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La Virginidad De María

La Biblia nos da muchas maneras de identificar claramente al Mesías. A una de estas maneras se le ha llamado
"señal" y se relaciona específicamente con su nacimiento milagroso. En el libro de Isaías leemos:

Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí, que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y
llamará su nombre Emanuel (Isa. 7:14, NRV).
Junto a muchas otras Escrituras, el pasaje apunta claramente al Señor Jesús, el Ungido, nacido de una "virgen".
Pero aún entre los que están de acuerdo en que María era una virgen en aquel momento, se levanta la siguiente
controversia: ¿Siguió siendo virgen después del nacimiento de Jesús? Vayamos a las Escrituras para encontrar
la respuesta:

Y despertando José, del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, y recibió a su mujer,
y no la CONOCIÓ HASTA que dio a luz -- a su hijo primogénito, y le puso por nombre Jesús (Mat.
1:24,25, Reina-Valera).
La palabra griega traducida como "conoció" en ese verso es ginosko. Se utiliza también en Luc. 1:34, con el
mismo significado:

Entonces María dijo al ángel, "¿Cómo será esto, pues no conozco varón?" (Reina-Valera).
María no podía entender cómo iba a dar a luz sin "conocer" primero a su esposo, esto es, tener unión sexual con
él. Ese es el significado aquí y en Mat. 1:25 de ginosko. Esto no ocurrió entre José y María "hasta" que
Jesucristo nació (Mat. 1:25, NRV).

Por favor, observe: Si el Espíritu Santo hubiera querido transmitir el mensaje de que María fue una
virgen perpetua a lo largo de toda su vida, pudo haber detenido a Mat. 1:25 antes de las
palabras: "HASTA que dio a luz." Entonces esa oración nos habría enseñado que María fue una virgen
perpetua leyendo así: "José... no la conoció" o como la NVI leería: "Pero él no se unió a ella." ¡Esto, sin
embargo, NO lo que dice el registro Bíblico! Este verso establece, por deducción, que hubo un momento en el
que José y María tuvieron unión sexual, y esto ocurrió después que Jesucristo nació. Esto concuerda
perfectamente con Isa. 7:14, y con los otros pasajes sobre el tópico que citaremos más adelante en este artículo.

Leamos un versículo del Evangelio de Lucas que apoya claramente esto:

"Y dio a luz a su hijo PRIMOGÉNITO, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no
había lugar para ellos en el mesón." (Luc. 2:7, Reina-Valera).
La palabra "primogénito" se utiliza en otros lugares refiriéndose al mayor de los hijos. Podemos citar muchos
versículos escriturales para demostrar esto. Los siguientes son sólo dos:

Y llamó José el nombre del primogénito Manasés porque dijo, "Dios me hizo olvidar todo mi trabajo, y
toda la casa de mi padre." Y llamó el nombre del segundo, Efraín; porque dijo: "Dios me hizo
fructificar en la tierra de mi aflicción" (Gen. 41:51,52, NRV).
Y los hijos de Josías: Johanán su primogénito, Joacim el segundo, el tercero Sedequías, el cuarto
Salum (1 Cron. 3:15, NRV).
Jesucristo nunca fue llamado el "unigénito" hijo de María, sino el "primogénito," sugiriendo entonces, que
María tuvo otros hijos, lo cual es realmente el caso. Una más clara evidencia de esto ocurrió cuando Jesucristo,
ya adulto, regresó a su pueblo (Nazareth) y comenzó a predicar. Los vecinos del lugar, quienes aparentemente
conocían su familia, dijeron lo siguiente en incredulidad:
Y venido a su tierra, les enseñaba en la sinagoga de ellos, de tal manera que se maravillaban y decían:
"¿De dónde tiene éste esta sabiduría y estos milagos? ¿No es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama
su madre María, y sus hermanos, Jacobo, Josés, Simón y Judas? ¿No están todas sus hermanas con
nosotros?  ¿De dónde, pues, tiene éste todas estas cosas?" (Mat. 13:54-56, NRV).
Según este texto, María tuvo por lo menos cuatro otros hijos, además de Jesucristo, y por lo menos dos
hermanas. Algunos alegan que la palabra "hermanos," en este pasaje, se refiere meramente a parientes tales
como primos. Si ese es el verdadero significado e intención de la palabra, entonces cabría preguntarse por
qué no se utilizó la palabra griega que significa "primo" (anepsios) que se utilizó en Col. 4:10, NRV:

Aristarco, mi compañero de cárcel, les manda saludos; y también Marcos, el primo de Bernabé.
Ustedes ya tienen instrucciones respecto a Marcos; si va a visitarlos; recíbanlo bien.
De nuevo, contrario a Col. 4:10, una palabra griega diferente se utiliza en Mat. 13:55 -- adelphos. Esta palabra
griega traducida como "hermanos" viene de la palabra, delphus, que significa: vientre.

Todavía más, debemos poner nuestra atención en la palabra "hermanas" en Mat. 13:56. La palabra griega para
"hermanas" es adelphe. La encontramos también en los siguientes lugares:

No reprendas al anciano; al contrario, aconséjalo como si fuera tu padre; y trata a los jóvenes como si fueran tus
hermanos. A las ancianas trêtalas como a tu propia madre; y a las jóvens, como si fueran tus hermanas, con
toda pureza (1 Tim 5:1,2).
Como en Mat. 13:56, el uso de adelphe en 1 Tim. 5:2 a hermana natural, nacida de la misma madre. El contexto
del verso 1 refleja el significado de familia natural. Así es como la misma palabra griega debe ser entendida en
Matt. 13:56, ya que el concepto de hermana espiritual no cabe en este contexto.

María tuvo siete o más hijos: Jesucristo el primogénito (o el mayor) y por lo menos otros seis, siendo por lo
menos dos de ellos, hijas. Pero encontramos aún más verdad sobre este asunto en el libro de los Salmos del
Antiguo Testamento, cuando se menciona en primera persona singular, como refiriéndose a Jesucristo:

"Los Hijos de mi Madre"


Extraño he sido para mis hermanos, y desconocido para los hijos de mi madre; porque me consumió el
celo de tu casa; y los de nuestros de los que te vituperaban cayeron sobre mí (Sal. 69:8,9, NRV).
Ese es un Salmo Mesiánico, o sea, que se refiere al Mesías Jesús. Esto es claro, ya que el Salmo es citado en el
Nuevo Testamento (Jn. 2:17) y aplicado allí al Señor. El punto es que: Jesucristo fue "un extraño para LOS
HIJOS DE SU MADRE." Esto es claramente evidente en Juan 7:3-5. ¡Antes de considerar el pasaje, por
favor observe que la Escritura explícitamente declara que la madre de Jesucristo (María) tuvo otros
"hijos" (Salm. 69:8)! Solamente este verso es un golpe irrefutable y devastador contra la idea de que la
bendita virgen María permaneció virgen toda su vida. Recuerde, José no tuvo ninguna unión sexual con
María "hasta" que Jesucristo, el "primogénito" de María, vino a este mundo.

En Jn. 7:3-5 (NRV), leemos:

Los hermanos de Jesucristo le dijeron, "Sal de aquí y vete a Judea, para que también tus discípulos
vean las obras que haces. Porque ninguno que procura darse a conocer hace estas cosas en secreto. Si
estas cosas haces, manifiéstate al mundo." Porque ni aún sus hermanos creían en él.
Este pasaje demuestra claramente que el contexto no admite una interpretación de "hermano" espiritual, ya que
los hermanos de que habla "no creían en él"! Esta incredulidad en Jesús de parte de sus propios "hermanos," en
aquel momento, se menciona en otros lugares:
Después entró Jesús en una casa, y otra vez se juntó tanta gente, que ni siquiera podían comer él y sus
discípulos. Cuando lo supieron los parientes de Jesús, fueron a llevárselo, pues DECÍAN, "QUE SE
HABÍA VUELTO LOCO." ... Entre tanto llegaron la madre y los hermanos de Jesús, pero se
quedaron afuera y mandaron a llamarlo. La gente que estaba sentada alrededor de Jesús le dijo "Tu
madre, tus hermanos y tus hermanas están afuera y te buscan." Él les contestó: "¿Quiénes son mi
madre y mis hermanos?" Luego, mirando a los que estaban sentados a su alrededor, añadió: "Estos son
mi madre y mis hermanos. Pues cualquiera que hace la voluntad de mi Padre, ése es mi hermano, mi
hermana y mi madre" (Marc. 3:20,21,31-35, VPDHH).
Sí, está leyendo bien la Escritura. ¡Aún María, y sus otros hijos, en un punto en el ministerio de Jesucristo,
pensaron que Jesús "estaba loco"! Esto, sin embargo, no significa que no creyeran en Jesús más adelante, pues
creyeron y fueron llenos del Espíritu Santo, ya que estaban en el Aposento Alto, junto a los otros 120, el Día de
Pentecostés:

Todos ellos se reunían siempre para orar con los hermanos de Jesús, con María su madre, y con las
otras mujeres. (Hech. 1:14, VPDHH).
Hay prueba adicional de que los medio-hermanos de Jesucristo llegaron a creer en él. Esto aparece en 1 Cor. 9:5
(VPDHH):

Tengo todo el derecho de llevar conmigo una esposa cristiana, como hacen los otros apóstoles,  y, los
hermanos del Señor, y Pedro.
Aquí descubrimos que los medio-hermanos del Señor Jesús estaban casados, igual que Cefas (otro nombre para
Pedro, Jn. 1:42). Esas parejas matrimoniales viajaban juntos, y le servían a Dios.

Más aún, en cuanto a Judas y Santiago, mencionados en Mat. 13:55 como "hermanos" de Jesucristo, leemos lo
siguiente:

Yo, Judas, siervo de Jesucristo y hermano de Santiago, escribo esta carta a los que Dios el Padre ama
y ha llamado, los cuales son protegidos por Jesucristo. (Judas 1, VPDHH).
Observe: El escritor de la Epístola de Judas era también "hermano (adelphos) de Santiago," pero más
importante aún, siervo de Jesucristo. Vemos claramente que volvió en sí, espiritualmente hablando.

Aún más, Santiago, el hermano del Señor Jesús, es mencionado por Pablo en Gal. 1:19:

Pero no vi a ningún otro de los apóstoles -- sino a Santiago, el hermano del Señor (Gal. 1:19 Versión Popular).
Este verso es importante por dos razones: (1) No solamente demuestra que Santiago llegó a creer en Jesucristo,
sino que vino a ser un apóstol. (2) Además de convertirse en apóstol, era también "hermano del Señor." La frase
"hermano del Señor Jesús," utilizada aquí, no puede limitarse de ninguna manera a hermano espiritual, ya que
era entendido por todos que los apóstoles de Jesucristo eran miembros de su familia espiritual. Santiago era
ambas cosas: un apóstol y un medio-hermano de Jesucristo.

Así que de acuerdo a las Escrituras, María no permaneció virgen después del nacimiento de Jesucristo. Esta
básica verdad Bíblica está en conflicto directo con lo que a millones de personas se les ha enseñado, pero en
este caso se trata nada menos que de la palabra de Dios, no la de ningún hombre. La siguiente es una cita acerca
de la virginidad perpetua de María obtenida del Catecismo de la Iglesia Católica:

"María ‘permaneció virgen al concebir a su Hijo, virgen cuando le dio a luz, virgen cuando le cargó,
virgen cuando le dio de su pecho, siempre virgen" (p. 128, el énfasis en negrillas es mío).
Querido lector, esta cita es del teólogo Católico, Agustín (quien también es la fuente del moderno Calvinismo).
La siguiente es otra importante cita que demuestra cómo el Catolicismo Romano interpreta Mat. 13:55:
"Contra esta doctrina, la objeción levantada a veces es que la Biblia menciona hermanos y hermanas de
Jesucristo. La Iglesia siempre ha entendido ese pasaje como que no se refiere a otros hijos de la Virgen
María. De hecho, Santiago y José, ‘hermanos de Jesucristo, son los hijos de otra María, seguidora
de Cristo, a quien San Mateo significativamente llama "la otra María." Son relacionados cercanos
a Jesucristo, según una expresión del Antiguo Testamento" (Catecismo de la Iglesia Católica, p.
126, el énfasis en negrillas es mío).
Amigo, examine Mat. 13:54-56 (VPDHH) usted mismo, donde se demuestra que los individuos eran del mismo
poblado de Jesucristo, lo que les permitía identificar a Su propia madre María y a Sus hermanos y hermanas
naturales. El pasaje está claro en cuanto a esto:

Y llegó a su propia tierra, donde comenzó a enseñar en la sinagoga del lugar. La gente, admirada,
decía: "¿Dónde aprendió éste todo lo que sabe? ¿Cómo puede hacer esos milagros?" "¿No es éste el
hijo del carpintero, y su madre es María? ¿No es el hermano de Santiago, José, Simón y Judas, y no
viven sus hermanas también aquí entre nosotros? ¿De dónde le viene todo esto?"
¡Este pasaje no puede referirse a la "otra María," como algunos quieren que pensemos, sino a la propia
madre de Jesucristo!

Más aún, tratar de borrar todos los pasajes del Nuevo Testamento sólo con decir que la frase "hermanos de
Jesucristo" es meramente una "expresión del Antiguo Testamento" es ignorar todos los otros versos que
demuestran que José y María llevaron a cabo una unión sexual, pero no hasta que Jesucristo nació. Mat.
1:25 no podría ser más claro, especialmente cuando se considera junto al Sal. 69:8, el cual explícitamente
demuestra que María tuvo otros hijos.

Amigo, lo que usted vaya a seguir creyendo acerca de la perpetua virginidad de María queda a su completa
discreción. Ha leído lo que las Escrituras declaran y lo que la actual posición del Catolicismo Romano declara.
Pero sepa esto, no puede creer en ambas declaraciones, ya que son la antítesis una de la otra. Una de las dos
está equivocada.

¿Por qué mencionar la virginidad de María?


Es importante conocer la verdad acerca de la virginidad de María por varias razones:

(1) De acuerdo a la tradición Católica de Agustín de Hipona, los "herejes" niegan la perpetua virginidad
de María. Considere lo que él escribió:

"Los herejes llamados Antidicomaritas son aquellos que contradicen la perpetua virginidad de


María y afirman que después del nacimiento de Cristo ella se hizo uno con su esposo." (W. A.
Jurgens, The Faith of the Early Fathers [La Fe de los Primeros Padres], p. 166).
Debemos concluir que un Cristiano, que sigue la evidencia Escritural como lo ordena 2 Tim. 3:15-17, es un
"hereje," porque rechaza la perpetua virginidad de María? ¡Dios libre!

(2) Otra razón por la que es importante conocer la verdad acerca de la virginidad de María es porque la María
del Catolicismo no es la María de la Biblia. En otras palabras, tal imagen de María, la madre de Jesucristo, ha
sido cambiada por el Catolicismo a algo diferente a lo real. Nos la presentan como la virgen sin pecado, Madre
de la Iglesia, Madre de Misericordias, Puerta del Paraíso, Nuestra Señora de Fátima, La Virgen de los Pobres,
Dama de las Rosas, Co-redentora, Reina de la Paz, Nuestra Señora de Guadalupe, Mediadora de todas las
Gracias, Madre de Dios, Refugio de Pecadores, Puerta del Cielo, Reina del Cielo y más. Considere lo siguiente:

"A Jesucristo a través de María"


Otras dos descripciones comunes acerca de María son: "A Jesucristo a través de María" y María es "Nuestra
vida, Dulzura y Esperanza." Estos pronunciamientos son más serios que el de la perpetua virginidad de María,
porque se relacionan directamente con la salvación y pueden, por lo tanto, afectar nuestro destino eterno.

Consideremos la primera, "A Jesucristo a través de María." En otras palabras, ¿hay que ir a través de María para
llegar al Salvador? Para encontrar a ciencia cierta cuál es la verdad, debemos escudriñar las Escrituras. Si
alguien debe saberlo, es el Señor Jesús. Esto es lo que el mismo Señor nos enseña acerca de cómo llegar a El:

"Vengan a mí, todos ustedes que están cansados de sus trabajos y cargas, y yo los haré descansar.
Acepten el yugo que les pongo, y aprendan de mí, que soy paciente y de corazón humilde, así
encontrarán descanso. Porque el yugo que les pono y la carga que les doy a llevar son ligeros" (Mat.
11:28-30, VPDHH).
Ustedes no quieren venir a mí para tener esa vida (Juan 5:40, VPDHH).
Y Jesús les dijo, "Yo soy el pan de vida. El que viene a mí nunca tendrá hambre, y el que cree en mío
tendrá sed jamás." (Juan 6:35, VPDHH).
El último día de la fiesta era el más importante. Aquel día Jesús, puesto de pie, dijo con voz fuerte "Si
alguien tiene sed, venga a mí y beba (Juan 7:37, VPDHH).
NOTA: ¡Rehusar "venir" [ir] a Jesucristo, como El mismo enseñó en esos versículos implica que no
podremos tener vida espiritual! Por otro lado, ir directamente a Él es encontrar la salvación de nuestras
almas. Esta vital verdad está hermosamente ejemplificada cuando el moribundo ladrón, crucificado
junto a Jesucristo, fue DIRECTAMENTE A JESUCRISTO, SIN IR PRIMERO A MARÍA NI A NADIE
MAS, y encontró perdón y and salvación. El intercambio exacto de palabras fue el siguiente:

Luego añadió, "Jesús, acuérdate de mí cuando comiences a reinar." Jesús le contestó, "Te aseguro que
hoy estarás conmigo en el paraíso" (VPDHH).
Según el recuento del Evangelio de Juan, María estaba a los pies de la cruz en aquel momento, sin embargo, ¡el
ladrón no fue primero a ella para llegar a Jesucristo; ni Jesucristo hizo que el ladrón arrepentido fuera a
María para llegar a Él! Recuerde esa verdad básica acerca de la salvación. Si vamos a llegar a Jesucristo
para encontrar salvación, tendrá que ser como lo hizo el ladrón de la cruz, DIRECTAMENTE sin ir
primero a nadie más! Además, recuerde que Jesucristo no cambia (Heb. 13:8). Así que, si funcionó para
aquel moribundo ladrón, también funcionará para nosotros, siendo además la manera exacta que
Jesucristo nos enseñó para "venir" a Él (Mat. 11:28-30; Jn. 5:40; 6:35; 7:37). Finalmente, recuerde que no
fue sino hasta después que el arrepentido ladrón vino directamente a Jesucristo que el Señor le prometió el
"paraíso." El mero hecho de conocer esta verdad vital acerca de cómo llegar a Jesús, no hace ningún bien a
menos que se actúe sobre ella.

"Nuestra Vida, Dulzura y Esperanza"


Otra muy común, pero muy grave concepción equivocada acerca de la salvación es que María es nuestra "Vida,
Dulzura y Esperanza." Escuchamos con frecuencia esta frase cuando se recita la oración del Rosario (Ave Santa
Reina). ¿Cuál es la verdad eterna de Dios sobre este asunto? Vayamos a la Biblia por respuestas. Recuerde, la
Biblia es la AUTORIDAD ESPIRITUAL FINAL:

Recuerda que desde niño conoces las sagradas Escrituras, que pueden instruirte y llevarte a la
salvación por medio de la fe en Cristo Jesús. Toda Escritura está inspirada por Dios y es útil
para enseñar y reprender, corregir y educar en una vida de rectitud,  para que el hombre de Dios esté
capacitado y completamente preparado para hacer toda clase de bien (2 Tim. 3:15-17).
La Biblia contiene todo lo que necesitamos saber para estemos "instruidos sobre la salvación" por medio de
la fe en Cristo Jesús. Más aún, es la AUTORIDAD FINAL y la ÚNICA que se necesita para equipar al
hombre de Dios para hacer toda clase de bien, como leímos arriba.

Así que, teniendo esto en mente, vayamos a esa misma fuente, la cual debe ser la base de toda enseñanza
Cristiana y que puede "intuirnos para salvación" mediante la fe en Jesucristo:

Cristo mismo, es LA VIDA DE USTEDES. Cuando él aparezca, ustedes también aparecerán con él y
tendrán parte en su gloria (Col. 3:4, VPDHH).
Yo, Pablo, Apóstol de Jesucristo, enviado por mandato de Dios nuestro Salvador y del Señor Jesucristo,
que es  NUESTRA ESPERANZA (1 Tim. 1:1, VPDHH).
De acuerdo a las Escrituras, es JESUCRISTO quien es nuestra "VIDA" y nuestra "ESPERANZA." Más
aún, ya que "Dulzura" encierra el significado de "mansedumbre" como encontramos en un Tesauro, lo mismo
puede decirse de nuestro Señor Jesús:

Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy  MANSO y humilde de corazón, y hallaréis
descanso para vuestras almas. (Mat. 11:29, NRV).
Querido amigo, la Sagrada Biblia declara que Jesucristo, y SOLO EL, es nuestra Vida, Dulzura y
Esperanza. ¿Irá usted directamente al Jesucristo Bíblico, para encontrar perdón de pecados y salvación? ¡Qué
diferente es esto del retrato que nos pinta el Catolicismo! Considere además lo que se ha escrito y endosado
acerca de María:

"Muerte a través de Eva, Vida a través de María"?


"Como San Ireneo dijo, ‘Siendo obediente ella se volvió la causa de salvación para ella y para toda la raza
humana.' Así, no pocos de los primeros Padres con alegría aseveran ...: ‘El nudo de la desobediencia de Eva fue
suelto por la obediencia de María: lo que la virgen Eva ató con su incredulidad, María lo soltó con su fe.' Si la
comparamos con Eva, ellos llaman a María ‘Madre de los vivientes' y frecuentemente reclaman: ‘Muerte a
través de Eva, vida a través de María' (Catecismo de la Iglesia Católica, p. 125, el énfasis en negrillas es
mío).
En una ocasión, mientras Jesucristo enseñaba, ocurrió lo siguiente:

Alguien avisó a Jesús: "Tu madre y tus hermanos están ahí afuera, y quieren hablar contigo." Pero él
contestó al que le llevó el aviso: "¿Quién es mi madre, y quiénes son mis hermanos?" Entonces,
señalando a sus discípulos, dijo, "Estos son mi madre y mis hermanos. Porque cualquiera que hace la
voluntad de mi Padre que está en el cielo, ese es mi hermano, mi hermana y mi madre" (Mat. 12:47-
50, VPDHH).
Jesucristo declaró que para ser parte de Su familia espiritual debemos hacer la voluntad del Padre. Esto es
explicado más adelante en un pasaje paralelo:

Él contestó, "Los que oyen el mensaje de Dios y lo ponen en práctica, esos son mi madre y mis
hermanos" (Luc 8:21, VPDHH).

¡Así que hacer "la voluntad" del Padre es lo mismo que poner en "práctica" la palabra de Dios!

El Verdadero Plan de Salvación


Más aún, el verdadero plan de salvación se establece en forma concisa en la biblia como arrepentimiento para
con Dios y fe en Jesucristo (Hech. 20:21). Debemos producir frutos dignos de arrepentimiento (Mat. 3:8) y
demostrar nuestro arrepentimiento con nuestras acciones (Hech. 26:20). "Arrepentirse" significa volvernos
de nuestros malos caminos (Mat. 12:41 cf. Jonás 3:10). Todo árbol que no da buen fruto, se corta y se echa al
fuego (Mat. 3:10; 7:19). El Señor Jesús también enseñó que el camino hacia la vida es "estrecho" y
"pocos" son los que lo encuentran (Mat. 7:13,14). El Señor Jesús declaró que SOLO hay 2 puertas, 2
caminos, 2 grupos de personas and 2 destinos eternos. Así que no siga las multitudes, porque van camino
al fuego eterno, aunque es posible que no lo sepan.

Pero aún, muchos son salvos, pero después se apartan (Luc. 8:13; Juan. 6:66; 1 Tim. 1:19; etc.). En otras
palabras, después de la salvación inicial debemos perseverar hasta el "fin" para entrar en el reino de Dios
y escapar del lago de fuego (Mat. 10:22; Heb. 3:14; Apoc. 2:10,11). La vida eterna adviene al arrepentido en
el momento en que cree en Jesucristo para salvación (Jn. 3:16; 6:47; 1 Jn. 5:12,13), pero hay otro importante
aspecto de la vida eterna que muchos ignoran en nuestros días por causa de una falsa doctrina diferente
comúnmente llamada "salvo, siempre salvo." De acuerdo a la verdadera, Bíblica, doctrina de la gracia, la vida
eterna es también una ESPERANZA (Tito 3:7), todavía por ser ALCANZADA (Gal. 6:8,9) en el SIGLO
VENIDERO (Mar. 10:30) sólo para aquellos que PERSISTAN EN HACER EL BIEN (Rom. 2:7) y Y NO
SE CANSEN Y SE DEN POR VENCIDOS (Gal. 6:9).

Además, recuerde esto: Si una persona salva siembra para satisfacer su naturaleza de pecado morirá
espiritualmente (Rom. 8:13; Gal. 6:8,9). El hijo pródigo es un claro ejemplo de esto (Luc. 15:24,32). El
resultado final del pecado es muerte espiritual. NO SE DEJEN ENGAÑAR por los maestros de "salvo,
siempre salvo" (Santiago 1:14-16). Debemos continuar creyendo (CONFIANDO) en Jesucristo para la
salvación de nuestra alma para entrar en el reino de Dios. Jesucristo describió sus "ovejas" como sus
"seguidores" (Juan 10:27). Santiago estableció que la fe sin obras es "muerta" (Sant. 2:17).

En conclusión, el Jesucristo de nuestra hora presente no es un bebé acostado en un pesebre o un infante


que necesita ser sostenido en los brazos de su madre. Es un adulto que exitosamente destruyó las obras del
diablo (1 Juan 3:8). Es el resucitado "Señor de gloria" (1 Cor. 2:8), ante el cual toda rodilla se doblará y toda
lengua confesará que es el Señor (Fil. 2:9-11). Jesucristo tiene el ÚNICO nombre para encontrar salvación
(Hech. 4:12), es el ÚNICO mediador entre Dios y los hombres (1 Tim. 2:5) y es el juez de los vivos y los
muertos (Hech. 10:42; 2 Tim. 4:1; 1 Ped. 4:5). En las Escrituras se nos aconseja que vayamos directamente a
Él para el perdón y CONFIEMOS sólo en El para la salvación de nuestras almas.

Bendita María
Finalmente, como establecimos antes en este artículo, María es ciertamente "bendita" porque dio a luz al
Mesías (Luc. 1:42), pero esto no debe ser sobre-enfatizado como una mujer trató de hacer una vez en presencia
de Jesús:
Mientras Jesús decía estas cosas, una mujer entre la gente gritó, "Bendita la mujer que te dio a luz y te
crio." Él contestó, "Benditos más bien quienes escuchan lo que Dios dice y le obedecen" (Luc.
11:27,28, VPDHH).
¡Esas no fueron las palabras de un Protestante, sino las del mismo Jesucristo! Que fuertes suenan para las
multitudes, no porque sean inconsistentes con el resto de la Escritura, sino por todas las falsas doctrinas
centradas en María que no se enseñan en la Biblia. Recuerde, Jesucristo fue verdaderamente "primogénito" de
María quien nos enseñó a todos a "venir" directamente a Él para la salvación del alma. En ningún lugar en
los Evangelios Jesucristo hace que ningún pecador vaya a María para llegar a Él. ¡Nunca! Más aún,
ninguno de los Apóstoles del Señor, incluyendo a Pedro, enseñaron nunca: "A Jesucristo a través de
María." ¿Por qué creerlo entonces? Más bien, es JESUCRISTO quien es "Nuestra Vida, Dulzura y
Esperanza." ¡Querido lector, lo que usted haga con esta información acerca de Jesucristo le afectará por
toda la eternidad! VERIFIQUE TODAS LAS CITAS ESCRITURALES USTED MISMO EN SU
PROPIA BIBLIA. Dios le bendiga.

(Si usted conoce a alguien que podría beneficiarse con este artículo, por favor, saque una copia y hágaselo
llegar.]

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