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Coplas de otra medida

Por: Andrés Becerra Lozano

La Copla que se cultiva en la mayor parte del territorio de Colombia es la de cuatro


versos, con ocho sílabas cada verso. En los Santanderes, Boyacá, Cundinamarca, el
Tolima Grande, la zona Paisa, y toda la región Pacífica, las Coplas riman los versos 2 y
cuatro, y dejan libres el 1 y el 3. Es la estructura más sencilla y más fácil. Como las
siguientes:

Por las montañas del Cóndor,


sobre las alas del viento,
las voces de los abuelos
dejan en Coplas su aliento.

Es la fuerza de su sangre,
que deja en tierra su huella
y eleva en versos su alma
hasta alcanzar una estrella.

También se cultiva esta estructura en los departamentos de la Costa Norte, pero en ésta
también se cultiva otra estructura, más elaborada, más compleja, llamada Décima. En
ésta se organizan 10 versos, también octosílabos, y tienen cuatro rimas que se
distribuyen así: Riman 1, 4 y 5, el 2 con el 3, el 8 con el 9, y el 6, 7 y 10. Veamos un par
de ejemplos:

PROBLEMAS DE ANCIANO

He cogido una manía


cuando miro a las muchachas:
Me entran unas ganas machas
de verificar mi hombría.
Oro por Sabiduría,
pero lo hago aunque no quiera:
Me pongo como una fiera,
las persigo, no me canso;
cuando por fin las alcanzo,
no recuerdo pa qué era.

NO VAYAS A MI FUNERAL

No estaré en ese ataúd,


en medio de tantas flores,
ni escucharé a los cantores
que me honren con su laúd.
Hay una antigua virtud
en el tema de Amistad:
No dejar en soledad
a quien amor necesita;
llama o hace una visita
quien es amigo en verdad.

Se puede verificar en ellas la combinación de rimas que mencioné antes. Esta estructura
se conoce como Décima Espinela, porque fue propuesta en 1591 por don Vicente Espinel,
sacerdote, escritor y músico español, quien, además, le agregó la quinta cuerda a la
guitarra que entonces se usaba.

En las sabanas de Córdoba, Sucre, Bolívar, Magdalena y Cesar se cultiva la Décima, pero
donde quizá más se encuentran decimeros colombianos es en el municipio de Soledad,
Atlántico. Cabe decir que componen las Décimas en cuestión de segundos, en medio de
una controversia cantada, ante público, así como se hace en otros países del Sur de
América y del Caribe, y también en las islas Canarias españolas.

Al igual que las coplas de cuatro versos, las Décimas también se ocupan de la amplia
variedad de temas que ocupan la mente de los humanos. Veamos:

Por la calle del despecho


vaga de un hombre la sombra,
porque la mujer que él nombra
lo ha dejado muy maltrecho.
No quiere cama ni techo,
vive en un solo dolor,
y piensa que fue un error
haberla querido tanto;
en medio de triste llanto,
hasta maldice al amor.

Amorosa la primera, filosófica la segunda, de despecho la anterior, veamos ahora una


picantica:

Sentía que se ahogaba


una joven en el río,
pero la sacó del lío
un viejito que pasaba.
Asustada como estaba
sólo lograba expresarle:
—“No tengo con qué pagarle”;
triste, el viejito afirmó:
—“¡Usted tiene, pero yo
no tengo con qué cobrarle!”

Con esto vamos alcanzando la medida de nuestra nota, así que nos despedimos hasta la
próxima ocasión, y los dejo con esta sentida coplita:

Después de ponerle fe
a la labor fatigosa,
disfruto con un café
esta tarde tan hermosa.

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