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Breve historia
d~ Europa
----.I---E-I-l-(;9la-hQ-F<lGié-H-EE>n
J.-P. Arrig~on, J.-J. Becker,
D. Borne, E. Carpentier,
J.-P. Pautreau y A. Tranoy
e
@ Éditions du Seuil, 1990 et 1992
páginas, a una actualidad europea en pleno movimiento,
@ Ed. cast.: Alianza Editorial, S. A., Madrid, 1994, 1995, 1998,2004,
este libro traza una serie de miradas hacia el pasado a fin de
2006
Calle luan Ignacio Luca de Tena, 15; facilitar su comprensión. Tanto mejor si, por añadidura,
28027 Madrid; teléfono 91 3938888
www.aliaPlzaeditoriaJ.es
ISBN: 84-206-5723-9
ayuda a esclarecer el presente más inmediato.
Al igual que nuestra Historia de Francia no pretendía ser
en absoluto una historia de la formación de la unidad france-
e
Depósito legal: M. 17.745-2006 sa concebida como una entidad predeterminada, esta Breve
Fotocomposición e impresión: EFCA, s. A. historia de Europa es, sencillamente y sin presuposiciones, la .-
Parque Industrial "Las Monjas» historia de un espacio geográfico definido bastante pronto •
e
28850 Torrejón de Ardoz (Madrid) entre el Atlántico y los Urales, en cuyo interior se han desa-
Printed in Spain
rrollado, desde los orígenes de la humanidad, múltiples
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e 8 lEAN CARPENTIEI{, (;RA~(;( liS 1.t.BRl::-';
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presentación de algunas dinastías europeas pone de relieve Europa, la palabra, la historia y la leyenda
la red de relaciones entre las potencias del continente en di-
ferentes épocas; una serie de estadísticas, limitadas en su Había una vez en Tiro una princesa que se llamaba Europa.
e mayoría a los siglos XIX y XX, trata de situar la presencia eu-
ropea en el conjunto mundial; y una bibliografía da las pis-
tas que permiten ir más lejos. Finalmente, dos índices de
Una noche, mientras estaba en su cama en el palacio del rey
Agenor, su padre, tuvo un sueño: dos tierras, que tenían el
aspecto de dos mujeres, se peleaban por ella, la «tierra de
-
entonces cuando un toro, magnífico y manso, apareció y la
J ean CARPENTIER y Fran~ois LEBRUN convenció para que montase sobre su lomo, cosa que
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r
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"REVE IlISTORIA DE EUROPA INTRODUCCIÚN. EUROPA. lA PAI.ABRA Y El. ESPACIo lJe
la princesa se decidió a hacer no sin vacilación. Entonces el tro continente y, a finales del siglo XVI, Caesare Ripa dice_
toro se elevó, huyó hacia el mar y, mientras franqueaba las claramente que Europa es hija de Agenor, pero que también.
olas, le reveló que era Zeus y que, muy enamorado de ella, representa al continente bajo la forma de una maravillosa
había tomado esa forma animal para raptarla. De este modo dama. _
Europa llegó a Creta, se unió al toro y se convirtió en «ma- De este modo, Europa sería princesa y continente. Pero.
dre de nobles hijos». Pero, mientras tanto, Agenor, que se también existen otras tradiciones que hacen de Europa una
inquietaba por la ausencia de su hija, envió a sus hijos a bus- de las Oceánidas, hijas de Océano y de Tetis, o aquella que
carla. Uno de ellos, Cadmo, fue a pedir consejo a la Pitia de afirma que se unió a Poseidón y trajo al mundo a Eufemo,e
Delfos, y, siguiendo su opinión, abandonó la búsqueda pero uno de los Argonautas, compañeros de Jasón cuando éste
persiguió a una vaca que había de indicarle, en el lugar en
que cayera de agotamiento, el sitio donde debía construir
una ciudad: esa ciudad fue la ciudad de Tebas, con su forta-
leza, la Cadmea.
buscaba el Vellocino de oro. Incertidumbre, por consi-
guiente, 9ue no resuelve la etimología, dado que no es seguro
el origen mdoeuropeo que se da a la palabra; para algunos se
e
trata de un término egeo prehelénico, que opone un hirib,
Ése es, brevemente resumido, el principal manojo de le- Europa, que significa «Poniente», a a~ou, Asia, que significa_
yendas griegas reagrupadas en torno a la palabra «Europa». «Oriente». •
Muestran a la vez la construcción de un espacio que se indi- Hay además otro linaje, cristiano y más tardío, que parte
vidualiza en relación a Asia y la ambición de éste de cons- de la misma preocupación por distinguir el continente euro- _
truirse un mundo nuevo. Podríamos detenernos ahí y que- peo, pero que pone en cuestión el nombre mismo de Euro- •••
darnos sólo con el nombre de Hesíodo, primer autor que pa. En efecto, en el siglo IV, San Jerónimo y San Ambrosio
cita el nombre de Europa, o el de Mosco, autor alejandrino vuelven sobre los capítulos 9 y 10 del Génesis, sobre la histo- _
del amable idilio que acabamos de recordar en parte: Pero la ria de Noé, y adscriben a cada uno de sus hijos un territorio:.
posteridad de la leyenda es demasiado grande para no te- Cam, el hijo irrespetuoso, recibió África; Sem, Asia; y Jafet,
nerla en cuenta. Roma la difundió por todo el Occidente. En Europa. Una confusión entre Jafet, hijo de Noé, y Japeto,
sus Metamorfosis, Ovidio la repite. Las escenas del rapto de uno de los Titanes, padre de Prometeo, permitirá enlazar e
Europa o de la travesía del mar decoran los muros de Pom- con el pasado grecorromano y autorizará a Guillaume Pos-
peya (¡diecisiete ejemplares encontrados!) y los de las casas tel a decir, en el siglo XVI, que Europa habría debido llamar-
de Italia, la Galia, Britania y Germania. La Edad Media y los se Jafetia, y a Bossuet a decir, un siglo más tarde, que «Jafet_
tiempos modernos han continuado esa tradición, sobre pobló la mayor parte del Occidente [y] ha seguido siendo.
todo mediante la imagen. Hay manuscritos medievales de célebre bajo el nombre famoso de Japeto».
Ovidio ilustrados con las aventuras de Europa. El Perugino, Subsiste todavía la interrogación de Herodoto. Pero los_
Veronese, ]6rdaens, y más aún Boucher, ya en la Europa de mitos así relacionados son portadores de enseñanza porque.
las Luces, acuden a ellas para inspirarse.
ayudan a comprender cómo han ido determinándose poco a
Esa permanencia prueba evidentemente la continuidad poco los límites de Europa. En primer lugar, en los tiempos_
de un gusto por la Antigüedad. Pero también ayuda a dar griegos, fue el Mediterráneo oriental el que se convirtió en"
cuerpo a la entidad europea. Boccaccio y Cristina de Pisan
observan que la princesa Europa ha dado su nombre a nues-
lugar de confrontación de las tres tierras que separan el ist-
mo de Suez y el Bósforo, y es ahí donde nace la preocupa- e
el 12
8H.EVE HISTORIA VE EUROPA
INTRODUCCION. EUROPA. LA PAI.AHRA Y El. ESPACiO 13
e prender que África tiene sus límites propios, Asia los suyos,
y que Europa los tiene, pero mucho menos de lo que se cree.
En tiempos de los romanos, Estrabón y Plinio el Viejo des-
Victor Hugo, en 1851, hablaba de los Estados Unidos de Eu-
ropa. Pero no ha sido hasta nuestro siglo cuando el príncipe
Coudenhove-Kalergi ha podido intentar una acción que
criben la franja mediterránea y, en su extremo, las columnas
e
., 14
I BREVE
-e
tanto, pero también por los fiordos y los estuarios: en No-
ruega, el fiordo de Sogne se adentra 150 kilómetros en tie-
rra, en las Islas Británicas las escotaduras costeras del este y
del oeste reducen las tierras a veces a simples istmos y, en
"----
e 16
e raramente hostil a la implantación humana del Atlas marroquí al Himalaya, englobando las cuencas
hundidas del Mediterráneo, incluyendo brazos de mar que
se llenarán de aluviones (llanura panonia, llanura del Po), e
e Cáucaso.
Una larga historia geológica y climática explica esa divi-
sión, y podemos evocarla en dos fases de longitud muy desi-
dio del Don; desde los Alpes, los glaciares han alcanzado la
región de Lyon y el valle del Danubio, mientras que la re-
tención del agua por los hielos hacía bajar el nivel de los
gua!. La una abarca los períodos anteprimario, primario, se- mares. A la inversa, sobre el suelo europeo han reinado los
e cundario y terciario, y ve formarse los grandes conjuntos
europeos. La otra, mucho más breve, dibuja la vida del
hombre en la época cuaternaria. En el punto de partida, por
climas cálidos y ha brotado el bosque tropical; el límite nor-
te del bosque ha subido hasta el mar de Bart¡nts, 500 kiló-
metros al norte del actual límite. Se ha podigC:.))calcularque
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BREVE HIST( )RIA 1)1: ELJH(
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e 20
BREVE HISTORIA DE EUROPA
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por qu~ el VoIga no lo ha sido y, mirando hacia.-Q.tFe-eonti=---j1
-D€-fite,ver-si-/os amen canos en su marcha hacia el oeste tu-
vieron en Cuenta la red aparentemente tan favorable de un
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conjunto Missouri-Mississippi, que está orientado norte-
sur. Egipto era un don del Nilo, decían. Sin duda, pero un
don del Nilo y de los egipcios. Traslademos la frase ... Euro-
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1. La Europa prehistórica:
"';de los predadores a los campesinos
e
Entre el horno erectus, que tielle unos dos millones de años, y el
e
productor, ganadero y cultivador, que vive hacia el 4000 a.c., se
produjo una evolución que ha estado marcada por el dominio
delfuego hacia -350000, la sustitución progresiva del hombre de
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1¥
,Neanderthal por el horno sapieos, sapieos que puebla Europa
hacia -35000 y la eclosión del arte en el Paleolítico superior. So-
bre espacios que van de los l3alcanes, lugar donde se encuentra
.la huella más antigua de economía de producción, hasta las cos-
e
tas atlánticas, se pone en práctic{l una colonización del suelo eu-
ropeo y, con ella, una relativa homogeneización de los géneros
de vida.
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J
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I
El pasado de Europa, durante Centenas de miles de años, sólo
nos es conocido por huellas tenues que han resistido al des-
gaste de los tiempos. Para los períodos más remotos, algunos
útiles de piedra y hueso, escasas huellas de hábitat y restos de
comidas, a veces obras de arte y excepcionalmente restos hu-
manos, permiten captar esa lenta evolución. Descubrimos el
e
dominio de grupos de cazadores-recolectores en las tierras li-
bres de hielos, los progresos de sus técnicas, las modificacio-
nesde su espiritualidad, luego el paso, hacia el 8000 a.c., a
e
una economía de producción. Para las épocas protohistóri-
cas, documentos más abundantes, a veces textos, constituyen
testimonios privilegiados que aclaran aspectos hasta entonces
e
mal percibidos de la vida de los primeros europeos -desarro-
llo de nuevas clases sociales (artesanos, guerreros), organiza-
ción política del territorio, inicio de la urbanización ...- y per-
miten un enfoque ya casi histórico de los acontecimientos.
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23 e
le 24
HRIXE JII~TlHI.IA DE EvlHJPA 1. LA EUROPA PREHISTt)RICA: DE LOS PREDADORES A l.OS C:\.\IPESINOS 25
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llones de años por el Antiguo Mun.dQ~constitu-y:g...@l-pfi-mer~i
""poblamIento conocido del género horno.
Europa del norte bajo los hielos y, de Crimea al Atlántico,
el hombre de Neanderthal (de -80000 a -35000)
e
e 28 BREVE HISTORIA VE EUROP
jnl~'BUR.OPA PREHISTÓRICA: DE LOS PREDADORES r\ LOS CAMPESINOS
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-e
caza. dígenas en el dominio del entorno vegetal y animal.
Los cazadores-recolectores de la Europa mediterránea, en Las huellas europeas más antiguas de una economía de
sus grutas o en sus chozas, poseen un modo de vida, unas producción se encuentran en los Balcanes. Las condiciones
técnicas y una alimentación similares. Su entorno ecológico ecológicas (sustitución precoz de la estepa por el bosque de
y geográfico vuelve a estos grupos *mesolíticos receptivos a hojas caducas), menos favorables, pero cercanas a las del
los cambios que por entonces se gestaban en Oriente Próxi- Oriente Próximo, pueden explicar ese avance. Desde finales
mo. En los milenios octavo y séptimo, en la Argólida se c6n-
--
del séptimo milenio, una economía basada en la ganadería
sumen algarrobas y guisantes: son las primicias de la agri- (cordero, luego cabra, pero también cerdo y buey) y que
cultura. En las orillas del Mediterráneo occidental aparece el practica el cultivo del trigo, de la cebada y de las lentejas está
carnero: su llegada da testimonio de los inicios de la ganade- atestiguada tanto en Creta, en Chipre, como en Tesalia, Ar-
ría y de la navegación (atestigua el cabotaje). En la región gólida, Macedonia y Montenegro. El uso de la cerámica se
rumana de las Puertas de Hierro se construyen casas muy propaga con rapidez. En la segunda mitad del quinto mile-
elaboradas, con suelo de mortero de caliza coloreada ... In- nio, y particularmente en Tesalia, se desarrolla la civiliza-
--
cluso aunque las escenas de vida cotidiana, ilustradas por las ción de Sesklo, fuertemente marcada por la Anatolia vecina
pinturas del Levante español, muestren toda la importancia (vasijas pintadas, ídolos antropomorfos de arcilla).
económica de la caza, es en estas regiones donde se da el pri- Más al norte, la Hungría meridional, el sur de Ucrania,
mer paso hacia nuevas técnicas de adquisición de productos. Rumanía, Bulgaria y una parte de la antigua Yugoslavia co-
nocen, hasta finales del quinto milenio, una cultura -llama-
da de Starcevo-Koros- que se aparta de las influencias ana-
Nacimiento de la economía de producción gracias tolias. La ganadería, pero también la caza y la pesca,
al contacto del Levante y del valle del Eufrates
e
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BREVE HISTOklA !JE ELi~OPA 1. LA Eli}HH'A PREHISTt'lIOC ..\: DI: I.u~ PHEDAL>UKE" A l.US CA~lPESINll:-, 35 _
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los del Elba y del Danubio. A partir de -4500, se ven afecta- vientos dominantes; la misma arquitectura, con hileras
dos el alto valle del Danubio y Alemania central. Poco des- transversales de cinco postes. Ramajes y adobes componen
pués, la agricultura alcanza Bélgica, el sureste de Holanda y las paredes; caña y juncos, los techos de dos aguas. Los habi-
Alsacia. En el último cuarto del quinto milenio, los «colo- táculos miden de casi 10 metros a más de 30. Algunos gran-
nos» encintados se instalan en la cuenca parisiense y llegan des edificios podían poseer una función colectiva religiosa o
al océano. Esa expansión a través de las vastas llanuras de civil. Los cementerios, situados en las cercanías del pueblo,
Europa central se explica en gran parte por su fertilidad (cu- reúnen con frecuencia varias decenas de sepulturas: inhu-
bierta loéssica y lluvias regulares). La repoblación de estas
tierras no ofrece dificultad y asistimos a una oleada de rotu-
raciones, desde la antigua Checoslovaquia a Alsacia. El po-
maciones en posición encogida sobre el lado izquierdo, más
raramente incineraciones. Sólo los restos de los niil0s se de-
positan cerca de las casas.
e
blamiento encintado se dará incluso en comarcas menos fa-
vorables: montañas alemanas, marismas polacas, karsts
eslovaco y húngaro.
Hacia -4000 sigue habiendo tierras por conquistar y roturar,
e
Evidentemente, este movimiento de expansión durante
casi un milenio conoció modificaciones en el transcurso del
tiempo y muestra algunas diferenciaciones regionales, pero
pero casi la totalidad del continente vive desde entonces al
ritmo de los trabajos agrícolas. Ha llegado el tiempo de la
adaptación y de la identificación con el terruño. La difusión
e
-
es ante todo su aspecto particularmente homogéneo lo que del metal va a traer cambios radicales a la sociedad rural.
lo caracteriza. Es un conjunto de usos y costumbres lo que
se ha transmitido con el avance del poblamiento; se ha ha-
blado de «colonización». Los modos de vida y patrimonio
cultural rompen con los de los grupos mesolíticos ya ubica-
dos y que se mantienen en las orillas del Báltico o en las zo-
_11
-
nas forestales de las montañas. Se producen cambios inte-
ractivos con estos cazadores-recolectores, lo mismo que con
los grupos que han descubierto la agricultura tras su contac-
--
to con los pueblos mediterráneos. La práctica de una agri-
cultura seminómada, con chamicera, por rotación sobre un
territorio limitado, parece general. Se conocen todas las
producciones (trigo sobre todo, pero también cebada, gui-
santes, lentejas) y la totalidad del ganado (bóvidos y, en me-
nor grad9, corderos, cabras y cerdos) del Neolítico europeo:
la caza y la pesca siguen practicándose poco. El utillaje de
piedra (hoces, muelas, hachas-martillo ...) se ha adaptado al
modelo económico. Las aldeas contienen una decena de ca-
sas cuadrangulares alargadas de plano estereotipado: la mis-
ma orientación con puerta hacia el lado contrario de los
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e 36 BRE\T HISTORIA DE EUROPA 1. LA I.TIH IPA PRHlI:-.T()RlCr\; PI: LoS I'REllAlllllU-.:- A IO~ CAMPESISOS 37
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DOCUMENTOS
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Según Pidoplichko
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chozas se hallan reunidas la mayoría de las veces en grupos de tres
o cuatro conjuntos con hogares y zonas concretas donde poder
Apunte: Jean Airvaux tallar.
e cuencia caricaturescas.
han encontrado
En la gruta de La Marche, en Poitou, se
centenares de placas grabadas; entre éstas, algu-
nas de las cabezas humanas más hermosas que nos han legado los
magdalenienses.
e
I
'38 BREVE HISTORIA DE EUROPA ~ e
3. Procesión de arqueros en el Levante español
39 e
e 40 UNEVE HISTORI ...••DE EUROPA
2. LA EUROPA PR(lTOHlsn'lRICA: ...••
RTESANOS. COMERClASTES ... 41
le
nombre de una localidad cercana a Belgrado, célebre por sus
fluencia en Austria, Moravia y sus márgenes. El fin del mile-
ídolos planos de diosa-madre y sus cerámicas negras, cuya
nio ve la aparición de la metalurgia del cobre en las regiones
irradiación sobrepasa Macedonia y Serbia. A finales del
danubianas y Ucrania.
cuarto milenio, en los Balcanes, pero también en los márge-
e
Jutlandia se edifican largos túmulos trapezoidales, y en la
ción aumenta y se producen nuevas migraciones que parten j¡
cuenca parisiense son monumentos en pabellones que al-
de Hungría, pero el patrimonio anterior se conserva. Asisti-
canzan a veces 300 metros. El papel que juega la madera si-
mos simplemente a una acentuación de las diferencias re-
gue siendo fundamental en las sepulturas de la cultura epi-
e gionales y a cambios limitados: la decoración mediante per-
foraciones sustituye a la decoración lineal en la alfarería, el
plano de las casas se vuelve trapezoidal... La cultura de Roe-
danubiana. Estos monumentos pierden pronto su carácter
individual. Cuando los grupos de origen mediterráneo de
*cerámica lisa se manifiestan hacia -3700 en las costas atlán-
•
A finales del tercer milenio)' principios del segundo, Euro-
sirios, libaneses, egipcios o ana talios, que difundieron sus
pa occidental conoce evoluciones culturales complejas, que
producciones a todo el Egeo y, desde allí, al bajo Danubio,
entrañan una vulgarización de la metalurgia del cobre.
Tracia y Ucrania. La explotación de las minas del Cáucaso
La expansión de la civilización de los kurganes afecta a
no modifica la vida miserable de los criadores de corderos
Europa central y, de rechazo, a los Balcanes, los Cárpatos y
del Kubán, pero afirma el poder de sus príncipes, cuyas se-
las regiones danubianas. Estos movimientos de población,
pulturas, los «kurganes», contienen adornos, vajillas de
probablemente de pastores nómadas en busca de nuevos
•e
oro ... y servidores sacrificados. ~
pastos, llevan a la creación de un conjunto homogéneo, des-
En el Mediterráneo occidental, la escasez del mineral en el
de las regiones renanas a la Polonia oriental. Un grupo muy
sur de Italia' y en las islas permite un paso insensible al me-
cercano ocupa Holanda, Dinamarca y el sur de Escandinavia.
tal; los templos y tumbas-hipogeos de Malta y sus ídolos fe-
Pese a ciertos particularismos locales, en todas partes hay in-
meninos mantienen la tradición neolítica. La explotación
humaciones individuales en posición contraída denfro de
precoz de las minas del Languedoc y de Aléria, en Córcega,
no altera el comportamiento de los pastores indígenas. No t cofres tu mulares, se decora las cerámicas por impresión
de cuerdecilla y se fabrican hachas de combate de piedra, co-
ocurre lo mismo hacia el -3000 en la región de Almería, en
f
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pias que concuerdan con las hachas de cobre húngaras, por-
e
e 44
BREVE HISTORL\ DE El;ROf'A 2. LA EUROPA PROHlHISTC)Rl(:A: AI{TESA"()S. {:(l~IER(:IASTES ... 45
e
interinfluencia, casi de comunidad de cultura. Después de
rente -utilización de cubiletes en forma de campana inverti- -1450, tal vez relacionado con catástrofes naturales, el pre-
da (de ahí su nombre), pequeí10s objetos de oro, botones de dominio vuelve a Micenas. En las tablillas de los escribas de
hueso, jabalinas de cobre, sepulturas individuales-, se ob- Cnossos, el lineal B, transcripción del griego micénico, ha
e servan diferencias en el seno de cada entidad regional. Entre :
cada comunidad, de un extremo al otro de Europa, existie- .
sustituido al lineal A.
La civilización micénica, célebre por la riq,ueza de sus
----
le
ron relaciones difíciles de definir (a buen seguro no se trata
de desplazamientos de p-oblaciones}..ELmesti-zaje-con-Ia-cur=---t
-tUra ae cuerdas realizado en las regiones renanas repercute
hasta España. Aportando la nueva tecnología a todo el Occi-li
dente europeo, la cultura del vaso campaniforme desempe-
í1a un papel determinante en la génesis de las civilizaciones
;¡
f
!
tumbas aristocráticas (donde se encuentran el ámbar del
-al1lCO,el talrtstáwthte-I-r-a-mír;tos--huevos de "avestruz y el
marfil), se afirma como la encrucijada de Occidente y de
Oriente. De forma precoz, irradia hasta Sicilia y las islas Eo-
lias. Más tarde, se encuentran fabricaciones micénicas desde
la sepultura de Tutmosis, en Egipto, hasta los márgenes ger-
del Bronce; la aleación de cobre y estaí1o, más fácil de fun- mánicos. Los principales objetos de comercio siguen sien-
dir, sustituye al cobre hacia el 1800 a.e.
e (segundo-primer milenio)
e ciudades-estado en el sur
e
A partir de -1500, pese a la expansión colonizadora de
control del comercio en el Mediterráneo occidental consti- algunas comunidades, Europa central muestra cierta estabi-
tuyen la riqueza de Etruria. Las ciudades fortificadas testi- lidad y las entidades geográficas van consolidándose e indi
monian un sentido desarrollado del urbanismo. En las ne-' vidualizándose. Más allá de algunos particularismos regio-
e nan desde Hungría hasta las orillas del Rin. Unétice explota
o controla los yacimientos de cobre alpinos y balcánicos, al
igual que los yacimientos de estaño de Bohemia, y vigila las
ciones, ya evocadas, del mundo mediterráneo.
Las modificaciones culturales de finales del siglo X a.e.
son más profundas e indican una ruptura de los modos de
vías comerciales del ámbar báltico. Desarrolla contactos con
e vida. Se ocupan las alturas, la incineración desaparece y la
50
HNEVE Hf,S'J'(Jf{JA In: Et.:lHIPi\
2.. LA EUROPA PROT< lHI~T()RICA: ARTESANOS, COMERClASTES ...
SI
e
moda de los tÚmulos se repite, a la vez que se generaliza la
siderurgia. Parece que, al igual que en las orillas mediterrá_ .;
neas. el desarrollo demográfico es superior a las posibilida_
En los márgenes europeos, las culturas originales
e
des de producción. La crisis favorece la emergencia de jefes,
protectores y organizadores de las actividades económicas.'
Los intercambios sur-norte tienden a suplantar al tradicio_
Las riberas oceánicas forman, desde los albores del segundo
milenio, una comunidad económica cuyo corazón parece
localizarse en el Canal de La Mancha, verdadero mar inte-
e
nal comercio este-oeste. En el siglo VI a.c., los príncipes cel- rior. Las culturas del Bronce antiguo, desde Portugal a Ho-
tas de las pequeñas comunidades noralpinas se convierten landa, hunden sus raíces en la vieja herencia de la cultura a
en los intermediarios obligados entre el Mediterráneo y las campaniforme. A ambos lados del canal, Wessex y Bretaña, ,.
regiones septentrionales, controlando desde sus ciudadelas en el centro del comercio del cobre. del estaño y también del
las rutas del estaño y del ámbar. El fasto de las sepulturas oro y del ámbar, muestran, mucho antes del florecimiento _
célticas revela la riqueza y el gusto por el lujo de estos poten- de Micenas, una riqueza sin precedentes. Los túmulos prin- ••
tados. pero también su apertura cultural: sus ritos funera- cipescos guardan armas de bronce enriquecidas con oro y
rios copian el simposion (banquete funerario) grecoetrusco.
En el siglo v a.c., las ciudadelas principescas sufren un
abandono progresivo; las tumbas aristocráticas se hallan en
vajillas de metal precioso. Irlanda, abundante en cobre
y oro, difunde sus adornos hasta el continente. El remate
de los últimos grandes templos megalíticos (Stonehenge)
e
vastos cementerios en medio de las del pueblo y esconden
menos objetos mediterráneos que antes. El declive: de la
aristocracia está relacionado con el establecimiento de uni-
participa de esa prosperidad. Ese bienestar se difumina ha-
cia -1500, mientras el estaño, abundante de Galicia a las Is-
las Británicas, lleva a la eclosión de talleres regionales de
e
dades políticas más pequeilas. El arte se enriquece con nue-
vos motivos: palmeras, lotos ... Las regiones periféricas
-Champagne. Renania, Bohemia- tienen entonces la supre-
fundición desde la desembocadura del Tajo hasta el delta
del Rin. La sociedad y sus costumbres cambian. La moda fu-
neraria de las urnas, nacida en Gran Bretaña, se difunde por
e
maCÍa y comercian con los etruscos. A finales de siglo, algu- el continente, prosiguiendo la tradición local de los cercados
nas poblaciones parten a la conquista de la Europa central y circulares. La mitología se enriquece: el fuego, el carro y el _
luego de la mediterránea; chocaron con Roma, destruyeron sol vienen a asociarse a los antiguos ritos de fertilidad. En el .,
Delfos y se instalaron en Anatolia. En el siglo /Il, Europa siglo VIII. mientras se ocupan las alturas, la difusión precoz
central se halla completamente ce/tizada en torno al gran eje del hierro va acompañada de una producción de bronce _
danubiano. que difunde los objetos manufacturados desde sorprendente que destaca por su cantidad y su variedad so- ••
Hungría a Francia. La sociedad gala, compuesta esencial- bre el conjunto dellitoraI. Más que franja occidental del
mente por pequeños grupos rurales. está dirigida por un
aristócrata, poseedor jurídico y económico de la tierra.
A partir áel siglo 1. los productos romanos circulan abun-
mundo céltico y vecina del Mediterráneo, la comunidad
atlántica afirma una entidad muy autónoma, unida por sus
costas. Durante toda la Edad del Hierro, y mientras conser-
e
dantemente. mientras artesanos y comerciantes se instalan
en yacimientos fortificados de naturaleza preurbana: los
oppida.
van sus particularismos, desde los castros de Galicia a los
subterráneos bretones, las comarcas oceánicas parecen re-
ceptivas a las mutaciones económicas, sociales, culturales y
e
religiosas nacidas en las regiones orientales y mediterráneas.
Se adaptarán y adoptarán las novedades en su totalidad o en e
e 52 HREVE HISTORIA [lE EUROPA': 2. LA EUROPA PRO"HlHISTOKI<:A: ARTESANl )S, (:( 1~1¡:1{(,I:\~TES ... 53
e estepas ucranianas.
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BREVE HISTORIA DE EUROPA 2. LA EUROPA PRlnOIiISH)RICA: AlnF~:'SlIS, el )!\IU{(:[A~TES .•. 55 e
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Figuraciones
DOCUMENTOS
3.
BREVE lilSTORIA OE EUROP~ 2. LA EUROPA PROTllHI."HWICA: AIUTSA~( )S, C(l~lEHU:\:,\T1';.... 57
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En el Neolítico, los astros intervienen en el ritual religioso de bue-
e Según Briard na parte de Europa. El ejemplo más hermoso de ternplo solar fue
erigido en Stonehenge, en la llanura de Salisbury. En ese período,
hacia el 3000 a.e., se delimitó un área sagrada con !1I1 foso de 100
El bestiario de las religiones de la Edad del Bronce, con predomi-
e nio del caballo, del ciervo y de los pájaros, acaba con lasfiguracio-
nes animales de períodos anteriores. El ciervo se encuentra repre-
sentado en toda Europa, en los asadores del Atlántico (Chal/ans,
metros de diámetro y un círculo con postes de madera. Hacia el
2000 a.e. (época de la cultura campaniforme), el monumento fue
completado mediante un doble círculo de piedras azules cuya en-
trada se alineaba con el levante del sol en el solsticio. En el.bronce
e fj!
e __._~__ J J
3. LA AFIRMAClON DE LA CIUDAD 59 e
3. La afirmación de la ciudad
expedición, Ulises, a la isla de haca. En este relato se esbo-
zan las primeras formas de una nueva expresión política en
la que el pueblo, demos, interviene y celebra asambleas. Por
e
otro lado, en los poemas de Hesíodo (finales del siglo VIII-
principios del siglo VII a.e.) asistimos a la transformación de _
Con la elaboración de un sistema po[(tico original, el de la ciu- las actividades económicas y a la afirmación del papel del •
dad, la parte mediterránea de Europa conoce, en el transcurso campesino-cultivador. Se desarrolla una clase de pequeños
del último milenio (siglos VIII-III), una evolución particular, que propietarios cultivadores, y simultáneamente el artesanado _
permitirá a Atenas convertirse en el más fecundo de los focos
conoce una expansión notable con la producción de "cerá- •
culturales y a Roma acceder a un papel de primer plano en la
cuenca mediterránea. mica en Corinto, Atenas y Rodas. Estas transformaciones
económicas entrañan una intensificación de los contactos
comerciales mediante los cuales, a cambio de cerámica, vino
y aceite, los griegos importan productos alimentarios, como
e
La Europa pre y protohistórica vio el establecimiento de di-
versos focos culturales, en los cuales pueden discernirse
los cereales procedentes de Egipto, de las orillas del mar Ne-
gro o de Occidente, y metales para las necesidades del arte-
sanado y del ejército. En este terreno, Atenas se beneficia del
e
especificidades regionales y corrientes de influencias que
atestiguan la circulación de ideas y la importancia de los in-
tercambios en tre diferentes sectores geográficos. A partir
inicio de la explotación de las minas de plata del Laurion, en
el territorio mismo del Ática. La aparición del sistema mo-
netario a finales del siglo VIII y su extensión al conjunto de
e .
del siglo VII a.c., las regiones mediterráneas de Europa co- las ciudades favorecen los intercambios. Sin embargo, la
nocen una evolución particular con la formación de siste- vida política sigue estando controlada por las grandes fami- _
mas políticos organizados en torno a la noción de ciudad, lias aristocráticas. •
polis en griego.
EL NACIMIENTO DE LA POUS
El hoplita e
El tiempo de las experiencias
Una nueva forma de combatir acelera el proceso de la evo-
lución política. En efecto, el desarroJlo de una nueva estra-
tegia basada en el combate en línea, la "falange, donde el es-
e
Los primeros indicios
58 e
e 60 BREVE HISTORIA DE ELi}{OPA 3_ LA AfIRMAC1()N!l1' I.A C1U'All 61
Las circunstancias
e
instancias políticas, en particular en la asamblea o ecclesia.
Crea al mismo tiempo un tribunal popular, el Helieo, accesi- Las fundaciones colon iales
ble a todos los ciudadanos. Estas reformas marcan una pri-
mera etapa hacia la democracia. De forma paralela se esboza Corresponden a dos fases cronológicas: una primera oleada se
e otra solución, más brutal, basada en la toma del poder por la
fuerza, y con el apoyo del pueblo, de un aristócrata. Este po-
desarrolla entre el siglo VIII y la primera mitad del siglo VII a.c.;
el fenómeno se generaliza luego durante un segundo período
der, ejercido sin control, da nacimiento a la tiranía. Numero- que abarca el siglo VII y llega al siglo v. En este vasto movi-
le ciudades difunden su modelo por el mundo mediterráneo. Nápoles ... El conjunto de estas fundaciones se designa con el
62 BREVE HISToH.IA DE LL'KOPA
3. LA AFIRMACi<'lN DE I.A CIUDAD 63 e
nombre de Magna Grecia. El movimiento alcanza también
las costas corsas (Alalia), las galas -donde los focenses fun-
dan Marsella, en el año 600, que desarrolla a su vez sus pro-
pias sucursales (Antibes, Niza, Agde)-, y por último las cos-
uno de los polos más importantes,
conservadora, la ciudad de Esparta.
frente a su rival más
e
tas ibéricas (Ampurias).
La parte oriental de Europa también se ve afectada por
esta expansión del helenismo en las islas del mar Egeo, como
Esparta y el modelo arcaico e
Una ciudad aristocrática
Tasas, y en la costa tracia (Abdera, Maronea). De la impor-
tancia estratégica y económica del Bósforo da fe la fundación
de Bizancio hacia el año 660 a.c., y la prolongación al mar
En esa evolución general, Esparta se convierte en cierto e
modo en excepción. Formada a partir de la reunión de cua-
Negro con la colonia de Olbia y con la creación, en el extre-
mo del golfo de Crimea, de Tanais.
tro poblaciones en la llanura de Laconia, Esparta (o Lacede-
monia) controla también el territorio vecino de la Mesenia y
trata de asentar su poder sobre todo el Peloponeso. La ciu-
e
Las consecuencias
dad se caracteriza por la estructura de su sociedad domina-
da por los ciudadanos, los homoioi o iguales, hombres de
más de treinta años cada uno de los cuales dispone de un
e
La presencia de ciudades griegas repartidas sobre el con-
junto de la cuenca mediterránea da un impulso nUevo a los
intercambios económicos y culturales. El helenismo pene-
tra en los márgenes mediterráneos y alcanza las regiones
lote d,e tierras, el kleros; su actividad esencial es la guerra y
su vida se apoya en una organización colectiva estricta, ilus-
trada por la comida en común, syssitia, en el seno de un gru-
e
de Europa occidental y central, como atestiguan los nume-
rosos descubrimientos arqueológicos de objetos de proce-
dencia griega en las llanuras de la Rusia meridional, en los
po, el syssition. En un segundo nivel, los periecos correspon-
den a los habitantes de las ciudades en torno a Esparta, que
han conservado sus instituciones propias, pero que depen-
e
den totalmente de Esparta para la política exterior y el ejér-
Balcanes y en la Europa céltica. El descubrimiento
gran vaso griego en Vix, Borgoña, o el de cerámica griega
de un
e
rativo. Designa cada año cinco magistrados, los éforos, que
Al revés de Esparta, Atenas prosigue su evolución hacia un
son quienes tienen la obligación de velar por el respeto a la
régimen democrático. La iniciativa corresponde a Clístenes,
tradición ya las leyes, y que tienen una posición preponde-
rante en la vida de la ciudad. quien, después de la caída de los tiranos, estableció a finales
e Un sistema educativo
del siglo VI a.c. una nueva organización de la ciudad. Definió
un espacio político basado en los demos, especie de cantones
de residencia de los ciudadanos, repartidos en diez tribus
donde están representadas las diferentes regiones del Ática, la
costa, el-InterIOr y la CIUaacr-c.ncuenta Ciudadanos por trí-b-u-, ----
-. _---La cohesión de la ciudad está asegurada por una educación
elegidos por sorteo, constituyen el Consejo o Boulé de qui-
1 particular, la agogé. A partir de los siete años, los mucha-
nientos miembros, cuya permanencia queda asegurada suce-
e Nacimiento de Roma
las primeras formas urbanas. En efecto, son los reyes etruscos,
Tarquina el Viejo, Servio Tulio y Tarquino el Soberbio, los
que inician el acondicionamiento del Foro al pie del' Palatino,
~o Leyenda y arqueología
la edificación de un templo en el Capitolio y la construcción
de un recinto. Al mismo tiempo se inicia ulla reestructuración
de la ciudad. La sociedad romana se reparte entonces entre las
antiguas familias, que constituyen el patriciado, yel resto de la
e La tradición legendaria romana hace remontar la historia de
Roma a la llegada de Eneas que, huyendo de Troya, busca ".
refugio en el Lacio, en Italia. En los primeros tiempos, sería t
población libre, la plebe; pero el poder político está en manos
del patriciado, el único presente en la asamblea de los ""comi-
cios curiales, que reagrupa a la población de las treinta curias,
e
la villa de Alba Langa la que habría dominado esa región. La ~
y los únicos admitidos entre las cien personas que forman el
dinastía de los reyes de Alba Longa concluye con una crisis ~
política durante la cual el rey Numitor es apartado del poder ! Senado. Para romper esa organización, el rey Servio Tulio crea
nuevas tribus, con el lugar de residencia como criterio, igual
por su hermano, y su hija Rea Silvia es condenada a la vir- ~.
e ginidad como vestal. La intervención del dios Marte cambia
el curso de los acontecimientos y la sacerclotisa da a luz dos
:~~
1f.~
\.
que en Atenas, y reparte la población libre de Roma en clases
según su fortuna. Ese reparto está destinado a servir de base al
reclutamiento del ejército y forma los ""comicios centuriales.
gemelos, Remo y Rómulo. Ocultados en una cuna y confia- }:,
e dos al Tlber, los gemelos son criados por una loba y una pa-
reja de pastores. Adultos ya, deciden fundar Roma en ellu-
gar donde habían sido criados; una disputa entre ellos
~
Año 509 a.e.: nacimiento de la República romana
La Italia romana
Roma y la Italia del sur
de la democracia
e Los magistrados
a) Atenas «esClle/lI de Grecia,): discurso de Peric/cs
1__
: signan ,a los magistrados inferiores: cuestor, ediles; la plebe ha
cons-ervac!üIaelecclOn de sus propios representantes -tribu-
nos y ediles de la plebe-, además del concilio de la plebe, que
'.,:,
1
.~
públicos no anteponemos las razones de clase al mérito personal,
conforme...aLpLeS-ti&iQ-Qe-(lue-gwa-e-athlLi-trdaddllo en su actlvl
dad; y tampoco nadie, en razón de su pobreza, encuentra obstá-
,ir.' culos debido a la oscuridad de su condición social [.,,) En nues-
reagrupa a los plebeyos de los comicios de las tribus. i
e E/Senado
'~
tras relaciones con el Estado vivimos como ciudadanos libres
[ ...].
Amamos la belleza con sencillez y el saber sin relajación. Nos
servimos de la riqueza m,ís como oportunidad para la acción que
e
menes, pero cuyos principios correspondían a un horizonte
des actuales, la nuestra es la única que, puesta a prueba, se mues- '
bastante limitado. A pesar de su progresión en Italia, Roma tra superior a su fama [... ].
también ha conservado un sistema conforme con la gestión
de una ciudad. Pero ¿se ha adaptado a una extensión territo-
e
TUCIDIDES,Historia de la guerra del Peloponeso, JI, XXXVII, XL, XLI (trad.
rial mayor? En eso consiste todo el problema planteado por Juan José Torres Esbarranch, Madrid, Editorial Gredos, ]990)
la nueva amplitud que toman las conquistas romanas a par-
tir del siglo 1II antes de nuestra era.
e
74
b) La República romana
BKE\'E HISTORIA IJE EUROPA
3. LA AFIR.".lACI()N nE I.A Cn'llAll 75 e
Así, pues, estas tres clases de gobierno que he citado dominaban
la constitución y las tres estaban ordenadas, se administraban y
políticos ampliamente repetidos más tarde. Pericles insiste en ellu-
gar que cada uno ocupa en el ejercicio político en Atenas, mientras
que en Roma, pese al intento de conciliación entre las diferentes
e
repartían tan equitativamente, con tanto acierto, que nunca na-
die, ni tan siquiera Jos nativos, hubiera podido afirmar con segu-
ridad si el régimen era totalmente aristocrático, o democrático, o
formas de gobierno, el poder está en realidad en manos de una mi-
noría afortunada dentro de un sistema donde la democracia sólo
es aparente. Tucídides vivió en el siglo v a.e. y Polibio en e/u a.e.
e
monárquico. Cosa muy natural, pues si nos fijáramos en la potes-
tad de los cónsules, nos parecería una constitución perfectamente
monárquica y real, si atendiéramos a la del Senado, aristocrática,
y si consideráramos el poder del pueblo, nos daría la impresión de
2. La Acrópolis de Atenas e
encontrarnos, sin ambages, ante una democracia. ¡... 1
Los cónsules, mientras están en Roma y no salen de campaña
con las legiones, tienen competencia sobre todos los negocios
e
públicos [... J Si se considerara sólo este aspecto, no sería invero-
símil decir que esta constitución es simplemente monárquica o
real (oo.] La atribución principal del Senado es el control del era-
e
rio público [... ) Cuando llegan embajadores a Roma, el Senado
decide lo que debe contestárse1es y el comportamiento
seguirse con cada uno. En todo lo que se ha relacionado hasta
que debe _1
ahora, el pueblo no tiene participación alguna, de modo que a
quien llegue a Roma en ausencia de los cónsules, la constitución
romana le parecerá perfectamente aristocrática l...J Con todo, al
pueblo no le falta su parcela, que es precisamente la más pesada.
e
I Templo de Atenea Niké 8 Temenos de Zcus Polieus
En la constitución romana el pueblo, y sólo el pueblo, es el árbi-
tro que concede honores o inflige castigos [... ] Además, el pue-
blo es quien confiere las magistraturas a aquellos que las mere-
2 Propileos
3 Pinacoteca
4 Temenos de
9 Altar de Atenea
10 Antiguo templo de Atenea
1I Pórtico de las Cariátides
e
cen: es la más hermosa recompensa de la virtud de un estado. El
pueblo es soberano cuando se trata de votar las leyes; su máxima
atribución es deliberar sobre la paz y la guerra (... ] De manera
que no es un error decir que el pueblo goza de grandes atribucio-
Ártemis Brauronia
5 Calco teca
6 Estatua de Atenea
Criselefantina por Fidias
12 Erecteion
13 Pandroseion
14 Estatua de Atenea
Prómajos por Fidias
e
nes en la constit9ción romana y que ésta es democrática.
POLlBIO,Historias, VI, 11, 12, 13, 14 (trad. Manuel Balasch Recort, Ma-
7 Heroon de Pandión 15 Casa de los Arréforos
e
drid, Editorial Gredos, 198 J)
Según M.-C. Amouretti y F. Ruzé, Le Monde grec antique, París, Hachette- ,.
Université, 1978 •
Estos documentos nos permiten captar dos concepciones del papel
del ciudadano en unas villas que experimentaron unos regímenes
e
e 76
".......- ,,,,f
t' i
BREVE HISTORIA DE EUROPA
e
•
cra y por la puerta monumental de los Propileos, pasaba por de4''''' ,
lante de la estatua de Atenea Prómajos, obra también de Fidias, ',', L---
e ~,;".'
¡¡',i
iJ
dad de los pue? os gelrman¡.
resiva ocupaclOn de as reglOn
'es al norte del Danubio y al
.
~ste del Vístula hacia la llanura ucramana.
r'
e i~,
La Europa céltica
e l'I~
~j
El poblamiento
t", A partir del año 800 a.c., y en dos grandes fases cronológicas,
e ~
,~:
'1['
t.
la primera y segunda Edad del Hierro, cuyos nombres "Corres-
ponden también a dos yacimientos arqueológicos caracterís-
ticos de estos períodos, Hallstatt en Austria y La Tene en Sui-
e }
f'rJ za, los celtas ocuparon la mayoría de las regiones del centro y
77
78 BRF,\'E HISTORIo'\. In: l:l'H(IP:\ 4. DE LA CIUDAD Al. l.'II'ERI( l 79 8
e
1
del oeste de Europa (véase capítulo 2). Grupos de boyos, nó- políticas. La conquista romana tan sólo contribuyó frecuen-
ricos, vindélicos y helvecios se instalaron en los sectores al- temente a acentuar una evolución ampliamente iniciada. Si
pestres, desde Hungría a Suiza. La Galia estará poblada en el hecho mayor es el desarrollo de los parajes fortificados,
adelante de forma mayoritaria por los celtas, una parte de los
cuales debió de llegar en la primera fase de las migraciones y
formar el conjunto de los pueblos aquitanos entre el Garona y
que cubren toda la Europa céltica con los oppida, como los
de Maiden Castle en Inglaterra, los de Bribacte en Galia o
Numancia en España, también hay que tener en cuenta los
e
esfuerzos de aprovechamiento de las riquezas naturales, con
los Pirineos. El corazón de la Galia céltica está formado por
los pueblos instalados entre el Garona y el Sena, con los ar-
vernios del Macizo Central, los eduos de Borgoña, los pictos,
un retroceso del bosque y una explotación de las salinas y de
las riquezas del subsuelo para el trabajo de los metales. El
arte del metal permite a las poblaciones célticas no sólo la
e
los vénetos y los osismios de las regiones atlánticas y armori-
canas, así como los parisienses y los senones del valle del
Sena. El sector del Ródano y de los Alpes occidentales reagru-
fabricación de armas y de joyas, sino también una mejora en
los métodos de cultivo yen las labores campestres. Se cono- e
-e
pa a confederaciones importantes: los alóbroges de Saboya, ce ya la práctica del abono de los suelos, así como la división
los vacancias entre Isere y Durance y los voleos de la región en parcelas de los campos cultivados; subsisten huellas de
de Nímes y del Languedoc. Los últimos en llegar son los bel- ello en parcelarios fósiles de Gran Bretaña.
gas, que se establecen entre el Sena y el Rin, los belóvacos de En el terreno religioso, la riqueza del panteón céltico,
Beauvais, los suesianos de Soissons, y los remos y los tréviros puesta de relieve por documentos de época romana, no es
al este, hacia Reims y Tréveris. También fueron grupos belgas más que la herencia de una vida de cultos intensa antes de
los que se instalaron en las Islas Británicas, la antigua Britania, } la conquista romana, como ilustra la decoración con temas
J religiosos del caldero danés de Gundestrup. Asimismo, la
convirtiéndose la cuenca de Londres en el corazón de esa ocu-
pación céltica con los catuvelaunianos y sus vecinos. La cade-
na Penina es el territorio de los brigantes, mientras que las re-
\, arqueología permite conocer la existencia de santuarios
prerromanos organizados en torno a un edificio circular o
e
• rectangular, que prefigura los templos romano-célticos
giones septentrionales están habitadas por los caledonios.
e
!
Las penínsulas mediterráneas no escaparon a estos movi- (Heathrow, en Inglaterra, o Gournay-sur-Aronde, cerca de
mientos de población. La llanura del Po tiene un fuerte pobla- Beauvais). Esa identidad cultural queda reforzada en el te-
miento céltico con los boyas, los insubros y los senones, rreno religioso por los druidas, cuyo papel es esencial al
mientras que las llanuras de la Península Ibérica fueron ocu-
padas por los grupos célticos de los vaceos en el Duero, los
vetones de Salamanca y los pueblos celtíberos en contacto
menos en Gran Bretai1a y en la Galia.
No por ello deja de ser cierto que la Europa céltica sigue
dividida en el plano político. Cada pueblo posee su territo-
e
con los iberos e~ las regiones orientales de la península. rio y su propia organización, cuya evolución varía según las
regiones. Gran Bretaña sigue estando dominada por un sis-
tema monárquico, mientras la Europa continental ve con-
e
Evolución
Los germanos
BREVE HIS"rORIA VE EUROPA
4. DE LA CIUDAD AL IMPERI\)
81
e La expansión germánica
La Germania oriental
!.e
!
'r i
1,1" Ylo, gecm'no, o''Cm,I".
La Gmnan;" o,dd'ntai
(
.ti:
ti la y el Dniéper, en la región de Kiev, donde se desarrolla la
cultura de Cherniajovo, prefiguración del mundo eslavo de
principios de la Edad Media.
LA URBS CONQUISTADO RA
pudo tener con el mundo romano desde los inicios del Im-
t~
e
perio. Se reparte en tres conjuntos principales. El primero
está formado por los pueblos germánicos del mar del Norte,
como los caucos, los frisones y los bátavos. Les sigue, en la
región del Rin medio hasta el Elba, un segundo grupo del
r
li
i,
Roma y Occidente
~:
.~;
leares yen Cerdeña, y la ciudad de Roma. Tras un primer
enfrentamiento entre los años 264 y 241 a.c., Roma puede
recuperar Sicilia, Cerdeña y Córcega, a las que transforma
e del siglo 1 d.C., pero ejerce una fuerte presión sobre el sector
reno-danubiano.
en provincias: son los primeros jalones de su imperio medi-
terráneo. Para preparar su revancha, Cartago desarrolla sus
actividades en la Península Ibérica y funda Cartagena. Es
--
poblaciones indígenas, lusitanos y celtíberos: la toma de
La situación en Grecia yen los Balcanes
N umancia yel suicidio colectivo de sus habitantes, en el año
133 a.e., dan una idea de esa oposición a la tutela romana.
Desde la muerte de Alejandro Magno, el mundo griego está
dividido en reinos, dos de los cuales se reparten el territorio
de la Grecia europea, Macedonia y Epiro. Las antiguas ciu-
Roma y el sur de la Galia
dades sólo tienen una autonomía aparente y están bajo la vi-
-
gilancia de los reyes de Macedonia, que les hacen pagar un
Roma mantiene relaciones regulares con la ciudad griega de
tributo y pueden imponerles una guarnición, como sucede
Marsella, puerto comercial indispensable para la Galia. Ame-
en Atenas o en Corinto. Al noroeste de Macedonia, tribus
nazada por las poblaciones indígenas, Marsella pide ayuda a
ilirias mantienen un clima de inseguridad efectuando incur-
Roma. La intervención del ejército romano concluye con
una instalación permanente, cuya primera etapa es la funda-
ción de Aquae Sextiae (Aix-en-Provence) en el año 122 a.e.
Para desa rrollar su presencia en el territorio galo, Roma
siones hacia Macedonia y operaciones de piratería en las
costas adriáticas. Al noreste, los tracias tampoco están con-
trolados. Roma ya ha tenido que luchar desde el 228 a.e.
e
contra los piratas ilirios y se ha enfrentado al rey Filipo V de
crea en el año 1181a "colonia de Narbona, destinada a ser la
capital de la Galia Transalpina.
Macedonia durante el conflicto contra Cartago.
e
Roma y la G(flia superior
e
que exporta vino, aceite y cerámica. Pero la Galia céltica si-
tamiento con Filipo V termina con la proclamación de la li-
gue siendo una amenaza a ojos del poder romano, que con-
bertad de los griegos por el procónsul romano Flaminio en
e 84
BREVE HISTOIUA DE EUROPA 4. DE LA CIUDAD Al. l:\lPERIO 85
:1,
cias orientales y se introducen nuevos cultos, como el de la 1: .. controlar la política romana, choca con la oposición de Cé-
le
!
diosa Cibeles, el de Dionisos o el de la egipcia Isis. El urba-
nismo no permanece ajeno a esa evolución, y, así, se cons-
truyen en el siglo II a.e. las primeras basílicas con vocación .}
.. sar, que, aureolado con sus victorias galas, pasa el Rubicón,
límite de su provincia, y se apodera de Roma el año 49 a.e.
f'..
t
La evolución interior de Roma anuncia las transforma<::io-
nes de finales del siglo [ a.e. La concepción de un poder
confiado a una sola persona capaz de restaurar la concordia
---
cipio de la influencia romana sobre la isla de Britania, nueva
provincia añadida al espacio imperial occidental.
En el año 31 a.c., el mundo romano no ha alcanzado toda-
vía sus límites y una parte importante de la obra del primer i
emperador, Augusto (31 a.C.-14 d.C.), consiste en dar al es-
pacio romano fronteras coherentes.
r
r La Europa oriental
e
regiones alpinas. Los trofeos alzados en Saint-Bertrand_de_
Comminges, eR los Pirineos, yen la Turbia, al norte de Mó- i pación de las regiones danubianas finaliza en el siglo t d.C.
naco, consagran esos triunfos, a los que acompaña la crea-
t con la creación de la provincia de Mesia, en el año 1S, Y
1 la anexión del reino de Tracia, reducido a provincia en el
ción de las provincias alpinas de Nórica y de Retia. En
cambio, encuentra más dificultades para realizar su campa-
ña en Germania, de la que espera la anexión de las regiones
comprendidas entre el Rin yel Elba. A pesar de las numero-
-
~
f
año 46. Sin embargo, además de los pueblos germánicos, to-
davía subsiste una importante amenaza al norte del Danubio:
el reino dacio de Transilvania y de los Cárpatos. Originarios
e
9
~ de Tracia, los dacios estaban organizados en reino y, desde la
e
e 88
BREVE HISTORIA DE EUROPA
4. DE LA C1L'()Ai> Al. IMPEKJi 1
89
A época de César, su rey, Burebista, inquietaba a Roma. A fina- legiones en el Rin, con los campamentos de Nimega, Xan-
- les del siglo 1 d.C., el rey Decébalo, desde su capital, Sarmize- ten, Neuss, Maguncia, Estrasburgo ... y entre dieciocho y
getusa, no vacila en lanzar incursiones por el sur del Danubio, veinte legiones en el Danubio, es decir, aproximadamente
_ en territorio romano. Para afirmar la seguridad de las fronte- unoS 200.000 hombres contando los auxiliares, repartidos
., ras, pero también para apoderarse de las importantes rique- en los campamentos de Viena en Austria, Altenberg en
zas auríferas de los dacios, el emperador Trajano emprende Hungría, Belgrado en Serbia y también en las bocas del Da- '"
A entre los años 101 y 106 dos campañas que convierten la I;>a- nubio, en Iglita, Rumanía.
• cia en provincia romana. La Columna de Trajano en Roma,
decorada con bajorrelieves que evocan las guerras en Da-
---_.-
du rante el /1, tan sólo sufre modificaciones de detalle con Generalmente designado bajo el término latino ele limes y
la división de la provincia de Panonia en basado en rutas y fortificaciones, este sistema se establece en
Germania superior para proteger las regiones sirmrctas-entre
los cursos inferiores del Rin y del Danubio, los «Campos
La defensa del Imperio Decumates». Fosos, empalizadas, muros y fortines separan
e El ejército
así el mundo romano de la Germania independiente, desde
Coblenza hasta la provincia de Retia. Este tipo de defensa se
encuentra en Dacia y en Mesenia. Para Britania, durante el
A El poder imperial y la seguridad del Imperio descansan fun- mandato de Adriano se construye un verdadero muro, hacia
• damentalmente en el ejército. La protección de los territo- el año 122 d.C., desde el estuario del Tyne hasta Solway
rios europeos queda asegurada por tanto mediante un dis- Firth, que, en sus 128 kilómetros, cuenta con fosos, torres
regiones periféricas de Britania, del Rin y del Danubio. El Es así, en el siglo II de nuestra era, como Europa se divide ní-
A reparto de las fuerzas es desigual y depende de la importan- tidamente en dos conjuntos: una Europa mediterránea -la
• cia estratégica dt'los sectores, así como de la variación geo- de las ciudades, cuyo centro de gravedad es Roma- y una
gráfica de los peligros exteriores. Si en la Península Ibérica Europa de los pueblos, en la que predominan los movimien-
ase mantiene una sola legión, en León, Gran Bretaña está de- tos migratorios de los germanos.
~endida por cuatro legiones -y más tarde por tres-, estable-
cidas en Caerleon, York y Ches ter. El grueso de las tropas se
_halla concentrado en el Rin yel Danubio: de ocho a cuatro
90
IlREVE HISTORIA DE EUROPA. 4. DE LA ClülJAlJ Al. IMPE1{J( 1 91 e
1. Las regiones
DOCUMENTOS
e
ciones de habitabilidad. Estas regiones son como decimos, pero
en cambio la del sur es casi en su totalidad fértil [... J Iberia se los panonios por los ríos Rin y Danubio; de los sármatas y da-
asemeja a una piel de buey extendida [... ] sobre todo en el Pire- cios, por el recíproco miedo o por montañas; el resto lo ciñe el
ne, que constituye el flanco oriental. Porque la cadena, que se Océano, que forma grandes penínsulas y abarca enormes ex-
extiende ininterrumpidamente de sur a norte, se'para Céltica de
Iberia [... ] Todos los montañeses son austeros, beben normal.
mente agua, duermen en el suelo y dejan que el cabello les llegue
tensiones de islas. Son conocidos desde hace poco algunos de
sus pueblos y reyes, con los que nos ha puesto en contacto la
guerra. 1 ... ] Estoy casi convencido de que los germanos son
e
muy abajo, como mujeres, pero luchan ciñéndose la frente con
una banda. Comen principalmente chivos [... ] Los montañeses,
durante dos tercios del año, se alimentan de bellotas de encina,
indígenas y que de ningún modo están mezclados con otros
pueblos, bien como resultado de emigraciones, bien por pac-
tos de hospitalidad, pues quienes en otros tiempos querían
cambiar de lugar, no lo hacían por tierra, sino por mar, y des-
e
dejándolas secar, triturándolas y luego moliéndolas y fabricando
con ellas un pan que se conserva un tiempo [... ].
Éste, como he expuesto, es el género de vida de los montañe-
ses, y me refiero a los que jalonan el flanco norte de Iberia: galai- t1 de nuestro mundo son escasas las naves que se adentran en un
Océano inmenso y, por decirlo así, hostil. Además, aparte del
peligro de un mar temible y desconocido, ¿quién va a dejar
e
cos, astures y cántabros hasta llegar a los vascones y el Pirene;
pues el modo de vida de todos ellos es semejante. Pero temo dar
demasiados nombres, rehuyendo lo fastidioso de su transcrip-
Asia, África o Italia para marchar a Germania, con un terreno
difícil, un clima duro, triste de habitar y contemplar si no es su
patria? [ ... ] Me adhiero a la opinión de que los pueblos de
e
ción [... ]. Actualmente su situación ha mejorado gracias a la paz
y la presencia pe los romanos, pero los que gozan menos de las
ventajas de la civilización son más duros y brutales.
.~
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"
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Germania, al no estar degenerados por matrimonios con nin-
guna de las otras naciones, han logrado mantener una raza pe-
culiar, pura y semejante sólo a sí misma. De aquí que su cons-
e
titución física, en lo que es posible en un grupo tan numeroso,
ESTRABÓN, GeograJfa, III, 1,2-3; 3, 7-8 (trad. M.aJosé Meana y Félix Piñero,
Editorial Gredas, Madrid, 1992)
i~
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sea la misma para todos: ojos fieros y azules, cabellos rubios,
cuerpos grandes y capaces sólo para el esfuerzo momentáneo,
no aguantan lo mismo la fatiga y el trabajo prolongado, y mu-
e
cho menos la sed y el calor fuerte; sí están acostumbrados al
e
e 92
HREVE HISTORIA OE EUROPA
e frío y al hambre
se desenvuelven.
por el tipo de clima y de territorio en los que
5. La Europa romana
e 'LiCITO, Germania,
1988)
1-2,4 (trad. l. M. Requejo, Editorial Gredos, Madrid,
le que rodea todas las regiones del norte de Europa e insiste en la es-
pecificidad de los pueblos germánicos, originarios de las regiones
del Báltico,
e LA UNIDAD POlíTiCA
e El poder imperial
e El emperador
e , I
las instituciones republicanas, pero el nuevo reparto de com-
petencias provoca, de hecho, un declive progresivo del papel
de las asambleas populares, cuyas atribuciones quedan en
1, manos del emperador. El título de imperator es la expresión
e
',',1(,"
93
94
URE\'E HISÜHUA IH-. r.UkUPA
5. LA EUROPA RtJMA:-;,.\ 95 e
los grandes colegios religiosos. En función de este título
puede autorizar o prohibir la práctica de cultos nuevos en el
Imperio. Además, una parte importante del poder imperial o
rador de origen hispánico, la Península Ibérica suministra
varios senadores. Los senadores son empleados ampliamen-
te en la administración, donde se codean con los caballeros,
e
se funda también en los lazos privilegiados entre el empera-
dor y su pueblo, del que es protector en calidad de «padre de
la Patria». Esa protección se ejerce mediante gratificaciones
al pueblo de Roma -juegos, distribuciones de trigo, cons-
ya constituidos en orden ecuestre consagrado a la adminis-
tración imperial. Es en ese cuerpo donde el emperador re-
cluta a los prefectos que dirigen los grandes servicios del
e
truccion"es- y por su acción respecto a los provinciales y al
ejército, cuya fidelidad refuerza mediante dones en dinero
abastecimiento de Roma (prefecto de la Anona), de la segu-
ridad de la ciudad (prefecto de los Vigilantes), o también de e
-
la guardia imperial (prefecto del Pretorio) y de la marina
(donativum). Los desarrollos de estos vínculos tienen su pro- T,"
longación en las manifestaciones del culto imperial. (prefecto de la Flota). Los servicios financieros son gestio-
nados por un caballero procurador a rationiuus, que desem-
peña el papel de ministro de Finanzas.
El culto imperial
Principios generales
provincial
J
e 96 HHI;VE HISTORIA DE EUROPA 5. LA EClUlPA ROMANA 97
e Las provincias europeas Ionización se extiende a todas las provincias europeas, a me-
nudo en relación con la existencia de campamentos milita-
En función de estos criterios, las provincias europeas se re- res (canabae) que atraen a las poblaciones vecinas de los
e Tradiciones y creaciones
ren a la Península Ibérica en las ciudades de Salpensa, Mála-
ga o Imi.
Durante varias generaciones, la ciudadanía romana pro-
l
dinastia imperial; por ejemplo, el santuario del Cigognier en
iO,"¡ Avenches (Suiza), que comprende templo, pórtico y teatro.
.,
• La mleg<adón «lig
De este modo, ese culto se inscribe profundamente en el
paisaje monumental provincial.
El ,ina,H,mo u
a . . "'.,
El SIncretIsmo es la forma caractenstlca de esa mtegraclOn,
'...
••......
":'.'i.
1
e
provincial, en Tarragona, Colches ter, o en el altar de los
Tres Galos en Lyon, pero también en las ciudades que con-
iJ
l'
102
res locales o regionales. Los notables indígenas afirman parecer las particularidades locales. En numerosos ámbitos,
también su adhesión a la civilización romana adoptando las las formas tradicionales del medio indígena perduran e in-
costumbres y modelos de vida de los conquistadores hasta
en el uso de la toga, que consagra su integración en la cultu-
cluso se refuerzan: ¿desarrollo bajo el impulso de las nuevas
condiciones o resistencia a la penetración de las influencias e
-e
ra romana, aunque se siga llevando una vestimenta mejor romanas? La respuesta es delicada. Es cierto, en cualquier
adaptada a las condiciones climáticas, Como el cucullus caso, que los cultos indígenas conocen un desarrollo notable
(capa con capucha) o los bragae (calzones). en todas las regiones. Las dedicatorias votivas se multipli-
can, dirigidas a divinidades locales puramente indígenas:
Endovellicus en Lusitania, Epona o Borvo en la Galia, Neha-
El hábitat lennia en el delta del Rin, Brigantia en Britania, o también el
culto dedicado a las Matres ('Madres'), difundido particu-
El hábitat sigue esa evolución y es al mismo tiempo uno de larmente en las regiones del Rin y del Danubio. Estas divini-
sus aspectos esenciales. En los campos europeos, las cons-
trucciones indígenas son sustituidas por villas acondiciona-
dades se asocian a menudo a dioses romanos: Mars Ocelus y
Apollon Anextlomarus en Britania, Hercules Magusanus en
Germania, Mars Vesontius, protector de Besan<;:on,o tam-
e
das según el modelo mediterráneo: "peristilos de columnas,
habitaciones adornadas con mosaicos y pinturas murales y
jardines amenizados con estanques decoran tanto las villas
de las provincias meridionales de la Galia y de la Península
bién Apollon Grannus en la Galia y en la Nórica. Amplia-
mente difundidos en zonas rurales, estos cultos también es-
tán presentes en las ciudades: templo de Sulis Minerva en
e
Ibérica como d~ Germania o de Retia. Las ciudades se orga-
nizan alrededor de grandes conjuntos urbanísticos que
cuentan con foro, basílica, templo y monumentales edifica-
Bath, Britania, o de Vesunna en Périgueux. En muchos ca-
sos, los santuarios indígenas con plano centrado, llamado
romano-celta, no son sino la continuación de los santuarios
e
ciones para espectáculos (teatro, anfiteatro, circo); y la cons-
trucción de termas supone una penetración característica de
los hábitos mediterráneos. De este modo, un viajero que re- ¡
indígenas prerromanos.
El estudio de estos cultos revela igualmente que, aunque
las estructuras sociales indígenas han evolucionado durante
e
el Imperio, también han conservado su originalidad. Las tri-
~J e
e 104
RREVE HISTORIA DE EURO"! 105
bus de los altos valles de Macedonia, de Tracia o de las rl ,~.-,U. EUROPA RU.\IA""
e más fuerte de pertenencia a u na comunidad cuyo dinamis_'~. ~•. asociada a Atis. Al final de la República, la egipcia lsis -cuya
presencia está atestiguada en Grecia y en las islas del Egeo,
mopodio .fi,m"" 'n d "no del,i",ro. proviud.!' 1" muy frecuentadas por los comerciantes italianos, como su-
cede con Delos- llega a la Campania y Roma. Durante el si-
-e--_ELhelenÍ-smo .•.
~-¡, g/OTCte-:-tetoca efTITi1ml dios iranio Mitra, que penetra en
:L •.
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I
106 107 e
,
RREVE HISTOI{I:\ DE EUROPA 5. I.A EUROPA ROMANA
,
1
¡
a) Se empleó el invierno siguiente para la realización de planes
muy convenientes. Como aquellos hombres dispersos y toscos, y
e
por ello propensos a las luchas, estuvieran acostumbrados a pa-
expulsa a los cristianos de Roma, y a partir del año 64 se de-
sencadena la primera persecución por orden del emperador
Nerón: pone en evidencia el desarrollo de esa comunidad
f
1
f
sar el descanso y el ocio entre placeres, los animaba en privado,
ayudaba a sus comunidades a construir tcmplos, mercados y ca-
sas, elogiando a los diligentes, criticando a los indolentes; de este
e
romana, visitada por los apóstoles Pedro y Pablo, que mue-
ren en Roma. A principios del siglo 11, la tumba de Pedro ya
se ha convertido en lugar de veneración en el Campus Vati-
[1
f ¡
modo, el estímulo a su amor propio sustituía a la coacción. Ade-
más, iniciaba a los hijos de los jefes en las artes liberales [... 1. e
--
Después empezó a gustarles nuestra vestimcnta y el uso de la toga
canus. Pero la situación de los cristianos sigue siendo difícil;
su rechazo del culto imperial y la afirmación de una religión
\l sc extendió. Poco a poco se desviaron hacia los encantos de los vi-
cios, los pascos, los baños y las exquisiteces de los banquetes.
monoteísta chocan con el poder imperial y con la oposición
de las poblaciones. La difusión del cristianismo en Europa
sigue siendo muy lenta. Hacia el año 200, en Italia se cono-
cen tres obispados: Roma, Milán y Rávena. El primer testi-
U~
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..
.. , b) (Uiswrso de un resistente bretón, Calgaco, a sus tropas):
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e Agricola, gobernador de Britania bajo los Flavios, trabaja por:t.
integración de los pueblos la civilización romana, esencialmen~ .
urbana. Pero la conquista estd marcada también por la explo"~ ~
2t
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.. H_....".,
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e ció n de los paises vencidos. Idea dominante del discurso de
gaco, que resiste a la presión romana en Escocia. La fuerza y
modernidad del discurso que le presta Tdcito son notables.
11
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e La villa de Aventicum, de los helvecios, recibió el estatuto de colo-
e Avemicum.
,
Plano esquemático L-.%.....!.
Según R. ÉTIENNE: «Un complexe monumental de culte impérial á Aven-
ches», Bull. de l'association Pro Aventico, 29, 1985, págs. 5-26
--e
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6. DE LA UNIDAV A l.A D!V¡SH)N 111 e
dental y en el Rin inferior, los chamavos, brúcteros, chatos,
6. De la unidad a la división etcétera, constituyen una liga franca, mientras que los ala-
manes y los yutungos engloban a los pueblos de Alemania
e
del sur, de Bohemia y de Moravia. Pero los movimientos más
e
tanto en Europa oriental, donde el futuro emperador Septi- <
también se han descubierto armas romanas que bien pue-
mio Severo se ve obligado a sitiar Bizancio, como en Occi- ,
dente, en torno a Lyon, en el año 197. La reanudación de las ,~ ...
den ser producto de un botín o resultado de un intercambio
cultural. De hecho, las exportaciones romanas consisten so-
invasiones germánicas en el siglo III compromete la, recupe-
ración realizada por la dinastía de los Severos.
,
1,""
bre todo en objetos metálicos (bronce, plata, armas), de vi-
drio y de cerámica; a cambio, Roma importa pieles, ámbar y
esclavos. En este comercio, el papel de las ciudades de Euro-
e
LA EUROPA «BARBARA» y LA CRISIS DEL IMPERIO
Las invasiones
pa oriental y de las riberas del mar Negro tiende a incre-
mentarse y a competir con las rutas comerciales del Rin y
del Danubio central. Y es en el sector oriental europeo don-
e
El mundo germá~ico a principios del siglo III
de se producen las primeras invasiones.
e
La expansión de los pueblos germánicos continúa durante
todo el Imperio bajo el peso de la presión demográfica in-
terna y con la llegada de elementos nuevos. Se organizan li- ¡
Las invasiones
110
J e
e l/2
HitE\'/-: IlI~TOH.IA DE EUROPA 6. DE LA UNII>AO A I.A VIVISI()S 1/3
Ii~
francos y de los ala manes desemboca en la invasión parcial
de la Galia y de la Península Ibérica. El litoral oceánico galo
e y las costas de Britania son atacadas de forma regular por
incursiones de piratería de los francos.
Las repercusiones
'e .
Las usurpaCIOnes
mente el contenido de metal precioso en su composición.
Esa devaluación monetaria supone acentuar las diferencias
de fortuna.
Por último, la crisis alimenta un sentimiento de angustia
~I debilitamiento.del poder imperial y la necesidad de hacer
y de pérdida de confianza, favorable al desarrollo de co-
frente al peligro inmediato llevan a los ejércitos a elegir nue- rrientes religiosas como el cristianismo, que conoce un pe-
vos emperadores. Así, la Galia se separa de Roma y se trans-
ríodo de expansión notable, pese a las persecuciones sufri-
60rma en Imperio galo con el advenimiento del emperador
WI>óstumo en el año 260, en Colonia. Al mismo tiempo, en el
e
Danubio se producen otras usurpaciones, que ponen en I
)
das en el siglo IIJ.
I
j
114
BREVE HISTORIA DE EUROPA
6. DE LA UNIDAD A LA IJIVISION 115 e
LA REESTRUCTURACIÚN DEL IMPERIO
entre campesinos arruinados, desertores y esclavos, son ••
Diocleciano y la vuelta al orden aplastadas. En cambio, resulta más difícil contener la pirate- •
ría en las costas oceánicas de Europa. Pero el principal traba-
El poder imperial jo de Diocleciano es la reorganización del sistema provincial. ••
Así, Europa se divide en varias provincias nuevas, más redu- •
Durante el siglo 1JI las usurpaciones zarandearon con fuerza cidas para asegurar mejor su defensa y la percepción de los
el poder imperial. Los emperadores Galiana, Claudia JI y impuestos. Britania, ya dividida en dos por Septimio Severo, _.
sobre todo Aureliano se esforzaron por devolver todo su comprende desde ahora cuatro provincias. La Península Ibé- ..,
prestigio a la función imperial, reforzando su carácter abso- rica pasa de tres a cinco; en la Galia, Bélgica es dividida en
luto y su peso religioso, asociándola estrechamente al culto
solar, como hizo Aureliano. Sin embargo, el peso del ejérci-
to sigue siendo preponderante en la designación de los em-
, ;
dos, la Lionesa en tres lo mismo que la Narbonense, las Ger-
manias y Aquitania (que vuelve a reestructurarse en dos ha-
cia el 350). De igual modo la Retia comprende dos provin-
e
cias, como la Nórica. En Europa oriental, Aureliano ya había
peradores, y son los soldados quienes otorgan a Diocleciano
el poder en el 284. Para hacer frente a los múltiples proble-
mas del Imperio, Diocleciano puso a punto una nueva orga-
~.j
~~:
procedido a una nueva división al hacer dos provincias de
Dacia, esta vez al sur del Danubio, en los territorios recupe-
rados en Tracia y en Mesia. Con Diocleciano, todas estas re-
e
nización del poder, asociando a su función a un segundo
e
;J~
emperador y previendo la sucesión de los dos emperadores 1,"'
giones sufren un nuevo desglose. Italia pierde su estatuto
'"'{~ privilegiado y también es dividida en provincias.
mediante la designación de dos césares, destinados a asegu- ,;: tII~~
ce una buena ilustración de esta concepción del poder impe- con la Retia las dos diócesis de Italia Anonaria, al norte de _
rial, cuya sacralización queda así acentuada. Roma, y Suburbicaria, al sur. Esa reforma va acompañada
por una reorganización del ejército, con un desdoblamiento
de las regiones y un reforzamiento del limes. Para asegurar ._
El control de las provincias la financiación de estas transformaciones se refuerza el sis-
tema fiscal mediante la creación de un impuesto de funcio-
Ante todo se hal!e indispensable restablecer la paz en las namiento muy complejo, la capitatio-jugatia.e
fronteras yen el interior de las provincias. Los emperadores
consiguen contener las oleadas germánicas, cuya intensidad
disminuye; en las provincias renodanubianas se instaura una Las persecuciones _
calma relativa, pero esa situación es muy precaria. En el inte-
rior, las bandas errantes de bagaudas de la Galia, reclutados Desde mediados del siglo I1I, el cristianismo ha podido
avanzar sin obstáculo. Las comunidades cristianas se han e
e 116
BREVE IIISTORIA DE EOROP", 6. DE LA UNIDAD :\ I.A D1VISI<'l;-':
JI7
_ estructurado en torno a los obispos y los miembros del ele- ahora el contexto cristiano, el emperador acentúa todavía
• ro; la liturgia va imponiéndose progresivamente, y la forma_ más el carácter sagrado de su función presentándose como
ción de los futuros cristianos se asegura en el marco del ca~ el «obispo del exteriop>, el igual de los apóstoles, isapostolos.
e .
Constantzno, empera d"or CrIstiano
seno del Imperio. Con ese mismo espíritu también, Cons-
tantino se interesa por la herejía más importante de su siglo,
el arrianismo, que cuestiona las relaciones entre Dios y Cris-
to en la doctrina trinitaria, situando a Cristo en",posición de
- El sistema establecido por Diocleciano se desmorona ante inferioridad. Para arreglar este problema, Constantino con-
• las rivalidades sucesorias. Entre los competidores, Constan- voca en el año 325, por consejo del obispo español Osio de
tino, hijo de Constancio Cloro, que fue uno de los césares de Córdoba, el primer concilio "ecuménico en Nicea, cerca de
- Diocleciano, se enfrenta a su rival, Magencio, hijo a su vez Nicomedia, en Asia Menor. En realidad, sólo asisten a él
• del emperador Maximiano, asociado de Dioeleciano. La ba- cuatro obispos de Occidente; el resto son obispos orientales.
talla tiene lugar en el Puente Milvio, cerca de Roma, el Este concilio condena la herejía y define la naturaleza de
A año 312. Antes de esa batalla, Constantino habría tenido la Cristo como "consubstancial al Padre. En el mismo espíritu
• visión de su vidoria anunciada por el símbolo cristiano del de unidad se fijan también las reglas para el establecimiento
«crisma», que representa las dos primeras letras griegas
•• del nombre de Cristo. Sean cuales fueren los motivos de esa
W'conversión, a partir de ese momento el emperador romano
Il de la fecha de Pascua. Esa voluntad de cohesión religiosa no
puede sino satisfacer al emperador, pero la querella está le-
jos de haberse apaciguado.
.d_
e 120
BREVE HISTORIA DE EUROPA 6. DE LA UNIDAD A LA P1V!~I(í~
121
-
-
Un imperio en dos partes
Una Europa romana unificada, frente a un mundo germáni-
En el año 395, a la muerte del emperador Teodosio, el Impe- co en plena mutación, deja paso a una organización del es-
-e
rio es dividido en dos grandes conjuntos: el Imperio de pacio europeo más compleja. El contraste entre las regiones
Oriente con Constantinopla, dirigido por Arcadio, y el Im- mediterráneas Y la Europa central subsiste, pero se contra-
perio de Occidente con Milán o Rávena, a cuyo frente está rresta por la oposición entre una Europa oriental, donde las
Honorio.
estructuras romanas se mantienen y se prolongan en el mar-
Esta división queda acentuada por la evolución del pro- co del Imperio bizantino, y otra occidental cuya evolución
blema germánico entre 395 y 410. Los godos vuelven a lan- depende del reparto de fuerzas entre los reinos bárbaros y
zar su ofensiva en Oriente, amenazando incluso Constanti-
--
los contactos entre las dos formas de cultura, romana Y ger-
nopla. Rechazados, los visigodos de Alarico se dirigen hacia
mánica; la historia de Europa entra en una nueva fase.
Occidente, mientras los ostrogodos invaden las provincias
danubianas. Ese doble ataque llega a Italia entre los años 402
y 405, pero son derrotados.
Sin embargo, una nueva invasión perturba las regiones DOCUMENTOS
occidentales: en diciembre del año 406, alanos, vándalos y
-
suevos franquean el Rin y se extienden por Europa occiden- 1. Las grandes invasiones de principios del siglo v d.C.
tal hasta la Península Ibérica, que alcanzan el año 409 y cu-
yos territorios se reparten. Occidente cae en gran parte bajo a) La invasión de 406-407 en la Galia:
-e
el poder de los jefes bárbaros, e incluso Britania se ve some-
Recordaré unas pocas de las miserias o calamidades presentes. El
tida a incursiones cada vez más frecuentes de escotos, pictos
que aún quedemos unos pocos, no es merecimiento nuestro, sino
y sajones.
obra de la misericordia de Dios. Innúmeras y ferocísimas gentes
han ocupado todas las Galias. Todo lo que hay entre los Alpes y
.,,,\
-~''''''''~
e 124 BREVE HISTUKIA DE EUROPA 6. PE LA L;SIPAD A LA [)1\.I~I(lS 125
e .
bonense, fuera de unas pocas ciudades, han quedado asoladas. y
a las mismas perdonadas las devasta por fuera la espada, por
dentro el hambre. No puedo acordarme sin Lígrimas de Tolosa,
mismas se nutren del cuerpo de sus hijos a los que han matado
cocido. Las bestias feroces, habituadas a los cadáveres de las vícti-
mas de la espada, del hambre o de la peste, matan también a los
°
que ha debido el no haber caído hasta ahora a los merecimientos hombres más fuertes y, ahítas de su carne, se lanzan por todas
-A-de-su-&H.He-{)8+spe-E-lfuperi&:-Las mismas J=!ispamas, que están a partes para el aniqutlamlento del genero numano. Así es como, .'1
••. punto de perecer, se estremecen diariamente al acordi¡lrse de la mediante los cuatro azotes del hierro, del hambre, de la pe,;te y de
invasión címbrica, y lo que otros han padecido una vez, lo pade- las bestias feroces, que reinan por doquier en el mundo entero, se ti
a.. cen ellas siempre por el temor [oo.] ¿Qué historias comprenderían realiza lo que había anunciado el Señor por sus profetas.
,. con palabra digna que Roma luchaba d,"ntro de su propio seno Las provincias de Espal1a, arruinadas por el ataque do::estos
. no por la gloria, sino por la vida? O, por mejor decir, ya ni lucha- azotes, los bárbaros, con vertidos a la idea de establecer la ¡Jaz por
ba siquiera, sino compraba la vida a peso de oro y con todo su la misericordia del Señor, se juegan por sorteo los territorios de
_ajuar. las provincias para instalarse en ellas. Los vándalos ocupan Gali-
cia y los suevos la región situada en la extremidad occidental, a
e
_eeee
e
e 7. Las grandes migraciones
el
Del siglo VI al año 1000. Europa sufre vastas migraciones de po_
e
Occidente fragmentado, marcado por la germanización y la cul-
tura latina, y de un Oriente reestructurado, pese a la eslaviza-
,.¡6n y la cultura griega,
--e
nos esenciales se realizaron en medio de perturbaciones que
suelen llamarse las «grandes invasiones».
129
130 HRE\'E HIST(lRI,\ I>r H "¡{( li':\ 7. 1.AS (;}{ANDr_' .'IH,HA<:!()!\I".:->
131 e
combinan las migraciones internas en Europa y las invasio- jinetes de las estepas, de la lenta marea de los campesinos
nes procedentes del exterior. eslavos, de la piratería marítima de los sajones y de los es-
candinavos o incluso de la conquista islámica. Sin contar, al
e
El problema de las causas
margen de estas «invasiones» referidas, los innumerables
desplazamientos de individuos, de familias o de pequeños
grupos aislados.
le
Un fenómeno tan complejo, que se desarrolla en un espacio
de más de cinco siglos y a escala de un continente, no tiene
una causa única. La búsqueda se vuelve más difícil debido a
la ausencia de fuentes escritas, pues estos pueblos sólo des-
Invasiones y migraciones e
cubren la escritura al contacto con la civilización grecorro-
mana: los principales testimonios son los de los invadidos y
sólo muy rara vez contamos con el de los invasores; y esa ca-
Si nos atenemos a los principales movimientos de pueblos,
podemos distinguir en el tiempo tres grandes ciclos: el de
los germanos, el de los eslavos y árabes, y el de los vikingos y
e
rencia apenas queda compensada muy parcialmente por los
hallazgos arqueológicos. En el estado actual de la cuestión,
suelen invocarse por regla general dos tipos de causas.
húngaros.
En los siglos v y VI, se prolonga el empuje germánico ini-
ciado desde la Antigüedad. Los principales episodios, tras la
e
Durante mucho tiempo se ha hecho hincapié en las cau-
sas llamadas externas: los puehlos se movilizan atraídos por
la existencia de grandes riquezas defendidas débilmente o
entrada de los germanos del este -visigodos y más tarde os-
trogodos- que se desvían por Constantinopla hacia el Occi-
dente meridional, y tras la gran marejada de los suevos, ván-
e
mal (las riquezas del Imperio romano atraen a los germanos dalos y alanos que franquean el Rin a principios del siglo v,
y a los hunos, las del Imperio carolingio, hacen venir a los
vikingos), o por la existencia de tierras vacías. O también se
postula que estos pueblos fueron zarandeados por oleadas
son: el lento empuje, hacia el oeste y el sur del territorio de
la Galia, de los burgundios y de pueblos menos sensibles a la
e
civilización antigua -francos y alamanes-; la travesía del
procedentes del interior de Asia, que determinan, entre
otras, las irrupciones crónicas de los pueblos de la estepa:
mar del Norte por los jutos, los anglos y los sajones, que in-
vaden a los celtas de Britania; y la última conquista germá- e
-e
hunos, ávaros, búlgaros ... También se invocan modificacio- nica en el antiguo territorio del Imperio, que es la de los
nes climáticas como causa desencadenante de esa migración lombardos en Italia, en la segunda mitad del siglo VI. En las
de los pueblos nórdicos. tierras así liberadas al este del Rin se asientan de forma du-
Pero es totalmente evidente que las causas principales son radera sajones, frisones, turingios y bávaros, mientras que
internas a los pueblos mismos que se desplazan: ¿oleada de- sobre las ruinas del imperio de lós hunos de Atila, en la
mográfica? ¿Transformaciones en los modos de vida? ¿Mu- cuenca del Danubio, se edifica el de los ávaros.
taciones de las estructuras sociales? En estos puntos, carece- El siglo VII vio dos grandes oleadas de fondo. En la misma
mos desgraciadamente de fuentes. Cada caso es muy
probablemente un caso específico, y ninguna explicación de
conjunto dará cuenta a la vez de las llegadas sucesivas de los
germanos seminómadas, de las incursiones brutales de los
Europa se produce la masiva progresión de los eslavos, des-
de una base de partida que el historiador bizantino ]ordanes
sitúa, a mediados del siglo VI, entre la desembocadura del
e
Danubio, el Dniéster y el Vístula. Desde ahí, los eslavos se
e
e 132 BREVE HISTORIA DE EUROPA
7. LAS {;R,,:-':PES ;\II(;RAClONES 133
A dispersan en tres direcciones: al noreste, a través de la taiga, dado vacía tras el desmoronamiento del imperio de los áva-
., hacia la cuenca del Volga y del lago Ladoga; al oeste, por la ros a finales del siglo VIII. Desde ese momento, sólo Europa
gran llanura del norte, en dirección al Báltico yal Elba, pero oriental sufrirá asaltos exteriores.
•. también hacia los montes de Bohemia y los Alpes orientales; Pero ese torbellino de invasiones dejó huellas duraderas
•. el siglo IX marcará en esas regiones la extensión máxima de de un extremo a otro de Europa.
/ los pueblos eslavos; y por último hacia el sur, en los Balca-
_ establecen al sur del Danubio en el año 681, y los jázaros, Los reinos germánicos
•. que fundan a finales del siglo VII entre el Volga y el Ural un
•• imperio que permanecerá estable durante tres siglos. Al
Las consecuencias más inmediatamente visibles-de las gran- ~,;~-
mismo tiempo, Europa sufre los últimos asaltos de la con- ! des invasiones son ante todo de orden político. La desapari-
-_-quista-deJo:s...musulma-ll~~@-s-l-a--seg\:l-nda-oleada-de-fond~
cIón deíIm.perio en Occidente deja vía libre a nuevas enti-
.., que, después de haber amputado al Imperio bizantino sus ";í
dades políticas cuyo espíritu es totalmente ajeno al del -.:¡
Provincias orientales más hermosas, fracasan a principios ~
•• del siglo VIII en Asia Menor y ante las puertas de Constan ti- ;r~. Estado romano: el pueblo o la tribu germánica, es decir, un "¡
conjunto de guerreros libres y armados. agrupados en torno
•• nopla. Pero por el oeste, partiendo del norte de África. consi- ~.~,
a una familia cuyo jefe encarna los valnres nacionales. Esos
guen apoderarse en el 711 de la España visigoda, antes de ser .~,
agrupamientos se descomponen y recomponen en forma-
e
tinta. Al norte, los anglosajones se han convertido en amos
< -emergen en el norte de Europa-, va acompañada en el si-
de Inglaterra. En el continente, dos nuevos pueblos desem-
glo X de la instalación del último pueblo que consiguió al-
e
peñan entonces los papeles protagonistas: los francos y los
canzar el corazón de Europa: los húngaros, que toman en
lombardos. El siglo VI es el siglo de la expansión de los fran-
ese momento posesión de la llanura panonia que había que-
cos, tras los éxitos militares de su rey Clodoveo (481-511) y
~
I
-- .-------~---------
- -~ - - - -- \
....
l
134 Hi{U'I". III:-.ToHI ..\ DI: EU}«WA 7. LAS {;HANI>ES MI(;KAClO!'\E~ /35 e
su conversión al cristianismo romano. Derrotados en Vouillé
el año 507, los visigodos son expulsados de la Galia y se acan-
tonan en España, donde Toledo se convierte en el corazón de
mada del papa, se apodera del reino lombardo en el año 774.
A finales del siglo VIII domina el conjunto del antiguo Occi-
dente romano -a excepción de las Islas Británicas, de la Es-
e
una civilización brillante. El reino burgundio desaparece en paña musulmana y del sur de Italia, que seguía siendo lom-
la época de los hijos de Clodoveo y la hegemonía de los fran- barda o bizantina-, aumentado con las regiones situadas -
cos se extiende sobre los pueblos germánicos situados más entre el Rin y el Elba. A este conjunto inconexo le da Carlo- .-
acá y -fenómeno capital- más allá del Rin. Esa dilatación del magno una capital -Aquisgrán-, y luego una nueva dimen-
espacio franco entre los siglos VI y VIII no se produce sin divi- sión política con su coronación imperial en Roma, el 25 de ,A
siones familiares -los famosos repartos merovingios- ni sin diciembre del año 800. •.
el impulso de particularismos regionales -desde Aquitania a En ese imperio «renovado» -los textos hablan de renova-
Baviera-, pero su dimensión esencial es hacer bascular el tio imperii- y en el inmenso esfuerzo de legislación y de or- _.'
centro de la política de Occidente hacia el norte, entre el Sena ganización emprendido por Pipino el Breve, Carlomagno y ••
yel Rin. De igual modo, tras la efímera reconquista de Italia sus sucesores, podemos medir las profundas transformacio-
por las tropas del emperador Justiniano, la llegada a la llanu-
ra del Po a partir del 568 de los lombardos, paganos y violen-
tamente antirromanos, marca para Italia, en la segunda mi-
nes ocurridas en Occidente desde el siglo v.
La primera es de orden económico: la profunda ruraliLa-
ción de la sociedad, tras la depresión demográfica y la deca-
e .-
tad del siglo VI, la verdadera ruptura con la Antigüedad. dencia de las ciudades. Sus centros vitales se sitúan ahora en_
dominios rurales que tienden hacia la autarquía, lo cual im-
plica el estancamiento económico y la paralización progresi-
e
El Imperio carolingio y las transformaciones de Occidente
e
e 136 BREVE HISTORIA DE EGR(lPA 7. I.AS CI{,\;"¡[)FS ,\lj(;I{AUOl\I:S 137
_ Iglesia; una Iglesia que proporciona los cuadros -obispos, Roma o Constantinopla sin Roma». Para justiniano, «el Im-
•• monjes y abades- del primer gran esfuerzo de renovación perio romano es universal» y engloba en su unidad territo-
cultural realizado en Occidente desde la Antigüedad: el Re- rial reconstituida las dos capitales. En cambio, para los em-
e ,
nacimiento carolingio. Para esa restauración de la lengua,
de la educación y de la cultura, acompañada de una norma-
lización de la escritura, Carlomagno llamó a todos los que
peradores *iconoclastas, «el Imperio cristiano es su patria
que hay que defender contra los infieles», agrupándose en
torno a Constantinopla únicamente. Entre esas dos épocas,
&.
.,
españoles como Teodulfo o anglosajones como AIcuino.
Pero la tentativa política de Carla magno y de su hijo Lu-
dovico Pío (814-840) era prematura. No sobrevivió a las di-
sensiones entre sus descendientes, que en el año 843 proce-
den al reparto de Verdún, creando un reino occidental
,¡ dente y del oriente mediterráneos.
La reconquista justiniana ,
'"
a Italia central, una Lotaringia cuyo estallido estaba anun- f"f hay que subrayar que también lo está por el mantenimiento
a ciado. No sobrevivió tampoco a los ataques del exterior que, y el desarrollo de la vitalidad del comercio transmediterrá-
_ durante decenios, protagonizaron vikingos y sarracenos. Y, neo, facilitado por la generalización de la economía moneta-
sobre todo, no sobrevivió al ascenso de las aristocracias, que ria. Los productos -papiros, sederías, especias, natrón-
e El Oriente reestructurado
e tino puede resumirse en la fórmula «Constantinopla con de Constantinopla de donde parten las expediciones milita-
138 BREVE HISTORIA DE EUROPA 7. lAS (;RANl'JES Ml(a~ACI()!\ES 139 e
res que terminan reconquistando África -tras derrotar a los
vándalos (533)-, Italia -tras vencer a los ostrogodos (555)-,
y la franja costera de la península hispánica y de las islas Ba-
constituyó una barrera muy difícil de franquear entre el este
yel oeste, a lo largo de una línea de ruptura que coincidía,
grosso modo, con la frontera lingüística. Además, esa eslavi-
e
leares (564). El Mediterráneo se había convertido en un lago zación de los Balcanes contribuyó ampliamente a acentuar
romano y el Imperio podía ser restaurado sobre una base ju-
rídica, económica y política, con una legislación común -el
Código de Justiniano, que restablece la territorialidad de las
el mutuo desconocimiento entre el Oriente, desde ahora
griego, y el Occidente latino; un hecho lo evidencia con más
e
claridad: en las riberas del sur del Mediterráneo, se ha cons-
leyes- y con un centro religioso, Santa Sofía de Constanti-
nopla (537). El *nomisma de oro se impone como «dólar de
la Edad Media» y regula los intercambios económicos trans-
tituido el Imperio árabe. Mahoma y los eslavos contribuye-
ron a la ruptura del Imperium romanum. e
mediterráneos. Por último, el emperador es designado *ba-
sileus nombrado por Cristo. Justiniano preside un «Estado
universal» y, cristiano; por tanto puede aparecer sobre sus
La iconoe/asia e
nomismas con el globo *crucífero en la mano, protegido por
los ángeles.
Desde finales del siglo VI, sin embargo, la grandiosa obra
Enfrentados a la doble amenaza ávaro-eslava, luego búlga-
ro-eslava, y árabe, los emperadores bizantinos van a reac-
cionar, primero mediante la materialización del «sistema de
e
e
de Justiniano estaba amenazada. La invasión eslava de la pe- los 'temas», y más tarde mediante la iconoclasia.
nínsula balcánica obliga a los emperadores a ~bandonar El sistema de temas tiene por objetivo dividir el territorio
Roma y a replegarse en Constantinopla para organizar la imperial en circunscripciones militares, donde el estratega
defensa. ~I
1--
go cristiano de Damasco, Juan el Damasceno, autor de un
célebre tratado en favor del culto a las imágene_s._. ~i
~E~n~re~a_li~-_~.F>",i< dio, obispo de Pavía
1--- -darl;-h¡-iL\JI1OL.l~a~s~ia~n~u~n~c~a~n'ego
a Jugar~s~u~p~a~p-el'
de teología
de la reunión. Cuando los ejércitos bizantinos rechazaron!
,j,'
---------~------~--'
Salud a ti, el mayor de los reyes, bajo cuya autoridad la fuerza de
I las amenazas inmediatas, seguidamente se manifestó la vo- 'i: . la libertad ha encontrado a su salvador. Salud a ti, estabilidad de
.
la república, porque sería un sacrilegio separarla de tus propias
acciones y distinguir incluso en palabras lo que el tiempo ha uni-
do indisolublemente. Si cuento las campañas de mi rey, encuen-
-e
Italia, por Sicilia e incluso por Roma, donde el Papado con- ha tenido nada que temer. Durante tus éxitos, no han sido olvi-
denó los decretos de los emperadores iconoclastas. La sen- dadas las promesas venerables; en medio de las batallas, el vigor
sación de ruptura entre el Oriente imperial y el Occidente nunca ha sufrido retraso. Sus caminos han estado erizados de
pontificio impulsó a los papas, por otra parte, a buscar ar- obstáculos, pero han sido ellos los testigos de tus victorias coti-
dientemente la protección militar contra los lombardos que dianas.
el Imperio ya l}0 podía darles. Los francos terminaron por Pero ahora nuevos y respetables méritos me llevan en otra di-
aceptar el papel de protectores del Papado; la nueva dinas- rección. Contemplo la belleza de estas ciudades salidas de sus
tía, los Carolingios, fue recompensada con la coronación cenizas y los techos de los palacios resplandecer por todas par-
imperial de Cario magno en el año 800, sentida en Constan- tes. Contemplo construcciones acabadas antes de haber podido
le
I
tinopla como un ultraje.
La iconoclasia, puesta en práctica en circunstancias ex-
decir que habían sido empezadas. La abuela misma de las ciuda-
des, Roma, rejuvenece haciendo desaparecer las huellas sórdidas
de su vejez. Perdonadme, restos sagrados del genio imperial: es
le cepcionales para asegurar la supervivencia del Imperio ro-
b ~1l
142 BREVE HISTORIA DE FUIHlPA 7. I.AS {;RANIH-:S .~lll;IL.\C1(l!\'E~ 143 e
más difícil hacer desaparecer las huellas de la ruina que empren-
der la construcción de una ciudad. ¿Debo añadir que has cubier-
to el Senado con una corona de flores innumerables? ¿Que nadie
tal punto que Eudes, habiéndose preparado para el combate al
otro lado del río llamado Garona o Dordoña, huyó. Sólo Dios
puede contar el número de muertos y heridos. Entonces Abd al-
e
Rahmán persiguiendo al citado duque Eudes decide ir a saquear
e
ha desesperado de alcanzar los honores cuando sus plegarias
eran secundadas por el testimonio de su conciencia? [... ] Los re- la iglesia de Tours destruyendo en su camino los palacios y que-
cursos de la república han sido aumentados al mismo tiempo mando las iglesias. Entonces el alcalde del palacio de Austrasia
que las riquezas de los particulares. Las artimañas nunca han en- en Francia interior, llamado Charles, hombre belicoso desde su
contrado cabida en tu palacio; por todas partes se han difundido
los bienes de la fortuna. Nadie se ha alejado de ti sin haber sido
colmado de favores; nadie ha tenido que lamentar los rigores de
juventud y experto en el arte militar, avisado por Eudes, le hace
frente. En ese momento, durante siete días, los dos adversarios
vacilan para escoger el lugar de la batalla; luego, por fin, se pre-
e
la proscripción.
e
e 144 BREIT HbTuHIA VE EcRllPA 7. J....I,~ (,!{A:\IJL:-. ~11(;I{AUtl:\I ..:-' 145
Veinte arios después de la conquista de España por los musulma- los romanos. Inmediatamente después, el santísimo obispo y
e ción de las tropas de la inCllrsión de Abd al-Rallllllín y el carácter Pero éstas no fueron las únicas causas de su último viaje; como
masivo del ejército Fanco; insiste también en el armamento supe- 'los romanos habían infligido muchos daños al pontífice León
rior de las gentes del Ilorte, su «mano armada de hierro», es decir, -pues le habían arrancado los ojos y (Orlado la lengua-, éste se
armada con la famosa espada franca, varias veces citada en el había visto obligado a implorar la protección del rey. Yendo a
_a__ texto-;-Pvr-otro--lad¡r,-desde-urrprmtcJ<te-vfsnrpollti co, el poema Rama-p(n'-es-te--motivo,-pfrfa-fes+aI71e€el~la-Sci-tl:l-aEié-fl-E1-e-la--I-gI-eSci
., presenta en du; ocasiones, frente a los árabes, la victoria de los que estaba demasiado alterada, P~lSÓ todo el invierno allí. Enton-
hombres de Carlos Martel -calificados primero de «gentes del ces fue cuando recibió el título de emperador y de augusto; en un
principio mostraba ante esto una actitud tan hostil que afirmaba
L. _~~ ~_
8. LA CRISTIANDAD DEI. AÑO 1000 147 e
8. La Cristiandad del año 1000
el año 1000, Europa está formada mayoritariamente
Estados cristianos.
por
e
El paso de la Roma cristiana a la Europa cristiana se realizó en-
tre los siglos \' y x. La organización administrativa, la reflexión
Las bases de la cristianización
Las estructuras
e
teológica y el esfuerzo misionero acompatiaron a las empresas
políticas y militares. Así, hacia el ario 1000, desde las llanuras
rusas hasta España -salvo una zona sur marcada por el islam-,
seformó un mundo cristiano en torno a dos polos, el polo inne-
A finales del siglo v, las estructuras de la Iglesia se modelan
a imitación de las del Imperio. La «ciudad» romana ha dado
e
gable de Bizancio y el menos estable del Papado y del Sacro Im-
perio Romano Germánico.
nacimiento a la diócesis, dirigida por un obispo que reúne
en torno a su silla -cathcdra- a clérigos y fieles de la ciudad e
--
y del campo. Como las ciudades, las diócesis se reagrupan
en provincias cuya metrópoli es la sede de un arzobispado.
Algunas de esas metrópolis deben a su antigüedad en la fe, o
El fenómeno más notable de la historia de Europa entre los a circunstancias políticas particulares, una preeminencia
siBlos v y x, el que va a darle, con relación al resto del mun- que sobrepasa el marco metropolitano; es el caso de los
do, su carácter específico, es el cristianismo. El área natural grandes ""patriarcados cuya lista determina el em perador
de difusión del cristianismo había sido al principio el Im- Justiniano a mediados del siglo VI: Roma, Constantinopla,
perio romano: es decir, una difusión del este hacia el oeste Alejandría, Antioquía y Jerusalén. Una vez asentados estos
en el mundo mediterráneo, acompañada por una exten-
sión hacia el noroeste en la Galia y Britania. A finales del
siglo v dos hechos caracterizan esa primera cristianiza-
marcos, a veces sacudidos o incluso aniquilados durante las
invasiones -en Panonia, en Renania y en Britanja, por ejem-
e
plo-, se ven posteriormente reforzados por la difusión de
ción: Oriente está más cristianizado que Occidente, y las
ciudades, albergues naturales de la transmisión, lo están
más que los campos. Entre los siglos v y x se opera, siempre
nuevas estructuras vinculadas a la evangelización de los
campos -parroquias e iglesias rurales- y al desarrollo del
monaquismo.
e
en ese marco, una cristianización en profundidad, inclui-
do el ámbito occidental. Pero al mismo tiempo se produ-
A partir del siglo IV en Oriente y del V en Occidente se
multiplican, en efecto, las comunidades dedicadas a una e
-
cen importantes modificaciones. Por un lado, la expansión vida de rezo, de trabajo y de penitencia. Situados en los su-
de una religión concurrente, el islam, detiene el desarro- burbios urbanos y más a menudo todavía en el campo, en el
llo de la religión ¿ristiana y a veces incluso la hace desapa- «desierto», los monasterios surgen de forma espontánea de
recer en las regiones cristianizadas más antiguamente del un extremo a otro del mundo cristiano; tras siglos de diver-
contorno meridional del Mediterráneo. Por otro, asisti- sidad, tienden a unificarse adoptando algunas grandés re-
"
mos, a partir de las iglesias organizadas en torno a Roma y gias, como la de San Basilio en Oriente o la de San Benito en
a Constantinopla, a la evangelización de las regiones del Occidente.
norte y del este del continente; hasta el punto de que, hacia
146 e
e
"'
e
148
La doctrina
BRE\'E HISTOHIA Df. ITRPPA
,,,.'i'
¥.;ilo
8. I.A CRISTIA;-.JPAD DEI. AÑO 1000
--le
el Concilio de Nicea (325) afirma la igualdad de las personas de la liturgia romana, que va a desempeñar el mismo papel
divinas y pro<;lama al Hijo «consubstancial» al Padre.
,~ en Occidente. En las formas de devoción: la piedad bizanti-
"~
~ na se CfiSfinguedurante estos siglos por la imporraYITtacnn-
o Más tarde aparecieron preocupaciones diferentes enOrien-
te y en Occidente. Oriente, impregnado de pensamiento grie- cedida al culto de la Virgen y al culto de las imágenes. En el
go y apasionado por la especulación teológica, entabla grandes t papel de los monjes: omnipresentes en Bizancio, más discre-
tos en Occidente. En la concepción de las relaciones entre la
debates sobre la doble naturaleza de Cristo: unos -adeplos del
nestorianismo y condenados en el Concilio de Éfeso. en el Iglesia y el Estado: indisociables en Bizancio, alimentan en
año 431- insisten en la naturaleza humana de Cristo y niegan Occidente un debate sobre el poder temporal y el poder es-
--
de Alemania como San Columbano, monjes anglosajones en
Frisia, Germania y Escandinavia, y clérigos armenios entre mitieron que, en el seno mismo del Imperio, se desarrolla-
los pueblos de las estepas desempeñaron un papel insusti- sen liturgias en lengua capta, siríaca o armenia. Y fueron los
tuible a través de la predicación, el ejemplo y la implanta- bizantinos -Cirilo, Metodio y sus discípulos- quienes, en la
ción de células de vida cristiana en medios paganos. Pero la segunda mitad del siglo IX, crearon, a partir del eslavo ha-
\ ".
misión es a un tiempo obra religiosa y obra política. Así se blado.en los Balcanes y de la escritura griega, una lengua li-
comprende en Bizancio, cuya vocación universal consiste en
f teraria, el eslavón, que sirvió para traducir los textos escritu-
l
-e
atraer a la ó(bita del Imperio cristiano a todos los pueblos rarios y la liturgia en el mundo eslavo.
del mundo. En el oeste, los papas y los soberanos cristianos,
¡"
y especialmente los emperadores, no piensan de otro modo. t
La mejor forma de llegar a conversiones masivas es, en efec-
to, lograr la conversión del jefe, que implica la de todo su
pueblo. Desde la conversión de Clodoveo y de los francos a
!. ~
La cristianización por los griegos
-e
enviados por Gregario Magno al rey de Kent, a finales del triarca Focio, redactor más que probable del código jurídico
siglo VI-, otras por la diplomacia -el método bizantino-, o Epanagogé, promulgado entre los años 884 y 886.
también en ocasiones por la fuerza de las armas -es el méto- La cristianización de los eslavos por la Iglesia bizantina en
do de Carlomagno con los sajones-o Estas conversiones van la segunda mitad del siglo IX estuvo marcada ante todo por la
acompañadas, o jncluso precedidas, por el establecimiento obra misionera de los dos hermanos Cirilo y Metodio, vene-
de dos estructuras esenciales: los monasterios y los obispa- rados como «apóstoles de los eslavos». Frente al problema
-e
dos. Pero el anuncio de la fe cristiana y su desarrollo en los planteado por la eslavización de los Balcanes, en el siglo VII,
pueblos «bárbaros», que ignoran el latín y el griego y que ca- f tanto la Iglesia como el Estado bizantino se esforzaron por
recen de escritura, impulsaron a la Iglesia por nuevos cami- integrar a estos paganos recién llegados al Imperio, y siguie-
nos, de importancia capital para la historia de la cultura. Ya ron para ello dos estrategias: una intentaba helenizar a los
en el siglo IV, el apóstol de los godos, el arriano Ulfila, había
I eslavos, la otra consagraba su lengua.
J
e 152 BREVE HISTORIA VE EUROPA 8. LA CRISTIANDAD PEI :\'\() ]000 153
~":.i,.'1.....
"
de Canterbury y estrechamente vinculada a Roma, una ad- petencia con la de la Cristiandad griega. Pero, en ambos casos,
'1 la evangelización desemboca en la formación de estados cris-
hesión ferviente a la lengua y a la cultura latinas, la impor-
I
tancia del monaquismo y, por último, ese espíritu misionero '1 tianos. Así, hacia el año 1000, la Europa cristiana se halla divi-
que va a enviar a los monjes anglosajones hacia sus herma-
nos de raza del continente y de Escandinavia.
La segunda gran etapa concierne a Germania, cuya con-
dida en dos entidades religiosas rivales, pero todavía no sepa-
radas. El límite pasa a través de la Europa central siguiendo la
línea Dniéper-Grodno-Halycz: en el oeste, la Respublica chris-
e
versión se había iniciado con el restablecimiento del cristia-
nismo en las regiones renanas bajo la influencia de misione-
ros francos e irlandeses. Toma nuevo impulso con la acción
tiana romana, en el este la Oikoumene bizantina.
e
de los anglosajones. Willibrod, el apóstol de Holanda, llega
a Frisia occidental el año 690 y allí organiza la Iglesia en tor-
no al obispado de Utrecht. Bonifacio es el apóstol de Ger-
La Europa del año "lODO: los estados cristianos
Dejando aparte los pueblos de las riberas del sur del Bálti-
e
mania. Nombrado sucesivamente misionero (718), obispo co, evangelizados en los siglos siguientes por los alemanes
(722) y luego arzobispo (732) para la Germania al este del
Rin, implanta allí, bajo control de Roma, una red de obispa-
y los polacos, y dejando también al margen los pueblos to-
davía paganos que habitan en gran parte del territorio de
e
dos que va de Maguncia a Salzburgo y una red de monaste- Rusia, el mapa de Europa del año 1000 se presenta como un
rios benedictinos, 'él más célebre de los cuales es Fulda. Des-
pués de su muerte (754), los misioneros dejan vía libre a la
conjunto de jóvenes estados cuyas poblaciones pueden es-
tar cristianizadas más o menos profundamente, pero cuyos
e
acción política y militar de los soberanos carolingios, para príncipes, cristianos, se apoyan en la Iglesia tanto CQmo en
quienes la sumisión del norte de Alemania entre el Rin y el
Elba pasa por la conversión de los sajones: empresa larga y
difícil, jalonada de violencias y de fracasos.
la sociedad laica. Repartidos en dos grandes grupos, consti-
tuyen el armazón de la historia de Europa para el milenio
que se inicia.
e
e
~ ~--
- ---~--~-- ------- - ..•.... .
e 156 HHEVE HISTORIA DE EUROIJA 8. LA UUSTlANVAD DEI. ANO 1000 ¡57
militar; la pobla-
ción campesina libre, principal fuente de las rentas del Im-
perio, es reducida poco a poco a un estado de dependencia,
f
l\)1
'~-!;
-i.
~
8. I.A CRISTIAt'I)Ai) DEI. AÑO 1000
.lJ"."
cuencias de esa evolución son graves; la devaluación de la ,ti pues, de acuerdo con los estatutos de los santos cánones, a medi-
moneda de oro y plata subraya que Bizancio no participa en
{'
~l da que crezca la multitud de los fieles, a ordenar, en nombre de la
adelante de los beneficios del tránsito comercial, desviados sede apostólica, obispos, pero con una piadosa consideración, a
por los italianos. En el exterior, nuevos y temibles adversa-
rios infligen a los bizantinos,
militares: en Occidente,
en el año 1071, dos derrotas
los normandos de Sicilia y, en
~j
fin de que no se envilezca la dignidad episcopal [... 1
En el caso de los que han matado a un padre, a una madre, a
un hermano o a una hermana, decimos que no pueden recibir en
e
Oriente, los turcos. Por último, en 1054 se producen
*anatemas que desembocaron en el cisma eclesiástico,
decir, en la formación de la Iglesia católica y romana apiña-
los
es
toda su vida el cuerpo del Señor, a no ser en la extremaunción.
Deben abstenerse de carne y de vino; mientras vivan, deberán
ayunar la 2.", la 4." y la 6." feria, y así redimir, mediante sus lágri-
e
mas, el crimen cometido.
e
~.
da tras el papa y en la de la Iglesia ortodoxa grecoeslava, Entre otros puntos dudosos citas el hecho de que ciertos fieles
reunida en torno al patriarca de Constantinopla, ambas afir- venden a los paganos sus esclavos para que sean inmolados. Te
mando su pretensión de representar por sí solas a la Iglesia ordenamos, hermano, que corrijas ese abuso con el mayor cuida-
universal. Desde luego, el alcance de este cisma se percibe
mal todavía en el siglo XI, pero se desarrolla la idea de que la
defensa del Imperio y la de la "ortodoxia son inseparables y
do. No debes permitirlo en adelante. Eso es un crimen y una im-
piedad. A quienes lo perpetran, debes imponerle la misma peni-
tencia que al homicida l...]
e
que todo el que amenaza el territorio imperial amenaza Ésas son las prescripciones que tú, hermano queridísimo, de-
también la ortodoxia. Las cruzadas pondrán enseguida de
manifiesto a los bizantinos la exactitud de estas palabras.
bes observar escrupulosamente, prosiguiendo la obra comenzada
de la salvación, con un celo piadoso.
e
Dios te conserve intacto, reverendísimo hermant'l.
DOCUMENTOS
J. CALMETTE y CH. HIGOUNET,
e
e /60
HREVF t1hTt )10,-\ DE EUROPA 8. L.<\UUSl[A~DAU DEI. :\NO 1000
/61
e
tires. No volveré a reinar en estas comarcas». l'
i' En los tres siglos siguientes al año JODO, el oeste europeo conoce
Cuando el pueblo fue bautizado, cada cual regresó a su casa.
Vladimiro se alegró por haber conocido a Dios,él y su pueblo, yal-
zando sus ojos hacia los cielos, dijo: «Oh Cristo Dios, que has crea-
l
¡'
una notablefase de expansión demográfica y económica; se ins-
tala en el sistema político y social el feudalismo; y, por razones
sobre todo religiosas, emprende un vasto movimiento de con-
e
do el cielo y la tierra, mira a estos hombres nuevos y dales, Señor,
el conocimiento de ti, Dios verdadero, como te han conocido los
países cristianos. Afirma en ellos una fe recta y sin retorno, y prés- ffl[f
quistas que le llevan a las tierras paganas y, para reconquistar la
tumba de Cristo, a las tierras del islam. e
tame tu ayuda, Señor, contra el adversario, el enemigo, a fin de ~.
que, descansando en ti y en tu poderío, triunfe yo de su astucia».
[ ... 1 Dicho esto, ordenó construir iglesiasy asentarlas en los lu-
gares mismos en que se alzaban los ídolos. Construyó la iglesia de
't"
~
,¡;
~.
Los tres siglos que van de 1000 a 1300 son los del primer desa-
rrollo de la Europa occidental. Protegida de las invasiones
e
San Basilio, sobre la colina donde se alzaba el ídolo de Perún y
otros más, allí donde el príncipe y el pueblo hacían sacrificios. Y
empezó por establecer en todas las ciudades iglesias y sacerdotes
procedentes del este, gracias al colchón que forman los nue-
vos Estados cristianos de Rusia, Polonia y Hungría, construye
a partir de ese momento un medio protegido. En este marco
e
ya llevar al pueblo al bautismo en todas las ciudades y aldeas.
__ ?
163 e I
e 164 BREVE HIST( lltlA ¡)~.ELItOPA 9. El\ EL 01:.''-]"1-" U. (iRAN VL~AKR(}J.LO DE LA EL"l{OPA 1+L1J:\L
165
A su vasallo -por la investidura- a cambio de una promesa de tario concede a los campesinos, sea cual fuere su estatuto ju-
,., servicio y de fidelidad -por el homenaje-, estos ritos ponen rídico, tierras por las que le deben prestaciones en dinero,
de relieve los valores profundos de la sociedad feudal: los la- en especie o en trabajo. Por otro, el gran propietario se
A zos personales y la tierra, englobados en una visión cristiana aprovecha de su situación eminente, de la construcción de
,., y coherente de la condición humana. un castillo y del acaparamiento de los poderes públicos para
Los orígenes del feudalismo occidental son complejos y le- imponer su dominio -su bando- no sólo a los hombres que
A janos. Su carácter excepcional estriba en la conjunción de di- trabajan sus tierras, sino a todos los que puede proteger, y
,., versos fenómenos: la existencia, tras las invasiones, de una por tanto obligar, a partir de su castillo. Ejerce sobre ellos
clase de grandes propietarios surgida de las aristocracias indí- todos o parte de los poderes reales y percibe las rentas co-
e los alemanes Landscherrshaft... Por un lado, el gran propie- en Letrán. Su impacto sobre la sociedad cristiana queda re-
166 BREVE HISTORIA DE EUROPA 9. EN El. OESTE, El. (;N.AN IJf_"ARROLl.U IlE I.A El'HOPA FEUDAl. 167
e
forzado por las grandes reformas monásticas o religiosas
que jalonan cada momento cumbre de la historia de la Igle-
sia: fundación de Cluny en 910; fundación de Citeaux en
indispensable del renacimiento comercial del siglo XVI y de
la Revolución Industrial de los siglos XVIII Y XIX. Ese primer
crecimiento aseguró a los hombres de la Cristiandad latina,
e
1098, que alcanza su desarrollo con la llegada de San Ber- cada vez más numerosos, el dominio de la ocupación del
e
_i
nardo en 1112; fundación de las órdenes mendicantes por suelo y de la producción rural.
Santo Domingo (1170-1221) y San Francisco (1182-1226) ...
El buen funcionamiento del mundo se basa en los guerre-
ros que, controlando la fuerza y el poder, deben asegurar el Crecimiento de la población
orden y la paz. La Iglesia trató de canalizar por todos los
medios la violencia del mundo de los guerreros, de los feu- «En el principio eran los hombres y su número aumentaba»,
t
dos y los castillos, desarrollando en particular instituciones
de paz y ayudando a la formación del ideal que va a trans-
j.
~
1
ha dicho el historiador L. Génicot a propósito de la Europa
e
,
del año Mil. No hay ningún documento de conjunto -salvo
formar, en los siglos XII YXIII, al brutal jinete del año 1000 en j
el Domesday Book para la Inglaterra de 1086 Yel État des pa-
t.
caballero: chevalier, knight, Ritter, cavaliere, caballero ... do-
minan entonces tanto la realidad social como la ficción poé- .,
roisses et desfeux para la Francia de 1328-, que permita eva"
luar las poblaciones medievales. A falta de cualquier tipo de e
--
tica de los cantares de gesta, de los romans corteses o de los censo, nuestras fuentes sólo pueden ser indirectas, pero son
*minne.;anger. c~
"
concordantes. Hacia el año 1000, sólo algunas tierras muy
Pero la supervivencia de clérigos y guerreros está asegu- 1 ricas en ile-de-France, Esp:lña o Italia se hallan densamente
rada por el tercer orden, el de los campesinos, que trabajan pobladas. Además, la ocupación del suelo es escasa, incluso
la tierra en el marco de la aldea, del señorío y de la parro- inexistente, en inmensas extensiones de bosques -del 50 al
quia rural. Tras la desaparición de la esclavitud, práctica- 70% de la superficie del reino de Germania-, de sotobosque
mente extinta hacia el año 1000, su estatuto jurídico ofrece ;
o de pantanos. Europa es entonces una tierra pendiente de
infinitas variedades, desde la servidumbre a la libertad; lo : '1
mismo sucede con su condición económica, porque no hay
medida común entre el miserable jornalero instalado en los
colonizar, abierta a una población que apenas supera los
20 habitantes por km2 en Francia y en Inglaterra y que quizá
no alcance los tres millones en Alemania. Tres siglos más
e
--
límites de la aldea y el rico propietario de un arado y de su tarde, Francia cuenta con una población de 15 a 20 millo-
yunta. Pero a todos afecta el mismo desprecio que se asocia nes de habitantes, Alemania, España e Italia de 8 a 10 mi-
a una condición social deprimida, de servicio y bajo la de- llones cada una, el conjunto de las Islas Británicas con unos
pendencia de los señores. 5 millones, Polonia y Hungría con 2 millones cada una y
Escandinavia menos de un millón. Si el poblamiento sigue
siendo desigual, vastas regiones -Toscana, Lombardía, Cam-
-e
Un crecimiento pania, por ejemplo- ofrecen densidades por encima de los
60 hab/km2, y se observa la existencia, sobre todo al noroes-
De las tres grandes etapas que llevaron a Europa occidental te de Europa, de un gran conjunto de ocupación densa y
a la supremacía del mundo, el período que va del año 1000 continua que abarca el norte de Francia, el sur de Inglaterra
al 1300 representa la primera, la etapa agrícola, preliminar y los Países Bajos. Europa occidental ofrece una densidad de
e /68 RREVE HISTORIA DE EUROPA 9. EN EL OESTE. El. (;KAN I)l-,SAKROJ.LO DE l.A EUROPA fELiDAI 169
e
superficie ganada de este modo para los cultivos se situaría En el siglo X, el corazón del continente europeo aparece
en torno al lOo/~en los márgenes de los antiguos terruños, como cercado por la red del comercio internacional. Al nor-
pero podría superar el 25% en las nuevas zonas de cultivo. te, una vasta zona de intercambios que se extiende en círculo
El aumento de la producción deriva también de una me- desde Irlanda al mar Negro está en manos de los escandina-
e jor valorización de la tierra: el alza de los rendimientos pare-
ce haber sido continuo desde la época carolingia hasta el si-
glo XIV. Vino acompañado por una diversificación de los
vos, todavía paganos. Al sur, el comercio mediterráneo y los
contactos con Oriente se hallan monopolizados por los mu-
sulmanes y los bizantinos. De los siglos XI a XIIl, el despertar
e cultivos, empezando por la vid -implantada hasta Inglaterra económico de Occidente se traduce en tres hechos notables.
170 RREVE HI~T()RIA DE EUROPA
' :.
9. EN El. OESTE, El. GRAN DF_~ARR()l.l.() DE LA EL'ROPA FFL'I)AI. 171 e
-e
•• •
Ir.
.' ¡
_
gibelinos, partidarios del emperador. Cuando Federico II
~1Uereen Italia, en 1250, parece vencido, pero su adversario,
:1 reciben de sus seflores los privilegios -ése es el sentido de la
~ pal~~ra «franquicias»- necesari~s para el des~~rollo de s.us
.-d-papa-I-l'1i:fffn-eiu-I-V;-refugiado desUehace varios anos en ~---m:tJvldades artesanales y comerClares:-como maXlmo, obTJe::"
Lyon, no parece por ello vencedor. Porque las fuerzas vivas -! I nen el derecho de gobernarse a sí mismos: la comuna es una
~i
e de la Cristiandad se expresan ya en otros ideales políticos.
e Su gran éxito se debe a su extrema flexibilidad. Unas veces tores. En el sur, la Reconquista española a expensas de los
174
BREVE HISTORIA DE EUROP., 9. EN El. OESTE. El. Cf{AN IJESARfUII.I.O DE I.A EUROPA H.;U I):\. 1 175 e
musulmanes de la península desemboca en la formación de
los reinos cristianos de Aragón, Navarra, Castilla y Portugal:
tras la victoria de Las Navas de Tolosa (I212) y la expansión
tantemente estas seis palabras en la memoria: sano y salvo, en se-
guridad, honesto, útil, fácil, posible. Sano y salvo, a saber, que
evite perjudicar a su señor en su cuerpo; en seguridad, que evite
perjudicarle en su secreto y en los castillos que mantienen su se-
e
política subsiguiente durante el siglo XIII, al islam sólo le
queda el pequeño reino de Granada. En el norte, la colo-
nización germánica hacia el este -el Drang nach Osten-, a f
guridad; honesto, que evite perjudicarle en su justicia o en cual-
quier asunto que afecte de forma manifiesta a su honor; útil, que
evite dailarle en sus posesiones; fácil y posible, que evite hacer di-
e
costa de los eslavos que siguen siendo paganos, lleva a los fícil el bien que su seiior podía realizar fácilmente, o volver impo-
"
campesinos alemanes, a los burgueses de las ciudades han-
seáticas, a los caballeros teutónicos y a los príncipes del nor-
te de Alemania, a través de Pomerania, Prusia y los países
¡ sible lo que le era posible. Que el fiel se guarde de estos prejui-
cios, es de justicia; pero no es así como merece su afecto porque
Al gloriosísimo
obispo.
,
Guillermo, duque de los aquitanos, Fulberto,
tiempo, el obispo de Chartres, Fulberto. Este último insiste ante
todo y sobre todo en los aspectos que podrían denominarse negati-
vos del feudalismo, que dicen mucho sobre la crisis de autoridad
e
--e
que sufre la sociedad de esa época: el primer deber del vasallo es
Invitado a escribir algunas palabras sobre los caracteres de la fi- «no perjudican, a su señor y no «volver imposible su acción";
delidad, he aquí lo que he sacado para vos de los libros que son es evidente que es este tipo de situación lo que provoca la consulta
autoridad. Aquel que jura fidelidad a su señor debe tener cons- al sabio obispo. Pasa luego más rápidamente sobre los aspectos po-
e 176 BREVE HISTORIA DE EUROPA '}. F~ El. OESTE, El. t;J{AN UESARROI.LO DE L\ IXIHII':\ ITL'I1AI
177
e
ausencia de tareas penosas ya la fijación de cánones en dinero y
ciertas fechas. Para ellos y para todos aquellos que, a su llamada,
en especie que escapan a cualquier arbitrariedad sl?liorial;por últi-
han emprendido ese cultivo de la tierra, las condiciones son las
mo, la mejora de la condición personal de los campesinos que, de-
siguientes: cada año, pagar de cada casa dos sous de censo, dos
pendiendo del tribunal público y de los usos de Magdeburgo, acce-
moyos de centeno y dos de avena por ser ésa la costumbre que den de este modo a la libertad.
~ toda la provincia más allá del Elba llama wozzop, más el diezmo
., completo de todos los frutos y cereales. Además, les he concedi-
do que, en estas plantaciones nuevas, ningún conde, ningún abo-
•. gado, absolutamente ningún juez seglar tenga el menor derecho
., o poder; y que tod,¡¡la justicia y todo el poder de juzgar corres-
ponda al citado Werner; todo lo que concierne a los litigios, los
motines y sediciones, los robos, las fechorías de cualquier tipo
•• será sometido a alegato, las multas serán cobradas allí y dos ter-
., cios de ellas serán entregadas al arzobispo y la tercera a Werner.
-e
Por la acción de tres factores distintos -la conversión de la Rusia manifiestó en la matanza de la colonia latina de Constanti-
de Kiel' al cristianismo, el repliegue bizantino en Asia Menor so- nopla en 1182.
bre el imperio de Nicea tras la toma de Constantinopla por los Esa política latinófila de los Comneno coincide con el
latinos y la invasión mongola que, desde Asia, se abate sobre desencadenamiento de las cruzadas. Oriente ve caer sobre
f'
ulla parte del continente- Europa oriental sufre una serie de
su territorio a multitudes occidentales cuyo comporta-
I/lII/aciones que acentúan su separación de Occidente y refuer-
zan su unidad en torno a la Iglesia ortodoxa.
miento choca profundamente a los griegos. Los pillajes de
poblaciones cristianas, por un lado, la soberbia de algunos
~.
señores occidentales, por otro, engendraron enseguida un
178
preferentemente eslava.
e
e 180 BREVE HIST(lRIA [JE FüR(lPA
Mt;NI10
e
10. EN EL ESTE, UN lll.'E ESTAI.LA
181
Los búlgaros y los serbios aprovecharon la nueva situa- último se afirmó enseguida como el verdadero centro de la
ción para jugar con dos barajas, acercándose unas veces a ortodoxia en el exilio. El emperador Teodoro Lascaris, bien
incluso *primacial. Por su parte, los rusos se mostraron más I corte y el orden administrativo hasta el patriarcado. Así,
en 1208, el nuevo patriarca ecuménico elegido pudo coronar
_ antilatinos y reaccionaron con tanto más vigor cuanto que '1\1 a Teodoro *basileus y *autocrátor de los romanos. A partir
•• también ellos sufrían los efectos de la expansión germánica; ..•..••..
'.1
de ese momento, el emperador y el patriarca, residentes en
occidental Drang naeh Osten ('la marcha hacia el este'), de- ~., Nicea, fueron las únicas autoridades legítimas del Imperio y
a tenida por Alejandro Nevski sobre la superficie helada del : '/ de la Iglesia ortodoxa.
•• lago Peipus en 1242. .•
I Hábilmente dirigido por su sucesor, Juan III Vatatze, y
e El imperio de Nieea
e
ruta de los «varegos a los griegos» que unía el mar Báltico '\1" en la ciudad imperial, con todos los honores debidos a su
con el mar Negro, conoce un notable desarrollo bajo los rei- rango; y a petición del emperador bizantino, el príncipe
nados de los príncipes Vladimiro y Yaroslav. ;"("
..
ruso ataca Bulgaria, en 970-971; por último, Basilio II sólo
?o~
debe su trono al envío de un poderoso ejército ruso que le
'~
1 10. EN EL ESTE, l;' :\ll;~no t)I.T F,'-;T:\U:\
Pero a la muerte del príncipe Yaroslav (1054), se quiebra la al que se unió Polonia en 1386. De este modo, la principal
e to de un conjunto político cuyo corazón se hallaba en el vieron como efecto principal la división de Europa en dos
i
186 BREVE HISTORIA DE EUROPA
II 10. El': EL ESTE, eN MUNDO QUE ESTALLA 187
e
I sia, que, a diferencia de la Iglesia latina, autoriza el préstamo
entidades políticas, económicas y culturales hostiles, separa-
das además por su adscripción religiosa: al oeste, la zona de
influencia católica y romana; al este, la zona de influencia
ortodoxa.
a interés. Sin embargo, esa burguesía va a apartarse rápida-
mente del ámbito comercial para dedicarse a cuestiones fi-
nancieras e insertarse en el aparato del Estado. El resultado
e
De la unidad económica a la unidad religiosa
es que, a diferencia de la burguesía de Occidente, no creará
una clase media. Los que triunfaron se integraron rápida-
mente en la aristocracia del Estado; los otros, más desafor-
e
De los siglos x al XIII, el mundo oriental conoce una profun-
da mutación. Reunido en torno a una moneda de oro, el
tunados, volvieron con igual rapidez al pueblo.
El atractivo que sobre los bizantinos ejerce la adquisición
de las rentas del Estado está unido al verdadero culto que
e
*nomisma, que regula el gran comercio internacional desde
el siglo VI, el Oriente bizantino conoce en la segunda mitad
del siglo XI unq grave crisis económica marcada, entre otras
sienten por la moneda patrón, el nomisma o sou de oro
de 4,55 gramos, cuya estabilidad lo convirtió en moneda de
referencia del gran comercio internacional, con una relación
e
de 1 a 12 respecto a la moneda de plata, el miliarense. No
repercusiones, por la devaluación del nomisma y la llegada
de los mercaderes italianos, que desvían hacia su~ ciudades
los beneficios del comercio internacional. La reacción subsi-
obstante, como la masa de oro fue estable, grosso modo, des-
del siglo VI al XI, todo incremento significativo de la activi-
e
guiente reviste un carácter antilatino, nacional)' religioso
que hace de la ortodoxia el signo tangible del rechazo de la
influencia occidental y la esperanza en la renovación.
dad económica tan sólo podía engendrar serios problemas
monetarios, bien frenando el desarrollo de intercambios por
falta de especies, bien devaluando el nomisma para incre-
,e
mentar la masa monetaria en circulación.
.J e
e 188 "","" "'"'' "'''''''",,,,, J ".""'"",
.." M'"'' OC, """" 189
.' Pero no podía vencer en el combate a la valentía romana; se costado de Nuestro Señor, y los dos clavos que le hundieron en las
•• frustraron también sus planes en el aspecto relacionado con la
manos yen los pies. Y además había veinte capillas, y había dos-
intendencia. Todo lo que había rapiñado previamente por los al-
e
cientos o trescientos aposentos, que estaban todos unos junto a
rededores de Dirraquio acabó comiéndolo yel suministro de las
otros y todos hechos de mosaico de oro. [Este otrol palacio era
provisiones esperadas era obstaculizado por los soldados del
tan rico y tan noble que no podría describiros ni contaros la gran
ejército romano que se habían adelantado a ocupar valles, pasos
e
nobleza y la gran riqueza de este palacio. En este palacio de Blan-
e incluso el mar. Sobrevino entonces un hambre general que ha-
quemes se encontró un grandísimo tesoro, y muy rico, porque en
cía perecer por igual a hombres y caballos, ya que no había ni fo-
él encontraron las ricas coronas que habían pertenecido a los em-
rraje para los caballos ni alimentos para los hombres. Se le aña-
peradores precedentes, y los ricos joyeles de oro, y las ricas ropas
dió también al ejército bárbaro la desgracia de una enfermedad
imperiales, y las ricas piedras preciosas, y tantas otras riquezas
•• de vientre, parece ser que por causa de una escasa alimentación,
que no se podría enumerar el gran tesoro de oro y plata que en-
•• es decir por comer sólo mijo; mas en realidad era la cólera de
contraron en el palacio y en muchos otros lugares de la ciudad.
Dios, que se abatía sobre tan numeroso y aguerrido ejército y que
provocaba las muertes de uno tras otro.
.-e
hechos de mosaico de oro, y además había treinta capillas, tanto
grandes como pequeñas; y además había una, que llamaban la
Santa Capilla, que era tan rica y noble que no había ni gozne, ni
cerrojo, ni ninguna pieza, ordinariamente de hierro, que no fuese
toda de plata, y no había columna que no fuese o de jaspe, o de
pórfiro, o de ricas piedras preciosas. El pavimento de la capilla era
de un mármol blan,co tan pulido y tan claro que se hubiera dicho
que era de cristal, y esa capilla era tan rica y tan noble que no po-
dría contaros la gran belleza y la gran nobleza de esa capilla. En "
e esa capilla se encontraron riquísimas reliquias, porque encontra-
ron dos trozos de la Vera Cruz tan gruesos como la pierna de un
hombre y de una largura de media toesa aproximadamente, y
e La tradición judeocristiana
Son mucho más difíciles de evaluar, en la medida en que los,
elementos de base, vehiculados por LI na cultura oral y por
pueblos que se desplazan, escapan en su mayor parte a
nuestro conocimiento. En la actualidad hay grandes discu-
-e
tianos aportan el principio de un Dios único y revelado y el el resurgimiento, a partir de los siglos V y VI, de las culturas
de un conocimiento contenido en su integridad en un libro. indígenas, en particular la cultura céltica, cercanas a las de
La Torá de los judíos y la Biblia de los cristianos son textos los recién llegados. Es sobre todo en el ámbito de las artes
intangibles que los comentaristas no pueden sino explicar y llamadas menores donde éstas ejercen una profunda in-
profundizar. De ahí el inmenso esfuerzo de exégesis e inter- fluencia: el arte con decoración animal, vegetal o puramente
pretación realizado por los Padres de la Iglesia en los siglos abstracta -almocárabes- pone de relieve la riqueza y el es-
IV y V para sentár los fundamentos del pensamiento cristia-
plendor de los materiales -oro, piedras preciosas o colorea-
no. Esa literatura patrística constituye, junto con la Escritu- das- y la finura de técnicas de tratamiento del metal que se
e ción, los hombres de la Edad Media europea vivieron en una culturas de madera que evocan un mundo animal a la vez
198 HHl:XI: 1-IlS'!"OKIA DE ECROPA
:J'
{;! 11. LA CIVII.IZACI()N MFDln'AI.
199 -
"e
mero en Irlanda y luego en Inglaterra, hacia la decoración reproducir la antigua ciudad del Lacio. Constantino la divi-
de objetos litúrgicos y la iluminación de manuscritos, que t de en catorce regiones; los centros de poder están destina-
será un arte típicamente medieval. Del choque de las cultu- dos a jugar el mismo papel: el Senado sigue reuniendo a las
ras y del impacto de las invasiones nacen, por último, en las ~! familias senatoriales, cuyo orden se amplía de forma consi-
diferentes tradiciones populares, los héroes y los temas de derable para convertirse en un componente del ceremonial
-e
(.1
los futuros grandes ciclos épicos de la Edad Media, los del áulico. No obstante, sigue siendo en el seno de ese orden
ciclo *artúrico, los de los Nibelungos o los de las "sagas es- donde el emperador recluta a sus principales altos funciona-
candinavas. ~.
rios. El hipódromo conserva su función de espacio de reu-
Pero la influencia respectiva de estas diferentes tradicio- ~ nión del pueblo; sigue siendo el lugar donde se aclama al
nes y las creaciones a las que llevó su fusión no son las mis- emperador, el lugar donde éste ofrece los juegos y procede a
mas en Oriente yen Occidente. .~
la distribución de panes. Santa Sofía, la «Gran Iglesia», sede
,'~,
del patriarcado, debe hacer de Constantinopla una capital
-e
La herencia romana asumir las pretensiones romanas y universalistas del ilustre
emperador. Al ver incluso amenazada su existencia, cuando los
Cuando Constantino decide fundar Constantinopla, preten- componentes de la Cuarta Cruzada vayan a apoderarse de
de crear una réplica de Roma a orillas del Bósforo; incluso Constantinopla, en 1204, los romanos de Oriente tratarán
aunque haya que forzar un poco su relieve para encontrar de afirmar su patriotismo griego mediante la pasión ortodoxa.
¡
-200
e
••
El nacionalismo ortodoxo
Las aportaciones de la civilización occidental supieron convertir en un monumento cada vez mayor, cada.-
vez más alto, cada vez más iluminado. Pero a la construc-'"
Como hemos visto, un gran desarrollo arrastra al Occidente ción y al embellecimiento de la catedral, románica o gótica,
medieval a partir del año 1000. En el plano cultural, tras una
primera síntesis ya intentada durante el renacimiento caro-
concurren todas las demás artes, que encuentran en ella su
mejor terreno de expresión para gloria de Dios y enseñanza e
I
lingio, ese desarrollo se traduce en experiencias múltiples, del pueblo cristiano. Esculturas en los capiteles, en los tím-
muchas de las cuales constituyen aportaciones duraderas a
la civilización europea.
panos, en las fachadas y en todo UIl universo que se anima
e
desde la base del edificio hasta la cúpula de las torres y las
agujas; pinturas desarrolladas en amplias paredes de las
La catedral
iglesias románicas y vidrieras que iluminan los amplios va-
e
nos y los rosetones de las iglesias góticas reviven para el fiel
la hi,;toria del Antiguo y del Nuevo Testamento, de los san-
Como monumento, la catedral representa hoy, para los tos, sus reliquias, sus milagros y toda una tradición vegetal,
europeos, junto con el castillo fortaleza, el símbolo todavía animal y decorativa extraída de múltiples fuentes del arte.
presente de la Edad Media. Pero en este sentido debe ser occidental. Pero eso no es todo. A la sombra de las iglesias, •
considerada no como un simple edificio,'sino como un arte episcopales y monásticas, para la oración y la enseñanza, se
-y como un pensal11iento- que engloba y resume todos los desarrolla el otro gran arte de la Edad Media, el de la ilumi- A
demás. La construcción de grandes iglesias de piedra a par- 1l3ción de manuscritos. Porque el mundo de las catedrales"
tir del año 1000 significa para Occidente la vuelta como arte
-e,
también dio nacimiento al mundo de las escuelas.
de la arquitectura destinado al culto cristiano. En este rena-
cimiento hay que distinguir dos grandes fases. En una pri-
mera etapa, la del arte románico, florecen numerosas expe- La Universidad
riencias regionales, desde Cataluña y el norte de España a la
Germania imperial, que permiten a Occidente cubrirse con Tras la desaparición de las escuelas antiguas, fueron ante
«un blanco manto de iglesias», según la expresión del mon- todo los monasterios los que aseguraron la transmisión de
je Raoul Glaber: desde las pequeñas iglesias rurales a las
grandes iglesias monásticas, desde las catedrales a las basíli-
cas de peregrinación. En una segunda etapa se forma en el
fa
las artes liberales, adaptadas a las necesidades de la cultura
cristiana; el monje inglés Beda el Venerable es, hacia el año
700, el mejor representante de esa tradición monástica. Car-
norte de Francia un arte que los hombres del Renacimiento lomagno, que había comprendido la importancia de la es-
llamaron despecti~amente arte «gótico», es decir, «bárba- critura para cualquier renacimiento de la Iglesia o del Esta- &
ro»: arte francés por excelencia, nacido en el siglo XII en las do, trató de crear escuelas en las iglesias episcopales e"
ciudades del dominio real capeto, en Saint-Denis y en Pa- incluso parroquiales y hasta en su propio palacio. En el si-
rís, será adoptado a partir del siglo XIII por todo Occidente. glo X, junto a los grandes centros monásticos como Saint- Al
La catedral gótica es, ante todo, una suma arquitectónica Gall o Reichenau, brillan las escuelas episcopales de Colo- .,
cuyos constructores, mediante múltiples hallazgos técnicos
-como la bóveda sobre crucero de ojivas y el arbotante-,
nia, Utrecht, Reims, mientras que Italia mantiene la
tradición del derecho y del notariado. El papel esencial de e
e 204 BREVE HISTORIA DE EUROPA 11. LA C1VILlZACIÚN MEDIEVAl. 205
es escuelas episcopales fue reconocido por la reforma gre- surge con claridad la idea de que el latín no es ya la única
goriana. En 1079, Gregorio VII anima a cada obispo a man- lengua de cultura.
tener una escuela donde se enseñen las «artes literarias». En
• siglo XII, su funcionamiento está estrechamente controla-
~o por el canciller del obispo. Pero ya en algunas villas la Las lenguas nacionales
afluencia de maestros y de estudiantes y la amplitud de sus
Amas de reflexión -es la época de la querella de los *univer- No trataremos de enunciar aquí, a través de toda Europa, los
.les- impulsaban al mundo de las escuelas a franquear la primeros monumentos de las diferentes lenguas nacionales
, tutela episcopal. El siglo XIII conoce el triunfo de una nueva que se elaboraron durante la Edad Media. La cronología de
ástitución, la Universidad, donde florece el método de en- la formación de las hablas locales está aún muy confusa. Pue-
~ñanza perfeccionado en las escuelas a partir de la literatu- de decirse que, hasta las cercanías del siglo XII, mientras el la-
ra y del comentario de textos que crean autoridad: la esco- tín sigue siendo prácticamente la única lengua escrihl."~evolu-
_stica. ' cionan numerosos dialectos que pueden reagruparse en
Protegida por el Papado y por los poderes laiCOS,la Ulll- ----g-r-a-nmamIIIas hng\.pstIcas: lenguas eslavas, escanalnavas,
versidad es al mismo tiempo una federación de escuelas y germánicas, anglosaj,~,r, lenguas de oil y de oc, dialectos italia-
una corporación de maestros y estudiantes regida por esta- nos e ibéricos, van 'sirviendo de soporte a una literatura oral
~tos o p: ivilegios que le son propios. La enseñanza de las que se fijará por escrito en el transcurso de los siglos XlI y XIII,
artes libflales lleva a disciplinas superiores: derecho, medi- según las regiones, en forma de poesía épica (*cantares de
cina y, sobre todo, teología. Poco numerosas en el siglo XllI, gesta, sagas, nibelungos, cantar del Cid), de poesía cortés
As primeras universidades -París, Bolonia, Oxford, ..- se ca- (trovadores, troveros, rninnesi'nger) o del teatro. El siglo XIII
"'acterizan por el reclutamiento internacional de estudiantes puede considerarse, en conjunto, como el siglo decisivo du-
y profesores, favorecido por el empleo de una lengua co- rante el cual la lengua vulgar conquistó la mayoría de los gé-
8lún, el latín, En París, enseñan teología tanto el alemán AI- neros literarios y de las actas de la práctica cotriertt~; Tam-
_erto el Grande como el italiano Tomás de Aquino. En los bién es en el siglo XIII cuando se tiende a imponer, en ciertas
siglos XIV y XV, la institución se difunde por toda la Cristian- familias lingüísticas, un dialecto dominante: fráncico, caste-
a1ad latina, desde Coimbra a Praga, Cracovia o Uppsala. Esa llano, toscano, alto alemán ... En estas condiciones, es en los
.ifusión -que va acompañada por la del escrito y de la cul- últimos siglos de la Edad Media solamente y en los países
tura y, en definitiva, por la del Estado moderno cuyos cua- donde ha progresado la unidad lingüística, donde aparecen
.t,ros forman las universidades- es uno de los grandes logros los primeros autores cuya obra se identifica con el genio pro-
•. e la historia intelecwal de Occidente. Pero la medalla tam- pio de las diferentes naciones que van a constituir la Europa
bién tiene su envés. Los primeros descubrimientos del moderna, como Dante, Chaucer o Villon.
Renacimiento, en todos los campos, van a cuestionar los
_rincipios que habían asegurado la irradiación de las uni-
versidades en el siglo XIII. Llevan a denunciar el carácter pu- A diferencia del latín, las lenguas nacionales son elementos
ramente libresco de la enseñanza escolástica y la imposibili- de la división del Occidente cristiano. La catedral y la Uni-
_ad de poner la razón al servicio de la fe. Al mismo tiempo, versidad habían contribuido, por el contrario, a la unifica-
206 BREVE HISTORIA DE EUROPA 11. I.A CIVll.IZACIl')N ~IE!)IF.VAL 207 e
Que nadie sea admitido a la licenciatura en la citada Facultad,
ción de la civilización medieval. Siguen siendo para noso-
tros los testigos y los símbolos de un primer desarrollo de
Europa que alcanzó su apogeo en el siglo XIll. Pero, aproxi-
ni a los exámenes de Notre-Dame, ni a los exámenes de Sainte-
Genevieve, si no ha seguido, en París, los libros ya indicados, o,
e'
madamente en 1300, ese desarrollo parece comprometido en otro centro general de estudios, la física. el libro de la genera-
por casi dos siglos de tumultos y de dificultades de todo
tipo: ¿declive o crisis de crecimiento?
I
.~
J
ción y de la corrupción, el libro del cielo y del mundo, la pequeña
historia natural, es decir, los libros sobre los sentidos y la sensa-
ción, sobre el sueño y la vigilia, sobre la memoria y la reminis-
e
DOCUMENTOS
i
cencia, sobre la longitud y la brevedad de la vida; la mecánica, o,
si no sigue actualmente ese mismo libro, después de haber estu-
diado algunas obras de matemáticas;
e
1. Reforma de los estatutos de la Universidad de París (1366) I Que nadie sea admitido a la maestría en artes, sin haber segui-
do los libros citados anteriormente, y, además, la moral, especial-
mente la ética en su mayor parte, y los meteoros, al menos los
e
Por lo que atañe a la Facultad de artes, que es el fundamento de \
las demás, decidimos que los aspirantes al bachillerato y a la li-
cenciatura serán obligados a llevar capas o una muceta cuando
vayan a las escuelas, para las lecciones a oír, para los sermones,
I:
i
tres primeros libros sin ninguna dispensa posible;
Que nadie sea admitido a la licenciatura en un examen de la
Facultad, si 110 ha frecuentado las disputas de los maestros de
esa Facultad durante un año o' la mayor parte de un año, en el
e
sobre todo en la fiesta de Todos los Santos hasta el final del gran
ordinario, desde la fiesta de Saint-Rémi hasta el primer domingo
de cuaresma, a fin de que la Facultad sea honrada en ellos y sea
tiempo del gran ordinario, y si no ha respondido por lo menos en
dos disputas en presencia de varios maestros; \' que esté obligado
a informar de ello, mediante un certificado de los maestros dis-
e
reconocido su grado;
Que los escolares que asistan a las lecciones de la citada Facul-
tad se sienten en el suelo delante de sus maestros, no en bancos ni
en sillas elevados del suelo, siguiendo la costumbre siempre ob-
putantes, al canciller a quien competa la licenciatura que quiere
obtener;
Que, en las pruebas del examen de Sainte-Gegevieve, estén
e
i presentes cuatro maestros de cuatro naciones junto con el canci-
servada en las épocas más florecientes de la Facultad, a fin de
preservar a la juventud de toda ocasión de orgullo;
En virtud de nuestra misma autoridad especial, decidimos que tl
ller o el subcanciller, después de haber prestado juramento ante
la Facultad, de que examinarán lealmente, admitiendo a los dig-
e
nos y rechazando a los indignos, de la misma forma que hay cua-
e
los escolares, antes de ser admitidos a establecerse en la Facultad
de artes, serán convenientemente instruidos en la gramática, y \ tro maestros elegidos y juramentados para los exámenes por el
habrán seguido el Doctrinal y los Principios del griego, con tal '¡ canciller de Notre-Dame;
\
que estos libros sean leídos en las escuelas o en los lugares donde ( Decidimos que el canciller de Sainte-Genevieve será y deberá
hayan estudiado la gramática;
Que hayan seguido todo el antiguo plan de instrucción, la obra
de los Tópicos, cuatro libros, y los Elenchi, los primeros o los últi-
(
{
i
\
,
ser un canónigo maestro en artes de esta iglesia, si lo hay, y que
prestará juramento ante la Facultad, que entregará la licencia-
tura siguiendo el mérito de las personas y el testimonio de los
e
mos completamente, y el libro del Alma, en todo o en parte;
Que nadie sea admitido a establecerse en la Facultad de artes si
no ha estudiado en París por lo menos dos años, quedando
f
I
\
maestros examinadores. Si, por el contrario, no hay canónigo
en esa iglesia que sea maestro en artes, el canciller que debe
pertenecer a ese monasterio tendrá que elegir a un maestro en
e
prohibida cualquier dispensa; ,
I
teología, que prestará juramento entre sus manos, en presencia
e
e 208 BREVE HISlUH.IA DE EUROPA 11. I.A UVILlZACIÜN MEDln.Al
209
e de la Facultad, de entregar
más arriba.
la licencia según el modo indicado es el herrero. Esta mi habla vulgar fue concausa con mis padres,
que en ella hablaban, así como el fuego es el que prepara el hierro
al herrero que hace el cuchillo, por lo cual es evidente que ha con-
e
con él me fue enseñado, el cual latín me sirvió después de medio
Los primeros estatutos conservados de la Universidad de París da-
para seguir más adelante. Y así está claro, y por mí reconocido,
tan de 1215, pero luego fueron revisados periódicamente. El pasaje
que la lengua vulgar ha sido para mí un grandísimo bienhechor.
extraído, consagrado en 1366 al funcionamiento de la Facultad de
También ha sido compañero mío en el deseo, y esto lo puedo
-e
ras y aumentadoras de amistad, de todo lo cual se infiere que no
cual se quieren todas las demás, y todas las demás se quieren por
perfección de quien las quiere. Por lo cual, dado que el hombre
I solamente amor, sino amor perfectísimo, es el que yo debo tener
y tengo por él.
tiene dos perfecciones, una primera y otra segunda -la primera, \
que le hace ser; la segunda, que le hace ser bueno-, si el habla
DANTE, Convite, 1, 13, trad. de José Luis Gutiérrez García, Obras completas
propia me ha sido causa de la una y de la otra, he recibido de ella
de Dante Alighieri, BAC, Madrid, 1973 (3." edición), págs. 586-587
un beneficio muy"grande. Y que el habla propia haya sido para
mí [causa de ser e incluso causa de ser bueno], si por mí mismo
yo no lo fuese, puedo demostrarlo brevemente.
Aunque el latín sigue siendo la lengua de la Iglesia y de la Univer-
e No es [imposible, como dice el Filósofo en el libro segundo de
la Física] que una cosa tenga varias causas eficientes, aunque una
sea mayor que las otras; de aquí que el fuego y el martillo sean
sidad, las poblaciones de finales de la Edad Media se exp'resan en
lengua vulgar. Dante dio su carta de nobleza al italiano.
210 e
e 212 BREVE HISTORIA DE EUROPA 12. LOS Ti F'\l pos DI riu LES
213
a noroeste.de E~ropa; g~erras italo-aragonesas ~~r el control la a.usen.ci~ de oleadas. turcas lo que permite al emperador
•• del Medlterraneo occidental; guerras hanseatIcas con los Alejo eliminar los peligros normandos. La Anatolia turca
reinos escandinavos por el control del Báltico; reacción esla- está dividida en pequeños emiratos rivales cuyos guerreros
a va al expansionismo germánico, simbolizada por la victoria no cesa de utilizar el Imperio en los conflictos a que debe en-
•• de Tannenberg, en 1410, del rey de Polonia Ladislao 111so- frentarse a lo largo de los siglos XII, XIII Y XIV. Pero los turcos
bre los caballeros teutónicos (el siglo xv es el siglo de una aprovechan las guerras intestinas para erigirse en árbitros de
a gran tentativa polaca y lituana de unificación del mundo es- la situación y obtener en 1352 fortalezas en el Quersoneso, en
•• lavo). Por otro lado, en el seno de tales espacios, las quere- Tracia, desde donde saquean el país. Con la llegada al poder
llas de sucesión y las disputas entre fuerzas centralizadoras y del sultán Murat 1, en 1362, los turcos otomanos hacen de la
a fuerzas centrífugas llevan a verdaderas guerras civiles: Ar- conquista del Imperio su objetivo prioritario. Para ello, en
•• magnacs y Bourguignons en Francia, guerra de las Dos Ro- 1365, Murat hace de Adrianópolis, llamada Edirna, la capital
sas en Inglaterra, enfrentamientos entre sí de las ciudades del nuevo Imperio otomano en formación. _
italianas y de los reinos ibéricos ... Por último, todo esto no Tras el fracaso de la organización de una cruzada «contra ~\
-e
latos que se hicieron en Occidente. Su hijo y sucesor Bayace-
Hay que remontarse a la segunda mitad del siglo XI para ver to mandó ejecutar a toda la nobleza serbia en el campo de
concretarse en Oriente la amenaza turca. Llegadas a las batalla e impuso a los últimos principados autónomos el
puertas del Imperio en el siglo X, estas bandas turcas, forma- pago de tributos.
das por paganos o musulmanes recién convertidos, organi- El último esfuerzo occidental se estrella en el campo de
zan expediciones ~ermanentes y devastadoras sobre el terri- batalla de Nicópolis, en 1396: a partir de ese momento, la
torio imperial. El emperador bizantino Romano Diógenes caída de Constantinopla parecía inminente. Se precisa la
decide intervenir y se pone al frente, en dirección a Asia Me-
e
brusca intervención de los mongoles de Tamerlán y el en-
nor, de un ejército heteróclito, que sufre un desastre en frentamiento de las dos mayores potencias militares de la
Mantzikert (1071).
época, turcos y mongoles, cerca de Ankara para retrasar
No obstante, el verdadero peligro para Bizancio no proce- la caída de Constantinopla. La victoria de Tamerlán, y la
e de de los turcos, sino más bien de los normandos. Es además muerte de Bayaceto, en 1403, ofrecen veinte años de respiro
214 HHt:VE HISTORIA DE EUROPA
-el
han dejado de existir. Sobre las dos orillas del Bósforo se
instala el poder de los turcos otomanos. Mehmed 1I manda
Las crisis
_:1
transformar inmediatamente Santa Sofía en mezquita. Se- Las crisis de finales de la Edad Media fueron estudiadas so-
guirá siéndolo hasta 1935.
Sin embargo, la ortodoxia no desaparece y el patriarca de
Constantinopla, nombrado a partir de ese momento por el
sultán turco, no deja de ser el patriarca ecuménico. Es él
quien permite que la ortodoxia helénica no sólo continúe vi-
viendo en el seno del Imperio turco, sino también que con-
serve un papel dirigente en el seno de la comunidad de los
/~:
}
(
bre todo en el oeste, donde se observan subidas periódicas
de precios y salarios unidas a epidemias y carestías, con su
séquito de alteraciones y de mortandades. Ocultan un fenó-
meno espectacular, la baja secular del precio de los cereales
y de la tierra, vinculada a la depresión demográfica que en-
gendra baja del consumo y escasez de la mano de obra.
También aquí se trata de un fenómeno que afecta al conjun-
-.-
Estado~ ortodoxos.
La herencia del Imperio romano ele Oriente no podía
to de los campos europeos. cuyas manifestaciones más es-
pectaculares son esos abandonos de tierra y deserciones de e
-
sino int1uir sobre el nuevo Imperio otomano. En particu- aldeas - Wüstungen, lost villages, despoblados ...- caracte-
lar, muchas estructuras políticas se inspiraron directamen- rísticos del principio de la era moderna. Pero los amos del
te en las antiguas instituciones romanas. Pero la aporta- suelo aportaron a este fenómeno general respuestas muy di-
ción esencial de Mehmed II fue la instauración de una pax ferentes de un extremo a otro del continente, con conse-
ottomanica en regiones que, desde el siglo XIII, no habían cuencias duraderas para la economía y la socied~d europeas.
"
conocido más que guerras civiles y bandidaje. No hay duda Muy esquemáticamente puede decirse que en el este, desde
de que fue un elemento esencial de la integración de las po- Alemania oriental hasta Rusia, compensaron sus pérdidas
--
blaciones cristianas en el nuevo imperio musulmán. No mediante un proceso general de esclavitud del campesina-
obstante, la vinculación al modelo político bizantino no es do: la esclavitud durará en Rusia hasta el siglo XIX ... En el
algo exclusivo de los turcos. Los pueblos que componen la sur, desde Andalucía hasta Sicilia y Calabria, aceleraron el
comunidad de los Estados ortodoxos, a partir del siglo XVI, fenómeno de deserción formando inmensos dominios de
tratarán de afinpar su herencia de la gran civilización desa- tipo latifundio, entregados a la agricultura extensiva y a la
parecida. Entre éstos figuran los rusos, que, en 1480, se li- ganadería trashumante: ahí tenemos las raíces del Mezzo-
-e
beran del yugo mongol. También los clérigos de la Iglesia giorno italiano; de igual modo, en España los rebaños de
rusa desde principios del siglo XVI impulsarán a los gran- ovejas de un todopoderoso sindicato de ganaderos, la Mes-
des príncipes de Moscú a afirmar a un tiempo su legitimi- ta, acaparan vastos territorios de recorrido. Por último, en
dad dinástica romana, estableciendo la filiación augustea el oeste, pusieron en práctica soluciones múltiples, desde la
de la dinastía de los Riurikides, y su adhesión al ideal im- mejora de la gestión señorial hasta la búsqueda sistemática
e 216 HKEVE HISTORIA DE EUROPA 12. LOS TIEMPOS DIF1Cll.ES
217
e El campo y la ciudad
rra de los Cien Años; a la pañería flamenca, víctima de su
propia esclerosis y de la evolución de la moda. Pero, a través
de estas crisis, avivadas por una penuria monetaria cada vez
e
HRE\'/: HISTORIA DE EUROPA 11. LOS T1E~I~OS DI flCI LES
219
mientras que portugueses y castellanos se lanzan a los gran- Las dificultades sociales
des descubrimientos africanos y americanos.
En el origen de una gran parte de estas actividades se en-
cuentran los mercaderes, sus capitales y sus técnicas, y ante
todo los mercaderes italianos y alemanes. Son ellos quienes
El final de la expansión y los inicios de la recesión provocan
en el siglo XIV los disturbios más espectaculares, que se pro-
longan en el contexto difícil del siglo xv. El malestar campe-
e
controlan las industrias nacientes: la nueva pai1ería, las sede-
rías italianas, los fustanes alemanes. Pero también la indus-
tria minera en Alemania yen Bohemia. Y, además, las cons-
sino, generalizado, se traduce primero en explosiones vio-
lentas: sublevaciones de campesinos flamencos en 1322, de
los jacques en i1e-de-France en 1358, de los «trabajadores»
e
trucciones navales. El arsenal estatal de Venecia, que pone
sus barcos a disposición de los mercaderes, es a finales de la
Edad Media la mayor empresa europea. Y en los astilleros
ingleses en 1381... Luego aparecen, sobre todo en el siglo xv,
movimientos de resistencia más larga, como el de los cam-
pesinos remensas de Aragón o el de los campesinos escandi-
e
'.¡":
portugueses, las combinaciones de técnicas procedentes del
Mediterráneo y de los mares del norte permiten conseguir
nuevos tipos de navíos, entre ellos la carabela, destinados a la
gran navegación atlántica. En 1487, Bartolomé Días franquea ij'1
navos -en 1438, los campesinos finlandeses proclaman un
«rey de campesinos»-, preámbulos de la gran rebelión de
los campesinos alemanes en el siglo siguiente. También a
e
veces, para escapar de los impuestos y las requisas, los cam-
el cabo de Buena Esperanza. En 1492, Cristóbal Colón llega a
América. Al mismo tiempo ha aparecido una industria nue-
va, la imprenta. Entre 1450 y 1455 Gutenberg utiliza por pri-
~'
~
~
pesinos se lanzan al monte y forman bandas que saquean y
despojan amplias regiones; o también son soldados sin em-
pleo los que forman tropas de «desolladores».
e
mera vez los caracteres móviles. Comparadv con el de las
universidade~, el mapa de los primeros centros de imprenta,
ante todo alemanes e italianos, ilustraría a su vez el desplaza-
Los motines urbanos no son menos violentos. A menudo
los conocemos mejor, y en su enumeración desfilan las prin-
cipales ciudades de Europa: París con las explosiones de
e
miento hacia el este de los centros vitales de Europa. Pero,
sobre todo, con la producción de cerca de 20.000 millones de
*incunables antes de 1500, la imprenta, signo y medio de di-
1358 (Étienne Marce)), 1381 (los Mai/lotins) y 1413 (la Ca-
boche); las ciudades flamencas: Brujas y Gante sobre todo;
Londres en 1381. En Italia, la revuelta de Cohr di Rienzo en
e
fusión de un nuevo nivel cultural, va a revelarse como uno de
los instrumentos más seguros del florecimiento del Estado
moderno y de la supremacía europea.
Roma en 1347, la de los Ciompi en Florencia en 1378; las
ciudades alemanas ... En todas partes, el descontento espon-
táneo de los más desfavorecidos es explotado luego en su
e
Una crisis de sociedad
provecho por una fracción de la burguesía que aspira a aña-
dir el poder político a su poderío económico. Finalmente,
en el siglo xv, en Europa central, la revolución *husita de
e
Bohemia traduce, junto a exigencias sociales y nacionales,
Pero tales alterílciones no dejan de ir acompañadas de sacu-
didas sociales y políticas.
un creciente malestar religioso en la Cristiandad latina.
e
e
-'~~:~:,.~=."..'S ==~~~~~
..""4'~:,, ••- :':-'CJ"-P:W",.!,#'_=."'~::!:4'!!-~:!!-=.~:!:::::::;;="=~=.
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e
e 220 BREVE HISTORIA DE EUROPA
t~ 12. LOS TIEMPOS D1FIClLES 221
l'
f
do de las crisis, considera sin embargo que esta reforma es
urgente. Se subrayan a porfía sus defectos, su absentismo, la
~
e La Europa medieval era rural y cristiana. Sacudida por la crisis
agrícola, es zarandeada además por una crisis religiosa que
afecta a las instituciones eclesiásticas y a la expresión misma
de la fe. Nunca la necesidad de la unión de las Iglesias griega y
:~
*
'~
á;
ignorancia del bajo clero, la politización del alto clero. La
actitud de los pensadores y los teólogos, dominados ahora
por la escuela de Oxford, aviva esa crisis de confianza. Unos,
discípulos de Roger Bacon (t 1294), se atienen al testimonio
K
i-'
única fuente de la fe y ponen en duda el valor de los sacra-
mentos y la utilidad del clero. En su búsqueda de un camino
personal hacia Dios, se unen a la corriente mas popular y
e
--:1-
tión de la supervivencia y de la organización de la Cristiandad ! más ortodoxa de piedad individual y de mistiCismo, difun- "
ortodoxa. Pero la crisis de la Iglesia latina no es menos aguda. dida por Europa a partir del valle del Rin y de los Países Ba-""
Tras los grandes éxitos del siglo XIII, la *teocracia pontificia se jos: la devotio moderna. Porque esa época difícil es ti n tiem- '
j
e enfrenta, hacia 1300, a las veleidades de independencia de los
sobl'ranos de Occidente, el rey de Inglaterra o el rey de Fran-
cia, que inflige a Bonifacio VIII la humillación del *Atentado
po de gran fervor.
de Anagni. Pero los papas deben contar también con los tu- Hacia el Estado moderno
e multos romanos. Replegado en Avifí.ónde 1309 a 1377, el Pa-
pado ve cómo se altera su carácter universal y acaba tranfor- Las dificultades del Papado pueden compararse con I~s del
mándose en una monarquía de tipo francés. Tras su regreso a Imperio. Tras el fracaso de Federico JI yel Gran Interregno
-e
mente el problema de la autoridad en la Iglesia -¿quién debe nes italianas y universales. En 1356, Carlos IV fija, mediante
tenerla?, ¿el papa o el pueblo cristiano representado por un la Bula de Oro, las reglas de un sistema imperial puramente
concilio? - y el de la reforma de la Iglesia «en su cabeza y en sus germánico que se basa en la elección de siete príncipes-elec-
miembros», según la expresión consagrada. La primera mitad tores, de los cuales sólo uno, el rey de Bohemia, no es ale-
del siglo xv está marcada, en Constanza y en Basilea, por el mán. Este carácter se acentúa en el siglo XV, cuando la coro-
éxito de los com:ilios y de las doctrinas conciliares. Más ade- na se fija en la familia de los Habsburgo y se apoya en sus
lante, los papas, liberados de esa amenaza, se repliegan sobre estados patrimoniales: un repliegue que favorece la emanci-
Hungría, Alfonso el Magnánimo en Nápoles, los Médicis en la conservación de la sanidad, y asimismo se ordenaron muchas y
Florencia, los Sforza en Milán, los Este en Ferrara ... encar- diversas procesiones para suplicar humilde}' devotamente la mi- ••
nan con más o menos fortuna este nuevo modelo pohtico, sericordia de Dios, procesiones que se hicieron con gran devo- ..,
pronto descrito por Maquiavelo. ción. No habiendo sido capaces todas estas obras de carácter
divino y humano de impedir su avance, al principio de la prima- ••
vera de aquel año dicha epidemia comenzó de modo horrible a .,
Con las ciudades italianas, llegamos al último fermento de mostrar sus dolorosos efectos, aunque no de aqy,ellamisma ma-
transformación, pero también de unidad, de Europa a fina-
les de la Edad Media: el fenómeno cultural que es el espíritu
del Renacimiento. Aparecido en el siglo XIV en Italia, en ple-
nera como se había manifestado en los países orientales, donde
e
que a uno le saliese sangre por las narices era manifiesta señal de
su muerte. En cambio, en Florencia, tanto a los hombres como a
na floración intelectual y artística en el siglo XV, inunda en las mujeres les salían en las ingles o bajo la tetilla izquierda unas
sucesivas oleadas a toda Europa. ampollas hinchadas, algunas de las cuales crecían hasta ser tan ••
grandes como un huevo, y a las que el vulgo dio el nombre de ••
gavoccioli. Y después la enfermedad se comenzó a manifestar en
DOCUMENTOS forma de manchas negras que salían en los brazos y en las pier- ••
nas; y aquellas manchas, como las llamadas gavoccioli, en cual- ••
1. La peste negra en Florencia (1348) vista por Boccaccio quiera que se mostrasen, sin ninguna duda eran mortales, y a su
curación no valían, ni parecían aprovechar a nadie, ni remedios
Digo, pues, muy amadas señoras, que habían llegado ya los años de medicinas, ni la aplicación o experiencia de los médicos, seae
de la fructífera encarnación del glorioso Hijo de Dios al número porque la naturaleza o mala índole de la enfermedad no tolerase
de mil trescientos cuarenta y ocho, cuando a la egregia ciudad de ninguna curación, sea por ignorancia o poco saber de los médi-
e
e 224 HREVE HISTORIA DE EUROPA
12. LOS TI Ei\WO's UIHclI.ES
225
e ron los que sanaron de los que así enfermaban. sino que casi to-
dos aquellos en quienes aparecían tales sei'lales. sin tener
calentura ni otro accidente alguno. morían dentro del tercer día.
mundo no había siervos y que nadie podía convertirse en ellos,
salvo si era culpable de traición hacia su sei'lor, como Lucifer res-
pecto a Dios; pero no eran de esa naturaleza, por no ser ni ánge-
e glos- que se "bate sobre Italia a finales de 1347 y. desde ahí, se di-
funde en unns pocos años por todo el continente: la peste negra es
un azote a escala europea. En este contexto, el escritor italiano
bras, había estado varias veces en las prisiones del arzobispo de
Canterbury. Porque ese John Ball tenía la costumbre, los domin-
gos después de la misa, cuando lodo el mundo salía de la iglesia,
-e
nosotros? ¿En qué lo han merecido? ¿Por qué nos tienen en servi-
ciudad viene precedida de una descripción de la célebre epidemia dumbre? Y si todos procedemos de un padre y de una madre, de
donde, junto a aspectos clínicos de la enfermedad, se ponen parti- Adán y de Eva, ¿en qué pueden decir y demostrar que son más
cularmente de relieve su carácter inexorable y la impotencia de los sei'lores que nosotros, si no es porque nos obligan a ganar y a tra-
médicos y de las autoridades ante la catástrofe. Los contemporá- bajar para lo que ellos gastan? Van vestidos de terciopelo y de
neos adelantaron la idea de una mortandad que alcanzó a un ter- seda de doble forro y de petigrís, mientras que nosotros vamos
cio de la poblaciÓtn. Incluso si se admiten hipótesis más bajas, de vestidos con malos tejidos. Ellos tienen vino, especias y buen
una cuarta o una quinta parte, la sangría demográfica causada pan, mientras nosotros tenemos centeno y paja y bebemos agua.
e
por la peste negra se cifra en millones de personas en el marco de Ellos descansan en hermosas mansiones mientras nosotros tene-
Europa.
mos el pesar y el trabajo, la lluvia y el viento en los campas; y es
de nosotros y de nuestro trabajo de los que reciben su condición.
e
Nos llaman siervos y nos golpean si no hacemos rápidamente su
servicio; y no tenemos ningún soberano al que podamos quejar-
226 BREVE HISTORIA DE EUROPA 12. LOS TIEMPUS DIFIClLl..'l
227 e
nos y que quiera escucharnos y defender nuestro derecho. Va- Dejando, pues, a un lado las cosas imaginadas a propósito de
mos a buscar al rey, es joven. Mostrémosle nuestra servidumbre
y digámosle que queremos que las cosas sean de otro modo o
que, en caso contrario, nosotros les pondremos remedio [... ]».
un príncipe, y discurriendo acerca de las que son verdaderas
sostengo que todos los hombres cuando se habla de ellos -y es-
pecialmente los príncipes, por estar puestos en un lugar más
e
ClJroniques de Jean Froissart. edición de G. Raynaud. t. 10. París. 1897.
págs. 94-97
elevado- son designados con alguno de los rasgos siguientes
que les acarrean o censura o alabanza: uno es tenido por liberal,
otro por tacaño (me sirvo en este caso de una palaora toscana
e
Los años 1378-1382, los de las generaciones nacidas inmediata-
r
porque en nuestra lengua avaro es aquel que por rapiiia desea
acumular, mientras llamamos tacaño a aquel que se abstiene en
demasía de usar 10 que tiene); uno es considerado generoso,
e
mente después de la peste negra. fueron en toda Europa, tanto en
e
otro rapaz; uno cruel, otro clemente; uno desleal, otro fiel; uno
la ciudad como en el campo, «aliaS revolucionarios». Entre estas
rel'lleitas, la de los «trabajadores ingleses», surgida en las ricas tie-
! afeminado y pusilánime, otro fiero y valeroso; el uno humano,
el otro soberbio; el uno lascivo, el otro casto; el uno Íntegro. el
rras de Kent, se extiende a toda la cuenca de Londres ya la capital r otro astuto; el uno rígido, el otro flexible; el uno ponderado,
misma, antes de ser aplastada por una violenta reacción aristocrá-
tica dirigida en nombre del rey nicardo Il. Muy hostil al movi-
miento, el cronista lean Froissart subraya sin embargo en este tex-
l el otro frívolo; el uno devoto, el otro incrédulo, y así sucesiva-
mente. Yo sé que todo el mundo reconocerá que sería algo dig-
no de los mayores elogios el que un príncipe estuviera en pose-
e
to la condición particularmente dura de la servidumbre en
lnglaterra. Insiste en el papel de los predicadores errantes o «po-
bres sacerdotes» (poor priest) entre las poblaciones. Se hace eco
sión, de entre los rasgos enumerados, de aquell<ls que son
tenidos por bueno"_ Pero, puesto que no se pueden tener ni ob-
servar enteramente ya que las condiciones humanas no lo per-
e
sobre todo de las reivindicaciones igualitarias completamente nue-
miten, le es necesario ser tan prudente que sepa evitar el ser ta-
vas que otro cronista, un monje inglés de la abadía de San Alban,
resumió en forma de una pregunta: «Cuando Adán cavaba y Eva
hilaba, ¿quién era entonces gentilhombre?».
chado de aquellos vicios que le arrebatarían el Estado y
mantenerse a salvo de los que no se lo quitarían, si le es posible;
e
pero si no le es, puede incurrir en ellos con meno~ miramientos.
e
228 BREVE HISTORIA DE EURUPA
e
e
13. La civilización del Renacimiento e
Durante el siglo xv y en los inicios del XVI, tres series de aconteci-
mientos contribuyen a modificar profundamente los datos de la
e
vida en Europa: los grandes descubrimientos marítimos, realiza-
dos por portugueses y españoles, cuyas consecuencias repercuten
paulatinamente en la economía del Viejo Continente; el desa-
e
rrollo del humanismo y del Uel/acimiento artístico en Italia y su
difusión por toda Europa, gracias especialmente a la imprenta;
la reforma religiosa, reclamada por todos, pero que, por no ha-
ber sido emprendida por la Iglesia romana, se hace pronto sin
e
ella e incluso contra ella, provocando el desgarramiento de la
unidad cristiana. e
Los grandes descubrimientos
e
¡
~
t;1;
.'
Los fines y los medios
e
Desde el siglo XIV, Europa sufre una penuria cranica de me-
tales preciosos que la reconstrucción pO,sterior a 1450 no
hace sino agravar, con la expansión de la población, el desa-
rrollo de los intercambios comerciales, el progreso del lujo
e
entre las clases superiores de la sociedad y los gastos de los
príncipes. La plata extraída de las minas de Europa central y
el oro procedente sobre todo del golfo de Guinea no pueden
e
hacer frente a ese incremento de las necesidades. Por eso los
portugueses elaboran el proyecto de acceder directamente al
oro guineano bajando a lo largo del litoral africano hasta la
e
«costa del oro». Más tarde, Colón y todos los descubridores
estarán animados también por esa obsesión por el metal do-
rado del Catai y de Cipango (la China y el Japón de Marco
e
Polo) y del país de Eldorado. La sed de oro, metal indispen-
231 e
e 232 BREVE HISTORIA DE EUROPA 13. LA C1VILJZAC!()N PEl. RE1\AUMIENTO
233
e gobernalle de codaste y de la brújula, invención china intro- Bahamas, convencido de haber llegado a Asia. Durante los
234 HREVE HISTO~IA VE EUROPA 1.1. I.A CIVII.lZACION DEL RENACIMIENTO
235 e
tres viajes que luego emprende, aborda algunas de las islas
antillanas y el litoral americano. Muere en Valladolid sin
sospechar, al parecer, que no había alcanzado las Indias de ~ il
riqueza de las Indias españolas y por consiguiente de su me-
trópoli.
Las consecuencias de los grandes descubrimientos en
e
e
Asia, sino que había descubierto un mundo desconocido Europa son considerables. Por vez primera, la economía
hasta entonces por los europeos. Sin embargo, la verdad se europea, limitada a finales del siglo xv al Viejo Continente,
descubre enseguida y, en 1507, un cartógrafo bautiza a ese con los dos focos del norte de Italia y de los Países Bajos,
Nuevo Mundo como América, con el nombre de un nave-
gante sucesor de Colón, Amerigo Vespucci. En 1521-1522,
la expedición emprendida por Magallanes, portugués al ser-
.-,•• estalla y alcanza las dimensiones del mundo. El primer as-
pecto de ese estallido es la promoción de la fachada atlánti-
ca de Europa, con Lisboa y Sevilla controlando, cada una
e
f1•,,,
¡
vicio de España, y que finalizará su lugarteniente Elcano, por su parte, este tráfico mundial, mientras Amberes, el
e
• f
contornea por el sur el continente americano, atraviesa el gran puerto de los Países Bajos espaíioles, asegura la redis-
océano Pacífico y regresa a Europa por el cabo de Buena Es- t'! tribución de los productos coloniales hacia el resto de Eu-
peranza, aportando la prueba experimental de la esfericidad ropa. Esa promoción de los puertos atlánticos no significa
de la tierra.
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ff~
por ello la decadencia inmediata e irremediable de los puer-
tos mediterráneos, aunque postule a corto plazo su relativo
declive.
e
Las consecut:l1cias de los grandes descubrimientos
•e
la pureza de las Escrituras y del mensaje evangélico.
Sevilla y los beneficios portugueses del comercio de Asia en-
riquecen al resto de Europa . El movimiento nace en Italia con Petrarca (1304-1374) y
florece en el siglo xv, particularmente en Florencia, capital
del humanismo en la época de Lorenzo de Médicis (1449-
El humanismo yel Renacimiento artístico 1492), que reúne a su alrededor algunos de los mayores in-
genios de la época, como Marsilio Ficino y Pico de la Mirán-
e
Nacimiento y difusión del humanismo
e
/0' ,ruddo,. pdm,'O d,/I"m,. qu, d"d," ';glo XIV h"'ta lo,
inicios del XVI, honran el estudio directo de las letras_anti__
guas -hebXaicas.-griegaS;-hrtinas_, en las que apoyan una
concepción del hombre y del mundo. A pesar de su certi-i
J
•....
•
j
'.j
I
ropa poseen una o varias imprentas. Vehiculadas por el la-
tín, lengua común a todos los europeos cultivados, las ideas'
humanistas se difunden, más_al1<Lde-las-éuclarles--Tratianas,
ocio el continente, desde España a Hungría, desde ln
glaterra a Polonia. Erasmo de Rotterdam (1469-1536) es el
e
--e
legiada llamada a realizar los designios de Dios, gracias a la
la tolerancia, se produce la ruptura de la Unidad cristiana yel
razón ayudada por la gracia divina. Esa intervención de
inicio de las guerras de religión con sus hogueras y sus ma-
la gracia, dada a todos, no obstaculiza la libertad humana,
tanzas. En otro plano, el balance del humanismo parece ne-
porque el hombre es fundamentalmente bueno, libre y res-
gativo. La admiración incondicional consagrada a los gran-
ponsable. Libertad, felicidad, belleza, respeto de sí mismo:
des sabios de la Antigüedad, desde Aristóteles a Ptolomeo y
ésos son los gr'andes valores de una moral individual que
a Galeno, tiene efectos paralizantes, condenando de ante-
desemboca en una moral colectiva basada en la tolerancia y
-
de las intuiciones de un Leonardo da Vinci. Sólo el *helio-
centrismo de Nicolás Copérnico (1473-1543), que choca con
el *geocentrismo de Ptolomeo y de las Escrituras, representa
un avance decisivo: pero es condenado por los teólogos y re-
futado por los sabios.
da de todo. Tanto en un caso como en otro, el modelo es la
Antigüedad descubierta de nuevo. El largo período que va
de 1420 aproximadamente a 1580 o 1600 asiste a una extra-
ordinaria floración de obras maestras llamadas a servir de
referencias irrefutables a todos los artistas europeos hasta
principios del siglo xx. Ese arte clásico se basa en la belleza y
-e
--
Finalmente, el ascenso de las lenguas y de las literaturas
nacionales constituye, hasta cierto punto, un fracaso del hu- t en la simetría: la atención que se concede a la composición,
I
manismo. Cierto que los grandes escritores que, en varios ya se trate de un palacio, de una estatua o de un cuadro, el
países europeos, toman la decisión de expresarse en lengua escalonamiento regular de los *«órdenes» tomados de la
«vulgar», comparten la misma admiración por la herencia Antigüedad o el respeto a las proporciones ideales del cuer-
Il
de la Antigüedad y consideran a los autores griegos y latinos po humano, son otros tantos medios técnicos para traducir
no sólo como maestros de pensar, sino también como mo- esa simetría y esa belleza. Además, junto a los temas religio-
delos de composición y de estilo con los que tratan de rivali- sos, siempre predominantes, escultura y pintura se abren a
zar. Pero su voluntad de apoyarse en una lengua y una cul-
tura nacionales marca una ruptura con el cosmopolitismo
los temas profanos: el paisaje -con utilización de la perspec-
tiva- y el retrato ocupan un lugar cada vez más destacado en el
-e
de los humanistas, que estaban unidos por un ideal común, í las artes plásticas. Pueden distinguirse tres etapas: el renaci-
pero además por una lengua común, el latín. Ariosto y :\11a- miento flllrentino del Quattrocento (1420-1500), con el ar-
quiavelo en Italia (después de Dante, Petrarca y Boccaccio quitecto Brunelleschi, constructor del domo de Santa Maria
en el siglo XIV), Rabelais, Ronsard y Montaigne en Francia, dei Fiore, el pintor Masaccio, el escultor Donatello, y, a final
Camoens en Portugal, Cervantes en España, Shakespeare en de siglo, los grandes pintores Botticelli y Leonardo da Vinci;
Inglaterra «defienden e ilustran» la lengua «vulgan> de sus el renacimiento romano (1500-1530), con el inicio de la re-
países respectivos. Sin embargo, aunque el humanismo haya construcción de la basílica de San Pedro de Roma y las obras
--
hecho, en parte, poco camino en el siglo XVI, lo esencial de de Rafael y de Miguel Ángel, arquitecto, pinto~y escultor; y,
sus métodos y de sus ideales influyó en la enseñanza de las por último, el manierismo (1530-1580), caracterizado por la
universidades y sobre todo de los colegios: las «humanida- imitación, no servil (cada artista introduce su «maniera»),
des» van a constituir hasta el siglo xx el aprendizaje obliga- pero algo académica, de las obras precedentes.
torio de todo europeo cultivado. Desde finales del siglo XV, la publicación, gracias a la im-
prenta y al grabado sobre cobre, de grandes tratados ilustra-
-
dos, la estancia fuera de Italia de artistas llamados por los
El Renacimiento artístico soberanos y los viajes diplomáticos y militares a la península
,
contribuyen a la difusión por toda Europa de los modelos
Italia no es sólo la cuna del humanismo, también lo es del italianos. No obstante, esta difusión presenta dificultades,
Renacimiento artístico que está íntimamente vinculado a
aquél; de la misma forma que para el humanista la exalta-
ción de lo bello es inseparable de la exaltación de lo verda-
resistencias o adaptaciones que varían según los países, en
función de las tradiciones propias de cada uno de ellos. Por
ejemplo, en los Países Bajos la influencia italiana choca con
e
dero, para el artista del Renacimiento, el hombre es la medi- la existencia, en el siglo XV, de un arte nacional rico e inno-
___J e
e 240
BREVE HISTORIA DE EURoPA
13. LA l:JVIUZACl()N DEL RE:\ACL\IlL'\Tt f
241
e Las reformas religiosas Martin Lutero (1483-1546), monje del convento alemán de
Wittenberg, en Sajonia, adquiere la convicción¡ a través de la
El deseo de reforma lectura de ciertos escritos de San Pablo y de San Agy~tín,_d,
•• ~------------------------ -----_.. , que las obras humanas (y con mayor motivo las *indulgen-
•. Desde mediados del siglo XIV una serie de cataclismos y del cias) no juegan ningún papel en la salvación individual: sólo
pruebas sacud~ a la .Cristian.da~. La Gran Peste de 1348 y sus I la fe en Dios puede hacer al h.ombre justo y salvarle. De este
•• numerosas epIdemIas subsIguIentes, la Guerra de los Cien" modo responde a la expectativa de muchos de sus contem-
• Años y su s¿quito de miserias, las desgracias que han gOI-f poráneos. Asimismo estima que todos los cristianos son
peado la cabeza misma de la Iglesia, con el Gran Cisma y los iguales por el bautismo y que por tanto todos son sacerdotes
a conflictos entre papas y concilios, fueron para muchos una (es el sacerdocio universal). Rechaza de este modo la supe-
•• especie de castigos de Dios y anuncio de desgracias todavía rioridad espiritual del papa, de los obispos y del clero en ge-
mayores. Se crea un clima de miedo colectivo, mayor que el neral. Por último, a la vez que reconoce cierto valor a la
e
al protestantismo o de su fidelidad a Roma.
humanista en favor de la libertad que Dios ha concedido al hom-
bre. Pico de la Mirándola muere a los treinta y un arIOS,sin duda
envenenado por su secretario.
DOCUMENTOS
i,
e El Arquitecto Supremo eligió al hombre, criatura de una natura-
leza imprecisa y, situándole en el centro del mundo, se dirigió a él
en estos términos:
.~
t
Cristianísimos y muy altos y muy excelentes y muy poderosos
prínci pes, Rey y Reina de las Españas y de las islas de la mar, Nues-
tros Señores, este presente año de 1492, después de Vuestras Alte-
e nes que desees. La naturaleza de todas las demás cosas está limita- por fuerza de armas vi poner las banderas reales de Vu~stras Alte-
da y contenida en el seno de las leyes que les hemos prescrito. Tú, a zas en las torres de la Alhambra, que es la fortalez<rtle la aicha ciu-
quien ningún límite coacciona, conforme a la libre voluntad que dad, y vi salir al rey moro a las puertas de la ciudad y besar las rea-
hemos puesto en tus manos, decidirás los propios límites de tu na- les manos de Vuestras Altezas y del Príncipe mi Señor, y luego en
-e
creado ni de cielo ni de tierra; ni inmortal, ni mortal, para que, por Gran Can, que quiere decir en nuestro romance Rey de los Reyes,
tu libre albedrío, como si fueras el creador de tu propio molde, como muchas veces él y sus antecesores habían enviado a Roma a
puedas elegir modelarte en la forma que prefieras. Mediante tu po- pedir doctores en nuestra Santa Fe porque le enseñasen en ella y
der, podrás degene'rar, adoptar las formas más bajas de la vida, que que nunca el Santo Padre le había proveído, y se perdían tantos
son animales. Mediante tu poder, podrás, gracias al discernimien- pueblos cayendo en idolatrías y recibiendo en sí sectas de perdi-
to de tu alma, renacer en las formas más altas, que son divinas». ción, y Vuestras Altezas como católicos cristianos y príncipes ama-
dores de la Santa Fe cristiana y acrecentadores de ella, y enemigos
PICODELLA MIRÁNDOLA, según Les Mémoires de ['Europe, París, La££onl, de la secta de Mahoma y de todas idolatrías y herejías, pensaron de
e 1971, t. n, pág. 161 enviarme a mí, Cristóbal Colón, a las dichas partidas de India para
ver los dichos príncipes, y los pueblos y las tierras y la disposición
246 BREVE HISTORIA DE EUROPA
13. l.A CIVIUZACION DEI. RENAGMIENTO 247 e
de ellas y de todo, y la manera que se pudiera tener para la conver-
sión de ellas a nuestra santa fe; y ordenaron que yo no fuese por
tierra al oriente, por donde se acostumbra de andar, salvo por el
camino de occidente, por donde hasta hoy no sabemos por cierta
fe que haya pasado nadie. Así que, después de haber echado fuera
todos los judíos de todos vuestros Reinos y Señoríos, en el mismo
mes de enero mandaron Vuestras Altezas a mí, que con armada
la expulsión de los judíos de España y el fin de la reconquista (COIl
la torna de Granada) subraya aÚIl mds la fuerza expansiva de
aquella «Monarquía Católica».
3. Reforma y Contrarreforma
-e
suficiente me fuese a las dichas partidas de India; y para ello me hi-
cieron grandes mercedes y me ennoblecieron, que dende en ade-
lante yo me llamase Don y fuese Almirante Mayor de la mar occéa-
}.I.
ti
a) Sermón de Lutero
e
mino de las islas de Canaria de Vuestras Altezas, que son en la di-
tidad, el olvido de una oración, un error cometido al recitar el
cha mar Océana, para de allí tomar mi derrota y navegar tanto que
Canon, que en la negligencia al predicar e interpretar correcta-
yo llegase a las Indias, y dar la embajada de Vuestras Altezas a
mente la Palabra de Verdad? y, sin embargo, el único pecado po-
aquellos príncipes y cumplir lo que así me habían mandado.
e
afectos para en todo amar y servir a Dios nuestro Seiior; assí es
3." regla. La tercera: alabar el oír missa a menudo, assimismo
más proprio de los escolásticos, assí como de S,!,iRto Thomás,
cantos, psalmos y largas oraciones en la iglesia y fuera della; assi-
San Bonaventura y del Maestro de las sentencias, etc., el diffinir o
mismo horas ordenadas a tiempo destinado para todo officio di-
vino y para toda oración y todas horas canónicas. declarar para nuestros tiempos de las cosas neccesarias a la salud
A 4." regla. La quarta: alabar mucho religiones, virginidad y con- eterna, y para más impugnar y declarar todos errores y todas fa-
• tinencia, y no tanto el matrimonio como ninguna destas. lacias. Porque los doctores escolásticos, como sean más moder-
S." regla. La quinta: alabar votos de religión, de obediencia, de nos, no solamente se aprovechan de la vera inteligencia de la Sa-
.a pobreza, de castidad y de otras perfecciones de supererrogación; y grada Scriptura y de los positivos y sanctas doctores; mas aun
• es de advertir que somo el voto sea cerca las cosas 'que se allegan a siendo ellos iluminados y escIarescidos de la virtud divina, se
la perfección evangélica, en las cosas que se alejan della no se debe ayudan de los concilios, cánones y constituciones de nuestra
hacer voto, así como de ser mercader o ser casado, etcétera. sancta madre Iglesia [...]
•• 6." regla. Alabar reliquias de sanctos, haciendo veneración a 13." regla. Debemos siempre tener para en todo acertar, que lo
• ellas, y oración a ellos: alabando estaciones, peregrinaciones, in- blanco que yo veo, creer que es negro, si la Iglesia hierárchica assí
• i,
vez religioso y político, Francia pone término a las ambiciones
de los Habsburgo . e
e
El poderío de Carlos v: sueño y realidades .,
.__ __ J 251
e
e 252 BREVE HISTORIA DE EliROPA 14. LAS GUERRAS VE HEl.Il;J()~ .. 253
e
to) no es en absoluto un príncipe alemán; al menos, el hecho consciente de la imposibilidad de gobernar solo unas pose-
de ser jefe de la Casa de Austria le asegura cierta ventaja, siones tan dispersas y tan heterogéneas, Carlos V decide
dado que desde 1438 los siete electores siempre han elegido en 1555 no sólo renunciar al poder, sino dividir su «impe-
al emperador entre los miembros de esa Casa. rio». Entre septiembre de 1555 y enero de 1556, traspasa la
e Frente a él, Francisco 1, nacido en 1495, es el soberano del
reino más poderoso de Europa. Ha obtenido en 1515 la bri-
llante victoria de Marignan, que, después de los veinte años
soberanía de los territorios borgoñones (Países Bajos, fran-
co Condado) y las coronas españolas a su hijo Felipe, <jLle
se convierte en Felipe ll, rey de España. En septiembre
de guerra que sus predecesores habían sostenido en la de.J..556,.xenuncia-a-Ia-dignidadimper:iaLen.fa1l0LdulLhcrco
nínsula italiana, asegura la presencia francesa en Milán y en mano Fernando, soberano de los dominios austríacos y rey
el norte de Italia, mientras los españoles tienen Nápoles y el de Bohemia y Hungría. Es cierto que durante su largo reina-
,-e
Lutero. La revuelta de los caballeros renanos (1522-1523), la
de España, eligen a éste emperador el 17 de junio de 1519, terrible revuelta de los campesinos (1525), la feroz represión
con el nombre de Carlos V. que desencadenan contra éstos el emperador y los príncipes
El poderío del nuevo emperador, sobre cuyas posesiones católicos (1531-1547), son los principales episodios de esa
«no se pone el so1», parece considerable, justificando una crisis que, de religiosa, se ha convertido en social y política.
ambición que expresa bien la divisa «Plus ultra». Carlos V La victoria de Carlos V en Mühlberg en 1547 no es suficiente
pretende ante todo recuperar los territorios de la herencia para restablecer la unidad religiosa y política del Imperio, y
borgoñona (Borgoña, Picardía) que Luis XI había anexado a el emperador tiene que aceptar la Paz de Augsburgo (1555),
su reino a la muerte de Carlos el Temerario y expulsar a los que reconoce las dos confesiones, y el aumento de poder
e
franceses de Italia. Pero sobre todo sueña, al menos has- que los príncipes luteranos obtienen de las secularizaci.ones.
ta 1530 aproximadamente, con hacer realidad la «monar- Asimismo, el saco de Roma en mayo de 1527 por los merce-
quía universal y cristiana», cara a Erasmo, el imperium mun- narios luteranos al servicio de Carlos V compromete irre-
di que implica su título imperial, y ejercer así, alIado del
e mediablemente, a pesar de una reconciliación ulterior, la
254 BREVE HISTOKIA !JE ElJRllPA
14. I.AS (;UI.RR.'S DI. RI.I.J(;J(W ...
255-
idea de dos poderes susceptibles de imponer su arbitraje a
europeas. La rivalidad personal de Francisco I y de Carlos V, _
Europa, cada uno en su esfera.
pero más aún sus ambiciones rivales (Borgoña, Italia) y la •
amenaza de cerco que la Casa de Austria hace pesar sobre
La ofensiva turca Francia explican esa obstinación. Las demás potencias si- .-
guen el conflicto con interés e inquietud, aliándose unas ve- .,
ces con uno de los contendientes, otras veces con otro. Es lo
En esa década de 1520, la ofensiva turca se reanuda en los
que hacen, sobre todo, el rey de Inglaterra Enrique VIII y, •••
Balcanes por iniciativa del sultán Solimán, llamado el Mag-
en Italia, la república de Venecia y el Papado. El sultán Soli- .,
nífico por los occidentales y el Legislador por los turcos,
mán concluye incluso con Francisco 1, en 1536, una alianza
cuyo largo reinado (1520-1566) marca el apogeo del I 111pe-
de hecho contra Carlos V, so capa de acuerdos comerciales
rio otomano, tanto en lo relativo a su expansión territorial
calificados equivocadamente de «capitulaciones»; para gran _
como al aumento de su poder y su prosperidad. Soliméín se
escándalo de la Cristiandad. La guerra se desarrolla en Italia,
--
apodera de Belgrado en 1521, de Rodas en 1522, y luego,
en Provenza, en el RoselIón, en Picardía, en Champagne o en
tras la bri1lante victoria de Mohacs, en 1526, de la mayor
Lorena. Hay dos episodios particularmente dramáticos.
parte de Hungría, incluida su capital Buda; al rey de Hun-
Vencido y hecho prisionero en Pavía en 1525, Francisco I es
gría, muerto en la batalla, le sucede Fernando de Habsbur-
retenido en Madrid durante casi un año por su adversario,
go, hermano menor de Carlos V, que sólo reina en una es-
que exif,c de él, para devolverle la libertad, la cesión de Bor-
trecha porción de tierra húngara, llamada Hungría real. En
goña y del Milanesado; sin embargo, una vez de regreso en
1529 Solimán asedia Viena, mientras los caballeros turcos
Francia, el rey se niega a cumplir un tratado firmado bajo
hacen incursiones que llegan hasta Baviera, creando el páni-
coacción. En 1553, en cambio, es Carlos V quien tiene que .-
co en toda la Cristiandad; pero, muy lejos de sus bases, debe
soportar un grave fracaso ante Metz. .,
levantar el asedio de la capital austríaca. Durante el reinado
Por último, agotados financieramente Enri9ue II, sucesor
de Solimán, el Imperio otomano, y sobre todo la península
de Francisco 1,y Felipe II, sucesor de Carlos V, firman en 1559 Al
balcánica, conoce la paz interior y una relativa prosperidad;
el Tratado de Cateau-Cambrésis; Francia, de hecho, es expul- .,
dado que las conquistas aseguran al sultán sustanciosas ren-
sada de Italia, que queda desde entonces bajo el dominio de
tas. Estambul es, con 400.000 habitantes, la ciudad más po-
España, dueña de Milán y de Nápoles, pero conserva en cam-
blada de toda Europa; capital del islam sunita, es una gran
bio los tres obispados loreneses (Metz, Toul y Verdún), ocu- _
ciudad cosmopolita, punto de llegada de las caravanas asiá-
pados en 1552, así como Calais, tomado a los ingleses en 1558. .
ticas, puerta de los Balcanes y gran puerto frecuentado por
los navíos de la Europa cristiana.
La Europa desgarrada de la época de Felipe 11 e
La lucha de Francia y de la Casa de Austria
_ ello el soberano más poderoso de su tiempo. Además de Es- Este largo reinado (I 555-1598) se inscribe por entero en
,., paña, posee los Países Bajos y el Franco Condado, lo cual le lo que se ha llamado el «Siglo de Oro» español, que va apro-
permite seguir amenazando virtualmente a Francia, y domina ximadamente desde 1530 hasta los años 1640. La expresión
A la Península italiana, dado que posee al norte el Milanesado y apunta no sólo al esplendor de la civilización (Teresa de
., al sur los reinos de Nápoles y de Sicilia. Fuera de Europa, tres Ávila, Juan de la Cruz, Cervantes, El Greco), sino también a
cuartas partes de América son españolas (Brasil pertenece a la prosperidad económica (al menos hasta 1590 aproxima-
_. Portugal), lo mismo que el archipiélago de Filipinas. Además, damente). Esa prosperidad afecta sobre todo a Castilla, pro-
., en 1580, Felipe 11se convierte en rey de Portugal: sólo se trata ductora de cereales y lana que se transforma bien en el pro-
de una unión personal de las dos coronas, yel rey ha prometi- pio reino, o bien se exporta hacia Flandes o Italia, mientras
-e
rrollo económico del reino. tiempo, las industrias, dispersas por los campos, están en
Preocupada por la unidad y la concordia, Isabel se mues- plena expansión y trabajan, más allá de las necesidades loca-
rl
tra ante todo prudente, buscando una solución de compro- les, para la exportación: minas de hulla, forjas de madera,
miso entre catolicismo y calvinismo. El Parlamento vota industrias de pailo y lencerías. Londres ve pasar su pobla-
en 1559 el Acta de Supremc.cÍa que somete la Iglesia a la au- ción de 90.000 habitantes en 1563 a más de 150.000 a finales
toridad de la reina y, en 1563, los Treinta y Nueve Artículos. del reinado. No es sólo una capital política, intelectual y cul-
Según los términos de este texto, la liturgia y la jerarquía si- tural; es también, y cada vez más, una grandísima plaza co-
guen cercanos al catolicismo (aunque abandonando el uso t
del latín, el culto a las imágenes y el celibato de los sacerdo-
tes), pero el dogma es netamente calvinista: justificación por (,
mercial, con sus compañías de comercio (sobre todo la
Compañía de las Indias Orientales, creada en 1600), su bol- e
-
¡. sa, fundada en 1566, y llamada Royal Exchange en 1570, sus
la fe, autoridad exclusiva de la Biblia y rechazo de los sacra- t,
astilleros de construcciones navales, y su puerro, cuyo tráfi-
mentos, menos dos, bautismo y cena. Excomulgada y des- t co rivaliza con el de Amberes. A partir de 1568, los marinos
poseída por el papa en 1570, la reina se decide a ratificar la ingleses atacan abiertamente el monopolio español en Amé-
--
declaración de los Treinta y Nueve Artículos y a desencade- rica; en 1577-1580, Francis Drake emprende una gran expe-
nar persecuciones contra los opositores, tanto calvinistas dición que, por el estrecho de MagaJlanes, le lleva a las costas
-llamados "puritanos- como, sobre todo, católicos. A partir de Chile y Perú, donde saquea El Callao; luego cruza el océa-
de 1570, los «papistas» son vistos como traidores en poten- no Pacífico y vuelve a Inglaterra por el cabo de Buena Espe-
cia. La política antiinglesa de Felipe 11y las conspiraciones ranza, realizando de este modo la segunda vuelta al mundo.
en torno a Máría Estuardo contribuyen a mantener en el
ánimo de los ingleses la obsesión de una conspiración «ro-
mana». La reina de Escocia, María Estuardo, católica, es ex-
pulsada de su reino por sus súbditos convertidos al protes-
tantismo y se refugia en 1568 junto a su prima Isabel;
Las guerras de religión en Francia
-e
cha ha sacado a la luz las insuficiencias de este compromiso, vuelta checa, simple incidente local, se convierte en un
sobre todo porque, después de la abdicación de Carlos V asunto que afecta a todo el Imperio y, más allá, a la mayoría
(1556) Y la muerte de Fernando 1 (1564), sus mediocres su- de los Estados vecinos: la Guerra de los Treinta Años ha em-
cesores han permitido el debilitamiento de la autoridad im- pezado.
peri,d. Ahora bien, la prohibición de toda secularización Vencedor de los cheCll~en la batalla de la Montaña Blan-
después de 1552 no ha sido respetarla y, sobre todo, la rápi- ca, en 1620, Fernando I! se entrega en Bohemia a una vio-
da extensión del calvinismo en Alemania durante el último lenta reacción política y religiosa, sobre todo de germaniza-
cuarto del siglo XVI plantea un grave problema en la medida
en que los príncipes calvinistas, o reformados, exigen la
aplicación en provecho propio de las claúsulas de la Paz de
Augsburgo. La paz se ve tanto más amenazada cuanto que
~.
e
:,¡J
ción parcial y de eliminación del protestantismo; al mismo
tiempo, se venga del elector palatino confiscándole sus bie-
nes y privándole de su dignidad electoral en ,provecho del
e
duque de Baviera, católico y jefe de la Santa Liga. Los prínci-
en el Imperio, en 1608-1609, se forman ligas armadas: la
Unión Evangélica protestante y la Santa Liga católica.
't,
pes protestantes, cada vez más inquietos, buscan apoyos en
el exterior del Imperio, en el rey de Dinamarca primero
e
-e
La personalidad del nuevo emperador, Fernando 11,elegi- (pero la intervención de éste se convierte en un fracaso) yen
do en 1619, hace más peligrosa todavía esta explosiva situa- el rey de Suecia después. Gustavo Adolfo, preocupado al
ción. En efecto, éste, católico intransigente, no oculta sus mismo tiempo por ampliar el poderío sueco en el norte de
ambiciones que apuntan, a plazo mayor o menor, a la elimi- Europa (quiere «hacer del Báltico un lago sueco») y por de-
nación del pro}estantismo y a la transformación de sus po- fender el luteranismo, se deja convencer por los príncipes
sesiones hereditarias, de sus coronas electivas (Bohemia, protestantes y por Francia, y decide intervenir. En el curso
-e
Hungría) y del Imperio germánico en un único y vasto Esta- de una brillante campaña en el norte de Alemania, derrota a
do centralizado, alemán y católico. Además de los checos y las tropas imperiales y llega hasta Renania, pero muere en
los húngaros, todos los príncipes del Imperio se sienten por Leipzig el 6 de noviembre de 1632, en el atardecer de una
tanto amenazados, y los príncipes protestantes con doble nueva victoria. Fernando II, liberado provisionalmente del
motivo. Por último, este proyecto, que apoya el rey de Espa- peligro sueco, propone a los príncipes alemanes una paz de
e 264 BRE\'E HISTORIA DE EUROPA 14. I.AS (;UERRAS DE Kr.r.l(;l()~' ...
265
I
1
tos populares contra el joven rey, contra la reina madre y so-
bre todo contra el detestado Mazarino, éste prosigue y lleva
hasta el final la guerra contra los Habsburgo.
la última parte de su reinado queda brutalmente interrumpi- I
e da, en 1610, por el asesinato del rey. Durante la regencia de
su madre María de Médicis, y luego solo, el joven Luis XII [1
~
Richelieu estaba preocupado tanto por los manejos 'de
Olivares, valido de Felipe IV, que quería acabar con las Pro-
vincias Unidas y aumentar el poderío español, como por las
trata de hacer frente a las intrigas de los grandes y a las suble- :11 ambiciones de Fernando III, que sucede a su padre en 1637
e--vaciulles de losprotestarrt:es>!Tastaque-en-l6Z4-decide-Hamar--l lítica por su cuenta. Francia declara la gue-
al obispo de Lu<;on,Richelieu, al que nombra jefe del Conse- ;~ rra a España en 1635. Tras unos principios difíciles, marca-
jo. Éste se impone como objetivos, como escribirá más tarde ,1
e
dos por la toma de Corbie por los españoles en 1636, las tro-
al rey, «arruinar al partido hugonote, domeñar el orgullo de 'ft pas francesa:; obtienen éxitos en Alsacia, en Artois y en el
los grandes, reducir a todos sus súbditos a su deber y levan- ~) Rosellón, micntras apoyan a todos los ad\crsarios de los
tar su nombre entre las naciones extranjeras hasta el punto Habsburgo: holandeses, príncipes protestantes alemanes y
e
plegarse a las circunstancias. Pero, en conjunto, lleva a buen ejército español que se dirigía sobre París. En 1646, y ele, ,
término el programa que se había fijado: deshace las diversas nuevo en 1648, Turena y los suecos vencen a los ejércitos,
conspiraciones nobiliarias destinadas a abatirle; acaba con imperiales en Baviera y amenazan Viena. El 20 de agosto de
los protestantes, cuyo poderío político y económico arruina
e apoderándose de La Rochelle, pero respetando ventajas reli-
giosas y civiles que se les reconocían en el Edicto de Nantes, y
1648, Candé bate a los españoles en Lens. Pocas semanas
más tarde se firma la Paz de Westfalia.
e deja el cuidado de proseguir la obra emprendida a su suce- les y territoriales. Libre por ese lado, España decide prose-
266 "REVE HISTO}UA DE EliROPA 14. lA .•.•(;n:HRA .•.•In: RFI.Hilt)!': ... 267 e
guir la lucha contra Francia. Pero el emperador, presionado
por los príncipes católicos alemanes, aliados suyos, firma la
paz con Francia y Suecia el 24 de octubre de 1648. El conjun-
El/ropa hacia 1660
e
e 268 !lBEVE HISTUBIA DE EUROPA 14. LAS GUERRAS UE REl.IGIÚN ... 269
e convierte en competidoras.
ción preponderante
Pero el hecho clave es la situa-
de Francia. El reino que Mazarino mo-
ribundo deja al joven Luis XIV (1661) no sólo es más vasto y
Reino y que los habitantes han sido obligados a recibirles yalojar-
los contra su voluntad, de modo opuesto a las leyes y costumbreS
de este Reino, y todo para gran opresión de las gentes; [...] '.;~i;
está mejor protegido, sino que dispone de una clientela que lO) Con este motivo, suplican humildemente a Vuestra Exce-
E&mrFef}{;Ie-a-€asi-ffidos-los-países-europeos;-Porutnrparte~--- __-2.-
lentísima Majestad que nadie esté obligado en lo sucesIvo Ú rear~--
su prestigio intelectual y artístico no deja de crecer. Empieza zar donación gratuita, prestar dinero ni hacer una contriliución
la era de la preponderancia francesa en Europa. voluntaria, ni a pagar impuesto o tasa alguna, salvo común con-
e DOCUMENTOS
sentimiento otorgado por Ley del Parlamento; que nadie sea cita-
do a juicio ni obligado a prestar juramento, ni requerido a reali-
zar servicios, ni detenido, inquietado o molestado con motivo de
e
.)
a los puritanos), provoca una guerra civil (1642-1649), que con- ~ sia, quisiera pasar a la religión de la otra parte, o cada vez que hu-
cluye con la derrota y la ejecución del rey (1649), conltl proclama- J
biese recibido u obtenido por derecho de sucesión, o en virtud del
ción de la República y con la dictadura de Cromwell (1653- I 658).
f1 presente tratado, o por cualquier otra razón, un principado o un
señorío donde se profesara públicamente la religión de la otra par-
* te, automáticamente se le concederá, sin ninguna oposición, tener .-
2. La Paz de Westfalia (1648) ~ en su re~idencia predicadores especiales de su religión para él, y .,
~
¥ además para su corte; ello, sin embargo, no podrá realizarse a ex-
¥ pensas o en perjuicio de sus súbditos. Pero no será legal que, mu- &
Art. 5. Se decide además que a todos los seguidores de la confe- ¡
e
licos que lo sean de Estados de aquella confesión que no han go- t ella sus templos, escuelas, hospitales o rentas, pensiones y estipen-
zado todavía, desde 1624, de la práctica pública o p,-ivada de su
religión, o que, desj-Jués de la publicación de la tregua, profesaron dios, se concedan a los miembros de b propia, y todavía menos
que ~c obligue a los propios súbditos a acoger como ministros a los
o abrazaron una religión diferente de la profesada por el ~eñor de
de otra religión, con el pretexto de leyes territoriales, o episcopales,
la tierra donde vivían, se les permitirá con entera libertad fre-
cuentar privadamente los lugares de su culto, sin estar sujetos a o de patronato, o con otros pretextos, o que se haga oposición di- .-
recta o indirectamente a la religión de los súbditos. .,
pesquisas ni molestias, y no se les impedirá participar en la profe-
sión pública de su religión en su vecindario, cuantas veces lo de-
seen, o de enviar a sus hijos a la escuela perteneciente a su reli-
gión o de tener preceptores privados en sus casas [... )
Cit. por MIGUEL ARTOLA, Textos fundamentales
Alianza Editorial, 1985, págs. 310-311
para la flistoria, Madrid,
e
Art. 7. Por consenso unánime de su Majestad Imperial y de to-
dos los Estados del Imperio, se considera oportuno que por el mis-
mo derecho o privilegio que todas las otras constituciones impe-
riales, la paz religiosa, el presente tratado público y la resolución
La Paz de Westfalia puso fin a la Guerra de los Treinta Años
(1618-1648), decretando, entre otras cosas, un statu quo de tole-
.rancia religiosa entre católicos, luteranos y calvinistas que acabara
e
de las quejas en ellos contenidas, otorgados a los Estados católicos, con las guerras de religión que habían asolado Europa. Esta dispo-
a sus súbditos y a los de la confesión de Ausburgo, se concedan sición constituyó un paso importante en el proceso de seculariza- ••
también a los lIam~dos reformados, dejando a salvo siempre los ción del Estado. .,
e
pactos, privilegios, declaraciones y otros acuerdos que los Estados
denominados protestantes han acordado entre ellos mismos y sus
súbditos, mediante los que se han establecido, hasta ahora, los re- 3. Europa vista por Luis XIV en 1661
glamentos referentes a la religión, su práctica y cualquier cosa rela-
cionada con ella, por los Estados y los súbditos de cualquier lugar,
En efecto, todo estaba tranquilo en todas partes: ni movimiento
ni temor o apariencia de movimiento en el reino que pudiera in- e
e 272 HKEVE HISTORIA PE EUROPA
.~
.~
[.t. L¡\:-o (il'H{I{:\S PE RELI(;I()S .•• 273
e
-~
terrumpir o enfrentarse a mis proyectos; la paz con mis vecinos i dicaba a una tanto como a la otra, y su principal sostén era mi
se hallaba establecida, presumiblemente para tanto tiempo como !i
'5.'
amistad.
yo mismo quisiera, por las disposiciones en que ellos se encon- '~~
'1(
Sólo el Papa en Italia, por un resto de su antigua enemistad ha-
e
traban. ", cia el cardenal Mazarino, conservaba bastante mala voluntad
España no podía reponerse tan prestamente de sus grandes
~ hacia los franceses, pero no haría otra cosa que ponerme difícil lo
pérdidas; no sólo estaba sin finanzas, sino sin crédito, incapaz de que dependiese de él, y que en el fondo era poco considerable.
ningún gran esfuerzo en materia de dinero ni de hombres, ocu- Sus vecinos no habrían seguido sus intentos, si los hubiera for-
e
porque era de la casa de Austria, vinculada en mil detalles por
una capitu1:Jción con los Estados del Imperio, poco inclinado por
LUIS XIV, Mémoires pour ¡"lIlllée IMI (redactadas hada 1670), en Mémoi.
sí mismo a emprender cualquier cosa, y cuyas resoluciones segui-
res et Divers Écrits, ed. llernard Challlpigneulle, París, Club Fran~ais du
rían aparentemente el genio antes que la edad y la dignidad,
Hacia 1670 Luis XIV decide redactar, para instru",ión del delfín,
-e
que conmigo: acababa de tomar a un gran príncipe, y para ella Y 1668, Y luego 1661 y 1662. Es en las Memorias para el mio 1661
era ya mucho mantener sus conquistas durante la infancia de su donde }lgura este ClIadro de Europa en el momento en que el rcy
nuevo rey. toma el poder personalmcnte, al día siguicnte de la muerte de Ma-
Dinamarca, debilitada por una guerra anterior con ella en la zarino. En ellas da testimonio de la tranquila seguridad -justifica-
que había estado a punto de sucumbir, no pensaba más que en da- de que la paz o la guerra en el continente dependen esencial-
la paz y en el repos9. mente de él. También da testimonio de una concepción muy
Inglaterra respiraba apenas de sus males pasados y no buscaba personalizada de las relaciones internacionales: a sus ojos los Esta-
otra cosa que afirmar el gobierno bajo un rey nuevamente resta- dos se encarnan en los príncipes que los gobiernan.
(~
f¡
o.o!~
4
o¡
tico que emprende para dirigir la economía francesa y plegar-
la a sus puntos de vista, transponiendo así el absolutismo mo-
nárquico al terreno económico.
e
Una preocupa(ión prioritaria de Luis XIV es la vuelta del
reino a la unidad de fe mediante la conversión de los protes-
tantes. Finalmente, en 1685, fingiendo creer que éstos se han
e
convertido en casi su totalidad, revoca el Edicto de Nantes.
Los estados del oeste de Europa
La Francia absolutista
Unos 200.000 hugonotes prefieren exiliarse y los que que-
dan, considerados como «católicos nuevos», oponen una re-
sistencia pasiva y se esfuerzan por practicar clandestina-
e
Al día siguiente de la muerte de Mazarino, el 9 de marzo
de 1661, Luis XIV decide gobernar sin primer ministro. Apa-
mente su culto: el restablecimiento de la unidad religiosa es
un fracaso. La segunda parte del reinado, a partir de 1685
aproximadamente, es el momento de las dificultades y de
e
sionado por su «oficio de rep', alentado por los teóricos del
absolutismo de derecho divino, gobierna y decide en solitario
hasta su muerte en 1715, a los setenta y siete años. Elige a los
las pruebas. La guerra, casi continua desde 1688, agrava la
situación financiera y debilita ciertos sectores de la econo-
mía. Las clases populares, aplastadas por los impuestos y
e
colaboradores inmediatos indispensables, preferentemente
en dos o tres dinastías ministeriales de servidores fieles, legu-
leyos recientemente ennoblecidos: los Colbert (sobre todo
golpeadas por temibles crisis de subsistencias (sobre todo en
1693-1694) son las grandes víctimas de la situación. Cuando
Luis XIV muere en Versalles, deja a su sucesor de cinco años,
e
]ean-Baptiste, inspector general de Finanzas), los Le Tellier
(el padre, Michel, y su hijo, marqués de Louvois), los Pont-
chartrain. El reforzamiento del absolutismo, tarea prioritaria
Luis XV, un país relativamente próspero a pesar de esa mise-
ria popular, pero un Estado al borde de la bancarrota.
Para tratar de evitarla, el regente Felipe de Orleans llama
e
a los ojos del rey, se traduce en una estrecha vigilancia de los al financiero escocés John Law, pero el «sistema» aplicado
274 e
e 276 HREVE HISTORIA DE EUROPA 15. EUROPA EN LA fPOCA OEl. pOl)l'Rio I'RANCf.s Il6óú.1740) 277
,
e--~1~Gt0¡:g.s-d~-Ihaooe.ffiH.g~se-e*ienden-,-de-forma-to-dav' .' -daa-y-de-€ehesión',
muy discontinua, desde Prusia (que pertenece entonces al
%1
Imperio) a Renania. Federico Guillermo, llamado el Gran
a Elector (1640-1~88), se esfuerza por unificar administrativa- ;1'<:
~
Los estados hispánicos e italianos
•• mente ese conjunto heterogéneo, y su hijo Federico III :~,
(1688-1713) consigue que el emperador le reconozca como Bajo el reinado del rey de España Carlos II (1665-1700),
a rey de Prusia: pronto el nombre sirve para designar no sólo príncipe enfermizo y degenerado, proclamado monarca a los
•• al ducado de Prusia, sino a todas las posesiones del elector cuatro años y cuya muerte Europa espera en cualquier mo-
de Brandeburgo. Federico Guillermo 1, llamado el Rey Sar- mento, el debilitamiento del poderío español, sensible desde
.~
;l.
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t-~.
,
A
llermo en 1702, el Parlamento proclama rey de Gran Breta-
ña a su primo más cercano en la línea protestante, al elector
Jorge de Hannover.
e
sigue poco más o menos conciliar sus tendencias absolutis- Los dos primeros reyes de esa dinastía hannoveriana, Jor-
tas y procatólicas con los sentimientos de la gran mayoría de
sus súbditos, adheridos al anglicanismo y a los derechos del
.I
,t..
("
r .
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;
ge 1(1714-1727) Y Jorge JI (1727-1760), son alemanes que
sólo se interesan de lejos por el trabajo de sus ministros. Esa e
Parlamento. Pero su hermano Jacobo 11,que le sucede en ( ~
.~ situación facilita la evolución de la monarquía in~lesa hacia
1685, se ha convertido al catolicismo y pronto multiplica
torpezas y provocaciones. Los parlamentarios ingleses lla-
man entonces al estatúder de Holanda, Guillermo de Oran-
~
"
',:,\
un régimen de tipo parlamentario: los ministros que forman
el gabinete ejercen, de hecho, el poder ejecutivo bajo el con-
trol de! parlamento. Mientras los tories están comprometi-
e
ge, que es protestante y está casado con María, hija mayor
de Jacobo II y también protestante. Jacobo huye a Francia
en diciembre de 1688 y, en febrero de 1689, Guillermo y Ma- '.
dos por su adhesión al hijo católico de Jacobo II (que inten-
ta en vano recuperar el trono), los whigs se mantienen
mucho tiempo en el poder, sobre todo con Robert Walpole,
e
ría son proclama90s conjuntamente rey y reina de Inglate-
rra por el Parlamento, después de que hubieran aceptado
una Declaración de Derechos recordando las prerrogativas
jefe del gabinete hasta su muerte en 1742. Éste se muestra
resueltamente pacífico en el exterior, de acuerdo con Fleury
en Francia, lo cual satisface a los medios comerciales. Así,
e
e
respectivas del rey y del Parlamento. El alcance considera- entre 1660 y 1740 Inglaterra prosigue su notable desarrollo
ble de la «Gloriosa Revolución» de 1689 reside en el hecho económico: la aplicación de las "'Actas de Navegación favo-
de que, al subordinar la proclamación de Guillermo y María rece el desarrollo del gran comercio marítimo y permite
al reconocimiento por éstos de la Declaración de Derechos, competir victoriosamente con las Provincias Unidas, que,
1 e
e 280 BREVE HISTORIA DE EUROPA
15. EUROPA EN I.A f.POCA DEL PODERlo fRANCfs (Iót>O.17-Wl 281
e equilibrio europeo
J e
e 284 BREVE HISTORIA DE EUROPA 15. EUROPA EN LA EPOCA DEL PODER/O I.RANCf.s (1660-17401
285
-e
Dieta, o Riksdag-, la mayor parte de los bienes de la corona Nystad con Rusia (l72!) consagran la pérdida para Suecia
que le habían sido enajenados durante reinados precedentes de todas sus conquistas del siglo XVII: cede Bremen y Verden
para financiar las incesantes guerras. a Hannover, la Pomerania occidental y Stettin a Prusia, y las
Convertido en rey a los quince años, su hijo Carlos XII provincias bálticas y la Carelia a Rusia. Suecia ha perdido el
(1697-1718) debe hacer frente, desde el principio de su rei- dominio del Báltico y su gran papel europeo ha concluido.
nado, a una temible coalición de sus vecinos: el zar Pedro 1,
el rey de Polonra Augusto II y el rey de Dinamarca se alían
para atacar y desmembrar Suecia, contando con la escasa La Rusia de Pedro el Grande
e neses, fuerza a Pedro I a levantar el asedio de Narva, en Es- y que se volvió hacia Occidente-, acaba la dinastía de los
286 HHE\'E HI,WHIA DE EUROPA,: 15. EUROPA EN LA £POCA VEI. PODERlo fRANCEs (l66U-1740) 287 e
Riurikides y comienza, para Rusia, el «tiempo de los Distur¡.
bios», largo período de anarquía, de invasiones y de ham- ,
brunas, al que pone fin la elección, en 1613, de Miguel, prir
mer zar de la dinastía de los Romanov. ,
Carlos Xli para apoderarse de las provincias bálticas. Lo
consigue, pero sólo tras una larga guerra; en 1703 emprende
la fundación de su nueva capital, San Petersburgo, en las zo-
e
nas pantanosas del estuario del Neva: en 1720, la ciudad ya
Su hijo Alejo (1645-1676) se apodera, en detrimento de
Polonia, de la Rusia Blanca, con Smolensk, y de una parte de
Ucrania, con Kiev; pero debe hacer frente a numerosas y te~
es un puerto activo, ventana de Rusia al Báltico.
En 1698 adopta una serie de ucases que intentan transfor- e
mar profundamente su país para sacarlo del estancamiento,
mibles sublevaciones populares y al inicio del cisma religio_
so entre los «viejos creyentes», o *raskol. A su muerte, en
1676, deja dos hijos, Fedor e Iván, y varias hijas, entre ellas
inspirándose para ello en modelos occidentales. Queriendo
«vestir como hombres a su rebaño de bestias», prohíbe lle-
var barba y cabellos largos, obliga a las mujeres de la noble-
e
Sofía, de su primer matrimonio, y un hijo de un segundo
, matrimonio, Pedro, nacido en 1672.
Después del reinado de Fedor (1676-1682), Sofía queda
za a dejar el *terem, se esfuerza por desarrollar la instruc-
ción y manda traducir al ruso libros de ciencia europeos.
Prosiguiendo la política de Alejo, vincula a la nobleza al ser-
e
como regente de su hermanastro Pedro. Pero en 1689, éste
se desembaraza de ella encerrándola en un convento y deci.
de gobernar solo. En esa fecha, Rusia todavía no toca ni el
vicio de la administración o del ejército de forma más estre-
cha todavía, tolerando como contrapartida una extensión y
agravación de la servidumbre. Inspirándose a la vez en el
e
Báltico ni el mar Negro, pero se extiende del Dniéper a Sibe- absolutismo bizantino y francés y en las experiencias prácti-
ria hasta el Pacífico y desde el mar Blanco hast;¡ el Cáucaso y
el mar Caspio. Las iniciativas de Alejo para hacer de este
cas de Suecia y de Prusia, reorganiza el aparato del Estado,
mejora el rendimiento de los impuestos, divide Rusia en
e
vasto conjunto un Estado mejor centralizado resultaron in- ocho y luego en doce gobernaciones -circunscripciones mi-
suficientes. En cuanto a la sociedad rusa, que empieza a
abrirse tímidamente a las influencias europeas, está dividida
en dos clases, la nobleza y el campesinado, mientras que la
litares y fiscales-, y crea una burocracia omnipresente, lla-
mada a tener bajo sus órdenes a toda la sociedad. A fin de
dominar a la Iglesia, reemplaza al patriarca de"'Moscú por el
e
burguesía mercantil, en vías de formación, es todavía muy
poco numerosa. Los nobles, cuya riqueza consta de bienes
raíces, están obligados a servir al zar bien como funciona-
santo sínodo, o colegio de prelados, donde él mismo está re-
presentado por un funcionario laico, el procurador general.
Desde el punto de vista económico, desarrolla, gracias a una
e
rios (sobre todo los boyardos), bien como militares; a cam-
bio, gozan de derechos importantísimos sobre sus campesi-
nos, apegados a la tierra, privados de la mayoría de los
~
:*i9
',"iI
reglamentación de tipo colbertista, las industrias necesarias
para las necesidades de un ejército moderno que contará
con 20.000 hombres al final del reinado.
e
derechos civiles y abrumados por las cargas.
Pedro se fij5 la doble tarea de transformar interiormente
Rusia y de abrirse al Báltico y al mar Negro. Se aplica a ello
r;
~, Todas estas reformas emprendidas sin miramientos,
muchas de las cuales chocan con el sentimiento nacional y
religioso de los rusos, muy apegados a sus tradiciones, sus-
e
e
con una inteligencia, una obstinación y una brutalidad ex- citan enseguida numerosas resistencias y alimentan la opo-
cepcionales. En 1696 se apodera, no sin pérdidas, de Azov, sición entre occidentalistas y eslavófilos. Cuando muere
arrebatada a los turcos. Tras un largo viaje por Europa en 1725, Pedro el Grande ha creado un poderoso Estado
central y occidental, decide aprovecharse de la juventud de abierto a Europa, pero la transformación de la economía y
~
e
e 288 BREVE HISTORIA DE EUROPA 15. EUROPA EN I.A f.POCA DEL P(lllEJ{!() HL\NCr.s (1660-li401 289
e de la sociedad
bozado.
rusa a la que se ha dedicado apenas se ha es- una parte de Valaquia y Serbia a Austria. Sin embargo, ha-
cia 1740, el poderío otomano en Europa todavía es conside-
rable, dado que el sultán sigue poseyendo, a pesar de las pér-
-e
mediata al «Diluvio» condujo a un desmoronamiento de la de jóvenes gentileshombres de los países de Holanda, Lunebur-
burguesía, consecuencia de la decadencia de las ciudades y go, B'remen y otras comarcas vecinas, que han entrado como
del comercio, a un reforza miento de la esclavitud, y al pre- pensionistas en ella, el SeI10r duque Augusto de Holstein le hace
dominio económico y político de la nobleza. Por último, la el honor de confiarle al Señor príncipe Juan-Federico, su hijo
presencia de minorías no católicas -ortodoxas al este, lute- mayor, de catorce años, para que aprenda todos sus ejercicios an-
ranas al oeste, judíos en las ciudades- es un obstáculo suple- tes de pasar a Francia; y aunque tenga un ayo, un paje, dos cria-
dos y dos lacayos en su séquito, y se haya reservado además un
mentario para H reforzamiento de la unidad nacional.
aposento para un joven conde de la vecindad, todavía quedan su-
En e! Imperio otomano, tras un resurgimiento espectacu-
e rowitz (1718), los turcos entregan Hungría, Transilvania, chos hermosos caballos, y maestros franceses para la danza, las
290
BREVE HISTORIA DE EUROPA
1
t
15. EUROPA EN LA EPOCA DEI. PODERlo fRANCEs (1660.1740)
291
e
armas, caracolear, manejar la bandera, hacer el ejercicio del mos-
quetón y de la pica, para las evoluciones militares, para la lengua
francesa, la italiana y la latina, en favor de aquellos que quieren 1 Alexiowitz no rehuía el peligro, y sólo hacía la guerra por sus
intereses; el monarca sueco, liberal por grandeza de alma; el e
cultivarlas con sus ejercicios y que no quieren contratar ayos ni
preceptores particulares. También se enseñan las matemáticas, la
historia, el dibujo, la música, la geometría, la geografía, y en una
{
ji
moscovita nunca daba sino por algún motivo; aquél de una so-
briedad y de una continencia sin igual, de natural magnánimo,
y que sólo había sido bárbaro una vez; éste no se había despoja-
do de la rudeza de su educación y de su país, tan terrible para
e
palabra todo cuanto los curiosos pueden desear, con tanto éxito :1- i
\:
como puede hacerse en Francia y la mitad de barato.
e
victorias; Pedro Alexiowitz, por nueve años de esfuerzos, toma-
dos para formar tropas iguales a las tropas suecas: el uno glo- la ventaja del número y la de setenta y dos cañones, mientras
rioso por haber dado Estados, el otro por haber civilizado los que los suecos sólo le oponían cuatro, y empezaba a faltarle la
suyos; Carlos amaba los peligros y sólo combatía por la gloria;
I
I
pólvora [... ] A las nueve de la mañana la batalla volvió a empe-
zar [... ] Los suecos consternados se estremecieron, y el cañón
e
.J
e 292 BREVE HISTORIA DE EUROPA 15. EUROPA EN LA ÉPOCAVEL PODERlo ,RANCES \1 66U. 1740)
293
a)
El fin del Imperio español en Europa
Tratado de Utrecht
e pero todos los oficiales pretenden que fue uno muy grande dar-
la, y otro mayor todavía encerrarse en aquellas regiones perdi-
das, a pesar de las opiniones de los más prudentes, contra un
enemigo aguerrido, tres veces más fuerte que Carlos XII por el
pe Felipe V, Rey Católico de las Espallas, y la Serenísima y Muy
Poderosa Princesa Ana, Reina de la Gran Bretaña, entre sus here-
deros y sucesores, y también entre los reinos, estados, dominios y
e
provincias de uno y otro príncipe, en cualquier parte que estén
número de hombres y por los recursos que les faltaban a los
situadas, como asimismo entre los súbditos de uno y otro [... ].
suecos. El recuerdo de Narva fue la principal causa de la desgra-
Artículo 2. Siendo cierto que la guerra que felizmente se aca-
0
•
e Como él mismo dice: «Se ha escrito esta historia a partir de los re-
latos de personas conocidas, que pasaron varios años junto a Car-
los XII y junto a Pedro el Grande, emperador de Moscovia, y que
más sólido fundamento de una amistad recíproca y paz durable),
han convenido así el Rey Católico como el Cristianísimo en pre-
venir con las más justas cautelas que nunca puedan los Reinos de
España y Francia unirse bajo de un mismo dominio~ ni ser uno
ágil, se lee con agrado, cosa que le asegurará el éxito. entre los súbditos de ambos Reinos, como lo era en otros tiempos.
e Narva, celebrada por los rusos, desde hace tres siglos, como una fe- de sus herederos y sucesores puedan vender, ceder, empeñar,
cha capital de su historia. traspasar a los franceses ni a otra nación tierras, dominios y terri-
torios algunos de la América española, ni parte alguna de ellos, ni
enajenarla en modo alguno de sí ni de la Corona de España. Y al
e
seen y gozan, y en adelante pueden poseer y gozar, los habitado-
Artículo 10. El Rey Católico, por sí y por sus herederos, y suce- res de las dos Castillas, que, de todos los pueblos de España, son
sores, cede por este tratado a la Corona de la Gran Bretaña la ple- los más amados del Rey Católico [... 1.»
na y entera propiedad de la ciudad y castillo de Gibraltar, junta-
mente con su puerto, defensa y fortalezas que le pertenecen,
dando la dicha propiedad absolutamente para que la tenga y goce
con entero derecho y para siempre, sin excepción ni impedimento
Tratado de Utrecht (1713) entre Esp'lIia y Gran Bretaña, según Colección
de Tratados de paz, alianza. comercio, etc., ajustados por la Corona de Es-
paria con las potencias extranjeras desde el reinado del Señor Don Felipe
e
alguno. Pero para evitar cualesquiera abusos y fraudes en la intro-
ducción de las mercaderías, quiere el Rey Católico y supone que
así se ha de entender, que la dicha propiedad se ceda a la Gran
Quinto hasta el presente, Madrid, 1796. tomo 1, págs. 203-207
e
Bretaña sin jurisdicción alguna territorial y sin comunicación al- b) Cuádruple Alianza
guna abierta con el país circunvecino por parte de tierra [...].
Artícule) 11. El Rey Católico, por sí y por sus herederos y suce-
sores, cede también a la Corona de la Gran Bretaña toda la isla de
Artículo 11. Como el único medio que se ha podido hallar para
e
asegurar un equilibrio permanente en la Europa ha sido estable-
Menorca, traspasándola para siempre todo el derecho y pleno
dominio sobre la dicha isla, y especialmente sobre la dicha ciu-
dad, castillo, puerto y defensas del seno de Menorca, llamado
cer por regla que las Coronas de Francia y de España no puedan
jamás ni en tiempo alguno juntarse en una misma cabeza, ni en
una misma línea, y que perpetuamente estas dos ~onarquías se
e
vulgarmente Puerto Mahón, juntamente con los otros puertos,
lugares y villas situadas en la referida isla [... J.
Artículo 12. El Rey Católico da y concede a Su Majestad Britá-
mantengan separadas; y que para asegurar una regla tan necesa-
ria para el reposo público, los Príncipes que por su nacimiento
pudiesen tener derecho a estas dos sucesiones, renunciasen so-
e
nica ya la compañía de vasallos suyos formada para este fin la fa-
cultad para introducir negros en diversas partes de los dominios
de Su Majestad Católica en América, que vulgarmente se llama el
asiento de negros; el cual se les concede con exclusión de los espa-
lemnemente a una de las dos por sí mismos y por toda su posteri-
dad, de modo que esta separación de las dos Monarquías se cons-
tituyese ley fundamental, y así fue reconocida en las Cortes
e
ñoles y de otros, cualesquiera por espacio de treinta años conti-
nuos [...].
Artículo 13. Visto que la Reina de la Gran Bretaña no cesa de
I
juntas en Madrid el día 9 de noviembre de 1712, y confirmada
por los Tratados concluidos en Utrecht en 11 de abril de 1713; su
Majestad Imperial, para dar la última perfección a una ley tan ne-
cesaria y tan saludable, y para no dejar en lo venidero algún mo-
e
instar con suma eficacia para que todos los habitadores del Prin-
cipado de Cataluña, de cualquier estado y condición que sean,
consigan, no sólo entero y perpetuo olvido de todo lo ejecutado
1,
I
tivo de siniestra sospecha, y queriendo atender a la pública.tran-
quilidad, acepta y consiente las disposiciones hechas, arregladas
y confirmadas en el Tratado de Utrecht con respecto al derecho y
e
durante esta guerra y gocen de la íntegra posesión de todas sus
I
J
orden de sucesión a los reinos de Francia y de España; y renun-
e
e 296 BREVE HISTORIA VE EUROPA
15. EUROPA EN LA £PUCA DEL Ptll)EI{/O ¡":KANC£S (1660-1740) 297
e
Artículo IV. En consideración de la renuncia y del reconoci- igualmente con los descendientes de ellos varones, nacidos de
miento que su Majestad Imperial ha hecho en los dos Artículos legítimo matrimonio, sucedan en todos los sobredichos Esta-
precedentes; el Rey Católico renuncia también de su parte, tanto dos [...].
por sí como por sus herederos, descendientes y sucesores, varo- Además se ha ajustado y solemnemente estipulado: que ningu-
-e
(1 vo, elegir a sus ministros a su gusto, sin tener que inclinarse
k sistemáticamente ante el Parlamento. Durante veinte años,
~ Jorge III ejerce de este modo un poder personal que provoca
La lucha en el mar yen las colonias entre Inglaterra, que prosi- ~
gue la evolución hacia el régimen parlamentario a pesar de la J~ una oposición cada vez más fuerte no en el Parlamento,
tentativa de poder personal de Jorge IIl, y Francia, donde el ab- I! donde se asegura una mayoría en parte, sino en la opinión
solutismo de Luis XV y Luis XVI encuentra dificultades crecien- , pública. Además, se le reprochó vivamente el desastroso re-
;f,t
tes, termina con ventaja para Inglaterra, que se convierte en la sultado de la guerra que siguió al levantamiento de las trece
primera potencia económica del mundo gracias a su superiori- tt colonias americanas, debido en gran parte a su intransigen-
dad marítima y al avance que le aseguran los inicios de la Revo- "">i' cia. Por último, su salud está cada vez más comprometida &.
lución Industrial. En };'uropa central y oriental, la Prusia de t:
~.; \;W
por accesos de demencia intermitentes. En 1783, se decide a
-e
Federico 11, la Austria de María Teresa y de José Il, y la Rusia de
Isabel y de Catalina Il compiten entre sí, pero se equilibran y se
r llamar como jefe del gabinete a William Pitt hijo, llamado
ponen de acuerdo para engrandecerse a costa del Imperio 0to- Pitt el Joven. Gracias a su autoridad ya la desaparición pro-
mano y de Polonia, totall/1ente desmembrada. gresiva del monarca de la vida pública, el primer ministro
ejerce de nuevo un papel preponderante bajo el control del
Parlamento, restableciéndose así el equilibrio entre la auto-
ridad del rey y del gabinete y los derechos del Parlamento.
El poderío inglés
298
e
e
300 RREVE HISTORIA DE EUROPA
1
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16. LA PREPONDERANCIA MARfTIMA PE I~(;¡.ATERRA ... 301
~,
mento es el adversario a batir. De este modo, entre 1689 y ¡'I na de vapor puesta a punto por James Watt en 1769. Este
paso de la producción manual al maquinismo -revolución
1815 se desarrolla entre Francia e Inglaterra un largo con-
"'1
e flicto, cortado por treguas, que ha podido calificarse como
la «segunda guerra de los Cien Años». Al margen de los dos
conflictos europeos del siglo XVlII -Guerra de Sucesión de
¡¡
'1
técnica sin precedentes en Europa desde el Neolítico- per-
mite la aparición de la fábrica, o factory, definida como la
concentración en un mismo lugar de un número importante
Austria y Guerra de los Siete Años-, las dos grandes paten- de medios de producción (máquinas de vapor, máquinas-
A cias chocan en el mar y en las colonias, casi siempre con ,¡¡I herramientas) y de los trabajadores necesarios para su utili-
., ventaja para Inglaterra. En 1763, por el Tratado de París,
Francia debe abandonar a Inglaterra sus posesiones de
;j zación. Este paso del domestic system al factory system se ca-
racteriza además por la separación, radical a partir de ese
a América del Norte (Canadá, Luisiana) y sus posiciones co- momento, entre el capital representado por los propietarios
., merciales en la India. Bien es verdad que consigue conservar de la fábrica, únicos receptores del beneficio, y el trabajo, es
sus preciosas «islas del azúcar» (sobre todo Santo Domingo) decir, los obreros que venden a cambio de un salario su
y que, veinte años más tarde, se toma la revancha, sobre fuerza de trabajo. La industria algodonera es la primera
todo moral, ayudando a las trece colofflas amencanas a con- afectada, luego ra-industria metalUrgica.-Hacia t7"8O";lagran
seguir su independencia (I783). No es menos cierto, pese a industria inglesa basada en el algodón, el carbón, el hierro y
La paradoja de Francia en el siglo XVIII reside en el hecho de Federico JI contra María Teresa
A que, en un país que es rico, el Estado resulta casi constante-
•• mente deficitario e incluso está amenazado de bancarrota en En vida, el emperador Carlos VI se impuso de antemano la
vísperas de 1789, lo cual demuestra la necesidad de una re- tarea de conseguir que los pueblos de sus diversos estados y
A forma fiscal. El desarrollo de la producción industrial, que las potencias europeas reconociesen a su hija María Teresa,
•• es el primer aspecto de esa prosperidad, no es la consecuen- nacida en 1717, como sucesora suya. Pero la muerte del em-
cia de la Revolución Industrial «a la inglesa», que apenas perador en 1740 abre una grave crisis en la que diversos
•• afecta a Francia en vísperas de la Revolución, sino que deri- competidores pretenden aprovecharse de la situación. Es lo
., va del desarrollo, sobre todo en el sector textil, de la pro- que ocurre con los esposos de dos sobrinas de Carlos VI, el
toindustria, que, sin perturbaciones de las estructuras tradi- elector de Sajonia y el elector de Baviera, y con Federico Il,
cionales, resulta favorecida por la estabilidad de la moneda, convertido en rey de Prusia unos meses antes, que plantea
•• ~Lalza_deJ.os~IeciosT-)L-pQr-tal1tO-dt'l-IHs-beflefJ£i(}s,el-al:F mItigtlas--pretensiones-de--los-Htrhenzt}Hern-s-olJre-Silesia;--En~~~4C1
'-mento de la población, que pasa de 21 millones de habitan- diciembre de 1740, el rey de Prusia invade Silesia, sin decla-
tes en 1700 a 28 millones en 1790, y la apertura de nuevos ración de guerra, y entra en Breslau. Reanudando la vieja
Al mercados. La intensificación de las relaciones comerciales es
•• inseparable, en efeclo, de ese crecimiento de la producción:
J~ política de lucha contra la Casa de Austria, Francia apoya al
elector de Baviera, candidato a la corona imperial, y garanti-
¡~j,
comercio interior, comercio exterior intraeuropeo, comer- za Silesia a Federico 11. En 1741 las tropas francesas invaden
A cio mundial (a cuya cabeza figura el comercio con las colo- , Bohemia y entran en Praga. Pero María Teresa, segura del
,., nias antillanas). apoyo de sus súbditos austríacos y húngaros, no pierde el
No todos los franceses salen igualmente beneficiados de valor. En 1742 firma una paz separada con Federico 1I al
••• esa prosperidad que, por lo demás, da paso, a partir de 1770 precio de la cesión de Silesia, expulsa a los franceses de Pra-
., aproximadamente, a un estancamiento, y más tarde al ini- ga y se asegura la alianza de Inglaterra, de las Provincias
cio de una depresión en la producción yen las rentas. Finan- Unidas y de varios estados alemanes. En 1745, su esposo
It
siete años y se desarrollará esencialmente en Alemania (ade- lósofo» (se dirá «déspota ilustrado» en el siglo XIX), gracias
más de la guerra franco-inglesa en el mar y en las colonias). entre otras cosas a sus relaciones con Voltaire. De hecho,
Federico 11,que debe hacer frente a una coalición que agru- suprime la tortura y manda redactar un código civil basado
pa a Austria, Francia, la mayoría de los estados alemanes e
incluso Rusia, está en varias ocasiones a dos dedos de la de-
rrota, pero siempre consigue salir airoso, bien gracias a su
en la igualdad de todos ante la ley, suprime la esclavitud en
sus dominios propios (pero no en el resto de Prusia), esta-
blece la libertad religiosa y la libertad de prensa, y desarrolla
e
genio militar (victorias de Rossbach y de Leuthen en 1757),
bien por le; intervención de «Su Majestad el Azan> cuando
en 1762, a la muerte de la zarina Isabel, el sucesor de ésta fir-
~
t
la enseñanza. No es menos cierto que su conducta, tanto en
el interior de su reino como en sus relaciones con sus veci-
nos, está inspirada sólo en la razón de Estado. Cuando mue-
e
ma inmediatamente una paz separada con Prusia. Por últi- re, en 1786, el «viejo Fritz» deja un Estado poderoso y
mo, en enero de 1763, un mes antes del tratado franco-in- agrandado (6 millones de habitantes sobre 200.000 kilóme-
glés de París, Federico 1I y María Teresa firman el tratado de tros cuadrados), susceptible de imponer un día su ley a toda ~
Hubertsburgo: Silesia sigue siendo prusiana.
J
\
no. Fiel al mercantilismo de sus predecesores, María Teresa
e
e 308 BREVE HISTORIA DE EUROPA
16, LA PREPONDERANCIA MARITlMA DE IN(;LATERRA •..
e
309
se esfuerza por estimular la actividad económica para au-
mentar las exportaciones. La industria es reglamentada y ligión debe ser ante todo socialmente útil y que la Iglesia
alentada. El comercio exterior está en plena expansión, so- católica debe estar sometida al Estado y sus inmensos me-
e-.. ,
madre lo nombra sólo corregente de los Estados heredita-
rios-)LSigu€--~f€iendo-el-podel ella misma hasta su muerte;
en 1780.
cesis y las parroquias, simplificación del cunó. Semejante
política de reformas, llevadª_en_todoslos.£rentes--y.-sin--p"Fe
---cauciones, suscita muy vivas resistencias en casi todos los
José II se ve entonces libre para aplicar el programa de ambientes. En los ducados alpinos se producen sublevacio-
.A reformas que ha concebido. Inteligente y discípulo de filó- nes populares, mientras que en Hungría, y sobre todo en
.• sofos, cree en la omnipotencia de la razón y detesta el fam- los Países Bajos, la oposición se convierte en abierta revuel- o,,;
tismo y la superstición. Lleno de buenas intenciones, quiere ta. Cuando en 1790 muere José I1, es cruelmente consciente
de su fracaso.
A trabajar con un espíritu sistemático por la felicidad de sus
• súbditos -llegado el caso, a pesar de éstos-, y su actividad
reformadora es con demasiada frecuencia desordenada.
El ascenso de Rusia
A Emprende la unidad lingüística y administrativa de sus es-
•. tados. El alemán sustituye al latín como única lengua ofi-
cial, incluso en los Países Bajos y el Milanesado. Todos sus La Rusia de Isabel y de Catalina II (1741-1796)
e .
estados de Europa central son divididos en provincias, con
funcionarios nombrados por Viena que sustituyen a los
agentes de los Estados locales. En el plano social, José I1,
Después de la sucesión de cinco zares o zarinas en dieciséis
años (1725-1741), Isabel, hija de Pedro el Grande y de Cata-
deseoso de mejorar la condición campesina, promulga en lina 1, se convierte en zarina en 1741 Ylo sigue siendo hasta
a 1781 un decreto aboliendo la esclavitud personal donde to- su muerte, en 1762. Muy rusa y apegada a la religión ortodo-
• davía subsistía, 'manda redactar un nuevo código procla- xa, no dejó de recibir una educación francesa, y su reinado
mando la igualdad de todos ante la ley y piensa en un im- está marcado a un tiempo por la penetración duradera de la
A puesto de bienes raíces único que se aplicaría a todas las influencia cultural de Francia en las élites y por una reacción
• tierras. En materia religiosa, está influido por las Luces, nacional rusa. Durante su reinado, la industria conoce un
~
.t
.tI
todo, subordina estrechamente a la nobleza, que controla
los diversos .poderes locales, y a los gobernadores locales,
nombrados por el soberano y que sólo dependen de él. La
reforma social de 1785 define el estatuto legal de la nobleza
codificando todos los privilegios que anteriormente le fue-
-e
-
signa como sucesor a un príncipe alemán, Pedro de Hols- ron concedidos. En cambio, la zarina se niega a limitar los
tein, nieto de Pedro el Grande y de Catalina 1, que se '1 derechos de los propietarios sobre sus siervos y agrava la
convierte en Pedro III. Pero, al cabo de unos meses, su mu-
i situación de éstos, que en adelante pueden ser vendidos y
comprados; además, extiende la esclavitud a las regiones
-
jer, Sophie d' Anhalt, que se ha hecho muy popular por su
voluntad de aprender el ruso y por su conversión a la reli- del sur de Rusia donde aún no existía. En cuanto a los pro-
! gresos de la industria, continúan para mayor provecho de
gión ortodoxa, fuerza a Pedro a la abdicación (antes de '"
mandarlo ejecutar) )' se hace proclamar zarina con e1nom- ~ los nobles. La política llevada a cabo respecto a los campe-
bre de Catalina II (1762). ti sinos suscita frecuentes sublevaciones, entre las que la de
Inteligente, trabajadora y autoritaria, Catalina II asume
enteramente la dirección de los asuntos públicos, sin dejar- 5
l
Pugachov (1773-1775) es indudablemente la de mayor gra-
vedad. Al final de su reinado, Catalina la Grande ha con-
cluido el proceso de concentración de las tierras rusas y ha
(1)
se dominar por sus sucesivos favoritos. Muy disimulada y J.•.
astuta, asegura su propia publicidad en Europa mantenien-
do excelentes relaciones con los filósofos franceses, sobre
todo con Diderot, que celebran en ella a la «Semiramis del
i
hecho de su imperio, más poblado y más vasto, una gran
potencia europea. e
Norte» y modelo de rey filósofo. De hecho, actúa como una
soberana ilustrada: favorece la enseñanza, da pruebas de Los repartos de Polonia y la «Cuestión de Oriente» e
--
tolerancia religiosa ordenando el cese de las persecuciones
contra los disidentes del raskol, acogiendo a los jesuitas ex- El reforzamiento del poderío r.uso se hizo en párte en detri-
pulsados de los países católicos y otorgando la libertad de mento de sus dos vecinos, Polonia y el Imperio otomano. La
culto a los musulmanes de los países conquistados a los tur- anarquía política que reina en Polonia debido a la ineficacia
cos. Pero su apego a las Luces y su liberalismo son básica- de sus instituciones -elección del soberano, liberum veto,
mente de fachada. Al igual que en el caso de Federico I1, privilegios nobiliarios- facilita la intervención cada vez más
para ella sólo cuentan la razón de Estado y la tarea que se ha abierta de las grandes potencias en los asuntos internos po-
asignado: proseguir la obra de Pedro el Grande expandien- lacos. Algunos nobles, como los Czartoryski, son conscien-
I
do progresivam)nte las fronteras rusas hacia el oeste y ha-
cia el sur y rematando la construcción de una monarquía
I tes de la necesidad de emprender reformas, pero todos lle-
van una política de clanes, gracias a importantes clientelas y e
-e
autocrática y burocrática apoyada en la nobleza que posee
las tierras.
II a apoyos del exterior. En estas condiciones, la muerte de
Augusto III abre en 1763 una gravísima crisis. Gracias' a un
Desde esta perspectiva, hay dos reformas particularmen- I acuerdo ruso-prusiano y a la presencia de tropas rusas que
te importantes. La reforma administrativa de 1775 aumentó penetran en Lituania, el polaco Stanislas Poniatowski, anti-
el número de gobiernos provinciales de 12 a 50 y, sobre
I guo amante de Catalina 11,es elegido rey en 1764. Bajo la in-
j
•
e
312
BREVE HISTORIA
e -.
que producen todos estos hechos en Europa, y sobre todo
en Francia, es considerable, pero no se pone en marcha nin-
guna iniciativa para ayudar a los polacos. El país, cercenado
Industrial
e de dos quintas partes de su territorio, ya no es más que un apoyo: mi afecto hacia Usted y el que tengo hacia un proyecto
tan rentable y genial. He pensado que vuestra ~quina, para
protectorado ruso. Algunas reformas, intentadas tardía-
producir del modo más ventajoso posible, requétlría dinero,
mente, no pueden impedir ni un segundo reparto, en 1793,
una adecuada realización y una amplia publicidad, y que el
entre Rusia y Prusia, ni la desaparición total del Estado po-
mejor modo de que Vuestro invento sea tenido en la debida
A laca en 1795. consideración y para que se le haga justicia, sería el de sustraer
•• Al mismo tiempo, la presencia otomana en Europa se ve la parte ejecutiva del proyecto de las manos de esa multitud de
cada vez más amenazada por dos peligros: el despertar de ingenieros empíricos que, por ignorancia, falta de experiencia
_ las poblaciones cristianas, organizadas en sólidas comuni- y de los necesarios incentivos, serían responsables de un traba-
•• dades aldeanas Ji bien encuadradas por el clero ortodoxo, y jo malo y descuidado: y todos ellos son fallos que afectarían a
las ambiciones de los Estados vecinos. Rusia mira hacia la reputación del invento. Para obviarlo y obtener el máximo
•• Crimea y el mar Negro y, por otro lado, se ofrece como de- beneficio, mi idea es la de instalar una manufactura cerca de la
• fensora de los cristianos del Imperio turca. Austria preten- mía, a orillas de nuestro canal, en donde podría poner todo lo
de no dejar que nadie ocupe el lugar que a ella le corres- necesario para la realización de las máquinas. Con esta fábrica,
-e
contratar y enseñar a algún buen obrero (dándole instrumen- todo sería de desear para la felicidad del mundo, que los Prínci-
tos mucho mejores que los que cualquier otro, para producir
I pes fuesen benignos, sin ser por ello muy indulgentes: para que
una sola máquina, le entregaría) y podremos poner a punto ,I la bondad fuese siempre en ellos una virtud, }' nunca una fla-
Vuestro invento con un costo inferior en un veinte por ciento queza [...)..
al de cualquier otro sistema y con una diferencia en cuanto a la
precisión similar a la que existe entre el producto de un herre-
• 1
:/ Los Soberanos, que miran a sus vasallos como esclavos suyos,
los exponen sin piedad, y los ven perecer sin sentimiento; pero e
-e
ro y el de un constructor de instrumentos matemáticos. Y así I
los Príncipes, que consideran a los hombres como sus iguales, y
las cosas, no tendría sentido producir sólo para tres condados, I que miran al pueblo como el cuerpo de que ellos son el alma, son
sino que sería mucho más conveniente producir para todo el :1
económicos de la sangre de sus vasallos [...).
mundo. ~I
~:
No hay cuidado alguno, más digno de un legislador, que el
de la educación de la juventud. En una edad todavía tierna son
Carta de Boulton a Wall, 7 de febrero de 1769, según Giorgio Mori, La Re- susceptibles estas plantas de todas suertes de impresiones: si se
volución 1ndustría/. Economía y sociedad en Gran Bretaña en /a segun- les inspira el amor de la virtud y de la Patria llegan a hacerse
da mitad del sigÚJ XVIII. trad. de Carlos Elordi, Barcelona, Crítica, 1983, :;.¡
e
buenos Ciudadanos, y los buenos Ciudadanos son las últimas
págs. 173-174 :1 murallas de los Imperios. Si los Príncipes merecen nuestras
alabanzas, gobernando con justicia a sus pueblos, arrebatan
nuestro amor, cuando extienden sus cuidados hasta la posteri-
En esta carta se resumen los elementos primordiales de la Rel'Olu-
ción industrial britdnica del siglo XVIl/: un empresario capitalista
propone al inventor de la máquina de vapor asociarse para illSla-
lar una jdbrica y producir COIl los métodos mds modernos. El mer-
dad [... ].
El Edicto contra los Duelos es muy justo, muy equitativo, y
muy bien dispuesto; pero no conduce al objeto que los Príncipes
e
cado mundial es el objetivo a conquistar. se han propuesto en su publicación. Las preocupaciones, más an-
tiguas que este edicto, luchan fuertemente contra él, y parece,
que el público lleno de falsas opiniones, está col1\:tncido tácita-
e
2. Los ideales de un déspota ilustrado mente en no obedecerlo.
Si todos los Príncipes de la Europa no juntan un congreso, y no
convienen en fixar un desonor a los que, a pesar de sus órdenes,
e
-e
Los Soberanos están obligados a desimpresionar al público de la
falsa idea en que se halla sobre la política, que no debe ser sino el intentan matarse en estos combates particulares: si ellos digo no
sistema de la sabiduría, pero que comúnmente se sospecha, que se convienen en rehusar todo asilo a esta especie de homicidas, y
es el compendio del engaño. A ellos les corresponde desterrar las en castigar severamente a aquellos que insulten a sus semejantes,
sutilezas, y mala fe de los tratados, y dar vigor a la pureza, y al ya de palabras, ya por escrito, o ya por medio de hechos, no se
candor [...). , pondrá fin a los duelos [...].
Los buenos Príncipes, miran el poder, que tienen sobre la vida Perdóneseme si me enardezco contra el tormento. Me atrevo a
de sus vasallos, como el peso más grave de su Corona: saben que tomar el partido de la humanidad contra un uso vergonzoso para
e
son hombres como aquellos a quienes deben juzgar saben que los Cristianos, y para las Naciones cultas, y aún añado, contra un
otras injusticias pueden repararse; pero que una sentencia de uso tan cruel como inútil [...]. Más valdría perdonar a veinte cul-
muerte precipitada, es un mal irreparable. Ellos no se conducen a pables, que sacrificar a un inocente. Si las leyes deben establecer-
la severidad, sino para evitar, un rigor más desagradable. Con
e
se para el bien de los pueblos ¿deben tolerarse tales que pongan a
316 IIREVE HISTORIA DE EUROPA
r
la felicidad de sus pueblos, reconocer la dignidad de todo ser hU 1 ... de la ignorancia y del fanatismo. En el plano artístico, e/arte ba-
mano, preocuparse por la educación de la juventud, desterrar la ~.'. rroco, nacido en Italia hacia 1600, triunfa en la mayoría de los
superstición y las costumbres bárbaras (como el dllelo), y humani-;I países católicos, pero en Francia triunfa el ideal clásico sÚnboli-
zar las leyes. Y t~do ello sin pensar siquiera en la participación del ¡'.'• ~.I zado por Versalles. En el siglo XVIlt, el movimiento literario y ar-
e pueblo en la po/ztlca. , . tístico se desarrolla como reacción primero contra este clasicis-
mo a la francesa, y luego contra lns excesos de un racionalismo
"
:.'.'.'.'1 considerado excesivamente árido.
e
{"i
I
1
•.
e Los progresos de las ciencias y de las técnicas
317
,
318 BREVE HISTORIA DE EUROPA
I 17. LA C1VILllAClON EUROPEA El> WS S1l.;WS XVII y XVIII 319
-
sobre el desplazamiento de los proyectiles y refuta la teoría de
Aristóteles sobre el movimiento. En 1609 termina la lente as-
tronómica, que le permite notables descubrimientos, abrien-
do de este modo el camino a la astronomía de observación.
Pero la publicación en 1632 de su Diálogo sobre los dos gran-
des sistemas del mundo, en donde defiende el heliocentrismo
todo lo más están protegidos por algunos mecenas. Las au-
toridades los ignoran o los miran con desconfianza. La opi-
nión pública apenas se .interesa por sus trabajos. Pero, a par-
tir de mediados del siglo XVII, reyes y príncipes empiezan a
prestarles un interés creciente. En 1662, se funda en Lon-
dres, bajo el patrocinio del rey Carlos Il, la Royal Society,
--
-e
de Copérnico, le valió ser condenado al año siguiente por la que desempeñará un papel motor en los progresos científi-
Inquisición romana. cos y técnicos en Inglaterra. En 1665, Colbert funda en París
Cuatro años después de la condena de Galileo, aparece en la Académie des Sciences y patrocina la publicación del
París, en francés, el Discours de la méthode pour bien condui- ¡oumal des savants; en 1667, ordena empezar la construc-
re sa raison et chercher la vérité dans les sciences [Discurso ción del observatorio. En el siglo siguiente, las academias de
del método l. Esta obra de Descartes sienta las bases de una ciencias patrocinadas por los soberanos se multiplican en
verdadera revolución intelectual: al pensamiento idealista y Europa: en Estocolmo, Copenhague, Berlín, fundada en 1700
prelógico, a la física cualitativa de las gentes del Renacimien-
e
por Federico I y reorganizada en 1743 por Federico 11,y San
to, opone las grandes lecciones de la duda metódica, de la Petersburgo, fundada en 1725 por Pedro el Grande y repre-
primacía de la razón y de la experiencia, de la necesidad del
-e
sentada por Lomonossov (1711-1765), escritor y sabio de un
lenguaje matemático. genio universal. La ciencia es considerada ahora algo esen-
Matemático, físico y geómetra, Newton es, sobre todo, el cial para el Estado. Los reyes se disputan a los sabios y to-
creador de un nuevo sistema del mundo que, prolongando man la iniciativa de las grandes empresas científicas. Con
las intuiciones de Copérnico y los descubrimientos de Gali- ello, no hacen sino traducir un sentimiento general. En efec-
leo y de sus sucesores, sustituye al sistema de Aristóteles, que to, en todos los países de Europa la ciencia ha conquistado
tanto la observación como la experimentación obligan a re- paulatinamente a un sector cada vez más amplio de la opi-
chazar. Es en 1687, en sus Philosophice naturalis principia nión pública. En el siglo XVII! es de buen torro hablar de
mathematica, donde enuncia una ley matemática simple,
pero de grandísimo alcance: la ley de la gravitación universal.
A pesar de numerosas resistencias, el sistema de Newton
ciencias en los salones. Los mayores ingenios atestiguan el
más vivo interés por las cuestiones científicas; es VoJtaire
quien, hacia 1735, da a conocer en Francia los trabajos de
e
triunfa en el siglo XVIII y seguirá siendo, hasta la aparición de
Einstein, el marco en el que se inscribirán todos los descubri-
Newton. Existen otros testimonios de ese entusiasmo: el éxi-
to de las primeras experiencias con electricidad, la multipli- e
-
mientos científicos ulteriores. cación de los gabinetes de física en los castillos o en los pala-
cetes burgueses o el progreso de la enseñanza de las ciencias
en los colegios.
Las nuevas condiciones del trabajo de los sabios Apoyado por las autoridades, sostenido por el interés pú-
e Pero es Newton quien funda verdaderamente la astronomía mientos en anatomía y en fisiología, sobre todo el de la cir-
'\j
322 BREVE HISTORIA DE EUROPA
;'1
I
17. LA C1VIUZACION EUROPEA E!\ I.llS SJ(;I.OS XVII y XVIII
323
e'
I
culación general de la sangre expuesto por Harvey en 1628.
La terapéutica continúa utilizando remedios ampliamente
ineficaces, y la primera gran victoria sobre la enfermedad
I
I
I
afectado casi exclusivamente a Inglaterra. El continente no
conocerá hasta el siglo XIX la Revolución Industrial y sus
efectos en cadena.
e
-en este caso, la viruela- no se consigue hasta 1796, fecha de
la primera vacunación practicada por el escocés lenner. .I
¡
En conjunto, la importancia de los siglos XVII Y XVIII en la
historia de Europa es considerable: es entonces cuando se
sientan las bases sobre las que va a edificarse la civilización
e
I científica y técnica del siglo XIX. El hecho es tanto más im-
Los progresos técnicos ~'.~ j
e,
~~{
portante cuanto que tiene por consecuencia la aceleración
del desfase entre Europa y el resto del mundo. Mientras que
e
Paralelamente a los éxitos obtenidos por la ciencia, asisti-
mos a una rehabilitación de las técnicas por parte de los
grandes ingenios de la época, que subrayan el valor de las
ílj
;;¡1
''),.,i
ji I
hasta entonces el progreso había caminado al mismo paso, o
casi al mismo paso, en Asia y en Europa, ésta acentúa bru-
talmente, en el plano de la ciencia y de la técnica, el avance
,e
«artes mecánicas», tan despreciadas por algunos y, sin em- JI' que los grandes descubrimientos marítimos del siglo xv le
~
bargo, tan útiles. No obstante, la relación entre la ciencia y la
técnica todavía no es sistemática, como lo será a partir del
siglo XIX. Los grandes descubrimientos técnicos del si-
"1 habían asegurado en el plano económico y político.
e
e
glo XVIIi (el siglo anterior es bastante pobre en este terreno) Barroco y clasicismo
derivan más a menudo del ingenio de artesanos y de profe-
sionales enfrentados a un problema práctico que de la apli- Nacimiento y difusión del Barroco
cación a ese problema de datos científicos. En agricultura,
cierto número de innovaciones comienzan a difundirse muy
lentamente en Europa en la segunda mitad del siglo XVIlI,
Movimiento artístico original, el Barroco nace, en el sentido
estricto del término, en Italia hacia 1600 y de.ahí gana los
e
por influencia de holandeses, flamencos e ingleses. La más
países vecinos. Es un arte del movimiento, con fachadas on-
importante reside en la introducción de cultivos forrajeros
en el ciclo de producción, lo cual permite la supresión del
barbecho y el desarrollo de la ganadería. Además, se intenta
duladas y desencajadas o columnas retorcidas en arquitec-
tura, y con efectos de trampantojo, juegos de sombra y luz, y
e
un derroche de colores en pintura. Es también un arte del
mejorar la calidad del ganado, sobre todo mediante la selec-
ción de razas, mientras la patata avanza poco a poco en los
suelos pobres.
espectáculo y de la ostentación, que rechaza el equilibrio y la
razón y predica el patetismo, lo excesivo, lo irracional. Es,
le
por último, un arte católico, inseparable del éxito de la Igle-
Pero es en la industria donde los progresos son más im-
portantes y están más cargados de consecuencias. Todos
son obra de británicos: invención de nuevas máquinas texti-
sia romana después de Trento y de la glorificación de los
grandes dogmas reafirmados por el concilio. Los iniciadores
e,
del arte nuevo son los romanos Borromini y, sobre todo,
les (de tejer y de hilar), sustitución del coque por la leña en
la fundición del mineral de hierro, y sobre todo la puesta a
punto de la máquina de vapor. Por eso, a finales del siglo, las
Bernini, que realiza la disposición de la plaza en San p'edro
de Roma y la decoración interna de la basílica. Desde Roma,
el Barroco irradia a los demás centros italianos, particular-
e
consecuencias revolucionarias de estas innovaciones han
mente Venecia, los dos reinos ibéricos, España y Portugal, la
e
e ,!
RREVE HISTORIA DE EUROPA
17. LA C1VII.IZACl(lN EUROPEA EN LOS SlliLOS XVII y XVIII 325
324
e El ideal clásico
nitivamente en ella en 1682. Majestad, simetría, mesura,
ésas son las características de un conjunto donde todo con-
curre a la gloria del soberano. Edificios y jardines se orde-
e
ra, se vuelve, más allá de la fantasía que hubiera podido
introducir acá o allá el Barroco, a las fórmulas antiguas revi- Fuera de Francia, el arte barroco sigue imponiéndose,.en la
sadas por el Renacimiento: frontón triangular, órdenes su- segunda mitad del siglo XVII,en casi toda la Península italia-
perpuestos, columnatas, cúpulas. En escultura y en pintura, na, sobre todo en el sur de Italia y en Sicilia. En la Península
e las alegorías mitológicas están de moda más que nunca, lo Ibérica desemboca en el arte churrigueresco, término deri-
326
BkEVl: HlS'IUKIA Uf:. EL.:RUPA
17. LA CIVILlZACJON EUROPEA EN LOS SIl;WS XVII y XVIII 327
e
vado del nombre de los hermanos Churriguera, arquitectos
y decoradores, que multiplican hasta el infinito los motivos
ornamentales. Es entre 1650 y 1730 cuando el Barroco flore-
designe en países vecinos este gran movimiento intelectual
del siglo XVIII.
Con todos los matices unidos a las diferencias de sus op-
e
ce realmente en Europa central y más especialmente en los
estados de los Habsburgo, países de civilización católica,
monárquica y señorial, ampliamente abiertos a la influencia
ciones personales y de sus temperamentos, los grandes filó-
sofos, especialmente Montesquieu (I 689-1755), Voltaire
(1694-1778), Rousseau (1712-1778) y Diderot (1713-1784),
e
italiana. Iniciado tras la Paz de Westfalia, el movimiento se
encuentra confirmado y acelerado por la victoria sobre los
turcos en 1683. Grandes arquitectos, como Fischer von Er-
lach o Hildebrandt, edifican en Viena y en Praga iglesias y
se entregan a una misma crítica sistemática de la sociedad
de su tiempo, en todos los planos, religioso, político, social y
económico. Con raras excepciones, los filósofos admiten la
e
existencia de un Dios creador y organizador del universo.
palacios, y la iglesia abacial de Melk a orillas del Danubio.
Escultores y decoradores animan con estatuas, pinturas,
muebles esculpidos y retablos todos estos edificios que, lejos
Pero ese Dios no interviene en la historia humana. Revela-
ción, tradición, Iglesias, clero y dogmas no tienen ningún
valor. A la enseñanza de la Iglesia romana, que presenta la
e
de ser imitaciones serviles de Borromini o de Bernini, son
variaciones originales sobre los temas barrocos. Lo mismo
ocurre en la Polonia católica, donde las tradiciones locales
vida terrenal como un valle de lágrimas, simple paso hacia
la vida eterna, Diderot opone la idea de que «no hay más
que un deber, ser feliz». El deísmo de Rousseau, más cálido,
e
prestan su coloración particular al arte polaco, como en el
palacio de Wilanow.
va acompañado por un mismo rechazo de las Iglesias esta-
blecidas, guaridas de la ignorancia y del fanatismo, pero ter-
mina por desembocar en una religiosidad profunda y since-
e
El Siglo de las Luces
ra. Es cierto que, al mismo tiempo, la mayor parte de los
filósofos, con Voltaire a la cabeza, estiman que la religión,
garante del orden social, es necesaria para la «canalla»; pero
e
El movimiento filosófico llegará un momento en que el progreso de las Luces permita
.. 1
un papel político privilegiado a las clases ilustradas y defien-
e
e 328 HHEVE HISTORIA DE EUROPA 17. LA C1VIl.lZACI(\N EURO!'E:\. E,\' l.{lS Slt:LOS XVII y XVIII 329
-e .
única fuente qe la riqueza, siendo el trabajo de cada uno lo
que permite acceder al producto de¡-trahajm:h:-lus-demásda-
ley de la oferta y de la demanda y el Interés personal permi-
,--
Por último la difusión de las Luces en toda Europa, más allá
---deiaetite culTlvaaa-dela sociedadírancesa, se ve favorecIda
por la utilización de la lengua francesa por las clases supe-
ten a las sociedades organizarse armoniosamente sin inter- riores de la mayor parte de los países europeos.
6. - vención del Estado y en medio de la libertad más absoluta
•• en la producción y en los intercambios.
El movimiento literario
e
Aunque las principales obras de los grandes filósofos fueron res que brillan en todos los géneros y dan m~estras de una
escritas antes de mediados del siglo, fue sobre todo después claridad de expresión conforme con las lecciones del clasi-
de 1750 cuando se aceleró la difusión de sus ideas. Esa difu- cismo. Éste triunfa también en Inglaterra con Daniel Defoe
Sión choca, especialmente en Francia, con la oposición de (Robinson Crusoe, 1719), Swift (Los viajes de Gulliver, 1746)
e ciencias, las artes y las técnicas, es decir, la situación en que los paisajes nocturnos y el exotismo, la ensoñación y lo irra-
-e
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cional. La influencia de estos autores ingleses es grande en con una tradición barroca persistente que se observa no
Francia, donde responden a la evolución de la sensibilidad sólo en la decoración interior, semejante al Rococó en
del público. En 1761, Rousseau publica, con éxito clamoro- Francia, sino también en ciertos exteriores, por ejemplo el
so, La Nueva Heloísa, novela de amor, exaltación de la felici-
dad inocente en el seno de la naturaleza.
En Alemania, donde, desde principios de siglo, una litera-
tura en lengua alemana empieza a desplazar poco a poco a la
pabellón del Zwinger en Dresde.
En la segunda mitad del siglo, un doble movimiento afec-
ta a la arquitectura y a las artes plásticas: el Rococó retroce-
e
literatura en latín o en francés, estalla hacia 1770 un gran
movimiento literario en favor de una literatura nacional: el
*Sturm und Drang. Esta escuela, que se presenta como reac-
de ante el Neoclasicismo, y la irradiación francesa ante las
reacciones nacionales. La vuelta a lo antiguo se traduce por
contrucciones más sobrias y más severas o por los cuadros
e
de David. De forma paralela, la irradiación de lo francés dis-
e
.,
ción contra el racionalismo del AuJklarung y reivindica los minuye y la propia Francia se abre cada vez más a las in-
derechos del sentimiento, es ilustrada sobre todo por Schiller fluencias extranjeras, sobre todo a la influencia inglesa, que,
y Goethe (Werther, 1774). Por su parte, es el alemán el idio- muy evidente desde principios del siglo, se vuelve prepon-
ma en que el f¡'¡ósofo lmmanuel Kant publica su Crítica de la
razón pura (1718) y su Crítica de la razón práctica (1788),
derante y termina convirtiéndose en anglomanía. En Ale- a
..
,..
mania, el rechazo de la influencia francesa y la vuelta a la
--
cuya influencia será capital sobre todo el pensamiento del Antigüedad van a la par: el arquitecto Langhans edifica en
siglo XIX.
Berlín, en 1788, la Puerta de Brandeburgo inspirándose ex-
clusivamente en modelos antiguos.
Tras el nacimiento en el siglo XVII del oratorio y de la ópe-
El movimiento artístico
ra (Orfeo, de Monteverdi, 1607), el siglo XVIII ve el desarrollo
del arte de la sonata, donde la música procede exclusiva-
El arte europeo de la primera mitad del siglo XVIlI aparece mente del instrumento; junto a la sonata propiamente di-
como una síntesis del clasicismo arquitectónico y del ba- cha, aparecen el concierto, el cuarteto, la sinfO'nía. Igual que
rroco decorativo, sobre todo en Francia. La arquitectura si-
gue fiel a las tradiciones clásicas, con una preocupación ur-
en el siglo anterior, los compositores italianos, como Vivaldi
(1678-1741), siguen desempeñando un papel esencial. Pero
e
1-
banística que se manifiesta en la planificación de las plazas es en los países alemanes donde surgen pronto los grandes
reales en las construcciones programadas. Por contra, el es- músicos del siglo: Johan Sebastian Bach (1685-1750), el
tilo grutesco, o Rococó, que prefiere el contorno recortado «cantor de Leipzig»; Haendel (1685-1759), nacido en Sajo-
y la forma atormentada a la línea recta, triunfa en la decora- nia, pero que reside definitivamente en Inglaterra desde
ción, la ornamentación e incluso la pintura (Watteau, Bou- 1726; el vienés Joseph Haydn (1732-1809), y por último,
"
cher). El prestigio ael arte francés es tal que se imita en toda Mozart, nacido en Salzburgo en 1756 y muerto en Viena en
Europa. Reyes y príncipes se hacen construir residencias 1791, autor de un inmenso repertorio en todos los géneros y
copiadas más o menos directamente de Versalles; el urba- genio sin igual.
nismo se inspira en las plazas reales a la francesa: Bruselas,
Copenhague, Lisboa ... Pero, en el sur de Alemania y en
te
toda la Europa central esa influencia francesa se conjuga
e
e 332
BREVE HISTORIA DE EUROPA
17. LA UVILlZACION EUROPEA EN LOS SICLUS XVII y XVIII 333
e 1.
DOCUMENTOS
Asuma de fuerzas que pueda superar la resistencia, ponerlas en de Ciudad, y toma ahora el de República o de cuerpo político, a! cua!
.juego mediante un solo móvil y hacerlas obrar a coro. sus miembros llaman Estado cuando es pasivo, Soberano cuando es
Esta suma de fuerzas no puede nacer más que del concurso de activo, Poder al compararlo con otros semejantes. Respecto a los
_muchos; pero siendo la fuerza y la libertad de cada hombre los asociados, toman colectivamente el nombre de Pueblo, y en parti-
~rimeros instrumentos de su conservación, ¿cómo las compro- cular se llaman Ciudadanos como partícipes en la autoridad sobe-
meterá sin perjudicarse y sin descuidar los cuidados que a sí mis- rana, y Súbditos en cuanto sometidos a las leyes del Estado [... ]
mo se debe? Esta dificultad aplicada a mi tema, puede enunciarse A fin, pues, de que el pacto social no sea un vano formulario,
~n los siguientes términos: implica tácitamente el compromiso, el único que puede dar fuer-
«Encontrar una forma de asociación que defienda y proteja de za a los demás, de que quien rehúse obedeccr a la voluntad gene-
toda la fuerza común la persona y los bienes de cada asociado, y ral será obligado a ello por todo el cuerpo: lo cual no significa
AJar la cual, uniéndose cada uno a todos, no obedezca, sin embar- sino que se le forzará a ser libre; porque ésa es la condición que,
~o, más que a sí mismo y quede tan libre como antes». Tal es el dando cada ciudadano a la patria, le garantiza de toda dependen-
problema fundamental al que da solución el contrato social [... ] cia personal; condición que constituye el artificio y el juego de la
a&_S<lb_e¡:,_la_en¡tLenac.:ión_toJaLde_cada_asociado_con-todos_susde,. . _ ~"--. --!Iláquina..política.-y.Ja..única..quc..hacelegítli:l1os.-los_compromisos _
"echos a toda la comunidad: Porque, en primer lugar, al darse civiles, que sin eso serían absurdos y tiránicos y estarían someti-
cada uno todo entero, la condición es igual para todos, y siendo dos a los abusos más enormes [... ]
.a condición igual para todos, nadie tiene interés en hacerla one- Este paso del estado de naturaleza al estado civil produce en el
•. osa para los demás. hombre un cambio muy notable, sustitllyendo en su conducta
Además, por efectuarse la enajenación sin reserva, la unión es el instinto por la justicia y dando a sus aCéioncs la moralidad que
tan perfecta como puede serlo y ningún asociado tiene ya nada que les faltaba an tes [... ¡
_eclamar: porque si quedasen algunos derechos a los particulares, Lo que pierde el hombre por el contrato social es su libertad
como no habría ningún superior común que pudiera fallar entre natural y un derecho ilimitado a todo cuanto le tienta y que pue-
ellos y lo público, siendo cada cual su propio juez en algún punto, de alcanzar; lo que gana es la libertad civil y la prowedad de todo
8Jronto pretendería serlo en todos, el estado de naturaleza subsisti- cuanto posee. Para no engañarnos en estas compensaciones, hay
"ía y la asociación se volvería necesariamente tiránica o vana [... J que distinguir bien la libertad natural que no tiene por límites
Por lo tanto, si se aparta del pacto social lo que no pertenece a más que las fuerzas del individuo, de la libertad civil, que está li-
alu esencia, encontraremos que se reduce a los términos siguien- mitada por la voluntad general, y la posesión, que no es más que
.es: Cada uno de nosotros pone en común su persona y todo su po- el efecto de la fuerza o el derecho del primer ocupante, de la pro-
der bajo la suprema dirección de la voluntad general; y nosotros piedad que no puede fundarse sino sobre un título positivo.
recibimos corporativamente a cada miembro como parte indivisi- Según lo precedente, podría añadirse a la adquisición del esta-
_le del todo. • do civil la libertad moral, la única que hace al hombre auténtica-
En el mismo instante, en lugar de la persona particular de cada mente dueño de sí; porque el impulso del simple apetito es escla-
contratante, este acto de asociación produce un cuerpo moral y co- vitud, y la obediencia a la ley que uno ha prescrito es libertad .
• ectivo compuesto de tantos miembros como votos tiene la asam-
~Iea, el cua! recibe de este mismo acto su unidad, su yo común, su jEAN-jACQUES ROUSSEAU, Del Contrato Social (1762), trad. de Mauro Armi-
vida y su voluntad. Esta persona pública que se forma de este modo ño, Madrid, Alianza Editorial, 1980, págs. 21-28
_or la unión de todas las demás tomaba en otro tiempo el nombre
~
338 BREVE HISTORIA DE EUROPA
1
e
Se ha señalado con frecuencia cómo la filosofía política de los ilus-
trados determinó los planteamientos de las revoluciones liberales
y. en consecuencia, la organización de los regímenes constitucio-
Cuarta parte .e
nales de los siglos x/x y XX; pero ningún caso tan claro como el de La Europa dominante (1789-1914)
Rousseau. cuyas ideas sobre el pacto social y sobre la voluntad ge-
neral son la ra(z de la democracia contemporánea. del nacionalis-
mo y de la fórmula hoy universal del Estado-nación.
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e 18. La Revolución:
apogeo y fracaso de una Europa francesa
e
e Durante un warto de siglo, Europa vive bajo la dependencia de
las iniciativas francesas. Al principio acoge las ideas nuevas en
medio de la paz, a menudo con pasión, aunque también con in-
e
quietud en los ámbitos principescos. Pero luego, en medio de la
guerra, cuando se radicaliza el movimiento revolucionario o
cuando Napoleón inicia su empeño de subyugar al continente,
opone un frente que se unifica poco a poco. Esefrente las derro-
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Ilir,--pel'-fHksáf:~elltollces-~nada--sel'á-wnw-amss;-Ws-idws-de-U--
bertad y de nación no se borrarán.
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\ Entre los años 1789 y 1815, Europa respira al ritmo que esta-
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blece Francia. La «Gran Nación» se impone ante todo por la
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fuerza de las ideas, y más tarde por la fuerza de las armas.
Desde 1792 hasta 1815, la guerra enfrenta a Francia con las
monarquías europeas de una manera casi continua .
e
e
Napoleón Bonaparte, heredero de ese enfrentamiento, in-
tenta construir una Europa continental bajo la hegemonía
francesa. Sin embargo, la obstinación británica, que inspira
e
e 341
342 BREVE HlSTPRIA I1E EUROPA I~. LA REVOLUCI()N: APOGEO y rRACASO DE UNA EUIH.JPA fRANCESA 343 e
La Revolución y Europa
_ tas más indulgentes (Danton, Desmoulins), y de organizar el impulso espontáneo de los ciudadanos. Pero las levas, y lue-
.un culto revolucionario capaz de legitimar el nuevo poder. go la conscripción, aseguran unos efectivos a los que no alcan-
La Revolución debe dar lugar al nacimiento de un hombre zan los adversarios de Francia y que permiten combatir en
nuevo regenerado por la virtud del ciudadano. Tras la caída masa y en varios frentes. La amalgama entre jóvenes reclutas y
_ del «tirano», el 9 termidor de 1794 la Convención y luego el veteranos, las promociones rápidas concedidas a los soldados
Directorio, a partir de 1795 (Constitución del año I1I), in- más valerosos, la propaganda política y el espíritu de ofensiva
tentan mantener la República luchando contra los extremis- a ultranza inculcado a la infantería hacen del ejército francés
_taso La burguesía republicana, ahora en el poder, se enfrenta un instrumento militar superior a los ejércitos europeos. Por
a un doble problema: cómo «acabar» la Revolución, y cómo último, Francia hace una guerra nacional, en la que el ejército
estabilizar las relaciones de la Francia republicana con la encarna a los ciudadanos, mientras que los reyes hacen una
_Europa monárquica. guerra monárquica y no buscan el apoyo de sus pueblos.
¿Tiene la República una estrategia europea? Las finalida-
---~--.
des de la guerra son descritas de modo diverso. Algunos
eLa guerra revolucionaria proclaman la necesidad de una lucha inexpiable con~
Antiguo Régimen de las cortes europeas: «El terreno que se-
Si Francia sale victoriosa, lo debe ante todo a la desunión de para París de Petersburgo y de Moscú pronto será afrance-
_sus adversarios. Desde 1793 hasta 1802, fecha de la Paz sado, municipalizado, jacobinizado», escribe el montañés
.de Amiens, sólo Inglaterra sigue siendo un adversario per- Chaumette; pero estas rudas afirmaciones ideológicas no
manente. La primera coalición se deshace en 1795 cuando impiden en modo alguno a la República negociar con los re-
a!rusia y España tratan con Francia. Austria firma en 1797 el yes. La finalidad esencial de las conquistas, para la mayoría
.~.ratado de Campoformio. La segunda coalición, que sigue de los revolucionarios, desde Danton a Carnot, es alcanzar
siendo financiada por Inglaterra, se forma en marzo las «fronteras naturales» y, por tanto, el Rin. Pero la guerra
de 1799. Pero España es entonces aliada de Francia, y Prusia se nutre de sí misma, de la misma forma que nútre a la Re-
~ermanece al margen. Y la cohesión de los aliados está lejos pública y a todos los generales ambiciosos. La guerra ha ad-
de ser perfecta: el zar Pablo I retira su ejército que combatía quirido su propia lógica.
al lado de los austríacos en Italia; en el Mediterráneo, sus
Atmbiciones irritan a los ingleses. Asimismo, durante el pe-
~íodo imperial, las sucesivas coaliciones no consiguen en Bonaparte, soldado de la Revolución
ningún momento, a no ser en 1813, reunir al conjunto de los
a'aíses europeos, que nunca olvidan sus disensiones. Napoleón Bonaparte, nacido en 1769, se beneficia de esa
,., Los reinos europe6s, por otro lado, no luchan de la misma aceleración de la historia que le permite ser general de bri-
forma que Francia, cuyos éxitos se apoyan en una organiza- gada a los veinticuatro años tras su éxito en el asedio de
a:ión militar que rompe con las tradiciones del Antiguo Régi- Toulon, en 1793. Pero es la campaña de Italia, en 1796-1-797,
wnen. Lazare Carnot es, desde el año II, el constructor de ese la que transforma al general en héroe. A los soldados «des-
-
ejército. Francia cuenta con la ventaja del número. Desde lue- nudos» de su ejército les hace ver el espejismo de las «llanu-
go el voluntariado es un mito: la República no fue salvada por ras más fértiles del mundo». Primero el Piamonte -vencido,
350 BREVE HISTORIA DE EUROPA 18. lA REVOl.UClON: APt><.;E<) y FRACASO VE UNA EUROPA fRANCE.."iA 351 e
aislado, despojado-, luego expulsa a los austriacos de Milán, El Consulado, en efecto, es ante todo una pacificación.
y se adentra por Italia central en fructíferas incursiones que
le reportan dinero y obras de arte. En octubre de 1797, en
Pacificación interior, porque la lista de los emigrados que-
da cerrada, porque el Concordato con el papa, concluido
e
Campoformio, el general Bonaparte negocia por cuenta en 1801, aplaca las disensiones religiosas (en detrimento de
propia con los austríacos, que deben reconocer la Repúbli-
ca Cisalpina y la ocupación francesa de Bélgica, pero la en-
trega a Francia de la orilla izquierda del Rin está subordi-
la Iglesia constitucional que animaba al abate Grégoire). Pa-
cificación exterior también, dado que, tras haber restableci-
do la situación en Italia y forzado a Austria a la paz, el Pri-
e
nada a una decisión de la Dieta y, para escándalo de los
patriotas italianos, Venecia es cedida a Austria.
El general vencedor ha podido apoyarse en los pequeños
mer Cónsul firma, en Amiens, en 1802, un acuerdo con
Inglaterra que le deja las manos libres en el continente.
Pero Inglaterra conserva su dominio de los mares e incre-
e
grupos de jacobinos, como Buonarotti, bastante numerosos
en las ciudades del norte de Italia. Pero Bonaparte impone
sus decisiones, otorga su Constitución a la República Cisal-
menta su imperio colonial.
Por último, Bonaparte inscribe en las instituciones las ba-
ses de la sociedad nueva surgida de la Revolución. Al frente
e
pina y se apoya' más en la burguesía ilustrada que en los ja-
cobinos. Después de su partida, el Directorio prosigue su
política, y las repúblicas hermanas se multiplican en Italia.
de los departamentos, creados por la Asamblea Constitu-
yente, instala prefectos, eficaces ejecutantes de las órdenes
de un poder centralizado. En 1804, el Código Civil consagra
e
El papa es expulsado de Roma, donde en 1798 se proclama
la República; la República Parten apea ocupa, en 1799, ellu-
gar de los Borbones de Nápoles.
la libertad individual, garantiza la propiedad y el orden. La
nación puede encarnarse en un hombre, enemigo encarni-
zado de las facciones, constructor del Estado. Para gobernar
e
Pero Bonaparte está entonces en Egipto (1798-1799), ese Estado necesita la adhesión pasiva del pueblo y el con-
donde su acción se amplía hasta alcanzar dimensiones nun-
ca soñadas. La expedición apunta al enemigo primero y per-
curso de las élites, élites reunidas del nacimiento, del talento
y de la riqueza. Pero Bonaparte, soldado llevado a la cima
del poder por la fortuna, no puede romper dé!. todo con el
e
manente de la República, Inglaterra, cuyo poderío marítimo
en el Mediterráneo querría aplastar, pero es al mismo tiem-
po la Europa ilustrada la que zarpa hacia el Oriente con sus
sabios y sus artistas. Es también la Europa de las cruzadas y,
Antiguo Régimen si no es fundando una nueva dinastía. La
consagración del 2 de diciembre de 1804, en que el papa, re-
presentante de Dios, no es más que un auxiliar sometido, no
e
más allá, el recuerdo de Alejandro. La expedición es un cruel
fracaso para Francia. Se necesita el genio de Bonaparte para
sacar partido de ella y añadir las Pirámides a su leyenda.
restaura a un soberano. Al coronarse a sí mismo, Napoleón
corona a los príncipes de 1789. El emperador es un déspota
ilustrado, pero ese déspota ha construido un aparato de Es-
e
Napoleón Bonaparte fue, en efecto, el primero en utilizar
esa transferencia dél mesianismo revolucionario del sans-
culatte al soldado. Héroe moderno, modela día a día su ima-
tado de una temible eficacia, ha unido la nación a su perso-
na, y él sabe seducir y exaltar a esa nación domesticada. La
paradoja de ese poder es que suprime aquellas libertades de
e
gen. En 1799 es el monarca republicano que busca confusa- 1789 que son la base de las instituciones que él ha fundado.
mente Francia. Tras barrer los Consejos, el18 brumario del
año VIII (1799) muestra ser el único capaz de cerrar la Re-
Pero el emperador es también un hombre con un sueño.
La leyenda del héroe se alimenta de sus victorias, aventura-
e
volución fijándola «en los principios que le dieron inicio». das en los campos de batalla europeos.
e
e 352 BREVE HISTORIA DE EUROPA
18. I.A REVOI.UCJ()N: AP(l(;EU y FRACASO PE LT~'A FUIHIJlA ¡:RA~U':SA
353
355
e Una construcción
El Gran Imperio
efímera: la Europa napoleónica
de expansión napoleónica: anexión de las costas del norte de
Alemania, de los Estados Pontificios, intervención en Portu-
gal en 1807, control de las riberas ilirias. Pero Gran Bretaña
;ias
;ran
e
de adaptación. El Báltico se cierra después de Tilsit, pero el
coaliciones. En 1805, a la victoria naval de los ingleses en )[0-
islote de Heligoland en el mar del Norte es una base activa
Trafalgar responde en el continente el éxito francés en Aus- able
de contrabando, de la misma forma que en el Mediterráneo
terlitz sobre austríacos y rusos. Prusia, que entra en guerra 311-
lo son Sicilia, Malta, las islas Jónicas y el Imperio otomano,
en 1806, es aplastada en Jena y Berlín ocupada. El empera- usia
que, por el Danubio, permite el acceso a Europa central. El
_ dor es acogido en Polonia como libertador. En Tilsit, en el ade-
bloqueo es, por tanto, un fracaso parcial: la Europa conti-
,., Niemen, en julio de 1807, Napoleón y el zar Alejandro pare- lcio-
nental no puede prescindir de los productos industriales
cen repartirse Europa. Después de Wagram, Austria debe ~reje
británicos, esencial men.1eJextiJes>--queJa.ebQJ1oml'a-fmfle
_ aceptar la paz en 1809. En 1810, el advenedIzo de la Revolu--- labi-
es incapaz de sustituir. Por otro lado, el bloqueo impone un
,., ción mete en su cama a la hija de los Habsburgo, la archidu- Jasi-
despliegue distinto del comercio inglés: en adelante, los pro-
quesa María Luisa. :;ran
ductos británicos penetran más en América Latina.
_ Así, en la cima de su extensión, en 1811, el Imperio de ~que
Sin embargo, enrre 1810 y 1812, el elevado coste del con-
,., Napoleón engloba, sometida, a la mitad de Europa. Pero, a lico-
flicto y una eficacia mayor del bloqueo entrañan, el¡ Inglate-
pesar de las reconstrucciones posteriores del emperador en 1 no-
rra, un retroceso de la producción, quiebras, paro, miseria.
?
nuevo a la vieja Rusia, durante mucho tiempo aislada en el
este de Europa, en pleno corazón del continente. De esta
manera, la Revolución y el Imperio reforzaron el particula-
e
supresión de los privilegios y la abolición de la Inquisición.
Pero otra España se revuelve al mismo tiempo y se expresa
en las guerrillas: la «España negra», cuyos combatientes se
{
{
rismo ruso e inscribieron a Rusia en la civilización yel con-
cierto europeos. e
cubren de imágenes piadosas. Y contra el poder usurpador ~
}
~
e
_ 356 BREVE HISTORIA DE EUROPA 18. LA REVOLUCll)N: APU(;EU y FRACASO UE UNA EUROPA H{ANCESA 357
_El alcance del modelo francés nombre de la libertad de los pueblos reunidos en naciones.
Pero la Revolución ha dado otro modelo: la construcción de
En 1815 Napoleón intenta cambiar el curso del destino. Su un Estado que, como representante de la nación (o que se
Aregreso de los Cien Días sólo alimenta su leyenda; por un dice tal), permite utilizar y controlar las fuerzas liberadas de
.tiempo, vuelve a ser el hijo de la Revolución, y luego, después los pueblos. Esa construcción del Estado es tanto más nece-
de Waterloo, el cautivo romántico de Santa Elena, donde saria cuanto que la Revolución Francesa también hizo surgir,
APuede erigirse en creador de la Europa de las naciones. junto a la pasión por la libertad, la pasión -con frecuencia
• Inversamente, el Congreso de Viena de 1815 parece una antagónica- por la igualdad. De este modo, la Revolución li-
resurrección de la Europa de los reyes. Pero el cosmopolitis- bera la historia de Europa: la memoria de la tormenta se
A mo de las élites no es más que una supervivencia. Cierto; el transforma entonces en el instrumento de un destino.
.período 1789-1815 no puede limitarse a los sobresaltos de la
'''':;;:,.;:.
Gran Nación, porque Inglaterra. que ha incrementado su
avance económico sobre los estados del continente, mantie- DOCUMENTOS
ne de modo imperturbable otro modelo liberal. Sin embar::
go, Francia pone en práctica, como Hegel vio perfectamen- 1. Los Derechos del Hombre, programa de la Revolución
te, la historia de Europa. No fue ella la que inventó el
_liberalismo, pero sí dio cuerpu al estado-nación. Y, gracias a Los representantes del pueblo francés, constituidos en Asamblea
ella, o contra ella, más en el oeste de Europa que en el este, Nacional, considerando que la ignorancia, el olvido o el despre-
los pueblos tomaron conciencia de que su vida común tal cio de los derechos del hombre son las únicas causas de las des-
A vez les confería un destino histórico común. gracias públicas y de la corrupción de los gobiernos, han resuel-
• A veces fueron ayudados por las reformas efectivas pues- to exponer, en una declaración solemne, los derechos naturales,
inalienables y sagrados del hombre, para que esta declaración,
tas en práctica por el ocupante francés: el Código Civil se
constantemente presente a todos los miembros ~l cuerpo so- .~"'""':<
A impuso en numerosos estados (Italia, Renania ... ), la servi- """"~.
cial, les recuerde sin cesar sus derechos y sus deberes; para que
.dumbre fue abolida, los privilegios cuestionados. Pero no
los actos del poder legislativo y los del poder ejecutivo, pudien-
hay que exagerar estas transformaciones directas de Europa;
do en cada instante ser comparados con el objeto de toda insti-
e en Polonia, Napoleón no pudo imponer ni la abolición de
los derechos feudales, ni la igualdad civil para los judíos. En
realidad, la influencia de la Revolución Francesa se ejerce en
tución política, sean más respetados; para que las reclamaciones
de los ciudadanos, fundadas desde ahora sobre principios sim-
ples e incontestables, redunden siempre en el mantenimiento de
la historia del siglo XIX europeo como un modelo, y, sea cual la Constitución y en la felicidad de todos. En consecuencia la
_ fuere la forma en que se escribe la historia, los aconteci- Asamblea Nacional reconoce y declara, en presencia y bajo los
mientos del períodó 1789-1815, incluso aunque se trate de auspicios del Ser supremo, los siguientes derechos del hombre y'
ocultarlos, obsesionan a Europa. Ofrecen referencias, exem- del ciudadano.
Apla modernos que ya no proporciona la Antigüedad greco-
• rromana. El levantamiento de los pueblos ya no es la revuel- Artículó 1.0 Los hombres nacen y permanecen libres e iguales en
ta sacrílega contra un orden eterno; el ""romanticismo derechos. Las distinciones sociales no pueden fundarse más que
_ ayudará a exaltar estos gestos insurreccionales realizados en ,1 sobre la utilidad común.
358 BREVE HISTORIA UE EUROPA
~
11
Al
18, LA REVOLUCION: APOGEO y FRACASO DE UNA EUROPA FRANCESA 359 ti
I e
Artículo 2. El objeto de toda asociación política es la conser-
0
Artículo 10. Nadie debe ser molestado por sus opiniones, in-
0
vación de los derechos naturales e imprescriptibles del hombre. cluso religiosas, con tal de que su manifestación no altere el or-
-e
Estos derechos son la libertad, la propiedad, la seguridad y la re- den público establecido por la ley.
sistencia a la opresión. Artículo 11. La libre comunicación de los pensamientos y de
0
Artículo 3.0 El principio de toda soberanía reside esencial- las opiniones es uno de los más preciosos derechos del hombre.
mente en la Nación. Ningún cuerpo ni individuo puede ejercer Todo ciudadano puede pues hablar, escribir, imprimir libremen-
autoridad que no emane expresamente de ella. te, salvo la obligación de responder del abuso de esa libertad en
Artículo 4. La libertad consiste en poder hacer todo aquello que
0
los casos determinados por la ley.
no dañe a un tercero; por tanto el ejercicio de los derechos natura- Artículo 12. La garantía de los Derechos de! Hombre y del
0
les de cada hombre no tiene otros límites que los que aseguren a los Ciudadano necesita de una fuerza pública; esta fuerza queda ins-
demás miembros de la sociedad el disfrute de estos mismos dere-
chos. Estos límites no pueden ser determinados más que por la ley.
Artículo 5. La ky no tiene derecho de prohibir más que las ac-
0
tituida para e! bien común y no para utilidad particular de aque-
llos a quienes está confiada.
Artículo 13.0 Para el mantenimiento de la fuerza pública y para
e
ciones nocivas a la sociedad. Todo lo que no está prohibido por
'la ley, no pueJe ser impedido, y nadie puede ser obligado a hacer
lo que ella no ordena.
los gastos de administración, es indispensable una contribución
común. Esta contribución debe ser repartida por igual entre to-
dos los ciudadanos, en razón de sus facultades.
e
Artículo 6. La leyes la expresión de la voluntad general. Todos
e
0
Artículo 14.0 Todos los ciudadanos tienen el derecho de com-
los ciudadanl' , tienen derecho a contribuir per'(jnalmente, o por probar por sí mismos o por sus representantes la necesidad de la
medio de sus re'presentantes, a su formación. La ley debe ser idén- contribución pública, de consentirla libremente, de vigilar su
tica para todos, tanto para proteger como para castigar. Siendo ¡! empleo y de determinar su cuantía, su asiento, cobro y duración.
todos los ciudadanos iguales ante sus ojos, son igualmente admi-
sibles a todas las dignidades, puestos y empleos públicos, según su
capacidad, y sin otra distinción que la de sus virtudes y talentos
J
'1' Artículo 15. La sociedad tiene el derecho de pedir cuentas a
0
e
o hacen ejecutar órdenes arbitrarias deben ser castigados, pero grado, nadie puede ser privado de ella, si no es en los casos en que
todo ciudadano llamado o designado en virtúd de la ley, debe la necesidad pública, legalmente comprobada, lo exija evidente-
obedecer en el acto: su resistencia le hace culpable. mente, y bajo la condición de una indemnización justa y previa.
Artículo 8. La ley no debe establecer más que penas estricta y
0
I.
detenerlo, todo rigor que no fuere necesario para asegurarse de Esta declaración, aprobada por la Asamblea Nacional francesa
su persona debe ser severamente reprimido por la ley.
l
el 26 de agosto de 1789, reúne las ideas esenciales que impulsaron
e
e 360 BREVE HISTORIA DE EUROPA l8. LA REVOLUClON: APOt;EO y FRACASl) DE UNA EUROPA fRANCESA 361
e
reformado y venerado, una nobleza menos orgullosa, pero más
digna, capaz de enseñaros la virtud, pero no de ahogarla. Hubie-
rais tenido una burguesía liberal que emulase y estimulase a la
2. La crítica conservadora a la Revolución
aristocracia. Hubierais tenido un pueblo protegido, s~;tisfecho,
-iaDüfioso y olJe<tienre;<.tispuesto a buscar y a gozar de la felicidad
_ Habé;s-~~r~f~~idoproceder c~~~-si jamás hubi~~is-~i~id~de~~~ -
que da la virtud en todas las condiciones [... ].
de un" sociedad civil y tuvierais que comenzar todo otra vez. Ha-
e
Los franceses se han resistido a las mercedes, se han alzado
béis querido establecer vuestro comercio sin capital. Si las últi-
contra la protección y han dirigido sus golpes contra una mano
mas generaciones de vuestro país aparecían ante vuestros ojos
pródiga en gracias, favoJres e inmunidades. Esto no fue n:nural; lo
con poco lustre, podríais haberlas postergado para fundar vues-
que sobrevino despuéó está en el orden de las cosas. Han encon-
tras pretensiones en antepasados lejanos. Bajo una piados!! vene-
trado su castigo en su propio éxito. Las leyes desobedecidas, los
A ración de los antepasados vuestra imaginación habría alcanzado
tribunales disueltos, la industria debilitada y el comercio mori-
,. un alto nivel de virtud y sabiduría, lejos de las vulgaridades del
bundo, sin impuestos, y, sin embargo, e! pueblo empobrecido, la
presente, y os habríais elevado merced al ejemplo de aquellos a
Iglesia saqueada y el Estado sin fuerzas, la anarquLa civily militar
A los que deseabais imitar. Respetando a vuestros antepasados ha-
convertipa en la Constitución del reino, cualquier cos'<i'divina o
,. bríais aprendido a respetaros a vosotros mismos. No habríais
humana sacrificada al ídolo del crédito público y, por consecuen-
considerado a los franceses como un pueblo recién llegado, como
una nación vil de desdichados esclavos hasta la emancipación cia, la bancarrota nacional; y coronando todo, el papel moneda
A de 1789. No habríais dado una excusa con merma de vuestro ho- admitido por un poder nuevo, precario y vacilante, y tal papel
,. nor a los apologistas de aquí, para disculpar vuestras diversas desacreditado por pobres fraudes y rapiñas de mendigos. Estos
atrocidades teniéndoos que presentar como una partida de escla- billetes se presentaron como moneda legal capaz qe sostener un
a vos negros súbitamente libres de sus cadenas, y a quienes hay que imperio, en lugar de las dos grandes clases reconocidas que re-
presentan el último crédito convencional de la Humanidad desa-
,. perdonar que abusertde su libertad a la cual no están habituados
ni para la cual están preparados [...] Si, desconfiando de vosotros pareciendo para esconderse en la tierra de donde venían; cuando
-e
corazón ningún principio de nobleza para desear la destrucción
treinta de alemanes. hubiera querido hacer de cada uno de estos
de todas estas instituciones artificiales que han sido creadas para .~
pueblos un solo cuerpo de nación. Con un séquito semejante hu-
dar cuerpo a la opinión y perpetuar los honores fugaces. No pue- biera sido hermoso presentarse a la posteridad y a la bendición
den ser otra cosa que envidiosos, malignos y gente que no aman
ni la propia virtud ni ninguna de sus imágenes o representacio-
nes, los que puedan experimentar placer con la caída inmerecida
I de los siglos: ¡yo me juzgaba digno de tamaiia gloria!
Después de esta simplificación sumaria, hubieta sido posible
entregarse a la quimera de una perfecta civilización. En tal estado ll
de una institución que ha florecido durante tanto tiempo en el de cosas podía haber más probabilidades de conseguir en todas
esplendor y en el honor. A mí no me gusta que se destruya nada, I1 partes la unidad de códigos, de principios, opiniones, sentimientos,
que se produzcan vacíos en la sociedad, o ruinas en la superficie
de un país. Es por lo que no experimenté ni contrariedad ni des-
contento cuando mis encuestas y mis observaciones no me hicie-
!
I
ideas e intereses. Acaso entonces, con el apoyo de las luces univer-
salmente extendidas, hubiera sido permitido soñar la gran familia
europea, la aplicación del Congreso americano, o la de los anfictio-
e
ron ver en la nobleza de Francia ni vicios incorregibles, ni abusos ! nes de Grecia. Y entonces, ¡qué perspectiva de fuerza. de grandeza,
e
I
i
que no hubieran sidQ suprimidos por una reforma muy diferente de goces. de prosperidad! ¡Qué grande y magnífico espectáculo!...
de la de la abolición. Vuestra nobleza no merecía ser castigada. La reunión de los treinta o cuarenta millones de franceses esta-
ba ya hecha y perfeccionada; la de quince millones de españoles
EDMUND BURKE, Reflexiones sobre la Revoluciónfrancesa (1790). trad. de
Enrique Tierno Galván. Madrid. Centro de Estudios Constitucionales.
1978, págs. 99-107 y 316-333
lo estaba casi también; pues nada es más común que convertir el
accidente en principio. ¿Cómo no he sometido a los españoles?
Dirán que no era posible someterlos; pero lo cierto es que lo han
e
sido, y que en el mismo momento en que se me escaparon, las
e
e 364 BREVE HISTORIA DE EUROPA 111. LA IU:VOLlJCIl)N: AP(H.;I:.o y FR:\L\SP DE LTNA EUH>PA FRANCESA 365
e se habría visto allí una paz profunda, una prosperidad brillante, y en el secreto. Así, dejaba como una aureola 'en mi alrededor, es
una nación compacta; yo habría merecido sus bendiciones, y les decir, ese vaCÍo que encadena a la multitud y la agrada, esas espe-
hubiera evitado la horrorosa tiranía que les esclaviza y las terri- culaciones misteriosas que ocupan y llenan todos los espíritus, en
bles agitaciones que se les preparan. fin, esos desenlaces súbitos y brillantes recibidos con.'t~into aplau-
-- .El1-Hlante-a-le's-ij-uin€e-millvnes-de--itatTanos;-la-reunión -estalJa-- ,- -
so v que crean tanto im¡2frio ..l;:ste mismo principio, fue, des&@::.
ciadamente, el que me hizo correr con tanta precipitación a Mos-
ya muy avanzada y no se necesitaba más que darle tiempo, pues
cú; con más lentitud todo lo hubiera preparado, pero me habría
diariamente iba madurándose en aquel pueblo la unidad de prin-
e
a estrellarse contra semejante barrera?
Desterrado en la isla de Santa Elena, el emperador ¡lasa revista a
La reunión de los alemanes exigía más lentitud, y por esto no se
su vida ya sus quince al10s en el poder. La reconducción de Fran-
hizo más que simplificar su monstruosa complicación. Y no por- cia al orden y el freno a las amenazas contrarrevolucionarias die-
que no estuviesen preparados para la centralización, pues, muy al ron paso a la consolidación de algunas de las adquisiciones más
le
grandes pueblos. El primer soberano que en medio de la primera
crisis abrace de buena fe la causa de los pueblos, se encontrará a la
cabeza de toda Europa y podrá emprender cuanto quiera.
Se me preguntará tal vez: ¿Por qué no dejaba traslucir enton-
La Europa de 1815
e
El Congreso de Viena no reconstruye la Europa anterior
a 1789. Francia, por supuesto, militarmente ocupada, se ve
remitida a sus antiguas fronteras, pero el mapa político de
e
]Jurante medio siglo, Europa prolollga los grandes debates revo-
lucionarios. Frente a los gobernantes, paladines la mayoría de
las veces del absolutismo y preocupados por mantener un armo-
nioso «concierto europeo», los pueblos reivindican su libertad y
Europa central queda simplificado en provecho de los gran-
des reinos vencedores. El reino de los Países Bajos reúne las
Provincias Unidas y los Países Bajos austríacos; a ojos de los
e
fracasall. Pero las naciones, por su parte, comienzan a organi-
zarse en Estados: 1talia y Alemania lo consiguen, y esta última
hasta el punto de convertirse en la principal fuerza europea.
británicos, debe convertirse en una útil barrera contra un
eventual despertar de los deseos expans'¡onistas franceses. El
reino de Prusia se aprovecha por el este -lo mismo que Ru-
e
sia y Austria- de la desmembración de Polonia, pero gana
sobre todo por el oeste Westfalia y Renania. Se convierte en e
-e
uno de los miembros más importantes de la Confederación
En Viena, en 1815,los soberanos vencedores de Francia se po- Germánica, creada por el Acta del 10 de junio de 1815, que
nen de acuerdo para restaurar un orden europeo basado en la reagrupa a 39 estados (reinos, principados, ciudades libres)
legitimidad, el equilibrio de las potencias y la autoridad de los y está presidida por el emperador de Austria. El Imperio de
monarcas conservadores. En el continente, el Imperio austrÍa- Austria sigue dominando los países danubianos de pobla-
co y Rusia son los garantes de la permanencia de esa situa- ción alemana, magiar y eslava;_a ello se añade, en Italia, el
ción. El Reino Unido, jugando el papel de potencia liberal, vi- reino lombardo-véneto. El resto de la península está dividi-
gila el mantenimiento del equilibrio europeo. Pero los estados da; los Estados más importantes son el reino tle Nápoles, los
conservadores se enfrentan a dos grandes movimientos deses-
tabilizadores: los liberales desean promover instituciones re-
presentativas, y los patriotas, despertados por el soplo de la
Estados Pontificios y el reino de Piamonte-Cerdeña. El zar
conserva Finlandia y Besarabia, y controla directamente un
reino autónomo de Polonia alrededor de Varsovia.
e
Revolución francesa, proclaman el derecho de los pueblos a
disponer de sí mismos, a formar naciones. Sin embargo,
en 1871, si la Rusia de los zares, que se ha vuelto hacia Asia,
Alejandro 1es el promotor del tratado de la «Santa Alian-
za» que une al Habsburgo católico Franciso 1, al Hohenzo-
lIern protestante Federico Guillermo III de Prusia, y al zar
e
persiste, pese a algullas reformas, en sus tradiciones *auto-
cráticas, y si el Reino Unido sigue desempeñando el papel de
espectador atento, Europa central está agitada por el triun-
mismo, campeón de la ortodoxia. El Reino Unido, cuyo
pragmatismo no tiene que hacer invocaciones místicas a la
Santa Trinidad, prefiere anudar la Cuádruple Alianza dirigi-
e
fo de Prusia -que ha realizado, en provecho propio, la unidad
de Alemania- y por el éxito de la unidad italiana. El Imperio de
Austria, debilitado, no controla ya el nuevo equilibrio eu-
da contra Francia.
La nueva Europa es obra del canciller austríaco Metter-
nicho Se apoya en los grandes principios de la legitimidad,
e
pero también es una tentativa de racionalizar el mapa de
ropeo. Europa es desde ahora la Europa de los estados.
366
e
e 368 BRE\'E HISTllRIr\ DE EUROPA I~. EUROPA (JE 1815 A 1871: LOS REYES, l.OS I'L:EHI.(l:--, LAS 1'.:ACllJNES 369
e reina Victoria a partir de 1837) son respetuosos con las li- Un servicio militar obligatorio de tres años y t!1desarr6íi'b de
bertades parlamentarias. La opinión pública juega ya un pa- la instrucción por iniciativa del Estado refuerzan la cohe-
pel importante: Cobden sabe servirse de ella durante la cam- sión de un reino compuesto por regiones tan diferentes
paña a favor del librecambio a partir de 1839. Las reformas como Prusia al este y Renania al oeste.
e los periódicos y se anima con los debates en las Cámaras. gobierno y de mando militar. Sólo el reino de Hungría dis-
370 8REVE HISTORIA DE EUROPA 19. EUROPA DE 181S A 1871: I.OS REYES, l.OS PUEBLOS, LAS NACIONES 371
e
pone de un gobierno propio. El Imperio está dominado por
una burocracia amiga del papeleo integrada por altos fun-
cionarios reclutados entre la aristocracia. Hasta 1848, unos
tad. En Francia, la revolución de 1830 es profundamente ro-
mántica, puesto que une el impulso liberal contra el poder
reaccionario de Carlos X y el impulso patriótico, nacional,
e
soberanos mediocres dejan gobernar a Metternich.
La Rusia del zar Alejandro I sólo cuenta entonces con
unos SO millones de habitantes, campesinos en su mayoría.
llevado por los tres colores de la bandera, que reivindica la
herencia de la «Gran Nación».
Pero si la Europa romántica no lloró en vano sobre las rui-
e
Pero aunque el zar autócrata, que se presenta como salvador
e
nas de Missolonghi, si en 1830 acogió a la joven nación belga
de Europa después de 1815, manifiesta algunas veleidades católica liberada de la tutela de las Provincias Unidas, no
liberales y ciertas tendencias al misticismo, su sucesor en puede sino lamentarse por el orden sangriento que, en 1831,
1825, Nicolás 1,cierra rápidamente Rusia sobre sus tradicio- reina en Varsovia. Los estados, en efecto, sólo liberan a los
nes y sobre la religión ortodoxa. En adelante, las élites rusas
oscilarán entre una vía occidentalista, «europea», y una vía
nacional específicamente rusa y"eslavófila.
pueblos que no amenazan su poder. Han ayudado a Grecia, a
partir de 1827, a liberarse de Estambul, le han dado incluso
un soberano alemán, el bávaro Otón, en 1832; pero dejan
e
El despertar de los pueblos (1815-1848)
que el zar Nicolás I aplaste la revuelta de los polacos, conten-
tándose con acoger en el oeste a las élites polacas exiliadas. e
La EUl"{lpa romántica Liberalismo e impulso nacional e
Estos años posteriores a 1815 representan a la vez el retorno
a la paz y a la libertad tras el despotismo napoleónico, pero
también la restauración de la legitimidad. La corriente ro-
Europa está agitada, en efecto, por la doble reivindicación
liberal y nacional, incluso a veces por la reivindicación so-
cial. Los focos son múltiples: España, donde en 1823 Francia
e
mántica que alcanza a las élites de los diferentes estados
mezcla con frecuencia el misticismo y la efusión lírica, pero
también es portadora de la modernidad del siglo; exaltando
la libertad, el artista -actor y profeta de la historia- encuen-
interviene para sostener la legitimidad; la Irlañda campesina
y católica, que lucha contra la unión impuesta por Gran
Bretaña en 1801; Serbia, que obtiene en 1829 su autonomía
en el seno del Imperio otomano.
e
tra el liberalismo y se inflama por los pueblos oprimidos.
La Europa romántica encuentra su unidad en los años
1820 apoyando la lucha de los griegos sublevados contra la
Las manifestaciones más importantes conciernen a Italia
y Alemania. En Italia, el Risorgimento se vale a un tiempo
del "iluminismo del siglo XVIIl y de la influencia de la Revo-
e
tutela otomana. D,e Byron a Chateaubriand, de Delacroix a
Hugo, se dibuja ahí una forma de sensibilidad europea filo-
helena alimentada por los grandes momentos de la historia
lución y del Imperio. Los primeros movimientos, golpes de
fuerza pronto reprimidos, se deben a las organizaciones se-
cretas de los carbonari entre 1820 y 1831. La segunda etapa
e
europea, desde la Antigüedad a la lucha plurisecular contra
los otomanos, y de la modernidad a las luchas de emancipa-
ción de los pueblos. En efecto, el pueblo se convierte en una
está marcada por la personalidad romántica de Giuseppe
Mazzini, que funda la Joven Italia en 1831, e intenta ampliar
el movimiento hasta una Joven Europa en 1834. Mazzini de-
e
e
entidad romántica que se afirma en las luchas por la liber- sea promover una Italia unitaria y republicana. Hasta 1848,
e 372 BREVE HISTORIA DE fUIHlI':\
19. EUROPA PE 1~15:\ IR71: LOS REYES, I.OS PUEBI.OS, LAS !\:ACI()~ES
373
e
mán y el parlamento de Franefort es disuelto en junio de
amenazado. El corazón mismo del sistema resulta profunda-
1849. En el Imperio de los Habsburgo, el nuevo emperador
mente sacudido; en marzo de 1848, en el Imperio de Austria,
Francisco José (1848-1916) reprime las insurrecciones
Metternich, ese símbolo de las permanencias europeas, debe
nacionales y liberales. La ayuda de Rusia, baluarte'de las co-
e
mientras Praga exhorta a los eslavos a la unidad.
en 1849, la República romana de Mazzini; en 1850, el papa
En Italia, los austríacos deben evacuar Milán. En Nápoles,
Pío IX restaura su poder sobre los Estados Pontificios. El or-
en Florencia, en Roma, en Turín, los soberanos deben pro-
den antiguo parece restablecido en todas partes.
mulgar, deprisa y corriendo, constituciones liberales.
e En Alemania, asimismo, los soberanos son forzados a
concesiones liber;les: es lo que ocurre en Baden, en Baviera
De las naciones a los estados (1848-1871)
y, sobre todo, en Berlín, donde Federico Guillermo IV pro-
e
organizado y fuerte, que se beneficia del desarrollo indus-
hle. De la Segunda República, Napoleón III no ha conservado
trial de la cuenca del Ruhr. Bismarck, que en 1862 se con- más que el sufragio universal, cuidadosamente controlado. El
vierte en primer ministro del rey de Prusia Guillermo 1, no
«cesarismo democrático» que practica limita las libertades y
es un liberal. Sin buscar la adhesión de las gentes, intenta
refuerza la autoridad de un Estado puesto al servicio de la
realizar la unidad alemana por la fuerza en provecho de
Prusia. Austria, que habría podido obstaculizar sus desig-
modernidad económica. Pero los notables liberales, que ha-
bían sido apartados del poder, reaparecen con los primeros
ti
nios, es rápidamente vencida en Sadowa en 1866. La Confe-
síntomas de ahogo del poder imperial. La áerrota militar
deración del Norte de Alemania reagrupa entonces a 21 es-
frente a Alemania arrastra a un régimen que contaba con la ••
tados en torno a Prusia. Queda por reducir el particularismo
gloria para reforzarse. El4 de septiembre de 1870 se proclama ••
de los reinos católicos del sur, en particular de la Baviera de
la República. En 1871, asume el choque de la derrota frente a
Luis n. Bismarck provoca deliberadamente a Francia para
Alemania, y reprime la insurrección de la Comuna de París .••
suscitar un impulso patriótico alemán. Napoleón III cae en
El Imperio de Austria sigue siendo un Estado multinacio- •
la trampa. La victoria de la Confederación sobre Francia
nal. En 1867, Francisco José transige con los magiares y con-
permite, el 18 de enero de 1871, en la Galería de los Espejos
cede la autonomía a Hungría. Pero este compromiso, que da ,.
de Versalles, la pJ;.oclamación del Imperio alemán. Francia
nacimiento al Imperio austro-húngaro, no resuelve los pro- ••
ha tenido que ceder Alsacia y Lorena.
blemas eslavos.
La creación del Imperio alemán, al que sus 41 millones de
La derrota de Crimea ha demostrado la debilidad de Ru-
habitantes y su rápido crecimiento económico hacen muy
sia. El zar Alejandro II (1855-1881) intenta varias reformas,_
poderoso, perturba el equilibrio europeo.
la más importante de las cuales, la abolición de la esclavitud,
se produce en 1861. Además, la población aumenta muy de-
e
e 376 BREVE HISTORIA UE EUROPA 19. EUROPA DE 1815 A IR71: l(l~ IO:YFS, lOS PL'EBLOS, I.AS SACiONFS 377
e una vuelta a las fuentes eslavas. políticas con cualquier otro gobierno, más que los preceptos de
esa religión santa, preceptos de justicia, de caridad y de paz l... ¡.
En consecuencia, Sus Majestades han acordado los artículos si-
e DOCUMENTOS
inalterable el afecto mutuo de que deben estar anin;¡ado~rno consi-
derarse todos más que como miembros de una misma nación cris-
tiana, viéndose sólo los tres príncipes aliados a sí mismos como de-
legados por la Providencia para gobernar tres ramas de una misma
e
marcado en Europa el curso de los tres últimos años, y principal- palabra de vida. Sus Majestades recomiendan en consecuencia con
mente por los beneficios que ha tenido a bien la divina Providen- la solicitud más tierna a sus pueblos, como único medio para go-
cia derramar sobre los Estados cuyos gobiernos [han] puesto su zar de esa paz que nace de la buena conciencia y que es la única
confianza y su esperanza en ella sola, habiendo adquirido la con- duradera, fortalecerse cada día más en los principios yel ejercicio
e vicción íntima de que es necesario asentar la marcha a adoptar de los deberes que el divino Salvador enseñó a los hombres.
378 HREVE HISTORIA D1: EUKOPA
19. EUKol'.'\' PE 1815 A lij71: LOS REYES, LOS I'CEIiJ.U~, 1,:\:-> :\:\(,[oSJ-::-. 379 e
Art. llI. Todas las potencias que solemnemente quieran confe- Esta guerra es una guerra nacional y sagrada; no tiene otro ob-
sar los principios sagrados que han dictado la presente acta y re-
conozcan lo importante que es para la felicidad de las naciones
jeto que la restauración de la nación y su reintegro en los dere-
chos de propiedad, de honor y de vida que son el patrimonio de
e
durante tanto tiempo agitadas que estas verdades ejerzan desde los pueblos civilizados.
ahora sobre los destinos humanos toda la influencia que les per-
tenece, serán recibidas con tanta solicitud como afecto en esta
santa alianza.
¿Han de ser los griegos los únicos de todos los europeos que estén
excluidos como indignos de esos derechos que Dios estableció para
todos los hombres? ¿O estaban condenados por su naturaleza a una
e
Hecho por triplicado y firmado en París el año de gracia de
1815, clI4/26* de septiembre.
esclavitud eterna que perpetuaba entre eUoslos expolios y las matan-
zas? Y la fuerza brutal de algunas hordas bárbaras que, sin ser nunca
provocadas, vinieron, precedidas de la carnicería y seguidas por el es-
e
píritu de la destrucción, a establecerse en medio de nosotros, ¿podía
e
FllA~C1SC()
FEDERICO GUII.LER\IO imaginar alguna ser legalizada por el derecho de gentes de Europa?
Al.EJANDRU Partiendo de estos principios y seguros de nUéstros derechos, no
queremos, no reclamamos otra cosa que nuestro restablecimiento
.,
2. Declaración de independencia de Grecia (enero de 1822)
.. e
~e _it"5U
I
"
do mediante el poblamiento y la injluencia económica. El exce-
dente de población se despanwnl/ por todo el globo (a excepción
de China). Al mismo tiempo, la densificación de los circuitos fi-
e. Reunidos en asamblea
do hoy y ';'''P''
mi [.. 1.
[... J firman un acta de fraternidad
'" lodo Jo 'oc '0'";,,,,, ,1 obj«"o g,",~ 11
váli-
nancieros y de las redes de comunicación permite a la industria
textil ya la máquina de vapor primero, a la electricidad y al mo-
tor de explosión después, someter los productos de la tierra. Eu-
•
e
Berna, 15 de abril de 1834.
Documems d'hístom,¡~I-;-t7?6'1850, París, Co/in, col. "U2", 1964
-
Giuseppe Mazzini (1805-1872) pertenece a esa gran generación
romántica que inVoca a «Dios y al Pueblo". Perteneció al movi-
~
I~
1,
ropa está en el corazón de una economía-mundo.
e El desarrollo europeo
e
De 1800 a 1900 la población europea se duplica y pasa de
200 a 400 millones de habitantes aproximadamente. A.partir
de entonces los europeos representan la cuarta parte de la
población mundial, frente a la quinta que representaban
e
•.. ~ ~ ~~-;-'to =
e 384
-e
HREVE H[STolnA DE EURoPA
20. EUROPA TRANSH>RMADA POR LA l:--.illUSTRJA
385
--e
empleo de la electricidad empieza a difundirse en la década
a una mano de obra rural, se intensifica e incrementa la de 1880; el motor de explosión, perfeccionado a finales del
producción textil. Asimismo aumenta la importancia de
siglo, permite el empleo del gas y del petróleo; el acero triun-
los bosques gracias a la fabricación del carbón de madera
fa progresivamente, a pesar de que la torre del ingeniero
y la consiguiente multiplicación de focos de producción Eiffel, en 1889, todavía sea de hierro. Por otro lado, la quí-
metalúrgica en fos dominios señoriales. Al mismo tiempo,
mica de síntesis se desarrolla y produce colorantes, textiles
importantes trabajos aceleran la mejora de la circulación artificiales y abonos.
e en rutas y canales.
En una segunda etapa, la fábrica se vuelve indispensable.
Nace con la industrialización del algodón. Desde finales del
Múltiples descubrimientos alteran la vida cotidiana <le los
europeos: la máquina de coser, la bicicleta, el teléfono, la
lámpara incandescente de Edison. Al final del siglo aparecen
e siglo XVIII en Inglaterra, y en la primera mitad del XIX en el los primeros automóviles. Por último, el avión despega en
386 BKEVE HISTORIA DE EUROPA 20. EUROPA TH.ANSH)RMAJ):\ l'llf{ 1:\ I:\'[)L'~'II(J:\
387 e
torno a 1900. Las producciones fabriles penetran en todos Pero el último tercio del siglo XIX está marcado por la "Gran
los hogares.
En adelante, la innovación no es ya fruto de los tanteos de
algunas personas mañosas e inventivas. Ha nacido el ingenie-
Depresión». Los precios bajan, sobre todo en el sector agríco-
la, debido a la competencia de los productos de los países nue-
vos; el volumen de la producción aumenta menos deprisa, las
-1I
ro. Las grandes firmas disponen de laboratorios de investiga-
ción. La amplitud del crecimiento industrial necesita capitales
quiebras industriales y bancarias se multiplican. El impulso
que se apoyaba en el carbón yel textil se asfixia. Los efectos de
e
cada vez más importantes. Las firmas gigantes se multiplican. la primera Revolución Industrial tienen un poder menos irre-
Esta segunda edad del crecimiento industrial coincide con el
imperialismo colonial. Los estados europeos acaban de pIan-
tar sus banderas sobre un globo que en adelante estará total-
sistible dado que los países europeos se entregan entre sí a una
severa competencia que disminuye los beneficios.
Sin embargo, a partir de 1895, el crecimiento vuelve a em-
e
mente repartido. Los océanos y los mares quedan bajo el con-
trol de las flotas europeas, que representan casi el 80% del
pezar. Las innovaciones de la segunda Revolución Industrial
aumentan los mercados de consumo y necesitan nuevas in- e
-e
total mundial. Europa invierte en todas partes, compra mate- versiones. Nuevos estados, como Rusia, entran en la edad
ria, primas, vende sus productos fabricados. Cierto es que industrial y reclaman capitales y tecnologías. Este creci-
Europa ya no tiene el monopolio ni del progreso técnico ni de miento, muy rápido, prosigue hasta 1914, pero el clima es a
las empresas gigantescas: los Estados Unidos han iniciado su partir de ese momento más tenso. Uno tras otro, los estados
gran crecimiento. Pero la Belle Épo'lue coincide con el triunfo ,
~ industriales europeos, a excepción de Inglaterra, abandonan
de una Europa que se ha vuelto técnica. ¡ol el librecambio en el momento de la Gran Depresión. Las
competencias se exacerban. Europa domina el mundo, pero
entre los estados europeos se agravan las contradicciones.
Los ritmos del crecimiento industrial Además, esa gran fe en el progreso de la humanidad, que
arrastraban consigo la fábrica y la razón europea, vacila en
los inicios del siglo xx. .,
e
El crecimiento industrial no avanza sin sacudidas. Si, entre
1846-1848, la mayor parte de Europa es perturbada por una
crisis de subproducción cuyo origen sigue siendo agrícola,
las crisis cíclicas, cuyo origen es la superproducción indus- Geografía de la industrialización
e
trial, irán alcanzando periódicamente a las economías eu-
ropeas. A largo plazo el crecimiento del siglo se realiza en
tres fases contrastadas.
La Europa de las regiones negras y los suburbios e
La expansióv se próduce con rapidez de 1840 a 1860. Es la
época en que nace el optimismo industrialista europeo. Los
estados, siguiendo a Inglaterra, adoptan cierta liberalización
Cierto que la industrialización de Europa es celebrada por
algunos monumentos que dan testimonio de la fe en el pro-
greso de la humanidad. Así, el ingeniero Eiffel edifica para la
e
de los intercambios. Europa propone al mundo su concep-
ción del progreso: el crecimiento material no puede sino en-
trañar el progreso moral. Europa puede desarrollar y civili-
Exposición Universal de 1887 la torre que lleva su nombre.
Pero los paisajes industriales que invaden una parte de Eu-
ropa dan testimonio más del sufrimiento de los hombres
e
que del futuro radiante que se les promete.
zar el mundo.
e
El avance inglés se mantiene hasta el último cuarto del siglo.
Se basa al principio en un despegue anterior, que arranca en nes enteras siguen siendo fieles a las estructur¡;'s antiguas de
el siglo XVIII. Y se afirma mientras Francia, entre 1792 la economía. La población rural, a lo largo de todo el si-
-e y 1815, separada de l<?smercados atlánticos, se consagra a glo XIX, es más importante que la población urbana. La eco-
las aventuras militares continentales. Apoyada en la hulla de nomía francesa yuxtapone sectores dinámicos y sectores
sus regiones negras, en la fecundidad de sus innovaciones tradicionales. Este dualismo económico se perpetúa a lo lar-
go de todo el siglo.
(todas las máquinas textiles son de origen británico), en la
coherencia precoz de su espacio económico, Inglaterra se Aunque tardía, la entrada de Alemania en la edad indus-
convierte en la fábrica del mundo. Gracias a su flota, la pri- trial es muy rápida. Las fábricas se benefician deuna abun-
mera del mundo, exporta su carbón, sus tejidos de algodón dante mano de obra gracias a un crecimiento demográfico
~
e
de la guerra habrían podido permitir un desarrollo de tipo
occidental, pero las clases medias son numéricamente poco
cuantiosas; el cam¡.¥sinado representa todavía el 85% de la
~ El ingreso anual de la sociedad es precisamente igual al valor en
cambio del total producto anual de sus actividades económicas, o
mejor dicho, se identifica con el mismo. Ahora bien, como cual-
e
población y la autocracia sigue siendo fuerte. Aún hoy los
historiadores continúan discutiendo si el Imperio ruso esta-
ba todavía, como escribió Lenin, en la «Edad Media» o si ha-
quier individuo pone todo su empeño en emplear su capital en
sostener la industria doméstica, y dirigirla a la consecución del
producto que rinde más valor, resulta que cada uno de ellos cola-
e
bora de una manera necesaria en la obtención del ingreso anual
--e
bía tomado l~ ruta del despegue industrial.
La desigual difusión de la industria acentúa los desequili- máximo para la sociedad. Ninguno se propone, por lo general,
brios europeos. Por un lado, porque Europa se divide en promover el interés público, ni sabe hasta qué punto lo promueve.
Cuando prefiere la actividad económica de su país a la extranjera,
países dominantes, exportadores de capitales, y países do-
únicamente considera su seguridad, y cuando dirige la primera de
minados: el imperialismo no se ejerce sólo fuera del conti-
tal forma que su producto represente el mayor valor posible, sólo
nente. P.or otro, porque el crecimiento se ha convertido en
piensa en su ganancia propia; pero en éste como en otros muchos
envite nacional. Cierto que los banqueros y los industriales casos,es conducido por una mano invisiblea promover un fin que
e
e 392 BRE\'E HISTORIA DE EUROPA
20. EURO!',\ TRANS¡;OR¡\lA{),.\ I'tlj{ 1:\ I\"IJL'STRJ:\
393
e
un país extranjero nos puede ofrecer una mercancía en condicio-
manera más efectiva que si esto entrara en sus designios. No son
nes más baratas que nosotros podemos hacerla, será mejor com-
muchas las cosas buenas que vemos ejecutadas por aquellos que i: prarla que producirla, dando por ella parte del producto de nues-
presumen de servir sólo el interés público. Pero ésta es una afecta- f tra propia actividad económica, y dejando a ésta emplearse en
1f~
niencias de los artesanos, a que nos referíamos antes, pues busca-
rá por sí misma el empleo más ventajoso. Pero no se emplea con
la mayor ventaja si se destina a fabricar un objeto. que se puede
bernante que intentase dirigir a los particulares respecto de la comprar más barato que si se produjese, pues disminuiría segu-
. _for.ma-de-eP;¡.pl~s-f@sp@f.t+'ffi~ffip.jfates,ffimarÍ<HrstKargcr - f -. - -=e.nt~@l1--m-a-yo-r-u--irreiror-propurctó n, el p roáLiCTO aliU,if,
una empresa imposible, y se arrogaría una autoridad que no pue- cuanto por aquel camino se desplaza desde la producción de
de confiarse prudentemente ni a una sola persona, ni a un senado mercaderías de más valor hacia otras de menor importancia. De
--e.
naciones (1776), trad. de Gabriel Franco, México, Fondo de Cultura Eco-
ta más caro que comprarlo. El sastre, por esta razón, no hace za-
nómica, 1958, págs. 402-403
patos para sí y para su familia, sino que los compra del zapatero;
éste no cose sus vestidos, sino que los encomienda al sastre; el la-
brador no hace en su casa ni lo uno ni lo otro, pero da trabajo a
El escocés Adam Smith, fundador de la escuela clásica de economía
esos artesanos. Interesa a todos emplear su industria siguiendo el
política, sienta en este texto elfundamento doctrínal delliberálismo
camino que les proporciona más ventajas, comprando con una
económico. Según el argumento de la «mano invisible», los ajustes
parte del producto de la propia, o con su precio, que es lo mismo,
2. La ley de la población
bajo precio}' la abundancia de la mano de obra, y, asimismo, la
necesidad de crear nuevos puestos de trabajo, incita a los cultiva-
dores a aumentar el número de sus braceros, a roturar nuevas
e
parcelas y a abonar y mejorar las que ya tienen en cultivo, de tal
e
Estimando la población del mundo, por ejemplo, en mil millones
de seres, la especie humana crecería como los números: 1,2,4,8, suerte que eventualmente la producción de alimentos alcanza de
16,32,64,128,256,512, etc., en tanto que las subsistencias lo ha- nuevo la proporción respecto a la población lj ue tenía al iniciar
rían como: 1.,2,3,4,5,6,7,8,9,10; etcétera. Al cabo de dos siglos nuestro análisis. El obrero vuelve a vivir en condiciones de relati-
y cuarto la población sería a los medios de subsistencia como 512
es a 10; pasados tres siglos la proporción sería de 4.096 a 13 ya
los dos mil años la diferencia sería prácticamente incalculable a
vo confort, con lo cual la tensión restrictiva de la población se
afloja de nuevo, volviendo a iniciarse el mismo proceso alternati-
vo de progreso y retroceso de la felicidad humana.
e
pesar del enorme inéremento de la producción para entonces.
No hemos asignaJo límite alguno a la producción de la tierra.
La hemos concebido como susceptible de un aumento indefinido
ROIlERT t-.hI.TIIUS,
cio de Azdratc,
Primer ensayo sobre la poblaci,;1l (1798), trad. de Patri-
Madrid, Alianza Editorial, 1966, p<igs.60.63
e
y capaz de rebasar cualquier límite que se le fije, por muy grande
que éste sea; sin embargo, la fuerza de la población es de un or-
den superior y, por consiguiente, el crecimiento de la especie hu-
mana únicamente podrá mantenerse nivelado al aumento de los
Seguidor de Adam Smith y miembro de la eswela clásica, el reve-
rendo Malthus se caracteriza por el pesimismo de s!Jspredicciones
e
medios de subsistencia mediante la constante acción de la pode-
rosa ley de la necesidad refrenando el impulso de la mayor de es-
tas fuerzas [... ].
sobre elfuturo de la humanidad. Su temor a ql/e los recursos natu-
rales no fueran suficientes para sostener a una población que cre-
ciera sin control fue desmentido por el propio éxito económico del
e
capitalismo industrial europeo. Desde mediados del siglo xx, sin
e
Supondremos que los medios de subsistencia en un país deter-
minado son los justos para asegurar el holgado sustento de la po- embargo, el «malthusianismo» ha vuelto a estar de actualidad,
ante la dramática situación del Tercer Mundo y la perspectiva del
-e
blación. La constante fuerza de crecimiento de la población, que,
como hemos visto, actúa incluso en las soCiedades más viciosas, agotamiento de ciertos recursos naturales.
hace que el nún¡ero de habitantes aumente más deprisa que los
medios de subsistencia. El alimento que aseguraba el sustento de
siete millones de personas tendrá que distribuirse ahora entre 3. La Ley de 1842 sobre el establecimiento de las grandes
siete y medio u ocho millones. Los pobres vivirán, por consi- líneas férreas en Francia
guiente, mucho peor, y muchos de ellos se verán abocados a la
más angustiosa miseria. Por ser el número de trabajadores supe-
Artículo primero. - Se establecerá un sistema de ferrocarriles que
rior a las posibilidades de absorción del mercado laboral, el pre-
se dirigirán:
e
•e 396
1.0 De París
!H{F\'E
e A Inglaterra, por uno o vario: p~ntos del litoral de la Mancha, y de reparación del camino, de sus dependencias y de su material
seguirán estando a cargo de las compañías a las que se otorgue en
que se determinarán con P?stenondad;
A la frontera de A.lemama, por Nancy y Estrasburgo; arriendo la explotación del ferrocarril.
Ese arriendo regulará la duración y las condiciones de la ex-
e deliberará: •
1.0 Sobre la parte que correrá a cargo del departamento en los
dos tercios de las indemnizaciones Ysobre los recursos extraordi-
narios mediante loS cuales será reembolsada en caso de insuficien-
-
cimiento demográfico rural es menos intenso que en otras
partes. Por eso el éxodo es lento y alcanza sobre todo a los
El mundo campesino en la Europa del noroeste
artesanos: la aldea se ruraliza. Pero la vida de relaciones se
intensifica. Y si la productividad agrícola es menor que en
-e
En Gran Bretaña, el movimiento de los *cercados acaba en
los demás estados de la Europa del noroeste,ila integración
el siglo XIX. La categoría de los yeomen, propietarios inde-
en la nación, acelerada por la Tercera Repúl:iica, es fuerte.
pendientes, se degrada. En 1873, las cuatro quintas partes
del suelo inglés pertenecen a 4.200 personas. En la cúpula de
la sociedad rural estlÍn los propietarios de bienes raíces,
El campesinado en la Europa del este y del sur
grandes señores y squires de la gentry, rodeados por los no-
tables de los burgos, del clero y de los hombres de la ley; los
Los campesinos siguen formando, hasta finales de siglo, lo
granjeros constituyen la clase media rural; los jornaleros sin
-e
vía representan en 1897 cerca del 90% de la población total.
elevada. Los prados y la cría de ganado avanzan permanen-
La reforma de 1861 dio a los campesinos liberados de la es-
temente sobre los trabajos campesinos. Sin embargo, las cri-
clavitud el disfrute comunitario de la tierra: la comllna ru-
sis agrícolas, la aceleración del éxodo rural y el menor peso
ral, la *obchtchina, redistribuye periódicamente los lotes
de la agricultura en la economía cuestionan, a partir de los
que cultivan las familias campesinas. Pero la nobleza de la
años 1870, el equilibrio de los campos. En 1901, los trabaja-
tierra posee todavía lo esencial del suelo. Algunos grandes
402 1I11En HISTOllIA DE EUlIOPA
21. ~()GEnAi>ES EUUWEAS 403 e
propietarios, que utilizan obreros agrícolas y que han meca- de Italia yen Sicilia, no basta para reducir las tensiones socia-
nizado sus campos, pueden exportar una importante canti-
dad de cereales. Otros viven como rentistas del suelo y ven-
les. Como en el este de Europa, las masas campesinas medite-
rráneas estallan con frecuencia en violentas sublevaciones.
e'
den progresivamente sus bienes; en 1904, en El jardín de los
cerezos, Chéjov describe ese fenómeno. El fortísimo creci-
miento demográfico campesino disloca poco a poco la co-
munidad rural. Los lotes se reducen, ciertas familias se en-
Las transformaciones de las ciudades
el
deudan, los obreros agrícolas se multiplican. Las malas
cosechas provocan, como en 1891, espantosas hambrunas.
Sin embargo, una minoría, las familias de *kulaks, toma tie-
El crecimiento urbano e
e
El Reino Unido es el ejemplo de una urbanización precoz y
rras nobles en arriendo o en aparcería, compra campos y se
acelerada. A mediados del siglo XIX la población urbana se
enriquece. Las tensiones sociales se agudizan. Las rebeliones
equilibra con la población rural, tres cuartos de siglo antes
-
campesinas se multiplican. A partir de 1906, las reformas de
que en Francia, y, desde los años 1880, tres británicos de
Stolypin tienden a acelerar la evolución de las estructuras
cada cuatro viven en la ciudad. En otras partes, la evolución
rurales rusas, y los campesinos pueden liberarse entonces de
es más lenta. Pero, incluso en Rusia, que a principios del si-
-e
la comuna rural. Sin embargo, la aldea rusa cambia poco:
glo xx sigue siendo un gran país rural, el empuje urbano es
los campesinos se amontonan en isbas de palos, a menudo
rápido: la población de ;\tIoscú se duplica en la segunde] mi-
insalubres; la estufa, de ladrillo, es el centro de la vida do-
tad del siglo hasta superar el millón de habitantes. De 1800
méstica, y el rincón para las imágénes reúne los iconos in-
a 1913 el número de las ciudades europeas con más de
dispensables. La única nota de «comodidad» es, junto con la
lámpara de petróleo, el samovar, que se difunde por los
campos en los años 1880.
En cuanto a los campesinos mediterráneos, la mayoría de
, 100.000 habitantes pasa de 22 a 184. Más de la mitad de ellas
son ciudades británicas y alemanas.
Este crecimiento urbano se traduce, en el gran triángulo
las veces viven en enormes aldeas que, en el sur de Italia o en
Sicilia, pueden reagrupar entre 10.000 y 30.000 habitantes. I industrial de la Europa del noroeste, en el crecimiento anár-
quico de ciudades nuevas en las que se amontonan los tra- .
e
-e
bajadores, pero también en un desarrollo de capitales, na-
Poseen muy pocas tierras, la mayoría de ellos son colonos
cionales y regionales, que no se explica prioritariamente por
de minúsculas parcelas dispersas, concedidas por los gran-
la Revolución Industrial, sino por el crecimiento de los apa-
des propietarios, que, por mediación de sus intendentes,
ratos del Estado y de sus servicios. La aglomeración de Lon-
exigen hasta las tres cuartas partes de las cosechas. El uso de
dres pasa en un siglo de un millón a 6,6 millones de habitan-
algunos bienes comunales sigue siendo precario. Es el reino
tes. La «reina de las ciudades» reúne el primer puerto del
de ese inmenso dominio explotado de forma extensiva, el la-
mundo, a lo largo del Támesis, la City, centro de dirección
tifundio. A principios del siglo xx, ocupa todavía una terce-
del capitalismo financiero mundial, y Westminster, capital
ra parte de Sicilia. Las estructuras agrarias son muy pareci-
das en España. En Andalucía, la presencia demográfica
incrementa el número de braceros, esos jornaleros sin tra-
del Imperio. Los barrios lujosos del oeste contrastan de for-
ma violenta con los slums del East End. Estas ciudades son
magnificadas por las exposiciones universales, himnos a la
e
bajo la mayor parte del año. La emigración, masiva en el sur
........- .'
modernidad y al optimismo. Se adornan con estaciones,
....•.
e
e 404 BREVE HISTORIA lJE ITI{OPA 21. SOCJElJA1>l":'::; fXI{( lPEAS
405
,
Se impone un urbanismo geométrico, organizado para la
nales del siglo, sustituyendo a los barrios bajos, aparecen, cidentallos sindicatos y los partidos socialistas se encargan
incoherentes y desarticulados, los suburbios. de defender el mundo obrero.
_ __ ~ .--J
e 408 BREVE HlSTOklA DE ¡TROPA
.:! L SOUEDAllE~ EUH 1l'F..-\ '1
409
obrero ha encontrado
sociales. Pero en los inicios del siglo xx,
en Francia, en Alemania o en el Reino Unido, el mundo
sus representantes. La democratiza-
con todo su esplendor, tal vez sea más miserable. Por lo demás,
pocas gentes hacen esa diferenciación.
Mirad el domingo en los fielatos esas dos muchedumbres, que
e
ción progresiva de las instituciones ha permitido una inte- van en sentido inverso, el obrero hacia el campo, el campesino
gración social por la vía de lo político.
En Europa oriental yen la Europa mediterránea, por el
hacia la ciudad. Entre estos dos movimientos que parecen análo-
gos, la diferencia es grande. El del campesino no es un simple pa- e
-e
contrario,. la industria alcanza más tardíamente, pero con seo; admira todo en la ciudad, lo desea todo, se quedará en ella, si
mucha fuerza, a sociedades todavía ancladas en estructuras puede.
del Antiguo Régimen, a pesar de que las aristocracias estén a Que mü'e. Una vez abandonado, al campo casi nadie vuelve.
Los que vienen como criados y comparten la mayoría de los go-
veces extenuadas y las burguesías sean débiles o vacilantes.
ces de sus amos, no se preocupan para nada de volver a su vida
Así, en el Imperio de los zares, la burguesía rusa, heterogé-
de abslinencia. Los que se hacen obrervs de las manufacturas
nea, está compuesta por hombres de negocios vinculados
querrÍ:in volver a los campos, pero no pueden; en poco tiempo se
tanto al poder y al capitalismo europeo como a una intelli-
debilitan, incapaces de soportar los trabajos rudos, las variacio-
gentsia que amplía el número de sus miembros. Pero esa in-
telligentsia vacila entre una glorificación de la antigua Rusia
campesina -esto es, el populismo- y la vía «europea» delli-
nes rápidas del calor, del frío: el aire libre los mataría [... ]
El campesino no se deja asustar por las quejas del obrero, por
las descripciones terribles que le hacen de su si~uación. Él, que
e
e
beralismo y del capitalismo. Ni el poder, cada vez más sepa- gana un franco o dos, no comprende que con salarios de tres,
rado de las masas, ni la burguesía pueden proponer otras cuatro o cinco francos, se pueda ser miserable. «Pero ¿y las varia-
raíces a los campesinos sin tierras y a los obreros desarraiga-
-e
ciones del trabajo? ¿Los tiempos de paro?» ¡Qué importa! Si aho-
dos de las grandes Ciudades. La sociedad rusa es, desde lue- rraba de sus escasos jornales, ¡ya ahorrará para los malos tiempos
go, el talón de Aquiles de las sociedades europeas. mucho más fácilmente con un salario tan grande! [... J
No creo que el aire de las ciudades sea tan malsano como di-
cen: pero a buen seguro ese aire malo está en los miserables aloja-
¿Hemos de concluir de todo ello que el liberalismo europeo mientos donde se amontona de noche un número tan grande de
es, cuando fu~ciona, el medio más eficaz de una evolución pobres obreros, entre putas y ladrones.
social sin provocar una crisis mayor? Afirmarlo sería olvidar El campesino no ha contado con eso. No ha contado con que,
el factor esencial de la cohesión nacional. Al sur y al este de
Europa, los desequilibrios sociales no controlados se conju-
gan con la ausencia de una clara conciencia de la identidad I
ganando más dinero en la ciudad, perdería su tesoro: la sob.riedad,
el ahorro, la avaricia, si es que hay que decir las cosas claras [... J
En la actualidad, se han creado nuevos oficios que apenas exi-
e
I gen aprendizaje y admiten a cualquiera. En estos oficios, el ver-
e
Mcion~
--~~~- ~ ~ ~~-'
-e 412
fuerza ni de maña; está ahí sólo para vigilar y ayudar a ese obrero
de hierro.
11ISTORIA DE EUIH.WA 21. SUUUJAIJES nilHlJ1tAS
e 1(;I.ES Iv! [CIJE 1. ET, Le Peuple de placeres exigían que una se cambiara con frecuencia y rápida-
mente. A Ascotllevábamos vestidos de tul y puntilla con grandes
sombreros. Del campo de las carreras nos precipit,íbamos a la
•
2, La aristocracia británica en la época de Eduardo VII Maidenhead: era un lugar muy alegre l...] Todas las casas esta-
ban llenas y había muchas recepciones agradables que ocupaban
Por la maiiana, solía llevar a mis hijos a ¡rlOntar a caballo conmi- todo el tiempo de una forma que ahora apenas si casi nadie re.
•e
go al (;ran Parque de Windsor. Por la larde, contemplábamos cuerda. Todavía no se utilizaba mucho el auto y el ritmo de los
con frecuencia partidos de polo, también en el Parque. ¡Pasaban placeres era mucho más lento que en la actualidad. Nos divertía-
siempre tantas cosas en Windsor! Recuerdo la primera vez que mos con corazón ligero, adorábamos cada minuto de la existen-
asistí a este maravilloso espectáculo: el landó descubierto de cia. [... J Cuando evoco ahora esa época despreocupada yencan-
Eduardo VII con sus cuatro caballos y sus postillones, la silueta tadora, todo esto parece frívolo e insignificante, pero erála época
corpulenta pero distinguida del rey, la otra exquisita de la reina de nuestra juventud: las tinieblas de este siglo aún.no Habían in-
Alejandra, de aspecto siempre tan joven. Con mis dos jóvenes hi- vadido nuestras vidas, la guerra de 1914, con todos sus horrores,
jos, estábamos en la acera junto a la estatua de la reina Victoria estaba todavía agazapada en el futuro.
e
En mis recuerdos permanece como uno de los más hermosos
garden-party reales. En esa época, las damas iban magníficamen-
Esposa del político conservador lord Curzon, elevado a la dignidad
te ataviadas con~grandes vestidos de verano flotantes, sombreros
de par en 1898, lady Curzon recuerda con nostalgia la dulzura del
adornados con flores y quitasoles de encaje. Ahora ya no tienen
e ni tiempo ni ocio para ser tan hermosas como eran en los prime-
ros años del siglo,
En esa época, Windsor era un lugar lleno de alegría. Un regi-
vivir aristocrátíco de principios del siglo xx. Este documento ilus-
tra la permanencia de un modo de vida.
414 1
~
e 416 HREVE H1ST( IRJA DE F.UROPA
22. LOS ESTADOS EUROPEOS UE 1871 A IYI-I
417
e nado la idea de la necesidad de una revolución a favor del un teatro. Apoyan el renacimiento nacional en el redescu-
reformismo, desempeñan un papel mucho mayor que el Es- brimiento de su historia. Pero, como muchos patriotas esla-
tado en la integración del mundo obrero. Sin embargo, la vos, los checos vacilan entre el *paneslavismo bajo la égida
permanencia del autoritarismo de la clase dirigente el recha- rusa o los modelos occidentales que predican Masaryk y su
e El Imperio austro-húngaro
pa de las naciones? El imperio de Francisco José ofrece bue- Entre 1861 Ysu asesinato en 1881, Alejandro.'¡¡ intentó mo-
le
mento de Budapest. En Cisleitania, donde el desarrollo eco- miento económico desarrolla otras fuerzas sociales. Reducen
nómico es rápido, Francisco José concede el sufragio uni- a silencio o mediante la violencia a la intelligentsia y limitan,
versal en 1907 contando con la fidelidad campesina. en contra de las aspiraciones de Alejandro JI, la autonomía
Sin embargo, las nacionalidades se agitan, aunque no de las asambleas locales, los zemstvos, que habrían podido
e siempre cuestionan la pertenencia al Imperio. Los checos de ser el fermento de una sociedad civil. Por último, frente a las
422 BREVE HISTORIA UE EURUPA
-e
pa, el Imperio otomano es un objdivo. Las potencias se en-
disolublemente ligado al movimiento obrero» (Iskra, 1900). frentarán a él: Rusia, que sueña con la libertad de paso hacia
Frente a estas oposiciones revolucionarias, a los liberales les el Mediterráneo; el Reino Unido, que construye su ruta ha-
cuesta organizarse. El zarismo ha radicalizado la opinión. cia la India; Austria, que disputa a los zares la «protección»
También ahí el poder busca en los éxitos exteriores una ma- de los eslavos. Es también un espacio económicamente do-
niobra de distracción. Sin embargo, la expansión hacia Asia minado: Europa presta, invierte, construye ferrocarriles en
- Transiberiano y guerra contra Japón en 1904- no es una el Imperio y vigila luego los dividendos de sus inversiones.
--
manera de dar la espalda a Europa porque, al mismo tiem- La idea nacional ha hecho el resto. Griegos primero, y des-
po, Rusia afirma sus ambiciones sobre los Balcanes y man- pués rumanos, serbios y búlgaros se han emancipado, con lo
tiene su alianza con Francia. Pero la derrota entraña natu- que la multiplicación de las nuevas naciones incrementa las
ralmente la explosión de 1905: el «domingo rojo» de San ocasiones de conflicto. Visto desde Europa, el Imperio oto-
Petersburgo y el primer "soviet de Moscú. Y ni las concesio- mano se resume en «la Cuestión de Oriente» . .,
nes de 1906, cuando se otorga una asamblea, la Duma, ni las El propio Imperio había adoptado una forma de domina-
reformas posteriores de Stolypin, están autorizadas para re- ción inadecuada para el siglo XIX. Los pueblos bajo su tutela
cuperar el retraso. Er11914, el Imperio ruso es frágil. conservaban sus caracteres propios, su lengua, su religión.
Las sangrientas intrigas del serrallo reforzaban el carácter e
-
exótico, para un europeo, del poder político y religioso del
La Europa mediterránea
sultán. Sin embargo, incluso en ese Imperio extenuado, no
faltan fuerzas de renovación. Cierto que la Constitución de
Los Balcanes y el Imperio otomano
1876 sólo se aplica durante dos años. Pero los Jóvenes Tur-
e proletaria», que no ocupa en el mundo el lugar que merece. Confederación Nacional del Trabajo.
426 URE\'F IIISTnlUA DE ElJlHWA 22. LOS rSTA1)(lS EUROPEOS PE IR71 A 1i/14 427
e
La «generación de 1898» intenta un salto intelectual
amargo y orgulloso COntra el complejo de decadencia de Es-
paña. La nación va a rastras de la Europa industrial y liberal;
Tiene los mejores ciudadanos para elegir una asamblea legislati-
va, y, por consiguiente, se puede con razón esperar que la elegi-
rán buena y capaz a su vez de elegir una buena administración.
e
la mitad de la población es analfabeta. Pero ese salto de 1898
apenas alcanza a las Españas profundas. ¿Era realmente po-
sible, como pretendía Unarnuno, «españolizar Europa»?
Inglaterra es el tipo de la nación respetuosa, y la manera cómo
lo es y cómo ha llegado a serlo, es cosa curiosa en extremo. Las
clases medias, es decir, la mayoría de las gentes que tienen educa-
e
ción: he ahí cuál es la fuente del poder en Inglaterra. La opinión
La historia de Portugal, donde la República se proclama
en 1910, también es turbulenta en el siglo XIX. Tampoco el
liberalismo consigue imponerse en el país. La Europa medi-
pública hoy, es la opinión del gran burgués que usa el ómnibus.
No es, en modo alguno, la opinión de las clases aristocráticas
e
corno tales, ni las de las clases que tienen más educación y más
,l.:
terráne~ no ha con.seg~ido integrar en la nación a las masas
campesInas mayontanas. gusto; es sencillamente la opinión de la masa ordinaria que ha re-
cibido una cierta instrucción, pero que no por eso deja de ser e
--
"
:-r... bastante vulgar l...].
La masa del pueblo inglés tiene una gran obediencia a algo que
., ..•. ~ DOCUMENTOS
es cusa distinta de sus gobernantes. Lo que respeta es lo que pudie-
1. La Inglaterra victoriana ra llamarse la pompa teatral de la sociedad. Que se presente ante
:,... ,;- sus ojos como una ceremonia imponente, un cortejo de grandes
:,. Supongamos el caso en que la masa del pueblo no es capaz de ele- personajes, un cierto espectáculo de mUieres elegantes, o cualquie-
•e
gir el Parlamento, que es lo que ocurre en la mayoría de las na- ra de esas representaciones en las cuale,; ,;e despliega el lujo y la ri-
ciones, pues la excepción de esta regla es muy rara: ¿cómo enton- queza, y tendremos a la masa profundamente impresionada [...].
I
ces ha de ser posible un gobierno de gabinete? Entonces es El gran mundo visto desde afuera es una especie de teatro, don-
posible sólo a los pueblos que yo llamaría respetuosos. Se ha mi- de los actores dominan las tablas como los espectadores no sa-
rado el hecho como extraño, pero es una gran verdad, que hay brían hacerlo. El drama se representa en todos 10:;4(\istritos. Un
naciones en las cuales la multitud, menos hábil políticamente que hombre del campo reconoce que su casa no se parece al castillo o
el pequeño número de privilegiados, debe ser gobernada por palacio del lord, su vida no es la vida del lord, su mujer no tiene el
ellos. La mayoría numerica, sea por hábito, sea con propósito de- aspecto de myhldy. Y la última palabra del drama es la reina [...].
liberado, no importa, está dispuesta hasta con gran calor a dele-
gar el poder de elegir un gobernante a una minoría escogida. Ab-
dica en favor de esta minoría escogida, y obedece sin esfuerzo a
Los personajes que gobiernan en apariencia a Inglaterra, son
como los que figuran más ostensiblemente en una procesión,
son los que atraen las miradas de la muchedumbre y que provo-
e
quienes tienen la confianza de esta aristocracia intelectual. Reco-
e
can sus aclamaciones. Los que en realidad gobiernan están ence-
noce, como sus#lectores de segundo grado, encargados como ta- rrados en los carruajes de segunda clase, nadie repara en ellos ni
les de elegir sus gobernantes, los miembros de una minoría bien pide sus nombres, pero se les obedece implícita e instintivamente
educada, capaz y que no encuentra resistencia; otorga una espe- en virtud del esplendor desplegado por aquellos que les eclipsan
cie de mandato a algunas personas que le son superiores, que
pueden elegir un buen gobierno y a las cuales no se hace oposi-
ción. Una nación en cirCunstancias tan felices, presenta medios
y les preceden. .
~ .__ ;11
Madrid, La Espatia Moderna, s. a., págs. 50-54
e
e 428
BREVE HISTORIA DE EUROPA 21. lOS ESTADOS EUROPEOS DE 1~71 :\ 1'11-1 429
•e
tras el Syllabus, ahora llega el Corán; entre las Biblias se confrater- Lo que las atrocidades de Serbia ponen fuera de duda es que a
niza; jungamus dextras: <ieJrás_delaSa¡¡taS~ee-se-alza--Ia--Sublíme __ Europa le resulta imp'r~~illdibl~ una nacionalidad euro~,-!I!L
Puerta; nos dan a elegir entre tinieblas; y, viendo que Roma nos gobierno uno, un inmenso arbitraje fraterno, la democracia en
ofrece su edad media, Turquía ha creído poder ofrecernos la suya. paz consigo misma, todas las naciones hermanas con París por
De ahí lo que se hace en Serbia. ciudad y por cabeza, es decir la libertad teniendo por capital la
¿Dónde se detendrán? luz. En una palabra, los Estados Unidos de Europa, ésa es
¿Cuándo acabará el martirio de esa heroica y pequeña nación? la meta, ése es el puerto. Ayer esto no era más que la verdad; g¡-a-
Ha llegado el momento de que salga de la civilización una ma- cias a los verdugos de Serbia, hoyes la evidencia. A los pensado-
e Nosotros respondemos:
También la humanidad tiene su asunto; y ese asunto es éste, es
más grande que la India, Inglaterra y Rusia; es el niñito en el Este grito de Victor Hugo (1802-1885) viene provocado por las
e
vientre de su madre.
matanzas producidas durante la guerra entre Serbia y el Imperio
Sustituyamos 19s asuntos políticos por el asunto humano. otomano (la «Sublime Puerta»). Las alusiones anticlericales del
Todo el futuro radica ahí.
primer párrafo se explican por las luchas en la política francesa en-
3. El Partido Socialdemócrata
BREVE HISTORIA
y las instituciones
DE EURDPA
de los esta-
e
e
dos del Reich
23. La civilización europea en el siglo XIX
El absolutismo militarista, de apariencia constitucional, que rei-
na en Alemania está en relación muy estrecha con el carácter re-
accionario de las instituciones políticas de Prusia. Mientras que
en cierto número de Estados del sur de Alemania se ha introduci-
do el sufragio universal, igual, directo y secreto, para las eleccio-
Sobre un fondo de expansión y de dominación creciente sobre el
mundo, Europa puede creer que su civilización es la única, que
I e
nes a los Landtag, en Prusia, en Sajonia y en los pequeños Esta- ella es la «civilización)). Median.te la ciencia y la instrucción van I .-
dos de la Alemania del norte subsisten leyes electorales que, por a difundirse el progreso y la paz, y ya existe una Europa de la ,.,
la división en clases según la fortuna, por el otorgamiento de un cultura que vive en Viena, en París o en Berlín. Pero las tensio-
nes se dejan ver, las de las Iglesias, en posición defensiva, las de
voto plural u otros privilegios a los que tienen propiedades, Son
un insulto a la igualdad de derechos entre los ciudadanos. En
los socialismos, en posición ofensiva, y el final del siglo ve nacer I .-
los elementos de l/na crisis de la conciencia el/ropea. •
--
particular, el sistema electoral de las tres clases y el voto público,
en Prusia, significan la dictadura de los grandes terratenientes y
de los grandes capitalistas en la mayor parte de los Estados ale-
manes y por tanto en el Reich ¡...J
El siglo XIX se ve arrastrado, en su totalidad, por una fer-
I
El congreso del partido protesta contra esa situación institu-
viente creencia en los poderes de la razón, y sus Exposicio-
cional que se halla en plena contradicción con el desarrollo eco-
nes Univers;lles expresan de forma regular la fe positivista.
nómico y que subleva profundamente a las masas POpULlres,
productoras y políticamente maduras. Expresa su pleno acuerdo Cierto que, a lo largo del siglo, las Iglesias Se niegan a unirse
al optimismo liberal, que también denuncian los socialis-
con los combates llevados con gran energía en los diferentes Es- .
tados del Reich. El congreso del partido reclama para todos los
ciudadanos de ambos sexos, de más de 20 años, el derecho de su-
fragio universal, igual, directo y secreto como fundamento de
J mos, y que la unidad de Europa está más amenazada por la
crisis de conciencia de principios del siglo xx que rehabilita
el instinto vital y refuerza los nacionalismos. Fero no es me-
e
cualquier sistema electoral para las elecciones a todas las asam-
bleas públicas, así como un desglose de las circunscripciones
nos cierto que, todavía en 1914, la circulación de las ideas y
las corrientes artísticas y la irradiación de las grandes capi- e
-e
electorales según la cifr~de la población ... tales, París, Berlín, Viena y Londres, siguen demostrando la
unidad intelectual de las elites europeas.
Resoluciónpresentada por el Comité directivodel Partido Socialdemócrata
en el Congreso de Magdeburgo, 1910 (citado por P. Guillen, L'Empire
aUemand, 1871-1918, París, Hatier, 1970)
Paz y progreso
El optimismo europeo
El Partido Socialdemócrata es en ese momento el primer partido
de! Imperio alemán. Esta resolución sitúa en el primer plano de sus
reivindicaciones la democratización de los diferentes estados que
entonces componen e! Reich de Guillermo lI.
Entre los conflictos napoleónicos y la gran sangría dé 1914,
el siglo XIX evitó la guerra. Los conflictos militares, aunque
numerosos, permanecieron localizados y fueron analizados
e
_J _ 431 e
e 432 BKI.:V¡". J[J~TOj{¡A DE EUROPA D. 1.:\ UVIUZACH)J\ EUROPEA Et\ EL Sj(;U} Xl.\: 433
e
434 BREVE HISTORIA DE EUROPA 23. LA CIVllIZACION EUROPEA EN EL S1C;1.O XIX 435 e
La crisis de conciencia del final de siglo
__ o • • ._ I
como en Francia, los protestantes aceptan los principios
.~__ _ o
e
e 436
BREVE HISTORIA DE EUROPA
23. LA CIVII.IZAC!()N EUROPEA EN El. SJ(;¡.O XIX 437
--e
enuncia, en el Syllabus, todos los errores del mundo moder-
necesidades de las muchedumbres, las peregrinaciones se .
no, con el que la Iglesia se niega a reconciliarse. _~ CO!lciIio
. -mu!ti¥HGaFl-,-las-flH}Et.iEas-fllili'ianas,ultraffiúnmnas-;--se-di=--~-~. ,
-Vatn..'aIRJI, que en 1870 proClama la infalibilidad pontificia,
refuerza el carácter monárquico de la Iglesia. Por último, a funden por Europa. Nace una gran prensa católica, con fre-
principios del siglo XX, el papa Pío X, al condenar el «mo- cuencia popular. A finales del siglo se multiplican los movi-
dernismo», rechaza, en nombre de la tradición revelada, mientos de acción católica, que encuadran a la juventud
fuera de la estructura tradicional de la parroquia. En Bélgi-
toda mirada crítica y científica sobre los textos sagrados. En
numerosos países, y en primer lugar en Francia, pese a la
f ca, en Austria, en Alemania, los partidos católicos desempe-
ñan un gran papel en la vida política. Condenando de forma
e existencia de una pequeña minoría de católicos liberales,
la Iglesia está al frente del combate conservador contra la
República.
paralela tanto el socialismo como el liberalismo, la Iglesia
católica intenta proponer una tercera vía, el corporativismo.
Por último, coincidiendo con el nacionalismo, cierto des-
1"
~'
,
....
~..
II Internacion,al trata ~e f~derar esos partidos y dotarles de
un alma comun. Los sll1dlCatos se organizan. A principios
•.
'1 La Europa de la cultura e
del siglo p¡, mientras se multiplican las huelgas y los enfren- •
tamientos, en particular durante los 1.0 de Mayo, el socia- i Europa no vuelve a encontrar nunca en el siglo XIX el cos- _
lismo es ya una fuerza social y política europea capital. ! mopolitismo de la «República de las letras» del siglo XVIII. Y ,.
En 1912, la Internacional cuenta con más de 3 millones de ¡ si las aristocracias, lanzando sus últimos destellos, todavía
_,O
afiliados y ejerce su influencia sobre m,ís de 10 millones pueden crear la ilusión, desde la Costa Azul a las ciudades _.
de sindicados. termales alemanas, de un modo de vida europeo, los gran- ••
Si.n embargo, algunos partidos socialistas, por ejemplo el des escritores permanecen anclados en las realidade.s nacio-
-"r:.
.'.
,""
J., .•
P~rhdo Laborista británico, son rebeldes a la ideología mar-
xlsta.yen el seno, mismo de los partidos se enfrentan dos ten-
denClas. Unos (¿ortodoxos?) consideran que la revolución so-
nales. Un Chateaubriand, desde sus fastuosas embapd~s de
Berlín o de Roma, todavía podía hacer creer en .la realidad
de una Europa cultural francesa. Pero Chateaubnand, como
e
cial es ineluctable; el partido, «vanguardia del proletariado», escribe en sus Memorias, está entre dos ~undos. Tras él,
no sólo deb~ preparar ~sa re:olución sino además ejercer, Balzac y H~go s~n franc~ses, de la misma forma que máse
u~a vez dernbado i! antiguo sistema, una dictadura que per- tarde DostOlevskl y TolstOl son m.sos. .. ,
mita la transformación social. Es la posición de Lenin, quien, La ampliación de las élites cultivadas multiplica el nume-
e~ el exilio, a ~rincipi~s del s~gloxx, anima la facción bolche- ro de europeos que se reconocen. en u~a educación clásica y_
Vlque del Partido SOClaldemocrata ruso. Otros, como Berns- humanista, que en todas partes sigue Siendo la base de la en-.
tein en Alemania, excluyen cualquier tipo de revolución vio- señanza. Existe una comunidad científica europea. Los pre-
lenta. En su o"pinión, el socialismo puede alcanzarse a través mios Nobel son, a principios del siglo XX, casi exclusivamen-_
de reformas sucesivas. «Genio sinfónico», según la frase de te europeos. E incluso aunque los escritores y los artistas.
Romanin Rolland, Jean Jaures trata de conciliar la necesidad pertenezcan antes que nada a su patria, Europa respira to-
de la acción reformista cotidiana yel carácter ineluctable, a
cierto plazo, de la revolución. De hecho, los socialistas son
tanto más revolucionarios cuanto menos se ha adentrado su
davía al mismo ritmo artístico y literario.
La arquitectura evoluciona con un mismo movimiento
'
~ ~ l _
e 440
BHEVE HISTOHIA VE EUROPA
2.1. LA C1VIJ.IZAU(lN EUIH H'b\ F'\ EL ;-;¡L1<) Xl.\ 44/
e principios del siglo xx, un mismo estilo, el Art Nouveau, se agrupados en algunos talleres o en torno a pequeñas revis-
declina en todas las lenguas de Europa: Modern Style en tas, lanzando manifiestos provocadores y cultivando a veces
el mito del artista maldito desconocido, pequeños grupos de
-e-
Francia, Jugendstil en Alemania, estilo Liberty en Italia... Al-
canza a todos los campos de la vida cotidiana, los tejidos, los escritores y artistas rechazan la tradición y exaltan el genio
muebles, las joyas. Ilumina las ciudades con arabescos y solitario creador. París es el centro del impresionismo, lue-
curvas sensuales, dilata con flores de hierro de color verde go del fauvismo. El grupo Die Briicke (el alemán Nolde, el
pálido las entradas de metro de Guimard en París, explosip- austríaco Kokoschka ...) lanza el expresionismo en Dresde,
n~ hasta_eLbauO€o-en-los-edíftcios oercatalán Gaudíen Bar- .-eIl--l-906~El.-gspa-ñQl-!2iGasse--y-el-ffafl€és-Braqtle-;-ensu-es=
celona. Mientras, y de forma paralela, otros arquitectos bus- tudio parisiense del Bateau-Lavoir, inventan el cubismo.
can la desnudez y la funcionalidad de la forma: los hermanos En 1911, en Munich se forma el grupo Der Blaue Reiter (<El
e Otto Wagner defiende la adecuación de la línea y del mate- el público burgués, que continúa apegado a las formas tradi-
rial; el lionés Tony Garnier imagina una «ciudad industrial». cionales del arte, como por el «gran público». En ese mismo
momento, la cultura de masas aparece con el cambio de si-
glo vehiculada por los grandes periódicos populares. Se ex-
e Escritores y artistas. Cultura de masas y vanguardias presa en los primeros encuentros deportivos, I!lscarreras de
bicicletas, los combates de boxeo, el fútbol, en los espectácu-
los populares, el café concierto y, sobre todo, el cine, que
El estatuto social de e6critores y artistas se transforma en el
I
Marienbad o de Niza. La burguesía se halla sólidamente ins- con la permanencia de la Europa brillante pero caduca que
talada en sus edificios seiioriales de las grandes ciudades; baila el vals en la corte del viejo Francisco José.
--
compra los primeros automóviles, descubre los baños de
mar y los estremecimientos de los casinos. Las vanguardias,
como hemos visto, encarnan la parte de la invención crea- ~ DOCUMENTOS
dora y del sueño. A las muchedumbres urbanas se les pro- j
ponen los primeros ocios de masas.
1. Organizar científicamente la humanidad
Asimismo, la circulación de las grandes ciudades mezcla
los caballos, el automóvil, el tranvía eléctrico; su densidad No es pues una exageración decir que la ciencia encierra el futuro
exige, en Londres y París, la construcción de los primeros
metros. La iluminación por gas, luego mediante electrici-
de la humanidad; que sólo ella puede decirle la consigna de su
destino y enseñarle la manera de alcanzar su fin. e
-
dad, las convierte en «ciudades-luz». Los artistas circulan de Hasta ahora no ha sido la razón la que ha dirigido el mundo:
una metrópoli a otra: los ballets rusos triunfan en París, ha sido el capricho, ha sido la pasión. Llegará eT día en que la
Kandinsky deja Moscú por Munich en 1904; Chagall pasa de razón ilustrada por la experiencia recuperará su legítimo impe-
Vitebsk a San Peters~urgo, luego, en 1910, a París; Picasso, rio, el único que es de derecho divino, y guiará al mundo no ya
--
de Barcelona a París en 1904. al azar, sino con la vista clara de la meta que debe alcanzar.
Viena encarna tal vez, junto con París, Londres y Berlín, Nuestra época de pasión y de error aparecerá entonces como la
pura barbarie [oo.] la ciencia que gobernará el mundo ya no
pero también junto a Munich o Barcelona, esa civilización
será política. La política, es decir, la manera de gobernar el
de la Belle Époque. La ciudad -más de dos millones de habi-
mundo como una máquina, desaparecerá en tanto que arte es-
tantes en 1914- se ha duplicado desde los años 1880. El
pecial, en cuanto la humanidad deje de ser una máquina. La
Ring, construiáo sobre el emplazamiento de las antiguas
ciencia maestra, el soberano de entonces, será la filosofía, es
murallas en los años 1860, alinea los monumentos caracte- decir, la ciencia que busca la meta y las condiciones de la socie-
rísticos del eclecticismo burgués y coexiste con la ciudad
aristocrática y barroca. La fecundidad de la creación musical
es excepcional con Richard Strauss, Gustav Mahler -que di-
dad. Para la política, dice Herder, el hombre es un medio'; para
la moral, es un fin. La revolución del futuro será el triunfo de la
moral sobre la política.
e"
1
\
el
444
BREVE HlSTOH1A DE EUROPA
1.:\ UVlLlZA(](IN Et:RllPEA E!\' El SJt;j.u XIX
445
e Hasta ahora, ha sido sobre todo bajo su aspecto religioso Como públicamente todas sus opiniones y todos sus pensamientos, pre-
el Estado ha velado por los intereses suprasensibles de la huma- cipite más fácilmente a los pueblos en la corrupción de las cos-
nidad. Pero desde el momento en que llegue a ejercerse en la for- tumbres y de las inteligencias, y propague la peste del indiferen-
ma puramente científica y racional la religiosidad del hombre, tismo.
e
puesto de las artes. «S)'II11blls o Resumen de los principales errores de nuestra época, que se
sefialan en las alocuciones consistoriales, encíclicas y demás letras apostó-
ERNEST RENACi. L 'A venir de la sciellce, pensées de 1848 licas de nuestro Santísimo Padre el Papa Pío IX" (1864),.én La Ende/iea
del 8 de diciembre de 1864 y el Syllablls. Barcelona, Libr~iía Católica de
!'Qn",.I~6S,.pág&-26-51
e---l:"rnest Renan (1823-1892), historiador positivista del cristianismo,
no publicó hasta 1890 sus textos sobre L'Avenir de la science {El
j junto con la encíclica Quanta cura en 1864, el Syllabus es un catá-
porvenir de la ciencia], redactados en 1848. Da testimonio de una
I logo de los errores que entonces denuncia la Iglesia. Rígida en su
a de las collvicciones del siglo XIX europeo: la ci(,lIcia, religión llueva, t rechazo del «mundo moderno», la 19lesia condena aquí todos los
., puede orgdnizar científicamente la humanidtlrl. principios de 1789 y opone la autoridad revelada al ejercicio de la
libertad y de la razón humana.
e 2. Los errores
Pío IX
del mundo moderno condenados por el papa
e
-------------
e. e
e
e 24. La Europa dominadora
e
e «Atenas, escuela de Grecia» ... Europa, ¿escuela del mundo? .. A
principios del siglo xx así podría creerse. Por el desarrollo de su
demografía, de su producción y de sus wpitales, por su influen-
cia so!Jre las tierras no europeas, por Sil acción «civilizadora»,
--e
los conflictos nacionales hacen que pese sobre Europa una ame-
naza de riesgo mortal.
--T--
En los últimos años del siglo XIX ya principios del XX, hasta
el estallido de la Gran Guerra, el mundo pudo aparecer
como un «universo europeo», tan grande era la superiori-
e
e
f~'
El poderío económico
La demografía
en Europa central y balcánica. En Alemania, el eje renano y
la cuenca del Ruhr simbolizan el formidable impulso indus-
trial y urbano de algunas regiones europeas. Se concentra en
e
ellas una población de implantación reciente, joven y de fe-
La importancia de su población es el primer factor del pode-
río económico de Europa. Con 10 millones de km\ Europa
es el más pequeño de los continentes, pero en 1914 reúne él L cundidad elevada. No obstante, para el conjunto de Euro-
pa, el umbral de fecundidad máximo ha sido superado. Un
e
«asentamiento» de la progresión demográfica se deja sentir
solo 460 millones de habitantes sobre una población mun-
poco después en todas partes durante los primeros años del
e
Üii
dial estimada en 1.682 millones, es decir, el 27%. Si hacemos siglo xx. La fecundidad desciende no obstante a un ritmo
abstracción de la enorme población china, estimada en 1913
mucho más débil que en Francia, que sigue siendo una ex-
entre 410 Y 468 millones de habitantes, Europa contiene más
del 40% del resto de la población mundial. Esa proporción
no cesó de aumentar en el siglo XIX, manifestación del dina-
[.;
£'1
l,e
cepción demográfica. La natalidad francesa está en el últi-
mo rango europeo y su retraso se incrementa respecto al
de otros países del continente. Incluso en cifras brutas, y a
e
mismo demográfico de Europa. A principios del siglo XX, su
peso demográfico nunca había sido tan grande en la historia
del mundo. La densidad media de la población mundial es
de 11 hab/km\ en Europa es de 46 ... Un «mundo lleno» que
p
f"
:¡:~
\&
pesar del aumento de la población, la cifra anual de naci-
mientos no cesó de baja r: 145.000 menos entre los años 1820
y 1900.
e
Europa opone al «mundo hueco», incluso vacío, de una gran
parte del resto del planeta. A decir verdad, el dinamismo de-
mográfico y las altas densidades no se producen en toda Eu-
.j La actividad industrial y la superioridad económica
e
ropa. Sólo el noroeste es una región de fuerte poblamiento.
En 1913, Alemania tiene una densidad de 119 hab/km2, el
En 1913, la parte occidental de Europa asegura el 44% de la
producción industrial mundial (Estados Unidos el 35,8%, Y
4;
Reino Unido de 145, Francia de 73, pero España sólo de 38,
Canadá el 2%, lo cual deja menos del 20% para el resto del
y la Rusia europea d,e 27. En la segunda mitad del siglo XIX,
Rusia duplicó su población, Alemania la aumentó en un 60%,
el Reino Unido en I1n 52%, pero la de Francia permaneció
mundo). En primera fija está Alemania, con el 15,7%; en el
segundo puesto el Reino Unido con el 14%; Francia, con
el 6,4%, figura en el tercer lugar y Rusia en el cuarto con el
e
poco más o menos estable. Las altas densidades van acom-
pañadas de un fuerte movimiento de urbanización. En el
siglo XIX, la población rural superaba ampliamente en nú-
5%. No obstante, esa situación es el resultado de cambios
bastante recientes. Inglaterra ha retrocedido, al menos en
proporción, mientras Alemania ha conocido un desarrollo
el
mero a la población urbana, pero la combinación, en pro-
porciones variables, del éxodo rural, del aumento general de
la población y del desarrollo industrial llevó a una progre-
espectacular. En los últimos años antes del conflicto, la in-
dustrialización progresó con gran rapidez en Rusia, en Italia
yen los países escandinavos. Un fortísimo progreso del cre-
;e
sión espectacular de la población urbana. En 1910, en In-
glaterra, la población rural sólo representa el 12% de la po-
blación total, en Alemania el 38%; en cambio sigue siendo
mayoritaria en Francia (56%), y muy fuerte en Rusia (75%) y
cimiento tuvo lugar en Francia en los años anteriores a .1914.
De la misma manera que para la demografía, hay de he-
cho varias Europas. La Europa del noroeste, que comprende
e
Alemania y los países escandinavos, es rica en comparación
e
e 452 BREVE HISTORIA PE ¡TROPA
24. LA ITIHl!':\ /)(l'\U;-';A,J)ORA
Lo cierto es que en vísperas de la Primera Guerra Mun- demasiado vastos o demasiado disputados como para que
e
l.
I¡
1,
dial consiguieron repartirse el mundo casi totalmente, si ha- uno solo de ellos pudiera asegurar su control.
cemos abstracción de algunas colonias japonesas (Formosa, Varios estados asiáticos fueron objeto de esa dominación
Corea) o americanas (Filipinas) y del control que el Imperio parcial que se tradujo en la participación común de varios
otomano conservó sobre los países árabes. Las tierras «va-
cantes» -entendemos por ese término a aquellos territorios
cuyos habitantes, según estiman los europeos, son incapaces
estados concurrentes. Así Persia estaba simultáneamente
bajo control de Inglaterra y de Rusia. En Turquía, el Deuts-
che Bank consiguió la concesión de una importante línea
e
de gobernarse a sí mismos- han desaparecido prácticamen-
te. El primer imperio colonial es el Imperio británico (30
millones de km' y 400 millones de habitantes), seguido por
de ferrocarril, la Bagdadbahn, pero pretendía colaborar con
la Banca imperial otomana, dominada por los intereses
franceses, y también con los intereses financieros ingleses,
e
el Imperio francés, también inmenso (IO millones de km'),
pero poblado solamente por 48 millones de habitantes. Por-
que se negaron por razones políticas. El nombramiento en
1913 de un general alemán, Liman van Sanders, para las e
-e
tugueses, españoles y holandeses conservan algunas fraccio- funciones de inspector general de las tropas, fortificaciones
nes a veces considerables (Indonesia, por ejemplo) de los y ferrocarriles turcos, mostró sin embargo, al menos en ese
imperios que construyeron a partir del siglo XVI. Bélgica he- momento, la preponderancia del influjo alemán. China, lite-
redó el Congo de su rey Leopoldo 11.Alemania e Italia, que ralmente despedazada por los europeos que le habían im-
entraron tardíamente en la competición, obtuvieron poca puesto los «tratados desiguales», es el mejor símbolo de esa
cosa: para la primera, algunos archipiélagos en el Pacífico y forma de dominación. Los eurol'eos habían renunciado en
territorios dispersos en el África oriental, occidental y aus- ella a conquistas territoriales, pero los territorios en arrien-
tral (Tanganica, Camerún y Togo, el desierto del Kalahari); do, las zonas de influencia, las concesiones de vías férreas
para la segunda, la Tripolitania, Eritrea y Somalia en las par-
tes desérticas de África, a falta de Etiopía, que le quedó ve-
dada tras la derrota de Adua, en 1896. Rusia posee también
obtenidas por franceses, ingleses, alemanes, rusos, japone-
ses... no dejaron en China más que una soberanía reducida. e
Esa forma de expansión, añadida a la expan~ión colonial
un inmenso imperio colonial en Siberia, en Asia central yen
el Cáucaso, pero su <;ontigüidad con la metrópoli le confiere
una originalidad en \elación con los demás imperios colo-
ya los importantes intereses económicos que estaban vincu-
lados a ella, sirvieron para caracterizar el «imperialismo» de
los estados europeos, noción sin embargo compleja y de
e
niales. En definitiva, de los grandes estados europeos, sólo el
Imperio austro-húngaro, vuelto además hacia los Balcanes,
no trató de conquistar territorios coloniales.
acepciones diversas, que la definición propuesta por René
Girault permite abarcar con bastante exactitud: «El imperia-
lismo consagra la existencia de relaciones desiguales entre
e
El imperialismo
pueblos o Estados». -Es también la traducción de que todos
los estados europeos importantes estimaban que debían de-
sempeñar un papel mundial. La Alemania de Guillermo 11la
e
codificó bajo el nombre de Weltpolitik, pero el resto de las
Más allá de la dominación colonial, stricto sensu, el final del
siglo XIX y el inicio del siglo siguiente vieron asimismo cómo
grandes potencias, sin expresarlo en términos parecidos, tu-
vieron la misma voluntad.
e
la expansión europea se centraba en estados constituidos,
_~__________ L _
e
e 456
i
BREVE HISTORIA DE ¡TROPA
.I~
24. I.A FUROPA f)()MI.'\:\jl(lIU
e
457
Li/s sociedades europeas en el mundo
(750.000 europeos en Argelia en 1911,45.000 franceses y
El último rasgo de la expansión europea es la existencia de ~
,~
~.
ü
millón de europeos, británicos y "boers en África del Sur).
En cambio, la colonización del África Negra no estuvo
acompañada de la creación de verdaderas sociedades euro-
e europeo tampoco fue despreciable en el norte de África Podemos preguntarnos por la importancia real de la pe-
netración cultural europea. No afectó, en apariencia, más
458 UREVE HlSTlIJ{I,\ DE 1'.UHIPA ~.1. 1,\ H:IHll':\ 1l\l~Il:\;\ll{)R:\ 459 e
universal masculino (en Italia a partir de 1912), mientras
que a minorías bastante débiles, pero en todos los países co-
lonizados los cuadros tradicionales se educaron en la escue-
la de los europeos, empleando por necesidad sus lenguas,
que en Inglaterra, las mujeres -las «sufragistas»- hacen vi-
gorosas reivindicaciones contra su evicción del derecho de
e
copiando sus costumbres alimentarias y de vestimenta, sus voto: los gobiernos son responsables ante el Parlamento. Sin
valores ... El Parlamento chino, creado después de 1911, embargo, en Francia, la ausencia de una mayoría sólida-
mente constituida lleva a la inestabilidad ministerial perma- e
-e
obligó a los funcionarios a vestirse a la europea.
nente, y, en Italia, aunque el rey Víctor Manuel 111respeta
escrupulosamente la regla constitucional, la ausencia de ver-
Las divisiones de Europa daderos grupos políticos permite a un político hábil mante-
nerse durante mucho tiempo en el poder, ejerciendo una es-
Los regímenes políticos pecie de dictadura: ése fue el caso de Giolitti, de forma casi
constante de 1900 a 1914. En cambio, en Alemania, el canci-
En la larga lucha que, durante el siglo XIX, opuso en Europa ller nombrado por el emperador no es responsable ante el
los principios liberales popularizados por la Revolución
francesa y los principios del Antiguo Régimen, los primeros
Parlamento, y el Reichstag, aunque elegido por sufragio uni-
versal, sólo posee, incluso en el campo legislativo, poderes e
-e
consiguieron una amplia victoria a principios del siglo XX, al limitados. En Austria, el sistema sólo es representativo en
menos en teoría. Incluso el Imperio ruso se dotó de una apariencia, porque la Cámara de diputados está dividida en
asamblea elegida por sufragio universal a raíz de la revolu- un número tan grande de grupos sociales y nacionales que
ción de 1905. Sin embargo, las prácticas políticas eran muy no puede funcionar y deja así casi todo el poder al empera-
diversas y constituyeron una fuente de divergencias entre dor. En Hungría, el sistema es verdaderamente parlamenta-
los estados europeos. rio, pero en provecho de un Parlamento elegido por sufra-
La primera divergencia se refiere a la forma de régimen: gio censitario. En Rusia, por último, la Duma, elegida según
casi todos los estados europeos son todavía monarquías. un sistema de clases muy igualitario, es bastanre poco repre-
Entre los estados grandes, sólo Francia es una república. In-
cluso aunque los podres del rey estén extremadamente re-
sentativa y tiene poderes muy limitados. En total, podemos
distinguir dos Europas, una al oeste, bastante democrática y
parlamentaria, otra en el centro y en el este, escasamente de-
e
ducidos y vayan camino de convertirse en algo meramente
simbólico, como ocurre en Inglaterra, la referencia al princi-
pio monárquico no deja de tener consecuencias. Tanto en el
Imperio alemán como en el austro-húngaro (al menos en su
mocrática y no parlamentaria. No obstante, casi en todas
partes se admiten y reconocen los principios liberales, inclu-
so aunque sólo se apliquen de forma parcial.
e
parte austríaca) o en el ruso, la voluntad del soberano -Gui-
llermo Il, Francisco José y Nicolás Il- sigue siendo determi-
nante.
Su evolución general hacia regímenes más democráticos,
al menos más liberales, no exime a los estados europeos de
fragilidades internas que resultan de una doble amenaza,
e
Otra forma de divergencia se refiere al nivel de democra-
tización en el funcionamiento del Estado: Francia, el Reino
Unido e Italia tienen regímenes a un tiempo democráticos y
por la derecha y por la izquierda. Amenaza, por la dt;recha,
de quienes no admiten la democracia, considerándola como
ineficaz, mediocre e insuficiente incluso aunque mantenga
las tradiciones nacionales: es el caso, en Francia, de Acción
e
representativos. Los diputados son elegidos por sufragio
e
-e 460
¡¡¡{j-,\-¡ .. lILSlU!{lA
e .
cialmente, el programa de estos partidos es revolucionario,
pero en 1.0s más gr~ndes, ~l Partido Soc~alclemócr~ta alemán
o el PartIdo SocialIsta Ul1lficado frances, las corrIentes «re-
su unidad y su independencia nacional. Esto concernía
principalmente a las poblaciones eslavas de Europa ceno
tral, a los polacos divididos desde el siglo XVIII entre Rusia.
e guistas, en San Petersburgo se levantaron barricadas. Las en 1871. Nadie o casi nadie en Francia pensaba seriamente
hacer una guerra para recuperar las provincias perdidas,
462 BRF\'f. HlSTtlRIA DI: EUHlPA
24. l.A EUROPA /HI,\1l\'A1HlI{;\ 463 e
pero la cuestión de Alsacia-Lorena impedía cualquier po-
sibilidad de reconciliación verdadera entre Francia y Ale-
mania.
oponían a los legítimos intereses alemanes, y, más aún, de
que tras la alianza franco-rusa (1894), tras la Entente Cor-
dial (1904) entre Francia e Inglaterra, y tras la Triple Enten-
e
Estaba luego la cuestión de las «tierras irredentas», el
Trentino, la Venecia Julia y Trieste, que Italia reclamaba al
Imperio austro-húngaro. Era también el caso de Bosnia-Her-
zegovina, anexionada por Austria-Hungría en 1909, y que
te entre Francia, Inglaterra y Rusia (1907), un cerco amena-
zaba a Alemania. En una parte de la población se había
difundido la idea de la «guerra inevitable». En el fondo, cada
e
nación europea estaba convencida de que tenía que defen-
Serbia reivindicaba porque estaban pobladas por serbios.
Estaba, por último, la cuestión de Macedonia, regulada en
principio por la Primera Guerra Balcánica de 1912, donde,
der su <<lugaral sol», incluso aunque la fórmula se empleara
más en Alemania que en otras partes. Las rivalidades colo-
e
niales vienen a aiiadir un elemento de tensión: en dos oca-
bajo la égida de Rusia, búlgaros, serbios y griegos habían
arrancado la provincia al Imperio turco. Pero el reparto ha-
bía provocado una Segunda Guerra Balcánica en 1913 entre
siones, en 1905 yen 1911, Alemania provocó una grave
crisis internacional con ocasión de las tentativas de penetra-
ción de Francia en Marruecos.
e
búlgaros porun lado, y griegos, rumanos y serbios por otro:
Bulgaria salió derrotada. Resultado: todos los estados de los
Balcanes estaban descontentos, los vencedores porque su
En la Europa de los aiios anteriores a 1914, no había una ra-
e
e
parte no era suficiente, y los vencidos ... Las rivalidades que
zón mayor de cunflicto, pero sí una multitud de antagonis-
las naciones de los Balcanes mantenían entre sí, que Austria
mos más o menns graves susceptibles de envcnenarse. La
)' Rusia promovían a través de intermediarios, hacían de esta
paradoja de la historia de Europa es que, aunque su domina-
región un punto completamente peligroso, un «polvorín».
En definitiva, la paz de Europa estaba amenaza por la
exaltación de los sentimientos nacionales heredados de un
siglo de impulso nacional. Pocos países europeos escapaban
ción sobre el mundo nunca ha sido tan manifiesta -la com-
petencia de Japón e incluso de Estados Unidos no preocupa
verdaderamente-, "'a fuerza de irradiación de Europa está
e
a ese influjo del nacionalismo: el Reino Unido con el *jin-
goísmo a principios de siglo durante las dificultades de la
guerra de los *bóers; Itusia, donde se producía un movi-
comprometida mucho más gravemente por la; amenazas de
conflictos entre los Estados europeos» (Pierre Renouvin).
e
miento de rechazo ante la importante implantación de los
intereses extranjeros, con Francia y Alemania a la cabeza, y
que no quería abandonar a sus «hermanos» eslavos de los
DOCUMENTOS e
El problema de las nacionalidades en Austria
e
Balcanes a las influencias germánicas. En Francia, el movi- 1.
miento nacionalista, bajo la forma moderna de la Acción
Francesa de Charles Maurras, o la más antigua Liga de Pa- Se ha hablado con frecuencia de la dislocación de Austria. No
triotas de Déroulede, luego de Barres, estaba más preocupa- creo en ella. Los lazos históricos y económicos que unen unas a
do desde luego por los problemas internos del país. Y en
Alemania se había desarrollado la idea de que Inglaterra
en el plano comercial, y Francia, en el plano financiero, se
otras a las naciones austríacas son demasiado poderosos r... J El
sufragio universal y la democratización de Austria, particular-
mente de Bohemia, prepararon el terreno al apaciguamiento de
e
las luchas nacionales [... J Cierto que las luchas nacionales no ce-
e
e 464 BREVE HISTORIA UE EUROPA 24. LA ITIH lIJA t>U,\llSADURA 465
e
2. El Imperio británico en 1911 veían proponer dos soluciones sin matices a lo que consideraban
en esa época como el «problema colonial". La primera era la cen-
oo. Hubo en el pasado imperios que (como el nuestro) fueron ex- tralización -el gobierno de todos los asuntos, salvo los que care-
tensos, poblados, llenos de riquezas materiales tan fecundas para cían relativamente de importancia, de las partes externas'de! Im-
e las artes, las ciencias y las letras. Pero nuestro Imperio se distin-
gue de ésos por rasgos específicos de primera importancia. Desde
el punto de vista exterioI1 está hecho de comarcas que, geográfi-
perio, desde un despacho de Downing Street-."'La oúi era la
desintegración: la aceptación y tal vez el aliento de un proceso de
secesiones sucesivas l...J Tras setenta años de experiencia evolu-
e
cada uno pone en práctica su propia política imperialista de ex-
LORD AS'WITH, «Discurso» a la primera reunión de la Conferencia Impe-
pansión industrial y territorial, se convierten inevitablemente en
rial de Londres. 1911 (citado en A. B. Keith, Sr/celed Speeehes l/nd Docu-
enemigos I...J.
ments on Brilish Colonial Poliey 1763-1917, Londres, Oxford University
Press, 19'i3, tomo 11, pág. 240) A medida que una nación tras otra se va industrializando cada
e
e 468
HREVE fHSTUJUA !.JI-: j',L:j{{ ¡ji:\.
24. LA n;I{UPA !Hl.\I]:-\A!>,lIL\ 469
e
Pero la situación es muy diferente en una sociedad en la que la presentan como objetivos y móviles de una política cuestiones
distribución de la riqueza no guarda relación predeterminada al- que nunca pasaron por la mente de las personas que la decidie-
guna con las necesidades, sino que es consecuencia de otros fac- ron, la dignidad de la nación queda envilecida. Toda política im-
tores, que asignan a ciertas personas un poder adquisitivo enor-
470
e
e 472 BREVE HISTORIA DE EUROPA 25. LA EUROPA ENSANCKE:\TAI):\: 1..-\ j!1{1~li'J{:\ l;U.J{I{A .\IL:S1HAl. 473
_ el atentado tendría consecuencias graves, y no impidió al cularmente pacifistas, el país estaba muy agitado por la
•• presidente de la República francesa y al presidente del Con- cuestión irlandesa, y el primer ministro Asquith tenía pocos
sejo, René Viviani, embarcarse el 15 de julio para una visita deseos de entrar en la guerra, pero la invasión de Bélgica
• de rutina a Rusia y una gira por las capitales escandinavas. modificó su posición. El4 de agosto, el Reino Unido declara
• En realidad, algunos dirigentes austríacos -el jefe del estado también la guerra a Alemania. Sólo Italia, que sin embargo
mayor, Conrad von Hotzendorff, y el ministro de Asuntos pertenecía a la Triple Alianza junto con Alemania y Austria-
a Exteriores, Berchtold-, pensaron que eran favorables las cir- Hungría, proclama su neutralidad. Las iniciativas austríacas
_ cunstancias para someter a Serbia, acusada -sin razón- de y alemanas estuvieron irrefutablemente en el origen del
, haber ayudado a los jóvenes bosnios que habían asesinado conflicto, pero la guerra sólo se hizo inevitable por la «fir-
e .. ción negociada. ..
Completamente decidido a no permitir que aplastaran a
Serbia, el gobierno ruso decreta, el 30 de julio, la moviliza-
ron importantes manifestaciones contra la guerra. El Buró
de la Internacional socialista se reunió en Bruselas, el 29 de
julio, para tomar disposiciones contra la amenaza de un
ción general. Alemania no podía asumir el riesgo de una de- conflicto europeo, pero los acontecimientos se precipitaron,
a rrota de Austria. Tras haber conminado a Rusia a detener su barriendo cualquier veleidad de resistencia. Dejando a un
• movilización, Alemania le declara la guerra. ElIde agosto lado a los diputados socialistas rusos y serbios, que se nega-
por la tarde, exactamente a la misma hora, Alemania y Fran- ron a votar los créditos de guerra -cosa que por lo demás
A cia decretan la movilización general. Francia no podía ac- apenas provocó algún eco en la población-, y exceptu~1I1do
,. tuar de otro modo debido a sus compromisos con su aliado también a unos pocos socialistas ingleses profundamente
e
el general ]offre, consideraba una ofensiva frontal en el cen- frente occidental en 1916, los alemanes creyeron encontrar
tro del dispositivo alemán en Lorena para poner fuera de la solución provocando una gigantesca batalla de desgaste,
combate al ejército germano en una única gran batalla. Los la batalla de Verdún, que agotaría las fuerzas del adversario.
dos planes fracasaron uno después del otro, primero el fran- El proyecto fracasó porque la habilidad de la defensa del ge-
cés (batalla de fronteras, a finales del mes de agosto), luego
el alemán (batalla del Mame, a principios de septiembre).
A finales de año, tras la «carrera hacia el mar», los dos ejér-
neral Pétain hizo que las pérdidas fueran al final casi equiva-
lentes por ambos lados. En 1917, el alto mando alemán
e
(Hinde.nburg-Ludendorff) se convenció de que vencería de-
e
< $
e 476 BREVE H1STOlHA DE EUROPA ~:;. 1.:\ U';J{OPA E\'SA~'H;RE!\TAI):\: LA PIU;-..lHtA LlTHIC\ .\IL:t'D1Al 477
A. s~ncadenando una guerra submarina a ultranza que asfixia- tre marzo y julio de 1918, una serie de ofensivas victoriosas
•• na a Inglaterra y la obligaría a pedir la paz. La flota comer- que pusieron a los aliados a dos dedos de la derrota, antes
cial británica sufrió pérdidas enormes, pero la mejora de los de que la segunda batalla del Mame pudiera permitirles en-
A.\ medios de lucha antisubmarina y la entrada en la guerra de derezar la situación.
I
., Estados Unidos, provocada precisamente por la guerra sub- A principios de 1918, el punto de vista del bando aliado
marina, permitieron resistir a los aliados.
I había sido exactamente el inverso. Había que esperar a que
••
•
A finales de 1917, tras tres años y medio de guerra, la sali-
da del conflicto seguía siendo incierta, pero ambos bandos
I la llegada continua y masiva de tropas americanas asegurase
su superioridad numérica. Ésta, combinada con el empleo
I de armas nuevas, les daría la ventaja. Desde el principio de
eran conscientes de que sólo se podría conseguir la victoria
_
., disponiendo de una superioridad numérica considerable
apoyada en medios tácticos nuevos. Además, no era posi-
I la guerra, alemanes y aliados se habían disputado la supre-
macía en el dominio aéreo, pero en 1918 esa supremacía se
. ble ninguna paz de compromiso porque el mapa de la gue- I
;1
hallaba definitivamente del lado aliado, que, sobre todo, dis-
rra era demasiado favorable a Alemania para que hiciese ponían de un gran número de carros de combate, un arma
~I -err+a-qrre-rrcr-hamcr ,:rerolJ- d lIla n do a Ie 11Iá n. Err-ju+iCT
e\L'UITCeSiOnes, y sus sacnfIclOs hablan slcro~cremaslaCfog¡-an- \
des para que Francia aceptase una paz que no le devolviera de 1918, se dieron las condiciones para que los ejércitos alia-
Alsacia y Lorena. '21[ dos, bajo el mando supremo del general y luego mariscal
Europa en ruinas
de la paz ropeos, no sus aliados. El presidente Wilson había definido
él solo, en los <<14puntos» presentados al Congreso en enero
de 1918, sobre qué bases debía establecerse la paz. Durante
e
Esa guerra había sido imprevista por su duración y por sus
caracteres: más de 65 millones de hombres movilizados, po-
un mes, había negociado completamente solo con los ale-
manes antes de la conclusión del armisticio, y decidió por
último venir en persona -era la primera vez que un presi-
e
blaciones directamente implicadas por las privaciones, par-
ticularmente severas en Alemania y en Austria-Hungría, )'
por el inmenso esfuerzo de trabajo que les había sido exigi-
dente estadounidense en ejercicio dejaba el suelo america-
no- a participar en la conferencia de paz a fin de que no se
hiciera nada sin su aval. Por primera vez en su historia, los
,e
do. Por primera vez se había producido realmente una gue-
rra de naciones, y, como guerra de naciones, se había ido
transformando progresivamente en «guerra totai>,. Dejaba
países europeos no eran dueños de sí mismos. Cuatro años
de guerra habían arruinado la superioridad europea, pese a
que los europeos estuvieran entonces lejos de tener concien-
cia del hecho. «Guerra mundia),,: eso significaba también
e
tras de sí una Europa parcialmente arruinada en el plano
material, pero mucho más sacudida en el plano político -de
los cuatro grandes imperios de antes de la guerra, alemán,
que el conflicto había sobrepasado los límites materiales y
morales de Europa. e
ruso, austro-húngaro y turco, ya no existía ninguno- yen el
plano moral: todos los valores tradicionales habían sido
cuestionados por aquella monstruosa matanza y por aquel
inmenso destrozo material. Para las clases medias que for-
La conferencia de paz e
maban la armazón de las sociedades europeas, para los mi-
llones de antiguos combatientes, resultaba difícil seguir cre-
yendo en las virtudes antiguas de trabajo y ahorro, a menos
Reunida del 18 de enero al 28 de junio de 1919, fecha en que
se firmó en la Galería de los Espejos de Versalles el tratado
con Alemania, contó con la presencia de representantes de
e
que aquella guerra, como muchos habían creído, fuera <<la
última de las últ'ímas», y que fuera el precio pagado por el
establecimiento de un mundo pacífico y armonioso. Los es-
los veintisiete estados victoriosos, muchos de los cuales,
como los de América Latina, apenas habían intervenido
prácticamente en la guerra. De hecho, la conferencia fue so-
e
tadistas encargados de fijar las condiciones de paz se encon-
traban ante este formidable desafío.
No obstante, y contrariamente a lo que había ocurrido en
el Congreso de Viena de 1815, sólo los vencedores fueron
bre todo cosa del «Consejo de los Diez», que comprendía a
dos representantes de Francia, de Estados Unidos, def Reino
Unido, de Italia y de Japón, y luego del «Consejo de los Cua-
tro» que reunía a Clemenceau, presidente del gabinete fran-
e
e
e, 480 KRE\'E HISTtlHIA UE 1-.LRllPA
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~
25. 1.:\ EL"lHllJA ¡".NS¡\;,\(;¡'U ..;z..,;Tr\[)A: L:\ I'RL\Il;R:\ (,LLI{l{.-\ .\ll":\[Jl:\1
481
Xl
e cés, a Wilson, presidente de Estados Unidos, Lloyd George,
primer ministro británico, y Orlando, presidente del gabi-
nete italiano. Dos hombres desempeñaron un papel deter-
-''''-' [
~'}.I
'1
lugar a una profunda transformación del mapa de Europa, y
sus efectos se vieron reforzados todavía más por el empuje
de la Rusia soviética hacia el este.
e
mo, de Clemenceau al idealismo de Wilson. De hecho, Cle- tancial once estados: Finlandia, los tres Estados bálticos, Po-
menceau no carecía de idealismo -su larga carrera política I
lonia, Checoslovaquia, Austria, Hungría, Serbia -que reunía
lo había demostrado-, pero su principal preocupación era I
en torno a ella al conjunto de los eslavos del sur y se transfor-
obtener garantías para la seguridad de Francia, mientras I
~ ---de-30B-a4El(}-ktlómerros--cie-pmfttlhhdad;-klemania, a la que
I
de naciones» que establecería los principios de derecho in- le amputaban una séptima parte de su territorio y una déci-
ternacional, y cuya autoridad moral se impondría a todos ma parte de su población y que, además, quedaba separada :;'
e sí mismos.
menos en un primer momento. La Europa de {914 contaba
con 18 Estados, la Europa posterior a la guerra tenía 26. El
hecho más considerable era la desaparición del Imperio aus-
e
rra, sino «reparaciones».
482 BREVE HISTORIA DE EUROPA
, 25. LA EVN.OPA ENSANlil{ENTA1>A: l.A f)HI~lERA {;UERRA MUNDIAl. 483 e
Por último, tanto Wilson como Clemenceau habían en apariencia se trataba de un progreso, pero algunas de
conseguido salirse con la suya. El Tratado de VersaJles pre-
veía, por un lado, la creación de la Sociedad de Naciones: es-
estas nuevas minorías, como los alemanes de Checoslova-
quia (los Sudetes), antigua población dominante, resulta-
e
tipulaba, por otro, que la seguridad de Francia quedaría ga- ban ahora población dominada, en una situación difícil de
rantizada por la reducción del ejército alemán a 100.000
hombres, la supresión del Gran Estado Mayor, la desmilita-
rización de la orilla izquierda del Rin así como la de una
vivir y cargada de conflictos. De igual modo, el sentido co-
mún habría querido que Austria, puramente germánica,
quedase unida a Alemania, cosa que deseaban muchos
e
banda de 50 kilómetros de la orilla derecha y, por último,
que la orilla izquierda del Rin y tres cabezas de puente sobre
la orilla derecha debían ser ocupadas durante quince años
austríacos. Los representantes de Francia se habían
opuesto de forma particularmente vigorosa ¡porque Ale-
mania habría salido de la guerra más fuerte de lo que ha-
e
con evacuación por terceros cada cinco aí1os. bría entrado en ella!
Además, varias regiones eran objeto de disputas: la Alta e
-e
Silesia entre Alemania y Polonia, Fiume entre Italia y Yu-
Los probLemas de apLicación goslavia, la parte oriental de Ucrania y de Bielorrusia entre
Polonia y Rusia. Varios países -Alemania, la Rusia soviética,
Laboriosa y difícilmente acordados, los tratados planteaban Hungría, Bulgaria- reclamaban la revisión de los tratados,
al menos tantas cuestiones como las que resolvían, susti- sin que por eIJo los otros quedaran satisfechos.
tuyendo problemas antiguos por otros nuevos cuando no Segunda fuente de crisis: la cuestión de las reparacio-
se acumulaban los unos sobre los otros. Esto explica que nes. El establecimiento del principio de «reparaciones»
fueran firmados más en una atmósfera de amargura que de había dado lugar durante la conferencia de paz a polémi-
satisfacción: cada uno era consciente de que, incluso si no
había sido posible hacerlo mejor, aquellos tratados engen-
drarían numerosísimas tensiones, pues no contentaban a
cas extremadamente duras. ¿Qué era lo que Alemania de-
bía «reparar»? ¿Debían tenerse en cuenta sus posibilidades
de pago? Se había partido del principio de qlIe Alemania
e
nadie e indignaban a muchos -por razones a menudo com-
pletamente contradictorias-, y que Europa, pese a la terri-
debería pagar todo lo que había costado la guerra, pero
esto habría alcanzado sumas inauditas, y se había vuelto a e
--
ble sangría sufrida, volJía a encontrarse -como antes- a puntos de vista más razonables. Pero la fijación del monto
merced de sus divisiones. de las reparaciones, y luego las tentativas de hacer pagar a
Primera gran fuente de tensiones: las regulaciones terri- Alemania, fueron un absceso de fijación de las relaciones
toriales. Para Jlegar a asegurar a cada pueblo un Estado in- internacionales durante más de diez años.
dependiente, había sido necesario «balcanizar» una parte Además, contrariamente a las esperanzas del presidente
de Europa, lo cuar no impedía a cada estado de Europa Wilson, la Sociedad de Naciones apenas podía cumplir con
central, o casi a cada estado, abarcar una proporción más o su papel de organizador de la paz. Privada de la participa-
menos considerable de minorías nacionales. Antes de la
e
ción de Estados Unidos a raíz de la negativa del Senado
guerra, 60 millones de europeos pertenecían contra su gus- americano de ratificar el Tratado de VersaIJes, de la de la
to a talo cual estado; ahora ya sólo eran 30 millones, que, Rusia soviética, que no había sido invitada, así como de la
por otra parte, no tenían por qué ser los mismos de antes: de los vencidos, la Sociedad de Naciones apenas era más que
e
25. LA EUROPA E:\'SA:,\'(;RESTAIJA: LA I'IUMEH.A t;UERRA ~1¡;Nl>IAL
-484 BREVE HISTORIA !lE FUH lIJA
485
•• el club limitadísimo de algunos de los países vencedores, sin Francia y los de Alemania; la acción conjunta de socialistas aus-
•• autoridad moral particular. tríacos y socialistas italianos reunidos en Trieste para prevenir un
conflicto entre los dos Estados; la vigorosa intervención de la cia-
e- gll:;~:~~;I~~~~~~~,:n~:i~:~~~~~~:~7aei:a~~~I~
una Europa más frágil todavía que la Europa anterior a la
torio, para todosjQsJitigiQ~,~oJ¡ídasJamemables_tentativas-de
'los gobiernos burgueses, y de esta forma podrá ser asegurado a los
pueblos el beneficio del desarmamento general que permitirá
__
e DOCUMENTOS
países involucrados, así como de sus representantes en el Parla-
mento con la ayuda del Buró internacional, fuerza de acción y de
el.
coordinación, hacer todos los esfuerzos para imp~dir la guerra
Pacifismo contra nacionalismo: el dilema socialista con todos los medios que les parezcan más apropiaaos y que va-
rían naturalmente según la situación de la lucha de clases y la si-
Desde el Congreso internhcional de Bruselas, el proletariado, si tuación política general.
_ bien prosiguiendo su lucha incensan te contra el militarismo por No obstante, en el caso de que la guera estallara, tienen el de-
• el repudio de los gastos militares y navales, por e! esfuerzo de de- ber de intervenir para hacerla cesar prontamente y utilizar con
mocratización de! ejército, puede recurrir con un vigor y una efi- todas sus fuerzas la crisis económica y política creada por la gue-
_ cacia crecientes a los medios mÚ variados para prevenir las gue- rra para agitar las capas más profundas y precipitar la caída de la
•• rras o para ponerle.s un término, o para poner al servicio de la dominación capitalista .
liberación de la clase obrera el quebranto que la guerra causa en
todos los estamentos sociales; así, especialmente, la unidad de ac- Resolucióndel VII Congreso de la Internacional Socialista,Stultgart, 1907,
a ciÓn de las trade-unions británicas y los sindicatos obreros fran- cit. por Jacques Droz, Historia del socialismo. El socialismo democrático,
• ceses tras la crisis de Fachada para asegurar la paz y restablecer trad. de Jordi Marfa, Barcelona,Laia, 1977, págs. 160-161
e
a negociar las Principales Potencias aliadas y asociadas y que en-
trará en vigor al mismo tiempo que se constituya la Ciudad libre
ART. 42. - Le queda prohibido a Alemania mantener o cons- de Dantzig, intervendrá entre el Gobierno polaco y la citada Ciu-
truir fortificaciones bien en la orilla izquierda del Rin, bien en la dad libre [oo.]
orilla derecha, al oeste de una línea trazada a 50 kilómetros al este
de ese río.
ART. 43. - Quedan asimismo prohibidos, en la zona definida
Atri'. 119. - Alemania renuncia, en favor de las Principales Po-
tcncias aliadas y asociadas, a todos sus títulos y derechos sobre
sus posesiones de ultramar [... ]
e
e
por el artículo 42, el mantenimiento o la reunión de fuerzas ar-
ART. 128. - Alemania renuncia, cn favor de China, a todos los
madas, bien a titulo permanente, bien a título temporal, lo mis-
privilegios y ventajas resultantes de las disposiciones del proto-
mo que todas las maniobras militares de cualquier naturaleza
colo final firmado en Pekín el? de septiembre de 1901 [...]
que sean y el mantenimiento de todas las facilidades materiales
de movilización [... ]
ART.45. - En compensación por la destrucción de las minas de
carbón en el norte de Francia, y como adelanto sobre el monto
AlrI'. 160. - Con fecha de 31 de marzo de 1920 [oo.] la totalidad
de los efectivos del ejército de los Estados que constituyen Ale-
mania no deberá superar los cien mil hombres, oficiales y depósi-
e
tos incluidos [... ]
de la reparación de daños de guerra debidos por Alemania, ésta
cede a Francia la propiedad entera y absoluta, franca y libre de
cualquier deuda o cargalcon derecho exclusivo de explotación,
El Gran Estado Mayor alemán y todas las demás formaciones
similares serán disueltas y no podrán ser reconstituidas bajo nin-
guna forma [... ]
e
e
de las minas de carbón situadas en la cuenca del Sarre, delimitada
como se dice en el artículo 48 [... ] ART. 173. - Todo servicio militar universal obligatorio será
ART. 51.- Los territorios cedidos a Alemania en virtud de los abolido en Alemania l... ]
Preliminares de Paz firmados en Versalles el 26 de febrero de ART.231. - Los Gobiernos aliados y asociados declaran y Ale-
1871 y del Tratado.de Francfort del 10 de mayo de 1871 son rein-
tegrados a la soberanía francesa a partir de la fecha del Armisticio
del 11 de noviembre de 1918.
mania reconoce que Alemania y sus aliados son responsables,
por haberlos causado, de todas las pérdidas y de todos los daños
sufridos por los Gobiernos aliados y asociados y sus nacionales
e
e
Las disposiciones de los Tratados que afectan a la delimitación como consecuencia de la guerra, que les ha sido impuesta por la
de la frontera anterior a 1871 entrarán de nuevo en vigor [... ] agresión de Alemania y de sus aliadqs.
ART.80. - Alemania reconoce y respetará estrictamente la inde- ART. 232. - Los Gobiernos aliados y asociados reconocen que
pendencia de Austria, en las fronteras que le serán fijadas por Tra- los recursos de Alemania no son suficientes -teniendo en cuenta
e
'''1
-488 BREVE HISTORIA DE EUROPA 25. LA EUROPA ENSANCRENTADA: 1.:\ I'Kl~tERA (;UERRA MUNDIAl 489
AJa disminución permanente de estos recursos que resulta de otras aunque fuera posible, aunque nos enriqueciera a nosotros, aun-
• disposiciones del presente Tratado- para asegurar la completa que no sembrara la decadencia de toda la vida civilizada de Euro-
reparación de todas estas pérdidas y de todos estos daños. pa. Algunos la predican en nombre de la justicia. En los grandes
A Los Gobiernos aliados y asociados exigen no obstante, y Ale- acontecimientos de la historia del hombre, en el desarrollo del
.mania se compromete a ello, que serán reparados todos los da- destino complejo de las naciones, la justicia no es tan elemental.
ños causados a la población civil de cada una de las Potencias y si lo fuera, las naciones no están autorizadas por la religión ni
aliadas y asociadas y a sus bienes, durante el período en que esa í
por la moral natural a castigar en los hijos de sus enemigos los
_potencia estuvo en estado de beligerancia con Alemania, por la crímenes de sus padres o de sus jefes [... J.
citada agresión por tierra, por mar y por los aires [... 1 El Tratado no incluye ninguna disposición para lograr la reha-
ART. 233. - El montante de dichos daños, cuya reparación es bilitación económica de Europa; nada para colocar a los Imperios
Adebida por Alemania, será fijado por una comisión interaliada, centrales, derrotados, entre buenos vecinos; nada para dar estabi-
• que adoptará el nombre de Comisión de reparaciones [... ]
lidad a los nuevos Estados de Europa; nada para levan.tar a Rusia,
ART. 428. - A título de garantía de ejecución por Alemania del
ni promueve en forma alguna la solidaridad económica estrecha
presente Tratado, los territorios alemanes situados al oeste del Rin,
_
.ent!'e-lQs-mismQs-a!iadQ&.-En--!2aI'Ís-HB-se-log{,&nÍflgán-a-Ffegle-pttfrr
juntoafascabezas de puente, serán ocupadas por lastropas de las
restaurar la desorganizada Hacienda de Francia e Italia, ni para con-
Potencias aliadas y asociadas durante un período de quince años, a
cordar los sistemas del Viejo yel Nuevo Mundo.
contar desde la entrada en vigor del presente Tratado.
El Consejo de los Cuatro no prestó atención a estos problemas,
por estar preocupado (on otros: Clemenceau, con ahogar la vida
El texto aquí transcrito no es más que una pequeña parte de un económica de su enemigo; Lloyd George, con hacer algo y llevar
~.\ a casa alguna cosa que durara una semana; el presidente, con no
.•• tratado que contiene más de 400 artículos, sin contar largos ane- ,;;\
I hacer nada que no fuera justo y recto. Es un hecho sorprendente
• xos. Es el resultado del trabajo gigantesco de la conferencia de paz,
que quiso con él reorganizar Europa: aplastante para Alemania que, teniendo el problema económico fundamental de una Euro-
e
f
j continentes, Europa no se basta a sí misma; especialmente, no
La política de reducir a Alemania a la servidumbre durante una puede alimentarse a sí misma. La población no está distribuida
I!
490 BREVE HISTORIA
e Los diez años que siguen al primer conflicto mundial son años
de retorno a la normalidad, o intentan serlo ... Porque la ola re-
volucionaria se difunde, refluye y se instala en la Unión Soviéti-
I
..{
I
i La ola revolucionaria
:r;
_ principios de mayo de 1919. En Hungría, no dura más plano, tras la muerte de Lenin en 1924, los dirigentes bol-
~ue 133 días yel 1 de agosto de 1919 es aplastada por los cheviques se desgarraban entre sí por la conquista del po-
ejércitos checo y rumano. Los movimientos sociales fraca- der, particularmente Stalin, partidario de la construcción
aan finalmente en Italia y en Francia, donde fueron dura- del «socialismo en un solo país», y Trotsky, que quería pro-
Wnente reprimidos (18.000 ferroviarios despedidos). En seguir la revolución mundial. La victoria de Stalin (Trotsky
agosto de 1920, el Ejército Rojo es derrotado en la batalla fue expulsado de la URSS en 1929) simbolizó el repliegue de
~el Vístula y la Rusia soviética debe firmar con Polonia en la revolución a Rusia, al mismo tiempo, además, que la polí-
wnarzo de 1921 el Tratado de Riga, muy desfavorable para tica exterior soviética -después de haber obtenido el reco-
ella. La derrota soviética ante Varsovia marcó simbólica- nocimiento de la URSS en 1924 por la mayor parte de los
mente el final del empuje revolucionario consiguiente a la países europeos- se volvía hacia Extremo Oriente.
_uerra. La revolución había sido derrotada en todas partes, Pese al impulso de una parte de las masas obreras, anima-
salvo en Rusia, pero en una Rusia asolada desde la primave- das tanto por el odio a la guerra como por la voluntad de es-
ra de 1918 hasta finales de 1921 por una guerra civil, doble- tablecer un orden social mejor, la revolucióií'había sido
-Alent~episódTca:-purl-a-i-rTterverrciórrextranjera~Et-pais-SE ---currfia-da-súro-aH mpet io t usa:-lagrrerracivrl-errRusTa;-la-d-t;---
~aIIaba en tal situación que el objetivo de la Internacional rrota de la revolución en Alemania, donde las masas obreras
comunista se focalizó ahora en proteger a la joven Rusia so- se inclinaron mayoritariamente hacia los socialistas mode-
_iética antes que ser el motor de la revolución. Un poco en rados antes que hacia los revolucionarios, son las explica-
Wodas partes se habían constituido en Europa partidos co- ciones de esta derrota de la revoluciono Por otro lado, el or-
munistas afiliados a la III Internacional (Congreso de Tours den basado en la democracia -con todas sus limitaciones-
~e Navidad, de 1920, para Francia, Congreso de Livorno, en se había manifestado infinitamente más resistente de lo que
.nero de 1921, para Italia), pero eran consecuencia de esci- habían pensado Lenin, Trotsky y otros dirigentes bolche-
siones en el seno de los partidos socialistas, por lo que in- viques.
~ediatamente se produjo un debilitamiento de los movi-
~'¡entos obreros nacionales.
En la misma Rusia soviética, el impulso revolucionario Contrarrevolución y democracia liberal
parecía afectado. Para gan!lr la guerra, el poder bolchevique
_abía tenido que poner en marcha todo un sistema de coac- La derrota de la revolución no se tradujo en todas partes en
ciones bautizado con el nombre de «comunismo de guerra», la victoria de la democracia liberal, sino en la de la contra-
pero, una vez acabada la guerra civil, numerosas revueltas rrevolución. Sus límites son bastante fáciles de determinar:
.ampesinas, o la de los marineros de Cronstadt, mostraban la democracia liberal se había mantenido o prevalecía en
.a
~ue
"aís;
había que aflojar la presión. La *NEP (Nueva Política
Económica), comprometida entre una economía colectivis-
y una economía liberal, permitió relanzar la economía del
en primer lugar la agricultura, que se había convertido
en una actividad libre; más tarde la industria. Progresiva-
la Europa «rica», mientras que la contrarrevolución lo hacía
en la Europa «pobre». Europa experimentaba que la demo-
cracia liberal no podía asentarse sin un importante de~arro-
110 de las clases medias, lo cual suponía la existencia de una
economía moderna.
_ente la producción recuperaba el nivel de 1913. En otro
498 BREVE HISTORIA DE EUROPA
)
26. LAS ILUSIONES DE RETORNll A I.A NORMAI.IDAIJ (1920.1930) 499 e
La democracia parlamentaria
oscila(iones permitieron en 1924 el triunfo del cártel de iz- if Por otro lado, la contrarrevolución prevaleció, y la sei1al se
quierdas, y luego, en 1926, la vuelta al poder de Raymond
t
Poincaré, tras las terribles dificultades financieras contra las
que tropezó la izquierda. A partir de 1926, y durante algu-
}
J
dio en Italia. Desde el final de la guerra, la democracia libe-
ral atravesó en ese país una grave crisis. La opinión pública
había quedado muy decepcionada por los resultados de la
e
--
nos años, Francia entró en un período de estabilidad políti- {
~
~ guerra -Italia no había podido obtener Dalmaéia, que toda-
ca cuyo punto de equilibrio se hallaba en el centro-derecha. t vía reivindicaba-, por la gravedad de los problemas eco-
En Inglaterra, tras la caí<Jade Lloyd George en 1922, pudo ] nómicos y sociales, y por la inestabilidad ministerial (cuatro
también reanudarse la a\ternancia clásica. No obstante se r ministerios en tres años, de 1919 a 1922). En un primer mo-
vio complicada por la sustitución progresiva del Partido La- mento se produjo un fuerte impulso revolucionario, pero
borista por el Partido Liberal. El sistema británico hubo de tras el fracaso de la «ofensiva proletaria» de 1919 y de 1920,
funcionar con tres partidos durante algunos años. Sin em- cuando el movimiento obrero, por otra parte extremada-
e
<;'
bargo, lo que más profundamente alteró la vida política in- mente dividido, estuvo «en la cresta de la ola», el movimien-
glesa fue la gravedad de los problemas económicos y socia- to *fascista se lanzó al asalto del poder.
les que se resolverían, como la huelga general de 1926, tras Hasta ese momento había sido un grupúsculo dirigido por
el restablecimiento en 1925 de la convertibilidad de la libra a
su paridad con el oro de 1914.
En Alemania, la democracia parlamentaria estaba por
construir. Tras los tumultos revolucionarios de los primeros
Mussolini, antiguo dirigente socialista convertido en nacio-
nalista durante la guerra, que denunciaba los valores hereda-
dos del siglo XIX, racionalismo y liberalismo, en provecho de
e
la fuerza, de la violencia y del instinto, y que fue ganándose el
e
e 500 BREVE HISTU\{iA DE FL;IHll'A
" 26_ l.AS ILUSIONES DE RETORNO A LA NORMAI.IlJAl) (1<:i20-1950J 501
da clave, convertible a su vez, que por el momento sólo po- índice de paro incomprensible. Débil en Francia, el paro
"--
día ser el dólar. nunca fue inferior al 9% de la población activa en Inglaterra
En la práctica, las decisiones de la Conferencia de Génova yal 7% en Alemania, con puntas muy superiores. Los pro-
tardaron varios años en ser aplicadas. La estabilización de la gresos de las industrias nuevas enmascaraban las dificultades
moneda alemana se produjo tras la crisis que provocó la hi- de las industrias tradicionales. El comercio mundial progre-
perinflación tras la ocupación del Ruhr. En agosto de 1924,se saba de forma débil, lo cual afectaba sobre todo a los grandes
-el
creaba una nueva moneda alemana, el reichsmark, con la pa- países comerciantes europeos, cuyo déficit comercial se
ridad del marco-oro de antes de la guerra. En mayo de 1925,
la convertibilidad de la libra esterlina se restableció también
con su paridad previa a la guerra, pero el franco francés no se
1 agravaba y no se compensaba, como antes de la guerra, con
las rentas de los capitales invertidos en el mundo; de ahí el
desequilibrio de la balanza de pagos que obligaba a un en-
volvió convertible hasta junio de 1928,y sólo con el 20% de su i deudamiento creciente con Estaños Unidos. La caída de los
valor de antes de la contienda; esa pérdida del 80% del valor precios agrícolas tras la guerra, donde se habían elevado con-
del franco era la materialización -ligeramente excesiva- del siderablemente, volvía difícil la condición campesina.
precio de la guerra. La lentitud y el desorden con los que se 1 Los resultados de la prosperidad eran asimismo muy dife-
realizó la estahilización monetaria de los países europeos fue-
f
rentes según los países europeos. ¡La renta nacional francesa (1)
-
ron evidentemente favorables a intensas especulaciones. por habitante era en 1929 superior en un tercio a la de antes
A pesar de todo, el período 1925-1929 ofrecía una impre- r
¡ de la guerra; el salario real de un obrero británico en 1929 era
sión de prospaidad. Las consecuencias de la guerra pare- superior en un 17% respecto al de 1914; la renta nacional de
I
cían liquidadas, el crecimiento fue muy elevado, al menos Alemania era en 1929 un 66% superior a la de 1913! Pero,
--
f
para algunos países -7,7% en Francia entre 1921 y 1929, como antes de la guerra, seguía habiendo una Europa pobre
5,7% en Alemania entre 1925 y 1928, 2,8% solamente en el y una Europa más rica. Las perturbaciones de la Europa bal-
Reino Unido-o El automóvil, que se volvió accesible a las cánica y oriental habían planteado problemas económicos
clases medias, conoce un gran desarrollo, lo mismo que la considerables. Dejando a un lado Checoslováquia, que con-
industria eléctrica -tres millones de aparatos de radio se servaba una parte notable del potencial industrial del anti-
venden en Inglaterra y el\Alemania en 1930-. No obstante, guo Imperio austro-húngaro, el sector industrial, a pesar de
-
el retroceso del puesto de 'Europa en la producción mundial los esfuerzos hechos, no había logrado aumentar su peso en
era sensible: 30,9% de la producción industrial en 1926- la economía de esos países, que seguían siendo mayoritaria-
1929 frente al 38,1% en 1913 para Francia, Alemania, 1talia y mente agrícolas.
el Reino Unido. La jerarquía de las potencias industriales
--
europeas seguía siendo no obstante la misma, con Alemania
a la cabeza, el Reino'Unido en segunda posición (con un re- La estabilización internacional
traso sensiblemente mayor), Francia en tercer lugar ...
La prosperidad recobrada mostraba de todos modos sig-
nos de fragilidad. Más vinculados a los progresos de la pro-
ductividad que a los de la mano de obra empleada, los avan-
ces de la industria no impedían el mantenimiento de un
Siguió un ritmo bastante cercano al de la economía. En la
inmediata posguerra, la aplicación de los tratados había
provocado numerosas dificultades. Un plebiscito debía de-
cidir el destino de la Alta Silesia, pero sólo pudo desarrollar- -e
e .
l¡
504 BREVE HISTORIA VE EUROPA ,j
26. LAS ILUSIONES DE RTT{lR..\'(l:\ 1,:\ \'(lR:\IAI.IDAD (1920-IY.\0) 505
,
A se en medio de batallas que enfrentaban a combatientes po- canos querían utilizar su potencia financiera para conducir a
•• lacas y efectivos francoalemanes. No fue hasta ellS de enero los estados europeos hacia la reconciliación y poner fin a sus
de 1922 cuando se firmó un acuerdo que -bajo presión fran- desgarramientos desastrosos para la paz del mundo.
A cesa- favorecía a Polonia en detrimento de Alemania, a pe- Estalló una primera gran crisis para obligar a admitir a los
•• sar de que ésta había salido victoriosa durante el plebisci- alemanes el monto de la suma a pagar. Tras el «ultimátum
to. Italia reivindicaba la ciudad de Fiume: en septiembre de Londres» (marzo de 1921), aceptaron la cifra definitiva de
A de 1919, el poeta nacionalista italiano Gabriele D'Annunzio 132.000 millones de marcos-oro, para inmediatamente hacer
•• se instalaba en ella con sus partidarios, pero era expulsado saber que su situación económica les impedía satisfacerla. El
en diciembre de 1920 y Fiume se convertía en una ciudad li- presidente del gabinete francés, Aristide Briand, estaba dis-
e
Rusia expresarán su voluntad en una Asamblea constituyente que Escrito entre la revolución de febrero y la de octubre de 1917, este
será pronto convocada sobre la base del sufragio universal, direc- texto refleja aún las expectativas de fundar en Rusia un régimen
to, igual y secreto. Se puede ya predecir con confianza que una liberal-democrático de corte occidental. Los llamamientos a exten-
República democrática se instaurará en Rusia. El pueblo ruso po-
e
der la revolución por toda Europa se explican tanto desde el punto
see ahora una libertad política total. Se puede afirmar su plena so- de vista práctico (necesidad de detener la guerra para consolidar
beranía tanto en los asuntos interiores como en los exteriores. la revolución en Rusia) como desde el punto de vista de los ideales
Así, apelando a todos los pueblos destruidos y arruinados por (universalidad de los principios defendidos por los revoluciona-
e
que los pueblos tomen entre sus manos las decisiones en lo que
concierne a las cuestiones de la paz y de la guerra.
Consciente de su fuerza revolucionaria, la democracia rusa 2. El fascismo italiano -?
e
asociaciones, sindicatos, clases). Por esto el fascismo está contra
510
HREVE HISTORIA DE EURUPA 26. LAS ILUSIONES DE RET¡)It\"U A l.A NOJ{J\lAL!1>AD (ll.l20-I\}JO)
511 e
el socialismo, que constriñe todo el movimiento histórico a la lu- Han dado su acuerdo a los proyectos de Tratados y Conven-
cha de clases e ignora la unidad estatal que funde las clases en
una sola realidad económica y moral, y análogamente está contra
el sindicalismo de clase [... ¡.
ciones que les conciernen respectivamente y que, elaborados du-
rante la presente Conferencia, se refieren recíprocamente unos a
otros [... ]
e
El fascismo está contra la democracia que identifica al pueblo
con el mayor número rebajándolos al nivel de los más; pero es la
forma más genuina de democracia siempre que el pueblo sea
ARTIcULOPRIMERO.-Las Altas Partes contratantes garantizan
individual y colectivamente, como se estipula en los artículos
el
concebido como debe serlo, cualitativa y no cuantitativamente,
como la idea más potente, porque es la más moral, más coheren-
te, más verdadera, que en el pueblo se actúa como conciencia y
voluntad de pocos, mejor dicho de Uno, y como ideal tiende a ac-
subsiguientes, el mantenimiento del statu quo territorial resul-
tante de las fronteras entre Alemania y Bélgica y entre Alemania
y Francia, y la inviolabilidad de dichas fronteras tal como han
sido fijadas por o en ejecución del Tratado de Paz firmado en
e
tuarse en la conciencia y voluntad de todos [... ] multitud unifi-
cada por una idea, que es voluntad de existencia y de potencia:
conciencia de sí, personalidad.
Versalles el 28 de junio de 1919, así como la observación de las
disposiciones de los artículos 42 y 43 del dicho Tratado, concer-
nientes a la zona desmilitarizada.
el
BENITO MUSSOLlNI (Giovanni Gentile), «La doctrina del fascismo», en la
Enciclopedia italiana, Milán, Istituto G. Trecanni, 1932, vol. XIV, voz
ART.2. - Alemania y Bélgica y asimismo Alemania y Francia se
comprometen recíprocamente a no entregarse de una y otra par-
te a ningún ataque o invasión yana recurrir de una y otra parte
e
«fascismo»,págs. 847-848
e
Todas las cuestiones respecto a las que las Partes se disputasen
recíprocamente un derecho serán sometidas a jueces, a cuya de-
cisión las Partes se comprometen a conformarse.
Vela vuelta a la normalidad a la explosión ... La crisis económi-
Cualquier otra cuestión será sometida a una Comisión de con-
e jo de la Sociedad de Naciones.
2. Cuando el Consejo de la Sociedad de Naciones haya consta-
tado que tal violación o contravención se ha cometido, dará sin
Europa, pero no fue más que un breve paréntesis. En poco
tiempo, los efectos de la crisis mundial sobre una Europa
mucho más frágil de lo que podía parecer, y lejos de estar
tardanza aviso a las Potencias signatarias del presente Tratado, y
.;1'
e
~.~~¡;'
..
e
fronteras occidentales que le habían sido «impuestas» por el Tra-
tadode Versal/es. En la práctica esto no cambia nada, pero Locar- estalla a finales de 1929. El desmoronamiento bursátil de
no aparece como el símbolo de la reconciliación franco-alemana y Wall Street, iniciado el miércoles 23 de octubre de 1929,
del establecimiento de una era de paz en Europa. considerado durante mucho tiempo como el punto de parti-
513
e
'I-'~";
___ _ ~. ~
ralmente admitida de que todo equilibrio económico de-
c_____ _ _
e
e 516 BREVE HISTORIA DE FLROPA
27. LA CRISIS PE ],OS :\:\'0:-; TlUJ~'T:\
517
e
en el terreno industrial fue menos sensible, salvo en Polonia,
tado, aunque la crisis simplemente se superpuso a los diez tras la caída de las ventas del carbón, y en Checoslovaquia,
años de dificultades que Inglaterra acababa de atravesar. Las donde la producción industrial disminuyó un 40%; sin con-
industrias antiguas fueron las que recibieron los mayores tar el paro rural, el paro obrero era muy elevado: más de
e por la crisis más tard~ que los demás países, menos profun-
damente, pero también durante mucho más tiempo. Actual
mente se tiende a modificar ese punto de vista y a poner de
relieve toda una serie de signos de una inflexión temprana I
nomía europea quedó totalmente asolada. Nunca en el pasa-
do una crisis había tenido efectos tan extensivos. Nadie
estuvo realmente a salvo. Las consecuencias sociales fueron
e
su principal adversario, aislaba y debilitaba las fuerzas obre- tratados. Pero también había que dar al pueblo alemán el
e 520 BREVE HISTORIA DE H:I{( )1':\
2i. l.A CRISIS DE LUS ,\:\uS TIUI'\"!:\
52/
e dente de la República, el mariscal Hindenburg, nombró a rista Ramsay MacDonald y luego por Stanley Baldwin, a
522 BREVE HlSTOIUA PI: EUROPA
27. LA UU:-.l:-.llF I.{)~ Ar';¡ lS TIUJ:\T:\
523 fa
La continuación del empuje autoritario
quien sucede Neville Chamberlain- conoce no obstante una
recuperación económica sensible. En cambio, el declive de
Francia tiene tanta más repercusión cuanto que simbolizaba La debilidad de las democracias y la fuerza creciente del na-
zismo no podían sino alentar el empuje autoritario, percep-
e
la Europa posterior a VersaJles, el «sistema francés».
La crisis francesa en ese período es multiforme. Crisis
económica: la recuperación económica no se producirá an-
tes de 1938. ¡En 1939, la actividad económica no habrá recu-
tible en Europa desde los años veinte.
En Italia, el sistema fascista se refuerza; el encuadramien-
to de las masas y el alistamiento de las personas se hacen
e
perado todavía el nivel de 1930! Crisis política: las divisiones
de la derecha y de la izquierda desembocan en un verdadero
cada vez más estrictos. Las últimas huellas de democracia
desaparecen con la disolución de la Cámara de Diputados, e
-e
bloqueo de las instituciones. Los radicales, vencedores sustituida en 1938 por la Cámara de los Fascios y las Corpo-
en 1932, como lo habían sido en 1924, gracias a la ayuda de raciones. La crisis económica, más severa en Italia debido a
los socialistas, son inC:lpaces de gobernar porque sus con- que la lira había sido fijada en un nivel demasiado alto por
cepciones económicas están enfrentadas a las de los socialis- razones de prestigio, lejos de debilitar el régimen le permitió
tas. Crisis ideológica: no sólo las corrientes políticas tradi- incrementar su dominio sobre el aparato de producción.
cionales resultan desgarradas por intentos de renovación Con una propaganda incesante y una policía política que re-
«<jóvenes turcos)) del Partido Radical, <<neos))del Partido prime cualquier oposición y fuerza al exilio a numerosos an-
Socialista, neolibercllismo de André Tardieu, que apunta a tifascistas, el régimen italiano se acerca al totalitarismo, I
una reforma del Estado), sino que las ligas de extrema dere-
cha, que cuestionan la naturaleza misma del régimen parla-
aunque sin alcanzar la casi perfección como en Alemania.
Con la conquista de Etiopía, en 1936, alcanza la cima de su
el
mentario, van creciendo en importancia. De hecho, la parte popularidad. Sin desear participar masivamente en la aven-
de la opinión pública -si se le añade el Partido Comunista-
que no cree ya en el régimen y que rechaza el parlamentaris-
mo no cesa de crecer. La perturbación general se simboliza
tura, los italianos no son insensibles a que el fascismo ha he-
cho de Italia un país que cuenta. El fascismo no había desea-
do enjambrar -al menos al principio-, pero ~n numerosos
e
en los violentos motines provocados por las ligas en 1934.
En 1936, el Frente Popular fracasa en el plano económico y
se disgrega rápidamente ante la desconfianza de las clases
países europeos se crean grupos fascistas más o menos im-
portantes. Asimismo se multiplican los regímenes autorita-
rios con esbozos de partido único: en España, donde el ge-
e
medias. El país sale más dividido que nunca entre quienes
habían visto en el Frente Popular un punto de partida para
neral Franco vence a la República tras una larga guerra civil
(1936-1939), en Grecia con el general Metaxas (1936), en e
-e
la emancipación social, y quienes sólo veían en él el anuncio Polonia con el coronel Beck, que sucede al mariscal Pilsuds-
de la revolución, incluso de la guerra. ki (1935), en Austria con Dollfuss (1933). Varios soberanos
Por razones bastante diferentes -el sistema parlamentario asumen todos los poderes: Boris III en Bulgaria (1934), Ca-
apenas estuvo cuestionado en Inglaterra-, las dos democra- rol II en Rumanía (1930) ...
cias no están en condiciones de servir de contrapeso al nazis- En 1939, la democracia liberal se ha fundido como piel de
mo. Francia se sitúa cada vez más a remolque de una Inglate- zapa, y, allí donde se ha mantenido, no es demasiado valiente.
rra cuyos dirigentes son «viejos señores)) poco inclinados a
actuar.
e
e 524 III{U"t HISTORIA DE EUH.JP:\ 1.7. LA t:KISIS DE LOS ANOS Tln.l~d.A 525
e de esa voluntad de revisión de los tratados. Frente a los dife- 1939, el ejército alemán invade Polonia.
526 BREVE HISTOI{[A DE EL."IH !l':\
n. I.A CRISIS DE 10:' :\\'ns TRIT\TA 527 e
La reacción de los estados europeos a Briand, fallecido en 1932. Louis Barthou, ministro de a.
Asuntos Extranjeros desde febrero de 1934, se dedicó a res- .,
¿Cuál fue la actitud de los demás estados europeos ante la tablecer la alianza de «reverso» de Francia mediante un
política de Hitler?
En un primer tiempo, Mussolini había considerado a
Hitler como un pálido imitador suyo y desconfiaba de sus
acercamiento a la URSS. Después de su muerte -Barthou
murió durante el atentado que, el9 de octubre de 1934, cos-
tó la vida al rey de Yugoslavia Alejandro 1-, esa política fue
e
proyectos. Italia jugó un papel importante en el fracaso de la
primera tentativa de Anschluss, en 1934:en 1935, todavía es-
taba dispuesta a formar con Francia e Inglaterra un frente
proseguida con blandura por Pierre Lava!. Entre Francia y la
Unión Soviética se había firmado en mayo de 1935 una
alianza, pero carente de convenios militares, lo que le priva-
e
antihitleriano. La falta de «comprensión» de las democra-
LÍas hacia su política en Etiopía, el deseo de desplegar una
gran política mediterránea, la solidaridad común hacia los
ba de gran parte de su significación. A partir de ese momen-
to, la política exterior francesa no fue más que una serie de
renuncias ante las exigencias alemanas: política de «deca-
e
nacionalistas españoles y el considerable lugar ocupado en dencia» (Jean-Baptiste Duroselle) que se explica por el páni-
España por las fuerzas italianas alIado de Franco, acercaron co de Francia a no contar con el respaldo inglés, lo que le &
a Italia y Alemania. En octubre de 1936, una serie de proto- hace ir por tanto totalmente a remolque de Inglaterra (<<la ..,
colos, especie de entente cordial entre ambos países, eran gobernanta inglesa», dice Franc;:ois Bédarida). En aparien-
bautizados por Mussolini como «Eje Roma-Berlín», pero no cia, la polítiCl inglesa y francesa están cerca una de otra, ••
fue hasta el 22 de mayo de 1')39 cuando se concluyó la alianza pero en un C1S0 fue asumida a sabiendas, en el otro no fue ••
en la debida forma del «Pacto de Acero». Mientras, la relación más que la expresión de una debilidad justificada por una
de poderío entre ambos países se había vuelto tal que Italia no
podía dejar de estar subordinada a la política alemana.
Sin embargo, lo decisivo fue la actitud de Francia y de In-
opinión pública visceral mente pacifista.
Quedaba la Unión Soviética, cuya política osciló entre
dos polos: su hostilidad al nazismo, que por su parte se afir-
e
glaterra en su calidad de garantes del orden de Versalles. La
política británica fue relativamente simple: algunas reivindi-
caciones alemanas, con:o la remilitarización de Renania o la
maba furiosamente antibolchevique, y su hostilidad al siste-
ma de Versalles, del que había sido una de las víctimas. En
un primer tiempo, privilegió el aspecto «antifascista» y se
e
unión con Austria -incluso aunque estuvieran en contradic- comprometió fuertemente aliado de los republicanos espa-
ción con los tratados-, no le parecieron irracionales; de ahí ñoles; pero, decepcionada por el comportamiento de las de- ••
que hasta 1939 Inglaterra mantuviese la convicción de que mocracias en España, y por su separación de la Conferencia ..,
no oponiéndose a las pretensiones germanas contribuiría a de Munich, convencida de la debilidad de las democracias y
desarmar y suavizar al dictador alemán. Ésa fue la política de la fuerza de Hitler, prefirió, a partir de 1939, acercarse a •••
de «aplacamient(»> proseguida con constancia por Baldwin Alemania. La firma del Pacto germano-soviético el 23 de .,
y luego por Chamberlain. agosto de 1939, cuyo espíritu era el reparto de la Europa
La política francesa fue más compleja. Desde la llegada al oriental entre los dos contratantes, permitió a Hitler invadir A.
poder de Hitler, algunos políticos franceses estuvieron con- Polonia elIde septiembre de 1939. Para hacer frente a sus ••
vencidos de que, frente a ese renacimiento del peligro ale-
mán, ya no era viable la política de seguridad colectiva cara
compromisos con Polonia, Inglaterra y Francia entraron en
guerra para gran sorpresa de Hitler. Lo que, según su pensa- e
e 528 BREVE H1ST<ll{[A DE EUROPA 27. l.A CRISIS DE l.OS AÑOS TREINTA 529
e
Durante los años treinta, Europa salta en pedazos. La crisis
económica fue el detonador de una crisis política, ideológi-
ca, moral... Hasta 1914 -yen cierta medida hasta principios En el pensamiento yen la conducta de Hitler, el antisemitismo 110
e
de los años treinta- no existía desde luego Europa, pero ha-
bía un modelo europeo. En 1939, para el continente euro- central, que va mucho más allá de la idea de hacer del judío llIl
peo dividido entre el comunismo, el fascismo y la democra- chivo expiatorio de las dificultades de Alemania. Hasta la guerra,
cia, la crisis de los años treinta desemboca en una nueva no obstante, el objetivo no es exterminarlos, sino obligarlos a .,~:r
e 1Iagedia,_eJ~la_queiba-a-jug~I'Se-en~medi(}delh0H0rstt
toria bimilenaria.
his- abandonar Alemania. Muy poco tiempo después de la llegada de
Hitler aTpodel'Iesafectan las prillie/7ls nledidas- discrin¡¡t~lato,:ias,
como la exclusión de las funciones púl,liClls y de la vida intelectual;
e
en 1935, las Leyes de Nuremberg les privan de la ciudadanía ale-
mana; luego se les prohíbe el ejercicio de las profesiones liberales.
DOCUMENTOS E/ asesinato en París de un diplomático alemán por un joven judío
provoca el desencadenamiento de las violel/cias de la <"JOchede los
e
2. La relación extra-marital entre judíos y sujetos de sangre
alemana o asimilada está prohibida.
3. Los judíos no pueden utilizar en el servicio de su hogar a
, El 27 de febrero de 1936, a raíz del triunfo del Frente Popular, la
Komintern rusa decretaba la revolución española y la financiaba
con exorbitantes cantidades. Ell.o de mayo siguiente centenares
mujeres de sangre alemana o asimilada de menos de cuarenta y de jóvenes postulaban públicamente en Madrid «para bombas y
cinco años.
pistolas, pólvora y dinamita para la próxima revolucióo». El 16
t.
e
e 532 BREVE I-IISTUKI:\ ¡lE !-.LiIHl!':\ 27. I.A CRISIS ['E J.( lS A1'\OS T1UJ:\TA 533
e
ca republicana ni con la propia República (y hasta ahí estaban simpatías ante un conflicto interior al que no podíamos dar cabo.
dentro de su derecho), resuelven derrocar la República y cambiar Meses pasaron, y hubo ya que rendirse a la evidencia. España está
por la fuerza la política nacional; y tomando como arma para invadida por tres potencias: Portugal, Italia y Alemania 1 ... ].
realizar sus designios a una gran parte del ejército español (y ahí
e
Todo lo que está pasando en España, si se miran ciertas raíces
ya empieza el delito), se rebelan contra el régimen republicano. de tipo psicológico y ciertos desarrollos en el plano moral de la
Tal como aparecía el suceso, en sus formas, en sus fines y en opinión pública española, se debe en gran parte alodio y al mie-
sus fuentes, para el Estado español el hecho era una alteración do. El miedo a una revolución que no iba a existir, que no iba a
e
y la rebelión, vencida en Madrid, vencida en Barcelona, abortada Pues bien: debe afirmarse -yo lo he afirmado siempre- que
en Valencia y en otras regiones, vencida también en elnn,'te, es- ninguna política se puede fundar en la decisión de exterminar al
taba moral y casi mater-ialmente derrocada. Si la rebelión, la per- adversario; no sólo -y ya es mucho- porque moralmente es una
turbación gigantesca del orden público en España, no hubiera te- abominación, sino porque, además, es materialmenteirrealiza-
e nido más que los elementos y las fuerzas y los fines que demostró
el primer día y en los días inmediatos, hace ya muchos meses, a
ble; y la sangre injustamente vertida por el odio, con propósito
de exterminio, renace y retoña y fructifica en frutos de maldi-
-!e
las pocas semanas de su comienzo, la rebelión se habría agotado, ción; maldición, no sobre los que la derramaron, desgraciada-
A estas alturas, a esta distancia del origen, no creo que quedará mente, sino sobre el propio país que la ha absorbidop-ata colmo
una sola persona en el mundo, conocedora de los asuntos de Es- de su desventura. Eso yo no lo deseo. Yo me opondré con el peso
paña, capaz de negar ~ue, sin auxilio de las potencias extra~1jeras, de mi autoridad y con todo el poder que tenga, moral o personal,
la rebelión militar española habría fracasado. dondequiera que esté, a que nuestro país, el día de la paz, pueda
Es, por tanto, una verdad evidente que si en España la guerra entrar nunca en un rapto de enajenación por las vías del odio, de
dura un año, no es ya un movimiento de represión de una rebe- la venganza, del sangriento desquite [... j.
lión interior, sino un acto de guerra extranjera, una invasión. La
e
La nación, en cuyo nombre nos batimos y por cuya regenera-
guerra está mantenida pura y exclusivamente, no por los milita- ción moral y espiritual yo estoy abogando; la nación no se consti-
res rebeldes, sino por las potencias extranjeras que sostienen una tuye, como puede deducirse de ciertas doctrinas del campo rebelde
invasión clandestina contra la República española. y, sobre todo, de ciertas terribles prácticas, doctrinas y prácticas
r~
e En el propio mes de julio y agosto del año pasado me adelanté
a decir a la opinión española y a la opinión universal que la cues-
tión cambiaba rápidamente de aspecto, que estaban ya a la vista
,
¡
que tienen antecedentes en la historia española; no se constituye,
digo, en torno de una unidad dogmática, sea religiosa, o política,
o social, o económica, para expulsar de la convivencia nacional a
e los síntomas, las demostraciones, de que en España se preparaba todos los que no han perecido en la contienda contra ese dogma.
534 IlHE\'t: HISTORIA LJE EL:ROPA
17. I.A CJ{ISIS DE LOS AÑOS TRH!'\T:\ 535 e
e
No; esta manera de entender la unidad nacional en torno a una Al cumplirse un año desde el inicio de la Guerra Civil. los dos
profesión dogmática. sea la que fuere. no es de nuestra raza, no bandos enfrentados exponen sus mejores argumentos. Desde el
debe serlo. Eso sería una manera de entender la nación que des- bando de los mblevados, ejemplificados aquí por la jerarquía
truiría en su base el concepto mismo de lo nacional; sería un con- eclesíástica, se insiste en el clima de revolución social surgido al
cepto de pueblo nómada, que no tiene patria ni calienta ningún
hogar. Sería un concepto de pueblo fanático. que lo mismo puede
venerar la cruz que la media luna, pero que arroja a las tinieblas
calor de la democracia republicana. Los republicanos, por su par-
te, sentada la evidencia de la legitimidad institucional que les
asiste, subrayan el carácter criminal de la rebelión militar, la pa-
e
exteriores a todo el que no comparta su adoración. No. Cuando
yo hablo de mi nación, que es la de todos vosotros, y de nuestra
patria. que es España, cuyas seis letras sonoras restallan hoy en
sividad internacional frente a la intervención de la Alemania nazi
)' la Italia fascista. y la necesidad de un proyecto nacional que ga-
mlltice la convivencia pacífica por encima de las diferencias ideo-
e
nuestra alma como un grito de guerra y maiíana con una excla-
mación de júbilo y de paz; cuando yo hablo de nuestra nación y
de España. quc así se llama. estoy pensando en todo su ser, en lo
lógicas. Las dificultades de la II/oderllización espallola se entrela-
z{/n aquí con un conflicto de escala continental entre fascismo y
delnocracia, que habría de conducir enseguida a una Segunda
e
físico y en lo moral: en sus tierras. fértiles o áridas; en sus paisa- Guerra Mundial.
jes, emocionantes o no; en sus mesetas. y en sus jardines, yen sus
huertos, y cn sus diversas lenguas, y en sus tradiciones locales. En
todo eso pienso; pero todo eso junto. unido por la misma ilustre 3. El pacto germano-soviético
e
historia; todo eso junto constituye un ser moral vivo que se llama
España, y que es lo que existe y por lo que se lucha, yen cuyo tc-
rritorio transcurre la guerra, no en un territorio imaginado y fan-
a) Texto del 23 de agosto de 1939 hecho público e
e
1939 (23 de agosto). Moscú.
tástico, sacado dc los diccionarios o de aplicaciones pedantescas
que no tienen nada que ver con la realidad de la vida española.
Los gobiernos alemán y soviético, guiados por el deseo de conso-
Transcurre en nuestro territorio, y todos, todos, hablando cual-
lidar la paz entre Alemania y la URSS y basándose"en las disposi-
quier lengua de las que se hablan en la Península, todos estamos
dentro de este movimiento nacional. Y de lo que se trata aquí,
con la victoria, y la paz; y el ensanchamiento de la República. y el
ciones fundamentales del tratado de neutralidad de 1926. han de-
cidido lo que sigue: 4)
engrandecimiento de la sociedad española, es de poner tan alto el
ART. l. Las dos partes contratantes se comprometen a abste-
nombre de España, que cuando salgamos al mundo el apellido de
español sea un honor difícil de alcanzar; porque entonces el espa-
ñol podrá salir de su tierra, y sin cólera, pero con altivez, arrojar-
nerse entre sí de cualquier acto de violencia, de cualquier acción
agresiva y de cualquier ataque de una contra otra, bien solas, bien
e
conjuntamente con otras potencias.
le en la cara a lo.s demás su papeleta: «Ahí tenéis la libertad y la
justicia que nosotros hemos conquistado para todos».
ART.2. En caso de que una de las dos partes contratantes fuera
objeto de una acción hostil de parte de una tercera potencia, la
otra parte no apoyará de ninguna manera a esa tercera potencia.
e
MANUEL AZAÑA.discurso en la Universidad de Valencia, 18 de julio de
1937, en Obras completas, México,Oasis. 1967. t.1II, págs. 343-356
ART.3. Los gobiernos de las dos partes contratantes estarán en
el futuro en contacto permanente uno con otro, por vía de con-
sultas, con objeto de informarse mutuamente de las cuestiones
e
que afectan a sus intereses comunes.
~
e
¡
e 536 /lI{EVr: HISTOH.IA DE ElIh ll'.'\ 27. LA CRISIS DE l.OS A;;':US ¡I\i!\" 1A 537
e
ningún interés político en esa región.
por un nuevo período de cinco afios. 4.° - Este protocolo sed firmado por ambas partes de una for-
Los instrumentos de ratificación serán intercambiados en Ber- ma absolutamente secreta.
lín. El tratado entra en vigor inmediatamente después de su firma.
-e
te una conversación completamente confidencial, el problema de de la siguiente forma:, ,
la delimitación de las esferas de inf1uencia de cada parte en Euro- El p<Írrafo n.o 1 del protocolo secreto del 23 de.~lgosto de 1939
pa central. queda modificado en el sentido de que el territoriO del Estado li-
Esa conversación ha tenido el resultado siguiente: tuano pasará a la esfera de interés de la URSS, mientras que, por
i otro lado, el distrito de Lublin y una parte del distrito de Varso-
1.0 - En caso de cambio político-territorial
en los territorios via pasarán a la esfera de intereses de Alemania. Inmediatamente
pertenecientes a los Estados del Báltico -Finlandia, Estonia, Le- después de que el gobierno de la Unión Soviética adopte medidas
tonia y Lituania-Ia frontera septentrional de Lituania formará la especiales sobre el territorio lituano para la protección de sus in-
e
línea de demarcación de las esferas de interés entre Alemania y la tereses, la actual frontera germano-lituana será rectificada a fin
URSS. Las dos p.artes reconocen los intereses de Lituania sobre el de establecer una frontera natural y simple, de suerte que el terri-
territorio de Vilna. torio lituano que se encuentre al suroeste de la línea indicada en
2. ° - En caso de cambio político-territorial en los territorios el mapa adjunto pertenezca a Alemania.
e La dróle de guerre
La campaña de Francia
e
e
inacción, al que se dio el nombre de dróle de guerreo Pero,
mientras en el oeste no pasaba nada, Europa oriental cono-
CÍagrandes transformaciones, debido a que la Unión Sovié-
tica sacaba todas las consecuencias del Pacto germano-so-
viético. Desde finales de septiembre a principios de octubre,
,
~
ti.
f.
EllO de mayo de 1940, el ejército alemán pasaba a la
ofensiva en Holanda, pero no era más que un simulacro, y,
mientras las mejores unidades francesas e inglesas se preci-
pitaban a su encuentro a través de Bélgica, el 13 de mayo las
divisiones blindadas alemanas, los panzers, franqueaban
a los tres países bálticos se les impuso una ocupación mili- las Ardenas y, mediante un amplio golpe de guadaña, ence-
tar; en el mes de noviembre la parte oriental de Polonia era rraban a las tropas francesas e inglesas que se habían aven-
e anexionada, mientras que el 28 de noviembre, ante la nega- turado en Bélgica en la bolsa de Dunquerque. La mayor par-
542 HKE\'E tUS', (1¡{IA I)¡: ITRI ¡PA
28. LA EL'IH.II'A IlI.S(,.-\.i{I{.o\/):\
543 e
te de las tropas así cogidas en la trampa pudieron ser eva- el Afrika Korps, que rechazó a los ingleses hasta las fronte-
cuadas por mar, después de haber perdido, cuando menos,
sus pertrechos, pero el ejército alemán pudo entonces lan-
ras de Egipto, pero no consiguió avanzar más allá.
El ataque contra Rusia empezó el 22 de junio de 1941. Cua-
tro millones de hombres, 5.000 aviones, más de 3.000 carros
e
zarse hacia el sur. EllO de junio, Mussolini, que hasta en-
tonces había mantenido la no-beligerancia de su país, sor-
prendido por la rapidez de los acontecimientos, entraba en
guerra para participar en la rapiña. París era ocupado el 14
de combate, pronto reforzados por tropas finlandesas, hún-
garas, rumanas, italianas y más tarde por contingentes vo-
luntarios de casi toda Europa -Legión de los Voluntarios
e
de junio y el gobierno francés, que había pasado a ser dirigi-
do por el mariscal Pétain, pedía el armisticio el 17 de junio
desde Burdeos, donde se había refugiado. El 22 de junio se fIr-
Franceses contra el Bochevismo (LVF), División Azul españo-
la, etc.- se lanzaban al asalto de la Unión Soviética. Hitler ob-
tenía inmensas victorias y, a principios del mes de diciembre,
e
maba simbólicamente el armisticio en el claro de Rethondes.
Hitler estaba convencido de que Inglaterra, que se había
quedado sola, no tenía otra salida que capitular rápidamen-
las tropas alemanas se hallaban a 25 kilómetros de Moscú.
e
La Europa hitleriana
te. Pero ¡lO era eso lo que pensaba Winston Churchill, pri-
mer ministro tras sustituir a Neville Chamberlain ellO de
mayo. Para preparar un desembarco, la aviación alemana A finales de 1941, Hitler era dueño de casi la totalidad de e
comenzaba el 13 de ¡¡gasto el bombardeo de Inglaterra (el Europa, si dejamos a un lado Inglaterra y algunos Estados
Blitz), que provocó destrucciones considerables, en especial
en Londres y en Covcntry; pero los aviones de la Royal Air
neutrales -Su<:cia, Suiza, Portugal, España, donde Franco se
había negado a dejarse arrastrar a la guerra-, )' había procla-
mado que iba a establecer en Europa «un orden nuevo para
e
Force consiguieron mantener a raya a los de la Luftwaffe, y
al no haber logrado el dominio aéreo los alemanes tuvieron
que renunciar a su proyecto de desembarco.
mil años», pero en la práctica la dominación hitleriana no
respondía a líneas directrices: una serie de regiones habían
sido anexionadas a Alemania -Alsacia-Lorena, Luxembur-
e
La campaña de Rusia
4
go, el oeste de Polonia, Eslovenia-, otras eran gobernadas
directamente por administraciones alemanas -Bélgica, Paí-
ses Bajos, Noruega, Rusia...-, y otras estaban dirigidas por
e
vasallos de Alemania -monseñor Tiso en Eslovaquia, Ante
La resistencia de Inglaterra obligó a Hitler a invertir sus pIa-
nes ya tratar de eliminar primero a la Unión Soviética. En
este proyecto le retrasó una nueva campaña relámpago en
Pavelich en Croacia ...-. Francia conoció un régimen parti-
cular: disponía de un gobierno teóricamente libre, estableci-
e
do como zona libre en Vichy, dirigido por el mariscal Pé-
los Balcanes, destinada a llevar ayuda a Italia, enfrascada
en una guerra desgraciada contra Grecia. En abril de 1941, el
ejército alemán se adueñaba en unos pocos días de Yugos-
tain, convertido en jefe del Estado, pero el norte de Francia
y la costa marítima occidental estaban sometidas a las auto-
ridades de ocupación; además, a partir del 11 de noviembre
e
lavia y Grecia, y en mayo de Creta. Asimismo, en febrero
Hitler se vio obligado a enviar a Libia, para ayudar a los ita-
lianos que se encontraban en dificultades ante los británi-
cos, un pequeño ejército mandado por el general Rommel,
de 1942,la zona libre fue a su vez ocupada. De hecho, esa or-
ganización de Europa respondió más a las circunstancias
que a un programa definido. El «orden nuevo» se tradujo
e
e
e 544 HIHTE HISTURJ:\ DE ECROPA 2,s_ L..\ LU{(ll':\ !lF:-.t".\/{J{A1Jr\
545
e _rleQJlueio--se-t¡:adu¡;;.ia--adcHláscfl-las-perseeuciones--strfridas'
por los judíos. Los judíos alemanes habían sido víctimas de
-- -Qdh~pQ~gQ-b"ie-mos-en-e!-~~ili-Q-;--g~)-8-~€-H-1-G-s--H0-F-ae-ge,-he-la-Hti-é5-)
belga, polacos refugiados en Londres, comités de liberación,
-e odiosas persecuciolles, pero antes de la guerra no se había como el Comité de la Francia Libre dirigido por el general De
pensado en exterminarlos. La guerra puso en manos de los Gaulle. Resistencias interiores que luchaban mediante folle-
nazis numerosas poblaciones judías de Polonia y del oeste to, y periódicos clandestinos COIHl'ael nazismo o contra sus
de Rusia, así como las comunidades judías de los demás paí- gobiernos a sueldo, proporcionando información a los alia-
ses ocupados. Desde su avance por Polonia y Rusia, los ale- dos y formando fuerzas militares. Detrás de las líneas alema-
manes se entregaron a grandes matanzas de judíos, pero la nas en Rusia, unidades de partisanos jugaron un gran papel.
«solución final», es decir, el exterminio, no se decidió de En Europa central, el Ejército Interior polaco, dependiente
'-e
«holocausto» que !a técnica de las cámaras de gas permitió tisanas dirigido por Tito, de obediencia comunista, logró li-
efectuar con grandísima celeridad: las comunidades judías berar la mayor parte de Yugoslavia, asolada por las represa-
de Rusia occidental, de Polonia, de Europa central y balcá- lias alemanas. Una resistencia importante se desarrolló
nica y de Grecia desaparecieron casi por completo, las de también en Italia, después de ser derrocado Mussolini (julio
Europa occidental en proporciones diversas. de 1943), y en Francia, donde se formaron importantes ma-
Los eslavos de Polonia y Rusia, considerados como po- quis, sobre todo con jóvenes que se negaban a partir hacia
blación inferior y que los nazis querían rechazar hacia el este Alemania para cumplir allí el Servicio del Trabajo Obligato-
para asentar en su lugar a colonos alemanes, también se rio (STO).
e rante el tiempo que éstos ocuparon la parte oriental del país. perseguidos sobre todo con encarnizamiento por la policía
546
HREVE HISTORIA DE EUROPA
28. LA EliHOPA VESGAi{HA!J:\
547 e
política alemana, la Gestapo, ayudada por colaboradores lo-
cales, que torturaba, ejecutaba o deportaba a los campos de
concentración a quienes conseguía arrestar.
por un contraataque soviético. El 2 de febrero de 1943, el
VI Ejército alemán capitulaba. En la primavera siguiente, el
ejército soviético obtenía la victoria en una gigantesca bata-
e
lla de carros de combate alrededor de Kursk, y, disponiendo
La Europa liberada
de una superioridad numérica cada vez mayor, lanzó una
contraofensiva casi continua. Durante el verano de 1944, el
territorio soviético se hallaba liberado casi por entero. Pro-
e
Durante el año 1941, la guerra europea se transforma en
guerra mundial. Los Estados Unidos habían ido poniéndose
siguiendo su marcha a través de Polonia y los Balcanes, los
soldados soviéticos se encontraban, a finales de 1944 y prin-
cipios de 1945, en las fronteras de Alemania.
e
progresivamente al lado de Inglaterra, sin entrar en guerra
por ello. En marzo de 1941, una ley les permitía abastecer en
armas y equipamientos de todo tipo a Inglaterra, y luego a la
El asalto de la <1ortaleza Europa»
e
U nión Soviética, y, en agosto, el presidente Roosevelt Y
Winston Churchill firmaban la Carta del Atlántico, que pre-
veía la organización democrática del mundo después de la
Contrariamente a las apariencias, no fue en el frente ruso
donde se jugó el destino de la guerra, sino en el mar. Tras
e
victoria. Pero no fue hasta después del ataque japonés con-
tra Pearl Harbar, el 7 de diciembre de 1941, cuando la gue-
haber sufrido enormes pér~idas durante la batal~a del Atlán- a
tico, a causa de los submannos alemanes, los ahado~ consl- '.
rra se generalizó, aunque J:lpón y la URSS seguían permane-
guieron invertir la tendencia en la primavera de 194:>,y lue-
ciendo neutrales entre sÍ.
La movilización del inmenso potencial americano anun-
ciaba la certeza de la derrota hitleriana.
go forzar a los alemanes a abandonar la lucha en ese frente.
~ partir de este momento la victoria sólo era cuestión de
tIempo.
e
La inversión de la situación en el frente ruso
La ofensiva contra la Europa hitleriana fue llevada por
los anglo-americanos por el aire, aplastando literalmente a
Alemania bajo las bombas, y mediante una serie de desem-
e -
~ barcos terrestres: en noviembre de 1942 en el norte de
En guerra al mismo tiempo con Japón y con Alemania, Es-
África, en julio de 1943 en Sicilia, y luego en Italia conti- ••
tados Unidos privilegió la guerra contra Hitler, pero, mien-
nental en septiembre, en Normandía en junio de 1944 yen .,
tras todos sus inmensos medios se hacían operativos, el
Provenza en agosto. Las formidables fortificaciones del
año 1942 siguió siendo peligroso para la Unión Soviética.
«muro del Atlántico», construidas desde el cabo Norte _
Rechazado a las puertas de Moscú durante el invierno
hasta la frontera española, no consiguieron detener a los .,
de 1941-1942, el ejército alemán había pasado de nuevo a la
aliados. París era liberado el25 de agosto de 1944 y, a fina-
ofensiva en la primavera de 1942 y avanzaba muy deprisa
les del año, los aliados rodeaban a Alemania en todas sus 6.
por el sur de Rusia, alcanzando las montañas del Cáucaso y
fronteras. ••
el Valga. No obstante, pese a los encarnizados combates en
las calles, los alemanes no lograban apoderarse de Stalingra-
do, y los que se encontraban en la ciudad fueron cercados
e
e 548 HRt-:\'E IIl~T{H{]A ¡JI-' ITIHII'A 2S. LA ElJIH1P.-\ l)F.SCARHADA
549
-
mente en una economía de guerra. Sin embargo, a pesar del mitad de ellos civiles, exterminados en su mayoría en los
empleo de armas nuevas, como las VI y las V2, y de las dos campos de concentración.
últimas contraofensivas del otoño de 1944 alrededor de Bu- Las destrucciones materiales tampoco tenían preceden-
dapest y en las Arden3s, Alemania estaba en las últimas. tes: la Rusia europea había quedado asolada emgran parte,
A principios de 1945, una ofensiva general por el este y el 1.700 villas o burgos y 70.000 aldeas destruidas, las ciudades
6esreapiastalJa hrs lti1ÍiTIas resistencias alemanas. El 2 de
u
-e
mayo de 1945 Berlín era tomado por los rusos, que se ha- seldorL., barrios enteros de Londres desaparecidos. Por
bían unido a las tropas americanas en el Elba el 25 de abril. toda Europa, puertos, vías navegables, puentes, redes ferro-
El 30 de ese mes, Hitler se suicidaba en su búnker de Berlín, viarias estaban dañados o destruidos. La producción indus-
y los días 7 y 8 de mayo se firmaba la rendición de Alemania trial y agrícola quedó reducida casi a la mitad de su nivel an-
en el cuartel general del comandante en jefe aliado, el gene- terior a la guerra. Prácticamente habían desaparecido los
ral Eisenhower, en Reims, yen el del mariscal soviético Zu- intercambios comerciales. Los estados europeos se hallaban
kov en Berlín. La guerra había terminado en Europa, aun- desprovistos prácticamente de cualquier reserva financiera,
que aún debía durar algunos meses contra Japón. mientras las monedas se habían reducido a nada o a casi
nada. Una miseria con frecuencia espantosa:-en Alemania
4' Europa cortada en dos
l
«el año cero», en Europa central inmensas bandadas de ni-
ños vagando para intentar sobrevivir. Como había dicho el
e Un balance ...
ministro alemán de Propaganda, Joseph Goebbels: «¡En
caso de derrota, los nazis sabrán cerrar la puerta tras ellos y
asegurar que su recuerdo vivirá durante siglos!».
e
«Esta inmensa alegría llena de lágrimas», decía el periódico El fin de la pesadilla podía ser, no obstante, la señal del
francés CorJ1bat el 8 de mayo. 'Alegría por otra parte no de- resurgimiento de Europa. De forma bastante paradójica, el
masiado fuerte, al menos en Francia, porque el momento de estado de ánimo era bastante diferente del que había segui-
la liberación, lo mismo que el de la «victoria», había venido
e que el balance de la guerra era abrumador y monstruoso en moronamiento de Francia en 1940 demostraba, desde luego,
550
HRI".'"!'. III:-;TlH{IA DE EUiUlPA 28. LA LLl{ul'A DES<;AIU{t\I)t\ 55/ e
que la Europa de antaño no volvería a existir, pero, como
había dicho Churchill en 1939, esa guerra debía asegurar
«los derechos del individuo» y «realzar la grandeza huma-
Moscú en octubre de 1944y que podía parecer un verdadero
reparto.
La cuestión central era Polonia, porque afectaba a un
e
e
na». La victoria sobre el nazismo permitía contar con ello. tiempo las fronteras de la URSS y las de Alemania. De he-
En el plano cultural, la evolución de una de las principales cho, la Unión Soviética exigía recuperar las fronteras que el
corrientes intelectuales, el existencialismo, que pasaba de la Pacto germano-soviético le había permitido adquirir; exigía
desesperación total a la idea del «compromiso», de dar un
sentido a la vida consagrando su acción a la causa de la hu-
manidad, podía aparecer como una señal. Pero no se necesi-
en particular que la frontera oriental de Polonia correspon-
diese a la Línea Curzon, línea establecida en 1920 por el es-
tadista inglés para delimitar los territorios puramente pola-
,e
tó demasiado tiempo para comprender que de aquel campo cos y aquellos en que las poblaciones eran ucranianas o
de ruinas podían surgir nuevos peligros. Europa aún no es-
taba madura para la armonía.
bielorrusas; los polacos siempre habían rechazado ese límite
porque, según ellos, dejaba a numerosos polacos fuera de
Polonia y amputaba su país de regiones «históricamente»
ei
lil
La guerra fría
polacas. Como contrapartida, Stalin admitía que Polonia re-
cibiese compensaciones por el oeste en detrimento de Ale- e
-el
mania, en Pomerania, en Posnania y en Silesia; en cierto
La «gran alianza» que se había form,ldo durante la guerra modo Polonia se encontraría globalmente desplazada hacia
entre la Unión Soviética, Estados Unidos y el Reino Unido el oeste, lo cual permitiría además hacer desaparecer la pro-
había sido resultado de las circunstancias. Los antago- vincia alemana de Prusia Oriental, dividida a la derecha de 1
nismos no podían dejar de brotar de nuevo una vez acaba- la Línea Curzon entre la URSS -que de este modo recibía
da la guerra. Antes incluso del final de la contienda, en la Kbnigsberg- y Polonia. Los aliados se resignaron a una so-
Conferencia de Teherán (26 de noviembre-I de diciembre lución que hacía del Oder la frontera entre Alemania y Polo-
•-1
de 1943), luego en la de Yalta (4-11 de febrero de 1945), los nia, pero la disputa saltó a propósito de la proloflgación por
«tres grandes», Stalin, Roosevelt y Churchill, habían tratado el sur de esa frontera. Dos afluentes del Oder llevaban el
de ponerse de acuerdo sobre la suerte del mundo y, en pri- mismo nombre de Neisse, Neisse occidental y Neisse orien-
mer lugar, sobre lalde Europa. Había, de hecho, dos proble- tal. Al decidir situar la frontera en el Neisse occidental, los I
mas principales: determinar el régimen político de los países soviéticos entregaban de hecho toda Silesia a la nueva Polo-
liberados o vencidos y trazar sus fronteras. La declaración nia, esperando ponerla bajo su dependencia, pero los anglo-
de Yalta sobre «los países liberados» había sido de gran cla- americanos a duras penas podían admitir que esa vieja re-
ridad al men!=lsen el primer punto: los diferentes países de-
bían escoger sus gobiernos tras unas elecciones libres. Las
gión alemana se adjudicase así a otro país. No obstante,
expulsando a la mayor parte de la población alemana, sovié-
ticos y polacos pusieron pronto a los aliados ante un hecho
e~ ¡
.i
discusiones sobre el destino de Alemania y sobre el trazado
de las fronteras habían sido más difusas, incluso aunque, a consumado. En la Conferencia de Potsdam (17 de julio-2 de
petición de los americanos, se había anulado en teoría el agosto de 1945), Harry Truman, el nuevo presidente de Es-
acuerdo de «reparto de influencia» en la Europa balcánica, tados Unidos tras la muerte de Roosevelt en abril de 1945, y ¡
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elaborado por Churchill y Stalin durante un encuentro en Clement Attlee, que había sustituido durante la conferencia
el
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e 552 HRE\'E HISTORIA DE ITf{, lP:\
28. LA EUROPA DESCAHIL\J l:\
553
e
viembre de 1946 en Bulgaria y en Rumanía, en enero
cual hacía la situación irreversible en la práctica. de 1947 en Polonia. El establecimiento de la democracia po-
Añadiendo los alemanes de los Sudetes y de las diferentes pular fue algo más largo en Hungría y Checoslovaquia. En
comunidades alemanas dispersas por Europa central, fue- Hungría, unas elecciones libres habían dado la mayoría ab-
e ron 11 millones de alemanes los que se vieron expulsados de
este modo hacia lo que quedaba de Alemania.
En cuanto al destino de Alemania, los tres aliados se ha-
soluta en 1945 al partido de los pequeños propietarios, yel
Partido Comunista no consiguió eliminar definitivamente a
sus adversarios hasta agosto de 1947. En Checoslovaquia,
-e
que Berlín, también dividida en cuatro zonas, en espera de pe de Estado, el «go¡~)ede Praga», en febrero.de 1948, para
poder. establecer un tratado de paz. Pero, en la práctica, los asegurar la victoria de los comunistas.
sovieTicos se dedicaron ~rrseguTcta-a«sovteh7:amsu-zona,l-o- ----[os sovletIC6shi[)Ían agrúldado sensiblemente sus ane-
cual hacía imposible una reunificación de Alemania, v por xiones de 1940 en detrimento de Finlandia, y ahora tenían
lo tanto la firma de un tratado de paz con ella. La separación en el extremo norte una frontera común con Noruega y ha-
de Alemania en dos partes antagónicas (las tres zonas occi- bían conseguido de Checoslovaquia la Rutenia subcarpática;
dentales se fusionaban progresivamente, a pesar de la larga pero no trataron de imponer un régimen soviético a Finlan-
resistencia de Francia) iba a ser el símbolo de la separación
e de Europa en dos.
En el conjunto de Europa se desarrollaba un mismo pro-
dia -contentánduse con el sometimiento del pequerio Esta-
do en el dominio de la política internacional-, ni de interve-
nir en Grecia, donde los resistentes comunistas habían
--
ceso. En todos los países ocupados o liberados por el ejérci- chocado con los ingleses en su intento de hacerse con el po-
to soviético -Polonia, Checoslovaquia, Bulgaria, Hungría, der. Europa estaba dividida en dos bandos según regímenes
Rumanía, Yugoslavia y Albania-, los comunistas se hacían políticos, sociales y económicos diferentes, y muy pronto
con el poder siguiendo un método prácticamente idéntico. antagónicos.
Gobiernos surgidos de «frentes nacionales» formados du- EI5 de marzo de 1946, Winston Churchill había exclama-
rante la guerra se instalaron en el poder con el apoyo activo do: «De Stettin en el Báltico a Trieste en el Adriático, un "te-
-e
del ejército soviético. En estos gobiernos, los comunistas se lón de acero" ha caído sobre el continente». Entre las dos
aseguraban los ministerios claves que les daban por regla cabezas de fila del mundo socialista y del mundo occidental,
general \'1 control del ejército, de la policía y de la justicia, la Unión Soviética y Estados Unidos, había empezado la
particularmente útil para eliminar, desde luego, a los «cola- «guerra fría». El 2 de marzo de 1947, el presidente Truman
boradores», pero también a los adversarios políticos. Tras hacía un llamamiento a «contener el comunismo» a propó-
un período más o menos largo, parodias de elecciones per- sito de las amenazas que se cernían sobre Grecia y Turquía;
mitían al Partido Comunista asegurarse definitivamente el era el enunciado de la «Doctrina Truman». El 5 de junio, el
poder. En estos estados, bautizados como «democracias po- general Marshall proponía la ayuda económica de Estados
e pulares», los comunistas fueron los amos: en noviembre Unidos a todos los países europeos, pero sólo los del oeste
554
HRF.\'E HIST(lHIA nE EUROPA 28. I.A EUKOI'r\ IJEsr;AHRAD ..\
555 e
aceptaron el Plan Marshall. En el mes de septiembre, el diri-
gente soviético ¡danov afirmaba que el mundo estaba divi-
dido a partir de entonces en dos bloques irreconciliables;
Auschwitz; los restantes eran seleccionados y empleados en
trabajos -como esclavos- en las industrias del campo de concen-
tración. Entre las personas ajusticiadas y quemadas se encontra-
e
ban unos veinte mil prisioneros de guerra rusos (que anterior-
era la «doctrina ¡danov». De grado o por fuerza, los países
europeos se habían visto obligados a colocarse en un campo
mente habían sido elegidos por la Gestapo entre los prisioneros
e
-e
de guerra de las cárceles); éstos fueron enl regados en Auschwitz
o en el otro, reducidos en gran medida al estado de objetos
a los transportes de la Wehrmacht, que eran mandados y custo-
de las relaciones internacionales.
diados por oficiales y tropas regulares de la Wehrmachl. El resto
del total de las víctimas abarcaba poco m<Ís o menos cien mil
judíos alemanes y un gran número de habitantes -la mayoría ju-
¿Podemos considerar que, en este momento, la «era eu-
díos- de Holanda, Francia, Bélgica, Polonia, Hungría, Checos-
ropea» había terminado definitivamente? Cierto que aún
lovaquia, Grecia y otros países. Sólo en J\ uschwitz extermina-
había una Europa geográfica, había dos incluso, una del
-e
mos en el verano de 1944 unos cuatrocientos mil judíos
Atlántico al Elba, y una segunda del Elba al Ural; pero, en la húngaros [... ¡.
medida en que la Unión Soviética no era una potencia ex-
Las ejecuciones en masa con gas comenzaron en el curso del
clusivamente europea, ¿no había acabado el papel histórico verano de 1941 y duraron hasta el otoño de 1944 l...].
de esa Europa desgarrada en dos? Inglaterra agotada, Fran- La «solución final" del problema judío significaba el extermi-
cia en medio de la decadencia y Alemania abrumada ¿po- nio de todos los judíos de Europa. Yo recibí la orden de tomar
dían esperar recuperar el lugar que las había convertido en medidas que facilitaran en Auschwitz el exterminio de los inter-
dueñas del mundo? nados. Esto fue en junio de 1942. En aquella época existían otros
DOCUMENTOS
tres campos de exterminio en el Gobierno General: Belzec, Tre-
blinka y Wolzek. Estos campos estaban administrados por desta-
camentos de la Policía de Seguridad y del Servicio de Seguridad.
e
1. La «solució{1 final»
Visité Treblinka para comprobar cómo se efectuaban allí las
ejecuciones. El comandante del campo de Treblinka me dijo que
había liquidado a ochenta mil personas en el transcurso de me-
e
-
e
dio año.
Desde 1934 me ocupé de la administración de campos de con-
Fundamentalmente, su misión consistía en eliminar a todos
centración y presté servicio en Dachau hasta 1938; después fui
los judíos del gueto de Varsovia. Empleaba gas monóxido y, en
ayudante en Sachsenhausen desde 1938 hasta elIde mayo de
opinión suya, sus métodos no resultaban muy eficaces. Por lo
1940, época en que fui nombrado comandante del campo de
Auschwitz. Estuve en la jefatura de Auschwitz hasta elIde di-
ciembre de 1943 y estimo que allí fueron exterminadas como mí-
tanto, cuando levanté los edificios exterminadores de Auschwitz,
utilicé Zyklon B, un ácido cianhídrico cristalizado que arrojába-
mos al interior de la cámara de muerte a través de una pequeña
e
nimo dos millones y medio de personas mediante e! gas y la cre-
mación; otro medio millón, como mínimo, murió a causa de!
hambre y las enfermedades, lo que hace un total de tres millones
aproximadamente. Esta cifra representa poco más o menos el se-
abertura. Según el tiempo que hiciera, eran necesarios de tres a
quince minutos para acabar con la vida de los gaseados. Sabía-
mos el momento de su muerte por la terminación del griterío.
e
tenta a ochenta por ciento de todas las personas internadas en Solíamos esperar media hora antes de abrir las puertas y retirar
e
556 28. LA EUROPA DESl;ARRA[):\ 557
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e zecOLvl: ~ Territorios bajo conlrol
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(Reif1lskotIJmis5tlrjat)
e fr--~-)l\tb~;(¿l~_;:ii!IJm"!!!r~t~
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e ,,/-~:.:::.:~,//'-.-\:
...•.....••. ')
e P. Serge Choumoff para Les Chambres iI gaz secret d'État, por Eugen
Kogon, Hermann Langein y Adalbert Rückertl; París; Minuit y
2.
I
Acta de capitulación de Alemania (8 de mayo de 1945)
narias aliadas y el Alto Mando del Ejército Rojo adoptarán las
medidas punitivas y de cualquier índole que consideren oportu-
nas.
e
Acta de capitulación sin condiciones del ejército alemán frente al ejército _
_ 1. Los abajo firmantes, provistos de plenos poderes y actuando
rojo, cil. por Heinz Huber y Artur Müller, El Tercer Reic!l. Su !listoria en
e
en representación del Alto Mando de la Wehrmacht alemana,
textos, fotografías y documelltos, trad. de Ángel Sabrido, Barcelona, Plaza
aceptan por la presente la capitulación sin condiciones de todas
y Janés, 1976, tomo n, págs. 803-804
las fuerzas terrestres, navales y aéreas alemanas o bajo mando II
mania. Contrariamente a la costumbre, rlOse trataba, llegado el biera una solución rápida a estos delicados problemas, la nueva
momento, de entrar en negociaciones con el poder nazi o con cual- puesta en orden de la estructura económica europea exigiría con
quier otro poder para la firma de un armisticio. La capitulación seguridad un plazo más largo y un esfuerzo más grande que el
alemana del 8 de mayo de 1945 fue la conseCllencia de esa volun- previsto [... j.
tad de los aliados. En la práctica, hubo dos ceremonias, una el8 de La verdad es que las necesidades de Europa en productos ali-
mayo en Reims, otra el 9 de mayo en Berlín. El texto reproducido menticios y otros productos esenciales -principalmente de Amé-
,e
da suplementaria importante, si se quiere evitar que tenga graves
ción no iba a dejar de tener significado en elfuturo. problemas económicos, sociales y políticos [... ).
Es lógico que los Estados Unidos hagan todo lo que les sea
posible para favorecer la vuelta del mundo a una salud econó-
mica normal, sin la cual no puede haber ni estabilidad política
Jo -I;l-l'lanMarshaU ni-pJ.Z-ase&u.~a4a.-N.u.€-stFa-r*í+i(a- nü o-hí--d-i-ri-gida--currtr<r l1Ífl- -
aún país ni doctrina, sino contra el hambre, la pobreza, la de-
Considerando las necesidades para una puesta en orden de Eu-
~esperación y el caos. Su fin deberá ser el restablecimiento de
e mente fuera de uso. Bajo el reino arbitrario y destructor de los que maniobre para detener la reconstrucción de otros países no
nazis, casi toda empresa ha sido aga.rrada por la máq¡tina de puede esperar ayuda de nuestra parte. Además, los Gobiernos,
guerra alemana. Los tradicionales lazos comerciales, las institu- partidos políticos o grupos que intentan perpetuar la miseria
ciones privadas, los bancos, las compañías de seguros y maríti- humana para su provecho político o de otra clase, encontrarán
La descolonización
e
Los signos precursores e
Antes de la guerra de 1914 habían aparecido los primeros
signos de oposición al impulso colonial europeo, que se am-
pliaron durante el período de entreguerras. Las potencias
e
coloniales más importantes, Inglaterra y Francia, habían re-
563
e
e
-e
564 BHE\"L fll:'dl.Jl{l:\ llL ¡TROPA
29. LAS oo~ I:UI{Uf'AS
565
el mantenimiento de la colonización.
e Luego, en el plano de los hechos: la conq uista del sureste
de Asia por Japón había humillado gravemente a ojos de las
cias, pero tanto en las Indias Holandesas como en Indochi-
na los poderes nacionalistas habían aprovechado la derrota
japonesa para instalarse. En Indonesia, donde los naciona-
-
poblaciones autóctonas a los antiguos amos, vencidos por listas dirigidos por Sukarno habían proclamado la indepen-
un pueblo de color, y, en las demás partes del mundo, la de- dencia el 17 de agosto de 1945, los Países Bajos intentaron
rrota de Francia y el agotamiento de Inglaterra les habían tomar de nuevo el control del país, pero tras un período de
quitado buena parte de prestigio en sus colonias. negociaciones, combates, y guerrillas, tuvieron que recono-
,e Por último, si el Imperio británico ya poseía, desde el Es-
tatuto de Westminster en 1931, un marco nuevo con la
cer a los Estados Unidos de Indonesia, plenathente sobera-
nos en diciembre de 1949. En Indochina, donde también en
Commomwealth creada entre él y sus dominios independi- agosto de 1945 el *Viet-minh, bajo la dirección de Ha Chi
e l!"
~.
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nebra pusieran fin al conflicto en julio de 1954. La guerra de
566 "~I'I'E HISTORIA DE WROPA 29. LAS DOS WRllPAS 567 fa
Indochina había sido más larga porque derivaba al mismo 1956 (independencia de Túnez y de Marruecos) y 1962 (in-
tiempo de la descolonización y de la guerra fría. Se forma-
ron dos estados vietnamitas, en principio provisionales, a
dependencia de Argelia tras una guerra de ocho años), y sus
territorios subsaharianos y Madagascar en 1960. El África
48
uno y otro lado del paralelo 17, com unista al norte, no co-
munista al sur. De forma paralela, Laos y Camboya se ha-
bían convertido también en independientes. J
inglesa se independizaba entre 1954 (Ghana, antigua Costa
de Oro) y 1964 (Malawi, antigua Nyasalandia, y Zambia, an-
tigua Rodesia del Norte). Bélgica se había retirado del Con-
e
Frente a la mala voluntad holandesa ya la negativa fran-
cesa de aceptar la descolonización, la del Asia británica se
hizo de forma mucho más fácil, obstaculizada únicamente
go en 1960. Sólo Portugal se aferró a sus territorios colonia-
les, y sólo tras largos combates Angola y Mozambique
obtuvieron su independencia en 1975.
e
por problemas locales. En el mes de agosto de 1947 se pro-
damaba la independencia de la India, pero la oposición en-
tre hinduistas y musulmanes había obligado a dividirla en
Si hacemos abstracción del imperio portugués y de terri-
torios dispersos por el mundo y de tamaño reducido -los
departamentos y territorios de ultramar francés (DOM-
-
-e
dos estados, la India en medio y, a uno y otro lado, el Pa- TOM), por ejemplo-, en menos de veinte años Europa ha-
quistán; que reagrupaba a los musulmanes. La isla de Ceilán
t bía perdido su dominación colonial sobre el mundo.
se había independizado en diciemhre de 1947, Birmania en
enero de 1948 y Malasia sólo en 1957 debido a los difíciles
prnblemas étnicos y políticos (una rebelión comunista) que La vuelta de Europa occidental
en ella se daban, sin contar con la cuestión específica de Sin-
-e,
gapur (independiente en 1958). Europa occidental, esa Europa que había perdido su antiguo
La liberación de Asia fue la señal de una toma de concien- poder y su dominio sobre el mundo, realizó sin embargo de
cia de los pueblos antiguamente colonizados que quisieron forma progresiva una verdadera «vuelta» que revistió dos
liberarse de la influencia occidental también en las relacio- aspectos: el crecimiento individual de los estados que la
nes internacionales. La Conferencia de Bandung (abril componían y su marcha hacia la unidad euro~a.
de 1955) proclamó la «neutralidad» de los países del Tercer
Mundo en el conflicto de los dos bloques y anunció también
la descolonizacióh total. El crecimiento de los estados
Afriea
Tres grandes estados simbolizaron el crecimiento de Europa
occidental: Francia, la República Federal Alemana e Italia. En
e
África fue el último continente que escapó de la dominación
los años que siguieron al final de la guerra, las condiciones de
vida fueron en esos países con frecuencia muy duras; Alema- 1)
-e
europea; el proceso fue a veces sangriento y relativamente nia se hallaba en un estado de deterioro total; Italia era la del
lento. Desde el final de la guerra, la ONU había prometido a cine neorrealista, la del Ladrón de bicicletas y de la miseria ge-
las antiguas colonias italianas una rápida independencia. neral. Las ruinas eran inmensas. La destrucción de las infraes-
Eso ocurrió con Libia en octubre de 1951. Francia perdió tructuras ferroviarias, viarias y portuarias hacía muy difícil
sus territorios coloniales en dos fases: norte de África entre una recuperación económica. Las ciudades alemanas, en par-
e 568 BREVE HISTORIA UE EUROPA
569
e de recesión afecta a la economía alemana en 1966-1967), su los más fuertes del mundo en los años sesenta.
570
IW,F\'E HISTORIA DE EUROPA 29. LAS DOS EUROPAS 571 e
con los representantes de los 17 miembros de la OECE; pero
Cierto que, desde 1974, Europa occidental ha sido dura-
mente golpeada por la crisis mundial desencadenada por la
primera *crisis del petroleo, y luego relanzada por la segun-
la actividad de este Consejo se limitó a discusiones intere-
santes, porque Inglaterra se había opuesto categóricamente
a cualquier abandono de la soberanía nacional (contraria-
e
da en 1979. Los caracteres de esta crisis han sido inhabi-
tuales, porque, aunque ha engendrado tasas de paro muy
elevadas, también se ha traducido en fortísimos impulsos
mente a Francia en ese momento).
Jean Monnet, tras ese arranque algo decepcionante, estimó
que, para realizar la construcción europea, era preciso que los
e
el
inflacionistas, al contrario que la crisis de 1929 por ejemplo.
europeos se habituasen a trabajar juntos en el marco de reali-
En cuanto a la producción, ha seguido creciendo a un ritmo
zaciones concretas en sectores precisos. La idea fue adoptada
muy lento, de suerte que la «crisis» aparece más como una
por el ministro francés de Asuntos Exteriores, Robert Schu-
adaptación difícil a las transformaciones provocadas por un
larguísimo crecimiento que como una crisis en el sentido
tradicional del término. Desde 1983, los diferentes países
man, y desembocó en el plan que lleva su nombre creando, el
18 de abril de 1951, la Comunidad Europea del Carbón y del e
-e
Acero (CECA) con seis miembros: Francia, Alemania Fede-
han salido progresivamente de la crisis, conservando al mis-
ral, Bélgica, Países Bajos, Luxemburgo e Italia. Una alta auto-
mo tiempo un grandísimo número de parados, sobre todo
ridad con sede en Luxemburgo poseía poderes supranaciona-
Francia y el Reino Unido. les en el dominio de la producción y los intercambios del
carbón y del acero. Realización fundamental dado que, por
primera vez, funcionaba una institución europea con gran
La marcha hacia la unidad éxito, pese a la negativa del Reino Unido a participar en ella.
Un segundo proyecto fue menos afortunado, el de la Co-
Paralelamente a esa poderosa expansión económica, el se-
gundo aspecto de esta «vuelta» de Europa occidental es la
voluntad de crear una verdadera Europa.
munidad Europea de Defensa (CEO), que debía permitir la
participación de las tropas alemanas en la defensa de Euro-
pa en el marco de un ejército europeo. La ventaja esperada
e
e
Al salir de la guerra, Europa occidental podía parecer un
era realizar el rearme de Alemania, considerado necesario
envite entre los dos bloques; era normal que tratara de orga-
por Estados Unidos, sin despertar los viejos demonios de un
nizarse. La itlea de los «Estildos Unidos de Europa» no era
ejército alemán autónomo, a la vez que se daba vida a una
nueva, y, al final de los años veinte, Aristide Briand se había
convertido en su elocuente defensor. La idea fue tomada de
nuevo por Winston Churchill en un discurso pronunciado
nueva institución europea. El tratado, firmado en París el 27
de mayo de 1952 por los seis socios, no pudo ser ratificado e
-e
por la Asamblea Nacional francesa ante la oposición decidi-
en Zurich en 1946: «¡Que Europa se levante!», había excla-
da de comunistas y gaullistas. Tras varios años de una que-
mado. Por otro lado, Estados Unidos había deseado que el
rella política de extremada violencia, la CEO fue rechazada
Plan Marshall fuera distribuido en el marco de una coopera-
sin debate el 30 de agosto de 1954, tras lo cual los acuerdos
ción europea, de la que había salido la OECE. Un Congreso
de Londres y París (octubre de 1954) volvieron a crear un
de Europa había tenido lugar en La Haya en mayo de 1948,
ejército alemán en el marco de la Unión Europea Occidental
que había desembocado en la creación de un Consejo de Eu-
(UEO), alianza militar concluida por cincuenta años entre
ropa compuesto por dos organismos, un Comité de Minis-
los seis países de la CECA y el Reino Unido.
tros y una Asamblea consultiva con sede en Estrasburgo,
e
e 572
KREVE HISTORIA DE EURUPA 29. LAS DOS fTROPAS
573
e dan ser cuestionadas, y el Acta Única Europea debería se- asimilaba prácticamente a Dios bajado a la tierra.
574 HHE\'E HISTORIA 1)1-. r.UHJPA 29. LAS DOS EUHOPA~ 575 e
El terror que se abatió sobre la población soviética se pro-
longó en las democracias populares. Si algunas de las prime-
ras reformas emprendidas por los comunistas -la distribu-
pasadas (participación en la guerra de España, no residen-
cia en la URSS durante la guerra, judíos ..., que fueron acu-
sados tras confesiones obtenidas mediante tortura. Los
el
ción de tierras o la expulsión de las minorías alemanas, por procesos más célebres, que terminaron en numerosas eje-
ejemplo- no fueron mal recibidas, no dejaban de represen-
tar en origen a minorías muy débiles, salvo en cierta medida
en Checoslovaquia, y con bastante rapidez se desarrolló un
cuciones, fueron los casos de Kostov en Bulgaria y de Rajk
en Hungría en 1949, así como el de Slansky en Checoslova-
quia en 1951.
e
vivísimo descontento en las democracias populares, cuyas
causas varían según los países: persecuciones religiosas par-
Mientras Stalin estuvo en el poder, la agitación, ahogada
con mano de hierro, apenas pudo manifestarse, pero, inme- e
-
ticularmente sensibles en Polonia o en Hungría, colectiviza- diatamente después de su muerte (5 de marzo de 1953), una
ción de la tierra que rechazan los campesinos a quienes se verdadera insurrección obrera estallaba en Berlín y en las
les acaba de distribuir, descontento obrero ante los salarios principales ciudades de la Alemania del Este (junio de 1953),
-e
de miseria que reciben, sentimiento de opresión nacional y de reprimida por las tropas soviéticas. Tras el informe de Nikita
explotaCión económica por la Unión Soviética ... Sólo medi- Kruschev que revelaba lo que había sido el verdadero Stalin,
das coercitivas de muy variado signo permitían hacer frente durante el XX Congreso del Partido Comunista de la Unión
a esa oposición creciente, pero las democracias populares se Soviética en febrero de 1956, la agitación se extendió a Polo-
vieron sacudidas por una serie de crisis. nia, con manifestaciones de metalúrgicos duramente repri-
midas en Poznan (junio de 1956) seguidas por una agitación
general, el «octubre polaco», cuyo final aceptaron los diri-
Las grandes crisis gentes comunistas con la llegada al poder de un comunista
e
e 576
IIJ{E\"¡-. lll:-.TOK.IA DE ECROPA 29. L'\~ DOS ITROPAS
577
e Senado debían ser elegidos libremente. Las elecciones que oriental ha vuelto a ponerse en movimiento; las fuerzas polí-
578
IiRE\'E HISTORIA DI::.EL1}tOPA 19. I.AS DOS EUROPAS
579 e
ticas O nacionales que el sistema comunista había creído de- DOCUMENTOS
saparecidas reaparecen. Por todas partes las minorías nacio-
nales o los estados sometidos quieren dejarse oír de nuevo. l. Fragmentos del informe secreto de Kruschev al XX Con-
greso del Partido Comunista de la Unión Soviética
e
Los estados bálticos, en particular Lituania, reclaman viva-
mente su independencia. La socialdemocracia, esa corriente
deshonrada del movimiento comunista, les parece a muchos
En Stalin se dio el origen de la concepción de «enemigo del pue-
blo». Este término suponía el que fuese completamente inútil
e
antiguos comunistas el objetivo a alcanzar o el biombo tras
el que esconderse. ¿Está desapareciendo el comunismo des-
pués de haber sido la gran originalidad del siglo xx?
presentar justificación a los errores ideológicos del hombre o de
los hombres comprometidos en alguna controversia; este térmi-
no hizo posible el empleo de la represión más cruel, violando to-
e
Durante cuarenta años, había dado la impresión de que se
habían formado dos Europas que no evolucionaban ya en el
mismo planeta, y luego, bruscamente, mientras que el siste-
das las normas de la legalidad revolucionaria contra cualquiera,
de la manera que fuese, que no estuviera de acuerdo con él, con-
tra los que eran solamente sospechosos de albergar intenciones
e
ma de.una triunfa, el de la otra se desmorona. A los que se hostiles, contra quienes tenían mala fama. El concepto de «ene-
mostraban escépticos -es decir, casi todo el mundo- ante la migo del pueblo» eliminaba de hecho toda posibilidad de lucha _
«Europa del Atlántico al Ura]» del general De Gaulle y la ideológica, toda posibilidad de dar a conocer su punto de vista .,
«casa común» de Gorbachov, la historia les enseña una vez sobre talo cual problema, incluso sobre aquellos que tenían un
más que nunca está dicha la ültima palabra, que no hay fin carácter práctico. Esencialmente, la única prueba de culp"bilidad a
que se presentaba, contr.1ria a todas las normas de la cienLlajuri- .,
de la historia.
¿Cómo puede evolucionar la Europa de los Doce frente a dica actual, era la «confesión» del propio acusado; y tal como ha
la reunificación de Alemania y responder a la llamada de los quedado demostrado por investigaciones efectuadas posterior-
países de la otra Europa? ¿Puede estallar todavía el conti- mente, las «confesiones» eran obtenidas por medio de presiones ••
físicassobre el acusado [... J. .,
nente entre sus componentes nacionales o seguir siendo una
Europa del Atlántico al Elba o al Oder, o, por el contrario, Ha quedado probado que de los doscientos tfeinta y nueve
miembros y suplentes del Comité Central del Partido que fueron ••
extenderse a toda Europa, o, más verosímil todavía, ver na-
elegidosen el XVII Congreso, noventa y ocho fueron detenidos y .,
cer un {(sistem~ europeo», multiplicando los lazos económi-
fusilados,es decir, el 70 por 100 (la mayoría en los años 1937-1938).
cos y culturales entre la Comunidad Europea y el resto de
Europa? Mediante una de estas paradojas que tanto le gus-
tan a la historia, ¿no es en el momento en que los europeos
(Indignación en la sala.)
¿Cómoera la composición del XVII Congreso? Sabemos que el
80 por 100 de los delegados ingresaron en el Partido durante los
e
estaban más convencidos de la perennidad de las dos Euro- años de lucha que precedieron a la Revolución y durante la gue-
pas cuando el continente -más allá de los necesarios retra-
sos ligados a la excesiva diferencia de sus dos partes- puede
hallar por fin la vía de su unicidad?
rra civil;o sea, antes de 1921. Desde el punto de vista del origen
social, los delegados eran esencialmente obreros (60 por 100 de
losvotantes).
e
Por muchas razones, hubiese sido totalmente inconcebible que _
un Congreso compuesto de tal manera, eligiese un Comité Cen- .,
tral formado por enemigos del Partido. La única razón por la
cual el 70 por 100 de los candidatos fueron denunciados como
e
e 580
UREVE HISTORIA DF. EU{(JPA
29. LAS DOS EUIWI'A.'
581
e tlndignacióF.cr.!<csala-}-[ .~.-].-- -
Nos referimos a las masivas deportaciones de pueblos ente-
ros, entre los cuales había comunistas y konsomoles; esas medi-
- los turífero sque red<lctaronslLRiogxafÍl:LbxeJLe4Ep~absolnto!_
---Tuvo-in~cho cuidado en destacar que los elogios que se le ha-
cían en algunos capítulos del libro no eran suficientes [... j.
e los ejemplos más característicos de esta autoglorificación, así deral de Alemania, el presidente de la República Francesa, el pre-
582
HRE\.¡: HISTURI:\ DE EURUPA
29. I.A:"l L>U:-' EUH.OPAS 583
e
i) La creación de un Fondo Social Europeo destinado a mejo-
sidente de la República Italiana, su alteza real la gran duquesa de
Luxemburgo, su majestad la reina de Holanda.
Han decidido crear una Comunidad Económica Europea.
rar las posibilidades de ocupación de los trabajadores y contri-
buir a elevar su nivel de vida.
j) La fundación de un Banco Europeo de Inversiones para fa-
e
Primera parte
cilitar la expansión económica de la Comunidad
creación de nuevos recursos.
mediante la
e ciones. Por supuesto, cada uno tiene sus problemas y quiere vivir
a su manera y seguir sus tradiciones.
Así pues, ampliando la metMora, uno puede decir: el hogar es
común, esto es cierto, pero cada familia tiene su apartamento y
económicos en ambos lados de Europa, para bien de todos.
Ésta es la única vía razonable para un mayor progreso de la ci-
vilización europea.
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los siglos XIX y xx. Estos son imanes potentes, que ayudan a los
dade.s; hacerlo mejQfY..In,ís seguro Ymantenerlo como es debido. _p.oJíticos_cnslthúsctuedJ_de-\Lias-de-GQmFH~HSi&H-YE:Oopemci&IT -
Ahora, hablaré de las oportunid~des que tTenen los éuro-peos y' 1<; mutuas al nivel de las relaciones interestatales.
de lo qu~ necesitan para poder vivir como inquilinos en un «ho- •.•..•.....•.•••.•
Un potencial tremendo para una política de paz y amistad es
e gar comun».'
1. Los países de Europa tienen la dolorosa y amarga experien-
cia de las dos guerras mundiales. La conciencia de la inadmisibi-
lidad de un nuevo conflicto bélico ha dejado en su memoria his-
I
f
inherente a la herencia cultural europea. Por lo general, en Euro-
pa las perspectivas nuevas y saludables encuentran un terreno
mucho más fértil que en cualquier otra parte donde dos sistemas
sociales se ponen en contacto.
e
zación ideológica y de sistemas políticos y económicos facilita, sin
la antorcha Viena, donde, confiamos, se producirá un nuevo duda, ese proyecto unitario.
paso adelante hacia el desarrollo del proceso de Helsinki. Por lo
tanto, el anteproyecto para la construcción de un hogar común
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30. ANEXOS 591 e
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2. La neolitización de Europa
(difusión de la economía agrícola)
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594 BRE\'E HISTORIA DE EUROPA
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4. Europa hacia el año 200 d. C.
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G. S.: Gcrmania
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Limites de provincias
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Límites del Imp"erio romano"
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Limes
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f) 596 BREVE HISTORIA UF ELiROPA 30. ANEXOS
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El Países musulm¡lncs
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606 BREVE HISTORIA DE EURUPA
30. ANEXOS 607 e
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lO. La Europa del Congreso de Viena (I 815)
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REINO UNIDO DE
GRAN BRETANA'Q
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Océano
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e 608 BREn. I-lbT{)RIA lH' ITR.UPA
30. ANEXO~ 609
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11. La industrialización de Europa hacia 1850 " ..-::
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6 ¡] t oq..¡) de la pohlación en
~ ("iudadt:s dt: 100.DOO Ir"
más hi.tbilanh:s .
~ Tonehtje: de ban:os en
~ los puertos