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José Toro Hardy

VENEZUELA:

SS años de Política Económica


1936 -1991

Car_ 1992
«Desde Luzón para el mundo
por siemprevenezuela lee
a la memoria de Pedro Elaquer»

VENEZUELA:
55 AÑos DE POLITICA ECONOMICA
1936·1991

<é) 1992. José Toro Hardy


<é) Julio 1992. Primera Edición.
Editorial Panapo, Caracas
@ Agosto 1992. Segunda Edición. Editorial Panapo, Caracas
Reservados todos ÚJsDerechos

ISBN: 980-230-571·5

Produccién; editorial Panapo, s.r.l,


Diseño de Portada: René Calderón
Diagramacíón electrónica: Rivero Si1va - Toro Hardy

Impreso en Venezuela por ~M.IftO

Distribuye:

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PI\)!:461.44.23
Caracas - Venezuela
A mi padre:

Ocho décadas de dignidad


Agradecimientos

Al estudiar los rumbos que ha tomado la políPca económica


venezolana durante los últimos 55 años -es decir, de 1936 en adelante- se
va definiendo un panorama que de manera inevitable llevÓa la aplicación
del llamado "paquete de medidas económicas". Alin ¿fe analizar sus
éxitos y fracasos, decidí conversar con varios de sus pri'tagonistas, en
un intento por recibir sus impresiones "de primera manO" . Debo pues
agradecer el tiempo y el interés que me dedicaron los Joctores Pedro
Tinoco, Miguel Rodríguez y Gerver Torres.
Cuando sus puntos de vista coinciden con mis propias~nclusio-
nos, así 10 hago constar. También dejo constancia delasdife,-eRCJasque me
separan de sus opiniones.
A raíz de los sucesos del 4 de febrero de 1992, se designa un
Consejo Consultivo de la Presidencia de la República. Do&de sus miem-
bros me honran con su amistad: D.F. Maza Zavala y ppo Palma. El
primero fue mi profesor en la Universidad Católica Andrés Bello yen la
actualidad adelanta la revisión técnica de mi próximo librP: Fundamentos
dI' Teoría Econámica. Quiero manifestar mi agradecimiertto al Pr_ofesor
Maza Zavala por las orientaciones que me ha dado al ~to: asi como
también por sus ilustrativas opiniones en relación con la si tuadón econ6-
mica del país. Muchos de esos juicios aparecen recogidos en el presente
libro.
Mi agradecimiento también a Pedro Palma, cuyos conceptos han
SS años de PoIftica E<:OIIÓ1Dica
servido para enriquecer miinteréspor la problemática económica del país,
y quien me suministró un importante material bibliográfico del cual he
hecho extenso uso en este libro.
Tres destacados economistas de las nuevas generaciones, Ornar
Bello, Ramón Pineda y Diego Restucda, me proporcionaron los resultados
de lasinvestigaoonesquerealizaronenre)ad6n con el proceso infladonario
que vive Venezuela. Las principales conclusiones de tan valioso modelo
econométrico aparecen recogidas en esta publicación. Mil gradas.
Gracias también a Carlos Sabino, autor de varias obras y en
particular de un interesante Diccionario de Economía y Finanzas, al cual re-
curro con frecuenda en las páginas siguientes. Con.la acuciosidad que lo
caracteriza, Carlos revisó el presente texto y Jo enriqueció con sus observa-
ciones.
Quiero también dar las gracias a mi amigo Federico Rivero Silva,
quien actuó como "partero electrónico" de este libro, y a cuyos extensos
conocimientos en materia de computación se deben los gráfioos y la
Cliagramación del mismo. Sacando horas de donde no las tiene, Federico
logró la conformación final del libro en tres noches de insomnio.
Finalmente y de manera muy especial, tengo que expresar toda
la gratitud a mipolifacético socio yamígo.Carlos PérezSchael-rnédíco por
profesión, siquiatra por vocación, abogado autodídacta.pero economista
de alma- quien 110 sólo me brindó valiosas impresiones con respecto al
texto,sinoque también aguantó padenternente mis ausencias de la oficina
mientras 10 escribía, cargando sobre sus hombros con muchas de las
responsabilidades que a mi me correspondían.
Un millón de gracias a todos.
INTRODUCCION

Al analizar la situación actual de Venezuela, cabe negar a la conclusión


tJequelanuestraesunadelaseconomíasmássólidasdelmundoentero.Enefecto.
es Jl'llbable que ningún OlIO país hubiera podido resistir tres gobiernos seguidos
romo los que nosotros padecimos entre 1974 y 1988, sin que eIJo hubiera
rllf,ducido a una crisis de proporcioees mucho mayores que la nuestra,

En Venezuela se sienten vientos de cambio. Confiemos en que tales


vlcnlO~ no se transfonnen en tempestades. Esperemos que nuestra sociedad sea
llll"V. de propiciar pacíficamente las trnnsfonnaciones que de manera inevitable
n-quiere nuestra estructura económica, a fin de adentramos POf los caminos del
Ik'smrollo que la naturaleza pareciera habemos destinado. al menos si lo vemos
.k·N(jcel punto de vista de las cuantiosas riquezas con las cuales quiso dotar a
IIUC..,trd geografía.

El crecimientoec0n6mico rara vezes un camino fácil. Por lo general está


Ik'uo de obstáculos. Para salvar estos obstáculos. las sociedades tienen que
Itll.lvesar por un proceso de aprendizaje. A través de un mecanismo de ensayo y
flllll, 111 colectividad va depurando posibilidades a fin de enrumbarse hacia las
II11'I'L'i que considera más convenientes.

Cuando Jos errores que se cometen son percibidos a tiempo y sirven para
1I1111·,ldar el rumbo. las naciones pueden lograr adecuadas tasas de crecimiento
(1C{IfI6ItIlCO y de esta forma resolver los problemas sociales que las aquejan,
II('III1i1lcndoque su población alcance más elevados niveles de vida.
55 años de Política FA:oaómic:a
Cuando por el contrario los errores se mantienen en el tiempo demanera
persistente. las naciones ven a veces frustradas sus posibilidades de desarrollo y
la colectividad padece las consecuencias de una pobreza insuperable. Peor aún, a
veces después de haber saboreado Jos primeros frutos de la abundancia. Jos
desaciertos pueden conducir hacia el drama de un retroceso, que termina por
destruir los esperanzas de un pueblo. frustrando sus ansias de prosperidad.

Con frecuencia. el éxito de las sociedades depende en buena medida de


la capacidad y visión de sus líderes. Cuando una sociedad tiene la fonuna decontar
con un liderazgo conveniente, sus perspectivas mejoran. A veces sin embargo
qu ienes conducen los destinos de una nación se anquilosan en sus viejas actitudes,
quedando incapacitados para otear los caminos del progreso, pues, si acaso
levantan alguna vez la mirada, lo hacen sólo para buscar la forma de aferrarse a
los privilegios que lograron adquirir en el pasado. Cuando ello ocurre, llegó el
momento de que la colectividad se procure nuevos líderes.

En Venezuela soplan vientos de cambio. Para divisar hacia dónde


vamos, lo primero que tenemos que hacer es vcr de dónde venimos. En este libro.
pretendemos analizar las políticas económicas que se ban seguido en el país
durante los últimos 55 años. A lo largo de sus páginas se revisan etapas de éxito
y períodos de fracasos.

Los reveses más dolorosos fueron aquellos que se produjeron en los


momentos de mayor abundancia. ya que. cuando en los m ismos cabra esperar una
consolidación definitivade nuestra economía, el popuHsmoimperante transformó
la bonanza en sal yagua que se nos fue de las manos. Por otra parte, los mayores
progresos econ6m icos y sociales, sólo se alcanzaron cuando se pudo instaurar un
clima de estabilidad y confianza favorable a las inversiones y al desarrollo de la
iniciativa privada.

Esperamos que el lector saque sus propias conclusiones. La nuestra la


podemos adelantar desde ahora Para ello, nos permitimos parafrasear un viejo
dicho de las ciencias jurídicas, adaptándoloa la disciplina que nos ocupa: Las le~s
de /o economt« son duras; pero son leyes. La demagogia. nunca ha servido para
resolver los problemas sociales de una nación.

Finalmente. nos permitimos tIansCribir algunas frases del discurso


pronunciado por el profesor Milton Friedman en Estocolmo, en la oportunidad en
que recibía el Premio N6be1 de Economía 1fJ76:
Introducción
Muchos países sufren hoy los efectos de una inflación socialmente devastadora,
UII paro anormahnente alto, una errónea utilización de los recursos económicos
y, en ciertos casos. lapérdida total de lalibertad. Sucedetodo ello no porque gentes
malintencionadas hayan tratado de conseguir tales resultados, ni porque los
I rudadaaos persigan objetivos contrapuestos, sino porque se ha incurrido en
errores de juicio acerca de las consecuencias de las medidas adoptadas por los
gobernantes; errores que, al menos enpdncipio, pueden ser corregidos mediante
un mejor conocimiento de la ciencia económica positiva.

CAPITULO 1

LA UTOPIA KEYNESIANA
UNA VISION GENERAL: 1934) - 1992

Venezuela constituyó durante varias décadas un caso digno de estudio


de hasta donde puede llegar el "paraíso keynesiano". Desde que el país adquiere
Importancia internacional como nación petrolera. se pone en evidencia un hecho
de singular significación: por baber heredado de la época colonial el sistema
regalista español, en Venezuela el Estado es dueño de las riquezas del subsuelo.
en otras palabras, es dueí'lo del petróleo, del hierro y de IOdaslasriquezas mineras
con las cuales la naturaleza quiso dotar al país.

El súbito advenimiento de la riqueza petrolera produce una situación de


características muy particulares: la existencia simultánea de un Estado rico y de
una población pobre. Tal situación se hizo cada vez más evidente después de la
década de los treinta y. en la medida en que se incrementaban los ingresos
petroleros, aunque el ni vel de vida de la población aumentaba enferma acelerada,
el enriquecírnientodel Estado crecía en términos aún mucho másaeelerados. Así,
la caractctística resaltante a partir de la década de los cuarenta ha sido la de un
Estado a la vez opulento y torpe, que intenta promover el desarrollo económico
del país en base a actuaciones masivas aunque espasmódicas y poco coherentes,
siguiendo un modelo de actuación por "el lado de la demanda". A pesar de todas
las críticas que pudieran ba:érsele, los resultados de tales acciones han resultado
bastante efectivas.

En efecto. según Asdrúbal Baptista, el producto nacional por habitante


en 1920 alcanzaba a apenas unos 147 dólares (US$ de 1970), lo cual ponía en
evidencia que estábamos sumidos en la más absoluta miseria. pues el nuestro cm
1
55 .. de PaUlle. EcoD6mIca

posiblemente uno de los paíSf"S más potaes del continente. Durante las tres
~ décadas de este siglo. la expectativa de vida en Venezuela apenas
alcanzaba a unos 34 aIk>s yla saluddel pueblo se haUaba minada por et paludismo.
laanqwl0st0miasis,lasenfennedadesgastrointestinales,lafiebreamarilJa,elmal
dechagss.Ia bilharzia, el cólera y tantos otros males endémicos y epidémicos que
sería muy largo de enumerar.

Laproductividad de la población eraen términos generales fnfima, pues


nada cabía esperar de aquellos habitantes que en su inmensa mayoría eran
analfabetos (75% de la población) y cuyas ocupaciones eran las características de
los pueblos más atrasados.

Más del 75% de la población habitaba en asentamientos de menos 2.500


habitantes y se ocupaba en las labores del campo, basada en métodos de
explotación que poco habían variado desde la época de la colonia. Se estima que
más de un SO% de la población no estaba incorporada a lo que podía llamarse una
"economfa monetaria", ya que vivían de lo que obtenían de sus conucos, o bien
trabajaban para latifundios en los cuales los jornaleros agrícolas recibían su
salario en forma de fichas.

Los principales productos agrícolas de exportaCión seguían siendo los


mismos que se conocían desde antes de la independencia: café, cacao, añil,
ganado y cueros. A eUos se habían incorporado una limitada lista de productos
taJes como lasarrapía, el caucho, plumas de ganas, oro, etc. El valor totaJ de las
exportaciones del país alcanzó en 1920 a unos 167 millones de bolívares.

Las vías de comunicación eran prácticamente inexistentes y con la


excepción deIaspocas carreteras construidas en la época de Gómez y tres o cuatro
ferrocarriles obsoletos, el país seguía transitando por las mismas vías utilizadas
desde siglos alrás: el mar y los ríos. Así, para ir desde Caracas a la zona de
Barlovento, lo usual hasta la década del treinta era bajar a La Guaira y desde allí
trasladarse por vía marítima hasta Carenero, utilizando goletas o dos heroicos
barquitos que se llamaban el Colón yel Osún. También a Maracaibo se iba por
mar, haciendo escala en Curazao. Para viajar a Ciudad Bolívar -uno de Jos centros
más importantes del país gracias al caucho y la sarrapia- ya se utilizaban vapores
que bordeaban toda la costa oriental del país para luego remontar el Orinoco. o
bien se tomaba la vía terrestre que consistía en una polvorienta carretera de tierra
que resultaba intransitable durante el invierno.

La educación se limitaba al meritorio esfuerzo realizado por maestras


2
Capltulol

'lue impartían sus ehsetl.antas con increíble vocación de servicio y a algunos


colegios regentados en su mayor parte por religíosos, pero cuyos denuedos
lIpenas favorecían a un reducido sector de la población. La elitesca fonnación
uníversitaría se reducía a sólo dos universidades ubicadas en Caracas y en los
Andes, en las cuales el mímero total de estudiantes apenas superaba los 500.

Tal era la Venezuela de las tres primeras décadas de este slglQ. Mientrns
trullO,yael país se estaba transformandoen un importaóteexpoJ:tad<¡¡rdepetr61eo.
P.nefecto,dentrodeaquelJasociedadruralymiséJrimaseveníadesarróllandoun
"paSs paralelO": la Venezuela petrolera Bajo tales circunstancias nuestros
gobiemoscomprendierooqueeranecesarioutiJizaraqueDaSriquezasparaelevar
el nivel de vida de la población. El objedvo era transferir dealguna manera a la
población los ingresos provenientes de los hidrocarburos.

Precisamente-por aquelJaépoca. Keynes le estaba e;qJli€aJldo almundo


cónio alcanzar objetivos similareS, a los que Venezuela pretendía: babía que
estimular la démanda agregada. Así, en el áiló tle 1936. cuando en nuestro país
IinalilabaJa dictadura de 06mez y se iniciaba un nuevo gobierno presidido por
el genenill..ópez Contreras, Keynes publicaba su famosa Teorta General de la
Ocupación, e/Interés y el Dinero (Tbe General Theory ofEmployment. Ioterest
lind Money).

Advertía Keynes que correspondía al gobierno, como represen~iÓf)


polfticadela sociedad. cmregirlosdesequilibños provenientes de lasinsuficiencias
de la demanda agregada. Debía por tanto diseñar medidas tendientes a estimular
un crecimiento de los diversos componentes del gasto agregado. Esto sepodía
lograr mediante la aplicación <k políticas fiscales expansivas a través de un
increme,ntoen el nivel de les gastos gubernamentales, Bajo tales circunstancias,
en la eqonomia se produciría un ~njunto de efectos que tenderían a actuarsobre
el nivel de prodeceién y del ingreso -conocídos como el "efectomuItiplicador"-
que se traduciría euun mayor nivel de utilivJdón de los recursos pnxluctivos.

AqueUa teóría aparentemente tan bien estn:K:turadaparecía una panacea


dísenada para resolver naesnos problemas. Con gran rapidez, Venezuela se
lransformó, quizás sin saberlo, en un "paraíso keynesiano'·.

Desde luego, las teorías del famoso econOOlÍSla y Lord inglés habían
sido desarrolladas para una realidad muy diferente. Su sistema de ideas fue
concebido para lo que Robert Heilbroner calificaba en su obra Los Filósofo.~
Mundanos como "el mundo enfermo de Jobo Maynard Keynes". (1)

3
55 añal de PoIftlcll Ecoa6mIcll

Su pensamiento giraba entomoa un mundo sumido en laGrnn Depresíén


de de los afIos 30, incapaz de funcionar de la manera armoniosa y equilibrada en
que lo postulaban las enseñanzas clásicas. Se trataba de un mundo aquejado por
una dolorosa situaciÓfl de desempleo y empobrecimiento progresivo; afectado
por una crisis tan severa que resultaba impostergable enfrentarla con medidas
capaces de arrojar resultados a corto plazo. Sólo el aumento de la demanda
agregada podía constituir el vehículo efectivo para darle inmediata ocupación al
ejército de desempleados y poner nuevamente en funcionamiento las industrias
paralizadas. Eran pues medidas de carácter fundamentalmente coyuntural que
tenían por objetivo promover el pleno empleo.

En nuestro país no había una capacidad industrial ociosa (más aún.


prOCticamente no había industrias), ni una mano de obra capacitada pero
desempleada. fenómenos que caracterizaban a las naciones afectadas por la Gran
Depresión estudiada por Keynes. Había en cambio un Estado cada vez más rico
en comparación con el resto de la población, lo cual constituía más bien una gran
ventaja para la aplicación de las teorías keynesíanas. En efecto. recurriendo a tales
teorías, nuestros gobiernos de laépoca estaban en condiciones de construirel país.
sin siquiera incurrir en los riesgos de caer en un déficit fiscal que, por lo demás.
Keynes consideraba justificado. En Venezuela había simplemente que estimu lar
- o más bien crear. para decirlo en términos más ajustados a nuestro caso- una
demanda agregada De esta forma, sobre la estructura económica inmóvil de
aquella Venezuela que hasta ese momento habfa vivido dentro de los rígidos
límites de una pobreza insuperable, se abalanza el poderoso empuje dinamizador
proveniente del gasto público financiado por los ingresos de la renta petrolera.

El punto a partir del cual comienza a evidenciarse el acelerado proceso


de desarrollo venezolano lo podríamos ubicar en 1940. Dos años antes, México
-para la época el primer exportador mundial- había nacionalizado su industria
petrolera, con lo cual la misma desaparece por mucho tiempo del panorama
internacional. En consecuencia. al estallar la Segunda Guerra Mundial. el
petróleo venezolano se transforma en un elemento estratégico de primer orden
para las naciones aliadas.

Cabe recordar que Alemania carecía de petróleo propio. A fin de


obtenerlo von Ribbentrop había firmado en 1939 un pacto de no agresión con
Molotov, gracias al coalla URSS le enviaba 900.000 toneladas al año de petróleo
a Alemania Con ese petróleo. HiUer se apodera de casi todas las naciones de
Europa Occidental. Cuando el Führer decide invadir a Rusia en 1941, lo hace
pensando en apropiarse de los ricos yacimientos petrolíferos de aquella nación.

4
Capitulo 1

Se estaba luchando una "guerra mecan izada" cuyo principal característica mi un


unnenso consumo de combustible. Alemania, pOr 00 disponer de fuentes seguras
de abastecimiento (excepto la de los campos petrolíferos de Ploesti en Rumania,
'lile eran fácil blanco de los ataques aéreos) tenía que cubrir sus necesidades en
MrllO medida mediante la fabricación de un costosísimo carburante sintético
rluborado mediante un proceso de hidrogenación del carbón.

Mientras tanto, los Ejércitos Aliados contaban con un abastecimiento


IIbundante y continuo proveniente de los yacimientos venezolanos. Se ha diCRO
'lile más del 60% del combustible utilizado por los Aliados en su lucha contra el
,hetador nazi fue suministrado por Venezuela. Cabe afirmar que la Segunda
( luerra Mundial fue ganada en las líneasde abastecimiento tanto o más que en los
hentes de batalla De esta fonna nuestro país, que no derram6la sangre de sus
'Iudadanos en los frentes de lucha europeos, aseguró sin embargo la victoria
nhnda al proporcionar la sangre negra de su subsuelo para movilizar la inmensa
maquinaria bélica que terminó por arrollar a la Alemania de Hitler.

Muchos pensaron que al terminar Laguerra, la producción petrolera


1omenzaríaadísmínuír. Sin embargo, larealidades que Venezuela fue uoode los
I".fses que resultó indirectamente más favorecidos por el Plan Marsl1a1l. Los
esfuerzos para la reconstrucción de Europa en la época de la post-guerra
requirieron de ingentes cantidades de energía. con lo cual nuestra industria
Ilt'trolera atravesó por una etapa de intensa y creciente actividad.

Mientras tanto nuestro "modelo keynesiano autóctono" era de fácil


III)licación.EIEstadodebfasenciJlamentegastartodoeldineroquele~porcionaba
t:1 petróleo en salubridad, educación, obras públicas, subsidios. etc. Pero aún asf,
1".1 difícil gastarlo todo. Se recurrió entonces al expediente de "crear casi a partir
dl'ccro"unempresariadoprivadocrioUo.AtravésdelaCorpOrnciónVenezolana
lit' Fomento, el Banco Agrícola y Pecuario y otras instituciones crediticias
Rllbemamcntales se otorgaron financiamientos blandos a fin de estimular los
wciores industrial, agrícola, comercial y de servicios, A esos mismos empresarios
<¡('Iescubrió con el manto protector del Estado, a fin de ampararlos de los azares
t mcertidumbres del mercado.

El paísreaccionó de una manera asom brasa. En pocas décadas se estaba


1(I~rando lo que a otras naciones le había tomado siglos alcanzar. Los éxitos de
nuestros gobiernos -democráticos o no- fueron extraordinarios,

En materia de salubridad, Venezuela se transformé en un ejemplo para


5
ss años de PoIftlca Económica
todo el mundo. El paludismo había sido erradicaao a finales de la déCada de los
cuarenta, la fiebre amarilla casi desapareció. las enfermedades gastrointestinales
se redujeron notablemente. Se construyeron grandes hospitales y maternidades,
cuyos servicios se ofrecían en fonna grahlÍta El Seguro Social Obligatorio
extendió pocoapoco laseguridadsocial a la población trabajadora de las grandes
ciudades y en otras poblaciones pequeñas se construyeron centros asistenciales
y medícaturasrurales que prestaban atención médica también graruita al resto de
la población.

POBLACJON RURAL VENEZOLANA


año Rural Urbana Total
1920 2.50L.703 490.765 2.992.468
1930 2.550.370 748.844 3.299.214
1940 2.614.592 1.169.188 3.783.780
1950 2.920.206 2.114.632 5.034.838
1960 3.604.499 3.889.262 7.493.761
1970 3.837.061 6.880.986 10.718.047
1980 4.131.632 10.571.684 14.703.316
1989 4.639.119 14.373.664 19.012.783
Fuente; Asdrubal Baptista, BASES CUANTIT ATlV AS DE LA
ECONOMlA VENEZOLANA 1930·1989
Ediciones María de Mase, Caracas 1991

En resumen, el crecimiento demográfico del país pasó a ser uno de los


más elevados del mundoentero (alrededorde3,5% interanual), ya que a una tasa
de mortalidad tan baja que se acercaba mucho a la de las naciones más
desarrolladas, se sumaba una tasa de natalidad tan alta que alcanzaba a las de las
naciones más subdesarrolladas, A eUohabía que agregare) ejércitode inmigrantes
que venían a buscar suerte en un país con un futuro tan promisor.

Por otra parte, las elevadas tasas de crecimiento de la economía


vinieron acompañadas por un rápido proceso urbanizador. De tal forma, para
1930, apenas el 17 por ciento de la población vivía en centros poblados de más
de 2.500 habitantes; se trataba pues de un país rural. A finales del~ del 80,
más de176% de la población vivía en comunidades de más de 10.<XX> habitantes.
Este atractivo por las ciudades que tendía a despoblar el campo venezolano, a
pesar de sus consecuencias negativas, tenía al menos la ventaja de que la
población se ubicaba en 10s centros donde más fácilmente podía recibir las
facilidades edocativas y sanitarias que el Estado quería proporcionarle.
6
Capjtulo)
Citaremos a continuación aunque sea algunos ejemplos de datos que
l.lilen en evidencia las profundas transformaciones que experimentó Venezuela
r.lllrc 1920 y 1989. Todas las cifras que se suministran están referidas a bolívares
l OIl\lantcs de 1968, a fin de evitar las distorsiones que evidentemente se pondrían
lit manifieslO como consecuencia de las variaciones que durante ese lapso ha
011 1'('1'1 mentado el valor de nuestro signo monetario:

El Pffi de la construcción pasó de 95.5 millones de bolívares en 1920 a cerca de


K.OOOmillones de bolívares en 1980; elPIB correspondiente a servicios prestados
por la administración pública pasó de 122.2 millones de bolívares en 1920 a
10.987,3 millones de bolívares en 1989; la formación bruta de capital fijo pasó
de 206,6 millones de bolívares en 1920 a 14.982,7 miUonesde bolívares en 1980;
I(L~exportaciones totales pasaron de 235,4 millones de bolívares en 1920 a
13.775.9 millones de bolívares en 1989; las importaciones totales pasaron de
411.8 millones de bolívares en 1920 a 24.929.2 millones de bolívares en 1980;
el comercio exterior de Venezuela. es decir, la suma de exportaciones e
unportaciones, se multiplicó cerca de 40 veces, al pasar de 667,2 millones de
bolívares en 1920 a una suma de 25.810 en 1989. (2)

Las cifras antes mencionadas -que insistimos están todas referidas a


he,hVIlle8 de 1968- parecieran Corresponder a dos países queno guardan ninguna
Id.1I 16n entre sí.En efecto, la VenezueJade 1989 en nada se parece a lade 1920.
''1M liS países del mundo, si es que ocaso alguno puede hacerlo, pueden mostrar
UII.llllfcrencia tan abrumadora en un lapso que escasamente llega a siete décadas.
lodo ello sin duda, se debe a la contribución que aportó al país la industria
1K'lrolorJ.

Ahora bien, para facilitar la distribución de la riqueza petrolera enlré la


I".hlal iOO,se cre6 un gigantesco aparato burocrático. cuya ineficacia siempre fue
INClvcrlual. Adicionalmente, reaccionando frente a las críticas que se formulaban
01111 a la rigidez con la cual actuaban los despachos oficiales, se concibió la idea
tk' t fCM instituciones independientes de la administración central. para que así
",,,lIt'mll actuarcon más flexibilidad.Elresultado fue un colosalapm;atoconocido
1011 el nombre de "Entes d~ la Admin4tración Descentralizada", el cual para
IC¡HS constaba de unas 400 instituciones que incluían ~ti.tntos autónomos.
11I !,I esas del Estado, empresas mixtas, fundaciones, etc.

Por sólo mencionar algunas, entre las 740 fundaciones que en 1992 se
hCII("lclaroo con aportes provenientes del Presupuesto Nacional que montaron a
I ,IX 1 millones de bolívares, cabe citarnombres tales como: "La Locha de Dios".

llamas Barini.tenses", "Conciencia 21", ''Liga contra la Mendicidad", "Fu.


I 11'11 dc Desarrollo Integral del Hombre Guayanés", "Fundacoz", "Asociación
7
~DómlCi
Venezolana para una Educación Sexual Alternativa", etc, etc. No pretendemos
con esto juzgar el valor de la labor social que tales instituciones pudieran estar
realizando.

Desde luego, además de incontrolable, el monstruo de la Administra-


ción Públicay de sus entes descentralizados era fundamentalmente improducti-
vo. Pero la productividad. rentabilidad o eficiencia eran criterios que parecían
asumir un papel secundario. El objetivo primordial se cumplía a cabalidad: a
través de ese portento burocrático de mil cabezas se distribuía. como ya se ha
dicho, el dinero proveniente del petróleo a fin de estimular la demanda agregada.
El hecho de que muchas de aquellas "empresas" del Eslado arrojasen pérdidas
extraordinarias, ero un asunto que parecía carecer completamente de importancia
y en todo caso a ningún polñíco interesaba. De hecho, excluidos PDVSA, el
Banco Central y el Fondo de Inversiones, las demás empresas del Estado
arrojaron pérdidas que alcanzaron a 8.800 millones de bolívares en 1981 y 7.300
millones de bolívares en 1982. Tales montos representaban aproximadamente el
10% del presupuesto nacional para esos años. A medida que se acercaba la década
de los noventa. aquellas empresas lograron lo que parecía imposible: aumentaron
sus pérdidas de manera prodigiosa. En efecto, sus saldos en rojo dejaron de
contarse bajo la forma de decenas de miles de millones para alcanzar cifras que
se contabilizaban en centenas de miles de miUones de bolívares.

PI8 I»:VENmJEL\
(milLm" ele boIiVUIII de 1CJ1M)
450000 1'1ll::::i'l'1E

400000
350000 tmmtnmti
300000 ~:Zi~~~
250000 +,*+:--~H~~ *f,...,;:.~
200000
l,;i¡i¡;,·;.;'·
150000
100000
50000 ~~
o

Tlllllttl AtclNbal &.ptis~.BASES CUANTITATIVAS DE LAtCONOMJA


VENEZOLANA 1830_1989
Ecl.icionuMui.CÜ M.... Cu.ast99t,P'e.13S

8
C.pltúlO..-------------

El Estado, que como ya se dijo era dueno del petróleo y otras riquezas
del subsuelo, decidiÓ también reservarse para sí mismo un conjunto de activida-
des consideradas estratégicas. las cuales se desarrollaron bajo el calificativo de
"empresas básicas", concepto que fue originalmente concebido durante el
gobierno de Pérez Jiménez y ampliamente expandido durante los gobiernos
democráticos posteriores. Así, se estableció una gran industria petroqWmica
(IVP) Y un numeroso grupo de empresas basícas en Guayana. adscritas estas
úlUmasalaCorporaciónVenezoJana de Guayana (CVG) que tuvieron a su cargo
el desarrollo de la explotación minera del hierro (Ferrominera Orinoco), la
mdustria siderúrgica (SIDOR) y del aluminio (INIERALUMJNA) cuyo poten-
(iaJ por )0 demás siempre se consideró extraadinario. A tales empresas, por
penencer al Esrado, 00 se les exigía cumplir con los requisitos mínimos de
eñcíeocía, ni se las penalizaba con el castigo natural que acompafta a la falta de
111misma: 18 quiebra. Por tal razón, arrojaban en general grandes pérdidas.

La sihl3Ción planteada con las empresas del Estado DOS la comenta la


profesora ranet KeUy de Escobar en un interesante trabajo denominado "Las
f.",presas del Estado: del Lugar Común al Sentido Común". En el mismo cita
n)lllO ejemplo algunas de esas empresas:

Cuando por ejemplovemos que una 'empresa' como la Corporación de Mercadeo


Agrícola (CMA) tuvo ingresos en 1980, de 1.700 millones de bolívares y gastos
de4.300 millones. diñci1mentepodemos considerarla como una em¡res a nonnal
porque, en la práctica, es un organismo del gobierno que sdministra ciertos
subsidios. Igual ocurre con empresas del Estado como el Fondo Nacional del
Café, el Instituto de Crédito Agropecuario o el Instituto Nacional de Puertos. (3)

En materia de obras públicas y construcción en general, se inicié en el


puísdesdeJadécadadelcuareotaunaactividadrebrileincesante.Enpocoslustros
r j país vio como su geografía era atravesada de extremo a extremo por las más
mudernas carreteras, autopistas, puentes y viaductos. Nuestros teleféricos eran
klSmás elevados del mundo (Teleférico de Mérida), nuestras represas hidroeléc-
'rkil'! las más grandes (Gun),nuestros edificios de concreto los más altos (Parque
cutral) y, en general. nuestras obras de ingeniería eran admiradas
hlll~nlacionalmente. Todo esto se ajustaba perfectamente almodelo keyoesiaoo.
In efecto, al estimular la demanda agregada a través del gasto público. la
oclividad de la conscrucci60 experimentaba una eocrme expansión la cual iba no
1M,lrunente dirigida hacia la construcción de obras públicas. sino que paralela-
mente se experimentaba un rápido desarrollo en la satisfacción de las crecientes
11l"('csidades residenciales de una población en franco crecimiento.

9
55 aDo5 de PoUUca Eooa6mka

LA ACI1VIDAD ECONOMICA DE LA CONSfRUCCION


(millones de BoIivares de 1%8)
año Pibde Total de Inversioo Inversioo
la Construc. Produce. Residencial no Resid.
1940 622.0 989,4 279,1 710,3
1950 2.465,6 3.922.1 630.1 3.292.0
1960 3.065,6 4.876.6 864.3 4.012.3
1970 4.343.0 6.908,4 2.420.1 4.488,3
1980 7.916.8 12593,4 5.500,6 7.092.8
1989 3.9729 6.319.7 1.124.0 5.195.7
Fuente; Asdrubal Baptista. BASES CUANTITATIVAS DE
LAECONOMIA VENEZOLANA 1930-1989
Ediciones María de Mase. Caracas 1991. pág. 74

En el campo educativo los logros fueron igualmente notables, Se


-
COIlStruyeron liceos y escuelas hasta en los más remotos lugares. en los cuaJes se
cumplia con el compromisocoostilUCional deque la educación primaria y media
fuese gratuita. Pero la educación no se limitó a los jóvenes. También se
emprendieron ambiciosos programas de alfabetización para adultos. En un lapso
~brosamente corto -si secomparacoo el que tardaron oeos parses en alcanzar
metas similares- nuestros índices de analfabetismo se reducían a pasos agiganta-
dos. La educación en Venezuela la integran dos componentes básicos: la
educación fonnal (pre escolar. primaria, media y superior) y la educacjón 00
formal (INCE. ACUDE. academias comercíales, educación durante el servicio
militar obligatorio, programas de educación transmitidos por radio y televisión,
etc.)

Los profesores Liliam Hung de León y Ramón Pii'lango afinnan:

En 10que se refiere al proyeclO político. durante los años 40 y desde la década de


Péret Jiménez, la movilización social y política del país ha tenido como uno de
sus componentes principales la incorporaci6n masiva de la poblaci6n a la
educacién, 10 que es evidente en la muy rápida expansi6n de todo el sistema
educativo y en la efioazelevaci6nde las aspiraciones educacionales de gran parte
de la poblaci6n ... Se ha querido llevar la educaci6n a todos y se ha logrado
mejorar el acceso de lapoblación a todos los niveles educacionales. a pesardeque
cerca del 50% de los venezolanos son menores de 18 años. Vivimos en un país
en el cual el 30 por cientode la población está en el sistema educativo formal, cifra
que para 1961 era del 20 por ciento. Más del 90 porcientode lapoblaci6nen edad
de recibir educación ¡rimariaestáen laescuela, porcentaje que para 1961 era del

10
Capitulo 1

79 por ciento, Particulannente significativo es el avance-en educación ~perior


yaqueparaeseaños6lo0.3venezolanos~da lOOrecibíaneducaciónsuperior.
proporci6nquepara 1981.es de más de 2 estudiontesporcada 100 habitantes. La
distribucién de la matrícul a educacional muestra también cambios significativos
ya que para 1961el12 pcrcienro de los estudiantes estaban en la educación media
y menos de12 por ciento en la superior. proporciones que para 1981 alcanzan el
21 y e18 por ciento respectivamente. (4)

Se construyeron numerosas universidades públicas.. colegios universi-


rarios e institutos politécnicos en varias ciudades del país, en los que igualmente
NO impartía educación gratuita. sin importar en modo alguno cual fuera el
rendimiento de los estudiantes. La educación superior en las universidades
privadas contó a su vez con subsidios por parte del Estado.

Para capacitar a los trabajadores se creó el Instituto Nacional de


Cooperación Educativa (1NCE) en el cual, a través de un esfuerzo mancomunado
entre empresas privadas y el Estado. se suministraron los más variados programas
dc formación a todos los trabajadores que lo deseasen. sin costo alguno para ellos.

Para contribuir a la solución de los problemas habitacionales de la


población se creó el Banco Obrero -más tarde Instituto Nacional de la Vivienda-
d cual construyó cientos de miles de viviendas que fueron entregadas a las
ínmilias de menores ingresos a precios subsidiados. sin que además se pusiese
mayor empeño en cobrar las cuotas de amortización de los correspondientes
préslamOS hipotecarios.

La prestación de otros servicios públicos tales como los de agua y


r1oocas(1NOS), teléfonos{CANTV).electricidad (CADAFE)tgas(CORPOVEN).
I orreos y telégrafos (IPOSTEL).
puertos (INP). transporte aéreo (LA V Y
VIASA),etc. se extendieron también por toda la geograña.síempre contando con
los infalibles subsidios públicos.

La empresa privada se desarroUó también a la par que las actividades


Iltiblicas, al amparo del Estado. La industria de la construcción experimentó
usombrosas tasas de crecimiento. alimentada por los ambiciosos programas de
ohrdS públicas y la necesidad de satisfacer la creciente demanda de viviendas de
le Idos los sectores de la población. Al sector manufacturero. además de recibir los
más generosos créditos blandos a través de la ya mencionada CVF y otras
mstituciones crediticias oficiales tales como el Banco Industrial de Venezuela y
1.1 Corporación para la Pequeña y la Mediana Industria, se le concedió la má.s

11
SS años de PoUl1ca Econ6mica
- amplia protección posible. Convencidos nuc.~tros gobiernos de la necesidad y
conveniencia de adelantar políticas de sustitución de impoeaciones, establecíe-
ronaltosaranceles.contingenlamientosyprohibicionesdeimportaci6ndelamáS
variada naturaleza, para proteger a la industria nacional de los albures de la
competencia. Cuando las medidas anteriores no bastaban para garantizar su
existencia, las empresas recibían además subsidios de forma de preservarlas de
cualquier tipo de contingencias.

La agricultura. que también se venía desarrollando con rápidas tasas de


crecimiento. fue a su vez objeto del mismo tipo de proteccion, Adícionalmente
se le concedieron todos los subsidios necesarios para la obtención de los insumos
requeridos tales como fertilizantes, alimentos concentrados para animales.
equipos, etc. Se le otorgaron créditos a tasas igualmente subsidiadas, créditos
estos que ocasionalmente fueron íntegramente condonados para favorecer el
desarrollo del sector. En fin, lodo esto se consideró que formaba parte de una
polílica;ndispensable para garantizar la seguridad alimentaría del país.

El sector financiero fuequizás uno de los que mayor nivel de desarrollo


ha alcanzado. En la década del treinta los bancos del paíscasi se podían contarcon
los dedos de una mano. Hoy en día Venezuela dispone de una inmensa red de
instituciones financieras dentro de la cual se cuentan infinidad de bancos
comerciales. bancos hipotecarios. compañías de seguras, compañías de arrenda-
miento financiero, fondos mutuales, fondos de activos liquidos. entidades de
ahorroypréstamoy,enresurnen,todaslasmodalidadesdesociedadesqueprestan
los más avanzados servicios de tipo.financiero, contando para ello con todas las
facilidades que la tecnología moderna pone al alcance de las mismas.

Como tantas veces se ha dicho, lodo estevígorosoproceso de desarrollo


ha sido alimentado desde elprincipío por nuestra industria petrolera. BI nacimien-
to de la misma se remonta al pozo Zumaque Nl' 1 en 1914 y al reventón del
"Barroso'l.pozo este últimoquea inicios de la década del veinte reventé mientras
lo estaban perforando, lanzando al aire en fonna incontenible durante muchos
días docenas de miles de barriles diarios de crudo. Este alarde publicitario arrajo
hacia Venezuela las miradas de un mundo ávido de petróleo. A partir de ese
momento el desarrollo de la industria fue extraordinario. Estínfuladapor situacio-
.DeS internacionales taJes como la nacionalizaeíén de la industria petrolera
mexicana y el estallido de la Segunda Guerra Mundial. nuestra industria de los
hidrocarburos pasó a ocupar un lugar privilegiado. En poco tiempo habíamos
pasado a ser el primer exportador mundial de petróleo. En la aclllalidad, con
reservas probadas que superan 10s60.000 millones de barriles, reservasprobables
y posibles que montan a unos 60.000 mülones adicionales de barriles de crudos
12
CapituloI
convencionales, con las reservas no convencionales de la faja petrolífera del
Orinoco las cuales se estiman en 1.5 billones (1,5 xl 012 ) de barriles "in siíu" (la
mayor acumulación de pelróleo que existe en el mundo), con reservas de gas
natural que superan los 22.(XX) millones de barriles equivalentes de petróleo, con
una inmensa capacidad de refmación ubicada no s610 en elterrítorío nacional sino
también en varios países del mundo, con una enorme red de distribucíon que
solamente en el caso de LosEEUU cubre casi el 7% del consumo de gasolina de
ese país (el más elevado del mundo), con una capacidad de producción del orden
tic los 2.800.000 barriles diarios lacnal va en ascenso y con importantísimospla-
res de crecimientoque podrán materializarse en la medida en que nos aboquemos
R un programa de asociaciones con capitales privados nacionales y extranjeros,
In Industria petrolera venezolana se cuenta entre las más vigorosas del mundo
rlllero.

En Venezuela el Estado es omnipresente y todopoderoso. Casi toda la


Ql'llvidadecon6micadependedelpresupnestooacionalodelosgastosdelosentes
clt-la administración pública descentralizada, que en su conjunto pareciesen
Ilkanzar para cubrir (a pesar de las aseveraciones en contrario de la ciencia
rt'clflÓmica) prácticamente todas las necesidades,

Así a través de grandes obras públicas, transferencias y subsidios de


Ic.10 tipo, una monumental maquinaria burocrática,ayudas yprotecciones a lodos
Ic)LO¡
sectores, una amplia política de patemalismo estatal, controles e intervencio-
11r\ del gobierno, empresas estatales y 01fOS entes descentralizados de la Admi-
IlIslmciónPúbLica,etc,enelpafsseinstanr6unpeculiarsjstemaecon6micoalcual
!IC' dtlnominó «Capitalismo de Estado». Consistía en un sistema que poco se
cltkrcllciaba del socialismo. en el sentido de que a este último suele conocérsele
lUCilO aquél en el cual el Estado es dueño de los medios de producción. Pues bien.
leudo propietario de la industria pennlera y de las empresas básicas, el Estado
YC'IK'lo)anoes dueño de la parte más importante de los medios deproduccién del
l"'I!l.

Al mismo tiempo nuestro sistema reunía también las ventajas del


lftJlllalismo convencional, en el sentido de que excluidos los sectores reservados
ttll sl¡KIo,los particulares podían ser dueños de sus propias empresas, contando
Mclclllás como ya se vio con toda la ayuda estatal para poder dedicarse tranquila-
fU ntc a la explotación de las mismas. Al fin Yal cabo Keynes consideraba que
h"hl,I un gran elemento de bienestar público en la ayuda a amplios sectores de la
llt C"Mllllra. Se trataba pues de un sistema que muchos estaban dispuestos a
,,,IIIt,'ur de ideal, que más que un paraíso podía calificarse de una "utopfa
"'VIM'Siuna".
13
55 años de PoUtlca EcoD6mlca
Laspolíticas de demanda propic iadas por el célebreeconomísta ganaban cada día
más adeptos en Venezuela. Se trataba de una teoría cerrada sobre sí misma. de
cuyo análisis parecen desprenderse relaciones de causalidad: los gastos del
Estado se convierten en ingresos para los particulares; estos ingresos generan
consumo; el consumo promueve la producción; la producci6n se transforma en
nuevos ingresos, los cuales estimulan aún más el consumo dando lugar a mayores
niveles de producción y así sucesivamente. Tal "espiral de crecimiento" basada
en los gastos del Estado a la larga habría de traer gravísimas consecuencias. pero
mientras tanto sus resultados inmediatos se manifestaban en cifras sólidas.
Descontados los efectos inflacionarios, el consumo total del país (suma del
consumo privado Y del público) aument6 17 veces entre 1940 y 1989. en tanto
que ese mismo lapso la poblaci6n aumentó en 5 veces.

CONSUMO TOTAL
(millones de boívares)
año Privado Público Total
1930 3.909.5 434.0 4.343,5
1940 5.560.0 654,0 6214,0
1950 10.883,1 1.630,1 12.513.2
1960 22.243,3 3.509.6 25.752.9
1970 35.320.5 6.133,8 41.454.3
1980 63.425,6 10.794,0 74219,6
1989 6l.040,2 13.352,7 74.392,9
Fuente; Asdrubal Baptista. BASES CUANTITATIV AS DE
LA ECONOMIA VENEZOLANA 1930-1989
Ediciones María de Mase. Caracas 1991

Adicionalmente. a las políticas de demanda se sum6 el ingrediente


un populismo exacerbeéo. el cual acarrearía graves consecuencias, pues n
pasaría mucho tiempo antes de que la sociedad entera se viera obligada a pag
la irresponsabilidad de sus dirigentes con una crisis de severas proporciones.
hecho en casi todos los cuadros que hasta ahora hemos visto. podemos observ:
que para el año 1989 la actividad económica en general había experimentado u
grave revés con respecto a tas cifras de 1980. El profesor Olaf Síevert de
Universidad de Sarrebruck y ex-presidente del Consejo de Expertos de
República Federal de Alemania afinna:

En la polítice de demanda se da la fascinación de lo tangible, máxime cuando


acomete la tnwsfonnación de los gaslOs del Estado. Parece confiarse en que
aumente de los gastos plÍbLicosse convierta Últegramente en aumento de
gastos globales de la economía •.. El político de demanda lOma esto demasi
a la ligen.lncluye en sus programas de empleo dirigidos al equilibrio social
14
Capitulo 1

cuanto las mayorías democráticas reclaman y favorecen: la igualdad social. Pero


de este modo no soluciona Jos problemas, sólo los aplaza. en el peor de Jos casos
los cubre, y en el más frecuente los agrava. (5)

Vale Iapena detenemos aquí para transcribir algunas cifras citadas por
por los profesores Naírn y Piñango en El Caso Venetueta, relativos al impre-
sionante éxito que alcanzaron las políticas de demanda en nuestro país:

Recordemos algunos datos. En su ensayo Escobar señala que el envidiado


"milagro alemán" significó que. después de la Segunda Guerra Mundial. la
economía de Alemania creció entre 4 y 5 por ciento cada año. La economía
venezolanaerecié al 7 por ciento durante23 años ,..Hung y Piñango, por ejemplo,
indican que el número de instituciones de educación superior pasó de 9 en L960
a 90 en 1981 y que el número de estudiantes universitarios aumentó más de 11
veces en esemisrno período. Pinto Cohen nos hace ver que la producción agrícola
se multiplicó por5 entre 1940y comienzos de la presentedécada, creciendo a más
de 4 por ciento cada año. En salud, las cifras mcluidas porGalli y García muestran
que el número de camas hospitalarias pas6de 15.000 en 1950 a 40.000 en 1980.
Por su parte, el sector industrial multiplicó por 6 su tamaño entre 1950 y 1978,
Uegando acrecer a tasas cercanas al 9porcientocada año entre 197] y L 978 (Bitar
y Mejfas), mientras queel númerode ciudades con más de 20.000 habi taníespasé
de 20 en 1950 a 65 en 1981 (Fossi). A su vez, el sector público pasó de tener,
aproximadamente, 200.000 empleados en 1957 a 957.000 en 1981 (Hannot y
Cova) mieotrasqoeel número de agencias bancarias aument6de 80 a 1.300entre
1950 y 1981.

Evidentemente, detrás de estas tasas de crecimiento -que en algunos casos


constituyen marcas mundiales- están las crecientes presiones de una población
en aumento y la posibilidad de responder a dichas presiones con fondos
provenientes de la exportación de petróleo. (6)

Por supuesto, dada Su inspiración keynesiana, la política aplicada por el


I ~',ltlose caracterizaba también, como ya se dijo, por un fuerte intervencionismo
y Iomroles de todo tipo. Keynes consideraba que había un gran elemento de
hh'lIl~starpúblicoen las regulaciones al sector privado. En nuestro caso. el Estado
11"1'lodo lo daba. se sentía con autoridad para controlarlo todo. Donde surgían
t"II/~L'l que pudiesen ser consideradas contrarias a los interesespübíícos o que de
"auna forma fuesen en detrimento del bienestar de las clases o grupos, el Estado
lllllStderaba obligado a intervenir y a establecer reglas de conducta Al fin Y al
Aho. el empresariado privado debía tener presente que su existencia misma
t!tllll'lIdla de la actitud benevolente del Estado. puesto que las garantías ecooomi-
{ Al! ostablecidas en la constitución habían sido suspendidas desde el mismo día
.. , 'IIK~aquélla había sido aprobada
15
5S años de PoUtica EcoDÓmlca
En un lrabajo titulado La Empresa Privada en Venesue!«: ¿Qué pasa
cuando se crece en medio de la riqueza y la confusión?, Moisés Nafro añrma;

El conjunto de pol!ticas, leyes. reglamentos, normas, instituciones. organismos


y recursos financieros desplegados por el Estado venezolano p8J'8 nonnar y
regular la conducta de las empeesasprivadas constituyen, probablemente. uno de
los más exhaustivos y abarcantes aparatos de regulaci6n del mundo capitalista.
m
, De esta fonna, para proteger a los inqoilinos de aumentos en las
mensualidades, se aprobó una Ley de Alquileres final fue
coyo resultado
desestimuJar totalmente la construcción de viviendas destinadas a tal fin. La
"pennisología" como comúnm.ente se le conoce en el país. se convirtió en uno de
los "costos" que incidían en forma aguda en el precio fmal de las viviendas que
seotreoíanénventa.Los trámites anteelMinisteriodeFomento y-sia ver vamos-
ante todos los despacbos puolicos. se transfonnaron en UD especie de tamiz por
cuyo fino entramado sólo pasaban aqueltos proyectas que cumplían con "todos
" Jos requisitos. Los controles y regolaciones que a los más variados niveles de
la administrnciÓll pública debían ser superados para adelantar cualquier gestión.
quedaban supeditados a la discrecionalidad de funcionarios que por lo demás
estaban muy mal remunerados, pero cuyos cargos eran eoonnementeapetecidos.

Las tarifas de los servicios públicos prestados por empresas públicas o


privadas quedaron regoladasporelEslado,puesse consideraba que cumplíanoon
funciones de vital importancia para la comunidad. El libre juego de la oferta)'
demanda también se consideró en inflnidad de casos como contrario al interés de
clases o grupos, deforma qeeprscticamente todos Jos precios se fijaban al arbitri
no del mercado, sino del _Estado. Incluso el precio de servicios tan poco
estratégicos como el de barberías -por sólo mencionar uno- estaban regulados.Bn
fin, UD número increíblemente alto de los bienes y servicios que se prestaban
el país llegarQn a estar regulados o subsidiados o ambos a la vez.

Por otraparte.la discrecionalidad de los (unciooarios de la admini.<.'tr<l...


ci6n pública se IIanSf0nn6 en uno de los elementos que más contribuyeron
estimular lacorrupci6n. Aquellos bur6cratasque tenían en sus manos la capacids I11III
de decisión dentro de la intrincada red de controles administrativos, JJegaron
adquirir tal grado de poder que Jos transformaba en blancos pasivos o
obstáCuJosactivos -de acuerdo con el estilo personal de cada uno deeUos-de t
suerte de manejos dolosos.

Mientras lanto aquellos mismos empresarios que se desanollaron

16
Capitulo I

amparo del ;P'lternalismo ~tatal. n~ cesaban ~ ~lamar que el intet:~cionisJno


del Estado tos esteba asfixíaodo. Siendo maxunJza@res pqJ: de6niclóo. preten-
dían reoíbír Lodo el auxilio que el gobiemQ pudiese darlés, ~.almismó tiempo,
se negaban a aceptar la contrapartida que el Estado les exigía.

Al respecto, vaI<lña la pena que alguien les recordase a esos empresarios


que no se pueden ser "keynesiano" a la hora de exigir el apoyo y la protección
¡jel Estado y "monetarista" a la hora de correr con las consecuel)Cias" <lel
nucrveecionísmo estatal.

Desde luego, no quiere lo anterior decir que no existan en país


empresarios auténticos y consecuentes -para bien o paro mal- con sus ideas. En
luomenLoS de hacer esta afitmaci6n nos viene a la mente el recuerdo <le
nnpresarios como Don Henríque'Pérez Dupuy (fundador del Saneo Venezolano
,11' ('rédito 1Q de DQn Ricardo Zuloaga (fw$ldor de la Electricidad de Caracas l,
11(11 sólo mencienar dos hombres que. ya han fallecido. Bxpresamente evitamos
, llar Q muchos otros que aún viven, para evitar malas in~et;aciones. Se trata
,1, verdaderos empresarios "sltumpeteriánOs" que C,Qnsus denodádQS esfuerzos
'"lIlrlbuyeron
, y siguen ool1lribuyend~ al engrandeeüníemo y aesarrollo de
v rnczuela.

En todo caso. pata asombro de cualquier analista, les padecimientos


1I t lIIúrnicos y sociales de Venezuela comenzaron a agravarse a p;u:tir de 10Scl0S-
uh~Uln~iales incrementQs que experímentaron lOS precios <fel petróleo. El
¡lIl1tll'ro de ellos ocurrió a finales de 1973 con motivo ~I embargo petroler:o
n, 11..', Cuya consecueeoíafue un aumentoen los precíosde petréleo; el cual pasó
h '" 12 dólares el barríl; posleriormente en 1979 a raíz dé Iá caída del Shah de
I¡ 111. jo~ precios volvieron a incrementarse llegando a superar los 34 dólares el
l~u'¡l en 1981. Como I\lsultado de tales aumentos..Ios gastos del Gobierno
1 II"h'("1I se incrementaron.Los mismos, que eran ~:unos Í3,ÓOO millones de
1M ,llvllr~'s paraJ973.se triplicaron en apenas un afloalcanzando;a42.000 millones
" 111/4, Para 1981,.10 gastos- gubernamentales ya s@bí'epasaban los 90.000
1"IIII1Htl~de bOHvares. Una tléCadá después el presupuesto nacionál que se
11I UlI!I en el Congreso superaba generosamente el bill6íl de Bolívares.

SI asombroso era el crecimiento de los ingresos del EslooO, mas


• n

M't1wl'IO){O alÍn fue 00 endeudamiento externo 'en que iücurriero~ nuestros


111.. 1111,s en ese mismo período. Para 1973 la deuda pública externa de
,Ir I,,,'la apenas alcanzaba a unos 1.200 millones (le dólareS. Veamos Jo que
1 11 ¡In fu "013 dice Gustavo Escobar en un trabajo 'titülado El Laberinto de la

17
Economla: :

Al mismo tiempo que sucede este CMlbto, la deuda póblica va amnentando


rápidamente a pesar de los enormes incranenlOS en los ingresos ordinarios del
gobierno. Las entidades descentralizadas -espeeialmente las empresas y Jos
bancos del Eslado- siguieron pidiendo prestado. no solamente en el.paCs sino
tambibl en el exterior, en forma desonlenadL Cada una de estas empresas e
institutos autónomos hicieron uso del cr61ito externo pera financiar sus gastos,
tanto los corrientes como los de invers16n. Otros organiBmos póblicos hicieron
osodelcréditoexternoparafinanciarprogramasdesubsidios.Elresultadoesque
ahora tenemos una deuda pt1blica que se estima en nJXIJ millones de dólares.
(8)

La actuación del Eslado venezolano es comparable a la de algunos


padres que no comprenden que a partir de un momento determinado sus hijos ya
son capaces de tomar sus propias decisiones y deben decidir sus rumbos.
asumiendo los riesgos que deriven de sus actuaciones. Si el padre se empeña en
mantener una actitudsobreJXO(ectora.lejosde beneficiar al hijo no hará otra cosa
que perjudicarlo.

Nuestros gobiernos no comprendieron que alcanzadas ciertas etapas en


el proceso de desarrollo económico de Venezuela, lo lógico hubiese elabandono
progresivo de un patemalismo asfixiante que tendía a sumir a los distintos
sectores de nuestra sociedad en una actitud parásita. Todos los venezolanos
sentimos que el Estado nos debe algo; todos pensamos que nuestros problemas
nacen de la incapacidad del Estado para resolver las situaciones que se nos
presentan.

De esta forma, un enorme porcentaje de nuestros industriales no


aprendieron nunca a ser eficientes, pues eximidos de la necesidad de competir en
los mercados, tenían una ganancia asegurada por la protección que les brindaba
el Estado. Nuestros trabajadores. aunque cada vez más capacitados. rara vez
sintieron la necesidad de esforzarse en sus labores. En efecto, si las .
empresas que los empleaban no ponían mayor empeño en mejorar sus niveles
productividad, para qué iban éllos a ser más papistas que el Papa. Por lo demás
el Estado Jos amparaba con una legislación laboral no menos patemalista que
que brindaba a las empresas. El Estado mismo, que durante mucho tiem
dispuso de recursos que excedían a sus propias necesidades. fue quizás el q
menos sintió la necesidad de ser eficiente. El petróleo alcanzaba para cubrir tod1l~
las necesidades del país. El resultado fue que nuestra economía se hizo cada v
más dependiente del petróleo.

18
Capitulo 1

Pero tal dependencia detenninó que el destino mismo del país quedara
vincIIJadoalosvaivenesdelosmercadosmundialesdelpelI'Óleo.Confrecuencia.
nuestra econonúa se vio enfrentada a difIciles situaciones derivadas de las
irresponseblesactítndes :Mllesdescritas; sin embargo. cada vez ~ nos acercába-
mos a situaciones que ya parecían insuperabIes. surgía alguna crisis en Jos
mercados mundiales de Jos hidrocarburos que nos permitían aumentar nuestros
ingresos petroleros y superar cada una de esas coyunturas.

19
55 ... de PaUtla EcoD6mIc:a

NOTAS BalOGRAFlCAS
(1) Robert Heilbioncr, nm WORDLY PHD..OSOPHllRS, Thne Inc, New Yotk 1962, P'g. 25

(2) AsdrubalBaplisla, BASES CUANTITA nv ASDELAECONOMIA VENF.WLANA 18


- 1989, Ediciones Maña di Mase, Caracas 1991

del Eslado: del LugarCoIlllhl al Sentido ComIÚl",


(3)Janet Kellyde Escobar, "LasEmpmas
CASO VENEZUELA: UNA ILUSION DE ARMONIA, Ediciones lESA, c.A, CaraIC8l
1985, p6g. 125

(4) LiIí.am Hung de León y Ramón Pi:i'lango,"Cñsls de la EdIcaciÓll o Crisis del Optinúsmo y
19ualitarlsmo", EL CASO VENEZUELA, Ediciones lESA, c.A., Caracas 1985, P6¡s 4
-434

(5) 0Iaf5ievert, "¿El modelo de los ai'IosOt:henIaT', POLmCA ECONOMICA DE OFER


Revista del Instituto de Esludios Econ6mk:os. N° 4, Madrid 1982, Págs 21 Y22

(6) Moisés Nafm y Ramón Plilango, acASO VENEZUELA: UNA ILUSION DE ARMO
Ediciooes lESA, C.A, Caracas 1985, Pág. 541

(1) Moisés Nafm, "La Empresa Privada en VCIle7lIel.a: ¿Qu~pasa cuando se crece al medio de
riqueza y la cmfusi6n?", EL CASO VENEZUELA: UNA n..USION DE ARMO
Edicioaes lESA. C.A, Caracas 1985, pág. 172

(8) Gustavo Escobar, "FlLaberúto deJa Economía", EL CASO VENEZUELA: UNA ILUSI
DE ARMONlA, Ediciones lESA, C.A, Caracas 1985, pág. 83

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CAPlTULOn

1936 ..1941: LA TRANSICiÓN

Juan VicentéGómezmuereel17 dediciembrede 1935. Dui'ante 27 años


había gObernado a una sociedad que se desenvolvía dentro de los_ngidos límites
,te una pobreza que parecía insuperable. Gómez pudo sin embargo imponer el
,.dendentrodeunpaísquedurantecasiunsiglosebabíavistodesgarrOOoporlas
I'lIntinuaS lucbas de mil y un caudillos. Para lograrlo, ejerció el poder COI,lmano
I~rrca y, de esta terma, al morir dejó un paíslisto para para adentrarse por los
¡¡lIninos de un s~glo que h;lbía comenzado 35 afIO$ antes. La "eaudíllocracia"
IIlIetrera había desaparecido. Cerca de 38.000 venezolanos pasaron -en calidad
Ik presos políticos- por las cárceles de la ROtunda en Carneas, el castillo
I IhcrtadorenPuerto Cabello, elde San Carlos enMaracaibo y lasTres Torres en
IllIrquisimef9. Mocbos no saldrían vivosdeallí, Infinidad deestudiantes rebeldes
I"'IUlron su indocili®d juvenil construyendo carreteras.

"Paz, uni<)ly trabajo" iue el lema del régimen. Para cumplirlo se


,. ¡llIena un gendarme. Unllombre fuerte. "necesaríe para la sociedad en clmws
1tllll1lcntos tle la evolución de 10s pueblos" ... "para proteger la sociedad, para
II'IIll1blecer el orden, para amparar el hogar y la patria contra los demagogos,
11111' u Jos.i;tco12inos,oontra los anarquistas, contralosbolcbevistas. cootm los que
~ "'lCumbran, medran. tiranizan. roban y asesinan al amparo de la anarquía y en
'''"IIbre de la libertad y de la humanídad", Gómez cumpliría el papel de ese
Ilrlll1arrrle necesario ,•• al cual se refería Laureano VaIlenílla en su obra
( ",,"hmoDemo.crático. (1) •

El dictador manejó al país como si se tratase de una haciendapropia, El


ti" no 00 la hacienda era un administrador cauto y onlenado. La deuda externa,
t IIlItllflla con anterioridadasu mandato yquetantobabíaagobiado a la patria. fue

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