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Escuela N° 4

“ Benigno Teijeiro Martínez”

Proyecto áulico “No hay un Elmer igual”

Docentes: Rosita Pezzarini


Santiago Soto

Grados: 5to “C” y “D”


CICLO LECTIVO 2019
"El mundo no es para dejarlo ser mundo de cualquier manera, sino para hacerlo
nuestro mundo, a imagen de nuestros sueños y deseos"

Fundamentación

En la escuela, como en toda institución, se da una red de interrelaciones entre los


diferentes actores.

Ese entretejido de vínculos interpersonales que inciden inevitablemente en la


tarea, con sus roturas y agujeros y del que es imposible sustraerse, es lo que
llamamos CONVIVENCIA, o sea, el hecho de vivir y vivenciar con. El problema es
que, como también sucede en otros ámbitos, se puede vivir mal o bien, mejor o
peor. De aquí la necesidad de construir un proyecto de convivencia, por el que un
mayor bienestar de los actores incida necesariamente en la tarea que los ha
convocado.

La escuela tiene su razón de ser en la transmisión de unos y en la apropiación por


parte de otros de saberes significativos, y precisamente un proyecto de
convivencia tiene como objetivo una realización mayor de esta finalidad.

Construir la convivencia exige, por sobre todo, querer comunicarse y querer dar
lugar a la participación y crear espacios para la comunicación y ámbitos para la
participación, en los que cada uno de los actores escolares pueda ser escuchado,
conocido y capaz de poner su ladrillo en esa obra por edificar.

Pero, es imposible construir la convivencia sin remitirse a los valores, cimientos de


todo sistema de convivencia. No podemos dejar de mencionar algunos tales como:
vida, libertad, bien, verdad, solidaridad, tolerancia, igualdad y justicia. Valores
universales, sobre los que hay consenso común, pero que exigen, no convertirse
en palabras vacías. A éstos se podrían agregar otros, también de carácter
universal: respeto, responsabilidad, compromiso, participación. Redefinir los
valores, a través de las palabras que lo representan, conduce a un planteo en
términos de deberes y derecho, de todos y cada uno.

Construir la convivencia significa poner acento en lo educativo, que puede


desprenderse de cualquier situación cotidiana escolar. Significa creer en la palabra
como aquello más propio del sujeto y, en consecuencia, el mejor camino para su
crecimiento y ubicación en su contexto.

Apostar a la palabra es, buscar espacios para ponerla en juego. Es dar lugar a la
participación como campo, de despliegue de una palabra que, además de
expresar emociones y hacerse cargo de ellas, se convierte en acción
personalizante, grupal, coordinada por adultos confiables, que sean referentes y
módulos de identificación de los niños: adultos que también necesitarán sus
espacios para "realimentarse" y hacer acuerdos, propuestas, críticas.
La participación transforma la escuela, porque crea lazos, compromisos,
personaliza.
Así posibilita, aumenta y vuelve cada vez más creativo el trabajo escolar.
Por todo lo dicho debemos apostar a la palabra promoviendo:

 el diálogo
 la comunicación
 la reflexión
 el juicio crítico
 la confianza

Sobre la base de las normas y valores que permiten la vida en sociedad.

Desarrollando el compromiso, la solidaridad, la paz, la amistad, etc.


INTRODUCCIÓN.
Elmer es un elefante multicolor. Siempre esta alegre y bromeando, haciendo feliz
a los demás elefantes, sin embargo, una noche Elmer decide que no quiere ser
diferente…. ¿podrá aguantar mucho tiempo siendo un elefante normal? Todos sus
amigos lo quieren como es.

¿Quién no se ha sentido como Elmer alguna vez?... ¿Quién no se ha sentido


diferente y ha intentado ser como los demás? ¿Quién no se ha sentido inseguro
por ser diferente?

Pues este elefante nos enseña que nunca debemos perder nuestra esencia, nos
enseña que más allá de ser como los demás, lo importante es ser tal y como eres,
y saber valorar que en la vida no hay nadie como tú y eso te hace ser especial.

Objetivos
Pretendemos con este cuento trabajar competencia socio-emocional de la
habilidad social. Es decir el respeto por las diferencias y la diversidad. Todos
somos distintos, todos somos iguales

OBJETIVOS DIDACTICOS

 Identificar y valorar por igual las diferencias entre el y los demás referidas al sexo,
edad, etc
 Respetar las características y cualidades de los otros y valorarlas como un
enriquecimiento para el grupo sin actitudes de discriminación.
 Tener una imagen positiva de si mismo respetando sus características y
diferencias.
Actividades
 Lectura del cuento en grupo.
 Comentario grupal y análisis de situaciones áulicas para corregir.
 Trabajo didáctico con la familia.
 Exposición del mismo

ELMER EL ELEFANTE DE COLORES

Esto era una vez un rebaño de elefantes. Había elefantes jóvenes,


elefantes viejos, elefantes gordos, elefantes altos y elefantes flacos.
Elefantes así y asá y de cualquier otra forma, todos diferentes, pero
todos felices y todos del mismo color. . . menos Elmer. Elmer era
diferente. Elmer era de colores. Elmer era amarillo y naranja y rojo y
rosa y morado y azul y verde y negro y blanco. Elmer no era color
elefante.
Y era Elmer el que hacía felices a los elefantes. Algunas veces Elmer
jugaba con los elefantes, otras veces los elefantes jugaban con él;
pero casi siempre que alguien se reía era porque Elmer había hecho
algo divertido. Una noche Elmer no podía dormir se puso a
pensar…estaba harto de ser diferente. ¿Quién ha oído hablar de un
elefante de colores? “Por eso todos se ríen cuando me ven.” Y por la
mañana temprano, cuando casi nadie estaba despierto, Elmer se fue
sin que los demás se dieran cuenta.
Caminó a través de la selva y se encontró con otros animales. Todos
le decían ¡Buenos días Elmer! Y Elmer contestaba a cada uno
¡Buenos días!
Después de una larga caminata, Elmer encontró lo que andaba
buscando: un árbol bastante alto. Un árbol lleno de frutos color
elefante. Elmer agarró el tronco con la trompa y sacudió el árbol hasta
que todos los frutos cayeron al suelo.
Cuando el suelo quedó cubierto de frutos, Elmer se tiró encima de
ellos y se revolcó de un lado y del otro, hasta que no quedó ni rastro
de amarillo, naranja, rojo, rosa, morado, azul, verde, negro o de
blanco. Cuando terminó de revolcarse, Elmer era igual que cualquier
otro elefante.
Elmer emprendió el camino de vuelta a su rebaño. Se encontró de
nuevo con los animales. Esta vez le decían todos: Buenos días,
elefante. Y Elmer sonreía y contestaba: Buenos días – y estaba
encantado de que no lo reconocieran.
Cuando Elmer se encontró con los otros elefantes vio que estaban
todos de pie y muy quietos. Al cabo de un rato Elmer se dio cuenta de
que algo raro pasaba; ¿Qué podía ser? Miró a su alrededor
Era la misma selva de siempre, el mismo cielo luminoso de siempre, la
misma nube cargada de lluvia que aparecía siempre de vez en cuando
Y finalmente los mismos elefantes de siempre. Elmer los miró bien.
Los elefantes permanecían completamente quietos. Elmer no los
había visto nunca tan serios.
Cuanto más miraba a aquellos elefantes tan serios, tan silenciosos,
tan quietos y tan aburridos, más ganas le entraban de reír.
Por fin no pudo aguantar se más, levantó la trompa y gritó con todas
sus fuerzas: ¡¡¡TURU RÚÚÚ. . . .!!!
Los elefantes saltaron por el aire de pura sorpresa y cayeron patas
arriba: Ah, uh, oh . . .! exclamaron, y luego vieron a Elmer que se
moría de risa. ¡Elmer! –dijeron. ¡Seguro que es Elmer! Y todos los
elefantes empezaron a reírse como nunca se habían reído antes.
Y mientras se estaba riendo empezó a llover y los colores de Elmer
empezaban a verse otra vez. Los elefantes se reían cada vez más al
ver que la lluvia duchaba a Elmer y le devolvía sus colores naturales.
¡Ay, Elmer! Tus bromas han sido siempre divertidas, pero ésta ha sido
la más divertida de todas –dijo un viejo elefante, ahogándose de risa.
Y otro propuso: Vamos a celebrar una fiesta en honor de Elmer. Todos
nos pintaremos de colores y Elmer se pondrá de color elefante.
Y eso hicieron todos los elefantes. Cada uno se pintó como mejor le
pareció y, desde entonces, una vez al año repiten esta fiesta.
Si en uno de esos días especiales alguien ve a un elefante color
elefante, puede estar seguro de que es Elmer.

También se puede ver video del cuento

https://www.youtube.com/watch?v=MMq5zWMQl-o&t=8s

REFLEXIONAMOS EN FAMILIA

¿Cómo se sentía Elmer?

¿Qué era lo que se le pasaba por la cabeza?

¿Y era cierto que los demás elefantes se reían de él?

¿Qué hizo para ser igual?

¿Se sentían contentos los demás elefantes cuando no le


reconocían?

¿Qué hizo Elmer para que le descubrieran?

¿Cómo se pusieron los elefantes al reconocer a Elmer?

¿Te gusta ser diferentes?, ¿Es fácil? ¿Es divertido?


¿Produce problemas?

¿Te gusta tener amigos diferentes?


TRABAJAMOS EN FAMILIA

“MI ELMER”

UTILIZAMOS PAPELES DE COLORES, TELA, FIBRAS, ETC PARA


PODER DECORAR A NUESTRO PROPIO ELMER Y ESCRIBO UNA
REFLEXION SOBRE LO CHARLADO.

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