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Laura S.

Grela Massara
U.N.E.D. LAS TABLAS – CIENCIAS
AMBIENTALES

PLAN DE RECUPERACIÓN DE
AEGYPIUS MONACHUS EN
EL SECTOR SUROCCIDENTAL
DE LA PENINSULA IBÉRICA
GESTIÓN Y CONSERVACIÓN DE FLORA Y FAUNA - 2018/2019
RESUMEN
En éste trabajo se desarrolla un Plan de recuperación para la población suroccidental de
la Península ibérica de la especie Aegypius monachus (buitre negro) ficticio, dando por
válidos una serie de datos alterados referentes al número de individuos y su tendencia
poblacional de los últimos años.
En primer lugar, encontramos una breve introducción que nos ubica sobre por qué se ha
elegido ésta especie para hacer el trabajo y qué consideraciones hay que tener (sobre todo
en cuanto a la veracidad de los datos empleados).
Por otra parte, tenemos el desarrollo del plan en sí, que consta de 5 apartados:
1.- Análisis de la situación: en éste apartado se hablará de la morfología de la especie, de
su reproducción, sus hábitats, su distribución, su etología, las amenazas que han llevado
a la especie al estado de conservación actual (“vulnerable” en la realidad, “en peligro de
extinción” en la situación ficticia en la que se enmarca éste trabajo), la situación legal y
el estado de conservación que presenta y un pequeño análisis sobre la sensibilidad social
que encontramos con respecto a la especie y su conservación.
2.- Evaluación de la situación actual.
3.- Plan de Actuaciones: en éste apartado se definirán la finalidad del Plan, en ámbito de
actuación, los objetivos, tanto generales como específicos, y las actuaciones necesarias
para la consecución de esos objetivos.
4.- Organismos implicados.
5.- Seguimiento y evaluación: en éste apartado se establecerán los plazos de evaluación
necesarios para comprobar la efectividad del plan y determinar su continuidad o no.
Por último, fuera del desarrollo del Plan, tenemos un apartado de discusión y
conclusiones, en el que se valorarán aquellas reflexiones derivadas de la elaboración del
Plan de recuperación.

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INTRODUCCION
Actualmente el buitre negro no se encuentra entre las especies en peligro de extinción
según el Catálogo Español de Especies Amenazadas, sino que está en la categoría de
“Vulnerable”, observándose una tendencia creciente en sus poblaciones según los últimos
censos (tabla1). Hemos creado una situación ficticia en la que las amenazas reales a las
que se enfrenta ésta especie han desembocado en una disminución de la población, y
finalmente en la catalogación del buitre negro (centrándonos en sus poblaciones del
suroeste peninsular) como “En Peligro de Extinción”, haciéndose necesaria la elaboración
de un Plan de Recuperación que asegure la supervivencia de la especie.
Algunos datos, como los relativos al número de individuos, han sido modificados para
poder recrear la situación en la que el buitre negro se encuentra en una situación grave:
en éstos casos se indicará que el dato ha sido alterado.
La situación real del buitre negro en España según los censos realizados es la siguiente:

Nosotros modificaremos ésta tabla para que se observe un descenso desde el año 2005,
centrándonos en el área de Extremadura especialmente.

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Hemos seleccionado esta especie por el alto valor ecológico de las aves necrófagas. Nos
hemos centrado en éste representante porque no es descabellado que en un plazo medio
se halle realmente en peligro de extinción, dada la realidad ambiental y política que
atraviesa el país. Además, sus acotadas poblaciones peninsulares albergan la mayoría de
los individuos europeos (hasta un 96%), por lo que un descenso importante en la
población española representaría la práctica desaparición de la población europea.
También hay que tener en cuenta los esfuerzos que se están estado haciendo desde el
Proyecto Monachus, que busca conectar las poblaciones francesas y peninsulares
mediante la reintroducción de la especie en Cataluña y actualmente en la Sierra de la
Demanda en Burgos, y que habrán sido vanos si las poblaciones del suroeste se ven
afectadas de gravedad.
El objetivo de éste trabajo es anticiparnos a los factores que llevarían a la especie a la
extinción identificando las amenazas a las que se enfrenta, definir las medidas de
actuación que habría que adoptar en caso de que empeorara su estado de conservación y
finalmente analizar la situación en la que nos encontramos: ¿necesitaremos finalmente la
creación de un Plan de Recuperación del Buitre negro?

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DESARROLLO DEL PLAN
*PLAN DE RECUPERACIÓN DEL BUITRE NEGRO
(Aegypius monachus) EN EL SUROESTE PENINSULAR
ESPAÑOL*
1.- ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN
1.1.- Sinopsis histórica
A lo largo del siglo XX, la población europea de buitre negro sufrió un enorme descenso
y llegó a desaparecer de la mayor parte de su área habitual de distribución. En España se
calculaba en los años 70 que había en torno a 206 parejas reproductoras, lo que impulsó
la creación del primer plan nacional de conservación de la especie en la década de los 80.
La especie aumentó su stock reproductor, pero a partir del año 2005 se observó un fuerte
descenso poblacional, llegando en 2019 a alcanzar límites por debajo de las 300 parejas
reproductoras, es decir, casi a niveles de 35 años antes*.

1.2.- Morfología de la especie


El buitre negro pertenece al orden Falconiformes,
familia Accipitridae y al género Aegypius. Es el
buitre más grande de los que podemos ver en la
península ibérica (Buitre leonado, Alimoche común,
Quebrantahuesos, Buitre negro), pudiendo llegar a
los casi 3 metros de envergadura alar (generalmente
entre 250 y 295 cm) y los 10 kilos de peso. Presenta
un color oscuro relativamente uniforme (más oscura
y mate en individuos más jóvenes), con un plumón
grisáceo en la cabeza y plumas lanceoladas en el
cuello. Su aspecto dio origen a su nombre, ya que
“monachus” hace referencia a “monje”.
No se observan grandes variaciones biométricas
entre individuos de distintas áreas porque es una
especie monotípica.
Presenta un pico robusto y fuerte, adaptado al
desgarre de piezas duras de cadáveres que requiere su alimentación necrófaga. Los tonos
rosas o violáceos de la mitad proximal del pico es uno de los rasgos que nos ayudan a
datar al ave. La ausencia de plumas en la cabeza también es una adaptación relacionada
con su tipo de alimentación carroñera. Las garras no tienen una gran capacidad prensil,
pero sí son fuertes. Las alas son anchas y rectangulares y la cola tiene forma de cuña no
muy apuntada.
Las hembras, igual que en el resto de rapaces, son más grandes que los machos, aunque
ésta diferencia no es fácilmente perceptible a simple vista.

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La estrategia reproductora de esta especie es de tipo K, con una tasa bastante baja de
reproducción. La madurez sexual llega en torno a los 4 años. Pueden formar parejas
estables que pueden llegar a durar toda la vida (viven hasta los 35 o 40 años). Suelen
reproducirse cada año, aunque dejan a veces algún año intercalado en los que no se
produce ninguna puesta (según climatología, edad, disponibilidad de alimento, etc). La
presencia de adultos en el nido se observa todo el año: fuera de la época de cría lo usan
como lugar de descanso. El ciclo reproductivo es particularmente largo: dura 9 meses.
Comienza en enero, cuando se produce el cortejo con la ejecución de vuelos nupciales de
la pareja (generalmente unida de por vida) y la reparación o construcción del nido,
consistente en una acumulación enorme de palos, en cuya elaboración participan tanto el
macho como la hembra, y que puede llegar a medir varios metros de diámetro (hasta 4
metros de diámetro y 3 de altura en los casos más espectaculares) y pesar varios cientos
de kilos. Se da por finalizado el ciclo reproductor a final de agosto-septiembre. En el
siguiente gráfico podemos ver las duraciones de las distintas etapas del ciclo reproductor,
añadiendo los datos obtenidos en cuanto a supervivencia en el censo de ese año en Cáceres
(año 2014).

En febrero o marzo la hembra depositará un huevo, que será incubado por ambos
progenitores durante al menos 50 días. Generalmente, el pollo nace entre abril y mayo, y
es atendido hasta final del verano (tardan bastante en abandonar el nido: hasta 137 días
según algunos estudios), aunque los lazos familiares se mantienen hasta bien entrado el
otoño, meses en los que los progenitores siguen alimentando al joven. Se han observado
casos en los que los buitres nacidos en el año han estado conectados al nido hasta el
comienzo de la siguiente temporada de cría, en enero del año siguiente. Es una especie
relativamente colonial en cuanto a la reproducción pero no tanto como el buitre leonado,
por lo que las agrupaciones de cría son algo inconexas y hay distancias entre los nidos de
decenas o cientos de metros.

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1.3.- Hábitat
El buitre negro prefiere establecer sus nidos sobre árboles asentados entre los 200 y los
1900 m.s.n.m., en masas boscosas bien desarrolladas. Los tipos de formaciones más
habituales son:
. Bosques mediterráneos maduros: nidos en alcornoques (Quercus suber), encinas
(Quercus ilex), enebros (Juniperus oxycedrus) y madroños (Arbutus unedo).
. Bosques mediterráneos de coníferas: en pinos negral (Pinus pinaster)
. Acantilados con vegetación en la costa mediterránea: en pinos carrascos (Pinus
halepensis).
Como es de esperar, prefiere árboles maduros de zonas menos humanizadas, y
preferentemente en la parte superior de laderas de fuerte pendiente orientadas al sur, con
climas no extremos y claros cercanos. Se ha visto también (especialmente en las
poblaciones asiáticas) algunos casos excepcionales en los que la puesta ha sido realizada
en el suelo o en roquedos.
En cuanto a los hábitats más frecuentados en sus prospecciones en busca de alimento,
éstos dependen de la abundancia de presas. Normalmente se decanta por ambientes de
matorral abierto, dehesas y baldíos con matorral porque en éstos ambientes es donde suele
encontrar mayor número de carroñas de conejo o ganado, si bien ésta predilección por el
tipo de hábitat elegido para el campeo varía a lo largo del año: la mayor parte del año el
buitre negro realiza desplazamientos bastante amplios, sin embargo en invierno suelen
permanecer en zonas de monte mediterráneo, y en lugares donde se han celebrado o se
están celebrando monterías.

1.4.- Alimentación
Al igual que el resto de necrófagas, el buitre negro se alimenta de restos de animales
muertos, bien sea de ganado doméstico (sobre todo oveja y cabra) como de fauna
silvestre. La mayoría de cadáveres de los que se alimenta corresponde a mamíferos,
aunque esto varía según la disponibilidad. Sólo ocasionalmente consume insectos, reptiles
o aves. Generalmente suele escoger animales de menor tamaño que el buitre leonado
(como conejos), por eso no hay una excesiva interacción con éste, que prefiere carroñas
de ungulados.
No presentan una especial dependencia de muladares, especialmente cuando ya son
adultos y saben encontrar alimento por si solos, aunque la reducción de disponibilidad de
cadáveres de ganado puede suponer una disminución del éxito reproductivo en las
colonias de cría.
También puede matar pequeñas presas moribundas.
De las carroñas escoge las partes más duras, como tejidos cartilaginosos o músculos. No
suele comer las vísceras.
En su dieta incluye alguna fracción de hierba con la que también alimenta al pollo.
Se calcula que un individuo adulto necesita entre 500 y 700 gramos diarios de alimento.

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1.5.- Organización social
El buitre negro vive en colonias bastante diferenciadas unas de otras. Entre el nido de una
pareja (o los nidos, pues en ocasiones una misma pareja frecuenta varios nidos) y los
demás nidos puede haber decenas de metros, permitiendo cierta comunicación entre
individuos cuando ocurre el hallazgo de una presa muy grande, por ejemplo. La distancia
entre colonias depende del hábitat disponible, y la superficie de cada colonia varía de
unas decenas de km cuadrados (como en las colonias de Segovia) a varios cientos (como
en la colonia de San Pedro, en Extremadura).
Los individuos adultos interactúan con otros ejemplares, normalmente siempre
acompañados de su pareja. Generalmente todo el año están asociados a las colonias de
cría, sin embargo los individuos inmaduros pueden permanecer asociados cerca de una
fuente de alimento, pudiendo usar dormideros comunales. Estos dormideros a menudo
son compartidos con otras especies, como buitres leonados y águilas perdiceras. Obtienen
beneficios de éste sistema de relaciones, ya que reciben información sobre áreas con
alimentos, se establecen vínculos sociales, etc.
Lo habitual es que el buitre negro presente un comportamiento tranquilo y poco agresivo
con respecto a otras especies aunque en épocas de cría es frecuente que expulsen de las
inmediaciones de sus nidos a otros congéneres. En las colonias de la zona de Monfragüe
existe cierta competencia con buitres leonados, ya que éstos le usurpan las plataformas
de nidificación por no encontrar un buen hábitat para sus nidos.
Con las águilas imperiales ha llegado a observarse intercambio de nidos: las águilas en
ocasiones utilizan los nidos de los buitres negros y viceversa, aunque la cercanía entre
nidos de ambas especies suele desembocar en acciones de expulsión que puede ocasionar
la pérdida de la puesta o incluso del pollo del buitre negro. Algunas especies pueden llegar
a atacar al buitre negro, provocándole incluso la muerte.
Como hemos visto antes, los requerimientos tróficos del buitre negro no se solapan con
los del buitre leonado, pero cuando se encuentran en las carroñas pueden mostrar
comportamientos jerárquicos, también incluso con sus propios congéneres.
Normalmente, como el buitre leonado prefiere piezas de mayor tamaño, suele haber
mayor congregación de éstos cuando la presa es grande, quedándose el buitre negro al
margen y esperando su turno.

1.6.- Distribución
El buitre negro vive en Europa y Asia. En el congreso internacional de buitre negro
celebrado en el año 2004 se estimó una población mundial máxima de 8500 parejas (500
en Europa y 8.000 en Asia). La península Ibérica y los Balcanes en Europa, y China y
Mongolia en Asia albergan las principales poblaciones.

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La mayor parte de la población europea vive en España, donde su área de nidificación se
encuentra limitada al cuadrante suroeste de la Península y al norte de la isla de Mallorca.
En 2006, cuando se realizó el último censo nacional, la población española se componía
de 35 colonias y 5 parejas aisladas que sumaban entre 1.845 y 2.440 parejas
reproductoras. Sus colonias se localizan en la sierra de Guadarrama, sierras del norte de
Cáceres, sierras de Monfragüe y sierra de San Pedro, Montes de Toledo, sierras de
Canalizos y Alcudia, Sierra Norte de Sevilla, Hornachuelos, Andújar y Sierra Pelada y
por último, en Baleares, en la sierra de Tramuntana. Sin embargo, el área que ocupan sus
colonias es más bien pequeña, de unos 3.500 km2.

Cría asociado a distintas formaciones montañosas de seis comunidades autónomas:

- Extremadura

- Castilla la Mancha

- Castilla y León

- Andalucía

- Madrid

- Islas Baleares

- En Extremadura, la región que más concierne a éste estudio, de distribuyen en


varios núcleos:

Históricamente la especie suele criar en 10 colonias: la Sierra de Gata, Las Hurdes,


Granadilla, Valle del Alagón, Monfragüe, Los Ibores-Villuercas, Tajo Internacional,
Sierra de San Pedro, Cíjara y La Siberia. Una segunda revisión más objetiva de éstas
agrupaciones basándonos en el uso de sistemas de información geográfica y en las
coordenadas de los nidos redefine el número de colonias en 7: Gata - Hurdes, Granadilla,
Monfragüe, Ibores, Río Tajo, San Pedro y Cíjara. A éstas se le une la nidificación
intermitente e irregular en La Siberia o el Valle del Río Alagón. La mayor parte de la
población de concentra en dos regiones: más del 75% de la población regional se
encuentra en la Sierra de San Pedro y en el Parque Natural de Monfragüe.

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(Fuente: SEOBirdlife España)

El buitre negro prospecta diferentes regiones del cuadrante suroccidental de la península,


dependiendo de la disponibilidad de cadáveres de ungulados domésticos y silvestres, y de
conejos. Por esto, es relativamente frecuente encontrarlos a veces fuera de sus
distribuciones habituales.

1.7.- Amenazas

Las amenazas que ponen en riesgo la continuidad de las poblaciones de buitre se pueden
agrupar en cuatro grandes bloques:

i- Envenenamiento y contaminación

Aunque el uso de cebos envenenados para el control de depredadores es una práctica


prohibida en España, lo cierto es que se sigue llevando a cabo, y constituye la principal
causa de muerte no natural entre los individuos de ésta especie (no olvidemos que fue una
práctica permitida por la ley de Caza de 1879 y que hasta 1983 ha sido legal). La ingestión
por parte de nuestros buitres de éstos cebos asegura su muerte, o su supervivencia en
condiciones dramáticas, dejando a los individuos con disfunciones orgánicas muy
severas. En la última década han muerto por esta causa 223 buitres negros*, y teniendo

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en cuenta la escasa detectabilidad de individuos envenenados, podemos inferir que la cifra
es mucho mayor.

Los meses en los que más muertes se observan son generalmente de febrero a junio,
(temporadas en las que las vedas suelen estar cerradas) teniendo una importante
repercusión en la población reproductora y afectando negativamente al éxito reproductor
de la población.

Los venenos se suelen colocar en trozos de carne, cadáveres de animales, o incluso


inoculados en huevos. También pueden adherirse a pollos u otras presas vivos.

Como podemos ver en éste gráfico, los venenos afectan enormemente al grupo de las
rapaces, al que pertenece nuestra especie: (datos de los últimos 7 años)

Los principales venenos empleados son:

Estricnina: Es una sustancia alcaloide, altamente tóxico, que puede causar efectos en el
sistema nervioso central originando convulsiones, contracciones musculares y fallo
respiratorio. Debido a su peligroso manejo, hoy en día se ha visto reducido su uso.

Carbamatos: Son inhibidores de la colinesterasa. Se encuentran en insecticidas agrícolas.


Su comercialización está restringida pero aún así se encuentran en muchos cebos. Los
principales compuestos utilizados son el Aldicarb y el Carbofurano: éste segundo tiene
un efecto más lento, permitiendo que el animal se desplace antes del fallecimiento, lo que

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dificulta la localización del cebo envenenado y favorece las estrategias de evasión de
responsabilidades.

Cumarinas: Usados sobre todo en la fabricación de rodenticidas. Inhiben la síntesis


hepática de los factores de coagulación dependientes de la vitamina K, provocando una
hemorragia interna masiva.

En muchas ocasiones, los cebos se envenenan con más de un tóxico, lo que dificulta el
análisis y el posible tratamiento en el caso de que el animal llegue con vida a un centro
de recuperación.

Por otro lado, la contaminación derivada de uso de biocidas en agricultura y ganadería


intensiva derivan en fallos reproductivos graves.

ii.- Reducción de la disponibilidad de alimento:

Tras la incidencia de casos de encefalopatías espongiformes bovinas (conocidas como


<<vacas locas>>) se produjo una reestructuración de la regulación legal en materia de
recogida y eliminación de restos de ganado que se traduce en una disminución de lugares
destinados a la alimentación de aves carroñeras. Las administraciones autonómicas deben
ejecutar planes para la rehabilitación de muladares en las áreas que más lo necesiten.

La disponibilidad de alimento también se ve reducida por la merma en las poblaciones de


conejo causada por las enfermedades hemorrágico-vírica y mixomatosis.

iii.- Molestias por actividades humanas en las zonas de cría:

Dentro de éste apartado, podemos considerar algunas molestias “no intencionadas”, como
puede ser el tránsito de personas por senderismo, la apertura de pistas, el descorche, el
repaso de cortafuegos, etc y otras intencionadas o directas, como la caza insostenible o
ilegal. Aquí podemos mencionar también la destrucción o pérdida de hábitat, que, aunque
no es la principal causa de muerte entre los buitres negros, es la amenaza que afecta a un
mayor número de taxones (90).

iv.- Otros factores de amenaza:

Principalmente electrocución y colisiones. Cuando las infraestructuras se encuentran


cerca de áreas de alimentación o zonas de cría, los riesgos se multiplican.

A continuación se muestra un mapa de la zona de interés en la que podemos ver, en rojo

, aquellos puntos en los que se han localizado tres animales electrocutados o más,

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o bien se han encontrado cadáveres de especies muy sensibles, y en amarillo aquellos
puntos en los que se han encontrado animales colisionados o electrocutados.

1.8.- Situación legal y estado de conservación


El estado de conservación actual del buitre negro (Aegypius monachus) es el siguiente*:

UICN En peligro crítico de extinción

Directiva 2009/147/CE Anexo I

UICN España En peligro de extinción

LESPRE SI

Catálogo Nacional de Especies En peligro de extinción


Amenazadas (R.D. 139/2011)

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En cuanto a la normativa que protege al buitre negro, encontramos:
- Convenio de Berna, relativo a la
Convenios internacionales Conservación de la Vida Silvestre
y del Medio Natural en Europa
(anexo II)

- Directiva 2009/147/CE (Directiva


Legislación europea “Aves”) que establece un régimen
general para la protección de todas
las especies de aves que viven de
forma natural en estado salvaje en
el territorio de la UE.
- Directiva 92/43/CEE (Directiva
Hábitats), que tiene como objeto
contribuir o garantizar la
biodiversidad mediante la
conservación de los hábitats
naturales y de la fauna y flora
silvestres en el territorio europeo
de los Estados miembros al que se
aplica el Tratado.
- Plan de Acción para la
conservación del buitre negro
Aegypius monachus en Europa.
Decisión 322/2003/CE, de 12 de
mayo, y su modificación en la
Decisión 830/2005/ CE, de 25 de
noviembre, sobre la aplicación de
las disposiciones del Reglamento
CE 1774/2002 del Parlamento
Europeo y del Consejo relativas a
la alimentación de las especies de
aves necrófagas con materiales de
la categoría 1
- Directiva 91/414/CEE, de 15 de
julio 1991, relativa a la
comercialización de productos
fitosanitarios

- Constitución española, por la que


Legislación española se establece la obligatoriedad de
conservar de un medio ambiente
adecuado, incluyéndose aquí los
hábitats de especies salvajes.
- Ley Orgánica 1/2015, que
modifica la Ley Orgánica 10/1995
del Código Penal, por la que se
contemplan agresiones a flora y
fauna (prohibición de cazar

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especies amenazadas, prohibición
de usos de venenos, etc).
- Ley 4/89 (derogada) de
Consevación de los Espacios
Naturales y de la Flora y Fauna
Silvestres, que en su título IV
establece las medidas necesarias
para garantizar la conservación de
las especies silvestres con
especial atención a las autóctonas,
creando el Catálogo Nacional de
Especies Amenazadas.
- Ley 42/2007 de Patrimonio
Natural y Biodiversidad (PNBD),
que deroga y sustituye a la Ley
4/89, que establece no solo la
creación de áreas protegidas, sino
también la catalogación de
especies mediante, por ejemplo, el
Listado de Especies Silvestres en
Regimen de Protección Especial
(LESPRE), materializándose en él
el Catálogo Español de Especies
Amenazadas (CEEA).
- Real Decreto 139/2011, que
desarrolla el LESPRE y el CEEA.
- Real Decreto 1274/2011 por el
que se aprueba el Plan Estratégico
del PNBD.
- Real Decreto 556/2011 por el que
se desarrolla en Inventario
Español del Patrimonio Natural y
la Biodiversidad.
- Real Decreto 664/2007, de 25 de
mayo, por el que se regula la
alimentación de aves rapaces
necrófagas con subproductos
animales no destinados a
consumo humano
- Real Decreto 2163/1994, de 4 de
noviembre por el que se implanta
el sistema armonizado
comunitario de autorización para
comercializar y utilizar productos
fitosanitarios (por sustancias
tóxicas usadas en los
envenenamientos)
- – Reglamento 1698/2005, de 20
de septiembre, relativo a la ayuda
al desarrollo rural a través del

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Fondo Europeo Agrícola de
Desarrollo Rural.
- Real Decreto 430/1990 de 30 de
marzo por el que se regula el
Catálogo Nacional de Especies
Amenazadas.

Legislación extremeña: - Orden de 25 de mayo de 2015 por


la que se aprueba el Plan de
Conservación del hábitat del
Buitre Negro.
- Orden de 13 de abril de 2016 por
la que se modifica la orden de 25
de mayo de 2015.
- Decreto 37/2001 del 6 de marzo
por el que se regula el Catálogo
Regional de Especies Amenazadas
de Extremadura.

No hay en la legislación extremeña ninguna disposición que regule los tendidos eléctricos
que ocasionan colisiones y electrocuciones, como sí la hay en la legislación andaluza o
castellano-manchega.

1.9.- Sensibilidad social respecto a la especie


En el caso del buitre negro, según las encuestas realizadas a personas de diferentes franjas
de edad y pertenecientes a diferentes poblaciones (rurales y urbanas con mayor o menor
grado de implicación en ganadería), podemos observar que en torno a un 85% se muestra
a favor de la implantación del plan de recuperación de la especie, mostrándose reticentes
a ello un pequeño sector, especialmente de mayores de 60 años de poblaciones rurales.
Cabe destacar que dentro de ésta cohorte, la mayoría se muestra abierta al plan de
recuperación, y cree en la posible coexistencia exitosa entre la especie y la ganadería y
agricultura tradicionales que se llevan a cabo en las zonas cercanas a los hábitats de la
especie.

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2.- EVALUACIÓN DE LA SITUACIÓN
La situación actual del buitre negro se puede valorar desde tres puntos de vista:
Por un lado, hay que analizar el nivel de conocimiento que se tiene sobre él. Gracias a los
numerosos censos y estudios sobre ésta especie, y que aún hoy tienen continuidad gracias
a grupos como SEO-Birdlife y diferentes asociaciones (tanto universitarias como no
universitarias) como la Asociación Extremeña de Zoología, la Asociación de Amigos del
Buitre Negro o el Grupo de Observación Monachus, la cantidad de datos referentes a la
biología de ésta especie son suficientes para considerar que conocemos bien al objeto de
nuestro Plan.
Hay que analizar también el estado presente y futuro: como hemos visto, en cuanto al
estado presente, la situación es algo desalentadora: ha pasado de vulnerable en
crecimiento a estar en peligro de extinción: de las casi 800 parejas reproductoras nos
hemos quedado en poco más de 300 en un lapso de 14 años, suponiendo un decrecimiento
ya difícilmente reversible sin la intervención humana. Si el plan da sus frutos, podremos
ver un freno en el decrecimiento del número de parejas en los próximos 5 años, y una
estabilización y ligera crecida con tendencia a mantenerse en los siguientes 10 años. Por
tanto, no será hasta entonces cuando sepamos si el Plan ha conseguido revertir de forma
duradera la situación o no.
También es importante conocer la actitud social con respecto a la recuperación de éste
ave. En general, la población se muestra abierta al Plan, con pequeños grupos de
resistencia que aún tienen asociada a las necrófagas y a otros animales (como el zorro o
el lobo) la concepción anticuada de “alimaña”. En éstos grupos se debe realizar una
educación suficiente, pero será en la población más joven (niños, estudiantes, jóvenes
adultos y adultos) en los que se van a invertir los mayores esfuerzos educacionales, ya
que, si bien hemos comentado que en general la población se muestra receptiva a la
recuperación de la especie, no debemos olvidar que la opinión pública con respecto a casi
cualquier tema está muy sujeta a variaciones.

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3.- PLAN DE ACTUACIONES

3.1.- Finalidad
La finalidad es la recuperación del buitre negro, Aegypius monachus, y el
restablecimiento en un nivel poblacional y de distribución que garantice su continuidad
sin la necesidad de actuaciones sobre la especie o sobre el hábitat.
Ésta recuperación se llevará a cabo a través de acciones promovidas e impulsadas por el
Plan de recuperación que buscarán eliminar en lo posible las amenazas que han llevado
al buitre negro a la grave situación en la que se encuentra actualmente.

3.2.- Ámbito de actuación


El ámbito de actuación se limitará a la comunidad autónoma de Extremadura, donde se
intentarán restablecer las poblaciones en su distribución original. El área de actuación no
podrá dejar fuera ninguna de las 7 áreas históricas de cría: Gata-Hurdes, Granadilla,
Monfragüe, Ibores, Rio Tajo, San Pedro y Cíjara.

3.3.- Objetivos generales


El objetivo fundamental de éste plan es actuar para revertir el estado de amenaza en el
que se encuentra ésta especie. Se buscará mantener la distribución como mínimo en las
colonias históricas, recuperando el estado poblacional viable de todas ellas. Se realizarán
acciones necesarias para favorecer el crecimiento poblacional y para proteger al máximo
posible las poblaciones remanentes y sus individuos. El objetivo general principal será
llegar a un estado de conservación favorable que permita el desarrollo de la especie sin
necesitar de ninguna acción humana.

3.4.- Objetivos específicos


- Mantener la calidad de los hábitats del buitre negro, evitando determinados usos del
suelo incompatibles con la viabilidad de la especie.
- Profundizar en los conocimientos sobre la especie.
- Reducir al mínimo las muertes por electrocución y colisiones.
- Garantizar la correcta alimentación de los individuos.
- Erradicar el uso de venenos y otros tóxicos en los campos extremeños.
- Eliminar los casos de muertes, accidentales o no, por disparos.
- Elevar al máximo posible la supervivencia de los pollos así como de los individuos
inmaduros y los adultos.
- Realizar tareas de divulgación y sensibilización sobre la especie y su conservación a
distintos niveles.

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- Crear un sistema de compensaciones por posibles daños ocasionados a ganadería por
parte de buitres negros.
- Incentivar a propiedades privadas que hayan sido elegidas por individuos de ésta especie
para el establecimiento de su nido.
- Llevar a cabo programas de cría en cautividad y traslocaciones que sirvan de soporte a
las poblaciones originales.

3.5.- Actuaciones
Los objetivos específicos citados anteriormente se podrán materializar siguiendo una
serie de actuaciones sobre el hábitat, sobre la especie y sobre la población.
a) Medidas in situ
 Sobre el hábitat:
♦Mantener la calidad de los hábitats del buitre negro, evitando determinados usos del
suelo incompatibles con la viabilidad de la especie.
Sabemos que los buitres negros prefieren hábitats forestales con poca o ninguna
incidencia de agricultura, por lo tanto, es prioritario que no se produzca un cambio en los
usos del suelo en las zonas seleccionadas para restablecer las colonias.
Se restaurarán aquellas áreas en las que potencialmente criarán los buitres y que hayan
sido alteradas después del año 2001.
Se deberán promover actuaciones concretas de manejo y conservación del hábitat tanto
en el área de distribución actual como potencial (por ejemplo, la conservación del
matorral). Sabemos que los buitres negros tienen querencia por las zonas boscosas con
cierta pendiente, por lo tanto estas zonas serán consideradas de especial interés.
Se priorizará la regeneración de las áreas que lo requieran con especies autóctonas,
especialmente alcornoques, encinas y otras por las que la especie muestre predilección.
♦Establecer una figura de protección que garantice la conservación de la especie.
♦Realizar estudios de viabilidad de infraestructuras de tipo eléctrico y otras que ocasionan
colisiones y electrocuciones, y tomar las medidas pertinentes en base a los resultados de
éstos estudios. Será importante realizar también prospecciones continuadas a las torres
cuyo diseño entraña más riesgo de electrocución para comprobar que no hay ningún
animal electrocutado.
Según el Diario Oficial de Extremadura, con carácter general, no se pueden instalar líneas
eléctricas aéreas de más de 1000 voltios a menos de 500 metros de un nido de buitre
negro, bien activo en la temporada corriente o en las dos últimas temporadas
reproductoras. Por tanto será imprescindible vigilar que las líneas se ciñen a ésta premisa.
En éste punto es importante el papel de los grupos de presión, ya que la adecuación de las
infraestructuras debe llevarse a cabo por parte de las compañías eléctricas, que
generalmente suelen actuar de forma insuficiente. Éstos grupos de presión son
constituidos sencillamente por ciudadanos sensibilizados con el problema, por tanto uno
de los frentes de actuación de la sensibilización será precisamente éste.

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♦Coordinar una red suficiente de abastecimiento de alimento para garantizar la correcta
alimentación de los individuos y la creación de muladares regulados y controlados
sanitariamente.
También es importante observar de cerca las poblaciones de conejos, ya que éste animal
es muy importante en la alimentación del buitre negro.
En caso de que sea necesario, se estudiará la posibilidad de alimentaciones
complementarias en momentos puntuales, o en colonias con algún problema en la
obtención de alimento.
♦Crear un organismo que se encargue de la vigilancia, localización, estudio y destrucción
de los venenos, que esté coordinada con los agentes de la autoridad pertinentes que hagan
viable la aplicación de un aparato sancionador coherente e inflexible.
Será de gran utilidad la aplicación del programa Antídoto, surgido en 1997, con carácter
multidisciplinar, que constituye una herramienta contra el uso del veneno gracias a la
coordinación, difusión, denuncia y seguimiento de casos. Actúa complementando el
proyecto LIFE+ VeneNO.
En las áreas de nidificación de la especie estará terminantemente prohibido el uso de
rodenticidas.

♦Vigilar, especialmente en cotos de caza, que no se produzcan disparos sobre ninguna


especie no autorizada, especialmente sobre ningún individuo de buitre negro. La muerte
de un buitre negro está considerada como infracción muy grave por la Ley 8/1998 y está
tipificada como delito en el Código Penal, por lo tanto debe hacerse uso del régimen
sancionador pertinente.

En los casos de uso de venenos, disparos y captura o muerte intencionada de un individuo


de esta especie por algún otro método, el órgano sancionador debe actuar de forma
contundente. También deberá hacerlo con respecto a las compañías eléctricas que, una
vez transcurrido el plazo previsto para reacondicionar sus infraestructuras, no hayan
puesto soluciones.
 Sobre la especie:
♦Censos. Será conveniente realizar censos anuales en el mes de febrero-marzo, cuando
las parejas reproductoras se hallan la mayor parte del tiempo en el nido.
♦Seguimiento e investigación, mediante programas de anillamiento científico,
radioseguimiento, seguimiento con GPS, etc.
♦Vigilancia para intentar incrementar la supervivencia de los individuos: cerrar al paso
las zonas cercanas a los nidos (las perturbaciones humanas están asociadas al fracaso
reproductor) y limitar las actividades en el área. Videovigilancia de una muestra
representativa de nidos. Esta videovigilancia puede tener dos utilidades: por un lado,
vigilar la correcta evolución de los individuos y comprobar que no se producen disturbios
de ningún tipo (y poder actuar rápidamente cuando estos disturbios se produzcan), y por
otro lado, puede ser empleada en tareas de sensibilización.

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b) Medidas ex situ
Llevar a cabo programas de cría en cautividad y traslocaciones que sirvan de soporte a
las poblaciones originales. Se intentará que éstos programas sirvan solo de apoyo puntual,
por el elevado coste que suponen. No obstante, teniendo en cuenta el número de parejas
reproductoras actuales y los niveles óptimos en los que la especie pueda sobrevivir de
forma autónoma, se prevé necesaria la utilización de cría en cautividad entre los años 4 y
10 del proyecto. Las traslocaciones se realizarán en el caso hipotético de necesitar un
refuerzo extra.
Para los programas de cría en cautividad serán empleados como progenitores aquellos
individuos accidentados que sean irrecuperables y por tanto que no se puedan devolver a
la libertad. Éstos centros de cría tendrán la doble tarea de ser fuente de individuos con los
que repoblar las colonias más debilitadas y ser centros de educación ambiental.

c) Sensibilización, educación y otras


♦Se llevarán a cabo cursos de formación entre los Agentes Medioambientales, agentes
del SEPRONA y otros relacionados.
♦La universidad de Extremadura ofertará cursos de formación a los alumnos de ciencias
biológicas y ciencias medioambientales, con el fin de contar con un alumnado formado
que pueda entrar en las líneas de investigación relacionadas.
♦Se realizarán campañas “Antiveneno” en los meses de noviembre y diciembre, antes de
que comience el ciclo reproductor y antes de que comience la época de mayor incidencia
de muertes por envenenamiento.
Será necesaria la elaboración de una base de datos que recopile toda la información
disponible sobre los venenos y su utilización, y se establecerán programas de vigilancia
e inspección de áreas en las que se sospeche del uso de éstas prácticas ilegales.

♦Realizar tareas de divulgación y sensibilización sobre la especie y su conservación a


distintos niveles.
En los colegios será interesante establecer varias tandas de actividades coincidiendo con
fechas clave en el ciclo reproductor del buitre negro. Se asignarán educadores ambientales
que realicen el seguimiento de un grupo de alumnos fijo: de ésta manera será el propio
educador o educadora quien, basándose en unas pautas y directrices iniciales, pueda
amoldar el programa a los alumnos. Se favorecerá de ésta forma el conocimiento del
alumnado por parte del educador/a, lo que se traducirá en un aumento de la calidad y
cantidad de la información asimilada por parte de los estudiantes. También los alumnos
establecerán un trato más cercano con el educador si es siempre el mismo, favoreciendo
la comprensión y la interacción positiva.

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Un posible calendario de actividades sería el siguiente:
Charla-presentación del buitre negro en
Septiembre (coincidiendo con el colegios e institutos, donde se hará una
comienzo del curso) introducción a la biología de la especie y
un repaso a la importancia de las
necrófagas en los ecosistemas. Se buscará
que el alumnado establezca una conexión
emocional con la especie: éstos lazos
serán de vital importancia para el éxito del
programa de sensibilización, por lo tanto
es necesario un estudio previo del
alumnado (especialmente por edades).

Visita al centro de cría en cautividad. Si el


Enero número y el estado de los pollos lo
permite, se realizarán “apadrinamientos”
de pollos por parte de las diferentes clases:
con ello aseguraremos el seguimiento de
los individuos por parte de los alumnos,
más allá del curso lectivo.

Jornadas de sensibilización con respecto a


Marzo las amenazas que sufren los buitres
negros, y establecimiento de pequeños
grupos de trabajo que propongan
soluciones a la situación.

Salida al campo para observación de fauna


Junio y explicación in situ de las características
de la biología y ecología de los buitres
negros. Es probable que no se observe
ningún buitre, pero será importante que
los alumnos se familiaricen con el hábitat
de éste.

Con éste ciclo habremos conseguido que el alumno se familiarice con la especie, que
establezca vínculos, que conozca su hábitat (esto será importante en el futuro para que
reconozcan fácilmente un hábitat alterado), que sea consciente de las amenazas que están
llevando a la especie a la extinción y que se sienta partícipe de las medidas adoptadas
para revertir la situación.
También es importante llevar la sensibilización a otras franjas de la población:
universitarios, jóvenes adultos y adultos, cada uno con su método apropiado para
conseguir la familiarización y la vinculación con la especie.
♦Será importante incluir a los medios de comunicación en la agenda del Plan para que
éstos lleven a cabo una labor de difusión. Habrá que asegurarse en todo momento que esa
difusión es veraz.

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♦Se fomentará el turismo ornitológico de observación y de fotografía de naturaleza. Este
tipo de turismo beneficiará al sector de la hostelería por el tipo de perfil de turista que
acudirá a la zona.
♦Crear un sistema de compensaciones por posibles daños ocasionados a ganadería por
parte de buitres negros. Este sistema deberá contar con una red eficiente de peritaje para
determinar que las causas de los daños han sido provocadas en efecto por individuos de
ésta especie. Generalmente el buitre negro no ataca al ganado: ésta medida tiene como fin
apaciguar a los sectores que, erróneamente informados, creen que el restablecimiento de
la especie conllevará daños a sus animales domésticos. Será necesario, como se ha
comentado, que el personal encargado del peritaje esté altamente cualificado para evitar
que se extiendan los casos de falsos ataques.
♦Incentivar a propiedades privadas que hayan sido elegidas por individuos de ésta especie
para el establecimiento de su nido. Se les entregará un premio simbólico a aquellos
propietarios de fincas en las que los buitres se hayan asentado y que hayan permitido la
nidificación.
Se estudiará aparte si es conveniente aportar también alguna dotación económica.
♦Podrán ser necesarias otras actuaciones complementarias, como por ejemplo, estudios
sobre otras especies que interactúan con el buitre negro, especialmente el conejo
(Oryctolagus cuniculus), o el buitre leonado (Gyps fulvus) que en ocasiones se ha visto
que usurpa el nido de buitres negros (ésta interacción es muy anecdótica pero en las
primeras etapas del plan será necesario contemplar todas las variables que intervienen en
la viabilidad de la especie).

4.- ORGANISMOS IMPLICADOS


Para que el plan de recuperación del buitre negro llegue a buen puerto será necesaria la
colaboración de diferentes organismos:
- Consejería para la Transición Ecológica y Sostenibilidad de la Junta de
Extremadura
- Consejería de Agricultura, Desarrollo Rural, Población y Territorio
- Universidad de Extremadura
- Diferentes organismos y organizaciones asociados: Instituto Extremeño de
Conservación, Instituto Extremeño de Estudios Ecológicos, SEPRONA, CSIC y
distintas entidades privadas.

La financiación correrá a cargo de los organismos responsables de la ejecución del plan,


por medio de presupuestos aprobados destinados a tal fin.

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5.- SEGUIMIENTO Y REVISIÓN DEL PLAN
Éste plan se divide en tres etapas principales:
Una etapa de “control”: en ésta etapa se pretende frenar la tendencia decreciente de la
población de buitre negro, sin incrementarla. Las primeras medidas en ser adoptadas con
carácter urgente serán las actuaciones de control y vigilancia de los nidos y las referentes
a la alimentación. Con carácter también urgente y comenzando su aplicación de forma
inmediatamente posterior a las anteriores, se adoptarán las medidas de vigilancia de
venenos, vigilancia en los cotos de caza, vigilancia de infraestructuras eléctricas, y se
comenzará a organizar las medidas de sensibilización y de cría en cautividad.

Una etapa de “preparación para la recuperación”: aproximadamente entre 1 y 1,5 años


después del comienzo de la ejecución del Plan. En ésta etapa deberán estar en marcha la
práctica totalidad de las actuaciones, especialmente las que se comenzaron a organizar en
la etapa de control: sensibilización y cría en cautividad, sin desatender a las actuaciones
con las que comenzó el plan: vigilancia y alimentación. Es el momento en el que se
realizará una primera evaluación, disponiendo de cierto margen para la variación en
alguna de las estrategias si la situación lo precisara.

La tercera y última etapa será la etapa de “recuperación”: en ésta etapa, que es la más
larga del plan, se pretenderá llevar a la especie a una situación de conservación favorable.
El decrecimiento ya estará frenado, y ahora se intentará incrementar el número de parejas
reproductoras. Comenzará aproximadamente de 3 a 4 años después del arranque del Plan
y se alargará hasta que se den por cerradas al menos tres generaciones de buitres negros,
es decir, unos 10 o 12 años.
Salvo la primera evaluación, que tendrá lugar al concluir el primer año del Plan de
recuperación, el resto de evaluaciones se realizarán cada tres años.

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DISCUSION Y CONCLUSIONES
Actualmente estamos frente a un panorama de retroceso en materia de conservación. Los
esfuerzos de sensibilización y educación ambiental realizados desde la década de los 80
dieron sus frutos, pero se está comenzando a retroceder. No hay que restar importancia a
los últimos acontecimientos y virajes en el panorama político español, especialmente en
las zonas cercanas a Extremadura, como Andalucía, en la que están ganando terreno los
discursos anticonservacionistas que ven en algunos sectores, como el sector de la caza y
algunas fracciones del sector de la ganadería, fuertes aliados.
Los motivos de amenaza del buitre negro actualmente no han llevado a la especie al borde
de la extinción, pero es fácil imaginarnos un escenario en el que esto ocurra: cada año
ocurren más incendios forestales, la mayor parte de ellos intencionados, que se traducen
en pérdida y fragmentación del hábitat, y se siguen empleando técnicas ilegales de control
de depredadores, con venenos y otros métodos prohibidos. Por ello es importante que las
medidas que se tomen no sean orientadoras, sino exigentes.
La población actual de buitre negro está fuera de peligro, pero las variables que pueden
empeorar su situación no han sido en absoluto erradicadas. Actualmente, una serie de
medidas de fácil aplicación serían suficientes para mantener la población en niveles
aceptables. Sin embargo, si las amenazas siguen adelante, en un lapso relativamente corto
habrá que adoptar medidas mucho más costosas y difíciles de llevar a cabo.
Sería interesante mostrar a los organismos competentes el gasto potencial que supone no
adoptar ahora medidas sencillas que lleven al equilibrio de ésta y de otras especies.
Por otro lado, tanto en la elaboración de éste plan como en la lectura de otros planes de
recuperación, se ha podido observar que las medidas técnicas (censos, vigilancia, cría en
cautividad…) no alcanzan su potencial cometido sin un gran ejercicio de educación y
sensibilización que las respalde (no sólo en la población más joven, que es en la que se
suele hacer hincapié, sino también en la población adulta, que aún conserva la capacidad
de obtener nuevos aprendizajes y cambiar en la medida de lo posible sus marcos mentales.
Esto nos debe llevar a la reflexión de que se debe invertir esfuerzos en realizar tareas de
sensibilización y educación no sólo en el caso que nos ocupa, sino en todas las áreas
medioambientales en las que se está trabajando) y sin un régimen sancionador implacable
que castigue tanto a personas individuales como a las empresas y compañías que infringen
la ley, que no son pocas.

24
BIBLIOGRAFIA
http://ec.europa.eu/environment/nature/directive/birdactionplan/aegypiusmo
nachus.htm

http://www.cbd-habitat.com/contenidos/lifeaves/ directiva_aves.pdf

http://ec.europa.eu/environment/nature/nature_conservation/eu_nature_legislation/
habitats_directive/index_en.htm

http://ec.europa.eu/enviroment/nature/directive/birdactionplan/aegypiusmonachus.
htm

(FEADER, http://europa. eu/scadplus/leg/es/lvb/l60032.htm)

(http://www.cbd-habitat.com/contenidos/lifeaves/6881_LEY_4_89.pdf)

(http://aym.juntaex.es/NR/rdonlyres/6B987DD5-0751-4B9B-B46C-
D607D7187D75/0/Ley8_ 1998.pdf)

(http://www.boe.es/g/es/bases_datos/doc.php?coleccion=i berlex&id=1990/08432)

http://aym.juntaex.es/medioambiente/conservacion/especiesamenazadas/

http://extremambiente.juntaex.es/files/biblioteca_digital/CAT_FAUNA%20II_AVES_pe
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http://www.sostendidos.com/

https://www.venenono.org/?page_id=20

http://www.juntaex.es/web/

www.doe.gobex.es

http://conservacionbuitrenegro.blogspot.com/

https://www.iucn.org

www.iucnredlist.org

www.vertebradosibericos.org

www.grefa.org

www.seobirdlife.org

25
Manual de gestión de hábitat y de poblaciones del buitre negro en España
(Moreno-Opo, R., Guil, F.)
B.O.E. RD 139/2011
Manual asignatura Gestión y Conservación Flora y Fauna. (Escaso, F. y Ortega)
Guidelines for reintroductions and other conservation translocations (IUCN)

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*DATOS MODIFICADOS:
* Sinopsis histórica: el dato real es que en la actualidad esta ave carroñera cuenta con
2068 parejas que suponen el 96% de la población europea.
* En cuanto a los casos de envenenamiento en la última década, la cifra ha sido de 638
buitres negros, pero la hemos modificado para adaptarla a la densidad poblacional ficticia
con la que estamos trabajando.
* El estado de conservación real del buitre negro es el siguiente:

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