerzos por
modificar las condiciones de vida y la calidad de los hogares de los
empleados.
Redujo las jornadas laborales de las 14 a las 12 horas, incluida la
pausa para comer, lo cual resultaba todo un avance para la época. Pese a
los buenos resultados del modelo, sus socios se quejaron de los gastos que
suponían las “inversiones sociales” de Owen.
Lejos de ceder, adquirió las partes correspondientes a los socios y
continuó aplicando su teoría más importante: que un trabajador feliz producía
más que uno triste.
La industria se volvió muy fuerte, y todos los que visitaban el pueblo
para comprobar aquel peculiar sistema, salían asombrados por encontrar
unas condiciones impensables para una organización industrial de aquel
entonces.
El personal parecía más motivado y feliz, trabajando con mayor
ímpetu. Aún con la reducción horaria, la productividad era más que óptima,
haciendo que la empresa sobreviviera al propio fallecimiento de su gran
reformista.

Concepto económico, social y humano


Robert Owen pensó que el ser humano no puede ser entendido desde
un punto de vista individual, sino desde una perspectiva social donde el
ambiente interfiere de forma determinante sobre su motivación. Dicha
motivación mejoraba la actitud de los empleados ante el trabajo y por tanto,
una empresa con trabajadores felices, debía ser más fuerte.
Esto chocaba con la realidad de la época, centrada en utilizar a las
personas como si fueran máquinas, algo perfectamente plasmado en la
comedia de Chaplin “Las luces de la ciudad”, realizada con cierta perspectiva
histórica.
Owen pretendía demostrar que había otra forma de hacer las cosas y
esto fue visto por muchos como un idealismo… y es que sin duda estuvo
muy adelantado a su época.
Para él, la persona representaba el valor fundamental de una sociedad
y de una empresa, pero sus ideas no calaron en los Estados Unidos, país
dónde llegó a ser expulsado.
Actualmente New Lanark es uno de los pocos lugares considerados
como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en Escocia, siendo visitado
por miles de personas cada año.
Sus visitantes siguen enfrentándose a las dudas, pues en nuestros
tiempos muchas economías están realizando fuertes recortes sociales a
causa de la crisis. Según las teorías de Owen, esto debería resultar un lastre
para la productividad, haciendo que la situación se convierta en un pez que
se muerde la cola.
Aportes
Las ideas de Owen sobre la educación se inspiraron en su lucha de
toda la vida contra la pobreza y la infelicidad. Su rechazo de la religión como
panacea era debido a su creencia de que el hombre, como ser racional,
podía mejorarse a sí mismo. El papel que puede desempeñarla formación del
carácter en la mejora de la sociedad fue la base de su labor pionera en las
escuelas de New Lanark. Después de 1816 empezó a perder su influencia
sobre las clases medias, y este proceso se hizo aún más evidente al término
del experimento de New Harmony.
Muchas de sus ideas eran oscuras, y sus argumentos incoherentes.
Como señaló E.P. Thompson, Owen no tuvo en cuenta las realidades del
poder político, en la creencia de que el socialismo cooperativo acabaría
desplazando simplemente al capitalismo mediante el ejemplo y la educación
(Thompson, 1968).
No obstante, ejerció una poderosa influencia sobre las masas
trabajadoras, y durante un breve periodo fue su líder. El movimiento
cooperativo le debe mucho. Aparte de su labor en relación con las Bolsas del
Trabajo y el sindicalismo, Owen, que expuso sus opiniones en no menos de
130 obras (Harrison, 1969), inspiró a varios pensadores que formularon de
manera más científica el socialismo owenista. Las comunidades de Owen,
basadas en la cooperación y la solidaridad humanas, con la escuela en su
centro, fueron imitadas en otras partes del mundo.
Los “cartistas”, que adoptaron un enfoque más abiertamente político
que el de Owen, siguieron la misma tradición en sus actividades educativas,
sobre todo en lo relativo a la educación de adultos.
BIBLIOGRAFÍA

asado Alonso, Hilario (1998), "La empresa en los inicios de la


Revolución Industrial", en García Ruiz, José Luis (coord.), Historia de la
empresa mundial y de España, Madrid: Síntesis, cap. 2.

Cole, Margaret (1969), Robert Owen of New Lanark [1953], New York:
Augustus M. Kelley.

Denis, Henri (1970), Historia del pensamiento económico [1966],


Barcelona, Ariel.

Ekelund, Robert B. y Hébert, Robert F. (1992), Historia de la teoría


económica y su método (3ª edición), Madrid, McGraw-Hill.

García Ruiz, José Luis (ed.) (1994): Historia económica de la empresa


moderna (libro de prácticas), Madrid: Istmo.

George, Claude S. (Jr) (1974), Historia del pensamiento administrativo


[The History of Management Thought, Englewood Cliffs, New Jersey:
Prentice Hall, 1968]. Madrid, Prentice Hall Internacional.

Morton, A. L. (1968): Vida e ideas de Robert Owen, [The Life and


Ideas of Robert Owen, 1962] Madrid: Ciencia Nueva.

–––– (1920) The Life of Robert Owen, by Himself [1857]. New York:
Alfred A. Knopf. (Referida en el texto de este trabajo como biografía).

Thomson, N. W. (1987) "Owen, Robert", en Eatwell, John, Milgate,


Murray, y Newman, Peter (eds.), The New Palgrave: A Dictionary of
Economics, Londres, McMillan.

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