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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN


UNIVERSITARIA CIENCIA Y TECNOLOGIA
INSTITUTO UNIVERSITARIO DE TECNOLOGIA
“ELÍAS CALIXTO POMPA”
GUATIRE-ESTADO BOLIVARIANO DE MIRANDA

CLASE I
ENTORNO SOCIAL Y ECONÓMICO DE LA VENEZUELA COLONIAL

Autor(a):
Rivas, Edwin C.I. V- 17.269.180
Profesor: Marianca Terrasi

Guatire, enero 2020


INTRODUCCIÓN

En el Manifiesto de Carúpano el 7 de septiembre de 1814, Bolívar se


quejaba de la Justicia de los hombres, y abogaba por la justicia divina,
expresa que sus ciudadanos venezolanos no estaban preparados para el
ejercicio de la Justicia. Por lo tanto, no eran capaces de desarrollar sus
propias leyes, lo que significa que no podían entender el verdadero
significado de la libertad, la cual se basa en el ejercicio práctico y no solo
en palabras. Siendo este el caso, Bolívar debe obligar a sus compatriotas
venezolanos a asumir el ejercicio de la libertad, a pesar de su falta de
aprecio ante la misma.
El libertador hace una fuerte crítica al pueblo venezolano que no sigue
sus ideales y por el contrario celebra la fuerza del pueblo colombiano ante
la posición que asume por la libertad. Expone detalladamente sus criterios
políticos respecto a la situación social que impedía el desarrollo de los
gobiernos republicanos en Venezuela.
Este documento contiene un pensamiento claro sobre el colapso de la
Revolución, la cual se mantiene en la esfera simplemente política,
atropellada por los enemigos de la patria. Bolívar ratifica nuestra lucha
emancipadora de independencia. Y se despide con un compromiso de
regresar sin escatimar sacrificios como ¨Libertador o Muerto”. Y finaliza con
un gran optimismo, ya que conoce las enormes reservas morales tanto del
pueblo como las suyas.
Con el presente trabajo se pretende, satisfacer las exigencias de la
cátedra; por otra parte, adentrarnos en el estudio de un hecho trascendental
como es el Manifiesto de Carúpano en el cual expresa a fuerte voz su
opinión de los hechos ocurridos sobre el fracaso de la Segunda República.
Con este documento Bolívar buscaba no solo la libertad sino el apoyo
incondicional de su pueblo y de sus amigos, situación que trae a la reflexión
por los acontecimientos que vivimos actualmente en el país.
ANÁLISIS DEL MANIFIESTO DE CARÚPANO
7 de septiembre de 1814

En oriente, antes de salir de Venezuela, Bolívar dejó a los moradores


de Carúpano un manifiesto escrito, en donde no se defendía de las
acusaciones, pero sí les daba relevancia y justificación a sus acciones y a
las de sus compañeros, exigiendo a los ciudadanos de Venezuela una recta
decisión sobre su inculpabilidad. La causa principal por la cual fue escrito
el Manifiesto de Carúpano fue la caída de la Segunda República y para dar
a entender bien como fueron esos sucesos y que hicieron caer a la misma.
En este manifiesto Bolívar se quejaba de la justicia de los hombres y
abogaba por la justicia divina, expresa que sus conciudadanos venezolanos
no estaban preparados para el ejercicio de la justicia, por lo tanto, no eran
capaces de desarrollar sus propias leyes, lo que significa que no podían
entender el verdadero significado de la libertad, la cual se basa en el
ejercicio práctico y no solamente en palabras. Siendo este el caso, Bolívar
debe obligar prácticamente a sus compatriotas venezolanos a asumir el
ejercicio de la libertad, a pesar de su falta de aprecio ante la misma.
El primer párrafo del “Manifiesto de Carúpano” pareciera ser una
especie de reclamo que lanza Bolívar a sus compañeros de luchas que
pretendían detenerlo y juzgarlo en la ciudad de Carúpano, por el “fracaso”
de sus responsabilidades presentadas durante el desarrollo de la II
República; cuando señala:

´” dichosísimo aquel que corriendo por entre los escollos de la


guerra, de la política y delas desgracias públicas, preserva su
honor intacto y se presenta inocente a exigir de sus propios
compañeros de infortunio una recta decisión sobre su
inculpabilidad”

Asimismo, se asume investido de ciertos aires de divinidad, parecido


a los héroes clásicos de la mitología griega con sus características
humanas y divinas, al expresar “Yo he sido elegido por la suerte de las
armas para quebrantar vuestras cadenas, como también he sido,
digámoslo así, el instrumento de que se ha valido la providencia para
colmar la medida de vuestras aflicciones”. En este punto rememora los
triunfos obtenidos durante el desarrollo de la “Campaña Admirable”, a los
cuales considera una expresión de justicia.
“La victoria conducida por la justicia fue siempre nuestra guía”, al
mismo tiempo reconoce la valentía de los valientes soldados
neogranadinos que lo acompañaban en tan intrépida campaña, hasta su
entrada triunfar en Caracas; ciudad que tuvo que abandonar junto a la
mayoría de sus pobladores ante las envestidas sanguinarias de José
Tomás Boves.
Reconoce que la lucha por la Independencia se da entre los
integrantes del mismo pueblo; las filas realistas para ese tiempo estaban
integradas mayoritariamente por pobladores de los llanos y del resto de
ciudades circundantes a éstos, que se habían incorporados al ejército de
Boves; convirtiéndose en los vencedores de dicha contienda. “Así, parece
que el cielo para nuestra humillación y nuestra gloria ha permitido que
nuestros vencedores sean nuestros hermanos y que nuestros hermanos
únicamente triunfen de nosotros”.
Estos enfrentamientos entre los mismos connacionales tienen su
origen en las rivalidades y los odios que se fueron gestando entre ellos
hasta convertirlos en seres humanos sanguinarios, y con una perfidia
mucho mayor que la de los españoles; desconociendo que esa causa los
conduce a la nada, al reforzamiento de su esclavitud, situación que no
logran evidenciar.

“No os lamentéis, pues, sino de vuestros compatriotas que


instigados por los furores de la discordia nos han sumergido en
ese piélago de calamidades, cuyo aspecto solo hace estremecer
a la naturaleza, y que sería tan horroroso como imposible
pintaros. Vuestros hermanos y no los españoles han desgarrado
vuestro seno, derramando vuestra sangre, incendiando vuestros
hogares, y os han condenado a la expatriación. Vuestros
clamores deben dirigirse contra esos ciegos esclavos que
pretended ligaros a las cadenas que ellos mismos arrastran”.
En medio de esa contienda las muestras de heroísmo y de lealtades
entre los patriotas fueron elevadas; lo que sería injusto condenarlos y
atacarlos por los giros que pudieren haber tomados esos acontecimientos.
“Sed justos en vuestro dolor, como es justa la causa que lo produce”. El
odio, los resentimientos, no pueden conducir a “…considerar a vuestros
protectores y amigos como cómplices de crímenes imaginarios, de
intención, o de omisión”. Pues, han emprendido una obra de libertad, que
es imposible alcanzar en un país que no está preparado para el
establecimiento de un gobierno diferente al despotismo y a la anarquía que
sembraron los españoles; de ahí que:

“La destrucción de un gobierno, cuyo origen se pierde en la


obscuridad de los tiempos; la subversión de principios
establecidos; la mutación de costumbres; el trastorno de la
opinión, y el establecimiento en fin de la libertad en un país de
esclavos, es una obra tan imposible de ejecutar súbitamente, que
está fuera del alcance de todo poder humano”.

En consecuencia, los resultados que se obtuvieron durante esa etapa


“…no ha sido por efecto de ineptitud o cobardía; ha sido, sí, la inevitable
consecuencia de un proyecto agigantado, superiora todas las fuerzas
humanas”. Lo que no minimiza la valentía y el heroísmo de los patriotas, es
más; se puede decir “…nada es comparable a la grandeza de este acto y
aun cuando la desolación y la muerte sean el premio de tan glorioso intento,
no hay razón para condenarlo, porque no es lo asequible lo que se debe
hacer, sino aquello que el derecho nos autoriza”.
Compara la naturaleza de los proyectos políticos que se enfrentan, en
el levantado del lado español y sustentado por los patriotas.

“…A la antorcha de la libertad, que nosotros hemos presentado


a la América como la guía y el objeto de nuestros conatos, han
opuesto nuestros enemigos el hacha incendiaria de la discordia,
de la devastación y el grande estímulo de la usurpación de los
honores y de la fortuna a hombres envilecidos por el yugo de la
servidumbre y embrutecidos por la doctrina de la superstición”.

Le da dimensión humana al papel que desempeñan los jefes militares


y los administradores de justicias, los magistrados, en el sentido de que su
autoridad no está en la dimensión de controlar o detener las emociones y
cambios de carácter que puedan darse entre los hombres;

“…no estando en la esfera de las facultades de un general o


magistrado contener en un momento de turbulencia, de choque,
y de divergencia de opiniones el torrente de las pasiones
humanas, que agitadas por el movimiento de las revoluciones se
aumentan en razón de la fuerza que las resiste”.

Asimismo, puntualiza la necesidad de evaluación constante de cada


uno de los hechos que se suscitan, y el desentrañamiento de las posibles
causas que pudieron darle origen

“…Y aun cuando graves errores o pasiones violentas en los jefes


causen frecuentes perjuicios a la República, estos mismos
perjuicios deben, sin embargo, apreciarse con equidad y buscar
su origen en las causas primitivas de todos los m infortunios: la
fragilidad de nuestra especie, y el imperio de la suerte en todos
los acontecimientos”.

El Libertador se nos muestra como un hombre humilde y crítico


consigo mismo, reconoce sus errores y los asume

“…muy distante de tener la loca presunción de conceptuarme


inculpable de la catástrofe de mi Patria, sufro, al contrario, el
profundo pesar de creerme el instrumento infausto de sus
espantosas miserias; pero soy inocente porque mi conciencia no
ha participado nunca del error voluntario o de la malicia, aunque
por otra parte haya obrado mal y sin acierto. La convicción de mi
inocencia me la persuade mi corazón, y este testimonio es para
mí el más auténtico”.

Actúa con gran equilibrio; aun cuando no comparte las acusaciones y


señalamientos que se le realizan, no los debate públicamente, sino que
guardando su investidura señala que su defensa debe darse ante un
tribunal que tenga la autoridad suficiente para juzgarlo.

“He aquí la causa porque desdeñando responder a cada una de


las acusaciones que de buena o mala fe se me puedan hacer,
reservo este acto de justicia, que mi propia vindicta exige, para
ejecutarlo ante un tribunal de sabios, que juzgarán con rectitud y
ciencia de mi conducta en mi misión a Venezuela”.

Se nos muestra sin odio ni rencores, a pesar de los ataques y


descalificaciones de que fue víctima. Reafirma su ecuanimidad y
ponderación en el tratamiento que debe dársele a las acusaciones que se
vertieron sobre él. “…Es justo y necesario que mi vida publicase examine
con esmero, y se juzgue con imparcialidad. Es justo y necesario que yo
satisfaga a quienes haya ofendido, y que se me indemnice de los cargos
erróneos a que no he sido acreedor”.
Defiende la designación que se le dio: Libertador; la asume en su
totalidad y no está doblegado a desistir de ella, muy por el contrario, la
defiende como signo de orgullo y dignidad humana, de hombre consagrado
a lograr la construcción dela libertad como un bien preciado de los
pobladores del Continente,

“Yo os juro, amados compatriotas, que este augusto título que


vuestra gratitud me tributó cuando os vine a arrancar las cadenas,
no será vano. Yo os juro que libertador o muerto, mereceré
siempre el honor que me habéis hecho, sin que haya protestad
humana sobre la tierra que detenga el curso que me he propuesto
seguir hasta volver segundamente a libertaros, por la senda del
occidente, regada con tanta sangre y adornada de tantos laureles
hombres”.

Reivindica la nobleza y la solidaridad del pueblo granadino y su


disposición a emprender la lucha por la libertad. “Esperad, compatriotas, al
noble, al virtuoso pueble granadino que volará ansioso de recoger nuevos
trofeos, a prestaros nuevos auxilios, y a traeros de nueva la libertad, si
antes vuestro valor no la adquiere”.
Considera que nuestra búsqueda de libertad está asociada a la
exaltación de lo humano y sólo puede ser emprendido por los hombres que
se consideran libres en toda la dimensión de la realización de su ser. “No
comparéis vuestras fuerzas físicas con las enemigas, porque no es
comparable el espíritu con la materia. Vosotros sois hombres, ellos son
bestias, vosotros sois libres, ellos esclavos. Combatid, pues, y venceréis.
Dios concede la victoria a la constancia”.

En síntesis, los aspectos principales del documento son


importantes y relevantes según mi opinión por qué:

El Libertador, hace una fuerte crítica al pueblo venezolano que no


sigue sus ideales y por el contrario celebra la fuerza del pueblo colombiano
ante la posición que asume por la libertad.
Este documento contiene un pensamiento claro sobre el colapso de la
Revolución la cual se mantiene en la esfera simplemente política,
atropellada por los enemigos de la patria. Bolívar insiste en el carácter
fratricida o “civil” de nuestra contenida emancipadora lucha de
independencia. Se despide con un compromiso solemne, el de regresar
“Libertador o Muerto”, sin escatimar sacrificios.
Sostiene que su destino ya está marcado por la dedicación a la causa
de la independencia. Concluye con seguro optimismo, como que sabía de
las enormes reservas morales del pueblo y conocía bien las suyas propias.
Fue con el Manifiesto de Carúpano cuando Simón Bolívar expuso en
forma detallada sus criterios políticos respecto a la situación social que
impedía el desarrollo de los gobiernos Republicanos en Venezuela. Declara
El Libertador que el establecimiento de la libertad en un país de esclavos
es una obra tan imposible de ejecutar súbitamente, que está fuera del
alcance de todo poder humano; “porque, así como la justicia justifica la
audacia de haberla emprendido, la imposibilidad de la adquisición califica
la insuficiencia de los medios”
Bolívar concluye con un seguro optimismo como que sabía de las
enormes reservas morales del pueblo y conocía bien las suyas propias; así
como Bolívar se quejaba de la justicia para la época de 1814 de la misma
manera hoy nosotros nos quejamos de nuestro sistema de justicia.
Por lo expuesto anteriormente, la Carta de Jamaica es un documento
imprescindible y de consulta, ante la imperiosa necesidad de la integración
de los venezolanos, en aras de consolidar, entre otras cosas, la libertad
política, social, cultural, moral y económica, para lograr erradicar toda esta
dictadura llamada socialismo, logrando así unir a los integrantes de las
familias que han tenido que migrar a otros países buscando libertad,
condenar a todos aquellos que han dañado al país que deben pagar por
ilesa humanidad, tal como decía Bolívar erradicar a los colonizadores y
esclavistas en esa época.
Todos los venezolanos pedimos en una sola voz libertad e integración
para lograrla, no podemos pensar nunca que el pueblo pueda luchar contra
el pueblo, es decir, civiles contra militares, todos somos venezolanos y
queremos a una Venezuela libre.
En sus líneas Bolívar, en un sobresaliente estilo y bajo una sin par
clarividencia, reflexiona sobre la lucha por la independencia en un marco
regional, expresando vehementemente su pensamiento antiimperialista e
integrador de lo que él concibe como la América Meridional.
A lo largo de la extensa Carta, Bolívar sostiene su postura sobre la
unión de las tierras de América colonizadas por el imperio español,
considerando que están llamadas a "unirse en una sola nación, con un solo
vínculo que ligue sus partes entre sí y con su todo". En otras palabras,
Bolívar plantea la creación de una institucionalización de repúblicas
constituidas en una sola alianza y hermandad.
Hace también una integral evaluación social e histórica de la situación
para ese entonces del proceso independentista, y a la vez denuncia, en un
profundo ejercicio narrativo, las brutalidades e injusticias del régimen
colonial español. Sin embargo, hace ver y sentir su alto optimismo sobre el
futuro de estas tierras y la convicción plena de que el triunfo de la lucha
independentista será inevitable, y es allí cuando lanza lo que constituye la
esperanza de un visionario: "Yo deseo más que otro alguno de formar en
América la más grande nación del mundo, menos por su extensión y
riqueza que por su libertad y gloria..."
Este documento contiene un pensamiento claro sobre el colapso de la
Revolución, la cual no se mantiene solo en la esfera política, sino a nivel
económico, social, moral entre otros, que se encuentra atropellada por los
enemigos de la patria. Venezolanos que se les dio la oportunidad de dirigir
al país, y se aprovecharon para bien propio, llevándolo a la ruina que se
vive en la actualidad.
Nosotros los venezolanos actualmente criticamos nuestro sistema de
justicia en Venezuela, la conciencia de que las leyes y la administración de
justicia deben mantener un equilibrio y no una parcialidad política, que el
sistema judicial funcione con equidad igualando, ajustando las leyes, que
los jueces cumplan sus funciones con eficiencia y honradez y que sus
compromisos sean con la patria.
Los venezolanos debemos administrar la justicia, asumiendo un
compromiso con el ejercicio pleno de la libertad.

“Dios concede la victoria a la constancia”. Simón Bolívar.


CONCLUSIONES

Después de haber realizado la anterior investigación podemos concluir


que este trabajo permitió desarrollar, analizar y entender el Manifiesto de
Carúpano siendo este un documento escrito por el Libertador Simón
Bolívar, el 7 de septiembre de 1814, explicando el fracaso de la Segunda
República. Con este documento Bolívar buscaba no solo la libertad sino el
apoyo incondicional de su pueblo y de sus amigos, por ser esta la
necesidad que tenemos todos los venezolanos actualmente.
Aparte en su documento les hacía crítica a varias cosas. Como el
ejército que a pesar de que algunos venezolanos de ese tiempo hacían lo
que pudieran por él le faltaba mucho orden, la situación política que se
presentaba en el momento fue el principal obstáculo para Simón Bolívar de
otorgarle la Independencia y entregarles la libertad, debido a que los
pobladores criollos, a pesar de ser la clase más dirigente para el
movimiento independentista, aún se encontraban a completa obediencia y
eran colaboradores de los colonizadores españoles, mientras que los
pardos aun como esclavos.
Para poder lograr la libertad había que juntar a los criollos y a los
pardos en un movimiento que apoyan la lucha contra los españoles para
obtener la independencia la libertad.
En síntesis, había muchos problemas en ese tiempo, que no
permitieron que la segunda República avanzara y eso en verdad no es
culpa de Bolívar, entonces él quiso que todo quedase escrito y que se
pudiera analiza logística e intelectualmente el escrito. Situación que se vive
actualmente por la falta de valores e integración de todos los venezolanos
y apoyo de los países vecinos, que, aunque nos abren sus puertas, el
maltrato al venezolano en otros países es visible y lamentable.

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