Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
SOCIEDADES LABORALES
PROPONENTES
DOCENTE
SUGEY SUAREZ
BARRANCABERMEJA, SANTANDER
SEPTIEMBRE 2019
Primeramente se va a definir que es cooperativismo de trabajo asociado y
sociedades laborales.
Este tipo de cooperativas, al ser sin ánimo de lucro, tienen como finalidad principal
el proveer trabajo a sus asociados, y por medio de ese trabajo es que se lucran las
personas que la conforman, pues una cooperativa de trabajo asociado se
constituye para proveer empleo a los asociados, y no para enriquecer a la
cooperativa como tal.
Tienen como Objeto Social generar y mantener trabajo para los asociados de
manera autosugestionar, con autonomía, autodeterminación y auto gobierno. En
sus estatutos se debe precisar la actividad socio económica que desarrollarán.
El Gobierno Nacional considera que para los grupos necesitados existe una
opción de producción en la economía solidaria, siendo ella un sector de vital
importancia en la generación de oportunidades laborales. Al Sector de la
Economía Solidaria, pertenecen las Cooperativas y Pre cooperativas de Trabajo
Asociado que se conforman por un número determinado de asociados,
caracterizándose por la producción de bienes, ejecución de obras y prestación de
servicios.
Los asociados son trabajadores no asalariados, por esto no existen relaciones
laborales, pero sí reciben compensación por la labor que aporten al proceso
productivo. Estas empresas se caracterizan por no tener ánimo de lucro.
SOCIEDADES LABORALES
Una sociedad laboral es aquella en la que la mayor parte del capital está en
propiedad de sus propios trabajadores, que prestan sus servicios retribuidos de
forma directa, personal e indefinidamente.
Es el caso de las sociedades laborales, donde la mayoría del capital social (más
del 51%) debe estar en manos de sus propios trabajadores, empleados por cuenta
ajena que ofrecen sus servicios a la sociedad de la que forman parte. En este
mismo caso, el capital de la misma, aunque siempre de forma minoritaria, puede
estar en propiedad de socios capitalistas, es decir, que cuentan con una
participación en la sociedad pero no prestan su trabajo.
El objetivo de ambas organizaciones es crear empleo para los socios con las
mejores condiciones posibles, pero existen diferencias entre ellas que pueden
hacer que se considere mejor optar por una o por la otra. Con respecto a esto, a
continuación proponemos un pequeño análisis de las diferencias más importantes
que existen entre ambas fórmulas jurídicas. Estas diferencias las podríamos
clasificar en cuatro bloques:
ÁMBITO SOCIETARIO
En cuanto al tipo de socios, las CTA sólo tienen socios trabajadores, mientras que
las Sociedades Laborales pueden tener tanto socios trabajadores como no
trabajadores (sólo aportan capital), siempre y cuando el porcentaje total de las
participaciones de los socios trabajadores sea superior al 50%.
ÁMBITO ADMINISTRATIVO
AMBITO LABORAL
En relación al régimen fiscal, las CTA tienen un régimen específico con sus
propias bonificaciones – para consultar las bonificaciones fiscales de cooperativas
-, mientras que las Sociedades Laborales tienen el régimen fiscal general para
todas las empresas, con las peculiaridades de que tienen libertad de amortización
para los activos del inmovilizado material, intangible o inversiones inmobiliarias
dentro de los cinco años contados a partir de la fecha en la que adquieren esa
calificación y una bonificación sobre ITP y AJD del 99% de las cuotas que se
devenguen por modalidad de transmisiones patrimoniales onerosas, por la
adquisición, por cualquier medio admitido en Derecho, de bienes y derechos
provenientes de la empresa de la que proceda la mayoría de los socios
trabajadores de la sociedad laboral.
Son dos fórmulas jurídicas donde prima el trabajo sobre el capital y cada una tiene
sus ventajas y sus desventajas, más en función de la filosofía y principios que
posean las personas que van a crear la empresa que por aspectos meramente
técnicos. La Sociedad laboral lleva implícita una filosofía de empresa de capital,
donde el poder al final reside en el valor de las acciones que poseen los socios
mientras que en la cooperativa el poder reside en la persona, independientemente
del capital que tenga en la empresa.