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Correo Del Maestro 106
Correo Del Maestro 106
ISSN 1405-3616
John Dewey I
Jesualdo
Cisticercosis y teniasis
Mario Armhel Morales
Copyright © 2004. Correo del Maestro. All rights reserved.
Tres moralejas
Arrigo Coen Anitúa
Correo, D. M. (Ed.). (2004). Correo del maestro nº 106. Retrieved from http://ebookcentral.proquest.com
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LA VIDA EN...
la época medieval en una colección de tres libros
Directora
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CORREO del MAESTRO es una publicación mensual, independiente, cuya finali-
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Editorial Progreso, S.A., Naranjo No. 248, Col. Santa María la Ribera, C.P. 06400, México, D.F. Distribución: Uribe y Ferrari Editores S.A.
de C.V. Tiraje de esta edición: 25,000 ejemplares.
Certidumbres e incertidumbres
John Dewey I. Jesualdo Pág. 23
Artistas y artesanos
Sentidos y significados
Tres oficios, tres problemas. Claudia Hernández García y Daniel Juárez Melchor Pág. 57
Abriendo libros
E n este texto se explica una estrategia para impartir clase a nivel de secunda-
ria,con el propósito de generar mayor participación de los alumnos y así aumen-
tar su aprendizaje.
Mi sugerencia es que se prepare un tema con el esquema que aquí propongo y se
experimente con el método frente a varios grupos. Lo importante, como con
cualquier actividad nueva, es ejercitarse y afinar detalles hasta sentirse cómodos y
seguros. Más tarde, si el método tuvo los resultados esperados, se puede preparar
otro tema e intercalarlo con la práctica cotidiana.
de riqueza, a diferencia de la mano de obra, que lo fue durante siglos. Por consi-
guiente, es necesario que los egresados de las escuelas sepan pensar. Además, dado
que el conocimiento y la tecnología avanzan tan rapidamente, es fundamental que
los alumnos aprendan a actualizarse sin necesidad de acudir a cursos formales. Esto
ofrece un nuevo reto para los docentes, quienes tradicionalmente estaban satisfe-
chos con su desempeño si sus alumnos podían responder a conceptos estandariza-
dos aprendidos de memoria.
A continuación se presenta una manera de impartir clase que promueve ma-
yor participación de los estudiantes que en las clases tradicionales. Se describe la
técnica (para una hora frente a un grupo de secundaria) en seis etapas:
La experiencia nos señala que este tipo de participación hace que los alumnos
piensen y quieran acertar, más allá de la calificación, por el orgullo de aprender bien.
Finalmente, la libertad de contestar como pensamos nos permite aprender de nues-
tros errores –lo cual no estamos acostumbrados a hacer;en general,los escondemos.
4. Interpretación, 10 minutos
El docente comentará sobre las respuestas. Es importante que permita que los
alumnos opinen en cualquier momento de la clase, pero en particular en esta etapa.
Esto los entrenará para defender sus puntos de vista y para aceptar que se pueden
equivocar.
Cabe destacar que un docente no debe burlarse de las contestaciones erróneas,
sino tratar de comprender por qué se equivocaron los estudiantes. En ocasiones,
sus errores se deben a que tienen un preconcepto erróneo muy arraigado o a que
una de las preguntas estuvo mal formulada.
6. Tarea, 10 minutos
El profesor dejará algún ejercicio para resolver en casa y comentará sobre la tarea
de la clase anterior. Las tareas son necesarias porque parte de la educación implica
aprender a hacer las cosas por no-
sotros mismos y reiterar lo que esta-
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Materiales A continuación se da una lista de materiales que no son necesarios, pero que
podrían facilitar la puesta en práctica de este tipo de clase.
• Dos relojes de pared para el aula, de tal suerte que tanto el docente como los
alumnos puedan calibrar los tiempos. La idea es que los alumnos y el profesor
puedan ver la hora con facilidad. El profesor experimentado podrá modificar los
intervalos sugeridos de acuerdo con su experiencia, para que los alumnos sa-
quen el mayor provecho a cada hora de clase.
• Para las preguntas de opción múltiple es ideal contar con un retroproyector, así
no se tienen que escribir en el pizarrón. Pero esto último se puede hacer poco
antes de que los alumnos terminen de trabajar en grupo.
• Algunas escuelas disponen de equipo electrónico moderno. Existe uno especial
para que los alumnos voten y de inmediato se proyecta la gráfica de barra con
los resultados. Esto tiene la ventaja del anonimato y la
inmediatez del recuento de resultados. Si es el caso de su
plantel, existe un software que viene acompañado de
controles (tipo televisión) que sirven para que los alumnos
voten y, acto seguido, se proyecte la gráfica de barras
del resultado de la votación.
• Como el docente comprenderá, no es indispensable
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Ejemplos Daré tres ejemplos –uno de geografía, uno de español y otro de matemáticas–
sobre la manera en que se puede aplicar este sistema frente a un grupo.
1. GEOGRAFÍA
Vamos a suponer que el tema por tratar son los mapas. El docente deberá explicar
que un mapa es una representación a escala de algo que en realidad es de tres di-
mensiones. Mostrará varios mapas, los más conocidos, como los de México o el del
estado donde se encuentre el grupo. Explicará que los mapas se orientan hacia el
norte.
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a) El pizarrón
b) Las ventanas
c) La puerta
a) 1500 metros
b) 1.5 kilómetros
c) 300 metros
d) 6 kilómetros
e) 2 cm
Aunque este ejercicio parece muy sencillo, no lo es. A muchos alumnos les cues-
ta trabajo orientar un mapa y comprender la escala.
De acuerdo con las respuestas de los alumnos, el profesor comentará lo que
considera que fue correcto y tratará de inferir y clarificar el porqué de las respues-
tas incorrectas.
El docente continuará con su explicación sobre la importancia de los mapas y
su uso.Y, a manera de conclusión, destacará que los mapas son representaciones
planas a escala de un espacio de tres dimensiones, con cierta orientación, en gene-
ral el norte.
La tarea será estimar la distancia entre dos puntos de algún mapa; por ejem-
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plo de uno que aparezca en el libro de texto o, mejor aún, de uno que elaboren
los alumnos.Vale la pena recordar que la asignatura tendrá más sentido para los
alumnos y, por lo tanto, contribuirá mejor a su aprendizaje si el mapa tiene relación
con su vida cotidiana que con algún sitio remoto e inaccesible.
2. ESPAÑOL
Si estamos estudiando El Quijote, podemos comenzar explicando brevemente cómo
era la vida en la época en que, se supone, vivió el protagonista de la novela de
Cervantes. Por ejemplo, si el material de lectura es el capítulo XXVIII, donde una
joven se viste de hombre, el docente explicará por qué se lavaban sólo los pies y
cuál era la importancia de hacerlo; qué significaba tener una hermosa cabellera; cuál
era el lugar que en la sociedad ocupaban los clérigos, etcétera.
Posteriormente, el docente formará los grupos y les pedirá que lean una sección
del capítulo. Si no se tienen suficientes libros de esta obra en la biblioteca de aula,
se podrán fotocopiar las páginas necesarias. El profesor deberá distribuir el tiempo
y la lectura de modo que cada grupo dedique alrededor de 3 minutos –lo que suele
ser poco menos de una cuartilla–. A continuación, discutirán entre sí lo que leyeron
y comprendieron. Enseguida, el maestro les hará las siguientes preguntas de opción
múltiple:
La joven se cayó porque…
a) Iba descalza y no estaba acostumbrada a ese tipo de caminos.
b) Se asustó.
c) No había comido y estaba a punto de desmayarse.
d) Era una princesa torpe.
e) Por los motivos anteriores.
Vamos a suponer que la mayor parte de los alumnos contesta la pregunta. Se
explicará que no tienen motivos para llegar a semejante conclusión, pero que, dado
que no tenemos mayor información, podría ser el caso. Aunque vale la pena señalar
que, siguiendo el texto, tal vez las más adecuadas serían las respuestas 2 o 3. En
ese momento el maestro deberá leer la sección pertinente del texto (es intere-
sante constatar que, en general, cuando los alumnos tratan de adivinar una respues-
ta de una lista de cinco eligen la cuarta).
El profesor continuará su clase explicando la manera en que Cervantes fijó nues-
tro idioma gracias a que escribió un libro divertido, rico en experiencias profun-
das, con personajes entrañables, etcétera.
La tarea puede ser dibujar dos mapas: uno de España en la época de Cervantes
donde se señale la región de La Mancha, y otro contemporáneo. Deberán escribir
en un párrafo algo que sucedía en la época de Cervantes y no ocurriría o sería
distinto en la actualidad, es decir, que aprendan sobre las comparaciones y con-
trastes empleando dos ejemplos.
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3. MATEMÁTICAS
En el caso del ejercicio de matemáticas, vamos a suponer que el docente explica
que una espiral, a diferencia de una circunferencia, se forma cuando el trazo es
siempre perpendicular al radio, y forma un ángulo distinto al recto. El docente
dibujará un círculo y varios radios, y mostrará los segmentos de recta perpen-
diculares; después dibujará una espiral y mostrará cómo el ángulo entre el trazo
y el radio es distinto al recto.
A continuación, el docente les pedirá a los alumnos que formen grupos y que
dibujen una espiral muy abierta y otra muy cerrada.
Si, como se mencionó en el ejemplo del texto del Quijote, los alumnos eligen al
azar, es posible que escojan la respuesta número 4. Ese será el momento para que
el maestro vuelva a dibujar la espiral con un ángulo constante mayor o menor que el
recto, con lo cual obtendrá un trazo creciente o decreciente.
La tarea puede ser que ahora dibujen una figura cuyo radio aumente de mane-
ra geométrica, es decir, que valga 1, 2, 4, 8, 16…, así, los alumnos constatarán que
existen maneras alternas de definir cómo se dibuja una espiral. Esto es muy común
en matemáticas, si se aborda un problema desde otra perspectiva puede resolver-
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se distinta manera.
Saber decir Una de las cuestiones más difíciles a las que se enfrenta el docente es atreverse a
“no sé” decir “no sé”. Las razones son múltiples. La primera es cultural. En algunos países
se privilegia el enciclopedismo, es decir, la acumulación de conocimiento. En otras
naciones de enfoque más moderno se considera que es más importante compren-
der, ya que ahora es relativamente fácil obtener información gracias a los medios
electrónicos; además, es tal el acervo de conocimientos que es imposible que una
sola persona domine todos.
Otro motivo para no admitir que se desconoce algo es sentir que se pierde el
control. En grupos particularmente difíciles, una manera de ‘dominar’ es ser el que
posee el conocimiento que le hace falta al otro.
Pero las ventajas de admitir nuestras carencias son múltiples. Por un lado, po-
demos hacernos parte del equipo de personas que están en la escuela para adquirir
habilidades. También logramos hacer a un lado la presión del grupo al saber que
no tenemos que engañar a los alumnos pretendiendo conocer algo que ignoramos.
Desde mi punto de vista, lo más importante es que el nuevo conocimiento se gene-
ra a partir de lo que se desconoce. La ciencia avanza gracias a que hay preguntas sin
contestar.Así, si un estudiante hace una buena pregunta cuya respuesta ignoramos,
es la gran oportunidad de decirle que podría ser un científico en potencia. Por
supuesto, si la pregunta es algo que a nosotros también nos inquieta, la clase siguien-
te pudiera dedicarse a averiguar de manera grupal la respuesta.
Ventajas Impartir clases empleando este esquema tiene las siguientes ventajas:
Para los alumnos:
1. Intercambian sus ideas.
2. Construyen su propio conocimiento.
3. Aprenden a trabajar en grupo.
Para los docentes:
No todos podemos dominar cualquier tema. Impartir clases con el esquema pro-
puesto nos fuerza a estudiar un tema, sintetizarlo y aprender a evaluar y a contes-
tar preguntas al respecto. Con el tiempo se llega a dominar material nuevo cada
vez con mayor facilidad, con base en la experiencia, lo cual produce una enorme
satisfacción.
Conclusiones Como cualquier técnica nueva, el docente que quiera aplicar lo antes descrito
tendrá que practicar. A los maestros les sirve preparar estas clases sintéticas,
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pues el esfuerzo de entender comienza por ellos mismos. Los docentes se sien-
ten orgullosos de ver cómo los alumnos forman grupos de colaboración y, sobre
todo, tienen la satisfacción de saber que ellos están aprendiendo. Es común pen-
sar que los profesores enseñan, y quienes aprenden son los estudiantes; este tipo
de clase, sin embargo, permite observar de cerca los progresos de la docencia.
El docente mismo estará sujeto al proceso de formación continua, que siempre
resulta un placer.
Cisticercosis y teniasis
Mario Armhel Morales Flores
Tenia o solitaria
Nombre científico: Taenia solium
Subclase: Eucestoda.
Orden: Ciclophyloidea.
Familia: Taeniidae.
pg
un cuello angosto y varios cientos de proglóti-
ia.j
en
ic/ta
dos hermafroditos.
h.org/exh ibitions/epidem
El escólex mide algo menos que una cabeza
de alfiler (fig. 2). Presenta ganchos y ventosas
que le sirven para fijarse a la pared intestinal de
amn
donde absorbe los nutrientes que lo alimentan.
rch.
sea
//re
Los proglótidos constituyen la estructura re-
tp:
ht
productiva de estos parásitos y se clasifican, de
acuerdo con su desarrollo, en inmaduros, ma-
duros y grávidos. Los primeros poseen órganos Figura 2. Escólex
genitales poco desarrollados; los maduros pre-
Una vez que se lleva a cabo la autofecunda-
sentan ovarios y testículos desarrollados y listos
ción o la fecundación entrecruzada, los huevos
para producir huevos, y los proglótidos grávidos
–producto de la unión de las células sexuales
poseen los huevos altamente infectivos (cada
fusionadas en la fecundación– pasan por trans-
proglótido grávido puede contener hasta 60 000
formaciones muy breves y después se convier-
huevos).
ten en una esfera microscópica cubierta por una
En el intestino del hombre puede haber uno
capa que les confiere cierta resistencia. Con esa
o más individuos adheridos a la pared; éstos cre-
cubierta, los huevos permanecerán en el progló-
cen y se reproducen asexualmente o por fecun-
tido del adulto para dar paso al fenómeno que
dación entrecruzada, es decir, dos individuos lo-
más nos importa y debido al cual inicia el peli-
calizados en el mismo intestino se encuentran y
gro de contraer cisticercosis humana o porcina.
llevan a cabo contacto entre sus cavidades geni-
A lo largo de su vida, el parásito adulto no
tales para intercambiar células reproductivas y
sólo se alimentará y reproducirá en el interior de
así poder fecundarse uno a otro.
su hospedero; también se desprenderá de sus
proglótidos maduros y los arrojará cargados de
huevos al intestino humano; los huevos se mez-
clarán con el contenido intestinal y posterior-
mente serán expulsados en las heces.
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Conclusión
Fase de desarrollo en
el intestino humano
ADULTO
El proglótido se
encuentra en
las heces.
PROGLÓTIDO
El cisticerco se encuentra en el cerdo
(músculo, cerebro).
CISTICERCO
HUEVO
Figura 4. El parásito adulto se desarrolla en el intestino delgado del ser humano, donde
se reproduce y forma huevos (a). Los huevos están contenidos dentro de las estructuras
reproductivas o proglótidos, que son expulsados en las heces (b). El huevo presente en
la materia fecal puede ser ingerido por el ser humano (c1) o por el cerdo (c2). Una vez
dentro del tracto digestivo se convierte en cisticerco y se puede alojar en: el cerebro, el
hígado, los músculos o los ojos (entre otros tejidos). El ciclo se cierra cuando el ser
Dibujos de Radish
humano ingiere carne con cisticercos; en este caso los cisticercos llegan al tracto diges-
tivo humano e inician su desarrollo como adultos (c2-a).
contraer cisticercosis humana es consumir oral- ticercosis (es decir con cisticercos implantados
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mente algún alimento (verduras, carne, pan o en el tejido muscular) estaríamos ingiriendo los
cualquiera) contaminado con heces de un indi- cisticercos y no los huevos, lo que provocaría que
viduo infectado –sea cerdo o humano– con tenia el cisticerco se desarrollara en nuestro intestino
adulta en su intestino, porque en las heces se en- como adulto; entonces el diagnóstico que nos
cuentra el huevito que al llegar al estómago for- haría el medico sería el de teniasis y no el de cis-
mará al cisticerco que se alojará posiblemente en ticercosis. La cisticercosis la provoca el huevo de
el cerebro. Por lo anterior, es casi imposible con- Taenia solium y la teniasis el cisticerco, contrario
traer cisticercosis al consumir carne de cerdo. a lo que se cree.
Sin embargo, si existiera la posibilidad de ali- Podemos decir que para no contraer cisticer-
mentarnos con carne de cerdo infectado con cis- cosis o teniasis lo mejor que podemos hacer es:
Bibliografía
ALUJA, A. ESCOBAR, A. FLISSER Y A. WILLMS,“Cisticercosis. Una recopilación actualizada de los conocimientos básicos para el manejo y control de la
cisticercosis causada por Taenia solium”, México, FCE, 1987.
FLISSER, A., “Taeniasis and Cisticercosis due to Taenia solium”, Progress in clinical parasitology,Volume 4, 1994, pp. 77-114.
, I. MADRAZO, Cisticercosis humana. Ed. Manual Moderno, 1997.
GONZÁLEZ, L., Comparación del reconocimiento de dos anticuerpos monoclonales producidos contra parásitos adultos de T. solium, hacia dife-
rentes miocinas (tesis de licenciatura), Universidad la Salle, 1998.
* Agradezco a la bióloga Olivia Reynoso Ducoing, a la QFB Laura González Malerva, al Dr. Javier Ambrosio Hernández y a la
Dra. Ana Flisser por facilitar el material y las imágenes (figs. 1 y 4) presentadas en este trabajo, así como por su apoyo académico.
Entonces, el misterio comenzó. Su cama había to a los ojos, y un alud de pensamientos se le vino
dejado de ser cómoda, su cuarto era otro mucho encima. Comenzó a recordar lo estudiado en su
más oscuro y persistía en el ambiente un olor bas- curso de química básica y advirtió en su interior
tante desagradable. Tras incorporarse, sobresal- que ese hombre iba a morir guillotinado en los
tado, notó que su ropa también había cambiado; comienzos de la Revolución Francesa, dentro de
llevaba una vestimenta extraña, muy antigua e unos pocos años.
incómoda. Intrigado, decidió salir de esa habi- La situación era compleja. Desde pequeño
tación para averiguar lo que estaba sucediendo. imaginó lo divertido que sería viajar en el tiem-
Un pasillo oscuro desembocaba en otra sala, bas- po, pero eso de conocer el futuro funesto de su
tante tenebrosa comparada con los lugares habi- ahora jefe no le resultaba nada fascinante. En ese
siglo XXI y que tenía un libro de química con esa lo, y esto era peor porque podía visualizar en su
frase –al lado de un retrato suyo que no lo fa- cabeza la tabla periódica de los elementos, los
vorecía en absoluto? Si decía esto, él sería el gui- miraba todos: sodio, potasio, carbono, aluminio,
llotinado en ese mismo instante. etc., pero no conseguía definir ‘elemento’.
Por lo tanto se calmó y buscó una explicación. Lavoisier agregó, ya bastante malhumorado:
Darian estableció: “Antoine, los átomos de las “Yo no estoy solicitando una respuesta teórica;
sustancias reaccionan entre sí, pero no se crean yo le pregunto cómo demostraría experimental-
más átomos ni se destruyen los mismos.” La mente que la masa se conserva.” El libro de quí-
cara de Lavoisier empeoró; entonces le pregun- mica no decía cómo demostrar esta ley; sólo tenía
tó qué entendía él por átomo. la frase escrita, y el retrato de Lavoisier al lado.
mo es la mínima porción de materia con indivi- miento es la educación, de forma que las próximas
dualidad química.” ¡Claro!, existen átomos de so- generaciones realmente entiendan lo que hemos
dio, potasio, rutenio, aluminio; sin embargo, los descubierto, y no se queden con simples defini-
electrones, protones y neutrones que los compo- ciones aprendidas de memoria. Ésta es una impor-
nen son idénticos. Ésta era la definición correcta. tante forma de preservación de nuestra especie.
Darian había aprobado con la máxima califica- Darian tiene ahora treinta y cinco años y es
ción un curso de química, y hasta ahora, después abogado. Lo más probable es que ya no recuerde
de su ‘discusión con Lavoisier’, había logrado en- la definición de átomo; sin embargo, sabe muy
tender lo que era un átomo. Se sintió un fraude; bien de qué trata la ciencia: consiste en entender
no sabía si merecía esa calificación. lo que nos rodea, describirlo e intentar explicarlo.
John Dewey I
Jesualdo*
* El presente texto fue tomado de la antología, inédita en México, Diecisiete educadores de América. Los constructores, los reformadores
(Ediciones Pueblos Unidos, Montevideo, 1945), del escritor y pedagogo uruguayo José Aldo Sosa (1905-1983), llamado Jesualdo. En
el número siguiente de nuestra revista continuaremos con la segunda parte de este artículo.
http://www2.muw.edu/~mharvill/scolex.jpg
La Taenia solium es un parásito que vive en el intestino delgado de los seres humanos y de algunos otros mamíferos. Imagen
aumentada de la cabeza o escólex de una tenia adulta.
http://bio.fsu.edu/~bsc2011l/graphics/Kingdom_Animalia/3_Acoelomates/Phylum_Platyhelminthes/3_CestodaMatureProglottid.jpg
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Los proglótidos constituyen la estructura reproductiva de estos organismos. En la imagen, proglótido maduro.
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http://bio.fsu.edu/~bsc2011l/graphics/Kingdom_Animalia/3_Acoelomates/Phylum_Platyhelminthes/4_CestodaGravidProglottid.jpg
Un proglótido grávido (arriba) puede contener hasta 60 000 huevos.
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http://cal.vet.upenn.edu/paraav/images/lab7-17.jpg
Los cisticercos son los huevos que contienen la larva de la tenia. Su existencia parasitaria en tejidos del cuerpo humano se
conoce como cisticercosis.
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Julio Verne (1828-1905)
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Allotte de la Fuÿe, Jules Verne, sa vie son oeuvre, Hachette, Francia, 1953.
El escritor
Correo, D. M. (Ed.). (2004). Correo francés,
del maestro nº 106.aRetrieved
los 25 from
años de edad (1854).
http://ebookcentral.proquest.com
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Allotte de la Fuÿe, Jules Verne, sa vie son oeuvre, Hachette, Francia, 1953.
Julio Verne nació en Nantes, Francia, el 8 de febrero de 1828.
Copyright © 2004. Correo del Maestro. All rights reserved.
Allotte de la Fuÿe, Jules Verne, sa vie son oeuvre, Hachette, Francia, 1953.
Allotte de la Fuÿe, Jules Verne, sa vie son oeuvre, Hachette, Francia, 1953.
Allotte de la Fuÿe, Jules Verne, sa vie son oeuvre, Hachette, Francia, 1953.
Honorine Hébé du Fraysne de Viane, esposa Julio Verne en 1857, el año de su matrimonio.
de Julio Verne, 1857.
Allotte de la Fuÿe, Jules Verne, sa vie son oeuvre, Hachette, Francia, 1953.
Copyright © 2004. Correo del Maestro. All rights reserved.
Correo, D. M. (Ed.). (2004). Correo del maestro nº 106. Retrieved from http://ebookcentral.proquest.com
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Viajes extraordinarios, CNCA, México, 2004.
Correo, D. M. (Ed.). (2004). Correo del maestro nº 106. Retrieved from http://ebookcentral.proquest.com
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Viajes extraordinarios, CNCA, México, 2004.
Viajes extraordinarios, CNCA, México, 2004.
Entre la cantidad de productos derivados de La vuelta al mundo en ochenta días, los juegos de la oca ocupan un lugar primordial.
Las 63 casillas del juego original pasaron a 80 para hacerlas corresponder con el número de días del viaje de Phileas Fogg.
Al menos cuatro juegos diferentes fueron editados en Francia a finales del siglo XIX sobre este tema.
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Viajes extraordinarios, CNCA, México, 2004.
Viajes extraordinarios, CNCA, México, 2004.
Caricatura de Alejandro Dumas padre en la portada A los 22 años Verne publicó su primera pieza, Los
del periódico Le Hanneton (París, 20 junio, 1867). acuerdos rotos, estrenada en el Théâtre Historique
Dumas alentó a Verne a escribir para teatro. de París, el 12 de junio de 1850.
Copyright © 2004. Correo del Maestro. All rights reserved.
http://www.comune.parma.it/pigorini/archivio/verne/stampa/n-5-g.jpg
Cartel de la obra de teatro La vuelta al mundo en ochenta días, 1874.
http://www.comune.parma.it/pigorini/archivio/verne/stampa/n-1-g.jpg
http://www.comune.parma.it/pigorini/archivio/verne/stampa/n-9-g.jpg
Cartel de la película Veinte mil leguas de viaje submarino Cartel de la película Viaje al centro de la Tierra, basada en la novela
(versión española), 1954. homónima de Verne, 1959.
Correo, D. M. (Ed.). (2004). Correo del maestro nº 106. Retrieved from http://ebookcentral.proquest.com
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Fotograma y cartel de la película La vuelta al mundo en ochenta días (1956). Esta espectacular adaptación de la novela de Verne fue realizada por Michael
Anderson, con más de cuarenta estrellas internacionales, entre ellas: David Niven, Shirley MacLane, Marlene Dietrich, Fernandel, Buster Keaton y
Mario Moreno Cantinflas.
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Allotte de la Fuÿe, Jules Verne, sa vie son oeuvre, Hachette, Francia, 1953.
Julio
Correo, D. M. (Ed.).Verne
(2004). en 1876.
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Taylor resume, pues, en sus fundamentos, teoría Consiguientemente, se presenta la exigencia, que
y experimentalismo. no se hacía antes nunca, de que todos los puntos
Se puede decir que una casi inmediata res- de la instrucción de la escuela sean vistos y apre-
puesta a estas preocupaciones de la industria ciados en su relación con la red de actividades so-
por boca del ex obrero cuáquero, estudiante más ciales que une a los hombres entre sí. Cuando los
tarde de ingeniería, ingeniero luego de las fábri- hombres vivían en grupos pequeños que tenían po-
cas Midvale, director general de la Manufactu- co que hacer con los demás, el daño que causaba la
ring Investiment Company, y, finalmente, inte- educación que perseguía exclusivamente fines
grante de la poderosa metalurgia Bethlehem intelectuales y teóricos, era relativamente peque-
Company1 fue el auge de la psicofísica aplica- ño. El conocimiento podía ser aislado porque los
da a la orientación profesional con la Vocational hombres estaban aislados… En tercer lugar, los
Guidance inspirada en la obra de Parsons (el otro métodos y operaciones industriales dependen hoy
Taylor en el campo de la ciencia psicofísica)2 y del conocimiento de los hechos y leyes de las cien-
toda la nueva teoría educativa de los Estados cias naturales y sociales en un grado mucho ma-
Unidos. De esta última, el ideólogo sin disputa, yor que antes lo fueron. Nuestros ferrocarriles y
con ribetes casi geniales, es John Dewey. La sín- buques, los tranvías, telégrafos y teléfonos, fá-
tesis de la respuesta a Taylor, puede ser éste su bricas y granjas de labor, y hasta nuestros recur-
concepto que transcribimos: sos domésticos ordinarios, dependen para su exis-
tencia de intrincados conocimientos matemáticos,
Hay bastantes razones para decir que el pro-
físicos, químicos y biológicos. Dependen en su
blema general de la organización de la educación
mejor y última aplicación de una comprensión de
para que ésta satisfaga las necesidades actuales,
los hechos y relaciones de la vida social. Al menos
es más agudo desde el punto de vista de la indus-
que la masa de los obreros hayan de ser ciegos
tria… En primer lugar, nunca ha sido tan impor-
piñones y ruedas de los aparatos que manejan,
tante como ahora que el individuo sea capaz de
tienen que tener alguna inteligencia de los he-
realizar una labor digna, que le sirva de sustento,
chos físicos y sociales, detrás y más allá del mate-
e inteligente; que cada uno se constituya un modo
rial y de los instrumentos que están manejando.
de ganarse la vida para sí mismo y para los que
Planteado así el problema, puede parecer tan vas-
dependen de su trabajo y que lo haga esto con un
to y complicado que sea de imposible solución.3
conocimiento inteligente de lo que está haciendo
y también con un interés inteligente por hacer su Casi en este solo párrafo sintetiza Dewey
labor bien. En segundo lugar, nunca el trabajo de todo el problema que se propuso desarrollar por
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un individuo afectó el bienestar de los demás en su lado científico y pragmático, como trataremos
tan amplio grado como ahora. Las condiciones de analizar en el correr de esta exposición. Su
modernas de producción y de cambio de produc- actividad educativa comienza fundamental-
tos han unido al mundo entero de tal modo como mente cuando murió el coronel F. W. Parker,
no ha ocurrido ni aproximadamente antes… fundador de centros educativos de tendencia
moderna como el Cook Country Normal, y la fluir en su preparación–, pocos años después fue
Chicago Normal School, fundados en el último nombrado profesor de filosofía de la Univer-
cuarto del siglo XIX, centros “que aún ahora sidad de Michigan, en reemplazo de su maestro
serían calificados de progresistas” –como nos G. Morris. En el lapso de tiempo que media su
asegura Washburne en un artículo–,4 y luego el desempeño en este cargo y su ingreso a la Uni-
Chicago Instituto y la Universidad de Chicago. versidad de Chicago a la muerte de Parker, pu-
En la Escuela de Pedagogía de esa universidad, blicó una serie de estudios sobre filosofía.
en 1894, es cuando Dewey inicia su profesorado Leibnitz, la moral y la ética, la lógica, la metafísi-
en la materia. ca, etc., son temas que trata y a través de todos
“Dewey no fue el maestro que Parker era, los cuales se sindica por su característica esen-
como tampoco el administrador; ni fue en nin- cialmente pragmática, es decir, “evitar de satisfa-
gún sentido un hombre práctico en la escuela cerse solamente con palabras, según una muy
–escribe Washburne–. La Escuela de Educación justa definición de M. Flournoy” –como escribe
bajo su dirección no alcanzó un gran éxito; pero Claparède–.8 Con C. S. Pierce, W. James y F. C.
sus escritos y lecciones desde el tiempo que S. Schiller, Dewey estructura formalmente esta
apareciera La escuela y la sociedad 5 y hasta los pre- concepción filosófica que responde a las necesi-
sentes días han tenido una influencia profunda dades sociales de su pueblo en fiebre excelente-
sobre el pensamiento pedagógico americano, mente constructiva. Ninguna otra teoría podía
sus énfasis sobre la educación como vida mis- ser la síntesis de ese hacer, con tal seguridad y
ma, más que preparación para la vida, fue la en tal progresión.
clave del movimiento que tiene el niño como “Toda teoría filosófica no es, pues, para Dewey
centro”, en Estados Unidos.6 De su poco éxito –dice Claparède– más que un instrumento cuya
como pedagogo práctico, nos da cuenta en el misión consiste en facilitar la acción exterior, la
último capítulo de La escuela y la sociedad,7 al hac- conducta”;9 de donde, en su concepto, “el em-
er referencia a sus tres años en la Escuela Ele- pirismo es el verdadero método crítico que nos
mental Universitaria, en donde empezó con cinco conduce consciente y prudentemente a través de
alumnos. unos pasos que se dieron en un principio, fuera
Anteriormente, su labor había sido de carác- de las reglas de la crítica, y expuestos a toda
ter puramente filosófica. Doctorado en tal mate- clase de influencias extrañas”.10 De este modo,
ria en 1884, en la Universidad de John Hopoeins pragmatismo y experiencia, casi, o mejor dicho,
–en convivencia estudiosa con destacados psi- se confunden. Con este instrumento (herramienta
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cólogos como Stanley Hall, que no dejó de in- o instrumento “denota una percepción y reco-
4C.Washburne, “Qué es la educación progresista”, Rev. Guía, núms. 9 y 10, marzo y abril.
5Esta obra de Dewey, The school and society, apareció en 1900.
6C.Washburne, op. cit.
7J. Dewey, La escuela y la sociedad, Madrid, pp. 117-119.
8J. Dewey, La escuela y el niño, prólogo de E. Claparede, Enciclopedia de la Educación, Direc. de Enseñanza P. y Normal, Montevideo,
enero de 1929,T. I, núm. 1, p. 135.
9 Op. cit., p. 136.
10 J. Dewey, Pedagogía y filosofía, Bib. Moderna, Madrid, 1930, p. 21.
11 Op. cit., p. 159.
http://webapps.jhu.edu/namedprofessorships/images/DEWEY,JOHN.JPG
naturaleza”),11 que es para Dewey la filosofía,
aborda la moral antes que nada, a la que con-
sidera no como un acto impuesto desde fuera
del individuo, ni una razón práctica separada de
nuestras tendencias y deseos que se opone a ella,
sino “el hecho, el acto en sí, en su aparición”.
Para Dewey, de este modo, no hay teoría inter-
pretativa y práctica del hecho moral, sino que
“la teoría es el acto ideal y la conducta es el dis-
cernimiento”.12 Con tal tesis la moral debe partir
Dewey era partidario de la enseñanza práctica.
de la vida, “debe ser formulada en términos de
vida”, pues las teorías morales no son más que
instrumentos intelectuales creados con el propó- para fines transitorios”.15 Igualmente de este
sito de guiar la conducta en circunstancias socia- modo, su psicología no podía ser más que pro-
les determinadas; en conclusión: “que la teoría fundamente voluntarista. “El yo es actividad,
moral no puede existir en un libro. La ciencia mo- pues el yo actual está no realizado y a realizarse
ral no es una colección de leyes abstractas…”13 a sí mismo es a lo que tiende constantemente”,
A la lógica, siempre tan intelectualmente tra- como analiza certeramente Claparède, quien
tada, Dewey la estudia de la misma manera ‘fun- agrega:
cional y vital’. El pensamiento también es un
Este perpetuo desplegamiento manifiesta un
instrumento que le permite al individuo irse
triple aspecto: la voluntad, que es la propulsión
adaptando a las circunstancias nuevas que se le
misma y que constituye el fondo mismo del yo; el
crean; el acto de conocer, una función biológica;
sentimiento, que es el acompañamiento de esta
y todo conocimiento, deductivo. O mejor, con
actividad, le da el valor práctico de la reacción de
sus mismas palabras en la cuestión de las rela-
su interés por el yo; en fin, el conocimiento, instru-
ciones del yo con los objetos conocidos:
mento intelectual, que provee de los medios más
Conocer no es sino un caso especial del agente- apropiados para alcanzar la finalidad que intere-
paciente, de la situación del que obra-goza-y- sa al yo. En cuanto al carácter, es la constancia de
sufre… Progresivamente se descubre que las rela- la dirección de la voluntad y expresa la parte del
ciones del yo con las cosas, dependen de las rela- yo que se ha realizado ya.16
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genera de las nuevas condiciones del proceso cia económica de la extrema división del trabajo...
económico-social de los Estados Unidos, como Las máquinas dependen en su funcionamiento de
nos dirá el mismo Dewey. Por largo tiempo exis- hechos complicados y de principios de la natu-
tió “una división natural entre el aprendizaje raleza, que no conoce el obrero... Con la desapari-
libresco y el aprender más directo y vital fuera ción de las condiciones de la época de la colo-
de las escuelas”. En ese entonces “la mayoría de nización desaparecieron también los días en que
los hombres trabajaban para sí mismos o si lo casi todos los individuos aspiraban a estar en po-
hacían para los demás, era con el propósito de sesión de algún negocio propio... Las desigual-
llegar a ser pronto dueños de sus propios nego- dades de la fortuna se han multiplicado, de suerte
cios.17 Esto era posible y no obstruía el desa- que la necesidad de poner a trabajar a los niños
rrollo del gran capital porque: ha llegado a ser una apremiante amenaza para la
seria educación de muchos.19
la producción no se había concentrado todavía en
las fábricas de los distritos congestionados, sino Frente a todo esto los métodos de la escuela
estaba distribuida en las aldeas. Los mercados seguían siendo más o menos los mismos, por lo
eran más bien locales que lejanos. La manufactura cual, lógicamente, debía producirse el desen-
era aún hecha manualmente utilizando la fuerza cuentro entre la función de la educación y las
hidráulica local; no estaba movida por grandes apremiantes necesidades sociales. Es en ese
máquinas, en las que las ‘manos’ que las gobier- momento justamente, cuando aparecen Parsons
nan son agregados mecánicos... y Taylor, Dewey y Kilpatrick...
¿Qué es necesario en estas circunstancias en-
Estas condiciones favorecían el desarrollo de
tonces? Dewey dice:
la imaginación por medio del libro y las ense-
ñanzas libres, aparte de que la preparación que Que los alumnos adquieran el hábito de poner en
se hacía cada uno de acuerdo con sus intereses relación la limitada información que reciben, con
no atentaba contra nadie. Pero en pocos años las las actividades de la vida y que lleguen a tener la
condiciones sociales cambian. capacidad de relacionar una esfera limitada de
la actividad humana con los principios científicos
La población se trasladó a los centros urbanos. La
de que depende su conducta acertada.20
producción llegó a ser un problema de masa elabo-
rada en grandes fábricas en lugar de ser asunto Es decir, que se vayan habituando al trabajo
doméstico. El aumento de transportes de vapor y que harán para la industria. Véase, además, que
eléctricos llevó la producción a mercados dis- Dewey habla de “una esfera limitada” y esto es
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tantes y aun creó un mercado mundial. La indus- más amplio de lo que se piensa. No entran en
tria no fue ya una ocupación lejana o próxima. La ella todas las relaciones sociales, ni todos los pro-
manufactura se dispersó en una variedad muy blemas, ni todos los intereses de los niños, en esa
grande de procesos aislados mediante la influen- su comunidad con el medio. Porque esto sería
21 A. Pinkevich, La nueva educación en la Rusia Soviética, Ed. Frente Cultural, México, 1937, p. 172.
22 J. Dewey, Las escuelas de mañana, p. 309.
23 Op. cit., p. 69.
24 Ibid.
el proceso educativo se desenvuelve más o me- práctica, que consulte las realidades sociales de
nos dialécticamente, en donde se alcance el sen- su tiempo, que adiestre para la industria y que
tido de las relaciones de los cambios económi- tenga en el trabajo productivo uno de sus me-
cos y en donde, por medio del conocimiento de dios de transmitir la educación?
este proceso enraizado a la historia –como en el Dewey considera a la educación como una
caso de las escuelas soviéticas–, el niño llegue a ciencia en formación; ciencia por “la existencia
Roberto Markarian
Volaron los globos, y fue lo mismo que si hubiera volado yo, Volar un globo no es volar
un hombre, El hombre primero tropieza, después anda, luego corre, un día volará.
[…] Pero padre, cree de verdad que yo volé, Cuando somos viejos es que las cosas
del porvenir empiezan a ocurrir, y una razón de que sea así es que ya somos capaces de
creer en aquello de que dudábamos, e, incluso no creyendo que haya ocurrido, creemos
que ocurrirá, Yo he volado, padre, Y yo te creo, hijo.
mo
Ne
án
it
JOSÉ SARAMAGO: Memorial del convento 2
ap
C
E stos artículos surgen como comentarios a la
relectura –luego de decenas de años de las
lecturas iniciales– de cuatro novelas de Verne:
ciones de estilos, cómo la literatura refleja mu-
chas veces las ansias, las hesitaciones y el espíritu
de una época.
Veinte mil leguas de viaje submarino (1870), La isla La motivación inicial para redactar estas
misteriosa (1875) –que constituyen con Los hijos del notas –rastrear en aspectos científicos de la pro-
capitán Grant (1868) una trilogía marina*–, La ducción de Verne– fue derivando naturalmente
vuelta al mundo en 80 días (1873) y Dos años de vaca- en el análisis de aquellos reflejos y de la extra-
ciones (1888). Y también a la lectura de diversas ordinaria coincidencia entre las opiniones del
obras menos divulgadas del autor, así como propio escritor con los análisis históricos y la
entrevistas a Verne.3 La lectura casi simultánea de información sobre su época. Incluso, la inflexión
una obra del gran novelista portugués José Sara- de sus opiniones y su obra en los últimos lustros
mago: Memorial del convento (1982), en la que tam- de su vida reflejan los cambios ideológicos que
bién campea la fantasía amarrada a la realidad, se consolidaban en el fin del siglo XIX. De estos
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permitió comparar, sin entrar en falsas clasifica- aspectos de la vida de Verne se habla y escribe
1 Móvil en elemento móvil, divisa del submarino Nautilus, creado por el capitán Nemo (‘Nadie’ en latín), personaje central de
Veinte mil leguas de viaje submarino y protagonista casi todo el tiempo invisible de La isla misteriosa.
2 Recuérdese, al leer este epígrafe, que Saramago utiliza con mucha libertad los signos gramaticales. Las mayúsculas deben leerse
siempre como precedidas de puntos. En la cita después de los suspensivos, las comas sólo indican el cambio de persona que habla;
comienza con una pregunta del hijo –Baltasar Mateus, el Sietesoles-, y va alternando el diálogo con su padre.
* El yacht Duncan que salvó a los protagonistas de la última novela era mandado por Roberto, el hijo del capitán Grant. Cap LVII.
3 Además de los muchos libros que voy citando en estos artículos, información abundante y clasificada de la obra y vida de Verne
se puede encontrar en estas dos páginas de internet (las cuales además dan enlaces para otras, quizá mejores, en otros idiomas):
http://jgverne.tripod.com/index.htm (sitio diseñado y mantenido por Ariel Pérez), y http://www.geocities.com/paginaverniana
poco, pero es particularmente interesante para nocimiento, de la ‘ciencia’. Los hombres cultos
el enfoque de estas notas. Incursionaremos en el de este periodo no estaban sólo orgullosos de
asunto en la segunda parte de este artículo. sus ciencias, sino preparados para subordinar
todas las otras formas de actividad intelectual a
ellas.” Es un periodo “de masivo avance de la
Rasgos de la época economía del capitalismo industrial en escala
mundial, del orden social que lo representa, de
Julio Verne nació el 8 de febrero de 1828, en Nan- las ideas y creencias que parecían legitimarlo y
tes, en la desembocadura del Loira, cerca de la ratificarlo: la razón, la ciencia, el progreso y el
Bretaña, al noroeste de Francia. Vivió en París (y liberalismo”.
sus alrededores) entre 1848 y 1871, año en que
se traslada a Amiens, en la Picardía, al norte de
Francia, sobre el Somme, donde morirá el 24 de La era de los viajes y el colonialismo
marzo de 1905.
Como datos que pueden ayudar a caracterizar “El hombre de Occidente se lanza alegremente
esos tiempos, recordemos que dos años después a la conquista del planeta. Fantasía y valor, pa-
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del nacimiento de Verne, en 1830, corría el pri- sión de apóstol y de sabio empujan a la aventura,
mer ferrocarril entre Liverpool y Manchester, y puesto que el dominio de lo imprevisto es to-
Francia ocupaba Argelia, de la que sólo se iría davía vasto.” Es la época de la expansión colo-
(expulsada) en l962. Los libros de historia del nialista. Ya nos referimos a la conquista de Ar-
siglo XIX (por ejemplo, los de Eric J. Hobsbawm gelia, pero más sintomático es lo que sucede en
o el de Robert Schnerb) consignan que en los la India donde la Compañía Inglesa de las Indias
tiempos de juventud de Julio Verne “la sociedad Orientales pasa a dominar, directa o indirecta-
burguesa […] está confiada y orgullosa de sus mente, la totalidad del territorio a partir de 1840
éxitos. En ningún otro campo de la vida huma- y, una vez reprimida la gran revuelta de los cipa-
na esto es más evidente que en el avance del co- yos en 1857, se instala oficialmente el Imperio de
de Robinson Crusoe, del inglés Daniel Defoe, pu- El propio Verne, en un reportaje de Marie A.
blicado por primera vez en 1719, prosigue su ca- Belloc publicado en la revista Strand Magazine en
rrera triunfal; se traduce a todos los idiomas de febrero de 1895, explicaba cómo iba concibiendo
Europa y suscita otros tantos Robinsones: el sui- sus historias, y la vinculación de aquellas nove-
zo, el americano, El Robinson de 12 años, Los ver- dades con su mundo literario:
4 Verne hizo varios viajes a las Islas Británicas; embarcado en el nuevo buque Great Eastern viajó a Estados Unidos donde visitó unos
pocos días Nueva York y las cataratas del Niágara; realizó dos viajes a algunos países escandinavos; visitó las costas de Bélgica, los
Países Bajos y Alemania, y en dos viajes en su yate Saint-Michel III visitó Lisboa, Tánger, Gibraltar y Argel, Malta, Italia. Nunca fue
más lejos.
http://oceanexplorer.noaa.gov/library/readings/science/science.html
sido años después cuando he tenido la oportu-
nidad de desarrollarla en el papel, pero siempre
que esto me pasa dejo plasmada una nota sobre la
idea en cuestión. Por supuesto, yo sí he podido
definir el principio de algunos de mis libros. Por
ejemplo, La vuelta al mundo en ochenta días, fue el
resultado de la lectura de una propaganda turísti-
ca [de la agencia Cook] que fue publicada en un
periódico [El siglo].5
Lo explica mejor en un reportaje publicado en El Challenger le dio la vuelta al mundo entre 1872 y 1876.
McClure’s Magazine (enero de 1894):
En él se decía que un hombre podría viajar alrede- islas del Pacífico; hay una verdadera obsesión por
dor del mundo en sólo ochenta días. Inmedia- lanzarse al descubrimiento: desierto australiano,
tamente mi mente se iluminó con la posibilidad de fuentes del Nilo, Borneo, Sahara… El aconteci-
que debido a la diferencia horaria, el viajero pu- miento más notable en esta materia es quizás el
diera adelantar o retrasar su viaje en un día. Había viaje del Challenger, entre 1872 y1876, que da vuel-
encontrado un argumento para una historia. No ta al mundo y cosecha datos que serán publicados
escribí la historia hasta mucho después. Siempre en Londres en 50 volúmenes. En 1889, se esta-
llevo varias ideas en mi cabeza durante años –diez blece en Copenhague el Consejo Internacional per-
o quince en algunas ocasiones–, hasta darles la for- manente para la exploración del mar. Las conquistas
ma definitiva.6 de los polos serán posteriores. El Norte, por
Robert Edwin Peary, en 1909. El Sur, por Roald
Amundsen, en 1911.
Muchas tierras desconocidas Pero Verne recorre esas zonas mucho antes, va
a las fuentes del Nilo en 1863 (Cinco semanas en
En 1860 los geógrafos declaran terra ignota la globo), al Polo Norte en 1866 (Aventuras del Capitán
mayor parte de África, partes importantes de Hatteras),7 al Polo Sur con el capitán Nemo en
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Asia, Arabia, Amazonia; se siguen descubriendo 1870 (Veinte mil leguas de viaje submarino).
5 La verdadera motivación de La vuelta al mundo en ochenta días se encuentra en un artículo publicado en Le Magazín Pittoresque de
1870 que muestra un itinerario casi idéntico al de Phileas Fogg.
6 En 1928, colegiales daneses tardaron 43 días en repetir la hazaña de Fogg y Passpartout (‘llave maestra’, ‘que sirve para todo’, tra-
ducido muchas veces como Picaporte –Cantinflas lo representó en la divertida película con David Niven).
7 En este libro los expedicionarios ‘descubren’ que la temperatura alcanza un mínimo a cierta latitud y luego sube; que hay un mar
abierto y que en el exacto punto del Polo hay un volcán. Es claro que hoy sabemos que no hay volcán y que el mar está congela-
do todo el año. Errores semejantes aparecen respecto del Polo Sur. En este libro los expedicionarios ‘descubren’ que la tempera-
tura alcanza un mínimo a cierta latitud y luego sube; que hay un mar abierto y que en el exacto punto del Polo hay un volcán. Es
claro que hoy sabemos que no hay volcán y que el mar está congelado todo el año. Errores semejantes aparecen respecto del
Polo Sur.
El mismo Verne refrendó su afán descriptivo Siento gran admiración por De Maupassant. Él es
y literario. En el reportaje de 1894 expresó: un hombre genial que ha recibido del cielo el don
de escribir sobre muchas cosas y lo ha hecho tan
A través de mis novelas, mi objetivo ha sido dar
natural y fácilmente como un árbol de manzanas
una imagen de la Tierra y no sólo la Tierra en sí,
produce manzanas. Mi autor favorito, sin embar-
sino del Universo. Recuerde que, en algunas oca-
go, es y siempre ha sido Dickens.
siones, he llevado a mis lectores más allá de la
Tierra. Al mismo tiempo he intentado mantener la
belleza en el estilo. Se dice que no puede haber esti-
lo en una novela de aventura. No es cierto, aunque
Avance impetuoso de la ciencia
admito que es más difícil escribir una novela de
este tipo a un nivel literario aceptable, que escribir En las obras de Julio Verne también se notará
el tipo de novelas modernas, basadas en un estu- que éstos son tiempos de avance impetuoso de
dio profundo de los personajes de la misma. la ciencia. Recordemos la obra de unos pocos
investigadores:
Y termina este reportaje con una opinión muy
• Lord Kelvin (William Thompson, 1824-1907),
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http://www.hunterian.gla.ac.uk/news/archive/kelvin/larger_kelvin.jpg
y magnéticas, matematizó su estudio, postuló
la naturaleza electromagnética de la luz y
aplicó la estadística a la teoría cinética de los
gases.
• Dmitrij Ivanovich Mendeliev (1834-1907). In- el estilo de trabajo de Verne. La existencia del
trodujo el sistema métrico decimal en la Rusia planeta, sospechada desde unos decenios antes
de los zares y elaboró la famosa tabla orde- en virtud de las perturbaciones de la órbita del
nando los elementos por su peso atómico. más cercano planeta, Urano, es determinada con
precisión en 1846.
• Ludwig Boltzman (1844-1906) y Henri Poin-
caré (1854-1912), quienes marcaron la física y Le Verrier, como dice Aragó, vio el nuevo astro sin
la matemática del fin del siglo, especialmente dirigir una mirada al cielo; lo descubrió en el retiro
en la teoría de los gases, el primero, y en me- y la soledad de su gabinete de estudio, sin más
cánica celeste, teoría de la relatividad, y en guía que su genio superior ni más instrumento que
casi todas las ramas de la matemática, el su pluma; la poderosa palanca del cálculo fue bas-
segundo (quien fue, quizá, la figura central de tante para remover los mundos y descubrir en los
la ciencia de su época). confines de nuestro sistema solar un nuevo astro.
(Diccionario Enciclopédico Hispano-Americano.)
Pero no se notará casi, que son también los
años de Charles Robert Darwin (1809-1882), Jo- Menos de un mes después de publicada la
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hann Gregor Mendel (1822-1884) y Karl Marx monografía, un astrónomo de Berlín confirma
(1818-1883), por más que en El pueblo aéreo (1901), visualmente la predicción.
ya en el ocaso de su producción, Verne escriba Se discute sobre la naturaleza de la corteza te-
sobre el vínculo perdido entre el hombre y el rrestre, las grandes corrientes aéreas, la clima-
mono. Tampoco se verá reflejada la obra de los tología; por 1860 se realizan los primeros mapas
grandes investigadores en bacilos y vacunas, de las corrientes marinas. Todo esto atraerá obse-
Louis Pasteur (1822-1895) y Robert Koch (1843- sivamente a Verne: su descripción de las rocas de
1910). todos los lugares por donde andan sus persona-
La forma en que fue descubierto Neptuno da jes las transforma en actores no humanos de sus
un símil científico de lo que poco después sería novelas; el Profesor Lidenbrock, personaje prin-
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Prototipo del Nautilus, para una de las versiones cinematográficas de Veinte mil leguas de viaje submarino.
cipal de Viaje al centro de la Tierra era profesor de él lo negara indirectamente, como veremos más
geología;8 las corrientes ocupan un lugar pri- adelante al transcribir sus propias declaraciones.
mordial en sus libros con temas marinos; el cli- Estudiosos del género, como Pablo Cappana
ma es estudiado en detalle en todas sus novelas. dicen que “cuando la ciencia sigue los caminos
En ese caldo de cultivo, con los medios velo- lógicamente previsibles, estas profecías se con-
ces de comunicación aún no muy desarrollados vierten en ‘anticipaciones’, como en el caso del
y en una época en que la lectura se extendía a sec- submarino, cuyos prototipos ya navegaban en
tores más amplios de la sociedad,9 ¿es de extrañar tiempos de Verne. Pero en cuanto la ciencia se
que surgiera un escritor que hiciera uso de todas aparta de ellos, la ciencia ficción cautelosa que se
esas ideas para escribir novelas amenas, que ro- inspiró en ella corre el riesgo de ir a parar al
zaban de cerca las posibilidades casi fantásticas museo de las ideas fallidas junto con el flogisto,
de la realidad? los epiciclos o el planeta Vulcano. De tal modo,
las anticipaciones optimistas de Verne sobre un
futuro de prosperidad alcanzado gracias a la téc-
¿Ciencia ficción? nica nos resultan hoy ingenuas, mientras que
algunas de las pesadillas más grotescas de Wells
Por más que sea difícil clasificar a Julio Verne siguen siendo inquietantes”. En el fondo, ésa era
como un autor de lo que hoy llamamos ciencia también la opinión de Verne, pero con un enfo-
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ficción, hay quienes lo consideran uno de sus pa- que casi opuesto.
dres, junto con Herbert George Wells (1866-1946). Aunque Verne no haya ‘inventado’ la ciencia
Si se acepta, como muchos lo hacen, que “ciencia ficción, no cabe duda que fue el primero en te-
ficción es la literatura de la imaginación disci- ner éxito comercial con ese tipo de literatura y el
plinada”, es claro que se puede considerar a Ver- primero, y quizás el último, en ser bendecido por
ne como un cultivador del género, por más que un Papa (en 1884, por León XIII).
8 Toda esta novela es un ejercicio casi absurdo sobre geología y vulcanología: se entra por un volcán de Islandia y se sale por el
Strómboli, en una isla al norte de Sicilia.
9 Se establecen los quioscos de libros en las estaciones de trenes con sus ediciones baratas, se multiplican las bibliotecas de prés-
tamo que habían comenzado a funcionar en el siglo anterior, se incrementa la cantidad de escuelas por todo el mundo occidental.
http://drzeus.best.vwh.net/wotw/illus/sabin1.jpg
do. Es algo muy curioso, y debo agregar que es
muy al estilo inglés. Pero no veo posibilidad algu-
na de comparación entre su trabajo y el mío. No
procedemos de la misma manera. Sus historias no
reposan en bases científicas. No, no hay ninguna
relación entre su trabajo y el mío. Yo hago uso de
la Física. Él inventa. Yo voy a la Luna en una bala, Ilustración La guerra de los mundos, de H. G.Wells,
disparada por un cañón. No hay invención algu- por Bob Sabin (Globe Book Company, 1980).
sión tenemos que admitir que es sólo un submari- tos que producen la energía eléctrica, así como la
no y sobre esto no hay nada totalmente extraordi- tierra tiene los suyos. El hecho está en que nadie
nario, ni más allá de los límites del conocimiento ha descubierto cómo utilizar esta fuerza, por tan-
científico real. El submarino flota o se sumerge to no he inventado nada.
debido a procesos absolutamente factibles y muy […] Las creaciones del señor Wells, por otro lado,
conocidos, los detalles de su guía y propulsión son pertenecen a una edad y grado de conocimiento
10 Responde: “Hay un autor cuyo trabajo me ha atraído muy fuertemente teniendo en cuenta su posición imaginativa. He seguido
sus libros con considerable interés. Me refiero al señor Herbert George Wells.”
http://digilander.libero.it/frob86/newyork/librar.gif
Verne. “No. Los italianos habían inventado apara-
tos submarinos sesenta años antes de que yo creara
a Nemo y su submarino.”12
En este momento de la conversación, la amable uso de satélites artificiales (Los quinientos millones
señora Verne estuvo de acuerdo conmigo “Las per- de la Begún).
11 Reportaje de Gordon Jones, publicado en Temple Bar, núm. 129, pp. 664-671, junio de 1904. Conviene recordar esta fecha.Verne
morirá al año siguiente, hace ahora 100 años, y en los diez años anteriores su obra había cambiado completamente sus carac-
terísticas, pareciéndose más a la de Wells.
12 En realidad el Nautilus (que tenía el mismo nombre que en la novela verniana) fue presentado por el inventor británico Robert
Fulton a finales del siglo XVIII en París.
Horizontes de grandeza
http://julesverne.ca
Así como Bradbury se consideraba un hijo lite-
rario de Verne, éste amaba a Poe como a Baude-
laire. Hay claras influencias literarias en nuestro
francés, hasta el punto de escribir un final para
a su primo Henri Garcet. Esta obra supuso visión Arthur Gordon Pym que se convirtió en La esfin-
de futuro, proyección de calidad profética. Y ge de los hielos. Lo eterno en literatura: influen-
mientras escribía como un galeote, le surgió un cias y hallazgos. El libro siempre se está escri-
personaje extraño, revolucionario, único: el ca- biendo, en busca de la perfección. Y de esta suerte,
pitán Nemo, quien partió del firmamento de Los siguió el señor Verne creando sueños para una
hijos del capitán Grant, Veinte mil leguas de viaje juventud, y también madurez, ansiosa de even-
submarino y La isla misteriosa. Esta estupenda tri- tos que la saturaran de horizontes de grandeza.
logía marcó la trayectoria de Nemo y el rema- El Nautilus del capitán Nemo seguía navegando
te de varias historias, entre ellas la vida del co- por los sueños y por el estilo del creador de
mandante del Nautilus, quien muere dentro de Nantes.
su submarino en la gigantesca gruta bajo la isla Pero hay más: en La caza del meteoro (1900)
Lincoln. Así termina la vida del “precursor de será Verne (citado por J. J. Benítez) quien escriba:
los grandes movimientos de pueblos que yacen
bajo la tutela europea”. Ideas redentoristas del Por mucho que se descomponga [la materia] en
señor Verne. moléculas, átomos y partículas, siempre quedará
Posteriormente, escribió Las aventuras de tres una última fracción por la que se replanteará ínte-
rusos y de tres ingleses. En 1872 recibió distinción gramente el problema y su eterno recomienzo, has-
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Allotte de la Fuÿe, Jules Verne, sa vie son oeuvre, Hachette, Francia, 1953.
novela de la ciencia sigue interesando.
En The Pittsburg Gazette (1902) Verne mani-
festaba de una manera modesta:
En 1934 se publicaron en un volumen los ce- Monumento funerario de Julio Verne en Amiens,
encargado por su hijo Michel al escultor Roze.
lebrados relatos de ciencia-ficción del gran escri-
tor H. G. Wells (El hombre invisible, La guerra de
los mundos, La máquina del tiempo, Los primeros ción o travesura podía derivarse de ella. Muchas
hombres en la Luna, etc.). La crítica lo mencionó de sus invenciones se han ‘vuelto realidad’. Pero
como ‘heredero’ de Verne. En su prefacio, el gran estas historias mías aquí coleccionadas no pre-
autor inglés rebate el punto con gran respeto y tenden tratar con cosas posibles; éstas son ejerci-
dice: cios de imaginación en muy diferente campo.
Estos cuentos han sido comparados con el traba- Es decir, el gran francés y el gran inglés si-
jo de Julio Verne y había una disposición por parte guen siendo clásicos.
de los periodistas literarios, en un tiempo, de lla- ¿Qué decir, en definitiva, del señor Verne?
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marme “el Julio Verne inglés”. De hecho, no hay ¿Que es un magnetizador, según Breton? ¿Un
parecido alguno entre las invenciones de antici- maestro sorprendente, en opinión de Tolstoi?
pación del gran francés y estas fantasías. Su tra- ¿Un clásico, en el criterio de Máximo Gorki?
bajo trataba casi siempre con posibilidades reales Nosotros creemos que es todo eso y más. Julio
de invención y descubrimiento, y él hizo algunos era y tenía madera de clásico y un clásico es un
pronósticos asombrosos. El interés que él invocó creador que llegó para quedarse. Ahora, a un
era un interés práctico; él escribió y creyó y contó siglo de su silencio en Amiens, seguimos otor-
que esta o esa cosa se podía hacer cual no se había gándole categoría de inmortal. Nos sigue ha-
hecho en ese tiempo. Él ayudó a su lector a imagi- ciendo falta. Sigue bien vivo. ¡Ay, querido señor
nársela hecha y darse cuenta qué diversión, emo- Verne! Gracias por su trabajo.
Tres moralejas
Arrigo Coen Anitúa
E n el espacio radiofónico sabatino al que soy asiduo, nunca se han recibido consul-
tas referidas directamente a la política nacional.
En ello han parado mientes algunos amigos del conductor del programa cuyo invi-
tado soy, quienes le hicieron notar su extrañeza por tal circunstancia, y él, a su vez, ya
al aire –como se dice en jerga profesional–, esto es, con micrófono abierto, me pregun-
tó a qué podría yo atribuir el hecho.
Claro que en lingüística no faltan –sobre todo en paremiología– dichos populares
que caen como anillo al dedo actualmente, cuando nuestros políticos desperdician un
valioso tiempo que podrían consagrar al provecho de sus representados, dedicándolo,
unos a otros, a “sacarse los trapitos al sol” en lugar de acatar el viejo adagio de que “la
ropa sucia se lava en casa”. Al contrario, se recriminan recíprocamente de negligencia,
olvidando tópicos –lugares comunes– tales como el de “ver la paja en el ojo ajeno y no
la viga en el propio”, aquel otro de “el comal le dijo a la olla: mira qué tiznada estás”.
No recuerdan que para tener la lengua larga, ‘riqueza de argumentos acusatorios’, se
necesita tener la cola corta, para no exponerse a que se la pisen. Quien tenga cola que le
puedan pisar, que no fablistanee, ‘que no sea hablador’, fantochero, porque así le ha de ir:
va por lana y resulta trasquilado.
A este respecto voy a contarles un cuento que, a falta de una, tiene tres moralejas.
Este era un pollito que andaba muy quitado de la pena por el corral de la granja en
que hacía poco que había salido del huevo. Picoteaba la tierra, en busca de algún
extremo de lombriz para desenterrarla y devorar.
En eso, se percata de que un cacomistle está logrando colarse por debajo de la valla
que limita el patio. Vuelve los ojos hacia el gallinero y calcula que no va llegar a él antes
de que lo alcance el astuto basárido. Se decide entonces por buscar refugio en el establo.
Corre hacia éste, se mete y va a dar entre las patas traseras de una vaca, precisamente
en el momento en que ella suelta su boñiga, con la que el pollito queda cubierto.
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El cacomistle, que tuvo tiempo de ver al pollito meterse al establo, también entró en
él. Pero quedó perplejo al no hallar a su posible presa por ningún lado.
El pollito se sintió ahogar en aquel maloliente condimento y, con un desesperado
esfuerzo, aleteando, logró emerger, gritando “pío, pío”… y el cacomistle, ni tardo ni pere-
zoso, le echó garra y en un santiamén se lo zampó.
Como dejé asentado arriba, este cuento tiene tres moralejas, a saber:
• Primera moraleja: No todo el que te llena de inmundicia es tu enemigo.
• Segunda moraleja: No todo el que te saca del excremento es tu amigo.
• Tercera moraleja: Cuando te sientas inmerso en el oprobio de lo asqueroso,
aguanta, no te muevas, no digas ni pío.
—¡Cómo! –exclamó Ernesto mientras casi se le salían los ojos de las órbitas–. ¡Si el álgebra
es la cosa más apestosa que ha inventado la humanidad!
—Parece que no te gusta mucho el álgebra –insinuó Minler.
—Es lo que más aborrezco de las matemáticas –siguió Ernesto–. Son un verdadero suplicio.
—Me recuerdas a un conocido personaje. ¿Has oído hablar de Víctor Hugo?
—No, no suelo ver los actores de la tele...
—¡No, hombre! ¡Ja, ja, ja! Me refiero al escritor francés Víctor Hugo –aclaró Minler–. Vivió
durante el siglo XIX y [...] es considerado como uno de los mejores escritores de ese siglo. En
una ocasión, recordando los estudios de su infancia, escribió:
—Comprendo lo del tormento. El álgebra es algo que no hay quien entienda y además no sirve
para nada. ¿Cuándo se resuelve una ecuación o se utiliza un polinomio en la vida normal?
El mago se acomodó en el asiento y, pacientemente, explicó a Ernesto lo siguiente:
“Aunque tú creas que los polinomios, las expresiones algebraicas y las ecuaciones no sirven
para nada, suelen tener muchas aplicaciones, a veces sin que nos demos cuenta. Esto pasa
por ejemplo en algunos trucos de magia como los que vimos el otro día y también en el que
te acabo de explicar. Agarra un lápiz y vamos a realizar unas operaciones.
Ernesto se rascó la cabeza. Álgebra y magia... Esto comenzaba a interesarle.*
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Los problemas que hemos seleccionado para este nos traten primero de resolverlos en equipos de
número de Correo del Maestro pueden ser resuel- dos o tres integrantes y que posteriormente se ge-
tos por alumnos de cuarto grado de primaria en nere una discusión grupal para comparar estrate-
adelante. Como siempre, sugerimos que los alum- gias y soluciones.
* Tomado de Ernesto, el aprendiz de matemago, de José Muñoz Santoja, Editorial Nivola, España, 2003.
** José Muñoz Santoja ha sido catedrático de matemáticas desde hace 26 años. Es miembro fundador de la Sociedad Andaluza de
Educación Matemática THALES, autor de libros y artículos sobre matemáticas, informática y medios de comunicación.
Actividad:
2. Una señora decidió hacerse una pulsera con estas cuatro piezas. El joyero le cobraría
un peso por cada corte que tuviera que hacer para abrir los eslabones y engarzarlos
con el resto. Él le dijo que le cobraría cuatro pesos porque tendría que abrir cua-
tro eslabones. Ella lo pensó un segundo y le comentó que podía hacer el trabajo
abriendo sólo tres eslabones. ¿Puedes decir qué eslabones tiene que cortar el joyero?
3. Juan acababa de llegar a vivir a un pueblo en el que sólo hay dos peluqueros. Como
no los conocía fue a visitar las dos peluquerías antes de tomar una decisión. La pelu-
quería del peluquero 1 estaba realmente sucia y había cabellos por todo el piso. El
peluquero mismo necesitaba bañarse y rasurarse, y su corte de pelo era el peor que
Juan había visto en su vida. Cuando llegó a la peluquería del peluquero 2, notó que
el lugar estaba impecable, que el peluquero 2 estaba perfectamente rasurado y que
tenía un corte de pelo increíble. Juan corrió inmediatamente a cortarse el pelo con
el peluquero 1. ¿Podrías decir por qué Juan decidió cortarse el pelo con el peluquero
1 y no con el peluquero 2?
Soluciones:
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1. Éstas son las palabras que deberían leerse en los letreros: ABIERTO, SALIDA, EMPUJE
y CERRADO.
2. El joyero había pensado en abrir un eslabón de cada una de las cuatro piezas. En
cambio, la señora pensó en cortar los tres eslabones de una de las piezas y usar-
los para unir las tres restantes.
3. En un pueblo donde sólo hay dos peluqueros uno tiene que cortar el cabello del
otro. Como el peluquero 2 tenía el mejor corte de pelo, Juan supo que el pelu-
quero 1 tuvo que habérselo hecho. Por eso fue con él.
El aventurero imaginario*
Yolanda de la Torre
tro pequeño satélite, y un intrépido correo del zar so de manera casi natural: a cada obstáculo para
que intenta ir de Moscú a Siberia en una Rusia los personajes se suma otro, de tal forma que sus
conquistada por los tártaros. Estas obras –La vuel- empresas se tornan prácticamente imposibles.
ta al mundo en ochenta días, De la Tierra a la Luna y Sin embargo, los héroes de Verne no saben darse
Miguel Strogoff– son tres de las más representati- por vencidos: conocen el desaliento, pero no la
vas del autor y se encuentran reunidas en el vo- derrota.
lumen dedicado a Verne dentro de la colección A estas tres obras las enlaza, pues, el viaje a
Obras Selectas de EDIMAT Libros. través de la más preciada herramienta del es-
* Reseña del libro Julio Verne. Obras selectas, EDIMAT Libros, España.
critor: la imaginación. La más conocida es quizá mismo, que De la Tierra a la Luna fue la simiente
La vuelta al mundo en ochenta días (1872) cuya tra- del sueño conquistado cuando el hombre pisó
ma es suspenso puro: Phileas Fogg, un acauda- nuestro satélite: ese gran paso de la humanidad
lado británico, apuesta que puede recorrer el mun- tuvo primero lugar en la imaginación del escritor
do en únicamente ochenta días sin más ayuda francés que en ningún otro sitio.
que la de su fiel criado Picaporte. El itinerario de- Por último, Miguel Strogoff (1876) narra el tra-
be ser seguido por los dos viajeros con precisión yecto del correo del zar desde la capital rusa,
matemática o Fogg puede perder toda su fortu- Moscú, hasta las heladas tierras siberianas, para
na por cuestión de segundos. Y si los incidentes llevar un mensaje secreto al gobernador de aque-
acarreados por el azar del viaje mismo no fueran llas latitudes. La empresa no sería tan difícil si no
suficientes para detener a nuestros expediciona- fuera porque Strogoff se encuentra rodeado de
rios –quienes con toda la prisa todavía se dan el enemigos, pues la gran Rusia ha sido conquista-
lujo de rescatar princesas, pisar la prisión e inclu- da por el pueblo tártaro y la salvación del país de-
so enamorarse–, encima, el millonario británico pende únicamente de él. Miguel Strogoff alcanza
es confundido con un ladrón. Así, Fogg y Pica- casi dimensiones épicas en su desesperado inten-
porte deben transitar por cielo, mar y tierra perse- to por entregar la misiva; su valor y entereza lo
guidos por un policía empeñado en detenerlos. acercan al heroísmo.
Al final, nos damos cuenta de que para Phileas De todos los personajes de Julio Verne, posi-
Fogg no está en juego sólo su dinero: se trata, en blemente Strogoff sea el más humano: más allá
última instancia, de una apuesta de honor. de la aventura, el protagonista de la novela es un
De las tres novelas que conforman el volumen, hombre que sabe emocionarse, de sentimientos
la más cercana al género de la ciencia ficción es la profundos y encontrados. Ni el peligro que corre
segunda, De la Tierra a la Luna. Escrita por el autor su propia madre o el caer en las manos de sus ad-
francés en 1865, ésta recoge uno de los sueños versarios logran arrancarlo de su patriótica mi-
más preciados de la humanidad: viajar por el sión mientras atraviesa los miles de kilómetros
espacio exterior. La propuesta de Julio Verne, que lo separan de la meta. Cerca incluso de que-
aunque parece ingenua vista desde nuestros días, darse ciego, Strogoff no desfallece: no hay gue-
era apasionante para sus tiempos: construir un rra, invasión o tortura que puedan detenerlo.
cañón gigante con el fin de lanzar una cápsula Fue así como Verne, hombre de naturaleza ho-
tripulada a la órbita lunar. El protagonista, Bar- gareña, recorrió las estepas rusas de la mano de
bicane, es integrante del Gun Club de Baltimore, su protagonista, del mismo modo en que se aso-
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Maryland, en Estados Unidos, y junto con sus mó a la órbita lunar y desafió a los incrédulos
amigos lleva a cabo, a lo largo de la novela, los británicos con Barbicane y Phileas Fogg. Soñador
preparativos para el lanzamiento desde territorio o visionario, Julio Verne vio siempre más allá de
americano. la miopía de sus contemporáneos y, merced a
Vale la pena destacar aquí el ámbito en que fue ello, dio nuevos cauces a la imaginación humana.
escrita la obra: corría el 1800 y la ciencia se había Es por eso que sus textos atrapan hasta perder el
convertido en el eje del conocimiento. La era in- aliento a todo tipo de público.
dustrial estaba en su apogeo y no era de extrañar, La edición de estas tres novelas en un volu-
entonces, que Verne tuviera el atrevimiento de men único es un esfuerzo por ofrecer a los lec-
proponerse salvar distancias asombrosas aunque tores versiones fáciles de conseguir, económicas
fuera de manera literaria. Poca gente duda, asi- y de muy buena factura.
Correo, D. M. (Ed.). (2004). Correo del maestro nº 106. Retrieved from http://ebookcentral.proquest.com
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