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Ritual del Bautismo

Según el
Rito Antiguo

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Liturgia del
Sacramento del Bautismo
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EN LA PUERTA DE LA IGLESIA

Sacerdote: N., ¿Qué pides a la Iglesia Sacerdote: N., Quid petis ab Ecclésia
de Dios? Dei?
Padrino: La fe. Padrino: Fidem.
Sacerdote: ¿Qué es lo que te da la Sacerdote: Fides, quid tibi præstat?
fe? Padrino: Vitam ætérnam.
Padrino: La vida eterna. Sacerdote: Si ígitur vis ad vitam ín-
Sacerdote: Si quieres, pues, entrar gredi, serva mandáta. Díliges Dó-
en la vida eterna, guarda los man- minum Deum tuum ex toto corde
damientos. Amarás al Señor Dios tuo, et ex tota ánima tua, et ex to-
tuyo con todo tu corazón y con to- ta mente tua, et próximum tuum
da tu mente, y al prójimo como a ti sicut teípsum.
mismo.

El sacerdote sopla tres veces suavemente en la cara del infante y, dirigiéndose al demonio, en cuyo
poder está aquella alma por el pecado original, le dice imperiosamente:

Sal de éste (ésta), espíritu inmun- Exi ab eo (ea), immúnde spíritus, et


do, y da lugar al Espíritu Santo da locum Spirítui Sancto Paráclito.
Consolador.

Hace en seguida el Sacerdote la señal de la Cruz en la frente y pecho del infante, diciendo:
Recibe la señal de la Cruz, tanto en Accipe signum Crucis tam in
la fren✠te como en el pe✠cho; fron✠te, quam in cor✠de, sume fi-
asume la fe de los celestiales pre- dem cæléstium præceptórum: et
ceptos: y procura guiarte por ellos talis esto móribus, ut templum Dei
para poder ser el templo de Dios. jam esse possis.

El Sacerdote prosigue diciendo:


Oremos: Os pedimos, Oh Señor, que Orémus: Preces nostras, quæsu-
escuchéis con bondad nuestras mus, Dómine, cleménter exáudi: et
plegarias y guardéis con vuestro hunc Eléctum tuum N. (hanc Eléc-
eterno poder a éste vuestro elegi- tam tuam N.) Crucis Domínicæ im-
do N. (ésta vuestra elegida N.) se- pressióne signátum (-am) perpétua
ñalado (-a) con el signo de la Cruz; virtúte custódi; ut magnitúdinis
para que, guardando los principios glóriæ tuæ rudiménta servans, per
de la grandeza de vuestra gloria, custódiam mandatórum tuórum ad
merezca llegar a la gloria de vues- regeneratiónis glóriam perveníre
tra redención con la guarda de mereátur. Per Christum Dóminum
vuestros mandamientos. Por Cristo nostrum.
nuestro Señor.
R. Amén. R. Amen.

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Pone el Sacerdote la mano sobre la cabeza del bautizando, como significado que Dios le protegerá; y
teniéndola extendida, dice:
Oremos: Omnipotente y eterno Orémus: Omnípotens, sempitérne
Dios, Padre de nuestro Señor Jesu- Deus, Pater Dómini nostri Jesu
cristo; dignaos mirar a este siervo Christi, respícere dignáre super
vuestro N., al (esta sierva vuestra hunc fámulum tuum N., quem
N., a la) que os habéis dignado lla- (hanc fámulam tuam N., quam) ad
mar a los principios de la fe; quitad rudiménta fídei vocáre dignátus es:
toda ceguera de su entendimiento; omnem cæcitátem cordis ab eo
romped todos los lazos de Satanás; (ea) expélle: disrúmpe omnes lá-
abridle las puertas de vuestra pie- queos sátanæ, quibus fúerat colli-
dad para que con la plenitud de gátus (-a): áperi ei, Dómine, jánu-
vuestra sabiduría se vea libre del am pietátis tuæ, ut, signo sapién-
hedor de todas las concupiscencias tiæ tuæ imbútus (-a), ómnium cu-
y, alegre con el suave olor de piditátum fœtóribus cáreat, et ad
vuestros preceptos, os sirva en suávem odórem præceptórum tuó-
vuestra Iglesia y adelante en virtud rum lætus (-a) tibi in Ecclésia tua
de día en día. Por el mismo Cristo desérviat et profíciat de die in
nuestro Señor. R. Amén. diem. Per eúmdem Christum Dómi-
num nostrum. R. Amen.

Si no hay sal bendita disponible, entonces, el sacerdote bendice la sal en primer lugar:
Te exorcizo, creatura de la sal, en Exorcízo te, creatúra salis, in nómi-
el nombre de Dios ✠ Padre todopo- ne Dei ✠ Patris omnipoténtis, et in
deroso, en la Caridad de Nuestro caritáte Dómini nostri Jesu ✠ Chris-
Señor ✠ Jesucristo, en el poder del ti, et in virtúte Spíritus ✠ Sancti.
Espíritu ✠ Santo. Te exorcizo por el Exorcízo te per Deum ✠ vivum, per
Dios ✠ vivo, por el Dios ✠ verdade- Deum ✠ verum, per Deum ✠ sanc-
ro, por el Dios ✠ santo, por el Dios tum, per Deum ✠, qui te ad tuté-
✠ que te ha creado para la preser- lam humáni géneris procreávit, et
vación del género humano, y ha pópulo veniénti ad credulitátem
mandado que fueses consagrada per servos suos consecrári
por sus siervos para el bien del præcépit, ut in nómine sanctæ Tri-
pueblo que abraza la fe, que, a fin nitátis efficiáris salutáre sacramén-
de que en nombre de la Santísima tum ad effugándum inimícum.
Trinidad, te conviertas en saluda- Proínde rogámus te, Dómine Deus
ble sacramento para ahuyentar al noster, ut hanc creatúram salis
enemigo. Por tanto, te rogamos, sanctificándo sanctí✠fices, et be-
Oh Señor, Dios nuestro, que al san- nedicéndo bene✠dícas, ut fiat óm-
tificar nosotros esta creatura de la nibus accipiéntibus perfécta medi-
sal, la santi✠fiques y que al bende- cína, pérmanens in viscéribus eó-
cirla la ben✠digas, para que a rum, in nómine ejúsdem Dómini
cuantos la reciban les sirva de per- nostri Jesu Christi, qui ventúrus est
fecta medicina, permaneciendo en judicáre vivos et mórtuos, et
su corazón, en nombre de el mis- sæculum per ignem. R. Amen.
mo Jesucristo, Señor Nuestro, que
vendrá a juzgar a vivos y muertos,
y el mundo por el fuego. R. Amén.

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Pone el Sacerdote un poquito de sal en la boca del infante, para significar que, así como la sal
preserva de la corrupción, le preserve Dios de la corrupción del pecado; y dice:

Sacerdote: N., recibe la sal de la sabi- Sacerdote: N., accipe sal sapién-
duría; seate propiciación para la tiæ: propitiátio sit tibi in vitam
vida eterna. R. Amén. ætérnam. R. Amen.
Sacerdote: La paz sea contigo. Sacerdote: Pax tecum.
R. Y con tu espíritu. R. Et cum spíritu tuo.

Oremos: Oh Dios de nuestros pa- Orémus: Deus patrum nostrórum,


dres, Dios Creador de toda verdad, Deus univérsæ cónditor veritátis,
os pedimos humildemente que os te súpplices exorámus, ut hunc fá-
dignéis mirar propicio a éste vues- mulum tuum N. (hanc fámulam
tro siervo N. (ésta vuestra sierva tuam N.) respícere dignéris propí-
N.); y ya que ha gustado por pri- tius, et hoc primum pábulum salis
mera vez esta sal, no permitáis gustántem, non diútius esuríre per-
que se vea por más tiempo privado míttas, quo minus cibo expleátur
(-a) de este celestial alimento, an- cælésti, quátenus sit semper spíri-
tes sea fervoroso (-a) de espíritu, tu fervens, spe gaudens, tuo sem-
alegre en la esperanza y constante per nómini sérviens. Perduc eum
servidor (-a) de vuestro Nombre. (eam), Dómine, quæsumus, ad
Conducidle (-a), Señor, a la limpie- novæ regeneratiónis lavácrum, ut
za de la nueva regeneración, para cum fidélibus tuis promissiónum
que merezca conseguir con vues- tuárum ætérna præmia cónsequi
tros fieles servidores los eternos mereátur. Per Christum Dóminum
premios que nos habéis prometido. nostrum. R. Amen.
Por Cristo nuestro Señor. R. Amén.

Con el poder que de Dios ha recibido, el Sacerdote increpa imperiosamente al demonio con estas
palabras:
Yo te conjuro, espíritu inmundo, en Exorcízo te, immúnde spíritus, in
el nombre del ✠ Padre, y del ✠ Hi- nómine Pa✠tris, et Fi✠lii, et Spíri-
jo, y del Espíritu ✠ Santo, a que tus ✠ Sancti, ut éxeas, et recédas
salgas y que te apartes de este ab hoc fámulo (hac fámula) Dei N.:
siervo (esta sierva) de Dios N. Re- Ipse enim tibi ímperat, maledícte
prímate Él, oh maldito condenado, damnáte, qui pédibus super mare
Aquél que a pie enjuto caminaba ambulávit, et Petro mergénti déx-
sobre el mar y alargó la mano a teram porréxit.
Pedro cuando se iba sumergiendo.
Así, pues, oh maldito diablo, reco- Ergo, maledícte diábole, recognós-
noce tu justa condenación, y honra ce senténtiam tuam, et da honó-
a Dios vivo y verdadero; honra a su rem Deo vivo et vero, da honórem
Hijo Jesucristo y al Espíritu Santo, y Jesu Christo Fílio ejus, et Spirítui
márchate de este siervo (esta sier- Sancto, et recéde ab hoc fámulo
va) de Dios N., a quien Jesucristo, (hac fámula) Dei N., quia istum
nuestro Señor y Dios, ha llamado a (istam) sibi Deus et Dóminus
Sí por su gracia, con la bendición y noster Jesus Christus ad suam
recepción del santo Bautismo. sanctam grátiam, et benedictió-
nem, fontémque Baptísmatis vocá-
re dignátus est.

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Otra señal de la Cruz hace el Sacerdote sobre la frente del infante,
al mismo tiempo que conjura de nuevo al espíritu maligno, y dice:

Y tú, maldito diablo, no te atrevas Et hoc signum sanctæ Cru✠cis,


nunca a profanar esta señal de la quod nos fronti ejus damus, tu,
✠ Cruz, que yo acabo de poner so- maledícte diábole, numquam áu-
bre su frente. Por el mismo Cristo, deas violáre. Per eúmdem Chris-
Señor nuestro. R. Amén. tum Dóminum nostrum. R. Amen.

Pone la mano sobre la cabeza del infante en señal de que no le faltará


la asistencia de Dios y, teniéndola extendida, dice:
Oremos: Señor santo, Padre omni- Orémus: Ætérnam, ac justís-
potente, eterno Dios, autor de toda simam pietátem tuam déprecor,
luz y verdad; os suplico que derra- Dómine sancte, Pater omnípotens,
méis vuestra justísima y eterna ætérne Deus, auctor lúminis et ve-
piedad sobre este siervo N. (esta ritátis, super hunc fámulum tuum
sierva N.), para que le (la) ilumi- N. (hanc fámulam tuam N.), ut dig-
néis con la luz de vuestra inteligen- néris illum (illam) illumináre lúmine
cia; limpiadle (-a) y santificadle (- intelligéntiæ tuæ: munda eum
a); dadle la verdadera ciencia para (eam), et sanctífica: da ei scién-
que, haciéndose digno (-a) de la tiam veram, ut dignus (-a) grátia
gracia del Bautismo, tenga una fe Baptísmi tui efféctus (-a), téneat
firme, un recto consejo y la santa firmam spem, consílium rectum,
doctrina. Por Cristo, nuestro Señor. doctrínam sanctam. Per Christum
Dóminum nostrum.
R. Amén. R. Amén.

El infante permanece aún fuera de la iglesia, en el pórtico, pues no es digno de entrar en ella.
Ahora el Sacerdote, después de los exorcismos que ha dirigido contra el maligno espíritu,
pone el extremo izquierdo de la estola sobre el infante y le conduce hacia la pila para recibir l
a gracia bautismal. Al mismo tiempo dice:

Sacerdote: N., entra en el templo de Sacerdote: N., ingrédere in templum


Dios, a fin de que tengas parte con Dei, ut hábeas partem cum
Cristo en la vida eterna. Christo in vitam ætérnam.
R. Amén. R. Amen.

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DENTRO DE LA IGLESIA

Entrados en la Iglesia, mientras caminan hacia la pila donde se ha de practicar el Bautismo


rezan el Credo y el Padre Nuestro, practicando así un acto de fe pidiendo la gracia a Jesús,
cuyo discípulo va a ser dentro de poco el infante.

Creoen Dios, Padre todopoderoso, Credo in Deum, Patrem omnipotén-


Creador del cielo y la tierra. tem, Creatórem cæli et terræ.

Creo en Jesucristo, su único Hijo, Et in Jesum Christum, Fílium ejus


nuestro Señor. Que fue concebido únicum, Dóminum nostrum: qui
por obra y gracia del Espíritu Santo concéptus est de Spíritu Sancto,
y nació de Santa María Virgen. Pa- natus ex María Vírgine, passus sub
deció bajo el poder de Poncio Pila- Póntio Piláto, crucifíx
to, fue crucificado, muerto, y se- us, mórtuus, et sepúltus: descéndit
pultado. Descendió a los infiernos. ad ínferos; tértia die resurréxit a
Al tercer día resucitó de entre los mórtuis; ascéndit ad cælos; sedet
muertos. Subió a los cielos y está ad déxteram Dei Patris omnipotén-
sentado a la derecha de Dios, Pa- tis: inde ventúrus est judicáre vivos
dre todopoderoso. Desde allí ha de et mórtuos.
venir a juzgar a los vivos y a los
muertos.

Creo en el Espíritu Santo, la santa Credo in Spíritum Sanctum, sanc-


Iglesia católica, la comunión de los tam Ecclésiam cathólicam,
santos, el perdón de los pecados, Sanctórum communiónem, remis-
la resurrección de la carne, y la vi- siónem peccatórum, carnis resu-
da eterna. Amén. rrectiónem, vitam ætérnam. Amen.

Padre nuestro, que estás en los Pater noster, qui es in cælis, sanc-
cielos, santificado sea tu nombre. tificétur nomen tuum. Advéniat
Venga a nosotros tu reino. Hágase regnum tuum. Fiat volúntas tua,
tu voluntad, así en la tierra como sicut in cælo, et in terra. Panem
en el cielo. El pan nuestro de cada nostrum quotidiánum da nobis
día dánosle hoy. Y perdónanos hódie. Et dimítte nobis débita nos-
nuestras deudas, así como noso- tra, sicut et nos dimíttimus debitó-
tros perdonamos a nuestros deu- ribus nostris. Et ne nos indúcas in
dores. Y no nos dejes caer en la tentatiónem; sed líbera nos a malo.
tentación; mas líbranos del mal.
Amén. Amen.

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ANTE EL BAPTISTERIO

Exorcismo solemne. Un poco antes de llegar a la pila, de espaldas a la puerta del baptisterio,
el Sacerdote exorciza y conjura otra vez al demonio, diciendo:

Yo te conjuro, espíritu inmundo, en Exorcízo te, omnis spíritus immún-


nombre de Dios ✠ Padre omnipo- de, in nómine Dei ✠ Patris omnipo-
tente, y en nombre de Jesucristo ✠ téntis, et in nómine Jesu ✠ Christi
Hijo suyo y Señor y Juez nuestro, y Fílii ejus, Dómini et Júdicis nostri,
en virtud del Espíritu ✠ Santo, que et in virtúte Spíritus ✠ Sancti, ut
te marches de esta criatura N., que discédas ab hoc plásmate Dei N.,
es imagen de Dios, y al (a la) cual quod Dóminus noster ad templum
nuestro Señor se ha dignado lla- sanctum suum vocáre dignátus
mar a su santo templo para hacer- est, ut fiat templum Dei vivi, et
le (-a) templo de Dios vivo, y para Spíritus Sanctus hábitet in eo. Per
que more en él el Espíritu Santo. eúmdem Christum Dóminum nos-
Por el mismo Jesucristo nuestro Se- trum, qui ventúrus est judicáre vi-
ñor, que ha de juzgar a los vivos y vos et mórtuos, et sæculum per
a los muertos, y al mundo con el ignem.
fuego.

Luego el Sacerdote, con el pulgar de la derecha e imitando a Jesús, que con esta ceremonia
curó al sordomudo, toma un poco de saliva para tocar las orejas y la nariz del infante.
(Este rito podría omitirse si lo aconsejase una causa racional).
Éfeta (tocando la oreja derecha), que sig- Éphpheta (tocando la oreja derecha),
nifica: Abríos (tocando la izquierda). quod est: Adaperíre (tocando la izquier-
da).
En olor (al lado derecho) de suavidad In odórem (al lado derecho) suavitátis
(al lado izquierdo). (al lado izquierdo).

Y tú, diablo, huye, porque se acer- Tu autem effugáre, diábole: appro-


ca el juicio de Dios. pinquábit enim judícium Dei.

Antes de proceder al Bautismo, el Sacerdote en nombre de Dios, exige que el bautizando


renuncie a satanás y a todas sus obras. Y así pregunta al infante llamándole
por su propio nombre, contestando por él sus padrinos:

Sacerdote: N., ¿Renuncias a Satanás? Sacerdote: N., Abrenúntias Sátanæ?


Padrino: Renuncio. Padrino: Abrenúntio.
Sacerdote: ¿Y a todas sus obras? Sacerdote: Et ómnibus opéribus ejus?
Padrino: Renuncio. Padrino: Abrenúntio.
Sacerdote: ¿Y a todas sus pompas? Sacerdote: Et ómnibus pompis ejus?
Padrino: Renuncio. Padrino: Abrenúntio.

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El padrino o la madrina descubren la cabeza del infante y un poco del pecho y de la espalda.
El Sacerdote moja el pulgar con el óleo de los catecúmenos y con él unge al infante
en el pecho y en la espalda, formando una cruz en cada parte, diciendo:

Yo te unjo ✠ con el Óleo de la sal- Ego te línio ✠ Óleo salútis in Chris-


vación en Jesucristo nuestro Señor, to Jesu Dómino nostro, ut hábeas
para que tengas la vida eterna. vitam ætérnam.
R. Amén. R. Amen.

Limpia el Sacerdote con un poco de algodón o estopa su pulgar y las partes ungidas del infante.

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EN EL BAPTISTERIO

Las ceremonias hasta aquí realizadas no son más que una preparación para el acto del Bautismo.
Deja el Sacerdote la estola morada, señal de penitencia, y toma la estola blanca.
Entra en el presbiterio, y con él los padrinos llevando al infante. Ante la pila,
donde éste ha de recibir el Bautismo, el Sacerdote hace las siguientes preguntas,
llamando por su nombre al infante, a las que responde en su nombre el padrino:

Sacerdote: N., ¿Crees en Dios Padre Sacerdote: N., Credis in Deum Patrem
Omnipotente, Creador del Cielo y omnipoténtem, Creatórem Cæli et
de la tierra? terræ?
Padrino: Creo. Padrino: Credo.

Sacerdote: ¿Crees en Jesucristo, su Sacerdote: Credis in Jesum Christum,


único Hijo y Señor nuestro, que na- Fílium ejus únicum, Dóminum nos-
ció y padeció? trum, natum, et passum?
Padrino: Creo. Padrino: Credo.

Sacerdote: ¿Crees en el Espíritu San- Sacerdote: Credis in Spíritum Sanc-


to, la santa Iglesia Católica, la Co- tum, sanctam Ecclésiam Cathóli-
munión de los Santos, el perdón de cam, Sanctórum communiónem,
los pecados, la resurrección de la remissiónem peccatórum, carnis
carne y la vida eterna? resurrectiónem, et vitam ætér-
Padrino: Creo. nam?
Padrino: Credo.

Y sigue la última pregunta, definitiva, resolutiva, decisiva.


Dice el Sacerdote al infante, llamándole por su nombre:

Sacerdote: N., ¿Quieres ser bautiza- Sacerdote: N., Vis baptizári?


do? Padrino: Volo.
Padrino: Sí, quiero.

Los padrinos toman al infante, el cual tendrá la cabeza desnuda y la cara hacia abajo. El Sacerdote
con una concha toma del agua bautismal, y la derrama tres veces sobre la cabeza, en forma de cruz,
diciendo al mismo tiempo las palabras sacramentales:

Sacerdote: Sacerdote:

N., YO TE BAUTIZO N., EGO TE BAPTÍZO


EN EL NOMBRE DEL PA✠DRE, Y IN NÓMINE PA✠TRIS, ET
DEL HI✠JO, FÍ✠LII,
Y DEL ESPÍRITU ✠ SANTO. ET SPÍRITUS ✠ SANCTI.

El infante es ya cristiano; ha recibido el Sacramento regenerador:


se le ha comunicado la vida divina, la gracia, se le ha perdonado el pecado original,
es miembro de la Iglesia Católica y tiene derecho al Cielo.

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En seguida el Sacerdote moja el pulgar con el santo Óleo del Crisma y
unge al infante en la extremidad de la cabeza, en forma de cruz, diciendo:
Dios omnipotente, Padre de nues- Deus omnípotens, Pater Dómini
tro Señor Jesucristo, que te ha re- nostri Jesu-Christi, qui te regenerá-
generado con el agua y el Espíritu vit ex aqua et Spíritu Sancto, qui-
Santo, y que te ha perdonado to- que dedit tibi remissiónem óm-
dos tus pecados (aquí le unge), Él nium peccatórum (aquí le unge), ipse
mismo te unja con el Crisma ✠ de te líniat ✠ Chrísmate salútis in eó-
salvación, en el mismo Jesucristo, dem Christo Jesu Dómino nostro in
nuestro Señor, para la vida eterna. vitam ætérnam.
R. Amén. R. Amen.

Sacerdote: La paz sea contigo. Sacerdote: Pax tibi.


R. Y con tu espíritu. R. Et cum spíritu tuo.

Después que el Sacerdote ha limpiado con algodón su pulgar y la parte ungida del infante,
pone sobre él la vestidura blanca para indicar que ha de guardar toda su vida
la gracia que acaba de recibir.

Recibe la vestidura blanca que Accipe vestem cándidam, quam


puedas llevar limpia y pura ante el pérferas immaculátam ante tribú-
tribunal de nuestro Señor Jesucris- nal Dómini nostri Jesu Christi, ut
to, para que tengas la vida eterna. hábeas vitam ætérnam.
R. Amén. R. Amen.

Da el Sacerdote una vela encendida al niño, o al padrino, en su nombre,


para significar el buen ejemplo de vida cristiana, que ha de dar siempre,
procurando no mancillar nunca su alma con el pecado.
Recibe la vela encendida, y guarda Accipe lampadem ardéntem, et
sin pecado tu Bautismo; guarda los irreprehensíbilis custódi Baptis-
mandamientos de Dios, para que, mum tuum: serva Dei mandáta, ut,
cuando el Señor viniere a las celes- cum Dóminus vénerit ad núptias,
tiales bodas, puedas salir a su en- possis occúrrere ei una cum ómni-
cuentro juntamente con todos los bus Sanctis in aula cælésti, et vi-
Santos en el Cielo, y vivas eterna- vas in sæcula sæculórum.
mente.
R. Amén. R. Amen.

Terminadas todas las ceremonias del santo Bautismo, el Sacerdote despide


al recién bautizado con unas palabras que recuerden las que Jesús
solía dirigir a sus Apóstoles:

N., Vete en paz, y el Señor sea con- N., Vade in pace, et Dóminus sit te-
tigo. cum.
R. Amén. R. Amen.

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Ritual del Bautismo
Según el
Rito Actual

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RITO DE ACOGIDA DE LOS NIÑOS

El sacerdote o el diácono recibe a los padres y padrinos


y entabla con ellos el siguiente diálogo de saludos

A. Saludo

Ministro: Hermanos: Con gozo han vivido en su familia el nacimiento de


un niño/a. Con gozo vienen ahora a la Iglesia a dar gracias a Dios y ce-
lebrar el bautismo de su hijo (-a) Todos los aquí presentes también nos
alegramos con ustedes. Dispongámonos a participar activamente en
esta celebración.

B. Diálogo con los padres

Ministro: ¿Qué nombre han elegido para su hijo (-a)?


Padres: (Los padres y padrinos dicen el nombre en voz alta)
Ministro: ¿Qué piden a la Iglesia para su hijo (-a)?
Padres: El bautismo.
Ministro: ¿Saben que al pedir el bautismo para su hijo (-a), están obliga-
dos a educarlo (-a) en la fe, para que este (-a) niño (-a), guardando los
mandamientos de Dios, ame a Dios y al prójimo como Cristo nos ense-
ña en el evangelio?
Padres: Sí, lo sabemos.
Ministro: Y ustedes, padrinos, ¿Están dispuestos a ayudar a los padres
en esta tarea?
Padrinos: Sí, estamos dispuestos.

C. Signación

El sacerdote, en nombre de la Iglesia, acoge a los niños en la comunidad,


haciendo la señal de la cruz la frente diciendo:

Ministro: N., La comunidad cristiana te recibe con gran alegría, yo en su


nombre te signo con la señal de Cristo Salvador. (Y luego invita a los padres
y padrinos a hacer la señal de la cruz en la frente de los niños)

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LITURGIA DE LA PALABRA

D. Lecturas
Se puede elegir las lecturas del Leccionario: propias para el bautismo
se hace una breve homilía, después de un breve silencio se pasa
a la oración de los fieles, seguido las letanías
E. Homilía
F. Oración de los fieles
Ministro: Hermanos: Oremos ahora por este niño(-a) que va a ser bautiza-
do por sus padres y padrinos, y por todo el pueblo santo de Dios.

- Para que éste niño (-a), al participar en el misterio de la muerte y


resurrección de Cristo, alcance nueva vida, y por el Bautismo se
incorpore a su Santa Iglesia. R/. Te rogamos, óyenos
- Para que el Bautismo lo (-a) haga/n fiel discípulo suyo, que dé/n
testimonio del Evangelio en el mundo. R/.
- Para que a través de una vida santa llegue al Reino de los cielos.
R/.
- Para que los padres y padrinos sean ejemplo de fe viva para este/
os niño/a/s. Roguemos al Señor. R/.
- Para que Dios guarde siempre en su amor a ésta familia. R/.
- Para que renueve en todos nosotros la gracia del Bautismo. R/.
G. Letanías - Invocación a los Santos

Señor, ten piedad, San Alfonso María de Liguori,


Cristo, ten piedad, San Gerardo Mayela,
Señor, ten piedad, Santos y santas de Dios,

R/. Ruega por nosotros R/. Líbranos, Señor


Santa María Madre de Dios, Muéstrate propicio,
San Miguel, Gabriel y Rafael, De todo mal,
San Juan Bautista, De todo pecado,
San José, De la muerte eterna,
Santos Pedro y Pablo, Por tu encarnación,
San Andrés, Por tu muerte y resurrección,
San Juan, Por el envío del Espíritu Santo,
Santa María Magdalena,
San Esteban, R/. Líbranos, Señor
San Ignacio de Antioquia, Nosotros que somos pecadores,
San Agustín, Para que regeneres
San Benito, a estos elegidos
Santos Francisco y Domingo, con la gracia del Bautismo,
Santa Teresa de Jesús, Jesús, Hijo de Dios vivo,
San Juan de la Cruz,
Santo Toribio de Mogrovejo, Cristo óyenos,
Santa Rosa de Lima, R/. Cristo óyenos.
San Juan Macías, Cristo escúchanos,
San Martín de Porres, R/. Cristo escúchanos.

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ANTES DEL BAUTISMO

Oración de exorcismo y unción pre-bautismal

la Oración de exorcismo y la unción pre-bautismal expresa la fortaleza


que Dios nos da para combatir el pecado y el mal de este mundo.

Ministro: Dios todopoderoso y eterno, que has enviado a Tu Hijo al mun-


do, para librarnos del dominio de Satanás, espíritu del mal, y llevarnos
así, arrancados de las tinieblas, al Reino de tu luz admirable; te pedi-
mos que este (-a) niño (-a), lavado (-a) del pecado original sea templo
tuyo, y que el Espíritu Santo habite en él (ella). Por Cristo nuestro Se-
ñor. Amén.

se unge con el óleo de los catecúmenos en el pecho del niño (-a),


mientras se dice lo siguiente:

Ministro: Para que el poder de Cristo Salvador te comunique su fuerza, te


ungimos con este óleo de salvación en el nombre del mismo Jesucristo
Señor nuestro, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

Al omitir la unción se puede decir lo siguiente:

Ministro: Que Cristo Salvador te comunique su fuerza, el que vive y reina


por los siglos de los siglos. Amén.

Seguidamente, se va procesionalmente al Baptisterio, en orden y en silencio,


o bien, si la asamblea es muy numerosa se dirigen al presbiterio,
donde habrá colocada una fuente bautismal.

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LITURGIA DEL BAUTISMO

A. Bendición del agua

Ministro: Hermanos, comenzamos ahora la plegaria de bendición y de


alabanza a Dios por las grandes obras que él ha realizado por medio del
agua en la historia santa, suplicándole las realice también ahora por el
agua de esta fuente bautismal.

Fuera del tiempo pascual, el celebrante, vuelto hacía la fuente, dice la siguiente bendición

Ministro: ¡Oh Dios!, que realizas en tus sacramentos obras admirables


con tu poder invisible, y de diversos modos te has servido de tu creatu-
ra, el agua, para significar la gracia del bautismo; ¡Oh Dios!, cuyo Espí-
ritu, en los orígenes del mundo, se cernía sobre las aguas, para que ya
desde entonces concibieras el poder de santificar; ¡Oh Dios!, que inclu-
so en las aguas torrenciales del diluvio prefiguraste el nacimiento de la
nueva humanidad, de modo que una misma agua pusiera fin al pecado
y diera origen a la santidad; ¡Oh Dios!, que hiciste pasar a pie enjuto
por el mar Rojo a los hijos de Abraham, para que el pueblo liberado de
la esclavitud del Faraón fuera imagen de la familia de los bautizados;
¡Oh Dios!, cuyo Hijo, al ser bautizado en el agua del Jordán, fue ungido
por el Espíritu Santo; colgado en la cruz, vertió de su costado agua, jun-
to con la sangre; y después de su resurrección mandó a sus Apóstoles:
“Vayan y hagan discípulos de todos los pueblos, bautizándolos en el
nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo”; Mira, ahora, a tu
Iglesia en oración y abre para ella la fuente del bautismo. Que esta
agua reciba, por el Espíritu Santo, la gracia de tu Unigénito, para que el
hombre creado a tu imagen y limpio en el bautismo, muera al hombre
viejo y renazca, como niño, a nueva vida por el agua y el Espíritu.

Ministro: Te pedimos, Señor, que el poder del Espíritu Santo, por tu Hijo,
descienda sobre el agua de esta fuente, para que los sepultados con
Cristo en su muerte, por el bautismo resuciten con él a la vida. Por Jesu-
cristo nuestro Señor.

20
B. Renuncias y Profesión de fe
Ser cristiano significa querer vivir como Cristo: renunciar a todo lo que nos aparta de Dios
y profesar nuestra fe en Él, que es Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Como tu hijo, aún es pequeño, ustedes lo hacen en su nombre
y se comprometen a educarlo para que un día sea él quien tenga esta Fe.

Ministro: Queridos padres y padrinos: en el sacramento del bautismo,


este (-a) va a recibir, por el agua y el Espíritu Santo, una nueva vida
que brota del amor de Dios. Ustedes, por su parte, deben esforzarse en
educarlo (-a) en la fe, de tal manera que ésta vida divina se vea preser-
vada del pecado y crezca en él (ella) de día en día. Así pues, si están
dispuestos a aceptar ésta obligación, recordando su propio bautismo,
renuncien al pecado y proclamen la fe en Cristo Jesús, que es la fe de la
Iglesia, en la que va a ser bautizado su hijo (-a).

Ministro: ¿Renuncian al pecado para vivir en la libertad de los hijos de


Dios? Padres y Padrinos: Sí Renuncio.
Ministro: ¿Renuncian a todas las seducciones del mal, para que no domi-
ne el pecado en ustedes? Padres y Padrinos: Sí Renuncio.
Ministro: ¿Renuncian a Satanás, padre y origen del pecado?
Padres y Padrinos: Sí Renuncio.

Continua la Triple profesión de la fe

Ministro: ¿Creen en Dios Padre Todopoderoso Creador del cielo y de la


Tierra? Padres y Padrinos: Sí Creo.
Ministro: ¿Creen en Jesucristo, su Único Hijo, nuestro Señor, que nació de
Santa María la Virgen, murió, fue sepultado, resucitó entre los muertos
y está sentado a la derecha del Padre? Padres y Padrinos: Sí Creo.
Ministro: ¿Creen en el Espíritu Santo, en la Santa Iglesia Católica, en el
perdón de los pecados, en la resurrección de los muertos y en la vida
eterna? Padres y Padrinos: Sí Creo.

A esta profesión de fe asienten el Ministro y la comunidad diciendo:

Ministro: Esta es nuestra fe, esta es la fe de la Iglesia, que nos gloriamos


de profesar en Cristo Jesús, Señor nuestro.

C. Bautismo

Ministro: ¿Quieren, por tanto, que su hijo N., sea bautizado en la fe de la


Iglesia que todos juntos acabamos de profesar?

Sacerdote: Sacerdote:

N., YO TE BAUTIZO N., EGO TE BAPTÍZO


EN EL NOMBRE DEL PA✠DRE, Y IN NÓMINE PA✠TRIS, ET
DEL HI✠JO, FÍ✠LII,
Y DEL ESPÍRITU ✠ SANTO. ET SPÍRITUS ✠ SANCTI.

21
D. Unción con el santo crisma

La unción con el Crisma, significa el don del Espíritu Santo. El que ha sido bañado,
ha renacido, ahora es consagrado, ungido para siempre a Cristo; Sacerdote, Profeta y Rey,
que por la fuerza del Espíritu Santo, impregnará toda su vida con el buen olor de Cristo.

Ministro: Dios todopoderoso, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que te ha


liberado del pecado y dado nueva vida por el agua y el Espíritu Santo,
te consagre con el crisma de la salvación para que entres a formar par-
te de su pueblo y seas para siempre miembro de Cristo, sacerdote, pro-
feta y rey. Todos: Amén

Se unge con el santo crisma en la coronilla al bautizado.

E. Imposición de las vestidura blanca

Ministro: N., eres ya nueva creatura y has sido revestido de Cristo. Esta
vestidura blanca sea signo de tu dignidad de cristiano (-a). Ayudado (-
a) por la palabra y el ejemplo de los tuyos, consérvala sin mancha has-
ta la vida eterna. Todos: Amén.

F. Entrega del cirio encendido

Junto a la fuente bautismal está el Cirio Pascual que representa a Cristo Resucitado.
El Ministro enciende una vela del mismo, signo de la luz de Cristo que debe iluminar
a este niño (-a) durante toda su vida.

Sacerdote: Reciban la luz de Cristo. A ustedes; padres y padrinos, se les


confía el cuidado de ésta luz para que aumente. Que su hijo (-a), ilumi-
nado (-a) por Cristo, camine siempre como hijo (-a) de la luz. Y perseve-
rando en la fe, pueda salir con todos los santos al encuentro del Señor.
Todos: Amén.

G. Effetá

Si al sacerdote le parece oportuno, puede añadir este rito que expresa como
por el Bautismo, el Espíritu Santo nos abre el entendimiento para oír y acoger
la Palabra de Dios y nos hace capaces de ser sus testigos.
Tocando con el dedo pulgar los oídos y la boca del niño, dice:

Sacerdote: El Señor Jesús, que hizo oír a los sordos y hablar a los mudos,
te conceda, a su tiempo, escuchar su Palabra y proclamar la fe, para
alabanza y gloria de Dios Padre. Todos: Amén.

22
RITO DE DESPEDIDA

A. Padre Nuestro
Rezamos en nombre del bautizado la oración de los hijos de Dios. A medida que vayan creciendo,
deberán aprender a rezarla y a vivirla, de sus padres y padrinos y, así, ellos también podrán
llamar a Dios, Padre nuestro cuando un día participen de la Eucaristía. .
Ministro: Hermanos, este niño (-a), que ha/n renacido por medio del Bau-
tismo a una vida nueva, se llama y es hijo (-a) de Dios. Un día, recibirá
por la Confirmación, la plenitud del Espíritu Santo, se acercará al Altar
del Señor, participará de la Mesa de su Sacrificio e invocará a Dios, co-
mo Padre en medio de su Iglesia. Ahora nosotros, en su nombre, ore-
mos como Jesús, nuestro Señor nos enseñó:

Padre Nuestro, que estás en el cielo, santificado sea Tu nombre, venga


a nosotros Tu reino. Hágase Tú voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas como
también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer
en tentación y líbranos del mal. Amén.

B. Bendición
El sacerdote con las manos extendidas, bendice a los presentes como se indica:
.
Sacerdote: El Señor todopoderoso, por su Hijo, nacido de María la Virgen,
bendiga a esta madre y alegre su corazón con la esperanza de la vida
eterna, alumbrada hoy en su hijo, para que del mismo modo que le
agradece el fruto de sus entrañas, persevere con él en constante ac-
ción de gracias. Por Jesucristo Nuestro Señor. Todos: Amén.

Sacerdote: El Señor todopoderoso, dispensador de la vida temporal y la


eterna, bendiga a este padre, para que, junto con su esposa, sean los
primeros que de palabra y de obra, den testimonio de la fe ante su hijo,
en Jesucristo nuestro Señor. Todos: Amén.

Sacerdote: El Señor todopoderoso, que nos ha hecho renacer a la vida


eterna por el agua y el Espíritu Santo, bendiga a estos fieles, para que
siempre y en todo lugar sean miembros vivos de su pueblo; y conceda
la abundancia de su paz a todos los aquí presentes, en Jesucristo nues-
tro Señor. Todos: Amén.

Sacerdote: Y la bendición de Dios todopoderoso, Padre, ✠ Hijo y Espíritu


Santo, descienda sobre ustedes y los acompañe siempre.
Todos: Amén.
Sacerdote: Pueden ir en paz.
Todos: Demos gracias a Dios.

Al finalizar la Liturgia del Sacramento, se puede dar aplausos a los bautizados


como signo de bienvenida, por ser ahora, miembro de la Santa Iglesia Católica.

23
LECCIONARIO DE LECTURAS

A. Primera Lectura

Lectura del profeta Ezequiel 36, 24-28

Me vino esta palabra del Señor: los recogeré de entre las naciones, los
reuniré de todos los países, y los llevaré a su tierra. Derramaré sobre
ustedes un agua pura que los purificará: de todas sus inmundicias e
idolatrías los he de purificar; y es daré un corazón nuevo, y les infundi-
ré un espíritu nuevo; arrancaré de su carne el corazón de piedra, y les
daré un corazón de carne. Les infundiré mi espíritu, y haré que cami-
nen según mis preceptos, y que guarden y cumplan mis mandatos. Y
habitarán en la tierra que di a sus padres. Ustedes serán mi pueblo y
yo seré su Dios.
Palabra de Dios.

Lectura del libro del Génesis 12, 1-4

Yahvé dijo a Abram: “Vete de tu tierra, y de tu patria, y de la casa de tu


padre, a la tierra que yo te mostraré. De ti haré una nación grande y te
bendeciré. Engrandeceré tu nombre; y sé tú una bendición . Bendeciré
a quienes te bendigan y maldeciré a quienes te maldigan. Por ti se ben-
decirán todos los linajes de la tierra.” Marchó, pues Abram, como se lo
había dicho Yahvé, y con él marchó Lot. Tenía Abram 75 años cuando
salió de Jarán.
Palabra de Dios.

Otras lecturas del Antiguo testamento

«El paso del mar Rojo, que prefigura la Pascua del Señor es también fi-
gura del Bautismo cristiano?» (Ex 14, 15-15,1).
«El agua que brota de la roca del Horeb es figura del Bautismo» (Ex 17,
3-7).
«Las aguas del Bautismo brotan «del lado derecho del templo», es de-
cir, del costado de Cristo traspasado en la pasión» (Ez 47, 1-9.12).

24
LECCIONARIO DE LECTURAS

B. Salmo Responsorial
Salmo 22, 1-3a.3b-4.5.6
R/. El Señor es mi pastor, nada me falta.

El Señor es mi pastor, nada me falta: en verdes praderas me hace re-


costar; me conduce hacia fuentes tranquilas y repara mis fuerzas. R/.

Me guía por sendero justo, por el honor de su nombre. Aunque camine


por cañadas oscuras nada temo, porque tú vas conmigo: tu vara y tu
cayado me sosiegan. R/.

Preparas una mesa ante mí enfrente de mis enemigos; me unges la ca-


beza con perfume, y mi copa rebosa. R/.

Tu bondad y tu misericordia me acompañan todos los días de mi vida, y habi-


taré en la casa del Señor por años sin término. R/.

Salmo 26, 1.4.8b-9abc.13-14


R/. El Señor es mi luz y mi salvación.

El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré? El Señor es a defen-


sa de mi vida, ¿quién me hará temblar?. R/.

Una cosa pido al Señor, eso buscaré: habitar en la casa del Señor por
los días de mi vida; gozar de la dulzura del Señor contemplando su
templo. R/.

Tu rostro buscaré, Señor, no me escondas tu rostro. No rechaces con


ira a tu siervo, que Tú eres mi auxilio. R/.

Espero gozar de la dicha del Señor en el país de la vida. Espera en el Señor,


sé valiente, ten animo, espera en el Señor. R/.

Salmo 33,
R/. Bendigo al Señor en todo momento.

Bendigo al Señor en todo momento, su alabanza está siempre en boca;


mi alma se gloría en el Señor: que los humildes lo escuchen y se ale-
gren. R/.

Proclamen conmigo la grandeza del Señor, ensalcemos juntos su nom-


bre. Contémplenlo, y quedarán radiantes, su gozo no se avergonzará.
R/.

Gusten y vean qué bueno es el Señor, dichoso el que se acoge a él.


Vengan, hijos, escúchenme: los instruiré en el temor del Señor. R/.

Guarda tu lengua del mal, tus labios de la falsedad; apártate del mal, obra el
bien, busca la paz y corre tras ella. R/.

25
LECCIONARIO DE LECTURAS

C. Segunda Lectura
Lectura de la carta del apóstol San Pablo a los Romanos 6, 3-5

Hermanos: Los que por el bautismo nos incorporamos a Cristo, fuimos


incorporados a su muerte. Por el bautismo fuimos sepultados con él en
la muerte, para que, así como Cristo fue despertado de entre los muer-
tos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en una vida
nueva. Porque, si nuestra existencia está unida a él en una muerte co-
mo la suya, lo estará también en una resurrección como la suya.
Palabra de Dios.

Lectura de la Carta del Apóstol San Pablo a los Gálatas 5,16-25

Hermanos: Ustedes fueron llamados a ser libres. Vivan según el Espíritu


y entonces no serán esclavos de los deseos de la carne. Más bien há-
ganse siervos, por amor, los unos de los otros; porque toda la ley se
comprende en este solo mandato: «Ama a tu prójimo como te amas a ti
mismo». Es fácil ver cuáles son las cosas que hacen los que siguen la
naturaleza humana: tienen relaciones sexuales fuera del matrimonio,
hacen cosas impuras y viciosas, adoran ídolos y hacen brujerías. Tienen
odios, pleitos y celos. Se enojan fácilmente, hacen las cosas por interés
personal, forman divisiones y grupos. Son envidiosos, asesinos, borra-
chos y comilones…, pero los que hacen estas cosas no tendrán parte
en el reino de Dios. En cambio, lo que el Espíritu de Cristo, produce es
amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad y dominio
propio. Y los que son de Cristo ¡ya han crucificado la naturaleza huma-
na con sus pasiones y deseos! Palabra de Dios.

Lectura de la Carta del Apóstol San Pablo a los Efesios 4,1-6

Hermanos: Yo, el prisionero por Cristo, les ruego que anden como pide
la vocación a la que han sido convocados. Sean siempre humildes y
amables, sean comprensivos, sobrellévense mutuamente con amor, es-
fuércense en mantener la unidad del Espíritu, con el vinculo de la paz.
Un solo cuerpo y un solo Espíritu, como una sola es la meta de la espe-
ranza en la vocación a la que han sido convocados. Un solo Señor, una
sola fe, un solo Bautismo. Un Dios Padre de todo, que lo trasciende to-
do, y lo penetra todo, y lo invade todo. Bendito sea por los siglos de los
siglos. Amén. Palabra de Dios.

Otras lecturas Apostólicas


«El Bautismo nos introduce en la Historia de Salvación» (Rm 8, 28-32).
«El Bautismo nos incorpora a la Iglesia en virtud del Espíritu que nos
comunica» (1Cor 12, 12-13).
«El Bautismo nos incorpora a Cristo» (Gal 3, 26-28).
«El Bautismo es agregación a la Iglesia, que es “templo del Espíritu” y
pueblo sacerdotal» (1Pe 2, 4-5.9-10).

26
LECCIONARIO DE LECTURAS

D. Evangelio
Lectura del santo Evangelio según San Juan 3, 1-6

En aquel tiempo había un fariseo llamado Nicodemo, magistrado judío.


Éste fue a ver a Jesús de noche y le dijo: Rabí, sabemos que has venido
de parte de Dios, como maestro: porque nadie puede hacer los signos
que tú haces si Dios no está con él. Jesús le contestó: Te lo aseguro, el
que no nazca de nuevo no puede ver el Reino de Dios. Nicodemo le
pregunta: ¿Cómo puede nacer un hombre siendo viejo? ¿Acaso puede
por segunda vez entrar en el vientre de su madre y nacer? Jesús le con-
testó: Te lo aseguro, el que no nazca de agua y de Espíritu no puede
entrar en el Reino de Dios. Lo que nace de la carne es carne, lo que na-
ce del Espíritu es Espíritu. Palabra del Señor.

Lectura del santo Evangelio según San Juan 1, 35-42

En aquel tiempo, estaba Juan con dos de sus discípulos y, fijándose en


Jesús que pasaba, dice: «Este es el Cordero de Dios.» Los dos discípulos
oyeron sus palabras y siguieron a Jesús, se volvió y, al ver que lo se-
guían les pregunta: «¿Qué buscan?» Ellos le contestaron: «Rabí (que
significa Maestro) ¿dónde vives?» Él les dijo: «Vengan y lo verán.» En-
tonces fueron, vieron dónde vivía y se quedaron con Él aquel día; se-
rían las cuatro de la tarde. Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno
de los dos que oyeron a Juan y siguieron a Jesús; encuentra primero a
su hermano Simón y le dice: «Hemos encontrado al Mesías» (que signi-
fica Cristo). Y lo llevó a Jesús. Jesús se le quedó mirando y le dijo: «Tú
eres Simón, el hijo de Juan; tú te llamarás Cefas» (que se traduce Pie-
dra). Palabra del Señor.

Lectura del santo Evangelio según San Marcos 10, 13-16

En aquel tiempo, presentaron a Jesús unos niños para que tocara, pero
los discípulos les regañaban. Al verlo, Jesús se enfadó y les dijo: dejen
que los niños se acerquen a mí: no se lo impidan; de los que son como
ellos es el Reino de Dios. les aseguro que el que no acepte el Reino de
Dios como un niño, no entrará en él. Y los abrazaba y los bendecía im-
poniéndoles las manos. Palabra del Señor.

Otras lecturas del Evangelio


«Por el Bautismo ingresamos a la Iglesia Pueblo de la Nueva Alian-
za» (Mt 22, 35-40).
«El Bautismo nos obliga a aceptar y respetar las leyes y costumbres del
Reino» (Mc 12, 28b-34).
«El Bautismo es don de Dios: nos da la vida divina» (Jn 4, 5-14).
«El Bautismo es sacramento de la fe» (Jn 6, 44-47).
«El Bautismo es la fuente de agua viva que brotó, para la Iglesia, del
costado de Cristo» (Jn 7, 37b-39).

27
RITUAL PARA BENDECIR EL AGUA

Ordo Ad Faciendam Aquam Benedictam


“… fortalézcanse con el Señor y con su fuerza poderosa. Vístanse la armadura de Dios para poder resistir los engaños del
diablo. Porque no estamos luchando contra seres de carne y hueso, sino contra las autoridades, contra las potestades,
contra los soberanos de estas tinieblas, contra las fuerzas espirituales del mal. Por tanto, tomen las armas de Dios, para
poder resistir...” (Ef 6, 10-13)
El agua se bendice los domingos y cada vez que sea necesario, en la iglesia o en la sacristía. Se pre-
para sal y agua pura. El sacerdote se reviste con estola morada y pronuncia la siguiente invocación:
℣. Nuestro auxilio es el ✠ nombre ℣. Adjutórium nostrum ✠ in nómine
del Señor. Dómini.
℟. Que hizo el cielo y la tierra. ℟. Qui fecit cælum et terram.

Enseguida empieza con el exorcismo de la sal

Te exorcizo, creatura de la sal, por EXORCÍZO te, creatúra salis, per


Dios ✠ vivo, por Dios ✠ verdadero, Deum ✠ vivum, per Deum ✠
por Dios ✠ santo, por Dios que or- verum, per Deum ✠ sanctum, per
denó, por medio del profeta Eliseo, Deum, qui te per Eliséum Prophé-
que fueses puesta en el agua para tam in aquam mitti jussit, ut sana-
sanar su esterilidad; para que te rétur sterílitas aquæ: ut efficiáris
conviertas como sal exorcizada en sal exorcizátum in salútem credén-
salud para los creyentes, para que tium; et sis ómnibus suméntibus te
seas salud de alma y cuerpo para sánitas animæ et córporis; et effú-
todos aquellos que te consuman; giat, atque discédat a loco, in quo
para que huya y se aparte del lu- aspérsum fúeris, omnis phantásia,
gar donde seas puesta, toda mal- et nequítia, vel versútia diabólicæ
dad, toda acción del demonio, todo fraudis, omnísque Spíritus immún-
espíritu inmundo, conjurado por dus, adjurátus per eum, qui ven-
este Señor que ha de venir a juz- túrus est judicáre vivos et mórtuos,
gar a los vivos y a los muertos y el et sǽculum per ignem. ℟. Amen.
siglo por medio del fuego. ℟. Amén.

Oremos. Imploramos humildemente Orémus. IMMÉNSAM cleméntiam


tu inmensa clemencia, omnipoten- tuam, omnípotens ætérne Deus,
te y eterno Dios, para que te dig- humíliter implorámus, ut hanc
nes con tu piedad bendecir ✠ y creatúram salis, quam in usum gé-
santificar ✠ esta creatura de la sal neris humáni tribuísti, bene ✠ díce-
que Tú creaste para uso del género re et sancti ✠ ficáre tua
humano: a fin de que se convierta pietáte dignéris: ut sit ómnibus su-
en salud de alma y cuerpo para to- méntibus salus mends et córporis;
dos los que la consuman; y para et quidquid ex eo tactum vel res-
que todo aquello que sea tocado pérsum fúerit, cáreat omni immun-
por esta sal carezca de toda in- dítia, omníque impugnatióne spiri-
mundicia y de toda impregnación tális nequítiæ. Per Dóminum nos-
del espíritu del mal. Por Nuestro trum Jesum Christum Fílium tuum,
Señor Jesucristo. ℟. Amén. qui tecum vivit et regnat in unitáte
Spíritus Sancti Deus, per ómnia
sǽcula sæculórum. ℟. Amen.

28
Luego viene el exorcismo del agua

Te exorcizo, creatura del agua, en EXORCÍZO te, creátura aquæ, in


el nombre de Dios ✠ Padre omni- nomine Dei ✠ Patris omnipoténtis,
potente, en el nombre de Jesucris- et in nómine Jesu ✠ Christi Fílii ejus
to ✠ su Hijo, nuestro Señor, y con Dómini nostri, et in virtúte Spíritus
el poder del Espíritu ✠ Santo: para ✠ Sancti: ut fias aqua exorcizáta
que seas agua exorcizada para ad effugándam omnem potestátem
ahuyentar toda fuerza del Enemigo inimíci, et ipsum inimícum eradicá-
y para que puedas erradicar y re et explantáre váleas cum ánge-
arrancar al mismo Enemigo con lis suis apostáticis, per virtútem
sus ángeles apóstatas, por virtud ejúsdem Dómini nostri Jesu Christi:
del mismo Jesucristo nuestro Señor qui ventúrus est judicáre vivos et
que ha de venir a juzgar a los vivos mórtuos, et sǽculum per ignem. ℟.
y a los muertos y este siglo por el Amen.
fuego. ℟. Amén.

Oremos. Oh Dios, sé propicio a nues- Orémus. DEUS, qui ad salútem hu-


tras súplicas e infunde la fuerza de máni géneris, máxima quæque sa-
tu bendición ✠ a esta agua que he- craménta in aquárum substántia
mos preparado con estas purifica- condidísti: adésto propítius invoca-
ciones, para que esta tu creatura tiónibus nostris, et eleménto huic
sirva para alejar a los demonios, multímodis purificatiónibus præpa-
sanar las enfermedades; para que ráto, virtútem tuæ bene ✠ dictiónis
al ser derramada sobre las casas y infúnde: ut creatúra tua, mystériis
los hogares de los fieles, éstos tuis sérviens, ad abigéndos dǽmo-
queden libres de toda inmundicia y nes, morbósque pelléndos, divínæ
de todo mal; que no resida allí un grátiæ sumat efféctum; ut
espíritu pestilente, se alejen todas quidquid in domibus, vel in locis
las insidias del Enemigo y, si hay fidélium, hæc unda respérserit, cá-
algo que perjudique a los que habi- reat oroni immundítia, liberétur a
ten en ella o a su tranquilidad, por noxa: non illic resídeat spíritus pés-
la aspersión de esta agua huyan, tilens, non aura corrúmpens: discé-
para que la salud que te pedimos dant omnes insídiæ laténtis inimíci;
por invocación de tu Nombre que- et si quid est, quod aut incolumitáti
de defendida de toda impugnación habitántium invidet, aut quiéti, as-
del Maligno, por Jesucristo nuestro persióne hujus aquæ effúgiat: ut
Señor. ℟. Amén. salúbritas, per invocatiónem sancti
tui nóminis expetíta, ab ómnibus
sit impugnatiónibus defénsa. Per
Dóminum nostrum Jesum Christum
Fílium tuum, qui tecum vivit et reg-
nat in unitáte Spíritus Sancti Deus,
per ómnia sǽcula sæculórum. ℟.
Amen.

29
Benedictio aquæ
El sacerdote echa tres veces la sal en el agua en forma de cruz diciendo:

Que esta mezcla de la sal y del Commixtio salis et aquæ páriter


agua se realice en el nombre del fiat, in nómine Pa ✠ tris, et Fí ✠ lii,
Padre ✠ y del Hijo ✠ y del Espíritu et Spíritus ✠ Sancti. ℟. Amen.
✠ Santo. ℟. Amén.

℣. El Señor esté con ustedes. ℣. Dóminus vobíscum.


℟. Y con tu espíritu. ℟. Et cum spíritu tuo

Oremos. Oh Dios, autor de todo po- Orémus. DEUS, invíctæ virtútis auc-
der y rey insuperable de todo do- tor, et insuperábilis impérii Rex, ac
minio y siempre triunfador magnífi- semper magníficus triumphátor:
co, que reprimes las fuerzas del qui advérsæ dominatiónis vires ré-
dominio del mal, que superas la primis: qui inimíci rugiéntis sæví-
sevicia del Enemigo, que poderosa- tiam súperas: qui hostíles nequítias
mente vences a las huestes enemi- poténter expúgnas; te, Dómine,
gas: a ti, humildes, te pedimos, Se- treméntes et súpplices deprecé-
ñor, que mires con bondad estas mur, ac pétimus: ut hanc creatú-
creaturas de sal y agua y las santi- ram salis et aquæ dignánter aspí-
fiques con tu bondad, para que do- cias, benígnus illústres, pietátis
quiera que sean regadas, por la in- tuæ rore sanctífices; ut, ubicúm-
vocación de tu santo Nombre des- que fúerit aspérsa, per invocatió-
aparezca toda infestación del espí- nem sancti nóminis tui, omnis in-
ritu inmundo, sea alejado el terror festátio immúndi spíritus abigátur:
de la serpiente infernal, y, median- terrórque venenósi serpéntis pro-
te la presencia del Espíritu Santo, cul pellátur: et præséntia
nos concedas benigno tu misericor- Sancti Spíritus nobis, misericór-
dia ya que humildemente te la su- diam tuam poscéntibus, ubíque
plicamos. Por Nuestro Señor Jesu- adésse dignétur. Per Dóminum
cristo, tu Hijo, que vive y reina con- nostrum Jesum Christum Fílium
tigo en la unidad del Espíritu Santo tuum, qui tecum vivit et regnat in
y es Dios por los siglos de los si- unitáte ejúsdem Spíritus Sancti
glos. ℟. Amén. Deus, per ómnia sǽcula sæculó-
rum. ℟. Amen.

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