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CONTABILIDAD Y FISCALIDAD
La auditoría se origina como una necesidad social generada por el desarrollo económico,
la complejidad industrial y la globalización de la economía, que han producido empresas
sobredimensionadas en las que se separan los titulares del capital y los responsables dela
gestión. Se trata de dotar de la máxima transparencia a la información económico-financiera
que suministra la empresa a todos los usuarios, tanto directos como indirectos.
Es una actividad consistente en la revisión y verificación de documentos contables,
siempre que aquélla tenga por objeto la emisión de un informe que pueda tener efectos frente
a terceros.
Tipos de auditoría:
Auditoría externa: es aquella en la que sus auditores son contratados por una
empresa externa para realizar la auditoria, normalmente por exigencia legal.
Los campos que cubre una auditoría externa son los estudios y
evaluación de los controles existentes. Variación de aspectos importantes del
sistema de información contable, evaluación de controles en el procesamiento
electrónico de datos.
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Esta auditoría, es realizada por una firma de contadores públicos con la
colaboración de analistas de sistemas, ingenieros industriales y otros
profesionales.
Auditoría interna: control realizado por los empleados de una empresa para
garantizar que las operaciones se llevan a cabo de acuerdo con la política
general de la entidad, evaluando la eficacia y la eficiencia, y proponiendo
soluciones a los problemas detectados.
Es una actividad continua y completa, desarrollada en una organización
por personal perteneciente a la misma, y consistente en verificar la existencia
de controles internos, así como vigilar su cumplimiento y proponer mejoras para
la consecución de los objetivos de dicha organización. Auditoría operativa. A
La auditoría interna se puede concebir como una parte del control
interno. La realizan personas dependientes de la organización con un grado de
independencia suficiente para poder realizar el trabajo objetivamente; una vez
acabado su cometido han de informar a la Dirección de todos los resultados
obtenidos.
La característica principal de la auditoría interna es, por tanto, la
dependencia de la organización y el destino de la información. Tiene como
objetivo la emisión de un informe que tenga efectos frente a terceros. La
opinión del auditor se pronuncia sobre la razonabilidad de los estados
financieros (balance, cuenta de pérdidas y ganancias, y memoria) y se basa en
su análisis, siguiendo los principios y las normas de contabilidad generalmente
aceptados.
Es un elemento importante del control, independiente y objetiva está destinada
para incrementar valor y mejorar todas las operaciones de una organización,
todo ello se realiza a través de un análisis profesional, sistemático, objetivo y
disciplinado en las operaciones financieras y administrativas después de que han
sido ejecutadas.
Los campos que cubre este tipo de auditoría, son todas las áreas de la
organización de forma selectiva, que estén de acuerdo a prioridades.
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La auditoría interna para cumplir con su objetivo, responde a procedimientos
específicos como: previa identificación de áreas y planeación de trabajo, se
aplican los programas de auditoría interna a áreas específicas, ejecución de
pruebas sobre transacciones e informes de realización.
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3. Verificar las responsabilidades de los auditores.
El auditor de cuentas se encarga de la auditoría externa de los estados financieros, cuya
formulación es responsabilidad de los administradores de la sociedad, que es una auditoría
realizada por un profesional experto en contabilidad, de los libros y registros contables de
una entidad, para opinar sobre la razonabilidad de la información contenida en ellos y sobre
el cumplimiento de las normas contables.
Existen tres niveles de exigencia de responsabilidad:
PROFESIONAL: corporaciones profesionales.
ADMINISTRATIVA: Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas.
JUDICIAL: Administración de Justicia.
La Ley 22/2015, de 20 de julio, de Auditoría de Cuentas dice en su artículo 26.1 que “los
auditores de cuentas y las sociedades de auditoría responderán por los daños y perjuicios
que se deriven del incumplimiento de sus obligaciones según las reglas generales del Código
Civil, con las particularidades establecidas en el citado artículo”, siendo el citado precepto la
base de la responsabilidad civil de los auditores en el ejercicio de su labor.
La responsabilidad civil de los auditores de cuentas y las sociedades de auditoría será exigible
de forma proporcional a la responsabilidad directa por los daños y perjuicios económicos que
pudieran causar por su actuación profesional como auditor. La responsabilidad civil del
auditor de cuentas será exigible en forma personal e individualizada, con exclusión del daño
o perjuicio causado por la propia entidad auditada o por un tercero.
Cuando la auditoría de cuentas se realice por un auditor de cuentas en nombre de una
sociedad de auditoría, responderán solidariamente, dentro de los límites señalados en el
apartado precedente, tanto el citado auditor que haya firmado el informe de auditoría como
la sociedad.
La acción para exigir la responsabilidad contractual del auditor y de la sociedad auditora
prescribirá a los cuatro años de la fecha del informe de auditoría.
4. Secuenciar las fases de un proceso de auditoría y los flujos de información que se generan
en cada uno de ellos.
La ejecución de una auditoría de cuentas anuales se estructura en tres fases:
a. Planificación que consiste en completar la comprensión del auditor sobre la naturaleza del
negocio, la actividad de la sociedad y su organización, y la legislación específica aplicable, así
como de los sistemas de control interno establecidos por la dirección, para obtener un
entendimiento básico de la sociedad.
La finalidad de la revisión de los sistemas es identificar aquellos controles en los que se puede
confiar e identificar si las hubiera, aquellas áreas de riesgo a efectos de poder limitar al mínimo
y enfocar correctamente las pruebas sobre los saldos contables incluidos en las cuentas anuales.
Las etapas más importantes son:
Revisión y evaluación de los sistemas administrativos y de control interno con
el objeto de determinar, por un lado, la naturaleza, oportunidad y extensión de
los procedimientos a ejecutar y, por otro, extraer aquellos aspectos que, bajo
una óptica positiva, permitan mejorar los sistemas de control interno y los
procedimientos administrativos y contables.
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Aplicación de procedimientos analíticos de revisión que permitan conocer el
desarrollo de la entidad e investigar fluctuaciones significativas.
Elaboración de un plan de enfoque del trabajo en virtud de las conclusiones
obtenida de los procedimientos anteriores. Además, se configurarán los
programas de trabajo, en los que se indicarán los procedimientos específicos a
aplicar que permitan conseguir un nivel de evidencia necesario, con el mínimo
coste en términos de horas profesionales.
Confirmación de información con terceros relacionados con la entidad, a través
de envío de una carta en la que se requiere datos de determinados asuntos,
saldos, transacciones, etc. para poderla contrastar con la desprendida de los
registros contables.
c. Revisión mediante pruebas substantivas de la información contable. En esta base, se
desarrollan los procedimientos orientados principalmente al análisis y pruebas sobre registros
contables y extracontables. Dichos procedimientos fundamentalmente son:
Examen de registros contables y extracontables: mayor, diario, balances,
inventarios, etc
Examen de documentos y soportes: facturas, extractos bancarios, albaranes,
etc
Observación física: existencias, inmovilizado material, etc
Conversaciones con el personal de la empresa - Cálculos aritméticos
Pruebas analíticas de revisión
d. Verificación de las cuentas anuales y elaboración del informe. Esta base consistirá en revisar
que el balance de situación, la cuenta de pérdidas y ganancias y la memoria del ejercicio
expresan en todos los aspectos significativos, la imagen fiel del patrimonio y de la situación
financiera de la entidad y de los resultados de sus operaciones y de los recursos obtenidos y
aplicados durante el ejercicio anual terminado en dicha fecha y contienen la información
necesaria y suficiente para su interpretación y compresión adecuada, de conformidad con
principios y normas contables generalmente aceptados aplicados uniformemente.
5. Determinar las partes de un informe de auditoría.
El informe de auditoría de las cuentas anuales es un documento mercantil que deberá
incluir, como mínimo, el siguiente contenido:
a) Identificación de la entidad auditada, de las cuentas anuales que son objeto de la
auditoría, del marco normativo de información financiera que se aplicó en su elaboración, de las
personas físicas o jurídicas que encargaron el trabajo y, en su caso, de las personas a quienes
vaya destinado; así como la referencia a que las cuentas anuales han sido formuladas por el
órgano de administración de la entidad auditada.
b) Una descripción general del alcance de la auditoría realizada, con referencia a las
normas de auditoría conforme a las cuales ésta se ha llevado a cabo y, en su caso, de los
procedimientos previstos en ellas que no haya sido posible aplicar como consecuencia de
cualquier limitación puesta de manifiesto en el desarrollo de la auditoría. Asimismo, se
informará sobre la responsabilidad del auditor de cuentas o sociedad de auditoría de expresar
una opinión sobre las citadas cuentas en su conjunto.
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c) Explicación de que la auditoría se ha planificado y ejecutado con el fin de obtener una
seguridad razonable de que las cuentas anuales están libres de incorrecciones materiales,
incluidas las derivadas del fraude.
Asimismo, se describirán los riesgos considerados más significativos de la existencia de
incorrecciones materiales, incluidas las debidas a fraude, un resumen de las respuestas del
auditor a dichos riesgos y, en su caso, de las observaciones esenciales derivadas de los
mencionados riesgos.
d) Declaración de que no se han prestado servicios distintos a los de la auditoría de las
cuentas anuales o concurrido situaciones o circunstancias que hayan afectado a la necesaria
independencia del auditor o sociedad de auditoría.
e) Una opinión que muestra el juicio final del auditor respecto a las cuentas analizadas
y determina si demuestran la imagen fiel de la situación financiera de la empresa (pasivo del
balance), del patrimonio (activo del balance), de los resultados de las operaciones (cuenta de
pérdidas y ganancias), de los recursos obtenidos y aplicados durante el ejercicio (cuadro de
financiación). También dirá si las cuentas contienen información suficiente para su adecuada
comprensión.
Existen cuatro tipos de opinión en auditoría: la opinión favorable, que manifiesta el
acuerdo del auditor con el contenido; la opinión con salvedades, que muestra un acuerdo
general, pero con reservas; la opinión desfavorable, mediante la cual se muestra desacuerdo
con los estados financieros y se afirma que no reflejan adecuadamente la situación económico-
financiera de la sociedad auditada y la opinión denegada (abstención de opinión), que es la
manifestación de existencia de incertidumbres o de limitaciones que impiden la elaboración de
un juicio.
Una opinión sobre la concordancia o no del informe de gestión con las cuentas
correspondientes al mismo ejercicio, en el caso de que el citado informe de gestión acompañe
a las cuentas anuales. Asimismo, se incluirá una opinión sobre si el contenido y presentación de
dicho informe de gestión es conforme con lo requerido por la normativa que resulte de
aplicación, y se indicarán, en su caso, las incorrecciones materiales que se hubiesen detectado
a este respecto.
f) Fecha y firma de quien o quienes lo hubieran realizado. La fecha del informe de
auditoría será aquella en que el auditor de cuentas y la sociedad de auditoría han completado
los procedimientos de auditoría necesarios para formarse una opinión sobre las cuentas
anuales.
6. Valorar la importancia de la obligatoriedad de un proceso de auditoría.
Una Auditoría obligatoria puede llegar a ser mucho más que el mero cumplimiento de un
requisito mercantil. Todo depende del enfoque y la visión que tenga el auditor y, por supuesto,
de la disposición del cliente para aportar valor a su negocio.
Entre los beneficios de la auditoría los más destacados son:
Mayor transparencia y fiabilidad.
Evaluación y mejora del control interno de la entidad.
Confianza en los usuarios sobre la seguridad y control de los servicios.
Optimiza las relaciones internas y del clima de trabajo.
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Disminuye los costos de la mala calidad (reprocesos, rechazos, reclamos,
entre otros).
Genera un balance de los riesgos.
Realiza un control de la inversión, a menudo impredecible.
La auditoría sirve para mejorar ciertas características en la empresa como:
Fiabilidad.
Eficacia.
Rentabilidad.
Seguridad.
Privacidad.
Desempeño.
7. Valorar la importancia de la colaboración del personal de la empresa en un proceso
de auditoría.
Gracias a las auditorías se puede identificar los errores cometidos en la organización y se
puede enmendar a tiempo cualquier falla en la ejecución de la estrategia, para tomar medidas
que permitan retomar el rumbo correcto en la empresa.
La mayoría de empresas pequeñas no tienen la obligación de hacer auditorías y no le dan
importancia. Pero una auditoría puede ayudar a las organizaciones a optimizar sus operaciones
y lograr importantes ahorros de costos.
Una auditoría interna puede ayudar a los gerentes a establecer medidas para lograr un
buen control financiero y de gestión. Al realizar un análisis del balance se pueden identificar con
claridad aquellas situaciones que constituyen un riesgo y lo que podría ser una oportunidad
financiera; además, al realizar un análisis de la cuenta de resultados se puede planificar algunas
estrategias para lograr mayores niveles de ahorro y rentabilidad.
Es necesario realizar una auditoría cuando existen evidencias de gastos excesivos,
incumplimiento de proyectos, quejas de los clientes, alta rotación de recursos humanos y
cuando los resultados se alejan de los que la empresa espera.
Se recomienda hacer una auditoría al menos una vez al año, de esa forma se logrará un
mejor control sobre los procesos de gestión en la empresa, permitiendo un crecimiento
ordenado que garantice la sostenibilidad de la organización a largo plazo.
Se pueden realizar auditorías internas, contando con el personal de la organización para
realizar un control de los procesos administrativos y analizar los estados financieros de la
organización. Pero además se puede contratar a empresas externas para que realicen una
auditoría objetiva que permita identificar en la organización los principales riesgos que deberían
resolverse y afinar las estrategias para lograr que se ajusten a lo que espera la gerencia.
8. Reconocer las tareas que deben realizarse por la empresa en una auditoría, tanto
interna como externa.
Algunas de las actividades realizadas por la empresa dentro de la auditoría interna se
encuentran las siguientes:
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Verificar el cumplimiento de los sistemas de control interno, al igual de las que hayan
sido necesarias establecer para poder determinar su eficiencia, fiabilidad y la
observación de los principios de los que se encuentran fundamentados.
Comprobar si se cumplen las normas de contabilidad que se hayan establecido
adecuadamente.