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Ministerio del Poder Popular para las Relaciones Interiores, Justicia y Paz
Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria,
Ciencia y Tecnología Universidad
Nacional Experimental de la Seguridad
PROGRAMA NACIONAL DE FORMACIÓN AVANZADA EN SEGURIDAD
CIUDADANA
REALIZADO POR:
El presente trabajó tiene por objetivo enmarcar a los problemas de sociales dentro
del marco referencial de los problemas más sociales al mismo tiempo que recalcar las
diferencias entre un tipo y otro de problemas.
Por su parte, la desigualdad social se presenta no como una tarta de milhojas producto
de una estratificación ordinaria y simple, fundamentalmente económica, sino como una
estrella de nieve producida por una multisegmentación bipolarizada que desequilibra y
reclasifica los estatus sociales afectando al corazón del mismo concepto de ciudadanía.
Citando ha Valarino 1991, uno de los ejemplos más claros es el llamado “Síndrome
TMT” (Todo Menos Tesis), que luego derivó en muchos otros “síndromes” (TMTA: todo
menos trabajo de ascenso, TMI: todo menos investigación, TME: todo menos Extensión,
etc.) y que hasta llegó a considerarse un problema médico, no metafórico, con etiología,
terapia y contraindicaciones (por ejemplo, Salinas, 1998). Aparte del contrasentido de
llamarlo “síndrome”, ya que no se trata de ninguna enfermedad, no suele ser el sujeto el
responsable de no hacer una tesis, sino las complicadas trabas institucionales, tanto
burocráticas como curriculares.
Pero, aun con todo eso, no se logra superar el desequilibrio entre la oferta de
profesionalización y la demanda empresarial, de modo que nuestras instituciones de
educación superior se hallan desvincula- das del desarrollo social y, unas más que otras,
constituyen organizaciones anacrónicas, con un completo agotamiento de su función
profesional, pero nótese que todavía la calidad universitaria se mide exclusivamente
mediante la relación entre ingresos y egresos de estudiantes.
El panorama resulta aun peor si se considera que los contenidos curriculares que
funcionan como motor de la profesionalización casi siempre son importados de los grandes
centros de investigación de los países desarrollados y vienen empaquetados en libros y
manuales de las grandes editoriales universitarias (McGraw-Hill, serie Schaum,
Brooks/Cole, Eudeba, etc.). Muy raras veces el curriculum incluye contenidos derivados de
investigaciones criollas. Y, para colmo, dichos contenidos suelen ser transmitidos
dogmáticamente, sin mostrar que todos ellos son productos de la investigación científica y
ocultando el proceso investigativo que los generó. De ese modo, la profesionalización no
sólo se impone groseramente, sino que anula la función investigativa, de donde se deduce
que nuestras instituciones universitarias no merecen el término Academia, simplemente
porque están lejos de serlo obviamente, tampoco nosotros merecemos el calificativo de
Académicos; menos que eso, somos más bien entrenadores o instructores.
Esto tiene muchas implicaciones. Una de ellas es que las organizaciones de educación
superior se convierten así en el más fino instrumento de dominación y subdesarrollo, ya que
toda dominación comienza por los conocimientos y tecnologías: el perfil de nuestros
egresados de tercero, cuarto y quinto niveles no responde a nuestras realidades
latinoamericanas sino a realidades extranjeras. No manejan cuerpos de experticias que
resuelvan los problemas de nuestros propios países o, dicho al revés, trata- mos los problemas
de nuestros países como si fueran los problemas de aquellos países extranjeros de los cuales
importamos los esquemas de experticias. Nos convertimos así en sociedades controladas
desde afuera, por vía de las instituciones de educación superior, aliadas al constante
bombardeo de los grandes medios masivos de comunicación, no es casualidad que en los
países donde recientemente surgen gobiernos de izquierda, aunque ello no pase de las
apariencias, sean precisamente las universidades las más fuertes opositoras, al lado del alto
clero, de los países invasores, de los estratos más pudientes y el pensamiento mezquino en
general.
ciones y expectativas
Agudización de la problemática
sociales
En primera instancia ocurre una redefinición de la situación. Ello implica que las
dificultades que se percibían aisladamente son redefinidas como problemas compartidos, que
son ocasionados por la acción o inacción de grupos sociales; es decir que se los suele ver
como series faltas a la justicia.
Cuando la tercera etapa está en vías de pasar a la última mencionada es que se puede
decir que un problema se ha convertido en una cuestión socialmente problematizada para la
cual comenzará el debate respecto al tipo de política social a formular y a los programas y
proyectos a desarrollarse para la superación, el control o la minimización de los efectos
negativos que se desea controlar.
Muy probable que los problemas sociales que se convierten en cuestiones socialmente
problematizadas para las cuales se formulen políticas, sigan un proceso o ciclo que pase por
un período de gran creatividad y desarrollo, luego por un proceso de creciente
institucionalización-profesionalización, para posteriormente entrar en una etapa de
burocratización, clientelismo reducido y rutinización. A modo de síntesis podemos decir que
no todo problema social se convierte en una cuestión socialmente problematizada, así como
tampoco toda fenómeno socialmente problematizada se traduce en una política social con
una definición de objetivos, un sistema legal, una estructura organizativa y un conjunto de
mecanismos y dispositivos que establezcan con claridad los estímulos y desestímulos
necesarios para inducir los comportamientos deseados y una clara evaluación de efectos. Por
lo tanto es muy posible que exista un sin número de problemas sociales, quizá muy
importantes a los cuales no se les presta atención.
Definir una política social requiere también el abordaje, a partir de una tipología tan
compleja como la realidad misma de los problemas sociales, sean estos percibidos o no como
cuestiones sociales relevantes por el conjunto de la comunidad. En este sentido, cabe
considerar que no siempre los niveles de conciencia política y comunitaria sobre la
problemática social, se corresponden con la verdadera incidencia del tema. Existen
cuestiones socialmente relevantes, porque cuentan con una alta preocupación social y con el
accionar de diversas formas de presión, sobre las estructuras decisionales y otras, igualmente
importantes, que están marginadas de la preocupación colectiva.
Así por ejemplo, la baja cobertura de las jubilaciones y pensiones, asume la dimensión
de una cuestión social relevante y no lo es, la minusvaloración del anciano en la sociedad y
su creciente exclusión del medio familiar. En este marco, una tipología de los problemas
sociales, puede formularse en los siguientes términos:
CARENCIALIDAD
VULNERABILIDAD
PARTICIPACION SOCIAL
Este grupo de problemas sociales tiene relación con temas como el desarraigo de
grupos migrantes, el impacto de los grandes emprendimientos sobre los grupos poblaciones
y las consiguientes relocalizaciones poblacionales, o los problemas de aculturación forzosa
ejercida por mayorías sobre minorías o por grupos más poderosos sobre grupos con mucho
menor poder relativo. Pero también tiene que ver con situaciones familiares por ejemplo
cuando en una sociedad la tasa de separaciones y de constitución de nuevas parejas se
incrementa notablemente aparece el tema de "los tuyos, los míos y los hijos nuestros" es otra
forma de manifestación de los problemas vinculados a la identidad.
CONCLUSIÓN
BIBLIOGRAFÍA