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Revolucic3b3n de Octubre de 1944 PDF
Revolucic3b3n de Octubre de 1944 PDF
Facultad de Odontología
Odontología Preventiva y Social I
Dra. Mirna Calderón Márquez
REVOLUCIÓN DE 1944
HISTORIA CRÍTICA DE GUATEMALA
Contenido
INTRODUCCIÓN .............................................................................................................................. 3
REVOLUCIÓN DE OCTUBRE DE 1944 ...................................................................................... 4
El triunfo de la revolución ........................................................................................................... 7
Era Revolucionaria: Una Constitución Moderna .................................................................. 8
Un Presidente con Ideales Revolucionarios........................................................................... 9
La Situación Mundial ................................................................................................................... 10
El Gobierno del Doctor Arévalo ............................................................................................... 11
El énfasis en la educación y en la cultura ......................................................................... 12
El inicio de las desavenencias ideológicas ............................................................................ 14
La lucha por el poder y la muerte de Arana ......................................................................... 16
ÉPOCA REVOLUCIONARIA II (1951-1954) .......................................................................... 18
El Proyecto de Reforma Agraria.......................................................................................... 20
Hacia la confrontación total .................................................................................................21
Decisiones revolucionarias ................................................................................................... 24
Culminación y Cese Del Ataque ........................................................................................... 25
AVANCES SOCIO POLITICOS DE LA REVOLUCION ............................................................ 26
OPOSITORES DE LA REVOLUCIÓN ......................................................................................... 28
LA REBELIÓN DE LOS CADETES ............................................................................................. 29
LA IGLESIA CATOLICA ........................................................................................................... 31
REPRESIÓN Y SUS CONSECUENCIAS ................................................................................. 31
EL ASESINATO DE CASTILLO ARMAS.................................................................................... 34
EL LIBERACIONISMO, BASE POLÍTICA DE CASTILLO ARMAS ..................................35
DIFICULTADES DE UN PROCESO ELECTORAL ................................................................... 35
Universidad de San Carlos y su Papel en la Revolución ................................................... 37
Situación Salud-Enfermedad .................................................................................................... 39
ANALISIS CRÍTICO DE REVOLUCION DE 1944 ................................................................... 40
ANEXOS ........................................................................................................................................... 43
BIBLIOGRAFÍA .............................................................................................................................. 48
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INTRODUCCIÓN
“Si volvieran los tiempos de Ubico” exclaman los abuelos, deseo debido a la
reinante inseguridad actual, y a la aparente aplicación de pronta justicia en aquel
tiempo, sin embargo era una justicia ciega, aplicada con total autoritarismo y sin
miramientos, aun la aparente tranquilidad de la época sopesa mas que poder
ejercer muchos de los derechos fundamentales del ser humano y de la sociedad en
general como elegir libremente a los gobernantes, libertad de expresarse, de tener
un salario justo o una mejor educación para sus hijos.
En 1944 diferentes sectores de la sociedad Guatemalteca estaban hartos de la
prepotencia del dictador Jorge Ubico, quien por 14 años gobernó a su antojo
Guatemala, aplicando una dictadura que emulaba a las que él admiraba en la
Europa pre guerra, entre estos grupos figuraban los estudiantes universitarios, el
gremio magisterial y los sindicatos obreros.
La presión ejercida por estos sectores obligaron al dictador a abdicar al gobierno,
pero la Asamblea Legislativa conformada por miembros afines a él lo sustituyeron
con el general Federico Ponce Vaides, con lo cual se continuaba con el mismo
esquema de gobierno, por lo cual tan solo 108 días después fue derrocado por una
junta militar el 20 de octubre de 1944, la cual era conformada por Jacobo Arbenz,
Jorge Toriello y Francisco Javier Arana, la que convoco a elecciones libres, dando
inicio así a la llamada “primavera Democrática” para Guatemala.
Con los Gobiernos de Juan José Arévalo Bermejo y posteriormente el de Jacobo
Arbenz Guzmán se lograron importantes avances, muchos de los cuales aun no han
sido superados como la creación del Seguro Social, la Autonomía Universitaria y
del deporte, hasta que Estados Unidos puso fin a la era de la Revolución en
Guatemala, organizando un golpe de Estado porque los programas de gobierno de
Arbenz afectaba intereses estadounidenses en el país.
Hoy día pagamos por la intervención “gringa” en nuestro país, y con tristeza
añoramos también al igual que los abuelos tiempos que ya se fueron, tiempos que
no volverán, y algunos nos unimos a decir “si volvieran los tiempos de Arévalo o de
Arbenz”.
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Este era el último acto de un proceso que se venía dando desde hacía varios
meses. En Junio de aquel año habían ocurrido diversas manifestaciones y
demandas sociales para lograr un cambio en la situación política. Entre las
actividades más significativas, destacaron, la manifestación de los maestros el 25
de junio, la manifestación de las mujeres que tuvo un saldo trágico con la muerte
de la maestra María Chinchilla, alcanzada por los disparos de las tropas, el
documento suscrito por 311 distinguidos ciudadanos que demandaban la renuncia
del dictador.
Las causas para tales demandas eran variadas: por una parte, la dictadura de
Ubico parecía agotada e incapaz de adaptarse a los nuevos tiempos. El Presidente
había sido electo y reelecto sucesivamente en un clima de servilismo político por
parte de cierto grupo de la población, bajo el pretexto de contrarrestar los efectos
derivados de la gran crisis económica mundial ocurrida en los años 30. Pero eso ya
había pasado, y el gobierno de Ubico se había convertido en una dictadura que
tenia sumido al país en el atraso y en el miedo.
Durante su mandato se da la llamada segunda guerra mundial (1939-1945), la
cual desestabilizaba el gobierno de Ubico ya que las democracias estaban peleando
contra los gobiernos fascistas y antidemocráticos, como Alemania y Japón, y el
Gobierno de Guatemala era una copia en miniatura de los gobiernos fascistas.
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Libertad de creencia
Libertad de palabra
Libertad de temor
Libertad de la miseria
El triunfo de la revolución
las tierras. Ante estas noticias, se envió un destacamento militar para imponer el
orden, habiéndose encontrado que los ladinos de Patzicía, auxiliados por gente de
Zaragoza y Antigua, estaban, a su vez, matando a familias indígenas, en medio de
un clima de tensión imperante en otras poblaciones de los departamentos de
Chimaltenango y Sololá.
La Situación Mundial
En realidad, esta discusión se venía dando en muchos países desde los años
anteriores a la Segunda Guerra Mundial. Se acrecentaba al observar el contexto
social y político en que había ocurrido la industrialización de los países europeos y
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de los Estados Unidos de América, en donde las luchas obreras habían logrado,
poco a poco, importantísimas conquistas sociales ante los abusos de los dueños de
fabricas y de tantos otros empresarios; entre ellas, la mejora de condiciones
laborales, precedida por la obtención de jornadas laborales menores a las de 12 o
143 horas que existían a principios del siglo en muchos países, pero que, a esas
algunas, se habían convertido en una violación de la legislación reconocida por
varios países. México sirvió de ejemplo en aquella polémica generada en el
contexto guatemalteco, dando el éxito de su proceso revolucionario. Algunos
pensaban que estas conquistas eran de carácter comunista, trasplantadas de la
Revolución Rusa de 1917 o de la que acababa de ocurrir en China en 1949.
Una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial, el mundo se dividía en dos
campos: el capitalista, liderado por los Estados Unidos de América, y el socialista,
abanderado por la Unión Soviética. Desde 1945, el Primer Ministros ingles,
Winston Churchill, había afirmado en un célebre discurso que una “cortina de
acero” había caído sobre Europa. Aquel fue el punto de partida de la Guerra Fría, es
decir, de la confrontación entre el capitalismo y el comunismo, entre dos potencias
por la búsqueda de la hegemonía mundial. Es el momento en que la rivalidad
ideológica, y política, y el enfrentamiento militar se activan entre ambos bloques.
Por otro lado, se encontraban los simpatizantes del coronel Arbenz, joven
militar, poseedor de una personalidad que despertaba el apoyo, principalmente de
obreros, de los campesinos y de los jóvenes miembros de los partidos políticos,
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Este programa de gobierno era aceptado por la mayor parte de los sectores del
país: partidos políticos, sindicatos, ligas campesinas, Ejercito; pero era visto con
reserva por los grupos minoritarios de profesionales de la ciudad capital y, sobre
todo, por los terratenientes y los empresarios, entre ellos la United Fruit Company.
Muy importante era la animadversión de la alta jerarquía de la Iglesia Católica y
del gobierno de los Estados Unidos de América, protector de intereses económicos
en suelo guatemalteco.
Árbenz afirmó que la influencia del PGT no era crucial para su gobierno y
negó que tuviese intención de formar milicias populares. El presidente cometió el
error de no apreciar el significado político que tenía el cuestionamiento del
Ejército, que también había sido sometido a una intensa campaña ideológica sobre
los peligros del comunismo.
Había la existencia de otro tema a tocar, acerca del apoyo al ejército, el cual
consistió en la posibilidad de proveer más armamento a las milicias populares que
defendían a toda costa la Revolución. Desde que el régimen, que ya comenzaba a
ser amenazado, quiso comprar armas previendo un atraque militar, obtuvo una
respuesta contraria de los gobiernos, con esto se vería forzado a obtener su
armamento de fuentes checoslovacas. Esto provocó temores en el Ejército por la
posibilidad del abastecimiento a la población y que éstos quedaran fuera de
control. El coronel Árbenz negó que tuviese intención de formar milicias
populares.
El presidente, en esa ocasión, erró al no apreciar el significado político que tenía el
cuestionamiento del Ejército, quien había sido sometido a una campaña ideológica
acerca de los peligros que el comunismo podría conllevar al transcurrir el tiempo.
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Decisiones revolucionarias
Llegada la época del mes de junio del año de 1954 en Guatemala
inminentemente se respiraba un clima de confrontación muy preocupante. Lo
común era que en regiones como el campo, las invasiones de tierra se llevaran a
cavo una tras otra, muy frecuentemente, y que las reuniones y manifestaciones de
apoyo al régimen disminuían cada vez más. Por su parte, la Iglesia emitía mensajes
que arreciaban en cuanto a sermones contrarios a la violencia que se estaba
viviendo en ese tiempo.
Se dio inicio a una participación política de la mujer más notoria, así como
del sector juvenil de la sociedad como algo importante y en realidad tomado en
cuenta. Estos cambios se notaron en la segunda parte del período con la intención
de sentar las bases de un desarrollo económico y social con carácter nacional.
OPOSITORES DE LA REVOLUCIÓN
Debido a ello, fue Castillo Armas quien recibió a Monzón con una especie de
gabinete de gobierno, el cual estaba debidamente organizado y lo conformaban
abogados, empresarios y militares, quienes tuvieron a bien realizar la firma de un
pacto, el cual contiene la información que se resume de la siguiente manera:
Fue así como Castillo Armas triunfó, siendo un 3 de julio de 1954 el día en
que éste era recibido en la ciudad capital con los honores de los cuales él había
manifestado requerir y que había exigido para sí, al frente del Ejército
Liberacionista. Lo único que no había podido lograr Castillo Armas fue sacar
definitivamente del poder al coronel Élfego H. Monzón en ese entonces.
LA IGLESIA CATOLICA
La Carta Pastoral y la cruzada anticomunista apoyada por la iglesia
favoreció la causa contrarrevolucionaria. A pesar del afán del arzobispo Rosell, la
Iglesia no logró que el Estado declarara a la religión católica como la oficial en el
país, la Iglesia no logró que el Estado declarara a la religión católica como la oficial
en el país, ni la enseñanza escolar obligatoria de dicho credo. Lo único que el clero
logró fue ser reconocido como persona jurídica y, con ello, tener el derecho de
adquisición de bienes.
una oficina del aeropuerto nacional, antes de tomar el avión que lo llevaría a
México. Es indudable que el castilloarmismo no se midió, al igual que sucedió en
los últimos meses del gobierno arbencista, en cuanto a perseguir y acabar con los
adversarios políticos.
Uno de los casos más terribles que ejemplifican los niveles de represión de
la contrarrevolución, es el de la prisión de Escuintla, cuya capacidad máxima era de
200 presos, pero donde llegaron a aglomerarse hasta 10,000 personas. Muchos de
ellos, al no poder respirar fueron muriendo por asfixia.
La noche del 26 de julio de 1957, el presidente Carlos Castillo Armas fue asesinado
en el interior del Palacio Nacional cuando habían transcurrido casi tres años de su
gobierno. La versión oficial del magnicidio explica que el responsable fue Romeo
Vázquez Sánchez, un guardia presidencial con problemas sicológicos. Según esta
versión, el soldado se suicidó minutos después de haber cometido el asesinato. Se
habló de una conspiración comunista en contra de Castillo Armas, ya que más
tarde se encontró una postal enviada a Vásquez Sánchez desde Moscú. El hecho
nunca se aclaró. Entre las versiones conocidas podemos citar las siguientes:
El contexto social y político que rodeó la muerte de Castillo Armas estaba
caracterizado por una creciente tensión, así como por una insatisfacción
pública acerca del rumbo que había tomado el gobierno liberacionista.
Castillo Armas logró ser investido como Presidente de la República,
renegando de algunos acuerdos suscritos con otros políticos. Entre estos
acuerdos estaba el Pacto de Caballeros, establecido con el general Idígoras
Fuentes y el Pacto de Tegucigalpa, con el abogado Juan Córdoba Cerna,
quienes se distanciaron con cierto resentimiento tanto de Castillo Armas
como de su gobierno.
Por otro lado, no se puede olvidar la enemistad creada a raíz de la
disolución de la anterior Junta de Gobierno. El coronel Élfego H. Monzón y
el teniente coronel Trinidad Oliva se habían marchado al exilio. Éste último,
al saber que estaba siendo acusado del asesinato de Castillo Armas, regresó
al país y se sometió voluntariamente a la justicia. Fue absuelto.
Una tercera versión menciona la participación del dictador dominicano
Rafael Leonidas Trujillo en la conspiración que desencadenó la muerte de
Castillo Armas. Según esta versión, Trujillo estaba disgustado con Castillo
Armas debido a que éste no había honrado una deuda que tenía con él.
También se dijo que el dictador se molestó al no ser condecorado con la
Orden del Quetzal por el gobierno contrarrevolucionario.
Una cuarta versión centra la autoría del asesinato en el sector
económicamente poderoso. Según esta hipótesis, Castillo Armas se estaba
escapando del control de los grandes empresarios quienes consideraron
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Castillo Armas
Sin duda, el grupo más influyente era el MDN, el antecesor del MLN, fundado por
miembros de la clase económica poderoso. Entre ellos figuraba Mario Efraín Nájera
Farfán. Gracias a las presiones generadas por Nájera, Secretario General de la
Presidencia del caudillo de la liberación, así como por el apoyo de la viuda del
presidente, señora Odilia Palomo, al morir Castillo Armas se privilegió el rumbo
constitucional. De esa manera, se evitó que la cúpula del liberacionismo decidiera
ilegalmente quién habría de suceder al líder asesinado.
A partir de una oferta política que tenía algunos matices democráticos, pero
a la vez recordaba los tiempos del general Ubico, Idígoras Fuentes ganó las
elecciones, celebradas en enero de 1958, y se convirtió en Presidente de la
República el 15 de marzo de aquel año.
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Estas protestas estudiantiles fueron la chispa que prendió el fuego a lo que meses
más tarde sería la Revolución de Octubre. Sin saberlo, Ubico caía en la trampa de
los estudiantes. Y la policía y el ejército tomaban medidas represivas, El 1 de julio
el general aceptó una petición formal de renuncia firmada por 44 ciudadanos
notables.
Situación Salud-Enfermedad
Con respecto a los problemas de salud de manera de ejemplo. Conviene destacar
que las enfermedades más alarmantes eran epidemias de malaria, viruela,
influenza aunque tuvieran igual rango las enfermedades gastrointestinales y
pulmonares en la formación social guatemalteca. En el altiplano periodo “liberal”
se dio una continuidad en las tasas de natalidad y mortalidad del orden de 43
nacimientos y 30 muertos por cada mil habitantes. En el orden de las relaciones de
producción, se observan que en los departamentos donde convergía una alta
cantidad de trabajadores forzados del altiplano y en donde residían cantidades de
mozos colonos era donde más mortalidad existía (Escuintla y Retalhuleu) y las
menores en la parte oriental, en donde la explotación rural era por consiguiente
menor.
Hubo muchos cambios beneficiosos para todo el pueblo no solo para la clase
alta y apoderada sino también cambios que ayudaban a la gente pobre de
Guatemala que como ya sabemos siempre ha sido la mayoría
Guatemala quería un cambio que tuviera amplios horizontes donde la gente se
pudiera expresar, organizarse en gremios, educación de calidad, pero
principalmente que las leyes fueran para todos; Pero esto no se podía lograr si el
Dictador ósea Jorge Ubico era incapaz de adaptarse a los nuevos tiempos.
Maestros, estudiantes y obreros de la capital fueron los principales promotores
del cambio que surgió en Guatemala en el año 1944 pues creían que la democracia
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era la Feliz alternativa contra las dictaduras que son básicamente enemigos de la
libertad humana.
Guatemala empezó a vivir una linda primavera después de la revolución en la que
se logro, La separación de los poderes del Estado, La modificación del Ejército, La
Autonomía en beneficio de la Universidad San Carlos, El fin del trabajo forzoso y de
la prisión por deudas, El reconocimiento de la mujer como ciudadana y el
otorgamiento de la capacidad de voto, El reconocimiento de las garantías sociales.
Es decir, los derechos a la seguridad social, al empleo y a la educación a todos los
ciudadanos La división territorial en departamentos tal como se conoce hoy, así
como el restablecimiento de las alcaldías como instituciones autónomas y como
base de la división política del Estado, electas popularmente.
La entrada del doctor Juan José Arévalo desarrolla un gobierno con interés en
la salud, trabajo, la educación y la cultura; en el aspecto económico eliminó
la deuda externa y creó el ministerio de economía, en el aspecto social y educativo
creó escuelas, guarderías infantiles, se puso en marcha una campaña de
alfabetización, se crearon nuevos institutos de enseñanza media y se puso nuevo
interés en la educación rural, se creó el instituto guatemalteco de seguridad social,
en su gobierno se le dio prioridad a los temas educativos y culturales, creando así
las escuelas federales y reforzando el conservatorio nacional y la orquesta
sinfónica. incluyo garantías sociales, entre ellas el trabajo como
un derecho del individuo y una obligación social, sentando las bases para un futuro
código de Trabajo.
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ANEXOS
Ubico
Primer plano: Capitán Jacobo Arbenz Guzmán, Ciudadano Jorge Toriello, Mayor
Francisco Javier Arana y Periodista Tejeda Fonseca
Coronel Carlos Aldana Sandoval, Mayor Francisco Javier Arana, Ciudadano Jorge
Toriello, y Capitán Jacobo Arbenz Guzmán.
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Tras la caída en Túnez de la pareja formada por el dictador Ben Alí y su mujer Leila
Trabelsi, la sagaz Primera Dama que según se cuenta se llevó de las bóvedas del
banco del estado dos toneladas de lingotes de oro para no pasar dificultades en su
exilio, otros países árabes vecinos, con largos regímenes autoritarios y familiares
están siendo sacudidos por crecientes revueltas populares. La gente se ha decidido
a salir a las calles sin miedo, decidida a obtener la democracia a cualquier precio.
Cuando la pradera prende, el fuego no conoce ni límites ni fronteras.
La dictadura de Hosni Mubarak en Egipto, que ya dura treinta años, es la
siguiente en la lista. El ejército ha sacado sus tanques a la calle, pero rodeados por
la multitud parecen bestias inofensivas. Los prisioneros políticos huyen de las
cárceles que se quedan vacías hasta de guardianes. Un joven manifestante dice
frente a las cámaras de la televisión en la plaza Tahrir de El Cairo: “Si mi abuela y
mis tías están aquí, ¿Por qué no iba estar yo?”. Cuando las abuelas se deciden, ya
todo el mundo perdió el miedo.
Arden las efigies gigantescas del anciano Mubarak colocadas en plazas y
avenidas. Pero también ha ardido en El Cairo, incendiado por los manifestantes, el
imponente edificio que sirve de sede al Partido Nacional Democrático, el partido
oficial, y prácticamente el único legal en Egipto. Es el destino final de los partidos
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que obligan a todos los ciudadanos a llevar un carnet en el bolsillo, arder alguna
vez. Las fichas de afiliación terminan consumidas por las llamas, y los carnets van a
dar a la basura.
En el año de 1944 Centroamérica conoció el efecto dominó que hoy están
viviendo los países árabes, porque el fuego se está pasando también a Yemen, a
Argelia. Se acercaba el fin de la Segunda Guerra Mundial, y la lucha contra el
nazifascismo hacía soplar vientos democráticos que los dictadores de las
repúblicas bananeras ignoraron, confiados en el sempiterno apoyo de los Estados
Unidos.
Esta colección era de marca mayor: el general Maximiliano Hernández
Martínez, presidente de El Salvador, que había ordenado la matanza de miles de
indígenas en Izalco en 1932; teósofo, curandero y quiromante, tenía ya trece años
en el gobierno, reelecto siempre en comicios en los que aparecía como candidato
único. El general Jorge Ubico, presidente de Guatemala, con los mismos años de
permanencia en el poder que su par de El Salvador, tanto se creía la reencarnación
de Napoleón Bonaparte que se vestía y se peinaba como él. El general Tiburcio
Carías Andino, presidente de Honduras, a la que gobernó desde 1932 como su
propia hacienda; maestro de escuela, abogado, y militar, había ideado una silla
eléctrica de voltaje moderado para sentar en ella a los prisioneros políticos
remisos a declarar sus culpas contra el régimen. Y la cuarta perla de ese collar, el
general Anastasio Somoza García, impuesto en el poder en Nicaragua por las
tropas de intervención de Estados Unidos en 1934, el más marrullero de todos.
La sacudida comenzó en San Salvador a finales del mes de abril, después que
los cabecillas de una fracasada rebelión militar habían sido fusilados. Salieron a las
calles los maestros, los estudiantes de secundaria y los universitarios, los
empleados públicos y los comerciantes, hasta que todo tomó el cariz de una huelga
general que obligó al dictador a renunciar el 9 de mayo y exiliarse en Guatemala.
No resistió ni dos semanas a la presión popular.
La onda expansiva alcanzó de inmediato a Guatemala, y el siguiente fue Ubico.
Las olas de manifestantes invadían las calles día tras día, enfrentándose a la policía,
hasta que una maestra fue asesinada por las balas de las fuerzas represoras, y
aquel hecho multiplicó las protestas, con lo que el dictador tuvo que renunciar el 1
de julio, para irse al exilio en Estados Unidos. Así se abrió un período democrático
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de diez años en Guatemala, que duró hasta el año de 1954, cuando fue derrocado el
general Jacobo Arbenz, presidente constitucional.
Las demostraciones populares contra Carías empezaron en mayo en Honduras
y alcanzaron su clímax en julio, pero pudo más entonces la represión militar
ordenada por el tirano, que dejó muertos y heridos, y logró sobrevivir. Sin
embargo, su suerte estaba echada, y tuvo que apartarse de la presidencia al final de
su período en 1948, para dejar en su lugar a un peón suyo, Juan Manuel Gálvez,
abogado de la United Fruit.
El fuego seguía pasándose. Las manifestaciones de respaldo a los movimientos
rebeldes en los otros países centroamericanos empezaron a recorrer las calles de
Managua, y Somoza cometió la imprudencia de convocar para el 4 de julio una
demostración popular en respaldo a las tropas aliadas, con lo que quería
congraciarse con Estados Unidos en el propio día de su independencia.
A pesar de la salvaje represión, y con las cárceles llenas de presos políticos,
cuando Somoza intentaba pronunciar su discurso, la rechifla y los gritos de
protesta, exigiendo su renuncia, lo obligaron a bajar de la tribuna. Parecía llegado
su fin, pero logró maniobrar, y se salvó. Todavía le quedaban más ardides que
ejecutar para mantenerse en el poder, golpes de estado, y pactos políticos con
reparticiones de cargos y curules, hasta que las balas de un poeta, Rigoberto López
Pérez, acabaron para siempre con sus ambiciones el 21 de septiembre de 1956. No
obstante, logró heredar el poder a sus hijos, y ya sabemos el resto de la historia.
El general Ubico murió en su exilio de Nueva Orleans en 1946. El general
Carías murió de viejo en su cama en Tegucigalpa, a los 94 años de edad, en 1969.
Igual que Somoza, el general Hernández Martínez no tuvo la suerte de una muerte
apacible. Tenía 84 años cuando en 1966 su chofer Cipriano Morales lo asesinó de
17 puñaladas en el comedor de su vivienda del poblado rural de Jamastrán en
Honduras, donde vivía exiliado.
Dictadores en cadena, a ninguno de ellos los perdonó la historia.
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BIBLIOGRAFÍA
http://www.aquiguatemala.com/historia1.htm
http://shr.aaas.org/guatemala/ceh/mds/spanish/toc.html
http://www.sedena.gob.mx/index.php/conoce-la-sedena/antecedentes-
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parte-sobre-la-participacion-de-los-cadetes-del-colegio-militar-en-contra-
de-la-rebelion-federalista-de-1840
http://www.google.com/imgres?imgurl=http://guatepedia.net46.net/image
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