Está en la página 1de 2

Carta dirigida a El Cacique Seattle

02 de marzo de 2020

Principalmente agradezco el hecho de que considere mi oferta. Tiene usted


mucha razón en decir que la tierra no nos pertenece, es por eso que le hago la
promesa de cuidar esas tierras como usted sugiere, haciendo recordar a nuestros
descendientes el valor de la tierra que nos fue otorgada, se les enseñará a valorar
cada especie, a cuidar y tratar con mucho respeto, y sobre todo a resguardar el
gran ideal que guardan como un tesoro.

Mis creencias acerca de la naturaleza no pueden llegar a ser las mismas que
las de su pueblo, mas sé en esencia lo valiosa que es, así usted me ha enseñado,
tanto así que he meditado, acerca del honor que resguarda su tribu al defender
tales terrenos, de los cuales han sacado con el sudor de su frente y arduo trabajo
el alimento y así criado a generaciones que siguen cultivando tales ideales.

Cabe resaltar que su forma de pensar no me parece para nada salvaje por
querer cuidar y proteger la tierra que pisan. Me ha llamado mucho la atención la
perspectiva con la que ve y respeta a la madre naturaleza, cómo hace ver algo
que para nosotros es tan insignificante, algo tan magnifico como: “el zumbido que
hace el aleteo de un insecto, el sonido de las cascadas y arroyos, y ni hablar de la
suave brisa de un atardecer”.

Sus palabras me tocan en lo más profundo, su respeto y compromiso con su


familia, intachables valores que el día de hoy los llamados “salvajes” nos enseñan.
Mi propósito es defender y proteger a los míos de la misma manera en la cual
usted lo ha hecho, haciéndome responsable de un pueblo, y queriéndolos llevar
hacía el mañana, y darles la mejor vida posible. Lo que usted estimado cacique
quiere y valora, de igual manera yo lo imploro, porque para mi propósito y sueño a
cumplir, es necesario a nuestros pueblos unir.

Y no se sienta usted engañado, pues su voz a mí me ha llegado, mediante tal


relato, mi respeto se ha ganado, su pueblo será recompensado, y puede
considerarnos aliados, porque lo que hoy fundamos, es el mañana con el que
cualquiera ha soñado.
He hecho esta oferta, con el fin de que usted se dé cuenta de lo que este
hombre quiere hacer, en principio respetar y hacer prevalecer a todo ser viviente
aquel, que desde su nacimiento ha de tener un lugar al cual pertenecer.

No espero comparta mis métodos, pero como líder de un pueblo espero


comparta así mi visión para ellos, debe usted traerles riquezas y buenos hogares,
yo le prometo eso y más, aún más lejos del lugar, prometo darle algo a lo cual
llamar hogar.

Gracias a usted por atender, para mí será un placer llegar a un acuerdo, con su
persona claro está que quede satisfecha, de esa manera, crear tal alianza que de
ruptura no tenga fecha.

También podría gustarte