Niños a capricho

El hecho de poder elegir si el futuro hijo será hombre o mujer, y mas aun el
que en los bancos de semen se registren datos ligados a la genética de la persona
y otros rasgos que no necesariamente se deben a la condición genética, de
manera tal que pareciera un catálogo de compras, hace que tener un hijo sea uno
mas de los tantos caprichos que saciar. Mas aun cuan afectado se ve el desarrollo
de los pequeños que por los ideales de los padres terminan siendo despojados de
una infancia saludable, o que atraviesan una intervención quirúrgica para cumplir
con una norma religiosa, estética, o por supuesta salud.

No cabe duda que la sociedad en que vivimos se ha convertido en esa donde

lo que resalta es aquello que sale de la norma establecida para ambos extremos,
negativos y positivos, los cuales se convierten en modelos a los cuales anhelamos
llegar o de los que huimos. Transferimos esto a nuestros hijos y hacemos de ellos
un proyecto, haciendo de lado su independencia. Se hace mención también del
como los programas de televisión, influyen a lo antes mencionado aconsejando o
guiando el actuar de los padres en donde no debería hacerse mas que por un
profesional apegado a su respectivo protocolo.

Por tanto, para ciertos procedimientos médicos es necesario no optar por el

camino en donde lo que importa es la estética por parte de la sociedad, los padres
o por las ganancias en el caso de las clínicas y farmacéuticas, ligando
estrechamente la medicina con la bioética, para actuar solo donde sea necesario
actuar. Además, todo esto al deberse a la exposición de una sociedad que todo lo
ve y juzga, orillando a los padres a tratar de corregir eso que se piensa esta “mal”
o no es “normal”, o simplemente como sobre protección hacia sus hijos. Estos
factores que parecen exigir una respuesta, la cual como se ha visto termina por
dominar la exigencia social, pueden despojar de una infancia tranquila y feliz.