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Ayudando a su hermano a escapar del zoológico, Rainy descubre algo


más que una colección de animales. Rainy explora el zoológico,
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planeando la misión para rescatar a su hermano, que había sido
vendido por cazadores furtivos mientras estaba en su forma de lobo.
Recibe una bocanada del más intoxicante aroma, Travis Carlyle, su
compañero. Pero rápidamente se da cuenta de que antes de poder
reclamar al guapo veterinario, Rainy tiene que convencer a Travis de
que vale la pena salir del armario.

Travis lleva una vida tranquila, discreta, evitando cualquier


situación que pudiera sacarlo de su familia. Después de tantos años
solo, Travis encuentra el amor, el afecto y la aceptación que Rainy le
ofrece difícil de resistir. Pero justo cuando decide que Rainy valdría la
pena la persecución por revelar su sexualidad, descubre que Rainy ha
guardado secretos, muchos secretos: hombres lobo, shifters,
¿compañeros? Cuando ve un cambio con sus propios ojos, Travis se
ve obligado a aceptar la verdad.

Lástima que no todo el mundo quisiera que Travis conociera los


secretos de los lobos, lanzándolo dentro de una pelea entre shifters.

¿Puede el padre de Travis interponerse entre ellos? ¿Puede Rainy


convencer a Travis de escoger una vida peligrosa y llena de amor con
él en vez de la existencia cómoda y tranquila que lleva con su familia
Gracias a mi hermana, Lisa, por darme una oportunidad y 3
ser mi conejillo de indias. Su visión es un valor incalculable.
Rainy se apoyó en la verja y sonrió.

—Bueno, en vaya lío te has metido dentro de aquí,


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hermano. —No pudo reprimir la risa cuando los ojos de
color marrón oscuro en el otro lado de la verja y oyó un
gruñido—. Mantente en tu piel, vendré muy pronto.
Entonces podrás contarme qué demonios te ha pasado en
el zoo.

Esta vez el gruñido era inconfundible, seguido por su


hermano lanzándose contra la valla y acercarse a Rainy.

—No debería estar tan cerca de la valla ¿Qué haces


molestándole? No se debe molestar a los animales.

Rainy se volvió a ver una mujer delgada con


pantalones color marrón y una camisa gris con botones en
ella. La camisa tenía el logo del zoo estampado en ella. Su
cabello rubio retorcido en un moño en la nuca, sus labios
carnosos fruncidos, igualando el brillo hostil de sus ojos
azules, y las manos descansando en las caderas.

Por el rabillo del ojo, Rainy notó que su hermano se


echaba hacia atrás en la valla y miraba con avidez a la
mujer.
—Me disculpo. No tenía la intención de irritarle.
Supongo que le gustaba el olor de la carne seca que estaba
comiendo. Te prometo que no le di nada. —Rainy miró
sobre el hombro a su hermano—. Tengo planes para esta
noche, me voy—. Dándola un guiño pasó junto a ella. —
Gracias por su preocupación.
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Oyó murmullos mientras camina lejos de la jaula.
Había descubierto todo lo que necesitaba saber de todos
modos, el tipo de cerradura de la jaula que mantenía al
hombre lobo. Cuando Rainy había oído que su hermano
estaba en el zoo en forma de lobo, se había reído en su
cara. Cliff había desaparecido durante dos días antes de
que hubiera descubierto lo que había pasado, o dónde
estaba. Solo Cliff podía darle una idea de cómo había
terminado allí. Se echó a reír ¿qué pensarían los humanos
si supieran había un hombre lobo en el zoo?

Un aroma atractivo y almizclado golpeó los sentidos de


Rainy y se detuvo. Sus encías comenzaron a sentir un
hormigueo y tuvo que concentrarse para mantener sus
colmillos. Tomando varias profundas respiraciones, miró
alrededor.

—¿Qué demonios? —Susurró.

La mirada de Rainy barrió el área, tratando de


encontrar la fuente del delicioso olor. Una mirada sobre su
hombro se enfocó en un esbelto hombre joven que estaba
hablando con la mujer que acababa de dejar. El hombre
tenía el pelo rubio hasta los hombros recogido en una
coleta corta que rozaba su cuello. Tenía una altura media y
los músculos definidos se mostraban en el brazo que
sostenía su cartera negra. Llevaba la misma ropa que la
mujer, con una bata de laboratorio sobre su camisa gris de
botones.
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Ambos, la mujer y él, se dirigieron a un edificio a
varios metros de distancia. Cuando el hombre se detuvo en
la parte de arriba de las escaleras y le miró por encima del
hombro, el aliento de Rainy se quedó atascado en su
garganta, el hombre tenía los ojos azules más profundos
que había visto en su vida. Su polla, estaba medio dura
desde el delicioso aroma almizclado, ahora se llenó y se
presionó contra la costura de sus pantalones, demasiado
apretados de repente.

Dio un paso hacia el hombre, pero cuando los ojos se


abrieron por sorpresa, Rainy obligó a su cuerpo a pararse.
Su lobo interior quería gemir por el destello de pánico en
los ojos del hombre antes de que se metiera en el edificio y
cerrara la puerta tras él.

Tomando una profunda respiración, Rainy sacudió la


cabeza y aclaró sus sentidos. Un momento después se dio
cuenta que seguía mirando la puerta cerrada y obligó a su
cuerpo a darse la vuelta.

—Volveremos. —Prometió al agitado ritmo de su lobo


interior.
Algo del hombre había movido a su bestia. Después de
lidiar con el problema de su hermano atrapado, se tomaría
tiempo para averiguar por qué.

*****

—Oye, hermana. —Travis sonrió cuando vio a Lisa


fruncirle el ceño—. Lo siento, llego tarde. El doctor Martin 7

necesita una mano extra para sujetar a Sally. Se ha


cortado en la pierna.

Lisa rodó sus ojos.

—¿Quién llamó Sally al cocodrilo?

Travis se echó a reír.

—Un auxiliar administrativo que se llama Bernice,


trabajó aquí hace tres años, cuando llegó el cocodrilo. No
tengo ni idea porque se quedó con ese nombre.

Al abrir la puerta siguió a Lisa. Un cosquilleo se abrió


camino hasta su columna y se detuvo en la puerta para
echar un vistazo sobre su hombro, su mirada barrió las
aceras entre los santuarios de los animales, pero no vio
nada fuera de lugar. A continuación miró a un hombre a
unos veinte pasos de distancia que le miraba directamente.
Pasó su mirada sobre el hombre, quería gemir.

¡Oh, mira ese cuerpo!

Tenía un cuerpo musculoso, voluminoso pelo oscuro, y


profundos ojos verdes que estaban centrados en él con una
intensidad que causó que un escalofrío recorriera su
columna durante un segundo. Vaqueros azules oscuros
abrazaban sus tonificados muslos, y una camiseta negra
ajustaba marcaba sus abdominales.

Dios, ¿podría recorrerlos con mi lengua?

Travis frunció el ceño dándose cuenta de la dirección 8

de sus pensamientos.

Mierda

Su amigo Roger había salido con sus padres durante


su segundo año de universidad, la familia lo había
rechazado, y los padres de Travis habían apoyado la
decisión de su familia. No podía ser gay, a menos que
quisiera perder a su familia.

Rodando sus hombros, empujó sus inquietantes


pensamientos. Un movimiento rompió la mirada del
hombre, y Travis lo vio andar varios pasos hacia él. Sintió
que sus ojos se abrían cuando el pánico lo inundó.

¡Oh, infiernos no!

Si el hombre se acercaba más, Travis sabía que


terminaría haciendo algo estúpido. Consiguió mover sus
pies y Travis cerró la puerta tras él y se encontró a su
hermana mirándolo. Respiró hondo para lograr controlar su
pulso acelerado y se dio cuenta que las líneas de la
mandíbula de Lisa estaban apretadas.
—¿Quién es?

Ella frunció el ceño.

—Nada. Solo un imbécil jugando con el nuevo lobo.


¡Dios! algunas personas son tan irritantes.

Gracias a Dios que no había visto su momento de


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distracción.

—¿Qué pasó?

Travis miró como se encogía de hombros. Cuando su


mirada aterrizó en él, y levantó las cejas, Lisa sacudió la
cabeza.

—No estoy segura. Cuando me acerqué, el lobo se


acababa de lanzar a la valla. El tipo pensó que era
divertido.

—Entonces, ¿qué?

Durante un segundo, Lisa pareció confundida.

—Oh, nada. Cuando le pregunté, se inventó una


historia sobre que al lobo le había gustado el olor de su
comida y se fue.

Huh, nunca había visto a Lisa tan preocupada porque


alguien molestara a un animal antes. Seguro que resultaba
frustrante que algunas personas no respetaran a los
animales, pero si dejaban que eso les molestase podían
estar enfadados durante días, todo el día.
—Tranquila hermanita. Estoy seguro que el lobo está
bien. Estaba sentado en silencio cerca de la valla cuando
nos fuimos. —Sabiendo que todo estaba en orden, forzó
una sonrisa—. Entonces, ¿qué necesitas de mí?

—Tenemos dos serpientes que necesitamos revisar. No


se comieron los ratones que les dimos anoche.
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Travis se quejó.

—Impresionante ¡Mierda! Sabes que odio las


serpientes. ¿Por qué no las ha comprobado Carl? No le
molestan las criaturas repugnantes.

Vio con sorpresa que Lisa se estremeció.

—Lo siento, pero Carl me da escalofríos, se pasa el


rato tocándome. Prefiero no trabajar con él.

—¿Tocándote? —Gruñó Travis, siguiendo a su


hermana detrás de las jaulas—. ¿Qué quiere decir
tocándote?

—Todo muy inocente, ¿sabes? —Ella agitó su mano


con desdén—. Una mano en el brazo, en el hombro, ese
tipo de cosas. Pero me pone los pelos de punta.

—Bueno si pasa algo me avisas. Me ocuparé de él. —


¡Whoa! ¿De dónde venía el instinto de protección?

La risita de Lisa le devolvió al presente.


—¿Qué vas a hacer hermano mayor? ¿Citarle la
política de recursos humanos en materia de acoso sexual?

—Wow ¡Ay! —Así que era un geek. Tenía que serlo. Si


sus padres se enteraban que a día de hoy le prefería los
hombres a las ocasionales mujeres a las que atraía su look
de erudito, estaba frito. Y no había manera que quisiera
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eso.

—Lo siento Travis, —le calmó Lisa—. Es solo que


ambos sabemos que no eres un gran luchador.

—No. —Admitió—. Pero tengo antigüedad. He


trabajado aquí casi siete años. Puedo tirar de algunos hilos
para conseguir que le reasignen.

Los ojos de Lisa se dilataron.

—¿Harías eso por mí?

Pasó el brazo por sus hombros y sonrió.

—Por supuesto. Eres mi hermanita.

—Eres el mejor Travis. Haría cualquier cosa por ti


también, ¿sabes?

—Por supuesto, hermana. —Se giró en dirección a las


jaulas. Su corazón dio un vuelco en el pecho ¿Podría decirla
que prefería ser follado por un hombre en vez de follar a
una mujer? ¿O ella sentía lo mismo que sus padres? No
podía correr el riesgo ¿Y qué más daba? Había controlado
sus impulsos durante años sin que nadie se enterara
¡Maldito extraño sexi!—. Veamos estas malditas serpientes
y nos vamos de aquí.

Lisa se echó a reír. Travis sonrió.

Le tomó más tiempo del previsto revisar a las


serpientes, sobre todo porque quería estar en contacto tan
poco como fuera posible. No sabía por qué a Lisa le 12

encantaba trabajar con ellas. Cuando salió de la casa de los


reptiles, miró su reloj y vio que eran cerca de las seis en
punto.

—¿Quieres tomar un bocado en el café antes de que


cierre?

—Por supuesto —dijo Travis asintiendo con la cabeza.


Nada lo esperaba en casa excepto un apartamento vacío y
algunos libros de ciencia ficción.

Travis siguió a su hermana al otro lado del parque y


entraron en la cafetería que había al lado de la tienda de
regalos. Cerraban en veinte minutos, pero tendrían tiempo
suficiente para tomar un bocado.

Era de noche cuando terminaron de comer. El café


había cerrado y Donny y Casey, la cocinera y el cajero, se
sentaron y hablaron con ellos durante un rato. Travis miró
alrededor del oscuro parque, echando de menos los días
cálidos del verano.

—Oscurece temprano, ¿verdad? —Murmuró Lisa a su


lado.
Travis asintió con la cabeza, mirando hacia el parque.

—Seguro que lo hace, pero me gusta la quietud de la


noche. Hay algo en escuchar los sonidos de los animales en
sus jaulas.

—Así es. ¿Vas a cenar con mamá y papá mañana?


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Asintiendo con la cabeza otra vez sonrió.

—¿Y tener a mamá sobre mi culo por faltar dos jueves


a la cena durante dos semanas? Todavía se queja de cómo
dejo que estos animales se interpongan a la familia.

Lisa puso una mano sobre su brazo.

—Está preocupada porque nunca llevas a nadie a


cenar contigo, y la única razón por la que faltas es por
trabajo.

Travis gimió.

—Oh Dios Lis, no empieces tu también. Estoy contento


con mi trabajo. —Ante su mirada herida se tragó el resto de
sus clásicos argumentos, sobre todo ese de que no
necesitaba a nadie en su vida. De todas formas todo era
mentira. En cambio dijo—: Estoy seguro que esa persona
especial está por ahí, yo simplemente no tengo prisa por
encontrarla.
Rainy vio a Cliff correr y pasar una mano por su pelo
oscuro tan similar al suyo. Sabía que su hermano estaba
profundamente irritado por su acento irlandés.
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—Estoy bastante seguro que eran cazadores furtivos.
Estaba fuera estirando las piernas cuando olí a sangre,
encontré un ciervo herido en un claro. El olor del pánico del
ciervo era bastante abrumador, así que no noté el olor de
los hombres hasta que fue demasiado tarde. Me cogieron,
pero estando como were no me tumbaron por completo. No
podía moverme, pero me acuerdo de ellos lanzándome a
una jaula y llevándome a alguna parte con más jaulas.
Podía oler a otros animales, pero me mantuvieron sedado y
no podía cambiar o mirar alrededor. Finalmente, terminé en
el zoológico.

Rainy vio a su hermano levantarse y comenzar a


pasear, sus movimientos eran bruscos y agitados.

—Tenemos que encontrar a esos gilipollas y parar


esto.

—¡Cálmate Cliff! —le dijo Declan. El alto


afroamericano, su Alfa, se levantó y puso una mano en el
hombro de Cliff apretando para tranquilizarle—. Hemos
tenido que poner a otro lobo en tu lugar para que no
pareciese un robo, ya hemos llamado al detective Stryker.
Va a mirar como fuiste comprado e intentar seguirlos.

Rainy sonrió. El detective Grady Stryker no era un


lobo, pero era un solitario por naturaleza y un buen hombre
para tener alrededor, Declan le había dado permiso para
acceder a las tierras de la manada. El gran tigre de Bengala
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estaba rodeado por lobos, pero Rainy había hecho amistad
con él cuando habían coincidido en un bar gay en una
ciudad cercana. Incluso habían salido una vez, rápidamente
decidieron que era mejor ser amigos.

—Si alguien puede encontrar la verdad, es Grady. No


nos defraudará.

Cliff asintió con la cabeza.

—Mientras tanto me gustaría volver al zoológico y ver


si puedo aprender algo hablando con los trabajadores. Si
consiguen animales de cazadores furtivos, tiene que haber
alguien trabajando desde dentro.

Después de que el Alfa asintiera con la cabeza dando


su consentimiento, Cliff estrechó la mano a su padre,
Duncan. Rainy escuchó un susurro.

—Estoy contento que estés a salvo. —Le dijo Duncan


antes de soltar a Cliff y que salieran por la puerta.

El recuerdo de un sexy-como-el-pecado rubio con una


cola de caballo levantó a Rainy.
—Creo que iré con él.

Una vez más Declan asintió dando permiso.

Rainy se dirigió rápidamente hacia la puerta. Acababa


de llegar al asiento del coche de Cliff cuando este salió al
camino. Al ver el gesto de la cara de Cliff, Rainy se rió.
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—No pensarías que te iba a dejar hacer esto solo,
¿verdad? Con cazadores furtivos en marcha, necesitamos
vigilar nuestras espaldas.

En ese momento, Cliff gruñó con reconocimiento y giró


el coche hacia la carretera.

Rainy dejó que el silencio se alargara durante un


momento antes de volverse a su hermano.

—¿Estás seguro de esto hermano mayor? Haber


estado atrapado así es una odisea. Tal vez deberíamos
esperar hasta mañana.

A pesar de que su lobo protestó por la idea, podía


decir por las líneas de cansancio alrededor de los ojos de
Cliff y los nudillos blancos que veía en el volante que su
hermano no estaba bien.

Cliff lo miró antes de aspirar profundamente.

—Creo que he encontrado a mí pareja. Tengo que


volver.
—En el zoo. ¡Eso es genial! —Sonrió Rainy—. ¿Por qué
no estás feliz? —Abrió los ojos cuando se le ocurrió una
idea—. No es uno de los animales enjaulados, ¿verdad? —
Cliff soltó una carcajada—. Dios no. Es la mujer que te
gritó.

—¿La qué gritó? —No podía dejar de sonreír. Esa


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mujer también había desaparecido en el edificio con el
hombre que olía ¡oh tan bien! Tal vez ambos estuvieran en
el mismo sitio—. Bien te ayudaré a encontrarla.

—¿Para qué se dé cabezazos antes de que tenga


oportunidad de cortejarla? No lo creo.

—Ah Cliff, eso fue culpa tuya, lo sabes. Si no hubieras


atacado a la valla, no me habría metido en problemas.

Con ese comentario Cliff se echó a reír.

—Claro hermano pequeño.

Los hombres cayeron en un sociable silencio.

Rainy aprovechó la oportunidad para dormitar.


Recuperar a Cliff del zoológico la noche anterior había ido
sin problemas, pero le había tomado la mayoría de la
noche. Rainy había logrado descansar una hora antes de
salir en misión de rescate y la falta de sueño le estaba
cazando. Un manotazo en el brazo le sacó de la vigilia
completamente y la señal del zoológico apareció por
delante.
—Así que tu compañera es una empleada del zoo, —
reflexionó Rainy—. ¿Cómo sabes que es ella?

Después de pagar su cuota de entrada, Cliff lo miró y


se encogió de hombros.

—Solo lo sé. La manera en la que olía, jodidamente


fantástico. Y la forma en que mi cuerpo reaccionó ante ella, 18

como no podía esperar para desnudarla, lamer cada


centímetro de su cuerpo, y…

—¡Hey! Demasiada información hermano. Tengo la


imagen. —La imagen del joven que había visto ayer llegó a
su mente, porque maldita sea, esa fue la misma reacción
que tuvo Rainy al verle a él. ¿Podría ser? Su cabeza se
intoxicó de un soplo de embriagador almizcle—. ¡Joder, por
allí!

Cliff se dio la vuelta y le siguió.

—Buena nariz, Rainy, pero ¿cómo lo sabes?

—Porque algo huele absolutamente maravilloso, y ahí


está. —No pudo dejar de soltar un gruñido de satisfacción
cuando vio al joven hombre al que echó miradas lascivas
ayer. Podía sentir su polla beneficiarse de la mirada cuando
reconoció al rubio. Un gruñido a su lado le sorprendió, y
Rainy se volvió para ver a Cliff mirándole.

—Mía. —Espetó su hermano.

La frente de Rainy se disparó.


—¿Qué?

—La mujer es mía. No la toques.

Fue entonces cuando vio a la mujer hablando con el


objeto de su lujuria. Se echó a reír.

—Maldita sea, Cliff. Relájate. Cómo si me gustara


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cualquier cosa con coño. Me conoces mejor que eso. —Miró
como se aliviaba la tensión en la postura de su hermano y
se apoderó de su hombro—. Vamos. Vamos a conocer a
nuestros compañeros.

Las cejas de Cliff se dispararon.

—Sí. —Dijo Rainy—. El hombre que está a su lado es


mío.

Cliff asintió con la cabeza y abrió camino.

Como hermano menor, Rainy le dejó ir primero,


cogiendo a su presa justo fuera del hábitat de los
pingüinos.

—¿Disculpe señorita? —Llamó Cliff, tocando el brazo


de la mujer ligeramente.

Ambos se detuvieron y se volvieron hacia Cliff.

—¿Sí? —Preguntó mirando entre los dos hombres


antes de centrarse en Cliff.

Para el placer de Rainy, el hombre lo miró durante un


segundo antes de que sus ojos le reconocieran. Trató de
centrarse en las palabras de su hermano cuando el hombre
habló sobre una exhibición de cocodrilos vacía.

—Travis, aquí, podría darles más información. Es uno


de los veterinarios del zoo.

Al verse observado por todos, Travis se ruborizó.


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¡Oh si! Rainy quería saber que otra cosa del cuerpo de
Travis se ruborizaría cuando lo follara.

—Sally tenía una raja en su pierna, así que está en


observación en este momento. Alguien tiró una botella en
su jaula y se rompió. Cuidamos de nuestros animales, así
que si encuentro a quien lo hizo, le…

La mujer puso una mano sobre el brazo del hombre.

Rainy apenas pudo reprimir un gruñido por el toque


personal.

—Relájate, Travis. Ella estará bien. —Se volvió hacia


ellos—. Mi hermano se toma el cuidado de nuestros
animales muy en serio, como yo. —Su mirada se centró en
Rainy—. Por eso es por lo que a ninguno nos gusta que la
gente juegue con ellos.

Mierda, ella lo reconoció. Cliff se debió dar cuenta


también porque le tendió una mano y se presento.

—Soy Cliff MacDougal. Este es mi hermano menor


Rainy. Él mencionó el altercado de ayer. Créame los dos
somos amantes de los animales, y nunca haríamos nada a
propósito para hacerles daño.

Uh, ¿Olvidó Cliff a propósito su carrera semanal? No


era como si no les cazasen. Rainy tuvo que morderse de
nuevo un gemido. Esto podría causar problemas más tarde.

—Soy Lisa Carlyle, y este es mi hermano Travis. Soy 21

uno de los vigilantes.

—Lisa, hermoso nombre. —Dijo Cliff suavemente—.


Siempre me he preguntado qué pasaba detrás del
escenario. ¿Me harías el honor de cenar conmigo esta
noche? Me encantaría aprender más sobre tu trabajo. Soy
guardián de un bosque nacional cercano y me gustaría
comparar.

Lisa dudaba, centrando su extraviada mirada en su


hermano.

Detectando su preocupación, Rainy ofreció.

—Desde que la he conocido me temo que no la he


causado buena impresión, tal vez ¿estaría más cómoda si
fuéramos todos? —La mirada de Rainy se alejó de Lisa a
Travis—. Sin duda, usted tiene que comer también,
¿Travis?

*****
¡Sagrada mierda! ¿Estaba el hombre coqueteando con
él? ¿Aquí al aire libre? Sin tener experiencia Travis no podía
estar seguro. Miró a Lisa, cuya frente se levantó
preguntando. Travis podía decir que Lisa quería ir, pero no
22
estaba absolutamente segura de estar a solas con un
completo extraño. Agachó la cabeza en un gesto de
asentimiento.

—Claro pero no podemos esta noche. ¿Qué tal


mañana?

Rainy y su hermano intercambiaron una mirada,


pasándose un mensaje como solo los hermanos podían
hacer. Los hombres asintieron.

—Eso suena maravilloso. —Dijo Cliff.

Después de confirmar la hora y el sitio, los dos


hombres se despidieron y se fueron por un lateral,
hablando y señalando las exposiciones según pasaban.

Cuando estuvieron fuera de la vista, Lisa le tomó del


brazo.

—Muchas gracias, Travis. Es el hombre más caliente


que he visto en años.

Travis se echó a reír y tiró de Lisa hacia adelante,


continuando hacia la casa de los reptiles para verificar sus
serpientes. Quería terminar y hacerlo lo más rápido posible.
Estaba seguro que al tratar con las serpientes se libraría de
la erección que había conseguido por estar tan cerca de
Rainy. Claro que, su hermana pensó que Cliff era caliente,
pero no sería un sujeta velas con Rainy. —¿Vas a hablarle a
mamá acerca de la cita mañana por la noche? —Bromeó.
23
—De ninguna manera. ¿Y qué haga un millón de
preguntas que no puedo contestar? Dios, sus brazos hacen
que se te caiga la baba, ¿no crees? —Espetó Lisa.

Al abrir la puerta, Travis rodó sus ojos.

—No puedo creer que me acabes de preguntar eso. No


hago comentarios de los atributos de tus citas, —se quejó
de buen humor.

Lisa se rió, se rió realmente. Esos hombres les


afectaban, porque cuando Rainy centró sus penetrantes
ojos verdes en él, había querido reírse también.

—Lo siento. Incluso tú tienes que admitir que ambos


son sementales.

Negó con la cabeza y suspiró, no quería decir nada


que pudiera incriminarlo.

—Vamos a ver tus serpientes.


Esto no era una cita. No quería pensar en esto como si
lo fuera. Lisa tenía una cita, y Travis la acompañaría. Más o
menos. Rainy y él solo iban a echar un ojo para que las
cosas entre Cliff y ella fueran cómodas. Mierda, ¿a quién 24

quería tomar el pelo? Era una maldita cita.

Agarrando una camisa, la levantó contra su pecho.


Travis se había cambiado tres veces y todavía no podía
decidir que ponerse. Nunca había estado en el pub en el
que habían decidido reunirse con los hermanos y no estaba
seguro de cuál era la norma. Mirando sus vaqueros y
mocasines, se encogió de hombros. No era como si
necesitara impresionar a nadie, ¿verdad? Así que, ¿por qué
se estaba estresando? Gruñendo irritado lanzó su camiseta
en la cama y miró la habitación poco amueblada. Se había
trasladado a un apartamento de dos dormitorios hacía tres
años, después de haber ascendido como veterinario de alto
nivel.

Miró el reloj y se dio cuenta que debía haber recogido


a Lisa hacía cinco minutos, abandonó su búsqueda de otra
camiseta y agarró las llaves de la mesa cerca de la puerta
corriendo hacia su camioneta. Llegó en un tiempo record,
ella saltó por la puerta antes incluso que hubiera parado el
coche. Al menos uno de ellos estaba muy emocionado. Y
era Lisa quién estaba emocionada. Travis se amonestó
mentalmente. Era ella quién tenía la cita.

—Hey. Gracias por venir a buscarme. —Lisa le dio un


beso en la mejilla y sonrió—. Realmente apreció que hayas
venido. Este tipo me emociona y me pone nerviosa al
mismo tiempo. Es muy raro.
25

Poniendo la marcha atrás, Travis se echó a reír. Sabía


exactamente lo que quería decir. Excepto en su caso, que
estaba asustado hasta las trancas.

—¿Realmente te gusta, eh?

Le sonrió asintiendo con la cabeza.

—Espero que sea tan dulce como parecía ayer.

—Estoy seguro de que lo es. Con una cita contigo en el


brazo, ¿cómo no lo iba a ser?

—Sabía que había una razón para traerte. —Le dijo


Lisa con una sonrisa.

—¡Eh!, te estoy llevando, y fue Rainy quién me invito.


—Señaló.

Lisa se echó a reír.

—Siempre y cuando no te metas con mi estilo.

—No te preocupes hermana. Me quedaré fuera de tu


camino. —Replicó secamente.
—Hey, eso no es lo que quise decir. No seas ridículo.
Somos un grupo de amigos pasando un buen rato. —Se fijó
en él un momento—. ¿Estás bien? Pareces un poco tenso.

—Estoy bien. —Aseguró Travis, mostrando su mejor


sonrisa—. Solo tengo un montón de papeleo en casa. —
Sintió la mano de su hermana apretarle el brazo.
26

—Es viernes, Travis. Reserva el trabajo para otra


noche y diviértete un poco.

Esta vez Travis no necesitó forzar su sonrisa.

—Lo haré hermanita.

Tan pronto como llegaron al pub irlandés Travis fue un


paso por detrás de ella rodeándola cuando llegaron a la
puerta para abrírsela y cederle el paso. Miró a su alrededor
con sorpresa, impresionado por la limpieza del lugar. Una
barra cruzaba toda la pared del fondo, las otras dos tenían
cabinas, los suelos de madera, vio a los hermanos en una
cabina a su izquierda. Parecían tener una conversación
profunda, pero como si fueran uno, se pararon y giraron
hacia la puerta. Una sonrisa de bienvenida iluminó el rostro
de Cliff cuando vio a Lisa. Travis corrió el riesgo de echar
un vistazo a Rainy y se encontró su mirada recorriéndole.
Luchó contra un escalofrío de calor por el aspecto de Rainy
y pasó el momento. Rainy se levantó de la cabina, seguido
de su hermano y fue hacia ellos.
Después de que Cliff le diera a Travis una breve
sonrisa y un movimiento de cabeza, los ojos del hombre
solo fueron para Lisa. Travis miró a Cliff besar la mano de
su hermana, y poner la otra en la baja espalda sin soltarla
acompañándola a la cabina.

—No te preocupes. No voy a hacerte eso.


27

La cabeza de Travis no se movió y le miró de reojo por


las palabras susurradas. Rainy estaba detrás de su hombro
izquierdo, su pechó casi tocaba la espalda de Travis.

—No es que no sea tentador, por supuesto. —Le dijo.

Todo lo que pudo hacer fue mirar al hombre magnífico


que tenía detrás.

—Vamos, guapo. Vamos a unirnos a ellos.

La risa de Rainy y la mano en su hombro rompieron su


shock.

No, no, no, no, esto no está sucediendo. Había estado


escondido demasiado tiempo, como para salir ahora porque
no podía conseguir que su cerebro trabajara para evitar a
este chico. No importaba lo bien que olía el hombre, cómo
era de intenso el brillo verde de sus ojos, poniéndolo la piel
de gallina, o cuanta insinuación había en sus palabras
endureciendo su polla. Travis no podía dejar que este
hombre llegara a él.
Echando un vistazo a Rainy por encima de su hombro, se
encogió de hombros retirando la mano del hombre.

—Manos fuera. Estoy aquí por mi hermana.

Sus ojos brillaban todavía, pero quitó la mano.

—Por supuesto. En ese caso, después de ti.


28
Travis se acercó a la mesa, una mirada atrás le mostró
que la mirada de Rainy estaba pegada a su culo. Atrapado
mirando, el hombre sonrió descaradamente y le guiñó un
ojo. Sorprendido por su descaro y por la comodidad con su
obvia sexualidad, Travis sacudió la cabeza y se sentó. Rainy
se deslizó a su lado, lo suficientemente cerca como para
frotar los muslos juntos. Se movió acercándose a la pared
tanto como fue posible, arreglándoselas para conseguir un
par de centímetros más entre ellos.

El camarero apareció, y Travis pidió una Sam Adams 1.


Un momento más tarde, dio las gracias y se bebió la botella
de dos tragos para tranquilizar sus nervios. Después de
pedir su comida miró a su hermana y la vio en una
profunda discusión con Cliff. No tenía ayuda allí. Mirando al
hombre que tenía al lado le pregunto:

—Así que ¿qué haces Rainy? —Se dio cuenta que


preguntar fue un error tan pronto como el hombre le volvió
a mirar con esa sonrisa sexy y esa mirada centelleante.

1
N de T: Samuel Adams. La cerveza más cara del mundo. Aproximadamente unos ciento cincuenta
euros la botellita. Sin palabras, solo puedo decir que a mí me sabe a coñac.
—Soy contable. Me gustan mucho los animales pero
no deseo trabajar con ellos. Eso lo dejo para mi hermano.

—Tu acento, ¿tu familia es originaria de Irlanda?

Rainy asintió y sonrió.

—Sí. Mi familia es originaria de Irlanda. Mis padres


29
emigraron hace muchos años. El acento de nuestros padres
es bastante pronunciado, nosotros lo tenemos por ellos, a
pesar de que hemos viajado al viejo país un par de veces.

Vio la mirada de Rainy parpadear a su hermano y


Travis le echó un vistazo. Cuando Cliff dio al hombre joven
una aprobación con un movimiento de cabeza, Travis se
preguntó la jerarquía entre ellos. Rainy parecía ceder ante
el otro, siguiendo su ejemplo y le permitió tomar
decisiones. Se trataba de una mentalidad interesante de
familia, y Travis se preguntaba si era una cosa irlandesa.

—¿Siempre has querido ser veterinario?

La pregunta de Rainy trajo a Travis de vuelta de sus


pensamientos. Se encogió de hombros.

—En realidad no. Originalmente quería ser escritor.

—Oh, ¿escribes?

—Lo hice cuando era más joven, pero no mucho más.


Ahora no tengo tiempo.
Rainy escuchó el lamento en su voz y le pregunto:—
¿Cómo llegaste a ser veterinario entonces, si no te deja
tiempo para hacer lo que te gusta?

Travis vio el confuso interés en los ojos de Rainy y


tuvo que sonreír. El hombre pareció genuinamente atento,
pero ¿cómo le dices al hombre, que en opinión de su padre,
30
ser escritor no es una carrera aceptable?

—Nuestros padres.

Los ojos de Travis se centraron en Lisa. Ella


evidentemente había escuchado la pregunta de Rainy, y
sabía que no aprobaba que hubiera renunciado a escribir
por deseo de sus padres. Ahora lo utilizaba como una forma
de tensión.

Los labios de Lisa se fruncieron.

—Son un poco controladores, por decirlo suavemente.

—¿Controladores de qué forma?

Travis se inclinó sobre la mesa y tomó la mano de Lisa


antes de que respondiera a Cliff. Apreciaba la indignación
que sentía en su nombre, pero ella estaba en una cita. No
debería estar hablando de esto.

—Está bien hermana. —Su mirada se desplazó al


hombre que tenía a su lado—. Me amenazaron con
quitarme el apoyo financiero, principalmente. No lo necesito
ahora, pero mientras estaba en la universidad lo hacía.
Se sonrojó asombrado de haber admitido eso. ¿Qué
tenían esos dos hombres que lo animaban a hablar más de
lo que lo hacía normalmente? Travis sintió un ligero toque
en la rodilla y se volvió hacia Rainy. No podía siquiera a
empezar a adivinar el significado de la cara de Rainy. La
llegada del camarero con la comida rompió la tensión y la
31
necesidad de explicar nada más. Nunca había estado más
aliviado por una interrupción. Cortando su carne, gimió con
aprecio.

—Wow, es buena.

Rainy se congeló junto a él, con un bocado a medio


camino de su boca abierta, sus ojos verdes fijos en los
labios de Travis. Travis tragó saliva, deseando que su pene
no tomara ese momento para endurecerse hasta casi el
dolor por la mirada de lujuria desenfrenada en el rostro de
Rainy.

Lamiendo sus labios, Travis bajó la mirada. Una


mirada a través de sus pestañas le mostró que Cliff había
visto el intercambio, pero Lisa seguía centrada en su
comida.

Dejó escapar un suspiro que parecía no tener y volvió


a comer.

De repente, sintió un brazo detrás de la espalda de la


cabina. Travis miró a Rainy, pero el hombre estaba mirando
a su hermano. Con cierta sorpresa, se dio cuenta que el
hombre había terminado su carne.

—Hay un bonito bar a media hora de distancia que


tiene una buena pista de baile. ¿Qué decís si movemos esta
fiesta?

Los ojos de Lisa se iluminaron. 32

—¿Bailar? Oh, eso suena divertido ¿Qué piensas Cliff?

Su cita se giró.

—¿Significa que tengo oportunidad de abrazarte?


Suena como un plan fantástico.

Lisa le devolvió la sonrisa, y Cliff recorrió los nudillos


por su mejilla.

La cuenta llegó y Cliff se hizo cargo sin dudas.

—Espera, —llamó Travis.

Rainy le tocó el hombro con la mano detrás de él.

—Relájate Travis, déjale pagar. Puedes invitarnos a


una cerveza o dos en el bar.

Travis asintió con la cabeza, y salieron del pub. Cliff


les acompañó a la explanada del parking. Agarró la mano
de Lisa y la atrajo hacia sí.

—Tu vienes conmigo, ¿sí?


Ella echó un vistazo a Travis y sonrió. La agitó una
mano y dijo—: ¡Fuera de aquí! ¡Yo os sigo!

Respiró hondo mientras se movía entre los vehículos


hacia su camioneta. De repente sintió una presencia detrás
de él, y miró por encima del hombro. No pudo demostrar
sorpresa de que Rainy se uniera a él.
33

—Me han dicho que venga contigo. Espero que no te


importe.

—No en absoluto. —Tiró las llaves al hombre que las


atrapó y levantó una ceja preguntando—. Sabes a dónde
vamos. Yo no. Conduce tú.

Rainy sonrió.

—¿En serio? ¿No te importa? Algunas personas son


particulares con sus coches.

La risa brotó de su garganta, sorprendiendo a ambos.


Se detuvo junto a su vieja camioneta, descansando una
mano en la baca y sonrió.

—No soy una de esas personas. Este cubo de basura


es mío. ¿Todavía quieres conducir?

—Estoy feliz de hacerlo. Y deberías hacer eso más a


menudo.

—¿Hacer qué?

Rainy agarró su brazo y le acercó.


—Reír. Eres demasiado serio.

Las palabras susurradas fueron directamente a su


ingle y la erección palpitaba contra su cierre. Tuvo que
morderse un gemido cuando el aliento le acarició la oreja.

¡Qué ganas de dar y tomar lo que este hombre ofrecía!


Había pasado tanto tiempo desde que tuvo una tentación. 34

Incluso en la universidad siempre mantuvo el control. ¿Qué


pasaba si las voces se corrían y llegaban a sus padres? La
idea le hizo abrir los ojos y sabía que Rainy vio su pánico.

El hombre más alto sonrió antes de alejarse.

—Relájate. —Murmuró y abrió la camioneta—. No hay


nadie alrededor. Aparte de nosotros. Nadie nos ha visto.

*****

Rainy miró el volante y esperó que Travis entrara y


aprovechó para tomar una profunda respiración pero eso no
alivió su polla llena de sangre. Joder, estaba lo
suficientemente fuerte como para sacar sus uñas. El olor de
Travis impregnaba el vehículo, y Rainy quería tumbar al
hombre en el asiento y meter sus bolas profundamente en
su culo hasta que no pudiera decir donde terminaba él y
empezaba Travis.
Pero el hombre estaba tan dentro en el armario que
necesitaría cadenas para sacarlo. Cadenas, ahora tenía una
idea. Cadenas, una cama, y… Rainy gruño y cerró los puños
en el volante.

¡Mierda!

—¿Está todo bien? ¿No arrancas? 35

Enviando una sonrisa a Travis, asintió con la cabeza.

—Sí. Lo siento. ¿Estás listo? —Miró significativamente


el cinturón de seguridad que el hombre no se había puesto
e ignoró la mirada confusa de Travis. Agarró su propio
cinturón y se lo abrochó. Aunque estaba seguro que era
casi imposible matar un hombre lobo, pero un ser humano
no era tan resistente. Rainy debía tener cuidado con su
compañero humano.

—Oh, sí.

Después de oír el click del cinturón, Rainy arrancó y


salió del aparcamiento. El silencio reinó durante varios
minutos.

Travis preguntó: —Entonces, ¿te gusta ser contable?

Rainy sonrió. A su pequeño compañero le gustaba


llenar el silencio. Interesante.

—La mayoría de las veces. Me gusta trabajar con


números, eso es definitivamente una ventaja. —Quería
saber más de Travis y le pregunto—. ¿Hace cuanto tiempo
trabajas para el zoo?

—Casi siete años. Estaba contratado como asistente


mientras estaba en la escuela y fui ascendiendo. Ahora, soy
uno de los dos jefes de veterinarios.

Podía oír el orgullo en la voz de Travis y sonrió. 36

—Bien. ¿Te gustan todos los animales o te gustan más


unos que otros?

El calor se propagó a través de Rainy con la sonrisa de


Travis, y tiró de su polla. Dios no podía esperar para
derribar los muros del hombre. Quería hacerle reír todo el
tiempo, especialmente si seguía teniendo ese resultado en
su libido. Pronto, le prometió Rainy a su lobo interior,
paciencia lobo. Pronto.

—Tengo que decir que no me gustan los reptiles. En


este momento, Lisa tiene un par de serpientes que se
tragaron algo que no deberían haber hecho y me ponen los
pelos de punta. Todo lo que quiero hacer es correr en
sentido contrario cuando saca esas cosas de sus jaulas. No
sé cómo trabajar con ellas.

Se rió asintiendo con la cabeza con simpatía.

—Prefiero no tratar con ellas tampoco, —admitió—


algunos animales son más cariñosos que otros.

—Hablando de cariñosos, tenemos una cebra…


Rainy escuchó como Travis le habló de una de sus
cebras y su amor por los Doritos, la bestia haría cualquier
cosa por un caramelo, aunque retorcía sus labios por la
valla para sacar las cosas de las bolsas de la gente.
Mientras escuchaba, le echó un vistazo por el rabillo del
ojo. Estaba tranquilo contra la puerta, su pierna doblada
37
apoyada contra el asiento mientras hablaba animadamente.
Se veía tan cómodo. ¿Qué hacía falta para conseguir que
Travis se relajara mientras Rainy le sostenía? Había sacado
gente del armario, pero normalmente esperaba a la
segunda o tercera cita por su miedo a lo que los otros
pensaran. Sabiendo que esta vez era su compañero, Rainy
necesitaba la manera de demostrar a Travis que estar con
él valía la pena el riesgo.

Demasiado pronto Rainy llegó y dirigió la camioneta


hacia el aparcamiento. Vio el sedán de Cliff y paró cerca de
él. Sonrió cuando vio las ventanas empañadas parcialmente
y negó con la cabeza.

—¿Qué? ¿Qué está mal?

—No es realmente malo, diría yo. —Rainy señaló hacia


el coche—. Parece que tu hermana no nos necesita como
acompañantes más.

Los ojos de Travis se abrieron antes de desviar la


mirada ruborizándose.
Rainy sonrió y se desabrochó el cinturón extendió la
mano y frotó los muslos de Travis.

—Ven. Estoy seguro que el vapor llega hasta la parte


de atrás.

—Sí, pero, es mi hermana, —murmuró— mi


hermanita. No necesito… —Travis dejó escapar un suspiro— 38

. Vamos.

Riendo Rainy siguió a Travis hacia el edificio


admirando el culo sexy del hombre y sus ágiles
movimientos. Pagaron su entrada y se sentaron en unos
taburetes de la barra. Cada uno pidió una cerveza,
charlaron y vieron bailar a las parejas.

Cliff y Lisa se unieron a ellos diez minutos más tarde.


Rainy se fijó en la ropa un poco arrugada después de una
sesión de caricias. El olor del aire le acercó la esencia del
semen de Cliff en la mano de Lisa cuando apoyó esta en la
barra. Levantó las cejas a su hermano Cliff, pero la
expresión de su hermano no se movió. Lástima que la
misma no pudiera decir lo que la esencia del lobo, relajado
y satisfecho. Un trabajo manual. Maldita sea, Cliff trabajaba
rápido.

La pareja no se quedó mucho tiempo antes de


desaparecer en la pista de baile.

Una mujer apareció a la derecha de Rainy y le pidió


bailar. Sonrió y negó con la cabeza.
—Lo siento, cariño. Estoy con alguien, pero gracias.

Después de que se fuera, Travis se inclinó hacia él.

—¿Estás aquí con alguien? Ella era caliente. ¿Por qué


no bailaste con ella?

Rainy apretó los dientes para contener el gruñido


39
posesivo cuando se dio cuenta que su compañero estaba
mirando hacia fuera a otra persona. Respiró hondo, le dio
una sonrisa arrogante a Travis.

—Por supuesto que estoy con alguien. Estoy contigo. Y


sí, me di cuenta que era caliente, pero ella no tiene lo que
quiero.

—Ella no tiene… —Travis abrió los ojos cuando se dio


cuenta lo que ella no tenía.

Rainy se acercó, aspirando el olor almizclado de la


excitación de su compañero.

—Tú en cambio, tienes exactamente lo que quiero.

—No soy gay, —susurró su compañero.

Rainy no podía dejar de reír. ¿A quién estaba tratando


Travis de conseguir a él o a sí mismo? Apostaría su derecho
a cazar en las tierras del Alfa que era a sí mismo.
Deslizando su mano por detrás de la barra se inclinó hacia
él.
—Eres tan gay como lo soy yo, y me he dado cuenta
de un par de cosas que prueban eso. —Tuvo una idea y
sonrió—. Sin embargo, si bailando con un par de mujeres
hago que te sientas mejor, me puedes persuadir, por un
precio.

—¿Un precio? ¿De qué estás hablando?


40

Las palabras susurradas de su compañero y la


profunda respiración, le dijeron cuanto quería ceder Travis
al deseo de Rainy. Todo lo que tenía que hacer era darle
algo que pensar mientras bailaba. Acercándose al oído de
Travis le susurró.

—Precioso, ambos sabemos que cualquier cosa entre


nosotros sería explosiva. En menos de tres minutos, podría
tenerte gimiendo contra la pared, justo delante de todos,
mi mano apretando tu polla, y tú rogándome para que te
deje correrte. Pero como estás en el armario y no quieres
que tu hermana sepa que eres gay todavía, vamos a hacer
un trato, buscamos un par de chicas para bailar, y cuando
me lleves a casa esta noche, me das un beso.

Para su sorpresa, Travis dejó escapar un gemido y


asintió con la cabeza.

—Está bien, —susurró.

El olor almizclado de Travis impregnó el aire en torno


a ellos y Rainy respiró hondo gimiendo.
—Oh, bebé. No sabes lo que me haces. —Agarró la
mano de Travis y se dirigió a la pista de baile. Su agarre
era fuerte mientras luchaba por controlar a su lobo interno.
Sin no podía follar a su compañero, sabía que tendría que
echar una carrera pronto para aplacar a su bestia.

Llegando a la pista de baile, le dio la vuelta y lo


41
empujó contra una probable candidata. Rainy se puso a la
espalda de la niña y se puso a bailar. No pasó mucho
tiempo para conseguir que bajara su erección, pero luego
tuvo que hacer frente a los celos al ver a las tres chicas
rodear a su sexy pareja. Tres cervezas habían relajado al
hombre, y se abría paso entre las mujeres con una gracia
que el hombre probablemente no sabía que tenía.

Rainy sintió un codazo en las costillas. Girando la


cabeza olió a su hermano.

—¿Cómo te va? —Preguntó.

—Genial. —Dijo Cliff—. Voy a reclamar a mi


compañera en cualquier momento. ¿Y tú qué tal?

Después de un bufido, sacudió la cabeza.

—Creo que estoy haciendo progresos, pero Travis está


tan dentro del armario que necesitaré un cabestrante para
sacarlo.

—Ouch. —Susurró Cliff—. ¿Hay algo que pueda hacer


para ayudarte?
Pensó por un segundo ya que bailaban espalda contra
espalda.

—Sí, no le digas a Lisa nada hasta que Travis esté por


lo menos dispuesto a salir.

Cliff gimió, pero asintió con la cabeza.


42
—Espero que no tarde mucho tiempo, hermano. ¿Algo
más?

—Bueno, tal vez. Cuando salga, necesitará el apoyo de


su hermana. Parecen cercanos.

—¿Cómo nosotros?

Riendo, Rainy miró al techo.

—Algo por el estilo. —Debido a que su envejecimiento


era más lento que el de los humanos, debían mudarse cada
dos décadas para que no se dieran cuenta de su falta de
envejecimiento. Eso hacía que se forjaran fuertes lazos
entre la familia y la manada, pero muy pocos amigos fuera
de ella—. Solo asegúrate de que no se asusta. Tengo una
sensación extraña con sus padres, será suficiente para
ellos. Perder a su hermana lo aplastará.

—Siento eso también. Haré lo que pueda.

—Gracias hermano.

—Por supuesto. Vamos a salir de aquí, te veré


mañana.
Rainy lo vio pasar por el rabillo del ojo antes de bailar
de nuevo. El hombre estaba rodeado de tres mujeres
rozándolo por todos lados. Y aunque su compañero parecía
estar disfrutando, Rainy no parecía notar ningún olor de
excitación. Mujeres, bien, no se preocuparía por eso.

Retirando a Travis un par de pasos, cubrió sus


43
hombros con sus manos por detrás y frotó su erección
contra su trasero, sabiendo que la multitud de gente que
tenía alrededor ocultaría sus acciones, para tratar de
disimular se inclinó hacia adelante y dijo por encima de la
música.

—Lisa y Cliff están listos para irse. ¿Estás listo para


irte? —Sintió a Travis empujar su trasero contra él y gemir
suavemente—. Tomaré eso como un sí. Vamos, precioso.

Su compañero le siguió de buena gana. Una vez que


llegó al estacionamiento, sacó las llaves de su bolsillo,
ayudó a Travis a subir en el asiento del pasajero y se subió
al volante. Veinte minutos más tarde, se detuvo frente a su
pequeño apartamento y se dio cuenta de que Travis se
había quedado dormido.

—Bueno, maldita sea. —Murmuró Rainy, antes de


echarse a reír—. Ah, bebé. No tengo ni idea de dónde
vives, a menos que quieras pasar la noche en mi casa,
necesitas despertarte.
Deslizó la mano por el cabello de Travis aflojando la
coleta, amando la sensación del cabello entre sus dedos,
pero el hombre no respondió.

—Está bien. Supongo que puedes quedarte esta


noche. —Se rió entre dientes. Guardando las llaves en el
bolsillo caminando alrededor de la camioneta, tomó a
44
Travis y lo llevó dentro.

Sin dudar, Rainy llevó a Travis a su dormitorio y lo


puso sobre la cama. Lo desnudó hasta dejarle en
calzoncillos. Cuando le miró tumbado, frunció el ceño.

—No es bebedor, ¿es simplemente exceso de trabajo?


—Tenía la extraña sensación de que era una combinación
de ambos. Los hombres en el armario parecían llenar su
tiempo con distracciones que a menudo terminaban siendo
su trabajo.

Sin ninguna forma de obtener la respuesta de


inmediato, se desnudó, recogiendo y se arrastró hasta la
cama junto a Travis. No tenía un dormitorio de invitados,
pero sí tenía un sofá, sin embargo, Rainy no tenía ninguna
intención de hacer de caballero. No había manera en el
infierno que no durmiera con su compañero, aunque todo lo
que hiciera fuera dormir.
El sol se filtró a través de sus párpados por una
ventana cercana haciendo que Travis se preguntara si se
había olvidado de cerrar las cortinas la noche anterior.
Levantó un poco un párpado y vio un desconocido
45
aparador de madera. Travis frunció el ceño. Recuerdos de
la pasada noche se filtraron en su mente. Entonces, el peso
de un brazo alrededor de su cintura y se puso tenso.

—Relájate cariño. Es demasiado temprano para estar


pensando tan fuerte. No pasó nada.

Al estar medio dormido profundizó el acento del


hombre. Dios, era tan sexy. Tuvo que tragarse un gemido,
pero el temblor no pudo ocultarlo.

Rainy se echó a reír, sacudiendo su pecho.

—Sí, creo que te gusto.

Las palabras susurradas enviaron corrientes de aire


caliente hacia el vello de la parte posterior de su cuello y
Travis se estremeció de nuevo. El brazo le apretó la cintura,
poniendo la espalda de Travis contra su pecho.

El hombre acarició con su mano los músculos de su


tembloroso estómago y la deslizó bajo sus calzoncillos para
acariciar los rizos de alrededor de su polla. El calor empapó
su cuello y le atravesó el pecho, fue directo a su ingle, se
quedó sin aliento, sacudiendo su polla.
Su pecho jadeaba mientras trataba de aspirar el
suficiente aire para respirar. Travis se quedó mirando el
aparador, pero en realidad no lo vio. Debía parar a Rainy,
no debía permitir que esto siguiera adelante. Sin embargo,
la mano del hombre se sentía tan bien que no podía hacer
que la garganta formara las palabras, o conseguir que su
46
cuerpo se moviera. De repente un puño que no era el suyo
envolvió su erección mañanera, su cuerpo corcoveó y esta
vez no pudo mantener el gemido.

—Rainy. —Dijo entre dientes, sintiendo las callosas


manos deslizarse arriba y debajo de su duro eje.

—¿Sí bebé? ¿Qué es?

Rainy continuó masajeando su polla y toda su sangre


se fue hacia el sur, haciendo imposible que hablara cuando
su polla palpitaba. El hombre frotó el pulgar sobre la cabeza
de la polla, recogiendo las generosas cantidades de líquido
pre-eyaculatorio que salía de la punta. Rainy apretó y
comenzó a hiperventilar. La respiración de Travis se aceleró
aún más hasta que jadeó.

—Rainy. —Gritó tratando de respirar—. ¡Por favor!

—¿Te quieres correr dulzura? ¿Necesitas liberarte?

— ¡Síiiiiiiii, por favor! —Casi no reconoció su propia voz y


no hubiera podido detener mendigar si su vida hubiera
dependido de ello. Tenía que correrse, necesitaba que la
callosa mano lo acariciara más fuerte, más rápido.
Necesitaba liberarse. Se balanceó descaradamente contra
el hombre, su culo presionando contra la dureza de Rainy
antes de balancearse hacia adelante contra su puño.

Sus gritos fueron respondidos cuando la mano de


Rainy apretó y se movió más rápido. Podía sentir la dura
polla contra su baja espalda. Líquido caliente y húmedo se
47
filtraba de la polla de Rainy donde se frotaba contra él. Un
gemido escapó de sus labios.

—Oh, Dios. Más duro. —Gimió al sentir el hormigueo


revelador en la base de su espina dorsal.

—Eso es bebé. Muéstrame como te gusta mi mano en


tu polla, —susurró la voz sexy de Rainy en su oído—.
Córrete para mi cariño. Córrete sobre mi mano. Quiero
sentirlo.

—¡Aaaahhhhhh! —No podría haber frenado aunque lo


hubiera intentado. Las bolas de Travis se apretaron a su
cuerpo y su orgasmo se impulsó sobre su pene y disparó a
lo largo de la mano de Rainy, manchando los dedos que le
masajeaban prolongándolo con placer—. Rainy —llamó
mientras su cuerpo se estremecía continuando con el
orgasmo más intenso que jamás podía recordar.

—Te tengo, bebé. Estoy aquí. —Murmuró Rainy contra


su cuello.

Se relajó en los brazos de Rainy, gimoteando


suavemente y disfrutando de la ola de placer que le inundó.
Unos instantes después, Travis reconoció la humedad en la
espalda baja y culo. No era el único que se había corrido. El
conocimiento de su situación le obligó a regresar a la
realidad.

—Mierda. ¿Qué he hecho? —Travis se tiró de la cama y


anduvo unos pocos pasos antes de tener el valor de darse
48
la vuelta y mirar a su nuevo amante. Dios, el hombre se
veía increíble. Sus abdominales eran mucho mejor de lo
que había imaginado, un paquete de ocho en vez de los
tradicionales seis. ¿Cómo hacia ese contable para tener
esos abdominales?

Rainy ni siquiera trató de cubrirse cuando le devolvió


la mirada. El semen de color lechoso arrastraba por su
abdomen, demostrando lo que acababan de hacer.

—Diría que solo disfrutaste de un encuentro muy


agradable de sexo por la mañana. —El hombre se levantó
de la cama poniéndose frente a Travis. Rainy ahuecó sus
mejillas y le besó la frente—. Creo que es hora de tomar
una ducha.

Travis siguió a su sonriente amante y… Dios, tenía un


amante. Si alguna vez alguien se enteraba…

—Estás pensando demasiado otra vez. —Sonrió a


Travis mientras entraba en el baño—. Ya es bastante, ¿no?
—Rainy se volvió a tomar la temperatura del agua y señaló
al armario—. Las toallas están ahí. Voy a poner tu ropa en
la puerta y preparar el café. Deja los bóxers con la toalla y
los echaré a lavar. —Dijo indicando el semen que
empapaba la prenda de vestir, una prueba más de lo que
acababa de ocurrir unos momentos antes en el dormitorio—
. Me ducharé después del desayuno.

Rainy debió haber visto su mirada confusa porque


49
agarró a Travis y lo atrajo hacia sí.

Mordisqueando su oreja, Rainy susurró.

—Me encantaría ducharme contigo, hermoso, pero si


tengo la oportunidad de recorrer las manos sobre tu cuerpo
desnudo y mojado no me detendré. Te joderé contra la
pared tan duro que lo sentirás durante una semana.

Echándose hacia atrás, Travis miró al los ardientes


ojos verdes del hombre.

—Y no creo que estés listo para eso todavía.

Cuando Rainy se fue, Travis se metió en la ducha. El


calor no tenía nada que ver con el agua en forma de
cascada que caía sobre su espalda asentándose en su
estómago.

Media hora más tarde, Travis miró por encima del


borde de su taza de café. Rainy se movía de manera
competente alrededor de la cocina, revolviendo los huevos,
las patatas y tostando el pan. Cuando Travis se había
ofrecido a echarle una mano, Rainy lo empujó a una silla en
la mesa, poniendo una taza de café frente a él y le dijo que
se relajara. Escondiéndose detrás de la taza, viendo como
el cuerpo de Rainy, su torso musculado y sus brazos se
flexionaban mientras se movía. Su piel bronceada casi se
mezclaba en los armarios de madera clara. Rainy solo
llevaba un par de pantalones vaqueros con el primer botón
desabrochado, sus pies desnudos susurraban en el suelo de
50
madera cuando se movía. Era la cosa más atractiva que
Travis había visto nunca.

Forzando a su mirada se quedó en la taza, pero luego


empezó a pensar sobre lo que había ocurrido en el
dormitorio. Nunca había sentido algo tan erótico como las
manos de Rainy en la piel de su pecho, el estómago, y la
polla. Su polla se contrajo en sus pantalones vaqueros,
rellenándolos, preparándose para la segunda ronda. ¿Qué
daría por sentir otra vez a Rainy enterrar la polla en su
culo? Su pensamiento hizo que su eje empujara contra el
cierre de sus ahora incómodamente pantalones ajustados.
El objeto de su lujuria hizo una pausa y miró por encima del
hombro lanzándole una sonrisa sexy cómo si supiera
exactamente lo que Travis estaba pensando.

Se sonrojó y apartó la mirada tratando de ocultar su


reacción. Tomando un sorbo. Casi saltó cuando Rainy puso
una mano sobre su hombro y dejó un plato de tocino,
huevos y huevos frente a él. El hombre frotó con sus labios
sobre la piel del cuello de Travis. Suspiró e inclinó la
cabeza, dando un mejor acceso a su amante.
—Relájate. —Murmuró Rainy—. Todo estará bien.

Travis cerró los ojos. Quería creerlo tanto, se sentía


cómodo aceptando la atención que Rainy le ofreció. Cuando
Rainy mordisqueó su cuello, gruñó y asintió con la cabeza.
Rainy se alejó para tomar su propio plato. A mitad del
desayuno sonó el timbre.
51

Rainy le dio un guiño y se levantó.

—Ya vuelvo. Termina.

Segundos más tarde, oyó el murmullo de voces, y Cliff


paseaba en la habitación.

—Buenos días, Travis. No puedo decir que estoy


sorprendido de verte aquí. No parecías ser uno de los que
más sale en la ciudad.

Travis agachó la cabeza.

—Sí, tenía demasiada cerveza, supongo. Me quedé


dormido en el camino del bar hasta aquí. —Travis miró al
hombre. Seguro que había estado alegre para estar
bebiendo y bailando a mitad de la noche—. Puedo asumir
que mi hermana llegó a casa, ¿verdad?

—Sí. —Murmuró Cliff. Sacó su teléfono móvil y pulsó el


botón para mostrarle el número dándole el teléfono a
Travis—. Puedes comprobarlo si quieres.

Travis soltó una carcajada.


—¿Y despertar a mi hermana una mañana de sábado a
las diez? ¿Estás loco? —Se burló de nuevo—. Hazme caso,
Cliff. No se te ocurra hacer eso. Si ella no te llama, no la
llames antes del mediodía del sábado o domingo. Gran
error.

Cliff y Rainy intercambiaron una mirada antes de


52
reírse a carcajadas. Cliff asintió con la cabeza.

—Es bueno saberlo. Tu hermana no es una persona de


mañanas. Gracias por el aviso.

—Te gusta de verdad, ¿eh?

Cliff hizo un gesto brusco.

—Tanto como mi hermano te gusta a ti.

Travis sintió endurecerse su columna vertebral.

El hombre vio su ceño y levantó las manos.

—Relájate. Mi hermano salió cuando tenía quince


años. He tenido un montón de años para acostumbrarme.
No me importa a quien se folla, siempre y cuando esa
persona lo trate bien. —Cliff se sentó en la silla al otro lado
de Travis y sonrió tristemente—. Y no se lo diré a tu
hermana. No a menos que tú quieras. Y si decides
decírselo, te apoyaré.

Travis dejó caer su mandíbula.


—Pero no me conoces. ¿Por qué harías eso? —Travis
sintió la mano de Rainy en la parte posterior de su cuello,
tranquilizándolo, pero no dijo nada. Travis lo miró antes de
volver su atención a Cliff.

El hermano de Rainy hizo una mueca.

—Le gustas a mi hermano, y yo amo a mi hermano. 53

Independientemente de su elección de compañero, sé que


mi hermano no se involucraría con alguien que no lo
merece. Eso es por lo que te apoyaré. Y sé que mi familia lo
hará también.

Las lágrimas quemaban en la parte posterior de sus


párpados, pero parpadeó alejándolas. Travis asintió con la
cabeza.

—Gracias. —Murmuró.

Miró a Cliff. A pesar de que la cara se veía tan similar


al hombre que le atraía, los ojos eran diferentes. Los ojos
marrones de Cliff eran serios, mientras que los ojos verdes
de Rainy brillaban con picardía. Asintió con la cabeza otra
vez.

—No sabes lo que significa para mí. Gracias.

Levantándose de la mesa, se bebió el último trago de


su café.

—Debería irme. Gracias por el desayuno, Rainy. Te lo


agradezco.
Rainy asintió con la cabeza.

—Déjame entregarte tus llaves.

Después de un último guiño a Cliff se dirigió hacia la


puerta. Se sentó en un banco cerca de la puerta y se puso
los zapatos. Segundos después, Rainy cayó de rodillas
entre sus piernas. Tenía las llaves de Travis frente a él. 54

—Diría que lo siento, pero me ha encantado abrazarte.


Y quiero verte de nuevo, así que no quiero recoger mi pago
todavía.

—¿Tu pago? —Preguntó, divertido por la alegría del


hombre.

—Por supuesto. Aún me debes un beso, pero si lo


cobro ahora. ¿Querrás verme de nuevo?

Sus ojos se cerraron y tragó duro. Después de un


segundo, miró al objeto de su lujuria y asintió con la cabeza
bruscamente.

—Quiero verte otra vez. —Maldita sea, quería ver a


Rainy todos los días, pero no sabía por qué. Nunca había
sentido esto por nadie.

La sonrisa de Rainy se volvió brillante.

—Esta noche. Vuelve esta noche y cocinaré para ti


¿por favor?

Travis asintió con la cabeza.


—Me gustaría. Nos vemos a las siete.

—Bien. —Suspiró Rainy.

Entonces el hombre tomó sus mejillas y selló sus


labios con los de Travis. El beso fue dulce, casto, y no era
suficiente. Travis no pudo contener un gemido cuando se
alejó de Rainy. 55

El gran hombre sonrió.

—Hasta esta noche. Te veré a las siete.

*****

Rainy se apoyó en el marco de la puerta mientras


observaba a su compañero conducir alejándose. Una
sensación de emoción que no había sentido nunca
penetraba su ser, y prácticamente estaba vibrando. Travis
iba a volver, de buena gana. El hombre quería pasar tiempo
con él. No podía dejar de sonreír.

Sintió a Cliff mirándolo, giró su cabeza sobre el


hombro. Cliff pasó un brazo alrededor de sus hombros y
miró hacia la calle.

—¿Realmente se quedó dormido en el camino?

Rainy se echó a reír.

—Realmente lo hizo.
—Y así, siendo el caballero que eres, ¿le cediste tu
cama mientras dormías en el sofá?

—No seas ridículo. Ninguno de nosotros es un


caballero. —Se dio la vuelta y se dirigió de nuevo a la casa
tras él—. Somos lobos, ¿recuerdas? No creo que tengamos
un hueso civilizado en todo nuestro cuerpo.
56

Cliff se echó a reír.

—Tienes razón. Eso sí, no se lo digas a Lisa. Creo que


conseguí engañarla.

Volviendo a la mesa del comedor, Rainy se sentó y dio


a su hermano una mirada especulativa.

—¿Qué posibilidades teníamos de que nuestros


compañeros fueran hermanos como nosotros? Parece tan
extraño.

Su hermano asintió con la cabeza, se encogió de


hombros.

—No importa. Hemos estado buscando a nuestros


compañeros cerca de un siglo. No escogemos a nuestros
compañeros Rainy y con cuántas personas estamos en el
mundo. —Sonrió—. Solo tienes que tomarlo como el regalo
que es.

Rainy asintió aceptando la sabiduría de las palabras de


su hermano. Mirándolo con curiosidad Rainy sonrió.
—¿Por qué estás aquí Cliff? ¿No deberías estar con
Lisa?

—Lo creas o no, yo anoche fui un caballero, y la dejé


en su casa a una hora decente. —Cliff sonrió—. La voy a
ver esta noche, pero vine porque no contestaste al
teléfono. He estado intentando contactar contigo desde las
57
ocho en punto.

Rainy miró el reloj del horno e hizo una mueca. Eran


casi las once.

—Lo siento. Puse en silencio el teléfono antes de


entrar en el bar ayer por la noche. Creo que se me olvidó
poner el sonido de nuevo. —Sonrió y se encogió de
hombros—. He estado un poco distraído. ¿Qué pasa?

—Declan se ha comprometido a vernos. Mamá y papá


estarán allí. Tan pronto como quedamos con Lisa y Travis.
Contacté con él sobre el encuentro de nuestros
compañeros. Tenemos que hacerle saber lo que está
pasando, y, por supuesto, nuestros padres están contentos
de oír hablar de ellos.

—Oh, bien. Debería haber pensado en eso. —Rainy


sacudió la cabeza sabiendo donde había estado su mente, y
no era en los temas de la manada—. ¿A qué hora es la
reunión?

—A mediodía, en casa de Declan, así que más te vale


darte prisa.
Una hora más tarde se detuvieron en casa de su Alfa.
Rainy reconoció el SUV de su padre y echó un vistazo a un
nuevo modelo Dodge de una camioneta.

—¿Hey no es el camión de Grady? ¿Qué está haciendo


aquí?

—Sí. Debe haber venido para hablar de los cazadores 58

furtivos también.

Rainy asintió con la cabeza ante las palabras de Cliff,


notando la dureza en la voz del hombre. No podía ni
entender lo que había pasado Cliff, y abrazó a su hermano
por los hombros y le apretó con fuerza.

—Los cogeremos. —Prometió.

Cliff asintió con la cabeza antes de salir del coche.


Rainy siguió a su hermano por el camino. La puerta se
abrió antes de que llegaran y su madre, Teline MacDougal,
los tomo a ambos en un abrazo.

—Mamá, no en el porche delantero. —Se rió—.


Entremos primero dentro.

—Estoy muy feliz por mis niños. No puedo evitarlo. —


Les sonrió y les dio un beso en cada mejilla antes de
liberarlos.

Rainy siguió a la bajita y regordeta mujer atravesar la


puerta, sus zapatos golpeando en el suelo de madera. Echó
un vistazo alrededor de la cabaña rústica pasando por una
chimenea de piedra a la derecha y la gran cocina con
comedor a la izquierda. Todo el lugar gritaba que era una
cabaña de caza.

Cuando llegaron al patio cubierto, Rainy miró fuera al


gran claro y se acordó de la última luna llena, cuando el
Alfa organizó una barbacoa para la manada, los miembros
59
habían llenado el espacio antes de que saliera la luna, y los
que podían cambiar habían cambiado y se habían ido a
correr a través de los doscientos cincuenta acres a la
espalda de un bosque nacional. No podía esperar para
presentar a Travis a todo el mundo. Ser un veterinario, no
solo sería un activo valioso para los miembros que
resultaran heridos, porque tenía un gran corazón y cuidaría
a los otros miembros incluso de cosas pequeñas.

Se dio la vuelta cuando su padre, Duncan


inmediatamente envolvió a su madre en sus brazos y la
besó profundamente. Rainy y Cliff intercambiaron una
sonrisa. No era de extrañar que tuvieran otros seis
hermanos. Sus padres no podían mantener lejos las manos
uno del otro, y después de encontrar a su compañero,
Rainy no se preguntaba el por qué.

Declan se apartó de la parrilla y asintió con la cabeza a


los hermanos. Ambos, Rainy y Cliff agacharon la cabeza,
dejando al descubierto su cuello presentándolo al fuerte
lobo.
—Me alegro que hayáis llegado. Estas hamburguesas
están hechas. Coger un plato.

Grady se levantó de la butaca reclinable y se unió a


ellos. Midiendo uno noventa y tres, el hombre incluso
empequeñecía a su Alfa, que media unos respetables uno
ochenta y siete. Pero donde el oscuro cuerpo de
60
afroamericano de Declan tenía tendencia al músculo
vigoroso, fino, el cuerpo de Grady parecía estar hecho de
ladrillo. Los músculos de sus brazos y el pecho estiraban la
camiseta todo lo posible. Pasó una mano grande sobre su
cabello rubio y sonrió.

—Hola chicos, me alegro de veros de nuevo.

El poderoso olor de gato golpeó las fosas nasales de


Rainy y sonrió.

—Es bueno verte también, tigre. Has estado muy


ocupado. ¿Tienes mucho trabajo? —Sabía que el detective
trabajaba largas horas en la estación. Era bueno en su
trabajo y parecía disfrutar con ello.

El were-tigre gruñó.

—Así es. Y vosotros chicos no ayudáis. —El gran


hombre miró hacia Declan, Rainy negó con la cabeza
llenando su plato. Su hermano hizo lo mismo y se unió a
todos en las sillas del patio—. Escuché que encontrasteis a
vuestros compañeros. —Comentó Grady después de tragar
un bocado de hamburguesa.
Rainy miró a Cliff, quien asintió con la cabeza antes de
mirar a su izquierda donde Declan estaba sentado.

El Alfa levantó una ceja preguntando.

Rainy sonrió.

—Sí, Travis Carlyle. Es un veterinario del zoo, pero


61
puede que me lleve un tiempo reclamarlo. Está en el
armario.

—Mierda. Esto podría crear problemas. —Murmuró


Grady.

Grady y él habían intercambiado historias de sus ex


una noche con una botella de whisky. La historia de Grady
lo había golpeado, después de haber descubierto que un ex
suyo tenía esposa y niños y que habían estado al lado.

La revelación no se parecía a nada a los chicos que


descartó Rainy porque ellos no querían salir. Rainy se negó
si quiera a pensar que Travis haría lo mismo. Negó con la
cabeza.

—Creo que los padres serán un problema. ¿Qué hay


de Lisa? ¿Ha descubierto ya que soy gay?

Sonrió cuando Cliff se echó a reír y se encogió de


hombros.

—No estoy seguro. Creo que la pille mirando tu acto


posesivo sobre el culo de Travis la otra noche, tenía una
mirada de preocupación en el rostro durante un rato, pero
no ha dicho nada. ¿Debo sacarte?

Declan aclaró su garganta.

—¿Quién es Lisa?

Rainy giró su mirada a Declan, que escuchó su


62
intercambio con interés. Recordando la barbacoa, no
envidiaba al hombre su posición. No estaba emparejado,
cada mujer en la manada hizo desfilar a sus hijas bajo la
nariz del lobo, tratando de seducirlo. El hecho de que el
hombre fuera cortes y distante con todas ellas le hizo
preguntarse a Rainy si la preferencia del Alfa era algo un
poco más masculino, pero nunca había oído hablar a nadie
de haber tenido una cita con el Alfa, ya fuera hombre o
mujer.

—Lo siento Alfa, —dijo Cliff— Lisa Carlyle es la


hermana menor de Travis Carlyle. Extraño, lo sabemos,
pero nosotros estamos al cien por cien seguros que son
nuestros compañeros.

—¿Y qué hace? —Preguntó Teline.

Cliff sonrió a su madre.

—Trabaja también en el zoo. Es una de los guardianes,


trabaja sobre todo con reptiles. Ahí es donde la conocí.
Bueno, donde la reconocí. Mientras estaba enjaulado como
lobo, sentí su esencia un par de veces.
Duncan se echó a reír y miró a su esposa.

—Apuesto a que te pusiste como un loco, siendo capaz


de sentir su esencia y sin poder hacer nada.

Una mueca arrugó las facciones de Cliff.

—Sí.
63
—Tenéis que decirme si la familia de vuestros
compañeros será un peligro para la manada. Teniendo a
sus hijos saliendo con un par de hermanos parecerá
definitivamente extraño para los padres cuando las noticias
corran. —Señaló Declan.

—Sí, señor. Os contaremos lo que sepamos. —


Prometió Rainy.

Declan se volvió a Grady y sonrió.

—Así qué ¿te damos más trabajo?

Grady se encogió de hombros.

—Mejor que venga de ti, supongo. Estoy seguro de


que no querría ser el que dijera que los cazadores furtivos
están atrapando a tus lobos.

El Alfa sonrió.

—Mi temperamento no es tan malo.

Grady levantó una ceja rubia.

Declan rió.
—Está bien, está bien. ¿Algún avance?

Grady miró a su alrededor al grupo, su mirada era


clara. Esta conversación era asunto de la policía y se
suponía no podía compartir con nadie.

—Me reuniré con el director del zoológico el lunes.


Tengo una orden para ver toda la documentación respecto 64

a las nuevas adquisiciones durante el último año. Vamos a


ver de dónde vienen. También he estado patrullando por el
bosque dónde a Cliff le dispararon, pero como es un bosque
nacional, hay olores humanos en todo el sitio. Me llevará
algo de tiempo resolverlo.

—¿Necesitas alguno de mis rastreadores?

—Por supuesto. Definitivamente acelerará las cosas,


siempre y cuando no les importe recibir las órdenes de un
gato. —Sonrió Grady.

Asintiendo con la cabeza comprendiendo Declan se


giró hacia Duncan.

—Elige un par de lobos para ir contigo y ayudar a


Grady. Quiero que esta gentuza sea encontrada
rápidamente.

—Sí Alfa, —dijo Duncan bajando su cabeza


sumisamente.

Grady se volvió hacia Cliff.


—¿Tienes tiempo mañana para correr conmigo y
enseñarme exactamente donde te dispararon?

Cliff asintió con la cabeza antes de girarse hacia Rainy.

—¿Quieres venir y estirar las piernas?

—Por supuesto ¿A qué hora? —Preguntó Rainy.


65
Cliff miró a Grady y giró sus hombros como si
estuviera pensando.

—¿Qué tal a las tres de la mañana? No tiene ningún


sentido correr riesgos.

Grady se giró hacia Duncan.

—¿Podéis vosotros?

Duncan asintió con la cabeza.

Rainy hizo una mueca.

—Mierda, ¿a las tres de la mañana? Tenía la esperanza


de que… —Rainy se ruborizó y miró hacia otro lado.
Demasiado para Travis quedarse otra noche—. No es nada.
—Murmuró.

Atrapó la sonrisa de Cliff cuando Rainy se puso


colorado durante unos segundos. Cuando nadie miraba le
hizo una seña poco elegante a su hermano.
Travis se quedó en la puerta de Rainy durante treinta
segundos antes de que se le pasaran los nervios para
66
llamar. Aún no podía comprender lo que había pasado entre
la noche y la mañana. ¿Qué tenía este hombre que le había
hecho lanzar la precaución al viento y poner en marcha una
relación? Mierda, se trataba de una relación, ¿verdad?
Rainy no quería simplemente pasar un buen rato, ¿verdad?

La puerta se abrió y Rainy sonrió por lo menos.

—Hola, guapísimo.

—¿Quieres una relación conmigo o solo se trata de una


aventura para ti? —¡Mierda, Joder, Demonios! ¿Cómo podía
hacer soltado algo como eso? La cara de Travis se puso
colorada cuando Rainy parpadeó hacia él anonadado.
Entonces el hombre se movió con la velocidad del rayo
agarrando su brazo y arrastrándolo al interior.

Segundos después la puerta se cerró y sintió el gran


cuerpo de Rainy clavándose contra el suyo. Gimió por el
íntimo movimiento del cuerpo del hombre moldeando el
cuerpo de Travis, desde el pecho hasta los muslos. Podía
sentir los pequeños nudos de los pezones de Rainy, los
músculos del abdomen, y lo más importante la larga dureza
que empujaba contra la suya.
Rainy tomó sus mejillas y le besó con fuerza, con
exigencia. No tenía nada que ver con el casto beso y
respetuoso de la mañana. Dominó la boca de Travis,
poseyéndolo, mordiendo los labios y forzando la entrada.
Travis sintió que la lengua de Rainy se deslizaba por la
suya, antes de probar los recovecos de su boca. Suspiró
67
dentro del beso, amando el deseo que el otro le transmitía.

De repente la boca de Rainy se separó y Travis trató


de seguir sus labios, con ganas de más. Cuando las manos
a ambos lados de su rostro no se lo permitieron abrió los
ojos de golpe.

Si el beso no le había robado el aliento, la posesiva


lujuria que ardía en los ojos verdes de Rainy lo hubiera
hecho.

—Sí, esta es definitivamente una relación. No verás a


nadie más mientras estés conmigo, hombre o mujer. Eres
mío ahora, Travis. ¿Lo entiendes?

La declaración de propiedad del hombre debía haber


atemorizado a Travis, pero su pulso se aceleró y una
sensación de absoluta seguridad lo inundó, era lo que había
estado buscando, deseando, anhelando, alguien que lo
quisiera tanto como él lo quería. Y quería a Rainy, tanto
que se sintió consumido por una necesidad repentina.
Travis tuvo dificultades para comprenderlo, pero las manos
en la cabeza lo mantuvieron firme.
—Dilo. —Mandó Rainy.

—Sí. Nadie más.

Algo parecido a tranquilidad quemó en la mirada de


Rainy, como si hubiera estado atemorizado que Travis
dijera que no. Rechazó esa idea tan ridícula hasta que
Rainy bajó la cabeza murmurando de nuevo contra sus 68

labios antes de que el beso le entumeciera la mente y


dispersara los pensamientos de Travis.

—Mío.

Mientras el primer beso había sido duro y posesivo,


este era más como un proceso lento y sensual. Rainy
exploró la boca de Travis y gimió cuando él hizo lo mismo.
Vacilante al principio, antes de ser audaz, la lengua de
Travis se encendió, hizo un mapa de los labios, dientes y
lengua del otro. Gimió por el embriagador exquisito gusto
de hombre y cerveza. Nunca había disfrutado de algo más,
y el maldito hombre caliente sabía besar.

En el momento que Rainy terminó el beso ambos


hombres estaban jadeando. Rainy apoyó la frente contra la
de Travis, su lengua trazó sus labios hinchados por los
besos.

—Quiero joderte tanto, Travis. —Admitió susurrando—


. Ni siquiera sabes lo mucho que te quiero, tu dulce culo
envuelto alrededor de mi polla. ¿Puedo bebé? ¿Puedo
enterrar mi polla tan profundamente dentro de tu precioso
agujero que me sientas durante días?

Travis se estremeció y vació su mente de las imágenes


que Rainy estaba creando. Su agujero reaccionando y sus
caderas empujando contra el otro hombre. Miró al serio
hombre y asintió con la cabeza. La sonrisa feliz de la que
69
hizo gala parecía decir que Travis le había concedido el
acceso al tesoro más grande del mundo.

Rainy agarró su mano y lo condujo a la cocina, donde,


sin soltarle la mano, como si no pudiera soportar estar lejos
de él ni por un segundo metió un par de filetes en la nevera
y le guiñó un ojo.

—Los tendremos más tarde.

Siguiendo a su amante por el pasillo hasta su


habitación, sus nervios comenzaron a manifestarse.

¿Y si no era bueno? ¿Y si no podía satisfacer a Rainy?


¿Qué pasaba si…

—Estás pensando demasiado de nuevo guapísimo. No


te preocupes. —En el dormitorio, Rainy acercó a Travis
junto a él y le besó suavemente—. Cuidaré de ti. Te lo
prometo.

Confiando en el otro hombre, Travis asintió con la


cabeza. Rainy tiró de él hacia la cama y comenzó
lentamente a desabrocharle la camisa. A medida que
separaba el tejido, Rainy besó cada trozo de piel expuesta.
La piel de gallina se desató en el pecho de Travis cuando
Rainy se fijó en un pezón. La carne endurecida pedía más
atención. Rainy le dio al cuerpo de Travis lo que quería y
con puso su boca alrededor de la pequeña protuberancia.
Travis dejó escapar un grito, su cuerpo se empujaba
instintivamente más cerca del exquisito placer.
70
Rainy alternativamente lo mordía y lo calmaba
chupándolo. Repetía el proceso. En el momento que
terminó el cuerpo de Travis estaba temblando, suaves
gemidos escapaban de su garganta y la cabeza de su
erección prácticamente se asomaba por la cintura baja de
sus jeans.

Rainy dejó caer una mano a la polla llena y apretó a


través de la tela. Travis dejó escapar un grito ronco cuando
su polla se sacudió. Empujó sus caderas hacia su toque,
incapaz de detener el movimiento, su mente estaba
nublada por la lujuria, tardó un segundo en darse cuenta
que sus pantalones estaban alrededor de sus tobillos y
Rainy estaba de rodillas delante de él. El hombre liberó la
polla de Travis de sus calzoncillos y se quedó mirando
durante varios segundos.

—Tan hermoso. —Susurró.

El primer lametazo de la base a la punta casi hizo que


Travis cayese de rodillas.

Rainy le miró y sonrió.


—Agárrate a mí, Travis. —Le indicó cuando el agarró
sus caderas.

Travis puso las manos sobre los hombros de Rainy


cuando el hombre se centró de nuevo en su polla. Rodeó su
lengua por la cabeza, recogiendo una porción de pre-
semen.
71

—Tu sabor es tan bueno, bebé. —Gimió Rainy.

Y entonces su boca se cerró sobre la cabeza de la polla


de Travis y su cerebro se apagó. El hombre presionó la
lengua sobre los nervios de la cabeza, y las caderas se
resistieron al agarre de Rainy. Las manos sujetaron sus
movimientos mientras bajó hasta la empuñadura. La nariz
de Rainy estaba enterrada en su vello púbico, inhalando su
olor, con sus labios envueltos alrededor de su pene, era lo
más sorprendente y lo más sexy que nunca había visto
Travis.

—Oh, Dios. Rainy. —Dijo entre dientes.

Su mandíbula se apretó cuando luchó rápidamente


contra la construcción de su orgasmo.

Rainy se levantó lentamente, con los labios creando un


vacío alrededor de su polla y chupando con fuerza.
Segundos más tarde, volvió a bajar y lo hizo de nuevo, su
lengua se arrastró a lo largo de la vena golpeando en la
parte inferior de su eje.
—Rainy, por favor. No puedo mantenerlo. Voy a… —
Entonces Rainy clavó su lengua en la ranura de su polla y
Travis explotó.

Sus pelotas se apretaron y entraron en erupción tan


rápido que no podía respirar mientras disparaba una
corriente de semen en la garganta de Rainy. El hombre
72
aspiraba como si no pudiese conseguir lo suficiente, incluso
se amamantó cuando el eje de Travis se comenzó a
ablandar y luego lamió todo a su alrededor sin dejar caer ni
una gota.

Los ojos de Rainy taladraron a Travis cuando dejó su


polla y rozó su pulgar contra la esquina de su boca,
chupando un poco de semen que amenazaba con
escaparse.

—Delicioso. —Susurró.

Travis gimió con la visión y sintió su idiota polla,


tratando de endurecerse de nuevo. Rainy sonrió y luego
terminó quitándole la ropa, le animó a extenderse más en
la cama. No podía apartar los ojos del hombre que se
quitaba rápidamente su propia ropa, se puso delante de él
en toda su desnuda gloria. Travis no pudo averiguar lo que
había hecho para atraer la atención de este Adonis de
bronce. El hombre era malditamente hermoso.

*****
Después de hurgar en su mesita de noche, Rainy se
tendió en la cama junto a Travis. Por fin tenía a su
compañero justo donde había deseado desde el primer
momento que lo había olido.

—Será más fácil para ti la primera vez si estás


apoyado en tus manos y rodillas, —murmuró
73
mordisqueando los labios del hombre— pero también me
gustaría ver tu cara mientras te jodo. —Rainy no podía
ocultar la sonrisa cuando Travis se sonrojo. Su hombre
ciertamente amaba que le hablara sucio—. Así que voy a
dejar que tú decidas.

Travis vaciló un segundo antes de rodar sobre su


estómago y poner sus rodillas bajo su cuerpo. Abrió las
piernas y enterró el rostro en el hueco de un brazo,
mostrándose a sí mismo a la mirada de Rainy. Éste incapaz
de contenerse, se estremeció y acarició la mejilla de su culo
perfectamente redondo.

—¡Dios Travis, eres impresionante!

Inclinándose hacia adelante, mordió suavemente la


otra mejilla, haciendo que el hombre saltara. Rainy se echó
a reír y se arrodilló detrás de su compañero. Se inclinó y
mordisqueó la línea de la columna por la espalda del
hombre hasta arriba cuando sintió a Travis tensarse.
—Tranquilo bebé. —Murmuró. Mordisqueó de nuevo la
columna bajando, mientras suavemente deslizaba el pulgar
sobre el orificio de Travis—. Necesito que te relajes.

Travis asintió con la cabeza, pero almacenaba tensión


residual.

Rainy bajó sus labios en el cuello de Travis y comenzó 74

a besarlo. El hormigueó de sus encías y el deseo de hundir


sus colmillos en el cuello de su compañero casi lo abrumó.
Tomo varias respiraciones profundas, movió su beso hacia
la oreja de Travis. Una vez que sintió al hombre relajarse,
volvió con su mano al culo de Travis circulando su agujero
una y otra vez.

—¿Has jugado aquí alguna vez contigo mismo? —


Susurró.

Travis sacudió la cabeza.

Rainy sonrió.

—Así que voy a ser tu primero. No sabes lo duro que


eso me pone. —Como para confirmar su declaración su
pene se sacudió con entusiasmo. Dejó salir un pequeño
gemido y continuó en voz baja profundizando en su acento,
porque podía oler la excitación del hombre volviendo
cuando lo acariciaba. Apenas necesitaba mirar, abrió de
golpe la botella de lubricante y echó una gran cantidad en
los dedos, extendiéndolo entre sus dedos para calentarlo.
»En primer lugar voy a empujar dentro un dedo, y
luego dos. Voy a estirarte, bebé. —Susurró mientras
regresaba a acariciar el agujero de Travis. Cuando Rainy
sintió al hombre bajo él empezar a mecerse hacia él,
buscando su toque, empujó un dedo hasta la articulación.

Travis dejó escapar un gemido y empujó más duro. 75

»¿Te gusta eso, bebé? ¿Te gustaría tener una parte de


mí dentro de ti?

Travis asintió con la cabeza y se echó hacia atrás otra


vez. Rainy empujó su dedo más profundo antes de sacarlo
de nuevo. Después de haber aflojado lo suficiente a Travis
deslizó un segundo dedo haciendo que su compañero se
parara y aspirara con un grito sorprendido. No quería que
sintiera dolor durante mucho tiempo, sus dedos se
torcieron y buscó la próstata de Travis. Supo que la había
encontrado cuando brincó por debajo de él y exclamó su
nombre. Maldita sea, le encantaba escuchar su nombre de
labios de Travis. Acarició la glándula un par de veces más y
suavemente extendió sus dedos abriendo a su compañero.
Después de conseguir que Travis estuviera cómodo con un
tercer dedo, sacó sus dedos y fue a por un condón.

Travis gimió, moviéndose sin cesar.

Rainy besó la parte de atrás de su cuello.


»Tranquilo bebé. Voy a por el condón. Estoy aquí. —
Segundos más tarde tenía su dolorido eje cubierto,
lubricado y preparado en la entrada de Travis. Cuando
Travis trató de empujarse contra Rainy, éste le calmó con
una mano en su espalda.

»Empuja hacia mí Travis. 76

Cuando Travis obedeció, Rainy deslizó la cabeza de su


polla atravesando el primer anillo de músculos. El apretado
calor alrededor de su polla fue directamente a su cabeza.
Su lobo quería empujar dentro de su compañero y
reclamarlo, obligar al hombre que tenía debajo a reconocer
su fuerza. Aspiró varias profundas respiraciones y los sacó
de sus pulmones, mientras esperaba que Travis se
ajustara. Finalmente los músculos empezaron a relajarse y
lentamente se empujó el resto.

Acostado sobre la espalda de su compañero enterró su


polla hasta la empuñadura, Rainy apoyó la frente en la
espalda de Travis.

»Oh, joder Travis. Te siento tan bien. Por favor, dime


que puedo moverme.

—Síiiiiiiii. —Susurró Travis—. Jódeme Rainy. Por favor,


jódeme.

No se lo tenía que pedir dos veces. Rainy se retiró casi


hasta la cabeza antes de empujar de nuevo. Segundos más
tarde se dio cuenta que Travis estaba empujando de nuevo
contra él, encontrándose empuje con empuje. Saberlo hizo
que sus bolas se apretaran, y Rainy sabía que no iba a
durar mucho. Buscando por debajo de su compañero,
encontró la polla de Travis dura y goteando. La acarició al
mismo ritmo que sus empujes y aceleró el ritmo.
77
Las caderas de Rainy se inclinaban hacia adelante, sus
bolas golpeaban contra el culo de Travis con cada golpe.

La habitación se hacía eco con sus gruñidos y


gemidos, cuando los dos se encaminaban hacia su
finalización.

—Córrete para mi, Travis. Déjame sentir con mi polla


como te corres.

Travis gritaba debajo de él a la vez que el interior de


sus músculos se apretaban fuerte. Dos golpes más tuvieron
a Rainy siguiendo a su compañero en el éxtasis y gritó su
propia liberación. Cayó encima de Travis, apoyando la
mayoría de su peso en los codos mientras su cuerpo se
estremecía poco a poco bajando de las alturas de su
orgasmo.

—Wow.

Si no hubiera tenido oído de lobo no había oído las


palabras susurradas por Travis.

—Sí, cariño. Eso lo resume todo. —Agarró la base del


condón y se retiró.
Por primera vez lamentó tener que usar uno. Rainy
quería derramarse en su compañero. Tendría que hablar
con Travis acerca de eso en algún momento.

—Ahora vengo. —Murmuró dejando un beso rápido en


la base de su cuello.

Se deshizo del preservativo y tomó una toalla caliente 78

del baño. Después de limpiarse tomó otra y regresó con su


compañero. Travis se había desplazado a su lado y miraba
por encima del hombro cuando Rainy entró. Travis sonrió
vacilante. Bajando tranquilamente cerca de él, Rainy
reclamó los tímidos labios de su amante, disipando la
preocupación que veía en sus ojos. Poco a poco, estuvo
haciendo el íntimo acto de limpiar los genitales del hombre.

Después de lanzar la toalla al suelo, empujó a Travis a


sus brazos y lo abrazó.

—Creo que necesitamos una siesta. —Murmuró


bostezando—. Y luego cenamos. ¿Algo que decir? —Rainy
sonrió cuando Travis le abrazó de nuevo apoyando su
cabeza sobre su hombro.

—Es un plan fantástico. —Murmuró ya medio dormido.

Maldita sea, pero podría acostumbrarme a esto


rápidamente.
Rainy pensó en su compañero, esperándole en la cama
de su casa y decidió que aceptar esa carrera no fue tan 79
buena idea. Pero sabía que su lobo tenía que salir. Habían
pasado casi dos semanas desde que había ido a correr. Se
estremeció cuando se desnudó.

—¿Qué te tiene de mal humor? —Le preguntó Cliff—.


Despertaste en el lado contrario de… —Los ojos de su
hermano se agrandaron al captar su aroma—. Mierda.
¿Dejaste a Travis durmiendo de nuevo?

Rainy se encogió de hombros.

—No podía soportar la idea de enviarle a casa.

Grady pasó junto a él y lo olió. Dejando escapar una


risa y dijo—: No hay ninguna sorpresa de lo que habéis
estado haciendo.

Rainy le dio la vuelta antes de llamar a su lobo y


comenzar a cambiar. Los huesos estallaron y se
reorganizaron y de la piel brotó una cola creciendo. Su
rostro se apretó y alargó su hocico creciendo los dientes.
Diez segundos más tarde un gran lobo negro salió de su
chaqueta y aulló, diciéndoles a su hermano y su amigo que
se dieran prisa de una puñetera vez. Tenía un compañero
con el que volver. Su forma canina sonrió con tan feliz
pensamiento.

Menos de un minuto después vio a su hermano


cambiar a un lobo similar, un poco más grande. Rainy miró
hacia atrás y vio un gran tigre de Bengala cazar más allá de
ellos. Gruñó antes de internarse en el bosque. Rainy y Cliff
80
siguieron el ritmo de la bestia más grande. A los diez
minutos de estar corriendo, Cliff aulló y se dirigió más hacia
el oeste. Los otros se desviaron siguiéndolo.

Después de casi cuarenta minutos, Rainy se fijó en su


hermano olfateando en el suelo. Grady y él le siguieron
cuando poco a poco Cliff los llevó a través de un barranco,
alrededor de un estanque, en un claro.

Se dejó caer a un lado en el borde y aulló. Sí, este era


el lugar. Rainy se puso al lado de su hermano y vio al gran
tigre alrededor del claro. Después de treinta minutos de
verlo, Rainy miró al cielo y vio que solo quedaba una hora y
media de madrugada. Rainy mordisqueó a Cliff y señaló el
horizonte con el hocico. Cliff asintió con la cabeza y aulló al
tigre. El tigre giró la cabeza para hacerles frente. Cliff trotó
por los árboles y aulló. Grady hizo con su pata una señal
para que siguieran adelante y se volvió a seguir
explorando.

Cliff se sentó y movió su cuerpo claramente irritado de


que el tigre no se uniera a ellos.
De repente el tigre los pasó en dirección a los coches.
Miró sobre su hombro encantado consigo mismo. Rainy
ladeó la cabeza, tratando de decidir si el gato grande se
estaba riendo de ellos antes de que cambiar.

Rayas rojas acababan de iluminar el cielo cuando


llegaron a sus coches. Después de comprobar que no había
81
nadie cerca, Rainy se libró de su lobo y comenzó a cambiar.
Se agachó y tomó sus vaqueros sin molestarse en
abrocharlos. Se puso la camiseta y zapatillas de deporte y
sacó las llaves de su bolsillo.

—Me voy de aquí chicos.

—Póker en mi casa el sábado. A las siete en punto.


Lleva cerveza. Yo pongo la pizza.

Rainy asintió con la cabeza.

—Claro. —Dijo a su hermano por encima del hombro—


. Déjame saber cuántos somos, ya sabes.

Oyó cerrar de golpe la puerta del coche de Cliff


mientras revisaba su teléfono y veía el número de Travis.

—Mierda, —gimió, sin saber que decirle. Realmente


esperaba estar de vuelta antes de que despertase.

Saliendo a la calle, marcó y esperó. El mensaje era de


hacía una hora y oyó a un vacilante Travis preguntar si
todo estaba bien, empezó a decir más pero colgó a mitad
de la frase. Llamó al número de Travis pero no se lo cogió.
Frunció el ceño, Rainy gruñó a su furgoneta y aceleró hacia
la casa.

Su estómago se cayó cuando entro en su calle y vio


que el coche de Travis no estaba. Saltando de su
camioneta, se precipitó al interior, buscando una nota, pero
no encontró nada.
82

—Joder. —Gritó, golpeando el puño sobre la mesa.


Tomando el teléfono de nuevo marcó el número de Travis.

Su aliento salió corriendo cuando escuchó que el


hombre descolgaba.

—Hey bebé, siento que me tomara tanto tiempo volver


aquí, yo…

—No te preocupes por eso. Tengo un montón de


papeleo con el que ponerme al día antes de mañana, me
vino bien.

A Rainy no le gustó el tono plano en la voz del otro


hombre. Buscó en su cerebro una manera para conectar.

—Como estás tan ocupado, tal vez te lleve una pizza o


algo para la cena. Estoy seguro que descansarás entonces,
¿sí?

—No. Está bien. Estoy realmente muy ocupado, Rainy.


Nos veremos en otra ocasión.

Antes de que pudiera replicar, Travis continuó.


»Hey me voy a correr. Gracias por llamar. Estaba…
preocupado cuando me desperté y no estabas. Me alegro
que todo esté bien. Hablaremos más tarde.

Con la boca abierta miraba el teléfono y escuchó el tono de


marcado.

83
—¿Qué demonios? —Rainy no podía imaginar lo que
acababa de pasar. Se sentó en la mesa durante varios
momentos antes de coger el teléfono otra vez.

Cuando una voz respondió, susurró.

—Te necesito aquí.

—Estoy en camino.

No se movió hasta que escuchó la llamada a la puerta.


Todavía en las nubes, Rainy se levantó y abrió la puerta.
No fue hasta que su hermano se acercó y secó las lágrimas
de su rostro que se dio cuenta que estaba llorando.

—¿Qué paso Rainy? ¿Qué está mal?

Rainy vio a Cliff encender una cafetera.

—No tengo ni idea. —Susurró—. Travis me dejó un


mensaje mientras estaba con vosotros. Cuando llegué se
había ido. Lo llamé y me dejó.

Cliff lo miró fijamente durante varios segundos.

—¿Qué le dijiste que estabas haciendo esta mañana?


—No le dije nada. ¿Qué le podía haber dicho?

Cliff lo miró durante varios segundos frunciendo el


ceño.

—A ver si lo entiendo. Tienes sexo con tu pareja, que


esencialmente era virgen.
84
Rainy abrió la boca para disputar ese punto.

Cliff levantó la mano.

»Me refiero a sexo gay. —Agregó enfáticamente.

Rainy se encogió de hombros.

»Y entonces se despierta a solas sin ninguna


explicación. Sin nota, y tú no respondes al teléfono. —Cliff
sacudió la cabeza—. Dios mío, Rainy. Ponte en sus zapatos.
Pensó que lo habías dejado.

—¿Qué? ¡No! Me ofrecí a llevarle la cena.

—Demasiado poco. Demasiado tarde hermano. Tienes


que hacer algo más serio, pedirle disculpas en persona. —
Explicó.

—No sé donde vive. —Frunció el ceño antes de mirar a


Cliff de nuevo—. Lisa. Puedes preguntarle a Lisa.

Su hermano soltó un bufido.

—¿Y decirle qué? Lisa cariño, mi hermano gay ha


tenido una bronca con tu hermano gay y Rainy no sabe
donde vive Travis, ¿me quieres dar la dirección para que
pueda ir a pedir disculpas?

Rainy hizo una mueca.

—Supongo que no.

—Relájate. Mañana, iremos a visitarlos al zoo, puedes


85
quedarte con él a solas y chuparle la polla o algo para hacer
las paces con él.

—Dios mío, Cliff. Estás demasiado cómodo diciendo


eso para ser hetero. —Cliff estrechó sus ojos, Rainy gimió—
. No me digas que tú has hecho eso antes.

—Diablos, no. Pero te he oído bastante para que no


me sorprenda nada. Y estoy muy seguro de mi sexualidad,
Rainy. Tú eres el que te ofendes cuando empiezo a hablar
de las partes de las mujeres.

—Hmm. Tienes un punto. —Dijo Rainy y sonrió con


tristeza—. Gracias por venir.

—Por supuesto. Me puedes hacer el desayuno para


compensarme.

*****

El sueño se le escapaba. Travis miró al techo. ¿Quién


pensó Rainy que era para jugar con él de esa forma? Claro,
pensó que era un niñato virgen con la pregunta acerca de
la relación, pero eso no significaba que tenía que largarlo
después del sexo como una prostituta.

Golpeando su puño contra la almohada, gruñó con


frustración. ¿Había algo que lo hacía diferente? Travis no lo
sabía. No tenía experiencia con los hombres. Tirando la
colcha salió de su cama y fue descalzo a la cocina, metió la
86
mano en la despensa y sacó la botella de whisky. Solo
necesitaba unos pocos tragos para apagar su cerebro.
Entonces sería capaz de dormir.

Saltándose el vaso, bebió un trago directamente de la


botella, haciendo muecas por la quemadura cuando cayó a
su estómago. Agarrando la botella de alcohol en un puño,
se dirigió a la madriguera.

Mirando alrededor del cuarto, se quedó con el frío


mobiliario en blanco y negro. Cuando lo hubo decorado,
había pensado que no había nada más maravilloso que
gastar su dinero en sí mismo de esta manera. Ahora se
sentía vacío. El deseo de acurrucarse en una pequeña sala
de estar en un sofá con Rainy lo inundó gimiendo. Tomó
otro sorbo de whisky y luego otro en un intento de ocultar
sus pensamientos.

Unos golpes fuertes sacudieron a Travis de su sueño.

El dolor estalló en su cabeza y rodó más. De repente


la cama se movió bajo él y cayó al suelo. El dolor le
atravesó el hombro antes de asentarse.
—¿Travis? ¿Travis me oyes?

Forzó un ojo para abrirse y vio a Lisa flotando sobre


él.

—Oh. Dios mío Travis. ¿Qué pasó?

—Café y aspirina. —Susurró.


87
—Por supuesto. Seguro. —Dijo Lisa desapareciendo.

Travis se forzó para ponerse de rodillas. Maldita sea,


¿qué había estado pensando y en una noche de trabajo
nada menos? Agarró su cabeza con una mano, la otra la
deslizó a lo largo de la pared, y poco a poco se tambaleó al
cuarto de baño. Travis se echó agua sobre su cara antes de
meterse en la ducha y limpiarse. Cuando avanzó
pesadamente hacia afuera, se sintió un poco mejor, pero el
café que olía y las aspirinas le limpiarían más la cabeza.

En su camino a la cocina, cogió la botella vacía de


whisky e hizo una mueca. ¿Realmente se había bebido
todo? Sacudiendo la cabeza, Travis dejó caer la botella a la
basura y Lisa le entregó una taza de café. Mantuvo la
cabeza hacia abajo evitando la mirada interrogante de su
hermana. Sabía que no iba a esperar mucho y enjuagó la
taza.

—Tienes un aspecto horrible, Travis. ¿Qué pasó?

—No quiero hablar de eso. —Murmuró.


Mirando el reloj se dio cuenta que ambos llegaban
tarde al trabajo. Debía haber sido eso lo que alertó a Lisa.

Ella lo miró.

—Tonterías. Te quedaste toda la noche bebiendo y no


fue por nada, quiero saber que pasó.
88
Travis se encogió.

—Tranquila hermanita. La aspirina no ha funcionado


de momento. —Cuando apretó los labios y ella abrió la boca
para seguir discutiendo, levantó las manos. Podía decirle
algo de manera indirecta—. Mira, solo te diré que tuve una
cita el sábado, nos metimos en la cama juntos, pero me
desperté solo. Realmente me gustó mucho mi pareja, y me
golpeó duro. ¿De acuerdo?

Los ojos de Lisa se suavizaron y pasó un brazo


alrededor de su cuello.

—Oh Travis. Lo siento. ¿Hay algo que pueda hacer?

Acercó más a su hermana abrazándola.

—No, pero gracias por preguntar. Dolerá unos días


pero seguiré adelante. —Travis hizo una mueca—. Siempre
lo hago.

—Hey, ¿estás bien? ¿Necesitas otra aspirina? —


Preguntó Lisa.

*****
Travis levantó la vista de la serpiente que había estado
mirando.

—No, estoy bien.

¿Cómo le dices a tu hermana que ayer había tenido su


89
primera relación homosexual? Le había tomado un montón
rebuscando en su alma, después de que su dolor de cabeza
pasase a ser un ruido sordo, para darse cuenta de que
debería haber esperado para ver por qué se había ido
Rainy, aunque terminó teniendo una confrontación con el
hombre siendo un gilipollas. Pero Travis no había sido
bueno en las confrontaciones, y siempre había tomado la
salida cobarde. Huía. Si hubiera sido una persona honesta,
después del malentendido, y como había actuado, no le
sorprendería si Rainy nunca volvía a hablarle.

Enfocando sus pensamientos de nuevo en la Boa


Constrictor que estaba tumbada sobre su mesa, verificó el
recuento de glóbulos blancos de la serpiente. Oyó la puerta
detrás de él y habló sin mirar.

—Estaré contigo en un momento.

—De hecho, he venido a robarte a Lisa. Me gustaría


llevarla a comer, si está bien.

Travis se puso rígido con la voz de Cliff. ¡Mierda! ¿Le


contó Rainy a su hermano sobre su estúpida actuación?
Mientras Lisa chilló y corrió hacia su nuevo novio, Travis
mantuvo la atención en la serpiente. No había manera en el
infierno que mirara la cara del hermano de Rainy en esos
momentos.

—Lisa Carlyle, no me dejes solo con esta serpiente. —


La puerta se cerró a su declaración y suspiró.

—No te preocupes guapo. Te mantendré a salvo. 90

Las palabras tranquilas de Rainy le causaron un


vuelco. El shock llenó a Travis cuando vio a Rainy con una
postura nerviosa. Incluso incómodo, el hombre era sexy.

—Rainy, ¿qué estás haciendo aquí? —Oh, sí gran


saludo gilipollas.

—He venido a pedirte disculpas. Lo siento. —Sus ojos


verdes se oscurecieron cuando se acercó y tomó la parte
superior de sus brazos—. Debería haberle dicho a Cliff que
no. No debería haberte dejado solo. Estuvo mal. Por favor,
perdóname. Por favor, dame otra oportunidad para
demostrarte que no soy un imbécil y que realmente me
preocupo por ti.

La súplica en los ojos de Rainy y el tomo derretido de


su voz fundió cualquier enojo que todavía podía haber
albergado.

—Por supuesto. —Susurró y tocó los labios de su


amante—. Yo también lo siento. No debería haber corrido.
Debería haberte esperado, o al menos haber aceptado la
pizza que ofreciste. Sé que suena extraño, solo te conozco
desde hace poco, pero te extraño, extraño tus brazos
alrededor de mí.

—Ah, bebé. Gracias. —Suspiró Rainy antes de capturar


sus labios.

En el fondo de su mente, Travis sabía que hacer eso


con Rainy en su lugar de trabajo no era la mejor manera de 91

mantener un perfil bajo, pero en ese momento no podía


prestar atención o dejar de hacerlo.

Abriéndose con facilidad, se hundió en el beso y


enterró sus manos en las gruesas hebras de cabello oscuro
de Rainy. Los brazos de Rainy se deslizaron alrededor de
sus caderas y tiró de él hacia su cuerpo. Travis gimió en
voz baja, su polla se engrosó frotándose con la polla erecta
del otro hombre.

—Oh. Dios mío.

Las palabras sorprendidas de su hermana cortaron la


niebla llena de lujuria de Travis. Girando de golpe la
cabeza, rompió el beso y se quedó mirando el pálido rostro
de Lisa y su expresión de sorpresa.

—Lisa, —dijo entre dientes.

Lisa levantó la mano y les señaló.

—¿Era…Rainy…tú cita? —Chilló ella incrédula.


Sus ojos se llenaron de lágrimas antes de que ella se
diera la vuelta y huyera de la sala de examen,
desapareciendo en la sala de espera.

—Mierda, —exclamó Travis, yendo tras ella.

No tenía idea de que decirle o como explicárselo, pero


tenía que intentarlo. Oyó los pasos de Rainy tras él justo 92

antes de ver a Cliff, agarrar a su hermana y abrazarla


cerca.

Rainy tiró de Travis parándolo con un brazo alrededor


de su cintura.

—Espera, Travis. —Susurró.

Lisa luchó contra el agarre de Cliff y su control se


aflojó pero no la dejó salir del círculo de sus brazos.

—¿Qué es Lisa? ¿Qué pasa?

—Tu hermano es un maricón, y ha corrompido a


Travis. Eso es lo que pasa.

—Lisa, por favor, cálmate y escucha. —Dijo Cliff con


serenidad.

Travis se llenó de asombro cuando Lisa obedeció


quedándose en sus brazos mirando a Cliff.

Su tono de voz salió tranquilo y persuasivo.

—Sé que mi hermano es gay, y encuentro la palabra


maricón ofensiva, así que por favor, no la uses más, mi
amor. Como para tu hermano, temía esta reacción eso es
por lo que nunca te ha dicho nada. Rainy se preocupa por
Travis, como yo me preocupo por ti. Finalmente ha
encontrado a alguien por el que merece la pena salir, y por
eso, te necesita más que nunca. Travis necesita tu apoyo,
Lisa. Sé que le amas. No dejes que algo como esto te
93
nuble.

Lisa se quedó en silencio en sus brazos durante varios


segundos antes de girarse haciendo frente a Travis.

—¿Se lo dijiste a Cliff pero no a mí? ¿Por qué?

Travis suspiró, apoyando la espalda contra Rainy.

—Porque me temía que ibas a reaccionar exactamente


como lo has hecho. Vi lo que pasó cuando Roger salió
delante de su familia. Fue rechazado, y mamá y papá
aprobaron la decisión de sus padres. No vi nada que me
hiciera creer que tú me apoyarías.

—Tenía doce años cuando eso sucedió Travis. —Dijo


ella con exasperación—. Eso fue hace diez años. Entrar y
verte con Rainy ha sido un shock. Podrías habérmelo dicho.
—Lisa apoyó una mano en la cadera y le fulminó con la
mirada.

Travis se soltó de los brazos de Rainy y se detuvo


delante de ella.

—Lo sabes ahora. Me gusta Rainy. Me gustaría saber a


dónde nos lleva esto. Sé que mamá y papá no lo van a
aprobar. Así que probablemente me echaran de la familia.
Tú eres mucho más cercana a ellos de lo que yo nunca lo
he estado, y no quiero eso para ti.

Lisa le echó los brazos alrededor y lo abrazó.

—No voy a darte la espalda. No por esto. Por nada del


mundo. Lo siento, me asusté, Travis. Nunca me has dado 94

ninguna pista. —Terminó sin poder hacer nada.

Una lágrima se deslizó de los ojos de Travis antes de


que pudiera cerrar los ojos.

—Gracias Lisa. —Entonces miró a Cliff y sonrió—. Y


gracias a ti.

Cliff abrazó a su hermana y asintió con la cabeza.

—¿Entonces Rainy y tú estáis bien?

—Sí, nosotros estamos… ¡joder! —Travis se giró hacia


el movimiento del borde de su visión y gritó—. ¡Lisa coge tu
maldita serpiente! Ya le he hecho el examen, así que
llévatela un infierno lejos de aquí.

Su hermana rodó los ojos, acercándose despacio a los


seis metros de serpiente y la recogió, envolvió sus anillos
alrededor de sus brazos.

—Uf, qué dramático eres, Travis.


Rainy agarró el brazo de Travis y lo sacó de la
trayectoria de Lisa cuando ella pasó volando y la puso en
una jaula de transporte.

—Estoy contigo guapísimo. No me gustaría tener nada


que ver con ella tampoco.

Los labios de Cliff temblaban. Aunque Lisa consiguió 95

que la gran serpiente se metiera en la jaula móvil, les


sonrió a ellos susurrando:—Estoy con vosotros chicos.
—¿Estás seguro que está bien que yo vaya? —
Preguntó Travis por teléfono.

—Sí, cariño. Salí fuera cuando tenía quince años. Les


96
he hablado bastante de ti, y esperan reunirse contigo. Mi
madre me ha estado pidiendo que te invite a cenar durante
varios días. Estoy tan contento de que finalmente hayas
accedido y haya podido apaciguarla.

Travis sonrió, imaginando la sonrisa de alivio en la


cara de Rainy mientras hablaba.

—Está bien, iré a tu casa después de trabajar y te


recogeré. —Colgando el teléfono hizo una mueca, pero no
pudo sentir lástima después de escuchar la emoción en la
voz de Rainy, el hombre realmente pensaba que su familia
estaría emocionada por conocerle.

Después de pasar casi tres horas con la familia de


Rainy, el hombre empujó a Travis fuera de la casa. Travis
se derrumbó prácticamente en su camioneta.

—Santo infierno, tu familia es…

—¿Abrumadora? —Bromeó Rainy.

Travis se echó a reír.


—Iba a decir exuberante. Nunca he visto a una mujer
tan emocionada por conocer al novio de un hombre, o
incluso al novio de una mujer para el caso. —Se echó a
reír, incapaz de expresar el placer que sentía de que
alguien estuviera feliz por él y Rainy.

Rainy se inclinó y le dio un beso profundo.


97

—Bueno, sé que no era la única, mi papá lo oculta


mucho mejor.

Su sonrisa se volvió acusadora.

—Se te olvidó mencionar que tus seis hermanos y sus


familias iban a estar ahí.

Su amante tuvo el decoro de parecer avergonzado.

—Iba a decírtelo, pero luego pensé que te negarías a


venir.

—¿Cómo podría rechazarte? —Sonrió Travis.

Manteniendo sus ojos en la carretera, tomó la mano


de Rainy antes de decir secamente.

—Todo lo que tienes que hacer es mirarme con esos


sexy ojos verdes y me derrito. Un poco como cuando el
niño de Sky High2 hacía con sus helados.

—¿Qué?

2
N de T: Sky High: Película Walt Disney Pictures, en España Escuela de Altos Vuelos.
Travis se sonrojó ante la diversión en la voz de Rainy.
Sí, había revelado su preferencia cursi por esa película.

—Es una película infantil de superhéroes. —Dijo entre


dientes.

—¿Y uno de los superhéroes se derrite? —Preguntó


Rainy confuso—. ¿Cómo lo hace eso un superhéroe? 98

—No es así. Es un compinche. —Arriesgando un


vistazo, se sintió aliviado al ver algo de interés, aunque
estuviera confundido, en el rostro de Rainy—. Los niños
están divididos en dos grupos según sus superpoderosas
habilidades. Algunos son héroes y algunos son compinches.
—Sonrió—. Tonto, lo sé, pero realmente me gusta la
película. Trata sobre la aceptación y comprensión sobre los
que son diferentes a ti, y, por supuesto, derrotar al malo de
la película y conseguir a la chica. —Sintiéndose más
cómodo, consiguió una sonrisa de Rainy.

—Bien, ahora estoy curioso por este tipo que se


derrite. ¿Tienes la película?

Y el rubor estaba de vuelta.

—Sí, —admitió parando el coche frente a la pequeña


casa de Rainy.

—Bueno, la veremos juntos en algún momento.


Travis se giró ante las palabras de Rainy, pero se dio
cuenta que estaba bastante serio cuando lo dijo y Travis
sonrió cuando se deslizó del coche.

—Vete a casa y descansa un poco. —Le ordenó—.


Conozco a mi familia, pueden ser bastante abrumadores al
principio. Será más fácil. —Empezó a cerrar la puerta y
99
luego se detuvo—. No te olvides del sábado. Nos veremos a
las seis y media.

*****

Travis se quedó mirando la casa y negó con la cabeza.

—¿Cómo me metería en esto otra vez? —Preguntó


mirando sobre su hombro a Rainy.

Rainy miró a su preocupado compañero y sonrió.

—¿Qué quieres decir? Es solo una noche de póker en


casa de mi hermano. Como mi novio, eres siempre
bienvenido a unirte. De hecho, casi esperan que estés allí.

Travis le dio una sonrisa torcida.

—Tu novio, ¿eh?

Sonriendo, asintió con la cabeza.

—Oh, sí. —Agarró la mano de Travis, lo acercó y selló


los labios con los suyos. Dios, amaba besar a ese hombre.
Podría hacerlo toda la noche. Su polla se endureció y le
recordó que había otras cosas que quería hacer.
Apartándose de Travis, sonrió—. Trata de relajarte.

Travis le sonrió.

—¿Me besas así y luego esperas que me relaje?

Riéndose, liberó a su hombre. Sí, le gustaba como


100
sonaba, su hombre.

—Me parece justo. Coge el resto de la cerveza y


vamos. —Abrió el camino atravesando el resto de la casa
hasta la cocina y dejaron lo que llevaban en el mostrador.

Travis puso sus cosas también y miró hacia el


congelador.

—¿Quieres que llene el fregadero con hielo?

—Claro, voy a buscar a mi hermano.

—No necesitas buscarlo, —interrumpió Cliff, entrando


en la cocina con una sonrisa curvando sus labios—. Es
bueno volverte a ver, Travis. Estaba hablando con Lisa de
otra cita doble. ¿Os viene bien mañana por la noche?

Travis miró hacia Rainy y se encogió de hombros.

—Seguro.

—Suena bien para mi, hermano. —No había visto a


Lisa desde que Travis salió el lunes.

Le había preguntado a Travis como iba entre ellos, y le


contestó que genial. Ella le había hecho un montón de
preguntas y nunca dijo nada despectivo. Por la esquina de
sus ojos vio a Travis sacar una bolsa de hielo del
congelador y llenar el fregadero antes de abrir varias cajas
de cerveza. Rainy había retrasado el cortejo de su
compañero por el bien de Travis. No quería asustar al
hombre con la forma posesiva en la que ya se sentía, pero
101
con solo hablar por teléfono cada noche y un par de citas
para cenar, el lobo se impacientaba.

—Hey, ¿cómo te va con él? —Preguntó Cliff en voz


baja—. Parece que se siente como en casa.

Rainy sonrió.

—Estoy trabajando en relajarle. —Se encogió de


hombros—. Nos hemos tomado las cosas con calma esta
semana, pero tengo planes para más tarde. —Vio la
divertida expresión de Cliff, aclaró su garganta y habló en
voz alta—. ¿A qué hora es nuestra cita?

—Nos encontraremos en Mario a las siete.

Rainy miró hacia Travis, quién echó un vistazo sobre


sus hombros y asintió con la cabeza. Rainy sonrió.

—Me parece bien. Así que… ¿Quién viene esta noche?

—Grady, Lark y Clyde.

—Genial, mierda, ¿en serio? ¿Has invitado a Clyde? —


Rainy sacudió la cabeza. Lark no era de la manada, pero los
conocía, y después de muchas explicaciones, resultó
comprensivo. Clyde era de la manada, pero le gustaba
meterse contra los “maricas” y “jodeculos”. Presentarle a
Travis en este punto frágil de su relación no era hacerse
ningún favor a sí mismo.

—Lo siento Rainy. Me oyó pedírselo a Lark. —Cliff puso


una mano sobre su hombro—. No le quitaré ojo.
102

Travis les miró.

—¿Un gilipollas? —Preguntó sin rodeos.

—¿Quién es un gilipollas? —Preguntó una voz profunda


desde la puerta.

—Tú Clyde. ¿O no sabes cómo llamar? —Le gruñó Cliff.


Su tono hizo que el otro hombre bajara sumiso la cabeza,
lo cual sería difícil de explicar si Travis preguntaba.

—Lo siento Cliff. —Murmuró Clyde rápidamente—.


Hey, Rainy no te había visto… —Cliff estaba detrás de
Travis y le hizo una seña advirtiéndole que guardara su
lengua,… ah desde hace un tiempo. ¿Dónde has estado?

—He estado ocupado trabajando.

Clyde miró disimuladamente a Travis.

—¿Y cortejando a tu amigo, eh? —Le tendió una mano


a Travis—. Clyde Richards.

—Travis Carlyle.

Clyde parpadeó, levantando las cejas.


—¿Carlyle? No estará relacionado con el Doctor
George Carlyle, ¿verdad?

Rainy vio como Travis palideció ligeramente antes de


asentir con la cabeza. Su olor cambió sutilmente a cautela y
Rainy esperó que Clyde no se diera cuenta.

—Sí, es mi padre. ¿Cómo le conoces? 103

—Lark y yo trabajamos en el hospital Sugar Creek


Memorial. Soy paramédico.

—¿He oído mi nombre? —Una susurrante voz


masculina preguntó. Un hombre bajo y delgado, con pelo
rubio de punta entró en la cocina y lanzó una sonrisa tímida
a todo el grupo—. ¿Llego tarde?

—No en absoluto. Estamos esperando a Grady. —Le


dijo Cliff—. La pizza estará aquí en media hora.

Como si hubiera oído su nombre, la puerta se cerró y


un gran hombre entró en la habitación. Grady tiró
cincuenta sobre la mesa.

—Eso es para la pizza. ¿Empezamos?

—Sí. —Respondió Rainy.

Travis sacó las cervezas para los demás antes de abrir


una para sí mismo, todo el mundo lanzaba furtivas miradas
a Grady. Una vez hecho esto, se volvió y le tendió la mano.
—Soy Travis Carlyle. Soy uno de los veterinarios del
zoológico. ¿No te he visto la semana pasada?

Grady estrechó la mano de Travis asintiendo con la


cabeza y oliéndolo discretamente. Miró a Rainy antes de
contestar.

—Sí, he estado un par de veces esta semana. 104

—¿Trabajas con animales?

El gran hombre se echó a reír.

—No. Soy detective. Detective Grady Stryker.

Los ojos de Travis se agrandaron.

—Oh Dios. Nada grave está pasando espero.

—Un, no tengo libertad para hablar de eso.

—Lo siento. No debería haber preguntado. Debería


saberlo.

—Si tú padre es el doctor George Carlyle sabes que él


no habla del trabajo en casa todo el tiempo. —Anunció
Clyde antes de tomar un trago de una cerveza—. Ya sabes,
nunca ha mencionado tener un hijo. ¿Es porque eres
maricón?

Cliff gruñó furioso.

—¿Qué te dije sobre decir esas cosas en mi casa? ¿O


quieres que te de una patada en el culo?
Travis se puso colorado.

Clyde levantó las manos en señal de rendición.

—Lo siento. Gay ¿Mejor? —Entonces el hombre se


volvió a Travis—. ¿Y?

—Joder. Les dije a todos que eres un gilipollas. Sal de


105
aquí, Clyde. —Gruñó Rainy

—No te mosquees. Solo estaba curioseando.

Rainy vio a Clyde salir de la cocina y lanzarse contra


una silla del comedor.

—Cualquiera pensaría que se daría cuenta de que la


mayoría de nosotros somos gay. —Dijo Lark en voz baja.

—No es el lobo más brillante de la manada, seguro.

Rainy lanzó un gemido por el desliz de su lengua.

Travis se limitó a asentir.

—Veo lo que quieres decir acerca de que era un


imbécil.

—Hey, —murmuró Lark—. ¿Tiene razón? ¿Tú padre es


el doctor Carlyle?

Travis asintió con la cabeza.

—Sí, soy su hijo. Clyde dijo que trabajabais en el


hospital con él.

Lark sonrió ligeramente.


—Más o menos. Soy asistente de rayos y más o menos
trato de mantenerme fuera de su camino.

Sorprendido por la insinuación, la mirada de Rainy se


asentó en el hombre tímido delgado. Rainy había rescatado
a Lark frente a un bar gay en una ciudad cercana. Había
salvado al joven hombre de que le patearan el culo un par
106
de heteros que habían estado al acecho alrededor del bar.
Cuando aprendió que vivía cerca, Rainy y Cliff habían
tratado de incluirle en cualquier cosa no relacionada con la
manada. Cuando fue a la fiesta, hacia unos meses, del
Cuatro de Julio había visto cambiar a un par de cachorros
accidentalmente. Después de un montón de explicaciones
por parte de su parte y de Cliff, Lark aceptó la revelación y
siguió adelante.

La risa de Travis hizo regresar a Rainy a la


conversación.

—Sí, mi padre puede ser un idiota, quería que hiciera


medicina pero yo no quería trabajar con él, así que me hice
veterinario.

*****

Travis lanzó su mano en el bote.

—Doblo.
Se estiró mirando el reloj. Era casi media noche
¿Hasta qué hora jugaba por lo general Rainy? Luchaba
contra un bostezo, miró a su amante y atrajo su mirada.
Rainy le guiñó un ojo y volvió a estudiar sus cartas.

—Voy a por algo de agua. ¿Alguien quiere algo?

—Me traes una cerveza, ¿quieres? —Dijo Clyde. 107

—Gracias Travis. Tomaré una cerveza. —Añadió Cliff.

Lark saltó.

—Te ayudaré. Estoy de guardia mañana, así que


tomaré algo de agua.

—Una cerveza sería fantástico, guapísimo. —Dijo


Rainy con una sonrisa caliente.

Travis luchó contra sus colores por el cariño en la voz


de Rainy, y cuando Grady le pidió una cerveza levantando
un dedo, se obligó a moverse. Entrando en la cocina y
cogiendo las bebidas, Lark le sonrió tímidamente.

—Debes ser importante para Rainy. Nunca ha traído a


su novio a una noche de póker antes.

—¿En serio? —No pudo dejar de sonreír cuando miró


hacia atrás.

Lark asintió con la cabeza.

—Es bueno verlo tan relajado. Normalmente está tan


tenso, como si estuviera siempre en guardia, en busca de
algo o esperando que algo suceda. Contigo, —Lark se
encogió de hombros— quizá haya encontrado lo que haya
estado buscando.

—Dios, espero que sí. —Murmuró Travis. Lark frunció


el ceño—. No soy realmente bueno en las relaciones y esta
es mi primera relación gay. Definitivamente siento algo por
108
Rainy, solo espero que el sienta lo mismo.

Apoyando una mano sobre su brazo, Lark le sonrió.

—Seguro que lo hace.

Travis sonrió, le gustaba la idea de ser especial para


Rainy. Miró por encima de su hombro a través de la barra
que separaba el comedor de la cocina, pero su sonrisa se
desvaneció rápidamente cuando vio el resplandor del enojo
de su amante destinado a Clyde.

Observó a Clyde saltar poniéndose de pie con tanta


fuerza que su silla cayó hacia atrás ruidosamente al suelo.

Cliff levantó una mano y señaló a Clyde y a la silla


caída.

—¡Siéntate, Clyde!

Travis tembló por el claro mandato en la voz del


hombre, pero Clyde solo gruñó.

—No está pasando. Lo has oído, Rainy me desafió. Si


no me sigue fuera, lo resolveremos aquí.
Lark le agarró del brazo y le susurró.

—Oh joder.

— ¿De qué está hablando Clyde? ¿Van a pelear?

—No hice tal cosa, cabrón. Te acabo de decir que


aunque sea maricón, si lo necesito puedo patearte el culo.
109
—Gruñó Rainy suavemente.

—Eso es todo. Yo te enseñaré. —Clyde saltó


atravesando la mesa, clavando las garras en Rainy.

Travis parpadeó ¿Garras? Y entonces en vez de un


hombre, un gran lobo marrón cayó encima de su amante.
Sin perder tiempo Rainy metió los pies contra el pecho de
la bestia y alejó a patadas el lobo de él. El lobo cayó en la
habitación pero se puso rápidamente de pie. Rainy
rápidamente se levantó del suelo, esperando que el animal
que gruñía se pusiera otra vez en marcha, pero cuando lo
hizo, el lobo de color marrón fue interceptado por un lobo
negro que le parecía familiar a Travis.

El lobo negro más grande, agarró la pata trasera del


lobo color marrón y lo volcó contra su espalda. A
continuación, sus mandíbulas rodearon la garganta del lobo
marrón, la garganta gruñó quejándose, escarbó un par de
segundos tratando de escapar, pero el lobo negro le
sujetaba con más fuerza, sacudiendo la cabeza. Por último,
el lobo golpeado se relajó dejando al descubierto su vientre
mostrando su sumisión al lobo más fuerte.
—Jodida mierda. —Susurró Lark.

Las palabras sacaron a Travis de su estado de


congelación y corrió alrededor de la barra donde Rainy lo
envolvió en sus brazos.

—Tranquilo bebé. Está bien. —Lo tranquilizó Rainy.


110
Travis miró al lobo negro liberando al lobo marrón y el
animal comenzó a temblar. Segundos después un Cliff muy
desnudo estaba de pie en la habitación.

Sus ojos marrones, tan familiares a los de lobo, lo


miraron durante un momento antes de tomar un teléfono
móvil del aparador.

Cliff miró a Grady y ordenó.

—Vigilarle.

Grady asintió. El gran hombre se levantó de la silla en


la que seguía sentado y caminó hasta el lobo.

—Declan, tengo una situación. Un no iniciado nos ha


visto. —Cliff escuchó por un segundo—. Sí, el compañero
de Rainy. —Un segundo más tarde—. Sí. —Y colgó el
teléfono.

—Joder. —Susurró suavemente Travis—. Lisa me va a


matar cuando se entere que vi a Cliff desnudo.

La frente de Cliff se elevó pero se volvió a Lark y


dijo—: Hay un chándal en el aparador de la habitación de la
derecha arriba de las escaleras. Traes algo para mí, y Clyde
¿por favor?

Lark asintió con la cabeza y salió corriendo de la


habitación.

Travis no se dio cuenta de que estaba temblando


hasta que Rainy lo levantó a sus brazos y se dirigió 111

escaleras arriba. Rainy lo llevó a una habitación y se sentó


en la cama sujetando a Travis en su regazo.

Se sentaron en silencio durante varios minutos antes


de hablar por fin.

—Lo siento tenía que sacarte de en medio.

Travis sabía que el hombre estaba demasiado


emocional por su acento.

—¿Qué está pasando Rainy? —Susurró—. ¿Qué pasó


abajo? ¿Bebí demasiado y perdí el conocimiento? ¿Es un
sueño? —Sintió a Rainy besar su frente antes de meter la
cabeza contra su cuello.

—No bebé. Estás muy sobrio. Has visto a Clyde y a mi


hermano volverse lobos. Nosotros somos shifters.

—Shifters. ¿Cómo hombres lobos? —Eso sonaba como


la cosa más loca que Travis había preguntado a alguien. La
apertura de la puerta les llamó la atención.

Lark estaba en la puerta, sosteniendo dos tazas y


mirándolos incierto.
—Pensé que podías querer algo de té. —Murmuró
saltando de un pie a otro—. Cuando me enojaba, cuando
era joven, mi madre me hacía té.

La mano de Rainy soltó a Travis para hacerle una seña


con la mano al pequeño hombre y que avanzara.

—Gracias, Lark. Es muy considerado de tu parte. — 112

Después que Lark pusiera las tazas en la mesilla de noche


al lado de la cama, salió de la habitación. Rainy suspiró a
sabiendas que Travis esperaba todavía una respuesta.

—Sí, cariño. Algo así, como los hombres lobo. Pero no


se parece a lo de Hollywood. No somos criaturas medio
locas, no atacamos humanos, y no puedo convertirte en
uno. Cuando me convierto en lobo, soy perfectamente
consciente. Sigo siendo yo, y todavía te conozco.

Travis se puso tenso.

—¿Cuándo te conviertes? ¿Tú también?

—Sí, Travis. Yo también.

—¿Puedo verte? —Acababa de ver a dos lobos en el


comedor ¿Realmente quería ver otro? Sí. Sí quería.
Necesitaba saber que Rainy no era un loco o un demente.
Poco a poco los brazos que le apretaban le soltaron y los
preocupados ojos verdes le miraron.

—¿Estás seguro?
La pregunta susurrada con tanto miedo derritió el
corazón de Travis. Alzó la mano y tomó la mandíbula de
Rainy, frotando el dedo pulgar sobre los labios, antes de
reemplazar el dedo con sus labios.

—¿Tienes miedo de hacerme daño?

—No, precioso. Nunca te haría daño. —Susurró Rainy 113

en sus labios.

—Entonces, ¿qué?

—Estoy asustado de que me dejes.

Travis vio la verdad en los ojos verdes de su amante.


¿Cuánto había intercambiado este lado de sí mismo con
alguien? Solo había una cosa que podía prometer.

—No puedo decirte que cosas harás que me darán


ganas de dejar tu culo sexy, pero te puedo decir que el
convertirte en lobo no será un problema para romper. —
Rainy se le quedó mirando durante largo rato, viendo la
verdad de sus palabras. Travis le devolvió la mirada.

Rainy asintió con la cabeza. Se apartó y se acercó al


centro de la habitación. Después de haberse desnudado,
miró incómodo por la habitación. Se pasó una mano por la
cabeza y se encontró con la mirada de Travis.

—Eres mi compañero, así que nunca te haré daño.


Pero si corres te podría perseguir. —Haciendo una mueca,
Rainy se encogió de hombros—. Soy un lobo después de
todo.

Sonriendo de frente a Rainy por preocuparse por él,


asintió con la cabeza.

—Prometo que no voy a correr, y tu y tú hermano


podréis explicarme el tema de los compañeros después. 114

Travis miró atentamente mientras un escalofrío


recorría el cuerpo de Rainy, la piel de gallina ondeaba sobre
su piel, y luego los huesos y los músculos se estiraron, se
modificaron y cambió.

Rainy cayó de rodillas, el pelo crecía, una cola


apareció, y la larga cara de Rainy se estiraba y
contorsionaba cambiando hacia una boca llena de dientes
afilados. Segundos después, un gran lobo negro se tumbó
contra el suelo tratando de buscar una posición lo menos
intimidatoria posible.

Arrodillado en el suelo miró a Travis con sus profundos


ojos verdes de lobo. Travis sonrió y torció un dedo.

—Ven aquí Rainy.

El lobo se movía lentamente, la cola se movía como la


de un perro cauteloso, pero seguía preocupado por
asustarlo. Pero como era un veterinario, Travis había
aprendido a distinguir la diferencia entre un animal
agresivo y otro no. Rainy sin duda encajaba en la última
categoría, y la necesidad de enterrar sus manos y su nariz
en la piel de su amante era demasiado dura de resistir.

Enganchando sus dedos en el cuello del lobo, frotó la


mejilla contra la cabeza de Rainy, disfrutando de la suave
piel de sus orejas.

—Eres un lobo muy guapo, Rainy. —Murmuró contra 115

su piel.

El lobo le lamió la cara.

Sus miradas giraron con el pomo de la puerta del


dormitorio.

Un hombre afroamericano alto, musculoso, estaba de


pie en la puerta.

—Bien, supongo que eso responde a la pregunta de


cómo te has tomado las noticias.

Las cejas de Travis se alzaron cuando vio rodar a


Rainy sobre su vientre sumisamente al hombre que estaba
en la puerta.

El desconocido hizo un gesto con la mano y se echó a


reír.

—¿Por qué no cambias Rainy? ¿Me gustaría que me


presentaras a tu compañero?

Unos segundos más tarde, Rainy agarró los pantalones


vaqueros y se los puso. Puso a Travis entre sus brazos y lo
besó profundamente, demostrando con su beso lo
agradecido que estaba que su compañero lo hubiera
aceptado. Un carraspeó seguido de una risa les hizo
terminar el beso.

—Travis, este es mi Alfa Declan McIntire, Alfa este es


Travis Carlyle.
116
No podía describir el alivio que sintió cuando Travis no
corrió en dirección contraria tan pronto como le había
hablado de hombres lobo y shifters. En su lugar había
117
escuchado todo lo que había dicho haciendo unas cuantas
preguntas, abrazando a su lobo.

Maldita sea, la vida era maravillosa.

Rainy había explicado su versión de los hechos a


Declan, como no se había vuelto lobo para pelear y había
permitido que su hermano, que tenía un rango más alto en
la manada como segundo rastreador, superado por su
padre, manejara la situación.

Seguro, las palabras habían sido calentitas, pero nada


justificaba el cambio delante de alguien que no sabía de su
existencia, sin importar si era el compañero de alguien,
información que no sabía Clyde de todos modos. Declan
había mandado a Clyde a su casa para castigarle, y ahora
Rainy era libre para llevar a Travis a casa.

—Así que, ¿todo el mundo es un shifter?

Esbozó una sonrisa a su compañero y sacudió la


cabeza.

—No. Lark no es un shifter, aunque sí sabe de


nosotros.
—¿Y Grady? Sería un lobo enorme.

Rainy se echo a reír.

—Dios, ¿qué no daría yo por eso? No, es un shifter


tigre.

—¿Un shifter tigre? ¿Cómo un enorme gato? Wow, eso


118
sería digno de ver ¿Qué otros tipos de shifter hay?

—Los más comunes son lobos, zorros y leones. Otras


razas de gatos también, como tigres y guepardos, pero son
menos frecuentes. Incluso he visto una serpiente una vez.
—Sonrió a Travis y levantó la frente—. Chico estaba tan
contento que no fuera mi compañero. He oído de otros
animales, como osos y águilas pero nunca he encontrado
uno.

—Eso es increíble. —Murmuró pensando.

Durante un momento pensó que Rainy todavía tenía


que compartir demasiada información.

—Todavía no me has explicado esto de ser tu


compañero. —Señaló Travis, aliviando los temores de
Rainy.

****

Amaba la curiosidad del hombre. Aparcó la camioneta


y le hizo señas a Travis para que lo siguiera.
—Quiero abrazarte guapo. Vamos a meternos en la
cama y te lo explico. —No había nada que quisiera más que
envolver sus brazos alrededor de su compañero y asegurar
que todavía estaba con él. Su compañero le siguió en
silencio mientras le llevó atravesando el oscuro
apartamento. La luz de la luna se veía a través de la
119
ventana, bailando sobre su piel desnuda cuando se
metieron en la cama.

Sintiendo el cuerpo desnudo de Travis contra el suyo


Rainy no pudo evitar un gemido.

—Hablar por teléfono está bien, —murmuró— pero


nada se compara con esto.

—¿Nada? —Murmuró Travis, frotando su erección


contra la cadera de Rainy.

Rainy gimió, sujetando los movimientos de Travis con


una mano en la cadera.

—Deja de hacer eso, o nunca conseguiré contarte eso.

Asintió con la cabeza y fijó sus ojos azules casi


plateados por la luz de la luna. La forma en que se
miraban, casi sentía como si pudiera ver su futuro en los
ojos de su compañero: calmado, sereno, feliz.

—El destino otorga a cada shifter una pareja. Los


humanos lo llamáis compañero del alma. No los
escogemos, nosotros los reconocemos por el olor.
—¿El olor? —Interrumpió Travis con duda.

—Por el olor, —dijo sonriendo—. La mayoría de los


shifters tiene el sentido del olfato muy desarrollado debido
a que compartimos nuestra alma con una contraparte
animal. Te olí aquel día en el zoológico y sabía que tendría
que volver para conocerte. Nos unimos de por vida, y
120
encontrar a nuestros compañeros es el mayor regalo que el
destino puede darnos.

—¿Cómo elige el destino a los compañeros adecuados?

Rainy se encogió de hombros.

—No tengo ni idea. Tal vez es tan simple como las


feromonas, dos personas que encuentran a la otra
sexualmente compatible. La mayoría de las veces, la pareja
encuentra una gran felicidad estando junta, pero es solo
como cuando en cualquier relación ambas partes deben
trabajar duro. —Sonriendo trazó el exterior del lóbulo de la
oreja de su compañero—. Por supuesto con un shifter, hay
un beneficio adicional con nuestro anudamiento, por así
decirlo, queremos complacer a nuestra pareja, mantenerlos
seguros y bien provistos. Pero también tenemos un lado
posesivo. —Agregó.

—¿Y es de por vida?

Rainy sonrió a Travis y pasó los dedos a través del


pelo rubio del hombre más pequeño.
—Por vida, hermoso. Si me dejas reclamarte, y admito
que quiero hacerlo demasiado, no habría ninguno más para
mí. Tú serías el único al que querría, en mi vida, en mi
casa, y en mi cama. Seríamos compañeros. —Rainy
aguantó la respiración, temeroso porque lo que acababa de
admitir pudiera asustar al hombre. Era mucho para un ser
121
humano.

Travis frunció el ceño.

El corazón de Rainy dio un vuelco.

—¿Qué quieres decir reclamar?

Dejó escapar el aliento que tenía y le besó en la


frente, su corazón latía a mil por hora cuando admitió.

—Una marca de reclamo. Te morderé aquí. —Trazó el


tendón donde el cuello se unía con el hombro—. Mediante
la mezcla de saliva en tu sistema y tu sangre en la mía,
serviría para unirnos. Mi olor siempre estaría en ti y otros
shifter lo olerían. Sabrían que estas reclamado. —Sus
encías se estremecieron, sus caninos bajaron solo con
pensarlo.

—Oh, eso no está tan mal. —Murmuró Travis. Sus ojos


azules buscaron en la cara de Rainy—. ¿Hay algo más que
debo saber?

—Hay alguna que otra cosa. Bueno un par de cosas,


pero esta es la más grande. —Admitió Rainy. Por la mirada
inquisitiva de Travis admitió—. Envejecerás lentamente.
—¿Qué?

—Los shifters envejecen más despacio que los seres


humanos. Nuestra esperanza de vida es de más de
doscientos años. Tu envejecimiento sería más lento para
coincidir con el mío, y… —se detuvo sin saber cómo decirle
lo siguiente a Travis—… si muero, tu querrás morir, y
122
viceversa, nuestras vidas están vinculadas.

—Wow, —murmuró Travis—. Eso es grande.

—No tienes que decir nada ahora, hermoso. No hay


prisa. Solo, piensa en ello, ¿de acuerdo?

Travis asintió con la cabeza, se acercó y lo besó en la


mejilla.

—Lo haré. Tengo que admitir que es mucho para


pensar, y quiero tiempo para reflexionar sobre ello, pero lo
que te dije en casa de tu hermano es cierto. No voy a ir a
ningún sitio.

—Gracias, Travis. —El alivió se apoderó de su cuerpo,


abrazándolo y atrapando al hombre más pequeño debajo
de él. Rainy selló su boca sobre la de su amante y los
separó. Travis los abrió ansiosamente, su lengua se deslizó
para jugar y degustar. Rainy frotó el eje rígido contra
Travis y gimió al sentir la delicia de la dura polla de su
amante presionando contra la suya.

Inclinándose para poder meter una mano entre ellos,


agarró sus dos pollas y las acarició juntas.
—Oh, Dios Rainy, sí, justo así.

Las caderas de Travis se resistieron debajo de él. Usó


el pre-semen de los dos para facilitar sus movimientos,
comenzaron un ritmo rápido empujándose y retirándose
uno del otro en el puño de Rainy. Rompiendo el beso Travis
arqueó su espalda, mirando con extasiados ojos a Rainy
123
con adoración y se corrió gritando el nombre de Rainy con
voz ronca en el silencio de la noche.

El calor y el olor del semen de Travis, la sensación de


su cuerpo estremeciéndose bajo el suyo pusieron a Rainy al
borde y aulló su propia liberación. Apoyó la frente contra el
hombro de Travis cuando su cuerpo siguió temblando,
respirando entrecortadamente. Sintió besos húmedos
bajando por su cuello y se estremeció.

—Mmm, que bueno bebé. ¿Te estoy aplastando?

Sabía que tenía que moverse, aunque solo fuera por


limpiarse. El semen seco en la piel era incómodo. Pero
maldita fuera si no estaba bien enroscado alrededor de su
pareja.

—Sí, pero no quiero que te muevas todavía. Me


encanta que estés encima de mí, Rainy. —Murmuró Travis
en su cuello continuando con sus besos—. Sabes tan bien.
—De repente los besos se detuvieron y levantó la cabeza.

Rainy levantó la suya y vio una pregunta en los ojos


de Travis.
—¿Qué? Me puedes preguntar cualquier cosa.

Travis asintió con la cabeza arrugando sus cejas.

—¿Es Lisa la compañera de Cliff?

Sus cejas se dispararon por la sorpresa. Eso había sido


lo último que hubiera esperado que preguntara Travis.
124
—Sí. —Admitió—. ¿Por qué?

Se encogió de hombros.

—Estaba pensando en el día que ella nos vio y me


acordé de las palabras de Cliff. Ya sabes, que te
preocupabas por mí lo mismo que él por ella. Bueno me
puse a pensar, —Travis sacudió la cabeza—. No creo que
ella se tome esto muy bien.

Subiendo los codos, fruncí el ceño.

—¿Qué quieres decir? Ella es tu hermana. Pensaba que


ella tendría la misma mente abierta que tú. —Para sorpresa
de Rainy, Travis se rió con ganas, moviendo su pecho bajo
él. Miró a su compañero sin comprender su risa—. ¿Qué?

—Lo siento, Rainy, pero, ¿cómo dices eso, de todas las


personas, siendo gay y tú hermano hetero? Claro, sois
hermanos y os amáis uno a otro, pero tenéis grandes
diferencias.

Rainy asintió con la cabeza, podía ver eso. Fue una


mala asunción por su parte.
—¿Así que crees que va a tener dificultades para
aceptar el lobo de Cliff? —Su corazón dolió de repente por
su hermano. Cliff había estado buscando tanto tiempo, y
estaba tan emocionado por haber encontrado a Lisa. ¿Qué
pasaba si lo rechazaba? No eso no sucedería—. ¿Qué
podemos hacer para ayudar?
125
—Ah, esa es una de las cosas que amo de ti Rainy. Tu
gran corazón.

Rainy no podía hacer nada más que mirar aturdido en


silencio cuando Travis se acercó y le tocó la mejilla.

¿Su compañero lo amaba? ¿Cómo ocurrió eso? Se


conocían desde hacía solo un par de semanas, se obligó a
escuchar cuando Travis siguió, pero Rainy volvería a visitar
esos pensamientos más tarde.

—Solo podemos estar ahí para ellos cuando pasen por


esa lucha. —Continuó Travis—. Donde yo siempre he
estado interesado en la ciencia ficción y lo paranormal, Lisa
es mucho más escéptica. Su libro sería la historia del
mundo, mientras que el mío sería un thriller paranormal.
Siempre he creído en fantasmas, aprender que hay shifters
no es un gran salto para mí.

—¿Cómo he sido tan afortunado? —Murmuró Rainy


besando al hombre profundamente.

Travis se echó a reír contra su boca.


—No digas eso todavía. —Murmuró—. No has conocido
a mis padres.

*****

Disfrutando del agua de la ducha cayendo sobre su


126
cabeza, Travis trató de apagar su cerebro sobrecargado de
trabajo, pero no pudo. No podía creer que le hubiera dicho
a Rainy que le amaba. La idea ni siquiera había cruzado por
su cabeza hasta que dijo esas palabras. Lo había sentido
como la cosa más natural del mundo. A pesar de que no
podía imaginarse diciéndolo de nuevo, se preguntó qué
pensaría Rainy de ello. Luego se le ocurrió otra cosa. Si
Travis se negaba a permitir que Rainy le reclamara, él
envejecería y moriría mucho antes que Rainy, esa
posibilidad era inaceptable. No le importaba el hecho de
morir joven, ya que no querría vivir sin Rainy de todos
modos. Hizo una pausa por la admisión. Realmente, no
quería vivir sin Rainy.

—Estás pensando mucho, hermoso. ¿Es algo malo?

Travis no sabía cómo revelar su decisión a Rainy


todavía, pero su mente volvía a lo mismo.

—¿Quieres conocer a mis padres? —Bueno, eso


probablemente no era el mejor tema para hablar.

Rainy hizo una pausa mientras le lavaba la espalda y


Travis contuvo la respiración.
—¿Realmente quieres presentarme a tus padres?

Se dio la vuelta en los brazos de su amante y frotó los


músculos del pecho de Rainy. Amaba la forma en que el
agua brillaba en la piel bronceada del hombre y se tomó
unos segundos para ver el agua correr en pequeños
riachuelos por su cuerpo. Los ojos de Travis fijos en la polla
127
medio dura de Rainy tocándola. Envolvió sus dedos
alrededor, sintiéndola endurecerse enseguida

—Sí. Sí quiero. Tenemos una cena familiar todos los


jueves. Le preguntaré a Lisa si ella va a invitar a Cliff. Tal
vez si te conocen antes de anunciar que eres mi amante,
será más fácil que te acepten.

Era una posibilidad remota. Oh, ¿a quién quería


engañar? No le importaba lo más mínimo. Una vez que sus
padres descubrieran que era gay, renegarían de él, no
importaba lo más mínimo si eso significaba tener a Rainy
en su vida.

—Mmm, seguro bebé. Eso está bien.

Miró a la cara de Rainy y se rió entre dientes. La


cabeza del hombre estaba echada hacia atrás, sus ojos
estaban cerrados, y el agua caía en cascadas por su
cuerpo, tenía las manos apoyadas en los hombros de Travis
y una mirada de felicidad absoluta cubrió su rostro. Travis
sabía que Rainy no estaría de acuerdo en nada mientras no
escuchara una palabra suya.
Pasando su otra mano hacia abajo, ahuecó el saco de
Rainy, y rodó sus pelotas en la palma de su mano.

—Tal vez discutamos esto en otro momento, ¿eh?

—Por supuesto. —Gruñó Rainy.

Travis tuvo que contener otra carcajada. Retiró las


128
manos de Rainy y tomó el resbaladizo jabón esparciéndolo
hacia arriba.

—No te burles, precioso.

—Solo sería una tomadura de pelo si no consiguieras


nada. —Susurró con voz ronca.

Los ojos verdes de Rainy se abrieron de golpe.

—¿Sí?

—Sí.

La lujuria cubrió las facciones de Rainy tan rápido que


el aliento de Travis se paró. Agarró a Travis de los hombros
y le dio la vuelta.

—Apoya las manos en las paredes e inclínate hacia


adelante, hermoso.

Con una sonrisa de triunfo, Travis hizo lo que le había


mandado, fue tan lejos como para empujar el culo y
separar las piernas lo más lejos posible en los confines de
la ducha. Oyó gemir a Rainy y luego sintió las manos del
hombre en las mejillas de su culo separándolas para el
examen de su amante.

—Hay algo que tenía que decirte.

—¿Otra cosa que no me has dicho? —Trató de


bromear, pero su voz salió demasiado entrecortada. No
pudo prestar atención cuando un dedo lubricado con jabón 129

se deslizó en el recto—. Oh, sí.

—Así que, ¿no tengo que preguntar?

Oyó la diversión en la voz de Rainy y sonrió.

—Si te dieras prisa y me jodieras, lo sabré.

Un segundo dedo se deslizó junto al primero y sintió


que su codicioso agujero lo aspiraba dándole la bienvenida.
Sí, esto es lo que necesitaba. Su amante llenándolo. No. Su
compañero llenándolo. Joder, sonaba bien.

—Los shifters no pueden coger o transferir


enfermedades humanas. —Le susurró Rainy al oído,
enviando un temblor por su espina dorsal, causando que
sus cojones se apretaran con placer—. No quiero nada
entre nosotros cuando te llene.

Travis asintió con la cabeza.

—Con una condición. — ¡Que oportunidad tan perfecta


para pedir que le reclamara! Los dedos pararon de abrirse
como si fueran tijeras, y él gimió echándose hacia atrás
contra ellos—. No te detengas. —Se quejó.
Los dedos del culo comenzaron a moverse de nuevo,
Rainy añadió un tercer dedo y comenzó a golpear la
próstata con cada golpe. Travis gimió, su polla se sacudía,
expulsando un hilo de líquido pre-eyaculatorio de la ranura
deslizándose por la ancha cabeza. La sensación le hizo
temblar aún más atravesando su cuerpo. Quería llegar
130
abajo y tocarse a sí mismo, pero tenía miedo de que
pudiera perder el equilibrio.

—¿Qué condición Travis?

Las palabras susurradas al oído hicieron que le


recorriese un escalofrío. Mierda. ¿Qué iba a hacer? No podía
pensar con su compañero golpeando la glándula una y otra
vez. ¡Mi compañero! Justo. Inclinando la cabeza hacia un
lado, Travis descubrió su cuello.

—Reclámame.

De repente, los dedos se habían ido y Travis pensó


que había hablado demasiado. Pero entonces la cabeza
lubricada con jabón de la polla de Rainy se deslizó por su
agujero y empujó al interior, entrando de lleno sin
problemas. La quemadura en el culo le hizo tensarse, pero
empujó contra ella, y comenzó el placer, liberando
endorfinas por su sistema. La boca de Rainy le acarició
donde el cuello y el hombro se unían, besando y lamiendo
la zona.

—¿Estás seguro?
—¡Dios, sí! Rainy. —Apretó los músculos de su culo
alrededor de la polla de Rainy, amando la sensación de
saciedad. Travis no sabía cómo había estado toda su vida
sin esto, pero no quería volver a estar sin ello—. Por favor,
hazme tuyo. Quiero estar atado a ti.

Había estudiado las consecuencias de estar juntos. Su


131
compañero nunca lo dejaría y él nunca dejaría a Rainy.
Dios, sonaba tan bien.

El bajo gruñido del hombre por sus palabras fue la


puñetera cosa más sexy que jamás había oído. Rainy
comenzó a moverse, sacando y empujando con
movimientos lentos.

—Más Rainy, Necesito… yo… —Las palabras se


perdieron cuando su compañero comenzó a golpear en su
culo, golpeando una y otra vez. Trató de coincidir con el
ritmo, pero no podía, todo lo que podía hacer era sentir
como Rainy poseía su cuerpo, perteneciéndole, en cuerpo y
alma.

Cuando Rainy llegó alrededor de Travis y tomó su


polla en un puño gritó. Su orgasmo lo golpeó tan duro y
rápido que se hubiera derrumbado si Rainy no tuviera un
brazo alrededor de su cintura y lo mantuviera abrazado.

Y a través de todo esto Rainy seguía golpeando su


culo, extendiendo su orgasmo. Segundos más tarde sintió
los dientes de Rainy en su cuello, y el hombre mordió.
Dolor mezclado con placer y se corrió de nuevo, su cuerpo
se sacudió con otro nuevo orgasmo, enviando varias
corrientes de semen contra la pared de enfrente.

El calor llenó su canal cuando oyó a Rainy gruñir


contra su cuello. Jadeando, apoyó la cabeza en una mano
contra la pared, tratando de llenar sus pulmones con aire.
132
Sintió una lengua contra la herida del cuello, lamiendo la
sangre que salía. Travis tembló, su polla haciendo un
valiente esfuerzo por subir de nuevo. Escuchó a Rainy
murmurando contra su cuello, y se dio cuenta que era una
palabra que repetía una y otra vez.

—Mío.

Un resplandor lo llenó de paz, y Travis asintió con la


cabeza.

—Tuyo.
Travis puso su camioneta en el parking de Mario’s y
miró a su alrededor. Saltando de la cabina, vio el sedán de
Cliff y vio al hombre que estaba esperando en la puerta. Le
tendió una mano como saludo, pero cuando Cliff la tomó, el 133
hombre más grande tiró de él para abrazarlo con un brazo.

Tomó una profunda respiración y se echó a reír.

—Bueno, maldita sea. Bienvenido a la manada, Travis.


Mi hermano no me dijo que te había reclamado.

Mirando a su alrededor con nerviosismo, se rió


conscientemente.

—Sí. Acaba de pasar esta tarde. Hemos tenido un


montón de charlas, y me he dado cuenta que no tenía
ningún sentido esperar, por lo que… —Se encogió de
hombros.

Cliff sonrió y lo soltó.

—Bueno, felicidades. Me alegro por vosotros.

—¿Crees que tu, uh, manada estará bien con eso? —


Preguntó con nerviosismo.

El hombre bajó la voz.

—¿Estás bromeando? Has visto lo que pasó cuando


conociste a nuestra madre. Esta extasiada de que hayamos
encontrado a nuestros compañeros. Un compañero
enlazado es algo sagrado para un shifter Travis. —
Continuó—. Claro, hay algunos que son un poco
intolerantes, pero afortunadamente no tenemos muchos de
esos en nuestra manada. La mayoría estará muy feliz por ti
y Rainy.
134
Travis asintió con la cabeza, mirando la preocupada
expresión de Cliff.

—¿Cómo estáis tu y Lisa? No he hablado con ella en


un par de días.

—Estamos bien. Estoy un poco preocupado por cuál


será su reacción, ¿sabes?

Comprendiendo le dio al hombre una tranquilizadora


sonrisa.

—Bueno, sé que no soy mucho, pero te apoyo. Haré


todo lo posible para ayudar que entienda que estar
acoplado a un lobo no cambia el buen hombre que eres.

Cliff tiró de él hacia otro abrazo.

—Gracias, hermano.

—Manos fuera, hermano. Tú tienes a la tuya.

Travis sintió las manos de Rainy sobre sus hombros


antes de salir del abrazo de Cliff.
—Vosotros los lobos sois un grupo de tocones,
¿verdad? —Preguntó con una risa.

Cuando Cliff se limitó a sonreír y Rainy no respondió,


miró sobre su hombro y vio a su amante seguir mirando a
Cliff. Después de un rápido vistazo, se volvió en los brazos
de Rainy y le dio a su compañero un beso rápido.
135

—Relájate. Estaba felicitándonos.

—Eso es hermano pequeño. Felicidades. —Entonces


Cliff sonrió—. Asegúrate de decírselo a Declan.
Probablemente querrá ser el anfitrión en una barbacoa de
bienvenida.

Rainy sonrió y estrechó a Travis.

—Date prisa con Lisa y podemos hacerlo juntos.


¿Dónde está de todos modos?

—Guardando nuestra mesa. Vosotros dos llegáis tarde,


aunque ahora sé por qué. Vamos.

—Tengo una mala noticia, Cliff. Mi hermana querrá


algo más que una barbacoa. Querrá una boda. Una grande.
—Le dijo Travis.

Cliff gimió cuando atravesaron el restaurant.

Lisa se levantó y abrazó a Travis.

—Hey. ¿Estás usando colonia? —Preguntó alejándose.

—Uh, no. ¿Por qué?


Ella se encogió de hombros.

—Creo que hueles diferente. Quizá sea el detergente


de la ropa.

Mientras esperaban su comida, el teléfono de Cliff


sonó. Vio el número y se puso colorado, saludando a
Declan por el nombre. Un segundo más tarde, le hizo una 136

seña a Rainy y los dos hermanos desaparecieron en el baño


de hombres. Aprovechando el tiempo a solas, Travis se
quedó con su hermana y dejó caer una bomba.

—Quiero presentar a Rainy a nuestros padres.

Lisa parpadeó durante unos segundos, el cuchillo que


había usado con la mantequilla se quedó en el aire.

—¿En serio? Eso es rápido. ¿Crees que es en serio?

Travis asintió con la cabeza.

—Como un ataque al corazón, hermana. ¿Cómo te


sientes acerca de Cliff?

Puso el pan y el tenedor en la mesa y se quedó


mirando durante varios segundos.

—Realmente me gusta Travis. —Admitió—. Más de lo


que pienso que es lógico por habernos conocido hace
menos de un mes. —Pero al levantar la vista el miedo
nublaba los ojos de Lisa—. Pero siento que hay algo
diferente en él.
—¿Qué quieres decir? —Su corazón golpeó en el pecho
mientras esperaba que hablara su hermana.

Lisa miró sobre su hombro, asegurándose de que los


hombres no regresaban.

—Hay cosas que dice. Se refiere a su familia como


manada, y al jefe de guardabosques como Alfa. Es extraño. 137

—Se mordió el labio durante un momento.

Travis vio regresar a los hermanos, llamó la atención


de Rainy y le dio una sacudida de cabeza.

Su compañero se detuvo, ladeó la cabeza y tomó a


Cliff de nuevo llevándolo al baño de hombres.

—¿Qué más?

—Bueno, Cliff actúa como si fuera en serio conmigo,


pero como ahora, si su Alfa… —ella hizo comillas con sus
dedos—… llama, deja todo y sale de la habitación para
hablar con él.

La preocupación llenó sus ojos azules cuando Lisa se


encontró con su mirada.

»¿Crees que es parte de un culto? ¿Has notado algo


de eso con Rainy?

Travis frunció el ceño, mirando sobre su hombro, vio


la preocupación en las caras de Rainy y Cliff. También era
malo que no pudiera hablar telepáticamente con su
compañero como en algunas historias de hombres lobo que
había leído, porque realmente podría utilizar el
asesoramiento de Rainy justo ahora. Travis respiró hondo y
fijó su mirada en Lisa. —Rainy me ha dicho algunas cosas.
No es una secta. Piensa en ello más como…

—Oh, Dios mío. ¿Te han iniciado en su organización?


¿Es por lo que lo sabes? —Su voz se levantó mientras
138
hablaba, el pánico comenzó a llenar su voz—. Será mejor
que me digas que diablos está pasando.

Travis atrapó la mirada de los lobos y sacudió su


cabeza. Abrazó sus manos aplacándola.

—Lisa, no es nada de eso. —Rainy y Cliff aparecieron y


Travis señaló a Cliff hablando en voz baja—. Es mejor que
se lo digas. Ya sospecha que hay algo diferente en ti, pero
sus conjeturas son mucho más extravagantes que la
verdad.

Cliff asintió con la cabeza, pero Lisa no le permitió


tomar su mano.

El dolor en los ojos castaños del hombre exprimió el


corazón de Travis. Maldita sea. ¿Cómo se habían ido las
cosas de las manos con tanta rapidez? Yendo alrededor de
la mesa Travis pasó un brazo alrededor de la cintura de
Lisa y se la llevó fuera. Se negó a dejarla hasta que llegó al
sedán de Cliff. Luego enterró sus dedos en el pelo de Lisa
para forzarla a mirarle a los ojos, tal como solía hacer
cuando era una chica traviesa y tenía que obligarla a que le
escuchara.

—Lisa, Cliff, nunca, nunca te hará daño. Tienes que ir


con él y escuchar lo que tiene que decirte. Si me necesitas,
estaré en casa esperando, pero no creo que me necesites.
Después de que te haya explicado las cosas, vamos a llevar
139
a nuestros hombres a casa para presentárselos a nuestros
padres. Entonces, seré repudiado por papá, y tu vas a estar
bien cuidada por Cliff. ¿Entiendes?

—No te negaré. —Susurró Lisa con lágrimas en los


ojos.

Travis usó el pulgar para borrar las lágrimas antes que


pudieran caer.

—No es momento de llorar, y sí, papá lo hará al


menos, y ambos sabemos que mamá no lo desafiará. No
importa. No les necesito. Tengo a Rainy, y a ti, y Cliff.
Ahora ve con tu hombre y deja que te explique. Te lo
prometo, como tu hermano, nada malo pasará. De hecho
puedes ser sorprendida con algo agradable.

Lisa forzó una sonrisa.

—Estoy haciendo algo de la nada, ¿verdad?

—Bueno, no es nada, pero tampoco es malo. —Travis


le besó la frente y la ayudó en el coche—. Te veré mañana
en el trabajo, Lisa, y a ti el jueves, Cliff. El cóctel en casa
de mi madre es de seis a siete. —Dijo haciendo caso omiso
de Lisa—. Espero veros a los dos allí, y no lleguéis tarde. Va
a ser un infierno de espectáculo.

Al ver el sedán de Cliff salir del estacionamiento, Rainy


pasó un brazo alrededor de su cintura y le abrazó.

—Ahora sé por qué eres mi compañero. —Murmuró


140
—¿Por qué soy tan hermoso?

Sintió calor en la risa del hombre.

—Aparte de que lo seas, es porque te necesitábamos


para ayudar con tu hermana. Cliff habría tardado un
infierno de tiempo si no hubiésemos contado contigo.

Travis se encogió de hombros.

—Lo habría conseguido con el tiempo. Creo que se


olvidó de sujetar su lengua de vez en cuando porque asume
que automáticamente como su compañera, tenía que
aceptarlo. Nunca ha hablado a nadie de su lobo, ¿verdad?

—¿Cliff? No. Creo que su última relación seria fue hace


casi treinta años.

—¿Treinta? ¿Cuántos años tenéis vosotros?

Riendo, Rainy llevó a Travis a su coche.

—Vamos a ver, en el último cumpleaños, yo tenía


noventa y dos, y Cliff noventa y ocho. —Le dio un beso
rápido a Travis en la sombra de la puerta—. Así qué…
¿vuelves conmigo a mi casa?
—No puedo. Le dije a Lisa que estaría en casa si
necesitaba algo, y aunque dudo que lo haga, quiero estar
donde le dije. —Sonrió por la decepcionada mirada de
Rainy—. ¿Por qué no me sigues a mi piso?

Rainy sonrió.

—Excelente. Podemos ver Sky High. 141

Cinco horas más tarde, Travis se despertó con su


teléfono sonando.

—Sí, —contestó medio dormido.

—Un lobo. ¡Un jodido lobo! ¿Por qué demonios no me


has dicho algo? ¿Tienes alguna idea de cuánto tiempo he
estado escondida en el baño?

La voz de su hermana gritaba desde el teléfono, y


alejó el dispositivo de la oreja.

—Lisa, cálmate. ¿Qué ha pasado? ¿Por qué has


terminado en el baño? ¿Estás todavía allí? —Travis
preguntó frunciendo el ceño. Se levantó apoyándose en el
codo y miró a Rainy detrás de él con cara de preocupación.

—No, ya no estoy en el baño. —Resopló Lisa.

—¿Qué pasó? ¿Está todo bien? —Preguntó Travis,


enunciando cada palabra lentamente con la esperanza de
cortar el drama de su hermana.
—Cuando llegamos a casa de Cliff, me senté en la sala
y me dijo que tenía algo que enseñarme. Salió de la
habitación y un minuto después viene trotando un enorme
lobo negro. ¿Qué crees que hice? Me asusté.

Los ojos de Travis se cerraron cuando un suspiro se


escapo.
142

—Maldita sea, mi hermano se ha saltado algunas


explicaciones. Deberíamos haber ido con ellos.

A las palabras de Rainy, Travis se dio cuenta que el


oído de shifter le permitió escuchar cada palabra que Lisa
había dicho. Asintió con la cabeza.

—En eso tienes razón le dijo a Rainy.

Volvió la boca hacia el teléfono.

—¿Por qué no me llamaste? ¿Dónde estás ahora?

—Umm. —Dudó.

—Solo díselo, amor. —Oyó una voz somnolienta


gruñendo débilmente.

Lisa resopló de nuevo.

Travis de repente sonrió, sintiendo alivio.

—He escuchado a Cliff al fondo. Creo que están bien,


—le susurró a Rainy.

Éste dejó escapar un suspiro exasperado.


—Lisa, ¿qué pasó? —Le preguntó de nuevo.

—Cliff me convenció de salir del baño. No podía


llamarte porque no cogí el bolso cuando me entró el pánico.

Travis sacudió la cabeza.

—¿Y?
143
—Cliff me lo explicó todo.

—¿Y? —Presionó él. Maldita sea, cuando su hermana


estaba en modo teatro, era casi imposible sacar
información de ella.

Finalmente, Lisa suspiró.

—No es gran cosa. Todavía es el mismo chico, aún


mejor, ¿verdad? Nunca tengo que preocuparme por qué me
engañe o me deje.

Sacudiendo la cabeza, Travis se dejó caer de nuevo en


la cama. Dejó escapar una risa oxidada.

—Así es, Lisa. Encontraste a tu hombre perfecto.


Alguien que estará totalmente enamorado de ti. Cada uno
de tus deseos será una orden. —Bromeó. La risa de Lisa en
el otro extremo de la línea alivió la tensión que había
penetrado en su cuerpo. Sonrió—. Así que ¿todo está bien
con vosotros dos?

Lisa soltó una risita.

—Oh, sí. Me acaba de reclamar. ¡Wow!


—DI3, hermana, DI. Pero felicidades. Dile a Cliff lo
mismo, si es que todavía está despierto, y te veré mañana.

—Adiós.

Después de haber lanzado su teléfono de nuevo en la


mesilla de noche, se acurrucó de nuevo en el cuerpo
caliente de su amante y se meneó contra la dura longitud 144

que tenía tras él. El brazo de Rainy apretó alrededor de


Travis, sus labios le mordisquearon el lado del cuello donde
lo había marcado. Su hombre no le había dicho que la zona
se convertiría en una zona erógena, pero era malditamente
caliente.

—¿Todo está bien entonces? —Susurró Rainy.

—Sip. Felicidades. Tienes una cuñada.

Rainy se echo a reír antes de moverse y deslizarse


sobre su todavía estirado agujero.

—Bueno, gracias a ti hermoso. —Murmuró a su oído


cuando empezó a moverse—. Y enhorabuena por ganar un
cuñado.

3
N de T: En el original TMI siglas de : Too Much Information, Demasiada información, al traducir se
dejan las siglas en castellano DI
Travis gimió y echó la cabeza hacia atrás, fomentando
la exploración de su amante envolviendo sus piernas
alrededor de su amante, abriéndose a sus movimientos.
Con su cerebro apagado por el placer, utilizó su último
segundo de pensamiento para murmurar.
145

—Gracias.
—Ellos liberaron el lobo esa mañana.

Travis se volvió hacia Lisa, frunciendo el ceño.


146

—¿Qué lobo?

—El que Rainy puso en la jaula para sustituir a Cliff.


Por lo visto, había sido comprado por una compañía ilegal.
En realidad no era un rescate, no había vivido en estado
salvaje. Fue secuestrado justo aquí en el Parque Nacional.

—Lis, me he perdido completamente. ¿Qué?

Lisa sonrió.

—No lo sabías, ¿verdad? Bueno, yo escuché hablar al


Director Skinner con el detective.

—¿El Detective Stryker? —Preguntó Travis, recordando


al enorme shifter tigre.

—Sí. ¿Le conoces?

Travis asintió con la cabeza.

—Sí. Fue en la noche de póker. De todos modos, —dijo


él agitando una mano— continua.

—Bueno, —susurró acercándose.


—Evidentemente, hay cazadores furtivos en el Parque
Nacional, y mientras Cliff corría confuso, ellos lo atraparon
y lo vendieron al zoo. Rainy y algunos otros lo
reemplazaron con un lobo real del bosque, que acababa de
encontrar esa mañana.

Sonriendo Travis dijo—: Eso explica porque eras tan


147
protectora con él. Puede que no le hubieras conocido
entonces, pero era tu compañero.

—Ja, Ja. Muy divertido. —Lisa lo miró.

Vio la diversión en sus ojos.

—¿Han encontrado a los cazadores?

—No es lo que he oído. —La alegría se fue de sus


ojos—. Me hiela que haya gente que pueda hacer eso a los
animales. Si alguna vez los conozco, les daré mi opinión.

—Calma niña. —Travis arrastró las palabras.

Lisa rodó sus ojos.

—Tal vez cuando veamos a nuestros compañeros esta


noche, sepamos más. —Lisa se mordió sus labios y frunció
el ceño.

Travis levantó una ceja preguntándose que la estaba


molestando ahora.
—Cliff planea pedir a papá mi mano, ahora que me ha
reclamado, queremos vivir juntos, odio tener que dejarlo
todas las noches.

—Sí, puedo entenderlo. No me gustaría tener de dejar


a Rainy todas las noches.

—¿Estáis viviendo juntos? 148

El shock en la voz de Lisa le hizo reír.

Travis se encogió de hombros.

—Hemos estado en mi casa o en la suya, o en casa de


Cliff con los miembros de la manada, exponiendo sus
habilidades al póker. Todo lo que realmente queda es tomar
nuestras cosas y elegir un sitio. Hemos hablado de algo
más cerca a la manada. No me importa conducir más
tiempo.

—Wow, eso es increíble.

—Bueno, no es como si pudiéramos casarnos. No es


legal en este estado. —Sonrió Travis—. Pero compañeros es
suficiente.

Lisa le sonrió y lo abrazo.

—Nunca te había visto tan feliz hermano. Se ve bien


en ti.

—Gracias hermana. Lo hace, ¿verdad? —Travis la


adelanto yendo hacia la puerta—. Vamos a pasar esta
noche sin levantar un alboroto. En honor a tu compañero
deseo que recibas la bendición de nuestro padre, no voy a
decirles que soy gay todavía. —Le guiñó un ojo y salió por
la puerta.

***** 149

—Por mucho que odio pedirte esto, por favor, ten las
manos quietas mientras estemos aquí.

La frente de Rainy se disparó.

—Precioso, ¿qué estás diciendo? ¿Qué no puedo


controlar mis manos?

Travis le sonrió.

—Oh, sé exactamente lo que puedes hacer con las


manos, y el plan es hacerlo esta noche. —Su sonrisa
vaciló—. Pero Cliff necesita casarse con su compañera a la
antigua usanza. Así que esta noche solo somos amigos.

Rainy vio la tristeza en los ojos de Travis antes de que


pudiera ocultarla.

—No es como esperar que les diga que eres mi pareja


cambie las cosas entre nosotros al final, ¿verdad? —Ahuecó
el rostro de Rainy y tiró de él hacia adelante.

Rainy besó suavemente a su compañero.


—Por supuesto que no. Tienes un gran corazón, poner
a tu hermana por encima de tu felicidad. Sé lo mucho que
queremos compartir la verdad, pero haremos esta noche
especial para ella. —Volvió la cabeza y le besó la palma de
su mano—. Y puesto que estarás en mi cama esta noche,
no me importa lo demás. —Rainy sonrió, llenándolo de
150
calor—. Te amo Travis.

Los ojos de Travis se agrandaron.

—¿Me amas? —Susurró en voz baja.

—Oh, sí hermoso. —Respondió sin dudas—. Amo todo


de ti. Tu gran corazón, tu consideración, tu curiosidad
natural y tu muy sexy culo. —Sacó a Travis del asiento del
coche y lo sostuvo cerca—. Pero lo que más me gusta de ti,
es que eres mío.

—¿Sí? —Murmuró con voz ronca Travis.

—Oh, sí. —Respondió antes de sellar sus labios con los


de Travis. Se adentró profundamente disfrutando del sabor
picante de su compañero mezclado con pasta de dientes
recién usada. Después de un momento se retiró—. Pero si
no salimos de aquí no me hago responsable de mis
acciones. —Travis se echó a reír cuando lo siguió desde el
coche.

Travis entró dentro sin molestarse en tocar.

Rainy no podía dejar de mirar el culo del hombre


cuando lo llevó a través de la gran sala. Su visión periférica
le mostró una biblioteca a su izquierda, pero Travis giró a la
derecha, entrando en una sala de estar. Lisa y Cliff estaban
sentados en una otomana frente a dos personas más
mayores. Pudo ver de dónde venían los ojos de Travis, pero
los de su padre eran demasiado fríos y calculadores. La
nariz y los labios de su madre suavizaban su cara. Dios, su
151
Travis era precioso.

—Hola, mamá. Papá. —La pareja se levantó y


abrazaron a Travis, éste se volvió y colocó una mano en el
hombro de Rainy—. Me gustaría presentaros a mi buen
amigo y hermano de Cliff, Rainy MacDougal. —Miró a Rainy
y sonrió—. Mis padres Elizabeth y George Carlyle.

—Encantada de conocerte, Rainy. —Elizabeth se


adelantó y tomó su mano entre la suya—. Por favor
llámame Elizabeth. —Ella miró a Cliff antes de volver a
mirarle—. Cliff acaba de expresar su deseo de casarse con
nuestra hija. Hemos dado nuestra bendición por supuesto.
¿Cómo te sientes ganando una hermana?

Se rió ligeramente, tratando de ignorar la frialdad en


los ojos de George mientras observaba a su esposa.

—Tenemos tres hermanas, pero sería un honor añadir


a Lisa a nuestra familia. Es una mujer maravillosa.

—¿Y tú sabes de mujeres maravillosas, Rainy?


Ah, mierda, el hombre lo sabía. Podía oler la ira y el
disgusto que irradiaba desde el padre de Travis. Rainy miró
a Cliff, que se había endurecido por el comentario.

Rainy sonrió y se volvió a centrar en George.

—Bueno, he conocido unas cuantas, si, pero creo que


no es realmente una conversación apropiada señor. Un 152

caballero no besa y lo cuenta.

—No, pero tu estas dispuesto a joder y contarlo,


¿verdad? —Se burló George.

—Papá.

—George.

Rainy no pestañeó cuando Travis y Elizabeth gritaron a


la vez. Apretó la mandíbula.

—No tengo ni idea de lo que está hablando. —


Respondió de manera uniforme.

George cruzó la habitación hacia la chimenea y agarró


el atizador antes de darse la vuelta.

—Quizá no joder y contarlo, pero tu amante lo hace.

Con eso Rainy parpadeó, incapaz de mantener la


sorpresa en su cara.

George sonrió fríamente.

—Eso es cierto. Tu amante Clyde me lo dijo, como lo


dejaste para tratar de seducir a mi hijo. Bueno, los de tu
clase no sois bienvenidos aquí. Y si no dejas a mi hijo en
paz, me aseguraré que te arrepientas. Hundiré tu empresa
de contabilidad. ¿Me escuchas?

No podía evitarlo. Se rió de buena gana, no podía


detenerse incluso cuando George fue hacia él con el
atizador y todos los demás en la sala le estaban mirando
153
como si se hubiera vuelto loco.

—¿Clyde? ¿Clyde Richards? ¿Ese llorica, arrogante


excusa de hombre? —Negó con la cabeza—. De verdad
necesitas como aprender a oler una mentira mejor, porque
no tocaría a Clyde ni con un palo de diez metros.

George sopesó el atizador.

—No importa si follaste con él o no. Te he seguido, te


he visto pasar tiempo con mi hijo. Buenos amigos, mi culo.
Ahora vete.

—Espera. —Ordenó Travis, su voz tranquila cuando se


interpuso entre Rainy y su padre.

Rainy le lanzó un gruñido y apretó su mano para


suprimir la necesidad de retirar a su compañero del peligro.

—Si le echas, le seguiré. —Dijo Travis con firmeza. Se


volvió hacia Elizabeth—. Mamá te amo, pero amo a Rainy
también. Es mi futuro. Por favor entiende. Lo amo.

Olió su confusión, Elizabeth no entendía nada de lo


que estaba pasando. Vio como la cara de George enrojecía.
—Si sales por esa puerta, muchacho, te desheredo. —
Le amenazó George—. No voy a tener un marica
mancillando el nombre Carlyle.

Travis resopló y sacudió la cabeza.

—Nunca quise tu dinero, papá. Nunca. Y no necesito


nada de ti. —Se giró y agarró el brazo de Rainy—. Vamos. 154

A pesar que Travis había dicho lo que esperaba,


todavía le dolía que su compañero perdiera a sus padres
por su culpa. Travis llegó hasta él y le tocó su mandíbula.

—Está bien, bebé.

Por el rabillo del ojo, Rainy vio a George moverse. Se


dio la vuelta poniéndose a sí mismo entre George y su
compañero, y el atizador cayó sobre su cabeza. El golpe le
hizo tambalearse, sacudió la cabeza, tratando de limpiar los
golpes en el cráneo. Escuchó un gruñido tras él cuando Cliff
saltó atravesando la habitación y abordó al hombre airado,
luchando contra el iracundo hombre, quitándole el atizador
y haciéndolo caer.

Rainy se acercó a la pareja que luchaba y tocó el


hombro de su hermano.

—Déjalo.

Ante la mirada de sorpresa de Cliff, negó con la


cabeza.

—Son malentendidos de familia. —Murmuró.


Rainy vio el brillo salvaje en los ojos castaños de Cliff
y conoció que su lobo estaba cerca de la superficie. Negó
con la cabeza diciendo en voz baja.

—Déjalo estar hermano. No vale la pena.

Cliff se levantó lentamente, liberando al hombre.


Retrocedió con recelo hasta su propia compañera, viendo 155

como George farfullaba levantándose.

—Relájate. Me voy. —Rainy gruñó—. Pero si amenazas


otra vez a Travis no te perdonaré.

Los ojos de George se agrandaron por la sorpresa y


una nueva ola de ira enrojeció su rostro.

—Fuera. —Gruñó.

Lisa saltó del sofá, de pie junto a Cliff, que


automáticamente pasó un brazo alrededor de ella y la
atrajo hacia él.

—Todos nos vamos, padre. —Dijo Lisa fríamente. Su


voz se suavizó cuando Lisa se dirigió a Elizabeth—. Lo
siento mamá. Estaremos en contacto para la boda.

Travis abrió la marcha del edificio dejando un par de


palabras a sus padres.

—¿Estás segura que quieres hacer esto, Lisa? —Le


preguntó su compañero en voz baja.

Rainy la escuchó suspirar detrás de ellos.


—No, pero no nos han dejado otra opción, ¿verdad?
No podemos seguir inclinándonos ante un padre y sus
ridículos caprichos, y me niego a perder a mi hermano y mi
pareja.

Oyó la sonrisa detrás de sus siguientes palabras.

—Además, mamá le hará cambiar de opinión antes de 156

la boda. Si la conozco no le permitirá perderse la boda de


su única hija.

Cuando llegaron a los coches, Travis tomó el brazo de


Rainy.

—¿Estás bien?

—Por supuesto, precioso. Un were aguanta más que


un ser humano, sin ofender. —Dijo con un guiño—. No
estoy sangrando. Estaré bien. —La preocupación le llenó
por la palidez de su compañero—. ¿Y tú? ¿Estás bien?

Travis asintió con la cabeza.

—Solo preocupado por ti.

Sonriendo le acercó y juntó sus labios, su lengua se


deslizó al interior, tranquilizando a su compañero. Una
garganta se aclaró tras él llamándole la atención. Se giró
volviéndose encontrando a Cliff con el ceño fruncido.

—Necesitamos contárselo a Declan. Tiene que saber lo


que hizo Clyde.
A pesar de todo, lo que Rainy realmente quería era ir a
casa y enterrarse en el culo de Travis, sabía que Cliff
estaba bien.

—Iremos justo detrás de ti.

157
*****

Travis siguió a Rainy dentro de la cabaña rústica,


ingresando en los suelos de madera que los shifters
parecían preferir. Rainy había dicho que era porque las
uñas se enganchaban en las alfombras. Se había reído en
su momento, pero cuando pensó en ello más adelante, la
lógica tuvo sentido. Siguió el ejemplo de Cliff y Rainy e
inclinó la cabeza dejando al descubierto su cuello a los
grandes hombres.

Para su sorpresa, Declan se rió entre dientes.

—Gracias, Travis. —Se volvió hacia Lisa—. Es bueno


conocerte por fin, Lisa. Lo siento, he interrumpido muchas
de tus citas.

Lisa sonrió.

—Es un placer conocerte también. Es bueno por fin


poner una cara al nombre.

Declan asintió con la cabeza bruscamente y se volvió


para mirar a Cliff.
—Todos parecéis agitados. ¿Qué pasa?

—Clyde de nuevo, Alfa. —Dijo Cliff—. Trabaja con el


padre de Travis, y ha repartido unos rumores
preocupantes.

Declan frunció el ceño.


158
—¿Qué tipo de rumores?

Cliff se volvió hacia Travis, y se dio cuenta que el


compañero de su hermana esperaba que él lo explicase.

—Clyde le dijo a mi padre que él y Rainy eran


amantes, y que Rainy lo dejó para seducirme. Mi padre no
sabía que era gay, por lo que se enojó. Trató de herir a
Rainy con un atizador de hierro.

El Alfa le miró durante varios segundos, como si


esperara más.

Travis se quedó en silencio.

Finalmente se levantó y salió de la habitación.

Travis miró a Rainy que le palmeó la mano


tranquilizándolo.

Declan apareció un momento después con un teléfono


aferrado al oído.

—Sí, Carson. Necesito que me traigas a Clyde


Richards. Ahora, correcto. —Declan colgó el teléfono y
sonrió al grupo—. Estaba a punto de preparar la cena
¿Alguien está interesado en unos filetes?

Travis miró la posición del Alfa en la parrilla a través


de la ventana de la cocina unos pasos detrás. Miró sobre su
hombro y Lisa miró detrás envolviendo sus pasos alrededor
de él y puso su cabeza en su hombro. Lisa siguió su mirada
159
y vio a Declan.

—No es lo que yo esperaba. —Murmuró en su oreja.

Asintiendo con la cabeza, Travis se volvió con ella


mirando al gran hombre negro tomando un trago de
cerveza y tapando los filetes.

—Está solo.

—Entonces tenemos que encontrarle a alguien. —Dijo


en voz baja.

—No trates de jugar al casamentero con el Alfa, Lisa.


—Dijo Cliff desde el otro lado del mostrador. Sonrió por sus
expresiones disgustadas y luego se puso serio—. El pobre
hombre tiene suficiente con la gente, para que lo hagáis
vosotros también.

Lisa levantó la mano.

—Lo tengo. No te preocupes por nosotros. Nos


quedaremos fuera. —Entonces ella miró disimuladamente a
Travis.
Sus ojos se abrieron. Conocía esa mirada, ella quería
hacer algunas investigaciones dentro de la vida personal
del Alfa.

—No. ¡No lo haré! Por supuesto que no.

Agarró la ensalada y se dirigió a la mesa. Al pasar a


Cliff le dijo entre dientes. 160

—Vigílala. Tiene un as bajo la manga. Va hacer que te


avergüences. —La mandíbula de Cliff cayó, pero Travis no
perdió tiempo y escapó dejando a una jadeante hermana
tras él.

Diez minutos más tarde, Declan hizo una pausa


mientras echaba los filetes en la parrilla para olfatear el
viento.

Travis miró a los hermanos hacer lo mismo.

—Está aquí. —Susurró Rainy justo antes de que Clyde


entrara con alguien que Travis no conocía. Un sexy oscuro
nativo americano, que torcía la esquina.

Declan sacó el último de los filetes y los puso en un


plato en la mesa de picnic.

—Carson, gracias.

El hombre inclinó la cabeza sumisamente y se detuvo


cerca de la mesa. Declan volvió su atención a Clyde.
—Parece que tenemos un problema Clyde. Cuando te
dejé la semana pasada te prohibí expresamente que te
acercaras a Rainy.

—Pero no me he acercado a él. —Farfulló Clyde.

Levantó una mano y chasqueó la boca, cerrando la


boca de Clyde. 161

—No, Clyde, pero has hecho algo peor, le has


calumniado. —Declan frunció el ceño—. ¿Por qué Clyde?
¿Por qué haces eso?

La boca del hombre se abrió y cerró varias veces antes


de que se las arreglase para conseguir sacar cualquier
palabra.

Cuando lo hizo la mandíbula de Travis se abrió en


estado de shock.

—Rainy es mi compañero. He esperado años a que se


diera cuenta de eso. —Gritó antes de girar y apuntar a
Travis con el dedo—. Y luego viene este humano y trata de
robármelo. —Clyde se volvió hacia Declan—. Se lo dije al
padre del humano porque sabía que podía mantenerlos
separados. Entonces Rainy no se distraería más.

Travis miró a Declan por temor a su respuesta.


¿Estaría de su parte? O de lo contrario ¿diría que el otro
lobo era la pareja de Rainy? Vio como la mandíbula de
Declan se apretó y un punto pulsaba en su cuello.
Cuando habló, su voz salió con un gruñido.

—Rainy ha elegido a su pareja, Clyde. Travis está


reclamado. El reclamo de compañero se ha completado.

Vio como los ojos de Clyde se abrieron con horror.


Levantó la nariz al viento e inhaló. Los ojos de Clyde se
dilataron reconociéndolo, centrando su mirada en Travis. 162

—No. —Susurró—. ¡No!

Travis miró con cautela, ocultándose instintivamente


de los salvajes ojos de Clyde. Fue entonces cuando se dio
cuenta que algo en el hombre se había roto. El hombre se
estremeció y Travis reconoció los signos del cambio.
Comenzó y terminó tan rápido que Travis supo que solo
habían sido un par de segundos, la ropa estropeada cayó
alrededor de Clyde cuando se lanzó hacia él en forma de
lobo. Travis instintivamente cubrió los brazos sobre su
rostro y cerró los ojos, pero nunca recibió el impacto.

Al abrir sus ojos, observó a dos lobos cruzar el patio.

—Rainy. —Dijo entre dientes reconociendo al lobo


negro. Ambos animales se mordieron y arañaron, se
agacharon, bailaron alrededor del otro. Ambos eran
aproximadamente del mismo tamaño, y Travis no podía
decir quién era el ganador por toda la sangre y la piel que
voló.

Miró a su alrededor y vio a Cliff y Declan observando


atentamente, los ojos fijos en los combatientes.
—¿Qué estáis haciendo? Detener la pelea. —Antes de
que pudiera moverse Cliff le agarró del brazo.

—Quédate quieto. Solo lo distraerías. Te está


protegiendo.

Con mirada de asombró, le echó un vistazo a Cliff.


163
—Clyde quiere matarte. —Se apoderó del hombro de
Travis—. Esta es nuestra manera, Travis. Protegemos lo
nuestro. Clyde te atacó y eso significa que Rainy luchara
con Clyde. —Cliff se volvió y le miró a los ojos—. Confía en
mi hermano. No fallará.

Un gritó sonó fuerte sobre el claro.

Travis se dio la vuelta y se quedó mirando.

Rainy estaba gruñendo sobre el cuerpo sangrando de


Clyde. El lobo marrón rodó sobre su espalda presentando
su sumisión y reconociendo su derrota el lobo negro dejó
escapar un gruñido antes de echar la cabeza hacia atrás y
gritar su victoria. Volviendo lentamente hasta el borde del
claro, comenzó a cambiar. Segundos más tarde, un
desnudo Rainy se paró cerca de la superficie. La sangre
brotaba de varios cortes y heridas, pero eso no detuvo a
Travis de lanzarse a los brazos de Rainy.

El alivio lo inundó cuando sintió los fuertes brazos de


Rainy alrededor de él.
—No vuelvas a hacerme esto otra vez. —Le susurró a
Rainy en el cuello. Sentía el pecho desnudo de Rainy un
estruendo por una sonrisa.

—¿Preocupado por mí, precioso?

—Infiernos, sí. —Gritó Travis.


164
Un gruñido detrás de ellos les hizo a ambos girarse.
Rainy empujó a Travis fuera del camino justo cuando vio un
enorme lobo color chocolate lanzarse. Segundos más tarde
un lobo al que no reconocía tenía sus mandíbulas alrededor
del cuello de Clyde. Un fuerte chasquido resonó por todo el
claro y el más pequeño lobo marrón quedó inmóvil.

Cuando el lobo marrón le miró, Travis anduvo hacia


atrás como un cangrejo hasta que la espalda golpeó en la
mesa. Rainy apareció junto a él, sosteniéndolo cerca.

—Relájate Travis. Ya ha terminado.

Temblaba en los brazos de Rainy cuando el lobo se


acercó hacia ellos. Cuando el animal se detuvo a tres
metros de distancia, Travis se dio cuenta de los ojos del
animal al mirarle.

—Declan.

Un escalofrío recorrió el cuerpo del lobo y ni un


segundo más tarde, un gran, y desnudo Alfa estaba
agachado delante de ellos.
A pesar de que su mandíbula estaba apretada con ira,
Travis vio la tristeza en los ojos grises del gran hombre.

Después de una breve inclinación de cabeza Declan


miró hacia el borde de la mesa.

—Carson. —Dijo.
165
Carson asintió.

—Sí, Alfa.

El lobo se dirigió hacia el cuerpo quebrado de Clyde,


lanzando un par de pantalones para cada uno de los
hombres que estaban desnudos, ya que sus ropas viejas no
eran más que dispersos trozos de tela en el suelo.

Después de ponerse los pantalones, Declan se arrodilló


frente a Rainy.

—Vamos a limpiarte, ¿sí?

—Estoy bien Alfa. Solo tengo unos pocos rasguños. —


Rainy sonrió, poniéndose los pantalones—. Me gustaría
mejor disfrutar de uno de esos filetes a la parrilla.

Declan sonrió.

—Lo tienes.

Travis ayudó a Rainy a ponerse de pie y el trío se


acercó a la mesa.

El Alfa asintió a Cliff con la cabeza antes de pasar a


Lisa, que había escondido el labio con los dientes en un
valiente esfuerzo para detener las lágrimas que caían de
sus ojos.

—Siento que esto haya sucedido en nuestro primer


encuentro. Espero que este altercado nocturno, no haya
manchado tu opinión de nosotros.

Lisa sacudió la cabeza. 166

—No. Solo lamento que haya tenido que matar a uno


de los suyos. Nunca debe ser fácil.

Declan levantó las cejas cuando la esquina de sus


labios se levantó.

—Comamos. Los filetes se están enfriando.


Dos semanas más tarde…

Travis miró a su alrededor a toda la gente que llenaba 167

el claro. No podía creer que todas esas personas fueran


shifters, pero Rainy le había dicho que la mayoría de ellos
eran parte de la manada de Stone Ridge, encabezada por
Declan y llamados así por el nombre de la pequeña
montaña de la ciudad de Colorado donde vivían. Travis
encontró sorprendente que criaturas únicas estuvieran
ocultas tan a la vista.

Sintió la presencia de Rainy antes de su llegada, un


interesante efecto secundario de estar acoplado. Travis
sabía cuando su compañero estaba cerca, como un sexto
sentido que se desarrolló para reemplazar a su falta de
olfato. Travis sonrió hacia el hombre.

—Esta es una impresionante fiesta. —Dijo tomando la


cerveza que Rainy le ofrecía.

—No todos los días un lobo encuentra a su compañero


y esto anuncia la celebración del hallazgo de dos de ellos.
El destino ha bendecido a nuestra manada. —Le dijo Rainy
sonriendo como un tonto.
—Y felicidades de nuevo para ti y tu hermano Rainy. —
Dijo Declan dando un paso hacia ellos—. Vuestros
acoplamientos han traído una gran cantidad de alegría a la
manada, y es esperanzador. —Un brillo divertido iluminó
los ojos grises del hombre—. Cliff y Lisa nos traerán una
gran cantidad de cachorros.
168
Travis se echó a reír a carcajadas.

—¿Cachorros de lobos? A Lisa la encantan.

—Ah, vienen como humanos. No comienzan a cambiar


hasta la pubertad, por lo que tiene muchos años para
acostumbrarse a la idea. —Declaró Declan con una sonrisa.

—Hey chico. —Saludó Lark llegando hasta el grupo.

—Hey Lark. ¿Dónde has estado escondido? No te he


visto desde hace tres horas. —Travis abrazó al hombre más
pequeño. Durante un segundo pensó haber oído un gruñido
pero luego Declan tosió y se aclaró la garganta, y Travis se
olvidó.

—He estado con los cachorros. Estábamos jugando


cerca de las mesas de picnic, y un par de jóvenes me
estaban explicando el cambio. Es muy divertido. He venido
por comida para todos. —Volvió a sonreír, su entusiasmo le
ilumino el azul de los ojos y su hermoso rostro masculino—.
Bueno felicidades otra vez. Os veré más tarde.

Travis lo miró rebotando lejos y se rió.


—Wow, nunca le he visto así.

—Sí, déjale alrededor de los niños y él solo burbujea.


Es algo más, ¿verdad? —Comentó Rainy.

—No es de la manada. ¿Quién es? —Preguntó Declan.

—Lo siento Alfa. Debí haberos presentado. Ese es


169
nuestro amigo, Lark Trystan. Sabe de los shifters ya que en
la fiesta del Cuatro de Julio hace unos meses nuestro padre
y Shane le explicaron.

Travis miró los ojos de Rainy abrirse.

—Oh, Dios mío. Por favor, dime que ellos te


informaron.

Declan vio como Lark sonreía a Carson, quien


manejaba la parrilla y sus ojos se entrecerraron.

—Sí. Lark Trystan. Sí, recuerdo vagamente el nombre.


—Miró y sonrió a Rainy—. Siento si te he alarmado. Es la
primera vez que le veo.

Rainy asintió con la cabeza, una mirada de alivio se


fijó en su rostro.

—Alfa, excuse la interrupción.

Travis recordó vagamente dar las gracias al orador,


pero no pudo recordar su nombre.

Rainy sonrió y le susurró.

—Nick. Su nombre es Nick Greeley.


Deslizando una mano dentro de los rizos oscuros de su
compañero, Travis se puso de puntillas y le besó en los
labios. Las palabras cazadores furtivos les llamó la atención
y ambos se volvieron a escuchar.

—Sí, he dicho que hemos localizado el almacén.


Hemos dejado un mensaje para el detective Stryker y
170
estamos esperando que nos devuelva la llamada.

Travis miró a Declan poner su atención donde Lark


llenaba varios platos de comida. Echando un vistazo a
Rainy, levantó una ceja preguntando.

Rainy se encogió de hombros, tratando de ocultar una


sonrisa.

—Bueno, ¿quién sabe? —Le susurró a Travis en el


oído.

Antes de que pudiera participar con los planes para


asaltar el almacén, Teline los puso lejos. Se reunieron con
Lisa y Cliff para tomar fotos. Varios minutos después, Lisa
dejó escapar un grito. Travis siguió su línea de visión y
sonrió.

—Bueno que me aspen. Ella tenía razón.

Lisa fue corriendo a través del claro y envolvió a su


madre en un abrazo de oso.

Un poco nervioso cuando se acercaba a su madre que


hablaba con una animada Lisa, Travis sintió a Rainy tomar
su mano y apretarla. Sonrió a su compañero, respiró hondo
y dijo—: Hola mamá. Estoy muy contento que hayas podido
venir.

Elizabeth se volvió y sonrió.

Cuando ella se acercó y le dio un abrazo sintió una


oleada de alivio inundarlo. 171

—Hijo. —Murmuró, tomando sus mejillas con ambas


manos haciendo bocina—. Tienes buen aspecto.

Travis le devolvió la sonrisa.

—Estoy bien mamá, pero te he echado de menos.

—Y yo siento eso. No creo que tu padre acepte jamás


tu elección, pero ciertamente yo puedo ver el atractivo. —
Miró a Rainy y sonrió. Se inclinó hacia Travis y susurró en
voz alta—. Es un joven muy apuesto, ¿verdad?

Riendo Travis asintió con la cabeza.

—Creo que sí.

Su madre sonrió y le dio un beso en la mejilla.

—Estoy orgullosa de ti, por ir detrás de lo que quieres


Travis. Siempre he estado orgullosa de ti.

Sus palabras causaron que una tensión que no sabía


que tenía se fuera de su pecho. Nunca se lo había oído
decir antes.
—Gracias, mamá. —Le susurró con la garganta
estrecha de repente.

Después de acariciar la mejilla ella se volvió hacia


Rainy.

—Y tú joven. Sigue haciendo a mi hijo tan feliz como


lo es ahora y no tendremos ningún problema. —Dijo ella 172

con fiereza.

Lisa soltó una risita.

—Le dijo lo mismo a Cliff. —Le reveló.

Rainy se echó a reír, volviendo su atención a su


madre.

—Por mi honor, haré todo lo que esté en mi poder


para mantener a tu hijo sonriendo.

—Bueno. —Dijo Elizabeth antes de pasar a Lisa—.


Ahora, sobre tu boda, cariño…

Travis miró a su madre y su hermana cruzando el


claro hacia Teline, una vez más en una conversación sobre
los planes de boda. Se estremeció sintiéndose mal por Cliff.
Una mano en el brazo le llamó la atención. Una joven mujer
miraba a Travis, sonriéndole tímidamente.

—Entonces, ¿crees que encontraré a mi compañero en


un zoológico?

Travis se echó a reír acercando a Rainy.


—Quizá. Después de todo encontré a mi hombre lobo
en el zoo.

—Sí, eso hiciste. —Susurró Rainy antes de capturar


sus labios en un beso que le derritió los huesos.

173

Fin
Charlie vive en una mini ranchera en Utah con su
comprensivo marido apoyándola. A ella le gusta pasar el
tiempo jugando con sus peludos niños de cuatro patas, 174

caballos, perros y gatos. Cuando no está entrenando para


las competiciones de salto con sus hijos, Apache y Tucson,
ella se acurruca con su portátil, creando un héroe sexy para
acompañar con una heroína de aventuras, o quizá con otro
héroe.

Puedes conectar con ella en:

ch.richards2010@yahoo.com

o visitarla en:

www.charlie-richards.com
Coordinador de proyecto 175

Perversa

Traductor
Alex

Corrector
Isolde

Portada y edición

Pandora
176

¡Y no olvides comprar a los autores, sin ellos no podríamos disfrutar de

todas estas historias!

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