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Etapa de 1 - 5 Años Cultura China, Indigena
Etapa de 1 - 5 Años Cultura China, Indigena
Primeros pasos
Control de esfínteres.
Desde los 2 años a los niños se les enseña a trabajar sus emociones, antes de los
3 años se les enseña a respetar a otras personas, animales, a ser capaces de
buscar la verdad por si mismos, a cuidar la naturaleza con el fin de crear seres
humanos que van a vivir en armonía en la sociedad.
Alimentación: Las verduras llegan a los dos años. Niños y adultos comen separados
porque “ellos todavía no tienen los modales necesarios”. Las reglas son muy
precisas: 1) sentarse compuestos. 2) comer despacio y no cebarse. 3) la boca debe
estar exactamente sobre el plato, para no manchar.
Hacia los tres años su dieta es similar a la de los adultos y pueden comenzar a
compartir la mesa con ellos.
Sueño: En zonas rurales los niños comparten la habitación de los padres, junto con
hermanos en caso de tenerlos. Sólo a una edad mayor, en caso de que exista la
posibilidad, pueden tener una habitación separada. En zonas urbanas, hay mayor
disponibilidad de espacio y hay prevista una habitación para el hijo, incluso dos si
son de distinto sexo.
Los ritmos externos infantiles dependen de los horarios de trabajo de los padres.
Por ello, se considera que dormir en la misma habitación es un modo de compartir
un poco más de tiempo.
Esta historia volvía a mostrar una vez más la obsesión por la educación que se vive
en China, el surgimiento de escuelas de élite y la competitividad cada vez más feroz
y desde edades más tempranas. En Caixin, uno de los medios económicos más
atrevidos del país, el dibujante Ding Huayong (丁华勇) publicaba esta viñeta como
El estilo de vida de la primera infancia de los niños wayuu que va hasta los 7 años
se denomina TEPICHI que significa niño o niña. En esta etapa su formación se inicia
con el juego, donde se limita la cotidianidad de su comunidad y familia. Durante esta
etapa los TAPICHI se les denomina JINTUT, si es niña, y JINTUI si es niño
2 aikajuina: se sientan
4 alamajuina: gatea
7 kawatiraina: corre
La perspectiva socio culturalista enfatiza en el hecho de que los niños y las niñas
necesitan de forma básica e importante el apoyo directo de sus padres para el
adecuado desarrollo de su aprendizaje cognitivo y social, en relación con la
interacción con el medio, también se encontró que la cultura influye de manera
directa en el desarrollo de habilidades en el menor. (Agudelo, Cava y Musitu, 2001)
Por otro lado, las pautas de crianza y el desarrollo afectivo y social de los niños
están íntimamente relacionados con el estado mental de los padres así.
Sin embargo, las familias no tienen unas prácticas de crianza definidas. Estas son
determinadas por las condiciones de vida, experiencias y convenios. Normalmente,
se repiten pautas de crianza de sus respectivas familias. (Hernandez, 2017)
En las familias donde los padres se han decidido por un estilo de crianza dentro del
cual se incluyen los consensos y la toma de decisiones en compañía, existía una
historia familiar de separaciones por parte de los padres y situaciones que
impidieron un acompañamiento por parte de los padres, Esto ha hecho que ellos
quieran para sus hijos un estilo diferente del que tuvieron en su infancia.
La crianza actual
Suele ser una crianza permisiva, cálida y en algunos casos confusa.
Según los expertos dicen que los niños se vuelven más demandantes
Es poco exigente
Crianza de antes
Era una crianza demandante, receptiva, exigente y respetuosa.
Les da a los padres la última palabra, algo que puede proteger a los niños de
tomar decisiones malas o peligrosas.
Algunos padres hoy en día les tienen miedo a los hijos. Les temen a sus
lágrimas y frustración.
Los padres ahora no tienen confianza cuando de criar a sus hijos se trata.
¿Cuál es la mejor?
La crianza positiva, pues en un principio pensé que era una forma más relajada,
pero resulta que puede ir por la línea del medio entre cómo nos educaban antes y
lo que se hace ahora.
Pues no se trata de mantener a los niños felices dejando que hagan lo que ellos
quieren. Consiste en poner límites con amabilidad y empatía. Ahora suena bonito,
pero en el día a día, es un poco complicado, pero nada que no podamos hacer con
el amor que les tenemos a nuestros hijos y con la paciencia respectiva.
BIBLIOGRAFÍA