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DICCIONARIO

DE LA INDEPENDENCIA DE MÉXICO
DICCIONARIO
DE LA
INDEPENDENCIA
DE MÉXICO
Alfredo Ávila
Virginia Guedea
Ana Carolina Ibarra
Coordinadores

UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO


Comisión Universitaria para los Festejos del Bicentenario
de la Independencia y del Centenario de la Revolución Mexicana
Primera edición: diciembre de 2010

DR © Universidad Nacional Autónoma de México


Avenida Universidad 3000
Universidad Nacional Autónoma de México, C.U.
Coyoacán, C.P. 04510, D.F.

Comisión Universitaria para los Festejos del Bicentenario


de la Independencia y del Centenario de la Revolución Mexicana

ISBN 978-607-02-2045-6

Queda prohibida la reproducción total o parcial por cualquier medio


sin la autorización escrita del titular de los derechos patrimoniales.

Impreso y hecho en México


CONTENIDO

Presentación
Alicia Mayer . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7

Introducción
Alfredo Ávila,Virginia Guedea y Ana Carolina Ibarra . . . . . . . . . . . . . . . . 9

Personajes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
La guerra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 161
Conceptos y cultura política . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 215
Instituciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 309
Sociedad, economía y cultura . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 359
Los historiadores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 403

Cronología . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 457

Índice onomástico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 533


Índice toponímico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 549
Índice de artículos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 561
Autores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 565

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PRESENTACIÓN

La Universidad Nacional Autónoma de México (unam), a través de la Comi-


sión Universitaria para los Festejos del Bicentenario de la Independencia y
del Centenario de la Revolución Mexicana, decidió conmemorar estas fechas
con un amplio programa de actividades y publicaciones. Entre estas últimas
destacan dos diccionarios, el de la Independencia de México y el de la Revolución
mexicana, que buscan ofrecer a un amplio público conocimientos indispensa-
bles para comprender estas efemérides de profundo significado simbólico para
los mexicanos.
La obra que el lector tiene en sus manos se ha propuesto ofrecer una selec-
ción de temas y reflexiones en torno a estos acontecimientos fundacionales de la
historia de la nación. A través de sus páginas, es posible advertir cuáles fueron
las propuestas de estos dos grandes momentos históricos y cuestionarse sobre
su alcance y vigencia. Escrita desde el presente, está hecha en la conciencia
de que cada época interroga de manera distinta al pasado. La actualización y
renovación de nuestra historia se confirma al revisar la labor de historiadores
y profesionales de las ciencias sociales que han contribuido a hacerla posible.
Más de 200 autores, académicos de la unam y de otras instituciones del país
y del extranjero, resumen cada uno de ellos, en muy pocas páginas, los temas
de su especialidad. La obra se debe a ellos y revela indudablemente la vitali-
dad de una comunidad de historiadores mexicanos y mexicanistas capaz de
profundizar y de poner al alcance de un vasto público los conocimientos más
especializados.
A nombre de la unam y de la Comisión Universitaria para los Festejos, que
me honro en presidir, quiero agradecer profundamente la generosa colabora-
ción de los autores que aportaron sus ensayos para estos diccionarios. De igual
modo, hago patente mi gratitud a los coordinadores de la obra: Alfredo Ávila,
Virginia Guedea, Ana Carolina Ibarra, Javier Torres Parés y Gloria Villegas Mo-
reno, así como a quienes realizaron tareas editoriales con enorme dedicación.

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Gracias a todos ellos fue posible organizar y llevar a su conclusión este amplio
proyecto colectivo.
Expreso finalmente mi sincero deseo de que el lector encuentre en esta obra
una lectura interesante y un instrumento útil para reencontrarse con la extraor-
dinaria riqueza de nuestra historia.

Alicia Mayer
Coordinadora de la Comisión Universitaria
para los Festejos del Bicentenario de la Independencia
y del Centenario de la Revolución Mexicana

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INTRODUCCIÓN

La obra que presentamos no es una enciclopedia, ni un diccionario en el senti-


do más frecuente del término. Difícilmente las 102 entradas que la conforman
podrían aspirar a abarcar tantos actores, tantos acontecimientos y tantas nove-
dades como las que involucró el rico y complejo proceso de Independencia. Su
inspiración es selectiva necesariamente, retoma algunas cuestiones esenciales
pero le interesa privilegiar aquello que la historiografía de los últimos años ha
aportado al conocimiento sobre el tema. Se trata de un repertorio de palabras
clave, de un muestrario de nombres y conceptos que nos permiten dar sentido
a este acontecimiento fundacional de nuestra historia. El Diccionario de la Inde-
pendencia de México recoge aquello que, nos parece, da cuenta del avance de los
trabajos recientes.
Nuestro objetivo es dirigirnos a un público amplio, interesado en cono-
cer los puntos de vista más recientes sobre los grandes temas del proceso de
Independencia de México. El lector no encontrará en su interior la abundan-
cia de notas a pie de página ni los debates historiográficos tan necesarios para
el desarrollo de la disciplina historiográfica, pero que suelen ahuyentar a quien
sólo se interesa en conocer y comprender parte de su propia historia. El diseño
en forma de diccionario permite que las consultas sobre temas específicos sean
ágiles, que el lector encuentre con rapidez respuesta a las preguntas que tenga
sobre alguno de los muchos aspectos de la emancipación mexicana y cuente
con referencias bibliográficas por si le interesa abundar en su estudio. De igual
manera, encontrará algunos artículos sobre personajes y procesos en los que
nunca hubiera pensado. Así el Diccionario de la Independencia de México puede
generar curiosidad para seguir ahondando. Creemos que esto puede ser muy
útil, en especial para los estudiantes de nuestro país.
Un trabajo de esta naturaleza no podría concebirse sino como una labor
colectiva, puesto que, por distintos caminos, en los últimos quince años la his-
toriografía sobre la Independencia de México ha ampliado sus horizontes,

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planteado nuevos problemas y aprovechado enfoques distintos a los que tradi-
cionalmente habían servido para explicarla. Las entradas que componen este
diccionario han sido redactadas por 55 autores imprescindibles para el estudio
de la Independencia, quienes nos ofrecen, en una brevísima síntesis, una por-
ción del amplio trabajo que han realizado en torno a los procesos que llevaron a
que la Nueva España dejara de ser colonia, una parte de la Monarquía española,
y se convirtiera en una nación independiente. En consecuencia, el conjunto de
los artículos constituye una síntesis muy apretada que ofrece una mirada plural,
diversa y necesariamente compleja.
El Diccionario de la Independencia de México está integrado por seis secciones:
Personajes, La guerra, Conceptos y cultura política, Instituciones, Sociedad, cul-
tura y economía y Los historiadores. Cada una de estas secciones está compuesta
por varios artículos, en cada uno de los cuales se ofrece al final una breve orienta-
ción bibliográfica para que el lector pueda profundizar en el tema tratado. Com-
pleta la obra una cronología que permite organizar temporalmente el conjunto
de los contenidos. Los índices onomástico y toponímico facilitan la localización
de personajes y lugares.

Personajes

La lista de personajes comprende a los principales caudillos y a algunos líderes


representativos de la insurgencia, pero la selección se ha ampliado con otras fi-
guras de la historia que fueron también determinantes: pensadores, políticos y
representantes en foros y congresos, sin cuya presencia la comprensión de los
procesos de la época sería limitada. ¿Cómo no referirnos a los autonomistas
de 1808? ¿A la actuación de figuras como Guridi y Alcocer o Ramos Arizpe
en las Cortes de Cádiz? Por extraño que parezca a una mirada tradicional,
aparecen también los virreyes y los defensores del régimen: jefes militares,
además de obispos, canónigos y otros intelectuales que argumentaron en fa-
vor de la unión con la metrópoli. Como toda selección, la nuestra puede ser
vista como incompleta, pero conviene señalar que éste no es un diccionario
de insurgentes, como el elaborado hace décadas por José María Miquel i Ver-
gés, ni uno biográfico. Nuestra intención es dar cuenta de algunos de los per-
sonajes que tuvieron una participación relevante en la emancipación, sea cual
fuere su posición frente a éste. Se trata de mostrar la participación de actores
fundamentales del proceso, independientemente de la causa que abrazaron.
En estas biografías lo que interesa no es narrar los pormenores de sus vidas
(que desde luego no están de más), sino destacar la peculiaridad y riqueza de

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algunos de los individuos que participaron y valorar su aporte al desarrollo de
los acontecimientos.

La guerra

La guerra atraviesa el proceso novohispano. De allí que sea necesario recons-


truirla a través de sus grandes hitos y pasajes: desde el Grito de Dolores hasta la
conformación del plan trigarante, las campañas de Hidalgo, Morelos y Mina,
además de estudiar el papel de la contrainsurgencia. Pero también interesa mos-
trar lo que sucedió en aquellos lugares que no fueron propiamente insurgentes,
en los que el movimiento duró poco y fue derrotado o, simplemente, en los que
los historiadores no han puesto sus afanes para comprender los complejos pro-
cesos que significaron la desarticulación, militarización y final caída del gobier-
no español. Se trata de otros escenarios en los que la crisis y la confrontación
tomaron rumbos políticos distintos, en donde la acción se encauzó en un senti-
do diferente al de las principales “campañas”, pero que se vieron afectados por
los sucesos de la revolución.

Conceptos y cultura política

Siendo un periodo que dio lugar a la creación y difusión de un nuevo lenguaje


y una nueva cultura política, nos pareció indispensable subrayar su importancia
en uno de los grandes apartados del libro. Una selección no necesariamente
exhaustiva de conceptos y nociones, de prácticas políticas diversas, algunas de
las cuales aún rigen nuestra vida política, como soberanía, constitución, repúbli-
ca, opinión pública; otras, en cambio, que fueron clave en las circunstancias de
la época (como las juntas representativas o las políticas clandestinas) y cuya im-
portancia no había sido subrayada o comprendida suficientemente. Cabe añadir
que algunos de los conceptos y nociones tratados en este apartado de la obra
tienen una relación directa con la creación de instituciones.

Instituciones

Presentamos algunas muy asociadas con el antiguo orden y que sufrieron im-
portantes cambios y mutaciones a raíz de la guerra y la revolución: la Audien-
cia, la Iglesia, la Inquisición; otras que, por el contrario, fueron responsables de

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transformaciones revolucionarias: las Cortes, las diputaciones provinciales. El
conjunto incluye instituciones perdurables, como el ejército o la Iglesia, junto
con otras que tuvieron una vida breve pero con consecuencias de muy largo
plazo, como las diputaciones provinciales. En todos los casos, es posible advertir
el impacto que los acontecimientos tuvieron sobre las instituciones y la capa-
cidad que algunas de ellas mostraron para renovarse y ponerse a tono con las
nuevas circunstancias.

Sociedad, economía y cultura

Nos pareció imprescindible brindar a los lectores un marco general que ofre-
ciera el adecuado contexto material en el que se produjeron estas transfor-
maciones. La demografía, la agricultura, el comercio o la industria; la produc-
ción literaria o plástica explican y expresan permanencias y transformaciones
de la época, en el caso específico de la Nueva España.

Los historiadores

Finalmente, interesa dar cuenta del proceso intelectual que nos ha permitido
conocer cada vez con mayor profundidad el proceso de la Independencia. Las
quince entradas de esta sección resumen las que consideramos las principales
aportaciones de un largo pasaje intelectual cuya riqueza no puede comprender-
se sino situando enfoques e interpretaciones que provienen de distintas épocas,
distintas posturas políticas y múltiples escuelas. Los nombres consignados no
interesan tanto en relación al dato biográfico, sino en la medida en que ofrecen,
desde su muy particular ángulo de visión, los elementos para ir reconstruyendo,
cada vez con mayor certeza, este momento determinante de nuestra historia.

Alfredo Ávila
Virginia Guedea
Ana Carolina Ibarra

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+PERSONAJES +
+ABAD Y QUEIPO, MANUEL +

La personalidad y la obra de Manuel Abad y Abad y Queipo había nacido el 26 de agos-


Queipo fueron multifacéticas. Por una parte, to de 1751 en el pueblo de Villarpedre, en el
fue uno de los miembros más avanzados de la obispado de Oviedo. Fue hijo natural de José
ilustración católica, sugirió reformas econó- Abad y Queipo y Josefa de la Torre. Luego de
micas y sociales profundas y de corte liberal estudiar Derecho Canónico en la Universidad
con las cuales buscaba mejorar las condicio- de Salamanca y de obtener el grado de Ba-
nes de vida de todos los novohispanos, y re- chiller en Cánones, en 1776 pasó a la ciudad
comendó a la Corona tomar diversas medidas de Guatemala como familiar del arzobispo
fiscales que no afectaran a los habitantes de la Cayetano Francos y Monroy, quien lo orde-
Nueva España. Por otra parte, durante los dos nó sacerdote en esa misma ciudad y en 1779
años que antecedieron el inicio de la guerra lo nombró promotor fiscal diocesano. Por ese
insurgente, y durante los cinco primeros años tiempo comenzó a fungir, además, como abo-
de ésta, recomendó la modernización del ejér- gado de la Audiencia de Guatemala.
cito. Finalmente, los últimos cuarenta años de En 1784 se incorporó a la familia de fray
su vida se reveló también como un destacado Antonio de San Miguel, obispo de Comaya-
canonista y teólogo. gua y obispo recién electo de Michoacán, a
Para muchos historiadores, Manuel Abad quien acompañó a esta diócesis, en la que pa-
y Queipo fue también un personaje enorme- saría gran parte de su vida. Antes de su arribo a
mente contradictorio, pues luego de ser ami- Valladolid de Michoacán, fray Antonio de San
go del principal caudillo de la insurgencia, Miguel lo nombró juez de testamentos, cape-
Miguel Hidalgo, lo excomulgó y despreció llanías y obras pías, cargo que Abad y Queipo
cuando supo que había dado el “Grito de Do- desempeñó durante más de veinte años con
lores”. Además, aunque simpatizaba con me- gran tino y que aprovechó para establecer re-
didas reformistas y liberales de cierto carácter lación y amistad con gran parte de las elites de
radical, fue uno de los más decididos oposi- la diócesis y con muchos de los miembros del
tores a la independencia de la Nueva España, cabildo catedral de Valladolid de Michoacán,
proponiéndoles a las autoridades virreinales ganándose su confianza y respeto.
diversas medidas para sofocar el movimien- Desde los primeros años de su estancia en
to insurgente y emitiendo varios edictos di- la capital michoacana logró el aprecio de mu-
rigidos a los habitantes del obispado de Mi- cha gente del pueblo al lograr conciliar una
choacán, con los cuales buscaba disuadirlos de enorme cantidad de dificultades, contribuir
seguir la causa independentista. para sufragar los costos de varias obras públi-
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16 PERSONAJES

cas y proporcionar considerables sumas para mentos que proyectaron el nombre de Manuel
la construcción de la factoría de tabaco. Ade- Abad y Queipo por todo el virreinato.
más, en la epidemia de viruela de 1797, enca- Ese mismo año obtuvo los grados de Li-
bezó una importante colecta de dinero para cenciado y Doctor en Cánones por la Uni-
la vacunación de mucha gente a la cual él mis- versidad de Guadalajara y ganó por oposición
mo había convencido de los beneficios del la canonjía penitenciaria de la catedral de Va-
fluido vacuno. lladolid de Michoacán, misma que había que-
Siendo juez de testamentos, capellanías dado vacante por la muerte del tío de Miguel
y obras pías de la catedral michoacana, y por Hidalgo, don Vicente Gallaga Mandarte.
la gran estima y aprecio en que lo tenían el En 1806 viajó a España con el propósi-
obispo y el cabildo catedral, a nombre de ellos to principal de solicitar al rey la dispensa de la
redactó la Representación sobre la inmunidad per- irregularidad de su nacimiento. Sin embargo,
sonal del clero, trascendental documento fecha- el cabildo catedral de Valladolid de Michoacán
do en diciembre de 1799 y dirigido al rey Car- y muchos particulares aprovecharon ese viaje
los IV. En él, Abad y Queipo llamó la atención de Abad y Queipo para solicitarle que procura-
sobre la abusiva aplicación que la Real Sala del se convencer al rey sobre los enormes perjuicios
Crimen de México hacía de la reforma intro- que ocasionaba a la economía novohispana la
ducida en 1795, que desaforaba al clero secular aplicación de la real cédula de consolidación
y regular cuando incurrían en delitos atroces y de vales, en contra de la cual él mismo había
enormes. Sin embargo, aquel documento so- redactado, a solicitud de muchos de los propie-
brepasó el ámbito de lo puramente jurídico tarios de la diócesis, una representación y un
pues su autor aprovechó para proponerle al escrito de enorme valía. Este viaje, sin embargo,
rey varias reformas que podrían aliviar la des- también fue utilizado por Abad y Queipo para
igualdad social que padecía la población de la relacionarse en la corte e introducir una gran
Nueva España y exponía un espíritu crítico de cantidad de certificaciones y expedientes que
la condición económica del clero. En la Re- hablaban muy positivamente de su persona.
presentación sobre la inmunidad personal del clero Antes de regresar a la Nueva España, Ma-
se propusieron reformas como, por ejemplo, nuel Abad y Queipo pasó por Francia y ahí
la eliminación del tributo indígena, lo cual, tuvo la oportunidad de observar el funcio-
junto con el resto de sus propuestas, le ganó a namiento del ejército napoleónico y de en-
Abad y Queipo la admiración de muchos de terarse pormenorizadamente de los planes
sus contemporáneos, así del ámbito civil co- expansionistas de Napoleón Bonaparte. De
mo del eclesiástico. esta manera, ya en la Nueva España, dirigió a
En enero de 1805 fue elegido académico de las autoridades españolas diversas recomenda-
honor de la Real Academia de San Carlos, jun- ciones para evitar una invasión de Francia a la
to con importantes personalidades como don península y a sus posesiones ultramarinas.
Benito Moxô y Francoli, arzobispo de Charcas; Todo lo anterior, así como las peticio-
Nemesio Salcedo, comandante general de las nes que el cabildo catedral de Valladolid de
Provincias Internas; el brigadier Roque Abarca, Michoacán, los ayuntamientos más importan-
gobernador intendente de Guadalajara; el in- tes de la diócesis y varios particulares podero-
tendente de Puebla, Manuel de Flon; el inten- sos hicieron al rey para que lo eligiera obispo
dente de Guanajuato, Juan Antonio de Riaño de Michoacán, le valieron para que, en mayo de
y el intendente de Valladolid, Felipe Díaz de 1810, la Regencia española lo declarase obis-
Ortega. Aquella elección fue otro de los ele- po electo. Amplio conocedor de la situación
ABAD Y QUEIPO, MANUEL 17

social y política por la que atravesaba el virrei- dades virreinales y a los jefes militares realis-
nato, a los pocos días de haber tomado pose- tas, emitiendo varias pastorales y edictos para
sión de la mitra escribió a la Regencia para ad- disuadir de la causa insurgente a sus feligreses,
vertirle que la Nueva España estaba dispuesta y proporcionando diversas cantidades de di-
a una revolución general, a menos que se to- nero a las tropas del rey.
masen medidas sabias y prudentes para pre- Así se mantuvo hasta 1815, cuando partió
venirla. Sin embargo, aquella advertencia fue hacia España llamado por Fernando VII para
desoída, quizá por ser demasiado tardía o por consultarlo directamente sobre la situación por
las circunstancias por las que atravesaba Espa- la que atravesaba la Nueva España. Antes de su
ña. El 16 de septiembre de ese año, estalló el viaje y temeroso de morir sin haber llegado a
movimiento armado. su destino, redactó una representación dirigi-
El 24 de septiembre de 1810, apenas tuvo da al rey, fechada el 20 de junio de 1815, que
noticia del levantamiento armado encabezado fue llamada por el propio Abad y Queipo su
por Miguel Hidalgo, Manuel Abad y Queipo testamento político. En ella, entre otras cosas,
emitió una carta pastoral en la que declaraba pedía al rey proteger a los pobres de los ricos
excomulgados a los principales caudillos de la déspotas y deja de manifiesto que sus esfuer-
insurgencia y a todos sus seguidores presen- zos habían sido dirigidos a evitar el caos, la
tes y futuros. Todo esto, además, con la finali- destrucción y la ruina en la Nueva España, pe-
dad de asestar un firme golpe contrainsurgente ro no a justificar ni a continuar la tiranía ni la
desde los principios mismos del levantamien- opresión.
to independentista. Asimismo, en el antedi- Estando en España se le continuó un pro-
cho documento hacía ver a sus feligreses los ceso que se le había iniciado por la Inquisi-
males y horrores que traería la insurgencia en ción de la Nueva España y fue recluido en el
caso de continuar el rumbo que había tomado, convento dominico del Rosario, en Madrid.
para lo cual puso como ejemplo de la destruc- Entonces, se le acusó de ser partidario de los
ción, barbarie y anarquía de una insurrección insurgentes y se le cuestionó sobre su antigua
armada lo sucedido cinco años antes en la isla amistad con Miguel Hidalgo. Sin embargo, al
La Española. no poder probársele acusación alguna de infi-
La excomunión fulminada por Manuel dencia o herejía, pudo salir libre.
Abad y Queipo contra los caudillos y segui- En 1820 fue nombrado miembro de la
dores de la insurgencia le ganó la enemistad Junta Provisional que formaron los liberales
y furia de éstos, por lo que, a la entrada de las españoles, además de que fue elegido dipu-
huestes de Hidalgo aValladolid de Michoacán, tado a las Cortes por la provincia de Asturias
tuvo que huir hacia la ciudad de México. Por y, en 1822, obispo de Tortosa. Sin embargo,
su parte, los insurgentes, para demostrar la in- restituido el rey Fernando VII al trono espa-
validez del edicto de excomunión, hicieron ñol, en 1824 ordenó su aprehensión por ha-
pública la condición de hijo ilegítimo que te- ber formado parte de la Junta Provisional y
nía el obispo electo, lo cual, desde el punto de fue condenado a seis años de reclusión en el
vista del Derecho Canónico, lo imposibilitaba convento de Santa María de Sisla, cerca de To-
para ejercer el sacerdocio. Sin embargo, Abad ledo, donde murió el 15 de septiembre de
y Queipo siguió oponiéndose a la insurgen- 1825, a los 74 años de edad, totalmente sordo,
cia, y a la salida de aquel caudillo y sus huestes casi ciego y en la más absoluta pobreza.
de la capital michoacana, retornó a ésta y con-
tinuó haciendo recomendaciones a las autori- Juvenal Jaramillo
18 PERSONAJES

Orientación bibliográfica Jaramillo Magaña, Juvenal, Hacia una Iglesia


beligerante: la gestión episcopal de fray Antonio
Abad y Queipo, Manuel, Colección de escritos. de San Miguel en Michoacán, 1784-1804: los
Est. introd. y notas de Guadalupe Jiménez proyectos ilustrados y las defensas canónicas.
Codinach. México, Conaculta, 1994. Zamora, El Colegio de Michoacán, 1996.
Fisher, Lilian Estelle, Champion of Reform, Sierra de Casasús, Catalina, “El excomulga-
Manuel Abad y Queipo. Nueva York, Rus- dor de Hidalgo”, en Miguel Hidalgo: ensayos
sell and Russell, 1971. sobre el mito y el hombre (1953-2003). Selec.
Herrejón Peredo, Carlos, “Las luces de Hi- de textos y bibliografía de Marta Terán et
dalgo y de Abad y Queipo”, en Relaciones, al. México/Madrid, inah/Fundación His-
núm. 40, vol. x, 1989, pp. 29-65. tórica Tavera, 2004, pp. 177-184.

+ ALLENDE Y UNZAGA, IGNACIO +

Ignacio José de Jesús Pedro Regalado de Allen- quien participó en la insurgencia y murió en
de y Unzaga nació en la villa de San Miguel el Acatita de Baján cuando su padre fue apresa-
Grande el 21 de enero de 1769, siendo el quin- do; José Guadalupe, que peleó en 1847 contra
to de siete hijos del matrimonio de Domingo Estados Unidos y llegó a tener el grado de ca-
Narciso de Allende, próspero comerciante viz- pitán de la Primera Compañía del Escuadrón
caíno, y María Ana Josefa de Unzaga y Men- de Independencia y, finalmente, Juana María,
chaca, criolla nacida en San Miguel. La familia que entró al convento de Santa Catalina de
Allende y Unzaga era una de las más distingui- Siena, de la ciudad de México. Ignacio se casó
das de la villa, pues gozaba de gran prestigio e una sola vez, el 10 de abril de 1802, con Ma-
influencias. Ignacio quedó huérfano cuando ría de la Luz Petra Agustina Regalada de Santa
era muy pequeño al morir su madre en 1772 y Bárbara de las Fuentes y Vallejo, criolla de San
su padre en 1787. Miguel el Grande, quien falleció apenas unos
Igual que sus hermanos, Ignacio asistió al meses después del enlace.
Colegio de San Francisco de Sales, de San Mi- Una faceta definitoria en la vida de Igna-
guel el Grande, cuyos alumnos tenían la po- cio Allende fue la que vivió como parte de la
sibilidad de estudiar posteriormente en la milicia provincial novohispana. Ingresó como
Universidad Real y Pontificia de México; así sus hermanos al Regimiento Provincial de
lo hicieron José María y Domingo Allende, Dragones de la Reina de San Miguel el Gran-
ambos obtuvieron el grado de Bachiller en la de en 1795. Al momento de su entrada, obtu-
Universidad, sin embargo, Ignacio tomaría un vo el grado de teniente y, para 1809, apenas
camino distinto. unos meses antes de que iniciara el movimien-
La imagen que nos ha llegado a través de to insurgente, había obtenido el grado de capi-
sus biógrafos nos describe a Ignacio como un tán. De su trayectoria en las milicias provincia-
joven amable, de espíritu resuelto y carácter les interesa destacar las principales comisiones
decidido. Era “alto, de tez blanca y pelo rubio que desempeñó a lo largo de estos años: a fina-
y crespo, ojos garzos sumamente vivos, nariz les de 1800, por ejemplo, Allende viajó a San
aguileña, boca sonriente y complexión atlé- Luis Potosí, junto con parte de su regimiento
tica”. Se sabe que tuvo tres hijos: Indalecio, y trabajó bajo las órdenes de Félix María Ca-
ALLENDE Y UNZAGA, IGNACIO 19

lleja del Rey, quien lo puso al mando de la de una mayor participación política. Muchos
compañía de granaderos. Posteriormente, en criollos como Allende advertían la posibilidad
1806, el virrey Iturrigaray determinó ubicar de que los franceses, que marchaban con éxito
un cantón de tropas en Xalapa, Perote y otros sobre la península, buscaran invadir también la
puntos como medida preventiva ante la guerra Nueva España; existía además el temor de que
que había declarado Napoleón a los británicos, los peninsulares entregaran el reino a Napo-
a la que arrastró a España poniendo en riesgo león. Con el golpe a Iturrigaray y la desapari-
sus dominios. En estos puntos, el virrey logró ción del cantón de Xalapa, se esfumaba la poca
reunir cerca de 14 000 hombres. La reunión confianza que pudieran tener en los peninsu-
de estas tropas resultó de gran importancia lares que ocupaban los puestos más altos en el
puesto que en ese ambiente nació un espíritu gobierno virreinal.
de grupo entre los americanos, los milicianos En estas circunstancias, Ignacio Allende
que las integraban trabaron relaciones perdu- se convirtió en el principal promotor de la
rables, tomaban conocimiento de las noticias conspiración de la villa de San Miguel, que
sobre lo que ocurría tanto en la metrópoli co- se extendió hacia Querétaro y Dolores, en-
mo en el virreinato e intercambiaban puntos tre otras poblaciones. Una buena parte de la
de vista y opiniones. historiografía ha ignorado la importancia del
Después del golpe que depuso al virrey papel fundamental que tuvo Allende pues,
Iturrigaray en septiembre de 1808, el recién como advirtió con toda claridad el fiscal, don
designado virrey, el mariscal de campo Pedro Rafael Bracho, quien, después de haberse he-
Garibay, decidió, junto con otras disposiciones cho cargo de tomar declaración a los princi-
de carácter militar, disolver el cantón de Xala- pales caudillos insurgentes presos en la villa de
pa. La medida fue sin duda muy polémica ya Chihuahua a mediados de 1811, aseguró que
que los milicianos que componían el cantón “el señor Allende fue el primero que pensó en
habían trabajado bajo las órdenes de Iturriga- semejante coligación”; fue él, a ojos de Bra-
ray y vieron con muy malos ojos su derroca- cho, el “caudillo principalísimo” de la revolu-
miento así como la serie de determinaciones ción. Como bien lo consignó en el proceso,
que tomó el gobierno tras la acción del 15 de fue Allende quien invitó a participar en ella
septiembre. Los milicianos tuvieron que re- al cura Miguel Hidalgo y Costilla e incluso a
gresar a sus lugares de origen con un profundo encabezar el movimiento.
descontento, sobre todo hacia sus superiores, La fecha planeada para iniciar el levanta-
a quienes veían coludidos con los autores del miento sería en la feria de San Juan de los La-
golpe al virrey. gos, en diciembre de 1810. Según el plan, Ig-
Es posible que la situación de crisis que se nacio Allende y Juan Aldama debían ocuparse
detonó a raíz de la invasión napoleónica y del de atraer a todos los oficiales y soldados en
vacío que dejó la ausencia de Fernando VII quienes tuvieran absoluta confianza y acordar
haya conducido a Ignacio Allende a tomar con ellos dirigirse en grupos al lugar señalado
decisiones que quizá no habría contemplado el 1 de diciembre. Una vez iniciado el movi-
en otras circunstancias. Entre los factores que miento en la feria, lo mismo debía verificarse
lo movieron a actuar estuvo el que viera la en todas las villas que estuvieran implicadas en
oportunidad de aprovechar la ausencia del rey la red de conspiraciones. Sin embargo, durante
para ganar mayores espacios para que el virrei- el juicio que se le siguió en Chihuahua,Allen-
nato consiguiera autonomía en los asuntos de de declaró que no se tenía un plan bien defi-
gobierno y los criollos tuvieran la posibilidad nido, sino que se seguía uno que le había plan-
20 PERSONAJES

teado el capitán Joaquín Arias y que consistía lo estimaba de alta lealtad, y más cuando vio la
en: “reunir cierto número de sujetos de dis- impunidad en que quedaron los que atentaron
tintas clases, los cuales hiciesen una represen- contra la persona del Sr. Yturrigaray [...]”
tación al virrey para que se le hiciese presente Es probable que los primeros insurgentes
lo referido, y solicitasen la formación de una creyeran que contaban con muchos apoyos y
Junta compuesta de regidores, abogados, ecle- que por eso se lanzaran a la insurrección. Des-
siásticos y demás clases con algunos españoles afortunadamente, desde el primer momento
rancios, cuya junta debía tener conocimiento fueron perceptibles las diferencias entre los
en todas las materias de gobierno, y por la caudillos. La tolerancia del robo y del saqueo
misma razón había de haber una comisión por parte de Hidalgo dio lugar a las prime-
de americanos en Veracruz que recibiesen las ras fricciones entre el párroco de Dolores e
correspondencias de España, porque se temía Ignacio Allende. Para Allende, el movimiento
que se interceptaba y no se manejaba bien la fe debía ser una campaña militar ordenada, aun-
pública, y no se manifestaba el verdadero esta- que pensaba que había que atraer a las clases
do de las cosas [...]” Empero, esta idea no pudo bajas. De todas formas, las proporciones que
concretarse, ya que al ser descubierta la cons- había alcanzado la revolución social quizá no
piración, cualquier plan se vio desplazado por las había imaginado. El movimiento insurgen-
la urgencia de actuar lo más rápido posible. te había tomado un rumbo muy distinto del
Cuando se le preguntó en el proceso acer- que él había previsto.
ca de las razones que lo movieron a actuar al El 28 de septiembre de 1810, los insurgen-
ser descubierta la conspiración, Allende dejó tes estaban ya en Burras, con 50 000 hombres
ver que nunca estuvo dispuesto a claudicar y y desde allí intimaron al intendente Juan An-
expresó que prefería morir antes que rendir- tonio Riaño. Hidalgo tomó Guanajuato a san-
se. Pero además explicó que aunque sabía muy gre y fuego y, después de la violenta toma de la
bien que levantarse en armas contra las legíti- alhóndiga de Granaditas, muchos de los apo-
mas autoridades era considerado un delito de yos que se esperaban de los miembros de la eli-
alta traición que merecía el mayor de los casti- te criolla se perdieron. Los simpatizantes que
gos, tenía buenos argumentos para justificar su tuvo el movimiento en un primer momento
conducta. Los conspiradores se habían levan- vieron con horror los alcances de las hordas de
tado contra un gobierno ilegítimo, el que se Hidalgo. Aun así, el ejército insurgente creció
había erigido tras los acontecimientos de 1808, mucho durante los primeros meses y, coman-
y por lo tanto no incurrían en el crimen de dado por Allende, consiguió vencer a las tropas
lesa majestad. Lo explicaba de esta manera: “El del coronel Torcuato Trujillo en el Monte de
declarante siempre ha estado en esa inteligen- las Cruces el 29 de octubre de 1810, aunque a
cia de que todo vasallo que haga armas contra un precio muy alto, ya que murieron más de
las legítimas autoridades incurre en el delito de dos mil de sus hombres. Después de este en-
alta traición, pero que habiendo faltado el rey cuentro, se presentó una de las más grandes
don Fernando Séptimo por la traición de su diferencias entre Ignacio Allende y Miguel Hi-
primer valido; y estar convencido de que este dalgo: Allende propuso aprovechar la victoria
segundo en el espacio de diez y ocho o más y tomar la ciudad de México, pero Hidalgo se
años de su valimiento había criado las autori- negó a entrar, decisión que resultaría definito-
dades, por cuya causa desconfiaba de las más ria para el destino del movimiento.
[...]” Entonces, Allende aseguraba que “lejos El 6 de noviembre de 1810, tras enfrentarse
de estimar que caía en delito de alta traición, a las fuerzas de Calleja en Aculco, los insurgen-
ARREDONDO Y MIOÑO, JOAQUÍN DE 21

tes sufrieron una fuerte derrota. Después de la el 21 de marzo de 1811. Allende intentó resis-
batalla, Allende se separó de Hidalgo y mien- tirse pero fue inútil; su hijo Indalecio murió
tras éste marchó rumbo a Valladolid y luego en el lugar, víctima de un balazo en el corazón.
hacia Guadalajara, el capitán de dragones se Los principales jefes insurgentes, en calidad de
dirigió hacia Guanajuato para intentar de- prisioneros, fueron conducidos a Chihuahua y
fenderla. Sin embargo, no fue posible evitar condenados a la pena capital. El generalísimo
que Calleja se echara sobre ella. Guanajuato Ignacio Allende fue pasado por las armas el 26
se perdió y Allende se dirigió a Guadalajara de junio de 1811 junto con el capitán gene-
para reunirse con Hidalgo. Ahí, las diferen- ral Mariano Jiménez, el mariscal Manuel Santa
cias entre los jefes insurgentes se harían más María y el teniente general Juan Aldama.
profundas pues, entre otras cosas, el cura dejó
de mencionar como parte de su causa al rey Adriana Fernanda Rivas de la Chica
Fernando VII. Además, las matanzas de penin-
sulares tuvieron mayores alcances, con plena Orientación bibliográfica
anuencia de Hidalgo.
La última batalla que Allende peleó junto Abad Arteaga, Benito, Rasgos biográficos de
al cura de Dolores tuvo lugar el 16 de enero don Ignacio Allende. Ed. facs. de la de San Mi-
de 1810, en Puente de Calderón, ante el ejér- guel de Allende, de 1852. Ed. conmemo-
cito comandado por Félix María Calleja del rativa 2003, año de don Miguel Hidalgo y
Rey. La derrota fue tremenda. Los insurgentes Costilla, Padre de la Patria. Guanajuato,Ar-
tuvieron que abandonar la ciudad que habían chivo General del Gobierno del Estado de
ocupado en diciembre y dirigirse al norte. En Guanajuato, Secretaría de Gobierno, 2003.
Pabellón, los jefes insurgentes obligaron a Hi- Jiménez Codinach, Guadalupe, “De alta leal-
dalgo a renunciar al mando para dejarlo en tad: Ignacio Allende y los sucesos de 1808-
manos de Allende. Esto se verificó como un 1811”, en Marta Terán y José Antonio Se-
acuerdo verbal, que no se hizo público para rrano, coords., Las guerras de independencia
que se siguiera pensando que Hidalgo era el en la América española. Zamora, El Colegio
jefe máximo de las tropas. El plan de Allende de Michoacán, 2002, pp. 63-78.
era marchar a Estados Unidos y aprovechar el Rodríguez Frausto, Jesús, Ignacio Allende y
apoyo con el que suponían que contaban en Unzaga, generalísimo de América. León, Ar-
las provincias del norte. chivo Histórico, Universidad de Guanajua-
En Coahuila, grupos de insurgentes que se to, 1969.
habían hecho firmes en aquellas regiones espe- Rubio Mañé, Ignacio, “Los Allendes de San
raban a los caudillos. Sin embargo, víctimas de Miguel el Grande”, en Boletín del Archivo
la traición del teniente coronel Ignacio Elizon- General de la Nación, octubre-diciembre de
do, fueron hechos presos en las Norias de Baján, 1961, pp. 518-555.

+ARREDONDO Y MIOÑO, JOAQUÍN DE +

Militar catalán, nació en Barcelona en 1768, 1807 como coronel del batallón fijo de in-
de ascendencia navarra, hijo del virrey del fantería de Veracruz. Su disciplina y dones de
Río de la Plata. Llegó a la Nueva España en mando le valieron ser enviado al noreste no-
22 PERSONAJES

vohispano para obstruir el paso de los rebel- to experimentado como el batallón fijo de
des que, después de la derrota en la batalla de Veracruz.
Calderón, huyeron hacia el septentrión novo- Texas se convirtió en motivo de preocupa-
hispano con pretensiones de pasar a Estados ción para la Corona española cuando, en 1803,
Unidos. Estados Unidos compró la Luisiana a Francia.
Arredondo llegó a las llamadas Provincias La situación desde entonces se presentó difícil
Internas en marzo de 1811 casi de forma si- en vista de que la frontera no estaba del todo
multánea al incidente en Acatita de Baján. A bien definida y los angloamericanos buscaban
su llegada, inmediatamente inició la represión afanosamente tierras para expandir su joven
con mano dura de todo vestigio insurgente en república.
la región sur del Nuevo Santander; también se Por otro lado, la proclividad de Texas ha-
dio a la tarea de restituir la institucionalidad cia la insurgencia había quedado de manifies-
perdida durante los meses de la insurgencia. to desde enero de 1811 con el levantamiento
Su primera incursión militar fue en la zo- en San Antonio de Béjar de Juan Bautista de
na norte de la Huasteca en donde, desde su Casas en contra del gobernador Manuel Ma-
llegada y hasta mediados de 1813, Arredon- ría Salcedo y el militar de más alto rango en
do reprimió a la insurgencia con la firmeza la frontera, Simón de Herrera. Después del
propia de un militar al servicio del rey y con “regreso” a la normalidad, como resultado de
aspiraciones de lograr cada vez mayores posi- las capturas de Acatita de Baján, la proclividad
ciones en la estructura administrativo-militar insurgente de Texas se hizo aún más evidente
de la Monarquía española. con el ingreso de Bernardo Gutiérrez de Lara
Y si éste era el caso, tal parece que Arre- al territorio desde la población fronteriza de
dondo cometió un grave error al desobede- Nacogdoches, con un grupo de insurgentes y
cer las órdenes del virrey Venegas de que se angloamericanos.
desplazara a Huauchinango, en Puebla. Los El asunto fue atendido por Arredondo,
estudiosos del personaje sugieren que la ins- quien de la Huasteca se desplazó a Aguayo
trucción del virrey respondía a quejas sobre en donde tomó su tiempo para ver cómo se
el comportamiento del coronel catalán, hecho desenvolvían los acontecimientos texanos. La
extraño en vista de que, desde los primeros caída de San Antonio de Béjar a manos in-
meses de 1812, Arredondo había ascendido a surgentes y el asesinato de Salcedo y Herrera
la posición de brigadier de los reales ejércitos. acicatearon a Arredondo a marchar con pron-
Es más probable que Venegas cometiera un titud a tierras texanas.
error táctico al ordenar a Arredondo que se Simón de Herrera había sido amigo per-
desplazara hacia el sur, error comprensible pa- sonal del comandante y después del virrey
ra un mandatario lejano al campo de batalla y Calleja; al momento de su muerte era tam-
con información muy limitada y fraccionada. bién el candidato virreinal para ocupar la
En cualquier caso, la decisión de Arre- Comandancia General de las Provincias In-
dondo de desobedecer las órdenes de Vene- ternas de Oriente, ocupada nominalmente
gas (decisión muy severamente criticada por por el propio Calleja. A la muerte de Herrera,
los historiadores de la época y la historiogra- a Arredondo se le confirió el mando de las
fía posterior) resultó ser correcta. Y es que Provincias Internas orientales. El triunfo en
en los primeros meses de 1813 la situación en la Batalla del Río Medina (agosto de 1813)
Texas exigía la atención de un militar con el confirmó a Calleja que había tomado la deci-
nivel del brigadier y al mando de un ejérci- sión correcta.
ARREDONDO Y MIOÑO, JOAQUÍN DE 23

Después de unos meses en Texas, en abril como hombre de su época, “ajustándose” a la


de 1814, Arredondo se desplazó a Monterrey. situación; incluso se adhirió al Plan de Igua-
Desde su llegada a las Provincias Internas a la cuando llegó a las provincias nororientales
principios de 1811, el brigadier catalán había en febrero de 1821. Pero era demasiado tarde;
tenido una relación bastante conflictiva con desde 1810 la región había simpatizado con la
las oligarquías regiomontanas por el desmedi- independencia y muchos grupos continuaban
do apoyo que habían proporcionado a Maria- albergando la esperanza de su consumación.
no Jiménez durante los meses insurgentes de Con la proclamación de la independen-
1810-1811. En parte por este motivo, cuando cia novohispana, Arredondo debió huir de las
Arredondo llegó a la capital neoleonesa rea- provincias nororientales. Casi a salto de mata
lizó una serie de acciones en contra de sus se trasladó a San Luis Potosí y de ahí a Tam-
habitantes. Por otro lado, ensoberbecido por pico, de donde zarpó hacia Cuba. Murió en
tantos triunfos militares, el comandante se 1837.
comportaba como verdadero mandatario vi- Luis Jáuregui
rreinal, lo que provocó dos acciones infruc-
tuosas por parte del virrey Apodaca en vistas a Orientación bibliográfica
su remoción.
Desde su llegada, Arredondo mantuvo la Herrera Pérez, Octavio, La zona libre: excep-
sede de la comandancia militar en la ciudad de ción fiscal y conformación histórica de la frontera
Monterrey, lo que en cierta forma explica la norte de México. México, Secretaría de Re-
relativa preeminencia de la misma en los años laciones Exteriores, Dirección General del
posteriores. De las acciones más destacadas de Acervo Histórico Diplomático, 2004.
Arredondo en el noreste novohispano des- Jáuregui, Luis, “Las tareas y tribulaciones de
pués de 1814, destaca su trabajo en contra Joaquín de Arredondo en las Provincias
de la invasión de Xavier Mina en 1817. Esta Internas de Oriente, 1811-1815”, en Ana
acción no sólo consistió en marchar a la cos- Carolina Ibarra, coord., La independencia
ta del golfo, también significó la organización en el septentrión de la Nueva España: provin-
de su financiamiento por la vía de una junta de cias internas e intendencias norteñas. México,
hombres importantes de Saltillo, Monterrey unam, Instituto de Investigaciones Histó-
y, en menor medida, Aguayo. A pesar de que ricas, 2010.
se le acusó de actuar con lentitud, razón por Morado Macías, César, “Monterrey: acto-
la cual Mina pudo internarse en el virreina- res políticos y fuerzas militares en torno
to, fue el brigadier quien empeñó su palabra al proceso de Independencia”, en Ana
a cambio de la rendición de los que quedaron Carolina Ibarra, coord., La independencia
en el fuerte de Soto la Marina: uno de ellos fue en el septentrión de la Nueva España: provin-
el padre Servando Teresa de Mier. cias internas e intendencias norteñas. México,
La restauración del liberalismo en la Nueva unam, Instituto de Investigaciones Histó-
España a inicios de 1820 muestra a Arredondo ricas, 2010.
24 PERSONAJES

+AZCÁRATE Y LEZAMA, JUAN FRANCISCO +

Juan Francisco Azcárate nació en la ciudad de cio, sino también amplió algunas de sus áreas
México el 11 de julio de 1767. Su padre fue y funciones, organizándolo en cuatro departa-
José Andrés de Azcárate y Aguirre Urreta, ori- mentos: escuela patriótica, hospicio de pobres,
ginario de Anzuola, provincia de Guipúzcoa, corrección de costumbres y partos reservados.
miembro de una hidalga familia vizcaína, y su Una de sus obras de mayor trascendencia
madre, María Manuela Lezama Meninde, ori- fue la representación que el Ayuntamiento
ginaria de la ciudad de México. presentó al virrey ante los acontecimien-
Juan Francisco Azcárate ingresó en 1780 tos que vivió la península en 1808. Azcárate
al Colegio de San Ildefonso, donde llevó cur- ejercía el cargo de regidor honorario cuando
sos de Latinidad, Filosofía y Jurisprudencia, llegaron a la Nueva España noticias de la abdi-
facultad de la que se graduó como Bachiller. cación del rey Carlos IV, la exaltación al trono
Continuó sus estudios en el Colegio de Santa de su hijo Fernando VII y las renuncias de Ba-
María de Todos los Santos. Sustituyó la cátedra yona en favor de Bonaparte. El Ayuntamiento
deVísperas de Cánones en la Real y Pontificia se reunió para decidir las acciones que debía
Universidad de México, institución en la cual ejecutar ante dichos acontecimientos, en su
fue nombrado consiliario por la rama de Artes carácter de “metrópoli y cabeza de todo el rei-
en 1787. En octubre de 1790 fue registrado no”. La resolución fue manifestar al virrey su
como abogado en la Real Audiencia, y el 20 interés en conservar los dominios americanos
de noviembre del mismo año fue aceptada su para sus legítimos soberanos, así como instarlo
documentación de ingreso al Ilustre y Real a que dictara las providencias necesarias para
Colegio de Abogados de México. ello. El 19 de julio se leyeron dos representa-
Fue miembro del Ayuntamiento de la ciu- ciones elaboradas para ese fin, una de Manuel
dad de México, corporación en la que tuvo de Acevedo y Cosío, marqués de Uluapa, y la
una larga carrera. En 1803 fue nombrado re- otra de Juan Francisco Azcárate.
gidor, cargo para el que fue reelecto en 1804. La primera estaba concebida en términos
Al parecer, su cercana relación con el virrey muy tradicionales, o al menos poco compro-
José de Iturrigaray influyó para dicha reelec- metedores. El marqués se limitaba a asegurar
ción, pero también fue fundamental la labor la lealtad de la ciudad al soberano y a señalar
que había venido realizando, por encargo de que las renuncias de Bayona habían sido re-
Cosme de Mier, en las obras iniciadas el 9 sultado del heroísmo de los monarcas, quienes
de abril para llevar a la ciudad el agua prove- deseaban evitar que los españoles se convir-
niente de las montañas de Cuajimalpa. tieran en víctimas de los franceses. El texto de
Azcárate desempeñó numerosas comisio- Azcárate estaba escrito en un tono muy dis-
nes como integrante del Ayuntamiento. El tinto. También protestaba mantener su jura-
2 de enero de 1804 fue designado abogado mento de fidelidad al rey y señalaba que las
de la ciudad. Además, la Junta Protectora del renuncias de la familia Borbón habían sido
Hospicio de Pobres lo nombró secretario; en arrancadas por la fuerza en un momento de
1806 propuso reformas para el gobierno de conflicto, pero afirmaba que, por tal razón, di-
dicha institución, que cristalizaron en las Or- chas abdicaciones eran nulas e insubsistentes
denanzas del 1 de julio de ese año. Con ellas por ser contra la “voluntad de la nación”, a la
no sólo modificó la reglamentación del hospi- que ninguno podía nombrarle soberano sin su
AZCÁRATE Y LEZAMA, JUAN FRANCISCO 25

consentimiento, ya que la monarquía española poli, como representante de todo el reino. Es-
era el mayorazgo de sus soberanos, fundado to, además de ir poniendo en juego el sentido
por la nación misma. Afirmaba que, por au- de algunos conceptos políticos fundamenta-
sencia del monarca, la soberanía representada les, cuestionaba a las autoridades virreinales,
residía en todo el reino y las clases que lo for- a las jerarquías territoriales, a las atribuciones
maban, en particular en los tribunales supe- de otros cuerpos y mostraba el mayor proble-
riores que lo gobernaban e impartían justicia, ma al que se enfrentaba toda la Monarquía
y en los cuerpos que llevaban la voz pública. hispana: la falta de una autoridad cuya legiti-
Igual que el marqués de Uluapa, Azcárate midad fuera indiscutible, a la que todos debie-
solicitaba que subsistiera el orden que el mo- ran obedecer.
narca había establecido antes de ser impedido, Las posibles novedades que de ahí se deri-
es decir, que se mantuvieran las leyes exis- vaban no pasaron inadvertidas para los inte-
tentes y que el virrey continuara al frente del grantes del Real Acuerdo, que se opusieron
reino, sin entregarlo a ninguna otra nación, a tales medidas. El Ayuntamiento y el virrey
ni a la misma España, mientras los monarcas propusieron entonces la formación de una
no estuvieran libres de Napoleón. Pero lleva- Junta General del reino, con representación de
ba el asunto más allá, al pedir que si al virrey los ayuntamientos. La convocatoria para dicha
lo ratificaban en su cargo los reyes estando en Junta no sólo fue rechazada por el Real Acuer-
Francia, o el emperador o el duque de Berg, do, sino también por otros cuerpos, tanto
Iturrigaray no debía obedecer ni cumplir esa ayuntamientos que se rehusaban a someterse a
orden, sino seguir en el gobierno por el nom- los de capitales de intendencia, como diversas
bramiento del reino. corporaciones que no fueron convocadas.
El cabildo acordó que fuera la segunda re- Pese a la oposición, el 9 de agosto de 1808
presentación la que se entregara al virrey, por se realizó la primera Junta General, en la que
comprender todos los puntos acordados por la participaron varios notables de la capital, entre
ciudad. El propio Azcárate fue el encargado de ellos Juan Francisco Azcárate. En el voto que
leerla ante Iturrigaray. Independientemente emitió el 6 de septiembre de 1808, se pronun-
de si dicha representación llevaba intenciones ció para que no se reconociera a la Junta de
independentistas o autonomistas, es induda- Sevilla y para que se convocara a un congreso
ble que, aunque se mantenía en el marco le- vigilante. Sostenía que, dado que Sevilla estaba
gal de la monarquía y en los lenguajes que en incorporada a la Corona de Castilla del mismo
ese momento eran aceptables, contribuyó a modo que lo estaba la Nueva España, no podía
las muchas transformaciones del orden polí- obedecer a dicha junta sin recibir orden de la
tico que se suscitaron en el reino a partir de Junta de Castilla.Además, afirmaba que la Jun-
entonces. Las más importantes fueron mostrar ta General por sí sola no representaba al reino,
a la Nueva España como parte de la nación por lo que era preciso consultar cualquier me-
española y señalar que al Ayuntamiento y de- dida con él, a través de una Junta de Ciudades
más corporaciones que integraban el reino y Villas.
competía encargarse de la soberanía, para con- Una vez más, estos argumentos evidencia-
ser varla en depósito al monarca. Con ello, el ban la ausencia de una autoridad indiscutible,
Ayuntamiento no sólo se adjudicó el derecho amén de que la propuesta de Azcárate alteraba
a representar a la ciudad, a la que en realidad en las jerarquías territoriales al convocar a todas las
ese momento nadie representaba del todo, si- ciudades y villas. Pero también dejaba a las au-
no también se erigió, en su carácter de metró- toridades novohispanas sin superiores a quienes
26 PERSONAJES

rendir cuenta de sus actos. De modo que, tu- estallido de la insurgencia. En dicha obra exal-
vieran o no el Ayuntamiento y el virrey inten- tó las bondades de la Corona e instó a espa-
ciones independentistas, en términos prácticos ñoles peninsulares y americanos a permane-
la erección de esos órganos de autogobierno cer unidos entre sí y con España, advirtiendo
los dejaba actuar de manera independiente. A que la división atentaba contra la seguridad
ello se opuso nuevamente el Real Acuerdo, misma del Estado. Azcárate no se mostró en-
que temeroso de que dicha medida condujera tonces proclive a la insurgencia ni a la rup-
a la sedición y a la destrucción de la monar- tura con la península, aunque sin duda sí lo
quía, prefería reconocer a la Junta de Sevilla. era del autogobierno, pero en el marco de la
Esto contribuyó a que una medida que en Es- Monarquía.
paña había sido aceptada —la formación de Mientras tanto, su causa siguió su curso
juntas—, en la Nueva España fuera calificada hasta que, el 10 de septiembre de 1811, la Jun-
como intento de infidencia. ta de Seguridad y Buen Orden resolvió que
La situación se complicó porque otros per- quedara finiquitada, con el total olvido y res-
sonajes, como Melchor de Talamantes y Jaco- titución del buen concepto que tenía antes de
bo de Villaurrutia, estaban preocupados ante los acontecimientos de 1808.
la posibilidad de que el virrey se erigiera como Al año siguiente fue fiscal y vicepresiden-
autoridad absoluta si la junta quedaba integra- te de la Academia de Jurisprudencia Teórico
da por sus partidarios, por lo que el apoyo se Práctica, a cuyos estatutos propuso reformas
dividió. Los resultados fueron infaustos para que tenían como objeto principal adaptar su
Azcárate. Un grupo armado comandado por funcionamiento a las realidades novohispa-
Gabriel de Yermo destituyó a Iturrigaray y lo nas y ajustar los ejercicios literarios a la edad y
encarceló. Azcárate fue aprehendido la noche circunstancias de los alumnos, impartiéndoles
del 15 de septiembre de 1808, por orden del materias como Oratoria, Bellas letras, Derecho
Real Acuerdo, y el 27 fue llevado al conven- patrio y Derecho de las Cortes gaditanas. Dos
to de Betlemitas. Ahí permaneció hasta que, años más tarde, el 26 de octubre de 1814, por
a principios de 1809, sufrió un severo ataque superior oficio del virrey Félix María Calleja,
de epilepsia, por lo que fue trasladado a su casa, se le restituyó su nombramiento como regi-
donde estuvo arrestado mientras se le seguía dor honorario.
causa por el delito de infidencia. En ese lapso Durante el sexenio absolutista continuó su
murieron tres de sus hijos y su situación eco- labor como abogado y ocupando cargos en el
nómica fue precaria. No obstante, su familia Ayuntamiento, amén de diversas comisiones,
permaneció fiel a la Corona y al gobierno vi- como ser vocal de la Junta del Fondo Piadoso
rreinal; sus hijos Juan María y Felipe sirvie- de las Californias y miembro de la Junta de
ron en las filas realistas, mientras José Ignacio y Sanidad, en la que destacó por el dictamen en
Manuel se mantuvieron en sus destinos ecle- el que ordenaba a los médicos recetar en cas-
siásticos, recibiendo elogios y distinciones de tellano.
las autoridades. Sobresalió de nuevo en la vida pública en
Pese a encontrarse aún en juicio, en octu- 1821. Fue uno de los firmantes del Acta de In-
bre de 1810, Antonio Torres Torrijo, rector del dependencia, formó parte de la Suprema Junta
Colegio de Abogados, encomendó a Azcárate Provisional Gubernativa y de la Comisión pa-
que elaborara una alocución que fijara la pos- ra la Preparación del Código Civil. En julio de
tura del colegio ante la creciente división de 1822 fue nombrado Caballero de Número
la sociedad novohispana,que empeoraba con el de la Orden Imperial de Guadalupe. Fue ade-
AZCÁRATE Y LEZAMA, JUAN FRANCISCO 27

más socio fundador de la Sociedad Económi- fuera nuevamente enviado a prisión por un
co-mexicana de Amigos del País. artículo que publicó en el Águila Mexicana en
Su relación con Iturbide fue muy cercana; contra de Vicente Guerrero.
no sólo asistió como invitado a su coronación En 1830 su salud comenzó a empeorar,
sino que fue nombrado presidente de la Co- aunque a pesar de ello apoyó las pretensio-
misión de Relaciones Exteriores. En tal carác- nes de Gómez Pedraza de regresar a Méxi-
ter elaboró, a finales de ese año, un dictamen co y alcanzar la presidencia que le había sido
sobre la política exterior que debía seguir arrebatada en 1828. Finalmente, a los 63 años
el gobierno de Agustín I, en el que advertía el de edad, Juan Francisco Azcárate falleció el
cuidado que debía tenerse por las intenciones 31 de enero de 1831, en la ciudad de Méxi-
expansionistas de Estados Unidos; pedía que si co. Le sobrevivieron su esposa y varios hijos,
España reconocía la independencia se le tra- algunos de ellos muy destacados, como Juan
tara con preferencia y proponía una estrecha María, quien continuó con su sobresaliente
relación con los países de América del Sur. En carrera militar, y Miguel María, quien fue go-
1822 se entrevistó con Joel R. Poinsett, en- bernador del Distrito años más tarde. Su hija
viado por el gobierno norteamericano para Josefa recibió, en 1834, de parte de la Comi-
conocer las circunstancias del Imperio; años sión de Justicia, una pensión de 2 000 pesos,
después aseguró que desde entonces Poinsett en atención a los importantes servicios que su
le hizo saber el interés que su gobierno tenía padre prestó a la independencia.
en Texas.
También desempeñó diversas actividades María Eugenia Vázquez Semadeni
durante la República federal. Siguió ocupando
cargos en el Ayuntamiento, promovió en 1825 Orientación bibliográfica
la formación de una compañía en Londres
para la explotación de minas en Guanajuato, Ávila, Alfredo, “‘Sujetar al virrey’: 1808 en
fue orador en la celebración del 16 de septiem- Nueva España”, en Metapolítica, núm. 61,
bre de 1826 y miembro de la Junta Patriótica septiembre-octubre de 2008, pp. 56-61.
de 1827, amén de ser parte de la comisión para Flores D., Jorge, “Apuntes para una historia
obtener fondos para reponer el bergantín Gue- de la diplomacia mexicana. La obra prima,
rrero. Pero su actuación pública en este perio- 1810-1824”, en Estudios de Historia Moder-
do tampoco estuvo exenta de problemas. En na y Contemporánea de México, vol. 4, 1972,
1823, su hija Juliana había contraído matri- pp. 9-62.
monio con otro destacado iturbidista, Manuel Ortiz Escamilla, Juan, “La ciudad amena-
Gómez Pedraza, y esa relación dio lugar a que zada, el control social y la autocrítica del
fuera recusado como asesor de la causa que la poder. La guerra civil de 1810-1820”, en
esposa de Manuel Negrete entabló contra Pe- Relaciones, Estudios de Historia y Sociedad,
draza, a que fuera muy criticado por denun- núm. 84, vol. xxi, otoño de 2000.
ciar algunos escritos publicados en 1827 en Sosa, Francisco, Biografía de mexicanos distin-
contra de su yerno e incluso a que en 1828 guidos. México, Porrúa, 1986.
28 PERSONAJES

+BERGOSA Y JORDÁN, ANTONIO +

Nació en Jaca (Aragón) en el norte de Espa- Madrid, en 1776,“habiéndose hecho las prue-
ña, hijo de una familia de la baja nobleza, sin bas de legitimidad y limpieza de sangre”. Des-
influencia ni poder. Intelectualmente capaz, se de ese momento, Bergosa subió no por la ruta
graduó en dos universidades principales de Es- de canonjías o parroquias, sino por el Santo
paña y encontró un patrón poderoso en el obis- Oficio. En agosto de 1779, se le nombró in-
po de Salamanca (1763-1784) Felipe Beltrán, quisidor apostólico fiscal de México y Beltrán
valenciano ilustrado, regalista y reformador de le autorizó pasar a Cádiz para embarcar. Lle-
la época de Carlos III. Aunque preparaba su gó a México y ejerció su nuevo puesto has-
carrera en España, Bergosa alcanzó sus mayores ta que Carlos IV lo presentó para la diócesis
puestos en la Nueva España, desde 1780 has- de Oaxaca, en octubre de 1800. Se sabe poco de
ta 1817, como inquisidor fiscal (1780-1801), sus 20 años en la Inquisición de México. En
obispo de Antequera de Oaxaca (1801-1812; abril de 1784, pidió al rey su traslado a Espa-
1815-1817), y arzobispo electo de México ña, debido a su mala salud y para cuidar a su
(1813-1815). No era una figura físicamente madre mayor de 70 años de edad, sola después
distinguida y pasó gran parte de su tiempo en la de la muerte de sus tres hermanos, que servían
Nueva España porque sufría de mala salud. No en regimientos de infantería diferentes (por
obstante, llegó a ser uno de los obispos más im- lo menos uno de ellos en la Nueva España),
portantes de Oaxaca y un personaje central en y con las dos hijas religiosas de Santa Clara en
la contrainsurgencia, en defensa de la unidad Huesca. En 1790, sin embargo, lo encontramos
de la Monarquía hispana, aun si eso implica- todavía en México, publicando, con otros tres
ba cooperar con el constitucionalismo gadita- inquisidores, un edicto contra libros prohi-
no de 1810-1814. Sin embargo, pagó un duro bidos. En 1796, Carlos IV le confirió la Cruz
precio por su lealtad al rey Fernando VII, quien de Caballero de la Real Orden Española de
se rehusó a sancionar su elevación a la arqui- Carlos III.
diócesis de México a la que había sido nom- En 1800, Oaxaca era una diócesis con 198
brado por el Consejo de Regencia en 1811. curatos; la provincia era 88% indígena y se
Rehabilitado en 1817, murió como arzobispo hablaban 22 lenguas. Fue un poco extraño
de Tarragona, primado de Cataluña. que el gobierno metropolitano eligiera co-
Bergosa se graduó en Leyes y Cánones en mo obispo a un inquisidor que nunca había
la Universidad de Salamanca en 1768 y recibió tenido experiencia en las parroquias. Quizás
el grado de Doctor en Cánones de la Universi- el precedente fue el caso del obispo José Gre-
dad de Valencia en 1771. Regresó a Salamanca gorio de Ortigoza (1775-1792), previamente
e hizo varias oposiciones a cátedras, pero sólo inquisidor general de la Nueva España, aun-
consiguió el puesto de canónigo doctrinal de que él había actuado como arcediano de la ca-
la catedral de Tarragona, en 1772 o 1773. Su tedral de Sigüenza. Bergosa llegó a Antequera
patrón, Beltrán, ahora inquisidor general en abril de 1802. Ana Carolina Ibarra escribe
(1774-1784), lo describe como “nuestro cape- que:“entre 1802 y 1812, Bergosa contó con un
llán y familiar”, y lo autorizó, en septiembre de cabildo catedralicio mayoritariamente criollo
1774, a administrar los sacramentos en su dió- y con antecedentes académicos sobresalientes”
cesis, luego de conseguirle la posición de rela- en Oaxaca, que tenía trece miembros, lo que
tor general del Consejo de la Inquisición en contrasta con los 27 del cabildo eclesiástico de
BERGOSA Y JORDÁN, ANTONIO 29

Puebla. Según José Luis González M., la ima- denunció a los “clérigos apóstatas, represen-
gen de Bergosa y Jordán entre 1802 y 1813 es tantes del diablo”, que llevaron la guerra civil
la de reformador identificado con la Iglesia de a la Iglesia y a la patria, llamando a todos los
Carlos III —su proyecto de reformas proviene cristianos verdaderos a oponerse a ellos. Ber-
del encuentro de la pastoral católica y las re- gosa intentaba formar un batallón que incluía
formas borbónicas. no sólo a laicos sino también a clérigos bajo el
Entre 1802 y 1807, Bergosa hizo cuatro vi- mando del canónigo lectoral Josef San Martín,
sitas a la diócesis y pasó por 140 curatos. Man- para combatir a los insurgentes en la Mixteca.
dó a los párrocos un cuestionario sobre las El 23 de noviembre de 1811, el Segun-
condiciones sociales y religiosas, y los ingresos do Consejo de Regencia, en Cádiz, lo desig-
de sus parroquias, datos valiosos para los in- nó arzobispo electo de México, después de la
vestigadores actuales. En 1805, Bergosa pidió muerte, en marzo de 1811, de Lizana y Beau-
otra vez su traslado a España por razones de mont (virrey en 1809-1810). La influencia del
mala salud, exacerbada por los rigores de la vi- antiguo oidor de México, Ciriaco González
sita. Su archivo aporta detalles de sus enferme- Carvajal, partidario del golpe de septiembre de
dades en 1806 y 1810. Debido a ellas, declinó 1808, parece haber sido decisiva en la Cámara
su promoción al arzobispado de Guatemala en de Indias en España. A solicitud del intenden-
1810 y argumentaba, al mismo tiempo, que te y el Ayuntamiento, Bergosa se detuvo en
continuar en Oaxaca era necesario por la de- Oaxaca, debido a la amenaza de los insurgentes
teriorada situación política en Nueva España. al valle central, pero el peligro de caer en sus
En Oaxaca, Bergosa formaba una alianza manos ocasionó su fuga al reino de Guatemala,
táctica con los comerciantes principales co- con el propósito de llegar finalmente a Vera-
nectados con los del consulado de México, cruz y México. El 25 de noviembre de 1812,
principal opositor a las reformas comerciales Morelos tomó Antequera.
borbónicas. Esta alianza alcanzó su madurez Bergosa asumió las funciones de arzobis-
durante la crisis imperial de 1808, cuando el po electo desde marzo de 1813, actuando en
obispo apoyó un movimiento popular en la consorcio con el virrey Calleja (1813-1816).
ciudad, con la participación de todos los ve- Su labor contra la insurgencia continuó al en-
cinos y autoridades prominentes, para jurar viar una misión apostólica a la ciudad de Que-
el 17 de agosto de 1808 al nuevo rey, Fernan- rétaro en 1813-1814 para combatir las ideas
do VII, en cautividad en Francia, mientras que separatistas. Junto al virrey, el arzobispo electo
el virrey Iturrigaray discutía la cuestión en estaba preparado para cooperar con el sistema
Junta General en México. Evidentemente, el constitucional como la única manera, en esa
obispo apoyó el derrocamiento del virrey en época, de mantener la unidad de la Monarquía.
la noche del 15 de septiembre, efectuado por El 10 de junio de 1813, su carta pastoral a los
miembros del consulado. Debido a la muerte obispos aparentemente justificó como “opor-
del intendente reformista Antonio de Mo- tuno” el decreto de las Cortes (22 de febrero
ra y Peysal, en marzo de 1808 Bergosa llegó de 1813) para la extinción de la Inquisición.
a ser la autoridad más poderosa en Oaxaca. Bergosa argumentó que la Constitución de
El estallido de la insurrección de Hidalgo en el 1812 garantizaba la exclusividad de la religión
Bajío le enfureció por la amenaza a la unidad católica. El 18 de julio de 1813, predicando
de la Monarquía. Una serie de edictos episco- en la catedral con motivo de la elección de
pales, escritos en 1811 y 1812, la condenaron diputados, celebró la apertura de las Cortes,
en fuertes términos. El 11 de enero de 1811, la legitimidad del Consejo de Regencia y el
30 PERSONAJES

decreto que declaraba las provincias america- decir difamación” (9 de septiembre de 1816).
nas “parte integrante de la Monarquía española Mientras tanto, participó en la degradación y
con igualdad a las de la España europea”. Es- el proceso contra Morelos en diciembre de
tas dos fallas le costaron la confirmación de 1815 y consagró al arzobispo que le sucedió, el
su título de arzobispo, cuando Fernando VII canónigo Pedro de Fonte, en junio de 1816.
regresó a la península y nulificó la obra de las La Real Orden del 24 abril de 1816 le exo-
Cortes en mayo de 1814. neró parcialmente. Fonte le informó, el 8 de
El rey restableció el Consejo de Indias (2 de septiembre, que el rey le había concedido vol-
junio de 1814) en su forma de 1808 y nombró ver a España, y Calleja le dio su pasaporte el 10
al amargo enemigo de las Cortes, el mexicano de septiembre. Se marchó diez días después. El
(residente en España) Miguel de Lardizábal y rey expresó su confianza en él y, en agosto de
Uribe, ministro universal de Indias. Debido a 1817, lo nombró primado de Cataluña, arzo-
su influencia, la consulta de la Real Cámara bispo de Tarragona, otorgándole la Gran Cruz
de Indias del 19 diciembre de 1814 rechazó la de la Orden de Isabel la Católica. Bergosa lle-
confirmación de Bergosa, y el rey le ordenó gó a Tarragona en febrero de 1818.
volver a Oaxaca en su categoría de obispo. El
21 de julio de 1814, el rey restableció la Inqui- Brian Hamnett
sición, que comenzó a funcionar en México
desde enero de 1815. Orientación bibliográfica
Bergosa nunca volvió a Oaxaca y se retiró al
convento de los carmelitas descalzos, en Méxi- Gómez Álvarez, Cristina y Francisco Téllez
co, para preparar su defensa. Recibió el fuerte Guerrero, Una biblioteca obispal: Antonio
apoyo del consulado (4 de abril de 1815), de Bergosa y Jordán, 1802. Puebla, Benemérita
Melchor Álvarez (30 de julio de 1815), quien Universidad Autónoma de Puebla, Instituto
retomó Antequera en marzo de 1814, y de de Ciencias Sociales y Humanidades, 1997.
muchas otras figuras importantes, como el vi- González M., José Luis, Encrucijada de lealta-
rrey Calleja. Bergosa describió cómo lo había des: don Antonio Bergosa y Jordán: un aragonés
tratado el gobierno metropolitano en una car- entre las reformas borbónicas. Zaragoza, No-
ta a aquél, el 3 de mayo de 1815: “para mí una valia Electronic Editions, 2005.
degradación infamante, y para este público un Hamnett, Brian R., Política y comercio en el sur
general escándalo, sin que ni uno ni otro sepa- de México, 1750-1821. México, Instituto
mos la causa de novedad tan nunca vista; y ha Mexicano de Comercio Exterior, 1976.
sido también un triunfo para los insurgentes Hamnett, Brian R.,“La iglesia de Oaxaca du-
descubiertos en América y para los encubier- rante las primeras décadas del siglo xix”,
tos en España”. El mismo día mandó una larga en María de los Ángeles Romero Frizzi,
defensa al rey:“se me ha despojado sin oírme”. comp., Lecturas históricas del estado de Oaxa-
Argumentó que su rechazo implicaba que los ca. Oaxaca, Gobierno del Estado de Oaxa-
insurgentes tenían razón cuando cuestionaron ca/inah, 1990, t. iii, pp. 71-82.
la legitimidad del Consejo de Regencia y que Ibarra, Ana Carolina, Clero y política en Oaxa-
su apoyo al gobierno constitucional resultó del ca. Oaxaca, Instituto Oaxaqueño de las
deseo de preservar la unidad de la Monarquía Culturas, 1996.
y no porque fuera constitucionalista. Bergosa Ibarra, Ana Carolina, El cabildo catedral de An-
decidió volver a Madrid para vindicar en per- tequera de Oaxaca y el movimiento insurgente.
sona “mi desaire público y deshonor, por no Zamora, El Colegio de Michoacán, 2000.
BERISTÁIN Y SOUZA, JOSÉ MARIANO 31

Ibarra, Ana Carolina, coord., La independencia Torres Puga, Gabriel, Los últimos años de la
en el sur de México. México, unam, Instituto Inquisición en la Nueva España. México, Po-
de Investigaciones Históricas, Dirección rrúa/inah, 2004.
General de Asuntos del Personal Académi-
co, 2004.

+BERISTÁIN Y SOUZA, JOSÉ MARIANO +

Canónigo y deán de la catedral de México; los jesuitas y exponer en su diócesis la necesi-


literato ilustrado, bibliógrafo emprendedor y dad de restablecer la unidad de la Iglesia.Al ser
publicista polémico. En sus numerosos escri- elevado a la mitra de Valencia, Fabián y Fue-
tos dio muestra de lo que Ernesto de la Torre ro llevó consigo al joven Beristáin, quien ya
Villar, uno de sus principales biógrafos, califi- estaba convencido de emprender una carrera
có de “fe hispanista”. Defendía las virtudes de académica y eclesiástica.
una monarquía española construida a ambos Beristáin ratificó su grado de Bachiller
lados del Atlántico y sostuvo ese principio de en Valencia y, a los 25 años, recibió el grado
hispanidad durante la crisis política que co- de Doctor en Teología ante el claustro de esa
menzó en 1808. universidad. Probablemente en ese periodo
Nació en Puebla de los Ángeles el 22 de for mativo tuvo su primer contacto con la Bi-
mayo de 1756. Fueron sus padres Juan Anto- bliotheca Mexicana, de Juan José de Eguiara y
nio de Beristáin y Souza, criollo de Tehuacán, Eguren. El sabio criollo sólo había conseguido
fallecido tempranamente, y Lorenza Rome- publicar el primer tomo de su erudito catálo-
ro y Fernández de Lara, quien solía organizar go bibliográfico y Beristáin se propuso com-
tertulias literarias a las que concurrían “ami- pletar la obra algún día. En 1782 fracasó en su
gablemente unidos jesuitas, dominicos y clé- intento de ocupar una canonjía en Valladolid,
rigos palafoxianos”. José Mariano realizó sus pero, en compensación, consiguió una cátedra
primeros estudios en el colegio de San Jeró- en la universidad de esa ciudad española, mis-
nimo de Puebla y pasó después al seminario ma que desempeñó hasta 1788. Por entonces
diocesano de San Juan, o “seminario pala- destacó también como literato y fundador del
foxiano”, que regía el extremeño José Pérez primer periódico vallisoletano, El Diario Pin-
Calama. Este último reconoció la inteligencia ciano, en el que consignó elogios críticos y jui-
del joven estudiante y comenzó a favorecerlo. cios severos sobre obras literarias. Sobresale, en
Años después, Beristáin afirmaría que debía particular, su acerba invectiva contra los villan-
su suerte al afecto singular que le había pro- cicos navideños, que le parecían de mal gusto
fesado ese rector, “genio benéfico al progreso y poco edificantes para un espíritu religioso.
y buen gusto de los estudios”. Graduado de Su labor periodística y su deseo de fama
Bachiller a los 16 años y recomendado por el lo acercaron a la república de las letras. Formó
rector del seminario, Beristáin se convirtió en parte de la Real Sociedad de Amigos del País
protegido del obispo Francisco Fabián y Fue- y de otras sociedades literarias. No obstante, su
ro, quien debió instruirlo en la lealtad a España estancia en la península no estuvo exenta de
y en los principios regalistas, pues tuvo aquel suspicacias.Tenía una conducta demasiado re-
prelado el encargo de justificar la expulsión de lajada para el estado eclesiástico; frecuenta-
32 PERSONAJES

ba el teatro y mantenía una amistad estrecha En 1794 pasó nuevamente a la Nueva Es-
con las comediantes. Gustaba de vestir como paña en compañía del marqués de Brancifor-
laico y se ganó fama de libertino. En Madrid, te y su esposa, Antonia Godoy, hermana del
la Inquisición lo reprendió ligeramente por primer ministro, cuando España se encontra-
haber leído y retenido un libro prohibido. En ba enfrascada en una guerra contra la Francia
Valladolid se vio obligado a cerrar su diario, revolucionaria. Ese mismo año, habiéndose
al parecer, por ciertos pasajes polémicos que posesionado ya de su plaza de canónigo, pro-
ocasionaron, al igual que su conducta relaja- nunció un sermón que ha sido considerado
da, una averiguación inquisitorial que, para su por Carlos Herrejón como un parteaguas en
fortuna, no prosperó. Para entonces, Beristáin la retórica sagrada de la Nueva España. Habían
buscaba acercarse a la esfera del poder. Su es- vuelto los tiempos de guerra santa y Beris-
tilo lisonjero y su egolatría descollaban ya en táin invitaba a los feligreses a dar muestras de
quien publicaba adulaciones a los poderosos y lealtad a la religión y al monarca. Sus arengas
no tenía reparo en colocar más de trece títu- exacerbaron el discurso antifrancés, pero fue-
los después de su nombre. En 1785, dio a la ron también blanco de críticas. Para entonces,
imprenta madrileña una Oración fúnebre al in- su fe regalista se confundía con una adulación
fante Luis Antonio Borbón, que consiguió que le provocó animadversión en la Nueva
reimprimir en Puebla un año más tarde. En España. En diciembre de 1795, al término
1789, instalado en Madrid, pronunciaba e im- de la guerra con Francia, decoró el balcón de
primía elogios a Carlos IV, que contribuyeron su casa con versos dedicados a Godoy, recién
a su acomodo en la jerarquía eclesiástica. Al nombrado Príncipe de la Paz. El gesto provo-
año siguiente recibió una plaza en el cabildo có la indignación de varios individuos de la
eclesiástico de Vitoria, pero prefirió probar capital, que divulgaron versos ofensivos en los
suerte en América. Sin renunciar a su canonjía, que lo tildaban de “adulador” y “barbero”. Al
acompañó al recién electo obispo de Puebla, mismo tiempo, un reconocido abogado, Juan
Salvador Biempica, con la esperanza de trocar Nazario Peimbert, colgó en su casa unos ver-
su plaza por otra en el cabildo de su ciudad sos de agradecimiento a la Virgen de Guada-
natal. Al no conseguir su objetivo, se embarcó lupe, en contraposición a los del canónigo.
nuevamente hacia la península. En el trayecto A este ataque se sumó una denuncia contra
padeció un naufragio que estuvo a punto de Beristáin ante la Inquisición de México, pero
costarle la vida. Después de once meses, logró este tribunal la descartó por improcedente.
arribar a La Coruña y publicar en Madrid el En 1796 se colocó la estatua ecuestre pro-
recuento de ese accidentado viaje. Al relatar visional de Carlos IV, que se solemnizó con
su extraordinaria supervivencia en una isla de un sermón de gracias a cargo del canónigo
las Bahamas, no perdió la ocasión de aseverar Beristáin:“Yo no vengo a adular sino a referir”,
que la lealtad al monarca había prevalecido advirtió en él, anticipándose a la crítica y sos-
entre los náufragos, “desde el comandante teniendo, con san Juan Crisóstomo, que no era
hasta el último paje de escoba”, pues “en tan adulación el elogio a los reyes. En ese mismo
críticos lances cuidaron más de los cajones de sermón advirtió el riesgo que corría la penín-
pliegos [reales] que de los sacos de pan”. Esta sula por el estado de guerra en Europa y es-
singular aventura lo acercó más a la corte y, peculó sobre un posible traslado de la familia
sobre todo, al primer ministro, Manuel Godoy, real a la Nueva España:“Aquí estás, tú, México,
quien premió sus méritos y servicios con una con un trono de corazones preparado para tus
canonjía en México. príncipes [...] ¡Qué excesos no harías para
BERISTÁIN Y SOUZA, JOSÉ MARIANO 33

recibir en tus puertos, conducir a esta capital y cia. El discurso hispanista dejó de ser mera
colocar en tu palacio sus personas!” En el ápice retórica y se convirtió en un arma esgrimida
de su retórica, afirmaba que el reino ameri- en el púlpito y en la imprenta. En 1810 fir-
cano recibiría a los doce millones de españo- mó como abad de la congregación de San
les que poblaban la península, en caso de que Pedro, compuesta por sacerdotes naturales de
ésta sucumbiera ante una invasión. “Temblad la ciudad y el arzobispado de México, una pro-
entonces, naciones todas del universo [...] No clama en la que se comprometían a “dedicarse
os atreváis jamás a pensar en que salga [el rey] con el mayor empeño en confesionarios, en
huyendo de vuestros ejércitos, porque ese día los púlpitos y en las conversaciones públicas
os dejará la península, para que en ella y vues- y privadas, a inspirar y mantener en el pueblo
tros continentes seáis los esclavos hambrientos fiel de esta capital el horror a la diabólica em-
del soberano emperador de México”. Ocho presa y proyectos de aquellos delincuentes fac-
años después, cuando se estrenó la estatua de- ciosos”. En 1811 publicó unos largos Diálogos
finitiva del rey, fundida en bronce, el canónigo patrióticos, con un estilo ameno y poco usual
promovió la celebración de un concurso de en las letras americanas. El personaje princi-
odas al rey, al ex virrey Branciforte y al escul- pal, Filopatro, mostraba las contradicciones
tor, Manuel Tolsá. Los versos se publicaron en de sus interlocutores y los convencía de la in-
una curiosa colección titulada Cantos de las existencia de agravios por parte de España. La
musas mexicanas. división entre gachupines y criollos era, en
En 1808, Beristáin era una de las voces más su opinión, producto de la incomprensión y
importantes de la ciudad de México, pero se causa de una destructora discordia. Sostenía
vio comprometido por su cercanía con Go- que los americanos habían tenido grandes
doy y el virrey José de Iturrigaray. Cuando oportunidades de ascenso en el conjunto de
éste fue hecho prisionero por los comercian- la monarquía hispánica y llegó a sostener que
tes y grupos de patriotas en connivencia con el término “español” debía incluir a mulatos,
algunos miembros de la Audiencia, el canóni- indios y castas. Publicó también, en colabo-
go fue apresado por considerársele demasiado ración con otros personajes, en El amigo de la
cercano a la familia del virrey. Más allá de esto, Patria (26 números entre 1812 y 1813) y en
es muy dudoso que simpatizara con las ideas El Verdadero Ilustrador Americano (diez números
de Talamantes, Azcárate o Primo de Verdad. en 1812), en el que impugnaba al periódico
Tras su liberación, casi inmediata, Beristáin se insurgente de José María Cos.
esforzó por demostrar que su lealtad a España En 1812 su hermano Vicente, que había
estaba muy por encima de su adulación y sim- sido almirante real, se alistó en la insurgencia,
patía por aquel ministro que había entregado pero, bajo sospechas de traición, fue fusilado
el reino a los franceses. Así, en 1809 publicaba por el jefe rebelde José Francisco Osorno. José
su Discurso político-moral y cristiano en el que Mariano Beristáin, por el contrario, consolidó
exaltaba la fuerza de la “nación española”, pre- su autoridad bajo el mandato de Félix María
sente a ambos lados del Atlántico; subrayaba la Calleja. En 1813, convertido ya en deán de la
necesidad de mantener la unidad entre crio- catedral, recibió los mayores elogios de este
llos y gachupines y elevaba sus plegarias para virrey, quien llegó a afirmar que el eclesiástico
conseguir “el exterminio del seductor del or- merecía “el primer lugar” entre quienes defen-
be”, Napoleón Bonaparte. dían la “justa causa”, pues “ninguno ha atacado
Iniciada la insurrección de Hidalgo, Beris- más de frente la rebelión y sus secuaces”. Fue
táin se mostró acérrimo opositor a la insurgen- también presidente de la junta de censura y
34 PERSONAJES

dio su aprobación para la publicación de una a la junta eclesiástica que ese mismo año revisó
serie de escritos polémicos que acercaron a los la causa contra el líder insurgente José María
americanos el debate de las Cortes de Cádiz. Morelos y decretó su degradación eclesiástica.
En ese tiempo se mostró favorable al constitu- En 1816, pensó en viajar de nuevo a España,
cionalismo y a los principios de libertad que pero el agravamiento de su enfermedad se lo
esgrimían las Cortes. impidió. Ese mismo año pudo ver impreso el
A pesar de las turbulencias, o inspirado primer tomo de su Biblioteca, que dedicó, con
por ellas, se esforzó por completar su magna sus fuerzas desfallecientes, al restablecido so-
obra, la Biblioteca hispanoamericana, a partir de berano: “Quiero cerrar mis ojos y entrar en el
los manuscritos inéditos de Eguiara y Eguren. sepulcro con la gloria de haber puesto el nom-
En esa tarea, tan difícil como ambiciosa, el sa- bre de vuestra majestad en la portada de este
bio mexicano dio muestra de su gran capaci- monumento”. Beristáin falleció en 1817, cua-
dad de trabajo y logró completar el catálogo tro años antes de la independencia de México
de libros, sermones y folletos, manuscritos e y de que el tercero y último volumen de su
impresos de los principales autores de la Amé- obra saliera a la luz pública.
rica Septentrional, en orden alfabético. No
obstante, la obra tuvo características peculia- Gabriel Torres Puga
res y un propósito distinto al de Eguiara.
Mientras éste había glorificado las plumas Orientación bibliográfica
mexicanas para contrarrestar el desprecio de
un autor español —el deán de Alicante, Ma- Ávila, Alfredo,“La crisis del patriotismo crio-
nuel Martí—, Beristáin trataba de mostrar la llo: el discurso eclesiástico de José Mariano
grandeza de la cultura española a ambos lados Beristáin”, en Alicia Mayer y Ernesto de
del Atlántico, desbaratando las acusaciones ex- la Torre, coords., Religión, poder y autoridad
tranjeras y con el ánimo de convencer a los en Nueva España. México, unam, 2004, pp.
americanos del legado que debían a su madre 205-221.
España. Torres Puga, Gabriel, “Beristáin, Godoy y
Tras la restauración de Fernando VII y la la virgen de Guadalupe. Una confronta-
supresión del régimen constitucional, Beris- ción por el espacio público en la ciudad
táin volvió a una retórica de lealtad apartada de México a fines del siglo xviii”, en His-
de innovaciones políticas. En 1815, se pre- toria Mexicana, vol. 52, núm. 1. México, El
sentó en el púlpito para celebrar el regreso Colegio de México, julio-septiembre de
del monarca y clamar nuevamente contra la 2002, pp. 57-102.
insurgencia, pero un “insulto” o conato de in- Torre Villar, Ernesto de la, “El bibliógrafo
farto lo arrojó al suelo. A partir de entonces, José Mariano Beristáin y Souza (1756-
padeció una hemiplejia que lo acompañó 1817)”, en Tempus. Revista de Historia de la
hasta su muerte, dos años más tarde. Inmovili- Facultad de Filosofía y Letras, núm. 2, 1993-
zado del lado izquierdo de su cuerpo, acudió 1994, pp. 83-113.
BOCANEGRA, MARÍA GERTRUDIS 35

+BOCANEGRA, MARÍA GERTRUDIS +

En la ciudad de Pátzcuaro, Michoacán, nació grado de acompañar a su yerno mientras estu-


María Gertrudis Bocanegra Mendoza, el 11 vo activo y en campaña durante aproximada-
de abril de 1765, siendo hija de los españoles mente tres años.
Pedro Javier Bocanegra y Feliciana Mendoza. Enviada de regreso a Pátzcuaro a cumplir
Es poco lo que se sabe de su vida aunque, se- con la misión de informar a los insurgentes
gún sus biógrafos, desde su juventud se preo- sobre la situación en la ciudad y de conseguir
cupó mucho por el estudio. adeptos, incluso entre los soldados del ejército
A los 18 años de edad conoció al soldado realista, para organizar una conspiración que
del regimiento de la provincia de Michoa- estallaría en dicha ciudad, Gertrudis Bocane-
cán, Pedro Advíncula de la Vega, con quien gra fue descubierta y apresada junto con sus
contrajo matrimonio, aunque no sin ciertos hijas. Durante el interrogatorio y bajo amena-
problemas, ya que el padre de Gertrudis se za de ejecutarla, siempre mostró la fortaleza de
negaba a que la ceremonia se efectuase, bajo carácter que acompañaba a aquellas mujeres
el argumento de que Pedro no era de origen que, sin importar los riesgos que corrían, tra-
español. Finalmente, el enlace se llevó a ca- bajaban convencidas por la causa insurgente.
bo el 18 de febrero de 1784 en Pátzcuaro; sus De esta forma fue imposible lograr que de-
padrinos fueron Miguel Ansorena y María nunciara a los adeptos a la independencia que
Josefa Ansorena y, como testigos, Josefa Ma- había en Pátzcuaro.
ría Valladares y Antonio Ansorena. Del matri- Atrapada en aquella situación y habien-
monio de Gertrudis y Pedro nacieron tres do perdido buena parte de su familia por la
mujeres y un varón. causa a la que permaneció siempre fiel, doña
Al estallar el movimiento insurgente en Gertrudis fue sometida a juicio y condenada
1810, Gertrudis y su familia tomaron el parti- a la pena máxima. Fue así como el 11 de oc-
do de la insurrección.Tanto su esposo como su tubre de 1817 se le pasó por las armas en la
hijo, a instancias suyas, se unieron a las fuerzas Plaza Mayor de Pátzcuaro, no sin antes arengar
del insurgente Manuel Muñiz, que se apodera- nuevamente al pueblo para que continuara lu-
ron de la ciudad de Pátzcuaro, y una de sus hijas chando por la causa independentista.
se casó con un soldado insurgente de apellido Sus restos fueron sepultados en la iglesia de
Gaona. Por su parte, Ger trudis participó como la Compañía, en Pátzcuaro, y más de un siglo
correo de los insurgentes proporcionándoles después, en 1938, se erigió un monumento en
información sobre las fuerzas realistas, tanto en su memoria en la Plaza de San Agustín, que a
Pátzcuaro como en Tacámbaro, y también los partir de aquel momento tomó su nombre. Por
apoyó con el envío de recursos. su incansable labor en apoyo a la insurgencia es
Mientras se encontraba trabajando por conocida como “la heroína de Pátzcuaro”.
la causa independentista, Gertrudis recibió la
trágica noticia de que su hijo había muerto en Adriana Fernanda Rivas de la Chica
batalla a manos de los realistas y, poco después,
le avisaron que su esposo estaba herido de Orientación bibliográfica
muerte también en el campo de batalla. Aun
así, el ánimo de esta fuerte mujer no decayó Diccionario Porrúa de historia, biografía y geografía
y siguió participando con los insurgentes, al de México. México, Porrúa, 1964.
36 PERSONAJES

Gutiérrez, Ángel, María Gertrudis Bocane- el 75 Aniversario de la Revolución Mexi-


gra Mendoza. Heroína de Pátzcuaro. Mo- cana, 1985.
relia, Comité Editorial del Gobierno de Miquel i Vergés, José María, Diccionario de
Michoacán/Comisión Estatal encargada insurgentes. México, Porrúa, 1969.
de la celebración del 175 Aniversario de la Rubio Siliceo, Luis, Mujeres célebres en la Inde-
Iniciación de la Independencia Nacional y pendencia de México. México, Talleres Grá-
ficos de la Nación, 1929.

+CALLEJA DEL REY, FÉLIX MARÍA +

Calleja nació el 11 de noviembre de 1753 en Branciforte y Francisco Xavier Venegas quie-


Medina del Campo, Reino de Castilla la Vieja. nes cargaron sobre sus espaldas con parte de la
Hijo y nieto de escribanos del Ayuntamiento; crisis de los borbones en América.
por hidalguía le correspondía conservar el car- De Gibraltar, Calleja pasó a Andalucía
go de sus predecesores; sin embargo, se inclinó —donde su antiguo jefe, el conde de O’Reilly,
por el servicio de las armas al ser reclutado por tenía a su cargo la Capitanía General— para
el “procedimiento de quintas”. El 29 de no- hacerse cargo (1784-1788) de la dirección del
viembre de 1773 se incorporó como cadete al Colegio de Cadetes, fundado en el puerto de
regimiento de infantería de Saboya. Sin recur- Santa María. También combatió a los contra-
sos para comprar el grado de subteniente, de- bandistas y ladrones que asolaban la provincia,
bió esperar tres años para conseguirlo (24 de por lo que fue ascendido a capitán.
agosto de 1776), después de su participación Para un oficial de segundo rango como
en la desastrosa expedición sobre Argel. Lue- Calleja, su futuro en la península era poco
go fue remitido al frente de batalla sobre Gi- promisorio, más aún cuando su protector, el
braltar, donde las tropas españolas trataban de conde de O’Reilly, había sido destituido por
expulsar a los ingleses. En el frente permane- obra de Floridablanca; además, había muchos
ció 22 meses antes de partir con la expedición oficiales desempleados esperando una oportu-
que reconquistó la isla de Menorca, también nidad para embarcarse a América. Calleja tu-
en poder de los ingleses. Este triunfo le permi- vo la suerte de que el recién nombrado virrey
tió alcanzar el grado de teniente (1 de marzo para la Nueva España, JuanVicente de Güemes
de 1782). Luego regresó a Gibraltar durante y Horcasitas, segundo conde de Revillagige-
tres años más, hasta que, en 1783, españoles e do, lo incorporara en el cuerpo de oficiales
ingleses firmaron los tratados de paz y Gibral- con la misión de crear el batallón provincial
tar fue conferido de manera definitiva a estos de Puebla.
últimos. Calleja formó parte del amplio proyecto
A pesar de las derrotas sufridas, el sitio de impulsado por la Corona con el fin de cono-
Gibraltar se convirtió en la escuela que for mó cer, de una manera más precisa, las condiciones
a la mayor parte de virreyes y oficiales reales económicas, políticas, sociales, militares, urba-
que viajaron a América al final del periodo nas y culturales en que se encontraban sus pro-
colonial. En el sitio de Gibraltar, por ejem- vincias y reinos con el propósito de desarrollar
plo, Calleja convivió con los que después se- una política más homogénea y centralizada
rían virreyes en Nueva España, el marqués de que le permitiera modernizar las estructuras
CALLEJA DEL REY, FÉLIX MARÍA 37

político-administrativas y al mismo tiempo me-Thomas Raynal y William Robertson al


mejorar las condiciones de vida de los habi- considerarlo “tímido y pusilánime a la vista de
tantes. Ésta era la esencia de la Ilustración y, las tropas, y siempre cruel y asesino cuando no
en sus informes, Calleja demostró que era uno encuentra oposición”, lo que hacía necesario
de los mejores. Con este propósito fue envia- someterlo y sujetarlo con rigor porque una vez
do a las provincias del norte. Concretamente “sublevados sería muy difícil la reconquista”.
a las de San Luis Potosí, el Nuevo Santander, el Para modificar sus costumbres propuso fusio-
Nuevo Reino de León, Zacatecas y el norte nar los tres gobiernos en una sola unidad ad-
de Veracruz. Como visitador, tuvo la oportu- ministrativa, suprimir las compañías de indios
nidad de diseñar proyectos modernizadores flecheros por la milicia provincial de españo-
cuyo propósito era sacarlas del atraso en que les. También en cada pueblo debían asentarse
se encontraban. En poco tiempo, logró con- diez o doce familias de españoles “de buena
centrar en su persona el mando militar, influir conducta”, de donde saldría el teniente de
en las decisiones políticas e impartir la justicia. justicia. Él pensaba que del frecuente trato con
Del mismo modo, trabó estrechas relaciones los españoles, los indios “ablandarían y suavi-
con los grupos de poder al casarse con una de zarían sus costumbres”, y con ello se evitarían
las criollas más acaudaladas de San Luis Potosí, los desórdenes que la miseria y el abandono
adquiriendo propiedades a bajo costo (bie- les convida a cometer”; que la presencia de es-
nes urbanos o rurales) e impulsando negocios pañoles fortalecería la estructura de los pue-
muy sustanciosos para él y sus allegados. blos, cultivarían los campos y mantendrían
La primera visita que hizo fue a los go- ocupados a los indios empleándolos en sus la-
biernos de la frontera de Colotlán y Nayarit, y bores; con ello se incrementaría el dinero cir-
provincia de Zacatecas, es decir, a las regiones culante y se garantizaría el abasto de alimentos
más apartadas del virreinato, lo cual nos sugie- en los años de crisis.
re la idea de que continuaba siendo un oficial Ante el inicio de las guerras napoleónicas
de segundo nivel. El panorama que encontró en Europa, Calleja marchó a los territorios
nada tenía que ver con el espíritu moderniza- del Nuevo Santander, Nuevo Reino de León
dor de la Monarquía. La provincia era extensa y costas colaterales al puerto de Veracruz pa-
y rica en reales de minas, no pagaba tributo ni ra reorganizar el sistema de defensa. De estos
contribuciones y se encontraba en una situa- lugares informó que los indios rebeldes eran
ción de miseria. Ello se debía a la “falta de orden mayoría y no tenían interés en someterse al or-
y buena administración, principalmente de den virreinal; los españoles no habían logrado
parte de los capitanes protectores que nunca formar centros de población estables porque
se han ocupado sino de sus intereses particu- la gente había adoptado la costumbre de los
lares en perjuicio de sus indios y del Estado”. nativos de cambiar de residencia con mucha
Calleja entendió muy bien que las rebeliones facilidad. Los cinco empleados del gobierno
de indios se debían a “las rapiñas, estafas y malos (gobernador, oficiales de correo, tabaco, sal y
tratos” de los gobernadores militares españo- alcabalas) vivían dispersos en todo el territo-
les,“hombres sin principios, de escasez y malas rio, lo que dificultaba una efectiva adminis-
ideas que admitían el empleo de protectores”. tración. Además, Calleja pudo comprobar que
También culpó al gobierno virreinal por no so- en las provincias del norte no sólo existía el
lucionar el problema de una manera definitiva. peligro de los colonos franceses, sino también
Al definir el carácter del indio, Calleja re- se había incrementado el de los comanches,
produjo las ideas de Corneille Pauw, Guillau- los apaches y los angloamericanos.
38 PERSONAJES

Según Calleja, para consolidar la presen- ellos era Felipe Barragán, capitán de milicias
cia española en el Seno Mexicano había que de Valle de Maíz. Barragán era criollo, casado,
someter o exterminar a los indios guerreros; comerciante y dueño de diez haciendas. En
que el hombre que con la educación no había el pasado había destacado en las expediciones
corregido su naturaleza, era poco susceptible contra los pames.“Su edad, vida oscura y exce-
de sentimientos delicados como el honor, la sivos haberes, a los que da una atención mez-
gratitud y el reconocimiento; que todo salva- quina, no son circunstancias favorables para
je era traicionero, “ladrón y sanguinario por el desempeño de este empleo, pero la repu-
carácter y costumbres, lo mismo en Asia que tación que le da su mucho caudal, y la depen-
en Europa y América”, y que sólo el rigor al- dencia que de él tiene todo este país, asegura
ternado con la humanidad lograrían sacarlos al rey una buena compañía de hombres volun-
de su estado. Estos principios fueron los que tarios y aspirantes a estos empleos para lo deci-
dominaron en la guerra de 1810. sivo”. A pesar de ello, le otorgó el empleo por
A los españoles también había que educar- ser útil a la Corona y convenía animarlo para
los a partir de los cuerpos milicianos “instru- que lo fuera más. La familia Barragán, en 1805,
yéndoles, armándoles e inspirándoles ideas fue acusada de promover un movimiento de
militares y patrióticas de que necesitan mucho, independencia con el apoyo de los ingleses
son cobardes por naturaleza y costumbres, y por de Jamaica. Como bien dice el dicho, “si no
egoísmo y relajación ignoran que tienen patria, puedes con tu enemigo, únete a él”. Calleja
pero todos los hombres son lo que se quiere no pudo modificar las estructuras económicas
que sean si se aplican oportunos medios”. y sociales que supuestamente impedían el de-
Los informes de Calleja fueron importan- sarrollo del noreste, en cambio, no tuvo empa-
tes porque dieron a conocer la situación del cho en apropiarse de grandes extensiones de
Seno Mexicano en peligro de perderse por las tierras y de asociarse con otros capitalistas para
amenazas extranjeras. Más interesante resulta invertir en empresas de las que las autoridades
saber que este virrey fue el brazo ejecutor de virreinales nada sabían.
tales medidas. La experiencia le demostraría lo Si tomamos en cuenta que en aquellos
difícil que resultaba modificar las costumbres tiempos el matrimonio era un negocio, su ca-
de unos habitantes que no querían cambiar. samiento con doña Francisca de la Gándara,
De hecho, sólo colaboraron en aquellas deci- sobrina del hombre más rico y distinguido de
siones que consideraron les serían útiles, por San Luis Potosí, representó la culminación
ejemplo, participar en el sistema de defensa de su empresa y de una etapa de su vida.
incorporándose como milicianos. La guerra civil permitió a Calleja poner
La jefatura militar y la creación de los en práctica sus conocimientos militares al
cuer pos de milicias provinciales permitieron tener bajo su responsabilidad la campaña de
a Calleja expurgar hasta en la vida privada de represión contra los rebeldes. Su desempeño
los habitantes, ejercer la coerción cuando fue- en la guerra le permitió ocupar el cargo de
ra necesario y participar en grandes negocios virrey. ¿Qué tiene de particular esta campaña?
como socio capitalista. Claro está, sin descui- Como no había una fuerza efectiva capaz de
dar la defensa de las poblaciones hispanas. enfrentar a los insurgentes, el gobierno debió
Los nombramientos de oficiales fueron establecer una alianza con la clase propietaria
obra del virrey; algunos no eran dignos de al formar las compañías de “patriotas defenso-
confianza por estar relacionados con el con- res de FernandoVII” y ponerlas bajo el mando
trabando, pero tuvo que aceptarlos. Uno de de Calleja, quien aportó los conocimientos,
CALLEJA DEL REY, FÉLIX MARÍA 39

mientras que los propietarios proporcionaron asuntos políticos y militares. Por su parte, la vi-
recursos como peones, metales, caballos y, por gencia de la Constitución de 1812 fortaleció
supuesto, su lealtad. esta práctica al establecer una serie de cambios
El 24 de octubre de 1810, Calleja salió en institucionales y en la sociedad, así como en
campaña con la convicción de aniquilar la las estructuras de gobierno y en las económi-
principal fuerza insurgente y de restablecer el cas.Tanto la guerra como la Constitución per-
orden en las poblaciones antes de que termi- mitieron el surgimiento de una nueva escena
nara la estación de cosechas. En cada pobla- pública, nuevos actores, una nueva conciencia,
ción que llegó, reemplazó a las autoridades una nueva forma de hacer política, un nuevo
insurgentes, ejecutó a los más comprometi- vocabulario, un nuevo discurso, un nuevo sis-
dos o simplemente a personas del pueblo bajo tema de referencias y una nueva legitimidad.
con el fin de intimidarlo, y luego decretaba el La Constitución de 1812 se aplicó en me-
indulto. Hasta la batalla de Calderón, el jefe dio de una guerra civil, con una parte del terri-
de operaciones pensó que sólo con su ejército torio en poder de los rebeldes y un gobierno
podría someter a los rebeldes, pero la realidad empobrecido, dividido y debilitado, con lo que
le demostró que sin una fuerza de apoyo en los se complicó aún más la posición del virrey. La
pueblos, poco se podría avanzar. Constitución daba a los enemigos y oponen-
Por las características de la guerra, fue ne- tes del gobierno los elementos jurídicos que
cesario crear una estructura militar en cada requerían para resistir a sus presiones y deman-
población, grande o pequeña, para que por das. El virrey Venegas fracasó en su intento por
sí sola se defendiera de un ataque insurgen- conciliar la aplicación de la Constitución con la
te. Para ello, Calleja hizo el famoso “Regla- situación de guerra que imperaba en 1812. De
mento político-militar”. Con su aplicación, haberla aplicado, habría perdido el poco poder
el mando civil se fusionó al militar, se impuso que le quedaba con consecuencias desastrosas
una contribución de guerra y se entregaron para el Estado. Las elecciones municipales en
algunas armas de fuego. El plan de Calleja tu- la ciudad de México pusieron de manifiesto la
vo importancia por tres razones. En primer fragilidad de su gobierno y por eso dio marcha
lugar, porque fue capaz de frenar la rebelión; atrás a esta ley de las Cortes.
en segundo, porque el plan aceleró varios de El sucesor de Venegas, Félix María Calleja,
los cambios políticos y sociales definidos por de alguna manera aprovechó la experiencia de
la Constitución de 1812 y, en tercero, porque su antecesor y, antes de tomar una decisión, la
se armó y organizó la fuerza que más tarde se analizaba detenidamente. El papel desempe-
rebelaría contra las autoridades virreinales. ñado por Calleja al frente del gobierno de la
Cuando este jefe concibió su plan, no descartó Nueva España puso de manifiesto, por segun-
esta posibilidad, pero no había otra alternativa. da vez, la gran capacidad de liderazgo de este
Por eso, desde un principio, Calleja trató de general al sacar a flote al gobierno virreinal,
que el ejército tuviera el control de las fuerzas combatir a los insurgentes, someter a sus ene-
milicianas, aunque la prolongación de la gue- migos políticos, mantener la unidad territorial
rra restó poder al ejército, y en varias regio- bajo su liderazgo y conservar el vínculo políti-
nes los líderes milicianos ocuparon los puestos co con la Corona española.
que comandaban las fuerzas locales. La nueva realidad novohispana, la de las
La guerra consolidó una nueva cultura reivindicaciones autonomistas de las elites
política ligada al uso de las armas, al permitir provinciales, también se expresó en las Cor-
una mayor participación de la sociedad en los tes españolas encargadas de dictar la Consti-
40 PERSONAJES

tución política de la Monarquía, que regularía mayor peligro de desintegración, en pequeños


las relaciones entre los órganos de gobierno estados, del virreinato de la Nueva España.
y la sociedad. En las Cortes se puso de ma- El virrey Félix María Calleja se encontró
nifiesto que las tendencias autonomistas eran ante la paradoja de ser leal a un gobierno que
un problema de todas las provincias pertene- le ordenaba realizar una reforma administra-
cientes a la Corona española. Con gran habi- tiva que ponía en peligro la supervivencia de
lidad, los diputados americanos aprovecharon la Monarquía y al mismo tiempo mantener su
esta corriente de opinión que en la península lealtad al rey no acatando dicho mandato. De
favorecía la autonomía territorial para que se esta manera, Calleja se encontró atrapado entre
hiciera extensiva a los dominios americanos. las presiones de las elites para que se cumpliera
Los diputados lograron que la América Sep- con el mandato constitucional y su lealtad a
tentrional se dividiera en seis provincias autó- la Corona que le impedía ejecutar tal dispo-
nomas con una diputación independiente de sición porque con ello ponía en peligro la in-
la autoridad del virrey de la Nueva España. tegridad territorial. Por ello, no podía separar
Este proceso de descentralización y auto- del gobierno de la Nueva España a las dipu-
nomización de los poderes provinciales, que taciones provinciales de las Provincias Inter-
ya se había iniciado desde el establecimiento nas de Oriente y Occidente, a Nueva Galicia,
de las intendencias y que se había hecho más Yucatán y a San Luis Potosí. Con una Corona
evidente a raíz del conflicto armado, adquirió justa, capaz de mantener los hilos impuestos
todavía mayor importancia con el estableci- y en condiciones distintas a las del estado de
miento de la Constitución de 1812, ya que las guerra, esta reforma, como lo fue la borbónica,
elites regionales habían logrado revertir en su habría sido menos riesgosa para la superviven-
favor tanto las consecuencias derivadas de la cia del Imperio, pero hacerla en un momento
guerra como la aplicación de la Constitución tan crítico, equivaldría a perder el control de
para manejar a su antojo los destinos de sus te- tales territorios.
rritorios. Ello constituía la esencia de la dispu- Para no perder los dominios de la América
ta entre las autoridades virreinales y las elites Septentrional, cumplir con el mandato de las
provinciales. Cortes y mantener bajo control a las elites, con
Para el gobierno virreinal, aplicar la Cons- el asesoramiento de un selecto grupo de abo-
titución a nivel local (ayuntamientos) no sig- gados, Calleja sólo aplicó aquellos artículos de
nificaba mayor problema porque con ello se la Constitución que no se interpusieran con
legitimaba un hecho consumado ocasionado sus planes militares y de gobierno. Con esta
por las políticas de choque en contra de los finalidad, el virrey nombró una comisión que
insurgentes a partir del plan político-militar estudiara a fondo los cambios y consecuen-
establecido por Calleja. Por el contrario, la cias que ocasionaría el establecimiento de la
Constitución establecía los mecanismos que Constitución. A partir del dictamen de aqué-
el gobierno virreinal necesitaba para encarar lla, Calleja reinterpretó las leyes liberales y las
la situación; con la formación de gobiernos acomodó de tal manera que pudo conservar
constitucionales locales se restaba fuerza a los sus antiguas facultades.
rebeldes. No sucedió lo mismo cuando se tra- Como virrey de la Nueva España, Calleja
taron los asuntos de la nueva división terri- debió enfrentar no sólo a los insurgentes, sino
torial, de las nuevas atribuciones del virrey- también a las elites regionales y de la ciudad de
jefe político superior, de la Audiencia y de las México, al clero y a la propia burocracia (sobre
diputaciones provinciales. Ello representó el todo la de la Audiencia) renuente a perder sus
CALLEJA DEL REY, FÉLIX MARÍA 41

privilegios. Con tantos enemigos por delante, opinión que estaba pervertida hasta lo sumo
cuando los realistas controlaron la situación, [y] conciliar los ánimos y volver al gobier-
el virrey fue destituido del cargo después de no los resortes que había perdido por el em-
tres años de servicio. El 12 de mayo de 1816, peoramiento a que las circunstancias habían
el obispo de Puebla, Antonio Pérez, lo acusó ido conduciendo las cosas”. Sobre la ciudad de
ante el rey de ser el promotor de los principa- México, Calleja aseguraba dejarla en completa
les males ocurridos en la Nueva España debido tranquilidad; ya no se hablaba de la insurrec-
a su conducta política y militar. Lo acusó de ción y muy raros o poco comunes los delitos;
negligencia en la lucha contra los insurgentes el abasto era abundante y a precios cómodos
“por no haber querido aprovechar las épocas debido al activo tráfico y remisiones de efec-
en que pudo y debió haberla exter minado”; tos desde las provincias más lejanas; se habían
que, por el contrario, los rebeldes habían in- reconciliado los ánimos entre los habitantes y
crementado sus fuerzas en la provincia de todos trabajaban en un intento por restablecer
Puebla, lo que contradecía el manifiesto de sus fortunas. En el valle de México sólo que-
Calleja de junio de 1814, en el que aseguraba daban algunas gavillas, pues la mayoría de los
que la insurrección estaba prácticamente ter- rebeldes se habían indultado y habían forma-
minada. También era culpable de la decaden- do su milicia denominada “guarda campos”.
cia de los caminos, por lo menos entre Puebla Desde el momento en que lo nombraron
yVeracruz, por no establecer el camino militar; virrey, Calleja entendió que su estancia en la
que los comandantes militares en vez de aca- Nueva España no duraría mucho tiempo, de
bar con los rebeldes imponían contribuciones allí que tuviera especial cuidado en poner en
forzosas a las poblaciones, lo que había provo- orden todos sus negocios. Para ello nombró
cado el exterminio de españoles e indios; que como su apoderado en México al coronel Pe-
muchos de los militares habían establecido dro Manero, quien se encargaría de vender sus
monopolios exclusivos de comercio, entre los propiedades y de renegociar los préstamos e
que destacaban Álvarez en Oaxaca y Armijo y hipotecas pendientes. Del mismo modo con-
de la Madrid en el sur de la diócesis de Puebla. fió sus inversiones en España al señor José
Por último, se acusaba a Calleja del abandono Berenguer, de la ciudad de Valencia, quien se
de la religión en que se encontraban los habi- encargaría de recibir los dineros para luego in-
tantes. Según él, Calleja obligó a los párrocos vertirlos en la península.
a que informaran de los movimientos de los La familia Calleja arribó a Cádiz el 26 de
rebeldes y a realizar “otras pesquisas ajenas a junio de 1817, sin recibir los honores de gran
su ministerio”. De ello resultó que por la in- conquistador que él esperaba; al general tan
tercepción de los partes dados por algunos pá- sólo le dieron un asiento como vocal de la Jun-
rrocos, éstos fueron arrestados y vejados por ta Militar Consultiva de Ultramar. Dos años
los rebeldes, y los precipitaron a que muchos después, recibió el título de conde de Calde-
de ellos se unieran a la insurrección. rón y fue nombrado capitán general de Anda-
El 6 de septiembre de 1816, Calleja dio un lucía, gobernador de Cádiz y general en jefe
informe de los tres años y medio de su admi- de Ultramar, empleo que ejerció hasta enero de
nistración en el gobierno de la Nueva España. 1820, en que fue destituido por los liberales y
En él destacó su plan político-militar y la re- encarcelado hasta el 24 de marzo, cuando fue
organización del ejército, los triunfos de armas remitido a Madrid. En septiembre del mismo
en contra de los insurgentes, la reorganización año solicitó al rey su cambio al cuartel de Va-
de las rentas reales, el restablecimiento de “la lencia. Decía que el invierno de Madrid había
42 PERSONAJES

diezmado su salud en los últimos tres años, por Archer, Christon I., coord., The Wars of Inde-
lo que los médicos recomendaban un clima pendence in Spanish America. Delaware,
más “análogo al de los países equinocciales de Scholarly Resources, 2000.
la América en que ha vivido muchos años”. El Ferrer Muñoz, Manuel, “Alusiones a los as-
rey le concedió esta gracia 14 meses después. pectos internacionales de la Guerra civil en
En Valencia tuvo problemas con el Ayunta- Nueva España (1810-1815) en la corres-
miento al no aceptar el mando militar de la pondencia del virrey Félix María Calle-
ciudad, por lo que fue desterrado a la isla de ja”, en Estudios de Historia Novohispana, vol.
Ibiza hasta que cayó el gobierno liberal y vol- 12. México, unam, Instituto de Investiga-
vió a Valencia, donde vivió hasta su muerte, el ciones Históricas, 1992, pp. 195-204.
24 de julio de 1828. Hamnett, Brian R., Revolución y contrarrevolu-
Juan Ortiz Escamilla ción en México y el Perú. Liberalismo, realeza
y separatismo (1800-1824). México, fce,
Orientación bibliográfica 1978.
Ortiz Escamilla, Juan, Guerra y gobierno: los
Archer, Christon I., El ejército en el México bor- pueblos y la independencia de México. Sevilla,
bónico 1760-1810. México, fce, 1983. Universidad de Sevilla, 1997.

+COS, JOSÉ MARÍA +

Es común decir que los hombres hacen y un signo de interrogación; hay muchos espa-
transforman las épocas en que les toca vivir, cios en blanco, muchos cabos sueltos que im-
y que la medida en que pueden influir para piden cerrar una trama certera en torno a su
marcar el rumbo de un periodo o señalar los trayectoria. Incluso las fuentes documentales
cambios es la medida del espacio que ocupan son relativamente insuficientes como para ob-
en la memoria histórica. Pero no es menos tener un panorama completo al respecto.
cierto que las épocas se pueden delimitar por José María Cos nació en Zacatecas alre-
la mentalidad colectiva en la que se forjan sus dedor de 1770, la fecha exacta se desconoce,
individuos, y que esa mentalidad, junto con y desde su infancia se caracterizó por su espí-
las condiciones que constituyen el entorno ritu inquisitivo que le llevó a alcanzar los más
social, es la que despierta las inquietudes que altos méritos en su etapa formativa; primero
habrán de mover a luchar por los cambios. José al cursar sus estudios de Gramática y Retórica
María Cos es una de esas personas en las que en el antiguo Colegio Real de San Luis Gon-
la impronta de un periodo histórico se mezcla zaga, en su natal Zacatecas, más tarde en el
con un intelecto dinámico y creativo y con un Seminario Tridentino de Guadalajara, donde
temperamento singular y enigmático, síntesis estudió Física, Geometría, Cronología, Filo-
que explica su participación en la lucha por sofía y Teología, para alcanzar el grado de Ba-
la independencia de México, el aporte de sus chiller en Filosofía en 1793 y posteriormente
ideas a un símbolo tan significativo de esa ges- el grado de Doctor en Teología, que obtuvo
ta como la Constitución de Apatzingán, pero en 1798, sólo unos meses después de haber
que también nos enfrenta al enigma de su re- obtenido el grado de Licenciado en la misma
tractación. La vida de José María Cos es en sí disciplina.
COS, JOSÉ MARÍA 43

La precocidad de José María Cos le per- nes. En esta medida se puede afirmar que las
mitió obtener el nombramiento como diá- condiciones de la época contribuyeron mu-
cono sin haber cumplido el requisito de edad cho a hacer de José María Cos un intelectual
mínima exigido en las disposiciones vigentes proclive a asumir el mismo compromiso de
del concilio de Trento, como lo precisa Ernes- otros contemporáneos suyos con la causa
to Lemoine en un estudio publicado en 1976 de los insurgentes, a los que apoyó desde la
por el Instituto de Investigaciones Históri- mejor trinchera en la que se podía ubicar:
cas de la unam; Cos tenía al parecer 21 años la de la propagación de las ideas.
cuando recibió una dignidad eclesiástica para Luego de alcanzar sus grados académicos
la que se exigía un mínimo de 23 años. Como y eclesiásticos, Cos comenzó una travesía pro-
dato anecdótico, el estudio de Lemoine seña- fesional que es un ejemplo de la situación a la
la que en la misma ceremonia, celebrada en la que se enfrentaba la mayoría de los criollos; no
ciudad de Valladolid y presidida por el obispo obstante su inteligencia y capacidad evidentes,
de Michoacán, fray Antonio de San Miguel, Cos no logró franquear las barreras que impe-
coincidió Cos con José María Morelos, que dían acceder a puestos reservados de manera
en esa ocasión recibió la orden de subdiácono. exclusiva a los peninsulares. Así en el comer-
José María Cos tuvo una intensa actividad cio como en la academia, el servicio público
académica y religiosa, lo que pone de mani- o la religión, había escalafones prácticamente
fiesto que poseía ese espíritu característico de prohibidos para quienes provenían de la clase
su generación, la de los hombres que en Lati- media criolla, lo que originó en ella el deseo
noamérica difundieron las ideas que sirvieron y la necesidad de romper con esos límites que
de base a la conquista de la libertad frente a una privilegiaban a una reducida aristocracia pe-
España sumida en la confusión y la zozobra ninsular.
tras la invasión napoleónica. Cos perteneció a Tras recibir del obispo Cabañas las órdenes
esa clase de intelectuales que aportaron ideas sacerdotales, Cos inició su nada extraordina-
de vanguardia, muchas de las cuales fueron re- ria carrera burocrática en la Iglesia como cura
cogidas en los primeros documentos y procla- y vicerrector de su colegio en Zacatecas. En
mas de la insurgencia. Podría decirse que José 1802, al parecer como una forma de las auto-
María Cos quizás se nutrió del espíritu de la ridades eclesiásticas de Guadalajara para des-
“Ilustración mexicana” que, en palabras de hacerse de él, Cos fue enviado como cura de la
Jorge Alberto Manrique, tal vez no impulsaba parroquia del burgo de San Cosme —hoy lla-
una renovación filosófica y probablemente no mado Villa de Cos en Zacatecas— cargo que
estaba al día en cuestiones científicas, pero que ejerció hasta 1810, año en que el azar lo llevó a
al menos se caracterizó por haber comenzado sumarse a las filas insurgentes. Lemoine, en el
a ver la realidad circundante con actitud críti- estudio preliminar que precede a la compila-
ca e insatisfacción. ción de los escritos políticos de Cos editados
Era muy poco lo que las condiciones so- por la unam, dibuja un paisaje desolador del
cioeconómicas de la agonizante colonia po- entonces burgo de San Cosme; un caserío re-
dían ofrecer a talentos como Cos, en virtud de cién fundado, pobre, rodeado de una geografía
un orden social excluyente, que sistemática- agónica. Un escenario poco propicio para el
mente cancelaba las posibilidades de progreso desenvolvimiento intelectual de un personaje
profesional, intelectual y material a los miem- tan inquieto.
bros de una clase media con las virtudes sufi- Cos no perdió ocasión de viajar a su natal
cientes para propiciar grandes transformacio- Zacatecas para participar de las tertulias a las
44 PERSONAJES

que asistían espíritus ilustrados como el su- narle el retorno inmediato a San Cosme, para
yo; allí podía hallar interlocución de un nivel lo cual dispuso una escolta que lo acompaña-
que difícilmente sus vecinos de San Cosme ra y se asegurara de que permaneciera en su
podían proporcionarle. Cos se empapó allí de parroquia.
ideas y de noticias y pudo dar rienda suelta a En medio del viaje, la escolta fue sorpren-
su habilidad como polemista y de su intelecto dida por el grupo del cura de Nopala, Manuel
cultivado. Precisamente en ese contexto tra- Correa, quien al parecer hizo prisionero a Cos
bó amistad con don Miguel Rivero, conde de y lo envió a Zitácuaro, donde se encontraba
Santiago de la Laguna, un aristócrata de ideas Ignacio Rayón, entonces ya miembro de la
liberales y, como dice Lemoine, un espíritu Suprema Junta Gubernativa. Aquí se abre un
extraño en el que no cabía la intolerancia. Esa paréntesis para la especulación, pues no se sabe
amistad marcaría el destino del cura de San a ciencia cierta lo acontecido en ese momen-
Cosme. to; lo cierto es que una vez en presencia de
Al estallar la revolución de independen- Rayón, Cos abraza de manera decidida la cau-
cia en 1810, poco tardó Zacatecas en acusar sa de los insurgentes y comienza una incierta
recibo de la impactante noticia; el intendente carrera como protagonista del movimiento.
Rendón renunció al cargo y se puso a dispo- Se cuenta que, en un principio, Cos des-
sición del conde, quien hábilmente manejó la pertaba algunas dudas entre los miembros de
situación y contuvo la efervescencia del pue- la Junta: Rayón, Liceaga y Verduzco, pero al
blo. En una junta de notables convocada por parecer su inteligencia y su habilidad oratoria
él, a sugerencia de Cos, se decidió enviar a este pronto le sirvieron para ganarse su confianza
último a encontrarse con Hidalgo para cono- y llegar incluso a ser designado como vicario
cer de su propia voz las intenciones del movi- general castrense. A partir de entonces creció
miento y, sobre todo, cuál era la postura de los en Cos una pasión desbordada hacia la causa de
insurgentes hacia la religión. la independencia, fruto de la cual son sus muy
Cos emprendió la marcha y fue sorprendi- inspiradas proclamas y documentos,así como la
do por Rafael Iriarte, líder de un grupo insur- encendida polémica que sostuvo con el obispo
gente con quien logró entenderse y de quien Abad y Queipo. De esa época es el manifiesto
recibió un salvoconducto para proseguir su La Nación Americana a los europeos vecinos de este
marcha. En Guanajuato, Cos fue sorprendido continente, un panegírico de la causa insurgen-
por las tropas de Calleja, que le retuvieron, y te en la que advertía a los realistas, y en general
tras una serie de alegatos decidieron enviarlo a los españoles:“Si hemos hecho hostilidades a
a la capital vía Querétaro, no sin antes dispo- los europeos, ha sido por vía de represalias, ha-
ner una estrecha vigilancia sobre sus pasos, ya biéndolas comenzado vosotros. El sistema de
que por el simple hecho de haber sido enviado la insurrección jamás fue sanguinario. Los pri-
a parlamentar con los insurgentes, había des- sioneros se trataron al principio con como-
pertado suficientes sospechas en Calleja. Cos didad, decencia y decoro; innumerables que-
decidió prolongar su estancia en Querétaro, lo daron indultados, no obstante que, perjuros e
que no fue bien visto por Calleja, y a finales infieles a su palabra de honor, se valían de esa
de 1811 se dispuso lo necesario para que fue- benignidad para procurarnos todos los ma-
ra finalmente recibido por el virrey Venegas, les posibles, y después han sido nuestros más
quien ya tenía alguna noticia acerca de la fama atroces enemigos [...] Por vuestra felicidad,
que se había ganado el doctor Cos, por lo que pues, más bien que por la nuestra, desearíamos
se limitó a recriminarle su actitud y a orde- terminar unas desavenencias que están escan-
COS, JOSÉ MARÍA 45

dalizando al orbe entero y acaso preparándo- pueblo, a través del ideario y programa de tra-
nos en alguna potencia extranjera desgracias bajo de la publicación, que se dio a conocer en
que tengamos que sentir ya tarde cuando no 1812: “Por él sabréis a fondo las pretensiones
podamos evitarlas.Y así, en nombre de nuestra de la nación en la actual guerra, sus motivos y
común fraternidad y demás sagrados víncu- circunstancias y la justicia de nuestra causa”.
los que nos unen, os pedimos que examinéis El Ilustrador Americano sirvió de vehículo
atentamente con imparcialidad sabia y cristia- para que Cos pudiera hacer públicas las ba-
na, los siguientes planes de Paz y de Guerra¸ ses ideológicas del movimiento insurgente. En
fundados en principios evidentes de derecho abril de 1812 publicó una disertación acerca
público y natural, los cuales os proponemos a de “Los motivos de la guerra contra el intru-
beneficio de la humanidad para que eligiendo so gobierno y justicia de ello”, en donde ex-
el que os agrade, ceda siempre en utilidad de pone una síntesis de los acontecimientos que,
la nación”. desde la invasión napoleónica a España, hasta
De este manifiesto se desprendían los re- la instalación de la Regencia, habían sido los
feridos planes; el primero de ellos, el de paz, eslabones de una cadena causal que había des-
reivindicaba tesis ya conocidas en torno a la embocado en el levantamiento armado, ya que
soberanía que, ausente el monarca de España, se había hecho caso omiso a la petición for-
quedaba en manos de la masa de la nación, por mulada a Iturrigaray de que fuese nombrado
lo cual se exhortaba a los españoles a resignar un Congreso Nacional: “Promovida esta justa
el mando político y militar en un Congreso pretensión ante el virrey don José Iturrigaray,
Nacional. Esta idea se vinculaba con lo que bajo proposiciones racionales y ventajosas a la
expresaba el plan de guerra, en donde Cos península, lo penetraron algunos malos necios
defendía que tanto insurgentes como realis- y atolondrados gachupines que, quebrantando
tas reconocían a Fernando VII como legítimo leyes y fueros, atentaron contra su persona y las
monarca. Por lo demás, este plan de guerra era de los que habían tenido influjo en el asunto,
un catálogo de principios derivados del dere- aprehendiéndolos y causándoles extorsiones
cho natural respecto de la conducta a observar gravísimas y tan escandalosas que llamaron la
por ambos bandos tanto en combate como atención de toda clase de gentes, excitando su
con respecto de los prisioneros. odio y provocando a venganza aun a los cora-
Era en el terreno de las ideas donde José zones más pacíficos. En una palabra, este rui-
María Cos parecía desenvolverse con mayor doso delito hizo abrir los ojos a la nación, que
soltura, como lo demostró al hacerse cargo concibiese ideas sublimes de sus derechos,
de la edición de El Despertador Nacional, para que volviese por su honor envilecido y pro-
cuya elaboración el propio Cos había con- fanado de muchas maneras por una gavilla de
feccionado con madera los tipos de impren- insensatos gachupines, ingratos al suelo que
ta, y que luego fue sustituido por El Ilustrador los había sacado de la oscuridad y la miseria”.
Americano, publicación semanal que servía a También era El Ilustrador Americano la con-
la causa de los independentistas y para cuya trapartida informativa a la prensa promovida
edición los insurgentes tendrían a su dispo- por las autoridades que pretendían minimi-
sición una imprenta hecha llegar hasta sus te- zar los avances y logros, todavía significati-
rritorios de manera ingeniosa por la sociedad vos, de las tropas insurgentes. En un artículo
secreta de Los Guadalupes, de la que nos ha destinado a desmentir a la prensa de la capi-
brindado un excelente testimonio Ernesto de tal, Cos aprovechó para dar una muestra de
la Torre Villar. De este semanario decía Cos al su inquebrantable fe religiosa, al denunciar
46 PERSONAJES

al “Robespierre Venegas” de pertenecer a la libertad de imprenta que habían establecido


masonería: “Claramente se deja conocer que las Cortes en la Constitución de Cádiz en el
cuando habla la Gaceta es sólo para mentir mismo año de 1812.
y que cuando calla es para no decir la verdad Cos tenía en efecto un carácter inflama-
que aquel público está palpando. Si alguna ble y a veces resultaba ambicioso. Una muestra
vez conviene que el francmasón Venegas en- de su perfil era la intolerancia que manifesta-
tienda los mortales golpes dados por nuestras ba con respecto al tema religioso, asunto en
valientes tropas, entonces sus dignísimos con- el que otros contemporáneos suyos mostraron
fidentes y secretarios, aprovechándose de las tener ideas más vanguardistas. El zacatecano
infames señas de la masonería, le comunican pronto quiso emular la figura de Morelos y
aquello que juzgan necesario esté en su cono- superar los encargos periodísticos y propa-
cimiento. ¿Y no es una cosa escandalosa que gandísticos para sumarse a la campaña. Como
sea virrey en un país de católicos un hombre militar, Cos exhibió cierto talento en algunas
cuya religión es mixta de ateísmo, materialis- acciones en las que obtuvo buenos resultados,
mo y francmasonería?” pero su intento de tomar Guanajuato fue un
En un tono similar, en diversas fechas de fracaso rotundo, y más tarde estuvo a punto
1812, Cos publicaría en el Semanario Patriótico de caer prisionero de Iturbide en el Valle de
Americano una refutación a las publicaciones Santiago. Para ese entonces Cos resultó salva-
hechas por el deán Beristáin en un periódico do por la convocatoria expedida por Morelos
afín a la causa realista y directamente orienta- para que se creara una Constitución.
do a contrarrestar la influencia de El Ilustrador Algunas desavenencias distanciaron a Ra-
Americano; el periódico de Beristáin se llamaba yón de Verduzco y Liceaga. Cos fue requerido
El Verdadero Ilustrador Americano y la respues- por este último, su superior inmediato, para
ta de Cos a sus publicaciones tenía un tono servir como intermediario, idea que no ter-
insultante, que al poco tiempo le ganó fama minó de convencer al religioso, por lo que fue
de irascible, rasgo de su personalidad que al la intervención de Morelos la que logró supe-
tiempo le causaría problemas con Rayón, Li- rar ese trastorno.
ceaga yVerduzco. Decía Cos entonces:“Usan- En el Congreso de Chilpancingo el movi-
do Beristáin del lenguaje que es común entre miento insurgente volvió a mostrarse unido.
los literatos de su clase, no omite calumnia, Aquí, y con base en los estudios eruditos de
improperio ni epíteto insultante que no me Lemoine, debemos decir que se abre otro signo
aplique: propiedad característica de almas ra- de interrogación acerca de cuál fue la postu-
teras, que no teniendo razones sólidas con qué ra precisa de Cos con respecto al contenido del
sostener su opinión o capricho, urgidos de la Acta de Independencia y de la Constitución
imperiosa fuerza de la verdad, prorrumpen de Apatzingán. De acuerdo con documen-
como las verduleras en dicharachos y despro- tos del propio Cos, su compromiso con la cau-
pósitos. A esto se reduce en sustancia todo lo sa y los resolutivos de las asambleas insurgentes
que llama impugnación, siendo un fárrago de era absoluto, no obstante lo cual, algunos do-
inepcias y puerilidades insulsas, muy fuera del cumentos elaborados por esos cuerpos cole-
asunto”. giados no llevaban su rúbrica. Por lo demás, la
Al tenor de estas frases parece fácil olvidar retractación que haría de su participación en
el carácter religioso de José María Cos, quien esos episodios, años más tarde, es, de acuerdo
incluso, y de manera aparentemente contra- con Lemoine Villicaña, una mentira, como se
dictoria, había considerado anticristiana la deduce del fervor con que Cos se expresaba
COS, JOSÉ MARÍA 47

todavía en 1814 y 1815 respecto de la causa es posible coincidir con Lemoine en que es-
insurgente. te episodio fue quizás el principal factor que
Tiempo después habría otra ocasión para propició la ruptura de Cos con los insurgentes,
el desencuentro entre Cos y sus colegas, con argumento que esgrime como contrapartida
motivo de la misión diplomática a Estados de la interpretación que hizo en su momento
Unidos, que buscaría negociar el apoyo de ese Carlos María de Bustamante, quien sostenía
país a la causa insurgente. Un contacto cubano que Cos había dejado la insurgencia porque
en territorio estadounidense había hecho la ésta le había impedido movilizarse militar-
sugerencia a los insurgentes y, en una comu- mente al mando de tropas, lo cual estaba pro-
nicación privada, había manifestado a Cos que hibido para miembros del Poder Ejecutivo de
él sería la mejor alternativa para encabezar esa acuerdo con el régimen jurídico establecido
misión diplomática. La suerte no le favoreció por los insurgentes desde 1814.
y Cos debió quedarse en México, lo que le Cos desobedeció y fue juzgado y senten-
provocó un descontento mayor que no dudó ciado a muerte, pero la pena le fue conmutada
en manifestar públicamente. y permaneció prisionero. Poco tiempo más
Lemoine asigna un peso muy importante tarde, un grupo desconoció la autoridad in-
a este episodio. Según él, Cos era muy afec- surgente y liberó a Cos, quien intentó todavía
to a las gestiones diplomáticas, como lo habían reivindicarse sin éxito alguno; acudió prime-
demostrado la encomienda que le encargara ro a los hermanos de Rayón, quienes habían
años atrás su amigo, el conde de Santiago de perdido toda confianza en él, y posteriormen-
la Laguna, o bien la intervención, aunque tí- te trató, de manera infructuosa, de lograr un
mida, entre Rayón, Liceaga y Verduzco. Esto acercamiento con Guadalupe Victoria. Can-
puede ser cierto, pero el caso no debe guiar- celada la posibilidad de reinsertarse en las filas
nos a pensar que el solo hecho de no haber de la insurgencia, logró obtener un indulto de
sido designado embajador de la causa ante los las autoridades novohispanas y decidió retor-
norteamericanos fue lo que motivó el enojo nar a la vida académica y religiosa. Todo ello
de Cos. fue favorecido por la sustitución de Calleja
Precisamente en el manifiesto que antece- por Apodaca, un virrey pacifista que tuvo un
día a sus conocidos planes de paz y de guerra, amplio margen de maniobra gracias a que la
Cos había alertado acerca de la posibilidad de insurgencia hacía tiempo que parecía militar y
que la guerra interna fuera una ocasión que políticamente derrotada.
aprovecharan las potencias extranjeras para in- En 1817, Cos dirigió un memorial a las
fluir o decidir sobre los destinos de la nación. autoridades de la Universidad de Guadala-
Tal vez el zacatecano tenía un interés personal jara con el propósito de retomar su carrera
por asumir la dignidad de un diplomático, co- académica, pero fue rechazado por sus ante-
mo parece sugerirlo Lemoine, pero en todo cedentes, por lo que se retira a Pátzcuaro;
caso el patriotismo que hizo evidente en cada allí, una sublevación provocó que su nombre
uno de sus escritos, y en particular la inteli- fuera nuevamente asociado a la insurgencia,
gencia con la que advirtió que la guerra inter- sin embargo, logró demostrar que había es-
na podía debilitar al país al grado de dejarlo a tado al margen de ese movimiento. En 1818
merced de extranjeros, hacen suponer que el mantuvo comunicación con su antiguo ad-
enojo de Cos, al no recibir la designación, te- versario, Abad y Queipo, a quien solicitó em-
nía su origen en algo mucho más significativo plear sus oficios para rehabilitarlo con el rey,
que un capricho personal. Sea como fuere, cosa que no pudo lograr. José María Cos per-
48 PERSONAJES

maneció entonces en Pátzcuaro hasta el día religiosa y al parecer no exhibió mayor interés
de su muerte, el 17 de noviembre de 1819. por las causas sociales concomitantes a la in-
En sus claudicaciones, Cos reconoció haber surgencia, que caracterizaron buena parte del
pertenecido a la insurgencia pero rechazó pensamiento de Hidalgo y de Morelos, ello
ser considerado un rebelde, en virtud de que no basta para suponer que Cos no estuviera
siempre pugnó por la devolución de la Coro- plenamente convencido de la causa por la que
na de España a Fernando VII, cuya soberanía se decidió a actuar.
reconocía. Argumentaba además haber bus- Polemista a veces agrio, quizás Cos tuvo
cado siempre aminorar los horrores de la gue- en la paz que siguió a su desgracia la ocasión
rra, lo que al parecer contradice su ambición para revisarse a sí mismo; tal vez ello lo llevó
por alcanzar la gloria militar; decía también a desdecirse ante las autoridades universita-
que había hecho lo posible por romper con el rias y eclesiásticas a las que antes había com-
encono entre criollos y gachupines, lo que de batido y a buscar una reivindicación ante el
antemano resulta falso por el propio tenor poder en la península. Pero en todo caso, aun-
de sus escritos. que al respecto subsistan más dudas que res-
Un personaje que a su paso por la historia puestas, la mejor reivindicación de Cos es su
sembró tantas dudas como el religioso zaca- paso mismo por la insurgencia, su forma de
tecano representa un verdadero estímulo a la asumir responsabilidades desde los ámbitos
indagación histórica. Las fuentes acerca de ideológico y político, hasta el militar y el ad-
buena parte de su vida y trayectoria dejan mu- ministrativo. Su claudicación no fue un acto
chos espacios en blanco que por el momen- de traición a la independencia ni mucho me-
to sólo podemos llenar con interpretaciones nos un cambio de bandera, sino tan sólo el re-
acerca de la figura. conocimiento de una derrota íntima, de una
¿Quién fue José María Cos y cuál era su claudicación ante sí mismo. José María Cos es,
verdadero sentir con respecto de la indepen- en definitiva, la clase de personaje histórico
dencia? Una personalidad irascible e intran- que destaca no por la dimensión unitaria de su
sigente, a menudo orgullosa y al término de personalidad, en este caso bastante contradic-
su vida bastante contradictoria, que empleó lo toria y enigmática, sino por la parte de su vida
mejor de su talento para una causa en la que, en la que es notorio el tamaño de la entrega y
no puede caber duda alguna, estaba comple- el compromiso asumido, y sobre este particu-
tamente convencido de su justicia. Aunque lar no cabe duda de que el verdadero tamaño
tuviera algunas diferencias muy sutiles con al- del doctor Cos se pone de manifiesto en lo
gunas de las definiciones ideológicas que ha- que aportó a la Independencia.
cen singular el proceso de la independencia
mexicana, Cos fue un acérrimo partidario de Fernando Serrano Migallón
esa convicción ilustrada acerca de la sobera-
nía, que concluía, casi como una deducción Orientación bibliográfica
lógica, que la causa de los insurgentes estaba
plenamente justificada. El principio básico Cos, José María, Escritos políticos. Introd., se-
del ideario político insurgente encontró en lec. y notas de Ernesto Lemoine Villicaña.
Cos a uno de sus mejores y más activos ma- México, unam, 1996.
nifestantes, lo que sin duda debe ser tomado Historia general de México. México, El Colegio
en cuenta para un juicio histórico en torno a de México, Centro de Estudios Históricos,
su persona. Si bien fue intolerante en materia 2002.
CRUZ, JOSÉ DE LA 49

Torre Villar, Ernesto de la, Los Guadalupes y Villoro, Luis, El proceso ideológico de la revolu-
la Independencia. México, Porrúa, 1985. ción de Independencia. México, Conaculta,
2002.

+CRUZ, JOSÉ DE LA +

En Arapiles, Salamanca, España, nació José de char hacia el puerto de San Blas para recupe-
la Cruz en 1786, en plena época borbónica. rarlo, pero al llegar ya lo había rescatado el cura
A la Nueva España llegó el 2 de noviembre Nicolás SantosVerdín.
de 1810 a bordo del navío El Niño.Trece días A su regreso de esa expedición, el 11 de
más tarde, el virrey Francisco Javier Venegas febrero, se hizo cargo del gobierno y de la
lo nombró comandante de la Primera Bri- comandancia de un territorio que desde el
gada de Milicias en la región de Huichapan. siglo xvi había marcado su distancia con res-
Desde el inicio de sus campañas en esta zona pecto de la capital virreinal, cuyos habitantes
dominada por Julián Chito Villagrán, actuó habían desarrollado un sentimiento autono-
con mano dura, manifestando abiertamente mista muy acentuado en comparación con el
su desprecio hacia los indios a quienes calificó de otras regiones del virreinato. Se trata de la
de “raza infame”, a la que era necesario exter- intendencia de Guadalajara, cuya capital con-
minar, según su punto de vista. Con el fin de taba con una elite poderosa, con instituciones
acabar con la insurrección en las primeras se- propias y con un puerto (San Blas) para co-
manas, se valió de todos los medios; por ejem- nectarse con el exterior, lo que en los últimos
plo, mediante el soborno obtuvo información tiempos había permitido a los comerciantes
acerca de los movimientos de los rebeldes que prescindir en buena medida del eje comercial
acaudillaba Villagrán en esta zona. El párroco México-Veracruz. La tendencia autonomista
de Tula también lo mantuvo informado de lo de la región y sus intereses particulares lleva-
que ocurría en la jurisdicción de su parroquia. rían, con el tiempo, a que De la Cruz se en-
En una carta que envió a su amigo, el virrey frentara a Calleja cuando éste ejerció el cargo
Venegas, reveló de manera clara el espíritu de virrey, y a que la amistad tan estrecha que
que lo animaba:“mi himno particular no es el ambos llegaron a concertar se desvaneciera y
moderantismo, sino el de la sangre en mucha acabaran como enemigos irreconciliables.
abundancia para que [los rebeldes] laven las Al igual que Calleja, observó desde los pri-
maldades y crueldades cometidas”. meros días de su gobierno que los españoles
En diciembre abandonó esa zona para tras- no cooperaban con las autoridades para com-
ladarse aValladolid. De aquí partió hacia Puen- batir a los insurrectos y se negaban a formar
te de Calderón a fin de unirse con el ejército parte del batallón encargado de custodiar la
de Calleja para combatir a la tropa de Hidal- ciudad. Al Ayuntamiento le reprochó el poco
go, pero no pudo llegar a tiempo porque en interés que ponían los alcaldes de los cuarteles
Urepetiro, cerca de Zamora, tuvo un enfren- en reclutar a los hombres que debían integrar
tamiento con Ruperto Mier y el cura Macías. este escuadrón y que en lugar de remitir indi-
El 21 de enero de 1811 llegó a Guadalajara, viduos aptos y capaces, enviaran “hombres sin
donde conoció personalmente al vencedor de estatura, sin robustez, indios, negros y lo que es
la batalla de Calderón, quien le ordenó mar- peor castigados por la justicia, también foras-
50 PERSONAJES

teros, no conocidos, [y] que lejos de ser útiles En la misiva que envió el claustro de la uni-
podían ser muy perjudiciales”. versidad, los doctores se congratularon de que
Por medio de un bando del 3 de marzo, fuera la primera autoridad de la intendencia,
instó a la población en general, en especial a los al mismo tiempo que le reconocieron su valor
habitantes de Colima, a no dejarse convencer y sus esfuerzos para exterminar a los rebeldes.
por los insurrectos, advirtiéndoles que sólo les De la Cruz, al igual que Calleja, se vio
exigía el cumplimiento de lo que Dios espe- abrumado por la gran responsabilidad que re-
raba de todos los fieles: reconocer y obedecer cayó sobre sus espaldas; ambos tuvieron que
al monarca. Ese mismo día envió al sacerdote combinar lo político y lo militar con gran
Juan María Corona a Zapotlán el Grande para habilidad a fin de poder atender los múltiples
persuadir a “los alucinados de que abandona- asuntos que a diario llegaban a sus manos. Estas
ran la rebelión”; con el mismo propósito salie- tareas tan abrumadoras convirtieron al coman-
ron el padre comendador del convento de La dante de Guadalajara en un hombre cada vez
Merced para Colima y un abogado de la Au- más recio e intransigente hacia los rebeldes, a
diencia a Colotlán. Con quienes se arrepin- quienes combatió sin misericordia a través de
tieron de haber apoyado la insurrección fue sus oficiales.A su rudeza se debió que le hayan
indulgente; así se comportó, por ejemplo, con endilgado el mote de “José del Diablo”. Has-
Francisco Severo Maldonado, a quien le con- ta la misma Audiencia en algunas ocasiones
cedió el indulto el 12 de marzo. Maldonado le reprobó sus métodos represivos. La imagen
ofreció, para demostrar su adhesión al legíti- que proyectó por medio de sus órdenes mili-
mo gobierno, editar un semanario patriótico tares y de las cartas que envió aVenegas y a Ca-
con el nombre de El Telégrafo de Guadalaxara, lleja es la de un hombre nervioso y desespe-
cuyo primer número salió el lunes 27 de mayo rado. Como la intendencia de Guadalajara no
de 1811. En cambio, a quienes continuaron al- se pacificó después de la derrota que sufrieron
zados los castigó severamente. los insurgentes en Puente de Calderón, tuvo
A cinco meses de haberse hecho cargo del que dedicar mucho tiempo a afinar estrategias
gobierno de la intendencia de Guadalajara, para que sus oficiales acabaran con las nume-
De la Cruz ya se había ganado el respeto, la rosas cuadrillas que pululaban por todas par-
admiración y la confianza de la elite local. Esto tes. En efecto, por todos los rumbos siguieron
quedó constatado a mediados de julio cuando apareciendo grupos armados que convirtie-
en la ciudad corrió la noticia de que el virrey ron a la guerra en un modus vivendi, los cuales
Venegas había recibido una orden que lo fa- pusieron al borde del caos y la desesperación
cultaba, si lo creía conveniente, para nombrar a las poblaciones, haciendas y ranchos. Es ne-
como presidente de la Audiencia al coronel cesario no perder de vista que los subordina-
Pedro Laguna en sustitución de él. Entre el 11 dos de De la Cruz combatieron a este tipo de
y el 29 de este mes, los dirigentes de las corpo- rebeldes, por lo general campesinos rústicos,
raciones religiosas, el Ayuntamiento, el cabildo no a disidentes con ideas políticas claras como
eclesiástico, el consulado, la universidad y An- Morelos o Rayón, por ejemplo.
tonio Villaurrutia, en lo particular, enviaron Los focos principales de la insurrección que
cartas al virrey en las que le pidieron que no dieron fuertes dolores de cabeza a De la Cruz
lo removieran porque estaba realizando una se ubicaron en la laguna de Chapala, en la sie-
campaña muy efectiva contra los insurgentes. rra de Comanja (entre Lagos y León) y en el
Su “solo nombre basta —sostenían los canó- sur de la Intendencia, cada uno de naturaleza
nigos— para imponer terror a los revoltosos”. distinta. La que estalló en esta última región
CRUZ, JOSÉ DE LA 51

duró todo el periodo de la guerra, y dio lu- no participar en la guerra. Ambos, desde sus
gar para que el cabecilla Gordiano Guzmán respectivas trincheras, emprendieron y sostu-
también fincara su propia base de poder. En vieron la misma cruzada hasta 1821, cuando
el resto de la Intendencia operaron infinidad el Plan de Iguala los separó y los obligó a to-
de cuadrillas armadas, dedicadas más bien al mar rumbos diferentes.
robo de ganado y cosechas de los pequeños En cuanto Iturbide empezó a promover el
productores. Plan de Iguala, tomó sus propias precauciones
Las profundas desavenencias que tuvo con para impedir que fuera respaldado en la pro-
Calleja provinieron del lucrativo comercio vincia que gobernaba. En una carta que envió
que se estaba llevando a cabo por el puerto al virrey Apodaca le comentó que los trigaran-
de San Blas desde 1812, del cual De la Cruz tes, al proclamar la independencia, la religión
obtenía buena parte de los recursos para fi- y la unión fraternal de americanos y españoles
nanciar los gastos del ejército realista no só- habían seducido a “los incautos sin reflexión”.
lo de la intendencia de Guadalajara, sino de Además le informó que tenía 2 000 hombres a
otras partes. En varias ocasiones destinó fuer- su disposición para evitar su ingreso a Guada-
tes sumas de dinero para auxiliar a los destaca- lajara, pero al final no pudo evitarlo.
mentos realistas de las Provincias Internas de El obispo apoyó con beneplácito el Plan
Occidente y de la intendencia de Valladolid. de Iguala porque Agustín de Iturbide le había
Cuando Calleja era virrey, presionado por enviado una carta el 27 de febrero de 1821 en
los comerciantes de la ciudad de México y de la que le comunicó estar dispuesto a mantener
Veracruz, prohibió este comercio, pero el co- inalterable la religión católica. El prelado reci-
mandante de Guadalajara, apoyado por los bió muy bien a Antonio Terán, enviado perso-
mercaderes de esta ciudad, no acató la orden. nal de Iturbide y portador de copias de dicho
Esto fue, precisamente, lo que los puso frente plan, y luego le remitió 25 000 pesos para el
a frente. Es importante tener en cuenta, por sostenimiento del Ejército Trigarante. Des-
otro lado, que a partir del inicio de la guerra, pués hizo otra aportación de 1 500 y un prés-
la recaudación de los diversos impuestos se re- tamo de 35 000 pesos.Además, el obispo, con-
gionalizó, es decir, los fondos fueron utilizados tra la voluntad de De la Cruz, fue allanándole
a discreción por los comandantes militares, lo el terreno al documento firmado en Iguala; el
que aprovecharon para consolidar su posición 20 de marzo envió a los párrocos de la diócesis
personal. una circular en la que les ordenaba promover
La postura de De la Cruz frente al virrey la paz y la unión fraternal entre la feligresía,
Calleja estuvo respaldada por la elite local, principios fundamentales de dicho plan.
con la cual siempre mantuvo una buena re- En cambio, cuando José de la Cruz recibió
lación. Este lazo se reforzó cuando se casó, el oficio que le dirigió Pedro Celestino Ne-
por recomendaciones del obispo Juan Cruz grete, en el que le comunicaba haber declara-
Ruiz de Cabañas, con una viuda adinerada do la independencia de la provincia el 13 de
de Guadalajara. El prelado también fue un junio en San Pedro Tlaquepaque y que prepa-
apoyo fundamental para el comandante, pues raba su entrada a Guadalajara, salió de la ciudad
con la misma perseverancia que él, procu- sin dar aviso a nadie. En Jalostotitlán reunió a
ró frenar la insurrección y reforzar la lealtad una parte del ejército realista que no se había
a la Corona española mediante pastorales e incorporado al trigarante. José de Jesús Huer-
instrucciones que envió a los párrocos de su ta, párroco de Atotonilco el Alto y partidario
diócesis para que persuadieran a los fieles de de la independencia trigarante, publicó un
52 PERSONAJES

documento para aclarar que la concentración signación hasta mucho después, porque para
de las tropas que se mantenían fieles al rey en entonces ya había salido de la ciudad.
esa villa no significaba ningún peligro porque Su vida en España fue muy azarosa. Fer-
la situación que vivía la Nueva España en ese nandoVII, en respuesta a su lealtad, lo nombró
momento era distinta a la de 1810, año en ministro de Guerra el 2 de diciembre de 1823,
que Hidalgo inició la insurrección. Huerta se cargo que desempeñó hasta el 26 de agosto del
expresó muy bien de De la Cruz y pidió que año siguiente, cuando fue encarcelado por ha-
se le tratara con amabilidad; además, recono- ber reprimido a un grupo de voluntarios rea-
ció la labor de Negrete, consumador de la in- listas. A principios de 1825 obtuvo su libertad
dependencia de la otrora Nueva Galicia. De gracias a las gestiones que hizo el embajador
Jalostotitán, De la Cruz se trasladó a Durango, de Francia. Fue desterrado a París, y regresó
donde junto con Alejo García Conde, resis- nuevamente a España en 1833 para ocupar
tió hasta el último momento; a fines de agosto otra vez el Ministerio de Guerra y del Con-
ambos comandantes capitularon ante el ejér- sejo de Estado. Años más tarde retornó a la ca-
cito que conducía Negrete. pital francesa, donde murió el 24 de marzo de
Justo cuando abandonó Guadalajara por 1856, a los 70 años de edad.
no estar de acuerdo con el Plan de Iguala, Fer- Jaime Olveda
nando VII dispuso, el 22 de junio de 1821, para
condescender a los deseos del Ayuntamiento Orientación bibliográfica
de Guadalajara y para reconocer sus méritos
y servicios prestados a la Corona española du- Archer, Christon I., El ejército en el México bor-
rante diez años, conferirle el nombramiento bónico 1760-1810. México, fce, 1983.
de jefe político superior interino con todos La batalla de Puente de Calderón. Comp. y est.
los honores, preeminencias y facultades que introd. de Jaime Olveda. Zapopan, Cole-
no se opusieran a la Constitución de Cádiz, gio de Jalisco/Universidad Michoacana de
cuyo juramento debía hacerse ante el cabildo. San Nicolás de Hidalgo/unam, Instituto
Naturalmente que él no se enteró de esta de- de Investigaciones Históricas, 2008.

+FERNÁNDEZ DE LIZARDI, JOSÉ JOAQUÍN +

José Joaquín Eugenio Fernández de Lizardi de chichiguas o nanas que les llenan la cabeza
Gutiérrez, el Pensador Mexicano, nació en con aterrantes fantasmas.
la ciudad de México. El 15 de noviembre de Manuel Hernández Lizardi (o Fernán-
1776, en la parroquia de Santa Cruz y Soledad, dez, ambigüedad que consta en documentos),
lo bautizó Francisco Rubio, con licencia del Bachiller en Medicina, fue asignado al Real
doctor Gregorio Pérez Cancino. Fungió co- Colegio de Tepotzotlán, a la sazón en deca-
mo su padrino Juan Casata. Su madre, Bárbara, dencia; ahí pasó nuestro periodista su primera
originaria de Puebla, y probablemente hija de infancia, y regresó años después con las tro-
unos libreros del sitio, falleció siendo Lizardi pas iturbidistas. Es probable que en su infan-
niño. Lo crió su madrastra María Josefa Torres. cia asistiera a escuelas públicas. Lizardi admiró
Quizá por su orfandad insiste en que “señoras el sentido del deber y la sabiduría de su padre,
mujeres” no dejen a sus pequeños al cuidado según se infiere de sus amargas críticas a los
FERNÁNDEZ DE LIZARDI, JOSÉ JOAQUÍN 53

“matasanos”. Sin embargo, tal dependencia ma letra, dijo). En 1810, un europeo, teniente
pudiera explicar la asidua censura de un super- de justicia o juez temporal en Taxco, huyó
ego dominante que se yuxtapone incoheren- temeroso de los insurgentes sitos en la entrada
temente al yo de un pícaro amoral en la novela de aquella ciudad. Por herencia, contraria a las
El Periquillo Sarniento (1816). Consciente de reformas borbónicas, Lizardi heredó el cargo.
tales deficiencias, aclara en El Periquillo que se Escribió cartas al virrey Venegas, que nunca
avergüenza de errores inadvertidos al tiem- llegaron a su destino, notificándole las medidas
po de su escritura; que realizaba su labor en defensivas que pensaba tomar. En 1811 entre-
medio de las bullas familiares y de amigos.“La gó sin resistencia las armas al general Hernán-
obrita tendrá muchos defectos, pero éstos no dez, quien comandaba una de las tropas de
quitarán el mérito, que incluye, porque la ver- Miguel Hidalgo y Costilla. Lo apresaron los
dad es verdad dígala quien la diga en el estilo realistas, sus bienes fueron embargados y vino
que quisiera”. Sea como fuere, en el siglo xix, como reo a la ciudad de México. Logró salir
esta novela tuvo un altero de seguidores. de este embrollo.
Cuando se derogó la libertad de prensa, En 1812 se decretó la avanzada Constitu-
bajo cuyo estímulo comenzó a ser escritor, ción de la Monarquía española, síntesis de los
en uno de sus exabruptos, que aparece en El ideales liberales lizardianos, mientras que
Pensador Mexicano, dijo: “Ya probé mi espíritu las desordenadas y temibles conspiraciones
flaco / y no quiero preciarme de borrico. / Y de la Nueva España habían sido descubiertas y
pues para escritor no valgo un tlaco, / sacristán acabadas: estallaron precipitadamente las gue-
he ser, y callo en pico”. Pero, así como la cabra rrillas por falta de pericia militar de sus líde-
que tira al monte, no abandonó su tarea de ins- res, “criados en seminarios”, mientras que
truir deleitando con el “fluido eléctrico” de su Allende y demás “señoritos” de academia no
escritura. En Tepotzotlán (1794), José Joaquín tuvieron arrastre popular. Lizardi siempre
fue denunciado a la Inquisición por su padre denunció el caos que desató la guerra, aun-
debido a que, a petición de terceros, copió una que ponderó la ideología de Hidalgo y Mo-
baraja adivinatoria con preguntas y respuestas relos. Animado por la libertad de imprenta,
de doble sentido que, cuando fue entregada, consagrada por la Constitución, El Pensador
Manuel ya había expurgado. Mexicano escribió valientes denuncias con-
De 1792 a 1798, aquel joven esbelto, de tra la Inquisición y autoridades virreinales. En
estatura media y caminar encorvado, estudió el número 9 felicitó el aniversario del virrey
Gramática Latina en la capital en la casa del ca- Venegas; según se exigía, lo llamó “ínclito”
tedrático Manuel Enríquez de Ágreda, según gobernante, demandándole, como bocón sin-
notifica en su folleto El Pensador a El Payo del cero, que revocara el bando (25 de junio de
Rosario. Bajo el tutelaje de Francisco Zambra- 1812) que daba injerencia a los militares en el
no aprendió retórica y estudió Filosofía con enjuiciamiento de los curas rebeldes. Este es-
el doctor Manuel Sancristóbal y Garay en la crito provocó la suspensión de la recién estre-
misma Universidad Nacional; consigna en nada libertad, a la que dedicó los dos primeros
El Periquillo Sarniento: “No me gradué ni de números de su periódico.
bachiller, porque al tiempo de los grados en- El 29 y 30 de noviembre de 1812 hubo una
fermó mi padre, que era médico en el Cole- manifestación popular favorable a la entereza
gio de Tepotzotlán, fui a asistirlo y destripé el de Carlos María de Bustamante y de Lizardi
curso. He aquí toda mi carrera”. Hasta 1808 porque éste decía “La verdad pelada” (nombre
fue amanuense (porque los ricos tenían pési- de uno de sus versos). En su Carta al papista,
54 PERSONAJES

El Pensador dice que cuando solicitó que se adoptó a Marcelo, hijo biológico de un car-
derogase tal disposición contra la libertad de pintero, quien tomó el apellido Fernández de
expresión, Bataller alarmó a Venegas dicién- Lizardi (nuestro autor se avecindó una tem-
dole que Lizardi había hecho más daño que porada corta en Mixcoac cuando era perse-
Morelos con sus cañones. El 7 de diciembre de guido por la condesa de la Cortina por una
1812, lo sorprendieron unos 60 hombres y lo nimiedad).
pusieron junto con los sacos de ajusticiados. El Cuando eligió ser escritor de tiempo com-
carcelero lo llevó a la capilla del Olvido, reclu- pleto y pagar sus obras, Lizardi se mantuvo en
sorio último de los sentenciados a muerte. A la pobreza: escribió muchísimo para llevar el
las nueve de la mañana del día siguiente, Rol- pan a la boca: 300 folletos, ocho periódicos,
dán y otros ministros lo condujeron a la casa diez piezas teatrales localizadas, poesías y fá-
de Bataller, donde estaba el alcalde de corte bulas y cuatro novelas, todos destinados a un
Felipe Martínez. Bataller lo injurió y lo llenó público analfabeto que oía leer.
de improperios. Le tomaron la declaración, le Bajo la mirada de la censura, coló ideales
levantaron el separo y Bataller lo sustrajo de su de los jansenistas, que van desde Juan de Ma-
jurisdicción. No salió de la cárcel hasta que riana hasta Campomanes y Jovellanos; here-
siete meses después lo liberó el auditor de dó el principio que exalta el trabajo contra el
Guerra Melchor de Foncerrada. ocio, tema que repitió en Cajoncitos de la ala-
El párrafo de marras que desató la repre- cena. Coincidiendo con estos filósofos, le en-
sión dice: “Vuestra excelencia, señor, no tiene fureció la ostentación en medio de la miseria.
jurisdicción alguna sobre los eclesiásticos, ni Atacó el “patriomismo”, es decir, querer todo
los mismos reyes, aunque aquéllos sean sus va- para sí en lo económico, lo político y en el sa-
sallos [...]. Acuérdese vuestra excelencia que ber, como predica en su periódico Las Sombras
los mismos reyes cuando mandan alguna co- de Heráclito y Demócrito (1815). Harto de que
sa a los eclesiásticos usan moderadas palabras: lo censuraran, escribió novelas: El Periquillo
‘ruego y encargo’ [...]. Revoque vuestra ex- Sarniento (1816), La educación de las mujeres o
celencia ese bando que ha sido la piedra de la Quijotita y su prima (1818), en las que se ob-
escándalo en nuestros días, y lloverán sobre servan las ideas de Fénelon y de Rousseau (la
vuestra excelencia las bendiciones de Dios, el educación fue el otro eje que movió a Lizardi,
pueblo lo colmará de elogios y su nombre será a la par de la industria). Atacó a la escolástica
grande en el futuro”. anquilosada que se impartía en el bachillerato
El 5 de junio de 1813 se casó con María y en la Universidad.Abordó el tópico pedagó-
Dolores Orendain Hurtado, originaria de las gico con tal entrega que intentó abrir una
cercanías de Tepotzotlán. La pequeña Dolores Sociedad Pública de Lectura en la calle de la
Fernández de Lizardi Orendain venía en ca- Cadena, letra A, donde se podían leer los pe-
mino sin que sus padres hubieran cumplido riódicos e impresos, y podían llevárselos a do-
con el sacramento del matrimonio; el día del micilio. Perdió lo que había gastado. Además
parto, Lizardi suplicó que le dieran un per- propuso todo un sistema de enseñanza pública
miso temporal para salir de la cárcel y poder y gratuita. La civilización era el lema de los
casarse, concesión que caducó después de la ilustrados liberales. Sobre la mayoría de los ha-
boda. Si en ocasiones usó el plural “hijos”, es bitantes no hispanohablantes de aquel México,
porque fue tutor de Joaquín Rangel, que llegó afirmó: “Dejo a los indios en el mismo estado
a general. Bajo la custodia de éste, en Veracruz, de civilización, libertad y felicidad a que los
murió Doloritas de fiebre amarilla y Lizardi redujo la Conquista, siendo lo más sensible la
FERNÁNDEZ DE LIZARDI, JOSÉ JOAQUÍN 55

indiferencia con que los han visto los congre- no podía controlar territorios tan vastos y
sos, según se puede calcular por las pocas y no convulsionados por ideales separatistas.
muy interesantes sesiones en que se ha tratado Estalló la rebelión de La Profesa porque,
sobre ellos desde el primer congreso”. según nuestro autor, de aplicarse en esta Amé-
Noches tristes y días alegres es, a juicio de rica Septentrional los ideales liberales de la
Agustín Yáñez, la pintura de una situación Constitución de 1812 (quiso influir en Itur-
paradisiaca en que la naturaleza y el espíri- bide para que fuera un monarca constitucio-
tu logran la felicidad del hombre virtuoso; la nal) afectaría privilegios de las clases altas. Se
alcanza en un día alegre y bien aprovechado nombró como cabecilla a Iturbide. Siendo
después de noches tristes. Su mejor novela es republicano manifiesto, a invitación expresa
Vida y hechos del famoso caballero don Catrín de la de Agustín de Iturbide, El Pensador se unió al
Fachenda, que apareció póstumamente (1832); Ejército Trigarante en calidad de jefe de pren-
en ella pone el dedo en los contrastes clasis- sa. De 1822 es su Amigo de la paz y de la patria,
tas entre los miserables que subsistían con lo en el que llama a la unión, predicando que
mínimo frente al humillante lujo de condes y Iturbide seguiría la Constitución y los man-
marqueses, fósiles vivientes de eras canceladas. datos de la corte. Lizardi amó a la persona del
La nobleza se jactaba de estar libre de mezclas “libertador”, pero disintió desde pronto con
impuras de sangre, sin que “nobleza” fuera, co- el boato de la corte por su falta de precaución
mo debía ser, una virtud moral. En medio de contra la reconquista europea y por sus me-
tales extremos se hallaban familias que here- didas económicas conservadoras. Y disintió
daron los títulos de un antepasado suyo paria porque Iturbide disolvió el Congreso, como
encumbrado por sus servicios en la Conquis- deja entrever en su folleto Defensa de los dipu-
ta, lo que Lizardi juzgó como crimen de lesa tados presos y demás presos que no son diputados,
patria. Los catrines o afectados por la moda en especial del padre Mier. Su “amigo” Agustín I
habían perdido sus riquezas, no su orgullo y denunció sus Cincuenta preguntas de El Pensa-
altivez. Bajo esta tónica, esta corta novela es un dor a quien quiera responderlas. Iturbide fue des-
diario engolado, coherente, que mantiene su terrado con una jugosa pensión: si es culpable
vigencia como una de las cumbres literarias de por qué es premiado; si es inocente, por qué se
nuestra América. le castiga, observa nuestro autor. A su regreso,
Lizardi nuevamente visitó el “mesón de la el emperador murió en el patíbulo. Lizardi co-
pita”, o prisión, debido a que en su Chamo- incidió con el Congreso de Tamaulipas cuan-
rro y Dominiquín. Diálogo jocoserio sobre la in- do lo fusilaron. Este vaivén amoroso hacia el
dependencia de la América (1821) argumentó amigo y desdén por el político se lee en El
que España daría por su propia voluntad la payaso de los periódicos (1823), donde previene
independencia a las Américas porque la nue- contra la reconquista de España apoyada por
va Constitución liberal era una vía legal para la “Santa Liga” (la Santa Alianza). El conductor
que los liberales llegaran al poder. Conscientes eléctrico (1820) es una defensa de la República
de que España cambiaba el oro y la plata por federada (siempre fue republicano).
artículos de primera necesidad y perdía la mi- Las publicaciones de Lizardi fueron lleva-
tad de sus cargamentos en manos de corsarios das a instancias censoras hasta el fastidio por-
(que aprovecharon el oro y la plata de América que consideraban inútiles a los cánonigos, re-
para su revolución industrial, mientras Espa- clamaban la expropiación de los bienes del
ña se iba a pique), nos darían la independen- clero, que el Estado administrara los diezmos
cia por así convenir a todos. El reino español y la separación de la Iglesia y del Estado, amén
56 PERSONAJES

de reírse de las supersticiones que llenaban las escrita por Juan Antonio Llorente, reformista
cabezas de los fieles. En 1822, el Pensador fue a la galicana. En junio de 1823 fue encarcela-
excomulgado ipso facto absuque ulla declaratione do por un folleto en que fingió un congre-
incurrenda por su Defensa de los francmasones, se so de ladrones para simbolizar la inseguridad
le denostó en carteles y púlpitos, y en un acto que se vivía en la capital. También se prohi-
público se quemó su folleto que circuló una bió que circulara su folleto Si el gato saca las
semana hasta que un carmelita predicó en la uñas, se desprende el cascabel, bajo las acusaciones
catedral que era herético y exhortó al cabildo de falsedad, de ser contrario a la fe e irrespe-
eclesiástico a que lo excomulgara. Se reunió la tuoso con los sumos pontífices. Adicional-
Junta de Censura y declaró el “papel” ofensivo, mente fue encerrado, como si hubiera perdido
escandaloso, temerario, fautor de cisma e in- sus facultades, en el hospital de San Andrés, por
jurioso a las autoridades civiles y eclesiásticas. decirle vieja a su casera Josefa González, de 59
El provisor, canónigo doctoral de la catedral y años, a la sazón edad provecta. Doña Josefa era
vicario del arzobispado, Félix Flores Alatorre, considerada heroína de la Independencia, y
llevó a cabo la resolución. seguramente nuestro escritor tuberculoso no
Esta insulsa Defensa... sostiene que cien tenía dinero para la renta. Empezaba a aplicár-
años después de decretadas las Bulas de Cle- sele el ninguneo en este “planeta ovejo” don-
mente XII y Benedicto XIV habían sido re- de todo se lleva con paciencia.
vividas para que los católicos no establecieran En 1825 fue nombrado editor de la Gace-
tratos con los masones, es decir, para que los ta, órgano oficial del gobierno de Guadalupe
liberales cayeran en la impopularidad. El Pen- Victoria. En sus últimos años, por los servi-
sador argumenta que la razón aducida es que cios que prestó a la Independencia, la Junta de
mantenían sus acuerdos en secreto y bajo el Premios le asignó 65 pesos mensuales como
cumplimiento de respetarlos en la práctica: los capitán segundo de infantería retirado. Fer-
masones no admitían el perjurio, los católicos nández de Lizardi murió de tisis el 21 de junio
perjuraron de sus juramentos: a Carlos IV, a de 1827 a las 5:30 de la mañana en la accesoria
Fernando VII, a la Monarquía española, a la A de Puente Quebrado, hoy uno de los tra-
Inquisición y al papa Alejandro VI, alegaba Li- mos de República del Salvador. Lo confesaron
zardi. Mandó cinco ocursos al Congreso para el sacerdote Juan Ximenes del Río y el sacer-
que se le levantara el castigo y se le nombra- dote Pérez, aunque no recibió el viático. Pidió
ra un abogado. El Congreso se fingió sordo. que grabaran en su tumba el epitafio: “Aquí
También retó a un diálogo en la Universidad yacen las cenizas de el Pensador Mexicano,
sobre aquel estigma (cuarta Carta al papista). quien hizo lo que pudo por su patria”. Lo en-
Las dos proposiciones que defendería eran que terraron al día siguiente en San Lázaro —ce-
su excomunión no recayó sobre delito y era menterio que acabó siendo una pocilga— con
ilegal porque en su fulminación se quebran- los honores de ordenanza. Su osamenta nun-
taron los trámites que prescriben los cánones. ca fue localizada pese a las diligencias de Luis
Lizardi experimentó un terrible ostracismo y González Obregón.
acabó pidiendo un recurso de fuerza. Lo per- La recepción, ataques y escasas defensas que
donaron el 23 de diciembre de 1823. Enco- tuvo su obra de 1810 a 1820 aparecieron casi
rajinado, El Pensador escribió la virulenta Se- a diario. Los mismos golpes críticos fueron pu-
gunda defensa de los masones, sus Cartas al papista blicados en periódicos y folletos entre 1821
y su Correo Semanario de México (1826-1827). y 1827. Nuestro folletinista no supo ni quiso
Ahí parafrasea la falible historia de los papas reverenciar a las cimas del poder. Éstas y sus
FERNÁNDEZ DE LIZARDI, JOSÉ JOAQUÍN 57

cohortes mercenarias no dudaron en infamar- cería a la Francia napoleónica (Lizardi alabó la


lo; fue blanco de las descalificaciones que no re- presencia heroica de los rebeldes contrarios a
futaron sus argumentos, sino que dictaron sen- Francia encabezados por Riego, Lacy y Por-
tencia. Pero su crítica a las calamidades de un lier): el “sol” borbónico fernandino fue una
espacio-tiempo, arma futurista, es válida por- esperanza fallida. Contra las expectativas lizar-
que la ejerció con buena fe y valentía, dice en dianas, la insurrección de la Profesa nació en
sus Ideas políticas y liberales. Hoy padece la cons- contra del liberalismo que recogió la Cons-
piración del silencio porque así conviene al do- titución de Cádiz; sus impulsores nombraron
minio. Si, en su decir, provocaba cóleras y eva- emperador a Iturbide; después de que éste di-
cuaciones, el emético que utilizó aún funciona solvió el Congreso y encarceló a los diputados
porque Agustín Yáñez escribió que la crítica contestatarios, hubo el levantamiento repu-
erudita y anémica de valores lo “muerde”, por- blicano de Casa Mata, que triunfó; se desterró
que “su voz clamó urgencias que subsisten sobre al emperador Agustín I, excelente militar, pero
el desierto de nuestra conciencia colectiva”. sin ideas; el opuesto de Hidalgo y Morelos,
Nada fácil le resultó a esta “alma de cán- grandes ideólogos y pésimos estrategas mili-
taro” de la América Septentrional asumir el tares. Luego de inicuos gobiernos transitorios,
oficio de escritor sincero y comunitario. Ter- se nombró a GuadalupeVictoria presidente de
minó siendo un guiñapo, una máquina des- la República. En 1824 se elaboró la primera
fallecida, reseca, escribe en su Testamento, tan Constitución mexicana, cuyo artículo tercero
minada. Los bolsillos se le rompieron lastimo- establece la intolerancia:el país era católico con
samente después de sacrificar su salud y su vida exclusión de otros credos. El 16 de septiembre
escribiendo para bien de su patria. En lo eco- de 1825, Victoria decretó la manumisión de
nómico siempre estuvo a salto de mata entre la los esclavos, Lizardi lo celebró con la segunda
clase media baja y la pobreza hambrienta. En parte de El negro sensible (la primera es Come-
una temprana petición para representar come- lla). El Pensador Mexicano propuso cuestio-
dias para niños (todo indica que fue denegada) nes “que medio siglo después hemos resuelto
habla de su agobiante urgencia de obtener ¡sí! Hemos resuelto muchos en esta guerra ti-
arbitrios para mantener a su familia, y hasta tánica que se enorgullece con el nombre de
mandó un manuscrito a un rico de Puebla pa- Reforma”. “El Pensador Mexicano fue el diablo
ra obtener alguna ayuda. Lizardi, periodista y en la época colonial [...]; Hidalgo, el guerrero,
folletinista por excelencia, y autor de todos los fue una máquina de combate; Lizardi, el ana-
géneros habidos en su época, sufrió persecu- lizador, fue el rayo que a un mismo tiempo
ciones, estuvo rigurosamente vigilado y se vio destruye e ilumina. Hidalgo rompió cabezas;
expuesto a la ira de un pueblo concitado en su Lizardi las arregló de nuevo”. Como un espejo
contra mediante consignas: le llamaron “here- del porvenir, el Pensador fomentó la identidad
je” y “traidor a la patria”. poscolonial liberal y reformista. Su cadáver
Las vertiginosas transformaciones históri- fue expuesto para desmentir que murió en-
cas lo obligaron a posponer sus demandas, no demoniado. El monstruo capitalista metió sus
por oportunismo, sino debido al ritmo de los ideales utopistas e igualitarios en el saco de
hechos. La vida de Lizardi se desarrolló en un los desvalidos. Mirando la ventana creyó que
“sueño de la anarquía”: abdicó Carlos IV y, sus “papeles” acabaron siendo polvo, sombra,
como medida táctica, se enarboló la bandera cenizas, viento y nada.
fernandina, en el entendido de que, por estar
en irreversible crisis, España difícilmente ven- María Rosa Palazón Mayoral
58 PERSONAJES

Orientación bibliográfica recop., ed. y notas de María Rosa Palazón


Mayoral, Columba Camelia Galván Gay-
Altamirano, Ignacio Manuel,“Discurso leído tán et al.; índices de María Esther Guzmán
en la sesión que el Liceo Hidalgo celebró en Gutiérrez e introd. de María Rosa Palazón
honor de don José Joaquín Fernández de Mayoral. México, unam, 2006. (Nueva Bi-
Lizardi”, en Ignacio Ramírez, Obras com- blioteca Mexicana, 163 y 164)
pletas, discursos, cartas, documentos, estudios. Fernández de Lizardi, José Joaquín, Obras. 14
David R. Maciel y Boris Rosen Jélomer, vols. México, unam, 1963-1997.
comp. y rev. 1a. reimp. México, Centro de Yáñez, Agustín, “Estudio preliminar”, en El
Investigaciones Científicas Ingeniero Jor- Pensador Mexicano. Selec. y notas de Agus-
ge L.Tamayo A. C., 1989, pp. 291-297. tínYáñez. México, unam, 1954. (Biblioteca
Fernández de Lizardi, José Joaquín, Amigos, del Estudiante Universitario, 15), pp. v-lii.
enemigos y comentaristas (1810-1820) i-1,

+FERNÁNDEZ DE SAN SALVADOR, AGUSTÍN POMPOSO +

Agustín Pomposo Fernández de San Salvador Academia Teórico-Práctica de Jurisprudencia


nació en Toluca el 20 de septiembre de 1756 y también fue asesor del regimiento provincial
y fue el primogénito de cinco hijos de una fa- de Guadalajara.
milia acomodada. Su padre fue Casimiro Fer- Entre 1802 y 1803, Agustín Pomposo Fer-
nández de San Salvador y El Risco y su madre nández de San Salvador se desempeñó como
doña María Isabel Montiel García de Andrade. rector de la Universidad de México, cargo que
Tuvo dos hermanos: Fernando, quien también ocuparía tres veces más a lo largo de su vida.
fue abogado y oidor honorario de la Audien- Al concluir su gestión en este primer periodo,
cia, y José Arcadio, quien se desempeñó como recibió importantes elogios, por lo cual se le
administrador de Rentas Reales. Su fami- nombró, en primer lugar, oidor de la Real Au-
lia tenía orígenes nobles y de abolengo, pues diencia y luego alcalde de Corte. Sin embargo,
al graduarse de abogado, Agustín Pomposo Fernández de San Salvador declinó aceptar
acreditó legalmente descender del último rey ambos cargos.
de Texcoco: Ixtlixóchitl. Una vez iniciada la insurrección de Miguel
Fernández de San Salvador estudió Dere- Hidalgo en 1810, Agustín Pomposo se dedicó
cho y se graduó como Doctor en Cánones con especial empeño a escribir en contra de
por la Universidad de México y, más tarde, las propuestas insurgentes, así como a resaltar la
fundó un despacho de abogados, el cual gozó perversidad detrás del movimiento liderado
de renombre. En su trayectoria como aboga- por el cura de Dolores. Sostuvo que la insu-
do, Agustín Pomposo se hizo cargo de la de- rrección provocaría una anarquía generali-
fensa de franceses que fueron acusados de ser zada. Señaló que la unión entre España y la
masones y de formar parte de una conspira- Nueva España era fundamental para la super-
ción para difundir las ideas revolucionarias vivencia de ambas regiones frente a la invasión
con la intención de promover la sedición en la de Napoleón Bonaparte; también consideró
Nueva España. Como integrante del Colegio que los principios de los insurgentes eran pro-
de Abogados, apoyó el establecimiento de la ducto de los filósofos franceses y que, además,
FERNÁNDEZ DE SAN SALVADOR, AGUSTÍN POMPOSO 59

sus intenciones eran dictadas por los masones, có varias líneas a exaltar el papel del ejército
a quienes consideraba agentes napoleónicos. realista frente a los insurgentes. Desde su pers-
El 18 de octubre de 1810 publicó La memo- pectiva, dicha derrota era el signo inequívoco
ria cristiano-política. Sobre lo mucho que la Nueva de que la voluntad de Dios se encontraba del
España debe temer de su desunión en partidos, y las lado de los realistas.
grandes ventajas que puede esperar de su unión y El 3 de diciembre de 1810, Fernández de
confraternidad, texto que fue aprobado y reco- San Salvador publicó otro folleto: América en el
mendado para su publicación por José Maria- trono español. Exclamación del doctor don Agustín
no Beristáin. En dicho texto presentó un total Pomposo Fernández de San Salvador que da algu-
de seis reflexiones en las que llamó a conservar na idea de lo que son los diputados de estos dominios
la unión entre peninsulares y criollos, tam- en las Cortes. Este texto fue parte del esfuerzo
bién buscó ilustrar los horrores de la guerra y de las autoridades virreinales por presentar a la
conminó a sus lectores a mantenerse leales a Constitución de Cádiz como la materializa-
Fernando VII y a la Iglesia católica. Fernández ción de la igualdad política entre americanos
de San Salvador señaló que los rebeldes ha- y europeos. Trató de restarle fuerza al movi-
bían sido engañados y que seguramente esta- miento insurgente dándole satisfacción a los
ban convencidos de estar haciendo “un servi- autonomistas que deseaban participar en la ad-
cio a la religión, al rey y a la patria”. Desde ministración real. Agustín Pomposo se mostró
su perspectiva, sólo este hecho podría explicar muy entusiasmado debido a que se convocó
por qué los insurrectos habían olvidado la con- a diputados americanos para que representa-
veniencia de la unión entre criollos y penin- ran sus intereses en las Cortes de Cádiz. En su
sulares, los cuales compartían sangre, intereses discurso sobre la unidad e igualdad políticas,
y beneficios. En este sentido, Agustín Pompo- no se refiere únicamente a los españoles de
so consideró que la gente del común se unió a ambos hemisferios, sino también incluye a los
la insurgencia debido al resentimiento y a las indios y a las castas. Respecto a los primeros,
“pasiones desenfrenadas”. Pronosticó que se señala los beneficios que han recibido de la
desencadenaría una anarquía generalizada, administración paternal del gobierno español,
pues con la guerra se verían destruidas la fami- desde la evangelización hasta la protección de
lia, la comunidad y la religión. En ese mismo sus propiedades y de sus comunidades; bene-
tenor publicó durante ese año Las fazañas de ficios que se veían coronados con las medi-
Hidalgo, Quijote de nuevo cuño, hacedor de tuertos, das de la Constitución que había eliminado el
en la que resaltaba el carácter sangriento de la tributo. Desde la perspectiva de Fernández de
revolución y de cómo el cura de Dolores lle- San Salvador, la nación española había puesto
varía a la perdición a aquellos que lo seguían. en el mismo nivel a los indios junto con los
Agustín Pomposo publicó, en noviembre españoles europeos y americanos.
de 1810, Cartas patrióticas de un padre a su hijo Podría parecer contradictorio que Fer-
sobre los principios que deben dirigir sus acciones en nández de San Salvador aceptara una Consti-
la presente calamidad por la convicción de lo injusto tución con principios liberales (algunos de
y criminal del objeto de los insurgentes. En éstas ellos derivados de la falsa filosofía ilustrada a
pueden encontrarse varios de los argumentos la que había atacado en otros textos) mientras
antes mencionados en contra de la insurrec- que también exaltaba la fidelidad al rey y a la
ción de Miguel Hidalgo. Puesto que para el religión católica. Sin embargo, hay que tomar
momento de la publicación de este texto ya en cuenta que estaba en contra de la insu-
había tenido lugar la batalla de Aculco, dedi- rrección comandada por Hidalgo y temía a la
60 PERSONAJES

anarquía, por lo que estaba dispuesto a apoyar y justicia. Además señaló que aunque las crí-
el establecimiento de las Cortes si con ello po- ticas en contra de la administración españo-
día convencer a los insurgentes de abandonar la tuvieran fundamento, la misma legislación
el campo de batalla. Debido a su papel sobre- proveía de medios para satisfacer las demandas
saliente como propagandista contrainsurgen- de los súbditos, por lo cual, para Agustín Pom-
te, el virrey Francisco Xavier Venegas lo nom- poso no había nada que justificara la insu-
bró miembro de la Junta de Censura junto a rrección. Bajo este mismo tenor, publicó otro
José Mariano Beristáin, José María Fagoaga y breve texto: Convite a los verdaderos amantes de
Pedro José Fonte; además, en 1811 fue nom- la religión católica y de la patria, en el que hacía
brado asesor ordinario y teniente letrado inte- un resumen del contenido de los Desengaños
rino en la Intendencia de México. y declara que el autor es un padre que llora la
Agustín Pomposo no sólo sufrió las conse- perdición de su hijo. Es necesario recordar
cuencias de la insurgencia como figura pública que, en la última década del siglo xviii, Fer-
o como súbdito fiel al legítimo rey de España, nández de San Salvador se había dedicado a
sino también como padre y tío. En 1808, An- defender a franceses acusados de ser masones
drés Quintana Roo llegó a México y se con- y de formar parte de una red de conspiración
virtió en empleado de la oficina de Fernández revolucionaria. En este sentido, actuó en con-
de San Salvador, donde conoció a LeonaVica- tra de la tendencia del gobierno virreinal de
rio, sobrina y protegida de este último.Ambos sospechar de todo aquel que fuera francés, por
jóvenes deseaban casarse, pero el tutor negó su lo que buscó demostrar la inocencia de sus
consentimiento. Poco después, Andrés Quin- clientes. Sin embargo, diez años después, el
tana Roo abandonó sus estudios en 1812 y se contexto era completamente diferente, por lo
unió al movimiento de Ignacio López Rayón que Agustín Pomposo retomó y renovó los ar-
junto con Manuel, hijo de Agustín Pomposo. gumentos en contra de las ideas revoluciona-
La tragedia no acabó ahí, pues, en 1813, Ma- rias y de la masonería que se habían utilizado
nuel murió durante un enfrentamiento entre anteriormente.
las fuerzas de Rayón y Agustín de Iturbide, A pesar de que Fernández de San Salvador
quien entonces era un comandante realista. juró la Constitución de Cádiz en 1812, esta
Casi al mismo tiempo, Agustín Pomposo y su postura cambió cuando el Deseado volvió a
hermano Fernando se esforzaban por conse- España, pues para entonces cuestionó el he-
guir un indulto para su sobrina Leona, quien cho de que se impusieran leyes al soberano.
se encontraba encerrada en el Colegio de Be- En 1814, su opinión con respecto a la Consti-
lén, de donde huyó en 1813 para unirse a los tución cambió de manera radical, y esto puede
insurgentes y casarse con Quintana Roo. apreciarse en su impreso El modelo de los cris-
En 1812, Fernández de San Salvador pu- tianos presentado a los insurgentes de América,
blicó Desengaños que a los insurgentes de Nue- publicado en agosto de ese año. Desde el prin-
va España, seducidos por francmazones agentes de cipio, Fernández de San Salvador se justificó
Napoleón, dirige la verdad de la religión católica y la por haber apoyado el establecimiento de la
experiencia. En dicho texto, tal como el título lo Constitución y sostuvo que sus acciones fue-
sugiere, el autor buscó demostrar que el mo- ron motivadas por la sumisión y la lealtad que
vimiento insurgente había sido motivado por siempre había profesado a España. También
los masones franceses con el objetivo de debi- dedicó otras líneas para demostrar por qué el
litar a España. Desde su perspectiva, éstos enga- juramento a las Cortes no era válido, en primer
ñaban a los rebeldes con falsas ideas de libertad lugar debido a que no se trataba de jurar lealtad
FERNÁNDEZ DE SAN SALVADOR, AGUSTÍN POMPOSO 61

al texto sino a Fernando VII; en segundo lu- ción de Santa Anna. Este suceso no impidió
gar porque los juramentos no debían ir contra que fuera nombrado rector de la Universidad
el derecho del superior y, finalmente, porque una vez más en 1840. Su muerte acaeció el 7
aunque juraron lealtad al rey, y en consecuen- de enero de 1842.
cia a la Constitución, el soberano había invali- Rosa América Granados
dado dicho conjunto de leyes y, por lo tanto, ya
no había un pacto. De igual modo, dedicó un Orientación bibliográfica
amplio espacio a criticar la idea —que unos
años antes él mismo había apoyado— de que Ávila, Alfredo, “Cuando se canonizó la rebe-
la soberanía y la legislación podían ser ejercidas lión. Conservadores y serviles en Nueva
por los diputados. Además radicalizó su postu- España”, en Erika Pani, coord., Historia,
ra con respecto al derecho a la insurrección, conservadurismos y derechas en México. Méxi-
pues sostuvo que el poder de los monarcas era co, fce, 2009, pp. 43-85.
sancionado por la voluntad divina. Hamill, Hugh, “The Rector to the Rescue:
Entre 1813 y 1814, Agustín Pomposo pro- Royalist Pamphleteers in the Defense of
movió la publicación en la Nueva España de Mexico, 1808-1821”, en Roderic A. Camp,
la obra de fray Rafael de Vélez, Preservativo con- Charles Hale y Josefina Zoraida Vázquez,
tra la irreligión, cuyo objetivo era prevenir a los eds., Los intelectuales y el poder en México.
españoles sobre los peligros de las ideas libe- México, El Colegio de México/ucla/La-
rales al mismo tiempo que sostenía que los tin American Center Publications, 1991,
masones realizaban una conspiración para pp. 49-63.
destruir a la Monarquía hispánica. Serrano Ortega, José Antonio, “El discur-
Agustín Pomposo se mantuvo en esta pos- so de la unión: el patriotismo novohis-
tura durante varios años hasta que volvió a es- pano en la propaganda realista durante el
tablecerse la Constitución de Cádiz en 1820 y movimiento insurgente de Hidalgo”, en
fue entonces cuando prefirió pronunciarse en Estudios de Historia Novohispana. México,
favor de la independencia con el Plan de Igua- unam, Instituto de Investigaciones Histó-
la. Hugh Hamill da cuenta de un impreso que ricas, 1994, vol. 14, pp. 157-177.
publicó en 1821 bajo el pseudónimo Quili- Sierra, Justo, comp., Antología del centenario.
bet, que lleva por título El más sublime heroísmo Estudio documentado de la literatura mexica-
del Exmo. Señor Iturbide y sus dignos compañe- na durante el primer siglo de la Independencia
ros de armas, contra el llamado importante voto de (1800-1821). 2a. ed. México, unam, 1985,
un ciudadano. Nuevamente hay que aclarar que pp. 84-92.
Agustín Pomposo no fue un caso excepcional, Torres Puga, Gabriel, “Centinela mexicano
sino uno más de los que asumieron esta op- contra francmasones. Un enredo detecti-
ción política. vesco del licenciado Borunda en las cau-
Durante los años del Imperio, 1821 y sas judiciales contra franceses de 1794”, en
1822, volvió a ser rector de la Universidad de Estudios de Historia Novohispana, núm. 33,
México y se encargó de recibir el juramento julio-diciembre de 2005, pp. 57-94.
al Imperio mexicano al que estaban obligados Vázquez Semadeni, María Eugenia, La interac-
todos los estudiantes que en breve recibirían ción entre el debate público sobre la masonería
sus grados académicos. Años más tarde, fue y la cultura política, 1761-1830. Tesis. Mo-
oidor de la Audiencia del Estado de México, relia, Colegio de Michoacán.
pero fue retirado en 1832 durante la revolu-
62 PERSONAJES

+GUERRERO, VICENTE +

Vicente Ramón Guerrero Saldaña nació el 10 Vicente Guerrero dejó muy poca constan-
de agosto de 1782 en el sureño pueblo de Tix- cia de sus ideas políticas durante la insurgencia,
tla, que actualmente pertenece al estado que en parte porque se trataba de un hombre con
lleva su apellido. Como muchos individuos escasa instrucción, aunque sabía leer y escri-
de fortuna modesta que vivían en esa zona, bir. Como hombre leal a Morelos, suponemos
se dedicó a la arriería hasta 1811, cuando se que fue influido y convencido por el ideario
incorporó a las filas de la insurgencia coman- de este carismático clérigo. Cualesquiera que
dada por José María Morelos. Desde la dé- hayan sido los matices de su ideario político, su
cada de 1780, las actividades comerciales por obstinación en mantener la rebelión después
Acapulco se habían incrementado significa- de 1815, a pesar de contar con un escenario
tivamente gracias a que la Corona española adverso, sugiere que no estaba dispuesto a tran-
accedió a suprimir las restricciones para el co- sigir en su deseo de independizar a la Nueva
mercio intercolonial. De este modo se esta- España. No obstante, su idea original de inde-
bleció una ruta comercial entre el virreinato pendencia, en los términos en que la planteó
del Perú y el de la Nueva España por la cual Morelos, no fue exactamente la que le propu-
circulaban diversas mercancías, la más impor- so y aceptó de Iturbide.
tante, el cacao. Este grano, así como el algodón Tal vez el primer documento en el que
que se sembraba en las costas y los efectos que expresó sus razones para levantarse en armas
llegaban anualmente de Filipinas eran trasla- y mantenerse en ellas después de la muerte
dados del puerto de Acapulco a la ciudad de de Morelos es la carta que envió a Iturbide el
México, así como a otros destinos del centro 20 de enero de 1821, en respuesta a la invi-
del virreinato, desde donde los arrieros vol- tación de éste a reunirse para dialogar. Aun
vían con mercancías que se consumían en las cuando se haya valido de algún colaborador
tierras sureñas. Éstas fueron las travesías del para redactarla es de suponer que compartía
arriero Vicente Guerrero que le permitieron las opiniones ahí vertidas. En aquella carta de-
conocer los recónditos caminos de la intricada jó muy claras las razones en que fundaba su
sierra sureña, así como establecer una extensa conducta durante los años previos a 1821.
red de vínculos sociales que más tarde le serían Comienza “por demostrar sucintamente los
de utilidad para su labor insurgente. principios de la revolución, los incidentes que
Durante su militancia a las órdenes de Mo- hicieron más justa la guerra, y la obligación a
relos, entre 1811 y 1815, se destacó por su lide- declarar la independencia”.
razgo entre los insurgentes sureños, así como Guerrero alude a las desigualdades que exis-
por su valor en combate. Después de la apre- tían entre los españoles peninsulares y ameri-
hensión y fusilamiento de Morelos y la con- canos antes de 1810 y que se esperaba fue-
secuente desarticulación de la Suprema Junta ran corregidas durante las reformas políticas
Nacional Americana o Suprema Junta Guber- liberales ocurridas a consecuencia de la crisis
nativa de América, Guerrero continuó la lucha imperial desatada por la invasión francesa y la
desde las agrestes montañas del sur hasta febre- subsecuente acefalía de la Monarquía española.
ro de 1821, cuando accedió a la invitación de Por desgracia, dice Guerrero, en España “só-
Agustín de Iturbide de consumar juntos la in- lo pensaron en mantenernos sumergidos en la
dependencia de la Nueva España. más vergonzosa esclavitud, y privar nos de las
GUERRERO,VICENTE 63

acciones que usaron los de la península para dos en los dominios de las Españas, y de que
sistemar su gobierno durante la cautividad del ejerzan alguna profesión, oficio o industria
rey [...] Se acercaron nuestros jefes a la capital, útil con un capital propio”.
para reclamar sus derechos ante el virrey Ve- Como es bastante sabido, por su aspecto
negas, quien asociado al real acuerdo desechó físico Guerrero bien podía ser “reputado por
toda propuesta, y el resultado fue la guerra”. originario de África”, al igual que la mayo-
Según el líder suriano,pese a todo,la reunión ría de los habitantes de las costas del Pacífico
de las Cortes alimentó las expectativas de los donde tenía buena parte de sus bases de apoyo.
americanos de que finalmente se les igualaría Por ejemplo, el puerto de Acapulco estaba ha-
con los españoles peninsulares. Vana ilusión. bitado casi en su totalidad por mulatos, a cu-
Las solicitudes de los representantes america- yo grupo pertenecían incluso las familias más
nos fueron motivo de sorna y desprecio entre connotadas del lugar. EnTixtla, aunque consti-
sus contrapartes peninsulares. El resultado fue, tuía un porcentaje menor, también era bastan-
en sus palabras, que no se les concedió “la te notoria la presencia de la gente de color y de
igualdad de representación, ni se qui[so] dejar pelo quebrado, como solía decirse en la época.
de conocernos con la infame nota de colonos, Probablemente en estas exclusiones consti-
aun después de haber declarado a las Américas tucionales pensaba Guerrero al preguntarse:
parte integrante de la monarquía”. Pareciera, “¿Qué beneficio le resulta al pueblo cuando
pues, que Guerrero reconoce en la asimetría para ser ciudadano requiérense tantas calida-
existente en la representación de los america- des que no se encuentran, maliciosamente, en
nos y los españoles peninsulares el detonante la mayor parte de los americanos?” Es proba-
de la insurgencia, aunque siempre queda la ble, pues, que la redacción de la proclama que
duda de si ya tenía esta percepción en 1811, acompañó al Plan de Iguala sea una concesión
cuando se sumó a la lucha. Después de todo, de Iturbide a ese sentimiento de Guerrero y de
se trata de un discurso construido a posteriori, la población sureña, pues se aclara que el do-
producto seguramente de su contacto con los cumento estaba dirigido “no [a] los nacidos
líderes insurgentes. en América, sino a los Europeos, Africanos
Su argumentación parece centrarse no y Asiáticos que en ella residen”. Recuérdese
sólo en el número de representantes asigna- que, aunque minoritaria, había una población
dos a los españoles americanos, sino en otra de origen asiático que había arribado con el
cuestión inherente de crucial importancia: galeón de Filipinas y que se había asentado
la extensión de la ciudadanía. De su discurso fundamentalmente en la zona de influencia
se infiere que le irritaba la restricción para que de Guerrero.
los individuos “reputados por originarios de A pesar de vivir remontado en las altas
África”, como decía al artículo 22 de la Cons- montañas surianas, Guerrero estaba enterado
titución de Cádiz, pudieran acceder directa- de los acontecimientos políticos más impor-
mente a la ciudadanía.Vale recordar que sólo tantes ocurridos tanto en la nueva como en
podría otorgarse la ciudadanía a los indivi- la vieja España. Conocedor del levantamiento
duos con orígenes africanos que “hicieren exitoso del teniente coronel Rafael de Riego
ser vicios calificados a la patria, o a los que se y del coronel Manuel Quiroga para restable-
distingan por su talento, aplicación y conducta, cer la Constitución de Cádiz estimó que po-
con la condición de que sean hijos de legíti- dría ser una buena coyuntura para ganarse el
mo matrimonio de padres ingenuos; de que apoyo de las fuerzas realistas que lo combatían
estén casados con mujer ingenua, y avecinda- y que veían con recelo un gobierno consti-
64 PERSONAJES

tucional. En agosto de 1820 intentó, sin éxi- tucional y liberal, reconociera la autonomía e
to, convencer de ello al coronel Carlos Moya, igualdad plena de los americanos, incluyendo
quien tenía su cuartel en Chilpancingo. Los a la población con sangre africana, parece ser
superiores de Moya, incluyendo al virrey Juan la explicación a su intransigencia y tozudez
Ruiz de Apodaca, supieron de la propuesta para mantener la lucha armada durante tan-
de Guerrero. De hecho, es probable que desde tos años. Dichas exigencias sólo podrían ma-
antes de escribirle, Iturbide haya tenido noti- terializarse con un gobierno de nativos, tal
cias de la disposición del líder insurgente para como insistían muchos americanos, que juz-
negociar con los realistas la consecución de la gaban incluso antinatural que una nación
independencia. No sólo por los informes que fuera administrada por individuos ajenos a su
el mismo virrey de Apodaca o algún otro jefe suelo, como se consideraba a los españoles
realista le pudieron haber proporcionado, sino peninsulares. En palabras de Vicente Guerre-
porque, además, contó con las valiosas reve- ro:“todas las naciones del universo están inde-
laciones que le confió John Davis Bradburn pendientes entre sí, gobernadas por los hijos
acerca de la forma de pensar de Guerrero, con de cada una, sólo la América depende afrento-
quien había pasado varios años. samente de España, siendo tan digna de ocu-
Guerrero sabía también de los esfuerzos par el mejor lugar del teatro universal”.
que algunos representantes novohispanos des- A pesar de su convicción de que no había
plegaban en la península ibérica en las recién más camino para los americanos que la in-
instaladas Cortes para lograr un acuerdo que dependencia, para 1821 Guerrero era cons-
reconociera la autonomía de los reinos his- ciente de las dificultades para conseguirla
panoamericanos conservando la unidad del mediante las armas. Luego de más de diez años
imperio español. Sin embargo, no albergaba de guerra y cercado en su fortaleza serrana,
ninguna esperanza de que dicho proyecto fue- tenía pocas posibilidades de imponer su pro-
ra acogido con beneplácito por los españoles. yecto a toda la Nueva España. Por consiguien-
Si no lo habían aprobado en 1812, cuando es- te, accedió a suscribir el plan de Agustín de
taban necesitados del dinero de los americanos Iturbide, quien le garantizó que la indepen-
para expulsar a los franceses de la península, dencia de España sería total. A cambio, Gue-
mucho menos lo consentirían en 1821 cuando rrero aceptó que se invitara a Fernando VII, o
había desaparecido la amenaza externa. De ahí a algún otro miembro de la familia reinante,
su advertencia a Iturbide de que “no esper[ara] para que viniera a hacerse cargo del gobierno.
el resultado de los diputados que marcharon Implícitamente renunció también al modelo
a la península, porque ni ellos han de alcan- republicano sustentado por Morelos y otros
zar la gracia que pretenden, ni nosotros ten- líderes insurgentes. No obstante, el rumbo
dremos necesidad de pedir por gracia lo que que tomarían los acontecimientos después de
se nos debe de justicia”. Por consiguiente, fue 1821, en particular la erección y derrumbe
muy categórico al señalarle a Iturbide que no del Imperio de Iturbide, reavivarían su con-
aceptaría dialogar con él mientras no se in- vicción republicana.
clinara claramente por la independencia de la En realidad, tanto Iturbide como la clase
Monarquía española, aunque fuera constitu- política criolla que lo rodeaba vieron siempre
cional. De otro modo, sólo podrían verse las con desdén aVicente Guerrero, aunque era un
caras en el campo de batalla. actor con el que debían contemporizar no só-
La convicción de que no era posible que el lo por su liderazgo militar y arraigo popular,
gobierno español, a pesar de su sesgo consti- sino porque encarnaba el proyecto indepen-
GURIDI Y ALCOCER, JOSÉ MIGUEL 65

dentista sostenido por los viejos insurgentes para su proyecto político, percepción que se
que se habían levantado en armas desde 1810. acentuó después del motín de la Acordada en
En consecuencia, Iturbide buscó apartarlo de 1828, que preparó el terreno para su arribo a
la Corte imperial mediante una hábil estrate- la presidencia de la República al siguiente año.
gia. En octubre de 1821 dividió el territorio En opinión de algunos historiadores, este te-
nacional en capitanías generales de provincia mor hacia los grupos populares que lideraba
para su control militar. Guerrero pidió que influyó en la decisión del gabinete de Anasta-
en su zona de influencia se formara una capi- sio Bustamante de ordenar su fusilamiento el
tanía, a lo cual Iturbide no sólo accedió sino 14 de febrero de 1831.
que lo nombró comandante de ella; de es-
te modo lo alejó de la ciudad de México. La Jesús Hernández Jaimes
medida fue también el reconocimiento de un
hecho consumado, a saber, la autonomía de la Orientación bibliográfica
región consolidada durante la insurgencia y
que había constituido la desaparecida provin- Ávila, Alfredo, “La presidencia de Vicente
cia de Tecpan, creada por Morelos en 1813. Guerrero”, en Will Fowler, coord., Gober-
La defensa de la autonomía sureña sería nantes mexicanos. México, fce, t. i, pp. 77-96.
una de las causas que con más pasión defendió Harrell, Eugene W., Vicente Guerrero and the
Guerrero durante la década de 1820, bande- Birth of Modern Mexico, 1821-1831. Tesis.
ra que lo convirtió en un partidario acérri- Tulane University, 1976.
mo del federalismo. Rehuyó, hasta donde le Sprague,William Forrest, Vicente Guerrero. Me-
fue posible, los cargos públicos en la ciudad xican Liberator. A study in Patriotism. Chica-
de México y prefirió refugiarse en su tierra go, R. R. Donelly & Sons, 1939.
natal para defender los intereses de sus cote- Vincet, Theodore G., The Legacy of Vicente
rráneos. Seguramente era consciente del rece- Guerrero, Mexico’s First Black Indian Presi-
lo y desdén que su presencia causaba entre la dent. Gainesville, University of Florida
elite política de la capital, que nunca dejó de Press, 2001.
ver en él y lo que representaba un peligro

+GURIDI Y ALCOCER, JOSÉ MIGUEL +

El 24 de agosto de 1808, el sermón de José dos Santos, se preocupaba por dejar en claro el
Miguel Guridi y Alcocer ofrecía una mues- origen de la legitimidad del monarca cautivo.
tra más de lealtad fernandista en la solemne No sólo se trataba de que Fernando VII, cuya
función celebrada en la iglesia de San Fran- afabilidad y dulzura lo habían caracterizado
cisco a nombre del Ilustre Real Colegio de desde niño, daba ahora pruebas de ser cons-
Abogados. Había en su prédica algo distinto tante frente a las adversidades; no nada más de
de otros discursos del momento. No obstante que tenía derecho a la corona por su cuna y
los elogios que hacían eco de la jura de Fer- porque la providencia había dado claras seña-
nando VII del 13 de agosto en la capital vi- les de haberlo elegido al ocurrir las tempranas
rreinal, el ilustre canonista, cura de la villa de muertes de sus hermanos primogénitos y la
Tacubaya y colegial mayor de Santa María To- abdicación inesperada de su padre, cuestiones
66 PERSONAJES

en las que estaba indudablemente “el dedo una importante polémica con Juan Bautista
de Dios”. Muñoz en la que hizo la apología de la apari-
¿Pero, eran esos argumentos suficientes pa- ción de nuestra señora de Guadalupe de Mé-
ra echar un velo a la causa del Escorial, al des- xico y refutó las posturas de la Academia de la
prestigio de la familia real y a los sucesos que Historia de Madrid, representadas por el es-
habían envuelto a muchos buenos españoles? pañol. Pero volvamos a sus orígenes para me-
El sermón de Guridi colocó en el centro de jor comprender la versatilidad de este criollo
la pieza un asunto determinante: en las ex- novohispano que algunos no han dudado en
presiones del pueblo enardecido en Aranjuez llamar “el camaleón de viento”.
y Madrid residía la legitimidad del monarca. José Miguel Guridi y Alcocer estudió en
Ese pueblo, que había hecho “locuras de leal- los antiguos colegios jesuitas de la Angelópolis,
tad” para ratificar su devoción por el Desea- en donde fue concolega de dos célebres po-
do, era el único capaz de trascender las inicuas blanos: José Mariano de San Martín y Antonio
maquinaciones, puesto que más allá del dere- Joaquín Pérez Martínez, criollos cuya partici-
cho que por cuna le correspondía a Fernando, pación sería determinante tanto en el trans-
estaba la voluntad del pueblo que lo aclamaba. curso del proceso de Independencia como en
Su consentimiento y su ejercicio como “ante- los primeros años del México independiente.
mural de la soberanía”, eran los que, a ojos del Si hemos de creer al relato que nos hace en
letrado novohispano, permitían asegurar que sus Apuntes, la familia de Guridi tenía una si-
era él el legítimo monarca en aquellos oscuros tuación modesta, al punto de que el joven José
tiempos de acontecimientos bochornosos. Miguel no contaba con recursos suficientes
José Miguel Guridi y Alcocer, nacido en que le permitieran pensar en una posición so-
Itacuixtla, Tlaxcala, el 26 de diciembre de cial atractiva. Fue entonces cuando se decidió
1763, ha pasado a la historia como una de las por la carrera eclesiástica, por la que tenía po-
voces más reconocidas de la diputación ame- ca inclinación pero que sin duda le permitiría
ricana en las Cortes de Cádiz. Merecidamente una buena preparación y hacerse un modo de
se le ha asociado con la revolución liberal, con vida. En la Real y Pontificia Universidad se
las reivindicaciones del partido criollo y con las doctoró en Teología y Cánones, no sin sacrifi-
mejores causas que fueron defendidas en aquel cios económicos. Disfrutó particularmente de
foro. Mas no hay que imaginar que su calidad sus conocimientos en este último terreno, por-
de eclesiástico y su constante participación en que lo suyo no era pastorear a las almas de los
las altas esferas de la Iglesia novohispana ha- feligreses de sus parroquias. Acajete, Tacubaya
yan dejado de marcar su brillante trayectoria. y el Sagrario fueron beneficios importantes
Guridi ocupó estupendas parroquias desde desde los cuales el joven tlaxcalteca consiguió
muy pronto y pasó luego al Sagrario Metro- proyectarse hacia actividades sobresalientes que
politano; fue canónigo de esa misma catedral mejor satisfarían sus inquietudes personales.
y, como tal, participó en 1820, por irónico que Gracias a su talento y relaciones, cuando se
parezca para un liberal de esa talla, en la Jun- convocó a las Cortes Extraordinarias del Rei-
ta de Censura Eclesiástica, junto con Manuel no, el Ayuntamiento de Tlaxcala tuvo a bien
Gómez Morín, José Mariano Sardaneta, Pedro nombrarlo representante de la provincia en ese
Acevedo y Andrés del Río. Nada más y nada foro. Arribó Guridi a Cádiz el 19 de diciem-
menos que la junta que excomulgó a Fernán- bre de 1810, según lo notificó en carta a su
dez de Lizardi y que motivó tantas protestas de cabildo, comentando que con felicidad había
el Pensador. En aquellos años, trabó además desembarcado al día siguiente para hacer las
GURIDI Y ALCOCER, JOSÉ MIGUEL 67

visitas y cumplidos de rigor en la Isla de León. con la de idiomas y colores, como entre noso-
Hecho esto, enseguida fue recibido en el Con- tros mismos, y aún con la de naciones distintas,
greso Nacional. como lo son los españoles, indios y negros ¿Por
La diputación de la Nueva España en la qué pues no se ha de expresar en medio de
legislatura de 1810 a 1813 estuvo formada por tantas diversidades en lo que consiste nuestra
21 diputados. Seis de ellos llegaron a la presi- unión que es en el gobierno?”
dencia de las Cortes: José María Gutiérrez de El pensamiento avanzado de Guridi de-
Terán, José María Gordoa, Juan José Güereña, finió la soberanía como “la que resulta de la
José Miguel Guridi y Alcocer, José Miguel Ra- sumisión que cada uno hacía de su propia vo-
mos Arizpe y Joaquín Maniau. No todos tu- luntad y fuerzas a una autoridad a la que se
vieron una actuación sobresaliente, varios de sujeta, sea por un pacto social o por imitación
ellos apenas tomaron la palabra en una o dos a la potestad paterna”, o por la necesidad de
ocasiones. En cambio, el diputado por Tlaxcala defenderse y vivir en sociedad. ¿Pero quié-
daría las más importantes batallas en temas fun- nes eran los ciudadanos para la Constitución?
damentales. Su participación fue brillante en Éste era un punto crucial en los debates, pues
la defensa de la representación americana, del el artículo 22, que se discutió el 4 de septiem-
fin de la condición colonial, de la igualdad de bre, se refería a si las castas eran sujeto de la
los indios y las castas en América. No en balde, ciudadanía. Sólo los que tenían posiciones ver-
Guridi ha pasado a la historia como una de las daderamente democráticas se inclinaron por
grandes figuras del abolicionismo hispánico. incluirlos. Entre éstos estuvo Guridi, quien
Muy pronto, el diputado por Tlaxcala ganó expresó finos argumentos en contra de la dis-
prestigio en aquel foro. Empezó por objetar, el criminación. ¿Era ésta una manera de per pe-
25 de agosto de 1811, el primer artículo de la tuar un trato tan violento y repugnante como
Constitución: “La nación española es la reu- la esclavitud misma? “Después de haber hecho
nión de todos los españoles de ambos hemis- a las castas la injusticia de esclavizar a sus ma-
ferios”. No se trataba de objetar el asunto de la yores, ¿por esto mismo se les ha de hacer la otra
soberanía nacional, de la cual, como hemos vis- injusticia de negarles el derecho de ciudad?
to, Guridi era desde mucho antes un entusiasta Una injusticia no puede ser razón o apoyo pa-
partidario. Lo que quería poner de manifies- ra otra”. De manera que, si bien la inclusión de
to era que esa definición de nación española, las castas entre los ciudadanos era importante
al hablar de una reunión de españoles, dejaba como estrategia para elevar la proporción de la
fuera a seis millones de castas y a otros seis mi- representación americana en las Cortes, para
llones de indios. La base social de la nación era Guridi era más que eso; los argumentos que
diversa, compuesta por poblaciones de distinto vertió en estas sesiones no dejan lugar a dudas:
origen que no eran todos españoles. Se trataba él fue un verdadero abanderado de la igualdad
de una nación hispana, una nación en la que las social. Su participación en los debates en torno
naciones estaban unidas por un gobierno. Lo a la representación de los indios naturales de
expresaba de la siguiente manera:“La unión de América fue también sobresaliente. Defendió
un Estado consiste en el gobierno en sujeción la idea de que “los americanos, así españoles
a una autoridad soberana, y no requiere otra como indios, y los hijos de ambas clases, tie-
unidad. Es compatible con la diversidad de re- nen igual opción que los españoles europeos
ligiones, como se ve en Alemania, Inglaterra y para toda clase de empleos y destinos”. Su voz
otros países; con la de territorios, como en los se alzó para defender las antiguas civilizacio-
nuestros, separados por un inmenso océano: nes americanas con base en los argumentos
68 PERSONAJES

de Bartolomé de las Casas y Solórzano, en la por Matías de Monteagudo, Juan José Espi-
tradición del derecho natural que seguía muy nosa, José María Fagoaga, Isidro Yarza, Fran-
vigente en aquellos años. cisco Azcárate, Juan Martiñana y Francisco
En algunos casos, las posturas de Guridi Sánchez de Tagle, que apoyó al primer jefe del
atrajeron fuertes críticas, como fue el asunto Ejército Trigarante. No es raro por ello que
de Juan López de Cancelada, en ese momento aparezca como una de las figuras más relevan-
director de El Telégrafo Americano que se publi- tes del primer gobierno de Agustín de Iturbi-
caba en Cádiz, financiado por el Consulado de. En 1821, Guridi firmó el Acta de Indepen-
de Comercio de la ciudad de México. Guridi dencia del Imperio Mexicano y fue designado
y Alcocer respondió a lo que sobre él y sobre miembro de la Suprema Junta Provisional Gu-
los decretos de las Cortes había declarado el bernativa, en calidad de presidente. Una vez
polémico periodista, en un amplio texto que más como diputado, su experiencia constitu-
se reprodujo en un número extraordinario cional influyó notablemente en los Congresos
de El Censor. Los asuntos que defendió con Constituyentes de 1822 y 1824. Murió el 4 de
enjundia el tlaxcalteca fueron: la necesidad de octubre de 1828.
terminar con la censura impuesta a las siem- Ana Carolina Ibarra
bras y manufacturas de América, la necesidad
de terminar con el predominio peninsular en Orientación bibliográfica
los altos cargos y permitir que los criollos pu-
dieran recibir los mayores honores, dar fin al Chust, Manuel, “Legislar y revolucionar”, en
monopolio de la tierra y del comercio, y ter- Virginia Guedea, coord., La independencia
minar con la discriminación de la que eran de México y el proceso autonomista novohis-
objeto los indios en su propia tierra. pano. México, unam/Instituto de Investi-
Al término de sus actividades como dipu- gaciones Dr. José María Luis Mora, 2001,
tado a Cortes, Guridi regresó a la Nueva España pp. 22-82.
en donde el gobierno virreinal desplegaba una Gómez Álvarez, Cristina y Ana Carolina
política de gran violencia. Intervino en ese caso, Ibarra, “El clero novohispano y la inde-
junto con los párrocos de la ciudad de México, pendencia mexicana: convergencias y di-
en contra de la abolición del fuero eclesiásti- vergencias de tres clérigos poblanos”, en
co que ponía a los curas insurgentes a merced Álvaro Matute, Evelia Trejo y Brian Con-
del ejército realista. Actuó cerca de los Guada- naughton, Iglesia, Estado y sociedad en Méxi-
lupes y cuando en julio de 1813 se realizaron co. Siglo XIX. México, Miguel Ángel Porrúa,
las elecciones para la diputación provincial de la 1996, pp. 137-175.
Nueva España, resultó electo para representar Guridi y Alcocer, José Miguel, Apuntes de la
a la provincia de México.Algunos documentos vida de José Miguel Guridi y Alcocer, formados
de la época sugieren que mantuvo relación con por él mismo en fines de 1801 y principios del
la insurgencia, y que Morelos lo consideró in- siguiente de 1802. México, sep/inba, 1984.
cluso para hacerlo vocal por Tlaxcala. Rieu Millán, Marie Laure, Los diputados ame-
Cuando en 1820 triunfó nuevamente la ricanos en las Cortes de Cádiz. Madrid, csic,
revolución liberal en la península y entró en 1990.
vigencia la Constitución de Cádiz, Guridi fue Rodríguez O., Jaime E., La independencia de
electo diputado por Tlaxcala a la diputación la América española. México, El Colegio
provincial de la Nueva España. Casi enseguida de México/ Fideicomiso Historia de las
se revelaron sus ligas con el grupo formado Américas/fce, 2005.
GUTIÉRREZ DE LARA, JOSÉ BERNARDO 69

+GUTIÉRREZ DE LARA, JOSÉ BERNARDO +

José Bernardo Maximiliano Gutiérrez de Lara jar, donde establecería un gobierno insurgen-
nació el 20 de agosto de 1774 en Revilla, en te. Menchaca organizó una expedición de 300
el Nuevo Santander. Habiendo heredado las hombres y entró en territorio texano, pero al
tierras de su familia, se dedicó tanto a su cul- encontrar una partida de realistas perdió el en-
tivo como a la herrería y a la mecánica, y en tusiasmo y se entregó al enemigo.
1798 contrajo matrimonio con su prima Ma- Gutiérrez de Lara arribó a Washington el
ría Josefa de Uribe viuda de Martínez, con la 11 de diciembre de 1811, como el único en-
que tuvo varios hijos. Con su hermano, el ba- viado insurgente que llegó a la capital estadou-
chiller José Antonio Apolinario, cura de Revi- nidense, donde fue bien recibido y donde se
lla, se unió a la insurgencia a fines de 1810, y entrevistó con el secretario de Guerra, con el
en su apoyo redactaron cartas y proclamas. El presidente James Madison y con James Mon-
17 de marzo de 1811, en la hacienda de San- roe, secretario de Estado, de quienes no acep-
ta María, cerca de El Saltillo, fue nombrado tó sus pretensiones intervencionistas sobre la
teniente coronel del Ejército de América por Nueva España pero sí su ayuda para regresar
Ignacio Allende, de quien recibió el encargo a ella y organizar una expedición sobre Texas.
de conseguir tropas. Al saberse que Ignacio Además, conoció al emprendedor aventurero
Aldama y fray Juan Salazar habían sido envia- José Álvarez de Toledo, con quien en Washing-
dos a Estados Unidos y se encontraban presos ton y en Filadelfia preparó la insurrección de
en San Antonio de Béjar, Gutiérrez de Lara se las Provincias Internas. Gutiérrez de Lara se
ofreció a ocupar su lugar, por lo que fue nom- dirigió a la Luisiana llevando una carta del De-
brado ministro plenipotenciario ante el veci- partamento de Estado para que William Clay
no país, pero al caer presos los principales jefes Claiborne, gobernador de la provincia, le auxi-
insurgentes regresó a Revilla. A causa de la se- liara. En compañía de Tadeo Ortiz de Ayala lle-
vera contraofensiva realista emprendida en el gó a Nueva Orleáns, donde se puso en contac-
Nuevo Santander por Joaquín de Arredondo, to con varios novohispanos y donde Claiborne
a fines de julio de 1811 se dirigió a Estados le presentó al capitán William Shaler, agente
Unidos acompañado del capitán Miguel Men- del gobierno de Estados Unidos para Cuba
chaca y de una partida de catorce hombres; y la Nueva España, quien con el doctor John
largo y difícil viaje durante el cual consiguió la Hamilton Robinson había sido enviado a la
ayuda de numerosos angloamericanos y de no frontera de Luisiana con Texas para conseguir
pocos indígenas, como consta en su diario. En información sobre los insurgentes. Además, se
Natchitoches, ya en la Luisiana, recibió el apo- puso en contacto con Pedro Girard, de origen
yo del juez y doctor John Sibley, agente del francés, quien sería uno de sus agentes en aque-
gobierno estadounidense para tratar con los lla ciudad. Poco después pasó a Natchitoches
indios, y del capitán John Overton, quienes le en compañía de Shaler, donde hicieron pro-
dieron cartas de presentación para varias per- paganda de su empresa y emitieron un men-
sonas, entre ellas William Eustis, secretario de saje sobre la política que seguiría el gobierno
Guerra de Estados Unidos. Mientras Gutié- de Estados Unidos hacia la Nueva España y del
rrez de Lara obtenía el apoyo del gobierno cual se envió copia a Ignacio Rayón.
estadounidense, Menchaca debía reclutar vo- Con la ayuda del teniente Augustus Wil-
luntarios angloamericanos para dirigirse a Bé- liam Magee, del general James Wilkinson y de
70 PERSONAJES

Samuel Davenport, quien nacido en Filadelfia Rosillo, en el río Salado, pero fueron derrota-
era súbdito de España y agente de su gobierno dos el 29 de marzo. Sin recursos para sostener-
para tratar con los indios, organizó una fuerza se y después de intentar vanamente negociar
expedicionaria de la que fue nombrado co- una capitulación, Salcedo y Herrera se rindie-
mandante en jefe, aunque se encontraba bajo ron el 1 de abril.
el mando efectivo de Magee, llamada Ejérci- Ya en Béjar, Gutiérrez de Lara se ocupó
to Republicano del Norte, compuesta de 450 de organizar el gobierno de la provincia. La
hombres. Entre sus oficiales se encontraban expedición se convertía en un movimiento
Samuel Kemper, cuyos hermanos habían to- regional que se identificaba con los objeti-
mado parte en la independencia de la Florida vos de la insurgencia novohispana, pero los
Occidental en septiembre de 1810, y el capi- angloamericanos no deseaban perder el con-
tán Henry Perry, quien más tarde se uniría a la trol, por lo que continuaron las diferencias
expedición de Xavier Mina. que entre ellos habían surgido tiempo atrás.
La expedición cruzó la frontera y el 11 de Salcedo, Herrera y demás oficiales realistas
agosto de 1812 ocupó Nacogdoches, donde prisioneros fueron juzgados por un conse-
fue bien recibida y donde se le unieron dos jo de guerra y degollados el 3 de abril, de lo
destacamentos realistas y numerosos indios. que se intentó culpar a Gutiérrez de Lara.Tres
Un mes después ocupó el presidio de La Tri- días después, la provincia de Texas declaró su
nidad y en noviembre siguiente el de la Bahía independencia, en un acta que mucho debe a
del Espíritu Santo, donde Gutiérrez de Lara la declaración de independencia de Estados
ubicó su cuartel general y donde se izó la ban- Unidos, pero que también registra la influen-
dera, de color verde, de la República de Texas. cia del discurso insurgente y los sentimientos
Su presencia hizo concebir a los insurgentes autonomistas de sus autores. De acuerdo con
de otras regiones infundadas esperanzas de ella, se instaló una Junta de Gobierno, com-
recibir apoyo de Estados Unidos y obligó a puesta de un presidente, un secretario y seis
las autoridades del virreinato a tomar medidas vocales, entre ellos varios extranjeros, nom-
defensivas, para lo que contaron con infor- brados todos por Gutiérrez de Lara, a quien
mación de los agentes estadounidenses que, la declaración llamaba “general en jefe del
al mismo tiempo, prestaban su ayuda a los Ejército Mexicano Republicano del Norte”.
insurgentes. La Junta —que quedaba investida de plenos
El gobernador de Texas, Manuel Salcedo, y poderes por el pueblo texano y en cuyo nom-
el comandante general de las Provincias Inter- bre se designaría a un gobernador, cargo para
nas, Nemesio Salcedo, solicitaron ayuda de las el cual se eligió a Gutiérrez de Lara— redactó
autoridades centrales y de otras regiones nor- una Constitución que siguió el modelo es-
teñas, pero tuvieron poca respuesta.A pesar de pañol y no el republicano estadounidense.
ello, fuerzas realistas al mando del gobernador Firmada el 17 de abril de 1813, establecía la
y de Simón de Herrera sitiaron al Ejército Re- religión católica, que el “Estado de Texas”
publicano del Norte en la Bahía del Espíritu formaba parte de la “República Mexicana”,
Santo, que resistió durante cuatro meses, y los reconocía la propiedad privada, proclamaba
realistas se vieron obligados a levantar el sitio la libertad personal y organizaba su gobier-
el 19 de febrero de 1813. Gutiérrez de Lara no y su administración, para lo cual planteó
decidió entonces dirigirse sobre San Antonio una incipiente división de poderes. Con ella,
de Béjar, capital de la provincia. Los realistas, se creó un gobierno que cerraba la puerta a
al mando de Herrera, le hicieron frente en El la dependencia de la región del gobierno de
GUTIÉRREZ DE LARA, JOSÉ BERNARDO 71

Estados Unidos y no concedía privilegios es- de Toledo, cuyos agentes sedujeron a la tropa y
peciales a los angloamericanos. a la Junta Gubernativa, la cual nombró a éste
Gutiérrez de Lara emitió varias proclamas general en jefe y ordenó renunciar a José Ber-
informando de los trabajos de los insurgen- nardo, quien así lo hizo el 4 de agosto. Pero el
tes y de la valiosa ayuda de los angloamerica- 18 de ese mes, Álvarez de Toledo fue derrota-
nos. Se entregó a los voluntarios extranjeros do en el río de Medina por Arredondo y, tres
las tierras prometidas al enlistarse y se les die- días después, las tropas de Elizondo recupe-
ron certificaciones sobre el dinero que se les raron Béjar. Arredondo ejerció entonces una
debía. Pero las disensiones entre angloame- feroz represión, sometió a los indios subleva-
ricanos y novohispanos se fueron ahondando dos y organizó el gobierno de la provincia. Los
cada vez más y no pocos de aquéllos regresa- angloamericanos, en su mayoría, regresaron
ron a Estados Unidos. Gutiérrez de Lara no a Estados Unidos, lo mismo que Álvarez de
sólo tuvo que enfrentarse a las maquinacio- Toledo, quien prosiguió organizando expedi-
nes de los anglos, sino también al doblez y a la ciones para invadir a Texas, y se puso en co-
perfidia de algunos de sus seguidores texanos, municación con el Supremo Congreso Na-
como el capitán José Nicolás Benítez, quien cional Americano, al que logró convencer de
se fugó de San Antonio para unirse a las fuer- la bondad de sus intenciones y de la maldad
zas de Ignacio Elizondo, quien aprehendió de Gutiérrez de Lara. Éste se retiró a Nueva
a los primeros jefes insurgentes. Su antiguo Orleáns, y más tarde a Natchitoches, desde
compañero, Álvarez de Toledo, se presentó en donde continuó preparando expediciones so-
la frontera desde principios de abril y a fi- bre Texas al tiempo que procuraba borrar la
nes de ese mes pasó a Nacogdoches en com- imagen negativa que habían promovido sus
pañía del también aventurero Juan Mariano detractores entre los insurgentes. En 1814
Picornell, donde se encargó del mando de tomó parte en la defensa que de Nueva Or-
la población. En unión de Shaler, organizó leáns hiciera Andrew Jackson contra los in-
una campaña contra Gutiérrez de Lara, quien gleses, y poco más tarde aceptó la propuesta
prevenido por el coronel Nathaniel Cosgwell de los New Orleans Associates de establecer,
les ordenó regresar a Estados Unidos, si bien junto con un grupo de piratas, entre los que
prosiguieron su campaña de desprestigio des- destacaba Luis Aury, una base en el golfo de
de la Luisiana. Por otra parte, el comandante México para preparar una invasión a la Nueva
Arredondo, con los apoyos que le brindaron España. Para mayo de 1819, había organizado
tanto el centro como las regiones cercanas a una nueva invasión compuesta de aventureros
Texas, emprendió la contraofensiva realista, angloamericanos comandados por el doctor
en la cual Elizondo, a quien Gutiérrez de Lara James Long. Al llegar a Nacogdoches, se for-
había invitado a unirse de nuevo a la insur- mó un Consejo Supremo, del que Gutiérrez
gencia, debía ser una pieza clave. Elizondo, de Lara fue vicepresidente y que proclamó el
quien tenía órdenes expresas de no avanzar establecimiento de la República de Texas.
sobre Béjar, se apostó cerca de ella en El Ala- Derrotados por los realistas, tanto Long co-
zán, desde donde la intimó a rendición, pero mo Gutiérrez de Lara intentaron armar otra
el 20 de junio fue atacado y derrotado por los expedición, que entró en Texas en 1821 y fue
insurgentes. igualmente derrotada.
Gutiérrez de Lara no fue derrotado por A pesar de la satisfacción que le produjo el
los realistas sino por sus disensiones con los triunfo del movimiento trigarante, Gutiérrez
angloamericanos y por las intrigas de Álvarez de Lara se fue a vivir a Natchitoches. El 16 de
72 PERSONAJES

julio de 1824, convertido ya el Nuevo San- folleto, dado a la luz ese mismo año y que ti-
tander en el estado de Tamaulipas, su primer tuló Breve apología, en el que hizo un resumen
Congreso Constituyente, presidido por José de toda su carrera. Si bien fue enjuiciado por
Antonio Gutiérrez de Lara, acordó nombrar el Congreso tamaulipeco, fue encontrado
a José Bernardo como gobernador mientras se inocente de todos los cargos. En 1829, Gutié-
elaboraba la Constitución estatal y se celebra- rrez de Lara se ofreció para combatir contra
ban elecciones, cargo que desempeñó desde las fuerzas de Isidro Barradas que desembar-
agosto de 1824 hasta mayo de 1825. Como caron en Tampico, pero no fue aceptada su
gobernador dio muestras de gran actividad. oferta por hallarse enfermo. No sería la úl-
Así, se encargó de preparar la defensa de tima vez que pretendió tomar las armas, pues
Tamaulipas y organizó sus milicias estatales. en 1839 decidió combatir a los federalistas
Igualmente se encargó de mantener la paz in- después de haber intentado, sin mucho éxi-
terna del estado, mientras que la Constitución to, mediar entre ellos y los centralistas, pero
estatal se proclamó el 4 de mayo de 1825. Al fue tomado prisionero y su casa en Ciudad
parecer, aprovechó la gubernatura para con- Guerrero fue saqueada. Pasó después a vivir a
seguir beneficios personales y se hizo de al- Linares, en Nuevo León, y más tarde se trasla-
gunos enemigos que lo atacaron e hicieron dó a la villa de Santiago, donde murió el 13 de
propaganda en su contra, por lo que renunció mayo de 1841.
al cargo. Sin embargo, en junio de ese año, el Virginia Guedea
presidente Guadalupe Victoria lo nombró co-
mandante militar de Tamaulipas. El problema Orientación bibliográfica
que planteaban las tribus indígenas llevó al go-
bierno federal a extender su comandancia a Castañeda, Carlos Eduardo, Our Catholic He-
los estados de Nuevo León, Coahuila y Texas, ritage in Texas 1519-1936. Transition Period
y para protegerlos utilizó en buena medida los the Fight for Freedom 1810-1836, t. vi. Ed. de
medios empleados por las autoridades colo- James P. Gibbons,Austin, 1950. [Reeditado
niales en su lucha contra los indios hostiles. en NuevaYork por Arno Press en 1976.]
Así, estableció una línea de defensa a lo largo Garza, Lorenzo de la, Dos hermanos héroes.
de la frontera norte y recurrió a las compa- México, Cultura, 1939.
ñías volantes para contar con una fuerza agre- Guedea,Virginia,“Autonomía e independen-
siva y movible. Pero no se tenían los recursos cia. La Junta de Gobierno Insurgente de
necesarios, y el gobierno federal, que exigía San Antonio de Béjar, 1813”, en Virginia
resultados positivos, no estaba dispuesto a pro- Guedea, coord., La independencia de México
porcionarlos. Al problema que planteaban los y el proceso autonomista novohispano, 1808-
indios se unía la desmoralización de las tropas 1824. México, Instituto de Investigaciones
y los rumores que corrían sobre la supuesta Dr. José María Luis Mora/unam, Institu-
corrupción de Gutiérrez de Lara, quien fue to de Investigaciones Históricas, 2001, pp.
destituido del cargo y relevado por el general 135-183.
Anastasio Bustamante en diciembre de 1826. Gutiérrez de Lara, Bernardo, Breve apología
En marzo de 1827 fue acusado por el doc- que el coronel D. José Bernardo Gutiérrez de
tor José Eustaquio Fernández de, entre otras Lara hace de las imposturas calumniosas que se
cosas, haber intentado sublevarse contra la le articulan en un folleto intitulado “Levanta-
República, acusaciones que había desmen- miento de un general en lasTamaulipas contra la
tido en su oportunidad y que reiteró en un República...”. Ed. de José Lorenzo Cossío.
HIDALGO Y COSTILLA, MIGUEL 73

2a. ed. aum. con los apuntes biográficos del Mulligan, James Clark, José Bernardo Gutiérrez
autor. México, Tipografía de 1a. del Niño de Lara, Mexican Frontiersman, 1811-1841.
Perdido, 1915. Tesis.Texas,Tech University, 1975.

+HIDALGO Y COSTILLA, MIGUEL +

Miguel Hidalgo y Costilla, hijo de Cristóbal otro tema, desde entonces, conocía la doctrina
Hidalgo y Costilla y de Ana María Gallaga y del pacto social según la escolástica e incluso
Villaseñor, nació en la hacienda de Corralejo tenía conocimiento de las tesis de Francisco
de la parroquia de Pénjamo, obispado de Mi- Suárez sobre el origen del poder político, la
choacán, alcaldía de León. Estudió con su her- tiranía y el tiranicidio, pero no le significó por
mano Joaquín en el Colegio de San Nicolás, entonces mayor cosa y no sería sino hasta la
en Valladolid, de donde salían a clases de Gra- Revolución francesa cuando esas cuestiones
mática y Retórica al Colegio de San Xavier recobraron vigencia.
de la Compañía de Jesús. Vivió la expulsión de En Valladolid, Hidalgo cultivó la mú-
los jesuitas. Cursó brillantemente Filosofía y sica, aprendió a tocar violín y se relacionó
Teología en San Nicolás y viajó a México pa- con músicos y alumnas del Colegio de Santa
ra graduarse Bachiller en ambas facultades. Le Rosa. Entre los compositores conocidos por
apodaban el Zorro. Fue ordenado presbítero él se cuenta a Jean Philippe Rameau, tardío
en septiembre de 1778 por Ignacio de la Ro- barroco francés. Ya sacerdote, en la misma
cha. Se desempeñó como maestro de todas las ciudad, Hidalgo sería bautizante o padrino de
asignaturas en el mismo colegio y ocupó to- vástagos de músicos o de ex alumnas de Santa
dos los puestos, hasta el rectorado en 1790. Rosa.Tuvo amistad con la familia SantosVilla,
Al inicio de su magisterio teológico escri- en particular con María Guadalupe, que en-
bió una Disertación sobre el método de estudiar tró de monja al convento carmelita de Pue-
Teología, que fue premiada y en la que propone bla. No hay fundamento sólido para atribuirle
la Teología positiva, más atenta a la Biblia y a la relaciones carnales con Manuela Ramos Pi-
Tradición, así como a su estudio crítico, filoló- chardo. Por otra parte, Hidalgo congenió con
gico e histórico. Por entonces tradujo y anotó Manuel Abad y Queipo, juez de testamen-
la Epístola a Nepociano, de san Jerónimo.Ambas tos y capellanías, así como con el intendente
cosas le valieron el favor del obispo Antonio Juan Antonio Riaño y su esposa Victoria
de San Miguel. El autor teólogo favorito de de Saint Maxent, por medio de la cual Mi-
Hidalgo era el dominico Jacobo Jacinto Se- guel tuvo mayor conocimiento de la cultura
rry, alineado en esa teología positiva, pero que, y la lengua francesas. Con esas y otras amista-
en la discusión sobre gracia y libertad, pone des jugaba a menudo juegos de mesa, afición
énfasis en la primera, lo cual le valdría de ad- que luego sería esporádica.
versarios jesuitas el señalamiento de acercarse Satisfecho de sus relaciones, pero insatis-
al jansenismo. Hidalgo, partidario de Serry, lo fecho de sus ingresos, Miguel aspiraba a un
reivindicaba de esa nota en actos públicos su- beneficio parroquial que le permitiera tener
yos o de sus alumnos. Es un error decir que acceso al diezmo. Por ello, siempre que se
Hidalgo, alumno y maestro, seguía la doctrina abría concurso para parroquias, presentaba
de los jesuitas en ese punto. Es verdad que en solicitud. El magisterio, la tesorería y el rec-
74 PERSONAJES

torado, así como una especie de beca por ser embargo, Hidalgo se fue volcando excesiva-
capellán, y antes, titular pasajero de Sacristías mente en aquellas diversiones, abandonando
Mayores, como la de Apaseo y luego la de por un tiempo la vida interior de oración.
Santa Clara, no le dejaban lo que recibiría en Se le acumularon numerosas deudas por
parroquia regular, pues aquellos ingresos su- los excesivos gastos y porque la inversión que,
maban en total 1 153 pesos al año. gracias a préstamos, había obtenido sobre ha-
A una de esas parroquias, Colima, villa de ciendas pequeñas de Taximaroa, propiedad
españoles, fue designado como párroco inte- primero de su hermano Manuel y luego de
rino en 1792. Allí los ingresos anuales del él mismo, no daba resultado positivo. De tal
párroco superaban los 3 000 pesos. Presentar forma no pagaba los réditos ni otros débitos
la salida de Hidalgo de Valladolid como des- de pensiones y cargas fiscales aparejadas a los
tierro y obra de la envidia es un infundio. beneficios eclesiásticos de que disfrutaba. Asi-
Mas no duró en Colima, ya que pronto fue mismo comenzó a deber a particulares. Lo per-
propietario de la parroquia de otra villa, la de seguía también un significativo alcance por las
San Felipe, entre 1793 y 1804, pingüe bene- cuentas del Colegio de San Nicolás de cuando
ficio de numeroso clero, donde percibiría al había sido tesorero, y para colmo, habiendo si-
año alrededor de 4 000 pesos y donde llevaría do aval de un x que resultó insolvente, cargaba
a cabo las rutinas de la administración parro- con esa responsabilidad. Por tal motivo, con
quial, gracias a las cuales, en especial los trámi- los permisos necesarios se trasladó unos meses
tes matrimoniales y el auxilio espiritual de en- a esas haciendas con la esperanza de hacerlas
fermos, pudo percatarse de la mísera situación productivas. Estando allá, en 1800, acudió a la
en que se debatían muchos de sus feligreses casa cural de Taximaroa, en ocasión de la Pas-
agobiados por cargas fiscales, estancamiento cua y sostuvo discusión de puntos teológicos
de salarios y carestías. Desde entonces con- y de historia de la Iglesia con dos mercedarios,
sideraba que la independencia era conveniente que lo denunciaron a la Inquisición. Sin saber-
al país, y se le escuchaba “aprobar todas las co- lo aún, Hidalgo, en compañía de su antiguo
sas de los franceses y que siente mal de nuestro vicario, Martín García de Carrasquedo, asistió
gobierno”, lamentándose “de la ignorancia en a las fiestas de San Luis Potosí con motivo del
que están y superstición en que vivimos, como estreno del santuario guadalupano.
engañados por los que mandan”. En particular En esa coyuntura hubo de recibir severa
señalaba “los mil medios que aquí encuentra reprensión, tal vez de su mismo hermano Joa-
para eludir la justicia” uno de los alcaldes de quín, así como de su amigo Abad y del pro-
San Felipe y el regidor alguacil mayor. pio obispo Antonio de San Miguel. A partir
En los primeros años de su estancia en San de entonces, fines de octubre de1800, cambió
Felipe promovió teatro, bailes y convivios para su género de vida, suspendiendo teatro, bailes
la población sin distinción de clases o estatus, y convivios en San Felipe, así como entregán-
tratando a todos con igualdad, por lo que la dose de lleno a su ministerio sacerdotal y a sus
parroquia recibió el mote de la Francia chiqui- lecturas.También reordenó su economía a fin
ta. En especial tradujo y puso en escena repe- de saldar deudas. La denuncia inquisitorial no
tidas veces el Tartufo, de Molière. Tales diver- prosperó a pesar de acumularse testigos e in-
siones, siendo moderadas, parecían inocentes formantes, pues no hubo contestes de las de-
a los ojos de los más, incluidas las autorida- nuncias y varios explicaron que Hidalgo, teni-
des eclesiásticas, como Abad y aun el obispo, do como el mejor teólogo del obispado, era
si bien resultaban escandalosas para otros. Sin afecto a discutir al estilo escolástico, esto es,
HIDALGO Y COSTILLA, MIGUEL 75

planteando dudas para calar a sus interlocu- en diversas publicaciones. Al parecer tuvo al-
tores, pero que en realidad era plenamente gún éxito y para 1810 había pagado la mayor
ortodoxo. A lo más que se llegó fue a adver- parte de las deudas. Sin embargo, se frustró an-
tir que en la biblioteca de Hidalgo estaban las te la negativa del gobierno de comercializar en
obras completas de Serry, algunas de las cuales grande la producción de vino. Sus iniciativas
habían sido tachadas no como heterodoxas, si- eran aplaudidas por Abad y Queipo y su fama
no como injuriosas o escandalosas por atacar llegaba hasta México como de “sabio, celo-
a adversarios teólogos también católicos pero so párroco y lleno de caridad”. Diariamente,
de diversa corriente. Nada de obras del enci- temprano, montaba a caballo y se iba a un
clopedismo francés. En torno a los puntos de pueblito otomí aledaño: El Llanito, donde ce-
teología e historia afloraron las noticias de la lebraba misa en el altar de un santo Cristo, el
vida alegre en la parroquia de San Felipe; sin Señor de los Afligidos.
embargo, esto mismo perdió fuerza al saberse Miguel mantuvo estrecha relación con
el cambio de vida de Miguel. Lo que no se su hermano Manuel, abogado de la Real
supo por entonces ni apareció en las denun- Audiencia y de presos de la Inquisición, pro-
cias fue la relación que había tenido con Jose- fesionista brillante, amigo del sacerdote José
fa Quintana, de quien nacieron dos criaturas. María Alcalá, futuro Guadalupe; del subde-
Como sea, Hidalgo era ortodoxo y se había legado de Ario, José María Abarca, futuro
convertido de la vida disipada. Por ello, las au- conspirador de Valladolid; de Juan Wenceslao
toridades inquisitoriales mandaron archivar el de la Barquera, notable periodista y también
expediente. Reabierto muy brevemente lue- futuro miembro de la sociedad secreta de los
go dos veces, no hubo ninguna prueba y se Guadalupes. Manuel fue uno de los contactos
volvió a archivar. por medio de los cuales Miguel tuvo cono-
En septiembre de 1804 falleció su her- cimiento de ideas del enciclopedismo y de la
mano Joaquín, a la sazón cura de Dolores, de Revolución francesa, pues defendió a varios
cuya parroquia Miguel se hizo cargo, primero reos acusados de propalar tales ideas, entre
como interino y luego en propiedad. La pa- otros al peruano Juan José López, que se hacía
rroquia también era de buenos ingresos, más pasar por francés, y al famoso matemático Jo-
de 4 000 pesos anuales, pero aun así resultaban sé Antonio Rojas. Murió el abogado Manuel
insuficientes frente a las deudas aún no plena- en 1808, en estado de demencia al filo de la
mente solventadas. Sus emolumentos fueron crisis de la Monarquía. Las haciendas que ha-
secuestrados para pago de acreedores. Por ello bía traspasado a Miguel desde 1794 cargaban
y para aliviar la precaria condición econó- con gravámenes por un capital de 7 000 pesos,
mica de indios y castas de su parroquia, dejó que le fueron exigidos perentoriamente en
algunas de las responsabilidades de la admi- virtud de la cédula de consolidación de vales
nistración parroquial al sacristán mayor, el pa- reales; como no tenía liquidez, las haciendas
dre Bustamante, a fin de disponer de tiempo fueron embargadas, mas al punto del remate se
para promover artesanías y cultivos que le re- suspendió aquella cédula y Miguel recupe-
dituaran a él y a aquellos feligreses. De tal ma- ró sus haciendas en 1809. En ese año impulsó
nera dispuso de varios inmuebles de la Iglesia el proyecto de la familia Abasolo, tendiente a la
para instalar talleres de alfarería, sedería, cur- fundación de un convento para indias otomíes
tiduría y de elaboración de vino, así como en Dolores, proyecto en el que concurrían ha-
para plantíos de moreras y vides, donde tam- cendados del rumbo y sobre todo comunida-
bién puso colmenas. Para todo ello se instruyó des otomíes del pueblo, de San Luis de la Paz
76 PERSONAJES

y aun de San Luis Potosí. Todo se frustró por a Hidalgo a que encabezara la solicitud con su
dictamen negativo del fiscal de la Audiencia, firma. Lo hizo el Zorro, mas no pasaron más
que proponía utilizar el dinero reunido y por de quince días cuando transitó por Dolores y
reunir en las necesidades de la Monarquía. por San Miguel el Grande el francés Octavia-
Desde que era párroco de San Felipe, Mi- no D’Almívar, en calidad de prisionero, mas
guel frecuentaba a la familia Allende, de San no sin ciertas libertades, quien reveló que José
Miguel el Grande. Estando en Dolores la re- Bonaparte reinaba en España, cosa que los pe-
lación se estrechó.Apadrinó a una hija de Do- ninsulares trataban de ocultar.
mingo Allende y congenió con su hermano, el En México, los criollos, empezando por
capitán Ignacio, en razón de la común afición los del Ayuntamiento capitalino, habían con-
por la fiesta brava. Ambos cultivaban amistad cebido la esperanza de rehacer el gobierno en
con el corregidor de Querétaro, Miguel Do- beneficio del propio país mediante el esta-
mínguez, y con su esposa Josefa Ortiz. El co- blecimiento de juntas representativas, como
rregidor, antiguo alumno del Colegio de San se estaba haciendo en otros reinos de la Mo-
Nicolás y abogado como era, había tratado a narquía. Pero ante el golpe de la oligarquía
Manuel Hidalgo. Todos compartían el resen- peninsular, el 15 de septiembre de ese año, y
timiento criollo por el incrementado avasalla- ante los asesinatos de dos de los promotores de
miento que habían significado varias reformas aquellas juntas, Primo de Verdad y Talamantes,
borbónicas y por el progresivo despojo de ri- no pocos consideraron que la vía pacífica del
queza y capitales novohispanos destinados a necesario cambio estaba cancelada, y así, en
financiar compromisos de España en guerras varios lugares de la Nueva España empezaron
napoleónicas. Al sobrevenir la crisis de la Mo- a fraguarse conspiraciones. Una de ellas, que
narquía en 1808, por la abdicación de Fernan- involucró a conocidos y amigos de Hidalgo,
doVII en favor de su padre Carlos IV, y de éste fue la de Valladolid, descubierta y sofocada en
en favor de Napoleón, Hidalgo, al igual que diciembre de 1809. Pero siguieron otras. El ca-
muchos criollos, lo supo pronto desde junio, pitán Ignacio Allende se convirtió en alma de
gracias a la Gazeta, así como a numerosos co- la de Querétaro, apoyado por los corregidores,
mentarios que llegaban por doquier. Y lo por otros profesionistas y por gente del pueblo,
comentaba con su asistente, el músico José entre quienes destacaba el tendero Epigmenio
Santos Villa, para que a su vez transmitiera las González. Hidalgo simpatizaba, y aun ofrecía
noticias a sus artesanos y éstos a los demás in- la participación de indios y otros de Dolores,
dios, ya inquietos por la temporada de aguas pero se resistía a figurar en primer plano, co-
que no llegaba. Pronto se alborotaron dicien- mo quería Allende, que pretendía contar con
do “estamos sin rey”. El subdelegado de Dolo- el prestigio de Hidalgo, destacado intelectual
res tuvo miedo de que el alboroto degenerase y párroco benéfico. Finalmente lo persuadió,
“en desobediencias y tumultos, a que propen- ya pasado el primer semestre de 1810.
den fácilmente”, y como bien sabía el origen, Descubierta la conspiración, Allende y
promovió evento inédito en aquel pueblo: la Aldama se mostraban indecisos en la conver-
solemne jura de Fernando VII, el 21 de agos- sación que tuvieron con Hidalgo las prime-
to, con repiques y función en la parroquia de ras horas del 16 de septiembre. Fue entonces
Hidalgo. Todavía más: solicitó al intendente cuando Hidalgo tomó la resolución trascen-
Riaño tramitase con el virrey la autorización dente a partir de aquella frase: “¡Caballeros,
de levantar una compañía para sujetar a los in- somos perdidos! Aquí no hay más recurso que
dios y mantenerlos en el buen orden, e invitó ir a coger gachupines”. La aprehensión de es-
HIDALGO Y COSTILLA, MIGUEL 77

pañoles no fue estrategia inventada por Hidal- pródigo y se la pasaba endeudado sin mayor
go en ese momento; estaba ya en los planes, angustia; y en fin, astuto como un zorro. Mas
según Epigmenio González. Mas la intención por encima de todo, a partir de aquel día del
original era reunirlos para deportarlos a Espa- Grito mostraría el más grande de los resenti-
ña. La segunda estrategia, liberar a los presos, mientos contra los europeos, como que había
pudo ser original del cura, y lo fue la convo- asumido y albergado en su corazón los agra-
catoria a un levantamiento general. El grito vios padecidos por todos los nacidos en estas
a los congregados en el atrio parroquial fue: tierras de parte de aquéllos. En lo físico sólo
“¡Hijos míos! ¡Únanse conmigo! ¡Ayúdenme faltaría decir que era buen jinete y así mon-
a defender la patria! Los gachupines quieren tado en caballo negro emprendía su ruta de
entregarla a los impíos franceses. ¡Se acabó la libertad y destrucción. Esa personalidad des-
opresión! ¡Se acabaron los tributos! Al que me tacaba entre la muchedumbre, mas al mismo
siga a caballo le daré un peso, y a los de a pie, tiempo se iba diluyendo en ella. Acababa de
un tostón”. abrir la cueva de los vientos y el vendaval lo
La estampa del cura al lanzarse a la lucha, rebasaría. La biografía de Hidalgo tiende a
según Bustamante, que lo conoció en Guana- perderse en la historia de la guerra.
juato: “Era Hidalgo bien agestado, de cuerpo Baste decir aquí que para Hidalgo fue la
regular, trigueño, ojos vivos, voz dulce, con- experiencia más insólita y lo transformó. Sor-
versación amena, obsequioso y complacien- prendido ante la seducción con que arrastraba
te; no afectaba sabiduría; pero muy luego se los pueblos y conmovía al país, al verse acla-
conocía que era hijo de las ciencias. Era fo- mado por multitudes innumerables se sintió
goso, emprendedor y a la vez arrebatado”. el mesías que vengaría la ignominia de siglos.
Alamán lo veía así: “Era de mediana estatura, Las diferencias con Allende, Aldama y demás
cargado de espaldas, de color moreno y ojos militares se dieron pronto y fueron in crescen-
verdes vivos, la cabeza algo caída sobre el pe- do. No compartían las estrategias del cura, ni
cho, bastante cano y calvo, como que pasaba siquiera el objetivo. Para Hidalgo era la in-
ya de sesenta años [57], pero vigoroso, aunque dependencia absoluta; para ellos la autono-
no activo ni pronto en sus movimientos; de mía. Teniendo el poder supremo lo ejercería
pocas palabras en el trato común, pero ani- autocráticamente. Para tesorero designó a su
mado en la argumentación a estilo de colegio, medio hermano Mariano y se rodeó de in-
cuando entraba en el calor de alguna disputa. condicionales. Luego de la derrota de Aculco,
Poco aliñado en su traje, no usaba otro que llegó casi solo a Valladolid y tuvo la capacidad
el que acostumbraban entonces los curas de de resurgir sin Allende creando otro ejército.
pueblos pequeños”. A pesar de que la campaña fue una centella de
A este retrato convendría añadir que nor- cuatro meses, llevó a cabo otra estrategia que
malmente su genio era suave, como había es- prolongaría el movimiento toda una década:
crito Riaño, bien que alguna que otra vez el nombramiento de comisionados por los
estallara en rayos de cólera; que no obstante cuatro puntos cardinales. Fue pionero en todo
la conciencia de su saber, era humilde; que go- el continente al abolir la esclavitud y propu-
zaba las fiestas con suma alegría y no desdeña- so el establecimiento de un congreso que
ba conversar con mujeres de alguna gracia; que dictara “leyes suaves, benéficas, acomodadas a
compartía la vida al igual con aristócratas las circunstancias de cada pueblo”. Perdió la
que con indios y castas; que su pasión eran la oportunidad en Guadalajara, donde aceptó el
música y la fiesta brava; que era excesivamente trato de Alteza Serenísima y autorizó un se-
78 PERSONAJES

gundo injustificado degüello de prisioneros tió al fusilamiento con entereza el 30 de julio


españoles, al condescender con la canalla. La de 1811.
declaratoria de excomunión de Abad y Quei- Carlos Herrejón Peredo
po, refrendada luego por otros obispos, no
parece haber sido válida, pues siendo justa la Orientación bibliográfica
insurrección, esto sólo era efecto colateral; sin
embargo, los degüellos referidos pusieron en Herrejón Peredo, Carlos, Hidalgo: razones de
entredicho esa licitud y entre los asesinados la insurgencia y biografía documental. México,
se contaron dos personas consagradas, con lo sep, 1987.
que sin duda sí incurrió en excomunión. Des- Herrejón Peredo, Carlos, “Hidalgo y la na-
pojado del mando por Allende, luego de la de- ción”, en Relaciones, núm. 99, vol. xxv, ve-
rrota de Calderón fue entrando en depresión rano, 2004, pp. 257-285.
y enfermó. Una vez prisionero, en Chihuahua Hidalgo entre escultores y pintores. Textos de Er-
aceptó su responsabilidad y se arrepintió de nesto de la Torre Villar et al. Morelia, Uni-
los excesos de la revolución, en especial del versidad Michoacana de San Nicolás de
asesinato de civiles. Contestó con brillantez Hidalgo, 1990.
los cargos de la Inquisición, se reconcilió sa- Miguel Hidalgo: ensayos sobre el mito y el hombre
cramentalmente varias veces; se le levantaron (1953-2003). Selec. de textos y bibliogra-
todas las censuras, como la excomunión; fue fía de Marta Terán y Norma Páez. Méxi-
degradado para proceder a su ejecución y par- co/Madrid, inah/Fundación Histórica
Tavera, 2004.

+ITURBIDE Y ARÁMBURU, AGUSTÍN DE +

Militar, consumador de la independencia me- ingresó a las Milicias Provinciales de Vallado-


xicana, primer emperador de México y prime- lid de Michoacán con el grado de segundo
ro de sus gobernantes como Estado indepen- alférez debido a su buena posición económi-
diente. Nació en la ciudad de Valladolid (hoy ca y social. Al mismo tiempo, desarrolló cua-
Morelia), capital de la Intendencia y sede del lidades poco comunes como jinete y llegó a
obispado de Michoacán, el 27 de septiembre conocer muy bien la región del centro-occi-
de 1783. Hijo de una familia de origen vasco dente del virreinato, así como el carácter y la
y navarro propietaria de varias haciendas; su mentalidad de su gente. A los 22 años contra-
padre fue don José Joaquín de Iturbide y Arre- jo matrimonio en su ciudad natal con doña
gui, peninsular, y su madre, doña María Josefa Ana María Huarte y Muñiz, hija del próspero
de Arámburu y Carrillo de Figueroa, criolla comerciante, también navarro, Isidro Huarte,
originaria de Valladolid, de ascendencia vasca. quien habría de tener un destacado papel en
Cursó estudios en el Seminario Tridenti- la historia de Michoacán. Su matrimonio le
no de San Pedro de su ciudad natal sin que por permitió establecer una rica red de relaciones
ello tuviera el objetivo de consagrarse a la vida sociales dentro y fuera de la Intendencia de
sacerdotal; su paso por las aulas del seminario Michoacán. Hacia 1806 fue destinado, como
lo dotó, sin embargo, de un buen dominio de muchos otros militares criollos, a Xalapa, en
la escritura y de la retórica. A los catorce años Veracruz, donde se congregaron las tropas
ITURBIDE Y ARÁMBURU, AGUSTIN DE 79

virreinales por órdenes del virrey Iturrigaray, teniente coronel y coronel del Regimiento
temeroso de que se produjera una invasión por de Celaya. Entre estas acciones destacaron la
parte de los ingleses. Allí entraría en conoci- muerte del guerrillero-asaltante Albino Gar-
miento de hombres e ideas que favorecían una cía, los enfrentamientos contra los hermanos
mayor autonomía económica y política de la Rayón y el frustrado ataque al fuerte de Có-
Nueva España y que criticaban el gobier no poro, donde ya manifestó las posibilidades de
de España, cada vez más decidido a desarrollar alcanzar la independencia de la Nueva España
una política claramente colonial en sus anti- mediante un acuerdo entre criollos y españo-
guos reinos americanos. les. No obstante su exitosa labor de pacifica-
En septiembre de 1808 se encontraba en la ción de la zona central del reino, la acción que
ciudad de México, donde apoyó la deposición sin duda le valió mayor reconocimiento fue la
del virrey Iturrigaray llevada a cabo por los es- defensa de Valladolid ante la gran ofensiva di-
pañoles adictos a la Junta Suprema de Sevilla rigida por el sacerdote don José María More-
y contrarios a la autonomía solicitada por los los, originario de la misma ciudad, en diciem-
criollos del Ayuntamiento de la ciudad.Vuelto bre de 1813. En esta ocasión, la estrategia de
a Valladolid, no parece que interviniera ni en Iturbide consistió en lograr que las tropas in-
favor ni en contra de la conspiración llevada a surgentes se enfrentaran entre sí en las Lomas
cabo en este lugar por algunos de sus notables de Santa María, de manera que consiguió su
durante los últimos meses de 1809. Sí, en cam- plena derrota y total retirada, así como la pos-
bio, recibió ofrecimientos de Miguel Hidalgo terior muerte de dos de sus principales cau-
para que se adhiriera al movimiento insurgen- dillos: el cura don Mariano Matamoros y don
te, habiéndolos rechazado por considerar que Hermenegildo Galeana. Con este triunfo, el
las propuestas políticas del párroco de Dolores poder realista se restableció totalmente en
no correspondían, ni por su método ni por su el occidente y en el centro de país, mientras
tiempo, a las que pudieran asegurar una mayor que las fuerzas insurgentes comenzaron a de-
felicidad al reino novohispano. Por el contra- clinar hasta verse reducidas, cada vez más du-
rio, se dispuso a combatir con las armas a Hi- rante los dos años siguientes a las zonas más
dalgo y a los caudillos insurgentes, para lo cual agrestes de la llamada Tierra Caliente de Mi-
se trasladó a la capital del virreinato. Como a choacán y del hoy estado de Guerrero. Todos
muchos otros criollos de su generación, el asal- estos triunfos, registrados en su Diario de cam-
to a la alhóndiga de Granaditas de Guanajuato paña, le valieron el nombramiento de coman-
y el posterior asesinato de españoles por par- dante general de Guanajuato y, más tarde, el
te de los insurgentes lo debió haber marcado y de comandante del Ejército del Norte. Sin
decidido a combatir una forma de lucha que embargo, el ascenso se vio empañado por las
proclamaba el exterminio de los peninsulares; acusaciones que contra él dirigieron el cura
de ahí que tomara parte con relativo éxito en la de Guanajuato y otras personas por malver-
batalla del Monte de las Cruces, al lado de los sación de fondos, tráfico de influencias con
realistas, bando al que siguió con toda lealtad y el objeto de enriquecerse y trato despótico,
eficacia hasta 1815. acusaciones que supusieron que el virrey Ca-
Durante el gobierno del virrey Calleja, lleja lo relevara del mando de sus tropas e
mantuvo el orden y limpió al Bajío mexicano iniciara una causa en su contra. Habiéndose
de los ladrones que, bajo la apariencia de in- defendido con éxito, se le reestableció en su
surgentes, llegaron a infestarlo, labores por las cargo y nombramiento, pero Iturbide prefirió
que fue ascendiendo a los grados de capitán, abandonar voluntariamente la vida militar y,
80 PERSONAJES

sin mucho patrimonio, dedicarse a las labores de la libertad de imprenta, se sucedieron en


de campo como arrendatario de una hacienda México un conjunto de los más variados y
ubicada en el valle de Chalco, cercana a la ciu- contradictorios planes: unos pugnaron por la
dad de México. absoluta independencia, otros por el restable-
En consecuencia, entre 1816 y finales de cimiento sin más de la Constitución española;
1820, Iturbide se dedicó a labores ajenas a lo no faltaron los que la rechazaron en su tota-
militar, las que no le impidieron reflexionar lidad, mientras que otros sólo en aquello que
acerca de la situación europea surgida con la afectara los intereses de los novohispanos; hu-
caída de Napoleón; de la de América del Sur, bo quienes, incluso, se atrevieron a defender
conmocionada por los movimientos liberta- el establecimiento de un orden republicano,
rios de Bolívar, de San Martín, de Sucre y de y otros, el de una federación de reinos. Todos
O’Higgins, y de la propia Nueva España, cuya estos planes, defendidos con más o menos pa-
pacificación era un hecho casi definitivo gra- sión por sus autores, hicieron temer una vez
cias, primero, a las acciones militares de Calle- más un nuevo y más grave estallido social. Sin
ja y, segundo, a las posteriores del nuevo virrey embargo, la Nueva España se encontraba ex-
Juan Ruiz de Apodaca, quien favoreció una hausta después de los años de lucha y segura
amplia y exitosa política de indultos. Durante de que podrían transitarse nuevos caminos
este tiempo debió operarse un cambio signifi- hacia su independencia; una independencia
cativo en sus ideas acerca de los métodos y for- que, por lo demás, ya habían alcanzado otras
mas que habrían de utilizarse para conseguir regiones del otrora inmenso imperio español
la felicidad del reino: si durante el periodo en América.
de la lucha contra los insurgentes Iturbide se Si los grupos más reaccionarios y realistas
había caracterizado por el uso riguroso de la quisieron impedir el juramento constitucio-
fuerza incluso sin excluir cierta crueldad, de nal por parte de las autoridades españolas, lle-
ahora en adelante la violencia sería desecha- gando incluso a conjurarse en el templo de la
da para conseguir sus objetivos políticos, más Profesa de la ciudad de México, muy pronto
acordes con la independencia absoluta de la este juramento fue imposible de evitar y el
Nueva España. También durante este tiempo propio virrey Apodaca lo prestó a fines de ma-
nacieron cuatro de sus diez hijos, lo que pare- yo de 1820, lo que no sirvió para apaciguar
ce desmentir la afirmación de que descuidara ni temores ni descontentos, toda vez que la
a su esposa y a su familia. Constitución no satisfacía las aspiraciones y
Con motivo del levantamiento en España los intereses de los diversos grupos que con-
del coronel Rafael de Riego en enero de 1820 formaban la compleja sociedad novohispana:
para exigir el restablecimiento de la Consti- los del clero, por amenazar el fuero eclesiás-
tución de 1812, se volvió a agitar el ambiente tico y a las órdenes hospitalarias, así como a
político de la Nueva España después de ca- los recién restablecidos jesuitas; los de las castas
si cuatro años de relativa tranquilidad, lo que de origen negro, porque las excluía de la ple-
permitió el renacimiento del comercio y de na ciudadanía; los de los criollos, porque no
importantes actividades como la minería, tan concedía mayor autonomía en los gobiernos
afectadas durante la guerra insurgente. En local, provincial y superior, y porque desco-
efecto, desde la llegada de las noticias del le- nocía toda singularidad y especificidad regio-
vantamiento liberal en Andalucía y el poste- nal respecto de la propia España y de las otras
rior juramento constitucional del rey Fernan- partes del Imperio y los de todos, porque no
do VII, con el consecuente restablecimiento implicaba equidad en el número de diputados
ITURBIDE Y ARÁMBURU, AGUSTIN DE 81

electos a las Cortes ordinarias en demérito importante correspondencia que se sabe que
de los americanos. La Constitución vino a existió pero que hasta la fecha se encuentra
ser, de esta manera, una nueva manzana de la perdida, además de establecerse las lógicas co-
discordia entre americanos y españoles, entre municaciones verbales realizadas por medio
conservadores y liberales, entre autonomistas de representantes confidenciales. Es muy pro-
y realistas, e incluso entre los recién conversos bable que ambos jefes militares se hubieran
al moderno constitucionalismo. reunido posteriormente, sea en Acatempan,
En este ambiente fue donde volvió a apa- en Teloloapan o en algún otro lugar.
recer la figura de Iturbide, quien sin duda Una vez que Guerrero le dio su respaldo
durante los años de su aislamiento político y y le aseguró un apoyo militar que cubría el
militar hubo de madurar su propio plan de siempre amenazante sur de la Nueva España,
independencia al tenor de lo sucedido en los y después de haberlo consultado con amigos y
años de la guerra, de lo acaecido en América confidentes, tanto criollos como españoles,
del Sur y en la propia España. Llamado por clérigos, militares y abogados, Iturbide deci-
los reaccionarios de la Profesa para oponerse dió suscribir, el 24 de febrero de 1821, su Plan
a la promulgación de la Constitución, y por de Independencia en la población de Iguala,
el propio Apodaca para someter al último fo- muy cerca del mineral de Taxco, en la frontera
co de insurrección que quedaba en el sur del con los territorios, cañadas, montes y cuevas
reino, fue nombrado comandante del Ejército dominadas por la fuerzas de Guerrero.
del Sur con lo que obtuvo el mando de tro- El Plan de Independencia, promulgado en
pas indispensable para llevar a buen éxito su Iguala los días 1 y 2 de marzo de 1821 y dado
propio plan. Éste debió de estar listo hacia oc- a conocer por Iturbide al rey Fernando VII, a
tubre de 1820, después de haberlo sometido las Cortes de España, al virrey de México, a los
a una serie de consultas con personas de su obispos de Guadalajara, México y Puebla, así
más estrecha confianza y quienes debieron de como a distintas autoridades del reino novo-
sugerir cambios y propuestas que se incorpo- hispano, se redujo a proclamar la más absoluta
rarían al plan. y total independencia de un nuevo Imperio, el
Habiendo sustituido al comandante Ga- mexicano, respecto de España y de cualquier
briel de Armijo en su lucha contra los insur- otra nación; a asegurar a sus habitantes un
gentes don Vicente Guerrero y don Pedro gobierno monárquico constitucional propio,
Ascencio, Iturbide partió para el sur no sin conforme a una Constitución moderna que
antes sufrir la pena de la muerte de su madre, amparase la división de poderes y que fuera
situación que explicaría en buena medida la acorde al carácter y circunstancias del país;
poca efectividad mostrada en los primeros a asegurar a la Iglesia sus fueros y privilegios
enfrentamientos contra los últimos caudillos y a la católica su papel como única religión to-
insurgentes. Hacia el mes de noviembre, Itur- lerada en el nuevo Estado; y, lo verdaderamen-
bide comenzó a cartearse con Vicente Gue- te novedoso, todo esto mediante la unión más
rrero, tratando de atraerlo a su causa pero sin estrecha entre criollos, españoles, indios, mu-
manifestarle aún sus verdaderas intenciones. latos y castas, sin discriminación alguna para
En enero de 1821, los diputados novohispanos estos grupos. Para asegurar el éxito del progra-
elegidos para las Cortes españolas se embar- ma planteado en el plan, previó la formación
caron con el plan de Iturbide en sus carteras, de un nuevo ejército, el de las Tres Garantías, al
y Guerrero fue notificado de los planes inde- que dotó de una bandera de tres colores que
pendentistas de Iturbide por medio de una las simbolizaban: el verde la independencia, el
82 PERSONAJES

blanco la religión y el rojo la unión. Por si fue- Nueva Galicia, y por las Comandancias de las
ra poco, el plan, conocido en adelante como Provincias Internas de Oriente y de Occi-
Plan de Iguala, supuso que en tanto los ha- dente, para culminar con la adhesión de la Ca-
bitantes del nuevo Imperio independiente se pitanía General de Yucatán.
daban a sí mismos su propia Constitución, En julio, un golpe de fuerza de las tropas
se mantendría vigente la española de 1812, en expedicionarias realistas acantonadas en la
todo lo que no se opusiera a los principios es- ciudad de México depuso al virrey Apodaca
tablecidos en aquél. Iturbide había encontra- y nombró en su lugar al mariscal de campo
do la fórmula para una independencia rápida Francisco Novella, quien se obstinó en recha-
e incruenta; una forma de desatar el nudo sin zar las propuestas de Iturbide legitimando su
romperlo; un plan que aseguraba la partici- actitud en el hecho mismo de la Conquista.
pación y la presencia de los españoles avecin- No obstante, el movimiento trigarante resultó
dados en México, y que recogía las mejores y imparable: en Guadalajara, que primero resis-
más avanzadas propuestas de los insurgentes: tió bajo el liderazgo de su antiguo comandan-
igualdad sin límites, respeto a la Iglesia y a la te, José de la Cruz, el español Pedro Celesti-
religión católicas, e independencia absoluta, no Negrete proclamó la independencia de la
todo dentro de un orden constitucional pro- Nueva Galicia; Querétaro capituló ante Itur-
pio establecido por unas Cortes mexicanas. bide, al igual que Valladolid y Puebla. Otras
Además, permitía la continuidad dinástica en ciudades proclamaron la independencia sin
la nueva Monarquía toda vez que llamaba al mayores sobresaltos: Zacatecas, San Luis Po-
propio Fernando VII o alguno de su familia a tosí, Oaxaca, etcétera. Hacia agosto de 1821,
ocupar el trono mexicano, lo que implicaba únicamente Veracruz, Acapulco y la ciudad de
una gran alianza entre la antigua metrópoli y México se resistían al proyecto trigarante.
el nuevo Imperio. Iturbide confió en que su El 30 de julio, el último capitán general
plan recibiría el apoyo del propio gobierno y jefe político superior de la Nueva España
español y del virrey Apodaca; sin embargo, es- nombrado por las Cortes españolas, don Juan
to no ocurrió y fue declarado fuera de la ley. O’Donojú, desembarcó en Veracruz. Liberal,
Por un momento pareció que una nueva gue- masón, víctima del despotismo, antiguo capi-
rra asolaría la vida del otrora rico virreinato, tán general de Andalucía, O’Donojú fue nom-
pero muy pronto, guarniciones de tropas rea- brado gracias a la influencia de los diputados
listas y diversas poblaciones, villas y ciudades novohispanos en las Cortes con el objeto de
se fueron adhiriendo al plan iturbidista. De- que procurara mayores espacios de autonomía
terminante fue la adhesión de los jefes criollos para la Nueva España. Sin ningún tipo de apo-
Anastasio Bustamante, Luis Cortázar,Antonio yo militar, de inmediato se convenció de que
López de Santa Anna y José Joaquín de He- la independencia del naciente imperio era un
rrera, entre otros, así como de los europeos hecho imparable, así que se decidió a entrar en
Vicente Filisola y Pedro Celestino Negrete. conversaciones con Iturbide a efecto de salvar
Mediante una hábil política epistolar, Iturbide para España el mayor número de beneficios.
fue convenciendo una a una a las distintas au- Iturbide lo invitó a parlamentar en la villa de
toridades civiles, militares y eclesiásticas de las Córdoba.Ambos firmaron allí, el 24 de agosto,
bondades de su programa permitiendo que la los llamados Tratados de Córdoba, median-
independencia se proclamara en distintas fe- te los cuales O’Donojú, a nombre del gobierno
chas por villas, ciudades y parroquias a todo español, se comprometió a respetar el Plan de
lo largo del reino de la Nueva España, de la Iguala, y se dio nombre al nuevo Estado sur-
ITURBIDE Y ARÁMBURU, AGUSTIN DE 83

gido de la Independencia, se previó el esta- un territorio previamente definido y ya co-


blecimiento de una Regencia, y O’Donojú se hesionado. Así se explica la formación de un
ofreció a ejercer su autoridad frente a Novella Imperio mexicano con tintes federalistas re-
a efecto de que la ciudad de México abriera sultado de diversas adhesiones, como la que
sus puertas al Ejército Trigarante. daría después del 27 de septiembre la capitanía
Todavía hubo necesidad de que Iturbide general de Guatemala. El Plan de Iguala y los
se reuniera con Novella y con O’Donojú para Tratados de Córdoba tuvieron este formidable
que el segundo se decidiera a ceder el mando poder de convocatoria. No obstante, todo el
de las tropas realistas en favor del último, pe- proyecto iturbidista se vino abajo cuando las
ro una vez conseguido esto, el capitán general Cortes liberales españolas rechazaron el con-
pudo entrar a la ciudad de los virreyes y espe- venio firmado en Córdoba, sacrificando de
rar tranquilamente a que el Ejército de las Tres esta manera la alianza entre criollos y borbo-
Garantías hiciera lo propio. Esto ocurrió el 27 nistas simbolizada en la Garantía de la Unión,
de septiembre, día del cumpleaños 38 de Itur- y dejando sin definir quién habría de ocupar la
bide, quien encabezó el desfile de las tropas corona del naciente Imperio. Iturbide, al fren-
trigarantes vestido de civil. Habiéndose bajado te de la Regencia, hubo de maniobrar con un
del caballo frente al palacio virreinal, subió al recién instalado Congreso Constituyente que
balcón central y, junto con O’Donojú, recibió lo primero que reclamó para sí fue la más am-
las aclamaciones del pueblo y del ejército. Más plia y única soberanía, pero que jamás llegaría a
tarde, ambos jefes se trasladaron a la catedral discutir algún texto o proyecto constitucional.
de México, donde se celebró un Te Deum de A las dificultades entre Iturbide y el Con-
acción de gracias. En algún momento de ese greso y a la oposición de los españoles adictos
memorable día, Iturbide dirigió una proclama a la península se sumaron las provenientes de
a los mexicanos en la que les dijo:“ya sabéis el la profunda crisis económica con la que el Im-
modo de ser libres, a vosotros toca señalar perio daba sus primeros pasos, las demandas
el de ser felices”. Por la noche, cuando las ciu- de las tropas trigarantes y las reclamaciones de
dades y villas del nuevo Imperio festejaban su autonomía de las provincias. Hábil tanto en el
independencia, Iturbide recordó a O’Donojú, ejercicio de las armas como para la negocia-
mediante un breve oficio, que una vez que se ción epistolar, Iturbide se mostró incapaz para
había instalado la Junta Provisional Guberna- gobernar y para entender el conjunto de las
tiva, el ejercicio del mando de capitán general más variopintas aspiraciones manifestadas una
y jefe político superior habían cesado. Al día vez que su plan original se vino abajo. Acla-
siguiente, Iturbide fue el primero en firmar el mado por el pueblo y por las tropas trigarantes
Acta de Independencia del Imperio Mexica- de la capital, con el beneplácito de las provin-
no, donde se le reconocieron sus méritos por cias, y en medio de un reconocimiento gene-
la labor desarrollada en favor de la absoluta in- ral indiscutible, no supo o no quiso evitar el
dependencia del nuevo Imperio. trono que le fue ofrecido en mayo de 1822,
La formación del nuevo Estado debe en- sin duda porque creyó que era la forma idónea
tenderse más como resultado de la suma de de salvar el resto de su proyecto original. El
voluntades políticas de distintas ciudades, vi- Congreso ratificó, en las sesiones de los días
llas, poblaciones y grandes circunscripciones 19 y 21 de ese mes y con diversos decretos de
territoriales, relativamente diferenciadas, ma- días posteriores, lo que en su momento fue la
nifestadas de forma individual, que como fru- voluntad de la mayoría del pueblo. El 21 de
to de una declaración única referida a todo julio, Iturbide fue coronado solemnemente
84 PERSONAJES

en la catedral de México por el presidente del el Gran Ducado de Toscana. Aquí escribió su
Congreso, bajo el título de Agustín I. Manifiesto al mundo, firmado el día de su cum-
Como emperador de un imperio de casi pleaños de 1823, para dar a conocer su propia
cinco millones de kilómetros cuadrados de versión acerca de los hechos acaecidos desde
extensión, Iturbide, como toda la clase política 1810 y para justificarse. No obstante, aquí se
de su época, demostró total inexperiencia en enteró de los planes de Fernando VII y de la
el arte de gobernar, así como ignorancia ma- Santa Alianza para reconquistar a México,
nifiesta en el manejo de las nuevas institucio- lo que sumado a la falta de los recursos eco-
nes que la Constitución española contempla- nómicos aprobados por el propio Congreso
ba y las que la nueva legislación del Congreso mexicano y a la hostilidad de las autoridades
mexicano iba aprobando. Por si fuera poco, a de Toscana, lo llevó a trasladarse a Londres a
la oposición de los borbonistas que encontra- efecto de planear su retorno a su patria nueva-
ban apoyo en San Juan de Ulúa —último bas- mente amenazada.
tión español— se unió la de los republicanos, En la capital británica permaneció varios
al frente de los cuales se puso fray Servando meses, en tanto el segundo Congreso Consti-
Teresa de Mier, y los desacuerdos con el en- tuyente, ya republicano y atemorizado por su
viado norteamericano, Joel R. Poinsett, ávido posible regreso, promulgaba un injusto de-
de conseguir para su país territorio mexicano. creto-sentencia que lo declaraba traidor por
En medio de un ambiente de franca hostilidad el simple hecho de pisar tierra mexicana y
entre los dos supremos poderes del Imperio, enemigo del Estado, lo que lo condenaba a
Iturbide cometió el error de disolver el Con- morir en caso de que regresara a México. En
greso, que fue sustituido por una Junta Na- Londres reinició su labor epistolar con el ob-
cional Instituyente, que si bien logró aprobar jeto de manifestar a sus diversos corresponsa-
un proyecto de Constitución —recientemen- les cuáles eran las verdaderas intenciones que
te descubierto— no llegó a entrar en vigor. lo llevaban de retorno a su tierra natal. El 27
En medio de la crisis política suscitada, el de abril, dirigió una bella carta de despedida a
comandante de Veracruz, Antonio López de su primogénito Agustín y, durante la travesía
Santa Anna, proclamó la República en diciem- a México, acompañado de su esposa —nue-
bre de 1822. Dispuesto a combatirlo, Iturbide vamente embarazada—, de dos de sus hijos
envió en su contra al general Echávarri, quien menores, de su sobrino Ramón Malo y del
abusando de la confianza del emperador y ma- coronel polaco Carlos Beneski, escribió varias
nejado por las logias escocesas, se pronunció en exposiciones dirigidas al Congreso, al ejército
favor del restablecimiento del Congreso en el y a los mexicanos, en los que manifestó su vo-
Plan de Casa Mata, al cual pronto se adhirieron luntad de servir a la defensa de la independen-
otro jefes imperiales como el propio Negrete cia del país cualquiera que fuera su forma de
y el marqués de Vivanco. Aislado, traicionado, gobierno.
contrario a derramar más sangre mexicana El 14 de julio de 1824, desembarcó del
y con el objeto de impedir el debilitamien- bergantín Spring en Soto la Marina, Tamau-
to del Imperio, Iturbide cedió: restableció el lipas, sin conocer el decreto de proscripción
Congreso Constituyente y ante éste abdicó promulgado en su contra y engañado por
el 20 de marzo de 1823. la actitud mostrada por el general Felipe de la
Escoltados por don Nicolás Bravo, Itur- Garza, quien lo condujo a la villa de Padilla,
bide y su familia abandonaron voluntariamen- donde se encontraba reunido el Congreso del
te México por Veracruz rumbo a Livorno, en estado de Tamaulipas y a donde llegó el 19 de
ITURRIGARAY, JOSÉ DE 85

julio. Éste, sin recibirlo ni oírlo, y en flagrante enterraron en el suelo de la iglesia de Padilla,
violación de los más elementales derechos del donde permanecieron hasta 1838, cuando por
hombre, vigentes ya en la República, y al ré- disposición de su antiguo subordinado, el ge-
gimen federal recién establecido, acordó apli- neral Anastasio Bustamante, se trasladaron a la
car sin más el decreto-sentencia del Congreso capilla de san Felipe de la catedral de México,
General. A las seis de la tarde del mismo día, donde aún reposan.
Iturbide fue fusilado en un costado de la pla- Jaime del Arenal
za de Padilla. Durante las tres horas que tu-
vo para prepararse se confesó y escribió una Orientación bibliográfica
sentida despedida a su esposa y una última
exposición al soberano Congreso, en la que Anna,Timothy, El Imperio de Iturbide. México,
manifestó su sorpresa por el injusto decreto Conaculta/Alianza, 1991.
aplicado en su contra. Arenal Fenochio, Jaime del, Agustín de Iturbi-
Antes de recibir la descarga, se dirigió a los de. México, Planeta Mexicana, 2004.
mexicanos para recomendarles amor a la pa- Ocampo, Javier, Las ideas de un día: al pueblo
tria, asegurándoles que no era traidor y que mexicano ante la consumación de la independen-
moría gustoso porque moría entre ellos. Sus cia. México, El Colegio de México, 1969.
restos, cubiertos por un sayal franciscano, se

+ITURRIGARAY, JOSÉ DE +

La importancia de José de Iturrigaray, quin- Con la perspectiva que da el tiempo, se


cuagésimo sexto virrey de la Nueva España, no ha tratado de balancear su actuación, toman-
radica exclusivamente en su persona; su go- do en cuenta tanto sus rasgos positivos como
bierno (4 de enero de 1803 a 15 de septiem- negativos. Estudios recientes abren nuevas
bre de 1808) es el parteaguas de la historia de perspectivas al analizar, por ejemplo, el sur-
México. A los últimos años de tranquilidad del gimiento de las juntas de 1808, la utilización
virreinato siguió una época de crisis, inestabi- de los conceptos de autonomía y soberanía en
lidad y desconcierto que comenzó a manifes- los argumentos esgrimidos en dichas juntas
tarse con la aplicación de la Real Cédula de generales, la identificación del grupo de “gol-
Consolidación deVales Reales a partir de 1805 pistas” y los intereses a los que respondían e
y se acentuó con la crisis española de 1808. Itu- incluso el manejo de la opinión pública en
rrigaray fue depuesto mediante un golpe de esa intensa y delicada época.Además de apro-
Estado que llevó al quiebre de la institucionali- vechar estas aportaciones de la historiografía
dad virreinal. Las opiniones sobre él están con- reciente, una relectura de las ya tradicionales
dicionadas por este suceso y, por lo tanto, son fuentes de primera mano permiten abordar
casi siempre partidistas, en particular aquellas aspectos no contemplados y respuestas a pre-
expresadas por sus propios contemporáneos. guntas no planteadas anteriormente.
Mientras unos autores lo han defendido e in- El cargo de virrey tenía una duración de
cluso considerado como precursor y mártir de cinco años, pero si revisamos caso por caso,
la independencia, otros lo han atacado y hecho es evidente que fueron pocos los gobernan-
responsable del inicio de la inestabilidad. tes que lograron culminar con normalidad su
86 PERSONAJES

periodo durante los casi tres siglos de domi- dictamen favorable y murió el 24 de junio de
nación española. Muchos murieron antes del 1836 en la ciudad de México.
término de su gestión y otros enfrentaron si- Iturrigaray fue criticado por su enrique-
tuaciones de descontento que terminaron con cimiento ilícito, su venalidad, su corrupción
su remoción, renuncia o duro cuestionamien- pero, a la luz de la actuación de sus antece-
to en un juicio de residencia. Sin embargo, sores, puede considerarse que muchas de sus
pocos han recibido tanta atención como Itu- acciones eran habituales entre los virreyes,
rrigaray por el hecho inusual del golpe de Es- aunque a veces exageró. Por lo general, a cada
tado, por haber sido acusado de infidencia y nuevo gobernante se le autorizaban 20 000
por la cantidad de denuncias que se le hicie- pesos como gastos de equipaje. Pero a Iturri-
ron en el juicio de residencia. A pesar de la garay se le sentenció al pago de 119 125 pe-
severidad con que se formularon los cargos a sos por haber introducido una gran cantidad
partir de los interrogatorios y análisis de la do- de mercancías necesarias para él y su familia,
cumentación correspondiente, la lentitud del compuesta por María Francisca Inés de Jáure-
proceso (concluyó el 17 de febrero de 1819), gui y Aróstegui (sobrina suya con quien había
la habilidad de su representante (el marqués contraído matrimonio en 1786 cuando él te-
de Rayas), la muerte de Iturrigaray (el 22 de nía 44 años y ella 22), sus hijos José, Joaquín,
agosto de 1815) y las apelaciones de su fami- María del Pilar y Vicente, y una veintena de
lia (admitidas por las Cortes de 1820) hicieron personas más. Tras recibir instrucciones, to-
que se rebajaran considerablemente las con- dos se embarcaron en Cádiz en octubre de
denas. Incluso el fiscal encargado de revisar la 1802 y el navío San Julián fondeó en Veracruz
causa en México consideró, ya en 1821: “La el 16 de diciembre del mismo año. Los 170
desgraciada suerte de esta familia, cuyo padre bultos de mercancías fueron vendidos gracias
perseguido y atropellado por una causa a que a la intermediación de Diego de Agreda sin
se puso perpetuo silencio sin concluirse, fa- haber cubierto los impuestos correspondien-
lleció dejando pendiente ésta que le ocasionó tes. El inventario de sus bienes, levantado des-
tantos y tan amargos sentimientos y de que pués del golpe de Estado en 1808, demuestra
habrá pocos o ningún ejemplar en la historia que durante su gestión acumuló una canti-
de las residencias de los virreyes de México al dad considerable de piezas de oro, suntuo-
mismo tiempo que si por algunos capítulos se sas alhajas, además de dinero en efectivo. Se
presenta en ella como un delincuente, no deja comprobó igualmente que había depositado
de dar idea de otros en que sobresalió su celo cuantiosas sumas en el Tribunal de Minería
por el servicio del rey y de la causa pública”. y el total de los bienes embargados ascendió
Cuando la resolución iba a ejecutarse, la a 735 024 pesos. Asimismo se demostró que
Nueva España ya había logrado su indepen- tenía otros ingresos además de su salario, a
dencia y la viuda regresó a México con la través de regalos y donaciones “graciosas” por
intención de recobrar los capitales que el cohechos en nombramientos, provisiones de
virrey había impuesto en el Tribunal de Mi- justicia, gratificaciones por reparto de azogue,
nería, cuya restitución se hizo efectiva hasta asignaciones ilegales de papel y otros favores,
el 25 de mayo de 1833, cuando la Secretaría los cuales llegaron a sumar cerca de medio
de Hacienda ordenó el sobreseimiento de la millón de pesos. Los fiscales consideraron que
retención de capitales a que se le había con- la suma de todas las cantidades recibidas, no
denado y la devolución de toda la fortuna. La lo convertía en “el virrey que más había re-
ex virreina no sobrevivió mucho tiempo al gistrado”.
ITURRIGARAY, JOSÉ DE 87

A pocos meses de su llegada, en junio de llegó a establecer una “cuota” que ascendía
1803, atraído por la tan ponderada riqueza por lo menos a una onza de oro por cada quin-
de la zona del Bajío, Iturrigaray realizó una tal concedido y se calculó que por este medio
“gira” por esa región —hecho inusual entre había repartido 10 852 quintales. La sentencia
los virreyes— en la que visitó Querétaro, Ce- lo obligaría a resarcir el equivalente a dos on-
laya, Salamanca e Irapuato en su trayectoria zas por quintal; y considerando 16 pesos por
hacia Guanajuato, donde recibió cuantiosos cada onza, la suma a cubrir sería de 347 632
obsequios, fue tratado a cuerpo de rey y fes- pesos. Sin embargo, sólo se le condenó al pa-
tejado ampliamente por el pueblo y gente dis- go de la quinta parte de ese total, ya que se le
tinguida. Esta visita les reportó a los mineros absolvió del resto de los cargos por “no estar
un beneficio enorme, porque el virrey infor- justificados”.
mó a Madrid sobre la necesidad de aumentar Mucho se ha cuestionado por qué logró
el abasto de azogue a fin de atender las urgen- el nombramiento de virrey cuando no había
tes necesidades. Procedió a repartir el azogue ocupado más cargo que el de gobernador de
recibido, lo cual se consideró una muestra Cádiz, ciudad que lo había visto nacer el 27
de venalidad y corrupción, y se le acusó porque de junio de 1742.También se aduce una amis-
los beneficiados eran los mineros que podían tad con el primer ministro Manuel Godoy. Sin
sufragar ese gasto extraordinario, en perjuicio embargo, tal vez lo más significativo fuera su
de los que debían esperar las asignaciones ordi- larga hoja de servicios militares. Hijo de José
narias. Lo cierto es que esta “bonificación” in- Iturrigaray y de Gainza y de María Manue-
crementaba el costo de producción de la plata la de Aróstegui, había seguido los pasos de su
en un porcentaje elevado. Además, el virrey padre y de sus hermanos; participó en diversas
tenía a su disposición casi 10% de la existencia campañas y poco a poco fue ascendiendo en la
de azogue, con lo que podía favorecer a aque- jerarquía castrense; también llegó a obtener el
llos personajes que respondieran a sus filiacio- hábito de la Orden Militar de Santiago. Pos-
nes y necesidades económicas y políticas. Por teriormente alcanzó el grado de mariscal de
si fuera poco, se comprobó que el negocio no campo e intervino en la guerra española con-
sólo era suyo sino que en él intervenían el ama tra la Francia revolucionaria, lo que le significó
de leche de los niños, su secretario, su sobrino llegar a teniente general y, posteriormente, a
y hasta su propia esposa. El reparto de azogue comandante en jefe del ejército de Andalu-
había sido un asunto de vital importancia para cía. Puede decirse, entonces, que el puesto lo
la producción de la plata con que la Nueva Es- había obtenido gracias a la política española
paña contribuía al sostenimiento del imperio de seleccionar a los virreyes entre los militares
español, por lo que las autoridades no podían que pudieran hacer frente a la amenaza bélica
permitir que abiertamente se hiciera mal uso latente. El estado de guerra que había caracte-
de las influencias para su distribución, ni en rizado a la segunda mitad del siglo xviii —que
tiempos de paz y menos en tiempos de guerra. había enfrentado a España con Francia y/o
Iturrigaray reconoció, en el interrogatorio Inglaterra— hacía sentir las consecuencias al
a que fue sometido, que entre los virreyes era otro lado del océano no sólo por los bloqueos,
costumbre hacer asignaciones extraordinarias sino por algunas incursiones enemigas en te-
de azogue cuando se le solicitaban y que la rritorios españoles. De ahí que se buscara afa-
práctica común era que a cambio se le entrega- nosamente el fortalecimiento del ejército y se
ra alguna “gratificación” como “generosidad elaboraran minuciosos planes defensivos para
voluntaria de los agraciados”. En su caso, se la Nueva España, basados en la experiencia de
88 PERSONAJES

los virreyes en el campo de las armas y en el senadores romanos que bajaban del capitolio
conocimiento que tuvieran del terreno. a los ejercicios del pueblo, a las ocupaciones
Iturrigaray realizó recorridos por las in- del arado y otras cosas que sólo parecen bajar a
mediaciones del puerto de Veracruz a fin de los que son muy soberbios”.
prepararse en caso de una invasión de tropas Sus acciones llegarían a tener importantes
enemigas. Consideró que lo mejor era de- consecuencias, ya que habían condicionado el
jar indefenso al puerto, contando con que su tipo de relación establecida entre el virrey y
insalubridad mermaría al ejército invasor, al algunos sectores e instituciones de mayor pe-
cual se le podría combatir desde Tierra Aden- so en la Nueva España. Durante su gestión se
tro con las tropas acantonadas en Orizaba, aplicó, en el marco de las reformas borbóni-
Córdoba y Xalapa. Esta decisión lo enemistó cas, la Real Cédula de Consolidación de Vales
con el consulado de Veracruz, que presentó la Reales, que implicó la enajenación y venta de
acusación tanto para el juicio de residencia bienes raíces pertenecientes a obras pías. A di-
como el de infidencia. Aunque la amenaza no ferencia de lo que sucedía en la península, en
se hizo realidad durante su gobierno, sí le per- la Nueva España, el capital líquido de censos,
mitió organizar tropas y cuarteles e incluso capellanías y obras pías se prestaba a agricul-
lucir y demostrar su fuerza militar ante la po- tores, mineros y comerciantes. Iturrigaray pu-
blación en general, con simulacros y revistas so todo su empeño para reunir el fruto de las
de tropas.Todas estas actividades eran reseña- ventas ya que, además de reportarle a él bue-
das en la Gazeta y en el Diario de México, lo nas ganancias, eran un medio propicio para
que les daba una difusión poco conocida por demostrar su fidelidad a la Corona. A pesar de
sus antecesores y que se aprovecharía, incluso la resistencia generalizada que se expresó a tra-
en tiempos de crisis, para la formación de una vés de las llamadas representaciones que eleva-
opinión pública. ron corporaciones y particulares, la oposición
Así, en la prensa se informó de las obras de no pudo pasar a la violencia fácilmente debido
mejoramiento del virreinato y las condiciones a que se suponía que el virrey contaba con el
de vida de la población de la ciudad de México, respaldo de un buen número de soldados.
como la inauguración del Hospicio de Pobres, Al inicio de 1808, la relativa calma que se
la mejora del desagüe y la dotación de agua, había vivido en el virreinato comenzó a desa-
y la vacuna contra la viruela, todo ello sin des- parecer como consecuencia de una serie de
cuidar la pulcritud de su imagen y el culto a acontecimientos en el viejo continente. La
su persona. Esta buena prensa y sus acciones le geografía política europea se transformaba en
valieron el epíteto de “virrey popular”. Uno forma continua, los escenarios de la guerra se
de tantos cargos que se le hicieron en su re- trasladaban de un lugar a otro y la condición
sidencia era que no llevaba con el debido de amigo o enemigo cambiaba constantemen-
decoro sus empleos y se le criticó por que tra- te. Los movimientos de Napoleón afectaron
taba con mucha familiaridad a personas del la vida de los estados europeos y España no
pueblo. Su defensor decía que:“Si se criticase a fue la excepción. Por si fuera poco, al interior
un caballero, que alguna vez en La Soledad, una de la familia real, las relaciones no eran del to-
legua de distancia de México, en la acequia de do cordiales y Fernando conspiraba contra su
Chapultepec, largara su coche y que por hacer padre buscando ceñirse la corona. Cuando se
un poco de ejercicio y humanizarse con algún hizo evidente que las intenciones de las tropas
infeliz cogiera la red y buscara un pescadillo;qué de Napoleón eran apoderarse del territorio
[dirían] estos testigos de San Pablo y de tantos español y no sólo dirigirse a Portugal, el pri-
ITURRIGARAY, JOSÉ DE 89

mer ministro Godoy aconsejó que los borbo- se darían a la tarea de dar a conocer cuanta
nes siguieran el ejemplo de los portugueses y noticia llegara a sus manos y a sensibilizar a los
organizó su traslado a Sevilla para embarcarse lectores sobre lo apremiante de la situación.
hacia el Nuevo Mundo. Sin embargo, cuando Lo inédito de los hechos y la necesidad
estaban por salir de Aranjuez, el 17 de marzo, de afrontar la crisis motivó una variedad de
la población se amotinó, presionando a Car- reacciones de los diversos sectores de la socie-
los IV para que abdicara la corona en favor de dad. El Ayuntamiento de México determinó
su hijo Fernando. Napoleón movió sus pie- presentarse el 19 de julio ante el virrey para
zas en los días subsecuentes para lograr tan- leer una representación formada por el regi-
to la salida de los miembros de la familia real dor Juan Francisco Azcárate. El escrito con-
hacia territorio francés como para recibir la sideraba que las abdicaciones eran nulas y que
Corona española y entregársela a su hermano “por ausencia o impedimento de los legítimos
José.Toda esta serie de acontecimientos causó herederos, reside la soberanía representada
gran indignación entre el pueblo español. El en todo el reino y las clases que lo forman”.
2 de mayo, al verificarse la salida del último Entre los integrantes de la Audiencia había
miembro de la familia real, la muchedumbre posturas encontradas, pero la opinión del
trató de impedirla, a lo que las tropas france- alcalde de corte, Jacobo de Villaurrutia, ex-
sas contestaron con una sangrienta matanza. presada en una reunión del Real Acuerdo,
Éste sería el inicio de un levantamiento de las era que “el único medio para evitar los de-
provincias de España, casi al mismo tiempo y sastres que amenazaban, era reunir una junta
sin estar de común acuerdo, contra las tropas representativa del reino, declarando al virrey
francesas. Asimismo, se iniciaría el fenóme- la autoridad suprema en lo necesario”. Las
no conocido como la “eclosión juntera”, ya discusiones y los cuestionamientos continua-
que en muchas ciudades españolas, y poste- ron al mismo tiempo que se recibía mayor
riormente en diversas partes de los territorios información sobre los acontecimientos de la
americanos, se formaron juntas generales que península y el virrey adoptaba actitudes pro-
buscaron formas de hacer frente a la crisis de la pias de un monarca.
Monarquía española. El Ayuntamiento siguió insistiendo en la
El primer rayo de la tormenta llegó a la idea de la soberanía del pueblo representada
Nueva España el 8 de junio de 1808. El virrey en las autoridades constituidas y considera-
se encontraba en San Agustín de las Cuevas, ba necesaria la reunión de una Junta Gene-
hoy Tlalpan, disfrutando de las peleas de ga- ral de Autoridades. A pesar de la oposición
llos de la Pascua del Espíritu Santo, afición que del Real Acuerdo, ésta se convocó para el 9 de
tenía bien arraigada y que también fue moti- agosto, representando un novedoso espacio en
vo de un cargo en su juicio de residencia. Fue el reino donde se discutieron puntos de suma
entonces cuando llegaron las noticias del mo- importancia para los dos bandos, que enton-
tín de Aranjuez y la abdicación de Carlos IV ces se hallaban ya definidos. El español, for-
en favor de Fernando VII. Después de discutir mado principalmente por los miembros de la
y reflexionar sobre la delicada situación, Itu- Audiencia, consideraba que la Nueva España
rrigaray autorizó al editor de la Gazeta, Juan no estaba en posición de dictaminar sobre
López Cancelada, que publicara la informa- cuestiones tan delicadas como la existencia de
ción, aunque con cierto retraso, ya que, entre una autoridad legítima en España y su reco-
la cesión del trono y la difusión de la noticia en nocimiento, o en todo caso la formación de
México, habían pasado 82 días. Los periódicos una autoridad suplente. El criollo, integrado
90 PERSONAJES

por los miembros del Ayuntamiento, opina- currido a las “gratificaciones” hechas al virrey,
ba que existía un espacio muy grande entre con cien onzas, por no haber sido detenido
el virrey y el trono que era necesario llenar de “por resultas de la consolidación”.
manera urgente con un gobierno provisional. A las 12:00 de la noche del 15 de sep-
El debate no llegó a ninguna conclusión y el tiembre de 1808, Yermo, a la cabeza de 300
único hecho aprobado por ambas facciones comerciantes menores, se encaminó al pala-
fue la jura del rey Fernando VII, que se efec- cio virreinal. Gracias a los arreglos efectua-
tuaría el 13 de agosto, fecha emblemática de la dos con el mayor de plaza y los centinelas,
celebración de la conquista de México. los facciosos lograron entrar y se dirigieron
A fines de dicho mes, dos comisionados de a las habitaciones de los virreyes donde los
la Suprema Junta de Sevilla llegaron a buscar aprehendieron prácticamente sin “ejecución
el reconocimiento y el auxilio financiero de la de violencia”; la máxima autoridad cayó. Al
Nueva España. A pesar de que en la junta del día siguiente, a las 7:00 de la mañana, se fijó
9 de agosto se había decidido no reconocer a una proclama en los parajes acostumbrados
ninguna autoridad que no estuviese aproba- que decía: “Habitantes de México de todas
da por Fernando VII o sus legítimos lugarte- clases y condiciones: la necesidad no está su-
nientes, Iturrigaray creyó necesario convocar jeta a las leyes comunes. El pueblo se ha apo-
a otra reunión general, el 31 de agosto, para derado de la persona del excelentísimo señor
discutir la situación. Las opiniones respecto virrey, ha pedido imperiosamente su separa-
al reconocimiento de los comisionados pre- ción por razones de utilidad y conveniencia
sentes en la reunión estuvieron divididas. Esa general”. La respuesta se plasmó en un pasquín
misma noche, el virrey recibió unas cartas de que decía: “Si el pueblo fue quien lo hizo /
los delegados de la Junta de Oviedo, Asturias, obrando de mala ley / pregunta el señor virrey
en las que le informaban de la instalación de / ¿a quién se le da aviso?” Por su parte, al res-
tal organismo, por lo que convocó a una nueva ponder en el interrogatorio por el proceso de
reunión para enterar sobre el incidente e insis- infidencia si había dado motivo con sus accio-
tir en que había muchas juntas en España que nes para que “el pueblo le quitara el mando”,
no se reconocían entre sí, por lo que la Nue- Iturrigaray respondió que sabía los nombres
va España no debía obedecer a ninguna. Ante y circunstancias de los individuos que lo hi-
pruebas tan contundentes, se consideró más cieron, no habiendo sido el pueblo quien lo
pertinente esperar la evolución de los sucesos ejecutó, sino los que habían ido de Veracruz
y la llegada de mayor información. a México disimuladamente a ese fin”, junto
Pero lo que sí avanzaba eran los planes para con otros de México, algunos de los cuales ni
convocar a un “congreso” de toda la Nueva noticia tenían de lo que iban a hacer, por lo
España, al tiempo que el bando español bus- que no había “partido ni división en el pueblo
caba detener a un virrey que se abrogaba más y por lo mismo, no tuvo que cesar fermenta-
facultades de las que tenía. La solución fue de- ción alguna pues no la había”.
ponerlo, y para ejecutar el plan escogieron a La Audiencia en realidad no estaba facul-
Gabriel de Yermo, rico comerciante y hacen- tada para asumir funciones ejecutivas, pero en
dado que tenía resentimientos contra el virrey 1808 sí se abrogó la de nombrar como sucesor
por los agravios que le causaron algunas dispo- del virrey al mariscal de campo Pedro Garibay.
siciones sobre el abasto de carnes, los toros, el Con esta acción se habían violado las leyes de
aguardiente y, sobre todo, la consolidación. la materia que obligaban a la apertura de los
Incluso se sabe que el propio Yermo había re- llamados Pliegos de Providencia en los que se
ITURRIGARAY, JOSÉ DE 91

expresaba el nombre del sucesor. A la luz de juicio de la residencia que estaba en proceso
los acontecimientos, puede inferirse que el y debía continuarse de manera escrupulosa,
golpe de 1808 no tuvo como fin derrocar al “se sobresea en la causa formada con motivo
gobierno español ni una idea separatista. Por de la infidencia que se le atribuye, poniendo
el contrario, se trataba de evitar que el virrey, en general olvido todo lo ocurrido en aquel
apoyado por el cabildo y el ejército, declarara reino sobre este particular”. El perdón gene-
la independencia respecto a España y estable- ral no sólo era para el virrey sino que podría
ciera un gobierno autónomo. No obstante, sí aplicarse a todos los involucrados en el golpe
evidenció el antagonismo entre criollos y pe- en su contra.
ninsulares o, hablando en términos institucio- Iturrigaray se había librado del cargo que
nales, entre el Ayuntamiento y la Audiencia. más temía y más le molestaba, pues no consi-
Respecto a otros posibles actores en el golpe, deraba que su actuación de 1808 tuviera sub-
llama la atención la pasividad de las fuerzas yacente el cargo de infidencia y sin embargo
armadas, ya que Iturrigaray se había empeña- se acogía a una medida destinada a perdonar a
do en su fortalecimiento y mejora; la Iglesia los “revoltosos”. Precisamente una de las acu-
tampoco tuvo un papel determinante en este saciones más graves que se le hacían era que,
conflicto. “asociado con algunos individuos del Ayun-
La conjunción de acontecimientos sin tamiento y otras personas partidarias”, había
precedente inauguró una nueva era en la que conspirado para que el reino de México que-
no habría manera de volver atrás. Iturrigaray y dase independiente de la península, “ya fuese
su familia salieron de Veracruz el 6 de diciem- con el objeto de perpetuarse en el gobierno y
bre de 1808 y desembarcaron en Cádiz el 2 de de erigirse en soberano, o ya con el de mandar
febrero siguiente. El ex virrey fue conducido a por sí solo hasta que regresase a España nues-
diversos sitios y finalmente al castillo de San- tro rey FernandoVII”, cargo que negó absolu-
ta Catalina, donde por varios días fue some- tamente. La coincidencia de la falta de pruebas
tido a un intenso interrogatorio relacionado contundentes y el decreto de amnistía lo exen-
con la causa de infidencia. Sin embargo, poco taron de momento de la acusación de buscar
después recibió el beneficio de una medida la separación del virreinato. O al menos así se
general dictada por las Cortes, que el 15 de manifestó en 1810, pero las circunstancias se-
octubre de 1810 ordenaron que en los “países rían considerablemente distintas una década
de Ultramar donde se hubieran manifestado después. Los argumentos presentados por los
conmociones” y que hicieran el “debido reco- familiares de don José, una vez consumada la
nocimiento de la autoridad legítima soberana independencia, fueron contrarios a lo que él
establecida en la madre patria”, hubiera un siempre había defendido. Haciendo valer una
“general olvido de cuanto hubiese ocurrido traición a España que Iturrigaray siempre ha-
indebidamente en ellos”. Un mes antes había bía negado y apoyados por los defensores que
comenzado en la Nueva España el movimien- aún tenía en México, entre ellos Carlos María
to de Miguel Hidalgo, pero los legisladores ga- de Bustamante, apelaron al Congreso de 1823
ditanos lo ignoraban y proponían un indulto para conseguir la restitución de sus capitales y
a los que habían turbado el orden. Iturrigaray buscaron inscribir al depuesto virrey en la lista
buscó quedar incluido en esta disposición y de los protomártires de la independencia.
lo consiguió a fines del mismo año. El texto Iturrigaray cumplió su misión de preparar
del decreto del 29 de noviembre de 1810 de- la defensa de la Nueva España pero también
cía que las Cortes habían resuelto que sin per- supo aprovechar su nombramiento para llenar
92 PERSONAJES

sus bolsillos. Realizó obras para mejorar las Orientación bibliográfica


condiciones materiales de sus gobernados; de
igual forma aplicó con gran celo la Real Cé- Ávila, Alfredo, “‘Sujetar al virrey’: 1808 en
dula de Consolidación. Diligentemente envió Nueva España”, en Metapolítica, núm. 61,
caudales para sostener a la metrópoli, pero en septiembre-octubre de 2008, pp. 56-61.
momentos de crisis se planteó salvaguardar la Guedea, Virginia, “La Nueva España”, en
soberanía novohispana sin reconocer a la au- Manuel Chust, coord., 1808. La eclosión
toridad peninsular. Tras su deposición, debió juntera en el mundo hispano. México, fce. El
rendir cuentas por sus acciones en un juicio Colegio de México, 2007 (Fideicomiso
de infidencia del que fue absuelto, y en un jui- Historia de las Américas. Serie Estudios),
cio de residencia, cuya sentencia final no fue pp. 84-104.
tan dura como podría juzgarse a partir de los Lafuente Ferrari, Enrique, El virrey Iturriga-
numerosos cargos que se le hicieron. La ima- ray y los orígenes de la independencia de Mé-
gen que nos ha transmitido la historia no se jico. Pról. de Antonio Ballesteros Beretta.
desdibuja con estas aparentes contradicciones, Madrid, Instituto Gonzalo Fernández de
sino que se rescata en estas conmemoraciones Oviedo, 1941.
bicentenarias. Mier, Servando Teresa de, Historia de la revolu-
Verónica Zárate Toscano ción de la Nueva España. México, fce/Insti-
tuto Cultural Helénico, 1986.

+LÓPEZ RAYÓN, IGNACIO +

Si hemos de creer lo que se dice de Ignacio parte, estaba emparentada con una familia dis-
López Rayón en varios documentos oficiales tinguida del valle de Maravatío, entre cuyos
de la época, y lo que sus primeros biógrafos miembros figuraban clérigos y prebendados de
escribieron acerca de su vida, nuestro perso- la catedral de Valladolid (hoy Morelia).
naje nació en el Real de Minas de Tlalpujahua, La trayectoria profesional del joven Ignacio
diócesis de Michoacán, el 31 de julio de 1773. no fue diferente de la que siguieron muchos
Fue el primogénito de una familia de nueve abogados de su tiempo. Formado inicialmente
hermanos —seis hombres y tres mujeres—, en los colegios de San Nicolás y Seminario
fruto del matrimonio de don Andrés López Tridentino, en Valladolid de Michoacán, pasó
Rayón Piña y doña Rafaela López Aguado y al término de ellos al de San Ildefonso de la
López. Provenía de una familia medianamen- ciudad de México para abrazar la carrera de
te acomodada dedicada a actividades agrícolas Leyes. En dichos establecimientos recibió en-
y comerciales. Su padre arrendaba tierras en señanzas y cultivó amistad con distintos cate-
la hacienda de Bravo, cerca de Tlalpujahua, y dráticos que mucho influirían a lo largo de su
en el rancho de Arroyo Zarco, jurisdicción de vida, entre los que destacan: Felipe Antonio
Taximaroa (hoy municipio de Hidalgo, Mi- Tejeda, Vicente Pisa, Manuel de la Bárcena,
choacán); participaba de las ganancias que le Luis Pérez Tejeda, Pedro Foronda y Juan Vicu-
redituaba una tienda de pulpería que tenía en ña, entre otros. Mientras en San Nicolás y el
Tlalpujahua y hasta llegó a tener negocios en la Seminario cursó Artes y Filosofía, principios
propia capital del virreinato. Su madre, por su de religión y de moral y leyó a los imprescin-
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dibles autores de la cultura clásica latina, en ¿Cuáles fueron las razones que tuvo aquel
San Ildefonso se nutrió de lecturas que per- reconocido abogado, radicado ya en Tlalpu-
tenecían a la tradición jurídica del Antiguo jahua, recién casado y con un futuro promiso-
Régimen: la Instituta, de Justiniano, traducida rio, para incorporarse de lleno a la revolución?
por Vinnio; las Decretales, las Siete Partidas de Esto lo podemos conocer gracias a sus escri-
Alfonso X, el Sabio, las Leyes de Toro, la Reco- tos y trayectoria vital pero, sobre todo, a través
pilación de las Leyes de los Reinos de las Indias, de los argumentos que esgrimió su defensor,
el Fuero Juzgo o la Curia Philípica, obras que José María Pérez Palacios, durante el juicio
sin duda debía conocer al momento de exa- que se le siguió al insurgente desde principios
minarse como abogado. Su paso por este úl- de febrero de 1818 en Cuernavaca. En primer
timo plantel fue lo que marcó la diferencia; lugar, sobresale el malestar general causado
López Rayón se convirtió en el alumno más por la actitud de Manuel Godoy, “Príncipe
destacado de su generación, al grado de que de la paz” y favorito de Carlos IV, quien hizo
sus profesores lo consideraron una persona temblar a la Monarquía y echó por tierra “los
que “puede servir de ejemplo y de modelo a más formidables edificios y firmes baluartes de
aquellos que, confiados en sus muchos talen- la fidelidad española”; después, la conjura de El
tos y capacidad, se entregan al ocio y ocupan Escorial, descubierta en octubre de 1807, que
el tiempo en asuntos ajenos de sus obligacio- culminó con el arresto y prisión de Fernando
nes, con que tiznan su conducta y empañan el de Borbón, dejando perplejos a todos los va-
lustre del colegio”. sallos de la Monarquía; enseguida, la irrupción
Puede decirse que fue en San Ildefonso de tropas extranjeras por toda la península con
donde los jóvenes michoacanos venidos del el beneplácito del rey Carlos IV; luego, el mo-
Seminario deValladolid fortalecieron sus lazos tín de Aranjuez entre el 17 y el 19 de marzo
de amistad, los cuales no se rompieron con el de 1808, que obligó al cese de Godoy y a la
estallido de la guerra en septiembre de 1810, renuncia de Carlos IV a la Corona de España,
sino que continuaron debido al sentimiento dejándola en manos de su hijo, el príncipe de
corporativo que estaba muy arraigado en ellos. Asturias; después, las sucesivas abdicaciones
Como criollos que eran, les unían intereses de la familia real en Bayona y la designación de
económicos comunes y proyectos políticos e un “rey intruso” en la persona de José Bona-
ideológicos que se expresarán más claramen- parte; posteriormente, “la sagrada persona de
te durante la revolución de independencia. Su un virrey ejecutado en América”, como fue
permanencia en la capital del reino también el caso de Santiago de Liniers, virrey del Río
fue importante; cuando litigaba en una de las de la Plata, batido y ajusticiado en Córdoba
salas de la Real Audiencia, tuvo la oportunidad en 1810 por una junta revolucionaria que lo
de tratar a varios abogados que después for- consideraba cómplice de los franceses; de igual
marían parte de la organización de los Gua- modo,“la desconfianza sembrada en el seno de
dalupes o que se mostrarían afectos a la inde- las familias” temerosas de perder su religión,
pendencia por la vía del autogobierno. Entre su rey y su patria, y por último, “los repetidos
ellos se encontraban Nazario Peimbert, An- partes de emisarios seductores mandados al
tonio Ferrer, los hermanos Rulfo, parientes reino por el ambicioso Bonaparte”, cuyos ru-
de su esposa, el oidor Jacobo de Villaurrutia, mores se esparcían por doquier.
Julián Castillejos, Francisco Primo de Verdad A esto habría que agregar la Cédula de
y Ramos, Juan Bautista Raz y Guzmán, y el Consolidación de Vales Reales, los préstamos
escribano de palacio, Manuel Rodríguez. patrióticos y los donativos “forzosos” que
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afectaron económicamente a muchas fami- Sin duda uno de los aportes fundamenta-
lias y estaban causando la expoliación del vi- les que Rayón hizo al movimiento insurgente
rreinato; la inexistencia de un rey en España fue la creación de la Suprema Junta Nacional
legitimado por las leyes fundamentales del rei- Americana, mejor conocida como Junta de
no, que él como abogado conocía muy bien; Zitácuaro. Desde su instalación en aquella vi-
su convencimiento del derecho que tenía la lla el 19 de agosto de 1811, se convirtió en
América para formar su propia Junta Guber- el gobierno más activo y permanente que tu-
nativa; la falta de representación política de los vo la revolución durante su etapa de organi-
criollos convocados a Cortes en la península; zación, y constituyó el primer paso político
la necesidad de dar cierto orden a la insurrec- que dieron los americanos por establecer un
ción para contener muchos de los atropellos gobierno “nacional” de carácter colegiado, en
ocasionados por los emisarios del cura Miguel sustitución del colonial encabezado por pe-
Hidalgo en distintas partes del reino y, por úl- ninsulares.
timo, su oposición a los saqueos ocasionados Aunque algunos autores sostienen que
por varios de sus comisionados. dicho gobierno fue “efímero”, o que no lo
Su primer papel importante lo desempe- obedecían, apoyándose en los casos de Albino
ñó al lado de Hidalgo cuando, el 23 de octu- García y la familia de los Villagrán, en realidad
bre de 1810, éste lo designó en Maravatío estuvo vigente durante dos largos años —de
secretario del gobierno americano, exacta- agosto de 1811 a septiembre de 1813— en
mente un mes y una semana después de que distintas sedes, y el número de cabecillas con
diera inicio la insurrección. Desde entonces se mando de tropa, subdelegados y administra-
convirtió en su principal asesor. Le acompañó dores que actuaron bajo sus órdenes, fue mu-
en la batalla del Monte de las Cruces, Aculco, cho más amplio de lo que se creía.
Valladolid, Guadalajara y Puente de Calde- Los logros de este gobierno no fueron para
rón. En la capital de la Nueva Galicia recibió nada despreciables. Los integrantes de la Junta,
el nombramiento de secretario del ministe- conformada por López Rayón, José Sixto Ber-
rio de Estado y del Despacho y posterior- dusco, José María Liceaga y posteriormente
mente el de ministro universal de la nación. por José María Morelos y José María Murguía
Sería hasta marzo de 1811 cuando, en una y Galardi, ejercieron la soberanía que antes re-
junta de generales celebrada en Saltillo, López caía en el monarca; la Junta expedía títulos mi-
Rayón fue designado general y comandante litares y creó una Secretaría de Guerra a la que
del ejército, con la misión de regresar al cen- estuvieron subordinados decenas de cabecillas
tro del virreinato y mantener viva la lucha por de distintas provincias; ordenó fabricar mo-
la independencia. neda con los símbolos del águila, nopal, arco,
Sus éxitos como militar fueron relativos. Es flecha y onda, afectando las transacciones eco-
verdad que obtuvo algunas victorias que, en las nómicas en distintas partes del virreinato por
circunstancias en las que se dieron, significaron el nulo valor que tenía la moneda realista en
mucho para el movimiento, como Piñones, El territorio rebelde, y puso en práctica un pro-
Maguey, El Grillo, Zacatecas y algunas otras, yecto de reformas fiscales para hacerse de re-
pero en el transcurso de 1812 y 1813 perdió cursos y tratar de ganar la guerra; contó con el
las más importantes, como Zitácuaro,Tenango apoyo de varios intelectuales criollos como los
y El Gallo, cerca de Tlalpujahua; de haberlas doctores José María Cos y Francisco Lorenzo
ganado, probablemente hubiera cambiado el de Velasco, y los licenciados Andrés Quintana
curso de la revolución. Roo, José Manuel de Herrera y Carlos María
LÓPEZ RAYÓN, IGNACIO 95

de Bustamante, quienes con la pluma, la tinta sus órdenes; los nombramientos de decenas
y el papel defendían la independencia y su de- de “justicias” encargados de administrar este
recho al autogobierno en los periódicos que ramo en las ciudades, villas y lugares; las visto-
publicaban en Sultepec, Yuriria, Tlalpujahua sas ceremonias de jura de obediencia y lealtad
y Oaxaca. que le hicieron numerosos pueblos; el control
Por otro lado, de la pluma de López Rayón efectivo de distintos territorios del virreinato
emanó el primer proyecto de Constitución con una moneda e impuestos propios, pero,
política para la nación que surgía, al cual dio sobre todo, la preocupación que causó al go-
el nombre de Elementos de nuestra Constitución bierno virreinal la existencia de aquella Junta
y que mucho influirían en José María Morelos durante los años de 1811 a 1813 en que es-
al momento de dictar sus Sentimientos de la na- tuvo vigente, para que podamos revalorar su
ción. La junta también adoptó símbolos, colo- importancia política.
res y emblemas para la nueva nación; por dis- Las referencias históricas y doctrinarias
posición de su presidente, todos los patriotas que fueron delineando el pensamiento polí-
debían portar en sus sombreros “la escarapela tico de López Rayón podemos enfocarlas en
nacional” de colores azul y blanco, símbolos dos sentidos: para revolucionar, su principal
del honor y la virtud. Posteriormente, el em- argumento se basaba en el deterioro que ha-
blema del águila coronada que ya se usaba en el bían sufrido las leyes fundamentales de la Mo-
“sello nacional” desde los días de Zitácuaro, se narquía, aquellos que tenían como base el
impuso finalmente en las banderas de los ejér- principio pactista de los derechos y deberes
citos y de los demás gobiernos insurgentes. El recíprocos entre el rey y sus vasallos; la nece-
mismo López Rayón instituyó el culto cívico sidad del consentimiento de estos últimos en
septembrino: la Suprema Junta fue el primer caso de cambio dinástico y la inalienabilidad
gobierno de la insurgencia que celebró con de los dominios de la Corona. Para crear go-
misa, luces y discurso el aniversario del inicio bierno, se apoyó en el ejemplo de España de
de la independencia el 16 de septiembre de crear juntas supremas, en la lectura de perió-
1812 en la localidad de Huichapan, en el actual dicos norteamericanos y españoles, en el pro-
estado de Hidalgo, y oficializó la conmemora- yecto de Constitución de las Cortes que ya
ción de los santorales de Miguel Hidalgo e Ig- circulaba impreso desde 1811, en la situación
nacio Allende. Finalmente, intentó establecer política de la capitanía general de Venezuela,
relaciones diplomáticas con Estados Unidos y de la que estuvo muy pendiente; en la Cons-
Haití, los únicos dos países del continente que titución política de la Monarquía española
habían alcanzado su independencia. sancionada por los diputados en Cádiz; en los
Todas estas acciones de gobierno, algunas Principios de legislación, del padre del utilitaris-
exitosas y otras no tanto, contradicen la idea mo inglés, Jeremías Bentham y, años después,
de que la Suprema Junta, encabezada por Ló- en un código de leyes de Estados Unidos que
pez Rayón y los otros vocales, fue algo insig- portaba consigo cuando estuvo en el fuerte de
nificante y poco trascendente para la causa. Cóporo, cercano a Jungapeo.
Sólo basta hojear el “Diario de gobierno y Su proyecto político de crear una monar-
operaciones militares de la Secretaría y ejér- quía constitucional para la América Septen-
cito al mando del Exmo. Sr. presidente de la trional era tan revolucionario como el que
Suprema Junta y ministro universal de la na- estaban discutiendo los diputados gaditanos
ción”; conocer el número de cabecillas insur- en la península, o como el de aquellos insur-
gentes de distinto rango que actuaban bajo gentes que postulaban instaurar una república
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en un país en donde la mayoría de los habi- rativo— y ser, ante todo, un hombre concreto,
tantes carecían de virtudes cívicas. Lo más im- territorializado y enraizado.
portante para López Rayón y su proyecto era Esto es lo que a grandes rasgos se observa en
que con una Constitución propia se ponían jefes como López Rayón, quien en sus Elemen-
límites al poder absoluto del monarca; hacía tos ya mencionados señaló que ser “ciudadano
que en la nación, representada en el Congreso, americano” significaba poseer un estatuto de
recayese el ejercicio de la soberanía; planteaba privilegio al que podían acceder los extran-
la división de poderes en Legislativo, Ejecuti- jeros, siempre y cuando solicitaran carta de
vo y Judicial, dándole preeminencia al prime- naturaleza a la Suprema Junta, institución que
ro de ellos; convertía a los súbditos y vasallos la concedería con acuerdo del Ayuntamiento
en ciudadanos, y dejaba definidos los mecanis- respectivo y disensión del protector nacional.
mos de representación y elección para acceder En seguida dejaba marcada esta distinción:
al poder. Si miramos con atención, todos estos “sólo los patricios obtendrán los empleos, sin
aspectos forman parte de la nueva cultura ju- que en esto pueda valer privilegio alguno o
rídica que se estaba adoptando en plena gue- carta de naturaleza” (art. 20). Por consiguiente,
rra y que algunos autores denominan “figuras todos aquellos individuos cobardes y ociosos
políticas de la modernidad”. estaban fuera de esta calidad, incluida la plebe,
Para López Rayón, “la soberanía dimana pues para llegar a ser “ciudadano benemérito”
inmediatamente del pueblo, reside en la per- deberían ser personas de mérito y virtud. Esta
sona del señor don FernandoVII y su ejercicio idea era muy parecida a la de los criollos de la
en el Supremo Congreso Nacional America- ciudad de México, insertos en la agrupación
no”. Al concederle al pueblo el origen de la de los Guadalupes, para quienes la plebe estaba
soberanía, negaba al mismo tiempo el derecho conformada por meros autómatas, sin preocu-
divino de los reyes y le daba al Congreso la pación por el futuro y envueltos en los vicios
facultad de ejercerla. En su concepto, Fernan- y la mendicidad.
do VII sólo era un “ente de razón” en quien El principio de la elección como camino
el pueblo había delegado su poder por medio para llegar a la representación cobró fuerza en
del pacto de traslación.Asimismo, daba prima- el imaginario insurgente. Por eso llama la aten-
cía al Poder Legislativo sobre los otros dos, al ción el gran interés que mostró López Rayón a
señalar que “aunque los tres poderes, Legis- ese respecto hasta los días previos a su captura.
lativo, Ejecutivo y Judicial, sean propios de la Los Elementos traslucen esa preocupación que
soberanía, el Legislativo lo es inherente, que observamos desde el inicio del documento:
jamás podrá comunicarlo”. “Nosotros, pues, tenemos la indecible satisfac-
Más que una realidad, durante los prime- ción y el alto honor de haber merecido a los
ros años de la lucha, la voz “ciudadano” fue un pueblos libres de nuestra patria, componer el
ideal en competencia con otros conceptos más Supremo Tribunal de la Nación y representar
extendidos y tradicionales que estaban fuerte- la majestad que sólo reside en ellos”. ¿Cómo
mente enraizados en la sociedad de entonces, pensaba López Rayón la representación? Se-
como el de la vecindad. Ser vecino significaba gún él, y al igual que muchos abogados, era en
poseer un estatuto particular dentro del rei- los ayuntamientos donde residía la base fun-
no, tener ciertos privilegios en función de los damental de la representación. Los cabildos
derechos específicos de la comunidad a la que deberían componerse de “las personas más
se pertenecía, definirse por su pertenencia a honradas y de proporción, no sólo de las ca-
un grupo —estamental, territorial o corpo- pitales sino de los pueblos del distrito”, y ten-
LÓPEZ RAYÓN, IGNACIO 97

drían la facultad de nombrar cada tres años a Pero hubo además otros dos aspectos se-
los representantes (art. 23). Estos últimos ten- ñalados por López Rayón que merecen des-
drían diversas facultades: podían estar presen- tacarse: lo relativo al “derecho social”, no
tes en las sesiones públicas cuando se tratara planteado por los diputados en las Cortes de
de establecer o derogar leyes que interesaran Cádiz, y la organización de las fuerzas armadas
a toda la nación (art. 18); nombrarían al pro- para la América Septentrional. En lo tocante al
tector nacional (art. 17); su opinión se tomaría primer punto, cuando el presidente de la Jun-
“muy en consideración” cuando la Suprema ta, comentando la Constitución de Cádiz, ha-
Junta y el Consejo Nacional acordaran deter- bla de “derecho social” estaba pensando cuan-
minados gastos u otros asuntos inherentes a la do menos en dos cosas: en el empleo, como
nación (art. 15), y finalmente, serían los “re- un instrumento de ascenso social que podía
presentantes de las provincias” los encargados ayudar a los ciudadanos americanos a elevar su
de nombrar a los vocales que conformarían el crítica situación, y en la desaparición de la es-
Consejo Nacional (art. 7). tructura gremial, porque al abolir los exáme-
Respecto a la elección, es decir, la emisión nes de artesanos se terminaba de golpe con el
de votos para elegir cargos públicos, López monopolio que tradicionalmente ejercían los
Rayón lo consideraba un ejercicio indispen- maestros y veedores sobre los distintos oficios,
sable que debía practicarse cada vez que es- y se podía calificar de una manera más libre el
tuviera de por medio el futuro de la nación. desempeño de cada uno de los trabajadores.
En sus Elementos asentó que las funciones de Por último, tenemos su propuesta sobre
cada vocal durarían cinco años y que debe- las fuerzas armadas. En algunos escritos de
rían ser electos en forma sucesiva, uno cada carácter constitucional y en la propia corres-
año, cesando en sus funciones el más antiguo pondencia de los jefes, se puede observar lo
(art. 9). Asimismo, era mediante la elección importante que era para ellos la organización
a pluralidad de votos como los vocales de la de la milicia y la elección de las personas que
Suprema Junta establecerían y derogarían debían dirigirla. López Rayón consideraba
leyes y cualquier negocio de interés nacio- que debía existir un Consejo de Estado en ca-
nal, de acuerdo con las propuestas hechas en so de declaración de guerra o ajuste de paz,
sesión pública por el protector nacional (art. en el cual debían participar todos los oficiales,
18). Además, pensaba que era a través del voto de brigadier hacia arriba. Sólo de esta manera
como los habitantes de Nueva España podían la Suprema Junta podría tomar una determi-
decidir sobre su independencia y sobre la su- nación al respecto. La “nación” contaría con
prema autoridad que sería depositaria de su cuatro capitanes generales y en casos de gue-
confianza. Ya lo dirá López Rayón con estas rra sólo los oficiales con grado superior a bri-
palabras geniales: “Sólo el voto general de los gadier y los consejeros de guerra del Supremo
ciudadanos es medio legítimo para consolidar Congreso Nacional propondrían quién de los
la independencia y la suprema autoridad que cuatro generales debía fungir como “generalí-
sea depositaria de vuestras confianzas y de- simo” para los casos ejecutivos y de combina-
rechos [...] y si la mayoridad de votos recae ción. Esta investidura no confería graduación
en este sistema [la Constitución de Cádiz], se ni aumento de renta y cesaría al término de la
procederá a las elecciones en los términos guerra, pudiéndole remover del mismo mo-
que prescribe para la instalación del Congre- do que entró. Además, propuso la creación de
so; si no, se creará éste en los términos que cuatro órdenes militares: la de Nuestra Señora
reclama la voz universal”. de Guadalupe, la de Hidalgo, el Águila y la de
98 PERSONAJES

Allende, la cual podrían obtenerla los magis- monarquía absoluta; en 1823-1824 se mostró
trados y demás personas beneméritas que se partidario de la República federal, y en 1829
considerasen acreedoras a ese honor. Final- lanzó una proclama junto con su hermano
mente, incluyó en su proyecto cuatro cruces Ramón y el general Luis Quintanar en defen-
grandes que corresponderían a cada una de las sa de la Constitución y las leyes, quebrantadas
órdenes mencionadas. por el motín de la Acordada que llevaría a la
Algunos autores que se han interesado por presidencia a Vicente Guerrero.
el análisis de sus ideas políticas generalmen- Esto se puede observar con más claridad
te centraron su atención en sus años de jefe poco después de que dejó la prisión a que lo
insurgente, en particular durante el conflicto había condenado el virrey Juan Ruiz de Apo-
verbal que sostuvo con José María Morelos daca. Luego de consumada la independencia,
entre febrero y agosto de 1813, cuando esta- en 1822 ocupó el empleo de ministro tesore-
ba de por medio la dirección del movimiento. ro de las cajas nacionales en la Intendencia de
Mientras al abogado se le consideró un per- San Luis Potosí; en 1823 fue diputado consti-
sonaje contrarrevolucionario, atado a la figura tuyente en el segundo Congreso General, fir-
monárquica y a ideales conservadores, a Mo- mó el Acta Constitutiva de la Federación y la
relos se le proyectó como el auténtico defen- propia Constitución Federal de la República
sor de la independencia y de las instituciones Mexicana, promulgada el 4 de octubre de
republicanas. Sin embargo, se suele olvidar que 1824. Al año siguiente, el presidente Guada-
el pensamiento de las personas no es estático, lupe Victoria le dio la comandancia militar de
cambia de acuerdo con las circunstancias del Jalisco, misma que dejó en 1827 cuando pasó
momento y con la nueva visión que los acto- a formar parte del Supremo Tribunal de Gue-
res tienen de su entorno, en el que desde luego rra y Marina. Murió en la ciudad de México
casi siempre están en juego diversos intereses el 2 de febrero de 1832, sin que el gobierno
de los protagonistas de la historia, que res- en turno hubiese dispuesto algún homenaje
ponden a su vez a un conjunto de valores y o ceremonia luctuosa acorde con sus méritos
creencias propias de su tiempo. y graduación.
Sólo analizando lo que pensaba, decía y ha- Desde una perspectiva histórica, podemos
cía el abogado durante los años de 1810 hasta decir que Ignacio López Rayón estuvo más
1830, podremos comprender los rasgos esen- cerca de la ley y del orden que de la anarquía
ciales de su pensamiento político. Primero y la lucha de facciones; más vinculado a los
propuso la independencia conservando los in- “hombres de bien” que a los sectores popula-
tereses del reino para Fernando VII; en sep- res sin ninguna instrucción. Un hombre típi-
tiembre de 1811, la independencia absoluta co de la transición, con un pie en el siglo xix
utilizando el nombre del rey como estrategia, influido por los aires de la “modernidad polí-
considerándolo únicamente como un “ente tica”, y el otro anclado en la tradición, en las
de razón”; luego, en noviembre de 1813, se prácticas y en los imaginarios corporativos del
sostuvo en su idea de independencia, pero sin Antiguo Régimen. En fin, un personaje clave
eliminar el nombre del monarca por no con- de nuestra historia independentista que con
venir con el sentimiento general de los pue- sus ideas y sus acciones contribuyó a la forja de
blos; entre 1814 y 1817 se declaró por la in- esta nueva nación.
dependencia, el autogobierno y contrario a la Moisés Guzmán Pérez
MATAMOROS GURIDI, MARIANO ANTONIO 99

Orientación bibliográfica Herrejón Peredo, Carlos, Ignacio Rayón hijo,


Ignacio Oyarzábal y otros Ignacio Rayón. La
Guzmán Pérez, Moisés, Ignacio Rayón. Primer independencia según Ignacio Rayón. Introd.,
secretario del Gobierno Americano. México, selec. y complemento biográfico de Carlos
inehrm, 2009. (Historia para todos) Herrejón. México, Secretaría de Educa-
Herrejón Peredo, Carlos, Ignacio Rayón: pri- ción Pública, 1985. (Cien de México)
mer legislador de México. México, Universi- Rayón, Ignacio, Apuntes para la biografía del Ex-
dad Autónoma del Estado de México, 1982. mo. Sr. Lic. D. Ignacio López Rayón, General
(Cuadernos de Cultura Universitaria, 2) de División y Benemérito de la Patria. México,
Imprenta de Andrade y Escalante, 1856.

+MATAMOROS GURIDI, MARIANO ANTONIO +

Nació el 14 de agosto de 1770 en la ciudad gente hacia ese territorio. La batalla tuvo lu-
de México. Realizó sus estudios en el Real gar el 19 de abril de 1813. También comandó
Seminario de Tepotzotlán, el Seminario Con- las tropas que propinaron un sonado revés a
ciliar de la ciudad de México y en la Real y las fuerzas realistas en San Agustín del Pal-
Pontificia Universidad de México. El 12 de mar, en el moderno estado de Puebla, el 14
marzo de 1796 fue ordenado sacerdote. Lue- de octubre de 1813. De igual modo participó
go de fungir como teniente de cura en diver- en el fallido intento para tomar Valladolid en
sos lugares de la ciudad de México y sus alre- diciembre del mismo año, de cuya derrota ad-
dedores, en 1807 obtuvo la titularidad de la vendría su posterior aprehensión en la batalla
parroquia de Jantetelco, en el actual estado de Puruarán el 5 de enero de 1814. Debido a
de Morelos, donde permaneció hasta el 16 de que el virrey Francisco Xavier Venegas había
noviembre de 1811 cuando se incorporó a la decretado la supresión del fuero para los ecle-
insurgencia liderada por José María Morelos siásticos que tomaran las armas en contra del
y Pavón. gobierno español, Matamoros no fue sujeto a
Su labor fue sumamente valiosa debido al un juicio eclesiástico. Tampoco tuvo que en-
talento militar que desplegó, pero sobre todo frentar a la Inquisición, pues había sido disuel-
a su capacidad organizativa evidenciada cuan- ta por la Constitución de Cádiz. Para otorgarle
do Morelos le encargó levantar y disciplinar la absolución eclesiástica se le exigió que se re-
al ejército de línea en 1812. Sus virtudes mi- tractara de sus palabras y obras que, en opinión
litares convencieron a Morelos de otorgarle del obispo electo de Michoacán, Manuel Abad
el grado de teniente general y nombrarlo su y Queipo, lo habían convertido en hereje y
segundo en el mando.Tuvo una participación apóstata y que constituían también un delito
destacada en varios hechos de armas relevan- de lesa majestad. Juzgado sólo por un tribunal
tes en la historia de la insurgencia, como el militar, fue fusilado el 3 de febrero de aquel
sitio de Cuautla y la toma de Oaxaca. Asimis- año en la plaza mayor deValladolid.
mo, encabezó el triunfo de las fuerzas rebel- Muy poco se sabe sobre las razones que
des sobre las tropas enviadas desde la capitanía tuvo el cura Matamoros para unirse a la in-
general de Guatemala para recuperar la ciudad surgencia y menos aún acerca de sus ideas
de Oaxaca y frenar un eventual avance insur- políticas. De hecho, su adhesión a la rebelión
100 PERSONAJES

parece haber obedecido más a la fuerza de tuviera cierta indisposición hacia el gobierno
las circunstancias que a un acto deliberado y español por ese asunto, aunque obviamente
preparado con antelación. Al igual que otros no fue la razón que lo llevó a tomar las armas,
líderes insurgentes, como Nicolás Bravo, Ma- en tanto que el bando de Venegas es posterior
tamoros fue víctima de una persecución por a su incorporación a las filas rebeldes. En todo
parte de las autoridades realistas debido a que caso, sería uno más de los agravios que le re-
se sospechaba, aparentemente sin fundamento, prochaba a las autoridades reales.
que planeaba un levantamiento armado para En abril de 1813, luego de derrotar a las
unirse a las fuerzas de Morelos, que a fines de tropas realistas guatemaltecas comandadas por
1811 se acercaban a Cuautla. De acuerdo con Manuel Servando Dambrini, envió una car-
los apuntes de Felipe Venancio Montero, ca- ta a varios gobernadores de las repúblicas de
pitán que militó bajo las órdenes de Morelos, indios de Chiapas, en la cual les explicaba
aunque Matamoros era conocido por sus opi- de modo paternal que los insurgentes lucha-
niones políticas contrarias al gobierno español ban en defensa de “la ley de Dios, nuestras tie-
en la Nueva España, no parece haber tenido rras, nuestros bienes, y nuestros hermanos los
intenciones de sumarse a la insurrección. Sin criollos”. La lucha era exclusivamente contra
embargo, esa reputación le mereció el acoso los gachupines, quienes además de atentar
de las autoridades realistas, de modo que no le contra aquellos bienes y haber impuesto pe-
quedó más remedio que ponerse a las órdenes sadas pensiones, pretendían entregar el reino
de Morelos para librarse de sus perseguidores. a los franceses e ingleses. En suma, la guerra
Ya como comandante rebelde haría suyo era para vivir libremente en sus tierras, comer-
el discurso insurgente tal como quedó de ma- ciando sin restricciones con otros reinos, con
nifiesto en los pocos documentos en los cuales un gobierno propio y sin más gravamen que
expresó sus ideas políticas. De hecho, escribió el pago del diezmo eclesiástico y 4% de alcaba-
poco. Su relevancia en el movimiento obede- la para sostener al ejército insurgente.Tal pare-
ció más a su labor militar que a su contribución ce pues, que la oposición política de Matamo-
al ideario insurgente. Matamoros reaccionó ros al gobierno español, previa a 1811, había
con especial sensibilidad a las restricciones a la tomado forma en el ideario político que los
inmunidad eclesiástica que el 25 de junio de insurgentes construían al fragor de la guerra.
1812 dispuso el virrey Francisco Xavier Ve- Durante el proceso que se le siguió antes
negas. Según el bando, a los sacerdotes que de fusilarlo se le preguntó sobre los objeti-
tomaran las armas y se unieran a la insurrec- vos del movimiento insurgente encabezado
ción, no se les reconocería dicho fuero. En con- por el Congreso y Morelos. Sus palabras, aun-
secuencia, Matamoros asumió como estandar- que son un parafraseo del ideario político di-
te la defensa de este privilegio; de ahí que la fundido por los rebeldes, hacen suponer que
división bajo su mando se identificara por usar Matamoros lo compartía plenamente. La meta
una bandera negra con una cruz roja en el cen- era que el “Reino de Indias” se independizara
tro y la leyenda “Inmunidad Eclesiástica”. totalmente de España y fuera gobernado por
En realidad, la Corona española ya había un congreso nacional compuesto por repre-
hecho algunas acotaciones al fuero eclesiás- sentantes de todas las provincias. La sociedad
tico desde fines del siglo xviii, dando pie al estamental debía desaparecer para dar paso a
malestar de un sector del clero que vio dichas la igualdad de todos los individuos sin prestar
decisiones como una amenaza a su investidu- atención a su calidad étnica, incluyendo a los
ra. De ahí que sea dable inferir que Matamoros negros y mulatos, cuya ciudadanía había que-
MIER Y TERÁN, MANUEL DE 101

dado restringida por la Constitución de Cádiz Quizá su muerte contribuyó a precipitar el fin
de 1812. En adelante todos serían reconocidos de la insurrección encabezada por el cura de
como americanos. Los españoles peninsulares Carácuaro.
podrían permanecer en el Reino como “ver- Jesús Hernández Jaimes
daderos republicanos, disfrutando de sus inte-
reses y familias. El Reino quedaría abierto al Orientación bibliográfica
comercio con todas las naciones sin más gra-
vamen que la alcabala de cuatro por ciento”. Agraz García de Alba, Gabriel, Mariano Ma-
Si bien Matamoros no se ajusta al perfil tamoros Guridi. Héroe nacional. México, edi-
del hombre de ideas como Hidalgo, Morelos ción del autor, 2002.
y muchos otros clérigos insurgentes más, sus Chinchilla, Perla, Mariano Matamoros. Méxi-
dotes como comandante militar contribuye- co, Comisión Nacional para las Celebra-
ron de manera significativa a mantener la dis- ciones del 175 Aniversario de la Indepen-
ciplina y eficiencia del ejército insurgente, dencia Nacional y 75 Aniversario de la
características que mucho se han ponderado Revolución Mexicana, 1985.
del movimiento encabezado por Morelos, en Escamilla Torres, Rogelio Javier, Mariano
contraposición con el que lideró Hidalgo. Matamoros, segundo de Morelos y “terror de los
Aunque se dice que algunos comandantes llamados gachupines”. Morelia, Universidad
rebeldes lo superaban en arrojo, a Matamo- Michoacana de San Nicolás de Hidalgo/
ros se le señala como un hombre con un pro- unam, Instituto de Investigaciones Histó-
fundo sentido de lealtad y espíritu marcial. ricas, 1994.

+MIER Y TERÁN, MANUEL DE +

Nació en la ciudad de México el 18 de fe- las filas insurgentes. Participó en la defensa y


brero de 1789. Sus padres, Manuel de Mier y retirada de Zitácuaro y en otras acciones que
Terán e Ignacia de Teruel y Llanos, pertene- fueron desfavorables a los patriotas. Quedó
cían a familias distinguidas de la capital del incorporado a las fuerzas de Mariano Mata-
virreinato. Siendo muy joven ingresó al Real moros en Izúcar, como jefe de Artillería y, en
Seminario de Minería como alumno exter- Tehuacán, el propio Morelos le confirió el
no, en donde se distinguió en los estudios y grado de capitán de artillería (24 de octubre de
desarrolló una gran pasión por las ciencias. 1812). Mier y Terán marchó con el ejército
Iniciado el movimiento del cura Hidalgo, el de Morelos y participó en la toma de Oaxa-
joven estudiante, sin terminar sus estudios, ca de manera notable, haciendo callar la arti-
dejó la ciudad de México para reunirse con llería de La Soledad y desalojando la trinchera
las tropas insurgentes por el rumbo de Tepeji de ese lugar. Por esta acción fue ascendido a
del Río. teniente coronel de artillería y comandante
Después de servir a varios jefes, Mier y Te- general del arma en el Ejército del Sur.
rán decidió presentarse a Ignacio Rayón, en Por enfermedad no pudo seguir a More-
Zitácuaro, el 22 de marzo de 1811. Sirvió a los y permaneció en Oaxaca bajo las órdenes
Rayón en el ramo de la artillería y fundición del gobernador Benito Rocha, quien le enco-
de armas, en el que se distinguiría dentro de mendó la pacificación de la costa y el control
102 PERSONAJES

de Huajuapan, para vigilar los movimien- ejerció la jefatura de las fuerzas patriotas en el
tos de los realistas en la Mixteca baja y en partido de Tehuacán. Desde esta ciudad con-
Oaxaca. En esa población recibió la llegada troló un área estratégica entre Puebla, Vera-
de Ignacio Rayón y, contra su voluntad, tu- cruz y Oaxaca. Estableció un sistema de for-
vo que ponerse bajo sus órdenes. Después de tificaciones en Cerro Colorado, Tepexi de la
varias acciones desafortunadas y la pérdida Seda, Santa Gertrudis y Teotitlán del Camino,
de Oaxaca, Mier y Terán, con sus hermanos que le permitieron controlar el tráfico de ca-
Juan y Joaquín, dejaron las filas de Rayón y se minos muy importantes para el comercio del
unieron a las de Ramón Sesma, en Silacayoa- virreinato. Con escasos recursos pudo realizar
pan. En varias acciones se distinguió, por lo una guerra defensiva-ofensiva, con un centro
que Morelos lo ascendió a coronel de artille- integrador en Tehuacán, puntos fortificados
ría, el 19 de septiembre de 1814. en la periferia y la capacidad de movilizar
Juan N. Rosains, un hombre violento y de un lugar a otro tropas divididas en pequeñas
arbitrario, llegó a la región de Tehuacán en el unidades.También se preocupó por disciplinar
verano de 1814. En vez de unir a las partidas al ejército y por financiar la guerra a través de
insurgentes, ahondó los antagonismos entre contribuciones de las fincas del lugar, que eran
los diferentes jefes, actitud que hizo que los respetadas y protegidas por la insurgencia.
diferentes patriotas dejaran de obedecerlo. El Las tropas realistas comenzaron una con-
jefe arbitrario emprendió una campaña de- traofensiva para ocupar Tehuacán a partir
sastrosa hacia Veracruz para someterlos. La de 1816. Al faltar los recursos en julio de ese
expedición terminó en una derrota total en año, Mier y Terán realizó una campaña hacia
la barranca de Jamapa y los jefes de las inme- Coatzacoalcos para recibir armas y explorar
diaciones de Tehuacán, José Manuel Luna y la región, con el propósito de dejar Tehuacán y
Montiel, de acuerdo con Mier y Terán, deci- trasladarse al Istmo. La campaña fue desfavora-
dieron tomar prisionero a Rosains, deponerlo ble y, sorprendidos en Playa Vicente, tuvieron
del cargo y enviarlo prisionero al Congreso, el que regresar a Tehuacán abriéndose paso entre
16 de agosto de 1815. Mier y Terán asumió la naturaleza y las tropas realistas. La ofensiva
el mando de Tehuacán. del gobierno para tomar esta estratégica ciu-
El Congreso de Chilpancingo llegó a la dad comenzó en enero de 1817. Después de
ciudad de Tehuacán después de la captura de 19 días de combates el jefe de Tehuacán, des-
Morelos en Tesmalaca. La presencia del Con- pués de ir de un lugar a otro, fue encerrado en
greso en Tehuacán complicó la situación por el convento de San Francisco y, desconectado
dos motivos: la escasez de recursos y la presen- de Cerro Colorado, se vio precisado a capitu-
cia en un mismo lugar de tropas que obedecían lar el 21 de enero de 1817.
a diferentes jefes. Una actitud poco prudente Después de la capitulación, Mier y Terán
del Congreso y los conflictos entre los jefes vivió en Puebla con un sueldo miserable, has-
militares precipitaron los acontecimientos. Los ta el movimiento de Agustín de Iturbide. Se
oficiales de Tehuacán iniciaron un movimien- unió al Ejército Trigarante, bajo las órdenes de
to contrario al Congreso y forzaron a Mier y Nicolás Bravo. Iturbide lo envió en misión se-
Terán a ponerse al frente del mismo. El Con- creta al reino de Guatemala. Fue nombrado
greso fue disuelto el 15 de diciembre de 1815, segundo en jefe de la División Auxiliar que
lo cual significó una pesada carga en su vida. marchó, bajo las órdenes de Vicente Filisola, a
Desde el 16 de agosto de 1815 hasta el 21 Centroamérica. La provincia de Chiapas lo
de enero de 1817, el coronel Mier y Terán nombró diputado al Primer Congreso Cons-
MIER Y TERÁN, MANUEL DE 103

tituyente y regresó a la ciudad de México La guerra civil afectó a su comandancia a


para cumplir su nuevo encargo. Durante los partir de 1832. Mier y Terán permaneció fiel al
gobiernos del Supremo Poder Ejecutivo y del gobierno, a pesar de no estar de acuerdo con la
presidente Guadalupe Victoria, fue secretario política del gabinete. Un grupo de federalistas
de Guerra y Marina del 12 de marzo al 18 de lo buscó para convertirlo en candidato a la
diciembre de 1824. También participó en el presidencia, mientras que José Antonio Mejía
sitio de la fortaleza de San Juan de Ulúa. desembarcaba en Brazo de Santiago para lle-
Nombrado jefe de la Comisión de Límites var la revolución a Texas. Enfermo, cansado,
con Estados Unidos, salió de la capital el 10 de deprimido y viendo que todos sus esfuerzos
noviembre de 1827 y, a mediados de 1828, lle- se perdían, la mañana del 3 de julio de 1832,
gó a Nacogdoches para reconocer la frontera. detrás de una barda semiderruida frente a la
Su labor en Texas fue muy amplia y se percató iglesia del pueblo tamaulipeco de San Anto-
de que eran necesarias medidas urgentes para nio de Padilla, se quitó la vida con su espada.
no perder esa rica provincia, al mismo tiempo Fue enterrado en el mismo lugar donde des-
que establecía relaciones amistosas con los co- cansaban los restos de Agustín de Iturbide.
lonos anglosajones. Por órdenes del gobier-
no regresó a México y permaneció en Mata- Reynaldo Sordo
moros. Desde esa ciudad, a mediados de 1829
se trasladó a Tampico para resistir la invasión Orientación biliográfica
española de Isidro Barradas. Su participación
fue decisiva para la capitulación española, el Flaschner Rosenberg, Ana, D., Manuel de
11 de septiembre de 1829. En estos días asu- Mier y Terán durante la revolución de indepen-
mió la comandancia de las Provincias Internas dencia.Tesis. México, unam, Facultad de Fi-
de Oriente. Situado en Matamoros, sus reco- losofía y Letras, 1964.
mendaciones sobre Texas se convirtieron en la Gálvez Rosalez, Mauricio, La fortaleza de Ce-
Ley de Colonización del 6 de abril de 1830. El rro Colorado de Tehuacán, Puebla. Una visión
gobierno lo nombró comisionado para la co- histórica-arqueológica a través del tiempo. Te-
lonización, el 21 de abril de ese año. Desde esta huacán, Puebla, H. Ayuntamiento Muni-
fecha hasta su muerte, a mediados de 1832, el cipal, 2004.
general Mier y Terán se ocupó especialmente Sánchez Lamego, Miguel,“La vida militar del
de Texas: reorganizó las fuerzas militares, creó general de división D. Manuel de Mier y
poblaciones, realizó alianzas con las tribus in- Terán”, en Boletín de Ingenieros Militares,
dígenas, fundó las primeras aduanas y concilió núms. 3, 4 y 5, marzo, abril y mayo de 1933.
con los colonos anglosajones.

+MINA, XAVIER +

Martín Javier Mina Larrea —conocido en diar a Pamplona, donde permaneció hasta los
México como Francisco Xavier Mina— na- 18 años bajo el cuidado de parientes paternos.
ció en 1789 en Otano, cerca de Pamplona; En 1808 inició su vida como estudiante en la
hijo de Juan José Mina Espoz, un campesino Universidad de Zaragoza que pronto fue in-
con propiedades. En 1790 fue llevado a estu- terrumpida por los sucesos que sacudieron a
104 PERSONAJES

España, a saber, la entrada a territorio español lismo, y con conceptos como representación,
tropas francesas a raíz del Tratado de Fontaine- ciudadanía y nación.
bleau de octubre de 1807, que dio a Napoleón Después de la derrota de Napoleón Bo-
Bonaparte permiso de cruzar España para in- naparte, al entrar los aliados a París el 29 de
vadir Portugal; el motín de Aranjuez que llevó marzo de 1814, el zar ordenó la liberación
a la huida de Manuel Godoy y a la abdicación de todos los presos políticos y Mina obtuvo un
de Carlos IV en favor de su hijo Fernando; el pasaporte para Pamplona. El regreso de Fer-
traslado de la familia real a Bayona, la ocupa- nando VII en mayo del mismo año, la diso-
ción de las principales ciudades por los france- lución de las Cortes, la abolición de la Cons-
ses; la rebelión popular del 2 de mayo en Ma- titución y de sus garantías, la preeminencia
drid y los levantamientos que le siguieron en de políticos y militares ajenos a la resistencia
toda la península. antifrancesa, en la que el joven Mina y el ge-
Mina decidió regresar a Pamplona para neral Espoz se habían formado y adquirido
incorporarse a la resistencia en contra de los fama, los hicieron abrazar la causa liberal y
ejércitos napoleónicos. Su primer encargo participar en varios intentos de rebelión. Des-
fue espiar los movimientos enemigos en los pués de haber estado brevemente en la corte
Pirineos. Con la creación de los “corsos te- en Madrid, haber conocido la “ingratitud” de
rrestres”, Mina obtuvo el cometido de formar Fernando y “sufrido el abrazo del tirano”,
un cuerpo franco, a la cabeza del cual alcanzó ambos participaron en conspiraciones, junto
fama como guerrillero audaz y brillante que con Porlier, Juan Martín (el Empecinado), Vi-
entorpeció de manera eficaz los movimientos llacampo, Renovales y Tracy, entre otros. Tra-
militares de los franceses en territorio navarro, taron sin éxito de poner en marcha un plan
por lo que la Junta Central lo nombró tenien- insurreccional en Navarra, Galicia, Asturias y
te coronel. En marzo de 1809 fue apresado y ambas Castillas, y proclamar la Constitución
gravemente herido en el brazo; se le perdo- de 1812, pero ante el fracaso de sus iniciati-
nó la vida pero fue llevado preso al castillo de vas tuvieron que huir a Francia. Estando en
Vincennes, cerca de París, donde permaneció Bayona, el joven Mina recibió de Napoleón
cuatro años, primero incomunicado y poste- Bonaparte, durante su fugaz regreso al poder,
riormente en la compañía del opositor Vic- la promesa de recursos si intentaba derrocar
tor Fanneau Lahorie, quien lo introdujo en la a Fernando y regresar al constitucionalismo.
lectura de los clásicos y las artes militares. Su Mina rechazó la oferta y se encaminó a In-
tío Francisco Espoz, quien seguía luchando glaterra para buscar apoyo, mientras su tío se
en contra de los franceses, añadió a su apellido quedó en Francia.
el de Mina, al caer éste preso de los franceses, En Londres, a donde llegó en mayo de
como reconocimiento a sus brillantes accio- 1815, Xavier Mina conoció los círculos libe-
nes militares y para aprovechar la popularidad rales españoles y americanos y sus mecenas, a
que había alcanzado su sobrino. En cautive- los que lo introdujo un comerciante de Bil-
rio, Xavier Mina se encontró también con sus bao, residente en la capital inglesa. Estos en-
antiguos superiores, Joaquín Blake, Enrique cuentros hicieron madurar en él la idea de
O’Donnell y el general La Roca. El contacto combatir a Fernando VII en América, si bien
con los opositores a Bonaparte, franceses y es- seguía trabajando para el planeado levanta-
pañoles, contribuyó a la formación del ideario miento de Porlier en España, en el que estaban
político de Mina, quien se familiarizó con el comprometidos amigos cercanos. Después de
lenguaje de los derechos y del constituciona- la derrota y el fusilamiento de Porlier, sin em-
MINA, XAVIER 105

bargo, tomó forma el plan de una expedición pedicionarios. Mina y Mier fueron recibidos
a México, que debería encabezar un militar por Jean Laborde, enviado por el agente ve-
carismático como lo era Xavier Mina, pro- nezolano Pedro Gual, quien los introdujo a la
yecto que se discutía y se apoyaba en círcu- comunidad de simpatizantes con la causa de
los políticos, intelectuales y mercantiles. Unos los rebeldes hispanoamericanos y promovió la
Memoriales, redactados en 1815 e inicios de expedición en la prensa. Mina y Mier viaja-
1816 por un grupo de novohispanos residen- ron a Filadelfia y Nueva York donde pudie-
tes en Londres —del que formaban parte los ron entrevistarse con Scott, no así con William
Fagoaga, Villaurrutia y fray Servando Teresa Thornton, jefe de la Oficina de Patentes y
de Mier—, revela los objetivos de esta expe- Marcas e influyente político, también cono-
dición que debía apoyar al gobierno consti- cido por sus simpatías con la causa de los in-
tuido por José María Morelos, disciplinar el surgentes.
ejército de los insurgentes, destruir el poder Uno de principales objetivos de Mina en
del virrey e interrumpir las comunicaciones Estados Unidos era encontrarse con el doctor
entre México y Veracruz. José Manuel de Herrera, nombrado por More-
Figuras importantes del partido whig, como los ministro plenipotenciario ante el gobierno
Lord Holland, Lord Russell, Edward Ellice y vecino. La formalización del contacto con el
otros, apoyaban el proyecto, y aun miembros gobierno constituido en México era de pri-
del gobierno británico como Lord Hamilton mordial importancia para la expedición, cuyo
y Lord Castlereagh mostraban simpatía, si bien propósito era actuar en su nombre y con su
evitaban mostrar su apoyo abiertamente. La apoyo. Por ello la ausencia de Herrera tanto en
expedición sería financiada por varios comer- Filadelfia como más tarde en Galveston causó
ciantes, aunque los gastos serían cubiertos por la mayor decepción entre los expedicionarios.
el gobierno de México, una vez lograda su in- No faltó, en cambio, el apoyo de comercian-
dependencia. En Londres, Mina tuvo también tes, especialmente de los hermanos Dennis y
oportunidad de entrevistarse con el general es- Alexander Smith, y el alistamiento de volun-
tadounidense Winfield Scott, quien le aseguró tarios para la expedición, gracias a la activa
la benevolencia del gobierno de su país y el apo- intervención del coronel Young. Al mismo
yo de sus comunidades mercantiles, así como la tiempo, la red de espías tendida por el ministro
posibilidad de llegar sin ser molestado a algún plenipotenciario de España ante el gobierno
puerto de la Unión Americana. Al verse obli- de Estados Unidos, el caballero Luis de Onís,
gado a abandonar Inglaterra en mayo, para no asistido por José Álvarez de Toledo, dificultó y
comprometer más al gobierno británico que demoró los preparativos, pero no logró impe-
quería mantener buenas relaciones con la corte dirlos. En los tres meses que permaneció en
de España, Mina contó con la fragata Caledonia, este país, Mina pudo equipar dos barcos más,
un barco equipado con dos mil fusiles, pólvora aumentar el número de expedicionarios y
y otros pertrechos de guerra, víveres y unifor- parque de guerra, incluyendo artillería pesa-
mes. Pero sólo 20 pasajeros lo acompañaban, da y grandes cantidades de municiones. Con
entre ellos fray Servando, ya que muchos de los todo ello se dirigió a Puerto Príncipe, Hai-
oficiales españoles que iban a unírsele no pu- tí, a donde llegó en octubre. Las dificultades
dieron llegar a tiempo desde Burdeos. que Mina tuvo que vencer durante los pre-
El 30 de junio, la Caledonia llegó a Norfolk parativos de la expedición a costas mexicanas
y tres días después a Baltimore, tras un viaje se extendieron a su estancia en Haití, donde
difícil por la indisciplina de varios de los ex- un huracán dañó dos de sus barcos y se en-
106 PERSONAJES

frentó a la deserción de una parte de los re- presa descansaba en las esperanzas de que se
clutas estadounidenses. Pero el alistamiento de le unieran grupos de insurgentes locales. La
los tripulantes de un barco francés y de fugi- gran cantidad de armas y pólvora que traía
tivos de Cartagena sustituyó la merma; tam- es un indicio de estas intenciones. La procla-
bién obtuvo apoyo del presidente Alexandre ma que Mina imprimió y difundió desde el
Pétion y se reunió con Simón Bolívar quien puerto sobre el río Santander revela los moti-
se encontraba en la isla preparando, con ayuda vos y objetivos de la expedición: poner fin al
haitiana, su segunda expedición a Venezuela. despotismo y monopolio ejercido en España
Después de tres semanas de estancia en Puerto por Fernando, sus cortesanos y unos cuantos
Príncipe, Mina decidió dirigirse a Galveston, comerciantes a costa de un pueblo oprimido;
donde esperaba reunirse con Herrera y con el privarlos de los recursos de las posesiones de
corsario, comodoro Luis Aury, quien acababa ultramar; unir su lucha contra la tiranía con la
de separarse de Bolívar y de erigir una base na- de los americanos, como español “no degene-
val en la isla texana. De hecho, Herrera había rado”, amigo de la libertad que actúa en favor
nombrado a Aury gobernador de Galveston del interés nacional. Éste, dice Mina, se verá
en nombre de la república de México en su beneficiado con la independencia de América
breve estancia en la isla. De nuevo surgieron y “el establecimiento de gobiernos liberales en
dificultades durante la navegación de Puerto toda la extensión de la antigua monarquía”; la
Príncipe a Galveston, sobre todo la muerte de agricultura y la industria de España aumenta-
un gran número de tripulantes por una epide- rán cuando el comercio “pase a una clase más
mia de fiebre amarilla que afectó la expedición. numerosa y más ilustrada”.
Mina permaneció en Galveston, entre di- A pesar de algunas acciones brillantes —las
ciembre de 1816 y abril del año siguiente, de victorias en Valle del Maíz, Hacienda de Peo-
ahí viajó a Nueva Orleáns en busca de apo- tillos y Real de Pinos o la apropiación de re-
yos de la comunidad mercantil de este puer- cursos importantes en la hacienda del Jaral—,
to, donde compró dos barcos más. Con su la campaña de Mina, entre los meses de mayo
flotilla, Luis Aury acompañó la expedición y noviembre de 1817, no tenía muchas posi-
compuesta de 300 hombres a Soto la Marina, bilidades de éxito. La pequeña tropa en Soto
lugar de desembarco elegido al conocerse la la Marina tuvo que rendirse ante las fuerzas
pérdida de Boquilla de Piedra, de Nautla, así realistas muy superiores, al mando del briga-
como de otros puntos en la costa novohispa- dier Arredondo; los hombres que defendían el
na que habían estado bajo control de los in- fuerte fueron muertos o enviados presos a San
surgentes. Mina mandó construir un fuerte Juan de Ulúa. En el Sombrero, Mina alcanzó
en Soto la Marina, donde dejó 130 hombres a Pedro Moreno y al padre José Antonio To-
al mando del mayor Sardá para cuidar de los rres, a la cabeza de las fuerzas insurgentes del
pertrechos de guerra y provisiones, mientras lugar, pero el sitio impuesto por Pascual Liñán
que él se internó al país con unos 300 oficia- llevó primero a la salida en secreto del propio
les, soldados y gente del lugar que se le había Mina y después a la masacre de combatientes,
unido, al mismo tiempo que uno de los ofi- heridos y civiles al caer la fortificación. Desde
ciales, el coronel estadounidense Henry Pe- Remedios, Mina emprendió varias salidas pa-
rry, se separó de la expedición con unos 50 ra dar guerra a Liñán, intentó un fallido ataque
hombres, tratando de alcanzar Texas. Es decir, a Guanajuato y finalmente se retiró con sólo
las fuerzas efectivas con las que contaba Mina 70 hombres a la hacienda El Venadito, pero fue
eran exiguas, por lo que el éxito de su em- delatado y tomado preso por un soldado al
MONTEAGUDO Y HONRUBIA, MATÍAS DE 107

mando de Francisco de Orrantia. El 11 de no- Orientación bibliográfica


viembre, por orden del virrey Liñán, el com-
batiente español fue fusilado. Por el aniquila- Guzmán, Martín Luis, Javier Mina. Héroe de Es-
miento de la temida expedición y de su líder, paña y de México. México, fce, 1990.
recibió Juan Ruiz de Apodaca el título nobi- Lewis,William F., “Simon Bolivar and Xavier
liario de conde del Venadito. Fuentes citadas Mina: A Rendezvous in Haiti”, en Journal
por H. G. Warren calculan que la invasión de of Inter-American Studies, vol. 11, núm. 3,
Mina abarcó un territorio de más de 30 000 julio de 1969, pp. 458-465.
millas cuadradas y que causó un daño al real Miquel i Vergés, José María, Mina. El español
erario de un millón de pesos. Sin embargo, su frente a España. México, Ediciones Xóchitl,
efecto sobre el curso del proceso de indepen- 1945.
dencia no fue grande. El momento tardío de Ortuño Martínez, Manuel, Xavier Mina,
esta empresa, cuando la insurgencia había sido fronteras de libertad. México, Porrúa, 2003.
vencida en muchos lugares, la falta de recursos Ortuño Martínez, Manuel, Xavier Mina.
materiales y humanos, las dificultades de ope- Guerrillero, liberal, insurgente. Pamplona,
rar en territorio desconocido fueron quizá al- Universidad Pública Navarrensis, 2000.
gunos de los factores que llevaron al fracaso de Torre Saavedra,Ana Laura de la, La expedición
la expedición del legendario guerrillero espa- de Xavier Mina a Nueva España: una utopía
ñol en tierras mexicanas. imperial. México, Instituto de Investigacio-
nes Dr. José María Luis Mora, 1999.
Johanna von Grafenstein Warren, H. G., “Xavier Mina’s Invasión of
Mexico”, en The Hispanic American His-
torical Review, vol. 23, núm. 23, febrero de
1943, pp. 52-76.

+MONTEAGUDO Y HONRUBIA, MATÍAS DE +

Nació en Villagarcía del Llano, en la provin- tirse en prepósito de la congregación de San


cia castellana de Cuenca, España, en 1768.Te- Felipe Neri, cuyo edificio sigue conociéndose
nía alrededor de quince años de edad cuando como la Profesa. Fungió con eficacia como
llegó a la Nueva España en 1783. Estudió en administrador de los bienes de dicha congre-
la Real y Pontificia Universidad de México gación, obteniendo significativas donaciones
en donde se graduó como Doctor en ambos y gestionando con tino sus fondos de capella-
derechos (Canónico y Civil).Ya como presbí- nías y obras pías. Se desempeñó como director
tero, se incorporó al claustro de la Universidad de los ejercicios espirituales que se impartían
como catedrático de Clementinas y deVíspera tanto para hombres como para mujeres en el
de Cánones. Su habilidad en los litigios tanto colegio de San Miguel de Belén.
eclesiásticos cuanto civiles lo llevó a encargar- Como miembro respetado de la Univer-
se de la defensoría de capellanías y a conver- sidad y de la congregación de la Profesa, par-
tirse en abogado del fisco del Santo Oficio. ticipó activa pero cuidadosamente en la crisis
Fue designado cura propietario de la SantaVe- política de 1808. Colaborador de la Inquisi-
racruz, a la que renunció en 1801 para conver- ción, mantuvo una postura cercana a la soste-
108 PERSONAJES

nida oficialmente por la Audiencia de México go del que tuvo que desprenderse momen-
y contraria, por lo tanto, a las iniciativas pro- táneamente cuando el régimen liberal de las
puestas por el Ayuntamiento. Participó en la Cortes de Cádiz decretó la extinción del San-
Junta General que convocó el virrey José de to Oficio en 1813. No obstante, restablecida la
Iturrigaray el 9 de agosto, que aglutinó a los Inquisición con el regreso absolutista de Fer-
principales individuos de las corporaciones y nando VII, Monteagudo retomó (siempre co-
de la sociedad capitalina y firmó el acta de di- mo inquisidor honorario) su intervención en
cha junta en que se reconocía a la casa de Bor- algunos procesos. El más conocido fue el que
bón como la dinastía gobernante en España y se le formó a Morelos, con notables irregu-
rechazaba al gobierno bonapartista. laridades, en noviembre de 1815. Acordó,
En la segunda junta preparatoria, celebra- junto con los consultores togados, las carac-
da el 31 de agosto, Monteagudo se manifes- terísticas de la sentencia (confiscación de los
tó por el reconocimiento a la Junta de Sevilla bienes, destierro y reclusión en cárcel perpetua
—cuyos emisarios acababan de llegar a la ca- en presidios africanos, en caso de que el virrey
pital— con el argumento de que ésta facili- le perdonara la vida) y la degradación eclesiás-
taría la firma del tratado de paz con Inglate- tica del líder insurgente. Intervino también en
rra, elemento decisivo en el conflicto contra algunas juntas del proceso que el Santo Oficio
el invasor francés. La recepción de los pliegos le formó a fray Servando Teresa de Mier.
de la junta asturiana levantaron dudas sobre la Su permanente colaboración con la Inqui-
autoridad de la de Sevilla y, presionado por los sición y sus inclinaciones políticas lo ubicaban
capitulares, Iturrigaray pidió a los asistentes como desafecto al régimen constitucional que
de la tercera junta preparatoria sus votos por volvió a ponerse en marcha en 1820. Así lo
escrito. En su postura, enviada al virrey el 5 confirmaron algunos diputados novohispanos
de septiembre, Monteagudo enfatizó la con- en las Cortes de Madrid que publicaron un
sideración de que la Junta de Sevilla había sido folleto (más tarde reimpreso en Puebla) que
formada en nombre del rey y de la nación, con mencionaba, entre otros, a Monteagudo como
plenos poderes de las autoridades, y que ade- reconocido enemigo de la Constitución y re-
más había sido ya reconocida por otras juntas comendaba su separación de cualquier puesto
en la península. Como es sabido, el virrey reti- de mando debido a que claramente era contra-
ró el reconocimiento a la Junta de Sevilla y, fa- rio a la libertad. Los diputados argumentaban
vorable a la postura de los americanos, dispuso que si el gobierno metropolitano no resolvía
la convocatoria a una junta general de toda la con prontitud la situación de injusticia y pri-
Nueva España, pretensión que fue truncada vilegios prevaleciente en América, ésta optaría
por el golpe de Estado encabezado por Ga- por una independencia absoluta.
briel de Yermo, que provocó la aprehensión En efecto, la historiografía tradicional ha
de Iturrigaray y de los principales impulso- indiciado a Monteagudo como elemento fun-
res de la iniciativa juntista. damental de la llamada conspiración de la
Monteagudo continuó fomentando la leal- Profesa, movimiento servil o conservador que
tad a Fernando VII y promovió que la Uni- habría buscado en primera instancia impedir
versidad ofreciera ayuda económica para la que se echara a andar el régimen constitucio-
defensa del rey cautivo. Quizá como recono- nal en la Nueva España pero que, una vez que
cimiento a su postura política, sostenida desde fracasó este objetivo, se habría decantado por
el estallido de la crisis, fue nombrado por la la búsqueda de la independencia. De acuerdo
Regencia inquisidor honorario en 1810, car- con esta tradición, Monteagudo, como direc-
MONTEAGUDO Y HONRUBIA, MATÍAS DE 109

tor de esa casa de ejercicios espirituales, habría del Imperio Mexicano. Resulta significativo
invitado a Iturbide a las reuniones para invo- que en una de las primeras sesiones de la Jun-
lucrarlo en el plan. Debido a que no conta- ta, Monteagudo sugirió que los decretos del
mos con sustento documental de la conjura, es Imperio fueran encabezados con la leyenda
necesario consignar, por una parte, la impor- “Fernando 1° Emperador”. Formó parte tam-
tancia de la figura de Monteagudo en dicha bién de la comisión que estuvo encargada de
coyuntura —no parece exagerada la opinión convocar al primer Congreso.
de Luis G. Cuevas, para quien el oratoriano Tras su participación en la Junta Provisio-
“era el intérprete del alto clero y ejercía un nal, caído el Imperio no volvió a ocupar pues-
predominio sin contradicción en todos los tos públicos notables, quizá por su impronta
asuntos de la Iglesia”, más aún si tomamos en iturbidista. Al parecer siguió viviendo en la
cuenta que a finales de 1820 había asumido el congregación de San Felipe Neri, encargado
cargo de rector de la Real y Pontificia Uni- de los ejercicios espirituales. Murió el 13 de
versidad de México— y, por otra, su cercanía octubre de 1841,en la ciudad de México,cuan-
con Iturbide en los momentos en que se ins- do tenía 73 años de edad.
trumentó la intención emancipadora.
Con enorme probabilidad, Monteagudo Carlos Cruzado Campos
fue consultado con respecto al plan y formó y Rodrigo Moreno Gutiérrez
parte desde un principio del proyecto inde-
pendentista. Cuando Iturbide publicó el Plan Orientación bibliográfica
de Iguala, en febrero de 1821, también hizo
circular una propuesta de individuos para inte- Cuevas, Luis G., Porvenir de México, 2 vols. Est.
grar la Junta Provisional Gubernativa en la cual introd. de Juan A. Ortega y Medina. Méxi-
figuraba Monteagudo. A lo largo de ese año, co, Conaculta, 1992.
el presbítero continuó su meticulosa labor Ortiz Escamilla, Juan, “La ciudad amena-
política que preparó la independencia, sin des- zada, el control social y la autocrítica del
cuidar los intereses de la Universidad. Mues- poder. La guerra civil de 1810-1821”, en
tra de la relevancia política que adquirió, fue Relaciones, vol. 21, núm. 84, otoño, 2000,
electo diputado para las Cortes ordinarias de pp. 15-58.
los años 1822 y 1823, pero la consumación Rodríguez, Jaime E., “La transición de colo-
de la independencia se antepuso y nunca llegó nia a nación: Nueva España, 1820-1821”,
a realizar el viaje para jurar el cargo. en Historia Mexicana, vol. xliii, núm. 2, oc-
Con el triunfo trigarante, fue ratificado tubre-diciembre, 1993, pp. 265-322.
como miembro de la Junta Provisional Gu- Torres Puga, Gabriel, Los últimos años de la
bernativa que quedó formalmente instalada el Inquisición en la Nueva España. México, Mi-
28 de septiembre de 1821. Como integran- guel Ángel Porrúa/Conaculta/inah, 2004.
te de ésta firmó el Acta de Independencia
110 PERSONAJES

+MORELOS Y PAVÓN, JOSÉ MARÍA +

En Valladolid de Michoacán, hoy Morelia, lugar y marchó a la ciudad de México para


nació José María Morelos y Pavón el 30 de graduarse de bachiller. Cursó sólo Teología
septiembre de 1765. Su padre, Manuel, origi- moral a fin de ordenarse pronto de sacerdote
nario de la hacienda de Zindurio, inmediata a y tener recursos para ayudar a su madre y a
Valladolid, ejercía el oficio de carpintero, y su su hermana. Incluso, sin ser sacerdote, marchó
madre, Juana María Guadalupe Pérez Pavón, a trabajar a Uruapan durante dos años como
de raíz queretana, era hija de un maestro, en maestro de Gramática latina y Retórica. Por
cuya escuela José María aprendió a leer y es- fin, el 21 de diciembre de 1797 se arrodillaba
cribir. La economía familiar se redujo hasta la ante su obispo Antonio de San Miguel para
pobreza y, a pesar de la inclinación que mani- recibir la unción sacerdotal. Al mes, el pre-
festaba por el estudio, a los catorce años tuvo lado ya lo estaba nombrando cura interino
que dejar la ciudad y trabajar en la hacienda de Churumuco y La Huacana. La madre y la
de San Rafael Tahuejo, cercana a Apatzingán hermana no resistieron el clima: moribunda
y administrada por un primo de su padre, Fe- llegó la primera a Pátzcuaro antes del año. Fue
lipe Morelos. Allá aprendió el cultivo del maíz cambiado de destino. Por lo pronto marcharía
y del añil. Además se convirtió en el escribano a Urecho en calidad de cura encargado por
de recibos y remesas. A tales actividades aña- ausencia del titular. Sólo estaría allá alrede-
dió otra, la arriería, que implicaba el comercio. dor de un mes. Otra vez, a partir de junio de
En los campos de Michoacán y en los caminos 1799, la Tierra Caliente, con destino a Cará-
de la Nueva España creció su ingenio y sabi- cuaro-Nocupétaro. La parroquia tenía más de
duría de la vida. Pero José María no desistía de 2 500 habitantes repartidos en tres pueblos,
la ilusión de estudiar. algunas pocas haciendas y casi cien rancherías.
Pasaron once años. Hacia finales de 1789, Apenas llegado,se le presentó un caso misterio-
José María se inscribió en el Colegio de San so de supuesta posesión diabólica. Morelos no
Nicolás de Valladolid donde estudió Latín du- lo creyó, pero ante la insistencia de testigos,
rante dos años, teniendo por maestro al penin- llevó a cabo diligencias en forma. Mayores
sular Jacinto Moreno, quien al término de esos problemas tuvo con los indios de Carácuaro,
estudios se expresó de José María en tér minos quienes solicitaron al obispo que se cambiara
elogiosos: “Ha procedido con tanto juicio la manera de contribuir al sustento del párro-
e irreprehensibles costumbres que jamás fue co y del culto: en lugar de pagar por tasación,
acreedor a que se usase con él de castigo al- querían hacerlo por arancel, además se que-
guno; y por otra parte [...] en atención a su jaron contra Morelos: “nos regaña y se enoja
aprovechamiento y recto proceder tuve a bien con nosotros y aun nos maltrata”. El obispo
conferirle que fuese premiado con última remitió a Morelos la petición quejosa, quien
oposición de mérito en la aula general, la que contestó rechazando el pago por arancel: de
desempeñó con universal aplauso de todos los admitirse, los indios se entregarían “con más
asistentes”. descuido al ocio”. Lo del regaño era repre-
El rector del Colegio de San Nicolás era hensión paternal sobre “lo que deben hacer
entonces Miguel Hidalgo y Costilla. Duran- con sus respectivos superiores”.
te el siguiente ciclo, Morelos estudió Filosofía Morelos se dedicó con fervor a su mi-
en el Seminario Tridentino, obtuvo el primer nisterio sacerdotal. Una prueba de ello son
MORELOS Y PAVÓN, JOSÉ MARÍA 111

los padrones que cada año levantaba, donde bien, levantar al caído, pagar por el que no tie-
hacía constar que la gran mayoría de sus fe- ne con qué y favorecer con cuanto puedo
ligreses había cumplido con la frecuencia de de mis arbitrios al que lo necesita, sea quien
sacramentos. Había una hacienda de difícil fuere”. Morelos tuvo amores con una solte-
acceso, la de Cutzián. Morelos propuso que ra de Carácuaro, llamada Brígida Almonte o
la adjudicaran a otra parroquia, pues sentía Montes. Fruto de tales amores fue Juan Nepo-
como “digno de llorarse hasta con lágrimas muceno, nacido en 1803. Según parece, Brí-
de sangre que mucha gente de esta hacienda gida murió entre 1810 y 1815. En 1809 nació
se queda todos los años sin cumplir con los una hija de Morelos, Guadalupe Almonte.
preceptos anuales de confesión y comunión, El cura Morelos recibía frecuentemen-
que los más ignoran la doctrina cristiana y que te circulares del obispado. Algunas contenían
de éstos mismos mueren bastantes sin los san- rutinas eclesiásticas, pero otras resultaron un
tos sacramentos”. boletín de información política, pues solicita-
La relación de Morelos con los demás sa- ban donativos para gastos extraordinarios de
cerdotes fue de compañerismo solidario. En la Corona española, enfrascada en guerras. El
varias ocasiones, al saber que algún párroco deseo de independencia, o al menos de auto-
vecino se hallaba enfermo, iba a visitarlo y a nomía, había provocado a finales de 1809 una
atenderlo personalmente. Dijo que lo hacía conspiración en Valladolid. Morelos se enteró
“en obsequio de mi quietud, ministerio, y de bien de ella, pues conocía a los comprometi-
la caridad que siempre me ha compelido”. Los dos y además, uno de sus parientes, Romualdo
productos de la región de Nocupétaro y Ca- Carnero, estuvo implicado. Al romper el ve-
rácuaro difícilmente podían redituar a sus ha- rano de 1810 llegó a Morelos una circular
bitantes algo más de lo indispensable para una alarmante. Las autoridades del obispado ex-
magra subsistencia. Se añadían el despojo y hortaban a que los clérigos colaborasen en la
la explotación: “viven muy abatidos y sujetos guerra santa contra una inminente invasión de
a trabajar en las haciendas para alimentarse y los franceses: “Debemos velar nosotros prin-
satisfacer sus cargos”. Organizó un equipo de cipalmente que somos atalayas de la religión
arrieros: llevaría los frutos de la Tierra Calien- y del Estado [...] La patria se funda sobre el
te a Valladolid y de allá traería los efectos de patriotismo; sólo este apoyo es firme, y el pa-
la ciudad. Al mismo tiempo, en 1801 compró triotismo consiste en la virtud de cada uno y
una casa en la misma ciudad, donde alojó a su en la unión de todos [...] En fin, la presente
hermana Antonia y rentó la esquina para tien- generación va a decidir la suerte de las genera-
da. Las ganancias permitieron construir una ciones futuras”.
segunda planta a la casa y, sobre todo, llevar a Morelos se hallaba en la plenitud de su
cabo una serie de obras en la parroquia: nueva vida. De mediana estatura y complexión ro-
iglesia en Nocupétaro con atrio cementerio, busta, era moreno, tenía ancho tórax y amplio
casa cural, casa del sacristán, casa del campa- semblante con facciones duras y ojos negros.
nero y sepulturero. En Carácuaro había un Energía y buen humor lo caracterizaban. A
venerado Cristo, para el que Morelos escri- principios de octubre de 1810 llegó a Cará-
bió una devota novena. Sabía la grave obliga- cuaro el rumor de que el cura de Dolores ha-
ción que pesaba sobre él de ayudar a los que bía levantado pueblos en armas contra el mal
estuvieran en grave necesidad. Por carácter gobierno. La noticia era confusa. Aún no sa-
lo hacía: “Soy un hombre miserable, más que lía de las dudas cuando llegó una circular del
todos, y mi carácter es servir al hombre de obispo Abad y Queipo en la cual declaraba
112 PERSONAJES

que Hidalgo y sus seguidores habían incurrido en Tecpan, población que elevó al rango de
en excomunión. De inmediato salió en busca ciudad cabecera de provincia.
de su antiguo rector. Le dio alcance en Charo. De trascendencia fue la medida de entre-
Desde ahí hasta Indaparapeo, donde comieron gar “las tierras a los pueblos para su cultivo, sin
juntos, conversaron. Morelos se ofreció como que puedan arrendarse, pues su goce ha de ser
capellán del ejército, pero Hidalgo lo persua- de los naturales en los respectivos pueblos”.Y
dió a tomar las armas, comisionándolo para la como hizo falta dinero, Morelos decidió que
conquista del sur, especialmente del puerto de se acuñara moneda de cobre. En esta primera
Acapulco. La convicción del cura de Carácua- campaña consiguió la adhesión de dos fami-
ro por la independencia era tan profunda que lias de hacendados criollos: los Galeana y los
se inscribía más allá de su oficio y aun de la Bravo. Recibió convocatoria de Ignacio Ló-
famosa entrevista: “Siempre conté con la jus- pez Rayón para votar por los miembros de
ticia de la causa, en que habría entrado, aun- una Suprema Junta Nacional Gubernativa que
que no hubiera sido sacerdote”.Volvió de in- coordinara a los insurgentes. Morelos nombró
mediato a Valladolid, buscó al gobernador del a Sixto Berdusco, su antiguo compañero, pa-
obispado para avisarle de su incorporación a la ra que votara en su nombre. La Junta se ins-
insurgencia. Tornó a Carácuaro y a Nocupé- taló el 21 de agosto de 1811 con los siguien-
taro, y “solo con veinte y cinco hombres que tes miembros: Ignacio López Rayón, como
pudo reunir en la demarcación de su curato presidente; José María Liceaga, vocal, y Sixto
con algunas escopetas y lanzas que mandó ha- Berdusco, vocal. Luego de que Morelos se en-
cer, emprendió la marcha para la costa”. Con teró de la integración de la junta, manifestó su
sagacidad fue dominando el occidente del ac- entusiasta conformidad, “resuelto a perder la
tual estado de Guerrero. vida por sostener la autoridad y existencia de
Entre sus primeras providencias, dadas en la Suprema Junta”. Rayón elaboró los Elemen-
El Aguacatillo, estaban cuidar los bienes de la tos de nuestra Constitución, y Morelos estuvo de
Iglesia, no atacar con fuerzas inferiores al ene- acuerdo en varios puntos, pero objetó que se
migo, castigar cualquier intento de guerra de mencionara al rey. Había entrado en Chilapa,
castas y los pecados públicos, observar el esca- ahí estableció su cuartel y atendió problemas
lafón militar por méritos, obrar en armonía relacionados con las etnias. Algunos jefes me-
consultando en casos difíciles. Por otra parte, nores querían impedir que los indios pudie-
reiteró las disposiciones de Hidalgo: se estable- ran apelar a Morelos. El caudillo sentenció:“A
ce nuevo gobierno en manos de los america- todo el mundo le es lícito la apelación; no hay
nos, que lo son todos los nacidos en la Nueva motivo para denegársela a los naturales de este
España, sin distinciones de indios ni castas; se reino”. Asimismo reafirmó que “los indios no
suprimen el tributo, la esclavitud, las cajas de deben pagar diezmos ni primicias de los frutos
comunidad, las deudas a peninsulares y el mo- propios de este reino”. Mucho más grave fue
nopolio de la pólvora. En el intento de tomar el intento de sedición que promovieron en la
Acapulco, Morelos se dio a conocer por su va- costa Mariano Tabares y David Faro. Se apro-
lor. Decía la gente “que el cura es muy deter- vecharon éstos del resentimiento de negros y
minado; que cuando se le antoja monta en su castas contra blancos, para encabezar un mo-
mula y con cuarenta hombres va a registrar vimiento que promovía el odio mortal de los
su avanzada; que espera allí a cuantos le quie- de color contra los blancos y la rapiña contra
ran ir a acometer”. Frustrada la toma de Aca- propietarios. Morelos se trasladó a la costa, so-
pulco por una traición, Morelos se concentró segó a los alzados y publicó un bando conde-
MORELOS Y PAVÓN, JOSÉ MARÍA 113

nando la insubordinación y la guerra de castas: ejército conmigo, queda aún toda la América
“sería el yerro mayor que podían cometer los que ha conocido todos sus derechos”. Estas
hombres”. Los cabecillas no quedaron confor- declaraciones eran alternadas con su senti-
mes. Con astucia los llevó a Chilapa y los hi- do del humor, pues en carta a Calleja añadía:
zo degollar ocultamente. El obispo de Puebla “mientras yo trabajo en las oficinas, haga us-
escribió a Morelos tratando de disuadirlo de ted que me tiren unas bombitas, porque estoy
la causa. Éste le contestó que en lugar de ata- triste sin ellas”. Mas la falta de víveres y muni-
car la independencia, la podría defender y ciones se agudizaba después de casi dos meses
“encontraría sin duda mayores motivos que el de implacable sitio. La peste de tifo empezó
angloamericano y que el pueblo de Israel”. Por a cundir. La misma noche en que Calleja es-
ello,“la nación no larga las armas hasta concluir cribía al virrey anunciándole que desistiría del
la obra”. En medio de los afanes militares reci- sitio, Morelos ejecutaba la decisión de rom-
bió dos adhesiones importantes: un cura inte- perlo. Así lo hizo la madrugada del 2 de mayo
lectual, José Manuel de Herrera, y un cura de de 1812: “Salí por encima de su artillería”. En
talento militar, Mariano Matamoros. la retirada, Morelos se cayó de una mula. La
Sabedor de los apuros de la Suprema Junta contusión se le infectó y duró semanas enfer-
puesta en fuga por Calleja, Morelos, a pesar de mo. Las enfermedades lo habían asediado: des-
hallarse enfermo, se puso en camino para auxi- de septiembre de 1811 se vio a las puertas de
liarla.Vencen sus tropas en Tenancingo, mas sin la muerte por cólicos; a principios de 1812 se
poder subsistir ahí, se dirigió a Cuernavaca hallaba en cama por grave enfermedad.Aun así
y de ahí a Cuautla, cuya defensa fue precisa proseguía sus campañas o planeaba las futuras.
por la aproximación de Calleja con poderoso Esta última vez, luego de recuperarse un poco
ejército. Después de rechazar un formidable en Chiautla, obtuvo victoria en Citlala y en
ataque, Morelos se aprestó al sitio que impu- seguida ayudó a Trujano a romper el sitio de
so Calleja. Mientras caían bombas, jugaba a la Huajuapan. Morelos fue integrado a la junta
malilla y tan luego se podía, promovía bailes como vocal y capitán general con jurisdicción
y diversiones, alternadas con misas y devo- en el sur. Fracasado un conato de compra de
ciones fervorosas. Era una guerra santa en la armas a Inglaterra, estableció talleres de armas,
que los muertos eran enterrados festivamente, fábricas de pólvora y fundiciones de plomo
pues tenían fe ciega en la resurrección de los y cobre. En un sector del ejército aumenta-
justos. Decía: “Ya no hay España, porque el ron los robos entre soldados. Dictó entonces
francés está apoderado de ella.Ya no hay Fer- un decreto por el que mandaba pasar por las
nando VII, porque o él se quiso ir a su casa de armas al que robara más de un peso “aunque
Borbón a Francia, y entonces no estamos obli- resultare ser mi padre”. Emprendió marcha a
gados a reconocerlo por rey, o lo llevaron a la Orizaba, que tomó de manera fulminante y
fuerza, y entonces ya no existe.Y aunque es- donde quemó gran cantidad de tabaco, pro-
tuviera, a un reino conquistado le es lícito re- piedad del gobierno, que “valdría siete años de
conquistarse y a un reino obediente le es lícito guerra”.
no obedecer a su rey, cuando es gravoso en sus El flamante capitán general portaba un par
leyes que se hacen insoportables, como las que de pistolas en su chaqueta y otros pares en su
de día en día nos iban recargando en este reino cabalgadura. Ante los enemigos los intimaba
los malditos gachupines”. diciendo que les presentaba “en una mano
En pleno sitio, Morelos conservaba la cer- la oliva y en la otra la espada”. Sagazmente,
teza en el triunfo: “pues aunque acabe este Morelos cambió el objetivo inmediato de su
114 PERSONAJES

campaña, volviendo hacia el sur y dando a su el proyecto como fruto de “la preponderancia
ejército esta orden: “¡A acuartelarse en Oaxa- de las bayonetas” de Morelos. Convocó, pues,
ca!”, intimó la rendición, ofreciendo salvar las Morelos, a toda la insurgencia para que de-
vidas de todos junto con sus propiedades, pero signara diputados al Congreso que se habría
se le contestó con cañonazos.Tras un combate de reunir en Chilpancingo. Simultáneamen-
de menos de tres horas, cayó la ciudad en ma- te, el caudillo lanzaba otra convocatoria para
nos de los insurgentes, el 25 de noviembre de la elección de generalísimo de la insurgencia,
1812. Oaxaca y su provincia serían la principal que desempeñaría el Poder Ejecutivo. Por fin,
conquista de Morelos. Momento culminante el 14 de septiembre de 1813, se inauguró el
en Oaxaca fue la jura de la Suprema Junta Na- Congreso de Anáhuac en Chilpancingo. Mo-
cional Gubernativa. Morelos, entonces, ante relos pronunció un discurso inaugural, en cu-
las presiones de Rayón, de otros criollos y aun ya redacción había colaborado Bustamante. El
de parte del pueblo, de mala gana toleró el fer- Congreso se comparó con un águila, cuyas
nandismo que criticaba, pues en esa ocasión se plumas protectoras serán las leyes, cuyas ga-
vitoreó a Fernando VII. Se lamentaba de que rras, los ejércitos, y cuyos ojos perspicaces, la
la gente estimaba “en más una moneda de co- sabiduría profunda. La imagen se pintó como
bre con el busto de Fernando que una de plata símbolo en una de las banderas.
con el sello de la América”. Luego advertiría Morelos preparó otro texto que expresaba
que las Cortes de Cádiz,“al mismo tiempo que los anhelos de la patria y podía servir de guía
declararon su independencia, hubieran decla- en los trabajos del Congreso, los Sentimientos
rado la nuestra y nos hubieran dejado en liber- de la nación. Varios puntos recogen lo que ya
tad para establecer nuestro gobierno, como había expresado desde El Aguacatillo y repe-
ellos establecieron el suyo”. Encumbrado en el tido en Oaxaca, como la supresión de la escla-
éxito, Morelos estrenó un luciente traje de ca- vitud, de la distinción de castas y del tributo,
pitán general, y habiéndose colgado magnífica así como la reducción de impuestos.También
cruz pectoral que había sido del obispo Cam- se retoman algunas ideas de los Elementos
pillo, posó para que lo pintaran en soberbio de la Suprema Junta, como el concepto de so-
retrato. Por entonces el caudillo tuvo trato con beranía, la intolerancia religiosa, la supresión
una sureña, Francisca Ortiz, de quien le nace- de la tortura y el respeto al domicilio personal.
ría un hijo. Prosiguió campaña, dirigiéndose Mas también aparecen puntos novedosos. Así,
una vez más hacia Acapulco, cuyo castillo de de entrada, se proclama la independencia, sin
San Diego resistió por meses, hasta su capitu- mencionar a Fernando VII; la clara división de
lación en agosto de 1813. los tres poderes, la delimitación del susten-
Mientras, las fuerzas virreinales habían to del clero a diezmos y primicias, la reduc-
tenido tiempo de rehacerse y aconteció la ción de los fueros, de modo que “las leyes
peor crisis al seno de la dirigencia insurgente, comprendan a todos” y, sobre todo, el senti-
pues Sixto Berdusco y José María Liceaga se do de justicia social de las leyes por elaborar:
malquistaron con Rayón y trataron de atraer “Que como la buena ley es superior a todo
a Morelos, quien perdió confianza en los tres. hombre, las que dicte nuestro Congreso deben
En mayo de 1813 decidió reformar la Suprema ser tales, que obliguen a constancia y patriotis-
Junta Nacional. Por esos días, Carlos María de mo, moderen la opulencia y la indigencia, y de
Bustamante proponía la creación de un Con- tal suerte se aumente el jornal del pobre, que
greso Nacional en lugar de la Suprema Junta. mejore sus costumbres, alejando la ignorancia,
Morelos hizo suya la propuesta. Rayón calificó la rapiña y el hurto”. La elección de generalí-
MORELOS Y PAVÓN, JOSÉ MARÍA 115

simo se hizo al día siguiente. El voto unánime y creyente, llegó frente a Valladolid. Contem-
fue en favor del conquistador de Oaxaca. Así plando de nuevo su ciudad, Morelos se sen-
lo sancionó el Congreso, que también decre- tía ahí, pero en otros tiempos: hacía dieciséis
tó que Morelos fuese tratado como “Alteza”, años que había sido ordenado sacerdote por
pero el caudillo lo rechazó y prefirió llamarse esos días. Ante Carácuaro y Valladolid, Mo-
“Siervo de la Nación”, inspirándose en el ca- relos se vio como en un espejo y la imagen
pítulo 10 del Evangelio de San Marcos. no era la de generalísimo. Éstos u otros pen-
El Congreso declaró, el 6 de noviembre, samientos lo enajenaron, según se puede ver
la independencia de la América Septentrional: por las intimaciones que firmó, por los de-
“Queda rota para siempre jamás y disuelta la sastres de los siguientes días y por su propia
dependencia del trono español”. El Congreso fuga. El arrojo de las tropas de Galeana y de
acordó que ningún militar, del rango que fue- Bravo se frustró ante la defensa de la ciudad
se, interviniera en asuntos de hacienda. Esto y la llegada sorpresiva de refuerzos realistas.
iba contra el Reglamento dado por Morelos. Gran desastre. Al día siguiente, el criollo Itur-
Recomenzaba con esto la pugna por el poder bide atravesó con audacia la infantería de
en la insurgencia. Mas el prestigio de More- Matamoros, penetró hasta el campamento
los aún era avasallante. La siguiente campaña de Morelos, y confundidos los insurgentes
sería Michoacán: “deseo ver libre a mi patria por las sombras de la noche, quedaron matán-
Valladolid”. Fiado en sus invictas banderas, dose entre sí. Mayor desastre. Juan Nepomu-
emprendió la marcha. Más adelante, la duda lo ceno, el hijo de Morelos, resultó herido en un
asaltó. El enemigo se había recuperado mucho. brazo.A las cavilaciones del caudillo se añadió
Los Rayón representaban la clave en una zona el mal consejo de los aduladores: hacer que el
donde su influjo era reciente y significativo. resto de su ejército presentara batalla en Pu-
Pero el generalísimo ni siquiera se había des- ruarán, mientras él se retiraba a distancia.
pedido de Ignacio, el ex presidente de la Junta. La nueva victoria realista fue coronada con la
Morelos se disculpó entonces, de camino, con prisión y muerte de Matamoros. Otra derrota
una brevísima carta y luego le escribió otra, ocurrió en Tlacotepec-Las Ánimas. El con-
pidiéndole que le informara sobre soldados, greso lo despojó del mando y le ordenó ir
armas y demás recursos; asimismo le pedía que a desmantelar Acapulco y ejecutar a prisio-
librara órdenes para que se obedecieran las su- neros realistas que habían sido ofrecidos en
yas de generalísimo. Rayón se negó a colaborar. canje por Matamoros. Morelos volvió a caer
Los efectos de la negativa se dejaron ver en un enfermo.
deprimente informe sobre los obstáculos que Las envidias y las inculpaciones, atizadas
afrontaba la movilización del ejército: los pue- por espías realistas, reaparecían entre los in-
blos no prestaban el auxilio necesario a las surgentes y el caudillo era presionado para
tropas sureñas, que sufrían además los contra- entrar en ellas. Su postura fue de una pieza:
tiempos de una lluvia persistente. Así llegó el “Digan cuanto quieran los malvados, muevan
caudillo a su parroquia de Carácuaro. todos los resortes de la malignidad; yo jamás
Los años de guerra habían dejado huella: variaré del sistema que he jurado, ni entraré en
mayor pobreza y desatención de su feligresía. una discordia de que tantas veces he huido”.
Brígida Almonte tal vez había muerto o estaba Y refrendaba su lealtad a las nuevas autorida-
enferma, y una hija de Morelos sólo conta- des: “Cuando el señor habla, el siervo debe
ba con cuatro años. Emociones y angustias en- callar”. La principal palabra del Congreso fue
contradas de sacerdote y general, de hombre el Decreto Constitucional para la Libertad de la
116 PERSONAJES

América Mexicana. Morelos se reencontró con La dirigencia insurgente acordó partir de


el congreso unas semanas antes de la promul- Michoacán y acogerse a Puebla y Veracruz.
gación y contribuyó a sus últimos artículos. El Nadie mejor que Morelos podía ser el con-
Decreto Constitucional se promulgó en Apa- ductor y guardián de los tres poderes. Ya lle-
tzingán el 22 de octubre de 1814. Se celebró vaban más de la mitad de camino cuando el
misa de acción de gracias y hubo festín con enemigo los sorprendió en Temalaca. Mo-
banquete y baile. Morelos también bailó y di- relos, que iba al centro, dejó que las cor-
jo que era el día más feliz de su vida. poraciones emprendieran la huida y se fue a
Fruto de diversas tradiciones, la Constitu- la retaguardia para detener a los realistas. Fue
ción de Apatzingán representa una admirable imposible y cayó prisionero. Calleja y el arzo-
síntesis que sin embargo, en razón de la guerra, bispo Fonte veían en la captura de Morelos
sólo pudo aplicarse en mínima parte durante una gran oportunidad para juzgar y condenar
poco más de un año y en espacio muy reduci- solemnemente a toda la insurgencia, hacién-
do. El mismo Morelos hubo de confesar que “le dolo con él, al que seguía estimando como
pareció mal por impracticable”. Morelos, Li- su principal cabeza. La acusación del poder
ceaga y Cos fueron nombrados para el ejecuti- real fue que Morelos había incurrido en alta
vo en triunvirato. El sello personal del héroe de traición al rebelarse contra el rey con las ar-
Cuautla quedaría diluido en la responsabilidad mas, causando muertes y otros males. Morelos
compartida y supeditada al Congreso. Partió contestó que no había rey, y si había regresa-
una embajada a Estados Unidos, a cuyo frente do, estaba “napoleonizado”, esto es contami-
iba José Manuel de Herrera. Morelos aprove- nado de irreligiosidad. Desde el ángulo ecle-
chó para enviar a su hijo a estudiar en el país del siástico se le acusó de no hacer caso de las
norte. En fin, el gobierno y el Congreso lleva- excomuniones en que había incurrido. More-
ron a cabo la instalación del Supremo Tribunal los contestó distinguiendo las excomuniones
de Justicia. Sin embargo, hubo crisis al seno del particulares contra él y las generales contra la
triunvirato: el doctor Cos lanzó un manifies- insurgencia. Las particulares no valían porque
to que desconocía al Congreso y proponía el llamado obispo Abad y Queipo no era le-
que el poder de la insurgencia, especialmente gítimo; las excomuniones generales sólo las
el militar, revirtiese a Morelos y a Rayón. El podía lanzar el papa o un concilio. La senten-
Congreso declaró fuera de la ley al doctor Cos cia de la parte eclesiástica condenó a Morelos
y ordenó a Morelos su aprehensión. Estuvo a a la degradación. Delante de unas quinien-
punto de ser ejecutado, pero los ruegos del cu- tas personas se llevó a cabo el rito: Morelos
ra Herrera, de Uruapan, lo impidieron. Ese cura se presentó revestido de sacerdote como para
había sido el mismo que había dado trabajo oficiar y un obispo lo fue despojando de cada
a Morelos como maestro de Latín. Morelos, uno de los ornamentos, mientras pronuncia-
pues, encarnaba el patriotismo definido por el ba palabras terribles. Otro proceso seguido a
Congreso: “una entera sumisión a las leyes, un Morelos fue el de la Inquisición. Su finalidad
obedecimiento absoluto a las autoridades cons- era desprestigiarlo, declarándolo hereje. La
tituidas”. Sin embargo, en su interior reflexio- nota caería sobre toda la insurgencia. A falta
naba que en aquellas circunstancias “no era po- de testigos y de pruebas, el fiscal echó ma-
sible conseguir la independencia, tanto por la no de sofismas para encontrar herejías en el
diversidad de dictámenes, que no permitían creyente, la principal acusación fue que ha-
tomar providencias acertadas, como por la falta bía firmado la Constitución de Apatzingán,
de recursos y de tino”. condenada por la misma Inquisición, porque
MORELOS Y PAVÓN, JOSÉ MARÍA 117

supuestamente contenía doctrinas contrarias comió algo. Prevenido del momento fatal,
a la fe cristiana. Éstas, en realidad, eran frases se confesó con el padre Salazar y rezó un salmo
sacadas del contexto, que está marcado por la que empieza: “Misericordia, Dios mío, por tu
fundamental profesión de fe católica que hace bondad”. Tocaron los tambores. Dio un abra-
la misma Constitución. zo a Concha. Eran las tres de la tarde. Pidió
Los verdugos de Morelos, prevalidos de la un crucifijo y le dirigió estas palabras: “Señor,
convicción religiosa de su víctima, lo coac- si he obrado bien, tú lo sabes; y si mal, yo me
cionaron a que diera informes sobre el esta- acojo a tu infinita misericordia”. No quería
do de la revolución e hicieron de él objeto de que le vendaran los ojos, pero al fin él mismo
chantaje, cuando le advirtieron que podrían lo hizo. Arrastrando sus cadenas y atados los
levantar las excomuniones que pesaban sobre brazos, llegó al lugar donde le mandaron que
él, esto es, que le darían acceso a los sacramen- se hincara. “Haga usted cuenta que aquí fue
tos con la condición de que manifestara arre- nuestra redención”, le dijo por último el padre
pentimiento de los delitos que le achacaban. Salazar. Dos descargas, de cuatro cada una, y
Una retractación que circuló después no pudo un horrendo grito. En 1823, la memoria de
ser redactada por él, pero también es cierto Morelos, junto con la de otros próceres de la
que recibió los sacramentos antes de morir. El insurgencia, fue objeto de gran homenaje al
21 de diciembre de 1815, Concha, que había entrar sus restos en la catedral de México.
sido su aprehensor, se presentó a Morelos y le
ordenó ponerse de rodillas para que así escu- Carlos Herrejón Peredo
chase su sentencia de muerte.
Hacía exactamente dieciocho años que Orientación bibliográfica
también se había arrodillado, pero delante de
su venerado obispo para ser enaltecido con la Herrejón Peredo, Carlos, Los procesos de Mo-
dignidad del sacerdocio. Al día siguiente, que relos. Zamora, El Colegio de Michoacán,
era viernes 22, salió de madrugada rumbo al 1985.
norte custodiado por numerosa escolta.Al pa- Herrejón Peredo, Carlos, Morelos: vida prein-
sar por el santuario de Guadalupe, quiso po- surgente y lecturas. Zamora, El Colegio de
nerse de rodillas, lo que hizo no obstante el Michoacán, 1984.
estorbo de los grillos, y se acordó de un bando Lemoine, Ernesto, Morelos y la revolución de
que había dado sobre el culto a “María santí- 1810. México, unam, Facultad de Filosofía
sima en su milagrosa imagen de Guadalupe, y Letras, 1990.
patrona, defensora y distinguida emperatriz Lemoine, Ernesto, Zitácuaro, Chilpancingo y
de este reino”. Llegaron por fin a Ecatepec. Apatzingán: tres grandes momentos de la in-
Concha fue a avisar al cura del lugar para que surgencia mexicana. México, Talleres Gráfi-
preparara el entierro. Volvió a donde More- cos de la Nación Mexicana, 1963.
los y conversaron un poco. Luego Morelos
118 PERSONAJES

+MUJERES EN LA INDEPENDENCIA +

Se tienen documentados varios casos de muje- dad. En esos estudios se ha propuesto que las
res que durante la guerra de independencia de causas que motivaron su participación fueron
México fueron acusadas de infidentes por las los desajustes en la economía de los pueblos
autoridades del régimen colonial. Muchas de y comunidades provocados por las refor-
ellas fueron juzgadas y sentenciadas a ser ejecu- mas borbónicas, los lazos de parentesco que
tadas, encarceladas o deportadas; otras fueron las unían a los insurgentes y los sentimientos
privadas de sus propiedades. Todas ellas pro- patrióticos.También se ha señalado que se in-
movieron la independencia y realizaron acti- volucraron en la guerra porque vieron en ella
vidades rebeldes como seducción de la tropa, una oportunidad para manifestar su rebeldía
contrabando de mensajes y armas, espionaje contra la sociedad.
y conspiración. Otras proporcionaron recur- Muchas de ellas no sólo fueron arrastradas
sos económicos a los insurgentes, guiaron a los por ese sinfín de motivos, sino que decidie-
rebeldes por los caminos, se desempeñaron ron participar con los rebeldes porque estaban
como enfermeras en los improvisados hospi- convencidas de que los cambios políticos pro-
tales, llevaron agua a los combatientes, ente- movidos por los descontentos con el régimen
rraron a los muertos, algunas fueron soldados colonial favorecían la situación política de su
y hasta hubo quien mandó un pequeño desta- comunidad y la de ellas mismas. Algunas, co-
camento de insurreccionados. mo Josefa Ortiz de Domínguez, Leona Vica-
José María Miquel i Vergés registra, en su rio, Mariana Rodríguez del Toro de Lazarín
Diccionario de insurgentes (1969), 134 casos de y muchas más, anónimas, se involucraron con
mujeres que realizaron actividades rebeldes o plena conciencia política. Desde esta perspec-
que fueron simpatizantes de la insurgencia. De tiva es posible proponer que algunas de ellas
ellas, aproximadamente la mitad fueron en- colaboraron como integrantes de su comuni-
carceladas y procesadas. Cuatro de ellas fue- dad con los insurgentes de la zona en que ha-
ron condenadas a muerte y ejecutadas; dos bitaban y que fueron los cambios sustanciales
más compartieron la misma sentencia, pero en las condiciones económicas de la región las
por hallarse embarazadas sólo fueron encarce- causas inmediatas que las condujeron al cami-
ladas. Aurora Tovar Ramírez, en Mil quinientas no de la rebelión. De cualquier manera, estas
mujeres en nuestra conciencia colectiva (1996), re- mujeres —heroínas, famosas o anónimas—
gistra 162 casos. Según este recuento, 94 mu- violentaron el modelo de conducta social-
jeres fueron encarceladas y la mayoría pro- mente aceptado durante los años de la guerra.
cesadas; siete fueron fusiladas y tres de ellas Ese modelo estaba sustentado en el ideal
obtuvieron el perdón de las autoridades por- bíblico y promovía la realización de la mujer
que se encontraban embarazadas. en el hogar o el claustro. La educación feme-
La bibliografía que aborda el tema de la nina estaba encaminada principalmente a pre-
insurgencia femenina se ha ocupado de parar a las jóvenes para construir matrimonios,
demostrar que la participación de las muje- esto es, familias que fueran la base sana de la
res fue complementaria e igualmente valiosa sociedad, transmisoras de los valores cultura-
para el esfuerzo bélico y que la guerra mo- les aceptados. Por supuesto, en ese modelo, no
dificó el comportamiento político de esas había posibilidad para que las mujeres partici-
mujeres, alterando su condición en la socie- paran activamente en la vida política.
MUJERES EN LA INDEPENDENCIA 119

La insurgencia femenina se relaciona con causa insurgente. De este modo les negaron
el impacto de las políticas reformistas de los existencia política y desprestigiaron su posi-
Borbones en la vida de las ciudades y los pue- ción reduciendo su conducta a una condición
blos, así como con los cambios provocados moral. Sus acciones fueron valoradas en tér-
por la propia dinámica de la guerra y los muy minos morales y no atendiendo a su preferen-
importantes y novedosos cambios introduci- cia política.
dos por la revolución política liberal, porque En la opinión de los personajes que abo-
aunque las mujeres fueron formalmente ex- garon por la vida y la libertad de estas muje-
cluidas de dichos procesos, ellas no estuvieron res, eran las acciones políticas y militares de los
exentas de los cambios y sus consecuencias. realistas las que estaban motivando la disiden-
Desafortunadamente, la documentación cia en las regiones y, en defensa de las mujeres,
con que contamos para reconstruir la parti- afirmaban que ellas carecían no sólo de inte-
cipación de las mujeres insurgentes proviene rés político sino también de ideas, razones por
en su inmensa mayoría de las plumas mascu- las cuales ni sus opiniones ni sus acciones po-
linas. Salvo contados casos, la información fue dían influir en los acontecimientos políticos
producida por hombres. Las fuentes no regis- y militares de la revolución; cuando más, sos-
tran de manera detallada las acciones rebeldes tenían, ellas eran víctimas de los errores de sus
en que incurrieron. Tampoco permiten el parejas o familiares insurgentes. Así, unos y
análisis de las decisiones personales que cada otros, amigos y enemigos, coincidieron en ne-
una de ellas pudo tener para adherirse a los gar a las mujeres cualquier tipo de interés po-
insurgentes ni entender, a cabalidad, cómo fue lítico en la revolución de independencia. De
percibida la disidencia por ellas mismas, aun muy diversa opinión eran los insurgentes.
cuando sí permiten comprender cómo fueron En noviembre de 1812, fue publica-
vistas por los otros. Por esta razón, lo aquí co- do en dos entregas un curioso escrito en el
mentado dará cuenta de las representaciones periódico insurgente El Semanario Patriótico
hechas por los hombres sobre las mujeres y no Americano, titulado “Las damas de México”.
tanto de lo que ellas pensaban de sí mismas. Este texto muestra la forma en que debían
Las razones expuestas por los militares y las conducirse las mujeres, y en particular las
autoridades realistas para explicar su detención mujeres mexicanas, las vecinas de la capital
hicieron referencia a su condición de “mujer”, del virreinato de la Nueva España a quienes
por ser la pareja o familiar de algún soldado o iba dirigido el artículo. Resulta sorprenden-
cabecilla insurgente o por sostener un vínculo te que dedicaran un importante espacio del
emocional con ellos. El delito de seducción Semanario a las mujeres, a las que imaginan
fue la más frecuente de las acusaciones contra no sólo como transmisoras de ideas y valores
las mujeres que optaron por la insurgencia. El favorables a la causa insurgente, sino a las que
uso de los atributos femeninos para atraer a la también otorgan una posición importante en
causa rebelde a los soldados realistas fue para la estrategia de la guerra y a las que prácti-
la autoridad una grave amenaza que no podían camente les ordenan participar activamente
combatir. Por ello, la vida privada, los vínculos en ella.
emocionales y, hasta la conducta sexual de las Sobra comentar el significado que la pren-
mujeres insurgentes se convirtieron durante sa tuvo como medio de información y propa-
la guerra en un asunto de seguridad políti- ganda en la época y lo difícil que resultaba a
ca. Las autoridades calificaron como pros- los rebeldes hacerlo. Este periódico se publicó
titutas a las mujeres que se declararon por la semanalmente los domingos durante varios
120 PERSONAJES

meses, desde julio de 1812 a enero de 1813, pañola. Todas, afirmaba, de una u otra forma
y su responsable fue Andrés Quintana Roo, “forjaron en gran parte las cadenas de nues-
esposo de Leona Vicario. Con él colaboró, en- tra esclavitud”.Todas, por tres siglos, y por los
tre otros reconocidos insurgentes, el cura José mismos medios, habían continuado mante-
María Cos. niendo y remachando esas cadenas. Por to-
El autor del artículo “Las damas de Méxi- das estas razones, la mujer americana tenía la
co”, un tal S. C., que también publicó algunos obligación de colaborar a liberar a la patria.
textos en el Diario de México, invitaba abierta- S. C. decía a sus lectoras: “Teneís pues, damas
mente a las mujeres americanas a participar en de América, una obligación de justicia de res-
la lucha por la emancipación. El principio que tituirnos, o por lo menos ayudarnos a recobrar
sostenía el autor era muy simple; afirmaba lo que por tanto tiempo nos habéis privado”.
que las mujeres tenían como arma su belleza Con este razonamiento, el autor invitaba a las
y debían usarla en beneficio de la revolución mujeres a olvidar la debilidad de su sexo y a
de independencia. En su opinión, era una ver- participar en la lucha armada, incluyendo a las
dad demostrada que los grandes guerreros de religiosas.
la historia de la humanidad habían sido rendi- El autor de este texto indicaba las varias
dos por los encantos de una mujer. Conven- acciones con las que podían colaborar, que,
cido de ello, las alentaba a usar sus atributos decía, debían ser sostenidas hasta que los ejér-
femeninos para que sedujeran a los hombres citos americanos entraran triunfantes en la
que vivían en la ciudad de México y que aún ciudad de México y el territorio quedara li-
no se habían declarado por la independencia. berado de la dominación española. En primer
El epígrafe decía: “No admiréis de las damas lugar les encomendaba que realizaran tareas
grandes proezas, pues que tienen por armas las de seducción. Las mujeres podían, en su opi-
bellezas”. nión, persuadir, con su “delicada voz”, a los
El autor afirmaba que las mujeres que ha- americanos que vivían en la ciudad de Méxi-
bían nacido en América y en especial las que co y que aún no habían decidido unirse a los
vivían en la ciudad tenían una deuda moral insurgentes. Con estas acciones ellas podrían
para con la patria. Según él, sus antepasadas contribuir para “que aniquilen a esa chusma
habían colaborado y facilitado la conquista de gachupines que infesta la capital”. Para lo-
del territorio por los españoles siglos atrás. grar esta tarea reservada a “vuestros hermosos
Los servicios de traducción y cuidado que la labios”, el autor decía a las mujeres americanas
Malinche proporcionó a Hernán Cortés y los que podían hacer uso de “cuantos arbitrios os
que otras, que “se dejaron llevar de pasiones sugiera vuestra fecunda imaginación. [...] Re-
amorosas”, dieron a los conquistadores debían vestid algunas veces vuestras hermosas caras de
ser ahora contrarrestados por las mujeres de la seriedad y enojo y echad una mirada desdeño-
época de la independencia. En opinión del sa a esos insurgentes tímidos y vergonzantes,
autor, las mujeres que se habían involucrado dándoles a entender que no mudará vuestro
con aquellos conquistadores y con los penin- aspecto hasta que no cese su inacción y des-
sulares que tiempo después llegaron al terri- pierten de su profundo letargo”. En ocasio-
torio eran, en buena medida, culpables del nes, sugiere, podrían utilizar risas burlescas y
estado de dominación colonial a que estaba un tono satírico que “nos los ofendan, sino los
reducido el territorio de la América Septen- inflamen” para obligarlos a entrar en acción.
trional, pues esas mujeres del pasado habían Otra de las acciones que encomienda a las
permitido que se afianzara la dominación es- mujeres mexicanas era negar su mano a los es-
O’DONOJÚ, JUAN 121

pañoles que las pidieran en matrimonio. Afir- eran ellos, los peninsulares, los que no seguían
maba que ellas debían preferir como espo- los principios adoptados por la Constitución
sos a los americanos, pero advirtiéndoles a de Cádiz. En síntesis, las madres americanas
éstos que se casarían con ellos hasta que el te- debían educar a sus hijos sembrando en ellos
rritorio quedara completamente liberado. Les los valores de la rebelión.
recomendaba que les dijeran que: “estáis re- Sin duda alguna, el contenido y la inten-
sueltas a no dar ni entregar vuestro corazón ción que perseguían los editores de El Sema-
sino al que haya sabido antes libertaros de la nario Patriótico Americano respondía a la necesi-
esclavitud en que todos gemimos”. De esta dad que tenían los líderes insurgentes de hacer
manera, pensaba el autor, las mujeres podían que la ciudad de México, capital del virreinato,
presionar a los hombres de la ciudad para que sede y residencia de los poderes del régimen
abandonaran el estado de indiferencia y se su- colonial, se declarara por la independencia.
maran a las filas de los rebeldes.
El espionaje fue otra de las misiones que María José Garrido Asperó
encomendaba el autor. A las esposas de los
empleados al servicio del gobierno colonial Orientación bibliográfica
les sugería que ellas convencieran a sus mari-
dos para que éstos sirvieran de informantes de Amelang S., Jamis y Mary Nash, eds., Historia
los rebeldes insurgentes o que ellas escribieran y género. Las mujeres en la Europa moderna y
“las perfidias, tiranías y crueldades del déspota contemporánea. Madrid, Ediciones Alfons el
Venegas y de su perversa junta de seguridad” Magnanim/Instituto de Valencia, 1990.
y las remitieran a los insurgentes para que esa Duby, Georges y Michelle Perrot, Historia de
información fuera publicada en los periódi- las mujeres. Madrid,Taurus, 1993.
cos de los rebeldes.A las madres les aconsejaba Lavrín, Asunción, comp., Las mujeres latinoa-
explicaran a sus hijos los males que el gobier- mericanas: perspectivas históricas. México, fce,
no de los “gachupines” había provocado a los 1985.
americanos, que les hicieran saber las injusti- Tovar Ramírez, Aurora, Mil quinientas mujeres
cias que éstos habían cometido, les informaran en nuestra conciencia colectiva: catálogo biográ-
que las prisiones estaban llenas de americanos fico de mujeres de México. México, Docu-
injustamente detenidos y les hicieran saber que mentación y Estudios de Mujeres, 1996.

+O’DONOJÚ, JUAN +

Descendiente de irlandeses emigrados a Espa- a la península ibérica, lo que le significó que


ña por motivos religiosos a principios del siglo la Regencia lo nombrara ministro de Guerra
xviii, nació en Sevilla en 1762. Muy joven se y como tal continuó su resistencia contra el
alistó en las fuerzas armadas españolas. Lue- francés. Participó en la elaboración de algu-
go de varios años de correcta aplicación en la nos proyectos fiscales y de crédito nacional e
carrera militar, alcanzó el grado de teniente incluso llegó a desenvolverse como intérprete
general. Protagonizó significativas acciones entre españoles y británicos. Fue separado del
bélicas en contra de los ejércitos napoleóni- cargo en 1812 por oponerse, según algunos
cos durante los primeros años de la invasión testimonios, al nombramiento del duque de
122 PERSONAJES

Wellington como general de todas las tropas cinco ciudades, que Iturbide y los trigarantes
de la península. se habían apoderado casi pacíficamente de la
Liberal declarado, en la época de las Cortes gran mayoría de las provincias (apenas unos
de Cádiz se involucró en la masonería, ámbi- días atrás había capitulado Puebla) y que en
to en el que alcanzó enorme relevancia. Poco la capital las fuerzas expedicionarias al mando
tiempo después de que Fernando VII volvió de Francisco Novella habían depuesto, un mes
a ocupar el trono español como rey absolu- atrás, al virrey Apodaca. Aunque sus prime-
to, O’Donojú fue acusado de participar en ras proclamas exhortaron a la resistencia, muy
una conspiración contra el soberano, motivo pronto entró en contacto con enviados de
por el que fue perseguido, capturado y final- Iturbide.También intentó establecer comuni-
mente recluido en el castillo de San Carlos cación con Novella, pero las tropas trigarantes
en Mallorca, en donde se dice que llegó a ser lo impidieron. Ante tal panorama, aceptó en-
torturado. Puesto en libertad, condescendió a trevistarse con el primer jefe del Ejército de las
la conjura constitucionalista encabezada por Tres Garantías y, escoltado por Antonio López
Rafael de Riego en 1820. Obtenido el triunfo de Santa Anna, llegó a Xalapa. El 23 de agosto
y restablecida la Constitución, fue compensa- se encontró con Iturbide en la villa de Cór-
do con el cargo de jefe político de Sevilla. Co- doba, mismo lugar en donde al día siguiente
mo tal tuvo la oportunidad de aplicar algunas ambos firmaron los tratados que reconocían el
medidas anticlericales. establecimiento del Imperio Mexicano vincu-
Sus inclinaciones políticas lo hicieron lado a la Corona española. En dicho docu-
atractivo a los ojos de los diputados america- mento O’Donojú asumía la representación de
nos en las Cortes de Madrid, en particular Mi- España para desatar “sin romper los vínculos
guel Ramos Arizpe. En el entorno favorable que unieron a los dos continentes”. El acuerdo
de aquel congreso dominado por liberales, —que no era más que una actualización del
una real orden fechada el 25 de enero de 1821 Plan de Iguala— comisionaba al sevillano tan-
lo nombró capitán general y jefe político su- to para presentar el caso ante el rey, como para
perior de la Nueva España, ya que el sistema negociar la salida de las tropas peninsulares de
constitucional había abolido el título de virrey. la ciudad de México y lo nombraba miembro
La disposición recalcaba que, en conveniencia de la Junta Provisional Gubernativa.
al mejor servicio del Estado, se conservara uni- Los siguientes días se dedicó a negociar,
do el mando político al militar. Dificultades junto a Iturbide, la capitulación de la ciudad
burocráticas lo retuvieron algunos meses en la de México, sitiada por los trigarantes pero aún
metrópoli, hasta que finalmente se embarcó, controlada por las tropas expedicionarias. Lue-
junto con su familia y colaboradores cercanos, go de entrevistarse con enviados de Novella,
en el navío Asia que zarpó de Cádiz los últi- quien hasta el momento se había mantenido
mos días de mayo. reacio a reconocer la autoridad de O’Donojú
Desembarcó en Veracruz el 30 de julio. En y mucho menos sus facultades para firmar los
vista del inminente dominio de los trigaran- Tratados de Córdoba, el 7 de septiembre pactó
tes, se trasladó con presteza al fuerte de San un armisticio y permitió el abasto de la capital.
Juan de Ulúa. El 3 de agosto el gobernador Después de una serie de contrariedades, logró
y capitán general de la provincia de Veracruz, reunirse con Novella, el día 13, en la hacienda
José Dávila, le tomó juramento. Pronto com- de la Patera, cercana a la Villa de Guadalupe.
probó que las fuerzas virreinales leales al go- Aunque en la conferencia, a decir de Lucas
bierno metropolitano no controlaban más de Alamán, hubo “vivos altercados”, a Novella no
ORTIZ DE DOMÍNGUEZ, MARÍA JOSEFA 123

le quedó más remedio que aceptar las creden- miento de la pleuresía que once días más tarde
ciales de O’Donojú y entregar el mando. En (el 8 de octubre) le quitó la vida.
tanto se liberaba la ciudad, permaneció en Ta- En suma, Juan O’Donojú aparece como
cubaya con el Estado Mayor de Iturbide que figura ineludible en el desenlace del proce-
poco a poco adquiría tonalidades cortesanas. so independentista. Si bien es cierto que
Desde ahí emitió una proclama que anunciaba cuando arribaron a la península ibérica las no-
el fin de la guerra, encomiaba la libertad civil ticias de los Tratados de Córdoba, éstos fueron
e instaba al cumplimiento de los Tratados de decididamente rechazados y se le reclamó al
Córdoba y a la formación del nuevo gobier- sevillano no tener autoridad para avalar un
no. Todavía en Tacubaya y habiendo asumido documento de semejante naturaleza, resulta
el mando militar de México, asistió a las reu- precisa la expresión de Luis G. Cuevas al afir-
niones preparatorias de la Junta Provisional mar que, de alguna manera, O’Donojú puso
Gubernativa. “el sello de legitimidad a la revolución”.
El 26 de septiembre de 1821 —un día
antes que Iturbide— hizo su entrada solem- Rodrigo Moreno
ne a la ciudad de México, en donde fue reci-
bido con honores de capitán general. Al día Orientación bibliográfica
siguiente encabezó en Palacio la recepción
oficial a Iturbide.Aunque algunos testimonios Alamán, Lucas, Historia de Méjico, desde los
aseguran que el día 28 presenció la instalación primeros movimientos que prepararon su in-
formal de la Junta, prestó juramento y firmó dependencia en el año de 1808 hasta la época
el Acta de Independencia del Imperio Mexi- presente. Ed. facs., 5 vols. México, Instituto
cano; todo parece indicar que su quebranta- Cultural Helénico/fce, 1985.
do estado de salud le impidió formar parte de Arenal Fenochio, Jaime del, Un modo de ser
estos acontecimientos porque quedó vacío el libres. Independencia y Constitución en México
espacio para su firma en el acta. Una vez ins- (1816-1822). Zamora, El Colegio de Mi-
talada, la Junta lo nombró como uno de los choacán, 2002.
cinco miembros de la Regencia que quedó Bustamante, Carlos María de, Cuadro histórico
presidida por Iturbide. Así, como regente, se de la Revolución mexicana. Ed. facs., 5 vols.
le asignó un sueldo de 120 000 pesos anuales, México, Instituto Cultural Helénico/fce,
un millón de capital propio (asignado sobre 1985, t. v.
los bienes de la extinta Inquisición) y veinte López Cancelada, Juan, Sucesos de Nueva Es-
leguas de tierra en Texas; además, se disponía paña hasta la coronación de Iturbide. Est. in-
que recibiera el trato de “Alteza Serenísima”. trod. y notas de Verónica Zárate Toscano.
A partir de entonces, empero, ya no participó México, Instituto de Investigaciones Dr.
en ningún acto público debido al empeora- José María Luis Mora, 2008.

+ORTIZ DE DOMÍNGUEZ, MARÍA JOSEFA +

Fue la única hija del matrimonio conformado abril de 1773 y fue bautizada con el nombre
por José Ortiz Vázquez y Manuela Téllez Gi- de María Josefa Crescencia Ortiz Téllez. Su
rón; nació en la ciudad de México el 19 de madre murió en junio de 1777, y su padre en
124 PERSONAJES

marzo de 1784 quedando al cuidado de su radores actuaban bajo la organización de una


media hermana María Sotero Ortiz Escobar. academia literaria, de la que la corregidora era
Posteriormente, María Josefa permaneció de sus principales asistentes e impulsoras y que
durante dos periodos como interna del Co- contaba con la protección de su marido.
legio de las Vizcaínas en la ciudad de Méxi- Cuando la conspiración fue descubierta,
co. El primero, de mayo de 1785 a septiem- el 13 de septiembre de 1810, por denuncias
bre de 1786, teniendo como fiador a Rafael de varios de los implicados, el corregidor Mi-
Eguite, y el segundo, de mayo de 1789 a prin- guel Domínguez no pudo evitar el cateo de
cipios de 1791. la casa de los hermanos Epigmenio y Eme-
Durante años existió cierta polémica en terio González, lugar donde se almacenaban
torno a si en dicha institución había apren- las armas que se usarían para el movimiento.
dido a escribir o no. Sin embargo, por la pe- Antes de proceder, Domínguez informó a su
tición de ingreso al Colegio de las Vizcaínas esposa del descubrimiento de la conspiración;
que ella misma escribió y firmó de su puño y conociendo su carácter vehemente y para evi-
letra, así como por algunas cartas que envió al tar que cometiera algún acto del que pudiera
virrey Félix María Calleja del Rey cuando se arrepentirse, el corregidor decidió encerrar a
encontraba presa, se ha demostrado que sí sa- su esposa en su habitación. Sin embargo, esto
bía hacerlo. no la detuvo y desde su cuarto se comunicó,
Algún tiempo después de abandonar el co- mediante una señal que tenía convenida, con
legio, el 24 de enero de 1793, María Josefa el alcaide Ignacio Pérez, también miembro de
contrajo nupcias con don Miguel Domínguez, la conspiración y le pidió que marchara a San
quien se desempeñaba en ese momento como Miguel y le avisara a Allende que la conjura
oficial mayor del despacho del superior go- había sido descubierta.
bierno de la Nueva España en la ciudad de En la relación de los hechos que da Epig-
México. Este matrimonio procreó catorce hi- menio González, afirma que la corregidora se
jos, además de hacerse cargo de dos hijas que él comunicó verbalmente con Pérez diciéndole:
tuvo con su primera esposa. A principios de la “Pérez, vaya usted ahora mismo a San Miguel
década de 1800, cuando se encontraba al fren- y avíseles a Allende y a Hidalgo lo que ha pasa-
te del gobierno de la Nueva España el virrey do anoche”, a lo que Ignacio Pérez respondió
Marquina, Domínguez fue nombrado corre- que no tenía auxilios ni recursos para hacerlo,
gidor de la ciudad de Querétaro, por lo que el y que ella contestó: “Vaya usted y haga como
matrimonio se trasladó a aquella ciudad. pueda”.
A raíz de la crisis política que comenzó a Luego de mandar esta comunicación ur-
vivirse en la Nueva España, sobre todo a par- gente a Allende, doña Josefa envió a su hijastra
tir de 1808 cuando fue derrocado el virrey María Josefa, junto con el padre José María
José de Iturrigaray por apoyar la formación Sánchez, a ver al capitán del Regimiento de
de una junta de gobierno autónomo, Josefa Celaya, Joaquín Arias, quien habría de encar-
Ortiz trabajó con empeño en Querétaro pa- garse de dar principio al movimiento en Que-
ra promover la conspiración que, de la misma rétaro, para incitarlo a que lo comenzara ya,
forma, se fraguaba en San Miguel el Grande, a lo que él respondió, de manera evasiva, que
donde el principal promotor era el capitán del ya había tomado su partido. De hecho, fue el
regimiento de Dragones de la Reina, Ignacio mismo Arias quien después se presentó ante
Allende, supuesto prometido de una de las hi- el alcalde Juan de Ochoa, y le confesó lo que
jas del corregidor. En Querétaro, los conspi- se planeaba en la conspiración, le mostró car-
ORTIZ DE DOMÍNGUEZ, MARÍA JOSEFA 125

tas que había recibido de Miguel Hidalgo e deste reyno”. Ante este informe, Calleja dio
Ignacio Allende, e igualmente denunció que orden al coronel de los ejércitos reales, Cristó-
los Domínguez estaban coludidos y que la co- bal Ordóñez, de aprehender a la corregidora y
rregidora lo había incitado a que precipitara el trasladarla a México sin permitirle comunica-
movimiento. ción con persona alguna.
Por lo tanto, la madrugada del 16 de sep- Doña Josefa llegó a la capital del virreina-
tiembre de 1810, tanto el corregidor como su to el 13 de enero de 1814 y fue llevada, junto
esposa fueron aprehendidos. A él se le con- con la hija que le acompañaba, al convento de
dujo primero al convento de San Francisco y Santa Teresa la Antigua de donde se le permi-
luego al de la Santa Cruz, y a ella, primero a tió salir después para permanecer en una casa
casa del alcalde Ochoa y, posteriormente, al particular.Ante esta situación, el corregidor de
convento de Santa Clara, de donde fue libe- Querétaro, Miguel Domínguez, se dirigió en
rada por orden del alcalde de corte, Juan Co- varias ocasiones a Félix María Calleja para que
llado. Algunos biógrafos de doña Josefa Ortiz le permitiera renunciar a su cargo y marchar a
afirman que el hecho de que Collado orde- la ciudad de México a defender a su esposa y,
nara la liberación de la corregidora se debió a de igual manera, doña Josefa escribió al virrey
que éste cayó en manos del insurgente Villa- para que le explicara los motivos de su arresto.
grán y tuvo que comprometerse a liberar a los Después de efectuada la separación del
conjurados de Querétaro, con tal de recuperar cargo de Miguel Domínguez, el doctor Agus-
su libertad. tín Lopetedi tomó su puesto, ahora con el
Aquella no sería la única vez que doña nombre de juez de Letras y el virrey le enco-
Josefa perdería su libertad, ya que siguió fo- mendó que se encargara de instruir causa con-
mentando el movimiento insurgente y sus tra doña Josefa Ortiz. Como respuesta a esta
acciones provocaron que se presentaran varias comisión, el 15 de abril de 1814, Lopetedi
denuncias en su contra. En ese contexto, el informó a Calleja que, según se afirmaba en
cura de Aculco, Manuel Toral, enviado por las declaraciones que tomó, la corregidora
el virrey Félix María Calleja para que le in- recibía y circulaba los impresos de los insur-
formara sobre el estado político de la ciudad gentes y estaba en comunicación con Rayón.
de Querétaro, le comunicó, el 16 de julio de Además, la acusó de mostrar una conducta
1813, que la corregidora era una mujer revo- “notoriamente escandalosa, seductiva y per-
lucionaria que tenía mala versación contra niciosa” y, también, acusó a Miguel Domín-
europeos y algunos americanos y que cuando guez de disimular dicha conducta, haciéndose
desde Querétaro salió una expedición contra así participante de los crímenes de su esposa.
los insurgentes, ella buscó la manera de preve- La causa de doña Josefa Ortiz se envió al
nir al insurgente José María Cos. auditor de guerra, Melchor de Foncerrada,
En este mismo tenor, el 14 de diciembre de quien presentó su dictamen el 20 de mayo de
1813, el doctor José Mariano Beristáin, des- 1814 manifestando que no encontraba razo-
pués de hacer una visita a Querétaro por una nes para aprehender al corregidor, pero sí a la
comisión eclesiástica, informó al virrey Calle- corregidora. Sin embargo, la causa permane-
ja que doña Josefa Ortiz era un “agente efec- ció sin curso hasta que, después de la muer-
tivo, descarado, audaz e incorregible que no te de Foncerrada, Miguel Bataller la retomó
pierde ocasión ni momento de inspirar odio al y pidió que doña Josefa fuera aprehendida de
rey, a la España, a la causa, y determinaciones nuevo. Por lo tanto, se le apresó y se le condujo
y providencias justas del gobierno legítimo al convento de Santa Catalina de Siena, el 16
126 PERSONAJES

de noviembre de 1816, para cumplir con una Orientación bibliográfica


condena de cuatro años de reclusión, aunque
ésta no se concluyó porque en junio de 1817, Agraz García de Alba, Gabriel, Los corregi-
después de muchas peticiones de don Miguel dores don Miguel Domínguez y doña María
Domínguez, el nuevo virrey, Juan Ruiz de Josefa Ortiz y el inicio de la independencia. 2 tt.
Apodaca, le concedió la libertad. México, edición del autor, 1992.
Consumada la independencia de Méxi- González, Epigmenio, Relato histórico de los
co en 1821 y poco después de establecerse el principios de la revolución de independencia en
imperio de Agustín de Iturbide, la emperatriz 1810. Pról. de Manuel Septién y Septién.
propuso a doña María Josefa como dama de México, Ediciones del Gobierno del Es-
honor; ella rechazó enérgicamente tanto es- tado de Querétaro, 1970.
te ofrecimiento como el de recibir alguna Miquel i Vergés, José María, Diccionario de in-
recompensa por su labor en pro de los insur- surgentes. México, Porrúa, 1969.
gentes. Doña Josefa Ortiz de Domínguez mu- Toussaint del Barrio, Fernando, María Josefa
rió a causa de una pulmonía en la ciudad de Ortiz de Domínguez. México, Secretaría de
México, el 2 de marzo de 1829. Hacienda y Crédito Público, 1961.
Zárate, Verónica, Josefa Ortiz de Domínguez.
Adriana Fernanda Rivas de la Chica La corregidora. México, Comisión Nacional
para las Celebraciones del 175 Aniversario
de la Independencia Nacional y 75 Aniver-
sario de la Revolución Mexicana, 1985.

+PÉREZ MARTÍNEZ, ANTONIO JOAQUÍN +

Nació en la ciudad de Puebla el 13 de mayo de fue su protector y lo nombró secretario de


1763; fueron sus padres Francisco Pérez, co- Cámara, Gobierno, Visitas y Cartas. Además
merciante gaditano, y Antonia Martínez Ro- fue vicario y superintendente de religiosas.
bles, oriunda de Puebla. Realizó sus estudios Pérez recibió las prebendas otorgadas por
en su ciudad natal; en el Colegio de San Luis la catedral angelopolitana. Poco a poco fue as-
Rey estudió Latín durante dos años; posterior- cendiendo: de medio racionero (1798) pasó a
mente cursó estudios de Filosofía en el Cole- ser racionero (1799). Más adelante obtuvo la de
gio Real de San Ignacio. Concluyó su carrera canónigo magistral (1803).También tuvo otros
académica en el Colegio Carolino y obtuvo nombramientos: fue subdelegado de la Santa
el grado de Doctor en Teología. En el mismo Cruzada y en 1805 fue designado primer co-
colegio impartió las cátedras de Moral, Filo- misario de la Inquisición en la ciudad de Pue-
sofía, Sagrada Escritura y Teología. Después de bla, lo que significaba ser el responsable de ese
ordenarse, Pérez fue cura de varias parroquias tribunal en esa ciudad.
de la ciudad de Puebla, hasta que se estableció Reconocido por sus contemporáneos co-
en la más importante: la del Sagrario. Su carre- mo buen orador, Pérez fue un personaje rele-
ra eclesiástica vivió un impulso determinante vante en los acontecimientos políticos que tu-
durante el obispado de Salvador Biempica y vieron lugar a partir de 1808. En noviembre
Sotomayor (1790-1802), ya que ese obispo de ese año fue designado por el obispo Ma-
PÉREZ MARTÍNEZ, ANTONIO JOAQUÍN 127

nuel Ignacio del Campillo para pronunciar Pérez continuó siendo diputado por Pue-
un sermón en la catedral angelopolitana. En bla cuando las Cortes abrieron su periodo
esa ocasión se refirió a la fidelidad demostrada ordinario en septiembre de 1813. Meses des-
en la Nueva España al rey Fernando VII, pri- pués se trasladaron a Madrid. El legislador po-
sionero de los franceses, y también aplaudió blano signó, junto con 68 diputados, un ma-
la derrota del Ayuntamiento de México por nifiesto conocido como “de los persas” que
aspirar a establecer un gobierno autónomo demandaba a Fernando VII (ya liberado por
con respecto al peninsular. En febrero de 1810 Napoleón) disolver las Cortes. Este manifies-
volvió al púlpito para exhortar a los feligre- to le sirvió al rey para llevar adelante sus pla-
ses a continuar siendo leales y fieles a Fernan- nes absolutistas: el 4 de mayo de 1814 decretó
do VII, y a combatir “la persecución que sufre la abolición de la Constitución y declaró nu-
la Iglesia”, especialmente el papa, quien tam- los todos los actos del gobierno constitucio-
bién estaba cautivo por los franceses. nal. El 11 de mayo, Pérez, como presidente de
El 26 de junio de 1810, Pérez fue electo las Cortes, procedió a obedecer el decreto real.
diputado por la ciudad de Puebla a las Cor- Escribió al capitán general Francisco Eguía:
tes españolas que abrirían sus sesiones el 24 “En su puntual y debido cumplimiento, no
de septiembre de ese año en Isla de León. Cin- solamente me abstendré de reunir en adelante
co meses después, llegó a España y tomó un a las Cortes, sino que doy por fenecidas desde
escaño en esa asamblea. Para entonces los di- este momento, así mis funciones de presidente,
putados americanos habían conformado un como mi calidad de diputado de un Congreso
bloque para lograr que las Cortes aprobaran que ya no existe”.
sus reivindicaciones: solicitaban tener igual- Pérez también actuó como delator de sus
dad política con respecto a los peninsulares y compañeros legisladores. A petición de Pedro
la libertad de comercio, entre otras demandas. Macanaz, ministro de Gracia y Justicia, el po-
Pérez inicialmente signó esas peticiones y se blano presentó una lista de los principales li-
integró a ese bloque. Destacó al ser nombrado berales que, en su opinión, habían impulsado
el primer presidente americano de las Cortes la Constitución de 1812. Entre ellos se encon-
(enero-febrero de 1811), e integró la comisión traban diputados novohispanos como Miguel
que elaboraría la Constitución. Sin embargo, Ramos Arizpe y Joaquín Maniau; americanos
poco a poco fue separándose de las posturas de como Vicente Morales Duárez, de Perú, José
los americanos y se unió al grupo peninsular. María Lequerica, de Ecuador, y Antonio Lar-
También mostró sus inclinaciones conser- dizábal, de Guatemala. Aprovechó la ocasión
vadoras y tradicionalistas al plantear que se dis- para decirle a Macanaz que él había sido pre-
cutieran las funciones del Santo Oficio, pues la sionado en la comisión de Constitución para
Constitución, promulgada en marzo de 1812, jurar la soberanía de la nación y que se había
no hacía referencia a ese tribunal. Para el gru- opuesto a los cambios políticos impulsados
po mayoritario, que en ese momento lo con- por los liberales.
formaban los liberales, esa situación significa- Por su actuación durante el restableci-
ba la “supresión indirecta y, por tanto, tranquila miento de la monarquía absoluta, Pérez fue re-
y decorosa” de la Inquisición. A propuesta de compensado por el rey al nombrarlo, en agosto
Pérez, las Cortes acordaron integrar una co- de 1814, obispo de Puebla de los Ángeles, sede
misión que revisara esa cuestión, la cual final- que se encontraba vacante desde 1813. Co-
mente decidió abolir ese tribunal, ya que era mo él, todos los firmantes del manifiesto “de
incompatible con la Constitución. los persas” fueron premiados con obispados,
128 PERSONAJES

títulos nobiliarios y otras concesiones dadas de la comisión que redactó la Constitución de


por la gracia real. Antes de regresar a la Nueva 1812, por esa situación creía su deber afirmar
España, Pérez escribió en Madrid una pasto- que “los artículos en que ella se habla, se admi-
ral (1815) para informar a sus feligreses que era tieron en el Congreso sin discusión y se apro-
su nuevo obispo; les ordenaba mantenerse fie- baron por aclamación”. En síntesis, apoyaba el
les a la monarquía absoluta y expresarse uná- nuevo régimen constitucional. A partir de ese
nimemente en torno a la figura de Fernando momento, el obispo poblano será un persona-
VII.También descalificó la lucha insurgente al je relevante para impulsar la consumación de
decir a sus diocesanos que con el regreso del la independencia mexicana.
rey se colocaba al margen de la ley y en franca En España, las Cortes tomaron varios acuer-
rebeldía, pues “en la tierra no es posible inven- dos que afectaban el fuero y la riqueza de la
tar mejor gobierno que el que nos acerca a la Iglesia, entre ellos se distingue el decreto llama-
unidad; lo cual, como sabéis, es atributo pe- do Supresión de toda clase de vinculaciones, el cual,
culiar del monárquico, del único que hemos entre otras cuestiones, prohibía que las insti-
experimentado”. tuciones religiosas adquirieran por donación,
El nuevo obispo de Puebla llegó a Vera- disposición testamentaria, compra o cualquier
cruz el 8 de enero de 1816. Días después envió otra forma, bienes raíces. También se prohibía
un informe al gobierno peninsular en donde que adquirieran rentas provenientes de bienes
calificó al virrey Calleja de indolente y soli- raíces o las pusieran a rédito. Esto significaba la
citaba fuera destituido de su cargo. Además, desaparición de las capellanías, que era el ori-
entabló una polémica directa con el virrey. En gen principal de la riqueza de la Iglesia.Además
ella lo acusaba, entre otras cuestiones, de ha- se acordó reducir a la mitad los diezmos, aun-
ber atentado contra los intereses de la Iglesia, que dicha medida sólo aplicaría para la Iglesia
al apropiarse de los diezmos y al utilizar a los peninsular. Asimismo, las Cortes habían deci-
párrocos en la lucha contra los insurgentes. En dido castigar a los firmantes del manifiesto “de
su opinión, esa política dará como resultado los persas”, al acordar quitarles sus empleos y
“que se interrumpa” el vínculo entre la Igle- honores obtenidos después del 4 de mayo de
sia y el Estado. Para Pérez el nuevo contexto 1814. Esta medida significaba despojar al obis-
político —la derrota de los independentistas po poblano de su mitra. Cuando a finales de
y el restablecimiento de la monarquía absolu- 1820 se conoció este acuerdo en la Nueva Es-
ta— era adecuado para impedir que el gobier- paña, causó una gran expectación en Puebla.
no continuara entrometiéndose en los asuntos Frente a la amenaza de perder su mitra, el
eclesiásticos. 18 de enero, mediante una circular, Pérez con-
En marzo en 1820 se restableció la mo- vocó al clero y a sus diocesanos a cerrar filas
narquía constitucional en el imperio español. en torno a él. Cientos de feligreses acudieron
El 27 de junio de ese año, Pérez escribió un al palacio del obispo para brindarle su apoyo.
manifiesto que intituló Hay tiempo de callar y Todo el clero poblano solicitó al virrey que
tiempo de hablar, en donde se retractó de sus suspendiera el castigo en contra de su obis-
posiciones absolutistas expresadas a partir de po. Estas medidas tuvieron éxito y el virrey no
1814. El obispo también se justificó de haber ejecutó la orden de las Cortes; decisión que
firmado el documento “de los persas”, al de- fue respaldada por el Consejo de Estado. Sin
cir: “testigos muy calificados saben la verda- embargo, la inquietud continuaba en Puebla.
dera época en que no fue posible dejar de fir- En enero los jesuitas tuvieron que salir escon-
marlo”.Y recordó que él había sido miembro didos, pues el pueblo estaba dispuesto a impe-
PÉREZ MARTÍNEZ, ANTONIO JOAQUÍN 129

dir la expulsión de esos religiosos decretada bertad”. Señaló que la causa principal de la In-
por las Cortes. dependencia había sido la religión, pues estaba
El obispo de Puebla fue uno de los partici- siendo ultrajada por los legisladores de España
pantes en la junta que se realizaba en el templo y, como el gobierno no había podido detener
de la Profesa de la ciudad de México, y tenía esa política, era necesario romper el lazo y res-
como objetivo conspirar contra del gobierno tablecer la libertad. Pérez no perdió la oportu-
de las Cortes. Encabezada por Matías Monte- nidad para atacar a la revolución insurgente.Así
agudo, en esa junta participaban varios indivi- señaló que uno de los caudillos que la combatió
duos entre los cuales se encontraba Agustín de por “cruel y sanguinaria era el general que hoy
Iturbide. Se ha escrito que en ella se elaboró el la corrige y dulcifica, la suaviza y perfecciona”.
plan de independencia, el cual fue promulga- De esa forma, el obispo se sumó explícitamen-
do por Agustín de Iturbide el 24 de febrero de te a la ruptura con España.
1821 en Iguala. El artículo 14 de dicho plan El 27 de septiembre, Iturbide entró triun-
garantizaba que el clero conservaría todos sus fante a la ciudad de México. Al día siguiente
fueros y riqueza. De ahí que llevara la huella de se instalaron los órganos del nuevo Estado: la
Pérez. Además, el presbítero Joaquín Furlong, regencia y la Junta Provisional Gubernativa.
hombre muy cercano al obispo de Puebla, en- Pérez fue elegido presidente de la Junta, y un
vió una imprenta suya a Iguala para imprimir mes después pasó a formar parte de la Regen-
el plan independentista. cia en sustitución de O’Donojú, quien había
El 11 de abril de ese año, cerca de cuatro fallecido. El 28 de septiembre se signó el Acta
mil habitantes de los barrios de la ciudad de de Independencia; en primer lugar destaca la
Puebla se amotinaron contra el gobierno es- firma de Pérez, como presidente de la Junta,
pañol. La causa aparente fue la difusión de la seguida de la de Iturbide, como presidente de
noticia de que el virrey iba a detener al obis- la Regencia. Este hecho ilustra elocuente-
po. Para dar credibilidad a esa noticia existía el mente el papel que desempeñó el obispo po-
antecedente del castigo que pesaba sobre Pé- blano en la consumación de la independencia
rez por parte de las Cortes. Después de que el de México.
obispo recibió de las autoridades la garantía de
que no iba a ser detenido, salió al balcón de su Cristina Gómez Álvarez
palacio para invitar a sus feligreses a retirase a
sus casas; de esa manera se disolvió el motín. Orientación bibliográfica
El 2 de agosto de 1821,Agustín de Iturbide
llegó a la ciudad de Puebla y fue recibido con Gómez Álvarez, Cristina, El alto clero poblano
gran entusiasmo. El obispo lo alojó en el pa- y la revolución de Independencia, 1808-1821.
lacio episcopal. Tres días después se realizó el México, unam, Facultad de Filosofía y Le-
juramento del Plan de Iguala, acto celebrado tras, 2008. (Seminarios)
en la catedral con una misa de acción de gra- Hamnett, Brian R., Revolución y contrarrevo-
cias. En esa ocasión —ante la presencia de Itur- lución en México y en el Perú. Liberalismo,
bide— el obispo pronunció un discurso que realeza y separatismo (1800-1824). México,
tituló “Quebrantóse el lazo y quedamos en li- fce, 1978.
130 PERSONAJES

+PRIMO DE VERDAD Y RAMOS, FRANCISCO +

Nació el 9 de junio de 1760 en la Hacienda Ejerció la abogacía y en su despacho tra-


de la Purísima Concepción de Ciénega del bajó como pasante José Lorenzo Parra y Te-
Rincón, partido de Aguascalientes. Recibió rán, con el tiempo conspirador de Querétaro
el bautismo el día 15, fungiendo como padri- e insurgente. Carlos María de Bustamante, que
no el mayorazgo José Antonio Rincón Gallar- sería secretario de Morelos, destacado cronis-
do, con cuya importante familia Verdad sos- ta y político en el México independiente, fue
tendrá contacto intenso durante su juventud y protegido del licenciadoVerdad, sin que exista
su vida adulta. Su padre, el tapatío José de Piei- registro de su paso por el despacho.
ro y Verdad, fue alcalde ordinario de Aguas- Francisco Verdad se casó en 1787 con Ma-
calientes, teniente general del alcalde mayor ría Rita de Moya, criolla de la capital, con
hidrocálido y administrador de las haciendas quien procreó dos hijos: José María y María
de la propia familia de los Rincón Gallardo. Guadalupe Verdad y Moya. Tras varias incur-
Su madre,Antonia Fructuosa Ramos Jiménez, siones en arenas comerciales, las más de las
era originaria de San Sebastián, en la Nueva veces infortunadas, Verdad se dedicó eficaz-
Galicia. mente al litigio. Fue abogado patrono, entre
Francisco tuvo varios hermanos. Uno de otros clientes, de la ciudad de México. A pesar
ellos, el sacerdote Tomás Verdad y Ramos, de haber sido declarados incompatibles es-
capellán del convento de Capuchinas de La- te nombramiento y el de síndico del común,
gos, defendió la causa realista durante la guerra Verdad ostentó ambos cargos hasta su muerte
de Independencia. Dado que la familia tenía en el sombrío año de 1808.
reputación de noble,Verdad logró ser incluido Junto con Juan Francisco de Azcárate,Ver-
en el Nobiliario cuando, en 1803, fue propues- dad escribió la Representación del cabildo capi-
to por el Ayuntamiento de la capital del reino talino contra la Cédula de Consolidación de Vales
para una regiduría honoraria. Reales (1805). Se le ha atribuido, sin bases
A partir de 1779 o 1780, realizó sus estu- sólidas, participación en la conspiración in-
dios en el Real Colegio de San Ildefonso en dependentista y republicana de 1793. Fue
la ciudad de México. Obtuvo el bachillera- miembro de la Junta de Caridad de México
to en Artes, común a todos los letrados de la (1807), regidor honorario de la capital novo-
época, por la Universidad de México en 1782. hispana (1806-1808) y síndico del común del
Estudió Cánones y en 1784 recibió de la Au- mismo Ayuntamiento (1805 hasta su muerte).
diencia de México el título de abogado. En el Desde esta posición promovió, en 1808, la
mismo año se matriculó en el Ilustre y Real asunción de poderes por parte de las autorida-
Colegio de Abogados, que había sido funda- des erigidas en el reino ante la invasión napo-
do en el año de su nacimiento. En el seno del léonica a la península y las abdicaciones regias
Colegio se desempeñó como revisor de la en Bayona, buscando en consecuencia que
cuenta del rector, consiliario, promotor, sino- la Nueva España se adhiriese al movimiento
dal anual, sinodal perpetuo y fiscal de la Aca- juntista que por entonces defendía en la mo-
demia Teórico-Práctica de Jurisprudencia (el narquía los derechos de Fernando VII.
primero en ser designado, si bien la Academia El 19 de julio de 1808, el síndico Verdad
no abrió sus puertas sino hasta 1809, muerto leyó ante el cabildo capitalino una exhorta-
ya Verdad). ción a que el Ayuntamiento, junto con el vi-
PRIMO DE VERDAD Y RAMOS, FRANCISCO 131

rrey José de Iturrigaray y la Real Audiencia, Ayuntamiento. En todo ello resulta apreciable
ese “primer senado compuesto de ministros la mano del licenciado Primo de Verdad.
tan leales como sabios advertidos y pruden- A la Junta General del 9 de agosto acudie-
tes”, cumplieran con su deber de mantener el ron los cuerpos capitalinos (incluyendo a la
reino en posesión de la dinastía legítima, la de Audiencia, que lo hizo bajo protesta, y a los
los Borbón, ante el temor de que Bonaparte gobernadores de las parcialidades de indios),
pudiese enviar autoridades a la Nueva España pero también lo hicieron diputados de las
y exigir su reconocimiento. Al término de la ciudades de Xalapa y Puebla. Habiendo lle-
sesión de cabildo, los regidores y síndicos pa- gado a la Nueva España noticias de la erección
saron a cumplimentar al vicemonarca, quien de la “Suprema” Junta de Sevilla, la primera
manifestó sentimientos y compromisos en el reunión de los cuerpos mexicanos tuvo por
mismo sentido legitimista. objeto determinar si se reconocería a la Junta
El día 23,Verdad, junto con el marqués de hispalense como gobierno general de la Mo-
Uluapa, presentó al virrey una propuesta en la narquía. Iturrigaray y el Ayuntamiento opina-
que afirmaban que las abdicaciones de Car- ron que tal reconocimiento sólo debía pres-
los IV y de Fernando VII no tenían validez tarse a cuerpos que contaran con la expresa
en lo referente a la Nueva España. No habien- anuencia del monarca:“aquellas Juntas en cla-
do abdicado los reyes al trono de México, se se de Supremas de aquellos y estos reinos, que
deducía que podía establecerse con validez estén inauguradas, creadas, establecidas o rati-
una autoridad interina en nombre de la dinas- ficadas por la Católica Majestad del señor don
tía con quien había pactado originariamente FernandoVII, o sus poderes legítimos”. En es-
el reino americano. La Real Audiencia, do- ta misma sede se presentó la célebre respuesta
minada por ministros peninsulares, rebate los de Verdad a la imprecación del oidor Aguirre
argumentos del Ayuntamiento, ante lo cual el en el sentido de qué cosa era ese “pueblo” en
cabildo, el 3 de agosto, haciendo expresa re- el que pretendidamente había recaído el ejer-
ferencia a las leyes de Partidas, afirma que el cicio del poder soberano en ausencia del rey:
reino novohispano está en el caso de nom- “las autoridades constituidas”, contestó el
brarse un gobierno provisional (con el virrey síndico criollo, en clara alusión al imaginario
a la cabeza siempre que renovara su juramento regnícola de la época.
ante el reino) hasta en tanto el legítimo mo- En este proceso de incipiente pero tras-
narca abandonase la opresión que le impedía cendental índole parlamentaria, el licenciado
gobernar. El día 5, el Ayuntamiento propuso Primo de Verdad llegó a afirmar, el 2 de sep-
al virrey la erección de una Junta compuesta tiembre, que “para la representación de los
por los cuerpos capitalinos de mayor signi- derechos de todo el reino se necesitaba la
ficación: la Real Audiencia, el arzobispo, la convocación de todas las demás ciudades, vi-
nobilísima ciudad y diputaciones de los tri- llas, autoridades y estados en concepto de es-
bunales, corporaciones eclesiásticas y secula- tar pendiente la calificación de la facultad de
res, nobleza, ciudadanos principales, parcia- representarlas esta Nobilísima Ciudad cuyos
lidades indígenas y de los gremios militar y derechos protesté a salvo”. Pero, ¿cuáles eran
mercantil. Parecía un primer paso ordenado a estos derechos de todo el reino que la cabeza
la ulterior erección de un Congreso del reino no podía ejercer por sí sola? En la respuesta
novohispano independiente de los gobiernos a la pregunta podría haberse hallado la clave
peninsulares, según la idea del fraile peruano de la superación del régimen antiguo y del
Melchor de Talamantes, personaje cercano al inicio de la lucha por la independencia novo-
132 PERSONAJES

hispana. Mas el golpe de fuerza peninsular se quía española con el título Memoria póstuma
encontraba próximo. del licenciado D. Francisco Primo de Verdad y Ra-
Con Gabriel de Yermo a la cabeza, y con mos, que ha gozado de varias ediciones y trans-
la complicidad de la Audiencia y del Arzobis- cripciones.
pado, el comercio europeo tomó el Palacio Rafael Estrada Michel
Real e hizo prisioneros a Iturrigaray y a su
familia el 15 de septiembre. Acto seguido, se Orientación bibliográfica
nombró virrey al anciano Pedro Garibay. De-
tenido el día 16, Primo de Verdad fue enviado Anna, T., La caída del gobierno español en la ciu-
a las cárceles del arzobispado, en las que murió dad de México. Trad. de C. Valdés. México,
el día de su santo, 4 de octubre de 1808, en fce, 1981.
circunstancias que han generado enorme sus- García, G., Documentos históricos mexicanos.
picacia en la literatura nacional. Ed. facs. de la del Museo Nacional de Ar-
El licenciado Verdad alcanzó a recibir los queología, Historia y Etnología (México,
santos óleos, pero murió intestado y en ries- 1910), vol. ii. México, inehrm, 1985.
go de concurso. Su cadáver fue expuesto al Mayagoitia, A., “Francisco Primo de Verdad
público, lo que permite descartar la hipótesis y Ramos”, en Juristas en la construcción de
del envenenamiento como causa de su deceso. América. Est. introd. de L. Martí. Madrid,
Fue sepultado en el santuario de Guadalupe. La Ley, 2010, pp. 161-183.
Carlos María de Bustamante publicaría Tena Ramírez, F., Leyes fundamentales de Méxi-
en El Juguetillo (1812) un resumen de los ar- co (1808-1995), 19a. ed. México, Porrúa,
gumentos constitucionales que el abogado 1995.
mexicano sostuvo ante la crisis de la Monar-

+QUINTANA ROO, ANDRÉS +

De Andrés Quintana Roo dijo alguna vez Lo- cual baste su presencia como funcionario en
renzo de Zavala que “cuando los males públi- los gobiernos de Iturbide y Santa Anna como
cos son de tal gravedad que amenazan grandes excusa para alguna descalificación. Sin embar-
peligros a la libertad de la patria, su pluma vie- go, su paso por la historia de aquellas déca-
ne al auxilio de santa causa y algunos rasgos de das no puede explicarse tan sólo por algunos
Tácito inspiran terror a los tiranos y despier- nombramientos.
tan al pueblo”. Esta frase sintetiza muy bien el Andrés Quintana Roo fue un miembro
significado de la presencia de Andrés Quin- prominente de esa clase ilustrada que tanto
tana Roo en la historia de los primeros años alimentó de ideas y principios al espíritu de
del México independiente y la naturaleza de los insurgentes y de los primeros constitu-
su aporte a la construcción de algunos rasgos yentes del país. Nacido en Yucatán en 1787,
característicos de nuestra fisonomía política. a temprana edad se trasladó con su familia a
Quintana Roo no lució por méritos en com- México, en donde en 1808 comenzaría sus
bate durante la gesta de independencia, y estudios de Derecho en la Real y Pontificia
probablemente su nombre pueda palidecer un Universidad de México, los cuales no termi-
poco ante alguna mirada desprevenida, para la naría sino hasta 1820, tras una breve estancia
QUINTANA ROO, ANDRÉS 133

en Toluca con su esposa, Leona Vicario, en ritu que le movió a sumarse a las filas de la in-
donde habían residido desde 1818, tras aco- surgencia, resultan elocuentes algunos pasajes
gerse a un indulto por su participación en el de su oda “Dieciséis de septiembre”:
movimiento insurgente.
Tal vez recibió de esa formación univer- No será empero que el benigno cielo,
sitaria algunas de las ideas que pronto lo lle- cómplice fácil de opresión sangrienta,
varon a convertirse en uno de los primeros niegue a la patria en tan cruel tormenta
auténticos republicanos del país, en esa gene- una tierna mirada de consuelo.
ración de personajes que, como Valentín Gó- Ante el trono clemente,
mez Farías, serían los primeros exponentes del sin cesar sube el encendido ruego,
liberalismo mexicano del siglo xix. el quejido doliente
En efecto, Andrés Quintana Roo se carac- de aquel prelado que inflamado en fuego
terizó por no suscribir las ideas de los prime- de caridad divina,
ros insurgentes que, tras la caída de la Corona la América indefensa patrocina.
española a consecuencia de la invasión napo-
leónica, reivindicaban el derecho de desco- Padre amoroso, dice, que a tu hechura,
nocer cualquier autoridad peninsular bajo la como el don más sublime concediste,
consigna de que sólo Fernando VII era el le- la noble libertad con que quisiste
gítimo soberano de España y de sus dominios de tu gloria ensalzarla hasta la altura,
de ultramar. Si bien algunos escritos litera- ¿no ves a un orbe entero
rios publicados en 1810 todavía hacían alguna gemir, privado de excelencia tanta,
referencia a “nuestro rey”, muy pronto sus- bajo el dominio fiero
tituyó ese tono piadoso por frases en las que del execrable pueblo que decanta,
dejaba traslucir la animadversión hacia todo lo asesinando al hombre,
proveniente de la península. dar honor a tu excelso y dulce nombre?
Con ese ánimo, en 1813, Quintana Roo
presidió en Chilpancingo la Asamblea Nacio- En esta composición Quintana Roo exhi-
nal Constituyente que declaró la independen- be los rasgos de ese romanticismo mexicano
cia y por primera vez eliminó el nombre de del cual fuera quizás el más sobresaliente de
Fernando VII como referente de la soberanía sus representantes y que tiene como punto de
nacional; esa asamblea estuvo integrada por partida, de acuerdo con José Luis Martínez,
muchos otros hombres sobresalientes, algunos precisamente la Academia de Letrán que el
de los cuales, sin embargo, no coincidieron del propio escritor yucateco presidió algún tiem-
todo con la declaración de independencia ab- po. El estilo literario que marcó a una gene-
soluta y el desconocimiento del rey español. ración de escritores —la primera generación
Quintana Roo se había sumado a la insur- propiamente mexicana, de acuerdo con el
gencia en 1812, en las filas de Ignacio López mismo Martínez— provenía de la formación
Rayón; esto quiere decir que perteneció a la que recibió Quintana Roo en la lírica españo-
primera generación de independentistas y fue la y las letras clásicas, detalle siempre presente
de los pocos que lograron sobrevivir al replie- en sus escritos de toda índole y que parece co-
gue de la insurgencia, gracias a la tenacidad rroborar la afirmación que hiciera Lorenzo de
militar del virrey Calleja, pero también de los Zavala cuando decía que el patricio yucateco
pocos que consiguió superar el trance de la poseía un gusto delicado en la elección de los
aventura imperial iturbidista. Acerca del espí- autores que leía.
134 PERSONAJES

La oda contiene además alabanzas a las fi- por retornar al país, tras un exilio voluntario,
guras de Hidalgo, Morelos e Iturbide, combi- que fracasó por la intervención del ministro de
nados en una extraña si no es que caprichosa Guerra, José Antonio Facio, desencadenó una
mixtura, aunque es fácil suponer que cual- reacción opositora encabezada por el propio
quiera hubiese podido sucumbir al encanto de Quintana Roo, quien trató de presentar una
la parafernalia con que Iturbide se erigió hé- acusación formal como miembro del Con-
roe de la independencia. A ese gobierno im- greso ante lo que él consideraba la posibilidad
perial sirvió Quintana Roo como subsecre- de que el gobierno pudiera expulsar del país a
tario de Relaciones Interiores y Exteriores cualquiera que no fuese de su agrado.
entre 1822 y 1823, hasta que las desavenencias Quintana Roo fue persuadido de detener
con el emperador motivaron su destitución y esa acusación, que en realidad iba dirigida no
ulterior procesamiento. sólo a un funcionario, sino a toda la adminis-
Quintana Roo tuvo una larga carrera par- tración de Bustamante; tras asegurársele que
lamentaria como diputado por el Estado de el ministro Facio sería removido, el entonces
México durante la primera República federal diputado aceptó esperar, pero al no ver cum-
mexicana, desde 1827 hasta 1833, año en que plidas las promesas que se le habían hecho, de-
fue nombrado ministro de Justicia y Negocios cidió hacer oficial la acusación. Su efecto fue
Eclesiásticos, durante los gobiernos de Valen- prácticamente nulo, pero ciertamente causó
tín Gómez Farías y Antonio López de Santa alguna conmoción en el ámbito político y, en
Anna. De su carrera política se pueden sacar todo caso, fue una muestra clara de las con-
algunas noticias que exhiben a carta cabal el vicciones republicanas y liberales de este po-
sentimiento republicano y federalista que lítico.
siempre lo animó. Como ministro de Justicia y Negocios
Como parlamentario, Quintana Roo po- Eclesiásticos, Andrés Quintana Roo se colo-
seía una fama bien ganada desde que cola- có como uno de los pioneros en la lucha por
boró con Carlos María de Bustamante en la la consolidación del Estado laico en nuestro
redacción de la Constitución de Apatzingán, país, lucha que en esos años encabezó Valen-
documento que junto con la de 1824 y la de tín Gómez Farías y que no culminaría sino
1857 merecen colocarse como los momentos hasta muchos años más tarde, de la mano de
más sobresalientes en la configuración insti- Benito Juárez y su generación. En noviembre
tucional del México moderno. Pero allí no se de 1833, Quintana Roo firmó una circular, a
agotó el despliegue de talento parlamentario nombre del presidente de la República, en la
de este elocuente patricio del sur. En 1830, la que se decretaba decididamente la separación
presidencia de Bustamante parecía sumida en de la Iglesia del Estado, consigna que fue cons-
una crisis que hacía posible presagiar una gra- tante en el ideario de Gómez Farías, a la vez
ve conmoción interna, y la oposición, a la que que causa de los desencuentros que tuvo con
pertenecía Quintana Roo, no estaba dispuesta Santa Anna.
a permitir que el gobierno continuara con una Poco tiempo más tarde, durante el gobier-
serie de medidas que no sólo acrecentaba su no de su Alteza Serenísima, como consecuen-
impopularidad, sino que a la par venían acom- cia del régimen centralista adoptado desde
pañadas por una presión creciente en contra 1836, se produjeron diversas conmociones que
del sector que lideraban Guadalupe Victoria y no sólo costaron a México la pérdida de gran
Vicente Guerrero. En este contexto, el intento parte de su territorio, además de la costosa y
del viejo insurgente Manuel Gómez Pedraza sangrienta invasión norteamericana, sino que
QUINTANA ROO, ANDRÉS 135

también desencadenaron episodios que ame- Ese documento constitucional de 1814,


nazaron con mermar todavía más la integridad junto con las colaboraciones que Quinta-
territorial del país. Un caso claro fue el de Yu- na Roo hizo a las publicaciones insurgentes
catán, que rechazaba tajantemente pertenecer como el Semanario Patriótico Americano y El
a una nación central, por lo que amenazó con Ilustrador Americano que dirigiera José Ma-
su separación del país al declararse indepen- ría Cos, serán quizás sus contribuciones más
diente en 1840. Quintana Roo fue llamado significativas durante la lucha por la indepen-
por los propios peninsulares para negociar con dencia. Quintana Roo probablemente no fue
el gobierno central; tras las conversaciones, el ejemplo del hombre de acción o del héroe
los yucatecos lograron obtener una serie de cuyos méritos alimentan toda una mitología,
acuerdos en suma benéficos para sus preten- sino más bien un pensador de ideas claras y
siones, que constituían en rigor un estado de convicciones firmes. Como decía Lorenzo de
excepción con respecto al resto del país. Santa Zavala: “Su aplicación continua a la lectura lo
Anna terminó por no aceptar esos acuerdos y ha hecho perezoso para otro género de ocu-
logró al final doblegar por la fuerza a los yu- pación y la experiencia adquirida en tantas re-
catecos. Entre los puntos destacables de estos voluciones ha infundido en él una calma que
acuerdos que fueron negociados por Quinta- se confunde con la indiferencia”.
na Roo figuraba el permiso a los yucatecos de Tal vez el aporte más significativo de este
subsistir bajo sus propias leyes, la imposibilidad político, jurista y escritor yucateco tenga que
de utilizar sus fuerzas fuera de la propia penín- ver con la manera en que asumió la libertad
sula y la posibilidad de que sus percepciones del país como un proyecto para hacer de la
aduanales fueran para beneficio exclusivo del nuestra una nación viable y justa para todos
propio estado. Es evidente que estos acuer- sus habitantes. Así lo demostró con su carrera
dos hacían que el territorio natal de Andrés parlamentaria y como servidor público, leal
Quintana Roo permaneciera como parte de siempre a los principios republicanos, libera-
la nación bajo un régimen de excepción con les y federalistas, pero además como periodis-
todas las características de un estado federado. ta, desde las páginas de su diario El Federalista
Esto no podía ser bien visto por el gobierno Mexicano, desde las cuales atacó con decisión al
central de Santa Anna y los conservadores, lo gobierno conservador de Bustamante y Lucas
que explica el sentido de la solución final al Alamán y, sobre todo, como escritor que forjó
separatismo yucateco. la primera generación literaria auténticamen-
Tal vez Quintana Roo tenía en mente un te mexicana, la que sobrevivió hasta entrada
precepto originalísimo que en 1814 había la década de 1860, es decir, más de diez años
establecido, junto con Carlos María de Bus- después de su muerte.
tamante, en la Constitución de Apatzingán;
en uno de sus artículos decía ese documento Fernando Serrano Migallón
que la obediencia que un individuo prestara
a una ley con la que no estuviera de acuerdo Orientación bibliográfica
no comprometía su inteligencia, frase con un
espíritu mucho más generoso que el que ha- Costeloe, Michael P., La primera república fede-
bía desparramado Rousseau en las páginas de ral de México (1824-1835). Un estudio de los
su Contrato social, cuando decía que el disenso partidos políticos en el México independiente.
frente a la voluntad general no era más que Trad. de Manuel Fernández Gasalla. Méxi-
una equivocación. co, fce, 1996.
136 PERSONAJES

Historia general de México. México, El Colegio Villoro, Luis, El proceso ideológico de la Revo-
de México, Centro de Estudios Históricos, lución de Independencia. México, Conaculta,
2002. 2002.
Sayeg Helú, Jorge, El constitucionalismo social Zavala, Lorenzo de, Páginas escogidas. Introd. y
mexicano. México, fce, 1991. selec. de Fernando Curiel. México, unam,
1991.

+RAMOS ARIZPE, JOSÉ MIGUEL +

Nació en el valle de San Nicolás, en los su- pues debido a que viajó a la ciudad de Méxi-
burbios actuales de Saltillo, Coahuila, el 15 de co para ingresar en el Colegio de Abogados sin
febrero de 1775. Falleció en la ciudad de Mé- permiso de su obispo, fue recluido en el con-
xico, en 1843. Estudió en el Seminario de vento de Carmelitas Descalzos, en donde re-
Monterrey, Nuevo León, y luego en el de Gua- cibió la comunicación de que debía salir rum-
dalajara, en Nueva Galicia. Fue Bachiller en bo a Cádiz. Por instrucciones del gobernador
Filosofía, Cánones y Leyes. En 1803 se ordenó de Coahuila, Antonio Cordero, el 24 de ju-
como sacerdote. lio de 1810, el Ayuntamiento de Saltillo eli-
Fue profesor de Derecho en Monterrey y gió para la terna que debía sortearse para se-
también capellán y sinodal del obispado. En leccionar al diputado de la provincia, a José
varias ocasiones se presentó a la oposición pa- Domingo López de Letona, originario de esa
ra el cargo de doctoral de la catedral de Mon- villa, pero lectoral del obispado de Oaxaca; a
terrey, pero hostigado por el obispo Primo Fe- Francisco Antonio Gutiérrez, perteneciente al
liciano Marín de Porras, no se le otorgó. Tras comercio de Parras, y a Ramos Arizpe, cura
recibirse de abogado en Guadalajara en 1807, del Real de Borbón. Cinco días después, el go-
en 1810 fue aceptado en el ilustre Colegio de bernador y dos alcaldes testificaron el sorteo.
Abogados. Al abrirse la oportunidad de parti- De inmediato se elaboró la notificación y unas
cipar en las Cortes, convocadas en 1810, fue instrucciones en las que se autorizaba a Mi-
electo por el Ayuntamiento de Saltillo como guel Ramos Arizpe a que “por sí y a nombre
su representante. Participó de manera destaca- de toda esta provincia [...] pida y promueva
da en las Cortes de Cádiz y, tras ser víctima del ante el rey nuestro, que Dios guarde, o en su
absolutismo de Fernando VII, se incorporó representación ante el Real y Supremo Con-
como suplente en las de Madrid de 1820. sejo de Regencia todas las cosas contenidas
La intervención de Ramos Arizpe en las en ella para el bien general de la provincia”.
Cortes en los dos periodos (1811-1813 y 1820- Por órdenes del virrey y del arzobispo de
1821) resultó destacada, pues estuvo involu- México, Ramos Arizpe salió rumbo a Cádiz el
crado en varios de los temas principales que se 28 de diciembre de 1810. Si bien su viaje fue
trataron en ellas, a saber: Inquisición, libertad accidentado (se contagió de fiebre amarilla
de imprenta y proyectos de Constitución. En en el puerto de Veracruz), arribó a Cádiz el 28
las dos ocasiones representó a Coahuila, que de febrero de 1811. Unos días después, el 21 de
formaba parte de las Provincias Internas de marzo, se incorporó a las Cortes.
Oriente, en la Nueva España. La elección En las sesiones de 1811 a 1813 participó
de Miguel Ramos Arizpe fue accidentada, en las comisiones de Justicia, Biblioteca de las
RAMOS ARIZPE, JOSÉ MIGUEL 137

Cortes, de Honor, Hacienda, y una Especial. Al restaurarse la Constitución, en 1820, el


En el periodo de 1820 a 1821, intervino en representante de las Provincias Internas volvió
las de Examen de Poderes de los cinco indi- a ocupar su curul en el Congreso.Ahí, en junio,
viduos que debían examinar los de todos los una comisión de representantes americanos,
diputados; de etiqueta para recibir a la reina y entre quienes se encontraban Lucas Alamán,
los infantes en la apertura de sesiones, de Exa- Lorenzo de Zavala y Manuel Gómez Pedra-
men de Cuentas y asuntos de las diputaciones, za, presentó una iniciativa parar dividir a las co-
milicias de América, mejora de cárceles, Ecle- lonias en tres reinos con un príncipe de la casa
siástica, Reforma de reglamento, Propuesta de reinante a la cabeza, es decir, bordando sobre
consejeros de Estado y Ultramar. la antigua propuesta del conde de Aranda; un
Sin duda, sus participaciones más destaca- día después, Ramos Arizpe y José María Couto
das tuvieron que ver con la defensa de la auto- proponían algo similar pero sólo para las pro-
nomía de las Provincias Internas y el derecho vincias de la Nueva España, esto es Nueva Ga-
a un gobierno representativo; para ello dio a licia, Reino de Yucatán, Provincias Internas de
conocer una Memoria presentada a las Cortes por Oriente y Provincias Internas de Occidente, y
D. Miguel Ramos Arizpe, diputado por Coahui- en la Alta y la Baja California, aunque curio-
la, sobre la situación de las Provincias Internas de samente se incluía también a Guatemala.A di-
Oriente, en la sesión del 7 de noviembre de 1811. ferencia de la iniciativa anterior, la de Ramos
Su intervención redundó en el establecimien- Arizpe y su compañero excluía a cualquier
to de las diputaciones provinciales; órganos de miembro de la familia real, a fin de “asegurar la
gobierno que, a la postre, representarían un integridad de la Monarquía y derechos consti-
antecedente directo del sistema federal en el tucionales de Fernando VII”.
México independiente. Por otra parte, con- Ambas propuestas planteaban que la anti-
viene destacar que esas instancias de autoridad gua Nueva España asumiría un pago de dos-
de representación regional se mantuvieron en cientos millones de pesos, en un plazo de seis
España a lo largo de todo el siglo xix. años. Finalmente, ninguna de las dos prosperó
Otra intervención suya que llamó la aten- y, al igual que la mayoría de los diputados no-
ción fue la defensa airada que hizo de los dere- vohispanos, Ramos Arizpe salió de España y
chos de los miembros de las castas, particular- retornó a su país para incorporarse a las nuevas
mente los descendientes de africanos, a tener estructuras políticas que se creaban entonces.
una representación equitativa en las Cortes y En efecto, a su retorno, el Plan de Iguala que
a que no se les regatearan sus derechos polí- promulgó Agustín de Iturbide había concre-
ticos. Al hacerlo, condenó las políticas “bárba- tado la independencia y el inquieto diputado
ras” y “tiránicas” que durante 300 años habían se encontró con el gobierno que trataba de
gober nado en América, mismas que les restrin- organizarse.
gían a esos sectores el ingreso a las institucio- A su regreso a la Nueva España, ahora Im-
nes educativas. Con ello, se destacó claramente perio Mexicano, Ramos Arizpe no logró in-
como uno de los diputados más radicales en corporarse al primer Congreso, pero presenció
Cortes, por lo que, al regreso de Fernando VII la creciente oposición al emperador Agustín
y su consiguiente derogación de la Constitu- de Iturbide y tras su derrocamiento se inte-
ción liberal, Ramos Arizpe fue encarcelado gró al nuevo Congreso que se convocó. Ahí se
durante los años del absolutismo; primero in- planteó el dilema sobre el tipo de República
comunicado en una mazmorra, después en la que se establecería en México y Ramos Ariz-
Cartuja de Ara Christi, en Valencia. pe se manifestó como un defensor decidido
138 PERSONAJES

de los intereses de las diversas regiones, es de- Dos años después, en 1833, el liberal
cir, de un sistema federal; debido a su intensa coahuilense se incorporó a un gobierno re-
participación en la elaboración del nuevo có- formista que durante poco más de doce meses
digo constitucional de 1824, en México se le encabezaron el militar veracruzano Antonio
ha llamado “padre del federalismo”. López de Santa Anna y el médico jalisciense
Rápidamente, Arizpe se incorporó al nue- Valentín Gómez Farías. Esa administración
vo orden institucional con el primer ejecu- se abocó a promover una educación laica, des-
tivo republicano, Guadalupe Victoria; con él amortizar bienes eclesiásticos y plantear una
colaboró como ministro de Justicia y Nego- separación entre el Estado y la Iglesia. Para lle-
cios Eclesiásticos. Como fue común entonces, var a cabo esa tarea, sin embargo, tal régimen
pronto se vio involucrado en las vicisitudes acudió a medidas extremas, entre las que se
políticas del nuevo orden y aunque renunció destacó la llamada “Ley del Caso” que consis-
a la logia yorkina por el carácter furibun- tía en hacer una lista de individuos que debían
damente antihispano de esa organización, se salir del país en un plazo perentorio, lo cual
mantuvo en el ministerio hasta marzo de 1828, se aplicaría a todos aquellos que estuvieran en
poco después de que se publicara la Ley Fe- “el mismo caso”. La peculiaridad aludida con-
deral de Expulsión de Españoles, a la que, se sistía en ser enemigo del gobierno. Es decir,
supone, se opuso. que esas autoridades liberales acudieron a un
En los años que siguieron, Ramos Arizpe subterfugio para evadir las leyes a fin de per-
se mantuvo al margen de la primera sucesión seguir a sus opositores, ignorando sus garantías
presidencial y de las convulsiones que le suce- individuales. Aunque se supo que el promo-
dieron: impedir que el ganador de las eleccio- tor de esa medida había sido el vicepresiden-
nes —Manuel Gómez Pedraza— tomara po- te Valentín Gómez Farías, el hecho es que la
sesión y que el presidente sustituto —Vicente firmó el presidente Santa Anna y la expidió
Guerrero— apenas durara en el cargo un año; el ministro de Justicia, Miguel Ramos Arizpe.
en cambio, el inquieto coahuilense colaboró Pareciera que tal fervor reformista hizo mella
con la siguiente administración, la del vice- en el otrora diputado radical.
presidente Anastasio Bustamante. Tras su participación en ese gobierno re-
En efecto, en marzo de 1831, Miguel Ra- formador, Ramos Arizpe reaccionó frente a
mos Arizpe fungió como representante di- algunas de las medidas reformistas. Así, en no-
plomático de la llamada “administración Ala- viembre de 1834, incorporado al cabildo ecle-
mán”, por la importancia que este político siástico de Puebla, firmó una representación
guanajuatense tuvo en ella. Su labor entonces solicitando la reposición de los capitulares de
consistió en la negociación y firma del Trata- las catedrales del país, despojados por una “lla-
do de Amistad, Comercio y Navegación con mada” ley de un año antes. Es decir, cuestio-
la República de Chile. Este texto, además de nó la legitimidad de las disposiciones de esa
establecer de manera recíproca la condición polémica administración de la que él había
de “nación más favorecida” en cuestiones co- formado parte. En los años que siguieron se
merciales, estipulaba que ambos países se com- desempeñó como chantre de la catedral en
prometían a que en el caso de entablar nego- Puebla y se alejó sustancialmente de la polí-
ciaciones unilaterales con España con miras tica. En 1841 fue designado como miembro
a obtener el reconocimiento de su indepen- de una junta de representantes de los departa-
dencia, abogarían por los derechos de la otra mentos para elegir a un presidente provisional,
nación hispanoamericana. y, al año siguiente, se le eligió como diputado
RUIZ DE APODACA, JUAN 139

para un nuevo congreso. En la primera, salvo Alessio Robles, Vito, Ramos Arizpe. México,
cumplir el trámite para el que fue nombrado, unam, 1937.
no tuvo ninguna participación particular y al Benson, Nettie Lee, “La elección de José Mi-
segundo ni siquiera se presentó. guel Ramos Arizpe a las Cortes de Cádiz
Ante ello, en 1841, cuando el primer mi- en 1810”, en Historia Mexicana, núm. 132,
nistro español en México, Ángel Calderón abril-junio de 1984, pp. 515-539.
de la Barca, lo conoció, dijo: “¡Cuán diferen- Benson, Nettie Lee, La diputación provincial y
te de lo que era!” Miguel Ramos Arizpe fa- el federalismo mexicano. México, El Colegio
lleció en la ciudad de México en 1843. Sin de México, 1955.
duda, su vida ilustra vivamente los esfuerzos Fisher, Lillian E., “A Comanche Constitu-
y las vicisitudes de la creación de un nuevo tionalist: Miguel Ramos Arizpe”, en His-
orden institucional que se sucedieron en el panic American Essays; a Memorial to James
mundo hispánico tras la revolución liberal. Alexander Robertson. Ed. de A. Curtis Wil-
gus. Chapel Hill, 1942.
Miguel Soto Estrada Juicio político en España contra Miguel Ramos
Arizpe. Present. de Antonio Martínez Báez.
Orientación bibliográfica México, Senado de la República, 1985.
México en las Cortes de Cádiz. México, Empre-
Alessio Robles,Vito, Coahuila y Texas desde la sas Editoriales, 1949.
consumación de la independencia hasta la fir-
ma del Tratado de Guadalupe Hidalgo. 2 vols.
México, s. e., 1945.

+ RUIZ DE APODACA, JUAN +

Hijo del importante comerciante de origen de fragata comandó sus primeras operaciones
alavés Tomás Ruiz de Apodaca y Eliza López navales en contra de los ingleses, primero, y
de Letona y Lasqueti, Juan Ruiz de Apodaca tiempo después en contra de la Francia revo-
nació en Cádiz en 1754. A diferencia de su lucionaria en el Mediterráneo, operaciones
padre, que forjó una poderosa red mercantil cuyo éxito le valió el grado de brigadier. Los
atlántica operada desde Cádiz, Juan Ruiz de últimos años del siglo xviii y primeros del xix
Apodaca recibió desde muy joven una forma- desempeñó funciones defensivas tanto en las
ción militar que lo destinó a la carrera de las costas gallegas cuanto en las andaluzas.
armas. Fue adiestrado en la escuela gaditana de Las abdicaciones de los reyes españoles y
la marina española y para 1770 ya había sido la invasión de las tropas napoleónicas lo sor-
ascendido a alférez de fragata. A partir de ese prendieron en Cádiz ostentando el cargo de
año, su trayectoria fue en franco progreso. comandante general de la Escuadra de la Mar
En las décadas de 1770 y 1780 formó parte Océano. Como tal, Ruiz de Apodaca se vio
de numerosas misiones trasatlánticas que, entre obligado, en junio de 1808, a abrir hostilida-
otros objetivos, debían proteger las rutas co- des en contra de los navíos franceses que se
merciales que vinculaban a la metrópoli con el encontraban fondeados en la bahía de Cádiz
virreinato del Río de la Plata.Ya como capitán obteniendo su rendición y revitalizando, con
140 PERSONAJES

la incorporación de esos buques, la maltrecha 1820, cuando el Ayuntamiento propietario de


marina española. A los pocos días de aquella México tuvo que dar paso al nuevo Ayunta-
victoria fue comisionado por la Junta de Sevi- miento constitucional, los viejos capitulares no
lla para entablar negociaciones diplomáticas desaprovecharon la ocasión para extender un
en Londres con el gobierno británico, encar- informe en favor de la labor del virrey conde
go que le fue ratificado por la Junta Central y del Venadito. Aquel documento abiertamen-
que lo llevó a permanecer en la capital inglesa te laudatorio presentó cifras exorbitantes que
entre 1809 y 1811 involucrado en la tarea de buscaban dar lustro a la gestión de Apodaca y,
fraguar una alianza europea antinapoleónica. en particular, a su eficaz desmantelamiento de
En 1812 fue designado capitán general y la rebelión. Según la Noble Ciudad, además
gobernador de la isla de Cuba, cargo que de- del saneamiento de la hacienda y de innume-
sempeñó hasta 1816, año en que el restableci- rables obras públicas, al virrey se debían en tres
do reinado absolutista de Fernando VII lo años 9 998 rebeldes muertos, 6 000 prisione-
nombró virrey, capitán general y jefe políti- ros y 35 000 indultados. Pese a que las cifras
co superior de la Nueva España en sustitución son, por lo menos, cuestionables, es cierto que
de Félix María Calleja. Desde su llegada a la la historiografía ha considerado el gobierno de
ciudad de México, Ruiz de Apodaca buscó Ruiz de Apocada, en términos generales, co-
diferenciarse de su antecesor. En ese sentido mo un periodo de creciente pacificación de la
pretendió implantar una política indulgente Nueva España y, de manera proporcional, co-
que aliviara la deteriorada sociedad novohis- mo una etapa de decaimiento insurgente. No
pana que para entonces había sufrido más de obstante, historiadores como Christon Archer
un lustro de revolución y de gobiernos excesi- han investigado sistemáticamente los años de
vamente militarizantes. 1816 a 1820 para matizar estas impresiones.
En efecto, con sus medidas consiguió que Los estudios muestran que en esta etapa no se
centenares de rebeldes se acogieran al indulto. desvaneció la guerra en la Nueva España, no al
La insurgencia, en tanto lucha armada, em- menos en su capacidad de maniatar al gobierno
pero, había perdido impulso y organización e impedir el orden en múltiples regiones que
tras la derrota de Morelos. Cuando Ruiz de veían alteradas o interrumpidas sus actividades
Apodaca asumió el mando del virreinato, la económicas y su vida cotidiana. La percepción
rebelión se había atomizado hasta convertir- de pacificación o del fin inminente de la gue-
se en una casi endémica guerra de guerrillas. rra —y de la consiguiente victoria de las tropas
Permanentes focos de insurrección como el del rey— fue, de algún modo, producto de una
que mantuvoVicente Guerrero en la sierra su- suerte de campaña publicitaria orquestada por
reña no lograron ser sofocados por las fuerzas el gobierno del virrey Apodaca. La realidad de
armadas virreinales. En términos militares, la la Nueva España, no obstante, era bien distinta.
victoria más sonada del gobierno de Ruiz de Si bien para 1820 la insurgencia como tal ha-
Apodaca fue la destrucción de la expedición bía dejado de representar una amenaza para el
de Xavier Mina, a quien el mariscal Pascual mantenimiento del régimen, la guerra se en-
Liñán derrotó y apresó en el rancho del Ve- contraba en una situación de empate técnico
nadito (cerca de Silao, Guanajuato) en 1817, que tenía a los grupos en disputa y a la socie-
motivo por el cual la Corona le concedió al dad en franco agotamiento. Los irreductibles
virrey el título de conde del Venadito. núcleos de rebelión (que podían o no reivin-
El afán (y el éxito) supuestamente conci- dicarse como insurgentes o independentistas)
liador de Ruiz de Apodaca debe matizarse. En mermaban el ánimo de la mal pagada y disper-
RUIZ DE APODACA, JUAN, CONDE DEL VENADITO 141

sa tropa oficial y afectaban la producción y el perspicacia para darse cuenta de la fuerza de


tráfico comercial de buena parte de las provin- la nueva revolución. Su autoridad disminu-
cias del virreinato. La extenuante circunstancia yó de forma inversamente proporcional a las
novohispana había provocado la militarización adhesiones que sumaba el proyecto de Itur-
de muchos de los gobiernos provinciales y la bide. Paulatinamente trató de implementar,
lógica marcial se había impuesto en la toma de en vano, actitudes y medidas dictatoriales que
decisiones. sólo dejaron ver su desesperación y relativa so-
En ese complejo panorama, el virrey Ruiz ledad al frente del virreinato.
de Apodaca —que para ese entonces ya en- Con la mayor parte del territorio asocia-
cabezaba sus decretos como conde del Ve- do al Plan de Iguala, las tropas expedicionarias
nadito, Gran Cruz de las órdenes militares y acantonadas en la ciudad de México se amo-
nacionales de San Fernando y San Herme- tinaron la noche del 5 al 6 de julio de 1821
negildo, comendador de Ballaga y Algarga en cuando Ruiz de Apodaca se hallaba sesionan-
la de Calatrava y de la condecoración de la Lis do con la Junta de Guerra, que pidió su se-
del Vendé— recibió las noticias metropolita- paración del cargo en favor de alguno de los
nas que anunciaban el restablecimiento de la subinspectores. Argumentando la ineficacia y
Constitución de Cádiz. Con un sensible retra- debilidad de sus decisiones y su incapacidad
so de poco más de un mes que dio pie a bien para hacer frente a los independientes, la tropa
fundadas suspicacias, juró el código ante la amotinada rechazó en las negociaciones que
Audiencia de México el 31 de mayo de 1820 Apodaca, separado del mando militar, conti-
y ordenó su observancia en todo el virreinato. nuara como jefe político. Ante la intransigen-
Echada a andar la maquinaria constitucional, cia, el conde del Venadito redactó su renun-
el conde del Venadito (en calidad de capitán cia y el gobierno fue asumido por el mariscal
general y jefe político superior de la Nueva Francisco Novella. Permaneció recluido en el
España) tuvo que velar por el orden gadita- convento de San Francisco hasta el 25 de sep-
no que implicaba, entre otras cosas, libertad de tiembre cuando, en medio de los preparativos
imprenta y libertad a los presos políticos. festivos para el ingreso triunfal de los trigaran-
En noviembre designó a Iturbide como tes a la ciudad de México, salió hacia Veracruz.
comandante general del sur y rumbo de Aca- En octubre se embarcó con rumbo a La Haba-
pulco, con las mismas facultades que había te- na y de ahí partió a España.
nido el coronel José Gabriel de Armijo y con Debido a su vinculación con el reinado
el especial encargo de apagar la insurrección absolutista de Fernando VII, no tuvo cabida
encabezada por Guerrero y Ascensio. Cuan- en ningún cargo durante los años que perma-
do Iturbide y Guerrero se aliaron bajo el pro- neció vigente el régimen constitucional, pero
yecto independentista en febrero de 1821, en cuanto el soberano logró abolirlo nom-
Apodaca fue invitado a adherirse al Plan de bró a Ruiz de Apodaca virrey de Navarra. Sus
Iguala y a presidir la Junta Gubernativa pro- años de servicio a la Corona le fueron reco-
puesta por Iturbide, pero de inmediato recha- nocidos en ese entonces con la Gran Cruz de
zó la oferta, declaró rebelde al autor, sedicioso Isabel la Católica, con la Gran Cruz de Car-
el plan y dispuso combatir a la trigarancia. La los III y con su designación como consejero
dispersión y el mal estado que guardaban las de Estado. Finalmente, el reinado de Isabel II
fuerzas armadas entorpecieron las titubeantes lo honró como Prócer del Reino. Murió en
decisiones del conde del Venadito. En opi- Madrid a comienzos de 1835.
nión de Carlos María de Bustamante, le faltó Rodrigo Moreno
142 PERSONAJES

Orientación bibliográfica Arenal Fenochio, Jaime del, Un modo de ser


libres. Independencia y Constitución en México
Archer, Christon I., “La militarización de (1816-1822). Zamora, El Colegio de Mi-
la política mexicana: el papel del ejérci- choacán, 2002.
to. 1815-1821”, en Allan J. Kuethe y Juan Hamnett, Brian R., Revolución y contrarrevolu-
Marchena F., eds., Soldados del rey: el ejército ción en México y el Perú. Liberalismo, realeza y
borbónico en América colonial en vísperas de la separatismo (1800-1824).Trad. de Roberto
independencia. Castelló de la Plana, Publi- Gómez Ciriza. México, fce, 1978.
cacions de la Universitat Jaume I, 2005, pp.
253-277.

+TALAMANTES, MELCHOR DE +

Fraile mercedario, natural de Perú; teólogo xico) de haberse ocupado de los principales
ilustrado, de pulcro estilo neoclásico; escritor negocios del virrey Francisco Gil de Taboa-
inteligente y audaz, pensador polifacético y da y Lemos, a quien supuestamente servía de
proyectista político. Durante la crisis de 1808 manera confidencial. En cambio, se sabe que
redactó varios escritos relativos a la formación en esos años tendía a abandonar el claustro y
de un Congreso Nacional y otros en los que se interesaba por asuntos políticos y lecturas
consideró la conveniencia de proclamar la heterodoxas. De hecho, es probable que hu-
independencia de la Nueva España. La mayo- biese aprendido a leer francés en aquel tiem-
ría de sus ideas no tuvo el eco que él esperaba po. En una indagatoria inquisitorial, el mer-
y le acarrearon un largo proceso judicial del cedario fue señalado como uno de los sujetos
que no saldría con vida. que había leído y comentado el Contrato social,
Su patria fue Lima, en el reino del Perú. de Rousseau, y otros libros pertenecientes al
Nació el 10 de enero de 1765 en el seno de barón de Nordenflycht, uno de los sabios de
una familia pobre que confió su educación formación alemana que examinaron las mi-
a un fraile mercedario. A los 14 años ingre- nas del Perú.
só al convento de la Merced, y en él realizó Por razones poco claras,Talamantes obtuvo
sus estudios de bachiller. Más tarde, obtuvo el una licencia para trasladarse a la península por
grado de Doctor en Teología por la Univer- la vía de la Nueva España. Se ha pensado que
sidad de San Marcos, donde llegó a ocupar las quería secularizarse,pues unos años antes había
cátedras de Filosofía, Teología y Sagrada Es- hecho algunas gestiones en ese sentido, pero es
critura. En 1789, cuando recibió las órdenes probable que deseara salir del Perú y que estu-
menores y mayores, ya era lector de Teología viera en busca de alguna prebenda eclesiástica
y comenzaba a desempeñar algunas funcio- o de algún oficio que lo liberase de sus obliga-
nes dentro del arzobispado. Para 1795 era un ciones conventuales. Tras una breve estancia
eclesiástico reconocido y solvente, pues había en Guayaquil, se embarcó hacia Acapulco. En
recibido una capellanía en donación. Aun- noviembre de 1799 llegó a la ciudad de Méxi-
que su actividad en esa época es difícil de do- co y de inmediato ingresó como “huésped” al
cumentar, parece falsa la afirmación que hizo convento de la Merced. Su permanencia en
(muchos años después, ante el virrey de Mé- el reino se justificó inicialmente por la dificul-
TALAMANTES, MELCHOR DE 143

tad y los peligros para embarcarse durante la narios y empleados de la burocracia virreinal,
guerra con Inglaterra, pero lo cierto es que pues conocía y manejaba documentación ofi-
logró acomodarse en la ciudad y que se man- cial de primera mano e incluso de carácter
tendría en ella durante casi diez años, hasta reservado. Durante año y medio, recolectó
abril de 1809, cuando fue conducido a Vera- cédulas y órdenes relativas a las provincias del
cruz como reo de Estado. norte; extractó y anotó informes geográficos,
Desde su llegada, se esforzó por demostrar examinó mapas y llegó a componer no sólo el
su presencia entre los competitivos e intrigan- informe y las colecciones documentales que se
tes literatos de la ciudad de México. Cuando se le habían pedido, sino una serie de advertencias
desató la pugna teológica entre “atricionistas” sobre los peligros que amenazaban la fronte-
y “contricionistas”, tomó el partido de los pri- ra y la necesidad de que la Corona española
meros para sostener, con Daniel Concina, que consolidara diplomáticamente los límites con
para la salvación del alma bastaba el arrepenti- Estados Unidos.
miento por temor a la muerte (atrición) y no En febrero de 1807, la Inquisición tomó a
el arrepentimiento profundo (contrición). La mal una solicitud de información —presen-
cuestión era una minucia teológica, pero ge- tada por Talamantes a través del virrey— so-
neró un nutrido debate público en el que el bre los casos que el tribunal hubiese forma-
mercedario se granjeó cierta fama, además de do en las regiones limítrofes con Luisiana. En
enemigos en la orden de Santo Domingo. En su petición, el mercedario insinuaba que, por
1800 compuso un “sermón político moral” la importancia de la comisión, el secreto de
que dejó manuscrito, al igual que otro que la Inquisición debía ceder en favor del bien
predicó en la capilla del Palacio en 1803. En público. Los inquisidores respondieron a Itu-
cambio, ese mismo año logró imprimir su bri- rrigaray que el secreto del Santo Oficio era
llante sermón de Santa Teresa, que había me- necesario para la tranquilidad pública y ma-
recido alabanzas y fuertes críticas cuando fue nifestaron la desconfianza que les inspiraba
predicado. La historiografía reciente ha consi- Talamantes, a quien, por supuesto, rechazaron
derado ese sermón como pieza cumbre de la también su ingenua solicitud de que le presta-
oratoria neoclásica en América. ran las obras de Robertson y del abate Raynal.
Las relaciones que estableció con varios En los meses siguientes se acumularon otras
eclesiásticos y sujetos distinguidos fueron apar- quejas contra él: unas por su empeño de con-
tándolo de la clausura monacal que evidente- seguir documentación reservada y otras por su
mente le repugnaba. En 1805 fue nombrado abandono de la clausura pues, para dedicar más
censor del Diario de México que dirigía el alcalde tiempo a su comisión, había mudado su estu-
Jacobo de Villaurrutia, con quien trabó amis- dio a una casa contigua al convento. Aunque
tad. Su relación con éste y otros sujetos, como esta decisión contó con un permiso del pro-
el capellán del Palacio o el secretario interino vincial, otros frailes manifestaron su disgusto
del virreinato, Manuel Velázquez, lo acercaron y terminaron por convencer al virrey Iturri-
al virrey José de Iturrigaray y, a comienzos de garay de que lo mejor era disponer su regre-
1807, este último decidió conferirle la respon- so a la vida monacal. A mediados de 1809, la
sabilidad de elaborar un informe documental comisión de límites tenía que haber pasado al
sobre los límites exactos entre Texas y Luisia- oidor Ciriaco González Carbajal, junto con
na para dar cumplimiento a una real orden. El los papeles recopilados y los informes realiza-
mercedario se entregó con celo a esta actividad dos por Talamantes, pero la crisis de la Mo-
que le acarreó la enemistad de algunos funcio- narquía se apoderó del reino antes de que se
144 PERSONAJES

efectuara el cambio de la comisión y sin que el de capacidad de gobierno. Señalaba la falta de


fraile hubiese regresado al claustro. facultad legislativa en las autoridades exis-
Al conocerse en México la renuncia de tentes y proponía suplir esa carencia con el
derechos de Fernando VII y la abdicación congreso, a fin de no paralizar al reino. Final-
de su padre en favor de Napoleón Bonapar- mente, advertía el peligro que correría el reino
te, Talamantes se mostró deseoso de opinar y si Estados Unidos colaboraba con Napoleón,
ávido de consultar cuantas gacetas y papeles se y anticipaba que una de las primeras medidas
publicaron o circularon en el reino. Los mar- del Congreso Nacional tendría que ser la ce-
queses de Guardiola, los de San Juan de Rayas, lebración de un tratado de límites y paz con
los de Uluapa y la esposa del intendente de aquel país.
San Luis Potosí lo invitaban a sus tertulias, La relación de Talamantes con los pro-
de modo que al sobrevenir la crisis, se encon- motores de una junta soberana nunca quedó
tró discutiendo con diversos integrantes de la plenamente esclarecida. Es probable que Juan
elite sobre asuntos de la mayor gravedad polí- Francisco de Azcárate conociese sus opinio-
tica. En un ambiente de expectativas cambian- nes e incluso parte del texto mencionado,
tes y efervescencia política, aceptó y desarrolló pero los argumentos de este regidor nunca
la idea de establecer una junta con facultades fueron tan explícitos en las juntas celebradas
extraordinarias, como lo había propuesto el en el Palacio. Tampoco parece que tuviera
Ayuntamiento de México en su sesión del 19 relación directa, a pesar de sus coinciden-
de julio. Su amistad con el regidor Azcárate cias, con Francisco Primo deVerdad, el síndico
hace suponer que Talamantes fue uno de los del común que apeló a la soberanía origina-
inspiradores de la propuesta pero no hay evi- ria del pueblo, provocando el rechazo de la
dencia testimonial que lo demuestre. Lo único Audiencia y del inquisidor Bernardo de Prado.
cierto es que en esos días redactó un opúscu- Finalmente, es más probable (aunque tampo-
lo sobre la necesidad de establecer un Congre- co se demostró en su proceso) que Talamantes
so Nacional en el que estuviera representada la hubiese mantenido alguna correspondencia
nación española residente en la Nueva España,y con el virrey Iturrigaray sobre el proyecto del
propuso la forma en que éste debía convocar- Congreso y sobre otros que desarrolló des-
se y ejercer su autoridad. El elocuente y bien pués. A mediados de agosto, al ver que el pro-
articulado escrito justificaba con las Leyes de yecto del Ayuntamiento perdía fuerza ante el
Indias la preeminencia de la ciudad de Méxi- embate de la Audiencia, el mercedario decidió
co y el derecho que asistía a las ciudades para sacar cuatro ejemplares de su obra, que había
congregarse cuando la “causa pública” lo exi- copiado a regañadientes el amanuense que le
giera, como era el caso presente. El merce- servía en la comisión de límites. En su proceso,
dario partía de la necesidad de conferir a los dijo haber destruido una copia por sus muchas
gobernantes una legitimidad que sólo podía erratas; las otras tres fueron enviadas al regidor
darles el “pueblo” congregado en ausencia del Manuel Luyando, al fiscal de lo civil,Ambrosio
soberano. Aunque había leído a Rousseau, ar- de Sagarzurrieta, y al oidor, Jacobo de Villau-
gumentaba con el derecho español y sostenía rrutia. El texto lo firmó con seudónimo, pero
una idea aristocrática de pueblo: las autorida- la autoría era un secreto a voces y él mismo
des civiles y eclesiásticas, los representantes de discutió el texto con estos personajes.
los ayuntamientos y los “magnates” del reino. El texto de Talamantes fue leído en el
Más que un problema de legitimidad, llama- Ayuntamiento, pero ya no tuvo buena acogida,
ba la atención sobre un problema inmediato pues la Inquisición había prohibido la sobera-
TALAMANTES, MELCHOR DE 145

nía del pueblo en su edicto del 27 de agosto, y da y se incautaron todos sus papeles, algunos
el proyecto del Congreso podía ser considera- contradictorios entre sí. El acusado se valió de
do sedicioso. Rechazadas y destruidas las co- esta peculiaridad para alegar que eran meros
pias por sus otros destinatarios, el mercedario apuntes para una obra en la que pretendía de-
volvió a su estudio para formular nuevas alter- mostrar que la independencia era pernicio-
nativas políticas. En los días siguientes, redactó sa para la Nueva España. Sus argumentos no
apuntes y opúsculos en los que desarrolló con convencieron a los jueces, pero tampoco se
mayor claridad la necesidad de hacer indepen- pudo demostrar si esos papeles habían sido leí-
diente a la Nueva España, e incluso consideró dos por alguien más ni cuál era el sentido que
la posibilidad de que Iturrigaray se convirtiera el fraile había pretendido darles. Tras emplear
en rey de la nación. En otros, por el contrario, numerosas explicaciones, incluyendo la recu-
expresaba su desconfianza al mismo virrey, a sación (negada) del juez González de Carvajal
quien consideraba ambicioso y sólo intere- y la elaboración de un enjundioso alegato de
sado en su propio beneficio. No es claro cuál defensa, Talamantes arguyó su derecho de es-
era el uso que pretendió dar a unos y a otros cribir papeles privados, afirmando que no se le
papeles, ni si contaba todavía con amigos que podía juzgar por textos que nadie había visto y
pudieran ayudarlo. Como quiera que fuese, el en los que él mismo no creía.
haber repartido copias de su manuscrito sobre Después de seis meses de encierro, fracasó
el Congreso lo puso en evidencia: el hecho fue al intentar fugarse; luego amenazó con sui-
sabido por la Inquisición y por la Audiencia, cidarse si no se le sacaba cuanto antes de la
que acaso reforzaron suspicacias previas. prisión, por lo que los inquisidores pidieron
Tras el arresto de Iturrigaray —realizado en a los jueces apresurar la sentencia. Así, la cau-
la noche del 15 de septiembre de 1808 por un sa se revisó en su estado incompleto y el juez
grupo de comerciantes liderado por Gabriel Fonte decidió que, a pesar de que su culpabili-
de Yermo—, el inquisidor Isidoro Sáinz de Al- dad exigía su “pronto exterminio con arreglo
faro, encargado del gobierno del arzobispado, a derecho”, era mejor enviarlo a España para
ordenó el arresto preventivo de Talamantes y continuar su proceso, a fin de evitar el escán-
se dio a la tarea de revisar los papeles que se en- dalo de ejecutar a un eclesiástico. En conse-
contraron en su escritorio.Tres días después, el cuencia, se le envió al puerto de San Juan de
nuevo virrey, Pedro Garibay, ordenó abrir una Ulúa, en espera de una oportunidad para ser
causa en su contra, fundamentada en la peti- embarcado. Si hubiese llegado a la península,
ción del “pueblo” que había protagonizado el tal vez habría conseguido reducir su condena
golpe político. o alcanzar su exoneración, como lo lograrían
El 23 de septiembre,Talamantes fue condu- otros acusados de infidencia, pero, una vez
cido a las cárceles de la Inquisición, pero sólo más, no pudo partir hacia Europa. Recluido
para reforzar su encierro, pues el proceso que en una infecta “tinaja” de San Juan de Ulúa,
se le formó fue de Estado, en el que fungieron fue víctima de la epidemia de vómito prieto y
como jueces una autoridad eclesiástica, Pedro falleció en mayo de 1809. Cien años después,
de Fonte, y otra civil, el oidor Ciriaco Gonzá- la comisión del centenario de la Independen-
lez Carvajal, con quien tenía viejos problemas. cia mandaría erigir un monumento en el que
Durante el resto de 1808, fueron interrogados se identificó como el lugar de su muerte.
numerosos testigos y él mismo rindió diver-
sas declaraciones. Su biblioteca fue registra- Gabriel Torres Puga
146 PERSONAJES

Orientación bibliográfica Romero del Valle, Emilia, “Fray Melchor de


Talamantes”, en Historia Mexicana, vol xi,
García, Genaro, Documentos históricos mexica- núm. 1, 1961, pp. 28-55.
nos. Ed. facs., t. vii. México, inherm, 1985. Romero delValle, Emilia,“Biobibliografía de
Pampillo Baliño, Juan Pablo, “El pensamien- Melchor de Talamantes”, en Historia Me-
to independentista de fray Melchor de xicana, vol. xi, núm. 3, 1962, pp. 443-486.
Talamantes y su proyecto de organización Talamantes, Melchor, fray, Escritos póstumos
constitucional”, en Anuario Mexicano de [incluye como prólogo el ensayo de Luis
Historia del Derecho. México, unam, Institu- González Obregón]. Ed. de Héctor Cuauh-
to de Investigaciones Jurídicas, 2009, vol. témoc Hernández Silva y Juan Manuel
xxi, pp. 57-101. Pérez Zevallos. México/Oaxaca, uam/
ciesas/uabjo, 2009.

+VENEGAS, FRANCISCO XAVIER +

Francisco Xavier Venegas de Saavedra (1760- Xavier de Lizana, en julio de 1809. El virrey ar-
1838), virrey (1810-1812) y jefe político zobispo fue poco práctico en los difíciles me-
superior (1812-1813), se hizo cargo del go- ses de su gobierno y le imprimió a su mandato
bier no de la Nueva España inmediatamente un sentido más bien pastoral, al grado de que
después de la gran crisis política del reino. El la Audiencia, en un informe enviado a la Re-
inicio de su periodo coincidió con el comien- gencia unos años después, se referiría a él co-
zo de la insurrección en el Bajío encabezada mo pontificado. Aunado esto a una serie de
por Miguel Hidalgo e Ignacio Allende. Su errores políticos, el arzobispo virrey se gran-
tarea no fue fácil pues, mientras combatía a jeó el malestar de las elites, por lo que la pri-
la insurgencia en su primera etapa, tuvo que mera Regencia lo destituyó, transfiriendo el
aplicar varias disposiciones constitucionales mando a la Audiencia Gobernadora, en mayo
que trastocaron el orden jurídico y político de 1810. En opinión de Lucas Alamán, los
establecido, entre ellas la misma Constitución cuatro meses de gobierno de la Audiencia fue-
de Cádiz, cuestión que complicó más el go- ron desastrosos y no hicieron más que avivar
bierno político. el estado de tensión entre autonomistas y re-
Los continuos cambios a la cabeza del rei- galistas. En septiembre de 1810, el disenso
no, previos a su llegada, no habían hecho sino había llegado a tal grado que, aunque Venegas
aumentar la exaltación que se vivía en la Nueva fue recibido con muchas expectativas, por-
España desde la destitución del virrey José de que se pensó que resolvería la tensión reinan-
Iturrigaray. El mariscal de campo, Pedro Ga- te, desde las primeras acciones públicas causó
ribay, impuesto como virrey por los golpistas descontento y, a lo largo de su mandato, las
de septiembre de 1808, pronto demostró un críticas se fueron acrecentando por parte de
comportamiento vacilante, aun cuando desde los desafectos al régimen y de los realistas. Por
los primeros días de su gobierno consultaba un lado, los partidarios de la insurgencia lo
a la Audiencia para cualquier decisión. Por lo vieron obviamente como un obstáculo para
tanto, la Junta Central decidió no confirmar- el triunfo de la revolución llamándolo cruel y
lo y transferir el mando al arzobispo Francisco sanguinario y, por el otro, los realistas le acha-
VENEGAS, FRANCISCO JAVIER 147

caban que había sido demasiado benigno con la Cadena y entonces intendente de Puebla,
los insurgentes. Incluso la propia figura y mo- quien lo acompañó hasta México. La Real
dos de Venegas fueron criticados desde su lle- Audiencia le entregó aVenegas el mando el 13
gada por ser poco acorde con los de un vi- de septiembre en la Villa de Guadalupe y el
rrey a la usanza tradicional, detalle que desató 14 hizo su entrada pública a la ciudad de Mé-
la suspicacia de los novohispanos, quienes en xico como nuevo virrey. Se enteró de la in-
todo veían que se quería entregar el reino a surrección de Hidalgo el 16 por la tarde y
los franceses: “Con botas y pantalón, hechu- convocó a una reunión de corporaciones e
ra de Napoleón” rezaba, según Lucas Alamán, individuos a los pocos días, en la que ordenó
un pasquín que amaneció en las puertas del que se leyera la proclama del Consejo de Re-
palacio. Venegas fue separado del cargo en gencia del 5 de mayo de 1810, que se publica-
septiembre de 1812, aunque no lo dejó hasta ría por bando el 22 de septiembre, dirigida a
marzo de 1814 para ceder su puesto al general los españoles americanos y en el que las au-
Félix María Calleja del Rey. toridades subrayaban la igualdad de derechos
En el momento de la invasión francesa a de los españoles americanos y peninsulares, a
la península,Venegas era teniente coronel reti- la vez que solicitaban mayores préstamos para
rado de las milicias de Écija y regresó al ser- el apoyo a la guerra contra los franceses. En
vicio destacándose en la batalla de Bailén (19 la misma junta,Venegas mencionó las gracias
de julio de 1808), que fue la primera victoria concedidas por su patriotismo a aquellos que
sobre el ejército napoleónico. Después de par- habían apoyado en esos años las anteriores so-
ticipar en algunas otras acciones militares no licitudes de préstamo y muchas recayeron en
tan venturosas, a principios de 1810 fue nom- personas relacionadas con el golpe de 1808,
brado gobernador de Cádiz, lugar adonde se entre ellas el propio Gabriel de Yermo, quien
había trasladado el gobierno político penin- recibió un título de Castilla.
sular al tiempo que su tío, Francisco de Saave- En los primeros días de gobierno hubo
dra, se integraba como miembro del consejo otros movimientos y reacomodos, como la co-
de regencia que se instaló en sustitución de la locación del oidor Guillermo de Aguirre en el
Junta Central. Con seguridad, este conjunto puesto de regente de la Audiencia, después de
de circunstancias concurrió para que Venegas haber estado en pugna con los virreyes ante-
fuese nombrado virrey de la Nueva España: era riores, así como el nombramiento del oidor
un hombre de 50 años con buenas relaciones Juan Jacobo de Villaurrutia, criollo y funda-
políticas, en mando militar con experiencia dor del Diario de México junto con Carlos Ma-
reciente en batalla y gobierno para enfrentar ría de Bustamante, como oidor en Sevilla. La
el difícil escenario ligado a la crisis política promoción deVillaurrutia fue percibida como
y los cambios de mando en la Nueva España una velada forma de destierro por sus posturas
desde el golpe de 1808. autonomistas. Resultaba claro que estas gra-
Venegas llegó aVeracruz a finales de agosto, cias y movimientos de gente intentaban so-
pero demoró en desplazarse a la capital, pues lucionar los enconados enfrentamientos entre
tuvo la intención de tomar conocimiento am- las distintas facciones de las elites, aunque eran
plio de la situación. En el camino hacia Mé- soluciones que llegaban un poco tarde.
xico trabó amistad con varios personajes pro- Inmediatamente Venegas llevó a cabo ac-
minentes y autoridades, como el obispo de ciones militares para contrarrestar el levanta-
Puebla, Manuel Ignacio González del Cam- miento insurgente —vocablo éste que al pare-
pillo, y el coronel Manuel de Flon, conde de cer él mismo acuñó al traducir la palabra con la
148 PERSONAJES

cual los franceses designaban a los guerrilleros de folletos y periódicos profranceses. Cabe
españoles— y tuvieron como objetivo prin- mencionar el manejo de un discurso políti-
cipal la organización de la defensa de lugares co de conciliación en la forma, por ejemplo,
estratégicos y la persecución de los rebeldes, de utilizar y modificar decretos como el de la
pero resultaba difícil con un ejército disper- abolición de tributos. El decreto de la Regen-
so. Venegas ordenó la defensa de Querétaro cia de mayo estaba dirigido en especial a los
con la guarnición de la ciudad de México indios tributarios, pero en la publicación por
y otros cuerpos que salieron al mando de Ma- bando del 5 de octubre de 1810, en español
nuel de Flon, mientras que se organizaban las y náhuatl, Venegas incluyó en la exención a
tropas de San Luis Potosí bajo el de Félix María mulatos, negros y cualquier otra clase tribu-
Calleja, quien llegaría a ser el responsable de taria, siempre y cuando siguiera fiel al rey, que
las derrotas de los primeros insurgentes junto no se dejara seducir por los insurgentes y que
con José de la Cruz. Al mismo tiempo, con- colaborara en forma activa en la lucha contra
vocó al consulado de comerciantes y a oficia- ellos. Otra de sus estrategias fue convocar a los
les del aparato de gobierno para impulsar, de letrados y clérigos a escribir e imprimir fo-
acuerdo con el Ayuntamiento, la creación lletos en contra de Hidalgo y la insurrección
de milicias de vecinos que fueron llamadas prometiéndoles recompensas; sin embargo, a
cuerpos de patriotas distinguidos de Fer nando la larga esta maniobra resultó contraprodu-
VII, y que se dedicarían a la defensa urbana con cente e incluso tuvo que prohibir la aparición
el fin de dejar libre al ejército para otras ne- de ciertos folletos. A pedido expreso de Vene-
cesidades. Su capacidad de organización con gas, los miembros de algunas corporaciones,
pocas fuerzas militares se puso a prueba una como el Claustro de la Universidad y el ilustre
vez más, en los días finales de octubre, cuan- Colegio de Abogados, se dedicaron a escribir
do Hidalgo se acercó a la ciudad de México y breves folletos contra Hidalgo, en los cuales
tuvo lugar la batalla del Monte de las Cruces. recalcaron no sólo el paralelismo de éste con
Venegas desplegó además una incansable vi- Napoleón, sino que lo hacían instrumento de
gilancia para el arreglo de las tropas y se preo- sus proyectos, subrayaban la irreligiosidad
cupó por disciplinarlas, al grado de que en el de sus acciones y la barbarie en la que estaba
breve tiempo de su mandato pudo constituir cayendo la insurrección. Los autores de algu-
un ejército mucho más estructurado y al que nos de los folletos trataron de llevar las mis-
se sumaron las fuerzas expedicionarias llegadas mas ideas a la gente del común, utilizando una
de la península a partir de finales de 1811, lo escritura más asequible y ligera, con lo que
cual aprovecharía Calleja durante su mandato. vulgarizaron a tal grado las cosas que el virrey
Las acciones de emergencia de Venegas tuvo que ponerles un alto.
también incluyeron estrategias políticas en las Tras la derrota y prisión de Hidalgo,Allen-
que utilizó mucho la imprenta, no sólo con la de y otros jefes insurgentes, dos conspiracio-
publicación de diversos bandos relativos a ór- nes fraguadas en la ciudad de México en con-
denes como la abolición de tributos decreta- tra de Venegas obligaron al virrey a reformular
da por la Regencia desde mayo de 1810, pero la defensa y seguridad en la ciudad. La primera
que no había sido aplicada en la Nueva España, conjura tenía como finalidad formar una jun-
sino también con la emisión de proclamas a ta nacional, secuestrar al virrey y dar un golpe
los novohispanos, como la del 23 de septiem- de Estado, emulando los acontecimientos de
bre, en la que los instaba a la unidad frente a la 1808, pero la noticia de la prisión de Hidalgo
revolución, y vigilaba y prohibía la circulación aceleró los planes y los conspiradores pensaron
VENEGAS, FRANCISCO JAVIER 149

que secuestrar al virrey serviría como carta para Carlos III, a finales de 1811, y su estrella y
negociar la libertad de los prisioneros y decla- ascendente político parecían brillar en Cá-
rar la independencia. La conspiración fue des- diz. Sin embargo, la suerte del virrey cambió,
cubierta en abril por la confesión de uno de los pues a partir de principios de 1812, y luego
implicados a un cura, lo que produjo el arresto de la toma de Zitácuaro por Calleja, Venegas
de más de 70 intrigantes —algunos de los cua- comenzó a tener grandes disensos con dicho
les estuvieron presos hasta 1820— y la huida de jefe militar respecto a los pasos a seguir en el
alrededor de 500 personas de la ciudad, quie- proceso de control de la insurgencia.
nes se unieron a las fuerzas de Morelos. Desde finales de 1811 y mientras Calleja
La segunda conspiración que tuvo lugar en preparaba el asalto a Zitácuaro, Morelos ha-
la ciudad de México fue descubierta en el mes bía ido avanzando desde Tierra Caliente hacia
de agosto de 1811 por las denuncias de va- Taxco e Izúcar, lo que lo llevaría finalmente
rios de los involucrados.Ya para entonces Hi- a tomar Cuautla, y asentarse ahí en febrero de
dalgo, Allende y los demás aprehendidos en 1812. Venegas pensaba que la estrategia a se-
marzo habían sido fusilados y la conspiración guir era evitar el avance de Morelos, por lo que
tenía como meta también el secuestro del vi- ordenó a Calleja dirigirse hacia Taxco con el
rrey y su entrega a Rayón y la Junta de Zitá- ejército del centro; sin embargo, éste opinaba
cuaro. En esta ocasión, la respuesta de Venegas que antes tendría que pacificar las provincias
fue más dura buscando que un castigo ejem- del interior mientras otros cuerpos militares
plar disuadiera a los capitalinos de más cons- atendían el problema de Tierra Caliente, así
piraciones, por lo que mandó fusilar a tres de que después de la toma de Zitácuaro, éste se
los cabecillas, el licenciado Ferrer y dos ofi- dirigió a Celaya. Al final obedeció las órdenes
ciales del regimiento del comercio, mientras del virrey, pero las desavenencias habían lle-
que el resto de los confabulados quedaba en gado a tal punto que pidió ser removido del
prisión. Hasta ese momento, la defensa y se- mando.Venegas aceptó la renuncia, pero esto
guridad de la ciudad habían estado a cargo de sólo causó un conato de rebelión entre las tro-
las milicias conformadas por los batallones pas, por lo cual el virrey lo ratificó en la jefa-
de patriotas más algunos soldados de resguar- tura del ejército del centro. De ahí en adelante,
do, pero a partir de los sucesos recientes, Ve- hasta el reemplazo de Venegas por el propio
negas consideró que el sistema de milicias no Calleja al frente del gobierno, las relaciones
resultaba el más eficiente para mantener el or- entre ambos jefes serían muy difíciles, sobre
den ni para disuadir la organización de más todo cuando este último regresó a México
conjuras y actos de desafección. Se elaboró después de sitiar Cuautla, en mayo de 1812. Lo
entonces un plan que llevó al establecimiento largo del sitio y el balance final con el escape
de una junta de policía y seguridad para per- de Morelos fueron una dura derrota para su
seguir y castigar infidencias, la creación de la ejército. El general disolvió al ejército del cen-
policía de barrios, el cierre de accesos a la ciu- tro y se retiró del mando para quedarse a vivir
dad, la utilización de un sistema de pasaportes en la ciudad, instalándose en un importante
y otra serie de medidas para el control de la palacio. La corte que rodeaba a Calleja era tan
gente que se aplicó mediante el reglamento animada como la de Venegas y la cantidad de
del 17 de agosto de 1811. personas que iban de una a otra llevando dimes
Por sus esfuerzos durante un año de com- y diretes acrecentó la rivalidad entre ambos, lo
bate a la insurgencia, el Consejo de Regencia que pronto causó preocupación en el Consejo
decidió otorgarle a Venegas la gran cruz de de Regencia, cuyos miembros comenzaron a
150 PERSONAJES

percibir la necesidad de un cambio en el go- del diputado novohispano Ramos Arizpe,


bierno de la Nueva España. que las cortes exigieron que la Regencia gi-
A casi dos años del estallido de la rebelión, rase a Venegas una orden terminante para la
a principios de septiembre de 1812, Venegas aplicación de la ley, la cual llegó en mayo de
recibió la Constitución promulgada en Cádiz 1812. De nueva cuenta, Venegas no cumplió
el mes de marzo anterior y la orden de pro- la orden y solicitó nuevos pareceres a diver-
mulgarla en la Nueva España. El conjunto de sas autoridades y personalidades, entre ellos
disposiciones constitucionales como la ley al obispo electo, Abad y Queipo. Pero el vi-
de libertad de imprenta, la orden para convo- rrey no pudo sostener más tiempo su postura.
car a elecciones para el establecimiento de los Con la promulgación de la Constitución en
ayuntamientos constitucionales y la Constitu- septiembre de 1812,Venegas quedó obligado
ción misma pusieron en jaque a su gobierno, a establecer la libertad de imprenta el 5 de oc-
pues causó, en palabras de Carlos María de tubre de 1812.
Bustamante, un cataclismo en la ya de por sí La puesta en vigencia de la ley desató las
convulsionada vida de la Nueva España. plumas de Fernández de Lizardi, Bustamante
Desde que fue recibida en enero de 1811, y Barquera, editores de El Pensador Mexicano y
Venegas había podido sortear la aplicación del Diario de México, a quienes se sumaron di-
de la ley de libertad de imprenta promulgada versos publicistas anónimos. Alrededor de dos
por las Cortes en noviembre de 1810. Él, co- meses después, y con el pretexto de las irre-
mo otras autoridades novohispanas, vio a la gularidades y escándalos durante el transcurso
prensa libre como un peligro ante el estado de de las elecciones para los ayuntamientos cons-
guerra, pero no todas las autoridades estaban titucionales,Venegas decidió suspender la ley.
de acuerdo, ya que el Ayuntamiento la veía El acto causó gran revuelo pero, además,Vene-
como positiva. Quizá por este desacuerdo, el gas cometió una serie de errores políticos que
argumento que usó Venegas para no publicar provocaron su caída. Uno de ellos fue convo-
el decreto fue que uno de los miembros de la car al Real Acuerdo, instancia inhabilitada por
Junta de Censura, el regente de la Audiencia, la Constitución gaditana, para obtener un pa-
Guillermo de Aguirre, ya había muerto cuan- recer sobre la supresión de la ley y con la cual
do se recibió su nombramiento, por lo que la mayoría de los asistentes estuvo de acuerdo.
la Junta quedaba incompleta con sólo cuatro Otro error de Venegas fue no hacer efectiva
de los cinco miembros previstos.Venegas dio la actividad de la Junta Provincial de Censura
aviso a la Regencia de la muerte de Aguirre o pedir, como lo propuso el fiscal Ramón de
en marzo, pero también en la península de- Osés en la reunión del acuerdo, que la Re-
moraron en nombrar a un sustituto, tardanza gencia nombrase una junta suprema de censu-
que el virrey aprovechó para dejar la disposi- ra que acelerara los juicios a los transgresores
ción en el cajón y preparar un expediente con del orden que se cobijaban tras la libertad de
el parecer de los tres fiscales de la Audiencia imprenta. El forcejeo entre autoridades que se
sobre la inconveniencia de hacer efectiva la desató a partir de diciembre de 1812, a cau-
libertad de imprenta. Desde enero de 1811, sa de la anulación del decreto gaditano, siguió
el Ayuntamiento de la ciudad de México ele- mucho tiempo después del término del man-
vó diversas quejas a la Regencia porque no dato de Venegas y tocaría a Calleja enfrentar
se estaba aplicando la ley en la Nueva Espa- las consecuencias.
ña y esto fue creando varias presiones para el La supresión de la libertad de imprenta por
virrey, pero fue a partir de un señalamiento bando del 5 de diciembre de 1812 fue de la ma-
VENEGAS, FRANCISCO JAVIER 151

no con otra decisión que tuvo un alto costo constitucionalmente ninguno de ellos esta-
político para Venegas: la anulación del proce- ba contemplado como ciudadano. El propio
so electoral para la instalación del Ayunta- desarrollo del proceso puso sobre alerta al
miento Constitucional en la ciudad de México. virrey, al intendente corregidor y a la Audien-
Junto con la promulgación de la Constitución cia, pues el resultado no favoreció para nada al
se previó la transformación de los ayuntamien- sistema y la población se volcó en celebracio-
tos cuyos cabildos ya no estarían compuestos nes ruidosas y tumultuarias: los 25 electores
por regidores perpetuos, sino que serían ele- que debían designar al Ayuntamiento Consti-
gidos en votaciones que podríamos llamar tucional de la ciudad de México habían nacido
“populares”; asimismo, se previó la elección en América, varios eran conspicuos simpati-
de diputados a Cortes mediante métodos que zantes de la insurgencia y otros más desafectos
eran novedosos. Antes ya se habían realiza- al régimen. Esto hizo que Venegas decidiera
do elecciones en la Nueva España, en 1809, suspender el proceso electoral que no sería re-
para elegir representantes ante la Junta Central tomado sino meses más tarde y ya por decisión
y en 1810 para hacerlo ante las Cortes Extraor- del nuevo virrey Félix María Calleja.
dinarias, pero los procedimientos de elección Junto con la decisión de suspender la li-
recayeron entonces en los ayuntamientos de bertad de imprenta que se tomó en la Junta
las capitales de provincia. Pero entonces, en el del Real Acuerdo del 4 de diciembre de 1812,
caso de las elecciones de ayuntamientos en Venegas ordenó el arresto de los dos auto-
1812 y de diputados en 1813, participarían res de las críticas más duras aparecidas en la
como votantes todas aquellas personas que prensa: Fernández de Lizardi y Carlos María
tuviesen el derecho de ciudadanía, según lo de Bustamante, quien había resultado elector
dispuesto por la nueva Constitución. Aunque cinco días antes y consiguió fugarse. Por su
las elecciones estaban previstas de forma in- parte, el elector Villaurrutia fue desterrado de
directa e incluían complejos procedimientos, la ciudad y detuvieron al elector Juan de Dios
la posibilidad de que los ciudadanos votaran a Martínez, acusado de corresponderse con los
los electores de parroquia causó grandes ex- insurgentes. Venegas ordenó investigaciones
pectativas. durante la suspensión del proceso electoral
La organización de las elecciones para el que le permitieron saber que había habido
Ayuntamiento Constitucional de la ciudad de un intenso trabajo previo a las elecciones, así
México, que deberían llevarse a cabo el do- como también un voto dirigido. Tras las de-
mingo 29 de noviembre de 1812, corrió por claraciones de varios de los encargados de las
cuenta del Ayuntamiento vigente, el intenden- juntas parroquiales se supo que algunas perso-
te corregidor y jefe político de México, Gutié- nas habían acudido a votar con un papel que
rrez del Mazo, y el propioVenegas en su carác- llevaba escrito el nombre de la persona por la
ter de jefe político superior. Sin embargo, y a que votarían. Estas papeletas eran del mismo
pesar del cuidado que pusieron las autoridades tamaño y letra, y coincidían con muchos de
en el proceso de organización, éste no estuvo los votos verbales.
exento de problemas, como, por ejemplo, a la La suspensión del proceso electoral y de la
hora de determinar quiénes tenían derecho libertad de imprenta fueron en realidad el cese
a ciudadanía y quiénes no. En muchas de las de la Constitución misma, recién jurada hacía
juntas parroquiales se permitió el voto de per- dos meses.Venegas envió un informe sobre los
sonas sin tomar en cuenta si eran negros, castas, acontecimientos al Consejo de Regencia sin
sirvientes domésticos o desempleados, aunque remitir el expediente formado sobre la liber-
152 PERSONAJES

tad de imprenta. Meses después, la Regencia Una vez reinstalado en el trono, Fernan-
turnó al consejo de Estado la orden para in- do VII le otorgó a Venegas el título de mar-
vestigar el comportamiento de Venegas y de qués de la Reunión y de la Nueva España,
la Audiencia; el conocimiento de los hechos en 1816, como recompensa por sus servicios
causó un gran revuelo entre los diputados no- prestados al contener a la insurrección. En el
vohispanos que estaban en las Cortes, quienes balance que hace Lucas Alamán del desem-
exigieron, por vía de Ramos Arizpe, una ex- peño de Venegas en la Nueva España, el his-
plicación. Pero para ese entoncesVenegas ya se toriador dedica algunas palabras a subrayar
había retirado del cargo. Desde septiembre de la integridad moral del virrey, cualidad que
1812 la Regencia había girado instrucciones salta a la vista, sobre todo en comparación con
que ordenaban a Venegas regresar a la penín- los anteriores gobernantes, pero también de
sula, pues se le requería ahí por sus conoci- su gran capacidad de trabajo y dedicación
mientos militares, a la vez que se nombraba a sus responsabilidades. Alamán cierra su jui-
a Calleja como virrey. No obstante, el correo cio con una consideración contrafáctica muy
quedó varado en Veracruz hasta principios de interesante: de no haber llegado Venegas al
febrero de 1813, por lo que Venegas no reci- gobierno de la Nueva España en septiembre
bió la orden sino hasta el día 28. de 1810, España habría perdido entonces di-
A pesar de la tensa relación entre Venegas cha posesión.
y Calleja, el virrey intentó dar a éste varios Víctor Gayol
encargos. Por ejemplo, al separarse las Pro-
vincias Internas de Oriente de las de Occi- Orientación bibliográfica
dente, le ofreció el mando a Calleja pero éste
lo rechazó. El 29 de diciembre de 1812, Ve- Alamán, Lucas, Historia de México: desde los
negas nombró a Calleja gobernador militar primeros movimientos que prepararon su inde-
de la ciudad de México, cargo que sí acep- pendencia en el año de 1808 hasta la época pre-
tó. Además, posteriormente a la disolución sente. 5 vols. México, Jus, 1969.
de la Junta de Seguridad, el 7 de enero de Guedea, Virginia, “Las primeras elecciones
1813, el virrey creó una junta militar pa- populares en la ciudad de México: 1812-
ra atender los casos de infidencia y colocó 1813”, en Mexican Studies / Estudios Mexi-
a Calleja como presidente de la misma. De canos, vol. 7, núm. 1, invierno de 1991.
igual manera, el mismo 28 de febrero, Vene- Serrano Ortega, José Antonio, “La imprenta
gas le comunicó en forma verbal a Calleja las se fue a la guerra. La libertad de impren-
nuevas disposiciones en su visita diaria como ta en la Nueva España (1811-1821)”, en
gobernador militar y se acordó el cambio de Memorias de la Academia Mexicana de la His-
mando, que se efectuó el 4 de marzo. Fran- toria, vol. xxxvi, 1993.
cisco Xavier Venegas abandonó de inmediato Zárate, Julio, La guerra de independencia, t. iii,
el Palacio en la ciudad de México y salió ha- de México a través de los siglos.Vicente Riva
cia Veracruz, nueve días después. Palacio, dir. México/Barcelona, Ballescá/
Espasa, 1887-1889.
VICARIO, LEONA 153

+VICARIO, LEONA +

Ni el medio social ni la posición económica Manuelito, y de un escribiente del mismo bu-


de Leona Vicario permitieron vislumbrar el fete, al campamento de Ignacio López Rayón
papel que desempeñaría en la Independencia. en Tlalpujahua, Michoacán.
Nació en 1789 en la capital del virreinato, en Mientras Agustín lamentaba la desapari-
el seno de una familia acomodada. El padre ción de tres valiosos miembros de su bufete,
había llegado de Castilla la Vieja y como pe- sobre todo de su hijo, Andrés se dedicaba a
ninsular ocupaba un lugar privilegiado den- manejar la imprenta en favor de la causa in-
tro de la sociedad colonial. La madre vino al surgente, publicando El Ilustrador Americano,
mundo en Toluca, lo que de por sí implica- El Ilustrador Nacional y El Semanario Patriótico
ba una condición social inferior, misma que Americano. Leona se unió a distancia a esta ta-
compartía su hija Leona, aunque descendiera rea, al enviar noticias, tipos de imprenta y tinta
de la nobleza indígena acolhua. a los jefes rebeldes. Restringía sus gastos per-
Se decía que Leona era huérfana, pero al sonales para poder destinar a la causa la ma-
quedar realmente como tal tenía 18 años de yor parte de los 200 pesos que le daba su tío
edad, de manera que su niñez transcurrió al mensualmente, mismos que le correspondían
lado de sus padres. Ambos fallecieron en 1807 como réditos de su herencia. Su casa se con-
de enfermedad contagiosa. Leona quedó a virtió en centro de reunión, mandaba dinero
cargo de su tío materno y padrino de bautizo, a las tropas e hizo cuanto pudo por ayudar al
Agustín Pomposo Fernández de San Salvador, movimiento. Además de distribuir propagan-
famoso abogado, rector de la Real y Pontificia da, Leona logró convencer a los armeros viz-
Universidad de México y convencido realista. caínos de la maestranza del virrey de que fabri-
En vida de la madre, Leona fue prometida caran fusiles para los insurgentes. Se ocupaba
en matrimonio a Octaviano Obregón, hijo de enviarles medicinas y ropa, arreglaba asun-
del conde de la Valenciana de Guanajuato. En tos personales que los prófugos habían dejado
1809 llegó a la casa del tío de Leona un jo- pendientes en la ciudad de México y apoyaba
ven y apasionado yucateco, Andrés Quinta- a las familias de apresados por infidencia.
na Roo, quien al recibir el grado de Bachiller Leona empezó a destacar por sus activi-
en Artes el 11 de enero de ese mismo año y dades en favor de los insurgentes al unirse al
el de Bachiller en Cánones el día 22, eligió el grupo secreto subversivo de los Guadalupes.
bufete de Agustín para hacer sus dos años de La Junta de Zitácuaro, principal organización
pasantía, obligatorios para obtener el título insurgente en ese momento, mantenía una es-
de abogado. Después de tres años de frecuentar trecha comunicación con la ciudad de Méxi-
la casa de Agustín, donde se ubicaba el bufete co que le permitía estar al tanto de los mo-
y donde se había acondicionado un departa- vimientos de tropa, disposiciones políticas y
mento independiente para Leona, Andrés le actividad del gobierno, gracias a los informes
pidió al tío la mano de su sobrina en matrimo- recabados por este grupo.
nio. El tío se negó rotundamente, escudándose El 27 de febrero de 1813, uno de los co-
en las capitulaciones matrimoniales firmadas rreos enviado por Leona a Tlalpujahua fue
con Octaviano. Andrés reaccionó con cierto apresado en las cercanías de Tlalnepantla. El
romanticismo —se fue a la guerra. Se dirigió, infortunado Mariano Salazar, que así se lla-
en compañía del hijo primogénito de Agustín, maba, no tuvo más remedio que entregar los
154 PERSONAJES

documentos comprometedores, mismos que rosas a Andrés no hay ninguna evidencia. Al


fueron enseñados al virrey. Éste ordenó a una preguntarle el juez acerca de los destinatarios
comisión acudir a casa de Leona para tomar de los otros envíos, Leona se negó categóri-
su declaración allí mismo, cortesía debida a su camente a dar los nombres de personas que
posición social, pues de otra manera la hubie- estaban en la ciudad de México, diciendo
ran encarcelado. Al saber que Leona no se en- “que no sabía y de saberlo, no podía decirlo”,
contraba en casa, las autoridades mandaron a por no comprometerlos. Llegó a declarar que
dos mujeres para interrogar a la servidumbre “no ha de decir de éste, ni de ningún otro,
y averiguar su paradero. Gracias a un oportu- aunque la lleven hasta el último suplicio”.
no aviso, supo que la justicia andaba tras ella. Terminó el proceso con Leona formalmente
Tomó un coche, junto con sus damas de com- presa en el Colegio. Su herencia, que ascendía
pañía y la madre de ellas hasta San Juanico y a 85 400 pesos, una fortuna considerable, ha-
de allí se dirigieron a pie al pueblo de San An- bía sido invertida en el consulado de Veracruz,
tonio Huixquilucan, distante unos 16 kilóme- que a su vez lo invirtió en el peaje y avería del
tros. Leona deseaba ir a Michoacán a buscar camino de México a Veracruz; el dinero fue
a Andrés y sus esperanzas de lograrlo crecie- confiscado por el gobierno.
ron cuando se encontró con un comandante Mes y medio después de los primeros in-
insurgente. Al pedirle que la llevara al cuartel terrogatorios, seis insurgentes irrumpieron
general, recibió la primera pero no la última violentamente en el Colegio de Belén y la
afrenta a su calidad de mujer: éste le dijo sen- rescataron. El virrey ordenó rastrear la ciudad
cillamente que “allí no querían gente inútil ni en busca de los fugitivos; se cerraron las ga-
semejantes muebles, que lo que necesitaban ritas, salvo para “personas notoriamente co-
era gente útil para las armas”. Al ver que no nocidas y de confianza” y arrestaron a varios
podía llegar por sus propios medios, Leona individuos. Sin levantar mayores sospechas, a
escribió a Tlalpujahua pidiendo que vinieran los pocos días salieron rumbo a Oaxaca unos
por ella. Se supone que 400 hombres inten- arrieros con “burros cargados con huacales de
taron rescatarla y proclamarla “Infanta de la legumbres y frutas uno, y otros con cueros
Nación Americana”, en un episodio que posi- de pulque, entre los cuales destacaba una negra
blemente no tenga mucha base histórica. harapienta sentada entre dos de sus huacales”,
Gracias a la intervención del tío Agustín, como recordaba Carlos María de Bustaman-
se había conseguido un indulto para Leona. El te en la necrología que le escribió. Así fueron
primer trago amargo fue encontrar saqueada caminando penosamente hasta Oaxaca, ciu-
su casa por agentes del gobierno que buscaban dad bajo el mando de Morelos, quien le dio
evidencias en su contra. No las encontraron su protección. Leona llegó a Chilpancingo,
pero le robaron su ropa y la de su dama de según parece, a finales de octubre de 1813 y se
compañía. casó con Andrés en la parroquia de Chilpan-
Leona fue llevada al Colegio de Belén, cingo, aunque no existe ninguna anotación en
donde la dejaron en calidad de depositada con los libros parroquiales en este sentido. Siguie-
la recomendación de “no perderla de vista ni ron varios años de recorrer a salto de mata los
un momento”. Los jueces no tardaron en pre- pueblos de Michoacán y del futuro Estado de
sentarse en el Colegio para hacer las pesquisas México, tratando de esquivar a las tropas rea-
de ley y Leona admitió haber escrito cartas a su listas. Durante todo 1816, peregrinaron de un
primo Manuel, pero que trataron siempre de lugar a otro, principalmente en la región de
temas sin mayor trascendencia. De cartas amo- Sultepec, con la que Andrés estaba familiari-
VICARIO, LEONA 155

zado por sus correrías con Rayón. Estaban sin tepec, quien les concedió el indulto y mandó
recursos, sin casa, perseguidos, solos, atenidos llamar a Andrés. Comprendió éste el peligro
a la generosidad de los campesinos de los pue- todavía mayor que correría Leona si no se pre-
blos que quedaban en su camino. sentaba. El virrey firmó el indulto para am-
Después de su triunfal captura de Mo- bos el 27 de marzo de 1818 y con este acto
relos a finales de 1815, el coronel Manuel quedaron a salvo, pero imposibilitados para
de la Concha mandó infructuosamente va- continuar sus actividades revolucionarias. Se
rias solicitudes de indulto a Leona. El coman- fueron a vivir a Toluca y por mucha pobre-
dante tenía especial interés en el caso, tanto za que sufrieran no se podía comparar con las
porque había sido cajero del padre de ella, privaciones de la sierra. Seguramente Leona
como por la posición encumbrada que tenía tenía familiares en Toluca por las relaciones de
la pareja dentro del movimiento. su madre.
En enero de 1817, Leona dio a luz a la pri- La pareja no vio restablecida su fortuna
mera hija de la pareja, teniendo por sala de durante el Imperio de Iturbide, debido a dife-
parto una cueva. Para una mujer que nació rencias ideológicas entre éste y Andrés Quin-
rodeada de los mejores cuidados y en pañales tana Roo, aunque pudieron regresar a la ciudad
de seda, verse sin ropa para la recién nacida de México. Después de la abdicación, Leona
y sin niñera para ayudarle a criarla debió ha- presentó al Congreso una solicitud para la
ber sido la prueba culminante de su adhesión devolución del dinero depositado en el Con-
al movimiento insurgente. Los nuevos padres sulado de Veracruz, que estaba en bancarrota,
colocaron a la niña en un huacal y la llevaron así que el gobierno entregó a Leona, como
al pueblo más cercano a bautizar, siendo su reposición de sus bienes y como recompensa
padrino el jefe insurgente Rayón. Hubo una a sus servicios, una hacienda de labor, pulque
nueva muda de jacal, esta vez a la sierra de y ganado, localizada en los llanos de Apan y
Tlatlaya, jurisdicción de Sultepec, con la espe- tres casas en la ciudad de México, una de las
ranza de encontrar un lugar menos peligroso cuales fue escogida por la familia como resi-
para Leona y Genoveva —como se llamaba la dencia. La casa pudo dividirse en dos partes,
niña— durante la lactancia. según la costumbre de la época: los dueños vi-
El matrimonio se estableció en un po- vían en los altos y rentaban los bajos.
blado situado en una barranca en la sierra de El valor de la actuación de Leona en el
Tlatlaya, aparentemente olvidado del mundo. proceso independentista no fue en el cam-
Tuvo la mala suerte de ser visto y delatado por po de batalla ni en el foro político, sino más
un antiguo jefe indultado, e inmediatamente bien en el esfuerzo, dinero, tiempo y entusias-
otro indultado fue comisionado para apresar mo que prestó a la guerra de independencia,
a la familia Quintana Roo. El 14 de marzo de aun en sus tiempos más desmoralizados, y su
1818, Andrés se dio cuenta de que todo estaba heroísmo, tal como lo entendemos hoy en día.
perdido, de que no había forma de salvar a su Al revisar las causas instruidas contra los in-
esposa e hija. Firmó una solicitud de indulto surgentes, incluyendo las de Hidalgo y More-
para él y para Leona como única protección los, vemos que la presión moral del juramento
contra la tropa que se le venía encima, y salió hacía confesar a los hombres más convencidos
nuevamente a esconderse en la sierra. y de más fuerte dedicación a la libertad. Ter-
Leona fue conducida con su recién nacida minaban por dar detalles de sus campañas o de
al pueblo de Tejupilco. Las autoridades avisa- sus compañeros. Leona tuvo la inmensa suerte
ron de su captura al comandante de Temascal- de escapar de la Inquisición y del tormento;
156 PERSONAJES

no obstante, el ejemplo que dio de fortaleza y Orientación bibliográfica


de integridad tiene señalado mérito.
Lucas Alamán la acusó, a principios de la Bustamante, Carlos María de, “Necrología”,
década de 1830, de sólo haber actuado por en El Siglo XIX, 24 de agosto de 1842.
amor a Andrés Quintana Roo y que lo suyo García, Genaro, Leona Vicario, heroína e insur-
había sido un “heroísmo romanesco”, no un gente. México, sep, 1945.
verdadero patriotismo; ella insistió hasta el úl- Guedea,Virginia, En busca de un gobierno alter-
timo momento de su vida en que las mujeres no, los Guadalupes de México. México, unam,
son capaces de desear “la gloria y la libertad de 1992.
la patria” tanto como los hombres, y segura- Miranda y Marrón, Manuel, Vida y escritos del
mente de modo menos interesado. Fue la mu- héroe insurgente licenciado don Andrés Quinta-
jer más acaudalada que participó activamente na Roo. México, Impresión y Fototipia de
en la guerra de independencia y la que más la Secretaría de Fomento, 1910.
tuvo que defender su honor ante los antago- Torre Villar, Ernesto de la, Los Guadalupes y
nismos políticos que siguieron a la victoria. la independencia. México, Porrúa, 1985.

Anne Staples

+VILLAURRUTIA, JACOBO DE +

Jacobo de Villaurrutia y López Osorio nació del arzobispo Francisco Antonio de Loren-
el 23 de mayo de 1757 en la isla de Santo Do- zana a la península, donde obtuvo el grado
mingo, siendo sus padres el oidor Antonio de de Doctor en Leyes en 1782. Dos años más
Villaurrutia Salcedo, nacido en Tlaxcala, y tarde se casó con Ramona de la Puente y Ca-
Antonia López de Osorio, natural de Ceuta. lera, con quien tuvo varios hijos; después de
En 1764 pasó a la Nueva España, donde su enviudar, contrajo matrimonio con Victoria-
padre fue oidor de la Audiencia de México na de Vorci y Faba, con quien también tuvo
y más tarde de la de Guadalajara, de la que descendencia. Durante su estancia en España,
fue regente, además de gobernador intenden- donde formó parte de diversas academias, pu-
te. Originaria de las provincias vascongadas, blicó varios trabajos y tradujo algunas obras,
la familia de Villaurrutia incluyó a otros dis- entró en contacto con varios reformistas des-
tinguidos personajes, como sus hermanos Ciro tacados como el conde de Campomanes, y
y Antonio, canónigo de la catedral de México, en 1786 fue nombrado por Lorenzana corre-
el primero, y el segundo oidor de la Audien- gidor y justicia mayor de Alcalá de Henares,
cia de Charcas y de la de Guadalajara, de la cargo que le permitió poner en práctica sus
que fue regente, mientras que su hermana ideas ilustradas.
María Magdalena se casó con Francisco de El 27 de enero de 1794 ocupó el cargo de
Fagoaga, marqués del Apartado, quien perte- oidor en Guatemala, donde fundó la Sociedad
necía a una de las más destacadas y ricas fami- Económica de Amigos del País y fue editor de
lias novohispanas. la Gazeta de Guatemala. Sus avanzados puntos
En la Nueva España,Villaurrutia inició la de vista sobre la libertad de comercio lo lleva-
carrera eclesiástica y en 1772 pasó como paje ron a entrar en una seria disputa con Ambro-
VILLAURRUTIA, JACOBO DE 157

sio Cerdán y Pontero, regente de la Audiencia. insistiera en su convocatoria, el oidor Miguel


En 1797 le fue ofrecido el cargo de intendente Bataller propuso que Villaurrutia contestara a
de Chiapas, que no aceptó, y el 16 de abril de las objeciones presentadas, lo que éste llevó
1804 fue promovido a alcalde del crimen de la a cabo en una extensa exposición fechada el
Audiencia de México, puesto que ocupó hasta 13 de septiembre.
1810. Con Carlos María de Bustamante fundó, Su interesante alegato se ubica en el mar-
en 1805, el Diario de México, cuya publicación co de la más pura ortodoxia autonomista.
fue suspendida poco después por el virrey José Reconocía en él que la soberanía radicaba
de Iturrigaray, a solicitud de Juan López Can- en Fer nando VII y concedía plena legitimi-
celada, editor de la Gazeta de México, y sólo se dad a las juntas establecidas en su nombre en
reanudó después de pagar 500 pesos y aceptar la península; no obstante, señalaba que no
que el virrey revisara las pruebas del periódi- debían reconocerse hasta saber en cuál resi-
co. Por ese entonces, Villaurrutia inventó un día la autoridad suprema. Por lo extraordina-
nuevo y complicado sistema de ortografía, que rio de las circunstancias, el virrey debía oír al
motivó otra interesante polémica. reino todo, como lo disponían las Leyes de
Sería la crisis de 1808 la que daría ocasión a Partida, por lo que debía reunirse una junta
la polémica de mayor interés en que participó que lo representara. Si bien bastaba el ejemplo
Villaurrutia y que brindó a los novohispanos la de las provincias españolas, justificó su convo-
oportunidad de promover sus intereses auto- catoria invocando su necesidad y su utilidad,
nomistas. El principal promotor fue el Ayun- las que explicó con cuidado señalando que la
tamiento de México, el cual propuso el esta- junta era necesaria para consolidar la tran-
blecimiento de una junta de autoridades que quilidad, reunir los ánimos y uniformar los
llenara el hueco dejado por la ausencia del mo- modos de pensar. En cuanto a que la Re-
narca. A ello se opuso la Audiencia de Méxi- copilación de Indias prohibía que sin man-
co, constituida en portavoz de los defensores dato real se juntaran las ciudades y las villas,
de la condición colonial, excepción hecha de Villaurrutia precisó que lo mismo disponían
Villaurrutia, partidario decidido de establecer las leyes de Castilla y, no obstante, se habían
una Junta de Gobierno y el único criollo de sus reunido en España; al estar impedido el sobe-
integrantes. Interesado el virrey en reafirmar rano, el virrey podía ejercer los actos de “su-
su poder, que parecía tambalearse, convocó a prema potestad” que fueran necesarios. Pre-
las autoridades, corporaciones y personalida- cisó también que nadie podía asegurar que
des capitalinas para discutir la propuesta del no se presentaran inconvenientes, pero nada
Ayuntamiento, juntas en las que Villaurrutia había ocurrido en las juntas convocadas por
participó activamente. Al discutirse en la del Iturrigaray, y terminaba proponiendo que la
31 de agosto el reconocimiento a la Junta de junta provisional representara en lo posible
Sevilla, propuso que el virrey convocara a una a todas las clases.
junta de representantes de todo el reino mien- A pesar de haber sido uno de los más de-
tras formaba una provisional. En la celebrada cididos defensores de establecer una junta,Vi-
el 9 de septiembre solicitó que se leyera su vo- llaurrutia no fue detenido durante el golpe de
to, ya que uno de los vocales lo había interpre- Estado del 15 de septiembre de 1808, lo que
tado mal; el inquisidor Bernardo del Prado y se debió tanto a lo destacado de su posición
Obejero reconoció haberlo impugnado, pues como a su reconocida probidad. Sin embar-
tales juntas eran sediciosas, o cuando menos go, sí sufrió las consecuencias de haber asu-
peligrosas, y del todo inútiles. Como el virrey mido abiertamente una postura autonomista.
158 PERSONAJES

Así, fue cuestionado sobre fray Melchor de sejo de Regencia y después ante las Cortes y,
Talamantes por haberle dado éste su escrito en su exposición del 11 de julio de 1811, apro-
sobre el establecimiento de un Congreso Na- vechó para dar cuenta de lo que por entonces
cional, por lo que el 24 de octubre informó ocurría en la Nueva España, donde las cárceles
haber tratado muy poco al mercedario lime- estaban llenas de inocentes.
ño y no tener motivos para pensar mal de sus El rechazo de las autoridades de ambos
opiniones, así como haber entregado su es- lados del Atlántico a las propuestas de los
crito a las autoridades. Poco después, a prin- autonomistas provocó que muchos de ellos se
cipios de noviembre, Cancelada lo acusó de convirtieran en descontentos con el régimen
traidor por su voto emitido en las juntas y por colonial. No obstante, Villaurrutia no apoyó
propagar la independencia desde que editaba la insurrección de Miguel Hidalgo. Tampoco
el Diario, denuncia que no prosperó, y en fe- aceptó su nuevo destino en Sevilla. El virrey
brero de 1809 aquél lo acusó ante la Suprema no lo obligó a pasar a España, pero pidió al
Junta Central de haber propuesto formar un Ayuntamiento de Guatemala un informe re-
Consejo que reasumiese el poder de Indias y servado sobre su conducta, que le fue por
enviara embajadores a varios países. En ene- demás favorable. A poco, nuevas sospechas
ro de 1810, Villaurrutia presentó una exten- recaerían sobre él. En la conspiración descu-
sa exposición al arzobispo-virrey, Francisco bierta en abril de 1811 en la ciudad de Méxi-
Xavier de Lizana, refutando tales acusaciones co, que se proponía aprehender al virrey, susti-
y, todavía en junio de 1811, preparó un inte- tuir a los ministros de la Audiencia y establecer
rrogatorio que contestaron diversos testigos y una junta de gobierno, su nombre apareció
que dejó en claro tanto la alta estima en que entre quienes debían componerla y se le acu-
era tenido como que no había sido amigo de só de haber designado a sus integrantes a ins-
Iturrigaray. tancias de su hijo Eulogio, implicado también
Villaurrutia quedaría marcado por los su- en la conjura. Además, en la causa seguida en
cesos de 1808 y sería sospechoso para las auto- enero de 1812 a dos individuos que intenta-
ridades coloniales y hasta para las metropolita- ron unirse a la insurgencia, se mencionó que
nas. No le ayudó el ser mencionado en la causa Villaurrutia había enviado varios impresos y
iniciada en febrero de 1809 a Mariano Casti- algunos objetos a Ignacio Rayón, quien tuvo
llejos por redactar una proclama que propo- de él una elevada opinión y propuso a José
nía convocar a una junta que representara a María Morelos nombrarlo quinto vocal de la
la nación y al rey, y que declarara la indepen- Suprema Junta Nacional Americana por pa-
dencia. Tampoco la denuncia que el propio recerle el más a propósito de todo el reino, lo
Villaurrutia hiciera, en octubre siguiente, de que Morelos no aceptó.
una conspiración en contra de Lizana, orga- Villaurrutia participó activamente en el
nizada por los europeos golpistas. Si bien ese proceso electoral celebrado en la ciudad de
mismo año varios pueblos de Alcalá de Hena- México el 29 de noviembre de 1812 para
res votaron por él como su representante ante designar a los electores de su Ayuntamiento
la Junta Central, se le negó una plaza de oidor constitucional, cuyos resultados fueron con-
vacante a la que tenía derecho como alcalde trarios al régimen colonial y en el que salió
decano y, a principios de septiembre de 1810, electo por la parroquia del Sagrario, mientras
el virrey Francisco Xavier Venegas trajo su que Bustamante lo fue por la de San Miguel.
nombramiento como oidor de la Audiencia Ambas designaciones fueron recibidas con
de Sevilla. Villaurrutia protestó ante el Con- grandes muestras de alegría popular. Salieron
VILLAURRUTIA, JACOBO DE 159

también electos varios Guadalupes, sociedad uno “de los principales corifeos de la insu-
secreta capitalina que ayudaba a la insurgencia rrección”, pero estas acusaciones no impidie-
y con la que Villaurrutia estaba en contacto, ron que prosiguiera su carrera de oidor en la
pero las autoridades superiores suspendieron península.
el proceso e iniciaron averiguaciones. Así, fue En 1822, ya independiente la Nueva Es-
interrogado sobre si se había convocado a los paña, Villaurrutia dejó su puesto de oidor en
pueblos circunvecinos para entrar en la ca- Barcelona y regresó a la que consideraba su
pital a celebrar las elecciones y sobre los rui- patria, donde prosiguió su carrera de jurista y
dosos festejos por sus resultas. Por otra parte, donde, en 1823, ocupó un puesto en la Corte
en reunión extraordinaria del Real Acuerdo, de Justicia. Tomó parte activa en la vida po-
a la que no fue convocado, se suspendió la lítica de la nueva nación como miembro del
libertad de imprenta y se mandó detener a partido escocés y fue presidente del Tribu-
José Joaquín Fernández de Lizardi y a Bus- nal Supremo del Estado de México de 1824
tamante, quien se fugó con los insurgentes a 1827, juez de letras de la capital en 1827 y
después de entrevistarse conVillaurrutia. Éste juez de circuito del Distrito Federal, Estado de
tuvo que salir de la ciudad de México a me- México y Tlaxcala en 1828. En marzo de ese
diados de diciembre, al recibir orden de pasar año, Bustamante pidió a la legislatura de San
a Sevilla a desempeñar su cargo de oidor, pero Luis Potosí que votara por Rayón para presi-
se quedó en Puebla alegando estar enfermo. dente y porVillaurrutia para vicepresidente, lo
Rayón propuso a Morelos su rescate, quien que revela la estima que el primero le tenía; en
lo encargó a Nicolás Bravo, pero Villaurrutia noviembre siguiente fue electo ministro de la
regresó a la capital cuando Félix María Calle- Corte de Justicia, cargo que desempeñó hasta
ja asumió el cargo de virrey y decidió conti- 1832.Víctima de cólera morbus, murió el 24
nuar el interrumpido proceso electoral de su de agosto de 1833.
Ayuntamiento.
No obstante sus desacuerdos con las au- Virginia Guedea
toridades coloniales, que hicieron que su
nombre apareciera tanto en la relación de Orientación bibliográfica
los capitalinos implicados en delitos de infi-
dencia de mayo de 1813, como en la lista que Águila, Yves, “Don Jacobo de Villaurrutia,
Calleja enviara al ministro de Gobernación criollo ilustrado”, en Alberto Gil Novales,
de Ultramar en junio siguiente, y pese al pres- ed., Homenaje a Nöel Salomon. Ilustración
tigio de que gozaba entre los jefes insurgen- española e independencia de América. Barce-
tes y de seguir en contacto con Bustamante, lona, Universidad Autónoma de Barcelo-
Villaurrutia mantuvo su postura claramente na, 1979, pp. 39-47.
autonomista y, en julio de 1813, participó en Bustamante, Carlos María de, Martirologio de
el proceso electoral capitalino para designar a algunos de los primeros insurgentes por la li-
los integrantes de la diputación provincial de bertad e independencia de la América mexicana.
la Nueva España y a sus diputados a Cortes; México, Impreso por J. M. Lara, 1841.
en su casa se celebraron juntas para acordar Guedea,Virginia, “Jacobo de Villaurrutia, un
quiénes debían salir electos y elaborar las lis- vasco autonomista”, en Amaya Garritz,
tas de candidatos. El 21 de enero de 1814 fue coord., Los vascos en las regiones de Méxi-
finalmente obligado a salir a España; según le co, siglos XVI-XX. México, unam, Instituto
comunicó Calleja al ministro de Guerra, era de Investigaciones Históricas/Ministerio
160 PERSONAJES

de Cultura del Gobierno Vasco/Institu- México, Imprenta de J. M.Andrade y F. Es-


to Vasco-Mexicano de Desarrollo, 1999, calante, 1856, t. iii, pp. 908-912.
pp. 351-366. Villaurrutia, Jacobo de, Pensamientos escogi-
Orozco y Berra, Manuel, Apéndice al diccio- dos de las máximas filosóficas de Marco Aurelio
nario universal de historia y geografía, 3 vols. y de Federico II de Prusia. Madrid, 1786.
+LA GUERRA +
+CAMPAÑA DE HIDALGO +

Luego del Grito del 16 de septiembre de 1810, a Salamanca donde pernoctan el 24. Hidalgo
Hidalgo sale de Dolores con más de 700 per- designa comisionados para diversos rumbos.
sonas. Pasan por la hacienda de la Erre, llegan En Irapuato son recibidos festivamente el 25.
a Atotonilco donde el cura toma un lienzo de La muchedumbre en marcha asciende a 9 000
la Virgen de Guadalupe que usará como ban- hombres. Desde la hacienda de Burras, Hidal-
dera. Al entrar la noche arriban a San Miguel go redacta el 28 de septiembre intimación al
el Grande; son más de mil. En esa villa tam- intendente de Guanajuato, Juan Antonio Ria-
bién son liberados los presos y aprehendidos ño, en que menciona los objetivos de la lucha:
los españoles, una de cuyas tiendas es saquea- independencia y libertad de la nación. Riaño
da. Los vecinos criollos proinsurgentes crean la rechaza y espera el ataque encerrado en la
una Junta Gubernativa. Al dejar la villa son ya alhóndiga de Granaditas y resguardado por
1 500. Transitan por Chamacuero (Comon- trincheras externas. Varios ingenieros de mi-
fort), donde el párroco español también es de- nas, entre ellos Mariano Jiménez, se adhieren
tenido. Entran a Celaya al romper el alba del al movimiento, así como el pueblo de Guana-
20 de septiembre. Son más de 4 000. Soldados juato: alrededor de otros mil hombres.Allende
de línea son algo más de 150; los demás, algu- dirige el ataque con tropa de línea; los indios
nos criollos pueblerinos, muchos rancheros, arrojan alud de piedras. Hidalgo al pendiente
castas e indios, pocos armados con armas de desde el cuartel del Príncipe. Caen las trin-
fuego, algunos con lanzas y los más con ma- cheras, Riaño sale a ayudar y al volver reci-
chetes, cuchillos, hondas y palos. Saquean ca- be disparo mortal. Se quema la puerta de la
sas de españoles que han huido. Un solo muer- alhóndiga; entra la plebe, masacra y saquea.
to por haber disparado a la multitud. Algunos Los caudillos reprimen la continuación del
frailes carmelitas son maltratados por resistirse saqueo. Excursión de Hidalgo a Dolores y ha-
a ser registrados en busca del dinero ocultado cienda de la Quemada con objeto de oponer-
por españoles. Al día siguiente, Hidalgo es se a probable avance de Calleja, ganar adhesión
aclamado capitán general, Allende teniente del marqués de Jaral y mandar parte del ejérci-
general y Aldama mariscal; los nombramien- to con Aldama a San Miguel. El 7 de octubre
tos son convalidados por el Ayuntamiento. Hidalgo invita a unos criollos para reconfor-
Circula una proclama no de Hidalgo sino mar la plana de autoridades de la Intendencia;
anónima, que declara el objetivo del movi- se rehúsan por juzgar incompatible el juramen-
miento: quitar a españoles del mando; aclamar to de fidelidad al rey con la independencia de
a la Guadalupana y a Fernando VII. Se dirigen Hidalgo. Luego el cura nombra a otros. Con
163
164 LA GUERRA

Allende promueve fundición de cañones. Éste semejante al de Anzorena.Tocan las haciendas


organiza incorporación y creación de regi- de Pateo y La Jordana, pernoctan en San Feli-
mientos formales. Jiménez parte a Celaya a pe del Obraje y en Ixtlahuaca son recibidos
reunirse con Aldama. Hidalgo y Allende mar- con homenaje.Toluca se entrega pacíficamen-
chan a Valladolid (Morelia) el 10 de octubre te el 28 de octubre: la muchedumbre asciende
por Irapuato, Salamanca, Valle de Santiago, a 70 000 almas. Los toluqueños se admiran del
Salvatierra, Acámbaro, Zinapécuaro e Indapa- orden y comentan que los insurgentes son
rapeo, donde los caudillos reciben comisión gente muy buena. Parte del ejército se des-
de Valladolid para entrega pacífica de la ciu- prende hacia Cuernavaca bajo las órdenes de
dad. Mariano de Escandón, conde de Sierra Juan Ignacio González Rubalcaba. La mayo-
Gorda, levanta la excomunión contra Hidalgo ría, tal vez cerca de 80 000 hombres, de los que
y seguidores declarada por el obispo electo no sólo 3 000 son de línea, y unos 14 000 jinetes
consagrado,Abad y Queipo, por la prisión y el rancheros con lanza, enfila al Monte de las
maltrato de personas consagradas. Ese obispo, Cruces, donde el realista Trujillo presenta re-
autoridades y otros españoles habían huido. El sistencia el 30 de octubre con cerca de 2 000
17 de octubre, entrada triunfal de Hidalgo a efectivos. Gracias a sus cañones produce gran
Valladolid; reprehende al cabildo eclesiástico mortandad en las filas de insurrectos, mas fi-
que no le tributó en catedral el recibimien- nalmente, en hábil maniobra de Allende y Ji-
to que esperaba y toma 114 000 pesos de la ménez, los realistas quedan envueltos. Hidalgo
mitra. Las turbas saquean algunas casas de manda embajada de paz que, estando ya junto
españoles; severa represión de Allende con al enemigo, es aniquilada a quemarropa. Los
muerte de algunos contraventores. El mismo insurgentes vencen, pero hay gran deserción
militar reorganiza regimientos formales: Dra- que aumenta en los días siguientes. Con un
gones de la Reina y del Príncipe, de infantería frío insoportable llegan hasta Cuajimalpa. La
de Celaya y Guanajuato, provincial deVallado- esperada llegada de partidarios de la ciudad de
lid y Dragones de Pátzcuaro. Además de ellos México no se produce, ni noticias. Los caudi-
la multitud de insurrectos asciende a unos llos deciden enviar intimación al virrey, que
37 000 hombres. Se nombra intendente a José la desprecia. Se discute la prosecución o la re-
María Anzorena quien por instrucciones de tirada. Prevalece la opinión de Hidalgo y la
Hidalgo publica bando en que la esclavitud muchedumbre, reducida a 30 000 hombres,
queda abolida, así como el tributo y otros im- retorna por Lerma, Ixtlahuaca y Aculco don-
puestos. De Valladolid marcha a Acámbaro. de se enteran de la proximidad del ejército de
Al pasar por Charo el 20 de octubre es alcanza- Calleja. Allende propone evadirlo y hacer
do por José María Morelos y caminan juntos guerra de guerrillas, pero Hidalgo impone la
hasta Indaparapeo, donde Hidalgo lo comi- batalla el 7 de octubre. Ofuscación por el sol,
siona para insurreccionar el sur. En Acámbaro mala puntería de los cañones insurgentes y te-
se reestructura el caudillaje insurgente: Hidal- rror de la muchedumbre ante la artillería rea-
go queda como generalísimo,Allende, capitán lista provocan rápida desbandada. El botín es
general; Aldama, Jiménez, Arias y Balleza, te- considerable. Allende, Aldama y Abasolo reú-
nientes generales. La multitud en marcha as- nen lo que queda del ejército, 6 000 efectivos,
ciende a 50 000 almas. Luego transitan por y se dirigen a Guanajuato. La muchedumbre
Maravatío, donde se adhiere a la causa el aboga- original del Bajío y lugares de la ruta ha des-
do Ignacio Rayón, quien publicará en Tlalpu- aparecido. Hidalgo sólo es acompañado por
jahua por instrucciones de Hidalgo un bando no más de cinco personas y se apresura a Valla-
CAMPAÑA DE HIDALGO 165

dolid, a donde arriba la noche del 9. Ahí se re- en que reprueba el despojo de bienes que al-
hace y forma un ejército de 7 000 jinetes y gunos insurgentes cometen. Allende, luego de
240 infantes. Vuelve a obtener dinero de la la pérdida de Guanajuato, llega a Guadalajara
Iglesia, confiere grados, envía comisionados y el 9 de diciembre. Junto con él, Hidalgo emite
el 13 escribe una carta sin destinatario claro, otros bandos: en uno requiere de la población
datándola en Celaya, en que engañosamente armas de fuego y otro contra la rapiña y la de-
explica la retirada de Cuajimalpa y la derrota serción. En ningún bando se menciona al rey.
de Aculco. Es un ardid para paliar el descalabro El generalísimo continúa enviando comisio-
y hacer creer que se halla pujante en el Bajío. nados a propagar el movimiento: encomienda
El 15 redacta el manifiesto de respuesta a la In- al cura José María Mercado la toma de San
quisición que lo había conminado a compare- Blas, nombra a Rafael de Híjar para la costa y a
cer para responder las acusaciones de su fiscal. José María González Hermosillo para el no-
Hidalgo evidencia las contradicciones de ese roeste. Con objeto de conseguir apoyo de Es-
tribunal, reitera su fe católica y denuncia a los tados Unidos, la dirigencia insurgente designa
gachupines como idólatras del dinero. No embajador al guatemalteco Pascasio Ortiz de
menciona al rey y propone un congreso. Ahí Letona el 13 de diciembre. Para el pago de la
mismo autoriza el injustificado degüello de tropa, los caudillos se apoderan de dinero del
cerca de cien peninsulares. Sabedor de la toma gobierno español y de la Iglesia. Hidalgo au-
de Guadalajara por el Amo Torres, marcha ha- toriza numerosas solicitudes de ropa o tela pa-
cia allá el 16 de octubre.Al pasar por la villa de ra oficiales insurgentes. A fin de festejar la to-
Zamora el 21, la enaltece como ciudad y re- ma de San Blas y la de Tepic, así como la llegada
dacta una proclama dirigida a los americanos de Allende, se celebran liturgias, conciertos y
(mexicanos) que militaban en las filas realistas teatro en que Hidalgo paga generosamente a
y que habían sido adoctrinados en la fidelidad músicos y actores. Los tapatíos están encanta-
juramentada al rey. Era apremiante que deser- dos de las “virtudes populares y republicanas”
taran. Al efecto, Hidalgo astuta y excepcional- del caudillo. Sin embargo, indios de Juchipila
mente les dice que el movimiento no sólo es y Aposol se niegan a acatar órdenes de su Alte-
por la religión sino también por el rey. La en- za. Desde su llegada, la prensa de Guadalajara
trada apoteósica a Guadalajara el 26 de no- va imprimiendo los bandos, así como el mani-
viembre es seguida de numerosas disposicio- fiesto a la Inquisición, la proclama de Zamora
nes del caudillo: manda quitar el retrato de y una nueva, sobre el derecho natural de la na-
Fernando VII, ordena que lo que era “real” en ción a gobernarse por sí misma.A partir del 20
adelante se nombre “nacional”: la Audiencia, de diciembre se publica, por orden de Hidal-
el palacio, las cajas de hacienda, etcétera. Re- go, y con su supervisión, el periódico El Des-
configura la Audiencia, cuyos miembros han pertador Americano dirigido por el doctor teó-
de jurar defender, no los derechos del rey, sino logo Francisco Severo Maldonado. Saldrán
los de la América. Uno de los oidores, Viana, siete números, hasta el 17 de enero. Arrastrado
halaga a Hidalgo con el tratamiento de Alteza otra vez por el frenesí revolucionario y presio-
Serenísima, que no rechaza. Publica dos ban- nes de la canalla, Hidalgo autoriza el asesinato
dos en que reitera la abolición de la esclavitud, oculto de peninsulares el 13 de diciembre y el
la supresión o moderación de impuestos, así 14 de enero: son alrededor de 300. Tanto por
como la supresión de estancos. Otro más sobre esto como por no mencionar al rey, Allen-
la prohibición del arrendamiento de las tierras de planea el envenenamiento de Hidalgo,
de indios: son para que ellos las cultiven.Y otro que no ejecuta. La proximidad de Calleja por
166 LA GUERRA

el noreste impone prevención. Desde el 9 de fragor del combate arrojan estopines aún en-
diciembre hubo revista de tropa insurgente, cendidos al suelo, donde los zacatones secos
cuyos efectivos se calcularon en alrededor de empiezan a arder hasta propagarse causando
9 000. El 31 del mismo, otra revista, eran cerca espesa humareda que da contra el rostro de los
de 30 000, unos 7 000 de caballería. Como insurgentes. Su confusión es terrible y desas-
también se aproximaba el realista José de la trosa: desbandada, a pesar de los esfuerzos de
Cruz por el oriente, parte del ejército se diri- Allende por mantenerse aún gracias a una ba-
gió a enfrentarlo. Los que quedaron eran algo tería. En el alcance de insurgentes éstos matan
más de 25 000 hombres, de entre los cuales se a Flon. A las tres de la tarde los realistas eran
“lograron armar y disciplinar medianamente dueños de las posiciones otrora de insurgen-
siete batallones de infantería, seis escuadrones tes. Perdieron casi todo. Luego de la derrota,
de caballería y dos compañías de artillería, que los caudillos se dispersan: Ignacio Allende, Ig-
en todo formaban tres mil cuatrocientos hom- nacio Rayón y lo principal de la tropa que
bres”. En el resto había 7 000 indios flecheros queda se dirigen a Aguascalientes. Hidalgo
de Colotlán. La artillería contaba con más de con muy pocos acompañantes, aunque ini-
cien cañones, unos 40 de San Blas, buenos, y cialmente toma el camino de retorno a Gua-
los demás, de menor e ínfima calidad. La ma- dalajara, en realidad traspone pronto el río
yor carencia era de fusiles. Salieron de Guada- Santiago, ya por Puente Grande, ya por San
lajara el 14 de enero de 1811, pasaron por Cristóbal de la Barranca. Llega a Cuquío, a
Puente Grande y la Laja hasta llegar al río Ver- San José los Osotes, a Huajúcar y finalmente
de en Puente de Calderón, donde el 17 tiene a San José de Gracia, Aguascalientes, donde
lugar la batalla. El ejército realista, casi en su permanece unos días hasta que, convocado
totalidad criollos y mestizos, alrededor de por Allende, acude a la hacienda de Pabellón
6 000 hombres bien armados y disciplinados. donde es despojado del mando supremo, que
El realista Manuel de Flon inicia el ataque ha- toma Allende el 25 de enero de 1811. En sen-
cia las nueve de la mañana, mas rechazado tres tido estricto, la campaña de Hidalgo concluye
veces, acude en su auxilio Bernardo Villa- en este momento. El posterior traslado a Zaca-
mil, pero ni así pueden avanzar. Emparán pro- tecas y a su destino final en las Norias de Baján
cede también a cruzar el río y corre la misma y al paredón en Chihuahua quedaron fuera de
suerte. La ventaja es para los insurgentes. Ca- su voluntad.
lleja entonces asume la jefatura del centro,
cruza el puente y logra apoderarse de la bate- Carlos Herrejón Peredo
ría de la izquierda insurgente. Mientras tanto
se incorporan indios de Colotlán, pero su ubi- Orientación bibliográfica
cación es fatal, pues quedan entre dos fuegos;
el insurgente Arias hubo de suspender el suyo, Herrejón Peredo, Carlos, Hidalgo: razones de
lo cual permite avanzar al enemigo. Después la insurgencia y biografía documental. México,
de cuatro horas de batalla, Allende manda dis- sep, 1987.
parar todos los cañones. Como muchos de Hidalgo entre escultores y pintores. Textos de Er-
ellos están mal posicionados, las balas pasan nesto de la Torre Villar et al. Morelia, Uni-
por encima del enemigo. De pronto ocurre un versidad Michoacana de San Nicolás de
incendio del lado insurgente, bien porque una Hidalgo, 1990.
granada hace explotar un parque de muni- Miguel Hidalgo: ensayos sobre el mito y el hombre
ciones, bien porque algunos artilleros en el (1953-2003). Selec. de textos y bibliogra-
CAMPAÑAS DE MORELOS 167

fía de Marta Terán y Norma Páez. Méxi- Herrejón Peredo, Carlos, “Hidalgo y la na-
co/Madrid, inah/Fundación Histórica ción”, en Relaciones, núm. 99, vol. xxv, ve-
Tavera, 2004. rano 2004, pp. 257-285.

+CAMPAÑAS DE MORELOS +

El movimiento insurgente viviría sus mejores De manera convencional, los historiadores


momentos entre 1811 y 1814 cuando se con- han dividido las andanzas de las tropas insur-
virtió en una amenaza real y tangible para el gentes del cura de Carácuaro en cinco cam-
régimen colonial. Durante esos años, el líder pañas definidas por igual número de objetivos
más prominente fue sin duda el sacerdote Jo- estratégicos y por los momentos de receso que
sé María Morelos y Pavón. La historiografía existieron entre cada uno de ellos y que per-
coincide en reconocerle su enorme capacidad miten diferenciarlos.
para organizar un ejército que puso en jaque a Se ha tomado como fecha de inicio de la
las autoridades novohispanas así como su dis- primera campaña militar de Morelos el mo-
posición y dedicación a la construcción de las mento en que, luego de reunirse con Miguel
instituciones político-administrativas que de- Hidalgo en Charo, Michoacán el 20 de octu-
bían sostener el nuevo orden político que se bre de 1810, se dirigió hacia la provincia de
pretendía constituir. Zacatula, en la costa del Pacífico. El objetivo
No obstante, es un acto de justicia señalar parece haber sido privar de los recursos que
que no estuvo solo durante semejante labor. proporcionaba al gobierno virreinal el co-
Por un lado supo atraer a la causa insurgente mercio entre la Nueva España y Filipinas que
a líderes locales con enorme ascendencia so- se realizaba a través del puerto de Acapulco,
bre los pobladores de su región, como los pa- así como hacerse de un sitio que permitiera el
tricios de las familias Galeana y Bravo, quie- abasto logístico de las fuerzas insurgentes. En
nes proporcionaron hombres al movimiento efecto, a fines de ese mismo mes, Morelos in-
y se distinguieron por su arrojo y temeridad gresó a la provincia de Zacatula, también co-
a la hora del combate. Asimismo, tuvo de su nocida como Costa Grande, donde encontró
lado a individuos como Mariano Matamo- una actitud favorable a su proyecto de parte
ros, quienes resultaron bastante hábiles para de la mayoría de la población, en especial de
organizar un ejército disciplinado y eficien- los hacendados-comerciantes. En Coahuayu-
te durante las campañas militares. Por otro tla se le unió el capitán de milicias Rafael
lado, se rodeó de varios letrados de la clase Valdovinos con un pequeño contingente de
media novohispana que se hicieron cargo de milicianos. En Zacatula hizo lo mismo el ca-
sentar las bases políticas del movimiento y pitán Marcos Ramírez y en San Luis de los
diseñar la arquitectura constitucional del Es- Soberanis, se le unieron nuevos elementos. Sin
tado que imaginaron. Para su desgracia, este embargo, la adhesión más importante fue la de
proyecto no pudo llegar a buen término de- varios miembros de la familia Galeana, de gran
bido en gran medida a las divergencias que ascendencia sobre la población costeña, quie-
surgieron entre ellos y con el mismo More- nes llevaron consigo a las tropas de milicianos
los, desacuerdos que facilitaron la derrota que tenían a su mando. Es pertinente aclarar
militar del movimiento. que quien sería el miembro insurgente más
168 LA GUERRA

importante de esta familia, Hermenegildo do tomó medidas para el establecimiento del


Galeana, no se unió a Morelos en esta ocasión; gobierno de las poblaciones controladas por
por el contrario, al principio militó en las fi- la insurgencia. A pesar de que había fracasado
las realistas e incluso participó en un combate en su intento por apoderarse de Acapulco, con
contra los insurgentes, aunque tal parece que esta primera campaña se logró interrumpir el
obligado por el comandante realista Joaquín tráfico comercial proveniente de Filipinas, que
de Guevara. Otros miembros de las elites cos- tuvo que desviarse hacia San Blas. Asimismo,
teñas también proporcionaron apoyo a More- Morelos se granjeó el apoyo de importantes
los, aunque no se unieron a la lucha armada, sectores de los distintos estratos sociales de la
como los Solís y los Soberanis. región que resultarían fundamentales para las
Con estas fuerzas, el jefe insurgente inten- campañas posteriores.
tó sin éxito apoderarse del puerto de Acapulco En noviembre de 1811 inició la segunda
entre noviembre de 1810 y mayo de 1811. No campaña militar que buscaba despojar de re-
obstante, Morelos consiguió algunas victorias cursos al gobierno virreinal para usarlos en
sobre las tropas realistas encabezadas por el ca- beneficio del movimiento rebelde y, al mis-
pitán Francisco Paris, subdelegado de Omete- mo tiempo, ejercer presión sobre la capital del
pec, y el teniente coronel Juan Antonio Fuen- virreinato. De Chilapa se dirigió a Tlapa, prin-
tes, comandante militar de la subdelegación cipal centro urbano y comercial de la agres-
de Zacatula, que se habían atrincherado en el te montaña, entonces parte de la Intendencia
fuerte de San Diego. de Puebla. Un poco más adelante, al pasar por
En mayo de 1811, Morelos desistió en su Huamuxtitlán se incorporó a sus filas el pá-
pretensión de apoderarse de Acapulco y diri- rroco José Manuel de Herrera. En Chiautla
gió sus fuerzas hacia las jurisdicciones de Tix- dividió a su ejército en tres cuerpos. El pri-
tla y Chilapa, aunque dejó a Julián de Ávila con mero, al mando de Miguel Bravo, se dirigió a la
una parte de sus tropas sitiando el puerto. En la Intendencia de Oaxaca, para tomar la capital,
hacienda de Chichihualco, subdelegación de la ciudad de Antequera, donde tenían su asien-
Tixtla, tuvo otra adhesión muy importante: to los prósperos comerciantes que controlaban
la de varios miembros de la familia Bravo, due- el lucrativo negocio de la grana cochinilla. El
ños de esta propiedad y también con prestigio segundo cuerpo, comandado por Hermene-
en la región. Al igual que la de los Galeana, la gildo Galeana, se encaminó rumbo al boyante
ayuda de los Bravo fue de vital importancia pa- mineral de Taxco para apropiarse de los cau-
ra la insurgencia sureña, no sólo por los recur- dales y la plata. Morelos se reservó el mando
sos materiales que proporcionaron a la causa, del tercer contingente y se enfiló hacia Izú-
sino, sobre todo, por el liderazgo que ejercían car, con la intención de amenazar la ciudad de
en la zona. De esta hacienda se dirigió a Chil- Puebla, entonces la segunda más populosa
pancingo y luego de una batalla ocupó tam- de la Nueva España, sólo por detrás de la ciu-
bién la villa de Tixtla, para seguir hacia Chila- dad de México.
pa, la población más próspera de la región, que La campaña hacia el centro del virreinato
había sido abandonada por las fuerzas realistas. tuvo un inicio feliz. Los insurgentes se apro-
Ahí concluyó la segunda campaña. En esa lo- piaron de Taxco, Tetela del Volcán, Cuautla e
calidad se estableció durante casi cinco meses Izúcar, donde se incorporó al movimiento
para reorganizar y abastecer a sus tropas apro- el párroco Mariano Matamoros el 12 de di-
vechando los recursos de la región, en especial ciembre. De igual modo recorrieron con éxi-
la producción textil de la villa. De igual mo- to el valle de Toluca y tomaron Tecualoya,Te-
CAMPAÑAS DE MORELOS 169

nancingo y Tenango. Posteriormente regresó octubre, principal zona de cultivo de tabaco,


a Cuautla donde se acuarteló para organizar entonces monopolio del gobierno imperial y
el cerco en contra de la capital del virreinato. una de sus fuentes de ingresos más sustancio-
Para enero y febrero de 1812, las posiciones sas. Las fuerzas de Morelos quemaron una gran
conseguidas por los insurrectos habían cor- cantidad de la aromática hoja, se apropiaron de
tado casi en su totalidad los lazos comer- otra parte, pero sobre todo contribuyeron sig-
ciales de la ciudad de México con la inten- nificativamente a la desarticulación de dicha
dencia de Michoacán y Oaxaca; asimismo empresa gubernamental.
obstruían de manera significativa las rutas con Luego de estas correrías por Veracruz y
las ciudades de Puebla, Tlaxcala, Orizaba y Puebla, Morelos decidió alcanzar el poster-
Veracruz. gado objetivo de apoderarse de la opulenta
El éxito de las fuerzas insurgentes alarmó ciudad de Antequera. Más de 3 000 soldados
en gran medida a las autoridades virreina- insurgentes cruzaron la mixteca poblana y
les encabezadas por el virrey Francisco Xavier oaxaqueña y el 25 de noviembre de 1812 to-
Venegas, quien comisionó al brigadier Félix maron por asalto la capital de la grana cochi-
María Calleja, uno de los militares realistas más nilla, hecho que tuvo un impacto favorable
capaces, para que se hiciera cargo de contener para la causa insurgente y preocupó aún más al
la amenaza insurgente. En efecto, Calleja im- gobierno virreinal. Aquí se detuvo el caudillo
puso un sitio a las fuerzas de Morelos en Cuau- durante casi tres meses para planear tanto la
tla que duró casi tres meses —entre febrero y estrategia militar como política que desplega-
mayo de 1812—, el cual fue especialmente ría en los siguientes meses.
cruento y dramático para los insurrectos, que En febrero de 1813, las fuerzas insurgentes
rompieron el sitio el 2 de mayo, aunque con se pusieron de nuevo en movimiento. La cuar-
un alto costo en vidas y pertrechos. ta campaña tuvo como propósito concluir
Morelos reagrupó sus maltrechas fuerzas con la inacabada toma del puerto de Acapulco,
en Chilapa en junio de 1812, para reabaste- que los insurgentes tenían sitiado desde fina-
cerse. Desde ahí comenzó su tercera campaña les de 1811. De la ciudad de Antequera, Mo-
militar que tuvo como objetivo cortar la ruta relos se trasladó a Yanhuitlán donde dejó una
de la capital con Veracruz y Puebla, por donde parte de su ejército al mando de Mariano Ma-
circulaba la mayor parte de la plata novohis- tamoros mientras que él decidió bajar hacia la
pana y las mercancías que arribaban de Eu- costa rumbo a Acapulco. En el trayecto tuvo
ropa. En su camino hacia Puebla, se desvió noticias de que, desde Guatemala, avanzaba
momentáneamente a Huajuapan de León pa- el comandante realista Manuel Dambrini con
ra auxiliar a las tropas de Valerio Trujano, que la intención de recuperar la capital oaxaque-
se hallaban sitiadas desde abril por las fuerzas ña. Para contrarrestar esta amenaza giró ins-
realistas. El 24 de julio, el ejército de Morelos trucciones a Matamoros para que saliera al
derrotó a sus enemigos y continuó su marcha encuentro de las tropas leales a la Corona espa-
hacia Tehuacán. Desde ahí llevó a cabo una ñola. El antiguo párroco de Izúcar llevó a cabo
exitosa campaña hacia la Intendencia de Ve- una exitosa campaña hacia el istmo de Tehuan-
racruz y el norte de la de Puebla. En Ozumba, tepec hasta Tonalá, Chiapas, donde batió a las
los rebeldes se apropiaron de 110 barras de pla- tropas realistas que le salieron al paso, inclu-
ta con las cuales acuñaron moneda que sirvió yendo a las fuerzas del mismo Dambrini. Lue-
para financiar la guerra. No obstante, el éxito go volvió sobre sus pasos para reencontrarse
mayor quizá devino de la toma de Orizaba en con su superior.
170 LA GUERRA

Morelos y sus hombres avanzaron a lo lar- Desde Chilpancingo, Morelos diseñó su


go de la Costa Chica, ubicada en el actual es- quinta campaña militar que tendría como
tado de Guerrero, hasta llegar al puerto de objetivo la conquista de la Intendencia de Mi-
Acapulco en abril de 1813. De inmediato, en choacán y el Bajío con el fin de apretar el
consuno con las tropas que había dejado ahí cerco sobre la capital del virreinato. Con esta
en 1811, tendió un cerco y arreció las hostili- mira se dirigió a su región de origen con el
dades para obtener la rendición de las fuerzas objetivo inmediato de apoderarse de la ciudad
realistas que se habían guarecido en el fuerte de Valladolid. Lamentablemente para la causa,
de San Diego, ubicado en un promontorio jun- en el intento sufrió una grave derrota que lo
to al mar y en el cual había cañones que apunta- obligó a replegarse hacia el oriente.A partir de
ban hacia los cuatro puntos cardinales. Luego ahí, la buena suerte de los rebeldes se vino a
de cuatro meses de sitio, los realistas decidieron pique. Las diferencias entre los mismos líderes
rendirse, el 19 de agosto, abatidos por el ham- y la intensa campaña realista para recuperar,
bre, las enfermedades y la carencia de pertre- como ocurrió, los bastiones más importantes
chos. Finalmente Morelos alcanzaba el éxito en manos de los insurgentes, es decir, la ciudad
que se le había negado más de dos años atrás. de Antequera, Chilpancingo y Acapulco, pro-
En casi tres años de combate, las tropas in- piciaron la desorganización del movimiento y
surgentes comandadas por Morelos habían su consecuente derrota.
colocado en una situación muy comprome- Acosado por las fuerzas realistas, Morelos
tedora a las autoridades virreinales. La pre- y sus hombres salieron de Michoacán por el
sencia de partidas rebeldes que respondían al lado oriente con la misión de velar por la in-
clérigo metido a revolucionario formaba un tegridad de los miembros del Congreso. El
arco que iba desde las intendencias de Vera- objetivo era trasladar la asamblea a Tehuacán
cruz, pasando por Puebla, Oaxaca, México y donde el dominio insurgente ofrecía mayores
Michoacán. El corazón del movimiento in- seguridades. Sin embargo, en Temalaca, al nor-
surgente estaba ubicado en la parte sur de la te del actual estado de Guerrero, fue alcanza-
Intendencia de México y en una porción de do por una partida de realistas comandada por
la de Michoacán. En este territorio, Morelos Manuel de la Concha, quien lo aprehendió
erigió en 1813 la Intendencia de Tecpan, cuya el 5 de noviembre de 1815. Ahí concluyó la
cabecera fue el pueblo de Chilpancingo. Ahí aventura militar y la buena estrella del líder in-
la hegemonía insurgente era plena, a dife- surgente más importante después de la muerte
rencia de otras partes del territorio donde las de Miguel Hidalgo. Fue juzgado, condenado y
partidas independentistas estaban en disputa ejecutado el 22 de diciembre del mismo año
continua con las tropas realistas. Probable- en Ecatepec.
mente esta seguridad que ofrecía el territorio
sureño convenció a los líderes insurgentes de Jesús Hernández Jaimes
reunir en septiembre al Congreso Constitu-
yente en Chilpancingo, donde se redactaron Orientación bibliográfica
los Sentimientos de la nación. Asimismo, el 6 de
noviembre se firmó el acta con la Declaración Guedea, Virginia, José María Morelos y Pavón.
de Independencia de la América Septentrio- Cronología. México, unam, 1992.
nal, documentos que servirían de base para la Hamnett, Brian, Raíces de la insurgencia en Mé-
redacción de la Constitución de Apatzingán, xico. Historia regional 1750-1824. México,
del 22 de octubre de 1814. fce, 1990.
CONTRAINSURGENCIA 171

Herrejón Peredo, Carlos, Morelos, documentos Lemoine Villicaña, Ernesto, Morelos y la revo-
inéditos de vida revolucionaria (con el estudio lución de 1810. México, Gobierno del Es-
“Morelos y la crisis de la Junta Suprema tado de Michoacán, 1979.
Nacional”). Zamora, El Colegio de Mi- Lemoine Villicaña, Ernesto, “Las campañas
choacán, 1987. de Morelos”, en Atlas de Historia de México.
Lemoine Villicaña, Ernesto, Morelos. Su vida México, unam/Limusa/Noriega Editores,
revolucionaria a través de sus escritos y otros tes- 1996, pp. 45-54.
timonios de la época. México, unam, 1965.

+CONTRAINSURGENCIA +

La insurrección del cura Hidalgo puso de ma- tomaron su nombre. Lo mismo ocurría con las
nifiesto la fragilidad del modelo de defensa milicias urbanas de las ciudades de México y
borbónico establecido en la Nueva España. Puebla, con las compañías de morenos y pardos
Cincuenta años habían transcurrido desde el creadas para proteger las costas, con las presi-
inicio de la reforma militar, tras la derrota es- diales formadas en los territorios fronterizos y
pañola frente a Gran Bretaña en la guerra de con los indios flecheros que evitaban el avance
los Siete Años. Desde 1767 la Corona se dio de los indios rebeldes.En total,dichas fuerzas su-
a la tarea de crear un modelo militar, más bien maban un total de 21 959 hombres armados.
preventivo que ofensivo o defensivo, basado Los primeros cambios en las estructuras
en el hipotético caso de que algunas de las po- militares se dieron a raíz de la invasión napo-
tencias enemigas volvieran a invadir sus posi- leónica a la península ibérica en 1808. Las fuer-
ciones en América.También se pensó como un zas milicianas organizadas tanto en España co-
mecanismo de control social y transmisor de mo en la Nueva España partieron de un mismo
la nueva educación basada en la Ilustración. principio, todavía alimentadas por el espíritu
Cuando inició la guerra en 1810, la orga- de la jerarquía social. Por ejemplo, la ordenan-
nización de las fuerzas armadas novohispanas za dictada por la Junta Suprema en 1808 para la
seguía en principio las Ordenanzas de su Ma- conservación del orden y la defensa del puer-
jestad para el Regimiento, Disciplina, Subordi- to de Cádiz no convocó para el alistamiento
nación y Servicio de sus Ejércitos, de 1767, las a toda la población, sino sólo a los “distingui-
cuales definieron tres tipos de cuerpos arma- dos voluntarios honrados” de la ciudad.
dos: el ejército, la milicia provincial y la milicia Cuando inició la guerra civil en la Nueva
urbana o local. Pero la diversidad geográfica, España para hacer frente a la insurgencia, el vi-
étnica y los patrones de poblamiento hicieron rrey Venegas no aplicó el reglamento vigente
imposible su aplicación tal y como se ordenaba. para la creación de la milicia cívica; más bien
Los cuerpos armados se fueron conformando se inspiró en el primer modelo de milicia local
en distintas épocas y con reglamentos especia- creado para la defensa de Cádiz en 1808 y for-
les para cada uno. El ejército permanente se mó los batallones de “Patriotas distinguidos
encontraba distribuido en las comandancias de Fernando VII”. Más tarde, no obstante la
militares de las principales ciudades de la Nue- participación popular en los planes de defen-
va España. Las milicias provinciales agrupaban sa realistas, no se siguió el reglamento de mili-
a la clase propietaria de las provincias de donde cias cívicas establecido en Cádiz, Sevilla, Cór-
172 LA GUERRA

doba, Jaén, Granada, Málaga y Jerez, sino que gobierno se desentendió del costo de la guerra
se tomó por modelo el “Reglamento políti- y con ello perdió el control de la mayor parte
co-militar” diseñado por el jefe de operacio- de las fuerzas armadas novohispanas.
nes contrainsurgentes, Félix María Calleja, del La igualdad social y la incorporación de los
8 de mayo de 1811. Si bien el plan de Venegas indígenas en los planes de defensa tuvieron se-
de octubre de 1810 se había caracterizado por rias implicaciones, no previstas por las leyes ni
excluir a los no propietarios, ahora toda la so- por los jefes militares, que afectaron de manera
ciedad tenía la obligación de tomar las armas directa a la Real Hacienda y al financiamien-
para defenderse de los rebeldes. to de la guerra. Desde el momento en que los
Entre las innovaciones del Reglamento indígenas se hicieron milicianos, de inmediato
destacaban cuatro aspectos. En primer lugar, la reclamaron el fuero militar y la exención del
incorporación de la población indígena en los pago de tributo, que de hecho estaba suspendi-
planes de defensa. Por primera vez se permitía do. Con el pretexto de la guerra y del servicio
que todos los pueblos, sin distinción alguna, militar, la mayoría de los pueblos dejaron de
formaran una fuerza militar para la defensa de pagar impuestos a la Corona. Sus aportaciones
su territorio. En segundo lugar, se puso punto ahora se destinaban a la defensa de su comuni-
final a la separación étnica que en el pasado ha- dad ante la amenaza de personas extrañas, fue-
bía dividido a los blancos de los morenos y par- ran realistas o insurgentes.
dos, pues ahora todos quedaban unidos en un Juan Ortiz Escamilla
mismo cuerpo. En tercer lugar, el reglamen-
to establecía claramente que la elección de los Orientación bibliográfica
oficiales debía hacerse entre los miembros del
propio cuerpo. El cuarto aspecto se relaciona- Ávila, Alfredo, Juan Ortiz y José Antonio Se-
ba con la creación de un “fondo de arbitrios rrano, Actores y escenarios de la guerra de in-
provisionales” en cada localidad para cubrir dependencia en México. Enrique Florescano,
los gastos de la fuerza armada. Fue así como el coord. México, fce, 2010.

+ESCENARIOS DE LA GUERRA: EL BAJÍO +

A mediados del siglo xviii, los distintos sec- productos agrícolas (maíz, trigo, cebada, fri-
tores económicos del Bajío vivieron un auge jol), ganaderos (rebaños de mulas, caballos,
sin precedentes de tal magnitud que esta re- borregos, reses) y manufacturados (textiles,
gión, en palabras de David Brading, se con- fierro, cueros, cera) a lo largo y ancho de la
virtió en uno de los centros económicos más provincia de Guanajuato. En segundo lugar,
importantes de la Nueva España. Dos factores la expansión demográfica de las ciudades y vi-
explican en gran parte este crecimiento eco- llas abajeñas. A finales del siglo xviii, la ciudad
nómico. En primer lugar, el incremento sus- de Guanajuato, que en 1742 estaba poblada
tancial de la producción de los fundos mine- por más de 48 000 personas y en 1803 por más
ros de la ciudad de Guanajuato, en los que se de 71 000, era un mercado urbano muy pode-
amonedaron entre 1788 y 1809 más de trein- roso: la producción minera y la población
ta millones de pesos, lo que generó, a su vez, residente en los fundos mineros demandaban
un gran aumento de la demanda de bienes y bienes y productos agrícolas, ganaderos y ma-
ESCENARIOS DE LA GUERRA: EL BAJÍO 173

nufacturados de gran parte de las poblaciones Guanajuato, León y Celaya. Para sostener su
de la Nueva España. San Miguel el Grande, producción obrajera, la villa de San Miguel
León y Celaya también contribuyeron a la in- demandaba lana tanto de Coahuila y Nuevo
tegración económica y a la transformación de León como de Dolores, San Felipe y San Luis
sus respectivas estructuras productivas. Des- de la Paz, su entorno inmediato.
pués de Guanajuato, estas tres ciudades eran las Desde el punto de vista administrativo, a
más pobladas de la Intendencia: en 1793, León partir de 1787 se creó una nueva estructura ad-
y Celaya estaban habitadas por más de 10 000 ministrativa con las denominadas Ordenanzas
personas y, San Miguel por más de 20 000 al- de Intendentes, al reunir en un solo territorio
mas. De acuerdo con su población, estas tres las antiguas alcaldías mayores de San Luis de la
ciudades eran mercados urbanos que deman- Paz, San Miguel el Grande, León, Celaya y
daban de las distintas regiones de la provincia Guanajuato. Con el nuevo territorio adminis-
ganado menor y mayor, trigo, cebada, maíz y trativo se fijaron límites precisos: la Intenden-
frijol y también productos manufacturados. cia de Guanajuato colindaba al norte con la de
La demanda masiva de estos mercados ur- San Luis Potosí, al sur con la de Valladolid y al
banos afectó a los distintos sectores y regiones occidente con la de Guadalajara. El intenden-
económicos del Bajío. Su estructura agríco- te, con residencia en la ciudad de Guanajuato,
la y ganadera se transformó de raíz: antes de era el encargado de designar a los subdele-
mediados del siglo xviii, grandes porciones gados y de vigilar sus actividades, además de
de las tierras de las haciendas y de los ran- ser el responsable de dar cuenta a las autori-
chos se dedicaban al pastoreo, actividad que dades virreinales y metropolitanas del fun-
no requiere grandes inversiones. En cambio, cionamiento de la administración financiera,
a partir de mediados del siglo xviii, los hatos militar y judicial de la demarcación bajo su
de ganado disminuyeron y empezaron a des- mando. Dentro de la Intendencia funcionaban
plazarse hacia el norte, específicamente a los siete cabildos ubicados en Guanajuato, León,
territorios de los actuales estados de Nuevo Celaya, San Miguel, San Felipe, Salvatierra y
León y Coahuila, donde el precio de la tierra Salamanca, pero existía una jerarquía entre
era más barato y, en cambio, como resalta Bra- ellos en relación con su peso económico, de-
ding, comenzó a desarrollarse un “proceso de mográfico y administrativo: los de Guanajua-
colonización interno” en las áreas de cultivo to, León, San Miguel y Celaya se convirtieron,
de la región: se desmontaron gran cantidad de junto con el intendente, en las instituciones de
tierras y se sembraron productos agrícolas co- gobierno más importantes del régimen políti-
merciales como el trigo y la cebada. co local. Estas corporaciones conformaban el
Otras actividades productivas se vieron “cuerpo político” de la Intendencia y fueron
beneficiadas por el crecimiento demográfico las encargadas de ejercer y controlar los am-
y metalúrgico, como sucedió con los obrajes plios “fueros y privilegios” que a los cabildos
textiles ubicados en Celaya, Acámbaro, Yuri- de la América Española le había otorgado la
ria y, en particular, San Miguel el Grande. A Corona de España.
mediados del siglo xviii, este último centro En 1792 y 1793, Juan Antonio de Riaño
obrajero había desbancado a Puebla como calculaba que la población de la Intendencia
centro de la industria textil y podía competir de Guanajuato era de poco menos de 400 000
con Querétaro. Los tejidos de San Miguel se habitantes, de los cuales 26.1% eran españoles,
vendían en las ciudades de Colima, Zamora, 18.2% mulatos, 11.5% castas y 44.2% indíge-
Valladolid, Querétaro y México, y también en nas. De los 175 182 indígenas que poblaban
174 LA GUERRA

Guanajuato, la gran mayoría, 70%, eran los los prebendados solicitaron ante los funciona-
llamados indios vagos o laboríos, es decir, rios reales la autorización para que el cabildo
indígenas que no estaban concentrados en del obispado recaudara el diezmo sobre los
las tierras de sus repúblicas, sino que “me- “burros y los frutos de las tierras arrendadas”
rodeaban” ofreciendo su trabajo en las labo- de los pueblos de indios y de los indígenas
res (haciendas y ranchos) de la Intendencia y, vagos y laboríos del Bajío guanajuatense. Su
sobre todo, en las minas del real de Santa Fe principal argumento era que “todos eran hijos
de Guanajuato. Sólo eran 39 los pueblos de de Dios”, y por consiguiente estaban obliga-
“naturales” de la Intendencia de Guanajuato, dos a pagar diezmo, como se ordenaba desde al
instituciones corporativas que contaban con Antiguo Testamento.
poca tierra, un limitado fundo legal y raquíti- Hasta aquí hemos hablado de los espa-
cos bienes de comunidad. En el rico Bajío, ésta ñoles y de los indígenas. ¿Qué pasaba con el
era la situación económica de las repúblicas de otro segmento de la población, las castas y los
indios. Como bien destacaba Francisco Servín mulatos que constituían 18.2 y 11.5% de la
de la Mesa, cura en las repúblicas de Acám- población total de la Intendencia? Debían
baro, Jerécuaro, Iramuco y Contepec, la falta cumplir todas las obligaciones, pero no goza-
de tierras comunales incrementaba sustancial- ban de ningún privilegio otorgado por el or-
mente el peso del tributo que debería pagar den político e institucional colonial. Al igual
cada indígena, lo que provocaba una continua que los indígenas, debían pagar tributo, pero
migración. sin que gozaran del privilegio de constituir-
La Corona y las autoridades de la Nueva se en “república”, de tener cabildo propio y,
España aumentaron de manera significativa los por consiguiente, cultivar tierras de común
impuestos que pagaba la población novohispa- repartimiento y del fundo legal. De los grupos
na, en general, y los indígenas en particular. Los populares, los mulatos y las castas eran los más
funcionarios de la Hacienda real, al igual que vulnerables en una sociedad corporativa co-
los del cabildo catedral de Michoacán, intenta- mo la Nueva España.
ron abolir dos de los privilegios más importan- Ésta fue la población de españoles, indíge-
tes de los “naturales”, no estar obligados a pagar nas, mulatos, negros y castas que participó en
diezmos ni alcabala. Los indígenas gozaban de la guerra de Independencia. Éstas fueron las
esta excepción a cambio de entregar el tributo. “capitales” con sus pueblos “vasallos y anexos”
En 1792, la Corona ordenó a los funcionarios que enfrentaron, a partir de 1808, la transfor-
encargados de cobrar este impuesto calcular lo mación de la centenaria Monarquía hispana
que la Real Hacienda dejaba de percibir por el debido a un acontecimiento único en su his-
privilegio de los indígenas. Más de dos millo- toria: un reino sin rey.
nes de pesos fue la cifra entregada por los fun-
cionarios reales. A final de cuentas, la Corona José Antonio Serrano
española desistió de abolir la exención de los
naturales, pero no por ello dejó de incremen- Orientación bibliográfica
tar la carga fiscal de los indígenas por medio
de un aumento sustancial del tributo. Por su Brading, D. A., Haciendas y ranchos del Bajío:
parte, el cabildo catedral del obispado exigió León, 1700-1860. México, Grijalbo, 1988.
que los“naturales”pagaran el diezmo por todos Brading, D. A., Mineros y comerciantes en el Mé-
los productos agrícolas y ganaderos que cul- xico borbónico, 1763-1810. México, fce,
tivaban y comercializaban. También en 1792, 1975.
ESCENARIOS DE LA GUERRA: EL DEPARTAMENTO DEL NORTE 175

Serrano Ortega, José Antonio, Jerarquía terri- Instituto de Investigaciones Dr. José María
torial y transición política: Guanajuato, 1790- Luis Mora, 2001.
1836. Zamora, El Colegio de Michoacán/ Tutino, John, De la insurrección a la revolución en
México. Las bases sociales de la violencia agra-
ria, 1750-1940. México, Era, 1990.

+ESCENARIOS DE LA GUERRA: EL DEPARTAMENTO DEL NORTE +

La insurgencia iniciada en septiembre de 1810 tla a principios de 1812. No obstante, Osorno


por Miguel Hidalgo tuvo una aceptación casi dio por escrito repetidas muestras de obedien-
inmediata en amplios sectores de la población cia a la Suprema Junta Nacional Americana y,
de los llanos de Apan y la sierra de Puebla, re- en especial a Ignacio Rayón, su presidente,
gión a la que los insurgentes denominaron el y aceptó cierta intervención en sus asuntos,
Departamento del Norte. A pesar de las fuer- como cuando éste comisionó como visitador
zas realistas destacadas en varias de sus prin- general de los llanos de Apan y sus contornos
cipales poblaciones y de las expediciones mi- al mariscal de campo Ignacio Martínez. Ra-
litares enviadas en su contra, el movimiento yón envió también títulos militares a algunos
insurgente no sólo se desarrolló con fuerza insurgentes e hizo diversos encargos a Osorno,
en la región, sino que se mantuvo por largo que éste atendió y, a principios de 1813, remi-
tiempo. Esto se debió, en mucho, a que parte tió una instrucción para organizar y arreglar
considerable de su producción, aunque dismi- los cantones del Departamento.
nuida y mal comercializada por el estado de Osorno se mantuvo asimismo en comu-
guerra, pudo dedicarse al sostenimiento de las nicación con Morelos, cuyas peticiones trató
fuerzas insurgentes; destacaba la fabricación de satisfacer y cuyas órdenes se mostró dis-
de pulque, que si bien sufrió una notoria baja puesto a obedecer, además de ofrecerle estar
generó importantes ingresos, lo que permitió pronto a reunirse con él con todo y sus fuerzas
a sus jefes controlar a la región y manejarse a principios de 1813. Para entonces, su po-
con gran autonomía respecto de otros grupos sición se había consolidado. Fortificado en
insurgentes. Zacatlán, controlaba una amplísima zona, que
A ello se debió que fueran los jefes locales iba desde la costa en el norte de Veracruz has-
los que mayor arraigo tuvieron en el Depar- ta cerca de la ciudad de México, y numerosas
tamento, en particular José Francisco Osorno, fuerzas, ya que podía reunir hasta 4 000 hom-
principal cabeza del movimiento y prototipo bres de la mejor caballería. Como señala Lucas
del jefe insurgente de la zona. Osorno, quien Alamán, por entonces Osorno se encontraba
ejercía desde antes considerable influencia en en el mayor grado de poder a que llegó duran-
ella, se dedicó a ponerla bajo su control y a te la revolución y, al decir de Carlos María de
aprovechar sus recursos, que en ocasiones de- Bustamante, su comandancia se había hecho
rrochó junto con sus seguidores, sin intere- muy respetable para el gobierno de México.
sarse demasiado por lo que ocurría en otras La seguridad que ofrecía el Departamen-
regiones. Muestra de ello fue que, a pesar de la to del Norte llevó a que sirviera de refugio
relativa cercanía, no prestó ayuda a José María a muchos descontentos con el régimen colo-
Morelos cuando éste se halló sitiado en Cuau- nial, en particular de la capital, entre ellos el
176 LA GUERRA

propio Bustamante, quien resultó electo en de los realistas y que dificultaban la toma de
los comicios celebrados a fines de noviembre Veracruz, objetivo que Osorno había deci-
de 1812 para elegir el Ayuntamiento consti- dido alcanzar, por lo que pedía a Rayón que
tucional de México, y quien poco después se exhor tara a Morelos a ocupar esos lugares.
fugó de la capital al saber que era buscado por Dado que el control de Osorno llegaba hasta
las autoridades coloniales. Bustamante llegó a la costa, ambos proyectos resultaban factibles,
Zacatlán ayudado por los Guadalupes, socie- si bien ninguno se pudo realizar. Osorno co-
dad que contaba entre sus miembros a indi- laboró también con Rayón en la empresa, asi-
viduos vinculados de manera estrecha con la mismo frustrada, de mandar un enviado ante
región de los Llanos, donde desempeñó un el gobierno de Estados Unidos, pues prestó
importante papel, pues Osorno descansó en él auxilios a José Francisco Peredo, quien llegó a
para organizar su gobierno y administración. Zacatlán en camino hacia aquel país.
Así, en unión de Nicolás Berazaluce, en Za- El estado de guerra permeó todos los as-
catlán formó una secretaría, la que insistió en pectos de la vida del Departamento y las dis-
que la Suprema Junta fuera reconocida y se posiciones militares ocuparon la mayor par-
le prestara obediencia. Además, junto con el te del tiempo y de los esfuerzos de los jefes
padre Antonio Lozano, se ocupó de organi- insurgentes. No obstante, el éxito alcanzado
zar militarmente a la región; así, hubo en ella en cuanto a su organización militar permi-
un centro rector que se encargó de organizar tió atender otras cuestiones de interés para la
las actividades militares. Fueron continuos los buena administración de la zona. Así, la co-
esfuerzos de Bustamante, avalados por Osor- mandancia de Zacatlán tuvo injerencia en los
no, por establecer una seria disciplina entre las asuntos de gobierno de pueblos y localidades
tropas, por lo que alcanzó a controlar militar- que se extendió a otros asuntos, como atender
mente una amplia zona, si bien les permitió solicitudes de amparo y patrocinio o quejas
a los jefes locales organizar sus fuerzas, como contra los militares o la entrega de pasapor-
en el caso de Diego Manilla. En cuanto a la tes para controlar los movimientos de distintos
fabricación de armas y pertrechos, cuya pro- individuos. De igual manera se realizaron es-
ducción se había decidido centralizar en un fuerzos para la buena administración espiritual
sitio fácil de controlar por la comandancia, se de la región, si bien se vieron coartados por
fundió artillería y se fabricó parque en el for- el doctor Francisco García Cantarines, cura de
tín de San Miguel Tenango, junto a Zacatlán, Zacatlán y acérrimo enemigo de la insurgen-
donde Vicente Beristáin arregló una pequeña cia. Bustamante intervino, sin mucho éxito,
maestranza. Además, debido a la terrible peste ante García Cantarines, pero no cejó en sus
que por entonces comenzó a devastar a Puebla empeños y la relación con el clero se vio cui-
y que a poco pasó a la ciudad de México, se es- dada por él en extremo.Así, el 10 de abril hizo
tableció un hospital militar en Zacatlán que una consulta al deán y cabildo de la catedral de
tuvo gran éxito. Asimismo se atendió de con- Puebla, en la que hacía interesantes conside-
tinuo el problema que planteaba la seguridad raciones sobre las relaciones que debían darse
de las haciendas, y para limpiarlas de ladrones entre el clero y el gobierno, y señalaba que los
se destinaron determinadas fuerzas armadas. insurgentes hacían la guerra por principios de
A principios de 1813, Osorno solicitó a justicia, honor y política en los que no debía
Rayón licencia para negociar con los anglo- mezclarse la religión.
americanos, al tiempo que precisaba los di- La administración financiera de la región
versos puntos que se encontraban en poder se reorganizó en diversos aspectos, y se llegó
ESCENARIOS DE LA GUERRA: EL DEPARTAMENTO DEL NORTE 177

a acuñar moneda en el fortín de Tenango al que exageró los problemas de la región, pues
tiempo que se exigieron préstamos tanto a de- más que el desarreglo del Departamento del
terminados individuos como a las comunida- Norte, lo que resultaba peligroso era su capa-
des. Se dictaron numerosas disposiciones para cidad de actuar con gran independencia.
el manejo de los fondos y bienes de la coman- Un nuevo intento de organizar a la región
dancia, el cual intentó centralizar. Fueron va- se dio en febrero de 1814, cuando Ignacio
rios los rubros que produjeron ingresos, como Adalid, distinguido hacendado de la región y
los resguardos otorgados por distintos motivos miembro de los Guadalupes, se entrevistó con
o los producidos por las haciendas, que paga- Osorno para discutir el establecimiento de un
ban alcabalas y contribuían de diversas ma- plan gubernativo para el Departamento que
neras al sostenimiento de las tropas indepen- había sido elaborado por varios individuos
dientemente de la simpatía o el rechazo que de la ciudad de México vinculados con di-
sus dueños sintieran por el movimiento insur- cha sociedad secreta, y que fue aprobado por
gente. En cuanto al comercio con otras regio- unanimidad en una junta a la que asistieron
nes, quedó libre para las ciudades de Puebla 55 individuos, jefes insurgentes en su inmen-
y México con tal de que se pagara la alcabala y sa mayoría, y que buscaba lograr una mejor
los comerciantes estuvieran encabezonados, administración de los recursos de la región.
y se permitió comerciar con puntos enemi- De nueva cuenta se buscó su reorganización a
gos si los conductores llevaban pasaporte de mediados de ese año, cuando, acompañado de
la comandancia y comprobaban haber pagado Bustamante, llegó Rayón a Zacatlán invitado
el derecho de alcabala. El permitir esta liber- por Osorno, quien si bien le cedió en aparien-
tad comercial, tan propia de la región durante cia el mando, siguió ejerciendo el poder en
estos años y que tan favorable resultó para las el Departamento. Rayón intentó organizarlo
finanzas de Osorno, iba a contrapelo de las me- militarmente y poner orden en su administra-
didas ordenadas por la Suprema Junta y por el ción espiritual, de manera que los curas aten-
propio Morelos, quien comisionó a Eugenio dieran a los insurgentes, para lo cual consul-
María Montaño para interceptar los efectos tó con el Supremo Congreso y Bustamante
mandados de la región al país enemigo, lo que escribió al obispo de Baltimore, nuncio papal
fue rechazado por Osorno. en Estados Unidos, para informarle del mo-
Bustamante logró reorganizar al Departa- vimiento insurgente y en nombre del Con-
mento del Norte debido en mucho a sus pro- greso pedirle, sin éxito, una serie de facultades
pios esfuerzos, pero también al trabajo previo que equivalían al ejercicio del Real Patronato.
y a la colaboración de los insurgentes de la Rayón también castigó los delitos de orden
región, entre los que destacó el mismo Osor- común y se ocupó de la organización de las fi-
no. Pero Bustamante decidió pasar a Oaxaca, a nanzas, al tiempo que intentó emprender ne-
donde llegó en mayo de 1813. La insurgen- gociaciones de paz con el virrey.
cia en los llanos de Apan y la sierra de Pue- La presencia de tan destacado insurgen-
bla perdió así a su más decidido organizador y te en una zona cercana a la capital provocó
nunca volvió a alcanzar el arreglo y el concier- que se intensificara la contraofensiva realista.
to en sus operaciones que entonces tuviera, si El gobierno colonial envió en su contra una
bien tampoco cayó, sino hasta tiempo después, expedición comandada por Luis del Águila,
en el desorden y la anarquía. Fue la directiva quien con Francisco de las Piedras logró to-
de la insurgencia, muy probablemente para al- mar Zacatlán en septiembre de ese año, pues
canzar un mayor ascendiente sobre Osorno, la Osorno no le prestó ayuda a Rayón, quien
178 LA GUERRA

tuvo que salir huyendo en compañía de Bus- Orientación bibliográfica


tamante. A poco, Osorno regresó a Zacatlán,
y lo mismo hizo Bustamante; para 1815 las Alamán, Lucas, Historia de Méjico desde los pri-
fuerzas insurgentes habían renovado sus ac- meros movimientos que prepararon su indepen-
tividades militares, pero las discordias que se dencia en el año de 1808 hasta la época presen-
dieron entre Osorno y Juan Nepomuceno te. 5 vols. México, Imprenta de J. M. Lara,
Rosáins, quien se encontraba en Tehuacán co- 1849-1852.
mo encargado por el Congreso del gobierno Bustamante, Carlos María de, Cuadro histórico
de Puebla,Veracruz y el norte de México, del de la Revolución mexicana, comenzada en 15 de
que dependía el Departamento del Norte, lle- septiembre de 1810 por el ciudadano Miguel
varon a Osorno a intentar separarse de él, lo Hidalgo y Costilla, cura del pueblo de los Do-
que acordó con varios jefes insurgentes, y a no lores, en el obispado de Michoacán. 2a. ed., co-
auxiliar a Rosáins cuando éste fue atacado por rregida y muy aumentada por el mismo
los realistas. No obstante, siguió obedeciendo autor. 5 vols. México, Imprenta de J. Ma-
al Congreso, y en octubre de 1815 ayudó a riano Lara, 1843-1846.
distraer a las fuerzas realistas para permitir que Guedea, Virginia, La insurgencia en el De-
aquel órgano de gobierno pasara a Tehuacán. partamento del Norte: los llanos de Apan y
Sin embargo, Osorno, quien actuaba con la sierra de Puebla, 1810-1816. México,
una independencia cada vez mayor del resto unam, Instituto de Investigaciones Histó-
de la insurgencia y mantenía un estilo de vida ricas/Instituto de Investigaciones Dr. José
cada vez más ostentoso, decidió apropiarse María Luis Mora, 1996. (Historia Novo-
del pulque, lo que le hizo perder el apoyo de hispana 57)
los hacendados de la región. A partir de que Hamnett, Brian R., Roots of Insurgency. Mexi-
Manuel de la Concha fuera nombrado co- can Regions, 1750-1824. Londres, Cam-
mandante general de los Llanos, éstos fueron bridge University Press, 1986.
controlados por los realistas y los insurgentes Prontuario de los insurgentes. Introd. y notas de
se refugiaron en la sierra. Fueron los Llanos los Virginia Guedea. México, Instituto de In-
que con su producción sostuvieron a las fuer- vestigaciones Dr. José María Luis Mora/
zas realistas, como antes lo habían hecho con unam, Centro de Estudios sobre la Uni-
las insurgentes. Osorno perdió así el control versidad, 1995.
del Departamento y pasó a unirse a las fuer- Rayón, Ignacio, “Diario de operaciones”, en
zas de Manuel Mier y Terán en Puebla durante Juan E. Hernández y Dávalos, dir., Colec-
la segunda mitad de 1816 y se acogió al indul- ción de documentos para la historia de la guerra
to a principios de febrero del año siguiente. de independencia de México de 1808 a 1821.
Finalmente, al publicarse el Plan de Iguala en 6 vols. México, Biblioteca del Sistema Pos-
febrero de 1821, la región le brindó su apo- tal de la República Mexicana, José María
yo y varios de sus jefes insurgentes, entre ellos Sandoval Impresor, 1878-1882, t. v, p. 619.
Osorno, comandados por Nicolás Bravo, se
unieron al Ejército Trigarante.

Virginia Guedea
ESCENARIOS DE LA GUERRA: GUADALAJARA Y OCCIDENTE 179

+ESCENARIOS DE LA GUERRA: GUADALAJARA Y OCCIDENTE +

Roque Abarca, intendente de Guadalajara, Navarro, Miguel Gómez Portugal, José María
recibió la noticia del levantamiento de Mi- González Hermosillo y Toribio Huidobro; el
guel Hidalgo hasta el 19 de septiembre de 1810 otro, dirigido por José Antonio Torres, el Amo,
y, aunque al principio no le dio mucha impor- entró por Sahuayo, Tizapán el Alto, Atoyac y
tancia al acontecimiento, dispuso que un pe- Zacoalco.
queño destacamento militar vigilara“la raya”,o Como desde un principio no hubo un
sea, los límites que separaban a esta intenden- buen entendimiento entre la Junta de Segu-
cia de la de Guanajuato para evitar “el con- ridad, el Ayuntamiento, la Audiencia y Roque
tagio” de los rebeldes; asimismo, dio aviso de Abarca, la defensa de Guadalajara estuvo mal
la insurrección a todos los subdelegados para organizada, razón por la cual cayó en poder
que tomaran las debidas precauciones. Seis de los rebeldes que acaudillaba el Amo, el
días más tarde comprendió el peligro que 11 de noviembre. En los días siguientes arri-
significaba la rebelión, pues había dado lugar baron los grupos que se formaron en la región
para que aparecieran por distintos rumbos que hoy identificamos como los Altos. Poco
muchos grupos armados. Abarca identificó antes de que esto ocurriera, cerca de 200 espa-
a estos rebeldes como “satélites y amigos” de ñoles, entre ellos el obispo Juan Cruz Ruiz de
Napoleón. Cabañas, abandonaron la ciudad por temor a
No fue sino hasta el 26 de septiembre cuan- vivir la misma experiencia que los peninsula-
do Roque Abarca tuvo una información más res de Guanajuato, y porque vieron que la des-
detallada de la insurrección, gracias a la carta organización y la falta de coordinación entre
que le envió José Simeón de Uría, uno de los las autoridades no garantizaba la seguridad.
diputados que viajaría a Cádiz para asistir a A invitación del Amo Torres, Hidalgo lle-
las Cortes. Unas de las primeras medidas adop- gó a Guadalajara el 26 del mismo mes. El buen
tadas fue crear la Junta Superior Auxiliar de recibimiento que le brindaron los habitantes
Gobierno, Seguridad y Defensa, y concentrar de esta capital no indica, necesariamente, que
en Guadalajara las milicias de Tepic, Colima hubieran sido partidarios de la independencia,
y Colotlán. La Junta se encargó de coordinar como sostiene la historiografía tradicional, si-
cualquier actividad que estuviera encaminada no más bien parecería que lo hicieron para ha-
a mantener la unidad y la lealtad hacia Fernan- lagarlo a fin de no correr riesgos. De esa fecha
doVII, así como la defensa de esta capital. al 14 de enero del año siguiente, la insurrec-
A pesar de las precauciones que se toma- ción se concentró en esta capital. La presen-
ron, como la de colocar 400 hombres en el cia de los insurgentes fue muy importante por
puente de Tololotlán para impedir el paso a los varias razones. En primer lugar, porque el cura
insurrectos y registrar meticulosamente a to- de Dolores pudo disponer de una imprenta
do transeúnte con el propósito de interceptar para publicar un periódico —El Despertador
pliegos o impresos de los rebeldes, dos grupos Americano, editado por Francisco Severo Mal-
ingresaron al territorio de la intendencia a fi- donado— en el que se difundiera el ideario
nales de septiembre con intenciones de aproxi- insurgente; segundo, porque por fin tuvo el
marse a Guadalajara. Uno lo hizo por el rum- tiempo necesario para reorganizar y reorien-
bo de Jalostotitlán, Arandas, Atotonilco y La tar la rebelión, establecer “un gobierno nacio-
Barca, el cual estuvo encabezado por Ignacio nal”, enviar un representante ante el Congre-
180 LA GUERRA

so de Estados Unidos, comisionar a algunos y otros oficiales insurgentes se opusieron. Al-


hombres de confianza para extender la gue- gunos miembros de la elite negociaron con el
rra por las Provincias Internas de Occidente cura de Dolores para no salir afectados, ofre-
y Colima, y expedir algunos decretos, como ciéndole a cambio recursos para financiar la
los que declararon suprimidos la esclavitud y rebelión.
el pago de tributos, ordenanzas que tuvieron Durante su estancia en Guadalajara, Hidal-
un carácter meramente simbólico porque no go se mostró muy preocupado por conseguir
pudieron aplicarse. el dinero suficiente para pagar a la numerosa
Al igual que en otras partes, en Guadala- tropa que lo acompañaba. A los hacendados y
jara, Hidalgo también removió a los españo- mineros de la región aledaña a esta capital les
les de los cargos públicos, sustituyéndolos por exigió aportaciones en numerario. Con este
criollos. Así lo hizo en la Audiencia y en el mismo fin comisionó a José María González
Ayuntamiento, pero estos nuevos gobiernos Hermosillo para que se adueñara de los reales
duraron poco tiempo, mientras los insurgen- mineros el Rosario, San Sebastián y Cosalá. El
tes tuvieron el control de la plaza. apoderamiento del puerto de San Blas tam-
La presencia de numerosos contingentes bién fue otra de las prioridades de los rebeldes
de insurrectos en Guadalajara trastocó el rit- porque era un punto clave para comunicar-
mo y la vida cotidiana porque al concentrarse se con el exterior, y porque podían disponer
más del doble de la población que tenía la ciu- tanto de los impuestos que se cobraban a las
dad (35 000 habitantes, aproximadamente), se embarcaciones como de la artillería que ahí
requirió de un volumen mayor de alimentos estaba depositada.
(maíz y ganado). Para cubrir la demanda, los Los múltiples asuntos que tuvieron que
dueños de las haciendas y de los ranchos aleda- atender los dirigentes de la insurrección no les
ños fueron obligados a enviar mayor cantidad dieron tiempo para disciplinar al numerosí-
de estos productos para satisfacer las necesi- simo contingente que se concentró en Gua-
dades alimenticias de los rebeldes. Además, dalajara (100 000 individuos, según la mayo-
hubo una mayor presión sobre la planta urba- ría de las fuentes).Tampoco lograron ponerse
na porque como se carecía de lugares donde de acuerdo en la estrategia militar que debían
alojarlos, éstos se amontonaron en las plazas aplicar para hacer frente a Félix María Calle-
públicas, en los atrios de los templos, en las ca- ja, quien para principios de enero de 1811
lles y en las afueras. Esta saturación y el hacina- había iniciado su marcha de Guanajuato a esta
miento provocaron, a su vez, serios problemas capital. Ambos ejércitos se encontraron en el
de salubridad porque los desechos humanos y Puente de Calderón y sostuvieron una batalla,
los de los caballos que a diario se generaban, el 17 de este mes, cuyos resultados fueron ad-
crearon una atmósfera insalubre. Además, la versos para los rebeldes.
inseguridad se incrementó porque de día y de Después de esta batalla, Calleja entró a la
noche se cometían asaltos y otros delitos del ciudad el 21 de enero y, al igual que a Hidalgo,
orden común, lo cual interrumpió el curso los habitantes le brindaron una cálida recep-
de los negocios y de los asuntos que se trami- ción. Varios individuos que habían aceptado
taban en las corporaciones civiles y eclesiás- nombramientos o comisiones de Hidalgo, ya
ticas. La angustia también invadió a la ciudad fuera por convicción o por presión, se presen-
porque Hidalgo dispuso el embargo de los taron ante el brigadier realista para mostrar su
bienes de los españoles y el degüello de entre arrepentimiento y solicitar el indulto. Uno de
500 y 700 peninsulares, a pesar de que Allende ellos fue Maldonado, quien ofreció publicar
ESCENARIOS DE LA GUERRA: GUADALAJARA Y OCCIDENTE 181

otro periódico que defendiera la causa realista: cabecillas en la región de los Altos de Ibarra
El Telégrafo de Guadalaxara. (entre Lagos y León), y el de Gordiano Guz-
Calleja promovió severos juicios contra mán en el sur de la Intendencia. La rebeldía
los fugitivos de la batalla de Puente de Cal- de los indios de Chapala que se hicieron fuer-
derón y ofreció protección a los pueblos que tes en la isla de Mezcala más bien respondió a
ratificaran su lealtad a la Corona española cuestiones agrarias y de justicia, que a moti-
pero, además, se mostró muy molesto con los vos emancipadores. Sobre los segundos, la lis-
habitantes de Guadalajara, sobre todo con ta es enorme y operaban en distintos rumbos
los españoles, por la indiferencia con la que como la sierra de Nayarit, Mascota, Ojuelos,
veían al “ejército libertador” y por la poca Teocaltiche, etcétera. A pesar de que De la
importancia que concedieron al triunfo obte- Cruz envió a sus mejores oficiales, no pudo
nido por los realistas en dicha batalla. De cual- exterminarlos.
quier manera, los notables pidieron a Vene- José de la Cruz combatió a los rebeldes
gas que lo nombrara gobernador en lugar de y se mantuvo fiel al rey hasta el último mo-
Roque Abarca. El virrey optó por nombrar a mento. La elite de Guadalajara, la Audiencia,
José de la Cruz, el 11 de febrero, quien para el consulado y el obispo Cabañas acabaron
entonces se encontraba en San Blas con la mi- por reconocer el Plan de Iguala, mas no así al
sión de recuperar el puerto. gobernador. De la Cruz prefirió abandonar la
En los siguientes diez años, la Intendencia ciudad y trasladarse a España, al tiempo que
no se mantuvo libre de rebeldes, salvo el eje Pedro Celestino Negrete declaraba la inde-
mercantil San Blas-Guadalajara. De la Cruz pendencia de la provincia de Guadalajara el 16
puso mucho empeño en que el comercio de junio de 1821.
—que empezó a incrementarse por este puer-
to debido al bloqueo de Acapulco por parte Jaime Olveda
de los insurgentes— no se interrumpiera por-
que de ahí obtenía los recursos para financiar Orientación bibliográfica
la contrainsurgencia, no sólo de la región, sino
de otras partes como Michoacán y las Provin- Hamnett, Brian R., Raíces de la insurgencia en
cias Internas de Occidente. El sostenimiento México. Historia regional, 1750-1824. Méxi-
de este comercio con Guatemala, Panamá, Pe- co, fce, 1990.
rú, Chile y las Filipinas le permitió estrechar Olveda, Jaime, La batalla de Puente de Calde-
más su relación con los empresarios de Gua- rón. Zapopan, El Colegio de Jalisco/Uni-
dalajara, pero lo distanció de Calleja. versidad Michoacana de San Nicolás de
Fuera de la zona abastecedora de Guada- Hidalgo, 2008.
lajara, el resto de la Intendencia se mantuvo Rodríguez O., Jaime E., “Rey, religión, inde-
muy alterada por grupos independentistas y pendencia y unión”: el proceso político de la
por otros que se mantenían armados por otras independencia de Guadalajara. México, Insti-
razones. Entre los primeros podrían mencio- tuto de Investigaciones Dr. José María Luis
narse el que acaudilló Pedro Moreno y otros Mora, 2003. (Cuadernos Secuencia)
182 LA GUERRA

+ESCENARIOS DE LA GUERRA: NORESTE Y GOLFO +

El noreste de la Nueva España, en tanto que bles a partir de 1776 cuando, a raíz de las reco-
tierra de frontera, de indios “bárbaros”, de mendaciones de José de Gálvez, se estableció
presidios militares y misiones, tuvo un papel la Comandancia General de las Provincias
especial a lo largo del proceso de Independen- Inter nas que comprendió los gobiernos de
cia. Estaba constituido en la segunda década Sinaloa y Sonora, las Californias, Nuevo Mé-
del siglo xix por las Provincias Internas de xico, Nueva Vizcaya, Coahuila y Texas, bajo
Oriente —Texas, Coahuila, Nuevo Reino las órdenes directas del rey. Diez años después
de León y Nuevo Santander— por sus costas, le fueron añadidos los gobiernos del Nuevo
islas y aguas adyacentes. Es pertinente incluir Reino de León y Nuevo Santander, y se hi-
ambas Floridas en esta amplia zona fronteriza zo una tripartición de la Comandancia, con
que conoció en las décadas anteriores a 1810 sus partes subordinadas ahora al virrey de la
notables cambios administrativos y de sobera- Nueva España. En 1787 se introdujeron dos
nía. También variaban los vecinos que colin- comandancias, Occidente y Oriente; en 1792,
daban con ella. Hasta 1763, la Luisiana france- las Californias, Nuevo León y Nuevo San-
sa lindaba con los territorios españoles, pero tander fueron puestos bajo el comando mili-
la configuración fronteriza fue alterada con la tar directo del virrey, mientras que los demás
concesión de la Luisiana a España y con la pér- gobiernos se pusieron bajo un comandante
dida de la península de Florida y de las tierras a independiente. A partir de 1786 se separaron
la orilla izquierda del Misisipí, conocidas tam- de la Comandancia los asuntos del gobierno
bién como la Florida Occidental, que el Tra- político, Hacienda, Justicia y Patronato que
tado de París de aquel año concedió a Gran quedaron bajo la administración de los inten-
Bretaña. De esta manera, Francia dejó de ser dentes. Entre 1811 y 1821 prevaleció la divi-
vecina y su lugar fue ocupado ahora por los sión en dos comandancias bajo la supervisión
ingleses. Nuevamente en 1783 el panorama del virrey, pero no sólo los sucesivos cambios
cambió: España reconquistó puntos importan- en la organización territorial, sino también
tes de la Florida Occidental y el Tratado de la introducción de formas de representación
Versalles le concedió también la parte orien- bajo la España liberal abrió nuevos espacios
tal. Entonces fueron los angloamericanos, políticos en el noreste: la elección de repre-
como se llamaba en el mundo hispano a los sentantes ante la Junta Central, de diputados
habitantes de las recién independizadas Trece ante las Cortes de Cádiz, el establecimiento
Colonias, los que se convirtieron en vecinos. de los ayuntamientos constitucionales y de las
El conde de Floridablanca en su Instrucción re- diputaciones provinciales.
servada de 1787 los calificaba como “diligentes La adhesión a la insurgencia en las pro-
y desasosegados”. Finalmente, la devolución vincias de la Comandancia del Septentrión
de la Luisiana a Francia, en una cláusula secre- Oriental, después del Grito de Dolores, no
ta del Tratado de de San Ildefonso de 1800, y se hizo esperar. Desde San Luis Potosí, José
su venta a Estados Unidos en 1803, aislaron a Mariano Jiménez, pasando por Real de Ca-
las Floridas y acercaron aún más a los vecinos torce y el valle de Matehuala, marchó sobre
angloamericanos. Monterrey, donde el gobernador, Manuel de
También los territorios al sur de la Luisia- Santa María, se le adhirió y donde fue recibi-
na conocieron cambios administrativos nota- do con júbilo en enero de 1811. Sin embargo,
ESCENARIOS DE LA GUERRA: NORESTE Y GOLFO 183

en vista de la derrota de Miguel Hidalgo en las provincias del norte. El nuevo gobernador
Puente de Calderón, las elites regiomontanas envió representantes al presidio de la Trini-
optaron por crear una junta provincial de go- dad y a la villa de Nacogdoches y declaró el
bierno, llamada Junta Patriótica Gobernadora, comercio libre entre la provincia y Luisiana.
encargada de evitar la “anarquía” y velar por el Sin embargo, su gobierno autoritario causó
buen orden en la entidad. Esta junta, en con- mucho descontento que fue aprovechado
sulta con el Ayuntamiento, se encargó de asun- por el cura Juan Manuel Zambrano, quien to-
tos de gobierno de la provincia hasta marzo de mó preso a Casas, además de Ignacio Aldama
1813 cuando José Ramón Díaz de Bustaman- y del fraile franciscano Juan Salazar, quienes
te fue nombrado gobernador. La junta tenía se encontraban en camino hacia el norte con
la aprobación del virrey Javier Venegas y del el fin de negociar la ayuda del gobierno esta-
comandante general de las Provincias In- dounidense. Zambrano organizó una nueva
ternas, Félix María Calleja. En la colonia del junta que se sometió al comandante general
Nuevo Santander, tropas regulares y milicias realista de las Provincias Internas, Nemesio
desertaron de las filas realistas y se adhirieron Salcedo.
a los insurgentes en los meses finales de 1810, Después de este revés para la causa insur-
además de la adhesión de grupos indígenas. El gente, fue en 1811 que la insurrección en Te-
gobernador Manuel Iturbe e Iraeta y sus ofi- xas se reanimó, ahora con José Bernardo Gu-
ciales tenían orden de Calleja de alcanzarlo en tiérrez, originario del Nuevo Santander. En
San Luis Potosí para defender la ciudad y unír- marzo fue nombrado por Allende coronel del
sele en su marcha sobre Guanajuato, pero la Ejército de América y poco después ministro
orden no fue acatada. En su lugar, los mandos plenipotenciario ante el gobierno de Estados
superiores del Nuevo Santander se trasladaron Unidos a donde se dirigió en agosto en medio
a Altamira, aparentemente para reunir refuer- de la ofensiva del coronel Joaquín de Arredon-
zos.Tampoco en Texas la población quedó in- do en Nuevo Santander. El emisario insurgen-
diferente a los sucesos que estaban ocurriendo te logró llegar a Washington en diciembre de
en el centro del virreinato desde septiembre 1811 y entrevistarse con altos funcionarios
de 1810. En los meses finales del año llega- del gobierno norteamericano, incluso con el
ron dos agentes insurgentes para promover la presidente James Madison, pero en este mo-
adhesión de las milicias locales, y un grupo de mento Gutiérrez de Lara carecía de represen-
habitantes de San Antonio de Béjar eligió un tación formal porque los principales líderes
representante de la provincia para el futuro de la insurrección —Hidalgo y Allende— ha-
Congreso. A fines de enero del año siguiente bían sido ejecutados y, para materializar toda
se dio una revuelta encabezada por el capitán ayuda, se le exigían autorizaciones de un ór-
Juan Bautista Casas, quien mandó encarcelar gano formal de gobierno. A pesar de la recep-
al gobernador Manuel Salcedo y al coman- ción benévola en las diferentes instancias del
dante de las milicias auxiliares, Simón de He- gobierno del país del norte, las conversaciones
rrera. Los insurrectos texanos se pronunciaron de Gutiérrez de Lara evidenciaron el interés de
en favor del rey, la religión y en contra del mal los gobernantes vecinos en incorporar parte
gobierno y organizaron una junta. Casas fue de Texas a Estados Unidos a cambio de cual-
electo gobernador interino de la provincia y quier ayuda. En Luisiana, Gutiérrez de Lara
confirmado en su puesto por el representante organizó el llamado Ejército Republicano del
de Hidalgo en el norte, el teniente general José Norte; se internó en 1812 a territorio texano
Mariano Jiménez, comandante insurgente de y estableció su cuartel general en la bahía del
184 LA GUERRA

Espíritu Santo, que fue sometido a un prolon- que se autoproclamaron patriotas y trataron
gado sitio por tropas al mando de Manuel de de independizar este territorio en 1812-1813,
Salcedo y de Simón de Herrera. Sin embar- contaban con la anuencia de Madison, pero la
go, estos jefes realistas no lograron reducir a los falta de apoyo del Senado estadounidense y la
“intrusos”; es más, fueron vencidos en marzo defensa organizada por la guarnición de San
de 1813 en el camino a San Antonio de Béjar Agustín pusieron fin a este proyecto. El com-
y después cruelmente ejecutados en circuns- bate de la insurgencia en las Provincias Inter-
tancias no del todo aclaradas. La toma de la ca- nas de Oriente está fatalmente vinculado a
pital texana por las fuerzas angloamericanas y Joquín de Arredondo, el hombre fuerte de la
novohispanas de José Bernardo Gutiérrez de región, quien llevaba el mote de “virrey” por
Lara fue seguida en abril por la proclamación tener fama de desobedecer las órdenes que le
de la independencia de Texas como “estado”, venían de la autoridad virreinal del centro. En
vinculado de manera indisoluble a la “Re- 1811, Arredondo destruyó los núcleos insur-
pública mexicana”, la formación de una Junta gentes en el Nuevo Santander, estableciendo
Gubernativa y la proclamación de una Cons- su cuartel general en Aguayo; en 1813 venció a
titución. Las divisiones internas de los autono- José Álvarez de Toledo en San Antonio de Bé-
mistas texanos, fomentadas por el intrigante jar, para después establecer su cuartel general
José Álvarez de Toledo, llevaron a la destitución en Monterrey como comandante de las Pro-
de Gutiérrez de Lara como general en jefe y a vincias Internas de Oriente y en 1817 puso fin
su derrota por las fuerzas realistas al mando de a la expedición de Xavier Mina.
Joaquín de Arredondo. En los años de 1813 a 1817 se tramaron en
Un movimiento independentista muy territorio estadounidense proyectos de inva-
temprano —septiembre de 1810— se dio en sión por tierra desde la Luisiana y por mar des-
Baton Rouge, en la Florida Occidental, don- de Nueva Orleáns; también había una comu-
de un grupo de vecinos, que se decían repre- nicación más o menos fluida entre este puerto
sentantes del pueblo, apresaron al gobernador, y otros de la costa atlántica de Estados Unidos
declararon la independencia de este territorio con las pequeñas radas de Nautla, Boquilla
y proclamaron una Constitución republicana. o Punta de Piedras y Tecolutla, en las costas
Los promotores de este movimiento no sólo de Barlovento y de Veracruz, que se encontra-
eran todos de ascendencia angloamericana si- ban en poder de los insurgentes veracruzanos
no que los términos de la declaración de in- durante lapsos variados, entre 1812 y prin-
dependencia se redactaron de acuerdo con el cipios de 1817; también existía un número
ideario político de la república vecina y no con grande de planes para invadir Tampico, y en
la tradición española. Los rebeldes pidieron la las costas texanas se instalaron efectivamen-
anexión a Estados Unidos, lo que el presidente te grupos de corsarios o aliados diversos que
James Madison rechazó, aunque envió tropas actuaban en nombre de los insurgentes no-
para ocupar Baton Rouge, que fue incorpora- vohispanos, como en Matagorda, en la des-
do posteriormente a Luisiana. Otros puntos de embocadura del río Trinidad, y en la isla de
Florida Occidental, Móbila y Panzacola, fue- Galveston, en la correspondencia realista tam-
ron atacados por tropas estadounidenses du- bién conocida como isla Culebra o isla de las
rante la guerra angloamericana (1812-1814) Culebras.
y posteriormente incorporados a territorio En 1814, el general de origen francés Jean
de ese país. En la Florida Oriental, por otra Amable Humbert proyectaba invadir y sa-
parte, algunos residentes de Estados Unidos, quear Tampico y Altamira, conquistar con los
ESCENARIOS DE LA GUERRA: NORESTE Y GOLFO 185

recursos obtenidos a las Provincias Internas de México. El escenario fue la isla de Ame-
para después llegar a la capital y proclamar la lia, perteneciente a la Florida Oriental; en ella
independencia general; desembarcó en Nau- desembarcó en junio el general venezola-
tla, se internó al país para entrevistarse con no de origen escocés Gregor MacGregor
Ignacio Rayón, pero de manera repentina to- proclamando la República independiente de
mó camino de regreso sin haber concretado la Florida del Este. En noviembre del mismo
ninguno de sus ambiciosos planes. En esta lar- año, MacGregor, ex colaborador de Simón
ga cadena de proyectos de invasión y apoyo, de Bolívar, quien venía de Galveston y Matgorda,
establecimiento de canales de comunicación con un grupo de franceses y haitianos como
y abasto desde afuera, destaca el proyecto de seguidores, tuvo que ceder el poder al como-
Xavier Mina, quien a lo largo de los meses doro Luis Aury. La falta de recursos obligó a
de abril a noviembre de 1817, dio un nue- MacGregor a entregar el mando a Aury, quien
vo aunque efímero impulso a los núcleos in- izó la bandera mexicana. No obstante, un mes
surgentes del noreste y norte del virreina- después, el presidente James Monroe mandó
to. Procedente de Londres y pasando por una fuerza militar para destruir el estableci-
Baltimore, Puerto Príncipe en Haití y Gal- miento “pirático”, un nuevo acto humillante
veston, la expedición de Mina desembarcó para España que vio invadidas tierras bajo su
en Soto la Marina, donde el célebre guerri- soberanía por tropas estadounidenses.
llero navarro erigió un fuerte, para después Si bien después de 1817 y aun antes, los fo-
internarse con unos 300 hombres, entre ofi- cos de insurgencia en en el interior de las Pro-
ciales, soldados extranjeros —principalmente vincias Internas de Oriente estaban casi del
angloamericanos— y combatientes que se le todo apagados, todavía se dieron algunos in-
adhirieron sobre la marcha. Mina obtuvo al- tentos de establecer comunidades filibusteras
gunas victorias sobre destacamentos realistas, en sus fronteras, como la llamada Confedera-
logró tomar contacto con grupos insurgen- ción Napoleónica que creó un asentamiento
tes locales atrincherados en los fuertes de en la desembocadura del río Trinidad en Texas
Sombrero, Remedios y Jaujilla, pero cayó pre- a finales de 1817, integrada por ex oficiales
so en el rancho del Venadito, en el Bajío, y fue bonapartistas que se proponían apoderarse del
fusilado el 11 de noviembre de 1817. virreinato de la Nueva España, crear un impe-
Regresando al tema de los “establecedores rio y sentar en su trono a uno de los dos her-
itinerantes de repúblicas”, como se les llama- manos Bonaparte. Los expedicionarios no lo-
ba en un documento del Congreso de Esta- graron resistir un ataque realista, se refugiaron
dos Unidos, debemos mencionar al padre José en Galveston y posteriormente se dispersaron.
Manuel de Herrera, nombrado por José María En 1819, James Long, originario de Natchez,
Morelos, en 1815, ministro plenipotenciario Luisiana, invadió Texas, encabezando un gru-
ante el gobierno de ese país. En su camino de po de descontentos que no deseaban que esta
regreso a México en 1816, Herrera, quien no provincia fuera adjudicada a Estados Unidos
tuvo mucho éxito en su encomienda, pasó por en el Tratado de Adams-Onís del mismo año.
la isla de Galveston, en ese momento bajo el Long declaró Texas república independiente,
mando de Luis Aury, a quien nombró gober- pero tuvo que replegarse a Luisiana ante el
nador en nombre de la República Mexicana. ataque de tropas españolas al mando de Igna-
Un año más tarde se dio, en la vasta frontera cio Pérez. Un año después, Long se estableció
nororiental de la Nueva España, otro intento en la bahía de Galveston, en un nuevo intento
por crear un gobierno republicano en nombre de “liberar a Texas del despotismo más atroz”,
186 LA GUERRA

pero, dice David J. Weber, su causa se desva- Guedea, Virginia, La independencia de México
neció ante la campaña lanzada por Agustín y el proceso autonomista novohispano 1808-
de Iturbide que significó para las Provincias 1824. México, unam, Instituto de Investi-
Internas la incorporación pacífica al México gaciones Históricas, 2001.
independiente. Ibarra, Ana Carolina, coord., La independencia
Johanna von Grafenstein en el septentrión de la Nueva España. Provin-
cias Internas e intendencias norteñas. México,
Orientación bibliográfica unam, Instituto de Investigaciones Histó-
ricas, 2010.
Bannon, John Francis, The Spanish Borderlands Velázquez, Ma. del Carmen, Establecimiento
Frontier, 1513-1821. Albuquerque, Nuevo y pérdida del septentrión de la Nueva España.
Mexico, University of New Mexico Press, México, El Colegio de México, 1997.
1988. Warren, Harris Gaylord, The Sword was their
Bushnell, David, comp., La República de las Passport, a History of American Filibustering in
Floridas: Texts and Documents. México, Pan the Mexican Revolution.Washington, Nueva
American Institute of Geography and His- York/Londres, Kennikat Press, 1942.
tory, 1986. Weber, David J., La frontera española en América
Gerhard, Peter, La frontera norte de la Nueva del Norte. México, fce, 2000.
España. México, unam, Instituto de Inves-
tigaciones Históricas, 1996.

+ESCENARIOS DE LA GUERRA: SURESTE +

La insurgencia en Oaxaca. Cuando estalló la su- A finales de 1810 fueron prendidos y eje-
blevación en el Bajío, las autoridades de Oaxaca cutados en Antequera dos emisarios del cura
cerraron filas en defensa del gobierno virreinal, Hidalgo. Seis meses más tarde se descubrió una
estrecharon la vigilancia interior, emprendie- conjura que tenía como propósito sublevar
ron la organización de compañías de patriotas a la plebe de la capital oaxaqueña. Dos de los
y condenaron con vehemencia la revuelta po- conspiradores sufrieron la pena de muerte y
pular. En noviembre de 1810, gran parte de la sus cabezas fueron expuestas en una plaza de la
guarnición local fue enviada en auxilio de Aca- ciudad para escarmiento público. En noviem-
pulco, que sufría la acometida del padre Mo- bre de 1811, indígenas de Jamiltepec y Pino-
relos. Su intervención ayudó a que el puerto tepa se sublevaron dando muerte a una decena
no cayera entonces en poder de la insurgencia. de españoles. Esta revuelta fue reprimida con
Aunque después ese contingente sufrió suce- el auxilio de milicianos de ascendencia afri-
sivas derrotas a manos de los rebeldes, en su cana de Jamiltepec y Tututepec. La rivalidad
momento tuvo un papel importante al impedir entre grupos étnicos fue aprovechada por los
que las fuerzas de Morelos penetraran en Oaxa- “realistas”, que desde entonces contaron con
ca por la Costa Chica. Aun así, no obstante la marcadas simpatías en la costa.
oportuna movilización militar y el celo vigi- Otro brote rebelde se produjo a finales del
lante de las autoridades, poco a poco el influjo año en la Mixteca. Un arriero, Valerio Truja-
de la revuelta se hizo sentir en la provincia. no, levantó por su cuenta una pequeña parti-
ESCENARIOS DE LA GUERRA: SURESTE 187

da y al poco tiempo logró insurreccionar a los recursos económicos. Gracias a ello pudo em-
pueblos de la sierra. Para combatir la subleva- prender una nueva campaña casi de inmediato.
ción, los hacendados de la zona armaron a sus Durante el breve tiempo que permaneció
peones y el gobierno provincial mandó una en la capital oaxaqueña, Morelos decretó dis-
corta fuerza. Este ejército improvisado tenía posiciones de carácter social como el fin del
por jefe a un español apellidado Régules, ve- tributo y la abolición de privilegios y distin-
cino de Nochixtlán, que pronto se distinguió ciones de casta, el derecho de los pueblos al
por su crueldad contra los indios.Trujano, por usufructo de sus tierras y la exclusión de euro-
su lado, buscó el apoyo de Morelos. La guerra peos de cargos públicos. Asimismo, estableció
en la Mixteca tuvo dos episodios destacados: un gobierno cuya composición reflejaba un
el asedio a Yanhuitlán por las fuerzas de Tru- acuerdo con las elites criollas. Nombró como
jano y Miguel Bravo, entre enero y marzo de intendente a un notable oaxaqueño, José Ma-
1812, y poco después el sitio de Huajuapan ría Murguía, y a otros más los colocó en im-
impuesto por Régules a Trujano y sus hom- portantes cargos de la administración pro-
bres. Emulando la hazaña de Morelos en vincial. También renovó el Ayuntamiento de
Cuautla, los rebeldes resistieron tres meses el Antequera, incorporando a miembros de fa-
ataque de fuerzas muy superiores. Finalmente, milias prominentes. El cabildo catedralicio
en julio recibieron el socorro del propio Mo- —integrado por criollos— también accedió a
relos que, en una acción contundente, desba- colaborar con Morelos (no así el obispo Ber-
rató y puso en fuga a los sitiadores. gosa, que escapó de la ciudad para evitar so-
Este triunfo le abrió al caudillo las puertas meterse a la insurgencia).
de la provincia. Cuatro meses después marchó La aceptación de la autoridad insurgen-
sobre Antequera al frente de 5 000 insurgen- te por parte del Ayuntamiento y las corpo-
tes. El 15 de noviembre derrotó con facilidad raciones no significó sumisión irrestricta. Aun
a los defensores de la plaza, cuya disposición cuando la oligarquía oaxaqueña se plegó a las
combativa había quedado minada por la de- circunstancias, supo mantener cierto grado de
rrota de Huajuapan. Tras la toma de la ciudad independencia ante los designios de Morelos,
se produjeron algunos saqueos y fueron pasa- logrando preservar sus intereses sin romper
dos por las armas el general Miguel González con el caudillo, quien valoraba altamente esta
Saravia —antiguo presidente de la Audiencia alianza. De hecho, más adelante buscó el res-
de Guatemala— y otros tres jefes de rango paldo del Ayuntamiento y el cabildo eclesiásti-
menor, entre ellos el odiado Régules. Sin em- co para resolver temas delicados como la elec-
bargo, Morelos se empeñó en evitar más de- ción de un quinto vocal para la Junta Nacional
rramamiento de sangre; de hecho liberó a la y el nombramiento de un vicario castrense.
mayoría de españoles que había tomado pri- En febrero de 1813, mientras Morelos
sioneros. Posteriormente Vicente Guerrero marchaba a tomar Acapulco, fuerzas realistas
ocupó Tehuantepec, y Miguel y Víctor Bravo provenientes de Chiapas incursionaron en
liquidaron la resistencia enemiga en la costa. Tehuantepec, pero tras un breve encuentro
Ésta fue una de las mayores victorias del pa- con Mariano Matamoros se dieron a la fu-
dre Morelos.“Tenemos en Oaxaca una provin- ga. El resto del año la provincia permaneció
cia que vale un reino”, le escribió a Ignacio Ló- mayormente en calma, fungiendo como reta-
pez Rayón. En efecto, no sólo había capturado guardia profunda del ejército insurgente. Los
cuantioso armamento y pertrechos de guerra, recursos de la provincia fueron empleados con
sino que también pudo allegarse considerables liberalidad por los subalternos de Morelos. En
188 LA GUERRA

la Imprenta Nacional se publicaban decretos Chiapas y la insurgencia mexicana. Debido a


y manifiestos, así como el famoso semanario su vecindad y contacto estrecho con Oaxaca,
Correo Americano del Sur. Asimismo, numero- Chiapas fue la única entre las provincias de
sos oaxaqueños se sumaron a filas, muchos de Guatemala que se vio afectada de manera di-
ellos en las tropas locales y algunos más en la recta por el movimiento insurgente. El resto
columna de Matamoros. También abrazaron de la Audiencia se mantuvo ajeno a los even-
la causa connotados personajes de Antequera tos de la insurrección mexicana. Los brotes de
como el canónigo José de San Martín, Manuel inconformidad que se registraron entre 1811
Sabino Crespo y los hermanos Nicolás y Car- y 1814 en San Salvador, Chiquimula, Nica-
los María de Bustamante. ragua y la capital guatemalteca, y en 1820 en
Tras la derrota de Morelos en la campa- Totonicapán, no estuvieron vinculados con el
ña de Michoacán, el dominio insurgente en conflicto en la Nueva España.
Oaxaca comenzó a tambalearse. Nombrado Tras la toma de Oaxaca por el padre More-
comandante de la provincia por el Congre- los, el capitán general José de Busamante dictó
so de Chilpancingo, Rayón no fue capaz de disposiciones estrictas para impedir la comu-
imponer su autoridad sobre otros jefes loca- nicación entre Chiapas y los pueblos ocupados
les. El desorden que imperaba entre las fuerzas por la insurgencia en el istmo de Tehuantepec.
insurgentes impidió hacerle frente al coro- Asimismo, ordenó que se apostaran en “la raya”
nel Melchor Álvarez, que en marzo de 1814 algunos cuerpos de milicia activa de Chiapas
penetró desde Puebla con 2 000 soldados y y Quezaltenango —alrededor de 700 efecti-
avanzó hasta Antequera sin hallar oposición. vos— al mando del coronel Manuel Dambri-
Otras fuerzas provenientes de Veracruz to- ni. Aunque este jefe tenía instrucciones de no
maron Tuxtepec y Villa Alta. La división gua- penetrar en territorio oaxaqueño, en febrero
temalteca se apoderó de Tehuantepec. Poco de 1813 decidió atacar a los insurgentes en
después las partidas realistas tomaron control Niltepec y Tehuantepec, en represalia por la
de la Costa Chica y la Mixteca baja. ejecución del general González Saravia en
Las corporaciones y el pueblo de la capital la ciudad de Oaxaca. En estas acciones pasó
oaxaqueña recibieron en triunfo al jefe realis- por las armas a numerosos prisioneros.
ta. En los días que siguieron, numerosas per- Morelos ordenó a Matamoros marchar ha-
sonas que habían colaborado con Morelos se cia el istmo y darle una lección al general Bus-
acogieron al indulto. Mientras tanto, los insur- tamante. Ante la proximidad del ejército in-
gentes reagruparon sus fuerzas en la abrupta surgente Dambrini abandonó Tehuantepec
zona norte de la sierra mixteca. Las condicio- internándose en territorio chiapaneco, pero el
nes del terreno y el respaldo de los pueblos 19 de abril, en las cercanías de Tonalá, Matamo-
indígenas favorecieron la acción de las guerri- ros le dio alcance y desbarató su columna. Dam-
llas comandadas por antiguos oficiales de Mo- brini, derrotado, se retiró a Tapachula dejando
relos como Vicente Guerrero, Ramón Sesma vía libre para que el jefe insurgente avanzara
y los hermanos Mier y Terán. De hecho, esa al interior de Chiapas. Esto provocó un enor-
parte de la Mixteca y el bastión de Tehuacán me desconcierto en la capital de la provincia.
constituyeron un amplio frente de guerra que Muchas personas, incluso autoridades como el
las fuerzas realistas no terminaron de pacificar obispo Ambrosio Llano, abandonaron Ciudad
sino a principios de 1817, después de largos Real, pero en realidad ocupar aquella provincia
años de duros combates, con la rendición del no entraba en los planes de Morelos.Tras cum-
reducto insurgente de Zilacayoapan. plir su misión, Matamoros retornó a Oaxaca.
ESCENARIOS DE LA GUERRA: SURESTE 189

La división de Dambrini sólo volvió a la realista Antonio León se pronunció en favor


frontera seis meses más tarde, reforzada por del Plan de Iguala, logrando la adhesión de
soldados de ascendencia africana, los “more- numerosos pueblos e incorporando a sus fuer-
nos” de Omoa. Cuando el coronel Melchor zas a las compañías de Huajuapan, Tlaxiaco,
Álvarez avanzó sobre Antequera en marzo de Nochixtlán, Teposcolula y Tuxtla, integradas
1814, Dambrini nuevamente tomó Tehuante- en su mayoría por indígenas. En una rápida
pec. Después, Álvarez empleó la compañía de campaña, León tomó la fortificación de Yan-
“morenos” como su escolta personal.Tres años huitlán y se enfrentó en Huitzio y Etla con el
más tarde, aquellos temibles soldados hondu- comandante de Oaxaca, Manuel Obeso. Este
reños participaron en la toma de Zilacayoa- jefe capituló el 29 de julio, dejando paso libre
pan. También hasta 1817, tropas de Chiapas a los sublevados para ocupar Antequera. Ac-
y Guatemala permanecieron vigilantes en la to seguido, el Ayuntamiento y la Diputación
región del Istmo. Provincial proclamaron su adhesión al plan
La presencia insurgente en Oaxaca y el de Iturbide. Durante las siguientes semanas, el
breve episodio de la incursión de Matamoros resto de autoridades y jefes militares de la pro-
tuvieron para Chiapas importantes consecuen- vincia se pronunciaron por la independencia.
cias. Desde luego, hubo una afectación econó- Las fuerzas trigarantes no incursionaron
mica al dificultarse el comercio entre ambas en territorio chiapaneco pero, siguiendo in-
provincias, pero también pueden mencionarse dicaciones de Iturbide, el nuevo comandante
consecuencias sociopolíticas. La amenaza in- de Oaxaca, Celso Iruela, invitó con insisten-
surgente sirvió de pretexto para inhibir la apli- cia a las autoridades de Chiapas a secundar el
cación oportuna de las reformas gaditanas. Por movimiento. Incluso envió a algunos de sus
ejemplo, los ayuntamientos constitucionales oficiales a aquella provincia con ese cometido.
de Ciudad Real y Comitán no se establecie- El 28 de agosto, el Ayuntamiento de Comitán
ron sino hasta principios de 1814, y fueron los proclamó su adhesión al Plan de Iguala. Los
únicos de toda la provincia. Por otro lado, la días 4 y 5 de septiembre hicieron lo propio
incursión de Matamoros avivó fuertemente el los Ayuntamientos de Ciudad Real y Tuxtla.
temor ante un posible levantamiento indígena, A instancias de estos cuerpos, las demás cabe-
como el que cien años antes había aterroriza- ceras y pueblos de Chiapas proclamaron la
do a las elites blancas, y subrayó la sensación de independencia en los días subsiguientes. Di-
abandono que tanto criticaban al gobierno cho suceso precipitó la declaración de inde-
de Guatemala los dirigentes chiapanecos.Al fi- pendencia en la ciudad de Guatemala el 15 de
nal, la participación en los cuerpos militares ge- septiembre, aunque en este caso no se acordó
neró una importante dinámica de movilización suscribir el documento de Iguala.
social, en particular en los pueblos mestizos de La capitanía general de Yucatán —de la
los valles centrales y el occidente de Chiapas, cual dependía también la gobernación de Ta-
comoTuxtla,Tonalá y San Bartolomé. Estos ele- basco— no había experimentado de manera
mentos vendrían a manifestarse agudamente en directa los efectos de la guerra insurgente. En
1821 cuando los dirigentes chiapanecos secun- cambio, la aplicación de las reformas gaditanas
daron de manera entusiasta el Plan de Iguala. alentó la participación política de los ciudada-
El Plan de Iguala en Oaxaca, Chiapas,Tabas- nos en el marco de las nuevas instituciones re-
co y Yucatán. En 1821, nuevamente la Mixteca presentativas. Entre otras cosas, ello dio lugar a
volvió a ser escenario de agitaciones políticas la expresión manifiesta de tendencias liberales
y movilización de tropas. En junio, el capitán y autonomistas que, sin embargo, no conduje-
190 LA GUERRA

ron al desarrollo de un movimiento propio y Orientación bibliográfica


consistente en pro de la emancipación.
En julio de 1821, el general Santa Anna Gutiérrez Cruz, Sergio Nicolás, “La pro-
envió una corta fuerza al mando del teniente vincia chiapaneca ante la Independencia
Nepomuceno Fernández a propagar el Plan de mexicana”, en Lecturas, núm. 3, verano
Iguala en el sur de Veracruz y la gobernación 1988, Universidad de Ciencias y Artes del
de Tabasco.Al mismo tiempo, algunos oficiales Estado de Chiapas, pp. 7-16.
tabasqueños descontentos con el gobernador Hamnett, Brian, Política y comercio en el sur de
se pronunciaron por la independencia el 5 de México, 1750-1821. México, Instituto Me-
ese mismo mes en Villahermosa, pero fallaron xicano de Comercio Exterior, 1976.
en su empeño y fueron apresados. A finales de Hamnett, Brian, Raíces de la insurgencia en
agosto, Fernández arribó a la provincia, ante lo México. Historia regional 1750-1824. Méxi-
cual el gobernador se retiró hacia Campeche co, fce, 1990.
sin oponer resistencia. El 8 de septiembre se Ibarra, Ana Carolina, coord., La independencia
juró la independencia en la capital tabasque- en el sur de México. México, unam, Facultad
ña. Cinco días después, las autoridades civiles y de Filosofía y Letras, 2004.
militares de Campeche declararon su adhesión Ibarra, Ana Carolina, El cabildo catedral de An-
al Plan de Iguala y, finalmente, el 15 de sep- tequera de Oaxaca y el movimiento insurgente.
tiembre, las corporaciones civiles y religiosas Zamora, El Colegio de Michoacán, 2000.
de Mérida, encabezadas por el jefe político de Vázquez, Mario, El imperio mexicano y el reino
la Capitanía, secundaron también aquel pro- de Guatemala. Proyecto político y campaña mi-
nunciamiento. litar, 1821-1823. México, fce, 2010.
Mario Vázquez Olivera

+ESCENARIOS DE LA GUERRA: TIERRA CALIENTE +

La insurgencia en el sur de la Nueva España pertenecía a diversos obispados: la subdelega-


encabezada por José María Morelos y Pa- ción de Zacatula pertenecía al de Michoacán;
vón entre 1810 y 1815, y por Vicente Gue- las de Tlapa, Chilapa y una parte de la de Tix-
rrero entre 1815 y 1821 tuvo su base de apo- tla, al de Puebla. La jurisdicción de Acapulco y
yo más importante en las cálidas costas de el resto de la de Tixtla pertenecían al arzobis-
las intendencias de México y Michoacán, pado de México; la de Igualapa estaba dividida
que actualmente forman parte del estado de entre el obispado de Puebla y el de Oaxaca.
Guerrero, y en menor medida en las inten- Sin duda, la provincia de Zacatula fue el
dencias de Oaxaca y Puebla, así como en la bastión insurgente por excelencia; ahí reclutó
contigua sierra Madre del Sur que corre pa- Morelos a la mayor parte de sus tropas y a je-
ralela a ellas. Para su administración política fes destacados como Hermenegildo Galeana,
y militar, en 1810 dichas costas formaban quien llegó a ostentar el grado de mariscal.
par te de las subdelegaciones de Igualapa, Zacatula fue también una especie de granero
Acapulco y Zacatula; mientras que en la par- para los sublevados. El jefe insurgente dispu-
te serrana se localizaban las de Tlapa, Chila- so que los campesinos no abandonaran el cul-
pa y Tixtla. En materia religiosa el territorio tivo de arroz, maíz, algodón y tabaco, pues de
ESCENARIOS DE LA GUERRA: TIERRA CALIENTE 191

esta manera esperaba sostener la lucha arma- regio en el lugar para molestia de los nativos
da. La provincia también fue una especie de de toda la región, que antes de dichas reformas
corredor mediante el cual se mantuvo un ca- habían gozado de una amplia autonomía.
nal de comunicación con Michoacán, donde El cultivo de cacao motivó la introducción
también operaban grupos insurgentes y des- de mano de obra esclava de origen africano
de donde llegaban víveres, plata y pertrechos en las costas, debido a que las leyes ponían
para las tropas rebeldes. Además, la provincia obstáculos para desarraigar de sus pueblos a
funcionó como presidio para resguardar a los los escasos indios para llevarlos a trabajar de
prisioneros realistas. manera permanente a las haciendas cacaote-
Estas costas despertaron menor interés en- ras y ganaderas. El mestizaje de los individuos
tre los españoles que otras zonas novohispanas negros e indios dio origen a la población mu-
a lo largo de los tres siglos del virreinato. Las lata que le imprimiría un perfil peculiar a las
razones son varias: la ausencia de centros mi- tropas insurgentes de Morelos y Guerrero.
neros ricos y duraderos, la falta de un produc- Durante el siglo xviii, el crecimiento mi-
to comercial con un alto valor agregado, el nero y demográfico de la Nueva España esti-
insalubre y caluroso clima, así como la escasez muló el consumo de textiles que España no
de población india a consecuencia de la de- era capaz de satisfacer. Las constantes guerras
bacle demográfica ocasionada por las epide- internacionales que la metrópoli sostenía fue-
mias del siglo xvi. Durante los siglos xvi y xvii ron causa de interrupciones frecuentes del
los españoles fomentaron el cultivo del cacao comercio trasatlántico, circunstancia que esti-
en estos litorales, para lo cual se apropiaron de mulaba el crecimiento de la producción textil
las tierras de los indios, quienes fueron des- novohispana, en particular la de algodón; en
plazados hacia las montañas. No obstante, los consecuencia, también el cultivo de dicha fi-
propietarios blancos se valieron de adminis- bra se vio favorecido. Las costas surianas, con
tradores para manejar sus negocios y cuando una vieja aunque aletargada vocación algodo-
el producto dejó de ser rentable abandonaron nera, se incorporaron al mercado novohispa-
la región. La llamada nao de China, que lle- no de los textiles, incentivándose también la
gaba a Acapulco cargada de mercancías asiá- producción de telas en los espacios serranos
ticas, atraía temporalmente a algunos comer- circunvecinos. Para finales del siglo xviii, ca-
ciantes blancos al puerto, pero no motivó su si toda la creciente población costera estaba
asentamiento de manera permanente. A fines ocupada en el cultivo del algodón.
del siglo xviii hubo un modesto aumento de La tierra, abundante en proporción a sus
los habitantes de origen europeo en Acapulco habitantes, fue acaparada durante el siglo xviii
a consecuencia de la apertura comercial con por las escasas elites nativas de la región que,
Sudamérica y por la llegada de funcionarios aunque se definían a sí mismas como de origen
y militares en el contexto de las reformas bor- español, es probable que estuvieran mezcladas
bónicas. La presencia española también se vio con la población mulata. En las extensas pro-
acicateada por el resurgimiento del cultivo del piedades trabajaban los arrendatarios mulatos,
algodón en toda la costa, cuyos destinos eran quienes levantaban sus chozas junto a sus se-
el Bajío y centro del virreinato. Para finales del menteras para proteger la cosecha del ganado
siglo xviii, aunque continuaban siendo una que pacía libre por la planicie. Las haciendas
minoría poco significativa en términos cuan- eran los espacios de sociabilidad y los núcleos
titativos, los blancos controlaban ya el comer- en torno a los cuales se articulaban las iden-
cio, al mismo tiempo que encarnaban al poder tidades colectivas. Se trataba de una especie
192 LA GUERRA

de familias ampliadas cuyas cabezas eran los bladores costeños en el nuevo esquema ha-
hacendados, en quienes convergían las leal- cendario, pues hasta antes de la segunda mitad
tades y obligaciones, a la vez que eran dadores del siglo xviii prácticamente habían vivido
de protección y seguridad. Estos vínculos tan fuera del régimen fiscal. El cobro de los aran-
estrechos explican la cohesión política entre celes había estado arrendado a las elites loca-
arrendatarios y hacendados durante la guerra les que entregaban cantidades muy reducidas,
de independencia y todo el siglo xix. Cuando que no reflejaban el monto del movimiento
los propietarios se sumaron a la insurgencia, mercantil. Como es de imaginar, en el nue-
como en la provincia de Zacatula, lo hicieron vo marco, estos individuos eran los que más
acompañados de sus clientelas. resistencia ofrecían al pago de los gravámenes.
Al mismo tiempo que las costas iniciaban No sólo habían sido despojados de la función
el despegue económico y su integración al recaudatoria, sino que ahora se les pretendía
mercado novohispano, los monarcas borbo- incluir entre los contribuyentes. En Acapulco,
nes de España se proponían hacer más ren- por ejemplo, la resistencia fue grande, pues se
tables sus posesiones americanas y reforzar había tejido una red de corrupción que in-
su endeble presencia en ellas, a través de un volucraba a los grandes comerciantes de la
proyecto reformista de gran envergadura. Al- ciudad de México; al gobernador y sus em-
gunas de las medidas tomadas fueron, a saber, pleados, y a los comerciantes, tanto de Filipi-
la reorganización de los territorios fiscales, la nas como a los nativos.
supresión del sistema de arriendo del cobro de La defensa y el orden de toda la región su-
las alcabalas, la implantación de las intenden- reña habían estado a cargo de la misma po-
cias, que a su vez se dividieron en subdelega- blación nativa a través de las milicias, cuya
ciones, la eliminación del sistema de flotas y la oficialidad estaba constituida por los miem-
instauración del comercio libre para la mayor bros de las elites locales. En el contexto de las
parte de mercancías que circulaban entre las reformas borbónicas se instauró en la Nueva
posesiones de la Monarquía española. Una de España un ejército regular; sin embargo, en las
las consecuencias de esas disposiciones fue el costas, donde el calor era insoportable para la
incremento de la presión fiscal sobre la pobla- población no nativa, se conservaron las mili-
ción, con el consecuente malestar en diversos cias de pardos. No obstante, sí se realizó un
sectores sociales. cambio fundamental, a saber, se les incorporó
En las costas surianas, como en otras partes en la estructura jerárquica del ejército some-
de la Nueva España, las reformas enfrentaron tiéndolas a la dirección de un militar de carre-
muchos obstáculos. La administración regia ra, usualmente recién llegado de la metrópoli.
carecía de los recursos humanos suficientes e En algunas subdelegaciones, como Zacatula y
idóneos para asumir las nuevas tareas adminis- Acapulco, los comandantes militares fungían
trativas. Además, muy pocos individuos esta- a la vez como subdelegados, lo cual amplia-
ban dispuestos a arriesgar su vida en las cálidas ba sus facultades gubernativas, pero también
e insalubres costas. De hecho, algunos de los el recelo y resentimiento de la población. La
primeros funcionarios enviados a Acapulco, presencia de las elites locales en los cuerpos de
por ejemplo, murieron antes de cumplir un milicianos generaba tensión con los advene-
año en ese destino. dizos comandantes, con quienes disputaban el
Las reformas fiscales generaron fricciones control y la lealtad de la tropa.
intensas entre la población y los funcionarios En el puerto de Acapulco, los conflictos
reales. No fue nada fácil encuadrar a los po- eran más intensos y complejos. No sólo había
ESCENARIOS DE LA GUERRA: TIERRA CALIENTE 193

funcionarios militares y fiscales recién llegados coge al centro de la provincia, pues no alcan-
que presionaban para el pago de aranceles y se zando los cuatro obispados dichos asistir en lo
empeñaban en obstruir el contrabando, sino espiritual los pueblos de esta nueva provincia
que además, con el comercio libre, habían arri- por su distancia, no tenía otro remedio que
bado algunos gachupines que pretendían con- crear otro nuevo obispado, que con el favor de
trolar la actividad mercantil. El malestar contra Dios lo conseguiremos a pocos pasos”.
las reformas fue muy grande y se manifestó de En suma, las costas sureñas, con su escasa
diversas formas: a través del contrabando, ape- población y su insalubre clima, se mantuvie-
lando ante los tribunales de la ciudad de Méxi- ron poco vinculadas al centro del virreinato con
co, boicoteando las disposiciones de los funcio- todas las desventajas que eso implicó, pero tam-
narios y desprestigiándolos ante las instancias bién con sus beneficios. Esta marginalidad dotó
superiores. Los costeños tenían la percepción a la región de un alto grado de autonomía que
de que sus intereses y libertad estaban siendo se vio reducida por las reformas borbónicas, las
violados por los individuos recién llegados, casi cuales fueron percibidas como una intromisión
siempre de origen peninsular o por lo menos en el manejo de los asuntos locales. Sin duda,
de piel blanca, en una sociedad en la que prác- éste fue un factor importante que contribuye a
ticamente todos eran de piel oscura. Se senta- explicar por qué una buena parte de los coste-
ban así las bases para posteriores conflictos con ños otorgaron su apoyo a la causa insurgente.
matices étnicos.
El hecho de que la región estuviese tan re- Jesús Hernández Jaimes
tirada de sus cabeceras episcopales también fue
motivo de preocupación de varias personas. Orientación bibliográfica
Aunque distante, la suma de la población, en
especial la de Tlapa, Chilapa y Tixtla, era sufi- Guardino, Peter, Campesinos y política en la for-
ciente para considerarla importante desde el mación del Estado nacional en México. Gue-
punto de vista de la evangelización. Llama la rrero, 1800-1857. México, Instituto de Es-
atención que los insurgentes encabezados por tudios Parlamentarios Eduardo Neri del
Morelos hicieran suya la demanda de crear un Congreso del Estado de Guerrero, 2001.
obispado en el sur de la Nueva España, tal co- Hernández Jaimes, Jesús, Las raíces de la insur-
mo quedó asentado en la exposición de moti- gencia en el sur de la Nueva España. La es-
vos para erigir la provincia de Tecpan en 1813. tructura socioeconómica del centro y costas del
Además de las razones militares y de logística actual estado de Guerrero durante el siglo XVIII.
esgrimidas para justificar la pertinencia de la México, Instituto de Estudios Parlamenta-
nueva provincia, se argumentó una vez más rios Eduardo Neri, 2002.
la enorme distancia que separaba a la región de Hamnett, Brian, Raíces de la insurgencia en
sus cabeceras de intendencias y obispados, y que México. Historia regional 1750-1824. Méxi-
se traducía en una mala administración de justi- co, fce, 1990.
cia. La solución a este problema sería convertir Labarthe R., María de la Cruz, Provincia de
al sur en una nueva intendencia y promover el Zacatula. Historia social y económica. Tesis.
proceso que se seguía en Roma para conseguir México, Escuela Nacional de Antropolo-
también la instalación de un obispado. gía e Historia, 1969.
La cabecera del obispado que vislum- Widmer, Rolf, Conquista y despertar de las costas
braban los insurgentes, y Morelos en particu- de la mar del sur, 1521-1684. México, Co-
lar, sería Chilpancingo, “que va a ser ciudad y naculta, 1990.
194 LA GUERRA

+GRITO DE DOLORES +

El golpe dado por la oligarquía de la ciudad tal entusiasmo que se convirtió en su principal
de México en la coyuntura de 1808 contra el animador y estableció contacto con simpati-
virrey Iturrigaray y los criollos autonomistas, zantes de la ciudad de México y otras poblacio-
principalmente del Ayuntamiento, con la con- nes, entre ellas la muy cercana congregación de
siguiente prisión de varios de ellos y la muerte Dolores, cuyo párroco, Miguel Hidalgo y Cos-
de dos, significó para muchos la cancelación de tilla, era su amigo. Este cura tenía fama de sabio
la vía pacífica de un necesario cambio. Esta ne- y de benefactor; desde mucho antes de los su-
cesidad se debía al incremento de agravios que cesos de 1808, estimaba que la independencia
padecían criollos, indios y castas de parte del sería conveniente al país, criticaba acremente
despotismo colonial. Tal cancelación suscitó al gobierno colonial y en Dolores comenzó a
grupos disidentes clandestinos. Entre ellos se concientizar a algunos de sus feligreses sobre
formó uno en Valladolid, que fue sofocado en la situación política. Se sumó con gusto a los
diciembre de 1809, pero quedaron otros, co- grupos conspiradores de San Miguel y Queré-
mo el de Querétaro, que en un principio tra- taro, pero se resistía a figurar en primera línea,
tó de cubrirse a la sombra de una Academia como era el deseo de Allende, quien para en-
Literaria promovida por Ignacio Villaseñor a tonces también contaba con los capitanes Juan
finales de junio de 1810 en casa del licenciado Aldama y Joaquín Arias, así como otros más de
Juan Altamirano. En su apertura, el padre José San Miguel. Finalmente el cura, hasta princi-
María Sánchez pronunció un discurso. Como pios de septiembre de 1810, se decidió a com-
la Academia se hizo blanco de sospechas, no si- prometerse en la dirección del movimiento, de
guió, pero quienes buscaban el cambio políti- manera que preparó más al grupo de artesanos,
co continuaron reuniéndose con cautela a lo fabricó lanzas y envió comisionados a reclutar
largo de julio y agosto, entre ellos, además de partidarios por diversos puntos.
los dichos, los licenciados Parra, Sotelo y Lazo Por su parte, Epigmenio González se da-
de la Vega, así como el boticario Estrada y el ba a la tarea de diseñar un plan o visión de la
padre Benigno Munilla. Paralelamente a este nación que se pretendía y un programa de ac-
grupo de profesionistas había otro, también ciones inmediatas para apoderarse de la ciudad
conspirador, de gente de diversos oficios, en el de Querétaro. En la visión se propone el nom-
que se hallaban el tendero Epigmenio Gonzá- bre de Anáhuac y la forma de imperio elec-
lez, su hermano Emeterio, su cajero, Antonio tivo compuesto de provincias, cada una con su
García, y sus amigos Ignacio Carreño, Anto- Audiencia. El gobierno nacional funcionaría
nio y Francisco Lojero, Ignacio Camacho, Ma- mediante cuatro asambleas: Agricultura, Co-
riano Lozada y el escribiente Mariano Galván. mercio, Industria, Acueductos y Caminos, y
También apoyaban unas mujeres llamadas las un juez de Población. Las tierras cultivables de
sanmigueleñas y sobre todo doña Josefa Or- europeos y de criollos no independentistas se
tiz, esposa del corregidor Miguel Domínguez. repartirían entre los gañanes; las de criollos
Este matrimonio, Ignacio Villaseñor y Epig- y religiosos se arrendarían en pequeñas por-
menio González tenían amistad con el capitán ciones. Se prohibía la importación de ar tículos
Ignacio Allende, quien además de formar otro que se pudieran hacer en el país. La contribu-
grupo conspirador en San Miguel el Grande, ción fiscal personal a partir de los 20 a los 50
concurría a reuniones del de Querétaro con años sería de un peso.
GRITO DE DOLORES 195

El programa para apoderarse de Queréta- la denuncia de Mariano Galván, quien fungía


ro consideraba un costo de 2 642 pesos con como secretario en las juntas de la conspira-
dos capitanes y un general al frente de unos ción. Su denuncia llegó a Andrés Mendívil,
500 hombres repartidos en las calles de la ciu- administrador de Correos en México, quien
dad para aprehender a un tiempo a todos los la puso en manos del oidor Aguirre. Sin em-
funcionarios de gobierno y militares, así co- bargo, ninguna de estas denuncias provocó la
mo a los gachupines, que serían embarcados a aprehensión de los conspiradores de Queréta-
España. Epigmenio se quejaba de crímenes y ro, sino otra, que partió de dos personajes, uno
atropellos impunes de éstos últimos, pero tam- seguramente criollo, cuyo nombre se ignora, y
bién de inequidades de criollos. Junto al plan un peninsular, Francisco Bueras. El corregidor
y el programa figuraba un breve manifiesto en Domínguez se vio obligado a proceder, pues
que se intima el retiro de los gachupines, se también sobre él pesaban sospechas. La noche
menciona un agravio decisivo: “la carestía del 14 de septiembre se encaminó al cateo de
que sufrimos [...] y así, maíz a cuatro pesos las casas. En la de Epigmenio hallaron armas
[la carga] o guerra”. Finalmente se proyectó y documentos. Pero antes, cuando el corregi-
el emblema nacional: el águila venciendo al dor salía de su casa para el cateo, informó a su
león español.Todo esto procedía del grupo de mujer que la conspiración había sido descu-
Epigmenio, más que del grupo de los cons- bierta y, temeroso de alguna imprudencia por
piradores abogados, clérigos y militares. Con el arrebatado carácter de doña Josefa, la ence-
todo, la relación de Epigmenio con Allende rró con llave. La corregidora llamó entonces al
era estrecha, al grado de ofrecerle hombres alcaide de la prisión, Ignacio Pérez, con golpes
comprometidos para la lucha armada, y sin en el piso, pues la habitación de éste se halla-
duda que todos esos documentos y propuestas ba en la planta baja y a través de la puerta le
fueron conocidos por el capitán y por el cura mandó fuese a dar aviso al capitán Allende. Sin
Hidalgo. Sin embargo, el descubrimiento de la embargo, el alcaide no pudo salir sino hasta el
conspiración impidió su maduración. 15 por la mañana.
Por varios conductos llegaron denuncias al Desde antes, por el 11 de septiembre, Hi-
gobierno colonial. Una partió de José María dalgo había escuchado rumores de que Allen-
Garrido, tambor mayor del batallón de Gua- de había sido denunciado. Entonces lo mandó
najuato, a quien Hidalgo conocía y había in- llamar. Llegó el capitán a Dolores el jueves 13
vitado a la sublevación. No obstante, éste op- de septiembre, como a las seis de la tarde. Por
tó por denunciar la conspiración a su capitán su parte, el sábado 15, Juan Aldama concurrió
Francisco Bustamante, quien a su vez lo hizo a un baile en San Miguel a casa de José Allen-
a Juan Antonio Riaño el 13 de septiembre. de, hermano de Ignacio. Hacia las diez de la
Otra, de manera anónima y sin destinatario, el noche llegó el alcaide Pérez, quien comunicó
9 de septiembre, daba cuenta de los frecuentes a Aldama el recado de la corregidora. Aldama
viajes de Allende y Aldama, ya a Dolores, ya salió de inmediato para Dolores junto con el
a Querétaro, así como de la actitud sediciosa alcaide. Mientras tanto el cura Hidalgo, hacia
de ambos. Tal vez la denuncia más pormeno- las nueve de la noche, acudió a jugar a las cartas
rizada fue la del capitán del Regimiento Pro- a la mansión del subdelegado Nicolás Fernán-
vincial de Celaya, Joaquín Arias, quien estan- dez del Rincón. A las once Hidalgo se retiró
do entre los más fervorosos miembros de la a su casa y tal vez comentó algo con Allende.
conspiración, ante el temor de ser descubierto Se fueron a dormir. No habían pasado cuatro
y castigado, la denunció. Otro conducto fue horas cuando llegaron Aldama y el alcaide Pé-
196 LA GUERRA

rez, y fueron a despertar a Allende. Comenta- rificó en un momento y se les repartieron a


ron con angustia el suceso y la primera opción los que habían concurrido. Le mandó llamar
que se les presentó fue la huida. Pero había que al presbítero don Mariano Balleza, quien se
avisar al cura y fueron a despertarlo:“inmedia- reunió en el acto, y se nombró jefe de una co-
tamente le comunicó el señor Allende que ha- misión para aprehender al padre Bustamante,
bía sido descubierta la conspiración, que eran sacristán mayor de nuestra parroquia. Cuando
perdidos, que tomaran providencias de salvar- ya estuvieron armados los pocos que se ha-
se huyendo a los Estados Unidos”. bían reunido, tomó el señor cura una imagen
Se habían levantado las hermanas de Mi- de nuestra Señora de Guadalupe y la puso en
guel y éste les pidió que sirvieran chocolate. un lienzo blanco, se paró en el balconcito del
Los dos capitanes se cuestionaban, proponían, cuarto de su asistencia, arengó en pocas pala-
discutían. Hidalgo no decía mayor cosa en tan- bras a los que estaban reunidos recordándoles
to se vestía. Serían poco más de las tres de la la oferta que le habíamos hecho de hacer libre
mañana. Envió a su cochero, Mateo Ochoa, nuestra amada patria, y levantando la voz dijo:
a llamar a los dos serenos del pueblo, José Ce- ‘¡Viva nuestra Señora de Guadalupe! ¡Viva la
cilio Arteaga, el Ralleño, y Vicente Lobo. Tan independencia! Y contestamos: ¡Viva!, y no
luego llegaron les ordenó que convocaran a los faltó quien añadiera: ¡Y mueran los gachu-
artesanos allí, a su casa. Los capitanes seguían pines!’” Acto seguido, el cura se dirigió junto
discutiendo.Tras calzarse las medias, el cura los con ellos a la cárcel, donde liberó a cincuenta
interrumpió: “¡Caballeros, somos perdidos! reos; de allí fueron todos al cuartel por espadas.
Aquí no hay más recurso que ir a coger ga- Se agregaron soldados del destacamento del
chupines”. A lo que replicó Aldama: “¡Señor!, Regimiento de la Reina, y todos se distri-
¿qué va hacer vuestra merced? Por amor de buyeron para proceder a la prisión de espa-
Dios, vea vuestra merced lo que hace”.Y se lo ñoles. Mientras tanto el campanero, el Cojo
volvió a decir, pero Hidalgo insistió con Allen- Galván, había dado las llamadas para la misa de
de: “Ahora mismo damos la voz de libertad”. cinco. Como una de las razones primordiales
Para entonces ya habían llegado ocho de los ar- del movimiento era la defensa de la fe y sus
tesanos convocados. Irían llegando otros; uno prácticas, lo más seguro es que, una vez apre-
se disculpó por sentirse indispuesto, pero el cu- hendidos los gachupines, los sublevados acu-
ra mandó que lo trajesen “por bien o por mal”. dieran a la misa dominical, pues era de riguro-
Para entonces, su hermano Mariano y José so cumplimiento, comenzando por el propio
Santos Villa ya se habían agregado a la reunión Hidalgo, aunque no oficiara él sino uno de los
de los capitanes y el cura. Pedro José Sotelo, vicarios. Habiendo salido todos de la iglesia
uno de los alfareros recordaba así lo que siguió: poco después de las seis, allí en el atrio el cura
“Cuando ya estaban reunidos como quince Hidalgo arengó a la multitud en estos térmi-
o dieciséis personas, alfareros y sederos, inclu- nos: “¡Hijos míos! ¡Únanse conmigo! ¡Ayú-
so los dos serenos, y algunos del pueblo que denme a defender la patria! Los gachupines
no pertenecían a las oficinas del señor cura, quieren entregarla a los impíos franceses. ¡Se
pero que con el rumor de la novedad se habían acabó la opresión! ¡Se acabaron los tributos!
levantado, y otros que los mismos alfareros Al que me siga a caballo le daré un peso, y a
habían convidado al pasar por sus casas. En- los de a pie, un tostón”. A las siete de la ma-
tonces dio orden el señor cura a los alfareros ñana ya se contaban más de 600 los animados
para que fueran a traer armas y hondas que a entrar en la insurgencia. Allende y Aldama,
estaban ocultas en la alfarería, lo cual se ve- ayudados por 34 soldados del destacamento
GRITO DE DOLORES 197

del Regimiento de la Reina, se dieron a la edad muy avanzada—, cuando Hidalgo era
tarea de formar pelotones y dotarlos cuando glorificado y reivindicado nacionalmente. Sin
menos de hondas que tenían guardadas en el embargo, no hay razón suficiente para dudar
Llanito y lanzas de Santa Bárbara, de donde de que Hidalgo haya exhortado a ese grupo
había llegado Luis Gutiérrez con más de 200 que convocó primero. La segunda alocución
jinetes. Mariano Abasolo no estuvo en el mo- es posterior y se dirigió a la muchedumbre
mento de la arenga a la muchedumbre, pues congregada en el atrio. Es el Grito propia-
permaneció en su casa, pero más tarde escuchó mente dicho, cuyas palabras fueron recogidas
a Hidalgo mientras se dirigía a un grupo de por Juan Aldama. No dicen ni viva la indepen-
vecinos principales de Dolores en estos térmi- dencia, ni viva Fernando VII. La tercera alo-
nos: “Ya vuestras mercedes habrán visto este cución ocurrió a media mañana, dirigida no
movimiento, pues sepan que no tiene más ob- a la muchedumbre sino a los principales crio-
jeto que quitar el mando a europeos, porque llos de Dolores, Mariano Abasolo entre ellos,
éstos, como ustedes sabrán, se han entregado a quien lo contaría después.
los franceses y quieren que corramos la misma Quienes sin ser testigos presenciales inven-
suerte, lo cual no hemos de consentir jamás; taron luego diferentes versiones del Grito, mez-
y vuestras mercedes, como buenos patrio- claron elementos de lo contado por testigos con
tas, deben defender este pueblo hasta nuestra frases que se hallan en diversas proclamas anó-
vuelta que no será muy dilatada para organizar nimas de la primera insurgencia, así como con
el gobierno”. Hidalgo encargó la parroquia al vivas estampadas en banderas del movimiento y
padre José María González, generoso devoto con aclamaciones de la muchedumbre.
de la cofradía de los Dolores. Hubo otras misas
dominicales y así unos entraban y otros salían. Carlos Herrejón Peredo
Almorzaban lo que generalmente se ofrecía
en el tianguis dominical. Hidalgo, hacia las Orientación bibliográfica
once de la mañana, montó en caballo negro.
Junto con Allende y Aldama encabezaban un Herrejón Peredo, Carlos, Hidalgo: razones de
desfile de cerca de 800 sublevados que enfi- la insurgencia y biografía documental. México,
laron con dirección a la hacienda de la Erre. sep, 1987.
Empezaba la campaña de Hidalgo precipitada Herrejón Peredo, Carlos, “Hidalgo y la na-
por una denuncia que impidió que la conspi- ción”, en Relaciones, núm. 99, vol. xxv, ve-
ración madurara y adelantó el levantamiento rano 2004, pp. 257-285.
programado para el 29 de septiembre. Hidalgo entre escultores y pintores. Textos de Er-
Como se advierte, hubo tres alocuciones nesto de la Torre Villar et al. Morelia, Uni-
de Hidalgo la mañana del 16 de septiembre. La versidad Michoacana de San Nicolás de
primera fue a un pequeño grupo de sus arte- Hidalgo, 1990.
sanos y algunos otros. Lo narra un testigo pre- Miguel Hidalgo: ensayos sobre el mito y el hombre
sencial, Pedro José Sotelo. Puede cuestionarse (1953-2003). Selec. de textos y bibliogra-
el tenor de algunas palabras que pone en boca fía de Marta Terán y Norma Páez. Méxi-
de Hidalgo, particularmente el “Viva la inde- co/Madrid, inah/Fundación Histórica
pendencia” —pues Sotelo cuenta esto a una Tavera, 2004.
198 LA GUERRA

+MOVIMIENTO TRIGARANTE +

En sentido estricto, el movimiento trigaran- ca del mundo hispánico no sólo por la nueva
te fue el levantamiento que, sustentado en el puesta en marcha del sistema constitucional
Plan de Iguala y dirigido por Agustín de Itur- luego de seis años de absolutismo fernandis-
bide, produjo entre los meses de febrero y sep- ta, sino también porque apareció en la escena
tiembre de 1821 el derrumbe del gobierno pública la eficacia del “pronunciamiento” co-
virreinal de la Nueva España y el establecimien- mo instrumento de negociación e imposición
to del Imperio Mexicano. Se le conoce como política, mecanismo endémico del siglo xix
trigarante en alusión al Ejército de las Tres hispanoamericano. No es casual que Iturbide
Garantías que quedó establecido en el Plan de insistiera una y otra vez en los “ejemplos he-
Iguala, corporación que debía consagrarse a la roicos de la península”, pues el movimiento
protección de la religión católica, la indepen- trigarante siguió en más de un sentido el mo-
dencia de la Nueva España con respecto a su delo ejecutado por Riego.
metrópoli y a cualquier otra potencia, y la Las noticias de la restauración constitucio-
unión de americanos y europeos; en suma, re- nal arribaron a la Nueva España a finales de
ligión, independencia y unión. abril de 1820, pero las autoridades virreina-
El proceso histórico que comprendió el les retardaron la puesta en marcha del nuevo
movimiento trigarante ha sido conocido histo- orden. Presionado, empero, por los juramen-
riográficamente como Consumación de la In- tos constitucionales de Veracruz y Campeche
dependencia y, desde sus primeros testimonios a finales de mayo, el virrey Juan Ruiz de Apo-
hasta los estudios más recientes, ha significado daca, conde del Venadito, tuvo que ceder y
un tema espinoso y contradictorio. Contrarre- juró el código el 31 de mayo. Aunque lenta
volución, alianza antirreformista, gran compo- y trabada, la articulación del sistema consti-
nenda, reacción conservadora, suplantación o tucional provocó una notable efervescencia
contradicción de la independencia, solución política que se manifestó, por ejemplo, en la
transitoria y transadora son algunas de las de- erección de ayuntamientos constitucionales
nominaciones con que se ha tratado de expli- y diputaciones provinciales, en los procesos
car este problema histórico en el que se cifra electorales y en la proliferación de papeles pú-
el arranque formal del Estado nacional mexi- blicos que, en muy diversos tonos, avivaron las
cano, cuyo contexto y sentido trataremos de opiniones y azuzaron el tan temido “espíritu
sintetizar aquí. de partido”. Casi siempre sarcásticos y guiados
El 1 de enero de 1820, el comandante de por un afán pedagógico, los folletistas volvie-
las fuerzas militares destinadas a combatir a la ron a lanzar a la palestra pública términos que
insurgencia rioplatense, Rafael de Riego, se espoleaban posturas y despertaban reacciones
sublevó en Cabezas de San Juan (Cádiz) exi- contrapuestas; de nuevo se habló de igualdad,
giendo el restablecimiento de la Constitución de representación, de libertad e independen-
de la Monarquía española. Con una red de cia, siempre con enorme ambigüedad.
conspiraciones liberales expandidas en toda En ese contexto, que atinadamente algún
la península ibérica, el brazo militar obligó a autor bautizó como “euforia constitucional”,
Fernando VII a marchar por la senda consti- comenzaron a brotar sospechas de conspiracio-
tucional el 9 de marzo. Las implicaciones de nes con los más variados objetivos. La Nueva
estos sucesos transformaron la cultura políti- España no se encontraba del todo pacificada,
MOVIMIENTO TRIGARANTE 199

pero es cierto que las rebeliones activas esta- nalidad de someter o en su defecto convencer
ban más aisladas —como la que hacía persistir a Guerrero de apoyar aquel determinado plan
en la sierra sureñaVicente Guerrero— debido de independencia de la Nueva España, que a la
a una política de indultos y al debilitamiento y postre sería dado a conocer en Iguala.
fragmentación de la propia insurgencia, nunca Lo cierto es que en aquel entorno de en-
unificada lo suficiente. Por su parte, las nume- conadas polémicas públicas, el 9 de noviembre
rosas fuerzas armadas oficiales se mantenían de 1820, el conde del Venadito puso al fren-
dispersas, relativamente ociosas y mal pagadas, te del ejército del sur al coronel Agustín de
lo que las convertía en un elemento político Iturbide quien, desde 1816, se encontraba en
en potencia peligroso y dispuesto a entrar en México enfrentando proceso por acusacio-
acción, según la capacidad persuasiva de quien nes de malversación. Iturbide sustituyó a Ga-
quisiera utilizarlo. briel de Armijo en la comandancia sureña y
De esta forma, la recepción de las medidas recibió la encomienda oficial de pacificar
conocidas como “decretos radicales”, toma- aquel rumbo. Todo parece indicar que con
das por las Cortes de Madrid, vino a alterar anterioridad a su partida hacia el sur, Iturbi-
todavía más un entorno novohispano ya con- de ya había establecido contacto con un buen
vulso, en particular las que mermaban la inmu- número de personajes de cierta jerarquía
nidad de eclesiásticos y militares. Éstas y otras —principalmente militares, aunque también
medidas pusieron sobre alerta a los grupos obispos— buscando su apoyo para echar a an-
de por sí desafectos al orden constitucional, dar un plan de apariencia conciliadora.
grupos que desde tiempo atrás habían estado De diciembre de 1820 a febrero de 1821,
ensayando, primero, frenar la restauración del Iturbide se mantuvo en aparente campaña mi-
nuevo orden y, una vez que éste se estableció, litar coordinada desde la región de Teloloapan.
encontrar alguna vía para deslindarse de él. Sin descuidar el tejido epistolar de su red de
Tradicionalmente la historiografía ha ubicado colaboradores, Iturbide dirigió algunas esca-
a la conspiración de la Profesa en este sentido, ramuzas contra las tropas de los sublevados;
es decir, como un grupo de individuos opues- desde un principio, empero, el objetivo de su
tos a la Constitución que habrían intentado misión fue la negociación, vía que ya había
en un primer momento (y con la anuencia de entablado el gobierno virreinal con Guerrero
Apodaca) impedir su nueva puesta en vigencia meses atrás. Desde la primera carta conocida
para luego, ante el juramento del virrey, idear de Iturbide a Guerrero, fechada en Cualoti-
un plan que sustrajera estos dominios del al- tlán el 10 de enero de 1821, queda manifies-
cance constitucional respetando la soberanía to que el coronel vallisoletano tenía claro un
de Fernando VII y procurando conservar el programa de acción que, si bien no se desvela-
antiguo orden jerárquico. Suelen ubicarse ba aún como separatista, buscaba generar con-
como principales elementos de esta conjura fianza en la actuación de los recién electos di-
al prepósito de la comunidad de San Felipe putados a Cortes. Cabe señalar que ese grupo
Neri, Matías de Monteagudo, y al ex inqui- de representantes al que Iturbide aludía se en-
sidor José Tirado. Sin embargo, no contamos contraba por esas fechas reunido en Veracruz,
con testimonios que sustenten de manera sa- en espera de poder zarpar a la península. Una
tisfactoria esta tan repetida hipótesis según la vez que arribaron al puerto, todos los dipu-
cual, en ese mismo sentido, los conjurados tados novohispanos tuvieron la oportunidad
habrían impuesto la designación de Iturbide de conocer y discutir un plan de Iturbide que
como comandante general del sur, con la fi- les presentó Juan Gómez Navarrete (diputado
200 LA GUERRA

por Michoacán, pero, sobre todo, amigo cer- quier otra potencia; la creación de una monar-
cano de Iturbide) que proponía demorar la quía moderada por una nueva Constitución
salida y, comenzada la revolución, instalar ahí elaborada por las Cortes del Imperio Mexica-
mismo un congreso nacional; sin embargo, no; el ofrecimiento de la Corona a Fernando
para no levantar sospechas, los diputados tu- VII (o, en su defecto, a los infantes de la casa
vieron que zarpar a mediados de febrero. de Borbón), la igualdad entre todos los habi-
Los intercambios entre Iturbide y Guerre- tantes, la creación del Ejército de las Tres Ga-
ro continuaron, pero antes de haberse verifi- rantías como sostén del nuevo gobierno, y el
cado ninguna entrevista entre ambos, el coro- respeto a la propiedad y a los fueros eclesiás-
nel realista le comunicó al virrey que ya había ticos, entre otros puntos de carácter más bien
logrado subordinar al insurgente. Una semana operativo. Con el plan, Iturbide hizo circular
más tarde, el 24 de febrero, dio a conocer en una propuesta de integrantes para la Junta
Iguala el plan que fue conocido por el nombre Gubernativa —integrada fundamentalmente
de ese poblado. Circularon varias versiones de por oidores, individuos vinculados al Ayun-
éste y todavía más son las hipótesis sobre su tamiento de México y personajes cercanos a
incierto origen.Algunos afirman que fue obra él— cuya presidencia ofrecía al virrey Apodaca
íntegra de los serviles conspiradores de la Pro- y que de inmediato éste se encargó de rechazar
fesa; otros conceden que aunque el germen calificando al plan como sedicioso.
de la idea provino de los conjurados,personajes Luego de la proclamación y las ceremo-
cercanos a Iturbide (como Manuel Bermú- nias de jura, se presagió el inminente fracaso
dez Zozaya, Juan José Espinosa de los Monte- de los independientes debido a la deserción
ros e incluso María Ignacia, la Güera Rodrí- en masa que mermó su tropa. Sin embargo,
guez y el obispo de Puebla, Antonio Joaquín la dispersión del ejército oficial y la indeci-
Pérez Martínez) habrían dado forma defini- sión de Apodaca permitieron a la trigarancia
tiva al documento sin autorización de los del comenzar a movilizar y obtener apoyos de-
oratorio, e Iturbide, entonces, habría engaña- terminantes. En opinión de Juan Ortiz, la ex-
do a sus benefactores originales. Por su parte, pansión exitosa de la trigarancia estribó en la
el propio Iturbide publicó en su Manifiesto al adhesión de los mandos de los cuerpos inter-
mundo que, aunque consultó con los indivi- medios regulares y, sobre todo, de los milicia-
duos más reputados de los diversos partidos, nos que se encargaron de establecer las alian-
el plan fue obra estrictamente suya: “formé zas con las elites regionales representadas en
mi plan conocido por el de Iguala, mío por- los ayuntamientos. Por el contrario, los prin-
que solo lo concebí, lo extendí, lo publiqué y cipales oponentes a la nueva oferta indepen-
lo ejecuté”, escribió en el exilio. Finalmente diente fueron los altos mandos militares, parte
otros concedieron la autoría al propio virrey de la burocracia y los grupos dominantes de
Apodaca y no faltó quien sostuviera que el las grandes ciudades virreinales (al menos en
plan había sido obra exclusiva de Vicente un primer momento).
Guerrero, quien habría cedido su publicación En realidad fueron contadas las acciones
y ejecución a Iturbide. de guerra en el transcurso de esos siete me-
Dependiendo de la versión, el plan constó ses que duró la campaña trigarante, motivo
de 23 o 24 artículos que proclamaban la de- por el cual autores como Alamán no dudaron
fensa de la religión católica con intolerancia en calificarla como un paseo por las provincias
de cualquier otra; la independencia de la Nue- que se ganó antes con las relaciones privadas y
va España con respecto a la antigua y a cual- los resortes políticos que con las armas. En
MOVIMIENTO TRIGARANTE 201

todo caso, en medio de la vorágine de suce- dalajara, Manuel de la Bárcena, gobernador de


sivos pronunciamientos independentistas por la mitra de Michoacán, o el obispo Antonio
parte de guarniciones y destacamentos a partir Pérez, de Puebla.
de marzo, hubo algunos enfrentamientos de En concomitancia con el raudo éxito tri-
consideración en los llanos de Apan, Tepeaca, garante, dos fenómenos terminaron de dila-
Córdoba, Xalapa, Toluca, Veracruz, Durango pidar la legitimidad del gobierno virreinal: el
y Azcapotzalco. amotinamiento de las tropas expedicionarias
De muchos modos los ofrecimientos con- acuarteladas en México en virtud de la inefi-
cretos del Plan de Iguala fueron retomados, cacia de las medidas tomadas por Apodaca,
adaptados y aprovechados por las elites regio- que provocó su destitución y la designación
nales. Esas ofertas políticas, inscritas en las del mariscal de campo Francisco Novella co-
dinámicas particulares de cada caso, propicia- mo nuevo jefe político superior el 6 de julio,
ron el reacomodo (o la reafirmación) de los y el arribo a Veracruz de Juan O’Donojú, el
grupos que venían disputando por muy di- 30 de ese mismo mes, quien había sido desig-
versas vías y con anterioridad al movimiento nado por las Cortes legítimo sustituto de Apo-
trigarante el control de su región. La posibi- daca. Con la inmensa mayoría del territorio
lidad de una difusa independencia significó la controlado por los independientes y con un
esperanza de solucionar tensiones y demandas gobierno golpista y desobedecido en la capi-
locales: villas que pretendían no depender de tal, O’Donojú no tuvo más opción que pactar
otras, pueblos enfrentados a capitales, provin- con el primer jefe trigarante y firmar en Cór-
cias en busca de diputaciones, regiones ente- doba, el 24 de agosto, un tratado que ratificaba
ras en disputa con uno o varios centros y, en el Plan de Iguala con escasas modificaciones
última instancia, un pretencioso Imperio con (como la posibilidad de que las Cor tes me-
respecto a una Corona a la cual nunca termi- xicanas designasen al emperador en caso de
nó por repudiar. Es por ello que el triunfo rechazo de los Borbones). Sitiado y sin apo-
trigarante no se puede explicar con un solo yos, Novella capituló y el Ejército Trigarante
modelo, pues las estrategias dependieron de entró solemnemente a la capital el 27 de sep-
las circunstancias regionales: en donde hubo tiembre de 1821. Al día siguiente, se instaló
conflictos, las rebeliones estallaron en pobla- con formalidad la Suprema Junta Provisional
ciones periféricas y, al final, se tomaron las ca- Gubernativa con 38 individuos que reflejaban
pitales (México,Veracruz, Guanajuato,Vallado- buena parte de los intereses aglutinados por
lid, Puebla, Oaxaca, Querétaro, San Luis Potosí el movimiento.Acto seguido, firmaron el Acta
y Durango); en el resto de territorios, los pro- de Independencia y nombraron a los cinco re-
nunciamientos se dieron primero en las capi- gentes: Iturbide, el obispo Pérez, Manuel de la
tales y de ahí se ordenaron las juras en el resto Bárcena, Isidro Yáñez y Manuel Velázquez de
de villas y ciudades dependientes. En todo mo- León.
mento fueron determinantes las adhesiones Así, producto de un movimiento político
de los regimientos provinciales y de los mandos y organizado en función de un plan específi-
medios que se sublevaron a los altos jefes, por co, quedó establecido formalmente, pero con
ejemplo, Anastasio Bustamante y Luis Cortá- insalvables contradicciones y conflictos, un
zar para el Bajío, o Pedro Celestino Negrete Estado nacional que recibió el nombre de Im-
para la Nueva Galicia. Fundamentales también perio Mexicano.
fueron los apoyos de la jerarquía eclesiástica, Rodrigo Moreno
como Juan Ruiz de Cabañas, obispo de Gua-
202 LA GUERRA

Orientación bibliográfica Ortiz, Juan, Guerra y gobierno. Los pueblos y la


independencia de México. Sevilla, Instituto de
Arenal Fenochio, Jaime del, Un modo de ser Investigaciones Dr. José María Luis Mora/
libres. Independencia y Constitución en México El Colegio de México/Universidad In-
(1816-1822). Zamora, El Colegio de Mi- ternacional de Andalucía/Universidad de
choacán, 2002. Sevilla, 1997.
Hernández, Octavio, dir., La República fede- Rodríguez O., Jaime E.,“La transición de co-
ral mexicana. Gestación y nacimiento, 8 vols. lonia a nación: Nueva España, 1820-1821”,
[México, Departamento del Distrito Fe- en Historia Mexicana, núm. 70, vol. xliii,
deral, 1974.] octubre-diciembre de 1993, pp. 265-322.

+RELACIONES DE LA INSURGENCIA CON EL EXTERIOR +

Desde sus inicios, la insurgencia novohispana gran claridad que esta simpatía y este interés
volteó la mirada hacia otras naciones, particu- podrían convertirse en apoyo a los insurrectos.
larmente hacia Estados Unidos, en busca de Desde tiempo atrás, conocían las ambiciones
apoyos para su lucha contra el régimen co- expansionistas de Estados Unidos a costa de
lonial. También fueron varias las naciones, en las posesiones españolas y su interés por co-
especial los vecinos del norte, cuyos gobier- merciar con ellas; también que desde su terri-
nos mostraron interés en lo que ocurría en la torio podían infiltrarse fácilmente en la Nue-
Nueva España durante los últimos años del va España elementos subversivos que alteraran
virreinato. el orden colonial, como fue el caso de algunos
Una de las “ideas fijas” que animaron a va- emisarios de Napoleón y de varios agentes del
rios jefes insurgentes de la primera etapa del gobierno estadounidense, por lo que de con-
movimiento, la que va de 1810 a 1815, fue tinuo giraron instrucciones para conjurar tal
que Estados Unidos veía con buenos ojos sus amenaza.
actividades y estaba dispuesto a auxiliarlos. Y La temprana presencia de algunos anglo-
a pesar de que el gobierno estadounidense americanos, como eran llamados los estadou-
nunca reconoció a la insurgencia ni le brindó nidenses en la América española, en grupos de
abiertamente su apoyo, los insurgentes espe- insurgentes parecía darles a éstos la razón
raron la ayuda del norte durante largos años. de que en Estados Unidos había interés por su
Su esperanza no era del todo infundada. Hacía causa y que pronto se materializaría su ayuda.
poco que ese país se había independizado de Uno de ellos, David Faro, que se uniera a José
Inglaterra e instituido un novedoso sistema María Morelos en Acapulco, fue comisionado
de gobierno, lo que hacía suponer su natural a finales de mayo de 1811 por este jefe insur-
simpatía hacia quienes luchaban por alcanzar gente a cruzar la frontera para pedir ayuda, a
una meta semejante. Además, las oportunida- cambio de la cual Morelos se hallaba dispues-
des comerciales que le significaría tener como to a ceder la provincia de Texas. Pero Faro no
vecino a un país independiente parecían mo- llegó a cumplir su comisión, pues a finales de
tivo suficiente para que se interesase en apo- octubre de ese año, Morelos lo mandó dego-
yar la insurgencia. Esto fue percibido también llar por conspirar en su contra. No fue Faro el
por las autoridades coloniales, que vieron con primer enviado insurgente a Estados Unidos
RELACIONES DE LA INSURGENCIA CON EL EXTERIOR 203

ni tampoco el primero en fracasar. En diciem- insurgentes, y logró reclutar tropas, entre ellos
bre de 1810, Miguel Hidalgo había nombrado 150 angloamericanos, que constituyeron el
a Pascasio Ortiz de Letona plenipotenciario Ejército Republicano del Norte. Esta fuerza
y embajador cerca del Congreso estadouni- pasó a Texas en agosto de 1812 y tomó varias
dense, pero fue detenido camino a Veracruz poblaciones, sucesos que, al ser conocidos por
y se suicidó. Ignacio Aldama, otro embajador los insurgentes del interior, causaron gran en-
enviado a aquel país en marzo de 1811 para tusiasmo y el Correo Americano del Sur, publi-
conseguir auxilios y asegurar una favorable cado por Morelos en Oaxaca, dio noticia de
acogida a los jefes insurgentes, tampoco llegó ellos, añadiendo que estas fuerzas pronto se di-
a su destino, y lo mismo ocurrió con Francis- rigirían a la capital del virreinato “para dar así
co Antonio Peredo, enviado en abril de 1813 la última mano a nuestra gloriosa empresa”, lo
por Ignacio Rayón. que no resultó cierto. Gutiérrez de Lara tomó
Un emisario más exitoso fue José Bernar- San Antonio de Béjar en abril de 1813, y de
do Maximiliano Gutiérrez de Lara, a quien inmediato la provincia de Texas declaró su in-
en marzo de 1811 Ignacio Allende extendiera dependencia y se instaló una Junta de Gobier-
credenciales para pasar a Estados Unidos en no que redactó una Constitución. El virrey
busca del pretendido apoyo, pues logró llegar a Félix María Calleja envió a Joaquín de Arre-
Washington, donde se entrevistó con William dondo, uno de los mejores militares realistas, a
Eustis, secretario de Guerra; con el presidente, combatir a la insurgencia texana, pero serían
James Madison, y con James Monroe, secre- los problemas que causó la presencia de José
tario de Estado, quienes le ofrecieron ayuda a Álvarez de Toledo, quien había sido diputado
cambio de apoyar sus pretensiones interven- a Cortes por Santo Domingo y había pasado
cionistas. Bien las conocían las autoridades es- después a Estados Unidos, las que llevarían a la
pañolas, pues para entonces ya se había perdi- pérdida de la región a finales de 1813. A pesar
do parte de las Floridas, y en una interesante y de ello, se continuó reclutando voluntarios en
profética comunicación de Luis de Onís, mi- territorio estadounidense, en lo que destaca-
nistro español en Washington, al virrey Fran- ron Robinson y el militar francés Jean Amable
cisco XavierVenegas en abril de 1812, aquél le Humbert. Estas actividades se llevaron a cabo
recordaba que el gobierno de Estados Unidos sin contar con la autorización expresa del go-
se había propuesto fijar sus límites en la em- bierno de Estados Unidos, el cual no deseaba
bocadura del río Bravo, seguir su curso hasta entrar en conflicto con España porque el país
el grado 31 y desde allí en línea recta hasta el se hallaba en guerra con Inglaterra, pero fue-
Pacífico, apropiándose de Texas, Nuevo San- ron toleradas e incluso apoyadas por las auto-
tander, Coahuila, Nuevo México, parte de la ridades locales.
Nueva Vizcaya y Sonora; sólo le faltó incluir a Por esos años, Nueva Orleáns era un centro
la Alta California. También le informaba que de conspiración en contra de las autoridades
utilizaría la seducción y la intriga, que apoya- españolas. Desde allí, a principios de 1814, el
ría a los insurgentes y que había enviado ya a general Humbert se había puesto de acuerdo
varios agentes a la Nueva España, como Joel con los piratas de la isla Barataria para atacar
R. Poinsett. Tampico o Matagorda y estorbar el tránsito de
Gutiérrez de Lara pasó a Nueva Orleáns, los españoles por el golfo de México. Humbert
donde conoció a William Shaler y a John Ha- desembarcó en Nautla a mediados de ese año
milton Robinson, agentes del Departamento junto con varios angloamericanos, donde fue-
de Estado para obtener información sobre los ron muy bien recibidos, pues se dijo enviado
204 LA GUERRA

por el gobierno estadounidense. Se entrevistó Peredo, aquel enviado de Rayón; de Ellis Peter
con Juan Pablo Anaya y a poco regresó con él a Bean, quien llevaba autorización para hacer el
Estados Unidos acompañado de José Antonio corso, y de Juan Nepomuceno Almonte, hijo
Pedroza y Ellis Peter Bean, angloamericano de Morelos, misión que tampoco tendría re-
que se uniera a Morelos a principios de 1811. sultados importantes para la causa insurgente.
La breve visita de Humbert causó gran Álvarez de Toledo también convenció a More-
ilusión a los insurgentes, como lo expresa una los de ubicar al Congreso en un lugar cercano
proclama de Rayón, y gran alarma a las auto- a la costa para facilitar las comunicaciones, por
ridades coloniales, que tomaron disposiciones lo que acordó pasase a Tehuacán, lo que llevó a
para impedir nuevos desembarcos y cortar las su prisión en noviembre de 1815.
comunicaciones con el exterior.Anaya, Hum- No obstante los esfuerzos de las tropas rea-
bert y Pedroza pasaron a la isla Barataria, desde listas, a las costas de Veracruz llegaron por ese
donde Anaya envió patentes de corso a los in- entonces barcos y comerciantes que proveye-
surgentes y se puso en contacto con los corsa- ron a los insurgentes de distintos artículos. Un
rios del lugar para organizar una expedición ejemplo es William Davis Robinson, quien
sobre costas novohispanas. De ahí pasaron a desde 1799 había comerciado con las autori-
Nueva Orleáns, donde Pedroza, disgustado dades de Venezuela, aunque los serios proble-
con Anaya, lo denunció en una proclama; mas que tuvo con ellas lo llevaron a adoptar
también Álvarez de Toledo se molestó con él una actitud francamente hostil hacia España.
y lo acusó con Rayón por su mala conducta. En 1815 publicó un panfleto, A CursoryView of
A finales de 1814 y principios de 1815, Álva- Spanish America, en el que exponía los proble-
rez de Toledo,Anaya y Humbert prepararon en mas de algunas de las posesiones españolas. En
Nueva Orleáns una expedición para invadir 1816 se encontraba en Nueva Orleáns, donde
Texas, contando al parecer con la protección conoció a Álvarez de Toledo, a Anaya, a Gutié-
de varios importantes militares estadouniden- rrez de Lara y a Herrera, y donde Joseph Ni-
ses, como Andrew Jackson, a quien apoyaron cholson, comerciante en armamentos, le en-
en la famosa batalla de Nueva Orleáns. cargó pasar aVeracruz a cobrar cerca de 40 000
Sin haber logrado mayor cosa, Anaya re- pesos que le debían Guadalupe Victoria y
gresó a la Nueva España acompañado de John Manuel Mier y Terán; Herrera le encargó que
Hamilton Robinson, quien propuso al Con- hiciera un plan para ocupar algún puerto del
greso insurgente tomar Panzacola, en La Flo- golfo. Con pasaporte expedido por el secreta-
rida, después de lo cual regresaría con 10 000 rio de Estado, Monroe, y probablemente con
hombres. A pesar de que consiguió autoriza- instrucciones secretas del gobierno estadouni-
ción y dinero para el viaje, nunca emprendió dense de obtener información, desembarcó en
tal hazaña y siguió con los insurgentes hasta Boquilla de Piedras en abril de 1816. Luego de
finales de 1816, cuando regresó a su país. No discutir con Victoria y con Mier y Terán tanto
obstante los magros resultados obtenidos por cuestiones de negocios como el plan de apo-
los enviados a Estados Unidos, la posibilidad derarse de algún puerto, y después de conocer
de conseguir su ayuda siguió interesando a los al doctor Robinson y a Carlos María de Bus-
jefes insurgentes. Convencido Morelos por tamante, decidió regresar a Estados Unidos.
Álvarez de Toledo de la necesidad de mandar Como Boquilla de Piedras había caído en po-
un plenipotenciario ante “el gobierno angloa- der de los realistas, acompañó a Mier y Terán
mericano”, nombró a José Manuel de Herrera, en su expedición para tomar Coatzacoalcos, la
quien en julio de 1815 salió acompañado de que, por ser plena estación de lluvias, fue muy
RELACIONES DE LA INSURGENCIA CON EL EXTERIOR 205

penosa y lenta. En un lugar llamado Playa Vi- chos de los liberales españoles tanto europeos
cente, la expedición fue sorprendida por los como americanos descontentos con el régi-
realistas, y si bien muchos insurgentes logra- men absolutista.Allí conoció a Servando Tere-
ron huir, entre ellos Mier y Terán y el doctor sa de Mier y a otros destacados exiliados novo-
Robinson, el otro Robinson cayó preso. Con- hispanos, con quienes planeó una expedición
ducido a Oaxaca, se ocupó de redactar sus me- para invadir la Nueva España que contó con el
morias, que continuó escribiendo en San Juan apoyo de algunos funcionarios ingleses, como
de Ulúa, donde se encontró nuevamente con Lord Castlereagh, y de varios miembros del
Bustamante y conoció a algunos supervivien- partido whig, en particular de Lord Holland,
tes de la expedición de Xavier Mina. Ambas en cuya casa se reunían.
cosas le permitirían más tarde escribir su libro Mina salió hacia Estados Unidos en ma-
Memoirs of the Mexican Revolution. La hipótesis yo de 1816, en compañía de medio centenar
de que Robinson haya sido un agente secre- de individuos. En Baltimore consiguió barcos,
to del gobierno de Estados Unidos se fortalece armas y más hombres, oficiales angloamerica-
por el hecho de que, en septiembre de 1817, nos y franceses, si bien no pudo reunirse con
llegó a Veracruz un barco de guerra estadou- Herrera. Después de dirigirse a Haití, donde
nidense cuyo comandante solicitó, sin éxito, su consiguió apoyos de diversa índole y conoció
libertad por instrucciones de su gobierno. En- a Simón Bolívar, pasó a Galveston, a donde
viado a España, sufrió un naufragio en Cam- llegó en noviembre de ese año. Allí conoció
peche, y de ahí pasó a La Habana. En Cádiz se a Luis Aury, de origen francés, quien durante
le dio la ciudad por cárcel y a pesar de la tenaz un tiempo había estado al servicio de Bolívar
intervención del cónsul de su país, no logró ser y en 1815 había pasado con Herrera a Nueva
puesto en libertad. Sentenciado a pasar al pre- Orleáns. A principios del año siguiente, cons-
sidio de Ceuta, se fugó en abril de 1819. truyó en Galveston una base para sus activida-
Poco antes de que Robinson saliera de des como corsario y para atacar las posesiones
Tehuacán, dejó esta población John Galvan, españolas. Herrera lo había nombrado repre-
compatriota suyo (o irlandés) que allí se en- sentante de los insurgentes, con autorización
contraba, a quien Mier y Terán había dado para establecer un gobierno nacional en Texas.
dinero para conseguir armas que debía con- Aury contaba con más de 400 hombres, casi
ducir a Coatzacoalcos. Cuando Galvan llegó todos estadounidenses, bajo el mando del co-
a este puerto y supo de la derrota de aquél, se ronel Henry Perry, quien había participado en
dirigió a Galveston, a donde llegó en diciem- la expedición a Texas y preparaba una nueva
bre de 1816 y donde se encontró con Mina, invasión. En Galveston, Mina organizó sus
a quien entregó el armamento que traía. Mi- tropas y después pasó a Nueva Orleáns, donde
na había luchado contra los franceses en finalmente se entrevistó con Herrera. La ex-
España, pero cayó preso y fue llevado a Fran- pedición debía pasar a Veracruz para ponerse
cia, donde permaneció hasta el regreso de en contacto con Victoria, pero los puertos es-
Fernando VII, en 1814. Volvió entonces a la taban en manos de los realistas y Mina se diri-
península, donde se le ofreció el mando de una gió a Soto la Marina, en el Nuevo Santander, a
expedición para someter a los insurgentes no- donde llegó en abril de 1817.
vohispanos, lo que no aceptó. Poco después, Ya en Soto la Marina, Mina imprimió al-
Fernando VII abolió el régimen constitucio- gunas proclamas para dar a conocer los fines
nal; Mina conspiró en su contra y tuvo que de la expedición, construyó una especie de
huir. Se refugió en Londres, al igual que mu- fuerte para defender la plaza y dejó en ella una
206 LA GUERRA

pequeña guarnición. Joaquín Arredondo puso y así aprovechar la coyuntura para comerciar
sitio a aquella población y las autoridades co- libremente con ellas. No obstante, los jefes in-
loniales tomaron medidas para defender otros surgentes procuraron aprovechar cualquier
puntos de la zona. La llegada de la expedición ocasión para acercarse al gobierno inglés, co-
había causado una seria alarma al régimen co- mo lo muestra el incidente ocurrido a finales
lonial. No sólo se trataba de la presencia de de 1812 con la llegada de la fragata de guerra
tropas bien organizadas, extranjeras para ma- inglesa Arethusa. Su presencia en las costas de
yor desgracia, y con oficiales experimentados Veracruz entusiasmó a varios dirigentes de la
sino que además, eran dirigidas por un militar insurgencia, incluido el mismo Morelos, pues
peninsular que había alcanzado la fama y el re- corrió la noticia, promovida por los tripulan-
conocimiento del régimen español al defen- tes del barco, de que su capitán era enviado del
der a su patria de la invasión francesa. Pero la in- gobierno inglés para tratar con los insurgen-
surgencia de 1817 poco tenía que ver con la de tes. Morelos escribió de inmediato a dicho ca-
años anteriores. Las numerosas partidas de in- pitán, proponiéndole abrir el comercio entre
surgentes luchaban sin mayor concierto entre la Nueva España e Inglaterra para conseguir
ellas y en ocasiones incluso entre sí. La desgra- armas y otros efectos, al tiempo que le soli-
cia de Mina fue haberse unido a grupos co- citaba información sobre los acontecimientos
mo el de José Antonio Torres, que vieron en de Europa. Por su parte, el capitán W. Homes
su presencia más un estorbo que una ayuda y Coffin se vio obligado a aclarar que no traía
que se dedicaron a nulificarlo. Mina logró dar instrucciones de su gobierno para darle espe-
brillantes acciones militares, pero sus activida- ranzas de auxilio, pero que enviaría la solicitud
des no llegarían a ser de consecuencias impor- de Morelos a las autoridades competentes, y
tantes para la causa insurgente, y poco después terminaba exhortando a los insurgentes a ha-
fue derrotado y fusilado. cer las paces con el gobierno virreinal.
Por entonces, Gregor MacGregor estable- Así fue como el movimiento insurgente
ció, en la isla Amelie, la República Indepen- se desarrolló de manera un tanto aislada y sin
diente de la Florida del Este. A finales de ese apoyos de fuera, lo cual incidiría en los prime-
año cedió el mando a Aury, y poco después ros años de vida independiente. El reconoci-
éste fue derrotado por fuerzas enviadas por miento de otros países a la emancipación de
el gobierno estadounidense. También por ese España no sólo tardaría en llegar sino que, sal-
entonces se estableció en Texas la Confedera- vo en el caso de los nuevos países americanos,
ción Napoleónica, compuesta por militares estaría condicionado al cumplimiento de una
franceses partidarios de Napoleón, quienes se serie de exigencias que resultarían onerosas
propusieron apoderarse de la Nueva España para el México recién independizado.
sin éxito. Finalmente, en 1819, James Long
invadió Texas y la declaró república indepen- Virginia Guedea
diente. Derrotado poco después, al año si-
guiente hizo un nuevo intento, igualmente Orientación bibliográfica
infructuoso.
Por su parte, salvo en el caso de Mina, ni Guedea, Virginia y Jaime E. Rodríguez O.,
los ingleses ni su gobierno apoyaron la in- “De cómo se iniciaron las relaciones en-
surgencia. En buena medida esto se debió a tre México y los Estados Unidos”, en Ma.
que la Gran Bretaña se interesó más en ser- Esther Schumacher, comp., Mitos en las
vir de mediador entre España y sus colonias relaciones México-Estados Unidos. México,
SÍMBOLOS, EMBLEMAS E IMÁGENES DE LOS INSURGENTES Y LOS REALISTAS 207

Secretaría de Relaciones Exteriores/fce, unam, Instituto de Investigaciones Histó-


1994. ricas/Fideicomiso Teixidor, 2003. (Serie de
Robinson,William Davis, Memorias de la revo- Historia Moderna y Contemporánea, 40)
lución mexicana incluyen un relato de la expedi- Vázquez, Josefina, México y el mundo. Historia
ción del general Xavier Mina. Est. introd., ed., de sus relaciones exteriores, vols. i y ii. México,
trad. y notas de Virginia Guedea. México, Senado de la República, 1990.

+SÍMBOLOS, EMBLEMAS E IMÁGENES DE LOS INSURGENTES Y LOS REALISTAS +

El 16 de septiembre se tiene por el cumplea- portancia visual al estandarte y atribuirlo a


ños de México porque, al comenzar el día, en Atotonilco. El lienzo allá tomado anduvo po-
el primer repique de campanas de la congre- co con el cura Hidalgo porque fue capturado
gación de Dolores, en la provincia de Gua- por los realistas en la batalla de Aculco. Tam-
najuato, el cura Miguel Hidalgo llamó a sus fe- bién ha sido común suponer que fueron las
ligreses para el levantamiento en armas contra únicas imágenes guadalupanas de este primer
el gobierno español en 1810. El centro de la movimiento, caracterizado por la concentra-
conmemoración moderna de la independen- ción de las multitudes en torno a los jefes re-
cia es la repetición anual del Grito patrio la beldes, aunque hubo muchos otros lienzos
noche del 15 de septiembre por el presidente guadalupanos y estampas de la virgen en ma-
en turno, con vivas al padre de la patria, a Ig- nos de la gente en armas que regresaron a sus
nacio Allende, a José María Morelos y a otros recintos o fueron capturados por los realistas
héroes y heroínas justo antes del redoble de la tras los sucesivos combates. Con premedita-
misma campana de Dolores, colocada hace ción, dos banderas gemelas con la imagen de
cien años en la parte superior del balcón prin- la Virgen de Guadalupe fueron mandadas
cipal de Palacio Nacional. El cura Hidalgo preparar al óleo por el capitán Ignacio Allende
también gritó vivas a la Virgen de Guadalu- para encabezar la guerra contra los españoles a
pe. Se les considera las primeras banderas de los flancos de los Dragones de la Reina de San
la independencia, tanto al lienzo al óleo gua- Miguel el Grande. La empresa de las prime-
dalupano que fue tomado del santuario de ras banderas militares y propiamente mexi-
Atotonilco al mediodía del 16 de septiembre, canas era la separación de la Nueva España de
como al mucho más conocido estandarte de una España dominada por los franceses, con
la Virgen de Guadalupe salido de algún otro el fin de preservarla para el rey Fernando de
recinto religioso. Las dos piezas presiden la sala Borbón, a dos años del reinado de José Bona-
de las banderas en el Museo Nacional de His- parte en el trono de Madrid y entre noticias
toria del Castillo de Chapultepec.Así es como muy alarmantes sobre las derrotas de las más
la imagen del padre de la patria y su grito li- fuertes resistencias en la península ibérica.
bertario a un pueblo amparado en laVirgen de Existe una continuidad entre los símbolos
Guadalupe nos remite, de inmediato, al con- que definieron el patriotismo durante el vi-
cepto de independencia mexicana. rreinato y los elegidos desde el primer mo-
Ambas imágenes guadalupanas asociadas al mento por los militares rebeldes para hacer la
cura Hidalgo se confunden, sin embargo, por guerra, pues si los de San Miguel el Grande
habérsele concedido desde siempre mayor im- se ampararon en la Virgen de Guadalupe en el
208 LA GUERRA

Drapeau avec le quel se Gaïna le Château d’Acapulco.Tomada de Sonia Lombardo de Ruiz, Trajes y vistas de México
en la mirada de Theubet de Beauchamp.Trajes civiles y militares y de los pobladores de México entre 1810 y 1827 (Real
Biblioteca de Madrid). México, inah, 2009.

anverso de sus banderas de dos vistas, signifi- crito por el evangelista San Juan, en la imagen
caron al mismo tiempo a la patria en el rever- donde un águila presta sus alas a laVirgen Ma-
so retomando el antiguo glifo fundacional de ría, ayudándola a descender para fundar una
México: el águila devorando a la serpiente. La nueva humanidad, mientras que san Miguel
elección de los criollos de la insignia de Te- derrota la idolatría. De este primer impreso
nochtitlan para representar a la Nueva España guadalupano, publicado por el padre Miguel
tenía siglos. Sus temas favoritos eran la apari- Sánchez en 1648, podía derivarse como pro-
ción de la madre de Dios en su manifestación fecía que la Nueva España convertida al cato-
de Guadalupe y el pasado de los mexicanos licismo alguna vez sería una nación soberana.
convertidos al catolicismo para dar lugar al La visibilidad de ambos emblemas durante
milagro. Pero también lo eran de la nobleza la guerra sirvió a los insurgentes para fijar en
indígena y de mucha gente sencilla de las dis- el imaginario de las provincias las dos seña-
tintas clases que compartían el suelo común de les más poderosas del pasado generadas des-
este culto unificador y mestizo. La Virgen de de el centro de México. Esta conjunción de
Guadalupe y el águila mexicana se habían elementos míticos que predeterminaba a la
vinculado desde el siglo xvii en una interpre- nación había comenzado a anclar por las ciu-
tación teológica del nacimiento de México dades provinciales, las villas y los reales mine-
inspirada en el capítulo 12 del Apocalipsis, es- ros desde el siglo xviii, en las ceremonias a la
SÍMBOLOS, EMBLEMAS E IMÁGENES DE LOS INSURGENTES Y LOS REALISTAS 209

Virgen de Guadalupe como patrona jurada de aspas de Borgoña que se pintaron a los costa-
la Nueva España. dos del águila.
Los insurgentes se apropiaron de los sím- Cuando se alude a los símbolos en gue-
bolos que apelaban a las identidades más anti- rra durante la independencia y nos pregunta-
guas para transmitir sus mensajes. Si la alegoría mos por aquellas manifestaciones de religiosi-
es una declaración, en la defensa de la patria, dad popular con las que los militares realistas
del rey y de la religión sintetizaron su postura combatieron la insurgencia, el nacionalismo
ante la crisis de la Monarquía. Dan testimonio apunta hacia la guerra de imágenes entre dos ad-
las banderas que vieron la luz en San Miguel el vocaciones de María: laVirgen de Guadalupe y
Grande, también el 16 de septiembre, a donde la virgen de los Remedios, patronas juradas
llegaron los rebeldes al culminar su primer día de la ciudad de México las dos, aunque esta úl-
de campaña. Apenas ondearon cuatro meses, tima más antigua y de devoción preferida de la
hasta la batalla de Puente de Calderón, cerca de corte virreinal. Por medio de ambas vírgenes,
Guadalajara, en donde fueron capturadas por además, los habitantes de la ciudad de Méxi-
la tropa del general Calleja y después enviadas co habían solicitado nutridamente el favor del
a España. Más de un siglo se guardaron en el cielo para el cautivo rey Fernando. La pequeña
Museo del Ejército de Madrid como “trofeos talla de la virgen de los Remedios ciertamente
tomados al enemigo mejicano”. España las fue vestida de “generala” de los ejércitos novo-
donó a los mexicanos del presente para que hispanos meses antes de que estallara la guerra,
se dieran a conocer durante la conmemora- pero el enemigo de todos aún era Napoleón.
ción oficial del bicentenario de la Indepen- Algunos soldados de las tropas realistas llevaron
dencia de 2010. Queda claro que la Virgen de en sus uniformes, para protegerse de la maldad
Guadalupe no entró en la guerra por incli- de los insurgentes, botones y medallas de la
nación particular de Miguel Hidalgo, pues virgen de los Remedios tras conmemorarse,
probablemente lo acordaron desde antes los con un solemne oficio religioso, el primer año
conspiradores de la provincia de Guanajuato de la batalla del Monte de las Cruces, en la que
y de la ciudad de Querétaro.Tampoco fueron Hidalgo había decidido no entrar a la ciudad
Ignacio López Rayón desde la Suprema Jun- de México. Sin embargo, en el imaginario de
ta Nacional Americana de Zitácuaro, forma- los soldados realistas sobresalieron las series
lizada a la muerte de Hidalgo en 1811, ni el muy limitadas de pequeños sellos con motivos
general José María Morelos en sus campañas diversos, que se confeccionaron para sujetarse
posteriores, los que hasta entonces significa- en la manga de los uniformes y así premiar a
ron al movimiento insurgente con el antiguo los que culminaban una hazaña gloriosa en la
glifo fundacional de México, como siempre toma de las fortificaciones insurgentes. Es fa-
se creyó. Allende timbró sus águilas insur- moso el alusivo a la victoria de los realistas en
gentes añadiendo una pequeña imagen del el fuerte de Comanja y a la derrota de Xavier
primer general vencedor del mal y patrono de Mina en 1817. Los emblemas que menos se
la villa. Quién como san Miguel para inspirar mencionan en cierta actitud antiespañola son
el combate a los franceses, que amenazaban los más sensibles de la Monarquía, el emblema
por igual a la religión (simbolizada por la tra- de la casa de Borbón, el león heráldico y las
dición guadalupana), a la patria (simbolizada aspas de Borgoña, que la misma ocupación de
en el timbre del Imperio mexicano según se los franceses hizo que se popularizaran mu-
le conoció en el siglo xviii) y al rey, represen- cho en los lugares más poblados de la Nueva
tado por sus armas: los guiones militares y las España, como sucedió con la imagen del rey
210 LA GUERRA

Fernando, difundida mediante estampas que de san Ignacio de Loyola, en la imagen donde
se adquirían fácilmente. el ejercitante recibía de manos de Jesucristo
Se dice que los insurgentes usaban la más- una bandera blanca para combatir la maldad y
cara de Fernando VII para ganar a la gente la herejía. En ese santuario se realizaban ejer-
con facilidad para la independencia. Lo cierto cicios, y cabe decir que el sexto también fue
es que los guiones con el escudo de la Mo- representado unos meses antes de septiem-
narquía y las aspas de Borgoña, blancas y car- bre de 1810, en la ciudad de México, en una
mesí, también enriquecieron el paisaje visual enorme manta colgada en la pared del orato-
insurgente en el primer momento de la gue- rio de San Felipe Neri, a propósito de un paseo
rra, porque eran los emblemas reglamentarios devoto de la virgen de los Remedios, carac-
de los regimientos que dejaron de ser leales terizado por las rogativas contra Napoleón.
al gobierno español pero que continuaron Las banderas blancas, asociadas con significati-
siéndolo al rey, no únicamente los de San Mi- vas hondas blancas, habían sido elegidas por los
guel, también los de Querétaro, Pátzcuaro, indios desde 1809 para señalar su participa-
Valladolid y Celaya. Dividido el ejército no- ción en la guerra santa en el pueblo de Ecate-
vohispano, una parte destruyó la insurrección pec, cerca de la ciudad de México. La relación
que la otra había hecho encender, ya que sus entre la bandera y la honda blanca se prolongó
antagónicos portadores mataban a su enemigo en la alegoría del escudo mexicano que puede
como al verdadero aliado de Napoleón. Con- apreciarse en la parte superior del más famoso
siderando que la base de los dos ejércitos era retrato que le pintó un indígena en Oaxaca al
de casa, debemos saber que corrió demasiada cura José María Morelos, cerca de 1812.
sangre por Fernando VII en la primera y te- En el contexto de la guerra santa tiene un
rriblemente violenta guerra entre mexicanos. lugar especial la bandera, también de dos vis-
Al finalizar 1811, la Junta de Zitácuaro orde- tas, conocida como El doliente de Hidalgo, que
nó confeccionar banderas “con las armas del perteneció al escuadrón que haría la guerra a
rey”. Los partes militares realistas consignaron muerte a los españoles para vengarlo y defen-
un aspa de Borgoña capturada a las tropas de der la religión. Fue aprobada por la Junta de
Morelos en el cerro del Calvario, mientras Zitácuaro para los batallones de la Tierra Ca-
que en el Museo del Ejército madrileño exis- liente del doctor José María Cos. Impresiona
te una singular bandera insurgente con el aspa por su composición roja y negra y su misión,
de Borgoña en azul procedente de México. cifrada en el anverso tanto con la calavera y
Probablemente les acompañaron hasta que se canillas de la muerte como con un mensaje
supo de la restauración de la monarquía. bíblico que apela a la justicia divina, mientras
Cuando comenzó la guerra, la defensa de que en el reverso amenaza al enemigo con un
la religión también se manifestó en unas pe- arco y su flecha asociados al símbolo mariano.
queñas banderas blancas que enarbolaron los Una de ellas fue capturada por las tropas de
contingentes populares organizados en cua- Calleja cuando tomaron Zitácuaro y expulsa-
drillas de puros indios, o de indios y castas, co- ron a los insurgentes en enero de 1812.
mo aquellos que tomaron el real minero de Con el águila de los insurgentes ocurrió
Guanajuato. Estas pequeñas banderas, algunas un cambio de contenido simbólico parecido
de ellas con estampas de laVirgen de Guadalu- al fenómeno español durante la ocupación
pe cosidas a la tela, se explican con el llamado napoleónica de la península. La propia resis-
del cura Hidalgo en el santuario de Atotonil- tencia hizo que el león del Imperio se convir-
co, ya que aluden al Sexto Ejercicio Espiritual tiera, de una poderosa imagen heráldica de la
SÍMBOLOS, EMBLEMAS E IMÁGENES DE LOS INSURGENTES Y LOS REALISTAS 211

Monarquía, en la representación del pueblo o pendencia se negaba el tiempo de la Nueva


de la nación española. A Hidalgo se le vio con España. Ninguna imagen mejor para expre-
una cinta en el pecho en la que el águila mexi- sarlo que el cuadro anónimo que le hicieron al
cana se ostentaba desafiando al león español general Morelos después de la independencia,
según los documentos inquisitoriales escritos con el águila victoriosa y el león vencido, en
en su cautiverio. Las águilas insurgentes de los la que también aparecen las banderas blancas
sellos oficiales de la Junta de Zitácuaro, y las de con la imagen de la Virgen de Guadalupe que
Morelos que emitió en varias ocasiones para enarbolaron las cuadrillas rebeldes. La empre-
dotar a sus mandos de banderas, demuestran sa de esas águilas coronadas se inspiraba en el
cómo, a diferencia de Ignacio Allende, los si- principio de la libertad de los pueblos a go-
guientes caudillos que retomaron la causa de bernarse y parece que fueron sustituyendo
la independencia representaron con ellas a los a las imágenes guadalupanas de guerra, aun-
insurgentes, a los americanos. Para el capitán que sobresalía una en la fortaleza de Cóporo,
Allende, el pequeño san Miguel que colocó hacia 1817.
encima de su águila le remitía a un México El universo visual de la independencia
bendecido por la evangelización, donde san lo determinaron, sin duda, los insurgentes al
Miguel podía equivaler a Hernán Cortés o a la apropiarse del poder de las imágenes, las pro-
estrella mariana que guió a los españoles para fecías y otros aspectos míticos que predeter-
ganar estas tierras; al verlas amenazadas, debían minaban una nación desde el virreinato, y
volverlas independientes para evitar que caye- proponerse como destino construirla. El mis-
ran en manos de los franceses. Las águilas co- mo destino, hay que decirlo, que se trazaron
ronadas de la Junta de Zitácuaro transmiten los criollos que compartían ideales de autono-
otro mensaje; están paradas sobre las calzadas mía sin apoyar la guerra contra los españoles,
heráldicas de la ciudad de México y rodea- aquellos que también utilizaron los elemen-
das de armas indígenas y españolas en las que tos simbólicos de la nación predeterminada
se incluyen banderas y hondas. para señalar derechos de representatividad
Dos banderas muy conocidas de los ejérci- y planos de igualdad con los españoles en el
tos de Morelos: una muy cercana a él llamada contexto de los procesos y discursos del libe-
unum y otra que perteneció al batallón de San ralismo gaditano. La crisis de la Monarquía
Fernando, comandado por Vicente Guerrero, había comenzado la transformación de las
emitidas en Oaxaca y perdidas en Puruarán, concentraciones públicas en actos políticos
hoy reposan en la misma sala del Castillo de modernos, aderezados ya no especialmen-
Chapultepec. En ellas, sobre un fondo blanco te con sermones, sino también con discursos
y con tableros azul celeste y blanco, un óvalo patrióticos y una profusión de folletos con
forma las palabras: oculis et unguibus aeque vic- grabados ilustrativos: para las juras del deseado
trix (con los ojos y con las uñas igualmente rey Fernando VII con sus imágenes antinapo-
victoriosas) y sobresale el águila al centro con leónicas y para las elecciones que nombrarían
la palabra unum. En los discursos donde se va- representantes a las Cortes españolas, o las ce-
lió de la imagen del águila luchando contra remonias de jura a la Constitución de Cádiz
el león, Morelos puso en claro la diferencia. El de 1812. Al peligrar el mundo hispano, habían
águila representaba al pueblo mexicano que surgido discursos de fidelidad y de unidad en-
peleaba para emanciparse del español. Era una tre los europeos y los americanos, hermanados
nación antigua la que se restablecía —el so- por la Monarquía y la religión católica. Con el
metido imperio mexicano— y con la inde- avance de la ocupación francesa y el reinado
212 LA GUERRA

de José Bonaparte, cobraron fuerza los prin- cana también representada, pues la figura
cipios de un gobierno representativo, de una emblemática de América, una mujer indíge-
moderna organización electoral e institucio- na, culminó su metamorfosis hasta volverse
nes modernas como los ayuntamientos cons- La nación mexicana. La crisis de la Monarquía
titucionales, grandes sopor tes del proceso de había llamado a la creación de alegorías de
transición del gobierno virreinal a la nación Europa y América para significar la unión
independiente. Cuando hubo la necesidad de de las dos Españas, en encuadres ya neoclá-
representarse, estuvo, al lado del español, el sicos y con nuevos elementos de representa-
escudo del águila para simbolizar a la Nueva ción como los cuernos de la abundancia. En
España, como en la lámina que se mandó gra- ellas podía verse una personificación mestiza
bar para per petuar la memoria de las eleccio- de México donde ya no se mira a una mujer
nes del Ayuntamiento de la ciudad de México indígena. Si bien conserva su carcaj de flechas,
en 1813. arco y penacho, irá tomando un rostro, ropa-
El temor ante las reformas que comenzaba je y postura europeos. El mítico “abrazo de
a anunciar España y el cansancio de la guerra Acatempan” entre Vicente Guerrero y Agus-
prolongada propiciaron la unión de los ejérci- tín de Iturbide, la entrada triunfal del Ejército
tos realistas e insurgentes bajo las bases del Plan Trigarante a la ciudad de México, las imáge-
de Iguala, aceptadas por sus respectivos man- nes pintadas de las primeras reuniones cívicas
dos: Agustín de Iturbide y Vicente Guerrero. para celebrar el nacimiento de la nación y
Así vio la luz la primera enseña unificadora las alegorías de la patria liberada por Hidalgo
que simbolizó el fin de la guerra, la bandera tri- e Iturbide nos remiten de inmediato al con-
garante, que daba fe de las tres garantías para el cepto independencia consumada.
nacimiento de la nación: la unión a diez años
de guerra civil; la religión, esta vez amenazada Marta Terán
por las reformas de la Constitución de Cádiz,
y la independencia de España. Se confeccio- Orientación bibliográfica
nó en Iguala con tres colores en franjas: ver-
de, blanco y encarnado, una corona al centro Cuadriello, Jaime, “Visiones en Patmos-Te-
y estrellas en cada franja. El 27 de septiembre nochtitlan: la mujer águila”, en Visiones de
de 1821, el Ejército Trigarante hizo su entrada Guadalupe. Artes de México, núm. 29, 1995,
triunfal en la ciudad de México y se lucieron pp. 10-22.
sus banderas en el acto con el que se declaró Florescano, Enrique, La bandera mexicana.
la vida independiente. Sin embargo, la prime- México,Taurus, 2000.
ra bandera nacional con el águila coronada al González Obregón, Luis, La vida en México
centro, el gran sello de la nación sobre las tres en 1810. México, Librería de la vda. de C.
franjas de colores de la trigarante, fue decreta- Bouret, 1911.
da dos meses después, en noviembre de 1821. Guzmán Pérez, Moisés, “‘En el nombre del
Así fue como, en las primeras tres déca- Señor...’ Banderas rojinegras en la guerra
das del siglo xix, los signos del pasado y los de independencia novohispana, 1811-
hechos de la guerra se combinaron para se- 1814”, en Estudios de Historia Novohispana.
ñalar, o bien confirmar y difundir, el nombre, México, unam, núm. 31, julio-diciembre
la bandera, el escudo, la patrona, el padre de la de 2004, pp. 39-72.
patria, sus hijos más gloriosos, el calendario Mínguez,Víctor, “Leo fortis, Rex fortis. El león
festivo y el cumpleaños de una patria mexi- y la Monarquía hispánica”, enVíctor Mín-
SÍMBOLOS, EMBLEMAS E IMÁGENES DE LOS INSURGENTES Y LOS REALISTAS 213

guez y Manuel Chust, eds., El imperio su- en Ivana Frasquet, coord., Bastillas, cetros
blevado. Monarquía y naciones en España e y blasones. La independencia en Iberoaméri-
Hispanoamérica. Madrid, Consejo Supe- ca. Madrid, Fundación Mapfre, 2006, pp.
rior de Investigaciones Científicas, 2004, 231-244.
pp. 57-94. Los pinceles de la historia. De la patria criolla a la
Terán, Marta,“Banderas de la independencia nación mexicana, 1750-1860. México, Mu-
con imágenes marianas. Las de San Mi- seo Nacional de Arte, inba, 2000.
guel el Grande, Guanajuato, de 1810”,
+CONCEPTOS Y CULTURA POLÍTICA +
+AMÉRICA +

América dio nombre, santo y seña a una lu- la isla de Puerto Rico con las demás adyacentes
cha difusa, ambiciosa y con una multitud de a éstas y al continente en uno y otro mar”.
futuros posibles en la vorágine de su propia La América enarbolada por la insurgencia
dinámica revolucionaria. La de los rebeldes contenía la carga de la densa y añeja configu-
novohispanos en contra del mal gobierno ración identitaria del criollismo. El lento pro-
fue la “causa americana”; Hidalgo ostentó el ceso histórico que implicó la construcción de
pomposo título de Generalísimo de América, América en la conciencia occidental, al pasar
el nombre oficial de la Junta Nacional de Zi- de los siglos, fue modelado por la intelectuali-
tácuaro fue Junta Nacional de América y, en dad de la América española como la reafirma-
fin, algunas de las publicaciones periódicas ción de lo propio. Así, lo novedoso, lo posible
insurgentes llevaron títulos como El Desperta- y lo fantástico del Nuevo Mundo adquirieron
dor Americano, El Ilustrador Americano o el Co- el sentido de la pureza religiosa, moral y so-
rreo Americano del Sur. ¿De qué América habló cial libre de los vicios de la vieja Europa. En
ese conglomerado de grupos e intereses que el siglo xviii las diatribas de los philosophes
hemos llamado insurgencia? en contra de la naturaleza, la historia y la socie-
En principio parece inconcuso que la dad del Nuevo Mundo provocaron la decidida
América de la insurgencia nunca pretendiera defensa de lo americano como modo auténti-
aludir a la totalidad de la entidad geográfica y co de ser, dotado de su propia y gloriosa his-
sí, en cambio, a las posesiones de la Monarquía toria y manifestado en su desarrollo político
española en el continente. Más aún, lo ameri- y cultural. Sin embargo, el amplio mundo de
cano de la insurgencia novohispana se ceñía, la Monarquía española era un conglomerado
en función de la secular división hispánica, a de identidades compartidas —simultáneas y
la llamada América septentrional o boreal e compatibles— que no conllevaban, en princi-
incluso mexicana, en oposición a la América pio, pretensiones políticas separatistas. El sen-
meridional o peruana; es decir, aquella vasta te- tido de pertenencia de los individuos remitía
rritorialidad que a la postre precisaría el artícu- en primera instancia a la ciudad y, posterior-
lo 10 de la Constitución de Cádiz y que inte- mente y en menor medida, a la provincia, al
graba a la “Nueva España con la Nueva Galicia reino y a la Monarquía toda sin conflicto apa-
y península de Yucatán, Guatemala, Provincias rente ni necesidad de exclusión. Se trataba de
Internas de Oriente, Provincias Internas de una identificación con comunidades y expre-
Occidente, isla de Cuba con las dos Floridas, la siones que no se tenía que convertir en fuente
parte española de la isla de Santo Domingo, y de legitimidad política.
217
218 CONCEPTOS Y CULTURA POLÍTICA

No obstante, América y lo americano lle- de América, ninguna de las cuales quedaba in-
garon a desarrollar su potencial de reivindica- cluida en su demanda: los americanos debían
ción política que ya venía despuntando desde ser gobernados por americanos. Nunca dejó
el siglo xviii y que se manifestó con toda su de ser ambiguo e impreciso el término y no
fuerza en la crisis de la Monarquía españo- fueron pocos los que protestaron su completa
la. América considerada como un conjunto carencia de legitimidad pues, decían, la nación
de reinos diferenciados de los peninsulares, americana ni era nación ni era en estricto sen-
América como uno de los dos pilares de la tido americana; era, en todo caso, un producto
Monarquía católica y América como una pa- de la usurpación y falsedad de los rebeldes.
tria grande que dotaba de una determinada La América mencionada a lo largo de la re-
conciencia de singularidad a varios grupos. volución significó, para unos, el último asilo
No son pocas las semejanzas que se pueden no sólo de la verdadera religión sino también
establecer entre la “nación española ameri- del rey preso; era la tierra originaria de Ma-
cana” en nombre de la cual el Ayuntamiento ría que debía conducir el destino de la Mo-
de México demandó, en 1771, justicia en la narquía y reasumir sus derechos luego de tres
distribución de altos empleos y dignidades, siglos de ataduras; era, en fin, la patria vigoro-
y aquella “nación americana” gloriosamente sa, rica, madura e incluso más genuinamente
insurrecta que refería Andrés Quintana Roo española que la metrópoli en desgracia; para
en su Semanario Patriótico Americano en 1812. otros se trataba de la hija inmadura, cruel y
En ambos casos se aludía a una comunidad ex- desnaturalizada que abandonaba a su madre
cluyente y sin límites precisos que entablaba en el peor trance.
ciertos reclamos. El grado de exclusión de esa A pesar de que en 1809 el gobierno me-
nación fue variable: aquella famosa represen- tropolitano reconoció a América como parte
tación del Ayuntamiento hacía referencia a los esencial e integrante de la Monarquía y, lue-
patricios americanos como aptos gobernan- go, “elevó” a los americanos a la dignidad de
tes de su patria, del suelo que los vio nacer, y se hombres libres (según rezó la convocatoria a
deslindaba abruptamente de los indios; los tes- Cortes), los españoles europeos nunca logra-
timonios insurgentes, en cambio, no siempre ron desprenderse de la visión patrimonialista
fueron tan claros en cuanto al grupo a nom- de América que la concebía como un elemen-
bre del cual se reclamaban los supuestos agra- to accesorio de la configuración política de
vios. Aun así, Miguel Hidalgo publicó en un España que históricamente se constituyó pres-
manifiesto fechado en Guadalajara en 1810: cindiendo de aquel supuesto pilar del mundo
“El francés quiere ser mandado por francés; hispánico.
el inglés, por inglés; el italiano por italiano; el América —antes una entidad política ima-
alemán, por alemán [...] Esto entre las nacio- ginada que un ente propia y únicamente geo-
nes cultas; y entre las bárbaras de América, el gráfico, representación al fin y al cabo— dio
apache quiere ser gobernado por apache; el pi- expresión a las pretensiones de mayor autono-
ma, por pima, el tarahumara, por tarahumara, mía, autenticidad y legitimidad política de un
etcétera. ¿Por qué a los americanos se les ha de grupo variopinto. América y lo americano no
privar del goce de esta prerrogativa?” De tal dejaron de aludir a la geografía, pero incorpo-
forma que para el cura de Dolores la nación raron dentro de su contenido semántico la rei-
americana de la que él se sentía parte y cuya vindicación del grupo que fue (menos por na-
lucha encabezaba era otra bien diferente de las cimiento que por elección) “americano”. En
naciones cultas de Europa y de las “bárbaras” el ámbito de la Nueva España, la llamada “cau-
AUTONOMÍA / AUTONOMISMO 219

sa americana” no se refirió tanto a la identi- compleja revolución simbólica que fue la In-
ficación de una lucha del todo continental dependencia: asumir como propia la sobera-
sino más bien a la reivindicación política de nía, el derecho a gobernarse.
aquellos que, con toda la conciencia de la car-
ga pública del término, fueron americanos. Rodrigo Moreno Gutiérrez
No es casual que en la exhortación del Plan
de Iguala, Iturbide haya convertido la fatalidad Orientación bibliográfica
del gentilicio en un acto de voluntad política:
“¡Americanos! Bajo cuyo nombre compren- Guerra, François-Xavier, “La ruptura origi-
do no sólo a los nacidos en América, sino a naria: mutaciones, debates y mitos de la In-
los europeos, africanos y asiáticos que en ella dependencia”, en Izaskún Álvarez Cuarte-
residen...” El Imperio Mexicano nació entre ro y Julio Sánchez Gómez, eds., Visiones y
vivas a la América septentrional. revisiones de la independencia americana. Sa-
Lo “americano” concretó la trabajosa apro- lamanca, Ediciones Universidad de Sala-
piación simbólica de un ámbito territorial e manca, 2003. (Aquilafuente, 52)
histórico imaginado como propio. América Jiménez Codinach, Guadalupe, “La insur-
legitimó en distintos momentos las variadas gencia de los nombres”, en Josefina Zo-
e incluso contrapuestas pretensiones políticas raida Vázquez, coord., Interpretaciones sobre
de una serie de grupos. Tan americano fue el la Independencia de México. México, Nueva
partido que se asoció en torno a las propues- Imagen, 1997, pp. 103-122.
tas juntistas del Ayuntamiento de la ciudad de Moreno Gutiérrez, Rodrigo, “La América
México en 1808, como la insurgencia encabe- en los lenguajes políticos del ocaso de la
zada por Hidalgo o la trigarancia de Iturbide, Nueva España”, en Alicia Mayer, coord.,
aunque las miras de cada movimiento fueran América en la cartografía. A 500 años del ma-
bien distintas. América, empero, dio nombre a pa de Martin Waldseemüller. México, unam,
todas y permitió identificar criterios y definir Instituto de Investigaciones Históricas/
búsquedas. La constante enunciación de Amé- Cátedra Guillermo y Alejandro de Hum-
rica permitió concebir un ente separado en boldt/GM Editores, 2010 (Serie Historia
forma legítima de la metrópoli —y del Viejo General, 27), pp. 189-207.
Mundo en su totalidad— con toda su carga Portillo Valdés, José M., Crisis atlántica. Au-
histórica y cultural. Hablar y pelear en nom- tonomía e independencia en la crisis de la mo-
bre de América trajo consigo la posibilidad narquía hispana. Madrid, Fundación Ca-
de reconstruirla públicamente, de dotarla de rolina/Centro de Estudios Hispánicos e
capacidad moral y política como una nación. Iberoamericanos/Marcial Pons, 2006.
Justo ése fue uno de los primeros pasos de la

+AUTONOMÍA / AUTONOMISMO +

Uno de los conceptos de análisis más útiles y nacionales es el de “autonomía” y su derivado


socorridos para explicar el complejo proceso “autonomistas”. Conviene aclarar que no es
de desintegración de la Monarquía española en un término que se empleara a comienzos del
América y el surgimiento posterior de Estados siglo xix en la Nueva España ni en México.Al
220 CONCEPTOS Y CULTURA POLÍTICA

parecer, empezó a usarse en el Caribe español integrada por diversos reinos que reconocían
para designar algo muy cercano a lo que quiso al mismo soberano, mientras que los peninsu-
referir la historiografía de la segunda mitad del lares, en especial los miembros de la Audiencia
siglo xx: la posibilidad de contar con autogo- de México, consideraban al virreinato como
bierno en el marco de la Monarquía española. una colonia de Castilla.
Desde hace varias décadas, algunos estudios En 1976, Doris Ladd exploró el mismo
sobre el proceso de independencia de Méxi- “deseo de autonomía” entre las familias crio-
co propusieron que los grupos políticos de las llas más ricas de la Nueva España, pero fue
principales ciudades del virreinato no mani- Timothy E. Anna quien hizo el rastreo más
festaron interés en la secesión ni en la emanci- detenido sobre los grupos políticos que domi-
pación sino que, ante la crisis de 1808, procu- naron el Ayuntamiento de la ciudad de Méxi-
raron conseguir una mayor participación en la co durante el proceso de Independencia. Su
toma de decisiones de su país. En 1955, Nettie tesis principal era que entre 1808 y 1821 hubo
Lee Benson ya había demostrado que los po- una notable continuidad tanto en los indivi-
líticos de la Nueva España, entre 1810 y 1821, duos como en los objetivos que persiguieron.
intentaron alcanzar por todos los medios ese La independencia, entendida como la erección
objetivo, pero no lo consiguieron. No obstan- de un Estado soberano distinto de España, no
te, fue Hugh Hamill quien aplicó para el caso se encontraba entre los planes de los autono-
mexicano el término que, a la larga, ha sido mistas. Por el contrario, durante esos años
el más socorrido por la historiografía reciente. críticos mostraron lealtad a la Monarquía y a
En 1966, al referirse a los grupos de conspira- Fernando VII, pese al sexenio absolutista. Asi-
dores de 1809-1810, asentó que “su objetivo mismo, aprovecharon las instituciones estable-
era la autonomía y no la ruptura radical con la cidas por el constitucionalismo español para
Monarquía”. conseguir sus objetivos. Para ellos, la Consti-
Otros autores como Doris Ladd, Virginia tución de Cádiz ofrecía los derechos que ellos
Guedea y, en especial,Timothy E. Anna se re- anhelaban y sólo fue la negativa de las Cortes
firieron al “deseo de autonomía” de los crio- y del gobierno español lo que propició la rup-
llos más destacados de la Nueva España, al cual tura con la metrópoli en 1821.
no dudaron en llamar “autonomista”. En bre- En 1992, Virginia Guedea publicó el es-
ve, el término se usó también como sustantivo. tudio más importante sobre las características
“Autonomistas” servía para designar a indivi- de los autonomistas de la ciudad de México.
duos como los que participaron en las frustra- Interesada en las sociedades secretas, las cons-
das conjuras deValladolid y de Querétaro, pero piraciones y las actitudes “equilibristas” de
en especial a los grupos políticos criollos de la los políticos de la ciudad de México, Guedea
ciudad de México que propusieron, en 1808, había venido trabajando en mostrar la conti-
una junta de autoridades para resolver la crisis nuidad entre las propuestas de 1808, las cons-
constitucional abierta por las abdicaciones de piraciones de 1809 y 1811, la sociedad secreta
Bayona. En 1964, Guedea ya había mostrado de los Guadalupes y los promotores del cons-
que las principales propuestas elaboradas por titucionalismo gaditano. En busca de un gobier-
los miembros del Ayuntamiento de México y no alterno ofreció la biografía colectiva más
por otros destacados criollos en aquel año da- completa de los autonomistas de México. Por
ban cuenta de una forma peculiar de entender su parte, Jaime E. Rodríguez O. también dio
“lo español”. Desde la perspectiva de los au- cuenta de la importancia de los autonomistas
tonomistas, la Monarquía española se hallaba de la ciudad de México en la consumación de
CELEBRACIONES CÍVICAS 221

la independencia y en los primeros pasos de la to frente a la metrópoli sino ante las subme-
construcción del Estado nacional mexicano, trópolis a las que se hallaban sujetas, lo cual
aunque la contribución más importante de implicó, en términos de José Antonio Serrano,
este autor fue extender —por decirlo de algún una transformación en las jerarquías territo-
modo— la interpretación de los autonomistas riales. Esta interpretación, echada a andar por
y el autonomismo a toda Hispanoamérica. Antonio Annino, entre otros historiadores, ha
Recientemente la interpretación del auto- sido puesta a prueba en estudios de caso sobre
nomismo ha tomado dos vertientes. Por un Zacatecas, Guanajuato, Michoacán y Guada-
lado, José María Portillo lo ha ubicado dentro lajara, por mencionar algunos de los más des-
de un intento constitucionalista para adqui- tacados trabajos sobre el tema.
rir derechos de autogobierno que lo mismo
se presentó entre los criollos americanos que Alfredo Ávila
en los vizcaínos y navarros. Por supuesto, a
diferencia de lo que sucedía en los citados Orientación bibliográfica
reinos europeos, los americanos carecían de
una tradición constitucional propia y dife- Ávila, Alfredo, “La revolución hispánica. His-
renciada de la castellana, de modo que tu- toriografía, crítica y reflexión política”, en
vieron que inventarla en el momento de la Prismas. Revista de Historia Intelectual, núm.
formación del constitucionalismo nacional 13, 2009, pp. 277-282.
español, que no contemplaba la posibilidad Ávila, Alfredo y Virginia Guedea, “De la in-
de crear una federación. Por otro lado, varios dependencia nacional a los procesos auto-
autores se han percatado de que el autonomis- nomistas novohispanos: balance de la his-
mo no puede pensarse en términos de las na- toriografía reciente”, en Manuel Chust y
ciones que surgieron después de la caída de la José Antonio Serrano, eds., Historiografía
Monarquía española, de modo que mal puede y guerras de independencia en América Latina.
pensarse en un “autonomismo novohispano”. Fráncfort/Madrid, Iberoamericana/Ver-
Así, han señalado que fueron más bien las ciu- vuet, 2007, pp. 255-276.
dades, las villas y sus provincias las que aprove- Palacios, Guillermo, coord., Ensayos sobre la
charon la crisis de la Monarquía española de nueva historia política en América Latina, siglo
1808 para demandar autonomía, pero no tan- XIX. México, El Colegio de México, 2007.

+CELEBRACIONES CÍVICAS +

Desde que iniciara la crisis de la Monarquía doble proceso revolucionario de la época: la


española hasta la consumación de la inde- Ilustración y la revolución política liberal.
pendencia, el universo festivo cívico de lo La historiografía reciente sobre el proceso
que fuera la Nueva España quedó ligado a los de Independencia ha puesto en claro que el
acontecimientos políticos y militares, penin- tema central de ese proceso fue el de la legiti-
sulares y locales, desatados tras la invasión na- midad del poder político. La tarea de construir
poleónica. Las transformaciones festivas fue- la autoridad sobre bases totalmente nuevas co-
ron consecuencia de esos acontecimientos y mo la soberanía nacional y el sistema repre-
se produjeron en el contexto más amplio del sentativo, así como la necesidad de establecer
222 CONCEPTOS Y CULTURA POLÍTICA

nuevas instituciones de gobierno derivadas de En el amplio espacio de lo que fueran la


la división de poderes, dio lugar a distintas ma- Nueva España y en especial en su capital,
neras de concebir el poder y también a distin- la ciudad de México, se celebraron las ceremo-
tas maneras de ejercerlo. Se hizo necesaria la nias dispuestas por las autoridades que suplie-
formulación de nuevos y diversos mecanismos ron al monarca y las que, una vez liberado, éste
—como el voto— que avalaran el hasta en- ordenó. Se festejaron los triunfos peninsulares
tonces desconocido hecho en estos territorios contra el emperador francés, se honró a los
de que un grupo de “ciudadanos” gobernara personajes y ciudades que en España se des-
al resto de la población. Los tradicionales mé- tacaron en la guerra de liberación y se hicie-
todos de transmisión de los valores, como las ron infinidad de rogativas públicas pidiendo el
fiestas, fueron adecuados en su forma y con- auxilio por el buen desarrollo de la guerra eu-
tenido a las nuevas necesidades de los grupos ropea y el bienestar y la pronta liberación del
en pugna por el poder. Se eliminaron del ca- rey cautivo. También se juró a las autoridades
lendario festivo cívico las fechas y aconteci- sustitutas del soberano —a la suprema Junta
mientos que conmemoraban al Estado abso- Central y a los consejos de Regencia—, a las
luto y se construyeron objetos de celebración nuevas instituciones de gobierno que dieron
en torno a las nuevas instituciones políticas cuenta de la revolución política liberal —a
y fechas significativas del pasado reciente que las Cortes generales y extraordinarias, a las or-
podían contribuir en la construcción de la nue- dinarias y a la Constitución de Cádiz. Se fes-
va legitimidad política sustentada en la sobe- tejó, al parecer, con el mismo ánimo entusias-
ranía nacional, la división de poderes, la su- ta, la liberación del rey y el restablecimiento
premacía del Legislativo y la igualdad de los del Antiguo Régimen.También se celebraron
ciudadanos ante la ley. Consumada la indepen- fiestas que daban cuenta de la guerra de inde-
dencia, además, en torno a los personajes que pendencia local. Hubo paseos militares, misas
fueron apreciados como los responsables de y aniversarios por los triunfos realistas, por la
los cambios, es decir, los héroes. aprehensión y el fusilamiento de los caudillos
En este periodo las fiestas fueron expre- insurgentes y se honró a los militares realistas
sión de las nuevas maneras de entender la his- destacados en esta lucha. Se celebró con la ma-
toria, al hombre y al Estado, y uno de los me- yor magnificencia la entrada triunfal del Ejér-
canismos más eficaces en la de promoción de cito de las Tres Garantías y se festejó la jura de
esas ideas. Las que rememoraban las hazañas la independencia. De igual manera se honró a
fundadoras fueron el primer ejercicio de con- sus nuevas instituciones —Regencia y primer
ciencia histórica de los grupos en pugna por Congreso Constituyente— y tras un acalora-
el poder y fueron incorporados a sus discursos do debate entre las facciones que proponían
con el objetivo de guiar los comportamien- una Monarquía constitucional y quienes an-
tos colectivos. Este uso ideológico provocó helaban el establecimiento de la República, se
que las fiestas se convirtieran en bandera de honró a sus héroes. Agustín de Iturbide, pri-
proyectos políticos distintos: la monarquía ab- mero como el héroe de Iguala, después como
soluta, la monarquía constitucional, la monar- emperador, recibió infinidad de muestras fes-
quía constitucional independiente y la repú- tivas de reconocimiento y aprecio por autori-
blica. Fueron, por esa razón y al calor de los dades y particulares.
acontecimientos políticos radicales del perio- Fueron dos los cambios más significativos
do, uno más de los escenarios en los que esos en el universo festivo durante esta etapa. Uno
grupos ventilaron sus diferencias. evidencia la ruptura con el absolutismo real
CELEBRACIONES CÍVICAS 223

y la fractura del sistema de legitimidad tradi- que el hombre común poco podía influir en
cional que se sustentaba en la creencia de que él, convivió con la idea ilustrada de la historia
a los reyes el poder les venía de Dios. La fiesta que comenzó a sustituir la razón divina por
que conmemoraba anualmente la conquista una razón natural, inmanente, que dotó a los
de México Tenochtitlan y que era la represen- hombres, dueños de sus acciones y volunta-
tación más acabada del Antiguo Régimen fue des, del poder creativo de elaborar su propia
reemplazada por las que desde la consuma- existencia. Surgió el panteón de héroes nacio-
ción de la independencia comenzaron a feste- nales. Los primeros que se recordaron festiva-
jar este suceso como el hecho fundador de la mente en este territorio fueron los individuos
nueva nación. Esta fiesta, que había surgido a que por sus acciones destacaron en la guerra
instancia de los conquistadores sobrevivientes, de liberación peninsular.
fue institucionalizada por las autoridades su- La elección de los acontecimientos, las fe-
periores de la Monarquía española en 1528 y chas y los héroes fue, en los años posteriores a
rememoraba —cada 12 y 13 de agosto—, con la consumación de la independencia, motivo
la ceremonia del paseo del real pendón, la leal- de serias controversias entre los grupos que
tad de los súbditos para con el rey y la intro- se debatían entre la adopción de una Monar-
ducción de la religión católica en este territo- quía constitucional y la República. La inde-
rio. Esta fiesta era la representación simbólica pendencia fue el hecho fundador de la nueva
del Estado absoluto. Antes de consumarse la nación, diferían en cuanto a los personajes
independencia, durante los periodos en que que por sus acciones podían vincularse con
estuvo vigente la Constitución de Cádiz, se un proyecto de gobierno monárquico o re-
eliminó el paseo del real pendón con la inten- publicano.
ción de simbolizar la igualdad de los españoles María José Garrido Asperó
de ambos hemisferios. Con la entrada triun-
fal de los trigarantes fue abolido, pues ya no Orientación bibliográfica
era el referente fundador de la nueva nación.
El gran festejo del sistema liberal fue la cele- Garrido Asperó, María José, “La fiesta de la
bración de la soberanía nacional. Durante los conquista en la ciudad de México durante
periodos en que estuvo vigente el régimen la guerra de independencia”, en Estudios de
gaditano se ordenó festejar la promulgación Historia Moderna y Contemporánea de Méxi-
de la Constitución de Cádiz y sus aniversarios, co, núm. 27, enero-junio de 2004.
así como la instalación de cada una de las le- Garrido Asperó, María José, Fiestas cívicas his-
gislaturas. tóricas en la ciudad de México, 1765-1823.
La otra gran transformación festiva fue la México, Instituto de Investigaciones Dr.
de hacer de los hombres motivo de venera- José María Luis Mora, 2006.
ción. La incorporación de los héroes de la Minguez Cornells,Víctor, Los reyes distantes.
patria a los calendarios cívicos fue provocada Valencia, Universitat Jaume I, 1995.
por una idea distinta del hombre y de la his- Viqueira Albán, Juan Pedro, ¿Relajados o repri-
toria y por los acontecimientos políticos; por midos? Diversiones públicas y vida social en la
la adopción de los conceptos seculares de na- ciudad de México durante el siglo de las luces.
turaleza, vida y progreso material: soberanía México, fce, 1987.
nacional, ciudadano, gobierno representativo Weckmann, Luis, La herencia medieval de Méxi-
y muerte patriótica. La idea de un plan provi- co, 2 vols. México, El Colegio de México,
dencial regulador del decurso histórico en el 1984.
224 CONCEPTOS Y CULTURA POLÍTICA

+CIUDADANÍA +

Sin ignorar algunas transformaciones del tér- en términos institucionales y liberal en cuanto
mino “ciudadano” durante la segunda mitad a sus principios políticos. Entre los elementos
del siglo xviii, 1808 puede ser considerado el fundamentales que surgen en ese momento
detonador de cambios profundos respecto a la histórico para construir un nuevo edificio po-
idea de ciudadanía y la práctica de la misma lítico-social se cuenta “el ciudadano”. Se trata
en el mundo hispánico. Ahora bien, el postu- sobre todo de un ideal que comporta y presu-
lado de individuos iguales que, en principio, pone múltiples aspectos. La enumeración de
forman la nación y participan por igual en la algunos de los más importantes da una idea
vida ciudadana, sufrió importantes limitacio- de la magnitud del desafío que al respecto te-
nes durante el periodo emancipador y los pri- nían los países recién nacidos: tranquilidad
meros años de vida independiente, pues pre- pública, libertad individual, uso de la razón,
valecieron privilegios y vínculos clientelares discernimiento político, preocupación por el
que, aunados a una enorme desigualdad social, bien público, participación electoral, virtud
permitieron a las elites acotar en la práctica cívica y amor a la patria. Entre estos elementos
muchos de los alcances que planteaba el nuevo cabe distinguir al sufragio, pues el principio de
discurso sobre la ciudadanía. En todo caso, en la soberanía nacional (o popular) lo coloca en
un lapso muy breve, el concepto “ciudadanía” el centro del nuevo orden político, al conver-
adquirió en la América hispana una carga de tirlo en el único medio de legitimación de la
expectativas cuya magnitud comparte con un autoridad pública.
puñado de conceptos más, entre ellos los de La noción de ciudadanía se sostenía en una
“pueblo”, “nación”, “constitución” y “repú- serie de principios doctrinales o filosóficos,
blica”. Estos conceptos contribuyeron a mol- con base en los cuales se diseñaron diversos
dear, primero, los imaginarios sociales y, mu- mecanismos de gobierno e instituciones po-
cho más pausadamente, los comportamientos líticas que intentaron guiar los primeros pa-
políticos de los habitantes de la región. En la sos de las nuevas naciones. Todo esto en so-
nueva visión del mundo que estos conceptos ciedades que desconocían prácticamente el
contenían y reflejaban, el “tránsito del súbdito funcionamiento del sistema representativo
al ciudadano” —una conocida expresión en (indispensable para que el sufragio pasara a ser
la que habría que enfatizar el término “tránsi- el ejercicio ciudadano que, en principio, sos-
to”— ocupó un destacado lugar. tendría el nuevo edificio político), que habían
El nuevo imaginario y las nuevas prácticas funcionado a través de los siglos en términos
surgen en la América hispana de una revolu- prácticos como colonias y que, en lo social,
ción política originada en la península. Esta re- eran profundamente desiguales y jerarquiza-
volución, provocada de manera indirecta por la das. Además, estas sociedades acababan de salir
invasión napoleónica, se transformó en expre- de largos conflictos bélicos, los cuales habían
siones autonomistas que se convirtieron, con tenido con frecuencia más tintes de guerras
relativa rapidez, en guerras de independencia. civiles que de guerras de liberación de una
El resultado, después de un largo conflicto en- metrópoli y que habían implicado una pro-
tre la metrópoli y sus colonias, fue el surgi- funda militarización de la sociedad. Es cierto
miento de un conjunto de países con un tipo que estos conflictos trajeron consigo el de-
de régimen radicalmente nuevo: republicano rrumbamiento de algunas barreras sociales
CIUDADANÍA 225

que se habían mantenido durante siglos, así caba mucho más que una ubicación de índole
como una movilidad social considerable. No geográfica. Como ha mostrado Tamar Her-
obstante, una vez terminada la etapa bélica, la zog, para el siglo xvii, la vecindad implicaba
militarización mencionada se transformó en una serie de beneficios económicos, políticos,
pretorianismo, el cual constituiría uno de los sociales y simbólicos, así como su contraparte:
obstáculos más importantes para el desarrollo el cumplimiento de ciertas obligaciones (en-
político de las nuevas sociedades. tre ellas la de residir en la comunidad y formar
Los profundos cambios que experimentó parte de la milicia local cuando la situación lo
la noción de ciudadanía durante el proceso exigía). En cualquier caso, estos beneficios y
emancipador novohispano se manifestaron de estas obligaciones eran determinados por las
múltiples maneras, entre ellas la tarea que asu- comunidades locales; en consecuencia, varia-
mieron y los temas que discutieron no pocos ban considerablemente de un lugar a otro. Lo
publicistas. El más destacado fue el novelista y anterior sugiere una notable diferencia entre
periodista José Joaquín Fernández de Lizardi la vecindad del Antiguo Régimen y el tipo de
quien, como ningún otro, concibió el trabajo ciudadanía que estaba a punto de surgir con la
periodístico como una actividad eminente- Constitución de 1812. A partir del documen-
mente educativa, pedagógica, en un sentido to gaditano, la distinción entre ciudadanos y
muy amplio, pero entendida en gran medida no ciudadanos no se decidiría de manera local
como formación cívica. Los ejemplos de esta sino mediante un texto de aplicación a toda la
preocupación en la obra de Fernández de Monarquía; dejaría entonces de ser una cla-
Lizardi son incontables; baste uno solo para sificación eminentemente social y local, para
ilustrar el punto. Una de las obligaciones más convertirse en una de naturaleza legal y ge-
importantes que, desde la perspectiva de Li- neral. Ahora bien, como lo muestra el propio
zardi, tenían los párrocos y los maestros de texto gaditano y la manera en que fue aplica-
primera educación en el país que estaba ape- do (sobre todo en América), este cambio no
nas viendo la luz era la de enseñar a los ado- fue tan súbito ni tan radical como a veces se
lescentes “a leer en la Constitución o en otros sugiere.
libritos, que tratan sobre las obligaciones del Durante varios siglos, en el contexto pe-
ciudadano [...] qué cosa es república, ciudadanía, ninsular el término “ciudadano” fue utilizado
libertad civil, igualdad ante la ley, etcétera”. como sinónimo de “vasallo” o, en ocasiones,
El rastreo de la voz “ciudadano” en el se le empleaba para hacer referencia al ciuda-
mundo hispánico debe comenzar por su equi- dano de la Antigüedad clásica y a las virtudes
valente lingüístico durante siglos: el vocablo políticas inherentes. Para el siglo xviii, sin em-
“vecino”. Desde por lo menos el siglo xvi bargo, se le empleaba a menudo como sinó-
existió una cierta sinonimia entre las palabras nimo de “vecino”, aunque con una connota-
“vecino” y “ciudadano” que se fue acentuando ción especial. El Diccionario de autoridades, de
con el correr del tiempo. El primero de estos 1737, por ejemplo, consigna la voz “ciudada-
vocablos, el más antiguo de los dos, surgió con no” como “el vecino de una ciudad que go-
una connotación socio-política especial en za de sus privilegios y está obligado a sus car-
Castilla hacia el siglo xii. La Novísima recopila- gas, no relevándole de ellas alguna particular
ción de las leyes de España (libro 7, título 26, ley exención”. Durante el siglo xvii, el término
1), en una ley de 1325, define a los vecinos co- “ciudadano” fue adquiriendo una carga po-
mo aquellos que “moraren en las ciudades, vi- sitiva, que empezó a diferenciarlo del vocablo
llas y lugares”. Sin embargo, el término impli- “vecino”, en apariencia más neutro; sin em-
226 CONCEPTOS Y CULTURA POLÍTICA

bargo, en muchos documentos la sinonimia se ma sesión, el diputado novohispano José Si-


mantuvo prácticamente intacta hasta el final meón Uría afirmaba: “Entre nosotros ha sido
del Antiguo Régimen. desconocido el nombre de derecho de ciudad,
En la Nueva España, Vicente Basadre, usando promiscuamente las voces de ciudada-
quien fuera secretario del consulado de Vera- no y vecino”. Existe pues una clara intención
cruz a finales del siglo xviii, escribió, en una por distinguir dos vocablos que hasta ese mo-
Memoria fechada en 1802, que deseaba contri- mento, como lo refiere el representante Uría,
buir a las mejoras de la Monarquía, porque así se habían utilizado “promiscuamente”. Uno
cumplía las “obligaciones que me impuso la de los instrumentos fundamentales en este
religión, el rey y la patria en el hecho de cons- intento por dotar a un viejo término de con-
tituirme ciudadano”. Este sentido es el que tenidos nuevos en el mundo hispánico fue la
prevalece al iniciarse el proceso emancipador Constitución de Cádiz, promulgada en marzo
novohispano.Tanto los defensores de la unión de 1812.
con España como los insurgentes insisten en El artículo 5 constitucional estipula que
que los “buenos ciudadanos” son aquellos que son españoles “todos los hombres libres naci-
cumplen sus deberes con la religión, el rey y dos y avecindados en los dominios de las Espa-
la patria (para la insurgencia, el segundo ele- ñas, y los hijos de éstos”. Por su parte, el artícu-
mento desaparecería poco después y la patria lo 18 establece que: “Son ciudadanos aquellos
adquiriría una connotación distinta). Una vez españoles que por ambas líneas traen su origen
comenzada la guerra en el virreinato, no sor- de los dominios españoles de ambos hemisfe-
prende descubrir que el sacrificio de los bie- rios, y están avecindados en cualquier pueblo
nes y, sobre todo, de la vida, en beneficio de de los mismos dominios”. Este último artícu-
la patria fue considerado el aspecto central lo excluía a las castas de la condición de ciuda-
de la ciudadanía.Quienes morían en defensa de danía y les impedía, por tanto, participar en los
ella serían “ilustres ciudadanos que entrarán [al procesos electorales (y los excluía de la base
cielo] con laureles en las manos”, según una demográfica para determinar el número de
“Escaramuza poética” publicada en 1810. ciudadanos, lo que, dicho sea de paso, asegu-
La revolución liberal española que tuvo raba una mayoría peninsular en las Cortes). En
lugar en la península entre 1810 y 1814 con- el texto gaditano no hay un listado de dere-
sagró al ciudadano, en su calidad de votante chos y deberes de los ciudadanos. Es cierto, sin
para elegir a los diputados que integrarían las embargo, que diversos derechos individuales
Cortes, como el fundamento mismo de la na- aparecen dispersos a lo largo del texto consti-
ción. Sobre el vocablo y las modificaciones, ya tucional (otros fueron protegidos por las Cor-
apuntadas, que estaba a punto de sufrir, uno tes mediante decretos).
de los líderes peninsulares más importantes en La Constitución de 1812, cuyo influjo so-
las cortes gaditanas,Agustín de Argüelles, en la bre el constitucionalismo americano fue con-
sesión del 4 de septiembre de 1811, señaló:“La siderable, era el documento legal más inclusi-
palabra ciudadano no puede ya entenderse en vo de su época en lo que se refiere al derecho
el sentido tan vago e indeterminado que hasta político por excelencia del ciudadano: el dere-
aquí ha tenido. Aunque término antiguo, aca- cho al voto. Se trata de un aspecto importante
ba de adquirir por la Constitución un signifi- al adentrarse en las numerosas constituciones
cado conocido, preciso, exacto. Es nuevo en la americanas redactadas durante los procesos
nomenclatura legal y no se puede confundir emancipadores y la primera independencia,
en adelante con la palabra vecino”. En esa mis- pues está relacionado con diversas cuestiones
CIUDADANÍA 227

que ocupan un lugar destacado en los deba- que su aplicación fue mínima, este documento
tes sobre la ciudadanía en el mundo hispánico es considerado por la historiografía mexicana
durante estos años: el voto (directo o indirec- como la primera Constitución en la historia
to), la ciudadanía (activa o pasiva) y los crite- jurídica nacional. Su importancia reside en
rios para decidir quiénes serían los ciudadanos haber sido el único de rango constitucional
activos (sobre todo el de propiedad).Al respec- emitido por los insurgentes. El capítulo iii de
to, Hilda Sábato escribe: “en buena parte de la primera parte del Decreto (artículos 13 a
Iberoamérica la independencia introdujo un 17) está dedicado a los ciudadanos. Según el
concepto relativamente amplio de ciudadano, artículo 13, eran “ciudadanos de esta América”
que tendía a incluir a todos los varones adultos, todos los nacidos en ella y dedica sendos ca-
libres, no dependientes, lo que lo acercaba más pítulos a los derechos y las obligaciones de los
al citoyen de la Francia revolucionaria que al ciudadanos. El quinto, titulado “De la igual-
ciudadano propietario propuesto por Locke”. dad, seguridad, propiedad y libertad de los
Como ha demostrado la historiografía ins- ciudadanos”, consta de 17 artículos (24 a 40),
pirada en la obra de Nettie Lee Benson, en la en los que se detalla la manera en que los indi-
Nueva España los nuevos ciudadanos partici- viduos gozarán de la protección del Estado. En
paron en la vida electoral de manera entusiasta. contraste, el capítulo sexto, “De las obligacio-
Sin embargo, la ciudadanía gaditana ocasionó nes de los ciudadanos”, consta de un solo ar-
algunos problemas de consideración, en par- tículo (el 41), que contiene diversos aspec-
ticular porque los pueblos de indios, que hasta tos, todos ellos considerados obligaciones
entonces habían permanecido bajo un orden con respecto a la “patria” (lo que los convierte
jurídico privativo, desaparecieron con la legis- en virtudes): entera sumisión a las leyes, obe-
lación gaditana y sus habitantes fueron consi- diencia absoluta a las autoridades constituidas,
derados ciudadanos, con los mismos derechos disposición a contribuir a los gastos públicos y
y obligaciones que los demás españoles. No “sacrificio voluntario” de los bienes e incluso
obstante, la legislación sobre la nueva ciudada- de la vida en caso necesario. Este artículo con-
nía otorgada a la población indígena dejó fue- cluye estableciendo un vínculo directo entre
ra las protecciones de diverso tipo que estaban ciudadanía y patria: “El exercicio de estas vir-
comprendidas en el viejo régimen colonial, lo tudes forma el verdadero patriotismo”.
que colocó con frecuencia a esta población en Con la independencia del virreinato en
una situación de desventaja y contribuyó a su 1821 se dio una verdadera explosión del tér-
alejamiento de ese ideal por excelencia que es mino “ciudadano” en el ámbito público; sal-
“el ciudadano”. Esta situación se repetiría en vo casos extraordinarios, esto no implicó re-
la Constitución de 1824. Al respecto, Carlos flexiones detenidas acerca del mismo. Entre
María de Bustamante criticó la connotación las excepciones se cuenta el folleto Aunque
puramente formal de la ciudadanía indígena y hay un nuevo Congreso, ¿qué con eso?, escrito por
la inacción del gobierno a ese respecto:“Ya no Fernández de Lizardi en 1823. Se trata de un
hay indios, pero sí hay las mismas necesidades proyecto sobre las mejoras que debían hacerse
que aquejaron a los antiguos indios”. a la Constitución de 1812 en lo relativo a la
En octubre de 1814, los insurgentes novo- ciudadanía, con miras al Congreso que redac-
hispanos, bajo la égida de Morelos, sanciona- taría la Constitución de 1824. Entre 1821 y
ron el Decreto Constitucional para la Liber- 1823, el debate público giró alrededor de la
tad de la América Mexicana, mejor conocido pugna entre iturbidistas y republicanos, sobre
como Constitución de Apatzingán. A pesar de todo a partir de la implantación del Imperio,
228 CONCEPTOS Y CULTURA POLÍTICA

por parte de Iturbide, en julio de 1822. Con laba sus requisitos para ejercer los derechos
frecuencia, los segundos blandieron el térmi- ciudadanos.
no “ciudadano”, en sus diversas variantes, para La Carta Magna de 1824 resolvió, por lo
legitimar su causa por considerar que los dife- menos provisionalmente, el dilema entre Mo-
renciaba claramente de sus opositores. La ca- narquía y República. Sin embargo, la vida
pacidad del vocablo para otorgar legitimidad política mexicana siguió siendo muy agitada,
política queda de manifiesto en que destaca- sobre todo por la pugna entre dos grupos po-
dos políticos empezaron a firmar sus procla- líticos identificados en buena medida con dos
mas utilizando la palabra; entre ellos, Vicente logias masónicas: los escoceses y los yorkinos.
Guerrero, el célebre líder insurgente, quien Los segundos defendieron una participación
firmaba sus documentos como “el ciudadano popular amplia y, en esa medida, una defini-
general Guerrero”. De la misma manera, reco- ción no restrictiva de la ciudadanía. Diversas
nocidos escritores y autores anónimos lo em- voces yorkinas se manifestaron en contra de
pleaban en sus colaboraciones periódicas o en que los españoles permanecieran en los car-
los numerosos panfletos de la década de 1820; gos públicos que habían desempeñado antes
por ejemplo, Un ciudadano preocupado o Un ciu- de 1821; más aún, algunas pidieron que fueran
dadano de Puebla. Esto se explica en gran medi- expulsados del territorio nacional. El debate
da porque el concepto no sólo transmitía una en la prensa fue subiendo de tono, en buena
preocupación por la “cosa pública”, sino que medida porque el proyecto político que lle-
además, una vez destronado Iturbide, ponía de vó a la Nueva España a su independencia (el
manifiesto el contraste con el régimen que los Plan de Iguala, 1821) había aceptado que los
mexicanos acababan de dejar atrás (y que no nacidos en la península que juraran la inde-
volvería a la palestra pública sino hasta 1840). pendencia fueran considerados ciudadanos de
La Constitución de 1824 no define al ciu- la nueva nación. Los rumores sobre diversos
dadano; sin embargo, el artículo octavo esta- intentos de reconquista (uno de los cuales se
blece que la Cámara de Diputados se com- materializaría en 1829) y el descubrimiento, a
pondrá de los representantes elegidos cada dos principios de 1827, de una conjura encabeza-
años por “los ciudadanos de los estados” y el da por un religioso español que pretendía que
artículo siguiente estipula que las cualidades el país volviera al dominio de Fernando VII,
de los electores “se prescribirán constitucio- atizaron la hispanofobia. Es en este contexto
nalmente por las legislaturas de los estados”, que, en diciembre de 1827, fue emitida la pri-
lo que significa un reconocimiento implícito mera ley de expulsión (que sería complemen-
de la calidad de ciudadano y de derechos a él tada con una segunda dos años más tarde).
adscritos. Así, a pesar de que en esta Consti- Pensadores liberales como José María Luis
tución no existe un capítulo dedicado a los Mora resaltaron que la expulsión violentaba
derechos y obligaciones de los ciudadanos, en los derechos de los ciudadanos mexicanos na-
ciertos casos la ciudadanía es un requisito legal cidos en España.
(por ejemplo, el artículo 76 estipula que para La expulsión de los españoles estuvo acom-
ser presidente o vicepresidente se requiere ser pañada por movilizaciones populares instiga-
ciudadano mexicano por nacimiento, tener 35 das por los yorkinos. La ampliación de los de-
años de edad y residir en el país). En la lógica rechos electorales bajo la égida de este grupo
federalista de la Constitución de 1824, en los político llevó al propio Mora a afirmar que “el
años subsiguientes, cada estado fue emitiendo mayor de los males” que aquejaba a la Repú-
su propia carta fundamental, en la que estipu- blica en aquel momento era “la escandalosa
CIUDADANÍA 229

profusión con que se han prodigado los de- “buenos ciudadanos”. Este objetivo se cum-
rechos políticos, haciéndolos extensivos y co- plía parcialmente dando a conocer a éstos las
munes hasta las últimas clases de la sociedad”. disposiciones legales que los regían, aunque el
Las constituciones y los textos de autores amor a la patria ocupaba, en la mayoría de los
de renombre son importantes para conocer catecismos, un lugar aún más importante. Se
ciertos aspectos de la ciudadanía y el debate trataba de un patriotismo que, como revelan
en torno a ella, pero el discurso social al res- estos documentos, tenía muchas y muy diver-
pecto se construyó también con base en los sas manifestaciones: desde un cierto compor-
manuales políticos de diversa índole que pro- tamiento en sociedad (la urbanidad), hasta el
liferaron desde 1808, tanto en la península co- sacrificio de la vida en caso de que la patria
mo en América. Entre estos escritos se cuen- estuviera en peligro. Además, ser patriota im-
tan las cartillas, las lecciones y, sobre todo, los plicaba practicar los derechos y los deberes
catecismos políticos. Se trata de instrumen- civiles, tener comportamientos que reflejaran
tos de educación cívica (y de adoctrinamiento una preocupación por el bien público y, por
ideológico) que surgieron con la Revolución supuesto, participar políticamente (sobre to-
francesa y que, en términos formales, pasaron do mediante el voto). Los destinatarios de los
pronto a España (omitiendo, por supuesto, sus catecismos no eran sólo los ciudadanos, sino
aspectos revolucionarios y elogiando, en cam- también los futuros ciudadanos, pues se pu-
bio, las cualidades propias de la Monarquía blicaron catecismos para niños y adolescen-
hispánica). Para finales del siglo xviii, tanto tes. En suma, los catecismos representaron un
los catecismos franceses como los peninsulares esfuerzo pedagógico que refleja un notable y
circulaban ya en la América española (los pri- tal vez desmedido optimismo en cuanto a la
meros, sobra decir, de manera clandestina). posibilidad de formar ciudadanos mediante
La publicación y difusión de los escritos la letra escrita.
durante estos años depende del cambio radical Tanto en México como en el resto de la
que supuso la libertad de imprenta que se ins- América hispana, la opinión pública fue un
tauró en la península, de facto primero y luego elemento de apoyo pero también un factor
de jure, a partir de 1808. Esta libertad pasó, con esencial de la ciudadanía. Esta opinión no só-
la velocidad que permitían las comunicacio- lo se construía y difundía por medio de los
nes de la época, a los territorios americanos, si periódicos, folletos, catecismos políticos y de-
bien con limitaciones más o menos importan- más impresos. En aquella época, existían otras
tes, según el lugar y el momento (en la Nueva vías, las cuales, más allá de las dificultades para
España estas limitaciones fueron justificadas estudiarlas, son importantes respecto al tema
por la lucha antiinsurgente). La proliferación de la ciudadanía. Entre ellas destacan —ya sea
de impresos variaba también de acuerdo con el por su novedad o por las características que
número de imprentas que existían en cada te- adquieren a partir de las independencias—
rritorio americano en ese momento. Al inicio formas de sociabilidad como las tertulias, los
del proceso emancipador, el virreinato de la clubes políticos, las sociedades académicas, las
Nueva España era, con diferencia notable res- logias o los cafés, así como la lectura en voz
pecto a los demás territorios americanos, el alta que se daba de manera cotidiana en plazas,
que contaba con el mayor número (ocho en estancos, zaguanes y otros lugares públicos (la
total, cinco de ellas en la ciudad de México). cual, naturalmente, daba pie a conversaciones
Una vez conseguida la independencia, uno callejeras, exageraciones y rumores). La orali-
de los objetivos fue hacer de los mexicanos dad tenía otra manifestación importante en los
230 CONCEPTOS Y CULTURA POLÍTICA

sermones que cada domingo se predicaban en individuo en el imaginario político-social que


las incontables iglesias del virreinato (o, des- surgió en la Nueva España durante el periodo
de 1821, de la nueva nación). Esta forma su- emancipador y los primeros años de vida in-
frió modificaciones notables a partir de 1808, dependiente.
cuando el sermón patriótico empezó a tener Roberto Breña
preeminencia sobre el sermón propiamente
religioso. Este cambio sentó las bases para el Orientación bibliográfica
surgimiento del discurso cívico, que tan im-
portante sería durante los primeros años de Ávila, Alfredo, En nombre de la nación. (La for-
vida independiente. mación del gobierno representativo en México).
Como ya se apuntó, uno de los aspectos México, Centro de Investigación y Do-
centrales de la ciudadanía era el deber de los cencia Económicas/Taurus, 2002.
ciudadanos, en tanto civiles, de defender la in- Clark de Lara, Belem y Elisa Speckman, eds.,
tegridad del territorio nacional. La participa- La república de las letras. (Asomos a la cultu-
ción en las milicias cívicas fue una de las cua- ra escrita del México decimonónico), 3 vols.
lidades distintivas del ciudadano durante todo México, unam, 2005.
el periodo considerado, así como un motivo Fernández de Lizardi, José Joaquín, Obras, 14
de conflicto permanente con el ejército pro- vols. México, unam, 1963-1997.
fesional y con el gobierno central. Uno de los Hernández García, Jesús, Fernández de Lizar-
motivos principales de este conflicto en el ca- di, un educador para un pueblo, 2 vols. Méxi-
so mexicano fue que, a partir de 1827, dichas co, unam/upn, 2003.
milicias dependieron de los gobernadores, lo Herzog, Tamar, Defining Nations (Immigrants
que acentuó el de por sí espinoso problema and Citizens in Early Modern Spain and
del poder o autonomía de los estados frente al Spanish America). New Haven, Yale Uni-
poder central. A este respecto, la adopción del versity Press, 2003.
federalismo, que podría considerarse la “gran Roldán Vera, Eugenia, The Making of Citi-
cuestión” del congreso constituyente de 1824, zens: an Analysis of Political Catechisms in
sembró las semillas de una discordia política Nineteenth-Century Mexico. Tesis. Univer-
que acompañaría al nuevo país durante déca- sidad de Warwick, Departamento de His-
das. Esta “cuestión federal” está inextricable- toria, 1996.
mente ligada al tema de la ciudadanía, pues Sábato, Hilda,“Introducción”, en Hilda Sába-
la cercanía (o lejanía) de los ciudadanos con to, coord., Ciudadanía política y formación de
respecto al poder público y su capacidad para las naciones (perspectivas históricas de América
incidir sobre él tiene múltiples implicaciones Latina). México, El Colegio de México/
para la concepción y la autoconcepción del fce, 2003.

+CONSTITUCIÓN / CONSTITUCIONALISMO +

Constitución, del latín constitutio, -onis, ac- gobierno que tiene cada Estado y ley funda-
ción y efecto de constituir; esencia y calidades mental de la organización de un Estado. Con
de una cosa que la constituyen como es y la todo y ser un vocablo de origen antiguo, ya
diferencian de las demás; forma y sistema de que en el derecho romano se usaba para re-
CONSTITUCIÓN / CONSTITUCIONALISMO 231

ferirse a las leyes que establecía el príncipe, la de conducir tanto en España como en la Nue-
Ilustración la dotó de nuevos contenidos en el va España a la elaboración de cuerpos jurídi-
tránsito del absolutismo al Estado moderno y cos en los que se establecieran claramente los
de la soberanía del príncipe a la de la nación o derechos de los súbditos y las limitaciones a las
el pueblo. acciones del gobernante.
Movimiento constitucionalista. Al movimien- Aunque de las ideas ilustradas participaban
to que llevó a la expedición de cuerpos jurí- miembros de diversos grupos sociales, no to-
dicos denominados constituciones, en todo el dos las veían con los mismos ojos; del lado de
ámbito en que se produjeron las revoluciones la Iglesia, las opiniones también se hallaban
burguesas, tanto en Europa como en Améri- divididas y se radicalizaban a medida que avan-
ca Latina, se le ha llamado constitucionalista. zaba el siglo xix, hasta alcanzar un punto de no
Antes de la independencia podemos encontrar retorno tras la expedición de las Leyes de Re-
dos textos que forman parte de este fenóme- forma que dieron lugar a la revolución de
no: la Constitución Política de la Monarquía Ayutla en 1854. Tanto el liberalismo como el
española, promulgada en Cádiz en 1812 y en conservadurismo son “hijos” de la Ilustración,
la Nueva España el 30 de septiembre del mis- que al tomar caminos separados generaron
mo año, y el Decreto Constitucional para la violencia de desigual intensidad. El encono de
Libertad de la América Septentrional, expe- su enfrentamiento en el caso de México difi-
dido por el Supremo Congreso Mexicano en cultó la construcción del nuevo Estado.
Apatzingán, el 22 de octubre de 1814. En la Del derecho natural racionalista provienen
primera se buscaba establecer la Monarquía los postulados del constitucionalismo moder-
constitucional en el acéfalo imperio español, no, cuyas propuestas fundamentales son: el de-
invadido por los franceses al poner en cauti- recho natural a la libertad de los individuos,
verio tanto a Carlos IV como al heredero del la necesidad de que los individuos consintie-
trono, Fernando VII y, en la segunda, se plas- ran y participaran en la forma de constituir al
ma la forma en que los insurgentes conci- Estado, la sumisión de éste al Derecho y el im-
bieron al país que buscaban constituir tras la perativo de que lo anterior se estableciera en
emancipación. leyes fundamentales de una jerarquía superior
Se ha dicho que los movimientos consti- a las ordinarias. Dos textos representan el pun-
tucionalistas están jalonados por revoluciones; to de arranque de esta doctrina: la Declara-
también que no existen dos iguales, ya que se ción de derechos del buen pueblo de Virgi-
desarrollan en relación directa con las caracte- nia, de 1776, y la Declaración francesa de los
rísticas de cada país. En el caso de México, los derechos del hombre y del ciudadano de 1789.
textos constitucionales vigentes en su territo- A partir de entonces, el Estado estaría a cargo
rio, antes de la independencia, derivan de sen- de garantizar el orden jurídico creado confor-
das convulsiones armadas. La Constitución de me a los principios de igualdad y libertad.
Apatzingán, de una insurrección, y la de Cá- El fin del Antiguo Régimen. El Antiguo Ré-
diz de una invasión; ambas se inscriben, con gimen se caracteriza tanto por su encarnación
características distintas, en un mismo ideario, en la Monarquía absoluta como porque la so-
ya que el precedente del movimiento consti- ciedad se divide en estamentos; la tierra se en-
tucionalista se encuentra en el clima ilustrado cuentra, por lo general, amortizada y en poder
que prevalecía a uno y otro lados del Atlántico de las corporaciones; la existencia de fueros y
desde finales del siglo xviii. Para entonces era privilegios y la carencia de un régimen de li-
notoria la influencia de las ideas que habrían bertades. El carácter absoluto de la Monarquía
232 CONCEPTOS Y CULTURA POLÍTICA

se derivaba de que a la cabeza se encontraba fueron llamados códigos, políticos cuando


el rey y no había poder alguno que pudiera se trataba de constituciones, y civiles, pena-
enfrentarse a su designio. Además, el poder de les, mercantiles y de procedimientos cuando
los reyes provenía directamente de Dios, lo comprendían una materia específica. En unos
que significaba que la legitimidad era de ori- y otros debían señalarse con claridad los dere-
gen divino. chos del hombre, del individuo, y también los
El primer revés al Antiguo Régimen se límites de la acción del gobernante.
presentó en Inglaterra en la segunda mitad del Las constituciones debían contener los
siglo xvii contra la Monarquía absoluta, pero principios básicos en que se sustentaba el nue-
corresponde a la Revolución francesa el mé- vo Estado y en los códigos se desarrollarían di-
rito de ser reconocida como el detonador del chos principios. A este Estado se le ha llamado
desmantelamiento de dicho régimen. liberal, por el régimen de libertades al que as-
A lo largo de la baja Edad Media, los esta- piraba; también ha recibido la denominación
mentos estaban constituidos por la nobleza y de Estado de derecho, porque las acciones de
la Iglesia y, al final del periodo, frente a ellos sus miembros están sometidas a la ley, que se
comienza a erigirse y consolidarse el llama- constituyó en “la soberana de los tiempos mo-
do “tercer estado”, constituido originalmente dernos”. Frente a la acción absoluta e ilimita-
por labradores y artesanos. Al tercer estado se da del gobernante se erigió el principio de la
fueron incorporando todos aquellos que no división de poderes, propuesta, años atrás, por
vivían de sus rentas sino de su trabajo, el ejer- Montesquieu y por Locke.
cicio de una profesión o el comercio. En la A la cabeza del sistema que se proponía ha-
estructura del Antiguo Régimen, la naciente bría de estar la Constitución. El artículo 16 de
burguesía no tenía acceso al poder y se halla- la Declaración de los derechos del hombre y
ba separada de los centros de decisión, aun- del ciudadano establecía que: “Toda sociedad
que poco a poco conseguiría acceder a ambas en la que no esté asegurada la garantía de los
posiciones. Es por ello que este grupo llegó a derechos ni determinada la separación de po-
destruir las bases del Antiguo Régimen y sen- deres, no tiene Constitución”. Ésta era el ins-
tar las del Estado moderno. trumento para someter el poder al derecho. La
La burguesía necesitaba nuevas reglas para Constitución transforma al poder arbitrario y
realizar sus cada vez más numerosas transac- discrecional en legítimo poder jurídico.
ciones comerciales, así como un nuevo con- A diferencia de lo que sucedía en el Anti-
cepto de propiedad en el que tuviera cabida la guo Régimen, en el que la ley podía ser obe-
de tipo individual, frente a la de las corpora- decida pero no cumplida, el nuevo Estado
ciones.También le eran necesarias la igualdad requería de la obediencia generalizada de la
y seguridad jurídicas y, por último, para con- ley y de su cabal cumplimiento por parte del
seguir sus fines, demandaba un amplio régi- gobernante, de la población y de los llamados
men de libertades: de prensa, de industria, de operadores jurídicos, es decir, funcionarios,
circulación y de cultos. Por todo esto luchó legisladores, jueces y abogados.
de manera porfiada y sus logros llevaron a la Las constituciones y la creación de un nuevo or-
constitución de un nuevo orden, inspirado en den jurídico. La vacancia del trono español en
el principio de legalidad, entre otros. 1808 fue el detonador que condujo, por un la-
De acuerdo con este principio, las conquis- do, a la convocatoria a Cortes en la metrópoli
tas del hombre, considerado como individuo, y, por el otro, a la insurrección contra el “mal
debían plasmarse en cuerpos jurídicos que gobierno”. El resultado de estos fenómenos se
CONSTITUCIÓN / CONSTITUCIONALISMO 233

plasmó, como antes se dijo, en sendos textos tuciones en los primeros 40 años de vida in-
constitucionales que rigieron en la Nueva Es- dependiente. Dos veces se buscó establecer la
paña con desigual eficacia. Tras la emancipa- Monarquía, la primera con un carismático lí-
ción, el país debía constituirse conforme a lo der local aclamado por “la nación” y, la segun-
pactado en el Plan de Iguala y los Tratados de da, con un emperador de origen europeo, por
Córdoba, pero la Monarquía constitucional cuya sangre corría el “derecho divino de los
representativa hereditaria, denominada Impe- reyes a gobernar”. En otras ocasiones, la legiti-
rio Mexicano, terminó encabezada por Agus- midad se buscó en las elecciones, indirectas en
tín de Iturbide y no por un miembro de la casa diverso grado, para establecer una República
de Borbón. El fracaso del proyecto llevó a que de signo federal o central, con distintas varian-
se generalizara la idea de formar una Repú- tes en torno al Poder Ejecutivo, el Legislativo
blica federal o central, aunque las ideas mo- y el Judicial.
narquistas no se abandonaron sino hasta la de- En materia de derecho constitucional, los
rrota del Segundo Imperio.Tras la muerte del nuevos cuerpos jurídicos implicaban la rup-
emperador austriaco se restauró la República tura con los principios sobre los que había
bajo el signo del federalismo. En adelante, el descansado la estructura política del virreina-
país no se apartaría de esta senda, no obstante to antes de la expedición de las constitucio-
que los rasgos centralistas estuvieran presentes nes de Cádiz y Apatzingán. El ideario que los
en todos los ámbitos. impregnó partía de la división de poderes, la
Tanto la Constitución de Cádiz como la igualdad de todos ante la ley, la unidad de ju-
de Apatzingán contienen los elementos bási- risdicción y el régimen de libertades.
cos del Estado de derecho.Ambos cuerpos ju- La incorporación del nuevo país al orden
rídicos postulan la división del poder y reco- político y económico de las naciones indepen-
nocen algunos derechos del hombre, aunque dientes llevó a concebir en nuevos términos di-
en forma más amplia lo hace la Constitución versas cuestiones vinculadas con el comercio,
insurgente. Sin embargo, no alcanza a definir la educación, la salud pública, las inversiones
con claridad al Poder Ejecutivo, denominán- extranjeras, amén de otras cuestiones. El ejer-
dolo “supremo gobierno”, depositado en tres cicio de la soberanía condujo a la celebración
individuos. En ambas, la administración de de tratados y al reconocimiento de Estados, de
justicia quedó a cargo de tribunales, dejando a sentencias extranjeras, etcétera.
salvo el fuero eclesiástico y el militar sólo la de La soberanía. En sentido literal, la soberanía
Cádiz. La influencia de la Revolución francesa se refiere a la calidad de soberano y es tam-
es más notoria en el texto de Apatzingán por- bién la autoridad suprema del poder público.
que consagra la sujeción del cuerpo social a Desde el punto de vista jurídico, la soberanía
la ley, por ser la manifestación de la voluntad es la unidad de poder y acción jurídicamente
general y la igualdad de los hombres ante organizada, y debe atribuirse al Estado.
aquélla. Una y otra prescribían que la religión El concepto de soberanía fue elaborado
católica, apostólica y romana era la de la na- por Jean Bodin, quien en su obra Les six livres
ción —Cádiz— y el Estado —Apatzingán. de la Republique, publicada en 1575, describe
Estos textos, considerados por sus contem- los elementos capitales. Desde su punto de
poráneos como alternos, sumados a la Consti- vista, la soberanía era el atributo esencial del
tución de los Estados Unidos de América de poder del Estado; el punto principal de la ma-
1787, y la francesa de 1791, constituyen el ba- jestad soberana y del poder absoluto habría
gaje jurídico para la elaboración de las consti- de residir en la facultad de hacer las leyes sin
234 CONCEPTOS Y CULTURA POLÍTICA

tomar en cuenta a los súbditos y sin la colabo- Monarquía, especialmente la absoluta. En el


ración de los estamentos tradicionales. La so- camino, fue evolucionando y se atribuyeron
beranía habría de ser absoluta, su único límite al soberano facultades que procedían de las
era la ley natural. regalías medievales, como acuñar moneda y
La obra de Bodin gozó de un amplio pres- cobrar tributos, que para el caso mexicano son
tigio y fue motivo de reconocimiento tanto importantes, pues de ese concepto, enriqueci-
por parte de los juristas y filósofos de la épo- do, deriva el nuestro.
ca como de los monarcas que, con el tiempo, En el concepto se incorporaron también
llegaron a ser absolutos, ya que ofrecía el sus- las ideas de otros pensadores; por ejemplo, a
tento teórico para atribuir la soberanía a la Hobbes se le debe la introducción del ele-
persona del gobernante. Del absolutismo se mento coactivo. De esta manera, a la facultad
fue transitando hacia el Estado moderno. Los de dictar las leyes y a las marcas de Bodin se
Estados llegaron a ser, desde la perspectiva adicionó el concepto del monopolio de la
interna, soberanos, en los que la suprema- violencia, esto es, su ejercicio legítimo por
cía de competencias y la unidad del poder parte del Estado soberano.
pone de manifiesto la consolidación del po- Dos siglos después de que Bodin expusie-
der del Estado, lo que permite comprender a ra las marcas de la soberanía, cobró fuerza el
la colectividad política como “unidad jurídi- llamado movimiento constitucionalista que
ca de decisión y acción”. Desde la perspectiva habría de imponerle nuevas modalidades al
externa, sólo la consolidación del poder del concepto. Sin modificar sustancialmente los
Estado hace posible que los deberes derivados atributos del soberano, comenzó a postularse
del derecho internacional puedan ser cumpli- que éste no podía responder sólo ante Dios
dos. Los Estados soberanos han de cumplirlos o, lo que es lo mismo, se empezó a poner en
sin invadir el ámbito estatal de dominación de entredicho el derecho divino de los reyes a go-
otros Estados. bernar. Se recuperaron ideas pactistas en torno
Evolución del concepto y su recepción en Méxi- al origen del poder del soberano, enriqueci-
co. El concepto de soberanía nació vinculado das con las propuestas contenidas en el Con-
al derecho divino de los reyes a gobernar, por trato social de Rousseau. La sociedad corpo-
eso Bodin afirma que no hay nada “más gran- rativa típica de la baja Edad Media comenzó
de en la tierra después de Dios que los prín- a desarticularse y, a partir de la Revolución
cipes soberanos, que son establecidos por Él francesa, surgió un nuevo protagonista de la
como sus lugartenientes para mandar a otros acción social: el hombre, que ejerciendo dere-
hombres”. Para identificar quién era el sobe- chos políticos se convertía en ciudadano.
rano, Bodin explica que hay ciertas señales El movimiento constitucionalista postuló
(marques) que permiten hacerlo; por ellas, el que los derechos del hombre y del ciudadano
príncipe es soberano, y los derechos que de debían consagrarse en cuerpos jurídicos en
ellas se derivan son incedibles, inalienables e los que también se fijaran en forma porme-
imprescriptibles. El poder del soberano no de- norizada los límites de la acción del soberano.
be hallarse sometido a las leyes, porque él es la Asimismo, se propuso que el gobierno de un
fuente del derecho; es decir, la ley es el manda- Estado no podría estar depositado en una so-
to del soberano. Su poder es perpetuo y sólo la persona. El resultado de este movimiento
responde ante Dios. fue la conformación de monarquías constitu-
Como ya se dijo, la doctrina de este autor cionales en las que el soberano no sólo ya no
dio el sustento para la conformación de la respondía exclusivamente ante Dios, sino que
CONSTITUCIÓN / CONSTITUCIONALISMO 235

además debía compartir la soberanía, por lo La reivindicación de la soberanía. El proceso


menos con las Cortes. que culmina con la emancipación política
Por los mismos tiempos, debido a la re- de España comprende varios fenómenos, que
cepción, por un lado, del iusnaturalismo ra- aunque de diverso tipo o manifestaciones,
cionalista y, por el otro, de las ideas de la Re- confluyen en un momento dado. 1808 y
volución francesa y las que surgieron como 1821 son las fechas que los enmarcan. A par-
reacción a ella, la soberanía fue transitando tir de la primera se generan, por un lado, la
del soberano al pueblo o a la nación. En al- respuesta de los criollos novohispanos ante
gunos países fue posible hacer compatibles la la renuncia de Carlos IV y Fernando VII al
existencia del monarca y las Cortes o parla- trono español en favor de Napoleón y, por
mentos a través de las monarquías constitu- el otro, la insurrección popular encabezada
cionales, que lograron llevar a cabo el nuevo por Hidalgo y luego por Morelos. La segun-
ideario de libertades que proponían las co- da fecha corresponde a la ruptura del víncu-
rrientes ilustradas y más tarde las liberales. lo que había unido a la Nueva España con su
En otros, el conflicto no pudo evitarse, como metrópoli. Estos hechos producen sendas actas
en el caso de Francia, o no se encontraron ba- de independencia.
ses de legitimidad para establecer monarquías El primer intento por reasumir la sobera-
constitucionales por lo que se adoptó la for- nía, “por ausencia o impedimento” del mo-
ma republicana de gobierno. Este último es narca preso, se produjo en el Ayuntamiento
el caso de México, donde fue imposible darle de México en 1808 al conocerse los sucesos
curso a la Monarquía constitucional pactada metropolitanos. En la reunión convocada para
al tiempo de la independencia, por tratar de analizar los lamentables hechos, se declararon
constituirse con un monarca de nuevo cuño nulos todos los actos derivados de la abdicación
cuya legitimidad resultó difícil justificar. de Carlos IV, pero como el consentimiento le
En sus orígenes, los términos “pueblo” y había sido arrancado por la fuerza, en tanto sus
“nación”, como depositarios de la soberanía, altezas volvían al “zeno de su monarquía”, el
eran antagónicos.El primero respondía al idea- reino reasumía la soberanía y el virrey se en-
rio de la Revolución francesa, concretamente cargaría provisionalmente del gobierno. Cabe
a las propuestas de Rousseau, quien concebía señalar que el Ayuntamiento estaba constitui-
al pueblo soberano tomando todas las decisio- do en su mayoría por criollos. La respuesta de
nes que le competían. El segundo representó la Audiencia, en cuyo seno eran más numero-
la propuesta contrarrevolucionaria, en la que sos los peninsulares, fue diversa: no estuvo de
nación era “la sociedad organizada” a través acuerdo con los argumentos esgrimidos, des-
de sus tribunales y corporaciones. A media- tituyó al virrey y lo mandó apresar, al igual que
dos del siglo xix, cuando ya la discusión sobre a los criollos dirigentes. Los levantamientos
la revolución recorría cauces más apacibles, que siguieron a este hecho llevaron a la insu-
se acuñó la expresión “soberanía nacional”, rrección que —como se dijo— fue sofocada
que sin muchos cuestionamientos fue adopta- en el nombre del rey ausente.
da en numerosas cartas constitucionales, entre A pesar de que en el bando de Hidalgo y
ellas, la mexicana de 1857. en los Sentimientos de la nación elaborados por
En nuestro país se dio toda la secuencia hasta Morelos se encuentra la idea de sacudirse del
aquí narrada: señor, monarca, soberano absoluto, yugo español, es en el Acta Solemne de la De-
soberanía depositada en el pueblo o en la nación claración de la Independencia de la América
y soberanía nacional depositada en el pueblo. Septentrional, firmada en Chilpancingo el 6
236 CONCEPTOS Y CULTURA POLÍTICA

de noviembre de 1813, donde queda delimi- de septiembre de 1821, que proclama que la
tada con claridad la reivindicación de la sobe- nación es soberana e independiente. Está firmada,
ranía. El Congreso del Anáhuac, legítimamen- entre otros, por Agustín de Iturbide y contó
te instalado, declaraba que, ante la situación con la adhesión de todas las clases de la so-
europea: “La América Septentrional ha reco- ciedad novohispana, incluidos los insurgentes
brado el ejercicio de su soberanía usurpado: queda que aún permanecían en pie de lucha. Poco
rota para siempre jamás y disuelta la depen- antes, en los Tratados de Córdoba signados
dencia del trono español: [y] que es árbitra pa- por el propio Iturbide, jefe del Ejército Triga-
ra establecer las leyes que le convengan para el rante, y el recién llegado virrey O’Donojú, se
mejor arreglo y felicidad interior”. afirmó que “esta América se reconocerá por
En el mismo sentido se pronunciaron los nación soberana e independiente”; se propuso el
miembros del Supremo Congreso mexicano establecimiento de una Monarquía constitu-
en el Decreto Constitucional para la Libertad cional moderada, encabezada por alguno de
de la América Mexicana, sancionado en Apa- los descendientes de Fernando VII y, en su
tzingán el 22 de octubre de 1814. El tema de defecto, por quien designaran las Cortes. No
la soberanía se trata en el artículo 9 en los si- fue así, y destronado el emperador criollo,
guientes términos: quien expidió una Constitución de corta vi-
“Ninguna nación tiene derecho para im- gencia, se inició el sendero del constituciona-
pedir a otra el uso libre de su soberanía. El título lismo republicano al que se aludió en páginas
de conquista no puede legitimar los actos de la anteriores, brevemente interrumpido por un
fuerza: el pueblo que lo intente debe ser obli- nuevo intento monárquico que tampoco tuvo
gado por las armas a respetar el derecho con- éxito.
vencional de las naciones”.
Sobra decir que con estas frases se invali- María del Refugio González
daban los argumentos de los llamados “justos
títulos”, esgrimidos tres siglos atrás para legiti- Orientación bibliográfica
mar la conquista y la colonización.
El movimiento constitucionalista surgido González, María del Refugio, Historia del
a uno y otro lados del Atlántico se frenó con Derecho mexicano. México, Mac Graw Hill/
el regreso de FernandoVII al trono de sus ma- unam, 1998.
yores en mayo de 1814, ya que condujo a la Guedea, Virginia, En busca de un gobierno al-
disolución de las Cortes y a la abrogación de terno: los Guadalupes en México. México,
la Carta gaditana. Restaurado el absolutismo, unam, 1992.
el 15 de diciembre del mismo año, el virrey Pantoja Morán, David, El Supremo Poder
Calleja abolió la Constitución de Cádiz en Conservador. El diseño institucional en las pri-
la Nueva España y disolvió el Ayuntamiento meras constituciones mexicanas. México, El
Constitucional de la ciudad de México, una Colegio de México/El Colegio de Mi-
vez sofocada la insurrección, lo que determi- choacán, 2005.
nó que la Constitución de Apatzingán perdie- Tena Ramírez, Felipe, Derecho constitucional
ra toda su eficacia. mexicano. 26a. ed. México, Porrúa, 1993.
Al cabo de más de un lustro se produjo la Tena Ramírez, Felipe, Leyes fundamentales de
declaratoria de independencia plasmada en el México, 1808-1975. 6a. ed. revisada y pues-
Acta de la Independencia Mexicana, del 28 ta al día. México, Porrúa, 1975.
GOBIERNO REPRESENTATIVO 237

+GOBIERNO REPRESENTATIVO +

En la Nueva España, como en otras regiones representación política en el mundo hispáni-


de Hispanoamérica, el rechazo a las cesio- co. Lo anterior implica, entre otras cosas, que
nes de Bayona condujo a la necesidad de or- no hubo un desarrollo lineal hacia la adopción
ganizar instituciones que ejercieran la sobe- de formas representativas “modernas” y, en úl-
ranía del monarca preso. Al inicio, fueron las tima instancia, que resulta fatuo valorar desde
autoridades tradicionales las que asumieron perspectivas teleológicas los diferentes mode-
esa misión. En la metrópoli, corporaciones los que se instrumentaron.
como la Junta del Principado de Asturias o En la Nueva España, las noticias de las ab-
algunos ayuntamientos se hicieron cargo del dicaciones de Bayona dieron paso a que se
gobierno, en desobediencia a las instituciones propusiera una junta de gobierno provisional,
que reconocieron a José Bonaparte. Los ca- encargada de ejercer la soberanía del rey hasta
bildos abiertos —es decir, las reuniones de su regreso. Dicho órgano de gobierno debería
vecinos principales de villas y ciudades— tam- tener un carácter doblemente representati-
bién tuvieron un papel destacado en la forma- vo, por un lado de la soberanía del monarca y,
ción de esos órganos provisionales gubernati- por otro, de las diferentes corporaciones del
vos. Las juntas de gobierno se convirtieron, en reino. Quedaba así clara la naturaleza pactis-
principio, en la forma más común para ejer- ta de esas proposiciones. Por ello, la junta se-
cer la soberanía, desde Oviedo hasta Buenos ría integrada por autoridades designadas por
Aires. Sin embargo, muy pronto la prolife- el rey, como las audiencias y el propio virrey,
ración de estos cuerpos y las pretensiones que así como por las que enviaran las corporacio-
algunos de ellos tenían de gobernar sobre terri- nes. Entre las diferentes propuestas, algunas
torios que incluían otras poblaciones o incluso —como las del Ayuntamiento de Puebla o
sobre todos los dominios españoles generaron de Melchor de Talamantes— pretendían man-
una crisis de legitimidad que sería resuelta a tener una jerarquía que reconociera a aque-
través de la incorporación de representantes llos cuerpos con mayores privilegios, frente
provenientes de otras juntas, corporaciones y a los que tenían menos. Por su parte, las pro-
territorios. El ejemplo más claro de este fenó- posiciones que se presentaron en las diversas
meno fue la formación de la Junta Central en reuniones convocadas por José de Iturrigaray
1809, compuesta por representantes de las di- buscaban convocar representantes de las prin-
versas juntas establecidas en los meses anterio- cipales corporaciones y de los ayuntamientos
res, aunque dejando fuera a las americanas, a las de las provincias, sin cuidar la primacía que al-
que se consideraba subversivas. gunos de ellos pudieran alegar sobre los otros.
De tal suerte, los regímenes representativos La propuesta de gobierno representativo he-
en Hispanoamérica surgieron más de la nece- cha por Francisco Primo de Verdad, a nombre
sidad generada por el vacío de poder y no tan- del Ayuntamiento, sugería que el pueblo, en-
to de un proyecto para establecer un gobier- tendido como el conjunto de sus autoridades
no mixto (como se llamaba en la época, por constituidas, fuera el fundamento del órgano
influencia de Montesquieu, a sistemas como de gobierno provisional. Los sectores más
el británico), si bien esto no quiere decir que conservadores se opusieron a estas ideas, al
no hubiera propuestas que, al final de cuentas, considerarlas sediciosas y semejantes a las que
fueron las que guiaron el establecimiento de la revolucionaron a Francia.
238 CONCEPTOS Y CULTURA POLÍTICA

Melchor de Talamantes censuró en un pri- sin considerar la población de esas unidades


mer momento que la ciudad de México pre- coloniales. De tal suerte, sólo habría un repre-
tendiera representar a todo el reino fundada en sentante de la Nueva España.
sus privilegios, los que, según el mercedario, El proceso de selección para la Junta Cen-
le impedían hablar “en nombre de la nación”. tral era complicado y da cuenta de algunas
No obstante, él mismo terminaría arguyendo peculiaridades del carácter representativo del
que un Congreso de la Nueva España debería vocal que se enviaría a España. Para empe-
ser obedecido incluso en Sudamérica, aunque zar, serían las capitales de Intendencia, en
aquellas regiones no enviaran representantes, sus ayuntamientos, las que seleccionarían tres
dada la primacía del virreinato sobre los de- nombres que se sortearían para tener un can-
más dominios españoles. En todas las propues- didato, quien a su vez participaría en el mismo
tas que se presentaron en 1808 se combinaban proceso en la ciudad de México. De esta forma
diferentes clases de representación. A veces, se reconocía la jerarquía de las cabeceras sobre
un mismo proyecto podía incluir el envío de el territorio de sus provincias al cual repre-
representantes de ayuntamientos en igualdad sentaban. En Arizpe, donde no había Ayunta-
de condiciones y suponer que entre éstos ha- miento en la capital, se hizo una reunión de
bía diferentes privilegios y, por lo mismo, que representantes de villas. El sorteo da cuenta
eso debería traducirse de alguna forma en una de que se buscaba garantizar cierta imparcia-
diferente representatividad. De igual suerte, lidad, de donde se desprende que no hubo
podía suponerse que era necesario el consen- ningún principio democrático, pues no gana-
timiento de aquellos a los que se pretendía re- ría el que obtuviera mayoría de votos ni se ex-
presentar, aun cuando dicho consentimiento presaría la voluntad de los votantes, sino que
fuese tácito. sería la suerte (la “providencia”) la que daría
Incluso los sectores que se oponían a la el resultado final. Por último, el representan-
formación de un órgano representativo de te no tendría plena libertad para actuar pues
gobierno en la Nueva España admitían que únicamente debía seguir las instrucciones que
se podía reconocer a alguno de los ya estable- sus comitentes le hicieran llegar. Pese a que la
cidos en la metrópoli, como la Junta de Se- convocatoria establecía que sólo se podía votar
villa, y quedar de tal forma representados en por “patricios”, es decir, por los más destacados
aquella institución. Como es sabido, las pro- individuos nacidos en la provincia, la mayoría
puestas para formar un órgano representativo de los electos fueron de origen peninsular. El
en el virreinato fueron cortadas de tajo el 15 beneficiado en la ciudad de México fue Mi-
de septiembre de 1808, cuando un grupo de guel de Lardizábal, nacido en Tlaxcala pero
comerciantes, quienes se asumieron como re- que vivió toda su vida en la metrópoli.
presentantes del “pueblo”, destituyeron al vi- El fracaso militar de la Junta Central dio
rrey y apresaron a los principales promotores paso a la creación de otro órgano de gobierno
de establecer una junta. Estas noticias incidie- representativo: las Cortes. Para algunos, esta
ron en la Junta Central, que decidió convocar institución debía reunir a los órdenes tradicio-
la elección de representantes americanos para nales (nobleza, clero y ciudades con voto en
que se incorporaran en el gobierno provisio- Cortes) mientras que otros proponían que se
nal de la Monarquía. Sin embargo, la convoca- compusiera por representantes de la nación, es
toria excluyó a las juntas de gobierno que se decir, por los individuos que formaban Espa-
estaban estableciendo en América y sólo llamó ña. Al final, la negociación condujo a una for-
a un vocal por virreinato o capitanía general, ma de representación cuádruple: en la penín-
GOBIERNO REPRESENTATIVO 239

sula se elegirían diputados por las juntas que la nación a las Cortes, o que éstas sólo la ejer-
se formaron en 1808, por las ciudades con el cieran. Para algunos, la nación era esencial-
privilegio medieval de tener “voto en Cor- mente soberana, de modo que nunca perdía
tes” y uno por cada 50 000 habitantes, quie- esa cualidad; para otros, sólo era su origen.
nes serían representantes del “pueblo”. Los Otros diputados daban por hecho que repre-
dominios americanos no tendrían esta clase sentaban únicamente a la provincia que los
de representación sino sólo un diputado por había elegido, mientras que la decisión final
cada unidad administrativa provincial, con el de la asamblea fue que los diputados eran re-
mismo método usado en 1809 para mandar presentantes de toda la nación, sin importar
un vocal a la Junta Central. Junto a estas for- de dónde procedieran. La solución a estos di-
mas de representación, se procedió a selec- lemas modeló el sistema representativo san-
cionar diputados suplentes, quienes serían cionado en Cádiz: las Cortes se erigieron
representantes por necesidad, es decir, que las como únicas representantes de la nación (aun-
provincias que no pudieran enviar con pron- que se constituyeron dos niveles más de repre-
titud a su diputado debían conformarse con sentación: las diputaciones provinciales y los
un individuo seleccionado entre los que se ayuntamientos, con facultades de “gobierno
hallaban en Cádiz al momento de la reunión económico”, es decir, administrativas), sin es-
de las Cortes. tar sujetas a las instrucciones de sus comitentes
Las elecciones en la Nueva España se reali- y depositarias, ellas mismas, de todas las cuali-
zaron en 1810. Los ayuntamientos de las ca- dades de la soberanía.
pitales provinciales hicieron la elección de La representación de la asamblea que se
tres nombres que se sortearon. Los ganadores reunió en 1810 fue inequitativa, en términos
fueron los diputados a las Cortes. De nuevo, cuantitativos y cualitativos. Lo primero, por-
pese a que la convocatoria establecía con cla- que los hispanoamericanos enviaron un nú-
ridad que los electos debían ser “naturales” de mero menor de diputados pese a que en este
las provincias que los eligieran, en San Luis continente había una población mayor que en
Potosí salió beneficiado el andaluz Bernar- la metrópoli europea y, lo segundo, porque és-
do González Villamil, aunque no asistió a las tos representaban unidades administrativas que
Cortes. Miguel Ramos Arizpe, Miguel Guri- les dieron instrucciones precisas (algo pareci-
di, Manuel Beye y Antonio Pérez son sólo al- do a lo que sucedía con los procuradores de las
gunos nombres de quienes fueron designados ciudades con “voto en Cortes”), mientras que
representantes en esa ocasión. los electos por el “pueblo” en la península lle-
Lo más destacado en términos de la repre- vaban poderes amplios. En la práctica, los di-
sentación política en las Cortes de Cádiz es putados americanos empezaron a actuar igual
que esta asamblea no se consideraba un órga- que sus homólogos europeos, aunque siempre
no que ejerciera la soberanía del monarca. en minoría. De ahí que la principal demanda
Desde su reunión, los diputados declararon fuera el equilibrio en la representación, aun-
que la soberanía radicaba en la nación y su ejer- que esto se podía entender de dos formas: el
cicio en las propias Cortes. Sin llegar a una mismo número de diputados de manera pro-
solución, se presentaron varias propuestas en porcional a la población o el mismo número
torno a las características de la representación de diputados americanos y peninsulares. La
política. Un primer tema estaba relacionado última opción parecía romper la unidad pre-
con la posibilidad de que la representación tendida en la “nación española”, de modo que
implicara una transferencia de la soberanía de se eligió la primera. La Constitución de 1812
240 CONCEPTOS Y CULTURA POLÍTICA

no contemplaba diferencias entre los territo- quien trató de dar a ese órgano un carácter
rios, aunque consiguió mantener en minoría a representativo más amplio, al proponer que el
los diputados americanos mediante la exclu- quinto vocal fuera electo por las corporacio-
sión de los afrodescendientes de la ciudadanía nes de Oaxaca.
y del censo para determinar las “setenta mil Para 1813, el ejemplo de las Cortes espa-
almas” por las que debía haber un represen- ñolas no pasó inadvertido para los insurgentes,
tante electo. de ahí que surgiera la propuesta de convocar
Según la Constitución, los diputados se- un Congreso que diera origen al gobierno
rían electos mediante un procedimiento indi- representativo independiente. Si los insurgen-
recto. Los ciudadanos se congregarían en las tes cuestionaron la calidad de la representa-
parroquias para elegir a electores parroquiales, ción de las Cortes de Cádiz por inequitativa y
quienes una semana más tarde se reunirían en por la presencia de los suplentes, no escaparon
la capital del partido para nombrar electores ellos mismos a esos problemas. Los represen-
de partido. Tras una semana, éstos concurri- tantes serían electos por las provincias, a razón
rían a la capital de la provincia para designar a de un diputado por cada una, de modo que
los miembros de las diputaciones provinciales no se consideró el número de individuos. Las
y a los diputados a Cortes. Un procedimien- condiciones de la guerra contribuyeron a que
to indirecto serviría también para elegir a los hubiera una presencia mayoritaria de suplen-
miembros de los ayuntamientos, lo que oca- tes. Por Oaxaca participó José María Murguía,
sionaría que tanto éstos como las diputaciones quien en realidad había sido electo para la Jun-
pudieran argumentar un origen representati- ta, mientras que por México iría Carlos María
vo semejante al de las Cortes y, por lo tanto, de Bustamante, pues había salido compromi-
asegurar que tenían facultades soberanas. sario en las elecciones municipales de la capital
Quienes tomaron el camino de las armas virreinal realizadas bajo los ordenamientos de
en contra del gobierno virreinal también se la Constitución de Cádiz. Sólo José Manuel
vieron en la necesidad de establecer un mando de Herrera fue electo por la provincia de Tec-
que atendiera las demandas de representación pan mediante un procedimiento que respetaba
de los diferentes grupos de insurgentes y de las distintas formas de nombrar representantes
las poblaciones bajo su mando. Si en Celaya en pueblos y corporaciones. Los demás dipu-
Miguel Hidalgo fue aclamado generalísimo y tados eran suplentes.
con ese carácter se presentó como represen- La Constitución de 1814 mantuvo el prin-
tante de la nación americana, muy pronto se cipio de representación por provincias y no
hizo evidente que no bastaba la aclamación ni por ciudadanos. Para ese momento, numerosos
la “aceptación tácita”. Esto explica los proble- jefes insurgentes consideraban que esa asam-
mas de la Junta de Zitácuaro para ser conside- blea carecía de representación alguna. Tras el
rada una instancia que representara no ya a la fusilamiento de Morelos, el único fantasma
América Septentrional sino a los insurgentes. de gobierno representativo sería la junta sub-
Integrada por los principales jefes militares en- alterna, compuesta por personas que habían
cabezados por Ignacio Rayón, se esperaba que sido designadas por el Congreso de Anáhuac
éstos actuaran como representantes de quie- antes de ser disuelto en 1815. De ahí que Ser-
nes se habían rebelado. Por ello, muy pronto vando Teresa de Mier insistiera en establecer
se propuso que José María Morelos se uniera un nuevo Congreso como único medio de te-
a José Sixto Berduzco, José María Liceaga y ner un centro de unión que permitiera organi-
el propio Rayón. Más adelante, sería Morelos zar un gobierno independiente. Consciente
GOBIERNO REPRESENTATIVO 241

de que las condiciones de la guerra impedi- que expresaba —desde el punto de vista de
rían un proceso electoral en pueblos y villas, su autor— lo que todos querían o “debían
Mier sugería que uno de los comandantes querer”. Por su parte, la Junta se consideró re-
insurgentes designara a varias personas (“en- presentante porque así lo había establecido el
tre las más decentitas”) como diputados, que propio Plan de Iguala, aunque en la tradición
éstos dijeran que representaban a la nación y de las Cortes españolas también aceptó como
que nombraran un poder ejecutivo. Sabedor propia la soberanía nacional. Por su parte, los
de que se trataba de una ficción, Mier recu- ayuntamientos y las diputaciones provinciales,
rrió al propio ejemplo español para mostrar que según el modelo representativo gaditano
cómo esa clase de “farsas” podían dar resulta- no representaban a la nación, también se ad-
do, aunque fueran contestadas por sus oposi- judicaron la soberanía (de sus ciudades o pro-
tores. Sin duda, así sucedió en 1821 cuando vincias) debido a que eran instituciones elec-
Agustín de Iturbide designó a los integrantes tas, como las Cortes. Esto condujo al conflicto
de la Junta Provisional Gubernativa del Im- entre el poder ejecutivo y el constituyente, así
perio, personas que se consideraron represen- como entre el gobierno central y las institu-
tantes de la soberanía nacional y que, con esa ciones de gobierno regionales.
calidad, nombraron al propio Iturbide como Tras la caída del Imperio, el Congreso que
presidente de la Regencia. A finales de 1821, se reunió en 1823 dio cuenta de todas estas
la Junta presentó una propuesta para elegir al formas de asumir la representación. Algu-
Congreso Constituyente según las reglas de nos diputados, como el jalisciense Juan de Dios
la Constitución de Cádiz, salvo que habría un Cañedo, se consideraban representantes de
diputado por cada 50 000 personas. En contra, los poderes constituidos en sus estados, al ase-
Iturbide propuso que hubiera representantes gurar que el pueblo se hallaba ya representado
por las corporaciones y los grupos de inte- en los congresos y gobiernos locales. Otros,
rés, como los agricultores, seleccionados por como Servando Teresa de Mier, consideraban
esos mismos cuerpos. La negociación entre que representaban a la totalidad de la nación,
ambas posturas dio como resultado una con- sin importar por qué provincia hubieran si-
vocatoria en la que los ciudadanos elegirían do electos. Unos tenían instrucciones para
diputados pertenecientes a ciertos grupos (co- constituir al país de una única forma, otros
merciantes, mineros, eclesiásticos, universita- eran libres para hacer lo mejor para el pueblo,
rios, etcétera) a través de los ayuntamientos. El aunque éste no estuviera de acuerdo. Al final
número de diputados se determinó por el de se aceptó un principio en el que quedaron
partidos (distritos) y no por el de personas, excluidas las corporaciones, que combinó la
de modo que algunas provincias, como Mé- representación de los ciudadanos que forma-
xico, quedaron subrepresentadas frente a otras ban la nación (en un Congreso) con la de las
con escasa población. entidades soberanas que integraron la federa-
El gobierno representativo que se estable- ción (en un Senado), junto con las instancias
ció en el México independiente se había funda- representativas en los estados.
do en distintas maneras de entender la repre- Alfredo Ávila
sentación política. Iturbide podía considerarse
a sí mismo representante de la nación (lo mis- Orientación bibliográfica
mo que harían después numerosos caudillos)
por la “aceptación tácita” de los mexicanos que Ávila, Alfredo, En nombre de la nación. La for-
siguieron el Plan de Iguala, un documento mación del gobierno representativo en México.
242 CONCEPTOS Y CULTURA POLÍTICA

México, Centro de Investigación y Do- Rodríguez O., Jaime E., “La naturaleza de
cencia Económicas/Taurus, 2002. la representación en la Nueva España y
Ferrer Muñoz, Manuel, La Constitución de México”, en Secuencia, núm. 61, 2005,
Cádiz y su aplicación en Nueva España. Mé- pp. 6-32.
xico, unam, 1993.

+INDEPENDENCIA +

Durante el siglo xviii,el término“independen- afianzaron nuevos lenguajes políticos, el con-


cia” se empleó generalmente para hacer refe- cepto independencia fue tomando forma en
rencia a la “potencia o aptitud de existir u obrar la aspiración de un gobierno soberano, capaz
libremente, sin depender de alguna otra” (libe- de sustraerse de la dominación extranjera.
ra potestas agendi). De acuerdo con el Dicciona- En esa época, por lo general fueron las
rio de autoridades de la Real Academia Española autoridades y los funcionarios peninsulares
de 1732, actuar con independencia era actuar quienes con mayor frecuencia emplearon el
con libertad, no depender o estar sujeto a otro; concepto. Virreyes como Bucareli y Revilla-
de manera que aquel que podía contentarse gigedo y obispos como Abad y Queipo fueron
consigo mismo y no depender de la fortuna muy conscientes del malestar que existía en la
era considerado sabio. Con el paso del tiem- Nueva España y expresaron su temor ante
po, la relación entre ambos conceptos —in- la posibilidad de que existiera un deseo de “in-
dependencia y libertad— se hizo cada vez más dependencia de la matriz”, de “crear otro reino
estrecha, y su politización se volvió evidente. por separado”. En 1803, el recién llegado ar-
Cómo no iba a politizarse la expresión cuan- zobispo de México, Francisco Xavier de Li-
do se empleaba para referirse a las guerras zana, se percató de los riesgos que enfrentaba
anticoloniales de Estados Unidos (1776) y de la administración española. Le preocupaba la
Haití (1804), casos en que el término inde- situación de los criollos, de quienes comen-
pendencia se empleó para hacer referencia a la taba que varios de ellos estaban “ansiosos de
ruptura con la metrópoli y sugería una acción hacerse independientes de la Corona de España y
subversiva del orden establecido que planteaba de lograr proporción para seducir a los indios
incluso la ruptura del vínculo con el monarca cuyo carácter es tímido e inconstante”. La cri-
o, en su caso, con el poder instituido (consula- sis de 1808 hizo más urgente la necesidad de
do-imperio napoleónico). “impedir la separación y asegurar la depen-
En la Nueva España, la frecuencia con la dencia de ese reino”. Aun después del gol-
que se empleó el término independencia des- pe de mano del comerciante Gabriel Yer mo
de el periodo tardocolonial hasta el momento el 15 de septiembre de 1808, Lizana llegó in-
en que se firma el Acta de Independencia del cluso a recomendar que, para que la nación “se
Imperio Mexicano en septiembre de 1821 es diera la mano”, era necesario terminar con los
realmente sorprendente. Revisar su ámbito de errores envejecidos y las ideas desoladoras del
utilización nos permite constatar que se trata monopolio, las intrigas y abusos que hasta aquí
de un concepto que da cuenta de una nueva hubiesen podido “disgustar a sus hijos ame-
aprehensión del mundo y que abre un am- ricanos, entibiar su amor y aun fomentar sus
plio horizonte de expectativas. Conforme se quejas”. En cambio, Pedro Fonte y Miravete,
INDEPENDENCIA 243

capitular y futuro arzobispo de México, era más to o en una nueva república, que bajo leyes
intransigente: resentía la sorda y maligna inten- y reglamentos también nuevos adaptados a su
ción del grupo de los americanos que no pen- circunstancia se proclama independiente y so-
saban “más que en separarse de la metrópoli”. berana”. La exhortación del obispo de Puebla
La crisis de la Monarquía española propició se dirigía a terminar con la “rigurosa anarquía”
que se expresaran en México añejas propues- que reinaba y de la que daban cuenta una serie
tas de independencia o de autonomía por de papeles indignos y los pasquines fanáticos
parte de los criollos. Entre julio y septiembre que aparecían en las esquinas y las plazas de
de 1808 se habló de temas de soberanía y de las ciudades del virreinato y cuyas intencio-
representación. El fraile mercedario peruano nes relacionaba con el viejo temor de las au-
Melchor de Talamantes redactó un discurso toridades. La incertidumbre de aquellos meses
filosófico en el que se planteaba la posibilidad en que se juraba a la Junta de Sevilla al tiempo
de formar un congreso que ejerciera los dere- que los ejércitos napoleónicos se abrían paso
chos de la soberanía. En ese texto, el merceda- hacia el sur de la península, hacían temer que
rio estableció que las colonias podrían sepa- España pudiera ser derrotada. En diciembre de
rarse legítimamente de su metrópoli cuando 1808, un joven predicador apenas conocido
existiera alguno de los doce casos que enu- se atrevió a pronosticarlo. No habló de inde-
meraba. Decía que si las colonias se bastaban a pendencia, sino de que España estaba perdida,
sí mismas, si eran iguales o más poderosas que y se preguntaba cuál podía ser nuestro des-
sus metrópolis, si sus metrópolis no podían tino. El orador fue aprehendido y fueron los
gobernarlas, si su gobierno se hacía incompa- fiscales de su proceso quienes establecieron la
tible con el bienestar general de las colonias, si sinonimia: la prédica del bachiller se traducía
eran opresoras de sus colonias, si éstas adopta- en “independencia, sedición, desacato a las
ban otra Constitución política, si las provincias legítimas potestades”.
se hacían independientes, si la metrópoli se some- Al parecer fueron las autoridades penin-
tía voluntariamente a la dominación extranje- sulares las que en mayor medida invocaron
ra, si la metrópoli hubiese sido subyugada por el término. Así lo confirma el comentario de
otra nación, si mudaba de religión, si amena- Mariano Michelena, uno de los principales
zaba con mutación religiosa, si la separación implicados en la conspiración de Valladolid de
era exigida por el clamor general de la colo- 1809, que en 1821 recordaba:“fueron ellos, los
nia, era legítimo que ésta se separara de su me- contrarios”, quienes se empeñaron en probar
trópoli; en otro documento atribuido al fraile que México podía muy bien sostenerse en ca-
peruano se establece que “aproximándose ya so de que Iturrigaray pretendiera coronarse;
el tiempo de la independencia pueda percibirse fueron los enemigos de éste, celosos de la obe-
de los inadvertidos, las semillas de esa indepen- diencia a España y la dependencia de ella, “los
dencia sólida, durable y que pueda sostenerse primeros que nos hicieron comprender la po-
sin dificultad y sin efusión de sangre”. sibilidad de la independencia y nuestro poder pa-
Sin embargo, tanto para los autores del ra sostenerla; y como por otra parte la idea era
golpe que canceló las posibilidades de este ca- tan lisonjera, pocas reflexiones se necesitaban
mino pacífico planteado por los criollos de la hacer para propagarla”.
ciudad de México, como para los portavoces La invasión francesa de la península favo-
del orden establecido no cabía engañarse: no reció la difusión del concepto independencia.
pensemos que “creyéndonos independientes, Pero en este caso no se trataba de los ejemplos
podamos ya erigirnos en un reino absolu- y actitudes nefastas de los americanos, sino de
244 CONCEPTOS Y CULTURA POLÍTICA

la necesaria independencia de España respec- de la época lo impactaron. Las leyendas que


to del imperio napoleónico; España peleaba corrían entre los pueblos del sur hablaban
su guerra de independencia, situación que de que Morelos estaba resguardando a Fer-
exigía un compromiso militante con la defen- nando VII para traerlo y ponerlo a gobernar
sa de la patria y la religión. El uso del término acá, pero en realidad Morelos dudaba de la
tuvo connotaciones bélicas y revolucionarias. suerte que habría de correr la península y de
Cada vez más, independencia se asoció con la lealtad al monarca. Por eso, en 1812, al tiem-
libertad y ambas nociones aparecieron como po que llamaba a los americanos a defender
equivalentes en el discurso patriótico. Así, en nuestro suelo, execraba a los gachupines que
la Nueva España se habló de la independencia se habían llevado nuestras riquezas desde los
de la península respecto de los franceses y de tiempos de Cortés y que ahora las habían em-
la necesidad de que la Nueva España pudie- pleado para “habilitar a los extranjeros a costa
ra mantenerse independiente en caso de que de la ruina e infelicidad de los habitantes de
los franceses derrotaran a España y quisieran este suelo”. Había que luchar por órganos
adueñarse de sus dominios americanos. de representación en ausencia del monarca,
Entre 1808 y 1813 el empleo del término retomar la soberanía, dictar leyes suaves y aco-
independencia reviste cierta opacidad. Algu- modadas para proteger la religión cristiana y
nos autores, como la profesora Benson, lo ad- los derechos de los hombres libres, amar al so-
virtieron tempranamente. Más adelante cierta berano, sí, pero “siempre y cuando no se haya
historiografía estableció la sinonimia con la contagiado de francesismo”. Morelos hablaba
voz autonomía, término que aparece poste- de la independencia de España cuando expre-
riormente pero que resulta útil como instru- só su deseo de que “esta fértil y deliciosa mo-
mento analítico para definir las posturas de narquía se vea independiente de los tiranos que
aquellos que aspiraban al autogobierno dentro perseguimos”, pero asentó que estaremos “re-
de la Monarquía. En realidad, en ocasiones el conociendo siempre a su soberano, en el caso
empleo del concepto era ambiguo, lo que no que no se halle contagiado de francesismo”.
quiere decir que no podamos precisar lo que Las ideas de Morelos en ese periodo no
distintos actores buscaban. Es posible distinguir son lineales y así lo demuestran las manifesta-
entre quienes deseaban una “independencia ciones que tuvieron lugar durante su perma-
absoluta” para la Nueva España y aquellos que nencia en Oaxaca, en donde el caudillo apro-
se mantenían fieles a Fernando VII. El insur- vechó para pasearse acompañado del monarca
gente Mariano Jiménez aseguró en su proceso, en ese espléndido lugar que logró conquistar
por ejemplo, que Hidalgo se hallaba entre los para la causa americana. Allí juró, tras el paseo
primeros, en tanto que Allende defendía los de- del pendón, y en consonancia con el temor de
rechos del monarca. que estas tierras se vieran amenazadas por los
En su trayectoria insurgente, el discurso franceses, “conservar la independencia y libertad
de Morelos manejó de manera innovadora y de América” en los siguientes términos:“¿Re-
contradictoria una serie de nociones. Desde conocéis la soberanía de la Nación Americana,
Cuautla hasta el proceso inquisitorial es po- representada por la Suprema Junta Nacional
sible apreciar la variedad de usos y tonos que Gubernativa de estos dominios? ¿Juráis obe-
imprimió a palabras muy significativas, entre decer los decretos, leyes y Constitución que
éstas la noción de independencia. El empleo se establezca, según los santos fines porque ha
del término nos permite descubrir en él la resuelto armarse y mandar observarlos y ha-
forma en que las profundas transformaciones cerlos ejecutar? ¿Conservar la independencia y
INDEPENDENCIA 245

la libertad de América? ¿La religión católica, la Nueva España. Si se trataba de gobernarse


apostólica y romana? ¿Y el gobierno de la durante el cautiverio del rey y de formar jun-
Suprema Junta Nacional de América? ¿Res- tas mientras la metrópoli se hallaba en apuros,
tablecer en el trono a nuestro amado rey, o si se trataba de una independencia perpetua,
Fernando VII?” y si ésta implicaba “despojar a España de su
Al parecer, Morelos se refiere al esfuerzo calidad de metrópoli”. Aunque concluía que
insurgente para impedir que el francés se apo- no se trataba de una independencia perpetua,
dere de América y ésta pierda su independen- ni de una independencia de la nación o del
cia como la perdió la metrópoli. En ese senti- rey, sí lo era del “gobierno ilegítimo” porque,
do, es completamente legítimo el propósito después de todo, el mal gobierno y la opresión
del caudillo de conservar la independencia eran la causa primordial de la revolución de
y de allí el parentesco que guarda con el ju- América. Por conveniencia o por necesidad se
ramento que puede leerse en la minuta que mantenían puntos de vista oscuros en la expli-
Diego Muñoz Torrero redactó para las Cor- cación de los diputados.
tes generales y extraordinarias, sólo que en El acta de la Declaración de Independen-
Oaxaca se habló de la soberanía de la nación cia de la América Septentrional, promulgada
americana representada por la Suprema Junta el 6 de noviembre de 1813, asentaba clara-
Nacional Gubernativa de estos dominios, en mente que en vista de las circunstancias de
lugar de hablar de la soberanía de la nación Europa, el Congreso de Anáhuac había recu-
(española) representada por los diputados de perado su soberanía y en consecuencia que-
las Cortes. De igual manera, en lugar de hablar daba “rota para siempre jamás y disuelta la
de la integridad de la nación española a la que dependencia del trono español”. Era libre pa-
aludieron los diputados, habló de “la indepen- ra establecer leyes, hacer la guerra y la paz y
dencia y la libertad de América”. establecer alianzas con monarcas y repúblicas.
Poco antes de entrar a Oaxaca, Morelos El concepto independencia se empleaba de
había recomendado a Rayón eliminar de sus una forma precisa que daba cuenta de la nue-
Elementos constitucionales el nombre del mo- va fuerza que había adquirido para entonces;
narca:“en cuanto al punto 5 de nuestra Cons- el manifiesto que contiene la exposición de
titución, por lo respectivo a la soberanía del motivos del acta se encargó de sintetizar el ím-
señor FernandoVII, como es tan pública y no- petu revolucionario de los pueblos vertido en
toria la suerte que le ha cabido a este grandí- otros escritos contemporáneos: se trataba de
simo hombre, es necesario excluirlo para dar salir de la opresión, de establecer la indepen-
al público la Constitución”. Fiel a este pen- dencia como vía para romper con la sujeción
samiento, Morelos explicaría en su propio y la esclavitud. La enumeración de los agravios
proceso que nunca creyó que Fernando pu- contaba entre ellos la inequidad de las juntas
diera ser restablecido en el trono, pero no tuvo y de las Cortes españolas y marcaba el brutal
respuesta cuando sus fiscales lo inquirieron salto que el nuevo destino implicaba:“¿Es por
sobre por qué siguió buscando la independen- ventura obra del momento la independencia de
cia después de la restauración de la Monarquía las naciones? Este salto, peligroso muchas ve-
en 1814. ces, es el único que podía salvarnos”.
En 1812, la diputación americana en las El concepto de independencia persiste
Cortes de Cádiz se había visto precisada a entre 1815 y 1821. Aunque a veces de ma-
aclarar lo que debía entenderse en esa época nera difusa, los insurgentes lo ponen en rela-
por esa independencia, de la que se hablaba en ción con la defensa de la causa justa, que es
246 CONCEPTOS Y CULTURA POLÍTICA

la causa americana; para ellos ya no hay duda vea como nación soberana e independiente de
de que se pelea en favor de “los derechos im- otra alguna”. Cabe subrayar que un debate
periosos de esta patria”, y que esa patria está de esta naturaleza no se dio en otros lugares de
cada vez mejor delimitada en el espacio ame- la América española.
ricano. Los insurgentes, asimismo, son identi- Las figuras más representativas de la época
ficados por el resto como “los independientes”, discutieron con mayor profundidad el asunto.
pues se hizo extensivo a ellos un término que El derecho natural dio sustento a los argumen-
desde los tiempos de la deposición de Iturri- tos que defendieron la idea de que un pueblo
garay se había usado para designar a ese parti- subyugado tenía derecho a recuperar su liber-
do y a aquellos que tendieron a favorecerlo. tad y que la Nueva España había llegado a este
Así, cuando se conformó el plan trigarante, la punto. Entre los textos letrados, el Manifiesto al
independencia figuró como una de las tres mundo de Manuel de la Bárcena, gobernador
garantías. El Acta de Independencia del Im- del obispado vallisoletano, es quizá el que nos
perio Mexicano consagró una independencia ofrece elementos más ricos.
incluyente en la que sus partidarios fueron in- Con todo y las vicisitudes que tuvo el trán-
cluso los sectores que la habían combatido. sito de la Nueva España a la vida independien-
La unidad recogía el antiguo planteamiento te, es necesario insistir en que el empleo del
que invitó a unirse, a lo largo de América, a término proyectó de manera precoz la aspira-
los buenos europeos que fueran conscientes ción de una nación soberana, en un momento
de que sus bienes y sus familias se hallaban en en que en el mundo todavía no se había di-
este continente. fundido con plenitud el principio de las na-
Entre 1820 y 1821 la prensa dio cuenta de cionalidades (que entendía la independencia
un rico debate en torno a la idea de la inde- como “libertad, especialmente de una nación
pendencia: folletos y catecismos políticos dis- que no es tributaria ni depende de otra”, tal
cutían sobre aquella voz “que tanto halaga a y como se asentó en el Diccionario de la lengua
la imaginación”, como la refería uno de ellos. española en 1852).
Algunos argumentaron que había llegado el Ana Carolina Ibarra
momento oportuno para separarse, de la mis-
ma manera en que un hijo se separa de sus pa- Orientación bibliográfica
dres cuando ha alcanzado la madurez suficien-
te. Sin embargo, hubo quien empleó la misma Ávila, Alfredo, En nombre de la nación. La for-
metáfora para ofrecer un argumento distinto: mación del gobierno representativo en México
los padres dejaban libres a sus hijos una vez (1808-1824). México, Centro de Investi-
que éstos habían conseguido las armas para gación y Docencia Económicas/Taurus,
defenderse en la vida y la Nueva España toda- 2002.
vía carecía, entre otras cosas, de industria y de Guedea, Virginia, coord., La independencia de
ilustración. Otros más se ocuparon de explicar México y el proceso autonomista novohispano,
la importancia del acontecimiento: el diálo- 1808-1824. México, unam, 2001.
go joco-serio entre Chamorro y Dominiquín Ibarra, Ana Carolina, “El concepto indepen-
comentó que “independencia es la separación dencia en la crisis del orden virreinal”, en
de este reino de España, o la substracción de Alicia Mayer, coord., México en tres mo-
su dominación; de suerte que ya se ha visto mentos: 1810, 1910, 2010. México, unam,
tratado como colonia por trescientos años, se 2007.
JUNTAS DE GOBIERNO 247

+JUNTAS DE GOBIERNO +

Los afanes por establecer en la Nueva España monarca había causado entre las autoridades
una junta de gobierno estuvieron presentes y la soberanía, al tiempo que uniría lealtades
a todo lo largo de su proceso de emancipa- e intereses mientras se reunía a las villas y ciu-
ción política. De hecho, éste se inició en dades del reino y a los estados eclesiástico y
septiembre de 1808 con la propuesta de esta- llano, es decir, a unas Cortes novohispanas. El
blecer una junta que representara a la Nueva Ayuntamiento sostenía que, siendo la Nueva
España y se ocupara de su gobierno, y se cerró España un reino incorporado por conquista a
en septiembre de 1821 con el establecimien- la Corona de Castilla, por la ausencia del mo-
to de una junta que representó a la Nueva narca la soberanía se encontraba representada
España y se encargó de su gobierno en su trán- en todo el reino, en particular en sus tribuna-
sito a país independiente. Si bien los esfuer- les superiores y en los cuerpos que llevaban la
zos que entre ambos septiembres se dieron voz pública. La cancelación de esta propuesta
por establecer diversas juntas se vieron casi por el golpe de Estado promovido por la Au-
siempre frustrados, representaron una cons- diencia de México y dado por un grupo de
tante de esos años y dejaron su huella no só- comerciantes peninsulares el 15 de septiem-
lo en el proceso de emancipación sino tam- bre de 1808, no convenció a los novohispanos
bién en los inicios de la vida política de la autonomistas de olvidarse de establecer una
nueva nación. junta de gobierno. De hecho, la propuesta au-
Como ocurrió en otros territorios ame- tonomista del Ayuntamiento capitalino sería
ricanos, los intentos por establecer una junta retomada de diversas maneras, ya que el anhelo
de gobierno novohispana deben su origen a de contar con esta institución fue compartido
la severa crisis que sufriera la Monarquía espa- por muchos novohispanos y logró concertar
ñola a partir de 1808.Ante la falta del legítimo voluntades y conjuntar esfuerzos, indepen-
monarca y el sometimiento de las autorida- dientemente de las modalidades que para su
des a los franceses se formaron juntas de go- establecimiento se plantearon.
bierno en toda la península, primero en las El ejemplo de España fue invocado abier-
localidades y provincias, y más tarde en toda la tamente por la conspiración descubierta en
nación, las cuales se convirtieron en el princi- diciembre de 1809 en Valladolid de Michoa-
pal instrumento de la revolución política espa- cán la cual fue organizada por un grupo de
ñola, la revolución hispánica que culminó con criollos autonomistas, entre los que se con-
el establecimiento de las Cortes en 1810. El taron varios militares. Dicho movimiento se
ejemplo peninsular, que en el verano de 1808 propuso formar en la Nueva España juntas co-
animó las propuestas presentadas por diversos mo las de la península, al tiempo que retomó
ayuntamientos novohispanos al virrey José de el planteamiento hecho por el Ayuntamiento
Iturrigaray, fue reconocido expresamente por de México en 1808 al proponerse establecer
el propio Ayuntamiento de México en la suya. una junta suprema del reino, además de va-
Además,a semejanza de las peninsulares,la Jun- rias subalternas provinciales, juntas que, bajo
ta de Gobierno que el cabildo capitalino pro- un mando militar y otro político, guardarían
puso debía ocuparse de defender a la Nueva la soberanía para los reyes de la casa de Bor-
España para mantenerla a disposición de Fer- bón y funcionarían mientras se restablecía la
nandoVII y llenar el hueco que la ausencia del Monarquía en la península, y en el virreinato
248 CONCEPTOS Y CULTURA POLÍTICA

la legitimidad de su gobierno. En este último frustración de las pretensiones autonomistas


punto se encuentra ya una diferencia con la de los diputados americanos.
propuesta del Ayuntamiento capitalino; otra, No obstante, tanto las experiencias de las
más importante, consistió en que los conspi- juntas peninsulares como las de las Cortes si-
radores vallisoletanos buscaron alianzas con guieron influyendo en quienes se propusieron
los indios y las castas ofreciéndoles abolir los instituir un órgano de gobierno alterno den-
tributos y las cajas de comunidad, ya que pla- tro de la insurgencia iniciada en septiembre
nearon efectuar un levantamiento armado, así de 1810 por Miguel Hidalgo. La imitación de
como tomar presos a los peninsulares. los modelos peninsulares por los insurgentes
De esta manera, muy pronto las distintas fue percibida por las autoridades virreinales y
propuestas empezaron a incorporar nuevos criticada por José María Morelos, el más des-
elementos, y esto se debió a que el golpe de tacado de los jefes insurgentes. El propio Ig-
Estado cerró a los novohispanos la posibili- nacio Rayón, el primero en lograr establecer
dad de instalar una junta de gobierno dentro una junta de gobierno, tuvo clara conciencia
del sistema y, con ella, la de sustentarla en las de que seguía el ejemplo de España, y así se lo
instituciones ya establecidas, obligándolos a hizo saber al virrey Francisco Xavier Vene-
buscar nuevos caminos. Si bien existía un sus- gas en abril de 1811. Al establecer la Suprema
trato ideológico y una cultura política comu- Junta Nacional Americana el 19 de agosto de
nes para toda la Monarquía —por lo que fue ese año en la villa de Zitácuaro, en Michoacán,
la revolución española la que proporcionó a lo hizo en nombre de Fernando VII y para
los americanos ejemplos a seguir en el terreno conservar sus derechos y defender la religión
de las instituciones políticas— la formación de y la libertad de la patria. Esta Junta, que fuera
juntas en la Nueva España fue adquiriendo también llamada Congreso y cuya instalación
una dinámica propia, debido a sus particulares se justificó al invocar que obedecía a un deseo
circunstancias y a las peculiaridades que pre- general de los pueblos y sus principales habi-
sentó su proceso de emancipación. En ella no tantes así como de las tropas insurgentes y sus
ocurrió el vacío de poder que se dio en la pe- oficiales, debía representar tanto a la autori-
nínsula y que permitió la creación de nuevas dad como llenar “el hueco de la soberanía”.
instituciones surgidas del levantamiento po- Además, en los Elementos constitucionales que
pular; tampoco el poder se fragmentó y dis- Rayón elaboró como presidente de la Junta,
persó para después dar paso a un proceso de a pesar de que invoca ya la justicia de inde-
concentración y recuperación de la soberanía, pendizarse de España y califica de nulas a sus
y la guerra no sirvió para unir a pueblos y re- juntas, hay una clara influencia peninsular en
giones en un proyecto común. Además, los cuanto a las formas de representación, pues sus
novohispanos fueron dejando de apegarse a vocales debían ser nombrados por los repre-
los modelos peninsulares para hacer su pro- sentantes de las provincias y éstos, a su vez, por
pia revolución ante el rechazo de las nuevas sus respectivos ayuntamientos.Así, los Elemen-
autoridades metropolitanas a las acciones y a tos constitucionales precisaban que la Suprema
las propuestas americanas. La apertura que sig- Junta representaba a los pueblos libres de la
nificó la participación en las Cortes de todos patria, y que la soberanía, dimanada inme-
los dominios españoles no logró contrarrestar diatamente del pueblo, residía en el rey y su
del todo esta tendencia, que se vio reforzada ejercicio en el “Supremo Congreso Nacional
por la falta de equidad en cuanto a la repre- Americano”. Señalaban, además, que aunque
sentación americana en ellas y por la reiterada los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial
JUNTAS DE GOBIERNO 249

eran propios de la soberanía, el segundo le era establecimiento de la Suprema Junta Nacional


inherente, como ocurriera con las Cortes es- Americana, ya que no obstante haber buscado
pañolas. Esta forma de organización, además dar cumplimiento a las ideas de Hidalgo y de-
de repetirse en casi todas las instancias que si- más iniciadores de la insurgencia, su principal
guieron a esta Junta, impactaría seriamente la objetivo era ser reconocida y apoyada por los
conformación del Estado nacional mexicano levantados y obedecida por todos en lo militar
al dificultar su consolidación, que tuvo lugar y en lo político. De hecho, para su instalación,
sólo hasta que se logró el fortalecimiento del Rayón convocó tan sólo a los principales diri-
Poder Ejecutivo. gentes del movimiento, aunque previamente
Por otra parte, la propuesta de 1808 fue consultó con partidarios y simpatizantes de la
retomada, y sobre todo invocada, por el mo- insurgencia, y sus tres primeros vocales fueron
vimiento insurgente desde sus inicios, pues electos de entre los trece jefes que acudieron a
fue esbozada por Hidalgo a finales de 1810 al su convocatoria. En sus Elementos constitucio-
proponer el establecimiento de un Congreso nales, Rayón se ocupó de delinear un gobierno
compuesto por los representantes de las ciu- cuyo primer y más inmediato propósito debía
dades, villas y lugares del reino, lo que no lle- ser ganar la guerra. Por ello, además de señalar
gó a concretarse a causa de los problemas de que la Junta debía ampliarse a cinco vocales,
organización que presentó la insurgencia. No precisaba que los tres primeros fungirían co-
obstante, tanto el planteamiento de Hidalgo mo capitanes generales y que la nación de-
como la Junta establecida por Rayón en 1811 bía contar con otro más, uno de los cuales
presentan una diferencia notoria no sólo con actuaría como generalísimo en los casos de
1808 sino con la propuesta de Valladolid, ya guerra. Se hablaba también de un protector
que se trató, fundamentalmente, de organizar nacional, electo por los representantes de las
un gobierno que llevara al triunfo al movi- provincias, que se ocuparía de proponer a la
miento armado. Apoyar a la insurgencia fue Junta negocios de interés para la nación. Por
también el principal objetivo de la conspira- otra parte, se precisaban otros asuntos im-
ción que en la ciudad de México organizó un portantes, entre ellos el establecimiento de la
grupo de autonomistas y partidarios de la in- religión católica como la única permitida,
surgencia la cual fue descubierta en abril de la abolición de la esclavitud y la prohibición
1811. Para ello debía establecerse una junta de la tortura, y se decretaba, entre otras, la li-
de gobierno compuesta por cinco individuos, bertad de comercio y de imprenta.
sustituir a los ministros de la Audiencia y tomar La Suprema Junta logró constituirse como
presos al virrey, a las principales autoridades centro coordinador de la insurgencia en lo mi-
y a los oficiales que habían estado de guardia litar y en lo político, con lo que el movimiento
cuando fue preso Iturrigaray.Y al igual que en consiguió simpatías y apoyos que le fueron de
la conspiración de Valladolid, los conjurados suma utilidad. Esto le atrajo la atención de las
mexicanos pensaban recurrir al uso de la fuer- autoridades virreinales, que procuraron tanto
za, ya que se movilizaría al pueblo capitalino y desprestigiarla como negociar con ella. No
se contaría con el apoyo de algunos insurgen- obstante, las necesidades de una guerra que se
tes. Así fue como los intereses autonomistas, si daba en distintos frentes obligaron a sus voca-
bien muy presentes en la conspiración, pasaron les a separarse y, a partir de entonces, sus diver-
a ocupar un segundo plano frente a las necesi- sos intereses causaron divisiones entre ellos y
dades de la lucha armada.También presentes y terminaron por llevarlos a un enfrentamiento
también en un segundo plano quedaron en el abierto. Para recuperar ese centro coordina-
250 CONCEPTOS Y CULTURA POLÍTICA

dor del movimiento, Morelos, quien fuera que también normaba su funcionamiento y
nombrado cuarto vocal de la Junta y capitán atribuciones, pues establecía que debía repre-
general, se propuso primero reestructurarla y sentar a la soberanía nacional y se compondría
poco después sustituirla mediante la instala- de los diputados propietarios electos por las
ción de un Congreso. Por ello estableció en provincias y de los suplentes nombrados por
el pueblo de Chilpancingo, elevado por él a la él para las faltantes. En una primera instancia,
categoría de ciudad, ubicada en la provincia debía ocuparse de la distribución de los pode-
insurgente de Tecpan, el Supremo Congreso res y deslindar sus esferas de acción, retenien-
Nacional Americano o Congreso de Anáhuac, do para sí el Legislativo. El Ejecutivo residiría
que resultó ser un verdadero órgano de go- en el general que resultase electo generalí-
bierno alterno y un centro coordinador de la simo, retomando así en cierta forma los Ele-
insurgencia armada. mentos constitucionales de Rayón, para lo cual
En lo que se refiere a algunos de los pro- se llevó a cabo un proceso electoral en el que
cesos electorales convocados por Morelos participaron sobre todo militares insurgentes
para designar a sus integrantes —pues en el pero también varios civiles de diversas regio-
Congreso debía darse una representación de nes. Asimismo, debía elegirse el nuevo Poder
todas las provincias controladas por los in- Judiciario, lo que no ocurrió sino hasta año y
surgentes— se encuentran semejanzas con el medio después. Todo esto quedó igualmente
modelo gaditano, asimismo se encuentra su registrado en los Sentimientos de la nación emi-
huella en la manera en que quedó constituido. tidos por el propio Morelos, en los que, ade-
Para Morelos, los problemas que por entonces más, se hacían disposiciones entre las que se
enfrentaba la insurgencia debían su origen a cuentan, como en los Elementos constitucionales,
que todos los poderes habían quedado reuni- la religión católica como única permitida, la
dos en los vocales de la Junta, por lo que el proscripción de la esclavitud, de la distinción
reino entero exigía que se instalara un nuevo de castas y de la tortura, y el respeto a la pro-
Congreso que contara con un mayor número piedad individual y la libertad de comercio. El
de representantes y en el que no estuvieran Supremo Congreso también debía declarar la
unidas las atribuciones de la soberanía. De esta independencia de España —lo que ocurrió el
manera, a través del Supremo Congreso pri- 6 de noviembre de 1813— y constituir a la
mero, y más tarde de un Decreto Constitu- nueva nación, por lo que en octubre de 1814
cional, el gobierno insurgente estableció los emitió el Decreto Constitucional para la Li-
principios sobre los que debía construirse un bertad de la América Mexicana, en el que se
nuevo orden político, ya no de índole monár- encuentran huellas del constitucionalismo es-
quico sino republicano, adoptando la división pañol, pero sobre todo del francés. De esta
de poderes. Aun cuando llegó a contar con un manera, reconoce la soberanía popular, la li-
poder Legislativo, un Ejecutivo y un Judicial, bre autodeterminación de los pueblos, el de-
tal y como había sucedido con las Cortes es- recho a la ciudadanía, la igualdad ante la ley y
pañolas y con la propuesta de Rayón en sus el respeto a la libertad y los derechos civiles.
Elementos constitucionales, el Poder Legislativo Asimismo, establece la soberanía del Congre-
asumió la supremacía por ser el depositario de so y reconoce la división de poderes, amén de
la soberanía. mantener a la religión católica como la única
La instalación del Supremo Congreso Na- permitida.
cional Americano se llevó a cabo de acuerdo El Supremo Congreso, que constituyó la
con el Reglamento preparado por Morelos, culminación de la insurgencia como movi-
JUNTAS DE GOBIERNO 251

miento político, comenzó a articular los in- y que no alcanzaron a convertirse en centros
tereses de distintos sectores al abrir entre la coordinadores de la insurgencia. Establecidas
directiva insurgente un espacio para su repre- en momentos siempre críticos, integradas en
sentación, aunque no alcanzó a consolidarse, forma por demás provisional y sin contar con
como tampoco lo había podido hacer en su una verdadera representación, enfrentadas de
momento la Suprema Junta, ya que no resol- continuo a situaciones de emergencia y desco-
vió los problemas surgidos en el seno mismo nocidas muchas veces por diversos sectores de
del gobierno insurgente. La pugna que se dio los propios insurgentes, poco pudieron hacer
entre el Legislativo y el Ejecutivo, en la que se y no alcanzaron a legitimarse.
impuso el primero, provocó importantes de- Al mismo tiempo en que Rayón y More-
rrotas militares y más tarde la fragmentación los se empeñaban en contar con una junta de
del movimiento, lo cual se refleja en las juntas gobierno como órgano director de la insur-
insurgentes que sucedieron al Supremo Con- gencia, en otras dos regiones del virreinato se
greso. Disuelto éste, en diciembre de 1815, establecieron juntas de gobierno insurgentes.
por Manuel Mier y Terán en la villa de Tehua- En mayo de 1812, a iniciativa de la sociedad
cán, en Puebla, se estableció en ella la fugaz secreta fundada en Xalapa como derivación
Comisión Ejecutiva o Convención Depar- de la de los Caballeros Racionales de Cádiz
tamental, que prácticamente no llegó a fun- y compuesta por un grupo numeroso de des-
cionar. Fue también el caso de la Junta Gu- contentos con el régimen colonial, se instaló
bernativa de las Provincias de Occidente, o en Naolingo, Veracruz, una Junta Provisional
Junta Subalterna de Taretan, en Michoacán, Gubernativa que funcionó durante corto
establecida poco antes en la población de ese tiempo y sobre la cual se sabe muy poco. Es-
nombre por Morelos a causa de los problemas ta Junta, para cuyo establecimiento se efectuó
que desde tiempo atrás enfrentaba el Congre- un proceso electoral, llevó a cabo varias acti-
so y de su decisión de pasar con él a la costa, vidades de interés, en particular en apoyo de la
Junta que muy poco pudo hacer y cuyos in- insurgencia en la región. Al parecer, sus prin-
tegrantes fueron presos a principios de 1816 cipales dirigentes mostraron ciertas pretensio-
por el insurgente Juan Pablo Anaya. Un año nes de autonomía frente a otros intentos por
más tarde se instaló el Gobierno Provisional establecer una junta de gobierno insurgente;
o Junta de Jaujilla en el fuerte de ese nom- en todo caso, la Junta de Naolingo fue decla-
bre, también en Michoacán, derivada de la rada nula por el propio Morelos. Por su parte,
Subalterna de Taretan que fuera refundada en los insurgentes texanos, comandados por José
Uruapan a principios de 1816, y que con no Bernardo Gutiérrez de Lara y con el apoyo
pocas dificultades se sostuvo hasta 1818, cuan- estadounidense, lograron tomar la villa de San
do fueron presos por los realistas varios de Antonio de Béjar donde, en abril de 1813, eri-
sus integrantes. En 1819, como derivación gieron la Junta Gubernativa para la provincia
de la de Jaujilla, Vicente Guerrero instaló un de Texas, que constituyó un órgano de gobier-
gobierno provisional conocido como Junta no alterno regional instalado mediante un
de las Balsas en la hacienda de ese nombre en proceso de elección y que llegó a emitir una
la provincia de Tecpan, que funcionó por muy Constitución para el gobierno de la provin-
breve tiempo. A pesar de los esfuerzos de sus cia. El modelo gaditano dejó también sentir su
promotores, todas estas juntas fueron instan- influencia, aunque con mucho menor vigor,
cias meramente regionales que ni siquiera en en el proceso texano, en el cual encontramos
sus áreas de influencia pudieron consolidarse tanto una incipiente división de poderes como
252 CONCEPTOS Y CULTURA POLÍTICA

la ascendencia de la Junta Gubernativa, esto es nombre del monarca de acuerdo con las leyes
del Poder Legislativo, sobre el Ejecutivo y el vigentes y convocaría a Cortes, en las que re-
Judicial, que respectivamente debían radicar sidiría el Poder Legislativo, que sería ejercido
en un gobernador, el cual sí llegó a designar- por la junta mientras aquéllas se reunían. En
se, y en una Audiencia, que no alcanzó a ins- cuanto al Judicial, seguiría vigente la Consti-
tituirse. Esta Junta texana, entre cuyos inte- tución española hasta el establecimiento de las
grantes se contaron varios angloamericanos y Cortes.
que reconocía que Texas era un “estado” de la La Junta Provisional Gubernativa presen-
“República Mexicana”, ofrece una particula- ta algunas semejanzas con las instancias que le
ridad muy interesante, la de haber declarado la antecedieron, muy en especial con las pro-
independencia de la provincia de Texas no só- puestas de 1808, pero también varias diferen-
lo de España sino de cualquier otra nación seis cias, en particular con el Supremo Congreso
meses antes de que el Supremo Congreso Na- Nacional Americano. Amén de que el nuevo
cional Americano declarara la independencia gobierno debía ser una monarquía consti-
de la Nueva España. Además de la influencia tucional, la Junta gobernaría en nombre de
gaditana, en el proceso texano encontramos Fernando VII a pesar de haberse declarado la
también, en forma por demás notoria, la de independencia, y sólo estaría en funciones
Estados Unidos, por la que los texanos cono- mientras se reunían unas Cortes constituyen-
cieron nuevas formas de pensamiento y acción tes. Se compuso, además, “de los primeros
políticos y que desde entonces comenzaría a hombres del Imperio por sus virtudes, por
marcar de manera inexorable su futuro. sus destinos, por sus fortunas, representación
Algunas huellas de los modelos penin- y concepto, de aquellos que están designados
sulares se encuentran también en la Junta por la opinión general”, que fueron escogi-
Provisional Gubernativa establecida en sep- dos por Iturbide y no mediante un proceso
tiembre de 1821 en la ciudad de México por electoral. Por otra parte, se mantendría la re-
Agustín de Iturbide al triunfo del movimien- ligión católica y se respetaría la propiedad pri-
to trigarante, la que se mantuvo en funciones vada, al tiempo que se conservaría al clero en
hasta la instalación del Congreso Constitu- todos sus fueros y preeminencias y se dejaría
yente en febrero de 1822. Con su instalación a todos los ramos del Estado sin alteración
se daba cumplimiento a lo señalado en el Plan alguna, lo mismo que a “los empleados polí-
de Iguala de febrero del año anterior, donde, ticos, eclesiásticos, civiles y militares”. Esto
no obstante declararse a la Nueva España in- se debió a que el Plan de Iguala y los Tratados
dependiente de la península, se proponía co- de Córdoba recogieron ese viejo anhelo au-
mo forma de gobierno una monarquía mo- tonomista de una junta de gobierno, pero no
derada con Fernando VII como emperador; el de “escuchar la voz de los pueblos por me-
mientras se reunían las Cortes que elaborarían dio de sus representantes”, planteado también
la Constitución del Imperio Mexicano debía desde 1808. Mucho menos recogieron las
instalarse una junta gubernativa. Los Trata- libertades que se habían planteado y precisado
dos de Córdoba de agosto de ese mismo año a lo largo de los años de lucha. Todo ello ha-
ratificaron lo recogido en el Plan de Iguala y ría por demás difíciles los inicios de la nueva
precisaron la composición de la junta, la cual nación.
debía nombrar a una Regencia que se com- Visto en su conjunto, lo que podría lla-
pondría de tres personas y se encargaría del marse el proceso juntista novohispano presen-
Poder Ejecutivo y ésta, a su vez, gobernaría en ta interesantes características. En cuanto a lo
JUNTAS DE GOBIERNO 253

temporal, puede dividirse en dos etapas: una lo en el proceso de emancipación sino en el


primera, muy breve, que va de 1808 a media- país recién independizado y, sobre todo, en la
dos de 1811, integrada por varios intentos que conformación del Estado nacional mexicano.
se vieron frustrados, y la segunda, de mucho
mayor duración, constituida por los intentos Virginia Guedea
que alcanzaron a verse realizados, que abarca
de mediados de 1811 a 1821. Fueron varios Orientación bibliográfica
los individuos que participaron en más de una
de estas propuestas y de estas juntas. En lo que Alamán, Lucas, Historia de Méjico desde los pri-
se refiere a las propuestas y a las juntas insur- meros movimientos que prepararon su inde-
gentes, casi todas ellas buscaron un mismo pendencia en el año de 1808 hasta la época
objetivo: establecer un órgano de gobierno presente, 5 vols. México, Imprenta de J. M.
alterno, por lo que constituyen distintos mo- Lara, 1849-1852.
mentos de un mismo proceso: el de establecer Chust, Manuel, coord., 1808. La eclosión jun-
un centro coordinador, tanto político como tera en el mundo hispano. México, fce/Fi-
militar, para el movimiento. Respecto de las deicomiso Historia de las Américas/El
juntas que lograron instituirse, debe destacarse Colegio de México, 2007.
lo precario de su condición —salvo durante Guedea,Virginia,“Autonomía e independen-
muy corto tiempo la de Zitácuaro y poco más cia. La Junta de Gobierno insurgente de
el Congreso de Chilpancingo— así como que San Antonio de Béjar, 1813”, en Virginia
terminaron por fracasar debido a los avatares Guedea, coord., La independencia de México
que sufriera la insurgencia, que constituyó en y el proceso autonomista novohispano, 1808-
buena medida su condición de posibilidad y 1824. México, Instituto de Investigaciones
que al no sólo perder fuerza sino fragmentar- Dr. José María Luis Mora/unam, Insti-
se cada vez más brindó menos oportunidades tuto de Investigaciones Históricas, 2001,
para su instalación y funcionamiento. Otro pp. 135-183.
aspecto muy importante que también com- Guedea, Virginia, “Los procesos electorales
parten las juntas insurgentes son las relaciones insurgentes”, en Estudios de Historia Novo-
que se dieron entre ellas y las regiones en que hispana, vol. 11, 1991, pp. 201-249.
se ubicaron. Casi todas fueron conocidas, y lo Guedea,Virginia,“El proceso de independen-
siguen siendo, por el nombre de su localidad. cia y las Juntas de Gobierno en la Nueva
Y es que las ciudades y poblaciones de impor- España (1808-1821)”, en Jaime E. Rodrí-
tancia desempeñaron en la Nueva España un guez O., coord., Revolución, Independencia y
papel hegemónico en las provincias donde se las nuevas naciones de América. Madrid, Fun-
encontraban, papel que la lucha armada trans- dación Mapfre Tavera, 2005, pp. 215-228.
formó pero no hizo desaparecer. Por ello, re- Lemoine Villicaña, Ernesto, ed., “Zitácuaro,
sultan de gran interés estas relaciones, ya que Chilpancingo y Apatzingán. Tres grandes
ayudan a entender las diversas y vigorosas for- momentos de la insurgencia mexicana”,
mas de autonomía regional y local que desde en Boletín del Archivo General de la Nación,
tiempo antes habían comenzado a surgir, tan 2a. serie, t. iv, núm. 3, 1963, pp. 385-710.
poco conocidas y que tanto influyeron no só-
254 CONCEPTOS Y CULTURA POLÍTICA

+LIBERAL / LIBERALISMO +

Desde su aparición como términos políticos, ricanos, propusieron y defendieron una serie
“liberal” y “liberalismo” han sido vocablos con de principios y políticas que estaban en las an-
significados caracterizados por su amplitud, típodas del Antiguo Régimen metropolitano.
por su vasta proyección en el mundo social Contrariamente a lo que se planteó durante
y por su profunda carga de expectativas (que, mucho tiempo, la mayoría de sus oponentes,
en el contexto occidental, disminuyó a lo los llamados “serviles”, no estaban en favor del
largo del siglo xix). De un modo similar a la inmovilismo, pero sí muy lejos de buscar una
Revolución francesa, cabe plantear que lo que transformación política como la que implica-
transformó radicalmente al proceso emanci- ba el ideario liberal. ¿Cuál era este ideario? Sin
pador novohispano no fue la sustancia de la pretender dar una definición en sentido es-
sociedad, sino sus principios y su gobierno. tricto, es importante mencionar algunos de los
Por lo mismo, al estudiarlo, son sus aspectos elementos que lo definieron desde el primer
políticos y las posibilidades en ellos conteni- momento en el mundo hispánico. Se trata de
das lo que ocupa, o debiera ocupar, el centro una serie de principios doctrinales, políticos e
del escenario. institucionales que explican en buena medida
Con la libertad y el individuo como sus dos el éxito, la dilatada trayectoria y la enorme di-
pilares, las posibilidades en cuanto al conteni- fusión que tendría el liberalismo durante los
do, uso y aplicación institucional del liberalis- procesos emancipadores americanos (y más
mo son prácticamente infinitas. Esta notable allá, hasta llegar a nuestros días); a saber: sobe-
capacidad semántica, ideológica y política del ranía nacional, sistema representativo, liberta-
liberalismo se explica en buena medida por- des individuales, igualdad ante la ley, división
que los principios o valores liberales surgen de poderes y constitucionalismo. Por supues-
de una determinada antropología filosófica; to, este listado podría ser ampliado, matizado
es decir, refieren a una cierta concepción del o desglosado, aunque los elementos mencio-
hombre, que puede emplearlos y desplegarlos nados bastan para conformar lo que podría
no sólo en el ámbito político, sino también en denominarse una “masa crítica liberal”.
los ámbitos social, económico y cultural. En el Los liberales, peninsulares y americanos,
caso novohispano, como en el de todos los de- ter minaron imponiéndose en las Cortes de
más territorios españoles en América, las cosas Cádiz, como lo demuestra la Constitución
se complican más por una razón muy simple: de 1812. Esta victoria, si bien efímera, es la que
el término “liberal” surgió en la España pe- explica la expresión que en ocasiones se em-
ninsular para referirse a uno de los dos gru- plea para referirse a este periodo de la historia
pos políticos que se disputaron el poder en las peninsular: la “revolución liberal española”.
Cortes de Cádiz (1810-1814); no así en Amé- Esto no implica que los principios liberales se
rica, en donde el vocablo nunca tuvo referen- hayan impuesto en todos los espacios de la vi-
tes de esta naturaleza durante el primer cuarto da pública, pues en aspectos tan importantes
del siglo xix (de hecho, en el caso mexicano como la libertad de creencia o la supresión de
habría que esperar hasta el periodo conocido los fueros eclesiástico y militar, la Constitu-
como “la Reforma”, en la segunda mitad de la ción gaditana no significó una transformación
centuria, para que esto sucediera). Los libera- de los patrones que habían existido y funcio-
les gaditanos, tanto peninsulares como ame- nado secularmente en el mundo hispánico.
LIBERAL / LIBERALISMO 255

A los seis años de profundos cambios polí- lores liberales muy importantes, así como su
ticos que tuvieron lugar en la península entre manera de concebir y justificar la lucha en
1808 y 1814 (como consecuencia del ingreso contra de las autoridades peninsulares (aspec-
de tropas napoleónicas en territorio español tos que contrastan con algunos de los procesos
en el otoño de 1807, de la reclusión en terri- emancipadores en América del Sur).
torio francés del rey FernandoVII y del levan- Las tensiones entre el liberalismo y el pro-
tamiento del pueblo de Madrid), les siguió el ceso emancipador novohispano no se limitan
absolutismo de dicho monarca a partir de su a su primera etapa. Durante los procesos in-
regreso al trono en mayo de 1814, cuyo reina- dependentistas americanos, pocos momentos
do no terminaría sino hasta 1833. Este reinado históricos ponen en evidencia de manera tan
sería interrumpido por otro periodo consti- clara estas tensiones como lo hace la consuma-
tucional, el llamado “trienio liberal” (1820- ción del proceso independentista novohispa-
1823), durante el cual el documento gaditano no. Se podría argumentar (siguiendo a histo-
volvería a ser aplicado. En América, la difusión riadores de la talla de Lorenzo de Zavala, José
de los vocablos “liberal” y “liberalismo” fue María Luis Mora y Lucas Alamán) que la in-
mucho más lenta que en la península; de he- dependencia de la Nueva España se explica en
cho, el segundo no se difundiría sino hasta la gran parte como una reacción de las elites po-
segunda mitad del siglo xix. En el caso especí- líticas del virreinato a las medidas liberales que
fico de México, ambos términos fueron utili- las Cortes de Madrid discutían desde su insta-
zados bastante menos de lo que cabría esperar lación en julio de 1820, muchas de las cuales
por parte de autores claramente identificados serían adoptadas en los meses subsiguientes.
con esta tradición política (entre ellos, el más Más allá de esta interpretación, algunas de las
importante de todos: José María Luis Mora). características distintivas de la primera etapa
La Nueva España se adhirió a la Constitu- del proceso emancipador novohispano (1810-
ción gaditana durante dos periodos muy bre- 1815): el hecho de que su consumación haya
ves: 1812-1814 y 1820-1821. En total, no fue tenido lugar en 1821 (en medio del trienio
ni siquiera un lustro de gobierno novohispa- liberal) y, por último, el hecho de que el pro-
no bajo los preceptos emanados de Cádiz; sin tagonista de la misma (Agustín de Iturbide)
embargo, estos años bastaron para transformar haya sido uno de los militares realistas que más
la cultura y las prácticas políticas en el virrei- se había destacado en la lucha contra el inicia-
nato y debieran bastar para ser cautos respecto dor (Hidalgo) y contra el principal conti-
a establecer distinciones nítidas entre el libera- nuador de la lucha insurgente (Morelos) son
lismo peninsular y el novohispano durante el datos relevantes para reevaluar y matizar, en
periodo previo al logro de la independencia, más de un aspecto, una visión historiográfica
en la medida en que estamos hablando de una sobre el liberalismo en la Nueva España du-
misma unidad política. Si bien, de otro modo, rante el proceso emancipador que ha gozado
es necesario proceder también con cautela al de predicamento durante mucho tiempo.
referirse al liberalismo de los insurgentes. Co- Más allá de la cuestión antedicha, el ideario
mo han señalado David Brading y François- liberal desempeñó un papel de primer orden
Xavier Guerra, entre otros, el hecho de que al en la Nueva España durante todo el proceso
frente del proceso emancipador novohispano emancipador, como lo hizo en todos los demás
estuvieran dos sacerdotes (Miguel Hidalgo y territorios americanos. Esto resulta perfecta-
José María Morelos) explica en parte la escasa mente lógico, pues la lucha por la autonomía
atención que ambos prestaron a algunos va- en un primer momento y, más adelante, por la
256 CONCEPTOS Y CULTURA POLÍTICA

independencia, implicaba de una u otra ma- documento:“Que los Estados mudan costum-
nera la adopción de los elementos centrales bres y, por consiguiente, la patria no será del
del liberalismo surgido en Cádiz, con todas las todo libre y nuestra mientras no se reforme
prevenciones que habría que hacer por tratar- el gobierno, abatiendo el tiránico, sustituyen-
se de los orígenes de esta tradición política en do el liberal e igualmente echando fuera de
el mundo hispánico, así como por la historia nuestro suelo al enemigo español, que tanto
del virreinato y algunas de sus características se ha declarado contra nuestra patria”. Este
socio-culturales, derivadas de dicha historia. artículo ha sido entendido hasta hoy como
En la primera etapa del proceso emanci- si Morelos propusiera que el gobierno tirá-
pador en la Nueva España, el adjetivo “liberal” nico español debía ser sustituido por uno li-
fue utilizado tanto por los realistas como por beral, obra de los insurgentes. Sin embargo,
los insurgentes con una carga eminentemente cabe plantear la posibilidad de que Morelos
positiva, asociado a un cierto comportamien- se refiera aquí al gobierno emanado de Cá-
to político, pero sin perder la connotación diz, sobre cuyas Cortes tenía una opinión muy
moral de generosidad que el término tenía negativa. En cualquier caso, poco después de
desde varios siglos atrás en lengua española. la muerte de Morelos, el historiador Carlos
Como ejemplo de su uso entre los opositores María de Bustamante escribió un elogio al lí-
a la insurgencia se puede mencionar a Manuel der insurgente en el que queda claro que la
Abad y Queipo, quien fuera a un tiempo un connotación moral del vocablo pierde terre-
duro crítico de las autoridades españolas y no frente a la acepción política. En él se puede
un decidido opositor de la causa insurgente. leer que la firme vocación liberal de Morelos
Para este connotado religioso peninsular de se reflejaba, entre otras cosas, en su rechazo del
larga trayectoria americana, el adjetivo “libe- título de “generalísimo”, el cual, escribe Bus-
ral” es una especie de sello legitimador de me- tamante, no “podía convenir a un sistema libe-
didas que no pueden sino traer beneficios a ral representativo”.
la Monarquía. En su “Representación dirigida El Decreto Constitucional para la Liber-
a la Primera Regencia”, escrita en mayo de tad de la América Mexicana, mejor conoci-
1810, se pueden encontrar varias referencias al do como la Constitución de Apatzingán, fue
liberalismo: la Junta Central —principal enti- el producto final de los desvelos de Morelos
dad política peninsular en ese momento— ha para integrar y preservar el Congreso de Chil-
dado muestras de su “sabiduría y liberalidad”; pancingo, que había declarado la independen-
los hombres sensatos confían en Fernando VII cia de la América septentrional en noviembre
porque él podría ser la causa de un “gobierno de 1813. Se trata de un documento, promulga-
más justo y más liberal”; el monarca español do en octubre del año siguiente, que se enmar-
debe “sentar las bases de un sistema sabio, ge- ca claramente en el ideario liberal hispánico, a
neroso, liberal y benéfico”. En el caso de los pesar de que el término no aparece ni una sola
insurgentes, en una comunicación fechada en vez en todo el documento, que consta de 242
enero de 1813, José Manuel de Herrera, cer- artículos.Al respecto, baste enumerar los ocho
cano colaborador de Morelos, afirma que el elementos que los propios autores del Decre-
gobierno de éste se precia “de conducirse por to consideraban “los capítulos fundamentales
los principios más liberales”. en que estriba la forma de nuestro gobierno”:
En sus célebres Sentimientos de la nación, el 1) la profesión exclusiva de la religión católi-
propio Morelos utiliza la palabra “liberal” en ca; 2) la soberanía del pueblo; 3) los derechos
una ocasión. Se trata del punto 11 de dicho del pueblo; 4) la dignidad del hombre; 5) la
LIBERAL / LIBERALISMO 257

igualdad, seguridad, propiedad y libertad de Más allá de esta identificación con la Cons-
los ciudadanos; 6) los límites de las autorida- titución de Cádiz del escritor y periodista más
des; 7) la responsabilidad de los funcionarios y, importante del periodo, una vez conseguida
por último, 8) el carácter de las leyes. No es ca- la independencia, Lizardi se expresó en favor
sual que en el “Discurso sobre la independen- del establecimiento “de un gobierno ente-
cia del Imperio Mexicano”, escrito por José ramente liberal”, bajo el cual debían existir
María Luis Mora en 1821, el pensador liberal elementos tales como: una “verdadera libertad”
mexicano más importante de la primera mi- (“que consiste en poder hacer todo cuanto no
tad del siglo xix considere al Decreto como prohíba la ley expresamente”), la soberanía
un “precioso código”, que consigna lo que, en nacional y su “legítima representación”, una
su opinión, son “todos los principios caracte- Constitución escrita y, por último, una total li-
rísticos del sistema liberal”: la soberanía del bertad de expresión. Cabe añadir que entre los
pueblo, la división de poderes, la libertad de temas de los que se ocupó Lizardi con asidui-
prensa, las obligaciones mutuas entre el pue- dad destacan sus ataques al poder social y cul-
blo y el gobierno, los derechos del hombre y, tural de la Iglesia, su repulsa a la Inquisición
por último, el habeas corpus. (“baluarte seguro de la tiranía y el despotis-
El ideario liberal está presente en los tex- mo”), su defensa de la tolerancia en ámbitos di-
tos constitucionales, peninsulares y america- versos y su denodada lucha en favor de la liber-
nos, pero, como resulta lógico, sus principios, tad de imprenta; una lucha que libraría toda su
valores y arreglos institucionales también vida y que le valdría varios encarcelamientos
fueron comentados y discutidos en los perió- por parte de las autoridades, tanto virreinales
dicos y en los panfletos de la época. Varios como del México independiente.
destacados periodistas y escritores, si bien se En la medida en que en la península se in-
identificaron con la lucha insurgente en un tensificó la oposición entre liberales y serviles,
primer momento e incluso colaboraron con el término adquirió tintes negativos cuando
ella, también manifestaron públicamente una fue empleado por los simpatizantes de estos
gran simpatía por la Constitución de Cádiz. últimos, tanto en la península como en Améri-
Es el caso de Bustamante (séptimo Juguetillo, ca. Esta tendencia se afirmó y se hizo explícita
“Motivos de mi afecto a la Constitución”) y a partir de la caída de las Cortes gaditanas en
de José Joaquín Fernández de Lizardi (El Pen- la primavera de 1814. En el bando mediante el
sador Mexicano). Ante la nueva puesta en vigor cual fue abolida la Constitución de Cádiz, fe-
de la Constitución en 1820, Lizardi vuelve a chado en la ciudad de México el 17 de agosto
expresarse en su favor. Es tal su admiración de 1814, se prohibió todo tipo de escritos que
por el texto gaditano que, seis meses antes de “propendan al liberalismo exaltado y fanático
la consumación de la independencia, escribe con que los enemigos del Estado encubren sus
que si ésta no reconoce “la soberanía de la na- miras subversivas y revolucionarias”. A partir
ción, la libertad individual del ciudadano, su de ese momento, para las autoridades novo-
igualdad ante la ley, la libertad de imprenta, la hispanas el liberalismo se convirtió en un ene-
extinción del tribunal llamado de la fe y la fa- migo a vencer y sus propugnadores en conspi-
cultad de instalar vosotros [mexicanos] vues- radores contra el régimen.
tras leyes”, él prefiere seguir dependiendo de Desde un principio, la lucha política y mi-
España, pero bajo el régimen constitucional litar en contra del ideario liberal por parte de
que entonces (marzo de 1821) existía en la las autoridades virreinales tuvo un aliado in-
península. condicional en la jerarquía eclesiástica novo-
258 CONCEPTOS Y CULTURA POLÍTICA

hispana. Desde la vuelta de Fernando VII al vo único y de corto plazo (la independencia).
trono español en 1814, la Iglesia del virreinato, Ahora se trata de un periodo de edificación
concebida en términos institucionales, acep- política, en el que los objetivos son inconta-
tó la percepción del liberalismo que tenía la bles y cuyos plazos para alcanzarlos son más
jerarquía peninsular, que lo consideraba un bien indefinidos.
elemento antisocial, antimoral, anticristiano y La enorme cantidad de folletos, panfletos
antirreligioso. Se trata de una percepción que, e impresos de todo tipo que surgen a raíz de
en el caso de la metrópoli, se alimentó de la la reimplantación de la Constitución de Cádiz
lucha contra los franceses, cuya irreligiosidad facilita y complica, al mismo tiempo, la ubica-
fue aceptada como verdad indiscutible (y co- ción del liberalismo y de los valores liberales
mo tal fue transmitida a los americanos), y de en aquel momento. Lo facilita en la medi-
la confusión que las autoridades fernandinas da en que, entre 1820 y la promulgación de la
fomentaron entre afrancesados y liberales Constitución de 1824 —la primera del Méxi-
(grupos políticos que, en realidad, pertenecie- co independiente— es posible encontrar con
ron a bandos antagónicos). relativa facilidad impresos que hablen en for-
Este enfrentamiento entre la Iglesia y el ma explícita sobre el liberalismo. La dificultad
liberalismo durante el proceso emancipador estriba en que, ante la enorme cantidad de do-
sería una constante en la historia política de cumentos de toda índole publicados durante
México, como lo sería también en muchos esos años y ante los niveles de ideologización
otros países del mundo occidental, pero no se y de confrontación de un momento político
manifestaría abiertamente en el caso mexica- como el que vivió entonces el país, resulta en
no sino algunos años más tarde. Durante di- realidad difícil determinar el “peso específico”
cho periodo, en un sermón pronunciado en la de cada publicación y más aún encontrar un
ciudad de Querétaro en 1813, después de ha- empleo relativamente consistente del con-
ber sido jurada la Constitución de Cádiz por cepto, lo cual, por otra parte, no es sino una
parte del comandante general, los oficiales y la muestra más de su amplitud y labilidad como
tropa de la ciudad, fray Diego Miguel Bringas se aludió.
de Encinas sentenciaba que sin las costumbres Los primeros años de vida independiente
cristianas “ni la Constitución, ni todos los ar- se caracterizan por una inestabilidad que no
bitrios de los hombres os pondrán a cubierto sólo se explica por la independencia misma y
de los males temporales y eternos”. por el conflicto bélico que significó el proceso
A partir de 1821, una vez lograda la inde- emancipador, sino que se agrava por la inde-
pendencia, es posible detectar cambios impor- cisión sobre el tipo de régimen político que
tantes en el contenido del vocablo “liberal”. debía adoptar la nueva nación (Monarquía o
Estos cambios se explican en parte porque República). En un contexto tan confuso y tan
ahora el liberalismo es planteado, en lo fun- polarizado como el que se vivió entre 1821 y
damental, no para seguir los lineamientos po- 1823, el significado que se otorga al término
líticos venidos de la península o para justificar, liberal parece responder sólo al bando político
por acción o por omisión, la independencia de que lo emplea. En todo caso, el personaje que,
España, sino como una herramienta doctrinal, más que ningún otro, determinó la naturaleza
ideológica y política para la construcción del de los debates de aquellos años fue Iturbide,
recién creado país. No estamos ya en un pe- quien, sin pretenderlo, dividió políticamente
riodo de conflicto militar con un enemigo al nuevo país y sentó, si bien por vía negativa,
identificable (la metrópoli) y con un objeti- una de las directrices de la vida política mexi-
LIBERAL / LIBERALISMO 259

cana durante el cuarto de siglo siguiente: el segundo reúne todos los vicios posibles. Este
rechazo casi absoluto a la forma monárquica escrito fue publicado cuando Iturbide aca-
de gobierno. baba de perder el poder y cuando se iniciaba
Varios de los panfletos publicados durante la discusión política que desembocaría en la
los años posteriores a la obtención de la in- promulgación de la Constitución de 1824.
dependencia se refieren al liberalismo como Una vez destronado Iturbide, no pocos de
la doctrina política que Iturbide está concul- los folletos y de los artículos de prensa dedi-
cando y, por lo tanto, apelan a los liberales para cados al liberalismo se abocaron a discutir en
evitar que éste logre sus propósitos. Un buen qué consistía ser liberal, en qué consistía el li-
ejemplo es el panfleto Liberales alerta, publi- beralismo y, por medio de estas “definiciones”,
cado en Guadalajara en 1821, que intenta desprestigiar políticamente a los opositores,
crear una conciencia liberal en el recién crea- que ahora surgían con base sobre todo en el
do país; una conciencia que se oponga a los tipo de república que debía establecerse. Es
designios políticos de quien meses después se el caso de la serie de artículos que aparecieron
convertiría en emperador de México. Al res- en el periódico Águila Mexicana en diciem-
pecto, conviene insistir en que no existía en- bre de 1823 bajo el título “Conspiraciones”.
tonces un grupo político identificado de ma- El último de ellos prefigura uno de los aspec-
nera abierta como “liberal” o cuyos miembros tos centrales del ideario liberal durante toda
se designaran a sí mismos como tales. Esto no la primera mitad del siglo xix, que será muy
significa que el vocablo no haya sido utiliza- debatido en la prensa mexicana durante el res-
do también por los partidarios de Iturbide; to de la década de 1820 y que sería señalado
en estos casos, la connotación moral referida de manera crítica por políticos y escritores de
más atrás ocupa un lugar relevante, así como filiación liberal (Mora y Zavala entre ellos): el
el carácter antitético del régimen iturbidista carácter “excesivamente popular” de la vida
con respecto al sistema colonial. Es el caso, política mexicana, lo cual, por cierto, no im-
por ejemplo, de Tadeo Ortiz de Ayala quien en plica que el concepto de “pueblo” adquirie-
su Resumen de la estadística del Imperio Mexica- ra connotaciones negativas, pues mantiene el
no (1822) responde así a la pregunta sobre lo aura legitimadora que la noción de soberanía
que falta para que el nuevo país pueda realizar nacional (o popular) le concede de modo auto-
lo que él considera sus enormes potencialida- mático. Este debate entre un pueblo “teórico”
des:“Un gobierno justo, liberal, hábil, activo y y un pueblo “real” es una muestra palpable de
regenerador, que atropelle todas las máximas las enormes dificultades que enfrentó el libe-
y preocupaciones del que expiró, siguiendo ralismo mexicano por conciliar algunos de sus
constantemente una marcha franca, noble e principales principios (políticos) con la reali-
imparcial y todo lo contrario del sistema góti- dad social y cultural de la nueva nación.
co que desapareció”. La caída de Iturbide tuvo otra implicación
Un buen ejemplo del “maniqueísmo” importante en lo que al ideario liberal se re-
ideológico señalado, así como de la persisten- fiere, pues el término “república” entró a par-
cia de las categorías surgidas en Cádiz, es el tir de entonces en una relación directa, y muy
panfleto Comparación del liberal y el servil, publi- compleja, con el liberalismo. A este respecto,
cado en la ciudad de México en 1823. En él se no parece posible otorgar al republicanismo la
hace una comparación a dos columnas entre entidad que algunos historiadores le han con-
el liberal y el servil, en el que el primero posee cedido durante el proceso emancipador novo-
todas las virtudes imaginables, mientras que el hispano y los primeros años de vida indepen-
260 CONCEPTOS Y CULTURA POLÍTICA

diente. Entre otros motivos porque, más allá cabe plantear que el dilema monarquía-repú-
de la identificación que el fracaso iturbidista blica y el dilema federalismo-centralismo —al
estableció entre el republicanismo y el futuro que podría considerarse falso en la medida en
político del país, y el hecho de que la consti- que se trata de un continuum— fueron los dos
tución gaditana fue pensada para un régimen ejes fundamentales sobre los que giró el li-
monárquico, es posible encuadrar sin mucha beralismo mexicano durante los primeros
dificultad a la mayoría de los principios repu- años de vida independiente.
blicanos en el ideario liberal que había surgi-
do en Cádiz y que los novohispanos habían Roberto Breña
aceptado, adoptado, modificado o rechazado,
según el momento y el bando político al que Orientación bibliográfica
pertenecían, durante la década transcurrida
entre la Constitución de 1812 y el Imperio Brading, David, Los orígenes del nacionalismo
de Iturbide. mexicano. México, Era, 1995.
Son muchos los aspectos que se han co- Breña, Roberto, El primer liberalismo español
mentado y discutido sobre la Constitución de y los procesos de emancipación de América,
1824, pero quizás ninguno ha recibido tanta 1808-1824. (Una revisión historiográfica del
atención como el federalismo. El arreglo fede- liberalismo hispánico). México, El Colegio
ral, concebido como la única opción que per- de México, 2006.
mitiría que la nueva nación no se desintegrara Bustamante, Carlos María de, Juguetillo. Ed.
o, al menos, fuera presa de diversas “guerras facs. México, Centro de Estudios de His-
autonómicas”, se convirtió a partir de enton- toria de México, Condumex, 1987.
ces en otro elemento que entraría en estrecha Fernández de Lizardi, José Joaquín, Obras, 14
relación con el liberalismo y el ideario liberal. vols. México, unam, 1963-1997.
Es una relación que se deriva en gran medi- Fernández Sebastián, Javier y Juan Francisco
da de los principios liberales que sustentan el Fuentes, dirs., Diccionario político y social del
argumento federalista sobre la cercanía del po- siglo XIX español. Madrid,Alianza, 2002.
der público a los ciudadanos y sus múltiples Guerra, François-Xavier, “La independencia
implicaciones, sobre todo en términos de la de México y las revoluciones hispánicas”,
soberanía, de la representación política y de en Antonio Annino y Raymond Buve,
la capacidad del individuo para incidir sobre coords., El liberalismo en México. Münster/
su circunstancia socio-política. Más allá de esta Hamburg, Lit. Verlag, ahila, 1993. (Cua-
cuestión y recapitulando los últimos párrafos, dernos de Historia Latinoamericana, 1)

+MESIANISMO Y MILENARISMO +

Desde siglos antes de que estallara la rebelión la insurgencia, representan uno de los aspec-
del padre Miguel Hidalgo, tanto en la Meso- tos más interesantes y peculiares del periodo.
américa prehispánica como durante la Co- Debido a que el milenarismo prácticamente
lonia, existía entre los indígenas la tradición se disipó durante la lucha por la independen-
de creencias mesiánicas y milenaristas. Estas cia, los sentimientos mesiánicos quedaron
creencias, que volvieron a salir a la luz durante sin un programa concreto para reconstruir el
MESIANISMO Y MILENARISMO 261

mundo de los hombres, lo cual suele suceder por la independencia; esto es, la creencia en el
con las ideas milenaristas. Aun cuando la evi- retorno de un héroe, un redentor dotado de
dencia es confusa y fragmentada, resulta claro poderes divinos.
que la gente común, en especial los indígenas La añoranza popular por un mesías no sur-
de los poblados, abrigaban la esperanza de que gió en un vacío histórico. El aspecto cristiano
llegara un líder mesiánico a resolver los pro- de este sistema de creencias fue introducido en
blemas políticos de aquel entonces. Ésta es tan los pueblos mesoamericanos a través del largo
sólo una línea de evidencia entre varias que proceso de evangelización, elemento que vin-
apuntan a que la participación popular en el culaba el pensamiento occidental religioso/
movimiento de independencia se sustentó en escatológico del milenio con un cierre cíclico
arraigadas ideas religiosas relacionadas con la o recurrente, del cual la profecía del milenio
identidad étnica y la defensa de las comuni- —el retorno de Jesús a la tierra, la batalla de
dades locales frente a fuerzas externas —a lo Armagedón, el reino milenario de Cristo y el
que en otros momentos me he referido co- Juicio Final— es la principal manifestación
mo la “doble hélice” de la religión y la polí- en el contexto cristiano. Es probable que esta
tica— más que en la esperanza de crear una creencia haya entrado en la cultura indígena
nación independiente. Si bien los ideólogos a través de las enseñanzas de los franciscanos,
insurgentes de la elite criolla, a la larga, ten- quienes mantuvieron en el Nuevo Mundo un
drían que enfrentar los espinosos problemas claro tono milenarista que se remontaba a las
del concepto de nación, legitimación política ideas expresadas por Joaquín de Floris en el
y naturaleza del Estado mexicano, la ideología siglo xii. Entreverada con esta visión cíclica
popular de la insurgencia tomaba un rumbo del tiempo, existía una fuerte tradición míti-
distinto, en parte debido a la expectativa me- co-histórica de los hombres-dioses nativos y
siánica subyacente, por lo general enfocada en la profecía mesiánica que se remontaba a la
la figura del usurpado rey Fernando VII, co- era clásica de Mesoamérica y era representa-
nocido en España y el Nuevo Mundo como da sobre todo en la figura de Quetzalcóatl, la
el Deseado. Podríamos decir que la creencia Serpiente Emplumada. Reforzaban estos ele-
popular en la capacidad redentora de este mo- mentos tradiciones sobre el aspecto mítico de
narca o sus delegados era mesiánica más que los monarcas de la península ibérica que segu-
carismática; aun cuando las figuras carismá- ramente permearon el pensamiento popular
ticas rara vez son mesiánicas, las mesiánicas durante los tres siglos de dominación colonial,
casi siempre son carismáticas. Dado que Fer- entre ellas la tradición profética portuguesa
nando VII jamás visitó la Nueva España, si su del retorno del rey Sebastián, tras su muerte
liderazgo puede considerarse carismático se o desaparición en el norte de África en 1578
debió no al contacto personal directo con sus cuando combatía a los musulmanes, así como
súbditos sino al mito que se construyó en tor- la historia de origen español de el Encubier-
no a él. Por otra parte, los insurgentes del pue- to, un misterioso aspirante al trono de Aragón
blo le atribuían a la persona del rey de España que murió en 1522 durante una rebelión en
cualidades mágicas, aunque fueran limitadas, el norte de España. Una amalgama de estas
por lo cual éste adquiría un estatus sobrena- creencias podría haber predispuesto a gran-
tural. A su vez, se encontraban elementos del des segmentos de las masas rurales de la Co-
pensamiento milenarista tanto en los levanta- lonia, en tiempos de crisis, a formar una re-
mientos indígenas previos al movimiento in- lación tan fuerte con una figura carismática
surgente como durante la década de la lucha típica del mesianismo.
262 CONCEPTOS Y CULTURA POLÍTICA

Otro elemento importante en la alquimia con mucho el abortado levantamiento indí-


del pensamiento mesiánico era el amplio re- gena en torno a la apócrifa figura mesiánica
conocimiento entre las masas rurales de una del supuesto rey de las Indias,“el indio Maria-
tradición monárquica de protección patriarcal no” (“el de la máscara de oro”, en palabras de
hacia los miserables, los pobres y vulnerables un testigo contemporáneo) en la región cer-
que, en la Nueva España, eran principalmen- cana a Tepic, durante los años de 1800 a 1802.
te indígenas. En el centro de esta tradición se Hacia finales de 1800, las autoridades civiles
erigía la figura del propio rey de España, de y militares de la zona de Tepic descubrieron
manera que tales asociaciones podrían ha- lo que se creía una gran conspiración indígena
ber contribuido de manera importante a la que recorría la costa del Pacífico hasta Sonora
veneración que sentía el pueblo por él. Aun y, Tierra Adentro, hasta Durango. El líder del
más, elementos del pensamiento religioso pre- movimiento, Mariano (probablemente una
cristiano sobrevivieron entre el campesinado invención de otros líderes indígenas), afirma-
mexicano, y con ellos la tradición de la piedad ba ser hijo y heredero del difunto gobernador
popular, una relación con frecuencia proble- de Tlaxcala, quien se alió con Hernán Cor-
mática e incluso antagónica entre los feligreses tés para conquistar a los mexicas. Aun cuando
indígenas y los curas (por lo general blancos), no son claras las evidencias del movimiento
sumada a la aplicación notoriamente imper- ni de su líder, se utilizaron vínculos simbóli-
fecta de la escolaridad y otros mecanismos de cos con el rey Carlos IV de España y con la
aculturación, tales como la adquisición del es- Virgen de Guadalupe para movilizar a los in-
pañol.Todas estas condiciones crearon un en- dígenas de las zonas rurales, además de signos
torno cultural en regiones del país con densa abiertamente milenaristas, tales como la afir-
población indígena, donde la heterodoxa sen- mación de Mariano de que debía ser investido
sibilidad religiosa del pueblo era susceptible rey de la Indias con la corona de espinas que
de florecer, y con ella la predisposición de ver portaba una efigie local de Jesús nazareno. Si
al rey de España o sus delegados como figuras bien el movimiento no tuvo mayores conse-
mesiánicas. cuencias y fue aplastado por las autoridades
Las expectativas mesiánicas también tu- coloniales, ilustra el tipo de pensamiento y la
vieron antecedentes en los decenios previos a oscura movilización social que sustentarían las
la rebelión. Inmediatamente antes del estalli- expectativas mesiánicas del pueblo un dece-
do del movimiento insurgente, se registraron nio más tarde. Movimientos de tenor similar
diversos movimientos mesiánicos en pequeña antecedieron a la rebelión de Mariano en el
escala. Alrededor de 1800, los habitantes de la siglo xviii; otros fueron contemporáneos, tales
región central de la Nueva España parecían como la aparición del pseudomesías indígena
esperar la llegada de un mesías que los con- de Durango en 1810.
dujera a un tiempo y lugar más perfectos, por Resulta interesante que hubiera otros can-
indefinida e inconsciente que fuera esta espe- didatos además de El Deseado a quienes se les
ranza. En periodos de grave crisis económica, atribuyeron expectativas mesiánicas durante
agitación política y malestar social generali- los años de la rebelión.Suele creerse que los ob-
zado, circulaban entre los campesinos de la jetos de veneración mesiánica entre las masas
Nueva España rumores de una conspiración, rurales eran Miguel Hidalgo y José María Mo-
una invasión extranjera, salvadores y reyes in- relos, suposición que creció a partir de la mi-
dígenas y levantamientos rurales. El más in- tificación retrospectiva en torno a la cons-
teresante y misterioso de estos episodios fue trucción de la nación, más que con base en la
MESIANISMO Y MILENARISMO 263

realidad de la época. Salvo unas cuantas refe- personaje en coche con un velo, y luego que
rencias al retorno de Hidalgo y Morelos a la llegan a verlo, se humillan y van muy conten-
cabeza de ejércitos vengadores tras su respec- tos”; otro afirmó que Fernando VII recorría
tiva muerte, existe poca evidencia de que se el país disfrazado con una máscara de plata, y
hubiera dado a estos líderes populares la es- otro más afirmaba que el rey había apareci-
pecie de canonización espontánea que se les do en la Nueva España por intercesión mi-
otorgó en fechas más recientes a figuras como lagrosa de la Guadalupana. El rey usaba másca-
Emiliano Zapata, Pancho Villa o el Che Gue- ra, era invisible, viajaba solo en un carruaje
vara. Una figura que contó con una amplia cerrado, iba acompañado del padre Hidalgo
veneración conforme al molde mesiánico fue o de Ignacio Allende y trabajaba en colabora-
Ignacio Allende. Aun cuando resulta difícil ción con la Virgen de Guadalupe para destruir
imaginar a un candidato menos idóneo, en el al ejército español. Estas creencias estaban tan
discurso popular con frecuencia se le vincula- arraigadas entre los indígenas —que constituían
ba con Fernando VII o incluso se le fusionaba cerca de 60% de la población de la Nueva Espa-
con el monarca y con la Virgen de Guadalu- ña y prácticamente la misma proporción de los
pe. Se le consideraba el líder máximo de las rebeldes— que algunos líderes insurgentes te-
fuerzas insurgentes, su imagen aparecía en ca- mían que la noticia de la restitución de Fer-
ricaturas sediciosas y su nombre en versos, la nando VII al trono pudiera socavar la lealtad
gente humilde lo invocaba en sus oraciones de sus seguidores indígenas. Un ejemplo no-
y lo consideraba un gran reformador agrario, torio de ello es la decisión del padre Marcos
vengador y verdugo de gachupines. Casi en el Castellanos, el comandante insurgente de la si-
mismo momento en que era ejecutado en Chi- tiada isla de Mezcala en el lago de Chapala, de
huahua en 1811, en Meztitlán el pueblo lo pro- ocultar esta información a sus fuerzas, forma-
ponía como el candidato para ser rey: “y ya va das íntegramente por indígenas, hasta 1815.
a conseguir la corona[,] de aquí a unos días se Para los indígenas de la Nueva España, las
rendirán a sus plantas, y le besarían los pies y las expectativas mesiánicas funcionaron como
manos porque va a ser nuestro católico”. contrapunto ideológico frente a las estructu-
Pero regresemos a Fernando VII, el objeto ras políticas y los actores locales, incluyendo
de mayor veneración conforme a las expec- los curas, funcionarios, mercaderes y terrate-
tativas mesiánicas de la gente humilde, espe- nientes. En un momento de crisis social, for-
cialmente los indígenas. Por ejemplo, entre un jó una relación recíproca en la que el distante
pequeño grupo de jóvenes insurgentes indí- personaje real había logrado casi lo mismo a
genas de Celaya de ambos sexos, capturados la inversa, al construir la enorme y defectuosa
en noviembre de 1810, todos, salvo dos, esta- institución del proteccionismo monárquico
ban convencidos de que seguían las órdenes hacia los indígenas, como contrapeso a las ten-
del rey de España. El Deseado se encontraba dencias centrífugas que aparecieron desde los
físicamente presente en la Nueva España, re- inicios en las colonias del Nuevo Mundo. No
corría la provincia en un misterioso carruaje obstante, había límites a esta alianza. Por lo ge-
negro y le había ordenado al padre Hidalgo neral, los indígenas no miraban más allá de las
empuñar las armas contra el gobierno colonial. fronteras de su comunidad y sólo admitían co-
El virrey y los demás españoles del continen- mo legítimas ciertas afirmaciones del monar-
te debían morir y sus propiedades repartirse ca, en tanto que la Monarquía consideraba a
entre los pobres. Otro rebelde capturado cer- los indígenas no como sujetos potencialmente
ca de Orizaba en 1811 afirmó que “viene un libres e iguales, sino como sempiternos inváli-
264 CONCEPTOS Y CULTURA POLÍTICA

dos que vivían bajo la tutela real. El gobierno Gruzinski, Serge, Man-Gods of the Mexican
republicano que se construiría más tarde, en Highlands: Indian Power and Colonial Society,
los decenios inmediatos a la independencia, 1520-1820. Stanford, Stanford University
buscaría llenar el espacio entre la comunidad Press, 1989.
indígena y la monarquía con una organización Landavazo Arias, Marco Antonio, La más-
política, proyecto frente al cual la mayoría de cara de Fernando VII: discurso e imaginario
los pobladores indígenas era indiferente, cuan- monárquicos en una época de crisis: Nueva Es-
do no abiertamente hostil. Por consiguien- paña, 1808-1822. México, El Colegio de
te, las expectativas mesiánicas contradicen la México, Centro de Estudios Históricos/
opinión generalizada de que los rebeldes de Universidad Michoacana de San Nicolás de
la Nueva España compartían las mismas metas Hidalgo/El Colegio de Michoacán, 2001.
al sublevarse contra el gobierno colonial. Van Young, Eric, “El milenio en las regiones
norteñas: el trastornado mesías de Duran-
EricVan Young go y la rebelión popular en México, 1800-
1815”, en Eric Van Young, La crisis del orden
Orientación bibliográfica colonial: estructura agraria y rebeliones popu-
lares de la Nueva España, 1750-1821. Méxi-
Castro Gutiérrez, Felipe, “La rebelión del co,Alianza Editorial, 1992, pp. 363-397.
indio Mariano (Nayarit, 1801)”, en Estu- Van Young, Eric, La otra rebelión: la lucha por la
dios de Historia Novohispana, vol. 10 (1991), independencia de México, 1810-1821. Méxi-
pp. 347-367. co, fce, 2006.

+MÉXICO +

Los dominios españoles en América del Nor- (originarios, aunque no necesariamente naci-
te recibían varios nombres, muchos de ellos dos en el PaísVasco), etcétera. Este comentario
relacionados con el de la ciudad de México. es importante porque, durante el proceso de
Desde el siglo xvi hay referencias a la “Améri- emancipación, junto con el problema de deci-
ca Mexicana”, aunque no era el término más dir el nombre, debió decidirse lo nombrado
empleado. Nueva España, el nombre dado por y no queda claro que antes del siglo xix los
Hernán Cortés, tuvo al parecer más éxito, pe- habitantes de, pongamos por caso, California,
ro no fue capaz de proporcionar una identidad formaran parte de una misma entidad que los
a las personas que habitaban esos territorios, de Yucatán, como no fuera la propia Monar-
como lo prueba la inexistencia del gentilicio quía española, que los vinculaba con los de
“novohispano” (o algún equivalente), térmi- muchas otras regiones en el mundo.
no inventado en la primera mitad del siglo Por estas razones, durante el proceso de in-
xx. Los habitantes del virreinato podían ser dependencia el término más frecuente para
designados en general como “americanos”, si nombrar a los territorios cuya independencia
bien eran más frecuentes los nombres que in- se buscaba fue el de “América”, en muchas
dicaban otras cualidades: españoles, españoles ocasiones apellidado como “septentrional” o
americanos, mexicanos (habitantes de la ciu- “mexicana”. A esa amplia e indefinida región
dad de México o hablantes de náhuatl), vascos del continente se referirían individuos como
MÉXICO 265

Melchor de Talamantes, cuando hablaban de dencia, se hizo necesario dar precisión al país
la “independencia de este reino”. En las pro- que quería separarse de la Monarquía española,
clamas y documentos atribuidos a Miguel de ahí que, sobre todo en el discurso del mo-
Hidalgo o producidos por sus inmediatos vimiento de Morelos, aunque no exclusiva-
seguidores, las referencias siempre se hacen a mente, se insistió en hacer referencia a la “Amé-
“América” y se convoca a los “americanos”, rica Septentrional”.Así puede apreciarse en las
salvo en una misiva al intendente Riaño (en declaraciones de la asamblea constituyente que
la que se señala “México” y “mexicanos”) cu- fue erigida a finales de 1813. Si, según parece,
ya autenticidad es más que dudosa. En abono dicho Congreso nació de la iniciativa de Carlos
a esta interpretación, debe decirse que entre María de Bustamante, no es de extrañar que en
1810 y 1811 términos como “México” y “me- sus primeros documentos empezara a emplear-
xicano”, como señaló Guadalupe Jiménez Co- se “Anáhuac” para referirse al país representado
dinach, fueron empleados por los insurgentes por los diputados insurgentes, tal como puede
para nombrar a la ciudad capital del virreinato verse en la Declaración de Independencia.
y a sus habitantes. El gobierno asentado ahí El término “América Septentrional” está
era el “hispano-mexicano”, contra el cual se presente en la Constitución de Cádiz y es po-
peleaba. Eran epítetos poco apreciados, pues sible que el Congreso insurgente de la Nueva
se relacionaban con el mal gobierno y, qui- España lo retomara de ahí. Según el artículo 10
zá, con la dominación a las demás provincias de la Constitución española, una de las partes
por el centro. Por esto, la prensa periódica pu- que integraban la nación era la “América Sep-
blicada por los rebeldes (como El Despertador tentrional”, que comprendía “Nueva España
Americano o El Ilustrador Americano) insistían con la Nueva Galicia y península de Yucatán,
en llamar a “todos los habitantes de América” Guatemala, Provincias Internas de Oriente,
a pelear contra los gachupines de la ciudad de Provincias Internas de Occidente, isla de Cuba
México. Los “españoles americanos” eran los con las dos Floridas, la parte española de la isla
“verdaderos españoles”, opuestos al gobierno de Santo Domingo y la isla de Puerto Rico
de la metrópoli, domeñado por Napoleón. El con las demás adyacentes a éstas y al continente
Despertador Americano remataba con fuerza: en uno y otro mar”.
“Mientras que todo el reino experimenta la En 1814, el Decreto Constitucional del “Su-
más fuerte y general fermentación [...], el apá- premo Congreso Mexicano” sancionó la “Li-
tico mexicano vegeta en su placer, sin tratar bertad de la América Mexicana”, una entidad
más que adormecer su histérico con sendos formada por las viejas provincias de México,
tarros de pulque”.“Cobardes mexicanos”, di- Puebla, Tlaxcala, Veracruz, Yucatán, Oaxaca,
ría después José María Morelos, al oponerse a Michoacán, Querétaro, Guadalajara, Guanajua-
la entrada de un capitalino a la Suprema Junta to, Potosí, Zacatecas, Durango, Sonora, Coahui-
Nacional Americana. la, Nuevo León y la nueva provincia de Tecpan.
Al menos antes de 1814, la insurgencia no No debe sorprendernos que los constituyentes
daba mucho crédito al nombre de México. no incluyeran Chihuahua, Texas, Nuevo Mé-
“América” era el término más empleado, pero xico y las Californias en la entidad que llamaban
resultaba muy problemático, porque era inca- “América Mexicana”. No es que las hubie-
paz de definir lo nombrado.Así puede verse en ran “olvidado”, como pudiera pensarse desde
los Elementos constitucionales circulados por Ig- una posición anacrónica, sino que no tenían
nacio Rayón en 1812. Cuando el objetivo de por qué formar parte, necesariamente, de la
la insurgencia fue, ya sin ambages, la indepen- nación que bautizaban en ese momento.
266 CONCEPTOS Y CULTURA POLÍTICA

Ernesto Lemoine señaló que el afortunado caba, antes que otra cosa, las posesiones que te-
nombre de “República Mexicana” lo empleó nían en ese continente, era un nombre colonial.
por vez primera el aventurero cubano José Los franceses llamaban así a Saint Domingue, los
Álvarez de Toledo, editor de El Mexicano, un portugueses a Brasil y los españoles, por supues-
periódico de la Luisiana que difundía las no- to, a sus enormes dominios. Incluso los súbditos
ticias de la revolución de los “Estados Unidos americanos del rey de España cometían errores
Mexicanos”. En la correspondencia de este de este tipo. Los habitantes de la ciudad de Mé-
hombre con José María Morelos, insistía en xico no dudaban en referirse al subcontinente
llamarlo “presidente de los Estados Unidos que iniciaba en Panamá con el nombre de Perú,
de México” y de la “República Mexicana”, aunque en realidad “Perú no se extiende fuera
nombre que Morelos terminó adoptando, por del virreinato de Lima”. De la misma manera,
encima de los que empleaba antes. Pudiera “ellos llaman México a toda la Nueva España”,
pensarse que hubo una especie de ruta de los aunque ésta no fuera sino la ciudad capital del
nombres más ambiguos, como “América” y virreinato, el cual —siempre según Mier— no
“América Septentrional”, a “América Mexi- incluía a Guatemala ni a las Provincias Internas
cana” y “México”, pero la verdad es que ha- ni a Campeche ni a la Nueva Galicia.
cia 1820, insurgentes como Vicente Guerrero Para Mier era incorrecto decir “mexicano”
seguían empleando términos como los pri- para referirse a los habitantes del virreinato
meros, al igual que haría Agustín de Iturbide de la Nueva España, “antiguamente llamado
en el Plan de Iguala. Fue el Tratado de Córdo- Anáhuac”, tal como rezaba el título de su cé-
ba el que hizo la designación con la que este lebre Historia. “Mexicano” era el habitante de
país nació: “Esta América se reconocerá por México, la ciudad, y si acaso más, del reino
nación soberana e independiente y se llamará de México. Sin embargo, el mismo Mier com-
en lo sucesivo Imperio Mexicano”. prendía las razones por las cuales ese gentilicio
Incluso, en los últimos años de la segunda se iba imponiendo. Cuando no había un nom-
década del siglo xix, “Anáhuac” fue recupera- bre claro, bien conocido y aceptado para refe-
do por algunos escritores, que resucitaron ese rirse a un país o una región, lo más frecuente
viejo término para referirse al impreciso país es que se le empezara a conocer con el de la
que, sin embargo, era más grande que la cuenca ciudad capital. Esto no pasaba con monarquías
lacustre que designaba en tiempos prehispáni- tan viejas como las europeas, pero en el caso
cos. Servando Teresa de Mier, parafraseando a de las naciones americanas parecía inevitable
Raynal, señalaba que “llegará el tiempo en que que “mexicano” sustituyera al “anahuacense”,
todos los nombres europeos desaparecerán de tan querido por Mier, lo mismo que a los an-
los países trasatlánticos y se restituirán los anti- gloamericanos de Estados Unidos de América
guos”. Para Mier, el destierro de los nombres se les conocería como “guasintones”, por su
hispanos formaría parte de un “orden natural”, capital, según advertía.
pues conforme aumentara el conocimiento so- Pese a que Mier prefería “Anáhuac” y
bre el territorio quedaría más en claro que la “anahuacense”, no estaba tan mal “México”
nomenclatura impuesta por los castellanos no y “mexicanos”. Después de todo, también
describía tan bien como la prehispánica la na- eran nombres precolombinos y el astuto his-
turaleza y características de cada lugar. Nueva toriógrafo dominico muy pronto “descubrió”
España tenía poco de Hispania y mucho más de en la etimología de esas palabras motivos para
Anáhuac, lugar rodeado por aguas. Mier recor- fomentar el patriotismo de sus paisanos. Ha-
daba cómo, para los europeos, América signifi- cia 1820, cuando la Real Academia Española
MÉXICO 267

decidió uniformar el uso de la jota para todas forma de organización política capaz de unir
las palabras que tuvieran el fonema represen- a diversos “países”, de ahí que Iturbide llamara
tado por esa grafía, Mier se negó a abando- Imperio a los territorios que independizó de
nar la equis de las palabras de origen náhuatl España. El apellido “mexicano” buscaba tender
y, en particular, del nombre de la capital: “pa- puentes triseculares con el imperio descrito
ra no echar en el olvido una de nuestras ma- por Clavijero en su Storia Antica, como puede
yores glorias”. Sin tener duda alguna de sus apreciarse en los muchos poemas de la época.
dotes de etimólogo, recuperó a Clavijero pa- Tal vez por eso, la mayoría de los republicanos
ra mostrar que el sufijo co en náhuatl signi- del periodo 1821-1823 preferían llamar “Aná-
fica “donde”; pero después decidió ignorar huac” a la república que deseaban establecer.
la propuesta del jesuita, quien aseguraba que la Entre mayo y julio de 1823, tres proyectos
otra partícula se refería a Metl, maguey o, con constitucionales escritos por individuos que
más probabilidad a Metzi, luna, de donde re- buscaban el establecimiento de una república
sultaría México como “donde hay magueyes” que garantizara los derechos de los estados y
o “donde está la luna”, etimología, esta última, provincias emplearon el nombre “Anáhuac”.
la más aceptada hoy día. Para Servando, Mexî “República Federada de Anáhuac”, decía
o Mexitl no podía ser otra cosa que la palabra Stephen Austin; “Pacto Federal de Anáhuac”,
hebrea Mesci, mesías. Así pues, “México, con x según Prisciliano Sánchez; “República de los
suave, como lo pronuncian los indios, signi- Estados Unidos del Anáhuac”, propuso Fran-
fica: donde está o donde es adorado Cristo, y cisco Severo Maldonado. Los proyectos cons-
mexicanos es lo mismo que cristianos”. titucionales que se referían a “México” fueron
Al parecer, los nombres de Anáhuac y los que elaboraron las asambleas constituyentes
México parecían más precisos que América —o sus comisiones— asentadas en la capital.
y América Septentrional, pero no es así. Pa- En mayo de 1823, un grupo de diputados en-
ra Mier, el sureste del actual país no integraba cabezado por Servando Teresa de Mier llamó
al Anáhuac. En otro documento separaría a a la república con el nombre de “nación me-
“las intendencias de México” de “la capitanía xicana”, mismo término que emplearía la co-
de Yucatán y las ocho Provincias Internas de misión que elaboró el proyecto de Acta Cons-
Oriente y Poniente”. Hacia 1821, cuando se titutiva de noviembre de 1823.Todavía cuando
promulgó el Plan de Iguala, quedaba claro para se instaló el Constituyente Federal en noviem-
muchos pensadores que podía llamarse Méxi- bre de 1823, el Poder Ejecutivo insistía en que
co a todo el territorio que se independizaba, representaba a “los países de Anáhuac”, aun-
pero “en realidad” había provincias que se es- que como acabo de señalar, el proyecto de
taban sumando, que no habían formado parte Acta Constitutiva llamara “mexicana” a la na-
“natural” de México. Así, para alguien como ción, nombre que no ocasionó discusión algu-
Manuel de la Bárcena, el Nuevo México, Ca- na en la asamblea, pese a que los diputados de
lifornia y hasta Sonora, eran otra cosa, otras Jalisco y Yucatán se negaban a prestar obe-
naciones que, por conveniencia, se unían a diencia a las autoridades asentadas en la ciudad
México (lo mismo que América Central) en la de México. Tal vez una manera de oponerse
contingencia de Iguala, pero que tal vez en a las pretensiones centralistas de los dipu-
un futuro buscarían su independencia, pues su tados de la capital y de la provincia de Mé-
naturaleza era distinta de la mexicana. xico hubiera sido discutir el nombre del nue-
Ya Jaime del Arenal ha señalado que el Im- vo país, pero esto no sucedió.
perio (a diferencia de la Monarquía) es una Alfredo Ávila
268 CONCEPTOS Y CULTURA POLÍTICA

Orientación bibliográfica quez, Interpretaciones de la Independencia de


México. México, Nueva Imagen, 1997.
Ávila, Alfredo, “México, un nombre antiguo Tank de Estrada, Dorothy, “En búsqueda
para una nación nueva”, en José Carlos de México y los mexicanos en el siglo
Chiaramonte, Carlos Marichal y Aimer xviii”, en José Carlos Chiaramonte, Car-
Granados, comps., Crear la nación. Los nom- los Marichal y Aimer Granados, comps,
bres de los países de América Latina. Buenos Crear la nación. Los nombres de los países de
Aires, Sudamericana, 2008. América Latina. Buenos Aires, Sudameri-
Jiménez Codinach, Guadalupe, “La insur- cana, 2008.
gencia de los nombres”, en Josefina Z.Váz-

+MONARQUÍA / MONARQUISMO +

Según el Diccionario de la Real Academia, mo- haber sido condenado a una pena infamante;
narquía procede del latín monarchia y éste del la elección por los hombres libres no tuvo en
griego monarkya. Se refiere a un Estado regido realidad vigencia y posteriormente el monarca
por un monarca; es también la forma de go- era elegido por los principales del reino y los
bierno en que el poder supremo corresponde obispos. De cualquier manera, la Monarquía
con carácter vitalicio a un príncipe, designado visigoda reconoció en Dios el poder que los
generalmente según orden hereditario y a ve- reyes administraban; el monarca era el vicario
ces por elección. Monarquismo es la adhesión divino y delegado de una autoridad superior.
a la Monarquía. La poca eficacia del sistema obligó a cambios
La Monarquía española. En la época visigo- en el diseño institucional para mantener la es-
da se distinguían el rey y el reino; el primero tabilidad, pero no se modificó el significado de
representa a la Monarquía, en tanto que el se- la persona del monarca, que si bien procedía
gundo está constituido por los hombres libres, de una elección, por más que los electores no
herederos de la antigua soberanía popular que fueran los mismos en todo el periodo, una vez
de un papel activo de protagonismo pasan a ungido tuvo iguales características a lo largo
la condición de súbditos, mientras el rey, en de la alta Edad Media. El mundo germáni-
principio, aparece como caudillo militar, más co del que, a decir de diversos autores, for-
tarde como jefe político y finalmente como maban parte los visigodos se enriqueció con
vicario divino con carácter cuasi sacerdotal. la tradición grecolatina a partir del siglo ix. La
Al rey lo elegían en la asamblea de hombres Monarquía concebida como poder individual
libres, aunque paulatinamente la elección se se fue identificando con una especie de go-
circunscribió a una determinada estirpe. Los bierno universal procedente de la antigua di-
conflictos derivados de la legitimidad de este visión provincial romana. Esta monarquía era
proceso llevaron a convertir a la Monarquía cristiana y los fieles se hallaban sujetos a una
en hereditaria después del siglo v y, dos siglos misma fe y disciplina espiritual. Los autores
después, en el vii. Por la preceptiva emanada discrepan en que esta forma de gobierno pue-
de los Concilios de Toledo se fijaron condi- da ser considerada Estado, de ahí la polémica
ciones necesarias para la elección del rey, co- sobre la existencia del Estado medieval, anta-
mo ser noble de sangre goda, no ser clérigo ni gónico —según se afirma— al sistema feudal.
MONARQUÍA / MONARQUISMO 269

El fenómeno de la reconquista dio lugar paña” sino, como puede leerse en cualquier
a nuevas relaciones de poder y a la formación documento de la época, rey, señor, conde o
de reinos y coronas, cuyo objetivo común era el título correspondiente al territorio que se
la defensa y protección de los súbditos. Duran- había incorporado. La unificación religiosa
te esta etapa se conservó el proceso de elección de la Monarquía hispánica se dio el mismo
dentro de estirpes o familias, pero en el siglo x año del descubrimiento de América con la
se generaliza la sucesión dentro de la misma expulsión de moros y judíos bajo el signo de
familia: el rey elegía de entre sus hijos a quien la cruz.
habría de gobernar, convirtiéndose así en un La Nueva España y la Monarquía española.
sistema hereditario. Lo anterior fue reglamen- Sobre la base de la doctrina canónica medie-
tado en las Partidas y tuvo fuerza legal desde val, la donación que el papa Alejandro VI
la expedición del Ordenamiento de Alcalá, en —como jefe de la cristiandad— hizo a los Re-
1348.Algo que parece tan simple, en la prácti- yes Católicos de las islas y tierra firme del mar
ca resultaba complicado por las reglas a seguir océano invistiéndolos: “como señores con
para que el sistema hereditario funcionara en plena, libre y omnímoda potestad, autoridad
los distintos reinos, heredados o ganados, de la y jurisdicción”, no tenía nada de novedoso.
Corona castellana. En unos y otros, en el acto Las donaciones de tierras concedidas por el
de su coronación el monarca se comprometía papado a los gobernantes cristianos, con el fin
a defender la fe católica y gobernar el reino de convertir infieles, estaban amparadas por
con justicia. El pueblo juraba obedecer al mo- una larga tradición medieval. De hecho, la ex-
narca y acatar sus mandatos. pansión portuguesa por la costa de África ha-
En 1469 contrajeron matrimonio Isabel, bía tenido el mismo origen. Sin embargo, esta
heredera de la Corona de Castilla y Fernando, donación resultó de gran trascendencia por
de la de Aragón, lo que abrió el camino a la haberles quedado reservados a dichos mo-
unidad política peninsular y al Estado moder- narcas el descubrimiento y la colonización
no en la península ibérica. Casi 350 años des- de casi todo un continente. Con la expedi-
pués, la Constitución de Cádiz de 1812 ponía ción de la llamada Bula de Donación de 1493,
fin a esta forma de gobierno, sujetando la ac- se conformaron los llamados “justos títulos”
ción del monarca al texto de la Constitución para el dominio de los nuevos territorios; re-
y postulando que la soberanía residía en la na- futados el descubrimiento y la ocupación, que
ción, lo que puso fin al Antiguo Régimen. procedían del antiguo derecho romano, se su-
En estos más de tres siglos gobernaron en mó el título basado en la donación, y a pesar
la península dos dinastías que se constituye- de haber sido cuestionados —juntos o sepa-
ron a la muerte de los Reyes Católicos: la Mo- rados— en más de una ocasión, conservaron
narquía de los Austrias o Habsburgo españoles su legitimidad hasta la Independencia. A ellos
(siglos xvi y xvii) y la de los Borbones (xviii). se agregó el de conquista en los casos que la
Durante todo el periodo se conservó el carác- doctrina admitió, sobre todo por la necesidad
ter unipersonal del monarca, que en las Parti- de hacer la “guerra justa” para convertir a los
das es considerado “vicario de Dios” para los naturales a la fe católica.
asuntos temporales. El proceso de incorpo- Ya fuera que la donación se hubiera hecho
ración de reinos y coronas a la de Castilla dio a los reyes de Castilla a título personal o a la
lugar a la formación de la Monarquía Uni- Corona de Castilla, el resultado fue que todo
versal, de la que las Indias formaron parte. el orden jurídico que se aplicaba en ésta se im-
Los monarcas no se titulaban “reyes de Es- plantó en las Indias, y los sucesores de Isabel la
270 CONCEPTOS Y CULTURA POLÍTICA

Católica en el trono castellano gobernaron las Para 1524, año en que Hernán Cortés dic-
tierras americanas durante mucho tiempo. tó las primeras Ordenanzas de Buen Gobier-
Las bulas expedidas por Alejandro VI fue- no para los vecinos y moradores de la Nueva
ron tres, e independientemente de la fecha España, como “gobernador e capitán general
precisa de su expedición —tema controverti- de toda la tierra e provincia de la dicha Nueva
do— se puede afirmar que el regreso de Co- España e de la dicha cibdad de Temistitlan”, ya
lón después de haber descubierto y tomado se había caminado un largo trecho en la crea-
posesión de la isla de Guananí, conforme a ción de las instituciones del Nuevo Mundo.
lo estipulado en las Capitulaciones de Santa Ese mismo año se organizó el Consejo de In-
Fe, celebradas con los reyes el 17 de abril de dias con carácter independiente; se autorizó
1492, fue el hecho que movió a dichos mo- a los adelantados a poseer troqueles propios y
narcas a solicitarlas a Alejandro VI. acuñar moneda, y los libros de la Nueva Espa-
Su contenido puede ser resumido de la si- ña empezaron a ser desgajados para dar lugar
guiente manera: se hace la donación a los Reyes a los nuevos registros que se derivaban de la
Católicos de las islas y tierras que se descubrie- cada día más amplia expansión española en las
ran navegando hacia Occidente y que no estu- Indias occidentales. Poco después se crearía
vieran en poder de otro príncipe cristiano; se la primera Audiencia y, tras el fracaso de la
fija una línea de demarcación de las tierras que segunda en 1535, la Corona optaría finalmen-
podían ser descubiertas por los reyes de Casti- te por implantar el régimen virreinal, lo que
lla y de Portugal; se concede a los primeros los hizo posible que, en poco tiempo, tuviera el
mismos privilegios que los segundos tenían en control del territorio que se iba descubriendo
las suyas. Habrían sido expedidas los días 3 y 4 y conquistando.
de mayo de 1493. Paralela a la facultad de go- La Nueva España nunca fue un todo ho-
bernar las tierras “descubiertas y por descubrir” mogéneo por muchas razones, entre ellas, y no
se otorgó el mandato apostólico de evangelizar la menos importante, que se hallaba asentada
a sus habitantes, lo que dio lugar al estableci- sobre dos distintas áreas culturales: la de las
miento del Regio Patronato sobre la Iglesia altas culturas mesoamericanas, que podemos
de los territorios ultramarinos. Por la donación llamar “el centro”, y la de los pueblos caza-
pontificia, el monarca español fue “señor” y dores y recolectores, o aridamericana, que se
“rey”, como queda claramente expuesto en la puede llamar “el norte”. La diversidad cultural
documentación de la época, y cobra importan- de estas áreas ha sido la base de las diferencias
cia en el periodo que va de la vacancia del trono históricas entre la parte septentrional y el res-
español en 1808 hasta la Independencia. to del país, lo que José Miranda ha enfatizado
En ese contexto, durante 300 años el vi- al considerar que había dos Nuevas Españas.
rreinato de la Nueva España formó parte de A consecuencia del mandato apostólico de
la Monarquía Universal “española”. En 1518, evangelizar a los naturales, desde muy tempra-
comenzó a perfilarse en forma independien- no se dio una relación singular entre la Igle-
te una entidad denominada Nueva España al sia y el Estado, especialmente respecto de las
abrirse un registro en los libros del Consejo de facultades otorgadas a las órdenes religiosas.
Castilla, para que ahí se recogiera la documen- Paulatinamente, los monarcas españoles fue-
tación correspondiente a este nuevo territo- ron consolidando su posición frente a la cu-
rio. Sus fronteras no se conocían todavía, y no ria romana e interpretando en forma cada vez
se conocerían en mucho tiempo, pero empe- más amplia las facultades que correspondían al
zó a legislarse para la nueva entidad. rey en relación a la Iglesia de las Indias. El rey
MONARQUÍA / MONARQUISMO 271

intervenía ya no sólo en la determinación colonización. La ausencia del rey, ya fuera por-


de cuáles bulas y breves pasaban, sino en el nú- que estaba preso o porque el virreinato había
mero de parroquias, la regulación de las órde- declarado su independencia, obligaba a en-
nes religiosas, el nombramiento de dignatarios contrar un nuevo depositario de las funciones
eclesiásticos, la fijación de los diezmos, en fin, que habían correspondido al soberano.
el Regio Patronato se convirtió en un Regio Surgieron entonces dos tendencias que
Vicariato. Las reformas borbónicas alteraron se mantendrían latentes hasta el triunfo de
el equilibrio de poder que durante más de dos la República en 1867, ya que para la organi-
siglos había tenido el virreinato; la vacancia zación del país debió optarse entre la Monar-
del trono español aceleró un proceso que se quía constitucional o moderada que postulaba
venía gestando de tiempo atrás. la Constitución de Cádiz del 19 de marzo de
La independencia y la soberanía. El proceso 1812, jurada en la Nueva España el 30 de sep-
que llevó a la independencia de México com- tiembre del mismo año, o la de las “Supremas
prende varios fenómenos de diverso tipo que Autoridades” de la Constitución de Apatzin-
confluyen en un momento dado y dan lugar gán del 22 de octubre de 1814, concebidas
a la emancipación. 1808 y 1821 son las fechas como corporaciones: Supremo Congreso Na-
extremas del proceso. A partir de la primera cional, Supremo Gobierno, colegiado y ro-
se generó, por un lado, la respuesta de los crio- tativo y Supremo Tribunal de Justicia, origen
llos novohispanos ante la renuncia de Carlos de la forma republicana de gobierno, a decir de
IV y Fernando VII al trono español en favor distintos autores, aunque otros lo encuentran
de Napoleón, y por el otro, la insurrección en la Constitución de los Estados Unidos de
popular encabezada por Hidalgo y luego por América de 1787.
Morelos. En la segunda, se produjo la decla- En la metrópoli, la vuelta de Fernando
ratoria formal de emancipación como conse- VII al trono en mayo de 1814 llevó a la diso-
cuencia de un conjunto de hechos políticos lución de las Cortes y a la abrogación de la
que, tras no pocos tropiezos, culminan en la Constitución expedida en el puerto de Cádiz
ruptura formal del vínculo que había unido a en 1812, al tiempo que se apresaba a los dipu-
la Nueva España con su metrópoli. Estos pro- tados liberales. Restaurado el absolutismo en
cesos dieron lugar a sendos textos de indepen- la Nueva España, el 15 de diciembre del mis-
dencia, de los cuales, en el primero, de 1813, mo año, el virrey Calleja abolió el texto ga-
después de la muerte de Hidalgo, se reivindica ditano y disolvió el Ayuntamiento constitu-
“el ejercicio de la soberanía usurpado”, y en cional de la ciudad de México, constituido
el segundo, de 1821, tras la firma de Iturbide y mayoritariamente por criollos, con lo que la
Juan O’Donojú, entre otros, se proclama que situación volvía al estado que había tenido en
“es [la] nación [mexicana] soberana e inde- 1808. Poco después, en territorio insurgente,
pendiente de la antigua España”. A pesar de el 22 de octubre del mismo año en que regre-
las diferencias entre uno y otro, hay una línea só Fernando VII al trono español, se expedía
de continuidad que los vincula, aunque ni el Decreto Constitucional para la Libertad
sus causas ni sus protagonistas hayan sido los de la América Mexicana, canto de cisne de la
mismos. Sobre todo llama la atención que en insurrección popular y del impulso indepen-
ambas declaraciones se alude a una soberanía dentista de José María Morelos y otros líderes
de la que no se dan muchas explicaciones, pe- insurgentes.
ro cabe preguntarse si se había tenido tiempo En ese contexto se produjo, pocos años
atrás y fue interrumpida por la conquista y la después, la declaratoria de independencia co-
272 CONCEPTOS Y CULTURA POLÍTICA

mo respuesta al restablecimiento del régimen venciones extranjeras, la nueva entidad siguió


constitucional en España. El documento con- siendo soberana e independiente, lo que reco-
tó con la adhesión de todas las clases de la nocieron varias naciones en su tiempo, salvo
sociedad novohispana, incluidos los insur- España.
gentes que aún permanecían en pie de lucha. Finalmente, poco más de una década des-
El recién llegado virrey O’Donojú se con- pués de haberse firmado el acta de indepen-
formó con la situación, lo que se consagra en dencia del Imperio Mexicano, en el nombre
los Tratados de Córdoba, signados por el jefe de la Santísima Trinidad, la República Mexi-
del Ejército Trigarante y el propio virrey. En cana y su Majestad Católica doña Isabel II,
ellos se propone el establecimiento de una “por la gracia de Dios y por la Constitución
Monarquía constitucional moderada, encabe- de la Monarquía Española”, pusieron térmi-
zada por alguno de los descendientes de Fer- no al estado de incomunicación y desavenen-
nando VII y, en su defecto, por quien designa- cia “que había existido entre los dos gobier-
ran las Cortes. nos”, signando un tratado definitivo de “paz y
El Plan de Iguala del 1 de marzo de 1821 amistad sincera”, en Madrid, el 28 de diciem-
constituye la base de la independencia y, en bre de 1836.
los Tratados de Córdoba, del 24 de agosto del Las bases de la legitimidad. El Plan de Iguala,
mismo año, se estableció que “esta América se los Tratados de Córdoba y el Acta de Indepen-
reconocerá por nación soberana e indepen- dencia del 28 de septiembre de 1821 postulan
diente, y se llamará en lo sucesivo Imperio la monarquía constitucional con un gobierno
Mexicano”, cuyo gobierno sería monárquico “templado por una Constitución análoga a la
y constitucional. Fueron firmados por Agustín del país”. Jaime del Arenal encuentra en di-
de Iturbide, general en jefe del Ejército Tri- cho plan el intento por lograr la legitimidad
garante, y por Juan O’Donojú, jefe político del nuevo gobierno en la historia de la Nue-
nombrado por las Cortes españolas. va España, lo que incluía el pasado indígena y
La entrada triunfal del Ejército Trigarante la herencia española y católica. Por las razo-
en la ciudad de México, el 27 de septiembre nes que hayan sido, no cuajó al desmoronarse
del mismo año, convenció a los partidarios de poco después el Primer Imperio enfrentan-
la continuación del statu quo de que un nue- do al nuevo soberano y al Congreso, lo que
vo proyecto histórico había nacido. La forma deja ver que no había elementos suficientes
en que se constituiría la nación mexicana era para que se consolidara. Las bases de legitima-
la pactada en el Plan de Iguala y los Tratados ción no resultaron suficientes para sustituir al
de Córdoba. Formalmente, en la capital del derecho divino de los reyes a gobernar y en
Imperio, el 28 de agosto de 1821, se inicia el adelante se plantea la forma republicana de
primer año “de la independencia mexicana”, gobierno. Lo anterior no significa que se aban-
pero es bien sabido que este acto sólo fue el donaran las tendencias monarquistas, sino que
inicio de una larga cadena de levantamientos, fue imposible fundar una Monarquía que no
cuartelazos, gobiernos de facto o legalmente tuviera como sustento el derecho divino de
constituidos, gobiernos provisionales, etcé- los reyes a gobernar y no pudo diseñar un sis-
tera, y que, por otra parte, apenas se iniciaba tema de elección aceptado por todas las clases
la contienda para dirimir, no siempre de ma- de la sociedad. Los tiempos del monarca electo
nera pacífica, cuál sería la forma de gobierno. por sus pares habían pasado tiempo atrás. En la
Asimismo, sabemos que no obstante el estado península se había transitado hacia el absolu-
permanente de lucha fratricida y las inter- tismo y, en ese contexto, las Cortes y los pares
MONARQUÍA / MONARQUISMO 273

carecían del poder que tuvieron en la España perador una persona “sagrada e inviolable”.
visigoda. En la Nueva España no hubo Cortes Finalmente, tras varios embates monarquistas
y sus habitantes sólo tuvieron representación plasmados de manera incompleta en las Siete
en la elaboración de la Constitución de Cádiz Leyes de 1836, el experimento fracasado que
de 1812. encabezó el general Mariano Paredes Arrilla-
Cabe hacer notar que, en la primera etapa, ga en 1846 y la “dictadura personal” del tam-
ante la ausencia del monarca español, al rei- bién general Antonio López de Santa Anna, en
vindicar la soberanía se invoca con frecuencia 1853, se abandona el proyecto.
a los reyes de la etapa anterior a la Monarquía El fracaso de estos intentos, a pesar del em-
hispana y la Monarquía universal. Lo ante- bate monarquista de uno de los grandes ideó-
rior no sólo resultaba extemporáneo sino que logos de la época, Lucas Alamán, llevó a los
mantenía una relación con la Iglesia históri- que estaban en contra de la República federal
camente irrepetible, aunque en el virreinato a dar el paso definitivo: Monarquía con prín-
ejerció soberanía temporal que luego disputó cipe extranjero e intervención armada. He ahí
al naciente Estado hasta que fue derrotada, tras el contexto en el que se instaura la República
la guerra de Reforma. federal tras el Constituyente de 1856-1857,
El fracaso del Primer Imperio encabezado que no pudo sostenerse, como tampoco el Se-
por un príncipe mexicano llevó a la idea de gundo Imperio, encabezado por Maximiliano
constituir una república federal o central pe- de Habsburgo.
ro no desacreditó las propuestas monarquistas, Legitimar un régimen republicano era
aunque éstas no hayan prosperado sino hasta mucho más fácil que hacer lo propio con uno
la instauración del Segundo Imperio. Tras la monárquico, pues el primero encuentra su
muerte del emperador, el gobierno de la Re- fuente de legitimación en la elección, todo lo
pública volvió a establecer su residencia en la indirecta que se quiera. Aunque no es la única
ciudad de México y la Constitución federal de causa del fracaso del Segundo Imperio, puede
1857 recuperó su plena eficacia. En adelante, decirse que en el debate entre el monarquis-
el país no se apartaría de esta senda, a pesar de mo y el republicanismo triunfó el segundo, ya
que los rasgos centralistas estuvieran presentes que los monarquistas y la Iglesia apostaron por
en todos los ámbitos. un príncipe liberal.
Monarquismo y republicanismo fueron las La lucha entre el monarquismo y el repu-
dos tendencias en las que se debatió el ser na- blicanismo representa también el enfrenta-
cional desde el levantamiento de Hidalgo. A miento de la “democracia” y el tradicionalismo,
juicio de Edmundo O’Gorman, en la Cons- en el que la Iglesia tuvo un papel importante
titución de Apatzingán de 1814 y el Plan de por su necesidad de conservar un gobierno que
Iguala de 1821 se manifiestan las dos posibi- prescribiera la intolerancia religiosa que carac-
lidades del conflicto para la constitución del terizó a la Nueva España y se mantuvo hasta
nuevo país. En este orden de ideas, fueron va- 1857. Una de las amenazas que temían los
rias las opciones que se plantearon en los años monarquistas era la influencia creciente de
siguientes: monarquía con príncipe extranje- los Estados Unidos de América, inspirador en
ro, que no se realizó; monarquía con príncipe buena medida del modelo republicano federal.
mexicano, modelo que enfrentó el problema La monarquía fue derrotada en el Cerro de las
de la legitimidad dinástica plasmado en el Campanas y, con las variantes de todos conoci-
artículo 29 del Reglamento Provisional del das, a decir de O’Gorman, con el triunfo de la
Imperio (febrero de 1823) que hacía del em- República “expiró la Nueva España al cobrar
274 CONCEPTOS Y CULTURA POLÍTICA

México por primera vez en plenitud su ser co- quista constitucional mexicano”, en Ce-
mo nación del Nuevo Mundo”. cilia Noriega y Alicia Salmerón, coords.,
México: un siglo de historia constitucional
María del Refugio González (1808-1917). Estudios y perspectivas. Méxi-
co, Suprema Corte de Justicia de la Na-
Orientación bibliográfica ción/Instituto de Investigaciones Dr. José
María Luis Mora, 2009, pp. 31-41.
Arenal Fenochio, Jaime del, Un modo de ser Escudero, José Antonio, Curso de historia del
libres. Independencia y Constitución en México derecho. Fuentes e instituciones político-admi-
(1816-1822). México, El Colegio de Mi- nistrativas. Madrid, Gráficas Solana, 1985.
choacán, 2002. Tena Ramírez, Felipe, Leyes fundamentales de
Arenal Fenochio, Jaime del, “Visiones his- México, 1808-1975. 6a. ed. rev. México,
tóricas detrás del primer intento monar- Porrúa, 1975.

+OPINIÓN PÚBLICA +

En su obra Enfermedades políticas que padece la estamentales del virreinato puede observarse
capital de esta Nueva España (1787), Hipóli- en las últimas décadas del siglo xviii. Antes de
to Villarroel dejaba constancia de una de las 1787, año de la aparición del tratado de Villa-
primeras formulaciones de la necesidad de rroeal y del inicio de la publicación de las Ga-
opinión pública en una sociedad ilustrada. zetas de Literatura de Juan Antonio de Alzate
Villarroel iniciaba aquel diagnóstico de los y Ramírez, varios teólogos, sacerdotes y mé-
problemas del virreinato durante las últi- dicos, como Juan Ignacio Castorena y Ursúa,
mas décadas borbónicas confesando que mu- Juan Francisco Sahagún de Arévalo Ladrón de
chos de los temas abordados en su tratado los Guevara y José Ignacio Bartolache y Díaz
había discutido en privado con funciona- de Posada habían intentado la edición de Ga-
rios virreinales. Se preguntaba entonces “qué zetas y Mercurios, similares a los que la Ilustra-
fruto sacaría de estampar metódicamente en el ción hispánica promovió en los cuatro reinos
papel” sus ideas sobre la administración ecle- americanos. Pero es con Observaciones sobre fí-
siástica, fiscal, militar y civil del reino. sica, historia natural y artes útiles (1787) de Al-
A pesar de que Villarroel era consciente de zate y, sobre todo, con las Gazetas, que apare-
que “escribir la verdad” podía ser “un delito ce realmente una noción de opinión pública
enorme” en aquellos tiempos, concluía que ligada al concepto ilustrado de lo útil.
era necesario el debate público de los proble- En los proyectos editoriales de Alzate, que
mas novohispanos si no se quería que “esta ca- terminaron asimilados por la administración
pital sólo sea ciudad por el nombre” y fuera virreinal, es perceptible una evolución en el
más bien “una perfecta aldea o un populacho concepto de lo útil, asociado a la constitución
compuesto de infinitas castas de gentes, entre de una esfera pública moderna. La utilidad pú-
las que reinan la confusión y el desorden”. blica en aquellas publicaciones comienza a re-
El avance de aquella idea ilustrada sobre la ferirse no sólo a los beneficios que las ciencias
necesidad de una opinión pública que contri- naturales aportan a la vida económica, sino a
buyera a limitar los elementos corporativos y una concepción de la moral y la política en
OPINIÓN PÚBLICA 275

la que valores como los de “libertad”, “so- “licenciosos”, contrarios a la decencia pública
beranía” y “justicia” son entendidos como y las buenas costumbres.
“útiles” para el progreso de la sociedad. Esa El establecimiento de una Junta Suprema
tranformación típicamente ilustrada ya se de Censura fue el modo de contraponer lími-
constata en el surgimiento del primer perió- tes morales y religiosos a la liberación de la
dico de tipo político, el Diario de México, que imprenta impulsada por las leyes gaditanas.
a partir de 1805 impulsaron el publicista Car- Esa institución era, sin embargo, la garantía de
los María de Bustamante y el oidor criollo que el Decreto de Libertad de Imprenta fuera
de la Real Audiencia de México Jacobo de aplicado en el territorio peninsular y ultrama-
Villaurrutia. rino. Si bien importantes letrados criollos de
La revolución política hispánica que esta- México y Guadalajara, como José María Fa-
lló en 1808 con la invasión napoleónica a la goaga, Agustín Pomposo Fernández, Guiller-
península actuó como un acelerador de aquel mo Aguirre, Mariano Beristáin y Souza, Juan
proceso ilustrado de constitución de un espa- José Moreno, Toribio González y Pedro Ta-
cio público moderno por medio de la impren- mez, fueron nombrados integrantes de dichas
ta. El Real Decreto sobre la Libertad Políti- Juntas, en ambas ciudades la instalación de
ca de Imprenta, del 10 de noviembre de 1810 las mismas y la publicación del Decreto demo-
fue el punto culminante de una fuerte presión raron casi año y medio, hasta la promulgación
en favor de la apertura de la esfera pública que de la propia Constitución de Cádiz en 1812.
se propagó en los ayuntamientos del mundo A pesar de que el virrey Francisco JavierVe-
hispánico desde el verano de 1808. En junio negas mostró inconformidad con esa situación,
de 1809, la Junta Central hizo eco de esa pre- las mayores resistencias al Decreto provinieron
sión por medio de un llamado a que los im- de la jerarquía del clero secular de ciudades
presos no sólo propagaran las ideas útiles de la como Puebla, Valladolid, Guadalajara, Mérida
Ilustración sino que contribuyeran a formar y Monterrey. No obstante, la mayoría de las
la opinión política patriótica que se requería intendencias, encabezadas por funcionarios
para enfrentar la invasión francesa y reconsti- peninsulares, respaldaron la legislación gadita-
tuir la Monarquía. na. Como ha observado Elba Chávez Lomelí,
El Real Decreto codificó esa funciona- las trabas que las elites realistas novohispanas
lidad pública de la libertad de imprenta eli- impusieron a la libertad de imprenta no impi-
minando los mecanismos de censura para las dieron que la misma se abriera camino a par-
ideas políticas, aunque preservándolos para tir de septiembre de 1810, tanto en el bando
las cuestiones de la fe católica. Dado que la insurgente como en el contrainsurgente, en-
legislación preconstitucional y constitucio- frentados en la guerra de independencia. Los
nal de las Cortes de Cádiz preservó el fuero primeros cuatro años de la guerra (1810-1814)
eclesiástico, el ejercicio de opinión en materia coincidieron con aquella dilatación de la esfe-
religiosa quedó comprendido en el de la jus- ra pública propiciada por el conflicto mismo y
ticia eclesiástica. No fue éste, desde luego, el por la legislación gaditana.
único límite a la libertad de expresión que es- Desde 1810 se observa en la Nueva Espa-
tableció el Real Decreto. En varios de sus ar- ña un incremento notable de la escritura y
tículos, por ejemplo, se tipificaban los diversos edición de publicaciones e impresos (bandos,
tipos de “abusos” de la libertad de imprenta: la proclamas, panfletos, odas, diálogos, sátiras)
“infamia”, la “calumnia”, la “subversión” de las en los dos frentes propagandísticos de la gue-
leyes de la Monarquía o la edición de papeles rra. Tanto la prensa insurgente (El Despertador
276 CONCEPTOS Y CULTURA POLÍTICA

Americano, El Ilustrador Nacional, El Ilustrador bría que perder de vista que para los periodistas
Americano, el Semanario Patriótico Americano, El insurgentes los “gachupines” no eran todos los
Despertador Michoacano, el Correo Americano del europeos americanos sino aquellos que ponían
Sur, El Mexicano Independiente), editada en ciu- sus bienes y fortunas o sus armas e ideas en fa-
dades eventualmente tomadas por Hidalgo o vor de la contrainsurgencia.
Morelos, como Guadalajara, Zitácuaro, Valla- La complejidad de la composición social,
dolid o Oaxaca, como en la contrainsurgente, racial e ideológica de los bandos enfrentados se
publicada fundamentalmente en la ciudad de hizo visible, por ejemplo, en el cuarto núme-
México (El Fénix, El Ateneo, El Español, El An- ro de aquel periódico, en el que apareció un
ti-Hidalgo), se sintió la dilatación de la esfera mensaje a los “americanos que militan bajo
pública propiciada por la legislación gaditana. las banderas de los europeos Flon y Callejas”.
En los primeros momentos, la confronta- Allí, Severo Maldonado repetía el argumen-
ción periodística entre ambos frentes produjo to de que los “herejes” y “ateos” eran quienes
una curiosa sintonía ideológica. En los núme- se ponían del lado de la Francia napoleónica,
ros iniciales de El Despertador Americano, por continuadora de la Revolución de 1789, y de
ejemplo, entre fines de 1810 y principios de sus colaboradores peninsulares, posición que
1811, el ilustrado tapatío Francisco Severo no dejaba de ser paradójica en un criollo ilus-
Maldonado arremetía contra los peninsulares trado, formado en lecturas de Montesquieu,
residentes en la Nueva España que respaldaban Voltaire y Diderot.
la invasión francesa a España y el trono im- A esos americanos que combatían bajo las
puesto de José Bonaparte. No se refería aquel banderas del ejército virreinal, Severo Maldo-
periódico —editado en Guadalajara antes de nado —quien pocos meses después reaparece-
que las tropas de Félix María Calleja derro- ría como editor de la prensa contrainsurgente
taran a las de Hidalgo en la batalla de Puente en El Telégrafo de Guadalaxara— preguntaba:
de Calderón— a todos los españoles avecin- “¿Peleáis acaso, hermanos nuestros muy ama-
dados en América —“ha habido y hay entre dos por el legítimo rey de la Monarquía espa-
nosotros españoles de una probidad superior ñola, por el desgraciado y cautivo Fernando?
a todo justo reproche”— sino a aquellos “reos ¿Pero advertís que los gachupines ya ni se
de alta traición”, que habían deshonrado el acuerdan de este monarca infeliz? ¿No veis
“juramento de vencer o morir por la religión que la España ha reconocido por su rey a un
y por Fernando”. intruso, y que todos los juramentos, y fanfa-
Como ha observado José María Miquel rronadas de los gachupines han venido a parar
i Vergés, Maldonado no sólo establecía dife- en que se postren ante el ídolo detestado, ante
rencias entre los españoles americanos “no aquel Jusepe, aquel Pepe Botellas, aquel Rey de
afrancesados” y los “gachupines traidores”, si- Copas, que es ahora para ellos el Rey Sabio, el
no entre Francia, nación “atea” y “despótica”, Rey Filósofo, el regenerador de las Españas?
gobernada por “los monstruos que abortó ¿Cómo puede decirse que peleáis por Fernan-
Córcega”, y la Gran Bretaña, reino “generoso, do, cuando habéis hecho causa común con los
incomparablemente justo y profundamente europeos que se han vuelto sus más crueles y
político”, amigo de los “verdaderos españo- decididos adversarios?”
les”. Aunque desde los primeros números de Las preguntas de El Despertador Americano
aquel periódico se reiteraron tópicos raciales no eran retóricas sino que estaban dirigidas a
y morales “antigachupines” que incentivaron refutar la idea de que el bando peninsular re-
la violencia revolucionaria de la guerra, no ha- presentaba la causa fernandista. El antigachu-
OPINIÓN PÚBLICA 277

pinismo que se lee en los bandos y decretos y herejía a los peninsulares, que en sus propios
de líderes de la insurgencia, como Hidalgo y periódicos y panfletos acusaban de irreligiosi-
Morelos, estaba dirigido fundamentalmente a dad y jacobinismo a los criollos autonomistas.
la soldadesca de un ejército mayoritariamen- Es interesante, en este sentido, repasar la
te criollo, que respondía a esos llamados con- panfletografía mal llamada “realista” —ya que
frontacionales. Pero en la prensa insurgente insurgentes y contrainsurgentes fueron ma-
encontramos otro tipo de mensaje, dirigido a yoritariamente fernadistas hasta 1814— para
las elites letradas criollas, en el que la lealtad a advertir no sólo la estigmatización de Hidal-
la religión católica y al trono de Fernando VII go y Morelos sino el intento de presentar la
ocupaba un lugar central. causa virreinal como leal, no a Francia o a los
En El Ilustrador Nacional, el periódico que Bonapartes, sino al imperio borbónico. Des-
redactó e imprimió José María Cos en Real de de tan temprano como 1809, folletos como
Sultepec luego del legendario sitio de Cuautla los de Pedro Ceballos, José Mariano Beristáin
que resistieron las tropas de Morelos, se reite- de Sousa y Juan López Cancelada yuxtapo-
raba aquella lealtad. La “América leal”, según nían la posición autonomista de los criollos
Cos, no era la que permanecía fiel a los Bona- con el colaboracionismo de Manuel Godoy y
partes sino la que se enfrentaba a Francia y a los afrancesados peninsulares, creando así un
los españoles afrancesados:“A fuego tan activo falso frente común. Esa misma operación inte-
fueron dando pábulo y energía, así el despotis- lectual reapareció en los múltiples folletos “an-
mo del gobierno intruso, como los frecuen- ti-Hidalgo” o “contra Hidalgo” que editó la
tes insultos con que abusaban de la bondad imprenta de Mariano Zúñiga Ontiveros entre
de la nación aquellos hombres perversos, y 1810 y 1811, escritos o impulsados, la mayoría,
¿cuál debía ser el resultado? El que con do- por el mismo canónigo Beristáin de Sousa.
lor nuestro estamos mirando en la presente Beristáin fue también el principal promo-
lid, que continuaremos hasta derramar la últi- tor de las réplicas directas que, desde la ciu-
ma gota de sangre por el bien de la patria, por dad de México, la prensa virreinal lanzó a la
conservar estos dominios a Fernando VII, y insurgente. El periódico El Verdadero Ilustrador
porque no sea vulnerada la religión santa que Americano, de 1812, fue la refutación al perió-
profesamos”. dico del mismo nombre, editado por el doctor
El intercambio de motes entre la prensa Cos. El mismo tono de interpelación se lee en
insurgente y la contrainsurgente nos persuade el semanario contrainsurgente El Amigo de la
de aquella disputa por el lugar de la traición. Patria, creado por el propio Beristáin, Ramón
La prensa virreinal estigmatizaba a Hidalgo y a Roca y Florencio Pérez Comoto, que intentó
Morelos como monstruos sacrílegos, cuando presentar a los criollos insurgentes como ene-
no diabólicos, pero la prensa insurgente, como migos de la patria novohispana. Esa estrategia
se observa en El Ilustrador Nacional y su con- discursiva, que buscaba no sólo la excomu-
tinuador, El Ilustrador Americano, descalificaba nión de los sacerdotes insurgentes sino su es-
a Venegas y a Calleja como “visires”, “nuevos tigmatización como apátridas y aliados de los
Robespierre”,“ateos”,“materialistas” y “sajo- franceses, aparece en el enjundioso panfleto
nes”. Unos y otros, en nombre de la religión de Agustín Pomposo Fernández de Salvador,
católica y de la fidelidad fernandina, se acu- Desengaños que a los insurgentes de Nueva España
saban mutuamente de infidencia. Buena par- seducidos por los francmasones agentes de Napo-
te de la pasión retórica de la prensa insurgente león, dirige la verdad de la religión católica y la ex-
estuvo puesta en transferir el cargo de traición periencia (1812).
278 CONCEPTOS Y CULTURA POLÍTICA

Pomposo Fernández, tío de Leona Vica- fico del conflicto —no en todo— de una gue-
rio, era el titular de un prestigioso bufete de la rra civil.
ciudad de México donde trabajó por un tiem- El Plan de Guerra y el Plan de Paz, editados
po Andrés Quintana Roo. El letrado virrei- por Cos, precisamente en El Ilustrador America-
nal subrayaba la conexión de los insurgentes no en el verano de 1812 nos introducen en la
con la tradición ilustrada y masónica france- querella discursiva de una guerra civil. En el
sa, con el fin de descaracterizarlos como cató- primero se admitía que la guerra no era entre
licos y fernandistas. En el mismo sentido se “naciones extranjeras” sino “entre hermanos
pronunció el fraile sonorense afincado en y conciudadanos” y que, por tanto, no debía
Querétaro Diego Miguel Bringas y Enci- ser “más cruel”. El doctor Cos demandaba
nas en su réplica al “Manifiesto de la Nación que si la guerra de independencia era “entre
Americana” que el doctor Cos publicó en los hermanos y conciudadanos”, ya que “los dos
primeros números de El Ilustrador Americano, partidos beligerantes reconocían a Fernando
entre mayo y junio de 1812. Bringas, que era VII” como monarca legítimo, entonces con
calificador de la Inquisición, llamaba a Cos más razón debían ser respetados los derechos
“insurgente relapso”,“ex cura de San Cosme”, de gentes y de guerra, que aseguraban que los
“reo de Estado fugitivo de la ciudad de Que- prisioneros fueran tratados como reos de lesa
rétaro” e intentaba persuadir sobre todo a la majestad y que no fueran torturados ni ejecu-
población criolla de que la causa insurgente tados.
no era, como afirmaba Cos en su manifiesto, En el Plan de Paz, Cos llevaba el argumen-
leal a Fernando VII y devota de la religión ca- to de la guerra civil hasta sus últimas conse-
tólica. Aunque tanto Bringas como Cos en- cuencias, aduciendo que si “la soberanía reside
viaban mensajes lo mismo a peninsulares que en la masa de la nación y España y América
a criollos, es curioso que el primero, desde el son partes integrantes de la Monarquía, sujetas
bando virreinal, se dirigiera sobre todo a los al Rey, pero iguales entre sí y sin dependencia
criollos, mientras que el segundo, desde el in- o subordinación de una respecto de la otra”,
surgente, se dirigiera a los peninsulares. entonces la península no podía apropiarse del
“Estoy seguro de que todos los hombres derecho de representación de los americanos,
buenos de ambos partidos aprobarán en to- como se intentaba en Cádiz, y que los propios
do tiempo los sentimientos estampados en americanos tenían tantos o más derechos a
estos pliegos: ellos son los de toda la América”, convocar Cortes y llamar como representantes
escribía el doctor Cos en aquel manifiesto. a los peninsulares fieles a Fernando VII que no
Sentimientos, agregaba en el mismo, “de reli- se hubieran aliado a los franceses. Cos imagi-
gión, humanidad y fidelidad a nuestro augusto naba el fin de la guerra a partir de la formación
monarca, el Sr. Fernando VII”. El debate entre de un “congreso nacional e independiente de
Bringas y Cos era, por tanto, uno entre crio- España, representativo de Fernando VII”, que
llos, en el que se dirimía el lugar de la lealtad o “afianzaría los derechos” del monarca católico
la traición a la Monarquía católica. Esa dispu- en la Nueva España, pero que estaría compues-
ta, que se desarrollaba por medio de una gue- to por representantes de todos los pobladores
rra a muerte en el campo de batalla, en la es- del reino, ya fueran peninsulares o criollos.
fera de los discursos ofrecía un espectáculo de Esta visión de la guerra, como forma arti-
rara convergencia retórica. La paradoja, como ficial o doctrinalmente injustificada, se difun-
advierte Tomás Pérez Vejo, reside en que se dió en buena parte de la prensa insurgente ba-
trataba, en un importante margen demográ- jo la libertad de imprenta gaditana. Incluso en
OPINIÓN PÚBLICA 279

los momentos más patrióticos o republicanos tes de la libertad de imprenta en los primeros
del Juguetillo, de Carlos María de Bustaman- meses del imperio, luego de la anulación del
te; El Pensador Mexicano, de José Joaquín Fer- Tribunal del Santo Oficio, por las Cortes de
nández de Lizardi, o de El Hombre Libre, de Madrid, que restablecieron el Decreto gadita-
Juan Bautista Morales, no es imposible encon- no contra la Inquisición, del 22 de febrero de
trar, bajo la encendida retórica antigachupina, 1813, invalidado por FernandoVII en 1814. El
el argumento de que la guerra era evitable si ministro de Justicia y Negocios Eclesiásticos
se reconocían los derechos históricos del rei- de las dos regencias y del Imperio de Iturbide,
no de la Nueva España establecidos en las leyes José Domínguez Manzo, era un resuelto parti-
de la monarquía católica y refrendados por la dario de la libertad de prensa, siempre y cuan-
Constitución de Cádiz. Sin embargo, como do se respetaran los límites de lo cuestionable a
han estudiado Christon Archer, David Bra- partir de la consagración simbólica de algunos
ding, John Tutino, Brian Hamnett y Eric Van valores e instituciones. En la Constitución de
Young, entre otros, el conflicto ideológico de Cádiz esos límites estaban relacionados con la
la independencia se diversificó durante la gue- religión católica y con la persona del mo-
rra, incorporando tensiones sociales, étnicas y narca, que según el artículo 168 era “sagrada,
regionales que no tenían solución dentro del inviolable y no estaba sujeta a responsabilidad”.
fernandismo y el gaditanismo. Los líderes del gobierno imperial, a partir
Luego de la breve contracción de la esfe- del verano de 1822, intentaron acomodar esa
ra pública novohispana iniciada en 1814, que idea de la libertad de imprenta a un nuevo
coincidió con la restauración absolutista en la texto constitucional, como puede leerse en el
península, la derogación de la Constitución Reglamento Provisional del Imperio Mexi-
de Cádiz y el éxito de las campañas contrain- cano, redactado a fines de 1822 por una co-
surgentes de Félix María Calleja y Juan José misión del primer Congreso Constituyente,
Ruiz de Apodaca,en 1821 volvió a experimen- de la que formaron parte los letrados Toribio
tarse un incremento de la opinión impresa González, Antonio José Valdés y Ramón Mar-
en México. La entrada del Ejército Trigarante tínez de los Ríos.
a la ciudad de México en septiembre de ese El Reglamento dedicó tres artículos, el
año y la instalación de la Primera Regencia 17, el 18 y el 19, al tema de la libertad de la
del Imperio, unidas al restablecimiento de la prensa, que vale la pena reproducir con el fin
Constitución de Cádiz en la península y en de comprender mejor las tensiones entre
la Nueva España, hizo de la libertad de im- prensa y poder bajo el Imperio de Iturbide.
prenta uno de los mecanismos políticos fun- El primero de aquellos artículos ratificaba la
damentales del momento. La Primera Regen- pertenencia del nuevo orden constitucional
cia, presidida por Agustín de Iturbide, estaba al paradigma liberal, que respetaba la libertad
integrada por el último virrey, Juan O’Donojú, de pensar y expresarse como uno de los de-
quien falleció en octubre de ese año, y por dos rechos del hombre, pero proponía regulacio-
importantes miembros del clero novohispano: nes a dicha libertad que iban más allá de la
Manuel de la Bárcena, gobernador del obis- religión católica y la persona del emperador
pado de Valladolid de Michoacán, y Antonio que tenían que ver con las instituciones de la
Joaquín Pérez, obispo de Puebla. monarquía moderada, con la independencia y
La presencia de estos miembros del clero, con la unión entre peninsulares y criollos. Los
que fue limitada en la Segunda Regencia, mar- legisladores iturbidistas pensaban que el con-
có en buena medida el debate sobre los lími- senso logrado por el Plan de Iguala, en 1821,
280 CONCEPTOS Y CULTURA POLÍTICA

debía ser protegido de los cuestionamientos de tionaba la legitimidad de Iturbide y, en me-


la prensa si se quería alcanzar la relativa estabi- nor medida, la independencia y la monarquía
lidad del Imperio: “Nada más conforme a los moderada, y frente a la oposición republicana,
derechos del hombre que la libertad de pensar que también impugnaba la persona del em-
y manifestar sus ideas; por tanto, así como se perador, el régimen monárquico, el centralis-
debe hacer un racional sacrificio de esta facul- mo y la hegemonía social y económica de los
tad, no atacando directa ni indirectamente, ni peninsulares, que, según algunos de esos opo-
haciendo, sin previa censura, uso de la pluma sitores, se ocultaba bajo el principio de la
en materias de religión y disciplina eclesiásti- “unión”. Esa voluntad de crear un marco de
ca, monarquía moderada, persona del empera- libertad de opinión que respetara los límites
dor, independencia y unión, como principios establecidos en el Reglamento, quedó clara-
fundamentales, admitidos y jurados por toda mente plasmada en el artículo 19, que recha-
la nación desde el pronunciamiento del Plan zaba la publicación de panfletos anónimos o
de Iguala, así también en todo lo demás, el go- firmados con pseudónimos:“como quiera que
bierno debe proteger y protegerá sin excep- el ocultar el nombre en un escrito es ya una
ción la libertad de pensar, escribir y expresar presunción contra él, y las leyes han detestado
por la imprenta cualquiera conceptos o dic- siempre esta conducta, no se opone a la liber-
támenes y empeña todo su poder y celo en tad de imprenta la obligación que tendrán to-
alejar cuantos impedimentos puedan ofender dos los escritores de firmar sus producciones
este derecho que mira como sagrado”. con expresión de fecha”.
El segundo artículo del Reglamento dedi- Aunque el artículo no contemplaba en la
cado a la libertad de prensa estipulaba, en con- letra la penalización de los anónimos o los
sonancia con la legislación gaditana, la censu- pseudónimos, su espíritu reflejaba el malestar
ra previa de escritos sobre temas religiosos del poder iturbidista con el surgimiento de
o eclesiásticos. Un juez ordinario del clero una panfletografía opositora, republicana, pero
debía autorizar el escrito en 24 horas si era también borbonista. En las primeras páginas
menor de tres pliegos y en seis días si sobre- del Catálogo de la colección Lafragua (1975), que
pasaba esa extensión. Si algún libro, artículo preparó Lucina Moreno Valle, es fácilmente
de periódico o panfleto de materia religiosa documentable el auge de esa escritura pú-
se imprimía sin autorización eclesiástica, “el blica opositora que el Imperio intentó frenar
juez podía retirarlos de circulación y casti- infructuosamente. A juzgar sólo por el mate-
gar al autor e impresor con arreglo a las leyes rial reunido en ese catálogo, el año en que se
canónicas”. El artículo agregaba que “en los habría impreso mayor cantidad de panfletos
demás puntos” (monarquía moderada, per- en la primera etapa del México independien-
sona del emperador, independencia, unión te fue 1822, seguido de 1823. No es raro que
y Plan de Iguala),“la censura la hará cualquier esa dilatación de la esfera pública impresa
juez de letras a quien se pida la licencia, en los se haya producido precisamente en el mo-
mismos tiempos; pero bajo responsabilidad, mento de la transición del Imperio de Iturbi-
tanto al gobierno, si fuere aprobatoria, como a de a la República federal y que la misma haya
la parte si fuere condenatoria”. acompañado la recomposición de la nueva
Las fronteras de la opinión pública que in- clase política mexicana y sus vínculos con la
tentaba trazar el Imperio de Iturbide marcaban ciudadanía.
el territorio de lo debatible en dos sentidos: El nuevo régimen republicano surgió en
frente a la oposición borbonista, que cues- medio de aquella dilatación de la esfera públi-
OPINIÓN PÚBLICA 281

ca e intentó darle cauce por medio de las ins- ración o El Observador de la República Mexicana,
tituciones federales. A diferencia del Imperio en la ciudad de México; El Oriente Jalapa, de
de Iturbide, no había entonces un consenso Xalapa, El Veracruzano Libre, en Veracruz, o El
o una legitimidad que cuidar de los ataques Iris de Jalisco, El Nivel, La Palanca y El Reforma-
de la opinión pública, aunque sí una religión dor Federal, en Guadalajara.
que proteger. En la Constitución Federal de El notable incremento de la edición de
los Estados Unidos Mexicanos de 1824 no era periódicos a nivel federal y estatal entre 1824
necesario consagrar la libertad de imprenta y 1830 fue capitalizado, naturalmente, por las
como un derecho natural, ya que la misma es- corrientes políticas asociadas a las dos logias
taba arraigada como principio y práctica de la rivales de la masonería: la yorkina y la escocesa.
vida pública mexicana desde 1821 y aparecía Los principales temas de debate entre dichas
en el artículo 31 del Acta Constitutiva de la Fe- logias en la década de 1820 —la expulsión de
deración:“todo habitante de la federación tie- españoles, la estrategia defensiva frente a la
ne la libertad de escribir, imprimir y publicar amenaza de reconquista de Fernando VII y
sus ideas políticas, sin necesidad de licencia, re- la Santa Alianza, la pugna entre los ministros
visión o aprobación anterior a la publicación, del gabinete de Guadalupe Victoria, la cons-
bajo las restricciones y responsabilidades de piración del padre Arenas, la elección presi-
las leyes”. Sin embargo, sí era indispensable dencial de Manuel Gómez Pedraza en 1828,
asegurar, en el artículo tercero, que la religión la revuelta de la Acordada en 1829, la breve
católica sería constitucionalmente protegida presidencia de Vicente Guerrero— domi-
“por leyes sabias y justas”, en tanto religión naron las páginas de decenas de periódicos y
única de la nación mexicana. El artículo ter- centenares de panfletos publicados en aque-
cero tuvo implicaciones para la legislación re- llos años. La formidable dilatación de la esfera
glamentaria de la libertad de imprenta en el pública impresa que sucedió a la independen-
orden constitucional federal y en el de los es- cia generó reacciones desde las elites que in-
tados de la nueva federación. tentaron una contracción de la misma.
A pesar de ello, la libertad de imprenta fue Entre 1825 y 1829, la Secretaría de Rela-
constitucionalmente adoptada por todos los ciones Interiores y Exteriores a cargo de Sebas-
nuevos estados. En algunos, como el Estado de tián Camacho, Juan José Espinosa de los Mon-
México, donde ciudades como Tlalpan, Cuer- teros y Juan de Dios Cañedo tomó medidas
navaca, Texcoco y Toluca tenían una impor- contra “abusos” de la libertad de imprenta,
tante actividad editorial, la Constitución de localizados, sobre todo, en “libelos infamantes”
1827, redactada por José María Luis Mora, de panfletistas como José Joaquín Fernández de
formuló la libertad de prensa en términos más Lizardi, Pablo de Villavicencio (el Payo del
amplios que la legislación federal, al estable- Rosario), Rafael Dávila, Luis Espino, Fran-
cer, en el artículo 27, que “ningún ciudadano cisco Santoyo o Telésforo Urbina. Los encar-
del estado podría ser reconvenido ni castigado celamientos de algunos de ellos, así como las
en ningún tiempo por meras opiniones”. El deportaciones que el gobierno de Guadalupe
amplio margen de libertad de expresión pro- Victoria decretó contra los carbonarios italia-
ducido por el tránsito a la República federal nos Orazzio Attelis (marqués de Santángelo),
se tradujo en la creación de periódicos en las Claudio Linati y Florencio Galli son ilustrati-
principales capitales de los estados y en no po- vos de los mecanismos de control de la prensa
cas ciudades importantes de los mismos, como que intentó aplicar la primera administración
El Águila Mexicana, El Sol, El Correo de la Fede- federal. Dichos mecanismos respondieron a la
282 CONCEPTOS Y CULTURA POLÍTICA

legislación reglamentaria que se derivó de la prenta, que le permitió arrestar a publicistas,


sección séptima, título quinto, de la Constitu- como Francisco Ibar, que cuestionaban sus
ción de 1824, que regulaba la administración políticas, bajo el cargo de que atentaban con-
de justicia en casos de “infamia” o “injuria”. tra la permanencia del sistema republicano
Los gobernantes mexicanos echaron mano, y federal. Durante el gobierno de Anastasio
entonces, de la estructura de los jurados de Bustamante, que sucedió al de Guerrero, ese
imprenta, instaurados por el Imperio de Itur- tipo de represión contra panfletistas se ejerció
bide a partir de la legislación gaditana, y en con mayor frecuencia y rigor. A partir de en-
1828, siendo secretario Juan de Dios Cañedo, tonces, las propias intervenciones públicas de
impulsaron una reforma al Reglamento de li- la masonería comenzarían a ser cuestionadas
bertad de imprenta de 1821. por una opinión impresa en proceso de insti-
Por medio de un decreto del 14 de octubre tucionalización.
de 1828, el gobierno de Victoria reinstaló los En conclusión, podría afirmarse que la
jurados con algunas modificaciones impor- creciente polarización social y política que
tantes, propias del nuevo orden republicano. experimentó el México independiente en su
A partir de entonces, las autoridades munici- primera década redefinió los márgenes de la
pales recibirían quejas contra los “abusos” de esfera pública en un momento de dilatación
imprenta y presentarían cargos contra el au- de la misma, generada por el cambio de régi-
tor o el impresor del panfleto infamante ante men político y el ejercicio de nuevas formas
un jurado compuesto por nueve ciudadanos, de sociabilidad política. El nuevo Estado de-
nombrados por sorteo, cuyos requisitos eran bió enfrentarse, entonces, al dilema de crear las
saber leer y escribir, poseer un capital de 4 000 bases institucionales y legales de la libertad de
pesos o una industria u oficio que produjera expresión, necesarias para la constitución
1 000 pesos anuales y no ocupar el cargo de de una ciudadanía republicana y, a la vez, trazar
jefe político ni pertenecer al ejército o al clero. límites precisos a dicha libertad, que facilita-
José María Luis Mora y otros letrados de la ran el consenso político y la paz social. Dilema
época celebraron aquella reforma que demo- propio de todo Estado liberal decimonónico
cratizaba el control de la libertad de imprenta a pero que, en el caso de México y la Hispa-
la vez que permitía limitar la influencia de los noamérica de la época, se vio acentuado por
panfletos. De acuerdo con el decreto, los abu- la falta de reconocimiento internacional, la
sos de imprenta relacionados con la sedición amenaza de reconquista de Fernando VII y
o la incitación de la desobediencia en primer la Santa Alianza y el legado de diez años de
grado justificaban la orden de aprehensión guerra civil.
por parte de los jueces, con lo cual el sector Rafael Rojas
más vulnerable de la esfera pública era el de los
panfletistas populares. Orientación bibliográfica
La funcionalidad de esta modificación del
Reglamento de 1821 se puso a prueba en el Ávila, Alfredo, Para la libertad. Los republicanos
último año del gobierno de GuadalupeVicto- en tiempos del Imperio. 1821-1823. México,
ria y durante el breve periodo presidencial de unam, 2004.
Vicente Guerrero, en 1829. En septiembre Chávez Lomelí, Elba, Lo público y lo privado
de ese año, Guerrero aplicó un Decreto del en los impresos decimonónicos. Libertad de im-
gobierno en uso de sus facultades extraordi- prenta (1810-1882). México, Porrúa/uam,
narias sobre el abuso de la libertad de im- 2009.
POLÍTICAS CLANDESTINAS 283

Guerra, François-Xavier y Annick Lempé- pública, 1821-1882”, en Paula Alonso, ed.,


riere, Los espacios públicos en Iberoamérica. Construcciones impresas. Panfletos, diarios y re-
Ambigüedades y problemas. Siglos XVIII-XIX. vistas en la formación de los Estados nacionales
México, fce, 1998. en América Latina, 1820-1920. México, fce,
Miquel i Vergés, J. M., La independencia mexi- 2003.
cana y la prensa insurgente. México, inehrm, Rojas, Rafael, La escritura de la independencia.
1985. El surgimiento de la opinión pública en México.
Picatto, Pablo,“Jurados de imprenta en Méxi- México, Centro de Investigaciones y Do-
co: el honor en la construcción de la esfera cencia Económicas/Taurus, 2003.

+POLÍTICAS CLANDESTINAS +

En las sociedades del Antiguo Régimen, los Iturrigaray para discutir la propuesta del cabil-
espacios para las actividades políticas resulta- do. La situación se resolvió de manera violenta
ron siempre escasos, amén de que no ofrecían la noche del 15 de septiembre de 1808, cuan-
posibilidad alguna para la expresión de la disi- do un grupo de comerciantes peninsulares,
dencia, por lo que la clandestinidad constituyó organizado en secreto, apresó al virrey y a los
una forma muy socorrida de hacer política. principales autonomistas, golpe de Estado que
Fue la crisis que en 1808 sufrió la Monarquía contó con el aval de la Audiencia y de otras
española, provocada por la invasión francesa autoridades novohispanas.
de la península y las abdicaciones de Carlos Si bien los cambios en la metrópoli, donde
IV y de Fernando VII en favor de Napoleón los liberales tomaron la iniciativa en la reorga-
Bonaparte, la que ofreció a los americanos nización del sistema político de la Monarquía
la oportunidad, hasta entonces inédita, tanto española, abrieron poco después nuevas po-
de manifestar sus opiniones sobre los nuevos sibilidades de acción política dentro del sis-
acontecimientos, como de proponer solucio- tema, el ejemplo de los peninsulares golpistas
nes a los serios problemas que planteaba la au- hizo que tanto el secreto y la conjura como
sencia del rey. Aprovechada de inmediato por la violencia se convirtieran en alternativas
ellos para promover su participación en la to- viables para los novohispanos. El desconten-
ma de decisiones, los llevó en no pocos de los to se expresó desde el anonimato a través de
casos a entrar en desacuerdo con las autorida- numerosos pasquines y a poco los desconten-
des coloniales, lo que en ocasiones devino en tos comenzaron a conspirar para derrocar al
un franco enfrentamiento. régimen colonial mediante un movimiento
Así ocurrió en la Nueva España, donde la armado. Fueron varias las conspiraciones or-
propuesta del Ayuntamiento de México de es- ganizadas en diversos centros urbanos, que
tablecer una junta de gobierno encontró la te- permitían a sus habitantes un intercambio
naz oposición de la Audiencia de México, que continuo de información, de ideas y de opi-
se manifestó contraria a cualquier cambio en niones al amparo de los numerosos espacios de
el gobierno del virreinato. Estas posturas cla- sociabilización que brindaban sus instancias
ramente divergentes terminaron por definirse de asociación formal —academias, cuerpos
con precisión, llegando al enfrentamiento en colegiados, cofradías o instituciones guber-
las reuniones convocadas por el virrey José de namentales— e informal —distintos espa-
284 CONCEPTOS Y CULTURA POLÍTICA

cios públicos de reunión como paseos, cafés o des coloniales y saquear las casas de los princi-
mercados, las funciones religiosas y civiles y las pales europeos.
actividades sociales como tertulias o saraos. Los repetidos fracasos de las conspiracio-
Fue una conspiración organizada en la nes llevaron al empleo de una nueva y mejor
ciudad de Querétaro, la que al ser descubierta estructurada forma de organización política
en septiembre de 1810 llevó a sus integrantes que permitió la acción conjunta de individuos
a recurrir al uso de la fuerza, como desde 1809 procedentes de distintos estratos socioeconó-
habían planteado los conspiradores descubier- micos para el logro de objetivos de corto y
tos en Valladolid de Michoacán. Pero la desor- mediano plazos: la de las sociedades secretas
ganización y la violencia que caracterizaron tan en boga entonces en otras latitudes. En la
a la insurrección encabezada por Miguel Hi- ciudad de México se organizó la que conoce-
dalgo le enajenaron el apoyo de numerosos mos con el nombre de los Guadalupes, mien-
descontentos, en particular los pertenecientes tras que la de Xalapa se derivaba de la Sociedad
a los estratos socioeconómicos más altos, si- de Caballeros Racionales establecida en Cádiz
tuación que comenzó a cambiar cuando Ig- por un grupo de americanos y que contaba
nacio Rayón, primero, y poco después José con logias en Londres, Filadelfia, Buenos Aires
María Morelos buscaron organizar política y y Caracas. Ambas se vincularon directamente
militarmente a la insurgencia mediante el es- con la insurgencia cuando ésta alcanzó su ma-
tablecimiento de un órgano de gobierno al- yor fuerza y extensión e intentó establecer un
terno. Para apoyar los esfuerzos de Rayón, en órgano de gobierno alterno, lo que permitió
1811 se organizaron dos conspiraciones en la a los conspiradores mantener contacto regular
ciudad de México, en las que participaron nu- con ella y canalizar de manera más eficiente
merosos individuos. La descubierta en abril sus apoyos. Fue, pues, el movimiento insur-
de ese año, además de lograr la libertad de gente organizado el que dio oportunidad a su
Hidalgo y demás jefes insurgentes mediante aparición y condicionó en buena medida no
la aprehensión del virrey, planeó establecer sólo sus acciones sino su desaparición.
una junta de gobierno y sustituir a los miem- Derivada de un grupo secreto llamado el
bros de la Audiencia con distinguidos autono- Águila, conformado para apoyar la insurrec-
mistas. La denunciada en agosto siguiente se ción de Hidalgo, así como las frustradas cons-
propuso brindar apoyo a Rayón y a la Junta piraciones capitalinas de 1811, la sociedad de
de Gobierno que éste se disponía a estable- los Guadalupes tuvo como principal objetivo
cer en Zitácuaro. Ambas fueron denuncia- ayudar a establecer una junta de gobierno in-
das por algunos de los conjurados, muchos surgente, por lo que sus integrantes enviaron,
de los cuales fueron aprehendidos. Mientras primero a Rayón y más tarde a Morelos y a
que con los conspiradores de abril las auto- Mariano Matamoros, dinero, armas, hombres,
ridades se mostraron benevolentes, con los de información y hasta imprentas, además de co-
agosto decidieron aplicar castigos rigurosos y laborar en la organización política de la insur-
ejemplares. En junio de ese mismo año tam- gencia. Pero también tuvieron como objetivo
bién fue denunciada y severamente reprimi- promover sus miras autonomistas dentro del
da una conspiración en Antequera de Oaxaca sistema, sobre todo a partir de la implanta-
que, desarticulada y mal organizada, estuvo ción del régimen constitucional en 1812, por
dirigida no tanto a apoyar la insurgencia sino lo que algunos de ellos participaron con gran
contra los peninsulares, pues sus principales éxito en los diversos procesos electorales ca-
objetivos fueron aprehender a las autorida- pitalinos. Asimismo, intentaron concertar una
POLÍTICAS CLANDESTINAS 285

entrevista entre Rayón y el virrey Francisco y por distintas vías al tiempo que articulaba
Xavier Venegas a finales de 1812, y al año si- los intereses de numerosos descontentos, en-
guiente buscaron acercarse al virrey Félix tre ellos varios indígenas, y utilizaba los apoyos
María Calleja, si bien ambas actividades fra- que le brindaban individuos ajenos a ella.
casaron. La organización de los Guadalupes Al cerrarse en 1814 las posibilidades de
resultó eficiente, ya que lograron mantener acción que habían abierto tanto la insurgen-
en secreto sus actividades durante varios años; cia organizada como las nuevas instituciones
el régimen colonial supo de su existencia y políticas, los descontentos novohispanos re-
procedió en su contra por la información que currieron a esa nueva forma de asociación
obtuvo al ser derrotados y perder sus archivos política en que se había convertido la maso-
varios de los jefes insurgentes. La sociedad de- nería, siguiendo el ejemplo de España, don-
jó de funcionar hacia 1814, cuando varios de de las sociedades secretas se desarrollaron y
sus principales integrantes fueron detenidos y fortalecieron en la lucha contra el régimen
otros fueron enviados al exilio. absolutista. El primer grupo masón del que
La organización fundada en Xalapa a prin- tenemos noticia fue el llamado “partido esco-
cipios de 1812, compuesta por numerosos cés”, que apareció en la ciudad de México en
individuos procedentes de distintos sectores 1813 al cobijo del sistema constitucional. En
sociales, se encargó también de enviar dine- sus principios, la mayoría de sus iniciados fue-
ro, armas, hombres e información a los insur- ron peninsulares, muchos de ellos oficiales de
gentes de la región encabezados por Manuel las tropas expedicionarias que promovieron su
Rincón. De igual manera tuvo una estrecha difusión. Poco a poco comenzaron a afiliarse
vinculación con un órgano de gobierno insur- otros novohispanos, los que para 1819 eran ya
gente, la Junta Provisional Gubernativa, esta- numerosos, bajo el mando del oidor peninsu-
blecida en Naolingo. No obstante, duró escasos lar Felipe Martínez de Aragón. También hu-
tres meses; fue descubierta por las autorida- bo masonería organizada en Campeche y en
des coloniales y muchos de sus integrantes Mérida, en la península de Yucatán, que fue
terminaron en prisión mientras que otros se fundada hacia 1818 por constitucionalistas
fugaron de la ciudad y se unieron a la Junta de desterrados de España y posteriormente re-
Naolingo. Esto se debió, en buena medida, a forzada por varios militares peninsulares, a la
que la sociedad de Xalapa fue el primer ensayo que se fueron integrando no pocos yucatecos.
de utilizar con cierto rigor un modelo de fue- En 1820, al conocerse el levantamiento de
ra, el de la masonería. Sus empeños por or- Rafael Riego en favor de la Constitución, se
ganizarse de manera formal, que ocuparon reorganizó en Mérida la sociedad de San Juan,
gran parte de su tiempo y de sus esfuerzos y que había agrupado a numerosos partidarios
que implicaban reuniones frecuentes de un del sistema constitucional y había sido disuelta
grupo considerable de personas, la llevaron a en 1814; a ella se afiliaron también numerosos
ser descubierta. A diferencia de ella, la de los masones. Dicha sociedad se conocería con el
Guadalupes, que actuaba de manera autóno- nombre de Confederación Patriótica, siendo
ma y sin ligas formales con ningún otro gru- su promotor Lorenzo de Zavala, antiguo san-
po de dentro o fuera del virreinato, adoptó un juanista que había entrado en contacto con
modelo de organización muy flexible, con un varios masones durante su prisión en San Juan
pequeño núcleo director que incluía a desta- de Ulúa.
cados personajes de la capital, varios de ellos Los masones de la ciudad de México pro-
abogados. Esto le permitió actuar en secreto movieron el retorno al sistema constitucional,
286 CONCEPTOS Y CULTURA POLÍTICA

como lo hicieron también en España, al obligar garon a ser verdaderos grupos de poder y que,
al virrey Juan Ruiz de Apodaca a promul- una vez obtenida la independencia de España,
gar en 1820 la Constitución de Cádiz. Lo mis- se convertirían en las principales organizacio-
mo hicieron los masones en Yucatán, donde la nes políticas que controlarían la vida pública
Constitución fue de nuevo jurada a pesar de del nuevo país.
la tenaz oposición del teniente del rey en Cam-
peche y del gobernador en Mérida. La vuelta Virginia Guedea
al sistema constitucional, si bien deseada por
muchos, convenció a la mayoría de los novo- Orientación bibliográfica
hispanos de que para alcanzar los cambios que
deseaban, o para mantener el orden existen- Guedea, Virginia, En busca de un gobierno al-
te, era necesario no estar sujetos a los vaivenes terno: los Guadalupes de México. México,
de la península. Así, autonomistas, desconten- unam, Instituto de Investigaciones Histó-
tos y demás comenzaron nuevamente a cons- ricas, 1992.
pirar y a reunirse, como lo hizo el grupo de Guedea, Virginia, “Una nueva forma de or-
peninsulares descontentos con el restableci- ganización política: la sociedad secreta de
miento de la Constitución que en la ciudad Jalapa, 1812”, en Amaya Garritz, comp.,
de México organizó la conspiración conocida Un hombre entre Europa y América. Homena-
como de la Profesa. La actuación del virrey an- je a Juan Antonio Ortega y Medina. México,
te el movimiento independentista que iniciara unam, Instituto de Investigaciones Histó-
Agustín de Iturbide en 1821 no convenció a los ricas, 1993, pp. 185-208.
oficiales de las tropas expedicionarias, por lo Prontuario de los insurgentes. Introd. y notas de
que los masones capitalinos promovieron, y Virginia Guedea. México, unam, Centro
lograron, su destitución; algo parecido ocurrió de Estudios sobre la Universidad/Institu-
en Yucatán, donde los masones destituyeron to de Investigaciones Dr. José María Luis
al gobernador y capitán general de la penín- Mora, 1995.
sula.A partir de entonces, la masonería fue ad- Rubio Mañé, Jorge Ignacio, “Los sanjuanistas
quiriendo cada vez mayor fuerza y la llegada de Yucatán I. Manuel Jiménez Solís, el pa-
de Juan O’Donojú en 1821, último jefe polí- dre Justis”, en Boletín del Archivo General de
tico con que contó la Nueva España y distin- la Nación, 2a. serie, t. viii, núm. 3-4, 1967,
guido masón, vino a darle un nuevo impulso. pp. 1211-1234; t. ix, núm. 1-2, 1968, pp.
Las políticas clandestinas utilizadas durante 193-243; núm. 3-4, 1968, pp. 401-508, y
los años finales de la Nueva España, y muy en t. x, núm. 1-2, 1969, pp. 127-252.
particular las sociedades secretas, representaron Timmons,Wilbert H., “Los Guadalupes: a Se-
una forma de resistencia al colonialismo espa- cret Society in the Mexican Revolution
ñol adoptada por quienes dentro de los centros of Independence”, en Hispanic American
urbanos controlados por el gobierno virreinal Historical Review, vol. xlv, núm. 2, mayo de
se vieron obligados a encontrar nuevas maneras 1965, pp. 183-195.
de enfrentarse al sistema. Estas agrupaciones, TorreVillar, Enesto de la, Los Guadalupes y la
incipientes y escasas al iniciarse el proceso de independencia, con una selección de documentos
emancipación, sirvieron también para formar inéditos. México, Porrúa, 1985.
y consolidar distintos grupos políticos que lle-
PROCESOS ELECTORALES 287

+PROCESOS ELECTORALES +

Los procesos electorales contemplados en la a la dimensión local, provincial, como al con-


Constitución de 1812 fueron la forma en que junto de la Monarquía en las Cortes.
los ciudadanos se manifestaban por medio del En la Constitución de 1812, el articulado
voto para elegir a quienes los representarían; correspondiente a las juntas electorales fue nu-
innovación que modificó radicalmente la vida trido (38 artículos), lo cual muestra el interés
política, al incorporar las elecciones como el de los legisladores por los comicios. Las juntas
mecanismo de decisión ciudadana y de reno- electorales de parroquia se formaron por los
vación del personal político. Con tal propósi- ciudadanos avecindados y residentes en el terri-
to, se consideraron los municipios, partidos y torio parroquial, incluyendo a los eclesiásticos
provincias como los ámbitos jurisdiccionales seculares. Por cada 200 vecinos se nombró un
para las elecciones, articulándose el sistema elector parroquial; si eran más de 300, serían
político con un criterio jerárquico territorial. dos electores, por más de 500 se tenía derecho a
La representación, la demarcación político- tres y así sucesivamente. Las parroquias que no
administrativa, junto con la población y, en alcanzaban 200 pero tenían 150 podían contar
particular, los ciudadanos, fueron los compo- con un elector, y en caso de que no llegaran a
nentes fundamentales del sistema electoral. dichas cifras, se agrupaban con otra parroquia.
El sistema electoral comprendido y deta- Para el nombramiento de los electores parro-
llado en el texto constitucional abarcó tres quiales, en la junta se elegían compromisarios que
niveles de representación: las Cortes, las dipu- correspondían al número de electores. Por un
taciones provinciales y los ayuntamientos, ca- elector parroquial se tenía derecho a 11, o 21
da uno con su respectivo proceso electoral, por dos, y así progresivamente.
acorde con la importancia de la representación Las juntas electorales de partido se institu-
política. La general, para las Cortes estableci- yeron con los electores parroquiales, reuni-
das en la península constituidas por los dipu- dos en la cabecera del partido correspondien-
tados del conjunto de las provincias de la Mo- te, para nombrar a su vez a los electores, que
narquía, tenía entre sus múltiples facultades designarían en la capital provincial a los dipu-
proponer, decretar, interpretar y derogar le- tados a Cortes. Los electores de partido debe-
yes, y recibir el juramento del rey, asunto cru- rían triplicar el número de diputados que le
cial en una Monarquía constitucional. Un correspondían a la provincia. En caso de que
segundo nivel fueron las diputaciones provin- los partidos excedieran el número de electo-
ciales encargadas del gobierno económico y res, cada partido podría nombrar uno más, y
administrativo, y los ayuntamientos, represen- si fuera menor, los partidos mayores podrían
tantes de los municipios, con un sinfín de res- designar a los requeridos. Para determinar el
ponsabilidades. número de electores y diputados, se basaron
Para organizar las elecciones se edificó un en los censos disponibles y aceptados. Las jun-
armazón, sustentado en la población, con ju- tas electorales de provincia estaban formadas
risdicciones territoriales jerarquizadas a partir por los electores de los partidos de cada pro-
de las parroquias, los partidos y las provincias. vincia reunidos en su capital y presididas por
El propósito fue recoger las expresiones de los el jefe político.
tres niveles territoriales para constituir un sis- La integración de las Cortes fue el engra-
tema electoral que le daba importancia tanto naje electoral más complejo. Se estableció un
288 CONCEPTOS Y CULTURA POLÍTICA

sistema de voto indirecto con tres categorías que cada junta asignaría el número de diputa-
electivas, organizado por las juntas parroquia- dos que le correspondían, según la población.
les, las de partido y las provinciales. En las pa- Tuvieron facultades para dividir el territo-
rroquiales se eligieron los electores primarios rio de cada provincia y decidir la ciudad en
que a su vez, reunidos en las juntas de partido, la que se reunirían los electores para elegir a
designaron por medio del voto a los electores los diputados, así como asignar el número de
secundarios quienes, congregados en la capital electores por partido. Un asunto delicado que
provincial, eligieron a los diputados a Cortes les correspondió fue decidir sobre las pro-
que les correspondían, y que se renovaban en vincias en que fue imposible llevar a cabo
su totalidad cada dos años. elecciones, debido a la situación que atrave-
Para ser electo diputado, los requisitos eran saban por la insurgencia. Así, el intendente
ser ciudadano mayor de 25 años, nacido o ave- de México informó de la situación, tanto de
cindado en la provincia por lo menos siete los partidos ocupados como de aquellos de los
años. Eran elegibles los seglares o eclesiásticos que no se tenía noticia. Una vez concluidas sus
y los miembros de la Junta, con excepción de tareas, las juntas terminaron sus responsabi-
los extranjeros, aunque contaran con carta lidades y se inició el proceso electoral a cargo
de ciudadano emitida por las Cortes y los em- de las juntas electorales de parroquia, de par-
pleados públicos, entre otros. tido y de provincia.
La primera convocatoria a elecciones para En la Nueva España se hizo uso del censo
las Cortes fue emitida el 23 de mayo de 1812 del segundo conde de Revillagigedo en 1790,
para empezar a sesionar el 1 de octubre de que sirvió para determinar el número de ha-
1813 y se acompañó de un instructivo para ca- bitantes que reunían las condiciones para par-
da hemisferio. En el referente a las provincias ticipar. Así, por ejemplo, de las siete provincias
de ultramar, se les instruyó a formar una junta que componían la Nueva España (México,
preparatoria para facilitar los comicios en las Oaxaca, Valladolid, Guanajuato, Puebla, Vera-
capitales de la ciudad de México para la Nueva cruz y San Luis) se registró una población de
España, Guadalajara de Nueva Galicia, Méri- 2 886 238 personas. A la provincia de México
da de Yucatán, Monterrey del Nuevo Reino le correspondieron catorce diputados y tres
de León, de las cuatro Provincias Internas de suplentes; a Puebla, siete propietarios y dos su-
Oriente; Durango de la Nueva Vizcaya, de las plentes; a Guanajuato, cinco propietarios y
Provincias Internas de Occidente. Dicha Jun- un suplente; a Oaxaca, seis propietarios y dos
ta se integró con el jefe político, la autoridad suplentes; aVeracruz, dos propietarios y un su-
de mayor jerarquía de la Iglesia, el arzobispo, plente; a San Luis Potosí, dos propietarios y un
obispo u otro, del intendente si lo hubiera, suplente, y a Querétaro y Tlaxcala un propie-
del alcalde más antiguo, del regidor decano tario y un suplente.
y del síndico procurador y “de dos hombres La junta preparatoria de México dictó va-
buenos, vecinos de la misma provincia”, nom- rias disposiciones en cuanto a la condición de
brados por los miembros antes mencionados. ciudadano, que comunicó a los intendentes.
Las juntas preparatorias estuvieron obliga- Se consideró a “los españoles reputados hasta
das a considerar los censos de población más aquí por tales en la América, todos los indios
confiables y, en caso de no contar con ellos, puros y los mezclados con casta española, que
elaborarlos. Era requisito indispensable, tal se dicen mestizos y castizos, ya sean casados,
como lo estipuló la Constitución, que cada viudos o solteros, si están avecindados en casa,
diputado representara a 70 000 almas, por lo jacal u hogar, con oficio honesto”. Se exclu-
PROCESOS ELECTORALES 289

yó a los sirvientes domésticos, tal como estaba Las Cortes emitieron un decreto para cons-
prescrito en la Constitución, precisando que tituir las diputaciones provinciales de la pe-
debía entenderse a “los empleados con sala- nínsula y de ultramar en mayo de 1812. En él se
rio en los oficios personales y de casa como incluían las provincias que podían contar con
lacayos, cocheros, mozos de caballería, por- una diputación, según el texto constitucional.
teros, cocineros, ayudas de cámara, mozos de Para la América Septentrional fueron la Nue-
mandados y de plaza”, pero no a los “jornale- va España, la Nueva Galicia, Yucatán, Provin-
ros, arrieros, pastores, bueyeros y demás, aun- cias Internas de Oriente y de Occidente, a las
que vivan dentro de las haciendas y ranchos”. que se añadió, posteriormente, San Luis Poto-
Las juntas electorales de provincia tam- sí que incluía Guanajuato. La primera diputa-
bién tuvieron entre sus facultades elegir a los ción de la que se tiene noticia en la Nueva Es-
miembros de las diputaciones provinciales paña fue la de Mérida,Yucatán, el 23 de abril
un día antes de la elección de los diputados a de 1813, formada por vocales de Yucatán,
Cortes. Así, las elecciones para las diputacio- Tihosuco y Campeche. Meses más tarde, la
nes provinciales, al igual que las de Cortes, se de Guadalajara de Nueva Galicia, con voca-
debían convocar cada dos años para renovar la les de Guadalajara y Zacatecas. En marzo de
mitad más uno, y en la siguiente la otra mitad. 1814, la de las Provincias Internas de Oriente,
Los electores designaban, además de los siete con representantes de la provincia de Nuevo
vocales propietarios de cada diputación, a tres León, Coahuila, Nuevo Santander y Texas y, en
suplentes. Los requisitos para ser electo fueron julio, se estableció en la ciudad de México la
también ser ciudadano con 25 años, natural o de la Nueva España, formada con vocales de
vecino de la provincia “y que tenga lo sufi- México, Michoacán, Oaxaca, Puebla, Queré-
ciente para mantenerse con decencia”. taro, Tlaxcala y Veracruz. Se supone que tam-
El día de la elección, el presidente de la bién se instalaron la de San Luis Potosí, en la
junta —que podría ser el jefe político o el al- capital provincial del mismo nombre y la de las
calde— preguntaba si había quejas referentes Provincias Internas.
a cohecho o soborno, lo que se tenía que justi- Los ayuntamientos se elegían cada diciem-
ficar pública y verbalmente; este procedimien- bre por el voto indirecto de los ciudadanos que
to se llevaba a cabo con los diputados a Cortes nombraban a los electores que a su vez desig-
y las diputaciones provinciales, así como en la naban a sus miembros. Su número dependió de
elección de ayuntamientos. la dimensión de la población al preverse que, en
Antes de llevar a cabo las elecciones, en aquellas mayores, el cuerpo edilicio contó con
ambos casos, los electores se trasladaban a la más alcaldes, regidores y síndicos. Los alcaldes
iglesia a celebrar una misa. Se votaba delante se renovaban anualmente, los regidores por mi-
del presidente de la junta, donde el secretario tad, como los síndicos; salvo que sólo hubiera
anotaba el candidato por el que sufragaba ca- uno, sería cada año. Los requisitos para ser ele-
da uno de los electores. Para ser electo en una gible para cualquiera de los cargos municipales
primera vuelta, era necesario recabar la mitad eran también ser ciudadano con 25 años y con
más uno de los sufragios y, en caso de que no cinco de residencia o vecindad en el pueblo.
ocurriera, se presentaban en una segunda; los Por cada conglomerado de mil o más habi-
dos con mayor número de sufragios, en caso de tantes se formó un ayuntamiento electo por los
empate, la decisión se tomaría por sorteo. ciudadanos. Sin embargo, por bando del virrey
De las dietas de los diputados a Cortes se hicie- Venegas, se consideró que cualquier pueblo
ron cargo las diputaciones de sus provincias. que no tuviera tal número, por sus condicio-
290 CONCEPTOS Y CULTURA POLÍTICA

nes económicas favorables, podría dirigirse a la voto indirecto y una jerarquización territorial
diputación provincial correspondiente y ésta de parroquias, partidos y provincias para nom-
informar al gobierno para su consideración. brar electores primarios y secundarios, a nivel
La creación de ayuntamientos suscitó gran general y en los estados de la federación y los
interés en la población de las ciudades, villas territorios para la elección del Poder Ejecuti-
y pueblos, multiplicándose rápidamente por vo, el Congreso general, los congresos estatales
las solicitudes para instalar cuerpos edilicios. y los ayuntamientos.
Fue una oportunidad para dotarse de los be- Hira de Gortari Rabiela
neficios de una institución semejante y adqui-
rir voz en la nueva organización política. Se Orientación bibliográfica
ha constatado que en cientos de poblaciones
se constituyeron ayuntamientos y un número Annino,Antonio, coord., Historia de las eleccio-
importante fueron en pueblos indígenas. nes en Iberoamérica. Siglo XIX. Buenos Aires,
Las elecciones provocaron un enorme en- fce, 1994.
tusiasmo entre diversos grupos de la pobla- Ávila, Alfredo, En nombre de la nación. La for-
ción, pero también el recelo y la discrepancia mación del gobierno representativo en México
de aquellos inconformes con el nuevo modelo (1808-1824). México, Centro de Investi-
político, que llegaron a obstaculizarlas e incluso gación y Docencia Económicas/Taurus,
a desconocer los resultados que les fueron des- 2002.
favorables. Cabe señalar que al abolirse la Cons- Gortari Rabiela, Hira de,“Los inicios del par-
titución en agosto de 1814 se interrumpieron lamentarismo. La diputación provincial de
los procesos electorales, los cuales se reanuda- Nueva España y México, 1820-1824”, en
ron con su restauración, a mediados de 1820, Serie de Historia Moderna y Contemporánea,
y adquirieron tal relevancia y aceptación que núm. 36. México, unam, Instituto de Inves-
la insurgencia organizó elecciones para cons- tigaciones Históricas, 2001, pp. 255-284.
tituir su Congreso.Así, José María Morelos y el Guedea,Virginia, “El pueblo de México y las
grupo dirigente las convocaron, sustentadas en elecciones de 1812”, en Regina Hernán-
el sistema adoptado en Cádiz, a partir de una je- dez Fanyuti, comp., La ciudad de México en
rarquización territorial de parroquias, partidos la primera mitad del siglo XIX, t. ii. Gobierno y
y provincias, de manera que el proceso de elec- política/Sociedad y cultura. México, Institu-
ción también se iniciaba en la parroquia, seguía to de Investigaciones Dr. José María Luis
en el partido y concluía en la provincia. Cabe Mora, 1994, pp. 125-165.
señalar que el proceso electoral, siguiendo la Guedea, Virginia, “Los procesos electorales
mecánica antes mencionada, se limitó a la elec- insurgentes”, en Estudios de Historia Novo-
ción de la provincia de Tecpan —concebida y hispana, vol. 11. México, 1991, pp. 201-249.
establecida por la insurgencia— y otra en la de México y las cortes españolas 1810-1822: ocho
Oaxaca, sin seguirla íntegramente. Sin embar- ensayos. Introd. de Nettie Lee Benson.Trad.
go, en otras provincias fue imposible debido al de José Esteban Calderón. México, Institu-
estado de guerra y el escaso control territorial to de Investigaciones Legislativas, Cámara
de las fuerzas insurgentes. de Diputados, LII Legislatura, 1985.
Después de la separación de la metrópoli, Rodríguez E., Jaime, “La naturaleza de la re-
se mantuvo el sistema diseñado y adoptado en presentación en Nueva España y México”,
la Constitución de Cádiz, con particular énfa- en Secuencia, núm. 61, enero-abril, 2005,
sis en el primer federalismo, sustentado en el pp. 6-32.
REPÚBLICA / REPUBLICANISMO 291

+REPÚBLICA / REPUBLICANISMO +

En Nueva España, el término “república” re- cosa en común con las de la Antigüedad: care-
fería en forma genérica a los cuerpos sociales cían de monarca.
organizados. Un ayuntamiento podía consi- La ausencia de rey como factor decisivo
derarse una república, lo mismo que el cuerpo para considerar a un Estado como republica-
que gobernaba los pueblos de indios. El orden no puede verse en un pasquín aparecido en la
jurídico privativo de los naturales era conside- ciudad de México en 1794 que, con motivo de
rado una “república” diferente a la de los es- la decapitación de Luis XVI, aprobaba “la de-
pañoles. En un sentido amplio, el conjunto de terminación de la nación francesa en haberse
cuerpos, reinos, provincias y ciudades bajo la hecho república”.Unos conspiradores de 1793,
Monarquía también era llamado “república”. inspirados en un sermón de Jonathan Mayhew,
Esta polisemia puede apreciarse en el Diccio- aseguraban que Dios favorecía las repúblicas,
nario publicado por la Real Academia Espa- mientras que los reyes eran castigo divino. A
ñola en 1780; en las tres entradas dedicadas a comienzos del siglo xix ya no era tan extraño
la palabra “república” aparecen las siguientes discutir “sobre lo que todos hablan, si es mejor el
definiciones: “El gobierno del público. Hoy gobierno republicano o el monárquico”.
se dice del gobierno de muchos, como distin- Como es sabido, la fidelidad al monarca fue
to del monárquico”; “La causa pública, el co- característica de numerosos líderes del movi-
mún o su utilidad”, y “Por extensión se llaman miento insurgente iniciado en 1810. La his-
también algunos pueblos”. No había incom- toriografía liberal insistió en que, en realidad,
patibilidad entre la Monarquía y la República. apelar al rey era una “máscara” que ocultaba
El rey era responsable de la república, es decir, los objetivos republicanos de los dirigentes
del buen gobierno y del bien común, aunque independentistas, pero trabajos recientes han
considerar a la “república” como una forma modificado esa imagen. Es cierto que desde un
de gobierno diferente a la monárquica no era inicio la admiración de muchos insurgentes
nuevo. Francisco Xavier Clavijero empleó el por Estados Unidos generó simpatías a su for-
término “república” para referirse a Tlaxcala, ma de gobierno. El primer número del primer
pues esa ciudad no tenía un único gobernante, periódico insurgente, publicado cuando la ciu-
sino “una dieta o senado”; en cambio los pue- dad de Guadalajara se hallaba bajo el control de
blos gobernados por un solo señor los llamó Miguel Hidalgo, elogiaba al pueblo estadouni-
“reinos”, mientras que México-Tenochtitlan dense (“nuestro modelo y nuestro recurso”)
recibió el nombre de “imperio”. De igual como a un “pueblo honrado, frugal, laborio-
manera, los egresados de las universidades co- so, conocido en todo el resto del globo por
nocían el ejemplo de la república romana, de [su] amor a la humanidad y la justicia, enemigo
las ciudades griegas e, incluso, de las repúblicas irreconciliable de todos los tiranos”. Algunas
más tardías, como la de Venecia. Las repúbli- de estas características empezarían a asociarse
cas modernas que surgieron de las revolucio- con los gobiernos republicanos pero, en gene-
nes estadounidense y francesa eran muy dife- ral, durante los primeros tres o cuatro años de
rentes de las anteriores, tenían constituciones la insurrección hay escasísimas referencias al
escritas, órganos representativos, división de término “república”.
poderes y cargos públicos que se ganaban en En los documentos constitucionales pro-
elecciones, aunque compartían al menos una ducidos por los insurgentes no aparece la pa-
292 CONCEPTOS Y CULTURA POLÍTICA

labra “república”. Los Elementos constitucionales capó entonces hacia Estados Unidos, en donde
circulados por Ignacio Rayón favorecían a Fer- conoció a Manuel Torres, agente colombiano
nando VII como rey, mientras que el Decre- en aquel país. La correspondencia entre Torres
to Constitucional para la Libertad de la Amé- y Mier muestra algunas de las ideas comparti-
rica Mexicana de 1814, tampoco empleaba esa das en torno a las formas de gobierno. Tiem-
palabra, pese a que el Poder Ejecutivo previsto po después, Servando Teresa de Mier tendría
en él se integraría por tres individuos nom- oportunidad de expresarlas en algunos impre-
brados por el Congreso. En realidad, salvo una sos, destinados a convencer a sus paisanos de la
que otra referencia aislada, antes de 1813 no necesidad de una independencia republicana.
se relacionaba el término “república” con una Al igual que Torres, creería que sólo un go-
forma de gobierno que pudiera establecerse bierno republicano evitaría “la intervención
en el territorio de la Nueva España. Sería en de los soberanos [europeos en] los negocios de
Texas (lo cual muestra la importancia del ejem- la América”. En la Memoria político instructiva,
plo estadounidense en la adopción del con- publicada en 1821 en Estados Unidos pero
cepto moderno de “república” en México) en distribuida en el virreinato, Mier aseguraba
donde surgiría, por esas fechas, un “ejército que los intentos por establecer monarquías
republicano del norte”, encabezado por el co- en el Nuevo Mundo eran promovidos por
lono Bernardo Gutiérrez de Lara y formado, las decrépitas casas reinantes europeas, en un
entre otros, por un alto número de aventureros empeño desesperado por mantener la tiranía.
de Estados Unidos. La Constitución texana de También hacía varias relaciones entre la re-
ese año señalaría que el enorme territorio al pública y la libertad, la felicidad, los derechos,
norte del río Bravo o Grande formaba par- etcétera. La independencia no implicaba de
te de la “República Mexicana”. Este término manera necesaria la libertad. Turquía podía
no se conocería en otras regiones del virrei- ser una nación independiente, pero sus habi-
nato sino hasta 1815, cuando José Álvarez de tantes eran verdaderos esclavos. No importa-
Toledo, otra vez desde Texas, lo emplearía en ba que en el momento en el cual apareció la
una carta a José María Morelos.A partir de ese Memoria político-instructiva estuviera vigente
momento, también los insurgentes mexicanos la Constitución de Cádiz, la cual garantizaba
empezarían a referirse al país que pretendían una serie de derechos que Mier asociaba con
construir como “República Mexicana” e, in- los gobiernos republicanos. Según él, la ex-
cluso, “Estados Unidos Mexicanos”, forma periencia española reciente mostraba que los
que también aprendieron de Álvarez de Tole- reyes siempre tendían al absolutismo. Incluso
do. El mayor número de referencias a la forma descalificaba la libertad de los habitantes de la
de gobierno republicana lo encontramos en Gran Bretaña, de modo que se separaba de las
los documentos generados por el fracaso de propuestas de Montesquieu acerca de que
la expedición de Xavier Mina. El ejército que las características de las repúblicas podían
comandaba el joven navarro se hacía llamar hallarse en ciertas monarquías. El único caso
“republicano”. Guadalupe Victoria también británico digno de encomio era el que ofreció
recuperaría el término para su proyecto. el gobierno de Oliver Cromwell, que debía
Sería Mier el principal promotor del go- ser imitado por los dirigentes de la indepen-
bierno republicano. Permaneció preso durante dencia mexicana, en particular Agustín de
algunos años, hasta que, con el restablecimien- Iturbide. No obstante, mayor respeto sentía
to de la Constitución de Cádiz, las autoridades por las instituciones estadounidenses. Los pa-
virreinales decidieron trasladarlo a Madrid. Es- dres fundadores de esa nación eran los autén-
REPÚBLICA / REPUBLICANISMO 293

ticos ejemplos que los mexicanos debían se- evitaba sus males: el despotismo de la primera
guir. Resulta interesante que Mier no recu- y la anarquía de la segunda. Aunque pocas, las
rriera en ese documento a las repúblicas de la voces republicanas criticarían a la Monarquía
Antigüedad. En cambio, uno de sus argumen- constitucional invirtiendo el argumento an-
tos de mayor importancia era el que antes ha- terior: “En la Monarquía moderada si bien se
bía presentado Jonathan Mayhew y que ya atiende a su Constitución, se encuentran los
había sido empleado por algunos conspira- mismos vicios que se han querido evitar en la
dores en la Nueva España a finales del siglo absoluta, y participa al mismo tiempo de los
xviii: Dios había dado a su pueblo elegido un defectos de la forma republicana”.
gobierno republicano y, sólo como castigo, les Si los monárquicos aseguraban que en un
impuso reyes. gobierno republicano la extrema libertad que
El establecimiento del Imperio Mexicano daba a sus habitantes propiciaba el desorden y
dio pie a que se discutiera acerca de las for- la anarquía, los defensores de este tipo de ré-
mas de gobierno y a un cambio importante gimen creían que las virtudes propias de los
en el término “republicano”. En la mayoría americanos (ajenos a la corrupción de la vieja
de los textos mexicanos anteriores al proceso Europa), impedirían un escenario semejante
emancipador aparecía como adjetivo, como lo al Terror francés. Estados Unidos era un buen
característico o “propio de las repúblicas”, tal ejemplo de esto. Una excelente muestra de la
como señalaba el Diccionario de la Real Acade- vinculación que los republicanos hacían entre
mia Española de 1791. Durante el periodo del la forma de gobierno que promovían y la na-
imperio, con todo y que la forma adjetiva se turaleza del Nuevo Mundo la ofrece Vicente
mantiene en casi todos los documentos (“go- Rocafuerte. Nacido en Guayaquil hacia 1820,
bierno republicano”, “forma republicana”, se hallaba vinculado con grupos de patriotas
“sistema republicano”) se empleó cada vez que trabajaban en Veracruz y La Habana en
con mayor frecuencia como sustantivo, con favor del constitucionalismo en Hispanoamé-
el nuevo significado que la misma Academia rica. Cuando se percató de que la Monarquía
había aceptado desde la edición de su lexicón moderada impulsada por la Constitución de
de 1803: “el que es afecto a esa forma de go- Cádiz estaba generando demasiada inestabi-
bierno”. En cambio, “republicano”, como lidad y se avizoraba el restablecimiento del
habitante de una república, sólo lo he encon- absolutismo, empezó a pugnar por la inde-
trado una vez en una carta del primer enviado pendencia y la República. Hacia 1821 publicó
diplomático del Imperio Mexicano a Estados un ensayo con la misma intención que había
Unidos, José Manuel Zozaya, del 26 de di- tenido Mier en su Memoria político-instructiva:
ciembre de 1822, que iniciaba diciendo: “La convencer a los independentistas de la Nueva
soberbia de estos republicanos [es decir, los es- España de la necesidad de establecer un go-
tadounidenses] no les permite vernos como bierno representativo y constitucional, en el
iguales, sino como inferiores”. que no hubiera monarca. Elaboraba una his-
Es verdad que la mayoría de los documen- toria política en la que mostraba cómo las mo-
tos del periodo son favorables a la Monarquía narquías absolutas, cuando no podían soportar
constitucional como la forma de gobierno más la presión de los pueblos que deseaban ser
que reunía las mejores características de la libres, trataban de otorgar ciertos derechos,
Monarquía absoluta (un Poder Ejecutivo efi- pero de manera imperfecta. Sólo la abolición
ciente) y de la República (la constitución y la de la Monarquía conseguía que el gobierno
representación política), al mismo tiempo que representativo y constitucional se mantuviera
294 CONCEPTOS Y CULTURA POLÍTICA

estable. Resulta interesante que en Ideas ne- des) se hallaba presente en los discursos de la
cesarias a todo pueblo americano que quiera ser libre, época del Imperio de 1821-1823, los promo-
Rocafuerte nunca empleó el término “repú- tores del gobierno republicano estaban pen-
blica” para referirse al gobierno que propo- sando en un régimen moderno, americano. El
nía. En cambio, lo llamó “sistema americano”, mismo Rocafuerte, al criticar a las monarquías
“gobierno americano”, “gobierno liberal” o constitucionales en Ideas necesarias..., asegu-
“popular”. raba que, además de costosas, siempre tendían
Esta vinculación entre las formas republi- al despotismo. Esta opinión era compartida
canas y América la encontramos también en por Mier: “Dios nos libre de emperadores o
el anónimo Sueño de un republicano, publica- reyes. Nada cumplen de lo que prometen, y
do en 1822, que señalaba la conveniencia de van siempre a parar al despotismo”. La razón
imitar el modelo “republicano federado cual de que las monarquías constitucionales fraca-
se disfruta en los estados vecinos del Norte”. saran se debía, según Rocafuerte, a la incom-
El Genio de la Libertad proponía, en 1821, una patibilidad de los principios que compartía
república, pues “las monarquías no son com- esa forma de gobierno: el derecho divino de
patibles ni con las luces ni con los sentimien- la soberanía y el origen popular de la sobe-
tos ni con circunstancia alguna de los pueblos ranía. La combinación de estos elementos era
americanos”. Por su parte, el regimiento de inaceptable para Rocafuerte, con lo cual re-
caballería número 11 de la ciudad de México chazaba una de las más caras tradiciones del
también sugirió que se imitara a “las repúbli- republicanismo clásico: el gobierno mixto.
cas de Chile, Buenos Aires, Colombia y demás Rocafuerte y Mier abogaban por una repúbli-
que forman hoy la América del Sur, al hacerse ca de diferente cuño.
libres del yugo extranjero”, mientras que los Por supuesto, los partidarios del gobierno
republicanos de Zacatecas empleaban la con- imperial criticaban estas propuestas. Para ellos,
traseña “República de Colombia” para admi- el régimen republicano era peligroso, pues la
tir a los conspiradores en los conciliábulos de libertad que daba a los ciudadanos degenera-
la casa de la aduana. Por su parte, Carlos Ma- ría en anarquía debido a la incapacidad natural
ría de Bustamante, en el primer número del de los seres humanos para autocontenerse. Los
periódico La Abispa de Chilpancingo (1821), hombres que “han sido esclavos por espacio
era todavía más claro: “Cerca de nosotros es- de tres siglos no pueden pasar sin violencia del
tá el Capitolio de Washington; dirijamos a él extremo de esclavitud al de república”. Este
nuestras miradas: contemplemos a ese pueblo argumento es muy curioso en la pluma de los
nacido a nuestra vista, admiremos la libertad monárquicos pues significaba que, con el pa-
que disfruta, y procuremos no olvidar aque- so del tiempo, los ciudadanos aprenderían las
lla sentencia que dio Quintiliano hablando virtudes necesarias para ejercer una libertad
de Cicerón: ‘Hunc igitur expectemus, hoc proposi- plena; es decir, creían que la monarquía mo-
tum sit nobis exemplum’. No recurramos a Ro- derada por una Constitución era una forma de
ma ni a Atenas por modelos de imitación [...] gobierno superior a la absoluta, pero recono-
Washington, Fran-Klin [sic], Jefferson, Madi- cían de manera más o menos explícita que la
son y Monroe, he aquí nuestros más acabados República se hallaba un paso adelante. Como
typos”. comentaba Rocafuerte en otro folleto pu-
Si bien es cierto que el lenguaje del repu- blicado en 1822, los monárquicos mexicanos
blicanismo clásico (el sacrificio individual en abrían paso a un rey constitucional para que en
favor de la res publica y el cultivo de las virtu- un futuro pudiera establecerse una República.
REVOLUCIÓN 295

Los republicanos, en cambio, no creían que las político y social del mundo iberoamericano.
virtudes cívicas pudieran aprenderse bajo un La era de las revoluciones, 1750-1850. Ma-
gobierno monárquico, por más constitucio- drid, Fundación Carolina/Sociedad Es-
nal que fuera. “Pedir por bases de la república tatal de Conmemoraciones/Centro de Es-
aquella ilustración y virtudes que son fruto de tudios Políticos y Constitucionales, 2009,
la república es formar un círculo vicioso”, ase- pp. 1332-1344.
guraba Rocafuerte en su Bosquejo ligerísimo. Ávila, Alfredo, Para la libertad. Los republicanos
en tiempos del Imperio 1821-1823. México,
Alfredo Ávila unam, 2004.
Lempérière,Annick, Entre Dieu et le Roi, la Re-
Orientación bibliográfica públique. Mexico XVIe-XIXe siècle. París, Les
Belles Letres, 2004.
Ávila,Alfredo,“República. México”, en Javier Rojas, Rafael, Las repúblicas de aire. México,
Fernández Sevastián, coord., Diccionario Taurus, 2009.

+REVOLUCIÓN +

Las primeras narraciones del proceso inde- En el siglo xx, la Revolución mexicana
pendentista no dudaron en referirlo como eclipsó a las muchas revoluciones del siglo an-
revolución. Mier, Bustamante, Mora y Zavala, terior que empezaron a ser vistas como meros
por mencionar sólo los casos más significati- desórdenes militares y políticos. Sin embargo,
vos, utilizaron el término “revolución” en el a partir de la década de los sesentas, algunos
título de sus historias para aludir a esa serie historiadores se acercaron al proceso indepen-
de transformaciones que ocasionó, entre otras dentista para ubicar los elementos que, desde
cosas, el establecimiento del Estado nacional la perspectiva del entonces dominante mate-
mexicano. Durante buena parte del siglo xix, rialismo histórico, podían permitir que aquél
“revolución” se empleó en México en el sen- alcanzara el rango de auténtica revolución. La
tido que, desde un siglo atrás, ya consignaba el revolución se convirtió en una exigente cate-
Diccionario de autoridades, es decir, “inquietud, goría histórica que debía involucrar el rem-
alboroto, sedición, alteración” y “mudanza plazo violento de una clase social por otra y la
o nueva forma en el estado o gobierno de transformación de las estructuras productivas,
las cosas”. Los movimientos revolucionarios políticas y sociales. La de independencia de-
eran entendidos como el producto de un bía pasar por estos tamices para ser calificada
grupo —no del pueblo o la nación— cuyos como revolución burguesa, abortada, exitosa,
intereses se consideraban facciosos y, por lo fracasada o incluso contrarrevolución, según
mismo, opuestos a la voluntad general. Quizá el caso.
por eso, la historiografía liberal de la segunda La historiografía contemporánea ha recu-
mitad del siglo xix empezó a dejar de lado perado, de forma mucho menos dogmática,
el término “revolución” para referirse a lo la denominación de revolución para enfatizar
que desde entonces se conoció como la gue- las transformaciones radicales engendradas en
rra de Independencia o, de manera más sim- aquel proceso. Pero no sólo eso. El actual esta-
ple, la Independencia. do del arte, tendiente a restituir la complejidad
296 CONCEPTOS Y CULTURA POLÍTICA

y contingencia de los procesos históricos, nos de los disturbios acontecidos en la Nueva Es-
permite inquirir acerca del entendimiento que paña había tenido su origen en la ilegal desti-
sobre la revolución y su circunstancia histórica tución del virrey.Acusaban a los oidores de ser
fueron construyendo sus propios actores, in- “principalísimos en la revolución”, pero sobre
tención que guía las siguientes reflexiones. todo señalaban dos efectos perversos de dicho
En principio conviene recordar que, fie- acto: el haber sobrepuesto los intereses de una
les a la política metropolitana, las autoridades facción al bien general y haber dado ejemplo
novohispanas fueron reticentes y cautelosas en de que “trescientos atolondrados movidos por
extremo a todo lo relacionado con la Francia unos cuantos sediciosos” eran capaces de mu-
revolucionaria. A través de los papeles oficia- dar el gobierno del reino.
les, se puede observar cómo entre 1790 y 1808 La insurrección iniciada en el Bajío en sep-
la Revolución por antonomasia fue la francesa tiembre de 1810 acrecentó las acusaciones que
y ésta figura no sólo (y no tanto) como una los bandos en pugna se lanzaban con respecto
amenaza a la supuesta estabilidad política de a haberse vendido a los franceses y promover
la Monarquía hispánica, sino también como una revolución. Miguel Hidalgo, por su par-
un repudiable fracaso de la convivencia polí- te, rechazó todos los cargos de revolucionario
tica de los hombres. La revolución se comen- que se le hicieron. Cuando el Tribunal de la
zó a construir como una presencia incómoda Inquisición publicó en un edicto que Hidalgo
y perturbadora, censurada y subversiva, que era un hereje y actuaba en contra de la Iglesia,
remitía necesariamente a la destrucción, al éste respondió de manera airada por conside-
exceso, al crimen e incluso a la herejía y a la rarla una acusación injusta y descabellada. En
inmoralidad. Era además una revolución con- realidad, sostenía el cura, los herejes eran quie-
creta, la francesa, con agentes bien indicia- nes se empeñaban en mantener la unión con
dos, con una tradición filosófica sospechosa y la península, pues ésta se hallaba en manos de
“pestilente” que no podía desembocar en otra Napoleón. Los objetivos públicos de Hidalgo
cosa que no fuera el desastre. no eran revolucionarios sino que buscaban, de
La fractura de la Monarquía española en muchos modos, evitar una revolución:“El ob-
1808 ocasionó una crisis constitucional sin jeto de nuestros constantes desvelos es mante-
precedentes. En la Nueva España, el golpe de ner nuestra religión, el rey, la patria y pureza de
Estado al virrey Iturrigaray actualizó las dis- costumbres”, para lo cual era “necesario quitar
cusiones sobre la revolución y lo revoluciona- el mando y el poder de las manos de los euro-
rio. Quienes se habían opuesto a la iniciativa peos”. Por eso invitaba a todos los americanos a
de una junta gubernativa en la Nueva España, unirse “si apetecéis que estos movimientos no
como Juan López Cancelada, afirmaron que degeneren en una revolución, en que nos ma-
la decidida acción de Yermo había evitado una temos unos a los otros los americanos”.
funesta revolución. Sin embargo, resultaba di- Revolución y revolucionario ya habían
fícil justificar un acto tan violento en el que sido términos asociados a la insurgencia, apli-
había sido depuesta una autoridad designada cados por el gobierno virreinal con la finalidad
por el propio monarca. De inmediato, algunos de denostar la insurrección. En la propaganda
individuos promovieron “desórdenes” y mo- oficial, lo mismo se hablaba de revolución que
vilizaciones populares en favor de Iturrigaray y de sedición, rebelión, infidencia, insurrección,
en contra de la “revolución” deYermo.Tiempo sublevación o alboroto. Cuando aparecía en
después, un grupo de diputados americanos en esos escritos la voz “revolución” generalmente
las Cortes de Cádiz señalaría que buena parte iba acompañada de calificativos como infame,
REVOLUCIÓN 297

escandalosa, injusta, criminal, detestable, san- a la revolución española de un carácter indu-


guinaria, monstruosa e incluso quijotesca; en cido. En ese contexto, lo revolucionario ad-
ese contexto, que el movimiento pretendiera quiría ribetes salvíficos en tanto que aludía al
definirse como revolucionario parecía cuan- rescate de lo español aunque, en la misma me-
do menos arriesgado. dida en que recurría a “la nación” se presenta-
Lejos de ser un neologismo, “revolución” ba, quizá involuntariamente, como una ruptu-
contaba con una peculiar trayectoria en los ra con respecto al entendimiento del universo
lenguajes políticos. Pero esa trayectoria en el político del Antiguo Régimen. No obstante,
mundo hispánico no sólo remitía a los fantas- su capacidad legitimadora seguía siendo pe-
mas de la Revolución francesa, sino que desde ligrosa; no olvidemos que la Constitución de
1808 también cargaba consigo el prestigio y 1812 se presentó como una mera reforma del
la “gloria” del levantamiento popular español orden jurídico preexistente.
contra la invasión napoleónica. La asunción Era previsible que el choque de tan opues-
revolucionaria de las instituciones centrales de tas concepciones de lo revolucionario se diera
la resistencia peninsular comenzó a purificar, en el seno de las Cortes. Al observar el cons-
por decirlo así, el término. Desde sus inicios, el tante descrédito de que eran objeto las suble-
levantamiento popular español contra la inva- vaciones en los diversos territorios americanos
sión francesa fue reivindicado en ambos lados y la consecuente política hostilizante hacia las
del Atlántico como una gloriosa revolución. regiones “disidentes”, los diputados america-
La convocatoria a Cortes emitida por la Re- nos en las Cortes creyeron prudente matizar
gencia en febrero de 1810 recuperó y aclaró el carácter de aquellas luchas. En la represen-
el sentido de la revolución española, “nuestra tación que los americanos elevaron al pleno
singular revolución”. El edicto establecía sus en agosto de 1811 se justificó, se asumió e in-
límites revolucionarios: “[...] tales han sido las cluso se reivindicó la revolución de aquella
causas de la revolución que acaba de suceder parte integrante de la Monarquía. Interesaba
en el gobierno español: revolución hecha sin mucho dejar bien claro que la americana tam-
sangre, sin violencia, sin conspiración, sin in- bién había sido una revolución noble y pací-
triga; producida por la fuerza de las cosas mis- fica. Se aceptaba la naturaleza revolucionaria
mas, anhelada por los buenos, y capaz de res- de los movimientos pero a la vez se deslindaba
taurar la patria si todos los españoles de uno lo revolucionario de lo independentista: “[...]
y otro mundo concurren enérgicamente a la el deseo de independencia no es general en
generosa empresa”. En coherencia con lo ex- América, sino que es de la menor parte de ella.
puesto días atrás cuando la Junta Central acor- Aun ésta no la desea perpetua; y la que desea
dó su disolución y la consecuente integración no es de los europeos, ni de la península, ni de
de la Regencia, la convocatoria defendía una la nación, ni del rey, ni de la monarquía: sino
mudanza de gobierno que, contraria a la agi- únicamente del gobierno que ve como ilegíti-
tación y al tumulto, se ejecutara por la nación mo. Por tanto su revolución no es rebelión, ni
entera “o por el cuerpo que legítimamente la sedición, ni cisma, ni tampoco independencia
representa”. La revolución como una reacción en la acepción política de la voz; sino un con-
ordenada, legítima y legal, popular pero con la cepto u opinión de que no les obliga obedecer
dirección de los “buenos”, restauradora y pa- a este gobierno, y les conviene en las actuales
triótica. No pretendía ser una iniciativa revo- circunstancias formarse uno peculiar que los
lucionaria propia sino una respuesta necesaria rija. ¡Cuánto disminuye todo esto la absoluta
a un agente externo, perspectiva que dotaría idea que se ha concebido de su revolución!”
298 CONCEPTOS Y CULTURA POLÍTICA

En esta reveladora cita podemos observar taba de un problema de conciencia, al menos


no únicamente los malabarismos léxicos pro- no sólo: la cuestión no podía plantearse entre
pios de la política, sino también la clara con- ser revolucionario o rechazarlo; el dilema no
ciencia que se tuvo de la relevancia del sentido quedaba en acusar al movimiento como se-
de las palabras y su ineludible ambigüedad, dicioso, por ejemplo, y aceptar esa condición
factor indispensable de la negociación. El in- y reivindicarla. La “revolución” como con-
terés fundamental de la mayor parte del grupo cepto se encontraba en profunda renovación
parlamentario americano con este discurso y la categoría de revolucionario entrañaba un
era ofrecer la imagen de una América que, fiel, potencial político muy manipulable. Asumir-
se tuvo que revolucionar por necesidad, co- se revolucionario era comenzar a inventarse
mo reacción a la tiranía y como respuesta a la revolucionario, era hacer pública la intención
opresión (tanto la napoleónica como la de los de alterar el orden de cosas pero era también
gobiernos españoles anteriores). De esta for- dotar de sentido positivo y creador a esa acti-
ma, la Constitución vendría a ser el bálsamo tud y por tanto concebirla de otra forma que
que apagaría el fuego de la insurrección y el todavía no podía corresponder a ningún car-
único camino para construir la nación espa- tabón establecido.
ñola: “Si el primer eslabón de que pende esa El Ilustrador Americano fue uno de los pe-
cadena o serie de principios que han produ- riódicos insurgentes que prohijó la lucha co-
cido la revolución ultramarina es opresión, mo una revolución. Su contenido se ofrecía a
quitada ésta vendrá al suelo aquélla”, concluía “la faz del orbe” para demostrar “la justicia, la
categórica la representación. necesidad y los nobles objetos de nuestra revo-
Por la propaganda metropolitana y la labor lución”. El posesivo denotaba la intención de
de las Cortes, “revolución” comenzó a dotar- mostrar una postura más determinada: nuestra
se de una carga políticamente positiva en Espa- revolución, nuestra causa, nuestra lucha, nues-
ña y esa variación lingüística fue aprovechada tros verdaderos sentimientos, nuestros dere-
por la insurgencia novohispana. Tan presente chos, nuestras operaciones, nuestra felicidad,
estaba la “gloriosa” revolución española en los etcétera. El nosotros promovía una posición
discursos insurgentes que en las palabras que política colectiva y excluyente. Esa apuesta se
Morelos pronunció (se presume, escritas por asumía y se divulgaba como revolucionaria y
Bustamante) en el acto de apertura del Supremo esa revolución se identificaba como justa, ne-
Congreso Nacional en septiembre de 1813 en cesaria y noble. Tan gloriosa y tan justa como
Chilpancingo, aquélla fue la única revolución la que mantenían los españoles en la península
aludida: “¿Podrán nuestros enemigos ponerse toda vez que ambas combatían a la opresión y
en contradicción consigo mismos, y calificar a la tiranía.
de injustos los principios con que canonizan de “La Europa está convencida de la justicia
santa, justa y necesaria su actual revolución de nuestra revolución”, le escribía Bustamante
contra el emperador de los franceses?” a Morelos, “pero ellos [los europeos, el parla-
Pero el proceso no se limitó a legitimar la mento de Londres y el gobierno de Washing-
lucha estableciendo un parangón con la única ton] no han mostrado su generosidad hacia
revolución oficialmente decible —la peninsu- nosotros, porque falta un cuerpo, que siendo
lar contra el francés— sino que tuvo que con- el órgano de nuestras voluntades, lo sea tam-
cebir una genuina revolución en sus propios bién para entenderse con aquellas potencias”.
términos: la “nuestra”. Había que asumir la re- La afirmación de las pretensiones y los valores
volución y apropiarse de su sentido. No se tra- propios de la revolución reivindicada como
REVOLUCIÓN 299

una causa justa y necesaria debía desarro- Zitácuaro como junta revolucionaria y ha-
llar un “sistema”. La Suprema Junta Nacional blaron de un gobierno, de unas asambleas y
establecida en Zitácuaro y después el Supremo sobre todo de un partido revolucionario con
Congreso Nacional fueron los organismos que una intención claramente denigratoria. Sin
buscaron centralizar los dispersos empeños in- embargo, la insurgencia había incubado la po-
surreccionados y dotar a la revolución de una sibilidad de una revolución que, como la del
estructura política de toma de decisiones. El pueblo español desde 1808, se convirtiera en
itinerante Congreso sancionó en Apatzingán un medio capaz de engendrar instituciones y
en 1814 el Decreto Constitucional para la constituir gobiernos.
Libertad de la América Mexicana. Este docu- Para 1820, la sociedad novohispana lle-
mento, que para muchos vertebra y concentra vaba padeciendo diez años de guerra civil y
el pensamiento político de la insurgencia, fue no era excepcional que apareciera en los pa-
concebido por la asamblea como el sustento peles públicos la frase “revolución de Nueva
jurídico del sistema revolucionario: un gobier- España”. Incluso podría decirse que “revolu-
no fundado en los principios de la religión, la ción” refería casi genéricamente al movimien-
soberanía popular y la igualdad ciudadana; to comenzado por Hidalgo en 1810 y que éste
principios que pretendían descifrar “el siste- continuaba caracterizándose como destructi-
ma de nuestra revolución” y demostrar por la vo y dañino. Las propuestas del Plan de Iguala
evidencia la justicia de “nuestra causa”. El su- vinieron a alterar los intensos y nutridos deba-
jeto político de la nación levantada en armas se tes públicos del momento. Desde la restaura-
constituía a través de un acto libre y voluntario; ción del régimen constitucional y de la liber-
ese complejo argumento era profundamente tad de imprenta en 1820, el número de folletos
revolucionario. Para estos legisladores, hablar y panfletos creció de manera exponencial y,
de plan, de principios, de sistema significaba aunque la Constitución se mantuvo como el
publicar la imagen de una lucha coherente tópico principalísimo de la mayoría de éstos,
y homogénea. No quiere decir que la revo- comenzó a debatirse el sentido y la pertinen-
lución se convirtiera en el sistema, sino que cia de la independencia, y se actualizó el uso
a través del Decreto la revolución —asumida de “revolución” como presencia viva del es-
como tal— desvelaba su capacidad constitu- cenario político del momento. Si en 1820 un
yente. Libertad, independencia, nación, sobe- folleto hablaba de “las víctimas de la revolu-
ranía y religión continuaron como las piedras ción”, aludía a la insurgencia en su totalidad
de toque de la cultura política que entrañaba o en alguna de sus etapas; a partir de febrero
una fabulosa ambigüedad y permitía el esta- de 1821, frases como “la presente revolución”
blecimiento y la imposición de las demandas remitían al reciente levantamiento de Itur-
públicas, pero “revolución” se inscribió en este bide. El folleto Advertencias de un americano a
peculiar juego de lenguajes políticos. sus conciudadanos señalaba: “Sabéis muy bien
Lo anterior no significa que el término se las últimas ocurrencias de revolución suscita-
desprendiera de la carga negativa con la que das en estos días por don Agustín de Iturbide,
usualmente había sido expuesta. Muy por el a la sombra de proclamar una independencia
contrario, los documentos oficiales continua- falaz e imaginaria; pero que adornada con los
ron utilizándolo para aludir a un acto crimi- colores que finge la astucia y malicia propia del
nal de fanatismo, de ambición y de crueldad; crimen, pretende sorprenderos con mentiras y
en ese mismo sentido, los partes militares y las halagüeñas esperanzas, para que sucumbiendo
publicaciones oficiales calificaron a la Junta de a tan siniestras ideas, vengáis por fin incautos a
300 CONCEPTOS Y CULTURA POLÍTICA

caer en los espantosos horrores de la anarquía, presenciando y, en algunos casos, participando


de la guerra intestina, de la desolación, de la de un tiempo revolucionario, fenómeno ínti-
crueldad de la sangre, y en fin, en el último mamente vinculado con la incorporación de
aniquilamiento”. “revolución” en el horizonte conceptual y su
Aquellas desgracias que se habían achaca- aparición como realidad concreta, pensable,
do a las huestes de Hidalgo y de Morelos ahora decible y practicable.
correspondían a las de Iturbide. La revolución La indudable vitalidad del término no sig-
como falsedad, crimen, anarquía y guerra in- nificó, por el momento, el encumbramiento
testina venía de la mano de la independencia. de la revolución como fuerza constituyente y
Lo revolucionario siguió siendo motivo de regeneradora. Por el contrario, lo revolucio-
acusación, pero encontramos cuando menos nario entrañó desde 1808 la potencia des-
dos diferencias notables con respecto al proce- tructora con que había sido comprendida la
so observado con la insurgencia. Primera, que Revolución francesa. La revolución fue una
los sublevados fueron señalados por la oficiali- incriminación para los grupos en pugna en el
dad como “independientes” con mucho mayor periodo de 1808 a 1821. Las metáforas mues-
frecuencia que como “revolucionarios” y, por tran el potencial destructivo con que se rela-
tanto, se habló del “partido de la independen- cionaba ese fenómeno: la chispa infernal de la
cia” y no, como en tiempos de Morelos, del revolución, el grito, la hoguera espantosa, el
“partido revolucionario”. Y, segunda y más formidable azote, la mayor de todas las plagas,
significativa diferencia, que el movimiento de etcétera.
independencia inspirado en el Plan de Igua- Empero, en esos años también comenzó a
la no se consideró como revolución. Muy al asomar la posibilidad de la revolución como
contrario, Iturbide fue cuidadoso de guardar una experiencia que, aunque desastrosa, podía
distancia con respecto a esa revolución que ser origen y fuente de legitimidad; el umbral
él mismo había combatido. Su Plan de Iguala (quizá imperioso) de un nuevo orden político.
buscó legitimarse en la aspiración indepen- La insurgencia asimiló e incorporó la revolu-
dentista de 1810 pero simultáneamente marcó ción como reivindicación. Los experimentos
una enorme desavenencia con aquel movi- de Francia y Estados Unidos podrían haber
miento. En la proclama del plan se lee: “Esta condicionado la emergencia en el mundo his-
misma voz que resonó en el pueblo de los Do- pánico y más en concreto en la Nueva España
lores el año de 1810, y que tantas desgracias de una revolución constituyente; habrían per-
originó al bello país de las delicias, por el des- mitido, en fin, “conceptualizar” un nuevo or-
orden, el abandono y otra multitud de vicios, den surgido de una revolución. Pero sobre to-
fijó también la opinión pública de que la unión do fue la resistencia española contra el francés
general entre europeos y americanos, indios e la que abrió las puertas a una revolución “bue-
indígenas es la única base sólida en que puede na” y capaz de dar vida a un gobierno estable e
descansar nuestra común felicidad”. incluso legal. Aun así, tendríamos que esperar
En resumen, parece incuestionable que algunas décadas para observar la efectiva en-
la Nueva España vivió y asumió su muy par- tronización de la revolución como alma de las
ticular “era de la revolución”. La revolución demandas sociales y como vía genuina de la
fue el estigma determinante del calendario reestructuración política de las naciones.
político de la segunda década del siglo xix. Hoy no parece haber dudas sobre el carác-
Los documentos dejan ver muy a las claras ter revolucionario del proceso independentis-
la conciencia de los actores políticos de estar ta. Significó, entre muchas otras cosas, la trans-
SOBERANÍA 301

formación de los principios legitimadores de y Pensamiento Crítico, núm. 5, septiembre-


gobierno, el fin del orden jurídico corporati- octubre de 2008, pp. 99-125.
vo, la aparición de nuevos actores (individua- Fuentes, Juan Francisco y Javier Fernández
les y colectivos) en la escena política y, como Sebastián, “Revolución”, en Diccionario
se hizo patente en las líneas anteriores, implicó político y social del siglo XIX español. Madrid,
la percepción de los contemporáneos de estar Alianza Editorial, 2003, pp. 628-638.
viviendo una metamorfosis radical y brusca, Hamill, Hugh M., “Was the Mexican Inde-
una revolución. pendence Movement a Revolution?”, en
Dos revoluciones. México y los Estados Unidos.
Alfredo Ávila y Rodrigo Moreno Ed. especial para El Colegio de México
y la American Historical Association. Mé-
Orientación bibliográfica xico, Fomento Cultural Banamex, 1976,
pp. 43-61.
Ávila, Alfredo y Rodrigo Moreno, “El vérti- Villoro, Luis, “Sobre el concepto de revolu-
go revolucionario. Nueva España, 1808- ción”, Revista del Centro de Estudios Cons-
1821”, en Nuevo Topo. Revista de Historia titucionales, núm. 11, enero-abril de 1992,
pp. 277-290.

+SOBERANÍA +

Al comenzar el siglo xix, el Diccionario de la rritorios, mientras que el ius belli et pacis les
Real Academia Española definió el térmi- permitía decidir sobre alianzas, relaciones di-
no “soberano” como aquel que tiene dominio plomáticas, la guerra y la paz, sin intromisión
“absoluto y sin dependencia de otro supe- externa. El reflorecimiento del Derecho ro-
rior”. “Soberanía”, la cualidad del soberano, mano proveyó las bases para que el príncipe
significaba, según el mismo lexicón, “alteza se considerara un pater familias (jefe de familia),
y poderío sobre todos”. Ambas palabras eran con una potestad plena en cuanto a los asun-
recientes en el lenguaje político del español, tos que concernían a su patrimonio, esto es, el
en especial la segunda. Una mala traducción territorio sobre el cual reinaba y sus súbditos.
ha sugerido que el potestas empleado por los La máxima de Ulpiano, quod principi placuit le-
neoescolásticos sea sinónimo de “soberanía”, gis habet vigorem (la voluntad del príncipe tiene
pero no se debe perder de vista las dos carac- fuerza de ley), se convertiría en la aspiración
terísticas de esta cualidad: el poder absoluto de las monarquías europeas, limitada por los
interno y la independencia respecto de otros equilibrios de poderes, los usos y costumbres
poderes soberanos. Por esta razón, el concepto y la legislación medieval que se negaba a mo-
de soberanía se modeló en la relación entre rir, pese a que el soberano se consideraba ab
monarquías y príncipes soberanos, regulado legibus solutus: no obligado por las leyes hechas
por el derecho de gentes, antecedente del mo- por otros.
derno derecho internacional. El ius territoriale En relación con este tema, la característi-
concedía a los principados, señoríos y ciuda- ca del proceso de independencia de México y,
des una total potestad e independencia para en general, del de disolución de la Monarquía
establecer normas jurídicas dentro de sus te- española fue la disputa de la soberanía. Las
302 CONCEPTOS Y CULTURA POLÍTICA

principales discusiones se presentaron, prime- intervenir en los territorios de otro. Por eso
ro, acerca de qué corporaciones, instituciones interesaba anular los títulos de los Bonaparte
o personas debían ejercer la soberanía y, se- sobre los dominios españoles y se reconocía
gundo, acerca del fundamento mismo de ese como único soberano al hasta entonces prín-
poder. Antes de 1808, la soberanía del mo- cipe de Asturias, Fernando. Los juristas espa-
narca no se disputaba, aunque había algunas ñoles de ambos lados del Atlántico, incluidos
señales de que al menos el aspecto exterior los del Ayuntamiento de México, procuraron
de esa facultad se encontraba en entredicho. mostrar que la “Monarquía española es mayo-
En 1796, el segundo Tratado de San Ildefon- razgo de sus soberanos”, por lo que no podían
so ratificó el Pacto de Familia, que ataba la enajenarlo.
diplomacia española a la de Francia, aunque Entre los motivos por los que fracasó el
este país se gobernaba por un Directorio re- juntismo conviene destacar la multiplicación
volucionario y había decapitado al primo de de dichos cuerpos, lo que imposibilitó que
Carlos IV. En 1803, este mismo monarca se hubiera una autoridad que ejerciera efectiva-
vio obligado a pagar un millonario subsidio al mente la soberanía del monarca preso. El vi-
Consulado francés para evitar la guerra con- rrey de la Nueva España, José de Iturrigaray, se
tra Gran Bretaña. La soberanía exterior de la percató de este fenómeno cuando declaró que
Monarquía española se hallaba erosionada. La en la metrópoli había surgido “la desunión o
fractura ocurrió en 1808 cuando Carlos IV y llámese cisma”, por la multiplicación de juntas
el príncipe de Asturias entregaron sus domi- que exigían reconocimiento como soberanas,
nios y derechos dinásticos a Napoleón. Éste lo que le impedía subordinarse a cualquiera de
los trasladó a su hermano, quien tampoco ten- ellas. Cuando este problema se resolvió a través
dría plena soberanía en materia exterior, pues de la creación de una Junta Central, la negati-
el Estatuto Constitucional de 1808 lo ataba a va de las autoridades españolas a reconocer las
las directrices impuestas por el Imperio fran- juntas proyectadas o establecidas en América
cés. En sus nuevos dominios, José Bonaparte cuestionó el principio de legitimidad sobre el
tampoco pudo consolidar su soberanía, pues cual se habían fundado. De ahí que los oposi-
si bien fue ratificado por las Cortes en Bayona, tores a la ocupación napoleónica promovieran
la mayoría de los españoles (a ambos lados del la reunión de las Cortes, la antigua institución
Atlántico) rechazó ese reconocimiento. española, para enfrentar el mismo problema:
En la Monarquía española, el soberano po- evitar que los Bonaparte se enseñorearan de
día considerar su señorío como patrimonio, los dominios hispánicos. En lugar de remitir-
con la consiguiente libertad para actuar a su se a la legislación tradicional, los diputados de
arbitrio en sus reinos, sin intromisión de nadie, las Cortes negaron que los reinos españoles
lo cual ocasionó que las abdicaciones de 1808 pudieran ser patrimonio del rey o de una di-
desataran la discusión acerca de quién y cómo nastía, así que despojaron a Fernando VII de
ejercería sus potestades. Para solucionar este su soberanía y la otorgaron al conjunto de los
problema, en los territorios españoles (inclui- españoles. Como señaló el conde de Toreno:
dos los americanos) se formaron juntas que “En España, abandonada como estaba de su
decían actuar en nombre del rey para resistir a monarca, transferida como propiedad y sin ser
los invasores franceses y guardar el patrimonio consultada a otro dueño, y mediante la abdica-
del señor en contra de quien pretendía usur- ción de su príncipe tratada como rebelde por
parlo. Buscaban mantener un cierto orden su resistencia, resultó imposible evitar hacer, a
de cosas, según el cual un soberano no puede la faz del universo, la solemne declaración de
SOBERANÍA 303

un principio en el que se funda el derecho de que los autores citados para promover los
de todas las naciones a defenderse y tomar en nuevos principios políticos eran de lo más va-
sus manos el supremo poder”. riado y no pertenecían a una única tradición
La declaración de la soberanía nacional, o genealogía intelectual. En realidad, las citas
aunque se hizo desde la reunión misma de las de pensadores eran más empleadas para dar
Cortes, quedó plasmada en los primeros ar- autoridad a las propuestas; de ahí que algunos
tículos de la Constitución de 1812, en la que autores desechen la búsqueda de “influencias”
se puntualizaba que la nación española era la y prefieran poner atención al uso ideológico e
reunión de todos los españoles, libre e in- instrumental del discurso político de la épo-
dependiente y no patrimonio de familia o ca. Una muestra de lo anterior se encuentra
persona alguna y, por último, que le perte- en los debates (que se presentaron tanto en las
necía la soberanía y, por lo tanto, las atribu- Cortes de Cádiz como en el Congreso Cons-
ciones propias de esa calidad: el derecho tituyente mexicano de 1823-1824) en torno
exclusivo de hacer leyes y no estar sujeta a a si el gobierno fundado en el principio de
superior alguno. Así, la declaración de la so- la soberanía nacional se convertía, por ello, en
beranía nacional se originó en la necesidad soberano, o si sólo ejercía las facultades sobe-
de garantizar la independencia de España en ranas de la nación. La respuesta fue ambigua, al
un momento tan crítico como el provocado asegurar que la soberanía radicaba en la nación,
por las abdicaciones de Bayona y no tanto en lo cual supondría que los congresos podían ser
la aceptación de que los españoles podían, soberanos, pero también le era esencial, lo que
con plena libertad, constituirse del modo que implicaba que los congresos y otros órganos
mejor les acomodase. de gobierno sólo ejercían la soberanía.
Por lo general, los historiadores de España No obstante, en todos los documentos que
y de América explican el traslado de la sobera- favorecieron el establecimiento de la soberanía
nía del monarca a la nación como un proceso nacional pueden encontrarse argumentos que
intencional llevado a cabo por políticos e in- aseguraban la necesidad del consentimiento
telectuales ilustrados y liberales, influidos por para establecer un gobierno soberano. El ori-
el pensamiento de los más diversos autores. gen de este principio no es tanto una escuela
Algunas versiones sostienen que la influencia o genealogía intelectual (y por lo mismo no es
provino de los teólogos neoescolásticos espa- una “influencia”) sino la tradición del derecho
ñoles, quienes formularon el principio de que natural y de gentes, que en esa época ordenaba
la res publica se constituía mediante un pacto y permitía explicar el orden político. De ahí
entre el monarca y sus vasallos. Otras inter- que los detractores de las propuestas favorables
pretaciones sugieren que el influjo ilustrado a que la soberanía fuera asumida por la nación,
y rusoniano fue el que determinó la adopción el pueblo o los pueblos, las tacharan de revo-
del principio de la igualdad de los seres hu- lucionarias, como puede verse en el edicto
manos y, por lo tanto, el de que no puede ha- de 1808, promulgado por el Santo Oficio de
ber nadie naturalmente superior (soberano) al México, en el que se condenaba la soberanía
conjunto. Sólo el contrato entre todos los in- nacional. Esa misma ambigüedad permitió a
dividuos libres permitiría la formación de una Francisco Primo de Verdad, síndico del Ayun-
autoridad que ejerciera la soberanía. La lectura tamiento de México, asegurar que entendía
de las actas y diarios de las Cortes, además de por pueblo a las autoridades constituidas y no
numerosos panfletos y periódicos publicados a una hipotética nación formada por indivi-
en todos los dominios españoles, dan cuenta duos iguales.
304 CONCEPTOS Y CULTURA POLÍTICA

Una consecuencia de que el traslado de la ropa, las provincias de “la América Septen-
soberanía del rey a la nación se argumentara trional” habían recuperado “el ejercicio de su
con los lenguajes propios del derecho natu- soberanía usurpado”, de donde se seguía que
ral y de gentes es que los ayuntamientos (los quedaba disuelta la dependencia de la Coro-
“pueblos”) y las provincias, en todas las re- na española. Así, se invalidaban los actos que
giones de América, se asumieran como enti- el rey llevara a cabo, como la entrega de sus
dades con pretensiones soberanas, dispuestas reinos a un monarca extranjero. El Congreso
a subordinarse a un poder superior (cuando de Anáhuac era depositario de la soberanía de
no era impuesto por la fuerza) sólo median- la nación y, por lo mismo, “árbitro para esta-
te consentimiento. Los ayuntamientos cons- blecer las leyes que le convengan para el mejor
titucionales establecidos por la Constitución arreglo y felicidad interior, para hacer la gue-
de Cádiz y, en especial, el Plan Calleja, que rra y la paz, y establecer alianzas con los mo-
permitió que los pueblos de la Nueva España narcas y repúblicas del antiguo continente, no
formaran milicias de patriotas defensores de la menos que para celebrar concordatos con el
causa del rey, favorecieron este proceso. Sumo Pontífice romano, para el régimen de la
Algo similar ocurrió entre quienes busca- Iglesia católica, apostólica, romana, y mandar
ron por la vía armada el establecimiento de embajadores y cónsules”.
un gobierno propio. El movimiento encabe- Desde el mismo preámbulo del Decreto
zado por Miguel Hidalgo tenía como objetivo Constitucional para la Libertad de la Amé-
explícito evitar que el reino cayera en manos rica Mexicana, sancionado en Apatzingán
de una potencia extranjera. De esta manera, en octubre de 1814, se asentaba que el obje-
se rechazaba obedecer a un poder soberano to principal perseguido por el Congreso era
que se consideraba extranjero. Al acusar a los “substraerse para siempre de la dominación
gachupines de haberse entregado a los france- extranjera”. Para llegar a esa meta, los consti-
ses, promovió que las instituciones de gobier- tuyentes atribuyeron el origen de la soberanía
no del reino estuvieran integradas sólo por al pueblo y su ejercicio a los legítimos repre-
americanos. Con esto se recuperaba un prin- sentantes de la nación, con lo que se despojaba
cipio del derecho natural, según el cual para de ese atributo a cualquier familia o individuo
ocupar cargos públicos se debe dar preferen- que pretendiera adjudicárselo. Es posible, por
cia a los naturales de cada provincia, algo que lo tanto, que estos artículos estuvieran escritos
había expresado el Ayuntamiento de México en el mismo sentido que el de sus homólogas
desde 1771 en la representación que envió a gaditanas: para garantizar la independencia
Carlos III. se hacía menester romper con la concepción
El proyecto juntista impulsado por Ignacio tradicional de un soberano, superior a todos
Rayón también pretendía mantener indepen- y señor de territorios que consideraba su
diente a “América” de Bonaparte y conservar patrimonio. Los aspectos diplomáticos de la
el patrimonio de Fernando VII. De la misma declaración de que la América Mexicana se
forma en que ocurrió en las Cortes de Cádiz, erigía como una nación soberana, no pasaron
los insurgentes novohispanos encontraron que inadvertidos a los legisladores insurgentes. En
la manera para evitar la entrega del reino a un junio de 1815, en el Manifiesto de Puruarán, los
príncipe extranjero era admitir que la sobera- diputados aseguraron que la Monarquía espa-
nía pertenecía sólo a la nación. Por tal razón, ñola y los ilegítimos gobiernos que pretendie-
el Congreso de Chilpancingo aseguraba que ron sustituirla entre 1808 y 1814 no habían
dadas las circunstancias prevalecientes en Eu- procurado la felicidad de los americanos, ob-
SOBERANÍA 305

jetivo al que aspiraba el gobierno insurgente. las diferentes provincias de la Nueva España;
El término soberanía no aparece sino hasta el luego “éstas dirían que representan las inten-
final del Manifiesto (con la declaración de la dencias de México, la capitanía de Yucatán y
independencia) cuando acusó a las juntas ibé- las ocho Provincias Internas de Oriente y Po-
ricas y a las Cortes de ejercer los derechos del niente”. Ese Congreso nombraría un poder
soberano (es decir, del rey) en “el vasto conti- ejecutivo, el cual a su vez designaría un secre-
nente de Colón”. tario de Relaciones, uno de Hacienda y uno
Tras la captura y muerte de José María Mo- de Guerra:“Y ya tenemos el gobierno y Con-
relos, la insurgencia quedó desarticulada. Esto greso necesarios”. En última instancia no im-
representaría un problema de enorme impor- portaba si el Congreso hubiera sido formado
tancia para establecer un gobierno soberano en efecto por la voluntad soberana de los pue-
americano. Hacia 1820, Servando Teresa de blos, de donde puede seguirse entonces (según
Mier se percató de la importancia de erigir un el mismo discurso del doctor Mier) que era el
gobierno efectivamente soberano. En Cuestión ejercicio de la violencia (de ahí la necesidad
política proponía establecer un “centro de po- de un ejército respetable) el que conseguiría
der”, reconocido por todos los jefes militares establecer un gobierno soberano. Después de
y obedecido por los pueblos, aunque sus argu- todo, “la necesidad no está sujeta a las leyes”.
mentos presentan ciertas aporías que se hallan Había que fingir la soberanía del pueblo para
en la concepción misma de la soberanía. Fuera constituir un Estado que, al ser reconocido (y
de la familia, señalaba, los seres humanos no ayudado) por las otras naciones, fuera indepen-
admiten un gobierno sino por la violencia, el diente y, por lo mismo, soberano.
hábito secular o la ciega obediencia a las leyes. En 1821, frente al avance de un nuevo gru-
Resultaba claro que en el caso de Anáhuac no po independentista amparado en el Plan de
podía constituirse un gobierno sobre ninguno Iguala, el tema que fue abordado en los papeles
de estos fundamentos. Sólo podía pensarse en públicos era por qué una parte de la nación
un gobierno formado por el consentimiento soberana española (recuérdese que estaba vi-
de los ciudadanos, al cual se subordinaran por gente la Constitución de Cádiz) podía sepa-
estar representados en él y con el cual coope- rarse y constituir una diferente entidad sobe-
raran por considerarlo “obra suya y para su rana. Algunos publicistas desenterraron varias
propio bien”. Debía, por lo tanto, reunirse un de las viejas propuestas de españoles liberales
Congreso y establecerse un poder ejecutivo que aseguraban que si se mantenía el despotis-
que nombrara plenipotenciarios en otros paí- mo metropolitano, las posesiones americanas
ses. Para que otras naciones reconocieran la tenían derecho a separarse. Otros aseguraban
soberanía de Anáhuac, hacía falta un gobierno que los títulos de la Corona sobre las Indias
obedecido, capaz de proteger los derechos de eran ilegítimos pues la conquista fue injusta.
sus ciudadanos y de los extranjeros, responsa- Los argumentos más sólidos para considerar
ble y que pudiera contratar deudas y pagarlas. que ciertos territorios de la Monarquía espa-
La propuesta de Mier para erigir un gobier- ñola (más o menos coincidentes con las juris-
no soberano se alejaba y contradecía algunos dicciones del virreinato de la Nueva España)
de los principios que había asentado.Toda vez podían ser considerados una nación soberana
que, por el estado de guerra, resultaba im- vinieron desde la tradición del derecho natu-
posible hacer elecciones, un jefe insurgente ral. Pensadores ilustrados como el arcediano de
reconocido, como Guadalupe Victoria, debía Michoacán, Manuel de la Bárcena, aseguraban
nombrar diecisiete personas, de preferencia de que las posesiones españolas en el septentrión
306 CONCEPTOS Y CULTURA POLÍTICA

americano debían ser consideradas una enti- tras el quiebre de la soberanía indiscutible del
dad soberana por razones naturales. El océano rey, sólo aceptaron la formación de una nue-
separaba más que unía a la metrópoli con su va entidad superior (soberana) por medio del
posesión, de modo que resultaba monstruoso consentimiento. Éste fue el origen del federa-
querer constituir una nación bajo esas condi- lismo, aunque los debates del Congreso mos-
ciones. Tampoco debía soslayarse la fortale- traron varias posiciones. Para los centralistas,
za (demográfica, económica) del virreinato, como Carlos María de Bustamante, soberana
que había alcanzado un grado de madurez y sólo podía ser la nación que se estaba constitu-
por lo mismo, como sucedía con los vástagos, yendo entre 1823 y 1824. Como aseguraban
podía separarse de su genitora. Sin embargo, los editores de El Sol, podía suponerse que la
más importante resultaba (y aquí hay ecos de caída de Iturbide había dejado en libertad a
Montesquieu) la diferencia climática, geográ- las partes integrantes del hasta entonces Im-
fica y humana de la América Septentrional, la perio, pero no había motivo para suponer que
cual merecía tener leyes propias y adecuadas a dichas partes fueran las provincias, pues bien
sus condiciones, aspecto ya previsto en el Plan podía asegurarse que los partidos, las ciudades,
de Iguala cuando sugería que se elaborara una las familias o, mejor, los individuos, habían re-
Constitución “análoga” al país. Razones como cuperado sus derechos para constituirse co-
éstas eran las que en 1821 se juzgaban conve- mo mejor les acomodase. El contrato entre
nientes para elevar a la Nueva España al rango individuos produciría una única nación, con
de las naciones soberanas. De la ley natural se unas mismas leyes. Este punto de vista era
transitaba al derecho de gentes. compartido por federalistas moderados, como
Para José María Luis Mora, la soberanía de Servando Teresa de Mier, quienes, sin embar-
la América Septentrional se fundaba en los ar- go, aceptaban que la enormidad del territorio
gumentos de la propia Constitución de 1812. mexicano exigía órganos de gobierno locales
Por supuesto, no la tomaba al pie de la letra sino que, quizá en un futuro, pudieran reclamar de-
que se remitía a la declaración de la soberanía rechos soberanos.
en la reunión de ciudadanos que integraban la Por el contrario, la postura mayoritaria de
nación. Considerar, desde ese punto de vista, los diputados del Constituyente era que la caí-
que el Imperio Mexicano no podía separarse da de la Monarquía española y del Imperio
de España en virtud de hacer un propio con- habían dejado a las provincias como las únicas
trato social, era remitirse a las concepciones entidades soberanas, de modo que para consti-
patrimonialistas de la soberanía. Así pues, en tuir un gobierno superior se requería el con-
ejercicio de sus derechos, los habitantes de la sentimiento de todas ellas. Algunos diputados,
parte septentrional de América podían romper como Miguel Ramos Arizpe, aseguraban que
con la nación española y constituirse en una si los estados cedían parte de sus facultades so-
nueva dentro del territorio que poblaban y beranas se podía formar una entidad superior y
que, por lo tanto, poseían.Tiempo después, una también soberana: la nación, del mismo modo
vez afianzada la independencia, afirmaciones que, en el modelo federalista estadounidense,
como ésta serían rechazadas por una concep- las soberanías podían coexistir.Ahora bien, esta
ción más patrimonial de la soberanía. Esto su- posición no era la más extendida. Como se ha
cedió tras la caída de Iturbide, cuando varias visto, el concepto de soberanía implicaba una
provincias se declararon estados soberanos. cualidad que no podía compartirse. De ahí que
Amparados en el principio del consenti- los centralistas y los federalistas moderados no
miento, las provincias que habían emergido pudieran concebir más que una nación sobe-
SOBERANÍA 307

rana. Por paradójico que parezca, quienes se Orientación bibliográfica


situaron en el otro lado del espectro político
(los federalistas radicales o partidarios de una Ávila, Alfredo, “‘Sin independencia no hay
confederación) también partían del mismo soberanía’. Conceptos a prueba”, en J.
principio: la soberanía no puede compartirse. Schiavon, D. Spencer y M. Vázquez Oli-
Por ello, diputados como Juan de Dios Cañedo vera, eds., En busca de una nación soberana.
se asumían más como representantes diplomá- Relaciones internacionales de México, siglos
ticos de estados soberanos e independientes XIX y XX. México, Secretaría de Relaciones
que de la soberanía del pueblo de cada pro- Exteriores/Centro de Investigación y Do-
vincia, el cual se hallaba ya representado en las cencia Económicas, 2006, pp. 29-62.
autoridades que se estaban constituyendo en Chiaramonte, José Carlos, Nación y Estado en
ellas. Para los promotores de la confederación, Iberoamérica. El lenguaje político en tiempos de
sólo los estados eran soberanos y no darían pie las independencias. Buenos Aires, Sudameri-
a ninguna entidad soberana superior. cana, 2004.
Los acuerdos en el Constituyente, las ne- González, María del Refugio,“La formación
gociaciones y presiones del secretario de Re- del Estado nacional en México. El marco
laciones Interiores y Exteriores, Lucas Alamán, jurídico formal”, en J. Z.Vázquez y M. del
y la amenaza de reconquista favorecieron que R. González, Tratados de México. Soberanía
la Constitución de 1824 reconociera que la y territorio, 1821-1910. México, Secretaría
soberanía se hallaba radical y esencialmente en de Relaciones Exteriores, 2000.
la nación y su ejercicio en los poderes Legis- Vega, Mercedes de, “Soberanías en pugna:
lativo, Ejecutivo y Judicial de la federación, al del unionismo al federalismo radical”,
mismo tiempo que se aceptaba que los estados en J. Z. Vázquez, coord., El establecimiento
eran igualmente soberanos, pero no en mate- del federalismo en México (1821-1827).
ria exterior sino sólo interior. Por supuesto, se México, El Colegio de México, 2003,
reiteró que la nación no era patrimonio de fa- pp. 215-236.
milia o persona alguna, de modo que quedaba
concluido el tránsito de la soberanía del rey a
la de la nación.
Alfredo Ávila
+INSTITUCIONES +
+AUDIENCIA +

Las audiencias de toda la América española sultivo en el real acuerdo o dictámenes y pa-
fueron instituciones que tomaron parte acti- receres; además, las Audiencias se convertían
va en la política de las diversas regiones a raíz en gobernadoras ante la ausencia del virrey
de la crisis que se desató en 1808, así como a o gobernador de provincia. Asimismo, ejer-
lo largo del periodo de la guerra de indepen- cieron algunas funciones en materia de gue-
dencia. En la Nueva España, la participación rra y hacienda que disminuyeron con las re-
de la Real Audiencia de México fue muy im- formas de Carlos III, sin dejar de significar un
portante en el caso de la destitución del virrey fuerte contrapeso frente a otras jurisdicciones
Iturrigaray (16 de septiembre de 1808), y su como las de los virreyes y los arzobispos. La
autoridad se dejó sentir en diversas ocasiones Constitución de Cádiz redujo a lo meramen-
ante el estado de guerra. Pero también cabe te contencioso la competencia de las reales
destacar que su estructura y participación en audiencias al convertirlas en audiencias te-
el gobierno fueron ampliamente afectadas rritoriales y apartándolas del conocimiento e
en el periodo, debido no solamente a la gue- injerencia en materia gubernativa o econó-
rra sino también a las mudas provocadas por el mica. Parte de su estructura como tribunal
proceso de transformación de las instituciones superior de segunda y tercera instancias fue
jurídicas y políticas que iniciaron las Cortes aprovechada después de la consumación de
Generales y Extraordinarias que promulgaron la independencia para constituir la Suprema
la Constitución de Cádiz en marzo de 1812. Cor te de Justicia así como los tribunales su-
Las reales audiencias que se instalaron en la periores de los estados.
América española fueron fundamentalmente Al referirnos a esta institución en lo que
tribunales encargados de la administración actualmente conocemos como México, debe
de justicia en grado de apelación a nombre tenerse en consideración que en dicho terri-
del rey, por lo que los oidores podían cono- torio funcionaban dos Audiencias. Una tenía
cer causas de todas las jurisdicciones. A ello se como asiento la ciudad de México y su dis-
sumaban las funciones de jueces de provin- trito lo conformaba la Nueva España con las
cia en primera instancia para causas civiles y Intendencias de México, Puebla, Veracruz,
criminales que tenían los alcaldes del crimen Yucatán, Antequera, Valladolid, Guanajuato,
de la Audiencia. Los oidores también llega- Durango y Arizpe, más la gobernación provin-
ron a tener funciones gubernativas muy am- cial de Tlaxcala, en cuyo real acuerdo figuraba
plias que ejercían, sobre todo respecto a las el virrey como presidente. La otra Audiencia se
acciones de los virreyes, a través del voto con- asentaba en la ciudad de Guadalajara y su dis-
311
312 INSTITUCIONES

trito comprendía la Nueva Galicia con las In- do papeles muy importantes en las Juntas de
tendencias de Guadalajara y Zacatecas, más el Seguridad y Buen Orden en sus respectivas
conocimiento de algunas materias de la In- ciudades. La toma de Guadalajara por el insur-
tendencia de San Luis Potosí y de materia de gente Torres en noviembre de 1810 y el breve
hacienda de algunas de las Provincias Internas. gobierno que ahí instaló Hidalgo hasta el 14
En su real acuerdo, era el gobernador inten- de enero de 1811, provocaron la huida de los
dente de la Nueva Galicia quien hacía las ve- miembros de la Audiencia y otras autoridades
ces de presidente. Ambas audiencias tuvieron quienes no regresarían a la ciudad, en su ma-
un papel importante en cada una de sus regio- yoría, hasta marzo de 1812. Al poco tiempo
nes a lo largo del proceso independentista, pe- de la llegada del virrey Venegas a la ciudad de
ro debido a que se encontraba en una ciudad México, en septiembre de 1810, comenzaron
sede de gobierno virreinal, el papel de la de a arribar las novedades liberales y decretos de
México fue mucho más protagónico. las Cortes de Cádiz como el de libertad de im-
Durante la crisis de 1808, ambas audien- prenta (1811), la propia Constitución —que
cias asumieron el papel de conservadoras del se publicó en septiembre de 1812 en la ciu-
orden establecido con dinámicas distintas. En dad de México—, y el decreto para las elec-
el caso de la Audiencia de México, fue tanto el ciones de los ayuntamientos constitucionales.
desacuerdo entre las elites que sus miembros Pero ante la serie de problemas generados por
se enfrentaron tanto con el Ayuntamiento co- estas órdenes y, sobre todo, por las eleccio-
mo con el virrey mismo respecto de las ac- nes de noviembre de 1812, Venegas —en-
ciones que debían tomarse. Llegaron incluso tonces jefe político y no virrey— decidió sus-
a promover la destitución del propio virrey pender la ley de imprenta, el proceso electoral
y a hacer arrestar a varios miembros del ca- y varias de las disposiciones constitucionales
bildo. En el caso de la Audiencia de Guada- con el completo apoyo de la Audiencia. Por
lajara, la cohesión de las elites regionales y su su parte, la Audiencia de Guadalajara tam-
disenso respecto del predominio político de bién respaldó la decisión del gobernador Cruz
la ciudad de México harían que diversas au- de aplazar el decreto y publicación de la Cons-
toridades como la Audiencia, el gobernador titución. Este respaldo se explica porque con
intendente y el Ayuntamiento no dudasen en la Constitución los miembros de las Audien-
reconocer a la Junta Central como conserva- cias veían reducida su competencia en materia
dora del orden de la Monarquía. En Méxi- gubernativa y económica.
co, y debido al estado de incertidumbre y los En marzo de 1813, Calleja se hizo cargo
acontecimientos de septiembre de 1808, el del virreinato y una de sus primeras acciones
virrey Garibay instituyó una junta consulti- fue la reinstalación del orden constitucional a
va compuesta por miembros de la Audiencia la vez que hizo efectivo el Reglamento para las
para el conocimiento de causas de infiden- Audiencias y Juzgados de Primera Instancia,
cia, organismo que fue la base para la creación sancionado por las Cortes el 9 de octubre de
de la Junta de Seguridad y Buen Orden, ins- 1812. Dicho reglamento preveía expresamen-
tituida de manera permanente por el arzobis- te la reducción de la Audiencia a lo meramen-
po-virrey Lizana al año siguiente y que estaría te contencioso en segunda y tercera instancias,
compuesta por el regente de la Audiencia, dos es decir, que solamente sus jueces podían ocu-
oidores y uno de los fiscales. parse de juzgar y guardar que se ejecutase lo
Al estallar la insurrección de 1810, varios juzgado. También preveía la igualación de los
miembros de las audiencias seguirían tenien- oidores y los alcaldes del crimen al mismo ran-
AUDIENCIA 313

go de magistrados, la desaparición del juzgado los procedimientos. Asimismo, analizaron los


de provincia y de cualquier tribunal privati- problemas de la aplicación de las normas
vo, salvo los de carácter militar y eclesiástico, constitucionales respecto a la seguridad y la
con lo cual se suprimía el juzgado general de administración de justicia en primera ins-
indios. De igual manera, se decretó la división tancia, puesta ahora en manos de los alcaldes
de la Nueva España en tres distritos de audien- constitucionales, o las innovaciones en cuan-
cia: México, Guadalajara y Saltillo, aunque en to a la justicia criminal, así como también los
este último lugar no llegó a erigirse Audien- problemas de administración de justicia y go-
cia. Todo ello hizo que Calleja entrase en un bernabilidad que se suscitarían con la instala-
interminable pleito con la Audiencia pues, lle- ción de las diputaciones provinciales.
vando adelante el espíritu constitucional, les Una vez restituido el orden anterior, en
retiró a los magistrados diversos asuntos para noviembre de 1814 en la ciudad de México
entregárselos a las diputaciones provinciales o y en diciembre en Guadalajara, las Audiencias
quedárselos él mismo para su despacho. Tam- volvieron a mantener sus tradicionales sepa-
bién separó a los miembros de la Audiencia raciones jerárquicas al interior entre oidores
de las diversas comisiones que ocupaban en y alcaldes del crimen, así como a recuperar
distintas instancias, con lo que vieron lesio- parte de su jurisdicción en asuntos guberna-
nados sus privilegios y reducidos sus salarios. tivos y económicos. Durante 1815 se intentó
El pleito de la Audiencia con Calleja prosiguió reinstalar en las Audiencias los tribunales pri-
hasta finales de 1814, momento en el cual fue vativos que habían logrado ser desarticulados
recibida la orden de Fernando VII para supri- durante la etapa constitucional, pero la escasez
mir la Constitución gaditana y todas sus in- de dinero y las políticas cada vez más duras de
novaciones para restablecer el orden previo a Calleja contra los insurgentes hicieron impo-
1808, cosa que Calleja hizo el 18 de noviem- sible la restauración completa. La sustitución
bre de 1814. de Calleja por Ruiz de Apodaca, en agosto de
En el ínterin, en noviembre de 1813, la 1816, permitió un mejor reacomodo de las
Audiencia de México redactó un largo infor- instituciones al variar la política de su ante-
me dirigido al rey y las autoridades en la pe- cesor. Sin embargo, ya las tensiones internas
nínsula con objeto de explicar los problemas entre las Audiencias y los poderes regionales
que suscitaban muchas de las mudas consti- y locales, que habían saboreado una cierta au-
tucionales. A pesar de saberse sin jurisdicción tonomía a través de los Ayuntamientos consti-
en asuntos de gobierno, los magistrados asu- tucionales y las diputaciones, hacían cada vez
mían en su representación la natural preocu- más difícil el reestablecimiento total del orden
pación por la causa pública que debía tener anterior.
un tribunal de su clase y procedieron a hacer La revolución encabezada por Riego en la
un análisis de los diversos problemas que pro- península obligó a Fernando VII a restaurar el
vocaban las nuevas leyes como la de libertad orden constitucional a principios de 1820 y la
de imprenta pues, debido al estado de la insu- noticia llegó a la Nueva España en abril del
rrección, se abusaba de dicha libertad. Otro mismo año.Temerosos de que se alterase el or-
punto del análisis de los magistrados fue el de den, como había estado a punto de suceder en
las elecciones, cuyos inconvenientes iban des- Veracruz, Ruiz de Apodaca y la Audiencia ju-
de la alteración del orden y la desunión entre raron la Constitución el 31 de marzo. La reins-
españoles americanos y peninsulares, hasta las talación constitucional traería consigo el que
grandes dificultades para hacer operativos se volviesen a implementar los cambios pre-
314 INSTITUCIONES

vistos en el Reglamento... de 1812 para el tri- periores de los estados, quedando finalmente
bunal,procediéndose en esta ocasión a trasladar abolidas las antiguas Audiencias territoriales
todas las causas no contenciosas en segunda y de México y Guadalajara, aunque algunos de
tercera instancias a las autoridades constitu- sus componentes institucionales y humanos
cionales respectivas y a la supresión definiti- siguieron presentes en los nuevos tribunales.
va del Juzgado General de Indios y los demás
tribunales privativos. Sin embargo, los acon- Víctor Gayol
tecimientos a que darían lugar el pronun-
ciamiento del Plan de Iguala, a principios de Orientación bibliográfica
1821, la destitución de Apodaca por la asonada
militar de julio y la llegada de O’Donojú en Alamán, Lucas, Historia de México: desde los
agosto con la firma de los Tratados de Córdo- primeros movimientos que prepararon su in-
ba, dejarían truncos algunos de los cambios. dependencia en el año de 1808 hasta la época
La promulgación de la independencia y los presente, 5 vols. México, Jus, 1969.
ensayos de las formas de gobierno monárquica Gayol,Víctor, Laberintos de justicia. Procurado-
y republicana retrasarían la consolidación de res, escribanos y oficiales de la Real Audiencia
las instituciones de administración de justicia, de México, 1750-1812. Zamora, El Cole-
sobre todo por los debates suscitados en torno gio de Michoacán, 2007.
a la designación de los magistrados del Tribu- Rodríguez O., Jaime E., Rey, religión, indepen-
nal Superior en el que se había convertido la dencia y unión: el proceso político de la inde-
Audiencia de México. Sería posteriormente a pendencia de Guadalajara. México, Institu-
la promulgación de la Constitución de 1824 y to de Investigaciones Dr. José María Luis
a la sanción de las Bases para el Reglamento de Mora, 2003.
la Suprema Corte de Justicia del 14 de febrero Zárate, Julio, La guerra de independencia. Méxi-
de 1826, que se instaló ese tribunal supremo co a través de los siglos, vol iii.Vicente Riva
federal así como los distintos tribunales su- Palacio, dir. México, Cumbre, 1973.

+AYUNTAMIENTO +

Origen. El ayuntamiento o cabildo fue una las pesas y medidas, la administración de los
institución establecida desde largo tiempo bienes de propios, como comunales y la ela-
atrás en la península ibérica e implantada en boración de ordenanzas, entre otros.
las posesiones de la Monarquía española a par- En la Nueva España, el primer ayunta-
tir del siglo xvi. En las Leyes de Indias de 1681 miento establecido fue el de la Villa Rica de
(Ley ii, tít. ix, libro iv) se mandaba formar ca- la Veracruz por Hernán Cortés. Las alcaldías
bildos en las ciudades, villas y lugares. En 1726, novohispanas tuvieron la misma composición
en el Diccionario de autoridades, se le definía co- de las peninsulares, formadas por alcaldes
mo:“Lo mismo que cabildo, o regimiento que ordinarios, encargados de la justicia y los regi-
se forma en las ciudades y villas, del corregidor, dores de la administración. Su autonomía fue
alcaldes y regidores, quienes tienen el cuidado limitada dado que la mayoría de sus miembros
del gobierno político y económico de la ciu- fueron nombrados por el monarca, lo que
dad, o villa”, tales como el abasto, el comercio, per mitió que a través de sus representantes
AYUNTAMIENTO 315

intervinieran en sus deliberaciones y decisio- cipales, acordes con las costumbres anterio-
nes y, además, las de mayor importancia debie- res a la presencia española. Para mediados de
ron contar con la aprobación del virrey. siglo se dio paso a los cabildos conformados
En su integración, la Corona asumió la por gobernadores y alcaldes ordinarios. En el
facultad de nombrar regidores a perpetuidad siglo xvii se fijó el número de alcaldes y regi-
y los ayuntamientos solamente pudieron cu- dores, dependiendo de la población. La legis-
brir las vacantes, mientras aquella no desig- lación establecida no supuso que se dejaran las
nase a los que deberían ocupar el cargo. Las prácticas que se fueron estableciendo y en su
ciudades importantes contaron con más que integración se siguieron procedimientos dis-
el resto de ciudades, villas y pueblos. Para los tintos, atendiendo a los usos adoptados. Así,
puestos no ocupados, el cabildo convocaba prevalecieron los ayuntamientos en los que
elecciones anuales. Entre dichos puestos se participaban en su composición un grupo res-
distinguían los regidores propietarios —nom- tringido, principalmente gobernantes, princi-
brados—, de los interinos electos. Una prác- pales y ancianos y aquellos otros en los que
tica aceptada y extendida fue la compra de los intervino el conjunto de los vecinos.
cargos en el cabildo, para afianzar los intereses Desde su establecimiento en el siglo xvi,
de los grupos que los detentaron. el Ayuntamiento de la ciudad de México ad-
Una limitación más a los cabildos fue la quirió un papel protagónico, como el princi-
incorporación de delegados del poder real, pal, en el conjunto de cabildos de la Nueva
como los gobernadores, corregidores y alcal- España. En su calidad de sede de la capital, tu-
des mayores, que presidían las sesiones y par- vo una relación privilegiada con el monarca
ticipaban en ellas y en las elecciones. Así, en la y las autoridades novohispanas, exigiendo y
mayoría de los ayuntamientos novohispanos adoptando privilegios como cabeza jurisdic-
—por su importancia como cabeceras de pro- cional, junto con el resto de las autoridades ci-
vincia—, la presencia de dichos funcionarios viles y eclesiásticas residentes en la ciudad,
fue factible al ser también las sedes de sus ju- como el virrey, la Real Audiencia, la Real
risdicciones. Hacienda y el arzobispo, lo que no obstó para
La capacidad de autonomía de los ayunta- que su integración, así como sus ordenanzas
mientos tuvo límites al restringir su derecho y disposiciones más importantes, al igual que
a aprobar en definitiva los acuerdos tomados, en el resto de los ayuntamientos, estuvieran
que debieron ser sancionados por la Corona o sujetas a la Corona.
sus representantes y en asuntos de mayor im- La participación institucional de los ayun-
portancia como ordenanzas y elecciones; su tamientos en la Nueva España, acorde con sus
conformidad fue requisito indispensable para funciones, fue un rasgo importante y coti-
su validación. diano en la administración y gobierno de las
En 1786, la Monarquía española, encabeza- ciudades, villas y lugares como parte del apa-
da ahora por la casa de los Borbones, estableció rato político administrativo instaurado, que
el sistema de intendencias en la Nueva Espa- adquirió una relevancia singular con la crisis
ña, lo que limitó aún más la autonomía de los de la Monarquía de 1808, particularmente
ayuntamientos al restringir la administración el de la ciudad de México. El Ayuntamiento
de sus bienes de propios y arbitrios, y sujetarlos de México, al saber de la abdicación de los
a la supervisión de autoridades superiores. monarcas españoles, asumió que la capitalidad
Se crearon también cabildos indígenas des- y centralidad de la Nueva España legitimada
de el siglo xvi, formados por caciques y prin- por derechos históricos, le correspondía a la
316 INSTITUCIONES

ciudad de México como metrópoli y cabeza bierno interior de las provincias y de los pue-
del reino, por lo que como capital de las ciu- blos para encargarse del gobierno interior
dades y villas, solicitó al virrey transmitirles las de estos últimos. Dichos artículos encabezan
decisiones que se tomaran frente a la situación el apartado, dado que los cuerpos edilicios
en su calidad de centro del reino. fueron la base del entramado constitucional,
Su postura desató una conmoción en el formado además por los partidos y las pro-
mundo político novohispano, particularmente vincias, jerárquicamente superiores y con una
la convocatoria a una reunión de representan- jurisdicción territorial mayor.
tes de los ayuntamientos —la que por cierto Se integraron por alcaldes, regidores y
nunca se llevó a cabo— apoyados por el virrey un procurador síndico y presididos por el je-
Iturrigaray, lo que trajo un severo enfrenta- fe político —designado por el monarca— en
miento con la Real Audiencia que se opuso su calidad de autoridad superior del gobierno
rotundamente, quebrantando la estabilidad provincial o su subalterno. Se establecieron
institucional y que derivó en el golpe de ma- en los pueblos o comarcas con mil almas o en
no del 15 de septiembre de 1808 que desti- los que se consideró conveniente. Sus miem-
tuyó y detuvo al virrey. bros se designaron, a diferencia del sistema
Los ayuntamientos constitucionales. La repre- anterior, mediante elecciones, aboliendo los
sentación política inherente al constitucio- cargos perpetuos. Para su elección, se previó la
nalismo de los siglos xviii y xix se incorporó participación de los ciudadanos para designar
a la Constitución de la Monarquía española electores, encargados de nombrar a los miem-
de 1812, adquiriendo carta de naturalización bros del ayuntamiento. Para los lugares muy
como uno de los fundamentos del sistema poblados, como las ciudades o pueblos donde
político establecido. Ello supuso que los in- la distancia fuera un impedimento, se forma-
dividuos distinguidos como ciudadanos, igua- ron juntas parroquiales con los ciudadanos
les unos a otros —una de las grandes nove- que abarcaban su jurisdicción.
dades constitucionales—, tenían el derecho a Los alcaldes, como el procurador síndico,
elegir a sus representantes a partir de un sis- se renovaron anualmente y los regidores por
tema electoral. mitad cada año. Se previno que no podrían
El texto constitucional consideraba la par- ocupar una vez más dichos cargos hasta dos
ticipación de los que se consideraron ciuda- años después de haberlo ejercido. Las Cortes
danos —excluyendo a los negros y castas— emitieron, en mayo de 1812, el decreto For-
con derecho a ejercer el voto en forma in- mación de los ayuntamientos constitucionales
directa. Se fijó un régimen de tres elecciones en el que se especificó el número de miembros
sucesivas, al instaurar las juntas de electores de de acuerdo con la población; así, por ejemplo,
parroquia, de partido y de provincia. El sistema los pueblos con menos de 200 vecinos conta-
comprendió una división política territorial, ron con un alcalde, dos regidores y un procura-
establecida jerárquicamente por provincias, dor; los de mil, que no rebasaran los 4 000, dos
partidos y municipios. Estos ámbitos jurisdic- alcaldes, ocho regidores y dos procuradores, y
cionales ordenaron las elecciones, desde los en las capitales de provincia, si hubiese más de
municipios de menor extensión y población, a 10 000, contaron con 16 regidores.
los partidos y su cabecera y, por último, las pro- Para los cuerpos edilicios, en la Consti-
vincias, que reunían municipios y partidos. tución se especificaron un sinnúmero de res-
Los ayuntamientos constitucionales figu- ponsabilidades en cuanto a salubridad, segu-
raron en el capítulo correspondiente al go- ridad, administración de propios y arbitrios,
AYUNTAMIENTO 317

recaudación de contribuciones, atención de y se reanudó cuando se restauró su vigencia


escuelas de primeras letras, el cuidado de hos- en 1820.
pitales, hospicios y establecimientos de be- La formación de ayuntamientos constitu-
neficencia, la construcción y reparación de cionales proliferó de manera vertiginosa en la
caminos, calzadas, puentes y cárceles, elabo- Nueva España. Su número fue en constante
ración de ordenanzas municipales —que re- ascenso. Se han hecho cálculos de algunas pro-
quirieron ser aprobadas por las Cortes— y la vincias, aunque no del conjunto novohispa-
promoción de la agricultura y la industria. no, que muestran el inusitado interés de la
El uso de recursos extraordinarios, como el población por establecer ayuntamientos con
examen de las actividades realizadas, debió este carácter, muestra de que las fuerzas locales
supervisarla la diputación provincial corres- encontraron un camino para organizarse y re-
pondiente y requería también la aprobación vitalizar al municipio, como una jurisdicción
de las Cortes. política territorial.
En junio de 1813, las Cortes aprobaron la En las dos primeras décadas del siglo xix,
Instrucción para el Gobierno Económico de los ayuntamientos electos fueron formando
las Provincias, complementaria a los asuntos una red que se fue tejiendo y haciéndose más
de gobierno contenidos en la Constitución. densa en las provincias mayormente pobladas.
En el primer capítulo, correspondiente a los Al cambio de régimen, con la instauración del
ayuntamientos, se abundó en las tareas enco- sistema federal y posteriormente al constituir-
mendadas, precisando con mayor detalle cada se los estados, la estructura territorial formada
una y multiplicando sus responsabilidades, por los municipios fue una realidad provin-
propósito que —muy pronto fue evidente— cial. Es relevante mencionar que en el Decreto
superó su capacidad, tanto por la imposibili- Constitucional de 1814 —redactado por Mo-
dad de llevarlas a cabo, como por la falta de relos y su grupo dirigente— los ayuntamien-
personal preparado y lo exiguo de los recursos tos tuvieron un lugar, al especificarse que se
de los que disponían. mantendrían en los pueblos, villas y ciudades
En la Instrucción se enfatizó la sujeción en tanto no se modificara el sistema.
del ayuntamiento a las autoridades superiores, Los ayuntamientos durante el Primer Imperio
al jefe político y a la diputación provincial.Así, y el sistema federal. En la instauración del régi-
por ejemplo, debieron rendir cuentas a la dipu- men político posterior a la separación de Es-
tación e informar al jefe político, año con año, paña, la Constitución gaditana fue una refe-
de sus actividades. Así también, aquéllas se rencia fundamental —entre otras— en el
encargaron del establecimiento de ayunta- asunto de la representación, la ciudadanía y
mientos y de recibir quejas de los pueblos in- el sistema electoral. En los primeros años
conformes en cuanto a las contribuciones. Se previos a la instauración del federalismo, se
especificó que los ayuntamientos no se comu- consideró adecuado mantener la representa-
nicaran directamente con la diputación sino a ción como el sistema electoral de la Consti-
través del jefe político. tución de 1812 en el sistema en ciernes.
La mecánica electoral instaurada en Cá- En noviembre de 1821, recién independi-
diz fue llevada a la práctica en la Nueva Es- zado el país bajo el Primer Imperio, se convo-
paña, primero entre 1813 y 1814, cuando se có a elecciones para el Congreso, incluyendo
eligieron diputados a Cortes, diputaciones también las de alcaldes, regidores y síndicos
provinciales y ayuntamientos. Esta experien- para formar ayuntamientos conforme a lo
cia fue suspendida al abolirse la Constitución estipulado en el decreto Formación de los
318 INSTITUCIONES

ayuntamientos constitucionales expedido por general, constituir los legislativos estatales y


las Cortes que adoptaba el sistema electoral los ayuntamientos, a partir de los ciudadanos,
y territorial establecido en la Constitución y un sistema electoral con régimen indirecto
de 1812, por lo que, a partir de los electores de- de votación, que contribuía a garantizar filtros
signados por los pueblos, éstos nombraron a los en la elección de los representantes tanto al
de partido y de provincia para integrar al Con- Legislativo general como a los estatales y a los
greso Constituyente y, por lo tanto, los ayun- ayuntamientos.
tamientos continuaron como el basamento de Con el establecimiento del federalismo,
la organización política. en la Acta Constitutiva —anteproyecto cons-
En 1822, en el Reglamento Provisional del titucional—, de enero de 1824, no se hizo
Imperio Mexicano se mantuvo la organiza- mención alguna sobre los ayuntamientos,
ción política sustentada en jefes políticos, di- como tampoco en la Constitución de oc-
putaciones provinciales y ayuntamientos. Para tubre del mismo año. Ello se explica por el
estos últimos se estableció que las elecciones carácter del sistema federal, que supuso reco-
de ayuntamientos se sujetaran a las disposicio- nocer la soberanía de los estados, por lo que
nes establecidas en la Constitución de 1812, su régimen interior formaba parte de ésta y su
es decir, elecciones anuales llevadas a cabo por ámbito se extendía a los ayuntamientos y, por
los ciudadanos para elegir a los electores que lo tanto, fue definido en la Constitución de
nombraran a los miembros del ayuntamiento. cada estado y en sus leyes de organización po-
En 1823, en las Bases para las elecciones del lítica respectivas, salvo en los territorios que
nuevo Congreso —una nueva convocatoria estuvieron sujetos al Congreso General y no
después de las vicisitudes del fallido Imperio— dispusieron de Constitución ni leyes de orga-
se estableció un sistema de juntas electora- nización, por no ser soberanos.
les en tres niveles: primarias, secundarias y de La posibilidad de formar ayuntamientos
provincia —adoptando la pauta de Cádiz—, bajo el régimen federal no fue homogénea
que incorporaba a los ayuntamientos como al tener variantes que decidió cada estado; así
parte sustancial al establecer juntas primarias algunos fijaron como mínimo mil habitantes,
o municipales constituidas por los ciudadanos mientras que otros exigieron entre 2 000 y
en las poblaciones con más de 500 habitantes 4 000. Una razón para elevarlo fue la nece-
para designar a los electores primarios. sidad de limitar la cantidad de cabildos, que
El sistema federal adoptó la representa- consideraron excesiva, lo que contribuía a la
ción, la ciudadanía, como el proceso electoral, inestabilidad estatal, debido tanto a la falta de
sustentado en forma importante en el texto atribución de facultades como de recursos
constitucional de 1812. Su continuidad no municipales y la escasez de funcionarios capa-
debe sorprender, dado que los grupos políti- ces de atender las responsabilidades edilicias.
cos conocían el sistema constitucional español Para el conjunto de los estados, un asunto
de manera directa. Distinguidos políticos en primordial fue procurar hacer gobernable su
activo —antes novohispanos, ahora mexica- territorio y ampliar los márgenes de acción
nos— habían participado en las Cortes en la del quehacer político estatal. Aceptadas las
elaboración de la Constitución, por lo que su estructuras anteriores, el siguiente paso fue un
continuidad en aspectos sustantivos convenía principio de realismo que significaba controlar
a sus intereses para edificar el régimen polí- las fuerzas centrífugas que podían escapar al
tico federal y sus componentes principales, control, caso preciso de los ayuntamientos.
como fue la integración del Poder Legislativo Así, desde muy temprano, la irrupción de la
AYUNTAMIENTO 319

municipalidad, que propiciaba diversos inte- ra, industria y comercio, la de coches de pro-
reses locales, se convirtió en un rompecabezas videncia, la de formación de ordenanzas, la de
difícil de armar. De esta manera, el fenómeno sanidad y encargada de la observancia de las
de la autonomía local, vía los ayuntamientos, leyes de policía en los 32 cuarteles menores en
fue un problema medular. Desde la óptica de que estaba dividida la ciudad.
los gobiernos estatales, el criterio de centrali-
dad se imponía, lo que implicaba adoptar los Hira de Gortari Rabiela
mecanismos de intervención necesarios.
Los estados establecieron un régimen de Orientación bibliográfica
funcionarios —a imagen de los jefes políti-
cos— para llevar el control territorial al que Annino, Antonio, “Soberanías en lucha”, en
estuvieron sujetos los ayuntamientos. Los Antonio Annino y François-Xavier Gue-
encargados, denominados prefectos, jefes de rra, coords., Inventando la nación. Iberoamé-
policía, jefes de departamento e incluso je- rica. Siglo XIX. México, fce, 2003, pp. 152-
fes políticos, según cada estado, controlaron 185.
jurisdicciones mayores, como los partidos, Gortari Rabiela,Hira de,“Política y adminis-
departamentos o cantones compuestos por tración en la ciudad de México. Relacio-
varios ayuntamientos y sus municipios y de- nes entre el Ayuntamiento y el gobierno
pendieron de los gobernadores. Dichos fun- del Distrito Federal y el Departamental:
cionarios presidieron los ayuntamientos y 1824-1843”, en Regina Hernández Fan-
fueron la correa de trasmisión con el gobier- yuti, comp., La ciudad de México en la pri-
no estatal. mera mitad del siglo XIX. Gobierno y política.
Durante el primer federalismo, los ayun- Sociedad y cultura. México, Instituto de
tamientos formaron parte importante de la Investigaciones Dr. José María Luis Mora,
organización territorial y política de los es- 1994, pp. 166-187.
tados, al mantenerse como la institución de Gortari Rabiela, Hira de, “Las maquinarias
gobierno más extendida, pues continuó como estatales y los ayuntamientos: un sistema a
el cimiento del edificio territorial, a los que prueba (1824-1835)”, en Guillermo Pala-
seguían jurisdicciones aún mayores. Así tam- cios, ed., Ensayos sobre la nueva historia polí-
bién fue el sostén del sistema electoral de los tica en América Latina, siglo XIX. México, El
estados y de la federación. Colegio de México, 2007, pp. 287-309.
Sus responsabilidades no variaron respecto “Instrucción para el gobierno económico po-
a lo establecido bajo el régimen constitucio- lítico de las provincias”. Junio 23 de 1813,
nal gaditano, y los contenidos de la Instrucción en Legislación mexicana o colección completa
de 1813 continuaron vigentes. Las actividades de las disposiciones legislativas expedidas desde
llevadas a cabo por los ayuntamientos fueron la independencia de la república, ordenadas por
organizadas en comisiones en las que se repar- los licenciados Dublán, Manuel y Lozano, Jo-
tieron los trabajos a su cargo. En 1822, desta- sé María. México, Imprenta del Comercio
caban la de aseo y limpieza de calles y barrios, a cargo de Dublán y Lozano, Hijos, 1876,
las encargadas de los hospitales y cárceles, la t. i, pp. 413-424.
de aguas entrantes y salientes, además de los Miranda, José, Las ideas y las instituciones po-
ríos y acequias, la de calzadas y caminos, la de líticas mexicanas. Primera parte. 1521-1820.
mercados, la del alumbrado, de paseos, de pesas México, Instituto de Derecho Compara-
y medidas, de escuelas públicas, de agricultu- do/unam, 1952.
320 INSTITUCIONES

Ortiz Escamilla, Juan y José Antonio Serra- bierno y política. Sociedad y cultura. México,
no, eds., Ayuntamientos y liberalismo gadita- Instituto de Investigaciones Dr. José María
no en México. México, El Colegio de Mi- Luis Mora, 1994, pp. 51-95.
choacán/Universidad Veracruzana, 2007. Serrano Ortega, José Antonio, Jerarquía terri-
Rodríguez Curi, Ariel, “Política e institu- torial y transición política, Guanajuato, 1790-
cionalidad, el ayuntamiento”, en Regina 1836. México, El Colegio de Michoacán/
Hernández Fanyuti, comp., La ciudad de Instituto de Investigaciones Dr. José María
México en la primera mitad del siglo XIX. Go- Luis Mora, 2002.

+CONSULADO +

Los orígenes de la institución consular se re- conquista de América para promover preci-
montan a la baja Edad Media. En la península samente la colonización y el comercio con
ibérica surgieron durante la gran expansión los nuevos dominios españoles. Fue estableci-
comercial de los reinos de Cataluña, Aragón do conforme a la provisión real firmada por
y Valencia hacia el Mediterráneo. El primer Carlos I de España y V de Alemania en 1543
consulado se fundó en la ciudad de Valencia en y su título oficial fue Universidad de los Car-
1283 y a éste le siguieron otros en la misma re- gadores a las Indias. Los comerciantes espa-
gión, como los de Mallorca (1343), Barcelona ñoles pasaron enseguida a las Indias a hacer
(1347) y Gerona (1385). Se trataba de institu- fortuna y muchos se fueron asentando en los
ciones destinadas a procurar y defender los in- nuevos territorios del Imperio.A mediados del
tereses mercantiles y navieros de sus agremia- siglo xvi, en la Nueva España, en particular
dos, pero además —y ésta era la clave que los en la ciudad de México, que era la capital po-
distinguía— eran tribunales para dirimir plei- lítica, social y económica del virreinato, los
tos de esa índole. Por su parte, en los reinos cas- comerciantes dedicados al giro ultramarino
tellanos, en particular en las ciudades de Burgos gozaban ya de una alta posición económica
y Bilbao, existían universidades o corporacio- y tenían una gran influencia en la política y
nes de mercaderes que se ocupaban de prote- la sociedad virreinales. El ascendiente de este
ger y promover los intereses de sus miembros, grupo era claramente perceptible en el cabil-
pero éstas no tenían jurisdicción para resolver do, donde la mayor parte de los regidores eran
los pleitos mercantiles. Sin embargo, cuando se grandes mercaderes. Su alianza con el gobier-
unieron los reinos de Castilla y Aragón bajo el no de la ciudad de México fue un factor clave
reinado de los Reyes Católicos, Isabel y Fer- para conseguir que se estableciera un consula-
nando, se les concedió fuero a los mercaderes do en la Nueva España.
castellanos y las instituciones se convirtieron La primera solicitud para que se estable-
también en consulados propiamente dichos, ciera una corporación mercantil en la Nueva
es decir, instituciones con el doble carácter de España data de 1561, pero no tuvo éxito algu-
corporaciones dedicadas a promover los inte- no. Hacia 1580, los mercaderes solicitaron de
reses económicos de sus agremiados y de tribu- nueva cuenta que se les concediera un consu-
nales mercantiles para defender sus derechos. lado porque necesitaban que se impartiera una
El tercer consulado castellano se fundó justicia pronta y eficaz, sin los largos procedi-
en Sevilla después del descubrimiento y la mientos de los juicios llevados por los letrados,
CONSULADO 321

cuyas demoras afectaban los negocios. Tam- En el transcurso del siglo xviii se verificó
poco en esta ocasión hubo una respuesta in- una gran expansión del comercio marítimo
mediata, pues los comerciantes tuvieron que en todo el mundo. La competencia entre los
esperar a 1590, cuando la Corona les solicitó grandes sistemas imperiales se recrudeció, co-
un informe sobre la petición de un consulado mo también en el interior de cada uno fueron
que había hecho un grupo de mercaderes y el surgiendo grupos de mercaderes más dinámi-
cabildo de la ciudad de México.A fin de cuen- cos y agresivos que erosionaron los antiguos
tas, el 15 de junio de 1592, el cabildo de la sistemas monopólicos de comercio. Cada im-
ciudad de México recibió la real cédula que perio tuvo que adecuar sus propios regímenes
concedió el privilegio de fundar una nueva ins- de comercio a las nuevas reglas del juego mer-
titución consular, aunque su establecimiento cantil que se estaba desarrollando, comenzan-
efectivo tardó unos años que discurrieron do por Inglaterra, que introdujo en su sistema
mientras se cumplían algunas formalidades y las Actas de Comercio y Navegación de 1763,
se resolvían algunos pleitos que suscitó la crea- 1764 y 1766. Otro tanto ocurrió en el caso del
ción de una nueva jurisdicción. Imperio español, que en 1765 comenzó a re-
El consulado asentado en la ciudad de formar el viejo sistema al decretarse el de co-
México, erigido con el título de Universidad mercio libre. Sin embargo, la política española
de los Mercaderes de Nueva España, comen- fue muy cautelosa y abrió muy poco a poco su
zó a funcionar efectivamente el 12 de enero comercio colonial. En 1765 sólo se abrieron
de 1594 con una amplísima jurisdicción, pues algunos puertos en España e Indias; en 1778 se
abarcaba todo el virreinato de la Nueva España abrieron algunos otros y, finalmente, en 1789
y a todos los mercaderes que negociaban con se abrióVeracruz, en la Nueva España, pero esta
los reinos de Castilla, Perú, Filipinas y China. apertura sólo significó que podría recibir bar-
Este consulado adquirió una fuerza enorme cos de diversos puertos, aunque sólo españoles,
en el virreinato novohispano. Sus miembros pues siguió siendo un comercio protegido y,
llegaron a controlar casi sin competencia al- por lo tanto, prohibido a los extranjeros.
guna la distribución interna de las mercancías La nueva dinámica del comercio mundial y
importadas de Europa, Asia y el resto de la la aplicación de la política reformista española
América española. A partir de este comercio, fueron claras en el número de nuevos consu-
pudieron acumular importantes capitales que lados que se erigieron, tanto en la metrópoli
lograron reproducir otorgando créditos y fi- como en los territorios coloniales. Mientras
nanciando la producción interna del virrei- que desde el siglo xvi sólo se fundaron en los
nato, lo que a su vez les permitió controlar la territorios castellanos cinco consulados, en el
plata y otros medios de cambio, cerrando el xviii hubo una oleada de nuevos estableci-
círculo de su poder al adquirir influencia po- mientos de uno a otro lado del Imperio espa-
lítica por medio de la compra de cargos, prés- ñol. En Manila, que era la ciudad principal de
tamos y donativos a la Corona. Durante los la única posesión española en Asia, se fundó
siglos xvi y xvii, todo el comercio de la Nueva un consulado en 1769; en España se fundaron
España estuvo controlado sólo por dos consu- nuevas corporaciones consulares en La Coru-
lados, el de Sevilla y el de la Nueva España, pe- ña, Santander y Málaga en 1785, y en América
ro en el siglo xviii, la situación cambió cuando las fundaciones proliferaron: Caracas y Guate-
surgieron nuevos grupos de comerciantes que mala obtuvieron consulados en 1793; Buenos
obtuvieron los privilegios de fundar sus pro- Aires y La Habana en 1794; Cartagena, Chile,
pios consulados. Veracruz y Guadalajara en 1795. Todos estos
322 INSTITUCIONES

nuevos consulados compartieron varias ca- cuando dirigió el golpe que destituyó al virrey
racterísticas, fueron fundados siguiendo poco José de Iturrigaray (probablemente con la co-
más o menos los mismos principios de orga- laboración de comerciantes veracruzanos) y
nización; incluso, en el caso de los consulados puso en su lugar al viejo mariscal Pedro Gari-
indianos, sus ordenanzas fueron copiadas casi bay, una de las secuelas de la invasión francesa
a la letra unas de otras pero, lo más importante, en España, de la caída de la Monarquía españo-
todos fueron creados vinculándolos directa- la y de la formación de juntas provinciales que
mente con el Consejo de Indias en España. reclamaron la soberanía. En México, el golpe
El propósito de la Corona fue,sin duda,pro- que depuso al virrey fue apoyado por la propia
porcionar a los nuevos grupos de comercian- Audiencia, la que compartió con el Consulado
tes herramientas —privilegios y jurisdicción el temor de que Iturrigaray apoyara la idea del
sobre sus negocios— para que pudieran com- Ayuntamiento de la ciudad de México de
petir en circunstancias parecidas a los viejos formar una junta que, en representación de la
núcleos monopólicos pero, al mismo tiempo, Nueva España, retomara la soberanía arrebata-
la Corona se propuso evitar que estos nuevos da por los franceses. La Audiencia y el Consu-
gremios adquirieran el poder y la influencia lado tuvieron éxito y el virreinato se conservó
de los viejos consulados. No en balde uno de aparentemente en el mismo estado, si bien las
los objetivos de la política borbónica hacia la fuerzas del cambio ya se habían echado a an-
Nueva España había sido tratar de restringir dar y fueron haciéndose visibles en las conspi-
el inmenso poder que había acumulado el raciones y en la guerra abierta que comenzó
Consulado de México desde el siglo xvii. con el levantamiento de Hidalgo en 1810.
Algunas de las medidas emprendidas por la Después de la oleada de nuevos estableci-
Corona para conseguirlo fueron, por ejemplo, mientos consulares en el último cuarto del siglo
la cancelación de los contratos de arrenda- xviii, todavía en la Nueva España hubo algunos
miento para el cobro de las alcabalas en la ciu- grupos de comerciantes que emprendieron ne-
dad de México, o la segregación de una parte gociaciones para conseguir sus propios consu-
importante del territorio sobre el que ejercía lados, como los de Yucatán y Puebla, con nulo
su jurisdicción con la creación de los nuevos o escaso éxito.Yucatán jamás consiguió tener-
consulados de Veracruz y Guadalajara, incluso lo, pero Puebla sí, aunque muy tardíamente y
el de Manila, erigido para favorecer los nego- con una existencia casi fantasmal, pues su es-
cios de los españoles peninsulares, de modo tablecimiento fue sancionado en 1821 y entró
que desplazaran a los mexicanos que habían en funciones sólo unos días antes de firmarse
construido un verdadero emporio en Filipi- el acta de independencia de México. El nue-
nas. No obstante, el Consulado de México vo gobierno desconoció la legalidad del Consu-
pudo sortear las dificultades y logró conservar lado poblano, bajo el argumento de que Agus-
una enorme influencia. Tras la fundación de tín de Iturbide había sancionado su creación
los consulados de Veracruz y Guadalajara, los cuando sólo era general del ejército y,por lo tan-
comerciantes agremiados en el de México to, no tenía ninguna autoridad para otorgar fue-
siguieron controlando los medios de cam- ros y privilegios consulares. De cualquier ma-
bio en el virreinato e, incluso, ganaron fuer- nera, a partir de 1824, cuando se estableció la
za al aumentar sus inversiones directas en la primera República federal,cada uno de los con-
producción. La evidencia más clara de que el gresos estatales fue decretando la disolución de
consulado conservó una enorme fuerza se dio su respectivo consulado.
la noche del 15 al 16 de septiembre de 1808, Matilde Souto
CORTES 323

Orientación bibliográfica Souto Mantecón, Matilde, Mar abierto. La po-


lítica y el comercio del Consulado de Veracruz
Smith S., Robert, Historia de los consulados de en el ocaso del sistema imperial. México, El
mar (1250-1700). Barcelona, Ediciones Colegio de México/Instituto de Investi-
Península, 1978. (Serie Universitaria, His- gaciones Dr. José María Luis Mora, 2001.
toria/Ciencia/Sociedad, 147) Souto Mantecón, Matilde, “Creación y di-
Souto Mantecón, Matilde, “Los consulados solución de los consulados de comercio
de comercio en Castilla e Indias: su esta- de la Nueva España”, en Revista Complu-
blecimiento y renovación (1494-1795)”, tense de Historia de América, vol. 32, 2006,
en Anuario Mexicano de Historia del Derecho, pp. 19-39.
vol. ii, 1990, pp. 227-250.

+CORTES +

Las Cortes surgieron en Castilla durante la nado de los Reyes Católicos, Isabel y Fernan-
última etapa de la Edad Media, como una do, quienes usaron estas asambleas para pacifi-
forma de gobierno representativo. El rey, car y unir al reino.
una vez aconsejado por nobles y clérigos, Las Cortes no eran un parlamento mo-
recurrió a juntas conocidas como “curias”, a derno. Su función primordial era la de un
las que asistían procuradores con instruccio- consejo asesor para el monarca. Originalmen-
nes de sus pueblos o ciudades. En 1188, Al- te, sus miembros no representaban a todo el
fonso IX convocó a la primera curia —las pueblo y tenían un poder limitado. Los pre-
Cortes de León— que registró explícitamen- lados protegían los derechos y libertades de la
te la par ticipación de los representantes de Iglesia; los nobles, que en un principio eran
las ciudades. Más adelante, en 1202 y 1208, el en su mayoría militares, defendían sus privi-
rey llamó a otras Cortes. En 1217 y 1219, Al- legios especiales, y los procuradores de los
fonsoVIII de Castilla convocó a asambleas a las pueblos protegían sus derechos y libertades.
que asistieron magnates, caballeros y los hom- Todos intentaban prevenir o limitar los im-
bres mayores de los pueblos. Después de 1230, puestos extraordinarios. Asimismo, cada esta-
las Cortes de Castilla y León se reunieron co- mento utilizaba las Cortes para hacer llegar
mo un solo organismo. Otros reinos ibéricos sus preocupaciones al rey. Puesto que las Cor-
también convocaron a Cortes, pero aquí nos tes también servían como un organismo ase-
referiremos al parlamento de Castilla y León, sor, llegaron a representar los intereses de todo
que se convertiría en la principal legislatu- el reino. Por momentos, el parlamento podía
ra de la Monarquía hispánica. Si bien en un influir, e incluso restringir, las acciones de la
inicio los representantes de los tres estamen- Corona. Sin embargo, tal organismo no era in-
tos —el clero, los nobles y los representantes dependiente ni se reunía de manera regular; el
o procuradores de las ciudades— se reunían rey las convocaba a su antojo y según las nece-
por separado, con el tiempo las ciudades lle- sidades del momento.
garon a dominar las Cortes. El poder políti- Entre 1518 y 1521, las ciudades —o “co-
co de las ciudades y las Cortes creció de forma munidades”, como se llamaban a sí mismas—
gradual, alcanzando su cenit durante el rei- intentaron asumir el poder en un movimiento
324 INSTITUCIONES

conocido como la Rebelión de las Comuni- La representación difería en el Nuevo


dades de Castilla. Aprovechando la corona- Mundo. Tras la conquista del continente, los
ción del rey Carlos I, quien había sido criado primeros pobladores fundaron varias ciuda-
en Holanda y tenía pocos vínculos directos des y pueblos, entre los que destaca México.
con Castilla, los representantes de sus ciudades Desde un principio, los pobladores de la Nue-
intentaron establecer un nuevo orden cons- va España insistieron no sólo en contar con
titucional. Estos representantes formaron una representación en la corte, sino ante el parla-
Junta General de las Comunidades de Casti- mento de Castilla. El 25 de junio de 1530, el
lla que sostenía que las ciudades representa- rey Carlos I expidió la siguiente cédula: “En
ban a la patria, que el rey era el sirviente de atención a la grandeza y nobleza de la ciu-
las ciudades, que ellas poseían el derecho a dad de México […] mandamos que tenga
convocar a las Cortes de manera periódica y el primer voto de las ciudades y villas de la
que defenderían sus libertades por la fuerza si Nueva España, y el primer lugar, después de
era necesario. La Junta también sostenía que la la justicia, en los congresos que se hicieren por
voluntad del pueblo y el consenso de los go- nuestro mandato, porque sin él no es nuestra
bernados debían ser reconocidos e insistía no intención, ni voluntad, que se puedan juntar
sólo en la cuestión de la libertad, sino de la de- las ciudades y villas de las Indias”. La cédula
mocracia. Finalmente, el movimiento, que ha establecía con claridad la posibilidad de que se
sido llamado la primera revolución moderna, reunieran unas Cortes verdaderas, es decir, un
fue derrotado por las fuerzas de la Corona el parlamento convocado por el rey. Sin embar-
23 de abril de 1521 en la batalla deVillalar.Tres go, también declaraba, evidentemente, que tal
siglos más tarde, esta rebelión se convertiría en organismo sólo se podría reunir si el monarca
el mito fundacional de los revolucionarios de lo convocaba. En 1567 y 1635, sucesivos mo-
las Cortes de Cádiz. narcas consideraron otorgar a la Nueva Espa-
La derrota de las comunidades no puso fin ña el derecho a la representación en las Cortes
a la representación de los pueblos. El rey con- de Castilla. En ambas instancias, las ciudades y
vocó a Cortes en 1523, y en ellas concedió a los villas de la Nueva España se negaron a recau-
representantes tan sólo un “voto consultivo”, dar los impuestos para pagar por la asistencia a
condición que se mantuvo durante más de un dichos congresos, y decidieron que los costos
siglo, hasta las de 1632. Los miembros del cle- superaban las ventajas. No obstante, el dere-
ro y la nobleza participaron en las de 1523, cho de la ciudad de México a votar primero
1527 y 1538, pero más adelante dejaron de asis- en un congreso de ciudades de Nueva España
tir. La importancia de las ciudades derivó en un estableció un precedente que se volvería im-
estatus jurídico ampliado y en la autonomía de portante a principios del siglo xix.
las Cortes y los procuradores, que recobraron La crisis de la Monarquía y los aconteci-
el “voto decisivo” en 1632. De ahí en adelan- mientos registrados en 1808, tanto en España
te, el parlamento ejerció una mayor autoridad como en América, dieron inicio a una rápida
en materia impositiva. Tras la Guerra de Su- transición en la cultura política hispánica. In-
cesión española, tuvo lugar una gran transfor- capaz de contener la invasión francesa, la Junta
mación, cuando los decretos de Nueva Planta Central, en un esfuerzo por fortalecer su le-
incorporaron a las ciudades representadas en gitimidad, el 1 de enero de 1810 decretó que
las Cortes de Aragón a las de Castilla, creando se organizaran elecciones para unas Cortes
así las Cortes Generales. En las de 1789, por nacionales. En España, cada junta provincial y
ejemplo, estaban representadas 36 ciudades. cada ciudad con derecho a representación en
CORTES 325

Cortes anteriores podría elegir a un diputa- Los diputados españoles y americanos que
do. Además, debía elegirse a un diputado por sirvieron en las Cortes Extraordinarias pro-
cada 50 000 habitantes. El Consejo de Re- mulgaron la Constitución de la Monarquía es-
gencia aprobó un proceso electoral por com- pañola que transformaría el mundo hispánico.
pleto distinto para el Nuevo Mundo. De Los diputados de la Nueva España tuvieron un
acuerdo con el decreto expedido el 14 de fe- papel central en las Cortes de Cádiz. No sólo
brero de 1810, se concedía a los reinos del eran los más numerosos, sino también los más
Nuevo Mundo representación en las Cor- activos. Seis novohispanos se desempeñaron
tes Extraordinarias del Reino. Era preciso como presidentes de las Cortes, seis fungie-
elegir a un diputado por cada “capital de par- ron como vicepresidentes y uno como se-
tido de esas provincias separadas”. Puesto que cretario. Tres novohispanos trabajaron en la
el decreto electoral especificaba que los re- comisión que preparó la redacción de la Carta
presentantes debían ser “naturales” de la pro- Magna. Además, novohispanos como Miguel
vincia, el proceso excluía a los españoles que Ramos Arizpe y José Guridi y Alcocer fueron
residían en el Nuevo Mundo. Las elecciones responsables de la creación de una nueva insti-
para el nuevo gobierno representativo tuvie- tución que fundó la base del sistema constitu-
ron lugar al tiempo que la guerra inundaba cional: los organismos regionales administra-
la península y partes de América. Dado que tivos llamados diputaciones provinciales. Con
muchas de las provincias ocupadas de España la creación de las diputaciones provinciales, las
no podían organizar elecciones, y dado que la Cortes abolieron los virreinatos, transforma-
distancia retardaba la llegada de muchos dipu- ron las audiencias de cuerpos judiciales y cua-
tados americanos, la Regencia decretó que 55 si administrativos en tribunales supremos de
suplentes, entre ellos 30 de América y Filipi- apelación y dividieron el mundo hispánico en
nas, fueran electos por individuos proceden- provincias que trataban directamente con el
tes de aquellas regiones que se encontraran en gobierno nacional en España. Ramos Arizpe
Cádiz. A la Nueva España le fueron asignados y Guridi y Alcocer también tuvieron un pa-
siete suplentes. pel central en el establecimiento de la segunda
El virreinato de la Nueva España —inclui- institución de gobierno local creada por las
das las Provincias Internas— tenía derecho a Cortes: los ayuntamientos constitucionales,
elegir a 22 diputados a Cortes, pero no todas que sustituyeron con funcionarios electos en
las provincias con derecho a hacerlo lograron comicios populares a las elites hereditarias que
escoger a su diputado. Para octubre de 1810, hasta entonces habían controlado el gobier-
diecisiete provincias habían elegido a sus di- no de las ciudades. Los diputados de la Nueva
putados propietarios, pero sólo quince de ellos España también defendieron exitosamente el
asistieron a las Cortes. Estos diputados, junto aumento de los gobiernos de ciudades en la
con los siete suplentes, constituyeron un gru- América española; antes los ayuntamientos
po poderoso. Aunque resulta difícil determi- existían sólo en las localidades más impor-
nar el número de diputados que asistieron a las tantes. La Constitución concedió el derecho
Cortes de Cádiz, ya que no todos estuvieron a elegir gobierno a las poblaciones de al me-
ahí al mismo tiempo, 67 (de un estimado de 80 nos mil habitantes, ampliando así de forma
asignados a las posesiones de ultramar bajo la drástica la participación política en el mundo
convocatoria) representaban a América y Fi- hispánico.
lipinas, 22 de ellos de la Nueva España, en un La Constitución de 1812 no fue un docu-
organismo de cerca de 220 diputados. mento español, fue una Carta Magna para el
326 INSTITUCIONES

mundo hispánico. A decir verdad, la Consti- dos. Durante esos años se establecieron cinco
tución de Cádiz no habría tomado la forma diputaciones provinciales. Los novohispanos
que tomó sin la participación de los repre- eligieron 41 diputados para las Cortes Ordi-
sentantes del Nuevo Mundo, en particular de narias de 1812-1814, que se reunieron en Ma-
los novohispanos. La Constitución de 1812, drid, y un número similar de representantes
la Carta más radical del siglo xix, abolía las para el Congreso de 1815-1816. El espectro
instituciones señoriales, la Inquisición, el tri- de participación política fue extraordinario.
buto indígena, el trabajo forzado —como era Cientos de miles de ciudadanos, es probable
la mitad en Sudamérica y el servicio personal que más de un millón o cerca de una sexta
en España— y afirmaba el control del Estado parte de la población de la Nueva España, in-
sobre la Iglesia. El documento también creaba cluidos indígenas, mestizos, mulatos y aque-
un Estado unitario con leyes iguales para todas llos de ascendencia africana —que legalmente
las regiones de la Monarquía española, reducía tenían prohibido votar— participaron en las
sustancialmente la autoridad del rey y otorga- elecciones y en el gobierno tanto a nivel local
ba a la legislatura un poder decisivo.Al conce- como provincial.
der el derecho al sufragio a todos los hombres, Pese a la transformación política, la insur-
excepto aquellos de ascendencia africana, sin gencia estalló en la Nueva España. Por mo-
requerirles educación o propiedad, la Consti- mentos parecía que el nuevo sistema consti-
tución de 1812 superaba a la de todos los go- tucional haría posible una negociación con
biernos representativos de la época, como los los insurgentes, pero esa situación cambió al
de Gran Bretaña, Estados Unidos y Francia, en regreso del rey Fernando VII. El monarca
el otorgamiento de derechos políticos a la vas- abolió la Constitución y las Cortes, restau-
ta mayoría de la población masculina. Un aná- rando así el Antiguo Régimen. En un inicio,
lisis del censo electoral de 1813 en la ciudad el rey parecía dispuesto a aceptar reformas
de México, por ejemplo, concluye que 93% de moderadas, pero al final optó por recurrir a la
la población masculina adulta de la capital te- fuerza para restaurar el orden real en el Nuevo
nía derecho a votar. La Constitución de 1812 Mundo. Sin embargo, los costos de reunir un
también incrementaba de manera drástica el ejército expedicionario para reconquistarlo
espectro de la actividad política al establecer incrementaron el descontento en la península.
un gobierno representativo en tres niveles: las Los liberales de España aprovecharon el des-
ciudades y los pueblos, la provincia y la Mo- encanto en torno a la guerra en América y, en
narquía. El poder político fue transferido así marzo de 1820, obligaron al rey a restaurar la
del centro a las localidades, al tiempo que un Constitución. El regreso del orden constitu-
gran número de personas se incorporaron al cional transformó el sistema político hispáni-
proceso político por vez primera. co por tercera ocasión en una década.
Las elecciones constitucionales de 1812 La Nueva España restableció con entusias-
fueron los primeros comicios populares or- mo el sistema constitucional. En los meses
ganizados en la Nueva España. En ellos se siguientes, llevó a cabo elecciones para in-
establecieron cerca de mil ayuntamientos numerables ayuntamientos constitucionales,
constitucionales, la gran mayoría en pueblos diputaciones provinciales y Cortes. Las elec-
indígenas. En algunas regiones, durante el ciones, quizás más que cualquier otra activi-
periodo de 1812 a 1814, se organizaron has- dad, politizaron a la sociedad novohispana. Los
ta tres elecciones sucesivas para ayuntamien- ayuntamientos constitucionales fueron restau-
tos; la mayoría de las poblaciones organizó rados en pueblos con al menos mil habitantes.
CORTES 327

Entre agosto y noviembre de 1820 se reali- logrado la independencia. Iturbide, por su


zaron las elecciones para las seis diputaciones parte, estaba convencido de que él había libe-
provinciales del antiguo virreinato de la Nue- rado a la nación con su ejército y de que, por
va España. Se llevaron a cabo dos elecciones ende, él encarnaba la voluntad nacional. Los
separadas para diputados a las Cortes: una en comicios para las Cortes Constituyentes no
otoño de 1820 para las Cortes de 1821-1822 disiparon la disputa entre las ramas ejecutiva y
y, la segunda, al comenzar diciembre de 1820, legislativa. Tras meses de desacuerdo, el 21 de
para la sesión del parlamento de 1822-1823. mayo de 1822, Iturbide y sus aliados militares
Así, de junio de 1820 a marzo de 1821, las obligaron a las Cortes a nombrarlo emperador.
campañas electorales y los comicios mantu- Sin embargo, el descontento hacia el gobier-
vieron ocupada a la población políticamente no pronto escaló a una rebelión en las provin-
activa de la Nueva España, que probablemente cias. Frente a la creciente oposición, Iturbide
ascendía a más de un millón de personas. abdicó. En los meses siguientes, las provincias
Pese a todo, la inestabilidad política en la asumieron el control de los gobiernos a través
península durante los últimos doce años con- de sus diputaciones provinciales. Cuatro pro-
venció a muchos novohispanos de que sería vincias, Oaxaca,Yucatán, Guadalajara y Zaca-
prudente seguir una estrategia de dos vías pa- tecas, se convirtieron en estados. Para evitar la
ra obtener el gobierno local. Estos novohis- guerra civil, las Cortes cedieron y eligieron un
panos se hicieron entonces del control de los nuevo Congreso Constituyente.
organismos constitucionales y alentaron a sus Después de meses de debate, dicho Con-
diputados a las Cortes a proponer el estable- greso promulgó la Constitución de 1824, mo-
cimiento de una comunidad de tres reinos en delada según la Constitución hispánica de Cá-
América. Al mismo tiempo desarrollaron su diz y no, como a menudo se afirma, sobre la
propio plan para establecer el gobierno local, Constitución de 1787 de Estados Unidos. Da-
similar a la propuesta de la comunidad some- do que la República Mexicana era en esencia
tida a la consideración de las Cortes. Para ello, confederalista antes que federalista, el espíritu
eligieron a un implacable oficial contrainsur- de la Carta mexicana era más cercano a la
gente nacido en la Nueva España, Agustín de primera Constitución estadounidense —los
Iturbide, que buscaría la autonomía bajo un ar tículos de la Confederación— que a la se-
programa de acción que se conoció como gunda. La Constitución de 1824 estaba fir-
Plan de Iguala. Cuando la mayoría española memente enraizada en la experiencia jurídica
en las Cortes rechazó la propuesta novohispa- y política hispánica. Secciones enteras de la
na de crear reinos americanos autónomos, los Carta de Cádiz fueron reproducidas verbatim
líderes de la Nueva España optaron por sepa- en el documento mexicano. Esto no era sino
rarse y fundar el Imperio Mexicano. natural, ya que los mexicanos no rechazaron su
Los recién independizados mexicanos si- herencia hispánica y, algunos individuos, co-
guieron los precedentes de la Constitución mo Guridi y Alcocer y Ramos Arizpe, quienes
hispánica. Formaron entonces una Soberana redactaron la nueva Constitución republicana,
Junta Provisional Gubernativa para que fun- habían servido en las Cortes de Cádiz y ha-
giera como Poder Legislativo hasta que se bían colaborado en la redacción de la Carta
convocara a las Cortes mexicanas. El conflic- de 1812. Tanto la Constitución hispánica de
to entre dos tradiciones —el Poder Ejecutivo 1812 como la mexicana de 1824 establecie-
contra el dominio legislativo— estalló de in- ron legislaturas poderosas y ejecutivos débiles.
mediato. Los autonomistas creían que habían Los arquitectos de la Carta de 1824 conside-
328 INSTITUCIONES

raron con cuidado las necesidades de su país. Dios, Salustiano de, “Corporación y nación.
Así, concedieron a los estados el importante De las Cortes de Castilla a las Cortes de
papel que exigían las regiones, lo que contri- España”, en P. Cappellini, G. Cazzeta et al.,
buyó significativamente a mantener la uni- coords., De la Ilustración al liberalismo. Ma-
dad nacional. No es accidental que, pese a las drid, Centro de Estudios Constitucionales,
numerosas fuerzas centrífugas, México per- 1995, pp. 197-298.
maneciera unido, mientras que Centro y Sud- Rodríguez O., Jaime E., “La naturaleza de
américa se fragmentaran en muchas pequeñas la representación en la Nueva España y
naciones. México”, en Secuencia. Revista de Historia
Jaime E. Rodríguez O. y Ciencias Sociales, núm. 61, enero-abril de
2005, pp. 6-32.
Orientación bibliográfica Rodríguez O., Jaime E., “Nosotros somos aho-
ra los verdaderos españoles”: la transición de la
Chust, Manuel, La cuestión nacional americana Nueva España de un reino de la Monarquía
en las Cortes de Cádiz. Valencia/México, española a la República Federal de México,
Centro Francisco Tomás y Valiente/Fun- 1808-1824. Zamora/México, El Colegio
dación Instituto de Historia Social/unam, de Michoacán/Instituto de Investigacio-
1999. nes Dr. José María Luis Mora, 2009.

+DIPUTACIÓN PROVINCIAL +

La Diputación Provincial tuvo su origen en sito, presentó una memoria sobre su situación,
las juntas provinciales surgidas en España en la que llamaba la atención sobre la falta de
en 1808, como respuesta a la crisis de la Mo- un gobierno superior, tanto en lo gubernati-
narquía española a raíz de la invasión francesa vo como en lo judicial, por la lejanía de las
a la península y el vacío de poder que ocasio- autoridades como de la Real Audiencia, por
nó la aprehensión de Carlos IV y su heredero lo que era indispensable remediar el asunto
Fernando VII. La convocatoria a Cortes a par- de gobierno por medio de una junta superior
tir de 1810, fue el camino emprendido para gubernativa, compuesta por siete miembros
restaurar la soberanía de la Monarquía. Éstas, nombrados por las provincias. Dicha junta la
frente a las demandas provinciales, aprobaron, equiparó como sinónimo de “diputación de
en marzo de 1811, un reglamento provisional provincia” —concepto novedoso— misma
para el gobierno de las juntas de provincia li- que debía dotarse de un reglamento en el que
mitado a la península, pero varios diputados se detallaran sus facultades, el nombramiento
americanos insistieron en que se ampliara a de un presidente, así como la forma en que las
las americanas. provincias elegirían a los vocales que la for-
En su defensa se distinguió José Miguel marían y el periodo que deberían permanecer
Ramos Arizpe, representante de las Provincias en el cargo. Incluso, adelantó su función como
Internas de Oriente (Nuevo León, Coahui- gobierno interno provincial económico y ad-
la, Nuevo Santander y Texas) al proponer la ministrativo supeditado al superior. Esta pro-
creación de una junta gubernativa para las puesta fue un paso de primera importancia en
provincias que representaba. Con tal propó- las reivindicaciones provinciales americanas.
DIPUTACIÓN PROVINCIAL 329

La comisión de Constitución de las Cortes, Las diputaciones se encargaron, de acuer-


en su dictamen referente al gobierno interno do con lo prescrito en la Constitución, de
de las provincias y pueblos, incorporó el tér- asuntos del ámbito económico-administrati-
mino de Diputación Provincial, pero limita- vo, excluyendo cualquier facultad legislativa;
ron sus atribuciones a los asuntos de gobierno así, se ocuparon de numerosas tareas como la
y administrativos, excluyendo los de carácter distribución de las contribuciones entre los
legislativo, al temerse que mayores facultades pueblos de la provincia, vigilar la adecuada
condujeran a un proceso federalista y dispu- inversión de sus fondos públicos, revisar sus
taran a las Cortes su carácter unicameral. La cuentas, darles el visto bueno antes de pasar
iniciativa fue aprobada y se incorporó en el a una instancia superior, asegurarse de que se
proyecto de Constitución presentado a las establecieran ayuntamientos conforme a lo
Cortes el 26 de diciembre de 1811. dispuesto, promover la educación, estar al tan-
En la Constitución promulgada por las to de los abusos de la administración e infor-
Cortes el 19 de marzo de 1812, las diputacio- mar al gobierno, así como de las violaciones a
nes provinciales se integraron en el capítulo la Constitución o a las Cortes, elaborar censos
correspondiente al gobierno político de las y estadísticas de la provincia, estar pendientes
provincias, presididas por un jefe político nom- de los establecimientos piadosos, atender los
brado por el rey y dotando a cada provincia de arbitrios para las nuevas obras públicas o la re-
una diputación formada por un presidente, el paración de las existentes y obtener el permiso
intendente y siete miembros electos y tres su- de las Cortes para su gasto, con excepción de
plentes. Las que se establecieron correspondie- que las diputaciones de ultramar podían auto-
ron a la división territorial provisional aproba- rizar erogaciones e informar después.También
da en las Cortes, dejando abierta la posibilidad se hizo hincapié en que estas últimas velaran
de establecer un mayor número cuando se le- por la economía, el orden y el progreso de las
gislara una organización territorial definitiva. misiones de conversión de los indios infieles y
Para formar parte de una diputación fue evitaran que se abusara de ellos.
requisito ser ciudadano en ejercicio de sus de- Posteriormente, en la Instrucción para el
rechos, mayor de 25 años, ser natural o vecino Gobierno Económico Político de las Provin-
de la provincia “y que tenga lo suficiente para cias, en junio de 1813, aprobada por las Cor-
mantenerse con decencia”. Se evitó la reelec- tes, se reglamentaron con mayor detalle los
ción inmediata, pero se admitió que transcu- ámbitos de competencia de las diputaciones
rridos cuatro años de haber tenido el cargo previstas en el texto constitucional. Se aña-
podían ser nuevamente electos. dieron algunos asuntos como el fomento de
La elección de los vocales, como se les la agricultura, las artes y el comercio, la ela-
denominó a los miembros de las diputacio- boración de planes y proyectos sobre dichas
nes, fue llevada a cabo por los electores de materias, el tomar medidas en caso de enfer-
partido, tal como se especificaba en el texto medades contagiosas o epidemias y, para las
constitucional, mismos que un día después diputaciones no metropolitanas, el procurar
nombrarían a los diputados a Cortes. Las elec- reducir a los habitantes dispersos facilitándo-
ciones se debían convocar cada dos años para les tierras y medios para cultivarlas.
renovar la mitad más uno y en la siguiente la La instalación de la primera diputación
otra mitad. Los electores designaban, además de la que se tiene noticia en la Nueva Espa-
de los siete vocales propietarios de cada dipu- ña es la de Mérida,Yucatán, el 23 de abril de
tación, a tres suplentes. 1813, cuando era virrey Félix María Calleja
330 INSTITUCIONES

(1813-1816). Estaba formada por vocales de Oriente en Monterrey, las de Occidente en


Yucatán, Tihosuco y Campeche. Meses más Durango y San Luis Potosí. A mediados de
tarde, se instaló la de Guadalajara de Nueva 1821, se instaló en Chiapas, y se sabe de So-
Galicia, con vocales de Guadalajara y Zacate- nora y Sinaloa, sin conocerse la fecha. En
cas. En marzo de 1814 lo hizo la de las Provin- cuanto a su composición, otras diputaciones
cias Internas de Oriente, con representantes que abarcaban varias provincias, además de las
de Nuevo León, Coahuila, Nuevo Santander mencionadas, eran: la de San Luis que contó
y Texas, y, en julio, se estableció en la ciudad con vocales de Guanajuato y de San Luis, y
de México la de la Nueva España, formada con la de Durango, con vocales de Chihuahua,
vocales de México, Michoacán, Oaxaca, Pue- Nuevo México y el propio Durango. Los no-
bla, Querétaro,Tlaxcala y Veracruz. Se supone vohispanos insistieron en que se crearan doce
que también se instalaron la de San Luis Potosí, diputaciones, una por cada Intendencia.
en la capital provincial del mismo nombre y Su funcionamiento. Para sus trabajos, se acor-
la de las Provincias Internas de Occidente dó que sesionaran 90 días al año de acuerdo
en la ciudad de Durango, pero se carece de in- con el calendario que fijaran y contaron con
formación precisa. un reglamento inspirado en los emitidos por
Es importante destacar que cada una las las Cortes para su funcionamiento interno,
diputaciones instaladas agrupó varias provin- adoptando el estilo parlamentario, con un
cias, de tal forma que el ámbito territorial que presidente y un secretario encargado de la ela-
comprendieron incluyó la Nueva España y las boración de las actas de las sesiones.
Provincias Internas a partir de las demarca- Para tener una idea más precisa de las acti-
ciones provinciales, asunto que contribuyó a vidades de una diputación, sirva de ejemplo la
fortalecer la presencia provincial en la esfera de la Nueva España y después exclusivamen-
política, pero también de sus capitales al ser sus te la de la provincia de México. Así, gracias a
sedes asunto no menor en la organización de las actas de los años de 1820 a 1823, es posible
las jurisdicciones provinciales en torno a una conocer su quehacer y la forma de llevarlo a
ciudad capital como centro político y admi- cabo. La diputación sesionó en el palacio vi-
nistrativo. rreinal compartiendo espacio con la Real
El primer periodo en el que las diputacio- Audiencia. Por un lado, hubo reuniones or-
nes se mantuvieron en actividad fue corto dinarias, pero además se formaron comisiones
debido a la abrogación de la Constitución en para tratar asuntos de Hacienda, Instrucción
la Nueva España, de hecho, el 17 de agosto Pública, Agricultura, Comercio e Industria,
de 1814, y de derecho, el 15 de septiembre; las que de manera periódica informaban del
sabemos muy poco de sus actividades, dado avance de sus trabajos.
que sus actas, en el mejor de los casos, están Después de la independencia fueron ma-
extraviadas. nifiestas las dificultades de la Diputación para
Con el retorno al camino constitucional reunirse, pues el Congreso les pidió que
de la Monarquía se restablecieron las dipu- se reunieran con público, tal como estaba
taciones a mediados de 1820, siendo virrey contemplado en el reglamento de las Cortes,
Juan Ruiz de Apodaca (1816-1821) y se pro- salvo las sesiones secretas, también incluidas en
longaron incluso bajo el federalismo hasta el reglamento gaditano y en el de la secretaría
1824. En septiembre de 1820 se reinstalaron de la Diputación de 1821. Las reuniones eran
las diputaciones de Guadalajara, Nueva Espa- difíciles de llevar a cabo con cierta privacidad
ña y Yucatán, y les siguieron las Provincias de al seguir compartiendo local con la Audiencia,
DIPUTACIÓN PROVINCIAL 331

por lo que se solicitó contar con una mejor para conducirse durante las reuniones, fijaron
sala. Incluso, fue necesaria la intervención de horarios de trabajo, hicieron válidas sus pre-
los ministerios de Relaciones Interiores y Ex- rrogativas e incorporaron al público, prácticas
teriores para confirmar el espacio. Para prin- que iniciaron el camino a las de carácter par-
cipios de 1823, se acordó que la Diputación lamentario.
abandonara el palacio, ya no virreinal, y se Las sesiones eran presididas por el jefe
trasladara al antiguo edificio de la Inquisición político —como lo especificaba la Consti-
en Santo Domingo. Dicha institución, como tución— encargado de la conducción de la
se recordará, fue extinguida por decreto de las reunión y del cumplimiento de las disposi-
Cortes y sus bienes se convirtieron en públi- ciones, como la de guardar el orden, tanto por
cos. Así, días después, la Diputación se instaló los propios diputados, como por el público
en su nueva sede. asistente en el recinto. En el reglamento de la
Se seguía un orden y un horario. Las sesio- Diputación de las Provincias Internas se seña-
nes se realizaban por las mañanas, dos veces a laba:“Cuando algún diputado use de la palabra
la semana, martes y viernes, además de las ex- no deberá ser interrumpido sino por el señor
traordinarias. Se comenzaba con la lectura del presidente para contraerlo al punto de discu-
acta anterior, utilizando la fórmula: “Congre- sión en caso de extravío”. Los espectadores
gados los señores del margen se leyó la minuta debían guardar silencio y conservar la compos-
del acta anterior, y quedó aprobada”; al final tura y no podían tomar parte en las discusiones.
se anunciaban los asuntos que se tratarían en Aquellos que no respetaran esta disposición
la siguiente. podían ser desalojados, y si hubiera demasiado
Aunque estuviera especificada una ho- ruido o desorden, el presidente estaba faculta-
ra precisa, si se atiende a las actas, el horario do para levantar la sesión. En cuanto a la pre-
era variable; podían empezar a las 10:00, las sencia de público, había una limitación, pues
10:30 o a las 11:00. En el caso de sesiones ex- las mujeres no podían asistir. La presencia, pre-
traordinarias se llegó a convocar a las 6:30 de vio permiso del pleno, de diferentes grupos e
la mañana o a altas horas de la madrugada, si la individuos interesados en hacerse oír y expo-
gravedad del asunto lo ameritaba, como ocu- ner sus querellas y solicitudes fue una práctica,
rrió en varias ocasiones, y concluían pasado el si no frecuente, ocasional, ya fuera un alcalde,
mediodía. un cartero o el tesorero de la Diputación, y no
La escasez de recursos fue un problema faltaron las visitas intempestivas.
que acompañó la existencia de la Diputación. Las diputaciones fueron celosas del dere-
Las quejas y los comentarios al respecto fue- cho que consideraban les otorgaba la prela-
ron constantes. No sólo en lo que concierne a ción, entendida como: “La antelación o pre-
las dietas de los diputados, sino también a los ferencia con que una cosa debe estar atendida
medios para instalar la secretaría. La solicitud en primer lugar, que otra con quien se compa-
se repitió con frecuencia y no sólo se refería a ra”. Las diputaciones estuvieron presentes en
las necesidades para el funcionamiento de la diversos actos y ceremonias de la vida pública
Diputación, sino también a los sueldos de los novohispana y en los inicios del periodo na-
empleados. cional. A través de ellos se puede constatar su
La Diputación adoptó un ceremonial para importancia, no exclusivamente por la funda-
la jura de sus integrantes, en presencia de una mentación jurídica y política que la creó, si-
imagen de Jesucristo crucificado y de un li- no también porque su presencia y visibilidad
bro de los Evangelios; acataron el reglamento pública eran parte importante de las prácticas
332 INSTITUCIONES

y usos vigentes en la política. De ahí que las poblaciones. Tal como estaba organizada, la
diputaciones fueran muy celosas de sus pre- Diputación era un abanico representativo, por
rrogativas y lugar en desfiles, procesiones y ac- lo que podían oírse voces distintas con ex-
tos, de lo que se concluye que se trataba de una periencias también diferentes. En cuanto a la
institución todavía inmersa en viejos estilos. composición de los miembros de la Diputa-
El grupo de vocales que entre 1820 y 1823 ción, tres cuartas partes fueron militares y abo-
fueron electos o designados para la Diputación gados, y el resto sacerdotes y hacendados.
de la Nueva España y México reúnen una se- La independencia y las diputaciones provin-
rie de características que, analizadas en con- ciales. La independencia no supuso la desapa-
junto, contribuyen a definir sus características rición de las diputaciones sustentadas en la
generales. Hemos logrado identificar 43 dipu- constitución gaditana; por el contrario, cre-
tados, entre titulares y suplentes, que ocuparon cieron en número. Así, en noviembre de 1821,
dicha representación en distintos periodos. Su se reconocieron las existentes y se aprobó es-
número se explica porque había siete vocales tablecerlas en las provincias donde no hubie-
en cada periodo, además de tres suplentes, va- ren alcanzando doce Diputaciones. De la de la
rios de los cuales repitieron su encomienda. Nueva España formaron Diputación Puebla,
Algunos incluso, los menos, fueron represen- Michoacán, Veracruz, Oaxaca, Querétaro y
tantes en la primera Diputación de 1814, de la Tlaxcala, además de la de México y San Luis
cual aún sabemos muy poco. En este caso, por Potosí, junto con las de Guadalajara, Mérida,
haber sido ya vocales, contaban con una ex- Monterrey y Durango, lo que acentuaba la
periencia previa, como también aquellos que importancia de las provincias.
fueron antes representantes a Cortes. La Junta Provisional Gubernativa, instala-
Casi todos fueron novohispanos, salvo tres, da el 28 de septiembre de 1821, confirmó a las
nacidos en Caracas, La Habana y Santo Do- autoridades constituidas “para la legitimidad
mingo. El resto había nacido en diferentes de sus funciones”, lo que incluyó a las dipu-
lugares de la Nueva España, sobre todo de la taciones provinciales establecidas. En cuanto
porción central. Todos eran criollos. El ma- a éstas, nombró a los vocales de la de Méxi-
yor número de la ciudad de México, otros de co, que habían quedado vacantes por ocupar
Puebla, Querétaro y Guanajuato. En estos úl- cargos en la junta provisional, pidió informes
timos casos, no necesariamente de la capital a las diputaciones sobre posibles puertos, así
provincial.Así, había un diputado de Mixcoac, como los requerimientos para adaptarlos, tra-
población en las afueras de la ciudad de Méxi- bajos de estadística, divisiones territoriales, y
co, pero también de San Juan del Río, Atlixco, negó el establecimiento de una diputación en
Toluca, Chamacuero, Tlaxcala y Toluca. Por Querétaro.
el sur había diputados que habían nacido en El Primer Imperio incorporó a las dipu-
Córdoba, Orizaba, Jalapa y Oaxaca. En el Oc- taciones provinciales en su Reglamento po-
cidente, en Jiquilpan. lítico de diciembre de 1822, en el apartado
En su gran mayoría representaban a la pro- correspondiente al Poder Ejecutivo, en la
vincia de México. Otros a Puebla, Veracruz, sección sobre el gobierno de las provincias y
Michoacán, Oaxaca, Tlaxcala y Querétaro. Es pueblos, manteniendo su continuidad con las
interesante apreciar la diversidad de lugares de mismas atribuciones especificadas en la Cons-
los cuales eran originarios los diputados. Pre- titución de 1812 y con lo dispuesto en la
dominan los de las ciudades y capitales provin- Instrucción de 1813. Esta decisión supuso que
ciales, aunque también algunos de pequeñas su carácter de órganos de administración y go-
DIPUTACIÓN PROVINCIAL 333

bierno no se alteró dado que carecían de fa- empleos de su provincia en el ámbito polí-
cultades legislativas, las que residieron primero tico, la Hacienda y la Judicatura, con excep-
en la Junta Nacional Instituyente y, posterior- ción de las Audiencias, los jefes políticos y las
mente, en el primer Congreso Constituyente. secretarías correspondientes.
Las diputaciones continuaron siendo la El Congreso intervino también en otros
correa de transmisión entre los ayuntamien- ramos de las actividades de las diputaciones,
tos y el gobierno a través del jefe político, que como el que sus sesiones fueran públicas, ela-
siguió fungiendo como la autoridad superior boraran estadísticas, informaran de diversos
de cada provincia. Entre sus responsabilidades asuntos y autorizaran el uso de recursos y
estuvo la de formar un censo de su jurisdic- arbitrios solicitados y fijar las fechas para su
ción, promover la instrucción, la ocupación y instalación, entre otros.
combatir el ocio de la población, además de En las bases para las elecciones del segundo
promover planes para la distribución de pro- Congreso Constituyente del 17 de junio de
piedades entre los ciudadanos indígenas y los 1823, se acordó que, una vez electos sus dipu-
beneméritos industriosos de las tierras comu- tados, la misma junta electoral renovaría en su
nes o realengas. totalidad a las diputaciones provinciales, con la
El primer Congreso Constituyente, una posibilidad de reelegir a los vocales existentes
vez establecido el 24 de febrero de 1822, fue y las facultó para fungir como juntas prepara-
el órgano legislativo de mayor rango de la na- torias para los comicios de diputados al Con-
ción —hasta su disolución el 30 de octubre de greso General.
1823— al que estuvieron supeditadas las dipu- Al mes siguiente de haberse instalado el
taciones. Entre sus atribuciones estuvo crear segundo Congreso Constituyente, el 5 de
diputaciones en varias provincias. En 1822, noviembre de 1823, se contaba con 23 dipu-
contaron con diputación México, Michoacán, taciones provinciales instaladas en las capita-
Tlaxcala, Puebla yVeracruz. La de Guadalajara, les de las provincias de Chiapas, Chihuahua,
ahora Jalisco, sólo con Guadalajara, dado que Coahuila, Durango, Guadalajara, Guanajuato,
Zacatecas tuvo la suya. San Luis Potosí y Gua- México, Michoacán, Nuevo León, Nuevo
najuato por separado, además de las de Oaxaca, México, Nuevo Santander, Oaxaca, Puebla,
Yucatán, Sonora y Sinaloa, Chiapas, y las Pro- Querétaro, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora,
vincias Internas, con Nuevo Santander, Nuevo Tabasco, Texas, Tlaxcala, Veracruz, Yucatán y
México y Durango, y una nueva en Tabasco. Zacatecas.
En 1823, además de las antes mencionadas, se Su proliferación fue muestra de la impor-
añadieron las de Chihuahua, Coahuila, Nuevo tancia que la institución adquirió, signo evi-
Reino de León, Querétaro, Sonora y Sinaloa, dente de la autonomía provincial ya no cir-
por separado, y Texas. Es importante mencio- cunscrita o dependiente de una diputación a
nar que las provincias de Yucatán y Oaxaca ya la que estaban supeditadas, entre otras cosas,
no instalaron una diputación sino un Congre- por estar localizadas en otra capital provincial.
so Estatal Constituyente, ruta que siguieron en De ahí que contar con su propia diputación
poco tiempo el resto de las provincias al ser fue un asunto prioritario en el camino em-
consideradas en el acta constitutiva como esta- prendido por las provincias. El mapa político
dos y parte del sistema federal en ciernes. territorial con el incremento en el número de
El Congreso tuvo la facultad de ampliar las diputaciones perfiló al conjunto de provincias
facultades de las diputaciones, al otorgarles que fueron el punto de partida del sistema fe-
la potestad de presentar ternas para todos los deral a partir de las jurisdicciones territoriales
334 INSTITUCIONES

provinciales y sus capitales, como sedes, incor- Las diputaciones provinciales fortalecie-
poradas casi en su totalidad en el Acta Consti- ron el espacio provincial en términos econó-
tutiva, embrión de la Constitución de 1824. micos y administrativos, pero su dimensión
El Congreso, en enero de 1824, expidió política no estuvo ausente; si bien carecie-
una ley para el establecimiento de las legislatu- ron de facultades legislativas como las Cortes
ras en las provincias que habían sido declaradas o el Congreso, fueron el embrión de los fu-
estados de la federación y que no las hubieran turos legislativos estatales, así como el inicio
instaurado, entre las que estaban Guanajua- de la vía parlamentaria en sus reglamentos co-
to, México, Michoacán, Puebla, Querétaro, mo en sus usos y costumbres.
San Luis Potosí y Veracruz. En tales casos las Su continuidad en el nuevo régimen no
diputaciones respectivas fijaron el número de sorprende, fueron un antecedente directo que
miembros que las formarían, mismos que se se mantuvo y acopió tanto en el Primer Im-
presentaron para celebrar su primera junta perio como en el régimen federal, muestra de
con la presencia de aquélla. De esta manera lo cual fue la ampliación de sus facultades y
se disolvían las diputaciones y los Congresos ámbitos de acción que llevaron a fundamentar
estatales asumían sus funciones como órganos al Poder Legislativo.
legislativos acordes con el Acta Constitutiva
y en espera de la promulgación de la Consti- Hira de Gortari Rabiela
tución federal que se discutía en el Congreso
General. Orientación bibliográfica
Las diputaciones provinciales contribuye-
ron en forma decisiva a fortalecer la impor- Ávila,Alfredo, En nombre de la nación. La forma-
tancia de las provincias como jurisdicciones ción del gobierno representativo en México (1808-
territoriales y expresión de sus intereses polí- 1824). México, Centro de Investigación y
ticos, abriendo el camino al federalismo como Docencia Económicas/Taurus, 2002.
sistema político, pero también fortalecien- Benson, Nettie Lee, La Diputación Provincial y
do un sistema político territorial sustentado el federalismo mexicano. México, El Colegio
en las capitales provinciales, sede de las dipu- de México, 1995.
taciones y centros políticos y administrativos. Benson, Nettie Lee, The Provincial Deputation
Las diputaciones fueron de suma importan- in México: Harbinger of Provincial Autonomy,
cia en la institucionalización de la vida política Independence and Federalism. Austin, Uni-
de la Monarquía española y, después, del nue- versity of Texas, 1992.
vo país. Sus funciones y responsabilidades cu- Gortari Rabiela, Hira de,“Los inicios del par-
brieron una amplia gama de asuntos. Primero lamentarismo. La Diputación Provincial de
supeditadas a las Cortes Generales, fueron una Nueva España y México, 1820-1824”, en
instancia política superior en las provincias y Serie de Historia Moderna y Contemporánea.
estuvieron por encima de los ayuntamientos. México, unam, Instituto de Investigaciones
Las diputaciones, junto con las Cortes, fueron Históricas, 2001, núm. 36, pp. 255-284.
el inicio del parlamentarismo en el ámbito his- Rodríguez E., Jaime, “Las Cortes mexicanas
pano e hispanoamericano. Su continuidad en y el Congreso Constituyente”, en Serie de
el México independiente, como diputaciones Historia Moderna y Contemporánea. México,
bajo la égida de los Congresos constituyentes, unam, Instituto de Investigaciones Histó-
dieron paso a los Congresos estatales como sus- ricas, 2001, núm. 36, pp. 285-320.
tento fundamental del sistema federal.
EJÉRCITO 335

+EJÉRCITO +

Como en el resto de la América española, el to que en cosa de 50 años enfrentaría a los in-
ejército novohispano inició su existencia a surgentes. Sin embargo, la institución militar
resultas de la Guerra de los Siete Años. Por no llegaría a gozar de un periodo tranquilo de
primera vez, Gran Bretaña había mostrado crecimiento y desarrollo.
un dominio naval casi total para la ocupación Antes de 1810, algunos virreyes, inspecto-
permanente de territorios españoles. La caída res generales y oficiales de alta graduación, ca-
de la provincia francesa de Quebec y el sitio e si todos europeos, no aceptaron las realidades
invasión de La Habana, iniciados el 6 de junio políticas y económicas de la Nueva España ni
de 1762, demostraban una realidad estratégica su potencial militar. Muchos de los oficiales
que exigía reformas básicas. A partir de 1763, peninsulares se sentían abandonados, sin po-
el Supremo Consejo de Guerra en Madrid sibilidad de ascensos y sufriendo una forma
comenzó a replantear la defensa de Cuba y de servicio que consideraban poco mejor que
demás posesiones americanas.A pesar del ries- “una servidumbre involuntaria”. Pasaban su
go de establecer en ellas fuerzas militares, Es- vida con tiempo de sobra para involucrarse en
paña no tenía ni los recursos ni las tropas para actividades ilegales y en juegos o para inge-
defenderlas, por lo que Carlos III aceptó una rir bebidas alcohólicas y apostar en la plaza de
solución que parecía menos perjudicial. Las gallos. Además, a algunos no les gustaba la po-
provincias americanas tendrían un núcleo de blación de la Nueva España y no reconocían
regimientos y batallones regulares de infante- ninguna capacidad militar en una sociedad
ría, dragones y caballería de línea (los fijos), y desordenada compuesta de criollos rústicos,
el ejército de España reforzaría estas unidades castas incomprensibles e indios humildes pero
coloniales con la rotación temporal de regi- enigmáticos y violentos. Félix María Calleja
mientos enteros y con cuadros de oficiales y se quejó muchas veces de “la población mala”
tropas europeos. Estas fuerzas acaudillarían los de América y de la casi imposibilidad de en-
regimientos, batallones y compañías provin- contrar candidatos adecuados para las milicias.
ciales de milicianos del país, los que contarían Aunque se vio obligado a cambiar de opinión
con cuadros de oficiales y tropas peninsulares para combatir la insurgencia, y a pesar de su
que entrenarían a los americanos. matrimonio con una criolla y de vivir años en
El teniente general Juan de Villalba y An- San Luis Potosí, nunca abandonó del todo la
gulo, capitán general de Andalucía, fue nom- actitud arrogante del europeo frente al mundo
brado comandante e inspector general del criollo y mestizo americano.
ejército en la Nueva España, poderosa comi- Invariablemente, los comandantes pe-
sión que le provocaría disputas crónicas con ninsulares planeaban conseguir unidades del
el virrey marqués de Cruillas, pues desde su ejército de España, reducir los regimientos y
llegada en 1764, desempeñó su misión sin re- batallones provinciales a “compañías suel-
conocer ni consultar al virrey. Acompañado tas”, reforzar los regimientos de infantería y
de cuatro mariscales de campo, seis coroneles, excluir del todo a pardos, morenos, negros
cinco tenientes coroneles, diez sargentos ma- y otras castas tributarias. Sin embargo, España
yores, 109 tenientes, siete ayudantes, dieciséis no pudo pagar el costo en dinero, en vidas o
cadetes, 228 sargentos, 401 cabos y 151 solda- en deserciones. Además, las guerras de Europa
dos,Villalba estableció la estructura del ejérci- que comenzaron en 1789 con la Revolución
336 INSTITUCIONES

francesa hicieron estos proyectos totalmente cional, pero aunque muchos contemporáneos
imposibles. El ejército de la Nueva España en- consideraron la posibilidad de una rebelión
tró entonces en un periodo de mexicaniza- masiva, hasta 1808 nadie investigó sobre una
ción o acriollamiento con pocos reemplazos amenaza del tipo que estallaría en septiem-
de la madre patria. El virrey conde de Revi- bre de 1810. Los tumultos populares en el Bajío
llagigedo y su subinspector general, Pedro de durante 1767 que acompañaron la expulsión
Gorostiza, enfrentaron el fantasma del desastre de los jesuitas, o los que realizaron en 1787 los
militar en tiempos de guerra cuando desban- indios de Pachuca y Acayucan contra agentes
daron los batallones de pardos y morenos de del gobierno, exigieron el uso de unidades de
México y Puebla y muchos de los regimien- tropas, pero en circunstancias muy limitadas
tos provinciales. El proyecto de Revillagigedo y sin mucha violencia ni oposición. En algu-
daba más importancia al ejército regular con nas ciudades como San Luis Potosí,Valladolid,
un cuadro fuerte de europeos y suprimía las Guanajuato, México y Oaxaca, compañías
milicias provinciales. El plan minimizó el pa- de milicianos provinciales o del Regimiento
pel de los ayuntamientos y tenía aspectos muy Urbano de Comercio servían como guardias
racistas. Su sucesor, el marqués de Brancifor- de edificios y cárceles, como oficiales de poli-
te, cambió de dirección e introdujo el sistema cía y en las patrullas urbanas nocturnas. Hubo
militar recomendado en 1784 por Francisco ocasiones en que tropas regulares y milicianos
Crespo, cuyo proyecto ofrecía a los criollos ayudaron a los agentes de la Acordada contra
influyentes las comisiones de los distintos car- gavillas de bandidos o con la aprehensión de
gos con los privilegios del fuero militar en los individuos, como el profeta indio Mariano
tiempos de servicio activo. Ávidos de influen- de Tepic, en 1801. Por su parte, el golpe de
cias, posiciones y honores, los criollos pagaban Estado del 15 de septiembre de 1808 provo-
muchas veces todos los costos de los cuerpos có gran confusión y rumores de invasiones y
militares que dirigían, y los soldados ordina- conspiraciones de criollos. Los virreyes inte-
rios recibían el reconocimiento del fuero. rinos Pedro Garibay y Francisco Xavier de
En los quince años anteriores a 1810, el Lizana y la Audiencia Gobernadora disper-
ejército desempeñó un papel importante en saron parte del acantonamiento de Xalapa y
la defensa de una posible invasión por Vera- desmovilizaron los regimientos provinciales.
cruz. Conscientes del temor que provocaba el Con las tropas regulares esparcidas por ciuda-
terrible y enfermizo clima veracruzano, los des y rutas, al ocurrir la insurrección del padre
virreyes Branciforte y José de Iturrigaray or- Hidalgo no existía un ejército de operaciones
ganizaron acantonamientos de tropas regu- disponible para controlarla.
lares y de milicianos provinciales en las villas Para los militares y oficiales administrati-
de Xalapa, Córdoba y Orizaba. Los acantona- vos del régimen colonial, el mundo tal como
mientos de 1796-1798 congregaron de 6 000 ellos lo habían conocido terminó el 16 de sep-
a 7 000 efectivos de tropa, y el de 1806-1808 tiembre de 1810.A pesar de las conspiraciones
un ejército de más de 15 500. Por primera vez, y los tumultos de 1808 a 1810, la gran in-
los regimientos de la Nueva España tuvieron surrección resultó una sorpresa espantosa. La
la oportunidad de ejecutar ejercicios militares atracción fatal de la población por el mensaje
a gran escala y un simulacro de batalla. irresistible del cura y sus centenares de cabe-
Los comandantes se concentraron en evi- cillas amenazaba con una revolución popular
tar la amenaza de una invasión desde el golfo en todo el país y extinguiría el viejo ejército.
y utilizaron los métodos de guerra conven- Después de esta fecha, ni los comandantes ni
EJÉRCITO 337

los soldados podrían depositar su confianza tir. Por órdenes del virrey, Cadena se marchó
en el modelo de las estrategias y las tácticas a Querétaro con tropas de Puebla y esperó la
de Federico el Grande y de la guerra conven- llegada de los soldados regulares del Regi-
cional del siglo xviii. Como defensores de miento de Infantería de la Corona. Por su par-
“la causa buena” tenían que concebir nuevos te, en San Luis Potosí, el 19 de septiembre, el
métodos, reglas y ordenanzas para hacer fren- comandante de la Décima Brigada de Milicias,
te a una guerra popular de larga duración, de el brigadier Félix María Calleja, recibió las pri-
tácticas desconocidas a los comandantes y meras noticias sobre la insurrección y ordenó
de insurgentes que aparecían como guerrille- la movilización de los regimientos provincia-
ros y bandidos, todo ello sin las reglas caba- les de Dragones de San Luis y San Carlos, pro-
llerescas de los conflictos europeos. Para esta ceso lento porque las compañías y los caballos
guerra, el ejército de la Nueva España tuvo estaban distribuidos por pueblos y haciendas.
que renovarse o morir. Muchos de los viejos Al faltar tropas, comenzó el reclutamiento de
oficiales de avanzada edad y de ideas conso- mil paisanos, incluyendo indios flecheros. Sin
lidadas no pudieron hacer la transición nece- armas, excepto los malos fusiles de los dra-
saria para sobrevivir en el nuevo mundo de la gones, Calleja tuvo que reunir a los artesanos
lucha armada. de la provincia para construir lanzas y fundir
Con las multitudes de Hidalgo movién- cañones. Aunque obtendría su reputación co-
dose a través de las provincias de Guanajua- mo comandante del Ejército del Centro, en
to y Valladolid, y los agentes de su revolución los primeros días encontró muchas dificulta-
abriendo nuevos focos de insurgencia en otras des y expresó dudas sobre si podría seguir las
provincias, los comandantes del ejército no órdenes de Venegas para marchar a Querétaro
tenían respuestas simples ni buenas ideas. En e incorporar sus fuerzas a las de Flon. Sin arte-
el pasado, una o dos compañías, un batallón y sanos hábiles, el plan para fundir cañones tuvo
la amenaza de castigos severos habían servido que abandonarse y, a pesar de su campaña de
para pacificar un tumulto de indios o un mo- reclutamiento, sólo consiguió 1 500 hombres
tín. Ahora, repentinamente, la muchedumbre de a pie y 2 600 de caballería, buena parte de
de hombres, mujeres y niños —indios, mesti- ellos armados con lanzas, muchos de los cua-
zos y castas con la ayuda de milicianos de al- les desertaron. Hasta entonces, los comandan-
gunas compañías— atacaban a los gachupines tes realistas no habían producido ni un plan de
y robaban todo lo que podían llevar. Para los operaciones ni una estrategia para contener
oficiales realistas, el movimiento crecía como y terminar la rebelión. En varias provincias,
un cáncer maligno, devorándolo todo hasta los militares expresaron su gran temor de que
el punto de que algunas veces la información el ejército no podía tener confianza en los sol-
básica no podía salir de las zonas de infección. dados novohispanos ni en la población.
Durante algún tiempo, los comandan- En una atmósfera de calamidades casi dia-
tes realistas y el virrey Francisco Javier Ve- rias para los realistas —la caída de Guanajua-
negas, recién llegado de España, contempla- to, la batalla de las Cruces, en que los insur-
ron el torrente de la insurgencia con helado gentes amenazaron la capital, y las noticias
horror sin concebir un plan de operaciones. de otras derrotas— interesan los elementos
Más tarde, el coronel Manuel de Flon, conde psicológicos que dieron motivo a las respues-
de la Cadena y gobernador político y mili- tas de sus comandantes. Por ejemplo, el cuñado
tar de Puebla, estimó que con dos meses más de Flon, Juan Antonio Riaño, intendente de
de inacción, la Nueva España dejaría de exis- Guanajuato, murió en la alhóndiga de Grana-
338 INSTITUCIONES

ditas. El brigadier José de la Cruz, llegado con gulares) y milicias provinciales de las unidades
Venegas, traía consigo un conocimiento de lo que tenían experiencia,alguna disciplina y mo-
que era una insurgencia y de cómo los eclesiás- ral o espíritu militar.Armadas con hondas, fle-
ticos se oponían al poder político. Además del chas y lanzas, y muchas con piedras y palos, las
gran enojo de los oficiales con los insurgentes, enormes fuerzas de Hidalgo, Ignacio Allende
éstos estaban influidos por su educación mili- y los otros comandantes del bando revolucio-
tar y sus estudios sobre la teoría, la estrategia y nario no tenían esperanza alguna. Las filas de
las tácticas de la guerra.Al sufrir la experiencia la insurrección incluían a miles de mujeres
de un conflicto popular destructivo, los ofi- y niños que buscaban participar en el pillaje y
ciales anhelaron la batalla definitiva en la que anticipaban una cadena continua de victorias
el ejército novohispano aplastara la multitud y aventuras. Muy pronto los pocos oficiales y
de enemigos insurgentes. También buscaban milicianos de las unidades de Guanajuato, Ce-
escarmentar a sus cabecillas y a los eclesiás- laya, la Reina, Valladolid, Pátzcuaro y Nueva
ticos que se habían erigido en sus directores Galicia que se habían unido al bando rebelde
intelectuales. descubrieron que estaban inmersos en una
A pesar de su educación militar, durante horda caótica de indios y castas combatientes
buena parte del conflicto los oficiales realistas y no combatientes.
tuvieron que aprender nuevas tácticas y nue- La llamada batalla de Aculco, del 7 de no-
vas formas de guerra. Es interesante observar viembre de 1810, comenzó a las nueve de la
que, en general, los oficiales y los soldados crio- mañana, duró más o menos una hora y termi-
llos respondieron mejor a los desafíos de un nó con el retiro precipitado de los insurgen-
conflicto tan confuso que buena parte de tes en el que perdieron su artillería, que in-
los comandantes y oficiales peninsulares con cluía dos cañones capturados en el Monte
mucha mayor experiencia en las guerras de Eu- de las Cruces, las municiones y 120 cajones de
ropa y África. En cuanto a las tres famosas ba- pólvora. Además, abandonaron sus equipajes
tallas de la primera época de la guerra, Aculco, y algunos de sus preciosos fusiles. Aunque
Guanajuato y Puente de Calderón, las victorias Calleja envió a su caballería para perseguir a
realistas parecieron confirmar el viejo sistema los jefes insurgentes, todos escaparon gracias
europeo de infantería utilizando formaciones a lo abrupto del terreno. La pérdida de las
lineales, caballería y artillería. La caballería y fuerzas realistas fueron un dragón muerto y un
los dragones montados desempeñaron un pa- granadero herido. En cuanto a los insurgen-
pel sobresaliente por la geografía, la naturaleza tes, Calleja publicó en la Gazeta de México un
y el modo de las operaciones militares en la despacho propagandístico del frente de batalla
Nueva España.Asimismo, Calleja, Flon y otros en el que estimó 10 000 muertos, heridos y
militares del ejército colonial aprendieron que prisioneros, mientras que el justicia de Aculco,
la experiencia con las armas, la posesión de Manuel Perfecto de Chávez, informó a Calle-
fusiles con sus municiones y bayonetas y el ja que el número real de víctimas insurgentes
conocimiento de las evoluciones militares les era de 85 muertos y 53 heridos. La batalla de
servían para batir las formaciones rebeldes, Guanajuato, que en realidad no fue propia-
muy numerosas pero carentes de toda discipli- mente una batalla, seguiría un modelo similar
na, armas o conocimientos militares. al de Aculco y otras batallas, de derrotas y fugas
El Ejército de Operaciones del Centro, que de las enormes fuerzas insurgentes.
constaba de 5 500 a 6 000 elementos, se com- Para los realistas que anticipaban una bata-
ponía en su mayor parte de tropas de línea (re- lla definitiva, la gran colisión del 17 de enero
EJÉRCITO 339

de 1811 en el campo del Puente de Calderón, causaría dificultades insolubles y finalmente


cerca de Guadalajara, tuvo todos los elemen- el debilitamiento que destruiría su capacidad
tos necesarios. Sin embargo, los comandantes combativa. Desde las primeras semanas de
del Ejército del Centro se darían cuenta de la rebelión, las columnas realistas no podían
que una guerra insurgente no produce con- descubrir la ubicación de sus enemigos. Co-
clusiones definitivas. En seis horas, el ejérci- nociendo los lazos entre los habitantes de
to realista compuesto de 6 000 elementos de pueblos, haciendas y ranchos con las bandas
tropa atacó a un gran número de insurgentes de insurgentes y bandidos activos, Cruz y
que Calleja estimó muy liberalmente en cerca otros comandantes realistas buscaron nuevas
de 100 000 hombres con 80 piezas de artille- soluciones. Primero, organizaron divisiones
ría. El conde de la Cadena murió al separarse o destacamentos volantes de caballería ligera
después de tomar la gran batería insurgente y para perseguir y destruir a los guerrilleros y las
con el enemigo ya puesto en fuga; el general poblaciones que los sostenían, introduciendo
de caballería, Miguel de Emparán, fue herido un programa de “fuego y sangre”. Estos méto-
gravemente. Las bajas del ejército realista in- dos, la reconcentración de pueblos enteros y la
cluyeron 45 muertos, 102 heridos y diez ex- formación de villas con parapetos y baluartes
traviados. Muchos de los heridos sufrieron tenían el objetivo de desocupar el campo, y
contusiones causadas por flechas y piedras y las tropas podían matar a quienes encontra-
no por las balas de cañón o fusiles. Aunque los ran fuera de estas comunidades fortificadas.
insurgentes perdieron muchas tropas antes de Durante la etapa temprana de las rebeliones
su fuga, ningún documento contiene listas de los curas Hidalgo y José María Morelos, la
de muertos y heridos. contrainsurgencia se aproximaba a una for-
Siempre egocéntrico, Calleja describió ma de terrorismo tan destructivo que no de-
su papel heroico animado por las tropas que jaba muchas posibilidades de reconciliación.
habían comenzado a retroceder en desorden. No obstante, el virrey Venegas promulgó un
Vencedor de una victoria fabulosa si acep- cierto número de indultos para animar a los
tamos sus cifras, se puede pensar que el jefe insurgentes a rendirse y, después de 1816, el
realista celebraría su obra con gran entusias- virrey Juan Ruiz de Apodaca haría de su pro-
mo, pero sufría de problemas crónicos de estó- grama de amnistías una parte sustantiva de su
mago y en el momento de su victoria el gene- campaña para terminar la guerra.
ral realista reconoció la fragilidad de la causa La contrainsurgencia en la Nueva España
de España. También Calleja se dio cuenta de puede ser comparada con todas las guerras de
que al vivirse un estado de insurgencia, las tipo similar de la historia moderna y particu-
batallas grandes y las medianas no acabarían larmente con las del siglo xx. En una guerra
con una guerra fragmentada en la que los ca- fragmentada, de muchas gavillas pequeñas de
becillas y sus gavillas utilizaban las reglas clási- insurgentes y bandidos, el ejército contrain-
cas de la “guerra pequeña”, la de guerrillas y surgente tenía que cumplir una misión casi im-
bandoleros. posible. Para generales como Calleja y Cruz, la
El gran y desconcertante problema para primera necesidad era la de mantener a los re-
los realistas fue el desarrollo y la multiplica- gimientos y batallones del ejército y proteger-
ción de las gavillas pequeñas de guerrilleros en los de la tendencia a separar destacamentos y
muchos distritos y provincias. Como los sol- compañías para crear guarniciones, convoyes,
dados del rey descubrirían, esta forma de in- divisiones volantes, guardias y atender muchas
surgencia, más que las grandes formaciones, otras responsabilidades. Desde el comienzo
340 INSTITUCIONES

de la guerra hasta 1821, casi todos los oficiales mediante un sistema de contribuciones forza-
mayores se quejaban incesantemente de que das con arreglo a la riqueza de cada individuo,
no podían mantener la disciplina o continuar y para supervisar el proceso, cada cabildo nom-
la guerra sin el mando de todas sus compa- braría una comisión o junta de arbitrios de tres
ñías y escuadrones. La erosión de las unidades individuos y un tesoro para guardar los fondos.
destruyó los ejércitos de operaciones. Con la En las haciendas, el hacendado formaría una
mayor parte de las tropas empleadas en otros compañía de 50 hombres mandada por un ca-
deberes fuera de sus cuarteles, los comandan- pitán; en las pequeñas, sería de 30 hombres con
tes no podían responder a las emergencias. Por un alférez, y en los ranchos habría un escua-
su parte, los cabecillas insurgentes poseían la drón de seis y ocho hombres con un sargento.
habilidad de operar con pocos hombres y de Todas las compañías tenían la responsabilidad
unir las gavillas para formar fuerzas grandes y de proteger los caminos, de arrestar a las perso-
peligrosas de 6 000 a 10 000 insurgentes. nas sospechosas y de perseguir a las gavillas con
Reconociendo estos problemas, en junio la asistencia de otros milicianos. Con excep-
de 1811, Calleja presentó su Reglamento Po- ción de éstos, toda la población tenía absoluta-
lítico Militar desde Aguascalientes, un progra- mente prohibido llevar armas, y si los arrieros
ma que adelantó el proceso de militarización y otras personas requerían el uso de una herra-
de la sociedad de la Nueva España y posible- mienta, recibirían permiso para usar un hacha
mente prolongó la guerra. Calleja inició su y un cuchillo corto sin punta.
documento con una exageración, si no es que Calleja no ignoraba la verdadera situación
con una mentira, al decir que la insurrección de la insurgencia, pero aprovechó para obligar
estaba reducida a las actividades de bandidos a la población a cumplir con su deber mili-
y delincuentes. Puesto que el ejército no po- tar. Estas milicias, que no costaban nada al go-
día establecer una guarnición en cada pueblo, bierno, dieron a los comandantes un nivel de
hacienda o rancho, la población recibiría la defensa contrainsurgente muy importante y
misión de defenderse y pagar el costo de los un método de diferenciar al buen patriota del
cuerpos, urbanos y rurales, de caballería o in- malo. Oficiales como el brigadier Cruz expre-
fantería. Calleja explicó que las divisiones del saron su escepticismo sobre la aplicación del
ejército estarían situadas en posiciones estra- Reglamento Político Militar. En los pueblos y
tégicas para prestar asistencia a las milicias las haciendas, los subdelegados y jefes militares
cuando los malhechores formaran gavillas ca- encontraron actitudes diferentes dependiendo
paces de interrumpir el comercio, la agricultu- del estado de la guerra en el distrito o región.
ra, la minería o la vida tranquila de los pueblos Así, el capitán Antonio de Flon descubrió en
y distritos. En cada pueblo o cabeza de par- San Luis de la Paz que los labradores de las ha-
tido se nombraría un comandante de armas ciendas tenían tanto miedo al ejército realista
—de ser posible un oficial que en su persona como a los insurgentes.
pudiera unir las jurisdicciones ordinarias, esto A pesar de los problemas en regiones mon-
es, la real y la militar— el cual formaría el cuer- tañosas y aisladas, el sistema de defensa local
po de milicias y conseguiría lanzas, machetes, de Calleja funcionaba para controlar los mo-
hondas, piedras o cualquier tipo de armas que vimientos de las gavillas e impedir muchas de
existieran en la localidad. Se pagaría a cada sus entradas a pueblos y haciendas. En algunas
compañía urbana de 100 o 150 milicianos por regiones, la combinación de las milicias ur-
su servicio diario de un fondo de arbitrios pro- banas y rurales con la ayuda de las divisiones
visionales. Los habitantes pagarían los costos del ejército permitía restaurar la paz y daba la
EJÉRCITO 341

impresión de que las fuerzas del rey lograrían tinuar las debilitantes campañas en territorios
la victoria. Sin embargo, el sistema de milicias de clima malsano. Calleja quería culpar de es-
costaba demasiado dinero. Después de años de tos fracasos a los comandantes realistas que no
operaciones había dañado la agricultura, el co- habían destruido los nidos de rebeldes en el
mercio, la minería y otros sectores de la econo- momento de su formación.
mía. En las distintas provincias, todas las clases En lugar del periodo de calma entre 1816
de la población buscaban aliviar la militari- y 1820 que describió Alamán, podemos iden-
zación forzosa. En 1820, con la restauración tificar un periodo de declive casi impercepti-
de la Constitución de 1812, las milicias urba- ble pero continuo en el ejército realista de la
nas del Reglamento Político Militar se vol- Nueva España. Muchas veces, los oficiales
vieron ilegales porque no se permitía en ella y las tropas no recibían sueldos, ni paga ni prest.
la existencia de juntas locales de arbitrios y se Las campañas contra las fortalezas rebeldes
exigían contribuciones forzadas de milicias. fracasaban y en 1819 los insurgentes de la pro-
En un instante, los ayuntamientos de ciuda- vincia de Veracruz bloquearon el camino a
des y pueblos de las diversas provincias ter- Xalapa durante meses y cortaron las comuni-
minaron las contribuciones y desbandaron caciones y el comercio. Además, las relaciones
las compañías urbanas y rurales. El retiro de entre los soldados peninsulares expediciona-
estas milicias abría una herida mortal a la causa rios y los criollos novohispanos se volvían me-
realista y al ejército del rey. En cosa de un ins- nos amistosas.Tumultos en cuarteles y en pul-
tante, la Constitución acabó con el sueño rea- querías, insultos y riñas durante las patrullas
lista de una victoria definitiva. Cuando Agus- ilustran que los años de calma antecedían a la
tín de Iturbide proclamó el Plan de Iguala, la tormenta. ¿Y qué pasaba con la victoria defi-
mayor parte de los comandantes realistas se nitiva del ejército realista? Con Agustín de
unieron al nuevo movimiento. Iturbide y el Plan de Iguala, los oficiales del
Con la derrota y captura de José María Mo- rey ganarían una victoria invertida. Durante
relos, el virrey Calleja proclamó que, con la el Imperio de Iturbide y con la República
excepción de algunos piquetes de bandidos Mexicana cosecharían sus recompensas y
criminales, la insurgencia había terminado. continuarían sus carreras militares y políticas
Como es bien sabido, Lucas Alamán y otros durante las primeras décadas de vida inde-
historiadores adoptaron una visión que en pendiente.
realidad se originaba en la propaganda y en la Christon I.Archer
vanidad más que en las realidades de la si-
tuación militar. Aunque Calleja y después el Orientación bibliográfica
virrey Apodaca pudieron ganar algunas vic-
torias y ofrecer listas de insurgentes indulta- Alamán, Lucas, Historia de México desde los pri-
dos al gobierno peninsular, no mencionaban meros movimientos que prepararon su indepen-
que algunos de estos hombres tenían cinco, dencia en el año de 1808 hasta la época presen-
seis y hasta nueve papeles de amnistía. Duran- te, 5 tt. México, fce, 1985.
te el gobierno de Apodaca, el indulto se con- Archer, Christon I., The Army in Bourbon
virtió en poco más que una licencia para dar Mexico, 1760-1810. Albuquerque, Univer-
la libertad a los insurgentes, los cuales entra- sity of New Mexico Press, 1977.
ban inmediatamente a las fuerzas realistas. En Archer, Christon I., “El ejército realista de
realidad, el ejército novohispano no tenía los Nueva España, 1810-1821”, en MartaTerán
hombres, el espíritu ni la fortaleza para con- y José Antonio Serrano Ortega, eds., Las
342 INSTITUCIONES

guerras de independencia en la América española. Celebración del Sesquicentenario de la


Zamora, El Colegio de Michoacán, 2002. Proclamación de la Independencia Nacio-
Archer, Christon I., “La causa buena: The nal, 1961.
Counterinsurgency Army of New Spain in Hamnett, Brian R., “Royalist Counterinsur-
the TenYears’War”, en Jaime E. Rodríguez gency and the Continuity of Rebellion:
O., ed., The Independence of Mexico and the Guanajuato and Michoacán, 1813-20”, en
Creation of the New Nation. Los Ángeles, Hispanic American Historical Review, vol 62,
ucla, Latin American Center Publica- núm. 1, febrero de 1982, pp. 19-48.
tions, 1989. Ortiz Escamilla, Juan, Guerra y gobierno: los
Bustamante, Carlos María de, Cuadro histórico pueblos y la independencia de México. Sevilla,
de la revolución Mexicana, 3 tt. México, Edi- Universidad Internacional de Andalucía,
ciones de la Comisión Nacional para la 1997.

+IGLESIA +

En el aciago 1808, la Iglesia desempeñó un En el virreinato de la Nueva España, la


papel fundamental para tratar de preservar el Iglesia era una institución rica e influyente, un
orden establecido en la Nueva España y con- factor de poder y un elemento esencial para
tener las repercusiones de la crisis motivada la buena marcha del gobierno. El arzobispado,
por la invasión napoleónica y la caída de la con ocho obispados sufragáneos que iban des-
Monarquía. La batalla tuvo que librarla en dis- de Arizpe hasta Yucatán, la actividad misional
tintos frentes: debió ocuparse de recabar cuan- que se extendía hasta los confines de la Alta
tiosos préstamos y donativos para la defensa de California y la extensa red de establecimientos
la península, pero además elaboró un discurso educativos, que comprendía colegios y semi-
de unidad que exaltó los valores de la patria y narios y dos universidades, una en la capital
la defensa de la verdadera religión, mostrando virreinal y otra recién creada en Guadalajara,
hasta qué punto se mantenían inalterados los daban articulación y coherencia a una institu-
lazos históricos entre el catolicismo y la socie- ción fuerte que mantenía una gran vitalidad a
dad política. En las ceremonias, celebraciones comienzos del siglo xix.
y prédicas que se llevaron a cabo con motivo El número del clero estaba muy por enci-
de los sucesos acaecidos en España, la Iglesia ma del de otros virreinatos. Humboldt, en su
exhortó a las poblaciones a defender la ver- Ensayo político, calculó que había alrededor de
dadera religión ahora amenazada por la presen- 10 000 eclesiásticos en la Nueva España; en
cia de una Francia impía. El principal argu- 1813, Navarro y Noriega calculó 1 045 cu-
mento para no caer en la tentación de actuar ratos. Tan sólo en la arquidiócesis de Méxi-
por cuenta propia y desamparar a la metrópoli co habría 2 657 eclesiásticos. El clero secular
en desgracia en un momento tan crítico era el había crecido, mientras que el clero regu-
riesgo inminente que representaba la presen- lar, principal afectado por los decretos de
cia napoleónica de signo descristianizador. La secularización de mediados del siglo xviii,
identidad de los valores de la religión y de la pa- aunque reducido, seguía siendo indispensable
tria sería aprovechada más adelante para con- para la propagación de la fe en poblaciones
frontar cualquier disidencia. reacias y zonas de frontera. Un cierto número
IGLESIA 343

de frailes mendicantes y de miembros de dis- ocasionado al interior de la institución ecle-


tintas congregaciones residían en las ciudades siástica.Aun siendo tan poderosa, la Iglesia no-
catedralicias. vohispana no había podido escapar a las trans-
Que los recursos que movía la Iglesia de formaciones político-religiosas de la época.
comienzos del siglo xix eran muy grandes, no La necesidad de poner un mayor énfasis en el
podemos dudarlo. En 1808, la jerarquía ecle- desempeño del Estado como articulador de los
siástica se unió a la campaña para recabar fon- esfuerzos nacionales obligaba a no seguir tole-
dos para los ejércitos de la península. El arzo- rando los bienes improductivos ni los antiguos
bispado y la catedral metropolitana donaron privilegios del clero. Las influencias galicanas
80 000 pesos en septiembre y exhortaron a y el nuevo ímpetu de la tradición regalista es-
que otras catedrales se unieran a esa iniciati- pañola fueron dando sustento a políticas que
va. El arzobispo Lizana y Beaumont animó a tendieron a una mayor subordinación de la
la población para que diera muestra de su pa- Iglesia bajo la rectoría de las líneas fijadas por
triotismo y actuara en defensa de la verdadera la Monarquía. Por lo general, los obispos de la
religión. La presencia napoleónica represen- Nueva España se plegaron a estas políticas; sin
taba una amenaza y los franceses eran capaces embargo, en muchos momentos tuvieron que
de ultrajar desde el santo venerado de la más defender los intereses de la corporación, de
humilde choza, hasta el principal santuario de manera que mantuvieron una doble lealtad:
la Patrona de México. hacia el monarca y hacia la Iglesia. Figuras co-
En octubre de 1808, el virrey Garibay lan- mo el arzobispo Lorenzana o Francisco Fabián
zó un edicto mediante el cual solicitaba re- y Fuero, primero, y Núñez de Haro después,
cursos para sostener la guerra contra Francia. responden claramente a estas tendencias. Una
A través del donativo universal fue posible nueva sensibilidad de rasgos jansenistas en la
remitir a la península más de dos millones de que se observaba mayor rigor en las creencias
pesos, aportados por comerciantes, mineros, y las prácticas religiosas, que tendía a un culto
burócratas, militares y comunidades indígenas. más íntimo y discreto, trataba de imponerse
A cambio de la suspensión del Real Fondo de por encima de los antiguos excesos de la reli-
Consolidación —a cuyo Real Decreto había giosidad barroca.
concurrido la Nueva España con diez millones La Iglesia y el clero habían gozado secular-
de pesos entre 1804 y 1808—, la jerarquía ecle- mente de un estatuto particular que les per-
siástica aportó cantidades significativas. Pue- mitía escapar a muchas de las obligaciones y
bla, segunda ciudad del virreinato, ofrece un compromisos que pesaban sobre el resto de
ejemplo de las muestras de fidelidad con que la sociedad. El privilegio del fuero eclesiásti-
respondió la Iglesia. Al tiempo que exhortaba co permitía que el clero dependiera sólo de
a sus diocesanos a la unión y a abandonar la la jurisdicción eclesiástica. Aun si un clérigo
idea de un reino independiente, en octubre de cometía un delito del derecho común, tenía
1808 el obispo Campillo donó 50 000 pesos que ser juzgado por la autoridad eclesiásti-
para las urgencias de la península. Su cabildo ca. No se trataba de impunidad, puesto que
eclesiástico aportó una cantidad equivalente y el eclesiástico que era culpable sería castiga-
luego los comerciantes de la ciudad contribu- do con severidad, pero precisamente la serie-
yeron con 35 000 pesos. dad y severidad de dichos castigos estaba bajo
Algunos autores se han referido al males- revisión y crítica a finales del siglo xviii, con
tar que las medidas impuestas por la Corona alegatos de que su lenidad conducía a la inso-
en las últimas décadas del siglo xviii habían lencia e impunidad de los clérigos.
344 INSTITUCIONES

Por tradición, la Iglesia había estado exenta ñola se encaminaban hacia una relación más
de pagar impuestos. Ofrecía donativos genero- moderna y que la sociedad comenzaba a secu-
sos a la Corona pero manejaba con gran auto- larizarse, la crisis de la independencia revelaría
nomía sus recursos y tenía grandes fuentes de una imagen bien distinta de las cosas. La iden-
ingresos. La primera era el diezmo, a través del tificación entre la religión y la patria que pudo
cual colectaba la décima parte de los produc- percibirse en los lenguajes políticos emplea-
tos de Castilla. El diezmo que se recogía en dos durante la crisis de 1808 refieren más bien
cada diócesis se partía en nueve novenos que a una sociedad en la que los valores del Anti-
debían distribuirse de manera ordenada entre guo Régimen se mantenían vigentes. Esto re-
la fábrica catedralicia, el obispo, los canónigos, sultó evidente cuando la insurrección de sep-
el hospital y las parroquias, aunque es cierto tiembre de 1810 que se levantó en el Bajío
que las investigaciones recientes han descu- fue conducida por un cura y tomó como es-
bierto que las parroquias rara vez recibían al- tandarte los símbolos y las imágenes con las
go. Al rey le correspondían tres novenos, que que el pueblo católico se identificaba. En el
desde tiempos inmemoriales el monarca había discurso insurgente, las naciones extranjeras
cedido a las iglesias. Las otras grandes fuentes representaban el ateísmo y el riesgo de perder
de su riqueza eran, por un lado, los bienes in- los verdaderos valores y creencias de la nación
muebles que poseía y, por el otro, los ingresos española. La Monarquía se había doblega-
que percibía a partir de sus rentas. do ante Napoleón: era débil su defensa de la
Nada de esto permanecería sin cambio en religión católica. “Somos más religiosos que
las últimas décadas del siglo xviii. La Corona los europeos”, solían decir los insurgentes. La
española tomó una serie de medidas que afec- insurgencia le echaba en cara a la Monarquía
taron los privilegios de la Iglesia: atentó con- española su vocación regalista y que estuvie-
tra la inmunidad del clero, fiscalizó y gravó los ra más cerca de la Monarquía inglesa que de
ingresos de las iglesias y las catedrales (a través la tradición romana, de la que había obtenido
de mesadas, anatas y plazas vacantes cuyas ren- tan grandes favores. Con ironía comparaban
tas se apropiaba), intervino en la recolección la conducta de ambos: “El rey británico dijo
del diezmo y reclamó los novenos que en otra ‘no obedezco al papa’, mientras que el rey es-
época había cedido. En la medida en que Espa- pañol se sujeta en lo que le conviene a la silla
ña se vio arrastrada a participar en intermina- pontificia, reclama aun los decretos del con-
bles guerras, agobió a la Iglesia con préstamos cilio tridentino y amenaza con sus armas para
y gravámenes que le permitieran resarcirse de arrancar los breves y las bulas que importan a
sus pérdidas. Los cabildos de las catedrales ex- los intereses de sus ministros y favoritos: aquél
presaron su molestia en representaciones y pa- con mano armada se apoderó de las rentas pia-
receres con los que intentaban detener las me- dosas, y éste con afectada humildad y con pre-
didas que afectaban su posición e intereses. Los textos falsos, ha conseguido gravar y pensionar
curas de pueblo se quejaron de que se pusieran las rentas decimales”.
en entredicho sus fueros y se les restringie- No hay que imaginar, sin embargo, que los
ran antiguas prácticas —por ejemplo, los azotes insurgentes eran totalmente fieles a la tradi-
con los que solían reconvenir a sus feligreses—, ción romana. Es cierto que encontraron en
ya que ponía en entredicho su autoridad e in- este tipo de acusaciones buenos argumentos
tervención en los asuntos cotidianos. para justificarse como verdaderos represen-
Pero si el panorama descrito sugiere que tantes de la religión católica, pero esto no fue
las relaciones entre la Iglesia y la Corona espa- impedimento para que, de acuerdo con las
IGLESIA 345

circunstancias, aprovecharan otros recursos peñado, así como por sostenerse con éste”;
retóricos que los acercaban a posturas galica- era por eso por lo que tenían necesidad de
nas, richeristas o episcopalistas que más bien impugnarlo.
los distanciaron de cualquier fuente de precoz Otra de las imputaciones que se les hicie-
ultramontanismo. ron a los insurgentes fue la de cismáticos. Éste
Por su parte, las autoridades eclesiásticas era otro problema serio, puesto que el cristia-
acudirían también a la religión como arma de no que se aparta de la jerarquía es un cismático.
lucha. Como es sabido, el 24 de septiembre Los insurgentes no se apartaron por voluntad
de 1810, Manuel Abad y Queipo, obispo elec- propia de la jerarquía: fueron los otros quie-
to deValladolid de Michoacán, lanzó el primer nes mediante la excomunión los apartaron
edicto contra la revolución iniciada en Dolo- de la comunidad. Sin embargo, la incomuni-
res. Con ello, la Iglesia fijó una posición ter- cación real que experimentaron con respecto
minante y determinó el ámbito de la dispu- a Roma los mantuvo al margen de la Iglesia.
ta. Omne regnum in se divisum desolabitur: todo Luego el papa avaló las sentencias de la je-
reino dividido en fracciones será destruido y rarquía novohispana. En estas circunstancias,
arruinado, dijo Jesucristo. Al convocar a la re- los curas rebeldes de todos modos se reivin-
belión, Hidalgo había encendido la tea de la dicaron como los defensores de la verdadera
discordia, escindido al reino y, en consecuen- religión y, como tales, sostuvieron las prerroga-
cia, producido un cisma al interior de su Iglesia. tivas del papa, atacando ferozmente a la Iglesia
Perturbadores del orden público, seductores regalista de los Borbones. Pero eso no alcanza-
del pueblo, sacrílegos y perjuros, Hidalgo y sus ba a salvarlos de la condena, pues cuando los
secuaces habían incurrido en la excomunión insurgentes separaron de la Corona una par-
mayor del canon. Siquis suadente Diabolo,Abad te del reino, provocaron inevitablemente un
los declaró excomulgados vitandos, y prohibió cisma en la Iglesia novohispana. Esta circuns-
que se les diera socorro, auxilio o favor alguno, tancia se agravó cuando autorizaron que un
“bajo pena de excomunión mayor”. vicario castrense se hiciera cargo de impartir
Aunque el dato es poco conocido, en la los sacramentos entre la feligresía insurgente.
víspera de que Hidalgo entrara a Valladolid, el Al hacerlo, actuaron de manera independiente
conde de Sierra Gorda, canónigo y goberna- y sin la autorización de la jerarquía para ad-
dor de la diócesis, levantó la excomunión al ministrar su Iglesia. Es cierto que buscaron de
líder insurgente. Esto no modificó la política muchas maneras acercarse a los obispos y a los
de la jerarquía que siguió fulminando exco- cabildos para reconciliarse; sin embargo, sus
muniones al respaldarla el arzobispo de Méxi- pretensiones de crear una vicaría castrense
co, Francisco Xavier de Lizana y Beaumont; contando con su anuencia, fueron rechazadas
esta práctica se hizo extensiva al resto de los de manera reiterada.
obispados. No parece que a Hidalgo le haya De esta manera, los crímenes de Hidalgo,
afectado mucho, puesto que en su proceso Morelos y sus seguidores los situaban fuera de
declaró que supo del edicto de Queipo por la Iglesia: habían desobedecido al monarca y
una carta que llegó desde Querétaro a uno de a las autoridades eclesiásticas, además de haber
sus soldados, pero que no pensó siquiera en cometido múltiples asesinatos difíciles de jus-
leerlo y mucho menos en “comparecer teme- tificar. ¿De qué manera pudieron convencerse
roso de ser castigado”, ya que no podía serlo a sí mismos y argumentar frente a los demás
por los delitos de herejía de los que se le acu- que su postura era legítima y que las sancio-
saba”, sino “por el partido en que estaba em- nes que les habían sido impuestas eran una
346 INSTITUCIONES

muestra más de las arbitrariedades de las que y cabildos de abandono de su grey y, ante tal
habían sido víctimas? Dado el carácter extra- incumplimiento de sus responsabilidades, asu-
ordinario de las medidas asumidas por los cu- mieron ellos la autoridad episcopal, mientras
ras insurgentes, la justificación de los motivos durara la guerra de independencia, con base
que los habían conducido a estas soluciones en los derechos primitivos de los pueblos cris-
tenía que ver con el fundamento último de sus tianos a elegir dirigentes, no sólo civiles sino
determinaciones. Este motivo no podía ser eclesiásticos.Así, la guerra civil política asumía
otro que la propia causa insurgente. Si los re- claras aristas religiosas.
cursos empleados por ellos para rebelarse ante Entre 1816 y 1820, la relativa merma de
la autoridad y desafiarla, para levantarse en ar- la situación de las fuerzas independentistas
mas y convocar a los pueblos a seguirlos para hizo que buen número de rebeldes —inclui-
de propia cuenta reasumir la jurisdicción pa- dos clérigos— se acogieran al indulto ofreci-
rroquial y tomar a su cargo la impartición de do ampliamente por el virrey Juan Ruiz de
los sacramentos y socorros espirituales habien- Apodaca. Pero el desgaste virreinal por tantos
do sido expulsados del seno de la Iglesia, eran años de guerra y movilización constantes si-
aceptables, era porque la causa de la insurrec- guió debilitando la economía e impidiendo la
ción era legítima. La justicia de la causa sobre restauración del orden colonial en medio de
la que alegaban los curas insurgentes estaba la lucha continua de grupos independentistas.
relacionada desde sus orígenes con el derecho Al desánimo realista se unió en 1820 la res-
a rebelarse ante el despotismo, a acabar con la tauración de la Constitución de 1812, con su
tiranía. Como sabemos, quienes habían sumi- libertad de imprenta y de elecciones políticas.
nistrado los mejores aportes para el derecho a Las Cortes suprimieron la Inquisición, abolida
la insurrección eran los teólogos de la Iglesia, anteriormente en 1813, pero restablecida en
como el eximio Francisco Suárez. De menor 1815, y emprendieron reformas eclesiásticas
relevancia, pero muy frecuentadas por los cu- más profundas que las realizadas en 1813. En
ras de la época, también hubo otras fuentes España, en breve se desataría una guerra civil
que les sirvieron para argumentar en favor de entre liberales y serviles deseosos de restaurar el
su participación activa en la guerra. Éste era el absolutismo monárquico.
caso del Itinerario de curas párrocos, del obispo En la Nueva España, los obispos optaron
de Quito, Alonso de la Peña y Montenegro, por la independencia del país, pues España ya
que acompañaba casi siempre a los curas en las no sabía encauzar las vertientes encontradas
pequeñas bibliotecas que formaban parte de de renovación o permanencia en las prácti-
su patrimonio. cas consabidas. Los diputados mexicanos en
De este modo, con base en tales fuentes, los Cortes —incluidos prominentes eclesiásticos
curas insurgentes alegaron que no sólo estaba como José Miguel Ramos Arizpe, José Do-
justificada su causa, sino que era altamente re- mingo Sánchez Reza y Pablo de la Llave—
probable la actuación de las autoridades epis- apoyaron rápidamente una gestión para que
copales al inmiscuirse en política y desco- las Cortes reconocieran una autonomía casi
nocer los derechos religiosos de la feligresía total de los reinos americanos. En México, el
rebelde. Al no recibir una respuesta positiva a comandante Agustín de Iturbide logró reunir
sus gestiones y críticas, los líderes insurgentes en su derredor a la mayoría de las fuerzas vi-
nombraron vicarios castrenses y actuaron con vas del país, incluyendo el clero y las autori-
la máxima autoridad eclesiástica en las zonas dades diocesanas, para proclamar e imponer
controladas por ellas. Acusaban a los obispos el Plan de Iguala, con similar intento de crear
IGLESIA 347

un reino mexicano de autonomía absoluta. La guerra.Algunos eclesiásticos que participarían


negación de las Cortes a una y otra propues- en los gobiernos y congresos mexicanos del
tas condujo de inmediato a la declaración del decenio de 1820, y en los debates en torno
primer Imperio bajo el emperador Iturbide y al ejercicio del patronato sobre la Iglesia por
la consumación de la independencia absoluta los gobiernos independientes, salían de la
del país. En la transición figuraron en forma insurgencia (José Sixto Verduzco y José de
prominente obispos como Antonio Joaquín San Martín), de la representación mexicana
Pérez Martínez, de Puebla, y Juan Cruz Ruiz en Cor tes (José Miguel Ramos Arizpe y José
de Cabañas, de Guadalajara. El Plan de Iguala Miguel Ramírez) o experiencias internacio-
y la posterior independencia fueron celebra- nales que los acercaron a los debates en otros
dos con tedeums, sermones patrióticos, acerbas países católicos en materia de las relaciones
críticas a la política española y un optimismo Iglesia-Estado (fray Servando Teresa de Mier).
providencialista en que México era visto co- En 1822, el gobierno imperial de Agustín
mo naciendo a su soberanía bajo los auspicios de Iturbide tuvo un primer disgusto con el al-
de la Virgen de Guadalupe y acorde con el to clero al negar éste el traspaso automático
plan divino para la nación mexicana. De mu- del patronato eclesiástico de los reyes de Espa-
chos modos, el discurso de la primera in- ña al emperador. El republicanismo, a partir de
surgencia bajo el padre Hidalgo se recuperó 1824, atacó duramente el monarquismo que
proclamándose México católico cual pocos en la mente de algunos estuvo asociado con el
países. La caída del emperador Iturbide y la autoritarismo eclesiástico y sus cabildos ecle-
transición a la República en 1823-1824 pusie- siásticos diocesanos —vistos como núcleos
ron a prueba al episcopado y al clero una vez aristocráticos. Los dictámenes del Congreso
más. Las tensiones aumentaron pero la alianza mexicano en relación con el patronato fueron
se mantuvo. La Constitución de 1824, con- polémicos y discutidos en forma acalorada en
tra los pocos que argumentaron por la tole- la prensa, en particular el dictamen de las co-
rancia religiosa, cedió ante una demanda ca- misiones unidas del Senado, de Relaciones y
si universal de intolerancia en materia de la Justicia Eclesiástica, de 1826. Durante un lus-
práctica de la fe, estableciendo como artículo tro, entre 1825 y 1829, el intenso debate polí-
constitucional irreformable que el catolicis- tico-eclesiástico no permitió que el gobierno
mo era la religión exclusiva de los mexicanos. de la República diera instrucciones a su envia-
La uniformidad de criterios en materia re- do ante la Santa Sede y le autorizara establecer
ligiosa era más aparente que real. Las Cortes en Roma las negociaciones diplomáticas res-
en Cádiz (1813) y luego en Madrid (1820- pectivas. Sólo al mediar 1829 se resolvió este
1821), con participación de diputados mexi- dilema bajo el gobierno del presidente Vicen-
canos, ya habían abierto una amplia discusión te Guerrero y, finalmente, el canónigo Fran-
en materia de reformas eclesiásticas. La insur- cisco Pablo Vázquez pudo obtener, al concluir
gencia mexicana había actuado con libertad 1831, el nombramiento de seis nuevos obispos
inusitada en relación con la administración de para la República Mexicana: todos nacidos en
diezmos, parroquias y sacramentos. Eclesiás- el país.
ticos insurgentes como Miguel Hidalgo, Jo- Desde abril de 1829 había fallecido el úl-
sé María Morelos, José María Cos y José de timo obispo en ejercicio en la República, de-
San Martín habían actuado, justificado y/o jando durante dos años una Iglesia desprovista
incentivado la toma de decisiones importan- de sus máximas autoridades habituales y con
tes en la administración eclesiástica durante la necesidad de mandar por santos óleos a luga-
348 INSTITUCIONES

res como Nueva Orleáns en Estados Unidos. lícitos y —según algunos— absolutamente
Sin obispos, claro está, tampoco pudo realizar- necesarios para lograr el éxito nacional a futu-
se la ordenación de nuevos sacerdotes. Hasta ro. La autoridad eclesiástica, igual que el poder
comienzos del decenio de 1830, la Iglesia pu- civil, se hallaban de forma más clara al alcance
do comenzar a otorgar una vez más parroquias del pensador y sus medios habituales del pe-
“en propiedad” a los curas encargados de ellas, riodismo, la folletería y el libro. La libertad
porque con motivo de las disputas en mate- de prensa favoreció un diálogo más intenso
ria de patronato durante el decenio anterior con los cambios en países católicos de Euro-
se había optado mejor por establecer curatos pa. Si el México independiente se encaminó
interinos. rápidamente al republicanismo y la soberanía
México nacía a su independencia, con- popular, los ministros y las prácticas cotidia-
sumada en 1821, como católica, apostólica y nas —mas no los dogmas— del catolicismo se
romana, pero en medio de un debate que no sometieron al debate público. El proceso inde-
cesaría en torno a las relaciones Iglesia-Estado, pendentista había erosionado los poderes ab-
las formas más adecuadas de practicar la fe re- solutos en lo eclesiástico y no sólo lo político.
ligiosa para hacerla compatible con las nuevas La diferencia consistió en que la jerarquía de la
necesidades de la ciudadanía y la prosperidad Iglesia permaneció intacta, si bien se vieron
nacional, y las relaciones deseables con una largamente marchitos los cabildos eclesiásti-
Santa Sede identificada muy cercanamente en cos y peleado el asunto del patronato, pero tal
esos años con las monarquías de la Santa Alian- fortaleza institucional encubría una pérdida
za, primero, y luego el orden conservador de de autoridad que ya no se repondría antes de
Europa hasta 1848. La autoridad de los obispos la ruptura entre el Estado y la Iglesia a media-
y los curas párrocos del país había sido some- dos del siglo xix.
tida a un duro escrutinio durante los años de
guerra y este continuo cuestionamiento del Brian Connaughton y Ana Carolina Ibarra
ejercicio eclesiástico de su autoridad seguiría
en pie mucho tiempo. Los cambios políticos Orientación bibliográfica
habían sido trampas para muchos obispos, ca-
bildos eclesiásticos y curas párrocos: habían Connaughton, Brian,“Mudanzas en los um-
actuado con rudeza o habían titubeado o ha- brales éticos y político-sociales de la prác-
bían favorecido primero un lado y luego otro tica religiosa”, en Alicia Mayer, coord.,
o una política y luego otra. Sus actos partidis- México en tres momentos: 1810-1910-2010.
tas o bien su aparente neutralidad, indiferen- Hacia la conmemoración del bicentenario de la
cia o desconcierto, indisponían contra ellos a, Independencia y el centenario de la Revolu-
cuando menos, parte de su grey. ción mexicana. Retos y perspectivas. México,
Aunque estos años se signarían por gran- unam, Instituto de Investigaciones Histó-
des tedeums patrióticos, simbología y metáfo- ricas, 2007, t. ii, pp. 203-210.
ras religiosas, un intento por cerrar filas en- Connaughton, Brian, “Transiciones en la
tre las autoridades eclesiásticas y las civiles, y cultura político-religiosa mexicana, siglo
constantes afirmaciones de la fe viva de todos xviii-1860”, en Francisco Javier Cervantes
los mexicanos, no puede eludirse que algo ha- Bello,Alicia Tecuanhuey Sandoval y María
bía cambiado: la fe no se abandonaba, pero sus del Pilar Martínez López-Cano, coords.,
prácticas y su cotejo con las exigencias de la Poder civil y catolicismo en México. Siglos XVI
ciudadanía y el bienestar nacional ahora eran al XIX. Puebla, icsh-buap/unam, Instituto
INQUISICIÓN 349

de Investigaciones Históricas, 2008, pp. Ibarra, Ana Carolina, “La justicia de la causa.
447-466. Razón y retórica del clero insurgente de la
Ibarra, Ana Carolina, “La crisis de 1808 en Nueva España”, en Anuario de Historia de
la Iglesia novohispana”, en Alfredo Ávila la Iglesia. Navarra, Universidad de Navarra,
y Pedro Pérez Herrero, La experiencia de 2008, pp. 62-80.
1808 en Iberoamérica. México, unam/Uni-
versidad de Alcalá de Henares, 2008, pp.
323-343.

+INQUISICIÓN +

El tribunal del Santo Oficio de la Inquisición de la estructura eclesiástica. Del clero secular
o “Tribunal de la Fe, como se le nombraba y del clero regular provenían los comisarios
frecuentemente a principios del siglo xix, era que realizaban indagatorias en las provin-
una institución judicial, encargada de inqui- cias, los calificadores que emitían parecer so-
rir o indagar, juzgar y sentenciar los delitos de bre las proposiciones y hechos de un proceso
fe; es decir, los dichos y hechos por los que se y los expurgadores que se encargaban de ta-
pudiera inferir una conducta herética o aten- char y depurar las obras conforme a lo proveí-
tatoria contra la religión católica: adhesión al do por un edicto. Por regla general, los inqui-
protestantismo o a una secta religiosa; judaís- sidores eran facultados en Derecho Canónico
mo, protestantismo, deísmo, ateísmo, franc- y Teología, por lo cual tenían también mucha
masonismo, etcétera. Además, entraban en su cercanía con el mundo universitario.
jurisdicción las blasfemias, los sacrilegios, los El tribunal de la Inquisición de México
pactos diabólicos, las supersticiones, la hechi- era uno de los diecinueve establecidos en la
cería, la solicitación (sacerdotes que pedían fa- Monarquía hispánica, de los cuales sólo tres
vores sexuales en el confesionario) y cualquier correspondían a América (además del referi-
otra conducta prohibida de forma expresa por do, existían los de Lima y Cartagena de Indias).
algún edicto inquisitorial. De igual manera, la Tenía jurisdicción sobre toda la América sep-
Inquisición prohibía periódicamente diversos tentrional, la Capitanía General de Guatemala
impresos y manuscritos, españoles y extranje- y las islas Filipinas. Casi siempre, los inquisi-
ros, y quedaba a su discreción la reprensión de dores de México fueron sólo tres individuos
quienes retuvieran o leyeran dichos textos. (uno de ellos, fiscal) que rendían cuentas al
Los inquisidores del mundo hispánico os- monarca a través de su Consejo de la Suprema.
tentaban una delegación apostólica, aunque No recibían órdenes de obispos ni de virreyes,
su actividad era independiente de la Inquisi- aunque se recomendó siempre que mantuvie-
ción de Roma. A la cabeza de la institución ran armonía con las distintas instituciones de
se encontraba el Consejo de la Suprema In- la Monarquía. Como los otros tribunales de la
quisición General, que presidía un inqui- Inquisición, el de México se sostenía a tra-
sidor general, elegido por el rey y sancionado vés de su real fisco, que recibía ingresos por
por el papa. La Inquisición española no re- medio de la incautación de bienes a los indivi-
cibía órdenes del pontífice ni de los obispos, duos procesados, pero también de donativos,
pero su funcionamiento dependía por entero de obras pías y de intereses generados por los
350 INSTITUCIONES

numerosos préstamos que hacía a la sociedad nía popular, con lo que intentó desprestigiar
novohispana. Aunque sus objetivos parecían al grupo que pretendía el establecimiento de
centrados en un interés religioso, la Inquisi- una Junta tutelar de la soberanía de Fernan-
ción estuvo siempre ligada a la majestad real o do VII durante su cautiverio. Ese mismo año,
a la esfera de poder de la Monarquía. los inquisidores dieron su anuencia al golpe de
El procedimiento inquisitorial partía de Estado contra el virrey e incluso colaboraron
denuncias particulares. Si el fiscal considera- con la Audiencia cuando ésta les pidió recluir al
ba que éstas podían dar cuerpo a un proceso, depuesto Iturrigaray en sus habitaciones (ubi-
la Inquisición ordenaba la realización de una cadas en el mismo edificio del tribunal). Los
inquisición o indagatoria; es decir, la recopi- edictos inquisitoriales expedidos entre 1809 y
lación de testimonios bajo secreto. Esta acti- 1810 se sumaron a la retórica antinapoleónica.
vidad era efectuada por comisarios (también Los inquisidores de México prohibieron la
eclesiásticos), y sólo cuando se creía confirma- retención y lectura de proclamas del rey Jo-
do un delito, el reo era apresado y conducido a sé Bonaparte, advirtieron sobre la llegada de
las cárceles del Tribunal de México para con- emisarios franceses y trataron de estimular la
tinuar su proceso. Este tipo de procedimiento unidad y el patriotismo hispánico.
resultaba ideal para indagar la maledicencia, Al comenzar la insurrección del cura Mi-
las murmuraciones, las opiniones públicas y guel Hidalgo en la villa de Dolores, los in-
privadas. La Inquisición poseía un reposito- quisidores reabrieron un proceso que habían
rio privilegiado de información, y solía in- iniciado diez años antes, pero que se había
tervenir en asuntos de Estado cuando su ac- suspendido porque las denuncias habían sido
tividad podía contribuir a mantener el orden despreciadas por el fiscal. Las viejas acusacio-
social y la conservación de la Monarquía. nes de conducta relajada y faltas a la disci-
En 1808, después de las abdicaciones de plina eclesiástica, menospreciadas en otras
Bayona, el Consejo de la Suprema Inquisición circunstancias,fueron consideradas en 1810 co-
trató de negociar su supervivencia, pero fue mo síntoma de un espíritu libertino y desen-
suprimido por Napoleón por medio de los de- frenado. La misma insurrección y una nota de
cretos de Chamartín. La invasión francesa gaceta completaron un cuadro de proposicio-
acabó con la actividad inquisitorial y sólo al- nes y hechos que fueron calificados con las más
gunos tribunales, como el de Sevilla, hicieron acres censuras. El resultado fue una carta de ci-
un esfuerzo por reorganizarse y tratar de res- tación en forma de edicto, en el que se pintaba
tablecer el Consejo. En contraste, la Inquisi- a Hidalgo como hereje cismático, enemigo
ción de México se mantuvo activa a pesar del trono y del altar. El edicto se mandó publi-
de la desintegración del Consejo. En 1808 se car en todas las parroquias con la intención de
manifestó de forma abierta en contra de la desprestigiar a la insurrección, desanimar a sus
invasión francesa y participó activamente en posibles seguidores y tal vez ocasionar suspi-
las juntas convocadas por el virrey José de Itu- cacias en el propio movimiento.
rrigaray, oponiéndose en ellas a la posición La actitud de la Inquisición provocó el
defendida por el Ayuntamiento de México y agradecimiento momentáneo del gobierno y
otros individuos distinguidos de la capital. El de una serie de escritores que condenaban la
inquisidor Bernardo de Prado y Obejero con- insurrección, sin embargo, al mismo tiempo,
frontó a los regidores, acusándolos de seguir el edicto fue blanco de una serie de críticas,
las ideas de Rousseau, y aprovechó la publi- desde y fuera de la insurgencia, que minaron
cación de un edicto para condenar la sobera- el prestigio de la institución. Las acusaciones
INQUISICIÓN 351

contra Hidalgo fueron consideradas exage- arzobispado de México, Juan Antonio Tirado
radas y movidas por un interés político. Mu- y Priego. Obligado por las circunstancias y por
chos edictos no se fijaron y los comisarios su lealtad a España, el arzobispo de México,
documentaron las críticas al tribunal en varias Antonio de Bergosa, quien había sido inquisi-
ciudades. Más aún, tras la captura del líder in- dor muchos años, justificó la resolución de las
surgente, y a pesar de que los inquisidores se Cortes y aseveró que la supresión del tribunal
empeñaron en ampliar su proceso, Hidalgo no afectaría la preservación de la religión ca-
sólo fue sometido a un breve juicio de degra- tólica. Poco después, los argumentos contra la
dación eclesiástica y a un sumario juicio mili- Inquisición de los diputados en Cádiz fueron
tar que lo condenó a muerte. reimpresos en México. En 1813 circularon al-
En 1811, la Inquisición comenzó a mostrar gunos libelos contra el tribunal —aunque no
serias dificultades para actuar debido a la di- tantos como en 1820— y sobresalió la publi-
visión del clero. El procedimiento secreto del cación de fuertes comentarios contra la In-
tribunal no podía arriesgarse a ser descubierto quisición en los impresos periódicos de José
por individuos que manifestaban una actitud Joaquín Fernández de Lizardi.
ambivalente o dudosa respecto del proceder En 1814, tras el regreso de Fernando VII,
de la Inquisición y de las autoridades civiles varios grupos presionaron por el restable-
y eclesiásticas. Las fuentes documentales su- cimiento de la Inquisición y lo consiguie-
gieren que el tribunal de fe atravesó por una ron. Antes de que se conociera el decreto,
fuerte crisis ese año, y que ésta se agravó en un carmelita publicó en México una larga
la medida en que fue definiéndose el carácter defensa de la institución con la intención de
reformista de las Cortes reunidas en Cádiz. En ganar adeptos. Por su parte, los inquisidores
1812, al publicarse en México la Constitución mexicanos Bernardo de Prado e Isidoro Sainz
de la Monarquía española y la libertad de im- de Alfaro, que se habían trasladado a España,
prenta, la Inquisición pasó a un segundo plano. fueron reconocidos con sendos puestos en
Si bien continuó realizando sus indagatorias el Consejo de la Suprema Inquisición. Así, el
en secreto, dejó de colaborar con el gobier- tribunal de México quedó a cargo del viejo
no virreinal en la persecución y condena de la inquisidor Manuel de Flores, quien en 1815
insurrección, y cesó de expedir edictos. Mien- hizo hasta lo imposible por restablecer la im-
tras tanto, el diputado por Puebla en las Cor- portancia del tribunal. Los fuegos artificiales y
tes, Antonio Joaquín Pérez, quien había sido las procesiones que se organizaron con moti-
comisario inquisitorial y tenía instrucciones vo de su restablecimiento no correspondían a
del tribunal de México, hacía un esfuerzo por su precaria situación económica. Ese mismo
renovar al Consejo de la Suprema Inquisición año, el inquisidor Flores consiguió numero-
en España. Después de un largo y acalorado sos préstamos y la autorización del gobierno
debate, las Cortes rechazaron la propuesta y virreinal para participar en el enjuiciamiento
votaron la inconstitucionalidad de la Inqui- del líder insurgente José María Morelos. Aun-
sición. En consecuencia, la Inquisición de que no se había formado un expediente en su
México fue suprimida en junio de 1813. Sus contra, la Inquisición lo fabricó de la nada, en
bienes fueron incautados por el gobierno y los unos cuantos días, contraviniendo su proce-
pocos reos pasaron a las cárceles episcopales, al dimiento habitual; tachó a Morelos de hereje
igual que su importante archivo. No obstante, y cismático, y lo acusó de haber aprobado la
algunos procesos inquisitoriales tuvieron se- Constitución de Apatzingán, cuyo conteni-
guimiento por parte del promotor fiscal del do parecía plagado de errores de los filosófos
352 INSTITUCIONES

anticatólicos. Así, consiguió celebrar un auto investigó su cercanía con los liberales de Espa-
de fe, en el que Morelos se vio obligado a ab- ña, la posesión y lectura de numerosos libros
jurar, justo antes de que el tribunal eclesiástico prohibidos, el uso indebido de vestimentas
lo degradara y el tribunal militar lo condenara episcopales y una serie de proposiciones heré-
a muerte. ticas que los calificadores creyeron encontrar
El auto fue llamativo, pero no significó la en su Historia de la revolución y en sus Cartas de
recuperación plena del sistema inquisitorial.A un americano.
la falta de recursos se sumaron las exigencias En 1820, la Inquisición fue nuevamente
de préstamos y donativos del Consejo de la suprimida. Los archivos pasaron otra vez al
Suprema. Entre 1815 y 1820, la Inquisición de arzobispado y los reos ex insurgentes fueron
México trató de contrarrestar estas exigencias, recluidos en la cárcel de corte. El arzobispo
pero su actividad se vio necesariamente afec- Pedro de Fonte tuvo que justificar esta se-
tada. En términos políticos, la participación gunda supresión con palabras equivalentes a
de la Inquisición fue menguando. Algunos las de Bergosa en 1813.Además de los nume-
eclesiásticos como José María Morales, Ra- rosos escritos contra la Inquisción venidos de
món Cardeña y José de Lugo y Luna fueron España y algunos reimpresos en México, Li-
procesados y quizá sentenciados, pero muchos zardi volvió al ataque con varios más. A partir
otros, como José María Cos o el canónigo Ve- de entonces se entabló una verdadera polé-
lasco, se acogieron a la política de indultos del mica con impresos que se respondían unos a
gobierno virreinal y jamás pisaron las cárceles otros, en favor y en contra de la supresión. La
inquisitoriales. Inquisición no volvió a restaurarse en Méxi-
En estos años, la Inquisición publicó va- co, aunque sí lo hizo en España. Sin embar-
rios edictos formados por el Consejo de la go, siguió viva en una nutrida literatura que
Suprema contra una buena parte de la lite- exageró sus características hasta convertirla
ratura política publicada bajo el amparo de la en un concepto útil para desprestigiar los tres
libertad de imprenta. La Constitución de Cá- siglos de dominio español y el confesiona-
diz y prácticamente todos los textos liberales lismo dominante en la vieja sociedad novo-
fueron proscritos, a tal grado que los edictos hispana.
parecen una guía bibliográfica de la prensa li- Gabriel Torres Puga
beral. No obstante, los inquisidores de México
no emprendieron una cruzada contra los fun- Orientación bibliográfica
cionarios o escritores públicos que se habían
manifestado en favor de las ideas liberales, y ni Herrejón Peredo, Carlos, Los procesos de Mo-
siquiera procesaron al publicista Lizardi. relos. Zamora, El Colegio de Michoacán,
Entre las causas seguidas por la Inquisición 1985.
en este último periodo, sobresale la de Servan- Herrejón Peredo, Carlos, Hidalgo. Razones de
do Teresa de Mier, que había venido desde Es- la insurgencia y biografía documental. Zamora,
paña con la expedición de Mina y al que se le El Colegio de Michoacán, 1985.
había sometido varios años atrás a un proceso Martí Gilabert, Francisco, La abolición de la
eclesiástico. Entre 1817 y 1820, Mier perma- Inquisición en España. Pamplona, Universi-
neció recluido en las cárceles secretas, donde dad de Navarra, [1975].
rindió 25 declaraciones ante los inquisidores. Torres Puga, Gabriel, Los últimos años de la In-
Los cargos eran variados.Además de su simpa- quisición en México. México, inah/Miguel
tía por la “independencia revolucionaria”, se Ángel Porrúa, 2004.
PUEBLO DE INDIOS 353

+PUEBLO DE INDIOS +

Durante la época virreinal, la voz “pueblo” eligiesen ellos”. Las 29 leyes del libro vi, título
significaba un asentamiento de indios con 3, de la Recopilación de las leyes de los reynos de
gobernantes indígenas reconocidos por el go- las Indias, sobre “Las reducciones y los pueblos
bierno. El término fue usado casi exclusiva- de indios” legislaron sobre varios temas como
mente para indicar una población de indíge- la iglesia del pueblo, cantores, fiscales, aguas,
nas. Casi nunca se incluía en la legislación el tierras, montes, ganado, alcaldes y regidores
término “pueblo de españoles”, sino “lugar indios, elecciones anuales, jurisdicción para
de españoles”. Sólo a finales del siglo xviii se juzgar crímenes menores, las varas de justicia y
comenzó a hacer referencia a algunos asenta- la prohibición de españoles, negros y mulatos
mientos en el norte de la Nueva España como en los pueblos por más de tres días.
“pueblos de españoles”. A veces, en esta legislación se usaron dos
El pueblo de indios, por tener un consejo palabras: “pueblo” y “reducción”, pero la pri-
gubernativo constituido de manera legal, era mera indicaba un asentamiento existente des-
una entidad corporativa con personalidad ju- de hacía tiempo con una población numerosa,
rídica que se encargaba de la administración y “reducción” significaba una localidad recién
política, financiera y judicial en las localidades fundada con menor número de habitantes. En
de indios. Los “pueblos”, designación reserva- la Nueva España se usaba el término “pueblo”,
da para asentamientos de indios, junto con las mientras que en algunos lugares en América
“ciudades”, “villas” y “reales de minas” de es- del Sur,“reducción”.
pañoles, fueron las unidades básicas de la divi- En el altiplano central de la Nueva España,
sión territorial y de la administración política el gobierno virreinal reconoció como pue-
de todo el virreinato. blos de indios a los asentamientos que conta-
A mediados del siglo xvi se empezó a le- ban con una gran concentración de población
gislar en relación con los asentamientos de indígena que, en tiempos prehispánicos, for-
indios, llamándolos “pueblos” y a veces “re- maba parte de una entidad político-territorial
ducciones”. En 1546, los prelados de la Nueva llamada altepetl, el cual tenía un gobernante
España, convocados por el rey Carlos V, in- señorial hereditario. Al reconocer estos seño-
formaron que “Se ha procurado […] que ríos como “pueblos de indios”, los españoles
indios sean instruidos en la santa fe católica y continuaron en cierta medida la disposición
ley evangélica y olvidando los errores de sus política existente antes de la conquista. No se
antiguos ritos y ceremonias, vivan en con- desplazó a los indígenas hacia las regiones leja-
cierto y policía [y] fuesen reducidos a pue- nas deshabitadas, sino que se reconocieron los
blos y no viviesen divididos y separados por las asentamientos originales existentes.Asimismo,
sierras y montes, privándose de todo beneficio se conservó el nombre indígena y se le añadió
espiritual y temporal, sin socorro de nuestros el de un santo católico como patrón del lugar.
ministros”. Por la real cédula del 9 de octubre Por ejemplo, Asunción Erongarícuaro y San
de 1549, se ordenó a la Audiencia de la Nueva Juan Bautista Metepec.
España la formación de “pueblos” y la crea- El pueblo de indios estaba compuesto de
ción de los puestos de “alcaldes” para adminis- dos instituciones: la “república” y la “comuni-
trar “justicia en las cosas civiles y también re- dad”. El consejo gubernativo de los pueblos
gidores cadañeros y los mismos indios que los se llamaba la “república” y, como ha señalado
354 INSTITUCIONES

James Lockhart, pocas veces después de 1650 justicia y las finanzas del pueblo). Andrés Li-
se le denominaba cabildo o ayuntamiento. La ra, al revisar la legislación de la Recopilación, ha
república era electa cada año, generalmente mostrado que cuando se hacía referencia a los
por los caciques y hombres principales del “pueblos de indios”, la palabra “comunidad”
pueblo, pero en algunas regiones elegían to- no significaba una agrupación de indios ni
dos los tributarios. José Miranda, en su estu- una localidad donde vivieran indios; para esto
dio de los pueblos de indios y las elecciones se decía “pueblo”. La “comunidad” se refería
anuales expresó que:“No cabe descubrir en la “a la economía” de los indios: “Al referirse a
Nueva España otra manifestación de verdade- los pueblos en su aspecto económico se habló
ra democracia que la elección del cabildo en de ellos como ‘comunidades’ y como tales se
algunos pueblos indígenas por todos los veci- les trató al considerarlas unidades patrimo-
nos [...] nobles y macehuales”. niales […] Para referirse al orden social, al
Los gobernantes de los pueblos, “el go- político y al religioso se usaron las voces pue-
bernador y los oficiales de república”, se en- blo, república y doctrina”.
cargaban de cinco funciones principales: reco- Tan importantes llegaron a ser los fondos
lectar el tributo, financiar y organizar las y los bienes de comunidad de los pueblos de
celebraciones religiosas, ser testigos de los tes- indios, que el gobierno español dedicó en la
tamentos orales o escritos de los indios, su- Recopilación un título de 38 leyes al tema “De
pervisar las finanzas y las tierras comunales las cajas y censos y bienes de comunidad y
del pueblo y administrar justicia para críme- de su administración”. Una de estas leyes fi-
nes menores. La cédula real del 6 de agosto de jó el criterio para las erogaciones permitidas
1555 confirmó la continuación de las antiguas de los fondos de comunidad y en ella se puede
costumbres jurídicas de los indios siempre percibir que la palabra “comunidad” no sig-
que no contradijeran la fe cristiana ni las leyes. nifica el pueblo sino el orden económico (o
Carlos V declaró: “Ordenamos y mandamos la tesorería municipal) del pueblo: “Hase de
que las leyes y buenas costumbres que antes te- gastar la plata que resultare de los bienes, cen-
nían los indios para su gobierno y política, y sus sos [préstamos] y rentas de la comunidad, sola-
usos y costumbres observadas y guardadas des- mente en lo que dirigiere al descanso y alivio
pués que son cristianos y que no se encuentran de los indios y convirtiere en su provecho y
con[tra] nuestra sagrada religión ni con[tra] utilidad”.
las leyes de este libro, y las que han hecho y En el siglo xviii, los requisitos para recibir
ordenado de nuevo, se guarden y ejecuten, la autorización gubernamental de “erigirse
y siendo necesario por la presente las aproba- en pueblo” fueron: tener 80 tributarios (equi-
mos y confirmamos”. valente a 360 habitantes indios), una iglesia
La palabra “comunidad” se refería al orden consagrada, tierras inalienables comunitarias
económico de los pueblos, a las tierras comu- y gobernantes indígenas electos anualmente.
nales, los fondos y los bienes que pertenecían En 1787, el virrey mencionó varios de estos
al pueblo. La palabra “comunidad” significaba requisitos al declarar: “Vuestra Alteza manda
lo que hoy se denominaría la tesorería mu- al justicia de Tlalmanalco instruya con dili-
nicipal del pueblo. Otros términos relaciona- gencias si Santa Isabel Chalma es pueblo for-
dos con los bienes de los pueblos fueron: la mal, si tiene iglesia, ornamentos y ochenta
caja de comunidad, las tierras de comunidad familias a fin de prever sobre las medidas de las
y la casa de comunidad (lugar donde se reu- seiscientas varas [de tierra] que solicitan estos
nían los gobernantes indios para administrar naturales”.
PUEBLO DE INDIOS 355

Al llegar a las últimas décadas del siglo Distribución geográfica


xviii, el gobierno de Carlos III aplicó a las de los pueblos de indios
ciudades y villas de españoles y a los pueblos
de indios de la Nueva España, la legislación Intendencias Pueblos
que había decretado en 1760 para los ayunta- México 1 248
mientos de España, con el fin de fiscalizar las Oaxaca 871
finanzas municipales. Se estableció una ofici- Puebla 731
na central, la Contaduría General de Propios, Michoacán 254
Arbitrios y Bienes de Comunidad, para vigilar Guadalajara 251
y controlar los gastos de las poblaciones de es- Yucatán 224
pañoles y de indígenas. El gobierno imponía Durango 167
nuevas Ordenanzas para las ciudades y villas Veracruz 152
y Reglamentos de los bienes de Comuni- Sonora-Sinaloa 138
dad para los pueblos de indios, limitando sus Chiapas 109
gastos y requiriendo un ahorro forzoso que te- San Luis Potosí 45
nía que entregarse a las cajas reales. El objetivo Guanajuato 41
de este ahorro era tener un fondo para devolver Zacatecas 40
a los pueblos con el fin de ayudarlos en tiempos Gobiernos militares de Tlaxcala 110
de hambruna y epidemia. Sin embargo, más de Tabasco 53
60% del dinero acumulado de los pueblos Nayarit-Colotlán 34
de indios del virreinato fue enviado a España
en la forma de préstamos y donativos al rey Los habitantes de los pueblos se referían a sí
parar financiar las guerras europeas. mismos como los “hijos del pueblo” o “natu-
Los reglamentos de los bienes de comuni- rales”. Cuando se hablaba de todos los mora-
dad redujeron las erogaciones para las celebra- dores como un grupo, se decía “el común” del
ciones religiosas, sólo permitiendo la del santo pueblo. Varios documentos ilustran el uso de
patrón del pueblo, y raras veces para Corpus estos términos. El recibo del maestro de Tla-
Christi y el Jueves Santo. Sin embargo, promo- tlauquitepec, San Juan de los Llanos, Puebla,
vieron un nuevo gasto para cubrir el sueldo de en 1784, anotaba el pago de cien pesos anuales
un maestro de primeras letras para la enseñan- “por la enseñanza y doctrina de los niños pár-
za de la lectura, la escritura, la doctrina cristia- vulos que cada hijo en su casa tenga”. En Etla,
na y en algunos casos aritmética y música. Las Oaxaca, en 1794, no se sostenía la escuela con
cuentas de la Contaduría General muestran dinero de la caja de comunidad sino que “la
que en 1808 se registraban escuelas en 25% de satisface el común de cada pasaje donde están
los pueblos de indios del virreinato. radicados por una inmemorial costumbre”.
En 1800 había 20 ciudades, 50 villas y La legislación reconocía a las repúblicas
4 468 pueblos de indios en las doce inten- (cabildos) de los pueblos como los represen-
dencias de la Nueva España y Chiapas. La po- tantes de los indios y, en general, el sistema
blación del virreinato era de cinco millones de jurídico admitía la interposición de litigios
habitantes, de los cuales tres millones (60%), por dichas repúblicas. Los 3 834 volúmenes
eran indígenas. La distribución geográfica de de documentos del ramo de Tierras y el ramo de
los pueblos de indios fue como se aprecia en Indios en el Archivo General de la Nación, re-
el cuadro: ferentes a los pleitos legales de los pueblos de
indios, hacen constar la frecuencia de los liti-
356 INSTITUCIONES

gios de los indígenas en el Juzgado General José María Morelos difirió de la política de
de Indios. Miranda destaca que “la cohesión las Cortes de Cádiz en relación con los pue-
social de los pueblos se mantuvo casi íntegra blos de indios. Durante la insurgencia aprobó
a causa de su relación con la defensa de la la fundación de nuevos pueblos y escribió a sus
propiedad”.Aun en los casos de rebelión,como gobernantes con cordialidad y respeto: “Hijo,
ha señalado William Taylor, los pueblos solían alcalde del pueblo de Tecuanapa”, “Hijo, go-
obtener alguna compensación por los agravios bernador del pueblo de Atenango del Río”. En
sufridos, y generalmente el castigo se limitaba la Constitución de Apatzingán, el capítulo so-
a aplicar condenas ejemplares. Cuando había bre “Los juzgados inferiores” ordenaba seguir
protestas violentas, casi siempre eran dirigidas con la forma de gobierno municipal existen-
en contra de los abusos de un oficial guberna- te, dejando abierta la posibilidad de un futuro
mental, pero no en contra de la legitimidad del cambio:“En los pueblos, villas y ciudades con-
poder del rey. Respecto al análisis de las rebe- tinuarán respectivamente los gobernadores y
liones en las intendencias de Oaxaca y Méxi- repúblicas, los ayuntamientos y demás empleos,
co,Taylor ha indicado que “el sistema judicial, mientras no se adopte otro sistema; a reserva de
más que ninguna otra institución social, hacía las variaciones que oportunamente introduzca
posible que la Corona española gobernara en el Congreso, consultando al mayor bien y feli-
México durante el siglo xviii sin un gran ejér- cidad de los ciudadanos” (artículo 208).
cito o una gran fuerza de policía”. Durante el primer periodo de vigencia de
La Constitución de Cádiz de 1812 reem- las Cortes de Cádiz surgieron preguntas so-
plazó a la república de indios por el Ayunta- bre el nombre que se debía dar a los indios.
miento Constitucional como órgano de go- La Diputación Provincial de Guadalajara, en
bierno local. La Diputación Provincial de la 1814, decretó “que se arregle V. S. sus oficios al
intendencia deYucatán dictaminó en septiem- lenguaje de la Constitución, evitando las pala-
bre de 1813 que: “Efectivamente han cesado bras de naturales e indios, desconocidas en ella
los alcaldes y repúblicas de indios del régimen misma”. En otra comunicación mencionaba
antiguo y toda otra autoridad en administra- “los llamados indios”. En septiembre de 1822,
ción de justicia y económico-gubernativo, durante el gobierno de Agustín de Iturbide, se
quedando únicamente el actual alcalde y ayun- ordenó “que en todo registro y documento
tamiento constitucionales” y ordenó “quedar público o privado al sentar los nombres de los
extinguidas las repúblicas de indios en los pue- ciudadanos de este Imperio, se omita clasifi-
blos en que se han instalado los ayuntamientos carlos por su origen”, prohibiendo así en la
constitucionales”. Aunque los artículos sobre legislación las palabras “indios”, “españoles” y
la forma de erigir los ayuntamientos abolían “africanos”.
de forma implícita a las repúblicas de indios, Las leyes de Cádiz volvieron a estar vigen-
eran los artículos y decretos referentes a los tri- tes en 1820 y 1821. Se establecieron aproxima-
bunales los que mencionaban explícitamente damente mil ayuntamientos constitucionales.
la supresión de los puestos de los gobernantes Documentos de Michoacán y el altiplano de
indígenas. El virrey Calleja avisó que por el México durante este periodo se refirieron a
“nuevo sistema de administración pública que los indios como “los antes llamados indios”,
establece la ley de tribunales y juzgados [...] “los antiguos indios”, “los ciudadanos natura-
quedan suprimidos los gobernadores, alcaldes les”, “conocidos antes por indios”, “las primi-
y demás oficiales de república que había en los tivas familias”,“la clase nacional antes llamada
pueblos de indios”. indígena”, “los vecinos naturales y de razón
PUEBLO DE INDIOS 357

indígena”. A partir de 1824 en Yucatán, y de del siglo xx. La legislación en Veracruz, en


1826 en Veracruz, se empezó a utilizar el tér- 1826, se refirió a las “comunidades de indí-
mino que llegó a ser el más común: ya los in- genas”. Todavía en 1902, Michoacán legis-
dios se llamaban “indígenas”. ló sobre la distribución de los terrenos de las
La legislación del estado de San Luis Po- “extinguidas comunidades de indígenas”.
tosí ordenó la eliminación de las palabras “in- ¿Y las comunidades indígenas? La voz “co-
dio” y “pueblo”, y la entrega de las “comunida- munidades indígenas” para designar locali-
des de indígenas” a los ayuntamientos consti- dades con habitantes indígenas es un término
tucionales. En 1825, varias leyes mencionaron del siglo xx. En la época virreinal no existía la
a los “indios”, pero en febrero de 1827, un voz “comunidades indígenas”, ya que se lla-
mandamiento incluyó dos posibles nomen- maba a los habitantes autóctonos “indios” o
claturas:“indígenas o indios”, pero el siguiente “naturales”; la palabra “comunidad” signifi-
mes se dudaba de esta denominación, dicien- caba el orden económico de los pueblos (la
do “los llamados indios”. De ahí en adelante tesorería municipal) y no el orden social ni
no apareció la palabra “indios” sino “indíge- una colectividad de personas indígenas. En el
nas” en la legislación. También desapareció la periodo de las Cortes de Cádiz, tampoco exis-
palabra “pueblo” porque en octubre de 1827 tían las palabras “comunidades indígenas” ni
se ordenó que “Se extingue para siempre en en el México independiente durante el siglo
este estado el nombre de pueblo con el que el xix. En estas épocas se cambió el término “in-
gobierno español clasificaba las reuniones de dios” por “indígenas” y se hizo referencia a las
los indígenas, restos de los habitantes al tiem- tierras de comunidad que seguían existiendo
po de la conquista”. De ahí en adelante los como “comunidades de indígenas”.
asentamientos se llamarían ciudades, villas y La legislación de las Cortes de Cádiz y las
congregaciones. leyes del México independiente dejaron de
El Estado no extinguió la palabra “co- reconocer a los pueblos de indios como enti-
munidad” pero legisló sobre las tierras de los dades con personalidad jurídica y los reempla-
pueblos. En febrero de 1827 se ordenaba que zaron con los ayuntamientos constitucionales.
“las tierras pertenecientes a las comunidades En algunas regiones de México, los indígenas
de los pueblos de indígenas” se quedaran “en conservaron sus prácticas de gobierno y orga-
propiedad de sus actuales poseedores”, pero el nización comunal, especialmente en relación
siguiente mes las pasó a los ayuntamientos ba- con la defensa de sus tierras, con la forma de
jo la declaración de “que las tierras que se ad- seleccionar a sus gobernantes y con las prácti-
ministran con la denominación de bienes de cas religiosas. Durante el siglo xix se llamaba
comunidad o fundo legal queden por ejidos a los pueblos de indios y sus terrenos comu-
de los ayuntamientos si no se han repartido a nales, “comunidades de indígenas” en vez de
particulares”. “pueblos de indios”. Maximiliano, en 1866,
El lenguaje legal en algunos estados del también legisló sobre las “tierras de comuni-
México independiente hizo desaparecer la dad” de los pueblos, y la legislación del estado
palabra “indio” y “pueblo” y ordenó la repar- de Veracruz, durante todo este siglo, se refería
tición de las tierras de comunidad o su entrega constantemente a la necesidad de repartir en
a los ayuntamientos. Sin embargo, estas tierras propiedad las “comunidades de indígenas”. Sin
comunales pertenecientes a los indígenas si- embargo, Manuel Gamio, al publicar esta le-
guieron existiendo bajo la nomenclatura de gislación del siglo xix en el libro Legislación
“comunidades de indígenas” hasta principios indigenista de México, anotó de manera errónea
358 INSTITUCIONES

varias veces en el índice que los títulos de las Orientación bibliográfica


leyes fueron sobre “terrenos de comunidades
indígenas”, cuando de hecho la legislación Gamio, Manuel, Legislación indigenista de Méxi-
decía “terrenos de comunidades de indígenas”, co. México, Instituto Indigenista Interame-
cambiando así el significado del término. ricano, 1958.
En 1948, en la ley que constituyó el Insti- Lira, Andrés, “La voz comunidad en la Reco-
tuto Nacional Indigenista, se incorporaba en pilación de 1680”, en Recopilación de leyes de
la legislación nacional el término de “comu- los reynos de las Indias. Estudios histórico-jurí-
nidades indígenas” para referirse a los “núcleos dicos. México, Miguel Ángel Porrúa, 1987,
indígenas” (término también utilizado en esta pp. 415-427.
ley), esto es, localidades con gran mayoría de Lockhart, James, Los nahuas después de la con-
población indígena. En 1954, la ley sobre la quista. Historia cultural y social de los indios
Comisión del Papaloapan también se refirió del México central, siglos XVI-XVIII. México,
a las “comunidades indígenas”. En las discu- fce, 1999.
siones sobre la reforma de los artículos 3 y 27 Recopilación de leyes de los reynos de las Indias.
de la Constitución se hicieron referencias, en Ed. facs. de la de 1681. 4 vols. Madrid, Cul-
1991, a las “comunidades indígenas” como lu- tura Hispánica, 1973.
gares de “pobreza, analfabetismo, mortalidad Tanck de Estrada, Dorothy, Pueblos de indios
infantil y desnutrición”. En estas discusiones y educación en el México colonial, 1750-1821.
se hablaba de las leyes del periodo colonial, de México, El Colegio de México, 2000.
la insurgencia, de la Ley Lerdo de 1856, de la Tanck de Estrada, Dorothy, Atlas ilustrado de
Revolución mexicana y del Plan de Ayala, y los pueblos de indios. Nueva España, 1800.
para cada uno de estos periodos se decía que la México, El Colegio de México/El Cole-
legislación se había hecho en relación con las gio Mexiquense/Comisión Nacional pa-
“comunidades indígenas”, lo cual era un ana- ra el Desarrollo de los Pueblos Indígenas/
cronismo porque el término es del siglo xx. Fomento Cultural Banamex, 2005.
Durante el virreinato, los asentamientos de Taylor, William, Embriaguez, homicidio y re-
indios se llamaban “pueblos de indios” y pos- belión en las poblaciones coloniales mexicanas.
teriormente, en el siglo xix, a los terrenos co- México, fce, 1987.
munales pertenecientes a los indígenas se les
denominaba “comunidades de indígenas” y no
“comunidades indígenas”, una voz de la legis-
lación de la segunda mitad del siglo xx.

Dorothy Tanck de Estrada


+SOCIEDAD, ECONOMÍA Y CULTURA +
+ABASTO +

De acuerdo con el Diccionario de la Lengua recursos procedentes de la actividad comer-


Española, abasto significa “provisión de basti- cial. Una fuente de ingresos importante era
mentos”, se relaciona con “bastar, dar, proveer el cobro alcabalatorio del ramo del Viento,
y suministrar”; es decir, se refiere, aunque no que comprendía mulas y caballos, y produc-
de manera exclusiva, a los víveres, compren- tos traídos de la tierra como semillas, harina y
didos éstos como los “comestibles necesarios cebada; también se incluía la carne y sus deri-
para el alimento de las personas”. Con base en vados, además de pieles, lanas, leña y carbón.
esta definición, analizaremos el abasto de ali- Los ingresos derivados de la carne eran los más
mentos en la Nueva España y, particularmen- importantes.
te, durante la guerra de Independencia. Cabría preguntarnos si durante los años
En la concepción europea se considera de la guerra de Independencia, el abasto con-
como parte de los principios de “buena po- tinuaba siendo una prioridad de la autoridad
licía” el cuidado de proveer alimentos a los virreinal para velar por el avituallamiento
habitantes como una de las obligaciones de de los habitantes, pues existió una paulatina
todo gobernante. En la Nueva España se si- transformación en el pensamiento debido a
guió el mismo modelo, por ello, la política de las ideas liberales que se introdujeron; sin em-
abasto de alimentos instaurada bajo el régimen bargo, en general se mantuvo la política pro-
virreinal se caracterizó por el proteccionis- teccionista hacia los consumidores.
mo del consumidor, básicamente por una Durante el levantamiento armado, específi-
razón: la autoridad virreinal, al igual que la camente entre 1811 y 1814, se presentaron dos
local (es decir, la de los ayuntamientos), tenían acontecimientos de gran trascendencia en ma-
entre su obligaciones velar por el abasto de teria de alimentos. El primero fue la liberación
comestibles. de precio y expendio de los comestibles de
Para comprender la política proteccionista alto consumo. Esta situación modificó la con-
europea establecida en la Nueva España es ne- cepción que se tenía del abasto, pues durante
cesario precisar qué se entendía por el“bien co- casi trescientos años la autoridad local había te-
mún”. Este concepto se fundamentaba en dos nido el control de los precios y la vigilancia de
principios: asegurar el suministro de comesti- la calidad de los comestibles a través de la Fiel
bles a los súbditos para mantener la paz social Ejecutoría (órgano dependiente del Ayunta-
y, obtener una generosa recaudación fiscal por miento), la cual tenía entre sus facultades vigi-
el ingreso de comestibles, pues la Real Ha- lar la vida del comercio al menudeo. El segun-
cienda era la institución que recaudaba los do suceso fue la desaparición del Pósito, que
361
362 SOCIEDAD, ECONOMÍA Y CULTURA

desde el siglo xvi había sido el principal centro vagabundos y “regatones” o intermediarios
de abasto de granos de las grandes urbes. que aprovecharon la situación para robar o
Esta situación, la crisis agrícola de 1809- acaparar víveres.
1811 y las dificultades inherentes a la lucha En suma, una de las repercusiones más se-
armada desencadenaron severos problemas en veras de la liberalización del precio de los ali-
la provisión de víveres, no sólo en la zona del mentos de mayor consumo fue su alza, que, en
Bajío, donde tuvo lugar el estallido de la gue- casos como el de la carne, llegó incluso a tri-
rra de Independencia, sino también en las dis- plicarse. Pese a que las autoridades virreinales
tintas provincias que conformaban la Nueva trataron de seguir implementando la política
España. Incluso la ciudad de México, que se proteccionista, las nuevas ideas de corte liberal
caracterizó durante la guerra por ser un sitio poco a poco introdujeron la libre competen-
protegido y vigilado, pues en ella residía el vi- cia y redujeron su participación en la regu-
rrey y era la sede eclesiástica y comercial, tam- lación de precios. No obstante, en la práctica
bién presentó dificultades para ser abastecida. no se produjo un cambio tan radical, debido a
Una de las razones del desabasto fue que los vaivenes en el pensamiento de los hombres
durante el periodo virreinal paulatinamente que regían la vida política novohispana entre
se instauró una amplia red de suministro de el proteccionismo y la libertad de comercio.
alimentos, en la que cada provincia aportaba
algún producto específico. Por ejemplo, los Gisela Moncada
grandes centros ganaderos se ubicaban al nor-
te; zonas como Durango, Coahuila, Monte- Orientación bibliográfica
rrey, Zacatecas y Valladolid fueron la ruta del
ganado hacia la ciudad de México, mientras Montarari, Massimo, El hambre y la abundan-
que sitios cercanos, como Puebla, Toluca y cia. Historia cultural de la alimentación en Eu-
Cuernavaca, fueron grandes productores de ropa. Barcelona, Crítica, 1993.
caña de azúcar, trigo, maíz, pulque, madera, Moncada González, Gisela, Políticas de abasto
hortalizas, semillas, fruta, sal y ganado porcino. de alimentos en la ciudad de México durante
La guerra ocasionó un severo impacto en la guerra de independencia, 1810-1815.Tesis.
el adecuado abastecimiento de comestibles México, unam, Facultad de Filosofía y Le-
debido a la conexión de estas rutas comer- tras, 2007.
ciales. Si bien no llegó a presentarse ham- Quiroz, Enriqueta, Entre el lujo y la subsistencia.
bruna, sí disminuyó la afluencia de alimentos Mercado, abastecimiento y precios de la carne en
a distintos lugares de la Nueva España como la ciudad de México, 1750-1812. México, El
consecuencia del pillaje en los caminos oca- Colegio de México/Instituto de Investi-
sionado por soldados que buscaban alimento, gaciones Dr. José María Luis Mora, 2005.

+AGRICULTURA +

Al despuntar el siglo xix, la sociedad novohis- tro y el sur del virreinato; en cambio, las costas
pana, estamental desde su origen, tenía una y el septentrión estaban escasamente habita-
población total que oscilaba entre cuatro y seis dos. Para entonces, el volumen de la población
millones de habitantes, concentrada en el cen- mestiza, expresado en multitud de castas, era
AGRICULTURA 363

casi igual al de indígenas, lo que suponía años previos a 1810 constituyeron un periodo
también una profunda desigualdad social. A de larga crisis de subsistencia.
pesar de que la población blanca no rebasaba Las regiones más ricas y habitadas eran el
el 10% del total de habitantes en la Nueva Es- Altiplano y el Bajío, situación asociada, entre
paña, una reducida porción de ella detentaba otras causas, a la mejor calidad de la tierra en
la propiedad de casi todas las riquezas. esas zonas. La estructura agraria se caracteri-
Los estudios sobre la economía de esos zaba por la excesiva concentración de la tierra
años coinciden en que la brecha entre los esta- en unas cuantas manos, en oposición a los pe-
mentos se ensanchó a partir del último cuarto queños propietarios que, aunque numerosos,
del siglo xviii.Aunque, paradójicamente, tam- sólo usufructuaban una porción menor de
bién concuerdan en que se trató de un perio- tierras, usualmente de poca calidad. Junto a es-
do de considerable expansión económica y tas dos formas de propiedad coexistió la pro-
prosperidad para los grupos más privilegiados, piedad indígena comunal, resistiendo los em-
a pesar de que se redujo la concentración de la bates de los propietarios particulares de todos
riqueza comercial entre el grupo hegemóni- los tamaños y de manera predominante espa-
co a consecuencia de las reformas borbónicas ñoles, aunque también los había de las castas e
en ese ramo. De hecho, fue ese crecimiento el incluso de indios. La propiedad colectiva indí-
responsable, en cierta medida, de la agudiza- gena era el soporte sobre el cual descansaba la
ción del empobrecimiento de la base social no- existencia misma de la comunidad, de ahí que
vohispana. Esas dos caras del proceso se com- cuando, para fines del siglo xviii, fue cercada
plementaron de modo que una fue necesaria por la propiedad privada se desató una serie de
para la existencia de la otra. Junto a las mani- conflictos sin precedentes.
festaciones de la prosperidad, tales como el al- Los procesos de distribución y control de
za de los precios, el aumento de la recolección la tierra no fueron exactamente iguales en las
de los diezmos y la estabilidad de las grandes diferentes regiones de la Nueva España. El tipo
unidades productivas agrarias, se hicieron pre- de suelo, la abundancia o escasez de población
sentes también las señales inequívocas del em- indígena, la presencia o ausencia de actividades
pobrecimiento rural y la consecuente caída de como la minería y el comercio, así como el cli-
los estándares de vida de los sectores popula- ma, influyeron para darle a cada zona sus pecu-
res mayoritarios: estancamiento de los salarios liaridades. La debacle demográfica del siglo
nominales y caída de los reales, incremento de xvi y principios del xvii, así como las rigurosas
la proletarización rural, migraciones hacia los congregaciones de indígenas en comunidades
centros urbanos y aumento sin precedentes de urbanas o semiurbanas más compactas produjo
los conflictos agrarios. un cuantioso excedente de tierras definidas en
Los precios del maíz experimentaron un principio como realengas que se transfirieron
alza creciente a lo largo del siglo xviii, que se de manera gradual a los propietarios españoles.
acentuó a partir de 1780. Para fines de siglo, Éstos habían constituido sus dominios gracias a
dichos precios se habían duplicado respecto a las mercedes reales concedidas por la Corona,
los del inicio de la centuria. Esta tendencia se a través de compra o la simple posesión de tie-
había agravado durante los episodios de sequía rras realengas que luego legalizaban mediante
y hambruna como los de 1785-1786 y 1809. un proceso de composición. Tampoco fueron
Un comportamiento similar se puede obser- raras las ocasiones en que lo hicieron a costa de
var en los precios de la mayoría de los produc- las tierras de las comunidades indias, mediante
tos alimenticios de consumo popular: los 25 compra de tierras comunales (a pesar de estar
364 SOCIEDAD, ECONOMÍA Y CULTURA

prohibido) o por arrendamientos que luego española, con el afán de incentivar la inver-
se convertían en despojo o a través de la usur- sión y el uso productivo de los recursos natu-
pación directa y sin sutilezas. rales ociosos, dispuso que dichas propiedades
Durante los siglos xvi y xvii, en general se arrendaran a los particulares sin importar
no parece haber habido escasez de tierras y, la voluntad de las comunidades indias. Esta
por ende, tampoco muchos conflictos agra- decisión facilitó aún más la transferencia del
rios, o por lo menos no tantos como los que usufructo de las tierras a manos de los propie-
caracterizaron al siglo xviii entre las mismas tarios no indios. De este modo, el incremento
comunidades indígenas o entre éstas y los pro- de la población en las comunidades indias y
pietarios particulares no indios. El incremento la rigidez de los recursos disponibles propi-
de las tensiones obedeció a diversas variables ciaron que en varias regiones del virreinato,
que actuaron de consuno: la recuperación de- como el Bajío, los indios redujeran de manera
mográfica indígena tuvo como consecuencia significativa su participación en el mercado y
un incremento de las necesidades, de modo se restringieran básicamente a producir para el
tal que los indios buscaron recuperar las tierras autoconsumo. No obstante, no podían pres-
que habían sido ocupadas por individuos ca- cindir del mercado debido a que necesitaban
si siempre ajenos a las comunidades. En otras cubrir ciertas necesidades y obligaciones tri-
ocasiones instaron a las autoridades virreina- butarias con moneda, de ahí que con frecuen-
les para que les fueran asignadas más tierras, o cia se vieran compelidos a emplearse en las
bien las rentaron a propietarios no indios. Por haciendas y ranchos, por lo regular de manera
su parte, el crecimiento demográfico genera- temporal pero también de forma permanente,
lizado motivó una expansión de los espacios acelerándose así el proceso de desarraigo de
urbanos y consecuentemente también las ne- las comunidades y su proletarización.
cesidades de abasto de artículos agrícolas bási- Vale la pena insistir en las diferencias regio-
cos para la subsistencia. Esta exigencia indujo nales novohispanas. Aunque en lo general esa
a que en varias partes de la Nueva España, las era la situación en las partes centrales, donde
haciendas y ranchos de los no indios incremen- se hallaba asentada la mayor parte de la pobla-
taran su producción comercial al mismo tiem- ción, en las costas y en el extenso y lejano norte
po que buscaban ampliar las tierras cultivables la distribución de la tierra ofrecía otra imagen.
o aptas para sustentar la ganadería. Hay que Las comunidades indias eran pocas —cuando
aclarar que este proceso no siempre se tradujo no inexistentes— y la tierra abundante, lo que
en una agresión hacia la propiedad comunal permitió el surgimiento de las haciendas más
indígena, pues en reiteradas ocasiones sólo se grandes de todo el reino, que coexistían con la
trató de la habilitación de tierras de las mismas pequeña propiedad. Empero, aunque los pe-
haciendas que se habían mantenido ociosas, queños propietarios eran más numerosos en
aunque también hubo ocasiones en que di- esas regiones septentrionales que en el centro
chos predios habían estado arrendados a indios del virreinato, no significa que constituyeran
y castas que tuvieron que devolverlas a los ha- la forma predominante de organización de la
cendados quedando privados de su medio de tierra. Por el contrario, las grandes haciendas
subsistencia, o al menos parcialmente en los también eran mucho más grandes que las del
casos en que los ingresos ahí obtenidos eran centro y concentraban un porcentaje mucho
sólo complementarios. mayor de tierras que las pequeñas propieda-
En algunas regiones donde los indios aún des. En las costas, por lo general, los pequeños
conservaban excedentes de tierras, la Corona propietarios eran pocos debido en parte a que
AGRICULTURA 365

las haciendas incorporaron, entre los siglos xvi nal y el sustento familiar, así como para cumplir
y xvii, los terrenos realengos y los que habían con el complejo sistema fiscal, forzaron a los
sido desocupados por la población indígena. indígenas a estrechar su relación con el merca-
En consecuencia, imperó el sistema de arrien- do laboral. Estas circunstancias facilitaron que
dos y aparcería, sin exclusión absoluta de otras los hacendados, mineros y dueños de obrajes,
formas de relación entre la fuerza de trabajo y sobre todo, impusieran condiciones más seve-
los medios de producción, tales como el peo- ras a sus trabajadores, tales como la ampliación
nazgo. De cualquier manera, la baja densidad de las jornadas laborales.Asimismo, el estanca-
demográfica permitió que la tierra disponible miento de los salarios y el aumento de los pre-
redujera al mínimo las tensiones sociales de cios propiciaron que los patrones redujeran o
naturaleza agraria, toda vez que los arrenda- suprimieran el pago en especie dentro de las
tarios no solían empeñarse mucho en adquirir haciendas y las minas.
una propiedad privada debido a que les habría Aunque hay abundantes indicadores que
arrebatado la posibilidad de rotar las tierras de refuerzan la convicción de la existencia de un
la hacienda y del acceso a los pastizales para su proceso de deterioro de los niveles de vida de
ganado. los grupos populares, también hay que pres-
Casi toda la historiografía coincide en que tar atención a las estrategias desplegadas para
los índices de explotación a que fueron so- atenuar la adversidad, al mismo tiempo que
metidos los trabajadores de las haciendas a lo se cumplía con las imposiciones del repar-
largo del periodo colonial eran sumamente timiento forzoso de mercancías y trabajo, el
elevados. También hay consenso en que a fi- cultivo de las parcelas personales y del común,
nales de este periodo las condiciones laborales la cría del ganado de las cofradías, así como el
se deterioraron significativamente debido a la pago del tributo y las obvenciones parroquia-
ampliación de la economía comercial, la es- les. Como ya se señaló, una respuesta de los
piral inflacionaria finisecular, el crecimiento campesinos fue la reducción de su presencia
de la población y la apretada competencia por en el mercado como vendedores, destinando
la tierra cultivable. Aunque en lo general esta su producción de manera fundamental al
apreciación parece ser válida para la mayor autoconsumo. Para ello buscaron ampliar las
parte de la Nueva España, de nuevo, las inves- tierras cultivables de la comunidad o bien
tigaciones sugieren significativas diferencias arrendarlas donde las hubiera, lo cual incre-
regionales no obstante que en todos lados se mentó los conflictos agrarios finiseculares.
observa la misma tendencia. En las partes cen- Obviamente, esto supone que los campesinos
trales del virreinato, incluyendo el Bajío, tal trabajaban una parte del año como asalariados
parece que desde el último cuarto del siglo y el resto del tiempo lo dedicaban a cultivar
xviii, los campesinos, especialmente los in- sus tierras. Asimismo, echaban mano de las re-
dígenas, fueron víctimas de un efecto contra- des de solidaridad comunitarias y familiares
dictorio por parte del mercado. Por un lado, para enfrentar los momentos de crisis de sub-
redujeron su participación como proveedores sistencia acentuadas por las epidemias, malas
de productos agrícolas en la medida en que su cosechas e incremento de los precios de los
producción resultó cada vez menos suficien- artículos de primera necesidad. De esta ma-
te para satisfacer sus necesidades domésticas y nera se suplía, al menos de forma parcial, la
comunitarias. Pero por el otro, las exigencias ausencia de redes institucionales a que tenía
monetarias para la adquisición de ciertos ar- acceso la población urbana pobre para casos
tículos indispensables para la ritualidad comu- de extrema necesidad, tales como hospitales,
366 SOCIEDAD, ECONOMÍA Y CULTURA

casas de beneficencia y la caridad pública. Co- Florescano, Enrique, Estructuras y problemas


mo sea, estos paliativos no parecen haber sido agrarios de México, 1500-1821. México, sep,
suficientes para restaurar los niveles de vida 1971. (Sep Setentas, 2)
que habían imperado hasta mediados del siglo Florescano, Enrique, Precios del maíz y crisis
xviii, factor que alentó el levantamiento po- agrícolas en México: 1708-1810. México,
pular de 1810. Era, 1986. (Problemas de México)
Jesús Hernández Jaimes Van Young, Eric, La crisis del orden colonial:
estructura agraria y rebeliones populares de la
Orientación bibliográfica Nueva España, 1750-1821. México, Alian-
za, 1992. (Raíces y razones)
Chevalier, François, La formación de los lati-
fundios en México: haciendas y sociedad en los
siglos XVI, XVII y XVIII. México, fce, 1999.

+BANDIDAJE +

El movimiento de independencia incluyó a Para quienes se encontraban fuera de la ley


elementos muy heterogéneos: indígenas y es- antes de 1810, resultaba lógico unir sus desti-
pañoles, gente de las urbes y de los pueblos, nos a los de la rebelión, ya que consideraban
campesinos, sacerdotes, profesionales, mujeres, que podrían continuar con el contrabando y
jóvenes y viejos, civiles y militares. Entre los otras actividades delictivas, así como obtener
rebeldes se encontraban también cientos,tal vez una paga regular o tan sólo dar rienda suel-
miles, de delincuentes y criminales de diversos ta a los impulsos violentos de su personalidad
tipos: salteadores, ladrones, asesinos, violado- antisocial. Varios soldados realistas del perio-
res, contrabandistas, estafadores, falsificadores do 1810-1821 equiparaban rebelión con cri-
y vagabundos de muy dudosa reputación. Aun men y crimen con rebelión. José de la Cruz,
cuando resulta imposible determinar su núme- el estricto general español que comandaba
ro, la evidencia anecdótica sugiere que fueron gran parte del occidente de México desde su
muchos, incluso concediendo la posible exa- cuartel en Guadalajara, tipificaba estas actitu-
geración de los realistas, que intentaban des- des en una carta que escribió en 1815, en la
acreditar a la insurgencia caracterizándola co- que mencionaba como un hecho casi natu-
mo un movimiento formado principalmente ral que se pasara del crimen a la rebelión, afir-
por criminales. Siempre que ocurren levanta- mando tajantemente que “ladrones y insur-
mientos políticos, suelen omitirse los aspectos gentes es [sic] una misma cosa [... y ...] roban
menos atractivos de la participación popular, bajo el escudo de viva Nuestra Señora de Gua-
tales como la delincuencia y la criminalidad, ya dalupe”. Más de un insurgente destacado
que los hechos heroicos por lo general se escri- compartía esta opinión, entre ellos el padre
ben después de ocurridos, cuando se han con- José Sixto Verduzco, quien escribió sobre la
vertido en mitología. No obstante, reinsertar el dificultad de controlar “tanto hombre liber-
bandidaje en el movimiento de independencia tino autorizados [sic] arbitrariamente por la
de México permite tener una narrativa más ri- revolución”. Por otra parte, el número de sal-
ca de cómo se inventó la nación mexicana. teadores se había incrementado tanto en las
BANDIDAJE 367

últimas décadas del periodo colonial, que un monta. Si bien los “trabajos” de contrabandista
funcionario real observaba la “inundación de de tabaco (principal tipo de contrabando en ese
malhechores” en la región de Guadalajara en entonces, para evadir el monopolio real del
los años de 1800, situación que asolaba a otras mismo) y de bandido estaban bien diferen-
ciudades importantes de la Nueva España, ciados, ambos grupos terminaron por empu-
incluyendo Puebla, Oaxaca y Querétaro. Era ñar las armas contra el gobierno español. Un
bien sabido que los desertores del ejército rea- ejemplo de este tipo de individuos fue Maria-
lista o de las milicias operaban en bandas de no Ríos, miembro de una conocida banda de
ladrones en la región del Bajío en 1814, en los insurgentes, capturado en el verano de 1811.
Altos de Jalisco y en Lagos en 1816, cerca de Español oriundo de la ciudad de México, ca-
La Piedad en 1819, y en la región vecina a Los sado y de unos 50 años al momento de su
Reyes, en la Tierra Caliente de Michoacán, en captura, Ríos afirmó que regresaba a la capi-
1820. Con frecuencia, los bandidos y crimi- tal procedente de Orizaba con una carga de
nales que habían sido apresados antes de 1810 tabaco de contrabando cuando fue reclutado
eran liberados al llegar los insurgentes a los con “las promesas de despojar a los gachupines
pueblos, ya que vaciaban las cárceles, quema- de sus bienes, partirlos entre todos, y después
ban los archivos locales y saqueaban los co- echarlos del reino”. Con una paga de un arma
mercios. De hecho, Ignacio Allende confesó y medio peso al día para comida, participó en
durante su juicio que ésta era una práctica co- varios ataques a pueblos, así como en el asalto
mún. No es de extrañar, pues, que algunos pue- y asesinato de al menos cuatro españoles. Pese
blos como Huichapan, que ya antes de 1810 a su vehemente negativa de complicidad en
registraban un alto índice de asesinatos, crí- estos crímenes, diversos testigos dieron fe de
menes violentos y bandidaje, se convirtieran que era el líder de la gavilla; de hecho, resul-
en centros de actividad rebelde incluso varios tó que ya antes del movimiento armado ha-
años después. No obstante, los salteadores y bía sido arrestado por contrabando y bando-
contrabandistas no eran “bandidos sociales” al lerismo. Tras su ejecución en agosto de 1811,
estilo Robin Hood, apoyados y protegidos por su cabeza cercenada fue enviada a la Villa de
los débiles y desposeídos en contra de los ricos Guadalupe, donde se afirmaba que había co-
y poderosos con la esperanza de obtener una metido varios de sus crímenes.
redistribución, aunque pequeña, de la riqueza, Mucho más notorio que Mariano Ríos era
o al menos dar rienda suelta a sus frustracio- el jugador, salteador y cabecilla de bandoleros
nes. En su mayoría, eran simples oportunistas Agustín Marroquín, ya famoso durante la Co-
que robaban y contrabandeaban no para apo- lonia hacia principios del siglo xix (y a quien
yar algún programa social o político sino para el virrey se refirió alguna vez como “el famo-
sostenerse a través de actos delictivos, atacan- so reo”). Capturado en 1805 en una balacera
do indiscriminadamente a pobres y ricos. con autoridades locales en Guadalajara, donde
Debido a la variedad de su hábitat y estilo fue encarcelado, fue puesto en libertad en no-
criminal, y a causa de la dispersión de sus acti- viembre de 1810, cuando las fuerzas del padre
vidades y de los registros que documentaban Miguel Hidalgo tomaron la ciudad y vaciaron
sus antecedentes penales, resulta difícil vincu- las cárceles. Muy pronto Hidalgo comisionó
lar directamente a salteadores y contrabandis- a Marroquín como capitán del ejército in-
tas con la insurrección, como sucede con los surgente. El bandido, ya convertido en rebel-
abigeos, por ejemplo, o con los incorregibles de, fue integrante del círculo cercano al pa-
de los pueblos que cometían delitos de poca dre Hidalgo durante varios meses (un escritor
368 SOCIEDAD, ECONOMÍA Y CULTURA

posterior lo llamaría el “repugnante guardaes- bleció entre los reos una especie de red crimi-
paldas de Hidalgo”). Su nombre estuvo muy nal, reproduciendo el predominio que había
relacionado con las ejecuciones masivas de tenido entre sus seguidores en sus épocas de
españoles continentales ocurridas en las afue- bandido. Fue capturado con el padre Hidal-
ras de Guadalajara durante diciembre de 1810 go en Acatita de Baján en marzo de 1811 (en-
y enero de 1811. Se supone que Marroquín cabezaba la escolta personal de Hidalgo, que
nació en Tulancingo alrededor de 1774, en constaba de veinte hombres) y ejecutado por
el seno de una familia rural de clase media, al los realistas en mayo.
igual que muchos otros caudillos insurgentes. Eric Van Young
Era un hombre a la vez taimado e ingenuo, en-
cantador, en ocasiones sádico, dado a retar a las Orientación bibliográfica
figuras de autoridad, valiente, petulante e in-
teligente, y muy probablemente lo que ahora Hobsbawm, Eric J., Bandits. NuevaYork, Dela-
llamaríamos un sociópata. A los veinte años ya corte Press, 1969.
había sido encarcelado al menos en una oca- Vanderwood, Paul J., Disorder and Progress:
sión por contrabando de tabaco y, durante los Bandits, Police, and Mexican Development.
años siguientes, se dedicó al abigeato, contra- Wilmington, Del., Scholarly Resources,
bando y salteo; se le atribuyen un asesinato y 1992.
agresiones varias; trabajó ocasionalmente, en- VanYoung, Eric,“Bandidos, contrabandistas y
cabezó un grupo de bandoleros y fue encarce- criminales en la época de la Independen-
lado en diversas ocasiones. Al momento de su cia, 1810-1821”, en 20/10: Memoria de las
arresto, en 1805, era el cabecilla de un grupo Revoluciones en México, núm. 3, 2009.
numeroso de bandidos y jugadores que vivían Van Young, Eric, La otra rebelión: la lucha por la
con sus mujeres en Guadalajara. Durante los independencia en México, 1810-1821. Méxi-
cinco años que permaneció en la cárcel, esta- co, fce, 2006.

+COMERCIO EXTERIOR +

Durante la mayor parte de la época colonial, el el único puerto habilitado para realizar este
comercio exterior de la Nueva España hacia comercio, llamado de forma genérica la Ca-
el Atlántico estuvo sujeto a un sistema mo- rrera de Indias. Además de puertos de entra-
nopólico. Desde el siglo xvi, se dispuso que da y salida exclusivos, el sistema monopólico
toda la navegación entre España y las Indias también restringió la navegación al imponer
occidentales se canalizara exclusivamente por que los barcos mercantes navegaran en con-
ciertos puertos. En el virreinato de la Nueva junto y custodiados por dos naves de guerra,
España sólo fue habilitado el puerto de Vera- las llamadas Capitana y Almiranta, que iban
cruz, mientras que en el del Perú se utilizaban a la vanguardia y retaguardia de los convoyes.
dos puertos hacia el Atlántico: el de Cartagena De éstos, el que iba a Cartagena y Portobelo
y el de Portobelo; en este último, los cargue- era conocido como Galeones de Tierra Firme,
ros que venían de España se encontraban con mientras que al que iba a Veracruz se le lla-
los peruanos que subían por el Pacífico has- maba Flota de la Nueva España. Entre flota y
ta el istmo panameño. En España, Sevilla fue flota, a este virreinato llegaban también unas
COMERCIO EXTERIOR 369

flotillas cargadas de mercurio, conocidas co- reglamento en el que se hacía oficial el nue-
mo Azogues, por la gran demanda que había vo sistema de comercio libre, gracias al cual
de este metal empleado para purificar la plata. diversos puertos del imperio español queda-
Por otra parte, a los puertos muy alejados de ban abiertos, pero sólo a los propios españoles,
los grandes núcleos de comercio de la Nueva pues la presencia de comerciantes extranjeros
España y del Perú, como los de Río de la Plata en Indias siguió prohibida (por eso se habla-
o los de Chile, se permitió que el comercio ba de “un comercio libre, pero protegido”).
empleara algunos navíos que podían surcar de Transcurrirían once años más antes de que
forma aislada el Atlántico, a los que se llamó la Nueva España fuera incorporada al nuevo
registros, porque tenían la obligación de obte- régimen: efectivamente, en 1789 Veracruz
ner su licencia y registrar las mercancías en la quedó incluido en el nuevo sistema de co-
Casa de Contratación. Este sistema de navega- mercio libre, por el cual podía recibir barcos
ción y comercio subsistió prácticamente con procedentes de diversos puertos del Imperio
las mismas características hasta el siglo xviii. español cargados con las mercancías que es-
Al comenzar esta centuria, se introdujeron al- tipulaban los aranceles incluidos en el Regla-
gunos cambios que, sin embargo, no modifi- mento de 1778. La puesta en marcha de este
caron la esencia del sistema, como trasladar la régimen coincidió al poco tiempo con una
sede de la Carrera de Indias de Sevilla a Cádiz serie de guerras contra Inglaterra que tras-
y tratar de imponer un calendario que acele- tornaron totalmente el sistema; entre las más
rara las operaciones comerciales para que en graves, la primera Guerra Naval, durante la
España se recibieran sin demora los caudales cual Inglaterra bloqueó el paso de los barcos
americanos. No obstante, para este momento españoles por el Atlántico provocando el des-
el comercio marítimo a nivel mundial se había plome del comercio colonial, cuya parálisis
expandido notablemente de forma que, en to- llegó a tal grado que la Corona se vio preci-
dos los grandes sistemas imperiales, se estaban sada a tomar una medida extrema: autorizar,
rompiendo los diques monopólicos que en en 1797, que barcos extranjeros neutrales en
mayor o menor medida existían. El español, la guerra condujeran el comercio español a
desde luego, no fue la excepción, sobre todo Indias. Aunque dos años después este permiso
porque fue uno de los sistemas más asedia- fue suprimido, los comerciantes hicieron caso
dos por la competencia, en la medida en que de omiso de la prohibición y los puertos hispa-
las colonias españolas salía una de las mercan- noamericanos siguieron aceptando las expe-
cías más codiciadas en el mundo: la plata. En diciones neutrales, las cuales terminaron por
particular, Francia e Inglaterra buscaron cuan- ser un simple camuflaje de operaciones mer-
to medio estuvo a su alcance para intervenir cantiles con el extranjero a todos los niveles.A
en el comercio colonial español, fuera por vías partir de entonces, el esquema de un comer-
legales o clandestinas. Esta presión mercantil cio restringido a los españoles fue ya del todo
condujo a la Corona española a abrir algunos insostenible y el pretendido monopolio espa-
de sus puertos y permitir que tuvieran una ñol desapareció. Con todo, legalmente, la par-
participación más dinámica en el sistema. ticipación extranjera siguió proscrita pero su
Desde 1765, a varios puertos en España posible aceptación en términos francos y le-
y en el Caribe se les fue permitiendo comer- gales fue manejada como una carta para nego-
ciar entre sí, pero la Nueva España permaneció ciar el apoyo de Inglaterra durante la invasión
sujeta al régimen de flotas varios años más. francesa a España. Esto nunca se concretó de
En 1778 se expidió e hizo público un amplio forma general (aunque los británicos sacaron
370 SOCIEDAD, ECONOMÍA Y CULTURA

de manera particular y reservada algunos be- cadencia económica de Cádiz a raíz de la eman-
neficios del comercio mexicano) y, de hecho, cipación americana, 2 vols. Sevilla, Escuela de
el comercio por el puerto de Veracruz siguió Estudios Hispanoamericanos, 1972.
cerrado a los extranjeros hasta 1821, cuando García-Baquero González, Antonio, Cádiz
el nuevo gobierno independiente decretó el y el Atlántico (1717-1778). El comercio colo-
libre comercio. nial español bajo el monopolio gaditano, 2 vols.
Matilde Souto Mantecón Sevilla, Escuela de Estudios Hispanoame-
ricanos, 1976.
Orientación bibliográfica García-Baquero González, Antonio, La
Carrera de Indias: suma de negocios y océano
Fisher, John Robert, El comercio entre España e de negocios. Sevilla, Algaida, Sociedad Esta-
Hispanoamérica (1797-1820). Madrid, Ban- tal para la Exposición Universal Sevilla 92,
co de España, Servicios de Estudios, 1993. 1992.
(Estudios de Historia Económica, 27) Haring, Clarence H., Comercio y navegación
García-Baquero González, Antonio, Co- entre España y las Indias. México, fce, 1979.
mercio colonial y guerras revolucionarias. La de-

+COMERCIO Y MERCADOS REGIONALES +

La economía novohispana, en vísperas de la garantizaba el aprovisionamiento desde un


revolución de Hidalgo, estaba conformada amplio radio en el valle de México.
por un conjunto de espacios regionales deli- Las ciudades de mayor relevancia, articu-
mitados que se articulaban mediante el abas- ladas al mercado de la capital, combinaban las
tecimiento rural-urbano, la especialización rutas pluviales con la caminería local y las ru-
productiva de bienes de consumo y de bienes tas troncales del tráfico de larga distancia. Es-
de producción destinados a la minería, como pecíficamente, pueden mencionarse el cami-
el sector más dinámico de la plataforma ex- no a Veracruz, del cual Puebla era el vértice de
portadora novohispana. acceso al Altiplano; el camino real orientado al
El sistema de abastecimiento urbano-ru- occidente del reino, del que Toluca era su bi-
ral se había constituido a partir de círculos sagra de acceso, así como el de Tierra Adentro
de aprovisionamiento, según el modelo de que tenía en Querétaro la puerta de acceso al
Von Thünen, en el que el consumo de bienes Bajío, región que mediaba entre el centro y
se ampliaba conforme a la escala de demanda, el gran norte minero. Esta articulación solar
el movimiento de los precios y la eficiencia y dendrítica se complementaba con mercados
del transporte. Desde luego, la capital virrei- especializados en cultivos de amplia circula-
nal era el mercado más grande del Imperio en ción, como las zonas pulqueras de Apam, las
América, con casi 100 000 habitantes, en un harinas de la región de Puebla-Tlaxcala y
continuum campo-ciudad que permitió la ma- el azúcar de las tierras bajas de Cuernavaca-
yor escala de demanda, donde los precios eran Cuautla, que a su vez se vinculaba con el pe-
controlados de manera institucional —par- noso camino al puerto de Acapulco.
ticularmente el de los granos— y contaba con Las ciudades más importantes del reino,
un eficiente sistema de transporte lacustre que que a su vez se desempeñaban como capitales
COMERCIO Y MERCADOS REGIONALES 371

provinciales, conformaban radios de aprovi- siderar a observadores contemporáneos, co-


sionamiento rural que constituían su hinter- mo el director del Colegio de Minería, Fausto
land social y económico, aunque con variados Delhuyar, que la producción minera se sus-
modelos de organización productiva. Así, tentaba fundamentalmente en la demanda del
las ciudades de Oaxaca, Morelia y Puebla, reino, descontando insumos como el azogue y
con una densa población indígena, combi- el hierro, que se importaban de Europa.
naban la oferta alimentaria de comunidades Por la Nueva España circulaban tam-
con los productos de las haciendas, mientras bién muchos productos de Europa, Améri-
otras con una mayor diversificación étnica, ca y Oriente, resultado de su capacidad para
como Guadalajara y León, alternaban su ar- importar derivada de sus exportaciones metá-
ticulación comercial mayoritariamente con licas pero también del arreglo institucional del
haciendas y ranchos manejados por mestizos Imperio que había creado un tejido de víncu-
y criollos. No escapan aquellas enclavadas en los entre corporaciones mercantiles —los
espacios de colonización de frontera, como consulados —que controlaron el tráfico de lar-
Zacatecas, Guanajuato o San Luis Potosí, que ga distancia e influyeron en el aumento de la
dependían del tráfico interprovincial, o bien demanda importada. A fines del siglo xviii, al
aquellas situadas en los confines de la malla de erigirse los consulados deVeracruz y Guadala-
tráfico distante como Chihuahua, Saltillo y jara, se rompió el monopolio que tuvo el Con-
Durango. Para estas últimas, el abastecimiento sulado de México para controlar las importa-
dependió de su capacidad para exportar me- ciones, los derechos asociados a ellas y la plata
tales y ganado, mayor y menor, a los centros acuñada. Los nuevos consulados controlaron
de consumo y manufactura del reino. La gran el principal puerto de ingreso de mercaderías
propiedad rural fue la unidad económica de europeas y americanas y el gran norte minero,
mayor peso económico y social. y tenían bajo su supervisión los nuevos cauces
Las regiones de transición, articuladas a una del tráfico interior de importaciones, por lo
ciudad plenamente integrada a su hinterland que se constituyeron en poderosas comuni-
rural, como Guadalajara, o aquellas situadas en dades comerciales que operaron como redis-
el corazón de un tejido de pequeñas ciuda- tribuidores en el reino, cobrando significativa
des, pueblos y villas especializadas en cultivos importancia las ferias de Tierra Adentro, espe-
y manufacturas, como el Bajío, conformaron cialmente la de San Juan de los Lagos, Salti-
espacios dinámicos de la economía virreinal. llo, y más tarde Aguascalientes. La demanda de
En estos casos, como en los de centros mineros importaciones llegó a significar, en vísperas de
y urbanos del norte, la producción dominante la insurgencia, hasta 40% del tráfico comercial
que ponía en movimiento el complejo urba- fiscalizado por alcabalas con un gran peso al
no-rural era la producción y circulación de tráfico de larga distancia que, a su vez, dinami-
plata en pasta.Ya fuera en el modelo mina-ha- zó también el intercambio interprovincial.
cienda, como en Parral, o bien minas-hacien- Así pues, pese a la segmentación resultante
das-ranchos-comunidades, como en regio- de la especialización local, las demandas regio-
nes de la Nueva Galicia, Zacatecas y San Luis nales y el tráfico de larga distancia, la Nueva
Potosí, la capacidad de demanda de los cam- España de fines del siglo xviii muestra los ras-
pos de minas impulsó la solicitud de cueros, gos de un mercado interno dinámico, asocia-
sebo, sal, tequesquite, cobre, madera, así como do a la producción de la mercancía plata, el
de alimentos y ganados en pie. Un verdadero principal producto de exportación, pero tam-
sistema de complejos intercambios hizo con- bién a una tupida red de intercambios in-
372 SOCIEDAD, ECONOMÍA Y CULTURA

terprovinciales que nos permite advertir la tegración habrían de propiciar una segmenta-
compleja integración de una economía rica y ción aún mayor.
en acelerado cambio. Empero, como habría Antonio Ibarra
de mostrarnos el carácter regional de la guerra
insurgente, los escenarios del conflicto encon- Orientación bibliográfica
traron en el Bajío, Guadalajara y Michoacán,
el espacio de mayor movilización y rebeldía, Grosso, Juan Carlos y Juan Carlos Garavaglia,
complementado por bolsones de resistencia La región de Puebla y la economía novohispa-
en la zona central, Oaxaca, las Huastecas y la na. Las alcabalas en la Nueva España. 1776-
cuenca del lago de Chapala. 1821. México, Instituto de Investigaciones
La guerra, vale señalarlo, cortó el proceso Dr. José María Luis Mora/buap, 1996.
de integración espacial del mercado y seg- Grosso, Juan Carlos, Jorge Silva y Carmen
mentó las rutas de larga distancia, encapsuló Yuste, comps., Circuitos mercantiles y merca-
regiones rebeldes y fracturó los caminos in- dos en Latinoamérica, siglos XVIII-XIX. México,
terprovinciales dado el clima de inseguridad Instituto de Investigaciones Dr. José María
y los altos costos que implicó la movilización Luis Mora/unam, 1995.
de mercancías. Las barreras fiscales, especial- Hamnett, Brian, Raíces de la insurgencia en Mé-
mente las alcabalas extraordinarias de guerra, xico: historia regional, 1750-1824. México,
también produjeron un proceso regresivo en fce, 1990.
la integración de mercados, propiciando el de- Quiroz, Enriqueta, Entre el lujo y la subsisten-
sarrollo de rutas alternas, el contrabando y el cia. Mercado, abastecimiento y precios de la carne
encarecimiento de los productos de la tierra. en la ciudad de México, 1750-1812. México,
El nuevo mapa mercantil, tras una déca- Instituto de Investigaciones Dr. José María
da de inestabilidad política, conflictos locales Luis Mora, 2005.
y violencia rural, se definió en los contornos Silva Riquer, Jorge y Antonio Escobar
de un nuevo espacio signado por la militari- Ohmstede, coords., Mercados indígenas en
zación, los cacicazgos locales y el caudillismo México, Chile y Argentina, siglos XVIII-XIX.
regional. Esta fragmentación habría de tener México, Instituto de Investigaciones Dr.
su representación institucional en el nuevo José María Luis Mora, 2000.
pacto federal republicano: la espacialidad del Valle Pavón, Guillermina del, Mercaderes, co-
mercado había trastornado su viejo esquema mercio y consulados de Nueva España en el si-
colonial y los nuevos y penosos cauces de in- glo XVIII. México, Instituto de Investigacio-
nes Dr. José María Luis Mora, 2003.

+DEMOGRAFÍA +

Caudillos, villanos, heroínas, habitantes de las cial. Plantear un panorama general de las ca-
provincias, hombres, mujeres, todos ellos fue- racterísticas demográficas de dicha población,
ron agentes involucrados en el proceso de in- su número, estructura, así como la natalidad y
dependencia de 1810 a 1824. Personas distin- mortalidad que la determinaron es el objetivo
tas que, en conjunto, conformaron ese pueblo de este apartado. El proceso de independencia
que quería cambiar su situación política y so- abarcó a múltiples generaciones; desde las que
DEMOGRAFÍA 373

participaron activamente en el movimiento y la dinámica demográfica estaba determinada


nacieron décadas atrás, hasta las que nacieron principalmente por dos de estos hechos: la na-
durante el desarrollo del mismo. talidad y la mortalidad. El comportamiento de
El estudio de los procesos demográficos ambas variaba de acuerdo con el grupo socio-
de este periodo se realiza a partir de fuentes de racial: españoles, indios, mestizos, mulatos y
información como los padrones de españo- otras castas. Las calidades provenientes de las
les y gente de razón, los de tributarios, los mezclas raciales eran numerosas y quedaban
censos de almas y archivos parroquiales de determinadas en el momento del bautizo. Epi-
bautizos, entierros y matrimonios. Estos do- demias como las de sarampión, tifo y viruela,
cumentos constituyen la fuente más cercana periodos de crisis agrícolas y de hambruna
a la realidad demográfica de la época, aunque propiciaban miles de muertes, lo que mante-
los motivos que llevaron a su realización eran nía elevada la tasa de mortalidad. Sin embargo,
otros, generalmente políticos, militares, de los niveles de natalidad eran lo suficientemen-
tributación y religiosos. En 1803, Humboldt te altos para generar un crecimiento modera-
realizó estimaciones de la población del vi- do de la población.
rreinato, basándose en el censo de 1790 de Con las reformas borbónicas, a fines del
Revillagigedo, por lo que esas cifras muestran siglo xviii y principios del xix mejora el pa-
algunas de las características históricas de una norama demográfico. Aunque la natalidad y
parte de la población que vivió durante el pro- mortalidad se mantenían altas, se introdujeron
ceso de independencia. cambios que repercutieron en la reducción de
La población de la Nueva España en 1803 la mortalidad como el inicio de la varioliza-
fue estimada en 5 746 731 habitantes, de los ción y vacunación contra la viruela en 1803,
cuales 45% eran hombres y 55% mujeres. Cer- además de otras medidas de salud pública que
ca de 1 200 000 habitantes eran españoles o normaron los cementerios y hospitales. Por su
blancos, 25% de ellos habitaba en las provin- parte, la fecundidad estaba determinada por la
cias de Valladolid, Guanajuato y Puebla. Había unión de las mujeres entre los 14 y 18 años,
746 320 tributarios registrados en once pro- por una parte, y por la disolución de uniones
vincias, de los que se concentraba más de 50% que provocaba la mortalidad y el conflicto ar-
en las de México, Puebla y Oaxaca, y 28% en mado, por la otra.
las de Guanajuato,Valladolid, San Luis Potosí A principios del siglo xix nacían alrededor
y Guadalajara. En total, las clases tributarias de 374 000 niños y morían más de 169 000
formadas por caciques, gobernadores, reserva- personas; el crecimiento natural era de alrede-
dos, ausentes, mujeres, viudas y solteras, niños dor de 105 000 personas en toda la Nueva Es-
y niñas, viudos y solteros y próximos a tributar paña. La fecundidad era alta, lo que daba como
sumaban 3 385 460 individuos, constituidos resultado un promedio de ocho hijos por mu-
por 80% de indios, 8% laboríos y el resto ne- jer. Aunque la esperanza de vida no ha podido
gros y mulatos libres. Los mestizos eran cerca estimarse por falta de información de los dece-
de 40% de la población total en 1810. Al ini- sos por edad, puede inferirse que ésta fluctua-
cio de la guerra de independencia, la po- ba alrededor de los 30 años, dependiendo de
blación debió fluctuar entre los 6 400 000 factores raciales. En 1793, 19% de población
habitantes en la Nueva España. europea sobrepasaba los 50 años, porcentaje
Los hechos vitales, así como los flujos mi- que entre los criollos sólo llegaba a 8.2%; entre
gratorios responden al contexto económico, los indios éste era de 7% y de 6.6% en el caso
político y cultural. En los albores del siglo xix, de las castas. Entre 1810 y 1824 se presentaron
374 SOCIEDAD, ECONOMÍA Y CULTURA

varias epidemias; las más importantes fueron


las de tifo y viruela, que aunadas a las bajas
por la guerra incrementaron la mortalidad,
lo que ocasionó, en algunos meses, más decesos
que nacimientos. Sin embargo, el crecimiento
de la población, aunque bajo, se mantuvo.
El heterogéneo comportamiento demo-
gráfico fue y ha sido un reflejo de las condi-
ciones históricas, económicas y culturales de Fuente: Tablas geográfico-políticas de la Nueva España
cada región de lo que se constituiría, al tér- que manifiestan su superficie y población presentadas al
mino de la guerra de Independencia, como la Exmo. Sor.Virrey de México y dedicadas. Biblioteca Na-
cional de Madrid, ms. 12968-31.
República Mexicana.
Silvia María Méndez Maín

Orientación bibliográfica

McCaa, Robert, “The Population of Mexi-


co from its Origins to the Revolution of
1910”, en Richard H. Steckel y Michael
Haines, eds., A Population History of North
America. Cambridge, Cambridge Univer-
sity Press, 2000.
Méndez Maín, Silvia María, “Panorama so-
Fuente: Tablas geográfico-políticas de la Nueva España
que manifiestan su superficie y población presentadas al ciodemográfico de la Nueva España en los
Exmo. Sor.Virrey de México y dedicadas. Biblioteca Na- albores del siglo xix”. Doc. inéd., s. f.
cional de Madrid, ms. 12968-31.

+FISCO Y EXACCIONES +

El sistema fiscal de la época colonial atendía incrementar las recaudaciones fiscales y cum-
a un orden de privilegios en el que no había plieron con creces este objetivo: entre 1770
igualdad ante la ley y en el que, por lo tan- y 1808, las exacciones de la Nueva España se
to, las contribuciones al erario dependían de multiplicaron por cuatro. Sin embargo, el au-
la distinta calidad de los contribuyentes. Esto mento resultó insuficiente para cubrir los ele-
propiciaba un gran desorden en la recauda- vados gastos y hubo que recurrir a préstamos
ción que preocupó cada vez más a las auto- y donaciones. Las condiciones impuestas por
ridades, máxime cuando en las últimas déca- Francia al comenzar el siglo xix agravaron aún
das del siglo xviii las presiones de la Corona más la situación de las finanzas españolas.
se incrementaron ante la necesidad de hacer En 1803, Madrid se comprometió a entre-
frente a las exigencias de la guerra. Las refor- gar seis millones de libras mensuales a la Fran-
mas borbónicas tuvieron, entre otros fines, cia napoleónica, que vendrían directamente de
FISCO Y EXACCIONES 375

las tesorerías americanas, en especial de la de po después extendió esta medida a los otros
México. Poco después, el Decreto de Conso- dos grupos sociales. La misma disposición de
lidación de Vales Reales exigió al Juzgado de Venegas determinó que los indios pagarían la
Capellanías y Obras Pías remitir sus capitales a alcabala, un impuesto del que se hallaban
la metrópoli; como los capitales estaban pres- exentos desde su creación a finales del siglo
tados, fue necesario recuperarlos. La medida xvi. Cuando se restableció el absolutismo en
ocasionó un enorme descontento y afectó 1814, una vez más apareció el “tributo de in-
profundamente los sistemas de crédito, vitales dios”, que se eliminó definitivamente en 1820
para la supervivencia de unidades productivas al entrar en vigencia el liberalismo de la Cons-
que, ante la escasez de numerario, dependían titución de 1812.
del que les proporcionaban esas instituciones. Si consideramos que tanto Hidalgo co-
En cuatro años, más de diez millones de pesos mo Morelos buscaron reducir la presión fiscal
se enviaron a la metrópoli por concepto de la que padecía la sociedad novohispana, no sor-
Consolidación, a lo que se debe sumar la con- prende que se tomaran tempranamente medi-
tinua salida de plata por exportación, dona- das como el decreto de abolición del tributo
ciones, préstamos y recaudaciones ordinarias. publicado en Valladolid de Michoacán por el
La historiografía reciente ha mostrado que la cura de Dolores apenas un mes después del
medida no fue suficiente motivo para que se levantamiento. El mismo decreto señaló la ne-
desencadenara el proceso de independencia, cesidad de eliminar la alcabala, misma que de
aunque cabe hacer notar que desde un prin- allí en adelante se aplicó a todos los habitantes
cipio los insurgentes dejaron claro que estaban por igual; los motivos de la guerra impidieron
en contra de las exacciones fiscales y de la plata que desapareciera, pero sí fue posible reducir-
que salía del reino en beneficio de una metró- la.También se eliminaron los monopolios que,
poli decadente y que en ocasiones iba a parar como en el caso del tabaco, vendían un pro-
en manos de los enemigos de la Monarquía. ducto caro y malo.
En el curso de la guerra de Independencia Lo más importante del decreto de Hidalgo
se produjeron cambios legales que condiciona- es que apuntaba al principio de igualdad fis-
ron en muchos sentidos su economía, y que en cal; es decir, que todos debían pagar impuestos.
ocasiones se dieron sólo en el papel pero que La novedad es que las cargas debían ser meno-
en otras sí llegaron a aplicarse. La afirmación es res a las aplicadas por el oprobioso sistema fiscal
certera en particular para el caso de la fiscali- virreinal. En 1811, la Junta de Zitácuaro buscó
dad. Prácticamente desde el inicio del periodo establecer un plan general de impuestos, idén-
aquí estudiado, ésta se fue construyendo bajo ticos a los que desde siempre aplicara la Real
la concepción liberal de que todos los habitan- Hacienda, pero eliminando o reduciendo los
tes debían pagar los mismos impuestos. más injustos y pesados para la población pobre.
Es posible advertir algunos indicios de que Por supuesto, las realidades de la guerra insur-
la situación tributaria cambiaría con las pri- gente contra los realistas hicieron imposible el
meras medidas que se expresaron en el ámbito logro de este ideal. El gobierno insurgente so-
del tributo, el impuesto que pagaban indios, brevivió hasta 1814 gracias a las llamadas “fin-
castas y mulatos. Un poco antes de que se ini- cas nacionales”, haciendas y ranchos confisca-
ciara la rebelión de Hidalgo en 1810, el virrey dos a los enemigos (españoles o criollos). Estas
Francisco Javier Venegas, quizá por cuestiones tierras fueron administradas de manera directa
políticas más que distributivas, ordenó la eli- o por arrendamiento con el objeto de hacerlas
minación del tributo de indios; poco tiem- productivas. Como se requerían hombres para
376 SOCIEDAD, ECONOMÍA Y CULTURA

trabajar las tierras, se recurrió al arrendamien- destinados al centro virreinal o imperial. En el


to e incluso a la utilización de presidiarios. En nivel provincial, hubo muchas excusas para
cualquier caso, la administración de las fin- que las autoridades dejaran de enviar sus exce-
cas nacionales fue muy productiva para las ar- dentes a la ciudad de México o a las tesorerías
cas insurgentes, lo que demuestra que, al menos deficitarias: las exigencias del Plan Calleja, la
hasta la muerte de Morelos, a fines de 1815, los inseguridad de los caminos y la interrupción
rebeldes lograron establecer un gobierno con de las comunicaciones constituyeron un buen
sus propios medios económicos e incluso hasta argumento para limitar sus aportaciones.
con un sistema fiscal en ciernes. La caída de los ingresos del erario novohis-
Por su parte, la hacienda del rey pasó por pano resultó muy grave, pues de las tesorerías
momentos difíciles en aquellos últimos años mexicanas dependían en buena parte las po-
de la dominación colonial. En la Nueva Espa- sesiones españolas en el Caribe, la península
ña, 1809 fue el año en el que se hizo posible de Yucatán y el extenso norte que colindaba
captar la mayor recaudación bruta en la his- con Estados Unidos. Para hacer frente a estos
toria de la Real Hacienda.A partir de entonces, gastos y a las necesidades de la metrópoli, las
los ingresos se redujeron de forma conside- autoridades virreinales se vieron obligadas a
rable hasta llegar a la tercera parte de la suma aplicar nuevos impuestos generales para la po-
captada en 1809. Con la guerra, el centro del blación. Se incrementaron las tasas de la alca-
virreinato, que era la zona que en tiempos co- bala, primero en 1811 y después en 1816. Las
loniales mayormente contribuyó al erario, se alzas fueron insuficientes para satisfacer las ne-
convirtió en escenario de la lucha armada.Aun cesidades españolas y, en cambio, generaron
cuando bajó la intensidad del conflicto, siguió un enorme descontento.
sufriendo numerosas incursiones guerrilleras, Ante la disminución de recursos y el au-
inseguridad en sus caminos y un relajamiento mento de los gastos, sobre todo militares, las
generalizado en el pago de los impuestos (ac- autoridades virreinales debieron recurrir a
titud reforzada por el desgaste que produjo la pedir prestado hacia el interior del espacio
aplicación del llamado Plan Calleja). colonial. El expediente no era nuevo, ésta era
Desde finales de 1810, el movimiento in- la forma más fácil de conseguir dinero: pedir
surgente se extendió a provincias como Pue- prestado a los ricos (y a veces también a los
bla, Oaxaca y Veracruz. El ejército virreinal pobres). En los meses inmediatamente pos-
pronto mostró su incapacidad para defender teriores al inicio de la rebelión, se colectaron
tan diversas posiciones, para desplazarse con préstamos para socorrer a la península en su
facilidad y para hacer frente a las emboscadas lucha contra el ejército francés. Poco a poco,
en los caminos. Fue entonces que a media- empero, la solicitud de préstamos fue para
dos de 1811 el comandante militar Félix Ma- mantener de pie la estructura gubernamen-
ría Calleja del Rey planeó que los pueblos, tal del propio virreinato. Las solicitudes pro-
las villas y los ranchos formaran sus propios venientes de España venían acompañadas de
“cuerpos de patriotas”. Estas milicias reque- un sentido de urgencia y conminaban a los
rían de dinero para salarios, armas y caballos novohispanos a hacer acopio de sus riquezas,
y la manera de obtener estos recursos fue a a deshacerse de lo superfluo, a asociarse para
través de la creación de impuestos extraordi- reunir la mayor cantidad de recursos. A pesar
narios (en dinero y en especie) al interior de del duro golpe que significó la Real Cédula de
cada localidad. Para pagar el nuevo gravamen, Consolidación de Vales Reales, se siguió uti-
las poblaciones dejaron de pagar los impuestos lizando a la Iglesia para conseguir más recur-
FISCO Y EXACCIONES 377

sos extraordinarios. Su apoyo desempeñó un de la Constitución de 1812. Destacan en este


papel importante para que la Real Hacienda sentido las reformas fiscales, específicamente
echara mano de “ahorros” como los de las ca- la contribución directa de noviembre de 1813
jas de comunidad de los indios, los montepíos que en la Nueva España se denominó “contri-
civiles, los recursos de los ayuntamientos, las bución extraordinaria de guerra”. Este grava-
herencias en litigio, etcétera. men, muy parecido al impuesto sobre la renta
Además de la Iglesia, aliados importantes de hoy en día, fue recibido con beneplácito
en la labor de obtener recursos prestados, ya por las autoridades virreinales que vieron en
fuera para la península hasta 1811, ya para el él la posibilidad de mejorar la condición del
propio virreinato, fueron los consulados de tesoro. Sin embargo, muchos ayuntamientos
México, Veracruz y Guadalajara, el Tribunal y diputaciones provinciales, entonces repre-
de Minería, los hacendados y los burócratas. sentantes de los contribuyentes novohispanos,
Los miembros de la elite novohispana se orga- rechazaron la nueva carga con el argumento
nizaban en cuerpos ad hoc que decidían cómo de que sólo las Cortes en España y no el virrey
se colectaría el préstamo entre la población, en la Nueva España (figura política que había
sobre todo en los grandes centros mercanti- desaparecido de la legislación liberal) podían
les, y cuáles serían los impuestos que serían aplicar impuestos a la población.
hipotecados para el pago de los réditos. Tal La discusión terminó con la caída del régi-
situación hizo crisis en los últimos años del men liberal en España. La restauración del ab-
periodo colonial pues las autoridades hacen- solutismo en 1814 permitió a Calleja volver
darias dejaron de pagar los réditos, lo que no a aplicar, con un nombre distinto, las contri-
sólo provocó descontento sino el temor de los buciones directas. Entre 1816 y1817 práctica-
capitalistas de que sus riquezas se verían aún mente todas las provincias las pagaron, aunque
más mermadas. Esto fue un motivo más para la éstas no fueron suficientes para aliviar la pe-
fuerte fuga de capitales que se dio en aquellos nuria del erario. Se puede afirmar que, para
años, y que en muchos sentidos limitó la recu- cuando el Imperio Mexicano obtuvo su inde-
peración económica de los años posteriores. pendencia, la población ya conocía los im-
Los miembros de la clase dominante que per- puestos directos y su idea liberal de igual-
manecieron en el virreinato pronto se unie- dad, uniformidad y proporcionalidad. Que
ron al movimiento de Iturbide que consumó por cuestiones recaudatorias se tergiversara
la independencia en 1821. este ideal es un hecho común en sociedades
En 1813, el virrey Félix María Calleja co- tan desiguales como la novohispana.
municó a las autoridades en España que el era- En todo caso, la aplicación de un impuesto
rio se hallaba totalmente exhausto, en deuda y nuevo vino a agregarse a las sobretasas de alca-
sin crédito. El virrey señaló que entre las causas bala y a otras cargas generales y locales, todo
de esta situación estaban la interrupción de los lo cual generó mucho descontento. En 1810
caminos, la paralización de la agricultura, de la se rebelaron los campesinos, los indios y los
industria, el comercio y las minas. Recordaba mestizos pobres; en el transcurso de esa dé-
que la ciudad de México no contaba con los cada, la población se educó en una incipien-
recursos de la Casa de Moneda, puesto que se te democracia, tuvo mayor conciencia de las
habían abierto establecimientos de este tipo oportunidades que brindaba su propio espacio
en otras zonas del virreinato. En ese momento regional, y debió reconocer que los indios te-
tan difícil para la Nueva España, se implemen- nían reclamos y que en ocasiones los expresa-
taron en la península las reformas emanadas ban con violencia. Por otro lado, la militariza-
378 SOCIEDAD, ECONOMÍA Y CULTURA

ción del espacio colonial, imputable en buena Jáuregui, Luis, “Las finanzas en la historio-
medida al Plan Calleja, dio forma a los cuer- grafía de la guerra de Independencia”, en
pos que, pocos años después, llevaron a la con- Alfredo Ávila y Virginia Guedea, coords.,
sumación de la independencia. La independencia de México: temas e inter-
pretaciones recientes. México, unam, Insti-
Luis Jáuregui tuto de Investigaciones Históricas, 2007,
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Orientación bibliográfica Jáuregui, Luis, Antonio Ibarra y Ernesto Sán-
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en México, siglos XVIII-XX. México, Institu- México, unam, Facultad de Economía,
to de Investigaciones Dr. José María Luis 2001.
Mora, 2005.

+INDUSTRIA +

El siglo xix muestra una faz de brillantez y En líneas generales, se puede trazar el ca-
progreso, de movimiento y fuerza material, mino de la industria textil local de los últimos
particularmente visible en el campo de la tec- tiempos coloniales a partir de 1801, cuando
nología y sus exitosas aplicaciones económi- apenas se registran 41 obrajes que habrían
cas que tuvieron efectos determinantes en el operado con un número aproximado de 500
sistema económico mundial. La eclosión de telares, mientras los telares domésticos distri-
nuevas formas de producción industrial ar- buidos por el reino de la Nueva España so-
ticularon al mundo entero de manera asimé- brepasaban los 11 000, que trabajaban sobre
trica desde finales del siglo xviii. Era el ini- todo el algodón. Un gran centro textil, como
cio del desfase en la producción de bienes de Querétaro, apenas producía en promedio 30
consumo y de capital. Era el momento de la piezas de paño anuales por obraje en 1793 y
fractura entre un mundo desarrollado y otro en todo el reino la producción no sobrepasaba
subdesarrollado y que tuvo en la industria las 442 089 varas de tejidos de lana, cuando en
textil su mejor expresión como motor de es- 1573 era mayor a un millón de varas. De to-
te crecimiento. En realidad, desde principios das formas, el Consulado de Comerciantes, en
del siglo xviii, pero sobre todo en las prime- 1805, calculaba en tres millones el valor total
ras décadas del xix, los textiles europeos com- de la producción textil, aunque otros obser-
petían y desplazaban a los producidos local- vadores sostienen que sólo la producción de
mente, hasta paralizar los obrajes. Tejidos de tejidos de algodón se estimaba en cinco millo-
lana y algodón importados de mejor calidad nes de pesos.
y más baratos, invadieron el mercado con la La ampliación del trabajo doméstico y a
consecuente caída de la producción local. De domicilio constituyó la base de lo que podría-
la misma forma, la apertura de nuevas rutas mos denominar fase protoindustrial, dado que
marítimas había repercutido en una fuerte ba- fue evidente la expansión de tejedores domés-
ja de los precios de los tejidos importados. ticos tanto en los sectores de la lana como en
INDUSTRIA 379

el del algodón que, de manera independiente personas la ocupación [...] sobre unos precios
o articulada por el capital comercial pulularon tan bajos que por ellos no pueden costearse
por el espacio novohispano, en particular en nuestros oficiales”.
centros como Puebla,Tlaxcala,Texcoco, Gua- Para entonces, no sólo los problemas exter-
dalajara, Tepeaca y desde Villa Alta y Yucatán nos provocaron caídas a niveles visibles en la
hasta el Bajío y por sus innumerables pueblos. industria textil, sino que también las dificul-
El siglo xviii asiste también a una relati- tades internas desatadas por la guerra de inde-
va expansión de los gremios en el campo del pendencia —particularmente en los espacios
algodón. El hecho de su aparición tardía se en donde se había organizado más sólidamen-
explica por la expansión de esta fibra que te, el Bajío y la región de Puebla-Tlaxcala— se
se produce precisamente en la segunda mitad reflejaron en buena parte de la masa de gente
del siglo xviii, así como por un movimiento que se movió tras los insurgentes, compuesta
de fortalecimiento del orden gremial en ese por tejedores y artesanos desocupados, pues
sector bajo la dependencia del comerciante. El fue en estos lugares en donde la revolución
tejido del algodón quedó siempre en manos tomó mayor violencia. Los observadores de la
de las comunidades. Sin embargo, en la épo- época en Querétaro afir maban que los pro-
ca de la independencia, en 1814, se dictó una pietarios de obrajes desconfiaban ya de las
orden importante para la organización y fun- “bajas inclinaciones de la plebe” lanzada a la
cionamiento del sector artesanal: la abolición insurrección, y en Tlaxcala, “los naturales de
de los gremios, que si bien no se cumplió de esos pueblos cargaron en dicho día con cuan-
manera rígida, marcó la pauta de la desmem- to pudieron”. Los pueblos obrajeros “queda-
bración del Antiguo Régimen. ron arruinados para siempre”.
Las guerras de independencia aceleraron la Para la época de la independencia ya se ha-
entrada de tejidos ingleses; aunque su impac- bía producido el desplazamiento de los obrajes
to, por los precios bajos, representó un golpe por los tejedores domésticos, así como el cam-
serio para los artesanos, es posible pensar que bio hacia el algodón, pasos que fueron la clave
no por ello sus efectos fueron violentos y ver- para que continuara una tradición que sería
tiginosos, no, al menos, hasta después de 1810. importante para el futuro independiente. De
Así, la producción local de tejidos de algodón todas formas hay noticias de obrajes aislados
perdía poco a poco no sólo su dominio en las —como el de Pimentel en Aguascalientes—
zonas productoras, sino también su parte en que por 1825 funcionaron con una alta dota-
los circuitos comerciales internos que hasta ción de trabajadores, como 300, para abastecer
principios de siglo habían sido significativos. a instituciones oficiales. Poco después, México
Los tejidos de lana, en cambio, podían resistir logró plantear un proyecto moderno, con re-
mejor las entradas de géneros cuya produc- lativo éxito desde una época temprana (1830).
ción industrial no se dio sino hasta media-
dos del siglo xix, cuando se incorporaron los Manuel Miño Grijalva
progresos técnicos que reducirían el costo
de producción. De todas formas, en 1818, el Orientación bibliográfica
Consulado de Comerciantes de México, por
la queja de artesanos y operarios de la ciu- Bazant, Jan, “Evolución de la industria textil
dad confirmaba “el abismo de males en que poblana (1554-1845)”, en Historia Mexica-
los sumergía el comercio ilícito extranjero, na, vol. xiii, núm. 4, abril-junio de 1964,
porque con él se le quitaba a más de doce mil pp. 473-512.
380 SOCIEDAD, ECONOMÍA Y CULTURA

Bazant, Jan,“Industria algodonera poblana de Pérez Toledo, Sonia, Los hijos del trabajo. Los
1803-1843 en números”, en Historia Mexi- artesanos de la ciudad de México entre 1780
cana, vol. xiv, núm. 1, julio-septiembre de y 1842. México, El Colegio de México/
1964, pp. 131-143. uam, 1996.
González Angulo, Jorge, Artesanado y ciudad. Salvucci, Richard J., Textiles y capitalismo. Una
México, fce/sep, 1983. historia económica de los obrajes, 1539-1840.
Miño Grijalva, Manuel,“Espacio económico México,Alianza Editorial, 1987.
e industria textil: los trabajadores de Nueva Tanck de Estrada, Dorothy, “La abolición
España, 1780-1810”, en Historia Mexicana, de los gremios”, en Elsa Cecilia Frost, Mi-
vol. xxxii, núm. 4, abril-junio de 1983, pp. chael C. Meyer y Josefina ZoraidaVázquez,
524-553. El trabajo y los trabajadores en la historia de
Miño Grijalva, Manuel, Obrajes y tejedores de México. México, El Colegio de México/
Nueva España, 1750-1810. México, El Co- University of California, 1979, pp. 311-
legio de México, 1998. 330.

+LITERATURA +

No obstante que la emancipación literaria rridos. Lo mismo ocurrirá con la oratoria, otra
respecto a los modelos extranjeros será un de las armas utilizadas por el liberalismo para
proceso más lento y con mecanismos tan de- cimentar ideológicamente la victoria y apun-
licados como los de la independencia políti- talar a la sociedad nacida mediante el soplo de
ca, desde el estallido del movimiento la musa los nuevos tiempos. Debemos a Luis G. Urbina
anónima no espera los debates de academia y uno de los pocos estudios que se han hecho
se convierte en eficaz arma de combate. Por sobre la actividad literaria de aquellos años de
instinto o convicción, los mexicanos del siglo definición y desconcierto, de sacudimiento
xix dan testimonio de hechos que, al modifi- que exige la lucidez: “[...] aparece una forma
car radicalmente el orden antiguo, los vuelve absolutamente nueva en la Colonia: la procla-
protagonistas de la historia. Acciones heroi- ma política, la arenga revolucionaria. Las letras
cas realizadas por un artesano que la leyenda entonces prestan un servicio real,urgente,mag-
bautizará como el Pípila, o el Narciso Men- no, al desarrollo de la vida colectiva. Aprove-
doza que nuestro panteón heroico conocerá chan los dibujos de la retórica para despertar
como el Niño Artillero, así como los hechos y convocar las pasiones; se valen de la metáfo-
de armas de los generalísimos, pasan a formar ra, del apóstrofe, del clímax, para convencer y
parte de la mitología popular gracias a los ro- enardecer los anhelos de libertad”.
mances compuestos al compás de la lucha. El Entre 1810 y 1910 México tiene dos ama-
romance, nacido en España, se convierte en neceres. De manera simbólica y concreta, mí-
instrumento de combate para que los ameri- tica e histórica, toda sociedad busca una nueva
canos difundan las hazañas de los héroes del definición cuando el orden anterior parece
país que nace. En una sociedad mayoritaria- haber agotado todas sus posibilidades. Inde-
mente analfabeta, la canción popular, con su pendencia y Revolución, escritas con mayús-
versificación propicia para ser incorporada a cula, marcan hitos en la historia. La inminencia
la memoria, fue uno de los géneros más soco- de sus efemérides centenarias obliga a buscar
LITERATURA 381

nuevas lecturas de aquella herencia viva. Una el inevitable cambio. La guerra será su conse-
de tales vertientes es la literatura surgida al cuencia inevitable. Las armas serán las grandes
compás de la lucha, ésa que va dando testimo- protagonistas de semejante escenario, llámese
nio del cambio acelerado e inaudito inherente Monte de las Cruces o Torreón, ocurran ta-
a todo proceso revolucionario.“Sin pérdida de les hechos con un siglo de distancia. Pero al
instante” es el reclamo de José María Morelos lado de bayonetas, fusiles y cañones tiene lu-
ante la transformación del tiempo y el espacio gar la actuación de las letras, aquellas que en la
que consuman las acciones de la insurgencia. arenga, la hoja volante, el panfleto, la novela,
Y en 1937, concluido de manera simbólica el el poema recitado en la tertulia o impreso en el
ciclo de la novela de la Revolución mexica- álbum, la novela, el ensayo y el heroico perio-
na con su obra El resplandor, Mauricio Mag- dismo de combate intentan contra viento y
daleno pone el acento en la impostergable marea la construcción de un país que pareciera
aceleración que trajo consigo el movimiento desvanecerse de un instante a otro, o resurgir,
revolucionario, cuando todo pareciera haber- como lo ha hecho, de sus cenizas como el ave
se detenido: “Cincuenta, cien años son nada. Fénix. Las siguientes líneas pretenden trazar el
Un minuto en la existencia del páramo donde mapa literario de semejante aventura en dos
nunca floreció la esperanza de algo tampo- hitos fundamentales del palpitar mexicano.
co tiene razón de ser la medida de nada”. En las postrimerías del xviii nada parecía
Armas y letras designan dos de las prin- amenazar la solidez del virreinato. El siglo ce-
cipales ocupaciones de la humanidad, dos de lebraba sus ritos de paso como demostración
los instrumentos mediante los cuales nuestra del asentamiento de tres siglos de poder colo-
especie ha dirimido tradicionalmente sus ne- nial. Así lo demostraban la solemne traslación
cesidades y placeres, sus alegrías y congojas. de los restos de Hernán Cortés al Hospital de
Miguel de Cervantes se encargó de separarlas Jesús o la dedicación de la escultura ecuestre
y enaltecerlas en el discurso del capítulo xxx- de Carlos IV, en la remodelada Plaza Mayor,
viii de la primera parte del Quijote:“[...] dicen el 9 de diciembre de 1796. Maravilla del arte la
las letras que sin ellas no se podrían susten- más nueva, el bronce en movimiento modifi-
tar las armas, porque la guerra tiene también ca y completa las proporciones de la plaza, el
sus leyes y está sujeta a ellas, y que las leyes caen edificio o la avenida donde le corresponde ser
debajo de lo que son letras y letrados. A esto protagonista y escenario. Corcel y jinete ocu-
responden las armas que las leyes no se podrían pan el fin de un siglo y logran el paso a nuevos
sustentar sin ellas, porque con las armas se de- tiempos para ser actores y testigos de alegrías y
fienden las repúblicas, se conservan los rei- pesares, revelaciones y rebeliones, fastos y due-
nos, se guardan las ciudades, se aseguran los los de la ciudad que les rinde toda clase de ho-
caminos, se despejan los mares de corsarios”. menajes, desde la solemne instauración en el
De acuerdo con la definición de Carl von centro espiritual y material del Imperio, hasta
Clausewitz, la guerra es la continuación de la la República que mediante el ingenio popular,
política. La segunda entra en acción cuando funde ambos cuerpos —el del monarca y el de
el poder de las primeras pareciera haber lle- su cabalgadura— en el diminutivo caballito.Así
gado a su fin.Tal confrontación es definida en lo transforma en hito urbano, patrimonio co-
un duelo a gran escala. Los hechos históricos lectivo, atalaya para mirar el porvenir o el coti-
que conocemos como Independencia y Re- diano trayecto de la vida. Resulta irónico que
volución tienen una etapa inicial de concor- a la entrada del Ejército Trigarante a la ciudad
dia e intercambio de ideas: la propuesta para de México, en 1821, se haya utilizado un globo
382 SOCIEDAD, ECONOMÍA Y CULTURA

para cubrir la escultura —por ser considera- el orden establecido. La aparición de Hidalgo
da símbolo del Antiguo Régimen— y que un en la historia constituye un suceso que, como
globo haya servido a Joaquín de la Cantolla y quería Thomas Carlyle, sólo ocurre de tan-
Rico para hacer una navegación aérea sobre to en tanto, porque los héroes surgen “en el
la ciudad de México, el 31 de enero de 1899 y momento en que la humanidad los necesita y
despedir, simbólica y materialmente, el siglo. El aun casi los exige. Responden a una necesidad
globo aerostático, hijo de la Ilustración, reco- moral, social. Son los salvadores de las grandes
rre todo el siglo xix. Sirve como espectáculo crisis históricas, aparecen cuando todo amena-
y desafío, auxilia al científico, corta la invero- za derrumbarse, desplomarse. Por eso mismo
símil transparencia del aire capitalino, permite son revolucionarios, porque vienen a destruir
a Casimiro Castro las perspectivas necesarias lo falso, lo quimérico, lo que es casi polvo, lo
para sus litografías panorámicas. carcomido”. Como lo hizo notar Agustín Cué
El 1 de enero de 1801 amanecía el siglo Cánovas en el año bicentenario del natalicio
xix, el que habría de llevar a la consumación del iniciador: “Ningún mexicano ha logrado
el esquema racionalista de las Luces, pero que despertar ese entusiasmo y esa pasión reden-
habría de convivir con la violencia del hura- tora, ni antes ni después de él. Nuestra historia
cán romántico. Once años antes, un grupo de no presenta otro ejemplo de un hombre que
descontentos había tomado por asalto la cárcel haya tenido sobre las masas una influencia y
de la Bastilla para modificar, con la rapidez y ese prestigio superior que él tuvo en el curso
la violencia de las revoluciones, el equilibrio de su breve y magnífica gesta de libertador”.
del poder, los esquemas políticos y la vida co- Al lado de la historia social, interpretativa
tidiana. El ciudadano que se mira en el espejo y comprobable, existe la mitología histórica.
de la nueva centuria descubre el prodigio y el Todo país la tiene, y la academia es la primera
peligro de la primera persona, y las infinitas en advertir contra sus peligros. El mayor de
posibilidades de su individualidad. ellos consiste en confundir los términos his-
La constelación de acciones que celebra- toria oficial e historia broncínea. La primera,
mos anualmente con el nombre de fiestas cuando no se pervierte para fines de propa-
patrias tiene una estrella de primera magnitud ganda o de manipulación, sirve para fomentar
llamada Miguel Hidalgo y Costilla. Su actua- la conciencia del pasado: la tradición como la
ción más dramática —el minuto decisivo en mejor de las maestras. Una cosa es el culto a los
que tiene que dar el paso que lo llevará a encen- héroes. Otra muy distinta, la práctica de una
der una hoguera de consecuencias incalcula- retórica que los desgasta y los transforma en
bles— es el punto culminante de una ceremo- estatuas, sin el papel activo que Oscar Wilde
nia que anualmente conjuga ritos de paso de la supo infundir a su príncipe feliz, que lo era
República con la apetencia popular que, más precisamente por su condición de héroe al-
allá de conceptualizaciones históricas, lanza el truista y activo y no por ser un elemento de
grito de una independencia momentánea y de decoración pasiva. El desafío es aún mayor para
un patriotismo tan estridente como efímero, el estadista, el historiador o el poeta cuando ya
hermano de los fuegos de artificio. Las revolu- nada nuevo pareciera poder agregarse a los ríos
ciones constituyen aceleraciones inusitadas de de tinta que han corrido acerca del iniciador de
la Historia. En ellas tienen lugar hechos que en la Independencia. Al mencionar las anteriores
circunstancias normales tardarían más tiempo tres categorías intelectuales es imposible olvi-
en suceder o, simplemente, no tendrían lugar. dar que Hidalgo entra en una clasificación de
Por lo mismo, sorprenden, irritan y trastornan héroe que no había sido contemplada por la
LITERATURA 383

Antigüedad y que Paul Bénichou denomina cias imprevisibles. Cuando tuvieron lugar los
la coronación del escritor, es decir, cuando el sucesos franceses de 1789, Hidalgo tenía 35
hombre de ideas sustituye al monarca y al sa- años de edad. ¿Podía sospechar que dos déca-
cerdote como figura de autoridad. das más tarde habría de protagonizar un hecho
Thomas Carlyle se refiere a “formas de he- semejante al tomar con violencia mayúscula la
roísmo de remotas épocas, formas cuya apa- alhóndiga de Granaditas, un edificio que tenía
rición corresponde a las más antiguas edades. un valor simbólico y concreto más alto que el
Algunas de ellas, desaparecidas del todo, no que representaba la Bastilla? Los nuevos cau-
volverán a verse sobre la tierra”. Hidalgo per- dillos eran protagonistas de un tiempo nuevo,
tenece a una nueva categoría de héroe, nacida de una historia joven que necesitaba nuevos
con la Revolución francesa y que en un lapso valores, tanto en el plano doméstico como en
asombrosamente breve cambia de hábitos po- el político, en el ideológico y el patriótico.“Al
líticos, modas, expresiones. Uno, entre muchos instaurar nuevos cultos, como el de los már-
ejemplos, es el uso generalizado del cotón, que tires, introduce nuevos héroes: el padre de fa-
inicialmente se llamó americano y luego insur- milia, el maestro de escuela, el legislador, en
gente, y el cual fue prohibido en Guadalaja- tanto que son figuras paternales para una Re-
ra por el general José de la Cruz, en un intento volución que ha matado al rey Padre y que se
por borrar toda memoria de aquellos días en piensa como un Renacimiento”. Hidalgo no
que Hidalgo fue recibido por la ciudad con era, en su tiempo, una excepción a la regla. Su
salvas de artillería. Existe un riquísimo material paternalismo era lo más próximo a una bue-
contenido en folletos y hojas volantes donde la na paternidad, pues intentaba hacer de cada
retórica insurgente va configurando una idea uno de sus feligreses un señor de sí mismo. La
del mundo de acuerdo con comportamiento persona del cura de Dolores entró de mane-
y formación del héroe, conforme a las etapas ra inmediata en la imaginación de los bardos
examinadas por Campbell. De la noche a la insurgentes. Primitivas eran sus armas; primi-
mañana, pero también por estar en el sitio y el tivos sus versos, pero en esa rusticidad reside
espacio adecuado, confiado al azar pero tam- su encanto. Al compararlas con las epopeyas
bién a su propia fuerza, “el héroe mítico es el compuestas por los poetas cultos, que mucho
campeón no de las cosas que van a ser sino de contribuyeron, acaso de manera involunta-
las que están siendo [...] el tirano es orgulloso, ria, a la historia de bronces, resalta la fuerza y
y aquí reside su perdición. Es soberbio porque la frescura de su ingenuidad. En nombre de la
piensa en su fuerza como si fuera él mismo [...] entrega devota e incondicional a su caudillo,
su destino es ser engañado y ridiculizado”. la rima sufre toda clase de atropellos.
Cuando Hidalgo, en el momento inicial
de su rebelión, dice a una muchacha llamada ¿Quién al gachupín humilla?
Narcisa Zapata que se dispone a quitar el yugo Costilla
a los americanos, está llevando a cabo el pri- ¿Quién al pobre lo defiende?
mer paso en el viaje mítico del héroe, a saber, Allende
que “el destino ha transferido su centro espiri- ¿Quién su libertad aclama?
tual de gravedad desde dentro de su sociedad a Aldama
una zona desconocida”. La emoción pareciera Corre aquello que te llama,
estar dominando a la razón, pero es la razón y para más alentarte
la que guía los pasos de quien se transforma todos están de tu parte,
en responsable de un huracán de consecuen- Costilla,Allende y Aldama.
384 SOCIEDAD, ECONOMÍA Y CULTURA

Debemos a Ramón Martínez Ocaranza el Sea maldito comiendo y bebiendo,


rescate de los versos anteriores, así como de la hambriento,
mayor parte de la poesía popular surgida con sediento, ayunando, durmiendo,
la lucha.Al lado de esas líneas anónimas inclu- sentado, parado, trabajando o descansando y
ye las creaciones de poetas cultos como Andrés sangrando.
Quinta Roo o Francisco Manuel Sánchez de Sea maldito interior y exteriormente;
Tagle. Confrontadas ambas maneras de conce- sea maldito en su pelo,
bir la insurrección, resulta más actual la vena sea maldito en su cerebro y en sus vértebras;
popular, espontánea y nacida de la entraña. Los en sus sienes, en sus hombros,
romances que sirvieron para relatar las hazañas en sus manos y en sus dedos.
de Morelos e Hidalgo resurgirían con nueva
fuerza en la revolución iniciada en 1910, como A lo largo de la construcción de México,
lo ha demostrado Antonio Avitia Hernández el nombre de Hidalgo fue invocado en diver-
en los cinco volúmenes de su antología anota- sos momentos y por facciones distintas. Ante
da. Los poetas de nuestro tiempo no cantan, en la invasión norteamericana, unos ciudadanos
general, a nuestros héroes. Excepción a la regla adoptaron su nombre para el batallón que los
lo son Carlos Pellicer, Rubén Bonifaz Nuño y agrupaba. A lo largo de los discursos libera-
Efraín Huerta, que en el poema “Amor, patria les que conmemoraban la Independencia, dos
mía” dice las gestas de aquellos años y el pade- fueron las vertientes principales por las cua-
cer de sus caudillos. Estos versos se refieren a les se orientó el culto al héroe: el sentimental
los terribles decretos de excomunión sufridos y un tanto falso que exaltaba al anciano que
por el héroe iniciador del movimiento: peinaba venerables canas, pero que en la reali-
dad tenía vigorosos 58 años. La otra perspec-
Resulta pues tiva es la del incendiario radical, como quería
que el orgullosamente marginado, Ignacio Ramírez: “Hidalgo no fue el liber-
el proscrito, tador de México; fue el conquistador de un
hubo de meterle mano a la Historia principio; nos enseñó prácticamente el prin-
y releer que un obispo cipio de insurrección”.
y decenas de frailes y tenientes Durante la Reforma se solidifica la idea del
humillaron universalmente héroe. Marcos Arróniz, el infortunado poeta
al hombre de los ojos jade-jadeantes: romántico que murió de manera trágica en
Anatema y excomunión Agua del Venerable, escribió en 1858 una bio-
para el Padre frenético grafía de Hidalgo que comienza con las líneas
Tormento, despojo y entrega a Datán y Abirán. siguientes: “El humilde párroco de Dolores,
Maldición para él en nombre de todas ya en la vejez, tuvo la gloria de lanzar aquel
—sin faltar una— las huestes celestiales. valiente grito que hizo estremecer a la orgu-
Persecución total, santísima condenación llosa y potente España [...] El anciano que solo
para el Padre alfarero desafía el poder español de tres siglos, consoli-
en donde quiera que esté, dado por la fuerza física y la de costumbre, el
ya sea en la casa, en el campo, fanatismo religioso apoyado por la Inquisi-
en el bosque, en el agua o en la iglesia. ción, los intereses acumulados en trescientos
(Era el 27 de septiembre de 1810) años, y mil y mil preocupaciones [...] Hidalgo
Sea maldito en vida y muerte. es el precursor y creador de los demás héroes
Sea maldito en todas las facultades de su cuerpo. de la Independencia”. La joven generación li-
LITERATURA 385

beral subrayaba la condición de ese anciano emancipación de la Corona de España, hasta


venerable de 56 años, que en la iconografía de la invasión americana de infeliz memoria”. El
la época aparecía casi como un anciano de- proyecto de Díaz Covarrubias se vio truncado
crépito y no como el vigoroso hombre de 56 por el pelotón de fusilamiento que le quitó la
años que en ese entonces era. vida en Tacubaya, el 11 de abril de 1859. No
Si la victoria sobre la Intervención fran- obstante la juventud del autor al escribir Gil
cesa fue denominada la lucha por la Segun- Gómez, la novela es importante por múltiples
da Independencia, la figura ígnea de Hidalgo motivos. Sobre todo consideremos que, como
se había convertido, desde la guerra de Re- ferviente liberal, el autor deseaba que su novela
forma, en ariete político para la defensa de la fuera un proyecto integral: al lado de la trama
causa. Si para la causa conservadora, Agustín romántica, la historia de amor y la fraternidad
de Iturbide había sido el consumador de la de dos jóvenes a quienes la revolución de In-
independencia, y con ello había interrumpi- dependencia pondrá en bandos contrarios, y
do el derramamiento de sangre fraterna, para junto al desarrollo que tiene el joven Gil Gó-
los intereses liberales convenía una figura co- mez al lado del cura Miguel Hidalgo, aparece
mo la de Hidalgo que, en crisis de conciencia la transcripción de documentos del Diario de
ante los valores y fidelidad al sistema que su México y el célebre discurso sobre la Indepen-
condición sacerdotal le imponía, se lanzaba a dencia pronunciado por Díaz Covarrubias en
la revuelta. En 1858, el joven poeta y novelista Tlalpan, en septiembre de 1858, que sirve al
Juan Díaz Covarrubias, en la plaza de Tlalpan, novelista para ofrecer a su lector una visión re-
había pronunciado un discurso de celebración trospectiva del México anterior a los aconte-
de la Independencia que se convirtió en pre- cimientos de su libro. En la bien intencionada
texto para su futuro fusilamiento. Con una visión maniqueísta de Díaz Covarrubias, los
técnica que anticipa al futuro periodismo y insurgentes reúnen las más altas virtudes y a
la novela de testimonio, Díaz Covarrubias in- los realistas corresponden los peores defectos.
corpora más tarde el texto a su novela Gil Gó- Así sucede con la hermosa doña Regina de
mez el Insurgente. San Víctor, de sonoro nombre. Según advierte
De la generación de escritores liberales Clementina Díaz y de Ovando: “En Gil Gó-
muertos en la lucha, y en la breve nómina de mez los personajes quedan supeditados a los
los autores de novelas históricas mexicanas, a intereses políticos y moralizadores del autor,
Juan Díaz Covarrubias corresponde un lugar por eso carecen de complicaciones y matices
de honor por su proyecto tan pionero como psicológicos, son planos, son los tipos usuales
visionario. La fiebre escritural que lo poseía, del romanticismo que significan las virtudes o
así como su innegable talento y su fecundi- la maldad. El novelista proporciona sus rasgos
dad hubieran hecho de él nuestro gran autor físicos y morales; el juego caracterológico no
de novelas históricas, de haber llevado a ca- tiene novedad, es la lucha entre el héroe y el
bo el proyecto que tenía tan bien definido en villano”.
el prólogo a su novela Gil Gómez el Insurgen- Casi medio siglo después de Díaz Cova-
te o la Hija del médico. Novela histórica mexicana rrubias, en 1903, Juan A. Mateos, que se había
(1859):“Esta novela es el primer ensayo de ese convertido en novelista oficial del liberalismo
género; forma la primera página de un libro triunfante, publica la novela Sacerdote y caudi-
que dentro de algunos años contendrá bajo llo, donde al lado de la biografía novelada de
un aspecto lo más agradable que me sea po- Hidalgo, que se remonta hasta sus padres, el
sible, la historia de nuestro país, desde nuestra novelista trenza intrigas y situaciones trucu-
386 SOCIEDAD, ECONOMÍA Y CULTURA

lentas. Inevitablemente, Mateos cae en la Congreso—, el orador aprovechaba la tribuna


tentación de que su personaje histórico, en el no sólo para cumplir puntual y brevemente
cuerpo de la ficción, conozca de antemano los con su encomienda, sino que se valía de ese
acontecimientos futuros. En el momento an- vehículo para hacer una revisión de la historia
terior a la arenga en el atrio de Dolores, Hidal- de México. De tal manera, sus escuchas leían
go se dirige a sus compañeros de la siguiente en ese libro sonoro, en ese mural vibrante de
manera:“Vamos a entrar en un camino desco- figuras retóricas, todas aquellas páginas que les
nocido para vosotros; es necesario guardar el había negado un sistema tres veces secular.
corazón en lo más profundo del pecho, y no Uno de los discursos más importantes, y
obrar bajo la impresión de sus arranques; obe- registrado como notable en los anales de la
dezcamos al pensamiento, él será nuestro me- oratoria mexicana, es el del propio Ramírez,
jor consejero. Vamos a atravesar una vía san- pronunciado en la Alameda el 16 de sep-
grienta y dolorosa, cada paso de avance dejará tiembre de 1861. El discurso es notable por
un abismo tras de nosotros pronto a devorar al su limpieza de forma, su capacidad sintética
que retroceda.Va a estallar la gran revolución y su poderío dialéctico: “Los semidioses entre
de la humanidad, el primer sacudimiento del los bárbaros simbolizan la fuerza y la hermo-
gigante al despertar de un letargo. Nada podrá sura; pero en las naciones civilizadas la fuerza
detenerla, nosotros mismos seremos impoten- se convierte en sabiduría y la hermosura en
tes, porque seguiremos envueltos en las olas amor; el conocimiento de todas las ciencias,
de ese torrente que atravesará los valles y las el amor de toda la humanidad, el representante
montañas. Mañana ya no nos conoceremos, el de todos los padecimientos, ése fue Hidalgo”.
destino se ha anticipado a nosotros. Yo tenía Más adelante define al héroe como “el hom-
el presentimiento de esta hora que yo buscaba bre que sabe que el derecho de morir se com-
con los latidos de mi corazón. Dios nos impul- pra con grandes servicios a la humanidad [...]
sa, obedezcamos su mandato”. es el hombre que sabe que las naciones nacen
En el dramático y decisivo año de 1861, en una victoria; y si sucumbe, es el Satán que
Benito Juárez intenta gobernar un país des- lucha todavía, porque el Edén de las socie-
estabilizado por las guerrillas conservadoras y dades es el progreso [...] el hombre que así vi-
la amenaza del enemigo exterior. Sus mejores ve, cuando muere, perdiendo lo que tiene de
soldados son entonces los hombres de palabra finito, queda por sus obras como una manifes-
que, en distintos escenarios urbanos, pronun- tación creciente de poder, de ciencia y de glo-
cian discursos con motivo de la conmemora- ria, hasta recibir su apoteosis de la poesía y del
ción de la Independencia. Hablar en la tribuna agradecimiento de los pueblos”. A Guillermo
equivalía, dice Ignacio Ramírez, a “continuar Prieto corresponde pronunciar el discurso de
el toque de arrebato que en la mañana del 16 de la Independencia en otro escenario. Aunque
septiembre comenzó en Dolores”.A nosotros, su pluma siempre está sobrecargada de tinta,
lectores del siglo xxi que leemos impresos los y su sentimentalismo carece de la solidez y la
discursos de Ignacio Ramírez, Francisco Zar- altura de Ramírez, Prieto comienza por re-
co o Ignacio Manuel Altamirano, nos asombra chazar la parafernalia patriótica, las banderolas
su extensión. Reflexionemos en el instante en y adornos que forman parte de un patriotis-
que nacían. Si bien su motivo central era la mo exterior y efímero. Prieto utiliza al inicia-
celebración de una fecha solemne en el calen- dor Hidalgo como pretexto para señalar que
dario patriótico —el aniversario de la Inde- la guerra por la independencia aún no ter-
pendencia o la instalación de los trabajos en el mina. En una idealización total de la religión,
LITERATURA 387

escribe: “¿Cómo llamar asesino y cruel a este privilegiar como personajes a Aldama y Aba-
anciano que se lanza en una senda caballeres- solo, en lugar de la figura de Ignacio Allende
ca para reivindicar la sociedad? ¿Cómo en ese que, como el héroe estético de la Independen-
corazón, fuente de tantos tesoros de ternura cia, escénicamente hubiera disputado a Hidal-
y amor, puede caber la venganza bastarda y go el primer plano.
la complacencia horrible con la destrucción La obra nos lleva a las habitaciones de Hi-
y con el asesinato?” Las palabras de Prieto no dalgo y, con ello, a su diaria rutina. La acción
son del todo exactas. Lucas Alamán, testigo conjetura una serie de sucesos ocurridos al-
presencial de los acontecimientos, daba fe en rededor de la existencia de Hidalgo, antes de
su Historia de México de los excesos cometidos que decidiera proclamar la independencia en
por la muchedumbre que seguía a Hidalgo, así Dolores, la madrugada del 16 de septiembre
como de la incapacidad del jefe de la rebelión de 1810. Resulta curioso que el dramaturgo
para detener los desmanes. En años sucesivos, sitúe su última escena a las nueve de la mañana
Prieto se ocuparía de la figura de Hidalgo y en el atrio de Dolores, cuando la mayoría de
los otros héroes, en su proyecto poético que historiadores señala que la exhortación de Hi-
titularía, finalmente, Romancero nacional. Antes dalgo a la población tuvo lugar entre las cuatro
de aparecer reunidos en volumen, fueron apa- y las cinco del día memorable.
reciendo en los numerosos periódicos donde Otra obra histórica sobre el tema es El gri-
colaboraba el poeta. to de Dolores, escrita por Juan Miguel Losada,
Para completar el volumen Dramaturgia de poeta cubano residente en México, que fue
las guerras civiles y las intervenciones, Jaime Cha- representada el 20 de enero de 1850 y, según
baud localizó una obra titulada El cura Hidalgo, su autor, era una compilación de versos pa-
de la cual no ha sido posible obtener informa- trióticos unida por un hilo argumental.
ción sobre la autoría ni determinar la fecha No obstante que la trama de El cura Hi-
exacta de su composición. Sin embargo, la ca- dalgo se teje alrededor de una historia senti-
ligrafía permite apreciar que pudo haber sido mental —la sobrina del héroe pretendida por
escrita a fines del siglo xix y principios del xx. un hombre de quien se tienen sospechas de
De hecho, la obra nunca fue publicada antes de conspirador— la fuerza de la obra reside prin-
su inclusión en el volumen citado. Dos son sus cipalmente en dos elementos: la defensa de
principales características y virtudes: tomar co- la conjuración política y el combate espiritual
mo personaje central a Miguel Hidalgo y Cos- que el futuro caudillo de la Independencia
tilla y ubicarlo en su domesticidad, como un experimenta entre la justicia divina y la jus-
hombre preocupado por la marcha de los acon- ticia de los hombres. Antes del Grito, el éxito
tecimientos cotidianos, pero al mismo tiempo de la revolución de Independencia se hallaba
debatido en el drama de conciencia que signi- en la salvaguarda del secreto. Al defender sus
ficaba lanzarse a independizar una nación. principios y sustentarlos primeramente en la
Al contrario de obras donde los personajes clandestinidad, los principales caudillos de
históricos deben actuar conforme a esquemas la insurgencia protagonizaron situaciones rea-
establecidos, repitiendo las palabras consagra- les que parecen cercanas a la novela.
das por la historia —“La patria es primero” o Así como el autor ubica el grito de Dolo-
“Los valientes no asesinan”— en detrimen- res a las nueve de la mañana, incurre en otras
to de la acción dramática, en El cura Hidalgo licencias históricas, explicables desde el pun-
se mezclan con fortuna elementos de la his- to de vista del efecto dramático. En el siglo
toria y de la imaginación. El autor acierta al xix, las obras dramáticas de carácter patrióti-
388 SOCIEDAD, ECONOMÍA Y CULTURA

co tenían por final obligado que se entonaran No atará tu voluntad


himnos y restallaran banderas. Al final de El mezquinamente tu tío.
cura Hidalgo, y aún en Dolores, Abasolo entre- Te he dicho el proyecto mío,
ga a Hidalgo el estandarte con la imagen de la dispón de tu libertad.
Virgen de Guadalupe, hecho que en realidad Detesto la esclavitud,
ocurrió en el santuario de Atotonilco, rum- y detestándola así,
bo a San Miguel el Grande, en el transcurso ¿la querré yo para ti?
del día 16. Al seleccionar esa imagen, Hidalgo Es libre tu juventud.
tuvo una visión religiosa y política: por ser la
virgen morena una figura no impuesta por los El héroe es una metáfora, y la metáfora se
españoles, y porque ésta había elegido para re- desgasta si no le infundimos nuevo vigor, si
velarse a un hijo de Anáhuac, simbolizaba ya no adquiere, con nuevas lecturas, vida inédita.
una acto de independencia. En su biografía de La misión de la historia es ver las transforma-
Hidalgo, José María Miquel i Vergés explica ciones y adecuaciones del héroe, sin negarle
así la adopción del estandarte: la calidad ganada por sus hechos excepciona-
Según una versión manuscrita, debida a les. El lugar común dice que Hidalgo era un
los familiares del cura de Atotonilco, Hidalgo, hombre de carne y hueso, como si tal circuns-
oyendo desde el comedor un gran griterío en tancia le restara méritos. El héroe adquiere esa
el patio, preguntó qué sucedía. Le dijeron que calidad porque se levanta por encima de los
unos indios habían puesto en las lanzas la ima- otros de su especie, porque se halla en el sitio
gen de la Virgen de Guadalupe. Hidalgo salió de la casualidad y del encuentro, pero también
al patio y, al ver el entusiasmo que aquel acto porque tiene la capacidad para vislumbrar
espontáneo había despertado entre sus segui- el porvenir y comprender su misión. No son
dores, adoptó la imagen como símbolo de la los héroes, sino la manera en la cual se nos en-
contienda. Al actuar como un puro personaje seña a aproximarnos a ellos la que propicia una
dramático, Hidalgo es el hombre de condición pérdida del espíritu cívico, traducida en po-
religiosa que enfrenta innumerables dramas breza espiritual y fácil imitación de modelos
de conciencia, pero que también resuelve los extranjeros. Repetición de lugares comunes y
problemas prácticos. El autor anónimo acierta malentendidos ha transformado en parias a los
al ofrecer un Hidalgo que aúna, como dice su héroes de aquellos años. La vergüenza que Hi-
biógrafo Luis Castillo Ledón, “un proverbial dalgo tuvo para atreverse a despertar el hu-
desprendimiento a un espíritu sagaz”. De tal racán es la vergüenza que la mayor parte de
modo, lo vemos preocupado por el avitua- los mexicanos siente ante ese hermano ma-
llamiento de sus tropas, por los derechos de yor, acaso porque sus actos de excepción nos
la mujer y por la esclavitud manifiesta en el recuerdan la miseria, nuestra condición pre-
ámbito social y en el propio terreno domés- sente. Decirle a Hidalgo Padre de la Patria es
tico. Aunque siente la obligación moral de ca- cargarlo con la responsabilidad total de los
sar bien a su sobrina, no olvida que la libertad errores que sucesivas generaciones hemos te-
es un valor que no debe limitarse al terreno nido. Repetir los calificativos venerable anciano
retórico. La abolición de la esclavitud que o darle calidad de profeta es disminuir su ver-
habrá de proclamar en Guadalajara, ya con el dadera talla. Fue un iniciador, puesto por los
grado de generalísimo del ejército insurgen- acontecimientos históricos ante una situación
te, la predica con el ejemplo en su propia casa que no admitía otra posibilidad que la acción
cuando dice a su sobrina Luisa: inmediata. Para el bando realista, fue el demo-
LITERATURA 389

nio y el monstruo al cual había que excomul- ciado por Hidalgo. Si éste es un héroe ígneo,
gar en cuerpo y en alma. La Inquisición puso exaltado en el momento de arengar a sus fieles
en funcionamiento su poderosa maquinaria o de romper las cadenas de la esclavitud, Juá-
para decir que Hidalgo era un hombre “lle- rez encarna la prudencia valerosa, la espera pa-
no de toda inquietud, de malicia, de for nica- ciente, la fe en la letra llevada a la práctica. Son
ción, de avaricia, de maldad; lleno de envidias, extremos del proceso libertario de México, y a
de homicidios, de contiendas, de engaño, de cada uno de ellos corresponde un tipo distinto
malignidad, de chismes; murmurador aborre- de héroe: el sacerdote ilustrado que llama al
cido de Dios, injuriador soberbio, altivo in- pueblo a las armas, en el primero; un indio za-
ventor de males, desobediente; necio, inmo- poteca, profesionista laico, forjado con base en
desto, malévolo, sin fe y sin misericordia”. su esfuerzo personal, en el segundo. Hidalgo
En distintos momentos de su actuación tan es de fuego; Juárez es de tierra. Con Hidal-
breve como intensa, Hidalgo ejerció cada una go, México inicia su doloroso nacimiento; con
de las categorías del héroe: la ética la encarna al Juárez, alcanza su madurez de Estado.
llevar a la práctica el Evangelio y contribuir En uno de sus poemas más queridos, An-
a la redención social de sus prójimos; la reli- tonio Machado dice que prefiere al Cristo
giosa, al mantenerse fiel a sus creencias más doliente del madero, que al que anduvo en el
profundas: “Canónicamente, [...] tenía el de- mar. La metáfora puede ser aplicada al pan-
ber de retractarse para no dar el escándalo de teón heroico de nuestra historia.Ver a los hé-
morir fuera de la religión. Como católico no roes como grandes árboles sin perder de vista
cometió acto de debilidad alguna; cumplió con el bosque; analizarlos como visionarios en su
un mandamiento, con un deber”. La estética poderosa individualidad, pero también como
se halla, incluso, en su asombrosa e instintiva directores que necesitaron de su talento y su
capacidad militar, en su fe en la causa que de- egoísmo pero también del más humilde inte-
fendía. El retrato pintado por Antonio Fabrés grante de la orquesta con la cual le correspon-
en 1904 lo representa al amanecer, solo, en una dió interpretar el mundo. Novelistas que, co-
actitud desafiante y rebelde a la que pueden mo Jorge Ibargüengoitia en Los pasos de López
aplicarse estas palabras de Castillo Ledón: “En y más recientemente Eugenio Aguirre en Hi-
la madrugada del 16 de septiembre de 1810, dalgo entre la historia y el drama, hacen aparecer
fue el más resuelto, el más valiente. Allende en escena al héroe con una vara para espantar
flaqueó; Abasolo y Aldama sólo pensaron en perros y no como un nuevo santo, intocable y
esconderse y huir; mas el cura, contra quien nimbado.
había menos pruebas y que, por tanto, corría Para la historia sincrónica, Hidalgo es el
menos peligro, echó el cuerpo adelante”. nombre de un Estado, de numerosas ciudades
El 15 de julio de 1867, Benito Juárez entra y rancherías, de escuelas y hospitales. Para el
en la capital de la República tras haber venci- siglo xxi, es el héroe humano, altisonante, ac-
do a una intervención extranjera. Volvía con tual y que en las caricaturas de Magú llega a
las banderas victoriosas y sin que la República Palacio Nacional para exigir que la figura pre-
hubiera dejado de existir un solo momento sidencial repare en su existencia. No es una
desde que abandonó el asiento físico de los coincidencia que, como en pocas ocasiones
poderes. El liberalismo concedió al presiden- de nuestra historia reciente, la Independencia
te el título de consumador de la Segunda In- y sus caudillos vuelvan a estar en primera fila
dependencia. Otro tipo de héroe era el que en obras como 1822. El año en que fuimos Im-
encarnaba, pero con él se cerraba el ciclo ini- perio, de Flavio González Mello, que tuvo un
390 SOCIEDAD, ECONOMÍA Y CULTURA

éxito sin precedentes. Recuperar el sentido de mismo que lleva el barril puede llevarme la
los héroes, en sus vertientes trágicas, incluso botija y la azúcar, que de todo acusaré recibo.
en sus perfiles humorísticos, es hacerlos más Queda recomendado al Tribunal de justicia
nuestros, es verlos verdaderamente más allá el suyo, D. Cristóbal Magaña. A Dios que
del discurso oficial que los despoja de vida, de guarde a V. los muchos años que le desea su
drama histórico, y los transforma en estatuas. atento servidor. Morelos (rúbrica).
Ahora como en el instante en que fueron es-
critas, las palabras del discurso de Guillermo Vicente Quirarte
Prieto son vigentes para comprender la gran-
deza del héroe:“No, señores, al hablar de estos Orientación bibliográfica
hombres que sobresalen de la talla común, no
apliquemos a sus hechos el mezquino com- Avitia Hernández, Antonio, Corrido histórico
pás de nuestra envidia [...] el genio no per- mexicano (1916-1924): voy a cantarles la his-
mite disecciones anatómicas; las tortugas no toria, 5 vols. México, Porrúa, 1998. (Sepan
tienen organización para concebir el vuelo de Cuantos, 675-679)
las águilas”. Campbell, Joseph, The Hero with the Thousand
No existe imagen más heroica de Hidalgo Faces. Canadá, New World Library, 2008.
cuando, camino al cadalso, tras haber hecho sus Carlyle, Thomas, Los héroes. Pról. de Raúl
tres comidas reglamentarias y solicitar más le- Cardiel Reyes. México, Porrúa, 1976.
che para su chocolate, recuerda que ha dejado Castillo Ledón, Luis, Hidalgo. La vida del
unos dulces debajo de su almohada y solicita héroe. México, fce/Cámara de Diputados,
que vayan por ellos para repartirlos entre los 2003.
soldados que iban a fusilarlo, no sin antes co- Díaz Covarrubias, Juan. Obras completas. Est.
merse uno él mismo. En las grandes acciones, prel. de Clementina Díaz y de Ovando
pero también en las enormes minucias como los México, unam, 1959.
actos últimos de Hidalgo se pone a prueba el Dramaturgia de las guerras civiles e intervenciones
temple de los héroes. Lo mismo sucede con su (1810-1867). Est. introd. y notas deVicen-
discípulo, José María Morelos, que fiel a sus te Quirarte. Paleog. de Mariana Pineda.
más altas costumbres escribe la siguiente, inol- México, Conaculta, 1994.
vidable misiva: Gengembre, Gérard, A vos plumes, citoyens.
París, Gallimard, 1988.
Sor.Administrador Huerta, Efraín, “Amor, patria mía”, en Poesía
D.Antonio Conejo completa. México, fce, 1988.
Martínez Ocaranza, Ramón, Poesía insur-
Mi estimado tío: gente. México, unam, 1987. (Biblioteca del
Estudiante Universitario)
Voy sin una gota de aguardiente y sin una Mateos, Juan A., Sacerdote y caudillo. México,
miaja de azúcar para mi gasto, por lo que Porrúa, 1986. (Sepan Cuantos, 514)
estimaré me surta mi botijita y me mande Miquel i Vergés, José María, Diccionario de in-
una arroba de azúcar aunque sea en pedazos. surgentes. México, Porrúa, 1969.
Es de mucha necesidad que sin pérdida de Ramírez, Ignacio, “Discurso pronunciado
instante me remita V. a Cueneo un barril en la Alameda de México el 16 de septiem-
de aguardiente, para una función que voy a bre de 1861”, en Obras. México, Ofici-
hacer de orden del Supremo Gobierno, y el na Tip. de la Secretaría de Fomento, 1889.
MINERÍA 391

Torre Villar, Ernesto de la, La inteligencia li- Urbina, Luis G., La vida literaria de México.
bertadora. México, unam, Coordinación de Madrid, Imprenta Sáez Hermanos, 1917.
Humanidades, 2004.

+MINERÍA +

Saqueos, incendios, inundaciones, falta de su- afectados. Primero, el transporte. La comuni-


ministros, robo de convoyes, dispersión de la cación entre Veracruz y la ciudad de México
mano de obra y de las bestias imprescindi- se interrumpió, volviendo imposible la llegada
bles para las labores subterráneas y de bene- de quintales de azogue al Tribunal de Minería
ficio: ésta es la imagen que tenemos de la para su distribución posterior. Otros caminos
minería durante y después de la guerra de estaban infestados de bandidos o ejércitos de
Independencia. Está apegada a la realidad en uno y otro bando, que confiscaban convoyes
toda su crudeza, pero al mismo tiempo se trata de plata en su camino a Acapulco o aVeracruz,
de una visión parcial, ya que la suerte de la mi- haciendo de la inseguridad un factor deter-
nería dependía de la región donde se encon- minante. Relacionado con el transporte esta-
traba, de las condiciones locales, de los avatares ba el mal estado de los caminos o el sabotaje a
de la guerra y la riqueza o pobreza de cada puentes. Los animales de carga fueron robados
mina. Si hay un tema sobre el cual no se puede por las facciones en pugna, lo que dificultaba
generalizar, tal vez sea éste. el transporte de mercancías, minerales o insu-
Sin duda, las tendencias generales de las mos. El segundo factor fue la destrucción del
cifras de producción indican una clara deca- sistema crediticio de la Nueva España. Toda-
dencia después del comienzo de la guerra, que vía más que los daños materiales, el no tener
fue precedida por dos décadas de extraordina- fuentes de financiamiento perjudicó una in-
rio crecimiento, según los cálculos de Miguel dustria que nunca pudo destinar el suficien-
Lerdo de Tejada, hechos a mediados del siglo te excedente a la cuenta corriente, de donde
xix. La caída en la acuñación de oro y plata nacía la necesidad de recurrir a los aviadores,
en la Casa de Moneda de la ciudad de Méxi- mercaderes o prestamistas con dinero en efec-
co refleja las turbulencias de un país en rebe- tivo para pagar salarios e insumos. La escasez
lión. No significa, necesariamente, una caída de estos últimos, problema agravado, pero de
igual en la producción, debido al notorio con- ninguna manera nuevo, volvía imposible la re-
trabando, la dificultad de llevar las barras a finación de las menas, una vez extraídas de las
acuñar a la ciudad capital, el surgimiento de minas. Sin mano de obra, no se podía evitar el
otras casas de moneda en la provincia, la ma- aumento del nivel del agua dentro de los tiros
yor circulación de oro y plata en pasta como ni horadar los túneles, extraer el mineral, aten-
medio de intercambio y el acaparamiento y der a los animales, manejar los malacates ni
almacenaje en espera de tiempos más seguros llevar a cabo las múltiples operaciones de una
para el transporte. Aun con una producción mina y de una hacienda de beneficio. Los ofi-
activa en algunos reales mineros, las dificul- ciales de los ejércitos y milicias realistas y re-
tades que, en términos generales, enfrentaba beldes enrolaban a la fuerza a cualquier varón
la industria minera debido al estado de guerra aparentemente capaz de portar armas, aun-
eran múltiples. Dos fueron los renglones más que las leyes exceptuaban a los operarios de
392 SOCIEDAD, ECONOMÍA Y CULTURA

minas. Las haciendas agrícolas que sostenían habían endeudado, sólo para, a su vez, incurrir
a los reales fueron abandonadas o dejaron de en deudas que no podían pagar y vender la
funcionar. Pasarían años antes de apreciar una propiedad a otro vecino o pariente. Las ma-
reactivación económica en los lugares que su- trículas de las diputaciones territoriales, que
frieron con intensidad los daños de la guerra. anotaban el nombre, la antigüedad en el lugar
Ante este panorama no es difícil creer la y propiedades de los dueños y aviadores indi-
sentencia de Lucas Alamán, de que la mine- can una larga continuidad —de 200 años en
ría sufrió “un golpe de muerte” durante la in- algunos casos— de familias cuyos oficios y vo-
surgencia. Pero para saber si tal sentencia es caciones estaban relacionados con la minería.
acertada o no, habría que recorrer el país y Los trabajos del Tribunal de Minería, que
examinar cada caso. En su natal Guanajuato, sobrevivió hasta 1826, muestran que hubo una
Alamán fue testigo presencial del saqueo y de continua actividad minera en muchos reales
la quema del tiro de la Valenciana. En Taxco, que cumplían con los requisitos para elegir
las tropas de Morelos fusilaron a todos los pe- diputados, que a su vez escogerían quien les
ninsulares dueños de minas, excepto a uno. En representara ante las autoridades en la ciudad
Tlalpujahua, Michoacán, el real quedó prác- de México. Los antiguos dueños fueron reem-
ticamente abandonado. Zimapán, no lejos de plazados después de la guerra, en gran medida
Real del Monte y Pachuca, recibió la visita in- por los británicos, que llegaron con capitales
grata de tropas, gavillas y ladrones. Pero junto frescos, la máquina de vapor y una soberbia
a estos ejemplos, hubo minas que quedaron y un optimismo sin límite que los impulsaba
en producción esporádica, debido a la nece- a contratar más minas de las que podían su-
sidad, tanto de realistas como de insurgentes, pervisar, desaguar y poner en condiciones pa-
de tener oro y plata para pagar a sus tropas y ra producir. Su entusiasmo mal informado, sin
circulante para adquirir material de guerra. embargo, ayudó a reactivar muchos reales mi-
Zacatecas es un ejemplo de una zona donde neros, cuyo efecto colateral fue el desarrollo
la producción no se redujo de manera notoria de comunicaciones entre regiones que habían
pues incluso, para mediados del siglo xix, au- quedado, antes de la guerra, aisladas del resto
mentó hasta llegar a niveles de bonanza. del país.
Otra característica que ayudó a la sobre- En el balance final, la minería se colapsó
vivencia de la minería fue la poca movilidad en algunas partes, siguió su ritmo en manos
de los propietarios, a pesar de la idea que ha- de pequeños productores en otras, tuvo éxi-
bía de grandes migraciones, de una bonanza to donde había insumos y casas de moneda, y
a otra. Desde el principio de la conquista, las prosperó en zonas donde el contrabando lle-
cuadrillas se trasladaban de un lugar a otro, se- vaba el oro y la plata a la costa del Pacífico para
gún las oportunidades laborales. En esta épo- ser entregado a la Marina Real Británica y a
ca, éstas seguían existiendo y los hombres via- otros traficantes que lo transportaban incluso
jaban de un real a otro gracias al trabajo que hasta China. Las estadísticas oficiales no refle-
ofrecían los ingleses a partir de 1824. Pero los jan el verdadero éxito o fracaso de la minería
propietarios de las minas (propiamente llama- durante y después de la Independencia.Aun en
dos mineros), sobre todo en pequeñas locali- los pequeños reales, que pudieron haber tenido
dades, solían estar emparentados y las minas vetas ricas pero delgadas o dispersas, la mine-
pasaban de mano a mano en un círculo de fa- ría permitió la sobrevivencia y el crecimiento
miliares y comerciantes locales que invertían de comunidades que a su vez fueron polos de
sus ganancias en una mina, cuyos dueños se atracción para la población circundante.
PLÁSTICA 393

Debido a que la mortandad (enfermedades, las minas en manos extranjeras, sin descontar
epidemias y accidentes) diezmó a los opera- la participación de inversionistas mexicanos.
rios mineros y a sus familias, la extracción de La industria minera, dañada durante la gue-
minerales no contribuyó al aumento de la rra, amenazada por cada pronunciamiento y
población, pero sí influyó en la concentra- cambio de gobierno, supo sin embargo, por
ción demográfica en los reales, en la creación medios legales o no, sobrevivir y prosperar.
de infraestructura y comunicaciones, en la de- Había sido el elemento más importante en la
manda de crédito y en el ejercicio de presio- economía de exportación durante el virreina-
nes políticas (los extranjeros pudieron aviar las to y mantuvo su lugar de privilegio durante
minas desde 1824). También tuvo sus efectos todo el siglo xix.
sobre la cultura, el deporte y los oficios. Los in- Anne Staples
gleses que llegaron a Pachuca trajeron los pas-
tes, el futbol, la Iglesia metodista y la máquina Orientación bibliográfica
de vapor.Visto así, la guerra marcó un partea-
guas en el entorno social de la minería. Con- Staples, Anne, Desentrañando los secretos del
cluida la separación de España, arribarían a subsuelo: una historia conmemorativa del Con-
México otras gentes, otras ideas, otras tecno- sejo de Recursos Minerales. Pachuca, Conse-
logías (no siempre provechosas), otros pre- jo de Recursos Minerales, 1999.
juicios. La minería introdujo a México a as- Staples, Anne, “Mineros, militares y el mito
pectos técnicos del mundo moderno gracias de la destrucción”, en Virginia Guedea,
a la oleada de británicos, alemanes y en me- coord., La Independencia de México y el pro-
nor medida franceses y estadounidenses. Las ceso autonomista novohispano 1808-1824.
principales minas fueron aviadas por las com- México, unam/Instituto de Investiga-
pañías formadas por estos grupos nacionales. ciones Dr. José María Luis Mora, 2001,
Sería una tendencia de todo el siglo encontrar pp. 229-254.

+PLÁSTICA +

Si bien 1810 marca el inicio de las grandes partir de la inauguración formal de sus cursos
mudanzas políticas, sociales y económicas de en 1785.
México, para recorrer los senderos que siguió Difícil definir cuándo el sentimiento, la
en aquel tiempo la plástica mexicana es ne- mentalidad ilustrada, es decir, la supremacía de
cesario ampliar ese lapso, ya que el México la razón, se instaura en la Nueva España. La con-
independiente nació bajo el signo del neocla- formación del pensamiento, acorde con la “mo-
sicismo o “arte nuevo”, como se designaba al dernidad”, esta toma de conciencia y sus plan-
entusiasmo por retomar las formas griegas y teamientos se fueron dando paulatinamente. Es
romanas de la Antigüedad clásica. Esta refor- en la ciudad de México donde el apego a la razón
ma, proveniente de las enseñanzas impartidas se percibió con mayor intensidad. Desde la Aca-
por la Real Academia de las Tres Nobles Artes demia, el selecto grupo de maestros: arquitectos,
Pintura, Escultura y Arquitectura de San Car- escultores, pintores y grabadores provenientes
los de la Nueva España, institución laica que de España, impartieron sus conocimientos y a la
prontamente adquirió un papel protagónico a vez produjeron obras de gran calidad.
394 SOCIEDAD, ECONOMÍA Y CULTURA

Manuel Tolsá, Hospicio Cabañas, Guadalajara, Jalisco, México. Fotografía: Colección Luis Márquez Romay. Ar-
chivo fotográfico del Instituto de Investigaciones Estéticas, unam.

Arquitectura. Las revisiones y novedades ne- cluir la tarea (1813); él modifica el proyecto de
cesarias, expresadas con la voz de la razón, se Ortiz de Castro y amplía la parte superior de
dejaron ver primeramente en la arquitectura. la fachada principal, rematándola con un reloj
La ciudad de México empezó a transformarse y las esculturas de la Fe, la Esperanza y la Cari-
de barroca a neoclásica.Aun antes de que llega- dad. La hermosa cúpula es también de su pro-
ra el cuerpo docente encargado de los cursos en pia mano, efectuada bajo los cánones europeos,
la Academia, algunos arquitectos criollos, for- más en relación con la arquitectura francesa.
mados al lado de sus padres o de los gremios a Otros edificios suyos fueron el majestuo-
los que éstos estaban afiliados, se ocuparon de so Palacio de Minería, ejemplo sin par dentro
mejorar ediliciamente la capital, entre otros Ig- de un fino y ecléctico neoclasicismo; pronto,
nacio Castera (1750-1811) y José Damián Or- espléndidos palacios dieron mayor aspecto de
tiz de Castro (1750-1793). A este último, naci- pujanza a la ciudad; de él, las casas señoriales
do en Coatepec, Veracruz, se debe la primera del marqués del Apartado y la del conde de
construcción relevante en el nuevo estilo, las Buenavista. Ejecutó igualmente, entre muchos
torres de la catedral de México. Aun cuando planos, el del Hospicio Cabañas en Guadala-
ambos pináculos se finalizan en 1791, el arqui- jara y el del convento Carmelita en Querétaro;
tecto no logró ver cabalmente concluida su construyó el ciprés de la catedral de Puebla y
encomienda. ciertos altares en las citadinas iglesias de la Pro-
Tocó a Manuel Tolsá (1757-1816), genial fesa y de Santo Domingo. Creador de múltiples
escultor procedente de Valencia, España, con- incursiones en el arte, modela varias imáge-
PLÁSTICA 395

José Rodríguez Alconedo, Autorretrato. Museo Uni- José Rodríguez Alconedo, Relieve de Carlos IV. Museo
versitario. Puebla, México. Fotografía de Pedro Án- Nacional de Historia, inah. Fotografía de Cecilia Gu-
geles Jiménez. Archivo Fotográfico del Instituto de tiérrez Arreola. Archivo Fotográfico del Instituto de
Investigaciones Estéticas, unam. Investigaciones Estéticas, unam.

nes marianas y erige monumentos conmemo- Tresguerras, nacido en Celaya, Guanajuato


rativos. Ejemplo superior de su genial magis- (1759-1833), “ser paradigmático de la ilus-
terio en la escultura es la estatua ecuestre de tración y la mejor encarnación americana del
Carlos IV, mejor conocida como el Caballito, artista total”; dibujante, pintor, grabador, car-
fundida de una sola pieza en bronce, una de las pintero, tallista, agrimensor, literato y músico.
cuatro más bellas del mundo. En 1802 realizó la iglesia del Carmen en Ce-
Por su parte, el ingeniero militar de origen laya, con la fachada principal bajo la influencia
catalán Miguel Constanzó (1739-1816), pro- de la arquitectura inglesa; la portada lateral, en
fesor de la carrera de Arquitectura en la Aca- cambio, totalmente afrancesada se conside-
demia, arregló el claustro del convento de la ra una joya por su elegancia y la finura de sus
Encarnación, dándole filiación sobria y clasi- proporciones.Tresguerras, de afecto indepen-
cista. A Ignacio Castera y José Agustín Paz se dentista, desenvuelve su obra en el corazón del
debe la iglesia de Loreto con una espaciosa y país, el Bajío.
espectacular cúpula. Del director de Arqui- Pintura. Rafael Ximeno y Planes (1759-
tectura de la Academia, Antonio González Ve- 1825), valenciano, arribó a la ciudad de Méxi-
lázquez, es el domo de la iglesia del Señor de co el 30 de mayo de 1794 y se hizo cargo de
Santa Teresa, y probablemente el templo de Je- la dirección de pintura en la Academia. For-
sús María, neoclásico casi en su totalidad. mado en el neoclasicismo, transmitió esos co-
En provincia, y en el nuevo estilo, las obras nocimientos a sus alumnos mediante una recia
más significativas son de Francisco Eduardo disciplina para el dibujo. Ejecutó los retratos
396 SOCIEDAD, ECONOMÍA Y CULTURA

de Gerónimo Antonio Gil y Manuel Tolsá, ex- lizó para un monumento en memoria de José
celentes por el dibujo y colorido en los que se María Morelos y Pavón. Patiño militó en la
transparentan las influencias del español Goya guerra insurgente bajo las órdenes de Vicente
y del alemán Rafael Mengs. Guerrero y, al ser ajusticiado Morelos, consi-
Con Ximeno se retoma la pintura mural. guió que se le permitiera tomar la mascarilla
Son relevantes La Asunción de María (1810) mortuoria del prócer, misma que pensaba uti-
con la que decora la cúpula de la Catedral Me- lizar en el citado mausoleo a erigirse en Ecate-
tropolitana y las que exornan el plafón de la pec y del que hoy sólo quedan dos muy bue-
capilla del Palacio de Minería (1813), La Asun- nas estatuas: la América y la Paz.
ción de la Virgen María y El milagro del pocito. En En la provincia se continuó trabajando
ésta detalla con realismo el milagro, enfatizán- en una imaginería religiosa de escasa calidad;
dolo con fuerte cromatismo en la vestimenta de los muchos nombres sólo es dable rescatar
de la pluralidad de habitantes que acudieron aquellos que realizaron el santoral que exor-
a presenciar el mirífico hecho. Descuella en na las torres de la Catedral Metropolitana:
la disciplina su alumno José María Vázquez, Santiago Sandoval y Zacarías Cora. Es bueno
primero pensionado y después maestro en agregar al queretano Francisco Terrazas, pues
la Academia. Retratista talentoso, establece parece ser el autor de una escultura de peque-
su autoridad y genio en la mejor imagen del ño formato del padre Hidalgo.
neoclasicismo pictórico, la de la señora doña Grabado. Gerónimo Antonio Gil, natural
María Luisa Gonzaga Foncerrada y Labarrieta de Zamora, España (1731-1798), Académi-
(1806). co de Mérito de la Real Academia de Bellas
Es de interés rememorar entre las incur- Artes de San Fernando de Madrid, fue nom-
siones que en la pintura llevó a cabo Francisco brado grabador mayor de la Casa de Moneda
Eduardo Tresguerras, dos lienzos al óleo, el de en México, a donde llegó en enero de 1772
su esposa María Guadalupe Ramírez y su au- con la encomienda de abrir una escuela de
torretrato en formato oval, donde decide plas- grabado, tarea que inició de inmediato en las
mar los códigos que lo autodeclaran grabador instalaciones de dicha Real Casa de Moneda.
y profesor de las tres nobles artes. Él impulsó con las autoridades novohispa-
Singularmente se aceptó en la Academia nas la creación de una Academia, a semejanza
la presencia, en las clases de pintura, de dis- de la española de Madrid, y obtuvo el apoyo de
tinguidas señoritas de la sociedad, entre otras, algunos virreyes, como don Matías de Gál-
Guadalupe de Moncada y Berrio, marquesa de vez quien consiguió que Carlos III aprobara,
San Román, a quien se le otorgó el nombra- en diciembre de 1783, el establecimiento de
miento de Académica de Honor y Directora la institución a imagen también de la de San
Honoraria, como premio a sus obras (1810). Carlos de Valencia; dado el talento de Gil, en
Escultura. Pedro Patiño Ixtolinque (1774- la de México se le nombró director vitalicio.
1835), hijo de español y mestiza, excelente De su mano son dibujos, retratos, varias mo-
dibujante y discípulo del genial Manuel Tolsá, nedas y medallas acuñadas en la escuela. Se le
colaboró con éste en los retablos de la Profe- considera el fundador del grabado en México
sa, Santo Domingo, y en el ciprés de la catedral por ser el primero que enseñara tal técnica en
de Puebla, donde fue autor del San Pedro que lámina.
lo remata. Muchas son sus esculturas religio- La Real Academia de San Carlos quedó sin
sas, pero sin duda la obra más relevante en el director de grabado hasta la llegada del valen-
seguimiento del neoclasicismo es la que rea- ciano José Joaquín Fabregat (1748-1807). En
PLÁSTICA 397

el establecimiento ocupó la plaza de director pieron. Poco queda del inicial esplendor que
de grabado (1788). Su obra más importante en 1803 impresionara al científico y viajero
fue sin duda la Vista de la Plaza Mayor de Mé- alemán Alejandro de Humboldt, quien en su
xico, ya que en la espléndida imagen está Ensayo político sobre el reino de la Nueva Espa-
el compendio de las enseñanzas neoclásicas en ña se detiene ante la ejemplaridad del esta-
esa escuela: el arreglo que Antonio González blecimiento al que accedían jóvenes de todos
Velázquez (director de Arquitectura) diseñó, los niveles sociales, sin distinción de raza o
encerrándola en una elipse abalustrada y mos- de color.
trando al centro la estatua ecuestre de Carlos La epopeya libertaria y su reflejo en la plásti-
IV, de Manuel Tolsá (director de escultura) y el ca. Si la producción académica en las artes
dibujo de la totalidad debido a Rafael Xime- visuales se mermó, el vacío en las mismas fue
no y Planes (director de pintura); ahí se regis- subsanado por la creatividad de autores anó-
tró la bella imagen de la armónica convivencia nimos, los más de extracción popular, quienes
de los diferentes estilos. Alumnos distinguidos hicieron su mejor esfuerzo para inmortalizar
en la disciplina fueron José María Montes de la gesta independiente con imágenes ideales o
Oca y Manuel Carmona, quienes mediante su apegadas a la vera efigie de los valientes héroes.
buril efectuarían con finura, ironía y esmero Igualmente inscribieron su producción en el
muchas de las alegorías y presencias de la re- puntual relato de lo ocurrido en el lapso que
volución independiente en la gráfica. aproximadamente abarcó de 1810 a 1840; des-
El afecto patriótico dio por resultado que cripciones que no pocas veces se apoyaron en
varios de los estudiantes y profesores de la el recurso sistemático de la alegoría para una
Academia se unieran al movimiento o se les mayor elocuencia del hecho histórico. Los
acusara de ser partidarios del mismo; uno de caudillos iniciadores del movimiento: Miguel
ellos, discípulo de Gerónimo Antonio Gil y Hidalgo, Ignacio Allende, José María More-
de Manuel Tolsá, José Luis Rodríguez Alco- los, y quienes lo llevaron a buen fin: Vicente
nedo, nacido en Atlixco, Puebla (1762-1814), Guerrero y Agustín de Iturbide, por sólo re-
por su preciosismo en el dibujo alcanzó la ferir unos cuantos, fueron inmortalizados en
distinción de Académico de Mérito gracias óleos de encanto naif, más que de excelencia
a un relieve de Carlos IV cincelado en plata. plástica. Entre esta nueva creatividad destaca
En 1808, se unió al grupo de los conspiradores el espléndido retrato de José María Morelos
que deseaban la independencia de México, (1812), producido en Oaxaca y atribuido a un
fue aprehendido y acusado de labrar la coro- indio mixteco: “la composición es neoclásica
na con la cual se pretendía proclamar al virrey por el óvalo que hace de marco a la figura; el
Iturrigaray monarca de México. Más tarde se dibujo preciso, bien definido, el color es ele-
le trasladó a España, donde realizó pinturas en gante”. Obra excepcional por muchos moti-
las que se advierte la influencia de la nueva vos, es reveladora de un ideal de arrogancia, de
retratística encabezada por Goya. A su regreso, señorío y de poder. En la inscripción al pie
trajo consigo su autorretrato al pastel, técnica de la tela se lee: “Exmo. Sr. Don José María
no frecuentada por los artistas mexicanos. Al Morelos, Capitán General de los Exercitos de
iniciarse la guerra, se unió al ejército de More- América. Vocal de la Suprema Junta y Con-
los. Más tarde fue hecho prisionero en Zaca- quistador del Rumbo del Sud”.
tlán y ejecutado en el pueblo de Apan. Es importante reiterar que en el campo del
En la ciudad de México, y a partir de 1815, arte, la guerra de Independencia (1810-1821)
las enseñanzas en la Academia se interrum- canceló de alguna manera el neoclasicismo.
398 SOCIEDAD, ECONOMÍA Y CULTURA

Las finalidades y las condiciones de la pro- el pintor anónimo cuidó los detalles, el color
ductividad artística, en una nación que estaba es sobrio y refinado. Otro lo muestra frente
siendo regenerada por la libertad, supeditó a al arco triunfal que se erigió en su honor en
estos creadores a tratar de conjugar el com- la calle de Plateros —hoy Francisco I. Made-
promiso, posiblemente frágil, de narrar la ha- ro—, entre el convento de San Francisco y el
zaña heroica guardando en ocasiones ciertas palacio de los azulejos que recoge el suceso
ataduras hacia el pasado. con minuciosidad y verismo, lo que se cons-
La epopeya se vuelca mayormente en la tata al leer el Diario político militar mexicano del
pintura, los artistas trastocados en historia- 28 de septiembre de 1821. En la tela se precisa
dores manejan la crónica que se daba entre el el adorno de los edificios y lo festivo del am-
discurso político y la realidad vigente. Este biente, el arco triunfal de estilo pompeyano
arte ejerce su acción misionera en la fuerza situado cerca del hoy Palacio de Iturbide, en-
de las imágenes, dado que la ruptura ocasio- marca al conjunto, el libertador va a caballo.
nada por el hecho revolucionario se nutría de El mismo hecho fue plasmado en diferentes
interrogantes. técnicas: óleo, acuarela y litografía.
La historia plástica, además de capturar a Tal es el caso de la escena reproducida en
personajes políticos o militares, igualmente se una tabla (a la cual posteriormente se le da-
ocupó de escenas de gran aliento. Las inquie- ría el uso de cabecera de cama), anónimo,
tudes ideológicas y sentimentales se antepusie- en el que con mayor candor se privilegia la
ron a las meramente plásticas, pues se deseaba presencia de la población en tan abigarrado y
aprehender el carácter ejemplar de los temas jubiloso conjunto: los diferentes tipos socia-
recogidos. Las muestras más numerosas se die- les, desde el lépero de escasa vestimenta, hasta
ron en torno a Agustín de Iturbide: óleos, gra- aquellos de las clases acomodadas que se aso-
bados y litografías siguen a cabalidad sus días man a los balcones; en la tabla se inscribe la
y sus obras a partir del triunfo con el Ejército fecha del suceso. Similar a los anteriores es
Trigarante. Nombrado después emperador de la muy fina litografía acuarelada, encargada
México, ciertos retratos grandilocuentes lo por Julio Michaud y Thomas, de México, al
captan vestido a la usanza napoleónica, el púr- taller de Le Mercier en París (1838); en ella,
pura y el armiño dan cuenta del rango.Asimis- como complemento en reveladora franja al
mo se plasmó a Ana Huarte, su esposa. pie de la obra, las fisonomías y nombres de los
En la iconografía sobre el héroe, artistas in- más ilustres generales.
cógnitos lo siguen en los momentos previos a La Plaza Mayor, escenario de aconteci-
su entrada triunfante en la capital. Así se ve en mientos transcendentales, fue el lugar para
la Entrevista de los señores O’Donojú y Novella y llevar a cabo el festejo de la Jura solemne de la
don Agustín de Iturbide, el 13 de septiembre en la Independencia (1821). En anónima tela se des-
hacienda de la Patera; en la parte baja del lienzo cribe el espacio adornado profusamente con
los nombres de los ilustres asistentes; paisaje his- un efímero y muy decorado templete corona-
tórico en el que la arquitectura sirve de marco a do por simbólica águila. Los edificios de los al-
los grupos colocados con gran ingenuidad. rededores apenas son indicados, mientras que
Los primeros cuadros en esa biografía pin- se detalla con mayor atención a la abigarrada
tada describen el ingreso de Iturbide a la ciu- multitud; al festivo día lo cobija un cielo de
dad de México; por ejemplo aquel por la garita intensas y agradables tintas azules.
de la Piedad, en cuya composición se destacan Diferente es la acuarela sobre seda, de au-
los rangos de los militares que lo acompañan; tor desconocido, que recupera la coronación
PLÁSTICA 399

de Iturbide en el interior de la catedral (21 de penacho de plumas, el carcaj a la espalda y el


julio de 1822). El dibujo en perspectiva de la cuerno de la abundancia en sus manos. Hace
nave principal está perfectamente logrado y al poco tiempo se aclaró que no es su verdadera
fondo se ve el ciprés barroco de Jerónimo de fisonomía.
Balbás destruido poco después, por lo que esta Muchas más son las figuraciones que se hi-
acuarela adquiere, todavía más, el sentido de cieron del emperador, una de la mano de José
documento histórico. María Uriarte, quien estudiara en la Academia
Sin duda, lo mejor de tan plural produc- y que por su talento recibiera la invitación del
ción, por su poder comunicativo, es un lienzo gobernador de Jalisco, Prisciliano Sánchez, a
de pequeñas dimensiones pero de gran inten- ocupar el cargo de director de la Escuela de
ción, firmado por José Ignacio Paz. Brillante Bellas Artes del Instituto de Ciencias y Artes
alegoría titulada La inauguración de Agustín I al en la ciudad de Guadalajara. El artista no sólo
trono del gran Imperio del Anáhuac en la que se retrata al citado político, sino también a Itur-
aprecian el sentir y las aspiraciones del tiem- bide, firmando: “José María Uriarte, mexica-
po. Más que en plan figurativo, en un subjetivo no, lo pintó, 1823”. De la autoría de Antonio
y muy sutil planteamiento, el pintor describe Serrano hay un cuadro de pequeñas dimensio-
en el lienzo su interpretación. La desbordada nes (1822); en la disposición, Iturbide vestido
imaginación del autor, su entusiasmo o su adu- en traje de emperador; el pintor, mediante un
lación, quizás sean el resumen de los ideales o juego de espejos, da amplitud a la escena. En
anhelos de entonces: “Iturbide está sentado en esta imagen se advierten todos los elementos
un trono, frente a un crucifijo, con el cetro de factura e iconográficos que le dan el carác-
en una mano y en la otra una rama de olivo y ter principesco.
ataviado con el manto púrpura y armiño; lo Desafortunadamente el relato artístico de
coronan la Paz y la Fuerza; América lo con- la independencia no se produjo paralelo a la
templa; el Tiempo le ofrece el águila imperial; lucha; sería hasta años más tarde cuando en
la Iglesia y las naciones sancionan el acto; el el arte se presenten las reseñas más significa-
comercio, la industria y el poder militar ro- tivas sobre la insurgencia; por ejemplo, tam-
dean a la Historia alada, que escribe sobre un bién de Serrano, un retrato importante del
gran libro, mientras un águila (México) ataca cura Miguel Hidalgo y Costilla (1831), en
a un león vencido (España); amorcillos aquí y el que se le observa tranquilo, de pie, delante
allá completan el simbolismo y en una tribuna, de un sillón, vestido con traje y capote de paño
en lo alto, la sociedad mexicana aplaude [...] negro (tela que dice Lucas Alamán se llamaba
sobre el dosel que cubre el trono, resplandece “rompecoche”), atuendo que el héroe usó co-
la Providencia, minúscula”. La pintura es muy tidianamente. Serrano no olvida el símbolo
significativa, su aire casi mitológico, la con- guadalupano, mismo que aglutinara a los in-
currencia de los símbolos divinos y culturales dependentistas alrededor de este caudillo. Por
y la solemnidad del acto demuestran el exce- ello, con originalidad, coloca sobre una co-
lente oficio del pintor; hay que añadir que en lumna una pequeña estampa de la virgen, pro-
el cuadrito se observa en un trono lateral a la bablemente la que Hidalgo mismo dijo que
emperatriz. siempre llevaba al pecho. Bueno citar también
Aunque son varios los retratos de Ana la graciosa alegoría que singularmente reúne
Huarte, es curioso aquel en el que se la capta en la tela a los dos artífices de la Independen-
personificando al Imperio Mexicano;la empe- cia, Hidalgo e Iturbide con las oprobiosas ca-
ratriz encarna a la patria, ataviada con un denas de la sujeción rotas (1834).
400 SOCIEDAD, ECONOMÍA Y CULTURA

Por lo que hace a la escultura, las prime- José María Heredia. En El iris se incluyen las
ras efigies que se conocen de Miguel Hidalgo fisonomías litografiadas de Guadalupe Vic-
fueron modeladas en cera por creadores des- toria, Morelos e Hidalgo, esta última, se cree
conocidos, los cuales parece que lo captaron trabajada por el oaxaqueño José Gracida, dis-
conforme a la descripción dada por Lucas cípulo de Linati.
Alamán. Mayor esmero y gran calidad tienen Mayor belleza e importancia detentan las
los bustos en cera hechos por Francisco Ro- que el italiano realizó para su libro antes cita-
dríguez, quien en 1810 ya es mencionado do; las láminas acompañadas de comentarios
en el Diario de México, subrayando su peri- inscriben a Guadalupe Victoria en su atuendo
cia, con el comentario de que él había dado de presidente de la República. El mismo uni-
pruebas anteriores de talento al retratar al vi- forme que estaba en boga en ese momento,
rrey Iturrigaray y a su esposa. De los caudillos rememora el grado que había ocupado duran-
independentistas plasma a los más impor tantes: te la guerra, traje inspirado en los uniformes
José María Morelos, con atuendo de clérigo y franceses adoptados por las fuerzas indepen-
luego como prisionero en la Ciudadela; el co- dentistas.
rregidor Miguel Domínguez y su esposa, doña Particular es la imagen del cura Hidalgo,
Josefa Ortiz de Domínguez; Leona Vicario, pues está vestido como hacendado criollo. Li-
Leonardo y Nicolás Bravo, Ignacio Rayón, nati dice que se inspiró en un retrato en cera
Guadalupe Victoria e Iturbide. En el mismo que conoció, por lo que trató de darle al héroe
Diario de México (4 de junio de 1810) se decía esa semejanza. Dibuja igualmente al general
que casi toda la población tenía una obra de Vicente Filisola, proveniente de la región de
Rodríguez, y además se explicaba su método: Calabria, quien participó con gran valentía en
“generalmente hizo estos retratos de perfil, en la contienda libertaria y al triunfo de la misma
relieve y ovalados”. mereció el nombramiento de capitán gene-
Ante la casi nula participación de la Aca- ral del Estado de México; en la estampa porta
demia de San Carlos en el arte nacional, la uniforme de general de caballería.
descripción plástica del México de entonces La litografía de José María Morelos, la
quedó en manos de un disímbolo grupo de más refinada en este conjunto, presenta al Cau-
extranjeros. Artistas viajeros que con diversos dillo del Sur con el paliacate, en esta ocasión
fines, algunos no muy éticos, detallan la natu- blanco, que fuera su característica constante;
raleza, las ruinas prehispánicas, los monumen- Linati lo observa en el momento de arengar a
tos históricos, paisajes urbanos, costumbres re- sus correligionarios.
gionales y tipos humanos, en una producción La gráfica. Esta técnica fue sustantiva para
que atiende a buena parte del país. A uno de la divulgación del imaginario de los movi-
ellos, el noble italiano Claudio Linati se debe mientos separatistas; si bien muchos panfletos
la introducción de la litografía en México y abundante folletería se publicaron en 1808
(1826); de él son las primeras imágenes colo- y 1809, la mayoría de ellos carecieron de ilus-
readas con tema mexicano inscritas en su li- traciones, como algunos de los dedicados a la
bro Trajes civiles, militares y religiosos de México, defensa de Fernando VII frente a la interven-
editado en Bruselas en 1828, que incluye sus ción francesa, y aquellos otros que se inscribie-
estampas de los héroes insurgentes. ron dentro del aprecio hacia la Corona espa-
Al llegar a México, Linati fundó El Iris, ñola. Sería posteriormente cuando se reflejara
periódico crítico y literario, con la ayuda del en la gráfica el sentimiento libertario. En el
también italiano Francisco Galli y el cubano lapso de 1808 a 1825, el artífice Luis Montes
PLÁSTICA 401

de Oca, alumno de la Academia de San Carlos, América: el cocodrilo, la palmera y el faldellín


colabora con José Joaquín Fernández de Lizar- de plumas. La otra simboliza la Paz, la cual
di, el Pensador Mexicano, ilustrando varios levanta el manto que descubre el cenotafio
impresos. José Guerrero, discípulo y profesor mortuorio y lleva en la mano su distintivo: la
de aquella escuela, fino dibujante, manifiesta rama de olivo. En el relieve central de la esce-
en la prensa su aprecio por Fernando VII y, ya na, un soldado fusila a un individuo arrodilla-
al consumarse la independencia, “presenta en do y de espaldas, alusión a las ejecuciones de
1825 un proyecto para grabar una serie de me- los jefes de la revolución. Decreto y grabado
dallas de héroes insurgentes”, que se descono- dan respuesta a una noble intención, sin em-
ce si se llevó a cabo. bargo, como muchos otros, el monumento no
Buena parte de los comunicados que loan se erigió.
el movimiento revolucionario y a sus vic- Numismática. En el grabado, la numismáti-
toriosos participantes son anónimos; mayor ca ocupó un lugar muy relevante; ya desde la
interés tuvieron aquellos de buriles recono- Academia de San Carlos, las monedas y meda-
cidos. Tal es el caso de La resurrección política llas conmemorativas para Carlos IV y Fernan-
de América (1821), firmado por Luis Montes do VII son un trabajo constante. Las más finas
de Oca, en el que aparece Iturbide junto a en dibujo e impresión fueron realizadas por
la alegoría de la Independencia; el libertador Gerónimo Antonio Gil. De la contienda li-
rompe las cadenas de la esclavitud y la imagen bertadora, la medallística captura primordial-
alada, la Independencia, parece elevarse al cie- mente su consumación; José Guerrero, que
lo. No existe una amplia producción de graba- pudo ser alumno de Rafael Ximeno y Pla-
dos paralelos a esa guerra; sería hasta el triunfo nes, firmó varias, por ejemplo, una de cobre
de Iturbide cuando las imágenes en torno a de 49 milímetros que en el anverso presenta
tan apoteósico hecho se reproduzcan. tres anillos entrelazados en los que se lee:“Re-
En 1823 se redactó un decreto que desig- ligión, Independencia, Unión”; al centro dos
naba beneméritos a los primeros luchadores y hemisferios, apartados el uno del otro, mos-
ordenaba reunir sus cenizas y enterrarlas en la trando rota la cadena que antes los unía y la
Catedral Metropolitana, además de escribir sus leyenda:“Con la Triple Garantía”, y en la parte
nombres en letras de oro en el salón de Cortes; inferior:“Desató a un orbe del otro”. En el re-
asimismo se proponía levantar una pirámide verso, una corona formada por dos ramas de
conmemorativa en Cuautla. De esa proclama grama, atadas en su base con un lazo, el texto
dirigida a todos los mexicanos quedaron es- en la porción superior: “Primera época”, y al
tampas con propuestas de ornato destinadas calce en caracteres pequeños el nombre del
a inscribirse en dicha edificación conmemo- grabador. Similar idea reitera en otras; diferen-
rativa. Un buril anónimo dio cuenta de la sín- te una de plata y bronce de 35 milímetros en la
tesis histórica que se desarrollaría en la pirá- que se ve al anverso al águila coronada con las
mide: el Grito de Dolores y las figuras de los alas desplegadas y un pez en el pico, posada so-
primeros hacedores de la Independencia. La bre un nopal crecido en una peña que emerge
urna mortuoria que contendría sus cenizas del agua. No tiene ningún escrito, solamente
estaría flanqueada por dos figuras femeninas, sobre la peña lleva el nombre del grabador y
una, desconsolada y arrodillada sobre un co- en el reverso la siguiente inscripción reparti-
codrilo, con la cabeza en el brazo derecho. da en siete líneas:“México en la solemne pro-
Esta ficción está relacionada, por los símbolos clamación de la Independencia del Imperio
que la acompañan, con la personificación de 27 de octubre de 1821”.
402 SOCIEDAD, ECONOMÍA Y CULTURA

Gran interés detenta una medalla en plata mo cotidiano, dando paso a un discurso totali-
y bronce, hoy perdida, que en el anverso lleva zador y paradigmático poseedor del poder de
a la Patria simbolizada como una reina indíge- inspirar a las generaciones futuras. Es preciso
na entregando una espada y una corona a don recalcarlo, el imaginario sobre la lucha inde-
Agustín de Iturbide, composición que inserta pendentista continuó siendo tema recurren-
un refulgente cáliz, una cruz, racimos de uva y te a medida que avanzó el siglo xix hasta
un manojo de trigos. La leyenda: Pro Religione volver a alcanzar un gran protagonismo en el
et patria. En el reverso el águila con la serpiente centenario del movimiento.
en el pico, asiendo con las garras una bandera.
Muchas medallas reprodujeron la fisono- Elisa García Barragán
mía de Iturbide. De los grabadores que las rea-
lizaron cabe mencionar al español Francisco Orientación bibliográfica
Gordillo, profesor en la Academia en 1817,
y en 1824 grabador principal de la Casa de El nacionalismo y el arte mexicano. México,
Moneda. De su abundoso quehacer resalta la unam, Instituto de Investigaciones Estéti-
medalla que le encargó el Consejo de Estado, cas, 1986.
hecha en plata y cobre con las imágenes del García Barragán, Elisa, Dibujo y grabado en los
emperador y su esposa (1823); pieza de la que siglos XIX y XX. Madrid, Muralla, 1982.
se ocupó la Gazeta del Imperio, que la describe Hidalgo entre escultores y pintores. Textos de Er-
con minuciosidad y la considera “del mejor nesto de la Torre Villar et al. Morelia, Uni-
buril y de lucido dibujo”. versidad Michoacana de San Nicolás de
Larga la nómina de artistas convertidos en Hidalgo, 1990.
historiadores, quienes trataron de hacer, por Revilla, Manuel Gustavo Antonio, Visión y
medio de sus disciplinas, no sólo comprensi- sentido de la plástica mexicana. Ed., est. in-
ble, sino verosímil lo descrito. A ellos se debió trod. y cronol. de Elisa García Barragán.
un drástico cambio en la plástica, la mudanza México, unam, Coordinación de Huma-
que abolió la separación tradicional de los gé- nidades, 2006.
neros que consideraban superior a la pintura Sobrino, José Manuel, La moneda mexicana. Su
de historia e inferior a la dedicada a un realis- historia. México, Banco de México, 1989.
+LOS HISTORIADORES +
+ALAMÁN, LUCAS +

Lucas Alamán y Escalada nació en la ciudad mas. A su regreso a México, el virrey Apodaca
de Guanajuato el 18 de octubre de 1792. Sus lo nombró secretario de la Junta de Sanidad
padres fueron Juan Vicente Alamán y María (1820). Al año siguiente fue elegido diputa-
Ignacia Escalada, viuda de Gabriel de Arre- do a las Cortes de Madrid. Regresó a España
chederreta. Su familia, dedicada a la minería, donde redactó —junto con Mariano Miche-
tenía una posición holgada y era respetada lena— una propuesta de autonomía para los
en la sociedad guanajuatense. La llegada del países americanos. El liberalismo que profe-
primer y único hijo varón trajo gran alegría saba en esa época, años más tarde lo calificaría
a la familia. El intendente de esta ciudad, Juan como producto “del fuego de la juventud y de
Antonio Riaño, lo indujo a estudiar Ciencias una imaginación viva”. A su vuelta a Méxi-
Naturales,Artes e Idiomas. co se casó con Narcisa Castrillo —en 1823—,
Cuando tenía quince años murió su pa- con quien procreó seis hijos. Ese mismo año
dre, pero lo que marcó para siempre su vida ocupó el puesto de ministro de Relaciones
ocurrió cuando tenía dieciocho, al presenciar Interiores y Exteriores del gobierno provisio-
la entrada de Miguel Hidalgo y Costilla en nal del país que recientemente había logrado
Guanajuato, donde se produjo una matanza su independencia puesto que continuó ocu-
de españoles, siendo Riaño una de las vícti- pando con el presidente Guadalupe Victoria.
mas. La amistad que su madre tenía con el cura Estando en ese cargo logró que Inglaterra
Hidalgo impidió que los bienes de la familia reconociera la independencia de la naciente
fuesen afectados. República y procuró en vano conseguir el
Su mundo placentero y acomodado se de- reconocimiento de España. Desde ese tiempo,
rrumbó y su vida tomó un camino muy di- su interés por la Historia fue patente: reorga-
ferente del que tenía planeado. Ante el temor nizó el Archivo General de la Nación y el Mu-
de nuevos disturbios, se trasladó con su madre seo de Historia Natural. Por diferencias con
a la ciudad de México. Ahí estudió Minera- el ministro de Justicia, Miguel Ramos Arizpe,
logía, Química y Botánica en el Real Semi- renunció al puesto en 1825 y se dedicó a la
nario de Minería. En 1812 fue denunciado minería y a la industria.
ante la Inquisición por tener libros prohibidos, Volvió a ser titular del Ministerio de Re-
proceso del que fue absuelto. En 1814 viajó a laciones durante el gobierno de Anastasio
Europa y estuvo en España,Alemania, Francia, Bustamante (1830-1832) y, por la influencia
Italia e Inglaterra y perfeccionó sus estudios que tenía, a este gobierno se le denominó “ad-
de Mineralogía, Ciencias Naturales e Idio- ministración Alamán”. Durante esa gestión se
405
406 LOS HISTORIADORES

ocupó del problema de límites con Estados Monteleone, a quien serviría fielmente hasta
Unidos e intentó reglamentar la colonización el final de sus días, protegiéndolo contra los
de Texas. Fue uno de los pocos políticos e in- intentos de diferentes gobiernos por usurpar
telectuales de su tiempo que previó el peli- sus bienes, blanco frecuente de la hispanofobia
gro que representaba el despoblamiento en el de aquel tiempo. Pero no solamente luchó por
norte del país, sumado a la vecindad con una ello como político, sino también como histo-
nación que progresaba a pasos agigantados y riador. Consideraba que la historia por exce-
se expandía dentro y más allá de sus fronteras. lencia es la de los grandes acontecimientos y
Para contrarrestar esa situación, Alamán fun- la de los grandes hombres, los hechos que han
dó el Banco de Avío, que ayudase a crear y fo- cambiado el destino de las naciones. En Méxi-
mentar la economía nacional, principalmente co hubo dos, la Conquista y la Independencia.
la agricultura, la industria textil y la minería. Un hombre que anhelaba la continuidad y el
Cuando Bustamante se vio obligado a re- orden le destina infinidad de páginas a los mo-
nunciar a la presidencia, Alamán fue acusado mentos de ruptura. El primero en las Diserta-
de ser el autor intelectual del fusilamiento de ciones y el segundo en la Historia de Méjico. No
Vicente Guerrero.Tuvo que esconderse y pu- obstante creía que después del rompimiento
blicó un texto en el que negaba esas acusacio- debía surgir “otro orden de cosas [...] dan-
nes; finalmente, en 1834 fue absuelto de todos do legitimidad y consistencia a lo que en un
los cargos aunque estas acusaciones lo persi- principio no era más que obra de la violencia
guieron durante toda su vida. y de la fuerza”. De ese nuevo orden —pien-
De nuevo fuera de la esfera política, se de- sa— proviene todo lo que somos, el idioma, la
dicó a la industria. Participó de manera activa religión, las costumbres.
en el establecimiento y puesta en marcha de Para Alamán, la historia es como la genea-
dos fábricas de tejido, una en Orizaba y otra logía de las naciones. Si el origen es noble, se es
en Celaya, pero ambas quebraron por proble- noble, si es degradado, se es degradado. Piensa
mas financieros. En 1839 fue nombrado direc- que no es posible penetrar los designios de la
tor de la Junta de Industria. En 1844 comenzó Providencia pero sí conocer sus motivacio-
a publicar sus Disertaciones sobre la historia de nes y su esencia; descubrir cuál es el camino
Méjico. La llamó así por tratarse de una serie y adónde nos lleva; eso es lo que busca nues-
de ensayos sobre diferentes temas del perio- tro autor: un sentido, una significación que le
do colonial, más que una historia guiada por dé una justificación moral a algo que de otro
una estricta cronología. El hilo conductor es la modo se nos presentaría como un caos lleno
búsqueda por establecer el origen de la nación de violencia y esperanzas frustradas. Por eso
mexicana. Alamán lo encuentra en la hazaña afirma que una conquista no puede conside-
de un hombre: la conquista de México por rarse en virtud “de los medios que se emplean
Hernán Cortés. para su ejecución” sino de sus consecuencias.
Desde la década de 1820, Alamán se ocu- Ninguna conquista es justificable —piensa—
pó del conquistador de México. Estuvo pen- pero todas las naciones las han sufrido y se han
diente de sus restos mortales y del destino de forjado a causa de ellas; las conquistas pueden
sus herederos. En 1823, siendo ministro, im- contribuir al avance de la civilización. Alamán
pidió que su tumba fuese profanada por una prefigura en la historia universal lo que suce-
turba enardecida. Desde 1826 se convirtió en dería en la de México. Las Cruzadas fueron
apoderado y administrador de los bienes de guerras santas para abatir al infiel, la energía
su más rico heredero: el duque de Terranova y que antes se utilizaba en combates intestinos
ALAMÁN, LUCAS 407

se encauzó a empresas políticas externas, las de las ideas que en cada uno de ellos domina-
dotes militares de los señores feudales se uti- ban. No hay error más común en la historia
lizaron para acrecentar la gloria de las na- que el pretender calificar los sucesos de los si-
ciones, el expansionismo surgió gracias a las glos pasados, por las ideas del presente”. De es-
Cruzadas. La conquista de México fue una ta manera pretende juzgar con imparcialidad,
guerra santa por instaurar la “verdadera reli- se siente libre de prejuicios para transmitir la
gión” en las nuevas posesiones ultramarinas. verdad. Se sirve de este principio para justi-
Y si las Cruzadas fueron un factor de unión ficar las crueldades que se dieron durante la
que permitió el surgimiento de naciones po- conquista, como cortarle las manos a los espías
derosas con gobiernos estables, que propicia- tlaxcaltecas o la matanza perpetrada en Cho-
ron adelantos en la geografía y en el comercio, lula, todas ellas producto de un tiempo cruel y
esto mismo vino a ser la obra misional de los sanguinario, pero que eran permitidas por las
españoles en América. leyes de la guerra de entonces. Sin embargo,
Al leer las Disertaciones nos parece que na- a la hora de juzgar a los primeros habitantes
da es gratuito, todo está ligado; los sucesos en de México, no tiene miramientos en calificar
la historia siempre tienen consecuencias, no sus ritos, religión y costumbres como salvajes;
hay nada fortuito: las naciones europeas ad- sociedades que obstaculizaban el avance de la
quirieron estabilidad, lo que hizo posible el civilización. Alamán pretende un sano y recto
adelanto en las ciencias y en la navegación y, juicio pero en verdad lleva agua a su molino,
como consecuencia, aumentó la “probabili- pone el sello de sus creencias, de su ideología,
dad de encontrar nuevas tierras en el inmen- en la interpretación de los hechos: el avance
so espacio entonces ignorado”. De la misma de la civilización, el progreso irrevocable, la
manera, considera que Europa debía dominar inevitabilidad de la conquista pues una socie-
el Nuevo Mundo, por la superioridad de sus dad caníbal es por fuerza inferior y debe ser
conocimientos, religión, armamento; todo suprimida o, mejor aún, redimida.
cuanto hicieran los aztecas no serviría de na- De esta obra merecen destacarse las pági-
da, pues “la suerte estaba echada y la ruina del nas que dedica a la ciudad de México. Más que
imperio mexicano decidida por los decretos historiador, aquí aparece como arqueólogo.
eternos de la Providencia”. Excava entre los documentos para localizar
Siguiendo a Edmund Burke, piensa que con exactitud la ciudad que fue surgiendo
“una nación tiene una Constitución cuando después de la conquista. Busca descubrir cuá-
ésta consiste no en estar escrita, sino en estar les fueron los primeros nombres de sus calles,
radicada en las costumbres y opiniones de to- sus primeras iglesias, conventos, colegios, pala-
dos”. Las instituciones liberales que tenía Es- cios. Establece cortes temporales para conocer
paña en el siglo xvi eran “un hábito para todos la ciudad en los tres siglos del periodo colonial;
los españoles: ellas eran parte esencial de su vi- igual que el arqueólogo, estratifica para apre-
da política [...] y se presentaban aquellas como ciar una civilización en diferentes periodos.
cosa ordinaria y de costumbre”. Las libertades Primero, un corte vertical para regresar en el
a las que se refiere Alamán son las municipales tiempo y, después, uno horizontal para tener
y es fiel a ellas porque venían por herencia. una panorámica completa de esa civilización
Alamán piensa que en historia no se deben en un periodo determinado, sus edificios, sus
juzgar los hechos del pasado a la luz del pre- calles, la actividad de sus habitantes. Le interesa
sente: “Es necesario trasladarnos al tiempo de descubrir quién recibió los primeros terrenos
los acontecimientos que estudia, penetrarnos para construir su casa, para huertos, para me-
408 LOS HISTORIADORES

sones; quiénes fueron los vecinos más antiguos guno —sentimiento que se acrecentó con el
de la ciudad; quién desempeñó por primera triste final de la guerra contra Estados Uni-
vez los oficios de barbero y cirujano, herrador, dos. Alamán sentía que estos factores abrían
médico; cuáles fueron las primeras medidas brecha a su interpretación de la historia, que
para dotar de agua a la urbe, para limpiar las disgustaría profundamente a muchos de sus
calles, establecer el orden público, etcétera. contemporáneos, pero que era necesario dar
Sus labores como historiador las comple- a conocer y presentar de la mejor forma po-
mentaba con trabajo ideológico y político. En sible. Si una muerte sembró la semilla de esta
1846 dirigió el periódico El Tiempo, que de- obra —la de su medio hermano— otra normó
fendía la solución monárquica para México. su decisión de publicarla en vida. Carlos María
Al año siguiente contempló desde su casa la de Bustamante, quien había publicado la obra
entrada del ejército norteamericano a la capi- más extensa sobre la revolución de indepen-
tal del país. Sus temores de antaño se le presen- dencia, en la que defendía apasionadamente
taban como un hecho consumado. En 1849 a los insurgentes, murió en 1848. La Historia
comenzó a publicar su monumental Historia de de Méjico es —entre muchas otras cosas— un
Méjico. También organizó el Partido Conser- inmenso alegato en contra del Cuadro histórico
vador, participó y ganó en las elecciones mu- de la Revolución mexicana de Bustamante. Nada
nicipales de la ciudad de México que tan bien motivó tanto la historiografía mexicana del si-
conocía, realizó importantes mejoras en ella, glo xix como los errores de aquél y la obra de
pero sus enemigos políticos, aprovechando las Alamán es el mejor ejemplo de esto.
críticas que El Universal (órgano de difusión A diferencia de las Disertaciones, en la His-
de su partido) hizo en contra de los primeros toria no existe una figura heroica dominante.
caudillos de la independencia, lo obligaron a Es más, el adjetivo es difícil de encontrar en
renunciar. En este contexto comenzó a publi- la narración. Más bien aparecen hombres dé-
car su obra histórica más importante. biles, dominados por sus propios vicios y am-
El primer impulso para escribir una his- biciones, incapaces de transformar el rumbo
toria de la Independencia lo recibió por he- de las cosas. De los primeros insurgentes sus
rencia: la de su medio hermano Juan Bautista opiniones son bastante despectivas: a Miguel
de Arrechederreta, quien al morir en 1836 Hidalgo lo presenta como un cura desobliga-
le dejó unos apuntes manuscritos sobre la gue- do, dedicado a traducir obras del francés, a las
rra iniciada en Dolores. Un año antes, Alamán diversiones y el juego; su liderazgo fue erráti-
fue nombrado miembro de la Academia de la co y demasiado propenso a los halagos, al ha-
Historia. En un tiempo dominado por la pa- cerse llamar “Alteza Serenísima”.Allende, con
sión política, escribió con el didáctico propó- buena presencia y valeroso era, sin embargo,
sito de formar generaciones más cautas que “muy inclinado al juego y a las mujeres y a
la suya. Él mismo, con los años y sobre todo toda clase de disipaciones”. Del lado realista,
después de las persecuciones políticas que su- a Félix María Calleja lo considera un hombre
frió, se volvió más precavido. Aun cuando su notable, pero también demasiado malicioso y
primera intención era que su obra no fuese cauteloso.
publicada en vida, varias circunstancias le hi- Tradicionalmente, la historiografía ha con-
cieron cambiar de opinión: la desilusión que siderado que Agustín de Iturbide es el héroe
se vivía en el país por el fracaso de proyectos, por excelencia en la interpretación alamanista.
planes, constituciones y gobiernos que se su- Sin embargo, su autor más bien se identificaba
cedían unos a otros sin que funcionase nin- con el movimiento que aquél encabezó: el Plan
ALAMÁN, LUCAS 409

de Iguala y la pretensión de traer un monar- el periodo colonial se considera una edad de


ca de la casa reinante española al país. Su sim- oro, pero con progreso. Como era muy cons-
patía estaba con la Monarquía, pero con los ciente —tal vez demasiado— de la falibilidad
borbonistas, no con los iturbidistas. Para Ala- de los hombres, le era muy placentero conce-
mán, el caso de Iturbide era el mejor ejemplo bir al gobierno colonial como una máquina
de algo que veía repetirse en su tiempo, pe- que funcionaba adecuada y regularmente, que
ro con otro tono y encarnado en otra figura: cuando fallaba tenía sus propios medios de
Antonio López de Santa Anna. Ambos se de- control y vigilancia, se autorregulaba:“el ejer-
jaron llevar por la ambición y la aclamación cicio de la autoridad estaba sujeto a prudentes
popular que tan fácil entroniza como vitupera restricciones: nada se había dejado al arbitrio
a un caudillo. Consideraba que por esa incon- de los hombres [...] y su manejo se examinaba
gruencia, a Iturbide se le tenía de modo injus- por otras autoridades superiores”. Este mara-
to en el olvido, sin reconocérsele que es a él villoso sistema no fue obra de una sola con-
a quien debemos la independencia. En cam- cepción, se fue perfeccionando durante varias
bio Santa Anna, alternativamente idolatrado y generaciones. Sin embargo, la adopción en
odiado, visto como héroe y traidor, es él mismo España de las ideas ilustradas y los principios
el incongruente, y la nación mexicana la víc- surgidos con la Revolución francesa tuvieron
tima de sus caprichos, de sus debilidades, tanto consecuencias desastrosas para sus posesiones
de su talento natural y espíritu emprendedor en América, que terminaron por destruir el
como de su incapacidad para gobernar o para trabajo de siglos. Otro elemento que atentó
ganar una batalla. Si existe una figura heroi- contra el orden colonial fue la revolución que
ca en la narrativa alamanista, ésta es la de José inició Hidalgo, vista por él como “un levanta-
María Morelos, pues lo considera “el hombre miento de la clase proletaria contra la propie-
más notable que hubo entre los insurgentes”; dad y la civilización”. Nuestro autor enfatiza
cuando él actuó, la historia de la revolución de los efectos devastadores que tuvo tanto para
Independencia “viene a ser la historia personal la economía como para la cohesión social del
de Morelos, porque sólo en las operaciones de país. Por eso justifica que muchos sectores de
este caudillo se descubre un intento, un plan la sociedad, no obstante que deseaban la in-
concertado, un designio bien o mal formado”. dependencia, combatieran a la insurgencia. Su
En los capítulos que dedica a sus diversas cam- conclusión es que “si la independencia no po-
pañas, y sobre todo al de su captura, enjuicia- día promoverse por otros medios, nunca hu-
miento y muerte, vemos la gran admiración biera debido intentarse”.
que le produce este caudillo. En estos capítulos En Alamán, el elemento ético es funda-
tiende a fiarse más de las opiniones de Busta- mental: el destino de la insurgencia tenía que
mante y a ser más crítico y hasta despectivo ser el que fue porque estaba viciado de ori-
con las fuentes del lado realista. gen. Ésta es la diferencia sustancial entre la
Sin duda, la Historia de Alamán es la mejor revolución de Independencia y la conquista
y más completa interpretación de la guerra de de México. Aquélla destruyó por el pillaje y
Independencia hecha por los conservadores. la rapiña; ésta destruyó una sociedad que vivía
En ella, su autor siempre recurre al contras- en pecado y la redimió, construyó de sus ceni-
te, a la comparación entre épocas con el fin zas una civilización. Por eso considera que las
de resaltar aquello que le interesa, y casi siem- acciones heroicas de algunos personajes de la
pre es para llamar la atención sobre las venta- insurgencia resultaron inútiles; de ahí que los
jas del pasado más remoto. En este universo, esfuerzos de Morelos fuesen infructuosos.
410 LOS HISTORIADORES

Su descalificación de la insurgencia le sirve con carácter representativo, adolecieron entre


para resaltar al movimiento que finalmente lo- nosotros desde su mismo origen, de los vicios
gró la independencia, realizada por los mismos que se observan en ellos en su decrepitud”.
que hasta entonces la habían combatido. Sos- Si al triste panorama de un presente sin
tiene que fueron las clases propietarias, el cle- esperanza (sobre todo después de la derrota
ro y el ejército las que promovieron el movi- frente a Estados Unidos) añadimos una visión
miento independentista porque consideraron de la historia en la que impera la certeza de no
que la vuelta del constitucionalismo en España poder alcanzar la edad de oro que antes existía,
ya no garantizaba la seguridad de sus bienes. no es de extrañar la desesperación de nues-
Fue, desde su punto de vista, un movimien- tro autor, misma que lo lleva a ver a la historia
to de restitución del antiguo orden, ejecuta- como una vengadora implacable que castiga-
do magistralmente por Iturbide, quien mostró ba a los hombres por trastocar el orden de la
moderación y prudencia, virtudes que tanto naturaleza. En sus reflexiones sobre la revolu-
faltaron en la insurgencia. ción de Hidalgo, dice que como castigo ejem-
Tan diferentes y antagónicas le parecen las plar, la Providencia había permitido que en
dos revoluciones que estructuró su Historia 1847,“en los días en que escribo estos renglo-
con base en esa diferencia. La primera parte nes”, el ejército de Estados Unidos, los días 15
(tomos i-iv) la dedica al movimiento iniciado y 16 de septiembre realizó y permitió un sa-
en Dolores, mientras que la segunda (tomo v) queo,“como por recuerdo e imitación” de los
al surgido en Iguala.Y es entendible, ya que en realizados por Hidalgo.
su tiempo, dominado por las disensiones po- A pesar de la fatalidad que lo abruma,
líticas, algunos políticos e intelectuales inten- no quiere dejar sólo esta imagen, busca una
taron construir una interpretación reconci- luz, una esperanza; a ello se aboca en el últi-
liadora, uniendo los dos movimientos en una mo capítulo de esta obra, que es a la vez una
sola lucha por conseguir la independencia, profesión de fe; el reconocimiento de los erro-
idea a todas luces absurda en la consideración res es un primer paso para iniciar los cambios
de Alamán. que necesita el país: “todo lo que ha podido
Aunque la insurgencia fue derrotada, en la ser obra de la naturaleza y de los esfuerzos de
concepción alamanista ésta dejó una semilla, los particulares ha adelantado; todo aquello
una mala semilla que paulatinamente acabó en que debía conocerse la mano de la auto-
con todo espíritu de empresa, con todo afán de ridad pública ha decaído: los elementos de la
nobleza, mismos que identifica con la presen- prosperidad existen, y la nación como cuerpo
cia española en México. Reconoce en la cons- social está en la miseria”. De esto deduce que
piración de la Acordada y el saqueo del Parián “las instituciones políticas de esta nación no
—orquestados por los liberales para anular son las que requiere para su prosperidad”.
unas elecciones en las que habían sido derrota- Alabado o condenado, Alamán es aún re-
dos— todos los excesos que “se veían cuando ferencia obligada en la historiografía mexica-
entraban los insurgentes en una población”. na, y esto se debe no sólo a las controversias que
Otra semilla nefasta fue el sistema represen- levanta su interpretación de la historia. Es ilu-
tativo, que él reduce a la ilusión de pretender sorio tomar de él sólo los datos, sólo los acon-
resolver todos los problemas con declaraciones tecimientos, como pretendían sus críticos, que
de falaces igualitarismos y con leyes ajenas a las reconocían el valor de su obra pero no acepta-
costumbres del país. Considera que ese siste- ban su interpretación de los hechos. La visión
ma nació en México ya corrupto,“los cuerpos alamanista del proceso histórico nos conmue-
ALPERÓVICH, MOSÉI SAMUILOVICH 411

ve, nos provoca, de la misma manera que una una carta a Santa Anna en la que le pide que
tragedia. La Historia de Méjico ha pervivido no regrese a la presidencia. Tanto liberales como
tanto por los datos que contiene o por lo eru- conservadores estaban de acuerdo en que ese
dito de la investigación, sino por la coherencia caudillo era la única solución para México, y
formal que tiene la obra, porque al leerla nos la lucha política se limitaría a ver por cuál par-
sentimos espectadores de la grandeza y caída tido se inclinaría Santa Anna al momento de
de un héroe trágico, la nación mexicana; igual gobernar. Éste escogió a los conservadores y
que en una tragedia, el lector-espectador se Alamán fue nombrado ministro de Relacio-
identifica con los sufrimientos del héroe, pero nes Exteriores. Sin embargo, una afección pul-
al mismo tiempo se da cuenta de su culpa y del monar complicada con un problema digestivo
castigo ineluctable que le espera, pues la trans- acabó con su vida el 2 de junio de 1853 en la
gresión de una ley natural o divina siempre es ciudad de México. Fue enterrado en el Hos-
castigada; con el reconocimiento de esa culpa pital de Jesús, lugar donde se encuentran los
por parte del héroe viene el desenlace y con él restos de Cortés.
un sentimiento catártico en el espectador, en-
tendido éste como la purificación después de Enrique Plasencia de la Parra
una serie de emociones fuertes y violentas.
De hecho, la catarsis queda explícita en el au- Orientación bibliográfica
tor del drama: el último capítulo de la obra es
el reconocimiento de las fallas y errores come- Alamán, Lucas, Disertaciones sobre la historia de
tidos, así como una propuesta para restablecer la República Mexicana desde la época de la con-
el equilibrio perdido, para recobrar el paraíso. quista que los españoles hicieron a fines del siglo
Sin duda, la más sólida construcción que quince y principios del diez y seis de las islas
llevó a cabo Alamán, aquella por la que logró el y continente americano hasta la independencia,
tan anhelado y tantas veces frustrado reconoci- 3 vols. Ed. de Rafael Aguayo Spencer. Mé-
miento, fue su interpretación sobre la historia xico, Jus, 1942.
de México, en especial la de la revolución de Alamán, Lucas, Historia de Méjico, desde los pri-
Independencia. La trascendencia la consiguió meros movimientos que prepararon su indepen-
menos por su obra como empresario e impul- dencia en el año de 1808 hasta la época presen-
sor de una industria nacional, o como creador te. Ed. facs. de la de 1849-1852, 5 vols. Pról.
de instituciones culturales y educativas, y más de Moisés González Navarro. México, fce,
por su escritura de la Historia de Méjico. 1985.
Su último esfuerzo para terminar con la Valadés, José‚ C., Alamán: estadista e historia-
inestabilidad política en el país fue redactar dor. México, unam, 1987.

+ALPERÓVICH, MOSÉI SAMUILOVICH +

Desde la década de 1940 aparecieron trabajos Manfred Kossok de fines de la década de 1950
de historiadores del bloque socialista sobre los y principios de 1960. Empero, estas obras no
procesos emancipatorios de Hispanoamérica, tuvieron impacto en México, pues el primero
como el del soviético Vladimir Mikhailovich no fue traducido al español, y algunas del se-
Miroshevskii, así como los del alemán oriental gundo sólo lo fueron hasta muy tardíamente.
412 LOS HISTORIADORES

El primer y único libro sobre la independencia rebate la caracterización despectiva de Marx


mexicana producido en el bloque socialista y que posteriormente adoptaron algunos histo-
difundido en México fue el de Moséi Samui- riadores soviéticos, según la cual la insurgencia
lovich Alperóvich, Voina za Niezavicimost Me- había sido obra de criollos notables como Si-
ksiki, 1810-1824 (Historia de la independencia món Bolívar, por completo desvinculados de
de México, 1810-1824), publicado en 1964 y los grupos populares. Obviamente, exculpa a
traducido al español por Adolfo Sánchez Váz- Marx de tal interpretación, al señalar que “só-
quez tres años después. El autor volvería al lo dispuso de fuentes muy tendenciosas sobre
tema en un artículo publicado en español en esta cuestión”.
1972, el cual estaba acompañado por diver- El interés y la actualidad del tema residía
sos trabajos sobre la historia de México de los para Alperóvich en la consideración de que la
siglos xvi al xx, todos ellos de la autoría de emancipación de América Latina era parte del
escritores soviéticos. El libro fue sumamente proceso anticolonialista mundial, calificado
influyente entre algunos círculos académicos como una de las “tareas vitales” de la década
mexicanos y se utilizó como libro de texto en de 1960. Esta lucha se manifestaba también en
los Colegios de Ciencias y Humanidades de la las disputas historiográficas sobre las guerras
unam; de ahí que fuera reeditado en diversas de independencia latinoamericanas. Así, los
ocasiones durante las décadas de 1970 y 1980 “enemigos de la libertad y la independencia
por Ediciones de Cultura Popular. de los pueblos” estaban empeñados en ma-
Los trabajos de Alperóvich en realidad fue- nipular y rehabilitar al colonialismo de otros
ron los únicos propiamente marxistas que se tiempos, es decir, que la historia, en cuanto
ocuparon de explicar la guerra que precedió instrumento de control ideológico, en gran
a la independencia de México, pues los histo- medida estaba subordinada también a los inte-
riadores mexicanos que comulgaban con esta reses del colonialismo histórico. Esta actitud se
escuela nunca escribieron un libro que se abo- manifestaba en el empeño de algunos escrito-
cara a ese proceso de manera específica. De res reaccionarios y burgueses que exaltaban el co-
hecho, sólo abordaron la insurgencia y sus ba- lonialismo español. En contrapartida, se apoya
ses sociales en trabajos más generales como en autores progresistas como Servando Teresa
las historias de la cuestión agraria en México de Mier, Lorenzo de Zavala y Anastasio Ze-
aparecidas en la década de 1980. recero, del siglo xix, así como en Agustín Cué
Alperóvich hizo un trabajo interpretativo a Cánovas y Alejandro Favila, del siglo xx, entre
partir de fuentes secundarias, debido a que las muchos otros. Todos ellos tenían una visión
condiciones políticas de la ex Unión Soviética correcta del periodo histórico en cuestión, es
no le permitieron visitar los archivos mexica- decir que, de acuerdo con el autor, analizaron
nos ni españoles. Su interés se centró, como él “objetivamente el verdadero estado de cosas
mismo lo indica, en el estudio de las “premisas de la Colonia bajo el poder de la Monarquía
de carácter y aspectos económico-sociales del española”. Con esta perspectiva, resulta claro
movimiento de emancipación”. Uno de los que el trabajo de Alperóvich era militante en
supuestos con que arranca el autor es que “la la medida en que buscaba combatir en el pla-
lucha de los pueblos latinoamericanos contra no ideológico los embates del colonialismo.
los colonizadores españoles y portugueses” De manera concreta, lo que el autor ruso
no fue asunto de una minoría de separatistas intentó mostrar fue la rudeza del colonialismo
criollos, sino que, por el contrario, contó con español y la justa causa de los rebeldes de 1810
el respaldo de las “masas populares”; es decir, en su lucha por la independencia. Según él,
ALPERÓVICH, MOSÉI SAMUILOVICH 413

los colonizadores españoles saquearon, exter- de los indios nómadas del norte novohispa-
minaron, avasallaron y explotaron implacable- no del siglo xvi, y las inserta en un amplio mo-
mente a los indios, a la vez que los despojaron vimiento anticolonial e independentista de
de sus tierras. Parafraseando a Servando Tere- muy larga duración que tendría su clímax y
sa de Mier, afirma que “habría que escribir to- desenlace entre 1808 y 1821. Durante la se-
mos enteros para enumerar los agravios causa- gunda mitad del siglo xviii, este movimiento
dos a la población nativa”. Entre los escarnios por la emancipación se extendió en toda His-
que enlista Alperóvich está el “sistema de es- panoamérica. Por consiguiente, el gobierno
clavitud por deudas que no sólo se practica- español implementó las reformas borbónicas
ba en el campo, sino también en las minas y para limar el espíritu anticolonial.
manufacturas”. Aunque caracteriza las rela- Como puede verse, en esta visión persis-
ciones sociales de producción como propias tía la visión teleológica de la independencia, es
de un “régimen feudal específico”, sostiene decir, se le consideraba como un destino inevi-
que existían “fuertes vestigios de la esclavitud table, inherente al desarrollo de las fuerzas pro-
e incluso la explotación puramente esclavista ductivas y de la historia universal. En ese punto
de los negros”. De hecho, con frecuencia des- se engarzaba con la historiografía nacionalista
cribe como esclavistas las relaciones entre tra- mexicana. La diferencia radicaba en que ésta
bajadores y patrones, tanto en el ámbito rural ponía el énfasis en la convergencia y armonía
como urbano. de intereses de los grupos populares y las eli-
Sin embargo, continúa Alperóvich, los tes novohispanas que hicieran causa común
grupos menos favorecidos nunca aceptaron contra los españoles, mientras que la visión de
las condiciones de explotación a que estaban Alperóvich resaltaba el conflicto y las contra-
sometidos; por el contrario, mantuvieron una dicciones de clase al interior de los grupos no-
lucha constante contra sus opresores tratan- vohispanos, aunque reconocía el liderazgo de
do de conseguir su emancipación. Indígenas, los grupos privilegiados como necesario, in-
campesinos, pobres de la ciudad, todos de al- eluctable y propio de una revolución burguesa,
guna manera participaban en una lucha sorda como a veces calificó al proceso insurgente.
y constante. Incluso algunos miembros de las Moséi Samuilovich Alperóvich nació en
clases propietarias compartían este sentimien- 1918 y actualmente trabajaba en el Conse-
to contra la metrópoli, pero como “temían a jo de Disertaciones del Instituto de Historia
las masas”, se limitaban a conspirar y a realizar Universal de la Academia Rusa de Ciencias,
acciones aisladas “poco vinculadas con la lucha en Moscú.
liberadora del pueblo”. Los indígenas fueron Jesús Hernández Jaimes
el sector más aguerrido de la lucha liberadora,
la cual adoptó en ciertos momentos un “ca- Orientación bibliográfica
rácter de masas”. Por desgracia, señala el autor,
uno de los obstáculos que enfrentaba la lucha Alperóvich, Moséi S., Historia de la independen-
de liberación era la espontaneidad, el aisla- cia de México, 1810-1824. Trad. de Adolfo
miento y la falta de plan en las rebeliones. Otro SánchezVázquez. México, Grijalbo, 1967.
problema eran las barreras tribales y lingüísti- Alperóvich, Moséi S. y Boris Timofeevich
cas entre los diversos grupos indígenas. Rudenko, coords., Ensayos de historia de
Para fundamentar el pretendido y per- México. Trad. de Arnoldo Martínez V.
manente espíritu emancipatorio, Alperóvich México, Ediciones de Cultura Popular,
enumera las rebeliones populares, incluso las 1972.
414 LOS HISTORIADORES

Alperóvich, Moséi S. y Boris Timofeevich Alperóvich, Moséi S., Boris Timofeevich


Rudenko, coords., La Revolución mexica- Rudenko y N. M. Lavrov, La revolución
na de 1910-1917 y la política de los Estados mexicana: cuatro estudios. Trad. de Arnoldo
Unidos. Trad. de Makedonio Garza. Méxi- Martínez V. y Alejo Méndez García. Méxi-
co, Ediciones de Cultura Popular, 1960. co, Los Insurgentes, 1960.

+BENSON, NETTIE LEE +

Nettie Lee Benson nació en Sinton, Texas, el estudios de posgrado sobre temas latinoame-
15 de enero de 1905 y murió el 23 de junio de ricanos. Al año siguiente, aceptó una plaza de
1993 en Austin, capital de ese estado. Benson medio tiempo en la Colección Latinoame-
asistió al Texas Presbyterian College for Girls ricana de la biblioteca. En 1942, se convirtió
durante dos años y, más tarde, en el otoño de en directora interina y unos años más tarde en
1924, se trasladó a la Universidad de Texas. En directora. Mientras trabajaba en la Colección
la primavera de 1925, se mudó a Monterrey, Latinoamericana, completó los estudios re-
Nuevo León, para impartir clases en el Insti- queridos para un doctorado en Estudios Lati-
tuto Inglés-Español, una preparatoria para ni- noamericanos, trabajando con investigadores
ñas. Durante los siguientes dos años, enseñó destacados como los historiadores Hackett y
Historia, Matemáticas e Inglés. Benson apro- Carlos Castañeda, el politólogo J. Lloyd Mea-
vechó esta oportunidad para explorar el país cham, el historiador de las ideas y experto en
y enriquecer su comprensión de la política literatura Jefferson R. Spell, y el pedagogo
mexicana, en especial del impacto de la re- George I. Sánchez.
vuelta cristera —en un punto álgido en aquel Los estudios doctorales de Nettie Lee
entonces— y de la política del presidente Plu- Benson fueron extraordinarios. Sus profesores,
tarco Elías Calles, a quien vio durante una de Hackett, Castañeda, Meacham, Spell y Sán-
las visitas del mandatario a Monterrey. chez tenían interés por México, particular-
Benson regresó a la Universidad de Texas mente por la segunda mitad del siglo xix. Fue-
en el otoño de 1928 para obtener el grado Ba- ron ellos quienes le enseñaron a Benson que
chellor of Arts en Español e Historia. Después la cultura hispánica era autoritaria, retrógra-
de graduarse, en la primavera de 1929, se ins- da, oscurantista y reaccionaria. Meacham, por
cribió en la maestría en Historia bajo la di- ejemplo, publicó un artículo en 1938 titulado
rección del profesor Charles Hackett. Un año “Los orígenes del federalismo en México”, en
más tarde, regresó a la enseñanza. El año es- el que sostenía que el federalismo mexicano
colar de 1930-1931 impartió clases en quinto “tenía como modelo muy cercano al liberalis-
grado en Harley, Texas, y después enseñó In- mo de Estados Unidos”. Afirmaba además que
glés y Español en la preparatoria Ingleside du- el pueblo mexicano no estaba listo para el re-
rante once años.A lo largo de ese periodo rea- publicanismo y que, por eso mismo, el sistema
lizó visitas anuales a Monterrey, donde tenía federal había fracasado. Ese mismo año, Spell
varios amigos. En el verano de 1935, obtuvo publicó el libro Rousseau en el mundo hispáni-
el grado de maestra con una tesis que versaba co antes de 1833, en el que enfatizaba que los
sobre el régimen de Carranza. Benson regresó líderes retrógradas y oscurantistas del mundo
a la Universidad de Texas en 1941 para realizar hispánico habían rechazado la notable obra de
BENSON, NETTIE LEE 415

Rousseau. Hackett, que estaba convencido nos proporciona un análisis detallado de aque-
de que la biografía era la mejor vía para com- llas elecciones basado en fuentes de archivos,
prender el pasado, insistía en que sus alumnos sino que también demuestra que el recuento
de doctorado estudiaran las vidas de personas de Lucas Alamán, según el cual esas eleccio-
prominentes del siglo xix. Así pues, Benson, nes fueron fraudulentas, estaba distorsionado.
que previamente se había concentrado en el Benson concluía que las elecciones no habían
siglo xx, eligió a Miguel Ramos Arizpe, un sido perfectas;“pero no es verdad que todo fue-
hombre cuyas actividades habían afectado ra confusión, desorden y deshonestidad, ni esto
tanto a Texas como a la República de México demuestra que México no estuviese preparado
en sus primeros años. para un gobierno democrático en 1812”. Un
En su calidad de directora de la Colección artículo posterior, “Servando Teresa de Mier,
Latinoamericana, Benson tenía acceso a ma- federalista”, que apareció en 1948, muestra
teriales sin catalogar, entre los que se contaban que Mier no era centralista, como muchos
miles de folletos y documentos de principios creían. Mier era un federalista convencido de
del siglo xix en México. Además, viajó a los que México necesitaba un régimen federal
archivos mexicanos, donde solicitó microfil- fuerte y no un débil gobierno confederalista.
mes para la biblioteca en Texas. Lo que des- Estos artículos son indicativos de las posturas
cubrió la llevó a cuestionar la postura de sus de Benson en torno a la cultura política his-
profesores, así como los argumentos de his- pánica y a la experiencia política mexicana.
toriadores anteriores. Benson llegó a la con- Contrariamente a las interpretaciones de sus
clusión de que, si los iba a desafiar, necesitaría profesores y de la mayoría de los historiadores,
apuntalar su trabajo con una extensa investi- Benson concluía que los mexicanos habían te-
gación empírica en fuentes primarias. En el nido un gobierno representativo, que su siste-
proceso de examinar la vida de Ramos Arizpe, ma político había surgido de la cultura política
Benson se encontró con mucha información hispánica y que estaban bien preparados para
contradictoria y errónea sobre la política del gobernarse a sí mismos. Las explicaciones y
periodo. Así, comprender la cultura política y aclaraciones de Benson estaban diseñadas pa-
los acontecimientos políticos de los inicios del ra demostrar que las acciones de los políticos
siglo xix en México se volvió el punto central mexicanos fueron razonadas y no meras imita-
de su tesis y de su trabajo académico ulterior. ciones del sistema político de Estados Unidos.
El primer artículo de Benson, “El Plan de Al continuar con sus investigaciones, Net-
Casa Mata”, publicado en 1945, aclara la dis- tie Lee Benson descubrió la Diputación Pro-
tinción entre ese plan, en el que Ramos Arizpe vincial, una institución propuesta por Ramos
estuvo involucrado, y el anterior Plan de Vera- Arizpe en las Cortes de Cádiz. Convencida de
cruz, que había confundido a muchos historia- la gran importancia de la Diputación Provin-
dores. Tal como Benson lo demuestra, el Plan cial, Benson la convirtió en el tema de su tesis
de Casa Mata no buscaba deponer a Iturbide, doctoral, aun cuando sus profesores pusieron
como muchos creían. En cambio, reconocía la en duda la relevancia de tal organismo en el
autoridad de las provincias y exigía la elección desarrollo político de México. El politólogo
de un nuevo Congreso. Un segundo artícu- J. Lloyd Meacham, por ejemplo, insistía en
lo,“La disputada elección mexicana de 1812”, que Benson estaba equivocada sobre el papel
aparecido en 1946, examina las primeras elec- del jefe político, que él mismo había estudia-
ciones populares organizadas en México bajo do para el periodo del porfiriato. Consciente,
la Constitución de Cádiz. Ahí, Benson no sólo como lo dijera más tarde, de que necesitaba
416 LOS HISTORIADORES

presentar un “historia documentada de la cas, 1810-1822. Los capítulos de dicho libro se


creación, implantación y acciones de la Di- concentraban en cuestiones que más tarde
putación Provincial de México”, Benson pa- serían retomadas por la nueva historia política
só años indagando en los archivos nacionales, —la representación, la ciudadanía y el consti-
municipales y estatales de México, así como tucionalismo, así como la libertad de prensa,
en su propia y rica Colección Latinoamerica- la reforma económica y social y el estatus de la
na. En 1949 completó el doctorado con la te- Iglesia y el ejército. Si bien los ocho ensayos
sis La Diputación Provincial: precursora del Estado de aquel volumen fueron escritos por sus es-
federal mexicano. tudiantes, representan la postura de Benson.
Dicho trabajo era un estudio detallado que Originalmente, fue ella quien localizó las fuen-
se concentraba en el establecimiento de las tes, entre las que se contaban materiales del
diputaciones provinciales en la Nueva España Archivo General de la Nación en México,
durante los años de 1812 a 1814 y de 1820 a el Archivo General de Indias en Sevilla, y la le-
1823, y en la manera en que tales organismos gendaria biblioteca que ahora lleva su nombre.
se convirtieron en estados de la República Fue ella quien dirigió el trabajo de sus estu-
federal de México. Puesto que su investiga- diantes, quien definió los temas y el periodo de
ción destruyó la creencia, por mucho tiempo tiempo.Este último punto es importante,ya que
mantenida, de que México había imitado a Es- en aquel momento Benson era la única persona
tados Unidos al formar una república federal, que consideraba el primer y segundo periodos
Benson se topó con dificultades para publicar constitucionales —1810-1814 y 1820-1822—
una versión corregida y aumentada de su tesis como partes de un mismo proceso. La mayoría
doctoral en inglés. de los estudiosos del periodo se han concen-
Afortunadamente, Daniel Cosío Villegas, trado, en cambio, en las Cortes de Cádiz y han
que llegó a conocer bien a Benson durante examinado el trienio constitucional por sepa-
su investigación sobre la Historia moderna de rado. También resulta revelador que ninguno
México y que la consideraba una “sabia y ori- de los ocho participantes en aquel volumen
ginal investigadora de la historia mexicana”, escribiera más tarde su tesis de doctorado sobre
logró publicar su volumen en El Colegio de un tema relacionado. Benson no creó una es-
México. En 1955, el libro apareció bajo el cuela porque alentaba a sus estudiantes a seguir
título La Diputación Provincial y el federalismo sus propios intereses intelectuales. El autor de
mexicano. No aparecería una versión en lengua este apartado ha sido prácticamente el único
inglesa sino hasta 1992. En México fue bien de sus estudiantes que continuó y amplió
recibido. Expertos constitucionalistas como aquella línea de investigación.
Jesús Reyes Heroles, Jorge Carpizo y Francis- Los expertos mexicanos fueron los prime-
co Ruiz Massieu lo alabaron. Reyes Heroles, ros en reconocer la importancia de la investi-
por ejemplo, afirmó: “esta minuciosa investi- gación de Nettie Lee Benson. Hasta el sur-
gación describe con gran claridad el papel de gimiento de la nueva historia política del
las diputaciones provinciales en la génesis del mundo hispanoparlante en la última década
federalismo mexicano”. del siglo xx, su trabajo tuvo un impacto limi-
La postura de Benson sobre la naturaleza tado en los estudios fuera de México. Hoy, una
del liberalismo hispánico y del gobierno repre- nueva generación de iberoamericanistas, que
sentativo se mostró más plenamente en un vo- se concentran principalmente en la historia
lumen que apareció en 1966, derivado de uno política, ha comenzado a reexaminar los ini-
de sus seminarios: México y las Cortes hispáni- cios del siglo xix. Este proceso ha subrayado
BULNES, FRANCISCO 417

la importancia de la investigación precursora Chust, Manuel, La cuestión nacional americana


de Benson. Ahora, ella es considerada como la en las Cortes de Cádiz. Valencia/México,
gran pionera de esta área de estudio. Centro Francisco Tomás y Valiente/Fun-
dación Instituto de Historia Social/unam,
Jaime E. Rodríguez O. 1999.
Dios, Salustiano de,“Corporación y nación. De
Orientación bibliográfica las Cortes de Castilla a las Cortes de Espa-
ña”, en P. Cappellini et al., coords., De la Ilus-
Benson, Nettie Lee, La Diputación Provincial y tración al liberalismo. Madrid, Centro de Es-
el federalismo mexicano. México, El Colegio tudios Constitucionales, 1995, pp. 197-298.
de México/unam, 1994. Rodríguez O., Jaime E., “La naturaleza de la
Benson, Nettie Lee, “Texas Failure to Send a representación en la Nueva España y Mé-
Deputy to the Spanish Cortes,1810-1812”, xico”, en Secuencia. Revista de Historia y
en The Southwestern Historical Quarterly, Ciencias Sociales, núm. 61, enero-abril de
vol. 64, núm. 1, julio de 1960, pp. 14-35. 2005, pp. 6-32.
Benson, Nettie Lee, “The Contested Mexi- Rodríguez O., Jaime E., “Nosotros somos aho-
can Election of 1812”, en The Hispanic ra los verdaderos españoles”: la transición de la
American Historical Review, vol. 26, núm. 3, Nueva España de un reino de la Monarquía
agosto de 1946, pp. 336-350. española a la República Federal de México,
Benson, Nettie Lee,“Introducción”, en México 1808-1824. Zamora/México, El Colegio
y las Cortes españolas 1810-1822. Ocho ensa- de Michoacán/Instituto de Investigacio-
yos. México, Cámara de Diputados, 1985. nes Dr. José María Luis Mora, 2009.

+BULNES, FRANCISCO +

Político agudo, prolífico escritor y destacado nó la historia monumental oficialista, la his-


tribuno porfiriano, Francisco Bulnes (1847- toria como homenaje a los héroes y materia
1924) ensayó una historia crítica de México y para la forja del patriotismo. En un esfuerzo
una sociología de sus revoluciones. Originario por considerar las virtudes y los defectos de los
de la ciudad de México y formado profesio- grandes hombres a la par de las condiciones
nalmente como ingeniero de minas, fue ávido históricas y leyes sociológicas que determina-
lector de Comte, Spencer y Taine, cuya im- ron sus acciones, hizo su propia lectura del pa-
pronta positivista se encuentra a lo largo de sado nacional y, desde ahí, intentó un diálogo
toda su obra escrita. Bulnes fue uno de los con sus contemporáneos.
principales ideólogos del régimen de Porfirio En 1910,en ocasión de las celebraciones del
Díaz, a la vez que señalado censor de los mi- centenario de la Independencia, Bulnes escri-
tos de la historia patria. Analista intuitivo, em- bió La guerra de Independencia. Hidalgo-Iturbide.
prendió la revisión de la historia política del La “defensa” bulnesiana de las dos principales
México independiente: desde la insurgencia figuras de la Independencia fue anunciada por
encabezada por Hidalgo, hasta la Reforma y la prensa periódica desde mediados de 1910,
el triunfo republicano. Con gran erudición aunque apareció publicada hasta después de
y una visión cosmopolita del pasado, cuestio- las fiestas de septiembre, justo antes del estalli-
418 LOS HISTORIADORES

do revolucionario encabezado por Francisco podía representar una revolución social cuan-
I. Madero. Se trataba de un notable esfuer- do, a cien años de distancia, los reclamos por el
zo por dar a Hidalgo y a su enemigo político, cambio político eran ya difíciles de ocultar.
Agustín de Iturbide, el lugar principal que, en Dar cuenta de la anarquía y los horrores
su opinión, correspondía a ambos en la his- que habían acompañado a la insurgencia en
toria nacional. El intento por equiparar a un 1810, a la vez que intentar desentrañar la ló-
héroe “jacobino” con el titán de los conserva- gica de las revoluciones, permitió a Bulnes
dores podría parecer atrevido —hubo quien hacer la defensa de Hidalgo de los cargos que
así lo consideró en el momento—, pero el li- la historiografía le había imputado durante
bro no fue realmente contestado. No levan- décadas —acusaciones de historiadores tanto
tó polémica, como en su momento lo había conservadores como liberales—, de un Ala-
hecho El verdadero Juárez (1904). Frente a una mán tanto como de un Mora y un Lorenzo de
conmemoración que significaba la apoteosis Zavala. Pero con este análisis y la recuperación
del régimen porfirista, tanto Bulnes como los de la figura del jefe insurgente, Bulnes inten-
representantes de la historia oficial evitaron tó también trasmitir un importante mensaje
repetir el escándalo provocado unos años atrás a sus contemporáneos: Hidalgo merecía ser
por la iconoclasta descalificación del héroe de absuelto por la historia porque, en 1810, un
la Reforma. dirigente revolucionario no podía saber las
Con todo, La guerra de Independencia sí re- consecuencias de sublevar a la “chusma” y,
presentó un ensayo de historia crítica frente a por tanto, era absurdo hacerle responsable de
las celebraciones oficiales, festejos en los que la anarquía desatada por su movimiento; pero
la recuperación de los héroes insurgentes se en 1910, cuando gracias a la sociología era ya
sacrificó a la exaltación del poder del caudi- posible “prever el desenvolvimiento y fin de
llo Porfirio Díaz; la obra de Bulnes también una revolución”, la guerra popular resultaba
constituyó un vigoroso llamado de atención del todo inexcusable.
a sus lectores acerca de los riesgos de la suble- De esta suerte, Bulnes defendió a Hidalgo
vación de las masas como parte de un proceso de los cargos de levantar en armas al “popu-
de transformación política. Si el régimen, en lacho” y de provocar con ello el rechazo al
su oda a la paz y al progreso alcanzados con movimiento de “las clases respetables”, aun
el porfirismo, pretendió tender un velo sobre cuando éstas compartieran ideas independen-
la guerra popular —otorgó el lugar principal tistas; también de la imputación de haberse
del desfile oficial de los festejos a la entrada de sublevado sin un plan político y de haber lle-
Iturbide a la ciudad de México, en 1821, con vado a cabo una torpe estrategia militar. Pero
demérito del recuerdo de la lucha insurgen- en su empeño por descalificar la sublevación
te encabezada por Hidalgo—, Bulnes estaba de las masas, lo exculpó sobre todo del “más
dispuesto, sin renunciar a la apología del régi- terrible” de los cargos hechos en su contra: el
men, a discutir abiertamente el tema de la in- de haber optado por la guerra popular como
surrección popular. A sus ojos, el debate sobre camino para alcanzar la independencia, el de
los movimientos populares y las revoluciones haber levantado en armas a las “hordas salva-
resultaba ineludible en 1910: la revisión de la jes” y haber permitido el saqueo y el recurso a
historia de la guerra de Independencia se im- la crueldad durante la lucha.
ponía como un acto de justicia para Hidalgo e El análisis de la sociedad novohispana, de
Iturbide, pero quizás, más aún, como un acto sus clases y de sus determinaciones sociales
de toma de conciencia sobre los peligros que permitió a Bulnes afirmar que la guerra po-
BULNES, FRANCISCO 419

pular encabezada por Hidalgo —auténtica gentes, lo fue sólo por su recelo ante la anar-
“guerra africana” por la composición social de quía, y el título de emperador lo había alcan-
sus huestes, por las pasiones que las animaban y zado por voluntad popular. La historiografía
por sus métodos de lucha—, había sido la única liberal, argumentaba Bulnes, le había echado
posible en el primer periodo de la insurgencia. en cara el no haber sido anticlerical ni repu-
Porque la forma que adopta una revolución blicano, banderas con las que nadie lo hubiera
nunca es “opcional”, está dada por las condi- secundado en su momento. Iturbide había si-
ciones sociales y materiales de una comuni- do ambicioso, pero nunca tirano; había caído
dad, por el “medio” en que se vive. En 1810, la presa de la envidia de los revolucionarios y su
Nueva España era una sociedad rural, con una fusilamiento había sido un acto canalla.
aristocracia mezquina, una plutocracia atada a En su esfuerzo revisionista de la historia,
los intereses españoles y una amplia población tanto como en su compromiso con el régi-
indígena, condiciones en las que, afirmaba Bul- men porfirista, Bulnes consideró indispensa-
nes, la rebelión sólo podía tomar la forma de ble exaltar al militar disciplinado, al enemigo
un levantamiento de “campesinos bárbaros” e, del desorden, al que buscó un gobierno fuerte,
incluso, de una guerra de castas. Así, a Hidalgo a aquel con quien podría establecerse un para-
lo habían seguido las “chusmas” ignorantes y lelo con Díaz.Y esa figura sólo podía ser, a los
desorganizadas, movidas por el odio y siempre ojos de Bulnes, Iturbide; nunca un Hidalgo,
prontas al atraco y la anarquía. Pero si bien las nunca un Morelos. De esta suerte, si bien Bul-
revoluciones populares no permiten el avance nes ensayó un análisis crítico de la guerra de
de los pueblos, esas “chusmas”, con todas sus Independencia, se mantuvo también atento a
limitaciones, habían logrado ganar las primeras los imperativos del poder. Su obra crítica to-
batallas por la independencia. De alguna ma- mó distancia de la historiografía monumental
nera, sobre lo avanzado en el primer periodo porfirista, pero sin romper del todo con ella.
de la insurgencia, Morelos había logrado dis- Bulnes volvería a escribir sobre el tema de
ciplinar a los rebeldes e Iturbide consumar la la guerra insurgente y de Iturbide en 1921. En
separación de España. Desde luego, Morelos el marco de las celebraciones de la consuma-
quedó incorporado, al lado de Hidalgo y de ción de la independencia, entró en una polé-
Iturbide, al conjunto de las figuras notables que mica periodística con Juan de Dios Robledo
habían dado vida a la nación mexicana. y Manuel Puga y Acal sobre los ideales de los
Pero el propio Bulnes, con su profundo jefes revolucionarios de 1810. Su exaltación
recelo frente a la guerra popular y la movili- de Iturbide y del valor histórico de los mandos
zación de las masas, mantuvo posturas ambiva- fuertes se hizo entonces de cara al nuevo amo
lentes para con los jefes insurgentes: Morelos, del poder: el recién electo presidente Álvaro
en particular, fue a veces calificado de militar Obregón.
brillante, otras de “figura torva y verdadera-
mente impotente”. Iturbide, en cambio, me- Alicia Salmerón
reció una defensa sin titubeos: condenado por
la historia “a sufrir una segunda ejecución, Orientación bibliográfica
el cadalso de la execración nacional”, mere-
cía, en realidad, ser recuperado como figura Brading, David, “Francisco Bulnes y la ver-
principal del proceso de Independencia. En su dad acerca de México en el siglo xix”, en
momento, Iturbide fue el héroe del ejército y Historia Mexicana, vol. xlv, núm. 3, enero-
del pueblo; si había sido enemigo de los insur- marzo de 1996.
420 LOS HISTORIADORES

Bulnes, Francisco, La guerra de Independencia: tural”, en Historia Mexicana, vol. xlv, núm.
Hidalgo, Iturbide. Pról. de Guadalupe Jimé- 2, octubre-diciembre de 1995.
nez Codinach. México, Universidad Ibe- Rodríguez Kuri, Ariel, “Los usos de Bulnes”,
roamericana/El Caballito, 1982. en Belem Clark y Elisa Speckman, coords.,
Jiménez Marce, Rogelio, La pasión por la po- La república de las letras.Asomos a la cultura es-
lémica. El debate sobre la historia en la época crita del México decimonónico. México, unam,
de Francisco Bulnes. México, Instituto de Coordinación de Humanidades, Instituto
Investigaciones Dr. José María Luis Mora, de Investigaciones Bibliográficas, Institu-
2003. to de Investigaciones Filológicas, Instituto
Lemperière, Annick, “Los dos centenarios de de Investigaciones Históricas, Fomento
la independencia mexicana (1910-1921): Editorial, 2005. (Ida y Regreso al siglo xix,
de la historia patria a la antropología cul- iii)

+BUSTAMANTE, CARLOS MARÍA DE +

Carlos María de Bustamante forma parte del Enfermizo y huérfano de madre, con apenas
cuarteto de historiadores contemporáneos a la seis años, sufriría también a un maestro de pri-
independencia que registraron e interpretaron meras letras, “más propio para regentear ga-
la lucha de México y sus secuelas. No obstan- leotes que para educar niños tiernos”. Es posi-
te, fue el autor de la primera visión comple- ble que haya buscado refugio en la religión, la
ta del evento, producto de su experiencia, los que conservó a lo largo de su vida a un grado
testimonios de muchos actores y la investiga- tal que lo hizo víctima, según Alamán, de “es-
ción en archivos. Como le tocó vivir en un carnio y mofa”. De esa etapa temprana sólo
momento de transición y aprovechó las opor- le quedó tierna memoria del aprendizaje de
tunidades que ofrecía, don Carlos dejó nume- la Gramática Latina, en el estudio particular
rosas huellas en la construcción de la nueva de don Ángel Ramírez.
nación. Abogado y periodista, historiador, le- En 1789 inició el estudio de Filosofía de
gislador y político, al lanzarse a la insurgencia capa en el Colegio Seminario de Oaxaca, aun-
sufrió las penalidades correspondientes, pero que en su primer año un maestro “metafísico”
también gozó de la oportunidad de participar lo llevó a reprobar “con ignominia”. El regaño
en la redacción de la Constitución de Apatzin- de su padre y las lecturas que le proporcio-
gán. Sus múltiples actividades, sin embargo, no nó le permitieron aprobar con sobresaliente
impidieron que su productividad fuera tan el segundo intento e ir a México a graduarse
apabullante como muestra la Guía bibliográfica de Bachiller en Artes. A su regreso empren-
publicada por don Edmundo O’Gorman. dió el estudio de Teología en el convento de
Don Carlos nació en Oaxaca el 4 de no- San Agustín, bachillerato que obtendría hasta
viembre de 1774, hijo del matrimonio de doña 1800, ya que a partir de 1794 empezó a estu-
Jerónima Merecilla y Osorio y el español don diar Jurisprudencia en el Seminario de la ciu-
José Antonio Sánchez de Bustamante. Creció dad de México. Como capense prosiguió los
en un hogar exageradamente severo, tanto cursos y con ayuda de su hermano y de don
que “semejaba a un monasterio en que esta- Antonio Labarrieta hizo rápidos progresos en
ban reguladas todas las labores domésticas”. sus estudios, al tiempo que gracias a haberle
BUSTAMANTE, CARLOS MARÍA DE 421

hecho una inscripción latina al virrey Miguel de la unión de españoles, criollos, mestizos
José de Azanza para el paseo que llevaría su e indios”. Pero sería la prisión de Iturrigaray
nombre, obtuvo una plaza de auxiliar de des- y la muerte del licenciado Primo de Verdad,
pacho con 500 pesos anuales. a causa del golpe de Estado de Yermo, lo que
Don Carlos empezó a hacer sus prácticas verdaderamente le conmovió. Al expresar su
como abogado con Labarrieta, al que siguió a indignación se convirtió en sospechoso, máxi-
Guanajuato. En 1800 regresó a la capital para me que también redactó una exposición a la
casarse con Manuela GarcíaVillaseñor y como Junta Central en la que relataba las circunstan-
algunas irregularidades en sus estudios le im- cias del arresto de Iturrigaray. Ésta no llegó a
pidieran obtener el título en la Real y Ponti- su destino, pues le fue entregada al arzobispo-
ficia Universidad, partió a Guadalajara donde virrey Xavier de Lizana, quien lo trató con su
obtuvo el grado de abogado y la plaza de rela- acostumbrada benevolencia, no sin que uno
tor en la Audiencia. Horrorizado al tener que de los oidores ordenara vigilarlo.
firmar una sentencia de muerte, renunció al El golpe de 1808 imposibilitó la vía legal
cargo y volvió a la capital del virreinato, arma- para enfrentar la acefalía de la Corona e hizo
do de buenas recomendaciones para el gober- surgir las conspiraciones. Según Alamán, Ig-
nador de la Sala del Crimen, quien de inme- nacio Allende había invitado a Bustamante a
diato le encomendó la defensa de un proceso formar parte de la conspiración de Querétaro,
muy conocido del que salió airoso. Por su des- pero por considerar que eran escasas las proba-
empeño ejemplar, el fiscal pidió remunerar sus bilidades de éxito, no aceptó. A pesar de ello, al
afanes “con un mil pesos del fondo de penas caldearse el ambiente en 1811, se le acusó de
de Cámara, para que su conducta sea imitada”. participar en una conspiración para integrar
Agustín de Iturbide, que atestiguó esa defensa, una junta de cinco miembros de la que forma-
recordaría haberlo escuchado con agrado. Le ría parte, aunque siempre lo negó.
correspondió también sostener la validez de Desde su promulgación, la Constitución
profesión de una monja que, a los 60 años, ha- de 1812 lo entusiasmó y, cuando se restauró
bía huido para casarse. El éxito en ese encar- en 1820, escribiría sus Motivos de mi afecto a la
go, le “llenó de dolor”, pero su participación Constitución, que no llegaron a publicarse. Bus-
en causas tan célebres le ganaron el respeto de tamante se apresuró a aprovechar la libertad
muchos. de imprenta y publicó el semanario El Jugue-
Fue hacia 1805 que la vida llevó a don Car- tillo, en el que atacaba la conducta inhumana
los por otros derroteros, encauzándolo hacia del general Félix María Calleja. Como ga-
su verdadera vocación al convertirse en editor nara notoriedad pública, decidió postularse
del Diario de México, dirigido por Jacobo de para representar a los vecinos de la parroquia
Villaurrutia. Este periódico abría un espacio de San Miguel y resultó elector del Ayun-
público de intercambio de opiniones y, aun- tamiento Constitucional; el resultado de las
que no incluía temas políticos, el tener que elecciones favoreció sólo a los criollos, de
enfrentar la censura del virrey Iturrigaray le manera que el virrey suspendió la libertad
sirvió a Bustamante para empezar a foguear- de prensa y la Constitución. Como fuera apre-
se y apreciar la libertad de prensa. Al llegar, en sado Joaquín Fernández de Lizardi, don Car-
junio de 1808, las noticias de la invasión fran- los, temeroso de correr la misma suerte, huyó
cesa y las abdicaciones, don Carlos reaccionó hacia territorio rebelde. Los insurgentes lo re-
con patriotismo e hizo grabar una medalla cibieron encantados y, en Zacatlán, Morelos le
en honor de Fernando VII, “como símbolo concedió el grado de brigadier, encargado de
422 LOS HISTORIADORES

organizar un regimiento de caballería. A pesar incluso para invitarlo a unirse a los insurgen-
de sus nulas capacidades militares, logró que tes.Acusado por Rosains de haber traicionado
se fundieran algunos cañones y se formaran a Morelos, fue apresado y remitido a Tehua-
algunas compañías de granaderos, haciendo cán, donde fue liberado, pero temeroso se es-
esfuerzos por disciplinar a las tropas. También condió en Zacatlán hasta que Manuel Mier y
redactó al Ayuntamiento de México para soli- Terán apresó a Rosains.
citar su intervención para que la guerra respe- Trasladado a Tehuacán, se enteró de que
tara el derecho de gentes. Recibió órdenes de Morelos había sido apresado por los realistas.
marchar a Oaxaca, donde logró organizar al El Congreso, que apenas pudo llegar a esa
Cuerpo de Caballería y colaboró en la publi- ciudad, pidió clemencia para don José María,
cación del Correo Americano del Sur. pero fue fusilado. Dado que habían concluido
La promulgación de la Constitución des- los dos años de su diputación, Bustamante fue
pertó sus inquietudes de elaborar una para la nombrado miembro del Tribunal Supremo
América mexicana, de manera que convocó de Justicia, cargo que no llegó a desempeñar
una reunión de autoridades civiles y eclesiás- al ser disuelto el Congreso por Mier y Terán.
ticas, a quienes lo sugirió. Según parece, ya Aunque Bustamante protestó por esa medida,
había redactado un proyecto —inspirado en Mier lo nombró auditor de Guerra y, en tal
la lectura de la Constitución española— y se encargo, permaneció en Tehuacán todo 1816.
lo remitió a Morelos, por entonces decidido Las circunstancias adversas lo hicieron tomar
a convocar un Congreso en Chilpancingo la decisión de partir a Nautla con la intención
para solucionar las desavenencias de la Junta de embarcarse hacia Estados Unidos, pero
de Zitácuaro. Bustamante fue designado di- terminó por entregarse en marzo de 1817.
putado suplente por la provincia de México. Trasladado a Veracruz, intentó escapar en un
Don Carlos colaboró en la redacción de los bergantín inglés, pero fue apresado y some-
Sentimientos a la nación, leídos por Morelos en tido a consejo de guerra. Sin que se dictara
la inauguración de las sesiones el 14 de sep- sentencia, permaneció preso en San Juan de
tiembre de 1813. Aunque no se presentó en Ulúa trece meses, tiempo que aprovechó pa-
Chilpancingo hasta octubre, estuvo entre los ra escribir diversos textos y las Medidas para
firmantes del Acta de Independencia del 6 de la pacificación de la América Septentrional, dedi-
noviembre de 1813 y participó en la elabora- cadas a Fernando VII. Un español pagó una
ción de la Constitución que se promulgaría en fianza que le permitió salir libre. Arraigado en
1814 en Apatzingán. Veracruz pudo volver al ejercicio de la aboga-
Al intensificarse la persecución realista cía hasta que, al restaurarse la Constitución de
contra Morelos, el Congreso ordenó a Bus- 1812, fue indultado y pudo partir a Xalapa. Al
tamante marchar a Oaxaca y preparar su re- proclamarse el Plan de Iguala, escribió a Gue-
cepción, aunque al final éste se movió a Urua- rrero “para que obrase de acuerdo con Iturbi-
pan. Como se multiplicaran las rencillas en el de” y se unió a las fuerzas reunidas por Anto-
Congreso, Bustamante intentó conciliarlos, nio López de Santa Anna. En camino hacia la
sin éxito. Para entonces se había convenci- ciudad de México, en Puebla, pudo conver-
do de la urgencia de contar con una alianza sar con Iturbide, al que expresó su desacuer-
extranjera y entrar en comunicación con el do con los Tratados firmados con O’Donojú,
nuncio apostólico en Estados Unidos, pero instándolo a no cumplirlos y esperar a que el
el Congreso le negó el permiso para hacer el Congreso se reuniera y decidiera, lo que dis-
viaje. Escribió a Calleja ofreciéndole la paz, e gustó a don Agustín.
BUSTAMANTE, CARLOS MARÍA DE 423

Ya en la capital empezó a publicar la Abis- proscribirlo de la República Mexicana, y que puede


pa de Chilpancingo, desde donde impugnó servir para la historia de la insurrección de 1810,
las decisiones de Iturbide, por lo que volvió que preparó la independencia de la dominación es-
a visitar la cárcel. Su desacuerdo con la con- pañola (1833).
vocatoria al Congreso no impidió que fuera Convencido de que el federalismo había
electo diputado por la provincia de Oaxaca, fracasado, viajó a Toluca en 1834, involucra-
y que se entregara activamente a las tareas le- do en la conspiración centralista orquestada
gislativas. No asistió a la sesión donde se votó por don José María Tornel y el gobernador
coronar a Iturbide emperador y se incorporó Melchor Múzquiz, a quien había apoyado
al grupo de opositores al Imperio, de manera desde temprano y quien había financiado la
que sería encarcelado en agosto por conspirar publicación de la Historia del descubrimiento
contra Iturbide. La caída del Imperio le dio la de la América Septentrional. En 1835 fue nue-
oportunidad de volver al Congreso y, a fines vamente electo diputado, lo que le permitió
de 1823, resultó elegido nuevamente, esta vez participar en el Congreso extraordinario que
en representación de la provincia de México. redactó las Siete Leyes. Durante su vigencia
Durante las sesiones se opuso ardientemen- (1837-1841) fue miembro, primero suplente
te al sistema federal por temor a fragmentar y luego propietario, del odiado Supremo Po-
lo que había estado unido durante tres siglos. der Conservador. Derrumbado el sistema de
Alejado de la política durante el gobierno de las Siete Leyes en 1841, se retiró de la política,
Guadalupe Victoria, volvió al ejercicio de su pero un año más tarde redactó un documento
profesión y a sus empeños históricos que se muy interesante para comprender ese experi-
volvieron una verdadera obsesión. mento: Análisis crítico de la Constitución de 1836
Fue electo diputado cinco veces como re- en que se demuestra la injusticia y sin razón con que
presentante de su estado natal o del Estado de ciegamente, y como un tumulto o asonada se le ha
México. Su desempeño como diputado fue censurado por escritores, que o no la han leído o no la
notable, al formar parte activa de diversas co- han entendido y a que dio lugar el pronunciamiento
misiones. A costa de visitar la cárcel, defendió que contra ella hizo el Sr. D.Anastasio Bustamante
la libertad de prensa y el centralismo. Ha sido desde que tomó el mando.
considerado conservador, cuando en realidad Promulgadas las Bases Orgánicas en 1843,
era un liberal centralista, cuya religiosidad no rechazó el puesto en el Consejo de Estado que
impidió que se opusiera a que la Iglesia inter- le ofrecían, pero volvió por última vez al Con-
firiera en la política. greso en 1844-1845. Los desastres nacionales
Los excesos yorkinos en 1828 y 1829 lo lo obligaron a enfrascarse en sus publicacio-
llevaron a simpatizar con el ascenso a la pre- nes y crónicas; la muerte de su fiel compañera
sidencia de Anastasio Bustamante. Diputado y el dolor que le causaba la ruina de la repúbli-
al Congreso por Oaxaca, se le llamó a orga- ca, agravaron su enfermedad. No pudo sopor-
nizar el Supremo Tribunal de Justicia, pero tar la viudez y, a pesar de su edad, se casó con
pidió no ser considerado. Se mantuvo alejado una jovencita que él y su mujer habían criado.
de la política durante el radicalismo de 1833. Sus últimos días estuvieron ensombrecidos
Temeroso de ser víctima de la ley del Caso, por la invasión norteamericana y el calor y se-
publicó una pequeña autobiografía que tituló quía de 1847. Alamán nos explica,“la invasión
Hay tiempos de hablar y tiempos de callar. Biogra- [...] postró enteramente su espíritu que hasta
fía de un antiguo insurgente, que dedica a los mag- entonces se había conservado en toda su ac-
nánimos, justos ilustrados patriotas que pretenden tividad, y su última obra, que es la historia de
424 LOS HISTORIADORES

aquella invasión se resiente demasiado de este (1835), en donde destacó la grandeza del im-
estado de sus potencias”. En efecto, para des- perio azteca.
ahogar su impotencia, redactó su última obra, Sin duda, entre sus obras propiamente his-
El nuevo Bernal Díaz del Castillo o sea historia de tóricas destaca el Cuadro histórico de la revolu-
la invasión de los angloamericanos en México. El ción de la América mexicana comenzada en quince
“Diario de lo sucedido en la ciudad de Méxi- de septiembre de mil ochocientos diez, por el ciu-
co” y de las noticias del país que llegaban a sus dadano Miguel Hidalgo y Costilla (1823). Al se-
oídos, que minuciosamente había registrado gundo tomo le agregó al título: Segunda época,
desde 1822, nos hablan del estado de ansiedad dedicada al general José María Morelos (1823), y el
de sus últimos días, ya que sólo incluye algunas tercero: Parte primera de la tercera época. Dedicada
entradas en 1848, que fueron dictadas, pues la al ciudadano general José María Morelos (1825); el
letra es diferente. El don Carlos que Alamán cuarto: Parte segunda de la tercera época. Dedicada
describió, “de mediana estatura y semblante al ciudadano general José María Morelos (1826)
agradable”, pobre y enfermo, murió el 21 de y, el tomo quinto: Parte tercera de la tercera época.
septiembre de 1848 a la edad de 74 años en la Dedicada al ciudadano general José María Morelos
ciudad de México. (1827). Como complementos a la obra pu-
La obra de Bustamante es impresionante e blicó también un Suplemento al cuadro histórico
invaluable para la historia de México de 1808 a y carta 30 de la segunda época. Representación a las
1848, tanto que aun los que la criticaron tuvie- Cortes de Madrid hecho por la Audiencia Real de
ron que utilizarla en sus escritos. Su estilo un México (1826) y Campañas del general D. Félix
tanto desenfadado seguramente derivó de su María Calleja, comandante en jefe del ejército real
intento de llegar al gran público; también tenía de operaciones, llamado del Centro (1828). En la
el resabio de sus largos empeños periodísticos segunda edición, publicada de 1843 a 1846,
y la publicación de hojas sueltas, folletos po- revisó y agregó noticias.
líticos, representaciones, memorias, discursos, Bustamante nos comunica las razones que
alegatos y noticias varias de acontecimientos tuvo para escribir el Cuadro histórico: “ver el
concretos. Su intento patriótico republicano grande abandono con que se conducían mis
sin duda contribuyó a dotar de identidad a la compatriotas en uno de los negocios de que
nación naciente, al proveer ejemplos para mo- mayor gloria resultaría algún día a nuestra pa-
ralizar al pueblo mediante modelos del pasa- tria” y el hecho de que iban desapareciendo
do lejano y cercano. Devoto de su patria, veía “personas que fueron testigos presenciales”,
en la historia la forma de trasladar la tradi- además de que “muy poco o casi nada se ha-
cional lealtad de la Corona a la nueva nación. bía impreso de lo que pudiera dar honor a los
Erigido el nuevo Estado, Bustamante sintió americanos”. Confiesa haberlo hecho con
que había que crear los mitos y héroes que le prisa, “con la misma festinación que los liti-
dieran sustento. Acuñó anécdotas y leyendas, gantes en el foro”, utilizando la información
como la del Pípila o la de Narciso Mendoza, que le dieron testigos, y “con vista de algunos
con el fin de instilar patriotismo, dar héroes y legajos de correspondencia de los comandan-
antihéroes a la nueva patria —así subrayó en tes realistas con la capitanía general de Méxi-
especial a José María Morelos y su anverso, el co”. Por su “Diario” y su copiosa correspon-
perverso Calleja. Su empeño pedagógico no dencia, sabemos de su empeño por precisar los
olvidó a las señoritas mexicanas, para las cuales sucesos con testigos presenciales; guardó re-
escribió sus Mañanas de la Alameda. Publicadas latos, periódicos, documentos y hasta poemas
para facilitar a las señoritas el estudio de su país y leyó las publicaciones que habían aparecido
BUSTAMANTE, CARLOS MARÍA DE 425

sobre la independencia, incluyendo el libro de del padre Andrés Cavo (1836-1838), Historia de
William Robinson. Todo eso hizo a Vicente la Compañía de Jesús en Nueva España (1841-
Rocafuerte darse cuenta de la importancia de 1842), etcétera.
la obra y pedirle a Pablo de Mendíbil que la Josefina Zoraida Vázquez
resumiera para divulgarla en Europa.
El Cuadro cubre el conjunto de los eventos Orientación bibliográfica
de 1808 a 1821, para ocuparse del periodo de
Iturbide en la Continuación del cuadro histórico de Bustamante, Carlos María de, Cuadro históri-
la revolución mexicana (1832). Pero su vasta obra co de la revolución de 1810. 8 vols. México,
incluye también El gabinete mexicano durante el fce/Instituto Cultural Helénico, 1985.
segundo periodo de la administración del Exmo. se- Bustamante, Carlos María de, Campañas del
ñor presidente D. Anastasio Bustamante, hasta la general D. Félix María Calleja, comandante en
entrega del mando al Exmo. señor presidente interi- jefe del Ejército Real de Operaciones llamado
no D.Antonio López de Santa-Anna, y Continua- del centro. Pról. de Ernesto Lemoine. Méxi-
ción del cuadro histórico de la revolución mexicana co, Biblioteca Mexicana de la Fundación
(1842); Apuntes para la historia del gobierno del Miguel Alemán, 1988.
general D. Antonio López de Santa-Anna, desde Bustamante, Carlos María de, Tres estudios
principios de octubre de 1841 hasta el 6 de diciem- sobre don José María Morelos y Pavón. No-
bre de 1844, en que fue depuesto del mando por ta prel. de Manuel Alcalá, est. de Antonio
uniforme voluntad de la nación (1845): Campaña Martínez Báez. México, unam, 1963.
sin gloria y guerra como la de los cacomixtles en las Castelán Rueda, Ernesto, La fuerza de la pa-
torres de las iglesias.Tenido en el recinto de México. labra impresa. Carlos María de Bustamante
Causada por haber persistido D. Valentín Gómez y el discurso de la modernidad, 1805-1827.
Farías, vicepresidente de la República Mexicana, en México, fce/Universidad de Guadalajara,
llevar adelante las leyes de 11 de enero y 4 de febrero 1997.
de 1847, llamadas de manos muertas, que despojan Lemoine Villicaña, Ernesto, Carlos María de
al clero de sus propiedades, con oposición casi general Bustamante y su apologética historia de la re-
de la nación (1847). volución de 1810. México, unam, Dirección
No menos importante fue su labor edi- General de Difusión Cultural, 1984. (Ar-
torial de obras de historia antigua y virreinal, gumentos, 6)
entre ellas algunas derivadas de las investiga- Lemoine Villicaña, Ernesto, Estudios historio-
ciones de Boturini, como la Galería de antiguos gráficos sobre Carlos María de Bustamante. Ed.
príncipes mexicanos (1821) y la Crónica mexicana introd., selec. y present. de Héctor Cuauh-
(1822), dos obras derivadas de escritos de fray témoc Hernández Silva. México, Univer-
Bernardino de Sahagún, Historia de la conquista sidad Autónoma Metropolitana, Azcapo-
de México (1829) e Historia general de las cosas de tzalco, 1997.
Nueva España (1829-1830), la Memoria escrita O’Gorman, Edmundo, Guía bibliográfica de
por D. Fernando de Alva Ixtlixuchitl (1829), Los Carlos María de Bustamante. México, Fun-
tres siglos de México durante el gobierno español dación Cultural de Condumex, 1967.
426 LOS HISTORIADORES

+HAMILL, JR. HUGH H.+

The Hidalgo Revolt forma parte de un conjun- temas que la historiografía nacionalista mexi-
to de libros y artículos que se publicaron en cana había soslayado. En particular, en The Hi-
las décadas de los cincuentas y sesentas del dalgo Revolt se destaca el carácter impráctico
siglo pasado y que transformaron nuestra y desorganizado de Hidalgo, rasgos que in-
concepción histórica sobre la guerra de In- fluyeron de manera determinante en la mar-
dependencia. Para ser exactos, entre 1953 y cha de los resultados del movimiento insur-
1966, investigadores tanto mexicanos como gente de 1810. En palabras del propio autor, al
estadounidenses entregaron a las imprentas liderazgo del cura de Dolores le faltó capaci-
textos que hoy consideramos fundamentales, dad y le sobró entusiasmo para organizar a las
o mejor dicho, fundacionales de una renovada “huestes” insurgentes. Por último, el profesor
historiografía sobre la lucha entre insurgen- Hamill incorporó a la guerra de Independen-
tes y realistas. Luis Villoro publicó en 1953 su cia de la Nueva España al amplio proceso his-
Proceso ideológico de la guerra de independencia; tórico de las revoluciones atlánticas del siglo
en 1964 Ernesto de la Torre Villar editó una xviii. Hasta esa época, los latinoamericanistas
serie de documentos fundacionales sobre La estadounidenses consideraban que la llamada
Constitución de Apatzingán y los creadores del revolución americana y la Revolución fran-
Estado mexicano, y un año después apareció cesa poco tenían que ver con la revolución
Morelos. Su vida revolucionaria a través de sus es- de 1810. En cambio, la propuesta central del
critos y de otros testimonios, de Ernesto Lemoi- autor de The Hidalgo Revolt es destacar que las
ne. En el ámbito académico norteamericano, mismas o similares causas que provocaron
salió a la luz Morelos of Mexico. Priest, Soldier, las dos primeras revoluciones también mar-
Stateman, de Wilbert H. Timmons y, en 1966, caron la guerra de Independencia en México,
la Universidad de Florida editó The Hidalgo independientemente de que esta última estu-
Revolt, de Hugh H. Hamill. vo encabezada por un sacerdote. Por lo menos
De este conjunto de textos fundacionales estas tres virtudes confieren a The Hidalgo Re-
destaca por varias razones el texto del profesor volt un lugar destacado en la historiografía
Hamill. En primer lugar, por el método con mexicanista sobre la guerra de Independencia.
que se aborda el género biográfico, es decir, Otra de las significativas aportaciones del
la vida, obra y circunstancia de don Miguel libro de Hamill, cuyos beneficios han perdu-
Hidalgo y Costilla. Antes del libro aquí co- rado hasta este 2010 a pesar de los profundos
mentado, los estudios sobre Hidalgo se habían cambios que ha sufrido y gozado la historio-
centrado en su ideario y en sus rasgos psico- grafía sobre la guerra de Independencia en la
lógicos. La relación entre el biografiado y su Nueva España en los últimos treinta años, es
entorno social se dejaba de lado, o se daba por el cuidadoso análisis que emprende sobre los
supuesto. En cambio, Hamill emprendió una argumentos que esgrimieron los enemigos ju-
rigurosa investigación basada en fuentes de rados de Hidalgo, los letrados que defendieron
primera mano localizadas en distintos archi- la causa realista. Lo que es importante retener
vos mexicanos y extranjeros sobre el sistema son los calificativos empleados por el autor pa-
económico, la estructura social y el entramado ra estudiar a los contrarios a los insurgentes. O,
político e institucional de la Nueva España del mejor dicho, la falta de adjetivos adosados a los
siglo xviii. En segundo lugar, abordó varios realistas. Cuando Hamill estudió a señeras plu-
HAMILL, JR. HUGH H. 427

mas de la causa realista no los calificó de conser- española, que era distinta de la francesa, o la
vadores, reaccionarios, contrarrevolucionarios neoescolástica, como la define Carlos Herre-
y antiliberales. No regañaba a los muertos ni jón, o el derecho natural y de gentes, según
polemizó con ellos para demostrar que su cau- José Carlos Chiaramonte, o, de forma más ge-
sa, en el plano de la guerra de las ideas, estaba neral, la cultura del Antiguo Régimen, como
perdida de antemano. En el capítulo sexto de señala François-Xavier Guerra.
The Hildago Revolt —sin duda el que goza En el capítulo segundo de The Hildago
de gran actualidad y valor historiográfico al Revolt se plantean dos de los argumentos que
resistir el paso de la multiplicación de publi- estructurarán los restantes capítulos: las causas
caciones sobre la guerra de Independencia de de que las “masas campesinas” se hayan uni-
México— Hamill le concedió a la propaganda do al movimiento insurgente y las tensiones
realista una eficacia fundamental para preve- políticas, sociales, económicas y culturales en-
nir que amplios grupo sociales se unieran a las tre los “criollos” y los “españoles”: todas ellas
tropas insurgentes. Lo que se concluye de es- desembocarían en el Grito de Dolores y mar-
te capítulo es que los realistas no eran, desde carían el desarrollo de la guerra de Indepen-
siempre, una causa condenada al fracaso. En dencia. Como destaca Hamill, la inmensa ma-
pocas palabras, se muestra en el libro que el te- sa campesina indígena vivía en condiciones
ma de los realistas era un necesario enfoque de de pobreza. La muy desigual distribución de
investigación para entender la propia dinámica la riqueza en la Nueva España del siglo xviii
de la guerra de Independencia. No se podían generó un sostenido y creciente sentimiento
explicar importantes acciones de los dirigen- de rechazo popular contra el gobierno espa-
tes insurgentes sin entender al mismo tiempo ñol, y en particular contra los “gachupines”.
las acciones tomadas por los realistas. Por consiguiente, las condiciones de pobreza
Si bien en The Hildago Revolt se enfrentan constituirán la razón principal de que estalla-
y se critican varios de los los supuestos del ca- ran movimientos populares en 1767 y, claro,
non historiográfico clásico, en otros aspectos la revolución de 1810. Las precarias condi-
siguió alimentando sus ideas rectoras, como ciones económicas explicarían los estallidos
la afirmación de la abrumadora presencia del populares, así como otros temas relacionados,
liberalismo y de la Revolución francesa en la como la facilidad con la que Hidalgo levan-
ideología de la dirigencia insurgente. En el tó un “ejército” de más de 50 000 hombres,
primer capítulo se ubica a los escritores de la el estrecho vínculo entre liderazgo insurgente
Ilustración francesa como el verdadero ori- y bases sociales y las actividades de los grupos
gen intelectual del ideario insurgente. Esta populares durante la primera fase de la guerra
búsqueda de los orígenes revolucionarios a la entre realistas y rebeldes.
francesa se muestra en el estudio biográfico e Con respecto a la lucha entre “gachupi-
intelectual de Hidalgo. Ahora sabemos, gracias nes” y “criollos”, el profesor Hamill señalaba,
a las publicaciones que separan 1966 de 2010, en primer lugar, que ambos grupos sociales
que la Ilustración francesa no fue la principal dominaban la estructura productiva y eco-
fuente ideológica de Hidalgo. Fueron otras las nómica de la Nueva España, y sus diferencias
tradiciones doctrinales, que incluso no sur- en términos de riqueza no eran destacadas. En
gieron en el siglo xviii, las que definieron y este sentido, las diferencias socioeconómicas
nutrieron los aspectos centrales del ideario no separaban a los españoles de los criollos;
revolucionario de Hidalgo. Otros fueron los eran otras las razones, sobre todo su posición
referentes, para algunos la llamada Ilustración en la jerarquía política e institucional de la
428 LOS HISTORIADORES

Nueva España. Los criollos eran los subordi- vohispanos unificó, más que separó, los capi-
nados en su propia tierra. Estaban excluidos de tales de los peninsulares y de los criollos. En
los primeros puestos eclesiásticos y militares, y este sentido, no era radical la separación entre
también de los principales cargos del gobier- criollos y españoles; por ello los investigado-
no virreinal. En cambio, los españoles eran los res dedicados al siglo xviii han buscado otros
generales, los obispos y los virreyes. Tampoco conceptos para caracterizar y definir a las eli-
se escapaban de sus manos los alcaldes mayores tes en la Nueva España.
y los subdelegados. Este control institucional The Hildago Revolt también fue el primer
por parte de los españoles aumentó con las libro que se publicó sobre la guerra de Inde-
llamadas reformas borbónicas, que tenían co- pendencia de la Nueva España después del
mo uno de sus principales objetivos evitar que triunfo de la Revolución cubana, un acon-
los funcionarios reales ejercieran el gobierno tecimiento que marcó tanto el estudio de lo
en los lugares donde habían nacido. Los crio- sucedido en 1810 como, sobre todo, de la Re-
llos, por su parte, reaccionaron con encono en volución mexicana de 1910. Después de 1959,
contra de su papel subordinado y contra esa en el medio académico estadounidense se
medida reformista. Su “frustración” estaba a multiplicaron las investigaciones sobre los lla-
flor de piel. Sus reacciones fueron de diversa mados movimientos campesinos en la historia
índole, como enviar representaciones a la Co- de América Latina. En las décadas de los sesen-
rona y exigir frenar las medidas borbónicas. tas, setentas y ochentas se definieron concep-
Pero la principal reacción de los criollos fue tos como revuelta, rebelión y revolución, y se
crear una cultura nacionalista, la que se basa- construyeron modelos históricos que dieron
ba en la exaltación de la naturaleza americana cuenta de por qué estallaban los movimientos
y del carácter de los habitantes del virreina- populares. Si bien en el caso de México, la gran
to novohispano, de la valoración del pasado mayoría de los libros, artículos y tesis de grado
prehispánico y, en particular, en la búsqueda se concentraron en la Revolución de 1910, al-
de la “autonomía nacional”. Para el profesor gunos otros estudiaron las rebeliones del siglo
Hamill, a finales del siglo xviii ya existía una xviii y la propia lucha entre realistas e insur-
cultura criolla que proponía independizar a la gentes, como hicieron John Tutino, William
Nueva España. Taylor y EricVanYoung, quienes consideraron
El tema de la separación entre los criollos como un punto de referencia obligada el libro
y los españoles planteado por Hamill fue uno del profesor Hamill.
de los principales puntos de arranque de un
debate que se dio en las décadas de los sesen- José Antonio Serrano Ortega
tas, setentas y ochentas sobre las elites novo-
hispanas. Ahora sabemos, en este 2010, que Orientación bibliográfica
esa separación no corresponde a la realidad
del siglo xviii, no por lo menos entre las elites Hamill, Hugh M. Jr.,“Caudillismo and Inde-
económicas y sociales. Los matrimonios entre pendence: A Symbiosis?”, en Jaime E. Ro-
españoles y criollos eran la norma, más que dríguez O., ed., The Independence of Mexi-
la excepción, y los vínculos familiares redu- co and the Creation of the New Nation. Los
jeron las diferencias entre los nacidos entre Ángeles, University of California, 1989,
distintas tierras de la Monarquía hispánica. Las pp. 163-174.
actividades económicas comunes desarrolla- Hamill, Hugh M. Jr., “Early Psychological
das en los distintos sectores productivos no- Warfare in the Hidalgo Revolt”, en Hispa-
LEMOINE VILLICAÑA, ERNESTO 429

nic American Historical Review, vol. 41, núm. Hamill, Hugh M. Jr., “The Rector to the
2, mayo de 1961, pp. 306-235. Rescue: Royalist Pamphleteers in the De-
Hamill, Hugh M. Jr., “Royal Counter-insur- fense of Mexico, 1808-1821”, en Roderic
gency in the Mexican War for Indepen- Ai Camp, Charles Hale y Josefina Zoraida
dence: The Lessons of 1811”, en Hispanic Vázquez, eds., Los intelectuales y el poder en la
American Historical Review, vol. 53, núm. 3, historia de México. México/Los Ángeles, El
agosto de 1973, pp. 470-489. Colegio de México, 1991, pp. 49-61.
Hamill, Hugh M. Jr., “Royalist propagan- Hamill, Hugh M. Jr., “Un discurso formado
da and ‘La Porción Humilde del Pueblo’ con angustia: Francisco Primo de Verdad
during Mexican Independence”, en The el nueve de agosto de 1908”, en Historia
Americas, vol. xxxvi, núm. 4, abril de 1980, Mexicana, vol. 28, núm. 3, enero-marzo de
pp. 423-444. 1979, pp. 439-474.
Hamill, Hugh M. Jr., The Hidalgo Revolt. Pre- Hamill, Hugh M. Jr.,“Was the Mexican Inde-
lude to Mexican Independence. Jacksonville, pendence Movement a Revolution?”, en
Florida, University of Florida Press, 1966. Dos revoluciones: México y los Estados Unidos.
México, Fomento Cultural Banamex, 1976.

+LEMOINE VILLICAÑA, ERNESTO +

Nació el 30 de abril de 1927 en la ciudad de convirtió en profesor de tiempo completo de


México. Realizó sus estudios en la Facultad la misma Facultad, donde además impartió los
de Filosofía y Letras de la unam, institución cursos de Historiografía de México, Guerra
que le otorgó los grados de Maestro en Histo- de Independencia y dos Seminarios del siglo
ria (1951) y de Doctor en la misma disciplina xix mexicano, uno de ellos en la División de
(1974).También cursó la licenciatura en la anti- Estudios de Posgrado. En su trabajo docente
gua Escuela Nacional de Jurisprudencia (1944- se distinguió por ser un profesor excepcional;
1948). Asimismo viajó a España para tomar formó a varias generaciones de historiadores y
cursos de posgrado en Historia (1957-1958). dirigió una gran cantidad de tesis.
Desde muy joven trabajó en varias depen- El doctor Lemoine concibió su queha-
dencias universitarias. En 1949 ingresó como cer histórico combinando la docencia con la
ayudante de investigador en el Instituto de investigación.Así, fue investigador y subdirec-
Geografía, donde permaneció durante once tor del Archivo General de la Nación (1960-
años. Esa experiencia se reflejó en sus estu- 1965), institución en la que realizó una ardua
dios históricos al estar siempre apoyados en tarea que le permitió localizar nuevos docu-
un buen conocimiento del ámbito geográfico. mentos, cotejarlos con otras versiones, trans-
En 1955 inició su carrera docente en la Escue- cribirlos con sumo cuidado y analizarlos para
la Nacional Preparatoria. Posteriormente, en después publicarlos. En esas actividades fue un
1964 fue contratado como profesor adjunto verdadero experto. Su amplio trabajo de inves-
en la Facultad de Filosofía y Letras de la unam tigación y su afán heurístico le permitió cono-
y, a partir de 1968, fue titular de la cátedra de cer y consultar varios archivos mexicanos, así
Didáctica de la historia. Años más tarde, en como también el Archivo General de Indias
1979, mediante un concurso de oposición, se de Sevilla. Publicó en el Boletín del Archivo Ge-
430 LOS HISTORIADORES

neral de la Nación varios trabajos de geografía lución. Para nuestro historiador, el hecho de
histórica y de historia política. Sus resultados que ésta se amparara en la “máscara fernan-
de investigación también se dieron a conocer dina” era una argucia que habían esgrimido
en el Boletín Bibliográfico de la Secretaría de Ha- los insurrectos, desde Hidalgo hasta la Junta
cienda y Crédito Público. de Zitácuaro, con el objetivo de dilucidar la
La obra del maestro Lemoine, cerca de 124 verdadera finalidad de la causa insurgente que
títulos, entre libros y artículos, fue resultado de era disolver el orden establecido. Sin embar-
una erudita y rigurosa investigación histórica. go, Rayón seguía insistiendo en la idea inicial
Es conocido principalmente por sus aportes al al mencionar, en los Elementos constitucionales,
estudio de la revolución de Independencia, sin que la soberanía residía en la persona de Fer-
embargo, su quehacer histórico lo llevó a pu- nando VII, mientras que el pensamiento de
blicar trabajos que abarcaron distintas épocas Morelos había evolucionado al calor de los
históricas y diversos temas. Entre ellos se en- acontecimientos y, con el objetivo de dotar
cuentra La ciudad de México durante la ocupación al movimiento de un gobierno fuerte que res-
norteamericana, 1847-1848. pondiera a las nuevas necesidades de la cau-
Las conmemoraciones tuvieron un papel sa, va concibiendo una doctrina política que
relevante para que el doctor Lemoine se in- tomaría cuerpo en el Congreso de Chilpan-
trodujera en el estudio de la revolución de cingo, celebrado en 1813, en donde se rom-
Independencia. Así, el sesquicentenario del pió con la tutela de Fernando VII y se firmó el
Congreso de Chilpancingo lo inspiró a publi- Acta de Independencia.
car, en 1963, su primer texto acerca de este Por lo anterior, Lemoine afirma que en
tema, el cual intituló: “Zitácuaro, Chilpancin- “Chilpancingo se opera, de una vez para siem-
go y Apatzingán: tres grandes momentos de la pre, la ruptura con el pasado, la desaparición
insurgencia mexicana”. El tema central, como como ente jurídico o figura moral de la Nue-
indica el título, fue analizar tres periodos de va España y, por consecuencia, el alumbra-
elaboración política de la causa insurgente. miento del Estado mexicano”. Con respecto
Este trabajo es relevante, pues en él se expone a la Constitución promulgada en Apatzingán
una interpretación histórica que será profun- en octubre de 1814, escribió que fue el “apor-
dizada y desarrollada más adelante por su au- te jurídico político más acabado y de mayores
tor. El hilo conductor es el siguiente: se analiza proyecciones que produjo el movimiento in-
la confrontación de dos proyectos políticos surgente, desde sus inicios hasta su extinción”.
de la insurgencia: el de Rayón (expresado prin- Con esa interpretación del nacimiento del
cipalmente en los Elementos constitucionales, Estado mexicano, Lemoine contribuyó, desde
1812) y el de Morelos (Congreso de Chilpan- la perspectiva del análisis histórico, a las inves-
cingo, 1813). tigaciones jurídicas que sobre el tema habían
Para Lemoine, las dificultades entre ambos realizado, entre otros, sus maestros Mario de la
jefes rebeldes “no se limitaron a una rivali- Cueva y Antonio Martínez Báez.
dad por el control del poder, sino que cala- Paralelamente al trabajo anterior y en el
ron fuerte en el pensamiento divergente de marco de la citada conmemoración, nuestro
dos mentalidades que concluyeron por tener biografiado inicia el rescate historiográfico y
su propia concepción de la Independencia”. político de Carlos María de Bustamente, pilar
El punto medular de estas discrepancias, en fundamental para conservar la memoria de la
su opinión, fue la utilización del nombre de lucha insurgente. En 1963, publicó de ese autor
Fernando VII en los primeros años de la revo- la Memoria estadística de Oaxaca. A partir de ese
LEMOINE VILLICAÑA, ERNESTO 431

momento, Lemoine encabezará los esfuerzos neral de la Nación, dio a la luz el libro Morelos.
realizados por Antonio Martínez Báez,Andrés Su vida revolucionaria a través de sus escritos y de
Henestrosa y Xavier Tavera para revalorar la otros testimonios de la época. Elaborado con la
vida y obra del historiador oaxaqueño. En esa idea de presentar una historia documental de
tarea se distinguiría porque, además de resca- Morelos que sirviera como fuente de consul-
tar y editar los textos bustamantinos, sus estu- ta para los estudiosos del tema, el aporte más
dios se orientaron a analizarlos con rigor y ex- relevante de este libro, en opinión de su autor,
plicar las motivaciones políticas e ideológicas fue dar a conocer por primera vez los docu-
que guiaron la labor historiográfica y editorial mentos originales del archivo del Congreso
del escritor oaxaqueño, así como su actividad de Chilpancingo. Este archivo lo llevaba con-
política. Con ello se reivindicó la figura del sigo Morelos cuando fue hecho prisionero
apologista de la insurgencia, tan vilipendiada y por los realistas en noviembre de 1815, y se
censurada por sus principales detractores, Lu- encontraba perdido desde mediados del siglo
cas Alamán y Joaquín García Icazbalceta. xix. Fue descubierto precisamente en 1965
Lemoine, en su texto Carlos María de Bus- por el doctor Antonio Martínez Báez, quien
tamante y su “apologética historia” de la revolución se lo facilitó a Lemoine para que lo incluyera
de 1810, explicó las razones de la pugna cen- en su Morelos. En un momento posterior, esa
tral existente entre Alamán y Bustamante y se documentación fue entregada al Archivo Ge-
inclinó por el último. Así escribió: “Porque neral de la Nación.
si Bustamante había consagrado la epopeya El libro presenta un amplio estudio pre-
libertaria de 1810 como la razón de ser del liminar en el que se analiza la vida del cau-
México independiente, Alamán se propuso dillo y su trayectoria política militar desde el
hacer trizas la imagen y el significado de esa momento de su incorporación a la gesta inde-
misma epopeya [...] y negarle la categoría de pendentista, octubre de 1810, hasta su muer-
fundamento del Estado nacional”. Influido te, acaecida en diciembre de 1815. Sin duda
por el historiador oaxaqueño, el maestro Le- alguna, este texto reúne el fondo documental
moine fue un convencido simpatizante de la más completo que existe hasta el día de hoy
insurgencia, situación que estará presente en sobre la trayectoria y participación de More-
toda su obra. los y del Congreso de Chilpancingo. Muchos
Entre las obras bustamantinas que Lemoi- años después, en 1991, se publicó la segunda
ne prologó y publicó se encuentran las edicio- edición de este libro.
nes facsimilares de La Abispa de Chilpancingo, Interesado por el género biográfico y, en
las Campañas del general don Félix María Calleja particular, por evocar a los principales jefes
y la Relación de la conquista de esta Nueva España insurgentes, Lemoine se dio a la tarea de in-
como la contaron los soldados indios que se hallaron vestigar la trayectoria política de Hermene-
presentes. gildo Galeana, José María Cos, el padreVicen-
En 1965, otra vez en el marco de las con- te Santa María y Vicente Guerrero. De todos
memoraciones, ahora para recordar los 200 ellos destaca el libro sobre José María Cos pu-
años del natalicio de Morelos y 150 años de blicado en 1967 y cuya segunda edición vio la
la muerte del caudillo, Lemoine publicó un luz en 1996. En ese libro se presenta una de-
trabajo de mayor aliento, como él mismo lo tallada biografía política del padre insurgente
calificó. Con una vasta investigación, resulta- que inicia con su incorporación a la causa in-
do de localizar, transcribir y anotar 232 textos dependentista y concluye con su fallecimien-
provenientes principalmente del Archivo Ge- to, ocurrido en 1819. Se destaca la labor de
432 LOS HISTORIADORES

polemista, publicista y propagandista desem- restableció el régimen constitucional en 1820.


peñada por Cos para difundir la causa insur- En este sentido, se apoya en uno de sus prin-
gente y los aportes intelectuales que realizó cipales hallazgos documentales en el Archi-
como el Manifiesto de la nación americana a los vo General de la Nación: la correspondencia
europeos de este continente, seguido de los planes de que el insurgente Vicente Guerrero, coman-
paz y guerra. El libro compila 59 documentos dante del Sur y rumbo de Acapulco, entabló
escritos por el padre Cos. En esa investigación en agosto de 1820 con los militares realistas
documental, Lemoine da a conocer testimo- Carlos Moya y José Gabriel de Armijo, para
nios antes ignorados y corrige algunos textos proponerles un plan para consumar la inde-
ya conocidos que tenían errores de transcrip- pendencia. Las autoridades virreinales no qui-
ción o de impresión, además de confirmar y sieron entrar en contacto con el líder insur-
verificar su autenticidad. Esta tarea, realiza- gente. Lemoine afirma que cuando el virrey
da con gran erudición, significó una relevante Juan Ruiz de Apodaca nombró a Agustín de
contribución para profundizar el estudio de la Iturbide comandante general del Sur, en no-
revolución insurgente y en particular del pa- viembre de 1820, éste ya estaba enterado de la
dre Cos. propuesta de Guerrero y llevaba en sus manos
Las conmemoraciones continuaron te- lo que después se conocería como el Plan de
niendo un papel importante en el quehacer Iguala. Por ello escribió: “Guerrero discurrió,
histórico de Lemoine. Ahora se trataba de re- con seis meses de antelación a Iguala, el único
cordar un aniversario de la fundación de la plan viable que para entonces podía conducir
República federal (1824) y de la creación del a la independencia, y que fue, precisamente, el
Distrito Federal (1824), para lo cual se pu- que Iturbide encabezó”.
blicó, en 1974, la obra La República federal La propuesta de Guerrero de que se unie-
mexicana. Gestación y nacimiento. Reconocido ran insurgentes y realistas para lograr la eman-
como especialista de la gesta independentis- cipación de la Nueva España es lo que explica
ta, el doctor Lemoine fue invitado a partici- que él haya apoyado el Plan de Iguala promul-
par en dicha obra conmemorativa. El volu- gado por Iturbide el 24 de febrero de 1821. El
men escrito por él se intituló Revolución de jefe insurgente se unió al mencionado plan,
Independencia 1808-1821. Estudio histórico pre- a pesar de que establecía la Monarquía cons-
cedido de una visión del virreinato. Esta ocasión titucional como forma de organización del
le brinda a nuestro historiador la oportunidad nuevo Estado mexicano, contraviniendo así
de ofrecer una visión de conjunto del proceso el ideario de Chilpancingo y Apatzingán que
revolucionario que culminó con la emanci- concebía un modelo republicano. Por lo ante-
pación en 1821. El texto inicia con la exposi- rior, Lemoine caracterizó como “la otra revo-
ción de un amplio panorama del devenir co- lución, la otra independencia”, el movimiento
lonial, examina los acontecimientos de 1808 dirigido por Iturbide que logró la ruptura con
y el desarrollo de la revolución insurgente, y España. Guerrero no tuvo otra alternativa que
concluye con la consumación iturbidista en aceptar los términos propuestos en el Plan
1821. Aquí retoma sus investigaciones ante- de Iguala, pues a pesar de todo se lograba el
riores y proporciona una interpretación del objetivo central de los insurgentes: la inde-
proceso revolucionario. pendencia. En la concepción de Lemoine, esa
En ese volumen, Lemoine aporta elemen- transacción pactada por Guerrero fue transito-
tos para comprender mejor el contexto polí- ria, pues a partir de septiembre de 1821 se ini-
tico generado en la Nueva España cuando se ció una nueva fase de lucha, la cual concluyó el
LEMOINE VILLICAÑA, ERNESTO 433

4 de octubre de 1824, al sancionarse la Cons- hizo énfasis en que la derrota de esta causa se
titución Federal por el Supremo Congreso había debido a que no contó con el apoyo de
Constituyente. Con este código —escribe— otros sectores sociales como comerciantes,
el modelo diseñado por los insurgentes “tuvo profesionistas, intelectuales y militares.“O sea
su primer feliz alumbramiento”. Concluye su —escribió— a la nuestra le faltó el concurso
interpretación afirmando que constitucional- de su tercer estado, que, en cambio, sí tuvo, y
mente “Apatzingán, una década después de su con creces, la Francia del 89”. También reco-
aparente derrota, renacía y se afirmaba en la noció en el prólogo de la segunda edición de
República federal de 1824”. su Morelos. Su vida revolucionaria... (1991), que
En La República federal mexicana. Gestación era necesario estudiar y entender mejor el pa-
y nacimiento, Lemoine también publicó un ex- pel de los adversarios de la revolución. Con
tenso volumen en el que compila testimonios, enorme sinceridad y honestidad intelectual
bandos, proclamas, manifiestos, discursos, de- mencionó que su libro requería matizar algu-
cretos y otros documentos escritos tanto por nas afirmaciones. Si bien seguía consideran-
realistas como por insurgentes durante el do adecuada su interpretación acerca del
periodo 1808-1821. Este volumen es una obra papel que desempeñó Morelos en los acon-
de consulta indispensable para el historiador de tecimientos revolucionarios, era necesario
la Independencia. Además, cabe destacar que “moderar cierta prosa de tufo conmemora-
todas las compilaciones documentales elabo- tivo”. Desafortunadamente no tuvo tiempo
radas por Lemoine fueron la base para susten- para hacerlo, pues falleció en la ciudad de Mé-
tar su discurso histórico. xico el 9 de diciembre de 1993.
En el mismo año de 1974, nuestro histo- La obra del doctor Lemoine constitu-
riador también participó en una obra de difu- ye uno de los más importantes aportes a la
sión. Coordinada por Miguel León-Portilla y historiografía mexicana contemporánea. Es
publicada por Salvat Editores, escribe La revo- de lectura obligada en especial por sus vastas
lución de Independencia (seis fascículos) obra que compilaciones documentales, necesarias para
expone la misma interpretación desarrollada continuar estudiando la revolución de Inde-
en el trabajo mencionado anteriormente. pendencia. Entre las distinciones que recibió
En 1979, Lemoine retomó el estudio de se encuentra la presea Generalísimo Morelos,
José María Morelos y publicó el libro Morelos otorgada en 1984 por el gobernador del es-
y la revolución de 1810. En este texto continúa tado de Michoacán, Cuauhtémoc Cárdenas,
con el estudio del caudillo pero, a diferencia por sus contribuciones al estudio histórico de
del publicado en 1965, reduce los anexos do- Michoacán y del Siervo de la Nación.
cumentales y ofrece una visión general del
proceso de 1808-1821, si bien “el eje, la pie- Cristina Gómez Álvarez
dra toral del mismo es, por supuesto, la figura
y obra del prócer vallisoletano”. Este libro tu- Orientación bibliográfica
vo varias ediciones y fue utilizado por su autor
como texto principal en el curso de Guerra de Lemoine Villicaña, Ernesto,“Zitácuaro, Chil-
Independencia que impartió durante varias pancingo y Apatzingán: tres grandes mo-
décadas en la Facultad de Filosofía y Letras. mentos de la insurgencia mexicana”, en
Historiador consagrado al estudio de la Boletín del Archivo General de la Nación, t.
revolución insurgente, especialmente de José iv, núm. 3. México, Archivo General de la
María Morelos, al final de sus días Lemoine Nación, 1963, pp. 213-255.
434 LOS HISTORIADORES

Lemoine Villicaña, Ernesto,“Estudio prelimi- Lemoine Villicaña, Ernesto, Morelos. Su vida


nar”, en Carlos María de Bustamante, La revolucionaria a través de sus escritos y de otros
Abispa de Chilpancingo. México, Partido Re- testimonios de la época. 2a. ed. México, unam,
volucionario Institucional, 1976, pp. 1-68. 1991.
Lemoine Villicaña, Ernesto, Carlos María de Lemoine Villicaña, Ernesto, José María Cos.
Bustamante y su “apologética historia” de la Escritos Políticos. 2a. ed. México, unam,
revolución de 1810. México, unam, 1984. 1996. (Biblioteca del Estudiante Univer-
(Argumentos, 6) sitario, 86)

+MENDÍBIL GRAO, PABLO DE +

Pablo de Mendíbil, nacido en Alava, España lutistas españoles que estuvieron en el ejerci-
en 1788, hizo una importante aportación a la cio del Poder Ejecutivo presentaron un inte-
historiografía mexicana con la obra titulada rés muy claro por conservar las posesiones del
Resumen histórico de la revolución de los Estados continente americano a como diera lugar, si
Unidos Mejicanos [sic] (1828), que elaboró en bien presentaron diferencias en cuanto a los
Londres, Inglaterra, tomándola de la primera métodos para conseguirlo. Pero a partir de ese
edición del Cuadro histórico de la revolución de la último año, y tras el fracaso del régimen liberal
América mexicana (1821-1827), del oaxaqueño en la metrópoli, los liberales españoles cambia-
Carlos María de Bustamante, quien abordó el ron su visión con respecto a Hispanoamérica
proceso emancipador mexicano desde sus ini- y aceptaron por primera vez la independencia
cios en 1808 hasta su culminación en 1821. de aquellas regiones que la hubieran conse-
Las circunstancias que llevaron a Mendíbil a guido hacia 1823 como un hecho consumado,
elaborar dicho resumen se explican por los ava- si bien con un sentimiento de resignación, ya
tares políticos que sufrieron tanto España co- que frente al restablecimiento del absolutismo
mo sus posesiones americanas en la transición en la península, consideraron que mantener
del siglo xviii al xix. El español que nos ocupa las colonias beneficiaba, en última instancia, al
fue afrancesado durante la ocupación napoleó- gobierno absolutista de Fernando VII.
nica de su patria (1808-1813), lo que le valió No obstante, muchos de estos liberales sin-
un primer exilio político en Burdeos, Francia. tieron que era una obligación defenderse de
Regresó a España con el restablecimiento de la los ataques que les hicieron tanto los ameri-
Constitución gaditana en 1820. Su cargo como canos como otros europeos en el sentido de
director del periódico El Liberal Guipuzcoano haber sometido a las Indias a una explotación
(1820), órgano de la Sociedad Patriótica de San atroz. El Resumen de Mendíbil, sin la preten-
Sebastián, nos permite suponer su adhesión al sión de obviar las responsabilidades del go-
liberalismo moderado del Trienio 1820-1823, bierno colonial español en América, se inscri-
misma que determinó su segundo y definitivo be en este propósito, ya que suaviza y muchas
exilio en Londres, lugar donde desarrolló una veces omite los duros calificativos que empleó
vasta labor intelectual que nos lleva directa- con frecuencia Bustamante en el Cuadro con-
mente a la publicación del Resumen. tra el gobierno virreinal.
Cabe considerar que, a partir de 1808 y La nueva actitud de los liberales con res-
hasta 1823, tanto los liberales como los abso- pecto a Hispanoamérica determinó las carac-
MENDÍBIL GRAO, PABLO DE 435

terísticas de buena parte de su producción lite- Cuadro, es decir, las campañas de los principales
raria en Londres, pues la emigración española caudillos de la revolución de Independencia
de 1823 en esa ciudad coincidió con una efer- novohispana entre 1808 y 1819, sus alianzas y
vescencia editorial inglesa de la que Rudolph desavenencias, así como las características del
Ackermann fue un buen ejemplo. La gran ma- proceso político que dio lugar a la nueva na-
yoría de los liberales hispanos que publicaron ción, pues el material que pudo revisar Men-
en Londres lo hicieron con Ackermann, quien díbil procedente del Cuadro abarca sólo hasta
les encargó la elaboración de obras recreativas los años inmediatamente posteriores al fracaso
y de divulgación científica para el público his- de la expedición de Xavier Mina a la entonces
panoamericano, lo que los puso en estrecho todavía Nueva España en 1817.
contacto con las nuevas naciones americanas. En este sentido, el trabajo constituye un
En Londres, Mendíbil se dedicó a la di- buen resumen, ya que Mendíbil no introduce
fusión de las letras españolas. Impartió cla- información y no altera la narración cambian-
ses, colaboró asiduamente en publicaciones do los hechos, es decir, se apega con bastante
periódicas tanto españolas como inglesas y fidelidad a la información que proporciona
francesas, y publicó varias obras por encargo el Cuadro. Sin embargo, omite las reflexiones
de Ackermann, entre las que destaca el Resu- y opiniones personales de Bustamante, sus
men que ahora nos ocupa. arranques líricos en honor de diversos cau-
El plan inicial del mismo era apoyar la labor dillos y sus constantes comparaciones con la
diplomática de los representantes de las na- historia antigua y contemporánea, sobre todo
ciones del Nuevo Mundo, concretamente de aquello que se refiere a la ocupación francesa
los representantes del gobierno mexicano en de España. Tampoco incluye las acerbas críti-
sus gestiones para lograr el reconocimiento cas de Bustamente contra el gobierno virrei-
diplomático de los diversos estados europeos. nal español.
Hasta qué punto logró este cometido es difícil En el Resumen encontramos, además, ver-
de establecer, ya que no fue sino hasta 1830 tientes interpretativas notables por contener
cuando la mayoría de los gabinetes europeos los intereses de Mendíbil como liberal mode-
comenzaron a reconocer la independencia de rado en lo que a la cuestión americana se re-
algunos estados americanos. Otro de los ob- fiere, mismos que comparte con la mayoría de
jetivos de Mendíbil al hacer el Resumen fue sus compañeros de emigración en Inglaterra.
desalentar entre sus compatriotas la idea de la De esta manera, procura que el juicio de los
reconquista española que se planteaba el go- americanos hacia los españoles europeos sea
bierno de Fernando VII por aquellos años, y lo más equilibrado posible, y para ello subraya
que se concretó en agosto de 1829, unos me- el hecho de que no todo lo que hicieron los
ses después de la publicación de la obra. españoles peninsulares en América fue perju-
Lo que es un hecho es que este trabajo de dicial. Como ejemplo de esto último pone la
Mendíbil fue conocido tanto en Inglaterra co- Constitución de Cádiz y la gesta de Xavier
mo en América y no es improbable que, como Mina, en su opinión valeroso general dispues-
afirmó el propio Bustamante, llegara incluso a to a ponerla en práctica en la Nueva España.
circular en la España absolutista. En este sentido, también tenemos la opinión
En cuanto al contenido, vale la pena apun- del liberal español con respecto a asuntos co-
tar que el Resumen contiene la narración de los mo la “revolución de masas,” a la que Busta-
hechos históricos que aparecen en los cuatro mante alude con particular entusiasmo cuan-
primeros volúmenes de la primera edición del do aborda el tema de los levantamientos de
436 LOS HISTORIADORES

Miguel Hidalgo y José María Morelos. Men- portante como el Cuadro histórico de Busta-
díbil, por su parte, se manifiesta por un cam- mante, sino también porque a través de su
bio con orden, es decir, una transformación visión, Mendíbil transmite la actitud del li-
dirigida por un sector muy concreto de la so- beralismo español moderado frente a la in-
ciedad; de allí su énfasis y preferencia por el dependencia hispanoamericana. Murió en
proceso político de la independencia mexica- Londres, Inglaterra, en 1832.
na y su rápida síntesis de los eventos bélicos a
los que Bustamante se muestra tan afecto en María Eugenia Claps Arenas
el Cuadro.
Asimismo, cabe considerar el orden en el Orientación bibliográfica
que Mendíbil presenta la información que
aparece en el Cuadro, ya que sistematiza el Artola, Miguel, Los afrancesados. Madrid,Tur-
contenido original disponiéndolo en cua- ner, 1980.
tro libros con diez capítulos cada uno, ade- Bustamante, Carlos María de, Cuadro histó-
más de un apéndice documental en el que rico de la revolución de la América mexicana,
incluye solamente algunos de los muchos comenzada en quince de septiembre de 1810,
documentos que Bustamante insertó en su por el ciudadano Miguel Hidalgo y Costilla, 5
obra con constantes y prolíficas llamadas a vols. México, Imprenta de La Águila, 1821-
pie de página. 1827.
Por último, más allá de la coyuntura po- Llorens, Vicente, Liberales y románticos. Una
lítica que le dio tan buena acogida, el Resu- emigración española en Inglaterra (1823-1834).
men ha sido apreciado por investigadores México, El Colegio de México, 1954.
contemporáneos en razón de sus cualidades Mendíbil, Pablo de, Resumen histórico de la
como obra histórica. En este sentido, es una revolución de los Estados Unidos Mejicanos.
aportación a la historiografía nacional no 2a ed. facs. México, Porrúa, 1983. (Tlacui-
sólo porque hace accesible una obra tan im- lo, 8)

+MIER, SERVANDO TERESA DE +

Servando Teresa de Mier fue historiador de del Tepeyac. No era el mejor momento para
la desintegración de la Monarquía española hacer proposiciones tan heterodoxas, pese a
y autobiógrafo, merced a una desmedida valo- que (contra lo señalado por David Brading y
ración de su propio papel en aquellos aconte- Edmundo O’Gorman) autores actuales han
cimientos. Nació el 18 de octubre de 1763. A mostrado que no pretendía quitar legitimidad
los 27 años se doctoró en Teología en la Uni- a la conquista española, al sostener una pro-
versidad de México, después de años de estu- bable cristianización primitiva. Bien al con-
dio iniciados en su Monterrey natal. Adquirió trario, como asentó en sus Memorias, no pre-
fama como predicador, pues varias corpora- tendía sino dar mayor lustre al cristianismo
ciones se interesaron en tener sus servicios co- español, al dotarlo de un segundo fundamento
mo orador sacro. El 12 de diciembre de 1794 apostólico. Tras el escándalo fue enviado a la
predicó en la Colegiata de Guadalupe un ser- metrópoli, aunque consiguió huir a París, en
món en el que negó las apariciones marianas donde tradujo Atala, de Chateaubriand, para
MIER, SERVANDO TERESA DE 437

Simón Rodríguez; impartió los sacramentos, virrey José de Iturrigaray, en contra de un


discutió Teología con quien se dejara y se con- nutrido grupo de comerciantes y altos fun-
venció de las virtudes del clero constitucional. cionarios virreinales que concluyó con la de-
Su fortuna lo llevó de nuevo a España, donde posición del virrey. Los primeros siete libros
enfrentó a sus perseguidores con el apoyo de la Historia son un alegato en favor de la
de la Academia de la Historia. En 1808 fue ca- parte criolla en este conflicto y, de modo espe-
pellán del batallón de voluntarios de Valencia cial, de Iturrigaray, cuya esposa financió esta
y apresado por los franceses, de quienes escapó. parte de la obra. Los libros viii al xxiii se encar-
De entonces data la primera de sus cartas que gan de los acontecimientos posteriores, en es-
vio la imprenta mexicana. En Cádiz, asistió a la pecial de la guerra de Independencia iniciada
reunión de las Cortes Generales y Extraordi- por el cura Miguel Hidalgo y seguida, con muy
narias, que tanto subestimaron a los america- buen éxito, por José María Morelos. El relato
nos y que él tanto aborreció. Ahí fue introdu- de Mier concluyó en marzo de 1813 con una
cido en una sociedad secreta compuesta en su reseña del famoso Plan de paz y de guerra, del
mayoría por patriotas sudamericanos. Pasó a cura José María Cos. Por último, el libro xiv
Londres, donde se vinculó con otros exiliados es una meditación muy fundamentada acerca
en las reuniones de Lord Holland e hizo bue- de los derechos de los americanos y de la Carta
na amistad con Joseph B. White (José María Magna o pacto entre las Indias y sus monarcas.
Blanco y Crespo), editor de El Español. El estilo de la Historia de la revolución de Nue-
De su estancia en Londres datan algunas va España es ágil y exaltado, como corresponde
de sus principales obras, dos Cartas dirigidas a a una obra que pretendía servir como arma en
El Español, su Historia de la revolución de Nueva favor de la independencia. Los objetivos plan-
España, además de una edición de la Brevísi- teados por el autor eran, de manera primor-
ma relación de la destrucción de las Indias, de Bar- dial, aportar los elementos para desprestigiar la
tolomé de las Casas. Casi todas sus obras son posesión hispánica en América y favorecer los
alegatos para engrandecer a su patria, primero proyectos que, de México a Buenos Aires, pre-
dentro de la Monarquía española y después tendían alcanzar la independencia. En segun-
como nación independiente, para lo cual re- do lugar quedaban la búsqueda de la verdad y
currió al estudio del pasado. En las dos Cartas la explicación de acontecimientos, objetivos
de un americano a El Español, hacía una abier- de los historiadores. Sin embargo, Mier no ha-
ta defensa de la independencia americana en bía estado en el virreinato en los últimos años,
contra de algunos de sus amigos liberales más por lo cual se vio obligado a documentarse
tibios. Es de hacer notar que en estas dos car- bien antes de escribir su historia. Esto lo con-
tas aparecen varias notas de carácter histórico vertiría no sólo en el primer historiador mexi-
en defensa del Nuevo Mundo frente a los ata- cano de la insurgencia, sino en el primero que
ques de ciertos pensadores europeos. empleó como base fundamental de su relato
La Historia de la revolución de Nueva España una copiosa documentación obtenida gracias
era una respuesta a la obra de Juan López de a sus amigos españoles, hispanoamericanos y
Cancelada. Su redacción empezó en Cádiz, mexicanos que, desde los principales puertos
pero las penurias y otros trabajos de Mier obli- de América, desde España y otros puntos de
garon su retraso. Al principio, sólo pretendía Europa, le enviaron a Londres una gran can-
relatar los acontecimientos de la ciudad de tidad de manuscritos, impresos y, en especial,
México en 1808: el enfrentamiento entre al- periódicos.También aprovechó las bibliotecas
gunos criollos que contaban con el apoyo del que estaban a su disposición. Una sola mirada
438 LOS HISTORIADORES

a las notas a pie de página de la Historia puede tado suplente a las Cortes de Cádiz, cuando
mostrar cómo eran empleadas en el sentido decidió unirse a los sectores más radicales en-
moderno de aparato crítico y erudito. cabezados por Carlos Alvear y Luis Iturriba-
Sin duda, la estancia de Servando Teresa rría. Fue este último quien lo impulsó a editar
de Mier en Europa había sido importante en Londres la Brevísima relación de la destrucción
para que desarrollara esta manera de escribir de las Indias, de Bartolomé de las Casas. Hasta
historia. Había leído una de las obras más im- entonces, toda su relación con el célebre obis-
portantes en el desarrollo de la historiografía po de Chiapas se había limitado a defenderlo
erudita de la época, The History of the Decline de las imputaciones que se le hacían relativas
and Fall of the Roman Empire, de Edward Gib- a ser el responsable de introducir la esclavitud
bon, además de estar en contacto con otros de los africanos en el Nuevo Mundo. Cuando
trabajos importantes de historiadores ingleses editó la Brevísima, el orgullo por descender de
y americanos contemporáneos; pero su acer- los conquistadores se convirtió en vergüenza.
camiento más riguroso a la práctica historio- Si el patriotismo criollo nació de la defensa
gráfica fue a través de sus estudios sobre Bar- de los privilegios de los primeros pobladores,
tolomé de las Casas y la tradición de la Virgen Mier se dio cuenta de que entre ellos estaban
de Guadalupe. las terribles encomiendas, a las cuales se opuso
El primero de estos temas lo abordó tam- Bartolomé de las Casas.
bién en Londres en la época en que publicó Mier se convirtió en uno de los principales
la Historia de la Revolución de Nueva España. intelectuales de la independencia, pero tam-
Uno de los asuntos que trató entonces fue la bién en partícipe. En 1817 partió a la Nueva
defensa de los americanos a partir de la idea de España en la expedición de Xavier Mina.
que, como descendientes de los conquista- Apresado, aprovechó para escribir su Apología
dores, tenían derechos sobre sus tierras. En su y la Relación de lo sucedido en Europa hasta octu-
primera Carta a El español afirmaba que “los bre de 1805 que hoy conocemos con el nombre
criollos no son conquistados sino hijos de de Memorias, además de unas Cartas al cronista de
los conquistadores y primeros pobladores”, Indias, doctor don Juan Bautista Muñoz sobre la
con lo que quedaba claro que la Nueva España tradición de Nuestra Señora de Guadalupe, que si
no era una colonia sino un reino incorporado bien tenían fecha de 1797, en realidad las es-
a la Corona de Castilla por medio de un pacto cribió entre 1818 y 1820. Si las Memorias no
que los peninsulares intentaban romper. En la son una fuente confiable para la biografía de
Historia de la Revolución de Nueva España señaló Mier, en cambio proporcionan la exposición
que había “un pacto solemne y explícito que más clara de las conclusiones de sus trabajos
celebraron los americanos con los reyes de Es- sobre el origen de la tradición guadalupana.
paña, que más claro no lo hizo jamás nación En 1820, cuando se restableció la Constitu-
alguna, y está autenticado en el mismo códi- ción de Cádiz, fue enviado a la metrópoli.An-
go de sus leyes”; según ese acuerdo inviolable tes de partir, escribió varios documentos en
“no hay pueblo americano súbdito de España, los que sugería el establecimiento de un go-
sino su igual”. Sin embargo, los años de estan- bierno independiente a través de la formación
cia en Londres vieron cómo Mier pasó de de un congreso provisional; pedía a sus com-
defender los intereses de los americanos den- patriotas que mantuvieran la equis en vez de la
tro de la Monarquía española a la búsqueda de jota, en los nombres de origen indígena y una
la independencia absoluta. Es posible que todo importante reflexión sobre los nombres de las
empezara con su fracaso por ser electo dipu- regiones americanas.
MORA, JOSÉ MARÍA LUIS 439

Camino a la metrópoli, en La Habana, ca de León XII; escribía a sus amigos, el Abée


Mier consiguió escapar a Estados Unidos. Gregoire y Andrés Bello, y hacía las invita-
Desde Filadelfia, promovió un gobierno re- ciones para recibir el viático de manos de su
publicano para su patria, en el momento en el primo Miguel Ramos Arizpe. Murió a los 64
que Agustín de Iturbide establecía una Mo- años y fue sepultado, con la presencia del vice-
narquía independiente. Al regresar a México, presidente de la República, en el convento de
se opuso al emperador, en especial desde el Santo Domingo.
Congreso. Partícipe en conjuras republicanas,
fue apresado. Recuperó la libertad en 1823 Alfredo Ávila
para reintegrarse al Constituyente. Partidario
de una República federal moderada, se opuso Orientación bibliográfica
a las propuestas radicales que promovían una
confederación. Según Carlos María de Busta- Benson, Nettie Lee, “Fray Servando Teresa de
mante, los discursos del doctor Mier eran de Mier, federalista”, en Secuencia, núm. 3, sep-
los más aclamados en la Asamblea, en especial tiembre-diciembre de 1985, pp.158-168.
el del 13 de diciembre de 1823, conocido co- Benson, Nettie Lee, La Diputación Provincial y
mo la Profecía, pues adelantaba los males que el federalismo mexicano. México, El Colegio
traería el federalismo extremo; sin embargo, de México, Centro de Estudios Históri-
tuvieron poco efecto. cos/unam, Coordinación de Humanida-
A partir de ese momento, la vida política des, 1994.
de Servando ya no fue determinante para el Domínguez Michael, Christopher, Vida de
futuro de su patria, lo cual propiciaría que fue- fray Servando. México, Era, 2004.
ra visto con respeto por muchos de los polí- Mier, Servando Teresa de, Historia de la revolu-
ticos de entonces. Había dado la mayor parte ción de la Nueva España. México, fce/Insti-
de su vida a su patria e hizo una publicidad tuto Cultural Helénico, 1986.
suficiente a su obra.Vivió sus últimos años en Mier, Servando Teresa de, Memorias de fray Ser-
una habitación que el presidente Guadalupe vando Teresa de Mier. Del convento de Santo
Victoria le asignó en Palacio Nacional, desde Domingo de México. Pról. de Alfonso Reyes.
donde publicó un Discurso contra una Encícli- Madrid,América, 1917.

+MORA, JOSÉ MARÍA LUIS +

Los testimonios e interpretaciones de los gran- de un apego estricto a la verdad; recurrieron


des momentos históricos mexicanos y de los con facilidad a la imaginación en un afán por
periodos de transición han sido producto de es- recrear un ambiente de heroísmo digno del re-
critores que solían participar en esos aconteci- cuerdo de generaciones venideras. En cierto
mientos. Dos son de gran importancia para los sentido, José María Luis Mora perteneció a la
años de la guerra de Independencia: Servando misma corriente, si bien escribía en un tono
Teresa de Mier y Carlos María de Bustamante. más sobrio y medido, calculado para convencer
Ambos fueron apasionados en la búsqueda de por la seriedad de sus argumentos.
justificaciones de sus actos o de sus credos po- Mora perteneció a una generación poste-
líticos. Ninguno de los dos sintió la necesidad rior a la guerra. Pasó su infancia en un cole-
440 LOS HISTORIADORES

gio en Querétaro, seguido por estudios en San atrasada que la única esperanza era mezclar su
Ildefonso y en el seminario diocesano en Pue- sangre con la de inmigrantes europeos; enton-
bla. Mientras vivió en México, se domicilió en ces sí tendrían la fuerza física necesaria para
instituciones que si no estaban directamente arar bien la tierra y la capacidad mental sufi-
bajo la dirección de la Iglesia, seguían un rit- ciente para ingresar en el mundo moderno.
mo de vida monástica, contra la cual termina- Los trabajos de Mora se dividen en muchas
ría por rebelarse.Vale la pena recordar los años categorías. Empezó con planes para reformar
anteriores al autoexilio de Mora, ya que ayu- la educación superior; en San Ildefonso inten-
dan a explicar su visión de la historia y de la tó introducir la materia de Economía política
vida en la ciudad de México, que conoció más y se empeñó en quitarle el sabor monacal a los
bien por referencias. Sus textos dan la impre- internados, donde los alumnos tenían que lle-
sión de haber sido redactados por un hombre var el despreciado y sospechoso (por esconder
que nunca caminó por las calles de la ciudad, la mugre) traje talar, aunque no fueran desti-
nunca se fijó en si la población era blanca o nados al clero. Redactó un catecismo político
mestiza, cómo iban vestidas las mujeres, cuáles para usarlo como libro de texto. Incursionó
eran las costumbres familiares; sin embargo, se extensamente en el periodismo radical de la
atrevió a analizar la vida social, calcular la ri- década de 1820 y principios de la de 1830.
queza de la Iglesia, respaldarse en una opinión Durante su estancia en el Congreso del Esta-
pública inexistente respecto al clero, el esta- do de México, redactó leyes de muchos tipos,
do de la educación (que sí conocía mejor que incluyendo un código penal que no crimina-
cualquier otro tema) y los vericuetos de la po- lizaba el rapto de mujeres ya que, según él, ellas
lítica mexicana. Los compradores de sus libros, lo consentían de antemano. También influyó
ingleses y franceses que jamás habían pisado o hizo la redacción de las leyes reformistas de
tierras mexicanas, no tenían manera de saber 1833 durante la vicepresidencia de Gómez
que Mora mezclaba sus ideas utópicas con Farías, cuyo resultado fue su huida de la Re-
la cruda realidad de un país recién salido de la pública Mexicana.
guerra, enfrentado con las amenazas de recon- Instalado en Francia a partir de 1834, Mora
quista española, una enorme deuda interna y se dedicó a escribir acerca de México, en par-
externa, un sistema crediticio quebrado, una te para ganarse la vida, pero también para ex-
tesorería en bancarrota, caminos sin reparacio- plicar a los europeos la historia y la situación
nes que estaban infestados de bandidos, una del país. México y sus revoluciones, publicado en
sociedad empobrecida, todavía adolorida por París en 1836, arranca con la época colonial.
la guerra, con un pie en lo tradicional (lo segu- La descripción de Mora contribuyó a reforzar
ro) y otro en el progreso (lleno de angustiantes la leyenda negra que culpaba a España de los
novedades). atrasos del México independiente, siguiendo
Mora quiso ser un hombre moderno, re- la huella de los autores ya mencionados. Los
formista, amante del progreso, conocedor de vicios, defectos, egoísmos, ignorancia y co-
las teorías económicas en boga, secular a pesar rruptelas de los peninsulares fueron tan ne-
de ser ordenado sacerdote, enemigo de usos fastos que Mora no encontró más remedio a
y costumbres antiguos carentes de sentido. los males de México que la educación de las
Según él, los indígenas frenaban el progreso nuevas generaciones. Examinó el papel que
ya que eran incapaces de un pensamiento ori- habían desempeñado la Iglesia, el ejército, las
ginal; las lenguas indígenas no podían expre- clases populares y la aristocracia. Mora hizo un
sar conceptos abstractos; su cultura estaba tan diagnóstico de la sociedad, sector por sector,
TEJA ZABRE, ALFONSO 441

pero sin tomar en cuenta las diferencias regio- sia ejercía un monopolio sobre la educación.
nales. Echó mano de la estadística, dándole un Se sabe ahora que sus cálculos incluían bienes
tono ilustrado y moderno a sus escritos, cuan- no contables como los templos y las obras de
do en realidad carecían de una investigación arte. La presencia de un gremio de maestros
científica e imparcial. seglares y la Real Universidad de México, su-
El año siguiente, Mora publicó sus Obras jeto en todo al virrey, desmienten categórica-
sueltas, cuya primera parte está dedicada a mente sus afirmaciones acerca del monopolio.
asuntos gubernamentales en los cuales él ha- Si la obra de Mora no es útil hoy día como tes-
bía participado, aunque cegado por sus pro- timonio verídico de la vida en México duran-
pios prejuicios: la desamortización de los te las primeras décadas de independencia, sí
bienes del clero, el manejo de la deuda y las es el reflejo fiel de cómo un hombre atrapado
finanzas públicas. Redactó una sección titula- entre los siglos xviii y xix concebía la historia,
da “Crédito público” y con este texto impri- la sociedad, los deberes cívicos, la economía, la
mió su famosa Disertación sobre la naturaleza y religión y el anhelado progreso.
aplicación de las rentas y bienes eclesiásticos y sobre
la autoridad a que se hallan sujetos en cuanto a su Anne Staples
creación, aumento, subsistencia o supresión, ensa-
yo que ganó un concurso patrocinado por el Orientación bibliográfica
estado de Zacatecas, aunque nunca recibió
el premio monetario prometido. Desahuciado Hale, Charles, El liberalismo mexicano en la épo-
por una tuberculosis seguramente contraída ca de Mora 1821-1853. México, Siglo XXI
durante sus largos años de estudio y residencia Editores, 1999.
en San Ildefonso, murió en París en 1850. Mora, José María Luis, Méjico y sus revoluciones.
La obra de Mora tuvo una enorme influen- México, Porrúa, 1950.
cia tanto en el extranjero como en México. Mora, José María Luis, Obras completas. Invest.,
Hasta la fecha se repiten los errores que pos- recop., selec. y notas de Lillian Briseño y
teriormente se han encontrado en sus textos, Laura Suárez de la Torre. México, sep/Ins-
como el cálculo exagerado del monto de los tituto de Investigaciones Dr. José María
bienes del clero o la afirmación de que la Igle- Luis Mora, 1986.

+TEJA ZABRE, ALFONSO +

Alfonso Teja Zabre fue jurista, maestro, di- particularmente con las luchas de emancipa-
plomático, periodista e historiador, y en sus ción hispanoamericanas.
obras mostró un particular interés por estu- El historiador guanajuatense, nacido el 23
diar la revolución de Independencia. A tono de diciembre de 1888 en San Luis de la Paz,
con la época, propuso superar la historia de los Guanajuato, ubicó el origen del estallido re-
acontecimientos y de los hechos militares pa- volucionario en la contradicción que surge
ra conceder importancia a las raíces sociales y entre el desarrollo de las fuerzas productivas
económicas del acontecer histórico, así como y las relaciones sociales de producción en un
atender al contexto internacional y a la afi- momento en el que se rompe el equilibrio y
nidad con movimientos similares del mundo, la armonía que debe existir entre ambas esfe-
442 LOS HISTORIADORES

ras. En su perspectiva, las formas políticas que pendencia, y ayudó a ampliar y definir los pla-
se adoptaron para afrontar las necesidades del nes políticos. Gran parte de las ideas de Teja
momento resultaron inadecuadas. Las caracte- Zabre sobre la independencia giran en torno
rísticas de su análisis y del enfoque empleado, a la figura de Morelos o, mejor dicho, se inspi-
que concibe al movimiento de Independen- ran en él. Es el caudillo que cimentó la nueva
cia como una revolución, han hecho que Teja nacionalidad y logró plasmar en los hechos
sea considerado un historiador marxista, aun- la dimensión social de su pensamiento. Pero la
que en un sentido más amplio podríamos situar Independencia, como todas las magnas obras
su trabajo en el terreno de la historia social. sociales, dice Teja, “no fue tarea de un solo
Alfonso Teja Zabre consideró que la in- hombre, no hubo idea que saliera completa y
dependencia constituye la expresión de una redonda de un solo cerebro”, así que al tiempo
revolución que se produjo en varias etapas: que enaltece al caudillo, subraya la importan-
la primera fue la fase ideológica, cuyos prota- cia de la participación social.
gonistas fueron los insurgentes, portadores de A diferencia de lo que otros autores ha-
nuevas propuestas sociales; luego vino la etapa bían sugerido sobre el pensamiento de Mo-
militar y política, que se cumplió parcialmen- relos, Teja Zabre plantea que las medidas más
te en 1821. Para él, la consumación de la in- radicales (expropiación de tierras y propie-
dependencia fue un paso puramente formal, dades) fueron concebidas como acciones de
ya que el proceso culminaría en fases subse- guerra y de emergencia. Sus ideas fueron más
cuentes del siglo xix: el tránsito de la reforma radicales en el aspecto social que todas las que
a la restauración de la República es para Teja hasta entonces se habían exhibido como pro-
el proceso que conduce a la conquista de la grama de lucha por la independencia, lo que
verdadera independencia.Al concluir esta fase, no quiere decir que la ideología del cura de
se abre un nuevo ciclo de revolución social. Carácuaro constituyera una anticipación del
En su concepción etapista, la Independencia socialismo (lo que en su connotación estric-
mexicana es un momento de la evolución de ta y como doctrina revolucionaria llegaría
la nación, una etapa más de la vida de un Mé- a México muchos años más tarde), sino que
xico que se renueva a través de las revoluciones consideraba indispensable contar con el apoyo
y que evidencia una vez más el espíritu nacio- de la masa proletaria —en este caso represen-
nal que hunde sus raíces en el pasado remoto. tada por los indios desposeídos— y para lo-
En este desarrollo, la independencia resulta grarlo habría de echar mano de las medidas
esencial porque trae consigo la autonomía más drásticas que pudieran servirle para atraer
que para Teja se traduce en la aceptación de a la gente mediante la satisfacción de algunas
una responsabilidad de la propia vida, el cami- de sus principales reivindicaciones. Medidas
no a la madurez y a la modernidad. como la confiscación de las haciendas y de
La figura que mejor caracterizó la segunda algunas propiedades fueron sobre todo un
etapa de la revolución fue para Teja Zabre la procedimiento primitivo para procurarse re-
de Morelos. Por eso le dedicó al Caudillo del cursos y repartirlos con el propósito de conse-
Sur dos de sus obras más conocidas: Vida de guir aliados entre la gente. Fueron, en opinión
Morelos (1916) y Morelos, caudillo de la indepen- de Teja, estrategias muy radicales, pero con un
dencia (1934). En ellas se aprecia la forma en carácter pragmático y de ninguna manera de
que Morelos otorgó sentido y organización al inspiración socialista.
ímpetu desordenado de las masas de Hidalgo En la mirada de Alfonso Teja Zabre, los su-
y concretó el fundamento social de la inde- cesos finales de la guerra de Independencia y
TORRE VILLAR, ERNESTO DE LA 443

las medidas liberales que antecedieron a la Re- mite establecer y explicar con toda claridad a
forma tuvieron resultados paradójicos puesto través de sus páginas la prolongación activa del
que en lugar de destruir las bases del antiguo pasado en el presente.
orden, a veces parecieron afianzarlo: la Iglesia, Alfonso Teja Zabre murió en le ciudad de
los grandes propietarios y las clases dominan- México el 28 de febrero de 1962, a los 73 años
tes de la Colonia (comerciantes, hacendados y de edad.
burgueses) se aferraron a su posición en la so-
ciedad mexicana. Igualmente la anarquía, la Andrea Sánchez Quintanar (†)
miseria, las pugnas entre bandos políticos, las
guerras de invasión y la pérdida de territorios Orientación bibliográfica
siguieron asolando el territorio de la nueva
nación. Sólo hasta que una colisión forma- Florescano, Enrique y Ricardo Pérez Mont-
da por un grupo de la clase media, apoyado fort, comps., Historiadores de México en el si-
por las masas proletarias, impulsó las transfor- glo XX. México, fce/Conaculta, 1995.
maciones iniciadas en la guerra de Indepen- Matute, Álvaro, Pensamiento historiográfico
dencia cuajó ésta en la restauración de una Re- mexicano del siglo XX: la desintegración del po-
pública federal y democrática. Así pues, a ojos sitivismo (1911-1935). México, unam, Ins-
de Teja, las guerras de reforma y los combates tituto de Investigaciones Históricas/fce,
en contra de la intervención francesa y el Im- 1999.
perio remataron la obra de Hidalgo y Morelos. Teja Zabre, Alfonso, Historia de México. Una
Vista así, la Independencia en su obra no es moderna interpretación. México, Imprenta
un fenómeno relampagueante que se da en un de la Secretaría de Relacionas Exteriores,
momento determinado y desaparece también 1935.
súbitamente. La Independencia es un proce- Teja Zabre,Alfonso, Morelos, caudillo de la Inde-
so que empieza a gestarse desde la Conquis- pendencia mexicana. Madrid, Espasa-Calpe,
ta, estalla con violencia en 1810 y se prolonga 1934. (Vidas españolas e hispanoamerica-
en continuidad de desprendimiento político, nas del siglo xix, 43)
económico y social, para proseguir hasta nues- Teja Zabre, Alfonso, Vida de Morelos. México,
tros días. En ese sentido, su contribución per- Andrés Botas, 1916.

+TORRE VILLAR, ERNESTO DE LA +

De polifacética formación cultural: abogado, recorrió Europa y América, donde conoció


historiador, bibliógrafo, bibliólogo y de pro- los principales archivos y bibliotecas y realizó
funda vocación docente, nació en Tlatlauqui, importantes contactos académicos y de amis-
Puebla, en 1917 y falleció en la ciudad de tad con prestigiados historiadores. En 1953 se
México en 2009. Cursó estudios profesiona- incorporó como investigador al Instituto de
les en la Facultad Nacional de Jurisprudencia, Investigaciones Históricas de la unam y, para
Letras e Historia, en la Facultad de Filosofía 1994, por su copiosa producción histórica fue
y Letras de la unam y en El Colegio de Méxi- nombrado Investigador Emérito. En 1967
co; se especializó en la Escuela de Altos Estu- fue designado director del Instituto de Investi-
dios de la Sorbona en París.Viajero infatigable, gaciones Bibliográficas que gobierna la Biblio-
444 LOS HISTORIADORES

teca y la Hemeroteca Nacionales de México. históricas mexicanas, Temas de la insurgencia y La


En 1981 fundó el Instituto de Investigaciones independencia de México. Esta última resume el
Dr. José María Luis Mora. Como reconoci- resultado de sus investigaciones anteriores, sus
miento a su trabajo académico fue invitado aportaciones originales y los temas de su predi-
como miembro a 24 sociedades de la mayor re- lección del proceso histórico de la insurgencia,
levancia en México y en el extranjero; también su selección documental y otros anexos que fa-
fue galardonado con 34 premios y distinciones. cilitan el conocimiento de la época.
El estudio y la enseñanza del proceso de la La independencia de México está dividida en
lucha por la independencia de México fue- cinco capítulos; en los dos primeros ofrece
ron permanentes en el largo camino de su vi- una visión panorámica del Imperio español;
da profesional. A su regreso de París se inició la acción del despotismo ilustrado y su im-
como profesor en la Facultad de Filosofía y plementación en la Nueva España, a partir
Letras con el curso Guerra de independencia. del reinado de Carlos III, y fielmente ejecu-
Inició su actividad de compilar documentos tada por los virreyes seleccionados para este
históricos en el Archivo General de la Nación fin. El capítulo iii está dedicado al proceso
explorando los acervos de Infidencias y Ope- emancipador, los sucesos de España de 1808 y
raciones de Guerra; ramos poco consultados sus repercusiones en la Nueva España: el Ayun-
por la falta de clasificación y ordenamiento, lo tamiento rebelde de la ciudad de México,
que le permitió publicar obras de originalidad la destitución del virrey Iturrigaray y la prisión
temática que permitieron nuevos enfoques so- de los miembros del Ayuntamiento, hechos
bre la lucha de independencia y la libertad. La represivos que provocaron las conspiracio-
mayoría de sus obras en general y en particu- nes de Valladolid y la de Querétaro como an-
lar sobre la Independencia están acompaña- tesala de la revolución insurgente.
das por una selección documental de primera El estallido de la revolución insurgida por
mano. En El Colegio de México organizó el Hidalgo y su marcha arrasadora y victoriosa
material documental reunido durante su es- por Celaya, Salamanca, Guanajuato, Monte de
tancia en Francia sobre diplomacia, comercio las Cruces y el intento fallido de apoderarse
y guerra para su publicación. de la capital del virreinato se presentan en un
En las instituciones que dirigió destaca su texto bien fundamentado aunque breve.A par-
preocupación por la organización documen- tir de la primera derrota en Aculco, invitado por
tal. En la Biblioteca Nacional, con la creación el insurgente José Antonio Torres, que se había
del Instituto de Investigaciones Bibliográficas, apoderado de Guadalajara, Hidalgo consideró
sus logros cimentaron las bases de la investiga- conveniente recuperarse en la capital tapatía.
ción bibliográfica y el enriquecimiento de sus En este capítulo se relata también la entrada
acervos; los relativos a la Independencia fue- triunfal de Hidalgo a la ciudad de Guadalajara,
ron la publicación de los catálogos de la Co- en donde puso las bases del primer gobierno
lección Lafragua, correspondientes a los años insurgente y decretó importantes reformas de
de 1800 a 1821, y la adquisición del archivo de justicia social, como la abolición de la escla-
Agustín Rivera, que ha sido ordenado, clasifi- vitud, entre otras, e inició la publicación del
cado y publicado en tres volúmenes. primer periódico insurgente, El Despertador
De don Ernesto de la Torre, las obras de ca- Americano, que iniciara la controversia intelec-
rácter general sobre la Independencia, de selec- tual contra la Gaceta del Gobierno de México así
to contenido documental,juicios de interpreta- como una multitud de publicaciones conde-
ción y de mayor apoyo docente, son sus Lecturas natorias contra Hidalgo y sus principales co-
TORRE VILLAR, ERNESTO DE LA 445

laboradores. Breve también es el relato de la pacho en Guadalajara, y José María Morelos,


derrota de Hidalgo en Puente de Calderón, su nombrado por su maestro comandante del
huida al norte, la emboscada en Baján, su pri- Sur, don Ernesto contribuye con dos obras
sión, juicio y ejecución en Chihuahua. señeras por su originalidad temática y su apor-
En la sección titulada “La obra de Ignacio tación documental.
López Rayón”, describe la iniciativa de Ra- Con motivo de la celebración de los 150
yón para unificar a los grupos dispersos de la años de haber sido promulgada la Constitu-
insurgencia mediante el establecimiento de ción Insurgente de Apatzingán, la unam pu-
una Suprema Junta Nacional Americana que blicó dos obras importantes sobre el tema:
fue instalada en la población de Zitácuaro, Mi- una colectiva, con el título de Estudios sobre el
choacán. Los vocales y presidente de la Junta Decreto Constitucional de Apatzingán, en la que
colaboraron con su intelecto para aprovechar participaron distinguidos juristas e historiado-
el instrumento de una imprenta y poder jus- res. Don Ernesto colaboró con el ensayo “El
tificar y difundir en un círculo de mayor am- constitucionalismo mexicano y su origen”,
plitud las metas del movimiento insurgente. El pero de mayor importancia fue su trabajo per-
Ilustrador Nacional y El Ilustrador Americano, a sonal de la obra La Constitución de Apatzingán
cargo del eclesiástico José María Cos, y el Se- y los creadores del Estado mexicano, en la que el
manario Patriótico Americano, de Andrés Quin- maestro presenta un cuidadoso estudio que va
tana Roo, formaron la trilogía periodística de desde los antecedentes de 1808, las propuestas
la Suprema Junta de Zitácuaro. de Talamantes y de Vicente de Santa María en
En lo tocante a la acción revolucionaria de 1809, las de Hidalgo en 1810, de Ignacio Ló-
Morelos, en la sección titulada “Morelos y su pez Rayón y Morelos en 1813 y 1814. Don
obra política y militar”, don Ernesto destaca Ernesto menciona a varios autores ingleses,
que sin duda fue Morelos quien culminó el franceses y españoles que, sin duda, influye-
proyecto insurgente de nación, después de su ron en el pensamiento de los diputados que
campaña victoriosa en el Sur, y de realizar la redactaron el texto constitucional y presenta
epopeya militar ante el ataque y prolongado un estudio analítico de la estructura del de-
sitio de Cuautla, con el rompimiento exito- creto, de gran interés, dada su doble formación
so del 2 de mayo de 1812, hazaña que le per- intelectual, de abogado y de historiador.
mitió la recuperación y el crecimiento de su “Miguel Hidalgo el libertador” es el título
ejército y, más tarde, el mayor dominio geo- de un largo ensayo que forma parte de la obra
gráfico de la insurgencia. Temas de la insurgencia. Con definiciones pre-
La toma de Oaxaca y Acapulco permi- cisas e información de fuentes poco difundi-
tió a Morelos la instalación del Congreso en das, don Ernesto presenta una descripción del
Chilpancingo que aprobó la independencia medio natural en donde nació y se desarrolló
absoluta, la adopción del sistema democráti- la niñez de Hidalgo. En relación con la forma-
co republicano y las reformas de justicia social ción intelectual, nos describe sus estudios en el
contenidas en los Sentimientos de la nación. Una Colegio de San Francisco Javier de la Compa-
selecta documentación respalda estos hechos ñía de Jesús, en Valladolid, su incorporación al
trascendentales, acuerdos que en 1814 queda- Colegio de San Nicolás Obispo, donde cursa-
ron plasmados en el Decreto Constitucional ría con éxito sus estudios sacerdotales, que por
de Apatzingán. su excelencia lo convertirían en catedrático,
De los continuadores del padre Hidalgo, vicerrector y, para 1790, rector del prestigiado
Ignacio Rayón, secretario de Estado y del des- Colegio y Seminario de Valladolid. El sacer-
446 LOS HISTORIADORES

dote ilustrado, que en el futuro se convertiría En 1966, el maestro de la Torre publicó su


en capitán general de la insurgencia, obtuvo libro Los Guadalupes y la Independencia, un ensa-
todos estos logros al cumplir los 30 años de yo que ha proporcionado una nueva veta para
edad. el estudio de la insurgencia en relación con la
Por la variedad de interpretaciones que acción revolucionaria en los centros urbanos
las artes plásticas han hecho de la imagen del del virreinato, de civiles comprometidos con
Padre de la Patria, don Ernesto realizó dos in- las actividades de la sociedad secreta de los
vestigaciones que en 1990 publicara la Uni- Guadalupes, cuyo propósito era apoyar la lucha
versidad Michoacana de San Nicolás de Hi- armada. Este original ensayo revela, a través de
dalgo: Hidalgo entre escultores y pintores y la otra la documentación seleccionada en los acervos
Hidalgo y sus monumentos. Para nivelar la ima- del Archivo General de la Nación, el Históri-
gen guerrera del caudillo con la del sacerdote co de Hacienda y el General de Indias en Sevi-
ilustrado, nuestro autor promovió una peque- lla, los nombres y actividades de varios implica-
ña obra que por su originalidad es reveladora dos en esa sociedad. Para esta publicación, don
del intelecto del padre Hidalgo y explica, en Ernesto reproduce cartas con información po-
parte, la acción renovadora de los postulados lítica y militar del gobierno novohispano que
de independencia y libertad, así como los re- los Guadalupes enviaron a José María Morelos
clamos de justicia social. y a Ignacio López Rayón, además de oficios y
Sus publicaciones de tema novohispano proclamas de Félix María Calleja.
fueron: La cultura hispanoamericana durante los Burlando la vigilancia realista, los Guada-
siglos XVI al XVIII y Religión, poder y autoridad en lupes proporcionaron a la Suprema Junta de
la Nueva España, así como otros ensayos sobre Zitácuaro una imprenta que permitió una
los virreyes, la economía, etcétera. amplia difusión de los propósitos revolucio-
Don Ernesto rescata y presenta el estudio narios. El impacto causado por esta segunda
realizado por el humanista Gabriel Méndez etapa del periodismo insurgente —señala don
Plancarte que tituló Hidalgo reformador intelec- Ernesto— lo expresa en el oficio del entonces
tual, obra en la que por primera vez se presenta virrey Calleja al ministro de Gracia y Justicia
la “Disertación”, con la que Hidalgo ganó el de España, informándole la situación subversi-
primer lugar en el concurso convocado por va en la Nueva España, en especial la de los pe-
el canónigo José Pérez Calama. El texto de riódicos insurgentes, en donde expresamente
Hidalgo eleva el espíritu crítico a la moderni- apunta a los periódicos de la Suprema Junta y
dad y explica la Teología con la participación al Correo Americano del Sur, publicado por Mo-
de la Filosofía, la Historia y la Ciencia. Miguel relos. Calleja los acusa de un manejo astuto y
Hidalgo siempre se mantuvo a la vanguardia depravado de la información para propagar sus
del pensamiento ilustrado; así, la lectura de los ideas de emancipación. El objetivo del oficio
escritores de su época le sirvió para enmarcar del virrey era impedir la aplicación constitu-
la experiencia que obtuvo con su ministerio cional de la libertad de imprenta.
sacerdotal cuando las autoridades eclesiásticas Ésta es sólo una muestra de la infatigable
del obispado de Michoacán —por su apertu- labor de investigación del doctor Ernesto de
ra intelectual y su conducta fogosa que diera la Torre Villar en torno al proceso histórico
motivo a escándalos sociales— cortaron en de la lucha por la independencia y la libertad
forma violenta su carrera académica, para ser que diera origen a la nación mexicana.
enviado a las parroquias de Colima, San Felipe
y finalmente Dolores. Tarcisio García Díaz
VILLORO, LUIS 447

Orientación bibliográfica Torre Villar, Ernesto de la, En torno al guada-


lupanismo. México, Miguel Ángel Porrúa,
Torre Villar, Ernesto de la, La Constitución de 2004.
Apatzingán y los creadores del Estado mexica- Torre Villar, Ernesto de la, La independencia
no. México, unam, 1978. de México. México, fce, 1992.
Torre Villar, Ernesto de la, Los Guadalupes Torre Villar, Ernesto de la, La inteligencia li-
y la Independencia: con una selección de docu- bertadora: esbozos y escorzos de don Miguel
mentos inéditos. México, Miguel Ángel Po- Hidalgo. México, unam, 2004.
rrúa, 1985.

+VILLORO, LUIS +

LuisVilloro es autor de una de las obras funda- cada del xxi han podido matizar, agregar o co-
mentales para comprender el proceso de la rregir propuestas, hipótesis y asertos del libro
Independencia mexicana, que ha perdurado de Villoro, pero la interpretación general se ha
durante más de 50 años, pese a que una mul- mantenido como la única que ofrece al lector
titud de estudios monográficos ha venido a un sentido del proceso completo.
precisar y corregir buena parte de los asertos La revolución de Independencia de Luis Villo-
de aquel libro. Lo anterior se debe, en buena ro apareció en 1953, en una colección univer-
medida, a dos elementos. El primero (aunque sitaria para conmemorar el bicentenario del
no en importancia) es de índole editorial y natalicio de Miguel Hidalgo. Las reediciones
de distribución. Las primeras tres ediciones de aparecieron ya con el nombre de El proceso
El proceso ideológico de la revolución de Indepen- ideológico de la revolución de Independencia.Varios
dencia fueron publicados por la Universidad historiadores con perspectivas muy diferentes
Nacional Autónoma de México, pero después (como Ernesto Lemoine,Virginia Guedea,Ti-
la Secretaría de Educación Pública y el Con- mothy Anna o Brian Hamnett) lo han toma-
sejo Nacional para la Cultura y las Artes han do como sustrato interpretativo de sus propias
seguido reimprimiéndolo con grandes tirajes, obras. Escrita por un filósofo, en un momen-
precios económicos y amplia distribución. A to de especial influjo del historicismo de Jo-
esto se debe agregar que una versión resumida sé Gaos, La revolución de Independencia procuró
del mencionado libro apareció en 1973 en la trazar una interpretación general del desarro-
célebre Historia general de México, editada por llo ideológico de los principales participantes
El Colegio de México. En la versión de esta del proceso de emancipación mexicana, de ahí
obra que se hiciera en 2000 (que se ha seguido que cambiara su título para la segunda edición.
reimprimiendo) se conservó la misma colabo- Luis Villoro sustentó el análisis de las ideolo-
ración de Villoro. gías en una base material, cercana al marxismo.
El segundo aspecto que justifica la trascen- De esta manera, pudo apreciar en la sociedad
dencia de la interpretación propuesta por Luis novohispana de comienzos del siglo xix diver-
Villoro es que ofrece una explicación global, sos grupos sociales que actuarían en los bandos
un sentido, al proceso emancipador. De tal que se formaron durante el conflicto armado
forma, las obras monográficas aparecidas en la movidos por sus propios intereses de clase. La
segunda mitad del siglo xx y en la primera dé- sociología de Karl Mannheim le permitió atri-
448 LOS HISTORIADORES

buir principios ideológicos a cada uno de esos mineros y de obrajes, castas, negros y un largo
sectores, más allá de la coyuntura de la inde- etcétera. Por supuesto, a la luz de las monogra-
pendencia. Lo anterior permitió a Luis Villoro fías recientes, “las clases populares” han mos-
construir el relato más original acerca del pro- trado ser mucho más complejas que lo pro-
ceso emancipador en medio de la abundante puesto por Villoro, pero es interesante resaltar
historiografía sobre el tema. Apoyado en unos que esta tipología, con cambios y matices, ha
cuantos autores (Lucas Alamán, Carlos María sido adoptada por historiadores como Timo-
de Bustamante y Servando Teresa de Mier, en- thy Anna y Brian Hamnett.
tre otros, a los que se agregaron pocos historia- La originalidad de Villoro —a partir de las
dores del siglo xx), el autor elaboró su relato a propuestas de Karl Mannheim— fue encon-
partir de la consulta de los documentos colec- trar en cada una de esas clases una “actitud his-
cionados por Juan E. Hernández y Dávalos y tórica” que explicaría tanto sus actividades y
Genaro García, aunque la parte final del libro posturas en el conflicto que condujo a la inde-
refiere unos cuantos impresos del periodo de pendencia mexicana como sus características
la consumación de la independencia. ideológicas.Así, para la clase europea, el mejor
Esta manera de acercarse al proceso de In- tiempo era el presente, que debía conservarse.
dependencia permitió queVilloro se alejara de El estatismo de este grupo no sería capaz de
algunas de las interpretaciones tradicionales, mantenerse en buena medida porque las con-
en especial aquellas que insistían en que los diciones y circunstancias de la propia metró-
criollos se lanzaron a la aventura de la emanci- poli (ocupada por Napoleón y en proceso de
pación porque estaban desplazados por los es- revolución) hacían que ese presente hubiera
pañoles peninsulares. Por el contrario, La revo- quedado antes de 1808. Por su parte, la segun-
lución de Independencia señalaba que el lugar de da clase dominante (la “eurocriolla” de la pri-
nacimiento no era tan importante para explicar mera edición) se percataba de que el tiempo
los partidos que se tomaron en la época. De ahí idóneo para la Nueva España y para sus pro-
que empezara con un análisis de las clases, los pios intereses estaba en el futuro, una vez que
vínculos y los intereses.Villoro propuso la exis- se dejaran a un lado las barreras que el viejo
tencia de cuatro clases con características y orden imponía a la producción de riquezas del
posiciones políticas diferenciadas a comienzos virreinato. Eran, en palabras de Mannheim, li-
del siglo xix. La “clase europea” incluía a la alta berales, de igual modo que los primeros eran
burocracia, el clero catedralicio, los cuadros conservadores. Las clases medias, en cambio,
superiores del ejército y los grandes mineros representadas por la intelligentsia criolla, tran-
y comerciantes, cuya posición dependía de la sitarían de un utopismo (según el cual había
unión con la metrópoli.La segunda clase (llama- que buscar en un pasado imaginario el mejor
da en la primera edición “eurocriolla”, simple- tiempo del virreinato) al radicalismo, seme-
mente“clases privilegiadas”a partir de la segun- jante al del liberalismo (de nuevo, en términos
da) integraba a propietarios ligados al sector de Mannheim) salvo que buscaría actualizar
interno de la economía, clero y cuadros medios —traer al presente— dicho futuro. Esto per-
del ejército, casi todos americanos. La “clase mitió al autor dotar al proceso de Independen-
media o criolla”, la tercera, estaba desligada de cia de un sentido metahistórico. No importa
la metrópoli y por lo general no era propieta- que “las clases medias” —verdaderas protago-
ria: pequeños comerciantes, curas párrocos, ad- nistas de la obra— no hubieran sido las que
ministradores y, sobre todo, letrados.Al final, las alcanzaran el triunfo en 1821, la trama urdida
clases populares incluían indios, trabajadores por Villoro le permite al lector adivinar que el
VILLORO, LUIS 449

proyecto de ese sector sociocultural termina- futuro, se convirtió en la guía de estos revolu-
ría triunfando en el futuro. cionarios. Este desarrollo intelectual es mejor
En el primer capítulo del libro,Villoro pro- estudiado en los apartados cuarto y quinto,
puso la tipología descrita anteriormente. De en los que se hace un fino análisis del pen-
tal forma, es a partir del segundo en el que co- samiento insurgente. La “conversión” inte-
mienza propiamente la narración de los acon- lectual, el “futurismo” y la tendencia a negar
tecimientos.A diferencia de buena parte de los el pasado, condujeron a la clase media al re-
historiadores especialistas en el periodo de la publicanismo, explícito en el Congreso de
Independencia, Villoro empezó su relato con Chilpancingo. Resulta interesante que, en la
los acontecimientos de 1808, vistos no cómo primera edición,Villoro reconociera que este
“antecedente” o el momento de los “próce- proyecto republicano, plasmado en la Consti-
res” sino como parte del proceso. Este punto tución de Apatzingán, se fundó en buena me-
de vista fue después adoptado por otros histo- dida en la obra de los liberales reunidos en las
riadores, como el propio Anna y, en especial, Cortes de Cádiz, acierto que corrigió a partir
por Virginia Guedea. El análisis de las pro- de la segunda edición, tras las lecturas de las
puestas ideológicas presentadas en los debates obras de José Miranda y Jesús Reyes Heroles.
de 1808 en la Nueva España mostró que en Si bien el espacio dedicado a quienes de-
buena medida los proyectos del Ayuntamiento fendieron el orden colonial a ultranza —fun-
de la ciudad de México y de otros pensadores, damentalmente los miembros de la clase eu-
como Servando Teresa de Mier o Melchor de ropea— (el capítulo sexto) ocupa menos del
Talamantes, poco tenían que ver con impro- cinco por ciento del libro, para la época en
bables filiaciones liberales e incluso ilustradas. la que La revolución de Independencia fue es-
El constitucionalismo histórico de Mier era crito, resultó muy original e interesante que
completado por el pensamiento forjado en la se pusiera atención a grupos sociales que no
tradición jurídica española de Azcárate y Pri- participaron en la insurgencia e incluso se le
mo de Verdad. Sus fuentes se hallaban en el opusieron. En el capítulo séptimo se abordó
propio Derecho, castellano, español e indiano. la reacción de las clases privilegiadas al radica-
Se trataba de ese corpus jurídico en desuso, pe- lismo insurgente.Villoro dio cuenta de que el
ro vigente, como bien ha recordado Guedea. grupo al que había llamado “eurocriollo” en la
Tras la violenta destitución del virrey Itu- primera edición de su obra, también tenía ex-
rrigaray y la prisión de la mayoría de los pro- pectativas a futuro, lo mismo que los insurgen-
motores de una junta de gobierno en la Nueva tes, pero rechazaban el radicalismo. De ahí que
España, la opción de la violencia quedó abier- las clases privilegiadas pudieran favorecer la
ta.Analizada en el capítulo tercero, recupera de independencia, aunque la guerra canceló, mo-
nuevo a Mannheim para explicar el instanta- mentáneamente, esa posibilidad. De momento
neísmo de la rebelión de Hidalgo. Las utopías unieron sus destinos con el gobierno colonial.
populares, la lucha de clases y la extrema vio- Como se puede ver en el último apartado, no
lencia transformarían la búsqueda de la liber- sería sino hasta que la insurrección había si-
tad. De ahí que la intelligentsia criolla, las clases do reducida cuando los grupos privilegiados
medias (a diferencia de las demás clases), mo- vieron la posibilidad de la independencia en
dificara su ideología, abandonara la pretensión la coyuntura del restablecimiento de la Cons-
de buscar la libertad en el Derecho, para mejor titución liberal de Cádiz en 1820. Por ello, la
construir un nuevo Derecho a partir de la li- consumación de la independencia no fue otra
bertad. El radicalismo, el afán de actualizar el cosa (paraVilloro) que el acoplamiento del or-
450 LOS HISTORIADORES

den político al económico mediante el cual las Garrido Asperó, María José, “Por caminos
clases privilegiadas buscaron beneficiarse de desacostumbrados”, en Álvaro Matute y
las riquezas de la Nueva España sin compar- Evelia Trejo, coords., Escribir la historia en el
tirlas con la metrópoli. Así, estos grupos pro- siglo XX: treinta lecturas. México, unam, Ins-
curaron impedir en lo posible la transforma- tituto de Investigaciones Históricas, 2005,
ción del orden tradicional, aunque la caída del pp. 207-222.
Imperio en 1823 abrió las puertas para que las Villoro, Luis, “El sentido de la historia”, en
clases medias llevaran a cabo su proyecto. No Historia ¿para qué? México, Siglo XXI Edi-
sería, sin embargo, ése el momento. La solu- tores, 1980, pp. 35-52.
ción preterista y la futurista permanecerían Villoro, Luis,“Hidalgo: violencia y libertad”,
en conflicto durante el siglo xix y, si bien no en Historia Mexicana, vol. ii, núm. 2, octu-
se adelanta cuál grupo se impondría, el hecho bre-diciembre de 1952, pp. 223-239.
de que la protagonista de La revolución de Inde- Villoro, Luis, “La revolución de Indepen-
pendencia fuera la clase media, permite adivinar dencia”, en Historia general de México. Ver-
su final triunfo. Así, la historia contada por sión 2000. México, El Colegio de México,
Villoro se sustenta en una metahistoria que le 2000, pp. 489-523.
da sentido y que, como señalé, le ha permitido Villoro, Luis, “Las corrientes ideológicas en
trascender las décadas. la época de la independencia”, en Estudios
Alfredo Ávila de historia de la filosofía en México. México,
unam, 1963, pp. 203-242.
Orientación bibliográfica Villoro, Luis, El proceso ideológico de la revolución
de Independencia, 2a. reimp. de la 3a. ed. Mé-
Ávila, Alfredo y María José Garrido Asperó, xico, Conaculta, 1999. (Cien de México)
“Temporalidad e independencia. El proce- Villoro, Luis, La revolución de Independencia.
so ideológico de Luis Villoro, medio siglo Ensayo de interpretación histórica. México,
después”, en Secuencia. Revista de Historia unam, Consejo de Humanidades, 1953.
y Ciencias Sociales, núm. 63, septiembre- (Ediciones del Bicentenario del Naci-
diciembre de 2005, pp. 77-96. miento de Hidalgo, 1)

+ZÁRATE, JULIO +

Nació en Xalapa en 1844 y murió en la ciudad de diciembre de 1879 a febrero de 1880, justo
de México en 1917. Fue abogado de profesión cuando finalizaba el primer periodo presi-
titulado por el Colegio Carolino de Puebla y dencial de Porfirio Díaz. Más tarde colaboró
tuvo por ocupaciones principales la política, como secretario del gobierno de Veracruz
la docencia y el periodismo. Fungió como di- (1884-1886), ministro de la Suprema Corte
putado federal en varios periodos (el primero de Justicia (1896) y senador (1912).
de ellos en 1862, cuando apenas contaba con Contribuyó en diversas publicaciones co-
18 años de edad) por los estados de Puebla, mo El Eco del País, de Atlixco (opositor al Im-
Veracruz y el Distrito Federal. También ocu- perio de Maximiliano) y El Siglo Diecinueve,
pó diversos cargos en el Ministerio de Rela- del cual fue editor entre 1870 y 1875. Fue pro-
ciones Exteriores que incluso llegó a dirigir fesor de Historia en la Escuela Nacional Pre-
ZÁRATE, JULIO 451

paratoria desde 1896. Su obra escrita es pobre sentido: la independencia como necesidad fa-
y desconocida, se tiene noticia de que elaboró tal y justa del pueblo mexicano. Zárate buscó
tres textos escolares (Catecismo geográfico del es- menos explicar que narrar, y fijar mucho antes
tado de Puebla, Elementos de historia general, Com- que debatir. Con pretensiones de exhaustiva
pendio de historia general) y algunas monografías definitividad, persiguió agotar las polémicas y
históricas (Don Carlos de Sigüenza y Góngora, construir una versión concluyente y total en la
Episodios mexicanos 1862-1867: Jalapa.Velada en que quedara claro el principio y el final de esa
la conmemoración del cuarto centenario de la muerte empresa cuya mejor denominación debía ser
de Cristóbal Colón, Don Luis deVelasco, el segundo “guerra de Independencia”.
virrey de México y Monografía del estado de Vera- Zárate echó mano principalmente de Ala-
cruz); sin embargo, su gran aportación histo- mán y de Bustamante para construir su relato,
riográfica fue La guerra de Independencia, tomo aunque también se apoyó en Mora, Robinson,
tercero de la magna obra colectiva coordinada Mier y Zavala, entre otros, además de algunos
por Vicente Riva Palacio que llevó el emble- documentos como los que muy recientemen-
mático título de México a través de los siglos. te acababa de publicar Hernández y Dávalos
Editado originalmente por Santiago Ba- en su Colección. Cabe señalar que la presencia
llescá en Barcelona entre 1884 y 1889, el Mé- de la obra de Alamán en Zárate llama de forma
xico a través de los siglos suele considerarse co- particular la atención no sólo por la constancia
mo la consagración de la versión liberal de la con que es citado sino más bien por la persis-
historia mexicana, como la culminación de tencia con que Zárate intentó refutarlo. Em-
una interpretación integradora, esencialista pero, un análisis detenido puede mostrar que
y progresista, muy acorde con los albores del la Historia de Méjico es la base de La guerra de
porfiriato. En completa sintonía con el espíri- Independencia en términos de contenido y de
tu de la obra, Zárate concibió “la historia del estructura, no así de sentido general o inter-
levantamiento del pueblo mexicano contra la pretación. El uso y abuso de la obra de Alamán
dominación española que imperó tres siglos se vuelve doblemente significativo toda vez
en la antigua tierra de Anáhuac”; es decir, la que Zárate se empeñó en rebatir, contradecir
narración épica de un triunfo disputado a lo y casi reprender a Alamán; sin embargo, al fi-
largo de once años: el triunfo de un pueblo nal no logró ocultar con la suficiente pericia
dominado y previamente constituido en con- que la Historia de Méjico había sido su materia
tra de su opresor; triunfo, al fin, de la libertad prima.
y el progreso. De cierta forma, la versión de Más que una teleología soterrada, la histo-
Zárate es un guión teatral provisto de héroes ria de Zárate es la paulatina anunciación de un
y villanos que se desenvuelve en un escenario gran triunfo nacional. Cada uno de los capítu-
—el campo de batalla— y que goza de un fi- los que conforman los tres libros van constru-
nal feliz. yendo la imperiosa victoria independentista.
La importancia de La guerra de Independen- Las circunstancias y los actores son, en el tomo
cia consiste en haberse erigido como la narra- central del México a través de los siglos, instru-
ción canónica de este complejo proceso his- mentos del patriotismo fecundo y consciente
tórico. Zárate convirtió la copiosa y muchas del pueblo mexicano. De Dolores a Iguala, la
veces contradictoria tradición historiográfica noble causa (una y la misma) ganó al país tras
de la Independencia en un relato coheren- once años de guerra de Independencia. Zárate
te, lineal y monolítico, dotado de personajes asume la responsabilidad de grabar con letras
principales, secundarios, tensión dramática y perennes el doloroso parto de un México in-
452 LOS HISTORIADORES

dependiente ya constituido, heredero y epígo- personificarla y que atraen irresistiblemente la


no del colonial y, sobre todo, del prehispáni- atención y las miradas del historiador; pero de-
co, ese México que transita casi incólume a trás de esas gloriosas figuras estaba siempre el
través de los siglos. Testigo en carne propia de pueblo, pródigo de su sangre y resuelto a con-
los traspiés de la República decimonónica, quistar su puesto entre las naciones libres de la
Zárate encuentra en la gesta independentista Tierra. La Nueva España acababa de conver-
el germen (o quizá el primer fruto) del ver- tirse en México independiente; no arredraba
dadero impulso de México o, en otras palabras, a sus hijos el porvenir, porque a la sombra de
la primera expresión de su auténtica forma de la libertad se sentían fuertes para emprender la
ser: liberal y popular, antípoda de la opresión y tormentosa peregrinación hacia el progreso;
de los intereses oligárquicos. y celebraban con delirio su propia obra, y al
De tal suerte que si la Independencia es contemplarla, veían que era buena”.
para Julio Zárate el impulso creador, popular De esta forma, Julio Zárate logró una vi-
y sobre todo patriótico que logró transfigurar sión nacionalista del proceso independentis-
a la Nueva España en el México independien- ta sumamente coherente con las pretensiones
te, ese angustiante pero glorioso trayecto reco- de su tiempo, interpretación que de muchos
rrido es, entonces, fuente inagotable de ejem- modos se convirtió en el fundamento de la
plos edificantes. Es por ello que Zárate escribe tradición historiográfica que con los años lle-
para aleccionar y se dirige en particular a la gó a conocerse como historia oficial.
“juventud mexicana” con el objeto de que el
recuerdo venerable de sus padres fortalezca Rodrigo Moreno
el culto a las “eternas causas de la patria y de
la libertad”. El último párrafo de su volumi- Orientación bibliográfica
noso relato sintetiza con nitidez la interpreta-
ción del autor, se trata del colorido remate a su Ortiz Monasterio, José, México eternamente.
grandiosa puesta en escena: “Había triunfado Vicente Riva Palacio ante la escritura de la his-
al fin el gran movimiento insurreccional que toria. México, fce/Instituto de Investiga-
inició en Dolores el inmortal Hidalgo, que una ciones Dr. José María Luis Mora, 2004.
generación fecundó con su sangre y sus sacri- Zárate, Julio, Elementos de historia general.
ficios sin cuenta, que conservó en las monta- México, E. Sánchez, 1894.
ñas del sur el indomable Guerrero, y que el Zárate, Julio, México a través de los siglos.Tomo
genio extraordinario y el admirable esfuerzo tercero. La guerra de Independencia. 10a. ed.
de Iturbide llevaron a felicísimo remate. La Vicente Riva Palacio, dir. México, Cum-
revolución de Independencia tuvo en sus va- bre, 1973.
rios periodos héroes y mártires que parecen

+ZAVALA, LORENZO DE +

El Ensayo histórico de las revoluciones de México entre los grandes historiadores de México del
desde 1808 hasta 1830 que Lorenzo de Zavala siglo xix. Sus alcances y trascendencia se de-
publicó en dos tomos (París, 1831, y Nueva ben en parte a la intensa actividad política que
York, 1832) le hizo ganar un sitio indiscutible desarrolló durante los últimos años de la etapa
ZAVALA, LORENZO DE 453

novohispana y los primeros de la historia na- Si en el primer tomo Zavala revisa dieciocho
cional. Los más de 12 000 ejemplares impresos años, en el segundo, de iguales dimensiones,
en siete de sus ediciones son prueba del reco- el relato describe sólo cuatro años de historia
nocimiento que tuvo la interpretación de la política (1827-1830).
historia de México, escrita desde la perspecti- Cuando decidió redactar el Ensayo, Zava-
va del pensamiento liberal, que se fue abrien- la ya era un experto en el uso de la pluma; la
do paso a partir del siglo xix hasta constituir la elaboración de dos folletos le había entrenado
versión más difundida y aceptada. en el recuento de hechos y, si bien las Lecciones
El Ensayo histórico es un referente obligado de historia, del francés Volney, que publicó co-
para todo aquel que se interese en esos años mo propias en El Águila Mexicana en 1824, le
definitivos para el país. Zavala lo produjo co- habían brindado una instrucción sistemática y
mo fruto de su segundo viaje a Europa, a la firme en materia historiográfica, lo más valio-
que había llegado después de viajar por Esta- so estaba en el mensaje que quería transmitir.
dos Unidos, dolido por la situación que rei- El título y el contenido de la obra demues-
naba en México al triunfo del Plan de Xalapa tran que creía posible explicar el carácter de
que puso fin al gobierno de Vicente Guerrero. cada una de las revoluciones que distinguía,
En tales circunstancias, dio forma al rico tes- las militares y políticas y las del pensamiento
timonio de experiencia política que buscaba o culturales, invocando argumentos y juicios,
legar a sus conciudadanos y mostrar a los ex- más que simples opiniones. Estaba seguro de
tranjeros proporcionando una visión mucho que su obra contribuiría a remediar males y a
más fidedigna que las que por entonces circu- hacer justicia, convencido de que lograba pe-
laban sobre el caso mexicano. Emprendió su netrar el secreto de muchas personalidades, las
obra con la certeza de que tendría la cualidad verdaderas razones de los cambios ocurridos
más valiosa de una historia, la imparcialidad, e incluso el sentido mismo de la historia de
aunque es claro que una fuerte motivación México. Sus párrafos revelan a sujetos como
para escribirla radicaba en la defensa de su Hidalgo, Guerrero, Iturbide, Santa Anna, por
participación en algunos de los acontecimien- ejemplo, a la vez que representan las intrigas
tos relevantes que reseñaba. políticas con las cuales se ilustra el recorrido
No ofrecía elaborar una narración por me- accidentado, por la carga colonial que llevaba
norizada de las acciones particulares y las bata- a cuestas, que en su óptica había seguido por
llas ocurridas durante los diez años y medio de la nación. Para Zavala es claro que se dirige a
lucha. Su intención manifiesta era relatar con una meta en la que brilla la República libe-
brevedad y exactitud las circunstancias nece- ral todavía lejana, pero tan realizable cuanto
sarias para conocer tanto los principales su- la puede hacer patente el modelo de Estados
cesos del periodo como a las personas invo- Unidos.
lucradas en ellos.Así, en su obra, la insurgencia El carácter y el impacto de su discurso se
y la consumación de la independencia for- comprenden mejor si se conocen algunos ras-
man solo un conjunto más de episodios que gos de su vida y de la circunstancia en la que
quedan situados entre las características de la dio cuenta de su pasado inmediato. Nacido
vida en la última Nueva España y las vicisitu- en Tecoh, Yucatán, el 3 de octubre de 1788,
des de la política nacional a partir de 1821. De Lorenzo tuvo el privilegio de estudiar en el
los 36 capítulos (22 en el primer tomo y 14 en Seminario Conciliar de San Ildefonso de Mé-
el segundo), sólo cinco se dedican a seguir cro- rida y de contarse entre los alumnos de Pablo
nológicamente los episodios de 1808 a 1821. Moreno, maestro afecto a las ideas francesas
454 LOS HISTORIADORES

del racionalismo ilustrado. El camino de la con el ministro norteamericano Joel R. Poin-


política se le abrió en el marco de los aconte- sett, y sus aspiraciones económicas y políticas
cimientos ocurridos en la península yucate- causaban impacto entre sus contemporáneos.
ca cuando el gobierno napoleónico ocupó el La gubernatura del Estado de México (1827-
trono de España en 1808. Zavala formó parte 1829; 1832-1833) y el Ministerio de Hacien-
de un grupo de estudio que se reunía en la da que encabezó durante los primeros meses
ermita de San Juan, en Mérida —los sanjua- del gobierno deVicente Guerrero (1829) fue-
nistas— complementando allí su formación ron de las más elevadas responsabilidades que
filosófica moderna con otra, de perspectiva cumplió. En su ejercicio acrecentó la fama
cristiana, que daba pie a reflexiones de con- de liberal y de ferviente partidario del fede-
tenido social. Lorenzo probó las armas de la ralismo con que pasó a la historia y también
palabra, pronunciando discursos y redactando vio aumentar el número de sus enemigos.
notas en distintos periódicos que contribuyó Su criticada participación en el motín de la
a fundar, en cuyas páginas pueden conocer- Acordada, con el propósito de apoyar el ac-
se las opiniones que generaba en ese ámbito ceso a la presidencia de Vicente Guerrero, los
la lucha insurgente que se libraba en distintos cambios que sufrió su relación con Antonio
puntos de la Nueva España. De las ideas so- López de Santa Anna, así como la oposición
bre la fidelidad al rey de España y las críticas a al gobierno de Anastasio Bustamante, mar-
los franceses y a los insurgentes americanos, se caron las líneas de su desempeño político no
pasó a la defensa de la Constitución de 1812 siempre afortunado.
y, sobre todo, a la intención de salvaguardar la En medio de la intensa actividad desarro-
paz y la prosperidad de la península yucateca. llada desde 1829 hasta 1833, sus viajes a Es-
En medio de todo, Zavala obtuvo expe- tados Unidos y a distintos países europeos lo
riencia en los diversos cargos que desempeñó llevaron a conseguir amigos y a consolidar po-
en la política local, hasta conseguir la elección sesiones en el territorio de Texas. En los últi-
como diputado a las Cortes de Madrid, a las mos episodios de su vida pública, la radicali-
que no pudo acudir de momento debido a dad de las medidas liberales que dictó, entre
las controversias políticas que siguieron al otras la confiscación de bienes de la Iglesia, lo
desconocimiento de la Constitución por par- acercaron a políticos como Valentín Gómez
te del rey Fernando VII, en 1814. De hecho, Farías, pero también propiciaron el fin de su
éstas propiciaron su encarcelamiento durante presencia en México. Enviado como ministro
más de dos años en San Juan de Ulúa. El con- plenipotenciario a Francia, aunque aprove-
tacto con las ideas liberales, la oportunidad de chó el tiempo para redactar su Viage a Estados
viajar al fin a Madrid como diputado a Cortes Unidos del norte de América (1834) de muy grata
en 1820 y su regreso a la nación recién eman- lectura, vivió como un exilio su lejanía, y tras
cipada, lo condujeron de la política local a la un año de ejercicio diplomático, presentó su
nacional. Representando a Yucatán, a los 33 renuncia y volvió a América, esta vez direc-
años formaba parte del primer Congreso tamente a Texas. No habría ya ocasión para
Constituyente. De allí en adelante, no dejaría nuevos proyectos en su patria; vinculado a los
de figurar; su participación en comisiones en texanos que buscaban la separación de Méxi-
el Congreso, el hecho de sortear las dificulta- co, colaboró en el establecimiento de la nueva
des que se presentaron entre éste y el empe- república, provocando con ello críticas acérri-
rador Agustín de Iturbide, su presencia en la mas de parte de quienes lo juzgaron traidor a
prensa de la época, las relaciones que mantuvo la patria. La muerte temprana, en noviembre
ZAVALA, LORENZO DE 455

de 1836, impidió su desenvolvimiento en ese Estep, Raymond, Lorenzo de Zavala, profeta del
nuevo espacio político. liberalismo mexicano. Pról. de Carlos A. Cas-
De la herencia que Zavala había construi- tañeda. México, M. Porrúa, 1952. (Biblio-
do para México sobresale su obra histórica, teca Mexicana, 9)
cuya grandeza, más que en la fidelidad de sus Trejo, Evelia, Los límites de un discurso. Lorenzo
noticias, estaba y sigue estando en su capaci- de Zavala, su “Ensayo histórico” y la cuestión
dad para describir situaciones, presentar per- religiosa en México. México, unam, Facultad
sonajes, formular diagnósticos sobre la vida de de Filosofía y Letras/Instituto Nacional de
la nación recién emancipada y propiciar re- Antropología e Historia/fce, 2001.
flexiones acerca de su futuro. Zavala, Lorenzo de, Ensayo histórico de las re-
Evelia Trejo voluciones de México desde 1808 hasta 1830.
México, fce/Instituto Cultural Helénico,
Orientación bibliográfica 1985.
Zavala, Lorenzo de, Obras. El historiador y el re-
Curiel, Fernando, Lorenzo de Zavala. Páginas presentante popular. Pról., ordenación y no-
escogidas. 2a. ed. Introd. y selec. de Fernan- tas de Manuel González Ramírez. México,
do Curiel. México, unam, 1991. (Bibliote- Porrúa, 1969.
ca del Estudiante Universitario, 66)
CRONOLOGÍA
1808-1821

1808 Marzo 19
Cuando los reyes españoles intentaban salir rumbo a América, posiblemente
a la Nueva España, ocurrió un motín popular en Aranjuez. La población, en-
furecida, arremetió contra el favorito de los reyes, Manuel Godoy. Carlos IV
abdicó la Corona de España e Indias en favor de su hijo, el príncipe de Asturias,
quien ocupó el trono como Fernando VII.

Mayo 2
Levantamiento popular en Madrid contra las tropas francesas que se encon-
traban en la península ibérica desde hacía meses. Fue el inicio de la llamada
“guerra de Independencia” española. Los sublevados fueron ferozmente repri-
midos por las tropas imperiales.

Mayo 6
En Bayona, Francia, Carlos de Borbón y su hijo Fernando renunciaron a la
Corona y a todos sus derechos dinásticos en beneficio de Napoleón Bona-
parte, recibiendo a cambio pensiones, propiedades y privilegios en Francia.
Poco después, Napoleón proclamó a su hermano José Bonaparte como rey de
España e Indias.

Junio 8
Se recibieron en la Nueva España las noticias del motín de Aranjuez y la subida
al trono de Fernando VII, cuya jura se llevó a cabo el 13 de agosto. El virrey
José de Iturrigaray, protegido de Manuel Godoy, recibió con desagrado las
noticias.

Julio 8
En Bayona, una asamblea de representantes españoles, que reconoció a José
Bonaparte como soberano, ratificó el Estatuto Constitucional para la Mo-
narquía española, el cual aseguraba algunos derechos ciudadanos y ordenaba
la instalación de una Monarquía constitucional, de un Senado que impidiera
violaciones al orden constitucional, de un tribunal de justicia y de unas Cortes
que debían incluir representantes de los dominios americanos.

457
[1808] Julio 14
Llegaron a la Nueva España las noticias de las renuncias de los reyes y del
nombramiento de Joaquín Murat, gran duque de Berg, como lugarteniente
general del reino. El virrey José de Iturrigaray y el Real Acuerdo ordenaron
se publicaran, sin comentario alguno, en un extraordinario de la Gazeta de
México el día 16.

Julio 19
Se reunió el Ayuntamiento de la ciudad de México. El síndico Francisco Pri-
mo Verdad y Ramos y el regidor Juan Francisco de Azcárate solicitaron que
se declararan insubsistentes las abdicaciones de los reyes, plantearon que todas
las autoridades de la Nueva España permanecieran en sus cargos mediante una
nueva jura y propusieron lealtad a Carlos IV, aunque rechazaron obedecerlo.
Unos días después, elevaron nuevas representaciones en las que proponían
jurar como monarca a Fernando VII y planteaban la necesidad de reunir una
junta de gobierno del reino.

Agosto 5-8
El virrey José de Iturrigaray remitió al Real Acuerdo las representaciones del
Ayuntamiento y le comunicó haber resuelto convocar a una junta general de
autoridades. En un voto consultivo, el Real Acuerdo recriminó a los regidores
y al síndico haber tomado la voz de todo el reino y se opuso a la reunión de una
junta de gobierno.

Agosto 9-septiembre 9
Se llevaron a cabo cuatro juntas generales de autoridades convocadas por el
virrey José de Iturrigaray para resolver lo que se debía hacer a causa de las
renuncias de los reyes. La mayoría de los oidores, con la notable excepción de
Jacobo de Villaurrutia, y las principales corporaciones eclesiásticas, incluida la
Inquisición, se opusieron al establecimiento de una junta de gobierno. Acusa-
ron a los regidores y al síndico de favorecer la soberanía popular, doctrina que
fue declarada herética por la Inquisición.

Septiembre 15-16
El hacendado vizcaíno Gabriel de Yermo, a la cabeza de unos 300 peninsulares,
aprehendió por la noche al virrey José de Iturrigaray y a su familia. La Au-
diencia nombró virrey al anciano mariscal de campo Pedro Garibay. También
fueron aprehendidos los licenciados Juan Francisco de Azcárate y Francisco
Primo Verdad y Ramos, así como el abad de Guadalupe José Beye Cisneros,
el canónigo José Mariano Beristáin, el licenciado José Antonio del Cristo y
Conde y el mercedario limeño fray Melchor de Talamantes.

458
[1808] Septiembre 16
Proclama firmada por Francisco Jiménez y dirigida a los habitantes de México
para notificarles que el pueblo había depuesto al virrey José de Iturrigaray. En
una circular se anunció haber recaído el mando político y militar de la Nueva
España en el mariscal Pedro Garibay.

Septiembre 25
Para formar un frente único contra los franceses, se instaló en Aranjuez la Junta
Suprema Central Gubernativa. Desde semanas antes se habían formado nu-
merosas juntas en las más importantes ciudades de España, fenómeno que en-
contró eco en la América española, donde también se establecieron algunas
juntas. La Central se integró con representantes de las juntas locales peninsula-
res, pues las americanas fueron consideradas subversivas.

Octubre 4
Fue encontrado ahorcado Francisco Primo Verdad y Ramos en su prisión en
el Palacio del Arzobispado. Poco después murió Melchor de Talamantes, preso
en San Juan de Ulúa.

Noviembre 9
El Real Acuerdo elaboró una relación de los hechos y los antecedentes que
se tuvieron presentes para la destitución del virrey José de Iturrigaray, la cual
envió a las autoridades de la metrópoli. Al conocer los acontecimientos de la
Nueva España, la Junta Central reconoció al gobierno de Pedro Garibay.

1809 Enero 22
Decreto de la Junta Suprema Central Gubernativa, dado en Sevilla, sobre que
los dominios de Indias debían contar con representación en dicha Junta, el
cual se publicó en México el 15 de abril.

Febrero 19
Se iniciaron averiguaciones para determinar si José Mariano de Sardaneta y
Llorente, marqués de San Juan de Rayas y apoderado del depuesto virrey José
de Iturrigaray, y las personas que concurrían a su casa eran enemigos del go-
bierno e intentaban independizar a la Nueva España, pero fueron suspendidas
el 24 de julio siguiente. Uno de sus abogados, Julián de Castillejos, había di-
fundido un pasquín llamando a la independencia, por lo que fue detenido en
la ciudad de México, al tiempo que varios individuos fueron apresados por
actividades sediciosas en otras de las principales ciudades del reino.

Julio 19
El arzobispo de México, Francisco Xavier de Lizana y Beaumont, asumió el
cargo de virrey de la Nueva España. Una de sus primeras medidas fue esta-

459
[1809] blecer una Junta de Seguridad y Buen Orden, cuyo objetivo fue perseguir los
casos de “infidencia”, término que se empleó para distintas actividades, desde
habladurías en contra de las autoridades locales o de la Monarquía hasta cons-
piraciones.

Octubre 4
Luego de un proceso en el que los ayuntamientos de las capitales de Inten-
dencia enviaron nombres a la capital, fue electo Miguel de Lardizábal y Uribe,
quien era originario de Tlaxcala y vivía en España desde niño, como represen-
tante de la Nueva España ante la Junta Suprema Central Gubernativa. Cuando
recibió su nombramiento, la Junta Central ya se había disuelto.

Diciembre 21
El cura del Sagrario de Valladolid, Francisco de la Concha, denunció al asesor
José Alonso de Terán una conjuración contra el gobierno dirigida por José
Mariano Michelena, José María García Obeso y fray Vicente de Santa María.
Se siguió proceso a los implicados y varios fueron desterrados.

1810 Enero 1
La Junta Central Gubernativa convocó la reunión de las Cortes para resolver
los problemas de la Monarquía española. Los americanos no fueron incluidos
en esta convocatoria.

Enero 29
Se creó el Supremo Consejo de Regencia compuesto por cinco miembros:
el obispo de Orense, Pedro de Quevedo y Quintano; el consejero y secretario
de Estado, Francisco Saavedra; el capitán general, Francisco Javier Castaños; el
consejero de Estado y secretario de Marina, Antonio de Escaño, y el ministro
del Consejo de España e Indias, Esteban Fernández de León (sustituido poco
después por Miguel de Lardizábal y Uribe), en representación de América.

Febrero 14
Tras la disolución de la Junta Central, el Supremo Consejo de Regencia emi-
tió una convocatoria en la Isla de León, cerca de Cádiz, para que los america-
nos eligieran diputados a Cortes. Habría un diputado por cada intendencia o
provincia, elegido por el ayuntamiento de su capital.

Mayo 8
Por orden del Consejo de Regencia del 22 de febrero, la Audiencia de México
asumió el gobierno de la Nueva España.

460
[1810] Mayo 26
Decreto del Supremo Consejo de Regencia dado en la Isla de León que exi-
mía a los indios y a las castas del tributo, el cual sólo debían pagar los negros y
mulatos, y ordenaba que se les repartieran tierras.

Mayo 30
Representación del obispo electo de Michoacán, Manuel Abad y Queipo,
al Consejo de Regencia en la que describía el estado de fermentación en
la Nueva España, vaticinaba una insurrección y proponía los medios para
evitarla.

Junio-julio
En las capitales de las provincias se realizaron las elecciones para diputados
a las Cortes españolas. Fueron los miembros del Ayuntamiento de cada ca-
pital los únicos que pudieron votar, aunque en Sonora y en Nuevo México
hubo reunión de delegados de varias villas para seguir el proceso. Los electos
fueron: Miguel Ramos Arizpe por Coahuila, Juan José Güereña por Duran-
go, José Simeón de Uría por Guadalajara, Octavio Obregón por Guanajua-
to, Miguel González Lastiri por Mérida, José Beye Cisneros por México,
Juan José de la Garza por el Nuevo Reino de León, Juan M. Ibáñez de Corvera
por Oaxaca, Antonio Joaquín Pérez Martínez por Puebla, Mariano Mendio-
la por Querétaro, J. Florencio Barragán por San Luis Potosí, Pedro Bautista
Pino por Santa Fe de Nuevo México, Manuel María Moreno por Sonora,
J. Eduardo Cárdenas por Tabasco, José Miguel Guridi y Alcocer por Tlaxca-
la, Cayetano Foncerrada por Valladolid de Michoacán, Joaquín Maniau por
Veracruz y José Miguel Gordoa por Zacatecas. Algunos de ellos no pudieron
asistir y las elecciones debieron reponerse, como en San Luis Potosí, mientras
que otros llegaron muy tarde a las Cortes, como Pino, quien se presentó en la
sesión del 3 de agosto de 1812.

Agosto 25
Desembarcó en Veracruz Francisco Xavier Venegas, nombrado por la Regen-
cia virrey de la Nueva España, quien asumió el cargo el 13 de septiembre.

Agosto 31
Desde San Miguel el Grande, Ignacio Allende informó a Miguel Hidalgo y
Costilla de sus actividades y reuniones con otros descontentos con el régimen
colonial y del proyecto de levantamiento que planeaba presentar.

Septiembre 9-31
Se presentaron varias denuncias en contra de Ignacio Allende y Juan Aldama.
En San Miguel el Grande se presentó una anónima, mientras que el capitán
Juan Arias delató ante el alcalde Juan de Ochoa una conjura en Querétaro

461
[1810] contra el gobierno. Ochoa, a su vez, envió una denuncia al virrey. Por su
parte, el tambor mayor Ignacio Garrido denunció al capitán de su batallón
una conjura en Querétaro y el capitán de Guanajuato, Francisco Bustamante,
avisó al intendente Juan Antonio Riaño que Miguel Hidalgo, Allende, Alda-
ma y Mariano Abasolo, coaligados con los sargentos de su batallón, planeaban
sorprender en Guanajuato, el 1 de octubre, a los españoles europeos avecin-
dados allí.

Septiembre 14-15
José María Iturriaga denunció una conjura ante el corregidor de Querétaro,
Miguel Domínguez, quien aprehendió a los hermanos Epigmenio y Eme-
terio González. A su vez, el corregidor fue aprehendido por el alcalde de
Querétaro. Josefa Ortiz de Domínguez avisó a Ignacio Pérez que la conjura
había sido descubierta, por lo que Pérez se dirigió a San Miguel el Grande
para notificar a Ignacio Allende. Mientras tanto, el intendente de Guanajuato,
Juan Antonio Riaño, ordenó la prisión de Miguel Hidalgo,Allende, Juan Alda-
ma y Mariano Abasolo. En San Miguel el Grande, Allende interceptó la orden
de su aprehensión y salió hacia Dolores.

Septiembre 16
En Dolores, Miguel Hidalgo, Ignacio Allende, Juan Aldama y Mariano Abaso-
lo se levantaron en armas contra el gobierno virreinal. De Dolores se dirigie-
ron a San Miguel el Grande, y a su paso por Atotonilco tomaron por estandarte
una imagen de laVirgen de Guadalupe.
En la ciudad de México, el virrey Francisco Xavier Venegas celebró una
junta para conseguir auxilios para la península. Se leyó la proclama de la Re-
gencia dirigida a los americanos el 5 de mayo y la lista de gracias concedidas
por servicios y donativos.

Septiembre 17
El virrey Francisco Xavier Venegas ordenó al brigadier Félix María Calleja,
quien se hallaba en San Luis Potosí, que se dirigiera a Querétaro para conser-
var el orden en aquella ciudad.

Septiembre 20 y 21
Miguel Hidalgo entró en Celaya, en donde fue nombrado capitán general; Ig-
nacio Allende, a su vez, recibió el nombramiento de teniente general.

Septiembre 22
En la hacienda del Jaral, Félix María Calleja aprehendió al lego Luis Herrera
por insurgente y lo llevó a la cárcel de San Luis Potosí.

462
[1810] Septiembre 23
Proclama del virrey Francisco Xavier Venegas contra la insurrección encabe-
zada por Miguel Hidalgo, en la cual lamentaba que sus primeras providencias
fueran dadas para castigar a los autores del movimiento de Dolores.

Septiembre 24
Edicto del canónigo penitenciario y obispo electo de Michoacán, Manuel
Abad y Queipo, contra la revolución iniciada en Dolores por Miguel Hidalgo.
Decretaba la excomunión de Hidalgo y amenazaba con la misma pena a todos
aquellos que lo siguieran.
Exhortación del arzobispo Francisco Xavier de Lizana y Beaumont para
que volvieran a sus hogares los que apoyaban a Hidalgo.
El intendente de Guanajuato, Juan Antonio Riaño, decidió defender su
ciudad del ataque insurgente refugiándose en la alhóndiga de Granaditas.
Las Cortes Generales y Extraordinarias de España se instalaron en la Isla
de León. Estuvieron presentes unos cuantos diputados americanos suplentes,
pues los que fueron electos en América tardaron varias semanas en llegar.

Septiembre 25
En Salamanca, Miguel Hidalgo publicó una proclama dirigida a la nación
americana, en la que desmentía las calumnias elaboradas por el régimen virrei-
nal y justificaba la insurrección.

Septiembre 26
El virrey Francisco Xavier Venegas publicó la convocatoria para elegir dipu-
tados para las Cortes.
El intendente de Puebla, Manuel de Flon, conde de la Cadena, salió hacia
Querétaro para defenderla de un ataque insurgente.
Exposición de la parcialidad de San Juan, de la ciudad de México, en contra
de la revolución iniciada en Dolores. En las semanas siguientes, numerosas
corporaciones, villas, ciudades y pueblos de indios enviaron al virrey represen-
taciones de apoyo y mostraron su disposición para combatir a los insurgentes.

Septiembre 28
En Guanajuato, las fuerzas de Miguel Hidalgo tomaron la alhóndiga de Gra-
naditas, defendida por el intendente Juan Antonio Riaño, quien murió en el
ataque. Hubo terrible saqueo y matanza.

Septiembre 29
Miguel Hidalgo nombró intendente de Guanajuato al licenciado Fernando
Pérez Marañón, quien no aceptó el cargo, y alcaldes a Miguel Llorente y al li-
cenciado José María Chico. En cada villa y ciudad ocupada por los insurgentes
se nombraron autoridades americanas en sustitución de las europeas.

463
[1810] Octubre (principios)
En Carácuaro, José María Morelos tuvo conocimiento del levantamiento de
Miguel Hidalgo por medio de Rafael Guedea.
El insurgente Rafael Iriarte tomó Aguascalientes.

Octubre 5
Bando del virrey Francisco Xavier Venegas sobre la formación de batallo-
nes de vecinos, llamados Patriotas de Fernando VII, para combatir a los in-
surgentes.
Bando del virrey Venegas en el cual, además de publicar el decreto del 26 de
mayo que eximía de tributos a los indios y ordenaba que se les repartieran tie-
rras a la mayor brevedad, hacía extensivas estas gracias a las castas y a los negros.
El bando también apareció publicado en náhuatl.

Octubre 7
Al haber sido abandonada por las autoridades coloniales, Zacatecas quedó
en poder de los insurgentes. Se organizó un cabildo abierto, convocado por el
conde de Santiago de la Laguna.

Octubre 10
Miguel Hidalgo salió de Guanajuato hacia Valladolid.
En la ciudad de México, el inquisidor fiscal Manuel de Flores remitió a los
inquisidores Bernardo de Prado y Ovejero e Isidoro Sáenz de Alfaro la causa
contra Hidalgo.

Octubre 11
Edicto de excomunión del arzobispo de México, Francisco Xavier de Lizana
y Beaumont, contra Miguel Hidalgo y sus compañeros, ratificando el de Ma-
nuel Abad y Queipo.

Octubre 13
Edicto de la Inquisición que citaba a Miguel Hidalgo a comparecer ante ella.
Bando del brigadier y gobernador de las Provincias Internas, Nemesio Salce-
do, amenazando a toda persona que secundara o diera cualquier tipo de ayuda
a los insurgentes.

Octubre (mediados)
Florencio Pérez Comoto publicó en México el Discurso patriótico, contra la re-
belión que acaudilla el cura Hidalgo, y ventajas que ofrece la unión de todos los buenos
ciudadanos, una de las muchas publicaciones que aparecieron en contra de los
insurgentes.

464
[1810] Octubre 15
Los primeros insurgentes entraron a Valladolid bajo el mando de Víctor
Rosales.
Decreto de las Cortes españolas, en la Isla de León, que declaraba a los do-
minios americanos y a sus habitantes de la misma clase que los peninsulares, y
ofrecía una amnistía u olvido general para los sucesos ocurridos en América.

Octubre 16
Decreto del gobernador de la mitra de Michoacán, Mariano Escandón y Llera,
conde de Sierra Gorda, en que levantaba la excomunión de los insurgentes
que decretó Manuel Abad y Queipo el 24 de septiembre.

Octubre 17
Miguel Hidalgo e Ignacio Allende entraron a Valladolid.

Octubre 18
El reconocido abogado criollo Agustín Pomposo Fernández de San Salvador
publicó en México la Memoria cristiano-política. Sobre lo mucho que la Nueva Es-
paña debe temer de su desunión en partidos, y las grandes ventajas que puede esperar de
su unión y confraternidad.
Miguel Hidalgo nombró intendente de Valladolid a José María Anzorena.
Tomó 400 000 pesos de los fondos de la catedral.

Octubre 19
José María Morelos salió de Carácuaro hacia Valladolid en busca de Miguel
Hidalgo.
Edicto del obispo de Puebla, Manuel Ignacio González del Campillo, que
excomulgaba a los autores de pasquines favorables a la independencia y a quie-
nes no los quitaran de las esquinas.
Bando del intendente de Valladolid, José María Anzorena, publicado por
orden de Hidalgo, aboliendo la esclavitud, el pago de tributo y otras gabelas.

Octubre 20-21
Miguel Hidalgo e Ignacio Allende salieron de Valladolid rumbo a México. En
el camino se presentó José María Morelos, quien se entrevistó con Hidalgo y
fue comisionado “para insurreccionar y tomar el puerto de Acapulco”. Al día
siguiente, Morelos solicitó licencia al oficial mayor del gobierno de la mitra
de Michoacán, Ramón Aguilar, para ausentarse de su curato para cumplir la
comisión que le había dado Hidalgo.

Octubre 22
Desde Apan, José Antonio Méndez dio parte al virrey Francisco Xavier Vene-
gas de haberse presentado un comisionado de Ignacio Allende.

465
[1810] El gobernador de Tlaxcala dio parte al virrey de haberse aprehendido a
unos emisarios de Juan Aldama.

Octubre 23
Proclama de Ignacio Rayón en Tlalpujahua adhiriéndose a la insurgencia.

Octubre 24
Llegada de José María Morelos a Carácuaro. Con lanzas y escopetas consiguió
armar a 25 vecinos.
Miguel Hidalgo fue nombrado generalísimo en Acámbaro.
Edicto de excomunión del obispo de Guadalajara, Juan Ruiz de Caba-
ñas, contra Miguel Hidalgo, Ignacio Allende, Juan Aldama, Mariano Abasolo y
quienes los ayudaran.

Octubre 25
José María Morelos salió de Carácuaro e inició así lo que se ha llamado su pri-
mera campaña, que terminó con la toma de Chilapa el 16 de agosto de 1811.
Félix María Calleja salió de San Luis Potosí para combatir a Miguel Hi-
dalgo.
Torcuato Trujillo salió de la ciudad de México hacia Toluca, a donde llegó
el 26, para enfrentarse a los insurgentes.

Octubre 28
Miguel Hidalgo tomó Toluca un día después de que Torcuato Trujillo saliera
de allí rumbo a Lerma.

Octubre 29
El Ayuntamiento y vecindario de Zacatecas comisionaron a José María Cos
para ir al campo insurgente para informarse de sus propósitos.

Octubre 30
Miguel Hidalgo derrotó a Torcuato Trujillo en el Monte de las Cruces, y de
ahí siguió su marcha hasta la venta de Cuajimalpa.
Por orden del virrey Francisco Xavier Venegas, la imagen de la virgen de
los Remedios fue llevada de su santuario a la catedral de México, donde Vene-
gas le dio el bastón de generala.

Octubre 31
Mariano Jiménez y Mariano Abasolo entraron a la ciudad de México con ban-
dera blanca para entregar un pliego a Francisco XavierVenegas, pero no fueron
recibidos por el virrey.

466
[1810] Noviembre (principios)
José María Morelos cruzó el río Mezcala por la hacienda de Las Balsas. De ahí
pasó a Coahuayutla, donde se le unió Rafael Valdovinos con algunos hom-
bres. Posteriormente se trasladó a Zacatula. El capitán de las milicias de ca-
ballería, Marcos Martínez, ofreció unírsele con sus hombres, lo que efectuó
posteriormente en El Veladero. De Zacatula, Morelos se dirigió a Petatlán,
donde consiguió más hombres y armas. Se le unió Juan Bautista Cortés, y José
María Izazaga se le presentó para proporcionarle dinero.

Noviembre 2
Por razones desconocidas, Miguel Hidalgo e Ignacio Allende decidieron no
tomar la ciudad de México. Salieron de Cuajimalpa hacia Querétaro.

Noviembre 7
Félix María Calleja derrotó a las tropas de Miguel Hidalgo en San Jerónimo
Aculco. De allí salió hacia Querétaro mientras que los insurgentes se dirigie-
ron a Valladolid.
En Zacoalco, el insurgente José Antonio, el Amo, Torres derrotó a Tomás
Ignacio Villaseñor.

Noviembre 8
José María Morelos salió de Tecpan hacia la hacienda del Zanjón, propiedad
de los Galeana, donde consiguió hombres y armas.Al día siguiente, en Coyuca,
camino hacia ElVeladero, se le unió Juan Álvarez.

Noviembre 10
Decreto de las Cortes dado en la Isla de León que establecía la libertad de
imprenta. Fue publicado en México por bando virreinal el 25 de mayo
de 1811, pero no se le dio cumplimiento sino hasta 1812, cuando la Constitu-
ción ratificó ese derecho.
Guadalajara fue tomada por José Antonio, el Amo,Torres.

Noviembre 11
José María Morelos acampó en Pie de la Cuesta, donde dejó un destacamento
a las órdenes de Juan José Galeana y siguió hacia El Ejido.
Los insurgentes Luis Herrera, Gregorio de la Concepción, Juan Villerías y
Joaquín Sevilla y Olmedo se apoderaron de San Luis Potosí.

Noviembre 13
Primera acción de las fuerzas de José María Morelos, comandadas por Juan
Bautista Cortés y Rafael Valdovinos, contra Luis Calatayud en El Veladero.
Se desbandaron ambos contrincantes. Los insurgentes continuaron hasta El
Aguacatillo, mientras Morelos permanecía en El Ejido.

467
[1810] Entrada de Ignacio Allende, Juan Aldama, Joaquín Arias, Mariano Jiménez,
Mariano Abasolo y otros jefes insurgentes a Guanajuato.
Miguel Hidalgo llegó a Valladolid.
El insurgente Rafael Iriarte entró en San Luis Potosí y puso presos a los
también insurgentes Luis Herrera, Gregorio de la Concepción y Joaquín Se-
villa y Olmedo.

Noviembre 15
El virrey Francisco Xavier Venegas ordenó al comandante de la Costa Chica,
Francisco Paris, que saliera de Oaxaca rumbo a Acapulco para combatir a José
María Morelos.También ordenó a José Sánchez Pareja que lo atacara.
.
Noviembre 16
En El Aguacatillo, José María Morelos dio a conocer el plan de gobierno ame-
ricano, con instrucciones a los comisionados encargados de reunir dinero y
tropas, el cual incluía sus principales propuestas respecto de las castas, los im-
puestos y el gobierno.
El brigadier José de la Cruz salió de México a Huichapan, ocupada por el
insurgente Julián Villagrán.

Noviembre 17
Miguel Hidalgo salió de Valladolid hacia Guadalajara, en donde se hallaba José
Antonio, el Amo,Torres.

Noviembre 18
A las afueras de San Blas, el cura insurgente José María Mercado comisionó a
Rafael Pérez para que tomara posesión de Tequila y Amatitán.

Noviembre 21
José de la Cruz entró a Huichapan, de donde huyó Julián Villagrán.

Noviembre 23
José María Morelos envió a Miguel de Ávila a atacar a Juan Antonio Fuentes y
a Domingo Rodríguez cerca de Acapulco.
José María Mercado tomó Tepic.

Noviembre 24
Félix María Calleja y Manuel de Flon atacaron Rancho Seco y Valenciana en
las afueras de Guanajuato.Ante la imposibilidad de defender la ciudad, Ignacio
Allende salió de ella después de ordenar la matanza de los españoles europeos
presos.

468
[1810] Noviembre 27
José Antonio, el Amo, Torres pidió a José María Mercado que le remitiera a
Guadalajara el armamento que hubiera en Tepic.
En Guadalajara, Miguel Hidalgo nombró a Mercado como comandante en
jefe de las fuerzas sobre San Blas y Tepic.

Noviembre 28
Oficio del virrey Francisco Xavier Venegas dirigido a Félix María Calleja
para ordenarle que fusilara a los insurgentes prisioneros en Guanajuato. Ma-
nuel de Flon ordenó la ejecución de varios individuos en la alhóndiga de
Granaditas.

Noviembre 29
Bando dado en Guadalajara por el generalísimo Miguel Hidalgo que abolía la
esclavitud, derogaba las leyes relativas a los tributos, prohibía el uso de papel
sellado y extinguía los estancos de tabaco, pólvora, colores y otros.
José María Mercado tomó el puerto de San Blas.

Noviembre (finales)-diciembre (principios)


El realista Joaquín Guevara, auxiliado por Hermenegildo Galeana, derrotó en
Tepango, cerca de Chilpancingo, a Juan Bautista Cortés y a Marcos Martínez,
enviados por José María Morelos, quienes se retiraron hacia El Aguacatillo.

Diciembre 12
Ignacio Allende llegó a Guadalajara. Miguel Hidalgo liberó presos de la cárcel,
quienes, dirigidos por Agustín Marroquín, iniciaron el asesinato de 350 espa-
ñoles peninsulares en la Barranca de Oblatos, el cual se prolongó por varios
días.

Diciembre 15
Manifiesto de Miguel Hidalgo en respuesta al edicto de la Inquisición del 13
de octubre.
Hidalgo nombró a Pascasio Ortiz de Letona como embajador insurgente
en Estados Unidos.

Diciembre 16
Los diputados americanos suplentes presentaron en las Cortes españolas once
proposiciones para mejorar las condiciones de gobierno en América y con ello
sofocar las rebeliones. Cuando llegaron los diputados electos se adhirieron a
estas propuestas.

469
[1810] Diciembre 18
José María González Hermosillo tomó El Rosario, defendido por el realista
Pedro Villaescusa.

20 diciembre 1810-17 enero 1811


Por órdenes de Miguel Hidalgo, Francisco Severo Maldonado publicó en
Guadalajara el periódico El Despertador Americano, cuyo objetivo era divulgar
las razones y las propuestas de la insurgencia.

Diciembre 25
Tropas realistas mandadas por Ángel Pinillas derrotaron en Cuencamé, en
la Nueva Vizcaya, a fuerzas insurgentes bajo el mando de José Jerónimo Her-
nández.

Diciembre 27
Llegada de José de la Cruz a Indaparapeo. Los insurgentes abandonaron Valla-
dolid y al día siguiente Cruz entró en la ciudad.

1811 Enero 1
Decreto de las Cortes españolas en que se declaraban nulos todos los actos y
convenios realizados por el rey durante su opresión fuera o dentro de España
y se prometía no dejar las armas hasta la entera libertad de España y Portugal.

Enero 3
Carta de Miguel Hidalgo a José María González de Hermosillo desde Guada-
lajara, en la que le informaba estar enterado de la toma de El Rosario y manda-
ba que se asegurara a todos los españoles europeos y se diera muerte en parajes
ocultos a los que le parecieran inquietos, perturbadores o seductores.

Enero (después del 5)


Hermenegildo Galeana se unió a las fuerzas de José María Morelos en el Paso
Real de la Sabana.

Enero 6
Mariano Jiménez derrotó al realista Antonio Cordero en Agua Nueva. Jimé-
nez entró a Saltillo e hizo que las Provincias Internas de Oriente se declararan
en favor de la insurgencia.

Enero 14
Al saber que Félix María Calleja y sus tropas habían salido de Guanajuato
con rumbo a Guadalajara, Miguel Hidalgo convocó a una Junta de Guerra en
dicha ciudad, en la que hizo valer su decisión de salir de la plaza y presentar
batalla a los realistas.

470
[1811] Enero 17
En Puente de Calderón, las tropas de Félix María Calleja derrotaron a los
insurgentes encabezados por Miguel Hidalgo. Manuel de Flon murió en el
combate. Hidalgo e Ignacio Allende se dirigieron hacia Aguascalientes.

Enero 20
Mariano Jiménez derrotó al realista José Manuel de Ochoa en el Puerto del
Carnero.

Enero 21
Félix María Calleja y José de la Cruz entraron a Guadalajara.

Enero 22
El insurgente Juan Bautista Casas aprehendió al gobernador Manuel Salcedo
en San Antonio Béjar,Texas.

Enero 25
José de la Cruz salió de Guadalajara hacia San Blas.
En la hacienda de Pabellón, cerca de Aguascalientes, una junta de jefes in-
surgentes despojó a Miguel Hidalgo del mando militar, el cual recayó en Ig-
nacio Allende.

Enero 26
Mariano Jiménez, con su ejército, entró a Monterrey. Nombró como segundo
jefe del Nuevo Reino de León a Juan Ignacio Ramón.
Nuevo edicto de excomunión contra los insurgentes dado por la Inquisi-
ción en México.

Enero 31
José de la Cruz atacó al insurgente José María Mercado en la barranca de Ma-
linalco y lo derrotó. Mercado regresó a San Blas, donde fue atacado esa noche
por un grupo de vecinos, y al día siguiente su cadáver fue encontrado en un
barranco.

Enero (finales)
Mariano Beristáin publicó los Diálogos entre Filopatro y Aceraio. Esta obra
contenía quince diálogos sobre los orígenes, progresos y perspectivas del
movimiento insurgente y acusaban a Miguel Hidalgo de ser agente napo-
leónico.

Febrero
Al enterarse de la derrota de Miguel Hidalgo en Puente de Calderón, Mariano
Jiménez dejó Monterrey para dirigirse a Saltillo. Antes de partir, nombró go-

471
[1811] bernador a José Santiago de Villarreal, antiguo alcalde mayor (o subdelegado)
del Valle de las Salinas.

Febrero 14
José María Morelos atacó Acapulco, defendido por Antonio Carreño. Sus fuer-
zas lograron entrar, pero fueron rechazadas y perdieron la artillería; Morelos se
retiró a la Sabana.

Febrero 16
En Tampico, desembarcaron las fuerzas realistas comandadas por Joaquín de
Arredondo que tenían la misión de combatir a los insurgentes y recuperar
Nuevo Santander.

Febrero 17
El realista José Manuel de Ochoa ocupó Zacatecas.

Febrero 24
Discurso de Antonio Joaquín Pérez Martínez, diputado de Puebla, en las
Cortes, al inaugurar sus sesiones en la ciudad de Cádiz, a donde se habían
trasladado.

Febrero 28
En Guadalajara, José de la Cruz ofreció a Miguel Hidalgo la amnistía decretada
por las Cortes, pero su oferta fue rechazada.
En las Cortes de Cádiz, el diputado por Tlaxcala, José María Guridi y Alco-
cer, participó en el debate que condujo a la declaratoria, en el artículo tercero
constitucional, de que la soberanía residía esencialmente en la nación.

Marzo 3
Una partida de insurgentes atacó Taxco, defendido por Mariano García y Ríos,
pero fue rechazada.

Marzo 10
Miguel Hidalgo, Ignacio Allende y las mermadas tropas que los seguían llega-
ron a Saltillo.

Marzo 16
En Saltillo, se llevó a cabo una junta general en la que se acordó que Miguel
Hidalgo, Ignacio Allende y otros insurgentes pasaran a Estados Unidos. Igna-
cio Rayón, José María Arrieta y José María Liceaga fueron nombrados jefes
de las tropas insurgentes y Bernardo Gutiérrez de Lara fue comisionado para
conseguir ayuda en Estados Unidos.
Los insurgentes tomaron Tecpan.

472
[1811] Marzo 17
Ignacio Elizondo, quien había sido insurgente, y Felipe Rábago organizaron
una junta militar en Monclova y capturaron al gobernador insurgente Pedro
Aranda.

Marzo 21
En Acatita de Baján, Ignacio Elizondo aprehendió a Miguel Hidalgo, Ignacio
Allende, Ignacio Aldama, Mariano Jiménez, Mariano Abasolo y otros insur-
gentes quienes fueron conducidos primero a Monclova y días más tarde lleva-
dos a Chihuahua.

Marzo 26
Después de organizar a sus tropas en Saltillo y de enjuiciar y ejecutar a Rafael
de Iriarte por traición, Ignacio Rayón inició su retirada hacia Zacatecas.

Marzo 28
Juan Bautista de la Torre derrotó a los insurgentes Félix Rodríguez y Tomás
Ortiz en Temascaltepec.

Abril
En Monterrey, José Santiago de Villarreal, nombrado gobernador por Maria-
no Jiménez, renunció al cargo al establecerse la Junta Gobernadora de la que
formó parte con Bernardo Ussel y Guimbarda, Francisco Bruno Barrera y
Blas Gómez de Castro, quien fue su presidente, la cual gobernó hasta el 11 de
marzo de 1813.

Abril 17
Representación del consulado de México a las Cortes para pedir que hubiese
un diputado por cada consulado y quedase representada así la clase de los espa-
ñoles peninsulares. Se trató de un documento muy ofensivo para los america-
nos y ocasionó enorme rechazo en las Cortes.

Abril 18
En Tecpan, José María Morelos publicó por bando un decreto sobre la crea-
ción de la nueva provincia de Nuestra Señora de Guadalupe de Tecpan, en el
sur de la Intendencia de México.
En Tecpan, Morelos ordenó la entrega de tierras a los pueblos, prohibió que
éstas se enajenaran y adelantó la posibilidad de reunir un congreso nacional.

Abril 21
Ignacio Rayón derrotó a Juan Zambrano en el campo del Grillo, cerca de
Zacatecas.

473
[1811] Abril 22
Ignacio Rayón entró en Zacatecas y con José María Liceaga dirigió una expo-
sición a Félix María Calleja sobre las causas de la insurgencia.

Abril 23
Miguel Hidalgo, Ignacio Allende y demás insurgentes prisioneros llegaron a
Chihuahua.

Abril 28
Al saber que se aproximaban las tropas de Félix María Calleja, Ignacio Rayón
abandonó Zacatecas con rumbo a Michoacán.

Abril 29
En la ciudad de México se descubrió una conspiración contra Francisco
Xavier Venegas que buscaba liberar a Miguel Hidalgo y demás jefes insurgen-
tes presos en Acatita de Baján, y fueron aprehendidos varios conspiradores.
En la Junta de Seguridad y Buen Orden se presentaban numerosas denuncias
sobre individuos sediciosos, pero en la mayoría de los casos no se trataba de
conjuras.

Mayo 3
Luego de una victoria en Agua Zarca, José María Morelos salió de La Sabana.
Llegó a la hacienda de La Brea. Nombró a Hermenegildo Galeana su lugar-
teniente.
Félix María Calleja entró en Zacatecas.
En el Campo del Maguey, Miguel de Emparan derrotó a Ignacio Rayón,
quien se dirigió a La Piedad.

Mayo 4
José María Morelos llegó a El Veladero procedente de La Brea para ayudar a
Julián de Ávila en su fortificación. Lo dejó encargado de su defensa y volvió
a La Brea.

Mayo 6
En Chihuahua, se inició el proceso contra Miguel Hidalgo.

Mayo 10
En Chihuahua, se inició el proceso contra Ignacio Allende.

Mayo 17
Hermenegildo Galeana llegó a la hacienda de Chichihualco en busca de re-
cursos para las fuerzas de José María Morelos. Se le unieron Leonardo,Víctor,
Máximo, Miguel y Nicolás Bravo, dueños de dicha hacienda.

474
[1811] Mayo 18
En Atotonilco el Grande, José Antonio de Andrade rechazó el ataque de un
grupo de insurgentes.

Mayo (después del 22)


José María Morelos envió a David Faro y a Mariano Tabares a Estados Unidos
para conseguir auxilios. Ignacio Rayón los detuvo en La Piedad y los conven-
ció de que lo acompañasen a Zitácuaro, donde confirió el grado de brigadier a
Tabares y el de coronel a Faro.

Mayo 26
Después de ocupar Chilpancingo, abandonado por las tropas virreinales, José
María Morelos atacó y tomó Tixtla, defendida por Lorenzo Garrote, Joaquín
Guevara y Nicolás de Cosío. En esa población se le unió Vicente Guerrero.

Mayo 27
Segunda representación del consulado de México a las Cortes contra la igual-
dad electoral. Proponía que se eligieran solamente cinco diputados criollos
por la Nueva España y que los demás fueran europeos, y acusaba a los america-
nos de ser incapaces de nombrar representantes a las Cortes.

Mayo 30
Manuel Muñiz, José María Liceaga, José Antonio, el Amo,Torres y otros insur-
gentes atacaron Valladolid, pero fueron rechazados.

Junio 7
“Manifiesto de Miguel Hidalgo a todo el mundo”, en el hospital militar de
Chihuahua, arrepintiéndose de haberse insurreccionado.
En Chihuahua, se concluyeron las causas militares contra Miguel Hidalgo,
Ignacio Allende, Ignacio Aldama, Mariano Jiménez y Mariano Abasolo.

Junio 8
Desde Aguascalientes, Félix María Calleja envió al virrey Francisco Xavier
Venegas un plan para la defensa del virreinato, en el cual proponía que fueran
las villas y ciudades las que se encargaran de su propia defensa para permitir al
ejército mayor movilidad y combatir sólo a los jefes importantes. Los pueblos
debían formar sus compañías de patriotas, que ellos mismos financiarían, libe-
rando de ese gasto al gobierno virreinal.

Junio 10
En Chihuahua, Miguel Hidalgo rechazó los cargos de herejía que le hizo la
Inquisición.

475
[1811] Junio 14
En Chihuahua, se inició la causa eclesiástica contra Miguel Hidalgo.

Junio 21
En Monclova, fue fusilado Ignacio Aldama.
En Matehuala, Antonio Elosúa y José María Semper derrotaron al insur-
gente Bernardo Gómez de Lara, alias el Huacal.

Junio 26
En Monclova, fueron fusilados Ignacio Allende, Juan Aldama y Mariano Jimé-
nez. Sus cabezas fueron cortadas para remitirlas a Guanajuato.
En el Valle de Santiago, Miguel del Campo derrotó al insurgente Albino
García.

Junio 27
Mariano Abasolo fue sentenciado a destierro en España y a que le fueran con-
fiscados sus bienes.

Julio 13
En Tixtla, José María Morelos publicó por bando sus providencias para la emi-
sión de una moneda nacional de cobre.
Carta de Ignacio Rayón dirigida desde Zitácuaro a Morelos para propo-
nerle la creación de una junta gubernativa.

Julio 16
Informe del consulado de México contra el comercio libre de América.

Julio (antes del 18)


El virrey Francisco Xavier Venegas nombró a José de la Cruz comandante
general de la provincia de Guadalajara.

Julio 30
Tras ser degradado, Miguel Hidalgo fue fusilado en el patio del Hospital Real
de Chihuahua. Su cabeza fue cortada para remitirla a Guanajuato.

Agosto 1
Representación de la diputación americana a las Cortes sobre lo ocurrido en
América, en la que se expuso que las causas de la insurgencia habían sido las
ofensas infligidas a los americanos.

Agosto 3
El virrey Francisco Xavier Venegas anunció haberse descubierto en la ciudad
de México una conspiración en contra del régimen virreinal.

476
[1811] Agosto 13
Carta de José María Morelos dirigida desde Tixtla a Ignacio Rayón en la que
aprobaba la idea de formar una junta y nombraba a José Sixto Verduzco para
que ocupase su lugar en ella.

Agosto 14-17
José María Morelos salió de Tixtla a Chilpancingo.Tres días después regresó a
Tixtla, en donde, junto con Hermenegildo Galeana y Nicolás Bravo, derrotó
a Juan Antonio Fuentes y a Juan José Recacho, quienes se retiraron a Chilapa.

Agosto 19-20
Acta del establecimiento de la Suprema Junta Nacional Americana, en Zitá-
cuaro, la cual quedó integrada por Ignacio Rayón como su presidente y por
José María Liceaga y José Sixto Verduzco como vocales. Al día siguiente pro-
clamaron sus objetivos en un manifiesto. Meses después, José María Morelos
fue nombrado su cuarto integrante.

Agosto 26
Carta pastoral del obispo de Oaxaca, Antonio Bergosa y Jordán, a sus dioce-
sanos para exhortarlos a defender su provincia de José María Morelos y sus
seguidores.

Agosto 30
El insurgente Albino García tomó Aguascalientes y aprehendió al subdelegado
José María Rico.
Zacatlán fue ocupada por el insurgente José Francisco Osorno.

Agosto 31
El insurgente Albino García tomó la villa de Lagos.

Septiembre
David Faro y Mariano Tabares, que se habían reincorporado a las fuerzas de
José María Morelos, intentaron aprehender en El Veladero a Julián de Ávila,
encargado de su defensa, y promovieron un motín de negros contra blancos.
Poco después, fueron detenidos y ajusticiados por Morelos.

Septiembre 4
Oficio de la Junta de Zitácuaro dirigido a José María Morelos sobre la conve-
niencia de usar el nombre de Fernando VII para conseguir adeptos.

Septiembre 4-11
Los diputados de Guadalajara, Tlaxcala, Zacatecas, Coahuila y México, José
Simón de Uría, Miguel Guridi y Alcocer, Miguel de Gordoa, Miguel Ramos

477
[1811] Arizpe y José Beye Cisneros, respectivamente, se opusieron en las Cortes de
Cádiz a las disposiciones que dejaban fuera de la ciudadanía a los descendien-
tes de africanos y que reducían el número de representantes de América.

Septiembre 15
Con el bachiller Antonio Palafox, Manuel Ignacio González del Campillo,
obispo de Puebla, envió a Ignacio Rayón su “Manifiesto del exmo. é illmo se-
ñor Obispo de Puebla con otros documentos para desengaño de los incautos”,
para comunicarle sus intenciones de lograr la paz y la amistad entre realistas e
insurgentes.

Septiembre 20
Juan Francisco de Azcárate, quien se hallaba preso en la ciudad de México
desde 1808, fue liberado por haber quedado comprendido en el indulto con-
cedido por las Cortes.

Octubre 11
Llegada de Servando Teresa de Mier a Inglaterra, procedente de Cádiz.

Octubre 13
En Tecpan, José María Morelos emitió un bando en contra de la guerra de
castas.

Octubre 14
Las cabezas de Miguel Hidalgo, Ignacio Allende, Ignacio Aldama y Mariano
Jiménez llegaron a Guanajuato.

Noviembre 1
José María Liceaga dio a conocer las instrucciones para el establecimiento y
administración de las rentas del “Imperio Mexicano”. Se trató de una de las
primeras medidas fiscales del gobierno insurgente.

Noviembre 7
Miguel Ramos Arizpe presentó en las Cortes de Cádiz su memoria sobre la
situación de las Provincias Internas de Oriente.

Noviembre 11
Félix María Calleja salió de Guanajuato para ir a combatir a Ignacio Rayón a
Zitácuaro.

Noviembre (mediados)
José María Morelos salió de Chilapa e inició su segunda campaña, que termi-
nó en Chiautla el 4 de mayo de 1812. Al tercer día de haber salido de Chilapa

478
[1811] llegó a Tlapa, donde se le unieron Mariano Tapia, Victoriano Maldonado y
Valerio Trujano. A este último lo comisionó para ocupar Chilacayoapan.

Noviembre 23
Anuncio del nombramiento de Antonio Bergosa y Jordán, obispo de Oaxaca,
como arzobispo de México, por la muerte de Francisco Xavier de Lizana y
Beaumont.

Diciembre 3
José María Morelos tomó Chiautla, defendida por Mateo Musitu, donde se le
unió José Manuel de Herrera, cura de Huamuxtitlán, y salió después a Izúcar.
Mandó a Miguel Bravo y a Valerio Trujano a reunirse con Julián de Ávila y
Mariano Tapia en la costa para que se dirigieran a Jamiltepec, pero Francisco
Paris los derrotó en Ometepec. Asimismo, envió a Hermenegildo Galeana a
Taxco.

Diciembre 16
En Izúcar, Mariano Matamoros, cura de la población, se unió a José María
Morelos.

Diciembre 17
En Izúcar, José María Morelos rechazó el ataque de Miguel de Soto y Macedo,
Pedro Michio y Mariano Ortiz, y los persiguió hasta la hacienda de la Galarza.

Diciembre 24
Los habitantes de Arandas, organizados en fuerzas de patriotas, rechazaron el
ataque de los insurgentes. En otras poblaciones también se organizaron cuer-
pos de esta clase para defenderse de los insurgentes.

Diciembre 25
Entrada de José María Morelos a Cuautla, después de que esta población había
sido abandonada por Joaquín Garcilaso, quien huyó hacia Chalco.
Entrada de Hermenegildo Galeana, Ignacio Martínez y Antonio Benaven-
te a Taxco.

Diciembre 31
En Cuautla, José María Morelos ordenó que, a partir del 1 de enero de 1812,
en todas las plazas dominadas por sus fuerzas fuera jurada la Suprema Junta
instalada en la villa de Zitácuaro.

1812 Enero 1
José María Morelos entró en Taxco, al tiempo que un espía del gobierno vi-
rreinal presentó un informe de la estancia de sus tropas en Cuautla.

479
[1812] Enero 2
Un día después de haber acampado frente a Zitácuaro, Félix María Calleja
tomó la plaza, dispersó a las fuerzas de la Suprema Junta Nacional Americana,
saqueó la población, la redujo a cenizas y cambió la cabecera del partido a Ma-
ravatío. La Junta salió hacia Huaniqueo para pasar después a Tlalchapa.

Enero 4
José María Morelos mandó fusilar a Mariano García y Ríos y a otros realistas
hechos prisioneros en Taxco y nombró coronel de infantería a Mariano Mata-
moros. Poco después, salió hacia Tenancingo en compañía de Hermenegildo
Galeana, Leonardo Bravo y el propio Matamoros.

Enero 7
Las Cortes de Cádiz decretaron la abolición del Paseo del Pendón en todos
los dominios españoles. En la ciudad de México, esta ceremonia recordaba
la conquista cada 13 de agosto y era una celebración que el Ayuntamiento
y los criollos, como descendientes de los conquistadores, consideraban muy
importante.

Enero 11
Pedro Celestino Negrete atacó a los insurgentes en Guaracha, en Michoacán.
Al mismo tiempo, el jefe insurgente Albino García atacó Irapuato.

Enero 14-16
Los regimientos de América, Asturias y Lobera desembarcaron en Veracruz,
procedentes de La Coruña. Si bien buena parte de estas tropas llegó muy
desgastada por el viaje, muy pronto se incorporaron a la lucha contrainsur-
gente bajo el mando de Juan José de Olazábal y del conde de Castro Terreño.
Contaban con la experiencia de la guerra contra los franceses en la península
ibérica.

Enero 17
Hermenegildo Galeana fue derrotado por Rosendo Porlier en las barrancas
de Tecualoya. Unos días después, Mariano Matamoros recuperó los cañones
que Porlier había quitado a Galeana.

Enero 20
Agustín de Iturbide salió de Valladolid para unirse al Ejército del Centro. Poco
después se incorporó a la división de Diego García Conde, en Maravatío.

480
[1812] Enero 23
José María Morelos llegó frente a Tenancingo. Hermenegildo Galeana y Ni-
colás Bravo consiguieron tomar la plaza, defendida por Rosendo Porlier, quien
se retiró hacia Toluca.
En Tlalchapa, la Junta Nacional Americana emitió un bando sobre acuña-
ción de moneda.

Enero 26
En Ixtlahuaca, Félix María Calleja dirigió al virrey Francisco Xavier Venegas
su renuncia al mando del ejército. La correspondencia que se siguió entre ellos
mostró sus desavenencias.
Un número extraordinario del Censor General de Cádiz dio a conocer la
contestación de José Miguel Guridi y Alcocer a las críticas que le había di-
rigido Juan López de Cancelada en el Telégrafo Americano. Cancelada había
sido editor de la Gazeta de México en 1808 y tenía una posición favorable al
dominio colonial español y opuesta a las aspiraciones de autogobierno de los
americanos.

Febrero 5
El ejército virreinal, encabezado por Félix María Calleja, entró en la ciudad de
México procedente de Zitácuaro. El acto fue muy solemne y mostró el enor-
me respaldo que había adquirido Calleja entre sus tropas y entre la población.

Febrero 6
Orden de las Cortes de Cádiz para que en la Nueva España se pusiera en eje-
cución el decreto sobre la libertad de imprenta, medida que había sido ignora-
da por las autoridades virreinales.

Febrero 8
El virrey Francisco Xavier Venegas dirigió a Félix María Calleja un plan de
operaciones para combatir la insurrección.

Febrero 9
José María Morelos, Mariano Matamoros, Hermenegildo Galeana y otros in-
surgentes entraron a Cuautla, en donde se les unió Leonardo Bravo. En el ca-
mino de Cuernavaca a Las Amilpas, Morelos incendió las haciendas de Gabriel
deYermo.

Febrero 11
Desde Cuautla, José María Morelos manifestó a Ignacio Rayón su preocu-
pación acerca de las desavenencias surgidas entre los miembros de la Junta
Nacional Americana.

481
[1812] Febrero 13
Félix María Calleja salió de México hacia Cuautla, para combatir a José María
Morelos.
En Cuautla, Morelos nombró a su hijo de ocho años, Juan Nepomuceno
Almonte, capitán de la Compañía de Emulantes.

Febrero 14
Nota reservada del ministro español, Luis de Onís, dirigida desde Filadelfia al
virrey Francisco Xavier Venegas sobre los auxilios que el insurgente Bernardo
Gutiérrez de Lara solicitó a Estados Unidos y las condiciones con que se los
ofreció el secretario de Estado James Monroe.

Febrero 18
Después de hacer un reconocimiento, Félix María Calleja acampó en la loma
de Cuautlixco, a media legua de Cuautla. José María Morelos hizo una salida
contra la vanguardia de Calleja y estuvo a punto de caer prisionero.

Febrero 26
Ciriaco de Llano, rechazado en sus intentos de tomar Izúcar, marchó hacia
Cuautla para unirse a Félix María Calleja, pero en el camino fue atacado por
Félix de la Rosa, y se retiró al rancho de las Escalerillas. Más tarde, fue atacado
por un grupo de insurgentes en Jonacatepec y en Tlayacac. El 29 llegó final-
mente al campo de Calleja frente a Cuautla.

Marzo 5
Félix María Calleja estableció su campamento en los terrenos de la hacienda
de Buenavista, frente a Cuautla, mientras que Ciriaco de Llano acampó en las
lomas de Zacatepec.

Marzo 11 al 16
Nicolás y Miguel Bravo,Valerio Trujano y Pedro Mendoza atacaron Yanhui-
tlán, defendido por el realista José María de Régules. De allí se dirigieron a
Cuautla, en auxilio de José María Morelos, y en el camino fueron atacados por
José Henríquez y Manuel de Flon y Saint Maxent.

Marzo 12
Un grupo de insurgentes entró en laVilla de Guadalupe. La presencia de insur-
gentes cerca de la ciudad de México y las muestras de descontento con el régi-
men de distintos sectores de la población capitalina habían conducido a esta-
blecer medidas de control y pasaportes para poder entrar o salir de la capital.

482
[1812] Marzo 14
El virrey Francisco Xavier Venegas dispuso que la imagen de la Virgen de
Guadalupe se trasladase a la catedral de la ciudad de México, pero se suspendió
por la oposición de los indígenas de la zona.

Marzo 16
José María Cos dirigió al virrey Francisco Xavier Venegas un oficio con
el “Manifiesto de la nación americana a los europeos de este continente”, y
su “Plan de paz” y “Plan de guerra” fechados en Sultepec, en los que proponía
sujetar la guerra al derecho de gentes.

Marzo 19
En Cádiz, se juró y promulgó la Constitución política de la Monarquía es-
pañola, que estableció un gobierno representativo, con división de poderes y
protección de derechos a los ciudadanos españoles, sin importar su lugar de
nacimiento. Los indígenas americanos quedaron incorporados en la calidad
de ciudadanos, pero no así los descendientes de africanos.

Marzo 25
Hermenegildo Galeana edificó un fortín en el lugar donde salía el agua de
Juchitengo para abastecer a Cuautla. Esa noche fue atacado por Félix María
Calleja, pero logró rechazarlo.

Marzo 28
José Gabriel de Armijo derrotó a los insurgentes José María Larios y Miguel
Bravo en Malpaís.

Abril 3
Juan Nepomuceno Rosáins se adhirió a la insurgencia en su hacienda de La
Rinconada.
José Antonio López Merino tomó prisionero a José Antonio, el Amo, To-
rres en Palo Alto, cerca de Tupátaro.

Abril 11
Se publicó en Sultepec el primer número del periódico insurgente El Ilustra-
dor Nacional.
Diego García Conde perdió parte del convoy de Tierra Adentro en Sala-
manca, donde lo atacó Albino García.

Abril 13
Los Guadalupes, grupo que actuaba en la clandestinidad en la ciudad de Méxi-
co, lograron sacar de la capital una imprenta, que enviaron a Ignacio Rayón.

483
[1812] Abril 23
Vicente Beristáin, Miguel Serrano, Pedro Espinoza y otros insurgentes derro-
taron a Francisco de Paula Villaldea, que defendía Pachuca, y se apoderaron de
muchas barras de plata que allí había.

Abril 26
Juan José de Olazábal salió de Nopalucan perseguido por el jefe insurgente
José Francisco Osorno. En el camino abandonó un convoy cuyo valor era de
dos millones de pesos.

Abril 30
Desde Zinacantepec, Ignacio Rayón remitió a José María Morelos un borra-
dor de sus Elementos constitucionales, primer proyecto de Constitución elabo-
rado por los insurgentes, y le dio aviso de haberle mandado auxilios a Cuautla.

Mayo 2
A las dos de la mañana, José María Morelos rompió el sitio de Cuautla y se
dirigió hacia Ocuituco, donde se reunió con Víctor Bravo, mientras Herme-
negildo Galeana se dirigió a Tecajaque. Más tarde, Félix María Calleja entró
en Cuautla, que fue saqueada. El sitio había sido largo y desgastante, tanto para
las tropas como para la población, y una de sus consecuencias fue la aparición
de unas “fiebres misteriosas” que en los meses siguientes ocasionaron miles de
muertes en las intendencias de Puebla y México.

Mayo 3
Ataque de José María Sánchez de la Vega, Mariano Tapia, Ramón Sesma y
otros insurgentes a Tehuacán. La ciudad capituló tres días después.

Mayo 4
José María Morelos y Víctor Bravo llegaron a Izúcar, donde se les unió Miguel
Bravo. De Izúcar, Morelos se dirigió a Chiautla de la Sal, en donde permaneció
durante un mes por hallarse lastimado a causa de una caída que sufrió al salir
de Cuautla.

Mayo 5
Leonardo Bravo y José Mariano Piedras fueron capturados en la hacienda de
San Gabriel por los sirvientes de Gabriel de Yermo comandados por Antonio
Taboada.

Mayo 16
Félix María Calleja entró en la ciudad de México procedente de Cuautla.
En el Puerto de Batea, Albino García se enfrentó a las divisiones realistas al
mando de Diego García Conde y de Pedro Celestino Negrete.

484
[1812] Mayo 23
José Antonio, el Amo, Torres fue ahorcado en Guadalajara.
Decreto de las Cortes de Cádiz para la elección de ayuntamientos constitu-
cionales y la formación de diputaciones provinciales.

Junio 1
José María Morelos salió de Chiautla hacia Chilapa e inició así su tercera cam-
paña, que terminó con la toma de Oaxaca el 25 de noviembre siguiente.

Junio 3
Parte de Mariano de las Fuentes Alarcón dirigido a José María Morelos sobre
la toma de Orizaba. El mismo día, Fuentes Alarcón, Juan Moctezuma Cortés y
José Antonio Arroyo atacaron Córdoba, pero fueron rechazados.

Junio 5
En Valle de Santiago, Agustín de Iturbide sorprendió a las fuerzas insurgentes
y aprehendió a Albino García y a su hermano Francisco, quienes fueron fusila-
dos unos días después.

Junio 16
En Sultepec, los tres vocales originarios de la Junta Nacional Americana deci-
dieron separarse, y al día siguiente Ignacio Rayón salió hacia Tlalpujahua, José
María Liceaga al Bajío y José Sixto Verduzco hacia Huetamo. Desde semanas
antes había discrepancias serias entre los tres.

Junio 18
Desde Nueva Orleáns, Tadeo Ortiz envió una carta a José María Morelos en
la que, tras presentarse, le informaba de sus conocimientos sobre la diplomacia
y política de los países europeos y americanos, y se ponía a disposición del go-
bierno insurgente.

Junio 25
Bando del virrey Francisco Xavier Venegas que declaraba reo de la jurisdic-
ción militar a quien resistiese a las tropas del rey, y mandaba degradar a los
eclesiásticos insurgentes que cayesen prisioneros.

Julio 16
Las Cortes españolas rechazaron la mediación británica en el conflicto con los
insurgentes americanos.

Julio 19
Primer número del periódico insurgente Semanario Patriótico Americano.

485
[1812] Julio 23
José María de Régules y Juan Caldelas fueron derrotados por las fuerzas
de José María Morelos y de Valerio Trujano en Huajuapan. Caldelas murió
y Régules se retiró a Yanhuitlán.

Julio 25
En Yuriria, Agustín de Iturbide derrotó a José María Cos y a José María Li-
ceaga.

Julio 29
Fueron fusilados algunos supuestos conspiradores apresados en junio en Ve-
racruz, incluidos Evaristo Molina y Cayetano Pérez, menores de edad, lo que
ocasionó escándalo incluso entre las autoridades virreinales.

Agosto 1
En Campo del Gallo, el secretario Ignacio Oyarzábal inició el “Diario de
gobierno y operaciones militares de la secretaría y ejército al mando del
Exmo. Sr. presidente de la Suprema Junta y ministro Universal de la Na-
ción, Lic. D. Ignacio López Rayón”, que concluyó el 6 de septiembre de l8l4.

Agosto 10
José María Morelos llegó a Tehuacán de las Granadas, donde se dedicó a reor-
ganizar y disciplinar sus tropas.

Agosto 11
Al frente del Ejército Republicano del Norte, del que formaban parte nu-
merosos angloamericanos, Bernardo Gutiérrez de Lara ocupó Nacogdoches
y posteriormente el presidio de la Trinidad y la bahía del Espíritu Santo, en
Texas.
El ejército británico y los patriotas españoles entraron en Madrid, abando-
nado por José Bonaparte. Al día siguiente hizo su entrada triunfal el duque de
Wellington. En las siguientes semanas, las tropas francesas se replegaron.

Agosto 20
Procedentes de Tehuacán, Nicolás Bravo, Pablo Galeana, Ramón Sesma y José
Antonio Arroyo derrotaron en San Agustín del Palmar a Juan Labaqui, encar-
gado de conducir un convoy de Veracruz, quien murió en el combate.

Agosto 21
Junta extraordinaria de Hacienda celebrada en México con asistencia del vi-
rrey Francisco Xavier Venegas para obtener recursos.

486
[1812] Agosto 27
El regimiento de Zamora desembarcó en Veracruz bajo el mando de Rafael
Bracho.

Agosto 31
Desde Silao, Agustín de Iturbide propuso al virrey Francisco Xavier Venegas
un plan para aumentar la tropa, con financiamiento de la Real Hacienda, de los
vecinos de la villa y de su propia fortuna. Incluía una relación de los méritos y
servicios.

Septiembre 6
El virrey Francisco Xavier Venegas recibió la Constitución promulgada en
Cádiz, así como la orden de publicarla y cumplirla.

Septiembre 12
Carta de José María Morelos dirigida desde Tehuacán a Ignacio Rayón en la
que le informaba haber nombrado a Mariano Matamoros su segundo en jefe y
mariscal a Hermenegildo Galeana, y le exponía su opinión sobre cómo debía
formarse el gobierno insurgente.

Septiembre 14
Leonardo Bravo, Luciano Pérez y José Mariano Piedras fueron ejecutados en
El Ejido, en México.

Septiembre 15
Carta de los Guadalupes de México dirigida a José María Morelos, sobre los
esfuerzos realizados para salvar a Leonardo Bravo y compañeros.

Septiembre 16
Decreto de la Regencia que nombraba a Félix María Calleja virrey de la Nue-
va España.Tomó posesión el 4 de marzo de 1813.

Septiembre 17
Carta de José María Morelos en Tehuacán dirigida a Nicolás Bravo para orde-
narle que, en represalia por la muerte de su padre, ajusticiara a los prisioneros
realistas que tuviera en su poder. Contraviniendo esta orden, Bravo perdonó la
vida de los prisioneros.

Septiembre 30
Lectura de la Constitución de Cádiz y su jura en la ciudad de México por
el virrey Francisco Xavier Venegas, la Audiencia, el Ayuntamiento y demás
autoridades. Pese a que la Constitución había reducido a la Audiencia a ser un
tribunal del Poder Judicial, Venegas le solicitó su parecer.

487
[1812] Octubre 5
El insurgente Valerio Trujano murió en el combate que sostuvo con Saturni-
no Samaniego en el rancho de la Virgen, entre Tlacotepec y Tepeaca.
Bando del virrey Francisco Xavier Venegas que daba a conocer el decreto
de las Cortes sobre la libertad de imprenta. De inmediato se instaló en la ciu-
dad de México la Junta de Censura.

Octubre 10
Bando del virrey Francisco XavierVenegas para dar a conocer el decreto sobre
elección de diputados a Cortes y de diputaciones provinciales.

Octubre 13
José María Morelos salió de Tehuacán hacia Ozumba, pasando por San Andrés
Chalchicomula, para ponerse en contacto con José Francisco Osorno y reco-
ger alguna plata de la que éste había tomado en Pachuca.

Octubre 15
Bando del virrey Francisco Xavier Venegas, que incluía la real orden de 8 de
junio, con el decreto de 23 de mayo, referentes a la elección de ayuntamientos.

Octubre 18
Después de recibir la plata de manos de José Francisco Osorno, José María
Morelos y Hermenegildo Galeana fueron batidos por Rosendo Porlier y Luis
del Águila en Ojo de Agua, cerca de San José de Chiapa, acción en la que mu-
rió Mariano Tapia. Los insurgentes regresaron a Tehuacán.

Octubre 26
Pedro Celestino Negrete derrotó a José Sixto Verduzco en Uruapan.

Noviembre 1
Luis del Águila atacó y derrotó a José María Morelos y a Hermenegildo Ga-
leana en Puente Colorado, en las cumbres de Acultzingo. Los insurgentes per-
dieron su artillería.

Noviembre 2
Desde Tehuacán, José María Morelos dirigió una carta a Ignacio Rayón sobre
el nombramiento del quinto vocal de la Junta Nacional Americana. Señalaba
que ya se debía quitar la máscara a la independencia y el nombre de Fernando
VII de los Elementos constitucionales.

Noviembre 9
Mariano Matamoros, Manuel Mier y Terán y Miguel Bravo llegaron a Tehua-
cán para unirse a José María Morelos. Salieron a Oaxaca dos días después.

488
[1812] Noviembre 11
Nicolás Bravo y Mariano Rincón atacaron Jalapa y de ahí se retiraron a Puente
del Rey.

Noviembre 14
Izúcar, abandonado por Mariano Matamoros, fue recuperado por Rafael Bra-
cho, por órdenes de Ciriaco de Llano.
Se publicó en México la Instrucción que para facilitar las elecciones de diputados
para las próximas Cortes generales del año de 1813 ha formado la Junta Preparatoria
de México.

Noviembre 21
El realista Luis del Águila entró en Tehuacán.

Noviembre 23
Al acercarse José María Morelos, el obispo de Oaxaca, Antonio Bergosa y Jor-
dán, abandonó la ciudad de Antequera de Oaxaca.

Noviembre 24
José María Morelos llegó a San Pedro y San Pablo Etla e intimó a rendición al
comandante de Oaxaca, Antonio González Sarabia.

Noviembre 25
Asalto y toma de Oaxaca por las fuerzas de José María Morelos, quien ordenó
evitar el saqueo. Fue la primera vez, después de la muerte de Miguel Hidalgo,
que los insurgentes ocuparon una capital provincial.

Noviembre 26
Fuerzas insurgentes atacaron Acapulco, defendido por Pedro Antonio Vélez.
Julián de Ávila tomó el cerro de la Mira.

Noviembre 29
Primeras elecciones populares en la ciudad de México. Según la Constitución,
en las parroquias se eligieron compromisarios y electores que, a su vez, debían
votar por los miembros del Ayuntamiento. En decenas de pueblos, villas y
ciudades con más de mil habitantes de todo el reino se realizaron elecciones
por estas mismas fechas, aunque varias regiones no lo hicieron por hallarse en
estado de guerra.

Diciembre 4
Atemorizado por los resultados de las elecciones, por haber sido electos indi-
viduos descontentos con el régimen colonial, el virrey Francisco Xavier Vene-
gas celebró un Acuerdo extraordinario con la Audiencia de México en que se

489
[1812] decidió suspender la libertad de imprenta. El parecer emitido por la Audiencia
a solicitud del virrey sobre los derechos otorgados por las nuevas leyes liberales
violaba la Constitución.

Diciembre 5
El virrey Francisco Xavier Venegas publicó un bando en el que abolía la li-
bertad de prensa. Se inició proceso contra José Joaquín Fernández de Lizardi,
quien publicaba El Pensador Mexicano, y se suspendió también la publicación
de El Juguetillo, de Carlos María de Bustamante.
Por decreto de José María Morelos se nombró un ayuntamiento compues-
to de criollos y se estableció una caja nacional en la ciudad de Oaxaca.

Diciembre 7
Carta de los Guadalupes dirigida a José María Morelos sobre las elecciones del
29 de noviembre en la ciudad de México, en la que se hacía notar que el resul-
tado había sido benéfico para los americanos.

Diciembre 8
En la ciudad de México fue aprehendido José Joaquín Fernández de Lizardi.
En Madrid, se presentó la discusión en las Cortes generales y extraordi-
narias sobre el proyecto de abolición del Tribunal de la Inquisición. Anto-
nio Joaquín Pérez Martínez, representante de Puebla, se opuso a la abolición.

Diciembre 13
Carlos María de Bustamante, quien había sido votado como elector del Ayun-
tamiento en las elecciones del 29 de noviembre y era editor del periódico El
Juguetillo, cuya publicación había sido suspendida por las autoridades colonia-
les, huyó de la ciudad de México hacia Zacatlán.

Diciembre 16
Carta de José María Morelos dirigida desde Oaxaca a Ignacio Rayón sobre
haber mandado imprimir todo lo referente a la toma de Oaxaca, para avisar-
le de la huida del obispo Antonio Bergosa y de haber fusilado a los jefes rea-
listas. Asimismo le indicaba que el quinto vocal debía ser alguien electo en esa
ciudad.

1813 Enero
El virrey Francisco Xavier Venegas comunicó al corregidor de México, Ra-
món Gutiérrez del Mazo, su decisión de que el antiguo Ayuntamiento conti-
nuase en sus funciones, si bien sus miembros rechazaron esta medida.

490
[1813] Enero 3
Francisco Antonio Galicia, antiguo gobernador de la parcialidad indígena de
San Juan, en la ciudad de México, envió una carta a Ignacio Rayón sobre la
disposición favorable a la insurgencia de los habitantes de la capital.

Enero 5
José Francisco Osorno y Miguel Serrano derrotaron al realista Diego Rubín
de Celis en Mimiahuapan.

Enero 11
Llegó a México la noticia del nombramiento de Félix María Calleja como
virrey de la Nueva España en sustitución de Francisco XavierVenegas.

Enero 14
Rosendo Porlier y Juan José de Olazábal atacaron a Nicolás Bravo en el Puen-
te del Rey. Olazábal se retiró a Jalapa.

Enero 16
Desde Tlalpujahua, Ignacio Rayón informó a José María Morelos que para
quinto vocal de la Junta le parecía adecuado Jacobo Villaurrutia, y se refirió al
ambiente favorable a la insurgencia que existía en la ciudad de México.

Enero 20
Nueva carta de los Guadalupes a José María Morelos sobre las elecciones
del 29 de noviembre en la ciudad de México, en la que le informaban que
habían resultado electos sólo americanos, en su mayoría desafectos al régimen
colonial.

Enero 25
Apareció el primer número del periódico insurgente Sud en Oaxaca.También
por entonces los insurgentes publicaban El Despertador de Michoacán.

Enero 27
Plan de Félix María Calleja para guarnecer la ciudad de México por medio del
levantamiento de cuerpos de patriotas.

Enero 28
En México, Félix María Calleja recibió los despachos de su nombramiento de
virrey de la Nueva España.

491
[1813] Enero 29
Bando de José María Morelos en Oaxaca con disposiciones de carácter social.
Explicaba a los habitantes de la provincia los principios y normas del nuevo
régimen.

Enero 31
José Sixto Verduzco intentó tomar Valladolid, pero fue rechazado por Antonio
Linares.

Febrero 4
Mariano Matamoros salió de Oaxaca hacia Yanhuitlán. Poco después lo siguió
Hermenegildo Galeana.

Febrero 9
José María Morelos salió de Oaxaca hacia Acapulco e inició así su cuarta cam-
paña, que terminaría el 20 de agosto con la capitulación y toma del fuerte de
San Diego.

Febrero 22
Decreto de las Cortes que extinguía la Inquisición.

Febrero 24
Carta de José SixtoVerduzco, fechada en Urecho, dirigida a José María Liceaga
para informarle que Ignacio Rayón se conducía con fanatismo y no obraba de
buena fe. Ese mismo día envió una carta al propio Rayón para reprocharle su
conducta. En los días siguientes, Rayón exigió obediencia a los otros miem-
bros de la Junta.

Febrero 25
Primer número del periódico insurgente Correo Americano del Sur, publicado
en Oaxaca.

Febrero 27
En México, se inició la causa por infidencia contra Leona Vicario y sus cóm-
plices, misma que culminó en 1819.

Marzo 2
Carta de Ignacio Rayón, fechada en Puruarán, dirigida a José María Morelos
para informarle que desistía de publicar sus Elementos constitucionales.

Marzo 4
Félix María Calleja tomó posesión del cargo de virrey. De inmediato organizó
una junta para conseguir un millón y medio de pesos y conducir a México el

492
[1813] tabaco de Córdoba y Orizaba, que era el caudal de más importancia que tenía
el gobierno virreinal.

Marzo 6
Carta de José Sixto Verduzco, firmada en Urecho, dirigida a Juan Montaño
para informarle haber destituido a Ignacio Rayón como vocal de la Junta y
haberlo declarado traidor y enemigo de la patria. Dos días después, Ver-
duzco renunció a su cargo como vocal de la Junta y, junto con José María
Liceaga, publicó un bando contra Rayón.

Marzo 13
Francisco Xavier Venegas salió de México hacia Veracruz para embarcarse a
España. El arzobispo electo, Antonio Bergosa y Jordán, entró en la ciudad de
México.

Marzo 14
José María Morelos nombró a Vicente Guerrero comandante militar de
Ometepec.

Marzo 18
Desde el campo sobre Acapulco, José María Morelos envió una carta a Ignacio
Rayón para expresarle su preocupación sobre las desavenencias habidas entre
los vocales de la Junta Nacional Americana.

Marzo 19
José María Cos propuso un proyecto de avenimiento entre los vocales de la
Junta Nacional Americana y un plan para su reorganización.

Abril 1
Bernardo Gutiérrez de Lara tomó San Antonio Béjar. Las fuerzas insurgentes
apresaron y degollaron al gobernador Manuel Salcedo y al comandante Simón
de Herrera, y se estableció una junta de gobierno texana.

Abril 2
En Mérida, comenzó a publicarse El Aristarco, periódico en el que colaboró
Lorenzo de Zavala y que daba voz a un grupo de liberales conocidos como
sanjuanistas que buscaban aprovechar el orden constitucional.

Abril 4
Concluyó el proceso de elección de los miembros del Ayuntamiento de la
ciudad de México, que había sido interrumpido por Francisco Xavier Ve-
negas. Pese a los empeños de las autoridades virreinales, fueron electos sólo
criollos.

493
[1813] Abril 5
Primer ataque de las fuerzas de José María Morelos a los realistas de Acapulco
en el cerro de la Mira, donde fue derrotado José Bobadilla, que comandaba la
guarnición.
Carta de Ignacio Rayón dirigida a Cristóbal I, emperador de Haití, para
presentarle a su enviado y entablar relaciones.

Abril 6
La Junta Insurgente de San Antonio Béjar declaró la independencia de la pro-
vincia de Texas, la cual debía formar parte de la “República Mexicana”, y el 17
de ese mismo mes firmó la Constitución del estado de Texas.

Abril 7
Bando dado en Tlalpujahua por Ignacio Rayón como presidente de la Supre-
ma Junta Gubernativa de América para destituir a José Sixto Verduzco y a José
María Liceaga como vocales de la misma y ordenar que fueran aprehendidos.

Abril 9
José María Morelos recibió en Acapulco a María Manuela Medina o Molina,
india de Taxco, que tenía el grado de capitana otorgado por la Suprema Junta
Gubernativa.

Abril 12
José María Morelos atacó Acapulco y entró en la población. El comandante
Pedro Antonio Vélez se refugió en el fuerte de San Diego.

Abril 16
Carta de fray Vicente de Santa María en Tlalpujahua dirigida a Carlos María
de Bustamante sobre la elaboración de una Constitución.

Abril 18
Ataque de las fuerzas de José María Morelos al fuerte de San Diego.

Abril 19
Mariano Matamoros derrotó a Manuel Dambrini en Tonalá, acción que le
valió el grado de teniente general.

Abril 21
El virrey Félix María Calleja separó a José de la Cruz del mando de Guanajua-
to yValladolid, y para sucederlo nombró a Agustín de Iturbide, quien reciente-
mente había derrotado a Ramón Rayón.

494
[1813] Abril 23
Se instaló en Mérida la Diputación Provincial deYucatán, en cumplimiento de
la Constitución de Cádiz.

Abril 29
Desde Acapulco, José María Morelos ordenó que las corporaciones de Oaxaca
eligieran al quinto vocal de la Junta Nacional Gubernativa. De esta manera,
pretendía ganar apoyo de los grupos poderosos de la ciudad, que se habían
mantenido reacios a aceptar la insurgencia.

Mayo 3
Tropas virreinales comandadas por Pedro Monsalve ocuparon Huichapan.
Francisco Villagrán fue capturado y poco después fusilado.

Mayo 7
Joaquín Castillo Bustamante atacó el cerro del Gallo que defendía Ramón
Rayón, cerca de Tlalpujahua, pero fue rechazado. Unos días más tarde, tomó
Tlalpujahua.

Mayo 13
Los realistas tomaron Zacatlán, que ocupaba José Francisco Osorno.

Mayo 22
Junta celebrada en Oaxaca para nombrar al quinto vocal de la Junta Nacional
Gubernativa. Las principales corporaciones oaxaqueñas dieron largas al pro-
ceso, en su empeño de no colaborar con los insurgentes.

Mayo 23
Leona Vicario, presa en el Colegio de Belén por su relación con los insur-
gentes, logró escapar de la ciudad de México con la ayuda de Francisco Arro-
yave, Antonio Vázquez Aldana y Luis Rodríguez Alconedo.

Mayo 25
Carlos María de Bustamante llegó a Oaxaca, su ciudad natal. Al día siguiente,
envió un oficio a José María Morelos para proponer la formación de un con-
greso, que debía reunirse en esa ciudad.

Junio 8
Bando del virrey Félix María Calleja para dar a conocer el decreto de las Cor-
tes del 22 de febrero que extinguía la Inquisición. Ordenaba que sus bienes y
sus rentas se incorporasen a la hacienda pública.

495
[1813] Junio 13
Julián Villagrán fue capturado en la hacienda de San Juan Amajaque, y unos
días después fue fusilado en la hacienda de Gilitla.

Junio 28
Convocatoria de José María Morelos dada en Acapulco para instalar un con-
greso nacional en Chilpancingo por considerar que ese lugar resultaba mejor
que Oaxaca o cualquier otro.

Julio
En Durango, Nemesio Salcedo entregó el mando de las Provincias Internas de
Occidente a Bernardo Bonavía y las de Oriente a Joaquín de Arredondo.

Julio 4-7
En la ciudad de México se dio inicio al proceso electoral para nombrar diputa-
dos a Cortes ordinarias. Según la Constitución, el proceso debía ser indirecto.
En otros lugares ocurrieron procesos semejantes, salvo en los ocupados por los
insurgentes.

Julio 6
Carta de José María Morelos dirigida a Carlos María de Bustamante para ci-
tarlo a la junta que se celebró en Chilpancingo el 8 de septiembre.

Julio 18
Elección de diputados en Cortes en la ciudad de México. De nueva cuen-
ta, fueron electos algunos individuos sospechosos de simpatizar con la in-
surgencia.

Julio 25
En Acapulco, José María Morelos dio instrucciones para la elección de diputa-
dos al Congreso insurgente. Las elecciones se realizaron por métodos distintos
(en algunos sitios siguiendo las indicaciones de la Constitución de Cádiz) en la
provincia de Tecpan y en unas cuantas poblaciones más.

Agosto 3
José María Morelos dirigió desde Acapulco una carta a Ignacio Rayón para
reprocharle tanto su negativa a cooperar en el establecimiento del Congreso
como sus disensiones con José María Liceaga y José Sixto Verduzco.
En Oaxaca, resultó electo el comerciante y terrateniente José María Mur-
guía y Galardi como quinto vocal de la Junta Nacional Americana.

496
[1813] Agosto 16-17
Lorenzo Liquidano se fugó del fuerte de San Diego para unirse a las fuerzas
de José María Morelos y le informó de la situación dentro de la fortificación.
Fuerzas al mando de Hermenegildo Galeana y de Felipe González lograron
cercar por completo el fuerte.

Agosto 18-20
Comunicaciones de José María Morelos y Hermenegildo Galeana a Pedro
Antonio Vélez para intimarlo a rendirse. Se iniciaron las negociaciones de
capitulación. El 19 de agosto se firmó la entrega del fuerte de San Diego y al
día siguiente Vélez lo entregó a Galeana.

Agosto 24
El realista Ignacio Elizondo ocupó San Antonio Béjar.

Agosto 31
José María Morelos salió de Acapulco hacia Chilpancingo.

Septiembre 5
En Guadalajara, se reunió la Junta Electoral de la Provincia de la Nueva Galicia
como parte del proceso para designar diputados para las Cortes y para la dipu-
tación provincial.

Septiembre 12
Decreto de las Cortes para crear una intendencia con las cuatro Provin-
cias Internas de Oriente: Coahuila, Texas, Nuevo Reino de León y Nueva
Santander.
Reglamento sobre los trabajos del Supremo Congreso Nacional America-
no, expedido por José María Morelos en Chilpancingo.

Septiembre 13
En Chilpancingo, se realizó la elección de José Manuel de Herrera como di-
putado de la provincia de Tecpan en el Congreso Nacional Americano.

Septiembre 14
En Chilpancingo, se inauguró formalmente el Supremo Congreso Nacional
Americano. José María Morelos leyó un discurso, elaborado por Carlos María
de Bustamante, al que suprimió las referencias al rey de España. Por su parte,
el secretario de Morelos, Juan Nepomuceno Rosáins, leyó los Sentimientos de
la nación. Se acordó que, además de José Manuel de Herrera, se incorporaran
como diputados Ignacio Rayón por Guadalajara y José María Liceaga por
Guanajuato a pesar de no hallarse presentes; José Sixto Verduzco por Mi-
choacán, José María Murguía por Oaxaca, José María Cos por Veracruz, An-

497
[1813] drés Quintana Roo por Puebla y Carlos María de Bustamante por México,
aunque tampoco estaba presente. Los últimos tres fueron suplentes, mientras
que los otros fungieron como propietarios.

Septiembre 15
El Congreso de Chilpancingo eligió a José María Morelos como generalísimo
encargado del Poder Ejecutivo, y expidió un decreto para que recibiese el tra-
tamiento de alteza serenísima.

Septiembre 16
José María Morelos retiró del mando de las tropas a los tres vocales de la Su-
prema Junta.
Carta de Morelos a Ignacio Rayón para informarle de la instalación del
Congreso Nacional Americano. Le mandaba las actas de las sesiones celebra-
das y le instaba a presentarse en el Congreso previa entrega del mando de las
armas.

Septiembre 17
Carta de José María Morelos a Carlos María de Bustamante para hacerle saber
que debía integrarse al Congreso Nacional Americano, como diputado por
México.

Septiembre 18
En Chilpancingo, José María Morelos declaró disuelta la Suprema Junta Na-
cional Americana.

Septiembre 20
Clausura en Cádiz de las Cortes Constituyentes españolas.
Instalación de la Diputación Provincial de Nueva Galicia en Guadalajara.

Septiembre 26
Nicolás Bravo fue derrotado en San Juan Coscomatepec por Juan Rafols y
Juan Cándano.

Septiembre 28
Carta de José María Morelos a José María Liceaga para que se incorporase al
Congreso Nacional Americano.

Octubre 4
Nicolás Bravo rompió el cerco que le habían puesto los realistas en San Juan
Coscomatepec y se dirigió a Huatusco.

498
[1813] Octubre 5
Nuevo decreto de José María Morelos para abolir la esclavitud, dado en Chil-
pancingo.

Octubre 7
Ignacio, Ramón y José María Rayón, salieron de Tancítaro hacia Chilpan-
cingo.

Octubre 14
Victoria de Mariano Matamoros, José Antonio Arroyo y otros insurgentes en
San Agustín del Palmar, en el lugar llamado Agua de Quichula, sobre José Ma-
nuel Martínez y Juan Cándano, quienes conducían el convoy de tabaco proce-
dente de Orizaba. Cándano fue hecho prisionero.
EnYuriria, las tropas virreinales sorprendieron a las fuerzas insurgentes y las
dispersaron.

Octubre 28
En Chilpancingo, José María Morelos elaboró sus disposiciones preparatorias
de la campaña sobreValladolid.

Noviembre 2-4
Ignacio Rayón llegó a Chilpancingo, donde se reunió con José María More-
los. Se integraría como diputado en el Congreso Nacional Americano.

Noviembre 6
En Chilpancingo, el Supremo Congreso Nacional Americano publicó el Acta
solemne de la declaración de la independencia de la América Septentrional y un ma-
nifiesto sobre las causas que motivaron dicha declaración. Ignacio Rayón se
manifestó en contra.

Noviembre 8
José María Morelos salió de Chilpancingo hacia Valladolid, dando inicio a su
quinta campaña que terminó con su derrota en Puruarán el 5 de enero de
1814.

Noviembre 17
Carta de los Guadalupes dirigida a José María Morelos para manifestar su ale-
gría por el establecimiento del Congreso Nacional Americano.

Noviembre 18
Representación de la Audiencia de México dirigida a las Cortes españolas
para solicitar se suspendiese la Constitución mientras hubiera turbulencia en
la Nueva España.

499
[1813] Diciembre
En Cutzamala, José María Morelos se reunió con Mariano Matamoros, Ni-
colás Bravo y Hermenegildo Galeana. De ahí se dirigieron a Huetamo, Ta-
cámbaro y Tiripitío. En el camino se les unieron Manuel Muñiz y otros jefes
insurgentes.

Diciembre 2
Bando del virrey Félix María Calleja para que se eligieran los diputados a
Cortes para la legislatura de 1815 y 1816. El proceso indirecto inició el 5 de
diciembre.

Diciembre 11
José María Morelos otorgó en Nocupétaro una pensión a Leona Vicario por
sus servicios a la patria, la que fue ratificada más tarde por el Congreso Nacio-
nal Americano.
Tratado de Valençay por el que Napoleón Bonaparte devolvía a Fernan-
do VII la Corona de España, con todos sus derechos como soberano.

Diciembre 12
En la ciudad de México se publicó un bando para que se eligieran los electores
que debían renovar a la mitad de los miembros del Ayuntamiento. El proceso
se realizó entre el 21 y el 26 de ese mes.

Diciembre 13
Se declaró nula la elección del diputado de Tlaxcala para las Cortes españolas,
Bernardo González Angulo, acusado de infidente.

Diciembre 16
Bando del virrey Félix María Calleja para establecer una contribución directa
sobre rentas y propiedades. Fue una de las primeras medidas para establecer un
sistema fiscal igualitario.

Diciembre 23
José María Morelos acampó con su ejército en las Lomas de Santa María,
frente a Valladolid. De inmediato intimó a rendición a Domingo Landázuri,
comandante de la plaza. Ese mismo día, Morelos fue rechazado al llegar las
fuerzas de Ciriaco de Llano y Agustín de Iturbide.

Diciembre 24
Vicente Guerrero y José María Sánchez de la Vega fueron derrotados en las
Lomas de Santa María por Ciriaco de Llano y Agustín de Iturbide.

500
[1813] Diciembre 30
Ciriaco de Llano salió de Valladolid hacia Tacámbaro en persecución de José
María Morelos.

1814 Enero 5
Ciriaco de Llano y Agustín de Iturbide derrotaron a las fuerzas de José Ma-
ría Morelos en la hacienda de Puruarán, donde Mariano Matamoros fue he-
cho prisionero. Morelos se retiró hacia Tlacotepec por Cuitzián, Zirándaro y
Coyuca.

Enero 8
La Regencia española se negó a aceptar el tratado de Valençay, pues consi-
deraba inadmisible una alianza con Napoleón Bonaparte y sólo reconocería
como monarca a Fernando VII si juraba la Constitución.

Enero 15
Las Cortes ordinarias españolas abrieron sus sesiones en Madrid. Fueron in-
tegradas por un crecido número de suplentes, pues no habían arribado los
diputados electos por las provincias americanas.

Enero 18
Por orden del Congreso Nacional Americano, Ignacio Rayón salió de Chil-
pancingo hacia Oaxaca para encargarse de la defensa de esa provincia.

Enero 21
Víctor y Miguel Bravo fueron derrotados en Totolcintla y San Miguel en el
Mezcala, por José Gabriel de Armijo, quien de ahí pasó a Chilapa y Tixtla a
establecer su cuartel general.

Enero 22
Ante la cercanía del ejército virreinal, el Congreso Nacional Americano salió
de Chilpancingo hacia Tlacotepec.

Enero 24
En Coyuca, José María Morelos escribió una carta al virrey Félix Calleja en la
que le ofrecía canjear 200 prisioneros realistas a cambio de la vida de Mariano
Matamoros.

Enero 29
Ignacio Rayón llegó a Huajuapan, donde se encontró con Manuel Mier y
Terán.
El Congreso Nacional Americano reanudó sus sesiones en Tlacotepec.

501
[1814] Febrero 2
Las Cortes españolas determinaron el itinerario que debía seguir Fernan-
do VII en su regreso a España.Advirtieron que no tendría autoridad hasta jurar
la Constitución.

Febrero 3
Mariano Matamoros fue fusilado en Valladolid.

Febrero 18
En Tlacotepec, el Congreso Nacional Americano destituyó a José María
Morelos de su cargo de generalísimo. Para este momento, algunos nuevos
miembros, como Cornelio Ortiz de Zárate, diputado por Tlaxcala, se habían
incorporado al Congreso, pero otros se hallaban ausentes.

Febrero 19
José Gabriel de Armijo derrotó a Hermenegildo Galeana, los Bravo, Juan Ne-
pomuceno Rosáins y GuadalupeVictoria en Chichihualco. Los insurgentes se
retiraron al Limón para de ahí dirigirse a Tlacotepec, en donde se les unió José
María Morelos.

Febrero 23
Los miembros del Congreso Nacional Americano abandonaron Tlacotepec y
se establecieron en el rancho de las Ánimas.

Febrero 24
José María Morelos salió de Tlacotepec en seguimiento del Congreso. José
Gabriel de Armijo lo sorprendió en el rancho de las Ánimas y le tomó su equi-
paje, correspondencia, archivos e imprenta. Morelos se retiró a Tehuehuetla y
de ahí a Tecpan, perseguido por Armijo.

Febrero 26
José Francisco Osorno atacó Tulancingo, defendida por Francisco de las Pie-
dras. Osorno fue rechazado.

Marzo 14
En Tlalchapa, el Congreso Nacional Americano declaró a José María Morelos
separado del Poder Ejecutivo.
Ignacio Rayón abandonó Huajuapan y se dirigió a Tehuacán. El realista
Melchor Álvarez entró a Huajuapan. Pocos días después, los insurgentes eva-
cuaron Oaxaca.

Marzo 18
Miguel Bravo fue capturado por Félix de Lamadrid en Huamuxtitlán.

502
[1814] Marzo 19
José de la Cruz mandó practicar un reconocimiento de la fortificación de las
islas en el lago de Chapala.

Marzo 22
Fernando VII entró en España.

Marzo 26
Bando de José María Morelos para anunciar el abandono y desmantelamiento
de Acapulco.

Marzo 29
Melchor Álvarez entró en Oaxaca. Los insurgentes que quedaban allí se aco-
gieron al indulto.

Abril 2
José Gabriel de Armijo salio de Chilpancingo hacia Acapulco.
Ignacio Rayón abandonó Teotitlán y se dirigió a Zongolica.

Abril 12
José María Morelos se dirigió a Tecpan, mientras Hermenegildo Galeana per-
manecía en El Veladero y Juan Álvarez en Pie de la Cuesta y El Bejuco. José
Gabriel de Armijo entró en Acapulco.
Representación de un grupo de diputados, conocida como el manifiesto
de los persas, dirigida a Fernando VII para pedirle suprimiese la Constitu-
ción. Antonio Joaquín Pérez Martínez, diputado por Puebla, fue uno de los
firmantes.

Abril 15
José Gabriel de Armijo trasladó su cuartel general de El Aguacatillo a Tixtlan-
cingo y derrotó a los insurgentes en El Bejuco y Pie de la Cuesta. Juan Álvarez
se retiró a Coyuca.
Miguel Bravo fue fusilado en Puebla.

Mayo 4
Decreto de Fernando VII, dado en Valencia, que disolvía las Cortes, anulaba
la Constitución de 1812 y ordenaba que todo quedase como en 1808.

Mayo 10-11
En España, los diputados que defendieron el orden constitucional, incluido
Miguel Ramos Arizpe, fueron apresados.

503
[1814] Mayo 13
Fernando VII entró en Madrid. Se restableció el gobierno absolutista.

Junio 1
Manifiesto de José María Liceaga dado en Huetamo a nombre del Congreso
Nacional Americano para anunciar la próxima expedición del Decreto cons-
titucional.

Junio 10
Llegó a la Nueva España la noticia de que Fernando VII se aproximaba a la
frontera de España.

Junio 13
Ignacio Rayón y Carlos María de Bustamante llegaron a Zacatlán para reunir-
se con José Francisco Osorno.

Junio 14
Bando del virrey Félix María Calleja para dar a conocer el regreso de Fernan-
do VII a España. Se decretó el festejo por tres días.

Junio 15
En la hacienda de Tiripitío, el Congreso Nacional Americano publicó un ma-
nifiesto a la nación sobre ser falsas las noticias de discordias entre los insurgen-
tes y sobre la promulgación de la Constitución.

Junio 27
Hermenegildo Galeana, Desiderio Mayo, Julián de Ávila y otros insurgen-
tes fueron atacados por el realista Avilés cerca de Coyuca. Galeana murió en
combate en El Salitral y su cabeza fue colocada en la puerta de la iglesia de
Coyuca.

Junio 28
Ramón Rayón comenzó a fortificar el cerro del Cóporo, en las cercanías de
Zitácuaro.

Julio 13
En la ciudad de México se estableció la Diputación Provincial de la provincia
de la Nueva España.

Julio 21
Decreto de FernandoVII que restablecía la Inquisición.

504
[1814] Julio 22
Edicto dado en Valladolid por el obispo de Michoacán, Manuel Abad y Quei-
po, en que declaraba hereje, excomulgado y depuesto del curato de Carácuaro
a José María Morelos.

Julio 30
Real orden para suprimir los ayuntamientos constitucionales, dada en
Madrid.

Agosto 8
Víctor y Nicolás Bravo salieron de Mezcala, rumbo a Tepecuacuilco.

Agosto 10 y 17
Bandos del virrey Félix María Calleja para solemnizar la noticia de que el
10 de mayo había tomado posesión del trono Fernando VII y había sido abo-
lida la Constitución de Cádiz.

Septiembre 1
Proclama de José María Cos, dada en Taretan y dirigida a los americanos, con-
tra Fernando VII por haber abolido la Constitución.

Septiembre 7
Juan Pablo Anaya y José Antonio Pedrosa, enviados de José María Morelos,
llegaron a Nueva Orleáns en misión diplomática.

Septiembre 25
Luis del Águila entró en Zacatlán procedente de Tulancingo, con lo que Igna-
cio Rayón y Carlos María de Bustamante se vieron obligados a huir.

Octubre 4
El guerrillero liberal Xavier Mina fracasó en su intento de rebelarse contra
FernandoVII en Navarra, por lo que huyó rumbo a Francia para después pasar
a Gran Bretaña. Durante los siguientes años hubo en la metrópoli varios in-
tentos de grupos liberales para restablecer la Constitución de Cádiz, sin éxito
hasta 1820.

Octubre 11-14
Después de haber ocupado Pátzcuaro, José María Cos llegó a Santa Clara del
Cobre, donde se reunió con José María Morelos. De allí se dirigió hacia Ario.

Octubre 22
En Apatzingán, el Supremo Congreso Nacional Americano publicó el Decre-
to Constitucional para la Libertad de la América Mexicana. Sentaba las bases

505
[1814] para la organización del país independiente, establecía la separación de pode-
res y, aunque no mencionó explícitamente que el gobierno era republicano,
señaló que todos los cargos públicos serían electos y temporales, con lo que se
excluyó al monarca. Al día siguiente, el Congreso dio a conocer una exposi-
ción de motivos para su publicación.

Octubre 28
Carlos María de Bustamante e Ignacio Rayón se separaron. Bustamante se
dirigió hacia Estados Unidos y Rayón al Cóporo.

Noviembre 4
En Chihuahua, tras una denuncia y su consecuente investigación, fueron apre-
sados los conspiradores que se reunían en la casa de José Félix Trespalacios y
cuyo objetivo era el restablecimiento del sistema constitucional de 1812.
En Chichiquila, Carlos María de Bustamante fue tomado preso por el in-
surgente Nicolás Anzures.

Noviembre 10
Francisco Rayón derrotó a las fuerzas que Ciriaco de Llano envió en su contra
en los ranchos de los Mogotes, cerca de Jungapeo.

Noviembre 21
Las tropas de Luis Quintanar derrotaron a los insurgentes en La Barca.

Noviembre 22
Plan de devastación del Supremo Gobierno, signado por José María Morelos,
José María Liceaga y José María Cos en Uruapan.

Noviembre 26
Carlos María de Bustamante llegó a Tehuacán, conducido preso por orden del
insurgente Juan Nepomuceno Rosáins.
Agustín de Iturbide y Pedro Celestino Negrete atacaron la hacienda de
Cuerámaro, donde se hallaba el padre José Antonio Torres.

Diciembre 16
José María Morelos y José María Cos abandonaron Apatzingán, por la llegada
a Tancítaro de tropas virreinales al mando de José Antonio Andrade.
Se reinstaló el antiguo Ayuntamiento de la ciudad de México.

Diciembre 19
Antonio Joaquín Pérez Martínez, quien había sido diputado en las Cortes de
Cádiz y firmante del manifiesto de los persas, fue nombrado obispo de Puebla
estando en España. Regresó a Nueva España en 1815.

506
[1814] Diciembre 21
En cerro Colorado, Juan Nepomuceno Rosáins mandó fusilar a Francisco
Arroyave, quien iba a relevarlo del mando por orden del Congreso Nacional
Americano. Las diferencias entre los jefes insurgentes se incrementaban.

Diciembre 29
Acta del restablecimiento oficial de la Inquisición en México. Se reinstaló al
día siguiente.

1815 Enero 11
Una partida de insurgentes entró en Texcoco. Distintas poblaciones, e incluso
ciudades como Guanajuato oValladolid, eran atacadas por insurgentes, aunque
eran rechazados.

Enero 22
Juan Nepomuceno Rosáins fue derrotado en el cerro de Soltepec por las fuer-
zas virreinales de José Joaquín Márquez Donallo.

Febrero 2
Ciriaco de Llano y Agustín de Iturbide iniciaron el ataque al cerro del Cóporo,
donde se encontraban Ignacio y Ramón Rayón.
Carlos María de Bustamante se fugó de su prisión en Tehuacán y se dirigió
a Zacatlán.

Febrero 10 y 12
Cartas del cubano José Álvarez de Toledo dirigidas desde Nueva Orleáns a
José María Morelos para ofrecerle sus servicios. Se refería a Morelos como
presidente de los “Estados Unidos de México”, y le aconsejaba emprender una
política de acercamiento con Estados Unidos.

Marzo 4
Ciriaco de Llano y Agustín de Iturbide fueron rechazados en el cerro del Có-
poro, defendido por Ignacio y Ramón Rayón, por lo que dos días después
levantaron el sitio.

Marzo 6
En México fueron aprehendidos los licenciados Juan Bautista Raz y Guzmán,
agente fiscal de la Real Hacienda, y José López Matoso, relator de la Audiencia,
acusados de pertenecer a la sociedad secreta de los Guadalupes.

507
[1815] Marzo 7
Se instaló en Ario el Supremo Tribunal de Justicia del gobierno independien-
te, integrado por los magistrados José María Sánchez de Arriola, como presi-
dente, y José María Ponce de León, Antonio de Castro y Mariano Tercero.

Marzo 23
Carta de José Álvarez de Toledo dirigida desde Nueva Orleáns al Congreso
mexicano sobre que se enviase un plenipotenciario a Estados Unidos.

Abril 12
El realista José Barradas fue derrotado en el paraje de Tortolitas por José Fran-
cisco Osorno y Miguel Serrano.

Mayo 1
Agustín de Iturbide salió de Irapuato hacia Ario porYuriria, para tratar de apo-
derarse del Congreso y gobierno insurgentes.

Mayo 6
José María Morelos, José María Liceaga y José María Cos salieron de Ario.
Morelos y Cos se dirigieron al cerro de la Barra, para después pasar a Puruarán
y a Huetamo, donde se separaron.

Junio 17
El nuevo arzobispo de México, Pedro de Fonte, entró en la ciudad de México.

Junio 18
Procedentes de España y comandados por Fernando Miyares, llegaron a Ve-
racruz el batallón de Navarra y un regimiento de infantería para combatir a los
insurgentes.

Junio 22
Manuel Abad y Queipo salió de Valladolid hacia Veracruz. Se dirigió a España,
de donde no regresó, para enfrentar un proceso acusado de haber tolerado a
los insurgentes.

Junio 28
El Congreso Nacional Americano publicó un manifiesto en Puruarán, diri-
gido a todas las naciones, en el que explicaba y justificaba el movimiento de
independencia.

Julio 14
Oficio de José María Morelos en Puruarán, dirigido al presidente de Estados
Unidos de América para que reconociera la independencia de la Nueva Es-

508
[1815] paña y a José Manuel de Herrera como su ministro plenipotenciario. Dos días
después, Herrera salió a su misión acompañado por Francisco Antonio Peredo,
Peter Ellis Bean y Juan Nepomuceno Almonte, y pocos días más tarde el Con-
greso y el gobierno independientes salieron rumbo a Uruapan.

Julio 27
Los insurgentes Juan Nepomuceno Rosáins y Manuel Mier y Terán fueron
derrotados por Juan José del Corral, Manuel Montiel e Ignacio Luna, de las
fuerzas de GuadalupeVictoria, en la barranca de Jamapa.

Agosto 20
Manuel Mier y Terán hizo prisionero a Juan Nepomuceno Rosáins en Tehua-
cán. Los conflictos entre los insurgentes seguían creciendo.

Agosto 25
Los insurgentes Miguel Borja y Santos Aguirre atacaron Guanajuato. Saquea-
ron Marfil, Mellado y Valenciana.

Agosto 30
Manifiesto de José María Cos contra el Congreso Nacional Americano, publi-
cado en Taretan.Acusaba a los diputados de ser responsables del desastre militar
insurgente al haber sujetado a los militares.

Septiembre 1
James Madison, presidente de Estados Unidos, prohibió que en ese país se
hicieran alistamientos y compras para ayudar a los insurgentes de la América
española.

Septiembre 6
Decreto del Congreso Nacional Americano, dado en Uruapan, para crear la
Junta Subalterna que gobernase las provincias del centro, norte y occidente.

Septiembre 7
José María Morelos anunció a los pueblos del departamento de Zacapu la cap-
tura de José María Cos, a quien se le formó juicio por desafecto al Congreso
Nacional Americano.

Septiembre 28
El Congreso salió de Uruapan hacia Tehuacán, por Huetamo, custodiado por
José María Morelos.

509
[1815] Octubre 6
En Boquilla de Piedras, Guadalupe Victoria recibió armas y parque que le en-
vió José Álvarez de Toledo.

Octubre 12
Melchor Álvarez fue sorprendido por Manuel Mier y Terán cuando sitiaba
Teotitlán del Camino, defendido por Joaquín Mier y Terán. Álvarez levantó el
sitio.

Octubre 14
Juan Nepomuceno Rosáins se indultó y, de inmediato, informó al gobierno
virreinal del estado de la insurgencia.

Octubre 30
José Joaquín Vega derrotó a Nicolás Bravo en Apaxtla, e informó a Eugenio
Villasana que José María Morelos se hallaba en las alturas del Limón.

Noviembre 1
José Manuel de Herrera llegó a Nueva Orleáns en misión diplomática.

Noviembre 5
José María Morelos y el Congreso Nacional Americano salieron de Temalaca
hacia Pilcayan. Manuel de la Concha los atacó cuando salían de la población
y Morelos fue capturado cerca de Temalaca por Matías Carrasco, teniente de
Tepecuacuilco, y llevado a Atenango del Río.

Noviembre 16
El Congreso Nacional Americano llegó a Tehuacán, en donde publicó el ma-
nifiesto “Las supremas corporaciones de la América Mexicana a los habitantes
de las provincias de Puebla,Veracruz, Oaxaca y norte de México”. Al día si-
guiente envió una solicitud al virrey Félix María Calleja para pedir por la vida
de José María Morelos.

Noviembre 22
José María Morelos llegó a la ciudad de México y fue conducido a la cárcel de
la Inquisición. Rindió confesión ante el auditor de guerra Miguel Bataller y el
provisor del arzobispado Félix Flores Alatorre.

Noviembre 23
El auditor Miguel Bataller, a nombre de la Jurisdicción Unida, informó haber
concluido la causa de José María Morelos, la cual fue entregada al abogado
defensor José María Quilés, al promotor José Antonio Tirado y Pliego y al
arzobispo Pedro de Fonte.
Cala y cata de José María Morelos en la Inquisición.

510
[1815] Noviembre 24
La junta de la jurisdicción eclesiástica sentenció a José María Morelos a ser
degradado.

Noviembre 27
José María Morelos fue declarado hereje por la Inquisición y sentenciado a
reclusión perpetua en África si no era condenado a muerte. De inmediato, se
procedió a la degradación de Morelos.

Noviembre 28
José María Morelos fue trasladado de la cárcel de la Inquisición a la Ciudadela,
donde se siguió el proceso militar.

Diciembre 1
Francisco Rayón fue tomado prisionero en el camino del mineral de El Oro
por Tomás Suero, y más tarde fusilado en Ixtlahuaca.
El Congreso Nacional Americano abandonó Tehuacán y pasó a la hacienda
de San Francisco.

Diciembre 4
Rafael Bracho se hizo cargo de la custodia de José María Morelos debido a
que Manuel de la Concha salió a una expedición contra Miguel Serrano y José
Francisco Osorno.

Diciembre 9
Por los pliegos recibidos de Tehuacán, la Junta Subalterna confirmó en Taretan
la noticia de la aprehensión de José María Morelos.

Diciembre 10 y 11
Retractación firmada por José María Morelos.

Diciembre 12
Escrito de José María Morelos para indicar al virrey Félix María Calleja los
lugares donde los insurgentes tenían guardado material y dinero.

Diciembre 15
Por órdenes de Manuel Mier y Terán, Francisco Pizarro tomó prisioneros a los
miembros del Congreso Nacional Americano en la hacienda de San Francis-
co, en Tehuacán, con lo que el Congreso quedó disuelto.

511
[1815] Diciembre 20
El virrey Félix María Calleja redactó la sentencia de muerte de José María
Morelos. Al día siguiente, en la Ciudadela, Manuel de la Concha le notificó la
sentencia.

Diciembre 22
José María Morelos fue fusilado en San Cristóbal Ecatepec. Manuel de la Con-
cha mandaba el destacamento. Fue sepultado en la parroquia de ese lugar por
el cura José Miguel Ayala.

1816 Enero (principios)


La Junta Subalterna se reorganizó en Uruapan; con cambios en sus integrantes
consiguió mantener un viso de institucionalidad para la insurgencia. Más ade-
lante se restableció en Jaujilla, un islote de la laguna de Zacapu.
Una Junta Militar de Uruapan exoneró a José María Cos de los cargos que
le hiciera el disuelto Congreso Nacional Americano.

Enero 30
El padre José Antonio Torres entró en Yurécuaro, donde derrotó a las tropas
realistas, fusiló a los prisioneros y destruyó el pueblo.

Abril 14
En Salvatierra, Agustín de Iturbide, por orden del virrey Félix María Calleja,
dejó el mando de la División o Ejército del Norte y se dirigió a la ciudad de
México. El 21 de abril llegó a la capital, en donde se le inició un proceso que
culminó el 3 de septiembre con la liberación de todos los cargos en su contra.

Mayo 15
Xavier Mina y Servando Teresa de Mier dieron inicio a su expedición sobre la
Nueva España al zarpar de Liverpool, en la fragata Caledonia, rumbo a Estados
Unidos.

Julio 13
Después de haber arribado en Norfolk,Virginia, Servando Teresa de Mier hizo
una extensa relación de los preliminares para la organización de la división de
Xavier Mina, dando noticias del estado de la revolución en varios países. De
allí partieron a Filadelfia.

Agosto 12
En México, José Manuel de Salaverría presentó al virrey Félix María Calleja su
relación o historia de los primeros movimientos de la insurrección de la Nue-
va España y prisión del virrey José de Iturrigaray.

512
[1816] Septiembre 6
Félix María Calleja escribió un informe reservado para el capitán general de
Cuba, Juan Ruiz de Apodaca, quien había sido nombrado virrey de Nueva
España.

Septiembre 18
Juan Ruiz de Apodaca tomó posesión del gobierno de la Nueva España.

Octubre 13
Xavier Mina, con su expedición, llegó a Puerto Príncipe, Haití, unos días des-
pués de que Simón Bolívar fuera recibido por el presidente Alexandre Petion.

Noviembre 22
Xavier Mina, con su expedición, arribó a Galveston.

1817 Enero 2
Después de llevar a cabo una junta con todos los oficiales y militares que de-
fendían el cerro de Cóporo de los ataques de Matías Aguirre, Ramón Rayón
decidió capitular.

Enero 30
El virrey Juan Ruiz de Apodaca publicó un manifiesto en que invitaba a los
insurgentes a indultarse.

Febrero 24
El realista Carlos María Llorente se apoderó de Nautla y Guadalupe Victoria
se retiró a Misantla.

Marzo 8
Carlos María de Bustamante solicitó el indulto en Acotlán. Llevado aVeracruz,
acabó recluido en la fortaleza de San Juan de Ulúa.

Marzo 20
Comenzó a publicarse la Gaceta del Gobierno Provisional Mexicano de las Pro-
vincias del Poniente.También apareció con el título de Gaceta Extraordinaria del
Gobierno Provisional Mexicano de las Provincias del Poniente. Dejó de publicarse el
16 de octubre del mismo año.

Abril 17-25
Xavier Mina salió de Galveston para dirigirse a las costas novohispanas. El
21 desembarcó en la barra del río Santander y un día después arribó a Soto
la Marina, en donde emitió un manifiesto en que explicaba que no peleaba

513
[1817] contra España sino contra la tiranía de Fernando VII. El 25 publicó una nueva
proclama.

Mayo 13
Servando Teresa de Mier se comunicó con Felipe de la Garza animándolo para
que tomara parte en la revolución.

Mayo 24
Xavier Mina y 300 soldados se pusieron en marcha hacia el interior del país y
se apoderaron de 700 caballos en la hacienda de El Cojo.

Junio 8
En el Valle del Maíz, Xavier Mina derrotó al jefe realista José Cristóbal Villase-
ñor, y le quitó armas y caballos.

Junio 13
Joaquín de Arredondo ocupó el fuerte de Soto la Marina.Tomó prisioneros a
los soldados que Xavier Mina había dejado, fusiló a los oficiales y envió varios
prisioneros a México, incluido Servando Teresa de Mier.

Junio 23
José María Cos se indultó.

Junio 28
En Los Arrastres, cerca de San Juan de los Llanos, Xavier Mina derrotó a los
realistas mandados por el coronel José Manuel Ordóñez.

Julio 2
Xavier Mina y sus soldados se unieron a los insurgentes de Pedro Moreno y
marcharon al fuerte del Sombrero, en la sierra de Comanja, cercana a León,
Guanajuato.

Julio 15
Voto consultivo del Real Acuerdo absolviendo a José Antonio Ibáñez de Cor-
vera y al cabildo eclesiástico de Oaxaca de toda nota, por su actividad durante
el tiempo que la ciudad había sido ocupada por José María Morelos.
Servando Teresa de Mier escribió una relación de sus servicios, pidiendo se
le aplicara el indulto y contestando algunos cargos.

Agosto 4
El mariscal Pascual Liñán, nombrado jefe de las operaciones para terminar con
los insurgentes y con Xavier Mina, marchó sobre el fuerte del Sombrero. Fue
rechazado en su primer ataque, pero mantuvo el sitio.

514
[1817] Agosto 14
En la ciudad de México, Servando Teresa de Mier ingresó en las cárceles secre-
tas de la Inquisición.

Agosto 19-20
Xavier Mina, Pedro Moreno y parte de sus tropas salieron del fuerte del Som-
brero. Pascual Liñán ordenó destruir el fuerte y fusiló a 200 prisioneros que
capturó.

Agosto 31
Los Pachones,Tomás y Encarnación Ortiz, se unieron a Xavier Mina y a Pedro
Moreno.Tomaron San Luis de la Paz y atacaron Guanajuato.

Septiembre 1
Nicolás Bravo derrotó al comandante Ignacio Mora en el cerro de Cóporo.

Septiembre 22
Servando Teresa de Mier declaró ante el Tribunal del Santo Oficio, como parte
de la causa que culminó el 21 de agosto de 1818.

Octubre 27
Con una corta escolta, Xavier Mina y Pedro Moreno llegaron al rancho de
El Venadito. El coronel Francisco de Orrantia, jefe de la caballería realista, los
sorprendió encontró cuando dormían. Moreno se defendió a sablazos, pero
fue muerto, y Mina cayó prisionero. Fue enviado a Silao, donde Pascual Liñán
lo trató en forma violenta.

Noviembre 21
Bernardo Bonavía entregó el mando de la comandancia general de las Provin-
cias Internas de Occidente a Alejo García Conde.
Xavier Mina fue fusilado cerca de Silao.

Diciembre 10
Por órdenes de la Junta Subalterna, establecida en Jaujilla, Ignacio Rayón fue
despojado del mando y reducido en Patambo, en donde fue apresado por los
realistas.

Diciembre 22
Tras haber intentado levantar una vez más la fortaleza de Cóporo, Nicolás Bra-
vo fue apresado cerca de allí en el rancho de los Dolores donde se encontraba
gravemente herido luego de haber caído en un despeñadero. Bravo solicitó el
indulto.

515
1818 Enero 1
Las tropas de Pascual Liñán capturaron el fuerte de los Remedios, en la sierra
de Pénjamo. El padre José Antonio Torres, quien se hacía llamar presidente de
la Junta de Gobierno insurgente. Logró escapar, pero Liñán hizo fusilar al capi-
tán Crocker y al doctor John Hennessy, miembros de la expedición de Xavier
Mina.

Enero 22
En el Ajusco, el brigadier Manuel de la Concha capturó y fusiló al guerrillero
Pedro el Negro, quien había declarado haber matado a cuchillo a 600 perso-
nas.

Febrero 5
En la ciudad de México, Ignacio Rayón inició sus declaraciones. Solicitó el
indulto.

Marzo 6
Matías Martín de Aguirre obligó a rendirse a la guarnición del fuerte de Jau-
jilla, donde estaba la Junta de Gobierno insurgente presidida por el padre José
Antonio Torres, y respetó la vida de los insurgentes rendidos. Torres huyó al
Sur, pero fue asesinado en un juego de naipes en 1819.

Mayo 31
Las torres de la catedral de Guadalajara se derrumbaron por el fuerte terremo-
to que afectó también a la ciudad de México y otros lugares.

Junio 9
José María Pagola, presidente de la Junta de Gobierno insurgente establecida
en Huetamo y conocida como la Junta de Zárate, fue aprehendido y fusilado.

Septiembre 15
Tropas insurgentes encabezadas porVicente Guerrero atacaron el campamen-
to de José Gabriel de Armijo en el pueblo de Tamo, donde Guerrero consiguió
armas para su ejército.

Octubre 20
Por iniciativa de Vicente Guerrero, se reunieron en la hacienda de Las Balsas
algunos de los integrantes de las juntas de gobierno insurgentes que se habían
establecido a partir de la de Taretan y formaron el Supremo Gobierno Re-
publicano.

516
1819 Febrero 2
Carlos María de Bustamante fue indultado, aunque se le obligó a permanecer
en el puerto de Veracruz.

Febrero 22
Se firmó el Tratado Onís-Adams, por el que España cedía las Floridas a Esta-
dos Unidos, las cuales ya habían sido ocupadas militarmente por Andrew Jack-
son. El tratado fijó la frontera entre los dominios españoles y la república del
Norte.

Mayo
El cerro de Barrabás, fortificado por Vicente Guerrero, fue tomado por José
Antonio Echávarri.

Julio 3
En un combate cerca de Santa Cruz, Guanajuato, un soldado de la caballería
de Anastasio Bustamante mató al famoso guerrillero insurgente Andrés Del-
gado, el Giro.

Octubre 15
El jefe insurgente Pedro Asensio fue desalojado de su posición del cerro de
Barrabás. Pasó al río Mezcala para unirse a Vicente Guerrero.

Octubre 28
Las fuerzas españolas, al mando de Ignacio Pérez, recuperaron Nacogdoches,
en Texas, que había sido ocupada por fuerzas angloamericanas al mando del
general James Long.

Noviembre 5
Vicente Guerrero fue derrotado en Agua Zarca.

Noviembre 18
José María Cos murió en Pátzcuaro.

1820 Enero 1
En el pueblo de Las Cabezas de San Juan, el coronel Rafael del Riego, al frente
del batallón de Asturias, proclamó la Constitución e instaló el ayuntamiento
constitucional. Riego y sus tropas estaban destinados a pasar a América a com-
batir las insurrecciones.

Febrero-marzo
En varias ciudades españolas se establecieron juntas de gobierno favorables a
la Constitución.

517
[1820] Marzo 7-10
Fernando VII promulgó un decreto en el que se comprometía a jurar la Cons-
titución y un manifiesto de adhesión a la senda constitucional. Poco después
se restableció la libertad de imprenta y se convocó a elecciones para las Cortes
ordinarias de 1820-1821.

Abril 20-25
Un buque salido de La Coruña arribó a Veracruz con las primeras noticias
del restablecimiento de la Constitución, las que llegaron a la ciudad de México
el 29.

Mayo 4
El virrey Juan Ruiz de Apodaca, el Real Acuerdo y el arzobispo Pedro de
Fonte decidieron ocultar las noticias del restablecimiento constitucional hasta
recibir las notificaciones oficiales.

Mayo 8, 12 y 13
En Campeche y en Mérida se juró la Constitución, sin esperar las órdenes vi-
rreinales. En Yucatán, se reuniría la Diputación Provincial disuelta en 1814.

Mayo 25-26
Al arribar a Veracruz, un buque salido de Cádiz confirmó el restablecimiento
del orden constitucional. El Ayuntamiento del puerto y los comerciantes pe-
ninsulares obligaron al gobernador José Dávila a jurar la Constitución. Unos
días después se hizo la jura en Xalapa.

Mayo 31
Las noticias de Veracruz, Campeche y Mérida alertaron a las autoridades vi-
rreinales, que acordaron jurar la Constitución y ordenaron su restablecimiento
en todo el virreinato. En los siguientes días, varias ciudades y provincias hicie-
ron el respectivo juramento de obediencia al orden constitucional y se fueron
restableciendo las instituciones liberales, en especial los ayuntamientos y las
diputaciones.

Junio 24
El virrey Juan Ruiz de Apodaca publicó un bando suprimiendo, de manera
definitiva, el Tribunal de la Inquisición y ordenando la libertad de sus presos
por opiniones políticas o religiosas.

Julio 9
Se reunieron las Cortes ordinarias en Madrid. Por los dominios ultramarinos
había treinta diputados suplentes.

518
[1820] Julio 18
Se publicó en la ciudad de México el decreto que restablecía la libertad de
imprenta.
Servando Teresa de Mier fue enviado preso a Veracruz para ser remitido a
España, pues a pesar de que solicitó el indulto que el gobierno liberal español
decretó, el virrey Juan Ruiz de Apodaca decidió exiliarlo.

Agosto 6
En la ciudad de México empezó el proceso indirecto para elegir diputados a
Cortes. Durante este mes, en todas las provincias de la Nueva España se dieron
estos procesos.

Agosto 17
Vicente Guerrero invitó a José Gabriel de Armijo a unirse a la insurgencia por
medio de una carta enviada al coronel Carlos Moya.

Septiembre 6
Juan Álvarez dirigió una proclama a los habitantes de Atoyac y de San Jeróni-
mo, exhortándolos a unirse a la insurgencia.

Septiembre 18
Las provincias de México, Puebla, Oaxaca, Valladolid, Veracruz, Querétaro y
Tlaxcala eligieron a sus vocales para la Diputación Provincial de la Nueva
España. En Nueva Galicia y Yucatán ya se habían instalado las diputaciones
respectivas.

Octubre 4
Miguel Ramos Arizpe expuso en las Cortes de Madrid la necesidad de in-
crementar el número de diputaciones provinciales en la Nueva España. Las
Cortes terminaron decretando la creación de una diputación provincial en
Valladolid, que incluía a Guanajuato, y que Zacatecas se incorporara a la de
San Luis Potosí.

Octubre 7
El cura Epigmenio de la Piedra, al parecer comisionado por el virrey Juan
Ruiz de Apodaca, entró en conversaciones conVicente Guerrero, quien desde
hacía tiempo mantenía acercamientos con los comandantes de los ejércitos
virreinales.

Noviembre 9
Las Cortes cerraron su primera legislatura ordinaria desde el restablecimiento
constitucional.

519
[1820] El virrey Juan Ruiz de Apodaca designó a Agustín de Iturbide, inactivo desde
1816, como comandante general del Sur, en sustitución de José Gabriel de
Armijo. Iturbide solicitó comandar su antiguo regimiento y salió a su nueva
encomienda el 16 de noviembre.

Noviembre (finales)
Agustín de Iturbide sostuvo correspondencia con diversos militares, como Pe-
dro Celestino Negrete. Posiblemente también entró en correspondencia con
Vicente Guerrero, quien le ratificó su disposición de mantener la guerra.

Diciembre 7
Iturbide se comunicó con su compadre, Juan Gómez de Navarrete, quien ha-
bía sido electo diputado por Michoacán, comentándole algunos de sus acerca-
mientos con otros militares.

Diciembre 28
Maniobras de Iturbide en el rumbo de Tlatlaya. Tuvo enfrentamientos con el
insurgente Pedro Asensio.

1821 Enero 2
Vicente Guerrero ocupó Zapotepec, causando graves daños a la compañía de
granaderos del batallón del sur.

Enero 10
Agustín de Iturbide se dirigió a Vicente Guerrero para invitarlo a terminar la
guerra y a entregarse al gobierno. Se refirió a que los diputados atenderían las
demandas de los americanos en las Cortes.

Enero 25
Agustín de Iturbide envió un plan y otros documentos a Juan José Espinosa de
los Monteros, para que los conociera e hiciera correcciones.

Enero (finales)
En el convento de betlemitas de Veracruz, Juan Gómez de Navarrete reunió
a varios de los diputados electos para ir a las Cortes y que estaban por embar-
carse. Les dio a conocer el plan de Agustín de Iturbide e invitó a demorar su
salida y a instalar un congreso una vez comenzada la revolución. Se celebró
una segunda junta en la que se acordó que cada quien hiciera lo que creyera
conveniente, y la mayoría de los diputados salió a España.

520
[1821] Febrero 3
Luego de permanecer preso en San Juan de Ulúa, Servando Teresa de Mier fue
embarcado hacia España. Un grupo de liberales en Veracruz y en La Habana
consiguieron liberarlo en este puerto y enviarlo a Estados Unidos.

Febrero 4
Agustín de Iturbide envió una nueva invitación a Vicente Guerrero para que
se le uniera.

Febrero 18
Desde la hacienda de Mazatlán, Agustín de Iturbide envió una misiva al virrey
Juan Ruiz de Apodaca comunicándole que Vicente Guerrero se había puesto
a sus órdenes con sus 1 200 hombres armados con la condición de que no se
tuviesen por indultados, y que ya se practicaban diligencias con Pedro Asen-
sio, Isidoro Montesdeoca y Gordiano Guzmán, cuyas tropas en total sumaban
3 500 hombres.

Febrero 24
En Iguala, Agustín de Iturbide firmó su Plan que preveía la independencia del
Imperio Mexicano, la entrega de la corona a Fernando VII o algún miembro
de su familia, el establecimiento de una junta de gobierno, la elaboración de
una Constitución por la Cortes mexicanas, el mantenimiento de privilegios
y fueros y la igualdad entre los americanos sin importar condiciones raciales.
Lo envió de inmediato al virrey Juan Ruiz de Apodaca, al arzobispo Pedro de
Fonte y a otras personas, y reconoció que había secuestrado el dinero que iba a
Manila para sostener su causa.

Febrero 27
Juan Ruiz de Apodaca rechazó el plan de Agustín de Iturbide. Calificó su pro-
yecto de anticonstitucional y le exigió que continuara tanto con la transporta-
ción del dinero como con las operaciones militares.

Marzo 1
En Iguala, Agustín de Iturbide dio a conocer su plan a sus tropas, las que se
comprometieron a defender la religión, la unión de españoles europeos y
americanos y la independencia, de ahí que se llamara el Ejército de las Tres
Garantías. Siguió un festejo, y la noticia fue publicada el 10 de marzo en el
periódico El Mejicano Independiente, del Ejército Trigarante.
Las Cortes abrieron su periodo de sesiones ordinarias en Madrid. A ellas se
fueron incorporando los diputados electos en la Nueva España.

521
[1821] Marzo 2
En Madrid, por mediación de Miguel Ramos Arizpe, se nombró a Juan
O’Donojú jefe político superior de la Nueva España.

Marzo 9
Vicente Guerrero envió una carta a Agustín de Iturbide anunciándole su
pronta entrevista e incorporación, como subordinado, al Ejército de las Tres
Garantías, lo que se verificó en los siguientes días en Teloloapan.

Marzo 12
Agustín de Iturbide abandonó Iguala con dirección a Teloloapan.

Marzo 14
Decreto del virrey Juan Ruiz de Apodaca declarando a Agustín de Iturbide
fuera de la ley y como delito toda comunicación con él.

Marzo 16
En Teloloapan, Agustín de Iturbide dirigió una exposición al rey dando cuen-
ta de lo sucedido. Le envió el plan y las cartas que había mandado al virrey Juan
Ruiz de Apodaca e intentó convencerlo de que la opinión generalizada a favor
de la independencia era compatible con la fidelidad. Dirigió otra exposición
a las Cortes presentando el estado de cosas y la separación de la Nueva España
como inevitable y pidiendo a los diputados que sancionaran la independencia.
Se ocupó, además, de reordenar sus tropas y a los pocos días emprendió el ca-
mino al Bajío por Michoacán.
Luis Cortázar proclamó la independencia en los Amoles. En los días si-
guientes hubo adhesiones en varias poblaciones y guarniciones de Guanajua-
to y Michoacán.Anastasio Bustamante se unió a los pronunciamientos.

Marzo 23
Francisco Miranda, del Ejército Trigarante, llegó a Orizaba, donde Antonio
López de Santa Anna rechazó adherirse al plan y se fortificó en el convento del
Carmen.

Marzo 24
Anastasio Bustamante entró en Guanajuato, donde las tropas que estaban de
guarnición destituyeron al comandante Juan Antonio Yandiola y proclamaron
el Plan de Iguala. Bustamante fue recibido triunfalmente e hizo quitar de la al-
hóndiga las cabezas de Miguel Hidalgo y demás insurgentes y las mandó ente-
rrar en la iglesia de San Sebastián. Permaneció ahí hasta el 2 de abril mandando
destacamentos a los pueblos inmediatos para proclamar la independencia.

522
[1821] Marzo 28
Agustín de Iturbide llegó a Cutzamala, en donde recibió noticias de las adhe-
siones al Plan de Iguala de la columna de granaderos y los dragones de Xalapa
y donde se le unió Ramón Rayón, quien se había fugado de Zitácuaro.

Marzo 29
Antonio López de Santa Anna consiguió sacar de Orizaba a las tropas de Fran-
cisco Miranda, pero al llegar más tarde las de José Joaquín de Herrera decidió
adherirse a la independencia. En los días siguientes, ambos salieron hacia Cór-
doba, que ocuparon el 1 de abril.

Abril 8-10
Agustín de Iturbide llegó a Tuzantla, donde fue recibido por los capitanes Vi-
cente Filisola y Juan José Codallos, que habían proclamado el plan en esa po-
blación. A mediados de mes llegó a Acámbaro. A su paso fue derrumbando
fortificaciones insurgentes para demostrar el advenimiento de la paz.

Abril 12
En Puebla, una multitud se reunió en el palacio obispal para defender al obispo
Antonio Joaquín Pérez Martínez, pues había rumores de que se le pondría
preso por haber favorecido el restablecimiento del absolutismo en 1814.

Abril 15
En Madrid, las Cortes discutieron la proposición de los diputados americanos
para que se estableciera una diputación en cada provincia, como mandaba la
Constitución. Miguel Ramos Arizpe consiguió fuera aprobada para que Juan
O’Donojú la llevara a México.

Abril 17
En los Llanos de Apan, Nicolás Bravo se enfrentó con las tropas de Manuel de
la Concha, quien días después se unió a las fuerzas de José Joaquín de Herrera
en Tepeaca.

Abril 20
Guadalupe Victoria, quien había permanecido escondido en la selva, hizo pú-
blica una proclama en Santa Fe,Veracruz, exhortando a la unión para conse-
guir la independencia.

Abril 25
Antonio López de Santa Anna tomó Alvarado.

523
[1821] Mayo 3
Las Cortes de Madrid instalaron una comisión para solucionar los asuntos
americanos. Lucas Alamán, Lorenzo de Zavala y Francisco Fagoaga, entre
otros, se incorporaron a esos trabajos.

Mayo 8
Gracias a la mediación de Pedro Celestino Negrete, se realizó una entrevista
en la hacienda de San Antonio entre Agustín de Iturbide y José de la Cruz. Por
la tarde, Cruz regresó a Guadalajara e Iturbide a Yurécuaro.

Mayo 15
En la Soledad, Agustín de Iturbide recibió a dos capitulares de Valladolid y a
dos comisionados de Luis Quintanar para evitar la batalla.

Mayo 18-21
Antonio López de Santa Anna y Francisco Miranda llegaron a Córdoba, en
auxilio de José Joaquín de Herrera. Los ataques fueron muy violentos y deja-
ron numerosos muertos y heridos.

Mayo 19 -22
Luis Quintanar se unió al Plan de Iguala. El 20 se firmó la capitulación de Va-
lladolid y el 21 Agustín de Iturbide ingresó a la ciudad.

Mayo 24
Aparición del primer número del Ejército Imperial Mejicano de las Tres Garantías,
segundo periódico trigarante.

Mayo 28-29
Antonio López de Santa Anna tomó Xalapa. Consiguió armas y un préstamo
forzoso de 8 000 pesos con los que aumentó, vistió y armó su división.

Junio (principios)
Nicolás Bravo tomó Tulancingo y provocó la huida precipitada de Manuel de
la Concha, cuyos papeles capturó. Ahí se le unió Guadalupe Victoria, y juntos
salieron en persecución de Concha y a los pocos días le dieron alcance pero,
parlamento de por medio, lo dejaron libre, tomaron Pachuca y regresaron a
reorganizarse a Tulancingo.

Junio 5
Luego de consultar a todas las corporaciones de la capital, y con el voto ne-
gativo de la Diputación Provincial, el Ayuntamiento, la Junta de Censura y
el Colegio de Abogados, Juan Ruiz de Apodaca decretó la suspensión de la
libertad de imprenta.

524
[1821] Junio 7
Anastasio Bustamante y José Joaquín Parres consiguieron la capitulación de
San Juan del Río, y más tarde Bustamante tomó Zimapán. En San Juan del Río,
Agustín de Iturbide se entrevistó con GuadalupeVictoria, quien le propuso no
llamar a ningún príncipe europeo y coronar a un insurgente no indultado.

Junio 13
La tropa de San Pedro Tlaquepaque, en donde estaba Pedro Celestino Negrete,
se unió al Plan de Iguala, lo que obligó a José de la Cruz a salir de Guadalajara.
Negrete hizo su entrada triunfal en dicha ciudad por la tarde y se volvió a jurar
el Plan, prestando también juramento la Diputación Provincial y el Ayunta-
miento, convocados por el intendente.

Junio 13
En Colima, su comandante militar, Anastasio Brizuela, encabezó la jura del
Plan de Iguala.

Junio 18
Nicolás Bravo entró en Tlaxcala con una tropa de más de 3 000 elementos.

Junio 20
Antonio León tomó Huajuapan y se dirigió aYanhuitlán y a Oaxaca.

Junio 22
Agustín de Iturbide ordenó la capitulación inmediata de las fuerzas que acom-
pañaban un convoy de San Luis Potosí. En San Luis de la Paz, José Antonio
de Echávarri y Anastasio Bustamante recibieron el armamento y la plata del
ejército virreinal. Echávarri fue nombrado comandante general de San Luis
Potosí, donde logró proclamar la independencia sin obstáculos.

Junio 25
Los diputados americanos, entre quienes estaban Lucas Alamán, Lorenzo de
Zavala y Mariano Michelena, propusieron en las Cortes un plan para que se
establecieran tres reinos independientes en América, cada uno con sus propias
Cortes y vinculados con España. Al día siguiente, Miguel Ramos Arizpe y
José María Couto hicieron una proposición semejante, pero sólo para Nueva
España. Ambas propuestas fueron rechazadas por la mayoría de diputados pe-
ninsulares.

Junio 27
Estanislao de Luaces capituló en Querétaro, frente a José Joaquín Parres y
Anastasio Bustamante. Los trigarantes entraron en la ciudad.

525
[1821] Junio 27-29
Antonio López de Santa Anna inició las hostilidades al puerto de Veracruz,
defendido por José Dávila.

Junio 30
En Querétaro, Agustín de Iturbide publicó un bando que fijaba las contribu-
ciones y abolía las subvenciones temporales y de guerra del gobierno español.
Asimismo redujo la alcabala al 6% e igualó los impuestos de los indios con los
del resto por ser todos ciudadanos.

Julio 1
Proclamación de la independencia en Saltillo.
En Cholula, Nicolás Bravo pasó revista a sus tropas junto con todos los an-
tiguos insurgentes de la zona e inició el sitio a Puebla.

Julio 3
Joaquín Arredondo convocó a una junta en Monterrey en la que se acordó
proclamar la independencia y dar orden a las demás provincias bajo su mando
de proceder de igual forma, pero no logró ser obedecido y entregó el mando a
los trigarantes cuando llegaron.

Julio 3-5
José de la Cruz, quien salió de Guadalajara, se refugió en Durango en casa del
obispo marqués de Castañiza. Algunos militares que iban bajo su mando de-
sertaron y se trasladaron a Zacatecas, en donde proclamaron la independencia
y las autoridades civiles de la ciudad se adhirieron al Plan de Iguala.

Julio 5-6
En la ciudad de México, se amotinaron las tropas de origen peninsular, las
cuales exigieron que Juan Ruiz de Apodaca abandonara su cargo como jefe
político y entregaron el mando al mariscal Francisco Novella. En los días si-
guientes, la Diputación Provincial y la Audiencia se negaron a reconocer estos
hechos; finalmente, la Diputación reconoció a Novella para evitar el desorden
en la ciudad.

Julio 7
Después de varios días de intermitentes escarceos en el puerto de Veracruz,
Antonio López de Santa Anna fue rechazado y se dirigió a Córdoba.

Julio 28
Capitulación de Puebla firmada en la hacienda de San Martín entre Benito
Armiñán y Saturnino Samaniego, comisionados por Ciriaco del Llano, y Luis

526
[1821] Cortázar y el conde de S. Pedro del Álamo, comisionados por Agustín de Itur-
bide, quien entró en la ciudad el 2 de agosto.

Julio 29-30
Capituló la ciudad de Oaxaca, en donde entró Antonio León y donde se pro-
clamó la independencia.
Juan O’Donojú, jefe político y capitán general de Nueva España, arribó a
Veracruz.

Agosto
Al llegar a Filadelfia, Servando Teresa de Mier entró en contacto con Ma-
nuel Torres, agente de Simón Bolívar en Estados Unidos. Comprometido con
el proyecto de establecer repúblicas en la América española, publicó su Memo-
ria político-instructiva dirigida a los jefes insurgentes de Anáhuac, en la que invitaba a
Agustín de Iturbide a proclamar un gobierno republicano.

Agosto 4
Juan O’Donojú dirigió una proclama a los militares y habitantes de Veracruz
para exhortarlos a resistir, y entró en contacto con Agustín de Iturbide a través
de Pedro Vélez y Manuel Gual.
Pedro Celestino Negrete instó al Ayuntamiento de Durango a unirse a la
independencia, pero en cabildo abierto se decidió lo contrario. Días más tar-
de, tanto los capitulares como los individuos de la Diputación Provincial y
algunos miembros del cabildo eclesiástico se trasladaron al cuartel de Negrete
temiendo persecución por haberse manifestado adictos a la independencia.

Agosto 19
Juan O’Donojú salió de Veracruz, luego de aceptar una invitación de Agustín
de Iturbide para conferenciar, y escoltado por Antonio López de Santa Anna
llegó a Xalapa.
Provenientes de Querétaro, las fuerzas trigarantes de Luis Quintanar lle-
garon a las inmediaciones de la ciudad de México y prepararon el cuartel en
Tepozotlán. Anastasio Bustamante envió un escuadrón de reconocimiento a
Tacuba, mientras que Juan José Codallos, sin orden superior, penetró con su
batallón a Azcapotzalco y provocó un enfrentamiento con las fuerzas de José
María Buceli en Tacuba. Perseguidos por Manuel de la Concha, fueron refor-
zados por Anastasio Bustamante.

Agosto 23-24
Agustín de Iturbide y Juan O’Donojú llegaron a Córdoba. A la mañana si-
guiente, acordaron el tratado que reconocía la independencia y que incluía
una novedad respecto al Plan de Iguala, ya que en caso de que ni el rey de Es-
paña, ni los demás infantes de Borbón a los que se ofrecía el trono del Imperio

527
[1821] Mexicano lo aceptaran, las Cortes mexicanas estarían en libertad de ofrecerlo
a quien consideraran conveniente.

Agosto 26
En Chihuahua, Alejo García Conde juró la independencia. Durante esas se-
manas varias villas y ciudades hicieron lo mismo.

Agosto 28
Comitán, Chiapas, dependiente de la Audiencia de Guatemala, proclamó la
independencia. El 3 de septiembre se proclamó en Ciudad Real y el 5 en
Tuxtla.

Agosto 29-30
Alrededor del convento de San Agustín, en Durango, hubo intensos combates,
donde Pedro Celestino Negrete resultó herido. Finalmente, en la catedral se
izó una bandera blanca.

Agosto 30
Las tropas del Ejército Trigarante se formaron a la vista de la ciudad de Méxi-
co. Agustín de Iturbide envió a José Ramón Malo y a Antonio Ruiz del Arco,
teniente de Juan O’Donojú, a presentar el Tratado de Córdoba a Francisco
Novella. En la capital se realizó una junta general de militares.

Agosto 31
Juan Nepomuceno Fernández juró la independencia en Villahermosa, impul-
sado por los movimientos en la costa del golfo de México que había organiza-
do Antonio López de Santa Anna.

Septiembre 1
En Puebla, se organizaron las elecciones para instaurar una diputación provin-
cial propia, separada de la de México.
En Tepozotlán apareció el primer número del Diario Político Militar Mejica-
no.

Septiembre 3
Francisco Novella envió comisionados a Puebla para entrevistarse con Juan
O’Donojú. En el camino encontraron a Agustín de Iturbide.
José de la Cruz firmó la capitulación de Durango con Pedro Celestino Ne-
grete. Cruz salió después de México.

Septiembre 5-7
Agustín de Iturbide estableció su cuartel general en Azcapotzalco, y sus tropas
aumentaron con las numerosas deserciones de la ciudad de México.A petición

528
[1821] de Juan O’Donojú, Iturbide acordó un armisticio con Francisco Novella, el
cual fue firmado en la hacienda de los Morales por Manuel Varela y Ulloa y
Pedro Ruiz de Ontaño de la guarnición de la capital y el conde de Regla
y Eugenio Cortés por los sitiadores. Se permitió el abasto de la ciudad.

Septiembre 8
Tras proclamar la independencia, Ciudad Real manifestó su adhesión al Impe-
rio Mexicano. Otras villas y ciudades guatemaltecas hicieron lo mismo en las
semanas siguientes.

Septiembre 11-12
Ásperas e infructuosas negociaciones entre los comisionados de Francisco
Novella y Juan O’Donojú. Se acordó una nueva entrevista en Tacubaya.

Septiembre 13
Francisco Novella salió del palacio de gobierno acompañado por sus ayu-
dantes, la Diputación Provincial y el Ayuntamiento, varios escribanos y una
escolta de 25 dragones y se dirigió a la hacienda de la Patera, cercana a la villa
de Guadalupe, en donde tuvo una ríspida entrevista con Juan O’Donojú. Des-
pués se les unió Agustín de Iturbide, pero no hubo más acuerdo que el recono-
cimiento de las credenciales de O’Donojú y del mando que tenía Novella.
El Ayuntamiento de Campeche proclamó la independencia.

Septiembre 15
Francisco Novella dejó el mando en manos de Pascual Liñán y del intendente
Ramón Gutiérrez del Mazo.
Mérida proclamó la independencia y se nombraron comisionados para re-
cibir órdenes del gobierno que se estableciera en México.
El capitán general de Guatemala, Gabino Gainza, convocó una junta de
autoridades en aquella ciudad que declaró la independencia, tanto de España
como de México. Convocó a un congreso, que incluía a Chiapas, pero el día
26 Ciudad Real rechazó esta disposición, al ratificar su adhesión al Imperio
Mexicano, al que pidió ayuda militar.

Septiembre 16
Agustín de Iturbide y Juan O’Donojú se reunieron en Tacubaya con la Dipu-
tación Provincial, el Ayuntamiento, el cabildo eclesiástico, el consulado y otros
empleados de la capital. Once años después del estallido de la guerra en Dolo-
res, O’Donojú elaboró una proclama en la que invitaba a la unión, anunciaba
el fin de la guerra y el establecimiento de un régimen de libertades civiles, e
instaba al cumplimiento del Tratado de Córdoba.

529
[1821] Septiembre 21
Pascual Liñán entregó el mando de las tropas a Juan O’Donojú. Las tropas es-
pañolas que no aceptaron unirse al Ejército Trigarante se retiraron de la ciudad
de México y sus puestos empezaron a ser ocupados por los soldados indepen-
dientes.

Septiembre 22-25
En Tacubaya, se realizaron las primeras sesiones preparatorias de la Junta Pro-
visional Gubernativa, prevista en el Plan de Iguala, y se estableció el Consejo
de Regencia integrado por Agustín de Iturbide, Juan O’Donojú, Manuel de
la Bárcena, Isidro Yáñez, de la Audiencia de México, y Manuel Velázquez
de León. Los integrantes de la Junta fueron seleccionados por el propio Itur-
bide: José Mariano de Almanza; Juan Francisco de Azcárate; Anastasio Bus-
tamante; José María Bustamante; Nicolás Campero; Juan María Cervantes y
Padilla; José María Cervantes y Velasco, conde de Santiago Calimaya; Miguel
Cervantes y Velasco, marqués de Salvatierra; José María Echevers Valdivieso,
marqués de San Miguel de Aguayo y conde de San Pedro del Álamo; Juan
José Espinosa de los Monteros; José María Fagoaga; Antonio Gama; Manuel
de Heras Soto, conde de Casa de Heras; Ignacio Icaza; Ignacio García Illueca;
José Miguel Guridi y Alcocer; Juan Horbegoso; José María Jáuregui; Juan Bau-
tista Lobo; Francisco Severo Maldonado; Manuel Martínez Mancilla; Matías
de Monteagudo; Manuel Montes Argüelles; Antonio Joaquín Pérez Martínez;
Juan Bautista Raz y Guzmán; Pedro José Romero de Terreros, conde de Regla
y Jala y marqués de San Cristóbal y de Villa Hermosa de Alfaro; José Domingo
Rus; Manuel Sánchez Enciso; Francisco Manuel Sánchez de Tagle; José Ma-
riano de Sardaneta y Llorente, marqués de San Juan de Rayas; José Manuel
Sartorio; Rafael Suárez Pereda; Manuel de la Sotarriva y José Manuel Veláz-
quez de la Cadena.

Septiembre 26
Juan O’Donojú, quien se hallaba enfermo, hizo su entrada solemne a la ciu-
dad de México y fue recibido con todos los honores por las autoridades de la
capital.

Septiembre 27
En medio de un ambiente festivo, Agustín de Iturbide entró, con el Ejército
Trigarante, a la ciudad de México, donde se le entregaron las llaves de la ciudad
y fue recibido en el palacio de gobierno por Juan O’Donojú, la Diputación
Provincial y demás autoridades y corporaciones.

Septiembre 28
En el palacio de gobierno de la ciudad de México, la Junta Provisional Guber-
nativa emitió el Acta de Independencia del Imperio Mexicano, la cual fue fir-

530
[1821] mada por todos los miembros de la Junta y del Consejo de Regencia, excepto
por Juan O’Donojú, quien se hallaba muy enfermo.
En los días siguientes, otras villas, ciudades y provincias, incluidas muchas
del vecino reino de Guatemala, se adhirieron al Plan de Iguala y al Imperio.
Otros lugares, como Acapulco, todavía tuvieron que ser conquistados por las
tropas del gobierno mexicano. Únicamente San Juan de Ulúa permaneció en
manos de autoridades españolas hasta 1825. Ni el rey de España ni las Cortes
reconocieron el Tratado de Córdoba, firmado por Juan O’Donojú, el jefe po-
lítico que murió de pleuresía el 8 de octubre de 1821 en la ciudad de México.
Tras varios proyectos de reconquista, la regente María Cristina, viuda de Fer-
nando VII, en nombre de su hija, la reina Isabel II, reconoció la independencia
de México a fines de 1836.

Alfredo Ávila
Virginia Guedea
Rodrigo Moreno

531
ÍNDICE ONOMÁSTICO

Abad Arteaga, Benito: 21 Aldama, Juan: 19, 21, 194, 195, 197, 461, 462,
Abad y Queipo, José: 15 466, 467, 476
Abad y Queipo, Manuel: 15, 16, 17, 18, 44, 47, Alejandro VI (papa): 56, 269, 270
73, 75, 78, 99, 111, 116, 150, 164, 242, 256, Alessio Robles,Vito: 139
345, 461, 463, 464, 465, 505, 508 Alfonso IX: 323
Abarca, José María: 75 Alfonso VIII de Castilla: 323
Abarca, Roque: 16, 179 Alfonso X, el Sabio: 93
Aboites Aguilar, Luis: 378 Allende, Domingo Narciso de: 18
Acevedo y Cosío, Manuel de, marqués de Allende, Domingo: 18, 76
Uluapa: 24, 25, 131 Allende, Ignacio: 18, 19, 20, 21, 53, 69, 76, 77,
Acevedo, Pedro: 66 78, 95, 98, 124, 125, 146, 148, 149, 163,
Ackermann, Rudolph: 435 164, 165, 166, 180, 183, 194, 195, 196, 197,
Advíncula de la Vega, Pedro: 35 203, 207, 209, 211, 244, 263, 338, 367, 383,
Agraz García de Alba, Gabriel: 101, 126 387, 389, 397, 408, 421, 461, 462, 465, 466,
Ágreda, Diego de: 86 467, 468, 469, 471, 472, 473, 474, 475, 476,
Aguayo Spencer, Rafael: 411 478
Águila, Luis del: 177, 488, 489, 505 Allende, Indalecio: 18, 21
Águila,Yves: 159 Allende, José Guadalupe: 18
Aguirre, Eugenio: 389 Allende, José María: 18
Aguirre, Guillermo de: 131, 147, 150, 195, 275 Allende, José: 195
Aguirre, Matías Martín de: 513, 516 Allende, Juana María: 18
Aguirre, Santos: 509 Almonte (o Montes), Brígida: 111, 115
Alamán, Juan Vicente: 405 Almonte, Guadalupe: 111
Alamán, Lucas: 77, 122, 123, 135, 137, 146, Almonte, Juan Nepomuceno: 204, 482, 509
147, 152, 156, 175, 178, 200, 253, 255, 273, Alperóvich, Moséi Samuilovich: 411, 412,
307, 314, 341, 387, 392, 399, 400, 405, 406, 413, 414
407, 408, 409, 410, 411, 415, 418, 420, 421, Altamirano, Ignacio Manuel: 58, 386
423, 424, 431, 448, 451, 524, 525 Altamirano, Juan: 194
Alcalá, José María: 75 Álvarez Cuartero, Izaskún: 219
Aldama, Ignacio: 69, 76, 77, 163, 164, 183, 195, Álvarez de Toledo, José: 69, 71, 105, 184, 203,
196, 197, 203, 383, 387, 389, 462, 473, 475, 204, 266, 292, 507, 508, 510
476, 478 Álvarez, Juan: 467, 503, 519
533
Álvarez, Melchor: 30, 41, 188, 189, 502, 503, Azcárate y Lezama, Juan Francisco: 24, 25, 26,
510 27, 33, 68, 89, 130, 144, 449, 458, 478, 530
Alvear, Carlos: 438 Azcárate, Felipe: 26
Alzate y Ramírez, Juan Antonio de: 274 Azcárate, José Ignacio: 26
Amelang S., Jamis: 121 Azcárate, Josefa: 27
Anaya, Juan Pablo: 204, 251, 505 Azcárate, Juan María: 26
Anna,Timothy E.: 85, 220, 447, 448 Azcárate, Juliana: 27
Annino,Antonio: 221, 260, 290, 319 Azcárate, Manuel: 26
Ansorena,Antonio: 35 Azcárate, Miguel María: 27
Ansorena, María Josefa: 35
Ansorena, Miguel: 35 Balbás, Jerónimo de: 399
Anzorena, José María: 164, 465 Ballescá, Santiago: 451
Arámburu y Carrillo de Figueroa, María Jo- Balleza, Mariano: 164, 196
sefa de: 78 Bannon, John Francis: 186
Aranda, conde de: 137 Bárcena, Manuel de la: 92, 201, 246, 267, 279,
Aranda, Pedro: 473 305, 530
Archer, Christon Irving: 42, 52, 140, 142, 279, Barquera, Juan Wenceslao de la: 75, 150
341, 342 Barradas José: 508
Arenal, Jaime del: 85, 123, 142, 202, 267, 272, Barradas, Isidro:72, 103
274 Barragán, Felipe. 38
Arenas (padre): 281 Barragán, J. Florencio: 461
Argüelles,Agustín de: 226 Bartolache y Díaz de Posada, José Ignacio:
Arias, Joaquín: 20, 124, 164, 166, 194, 195, 274
468 Basadre,Vicente: 226
Arias, Juan: 461 Bataller, Miguel: 54, 125, 157, 510
Armijo, José Gabriel de: 41, 81, 141, 199, 432, Bazant, Jan: 379, 380
482, 500, 501, 502, 515, 518, 519 Bean, Ellis Peter: 204, 509
Aróstegui, María Manuela de: 87 Bello,Andrés: 439
Arrechederreta, Gabriel de: 405 Beltrán, Felipe: 28
Arrechederreta, Juan Bautista de: 408 Beneski, Carlos: 84
Arredondo y Mioño, Joaquín de Benítez, José Nicolás: 71
Arteaga, José Cecilio, el Ralleño: 196 Benson, Nettie Lee: 139, 220, 227, 244, 290,
Artola, Miguel: 436 334, 414, 415, 416, 417, 439
Ascencio, Pedro: 81 Bentham, Jeremías: 95
Attelis, Orazzio, marqués de Santángelo: 281 Berazaluce, Nicolás: 176
Aury, Louis: 71, 106, 185, 205, 206 Berduzco, José Sixto: 240
Austin, Stephen: 267 Berenguer de Marquina, Félix: 124
Ávila, Alfredo: 7, 12, 27, 34, 61, 65, 92, 172, Berenguer, José: 41
221, 230, 241, 246, 267, 268, 282, 290, 295, Berg, duque de: 25, 458
301, 307, 334, 349, 378, 439, 450, 531 Bergosa y Jordán, Antonio: 28, 29, 30, 477,
Ávila, Julián de: 168, 474, 477, 479, 489, 504 479, 489, 493
Ávila, Miguel de: 468 Beristáin y Souza, José Mariano: 31, 34, 275
Azanza, Miguel José de: 421 Beristáin y Souza, Juan Antonio de: 31
Azcárate y Aguirre Urreta, José Andrés de: 24 Beristáin,Vicente: 176, 484
534
Bermúdez Zozaya, Manuel: 200 Bustamante,Anastasio: 65, 72, 82, 85, 138, 201,
Beye Cisneros, José: 457, 460, 478 282, 423, 425, 454, 517, 522, 525, 527, 530
Beye, Manuel: 239 Bustamante, Carlos María de: 47, 53, 77, 91,
Biempica y Sotomayor, Salvador: 126 94, 95, 114, 123, 130, 132, 134, 135, 141,
Blake, Joaquín: 104 147, 150, 151, 154, 156, 157, 158, 159, 175,
Blanco y Crespo, José María (José Blanco 176, 177, 178, 188, 204, 205, 227, 240, 256,
White o José B.White): 437 257, 260, 265, 275, 279, 294, 295, 298, 306,
Bocanegra Mendoza, María Gertrudis: 35, 36 342, 405, 406, 408, 409, 420, 421, 422, 424,
Bocanegra, Pedro Javier: 35 425, 431, 434, 435, 436, 439, 448, 451, 490,
Bodin, Jean: 233, 234 494, 495, 497, 498, 504, 505, 506, 507, 513,
Bolívar, Simón: 80, 106, 107, 185, 205, 412, 517
512, 526 Bustamante, Francisco: 195, 462
Bonaparte, José: 76, 93, 207, 212, 237, 276, Bustamante, José María: 530
302, 350, 457, 485, 500
Bonaparte, Napoleón: 16, 24, 33, 58, 104, 131, Calderón de la Barca,Ángel: 139
144, 185, 283, 304, 457, 501 Calleja, Félix María: 20, 21, 22, 26, 29, 30, 33,
Borbón (familia, casa o dinastía de los): 24, 36, 37, 38, 39, 40, 41, 42, 44, 47, 49, 50, 51,
108, 113, 131, 200, 209, 233, 247 79, 80, 113, 116, 124, 125, 128, 133, 140,
Borbón, Carlos de: 457 147, 148, 149, 150, 151, 152, 159, 163, 164,
Borbón, Fernando de: 93, 207, 457 165, 166, 169, 172, 180, 181, 183, 203, 209,
Borbón, infantes de: 527 210, 236, 271, 276, 277, 279, 285, 304, 312,
Borbón, Luis Antonio: 32 313, 329, 335, 337, 338, 339, 340, 341, 356,
Boturini, Lorenzo: 425 376, 377, 378, 408, 421, 422, 424, 425, 431,
Bracho, Rafael: 19, 487, 489, 511 446, 462, 466, 467, 468, 469, 470, 471, 474,
Bradburn, John Davis: 64 475, 478, 480, 481, 482, 483, 484, 487, 491,
Brading, David: 172, 173, 174, 255, 260, 279, 492, 494, 495, 500, 501, 504, 505, 510, 511,
419, 436 512, 513
Branciforte, marqués de: 32, 33, 36, 336 Camacho, Ignacio: 194
Bravo (familia): 112, 167, 168, 502 Camacho, Sebastián: 281
Bravo, Leonardo: 480, 481, 484, 487 Campillo, Manuel Ignacio del: 114, 127, 147,
Bravo, Miguel: 168, 187, 478, 482, 483, 484, 343, 465, 478
488, 501, 502, 503 Campomanes: 54
Bravo, Nicolás: 84, 100, 102, 115, 159, 178, Cañedo, Juan de Dios: 241, 281, 282, 307
400, 474, 477, 481, 486, 487, 489, 491, 498, Cardeña, Ramón: 352
500, 505, 510, 515, 523, 524, 525, 526 Carlos III: 28, 29, 141, 149, 304, 311, 335, 355,
Bravo,Víctor: 187, 484, 505 396, 444
Breña, Roberto: 230, 260 Carlos IV: 16, 24, 28, 32, 56, 57, 76, 89, 93, 104,
Bringas de Encinas, Diego Miguel: 258 131, 231, 235, 262, 271, 283, 302, 328, 381,
Bucareli y Ursúa,Antonio María de: 242 395, 397, 401, 457, 458
Bueras, Francisco: 195 Carmona, Manuel: 397
Bulnes, Francisco: 417, 418, 419, 420 Carpizo, Jorge: 416
Burke, Edmund: 407 Carranza,Venustiano: 414
Bushnell, David: 186 Carreño,Antonio: 472
Bustamante (sacerdote): 75, 196 Carreño, Ignacio: 194
535
Casas, Juan Bautista de: 22 Cortés, Hernán: 120, 211, 262, 264, 270, 314,
Casata, Juan: 52 381, 406, 411
Castañeda, Carlos Eduardo: 72, 414 Cos, José María: 33, 42, 43, 44, 45, 46, 47, 48,
Castañeda, Carlos: 414, 455 94, 116, 120, 125, 135, 210, 277, 278, 347,
Castelán Rueda, Ernesto: 425 352, 431, 432, 434, 437, 445, 466, 483, 486,
Castellanos, Marcos: 263 493, 497, 505, 506, 508, 509, 512, 514, 517
Castera, Ignacio: 394, 395 Cos,Vicente: 33
Castillejos, Julián de: 93, 459 Cosgwell, Nathaniel: 71
Castillejos, Mariano: 158 Cosío Villegas, Daniel: 416
Castlereagh, Lord: 105, 205 Costeloe, Michael P.: 135
Castorena y Ursúa, Juan Ignacio: 274 Couto, José María: 137, 525
Castrillo, Narcisa: 405 Crespo, Francisco: 336
Castro Gutiérrez, Felipe: 264 Crespo, Manuel Sabino: 188
Ceballos, Pedro: 277 Cristo y Conde, José Antonio del: 458
Cerdán y Pontero,Ambrosio: 156, 157 Cristo: 75, 111, 261, 267, 389
Cervantes Bello, Francisco Javier: 348 Cromwell, Oliver: 292
Cervantes Saavedra, Miguel de: 381 Cruz, José de la: 49, 51, 82, 148, 166, 181, 338,
Cervantes y Padilla, Juan María: 530 366, 383, 468, 470, 471, 472, 476, 494, 503,
Cervantes y Velasco, José María: 530 524, 525, 526, 528
Cervantes y Velasco, Miguel: 530 Cruzado Campos, Carlos: 109
Chamorro: 55, 246 Cuadriello, Jaime: 212
Chateaubriand, François-René de: 436 Cué Cánovas,Agustín: 382, 412
Chávez Lomelí, Elba: 275, 282 Cueva, Mario de la: 430
Chevalier, François: 366 Cuevas, Luis G.: 109, 123
Chiaramonte, José Carlos: 427 Curiel, Fernando: 136, 455
Chinchilla, Perla: 101
Chust, Manuel: 68, 92, 213, 221, 253, 328, 417 D’Almívar, Octaviano: 76
Cicerón: 294 Dambrini, Manuel Servando: 100, 169, 188,
Claps Arenas, María Eugenia: 436 189, 494
Clark de Lara, Belem: 230 Davenport, Samuel: 70
Clavijero, Francisco Xavier: 267, 291 Dávila, José: 122, 518, 526
Clay Claiborne,William: 69 Dávila, Rafael: 281
Collado, Juan: 125 Delhuyar, Fausto: 371
Colón, Cristóbal: 270, 305, 451 Díaz de Bustamante, José Ramón: 183
Comte,Auguste: 417 Díaz de Ortega, Felipe: 16
Concha, Francisco de la: 460 Díaz, Porfirio: 417, 418, 450
Concha, Manuel de la: 117, 155, 170, 178, 510, Diderot, Denis: 276
511, 512, 516, 523, 524, 527 Dios, Salustiano de: 328, 417
Connaughton, Brian: 68, 348 Domínguez Manzo, José: 279
Cora, Zacarías: 396 Domínguez Michael, Christopher: 439
Cordero,Antonio: 136, 470 Domínguez, María Josefa: 124
Corona, Juan María: 50 Domínguez, Miguel: 76, 124, 125, 126, 194,
Correa, Manuel: 44 195, 400, 462
Cortázar, Luis: 82, 201, 522, 526, 527 Duby, Georges: 121
536
Echávarri, José Antonio: 84, 517, 525 Fernández, José Eustaquio: 72
Eguía, Francisco: 127 Fernández, Nepomuceno: 190
Eguiara y Eguren, Juan José de: 31, 34 Fernando (rey de Aragón, el Católico): 269,
Eguite, Rafael: 124 320
Elías Calles, Plutarco: 414 Fernando VII: 17, 19, 24, 28, 29, 30, 34, 38, 45,
Elizondo, Ignacio: 21, 71, 473, 497 48, 52, 56, 59, 61, 64, 65, 76, 80, 81, 82, 84,
Ellice, Edward: 105 89, 90, 91, 96, 98, 104, 108, 113, 114, 122,
Emparán, Miguel de: 166, 339, 474 127, 128, 130, 131, 133, 136, 137, 140, 141,
Enríquez de Ágreda, Manuel: 53 144, 148, 152, 157, 163, 165, 171, 179, 197,
Escalada, María Ignacia: 405 198, 199, 200, 205, 210, 211, 220, 228, 231,
Escamilla Torres, Rogelio Javier: 101 235, 236, 244, 245, 247, 248, 252, 255, 256,
Escobar Ohmstede,Antonio: 372 258, 261, 263, 264, 271, 272, 277, 278, 279,
Escudero, José Antonio: 274 281, 282, 283, 292, 302, 304, 313, 326, 328,
Espino, Luis: 281 350, 351, 400, 401, 421, 422, 430, 434, 435,
Espinosa de los Monteros, Juan José: 68, 200, 454, 457, 458, 464, 477, 488, 500, 501, 502,
281, 520, 530 503, 504, 505, 514, 518, 521, 531
Espinoza, Pedro: 484 Ferrer Muñoz, Manuel: 42, 242
Estep, Raymond: 455 Ferrer,Antonio: 93, 149
Estrada Michel, Rafael: 132 Filisola,Vicente: 82, 102, 400, 523
Eustis,William: 69, 203 Fisher, John Robert: 370
Fisher, Lilian Estelle: 18, 139
Fabián y Fuero, Francisco: 31, 343 Flaschner Rosenberg,Ana D.: 103
Fabregat, José Joaquín: 396 Flon, Manuel de: 16, 147, 148, 166, 276, 337,
Facio, José Antonio: 134 338, 340, 463, 468, 469, 471, 482
Fagoaga, Francisco de (marqués del Aparta- Flores Alatorre, Félix: 56, 510
do): 156, 524 Flores D., Jorge: 27
Fagoaga, José María: 60, 68, 275, 530 Flores, Manuel de: 464
Fanneau Lahorie,Victor: 104 Florescano, Enrique: 171, 212, 366, 443
Faro, David: 112, 202, 475, 477 Floris, Joaquín de: 261
Favila,Alejandro: 412 Foncerrada, Cayetano: 461
Fernández de Lizardi Orendain, Dolores: 54 Foncerrada, Melchor de: 54, 125,
Fernández de Lizardi, José Joaquín: 52, 54, 56, Fonte, Pedro de (arzobispo): 30, 60, 116, 145,
58, 66, 150, 151, 159, 225, 227, 230, 257, 242, 352, 508, 510, 518, 521
260, 279, 281, 351, 401, 421, 490 Foronda, Pedro: 92
Fernández de Lizardi, Marcelo: 54 Francos y Monroy, Cayetano: 15
Fernández de San Salvador y el Risco, Casi- Franklin, Benjamin: 294
miro: 58 Fuentes, Juan Antonio: 168, 468, 477
Fernández de San Salvador,Agustín Pomposo: Fuentes, Juan Francisco: 260, 301
58, 59, 60, 153, 465 Furlong, Joaquín: 129
Fernández de San Salvador, Fernando: 58
Fernández de San Salvador, José Arcadio: 58 Galeana (familia): 112, 167, 168, 467,
Fernández de San Salvador, Manuel: 60 Galeana, Hermenegildo: 79, 115, 168, 190,
Fernández del Rincón, Nicolás: 195 431, 469, 470, 474, 477, 479, 480, 481, 483,
Fernández Sebastián, Javier: 260, 301 484, 487, 488, 492, 497, 500, 502, 503, 504
537
Galeana, Juan José: 467 Godoy, Manuel (Príncipe de la paz): 32, 33, 34,
Galeana, Pablo: 486 87, 89, 93, 104, 277, 457
Galicia, Francisco Antonio: 491 Gómez Álvarez, Cristina: 30, 68, 129, 433
Gallaga Mandarte,Vicente: 16, Gómez Farías, Valentín: 133, 134, 138, 425,
Gallaga y Villaseñor,Ana María: 73 440, 454
Galli, Florencio: 281 Gómez Morín, Manuel: 66
Galli, Francisco: 400 Gómez Navarrete, Juan: 199
Galván Gaitán, Columba Camelia: 58 Gómez Pedraza, Manuel: 27, 134, 137, 138,
Galván, el Cojo: 196 281
Galvan, John: 205 Gómez Portugal, Miguel: 179
Galván, Mariano: 194, 195 Gonzaga Foncerrada y Labarrieta, María Lui-
Gálvez Rosalez, Mauricio: 103 sa: 396
Gálvez, José de: 182 González Angulo, Bernardo: 500
Gálvez, Matías de: 396 González Angulo, Jorge: 380
Gamio, Manuel: 357, 358 González Carvajal, Ciriaco: 29, 145
Gándara, Francisca de la: 38 González del Campillo, Manuel Ignacio: 147,
Gaos, José: 447 465, 478
Garavaglia, Juan Carlos: 372 González Hermosillo, José María: 165, 179,
García Barragán, Elisa: 402 180, 197, 470
García Cantarines, Francisco: 176 González Hermosillo, José María: 165, 179,
García Conde,Alejo: 52, 515, 528 180, 470
García Conde, Diego: 480, 483 González M., José Luis: 29, 30
García de Carrasquedo, Martín: 74 González Obregón, Luis: 56, 146, 212
García Díaz,Tarcisio: 446 González Rubalcaba, Juan Ignacio: 164
García Icazbalceta, Joaquín: 431 González Saravia, Miguel: 187, 188
García Villaseñor, Manuela: 421 González Velázquez,Antonio: 395, 397
García, Albino: 79, 94, 476, 477, 480, 483, 484, González Villamil, Bernardo: 239
485 González, Emeterio: 124, 194, 462
García,Antonio: 194 González, Epigmenio: 124, 194, 462
García, Genaro: 146, 156, 448 González, Josefa: 56
García-Baquero González,Antonio: 370 González, María del Refugio: 236, 274, 307
Garibay, Pedro: 19, 90, 132, 145, 146, 312, 322, González,Toribio: 275, 279
336, 343, 458, 459 Gordillo, Francisco: 402
Garrido Asperó, María José: 121, 223, 450 Gordoa, José María: 67
Garza, Felipe de la: 84, 514 Gordoa, José Miguel: 461, 477
Garza, Juan José de la: 461 Gorostiza, Pedro de: 336
Garza, Lorenzo de la: 72 Gortari Rabiela, Hira de: 290, 319, 334
Garza, Makedonio: 414 Goya, Francisco de: 396, 397
Gayol,Víctor: 152, 314 Gracida, José: 400
Gerhard, Peter: 186 Grafenstein, Johana von: 107, 186
Gibbon, Edward: 438 Granados, Rosa América: 61
Gil, Gerónimo Antonio: 396, 397, 401 Gregoire,Abée: 439
Girard, Pedro: 69 Grosso, Juan Carlos: 372
Godoy,Antonia: 32 Gruzinski, Serge: 264
538
Guadalupe (virgen de): 32, 34, 163, 207, 208, Hackett, Charles: 414, 415
209, 210, 211, 262, 263, 347, 388, 438, 462, Hale, Charles: 61, 429, 441
483 Hamill, Jr. Hugh H.: 61, 220, 301, 426, 427,
Gual, Pedro: 105, 527 427, 428, 429
Guardino, Peter: 193 Hamilton (lord): 105
Guedea, Rafael: 464 Hamilton Robinson, John: 69, 203, 204
Guedea, Virginia: 7, 12, 68, 72, 92, 152, 156, Hamnett, Brian R.: 30, 42, 129, 142, 170, 178,
159, 170, 178, 186, 206, 207, 220, 221, 236, 181, 190, 193, 279, 342, 372, 447, 448
246, 253, 286, 290, 378, 393, 447, 449, 531 Haring, Clarence H.: 370
Güemes Padilla Horcasitas y Aguayo, Juan Vi- Harrell, Eugene W.: 65
cente (segundo conde de Revillagigedo): Henestrosa,Andrés: 431
36, 242, 288, 336, 373 Heredia, José María: 400
Güereña, Juan José: 67, 461 Hernández (general): 53
Guerra, François-Xavier: 219, 255, 260, 283, Hernández García, Jesús: 230
319, 427 Hernández Jaimes, Jesús: 65, 101, 170, 193,
Guerrero, José: 401 366, 413
Guerrero, Vicente: 27, 62, 63, 64, 65, 81, 98, Hernández Lizardi, Manuel: 52
134, 138, 140, 141, 187, 188, 190, 191, 199, Hernández Silva, Héctor Cuauhtémoc: 146,
200, 211, 212, 228, 251, 266, 281, 282, 347, 425
396, 397, 406, 422, 431, 432, 452, 453, 454, Hernández y Dávalos, Juan E.: 178, 448, 451
475, 493, 500, 516, 517, 519, 520, 521, 522 Hernández, Octavio: 202
Guevara, Ernesto (Che): 263 Herrejón Peredo, Carlos: 18, 78, 99, 117, 166,
Guevara, Joaquín: 168, 469, 475 167, 171, 197, 352
Guridi y Alcocer, José Miguel: 10, 65, 66, 67, Herrera (oficial realista): 70
68, 325, 327, 461, 472, 477, 481, 530 Herrera Pérez, Octavio: 23
Gutiérrez Arreola, Cecilia: 395 Herrera, José Joaquín de: 82, 523, 524
Gutiérrez Cruz, Sergio Nicolás: 190 Herrera, José Manuel de: 94, 105, 106, 116,
Gutiérrez de Lara, José Antonio Apolinario: 168, 185, 204, 205, 240, 256, 497, 509, 510
72 Herrera, Luis: 462, 467, 468, 469,
Gutiérrez de Lara, José Bernardo Maximilia- Herrera, Simón de: 22, 70, 183, 184, 493
no: 22, 69, 70, 71, 72, 73, 183, 184, 203, 204, Herzog,Tamar: 225, 230
251, 292, 472, 482, 486, 493 Hidalgo y Costilla, Cristóbal: 73
Gutiérrez de Terán, José María: 67 Hidalgo y Costilla, Miguel: 11, 15, 16, 17, 18,
Gutiérrez del Mazo, Ramón: 151, 490, 529 19, 20, 21, 29, 33, 44, 48, 49, 52, 53, 57, 58,
Gutiérrez,Ángel: 36 59, 61, 73, 74, 75, 76, 77, 78, 79, 91, 94, 95,
Gutiérrez, Bárbara: 52 101, 110, 112, 124, 125, 134, 146, 147, 148,
Gutiérrez, Francisco Antonio: 136 149, 155, 158, 163, 164, 165, 166, 167, 170,
Gutiérrez, Luis: 197 171, 175, 178, 179, 180, 183, 186, 194, 195,
Guzmán Gutiérrez, María Esther: 58 196, 197, 203, 207, 209, 210, 211, 212, 217,
Guzmán Pérez, Moisés: 98, 99, 212 218, 219, 235, 240, 244, 248, 249, 255, 260,
Guzmán, Gordiano: 51, 181, 521 262, 263, 265, 271, 273, 276, 277, 284, 291,
Guzmán, Martín Luis: 107 296, 299, 300, 304, 312, 322, 336, 337, 338,
339, 345, 347, 350, 351, 352, 367, 368, 370,
Habsburgo, Maximiliano de: 273 375, 382, 383, 384, 385, 386, 387, 388, 389,
539
390, 396, 399, 400, 402, 405, 408, 409, 410, 501, 506, 507, 508, 512, 520, 521, 522,
417, 418, 419, 420, 424, 426, 427, 428, 429, 523, 524, 525, 526, 527, 528, 529, 530
430, 436, 437, 442, 443, 444, 445, 446, 447, Iturribarría, Luis: 438
449, 450, 452, 453, 461, 462, 463, 464, 465, Iturrigaray y de Gainza, José: 87
466, 467, 468, 469, 470, 471, 472, 473, 474, Iturrigaray, Joaquín: 86
475, 478, 489, 522 Iturrigaray, José de (hijo): 86
Hidalgo, Joaquín: 73, 75 Iturrigaray, José de (virrey): 19, 20, 24, 25, 26,
Hidalgo, Manuel: 74, 75 29, 33, 45, 79, 85, 86, 87, 88, 89, 90, 91, 92,
Hidalgo, Mariano: 77 108, 124, 131, 132, 143, 144, 145, 146, 157,
Híjar, Rafael de: 165 158, 194, 237, 243, 246, 247, 249, 283, 296,
Hobbes,Thomas: 234 302, 311, 316, 322, 336, 350, 397, 400, 421,
Hobsbawm, Eric: 368 437, 444, 449, 457, 458, 459, 512
Homes Coffin,W.: 206 Iturrigaray, María del Pilar: 86
Huarte y Muñiz,Ana María: 78, 398, 399 Iturrigaray,Vicente: 86
Huarte, Isidro: 78 Ixtlixóchitl: 58
Huerta, Efraín: 384, 390
Huerta, José de Jesús: 51, 52 Jackson,Andrew: 71, 204, 517
Huidobro,Toribio: 179 Jaramillo Magaña, Juvenal: 18
Humbert, Jean Amable: 184, 203, 204 Jáuregui y Aróstegui, María Francisca Inés de:
Humboldt,Alexander von: 342, 373, 397 86
Jáuregui, José María: 530
Ibar, Francisco: 282 Jáuregui, Luis: 23, 378
Ibarra, Ana Carolina: 7, 12, 23, 28, 30, 31, 68, Jefferson,Thomas: 294
186, 190, 246, 348, 349 Jesús Nazareno: 262
Ibarra,Antonio: 372, 378 Jiménez Codinach, Guadalupe: 18, 21, 219,
Iriarte, Rafael: 44, 464, 467, 473 265, 268, 420
Iruela, Celso: 189 Jiménez Marce, Rogelio: 420
Isabel (reina de Castilla, la Católica): 30, 141, Jiménez, José Mariano: 182, 183
269, 320, 323 Jovellanos, Gaspar Melchor de: 54
Isabel II: 141, 272, 530 Juan Martín (el Empecinado): 104
Iturbe e Iraeta, Manuel: 183 Juárez, Benito: 134, 386, 389
Iturbide y Arregui, José Joaquín de: 78 Justiniano: 93
Iturbide, Agustín de: 27, 46, 51, 55, 57, 60, 61,
62, 63, 64, 65, 68, 78, 79, 80, 81, 82, 83, 84, Kemper, Samuel: 70
85, 102, 103, 109, 115, 122, 123, 126, 129, Kossok, Manfred: 411
132, 134, 137, 141, 155, 186, 189, 198, 199,
200, 201, 212, 219, 222, 228, 233, 236, La Roca (general): 104
241, 252, 255, 258, 259, 260, 266, 267, Labarrieta,Antonio: 396, 420, 421
271, 272, 279, 280, 281, 282, 286, 292, Labarthe R., María de la Cruz: 193
299, 300, 306, 322, 327, 341, 346, 347, Laborde, Jean: 105
356, 377, 385, 397, 398, 399, 400, 401, Lacy y Gautier, Luis: 57
402, 408, 409, 410, 415, 417, 418, 419, Ladd, Doris: 220
420, 421, 422, 423, 425, 432, 439, 452, Lafuente Ferrari, Enrique: 92
453, 454, 480, 485, 486, 487, 494, 500, Laguna, Pedro: 50
540
Landavazo Arias, Marco Antonio: 264 López Aguado y López, Rafaela: 92
Lardizábal y Uribe, Miguel de: 30, 460 López de Cancelada, Juan: 68, 437, 481
Lardizábal,Antonio: 127 López de Letona y Lasqueti, Eliza: 139
Las Casas, Bartolomé de: 68, 437, 438 López de Letona, José Domingo: 136
Lavrín,Asunción: 121 López de Osorio,Antonia: 156
Lazo de laVega (licenciado): 194 López de Santa Anna, Antonio: 61, 82, 84,
Lemoine Villicaña, Ernesto: 43, 44, 46, 47, 48, 122, 132, 134, 135, 138, 190, 273, 409, 411,
117, 171, 253, 266, 425, 426, 429, 430, 431, 422, 425, 453, 454, 521, 522, 523, 525, 526,
432, 433, 434, 447 527
Lempériére,Annick: 283, 295, 420 López Rayón Piña,Andrés: 92
León XII: 439 López, Juan José: 75
León,Antonio: 189, 525, 527 Lorenzana, Francisco Antonio de: 156, 343
León-Portilla, Miguel: 433 Lozada, Mariano: 194
Lequerica, José María: 127 Lozano,Antonio: 176
Lerdo de Tejada, Miguel: 391 Lozano, José María: 319
Lezama Meninde, María Manuela: 24 Lugo, José de: 352
Liceaga, José María: 94, 112, 114, 240, 472, Luna y Montiel, José Manuel: 102
474, 475, 477, 478, 485, 486, 492, 493, 494, Luyando, Manuel: 144
496, 497, 498, 504, 506, 508
Linati, Claudio: 281, 400 Macanaz, Pedro: 127
Liniers, Santiago de: 93 MacGregor, Gregor: 185, 206
Liñán, Pascual de: 106, 107, 140, 514, 515, 516, Macías (cura): 49
529, 530 Madero, Francisco I.: 398, 418
Lira,Andrés: 354, 358 Madison, James: 69, 183, 184, 203, 294, 509
Lizana y Beaumont, Francisco Javier de: 29, Magee,William: 69, 70
146, 158, 242, 312, 336, 343, 345, 421, 459, Maldonado, Francisco Severo: 50, 165, 179,
463, 464, 479 180, 267, 276, 470, 479, 530
Llano,Ambrosio: 188 Malinche: 120
Llano, Ciriaco de: 482, 489, 500, 501, 506, 507, Malo, Ramón: 84, 528
526 Manero, Pedro: 41
Llave, Pablo de la: 346 Maniau, Joaquín: 67, 127, 461
Llorens,Vicente: 436 Manilla, Diego: 176
Llorente, Carlos María: 513 Mannheim, Karl: 447, 448
Llorente, Juan Antonio: 56 Manrique, Jorge Alberto: 43
Llorente, Miguel: 463 Mariana, Juan de: 54
Lloyd Meacham, J.: 414, 415 Mariano (el indio): 262, 264
Lobo, Juan Bautista: 530 Mariano,“el profeta indio” de Tepic: 336
Lobo,Vicente: 196 Marín de Porras, Primo Feliciano: 136
Locke, John: 227, 232 Marroquín,Agustín: 367, 368, 469
Lockhart, James: 354, 358 Martí, Gilabert: 352
Lojero,Antonio: 194 Martí, L.: 132
Lojero, Francisco: 194 Martí, Manuel: 34
Long, James: 71, 185, 206, 517 Martínez Báez,Antonio: 139, 425, 430, 431
Lopetedi,Agustín: 125 Martínez de Aragón, Felipe: 285
541
Martínez de los Ríos, Ramón: 279 Mier, Ruperto: 49
Martínez López-Cano, María del Pilar: 348 Mier, Servando Teresa de, fray: 439, 448, 449,
Martínez Mancilla, Manuel: 530 451, 478, 512, 514, 515, 519, 521, 527
Martínez Ocaranza, Ramón: 384, 390 Mikhailovich Miroshevskii,Vladimir: 411
Martínez Robles,Antonia: 126 Mina Espoz, Francisco: 104
Martínez,Arnoldo V.: 413 Mina Espoz, Juan José: 103
Martínez, Felipe: 54 Mina, Xavier: 11, 23, 70, 103, 104, 105, 106,
Martínez, Ignacio: 175, 479 107, 140, 184, 185, 205, 206, 207, 209,
Martínez, José Luis: 133 292, 352, 435, 438, 505, 512, 513, 514, 515,
Martínez, José Manuel. 499 516
Martínez, Juan de Dios: 151 Minguez Cornells,Víctor: 223
Martínez, Marcos: 467, 469, Miño Grijalva, Manuel: 379, 380
Martiñana, Juan: 68 Miquel i Vergés, José María: 10, 36, 107, 118,
Marx, Karl: 412 126, 276, 283, 388, 390
Matamoros Guridi, Mariano Antonio: 79, 99, Miranda y Marrón, Manuel: 156
100, 101, 103, 113, 115, 167, 168, 169, 187, Miranda, Francisco: 522, 523, 524
188, 189, 284, 479, 480, 481, 487, 488, 489, Miranda, José: 270, 319, 354, 356, 449
492, 494, 499, 500, 501, 502 Molière: 74
Matute,Álvaro: 68, 443, 450 Moncada González, Gisela: 362
Mayagoitia,A.: 132 Moncada y Berrio, Guadalupe: 396
Mayhew, Jonathan: 291, 293 Monroe, James: 69, 185, 203, 204, 294, 482
McCaa, Robert: 374 Monserrat y Ciurana, Joaquín de (marqués de
Mejía, José Antonio: 103 Cruillas): 335
Menchaca, Miguel: 18, 69 Montaño, Eugenio María: 177
Méndez Maín, Silvia María: 374 Montaño, Juan: 493
Méndez Plancarte, Gabriel: 446 Montarari, Massimo: 362
Mendíbil Grao, Pablo de: 425, 434, 435, 436 Monteagudo y Honrubia, Matías de: 107
Mendívil,Andrés: 195 Montes de Oca, José María: 397
Mendoza, Feliciana: 35 Montes de Oca, Luis: 401
Mendoza, Narciso: 380, 424 Montesquieu: 232, 237, 276, 292, 306
Mendoza, Pedro: 482 Montiel García de Andrade, María Isabel: 58
Mengs, Rafael: 396 Moñino y Redondo, José (conde de Florida-
Mercado, José María: 165, 468, 469, 470, 471 blanca): 36, 182
Merecilla y Osorio, Jerónima: 424 Mora y Peysal,Antonio de: 29
Michaud y Thomas, Julio: 398 Mora, Ignacio: 515
Michelena, Mariano: 243, 405, 460, 525 Mora, José María Luis: 68, 72, 107, 123, 175,
Mier y Terán (hermanos). 188 178, 181, 202, 223, 228, 253, 255, 257, 259,
Mier y Terán, Joaquín: 102, 510 274, 281, 282, 286, 290, 295, 306, 314, 319,
Mier y Terán, Juan: 102 320, 323, 328, 362, 372, 378, 393, 417, 418,
Mier y Terán, Manuel de (hijo): 101, 102, 103, 420, 439, 440, 441, 444, 451, 452
178, 204, 205, 251, 422, 428, 488, 501, 509, Morado Macías, César: 23
510, 511 Morales Duárez,Vicente: 127
Mier y Terán, Manuel de (padre): 101 Morales, José María: 352
Mier, Cosme de: 24 Morales, Juan Bautista: 279
542
Morelos y Pavón, José María: 11, 29, 30, 34, Negrete, Pedro Celestino: 51, 52, 82, 84, 181,
43, 46, 48, 50, 53, 54, 57, 62, 64, 65, 68, 79, 202, 480, 484, 488, 506, 520, 524, 525, 527,
94, 95, 98, 99, 100, 101, 102, 105, 108, 110, 528
111, 112, 113, 114, 115, 116, 117, 130, 134, Nicholson, Joseph: 204
140, 149, 154, 155, 158, 159, 164, 167, 168, Nordenflycht,Timoteo (barón de): 142
169, 170, 171, 175, 176, 177, 185, 186, 187, Novella, Francisco: 82, 83, 122, 141, 201, 398,
188, 190, 191, 193, 202, 203, 204, 206, 207, 526, 528, 529
209, 210, 211, 227, 235, 240, 244, 245, 248, Núñez de Haro,Alonso: 343
250, 251, 255, 256, 262, 265, 266, 271, 276,
277, 284, 290, 292, 298, 300, 305, 317, 339, O’Donnell, Enrique: 104
341, 345, 347, 351, 352, 356, 375, 376, 381, O’Donojú, Juan de: 82, 83, 122, 123, 201, 272,
384, 390, 392, 396, 397, 400, 409, 419, 421, 286, 314, 398, 522, 523, 527, 529
422, 424, 425, 426, 430, 431, 433, 434, 436, O’Gorman, Edmundo: 273, 420, 425, 436
437, 442, 443, 445, 446, 464, 465, 466, 467, O’Higgins, Bernardo: 80
468, 469, 470, 472, 473, 474, 45, 476, 477, O’Reilly, conde de: 36
478, 479, 480, 481, 482, 484, 485, 486, 487, Obeso, Manuel: 189
488, 489, 490, 491, 492, 493, 494, 495, 496, Obregón,Álvaro: 419
497, 498, 499, 500, 501, 502, 503, 505, 506, Obregón, Octaviano: 153
507, 508, 509, 510, 511, 512, 514 Obregón, Octavio: 461
Morelos,Antonia: 111 Ocampo, Javier: 85
Morelos, Felipe: 110 Ochoa, José Manuel de: 471, 472
Morelos, Manuel: 110 Ochoa, Juan de: 124, 125, 461
Moreno Valle, Lucina: 280 Ochoa, Mateo: 196
Moreno, Jacinto: 110 Olveda, Jaime: 181
Moreno, Juan José: 275 Onís, Luis de: 105, 185, 203, 482, 517
Moreno, Pablo: 453 Ordoñez, Cristóbal: 125
Moreno, Pedro: 106, 181, 514, 515 Ordoñez, José Manuel: 514
Moreno, Rodrigo: 109, 123, 141, 201, 219, Orendain Hurtado, María Dolores: 54
301, 452, 531 Orozco y Berra, Manuel: 160
Moxô y Francoli, Benito: 16 Orrantia, Francisco de: 107, 515
Moya, Carlos: 64, 432, 519 Ortigoza, José Gregorio de: 28
Moya, María Rita de: 130 Ortiz de Ayala,Tadeo: 69, 259
Mulligan, James Clark: 73 Ortiz de Castro, José Damián: 394
Munilla, Benigno: 194 Ortiz de Domínguez, María Josefa: 118, 123,
Muñiz, Manuel: 35, 475, 500 124, 125, 126, 195, 400, 462
Muñoz Torrero, Diego: 245 Ortiz de Letona, Pascasio: 165, 203, 469
Muñoz, Juan Bautista: 66, 438 Ortiz Escamilla, Juan: 27, 42, 109, 172, 320,
Murguía y Galardi, José María: 94, 187, 240, 342
496, 497 Ortiz Monasterio, José: 452
Múzquiz, Melchor: 423 Ortiz Téllez, María Josefa Crescencia: 123
Ortiz Vázquez, José: 123
Nash, Mary: 121 Ortiz, Francisca: 114
Navarro, Ignacio: 179, 342 Ortuño Martínez, Manuel: 107
Negrete, Manuel: 27, Osés, Ramón de: 150
543
Osorno, José Francisco: 33, 175, 176, 177, 178, Perry, Henry: 70, 106, 205
477, 484, 488, 491, 495, 502, 504, 508, 511 Pétion,Alexandre: 106, 513
Overton, John: 69 Picatto, Pablo: 283
Picornell, Juan Mariano: 71
Palacios, Guillermo: 221, 319 Piedras, Francisco de las: 177, 502
Palazón Mayoral, María Rosa: 57 Pieiro y Verdad, José de: 130
Pampillo Baliño, Juan Pablo: 146 Pípila, el: 380, 424
Pantoja Morán, David: 236 Pisa,Vicente: 92
Paredes Arrillaga, Mariano: 273 Plasencia de la Parra, Enrique: 411
Paris, Francisco: 168, 468, 479 Poinsett, Joel R.: 27, 84, 203, 454
Parra y Terán, José Lorenzo: 130 Porlier, Rosendo: 57, 104, 480, 481, 488, 491
Patiño Ixtolinque, Pedro: 396 Portillo Valdés, José M.: 219
Pauw, Corneille: 37 Prado y Obejero, Bernardo del: 157, 350
Paz, José Agustín: 395 Primo de Verdad y Ramos, Francisco: 93, 132
Paz, José Ignacio: 399 Puente y Calera, Ramona de la: 156
Pedroza, José Antonio: 204 Puga y Acal, Manuel: 419
Peimbert, Nazario: 32, 93
Peña y Montenegro,Alonso de la: 346 Quetzalcóatl: 261
Peredo, Francisco Antonio: 203, 509 Quintana Roo, Andrés: 60, 94, 120, 132,
Peredo, José Francisco: 176 133, 134, 135, 153, 155, 156, 218, 278, 445,
Pérez (sacerdote): 56, 201 498
Pérez Calama, José: 31, 446 Quintana Roo, Genoveva: 155
Pérez Cancino, Gregorio: 52 Quintana, Josefa: 75
Pérez Comoto, Florencio: 277, 464 Quintanar, Luis: 98, 506, 524, 527
Pérez Herrero, Pedro: 349 Quintiliano: 294
Pérez Marañón, Fernándo: 463 Quiroga, Manuel: 63
Pérez Martínez,Antonio Joaquín: 66, 126, 127, Quiroz, Enriqueta: 362, 372
128, 129, 200, 279, 347, 351, 461, 472, 490,
503, 506, 517, 523, 530 Rameau, Jean Philipe: 73
Pérez Montfort, Ricardo: 443 Ramírez,Ángel: 420
Pérez Palacios, José María: 93 Ramírez, José Miguel: 347
Pérez Pavón, Juana María Guadalupe: 110 Ramírez, Marcos: 167
Pérez Tejeda, Luis: 92 Ramírez, María Guadalupe: 396
Pérez Toledo, Sonia: 380 Ramos Arizpe, José Miguel: 10, 67, 122, 127,
Pérez Vejo,Tomás: 278 136, 137, 138, 139, 150, 152, 239, 306, 325,
Pérez Zeballos, Juan Manuel: 146 327, 328, 346, 347, 405, 415, 439, 461, 478,
Pérez,Antonio: 41, 201, 239 503, 519, 522, 523, 525
Pérez, Cayetano: 486 Ramos Jiménez,Antonia Fructuosa: 130
Pérez, Francisco: 126 Ramos Pichardo, Manuela: 73
Pérez, Ignacio: 124, 185, 195, 462 Rangel, Joaquín: 54
Pérez, Luciano: 487 Raynal, Guillaume-Thomas: 37, 143
Pérez, Rafael: 468 Rayón, Ignacio (o López Rayón Ignacio): 92,
Perfecto de Chávez, Manuel: 338 93, 94, 95, 96, 97, 98, 99, 112, 133, 153, 187,
Perrot, Michelle: 121 209, 445, 446, 481, 482, 484, 485, 486, 487,
544
489, 491, 492, 493, 495, 497, 498, 499, 500, Romero y Fernández de Lara, Lorenza: 31
501, 502, 504, 505, 515, 516 Rosains, Juan Nepomuceno: 102, 178, 422,
Rayón, Ramón (o López Rayón, Ramón): 483, 497, 502, 506, 507, 509, 510
494, 495, 504, 507, 513, 523 Rousseau, Jean Jacques: 54, 135, 142, 144, 234,
Raz y Guzmán, Juan Bautista: 93, 507, 530 235, 350, 414
Régules, José María: 187, 482, 486 Rubio Mañé, Jorge Ignacio: 21, 286
Renovales: 104 Rubio Siliceo, Luis: 39
Revilla, Manuel Gustavo Alonso: 402 Rubio, Francisco: 52
Reyes Heroles, Jesús: 416, 449 Ruiz de Apocada,Tomás: 140
Riaño, Juan Antonio de: 16, 20, 73, 76, 77, 163, Ruiz de Apodaca, Juan: 68, 80, 98, 107, 126,
173, 195, 265, 337, 405, 462, 463 139, 140, 141, 198, 279, 286, 313, 330, 339,
Riego, Rafael de: 57, 63, 80, 122, 198, 285, 346, 432, 513, 518, 519, 520, 521, 522, 524,
313, 517 526
Rieu Millan, Marie Laure: 68 Ruiz de Cabañas, Juan Cruz: 51, 179, 201, 347,
Rincón Gallardo, José Antonio: 130 466
Rincón, Manuel: 285 Ruiz Massieu, Francisco: 416
Río,Andrés del: 66 Rulfo (hermanos): 93
Ríos, Mariano: 367 Russell, John, lord: 105
Riva Palacio,Vicente: 152, 314, 451, 452
Rivas de la Chica, Adriana Fernanda: 21, 35, Sábato, Hilda: 227, 230
126 Sagarzurrieta,Ambrosio de: 144
Rivera,Agustín: 444 Sahagún de Arévalo Ladrón de Guevara, Juan
Rivero, Miguel: 44 Francisco: 274
Robinson, William Davis: 203, 204, 205 207, Sahagún, Bernardino de, fray: 425
451 Saint Maxent,Victoria de: 73, 482
Robledo, Juan de Dios: 419 Sainz de Alfaro, Isidro: 145, 351
Roca, Ramón: 277 Salazar (sacerdote): 117
Rocafuerte,Vicente: 293, 294, 295, 425 Salazar, Juan: 69, 183
Rocha, Benito: 101 Salazar, Mariano: 153
Rocha, Ignacio de la: 73 Salcedo, Manuel María: 22, 70, 183, 184, 471,
Rodríguez Alconedo, José Luis: 395, 397, 495 493
Rodríguez del Toro de Lazarín, Mariana: 118 Salcedo, Nemesio: 16, 70, 183, 464, 496
Rodríguez Frausto, Jesús: 21 Salmerón,Alicia: 274, 419
Rodríguez Kuri,Ariel: 420 Salvucci, Richard J.: 380
Rodríguez, Francisco: 400 San Juan Crisóstomo: 32
Rodríguez, Jaime E.: 206, 220, 253, 328, 342, San Marcos: 115, 142
417, 428 San Martín, José de: 188, 347
Rodríguez, Manuel: 93 San Martín, José Mariano de (canónigo de
Rodríguez, María Ignacia, la Güera: 200, 405 Antequera): 66
Rodríguez, Simón: 437 San Miguel, Antonio de: 15, 18, 43, 73, 74,
Rojas, José Antonio: 75 110
Rojas, Rafael: 282, 283, 295 Sánchez de Bustamante, José Antonio: 420
Roldán Vera, Eugenia: 230 Sánchez de Tagle, Francisco: 68, 384, 530
Romero del Valle, Emilia: 146 Sánchez Lamego, Miguel: 103
545
Sánchez Quintanar,Andrea: 443 Sosa, Francisco: 27
Sánchez Reza, José Domingo: 346 Sotelo, Pedro José: 196, 197
Sánchez Santiró, Ernest: 378 Sotero Ortiz Escobar, María: 124
Sánchez Vázquez,Adolfo: 412, 413 Soto Estrada, Miguel: 139
Sánchez, George I.: 414 Speckman, Elisa: 230, 420
Sánchez, José María: 124, 484, 500, 508 Spell, Jefferson R.: 414
Sánchez, Miguel: 208 Spencer, D.: 307
Sánchez, Prisciliano: 267, 399 Spencer, Herbert: 417
Sancristóbal y Garay, Manuel: 53 Sprague,William Forrest: 65
Sandoval, Santiago: 396 Staples,Anne: 156, 393, 441
Santa Bárbara de las Fuentes y Vallejo, María Suarez, Francisco: 73, 346
de la Luz Petra Agustina Regalada de: 18 Sucre,Antonio José de: 80
Santa María Todos Santos: 65
Santa María, Manuel: 21 Tabares, Mariano: 112, 475, 477
Santa María,Vicente: 431 Taboada y Lemos, Francisco Gil de: 142
Santa Teresa: 125, 143, 395 Tácito: 132
Santos Verdín, Nicolás: 49 Taine, Hippolyte: 417
Santos Villa, José: 76, 196 Talamantes, Melchor de: 26, 33, 76, 131, 142,
Santos Villa, María Guadalupe: 73 143, 144, 145, 146, 158, 237, 238, 243, 265,
Santoyo, Francisco: 281 445, 449, 450
Sardá, mayor: 106 Támez, Pedro: 275
Sardaneta y Llorente, José Mariano de (mar- Tanck de Estrada, Dorothy: 358, 380
qués de San Juan de Rayas): 459, 530 Tavera, Xavier: 431
Sayeg Helú, Jorge: 136 Taylor,William: 356, 358, 428
Scott,Winfield: 105 Teja Zabre,Alfonso: 441, 442, 443
Sebastián (rey): 261 Tejeda, Felipe Antonio: 42
Serrano Migallón, Fernando: 48, 135 Téllez Girón, Manuela: 123
Serrano Ortega, José Antonio: 61, 152, 175, Téllez Guerrero, Francisco: 30
320, 341, 428 Tena Ramírez, Felipe: 132, 236, 274
Serry, Jacobo Jacinto: 73, 75 Terán,Antonio: 51
Servin de la Mesa, Francisco: 174 Terán, Marta: 18, 21, 78, 167, 197, 212, 341
Sesma, Ramón: 102, 188, 484, 486 Terranova y Monteleone, duque de: 406
Severo Maldonado, Francisco: 50, 165, 179, Terrazas, Francisco: 396
267, 276, 470, 530 Teruel y Llanos, Ignacia de: 101
Shaler,William: 69, 71, 203 Thornton,William: 105
Sibley, John: 69 Thünen, Johann Heinrich von: 370
Sierra de Casasús, Catalina: 18 Timmons,Wilbert H.: 286, 426
Sierra, Justo: 61 Tirado y Priego, Juan Antonio: 351
Silva Riquer, Jorge: 372 Tirado, José: 199
Smith S., Robert: 323 Toledo, José Álvarez de: 69, 105, 184, 203, 266,
Smith,Alexander: 105 292, 507, 508, 510
Smith, Dennis: 105 Tolsá, Manuel: 33, 394, 396, 397
Sobrino, José Manuel: 402 Toral, Manuel: 125
Sordo, Reynaldo: 103 Toreno, conde de: 302
546
Tornel, José María: 423 Vega, Mercedes de: 307
Torre Saavedra,Ana Laura de la: 107 Velasco, Francisco Lorenzo de: 94
Torre Villar, Ernesto de la: 31, 45, 78, 166, 197, Velázquez de León, Manuel: 201, 530
402, 426, 446 Velázquez, Manuel: 143, 201, 530
Torre, Josefa de la: 15 Velázquez, María del Carmen: 186
Torre, Juan Bautista de la: 473 Vélez, Rafael de: 61
Torres Puga, Gabriel: 31, 34, 61, 109, 145, 352 Venancio Montero, Felipe: 100
Torres Torrijo,Antonio: 26 Venegas, Francisco Xavier: 22, 36, 39, 44, 46,
Torres, José Antonio (padre): 106, 179, 206, 49, 50, 53, 54, 60, 63, 99, 100, 121, 146, 147,
444, 506, 512, 516 148, 149, 150, 151, 152, 158, 169, 171, 172,
Torres, Manuel: 292, 527 181, 183, 203, 248, 275, 277, 285, 289, 312,
Torres, María Josefa: 52 337, 338, 339, 375, 461, 462, 463, 464, 465,
Toussaint del Barrio, Fernando: 126 466, 468, 469, 474, 475, 476, 481, 482, 483,
Tovar Ramírez,Aurora: 118, 121 485, 486, 487, 488, 489, 490, 491, 493
Tracy: 104 Verdad y Moya, José María: 130
Trejo, Evelia: 68, 450, 455 Verdad y Moya, María Guadalupe: 130
Tresguerras, Francisco Eduardo: 395, 396 Verdad y Ramos,Tomás: 130
Trujano,Valerio: 169, 186, 479, 482, 486 Verduzco, José Sixto: 347, 366, 477, 485, 488,
Trujillo,Torcuato: 20, 164, 466 492, 493, 494, 496, 497
Tutino, John: 175, 279, 428 Viana (oidor): 165
Vicario, Leona: 60, 118, 120, 133, 153, 156,
Ulpiano: 103 278, 400, 492, 495, 500
Unzaga y Menchaca, María Ana Josefa de: 18 Victoria, Guadalupe: 47, 56, 57, 72, 98, 103,
Urbina, Luis G.: 380, 391 134, 138, 204, 281, 282, 292, 305, 400,
Urbina,Telésforo: 281 405, 423, 439, 502, 509, 510, 513, 523,
Uría, José Simeón: 179, 226, 461, 477 524, 525
Uriarte, José María: 399 Vicuña, Juan: 92
Uribe, María Josefa de (viuda de Martínez): Villa, Pancho: 263
69 Villacampo: 104
Villagrán, Francisco: 495
Valadés, José‚ C.: 411 Villagrán, Julían “Chito”: 49, 125, 468, 496
Valdés,Antonio José: 279 Villalba y Angulo, Juan de: 335
Valladares, Josefa María: 35 Villamil, Bernardo: 166
Valle Pavón, Guillermina del: 372 Villaseñor, Ignacio: 194, 467
Van Young, Eric: 264, 279, 366, 368, 428 Villaurrutia Salcedo,Antonio: 156
Vanderwood, Paul J.: 368 Villaurrutia,Antonio: 50, 156
Vassal Fox, Henry Richard (lord de Villaurrutia, Ciro: 156
Holland):105, 205, 437 Villaurrutia, Eulogio: 158
Vázquez Olivera, Mario: 190, 307 Villaurrutia, Jacobo de: 26, 89, 93, 105, 143,
Vázquez Semadeni, María Eugenia: 27, 61 144, 147, 151, 156, 157, 158, 159, 160, 275,
Vázquez, Francisco Pablo: 347 421, 458, 491
Vázquez, José María: 396 Villaurrutia, María Magdalena: 156
Vázquez, Josefina Zoraida: 61, 207, 219, 268, Villavicencio, Pablo de (el Payo del Rosario):
380, 425, 429 281
547
Villoro, Luis: 49, 136, 301, 426, 447, 448, 449, Yánez,Agustín: 55, 57, 58
450 Yánez, Isidro: 201, 530
Vincet,Theodore G.: 65 Yarza, Isidro: 68
Viqueira Albán, Pedro: 223 Yermo, Gabriel de: 26, 90, 108, 132, 145, 147,
Virgen María: 208, 219, 396 296, 421, 481, 484
Vivanco, marqués de: 84 Young, coronel: 105
Volney: 453 Yuste, Carmen: 372
Voltaire: 276
Vorci y Faba,Victoriana de: 156 Zambrano, Francisco: 53
Warren, Harris Gaylord: 107, 186 Zambrano, Juan Manuel: 183
Zapata, Emiliano: 263
Washington, George: 294 Zapata, Narcisa: 383
Weber, David J.: 186 Zárate, Julio: 152, 314, 450, 451, 452
Weckmann, Luis: 223 Zárate,Verónica: 92, 123, 126
Wellington, duque de: 486 Zavala, Lorenzo de: 132, 133, 135, 137, 255,
Widmer, Rolf: 193 285, 412, 418, 452, 455, 493, 524, 525
Wilkinson, James: 69 Zerecero,Anastasio: 412
Zozaya, José Manuel: 293
Ximenes del Río, Juan: 56 Zúñiga Ontiveros, Mariano: 277
Ximeno y Planes, Rafael: 395, 397, 401

548
ÍNDICE TOPONÍMICO

Acámbaro: 164, 173, 174, 466, 523 América Latina: 221, 230, 231, 268, 283, 319,
Acapulco: 62, 63, 82, 112, 114, 115, 141, 142, 412, 428
167, 168, 169, 170, 181, 186, 187, 190, 191, América meridional: 217
192, 202, 370, 391, 432, 445, 465, 468, 472, América mexicana: 116, 159, 227, 236, 250,
489, 492, 493, 494, 495, 496, 497, 503, 531 256, 264, 265, 266, 271, 292, 299, 304, 422,
Acatempan: 81 Abrazo de: 212 424, 434, 436, 505, 510
Acatita de Baján: 18, 22, 368, 473, 474 América Septentrional: 34, 40, 55, 57, 95, 97,
Acayucan: 336 115, 120, 170, 217, 219, 231, 235, 240, 244,
Aculco: 20, 59, 77, 94, 125, 164, 165, 207, 338, 245, 256, 265, 266, 267, 289, 304, 306, 349,
444, 467 422, 423, 499
Acultzingo: 488 América: 36, 38, 42, 55, 59, 60, 62, 63, 64, 67,
África: 63, 261, 269, 338, 511 68, 69, 93, 94, 104, 106, 108, 113, 114, 120,
Agua de Quichula: 499 132, 133, 137, 142, 143, 151, 159, 165, 171,
Agua Nueva: 470 183, 212, 217, 218, 219, 225, 236, 238, 245,
Agua Zarca: 474, 517 246, 253, 254, 255, 257, 260, 264, 265, 266,
Aguascalientes: 130, 166, 340, 371, 379, 464, 267, 269, 271, 272, 276, 277, 278, 286, 288,
471, 475, 477 292, 294, 297, 298, 302, 303, 304, 306, 320,
Ajusco: 516 321, 323, 324, 325, 326, 327, 335, 349, 370,
Álava, España: 434 371, 397, 399, 401, 407, 409, 434, 435, 437,
Alcalá de Henares, España: 156, 158, 349 443, 454, 457, 460, 463, 465, 469, 476, 478,
Alemania: 67, 320, 405 480, 517, 525
Alta California: 203, 342 Amilpas: 481
Altamira, México: 183, 184 Anáhuac: 114, 194, 236, 240, 245, 250, 265,
Altos de Jalisco: 367 266, 267, 304, 305, 388, 399, 451, 527
Alvarado: 523 Andalucía, España: 36, 41, 80, 82, 87, 202, 335,
Amatitán: 468 342
América Central: 267 Antequera: 28, 29, 30, 168, 169, 170, 186, 187,
América del Norte: 186, 264 188, 189, 190, 284, 311, 489
América del Sur: 80, 81, 255, 294, 353 Apam (Apan): 370, 155, 175, 177, 178, 201,
América española: 21, 27, 30, 32, 42, 68, 173, 397, 465, 523
202, 204, 224, 229, 230, 246, 311, 321, 325, Apaseo: 74
335, 342, 459, 509, 527
549
Apatzingán: 42, 46, 110, 116, 117, 134, 135, Barlovento de Veracruz: 184
170, 227, 231, 233, 236, 253, 256, 271, 273, Baton Rouge: 184
299, 304, 351, 356, 420, 422, 426, 430, 432, Bayona: 24, 93, 104, 130, 220, 237, 302, 303,
433, 445, 447, 449, 505, 506 350, 457
Apaxtla: 510 Béjar: 22, 69, 70, 71, 72, 183, 184, 203, 251,
Aragón, Cortes de: 324 253, 471, 493, 494, 497
Aragón: 28, 261, 269, 320, Boquilla de Piedra (Boquilla): 106, 184, 204,
Arandas: 179, 479 510
Aranjuez, España: 66, 89, 457, 459 Brasil: 266
Aranjuez, motín de: 89, 93, 104, 457 Brazo de Santiago: 103
Arapiles, Salamanca: 49 Bruselas, Bélgica: 400
Ario: 75, 505, 508 Buenos Aires: 237, 268, 284, 290, 294, 307,
Arizpe, Ramos: 10, 67, 122, 127, 136, 137, 138, 321, 437
139, 150, 152, 239, 306, 325, 327, 328, 346, Burdeos, Francia: 105, 434
347, 405, 415, 439, 461, 478, 503, 519, 522, Burgo de San Cosme: 43
523, 525 Burras: 20, 163
Arizpe: 238, 311, 342
Asia: 38, 122, 321 Cabezas de San Juan, Cádiz: 198, 517
Asturias, España: 17, 90, 104, 480, 517 Cádiz: 28, 29, 41, 66, 67, 86, 87, 91, 95, 122,
Asturias, príncipe de: 93, 237, 302, 457 136, 139, 147, 149, 150, 171, 179, 205, 231,
Asunción: 121, 353, 396 233, 239, 251, 255, 256, 259, 260, 271, 278,
Atenango del Río: 356, 510 284, 290, 317, 318, 325, 327, 351, 356, 369,
Atenas, Grecia: 294 370, 437, 460, 472, 478, 483, 487, 498, 518
Atlántico: 31, 33, 34, 158, 231, 236, 297, 302, Cortes de: 10, 34, 59, 66, 68, 97, 108, 114,
368, 369, 370 122, 136, 139, 182, 139, 240, 245, 254,
Atlixco, Puebla: 332, 397, 450 275, 296, 303, 304, 312, 324, 325, 327,
Atotonilco: 51, 163, 179, 207, 210, 388, 462, 328, 356, 357, 415, 416, 417, 438, 449,
475 472, 478, 480, 481, 485, 506
Atoyac: 179, 519 Constitución de: 46, 52, 57, 59, 60, 61, 63,
Austin,Texas: 334, 414 68, 97, 99, 101, 121, 141, 146, 211, 212,
Azcapotzalco: 210, 425, 527, 528 217, 220, 222, 223, 226, 231, 233, 236,
240, 241, 242, 257, 258, 265, 269, 271,
Bahamas: 32 273, 275, 279, 286, 290, 293, 304, 305,
Bahía del Espíritu Santo: 70, 486 311, 326, 327, 352, 356, 416, 435, 439,
Baja California: 137 449, 487, 495, 496, 505
Baján: 18, 21, 22, 166, 368, 445, 473, 474 Caledonia: 105, 512
Bajío: 29, 79, 87, 146, 164, 170, 172, 173, 174, Alta California: 137, 203, 342
185, 186, 191, 201, 296, 336, 344, 362, 363, Baja California: 137
364, 365, 367, 370, 371, 372, 379, 395, 485, California: 264, 267
522 Campeche: 190, 198, 205, 266, 285, 286, 289,
Balsas: 251, 467, 516 230, 518, 529
Baltimore: 105, 177, 185, 205 Campo del Gallo: 486
Barcelona, España: 21, 152, 159, 320, 323, 362, Campo del Maguey: 474
451 Capitanía General de Guatemala: 83, 99, 349
550
Capitanía General deYucatán: 82, 189 Colotlán: 37, 50, 166, 179, 355
Caracas,Venezuela: 284, 321, 332 Comanja: 50, 209, 514
Carácuaro: 101, 110, 111, 112, 115, 167, 442, Comitán: 189, 528
464, 465, 466, 505 Contepec: 174
Caribe: 220, 369, 376 Cóporo: 79, 95, 211, 504, 506, 507, 513, 515
Cartagena: 106, 321, 349, 368 Córdoba, España: 82, 93
Castilla la Nueva, España: 270, 321, 324, 438 Córdoba: 82, 83, 88, 122, 123, 201, 233, 236,
Castilla la Vieja, España: 36, 153 252, 266, 272, 314, 332, 336, 485, 493, 523,
Cataluña, España: 28, 30, 320 524, 526, 527, 528, 529, 531
Celaya: 79, 87, 124, 149, 163, 164, 165, 173, Cosalá: 180
195, 210, 240, 263, 338, 395, 406, 444, 462 Costa Chica: 170, 186, 188, 468
Centroamérica (América Central): 102, 267 Coyuca: 467, 501, 503, 504
Cerro de la Barra: 508 Cuajimalpa: 24, 164, 165, 466, 467
Cerro de las Campanas: 273 Cualotitlán: 199
Cerro del Calvario: 210 Cuautla: 99, 100, 113, 116, 149, 168, 169, 175,
Cerro del Cóporo: 504, 507 187, 244, 277, 370, 401, 445, 479, 481, 482,
Ceuta: 156, 205 483, 484
Citlala: 113 Cuautlixco: 482
Ciudad de México: 17, 20, 24, 27, 33, 34, 39, Cuba: 23, 69, 140, 217, 265, 335, 513
40, 41, 51, 52, 53, 62, 65, 68, 79, 80, 83, 88, Cuenca, España: 107, 266
92, 96, 98, 99, 101, 103, 109, 110, 120, 121, Cuerámaro: 506
122, 123, 124, 125, 126, 129, 130, 132, 136, Cuernavaca: 93, 113, 164, 281, 362, 370, 481
139, 140, 141, 142, 143, 144, 148, 149, 150, Cuitzián: 501
151, 152, 153, 154, 155, 158, 159, 164, 168, Cunecamé, Nueva Vizcaya: 182, 203, 288, 470
169, 171, 173, 175, 176, 177, 192, 193, 194, Cuquío: 166
209, 210, 211, 212, 219, 220, 222, 223, 229, Cutzamala: 500, 523
236, 238, 249, 252, 257, 267, 271, 272, 273, Cutzián: 111
276, 277, 278, 279, 281, 284, 285, 286, 288, Chalco: 80, 479
289, 291, 294, 315, 316, 320, 322, 324, 330, Chamacuero: 163, 332
332, 362, 367, 376, 377, 380, 381, 382, 391, Chapala: 50, 181, 263, 372, 503
392, 393, 394, 395, 398, 407, 408, 418, 420, Chapultepec: 88, 207, 211
429, 430, 433, 437, 440, 443, 449, 450, 458, Charo: 112, 164, 167
459, 462, 463, 464, 466, 467, 474, 476, 478, Chiapas: 100, 102, 157, 169, 187, 188, 189,
480, 481, 482, 483, 484, 486, 487, 488, 489, 330, 333, 355, 438, 528, 529
490, 491, 493, 495, 496, 500, 504, 506, 510, Chiautla: 113, 168, 478, 484, 485
512, 515, 516, 518 Chichihualco: 168, 474, 502
Ciudad Real: 188, 189, 528, 529 Chihuahua: 19, 21, 78, 166, 263, 265, 330, 333,
Coahuayutla: 167, 467 371, 445, 473, 474, 475, 476, 506, 528
Coahuila: 21, 72, 136, 137, 139, 173, 182, 203, Chilacayoapan: 479
265, 289, 328, 330, 333, 362, 461, 477, 497 Chilapa: 112, 113, 168, 169, 190, 193, 466, 477,
Coatepec: 394 478, 485, 501
Coatzacoalcos: 102, 204, 205 Chile: 138, 181, 294, 321, 369, 372
Colima: 50, 74, 173, 179, 180, 446, 525 Chilpancingo: 64, 114, 117, 133, 154, 168, 170,
Colombia: 294 188, 193, 235, 250, 253, 294, 298, 422, 423,
551
430, 431, 432, 433, 534, 445, 449, 469, 475, 229, 231, 235, 238, 242, 243, 244, 245, 246,
477, 496, 497, 498, 499, 501, 503 247, 248, 250, 253, 254, 257, 258, 261, 262,
Congreso de: 46, 102, 188, 253, 256, 304, 263, 265, 266, 267, 269, 270, 271, 272, 273,
430, 431, 449, 498 276, 278, 285, 286, 288, 289, 293, 298, 299,
China: 191, 321, 392 302, 303, 306, 315, 317, 320, 321, 322, 324,
Chiquimula: 188 325, 326, 327, 328, 335, 337, 339, 342, 344,
Cholula: 407, 526 346, 347, 351, 352, 353, 355, 362, 368, 369,
Churumuco: 110 370, 371, 376, 377, 380, 384, 385, 393, 394,
396, 397, 399, 405, 407, 409, 410, 417, 419,
Departamento del Norte: 175, 177, 178 429, 430, 432, 434, 435, 437, 438, 440, 444,
Dolores: 11, 15, 19, 20, 21, 50, 54, 58, 59, 75, 446, 449, 454, 457, 459, 460, 463, 470, 476,
76, 79, 111, 163, 173, 178, 179, 180, 182, 487, 493, 497, 500, 502, 503, 504, 506, 508,
194, 195, 197, 207, 218, 300, 345, 350, 375, 512, 514, 517, 519, 520, 525, 527, 529, 531
383, 384, 386, 387, 401, 408, 410, 426, 427, Estado de México: 61, 134, 154, 159, 281, 400,
446, 451, 452, 462, 463, 515, 529 440, 454
Durango: 52, 201, 262, 264, 265, 288, 311, 330, Estados Unidos: 18, 21, 22, 27, 47, 69, 70, 71,
332, 333, 355, 362, 371, 461, 496, 526, 527, 95, 103, 105, 116, 143, 144, 165, 176, 177,
528 180, 182, 183, 184, 185, 196, 202, 203, 204,
205, 206, 233, 242, 252, 266, 267, 271, 273,
Ecatepec: 117, 170, 210, 396, 512 281, 291, 292, 293, 300, 301, 326, 327, 348,
El Aguacatillo: 112, 114, 467, 468, 469, 503 376, 406, 408, 410, 414, 415, 416, 422, 429,
El Alazán: 71 434, 436, 439, 453, 454, 469, 472, 475, 482,
El Alto: 51, 179 506, 507, 508, 509, 512, 517, 521, 527
El Bejuco: 503 Europa: 32, 37, 38, 121, 145, 169, 206, 212,
El Ejido: 467, 487 217, 218, 231, 245, 286, 293, 298, 304, 321,
El Limón: 502, 510 335, 338, 348, 362, 371, 405, 407, 425, 437,
El Llanito: 75, 197 438, 443, 453
El Oro: 511
El Rosario: 180, 470 Filadelfia: 69, 70, 105, 284, 439, 482, 512, 527
El Rosillo: 70 Filipinas: 62, 63, 167, 168, 181, 192, 321, 322,
El Salitral: 504 325, 349
ElVeladero: 467, 474, 477, 503 Florida Occidental: 70, 182, 184
ElVenadito: 106, 515 Florida Oriental: 184, 185, 206
Erongarícuaro: 353 Florida: 182, 204, 426
España: 16, 17, 19, 20, 23, 25, 26, 27, 28, 29, 30, Francia: 16, 22, 25, 29, 32, 52, 57, 74, 87, 104,
31, 32, 33, 34, 41, 43, 45, 48, 49, 52, 55, 57, 113, 139, 182, 205, 227, 235, 237, 276, 277,
58, 60, 62, 63, 64, 70, 71, 76, 77, 79, 80, 81, 296, 300, 302, 326, 342, 343, 369, 374, 405,
82, 86, 87, 88, 89, 90, 91, 93, 94, 95, 100, 433, 434, 440, 444, 454, 457, 505
104, 105, 106, 107, 108, 112, 113, 121, 122, Fuerte de San Diego: 168, 170, 494, 497
125, 127, 128, 129, 133, 137, 138, 139, 141,
145, 146, 152, 156, 157, 158, 159, 171, 173, Galicia, España: 104, 130
174, 181, 182, 185, 186, 191, 192, 195, 198, Galveston: 105, 106, 184, 185, 205, 513
200, 202, 203, 204, 205, 206, 207, 209, 211, Gerona: 320
212, 213, 217, 218, 220, 222, 225, 226, 228, Gibraltar: 36
552
Golfo de México: 71, 203, 527 Huitzio: 189
Gran Bretaña: 171, 182, 206, 276, 292, 302, Huixquilucan: 154
326, 335, 505
Granada, España: 172 Iguala: 51, 81, 129, 199, 200, 212, 222, 267,
Guadalajara: 16, 21, 42, 43, 47, 49, 50, 51, 52, 410, 432, 451, 521, 522
58, 77, 81, 82, 94, 136, 156, 165, 166, 173, Plan de: 23, 51, 52, 61, 63, 82, 83, 109, 122,
179, 180, 181, 201, 209, 218, 221, 259, 265, 129, 137, 141, 178, 181, 189, 190, 198,
275, 276, 281, 288, 289, 291, 311, 312, 313, 201, 212, 219, 228, 233, 241, 252, 266,
314, 321, 322, 327, 330, 332, 333, 339, 342, 267, 272, 273, 279, 280, 299, 300, 305,
347, 355, 356, 366, 367, 368, 371, 372, 373, 306, 314, 327, 341, 346, 347, 408, 409,
377, 379, 383, 388, 394, 399, 421, 444, 445, 422, 432, 522, 523, 524, 525, 526, 527,
461, 466, 467, 468, 469, 470, 471, 472, 476, 530, 531
477, 485, 497, 498, 516, 524, 525, 526 Igualapa: 190
Guanajuato: 16, 20, 21, 27, 44, 46, 77, 79, 87, Indaparapeo: 112, 164, 470
106, 140, 153, 163, 164, 165, 172, 173, 174, Indias: 29, 30, 93, 100, 144, 157, 158, 262, 269,
175, 179, 180, 183, 195, 201, 207, 209, 210, 270, 305, 314, 320, 321, 322, 323, 324, 349,
213, 221, 265, 288, 289, 311, 320, 330, 332, 353, 358, 368, 369, 370, 416, 429, 434, 437,
333, 334, 336, 337, 338, 342, 355, 371, 373, 438, 446, 457, 459, 460
392, 395, 405, 421, 441, 444, 461, 462, 463, Inglaterra: 67, 87, 104, 105, 108, 113, 143, 202,
468, 469, 470, 476, 478, 494, 497, 507, 509, 203, 206, 232, 321, 369, 405, 434, 435, 436,
514, 515, 517, 519, 522 478
Guananí: 270 Iramuco: 174
Guaracha: 480 Irapuato: 87, 163, 164, 480, 508
Guatemala: 15, 189 Isla Barataria: 203, 204
Guatemala: 15, 29, 83, 99, 102, 127, 137, 156, Isla de Amelia (Amelie): 185, 206
158, 169, 181, 187, 188, 189, 265, 266, 321, Isla de Galveston (Isla Culebra): 184, 185
349, 528, 529 Isla de León, España: 67, 127, 460, 461, 463,
Guayaquil: 142, 293 465, 467
Guipúzcoa: 24 Isla de Mezcala: 181
Itacuixtla: 66
Haití: 95, 105, 107, 185, 205, 242, 494, 513 Italia: 405
Hajuapan: 102, 113, 169, 187, 189, 486, 501, Ixtlahuaca: 164, 480, 511
505, 525 Izúcar: 101, 149, 168, 169, 479, 481, 483, 484,
Hispanoamérica: 213, 221, 237, 282, 293, 370, 489
411, 413, 434
Huajuapan de León: 169 Jaca,Aragón: 28
Huajúcar: 166 Jaén, España: 172
Huamuxtitlán: 168, 479, 502 Jalisco: 98, 267, 281, 333, 367, 394, 399
Huaniqueo: 480 Jalostotitlán: 51, 179
Huasteca: 22 Jamapa: 102, 509
Huatusco: 498 Jamiltepec: 186, 479
Huesca: 28 Jantetelco: 99
Huetamo: 485, 500, 504, 507, 509, 515 Jaral: 106, 136, 462
Huichapan: 49, 95, 367, 467, 494 Jaujilla: 185, 251, 512, 514, 516
553
Jerécuaro: 174 Málaga, España: 172, 321
Jerez, España: 172 Malpaís: 483
Jiquilpan: 332 Mallorca, España: 122, 320
Jonacatepec: 482 Manila: 321, 322, 521
Juchitengo: 483 Maravatío: 92, 94, 164, 480
Jungapeo: 95, 506 Mascota: 181
Matagorda: 184, 203
La Barca: 179, 506 Matehuala: 182, 476
La Brea: 474 Mazatlán: 521
La Coruña, España: 32, 321, 480, 518 Medina del Campo, Castilla: 36
La Habana: 141, 205, 293, 321, 332, 335, 439, Mérida: 190, 275, 285, 286, 288, 289, 329, 332,
521 453, 454, 461, 493, 495, 518, 529
La Huacana: 110 Mesoamérica: 260, 261
La Laja: 166 México: 16, 18, 23, 27, 28, 29, 30, 31, 32, 33,
La Mixteca baja: 108, 188 34, 41, 42, 47, 49, 52, 54, 56, 58, 60, 61, 66,
La Mixteca Poblana: 169 68, 71, 72, 73, 75, 76, 78, 80, 81, 82, 83, 84,
La Mixteca: 29, 186, 187, 188, 189 85, 86, 88, 89, 90, 91, 99, 103, 105, 106, 109,
La Piedad: 367, 398, 474, 475 117, 118, 121, 123, 125, 126, 127, 128, 130,
La Soledad: 88, 101, 524 131, 132, 134, 135, 136, 137, 138, 139, 140,
La Trinidad: 70, 183, 485 141, 142, 144, 147, 149, 151, 152, 154, 156,
Lagos: 50, 130, 181, 367, 477 157, 159, 170, 172, 174, 175, 176, 178, 181,
Las Californias: 26, 182, 265 185, 186, 190, 193, 195, 199, 200, 201, 202,
León: 50, 73, 173, 174, 181, 323, 371, 514 203, 206, 207, 208, 209, 210, 211, 212, 218,
Lerma: 164, 466, 349 219, 220, 223, 229, 230, 231, 234, 235, 236,
Lima, Perú: 142, 266 240, 241, 242, 243, 246, 247, 253, 255, 257,
Linares: 72 258, 259, 260, 264, 265, 266, 267, 268, 271,
Liverpool: 512 274, 275, 279, 280, 282, 283, 286, 288, 290,
Livorno: 84 292, 295, 301, 302, 303, 304, 305, 307, 311,
Lomas de Santa María: 79, 500 312, 313, 314, 315, 319, 320, 321, 322, 324,
Londres, Inglaterra: 27, 84, 104, 105, 140, 185, 328, 330, 332, 333, 334, 336, 341, 342, 343,
205, 284, 298, 434, 435, 436, 437, 438 345, 346, 347, 348, 349, 350, 351, 352, 355,
Los Altos de Ibarra: 181 356, 357, 358, 366, 368, 372, 373, 374, 375,
Los Arrastres: 514 377, 378, 379, 380, 384, 385, 386, 387, 389,
Los Reyes: 367 390, 391, 393, 394, 395, 396, 397, 398, 399,
Luisiana: 22, 69, 71, 143, 182, 183, 184, 185, 400, 401, 405, 406, 407, 408, 409, 410, 411,
266 412, 413, 414, 415, 416, 417, 419, 420, 422,
Llanos de Apan: 155, 175, 177, 178, 201, 523 423, 424, 425, 426, 427, 428, 431, 436, 439,
440, 441, 442, 444, 447, 451, 452, 453, 454,
Madrid: 17, 28, 30, 32, 41, 66, 87, 104, 127, 455, 459, 460, 461, 464, 465, 466, 467, 468,
128, 136, 141, 207, 209, 255, 272, 292, 326, 471, 473, 475, 476, 477, 479, 482, 484, 486,
335, 347, 374, 396, 454, 457, 486, 490, 501, 487, 489, 490, 491, 492, 493, 498, 499, 507,
504, 505, 518, 521, 522, 523 508, 510, 512, 514, 519, 523, 528, 529, 530,
Cortes de: 108, 122, 199, 279, 405, 424, 531
454, 519, 524 México-Tenochtitlan: 208, 212, 223, 291
554
Mezcala: 505 Nuevo México: 182, 203, 265, 267, 330, 333,
Meztitlán: 263 461
Michoacán: 15, 16, 17, 18, 35, 43, 73, 78, 79, Nuevo Santander: 22, 37, 69, 72, 182, 183, 184,
92, 99, 110, 115, 116, 153, 154, 167, 169, 203, 205, 289, 328, 330, 333, 472
170, 174, 181, 188, 190, 191, 200, 201, 221,
247, 248, 251, 265, 279, 284, 289, 305, 330, Oaxaca: 28, 29, 30, 41, 82, 95, 99, 101, 102,
332, 333, 334, 345, 355, 356, 357, 367, 372, 114, 115, 136, 154, 168, 169, 170, 177, 186,
375, 392, 433, 445, 446, 461, 463, 465, 474, 187, 188, 189, 190, 201, 203, 205, 210, 211,
480, 491, 497, 505, 520, 522 240, 244, 245, 265, 276, 284, 288, 289, 290,
Mimiahuapan: 491 327, 330, 332, 333, 336, 355, 356, 367, 371,
Misantla: 513 372, 373, 376, 397, 420, 422, 423, 430, 445,
Mixcoac: 54, 332 461, 468, 477, 479, 485, 488, 489, 490, 491,
Móbila: 184 492, 495, 496, 497, 501, 502, 503, 510, 514,
Monclova: 473, 476 519, 525, 527
Monte de las Cruces: 20, 79, 94, 148, 164, 209, Océano Pacífico: 63, 167, 203, 262, 368, 392
338, 381, 444, 466 Ocuituco: 484
Monterrey: 23, 136, 182, 184, 275, 288, 330, Ojuelos: 181
332, 362, 414, 436, 471, 473, 526 Ometepec: 168, 479, 493
Moscú: 413 Orizaba: 88, 113, 169, 263, 332, 336, 367, 406,
485, 493, 499, 522, 523
Nacogdoches: 22, 70, 71, 103, 183, 486, 517 Otano, Provincias Vascongadas: 103, 156
Naolingo: 251, 285 Oviedo, España: 15, 90, 237
Natchez: 185 Ozumba: 169, 488
Natchitoches: 69, 71
Nautla: 106, 184, 185, 203, 422, 513 Pabellón: 21, 166, 471
Navarra, España: 104, 141, 505, 508 Pachuca: 336, 392, 393, 484, 488, 524
Nayarit: 37, 181, 264, 355 PaísVasco: 264
Nicaragua: 188 Pamplona, España: 103, 104
Niltepec: 188 Panamá: 181, 266
Nocupétaro: 110, 111, 112, 500 Panzacola, Florida: 184, 204
Nochixtlán: 187, 189 París, Francia: 52, 104, 168, 182, 398, 436, 440,
Nopalucan: 484 441, 443, 444, 452
Norfolk: 105, 512 Parral: 371
Norias de Baján: 21, 166 Paso Real de la Sabana: 470
Nueva Galicia: 40, 52, 82, 94, 130, 136, 137, Patambo: 515
201, 217, 265, 266, 288, 289, 312, 330, 338, Pátzcuaro: 35, 36, 47, 48, 110, 164, 210, 338,
371, 497, 498, 519 505, 517
Nueva Orleáns: 69, 71, 106, 184, 203, 204, 205, Península de Yucatán: 217, 265, 285, 376
348, 485, 505, 507, 508, 510 Pénjamo: 73, 516
Nueva Vizcaya: 182, 203, 288, 470 Peotillos: 106
Nueva York: 452 Perote: 19
Nuevo León (Nuevo Reino de León): 37, 72, Perú: 62, 127, 129, 142, 181, 266, 321, 368,
136, 173, 182, 265, 288, 289, 328, 330, 333, 369
414, 461, 471, 497 Petatlán: 467
555
Pie de la Cuesta: 467, 503 265, 278, 284, 288, 289, 330, 332, 333, 334,
Pilcayan: 510 337, 345, 367, 370, 378, 379, 394, 421, 440,
Pimentel: 379 444, 461, 462, 463, 467, 519, 525, 526, 527
Pinotepa: 186 Quezaltenango: 188
Playa Vicente: 102, 205
Portobelo: 368 Rancho Seco: 468
Portugal: 88, 104, 179, 270, 470 Real de Catorce: 182
Provincia de Chiapas: 102 Real de Pinos: 106
Provincia de Guadalajara: 181, 476 Real de Sultepec: 277
Provincia de Guanajuato: 172, 207, 209 Real del Monte: 392
Provincia de Texas: 70, 202, 203, 251, 252, 494 Reino de Guatemala: 29, 102, 190, 531
Provincias del Norte: 21, 37, 143, 183 República mexicana: 70, 98, 184, 185, 252,
Provincias Internas de Occidente: 51, 137, 266, 272, 281, 292, 327, 341, 347, 374, 411,
180, 181, 217, 265, 288, 330, 496, 514 423, 425, 440, 494
Provincias Internas de Oriente: 22, 23, 40, 82, Revilla: 69
103, 136, 137, 152, 182, 184, 185, 217, 265, Río de la Plata: 21, 93, 139, 369
267, 288, 289, 305, 328, 330, 478, 497 Río Medina: 22
Puebla de los Ángeles: 31, 127 Río Mezcala: 467, 501, 517
Puebla: 16, 22, 29, 30, 31, 32, 36, 41, 52, 57, Roma: 193, 294, 345, 347, 349
73, 81, 82, 99, 102, 103, 108, 113, 116, 122,
126, 127, 128, 129, 131, 138, 147, 159, 168, Sahuayo: 179
169, 170, 171, 173, 175, 176, 177, 178, 188, Salamanca: 15, 28, 49, 87, 163, 164, 173, 444,
190, 200, 201, 228, 237, 243, 251, 265, 275, 463, 483
279, 288, 289, 311, 322, 330, 332, 333, 334, Saltillo: 23, 69, 94, 136, 313, 371, 470, 471, 472,
336, 337, 343, 347, 351, 355, 362, 367, 370, 473, 526
371, 372, 373, 376, 379, 394, 395, 396, 397, Salvatierra: 164, 173, 512, 530
422, 440, 443, 450, 451, 461, 463, 465, 472, San Andrés Chalchicomula: 488
478, 484, 490, 498, 503, 506, 510, 519, 523, San Antonio Béjar: 471, 493, 494, 497
526, 528 San Antonio de Padilla: 103
Puente de Calderón: 17, 49, 50, 52, 94, 166, San Bartolomé: 189
180, 181, 183, 209, 276, 338, 339, 445, 471 San Blas: 49, 51, 165, 166, 168, 180, 181, 468,
Puente del Rey: 489, 491 469, 471
Puente Grande: 166 San Cristóbal de la Barranca: 166,
Puente Quebrado: 56 San Felipe del Obraje: 164
Puerto de Batea: 484 San Felipe Neri: 107, 109, 199, 210
Puerto Príncipe: 105, 106, 185 San Felipe: 74, 75, 76, 173, 446
Puerto Rico: 217, 265 San Jerónimo Aculco: 467
Punta de Piedras: 184 San Jerónimo: 519
Puruarán: 99, 115, 211, 304, 492, 499, 501, San José de Chiapa: 488
508 San José de Gracia: 166
San José los Osotes: 166
Quebec: 335 San Juan Amajaque: 496
Querétaro: 19, 29, 44, 76, 82, 87, 124, 125, 130, San Juan Bautista Metepec: 353
148, 173, 194, 195, 201, 209, 210, 220, 258, San Juan Coscomatepec: 498
556
San Juan de los Lagos: 19, 371 Sultepec: 95, 154, 155, 277, 483, 485
San Juan de los Llanos: 355, 514 Sureste: 186
San Juan de Rayas: 144, 459, 530
San Juan de Ulúa: 84, 103, 106, 122, 145, 205, Tabasco: 189, 190, 333, 355, 461
285, 422, 454, 459, 513, 521, 531 Tacámbaro: 35, 500, 501
San Juan del Río: 332, 525 Tacubaya: 65, 66, 123, 385, 529, 530
San Juan, ciudad de México, 463, 491 Tamaulipas: 55, 72, 84
San Luis de la Paz: 75, 173, 340, 441, 515, 525 Tampico: 23, 72, 103, 184, 203, 472
San Luis Potosí: 18, 23, 37, 38, 40, 74, 76, 82, Tancítaro: 499, 506
98, 144, 148, 159, 167, 173, 182, 183, 201, Tapachula: 188
239, 288, 289, 312, 330, 332, 333, 334, 335, Taretan: 251, 505, 509, 511, 516
336, 337, 355, 357, 371, 373, 461, 462, 466, Tarragona, España: 28, 30
467, 468, 519, 525 Tecajaque: 484
San Miguel de Aguayo: 530 Tecoh: 453
San Miguel el Grande: 18, 21, 76, 124, 136, Tecolutla: 184
173, 194, 207, 209, 213, 388, 461 Tecpan: 65, 112, 170, 193, 240, 250, 251, 265,
San Pedro Tlaquepaque: 51, 525 290, 467, 472, 473, 478, 496, 497, 502, 503
San Salvador Chiquimula, Nicaragua: 188 Tecualoya: 168, 480
San Sebastián: 130, 180, 434, 522 Tehuacán de las Granadas: 486
Santa Bárbara: 18, 197 Tehuacán: 31, 101, 102, 103, 169, 170, 178,
Santa Clara del Cobre: 505 188, 204, 205, 251, 422, 484, 486, 487, 488,
Santa Cruz, Guanajuato: 516 502, 506, 507, 509, 510, 511
Santa Fe de Nuevo México: 461 Tehuantepec: 169, 187, 188, 189
Santa Isabel Chalma: 354 Tehuehuetla: 502
Santiago de la Laguna: 44, 47, 464 Tejupilco: 155
Santo Domingo (Saint Domingue): 143, 156, Teloloapan: 81, 199, 522
203, 217, 265, 266, 331, 332, 394, 396, 439 Temalaca: 116, 170, 510
Septentrión Oriental: 182 Temascaltepec: 155, 473
Sevilla, España: 25, 26, 79, 89, 90, 108, 121, 122, Tenancingo: 113, 480, 481
131, 140, 147, 158, 159, 171, 238, 243, 320, Tenango: 94, 169, 176, 177
321, 350, 368, 369, 416, 429, 446, 459 Teocaltiche: 181
Sierra de Comanja: 50, 513 Teotitlán del Camino: 102, 510
Sierra de Nayarit: 181 Teotitlán: 503
Sierra de Puebla: 175, 177, 178 Tepango: 469
Sierra Madre del Sur: 190 Tepeaca: 201, 379, 488, 523
Silacayoapan: 102 Tepecuacuilco: 505, 510
Silao: 140, 487, 515 Tepeji del Río: 101
Sinaloa:182, 330, 333, 355 Teposcolula: 189
Sinton,Texas: 414 Tepotzotlán: 52, 53, 54, 99
Sonora: 182, 203, 262, 265, 267, 330, 333, 355, Tequila: 468
461 Tetela delVolcán: 168
Soto la Marina: 23, 84, 106, 185, 205, 513, 514 Texas: 22, 23, 27, 69, 70, 71, 72, 73, 103, 106,
Sudamérica (América del Sur): 191, 238, 326, 123, 139, 143, 182, 183, 184, 185, 202, 203,
328 204, 205, 206, 251, 252, 265, 289, 292, 328,
557
330, 333, 406, 414, 415, 417, 454, 486, 494, Valencia, España: 28, 31, 41, 42, 121, 137, 320,
497, 517 394, 396, 437, 503
Texcoco: 58, 281, 379, 507 Valladolid: 15, 16, 17, 21, 31, 32, 43, 49, 51, 73,
Tierra Adentro: 88, 370, 371, 483 74, 75, 76, 77, 78, 79, 82, 92, 93, 94, 99, 110,
Tierra Caliente: 79, 110, 111, 149, 190, 210, 111, 112, 115, 164, 170, 173, 194, 201, 220,
367 243, 247, 249, 275, 276, 279, 284, 288, 311,
Tihosuco: 289, 330 336, 337, 338, 345, 362, 373, 375, 444, 445,
Tiripitío: 500, 504 460, 461, 464, 465, 467, 468, 470, 475, 480,
Tixtla: 62, 63, 168, 190, 193, 475, 476, 477, 492, 494, 499, 500, 501, 502, 504, 507, 508,
501 519, 524
Tixtlancingo: 503 Valle de Chalco: 80
Tizapán El Alto: 179 Valle de Matehuala: 182
Tlacotepec: 115, 488, 501, 502 Valle de México: 41, 370
Tlalchapa: 480, 481, 502 Valle de Santiago: 46, 164, 476, 485
Tlalpan: 89, 281, 385 Valle del Maíz: 106, 514
Tlalpujahua: 92, 93, 94, 95, 153, 154, 164, 392, Venecia: 291
466, 485, 491, 494, 495 Venezuela: 95, 106, 204
Tlapa: 168, 190, 193, 479 Veracruz: 20, 21, 22, 29, 37, 41, 49, 54, 78, 82,
Tlatlauqui: 443 84,86, 88, 90, 91, 102, 105, 107, 116, 122,
Tlatlaya: 155, 520 128, 136, 141, 143, 147, 152, 154, 155, 169,
Tlaxcala: 66, 67, 68, 156, 159, 169, 238, 262, 170, 175, 176, 178, 184, 188, 190, 198, 199,
265, 288, 289, 291, 311, 330, 332, 333, 355, 201, 203, 204, 205, 206, 226, 251, 265, 281,
370, 379, 460, 466, 472, 477, 500, 502, 519, 288, 289, 293, 311, 313, 314, 321, 322, 323,
525 330, 332, 333, 334, 336, 341, 355, 357, 368,
Tlaxiaco: 189 369, 370, 371, 376, 377, 391, 394, 415, 422,
Tlayacac: 482 450, 451, 461, 480, 486, 487, 493, 497, 508,
Toledo, España: 268 510, 513, 517, 518, 519, 520, 521, 522, 526,
Toluca: 58, 133, 153, 155, 164, 168, 201, 281, 527
332, 362, 370, 423, 466, 481 Villa Alta: 188, 379
Tonalá: 169, 188, 189, 494 Villa de Córdoba: 82, 122
Tortolitas: 508 Villa de Guadalupe: 122, 147, 367, 482, 529
Totolcintla: 501 Villa de Padilla: 84
Totonicapán: 188 Villa Rica de la Veracruz: 314
Tupátaro: 483 Villahermosa: 190, 528
Turquía: 292 Villarpedre, Oviedo, España: 15
Tututepec: 186
Tuxtla: 189, 528 Washington: 69, 183, 203, 298
Tuzantla: 523
Xalapa: 19, 78, 88, 122, 131, 201, 251, 281, 284,
Unión Soviética: 412 285, 286, 332, 336, 341, 442, 450, 451, 453,
Urecho: 110, 492, 493 489, 491, 518, 523, 524, 527
Urepetiro: 49,
Uruapan: 110, 116, 251, 422, 488, 506, 509, Yanhuitlán: 169, 187, 189, 482, 486, 492, 525
512
558
Yucatán: 40, 82, 132, 189, 217, 264, 265, 267, Zacoalco: 179, 467
285, 286, 288, 289, 305, 311, 322, 327, 329, Zamora, España: 396, 487
330, 333, 342, 355, 356, 357, 376, 379, 453, Zamora, Michoacán: 49, 165, 173
454, 495, 518, 519 Zapotepec: 520
Yurécuaro: 512, 524 Zapotlán el Grande: 50
Yuriria: 95, 173, 486, 499, 508 Zilacayoapan: 188, 189
Zimapán: 392, 525
Zacapu: 509, 511 Zinacantepec: 484
Zacatecas: 37, 42, 43, 44, 82, 94, 166, 221, 265, Zinapécuaro: 164
289, 294, 312, 327, 330, 333, 355, 362, 371, Zirándaro: 501
392, 441, 460, 464, 466, 472, 473, 474, 477, Zitácuaro, Michoacán: 44, 94, 95, 101, 117,
519, 526 149, 153, 209, 210, 211, 217, 240, 248, 253,
Zacatlán: 175, 176, 177, 178, 397, 421, 422, 276, 284, 299, 375, 422, 430, 433, 445, 446,
477, 490, 495, 504, 505, 507 475, 476, 477, 478, 479, 480, 481, 504, 523
Zacatula (Costa Grande): 167, 168, 190, 192, Zongolica: 502
467

559
ÍNDICE DE ARTÍCULOS

Personajes

Abad y Queipo, Manuel . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15


Allende y Unzaga, Ignacio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18
Arredondo y Mioño, Joaquín de. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21
Azcárate y Lezama, Juan Francisco . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24
Bergosa y Jordán,Antonio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28
Beristáin y Souza, José Mariano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31
Bocanegra, María Gertrudis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35
Calleja del Rey, Félix María . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 36
Cos, José María . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42
Cruz, José de la. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49
Fernández de Lizardi, José Joaquín . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 52
Fernández de San Salvador,Agustín Pomposo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 58
Guerrero,Vicente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 62
Guridi y Alcocer, José Miguel . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 65
Gutiérrez de Lara, José Bernardo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 69
Hidalgo y Costilla, Miguel. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 73
Iturbide y Arámburu,Agustín de . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 78
Iturrigaray, José de . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 85
López Rayón, Ignacio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 92
Matamoros Guridi, Mariano Antonio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 99
Mier y Terán, Manuel de . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 101
Mina, Xavier . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 103
Monteagudo y Honrubia, Matías de . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 107
Morelos y Pavón, José María . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 110
Mujeres en la Independencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 118
O’Donojú, Juan . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 121
Ortiz de Domínguez, María Josefa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 123
Pérez Martínez,Antonio Joaquín . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 126
Primo de Verdad y Ramos, Francisco . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 130

561
Quintana Roo,Andrés . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 132
Ramos Arizpe, José Miguel . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 136
Ruiz de Apodaca, Juan . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 139
Talamantes, Melchor de . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 142
Venegas, Francisco Xavier . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 146
Vicario, Leona . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 153
Villaurrutia. Jacobo de . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 156

La guerra

Campaña de Hidalgo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 163


Campañas de Morelos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 167
Contrainsurgencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 171
Escenarios de la guerra: el Bajío . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 172
Escenarios de la guerra: el Departamento del Norte . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 175
Escenarios de la guerra: Guadalajara y Occidente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 179
Escenarios de la guerra: Noreste y Golfo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 182
Escenarios de la guerra: Sureste . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 186
Escenarios de la guerra:Tierra Caliente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 190
Grito de Dolores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 194
Movimiento trigarante . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 198
Relaciones de la insurgencia con el exterior . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 202
Símbolos, emblemas e imágenes de los insurgentes y los realistas . . . . . . . . . . . . . . . . . 207

Conceptos y cultura política

América . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 217
Autonomía / autonomismo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 219
Celebraciones cívicas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 221
Ciudadanía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 224
Constitución / constitucionalismo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 230
Gobierno representativo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 237
Independencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 242
Juntas de gobierno . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 247
Liberal / liberalismo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 254
Mesianismo y milenarismo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 260
México . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 264
Monarquía / monarquismo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 268
Opinión pública. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 274
Políticas clandestinas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 283
Procesos electorales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 287
República / republicanismo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 291
Revolución . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 295
Soberanía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 301
562
Instituciones

Audiencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 311
Ayuntamiento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 314
Consulado. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 320
Cortes. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 323
Diputación Provincial. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 328
Ejército . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 335
Iglesia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 342
Inquisición . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 349
Pueblo de indios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 353

Sociedad, economía y cultura

Abasto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 361
Agricultura . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 362
Bandidaje . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 366
Comercio exterior . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 368
Comercio y mercados regionales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 370
Demografía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 372
Fisco y exacciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 374
Industria . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 378
Literatura . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 380
Minería . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 391
Plástica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 393

Los historiadores

Alamán, Lucas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 405


Alperóvich, Moiséi Samuilóvich . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 411
Benson, Nettie Lee . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 414
Bulnes, Francisco . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 417
Bustamante, Carlos María de . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 420
Hamill Jr., Hugh H.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 426
Lemoine Villicaña, Ernesto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 429
Mendíbil Grao, Pablo de . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 434
Mier, Servando Teresa de . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 436
Mora, José María Luis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 439
Teja Zabre,Alfonso . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 441
Torre Villar, Ernesto de la . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 443
Villoro, Luis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 447
Zárate, Julio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 450
Zavala, Lorenzo de . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 452

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AUTORES

Archer, Christon I., University of Calgary Gortari Rabiela, Hira de, Universidad
Arenal Fenochio, Jaime del, Secretaría Nacional Autónoma de México, Instituto
de Relaciones Exteriores, Embajada de Investigaciones Sociales
México en España Grafenstein, Johanna von, Instituto de
Ávila,Alfredo, Universidad Nacional Investigaciones Dr. José María Luis Mora
Autónoma de México, Instituto de Granados Ambriz, Rosa América,
Investigaciones Históricas Universidad Nacional Autónoma de
Breña, Roberto, El Colegio de México, México, Posgrado en Historia
Centro de Estudios Internacionales Guedea,Virginia, Universidad Nacional
Claps Arenas, María Eugenia, Universidad Autónoma de México, Instituto de
de Ciencias y Artes de Chiapas Investigaciones Históricas
Connaughton, Brian, Universidad Guzmán Pérez, Moisés, Universidad
Autónoma Metropolitana-Iztapalapa Michoacana de San Nicolás de Hidalgo,
Cruzado, Carlos, Universidad Nacional Instituto de Investigaciones Históricas
Autónoma de México, Posgrado en Hamnett, Brian, University of Essex
Historia Hernández Jaimes, Jesús, Universidad
Estrada Michel, Rafael, Escuela Libre de Autónoma de Tamaulipas, Instituto de
Derecho Investigaciones Históricas
García Barragán, Elisa, Universidad Herrejón Peredo, Carlos, El Colegio de
Nacional Autónoma de México, Instituto Michoacán
de Investigaciones Estéticas Ibarra,Ana Carolina, Universidad Nacional
García Díaz,Tarsicio, Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de
Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Históricas
Investigaciones Bibliográficas Ibarra,Antonio, Universidad Nacional
Garrido Asperó, María José, Instituto de Autónoma de México, Facultad de
Investigaciones Dr. José María Luis Mora Economía
Gayol,Víctor, El Colegio de Michoacán Jaramillo Magaña, Juvenal, Universidad
Gómez Álvarez, Cristina, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo
Nacional Autónoma de México, Facultad / Instituto Nacional de Antropología e
de Filosofía y Letras Historia, Morelia
González, María del Refugio, Comisión Jáuregui, Luis, Instituto de Investigaciones
Nacional de Derechos Humanos Dr. José María Luis Mora
565
Méndez Main, Silvia María, Universidad Serrano Migallón, Fernando, Universidad
Veracruzana, Facultad de Economía Nacional Autónoma de México, Facultad
Miño Grijalva, Manuel, El Colegio de de Derecho
México, Centro de Estudios Históricos Serrano, José Antonio, El Colegio de
Moncada, Gisela, Instituto de Investigaciones Michoacán
Dr. José María Luis Mora, Doctorado en Sordo, Reynaldo, El Colegio de México,
Historia Moderna y Contemporánea Centro de Estudios Históricos
Moreno, Rodrigo, Universidad Nacional Soto Estrada, Miguel, Universidad Nacional
Autónoma de México, Facultad de Autónoma de México, Facultad de
Filosofía y Letras Filosofía y Letras
Olveda, Jaime, El Colegio de Jalisco Souto, Matilde, Instituto de Investigaciones
Ortiz Escamilla, Juan, Universidad Dr. José María Luis Mora
Veracruzana Staples,Anne, El Colegio de México, Centro
Palazón Mayoral, María Rosa, Universidad de Estudios Históricos
Nacional Autónoma de México, Instituto Tanck de Estrada, Dorothy, El Colegio de
de Investigaciones Filológicas México, Centro de Estudios Históricos
Plasencia de la Parra, Enrique, Universidad Terán, Marta, Instituto Nacional de
Nacional Autónoma de México, Instituto Antropología e Historia, Dirección de
de Investigaciones Históricas Estudios Históricos
Quirarte,Vicente, Universidad Nacional Torres Puga, Gabriel, El Colegio de México
Autónoma de México, Instituto de Trejo, Evelia, Universidad Nacional
Investigaciones Bibliográficas Autónoma de México, Instituto de
Rivas de la Chica,Adriana Fernanda, Investigaciones Históricas
Universidad Nacional Autónoma de Van Young, Eric, University of California, San
México, Posgrado de Historia Diego
Rodríguez O., Jaime E., University of Vázquez Samadeni, María Eugenia,
California, Irvine University of California, Los Ángeles
Rojas, Rafael, Centro de Investigación y Vázquez, Josefina Zoraida, El Colegio de
Docencia Económicas México, Centro de Estudios Históricos
Salmerón,Alicia, Instituto de Investigaciones Vázquez, Mario, Universidad Nacional
Dr. José María Luis Mora Autónoma de México, Centro de
Sánchez Quintanar,Andrea (†), Universidad Investigaciones sobre América Latina y el
Nacional Autónoma de México, Facultad Caribe
de Filosofía y Letras Zárate Toscano,Verónica, Instituto de
Investigaciones Dr. José María Luis Mora

566
Diccionario de la Independencia de México, coordinado por
Alfredo Ávila,Virginia Guedea y Ana Carolina Ibarra, edi-
tado por la Facultad de Filosofía y Letras y el Instituto de
Investigaciones Históricas, se terminó de imprimir el 15
de diciembre de 2010 en los talleres de Formación Gráfica,
S.A. de C.V. Se tiraron 2000 ejemplares en offset sobre pa-
pel cultural de 90 g, encuadernados en pasta dura y tela. En
su composición, realizada en Ocelote, servicios editoriales,
S.A. de C.V., se utilizaron tipos de la familia Bembo. El di-
seño de la camisa es de Ocelote / Luis Rodríguez y el de la
cubierta en tela de Víctor M. Juárez Balvanera. El cuidado
de la edición estuvo a cargo de Concepción Rodríguez Rivera
y los coordinadores.

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