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TEMA: MI FAMILIA BAJO EL ESPÍRITU SANTO

CITA: HECHOS 10: 24, 44.

INTRODUCCIÓN: 

La mayoría de personas considera al Espíritu Santo como una bendición opcional


que no es esencial para la salvación. ¿Cuán importante es el Espíritu Santo en
nuestras vidas, de acuerdo a las escrituras? De acuerdo a la biblia es evidente
que el Espíritu Santo es esencial en nuestras vidas, para continuar la vida
cristiana, para servir a Dios y para que seamos salvos del pecado. Examinemos lo
que Dios tiene que decir sobre este tema. Entonces podremos dar a otros una
razón de la esperanza que hay en nosotros concerniente al Espíritu Santo.

La familia es donde por primera vez conocemos lo que es el amor, la tristeza, los
valores, las responsabilidades, y que hermoso que también nuestra casa se
convierta en morada del Espíritu Santo donde podamos ver a Dios obrar con gran
poder.

Pedro nos recuerda que “nuestros hijos y todos los que están lejos” (Hechos
2:39), serían candidatos del Espíritu Santo. Escrituras proféticas se han cumplido
una y otra vez desde el día de Pentecostés en el año 33. Por todo el mundo,
hombres y mujeres están recibiendo el Espíritu Santo evidenciando con el hablar
en otras lenguas. Y nuestra familia no es la excepción. JOEL: Predijo que el
derramamiento del Espíritu Santo (Joel 2:28-29) sería sobre nuestros hijos, hijas,
ancianos, jóvenes, siervos, siervas (es decir, los trabajadores que tengamos en
casa), en pocas palabras, se derramaría sobre toda carne.

Sabemos que todos los cuatro escritores de los evangelios registran la profecía de
JUAN EL BAUTISTA acerca de Jesús como él que bautizaría con el Espíritu
Santo y fuego (Mateo 3:11; Marcos 1:8; Lucas 3:16; Juan1:33). Ese Jesús es el
Dios que nosotros adoramos, así que tenemos la certeza que a nosotros también
nos puede bautizar con su espíritu Santo.

Jesús nos habló acerca de lo importante que es recibir el Espíritu Santo: 

1. Él se refirió al Espíritu Santo como ríos de agua viva (Juan 7:37-39).


2. Él se refirió al Espíritu Santo como el agua de vida (Juan 4:10-14).
3. Cuando Jesús habló de nacer de nuevo del Espíritu Santo, sin lugar a duda,
él se refería a ser bautizado con el Espíritu Santo (Juan 3:1-8).
4. Nos dejó claro que el consolador de nosotros por no tener físicamente a Dios,
es el Espíritu Santo cuando lo recibimos en nuestras vidas (Juan 14:16-17, 26;
15:26; 16:7-13).

5. El prometió a sus seguidores que ellos serían bautizados con el Espíritu


Santo dentro de no muchos días (Hechos 1:5), luego Jesús ascendió al
cielo a cumplir todas estas promesas al cabo de pocos días (Hechos 2:1-4).
En la biblia existen nueve términos que describen sinónimamente la única y la
misma experiencia del Espíritu Santo al venir a la vida de una persona. Ningún
grado, etapa o variación del Espíritu Santo es indicado en ninguna de las
siguientes ocasiones. Ni tampoco estos términos describen varias experiencias,
ellas son expresiones de diferentes nombres y pueden ser usados hoy cuando
hablamos del Espíritu Santo.

1. Bautismo del Espíritu Santo: (Efesios 4:5; Mateo 3:11; Marcos 1:8; Lucas
1:5; 1- Corintios 12:13).
2. Lleno del Espíritu Santo: (Hechos 2:1-4; 9:17).
3. Don del Espíritu Santo: (Hechos 2:38; 10:45; 8:20; 11:17; Romanos 5:5;
6:23).
4. Recibir el Espíritu Santo: (Hechos 8:15-19; 10:47; 19:2; Juan7:37-39).
5. El Espíritu Santo vendrá sobre vosotros: (Hechos 1:8; 19:6).
6. Derramare de mi Espíritu: (Joel 2:28; Hechos 2:17; 10:45).
7. Enviado del cielo: (1- Pedro 1:12) un estruendo que viene del cielo (Hechos
2:1-4).
8. Cayó el Espíritu Santo: (Hechos 8:16; 10:44; 11:15).
9. Derramado: (Tito 3:5-6; Hechos 2:33; Romanos 5:5). 

Cuando Cornelio y su casa fueron llenos del Espíritu Santo (Hechos 10:44-48),
cuatro de estos términos son usados en cinco versículos: “cayo, derramase, don,
recibido”. Alguien puede preguntar ¿recibió Cornelio cuatro clases, grados, etapas
o tipos del Espíritu Santo? No, fue una experiencia descrita con cuatro diferentes
términos. 

Dios ha hecho promesas condicionales a aquellos que quieren el Espíritu Santo.


Cuando estas condiciones bíblicas son cumplidas, cualquiera puede recibir el
Espíritu Santo. Dios no hace acepción de personas, sino que dará el Espíritu
Santo a aquellos que se lo pidan (Lucas 11:13), pero debemos ser obedientes
(Hechos 5:32).

Cornelio y aquellos que estaban en su casa recibieron el Espíritu Santo (Hechos


10:44-48).

El Espírito Santo tiene una obra inicia en nosotros desde antes de entregar
nuestra vida a Dios que es la que nos conlleva a entender la palabra de Dios, a
creer lo que nos está enseñando y a recibirla en nuestros corazones.

La obra que el Espíritu Santo hace en el ser humano antes del bautismo es
(Juan 16:8-11):
¤ Convence de pecado; a través de la predicación el Espíritu Santo convence de
pecado, dado que ella es viva (Hebreos 4:12)
Sabiendo que el hombre no comprende su estado pecaminoso, entonces el
Espíritu Santo se lo demuestra.
Esto fue lo que pasó en Hechos 2:37.
La convicción de pecado que el Espíritu Santo produce en el pecador no se limita
a reconocer que es culpable de sus pecados, si no reconocer que el mayor y más
grande pecado es el de no creer en el Señor Jesús.
¤ Convence de justicia; sabiendo que la justicia se revela por fe (Romanos 1:17)
Esto se da en el ser humano por el Espíritu Santo, el convence al pecador de la
justicia de Dios dado en el calvario, que Dios nos perdonó y nos hace ser sin
culpabilidad (Romanos 3:23-24)
¤ Convence de juicio; el Espíritu Santo convence al ser humano de que el
enemigo no tiene autoridad sobre nosotros pues ya él ha sido juzgado.
Entonces se hace necesario conocer las estrategias del enemigo y cuidarnos en la
gracia de Dios (1 Pedro 5:8)
Cuando ya entregamos nuestra vida al señor y recibimos el Espíritu Santo
tenemos la oportunidad de gozar de algunos beneficios como:
 Servirle en la iglesia. El Espíritu Santo es necesario para servir a Dios
(Hechos 6:3)
 Tener dones espirituales. El Espíritu Santo nos dota de dones (1 Corintios
12:7-11)
 Tener una vida agradable a Dios. El Espíritu Santo nos permite llevar fruto
que nos identifica como personas que viven y andan en el Espíritu (Gálatas
5:22-25).
 Sentir una prueba de lo grande y hermoso que viviremos con Dios en la
gloria. El Espíritu Santo es la prueba de lo que viviremos con el Señor. Tan
grande como es esta experiencia, es solo un pago inicial o una parte de lo
que recibimos al final si somos fieles (2- Corintios 1:22; 5:5; Efesios 1:13-
14). Pablo se refiere a esta experiencia como “las primicias del
Espíritu” (Romanos 8:23).
 Tener el sello de que somos hijos de Dios. El Espíritu Santo es el sello de
Dios sobre nuestra vida. Dios nos da el Espíritu Santo para sellarnos para
el día de la redención   (Efesios 1:13; 4:30; 2- Corintios 1:22).
 Tener fuerza permanente para seguir adelante. El Espíritu Santo es el
poder que nos da la fuerza para mantenernos firmes. (Hechos 1:8)
 El Espíritu Santo nos enseña todas las cosas y nos recuerda las
enseñanzas oídas (Juan 14:16)
 El Espíritu Santo nos consuela. Jesús llamo al Espíritu Santo el Consolador,
el Espíritu de verdad, un guía, un testigo y reprobador (Juan:14:16-17, 26;
16:7-13). Consolador es una palabra con un gran impacto espiritual y
bíblico.
El Espíritu de Dios es muy importante para nosotros en nuestras vidas. Es una
cosa muy sagrada, tanto así que Jesús nos advirtió no blasfemar “hablar en
contra” del Espíritu Santo. Nunca se podrá obtener perdón por este pecado
(Marcos 3:28:30). La blasfemia contra el Espíritu Santo es el único pecado
imperdonable. Cualquier otro pecado puede ser perdonado. Un gran énfasis es
colocado sobre la importancia y esencialidad del Espíritu Santo en la escritura.
 
1. Sin el Espíritu Santo no estaremos en el arrebatamiento de la iglesia
(Rom:8:11;).
 
2. Sin el Espíritu de Cristo no somos de los suyos (Rom:8:9; 2- Tim:2:19).
 
3. No podemos llamar a Jesús Señor si no por el Espíritu Santo (1- Cor:12:3).

Una vez que una persona ha alcanzado los pasos de fe, arrepentimiento, bautismo
y haya recibido el Espíritu Santo, su salvación del pecado esta completa. Aunque
esto pueda sonar como una gran obra, y lo es, puede ser alcanzada en la vida de
una persona muy rápidamente. Es su responsabilidad creer y arrepentirse.
Permita al ministro bautizarlo, entonces Dios lo bautizara con el Espíritu Santo.
Esto es salvación bíblica.

Existen tres requisitos necesarios para recibir el E.S: Sed-fe-obediencia (Juan


7:37-39)

Vemos que Jesús le dejó bien claro a sus seguidores lo necesario de recibir el
Espíritu Santo, por eso él les dice que vallan y esperen hasta que sean revestidos
del poder de lo alto (Luc:24:49), y aún el evangelio es predicado por el Espíritu
Santo (1- Ped:1:12). Así que se hace muy vital recibir el Espíritu Santo, dado que
es ese poder de lo alto que nos usa y nos da fuerza y sabiduría.

 Sabiendo ya como se ha dicho antes, que el Espíritu Santo es muy importante en


nuestra vida y por ende en nuestra familia; pues nos sella, nos dota de dones, nos
da el aval para el servicio, nos llena de poder, entre otros más beneficios, pues el
Espíritu Santo también se vuelve muy fundamental para nuestra salvación.

Nos limpia (1- Cor 6:11; 1- Ped:1:22; ).

Nos permite nacer de nuevo. Que maravillosa descripción de nuestra salvación,


imagínese a un bebe recién nacido viniendo a este mundo a contemplar su belleza
por primera vez. Luego el crece para disfrutar todas las cosas emocionantes que
trae la vida. Cuando una persona nace en la familia de Dios, él es nutrido por la
Palabra y crece para ser un siervo útil por la causa de Dios (Juan:3:1-8; 1:13;
Gal:4:29)
Nos permite estar en el Reino de Dios: El reino de Dios es una entidad espiritual
de la cual llegamos a ser parte naciendo de nuevo (Rom:14:17).

Nos permite alcanzar la salvación, dado que cumple una función vital, pues el
Espíritu Santo nos renueva, es decir nos hace ser una nueva persona para
salvación. La salvación es alcanzada en nuestras vidas por el lavamiento de la
regeneración y la renovación del Espíritu Santo (Tit 3:5)  

Esteban, el primer mártir de la iglesia, fue declarado estar Lleno del Espíritu Santo


(Hch 6:3-8). ¡Qué testimonio! Que este llegue a ser también el nuestro

Cuando los miembros de una familia se identifican con el poder del Espíritu Santo,
está pendiente el uno del otro, pues el amor es verdadero, y si alguno de los
miembros sufre algún problema, enfermedad o dificultad, se unen en fe para con
Dios, e intercede por él, y con el poder del Espíritu Santo obtienen la victoria.

Una familia que vive bajo el Espíritu Santo es una familia victoriosa; vendrán los
problemas, la tentación, las calumnias, los cambios biológicos, no importa lo que
venga ella puede enfrentarlo de forma unida y llena del poder Dios, derribará
cadenas, ataduras y toda clase de fuerza contraria en el nombre de Jesús.

SEGUANES MARÍA I.
Marzo, 2020- La Loma Cesar

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