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Cómo Actuar Si Un Niño Es DESOBEDIENTE y No Escucha
Cómo Actuar Si Un Niño Es DESOBEDIENTE y No Escucha
DESOBEDIENTE y no escucha
La desobediencia muchas veces es parte del proceso de crecimiento de los niños, que
pasan por fases en que desafían y experimentan. Algunas veces, estos conflictos son
demasiado frecuentes y generan problemas en la relación entre padres e hijos. Es
entonces cuando hay que consultar al psicólogo, y la terapia suele ser conveniente
antes de que las relaciones entre padres e hijos degeneren.
Los motivos pueden ser múltiples y a veces difíciles de ver por parte de los que rodean
al niño. Pero si este estado se prolonga en el tiempo, los niños se pueden sentir infelices
con ellos mismos, reducir su autoestima y bajar notablemente su rendimiento
académico.
Es importante valorar dónde y a quién desobedece el niño, porque muchas veces esto
es un claro indicador para ver los conflictos y poder darles solución de manera más
eficaz. Por ejemplo, hay niños que en casa mantienen una actitud desafiante y
desobedecen continuamente a los padres, pero cuando van al colegio respetan y
obedecen sin problemas.
Establece límites
Los niños de esta edad necesitan, e incluso quieren, límites. Establécelos y asegúrate
de que tu hijo sabe cuáles son. Díselo con claridad: “No se pega. Si estás enojado, usa
tus palabras para decirle a José que quieres que te devuelva el juguete”, o “Recuerda,
siempre tienes que sujetarme de la mano en la calle”.
Si tu hijo pequeño tiene problemas a la hora de seguir las reglas (como todos los niños
de esta edad), procura encontrar soluciones. Si le pega a su hermanita porque se siente
que lo dejas de lado, por ejemplo, ayúdalo a dar de comer o bañar al bebé, y luego
encuentra la manera de que pase tiempo a solas contigo. Si se levanta de la cama
porque tiene miedo de la oscuridad, dale una linterna para que la tenga junto a su cama.
Y aunque es posible que te sientas tentada de darle una reprimenda verbal cuando su
comportamiento no sea el más deseable, muérdete la lengua. Cuando un niño se porta
mal, ya se siente mal. Hacerle sentir peor solo provoca más comportamiento negativo.
Mantén la calma y sé un buen ejemplo para él.
En cualquiera de los casos debe ser tratado por un profesional lo más pronto posible.