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Los recursos son variados a la hora de componer una copla, tanto en su estructura como
en el tono del lenguaje. Se puede usar el sarcasmo (como en la anterior, que desnuda
las contradicciones de lo que dice la gente), la doble intención, la copla coja o la rima
forzada… son tantas las opciones que resulta extenso incluirlas todas en el poco espacio
de esta nota. A veces la rima se disimula cambiando la última palabra para que no suene
muy brusca, pero el lector u oyente sabe descifrar lo que se quiso decir, volviendo a
cambiar la palabra dada por la que era evidente según la rima, como en las dos
siguientes:
Si bien el ingenio debe estar presente en toda copla, porque es elemento principal que
le da mayor valor a una expresión tan breve, éste se puede presentar de variadas
formas. Una de ellas se conoce como “Calambur”, y consiste en reordenar las sílabas de
una misma frase para dar un significado diferente, como en la siguiente:
Si sigo pensando
en lo que seré,
me sigo enredando...
¿Enloqueceré...?
Nótese que la copla anterior tiene solamente seis sílabas métricas, que no es lo usual
pero es válido porque todos los versos tienen la misma medida, y resulta más difícil por
su mayor brevedad.
La Copla también puede ser filosófica, en tono serio y en tono jocoso, como las
siguientes:
Es amplio y diverso el universo de la Copla, pero debemos dejar por aquí, por razones de
espacio. Rematamos con una de claridad política:
Si a un funcionario corrupto
se le concede el indulto,
se deteriora el Estado
y pa'l pueblo es un insulto.