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Evaluación
Catequesis: hay varias formas de acercarse al NT. Los escritos no se escribieron cuando el Señor
estaba hablando o actuando. Hay una interpretación de los hechos fundamentales. Lo que dijo
Jesús ilumina una determinada situación en la comunidad cristiana. De ese principio general se
parte para narrar lo que dijo o hizo Jesús con base en lo que la comunidad requiere. La gente que
recibió los evangelios entiende lo que se dice de Jesús porque lo puede aplicar a su vida y a su
comunidad. Tanto lo que dijo como lo que hizo Jesús se respeta, pero se adapta para cada
comunidad cristiana, porque cambia el contexto al cual se dirige la Palabra. La finalidad de la
Palabra es animar la fe de la comunidad. Desde esa perspectiva, los Evangelios son catequesis
dirigidas a una comunidad. Si entendemos así la catequesis, hoy debemos tener en cuenta a quien
nos vamos a dirigir! Pero, a cuáles adultos nos dirigimos? Se tiene que partir de cada referente,
para iluminar la fe de un grupo de personas. Para crear la catequesis es necesario tener un punto
de partida y un pretexto. Un sentido negativo, es tomar el pretexto como excusa, pero en sentido
positivo, es una antesala de lo que viene. Se puede utilizar una canción, un poema, un cuento. A
partir de ese pretexto, qué le dicen? Para ver la realidad y a partir de allí confrontarlo con una
verdad sobre Jesús. Partir de la realidad para iluminarla y animar la fe. Ese es el método utilizado
en América Latina del VER, JUZGAR Y ACTUAR. Además, CELEBRAR Y EVALUAR (si se trata de un
proyecto). Las catequesis deben tener 5 hojas mínimo.
Fechas de evaluación:
Exámenes: Parcial: 25% 16 abril. (Del 12 al 21 de junio examen finales) Final: 25% 18 junio 2013
Exposición de la Cristología: San Ireneo. 19 de marzo de 2013. Preparar una síntesis escrita para
los compañeros.
5 de febrero de 2013.
La Cristología es una disciplina teológica y como disciplina tiene un método, que parte de la fe.
Pero, no debemos olvidar que hay un Jesús histórico y un Jesús de la Fe. Los evangelios están
escritos desde la fe. El salto cualitativo es la resurrección. Nadie lo vio y creemos. Hay un salto
epistemológico importante, no quiere decir que sea un salto irracional. Hay una diferencia pero
hay continuidad. Sin Jesús no podemos hablar de Cristo. Hay una continuidad sapiencial.
A lo largo de la historia hemos ido comprendiendo ¿quién es Jesús? Las respuestas erróneas que
se han suscitado alrededor de Cristo han dado paso a los Concilios cristológicos. Es importante que
digamos que el NT, los Padres, los Concilios, la Edad Media y la Reforma tienen su cristología. Hay
una síntesis teológica en el siglo XVI y luego hay un salto cualitativo en el siglo XX, como Karl
Rahner. Es importante tener un manejo conceptual de la cristología a lo largo de la historia. Hay
que ver la historia para comprender a dónde estamos, en el siglo XXI. Hay que tener una nueva
forma de abordar el misterio cristológico. Es importante el manejo conceptual, pero además el
curso tiene que aportar algo a nuestra interioridad, el objeto de estudio afecta nuestras vidas, lo
que comprendamos de Jesús afecta nuestras vidas y la pastoral. Cristo no es una idea a defender,
sino un acontecimiento que vale la pena vivir.
Lo primero que se escribió del NT fue la Pasión de Jesús. Hay teorías sobre si Pablo escribió antes.
Hay un acontecimiento que es la muerte y la resurrección de Jesús. Unos hombres temerosos de
morir como su Maestro, salen a predicar a Jesús y manifiestan que al que ellos mataron, vive. Ese
es el énfasis de los Hechos y de Pablo. Es el punto de partida es la fe: Jesús murió en la cruz pero
Dios lo resucitó y a partir de ese hecho se empiezan a escribir los evangelios, comenzando con la
Pasión. Este hecho es capital: el acontecimiento histórico, la muerte y un acontecimiento
trascendental, la resurrección. Los evangelios tratan de responder a la pregunta: ¿QUIÉN ES
JESUS? Las comunidades tratan de dar respuestas a esa pregunta, cada una con su propia
respuesta teológica: Mc, Mt, Lc (Hch) y Jn. ¿Por qué mataron a Jesús si El pasó haciendo el bien?
Es una respuesta creyente, de fe. Lucas dice a Teófilo que después de haber investigado quiere
decir lo que sucedió para que cimiente su fe, pero no es una investigación histórica. Pablo también
da su respuesta a ¿quién es Jesús? El da su respuesta teológica cuando compone sus cánticos. Los
apóstoles dicen quién es Jesús: para ellos, Jesús es el Cristo. La comunidad de Mateo tiene un
fuerte componente de judíos, entonces, este evangelio insiste en que Jesús cumple el AT. Hay una
solución de continuidad entre Jesús y el AT.
Si revisamos cada tratado cristológico lo único que vemos son descripciones. Una descripción no
es una definición. Nosotros somos hijos de occidente, por ende, no podemos buscar conceptos,
sino descripciones de acuerdo con la cultura judía. Jesús es juez, es el Señor de la Historia, es el
Hijo de Dios. Los evangelios no dan definiciones.
De los evangelios pasamos a los Padres Apostólicos, San Ignacio de Antioquía y san Justino. El
lenguaje del NT se traduce en cartas. Ellos animan a sus comunidades a través de cartas. El
cristianismo se extiende pero el pueblo judío no es el dominante. Domina el griego como idioma y
con ello su cultura. Los cristianos tuvieron que decir quién es Jesús, pero no desde el NT sino
desde una cultura permeada de filosofía, por ende, racional. Para los griegos es absurdo que Dios
se haya hecho hombre. ¿Cómo lo infinito va a caber en lo finito? Por eso, una de las explicaciones
de Agustín es la del hoyo en la playa donde se quiere meter el mar. En esta etapa, la filosofía entra
en la teología. Entra la filosofía con su cuadro conceptual para soportar explicaciones teológicas. A
mediados del siglo XX hay una tendencia crítica que rechazaba la filosofía y postulaba que el
cristianismo se helenizó y, por ende, perdió lo propio. Ello no es así, porque los primeros
cristianos, a partir de los conceptos filosóficos y de sus definiciones construidas en los primeros
siglos, pudieron entrar en diálogo con la cultura. Por eso, no se puede afirmar que esas
construcciones fueran una traición al cristianismo. Hoy necesitamos otro tipo de diálogo con la
cultura también. Ya hoy está dado el dogma, la verdad sobre Jesús, pero esa verdad también es
una verdad humana que necesita ser significativa hoy, debe decodificarse. Cristo no es una idea,
no es un concepto a debatir, es un acontecimiento, tiene significado para el hombre de hoy que
busca un sentido en Cristo da, la vida tiene sentido.
Las definiciones conciliares se dieron porque surgieron herejías, que decían solo una parte de la
verdad que predicaba la Iglesia. En los concilios cada palabra está pensada. Jesús es verdadero
Dios y verdadero hombre. La verdad de los Concilios se aceptó en la Iglesia y se tradujo en el
Credo.
Más tarde, San Anselmo se cuestiona por qué un hombre Dios. Se cuestiona acerca de la falta
infinita del hombre que solo es posible saldar con el sacrificio del Hijo de Dios. Luego Santo Tomás
y san Buenaventura, en la Alta Edad Media, con la ayuda de la filosofía aristotélica explican el
misterio de Cristo. Martin Lutero da su propia explicación de ¿quién es Cristo? Antes de esta
división, se dio la división de la Iglesia, en el siglo XI, entre oriente y occidente.
En el siglo XVI se da la imprenta y el descubrimiento de América que implican una nueva síntesis
teológica, que salta hasta el siglo XX, como Rahner. Se preguntan esos nuevos teólogos por qué el
cristianismo es una propuesta para el hombre de hoy, ¿qué tiene de específico el cristianismo para
el hombre de hoy?
12 de febrero de 2013.
Cuando cayó el imperio Romano de Occidente cayeron las rutas comerciales y los medios de
reproducción de la cultura. Tenemos una Europa fragmentada, dividida, sin una fuerte
reproducción cultural. La Iglesia da unidad cultural, cohesión, a Europa a través de los monasterios
benedictinos y las escuelas. La Iglesia habilita rutas comerciales y permite la reproducción cultural
a través de los conventos (se copian libros, se hablan lenguas cultas). La Iglesia permite el avance
cultural y la mejora económica. La Iglesia detenta poder y funda la Cristiandad. En el Cielo Dios y
en la Tierra, la Iglesia. Todo esto llegó a su culmen en la Edad Media, donde surgen la
Universidades y a través de los árabes, Europa conoce la filosofía aristotélica. Pero, en el
Renacimiento, surge la duda como método epistemológico, con Descartes. Luego, la Revolución
Industrial, el Marxismo, donde conviven diversas formas de entender el mundo y, empieza con
fuerza el racionalismo, con Kant, para el que todo puede explicarse desde la razón. En ITA hay un
movimiento que reacciona contra los Estados Pontificios, que genera situaciones de conflicto y
dan entrada a la fundación de la República Italiana que reduce la Iglesia al Estado Vaticano. El
marxismo gana adeptos porque hay mucha producción pero no hay distribución de la riqueza. La
Iglesia pierde los trabajadores y los estados pontificios. La Iglesia condena en el siglo XIX el
racionalismo, el socialismo y el ateísmo. Pío IX en el Syllabus condena los ismos en el siglo XIX. El
Concilio Vat II trata de dar una respuesta a quién es Jesús y trata de iluminar la realidad del
hombre sin condenar los movimientos que antes se habían condenado. Con el Vat II, la Iglesia
busca entrar en diálogo con el mundo, no es un concilio de condena. Cuando se da esa respuesta
hay muchos hombres que prescinden de Dios y viven como si Dios no existiera, pues la ciencia y la
tecnología brindan las explicaciones y el confort que el hombre necesita. La Iglesia, entonces, trata
de enfrentar la secularización.
El hombre de hoy tiene ofertas religiosas con sólo dar un click, el budismo y el hinduismo plantean
que el origen del mal está en el deseo. Y, el cristianismo tiene una franca desbandada de lo
institucional, el Concilio Vaticano II no es un acontecimiento para el mundo católico. La profesión
de fe desde Cristo tiene que ver en la forma cómo vivimos. La Institución es importante, sino el
cristianismo no hubiera subsistido. El ser humano se mueve entre la institución y lo carismático. El
cristianismo es la única religión que propone la Encarnación. ¿qué tiene el ser humano para que
Dios se encarne? La mayoría de las religiones hacen sacrificios, oraciones para que el hombre
llegue a Dios. En el cristianismo, se propone que ya Dios está en medio de nosotros.
19 de febrero de 2013.
En la cultura del siglo XXI tenemos que dar una respuesta de quien es Jesús. Es necesario abordar
la realidad bíblica, en cuanto Palabra de Dios y las comunidades cristianas que profesaban la fe en
Jesús.
La espera en la parusía depende estrictamente de esta fe: “este Cristo, que primero actuó en la
humillación y ahora ha sido exaltado a la gloria, volverá con poder y majestad”. En el Evangelio de
Juan y los escritos de San Pablo tenemos cristologías diversas. Tenemos la cristología preexistente,
Jn habla de que la Palabra pre-existía y puso su casa entre nosotros. Es decir, se habla de que la
Encarnación se da porque el Verbo ya preexistía. Cuál es la naturaleza de Jesús? Juan reafirma la
naturaleza divina de Jesús, es una cristología descendente, se entiende desde quien era Jesús, el
Verbo, la Palabra. La cristología ascendente es la que se construye desde abajo. La Cristología
cósmica es de Pablo. El pone en juego, no sólo la vida humana sino del cosmos todo, que está en
juego con Cristo.
La primera cristología de la Iglesia. Saber cuál ha sido la cristología más antigua de la Iglesia es
muy importante porque la legitimidad del desarrollo posterior de la fe depende de su vinculación
con la proclamación de los apóstoles. Según Rahner, “Dios, en cuanto fundador de la Iglesia, tiene
una relación única, cualitativamente intransmisible, con la primera generación de la Iglesia,
relación que ya no tiene en el mismo sentido con los períodos subsiguientes.” Es importante
aceptar que hay una continuidad entre el mensaje de Jesús y la Iglesia. Jesús vino a decir cómo es
Dios y cómo quiere Dios que viva el ser humano. La comunidad que Él constituyó le dio
continuidad a su mensaje. Los períodos que no están vinculados a la acción fundacional, no tienen
la misma fuerza que el primer período. La Iglesia nació como fruto de una experiencia de Dios. La
verdad de Cristo y de la Iglesia quedó fundamentada en los primeros siglos. La comprensión de
esas verdades ha requerido de nuevas mediaciones. Hay una esencia que se comunica a través de
todos los siglos. La esencia de Dios no cambia, cambia la forma de acceder, del discurso, no la
esencia de Dios. Las comunidades de Juan, Marcos, Mateo y Lucas viven el cristianismo de una
forma. Pero, hay otras formas de vivencia de la experiencia de Jesús, según el profesor los
evangelios apócrifos.
La Cristología de la exaltación parte de que a Jesús había que darle unos títulos que
correspondieran a su dignidad (Hch 2, 32-36). Lucas recoge una concepción cristológica anterior
sin falsearla. En ella se describen actuaciones divinas: a) Dios ha resucitado a Jesús, b) lo ha
elevado a su diestra y c) por medio de Jesús ha enviado al Espíritu Santo. La aplicación a Jesús del
título Hijo de David, Sal 110,1, tiene por objeto subrayar que Jesús es superior a David. Dios no
tiene ni derecha ni izquierda, Dios lo abarca todo. Ello significa que tiene la misma dignidad.
26 de febrero de 2013.
Cristología de Marcos: se asume como el Evangelio más antiguo entre el 38-40. Antes se tenían los
Logia de Jesús, las cartas de Pablo, etc. Hay otras lecturas de Jesús, como la lectura gnóstica. El
Evangelio es un estilo, y se caracteriza por el secreto mesiánico. Su gran pregunta, es ¿quién es
Jesús? El secreto mesiánico consiste en la actuación de Jesús actuando poderosamente en virtud
del poder de Dios que se manifiesta en su enseñanza, la expulsión de los demonios, y en los
grandes milagros. Realiza obras mesiánicas, pero contradictoriamente le pide que no digan nada a
los sanados, por ejemplo. Marcos destaca la incomprensión de sus discípulos, a pesar de todas sus
explicaciones. Esa incomprensión alcanza también a las multitudes, incomprensión que no
terminará de aclararse hasta la resurrección. El Centurión, un pagano, reconoce que Jesús es
verdaderamente el Hijo de Dios, cuando ve los hechos que rodean su muerte. Jesús enseña a
través de la acción, no de los discursos. A Jesús se le conoce haciendo. No le interesa como a
Mateo, hacer una conexión de Jesús con el AT, Jesús como nuevo Moisés. El pretende hacer
comprensible el misterio de la muerte y resurrección de Jesús a la luz de todo lo que hace
previamente. Explica por qué murió de esa manera y por qué Dios lo resucitó. El pretende abordar
el misterio doloroso de Jesús. Su camino es el camino del Siervo doliente, incomprendido por sus
discípulos. Es el Mesías oculto y humillado, que no cumple las categorías mesiánicas de los judíos.
Algunos autores dicen que Marcos utiliza el secreto como una forma de contar su Evangelio.
Los Evangelios están ligados al AT, de lo contrario, no podrían comprender ni hablar de Jesús.
Jesús es judío, pero trascendió los límites del judaísmo. Los discípulos y Pablo plantean siempre
una continuidad de la historia de la salvación. En Marcos predomina una cristología de la
exaltación: Dios lo resucitó, no la pre-existencia propia de Pablo. Marcos destaca la figura de
Jesús, doloroso y propiciatorio. La salvación se da con la muerte de Jesús. El destaca la inminencia
y amargura de su Pasión. El abandono, la soledad mayor, se destaca en la cruz: Dios mío, Dios mío,
porque me has abandonado. La muerte de Jesús (Mc. 9, 12) se da por el rescate de muchos.
Evangelio de Mateo: este Evangelio está conectado de modo particular con el mundo judío, pero
en una perspectiva universalista. La primera palabra de Dios, es la creación. Solo después de la
creación, existe el pueblo judío. Se dirige a una comunidad de catequistas familiarizado con el
judaísmo. Mateo tiene una escuela. El Ev Mt es una catequesis que dice quien es Jesús. Está
orientado a quienes conocen la oración, liturgia y prácticas judaicas, pero plantea un salto
cualitativo. Dentro del judaísmo, los fariseos eran un partido, una secta, los esenios, otra y así los
cristianos también fueron una secta, al principio. Pedro predica en la sinagoga. El cristianismo es
una escisión del judaísmo, a partir del acontecimiento de Jesús.
Enfatiza el título de Señor, por ejemplo, en el pasaje de la tempestad calmada, al que se rinden sus
discípulos, el título de Señor, se utiliza en su predicación. El título de Hijo de Hombre se reserva a
la Parusía. Se discute si Jesús es el nuevo Moisés: no se pierde la Ley, sino se da plenitud. Algunos
consideran a Mt como un “Pentateuco cristiano” por sus paralelismos: el desierto, la montaña, los
preceptos que Dios da, etc., el recurso al AT es para poder fundamentar y dar plenitud a la figura
de Jesús. Su actuación es mucho más reveladora de Dios y del destino del ser humano, más
profundas que las que dio Moisés.
Mateo hace referencia al AT, pone a Jesús como el nuevo Moisés. Jesús adquiere otra categoría,
porque él resucitó. El punto de partida es la resurrección. Parte de la exaltación, todo tiene
sentido porque Dios resucitó a Jesús y le dio un lugar a su derecha.
5 de marzo de 2013.
La cristología de Lucas: Lucas tiene una apertura a los cristianos provenientes de la gentilidad. Su
evangelio tiene un destinatario, Teófilo. Es el único evangelio que tiene un destinatario y parte de
una constatación de los hechos de Jesús. Es también el escritor de los Hechos. Ningún título
cristológico tiene una significación especial, él quiere destacar que Jesús es una figura atrayente.
Aquí se nos narra el acontecimiento de Jesús dirigido a grupos helenistas. El libro de los Hechos es
el evangelio de Pablo, que también se dirige a los gentiles. El evangelio consiste en que Jesús fue
muerto, pero Dios lo resucitó. Lucas concede valor autónomo a la predicación de Jesús. No
podemos entender el padecimiento y la gloria de Jesús sin saber qué lo llevó a ese padecimiento y
a la gloria. Su evangelio se dirige a quienes no tienen el “favor de Dios”; sus discursos van dirigidos
a la gente que sufre y padece. El cap. 15, es una respuesta a la cuestionante del por qué lo siguen
los pecadores. Concede gran importancia a la actuación taumatúrgica de Jesús, su actividad
liberadora. En Lucas, 4,16 y ss aparece un programa de vida de Jesús. Juan El Bautista cede su
lugar a Jesús, en El ve el cumplimiento de la promesa, Jesús es el , el Ungido. El también
destaca la exaltación de Jesús, luego de su muerte fue resucitado y está a la derecha de Dios. Jesús
es salvación que fue enviada a Israel pero que alcanza también a los gentiles. Los hombres deben
convertirse para alcanzar el perdón de los pecados. Lucas destaca el carácter señorial de Jesús, sin
perjuicio del camino que ha de seguir para esa exaltación. Lucas remonta la genealogía de Jesús
hasta Adán, al contrario de Mateo que lo hace hasta Abraham. Es un principio más universal, no
hay una elección como en Mateo, que parte de Abraham, sino de Adán, es decir, toda la
humanidad.
El Reino es interpretado en un nuevo sentido. David era mesías, por cuanto fue ungido. Pero,
Lucas da una nueva significación a esa unción: la vida terrena de Jesús manifiesta ese Reinado,
todo tendrá que llegar, pero ya en Jesús ha empezado el Reino. El Jesús de Lucas no aparece
humillado, el camino a Jerusalén es un camino real. Su vista ya está puesta en la aparición del Hijo
del Hombre. El tiene pleno conocimiento de su identidad y misión. Ve a Jesús como un profeta,
utiliza la expresión de que no está bien de que un profeta muera en Jerusalén: Israel, al igual que
en pasado, resiste a la buena nueva y elimina al profeta, en este caso a Jesús.
Lucas es helenista, pero conoce el pensamiento veterotestamentario. Para Lucas, Jesús es el
médico, el que cura y sana angustias de cuerpo y alma. Nos hace pensar que su humanidad no es
ajena a Aquel a quien nos acerca.
Cuando hay un seguimiento de los apóstoles y de alguna gente, se intuye que hay una realidad
que motiva: la Iglesia reflexionó que esa fuerza provenía del Espíritu Santo.
En Lucas hay un sentido social y una atención especial a la figura de la mujer. En Lucas se destaca
su capacidad para resaltar lo humano de Jesús: nada humano le es ajeno a la Palabra. Lo esencial
no son los predicados de Jesús, cuanto la persona globalmente considerada. La cristología de Lucas
no difiere mucho de Mc y Mt, pero destaca que el Cristo no puede ser comprendido plenamente
sin lo humano. No desarrolla la cristología de preexistencia que sí aparece en Jn.
Cristología de Pablo. Himno de Filipenses 2, 6-11. Pablo no conoció al Jesús terreno. El grado de
comprensión de Pablo de Jesús es singular. Pablo ve en todo la cristificación: ya no hay diferencia
entre judío y gentil, entre varón y mujer, esclavo y libre. En el himno de Filipenses se expresa el
misterio de Cristo, desde su abajamiento hasta su exaltación y señorío sobre toda la creación.
Pablo habla de la kenosis, el abajamiento de Jesús, siendo Dios no desdeñó lo humano. Se habla
de preexistencia, la existencia terrena y la existencia resucitada. El que murió en la cruz es el que
se abajó, existía antes de la historia pero entra en ella. El himno canta lo sucedido con Jesús como
un acontecimiento de salvación que alcanza a todo aquél que crea.
Kyrios, el Señor: para Pablo, Jesús es el Señor cósmico, el Kyrios (Rom 14,9; I Cor 11, 20-34). Todos
somos seguidores del Ungido, del Cristo, del Señor. La figura del Kyrios que Pablo propone implica
igualmente la unión dichosa con él y la responsabilidad seria ante él, mirando a la parusía en la
que aparecerá. La pertenencia a Cristo nos lleva a una adhesión a una persona.
Cristo es el nuevo Adán, es el hombre celeste que los hombres están llamados a reproducir con la
ayuda divina. Cristo es imagen del hombre nuevo. Pablo nos pone directamente en relación con
Jesús. El nos muestra que aunque no lo hayamos conocido u oído, ello no significa que Jesús no
marque esencialmente nuestra vida.
No es la práctica del AT lo que va a salvar, es aceptar el acontecimiento de la Cruz, que es
necesario entenderlo, aceptarlo y creerlo. Al entenderlo y aceptarlo se continúa creyendo.
Hijo de Dios: constituye el corazón de la cristología de Juan, revela la igualdad con el Padre. Solo
en Jn aparece la expresión YO SOY, que se aplica a Yahvé en el A.T. Solo Jn utiliza la expresión YO
SOY. Jesús tiene conciencia de que es enviado del Padre, ambos viven en unidad perfecta, una
unidad de ser y de acción, pero se diferencian: Jesús se subordina al Padre y cumple lo que le ha
encargado: la redención del mundo y la devolución de la vida perdida. La salvación se obtiene por
la fe en el hijo del Hombre. El himno cristológico que está en el prólogo, apunta a la esencia del Ev.
Jn. Su prólogo es un evangelio dentro del evangelio. Narra el acontecimiento de Cristo, antes de
Cristo y después de Cristo.
El Hijo del Hombre cumple un designio, pero no hace algo ajeno a Él, porque es el Hijo de Dios,
que tiene el poder de conducir la humanidad hasta el Padre.
Juan habla del Espíritu como el Paráclito que continuará la obra de Jesús en la tierra. Por su medio
el Cristo revelado se convierte en el Cristo presente, que vence Satanás. Del Espíritu depende que
el mensaje de Cristo sea fructífero.
Carta a los Hebreos: la aplicación de Cristo del título de Sumo Sacerdote, implica su exaltación. Se
contrasta el sacerdote veterotestamentario y el de Cristo. Cristo es el mediador de la nueva
alianza anunciada por Jeremías, cuya eficacia deviene de la muerte sacrificial de Cristo. La obra es
única y permanente, Cristo se sacrificó una vez y por ese sacrificio hemos sido santificados para
siempre. Jesús es sumo sacerdote que ofrece un sacrificio al Padre, pero Él es sacerdote, sacrificio
y víctima. En la misa hacemos una actualización para nosotros del único sacrificio hecho por Cristo
una vez. El autor espera la parusía y el juicio donde se cumplirá a plenitud el misterio de Cristo.
12 de marzo de 2013.
Sn Ignacio de Antioquía dice que “lo que no se asume, no se redime”. Con esta posición, Ignacio
combate la negación de la carne de Jesús postulada en su tiempo, diciendo que lo que no se
asume no se redime. La patrística permite un desarrollo del misterio de Cristo. Entre el NT y los PI
hay una solución de continuidad. A partir de los Concilios hay quienes acusan de que los PI
“helenizaron” al cristianismo. Cada momento histórico se ha comunicado de distintas manera y
ello ha marcado un hecho, el deseo de explicar la fe que se recibió. Las herejías permitieron así el
desarrollo de una cristología más compacta. El diálogo con el mundo.
La Tradición explicita, profundiza, formula y desarrolla su comprensión del misterio: Dios hecho
hombre. Aquí radica el problema. ¡A quién le cabe en la cabeza que Dios se haga hombre! Para los
antiguos hay distancias ontológicas que no podían acercarse: Dios infinito, el ser humano finito, lo
necesario y lo contingente. La Encarnación choca contra la lógica humana. La Iglesia es consciente
de que cuenta una “historia con sentido teologal” en referencia permanente a la SE. A veces, la
Teología fue muy especulativa, otras veces no. La cristología se desarrolla en un contexto
histórico: hay un magisterio, y hay algunos que sancionan. La cristología que tenemos ha surgido
en un contexto eclesial. La iniciativa la toma apologista, de un obispo, para abordar la cristología
eclesialmente y con un horizonte escatológico. No es una mera especulación, sino que la
cristología es algo existencial, vivencial. La cristología se hace en la Tradición de la Iglesia.
Los Padres Apostólicos son la segunda y tercera generación después de Jesús. Del siglo I al IV nos
vamos a encontrar con algunos padres de la Iglesia, con las herejías, con los grandes concilios y
con la definición de los dogmas cristológicos y trinitarios. El período patrístico tiene de relevante:
Herejías:
CONCILIOS CRISTOLÓGICOS:
El contexto cultural: hay un judaísmo en crisis. Por los hechos, por los acontecimientos. El pueblo
judío rechazaba el poder romano, sobre todo por el tema del pago de impuestos. En el tiempo de
Jesús hay otros profetas: Juan El Bautista y otros surgidos, con un afán independentista. Los
romanos veían esos movimientos como algo subversivo. En el año 70 d.C. los romanos, a raíz de
una revuelta judía, destruyen Jerusalén. Se plantea entonces en quien debe creer el pueblo. El
cristianismo al inicio era una secta más dentro del judaísmo. Así era vista.
Hay un helenismo sincretista. Roma conquistó militarmente a Grecia, pero Grecia le conquistó
culturalmente. Pablo en Atenas, predica el Dios desconocido. Los helenistas eran sincretistas,
aceptaban otros dioses. Los intelectuales griegos objetan que no es racional que Dios se haga
hombre.
Hay un mundo de convergencia entre el helenismo, los sincretistas y el cristianismo: los cristianos
presentan una nueva forma de ver la vida y ello permite al cristianismo tener adeptos, por un lago
y persecuciones por otra. Pero en medio de todo, el cristianismo crece.
Las primeras elaboraciones para explicar ¿quién es Jesús?, tienen un alcance limitado. Dentro del
judaísmo, en el contexto de sectas judaizantes y, en el contexto helénico, el docetismo.
Clemente de Roma .
Salvador , en tanto como oveja al matadero, derrama su sangre para salvar y debe ser
reverenciado. En Cristo tenemos doctrina y ejemplo de camino al Padre.
Fue bautizado por Pedro y Pablo según la Tradición. Fue el segundo sucesor de Pedro, a la cabeza
de la Iglesia de Antioquía Fue condenado a muerte, enviado a Roma, escribe cartas animando a las
comunidades de Asia. Muere en el año 107 en el Circo Romano, bajo la persecución de Trajano.
Ataca a las sectas judaizantes que daban énfasis a la celebración en sábado, que confiaban más en
la Ley y que interpretaban el Evangelio a la luz del A.T. Por el contrario, hay que hacer una lectura
cristológica del A.T., como preanuncio y preparación de Cristo.
San Ignacio refuta los docetas, que negaban la bondad de la carne y la realidad de la carne de
Cristo. Tiene influencia de Juan. El reafirma que Jesús se hizo carne y habitó entre nosotros. Jesús
sufrió verdaderamente, para salvarnos.
En la Carta de San Policarpo, se nota la influencia joánica: la permanencia con Cristo, tal y como el
sarmiento en la vid. Si permanecemos unidos a la verdadera fe, nos vamos a poder salvar. Es
necesario, ir más allá de ser buenas personas, sino ser otros Cristos. Jesús es un hijo amoroso, que
cumple la voluntad del Padre.
En la carta a los Tralianos, dice que uno puede escapar de la muerte si uno tiene fe en Jesucristo
muerto y resucitado. Aquí trasmite una oración dogmática en dos aspectos: destaca el aspecto
humano de Cristo, del linaje de David, nacido de la Virgen María, que padeció bajo Poncio Pilato y
que comió y bebió. Recalca que fuera de Jesús no hay posibilidad de salvarse.
En la carta a los Romanos dice que Jesús es la revelación completa del Padre, como dice Heb 1,1.
Jesús está sentado a la derecha del Padre.
En el pensamiento de San Ignacio tenemos cartas sencillas, comprensibles para la mayoría, porque
tienen un sentido pastoral. Tiene como finalidad la refutación del docetismo. Recalca que Jesús es
verdadero hombre, que si tenemos fe, es posible salvarnos.
San Ignacio dirá que hay que defender la fe recibida, san Ignacio no especula sino que anima
comunidades y da testimonio de fe. Ese testimonio de fe culmina con el martirio en Roma. Jesús es
su fuerza y vitalidad, la que él comunica a todos.
09 de abril de 2013
Tertuliano: nace en Cartago, en el norte de África, a mediados del siglo II d.C. Tiene formación
jurídica, es converso al cristianismo y es sacerdote. Escribe entre el 193-197, pero se convierte al
montanismo entre el 207 y 213. Muere hacia el 220 y su aporte tiene que ver con la
fundamentación trinitaria.
Su cristología es contra el monarquianismo, por una parte, y marcionismo y valentinismo, por otra.
Plantea la centralidad de la carne en Jesús y conoce y presenta la regla de fe. El único Dios tiene un
Hijo, su Verbo, que es otro respecto al Padre, en cuanto Persona, no en cuanto sustancia. El es que
introduce el concepto de Persona.
Tiene cierta dosis de subordinacionismo. Sabiduría y Verbo son dos palabras para referirse a la
Segunda Persona de la Trinidad. Se reconoce como sabiduría antes de la creación pero, su
nacimiento perfecto, sólo se realiza en la creación, cuando es proferido como Verbo. La sustancia
divina le compete completamente al Padre, al Hijo por derivación.
Con respecto a la Encarnación dirá que la acción del semen divino actúa en María para generar al
Dios y hombre. En Jesucristo hay dos sustancias: una divina, el Espíritu y, otra corpórea, la carne. A
una corresponden milagros y a otra debilidades.
Tertuliano responde a la herejía que dice que el Padre, el Hijo y el E.S. son una misma persona.
Pero, Tertuliano introduce la noción de sustancia, para decir, que tienen la misma sustancia
(ousía), la misma esencia. En la doctrina trinitaria se adopta la noción de esencia, tienen la misma
esencia, pero sin confusión: son tres personas, con la misma sustancia. Tertuliano dice que el
Padre es Eterno, pero dice que el Verbo no es coeterno con el Padre, entonces, el Hijo deriva del
Padre, hay cierto subordinacionismo. La subordinación es una jerarquía de autoridad y esa no es la
doctrina de la Iglesia, para la Iglesia no hay subordinación sino comunión: son de la misma esencia
pero distintos. La confusión de que el Padre, el Hijo y el E.S. sean una misma persona es lo que se
conoce como la herejía del monarquismo.
23 de abril de 2013
Herejías:
Concilio de Nicea: responde a cómo Jesús es a la vez Dios y hombre: Jesús es una persona con dos
naturalezas. Hay unión hipostática de la naturaleza divina y humana en Jesucristo. Con ello se da
significado a la humanidad de Jesús.
a) Ebionitas,
b) Arrianismo.
a) Los adopcionistas.
b) Los modalistas (todas son formas, no hay esencia en la persona) y,
c) Los gnósticos.
Herejías.
1. Jesús es solamente un hombre que llegó a ser Dios (Ebionitas): los ebionitas presentan a
Jesús como un simple hombre. Ellos enseñaban que Jesús vivió como los otros hombres y,
a causa de su gran piedad, mereció recibir más tarde, al Cristo, que bajó el aspecto de una
paloma en su bautismo. Sin embargo, él no llegó a ser Dios en ese momento. Solamente
llegó a ser Dios, después de la resurrección. Los ebionitas aceptaban sólo parte del
Evangelio de Mateo con los cambios que ellos le hicieron. Negaban la divinidad de Jesús y
veían a Jesús como un nuevo hombre.
2. Jesús es solamente Dios, pero no es hombre (gnosticismo y docetismo): Los gnósticos
enseñaban que el mundo material y el cuerpo humano eran malos. Dios no se podía unir a
un cuerpo y lo único importante era el alma. El espíritu es lo único bueno y perfecto. Para
ellos, era insostenible e inconcebible que el Hijo de Dios se hiciera hombre y formara parte
de este mundo, al tomar la naturaleza humana. En todas las grandes religiones el ser
humano tiene que tratar de ver hasta dónde está Dios, en las grandes monoteístas hay
sacrificios para agradar a Dios. El budismo y el hinduismo tienen otra forma de
comprensión de Dios. Todas hacen oraciones, piden perdón a Dios. Con el cristianismo, es
Dios quien viene al ser humano y esto es fundamental. En la fe cristiana, el ser humano es
alcanzado por Dios: los sacrificios y las oraciones tienen otra finalidad: prepararse para
recibir el don de Dios. Para estas herejías, lo infinito, lo Bueno, el Sumo Bien, no es posible
que Dios entre en el mundo contingente. No es aceptable que Dios se haga un niño, que
llora ante la muerte de un amigo, que siente angustia ante lo fatal del Getsemaní, ante lo
inevitable. Entonces, vienen las interpretaciones: Jesús era un hombre bueno que Dios lo
premia convirtiéndolo en Dios, para otros, Jesús era una apariencia que nunca se encarnó
(docetismo). Los argumentos de las herejías tienen un valor, nos plantean el problema y
debemos dar una respuesta. La Iglesia ahonda en las dificultades y emite su juicio: es
verdadero Dios y verdadero hombre. Utiliza el lenguaje filosófico para formular los
dogmas. La herejía es una respuesta a la pregunta ¿quién es Jesús? Pero la respuesta es
equivocada, o al menos, parcialmente cierta. En el siglo XXI también es necesario decir
¿quién es Jesús? Es verdadero Dios y verdadero hombre, pero hay que traducirlo a nuestro
lenguaje. No podemos negar la inmanencia ni la trascendencia de Jesús. Los gnósticos
negaban la encarnación y no le daban importancia a la muerte de Jesús en la cruz ni a la
resurrección. Se basaban en un “evangelio de Felipe”. Los docetistas negaban la
encarnación del Hijo de Dios. Se les llamaba así porque “doceta” significa apariencia y ellos
creían que el Hijo de Dios tenía carne solo en apariencia. Tanto para los gnósticos como
para los docetas Jesús era un ser divino pero no un hombre verdadero.
30 de abril de 2013.
3. Adopcionistas y modalistas: El Padre y el Hijo son la misma persona. Dios es uno, pero no
es Trinidad. No existía el Padre, ni el Hijo ni el E.S. Existía solo un Dios que se comportaba
a veces como Padre, otras como Hijo y otras como E.S. Así, Dios asume modos.
a) San Ireneo. El destaca que Jesús es Dios humanado, encarnado, hecho hombre, por eso,
es nuestro Salvador. Cómo lo sintetiza en su Carta contra los Herejes (Adversus Haereses):
él se pregunta ¿cómo podríamos los hombres conseguir la salvación si Dios no hubiese
obrado su salvación sobre la tierra?, o, ¿cómo habría ido el hombre a Dios, si Dios no
hubiese venido al mundo? (Adv. Haer IV, 33.4). Es Dios mismo el que se introduce en la
historia humana, con Ireneo.
b) Orígenes: Enseñaba que la manera cómo Dios Padre engendra al Hijo y le da el Ser, es algo
muy particular y digno de Dios, no en la forma cómo un ser humano engendra a un hijo.
Dice él que no podemos comprender cómo el Dios que nadie ha engendrado, viene a ser
Padre del Hijo unigénito, porque se trata de una generación desde siempre y eterna. De
este modo, el Hijo no fue adoptado, sino que es verdaderamente Hijo del Padre. El
hombre es semejante a Dios, pero al contrario no. Dios es infinito, de modo que no cabe
poner nuestros parámetros en Dios: es inaudito decir que Jesús fue adoptado, o que fuera
engendrado al modo humano.
Concilio de Nicea:
a) Primer postulado: JESUS ES VERDADERO DIOS. “Creemos en un solo Señor Jesucristo, Hijo
de Dios, nacido unigénito del Padre, es decir, de la sustancia del Padre (no es diferente a
Él), Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado no creado, de
la misma naturaleza del Padre, consubstancial al Padre, por quien todas las cosas fueron
hechas, las que hay en el cielo y las que hay en la tierra, que por nosotros los hombres y
por nuestra salvación, bajó del cielo, se encarnó y se hizo hombre, padeció y resucitó al
tercer día, subió a los cielos y ha de venir para juzgar a vivos y muertos.” (Dz 54).
Los Padres de Nicea dicen que Jesús bajó del cielo, no vino de un modo aparente, sino real (contra
los docetas). Fue engendrado, no creado: engendrado desde la eternidad y así se responde a Arrio,
a los modalistas y a los adopcionistas. El Credo de Nicea apunta a que Jesús es verdadero Dios y
verdadero hombre. El hecho de que se haya humanizado, no le quita su categoría de Dios. Cristo
sin desdeñar ser Dios, según Pablo. Cristo es una sola persona, con dos naturalezas sin confusión.
En Nicea se planteó de manera tajante la divinidad de Jesús.
Nicea recoge la herencia de la S.E. y realza y recoge la herencia de los Padres de la Iglesia y afirma
que Jesucristo es verdadero Dios y verdadero hombre.
¿De qué forma Jesucristo es verdadero Dios y verdadero hombre? En la unidad de su Persona
divina, Jesucristo es verdadero Dios y verdadero hombre, de manera visible e invisible. Verdadero
hombre, visible en este mundo, tal y como lo conocieron sus contemporáneos. Pero su divinidad
no era evidente, si hubiera sido evidente, todos los demás hubieran aceptado que era Dios.
“El Hijo de Dios engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre” se ha hecho
verdaderamente humano, sin perder su categoría de Dios.
CONCILIO DE CONSTANTINOPLA:
APOLINARISMO: “JESUS ES PERFECTO DIOS Y PERFECTO HOMBRE.” Ahora bien, dos cosas
perfectas no pueden llegar a ser una, por una sencilla razón: a ninguna le falta nada y por eso, no
necesita nada de la otra, que es perfecta. Por consiguiente, Jesús no puede ser hombre perfecto.
Esta idea, llevó al obispo Apolinar a afirmar que Jesús tuvo un cuerpo como el nuestro, pero su
alma no era completamente como la nuestra, pues era cierto que su corazón sentía alegría, miedo
temor o angustia. Sin embargo, su pensamiento no era el de hombre, sino de Dios.
En el año 381, en el Concilio de Constantinopla los obispos condenaron todos los errores que
sobre Cristo se habían enseñado, entre ellos, los de Apolinar y Arrio y confirmaron lo que el Papa
Dámaso había enseñado sobre la verdadera humanidad de Cristo. La herejía decía una parte de
verdad, pero otra no. Las categorías que se aplican a la humanidad no se aplican a la divinidad de
Cristo. Es cierto que Jesús asumió la humanidad en todo lo que ello implicaba, por eso fue salvado
el ser humano en toda su realidad.
21 de mayo de 2013
Jesús es una persona en dos naturalezas. Si Jesús es Dios y Hombre, ¿qué papel juega la Virgen
María? La pregunta que se hacían es si la Virgen fue madre de Jesús (el hombre) o del Hijo de
Dios? Surgió un obispo, Nestorio, que enseñó que a María debía llamarse como la Madre de Cristo,
y no Madre de Dios. Esta postura se oponía al sentir del pueblo que rezaba “Bajo tu amparo, nos
acogemos santa Madre de Dios…” Ante el apolinarismo se da el Concilio de Éfeso (431) que nos
habla de la unión hipostática. En este Concilio, san Cirilo de Alejandría y Celestino I, explicaron por
qué a María se le llama Madre de Dios (Theotokos).
Consecuencias de Éfeso:
Entonces, ¿hay que decir que la unión es tan total, que la humanidad de Jesús deja de ser una
humanidad plena y verdadera? En otras palabras, ¿si la divinidad absorbió la humanidad de Jesús?
El monofisismo plantea que la humanidad sí quedó absorbida por la divinidad. El monofisismo
plantea que la condición humana de Jesús no tenía ningún papel en la salvación de los hombres. La
humanidad de Jesús era como una marioneta en manos de Dios.
“Siguiendo pues a los Santos Padres, todos a una voz enseñamos que ha de confesarse a
uno solo y el mismo Hijo, nuestro Señor Jesucristo, Uno sólo y el mismo Cristo Hijo Señor
Unigénito en dos naturalezas, sin confusión, sin cambio, sin división, sin separación, en
modo alguno borrada la diferencia de naturalezas, sino conservando, más bien, cada
naturaleza su propiedad y concurriendo en una sola persona y una sola hipóstasis, no
partido o dividido en dos personas, sino uno sólo y el mismo Hijo Unigénito, Dios Verbo
Señor Jesucristo, como de antiguo acerca de Él nos enseñaron los profetas y el mismo
Jesucristo y, nos lo ha trasmitido el Símbolo de los Padres.” (Dz 148).
Se afirma que no hay confusión, cada naturaleza se mantiene, pero al final, es un misterio, porque
no se puede abarcar a Dios y menos al hombre-Dios. El Hijo de Dios tiene dos naturalezas, en cada
acción actúa el hombre y Dios. Hay hombres que llamamos santos, sobre los cuales actúa la gracia
sin dificultad, pero no podemos decir que sean manipulados por Dios.
28 de mayo de 2013
San Anselmo planteó el “argumento ontológico”. Anselmo escribe, a diferencia de los concilios
anteriores, para la cultura de occidente, es latino. El imperio romano cayó en manos de los
bárbaros y oriente continuaba sintiéndose culto. Esto provocó un distanciamiento paulatino de
oriente y occidente, marcado también por el uso de la lengua. La gota que derramó el vaso fue el
tema del Filoque. Occidente se recupera culturalmente por los benedictinos y por sus monasterios.
Se refunde occidente por medio del Sacro Imperio Romano-Germánico. Se estudia el Tridium y el
Cuatridium. En occidente hay un resurgir de la filosofía y de la teología. Aristóteles hace su
reingreso a Europa por medio de los árabes Avicena y Averroes. Por ende, hay que establecer un
nuevo diálogo entre la cultura y la fe. Entre la razón y la fe.
San Anselmo propone prescindir de la fe, como metodología teológica, aunque parta de que Dios
existe. Se propone partir de la razón para probar la existencia de Dios. No lo hace desde la Sagrada
Escritura, ni de los Padres de la Iglesia ni de la Tradición. Para San Anselmo tenía que existir un
argumento de razón y plantea que “Dios es aquello de lo que nada mayor puede pensarse.
Luego, Dios es, existe.” El está proponiendo la argumentación, la razón. Para san Anselmo era
estrictamente necesario que Cristo muriera. El pecado es una deuda infinita, que sólo podía pagar
el mismo Dios, porque el hombre es finito. Cristo, entonces, es el sacrificio necesario e
insustituible.
San Anselmo afirma que Cristo es por encima de todo el Redentor. Su obra cristológica es ¿Cur
Deus homo? –¿Por qué un hombre Dios?). Este es el quid del asunto. En esta obra, San Anselmo
propone que Dios creó el hombre para la felicidad, pero esta felicidad requiere de una obediencia
que el hombre no cumplió y que ahora es irreparable por las solas fuerzas humanas. Si el
propósito de Dios era la felicidad del hombre y Dios es omnipotente, dicho propósito no podía
quedar frustrado. Por lo tanto, se requería de un medio de redención para restaurar el estado
original, era necesaria una ofrenda de obediencia que sea igual o mayor a la ofensa. La ofrenda
debía ser hecha por un hombre, porque fue un hombre el autor de la desobediencia. Sin embargo,
el hombre no podía ofrecer nada a Dios porque todo lo que tiene se le debe a Él, por lo tanto, la
ofrenda debía necesariamente venir de Dios. En conclusión, era necesario que alguien que fuera
Dios y hombre a la vez, quien saldara la deuda infinita del hombre. Satanás tiene al hombre
encadenado al pecado y es necesario pagar la libertad. En Cur Deus homo?, no se menciona a
Satanás, pues la aportación de San Anselmo es superar la teoría de los derechos del diablo que
exigían un pago departe de Dios y del hombre para liberarse del pecado original. En su
argumentación, san Anselmo, según se desprende del esquema anterior, queda patente que la
relación se centra exclusivamente entre Dios y el hombre. San Anselmo no pone de relieve el
papel del hombre cuanto de Dios. Su finalidad es exaltar la obra de Dios. En su cristología, se
encuentra la idea de la libertad. Dios nos salvará asociando la libertad humana a su propia
libertad.
Sus críticos le preguntan ¿por qué Dios no perdona? y basta!, en virtud de su omnipotencia. Es
necesario proceder de tal modo, pues la desobediencia no debe quedar equiparada a la
obediencia. La ofrenda es la que de algún modo cualifica la desobediencia como una ofensa a Dios
y le da importancia. Este razonar plantea el problema de cómo se coordinan misericordia y justicia.
Para san Anselmo, la misericordia es siempre la primera y la justicia es sólo una manera de cumplir
la misericordia. Porque, ¿quién va a hacer la justicia? Ciertamente el hombre no! Y, esa justicia se
transforma en misericordia de Dios.
Su teología de la redención es una de las preferidas por la Iglesia. Paul Tillich pone de relieve como
se da en ella una profunda causa psicológica: el pecado crea una tensión en Dios; por su parte, el
hombre tiene una tendencia natural a la culpabilidad; a pesar del pecado no se perdona tan
fácilmente. Debemos pagar por nuestras culpas, pero al ser incapaces de hacerlo nosotros, Dios lo
hace por nosotros.
04 de junio de 2013.
Dios no mudó, la humanidad de Jesús, Dios la hizo para sí. La iniciativa fue Dios, no fue el hombre
el que trajo a Dios para sí, sino Dios asumió la iniciativa. Dios es el Sumo Bien y se manifiesta de
cualquier manera. Plantea que Jesús fue en todo igual al hombre, menos en el pecado. El no
propone una novedad, sino que sistematiza todo lo que han dicho los Padres de la Iglesia y lo que
ha propuesto la Iglesia hasta ese momento.
Los que objetan la encarnación dicen que sólo bastaba la misericordia de Dios. Santo Tomás dice
que Dios pudo haber rescatado el hombre de muchas maneras, pero no existía otro modo más
oportuno para salvarnos que el asumir nuestra carne. La encarnación es el modo más conveniente,
en el que se respeta la libertad de Dios y la libertad del ser humano. El ser humano le corresponde
aceptar la salvación. La encarnación es el hermanamiento del Hijo de Dios con nuestra naturaleza.
La Palabra se desborda por el mundo mientras sigue unida al Padre, nada humano le es ajeno. San
Agustín dice que Dios se hizo hombre para que el hombre se hiciera Dios (De Nativitate Domini,
sermón).
Dios no deja de ser Dios por hacerse hombre. Existe la conciencia y la aceptación de que existe
algo que se llama pecado. Ese pecado consiste en negarle a Dios ser Dios. Recordemos que se
hacía una lectura textual de la S.E., no había acercamientos histórico-críticos. En el relato de la
creación, Satanás le dice a Eva que si Dios le ha prohibido comer de los árboles, a lo que ella
replica que es el fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal. El ser humano quiere ser como
Dios, en su soberbia no quiere reconocer la omnipotencia de Dios, entra en conflicto con los otros
y se corrompe. Hay algo que hay que reparar que está en la naturaleza y eso se repara desde
adentro, desde la humanidad lastimada, herida. ¿Cómo se resuelve? La humanidad es restaurada,
por el amor, entrando Dios en la humanidad caída.
El designio de Dios es salvar al hombre de su pecado. Sólo por esa manera se encarna el hijo del
hombre.
En el artículo 4, los pecados actuales son los que cada uno comete de modo particular, pero la
naturaleza del hombre está herida y lastimada por el pecado original. El perdón se dispensa a todo
género de pecado. Vino por lo que está en la raíz, el pecado original y por el pecado actual de cada
hombre.
En el artículo 6, existe la conciencia que el ser humano mediante la encarnación de Jesús puede
alcanzar niveles de perfección que no hubiera alcanzado si Cristo no se hubiera encarnado. El ser
humano puede llegar a nivel de perfección si sigue a Jesús.
Santo Tomás recoge lo que hay en la Iglesia para dar una respuesta epistemológica de quién es
Jesús? Santo Tomás concluye que Jesús es verdadero Dios y verdadero hombre y que todo lo que
se manifiesta en Jesús es la pedagogía de Dios.
El Tratado de Santo Tomás de Aquino es un conjunto cristológico que hasta entonces no había
tenido nada equivalente, ni por la riqueza y la inteligencia de la indagación de las fuentes
tradicionales, ni por la exactitud y coherencia racional de su estructura y de su exposición, como
tampoco por la profundidad visible y casi palpable de su arraigo en una vida de fe contemplativa.
¿Cómo plantea santo Tomás su cristología? Ante todo centra su atención en figura del Salvador, en
la unión hipostática, en la persona del Verbo y, especialmente, en los principales rasgos de la
naturaleza humana.
Se estudian las consecuencias de esa unión misteriosa, primeramente las referentes al mismo
Cristo, a su ser, a su querer y obrar. Su relación con el Padre y las consecuencias para nuestra
salvación, o sea, todos los misterios de la vida de Cristo, desde el nacimiento a la pasión y muerte,
desde la resurrección a la Parusía.