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Universidad Santa María

Escuela de Ciencias Jurídicas


Facultad de Derecho
Barinas Edo. Barinas

LOS TRES ELEMENTOS DEL CAPUT

Integrantes:
Guzmán P. Selena I
Asignatura: Romano I

Barinas, Enero 2020

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Índice
Pág.

Índice………………………………………………………………………………………..02
Introducción……………………………………………………………………………...…03
1.- Defina Caput según Derecho Romano…………………………………………………..04
2.- Explique los tres estatus del Caput……………………………………………………...04
3.- Defina: Estado, Municipio, Corporaciones y Fundaciones según el Derecho Romano y
mencione el objeto de su creación…………………………………………………………..05
4.- Que es Herencia Yacente y cuál es su lapso de prescripción y forma de repudiación…..06
5.- Determine el significado de los siguientes términos: a.- Pàter Familia, Capitis Diminutus,
Sui Juris, Alieni Juris, Manumisión, Ingenuo………………………………………………10
6.- Qué significado tiene la Esclavitud en el Derecho Romano y cuál fue su origen………15
7.- De acuerdo con las épocas en el Derecho Romano se establecieron diversas causas de
Esclavitud posteriores al nacimiento. Mencione y explique cual fueron esas causas……….16
8.- Comente las condiciones jurídicas del Esclavo………………………………………….19
9.- Explique las facultades concedidas al Esclavo en la época clásica y las formas de extinción
de la Esclavitud……………………………………………………………………………..20
Conclusión……………………………………………………………………………….….21
Bibliografia…………………………………………………………………………………22

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Introducción

El Derecho Romano es la fuente principal del derecho, en sus tratados, leyes y normas
jurídicas establecidas por los diferentes doctos en el tema, así como también de los
jurisconsultos que permitieron la expansión de sus conocimientos de la Roma antigua hacia
otras partes del mundo, quedando registrada una de las obras más importantes del Imperio
Romano como la obra del Emperador Justiniano el Grande, quien se esforzó durante su
periodo de gobierno por las mejoras del sistema jurídico de su imperio.
A través de las diferentes épocas que han transcurrido desde entonces, el Derecho
Romano pasa a ser el modelo a seguir o el patrón necesario para ser incluido en las
necesidades de las naciones, de ahí que; se puede apreciar en la Revolución Francesa, como
era necesario el establecimiento de las leyes del estado que favorecieran tanto a los ciudadanos
comunes como al Estado.
Sin pasar desapercibido, el Derecho Venezolano no es tan similar al de la época
imperial romana, posee características y adaptaciones que han sido necesarias para quedar
asentadas de acuerdo a las necesidades de todos los venezolanos; de ahí que, el Derecho
Romano va a ser siempre objeto de consulta y un instrumento que permita el mejor equilibrio
de las leyes y normas jurídicas de los Estados.
En tal sentido, la presente investigación plantea los aspectos más resaltantes referidos
a los tres status del Caput, mencionando sus acepciones más importantes en la literatura del
Derecho Romano, así como lo referido a la esclavitud, causas y efectos en su desarrollo, temas
que aun para el presente siglo forman las Leyes Venezolanas en su conjunto y que serán
desglosadas para mayor entendimiento.
En cada uno de los apartados se establecen comparaciones respecto a la legislación
vigente en Venezuela, como aspecto relevante para profundizar en el aprendizaje.

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Caput en Derecho Romano
Según la Enciclopedia jurídica en derecho romano, significa cabeza y concretamente
individuo, ser humano; en el siglo VI d.C. en tiempos del Emperador Justiniano el término
caput se aproxima a lo que en la actualidad entendemos como capacidad jurídica.
El término aludía a la capacidad de derecho o de estado de un ciudadano romano, la
que podía encontrarse disminuida con ocasión de una capitis diminutio máxima, media o
mínima, según el caso; así por ejemplo el esclavo que era un capitis minutus maior no era
cabeza de derecho: servus nullus jus caput habet.
Así mismo, en el Diccionario Jurídico de Derecho Romano, expresa que es el “estado
civil de la persona libre, del ciudadano y “sui iuris” esto es, el que tenía la plena capacidad
jurídica para ejercer los derechos y contraer las obligaciones. El status ha sido definido como
el «estado o situación jurídica en que puede encontrarse el ser humano con repercusión
inmediata en su capacidad jurídica, por gozar sólo de ésta los que disfruten de los tres status.
Libertatis, Civitatis y Familiae integradores de la personalidad o caput».
Los tres estatus del Caput
Status Libertatis. Ser libre y no esclavo. Es un estado reconocido por el derecho que
permite disponer libremente de la propia persona y de los actos propios; el “Status Libertatis”
se adquiere por el nacimiento “jus samnguinis“, el hijo de un ingenuo o de un liberto, nace
ingenuo, nace libre, también se adquiere por la manumisión cuando esta manumisión concede
tal prerrogativa.
Status Civitatis. Ser ciudadano romano y no latino o peregrino, muy importante, ya
que quien lo posee tiene ventajas desde el punto de vista del derecho público y desde el punto
de vista del derecho privado.
Status Familiae. Derecho que corresponde y todo varón tiene dentro de su familia,
carecen de él, los esclavos y los “alieni juris” que están sometidos al poder de un Pater quien
se denomina “sui juris“.

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Los que reunían estos tres elementos tenían plena capacidad jurídica, sin embargo, de
hecho podía no tener ejercicio pleno de sus derechos en razón de su edad, sexo, o alteración
de sus facultades mentales.
Estado
Colectividad política formada por el conjunto de ciudadanos y que requiere
representantes necesarios; el “fiscos” o tesorero imperial y el “aerarium” o tesoro público
forman el ente jurídico; el Estado no tuvo en el antiguo derecho romano caracteres similares
o análogos a los de la personalidad jurídica del Derecho Privado, no actuaba en las relaciones
jurídicas igual a los individuos, pues aun cuando contrataba y adquiría por legado, herencia o
donación, lo hacía como poder “imperium”.
Municipio
Son comunidades territoriales menores cuya estructura es análoga a la del populus
Romanus, con la diferencia que en sus relaciones con los particulares están sujetas al Derecho
privado, tienen un ordenamiento propio, otorgado en la relativa lex de la colonia o del
municipio, y un patrimonio propio distinto del de sus miembros, así como un magistrado para
administrarlo, tienen capacidad para adquirir y defender sus intereses, designando a la persona
que actúe en su nombre ante los tribunales (municipium nomine), por último, la capacidad de
suceder, negada en un principio, parece admitida por la legislación imperial.
Corporaciones
Conjunto de personas que se unen para un objeto determinado y a las cuales el estado
otorga los derechos de persona, muchos autores creen que el municipio como tal pertenecía a
este tipo de organización; también se incluyen dentro de las Corporaciones los Colegios
Religiosos (Pontificios - Sacerdotales – Feciales – entre otros), pero éstos eran en realidad
órganos del Estado que sistematizaban, distribuían o desempeñaban funciones religiosas, no
tenían patrimonio propio ni capacidad para poseer por si, Colegios Judiciales, durante la
República, igualmente carecían de patrimonio y capacidad para poseer bienes, otras
Corporaciones eran profesionales y algunas solidaridades “soliditatio”, en todo caso la
finalidad de la Corporación deriva de su naturaleza y nunca debe ser “contra mores”, en cuyo
caso el estado podía disolverlas.

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La “Lex Julia”, reglamenta, desde Augusto, su funcionamiento; en la reunión
constitutiva debe contar por lo menos con tres miembros, tener un estatuto “lex collegii” que
regula el funcionamiento interno y que tuviera un fin lícito. Respecto a los bienes, tiene su
propio patrimonio, el cual no se confunde con el de sus miembros, en cuanto a las
obligaciones, puede ser acreedora por sí misma, y lo que se obtenga es para ella y no para los
miembros, lo mismo si es deudora con relación a la actuación judicial, es actora por ella, pero
no representa a sus miembros, aun considerados globalmente.
En su organización se compone de:
1-. Ordo collegii (Directores y Administradores)
2-. Plebe Collegii (Miembros Asociados)
3-. Syndici (Representante Legal)
4-. Arca Communis (Caja Común)
Fundación o Piae Causae
Son instituciones civiles o eclesiásticas encaminadas a un objeto de utilidad pública,
de culto o de beneficencia, no persiguen fines privados ni de lucro; con la aparición y difusión
del cristianismo se generalizó en Roma la costumbre de destinar o legar bienes con propósitos
piadosos y benéficos, lo cual originó un considerable aumento en el número de fundaciones
y un relativo perfeccionamiento en el régimen legal correspondiente. Si un romano en su
testamento le cargaba al heredero un “modus” con fin altruista, ejemplo: un asilo de ancianos,
se entendía que el heredero debía cumplir y el capital asignado debía regentarlo como
fiduciario que era de ese capital.
Posteriormente los emperadores Nerva y Trajano otorgaron a algunos Municipios la
administración de arrendamiento y préstamos garantizados, para que con el beneficio, se
empelaran las rentas en la manutención de gente humilde, el propietario de los capitales es el
Emperador y los Municipios son solo administradores. En la época cristiana, la iglesia tomará
a su cargo la administración de muchos establecimientos las cuales han sido creada como
socorro y caridad para gente necesitada y así nace las fundaciones actuales.
Herencia Yacente

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En Roma el patrimonio perteneciente al difunto durante el período comprendido entre
la delación y la aceptación de la herencia recibe el nombre de hereditas ¡acens (herencia
yacente); durante ese lapso los bienes carecen de titular.
El derecho romano no establece con claridad cuál es la situación jurídica del acervo
sin dueño; algunos juristas lo consideran res nullilus, esto es, susceptible de apropiación por
cualquier persona que lo ocupe, sin embargo, en la época clásica cambia este criterio y se
considera delito público la ocupación de la herencia yacente, no obstante que se la sigue
considerando patrimonio sin dueño.
Es posible que entre el momento de la llamada y la aceptación transcurra un espacio
de tiempo más o menos largo, en este período de tiempo entre la delación y la aceptación se
produce un vacío en la titularidad de las relaciones hereditarias, la cual no puede atribuirse ya
al causante puesto que ha muerto, ni al heredero porque aún no ha aceptado: en este período
de tiempo se dice en Derecho romano que la herencia está yacente.
La hereditas iacens es distinta de la herencia vacante, se llama yacente en tanto exista
la posibilidad de que un heredero acepte; se dice vacante cuando está excluida la existencia
de un heredero. En el primer caso se produce un estado de suspensión y de tutela en espera
que un heredero acepte; en el segundo, en base a una disposición de una lex Iulia et Papia
Poppaea, la herencia va a pasar al erario público.
La naturaleza jurídica de esta figura evoluciona en Derecho romano pasando por
diversas etapas:
a) Originariamente los bienes hereditarios se consideran como res nullius, como si no
tuvieran dueño (sine dominus. Gayo 2, 9; D. 15, 1, 3 pr.). Pero esta solución implicaría que
el saqueo de los bienes hereditarios yacentes no supone hurto.
b) Más adelante, los juristas romanos parecen configurarla, en algunos supuestos,
como la continuación de la persona del difunto, de quien la herencia yacente viene a ser el
representante. En otros casos afirman que la herencia yacente adquiere para el heredero
futuro, cuya personalidad representa la herencia hasta el momento de la aceptación (D. 46, 2,
24: hereditas heredis personam interim sustinet).

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c) Se llega finalmente a admitir que es la misma herencia yacente la que hace las veces
de titular, y son varios los textos donde se la considera como dueña (D. 41, 1, 61 pr.), incluso
en Derecho justinianeo parece configurarse como una persona jurídica (D. 40, 1, 22), la
hereditas iacens no era para el Derecho romano una persona jurídica
Sin embargo se cree que el Derecho romano, en ningún caso llegó a considerar la
hereditas iacens como una auténtica y verdadera persona jurídica. Es tan sólo un expediente
más, junto a los ya mentados, para dotar a la herencia yacente de una cierta capacidad jurídica,
superando así la antigua noción, según la cual era considerada como una cosa sin dueño (res
sine domino).
El objetivo de la herencia yacente es dar continuidad al patrimonio hereditario
mientras se determina quién es su titular de la herencia. Naturalmente, esta situación no puede
mantenerse de forma indefinida, lo que equivaldría a determinar la inexistencia de herederos.
Es por tanto una situación transitoria.
En algunos casos, la falta de aceptación de la herencia se produce por el hecho de que
el heredero aún no se ha pronunciado sobre la aceptación de la herencia. En otros casos, se
debe a que el testador haya ordenado la constitución de una fundación o en aquellos supuestos
en que haya sido llamado a la herencia un nasciturus.
La yacencia de la herencia requiere la administración y custodia de los bienes y
derechos hasta que sean aceptados por el heredero. El encargado de esta administración debe
ser designado por el testador en su testamento, mediante el nombramiento de un albacea o por
las personas llamadas a heredar. Si no hubiere ninguna persona que pueda hacerse cargo del
caudal hereditario, serán los órganos judiciales los que determinarán la forma de salvaguardar
los bienes del difunto.
Según los principios generales del derecho de sucesiones venezolano, nadie puede ser
heredero sin quererlo. la expresión heredero necesario, que algunas veces se utiliza, quiere
significar solamente que se trata de herederos que no pueden ser excluidos de la herencia, sin
implicar esto que deban obligatoriamente aceptarla, para ser heredero es necesario por lo tanto
que se acepte la herencia.

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La repudiación es la manifestación de querer renunciar a la calidad de heredero, en
realidad, la fórmula usada por el Código —repudiación de la herencia —no es correcta, puesto
que con la delación el llamado no adquiere la herencia sino solamente el derecho de aceptarla;
la herencia se hace propia del heredero solamente con la aceptación y no puede renunciarse a
una cosa que todavía no es propia, así que más preciso es hablar de renuncia del derecho a
aceptar la herencia.
A diferencia de la aceptación que puede ser expresa (cuando se manifiesta la voluntad
de querer ser heredero en un instrumento público o privado) y tácita (cuando el heredero
cumple actos que supongan su voluntad de querer aceptar la herencia), la repudiación de la
herencia debe ser hecha siempre en forma expresa (En el Derecho Romano al contrario se
admitía también la renuncia tácita. Ver: D.29, 95, 2: “Recusari hereditas non tantum verbis
sed etiam re potest et alio quovis iudicio voluntatis”). La formalidad de la repudiación consiste
en el hecho de que debe hacerse mediante instrumento público.
Existe en el Código venezolano un solo caso de renuncia tácita o implícita: es el
previsto por el artículo 1019, el cual establece que cualquier persona que tenga acción contra
la herencia puede dirigirse al Juez para que compela al heredero a declarar si acepta o repudia
la herencia; el juez fijará un plazo (no superior a seis meses) para que haga su declaración:
vencido dicho lapso sin que se haya hecho la declaración, se considera repudiada la herencia.
Se puede repudiar la herencia durante todo el lapso de diez años establecido para poder
aceptar, excepto en los casos de los arts. 1020 y 1021; el primero de esos dos artículos se
refiere al supuesto del sujeto llamado a la herencia que se encuentre en posesión real de los
bienes y que deja pasar tres meses desde la apertura de la sucesión sin haber procedido
conforme a las disposiciones relativas a la aceptación con beneficio de inventario y el segundo
se refiere a la persona llamada a la herencia que haya sustraído u ocultado bienes
pertenecientes a la herencia: en los dos casos los llamados a la herencia perderán el derecho
a repudiarla y se constituirán como herederos puros y simples.
Lapso de prescripción y forma de repudiación
Que la sucesión este abierta.
Que el renunciante haya adquirido el derecho a aceptar la herencia.

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Que la renuncia comprenda toda la herencia.
Que no esté sujeta a condición.
Artículo 1.019 ejusdem.- Todo el que tenga acción contra la herencia, o derecho de
suceder a falta del llamado actualmente, tiene derecho de pedir al Tribunal que compela al
heredero, sea ab-intestato o testamentario, a que declare si acepta o repudia la herencia. El
Juez, procediendo sumariamente, fijará un plazo para esta declaración, el cual no excederá de
seis meses, vencido este plazo sin haberla hecho, se tendrá por repudiada la herencia, que
cumpla con las formalidades de Ley. Esto significa que la renuncia siempre tiene que ser
expresa, nunca puede ser tácita. Sin embargo el Código Civil en el artículo 1019 establece
una presunción legal de repudiación de la herencia.
Que la herencia no haya sido aceptada antes por el renunciante.
Que el renunciante tenga facultad para disponer. No puede ser una persona
inhabilitada, entredicho solo puede hacerse mediante un consejo de tutela para decidir si
renuncia o no a la herencia, pero para que pueda renunciar primero el tutor tiene que hacer el
procedimiento del beneficio de inventario.
Quien renuncia se considera como que nunca fue llamado a la herencia.
Tiene efectos retroactivos a la fecha de la apertura de la sucesión.
La parte de quien renuncia acrece a los otros coherederos.
La renuncia debe ser pura y simple, jamás condicionada.
Es absoluta, erga omnes, frente a todo el mundo.
La renuncia puede ser revocada por el heredero.
La renuncia es anulable cuando quien la hizo no tenía capacidad para ello (caso
síndrome de down); o bien se encuentre afectada de los vicios del consentimiento.
Pàter Familia
Magistrado doméstico por derecho propio con atribuciones garantizadas por el
derecho y una autoridad absoluta donde ni siquiera el poder público podía intervenir, era juez
absoluto de su familia y como tal podía imponer todo tipo de penas, era el único administrador
y los demás miembros de la familia solo podían actuar por delegación de éste.

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Esta persona, inmersa en una sociedad patriarcal muy típica de la época antigua, era
la que trabajaba con el objeto de mantener su hogar y defenderlo de lo que fuera necesario, es
decir que era esa pieza fundamental sobre la que se sostenía toda familia. Era este el que
poseía la responsabilidad de regirla de la manera más adecuada según sus intereses, pero no
solo de la propia unidad familiar sino de la gens a la cual pertenecían y que se relacionaban
por vínculos sagrados.
El pater de familia era la figura con máxima autoridad en la familia debido al poder
otorgado denominado como «patria potestas», que quiere decir patria potestad, poder que
manifiesta que este personaje es la ley dentro de la familia y que todos y cada uno de los
miembros le deben pleitesía y obediencia en cuanto a sus decisiones, la patria potestad además
de ser un hecho jurídico fue considerada como sagrada por los romanos puesto que como todo
en la Antigua Roma era parte de la tradición.
Y en parte fue gracias a esto que el pater de familia poseía el poder legal sobre todos
los integrantes de su familia, además del poder que le otorgaba ser su único mantenedor
económico y representantes frente a las diferentes entidades políticas en Roma. Pero la
importante ley de las XII tablas le atribuía también al pater el poder de vida o muerte o “vitae
necisque potestas”, sobre sus hijos, esposa y esclavos que estaban bajo su potestad.
Capitis Diminutus
En derecho romano, institución en virtud de la cual una persona sufría una
disminución de su estado o capacidad. Literalmente significaba disminución de cabeza o
estado de derecho.
El estado de un ciudadano romano constituía la capacidad de derecho necesaria para
actuar en la vida jurídica; comprendía su libertad, su ciudadanía y su familia, y podía verse
disminuido en ocasión de hallarse incursó en algunas de las situaciones previstas por las leyes,
de manera tal que según fuera la entidad de la situación, el ciudadano romano podía sufrir una
disminución en su status libertatis, civitatis o familiae, respectivamente.
La capitis diminutio podía ser máxima, media y mínima según fuera el status que
sufría una disminución.

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La capitis diminutio máxima suponía la pérdida de los tres estados, de manera que el
ciudadano que la sufría era en la práctica un incapaz de derecho, desprovisto de personalidad
jurídica, y en consecuencia se le privaba de su libertad debiendo someterse a la autoridad de
otra persona; de los derechos emergentes de su calidad de ciudadano, como el jus honorum y
el jus sufragii; de los derechos emergentes de las relaciones de familia, como la tutela,
curatela, sucesión y jus connubii. El patrimonio se transfería íntegramente a su amo puesto
que también se le privaba del jus commercii.
La capitis diminutio máxima afectaba a quienes fueran tomados como prisioneros de
guerra por el enemigo, los cuales merced al jus postliminium si retornaban libres, y si, por el
contrario, los sorprendía la muerte, en virtud de la ley Cornelia se los consideraba fallecidos
a la fecha de ser apresados, con el objeto de otorgar validez a su testamento; también afectada
al ciudadano no inscrito en el censo; a los libertos que cometían ingratitud respecto de sus
antiguos amos, entre otros.
La capitis diminutio media importaba la pérdida de los derechos emergentes de la
calidad de ciudadanos y de aquellos provenientes de las relaciones de familia, conservando el
capitis minutus la libertad; sufrían esta disminución en su capacidad los ciudadanos que eran
condenados al destierro o bien deportados por considerárselos sujetos contrarios a los
intereses del pueblo romano; los penados por el interdicto aquae el ignis; los que por su propia
voluntad desechaban la ciudadanía romana adoptando otra nueva, entre otras.
Finalmente, la capitis diminutio mínima importaba la pérdida del status familiae, es
decir, de los derechos emergentes de las relaciones de familia, como por ejemplo el derecho
sucesorio, la tutela y la curatela; la capitis diminutio mínima afectaba a los sui iuris que se
convertían en alieni iuris o viceversa, como por ejemplo sucedía en la arrogación y
emancipación, respectivamente, sin perjuicio de ello cabe aclarar que en algunos casos no
importaba una verdadera disminución de la capacidad de derecho, como por ejemplo el caso
de la mujer alieni iuris que por efecto del matrimonio cum manu pasaba a depender
jurídicamente del marido pero seguía siendo alieni iuri.
Sui Juris

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En Derecho Romano, se denominó 'sui iuruis' a aquel que no se encuentra sometido al
mando de otros (autónomo) de cualquier potestad familiar, el ciudadano que no tuviese
ascendientes legítimos masculinos vivos o que hubiera sido liberado de la patria potestad
mediante un acto jurídico llamado emancipación (emancipation). Las sui iuris tenían poder
de decisión sobre sus actos, a diferencia de los y las alieni iuris que eran personas sometidas
al mandato de otras.

El hombre Sui Iuris era denominado paterfamilias, independientemente de que tuviera


o no hijos, o que fuera o no mayor de edad, la mujer podía ser sui iuris en el caso de no estar
sujeta a autoridad alguna, pero no puede ejercer la jefatura familiar, es decir no puede ser
paterfamilias; el hombre libre, ciudadano y Sui Iuris, era la persona optimo iure: tenía el goce
completo de todos los derechos públicos y privados, podía ser titular de las cuatro potestades
clásicas que se le conoció a la legislación romana:
La Patria potestas: era el poder del paterfamilias sobre sus hijos y sobre todas las
personas agregadas al grupo familiar por adopción o adrogación;
La Dominica potestas: poder o dominio sobre los esclavos;
La Manus maritalis: potestad sobre la esposa;
Y el Mancipium: que era la potestad que se ejercía sobre un hombre libre entregado
en noxa, ya por los delitos que hubiera cometido, ya para garantizar el pago de las
obligaciones del paterfamilias bajo cuya potestad se hallaba.
Alieni Juris
Frase latina que se podría traducir como sin derechos, o más literalmente como "bajo
el derecho de otro") es una denominación del derecho romano para aquellos que se encuentran
sometidos a la patria potestad de otro, la persona sometida al poder familiar, cualquiera fuera
su edad o su sexo, era alieni iuris, comprendiéndose entre ellas al filiusfamilias, descendiente
legítimo o adoptivo del paterfamilias viviente; a la mujer sujeta a la manus de su propio
marido o la del pater bajo cuya potestad éste se encontrara, y la persona in causa mancipi, que
era el hombre libre dado en noxa por los delitos que hubiere cometido o en garantía de las
obligaciones del paterfamilias de quién dependía.

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Los alieni iuris tenían la capacidad restringida debido a la situación de dependencia
en que se encontraban respecto al pater. Así, los filii no podían contraer matrimonio sin la
autorización del jefe de familia y en cuanto a su situación patrimonial, tenían un estado
parecido al de los esclavos, pues lo que adquirían se incorporaba al patrimonio del pater. Esta
incapacidad patrimonial fue modificándose paulatinamente, especialmente a partir del
otorgamiento de los peculios que posibilitaban al filius -en algunos supuestos- realizar
negocios de disposición tanto inter vivos como mortis causa.
Manumisión
Etimológicamente esta palabra proviene de las palabras "manus y mitere", soltar de la
mano o soltar del poder; es la forma de salir el esclavo de la potestad, del "Dominus", llevada
a cabo por voluntad de éste.
En el Derecho Antiguo se observa tres tipos de manumisiones:
Manumissio vindicta: reivindicación de la libertad conforme a las formalidades de la
"In jure cessio". El manumitente junto con el esclavo y acompañado de un tercero, ocurría
ante el Magistrado, y el tercero poniendo una vageta sobre el hombro del esclavo decía;
declaro que este hombre es libre; no habiendo oposición por parte del dueño, así lo declaraba
el Magistrado.
Manumissio censu: el amo inscribe al esclavo en el censo de los ciudadanos.
Manumissio testamenti: acto de última voluntad del amo disponiendo la libertad de
sus esclavos.
En el Derecho Clásico se conservan las anteriores y aparece la modalidad del
fideicomiso de libertad en la manumisión testamentaria.
Al final de la República fueron instaurados los métodos no solemnes siguientes:
Manumissio inter amicos: es la manifestación hecha por "vindicta", ante el Magistrado
que se sustituía por la declaración ante testigos.
Manumissio por epistolam: que se efectuaba en una carta que el amo enviaba al
esclavo.
Manumissio per mensam: que se lleva a cabo mediante el sencillo acto de sentar al
esclavo en la mesa del amo.

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Como eran actos no solemnes, la libertad era más limitada ya que si en una época fue
revocable por voluntad del dueño al no ser aceptada por el derecho civil, posteriormente se
hizo irrevocable mediante la intervención pretoriana, quedando libres pero no ciudadanos
romanos y llamados "Latini Juliani" por efecto de la "Lex Junia Norbana".

En el Bajo Imperio, bajo Constantino, aparece la "Manumissio in Sacrosanctis


Eclesia", forma solemne por declaración del amo ante la autoridad eclesiástica y en presencia
del pueblo cristiano.
La facultad ilimitada de manumitir dio lugar a situaciones de orden público, ya que el
excesivo número de libertinos producía corrupción y desorden, para limitar el daño aparecen:
La Lex Aelia Sentia: los liberados antes de 30 años eran simplemente latinos junianos,
salvo los manumitidos por "vindicta" y sometidos a la aprobación de un consejo; la
manumisión hecha por un amo menor de 20 años era nula, salvo que tuviera un motivo
legítimo y se aprobara por un consejo precitado; era nula la manumisión hecha en fraude de
los acreedores.
La Lex Fufia Caninia: llamada también "furia" o "fusta", puso un límite al exceso de
manumisiones testamentarias hechas por generosidad sin tomar en cuenta los merecimientos
y con grave perjuicio de los herederos.
Justiniano eliminó la Lex Fufia Caninia y la disposición de la Lex Aelia Sencia.
Ingenuo
Es la persona que nunca ha estado sometida a esclavitud. La calidad de ingenio se
adquiere por el nacimiento y en el patrimonio el hijo sigue la condición jurídica del padre,
fuera del matrimonio, la de la madre.
La Esclavitud en el Derecho Romano
La esclavitud es una institución jurídica por medio de la cual el ser humano es
despojado de toda personalidad, asimilado a cosa y como tal, perteneciente a otro ser humano.
En Roma a principio de la República, ya había 50 mil esclavos, este número aumentó después
de la segunda guerra púnica y excedió en mucho al de los hombres libres.

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En Roma se le conocía a esta condición como la muerte civil. También llamada
“capitis deminutio máxima”, consistía en la pérdida del estado de libertad y así mismo del
civitatis y el familiae, a partir de lo cual, pasaba a convertirse en esclavo, incapaz de tener una
familia y de ser ciudadano.

Origen de la Esclavitud
Cuando un vencedor respetó la vida del enemigo vencido, en vez de matarle,
comprendió que un esclavo vivo tiene más valor que un enemigo muerto. Lo conservó como
se conserva un animal doméstico. El “serv-are del servus” tenía por objeto el serv-ire, motivo
egoísta. Aristóteles, en su política, defendía la esclavitud por considerarla natural y necesaria,
los hombres incapaces de gobernarse a sí mismos deben ser objeto de dominio, ya que algunos
hombres han nacido libres y otros esclavos.
La esclavitud fue un mal necesario, y ese sistema no debe examinarse en base a la
concepción actual que el derecho y de la libertad se tiene, y si desde las ideas imperantes en
las sociedades antiguas. En Atenas aparece derivada de la guerra victoriosa; los mercaderes
seguían a los ejércitos y compraban a los cautivos, ya sometidos por tal hecho a la condición
de esclavos.
Causas de Esclavitud posteriores al nacimiento
Los motivos más habituales por los que un hombre se convertía en esclavo eran:
• Ser conquistado por otro pueblo
• Tener que pagar deudas pendientes
• Ser castigado por haber cometido un delito
• Como resultado de una guerra
• Negativa a inscribirse en los registros del censo
• Negativa a participar en el Servicio Militar
• El flagrante delito de robo, cometido por persona libre
• Relaciones sexuales de una mujer libre con un esclavo ajeno contra la manifiesta
voluntad del señor

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• La ingratitud del Liberto
• El hecho de dejarse vender como esclavo por un amigo, a pesar de ser libre, para
reclamar luego la libertad y participar entonces de la ilícita ganancia del vendedor.

Condiciones jurídicas del Esclavo


La condición de los esclavos debe estudiarse, según la doctrina romanista, en función
de los derechos sobre: la persona, de los derechos sobres los bienes y de la condición del
esclavo en sociedad.
• Derecho sobre la persona:
Señala Petit, “El dueño tiene poder de vida y muerte sobre el esclavo, puede con mayor
razón, castigarlo, venderlo o abandonarlo”; es un resultado de esta afirmación, que quien
puede lo más, puede lo menos.
• Derecho sobre los bienes:
El esclavo era un instrumento de adquisición del amo, y por consiguiente, todo lo
adquirido por el esclavo pertenecía al amo, como consecuencia del ejercicio, por parte del
amo, del derecho de propiedad y de la pertenencia del esclavo al orden de las cosas, todo lo
producido por el último formaba parte del patrimonio del dueño.
La necesidad, no obstante, condujo a la introducción de la costumbre de dejar al
esclavo un peculio o conjunto de bienes, gozados y administrados por él; de esta manera podía
dedicarse al comercio y aumentar, con los beneficios logrados, su peculio.
Este peculio comprende:
• Lo que el dueño le entregaba para que lo administrara y lo usara
• Bienes adquiridos directamente por el esclavo
• Los pequeños donativos de terceras personas
Legalmente la totalidad del peculio pertenecía al amo; en la realidad social se hizo
costumbre, reconocer el peculio como pertenencia del esclavo, destinado a comprar su propio
rescate.

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Condición del esclavo en la sociedad
Según Antokoletz, “todos los esclavos de propiedad privada tuvieron la misma condición
jurídica, fueron objetos, no sujetos de derecho, por que más que a personas se les trató como
cosa de su respectivo “dominus”. Jurídicamente el esclavo era una cosa: su condición respecto
del hombre libre era opuesta.

Consecuencias de la Esclavitud
La esclavitud en Roma fomentó una sociedad plagada de:
• Ambición del dinero y luego la del poder y de todas las malas acciones
• El esclavo vino a traer a través de su cuerpo entretenimiento (Coliseo Romano), placer
sexual y riquezas con su fuerza de trabajo.
• La avaricia, en efecto, vino a subvertir la lealtad, la honradez y demás virtudes
• Se introduce la soberbia, crueldad, indiferencia religiosa, y vanalidad de todo lo
existente
• La ambición arrastró a muchos hombres a hacerse mentirosos, a tener una cosa
reservada en el pecho, y otra pronta en los labios.
Facultades concedidas al Esclavo en la época clásica
Por obra del derecho natural, la esclavitud fue suavizando su rigorismo y en la época
clásica se modifica y se reconocen al esclavo algunas facultades:
El Contubernium: Consiste en la unión natural entre los esclavos o entre estos y
personas libres, el hijo sigue la condición jurídica de la madre, por consecuencia, si ésta era
libre, el hijo nacía libre y si era esclava el hijo nacía esclavo.
Cognatio Servilis: El contubernio origina un vínculo amparado y reconocido por el
derecho, estableciendo una especie de parentesco entre los esclavos, padre, hijos y hermanos.
Algunos creen que fue establecido para evitar uniones antinaturales.
Peculio del Esclavo: El peculio del esclavo del Estado Romano, “servi Publici” no
tenía duda, era retribución que el estado pagaba al esclavo por su servicio, el peculio del

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esclavo privado son liberalidades que le permitirán algún día comprar su libertad o dedicarse
al comercio una vez manumitidos, se forma este peculio por regalos del patrón, de otras
personas y ahorros prevenientes de actividades comerciales en pequeña escala y que fueron
autorizados por el patrón, legalmente el amo era el verdadero propietario de este peculio y el
esclavo podía testar por la mitad de su valor.

Las formas de extinción de la Esclavitud


La esclavitud termina de dos maneras, por el “postliminium” y por la “manumisión”.
El postliminium. Es la ficción jurídica de suponer que una persona física, caída en el
poder del enemigo y luego escapa o es rescatada, al volver al estado romano, automáticamente
recobrará la condición jurídica que tenía antes de caer en poder del enemigo y se considerara
que su situación jurídica nunca había variado, el fundamento de esta institución es: los hechos,
mientras son meros hechos, no pueden modificar el derecho. Un prisionero escapado, por el
“ius postliminium”, recobra todos sus derechos y bienes, pero no puede borrar un hecho como
la separación material por tanto la cautividad conlleva la disolución del matrimonio no siendo
retroactivamente restablecido por la vuelta del cautivo, salvo que ambos cónyuges sean
cautivos y exista la cohabitación durante el cautiverio.
Manumisión
En Roma, la más frecuente de las causas de extinción de la esclavitud es la
manumision, es decir, el acto voluntario del Amo que contiene una declaración expresa en el
sentido de conceder la libertad al esclavo. Se la denomina así porque por medio de ella el
Amo libera al esclavo de la manus, que es la designación genérica de toda potestad familiar
en derecho romano primitivo.
Es un negocio jurídico por el cual el Amo dispone de un objeto de su patrimonio,
desinteresadamente muchas veces, y otras a cambio de algunas ventaja, pues no siempre la
manumision obedece, como podría creerse, a un sentimiento de liberalidad del Amo hacia el
esclavo. Cierto es que en muchos casos se premia con la manumision la conducta del esclavo
o su fidelidad hacia el Amo; pero también lo es que en otros, sobre todo tratándose de las
manumisiones por causa de muerte o testamentarias, que solo perjudican a los herederos, el

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dominus obra más bien movido por un deseo de ostentación o vanidad, dada la costumbre de
que el cortejo funebre se engrosa con la presencia de libertos cubiertos con el pileus o gorro
que simboliza la libertad, cuyo número puede ser interpretado como un índice de la fortuna y
la magnanimidad del difunto. Otras veces, en fin, es un propósito de lucro el que guía al Amo,
pues el esclavo puede rescatarse, o mejor dicho, comprar su libertad con el peculio que aun
cuando según el rigor de los principios pertenece al Amo, ya se dijo que los usos sociales
terminaron por hacer que el esclavo pudiera retenerlo al ser manumitido.
En tales condiciones, se explica que pudiera comprar con el su libertad, representando
el precio un incentivo para la manumisión, con todo, no eran pocos los casos en que la
manumision obedeciera solo a un sentimiento de liberalidad, pero, cualquiera que fuera su
finalidad, ella estaba siempre sujeta a las condiciones de forma y de fondo.
Las condiciones de forma sufrieron notables variantes a través del tiempo: primero,
las impuestas por el derecho civil, que corresponden al llamado derecho antiguo y clásico;
luego, las admitidas por el derecho honorario y, por último, las del derecho bizantino.
Primero la manumissio presentaba tres formas: vindicta, censu y testamento, según
consistiese en una reivindicación ficticia de la libertad; que se realizase inscribiendo el Amo
al esclavo en el censo de los ciudadanos, o que se efectuase disponiendo el testador la libertad
de su esclavo.
Al final de la República se instauraron otras formas: la manunissio inter amicos; la
manunissio per epistolam y la manumissio per mensam (acto de sentar al esclavo a la mesa
del Amo), ya en el período de Constantino se estableció la manumissio in ecclesia, finalmente,
Justiniano estableció la validez de cualquier forma de manumision.

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Conclusión
En este trabajo se expone parte de la estructura social del vasto imperio de Roma.
Centrándose esta investigación en los 3 status del Caput, que eran aquellos que debían tener
los ciudadanos romanos, para considerarse realmente ciudadanos y de cómo influye el estado,
la familia y el esclavo sobre él. Entre estos status se encuentran:
Statuts Libertatis se refiere al ciudadano que es libre y no pertenece a otro, y carecían
de este status los esclavos.
Status Civitatis es aquel que adquiere el ciudadano residente en Roma y tiene la
capacidad de gozar de aquellas instituciones de carácter civil. Capacidad que no tenían ni los
esclavos, ni los extranjeros.
Status Familiae era aquel status que solo disfrutaban los Varones para convertirse en
pater familiae (Sui Juri) que tenían bajo su tutela a los Alieni Juris. Status del cual carecían
los esclavos, los peregrinos, hijos y mujeres o aquellos que quedaban bajo la tutela del director
de la familia. Asi mismo se profundizo sobre la herencia yacente y sus características entre
otras.
Pudiendo apreciar que no era un privilegio de todo ente ser ciudadano romano, y que
los menos favorecidos desde un punto de vista social eran los esclavos, ya que solo eran
considerados individuos por el derecho natural, porque eran designios de los dioses, pero
principalmente eran considerados como objetos o animales, que desde el punto de vista
jurídico eran discriminados como objeto de derecho. Siendo la población más numerosa en
los momentos de Roma como Republica, subsistiendo bajo la marginalidad.
En cualquiera de sus modalidades existía la figura de un patrón que gracias a sus
liberalidades podía conseguir su libertad mediante a la manumisión, que era la facultad que
tenía el patrón para otorgarle la libertad al Esclavo. Todos estos status estaban establecidos

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en el código Romano, resaltando su importancia, ya que el derecho Romano es caracterizado
por su orden y rigurosidad.

Bibliografía

ABOUHAMAD, Ch. (2008). Anotaciones y comentarios de Derecho Romano I.


Caracas: Ediciones de la Biblioteca, Universidad Central de Venezuela.
AGUILAR, J. (2010). “Derecho Civil. Personas”. Universidad Católica Andrés Bello.
23° Edición. Caracas-Venezuela.

ONTIVEROS, G. (2005). “Derecho Romano I y II”. Marga Editores SRL, Caracas-


Venezuela.

URIA, J. (2005). “Derecho Romano”. Universidad Católica del Táchira, San


Cristóbal-Venezuela

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