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Perrenoud, Philippe

Enfoque por competencias ¿una respuesta al fracaso escolar?


Pedagogía Social, núm. 16, marzo, 2009, pp. 45-64
Universidad Pablo de Olavide

Disponible en: http://redalyc.uaemex.mx/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=135012677004

Pedagogía Social
ISSN (Versión impresa): 1139-1723
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01 MONOGRAFICO 1-82 18/3/09 11:27 Página 45

Enfoque por competencias


¿una respuesta al fracaso escolar?1

Philippe Perrenoud
Universidad de Genève

Resumen ful by complementing a pedagogy which, tradi-


cionally, has focused on the knowledge and
Son tiempos de reflexión sobre las compe- disciplines. But this approach appears strongly
tencias. Queda mucho por investigar acerca in the training field as it is linked to the so-
de sus posibilidades pero es cierto que, desde cial and educational practices, to the peda-
el punto de vista teórico, el enfoque por com- gogic work on educative problems, to the dif-
petencias se presenta como potente al com- ferent situations, to the project that teachers
plementar una pedagogía que, tradicional- wish to materialize in the labor places. Still
mente, se ha centrado en las disciplinas y en to be demonstrated are the expectations on the
los saberes. Pero también este enfoque apa- skills approach, and this text tries to think on
rece fuerte en el campo de la formación en a series of matters related with its set in mo-
la medida en que viene vinculado a las prác- tion in the learning contexts.
ticas sociales y educativas, al trabajo pedagó-
gico de los problemas educativos en las dife- Key words: skills, training, scholastic failure,
rentes situaciones, a los proyectos que los elitism, knowledge pedagogy, democratizing,
educadores desean materializar en sus luga- educative and familiar socialization...
res de trabajo. Están por demostrar las ex-
pectativas puestas en el enfoque por compe-
tencias y este texto trata de pensar toda una 1. Introducción
serie de cuestiones relacionadas con su puesta
en marcha en los contextos formativos. ¿Por qué cambiar los programas de forma-
ción si no es para que un mayor número de
Palabras clave: competencias, formación, jóvenes construyan competencias y saberes
fracaso educativo, elitismo, pedagogía de los más amplios, pertinentes, duraderos y mo-
saberes, democratización, socialización fa- vilizables en la vida y en el trabajo? Eviden-
miliar y escolar… temente, in abstracto y en la esfera de las bue-
nas intenciones, queda por probar que un
Summary enfoque por competencias no será, paradóji-
camente, más elitista que una pedagogía cen-
These are times for reflection on skills. There trada en los saberes, que dará más sentido al
is much left to investigate on their possibilities oficio de estudiante y que ayudará a los alum-
but it is true that, from the theoretical point of nos que se encuentren con dificultades, o ha-
view, the skill approach appears to be power- yan fracasado, a reconciliarse con la institu-

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ción educativa. Al decantarnos por esta op- intenciones y su formulación difieren tanto
ción, es importante mostrar que, lejos de dar de un sistema educativo a otro como el de
la espalda a los saberes, el enfoque por com- un tipo de enseñanza a otra. Sin embargo,
petencias les da una fuerza nueva, vincu- parece bastante evidente que el motor prin-
lándolos a las prácticas sociales, a las situa- cipal de una reforma tal es la voluntad de ha-
ciones complejas, a los problemas, a los cer evolucionar las finalidades de la univer-
proyectos. Desde esta perspectiva, puede, sin sidad, para adaptarlas mejor a la realidad
abordar todas las causas del fracaso educa- contemporánea, en el ámbito del trabajo, de
tivo, pretenderse, al menos, tratar de manera la ciudadanía o de la vida cotidiana.
decidida la cuestión de la relación de este en- Si esto es cierto, podríamos tener la im-
foque con el saber y el sentido del trabajo presión de que las cuestiones relacionadas
educativo. Pero ello no es suficiente sin in- con las desigualdades y el fracaso educativo
terrogarse antes por la relación de los do- no han sido planteadas por el enfoque por
centes con los saberes y el significado de su competencias, limitándonos a sustituir los
propio trabajo. programas anteriores por los nuevos, sin que
Las reformas de los sistemas educativos sean afectadas ni la equidad ni la eficacia del
pretenden: sistema educativo, ni para bien, ni para mal.
- unas, modernizar las metas de la ense- Este punto de vista es, sin embargo, algo in-
ñanza, para ajustarlas mejor a las su- genuo. Las desigualdades sociales en las ins-
puestas necesidades de las personas y de tituciones educativas no son independien-
la sociedad; tes de los contenidos de la formación, de las
- otras, alcanzar más éxitosamente los ob- formas y normas de excelencia educativas.
jetivos formativos dados e instruir más Cada programa nuevo es susceptible de
extensa y eficazmente a las generaciones transformar la distancia que separa las di-
escolarizadas. versas culturas familiares de la norma es-
colar. Puede incrementarla para ciertas cla-
A menudo, estas dos finalidades se encuen- ses sociales, y debilitarla para otras.
tran mezcladas, porque las dimensiones de Dicho de otra forma, aunque el enfoque
una implican la otra. La búsqueda de una por competencias no se presenta como una
educación más eficaz puede guiar la reali- reforma elitista, no podemos excluir a priori
zación de los planes de formación en vigor. la hipótesis de que podría agravar las desi-
De modo inverso, una transformación radi- gualdades sociales en la escuela. Por otra
cal de los programas exige nuevos métodos parte, no podemos desestimar sin más, sin
de enseñanza, cuya eficacia queda por de- examen, la hipótesis inversa según la cual el
mostrar. enfoque por competencias favorecería los
¿Cómo situar el enfoque por competen- aprendizajes y el éxito escolar de los alum-
cias? Abiertamente, como una tentativa de nos actualmente más desprovistos o desfa-
modernizar los planes de formación, de po- vorecidos.
tenciarlos, de tener en cuenta, además de los Para abordar o articular estas hipótesis
saberes, la capacidad de transferirlos y mo- contradictorias, es preciso, evidentemente,
vilizarlos. Los textos oficiales no son siem- analizar de la manera más precisa la natu-
pre muy explícitos a este respecto; no parece raleza del cambio curricular introducido.
dudarse de que es políticamente más co-
rrecto pretender ocuparse, a la vez, de mo- 1.- En un primer momento, se tratará pues
dernizar los programas así como de mejorar de identificar aquello que cambia o se su-
la eficacia de las instituciones educativas. Las pone que va a cambiar en las metas y con-

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tenidos de las instituciones educativas una pueda ejercer un oficio provisto solamente
vez se adopta el enfoque por competencias. de conocimientos, por muy extendidos que
estén ellos. Son también necesarias compe-
2.- En un segundo instante, se examinarán tencias y capacidades que conviertan los sa-
las implicaciones posibles de este cambio de beres en transferibles y movilizables en las
enfoque sobre la distancia entre la cultura distintas situaciones profesionales. Aparece,
educativa/escolar y las diversas culturas fa- también, cada vez más nítidamente, para de-
miliares de los alumnos, y por ello también sarrollar competencias profesionales, la ne-
del sentido de la escuela, de la longitud del cesidad de no confiarse a las simples virtu-
camino a recorrer y de los obstáculos que des de una inmersión en la práctica. Si son
lo atraviesan. necesarias prácticas y experiencias, también
hacen falta dispositivos especializados de al-
3.- Se mostrará, al mismo tiempo, que el pro- ternancia y de articulación teórico-práctica.
grama de formación prescrito no tiene efec- En la formación general, no se preocupan
tos más que a través de la representación que apenas de las competencias. Incluso cuando
se hacen de él los profesores y de la traduc- pensamos desarrollarlas, se pretende con
ción pragmática que ellos dan en la clase, en mayor frecuencia el desarrollo de las capa-
el momento de enseñar pero, aún más, a tra- cidades intelectuales básicas sin referencia
vés de sus exigencias en el momento de eva- a las situaciones y a las prácticas sociales.
luar. Los mismos programas son, a menudo, Y, sobre todo, se dispensan altas dosis de co-
más compatibles con una interpretación de- nocimiento. El enfoque por competencias
mocratizadora que con una selectiva y eli- afirma que esto no es suficiente, que sin
tista. darle la espalda a los saberes (Perrenoud,
1999c), sin negar que hay otras razones para
4.- Por último, se recordará que una inter- saber y para saber hacer (Perrenoud, 1999b),
pretación semejante del currículum formal, es importante relacionar los saberes con las
el programa de formación real que cada situaciones en las que se propician que ac-
alumno experimenta, dependiendo del túen, más allá de la escuela, más allá de las
grado y modo de individualizar el recorrido instituciones educativas.
de formación y, por tanto, de las estructuras Actuar, obrar, aquí supone afrontar las
y las prácticas, permiten, o no, una pedago- situaciones complejas y, por lo tanto, pensar,
gía diferenciadora. Se verá que el enfoque analizar, interpretar, anticipar, decidir, re-
por competencias modifica notablemente gular y negociar. Tal acción no se satisface
las bases y los datos fundamentales del pro- con habilidades motrices, perceptivas o ver-
blema. bales. Exige saberes, pero éstos no son per-
tinentes más que cuando están disponibles
y movilizables con pleno conocimiento y en
2. Desarrollar competencias en la formación el momento oportuno:
general La competencia no es un estado o un co-
nocimiento poseído. No se reduce ni a un
Que la formación profesional tiene vocación saber ni a un saber-hacer. No es asimila-
de desarrollar competencias, no cabe la me- ble por adquisición-formación. Poseer co-
nor duda. Se puede disentir sobre el nivel de nocimientos o capacidades no significa
valoración pretendido, sobre el cuadro re- ser competente. Podemos conocer las téc-
ferencial de competencias y el desarrollo de nicas o las reglas de gestión de contabi-
la formación, pero nadie pretende que se lidad y sin embargo no saber aplicarlas

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en el momento oportuno. Podemos domi- tesoros escondidos en su seno, es sin duda


nar el derecho comercial y redactar mal porque es un imperativo para sobrevivir en
los contratos. la concurrencia y competencia mundial.
Cada día, la experiencia demuestra Ello no autoriza a diabolizar o frivolizar la
que las personas que se hallan en pose- competencia, o a reducirla a un slogan del
sión de conocimientos o de capacidades neoliberalismo triunfante.
no saben movilizarlos de manera opor- También he tratado de mostrar que el en-
tuna en el momento preciso, en una si- foque por competencias se revitalizaba y re-
tuación laboral. La actualización de aque- novaba al hilo de una muy antigua preocu-
llo que sabemos en un contexto singular pación de la escuela y la educación, aquella
(marcado por las relaciones laborales, relacionada con la transferencia de conoci-
una cultura institucional, los azares, las miento. Desde que hay pedagogos para exa-
limitaciones temporales, los recursos…) es minar el sentido de las prácticas educativas
reveladora del paso, del “pasaje” a la com- y escolares, es cuando se plantea la cuestión
petencia. Ella se realiza y encarna en el de la transferencia de conocimientos. Un co-
proceso de acción. Ella, la competencia, loquio reciente lo ha puesto al día (Meirieu,
no preexiste a la acción (…) No hay más Develay, Durand y Mariani, 1996), del mismo
competencia que competencia en acto/ac- modo que una obra de síntesis (Tardif, 1999)
ción. La competencia no puede funcionar ha contribuido a ello.
“en vacío”, fuera de todo acto que sólo se A nadie se le escapa: no basta con em-
limite a expresarla sin que la haga exis- plear largos años en asimilar saberes esco-
tir (Le Boterf, 1994, p.16). lares y académicos para ser, ipso facto, capaz
de hacer de ellos algo útil fuera de la escuela.
Se atribuye a menudo “la irresistible ascen- Los docentes lo saben o lo presienten: eva-
sión” de las competencias en el campo edu- luar la movilización de los saberes en ám-
cativo (Romainville, 1996) a su fama en el bitos diferentes del contexto de aprendizaje,
mundo de la economía y el trabajo. He de- supone prepararse para bellos y rotundos
batido en otros lugares (Perrenoud, 1998, fracasos. ¿Por qué? Porque se hace caer en
2000b) esa supuesta dependencia, recordada el fracaso a todos aquellos que no dominan,
por mediación de otros (Le Boterf, 1994; fundamentalmente, los saberes pero que lle-
2000; Jobert, 1998), que la fascinación del gan a mostrar “ilusión” por el trabajo, la me-
mundo económico por las competencias, no morización, el estudio rápido y atropellado,
está exclusivamente del lado de lo negativo el conformismo, la imitación y la astucia, in-
de las cualificaciones y de sus corolarios, la cluso las trampas. Como resultado se pone
desregularización, la precariedad y flexibi- en marcha un círculo vicioso: no se evalúa
lidad de los empleos. Existe en el mundo de el transfer o la transmisión para no perder
la empresa, ya sea por necesidad o com- la ilusión totalmente durante la escolaridad
promiso más que por humanismo virtuoso, de modo que, tras los estudios, se mantenga
una forma de reconocimiento del trabajo la sorpresa ante las tareas más complejas.
real y de su distancia con el trabajo pres- Desde hace ya algunos años, el debate en
crito, una toma de conciencia del hecho de torno a la transmisión de conocimientos re-
que si los operadores menos cualificados no toma importancia, a veces en oposición,
manifiestan inteligencia en el trabajo, cre- otras en relación con la problemática de las
atividad o autonomía, la producción estará competencias y de la movilización de los re-
comprometida. Si las empresas se preocu- cursos cognitivos (Le Boterf, 1994). Desde mi
pan de “los recursos humanos” y descubren punto de vista, transferencia y movilización

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son dos metáforas diferentes (Perrenoud, lizado. Siguiendo este razonamiento, antes
2000a) con las que esbozar el mismo pro- de cargarse y confundirse con las nociones
blema, aquel de la reinversión y reutilización de transferencia o de competencia, se debe-
de los conocimientos en situaciones dife- ría desear el acceso de todos a "verdaderos
rentes a las situaciones de formación. La me- saberes", integrados y operativos. Por con-
táfora de la transmisión me parece más po- siguiente, el problema de la transferencia no
bre. Parte de un aprendizaje y se cuestiona se plantearía más, ya que los alumnos al-
si puede reinventirse/aplicarse en otros con- canzarían un nivel general de formación y
textos, más tarde. Ello empuja a crear “si- una capacidad reflexiva que les proporcio-
tuaciones de transmisión” para verificar o naría un entrenamiento específico en la mo-
favorecer dicha aplicación. La metáfora de vilización de recursos. El papel de la acade-
la “movilización de los recursos cognitivos” mia se limitaría a transmitir el máximo de
es para mí más amplia, exacta y fecunda, conocimientos, con un nivel elevado de ra-
porque remite, frente a una situación com- zonamiento y reflexión.
pleja, a los recursos que ésta aporta en si- Se puede temer que, desgraciadamente,
nergia, volviendo a esbozar ex post las con- las instituciones educativas sean condenadas
diciones de su constitución y conformación durante un largo periodo de tiempo a tan
y, por lo tanto, de su organización orques- sólo proporcionar el dominio de los saberes
tada. Se promueve justicia, entonces, en el enseñados a sólo un reducido porcentaje de
hecho de que una acción compleja movilice cada generación. Incluso admitiendo que
siempre numerosos recursos nacidos de dis- aquellos que hicieron amplios estudios de-
tintos contextos y momentos. sarrollan “espontáneamente” capacidades de
Si la metáfora de referencia tiene fuertes movilización y de transmisión de los cono-
implicaciones en la manera de plantear los cimientos adquiridos, queda por preguntarse
problemas, es importante saber reconocer que ocurre con aquellos jóvenes que aban-
que la cuestión conceptual no es, hoy, el donan la escuela antes de haber alcanzado
punto inicial de divergencia en el ámbito una habilidad tal. Más aún cuando la tesis
educativo. El debate se apoya más bien en la según la cual la transferencia se daría por
existencia y la importancia misma del pro- añadidura es, en adelante, difícil de defen-
blema, por tanto en la posibilidad, o en la der (Mendelsohn, 1996, 1998; Tardif, 1999).
misma necesidad, de abordarlo. La transferencia se aprende, se trabaja.
Para unos, la transmisión se da “por aña- Otros profesores, sin afirmar que la
dido”, se produce espontáneamente. No hay, transferencia sea espontánea, consideran
por lo tanto, mucho que se pueda hacer por que la formación general no tiene que ocu-
promoverla, salvo el ofrecer a cada uno la parse de ella. Para ellos, el papel de la ense-
ocasión de construir los saberes lo más com- ñanza es el de forjar conocimientos y capa-
pleta y sólidamente posible. Esta tesis no es cidades básicas. Trabajar la transmisión
absurda para sus defensores: unida a una depende de la formación profesional o de
importante capacidad de razonamiento y de la vida misma. Cuando no es una simple es-
abstracción, el dominio total de un campo trategia de negación del problema, este
de saberes permite movilizarlos sin que sea punto de vista manifiesta una visión sim-
necesario trabajar su transmisión como tal. plificadora de la transferencia. Develay afir-
Como Jean-Pierre Astolfi, admito que un sa- maba a modo de conclusión en el coloquio
ber perfectamente integrado se convierte en de Lyon:
operativo cuando de alguna forma incluye Tengo el sentimiento de que los didácti-
su propia aptitud a ser transferido o movi- cos descubren que la transferencia no cons-

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tituye simplemente la fase última del mento en que los adquirimos y aquel en
aprendizaje, sino que está presente a lo que llegan a comprenderse para qué sir-
largo de todo el proceso. Para aprender, ven.
formarse, es conveniente estar en cons-
tante transferencia. Toda actividad inte- Con el fin de que el enfoque por competen-
lectual está capacitada para unir dos con- cias sea democratizador, es preciso, sin em-
textos con la finalidad de apreciar en ellos bargo, que tengan lugar y coincidan varias
las similitudes y las diferencias. Los razo- improbables condiciones. Tratemos de es-
namientos inductivos, deductivos y ana- bozar el inventario.
lógicos, la disposición para crear una ha-
bilidad, vincular esta habilidad a otros
capacitados, y la posibilidad de encontrar 3. Para que el enfoque por competencias sea
sentido a una situación, provienen de la ca- democratizador
pacidad de transferencia. Existe transfe-
rencia en el transcurso del aprendizaje Conviene distinguir dos problemas:
desde la expresión de sus representaciones
por parte de los alumnos hasta la reutili- - El primero tiene que ver con la apropiación
zación de una habilidad adquirida en un de los saberes. En la medida en que el enfo-
contexto distinto (Develay, 1996, p.20). que por competencias los trata como recur-
sos a movilizar y los relaciona rápidamente
a situaciones y prácticas sociales, ello le con-
Reenviar la transferencia al final de la for- fiere más sentido a los ojos de los que apren-
mación básica no sólo es poco realista sino den con menos éxito en la asimilación de los
doblemente elitista, porque ello privilegia conocimientos por sí mismos. Pero, al
a los alumnos que: mismo tiempo, exige un rendimiento más
- alcanzan éxitosamente el final del ca- personal a los saberes y priva, a un sector de
mino; los demás son como “casas inaca- los alumnos más flojos, de las actividades es-
badas”, colares más tradicionales así como del rela-
-- son capaces, durante años, de asimilar tivo bienestar que supone el oficio de estu-
conocimientos descontextualizados, sin diante, aquel que les permite "distanciarse"
referencia a las prácticas sociales en las o abstraerse sin comprender de verdad.
que se supone son, finalmente, abordados.
- El segundo problema atañe a la emergen-
Por el contrario, trabajar desde el comienzo cia de los nuevos objetivos de formación: las
de la escolaridad la transferencia y movili- competencias. Si se aspira a la construcción
zación de conocimientos escolares puede fa- de competencias, se crean nuevas exigencias,
vorecer la democratización de los estudios. nuevas formas y normas de excelencia edu-
Dicha posición: cativa con respecto a las cuales una nueva
- tiene en cuenta a todos aquellos que forma de desigualdad puede surgir.
no seguirán la vía real de los estudios lar- Examinemos estos dos aspectos por sepa-
gos y saldrán del sistema educativo con rado.
una formación de nivel intermedio;
- no supone valoraciones sobre el rendi- 3. 1. Saberes movilizables
miento del saber, permitiendo aceptar la
idea de los conocimientos gratuitos, y to- Fuera de la escuela, la mayor parte de los sa-
lerar un desfase importante entre el mo- beres son utilizados en prácticas sociales

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complejas que extraen sus recursos de más tuito, casi “estético”, del saber no es, en efecto,
de un campo disciplinar. Podemos, por lo familiar, más que para los niños cuyos pa-
tanto, trabajar la transferencia o la movili- dres han hecho estudios extensos y valoran
zación como un cruce de numerosos sabe- la erudición tanto en su vida privada como
res dentro de proyectos multidisciplinares. en el trabajo. Si los hijos de docentes salen
Pero también se puede interesar uno en las con soltura adelante en el colegio es, sin
prácticas propiamente disciplinares que son duda, porque sus padres conocen las reglas
la investigación, la enseñanza y el debate del juego escolar, en clase, antes de la eva-
científico. luación y en el momento de la orientación;
pero también se debe a que los niños viven
Esos dos modos de preparación a la movili- en un medio en el que el saber es igualmente
zación no chocan ni se encuentran con los importante –¡algunos dirían que especial-
mismos obstáculos. mente importante!– incluso cuando no es
utilizado en una práctica utilitaria.
3.2. Saberes invertidos en la resolución de pro- Evocamos ese proyecto de Daumier
blemas complejos (1848) en el que el profesor dice a sus alum-
nos boquiabiertos: “Mañana, trataremos Sa-
“Nada es tan práctico como una buena teo- turno… y, lo que es más, os invito a prestar
ría”, decía Kurt Lewin. Si los problemas prác- gran atención a este planeta que muy pro-
ticos son aquellos que se plantean en la vida bablemente no hayáis tenido la oportunidad
extraescolar, las soluciones son siempre en de ver en vuestra vida!...”. O ese otro proyecto
parte teóricas y se refieren a los saberes, no donde el mismo profesor reprende a un
solamente a las habilidades. alumno que no responde a su pregunta:
El enfoque por competencias transforma “¿Cómo?, gracioso, ¿no sabes el nombre de
una parte de los saberes disciplinares en re- los tres hijos de Dagobert?… pero, entonces,
cursos con que resolver problemas, realizar no sabes nada de nada… pero ¡quieres ser
proyectos y tomar decisiones. Éste podría toda tu vida un ser inútil para la sociedad!...”.
ofrecer una entrada privilegiada al universo Se puede esperar que el promover la re-
de los saberes: más que asimilar sin tregua lación de los saberes con las prácticas so-
y descanso los conocimientos aceptando la ciales permitirá a los alumnos, que no han
creencia de que ellos “comprenderán más adoptado ese sentido de la cultura por la cul-
tarde para qué sirven”, los alumnos verían tura, encontrar otras claves con las que apor-
inmediatamente los conocimientos ya sea tar sentido a los saberes enseñados; claves
como bases conceptuales y teóricas de una de las que se les priva cruelmente en los sis-
acción compleja, ya como saberes procedi- temas educativos centrados en los saberes
mentales (métodos y técnicas) guiando esta disciplinares (Charlot, Bautier et Rochex,
acción. Cada uno tendría, entonces, en prin- 1992; Rochex, 1995).
cipio, mejores oportunidades de relacionar Será suficiente, sin embargo, con mati-
los conocimientos a las prácticas sociales y, zar –y llenar los cursos tradicionales de ejem-
por lo tanto, comprender su alcance y su sen- plos por muy claros y elegidos que estén–
tido. Lo que sería especialmente relevante los usos sociales que pueden tener los sabe-
para los alumnos que no encuentran en su res enseñados. Es mejor que enseñar sabe-
cultura familiar el rendimiento y la poten- res puramente abstractos. Para hacer com-
cialidad de saber particular, que lo valoriza, prender que los saberes son útiles,
independientemente de sus usos y origen, instrumentos indispensables, hace falta par-
como un valor en sí. Este tratamiento gra- tir no de una ilustración sino de un pro-

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blema. Es eso lo que se hace en las escuelas por ordenador. Aún aquí, de nuevo, todos los
alternativas centradas en los métodos acti- conocimientos requeridos no se enseñarán
vos y en la gestión de los proyectos y, más en nivel escolar considerado; algunos apa-
recientemente, en algunas de las facultades recerán más adelante en la formación ge-
de medicina, de las bussiness schools o en neral o no aparecerán más que en ciertas for-
el marco de otras formaciones profesionales maciones profesionales.
de nivel superior. Evidentemente no es sen- Tercer ejemplo: para construir una pe-
cillo, porque requiere preparar el currículo lícula de doce minutos que explique a los
de modo coherente y, consecuentemente, adultos por qué nos exponemos a graves
construirlo deliberadamente de manera que quemaduras en la retina cuando, durante
reúna ese ideal proclamado por Dewey: un eclipse, miramos al sol directamente, sin
“Toda lección es una respuesta”. lentes negras, hacen falta conocimientos de
En formación general, todo esto supone física, biopsicología, pero también de cien-
una ruptura con las lógicas curriculares y cias audiovisuales, de didáctica y de psico-
disciplinares dominantes, que prevalecen logía, enseñados todos hoy de modo inar-
incluso en los sistemas educativos que han ticulado.
adoptado el enfoque por competencias. To- En los tres casos, el proyecto hace refe-
memos un ejemplo: para optimizar la ali- rencia a conocimientos disciplinarios de alto
mentación de un atleta de alto nivel antes, nivel, normalmente ubicados en estudios
durante, y tras la competición, se requiere co- universitarios rigurosos. Tampoco se trata
nocimientos de física, química, biopsicología de aprender a clavar clavos, talar un arbusto
y dietética. Separados los unos de los otros, o rellenar la declaración de impuestos, prác-
estos conocimientos son sólo saberes esco- ticas que reducimos a voluntarias en el en-
lares,“ni teóricos ni prácticos” (Astolfi, 1992). foque por competencias.
En física, aprenderemos a medir la energía y El problema no es ese, es otro. En dichos
las leyes de entropía. En química, aprende- proyectos, que movilizan saberes que no se
remos el proceso de transformación y ab- imparten o no son enseñados en el momento
sorción de energía; en biopsicología, cómo adecuado o al nivel requerido, para conver-
tales esfuerzos consumen calorías y a qué tirse en recursos complementarios:
ritmo éstas se reconstituyen; en dietética, - observaremos, en casi todos los casos,
estudiaremos los alimentos y sus efectos en un déficit dramático de derecho, econo-
el metabolismo. Estos conocimientos no son mía, ciencias sociales y humanidades,
todos impartidos en la formación general. mientras que dichos conocimientos son
Cuando se lleva a cabo, lo son en momen- recursos en la mayoría de proyectos y de
tos relacionados con la agenda propia de actividades humanas complejas;
cada disciplina, por profesores diferentes - de la misma manera, en los dominios
que no cambian sus estrategias particulares, cubiertos potencialmente por las disci-
a veces sin ninguna referencia a ejemplos plinas escolares tradicionales es poco
concretos, y sin ninguna referencia común probable que los saberes requeridos para
a los gastos energéticos de un atleta. un proyecto hayan sido enseñados pre-
Tomemos un segundo ejemplo: crear un viamente.
diario o periódico escolar supone conoci- Hay que reconocer, desde hace mucho
mientos en la lengua materna, en derecho, tiempo, que en tanto cada disciplina desa-
gestión, grafismo y construcción de páginas, rrolla su programa según su propia lógica, y
comunicación, relaciones públicas, publici- sin referencia a un enfoque por problemas,
dad, informática y en publicación asistida las virtudes de una orientación hacia las

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competencias se han visto limitadas. Si el nidos, lo que está lejos de responder a las
sistema educativo mantiene la separación de exigencias de una teoría digna de tal nom-
las disciplinas y no aporta a las competen- bre.
cias un “derecho de gerencia” en torno a los
conocimientos, según la expresión de Gillet 4.- En ciertos aspectos, se revelan en efecto
(1987) repetida por Tardif (1996), es poco como más cercanos a los saberes prácticos,
probable que se presenten problemas y pro- ya que su función se encuentra limitada a
yectos susceptibles de movilizar regular- situaciones particulares: las propias de la di-
mente los conocimientos anteriores. Los pro- dáctica académica, regidas por el juego de
fesores más convencidos pueden, desde la costumbre.
luego, superar en parte los obstáculos ofre-
ciendo un abordaje apropiado poniendo a 5.- A los saberes académicos les encantaría
disposición de los alumnos los conocimien- jactarse de las virtudes de lo teórico al con-
tos que no se han adquirido aún, pero esa ferirles la legitimidad buscada. Si fracasan
buena voluntad choca rápidamente con sus en ello es por falta del desarrollo de un ver-
límites en unos estudios universitarios dadero trabajo de práctica teórica que sólo
donde la programación de los saberes dis- hará posible el uso en cada disciplina de con-
ciplinares no es de ninguna manera conce- ceptos fundamentadores, sólidos y vivos (As-
bida para promover su movilización en pro- tolfi, 1992, p.45).
yectos interdisciplinares.
Trabajar la movilización de los saberes que
3.3. Saberes verdaderamente teóricos constituyen el marco de una disciplina, de
modo distinto al de los ejercicios conven-
Si se retrocede ante la reorganización curricu- cionales, es hacer aquello que Astolfi llama
lar que la estrategia precedente implica, no “un auténtico trabajo de práctica teórica”. La
queda más que apostar por las competencias práctica social de referencia es, por tanto, in-
puramente disciplinares que movilizan las herente a la disciplina, hecha de experi-
capacidades y conocimientos entendidos mentación, de observación, de dilucidación,
como esenciales a la misma disciplina. de formulación de hipótesis y debates con-
Parece muy sencillo, pero es cuestión de tradictorios.
movilizar auténticos “saberes teóricos”. Tratar los saberes enseñados como ver-
Ahora bien, Astolfi afirma que los saberes daderos saberes teóricos debería incremen-
académicos y escolares no son “ni teóricos tar su sentido, potencialmente, puesto que
ni prácticos”: volvemos a su motor inicial, la voluntad de
reflejar el mundo inteligible. Es generoso y
1.- Los saberes que transmite la escuela no lícito pretender dicha curiosidad, funda-
son realmente teóricos, porque no disponen mental para todo ser humano. En casi to-
de la plasticidad inherente a lo teórico. Tam- dos los niños puede encontrarse esta carac-
poco son saberes realmente prácticos. terística. Posteriormente, la socialización
familiar predomina e impone, a menudo, un
2.- Se trata sobre todo de saberes proposicio- enfoque más pragmático, o más dogmático,
nales que, a falta de un estatus mejor, resu- del mundo. El desarrollo de una auténtica
men la sabiduría bajo la forma de secuencia práctica teórica en el aula podría, por lo
de proposiciones lógicamente conectadas en- tanto, al menos en un primer momento, ale-
tre ellas, pero distintas entre sí. jar aún más todavía los saberes escolares de
3.- Se contentan así con enunciar los conte- los alumnos, provenientes de las clases po-

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pulares y de una parte de clases medias, en en clase que la de Einstein o Heisenberg. La


las que la experimentación, la investigación, idea no es recorrer durante la escolaridad,
la conceptualización y el debate teórico no aceleradamente, bajo el modelo único de la
significan nada. investigación y la controversia, la totalidad
Plateemos por un momento, la hipótesis de la historia de la ciencia y de otras disci-
optimista de que una auténtica práctica teó- plinas. Basta con abarcar una parte de ese re-
rica, conducida en clase con pasión y conti- corrido bajo la modalidad del descubri-
nuidad, pudiera, incluso si no se corresponde miento verdadero, apuntalado, enmarcado,
con ningún valor o práctica familiar, apor- simplificado, y didactizado, pero sin em-
tar diversos sentidos favorables a los sabe- bargo muy distante de la pedagogía ins-
res disciplinares. Haría falta todavía dar, al tructiva.
menos, ese paso, es decir, instituir la clase Los alumnos se apoderarán de esta ma-
como verdadero lugar de investigación y de- nera de una posición científica y experi-
bate teórico. Aquí, el obstáculo no se halla mental. De este modo, los saberes teóricos
en el recorte de planes de estudios y disci- les parecerán tan significativos que recono-
plinas, sino en la estructuración del pro- cerán aquellas cuestiones científicas y filo-
grama en cada uno de sus capítulos así como sóficas a las que pretenden responder.
recrearlos en el aula. Así, la primera competencia disciplinar
Para adoptar un enfoque reflexivo de los es la de cuestionar lo real en el seno de una
saberes teóricos es preciso, evidentemente, acción concreta y a partir de conocimientos
que los alumnos pasen del estado de con- que se van adoptando progresivamente ade-
sumidores al de productores de conoci- cuándose a ciertos métodos. Para desarrollar
mientos. No es posible ni necesario que to- tal competencia, se necesita:
dos los conocimientos disciplinares sean - por una parte, aligerar los programas
reconstruidos por estrategias investigadoras. a fin de encontrar el tiempo de construir
Ello conllevaría un tiempo desmesurado. ciertos conocimientos sujetos a estrate-
Además, una formación científica y cierto gias vinculadas a la investigación;
nivel de dominio teórico permiten asimilar - por otra parte, modificar la manera de
los nuevos saberes sin haberlos concebido y enseñar, trabajar mediante enigmas, de-
verificado por sí mismos, por confianza en bates, situaciones-problemas, pequeños
el método y la ética de los compañeros. Esto proyectos de investigación, observación,
es lo que permite aceptar los resultados de experimentación, etc.
la investigación y las conclusiones teóricas
de otros investigadores y, por lo tanto, una Ya no es tan original proponer tal evolución,
división del trabajo en el seno de la comu- preconizada desde hace mucho tiempo por
nidad científica. los movimientos de la nueva escuela y, pos-
Queda, en cambio, como objetivo indis- teriormente, por la didáctica de las ciencias.
pensable que los alumnos “descubran” por Queda pasar a los hechos.
ellos mismos ciertos saberes disciplinares
básicos, con una estrategia paciente y labo- 3.4. ¿Una nueva forma de excelencia educativa?
riosa próxima a la investigación y el debate.
Resulta importante que accedan de la misma En el mundo del trabajo, es banal ser eva-
manera a cuestiones fundamentadoras que luado según competencias. Este hecho no
constituyen “la matriz disciplinar” (Develay, está ausente en el mundo educativo. Y no
1992). Es probable que la física de Pascal y lo está más porque un examen, una prueba
Newton sean más fácilmente reconstruidas escrita o una cuestión oral son situaciones

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que exigen, para salir airosamente, no sólo tionado su existencia misma, y sobre las que
saberes, sino saberes movilizables, de buen yo comentaría que son ante todo capacidades
juicio, en el momento apropiado, en las for- movilizables en diversos campos disciplina-
mas requeridas y con cierta asunción de ries- res y prácticos: saber cooperar, observar, ana-
gos, exige, en fin, una capacidad de recons- lizar, etc.
truir, o incluso inventar aquello que no Lo que llamamos “enfoque por compe-
sabemos. tencias” se limita a menudo, en las medidas
Aparte de la situaciones de evaluación, las curriculares actuales, a enfatizar las capaci-
instituciones educativas desarrollan y exigen dades, disciplinares o transversales. Por lo
sobretodo capacidades, algunas transversa- tanto, no hay desarrollo de auténticas com-
les –por ejemplo investigar una información, petencias, en el sentido en que las he defi-
plantear claramente “buenas preguntas” o par- nido. Restan como saber-hacer de alto nivel,
ticipar activamente en un debate–, y otras dis- pertinentes en diversos contextos, lo que a
ciplinares, como por ejemplo construir una veces llamamos "elementos de las compe-
maqueta, realizar una medida correctamente tencias", lo que prefiero llamar con Le Boterf
o dar cuenta de una observación. (1994), recursos cognitivos.
El acuerdo en este punto es difícil, puesto En efecto, enfatizar las capacidades mo-
que el sentido de estas palabras no es aún difica las reglas del juego educativo, pero ello
muy estable. Algunos no distinguen entre no es una revolución. Por otra parte, el peso
capacidades y competencias. Otros sí, pero respectivo de los conocimientos y capaci-
denominan “competencia” a aquello que yo dades varía según las disciplinas y la con-
aquí denomino “capacidad”. Ya que es ne- cepción que prevalezca en cada una de ellas.
cesario tomar partido, he propuesto (Perre- Los alumnos están acostumbrados a ser eva-
noud, 2000c) hablar de capacidades cuando luados por su saber-hacer. Este saber-hacer
designamos operaciones que no se ocupan es, por otra parte, ejercitado a través de ejer-
del conjunto de una situación y que, por cicios académicos clásicos.
tanto, son relativamente independientes de Exigir y evaluar el tratamiento global de
los contextos; y hablar de competencias una situación compleja, en todas sus facetas,
cuando designamos las disposiciones y ha- representa una nueva demanda y expecta-
bilidades que sostienen la gestión global de tiva que pasa por un trabajo de integración,
una situación compleja. Voy a tratar de ate- de puesta en sinergia, de orquestación de los
nerme a esta convención. conocimientos y capacidades que, en gene-
Si se admite, al menos provisionalmente, ral, son abordadas y evaluadas de forma in-
estaremos de acuerdo, sin duda en decir que dependiente.
en educación se trabajan las capacidades más Si se contemplan verdaderamente las
que las competencias. Es más fácil, desde un competencias, en el sentido aquí planteado,
punto de vista pedagógico, ejercer operacio- es preciso evaluarlas de manera formativa y
nes sin contexto preciso, como por ejemplo acreditativa, única manera de considerarlas
resumir o traducir un texto, hacer un corte creíbles. Como resultado, se crea una exi-
en biología, resolver una ecuación, dibujar un gencia suplementaria, al menos si atende-
plano, analizar una sustancia... Las capacida- mos a los alumnos y estudiantes que mani-
des ejercitadas en las instituciones educativas fiestan un grado suficiente de dominio de
son, en gran medida, disciplinares. Y se van las situaciones globales, tanto en actuacio-
añadiendo, en buena medida a partir de este nes visibles (decisiones, soluciones, realiza-
momento, “competencias transversales” so- ciones) como manteniendo una conversa-
bre las que Rey (1996) ha discutido y cues- ción metacognitiva.

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Esta forma de excelencia, ineludible en la problema, de resolver una hipótesis, de de-


formación de las profesiones, no es habitual batir; a aquellos que necesitan un modelo, un
en la formación general. Los alumnos están camino a seguir, un rail; a aquellos que ne-
en su mayoría acostumbrados a retener y re- cesitan saber si "es verdadero o falso” y no so-
petir saberes sin contextualizarlos, a ejercer portando la incertidumbre o las contradic-
y a enseñar o mostrar unas capacidades fun- ciones no pueden más que tener miedo del
cionando en el vacío (Astolfi, 1992; Perrenoud, enfoque por competencias.
1995, 1996). Podría ser que, tomada en serio, Dar una importancia real a la transfe-
la exigencia de competencias constituya un rencia y movilización de recursos, es, como
hándicap más para los alumnos en dificultad. se ha visto:
Ello por dos razones bien distintas: - construir los saberes a partir de los pro-
- No puede haber competencia si los re- blemas antes que desarrollar o centrarse
cursos requeridos (capacidades y cono- en el texto del saber;
cimientos) no están disponibles; los - enfrentar a los alumnos a situaciones
alumnos que presentan graves lagunas a inéditas y evaluar su capacidad de pen-
ese nivel estarán por tanto, de entrada, sar de manera independiente, asumiendo
desfavorecidos; salvo, eso sí, si nos obli- riesgos.
gamos a verificar previamente el domi-
nio de los recursos requeridos y se diso- Ello supone, pues, al menos en un primer
cia su utilización y certificación de momento, aumentar las desigualdades. En
aquella competencia que los moviliza; todo caso las desigualdades visibles. Tal es
- Una vez disponibles los recursos, su mo- el caso cada vez que se desplazan los obje-
vilización y transferencia pasan por pro- tivos de formación y las exigencias hacia
cesos mentales de alto nivel, que son di- más altos niveles taxonómicos.
fíciles de materializar plenamente en la En términos absolutos, esto parece ra-
educación ya que son del tipo de la sín- zonable: ¿por qué ocultar las desigualdades
tesis, la anticipación, la estrategia, la pla- reales? Nos engañamos sobre el sentido de
nificación, pensamiento sistémico...; en la escolarización si, una vez que los indivi-
todos los dominios puede ocurrir que la duos enfrentados a las situaciones vitales o
socialización familiar sea, en un medio simplemente a otros contextos de estudio,
favorecido, más eficaz que la acción edu- no reinvierten apenas los saberes adquiri-
cativa de la escuela, de las instituciones dos; no porque no los posean, sino porque
educativas… no han aprendido a descontextualizarlos, a
integrarlos en campos conceptuales y a mo-
Existen, por tanto, numerosas razones por las vilizarlos en nuevos contextos. Mejor sería,
que creer que la valorización de las compe- entonces, afrontar el problema de raíz.
tencias no resolverá ipso facto las cuestiones En un sentido más sociológico, quizá más
de desigualdad social en la institución edu- cínico, podemos preguntarnos si la educa-
cativa y se corre el riesgo, incluso, de agra- ción puede permitirse acrecentar las desi-
varlas. Tal enfoque podría dificultar la situa- gualdades visibles. ¿No se arriesga a debili-
ción de los alumnos que no sobreviven en la tar aún más a los alumnos en dificultad, a
competición educativa más que vinculándose desanimarlos, a empujarlos más rápida-
a los aspectos más rituales del oficio de mente al abandono? Paradójicamente, la ilu-
alumno (Perrenoud, 1996). Tal enfoque des- sión de cierto dominio –ligado a la ausen-
favorecería a aquellos que les angustia la idea cia de evaluación de transferencia– favorece
de hacer una investigación, de resolver un la autoestima, aporta esperanza y puede evi-

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tar la deserción. Sabiendo que, una vez fuera supone que están formados en la investiga-
del sistema educativo, el alumno se convierte ción y que, entonces, son capaces de iniciar
en inaccesible, nos podemos preguntar si en ella a sus propios alumnos. Sería mejor,
es siempre bueno decir la “verdad” sobre las en cualquier caso, desistir de la ilusión de que
desigualdades. basta con ser un investigador para poner a
Para no plantear y decidir o resolver este los alumnos en situación de investigación. Y
dilema en lo abstracto, es importante pre- de esa otra ficción que convertiría a todos los
guntarse si los sistemas educativos que adop- universitarios en investigadores.
tan, en este momento, el enfoque por com- En la universidad de masas, hacia la que
petencias tienen los medios para controlar nos dirigimos hoy en día, los estudiantes no
sus desviaciones elitistas. Lo más irrazona- se forman en la investigación hasta finales
ble sería, en efecto, el que se pretendiera de- del segundo ciclo. Por ello es todavía nece-
sarrollar las competencias sin que se tengan sario que no sólo tengan un dominio de los
los medios pedagógicos. Uno de esos medios conocimientos teóricos y metodológicos,
tiene que ver con la formación de los pro- sino también que se sientan atraídos por la
fesores, de su adhesión al enfoque por com- investigación y que, desde los inicios de sus
petencias, y también al modelo socio-cons- estudios universitarios, no hayan abando-
tructivista del aprendizaje (Bassis, 1998; De nado, por realismo o falta de interés, la ca-
Vecchi y Carmona-Magnaldi, 1996; Groupe rrera investigadora. Incluso cuando propo-
Français d´Education Nouvelle, 1996; Jon- nen una formación sustancial en las
naert y Vander Borght, 1999; Vellas, 1996, metodologías de investigación, las univer-
1999, 2000). sidades no se sienten seguras de desarrollar
el espíritu investigador en sus estudiantes,
particularmente en aquellos que realizan es-
4. La relación con el saber de los profesores tudios para obtener una formación profe-
sional o alcanzar cierto nivel del diploma.
Se aborda aquí un tema muy delicado, en Estos estudiantes se mantienen relativa-
particular cuando nos centramos en la en- mente indiferentes a los contenidos disci-
señanza secundaria y, más aún, en la ense- plinares y, en todo caso, a las estrategias de
ñanza preuniversitaria. Se admite con investigación, así como a la historia diná-
bastante facilidad que los educadores de pri- mica de los saberes que se exigen en el exa-
maria no poseen todas las competencias es- men. Asimilar los saberes como productos
pecíficas para cada disciplina de las que finitos, memorizar para quedar bien ante la
deben enseñar, especialmente en matemá- evaluación, no prepara de ninguna manera,
ticas y ciencias. Se puede, por tanto, dudar a los alumnos de once o diecisiete años, a
de su capacidad para desarrollar en sus alum- descubrir con pasión.
nos una relación activa con el saber, para ini- Las universidades no son apenas más ca-
ciarlos en una búsqueda epistemológica, en paces que los colegios e institutos, por ra-
una curiosidad fundamental, puesto que zones parcialmente parecidas, de desarrollar
ellos mismos manifiestan una relación edu- las competencias, a no ser que durante largo
cativa poco crítica y autónoma respecto a los tiempo, los estudiantes se encuentren im-
conocimientos que les inculcan. plicados en los estudios de casos, en las en-
Es diferente para los profesores de se- cuestas, trámites clínicos, proyectos, traba-
cundaria, especialmente cuando éstos han re- jos de laboratorios, o cualquier otra práctica
cibido una formación universitaria completa, hasta finales del 2º ciclo de la titulación. Una
en una o varias disciplinas. Por lo tanto, se vez convertidos en educadores o profeso-

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res de secundaria, estos estudiantes repro- intenciones y contenidos. Aquello que


ducen con espontaneidad, en sus actuales marca la diferencia es el currículo real. En
cursos, la relación con el saber que han in- los escenarios más optimistas, los profeso-
teriorizado en los suyos de entonces. Para res emplearán toda su inventiva pedagógica
ellos, el desarrollo de competencias no ha lle- en construir de manera activa los saberes y
gado a ser una segunda naturaleza. en desarrollar competencias. En los más pe-
La ruptura de ese círculo vicioso no se da simistas, siendo escépticos y cínicos, harán
por sí sola. Pasa por un ejercicio de lucidez el mínimo esfuerzo por parecer “estar al
incómoda y un compromiso en la búsqueda día” pero el espíritu de la reforma no les ha-
de saber teórico, combinado con un interés brá atravesado. Lo mejor sería que hicieran
por la historia y la epistemología de las cien- con convicción aquello en lo que creyesen
cias y de una curiosidad viva e intensa por en vez de cantar esa copla conocida por to-
las prácticas sociales en las cuales acaban im- dos los burócratas: “Yo hago lo que me di-
pregnando los saberes disciplinares. Durante cen pero no creo en ello; no me hagan res-
el largo tiempo que estas condiciones no se ponsable; no soy más que un peón de esta
han realizado, se puede temer que los cu- organización”.
rrículos más innovadores se reduzcan a prác- Para evitar el escenario catastrófico, ha-
ticas corrientes. Ahora bien, a la inversa de ría falta sin duda, a medio plazo, actuar so-
lo que se cree necesario: profesores capa- bre la formación inicial de los profesores,
ces de ir más allá de los textos, de reinven- no solamente en su formación pedagógica
tar el enfoque por competencias inspirán- y didáctica, sino también en su formación
dose en su propia experiencia investigadora, científica, filosófica y epistemológica. Desde
pero también en su conocimiento de cier- ese punto de vista, la separación estricta de
tas prácticas sociales en las que su misma estudios académicos y formación pedagó-
disciplina se ve confirmada. Podríamos so- gica y didáctica es bastante desafortunada.
ñar con un profesor de química que se in- En formación continua, sería fecundo tra-
teresara apasionadamente, por ejemplo, de bajar la historia de las disciplinas y su co-
la agricultura, peluquería, productos de be- nexión con las prácticas sociales, su relación
lleza, alimentación y pintura. Sabría sufi- con el saber y las competencias. Es inútil
ciente sobre estas prácticas como para mos- preguntarse cómo formar y evaluar las com-
trar la manera en las que éstas se sirven de petencias durante tanto tiempo mientras
la química. que los profesores no entiendan por qué ha-
Lo peor sería que el enfoque por compe- brían de cambiar. Lo urgente no es ya tanto
tencias no estuviera presente más que en los el instrumentalizarlos como el de aportar o
textos, los profesores no lo incorporaran a darles razones para adherirse a la reforma
sus métodos y vuelvan rápidamente a las curricular. Por ello, la única vía eficaz es in-
prácticas de enseñanza y de evaluación más terrogarles por su propia relación con el sa-
tradicionales. De resultas, las reglas del juego ber y por la “dulce esquizofrenia” en la que
educativo serían aún más difíciles de desci- numerosos docentes de secundaria se han
frar por los alumnos, divididos entre los ob- instalado: su propia experiencia de la for-
jetivos y el espíritu del programa, por una mación y la vida desmienten y desdicen el
parte, y por otra entre el enfoque de las com- valor absoluto que le otorgan a los “valores
petencias y el saber empleado en las clases. puros”, pero no se dan cuenta de que profe-
Es por eso que no se pueden juzgar los san una ideología del saber que no ponen
aspectos democratizadores o elitistas de los en práctica. Es una posición o apuesta for-
nuevos currículos bajo la única base de sus mativa al fin y al cabo.

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5. Enfoque por competencias y pedagogía di- blema pero no lo soluciona mágicamente. Yo


ferenciadora. he explorado esas huellas durante más
tiempo, en otro lugar (Perrenoud, 1997). No
Supongamos que los nuevos programas es- lo retomo aquí más que en el contexto es-
tén bien concebidos, fundamentados y sean pecífico del enfoque por competencias.
practicables. Supongamos, más aún, que los
profesores estén convencidos y sean com- 5.1. Situaciones educativas portadoras de signi-
petentes. Entonces, las prácticas de forma- ficado y aprendizaje
ción serían consistentes y de calidad, y ha-
bría coherencia entre las intenciones y su Idealmente, el enfoque por competencias
puesta en práctica. ofrece mayores oportunidades de crear si-
Ahora bien, la cuestión de las desigual- tuaciones portadoras de sentido, por el sim-
dades sociales en las instituciones educati- ple hecho de que relaciona los saberes con
vas permanecería y pediría una respuesta las prácticas sociales, desde las más filosó-
que no pasa por los programas sino por la ficas a las más realistas.
toma consciente de las diferencias en lo co- Falta construir tales situaciones en lo co-
tidiano y la colocación de dispositivos per- tidiano y convertirlas en productoras de
mitiendo poner a cada alumno, tan a me- aprendizajes. Conviene por, lo tanto, no re-
nudo como sea posible, en situaciones ducirlas a un papel de motivación o sensi-
educativas a su medida, susceptibles de ha- bilización, sino servirse de ellas para favo-
cerlos progresar hacia objetivos comunes. recer los aprendizajes fundamentales.
El enfoque por competencias es una baza
La lucha contra el fracaso escolar pasa por, con que aportar sentido al trabajo educativo,
al menos, cinco estrategias conjugadas y ar- pero se enfrenta a dificultades añadidas en la
ticuladas: concepción y análisis de las tareas propues-
tas a los alumnos. Ya no basta, en efecto, con
1. Crear situaciones educativas portadoras proponer ejercicios interesantes y bien con-
de sentido y aprendizaje. cebidos; es preciso colocar a los alumnos en
verdaderas situaciones, en estrategias de pro-
2. Diferenciarlas para que cada alumno se de- yectos, en problemas abiertos. Surge entonces
senvuelva en su zona de desarrollo próximo. una tensión entre la lógica de producción y
la de formación, con esta paradoja: cuanto más
3. Desarrollar una observación formativa y sentido tiene una situación que moviliza e im-
una regulación interactiva de la situación, plica tanto más difícil resulta regular los apren-
trabajando en los objetivos-obstáculos. dizajes sin romper la dinámica puesta en mar-
cha y separar a los individuos del grupo.
4. Dominar los efectos de las relaciones in-
tersubjetivas y la distancia cultural en la co- 5.2. Ubicar a cada alumno en su zona de desa-
municación pedagógica. rrollo próximo

5. Individualizar los recorridos de formación Diferenciar es organizar las actividades y las


en el marco de los ciclos de aprendizaje plu- interacciones de tal manera que cada
rianuales. alumno esté constantemente, o al menos
bastante frecuentemente, enfrentado a si-
En cada uno de estos registros, el enfoque tuaciones pedagógicas lo más fecundas po-
por competencias renueva y aminora el pro- sibles para él. Para ello, es preciso vincularlo

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a una zona que aporte una progresión a la gociada, que propone a cada uno una tarea
vez necesaria y posible. Necesaria, en aque- a su medida y gusto. Claro que el riesgo es
llo contra lo que él no puede abordar a fondo grande en la puesta en escena de este es-
sirviéndose simplemente de lo que ya co- pectáculo, de limitar o confinar al tarta-
noce. Debe aprender para triunfar o aprobar mudo al manejo del proyector o de dar el
y para comprender. Aprender de nuevo o trabajo de ejecución al miembro menos cua-
como mínimo afinar, consolidar y comple- lificado del equipo que trabaja en una si-
tar sus adquisiciones, o enraizar y practicar tuación-problema. Todas las estrategias de
su transmisión y movilización. Es necesario proyecto o investigación deberían tener en
también que pueda aprender: si el desafío cuenta esta desviación. Pueden, en contra,
es desmesurado, la misión llega a ser impo- aprovechar y disfrutar plenamente de una
sible, el alumno abandona o finge que tra- regulación del trabajo a hacer, o del enigma
baja; en ambos casos, no aprende nada. Una a resolver, antes que asignarle a cada uno,
pedagogía diferenciadora busca constante- por parte del profesor, tareas muy calibra-
mente la distancia óptima entre dos regis- das y precisas.
tros:
- el del desarrollo intelectual: el concepto 5.3. Desarrollar una regulación interactiva arti-
de zona de desarrollo próximo propuesto culada con los objetivos-obstáculos
por Vygotski convierte al desarrollo ope-
ratorio en condición indispensable del Se sabe ahora, que es inútil esperar optimi-
aprendizaje; las situaciones educativas zar el “tratamiento pedagógico” de un
pueden generar un desarrollo intelectual alumno acumulando bajo este propósito to-
o acelerarlo; pero es evidente que es ne- das las informaciones disponibles, sobre su
cesario que esté “al alcance de la mano”, perfil psicológico, su capacidad intelectual,
accesible; su manera de aprender, su estilo cognitivo,
- el de los conocimientos, competencias sus experiencias, etc. Sin duda no es nunca
y actitudes disponibles; el alumno inútil conocer a los alumnos, pero hace falta
aborda siempre una situación con un ca- desprenderse del fantasma de poder decidir
pital cultural que, si a menudo es pobre con antelación, sin pararse a pensar, en lo
o desfasado, no le permite adentrarse en que les conviene. Una pedagogía diferen-
la tarea, de comprender el problema y las ciadora evita proponer tareas absurdas, por
metas, de participar en una estrategia co- ser muy fáciles o demasiado difíciles, pero
lectiva. invierte y se implica una vez promovida la
situación, en una regulación constante de la
El enfoque por competencias complica y tarea colectiva y de la que corresponde a
simplifica al mismo tiempo este problema. cada uno. Dicho de otro modo, jugando con
Lo complica porque las situaciones de la implementación, la ayuda metodológica,
aprendizaje no son ejercicios escolares in- la división del trabajo, la estructuración del
dividuales, sino tareas abiertas y a menudo problema en sub-problemas a tratar sepa-
colectivas, inscritas en una estrategia de radamente, el profesor hace evolucionar la
proyecto o en una conducta de reinvestiga- tarea, la ajusta y toma decisiones certeras y
ción. Al mismo tiempo, dicha inscripción decisivas:
simplifica el ajuste de las situaciones de - por una parte, los obstáculos cognitivos
aprendizaje a las posibilidades e intereses (teóricos o metodológicos) que decide eli-
de cada uno, en la medida en que se opera minar porque son insalvables para los
una división del trabajo, espontánea o ne- alumnos o cuya superación no es prio-

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ritaria: en estos casos el docente renun- juego educativo, bajo el riesgo de marginar
cia al aprendizaje correspondiente y a ciertos alumnos, más acomodados en las
ayuda lúcidamente a los alumnos a es- actividades académicas tradicionales, cerra-
quivar el obstáculo, por ejemplo, encar- das, individuales.
gándose él mismo de ciertas operaciones
que no están todavía al alcance de los 5.5. Individualizar el recorrido de la formación
alumnos; y trabajar en ciclos
- por otra, los obstáculos que no deben ser
esquivados porque se encuentran en el En la primaria y la secundaria obligatoria, es
núcleo o en el corazón del proyecto de for- frecuente que el enfoque por competencias
mación; de repente, se convierten en ob- se asocie a la introducción de ciclos de apren-
jetivos-obstáculos (Astolfi, 1997, 1998; dizaje plurianuales. No es una coincidencia:
Martinand, 1986, 1989), en ocasiones para cuanto más se busca formar competencias,
construir nuevos conocimientos o am- más falta hace espaciar los plazos, disponer
pliar sus competencias; el rol del profesor el tiempo con el que construir los conoci-
no es entonces el de sustituir o facilitar, mientos por estrategias de investigación y
sino el de forzar la confrontación con el proyecto, poco compatibles con la tendencia
obstáculo, con lo que se resiste, planifi- clásica del año académico.
cándolo de manera óptima. Nos podemos preguntar por qué, en la
enseñanza post-obligatoria, en particular la
5.4. Dominar las relaciones intersubjetivas y la enseñanza superior, nos mantenemos ata-
distancia cultural dos a años de programa aún cuando las con-
diciones para trabajar en ciclos plurianuales
El enfoque por competencias supone una es- y en unidades capitalizables son más fáci-
trategia y una gestión a menudo cooperativa, les de realizar, sobre todo si se piensa en la
que sitúa al docente, sino en igualdad con autonomía de los alumnos y de sus capaci-
sus alumnos, como mínimo en posición de dades de orientación y autorregulación.
actor solidario de la empresa común: pro- Trabajar en ciclo no erradica mágica-
ducir un texto, sacar adelante una expe- mente las desigualdades y el fracaso educa-
riencia, construir una encuesta, etc. tivo. Los ciclos mal concebidos y mal ges-
Como resultado, la relación pedagógica tionados pueden también agrandar las
se encuentra cambiada, las personas se re- distancias. Pero alternativamente, el enfoque
velan y manifiestan en el trabajo; relación por competencias controla los espacios-tiem-
que es en este caso de doble dimensión: pos de formación más amplios, más propi-
- hasta cierto punto, permite escapar del cios a la individualización del recorrido de
cara-cara alumno-profesor, al juego del formación.
gato y el ratón, a los mecanismos de con-
trol y defensa, a la desconfianza y la as-
tucia, de una parte y , 6. Conclusión
- al mismo tiempo, el trabajo es el esce-
nario de las relaciones de poder, de con- Mal concebido o puesto mediocremente en
flictos y de exclusión. marcha, el enfoque por competencias puede
agravar la desigualdad en la educación. In-
Una educación “funcional”, centrada en las cluso bien concebido y realizado magnífi-
verdaderas situaciones que llaman a cono- camente no puede pretender acabar con el
cimientos operativos, modifica las reglas del único sesgo del currículo. Sea cual sea el pro-

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grama, la pedagogía diferenciadora y la in- Como suele ser, frecuentemente, el pro-


dividualización de los recorridos de forma- blema principal señala el equilibrio necesa-
ción permanecen de actualidad. rio entre la coherencia de las reformas y el
Respecto a este último punto, el combate carácter negociado de su origen y puesta en
compromete, contra la ideología del éxito, las práctica. En vista de las evoluciones parale-
expectativas elitistas de una parte de los con- las en muchos países desarrollados, pode-
sumidores de educación, las políticas blan- mos temer que los ministerios apresuren a
dengues de numerosos sistemas educativos hacer lo que mejor saben –textos, progra-
más rápidas en reclamarse parte de una pe- mas– y abandonen la puesta en práctica de
dagogía diferenciadora que a sostenerse por la reforma, a la suerte, de las opciones in-
los actos, los medios, las formaciones y los dividuales y los proyectos de las institucio-
acompañamientos. Los obstáculos son gran- nes…
des, pero el enfoque por competencias, si los Jerome Bruner decía recientemente en
renueva no los crea totalmente nuevos. una conversación concedida al Mundo:
A mismo tiempo, la ambigüedad y el ca- Desde mi punto de vista, el fin de la edu-
rácter precipitado e inacabado de las refor- cación no es formar el espíritu de los
mas curriculares son más inquietantes. alumnos inculcándoles conocimientos es-
¿Están los sistemas educativos preparados pecializados de los que no comprenden la
para aceptar el declive del dominio de las razón de ser y el sentido. Es necesario que
disciplinas?; ¿están dispuestas a invertir los alumnos se adueñen de una cultura,
masivamente en otra práctica de enseñanza- integren conocimientos a partir de pre-
aprendizaje?; ¿listas para afrontar la resis- guntas que se planteen. Para ello, hace
tencia de los alumnos que siguen adelante y falta discutir los programas existentes.
de sus familias?; ¿preparadas para decep- Debemos cuestionarlos, discutirlos, ex-
cionar a numerosos profesores adheridos al plorar el mundo. Es así como nos abas-
statu quo, al mismo tiempo que ideológica- tecemos de cultura, como uno se vuelve
mente los confirma en su relación con el sa- miembro activo de una sociedad.
ber y sus prácticas pedagógicas?
Podemos dudarlo. Ahora bien, si el enfo- Si la reforma curricular olvida esta idea prin-
que por competencias se queda en “una me- cipal, no hará más que sustituir los textos
dia reforma” que no renuncia a nada ni obliga por otros textos. Ahora bien, el reto es el de
a nadie, es poco probable que haga progresar cambiar las prácticas…
la lucha contra el fracaso educativo. Si nada
cambia salvo las palabras, si hacemos con las
competencias aquello que ayer hacíamos con
los conocimientos, ¿por qué habríamos de es-
perar menos fracaso escolar?
Podríamos de igual manera temer lo con-
trario. Un enfoque por competencias no exis-
tente más que en los textos ministeriales,
al que muchos docentes no se adhiriesen, de-
jaría las reglas del juego educativo aún más
opacas y las exigencias de los profesores aún
más dispersas, unos jugando indolente-
mente el juego de la reforma, otros ense-
ñando y evaluando a su manera.

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