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Para tratar la enfermedad del tronco de la arteria coronaria izquierda —una condición
que obstruye parcialmente la circulación por la mayor arteria que lleva sangre al
corazón— hay dos tipos de tratamientos posibles.
Uno requiere de una operación a corazón abierto en la que se realiza un baipás (o
bypass, en inglés) para desviar la sangre por fuera de la zona bloqueada, y hacer
que llegue al músculo cardíaco.
El otro, más rápido y menos invasivo, consiste en la colocación de un stent, una malla
metálica en forma de tubo que si inserta dentro de la arteria para dilatarla, y permitir
así la circulación sanguínea.
Cientos de miles de stents han sido utilizados hasta la fecha en todo el mundo para
tratar estos casos.
Sin embargo, según reveló una investigación del programa Newsnight de la BBC,
médicos que estuvieron trabajando en un ensayo clínico sobre el tratamiento de
enfermedades coronarias ocultaron información concerniente a estas dos
metodologías.
Todo comenzó con un ensayo, bautizado Excel y que se inició en 2010, que examinó
si los stents eran tan efectivos como la cirugía a corazón abierto para tratar la
enfermedad del tronco de la arteria coronaria izquierda.
El artículo concluía que ambos eran igualmente efectivos para pacientes con este
problema cardíaco.
El problema es que, en dicha publicación ocultaron que, pasados estos tres
años morían más pacientes con stents que los que habían sido sometidos a la cirugía
de baipás.
Este año, los autores publicaron más resultados del ensayo. Allí, muestran qué pasó
con los pacientes cinco años después del tratamiento.
Estos resultados revelan que, por cada 100 pacientes que murieron después de una
cirugía a corazón abierto, 135 murieron después de que les colocaran un stent.
Estas cifras solo fueron publicadas después de que se hicieran las recomendaciones
—basadas en parte en este ensayo— respecto a estos procedimientos.
INFORMACIÓN OMITIDA
"Si alguien murió tres años y un día después del ensayo, esa muerto no habría sido
incluida en los resultados", le dijo a la BBC Nick Freemantle, bioestadístico del
University College London, en Reino Unido.
Los autores del ensayo señalan que los resultados del estudio fueron analizados y
reportados de acuerdo al protocolo.
Sin embargo, Newsnight tuvo acceso a información compartida por personas que
estaban involucradas en la seguridad del ensayo que dan a entender que la situación
empeoraba para los pacientes con stents después de los tres años.
Más gente con stent moría en comparación con quienes habían sido sometidos a la
otra cirugía.
DESACUERDO
Emails del comité de seguridad del ensayo advirtieron que toda la información sobre
estas muertes debería ser publicada y vista por investigadores.
Aun sin esta información adicional, había desacuerdo entre quienes escribieron los
lineamientos sobre cuál de los dos métodos era mejor.
Newsnight tuvo acceso a esta revisión: decía que la evidencia indicaba que los stent
eran peores que la cirugía para los pacientes con enfermedad del tronco de la arteria
coronaria izquierda.
"Creo que la mayoría de los pacientes encontrarán que estas diferencias son
clínicamente significativas. No creo que estos procedimientos deban recibir la misma
clase de recomendación".
NEUTRALIDAD DUDOSA
Esta recomendación, no obstante, no fue compartida con todos aquellos que
deberían haberla visto.
Los investigadores del estudio dijeron que esta información era falsa y que la
metodología era correcta, y acordaron que se hiciese una revisión "independiente"
de los datos.
Todos tienen vínculos con los investigadores, los procesos para elaborar
lineamientos o la industria de suministros médicos.
"Tienes la misma gente que maneja el show en todos los niveles. Diseñan los
ensayos, determinan la agenda y eligen qué presentan".